• la luz azul de yokohama - Nicolas Obregon

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    Recien destinado a la Unidad de Homicidios de la Policia Metropolitana de Tokio, el inspector Kosuke Iwata se hace cargo de un caso tan perturbador como complejo: una familia de cuatro miembros ha sido asesinada despiadadamente en su propia casa el dia de San Valentin. Y lo mas desconcertante es que el autor del brutal homicidio ha dejado unas cuantas pistas para los investigadores. Iwata, que cuenta con la ayuda de la joven policia Noriko Sakai, no deja de preguntarse por los extranos elementos ceremoniales de esa terrible tragedia, que apuntan a un sacrificio ritual, y que fue lo que llevo al afamado Hideo Akashi, el anterior investigador, a suicidarse saltando desde el emblematico Puente del Arcoiris al poco de empezar las pesquisas.

  • LA LUZ AZUL DE YOKOHAMA | NICOLAS OBREGON

    https://www.casadellibro.com/libro-la-luz-azul-de-yokohama/9788416237388/9852263

    Sinopsis de LA LUZ AZUL DE YOKOHAMA ... Unthrillerabsorbente de una nueva voz muy poderosa. Una historia perturbadora, un relato adictivo que, a través de la ...

  • La Luz Azul De Yokohama (Salamandra Black) Tapa blanda

    https://www.amazon.es/Luz-Azul-Yokohama-Salamandra-Black/dp/8416237387

    Realmente me sorprendió para bien, buena historia, personajes interesantes y no aburre en ningún momento, definitivamente un libro recomendado a los amantes de ...

  • La luz azul de Yokohama Versión Kindle - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/luz-azul-Yokohama-Nicolas-Obregon-ebook/dp/B081P16JSX

    La luz azul de Yokohama eBook : Obregon, Nicolas: Amazon.es: Libros. ... Mirar en el interior de este libro. La luz azul de Yokohama de [Nicolas Obregon] ...

  • Reseña del libro La luz azul de Yokohama, de Nicolás Obregón

    https://www.criticaspolares.com/resenas-literarias/la-luz-azul-de-yokohama/

    30 dic 2019 — La luz azul de Yokohama es un libro de novela negra en el que su autor, Nicolás Obregón, nos cuenta un macabro caso sin resolver en el país ...

  • La Luz Azul de Yokohama - Mujeres Que Leen

    https://www.mujeresqueleen.com/2020/06/19/la-luz-azul-de-yokohama/

    19 jun 2020 — Reseña del libro La Luz Azul de Yokohama de Nicolás Obregón. Una novela de suspenso en un Tokio distinto al que conocemos, en el que su luz ...

  • La luz azul de Yokohama | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-negra-misterio-y-thriller/28335-ebook-la-luz-azul-de-yokohama

    La luz azul de Yokohama ... Un thriller absorbente de una nueva voz muy poderosa. Una historia perturbadora, un relato adictivo que, a través de la deslumbrante ...

  • 'La luz azul de Yokohama' de Nicolás Obregón - Perdida entre ...

    http://www.perdidaentremislibros.com/2019/10/la-luz-azul-de-yokohama.html

    23 oct 2019 — Impactó tanto al autor cuando lo leyó que decidió utilizarlo para su primer libro. En definitiva, La luz azul de Yokohama es una novela ...

  • LA LUZ AZUL DE YOKOHAMA - OBREGÓN NICOLÁS

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    Información del libro · GéneroNovela negra, intriga, terror · EditorialSALAMANDRA · Año de edición2019 · ISBN9788416237388 · ISBN digital9788417384746 · Idioma ...

  • Libro La luz Azul de Yokohama, Nicolas Obregon, ISBN ...

    https://www.buscalibre.es/libro-la-luz-azul-de-yokohama/9788416237388/p/51993928

    Libro La luz Azul de Yokohama, Nicolas Obregon, ISBN 9788416237388. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros importados ...

  • LA LUZ AZUL DE YOKOHAMA - NICOLAS OBREGON - Agapea

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  • Mis Ojos En Ti de Lisy Noboa

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    ?Se puede amar en un mundo lleno de dolor y traiciones?

  • La tierra de Alvar Fanez – Antonio Perez Henarez de Antonio Perez Henarez

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    Siglo XI, frontera del Reino de Castilla, es tiempo de heroes. La mejor novela historica de una epoca convulsa que marcaria nuestra historia.

  • 20 divorcios y 1 boda real de Julianne May

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    Mel Adams, una exitosa periodista neoyorquina, dedica su vida a escribir sobre moda nupcial en el medio grafico mas consumido en Estados Unidos. Pero su fama no solo se debe a su buena labor, sino al controversial metodo que utiliza para luego escribir: se casa y se divorcia con solo una diferencia de horas, aunque jamas lo hace por amor. Todos sus efimeros matrimonios son parte de una fria estrategia comercial creada por la directora de la revista, Rachel Adams., su madre. No obstante, tras constantes denuncias eticas y morales, la revista se ve obligada a reivindicar la maltratada imagen del futuro esposo, por lo que no tardan en concluir que el proximo prometido sea el clasico principe azul.
    Desesperanzada de hallarlo, Mel asiste a su chequeo medico e, inesperadamente, conoce al doctor Alex Said, con quien el flechazo es instantaneo. Sin embargo, su destino da un vuelco de ciento ochenta grados al involucrarse con el ultimo hombre de la Tierra con el que se casaria: James O’Brian, un barman irlandes.
    Mel intentara seguir el plan inicial, pero nada sera tan facil. No solo el adelanto de la boda y la reaparicion de sus veinte exesposos le complicaran la existencia, sino tambien la inesperada lucha que se librara entre su corazon y su razon al conocer, en profundidad, tanto a Alex como a James. Y de alli, la gran pregunta que Mel se hara y esperara resolver: <>.

  • Espadas y Calendulas de Lucia Moya Sanchez

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    Cuando Gwen decubre que le van a asignar un guardia personal, sabe que su vida va a dar un giro completo, y mas si este es su primo politico y amigo de la infancia, el principe Alexander. Ambos terceros herederos de sus respectivos reinos, son como el dia y la noche. Para ella, el es un chico molesto, rigido y estricto. Para el, ella es igual que cuando eran ninos: un torbellino de energia incontenible. Los reyes contienen el aliento, y esperan que ambos se influencien entre si… A ser posible, para bien. [Una historia de amor en boca de una princesa que no se acobarda ante ningun obstaculo, y de un principe que acepta su destino sin rechistar.]

  • Cinco minutos de Faith Carroll

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    --No puedo creer que me hayas convencido para venir aqui. Elyse arrugo la frente cuando, a su lado, un chico empezo a vomitar en los arbustos. En todo el campus eran conocidas las fiestas salvajes de la fraternidad Gamma Kappa, un grupo de chicos que se unian bajo el lema de "Diversion, sexo y hermandad" y no tenian reparos en cumplirlo a rajatabla. Ella llevaba dos anos en la universidad y no sentia predileccion por esas fiestas. Sin embargo, su amiga Eva parecia haber estado sonando con ir a una desde hace meses. --Me la debias, Elyse--dijo ella. Eva era su unica amiga, con la que compartia muchas horas de clases. Al contrario que la morena Elyse, la chica tenia una envidiable melena rubia que llamaba la atencion de muchos chicos. Y esta noche no era una excepcion. Cuando entraron en la fraternidad, el olor a cigarrillos y alcohol era evidente. No eran las unicas chicas, aun asi estaban en minoria. Un par de ojos masculinos se detuvieron en el vestido de la rubia, sobre todo en la parte de su escote. Otro lo intento con el trasero de Elyse, enfundado en un apretado short tejano, hasta que ella le asesino con la mirada. --Es la ultima vez que dejo que me cubras--dijo Elyse. Esa semana no habia podido terminar el trabajo de una de las asignaturas que se le atravesaba por lo que opto por perder una clase. Eva habia confirmado al profesor lo enferma que estaba su amiga, era tan creible cuando se lo proponia que, al dia siguiente el profesor se habia acercado a la morena, preocupado por su salud--. No merece la pena. --No seas tan sosa y disfruta--respondio Eva, soltando una sonora carcajada--. Los chicos invitan a las cervezas, hay buena musica y es viernes. ?Que mas necesitas? Espera... ya lo se. !Un buen polvo! El rostro de Elyse se contrajo. Miro a su amiga con seriedad, no era un buen momento. Todavia no. --No estoy para eso --dijo, casi bufando. Eva la entendio, no por algo ella habia sido su pano de lagrimas esos dias. --Alex es un cretino. El decidio dejarte, asi que no le debes nada y mucho menos un tiempo de celibato por el. --No es por el, soy yo --dijo Elyse, incomoda. Habia venido a divertirse, aunque ese no fuera su ambiente se sentia capaz. Pero con el recuerdo de ese desamor, las cosas empezaban a torcerse. Eva se dio cuenta, sin previo aviso le dio un cachete en el culo que la hizo saltar mientras ella se reia y varios chicos las miraban, cachondos. --Un clavo saca a otro clavo, te lo digo por experiencia. O, en este caso, mejor deja que el clavo entre. La chica le dio un punetazo suave al hombro. La habia hecho sonreir con sus insinuaciones obscenas, lo necesitaba. Llevaba con Alex desde el instituto, primero como amigo hasta llegar a mas. Poco a poco, con gestos y detalles romanticos la habia enamorado. Alex era un buen chico, todo lo que ella deseaba. Elyse no creia en las peliculas Disney; eso no quitaba poder pensar que habia encontrado al amor de su vida. Pero el no tenia la misma idea. Quizas su amiga tenia razon. No le debia nada a nadie asi que se atuso su camiseta de tirantes con la imagen de un gatito pequeno con gafas hipster y se adentro en la fiesta. Tal como habia dicho Eva, en esa fraternidad tenian la costumbre de ocuparse de que las mujeres tuvieran en la mano siempre algo de beber. Ellas no eran tontas, sabian las razones por lo que controlaron sus bebidas, bebiendo poco a poco. La musica era buena, las chicas se fueron relajando, incluso Elyse aprendio a ignorar a los borrachos y el olor, riendo y bailando con su amiga. Eva la cogio y la hizo dar vueltas alrededor de si misma, mareandola. Elyse le siguio el juego entre risas, hasta que sus miradas se cruzaron. No podia ser. El no. ?Que diablos hacia Keith Durham ahi? Elyse se paro de golpe, arrastrando consigo a su amiga que casi se da bruces con ella. Se recompuso en sus altos tacones y miro a su amiga. --Eh, ?hola? --Eva movio la mano frente a su cara pero nada--. Elyse, ?estas bien? --?Que? --dijo ella, volviendo a su mundo. Su amiga la miraba, extranada y sin entender nada. Pero Elyse estaba pendiente de otras cosas en su mente. No, era imposible. Un tipo como Keith no hubiera llegado a una universidad tan prestigiosa como esta, era pura casualidad. --Parece que hayas visto un fantasma --dijo Eva, mirando al rincon. Por suerte para la chica, habia dos universitarios mas por lo que no podia saber a quien miraba ella--. Siento que me pierdo algo. --No pasa nada, fue un mareo. De verdad, confia en mi. Eva no las tenia todas consigo, aun asi siguio a la chica hasta una mesa donde se unieron a una partida de cartas. Elyse busco el sitio que no le permitiera ver al joven de pelo negro que tanto se parecia a aquel amor estupido. Lo que no podia saber es que esos ojos azules estaban fijos en ella. ** Keith la habia visto antes que ella a el. Ver la cara de sorpresa al reconocerlo le provoco un sentimiento de orgullo que oculto bajo una capa de indiferencia. Nunca sabia como actuar frente a esa joven de melena color chocolate y sonrisa perfecta. Y le recordaba, despues de ese tiempo. Bueno, el se habia ocupado de crear una marca imborrable en la vida de Elyse Miller. Aunque, puede que no fuera buena idea volver a verse. Ella le odiaria. A no ser que aquello estuviera olvidado. --?Algo interesante, Durham? --Nathan, su amigo, se apoyo en sus hombros, colgandose en busca de la nueva presa de Keith--. Si no te convence me la quedo yo. Y, a todo esto, ?a quien miramos? --?Ves la chica del gato? --senalo con disimulo hacia Elyse--. Fuimos juntos al instituto. --Oh, vaya. ?Te la tiraste? --No. Le hice la vida imposible. --?Pegabas a las ninas, Durham? Eras un cabron. --No era eso, imbecil --dijo Keith empezando a sentirse ofuscado. No le gustaba recordar mucho esa epoca. Con diecisiete anos Keith era el adolescente de pelo negro y revoltoso que vestia cadenas y camisetas de sus grupos de punk acido mientras, gracias a su estilo y el respeto que obligaba a que todos le tuvieran, se maquillaba los ojos con delineador sin que nadie le insultase por ello. Se convirtio en ese joven en el que nadie confiaba, siendo reciproco. No tenia ninguna razon para ser asi: sus padres le trataban bien, no cargaba tras sus espaldas una mochila de abusos, dolor o humillacion. Sin embargo, sentia como si nadie le entendiera. Era demasiado joven y estupido, asi se definia el chico de ahora. Sabia la suerte que habia tenido en encauzar su vida antes de que su fama de rebelde sin causa tuviera una base policial, gracias a una sustanciosa beca habia llegado a la universidad. E iba a sacar su carrera, por los disgustos a su familia, con el sudor de su frente. Pero verla alli le recordaba lo unico por lo que no se pudo retractar jamas. Habia estado enamorado de Elyse Miller desde el primer dia que habia llegado a su instituto. Era todo lo contrario a el: Una chica dulce, alegre, con una vision mucho mas positiva de la vida que el. Ella le habia sonreido mientras caminaba por el pasillo en busca de su sitio. Keith se prometio que hablaria con ella, que la haria recordarle. Solo que no supo como. Y ahi, la cago. Por completo. --Entonces, ?me la puedo pedir? --?Que? --dijo Keith, tardando en asimilar lo que su amigo acababa de decir-- No, claro que no. Grito sin darse cuenta, llamando la atencion de los companeros mas cercanos. Su corazon se paro, rezando para que la joven no formara parte de ellos. Pudo respirar tranquilo cuando la vio continuar a lo suyo, jugando a las cartas con otra chica y dos de la fraternidad. --Vale, era una broma. No te pongas asi, tigre --dijo su amigo dandole un golpe en la espalda. --Me pongo como me da la gana --gruno, provocandole una risotada mas fuerte. Nathan dio un sorbo largo a su cerveza y dejo el bote en una mesa cercana. Conocia a su amigo y sabia mejor que el cuando necesitaba un pequeno empujon. --No te preocupes, tu amigo Nathan esta aqui. Voy a ayudarte a sacarte esa espinita. --Nathan, no --le advirtio su amigo. Palabras fatuas para un chico borracho--. No es asunto tuyo.

  • Ojos de muneca de Ingrid Desjours

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    Una intriga psicologica perturbadora escrita por la nueva reina del thriller en Francia.

  • Heridas de Guerra de Elena Romero

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    Ese dia lo perdi todo.
    El dia que dieron a mi marido por muerto.
    El era mi mundo. y todo se volvio negro.
    Llore durante meses. Me deprimi anos.

  • Alguien que no esperas de Olivia Kiss

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    Una comedia romantica sobre la amistad y el primer amor.

  • Otto de Jose Ramon Villaverde Garcia

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    Basada en hechos reales La lista Otto fue un catalogo o vademecum creado en el Paris ocupado durante la II Guerra Mundial. El objetivo, el expolio de todos los bienes posibles a los judios y franceses. Cuadros, joyas, divisas, vinos, minerales llenaron sus paginas asi como el origen, localizacion y propiedad de los mismos.

  • Esperanza de Candis Benitez

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    En ocasiones, las personas tomamos las peores decisiones en nuestras vidas, las cuales muchas veces pueden ser irremediables, en caso de no enmendarnos a tiempo.
    William Carrington lo sabe bien, pues en su juventud -buscando escapar de las presiones familiares y ser libre-, eligio la puerta equivocada. Vivio una epoca de desenfreno total, y estuvo al borde de perderlo todo, incluso lo mas preciado que posee cada ser humano, dandose cuenta con ello de su manera errada de proceder, antes de caer en un abismo sin retorno.

  • El tiempo es lo unico que no vuelve de Ana Hernandez Sarria

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    No hay lazo mas fuerte que el de la amistad.Los sentimientos y los suenos son la materia prima de nuestras vidas, lo que nos define y hace que todo tenga sentido.

  • La tentacion del amor de Sophie Rose

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  • Empotrada por amor de Fran Cazorla

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    ?Que puede pasar cuando se cruzan las vidas de una ex psicologa, pongamos que se llama Maripili, con la de un albanil, llamemosle Manolo? Dos personas tan normales como tu y como yo, un hombre y una mujer que intentan rehacer sus vidas ayudandose de sus amistades, y que en un momento dado, se encontraran y viviran intensas emociones. ?Te animas a conocer a esta pareja? “Una comedia romantica con un toque muy picante.”

  • El turista perpetuo de Harkaitz Cano

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  • La conspiracion de los Illuminati de G. L. Barone

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    En lo mas profundo de la noche, una inmensa fogata ilumina repentinamente la ciudad de Turin y la peor de las noticias se dispersa por todo el mundo: el Santo Sudario ha sido destruido. Cuatro meses despues, en Roma, un escandalo convulsiona al Vaticano: el coronel Weistaler, jefe de la guardia suiza, ha sido asesinado brutalmente. ?Que une a estos acontecimientos aparentemente tan distantes? La investigacion de Stella Rosati, una joven fiscal italiana, revela la extrana relacion entre la elite de la Santa Sede, el presidente del Banco Vaticano, traficantes de armas y celulas terroristas islamicas. A la investigacion de Stella se unira Andreas Henkel, un exagente checo ahora al servicio del Vaticano.

  • ?Que paso cuando se terminaron las perdices? 2 de Gema Tacon

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    Ariel vuelve con mas fuerza que nunca aunque sigue teniendo el corazon dividido. Lo que no sabe es que el tiempo no espera por nadie, y que a su regreso las cosas han cambiado mas de lo que jamas imaginaria. Junto a Merida, Blanca, Aurora, Lilo y otros nuevos companeros de locuras tendra que desmontar las ilegalidades de las mayores villanas de la historia. Aprendera a marcha forzada que ni los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. ?Sabra elegir esta vez o se volvera a equivocar? ?Dejara titere con cabeza?
    En sus lineas encontraras intriga, accion, aventura, romance y humor. Descubriras que los cuentos de hadas y que los principes azules no siempre son como los recordabas.
    ?Quieres comenzar a traumatizarte?

  • Claroscuro (Luces y Sombras del Amor y el Sexo) de Paz Iribarne

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    Recopilacion de relatos cortos que indagan en la belleza y en la oscuridad que a veces encierran las relaciones. El amor y el sexo no son otra cosa que aquello que las personas definen con su propia naturaleza, haciendo reales algunas historias, que parecieran sacadas de la mejor serie de ficcion.

  • Princesa de los Hielos de Tea Stilton

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    Una figura encapuchada avanzaba sigilosamente por los pasillos desiertos del castillo de Arcandida. De vez en cuando, se pegaba a las paredes de hielo y aguzaba el oido: no habia ni una alma. Era temprano. Aun no habia salido el sol, y la figura tenia tiempo de sobra para hacer lo que se habia propuesto. Con paso fatigado, subio el amplio tramo de escaleras, que estaba cubierto de una suntuosa alfombra verde, y llego hasta una gran puerta doble de madera oscura. La empujo con la mano, pero solo logro abrir una rendija, apenas suficiente para colarse hasta el interior. La sala era enorme, circular y tapizada de libros por los cuatro costados. La grisura de las ultimas horas nocturnas lo envolvia todo, aunque una tremula y debil luz recorria una de las estanterias. --Senor Haldorr --llamo en voz baja la figura encapuchada. La luz se detuvo y empezo a descender hacia el suelo de marmol, que, una vez iluminado, revelo unos esplendidos motivos florales. A la luz de la vieja lampara de aceite, aparecio el rostro de Haldorr, el bibliotecario de Arcandida. Sus rasgos afilados subrayaban una expresion absorta en lejanos pensamientos. Tenia los ojos oscuros y asimetricos, y una nariz aguilena que casi le rozaba el labio superior. No obstante, su sonrisa alegre y jovial lo serenaba todo, como el sol que estaba a punto de salir. --Buenos dias, condesa Berglind --dijo Haldorr, colocando a la altura de la luz el frasco que sostenia con la otra mano--. Disculpad que os haya hecho esperar. La condesa Berglind se bajo la capucha y se acerco para ver mejor. Era una mujer anciana, con el cabello plateado recogido en un mono apretado que le adornaba la nuca como un pequeno acerico. Hacia ya tiempo que habia cumplido los setenta, pero las dificultades de la vida no habian marcado su piel, que aun era lisa y sonrosada. Solo le traicionaba la vista, que no le permitio leer la etiqueta del frasco: <>. --?Estas seguro de que esta tinta nos servira? --pregunto la anciana condesa, achicando los ojos con la esperanza de distinguir alguna letra. --Completamente, no os preocupeis --la tranquilizo el bibliotecario--. Es una tinta especial, unica, diluida con escarcha que recogi personalmente en las laderas del volcan Hekta. Es una formula muy antigua. La condesa parecia impresionada con la explicacion de Haldorr, quien abria mucho los ojos para dar mayor enfasis a sus afirmaciones. --Y lo que escribamos ?solo podra verlo el destinatario de la invitacion? -- pregunto la condesa. --Exacto. De este modo, evitaremos que las personas equivocadas lean el contenido del mensaje. --!Perfecto! Creo que ya esta todo listo. --Solo tenemos que avisar a la princesa Nives. Por un instante, la condesa parecio contrariada. Luego, agito una mano ante su rostro, como si quisiera ahuyentar algun pensamiento. --Gracias, Haldorr --dijo, sonriendo--, yo me ocupare de Nives. Ya veras, todo va a salir bien. Ademas, no podiamos hacer otra cosa: ya es hora de que mi sobrina se case. --Desde luego, condesa. Os ayudare a preparar las invitaciones. Manana, los lobos se las entregaran a las focas mensajeras, y estas cruzaran el Mar de las Travesias para llevarlas a su destino. --Muy bien. Me has sido de gran ayuda, Haldorr. La anciana se subio la capucha y salio de la biblioteca. Haldorr se quedo solo, esperando el amanecer. El primer rayo de sol entro por el ventanal de la sala, y rodeo su delgada silueta de un halo de luz rosada. Observo unos instantes la sombra proyectada a su espalda, y recordo que, cuando era nino, le encantaba crear figuras de sombra. Despues, alzo los ojos hacia la gran cupula de la biblioteca, en la que habia pintados cientos de libros, y su mirada y pensamiento se perdieron en las alturas. El dia siguiente amanecio con un sol radiante. Tras un invierno polar, el buen tiempo y la temperatura moderada infundian alegria y buen humor en los corazones de los habitantes del castillo. Con el sol bien alto en el cielo, era mas facil despertar felices y activos. En la gran cocina del segundo piso, Arla y Erla, las dos cocineras, ya ocupaban sus puestos ante los fogones, enzarzadas en una discusion acalorada. --Arla, !no insistas! Hicimos tarta de pera hace dos dias. Ahora toca de manzana --argumento Erla, con una manzana roja en la mano izquierda. --!Ni hablar, Erla! --replico su hermana, con una pera en la mano--. La haremos de pera. Arla y Erla eran hermanas, pero no se parecian en nada. Erla, la mayor, era alta y muy delgada, tanto que habia que mirarla de frente para verla. En cambio, la mas joven era todo lo contrario: bajita y regordeta, tenia la misma forma vista desde cualquier angulo. En lo que si se parecian era en el caracter: las dos eran testarudas y resueltas, nunca estaban de acuerdo y discutian por todo, hasta el ultimo detalle. --!Te digo que sera de manzana! --!Ah, no! Sera de pera, o… --?Y si haceis una tarta de pera y manzana? --sugirio una voz, por detras de ambas cocineras. --!Buenos dias, princesa Nives! -- saludaron a coro, cogidas por sorpresa. La princesa de Arcandida estaba especialmente guapa aquella manana. Su rostro dulce y palido resplandecia, y su mirada, a veces glacial, era serena y distendida. Parecia haber dormido mucho y bien. Nives correspondio al saludo de las cocineras y entro en la cocina con una hermosa sonrisa. Lucia un vestido sencillo, confeccionado en una seda especial hecha con lana. Un vestido azul noche, que llevaba con elegancia y gracia innatas, al igual que una flor luce sus petalos. Arla y Erla intercambiaron una mirada de complicidad. --?Hoy os tomais el dia libre? -- pregunto Arla, la mas chismosa de las dos, aludiendo al vestido, que no seguia las normas de etiqueta de la corte. --Voy al Gran Arbol con Gunnar --respondio la princesa. Al pensar en ello, una sonrisa veloz atraveso sus ojos claros. Le encantaba correr al galope, con Gunnar, por el hielo de su amado reino. En esa estacion, la mas benigna del ano, Nives sentia como si floreciera, y cabalgar hasta el Gran Arbol era su forma de renacer. Luego, a escondidas, apoyo sus esbeltos dedos en la mesa de la cocina, y los paso por encima del azucar glas. --!Princesa! --exclamo Erla, intentando detenerla--. !No se meten los dedos en el azucar! Pero Nives, con una mirada divertida, ya se habia llevado los dedos a los labios y se habia ensuciado hasta la punta de la nariz. --!Oh, princesa! --suspiro Arla--. !Nunca aprendereis! !Vuestra tia, la condesa, os va a reganar! --?Y quien se lo va a decir? --la reto Nives, riendo--. ?Vosotras? ?Sereis capaces de hacer que me castiguen por un poco de azucar? Las dos cocineras sonrieron, resignadas: no habia nada que hacer. La condesa Berglind y todos los demas se esforzaban por ensenarle a Nives las etiquetas y usos de corte necesarios para hacer de ella una digna reina, pero la chica eludia las normas y seguia comportandose como una nina traviesa. Sin embargo, ya no era ninguna nina, sino una joven llena de energia. --Otra cosa… --anadio con tono de desden, moviendose como una flecha entre las cocineras, con su traje de campanilla. --?Quereis decirnos algo en especial, princesa? --dijo Arla, mirando a su hermana. --?Aparte de que vais a ir con Gunnar al Gran A

  • El otro proceso de Elias Canetti

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    El otro proceso. Las cartas de Kafka a Felice es uno de los ensayos mas lucidos de Elias Canetti. Nadie mejor que Canetti, premio Nobel de Literatura, para comentar las Cartas a Felice de Franz Kafka. Canetti, quien, como Kafka, ha descrito magistralmente las funciones del poder, nos ofrece en este lucido ensayo un detallado analisis del sufrimiento del escritor durante los cinco anos de su correspondencia con Felice Bauer.

  • Diez anos y diez dias de Poppy Garcia

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    !Por fin algo de tranquilidad!

  • Ella me pertenece de Lia Carnevale

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    Ciudad de Mexico, 2007 En el momento en que me di cuenta de que mi vida estaba a punto de quedar patas arriba, fue cuando presione el pie en el acelerador, la alfombrilla no detuvo el movimiento y el automovil, un Chevy C2 de segunda mano, alcanzo los ciento cincuenta por hora. Las calles de Polanco, el barrio mas exclusivo de Ciudad de Mexico, aparecian mojadas por una ligera lluvia. El cielo estaba oscuro, el otono ya habia hecho su aparicion. Baje la ventanilla y respire el aire perfumado de humedad; sin duda era mi estacion favorita, suave, agradable, tranquila, tal como yo me sentia cuando estaba cerca de Ysabel. No estariamos solos nosotros dos, en pocas horas, tal vez minutos o segundos, seriamos tres: Alexander, Ysabel y Felicity, nuestra hija. Nuestra familia. Eran tan solo las ocho de la tarde, por suerte, la hora punta habia pasado, asi que solo habia unos pocos autos en mi camino. Aparque lo mejor que pude frente al hospital y sali rapidamente del pequeno automovil que mis padres me habian dado tras de aprobar el examen de conducir. En ese momento, el telefono comenzo a sonar, lo saque mientras caminaba por la avenida hacia la puerta principal. --Papa, he llegado. !Estoy entrando! Lo note molesto de la misma manera que percibi a mi madre cuando me llamo para decirme que Ysabel habia comenzado el trabajo de parto. --Esperamos noticias, chico. Diablos, cuantas mujeres dan a luz hoy en dia. ?Por que solo habia agitacion en su voz? --Claro papa --no dije nada mas. Nadie apagaria mi alegria. Me moria por ver a Ysabel, estar junto a ella, presenciar el nacimiento de mi hija. ?Era feliz? Si. Superariamos cualquier problema, derrumbado cada obstaculo. Tarde o temprano creerian en nuestro amor, sus padres, mi hermana, mi familia, todos. Nadie nos separaria. Ahora menos que nunca. Estariamos juntos para siempre. Serenos y unidos. Me dirigia rapidamente al departamento de ginecologia que la senora me habia indicado en la entrada. El aire estaba impregnado de desinfectante, las escaleras llenas de polvo y los pisos cubiertos de manchas oscuras. La limpieza no era la mejor, aunque deberia haber sido una prioridad, pero el hospital publico no tenia fondos suficientes y, en cualquier caso, los que ingresaban alli eran demasiado pobres para fijarse en la suciedad. Tenia la esperanza de que los padres de Ysabel elegirian una clinica privada para el nacimiento de su nieta. Yo no me lo podia permitir, pero ellos si. La familia Mendez se situaba entre las mas ricas del mundo, podrian haber pagado cualquier cosa, pero estaban demasiado ocupados luchando contra nuestro amor para preocuparse por el lugar de mierda donde su hija estaba a punto de dar a luz. Me pase una mano por el cabello, aleje los malos pensamientos y me prepare para ir a la habitacion donde la unica razon de mi existencia pugnaba para hacerme mas feliz aun. Las luces iluminaban el largo corredor, el silencio era interrumpido por los gritos de una mujer: Ysabel. Corri hacia alli y cuando llegue a la entrada me detuve debido al grito que se escucho al otro lado de la puerta. ?Que se suponia que debia hacer? ?Deberia haber llamado? ?Entrar? ?Por que no habia nadie alli? ?No deberian las enfermeras hacer el turno de noche? Decidi entrar, pero tan pronto como puse mi mano en la manija, se abrio. !Tanjia! la hermana de Ysabel me indico que me corriera. La deje pasar y cerro la puerta. Tenia los ojos brillaban y sus labios temblaban. La mire confuso. Buscaba en sus ojos la alegria de quien acababa de convertirse en tia, pero no pude encontrar nada que no fuera… ?dolor? ?Enfado? ?Miedo? Se detuvo frente a mi, sus manos apretadas cerrando el puno. --!Es solo culpa tuya! Maldito el dia que entraste en la vida de mi hermana --dijo rompiendo a llorar. La deje a merced de sus emociones, porque no podia entender la razon de las lagrimas. Un indicio de desesperacion se abria paso en mi cabeza, borrando la euforia que lo ocupaba. ?Que demonios estaba pasando? El silencio se adueno de todo, tanto, que podia sentir mi corazon latir mas rapido. Fue en aquel momento que la puerta se abrio… Fue en aquel momento cuando vi el cuerpo del amor de mi vida cubierto por una sabana blanca… Fue en aquel momento que el medico me informo que habian muerto… Muertas... Ambas. Cai sobre mis rodillas, lleve mis manos, manchadas de la grasa que distinguia a los mecanicos de los otros trabajadores frotandome los ojos, esperando que una vez abiertos descubriera que era solo un mal sueno. No fue asi. Ya no fue nada mas. Mi vida perdio el rumbo. Se perdio en medio de la nada. Capitulo 2 Nueva York, 2019 Sali de la limusina que me habia llevado al enesimo evento organizado especificamente para personas con cuenta bancaria de seis cifras. Al menos una vez a la semana me veia obligado a asistir a estas fiestas, donde la caridad se usaba como excusa y el objetivo principal era aparecer en escena. Alise la chaqueta negra de Armani y me prepare para atravesar la alfombra roja entre los destellos de periodistas y la gente comun que esperaba la llegada de algunos VIP que realmente importaban. Siempre me preguntaba que cono hacia en ese lugar. La respuesta era siempre la misma, simple y objetiva: nuestro bufete de abogados estaba a la vanguardia en las donaciones a los mas pobres. Gracias tambien a ellos, estabamos consiguiendo mas y mas clientes. Publicidad. Era solo una forma egoista de publicitarnos. Simon caminaba a mi lado. Cruzamos entre la muchedumbre con paso rapido, algunos fotografos y periodistas intentaban detenernos y hacernos algunas preguntas, pero los ignoramos, como siempre, claro. Quienquiera que hubiera organizado el evento no escatimo en gastos, la mesa estaba cargada de caviar y champan, una de las bandas de rock mas populares alegro la noche y para terminar las cifras que se recaudaron superaron con creces las expectativas de cada presente. Aparentemente todo era perfecto. Exacto, solo aparentemente. Me gustaba mi trabajo, ir a los juzgados, ganar un caso, emitir una factura y recibir el pago; queria limitarme a eso. Me hubiera encantado sin todas aquellas putadas. --Parece que Sophie y tu estais pasandolo bien esta noche. --La voz de Simon me obligo a apartar los ojos de la mujer que acababa de nombrar. No le respondi, volviendo a mirar a mi companera de juegos. --?Tarde o temprano sentaras cabeza? Sophie es inteligente, podria ser la ideal. --!No! --dije con firmeza. Termine de beber champan y fui hacia la mujer que aliviaria otra noche de insomnio. No habia lugar en mi vida para nadie… y mucho menos para una mujer. Lo tomaba todo. Cada suspiro Cada respiracion. Cada gemido. Luego me marchaba. Ese era yo. Este era yo. En el trabajo. En la vida privada. Con personas. --Alex, te ruego… --?Que pasa Sophie? ?Por que estas rogando? --!Oh, Dios! --Echo la cabeza hacia atras, dejandome libre acceso a su garganta. Su piel era suave, blanca, delicada. Le habria dejado una marca, como cada vez que la follaba. --Mas fuerte. --Se aferraba a mis hombros y agarraba mi cabello, llevandome al centro de su placer. Era su instante favorito. Pase mi lengua sobre su clitoris, lentamente, justo como a ella le gustaba, la penetre y luego volvi a lamer. Me di cuenta de que estaba a punto de correrse cuando sus musculos comenzaron a contraerse y los gemidos se volvieron mas fuertes. La deje alcanzar el extasis y, en el mismo momento en que termino, comence a arremeterla contra la pared de la entrada de su apartamento. La penetre mas profundamente, arrancandole un grito que rapidamente rompi con un beso. Un beso que no tenia nada que ver con la dulzura, con el amor. Despues de todo, yo no era delicado, gentil. Me gustaba follar Me gustaba el sexo sucio, aspero y vulgar porque asi me hacia sentir cuando terminaba. Sophie habia sido la unica mujer capaz de darme el minimo de placer esperado en un polvo. Por eso se habia convertido en mi entretenimiento permanente, a pesar de que ella estaba empezando a pedir mas. Y esto me cabreaba. Ella sabia que no le habria dado lo que queria, ni a ella ni a ninguna otra. Me separe de su calido cuerpo. Sonrei traviesamente frente a su expresion enojada. Tenia hermosos ojos verdes, fue justamente su magnetica mirada lo que atrajo mi atencion y provoco el deseo de quitarle las braguitas de primera vez. Mire el cuerpo curvilineo envuelto en el exiguo vestido purpura, usado para la fiesta de cumpleanos de Simon esa noche; Su falda quedo retorcida alrededor de su plano estomago, sus braguitas yacian en el suelo junto a mis pantalones. La gire bruscamente contra la pared y la penetre. Empuje fuerte, entre hasta que golpee mis bolas en la piel sudorosa. Dentro y fuera, un movimiento mecanico, rapido, instintivo y natural. Unos pocos empujones y la saque, me aleje y me vacie en su piso. Estaba sin aliento, sudoroso y aunque en apariencia parecia satisfecho, siempre sentia aquel vacio. Un vacio que me acompanaba ya durante anos. Me detuve por un momento para recuperar el aliento, recogi mis pantalones y me los puse. Mire a Sophie y le sonrei. No queria que ella pensara que no era suficiente, no se lo merecia, el problema no era ella, sino yo. Se bajo el vestido y se acerco. Me quede quieto y deje que acariciara mi mejilla. Sophie era una de esas hermosas mujeres con todo cuesta arriba. --Vamos a la cama --susurro agarrando mi mano. --!Sophie! Mi tono sono a advertencia. Pretendia ir mas alla y como siempre, tenia que ponerla a raya, asi que me libere de su agarre y continue vistiendome. --Alexander, hemos estado teniendo sexo durante meses. Follamos y tu te marchas. !Estoy harta! Quiero mas y si no estas dispuesto a darmelo, sal por esa puerta y no vuelvas. Parecia segura, pero sus ojos brillosos traicionaban sus palabras. Termine de abrocharme el cinturon del pantalon y tome su barbilla, trasladando nuestros ojos al mismo nivel. --Siempre he sido claro contigo. No quiero emparejarme, no lo busco y nunca lo buscare. Si ya no estas dispuesta a verme, lo acepto. La deje ir y espere a que secara la lagrima que mojaba su mejilla. No se que reaccion me esperaba, seguramente habia sido un imbecil al hablarle asi. --Solo te estoy pidiendo que lo intentes. Solo eso Alexander. Me lo debes. --No te debo nada. Lo que acabamos de hacer fue buscado y deseado por ambos. No estoy en deuda contigo --dije dirigiendome a la puerta y la abri. --!Alexander! --Llamo de nuevo, pero no me di la vuelta. No podria, la habria vuelto a ilusionar. Le dije adios en silencio, como habia hecho con todas las demas antes que ella.

  • Una voz escondida, Parinoush Saniee de Parinoush Saniee

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    Tras el extraordinario exito obtenido con el El libro de mi destino, donde dio voz a las mujeres iranies oprimidas por el fanatismo religioso, Parinoush Saniee aborda en su segunda novela las aciagas secuelas de la insensibilidad y la ignorancia. Basandose en el caso real de un nino que no hablo hasta cumplir los siete anos, Saniee toma el pulso a la sociedad de su pais con una historia en la que el silencio cobra la fuerza de un grito de protesta.

  • Recuerdos de vida de Juan Eduardo Zuniga

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    A sus cien anos, Juan Eduardo Zuniga sigue escribiendo. Quien lea estas memorias entendera por que. En Recuerdos de vida, Zuniga describe sus anos de aprendizaje en el Madrid de la caida de la monarquia y la proclamacion de la republica, la guerra civil y la larga posguerra. Son los anos del descubrimiento del mundo y de los intentos de acomodarse en el a traves de las herramientas que a Zuniga le han servido para conocerse y conocer: los libros, las lenguas, la escritura.

  • Tachando dias de Monica Benitez

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    Elena Salgo de la reunion sin tener muy claro el motivo por el que Almudena ha querido que asistiera. Imagino que se ha equivocado, aun asi, no comento nada y camino tras ella por el pasillo, observando como sus pies se mueven uno tras otro con su caracteristica elegancia, esa que hace que mi jefa parezca que levita en lugar de caminar. --Pasa --ordena autoritaria, invitandome a entrar en su despacho. --Creia que teniamos una reunion con el personal, Almudena --comento mientras las dos tomamos asiento, una frente a la otra --?por que me has metido en una reunion con los directivos? --Porque quiero que te acostumbres. --?Que me acostumbre? --me sorprendo. Almudena se recuesta en el respaldo de su acolchada silla de cuero y deja que esta haga muelle y la balancee ligeramente. Cruza las piernas y deja descansar las manos sobre su regazo. No puedo evitar mirarla con agrado, nunca he visto a una mujer con cincuenta anos tan bien llevados. --Estoy agotada, Elena --confiesa suspirando --me paso el dia enterrada entre montanas de papeles y estoy cansada, me gustaria tener algo mas de tiempo para mi. --Bueno, si es eso puedo echarte una mano si quieres, ya sabes que no me importa --me ofrezco sin acabar de comprender. --Dime una cosa, Elena. ?Cuantos anos llevas conmigo? ?Diez, doce? --Ocho. --Ocho --repite con agrado--, ?y no te gustaria ascender? --?Que quieres decir? --Lo que digo es que quiero que ocupes mi puesto. Su propuesta me sorprende tanto que soy incapaz de encontrar las palabras adecuadas para agradecerle su confianza, en lugar de eso, estoy ante ella conteniendo la respiracion con los ojos muy abiertos. Alucinada por lo que acaba de decirme. --Eres mi mano derecha, Elena, tu mejor que nadie sabes todo lo que hago y, sobre todo, eres la unica capaz de hacer las cosas como a mi me gustan. --Bueno, mejor hacerlas a tu gusto que escuchar tus broncas --comento haciendo uso de una confianza que me he ganado de forma justa. --Bueno, ?que me dices? --insiste, extendiendo los brazos intentando abarcar de forma abstracta todo lo que me ofrece. --No te entiendo, ?quieres dejar el puesto? --pregunto con angustia. --No, no, claro que no --sonrie aliviandome--, no te librarias de mi tan facilmente, eso te lo aseguro. Estare por aqui en un segundo plano, solo quiero que lleguen a mi mesa las cosas que requieran mi firma y un informe semanal con todas las novedades, pero por lo demas, quiero que tu seas yo. Obviamente no a cambio de nada, te aumentare el sueldo un veinte por ciento, y si lo haces bien, a partir del ano que viene te dare un cinco por ciento de las acciones de la empresa. ?Que me dices? --?Lo puedo pensar? --pregunto superada por la situacion. --Por supuesto que no. Ruedo los ojos y sonrio, conozco a Almudena lo suficiente como para saber que es tan implacable como impaciente. --De acuerdo --claudico asintiendo--, pero hay muchas cosas que no se hacer, casi no conozco a los demas directivos, no se como lidiar con ellos, ni... --Relajate --me corta sonriente al ver mi cara de agobio. --Ya te he dicho que estare aqui. No espero que lo lleves todo de un dia para otro, soy consciente de que hay muchas cosas que tengo que ensenarte todavia, pero para eso necesito que todo tu tiempo sea mio, y cuanto antes comencemos mejor para mi. --Pero ?y mis cosas? Alguien tendra que hacerlas, Almudena, no puedo abarcarlo todo. --Por supuesto que no, para que yo pueda ensenarte a ti, antes tendras que ensenar tu a alguien. He contratado a una chica con un curriculum intachable y a la altura del tuyo. Se ha tenido que trasladar a la ciudad por motivos personales y eso la obligo a abandonar su antiguo trabajo, asi que ahora es nuestra, puedes leer su curriculum si quieres --dice tendiendome una carpeta de color verde claro. La cojo y la sostengo un segundo entre los dedos, pero estoy demasiado sobrepasada por lo que mi jefa acaba de ofrecerme y no me siento capaz de ponerme a leer nada. --Me fio de ti --digo sin mas, dejandola sobre la mesa. --Bien, porque llegara en diez minutos --asegura tras mirar su reloj de pulsera--, le he pedido que se pase hoy para que os conozcais, pero no empezara hasta manana. Tienes quince dias para ensenarla bien, Elena, despues seras para mi. --?Quince dias? --pregunto asustada--, es muy poco tiempo, Almudena. Tu has visto a diario lo caotico que es mi puesto. --Tendra que espabilar igual que lo hiciste tu en su dia, ademas, tampoco desapareceras, si tiene alguna duda puede venir a consultarte, aunque no deberia porque su puesto anterior era muy parecido al tuyo. En fin, me alegro de que hayas aceptado. Sonrio y miro a Almudena con agradecimiento. Se que habla sinceramente, de cara a los clientes y trabajadores se muestra como una mujer fria, distante y malhumorada, pero hace tiempo que consegui derribar sus defensas y soy perfecta conocedora de su autentico caracter; carinoso y comprensivo, aunque solo en ocasiones excepcionales. Alguien llama a la puerta, las dos nos ponemos en pie y Almudena rodea la mesa para colocarse a mi lado. Quiere que la nueva se sienta comoda en este primer encuentro y le parece mucho mas cercano hablar con ella sin distinguir posiciones, una humildad que tambien utilizo conmigo en mi entrevista y que siempre he admirado de ella. Apoya el culo sobre la mesa mientras yo la miro sin saber muy bien que hacer. --Recibela tu, al fin y al cabo, sera tu subordinada --sugiere Almudena. Me dirijo hacia la puerta y la abro con decision para dejar pasar a la nueva redactora jefa de la revista, debo mostrarme firme y segura si quiero estar a la altura del puesto que Almudena acaba de ofrecerme. La chica se detiene en seco en cuanto me ve, me observa con el rostro desencajado por la sorpresa mientras yo siento el corazon martillearme el pecho y un calor que me abrasa por dentro mientras la miro de arriba abajo corroborando que es ella. --No me jodas --farfulla en voz baja. Al reconocerla me he quedado tan paralizada que he sido incapaz de reaccionar a tiempo. Emma toma una gran bocanada de aire para intentar calmarse, pero al no conseguirlo, hace lo que sin duda debe llevar mucho tiempo deseando hacer; alza su mano y me da un sonoro bofeton cargado de rabia que me cruza la cara y me deja con la mejilla ardiendo y el oido zumbando. Aturdida y algo desconcertada por lo que acaba de pasar, la observo cogerse la mano para calmar el picor que sin duda debe haberle provocado la torta que me ha dado, y despues de dedicarme una mirada llena de ira, sale por donde ha entrado y se marcha sin decir una palabra. Cierro la puerta de un empujon y apoyo la espalda en ella a la vez que me coloco la mano en la cara sintiendo que esta a punto de explotarme. Es la primera vez que me dan un bofeton y no me imaginaba que doliese tanto, aunque ese dolor no es nada comparado con la opresion que he sentido en el pecho al ver su forma de mirarme. Cargada de rabia y de ira, pero sobre todo de un dolor que yo le provoque cuando tome la que sin duda ha sido la peor decision de mi vida.

  • Munich de Robert Harris

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    Una novela de espias en el marco del encuentro entre Hitler y el gobierno ingles para impedir la guerra en 1938, por el autor de Patria y Enigma.

  • La verdad de Anna Guirao de Lorena Franco

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    NUNCA SE ESTA LO SUFICIENTEMENTE CERCA DE LA VERDAD

  • El suspiro del infierno (Los Elementos Oscuros 3) de Jennifer L. Armentrout

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    ALGUNOS AMORES DURARAN HASTA EL ULTIMO SUSPIRO

  • La bibliotecaria de Ileana Fernandez

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    Se escucha un disparo y cuando llega la policia encuentra a su esposo junto a ella con el revolver todavia humeante en sus manos.

  • No sabes nada de mi de Pilar Cernuda

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    No sabes nada de mi es un apasionante recorrido por las vidas de las espias espanolas. Mujeres con un sexto sentido que han conocido desde dentro la lucha contra el terrorismo de ETA y el yihadismo, que han participado en operaciones de riesgo y de contraespionaje, entrenadas para preservar el anonimato en un mundo de hombres. Mujeres a las que el amor a su pais les hizo afrontar innumerables peligros.

  • Recien cazados de Roxana Aguirre

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    Lo que pasa en Las Vegas… Definitivamente, no se queda en Las Vegas. Esto es algo que David y Natalie aprendieron muy bien, y es que despues de una tremenda borrachera y varias historias de desamor, ambos deciden escaparse a Las Vegas. El infierno comienza al dia siguiente, cuando se enteran de que hay un acta matrimonial de por medio y fotografias en sus redes sociales anunciando su matrimonio a todas las amistades. Entonces ambos se ven obligados a continuar por no dar su brazo a torcer frente a familiares y amigos.

  • El pais de las ultimas cosas de Paul Auster

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    En el pais de las ultimas cosas todo tiende al caos, los edificios y las calles desaparecen, y no hay nacimientos. La existencia se reduce a la mera supervivencia de vidas miserables sin <>. Anna Blume cuenta en una larga carta su paso por la ciudad, en busca de su hermano desaparecido, y su afan por vivir, a pesar de todo, en este ambiente devastado del final de la civilizacion.

  • La simpatica pero dramatica historia de Laura Maria Garcia Rodriguez de G. Z. Escribano

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    La historia de Laura Maria Garcia Rodriguez podria calificarse como simpatica, como dramatica, como agridulce, como tragicomica…o como se quiera. De lo que no cabe duda, es de que se trata de una historia que merece la pena contarse por lo variopinto de sus vivencias: tiene episodios tan peculiares como una inoportuna primera menstruacion; un comico incidente con un quinceanero en calzoncillos; o volar por los aires en un ring de boxeo. La muchacha nacio una fria manana de finales de verano --que hasta para eso fue peculiar-- y desde el dia de su nacimiento estuvo marcada por infinidad de avatares. Mejor dicho, desde el segundo dia, que fue cuando su progenitor, el senor Garcia, fue a inscribirla en el Registro Civil de su pequena ciudad de provincias. El deseo de su madre era que se llamara Laura; un nombre nuevo en una familia donde hasta ese momento predominaban denominativos mas clasicos como Maria, Carmen, Antonia o incluso Isidra. Laura, como nombre, no es que fuera toda una revolucion, pero a su madre le parecio candido y novedoso. En cambio, a su santo padre se le metio en la sesera que seria un nombre muy soso y demasiado moderno. Por ello decidio anadirle como segundo apelativo el de su bendita madre, el de la abuela paterna de la criatura, vaya. --Laura Maria Garcia Rodriguez. Fue lo que el padre dijo al funcionario del registro, y asi se quedo la muchacha. Nombre que solo sirvio para que la llamaran de decenas de maneras a lo largo de toda su vida: Laura, Maria, Marila, Lauma, LauraMari, etc. Y eso que ella siempre insistia en un simple Laura. Por lo que respecta a su infancia, puede decirse que fue relativamente feliz. No obstante estuvo salpicada por los agravios que su padre cometia contra su madre. No es que el senor Garcia maltratara a la senora Rodriguez, al menos fisicamente. Sin embargo, su escaso sentido del amor dinamito el ideal de familia que la madre esperaba. El trabajaba en la fabrica de embutidos mas grande de toda la provincia, y una de las mas grandes del pais. Todo un orgullo para su pequena ciudad. Y cuando terminaba de trabajar las diez horas reglamentarias, preferia irse al bar antes que pasar tiempo con ellas dos. A la senora Rodriguez le hubiera gustado darle un hermano o hermana a Laura, pero el senor Garcia no estuvo muy por la labor. <<--A no ser que quieras que coman siempre morcilla, no podremos alimentarlos bien>>. El interes por compartir sabanas con su mujer se diluyo con el tiempo, y Laura se quedo como hija unica. Esto y que el senor Garcia estaba mas tiempo fuera de casa que dentro, hicieron que Laura y la senora Rodriguez tuvieran una relacion muy proxima. Al menos hasta que la nina llego a la preadolescencia. Era una muchacha bastante solitaria. Aunque tenia amigas/companeras en el colegio, apenas quedaba con ellas fuera de las horas lectivas. A su casa acudieron como mucho dos companeras, Amalia y Anabel, a realizar alguna que otra tarea colectiva. Y todo esto ya con diez anos. Precisamente estos diez anos supusieron un punto de inflexion en su vida. Un chiquillo del colegio, Agustin, empezo a interesarse por ella. Todo lo que un nino de diez anos puede interesarse por otra nina. Se sentaban juntos en pupitres contiguos en el aula, y el se las ingeniaba para pasarle notitas de ?amor? En una excursion a un bosque a las afueras de la ciudad, Agustin se las arreglo para quedarse rezagado y poco a poco fue tirando de las manos de Laura que, curiosa, se dejo llevar. Acabaron bajo un enorme alcornoque con Laura recostada sobre el muchacho. El intento besarla y ella al principio rehuso. <<--No por favor, ?que haces?>> Agustin no se dio por vencido y a reganadientes Laura se dejo besar. Si es que a eso se le podia llamar besos, porque mas que nada eran como cabezazos con los morros. El silbato y los gritos de los profesores los sacaron de su <>. Agustin insistio en quedar con Laura fuera del colegio. <<--Los viernes por la tarde, por favor. >> Pero Laura no se mostro dispuesta. No es que le asqueara el contacto humano, pero el minimo intercambio de saliva con el chico no fue de su agrado. Y ademas estaba la catequesis, donde se hablaba del matrimonio como unico elemento valido para el amor, y por ende, para el amor carnal entre hombres y mujeres. Pasadas dos semanas de esos besuqueos/cabezazos tocaba confesarse para tomar la primera comunion. Ese sacramento en el que tanta vehemencia habia puesto su padre que recibiera. Bajo la madera del confesionario, tenia una cita con don Angel, el parroco de su barrio. Un senor que se pasaba muy de vez en cuando por las clases de catequesis y que era casi un desconocido para los futuros comulgantes. Cuando le conto al cura el incidente con Agustin, este puso un interes inusitado en los detalles. --?Te toco los pechos hija mia? --No padre, no. --?Te toco el trasero? --No por favor, no me pregunte eso. Al sacerdote parece ser que se le olvido el voto de castidad: deslizo sus asperas manos sobre el muslo de la muchacha, bastante mas arriba de la rodilla, hasta casi llegar a su entrepierna. --?Te toco aqui? Laura pego tal brinco que se golpeo en la cabeza con el techo de madera del confesionario. ?Resultado? Un buen chichon y un manantial de lagrimas con el que llego a casa. Su padre --como no podia ser de otra manera-- no la creyo, pero su madre intercedio por ella. --?Pero como se va a inventar la nina esto, hombre de Dios? --Yo que se, no querra hacer la comunion. ?No ves que esta siempre en su mundo? --Haz el favor de apoyar a la unica hija que tienes y ve a pedirle explicaciones al cura ese. --?Yo? No quiero problemas con la Iglesia que luego nos ponen una cruz en todos lados. !Pues que no haga la comunion, eso que nos ahorramos! Asi que no hubo comunion que valiese, pero tampoco hubo convite ni viaje a la capital a conocer el Parque de Atracciones. Ni la propia comunion ni la fiesta es que le hicieran especial ilusion a Laura, pero si queria viajar en tren a la capital y montarse en las atracciones que habia visto por television. El berrinche fue apocaliptico. Ademas el <> de Agustin fue contando mentiras por todo el colegio, que se sumaron a los rumores procedentes de la parroquia. No la crucificaron, pero como habia anticipado su padre, si que le pusieron la cruz. Sus ?amigas? empezaron a cuchichear y a darle la espalda. Con esa edad ella no es que fuera del todo consciente de lo que la rodeaba, pero si lo suficiente para volverse aun mas introvertida. Paso el verano enfrascada en lecturas de poemas. Acababa de descubrir a Becquer y Espronceda, y eso mitigo su soledad, ya que su madre se distancio de ella, o ella de su madre. Nunca lo supo. Lo que le ocurrio al siguiente curso, al poco de cumplir los once anos, fue algo que jamas se le borraria de la memoria. Su paso de nina a mujer. La no deseada le llego quiza en uno de los peores momentos posibles. Corrian las once de la manana de un frio dia de invierno y Laura recitaba entusiasmada un poema de Lorca. Una tarea encomendada por Arturo, su amado profesor de Lengua, que ella realizaba con devocion, vestida con su falda reglamentaria. !Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre De Ignacio sobre la arena !Que no quiero verla! La luna de par en par… No fue la sangre del tal Ignacio la que vio, sino la de su primera menstruacion entre sus zapatos, sobre el suelo del altillo de la clase. La carcajada y burla por parte de sus companeros fue excesiva. El hecho de coincidir con la declamacion sobre la sangre que Lorca escribio en la poesia, contribuyo a ello. Agustin fue uno de los que mas se cebo. Aunque incluso las que habian sido sus amigas hasta hacia poco tiempo, se rieron de ella. Laura no pudo articular palabra. Ni siquiera derramo una lagrima. Tan solo apoyo su espalda sobre la pizarra y trato de cruzar las piernas --ilusa-- para intentar disimular la catastrofe. Su amado profesor fue el unico que mostro algo de empatia. Y solo algo porque en lugar de pedir a los demas que detuvieran la burla, se limito a decir que se podia marchar a casa. Laura ni siquiera paro a recoger su mochila y su abrigo. Ni tampoco cayo en pasarse por el bano del colegio a intentar disimular el estropicio. Recorrio las gelidas calles de la ciudad humillada ante las atonitas miradas de los transeuntes, que parecian ver a un extraterrestre en lugar de a una nina indefensa. Porque al fin y al cabo seguia siendo una nina. Cuando llego a casa estuvo mas de una hora en la banera sin parar de enjabonarse con una aspera esponja. El rozar del rugoso tejido sobre su epidermis hacia el intento de limpiar la verguenza y la humillacion que sentia. Su madre trato de consolarla sin exito. --Asi tienes una anecdota que contar a tus nietas, mujer. No es que fuera algo agradable para contar a tu descendencia, pero la senora Rodriguez tampoco era una experta terapeuta, ni una buena amiga tampoco. No acudio a clase el resto de la semana. Una de sus companeras, Amalia --la que menos se rio--, le llevo la mochila y las tareas a casa los dos dias siguientes; dias en los que a Laura le costo levantar un pie de la cama. Cuando Amalia le dio los libros a Laura, esta se lo agradecio con la cabeza gacha y Amalia tampoco hizo mucho por empatizar con ella. El incidente hizo que se convirtiera en mas introvertida si cabe. Aunque quiza marco lo que fue su futuro, ya que se refugio, aun mas, en los libros.

  • Aniquilame. Navidad de Christina Ross

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    Es Navidad en la costa de Maine, junto a Jennifer y Alex, Lisa y Tank, y Blackwell y sus dos hijas. Lo que al principio parecia una buena idea empieza a ponerse en duda una vez que Blackwell exige que sea ella quien haga la cena de Navidad sin ayuda de nadie mas. ?Estara pensando servirles hierbas variadas e invitarlos a masticar hielo o en una cena tipica hecha por alquien que no tiene ni idea de cocina?

  • Un piano para los masais de Miguel Angel Moreno

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    Una historia de redencion y de lucha contra un destino inevitable. Una gran novela epica enmarcada en el Africa colonial alemana.

  • Botones y verguenza de Penelope Sky

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    Tristan es uno de mis mejores clientes. Siempre paga a tiempo, y siempre cumple su palabra.

  • En busqueda del asesino de Melina Sten

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    Nueva novela de romance, intriga, suspenso y misterio, donde los protagonistas deben seguir las pistas para encontrar al asesino.
    Todo comienza en la libreria que Eloise hereda y de la que se hace cargo luego de la muerte de su madre. Ella en realidad es una chef y su sueno esta lejos de la literatura, mas bien tiene relacion con abrir su propio restoran. Sin embargo, ocurre un asesinato dentro de la libreria y ella se ve inmersa en este huracan de enredos del que salen nuevas y enigmaticas huellas pero tambien salen a relucir sucesos e incluso articulos de gran valor que su madre ha dejado escondidos y que hacen que esta trama te deje una atractiva sensacion de no querer parar de leer...
    Y claro, el sheriff, que fue un antiguo amor que le rompio el corazon, es quien la ayuda... pero no es el unico y si todo esta complejo, esta historia te ensenara que siempre se puede complicar un poco mas cuando el deseo y el amor se ponen en juego.
    Presta atencion a las pistas que se desarrollan en los capitulos y juntos descubramos al asesino y veamos si esta hermosa historia de amor tiene su final feliz....

  • Por donde sale el sol de Blanca Garcia-valdecasas

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    Por donde sale el Sol: Violeta, la mujer del pintor Rogelio Diaz, le dice que esta pintando por rutina y deben cambiar de aires y paisajes, viajar, con sus siete hijos. Ella se ocupara de todo. El se deja convencer: se iran a Chile por un par de anos. Ocurre un imprevisto y Violeta no los acompana en el viaje pero sera un personaje oblicuo, siempre presente, fundamental, a lo largo de la novela. Historia de amor: entre ellos dos, amor a la familia, a las personas, al Arte, la Naturaleza, a toda la Creacion.

  • La cancion del cautivo de Miguel Ale

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    La breve vida de Amanda estuvo signada por la tragedia. A los quince anos, asesinan a su familia, la raptan y es llevada como cautiva fuera de la civilizacion. Cinco anos despues es rescatada. La unica posesion que trae consigo es un hijo que tiempo despues quedara huerfano. Damian crecera solo en un pueblo de inmigrantes, situado en la inmensidad de las pampas. Con el progreso de sus habitantes se iran afianzando el clasismo y la discriminacion. Su condicion de pobre y mestizo ahondara la brecha. Vivira una infancia marcada por dos factores comunes y reiterados de la naturaleza humana, presentes en el devenir historico de las convivencias sociales; hostilidad e indiferencia. En las postrimerias de su adolescencia y con el pais involucrado en una guerra distante, una contingencia fortuita provocara un cambio radical en su existencia. Por este motivo, ira descubriendo con celeridad que poseia multiples facetas subyacentes. Recibira instruccion y al mismo tiempo, Damian Zarebski ira experimentando aspectos esenciales de la vida. Descubrira el amor, el odio, las ciencias, los codigos; lo imperdonable y la piedad, lo tetrico y lo puro. El horror vivido, sera expandido como muestras de frialdad implacable. Y en poco tiempo, el honor mancillado y la reparacion de las injusticias seran elementos imprescindibles para la continuidad de sus planes de vida. Todo esto regido desde un particular sentido de justicia, sustentado por una potestad hecha con insondables paradojas existenciales.

  • La educacion de un inversor en valor de Guy Spier

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    Este libro es la historia de una transformacion. El autor inicio su carrera siendo un inversor obsesionado por el corto plazo y centrado unica y exclusivamente en si mismo. Pero una serie de lecturas y de cambios en su vision de la vida le llevaron a dejar su trabajo como banquero de inversion para empezar a gestionar su propio fondo, Aquamarine, que a lo largo de los anos se ha convertido en uno de los mas importantes del mundo.

  • El instinto de la conciencia de Michael S. Gazzaniga

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    La idea del cerebro como maquina, propuesta por primera vez hace siglos, ha llevado a suposiciones sobre la relacion entre la mente y el cerebro que los cientificos y los filosofos persiguen hasta nuestros dias. Gazzaniga, sin embargo, afirma que se trata precisamente de lo contrario: los cerebros hacen maquinas, pero no pueden reducirse a una. Una nueva investigacion sugiere que el cerebro es en realidad una confederacion de modulos independientes que trabajan juntos. Comprender como la conciencia podria emanar de tal organizacion ayudara a definir el futuro de la neurociencia y la inteligencia artificial, y cerrara la brecha entre el cerebro y la mente.

  • El renacer de Roman de Kris L. Jordan

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    Roman se alejo de Espana hace siete anos huyendo de un error. Hoy regresa intentando escapar de la muerte y de un pasado turbio que le ha dejado marcado.

  • Viajera en el deseo 2 de Ana Allende

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    Despierto en los brazos de Evan. Me siento mareada y un poco confundida. Me toco la cien para amortiguar un poco el dolor de cabeza. Me incorporo con calma. Miro a mi alrededor y puedo ver la cara preocupada de todos. Leah se encuentra llorosa, recostada en el hombro de Carter, mientras el le da tiernos golpes en la espalda para consolarla. Me siento perdida, mirando a mi alrededor. ?Que sucede? Pero de repente todo vuelve a mi como una rafaga. La propuesta de Carter, la ida al bar, el retorno al hotel y... --!Mis padres! ?Que sucedio con mis padres? Me levanto de un solo golpe y como sigo aturdida me sostengo de Evan que no ha dejado de estar a mi lado, aunque no ha emitido ni una sola palabra. --Por favor, diganme que sucedio. Leah me abraza. Inmediatamente se viene a mi mente el peor de los escenarios. --Tus padres tuvieron un accidente, Hanna. Mis piernas comienzan a temblar y siento que en cualquier momento me voy a desplomar, pero Evan me sostiene por la cintura y evita que caiga de rodillas al suelo. --Tuvieron un accidente automovilistico, Hanna. Se estrellaron contra un muro, ambos sufrieron una contusion cerebral y los tienen en el University Of Utah Hospital, en un coma inducido esperando que la presion de sus cerebros disminuya. De esa manera evitan que haya cualquier tipo de dano cerebral. Miro a mi amiga y con las manos en mi boca trato de contener la impresion. Mis padres, los mejores padres del mundo, estan en coma, solos en el hospital de mi ciudad natal. Mi mente corre a mil kilometros por segundo y se que es a su lado que debo estar. Debo ser muy predecible en mis expresiones porque, sin tener que emitir ningun comentario, Evan me abraza. --Princesa, todo saldra bien; ya te reserve un boleto de avion; saldras a primera hora de la manana. No tengo como agradecerles a todos por estar aqui. Pero deseo tener un poco de espacio y tiempo para mi, para asimilar toda esta situacion. --Gracias a todos por estar preocupados por mi y por mi familia, pero quisiera un tiempo a solas, por favor --digo despegandome del pecho de Evan. Todos asienten sin emitir ni una sola palabra. Carter levanta su mano en senal de despedida y yo le respondo con una media sonrisa mientras sale de la habitacion. Mi amiga Leah me abraza; por poco rompo a llorar en sus brazos, pero tomo aire y la separo de mi. Le sonrio mientras la veo alejarse y salir de la habitacion. Al final, solo quedamos Evan y yo. Se acerca a mi pero ahora no puedo estar en sus brazos y sentirme feliz; no puedo o mejor dicho no se lidiar con todo lo que siento en este momento. --Necesito que te vayas tu tambien --le digo evitando mirarlo a la cara. Se que no esta bien lo que estoy haciendo y tambien se que debo estar haciendolo sentir de la patada, pero no puedo hacer otra cosa; necesito estar sola. --Pero amor... --Lo siento, necesito estar sola. --Esta bien. Sale de la habitacion sin verme. En cuanto Evan cierra la puerta me desplomo en el suelo y comienzo a llorar; no entiendo como mis padres pudieron sufrir semejante accidente. Mi padre siempre fue muy cuidadoso a la hora de conducir ya que mi madre no lo hacia porque le causaba nervios. De repente caigo en cuenta que estan en el hospital y que de seguro antes de que yo llegue habra cuentas que pagar, asi que corro en busca de mi telefono celular. Busco en mis contactos hasta que consigo al mejor amigo de mi papa y su contador personal, el papa de Ethan, Tom Jeter. Marco su numero pero nadie contesta. Vuelvo a intentar… intento dos veces mas pero no obtengo respuesta. Por ultimo me lanzo frustrada a la cama. No puedo evitar pensar que debi quedarme en casa y no realizar este loco viaje. Tal vez si lo hubiera hecho estaria donde deberia estar. Sin embargo, no puedo evitar pensar que eso no es del todo cierto. Si no hubiera realizado el viaje y no hubiera venido a Madrid no tendria la dicha de conocer a Evan. Todos los momentos que hemos vivido juntos en este par de dias han sido maravillosos. Pero lo he tratado pesimo cuando solo quiso servirme de ayuda. !Hasta me compro un pasaje de avion sin tener que pedirselo! Me siento la persona mas idiota de la faz del universo. Miro el reloj de mi celular y me percato que son las 2 de la manana; tal vez estas sean las ultimas horas que podamos estar juntos y yo lo aleje de mi. Agarro el bolso y corro hacia la puerta de la habitacion; tengo que buscar a Evan. Pero la mayor sorpresa me la encuentro al abrir la puerta y verlo recostado a la pared, en el pasillo, Nuestras miradas se encuentran y mientras mis ojos se llenan de lagrimas, su cara hace una mueca de sonrisa mientras se levanta del suelo y se acerca. --Lo siento amor, tenia miedo, nunca he tenido que contar con nadie, salvo con mis padres y ahora se presenta esta situacion y simplemente no se como afrontarla. --Todo saldra bien. --Tengo miedo. Si pierdo a mis padres no se... --Mientras yo este a tu lado jamas te dejare caer. Sus palabras son pomadas para el inmenso dolor de mi corazon, asi que me abrazo a su cuello y lo beso en senal de agradecimiento y de amor, porque eso es lo que siento por el, un inmenso amor. Entramos a la habitacion inmersos en un apasionado beso. Para los demas se podria ver mal que yo este en un momento de pasion sabiendo lo que esta sucediendo con mis padres, pero estando en sus brazos el momento no se siente mal, todo lo contrario, me reconforta, me hace sentir que no tengo nada que temer y que todo va a salir bien. Asi que saco todos esos pensamientos mal intencionados de mi cabeza y me entrego al momento y al deseo que siento por Evan. Deseo disfrutar nuestras ultimas horas juntos porque despues no sabemos cuando nos veremos otra vez. --?Estas segura que deseas esto? Yo entiendo si tu... Coloco mi dedo en sus labios y cuando guarda silencio recorro su rostro con una caricia hasta que llego a su cuello. --Tu eres lo que quiero en este momento. Me acerco y hundo mi rostro en su cuello mientras el me abraza con ternura y repite el gesto. Lo siento aspirar hondo e inmediatamente se me eriza la piel. --Me encanta tu olor, hueles a flores, a dulzura. Estar a su lado es un balsamo para mis heridas; aun en este momento que puede ser uno de los peores de mi vida me siento feliz y segura a su lado. --Soy tuya. El se aleja y me obliga a verlo. Pareciera que tuviera algo que decirme, aunque decide callar y besarme; su beso esta lleno de necesidad, de deseo, de lujuria. Yo enredo mis dedos en su cabello y profundizo el beso, escucho como ahoga un grunido y siento crecer su ereccion entre sus pantalones. Entre mis piernas ya me encuentro humeda sin necesidad de que me haya profesado ni una sola caricia. Me quito la ropa desesperadamente sin querer apartarme de sus labios. Cuando coloco mis dedos en el broche del pantalon Evan sostiene mi mano. Entiendo la senal, debo detenerme. El suelta el boton y baja la cremallera de mi pantalon. Mi cuerpo implora su toque y el lo sabe asi que sin quitarme el pantalon comienza a juguetear con sus dedos en mi abdomen; yo me retuerzo bajo su toque y el sonrie aun besandome. Me quita el pantalon llevandose consigo mi ropa interior. Le saco la franela y empiezo a acariciar sus brazos, sus hombros, su cuello; bajo por su pecho, por su abdomen, hasta que llego al boton de su pantalon. Levanto la mirada y lo veo atento; busco su aprobacion y de manera casi imperceptible me la concede, asi que bajo el pantalon trayendome consigo tambien su ropa interior y su ereccion ya liberada es un disfrute para mi vista. Creo que cada vez que la veo me relamo los labios como felina en celo. Y es que simplemente no lo puedo evitar, asi que aprovechando que me encuentro a la altura de su deseo lo tomo entre mis manos, lubrico mi boca y lo introduzco ahi. Tapo mis dientes con mis labios y empiezo a chupar su delicioso miembro. Chupo, muerdo y saboreo cada gota que sale de el; siento como se va haciendo mas y mas grande y cuando siento que me va a regalar ese liquido delicioso que tanto me gusta me toma de los hombros, me levanta y me besa sin mediar palabra. Me encuentro extasiada. Me coloca en la cama, esta vez sin ningun tipo de delicadeza y me gusta que sea asi. Hoy quiero que nos perdamos en la lujuria, en el placer del sexo; el amor lo haremos otro dia. Asi que en cuanto caigo en la cama abro mis piernas, el se coloca entre ellas y me penetra con fuerza. Sin poder detenerlo me arrolla un fugaz orgasmo del tamano de Estados Unidos. Mi cabeza gira, mis piernas tiemblan, pero Evan no se detiene, baja su rostro y chupa mis senos y de manera magica me encuentro encendida otra vez, asi que empujo su pecho. S Se acuesta en la cama y yo me coloco encima, apoyo mis manos en sus pecho y coloco su todavia gran ereccion en mi lugar de deseo. Veo que Evan echa su cabeza hacia atras. Empiezo a moverme de arriba abajo y luego hago pequenos circulos con mis caderas. El grune y coloca sus manos en mi cintura como tratando de controlar los movimientos pero yo no se lo permito, asi que tomo sus manos y sigo moviendome mas rapido y de manera brusca. El balbucea mi nombre asi que apresuro mis movimientos y cuando ninguno de los dos podemos mas nos dejamos arrasar por una ola de deseo, juntos en un solo orgasmo. Quedo tumbada encima de su pecho, nuestras respiraciones siguen agitadas y ninguno de los dos decimos una palabra, pasamos minutos en ese abrumante silencio. --?Amor? --No tengo fuerzas de decir nada. --?Puedo ir contigo a Utah? Levanto la cabeza con cara de sorpresa. --Quisiera estar contigo. --Acabamos de estar. Le digo de manera sarcastica. --Sabes que no lo digo en ese sentido. --Si lo se, pero no se si sea buena idea. --?Por que no? --Porque no creo que la mejor manera de conocer a mi nuevo novio sea justo en el momento en que mis padres se encuentran tan mal de salud. Se queda pensativo por un momento. Por un momento creo que se va a enojar pero en cambio a eso se rie y me abraza. --Es decir ?somos novios? CAPITULO 2 Cuando me volteo logro ver las sabanas blancas manchadas de sangre. Evan se sostiene la nariz. --!Dios mio, Evan! Lo siento amor, lo siento. Sale corriendo al bano y cierra la puerta con seguro. Me quedo sentada entre las sabanas manchadas. !Dios mio! No puedo creer lo que hice, yo y mis impulsos de ira. --Lo siento amor, lo siento mucho, no fue mi intencion... lo siento por favor, perdoname. Lo miro a los ojos. Me mira sonriendo, me toma de la mano, me levanta de la cama, me abraza y me arrulla como una nina chiquita. Cuando suena la alarma siento que no he dormido nada, acaso 45 minutos. Miro a mi alrededor y no veo a Evan; inmediatamente empiezo a sentir panico, me levanto de la cama de un salto y comienzo a llamarlo por su nombre, pero no consigo contesta alguna. Me quedo en el medio de la habitacion, atonita, pensando que tal vez todo lo sucedido haya sido mucho para el. --?Que sucede? --Yo... pense... --?Que pensaste amor? Estoy aqui, tranquila. Me abraza y me acuna en su pecho. Justo en ese momento me doy cuenta que no voy a poder hacer esto sin el. --Amor, ?tu propuesta sigue en pie? --?Como asi cielo? --Quiero que vengas conmigo a Utah, claro si todavia tu lo deseas. Lo miro con ojos timidos y un poco avergonzada. --?Estas segura amor? No quiero... --Se que parece una locura, y hasta pensaras que estoy loca, que hoy te digo una cosa y manana otra, pero cuando me levante y no te vi en la cama pense que te habias ido, que me habias dejado. Cuando cruzaste esa puerta estaba a punto de desbordarme y justo en ese momento me di cuenta que no podria hacer esto sin ti. --Me haces muy feliz. Despues de nuestras risas, nuestras miradas se encuentran y es inevitable perdernos en un apasionado beso. Culminado nuestro momento de pasion nos apresuramos por banarnos, vestirnos y empacar. Es tarde, debi haberle hecho caso Evan cuando me dijo que esperaramos, pero la niebla del deseo no me dejo pensar muy bien las cosas. Nos dio tiempo de chequear y abordar sin ningun tipo de problemas. Evan tiene tomada mi mano y puede percatarse de la tension de mi cuerpo. --Tranquila amor, todo estara bien. El avion despega y por un momento todo queda en calma aunque no se porque una sensacion rara embarga mi ser, es como si algo no estuviera bien, mas alla de las cosas que de por si ya se que estan mal, algo no termina de encajar y me mantiene en alerta. Despues de casi 11 horas de viaje llegamos a Salt Lake City, Utah. Evan decide que debemos primero llegar a casa y dejar las maletas para poder irnos al hospital y aunque estoy desesperada por ver a mis padres, concuerdo con el, seria muy problematico estar corriendo con maletas de un lado a otro dentro del hospital, asi que inmediatamente pedimos un taxi y nos dirigimos a mi casa. Llegamos a mi dulce morada y con rapidez bajamos las maletas y ya en la puerta me espera Maria Vasquez. --!Oh Maria! --Tranquila, mi nina; toda estara bien. --No entiendo como pudo suceder esto; no entiendo absolutamente nada. --Ven mi amor, mete tus maletas y sentemos a conversar, te pondre al tanto de todo, ven mijo has pasar las maletas y te dare una buena propina por tus servicios. Evan sonrie y yo lo hago tambien, asi que me despego de ella y corro a los brazos de mi amado. --Tus padres las ultimas semanas estaban con los pelos de punta; yo lo achaque al hecho de tu distancia; ellos no estaban acostumbrados a tenerte lejos y a no saber de ti todos los dias. ?Por que no llamabas? Tus padres un dia salieron todos agitados de la casa, se podia sentir en el ambiente que algo sucedia aunque no tenia ni idea de lo que era. Aproveche ese momento para acomodar y limpiar el despacho de tu papa; tenia dias que no lo hacia. Cuando entre lo primero que me llamo la atencion fue un monton de papeles que el tenia sobre su escritorio; tu sabes lo ordenado que es tu padre, asi que me parecio muy raro y me acerque a ver que era. Habia cierta copias, algunas eran de unos cheques pagados, unas hojas de gastos y unos estados de cuenta. Con tan solo ojear esas hojas me di cuenta que algo no estaba bien. --?Algo como que, nana? --Pues, mi nina, la cuestion es que faltaba mucho dinero, mucho. --No se si estara compaginadas las cosas, pero mis tarjetas fueron canceladas y no logro entrar al banco mediante internet, es como si estuviera cerrada la cuenta o hubieran cambiado mis datos. Maria se tapa la boca en senal de sorpresa. ?Como es posible que esto este sucediendo? ?Donde esta Tom Jeter? El es el mejor amigo de mi papa y su contador, el debe de saber que esta sucediendo, lo he intentado llamar pero no --Tus padres descubrieron que gran parte del dinero se desviaba a una de sus cuentas en el extranjero. Tus padres un dia me pidieron que me quedara en casa mientras ellos regresaban, al parecer irian a casa de Tom a pedirle una explicacion; llegaron muy tarde en la noche furiosos. Tu padre hablaba de traicion y robo y que llamarian a la autoridades al dia siguiente. Despues de eso no supe mas nada hasta que regrese un viernes. Por lo que pude escuchar tus padres habian planeado una reunion con Tom, el les iba a esclarecer todo sin necesidad de llegar a la autoridades. Tu madre se despidio con tanto carino, yo hasta la abrace, me dijo que me queria y que siempre seria parte de la familia. --?Que paso, nana? --Bueno, mi nina, viniendo de esa reunion tu padre perdio el control del vehiculo y se estrello contra un muro; el golpe fue muy fuerte. Gracias a dios iba pasando una pareja que vio el accidente y llamaron al 911. Pero eso no es todo Hanna, al dia siguiente la policia se apersono aqui en la casa, me preguntaron quien era y les di la informacion necesaria, tanto mia como de tu paradero y no les quedo de otra que informarme lo sucedido aunque no era familia. --?Y que te dijo la policia? --Los frenos de su carro fueron cortados, consiguieron a un hombre que confirmo que el lo habia hecho bajo las ordenes de Tom Jeter. Cuando la policia fue a su casa a buscarlo para interrogarlo se dieron cuenta que la casa estaba practicamente vacia, se dio a la fuga.

  • Una investigacion ardiente de Jule Mcbrige

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    El agente del FBI Oliver Vargo decidio consultar los expedientes de sexo para hacerse una idea de como seria la mujer mas sexy del mundo. Lo que no esperaba era encontrarse con un ejemplo viviente. La bella Peggy Fox lo intrigaba… y, sobre todo, lo excitaba demasiado. ?Quien era esa misteriosa mujer que parecia tan empenada en seducirlo?

  • Auschwitz de Esther Mucznik

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    <> Shlomo Venezia, superviviente de Auschwitz El campo de concentracion de Auschwitz es el sinonimo del mal absoluto que el nazismo preconizo. Los judios y gitanos sirvieron como cobayas para la experimentacion diabolica de los nazis, gaseando a mas de un millon de personas y matando de hambre, frio, agotamiento o, simplemente, de soledad y desesperanza. Sin embargo, muchos presos resistieron a la total deshumanizacion del campo esforzandose por mantener la dignidad. Cuidar la higiene, escribir o dibujar eran actos que ayudaban a sobrevivir. Esther Mucznik cuenta a traves de las voces de aquellos que sobrevivieron al infierno de Auschwitz el insoportable silencio tras los asesinatos de ninos, la barbarie de la experimentacion medica sobre miles de hombres y mujeres o la lucha por sobrevivir en un campo de horror y muerte. Estos son los relatos que deben servir para mantener viva la memoria de aquellos que sucumbieron a la maquinaria del terror nazi.

  • En mi mundo (Entre dos mundos 2) de Nadia Noor

    https://gigalibros.com/en-mi-mundo-entre-dos-mundos-2.html

    Segunda entrega de la bilogia <> de Nadia Noor.

  • La chica del semaforo y el hombre del coche de David Orange S

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    Jack Miller es un genio de los numeros cuya especialidad es el estudio de la probabilidad, concretamente de los fenomenos aleatorios. Despues de anos trabajando en un misterioso proyecto que esta a punto de ver sus frutos, decide ponerlo todo en riesgo por algo que nunca ha tenido, una mujer…

  • Mi refugio de Sophie Saint Rose

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    Allisa llevaba huyendo mas de dos anos, oculta por un programa de proteccion de testigos. Pero al no sentirse segura, pide ayuda y la envian a un rancho a Texas, donde Jordan Morris es el encargado de protegerla. La atraccion que hay entre ellos, no hacia que las circunstancias fueran mas faciles …

  • Amarte sin tiempo de Abril Olguin

    https://gigalibros.com/amarte-sin-tiempo.html

    “El amor no es eso que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer”

  • Como hablar con un conservador de Gloria Alvarez

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    El pensamiento liberal ha mantenido incontables batallas contra el progresismo mas trasnochado, pero los liberales tambien deben reconocer y explicar que su pensamiento no solo es distinto del socialista, sino tambien del conservador.

  • Tu, irremediablemente tu de Inma Munoz

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    Han pasado siete meses desde que la vida de Salma dio un giro radical. Cansada de todo y motivada por sus amigas, se propone vivir un apasionante verano. Con el intentara pasar pagina y cerrar ese capitulo tan intenso de su vida. ?Sera el destino quien guie sus pasos?
    Tras “Tu, me gustas tu”, llega el final de esta apasionante historia de amor y con ello las respuestas a todas esas preguntas que quedaron en el aire.

  • Cherry de Susie Harris

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    El poderoso multimillonario Daniel Marshall, vestido de hombres y codiciado por mujeres, tiene su orgullo herido cuando dos amigos y el novio de su insoportable hermana atribuyen su gran exito con las mujeres a tener mucho dinero. Para probar lo contrario, para ellos y para si mismo, Daniel se embarca en una loca aventura: asume la identidad de un simple empleado de alimentos, cuya mision se reduce a conquistar el amor de una mujer interesante.
    La modesta esposa de su nuevo jefe seria el trofeo perfecto para visualizar en el curso de esta trayectoria, despues de que una mujer casada intercambiando un hombre rico por un pobre representara un logro notable, sin embargo, convencerla de mirar a otro hombre, no al esposo, mientras que aprender a lidiar con emociones desconocidas sera tu mayor desafio.

  • La ladrona robo su conde de Christina Mcknight

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    PARA SALVAR A SU FAMILIA, DEBERA SER MALA… MUY MALA…