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    La enseñanza de la no-dualidad, selección de libros: La India Secreta, por Paul Brunton.

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  • Pisa mi corazon (Tapa Negra), Elisa Beni de Elisa Beni

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    Las sombras se tornan inquietantemente negras, cuando las mujeres dominan y los hombres resultan sometidos.

  • Stripteacher de Lisa Aidan

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    ?Y si alguien te rompe tanto los esquemas que te hace replantearte todo lo que conoces?

  • Sobre los puentes de Paris de Africa Ruh

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    La mejor duelista de Paris se enfrenta a tres amenazas: un asesino enmascarado, un complot contra el Rey y los encantos de un joven aristocrata.

  • Coleccion completa Max Cornell de Adrian Aragon

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    Libro 1: EMBOSCADA ~ (Max Cornell thriller de accion no 1)
    La vida del mercenario Maximilan Cornell da un giro radical cuando un desconocido deja un extrano mensaje en su puerta. Katty, la hija de quien habia sido su querido mentor, desaparece misteriosamente en la ciudad de Hong Kong. Max no tendra mas opcion que volver a la accion y trabajar duramente para sacar a la luz todo lo oculto detras de este hecho.

  • La iniciacion (Venganza 2) de Malenka Ramos

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    Junto a Dominic, Samara ha conocido una vida que nada tiene que ver con la real y a una familia que se rige por sus propias normas, por sus parafilias y por una sexualidad atrevida y poco compasiva.

  • Al final de la calle 118 de Clara Cortes

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    La calle que lleva al motel donde vivo es larga y ancha, y una acera no tiene nada que ver con la otra. Es como si una barrera invisible separara ambos lados. Por supuesto, siempre que quieras puedes cruzar al otro lado, pero eso no significa que la gente lo haga. Es como la valla que rodea un instituto: aunque muchos querrian y podrian saltarla, eso no significa que la salten de verdad. Porque saben que su lugar esta dentro. Cuanto mas camino de la derecha recorro, mas grietas me encuentro. Y mas suciedad. Y menos casas. En la otra acera, sin embargo, la fila de chalets de color amarillo y naranja sigue hasta mas alla del motel, hasta alcanzar la carretera del norte. Aunque pueda sonar a mentira, me gusta mucho mas la acera de la derecha que la de la izquierda. Es mucho mas real. La vida es asi, rota, con hierba seca entre los huecos que deja la piedra de los adoquines. Si conoces a alguien con una vida-chalet, probablemente todo se quede en esa fachada amarilla, tan igual a lo largo de toda la fila. Probablemente su sitio tambien este en este lado, nuestro lado, pero no quieran aceptarlo. Antes de llegar al motel, en la acera de la derecha, la calle esta flanqueada por la verja de un orfanato. Es el que cubre la zona norte de la ciudad, adonde se sabe que llegan muchos ninos todos los meses. A veces lloran tanto y tantos a la vez que puedo oir sus sollozos sincronizados desde mi habitacion, y eso que no tiene ninguna ventana que pueda cerrar para acallarlos. Son gritos desgarradores. Cuando pasa me pregunto si habra alguna nina especial ahi dentro, alguien que se parezca a mi y que llore mas fuerte que todos los demas. Tambien me pregunto si la habre visto alguna vez cuando he pasado por delante y todos los ninos estaban jugando fuera, aunque me desespera pensar que he podido hacerlo y que no la he reconocido. Normalmente me gusta pasar la mano por la verja de rombos metalicos mientras camino. El sonido que hacen los anillos de mis dedos contra los alambres es musical y, si lo cuento en mi cabeza, sigue cierto ritmo que puede llegar a ser agradable. Siempre logro encontrarlo, aunque cada vez es diferente, pero eso es lo que mas me gusta. Sin embargo, ahora paro de hacerlo, porque, como todos los dias, tengo que mirar. Siempre me obligo a hacerlo al menos una vez, porque seria una persona horrible si no me molestara en dedicarle unos segundos al dia; busco un par de coletas desiguales que yo podria haber conocido, a esa nina que deberia tener mi nariz, o mis ojos, o los de Raven... Como de costumbre, no veo nada -porque no hay nada, ni siquiera suerte-, asi que tengo que seguir andando para volver a casa. Solo que, esta vez, si que hay algo cuando me pongo a andar otra vez. No lo habia visto porque mi mente habia elegido omitirlo y concentrarse en buscar, como cada dia; es curioso como nuestro cerebro es capaz de aislarnos hasta el punto de no dejarnos ver cosas tan obviamente claras. Porque, cuando vuelvo a andar, hay ahi otro sonido que esta vez no es mio. No rozo la verja con la yema de los dedos, pero, aun asi, en alguna parte hay musica. Y son notas. Notas de verdad, quiero decir, no solo en mi cabeza. Sol. Do. Re. La. No es metalico. Es una guitarra, y creo que viene de dentro. Vuelvo a mirar hacia alli sin dejar de andar. Ahi esta. No tardo demasiado en localizarla. La guitarra. Obviamente, alguien la esta tocando. Es un chico. Esta al fondo, encorvado y sentado sobre un banco. A pesar de todos los ninos que hay a su alrededor, parece estar muy solo. El chico es larguirucho y grande, o eso es lo que parece desde aqui. Tiene los dedos agiles, pero, a pesar de eso, se mueve como si no se sintiera seguro; vacila cuando hace amago de levantar la cabeza y al final nunca aparta la vista del movimiento de sus dedos sobre las cuerdas, como si de verdad temiera perderse o equivocarse. Esta cantando y lo que oigo en la distancia es grave y fuerte, pero a la vez suave y agradable. Cuando han pasado unos segundos y creo haber escuchado lo suficiente, decido que me gusta su voz. No parece que el este muy de acuerdo en eso, sin embargo. Tiene el ceno levemente fruncido y los hombros tensos. Las gafas de pasta negra que lleva juegan a ser equilibristas sobre la punta de su nariz, y me pregunto por que no puede, simplemente, hacer algun tipo de movimiento para subirselas. Siempre me ha puesto nerviosa la gente que mira el mundo por encima de la montura de sus gafas, como la senora que se encarga de la biblioteca del centro, aunque no se exactamente por que me molesta. Cuando acaba la cancion se queda un momento mirando la vibracion de las cuerdas antes de subir la cabeza y sonreirles a los ninos, un publico realmente desagradecido. Si, han estado tranquilos, pero no escuchandole. Gritan, saltan y rien mientras se persiguen los unos a los otros, y el baile sigue para ellos aunque ya no haya musica para acompanarlo. Me sobresalto al darme cuenta de que he estado parada tarareando todo el rato, aunque ni siquiera se como se llama la cancion. He debido de oirla en la radio alguna vez, o en el centro comercial, o en alguna sesion de fotos. No era consciente de habermela aprendido. Me doy la vuelta y sigo mi camino justo despues de que el chico se suba las gafas con un gesto despreocupado. El no me ve. No reanudo el sonido de mis anillos, simplemente meto las manos en los bolsillos y ando mas rapido, porque quiero llegar ya al motel. Solo unos treinta y cinco o cuarenta metros lo separan del orfanato. Cuando subo las escaleras metalicas que llevan al segundo piso y entro en el apartamento 36, la sensacion tan rara que se me habia puesto en el estomago tras escuchar esa cancion es sustituida por la colonia postsexo de Raven. Tengo que aguantar la respiracion y pasar directamente a la cocina. Y aunque alli no es mejor, porque ella esta fumando, al menos no es ese tufo a fruta, sudor y suciedad. -Ah, hola -dice, tranquila-. No he oido la llave. -Hola. Vacio mi mochila en la mesa blanca donde comemos. El tablero esta lleno de quemaduras y manchas marrones que no se pueden quitar. Caen las llaves, un libro, una camiseta sucia y un sobre. Justo antes de venir he pasado por el banco para sacar lo que me han pagado hoy. Raven apaga el cigarrillo dentro de una lata de cerveza arrugada y se acerca a mi con curiosidad. -?Cuanto? -Cincuenta pavos. -La ultima sesion fueron mas. -Porque me pase seis horas en ese estudio sin parar ni para mear, Raven. Por eso fueron mas. Mi hermana agarra el sobre antes de que yo pueda alcanzarlo y sale de la cocina contoneandose. Me dan ganas de gritarle que no hay nadie mirando, que no hace falta que haga eso, pero no quiero discutir. Necesita montar un espectaculo todo el tiempo. Ademas, suele estar de muy mal humor despues de estar con un cliente, por eso me callo. Se agacha junto a su cama y mete la mano debajo. Saca una caja de metal rosa que tiene un pequeno candado. Ahi es donde guardamos todo nuestro dinero. Esta llena de polvo y tiene un par de pelusas enganchadas en las esquinas. Muchas veces pienso en que pasaria si alguien entrara a robar, porque no seria nada dificil hacerlo. No seria dificil encontrar la caja bajo la cama y que alguien rompiera ese estupido candado y nos robara todo lo que tenemos. De hecho, yo misma podria hacerlo si quisiera. Podria agarrar una piedra de fuera, acercarme, golpearlo hasta que se partiese... Y luego irme lejos de aqui con el dinero. Pero Raven abre la caja y me quedo a medias preguntandome adonde iria. A un lado, los billetes estan sucios, algo rotos y arrugados. Al otro lado, el monton de mi dinero, es decir, el dinero que yo gano y que sale directamente del banco, descansa en pilas mas o menos agrupadas por su valor. Mis billetes estan limpios, en todos los sentidos posibles. En total no hay demasiado dinero, pero si mucha diferencia entre ambos lados. <>, pienso. Es como si cada monton saliera de un mundo completamente distinto, o viniera de una cara diferente de la luna, y en parte, si lo piensas, es un poco asi. -Bueno, supongo que esta vez, cuando venga ese baboso del casero, podre pagarle en condiciones. No soporto tener que tocarlo cuando vamos un poco justas. Doy la vuelta a su cama para ir hacia mi habitacion. -No necesitaba saber eso. -C'est la vie, Valeria. No puedes ser tan tiquismiquis. Las cosas son como son, a ver si lo aprendes de una vez. <>, dice siempre Raven. Raven, la que esta hecha de piedra. La que es dura y fria como el hielo. La que tiene muchos problemas y muchas responsabilidades que siempre prefiere evitar. Es Raven, es casi una extrana

  • ALMAS de Davinia Palacios Garcia

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    Cath lleva toda su vida deseando ir a Nueva York.
    Algo muy fuerte la atrae a esa ciudad desde que tiene uso de razon y no sabe explicar el por que de la necesidad de ir a la Gran Manzana.

  • La voluntad del rey de Eleanor Rigby

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    La exitosa novelista erotica Kathleen Priest lleva tres anos perdida en el
    mapa… y nadie sabe por que. Lo que antes era un derroche de inspiracion,
    se ha convertido en las cenizas de una fama ahora desconocida; todo a raiz
    de un incidente que le impidio volver a teclear una sola palabra, asi como
    renegar de las relaciones y el amor. Su objetivo de pasar desapercibida
    trabajando como camarera en un club exclusivo habria sido cosa hecha si
    el prepotente, ambicioso y rico King Sawyer no hubiera puesto sus ojos en
    ella.
    El es ese desagradable toque de atencion que necesitaba para despertar
    del letargo, y lo peor es que lo sabe y pretende convertirse en el
    protagonista de sus fantasias. Pero Kathleen no va a ceder tan facilmente a
    los caprichos de la clase de hombre del que huye. Asi comienza un
    delirante tira y afloja en el que todo juego sucio estara permitido… Incluido
    el prohibido, el mas peligroso de todos: aquel que podria convertir hasta a
    un rey en el esclavo de sus deseos.

  • Ojala no fueras tu, Beatriz Gant de Beatriz Gant

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  • El Fin de la Noche de Javier Pina Cruz

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    Rowan, es una criatura sobrenatural de ochocientos anos cansada de la guerra que esta librando solo anhela volver a sentirse como lo que un dia fue.
    Para ello, necesitara a su peor enemigo, para lograr su proposito.
    Para lograr su proposito necesitara la ayuda de su peor enemigo
    Matt es un lider entre los suyos, orgulloso, recto, que, tras la perdida de su familia y de su prometida, decide poner fin a su estilo de vida, el desea ser como todos los demas.
    Ambos,por distintos caminos, llegan a un monasterio donde una vieja leyenda cuenta que podrian tener todo cuanto desean.
    Pero cual sera su sorpresa, cuando descubran los requisitos para convertir en realidad sus aspiraciones seran sorprendentes.
    Seran enviados a distintas epocas donde deberan probar su valia y quiza su amor.

  • Introduccion a Teresa de Jesus de Cristina Morales

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    Corre 1562 y Teresa de Jesus, a sus cuarenta y siete anos, esta alojada en el palacio de Luisa de la Cerda en Toledo. Consuela a su anfitriona de la melancolia provocada por la muerte de su esposo, espera a que prospere la fundacion de su nuevo convento y se dedica a escribir un texto destinado a convertirse en una obra decisiva en el nacimiento del genero autobiografico, El libro de la Vida, que debera complacer a sus superiores eclesiasticos y defenderla ante sus detractores.
    Pero… ?y si la santa hubiera redactado en paralelo otro manuscrito, un diario mas intimo, no destinado a complacer ni a defenderla ante nadie, sino a evocar su vida pasada y tratar de explicarse como ser humano? Eso es lo que imagina Cristina Morales, dando voz a una Teresa, si no libre de ataduras y compromisos, si consciente de ellos y contra ellos luchando. Una Teresa que se busca en sus recuerdos y se autoexplora en su escritura: evoca su infancia con juegos de romanos y martires, los padecimientos y humillaciones de su madre en sus multiples embarazos, su vida entre la disciplina y la rebeldia, su destino como mujer en una sociedad pensada por y para los hombres…
    <>
    El resultado es la sugestiva reinvencion de una figura imprescindible de la literatura universal, escrita desde la libertad y la radicalidad que la propia Teresa de Jesus represento.

  • La criminologa (Los casos de Jennifer Palmer 1) de Arthur R. Coleman

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    En ese punto intermedio entre la noche y el amanecer, Jennifer Palmer se desperto. Mientras se desperezaba aun podia seguir oyendo a Jim Morrison en el recuerdo de su fogoso sueno. Enrollate, nena, enrollate, nena.... Una vez mas, como cada vez que aparecia en sus visitas nocturnas, se pregunto por que sonaba con torridos encuentros amorosos con un hombre que habia muerto antes de que ella naciese y que ni siquiera era su tipo. Ademas, su vida sexual era placentera, intensa y variada. Joven y atractiva, alta, largas piernas, sugerentes curvas y seductores ojos grises, Jennifer no necesitaba los encuentros eroticos en suenos de Jim Morrison para sentirse satisfecha. Abrio los ojos y aun podia oir en su mente a The Doors con Roadhouse blues: Si, vamos al bar de la carretera. Vamos a pasarlo realmente bien. Un buen rato... donde tienen habitaciones... y son para la gente que le gusta hacerlo despacio. Enrollate, nena, enrollate, nena... Entre suaves sabanas de algodon blanco, la joven se incorporo en la gran cama. Recogio su larga melena castana en una coleta y se despabilo lo suficiente para recordar que en unas pocas horas debia encontrarse con Donald Walker, uno de los miembros de la agencia de detectives y asesoramiento en materia criminal que ella dirigia. Donald estaba siguiendo a un marido, un importante hombre de negocios relacionado con el mundo del arte. Al contratarles, su mujer aseguro que estaba preocupada por el. Al parecer el hombre habia recibido alguna amenaza, pero no habia querido emplear escolta privada mas alla de los guardias de seguridad que vigilaban su magnifica galeria de arte y las camaras de vigilancia de su finca y la seguridad del propio residencial. Aunque, penso Jennifer, en realidad lo mas probable es que quisiese saber si le era infiel y conseguir pruebas comprometedoras y usarlas para sacar una buena tajada en el divorcio. Vaya estupidez, penso la joven, como si ser infiel o pretenderlo no estuviese en la naturaleza humana. Por su experiencia, lo raro era justamente lo contrario. De cualquier forma, aunque era un trabajo rutinario y anodino, estaba bien pagado. A pesar de que no era la actividad que mas le atraia, en realidad le interesaba mas bien poco, habia que hacer de todo para mantener a flote la agencia Solution Channel. Descalza por el pavimento de madera pulida, cruzo el salon por encima de la silueta de un dragon estampada en una gruesa alfombra rojiza. A Jennifer le gustaban estos enormes animales miticos. Desde nina le habian fascinado los cuentos de dragones, guerreros y princesas, aunque ella no tenia interes en ser una princesa, lo que deseaba en sus fantasias de nina era convertirse en una aguerrida guerrera que luchase contra el mal. Finalmente, su sueno se habia hecho, en buena parte, realidad. Jennifer era la propietaria de la agencia Solution Channel. Habia estudiado criminologia en SUNY, la Universidad Estatal de Nueva York en Albany, y desde el principio sus profesores vieron su potencial. Al acabar la universidad pronto se labro un prestigio gracias a sus acertados diagnosticos. Tenia poco mas de treinta anos, y en ocasiones hacia labores de consultora en determinados casos para Inteligencia Criminal del Departamento de Policia de la ciudad de Nueva York: revision de casos desde el comportamiento y las perspectivas de investigacion, analisis del crimen, sugerencias de lineas de investigacion, perfiles de delincuentes desconocidos y estrategias para dar caza al asesino. Una joven precoz, una mente brillante, un cuerpo sensacional. Llego a la cocina y se sirvio un cafe largo bien cargado, solo, sin azucar. El primer cafe del dia solo; el segundo, a media manana, con azucar de cana. En ese momento sono el telefono. ?Quien seria a esas horas tan intempestivas? En el visor aparecio el rostro pecoso y juvenil de Donald. --Hola. --Sera mejor que nos veamos --oyo la voz alterada de su colaborador. --?Es grave? --Se han cargado al objetivo. --No fastidies. ?Donde estas? --Largandome del edificio. Esto se esta llenando de policias. --Esperame en El Mogador. Un contratiempo. La muerte del hombre al que estaban vigilando. Eso no era nada bueno para el negocio. Jennifer solia llevar ropa cenida, que resaltaba su cuerpo esbelto y llamativo. Se puso una blusa y un sueter de lino suave de color verde, abierto en pico, que dejaba ver la curva de sus senos, y unos pantalones beige ajustados a sus largas y torneadas piernas. Se calzo unos comodos zapatos de tacon bajo y se abrigo con un grueso chaqueton de lana trenzada a juego con los pantalones y los zapatos. La primavera estaba cerca, pero aun no harian mas de 10 grados centigrados. Se anudo una suave bufanda de cachemir alrededor del cuello, y salio rauda hacia la cafeteria donde habia citado a su fiel asociado. Donald Walker era fotografo, especialista en el seguimiento de personas y en obtener informacion, y experto en un poco de todo. Melena rubicunda, impulsivo, simpatico, ni muy alto, ni muy atletico. Un joven que pasaba desapercibido, ideal para su trabajo. Solia vestir de forma informal y desalinada, zapatillas de tela, vaqueros descoloridos por el tiempo, no por la moda, camisas amplias y sueltas por debajo de la cintura. Nunca usaba reloj y siempre sabia la hora exacta. El reloj atomico, solian llamarle en la agencia. Buena parte de la ciudad de Nueva York esta en tres islas: Manhattan, Long Island y Staten Island. Jennifer vivia en el distrito de Brooklyn en la punta oeste de Long Island en un apartamento de alquiler, lo que le permitia mudarse de casa y de barrio siempre que le apetecia. Su apartamento tenia una amplia habitacion y un gran salon con la cocina integrada. Cuando se instalo, el barrio era tranquilo y familiar, pero al cabo de un tiempo aparecio una reluciente lavanderia, cafes sofisticados, boutiques, restaurantes independientes y varias tiendas de vinos organicos que fueron la senal de que la zona habia sido conquistada por artistas y estudiantes con poder adquisitivo, y los precios del alquiler se elevaron drasticamente. De mil dolares se habia disparado al doble. Mucha gente trabajadora del barrio tuvo que trasladarse a las afueras donde los precios aun eran asequibles a sus posibilidades. Jennifer tambien estaba pensando en irse a una zona menos convencional. Las modas frivolas le repateaban, pero cerca de su casa aun quedaban lugares y establecimientos en los que se encontraba a gusto, como El Laberinto, un local con cocteles y bebidas de todo tipo, buena musica y amena compania. Jennifer se arrebujo en el chaqueton, salio del edificio y se subio en su Opel Cabrio blanco para dirigirse a Williamsburg, un agradable barrio de Brooklyn. Llego a Wythe Avenue y aparco en las cercanias. El sol apenas comenzaba a despuntar entre los altos edificios, cuando entro en El Mogador, un acogedor cafe bastante concurrido. Donald estaba sentado en una mesa en la parte del fondo iluminada de luz natural y ornamentada con plantas. Tomaba un sandwich de pollo con curry y una cerveza. Su desayuno predilecto, herencia de su padre, un veterano de la Guerra del Golfo. --A ultima hora de la tarde segui al objetivo tras su coche cuando salio de su galeria de arte. Le vi recoger a una joven en la esquina de una zona de dudosa reputacion --explico Donald cuando su jefa se sento frente a el. Le mostro una de las fotografias en la pantalla de su camara. Una chica de veintipocos anos, delgada, guapa, rubia, tez palida y nariz respingona. --Estuvieron hablando un buen rato en el coche, y luego fueron a un edificio en Manhattan, donde el tiene un lujoso apartamento. Estuve observando la entrada. Luego llego otra joven. Donald puso otra fotografia en el visor. Otra joven, unos treinta anos, recia, de mediana estatura, pelo largo moreno, nariz prominente. --Llamo al interfono y le abrieron. Mira --dijo senalando con el dedo indice la imagen--, apreto el boton de la casa de Adams. Al poco salio la acompanante de Adams, y una hora mas tarde la otra joven. Un rato despues vi que el portero no estaba en su puesto. Me extrano. Espere un rato mas y sali del coche a comprobar que pasaba, y justo cuando iba a entrar llego la mujer del fallecido. En cuanto la vi coger el ascensor, entre. El mostrador estaba vacio. El portero estaba inconsciente tumbado en el suelo en una pequena dependencia trasera. Subi al piso del apartamento del objetivo, la puerta estaba abierta. La mujer, Sarah Adams, estaba sola frente al cadaver de su marido. Creo que ni siquiera me vio. Estaba de pie con la mirada perdida y el telefono en la mano. --Vaya --expreso Jennifer mirandole con sus hermosos ojos grises que traspasaban a su interlocutor--. ?Viste entrar o salir a alguien mientras esperabas? --Entraron Adams y su acompanante, luego la otra joven y finalmente su mujer. --?Y salir? --Las dos jovenes, primero una, luego la otra. Nadie mas. Donald le mostro en el visor de su camara las fotografias que corroboraban su relato. El joven se puso un chicle en la boca, como si quisiese anadir una pausa a toda la informacion que acaba de soltar, y mascullo entre dientes. --Feo asunto. --Espera, tengo una llamada. !Hola! --Soy Mark. Mark Crowell, un apuesto y atletico inspector de la brigada contra el crimen de la ciudad de Nueva York. --?Que sucede? --Tenemos que vernos. Asunto oficial --la voz del inspector sonaba preocupada. --?De que se trata? --Asesinato. --?De quien? --el vello de la joven se erizo, signo de la llegada a su mente de una intuicion o, mas bien de una sincronia, como ella preferia explicar que su mente supiese algo que su razon aun no habia explicado. --William Adams, un tratante de arte. Te envio la direccion --dijo Mark, y colgo. Jennifer hizo un mohin con la nariz y fruncio sus labios sensuales y bien perfilados. William Adams. El mismo hombre que Donald estaba siguiendo por orden de su mujer. La joven no creia en las coincidencias. Y aquello era algo mas que una coincidencia. Pero nada ni nadie iban a quitarle las ganas de tomar su desayuno tranquilamente. Pidio al amable y sonriente camarero pan recien horneado, huevos benedictinos, zumo de naranja y cafe. --Nos vemos en la agencia --le dijo a Donald--. Informa a los demas, y prepara todo el material fotografico que tengas del caso. Tras el delicioso desayuno, al salir del local, Jennifer cogio su coche. Cuando una ligera bruma matizaba las aun frias aguas del rio y el sol lanzaba sus rayos matutinos, cruzo los casi dos kilometros del puente de Brooklyn. Aunque el aire era fresco, se veia bastante gente caminando en una u otra direccion del puente, runners, ciclistas y vendedores ambulantes instalando sus cuadros, llaveros y muchos otros recuerdos de la ciudad. Algunos eran turistas madrugadores haciendo fotos y mirando las vistas de la bahia, Manhattan, Brooklyn y a lo lejos la Estatua de la Libertad. Los edificios despertaban a uno y otro lado de la ciudad. Pero en uno de ellos, alguien no volveria a despertar jamas. 2 ELASESINATO La relacion entre Jennifer y Mark habia empezado una manana cuando ella impartio una ponencia sobre criminologia para miembros del cuerpo de policia. Jennifer tenia un especial don para descubrir los entresijos de los casos mas alla de las pruebas aparentes y establecer conexiones entre los hechos que pocos podian ver. Aunque a mas de uno podia parecerle una habilidad sobrenatural, Jennifer simplemente usaba su mente, su memoria y sus excepcionales conexiones sinapticas y redes de circuitos neuronales, trascendentales para los procesos biologicos que se hallan bajo la percepcion y el pensamiento. Cierto que esa genuina capacidad era algo con que la naturaleza le habia dotado, pero ella se ocupaba de mantenerla y mejorarla con sus profundos analisis y reflexiones. Al acabar la conferencia, el se acerco y le pregunto, con su voz segura y viril, algo insustancial para trabar conversacion. --Mejor sera que te conteste tomando algo en la barra de un bar --dijo Jennifer, y el estuvo encantado. Esa misma noche retozaron entre las sabanas gris marengo de la cama de Mark. Mejor en la primera cita, para que hacer esperar lo bueno, sino se corria el riesgo de que no sucediera, opinaba Jennifer, cuantas cosas placenteras dejamos para manana, y ese manana nunca llega. Habian pasado tres anos y su relacion seguia por los mismos derroteros. Compartian casos, cama y conversaciones, algunas de estas ligadas a su trabajo de asesoramiento para el departamento de policia, y otras previas a sus citas intimas. En ambas actuaciones, en los casos criminales y en los encuentros sexuales, al acabar ella se levantaba y se iba. Pocas veces se encontraban en casa de Jennifer, pero cuando lo hacian el tacito acuerdo era el mismo, el se vestia y se marchaba. Todo iba bien. Una relacion fructifera, placentera y sin ataduras. Hacia mas de un mes que Mark no la llamaba para cuestiones policiales, y cuando se encontraban era para otros menesteres mas ludicos. Una cena a la luz de las velas, un buen vino y la gran cama que Mark tenia en su agradable apartamento con vistas al Hudson. En Mark todo era grande. Jennifer media mas de un metro setenta centimetros, y aun asi Mark le sacaba toda la cabeza. Mediada la treintena, pelo rubio ligeramente rizado, aspecto agradablemente desalinado, tez curtida y bronceada y ojos azules, grandes y perseverantes, especialmente cuando miraba a Jennifer. Aunque vivian en Alpine, un exclusivo barrio residencial de Nueva Jersey, los Adams tenian un apartamento junto a la Sexta Avenida en Manhattan. Era una zona cosmopolita que se habia revalorizado mucho en los ultimos anos y un piso en ese barrio solo se lo podian permitir personas muy adineradas. Ante el edificio de piedra gris perla se veian curiosos y periodistas. Los medios de comunicacion ya estaban al tanto del luctuoso asunto. Furgonetas, hombres y mujeres jovenes microfono en mano ante sus respectivas camaras se agolpaban en las inmediaciones del toldo verde de entrada a las doce plantas del edificio. Jennifer se acerco conduciendo con cuidado, abriendose paso hasta llegar a la puerta de entrada custodiada por la policia donde se veia una ambulancia forense. Unos conos rojos y blancos marcaban la zona de la acera y de la calle protegida por la policia. Un autobus amarillo de una escuela precedia al coche de Jennifer y en cuanto paso por el carril libre frente al edificio, la joven aparco junto a la acera y una pequena zona ajardinada al aire libre. Perry Howard, un joven detective del grupo comandado por Mark, la esperaba mientras comprobaba la direccion hacia donde estaban enfocadas las camaras de vigilancia del edificio. De mediana estatura, corpulento, pelo corto oscuro, labios finos y cara sonrosada, al bajar la joven del coche, echo un furtivo vistazo a las largas y estupendas piernas de Jennifer y a su escote que, aunque prudente, se adivinaba entre el grueso chaqueton y dejaba ver parte de sus bien moldeados senos. Cuando Jennifer entro en el lujoso edificio, Mark estaba en el hall dando instrucciones a dos agentes para que hablasen con todos los vecinos del edificio. Vestido con chaqueta de sport y camisa gris, pantalones negros y mocasines comodos para poder moverse con facilidad en caso de necesidad. --El edificio tiene camaras --le indico Perry cuando se acercaron--. Cuatro, entre la entrada y la recepcion. --Compruebalas --ordeno Mark--. Y tu --se dirigio a Ron, otro de sus colaboradores--, ve tambien a hablar con los vecinos de los otros apartamentos de la planta doce por si han visto u oido algo. El detective Ron Speegle, adjunto a Mark, se aproximo. Pelo largo, castano y nariz prominente, un hombre macizo de voz grave a quien la gente solia escuchar con atencion, especialmente cuando movia sus grandes y recias manos. Mark se acerco a ella y le saludo con una sonrisa seductora. --Empieza desde el principio, mon ami --correspondio con otra sonrisa Jennifer. La joven habia pasado un ano aprendiendo frances y haciendo un master en la Universidad de Paris sobre criminologia y analisis de la conducta, y de vez en cuando le gustaba meter algun termino en frances con las personas a las que apreciaba y con las que se sentia a gusto. Y Mark era uno de sus preferidos. Guapo, amigo leal y gran amante. !Que mas se podia pedir! Mark miro con admiracion el sensual cuerpo embutido en el ajustado sueter, pero reprimio sus instintos sensuales y se limito a hablar del caso. --Un asesinato. --!Que novedad! Ni que estuviesemos en Nueva York. --Me ha llamado el capitan Mael para asignarme el caso y me ha dicho que te incorpore al grupo como consultora. --Al final acabare cayendole bien. --Me parece que el asunto no va por ahi --contesto Mark--. Ahora lo comprobaras. Mael y Jennifer tenian diferentes enfoques en cuanto al modo de enfocar los casos y los tramites reglamentarios. Y de ahi su cierta prevencion hacia Jennifer, quien a veces gustaba de coger atajos para evitar farragosos procesos burocraticos. --Vaya, que desilusion --chanceo Jennifer. Mientras hablaban se dirigieron al interior del edificio. El portero estaba siendo asistido por unos sanitarios. --Por lo que parece ha sido drogado, pero en un rato podra hablar con cierta coherencia -- dijo Perry, refiriendose a un hombre de mediana edad con una prominente calva, que estaba medio abatido en una silla y con los botones dorados de una chaqueta gris desabotonados. --?Aviso el a la policia? --pregunto Jennifer. --No, fue la mujer del difunto. La joven recordo el relato de Donald sobre la mujer con el telefono en la mano y la mirada extraviada. Los dos cogieron el ascensor y el detective pulso el boton de la ultima planta. --?Y la victima? --Millonario, norteamericano --contesto Mark. --?Norteamericano en Norteamerica? --dijo sarcasticamente Jennifer--. Esto se pone interesante. --Una de cada tres personas que viven en Nueva York no ha nacido en Estados Unidos. Bueno, ?vas a dejar de interrumpirme? --Claro, claro, continue --dijo la joven dando un toque en el brazo del inspector con su suave y firme mano. Un breve pasillo bien iluminado con apliques dorados en las paredes y revestido de marmol claro conducia a cuatro lujosos apartamentos. Ante la puerta abierta de uno de ellos se veia a dos policias hablando entre ellos con una cinta amarilla en la mano en donde se veia: escena del crimen, no pasar. Los miembros de la cientifica entraban y salian como si estuviesen en la cafeteria de la esquina. --Era un hombre hecho a si mismo --comento Mark. --Un canalla, vaya. --Un triunfador. --Vamos, eso. Nueva York, simbolo internacional y centro de las finanzas, sede del mayor mercado de valores del mundo y centro de grandes negocios en todos los ambitos incluyendo el arte de vanguardia. Y en esta area, William Adams habia sido el rey.

  • Proyecto Thule de Javier Mas

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    Cinco caminos conducen a la verdad que ocultan la CIA y la Sociedad Thule sobre el final de los jerarcas nazis y la tecnologia militar que deslumbro al mundo. Una investigacion que destapa la conexion de la Sociedad Thule con Espana y Hitler y que pone al descubierto la importancia que tiene hoy dia Madrid y Valencia para el entramado politico-economico contra el que lucha la CIA. Un thriller apasionante, lleno de misterios, revelaciones sorprendentes, realidades historicas y claves que el lector tendra que descubrir poco a poco.

  • Inimaginable de Dina Silver

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  • Mi Nombre es N de Robert Karjel

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    Ernst Grip, miembro del Consejo de Seguridad sueco, ha sido convocado en Nueva York, pero ignora por que. La agente del FBI Shauna Friedman esta alli para recibirlo, quiere que hable con uno de los prisioneros en una base militar secreta, pero ?por que Grip tiene la sensacion de que esta siendo interrogado? El prisionero, conocido como N, es sospechoso de haber perpetrado un ataque terrorista pero nadie sabe quien es o para quien trabaja. Sin embargo, N no es el unico que guarda secretos. Entre N y Grip existe un peligroso vinculo que los une irremediablemente, y tendran que aprender a confiar el uno en el otro si quieren mantenerse con vida.

  • Perversa fantasia (El Asesino de las rubias 3) de Sebastian Listeiner

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    ?Supiste algo de Thomas y los otros? --Randy y Melody continuan haciendo trabajados administrativos en Alaska, castigados como si fueran ninos --respondio masticando bronca--; y de Thomas ni noticias. ?Crees que haya hecho alguna locura? --No lo se; ni siquiera puedo imaginar lo duro que fue todo aquello para el. --!La encontre! --vocifero haciendo saltar a Stephanie de su silla--. Al fin sabremos quien era esa mujer. --Necesitamos su nombre, direccion, antecedentes; todo. --En un segundo podre decirte hasta su crema dental favorita --respondio con una sonrisa dibujada en los labios. --Ojala pueda darme las respuestas que busco o cuanto menos guiarme hacia ellas. --No vas a creerlo, pero tenemos un problema grande como esta nacion --farfullo sin quitar los ojos de su monitor. --No me asustes, ?de que se trata? --Nuestra mujer misteriosa es Madelyn Gagnon --Imposible... --susurro mientras llevaba las manos a su rostro palido. --Esto no me gusta nada amiga; tal vez sera mejor que desistas de hacer este viaje. Si la ministro de educacion canadiense estuvo en esa subasta, significa que lidiamos con gente muy peligrosa; una red que ni siquiera podemos imaginar donde termina. --Voy a necesitar que me proporciones toda la informacion que puedas recabar de esa maldita -- insistio tragando saliva, fingiendo fortaleza. --?Sabes que es una locura, cierto? --?Tienes otra idea para llegar hasta Daisy Corvelo? --Thomas es un hombre inteligente, astuto y demente que de seguro puede arreglarselas solo -- respondio tomandola de las manos. --El haria esto y mas por cualquiera de nosotros. --No me malinterpretes --carraspeo--, sabe Dios que amo a Thomas y estare siempre a su disposicion, pero esto es muy grande; es un mundo que no conocemos. --Por eso debemos prepararnos bien, no debemos dejar ningun detalle librado al azar. Estaba aterrada. Desplomada en el sillon que adornaba la sala de comandos en el departamento de su buena amiga, simulaba que dormia mientras pensaba que la mision suicida que tenia por delante bien podria ser lo ultimo que hiciera Stephanie Turner. No podia recordar cuando fue que tomo la decision de hacer justicia por mano propia. Sin embargo, pese a su impetu soberbio y osadia caprichosa, resultaba innegable que la fuerza que la movia tenia su raigambre en algo mucho mas profundo que cualquier conviccion, en algo invisible, en esa cosa indescriptible que nos ata y nos empuja a realizar cualquier locura por mas demente que fuera; esa pulsion inmanejable que recorre las venas y la sangre y va directo, no al cerebro, sino al corazon; fiel y leal promotor de aquellas irreversibles situaciones que no tienen solucion ni sentido. Solo un sentimiento de ese calibre podia explicar o dar respuesta a los incontables e inimaginables caminos sinuosos que estaba por recorrer en soledad, apenas con la compania perpetua pero vacia de un dolor que habia hecho propio, tatuandoselo en la sangre como si fuera un juramento, un pacto indeleble con la muerte. Entrada la madrugada, bajo el monopolio absoluto del silencio alarmante, Charlotte termino la expedicion que la llevo mucho mas lejos de lo que pensaba y aunque la recompensa fue bien recibida, las consecuencias del hallazgo encendian todas las alarmas de la operacion por venir. --Si ya estabas sorprendida, espera a que te comparta lo que descubri buceando en las alcantarillas inexpugnables de Internet. --Me estas asustando. --Existe un mito, una leyenda urbana sobre una mujer misteriosa que se pasea por las calles de Canada a altas horas de la madrugada, recaudando el dinero de largas y agotadoras noches de lujuria --solto como un murmullo. --No entiendo nada lo que estas diciendo --se quejo Stephanie mientras se desperezaba. --Segun entiendo, en las calles de la capital hay un amplio catalogo de oferta sexual. --?Prostitucion, explotacion de personas? --pregunto frunciendo el ceno. --Me inclino mas por la prostitucion; pero seguramente ambas. --?Y que tiene que ver eso con la ministra? --Las muchachas deben dar el dinero de esas relaciones furtivas a sus representantes. --Cafishios querras decir --refuto vehemente. --Y esos sinverguenzas, a su vez, pasan toda la recaudacion a una mujer a la que apodan << La dama de plata >> --Sigo sin ver la conexion... --Pues, estoy casi segura que << La dama de plata >> no es otra que Madelyn Gagnon. --?Dices que la ministro de educacion canadiense pasa las noches recolectando dinero de la prostitucion? --pregunto con los ojos a punto de salirse de sus orbitas. --Y quien sabe de que otras actividades tambien --suspiro abatida, elevando las pestanas--, despues de todo, no te olvides que estaba en ese hotel donde lo que se subastaba no eran diamantes u objetos historicos. --Eran ninos y ninas, lo se. --Stephie, te lo pido por enesima vez, recapacita --suplico. --Necesito encontrar la forma de acercarme a ella. --Pide una audiencia. --No voy a entrevistarme con la ministro sino con la mujer misteriosa que dirige las miserias de la luna. --?Y como haras eso sin que te maten o algo peor? --Debo ser una mas de ese mundo. --?Acaso estas demente? --grito tan alto que las puertas parecieron temblar--. ?Piensas ir a prostituirte a un pais extranjero solo para acercarte a una mujer que bien podria no existir? --?Tienes una idea mejor? --Cualquier idea es mejor que esa --replico desaforada. --Te escucho --dijo cruzandose de brazos. --Quedate aqui y continuemos combatiendo el crimen. --Me despidieron, ?lo olvidas? --Entonces busca un empleo en un restaurante, en una cadena de ropa, como secretaria de un estudio de abogados, como maestra jardinera; ?por que no puedes hacer algo normal? --Estamos combatiendo el crimen Charlotte; solo que a otra escala. --A una escala mas alla de nuestras posibilidades --se lamento--. ?Que ocurrira si te descubren? --Ruego a Dios que eso no suceda. << Bienvenidos a la Ciudad de Ottawa >> fue la frase que la recibio en el aeropuerto internacional de Canada dando inicio a una autentica odisea. Temblorosa y al borde del colapso emocional, se subio a un taxi con destino a los suburbios, sitio donde esperaba entrar en contacto con ese mundo oscuro que se desarrollaba a plena vista al margen de la realidad. Luego de registrarse en un hotel de mala muerte, se vistio con lo mas provocativo que aguardaba en su equipaje y se dirigio a un bar donde, segun las malas lenguas, paraban a descansar las trabajadoras de la noche que alquilaban su intimidad y fingian el placer que no se compra con dinero. Copa tras copa soportaba los cotilleos inaudibles de los viejos clientes que parecian encastrarse con las mesas redondas que destilaban vulgaridad, a la vez que se regocijaban en lo malicioso de sus pensamientos cuando de tanto en tanto algun ebrio ponia de manifiesto la perversidad de sus fantasias mas retorcidas. --Cantinero, un whisky doble por favor --ordeno una mujer sentandose en la barra, con largas medias de red y una falda de jean tan corta que apenas cubria sus nalgas. Entretanto, con la frente en alto y una altaneria impropia de su repertorio, Stephanie abandono la comodidad de su mesa junto a la ventana y emulando el espejo en el que esperaba reflejarse copo el centro de la escena, ansiosa de no pasar desapercibida. --Cantinero, sirvame un Martini --ordeno mientras cruzaba las piernas ensenando la sensualidad que solia esconder en su vida rutinaria. --Enseguida senorita --respondio el barman guinandole un ojo. Pese a sus esforzados intentos por parecer una clienta mas, una habitue de las rondas nocturnas tenidas de fetiches inenarrables, su falta de tacto y gestos mas ampulosos de lo necesario la dejaban en evidencia, haciendola pasar mas por policia infiltrada que mujer de la noche. --?Acaso estas siguiendome? --pregunto aquella mujer pelirroja en medio de un callejon tenebroso. --Solo queria hablar contigo. --Te vi coqueteando en el bar; sea cual fuere tu propuesta, la respuesta es no. --Pero ni siquiera escuchaste lo que tengo para decir. --Ese es el punto --dijo mientras hurgaba en su cartera--. No perteneces a este ambiente, sal de aqui mientras puedas. --?Por que dices que no pertenezco? --En primer lugar tu acento, ?americana, cierto? --sonrio--. Y en segundo lugar eres demasiado espamentosa, poco sutil; lo que me dice que eres policia o periodista. --Soy extranjera, si --respondio--. Y estoy buscando ganarme la vida, tengo problemas economicos y ya no se que hacer. --Este es un viaje de ida; mejor prueba otra cosa --respondio mientras encendia un cigarrillo. Stephanie quedo en silencio sin saber como doblegar las intenciones de una mujer obstinada que, pese a su distancia, la estaba protegiendo de un monstruo mas grande que la inmensidad de la noche misma. --?Cindy por que no estas trabajando? --pregunto un hombre de mediana edad con la camisa desabrochada, ensenando sus pectorales-- Estas haciendome perder dinero. --Estaba teniendo una conversacion con una amiga --se excuso con la mirada hacia abajo. --?Acaso esa conversacion va a volvernos millonarios? --pregunto mordaz. --Disculpe senor, yo solo... Una bofetada furiosa fue lo que Stephanie recibio por pretender hablar cuando no le era permitido. --Quiere trabajar para ti --se apuro la pelirroja intentando calmar las aguas. --?Es eso cierto? --pregunto fingiendo simpatia. --Ya no estoy segura --respondio Stephanie acariciando su mejilla adolorida. --?De donde eres preciosa? --Norteamerica --respondio timidamente. --Ya veo --susurro mientras la rodeaba con la mirada--. Seras una estrella por aqui, ya puedo sentir el dulce candor de los billetes en mis manos.

  • No recuerdo si lo hice de Alice Laplante

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    Una impactante novela sobre las trampas de nuestra mente.

  • Cuando el cielo se queme de Jordi Sierra I Fabra

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  • El Camino del Sol de Lisa Kleypas

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    Lucy Marinn es una artista vidriera que vive en una pequena ciudad costera del estado de Washington. Se ve pillada por sorpresa ante la traicion de su prometido, que la ha dejado por su nueva amante, que no es otra que Alice, hermana de Lucy. Para Lucy es otra desilusion que se suma a una vida amorosa poco afortunada. Kevin pide a su amigo Sam Nolan que salga con Lucy para que se relaje y hacerle superar su rencor. La situacion se complica cuando Sam y Lucy empiezan a enamorarse, Kevin alberga dudas sobre su relacion con Alice, y Lucy descubre el comienzo poco prometedor de la suya con Sam...

  • My Angel de Dama Beltran

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    Thomas Sanders y Virginia Wallace quedaron unidos en el pasado por una apuesta, pero cada uno siguio su camino imaginando que lo sucedido no alteraria sus vidas.

  • Mi duquesa espanola de Claire Phillips

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    Desde la muerte de sus padres, para Alejandra la vida giraba en torno a sus dos hermanos, Roberto y Teresa. Lo que no podia imaginar es que el unico hombre en el que jamas pensaria posar sus ojos seria el unico que despertaria sentimientos desconocidos. Ella era ajena a su mundo y no deseaba formar parte de el, pero al mismo tiempo era incapaz de ignorar lo que el despertaba y le hacia desear. Admirado por sus pares y deseado por las mujeres, el duque de Chester era un hombre acostumbrado a conseguir lo que deseaba. Lo que no esperaba era que esa joven con la que tropezaron una manana mientras auxiliaban a un par de pilluelos de los alrededores de la propiedad ducal, fuese a ser su destino, un destino al que no se opondria ni resistiria bien era cierto que tampoco esperaba que la joven que seria su destino resultase una joven terca, demasiado inteligente para su bien y, sobre todo, sin deseo alguno de convertirse en duquesa, en su duquesa.

  • Domina, L.S. Hilton de L.s. Hilton

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    Segundo volumen de la trilogia que ha estado en boca de miles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LA PERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENETICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA, MUERE.

  • En el azul de tu mirada (Romantic Ediciones), Jasmine Rogers de Jasmine Rogers

    https://gigalibros.com/en-el-azul-de-tu-mirada-romantic-ediciones-jasmine-rogers.html

  • La corrupcion de un presidente sin tacha de Francisco Perez De Anton

    https://gigalibros.com/la-corrupcion-de-un-presidente-sin-tacha.html

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  • La justicia de los invisibles 1 de Joaquin Euler

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    La Justicia de los invisibles. Sin Salida (Libro I)

  • Atraccion (Apuesto y maldito) de Anisa Gjikdhima

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    LA HISTORIA QUE HA ENLOQUECIDO A MILES DE
    FANS EN WATTPAD.
    Elisa Ston es una chica decidida, con la cabeza bien puesta y una vision clara de su futuro: una carrera de abogado y un companero sentimental y dulce que la ame. Pero no contaba con la llegada de Erik Truston. Multimillonario de veintinueve anos, el hombre entra en su vida como un huracan y la sorprende. Erik no podria ser mas diferente del hombre que Elisa imaginaba tener a su lado. Arrogante, presuntuoso, calculador y a menudo indiferente, cree tener el mundo bajo sus pies. Una combinacion de defectos de la que Elisa querria mantenerse lejos, y aun asi le vale solo con mirar sus ojos azules para perder completamente el control.

  • El secreto de Amanda de Sarah Rusell

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    El dia amanecio gris y lluvioso pero, con independencia del tiempo que hiciera, mis mananas se habian tenido de color, desde hacia unas semanas. --Cristina, carino, un dia te dejas la cabeza se ve venir, !toma la mochila! --le dije, mientras corria tras ella. --Mama, yo lo llevo todo, no te preocupes --dijo el pequeno Pablo. --No tengo ninguna duda de eso, amor. Un beso y suerte con el examen --dije. --Hoy no vengo a comer, Amanda, recuerda que tengo reunion con los de la nueva campana. La cercania de las Navidades es la misma locura de todos los anos --me dijo Javier, mi marido, dandome un beso y saliendo por la puerta de modo precipitado. Por fin estaba sola y en 30 minutos llegaria el momento mas esperado del dia. Esa era el tiempo prudencial que Mario y yo habiamos establecido despues de que saliera Javier de casa, por si acaso algun olvido le hacia volver alguna de las mananas. Media hora despues de salir, ya estaria en el trabajo y era improbable que pudiese volver. Asi que, todas las mananas, justo a las 9:00, iniciaba mi sesion de Skype y Mario estaba esperandome al otro lado de la pantalla. Eso si, solo chat escrito... --Buenos dias, preciosa. ?Como has dormido hoy? --Mucho mejor pero te vuelvo a preguntar lo de todos los dias, ?por que crees que soy preciosa? --Lo intuyo, preciosa, lo intuyo. ?Sabes? Me gusta cerrar los ojos y ponerte cara. --Pero esa es la cara que tu me pones, no la real... --Pues algo me dice que debes ser todavia mas guapa... --Creo que me subestimas, yo no me veo... --Tu tienes la moral baja carino, no estas pasando por tu mejor momento, pero pronto vas a sacar la mejor version de ti misma...Una renovada que supere a la anterior, si es que eso es posible... --Vuelves a subestimarme, yo no creo merecer... --Tu eres una mujer de bandera y yo me voy a dejar la piel en que tomes conciencia de ello... --Eres muy bueno pero Mario...No te he contestado antes. Ya descanso mucho mejor y, desde que has aparecido en mi vida, los suenos se han normalizado, no he vuelto a tener pesadillas... Aquellas pesadillas a las que me referia eran el motivo de que, por primera vez en la vida, viera salir a mi familia por la manana, rumbo a cumplir con sus obligaciones, mientras yo me quedaba en casa. Soy policia nacional y, un incidente fortuito hizo que mi companero perdiera la vida justo a mi lado, hacia unos meses. Medite y llegue a la conclusion de que necesitaba un tiempo para mi por lo que, despues de consultarlo con la almohada y con Javier, decidi pedir una baja medica. Las primeras semanas no fueron faciles porque pronto me di cuenta de no estaba acostumbrada a la rutina del hogar, pero en el fondo sabia que debia darme un respiro y que era mejor asi. Y ahora, Mario habia aparecido en mi vida, via pantalla de Skype. Una invitacion inesperada, que resulto ser para alguien que se llamaba igual que yo y, una conversacion que se inicio de esa improvisada manera y que ninguno de los dos queriamos dar por finalizada. Desde entonces no habiamos dejado de hablar de lunes a viernes. Los fines de semana no nos era posible y esa era la razon de que hubiera comenzado a odiarlos. --Todavia alucino y lo sabes. No se como he podido contarte tantas cosas en tan poco tiempo y sin conocerte de absolutamente nada... --Porque estamos hechos el uno para el otro y tu tambien lo sabes... --Pero me siento culpable Mario... Javier no lo merece. Siempre ha sido muy bueno conmigo y todo se le hace poco para nosotros... Trabaja mucho, es solo... --Es solo que te ha descuidado, Amanda. Si no lo hubiera hecho, yo no tendria cabida en tu vida. Si me estas haciendo hueco en tu corazon es porque ya lo tenias medio vacio... --Lo hemos hablado antes, la rutina no es buena companera Mario... Y yo tampoco le puse las cosas faciles. Trabajaba mucho y me costaba desconectar. Y el lo mismo. Cuando llegaron los ninos pillabamos turnos contrarios para poder cuidarlos. Nos veiamos muy poco y siempre estabamos cansados... --?Y el sexo? --El sexo fue decayendo. Se fue esfumando por las grietas de la monotonia y, cuando quisimos darnos cuenta... --Entiendo, amor. No tienes que darme mas explicaciones. Y dime, ?en que momento sexual te encuentras ahora mismo? --Activando el modo "on" … Esta noche he sonado que lo haciamos y reconozco que me he despertado muy humeda y alterada... Es la primera vez en mucho tiempo que tengo unas ganas tremendas de... --?De que, Amanda? --de tener un asalto sexual de lo mas intenso, Mario. --?Y tengo yo algo que ver con eso? --Algo no, tienes todo bandido... Nunca hubiera imaginado un giro tan inesperado y emocionante para mi vida en tan pocos dias... Es mas, por fin vuelvo a sentirme fuerte y creo que no tardare mucho en volver a incorporarme al trabajo. --Eso me alegra y me pone a partes iguales, carino. --?Te pone? La parte de que te alegre la entiendo pero que te ponga... --?Tu que crees? Solo de imaginarte vestida de poli, con las esposas a la cintura dispara mis instintos mas salvajes... --Si no fueras tan estricto con las normas del juego, podrias verme ahora mismo. --Es una oferta muy tentadora pero hemos hecho un pacto y lo vamos a cumplir hasta el final. Si soy capaz de enamorarte hasta decidir comenzar una nueva vida juntos, tendremos un encuentro cara a cara. Si por alguna razon esto queda en agua de borrajas, preferire no haberte visto nunca en persona, mi nina. --Pero Mario, yo soy partidaria de que una no se puede enamorar sin haber visto a la otra persona. Creo que solo puedes enamorarte del conjunto, del interior, del exterior, de como huele y de como se mueve, asi como de todas y cada una de sus imperfecciones... --?Tu confias en mi, Amanda? --Sabes que si, Mario. --Pues entonces, date por enamorada... --?Y tu, piensas en mi por las noches? --?Tu que crees? Cuento las horas para hablar contigo... --Este rato de por la manana se nos va a hacer muy corto, se nos hace ya muy corto, mejor dicho... --Es complicado. Sabes que es lo unico que puedo sacar durante mi jornada laboral. Es el que paso solo en mi despacho antes de empezar la primera clase y luego, por la tarde, coincido con Elsa en casa, no es facil... --?Tu no te sientes culpable por ella, Mario? --Yo prefiero no pensar... --Cuentame alguna anecdota divertida como esa de ayer, por favor... --?De esas de cuando era un pieza de joven? Me quedan ya muy lejos, ?eh? Con el tiempo me reforme, cuando ya tuve novia y tal... Espero que no te asuste por nada de aquello, que tu eres la autoridad y pareces muy formalita... --Oye, que yo tampoco he sido la madre Teresa de Calcuta, !Tambien he hecho alguna que otra! ?Que te crees? --Una tuya por otra mia, venga... --?Cual es la trastada mas grande que has hecho en tu vida? --Me da corte contarlo, yo tambien tengo mis limitaciones... --Venga porfi, que sabes que me parto de risa con tus cosas... --Pues yo creo que la mas gorda que hice fue liarme con la madre de un amigo cuando tenia dieciocho anos. --?En serio? --Y tan en serio...A ver, que no fue premeditado pero que estaba de muy buen ver... no vayas a creer que me lie con un carcamal... --Cuenta mas, venga, !quiero detalles! --Seras morbosilla, !solo si luego me respondes a lo que te pregunte! --Trato hecho... --Pues nada, fue una tarde que mi amigo no estaba en su casa, !claro, faltaria mas! Llegue por equivocacion, teniamos que hacer un trabajo y el habia salido. Por lo visto tenia partido de futbol. Total que una cosa llevo a la otra y, en vez de hacer un trabajo, !pues nada que hice otro! --Tu eres un caso... --Era, era, !que ya estoy reformado! --?Cuanto de reformado? --Pues lo suficiente para solo tenerte en mi mente a ti. Me ha dado muy fuerte y no puedo ni quiero evitarlo. Deseo que todo fluya... --Yo no puedo prometerte nada Mario, esto me excita y me asusta a partes iguales. Reconozco que me esta viniendo fenomenal porque, en el peor de los casos, me estas ayudando mucho y, en el mejor, puedo ganar al hombre de mi vida pero, ?y tu? --?Cuantas veces tengo que decirte que no te preocupes por mi, Amanda? Conozco el riesgo. Esto es un juego fascinante, pero que no deja de ser peligroso. En cualquier caso, si me quemo, es cosa mia... --No digas eso, Mario. Me afecta. --?Te afecta? Me gusta escucharlo... --Si y es mas... --?Es mas...? --Te diria que me duele, pensar que pueda hacerte dano es una idea que no soporto... --Supongo que he de tomarlo como un cumplido y no imaginas lo que me ilusiona pero no sufras, amor... --?Te he dicho ya lo que me gusta escuchar ese "amor"? --No, no me lo has dicho, pero estas a tiempo, soy todo oidos. Y, por cierto, aprovecho para decirte que tambien me encantan los mimos. --Lo se. Me cuesta mas. Lo siento. No quiero que me tomes por una mujer fria. Es solo que la situacion me descoloca. Eso si, ?me crees si te digo que no hay hora en el dia en la que no piense en ti?--?Me crees si te digo que no hay palabras que puedan entusiasmarme mas que esas? Y por cierto, bonita sonrisa. --?Como? --Un escalofrio me recorrio el cuerpo. Mario, ?me has visto? --Ya quisiera yo, Amanda. No te he visto, pero me lo acabas de confirmar. Es lo que buscaba. Creo firmemente en eso de que "quien bien te quiere, te hara reir" ... --Entonces debes quererme mucho porque contigo me parto... --Por cierto, todavia no me has contado lo que llevas puesto hoy... --?Y quien te dice que llevo puesto algo? --guauuuuu...solo de pensarlo, !ardo! ?En serio? Haz los honores, please... --Digamos que llevo puesto uno de esos minusculos tangas negros de los que me dijiste que te pierden y, !un complemento mas! !A ver si lo aciertas! --?Un balconette a juego? --No... --?Un corse? --Va a ser que tampoco... --?Un liguero?… --Frio, frio... --Unas medias de esas de red que... --Mas frio, todavia... --Ok, ok... --Vuelvo a subir, pues... --!Cielos! Uno de esas gargantillas tan seductoras... --Caliente, caliente... --No sabes cuanto...Sueltalo ya, anda...Me estoy poniendo a tope... --Llevo una pequena corbata finita, de esas negras femeninas… Con el nudo ligeramente desabrochado y el resto cayendo sobre mis senos desnudos... --Ponte en el filo de la silla, por favor... --Ummm, chico travieso... --Acercate a la pantalla...Puedo sentirte Amanda, es como si percibiera tu olor, notara tu presencia... ?Que sonaste? Cuentame al detalle... --Pues sone que estaba tendida boca arriba en una cama con sabanas de saten blanco, totalmente desnuda, con un antifaz negro en los ojos. Tu llegabas y comenzabas a desvestirte lentamente. Cuando le toco el turno a tu cinturon, escuche la forma en la que se deslizaba por tus presillas y... --Creo que tengo un caballo al galope en el pecho, cielo. ?Sabes eso de que hace mucho tiempo que tienes dormidas ciertas sensaciones y de repente...? --Se, se... --Sigue, por favor, no nos queda mucho tiempo... --Pues que note que pasabas la correa entre mis munecas y, me atabas a los barrotes del cabecero... --?Te gusto? --Me erizo de arriba abajo, Mario... --?Y? --Tan pronto te acercaste y comenzaste a besarme, senti que me derretia... Mientras lo hacias bajaste tu mano y notaste mi extrema humedad...Tus dedos se deslizaban hacia el interior y ahogaste mis gemidos con mas besos. Llevaste mis manos hacia tu miembro y, lo erecto que estaba me encendio todavia mas... --Sigue por favor... --Al contacto con el y mientras seguias tocandome, note un intensisimo orgasmo y....me desperte con la certeza de que, pese a ser un sueno, el orgasmo habia sido real...Ademas, creeme que tuve que disimular. Tengo la sospecha de que mis gemidos nocturnos han sido tan reales como el orgasmo, !y se han escuchado! --Jaja, no puedo creerlo. No hago mas que meterte en lios... --No digas eso y, de ser asi, !vivan los lios! No soy la misma desde que has aparecido... --Amor, mucho me temo que tengo que comenzar a trabajar. --Ok, Mario. Manana mas y mejor. Te deseo un buen dia. --Y yo a ti otro, tan precioso como tu... Mi sensacion al dar por finalizada la llamada era la misma todas las mananas. Me sentia vacia. Aun no llegaba a entender como, alguien que habia aparecido hacia tan poco tiempo, podia llenarme tanto. !Menos mal que tenia trabajo para dar y regalar en casa y eso me mantendria distraida! Habia proyectado que ese dia terminaria de sacar toda la ropa de invierno de los armarios de los ninos, seleccionaria, veria a que prendas tenia que "darle el pasaporte" y haria un listado con lo que necesitaba cada uno de ellos para ir de compras. Cristina era la mayor, tenia diez anos y era un autentico torbellino, con una personalidad arrolladora. El pequenin Pablo, de siete, era mucho mas formal y tranquilo y en aquellos momentos exhibia una divertidisima mella. En cuanto a mi, habia cumplido los treinta y cinco y sentia que tenia todavia mucho camino por recorrer. Otra cosa es, de la mano de quien lo hiciera... La labor de los armarios empezo a agotarme. Eran las doce de la manana. Faltaban veintiuna horas para volver a hablar con Mario. Sonrei pensando en las casualidades de la vida. Aquel nombre me habia gustado de siempre, tanto que llegue a dudar en si llamar asi a mi hijo, aunque finalmente peso el gusto de Javier por Pablo, en honor a su escritor favorito, Pablo Coelho. Alli, con la ropa de los ninos en la mano, volvi a tomar conciencia de que el tiempo pasaba demasiado deprisa. ?Seria capaz de abandonar todo lo que hasta ahora habia sido mi mundo y salir de eso que llaman "la zona de confort"? Evidentemente tal decision no implicaba dejar a los ninos pero sabia que Javier lucharia por una custodia compartida. Los adoraba. El temor empezo a apoderarse de mi. Necesitaba un cafe. Y una llamada de telefono. --!Hola, Paty! ?Puedes hablar? Paty era mi mejor amiga desde que nos conocimos, con seis anos y estudiamos juntas hasta que yo ingrese en la Academia de Policia y ella en la Escuela de Enfermeria. Me conocia a la perfeccion, igual que yo a ella y, si de algo podiamos presumir, es de que entre nosotras no habia secretos. --Puedo, puedo. Te dije que estaria saliente de guardia pero ya sabes que soy incapaz de descansar cuando llego a casa. Ya me echare despues del almuerzo. Contesta, ?ha aparecido ya Don Juan? Aunque a juzgar por lo animado de tu voz no tengo ninguna duda... --Si, si, claro. Estuvimos hablando a la hora acordada, como cada dia... --?Y?… --Y cada vez mas enganchada. No tiene nada que ver con los primeros dias, que mas que una cita virtual, parecia una terapia. Ahora es... !saltan chispas! --No hace falta que lo jures. Puedo percibirlo en tu voz Mandy (asi es como me llamaba carinosamente), ?sabes que te estas metiendo en la boca del lobo, verdad? Que yo soy quien para decir nada, !menudo referente! Pero tu estas hecha de otra pasta... --?De que pasta, Paty? --Bueno, digamos (y sin ofender) que en tu vida personal lo mas emocionante que has hecho ha sido ganar una partida de parchis... --!Yo tambien te quiero, jodida! Me vas a deprimir... --No es eso, pero piensa que tu vida es muy convencional. En el fondo siempre te he admirado por eso. La has ido disenando, como si se tratara de encajar las piezas de un puzle y, ahora que... --Sigue por favor. Me conoces mejor que yo misma, jaja... --Pues que ahora que las tienes todas encajadas, estas cogiendo carrerilla para darle una patada. Y me asombra, eso seria mas propio de mi... --?Y si te dijera que en ese perfecto puzle la pieza que me falto por incluir fue el oxigeno? Me estoy ahogando Paty, necesito aire fresco y Mario...Bueno el no es como una bocanada de aire frio, es mas bien como todo un vendaval y, de hecho, si termino apostando por el, arrasara con todo lo que ha sido mi vida hasta ahora... --?Y estas preparada para eso? --?En serio me lo preguntas? Sabes que no tengo ni idea. Solo se que... --?Que sabes, Mandy? --Que me hace sentir viva y hacia mucho, mucho tiempo que no me sentia asi. --?Y entonces? Bueno, entonces esta Javier, al que quiero mucho, pero a quien miro ya con otros ojos y luego estan los ninos que... --Y luego esta que tienes miedo y te estas escondiendo detras de todos los que te rodean, Mandy. Por el amor de Dios, mirate, eres una policia condecorada, te has visto en jaranas en las que los demas nos hubieramos ido por la patilla y ahora... --Pero esto es distinto, Paty. Sabes que la cuestion de los sentimientos no es mi fuerte y con Javier lo tuve siempre todo muy facil. Lo estudio para que, cuando quisiera darme cuenta ya estuvieramos saliendo, me pidio casarnos como quien no quiere la cosa... Eramos un equipo... Realmente no se lo que paso. El caso es que ya lo veo como historia... --Pues te digo yo lo que paso, Mandy. Es muy sencillo: que cuando la rutina entro por la puerta, el amor salto por la ventana. Te lo adverti, a los treinta pareciais una pareja de cincuenta, !Solo os falto un viajecito del INSERSO! Y ahora Mario ha venido a recordarte que estas viva y tu, quieres recuperar el tiempo perdido... Nos despedimos con la promesa de pasarle "el parte del dia" a la manana siguiente. Volvi a mis cosas mientras puse a Dani Martin de fondo con su "Que bonita la vida" y, a la par que canturreaba, solo pensaba en una cosa: cada minuto que pasaba quedaba menos para volver a hablar con mi misterioso Mario.

  • Cataclismo de Aryam Shields

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    Si tuvieras que elegir entre el amor y tus suenos ?Que harias?
    La vulcanologa Charlotte Hunter tenia su futuro planificado, ambiciosa y brillante, sabe que no cometera los mismos errores de sus padres. Ella esta destinada a triunfar.
    Hasta que una noche conoce al corresponsal de prensa Nathaniel Coleman.
    Entre ellos surge una atraccion instantanea que hace tambalear las premisas que Charlotte habia decidido para su vida, antes de que suceda lo inesperado ella decide marcharse sin pensar en nadie mas que en ella.
    Seis anos han pasado desde que Nate vio por ultima vez a Charlotte, la vida le ha sonreido, esta a punto de casarse con una mujer hermosa y ha cumplido todo lo que una vez sono.
    Pero el cubrimiento mediatico a un congreso partira su vida en dos cuando un encuentro inesperado con su amor del pasado, lo lleve a enfrentarse a mentiras ocultas y verdades que siempre han estado alli envolviendolos en un verdadero Cataclismo
    ?Pueden tus ideales lastimar lo verdadero e importante?
    De la autora de las bilogias Ensename y Contrato llega esta intensa y adictiva historia. ?Te atreves a conocerla?

  • Preguntaselo al gato de Melinda Metz

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    Jamie no queria volver a enamorarse… pero su gato MacGyver tenia otros planes para ella. !Como iba a quedarse quieto un gato con ese nombre! Jamie Snyder tiene treinta y cuatro anos y esta soltera. Sin embargo, no es que tenga muchas ganas de iniciar una nueva relacion… Tras sufrir durante todo un ano a un tipo enamorado de si mismo y a otro… que habia olvidado decirle que estaba casado, ha decidido celebrar el ano de ella con ella misma y MacGyver. MacGyver no es otro que un gato encantador que tiene el habito, no tan encantador, de escabullirse por la noche y robar cosas a los vecinos. Si, es cierto: MacGyver es un gato ladron, pero sigue siendo el unico ser del genero masculino en el que Jamie confia… y la unica compania que necesita, ?no?

  • Marea toxica de Chen Qiufan

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    El nuevo talento de la ciencia ficcion llegado de China.

  • Acero Fundido de Susana Torres

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    La manana que a tantos les parecia una hora de ininterrumpida actividad en las calles del distrito de Flatiront, no era mas que una experiencia vacia para Arturo Matas. Un hombre que vivia del exito de su compania que claramente se evidenciaba en el lujo de su departamento. Un pent-house ubicado en el One Madison de la calle 23 de Manhattan que, a pesar de su vista alucinante, no le conseguia recompensa alguna en apreciar su entorno porque cada aspecto de su vida tenia de gris los escenarios del dia a dia. Se encontraba determinado a levantarse minutos antes de que sonase el despertador, pero, al igual que siempre, luchaba con la idea de atender asuntos de negocios. Esta seguro de que es hora de despertarse. Los sonidos de las ya activa calles de Nueva York intentan llamar su atencion, pero nada puede llegar a sus oidos. El sol atraviesa los vidrios reforzados que rodean su hogar y reflexionan en un adorno de metal pulido que tiene sobre la mesa de noche al borde de su cama. El brillo y calor que emana de la pequena estrella de su sistema solar, lo mantiene al tanto de la hora que es, a pesar de no haber abierto los ojos aun. Planea levantarse sin muchos problemas; el momento de salir a ganarse la vida ha llegado, para eso se ha esforzado tanto, para eso ha dejado de lado cualquier cosa que pudiese distraerlo de su profesion de ejecutivo importante --o a menos asi le dicen--, que por mas de nueve anos ha practicado en el puesto de dueno, CEO y gerente de su propia empresa. Trata de apagar el despertador con la mano que tiene libre y por fin abre los ojos. Se queda penetrando la ventana con la mirada. Por un momento, como hace cada manana, se pregunta <> con la intencion de encontrarle sentido a su rutina diaria. Se levanta y se dirige al enorme bano de su habitacion para comenzar el proceso de aseo matutino. Lo importante es arreglarse antes de las siete de la manana, para el, el llegar despues de esa hora es un retraso; eran las seis cuando se desperto. Luego de terminar su rutina de limpieza, se arregla con uno de los cientos de traje de etiqueta que siempre usa. Su casa, tan inmensa como solitaria, no esta repleta de la esencia que emana una compania bien merecida. Arturo Matas no tiene a nadie a su lado porque, segun el percibe, sus ambiciones son claras y la unica persona capacitada para entenderlas es el mismo. Las cosas le han funcionado muy bien hasta ahora con esa filosofia, no habia motivos para cambiarla. Al pisar suelo firme, despues de bajar por el ascensor que se conecta con el anexo que le permite ingresar a su hogar, se encuentra con que su coche y quien lo conduce, no ha llegado. Le busca con la mirada antes de sacar su celular del bolsillo con la intencion de llamarlo hasta que se da cuenta que esta estacionado en la calle de al frente. La cruza y luego lo aborda. --Buenos dias Tom --dijo al cerrar la puerta. --Buenos dias senor Arturo. ?Listo para comenzar el dia? --le pregunto animado. --Nunca lo estoy. Por favor, llevame lo mas rapido que puedas. --Como usted diga, senor Arturo --le respondio Tom no se molestaba al perder el tiempo en hablar con Arturo. Este no era de mucha platica, sin embargo, ocasionalmente le proferia alguna respuesta no muy pedante. Pero, despues de todo, la actitud del senor Mata siempre era la misma. Tom arranco el coche, subio el panel que separaba la vista entre el y su pasajero, y tomo las calles correspondientes hasta su trabajo. --!Ah!, Tom, un momento. --dijo Arturo. --?Si? --respondio bajando el panel. --Por favor, si no es mucha molestia, pasa por algun cafe cercano que quiero desayunar. --Le indico Arturo. Tom tomo la sexta para dirigirse a la septima avenida hasta el Seven Grams Caffe. Arturo se bajo, pidio un expreso, unos ponquecillos y se regreso al vehiculo. Una vez adentro, comenzo a consumir su desayuno con la mayor calma del mundo, sin apresurarse, mientras observaba por la ventana del coche las calles de Manhattan hasta llegar al Rockefeller Centre, en donde tenia una de sus sucursales, que, de hecho, era en donde el administraba todo. Al llegar a su oficina, le recibe un juego de diferentes papeles, reportes, llamadas y encargos como de costumbre. <> --su secretario-- penso, cuestionandose la idea de que Kate --la recepcionista-- le informe de ello cada vez que entre. No duda mucho en tomarlas ya que es su responsabilidad atender tales casos, a pesar de que su hermano y asistente (Kyle) es quien debe decirle que tiene pendiente. --!Buenos dias, senor Matas! --le dijo Kate antes de indicarle sus encargos. --Buenos dias, Kate, avisele a Kyle que ya llegue, que prepare mis cosas --respondio Arturo. --No hay problema, yo le hago llegar su mensaje, senor. --Gracias --dijo, mientras caminaba hacia el interior del recinto. Arturo, solo compartia su tiempo con su hermano menor. Kyle no tenia un trabajo estable hasta que se mudo a Manhattan con la esperanza de que su hermano lo tomase en cuenta en memoria de aquellos momentos que vivieron en su juventud, eso les decian a todos. La historia que manejaban aquellos que no fuesen ellos dos, era que Arturo lo contrato como su asistente personal para evitar que su madre le reclamase que no hacia nada por el. En efecto, no compartian tanto como muchos habrian de creer, a pesar de que le tenia afecto, no lo demostraba por su habito de pocos amigos. Nadie se escapaba de su forma de ser, siquiera Kyle. Camino a traves del conjunto de cubiculos que rodeaban lo que era su oficina actual hasta llegar en donde se encontraba su hermano, sentado, atendiendo unas llamadas importantes. En lo que este lo ve, cuelga y se levanta para seguirle el paso. --Arturo, llegaste --senalo Kyle-- Tienes un cafe en tu escritorio junto con los documentos que me solicitaste ayer. --No importa, Kyle, ya desayune. --Bueno, ?Que mas da?, ya voy y me lo tomo. --De acuerdo, ?algo mas? --pregunto sin detener su paso hasta la oficina. --Del resto, nada fuera de lo ordinario. Estoy esperando a que llegue el encargado de las relaciones publicas, tiene mas de dos semanas sin venir y no se ha comunicado para dar por lo menos una excusa. --Te dije que te ocuparas de eso antes de hoy. --Lo se, pero debia esperar dos dias mas para poder hacer cumplir el contrato. Arturo llego hasta su oficina, aparto el asiento y se acomodo en el, mientras, Kyle le seguia hablando. --El caso es que ya nos ha ido lo suficientemente mal como para tener que esperar a que David se indigne en regresar al trabajo. ?ya sabes que hacer? ?No? --le inquirio Arturo Segun el contrato que habia preparado, a aquel que lo incumpliese, le correspondia un despido inmediato. Kyle abrio la carpeta que tenia abrazando a su cuerpo y anoto <> en la Tablet junto al nombre de David, pensando que, a pesar de que no queria que estuviese despidiendo a las personas, no podia contradecirle ya que despues de todo, era un incumplimiento de su trabajo. --Listo, yo me encargare de eso. --No podemos darnos ese lujo Kyle, y tu lo sabes. --Si, lo se. Ahora toca buscar un remplazo. --Hazle llegar su carta de despido e inmediatamente comienzas a buscar alguien para que le remplace. --?Alguna persona en especial? --inquirio Kyle sin levantar su cabeza de la tableta electronica en donde estaba anotando. --Sorprendeme, no quiero a nadie inutil. Busca posibles candidatos, para pasado manana quiero estar entrevistandole. --Muy bien, hermano. ?Otra cosa? --Si, pide una reservacion para dos en el Eleven Madison Park --?Esta vez quien es la afortunada? --pregunto con un tono travieso. --Una chica que conoci el viernes, haz la reservacion y ya --le espeto Arturo. --?Para cuando? --Para hoy al medio dia, como a eso de las doce y media, habla con Billy, dile que es de mi parte. --Esta bien. Kyle tomo el cafe que habia dejado en el escritorio y se retiro de la oficina directo a realizar lo que su hermano le habia encargado. Escribio en una pagina de empleos la solicitud, llamo a diferentes pasantes y contacto a varias empresas para preguntar si no conocian a algun relacionista bueno en el area. Estaba al tanto de que mientras estuviese sin alguien encargado, el tendria que realizar el trabajo, que no le correspondia, por mas tiempo. Su prioridad era encontrar a alguien. Se paso ambas manos por la cara para despejar el cansancio de las noches sin dormir que le pegaban en el rostro por la misma razon por la que estaba buscando un remplazo. Al finalizar, se sumio en el resto de su trabajo. Tenia la esperanza de que alguien realmente util apareciera para el puesto. A Arturo solo le importaba el bienestar de su negocio. Se catapulto a la cima de su propia empresa como el dueno de una compania lucrativa de conglomerado. Pudo destacar entre ellas los bienes raices, articulos tecnologicos, parte de una revista y agencia de modas, tiendas de retailling y agregar otras poco a poco a lo largo de su carrera con la idea de hacer una corporacion que se aprovechase de un gran numero de multitareas. Parte de su exito no se debia a su carisma ni a su comportamiento abiertamente social, en cuanto a su forma de ser, las personas a su alrededor le percibian serio y reservado. Es un hombre sin muchos fantasmas, pero cuando se trata de mantener una relacion estable --amigos o pareja--, se determinaba a no darle mucha lena a lo que fuese que cobrase vida en su debido momento. Su ocupacion era la vida de negocios, la administracion de su propio trabajo. Nada debia ni tenia la potestad de causar problema alguno. A pesar de ser un hombre relativamente modesto, su forma de ser no aportaba mucho para la manera en que los demas le retrataban. Se veia como un empresario exitoso, pero gran parte de eso se debia al triunfo de su empresa, para el exterior, el mundo que lo rodeaba, no terminaba de adaptarse a el. El encargado de hacer de la imagen de la compania y del mismo Arturo fuese adecuada, se negaba a hacer bien su trabajo debido a que no toleraba su actitud. David no aceptaba tener que defenderlo frente a los demas peces gordo de la compania por lo que renuncio de manera indirecta. AArturo no le parecia algo adecuado ser objeto de criticas con respecto a su vida personal, su manejo de la empresa o de la forma en que esta no se llevaba bien con los medios. Cada que hacia una beneficencia, una fiesta importante, rueda de prensas, una junta directiva o lo necesario para catapultar a la organizacion, se veia en la obligacion de pagar de mas a causa de no tener el encargado adecuado. Su hermano, sufria gran parte de ese peso. Y, asimismo como el futuro de su corporacion estaba sufriendo su mala espina, actualmente, se encontraba en relaciones poco duraderas --por asi decirle-- que lo llevaban a gastar dinero o prestar un poco del mismo para evitar que se opusieran a la idea de no tener mas de una experiencia con el. Se alejaba lo mas que podia del compromiso, de las responsabilidades ajenas. Nada mejoraba su situacion. Ocasionalmente se le veia con varias mujeres hermosas: modelos, chicas jovenes, damas adultas. Ninguna relacion era a largo plazo, siempre una conversacion ocasional, un almuerzo en restaurantes elegantes para terminar en su departamento para el coito de media tarde. Ese era su ritual, algo imperturbable e inalienable. O eso creia. * * * * Pasada las horas luego de su llegada, Arturo se encontraba viendo los papeles de oficio que le habia entregado su hermano para que revisara. El reloj estaba a punto de marcar las doce y aun no se presentaba aquella chica con la que habia quedado para almorzar. Asomaba su muneca derecha para revisar si realmente la hora que mostraba su computador no era la correcta. Le disgustaba la impuntualidad, a pesar que el mismo se tomaba su tiempo * * * * Por otro lado, mientras el se encontraba sumido en su trabajo, en la recepcion llego su cita. -- Estoy buscando al senor Arturo Matas--anuncio a Kate. --?Tiene cita con el? --Pregunto la recepcionista. --Si, digale que Karen le esta buscando --le dijo. Karen estaba no muy lejos del aparador que la separaba de Kate, no sabia si estaba preocupada o nerviosa, pero el ambiente del lugar le daba una sensacion que la sacaba de su zona de confort. Era una de sus muchas mujeres de ensueno con las que se topaba Arturo. Aquellas que se acostaban con el hombre encargado de una compania multimillonaria, de las cuales, muchas estaban al tanto de la naturaleza de su relacion. No buscaban mas que sexo ocasional; un sex appeal de magnate, un cuerpo atractivo y ser un soltero cotizado, eran atributos suficientes para no tener una vida sexual dominada por la abstinencia. Las mujeres iban, venian o disfrutaban en el bano de algun establecimiento especial, pero, nunca se quedaban. Kate cumplio con su trabajo. Le comunico al asistente de Arturo que su cita de las doce habia llegado. Una vez la recibio, acercandose a la puerta y asomando parte de su cuerpo, le comunico a su hermano la noticia. --Arturo, Kate dice que hay una tal Karen en la recepcion preguntando por ti. --le dijo. --?Hiciste la reservacion? --pregunto levantando su mirada de los papeles que sostenia. Arturo lo veia como una cita mas, pero, sin embargo, no podia tener una relacion sexual adecuada sin llevar a su chica a un almuerzo elegante o a algun lugar respetable. Si tenia tanto dinero, debia usarlo adecuadamente. --Si, esta todo listo. --Esta bien, dile a Kate que ya voy para alla. --?Regresaras? --Le pregunto Kyle entendiendo el motivo de su cita. --Si, a las tres de la tarde estoy aqui --le dijo levantandose de su asiento. --Por favor no te ausentes, que ya suficiente trabajo me estas dejando --dijo moviendo hacia atras su cabeza en senal de cansancio. --Te dije que regresare, no te preocupes. Encargate de buscar el remplazo que te dije, eso es lo que debes estar haciendo ahora. --Ya estoy en eso --le respondio-- tu ocupate en llegar a las tres. --?Me estas dando ordenes? --le pregunto seriamente en tono desafiante. --No, solo hazlo. Ambos se miraron a los ojos, sin nada que decir. Eran hermanos, por encima de sus cargos, Kyle le hablaba como el hermano que era y Arturo lo dejaba pasar. Lo hacian todo el tiempo si tener animos de discutir, pero las personas a su alrededor lo veian como una relacion disfuncional nada positiva. No lo era. Ambos compartian mas que la sangre. Arturo salio de su oficina y se dirigio hasta la recepcion en donde se encontraba Karen esperandole. Kate le informo a la chica que le esperaba, que Arturo llegaria en cualquier momento, por lo que seria mejor que le esperase sentada. Era una mujer joven, sin muchas aspiraciones en su vida. Al momento en que Karen llego al edificio en donde se encontraria con Arturo se percato que parte del lugar ya era lo suficientemente lujoso para ella. Cuando le dijo que trabajaba en el Rockefeller Centre, no se imaginaba que lo hiciera en su propia empresa. No recordaba haber estado antes en ese lugar a menos que fuese pasando por las navidades a ver los arreglos de la epoca. <> penso, creyendo que podria ser simplemente una forma de atraer mujeres, pero, de todos modos, seguia con la duda. Arturo atraveso el umbral que separaba el interior de lo que dividia aquello que correspondia al area de trabajo con la recepcion mientras se acomodaba los botones del saco de su elegante traje. Karen se levanto inmediatamente lo vio y le demostro una sonrisa cohibida en son de saludo. --Hola, Karen, ?Tienes mucho tiempo esperando? --pregunto Arturo al llegar a la recepcion. --No --le dijo borrando la sonrisa de su rostro para cambiarla por un gesto de descuido-- Llegue hace veinte minutos. --Muy bien, muy bien. --le dijo, hizo una pausa y agrego-- te ves hermosa --agrego, observandola de pies a cabeza. --Gracias --Repuso. A comparacion con la forma de vestir de Arturo, sabia que no estaba ni cerca de sus mejores pintas. El no esperaba que estuviese vestida de gala. --No hay de que --excuso Arturo. --No me lo esperaba, la verdad. --No te preocupes --le indico-- ven, acompaname arriba para ir a comer. --?Arriba? --pregunto extranada-- ?Que hay arriba? --Arriba esta el helicoptero que nos llevara a nuestro destino. Estamos con el tiempo justo. No te preocupes --intento calmarle. --No sabia como debia vestirme, crei que no seria de mucha importancia. --agrego apenada. --No te preocupes, yo pienso que estas mas que perfecta. --le dijo Arturo con una sonrisa en el rostro-- ?nos vamos? Tenemos reservacion en el Eleven Madison Park, estamos un tanto lejos asi que debemos tomar un helicoptero para llegar a tiempo. --Oh... --agrego--, esta bien. Ahora sabia que definitivamente no estaba vestida para la ocasion. Arturo y Karen abordaron el transporte que los llevaria a su destino. Una vez adentro, el le extendio unos audifonos para poder conversar mientras llegaban al restaurante en donde comerian. --Cuentame un poco de ti, Karen --pidio Arturo con animos de parecer amable. --Bueno, tengo 25 anos, estoy estudiando medicina --comenzo a relatarle-- y vivo en el barrio chino. --Eso fue preciso. --Si, no tengo mucho que decir. --le respondio a medias -- y, de ti ?Que hay? --Bueno, como podras ver, tengo mi propia empresa, trabajo todos los dias, y cuando no, me quedo en casa para escaparme del mundo de los negocios. --Es una vida bastante emocionante --le observo sarcasticamente. --Lo es, dificilmente la puedo cambiar. --respondiendo a su sarcasmo. Aterrizaron en un edificio cercano del lugar y fueron en un coche privado hasta las puertas del restaurante. Al llegar a la calle, abordaron el coche negro que le perteneceria a Arturo. --Llevanos al Eleven Madison Park por favor --dijo Arturo al abordar el coche despues de Karen. --De inmediato, senor Matas --dijo Tom antes de arrancar el coche. Ella escucho aquel recado con un tanto de incomodidad; cada que escuchaba el nombre del lugar, del que habia oido hablar antes, le invadia una sensacion de engorro. Se apreto ambos brazos sobre el vientre para disipar la sensacion. --Y entonces, ?por que vas a comer tan lejos de tu oficina? --le pregunto Karen para desviar su atencion a la cantidad de lujos que habia presenciado en menos de una hora. --Bueno, porque puedo, la verdad --le respondio como un nino dice su edad. --?Asi, no mas? --Si, no se me ocurre mas nada. Para algo he trabajado tanto ?No? --Si, espero poder hacer eso algun dia --respondio, diciendoselo mas a si misma que a Arturo.

  • De la furia a la victoria de Tracy Banghart

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    Expulsadas por Asa, Nomi y Malachi se dirigen hacia una muerte casi segura. Ahora que Asa se sienta en el trono, nada le parara para asegurarse de que Malachi no regrese a palacio. Su unica esperanza es encontrar a Serina, la hermana de Nomi, en la isla-prision de Monte Ruina. Pero cuando llegan alli, no es un panorama de mujeres sometidas lo que ven, sino una isla en plena revuelta, liderada por Serina.

  • Sin aliento (Sin compasion 3) de W. Winters

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    H 1 . C A RT E R a pasado mucho tiempo desde que alguien intento matarme en mi propia casa. Nadie se habia atrevido a hacerlo. Y aun mas tiempo desde que alguien me apunto con un arma y vivio para contarlo. Apenas puedo escuchar debido al zumbido en mis oidos. He esperado este momento, pero no es asi como pense que seria. Ella me ama, me recuerdo. Ella me ama, joder. Se que es asi. La cara de Aria esta sonrojada y su mano tiembla mientras lucha por mantener firme el arma. Doy un paso hacia ella y ella prepara el gatillo. El clic resuena en las paredes. Si quedaba algo de corazon en mi pecho, se acaba de pulverizar, los pequenos fragmentos disparan oleadas de dolor a traves de mi cuerpo. La sonrisa enfermiza en mi rostro se desvanece incluso mientras lucho por mantenerla en su lugar, concentrandome en esos hermosos ojos color avellana. Ojos que me atrajeron hacia ella, que me suplicaron piedad, que me hicieron sentir mas de lo que he sentido en anos. Ojos que me enganaron. --Suelta tus armas --exige Aria, su voz temblorosa pero clara y fuerte independientemente. Es una jodida locura que en este momento me parezca absolutamente hermosa. Asi de fuerte, esta en su momento en el que se ve mas hermosa. --!Sueltalas! --ella grita con mas fuerza y el arma vacila. Es obvio que nunca ha tenido una antes, o al menos, nunca ha disparado. Sin embargo, me esta apuntando con ella. Podria disparar accidentalmente, y matarme. ?Se arrepentiria? Cuestiono y siento un fuerte tiron en el pecho. Un pozo de emocion amenaza con romper mi compostura. Cada centimetro de mi piel esta entumecido mientras miro el canon de la pistola, sintiendo que todo se desmorona a mi alrededor. Frente al enemigo. Delante de mis hermanos. En frente de ella. --?Carter? --Escucho a Jase sin verlo, preguntandole si deben escucharla o no. Dos de mis hermanos, Jase y Declan, estan detras de mi con pistolas apuntando a tres hombres arrodillados en el suelo. Dos de ellos son sus primos y el tercer hombre es su antiguo amante y amigo. El nombre por el que oro mientras ella estaba en la celda, el unico nombre que estoy cansado de escucharla pronunciar. Los tres son hombres que querian matarnos hace solo unos momentos. Hombres a los que Aria esta protegiendo y dispuestos a matarme para salvarlos. Esos jodidos fragmentos cavan mas profundamente en cualquier herida que me hayan abierto en el pecho. Tragando el nudo en mi garganta junto con la angustia que estoy sintiendo, respondo a Jase, aunque no aparto la mirada de Aria. --Sueltenlas. --Al instante, el alivio se muestra en el rostro de Aria, e incluso relaja el agarre del arma hasta que agrego--: Pero no dejes que esos cabrones las tengan. Nadie tiene un arma-- trago saliva y agrego, forzando una sonrisa en mi rostro, --excepto Aria. El control todavia esta en mi demanda. Me escucharan, todos los que valen un carajo en este lugar lo haran... pero a medida que pasa el tiempo, puedo sentir que se me escapa. Solo puedo imaginar lo que piensa su familia, pero es lo que mis hermanos estan viendo lo que me destroza. Saben que la amo. Y ahora la estan viendo traicionarnos a todos. --Dejalos ir --Aria ordena en un tono mas debil, lleno de una suplica. Visiblemente tragando, finalmente rompe mi mirada para mirarlos. Su asombrada y brusca inhalacion a lo que ella ve me destruye. Su misericordia y compasion por ellos son repugnantes. Ellos vinieron a matarme. Ella sabe eso. Ella podria matarme todavia. La amo. Se que la amo y ese fue mi primer error. La ira aumenta y resuena en mi sangre. Mi cordura finalmente vuelve a mi, endureciendome y recordandome quien soy y todo por lo que he trabajado. Todo se va a derrumbar. Todo por ella. Hubiera hecho cualquier cosa por ella. --Vamonos. --Escucho la voz de Nikolai, baja y llena de dolor. La sangre todavia esta rojo brillante por la herida de su labio y ya se ha formado un moreton en su rostro. Mis nudillos se ponen blancos mientras mi puno se aprieta. Todo lo que necesito es un momento para descargar cada parte de mi agresion sobre el. Quiero romperle la mandibula por atreverse a decirle esas palabras a mi Aria. Nunca senti la rabia como la siento ahora cuando el la alcanza como si pudiera alejarla de mi. Porque el puede. Porque ella esta dispuesta. --Vete --dice ella, y la voz de Aria es fuerte mientras lo mira. Una vez mas, el arma esta floja en su agarre. No parece darse cuenta de lo suelta que esta la pistola en sus manos. Podria tomarla; Podria arriesgarme. Pero correria el riesgo de ponerla en peligro, y mi mirada cae ante el pensamiento. --Ahora --sisea uno de sus primos, tirando del brazo de Nikolai. La camisa se aprieta alrededor de su cuello mientras tira de la tela. Mirandolo desde mi periferia, estoy disgustado, al igual que Nikolai, a juzgar por su expresion. --Ven con nosotros --insta Nikolai, alzando la voz para ordenarle, pero tambien le suplica, y aparto mi atencion de Aria, mirando al hombre que es Nikolai. Me recuerda al chico que una vez fui. Necio e imprudente. Pero el nunca paso por la mierda que yo lo hice. Fue criado en esta vida, no fue arrojado a ella y obligado a luchar para sobrevivir todos los malditos dias. Sin embargo, el cree que puede llevarsela. --Yo me quedo --dice Aria con autoridad antes de que yo pueda decir algo. Su declaracion hace que Nikolai se estremezca. Un poco de esperanza revolotea en mi pecho. Mi garganta se aprieta y me duele el pecho, sintiendo como si estuviera a punto de abrirse de par en par. Ella se queda. --!No tenemos tiempo para esto! --grita uno de sus primos, mirando alrededor del lugar como si en cualquier momento yo fuera a cambiar de opinion y los fuera a matar a todos. El tendria razon si no fuera por Aria. Ella los quiere. Ella los eligio. --No me ire sin ti --grune Nikolai y acecha a Aria, listo para llevarsela. Esa es mi senal para alcanzar mi arma. Su reunion ha durado bastante y me niego a dejar que el se la lleve. Nadie me la quitara. Nadie. La adrenalina corre por mi sangre, mi respiracion se hace mas pesada mientras mi mandibula se aprieta. El arma esta caliente en mi mano. Mas caliente que nunca. La mia apunta a Nikolai; la de Aria me apunta a mi. Mi voz es profunda y aspera cuando les digo a los tres--: Tienen dos minutos para correr. --Carter --ella dice, suplicando desesperadamente, pero no tiene lugar para negociar y no me queda piedad, ni siquiera por ella. La ignoro, sintiendo que la rabia de lo que ha hecho se filtra en la medula de mis huesos cuando termino de decir--: y luego abriremos fuego. Mis hermanos se mueven lentamente, alcanzando sus armas mientras la expresion de Aria se arruga por el dolor y se balancea hacia la pared, con su nerviosismo evidente. La mandibula de Nikolai esta tensa, sus ojos azul claro brillando con odio. --Ven conmigo --el dice entre dientes y luego le habla a sus aliados--. !Tomenla! Pero corren, dejandolo solo y dejandola atras. --!Ella tuvo su oportunidad! --Uno de los hombres grita detras de el. Sus tenis deportivos chirrian cuando sus pasos golpean el piso recien pulido. Cobardes. Los hombres de Talvery son cobardes. --Aria, por favor --le suplica Nikolai como si eso le rompiera el puto corazon. Que se joda. --Un minuto --digo entre mis dientes y finalmente el me mira. Mi agarre se aprieta en el arma. Un apreton del gatillo y me desharia de el para siempre. Estoy tan cerca de tirar del gatillo, solo para terminar con todo. El me mira a los ojos y desearia que la mirada que le devolviera fuera suficiente para matarlo. --Vete --ella gime. Mirando primero al arma en mi mano y luego a el. --!Sal de aqui! --ella le grita. --Volvere por ti --el le dice como si ella fuera su amor perdido hace mucho tiempo. Espero que el vuelva por ella. Mis fosas nasales se dilatan y me duele el pecho mientras ella jadea por respirar al verlo irse. Vuelve por ella, Nikolai. Vuelve, asi puedo romperte el maldito cuello. Muerdo mi lengua, saboreando el sabor metalico de la sangre en mi boca. Lo matare asi sea lo ultimo que haga. El todavia esta corriendo lejos de ella. Mis unas desafiladas se clavan en mis palmas mientras mis punos se aprietan y la ira y los celos se mezclan en una combinacion mortal. El rojo sangra en mi vision y es todo lo que puedo hacer para no apretar el gatillo mientras sigue sus movimientos. --Queria decirte --solloza Aria mientras el sonido de Nikolai huyendo se desvanece en el pasillo--. No pense... --?Decirme que? --le pregunto. --Que ellos venian --ella dice con un dolor en la voz que coincide con el que se arremolina en sus ojos. Ella se esta rompiendo, apenas respira y puedo ver el arrepentimiento, el remordimiento. Pero solo una cosa me resuena. --?Tu sabias? --la interrogo y siento un escalofrio recorriendo mi cuerpo que se hunde hasta mis huesos. Nunca me amo. Nunca lo hizo. Proteges a los que amas. Siempre. Y ella no me protegio. Fui un maldito tonto y ella no es la mujer que yo pensaba que era. Ella es una maldita mentirosa. --?Realmente los estamos dejando ir? --La pregunta de Declan atraviesa la bruma de la incredulidad y la traicion. --?Tu sabias? --le pregunto de nuevo, mi temperamento regresa. --Yo, yo... --ella tartamudea, su mirada recorriendo mi rostro, el miedo y el dolor hacen que sus ojos color avellana se llenen de lagrimas. Baja su arma, sin atreverse a apuntarme y dejo caer la mia mientras me acerco a ella, cada paso pesado suena mas premonitorio que el anterior. --?Carter? --Declan grita mi nombre, exigiendo una respuesta. Con cada paso mas cerca de ella, da uno en reversa hasta que sus hombros golpean la pared. Guardo mi arma en la funda antes de arrancar la suya de las manos, aunque ella no se opone. --Carter --Declan llama de nuevo, sin importarle que la mujer que yo amo me engano. Ella sabia que venian a matarme, a matarnos a todos, y no hizo nada. --?Los vamos a dejar ir o no? --pregunta Declan. Con una mano apoyada en la pared sobre la cabeza de Aria y la otra sujetando su cadera, la miro a los ojos, ignorando todo lo que me atrae de su mirada. Ya no puede tener eso. Le estoy quitando ese poder. Sintiendo el dominio del odio fluir a traves de mi y queriendo lastimarla como ella me lastima a mi, respondo a Declan con una voz profunda que es apenas audible.

  • Tomas. North Group de Fanny Ramirez

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    TOMAS BROWN <> Esa frase se convirtio en mi mantra, mi tatuaje interior, como Jason mi mejor amigo, llamaba. El tenia demasiados bajo la piel, los mismos, hicieron que una noche decidiese acabar con su agonia tomandose un frasco de pastillas. Apenas alcanzo los veinte anos y quien lo conocio sabe que aparentaba mas de los que tenia. <> Y para Jason nunca fue un problema la velocidad. No me gusta catalogar a las personas, ser debil no te hace menos fuerte, solo que Jason no supo como decir: no, cuando tuvo la oportunidad. Nacer entre porqueria, basura, solo te dictaba tu futuro, no solo estoy hablando de la que se tira a un contenedor. La droga, hizo que amigos, mi propia madre y mi hermano pequeno, se transformasen en personas irreconocibles. La sonrisa ya no formaba parte de sus caras a menos que consiguieran un nuevo chute y eso, era demasiado triste. Mi tatuaje interior ardia cada vez que las lagrimas acudian a mis ojos. Fueron pocas veces las que pasaba, tres, creo recordar, que lo hizo con mas fuerza. Mi mente se ha encargado de borrar la mayoria de recuerdos de mi ninez y parte de mi adolescencia. La primera vez que recuerdo, fue cuando vi a Jason por ultima vez, lo estaban metiendo en un coche, tenia los ojos abiertos, rojos, su piel traslucida y entre el shock escuche la vocecilla de mi hermano a mi lado preguntandome: <> Si, lo estaba. Mi mejor amigo me dejo solo, cuando me habia jurado que no lo haria nunca. Con el tiempo entendi que no hacia falta tener a las personas fisicamente, tambien podian cuidarte desde cualquier lugar en el que estuviesen. La segunda vez, fue cuando vi a mi hermano pequeno inyectarse una mierda en el brazo mientras sus amigos fumaban marihuana en el parque de detras de casa. A partir de ahi, mi vida se convirtio en un verdadero infierno. Intente por activa y por pasiva que lo dejara, me lleve anos reteniendolo contra su voluntad, tragandome sus reproches, sus miradas de odio, hasta que por fin lo consegui. Lastima que ya su destino estaba escrito con la firma de la maldita enfermedad llamada: cancer. La tercera tiene nombre y apellidos: Emily Berry Lauler. Sin embargo, de ella no puedo hablar sin que se me aprieten las entranas y me recuerde a mi mismo que no hago nada bien en la vida. Pero esa... es una historia que no merece la pena rememorar. INTRODUCCION --Solo seran un par de horas, Emi, ademas, tu estaras con tus primas toda la noche haciendo esas cosas que las chicas haceis cuando estais solas. Resoplo y yo no pude hacer mas que poner los ojos en blanco ahogando un suspiro de cansancio. Emily podria ser un grandisimo dolor en el trasero cuando queria, y esa noche quiso con ganas, pues era el cumpleanos de John. Los chicos planearon ir al local de Mike, un tugurio de mala muerte que servia la mejor cerveza en aquellos tiempos. Emily no aceptaba que yo tuviera una vida, sin embargo, ella si parecia tener derecho a tenerla. Era lo que mas me jodia, no obstante, estaba enamorado hasta las trancas de esa nina del demonio con aires de grandeza. Como si en vez de una simple mortal, estuviese hecha de fibra de oro con incrustaciones de diamantes... Me rasque el pecho sobre la camisa cuando una picazon insoportable me recordo que no debia joderlo con ella. Parecia mentira que con todo lo que habia soportado a lo largo de mi vida, me estaba convertido en un autentico imbecil por una chiquilla mimada. Pero era lo unico que me quedaba, aparte de mis amigos, claro. Y un hermano que casi no veia. Emily se convirtio en la pieza que me faltaba para que el vacio que me dejo mi hermano pequeno se llenara un poco, solo un poco. Aunque eso hacia de mi martirio algo mas soportable. --Solo espero que no haya muchas chicas, Tomas, o te juro que... --No digas tonterias, Emily, vamos al local de Mike. Alli casi nunca hay mujeres, menos chicas que puedan hacerte ni sombra. Por el rabillo de mi ojo, vi aparecer a Leon, Chad, Lauren y John; este ultimo bebiendo a morro de un botellin de cerveza. Gracias a Dios no me escucharon arrastrandome como una babosa. Sonrei sin poder remediarlo, intentando que Emily no escuchara los disparates que estaba soltando John. Habia sido cumplir la mayoria de edad y ya se reventaba el higado en publico. Leon ladeo la cabeza, preguntandome en silencio con quien hablaba. Con un gesto con la boca, le di a entender de quien se trataba. El rodo los ojos, Chad me saludo palmeandome el hombro al igual que Lauren, y John me dio un beso sonoro en la mejilla, susurrando un: <>, antes de entrar al bar. --?Que ha sido eso y porque ha sonado como si alguien le estuviera comiendo la boca a mi novio? --el ladrido de Emily me hizo apretar los punos teniendo que contar hasta diez con la respiracion atascada en los pulmones. Entonces hice lo que deberia haber hecho mucho antes, colgarle el telefono y ponerlo en silencio para ni enterarme siquiera si vuelve a llamar. Sin contestar a su estupida acusacion. Me tenia hasta la jodida coronilla. Abri la puerta y la musica se hizo mas sonora. Los chicos estaban en la barra, seguramente pidiendole a la camarera una cerveza, junto con algunos parroquianos ya asiduos. Faltaba Ray, como siempre, seguramente estudiando, haciendose a la idea de su proxima matricula de honor. Di una ojeada rapida a mi alrededor, algunas mujeres disfrutaban de una charla amena en una mesa al fondo, raramente venian a un lugar como ese. Pero viendolas de lejos, parecian de fuera, espanolas al escuchar un par de palabras descarriadas; sabia de alguien al que le haria una tremenda ilusion. A la derecha del local, un senor bebia de su cerveza mientras que el humo de un pitillo lo envolvia haciendo de la escena algo de lo que inmortalizar en una imagen. Su pelo ceniza hacia que las volutas de humo que volaban a su alrededor desaparecieran, para luego emerger y cubrir su rostro demasiado demacrado para su edad. Aunque no supiera cuantos anos tenia. De alguna manera siempre lograba encontrar parecido a la gente con alguien cercano a mi y ese senor le daba un aire a mi padre. --Tomas, me he dado el atrevimiento de pedirte una cerveza --la voz de Chad me hizo desviar la mirada de aquel senor que por momentos hacia que vagos recuerdos, demasiado amargos, volvieran a aparecer en mi mente. Con una sonrisa, sintiendo mi telefono vibrar en el bolsillo de mis pantalones, me acerque a ellos y me deje abrazar por un John demasiado ebrio para ser apenas las once de la noche. Ray se nos unio una hora mas tarde, con cara de no haber dormido en siglos, avergonzado por culpa de Leon que lo vitoreaba como si fuera una superestrella. --Ey, Ray, ?pudiste despegar la nariz de los libros para poder venir a mi cumpleanos? es todo un honor... --Dijo John, levantandose con dificultad para luego engancharse en sus hombros. Negue con la cabeza al mismo tiempo que lleve mi vaso de cerveza a los labios. Ya me veia cargandolo hasta llegar a nuestra residencia. --Y tu no pierdes el tiempo... con apenas horas de tener los dieciocho y ya te emborrachas en un bar --contesto Murray haciendonos reir. John saco la lengua, pareciendo un crio de dos anos. Me daba tremenda lastima a veces. Era un chico joven, con energia, positivismo y una mente brillante. Aunque ese cerebro no lo usara nunca para lo que realmente tenia que hacerlo. --?Viste las chicas del fondo? --me pregunto Leon, mirando a las susodichas de reojo. Tenia los ojos brillantes y las mejillas rojas gracias al alcohol. Me vi girando hacia donde el me senalaba e hice una mueca cuando me pillaron mirandolas descaradamente. --Joder, pero no mires asi. Las vas a espantar --se quejo resoplando y bebiendo de nuevo hasta acabar su jarra. --Son espanolas, las he oido hablar --le informe, provocando una sonrisa de su parte. --Sostenme esto, es hora de cazar dos buenos pares de jamones ibericos, !ole! --dijo en espanol, dejandome la jarra en las manos y peinandose el cabello con las manos antes de ir en busca de las chicas. Con curiosidad, me lleve casi cinco minutos viendo a Leon hacer su magia. Las chicas reian encantadas, incluso una de ellas, le toco el brazo supuse para comprobar que el tio se pasaba las horas haciendo ejercicio. --?Crees que se las follara a las dos? --la pregunta de Chad me hizo pestanear y dejar de observarlos. --Seguro... es el unico que he conocido con la facilidad de llevarse a mas de una a la cama y a la vez. No se como mierda lo hace. --Tu podrias si dejaras a esa chalada con la que estas. Lo mire con la mandibula apretada del coraje. Odiaba que se metieran con Emily o con mi relacion. Aunque luego supe que debia haberles hecho caso a todo lo que decian mucho antes. Me hubiera ahorrado todo lo que acontecio. --No te voy a consentir que la llames asi --lo mire con toda la rabia que pude reunir, haciendo que frunciera el ceno y alzara las manos a modo de rendicion. Al cabo de un rato, en los que me dedique a mensajearme con mi novia, la cual estaba bastante molesta, decidimos sentarnos en una mesa. Leon nos acompano a reganadientes unos minutos despues, diciendoles algo en espanol a las chicas, lo que provoco que rieran. --Si te sobra una, ya sabes, me la pasas --murmuro Chad arrastrando las palabras. Leon se sento a su lado y se acerco a su oido para susurrarle algo que lo hizo carcajear y ponerse contento. Resople. Lo mas seguro es que hicieran una jodida orgia, como si los viera. Malditos putos... --Bueno, ahora que estamos todos juntos quiero haceros una propuesta --dijo Lauren, haciendo que dejaran la alegria para otro momento. Por un segundo les tuve envidia. Echaba de menos relacionarme con las mujeres, charlar con ellas, no solo con la mujer que no paraba de llamarme y mandarme mensajes para que le enviara fotos de donde estaba. Suspire en derrota, diciendome que no merecia la pena quejarme por eso. Me queria, no tenia ninguna duda, por lo menos en ese momento. Lauren empezo a contar acerca de un proyecto que tenia entre manos. North Group se llamaria. La cabeza me daba vueltas, debatiendome entre alegrarme, brindar, celebrarlo y pensando que diria Emily al respecto. Entonces tuve claro una cosa. Seguiria adelante estuviese ella de acuerdo o no aunque luego sufriera las consecuencias. UNO <> Parece sacado de una jodida pelicula de terror. No quise hacerle caso a nadie cuando me advirtieron de lo loca que estaba la mujer con la que me iba a casar. Incluso di por hecho que sus acciones, reproches y celos, se debian a mera inseguridad o me queria tanto que no concebia compartirme con nadie. Luego llegaron las preguntas, las acusaciones, el acoso y lo que mas miedo me daba: las amenazas. No solo hacia mi persona, sino las que atentaba contra su propia vida. Froto mi rostro en un vano intento de despejar asi mi cabeza de tantos pensamientos funestos. No debe ser sano estar continuamente pensando que por mi culpa esa mujer, a la que tanto ame, se suicide. Ya ni recuerdo cuantas han sido las veces que me lo ha dicho llorando a lagrima viva. Ya sea por telefono o en persona. Por puro masoquismo, abro el cajon de mi escritorio y miro con nostalgia la fotografia que nos tomamos hace aproximadamente dos anos en la casa de los Hamptons. Ella sonreia montada a mi espalda y yo la miraba por encima de mi hombro embelesado por su belleza. Emily es hermosa. De pelo rubio, larguisimo, que casi siempre llevaba en una cola de caballo excepto aquel dia. Acaricio, sin poder remediarlo, la imagen de sus manos. Sus unas pintadas del mismo color que su bikini rojo. Como me gustaria volver a aquel dia, donde por arte de magia, se convirtio en una persona diferente. Ya fuera porque estabamos lejos de casa o solos en esta. Donde segun ella, no habia ninguna distraccion cerca. Mis amigos eran distraccion, las mujeres que paseaban por la calle, trabajaban en la empresa o simplemente esperaban a ser atendidas en una cafeteria, tambien lo eran; las reuniones importantes, las llamadas, el punetero trabajo. Todo el mundo, todo lo que yo hacia para ganarme la vida y llenar la de ella de lujos, eran distracciones y podia hacer que dejase de amarla. Una risa amarga brota de mis labios antes de cerrar el cajon mas fuerte de la cuenta, provocando un fuerte ruido. Me levanto de la silla notando mi labio inferior temblar de la rabia y miro a traves del ventanal en busca de una enesima solucion. <> Las palabras de Leon resuenan una y otra y otra vez como si fuese lo unico que tuviera cavidad ahora mismo en mi mente. ?Pero que cojones hago? Esa es la pregunta que mas formulo tanto en voz alta como en pensamiento. ?Como hago para que me deje vivir, respirar? ?Que solucion puede haber cuando ya he intentado hasta denunciarla? Pero como ya se viene sabiendo, la ley parece amparar mas a la mujer que al hombre en estos casos. Alguien toca a la puerta y carraspeo, llevandome el dedo indice al rabillo de mi ojo quitando asi la maldita lagrima que crei extinta de tanto que he llorado por su culpa. La voz de Murray me hace girar para mirarlo. Esta contento, con una sonrisa indeleble en su rostro y todo es debido a su Ceci como el la llama. A Dios gracias por haberla puesto en nuestros caminos, no se que hubieramos hecho sin su deliciosa comida del catering en los numerosos eventos. Tambien nos privo de ver a Murray babeando por los rincones, gracias al cielo. --?Te tragaste un unicornio? ?O es que por fin has podido comprobar que el sexo anal no es tan malo como parecia? --Intento hacer la broma, sin que se me note demasiado lo podrido que estoy por dentro. Mi traje negro impoluto, mi camisa blanca recien salida de la tintoreria y mis zapatos lustrosos brillando como si fueran espejos, hacen que nadie se de cuenta de lo sucio y asqueado que me siento. Murray rie y niega con la cabeza un poco ruborizado. Eso me hace lanzar una carcajada al aire que agradezco como un vaso de agua en pleno desierto. --No, vengo a decirte si vienes a por algo para desayunar. Frunzo el ceno ante su invitacion. Es raro que alguno de nosotros salgamos a comprar nada una vez estamos trabajando. Para eso tenemos a los secretarios y a monton de personal que se encarga de eso. --?Que le hiciste a Ferran? No me digas que cogio baja por sobreexplotacion --le digo con una sonrisa ladeada. --?Estas muy gracioso hoy, no? --pregunta entrecerrando los ojos--, simplemente me apetece charlar, Leon, Lauren, Chad y el tonto de John estan reunidos con un cliente. Me dijeron que tu estabas libre como un pajarillo ahora en la manana. --Claro, dame unos segundos y nos vemos en recepcion. Tengo que arreglar un asuntillo pendiente. --Treinta segundos, Tomas --advierte senalandome, cerrando la puerta tras de si con un tarareo. Suspiro una vez la soledad me envuelve nuevamente, agarrando el telefono y leyendo por tercera vez el mensaje que Emily me ha escrito hace escasos quince minutos. Mis dedos se posicionan en el teclado y escribo para luego a borrar asi hasta que harto de mi cobardia, le doy a enviar. <> Me arrepiento en cuanto le llega. Pero es que no se que demonios hacer para que me deje tranquilo, ?es mucho pedir? Dejo el telefono en la mesa, sin ganas de ver ningun mensaje mas y verificando que llevo mi cartera, salgo del despacho escuchando la vibracion del aparato sobre el cristal. --Que te den, Emily. *** En la recepcion veo a Murray sonreir como un imbecil mientras habla con alguien por telefono. No hay que ser muy listo para saber con quien, solo hay que ver como se le ilumina el rostro. La misma luminosidad, alegria y entusiasmo que alguna vez tuve yo. En cuanto estoy a su lado, se despide con un <> que me estruja el corazon y las entranas por la maldita envidia. Lejos de huir despavorido, yo ansio encontrar a una persona a la cual amar y que me ame sanamente. Lo malo es que por mucho que lo intento, no me lo permite. --Tomas, ?ocurre algo? Si no quieres venir, no pasa nada, solo... --Ya te dije que si, es solo algunos temas que tengo que resolver. Me tendrian que dar un premio de la evasiva, por malo, porque siempre digo la misma pueril excusa cuando no quiero hablar del tema. Odio que me den consejos, odio que me digan lo que tengo o no que hacer como si yo no lo hubiese intentado todo. Estoy destinado a llevar mi cruz a cuestas, a no ser feliz a menos que Emily deje de acosarme. --Si es con Emily, ya te dije que podemos hacer algo para que la metan en la jodida carcel. --Con dinero no se compra todo, Murray, Y el lo sabe. Lo hemos intentado todo, por activa y por pasiva. Solo hemos conseguido algo de tiempo, luego vuelve con mas fuerza todavia. El huracan, la llama John. Arrasa por donde pasa. --Creo que Cecilia esta embarazada --suelta de sopeton cuando salimos del edificio.

  • La nina del bosque, Brian McGilloway de Brian Mcgilloway

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    Una nina perdida en el bosque, una policia con problemas, un secuestro sin aclarar. Una novela que permanecera contigo cuando hayas apagado las luces.

  • Viajes de Fu de Fuen Campos

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    Un avion cargado con un ataud. Unos chorizos viajeros. Guardias civiles pesados. Un diente que no se encuentra..Fu, es una chica que nunca ha salido del pueblo, pero ademas cada vez que sale, le pasan cosas que a la gente normal no suelen pasarle.Olvidate por un momento del mundo y sonrie. Todos tenemos historias que contar divertidas. Estoy segura que con estas vas a reir.La risa es la distancia mas corta entre dos personas.Ademas la alegria te lleva de vuelta a la salud.Para cuatro dias que vamos a vivir !Sonrie ! .

  • La Torre Tesla de Ruben Azorin Anton

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    Siga a ese coche>>. Largo siempre mi frase romantica contra la pegadiza melodia de saludo cuando subo a un City Cab. Soy un clasico y la he usado en cientos de ocasiones en los casi ocho anos que las calles de Clifton me ven defenderme como detective privado. No se si esa copla fue pensada expresamente para el cine, pero desde que en las grandes ciudades no se pueden poseer, ni mucho menos usar, vehiculos particulares, no le queda razon de ser. De hecho, en la persecucion que acabo de iniciar casi muere antes de brotar de mis labios, obligados a invocar con siglas absurdas una APP que ajusta automaticamente mi ruta a la deriva del vehiculo que he senalado como target. ?Que seria de Frank Bullitt si no pudiese romper las reglas? Si en su persecucion no se pudiese saltar una sola senal de trafico ni exceder el limite de velocidad, si no pudiese derrapar... Ahora los flujos de circulacion de vehiculos autonomos estan regulados. No hay, no queda, ninguna emocion humana en ninguna carrera. Prefiero no hablarle. Solo mi dispositivo movil, magia sin alma, dicta el camino a una maquina carente de pasion. Si. Soy un amante del cine negro. Del antiguo y verdadero cine negro. Quiza por eso me hice detective privado cuando me expulsaron del cuerpo de policia y me uni a los ciudadanos de ninguna parte. El cine mantiene mi vana frase con vida al rescatarla de la realidad. Se vendio bien la campana de reciclaje de vehiculos propios previa a su rapida prohibicion, ?verdad? Las tasaciones personalizadas que nos ofrecio el Gobierno para retirarlos junto a la campana de concienciacion y multas, consiguieron que una gran mayoria de la poblacion las aceptasemos. El resto sencillamente los perdio. Ya no serian necesarios los garajes, los vados ni las plazas de aparcamiento. Los nuevos motores electricos no contaminarian. La conduccion con piloto se limitaria, y solo en determinados casos, a policia, bomberos o ambulancias. Asi se evitaria el cansancio frente al volante y los errores humanos. Esto reduciria drasticamente los accidentes. Cualquier ciudadano identificado podria disponer de una Cab en menos de cinco minutos, a cualquier hora, en cualquier lugar. Todo eran ventajas. Y lo fueron, no podemos negarlo. Pero ?que opinais de la nueva <>? Con la Trans Tax nos la colaron. Debemos tener el carnet de tripulante para ser usuarios de taxis, aunque no los lleguemos a utilizar. Y no es facil obtenerlo, casi mas complicado que el antiguo examen del carnet de conducir y con la exigencia de un certificado de procedencia virtuosa y convicciones moderadas. Un simple plastico sin fotografia y sin codigos que muestra el nombre del propietario cuando confirma su huella. En el mio se rotula Philippe Hawk con tinta electronica. Preferiria la traduccion de mi apellido al espanol, como me llaman los que me conocen, Halcon. Os dire tambien que al principio las carreras eran tan economicas como el transporte publico, pero hoy los costes se asemejan a los de un taxi de antano. Otro handicap, en cuanto a nuestra profesion se refiere, es no poder hacer las rondas de vigilancia desde el coche. Ha supuesto el punto final a la estrategia del cazador que acecha desde el fondo de su asiento los ciclos rituales de su presa. Ya no hay interminables cinturones de vehiculos aparcados en las calles, ni dobles filas entorpeciendo el trafico. Ya no hay hamburguesa en bolsa de papel. Para evitar un mal uso de los City Cabs autonomos, como por ejemplo dormir o resguardarte en ellos, si superas los quince minutos estacionado, el propio vehiculo te alerta de que envia una senal a la policia. Si ignoras el aviso, en pocos minutos eres desalojado. Asi que, aunque se pudiese conducir, un vehiculo con pasajero parado mas de diez minutos levantaria sospechas. Tampoco se puede llevar arma sin licencia o el coche la detectaria y tambien avisaria de inmediato a la policia. Con este sencillo sistema de seguridad detuvimos a cientos de incautos en mis anos en el Departamento como agente. Pobres diablos que nunca sabian como los habiamos descubierto. No eran tan inocentes, claro esta, los delincuentes profesionales, con los que aprendiamos ciertos trucos. De forma que he tenido que alquilar un cuartucho de hotel en la ciudad a la que me ha llevado mi nuevo caso. La misma ciudad, por cierto, en la que habia trabajado de policia y a la que habia prometido no regresar. No creo que mi vuelta le sorprenda a nadie. Mi palabra nunca ha tenido mucho valor, ni siquiera para mi. Ademas, esta vez no se trata de una esposa celosa y no iba a dejar escapar un encargo por un precipitado calenton que tuve hace varios anos. Volviendo a mi nuevo caso, ando tras mi objetivo. Varon de mediana edad. Raza caucasica. Estatura, 1,80 metros, y pelo oscuro. No se si sospecha que le sigo, pero aunque asi sea, tampoco podra hacer demasiado, esta igual de atrapado que yo. La persecucion es sencilla. El cambio de la circulacion caotica de hace solo unos anos por la ordenada y silenciosa actual ha sido sorprendente y tiene mas pros que contras. A mi me sigue gustando recalcar mis contras; es una cruzada personal. Nos estamos alejando del casco urbano y aqui no hay casi trafico. Solo circulamos tres vehiculos por la carretera y pronto sere descubierto. Hago una foto al identificador que persigo y una llamada. --Hola, Margaret. --?Halcon? --El mismo. Pasaba por la ciudad y he pensado que estaria bien que nos vieramos. --?Que quieres, Halcon? Tengo trabajo. --Solo un pequeno favor, por los viejos tiempos. Te acabo de enviar el identificador de un vehiculo. ?Podrias enviarme un split de seguimiento al movil? --Ni lo suenes, Halcon. --Me rompes el corazon, companera. Pero ha sido un placer escucharte despues de tanto tiempo. --Lo mismo digo. Adios, Halcon. Maldicion. Si no quiero perderlo he de continuar tras el. Amplio la distancia. El otro vehiculo toma una carretera interminable que conecta Nueva York con Nueva Jersey. Dejamos los edificios y entramos en amplias extensiones de terreno cada vez mas despoblado a ambos lados de la carretera. No me gusta, nos estamos alejando demasiado. Mis temores se ven confirmados por un aviso del altavoz interno. --Este vehiculo no tiene autorizacion para circular fuera del casco urbano. Por favor, elija otro destino. Caso omiso a la advertencia y, como estaba escrito, pocos metros despues el vehiculo se detiene e insiste en que elija otro destino. Vuelvo a recurrir al telefono movil. --Margaret... --Dime... Tendre que desplegar todo mi encanto personal para persuadirla. Necesito su ayuda si no quiero tirar por la borda estos dias de trabajo. Sin embargo, la situacion cambia radicalmente cuando mi perseguido se detiene a unos cien metros delante de mi. Nadie se apea. No creo que sea de corto recorrido, como en el que yo viajo. Y, aun asi, alli esta. Parado. Obviamente me ha descubierto. No puede ser nada bueno. --?Sigues ahi, Halcon? --pregunta mi antigua companera, de la que ya me habia olvidado. --Claro, muneca. Solo queria pedirte perdon por haberte puesto en un compromiso. Sabes que no soy asi. Cuelgo antes de escuchar su respuesta sarcastica o irritada. Ahora me preocupa mas la situacion en la que me encuentro. ?Alguien me ha tendido una trampa? Indico fin de trayecto para acallar la molesta voz del coche repitiendose. Alli estamos los dos City Cabs. Solos. Sin nadie en kilometros. Monto mi arma camuflada y espero a que mi presa mueva ficha. --Por favor, abandone el vehiculo. Este nuevo aviso juega a mi favor. Esperare hasta que venga la policia a comprobar el porque de un taxi parado y con un pasajero armado. Prefiero ese incomodo encuentro que cometer un error frente a gente dispuesta a asesinar. Ahora no se quien vigila a quien. Todavia es de dia, pero creo adivinar atravesando su luna trasera un destello dirigido hacia mi. --Por favor, abran el vehicu... El mensaje se repite cada treinta segundos. Pero ahora esta enrarecido con interferencias. La voz suena entrecortada, las luces interiores de mi Cab han parpadeado y parece que no llegan a apagarse. Piensa, Halcon, piensa. Por fortuna, acude la caballeria. Desde luego han mejorado los tiempos de respuesta desde mi marcha del cuerpo. ?Sera alguno de los viejos conocidos? --Por favor, salga del vehiculo con las manos en alto. Ahora escucho a la policia por el altavoz interior. Veo que el otro coche empieza a alejarse. Lo voy a perder, pero ha pasado el peligro... ?O quiza no? No salgo. No me atrevo a tocar la puerta. --Salga del vehiculo con las manos en alto. El coche de policia ha estacionado a pocos metros. Baja uno de los agentes y se me aproxima con la mano acariciando la culata del arma. --!No se acerque al coche! No parece escuchar mi advertencia. Muevo las manos para que se aleje, pero en vez de hacerme caso, mis gestos le ponen en alerta y saca el arma. Se aproxima apuntandome mientras su companero insiste a traves del comunicador para que baje del vehiculo. Con las dos manos sujetando la Smith & Wesson y presto a disparar, golpea suavemente el cristal de la ventanilla para indicarme que salga. Las luces interiores vuelven a oscilar. No le conozco. Es joven, debe ser una incorporacion reciente. Levanto las manos y vuelvo a prevenirle: --Por favor, no toque el coche. Otra frase inutil. Cuando acerca la mano a la manilla exterior se escucha un chasquido seco y el abnegado policia se desploma como si fuese de carton piedra. Jamas he visto algo asi. Su companero, todavia en el coche patrulla, me creera responsable. Puedo darme por muerto. Solo tengo segundos. Busco y abro la puerta con las manos metidas en los plasticos de la documentacion del coche. Salgo aun a riesgo de correr la misma suerte que el agente caido. No me ocurre nada. Me dejo caer al suelo de rodillas con las manos en la nuca para que el otro agente me vea entregado antes de reaccionar y acabar conmigo. El cadaver yace a mi lado en una postura antinatural y grotesca, como si aun estuviese de pie. Me recuerda a las fotos de aquellos cuerpos petrificados por la erupcion del Vesubio. El rictus desprende un fuerte olor a chamuscado. El ambiente a chamusquina. 2 COMISARIA Mi vieja comisaria. Vuelvo a los ocho anos. Ha cambiado poco. El ambiente tenso al verme entrar no es muy distinto al que se creaba la mayoria de veces, cuando lo hacia sin esposar. Las caras nuevas me sentencian con la mirada. Ya deben estar al tanto del asesinato de un companero. Espero que, aunque me vean arrestado como principal sospechoso, ninguno de los viejos colegas a los que saludo con la mirada piense que puedo haber sido yo. La incredulidad y la sorpresa que recibo no me lo confirman. Como siempre, nadie habla a mi paso. Ni siquiera mi antigua companera Marga. A ella le sonrio. Randle me espera en la puerta de su despacho, al menos tiene el miramiento de no despacharme a una celda o a una sala de interrogatorio. Debe ser el unico que conoce los detalles de mi implicacion en este asunto. El agente que me conduce me sienta bruscamente y me clava en el cuello dedos como garras. Quiere venganza. Pero Marvin le ordena que salga sin darle opcion a relatar lo ocurrido. No le gusta, pero obedece y mis cervicales vuelven a su orden. El capitan Marvin Randle, mi antiguo jefe, baja los estores para apartar una docena de miradas de reojo y pasea por su despacho frotandose las manos y la nuca. --Cuando te expulsaron del cuerpo y prometiste no volver nunca mas a esta ciudad pense que me habia tocado la loteria. ?Podrias explicarme por que se ha acabado mi buena suerte? Nunca me deja responder. --?Que ha sucedido? ?Por que tengo a uno de mis hombres carbonizado? Espera, no me lo digas. --Levanta las palmas de las manos--. Ha sido un accidente. Pasabas por alli y casualmente hubo algun fallo tecnico en el vehiculo y... --Veo que no ha perdido su astucia. --Muy gracioso, Halcon. Muy gracioso. Tira un expediente sobre la mesa y se me encara a voces. --Apareces hace un par de dias como por casualidad haciendo preguntas en la escena de un crimen perpetrado en mi ciudad. Enseguida supe que eras tu... --Abre el dosier y saca algunas fotos del cadaver--. !Muerte por electrocucion! Un dia despues, te encuentras donde un policia de mi Departamento es victima de otro asesinato. ?Y como?... !Por supuesto! !Tambien electrocutado! Supongo que es solo una coincidencia y que no hay ninguna relacion entre ellos. Da un violento golpe sobre la mesa. --!Estoy esperando una explicacion! --Lo siento, jefe. --?Lo siento, jefe? ?Cuantas veces he escuchado lo mismo? Yo ya no soy tu jefe y por dios que me alegro de ello. Al igual que se alegran tus companeros de no tenerte ya como tal. Senala hacia la ventana con la cara roja. Siempre le ocurre cuando se enfada y en mi presencia alcanza el bermellon. --Me gustaria poder ayudarle... --Eras tu el objetivo, ?verdad? ?En que estas metido? Esto te queda grande, Halcon. Este ultimo comentario me pone sobre aviso. Sin duda el tiene mas informacion que yo sobre lo que esta sucediendo. Tomo una de las fotografias de la primera victima y simulo ojearla con desinteres antes de volver a lanzarla sobre la mesa. --Quiza podria ser de mas ayuda si no me hubiesen echado a patadas de la escena del crimen. ?Como me queda de grande? Me vuelve a atravesar con la mirada

  • Quedate 3 de Lily Perozo , Lina Perozo Altamar

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    Victoria sentira que su mundo se viene abajo, luego de que Brandon le confirmase que la noticia de la prensa era cierta; el dolor y la culpa haran estragos en ella, pues la vida no la habia preparado para lo que estara por venir; sin embargo, tendra que poner todo de su parte para sobrellevar su pena.
    Elisa se vera atrapada en una situacion, de la que no podra escapar. Mientras Daniel, debera transitar por caminos dificiles que, de alguna manera, lo acercaran a aquello que su corazon tanto anhela.
    Gerard Lambert y Clive Rutherford, llegaran para intentar conquistar dos corazones que estan cerrados al amor; tras sufrir grandes perdidas y desilusiones.

  • Solo tuya y para siempre (La fuerza de amar 2) de Barbara Crespo

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    Seis meses han pasado desde que Sindy firmo el papel que la ha llevado a vivir un calvario en vida, sin saber nada de Ian y preguntandose, porque todavia no ha dado senales de vida, subsiste a las humillaciones, palizas y degradaciones con las que Dago, se propone doblegar su fuerza y entereza. Cuando Ian por fin aparece, una pequena luz de esperanza nace en su corazon, siendo destruida poco despues por el hombre que ama, resultando ser el mayor enemigo. Sindy tendra que luchar contra el demonio con el que convive, encontrar la manera de escapar y liberarse del hombre que se ha empecinado en amargar su existencia. ?Sera verdad que Ian ha dejado de amarla? ?Podra perdonarle Sindy, cuando descubra que clase de hombre es en realidad Ian? ?Que la haya abandonado?

  • Los trillizos Bradley, Noelle Stephanie de Noelle Stephanie

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    Cuando Naly decide apuntarse al programa de familias de acogida en la universidad, lo ultimo que espera es que el desorden ocupe su nueva vivienda. Los Bradley son de lo mas peculiar. Con unos padres empresarios que pasan sus dias de viaje, los tres hermanos identicos han tirado la casa por la ventana. No solo por su edad, sino tambien por su personalidad; Hal, Edward y Welsey, son de lo mas opuestos. Mientras Hal es totalmente coqueto, estupido, mujeriego y engreido; su hermano Edward es la persona mas misteriosa, callada y malhumorada que Naly ha podido conocer. Pero, en toda familia hay uno bueno: Welsey, el mayor de los trillizos es simpatico, confidencial y buen amigo. El chico perfecto, ?no? No obstante, su aspecto hace pensar que se acaba de escapar de una pelicula de los anos cuarenta. Naly, lejos de la oportunidad de irse, solo puede optar por solucionar la relacion. ?Podra ayudar a lo hermanos a solucionar sus diferencias? Y, si no es asi, ?se dejara arrastrar? Una historia de amor en la que todas las direcciones pareceran igual de correctas. La perfecta descripcion de la lucha de un amor dividido en tres partes. Porque, ?que hay mejor que vivir con un chico guapo? Vivir con tres.

  • No dejes que me vaya de Lorena Concepcion

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    Autumn es una chica enfrascada en sus estudios en la universidad y, en lo que menos piensa es en empezar una relacion. Un viaje inesperado la lleva junto con su hermana a vivir unas vacaciones de relax en un balneario donde conocera a un guapo masajista que volvera del reves todos sus planes.
    Jake es masajista en un balneario situado en un pueblo pequeno en las montanas, no tiene previsto enamorarse pero un encuentro un tanto vergonzoso con una de sus clientas, lo hara cambiar de opinion. Entre ellos nacera una atraccion que no podran ignorar, no obstante, las vacaciones de Autumn se acaban y todo se complica.

  • Yo mato de Giorgio Faletti

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    Un locutor de Radio Montercarlo recibe una noche durante su programa una llamada telefonica asombrosa: alguien revela que es un asesino. El hecho se pasa por alto, como una broma de pesimo gusto; sin embargo, al dia siguiente un famoso piloto de formula uno y su novia aparecen en su barco, muertos y horrendamente mutilados. Se inicia asi una serie de asesinatos, cada uno precedido de una llamada a Radio Montecarlo con una pista musical sobre la proxima victima, cada uno subrayado por un mensaje escrito con sangre en el escenario del crimen, que es al mismo tiempo una firma y una provocacion: <>. Para Frank Ottobre, agente del FBI, y Nicolas Hulot, comisario de la Surete monegasca, comienza la caza de un escurridizo fantasma que tiene aterrorizada a la opinion publica: nunca hubo un asesino en serie en el principado de Monaco. Ahora lo hay, y de su busqueda nadie va a salir indemne. Yo mato es un thriller pleno de accion e intriga, con un desarrollo narrativo tan maduro como absorbente. Eso ha bastado -y ha sobrado- para situar a su autor entre los nombres mas importantes del genero y a su obra como un autentico fenomeno editorial.

  • Fruto del escandalo de Heidi Rice

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    !El es el multimillonario al que debe resistirse... y al que esta irremediablemente unida!

  • Corazon despiadado de Caz Frear

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    La detective Cat Kinsella cree haber esquivado un problema domestico peliagudo cuando Joseph Madden, el dueno de la cafeteria a la que suele ir, le pide consejo sobre Rachel, su esposa. Segun Joseph, Rachel lo esta amenazando, pero no puede (o no quiere) decirle a Cat el porque de estas amenazas. Cat, achacando estos problemas a los de un matrimonio que se va al garete, se olvida pronto del asunto… hasta que, unos meses despues, Joseph es arrestado y acusado de asesinato.

  • El sueno de Tanato de Jose Antonio Ortega

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    La aparicion de un cadaver que podria ser Michael Jackson en el hotel Ritz de Madrid en enero de 2015 es el punto de arranque de una trama que tiene como protagonistas a un periodista y un funcionario del Cuerpo Nacional de Policia.

  • El sexto sentido (Ordinales 4) de Phavy Prieto

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    Cuarta obra de la Saga Ordinales.

  • La cancion de los maories de Sarah Lark

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    ?Usted es la senora O'Keefe? William Martyn miraba perplejo a la pelirroja y gracil muchacha que lo habia atendido en la recepcion del hotel. Los hombres del campamento de buscadores de oro le habian descrito a Helen O'Keefe como una senora mayor, una especie de dragon hembra de esos que, con el paso de los anos, vomita fuego. Se decia que en el hotel de la senorita Helen regian normas estrictas. Estaba prohibido fumar, tambien el alcohol y, con mas razon todavia, invitar a personas del sexo opuesto si no se presentaba un certificado de matrimonio. Por lo que los buscadores de oro contaban, uno esperaba una carcel mas que un hotel. A pesar de ello, en aquel lugar no habia pulgas ni piojos, pero si banos para los huespedes. Era esto ultimo lo que habia acabado por convencer a William de hacer caso omiso de las advertencias de sus conocidos. Despues de pasar tres dias en el solar de la vieja granja de ovejas que los buscadores se habian adjudicado como refugio, estaba dispuesto a todo para librarse de los insectos. Incluso aguantaria a la <> Helen O'Keefe. Sin embargo, quien lo saludaba no era en absoluto una dragon, sino una bellisima criatura de ojos verdes, cuyo rostro se hallaba enmarcado por una rebelde melena rizada de un dorado rojizo. En todos los sentidos, era la vision mas agradable que William contemplaba desde que habia desembarcado en Dunedin, Nueva Zelanda. Su animo, por los suelos durante semanas, se levanto de forma instantanea. La joven rio. --No, yo soy Elaine O'Keefe. Helen es mi abuela. William sonrio, consciente de que asi causaba buena impresion. En Irlanda siempre asomaba una expresion de interes en las chicas cuando vislumbraban una chispa de picardia en sus ojos azules. --Que pena. De golpe se me habia ocurrido un anuncio comercial: <> Elaine rio por lo bajo. Tenia un rostro delgado y pequeno, la nariz tal vez una pizca demasiado afilada y con un monton de pecas. --Deberia juntarse con mi padre. No para de inventarse lemas de ese tipo: <>, <>. --Lo tendre en cuenta --sonrio William, memorizando el nombre--. ?Me dara una habitacion? La muchacha vacilo. --?Es usted buscador de oro? Entonces... bueno, todavia quedan habitaciones libres, pero son bastante caras. La mayoria de los buscadores no pueden permitirselas... --?Parezco uno de ellos? --repuso William con fingida gravedad, frunciendo el ceno bajo su abundante cabello rubio. Elaine lo observo con franqueza. A primera vista no se diferenciaba demasiado de los buscadores que veia a diario en Queenstown. Su aspecto era algo sucio y desalinado, llevaba un abrigo encerado, pantalones de montar azules y botas recias. Sin embargo, tras un segundo repaso, Elaine --como buena hija de comerciante-- reconocio la calidad del atuendo del joven: bajo el abrigo abierto se entreveia una chaqueta de piel cara; unos zahones de cuero le cubrian las piernas; las botas eran de primera calidad y la cinta del Stetson de ala ancha era de crin. En total, una pequena fortuna. Tambien las alforjas --al principio las tenia echadas descuidadamente al hombro, pero luego las habia depositado en el suelo, entre las piernas-- parecian elaboradas y caras. Todo ello no era habitual, ni mucho menos, entre los aventureros que llegaban en busca de oro en los rios y montanas de los alrededores de Queenstown, ya que eran muy pocos los que obtenian ganancias. Antes o despues, casi todos abandonaban la ciudad tan pobres y harapientos como habian llegado. Eso tambien se debia a que los hombres, por lo general, no ahorraban lo que ganaban en las minas, sino que corrian a gastarselo en Queenstown. Solo se enriquecian los inmigrantes que se asentaban alli para abrir un negocio. Entre estos se contaban los padres de Elaine, la senorita Helen con su pension y los duenos de establecimientos, como Stuart Peter de la herreria y cuadra de alquiler, Ethan con la oficina de correos y telegrafos y, sobre todo, la propietaria del llamado Hotel de Daphne, un local situado en la calle Mayor, de mala reputacion pero en general aceptado, que albergaba el burdel. William respondio pacientemente y con una sonrisa algo burlona a la mirada apreciativa de Elaine. Esta contemplaba un rostro jovial en cuyas mejillas aparecieron unos hoyuelos cuando el esbozo una mueca con los labios. !Y acababa de afeitarse! Tambien eso era inusual. Los buscadores de oro se limitaban a utilizar la navaja de afeitar cuando Daphne organizaba un baile. Elaine decidio sondear un poco al recien llegado. --Al menos no huele tanto como la mayoria. William sonrio. --Por el momento, el mar ofrece la posibilidad de banos gratuitos. Pero me han dicho que no sera por mucho tiempo, ya que esta llegando el frio. Ademas, segun parece, al oro le agrada el olor corporal. Quien menos se bana es quien mas pepitas extrae del rio. Elaine no pudo evitar reirse. --No deberia seguir usted ese ejemplo o tendra problemas con la abuela. Tome, si quiere rellenarlo... --Le tendio un formulario de registro e intento, con discrecion, espiar lo que William anotaba con pulso firme. Algo tambien poco corriente, pues eran contados los buscadores de oro que escribian con fluidez. William Martyn... El corazon de Elaine dio un brinco cuando lo leyo. Que nombre mas bonito. --?Que he de poner aqui? --pregunto William, senalando una pregunta sobre su domicilio de origen--. Acabo de llegar. Este es mi primer domicilio en Nueva Zelanda. Elaine ya no logro disimular por mas tiempo su interes. --?De verdad? ?De donde es usted? No, deje que lo adivine. Es lo que siempre hace mi madre con los nuevos huespedes. Por el acento se conoce su procedencia... Resultaba facil con la mayoria de inmigrantes, aunque de vez en cuando se cometiesen errores. A Elaine le sonaba casi igual el acento de los suecos, holandeses y alemanes. Pero a los irlandeses y escoceses los distinguia casi siempre, y la gente de Londres era especialmente facil de reconocer. Los expertos hasta lograban precisar de que zona de la ciudad procedian. Sin embargo, William era dificil de distinguir. Parecia ingles, pero aun asi hablaba de forma mas dulce, alargando las vocales. --Es usted gales --aventuro. Su abuela materna, Gwyneira McKenzie-Warden, era galesa y el acento de William le recordaba un poco al de ella. De todos modos, Gwyneira no hablaba ningun dialecto local. Era hija de un noble rural y sus institutrices siempre se habian ocupado de que su ingles careciera de acentos distintivos. William nego con la cabeza, pero sin la sonrisa que Elaine habia esperado. --?Como se le ocurre? --replico el joven--. Soy irlandes, de County Connemara. Elaine se ruborizo. Nunca habria sacado tal conclusion pese a que habia muchos irlandeses en los yacimientos de oro. Ellos, sin embargo, solian hablar un dialecto bastante burdo, mientras que William hablaba de manera distinguida. Como para subrayar su origen, escribio en letras mayusculas su ultima direccion en la casilla correspondiente: Martyn's Manor, Connemara. Se diria que no se referia a la granja de un pequeno campesino, sino a una finca rural... --Bien, ahora le enseno la habitacion --dijo Elaine. De hecho, ella no era quien acompanaba a los huespedes, y menos aun si eran varones. La abuela Helen le habia recomendado encarecidamente que siempre llamara a un sirviente o alguna doncella para cumplir tal tarea. Pero esta vez Elaine hizo de buen grado una excepcion. Salio de detras de la recepcion, caminando tan recta como su abuela le habia dicho que era <>: la cabeza levantada con gracia natural y los hombros hacia atras. !Y nada de abandonarse al balanceo provocador que tanto les agradaba exhibir a las chicas de Daphne! Elaine esperaba que sus pechos, que aun no habian alcanzado la plenitud, y su cintura, desde hacia poco encorsetada y muy esbelta, llamaran la atencion. Detestaba el corse, pero si con ello atraia el interes de ese hombre... William la siguio, contento de ir detras. Apenas si lograba reprimir el deseo al contemplar su elegante silueta, que ya anunciaba unas suaves redondeces en los lugares apropiados. Tras su breve temporada en la carcel, las ocho semanas de travesia posteriores y ahora la cabalgata de Dunedin hasta los yacimientos de oro de Queenstown... hacia casi cuatro meses que ni siquiera se acercaba a una mujer. Desde luego, un tiempo inconcebiblemente largo. Y ya era hora de ponerle remedio. Los hombres del campamento hablaban maravillas de las chicas de Daphne. Al parecer eran bastante bonitas y los cuartos estaban aseados. Sin embargo, a William le atraia mas la idea de cortejar a esa pequena y dulce pelirroja que la de satisfacer en un periquete su deseo en brazos de una prostituta. La habitacion tambien fue de su agrado. Era pulcra y estaba amueblada sobria y esmeradamente con muebles de madera clara. De las paredes colgaban cuadros y ya habia preparada una jofaina de agua para lavarse. --Tambien puede utilizar los banos --senalo Elaine, ruborizandose un poco--. Aunque debe avisar con antelacion. Consulte con la abuela, Mary o Laurie.

  • Pasaje a Tahiti, Eva Garcia Saenz de Eva Garcia Saenz

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    1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahiti en busca de una oportunidad despues de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesia conocen a Laia Kane, la hija de un consul ingles corrupto en Menorca al que han desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcara la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.

  • Jamas imagine, Fabiana Peralta de Fabiana Peralta

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    Nicole Blade conoce demasiado bien la soledad y lucha cada dia para deshacerse de su pasado, tratando de ser una chica normal y vivir un romance ardiente y legendario, de esos que te cambian la vida. Sin embargo, cuando esta a punto de hacer realidad su propio cuento de hadas, los fantasmas del pasado regresan y ponen en peligro su precaria estabilidad emocional.

  • Un geo para mi body de Sandra Bree

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  • La pregunta y la respuesta (Chaos Walking 2) de Patrick Ness

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    La continuacion de la aclamada trilogia en que se basa la superproduccion Chaos Walking, del novelista de Un monstruo viene a verme.

  • Una vida en palabras de Paul Auster

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    Una vida en palabras es un dialogo entre Paul Auster y la profesora danesa I. B. Siegumfeldt acerca del oficio, el arte y la vida del escritor. Profundamente documentado, y dando un paso mas alla de la biografia, estas paginas estan plagadas de sorpresas y revelaciones que nunca han sido compartidas por el escritor, asi como ensenanzas que a menudo saltan del campo de la literatura para hablarnos de la vida misma. Las conversaciones entre ambos empezaron en 2011 y se han desarrollado a lo largo de cinco anos, cubriendo todas las obras narrativas del autor, asi como los temas y obsesiones que las atraviesan.