• la gravedad en mis zapatos - Rocio Quinones Grande

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  • La gravedad en mis zapatos Versión Kindle - Amazon.es

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  • La gravedad en mis zapatos: 1 (Novela) Tapa blanda

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  • La gravedad en mis zapatos - Rocío Quiñones Grande

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  • La gravedad en mis zapatos

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    La gravedad en mis zapatos es mi primera novela. ... Quizás estás dudando cómo escribir tu primer libro y yo pueda contarte como me metí en esto.

  • La gravedad en mis zapatos - Letrame Grupo Editorial

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    La gravedad en mis zapatos ... La vida de Carlota gira en torno a los universos de su padre. La de Hugo orbita en torno a una decisión que le cambia la vida ...

  • LA GRAVEDAD EN MIS ZAPATOS - ROCIO QUIÑONES ...

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  • "La gravedad en mis zapatos" de Rocío Quiñones Grande.

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    16 mar 2021 — "Este libro está hecho de trocitos de un corazón que se perdió en una de sus historias, de sus quiebros y sus taras, de sus desencuentros ...

  • La gravedad en mis zapatos - Goodreads

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    La gravedad en mis zapatos book. Read 3 reviews from the world's largest community for readers. ¿Es el subconsciente el motor de cada uno de nuestros pas...

  • La gravedad en mis zapatos, Rocío Quiñones Grande

    https://www.elblogdesaralectora.com/2019/10/la-gravedad-en-mis-zapatos-rocio.html

    2 oct 2019 — Hola. No conocía el libro pero por lo que veo, no es para mi, así que lo dejo pasar. Pero gracias por la reseña. Nos leemos. ResponderEliminar.

  • La Gravedad En Mis Zapatos de Quiñones Grande ... - Todos tus libros

    https://www.todostuslibros.com/libros/la-gravedad-en-mis-zapatos_978-84-17864-31-6

    Sinopsis de: "La gravedad en mis zapatos". La vida de Carlota gira en torno a los universos de su padre. La de Hugo orbita en torno a una decisión que le ...

  • Satori de Don Winslow

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    Satori (nombre), del japones: instante de conciencia subita o de iluminacion individual; el primer paso hacia el nirvana. Transcurre el otono de 1951 y la guerra de Corea esta en pleno apogeo. Nicholai Hel, de veintiseis anos, ha pasado los tres ultimos en prision incomunicada, a manos de los americanos. Hel es maestro de la hoda korosu o <>, habla fluidamente varios idiomas y ha afinado su extraordinaria <>, conciencia adicional ante una presencia peligrosa. Posee las aptitudes para convertirse en el asesino mas temible del mundo y en este preciso momento la CIA lo necesita.

  • Un sueno por cumplir (Los Sauces 2) de Virginia V. B

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    RUTH
    Sabia que era una locura aceptar la herencia de mi amiga Judith. Sabia que aquello me acarrearia enfrentamientos que no buscaba, sobre todo con mi madre y con Unai, dos personas con las que nunca me habia llevado bien y que, ya iba siendo hora de poner en su sitio. Por supuesto que sabia que la decision de quedarme en Los Sauces traeria consecuencias en mi matrimonio, y no buenas precisamente. Me dio exactamente igual. Para ser sincera, hasta lo deseaba. Si, claro que sabia que cumplir el sueno de mi amiga, para bien o para mal, me cambiaria la vida, aun asi, firme aquel papel que me pusieron delante de las narices, con todas las consecuencias.
    !Yo no era una cobarde!

  • Elena y su mundo en blanco y negro de Laura Nuno

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    Me flipa mucho mi mundo en blanco y negro. Me hace sentir comoda y tenerlo todo bajo control.
    Claro, que eso fue antes de que Clara tuviera una cita muy desafortunada y fuera yo quien pagara las consecuencias, porque su cita era un loco. O eso, o estaba muy necesitado de sexo y a falta de la guapa se lanzase a por la amiga fea, o sea, yo.
    Pues lo llevaba claro, porque la fea tenia dignidad y un orgullo que rozaba la cabezoneria.
    Por desgracia, el resulto ser mas cabezon que yo y se empeno en mostrarme su mundo en color.
    Pero, a ver, ?quien se creia que un tipo como el iba a preferirme a mi antes que a Clarita?
    Y en el hipotetico caso de que consiguiese convencerme, ?como haria para atravesar mi telarana de recelos?
    Y, mas hipoteticamente aun, de derribar mis muros, ?que paleta usaria para darle color a mi mundo?
    Pues oye, que el muchacho erre que erre. Tan contagioso era su entusiasmo, tanto aposto por nosotros, que casi me convencio.
    Casi.
    Como diria Clarita, habia demasiadas incognitas en esta ecuacion; muchos recelos por mi parte y demasiados secretos por la suya. Con este panorama, ?que probabilidades teniamos de ganar? ?Eh, eh?

  • La capital de Robert Menasse

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    Bruselas es el corazon de la UE y tambien de esta novela. Esta obra es un viaje a las interioridades de la vida politica europea a traves de cinco historias conectadas que corren paralelas, cada una con un protagonista diferente, y que se centran en la vida diaria de la capital europea desde diversas perspectivas. La capital sigue de cerca el destino de sus personajes en sus frecuentes encuentros, ofreciendo una vision de sus vidas profesionales asi como de sus coloridas vidas privadas, alejadas de las oficinas y congresos. La mirada penetrante de Menasse, cargada de humor e ironia, hace de esta novela una lectura tan irresistible como importante en los tiempos actuales de nacionalismos, desde el Brexit hasta la independencia de Cataluna.

  • Regreso a Oak Hill (Oak Hill 2) de Marian Viladrich

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    Segunda entrega de la trilogia romantica actual de Marian Viladrich <>.

  • Mas de 555 millones podemos leer este libro sin traduccion de Jose Maria Merino

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    Un poderoso manifiesto a favor del espanol.

  • ?Hasta donde estas dispuesta a llegar? de A. R. Cid

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    Si lo que buscas es algo divertido, sensual, y muy adictivo esta es tu novela.

  • Bienvenida a casa de Lucia Berlin

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    < deseando sentirme en casa.>>

  • Un te quiero por Navidad de Christian Martins

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    Los dias pasaban con demasiada rapidez y a Gabrielle Reuben se le acababa el tiempo en el preciso instante en el que el calendario le daba la bienvenida al festivo y alegre mes de diciembre. Treinta y un dias de plazo para presentar la nueva novela, ni uno mas, ni uno menos. Despues todo habria terminado para Gabrielle. Aquella noche, la muchacha se desperto con las sabanas empapadas en sudor y una extrana sensacion de fracaso en el vientre. Se levanto de la cama a reganadientes, tan solo por el mero hecho de sentirse util. Se sirvio una taza de cafe y se dirigio hacia el umbral de su despacho; ese rincon de la casa que en los ultimos meses habia logrado causarle verdadero pudor. La mesa del escritorio estaba despejada, limpia, ordenada. El portatil pulcramente colocado en el centro, junto al raton. Tiempo atras aquello habia sido un verdadero desastre, con papeles por todas partes y cuadernillos con anotaciones por cada esquina. Pero esos dias, los dias en los que Gabrielle habia tenido inspiracion, se habian esfumado. -- Necesito una musa... -- murmuro, repasando mentalmente todos aquellos consejos que le habian dado y que, por experiencia, podia afirmar que no servian para nada. Aun era temprano y la luz se colaba levemente a traves de las cortinas. Pulso el interruptor y paso a la habitacion, sin soltar su taza de cafe. Se sento frente a la mesa, recordando aquellos anos en los que nada mas levantarse de la cama se habia dirigido a ese rincon, ansiosa por continuar con aquellos personajes, aquellas historias, aquella sucesion de palabras que lograba darle vida a todo lo que rondaba en su cabeza. El cafe siempre habia tenido que esperar, y aun asi, se lo habia tomado a pequenos sorbitos, entre tecla y tecla, sin desperdiciar un solo segundo. "Uno tiene que estar siempre en el mismo lugar, a la misma hora, para que la inspiracion pueda encontrarle". "El mejor truco para escribir con fluidez es leer; leer mucho, leer todo". En aquel mundillo literario, todo el mundo tenia algo que decir. El peor de los errores de Gabrielle habia sido confesar abiertamente su bloqueo literario. Hasta entonces, a pesar de su frustracion, habia logrado "sacar algo" de su cabecita. Desde que dijo en voz alta que se encontraba sin inspiracion, bloqueada, no habia logrado sacar nada con sentido. Uno de diciembre. Se acababa el ano. Escucho el telefono fijo resonar en el salon y se pregunto a si misma si debia responder la llamada o no. Al final, suspirando hondo, decidio acercarse; estaba convencida de que era Ruth. Ruth era su agente literario y, a su vez, su mejor amiga. Era una suerte, porque cualquier autor en su situacion no habria sabido que decirle a su "pesado" agente para salir del paso y quitarselo de encima, pero ella no tenia ese problema. -- ?Hola? -- !Buenos dias, escritorzuela! -- exclamo Ruth, con un buen humor poco habitual en ella. Aunque no era, en absoluto, una amargada, Ruth solia encontrarse demasiado estresada en cada pequeno instante de la vida, cosa que menguaba su humor. -- Ahora mismo me iba a poner a escribir... -- bromeo, mientras sorbia los ultimos posos de cafe del fondo de la taza -- . ?Me llamas para escuchar mi dulce voz? -- En realidad, no. No te vas a creer lo que he conseguido... -- canturreo con felicidad. Esa frase habria sido magica para los oidos de Gabrielle en otra epoca, pero dadas las circunstancias, lo unico que le provocaba era pavor. Gabrielle tenia veintiseis anos, con diecisiete habia escrito su primer best seller y con veinticuatro el ultimo de todos. Los contratos editoriales le habian llovido desde entonces, y Ruth siempre se habia encargado de rastrear las mejores ofertas entre las propuestas que tenian sobre la mesa. De la ultima, Gabrielle habia cobrado un cuantioso anticipo que poco a poco se habia esfumado de su cuenta. Se suponia que el primer borrador del manuscrito tendria que haberlo tenido disponible para el caluroso mes de junio, pero la cosa no habia salido exactamente segun lo planeado. Uno de diciembre. La ampliacion del plazo llegaba a su final. -- ?Gabi? -- pregunto Ruth a traves del auricular -- , ?puedes prestarme un poco de atencion y bajar de las nubes? Una gran parte de ser escritora se debia a su incesante imaginacion. Gabrielle no solo tenia la capacidad de inventarse lugares, personas, escenarios, tramas... Si no que sonaba despierta. Era algo extrano. En ocasiones, se imaginaba la proxima conversacion telefonica que tendria con su madre y la recreaba en voz alta, riendose con las ocurrencias que su padre gritaria de fondo. -- Te estoy escuchando, te estoy escuchando... -- canturreo . -- Pues entonces, !atenta! -- exclamo, recuperando el buen humor de su tono de voz -- . Creo que ya he encontrado la solucion a todos tus problemas. -- ?La solu...? -- Fantasy Book necesita doce historias para una antologia y esta buscando autores nuevos para su plantilla -- continuo explicando con rapidez, sin permitirle a Gabi interrumpir -- , como solo sera una antologia y los relatos tendran la tematica asignada, no incumpliremos el contrato que ya tenemos firmado para la novela. "La novela". Esa que no existia. Esa que dudaba que fuera a existir en algun momento del futuro. -- Estoy bloqueada, Ruth... -- musito con voz de melancolica, recordandole a su agente aquello que ya sabia -- , no creo que pue... -- Seran solo cuatro mil palabras -- continuo con entusiasmo -- , ni una mas, ni una menos. !Y eso no es nada para ti, Gabi! !Te he visto escribirlas en una sola tarde! Ella suspiro desde el otro lado de la linea. Era cierto, cuatro mil palabras no eran demasiado pero... ?Pero como iba a escribirlas si no podia siquiera sacar doscientas? -- Veras, no creo... -- Sabia que te negarias, asi que me he tomado la libertad de poner al dia tu cartilla bancaria. ?Sabes cuanto dinero te queda en el banco? Gabrielle dudo. No tenia ni la menor idea, asi que guardo silencio. -- Me lo imaginada -- continuo Ruth -- , cero. No te queda dinero en el banco. -- !Mierda! Aquellos ultimos meses se habia alimentado de sobras, cereales y cafes, asi que no le habia prestado demasiada atencion a su cuenta bancaria. En realidad, ?para que necesitaba mas? No salia de casa, y se pasaba el dia por completo sentada en una silla donde ni siquiera movia los dedos de las manos. ?Para que necesitar, entonces, la energia que le proporcionaban los alimentos? -- Cuatro mil palabras y, por arte de magia, recibiras doscientos dolares. Gabrielle guardo silencio. ?Y que demonios iba a hacer con doscientos dolares? Con eso no le llegaba ni para pagar el alquiler. -- Mira, Gabi... -- continuo Ruth, adivinando sus pensamientos -- , creo que ha llegado la hora de poner las cartas sobre la mesa, ?vale? Tienes que bajarte de esa nubecita en la que estas subida. -- Lo se... -- murmuro, procurando cortar cuanto antes con aquella desagradable conversacion. -- Vas a tener que cambiar de habitos y empezar a pensar seriamente sobre tu futuro. "!Oh, oh!", penso, "!peligro!" Odiaba cuando Ruth se ponia en plan madre preocupada por su futuro literario a echarle la bronca. Ademas, si se metia en ese papel, no habia nadie que lograse sacarla. -- No te preocupes tanto... -- Gabi, por favor -- gruno -- , abreme la puerta de casa. -- ?Que te abra que...? -- pregunto, justo en el instante en el que el timbre resonaba todo su apartamento. Colgo el auricular del telefono y se dirigio a la puerta arrastrando un pie delante del otro. No tenia demasiadas ganas de hablar con ella, menos aun de recibir una visita, pero, ?que iba a hacer? ?Echarla? Abrio la puerta y alli estaba Ruth, tan perfecta como siempre y radiante a pesar de las tempranas horas. Vestia un pantalon de pata de gallo y una americana negra que le iba perfecta. -- !Oh, Dios, Gabrielle! -- exclamo, repasandola de hito a hito -- . !Pero si estas en los huesos! Ella, con los ojos en blanco, se separo de la puerta para dejar paso a su amiga. -- ?Cafe? -- pregunto, mientras se dirigia sin esperar respuesta hacia la encimera.

  • La hermana perla (Las Siete Hermanas 4) de Lucinda Riley

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    La hermana perla es el cuarto volumen de la emocionante saga de Lucinda Riley <>, una serie de novelas basada en la mitologia griega y en la astrologia que enamorara a sus lectoras.

  • Dejen todo en mis manos de Mario Levrero

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    Un viaje detectivesco e iniciatico en busca del <>.

  • Noche secreta de Yvonne Lindsay

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    QUERIA MANTENERLA CALLADA...Y EN SU CAMA.

  • Los juegos del jefe de Luis Avila

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    Vive la pasion de un romance explosivo.

  • Juntos para vencer de Jean Salas

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    Tras una apuesta con sus amigos, Derek insiste en que puede convencer a la mujer de piedra de salir con el, pero despues de que logra traspasar las barreras de Jan, y entrar en su vida, el se dara cuenta que no puedes juzgar un libro solo por su portada.

  • La Fuerza del amor (Blue Roses 1) de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Barcelona, 1992.

  • LA PAREJA PERFECTA (Blue Heron 2), Kristan Higgins de Kristan Higgins

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  • Nunca Hemos Sido Amigos de Irene Romo

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    Emma es joven y sus unicos problemas son acudir a la universidad y. David. El apuesto ligon que quiere conquistarla a toda costa y, que para su sorpresa, esconde un gran corazon. Pero ella no tiene ojos para nadie mas que para Marcos.
    David se ha dado cuenta de que no tiene nada que hacer con Emma, pues ella vive una relacion clandestina con su vecino de arriba. Pero David se da cuenta de lo especial que es Emma y entre ellos nace una gran amistad, hasta que una noche que Emma necesita consuelo, ambos se dejan llevar mas alla de la amistad.
    ?Que pasara a partir de ahora?, ?que ocurrira con su amistad?, ?seran capaces de mostrar sus verdaderos sentimientos?

  • Mi Planta de Naranja-Lima de Jose Mauro De Vasconcelos

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    De mayor Zeze quiere ser poeta y llevar corbata de lazo, pero de momento es un nino brasileno de cinco anos que se abre a la vida. En su casa es un trasto que va de travesura en travesura y no recibe mas que reprimendas y tundas; en el colegio es un angel con el corazon de oro y una imaginacion desbordante que tiene encandilada a su maestra. Pero para un nino como el, inteligente y sensible, crecer en una familia pobre no siempre es facil; cuando esta triste, Zeze se refugia en su amigo Minguinho, un arbolito de naranja lima, con quien comparte todos sus secretos, y en el Portugues, dueno del coche mas bonito del barrio.

  • El que susurra de Malenka Ramos

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  • Territorio Comanche, Arturo Perez de Arturo Perez Reverte

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    Guerra de Bosnia, principios de los anos noventa.

  • Peligro Extremo de Shannon Mckenna

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    El regreso mas esperado de Shannon McKenna a Manderley con un thriller romantico de alto voltaje erotico .

  • Adorable perdicion (Adorable 1) de Gabriela Cano

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    Primera y apasionante entrega de la trilogia <> de Gabriela Cano en la que conoceremos la romantica historia de Heather y Kilian.

  • Yo el asesino de Diego Uribe

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    D esperto a sus tres hijos de madrugada, entre los ruidos del motor de un viejo Renault Cuatro blanco que los esperaba con un conductor en la puerta de la casa. Iban a emprender un largo viaje que les cambiaria la vida, si conseguian llegar a su destino. Los ninos lloraban, no querian ponerse las ropas que les daba su madre: unos harapos malolientes y remendados que habian resistido varias generaciones. No sabian que pasaba, todavia eran unos crios. Una vez estaban preparados para subirse al coche, ella aprovecho para meterse en un cuarto pequeno y se corto la preciosa melena negra que la acompano durante anos. No queria que supieran que era una mujer y, si lo descubrian, queria estar lo menos atractiva posible. El padre introdujo las maletas raidas en el maletero y en la bandeja superior. Solo cabian cinco personas en el coche, pero, como los hijos era menores, el conductor, un hombre con semblante serio y de poco hablar, lo acepto. Ademas, recibio el dinero por adelantado, a traves de la mafia local; su parte de los veinte mil euros que dejaron las arcas de la familia en la miseria. La madre intento ocupar el asiento del copiloto, pero, ante sus gritos e insultos, lo intercambio con su esposo. Sentados, lloraban y miraban atras, en un intento de despedirse de la tierra que los vio crecer y nacer. La amargura los embargaba, pero tambien tenian un hilo de esperanza: podia ser el principio de una nueva vida, que no daba para mas en su pais natal. Se despidieron con la mano de la ultima calle de Tadouart, tomaron la Route Ancient hacia Tiznit y la N1 en direccion a Agadir, el destino final para el taxi, pero no para ellos, que debian tomar un autobus en direccion a Tanger. Pasaron la noche entre los murmullos y gimoteos de los menores, que ignoraban su suerte. Al llegar los primeros claros del dia, hicieron una parada, bebieron agua de una botella y comieron unos dulces tipicos de su pueblo. Durante el dia, abandonaron la carretera principal, que estaba en buen estado, y viajaron por la secundaria, de tierra y piedras que provocaban que el coche botara, haciendo imposible el descanso. Habia demasiados controles de policia y mafias dispuestas a robar o lo que hiciera falta para arruinarles el trayecto. Despues de horas metidos en el vehiculo, se encontraban cerca del transbordo. No lloraban, pasaron de un estado de expectacion ante lo que su nueva vida pudiera traerles. Llegaron a Agadir en las primeras horas de la noche, cuando era mas facil pasar desapercibidos. Tenian que dirigirse a una parte de la ciudad donde una multitud esperaba impaciente a que abrieran las puertas de un autobus ilegal. El numero de personas doblaba la capacidad del vehiculo. Las mafias que controlaban la operacion bendecian la circunstancia: cuanta mas demanda, mas beneficios. El Renault Cuatro aparco a unos metros del autobus, y el conductor les senalo que se bajaran y esperaran junto a los otros viajeros. La familia recogio sus pertenencias y se encamino hacia el grupo, donde todos competian por conseguir un hueco junto a la escalera de acceso. Tras varios minutos de gritos y peleas, dos encapuchados con chilabas aparecieron por sorpresa. El que parecia el cabecilla saco una pistola y todos callaron rapido. Se dirigio al asiento del chofer, abrio la puerta y se subio. El otro hombre hablo a la multitud y les explico en varios idiomas que la tarifa habia subido como resultado de los gastos de gasolina y adecuamiento del autobus. Los pasajeros se lo tomaron mal, hasta el punto de acorralarlo, pero el saco una pistola de un bolsillo de la chilaba y disparo al que tenia enfrente, que murio en el acto. El mensaje llego claro a los presentes, que cesaron su motin y obedecieron las ordenes. No todos llevaban dinero, algunos pagaron por anticipado y no les quedaba nada. Solo los que tenian algo reservado para gastos inesperados pudieron acceder al vehiculo. La madre, ante la desesperacion de su esposo, que lloraba pensando que se quedarian sin sitio, saco un pequeno monedero y, a escondidas, le deposito en la mano lo que ahorro durante anos sin que el lo supiera. Cuando les llego el turno de entrar en el autobus, uno de los encargados les dijo que era raro ver a dos hombres con tres ninos pequenos. El padre no dijo nada, el malvado sabia lo que ocurria. Agarro a la madre del brazo, le quito la capucha y le estrujo los pechos con rabia. Las voces de los demas viajeros, que apenas veian lo que pasaba y que apremiaban al conductor por la demora en subir, hicieron menor el sufrimiento de la mujer. El trayecto entre Marrakech y Casablanca se paso deprisa, hasta que un grupo de policias marroquies les dio el alto en las proximidades de Rabat. Uno de ellos se subio al vehiculo y, empunando una metralleta, recorrio los asientos recolectando dinero. Apenas tuvo que hablar, todos sabian lo que queria: no era la primera vez que pasaban por la experiencia. El intercambio se llevo a cabo como un tramite burocratico. Una vez la policia acumulo lo que creia justo para dejarlos seguir adelante, se marcharon. Llegaron a Tanger y, tras varias paradas, se dirigieron por la avenida Mohammed IV hacia la playa Real, cerca del puerto. Era una cala pequena y de dificil acceso, donde montarian su cuartel general hasta el momento de marchar hacia El Hoceima, ultima parada antes de partir hacia Espana. Las embarcaciones derruidas servirian de vivienda improvisada para enfrentar al frio de la noche. Dias despues, dos hombres, un espanol y un marroqui, aparecieron en un coche militar con un bote en la parte superior. El marroqui seria el encargado de llevarlos en patera hacia una playa senalada junto a El Hoceima; desde alli viajarian hacia las costas de Almeria, su destino final. El espanol pidio cien euros a cada familia si querian subirse a la barca. Un chico le dijo en un ingles basico que era injusto, que no estaba dentro del trato que hicieron. El marroqui se aproximo por detras y lo golpeo con una tabla que recogio del suelo. La sangre manaba veloz y relucia en la cabeza sin pelo del africano, que cayo al suelo al instante. El espanol aprovecho ese momento para darle una patada en la cabeza que lo dejo inconsciente. --?Alguien tiene alguna pregunta? Nadie se atrevio a responder. Sacaron el dinero, se ayudaron entre si y pagaron. Cinco horas de viaje y ya estaban en la ultima ciudad de Marruecos que pisarian antes de partir y que, con toda probabilidad, algunos jamas volverian a ver. Una cala desierta los habia recibido y los despediria a medianoche, cuando las patrulleras espanolas hicieran los cambios de guardia. El momento esperado llego con la senal de una linterna al piloto desde un monte cercano. Con dificultad, unos cuantos chicos empujaron la barca, que se dirigio mar adentro, y se subieron deprisa. Las olas eran gigantes en ese momento, pero no tenian mas remedio que intentarlo. Tras algunos virajes, el copiloto se hizo con el mando de la patera, que comenzo a recibir agua a traves de varias grietas entre las tablas, alli donde la masilla habia cedido. Despues de unas horas con poco espacio, los cuerpos de los viajeros empezaron a resentirse. El unico que tenia anchura era el piloto, que sudaba tratando de gobernar la barca en mitad del temporal. El chico que recibio la paliza por quejarse grito en frances que iban a morir todos, que el reguero de agua seria cada vez mas grande a medida que el tiempo pasara y se ahogarian en mitad del oceano. El piloto le pidio a gritos que se calmara. Les aseguro que no era su primer viaje entre los dos continentes y, si todos colaboraban, llegarian a las costas de Almeria. La mitad del trayecto paso y la barca resistia a duras penas. Alguien alerto de una luz tenue a unos cincuenta metros. Los pasajeros entraron en panico al pensar en la posibilidad de que fuera una patrullera espanola. El piloto los tranquilizo avisando de que sus luces eran mas potentes. Cuando estaban a unos metros, un golpe seco en el casco de la embarcacion provoco la histeria de nuevo. Una persona saco una linterna diminuta, alumbro al mar y descubrio los cuerpos flotantes de dos personas que se habian ahogado. Un candil reposaba en la proa de una patera medio hundida, con un nino de corta edad muerto entre las tablas del suelo. Liderados por el mismo joven, los pasajeros se amotinaron y a punto estuvieron de volcar la barca. El piloto, encolerizado, dejo su asiento y saco un cuchillo. --!Salta o te mato! --No se nadar. --!Hazlo! El chico se arrojo al mar entre sollozos y ante la cara de miedo de los pasajeros, que poco tardaron en obedecer. El resto del trayecto fue tranquilo, las olas amainaron y la actitud desafiante de algunos desaparecio ante la inminente llegada a las costas espanolas. Con la primera luz del alba, la patera toco suelo espanol. Un grito alerto de la aparicion de un coche de la Guardia Civil a unos metros de la playa. Los mas jovenes saltaron de la patera y corrieron en direccion contraria, pues sabian que si se dispersaban las posibilidades de no ser atrapados eran altas. El resto hinco la rodilla en la arena y desistieron. Esperaron a los agentes entre lagrimas y desconsuelo. Tanto dinero y penuria para que los devolviesen a su tierra. Pero a veces la suerte ayuda a la buena gente, y un abogado almeriense consiguio el resto: utilizo a los menores como excusa para solicitarles asilo, que fue aprobado por el juez de guardia. Seis meses despues, dejaron la casa de alojamiento de inmigrantes, en los suburbios de Almeria, y se mudaron a una propia. Era pequena y vieja, pero suya. Lo habian conseguido. 1 Iniciacion E spero en la puerta del cine Imperial para ver una pelicula. El dia ha sido raro, desde temprano he tenido sensaciones extranas. Un hormigueo me recorre el cuerpo y el corazon me palpita acelerado. Las manos me tiemblan y las piernas no pueden sostenerme. Mis pensamientos se mezclan y no consigo razonar con claridad. Miro en todas las direcciones, quizas me observan. Debo comportarme con normalidad. Me doy la vuelta y doy la espalda a los que vienen al cine por la Puerta de Purchena. La hora de entrar llega; tengo que tranquilizarme, mi nerviosismo podria llamar la atencion. Tres chicas jovenes pasan junto a mi; puedo oler sus fragancias. Una pareja mayor las sigue, comentando las buenas criticas que la pelicula ha tenido en los medios de comunicacion. Voy a entrar detras cuando una joven de pelo castano largo se adelanta, rozandome el hombro; me golpea con el bolso y se disculpa. No respiro bien. Comienzo a perder el control. La sigo hasta la sala tres y no me importa que pelicula vine a ver. Se sienta sola en la tercera fila, a la izquierda. Yo lo hago tres detras. Puedo verla a la perfeccion. Se acaricia el pelo y mueve la cabeza como una diosa. Paso la pelicula entera admirandola. Quiero volver a casa, pero no soy capaz. Algo me empuja a seguir alli. Es ella, es mi madre: su pelo, su figura, sus labios. <>. Un espectador cambia de sitio y se sienta junto a ella. Entablan conversacion, y eso no me gusta. Espero un instante; si intenta algo, tendre que intervenir. Se acerca despacio a su cara, pero ella lo rechaza con la mano. Hace un gesto para avisar al revisor y el entrometido desaparece. Siempre hay que tener cuidado cuando se va sola. La pelicula termina y la chica se queda a ver los creditos del final. Los espectadores se marchan, pero no se de que hablan, no preste atencion a la pelicula. Quedan cinco personas en la sala, ademas de nosotros. No se que hacer. <>.

  • Cupido por una vez de Yami Krismiya

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    Cuando Elizabeth descubre que el hombre del cual estaba profundamente enamorada sera su futuro cunado, se aferra a su mejor amigo: el alcohol.En una noche de desenfreno, en la que se pasa de mas con las copas, ofende a voz en grito al dios griego del amor. Cuando este desciende de sus dominios para atender al llamado, pidiendo explicaciones por la ofensa, no puede evitar iniciar un peligroso juego.Elizabeth debera unir a tres parejas de un solo flechazo. Todas deberan ser perfectas, amor verdadero. Asi, y solo asi, podra olvidar los sentimientos que alberga por el novio de su hermana, Jane.

  • Viento y ceniza (Forastera 6) de Diana Gabaldon

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    Corre el ano 1772 en Carolina del Norte. La revolucion ha llenado de muertos las calles de Boston, y el gobernador pide ayuda a Jamie Fraser. Sin embargo, gracias a su esposa Claire, viajera en el tiempo, Jamie sabe que el resultado de la revolucion sera muy desfavorable a los intereses del rey de Escocia. Por una vez, Jamie quisiera que su mujer se equivocara acerca del futuro.

  • La cabana 8 de Lucia Coll Medina

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    !Hoy va a ser un dia especial! Estoy un poco nervioso pero muy emocionado. Le va a encantar. Estoy seguro de que me dira que si. !Va a ser un fin de semana inolvidable! --dije saltando de la cama. Mi hermano me mando a callar porque eran las cinco y media de la manana y el queria seguir durmiendo. Sabia que el tambien estaba emocionado pero sus ganas de dormir podian mas con el. Chris me ayudo a preparar todo. Cuando le conte mi plan me dijo que estaba loco. Solia decirme cosas asi aunque luego siempre me ayudaba cuando lo necesitaba. Hacia frio esa manana. Habian bajado las temperaturas diez grados como habia previsto el del tiempo. Necesitaba empacar mi maleta. Ademas, tenia que buscar mi bufanda de rayas verde y gris y los guantes negros a juego con las botas para la nieve. <>. Me dije dudando. Aqui en Murcia no suele nevar pero si en la Cordillera Cantabrica y mucho. Habia reservado una cabana en <> Y lo mas importante: <> me pregunte. Agachado sobre la densa nieve, trate de ocultarme mientras me acercaba a la cabana. La nieve helada rozaba mis muslos, <>. Cuando llegue a la puerta de la cabana vi que tenia el numero 8 pintado en ella. <>. Me dije ilusionado. Habia notado, que el color de la pintura negra del numero se veia mas vivo que el primer dia que llegamos. Tal vez la humedad de la nieve hacia que brillara mas. Decidi mirar por la ventana que daba al gran salon-cocina. Desde fuera no podia ver a nadie. Solo veia que el fuego de la chimenea se estaba consumiendo. Estaba muy preocupado por Lara. Queria encontrarla, saber que estaba bien e irnos de ese lugar lo antes posible. Al fin y al cabo ese no era el fin de semana que yo habia planeado. Con miedo de que hubiera un huesped nuevo dentro, llame a la puerta con el puno. No hubo respuesta. Volvi a llamar. Esa vez fue un poco mas fuerte. Note, que mi cuerpo no se movia con la misma rapidez y fuerza de antes. Me sentia muy cansado. Sabia que no podia quedarme mucho mas tiempo fuera o me congelaria alli mismo. Asi que, agarre el pomo de la puerta y la empuje despacio. Un chirrido se oyo de repente. --!Mierda! dije enfadado y un poco asustado. Si habia alguien en la cabana ya sabria que otro alguien estaba intentando entrar. Me llene de valor y pase adentro. Cerre la puerta de un empujon tras de mi y mire a mi alrededor. El interior de la cabana era igual que la mia. Todo estaba en silencio. Parecia estar vacia. Tenia el frio calado en los huesos por lo que di varios pasos, muy despacio hacia la chimenea. Mis pies pasaron de notar la madera a sentir la calida alfombra beige frente a la lumbre. Me puse en cuclillas y estire los brazos. <>. Notaba como el calor llegaba a las puntas de mis dedos y pasaba por mis manos, a traves de mis brazos y se esparcia por todo mi cuerpo. Habia perdido la nocion del tiempo por el cansancio y el frio. Cuando por fin mi cuerpo hubo cogido una buena temperatura, ya estaba listo para ir a explorar la cabana y averiguar donde se encontraba Lara. Asi que, me levante y camine hacia la cocina. No habia restos de comida, ni platos sucios, <> me dije. 'Tal vez, si que hay nuevos huespedes en la cabana que me puedan ayudar. Respire hondo, me atrevi y grite: --Hola, ?hay alguien? !necesito ayuda, por favor! Mi voz sono aspera y quebrada. Silencio. Despues, oi un fuerte golpe y cai contra el suelo. Veia motitas de polvo, alguna astilla levantada en la madera y luego nada. VIERNES Capitulo 2 Baje a la cocina con la maleta ya hecha y la deje al lado de la pared junto a la puerta principal. Mire el reloj <>. --Dije para mi. Decidi preparar el desayuno favorito de mi madre: tortitas con bacon, sirope de arce y frutas silvestres. !Me encanta cocinar! Aun recuerdo cuando tenia 6 anos y le dije a mi madre que un dia me convertiria en un Chef profesional. Recuerdo como me tomo de las manos y me miro con sus ojos azules, en los cuales podia ver el mar si los miraba fijamente. Me sonrio y me dijo con voz dulce: --carino, tu podras ser lo que tu quieras si te lo propones y luchas por ello. Todavia recuerdo su cara y el beso que me dio en la frente aquel dia y siempre lo recordare aunque ella ya no este. El primero en bajar aquella manana fue mi padre, todavia llevaba el pijama de cuadros que mi hermano y yo le regalamos por Navidad. Su pelo negro y rizado se veia tan despeinado como si hubiese batallado con alguien toda la noche. --Buenos dias, Erik. ?Has dormido bien? --Buenos dias, papa. Si y por lo que veo mejor que tu. Dije con una sonrisa burlona. --Ni lo menciones. Sali a tomar unas cervezas con los companeros de trabajo y volvimos a las tantas. --Es que, papa, aunque te empenes en negarlo ya no eres tan joven. Le dije dandole un par de palmaditas en la espalda que le provocaron un poco de tos. Yo me reia y mi padre se unio a las risas cuando dejo de toser. --?Que esta pasando aqui abajo? Dijo una voz detras de nosotros. Era Chris. --Por fin bajas, bello durmiente. Le dije mientras me inclinaba con una reverencia. --Anda calla. Y ?el desayuno? Huelo a tortitas recien hechas. Dijo Chris mientras se frotaba las manos ansioso de comida. --Toma, aqui las tienes. Pense que hoy seria bueno comer el desayuno favorito de mama. Hoy seria su cumpleanos. --?Que? Ah, si, si. Dame y vamos a comer. Ademas de las arrugas que tenia marcadas en la cara por la sabana, note en la cara de mi hermano un ligero sentimiento de tristeza. No estaba muy seguro de si se habria olvidado o todavia no lo habria superado. Desde que mama murio hace dieciocho anos nunca ha hablado del tema. Supongo que le entiendo. Chris era mas pequeno que yo. Para mi, con 20 anos fue duro, asi que para el que solo tenia quince ni me lo puedo imaginar.

  • Destino, ?en que pensabas? de Sara De Dios Valdajos

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    Un accidente puede cambiar tu vida, para bien o para mal.

  • Librame de todo mal de S. A. Kirchen

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    La primera vez que el morbo se tradujo en humedad, la adolescencia afeaba un poco mi rostro con granos y espinillas, y me sorprendio paseando distraida hacia mi casa desde el instituto. Por expreso deseo materno, nunca cruzaba el atajo del cementerio viejo con tal de acortar el trayecto. Ella aseguraba, a propios y ajenos, que el sendero lo plagaban las animas atormentadas vagando sin reposo. Explicaba apasionada, un sinnumero de historias fantasticas sobre aparecidos y entes andrajosos visionarios de infortunios, que sugestionaban a los parroquianos hasta el punto de abandonar a sus muertos el Dia de Todos los Santos. Yo creci en ese ambiente religioso opresor, siempre temerosa al castigo divino, donde no era admisible pecar ni de pensamiento. ?Que me empujo a quebrantar la norma? Yo era carne de beata, siempre recatada y pudorosa. Mi uniforme escolar daba fe de ello; los calcetines bien altos y el dobladillo de la falda por debajo de la rodilla no dejaban un centimetro de piel al aire. Entonces, ?como sucedio? Hoy tras anos de mantener relegado aquel recuerdo al cajon desastre de mi memoria, comienzo a darle credito a las fabulas de mi madre; algo hubo de arrastrarme inconscientemente por aquella trocha estrecha y poco transitada, colmada de piedras caidas de los muros resecos y de la tierra, que, convertida en polvo, se fijaba a los mocasines lustrados en la manana. Cada rama que pisaba, mi mente la convertia en el crujido de un hueso al quebrarse. Cada hoja que me rozaba, eran jirones del atavio para amortajar de alguna novia suicida. Temblaba con cada soplo de viento que movia mi cabello, y me aferraba a la carpeta escolar como si fueran misales con la propiedad de ahuyentar a los espiritus molestos por mi intrusion. Sufri alucinaciones de todo tipo, hasta el punto de sudar en frio y respirar atropelladamente aquejada por el panico a lo desconocido o a lo imaginario. Me apresure a salir de la hijuela --se me antojo una peregrinacion-- con pasos acuciosos. Sin embargo, en mi fuga, el pie se enmarano en un raigon y al abrir los brazos para no perder los dientes en el batacazo, solte la carpeta y el contenido se desperdigo fuera de la senda. Ni sacudi la suciedad de la ropa, de un brinco me alce. Con miedo atroz, trizaba zarzales a manotazos sin acusar el escozor por los rasgunos de sus espinas. Asi, fui penetrando en el margen de la vereda y los vi. En el pueblo todos nos conociamos, y todos tambien teniamos un apelativo, por lo general otorgado en honor a alguna aptitud, labor, defecto o tara heredada de un antepasado. En mi casa eramos los Coratos, en recuerdo al caracter montaraz de una abuela. Los que estaban desnudos en el claro, rodeados de espesura silvestre y yerma, tampoco se libraban. Ella era Palmira, La Dona, nunca supe a que venia el apodo, era la esposa del alcalde, un hombre regordete y bigotudo, con los brazos desproporcionados en comparacion a su corta estatura, siempre apestando a puro, vino barato y refrito de bar. Yo les llamaba La extrana pareja. Las carencias fisicas del marido, eran superadas con nota por la belleza delicada de la mujer y, sobre todo, por su elegancia. Su acompanante no era el alcalde, si no el capellan, un hombre bien parecido y admirado por todas las devotas que proclamaban bondades de su persona. Alarmada, podria narrar como el pavor a ser sorprendida atenazaba mis musculos, podria, pero no; la imagen me subyugaba a seguir camuflada tras los matojos. Desde mi posicion podia sentir el sonido de sus besos arrebatados. El, le sujetaba con ambas manos la cara, sosteniendola con la maravilla que se admira un milagro; ella desabotonaba su camisa de abajo a arriba, dejando a la intemperie un torso definido y masculino, bien formado. Que extravagante es la vida, nunca habia contemplado a un hombre desnudo y el padre Samuel iba a mostrarme todas sus inocencias. Centimetro a centimetro, La Dona, fue retirando las prendas que entorpecian el acceso a la zona mas casta a mantener por un ministro del Senor, y cuando aparecio ante mis pupilas perplejas aquel pecado erguido, ahogue un grito de estupor. La mujer no tuvo remilgos en abandonar la boca hipocrita que, en la manana, habia impuesto penitencias a las confesiones de sus feligresas, para trazar con sus labios un rastro ardoroso derecho a calmar los latidos del miembro que acariciaba. Mi cuerpo tambien se agito expectante y acalorado, ardian mis mejillas y mis pulmones demandaban henchirse mas veces y mas profundamente. La mujer se postro ante el, aun vestida, mostrando los hombros, lo unico que le habia dado tiempo a descubrirle. Alzo la mirada desde su posicion, implorando ante aquel altar, relamiendose ansiosa de mimar sus exvotos expiatorios, y seguido, repaso con su lengua la envergadura exhibida sin reparos. Ahi, mis pulmones se vaciaron. A la par, en mis entranas principiaba un cosquilleo viciosamente agradable. Cuando ella le proporcionaba una caricia falica intensa, un millar de sensaciones se originaban alrededor, equivalentes a una sinfonia tosca de jadeos, paladeos, chasquidos y palabras sensuales, que me llegaban amortiguadas, pero con la energia estimulante precisa para avivar mis hormonas donceles. De repente, el, con voz ronca y excitada, rogo que se detuviera apartandole la cabeza de su intimidad, obligandola a levantarse. La observaba fervido, igual a un imaginero su obra sagrada, y fue desarropandola sin prisas, boton a boton, sosteniendole la mirada. Ambos desnudos se tumbaron en la yerba poco mullida. Los besos eran furiosos, suculentos, delirantes... Mordia el cuello de La Dona, que se contorsionaba bajo la figura del pecado. Tomo sus senos cual lactante hambriento y, cuando creyo haber catado suficiente, siguio buscando otro oasis en donde saciar su sed. No tardo demasiado en emplazarlo. Situando su boca en los labios intimos de la mujer, conseguia que gimiera retorciendose sin control implorandole un receso. No cedia a sus suplicas, al contrario, su lengua repasaba los pliegues del deseo, hurgaba en su cavidad intima y se centraba en saborear los jugos de la excitacion femenina, inmovilizando sus piernas, exponiendola de par en par ante el, absorbiendo sin reten la ambrosia ofrecida. Mi inquietud se habia convertido en agitacion y el calor, en llamas. La ropa interior empezaba a impregnarse de fluidos desconocidos hasta aquel entonces, mi libido intentaba orientarme torpemente sobre los pasos a seguir, hasta que la pareja cambio los juegos orales por los carnales. Ella, aun entre espasmos y convulsiones, recibia el primer envite. Se arqueo, el se mantuvo alli unos segundos y salio lentamente, para entrar de nuevo y repetir la operacion, una y otra vez, torturandola por como imploraba y se aferraba a la escasa hierba. Mi mano tomo la iniciativa al reptar por debajo de la falda. Estaba mojada, mi intimidad habia cambiado al tacto, era mas suave y mas esponjosa. Las censuras me asustaban y palpaba con aprension. Subitamente todos mis escrupulos se evaporaron junto con mis bragas, permitiendo a los dedos acariciar mi sexo, experimentando a darme placer sin mas prudencias. Con la falda por encima de las rodillas y con las bragas a la altura de los tobillos, escudrinaba la manera idonea de avezarme en enfasis a aquella fogosidad, ya no observaba a la pareja, verme a mi era asaz. Inesperadamente, una contraccion mas grata a las anteriores se manifesto imparable. Manipule mi vertice de goce, ignoto hasta el momento, y aprendi a presionarlo con el vigor adecuado para obtener una sacudida en respuesta. Algo restallaba dentro licuando mi candidez puber, tornando mi inocencia en un flujo viscoso y tibio que resbalaba entre mis nalgas. Lleve los dedos empapados a la boca, curiosa en conocer mi sabor y aroma, sin dejar de dedicarle fricciones intensas al punto erogeno profanado, succionando mi indice instruida por la vision de La Dona hacia unos minutos, y sin darme tregua a mi misma alcance el extasis. Contuve los gemidos mordiendome los labios por respeto a los adulteros de fe y promesas, que, tras consumar, se regalaban arrumacos de amantes fieles. Fui recomponiendome sin causarles molestia alguna y, tan silenciosa como apareci, me marche. Mi cuerpo aun sensible acusaba los roces de la ropa, tambien el corazon bombeaba la sangre con prisa y note mis pechos pesados y turgentes, entendi la necesidad apremiante de los imberbes companeros de clase, siempre animando a alguna de las chicas populares a complacer sus instintos basicos. Sin embargo, no solo disfrutaba de ese hallazgo, la angustia tambien ocupaba su parcela en mi, conjugando ambas emociones en diferente proporcion, y, con cada paso que me aproximaba a casa, la aprension ganaba al gozo. Mi madre estaria alli, entre sus miles de quehaceres, esperando mi regreso, pendiente del reloj. Con el tiempo habia conseguido diez minutos de cortesia y vadear el viejo osario me regalaba alguno mas, pero el rato de lubricidad superaba al computo total. Desee con ahinco que ella estuviera aquejada por alguna jaqueca, hecho probable, era una mujer victima de sus propias decisiones irreflexivas, producto de su lengua perennemente dispuesta a senalar los defectos ajenos e incapaz de distinguir los propios. Para mi descanso, nadie me esperaba, respire con alivio, habia temido delatarme al mal fingir no conocer sucesos resenables, cuando mis ropas sucias y mis zapatos polvorientos arguian lo contrario. La casa estaba vacia, podia mudarme ajena a miradas recelosas o preguntas incomodas a las que contestaria mintiendo. Evitando que una inspeccion ocular hiciera saltar todas las alarmas, saque brillo al calzado y lo guarde bajo la cama. Con sigilo, cruce de puntillas de mi habitacion al aseo y pase el cerrojo. Al desabotonar la blusa del uniforme y contemplar la imagen del espejo, me vi distinta, concretamente no se que habria cambiado, pero mi cuerpo me gustaba mas que en la manana o en la noche anterior. Repase con suavidad la rosada aureola que al contacto recuperaba tersura y mis senos tomaron forma sugerente, apetecible. Acariciaba las protuberancias semejantes a fresas y las pellizque, primero con tiento, luego con mas crudeza. Un jubilo chocante, entre gusto y desagrado, conecto mi sexo. Desabroche la falda y hasta el sonido al caer fue provocador. Mis braguitas de algodon con blonda infantil, estaban sucias, con briznas de paja y restos de arena; aun humedas, las baje, lanzandolas de un puntapie a un rincon del bano y de nuevo examine mi reflejo escandaloso, recobrando la exploracion en donde la habia dejado antes de descubrirme a mi misma. Entre mas maltrataba mis indefensos pezones, mas necesitaba escarbar en mi libidine e introduje el dedo corazon para notar el pulso en mi intimidad. Nuestro Senor fue habil al dotarnos de tantos dedos en cada mano, logre jugar con mis claves del hedonismo a la vez, aprendi a satisfacerme en menos tiempo del que emplee en la invocacion al Espiritu Santo. Cuando mi familia regreso de sus quehaceres, yo habia preparado la cena, puesto la mesa y esperaba acabando mis tareas escolares. Presentia que, si me observaban con detenimiento adivinarian mi intrusion en esos horizontes intemperantes. Asi que opte por intentar pasar inadvertida. En principio no deberia de ser una empresa dificil, en casa solo notaban mi presencia en caso de retrasarme. La noche estuvo llena de suenos variopintos, situaciones inconcebibles y tentaciones insolitas, en donde un fraile, poseia mi cuerpo haciendolo retorcer bajo sus habitos de saco, desgarrando su pureza con mi total entrega.

  • Dulces mentiras, amargas verdades 1 de Lily Perozo

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    Entre el desierto y el mar se encuentra Dubai, el pais mas grande en todos los aspectos del mundo, uno de los siete emirates que conforman la union de los emiratos arabes y que en este preciso instante esta haciendo historia con la inauguracion del Burj Khalifa, el coloso de cemento, acero y vidrio, llevandose el record por ser la estructura mas alta creada por el hombre y fue el lugar mas apropiado para celebrar la graduacion con honores de Samuel Garnett, egresado de la universidad Rheinische Friedrich-Wilhelms de Alemania. La impresionante ceremonia de apertura fue en medio de un espectaculo de luces que hacian titilar la majestuosa edificacion, seguido de la fuente danzante, que dejaba a mas de uno con la boca abierta ante la sincronia y altura que alcanzaban las propulsiones de agua, amenizada por la voz de un musico Turco. -Ya me tienen cansado con tantos musicos turcos. esperaba al menos algo medianamente electronico, se supone que hay turistas. -- acoto Thor haciendo un puchero de desagrado. -Thor comportate, te he dicho mil veces que estudies un poco mas las religiones de los paises que visitas, los musulmanes no permiten a Tiesto en estos eventos, ni en ningun otro. ese tipo de musica estridente que te gusta, aqui no es admitida. --le hizo saber, Reinhard reganandolo levemente. -Ni a nosotros nos pasan mucho y aqui estamos, todo sea por los ingresos que les proporciona el turismo, por eso la proxima semana me voy a Ibiza, no puedo perderme el festival electronico, asi que apenas llegues a Brasil nos envias el jet, para desintoxicarme un poco de esto. --expuso moviendo su cuerpo al ritmo del trance, ganandose las miradas de varias personas. -?Regresa a Brasil tio? --pregunto Samuel desconcertado, dirigiendose a Reinhard. --pense que nos acompanaria al rally de manana en el desierto. -No Sam, no puedo quedarme deben continuar la travesia solos, tengo asuntos importantes que atender en Rio. -Como donarle alguna cantidad exorbitante a otra famosa, para fundaciones ficticias. --intervino Thor con una sonrisa complice. -No es tu problema lo que le doy a mis amigas, entendido jovencito. --el padre evidenciaba reproche en la voz, mientras que Ian y Samuel rieron ante el regano a Thor. -Esta bien papa… se que eso lo acordamos… no meterse en tu vida privada. --respondio dandole un codazo a su hermano mayor. -- Deja de burlarte Ian. La voz del musico se opaco en medio de los aplausos del publico proveniente de todas partes del mundo para presenciar el evento mas esperado del 2010, el hombre agradecio con una reverencia. Jalifa Bin Zayed Al Nahayan, se puso de pie y se acerco a una capta huella poso su mano y empezaron a proyectarse imagenes de los pisos que poesia la estructura y del desierto, un despliegue de luces y pirotecnia nunca antes vista cobraba vida ante los presentes, iluminando gran parte de la ciudad, ya que salian de los edificios cercanos, creian que eso era extraordinario hasta que los juegos artificiales empezaron a vestir al Burj Khalifa, haciendo palidecer a los de los ultimos juegos olimpicos. Los gritos de euforia y aplausos no se hicieron esperar entre los miles de asistentes al magno evento y que aun no creian en lo que sus ojos presenciaban, a un lado las fuentes impresionando con sus danzas, hacia el otro la pirotecnia de los edificios cercanos y frente a todos y casi tocando el cielo el Burj Khalifa parecia incendiarse, expidiendo luces de colores con una rapidez sorprendente. Entrada la madrugada el evento termino y los cuatro hombres se encaminaban a los autos de alquiler, escuchando y siendo parte de las impresiones de las personas ante la majestuosa inauguracion. -Padre, ?Pense que nos habiamos hospedado en el edificio mas alto del mundo? --inquirio uno de los chicos. -Si vas a limpiar te puedes quedar Thor. mientras que Sam, Ian y yo nos vamos al Burj Al Arab. --le dijo sonriendo, pasando uno de sus brazos por encima de los hombros del chico rubio acercandolo a el. -Padre eres un genio. no quedaremos en el unico hotel siete estrellas del mundo, por eso me gusta andar contigo. --pasando su brazo por la cintura del hombre en un gesto carinoso. -Soy empresario, tal vez si fuese genio no tendria tanto. chicos propongo una competencia hasta la isla, el que llegue primero se quedara con la suite principal. --les hizo saber, todos rieron y aceptaron la carrera. Reinhard Garnett, era un hombre de cabellos castano claro y ojos celestes, descendiente de Irlandeses, nacido en Brasil y presidente del grupo EMX, el cual estaba formado por tres companias cotizadas en el mercado bursatil, las empresas que formaban el grupo eran, BEX dedicada a petroleo y gas. MAX energia y logistica, MIN mineria e industria naval. Aunque nacio en Brasil, su juventud la paso entre Suiza, Belgica e Irlanda, donde estudio ingenieria metalurgica y aprendio seis idiomas. Portugues, aleman, ingles, frances, italiano y espanol, de regreso a Brasil, empezo a trabajar en una joyeria para garantizar sus ingresos personales y mantenerse de forma independiente, ya que no le gustaba ser una carga para sus padres, cuando cumplio veinte anos y con las ganancias adquiridas emprendio su primer negocio dedicandose al comercio de oro y diamantes, a los veintidos anos ya contaba con una pequena fortuna valorada en seis millones de dolares, la cual aumentaba desmesuradamente con los anos, con cincuenta y tres anos, era el hombre mas importante de Brasil y el segundo en Latinoamerica, con dos hijos Ian y Thor, ademas de su sobrino Samuel, su estado civil. Divorciado, lo que lo convertia en uno de los hombres mas cotizados del continente, se le relacionaba de manera continua con mujeres del medio artistico, sin embargo se encontraba renuente a casarse una vez mas, un hombre aventurero que le apasionaban los deportes extremos, los cuales llevaba a cabo sin que su edad fuese un impedimento. Reinhard subio a un Mustang gris del ano, dispuesto a ganar la carrera, sin importarle que sus competidores fuesen menores, sus hijos y sobrino, eran mas que sus herederos, eran sus amigos y complices, aun se sentia joven y su apariencia le ayudaba considerablemente, dando la impresion de ser mas bien el hermano mayor de los chicos. Ian Garnett, era de cabello castano oscuro y ojos miel, como los de su madre, de una estatura intimidante aunque fuese un hombre serio, tenia cierto fetiche con los tatuajes por lo que tenia uno por cada ano de vida, con veintisiete anos poseia su propio imperio el cual llevaba por nombre Ardent y estaba asociada con Embraer una empresa dedicada a la aeronautica, fabricacion de aviones comerciales, militares y ejecutivos, la cual fundo con la ayuda de su padre, su sede principal se encontraba en Brasil, pero Ardent poseia delegaciones comerciales y de mantenimiento en los Estados Unidos, asi como oficinas comerciales en Francia, Singapur y China. Su adrenalina llegaba al limite mientras piloteaba un EMB-145H, en las pistas de controles de vuelos, no estaba casado, pero si a pocos meses de hacerlo y al igual que todos, dominaba seis idiomas ya que para Reinhard, era primordial la comunicacion y la mejor manera, era hacerlo sin la ayuda de traductores, valerse por si mismos era de hombres seguros e independientes. La eleccion de Ian fue el Ferrari rojo, le gustaba este tipo de autos por su tamano pequeno, haciendo al vehiculo mas liviano y rapido. Thor Garnett, rubio de ojos azules y su altar; un gimnasio, con tantas citas amorosas como musculos, su padre habia elegido ese nombre por el Dios del trueno y el lo habia adoptado a la perfeccion, inteligente pero estancado en la adolescencia, se habia graduado el ano pasado en la universidad de Oxford y con vientres anos, no se dignaba a enseriarse y aceptar uno de los puestos que su padre le ofrecia dentro del grupo EMX, preferia ser la bitacora de los festivales electronicos alrededor del mundo. Su carro por preferencia y su padre ya lo sabia era un Veilside, en color amarillo, por lo que no perdio tiempo en subir a su nena, como carinosamente le llamaba a los autos. Samuel Garnett, tenia la misma edad de Thor y mas que primos, eran hermanos, asi como Reinhard habia sido un padre para el desde que tenia ocho anos, edad con la cual llego a Brasil y encontro un hogar, cuando creia que todo estaba perdido.

  • El rastro de un susurro (Asesinos e hijos de la luz 1) de M. Markusen

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    Desde las profundidades de un inmenso acantilado espero la venida de mi inevitable destino. El mar infinito se extiende sobre los restos de un ejercito de amantes desesperanzados que, a lo largo de los tiempos, han entregado sus almas al dios del abismo como sacrificio. Como ellos, le regalo mi existencia a una inevitable muerte que me observa acariciando su guadana. Cientos de gotas de lluvia sacian su lujuria sobre mi piel y me refrescan de una forma deliciosa. Me ilusiona pensar que disfruto de un intenso placer entre tanto dolor, pero no puedo estar mas equivocado, ya que una tras otra, titanicas olas se esfuerzan por expulsarme de su territorio. Trago agua, escupo agua. La tormenta crece y el mar se agita con rabia. Mi mano izquierda, aferrada a una roca con toda su fuerza, pierde demasiada sangre. La derecha, bajo la espuma del mar retiene a un par de dedos que no me pertenecen y conecta nuestros latidos con ferocidad. Apoyo mi suela sobre la cabeza del propietario de los dedos y hago fuerza para hundirlo en las profundidades. Puedo sentir como se ahoga lentamente. Su sufrimiento se agrava, luchando por sobrevivir, agita mi pierna con ambas manos. Decenas de burbujas escapan de sus pulmones y suben a la superficie. Mi victima no tiene ninguna posibilidad de escapar. Cuento mentalmente los segundos que han pasado desde el inicio de sus clases de buceo involuntarias. Noventa y uno, noventa y dos, noventa y tres... El desgraciado es bueno, pero no es inmortal. Tomo oxigeno profundamente, lo expulso gradualmente y le digo a mis remordimientos que acepten ser los responsables de despojarle de la vida. Puedo explicar mi falta de empatia hacia el; durante dias he matado a mi enemigo de terribles y grotescas formas entre la soledad de mis pensamientos. ?Como me siento? Con escalofrios emocion y nervios; perdiendo la virginidad. La tormenta se hace mas intensa y levanta olas mas altas. Ciento siete, ciento ocho, ciento nueve... Mi acompanante apenas se mueve. La muerte se esta apoderando del escaso oxigeno que perdura en el interior de sus inundados pulmones. Un poco de tierra humeda se desprende de mi mano como la suela de una zapatilla de imitacion y pierdo el equilibrio. Me golpeo la barbilla accidentalmente contra una piedra afilada. Sangro. Vuelvo a apoyarme en un pequeno saliente y consigo mantenerme a salvo lo mas rapido que puedo. Miro al cielo y contemplo la colosal roca que descansa sobre mi. Es imposible trepar a traves de sus brazos, tengo que hacerme a la idea. Mi invitado deja de moverse al fin, eso me reconforta. Suelto su mano y su cadaver se hunde muy docilmente en la oscuridad, alejandose de mi vista. Sin una segunda oportunidad; sin solucion ni vuelta atras. Suenos y susurros, buscandome noche tras noche... Suenos y susurros... 1 Alan Brody El origen de todas las grandes tragedias ?Por que a mi? No puedo creerlo. ?Esto es real? Mi credulidad descansa apaciblemente sobre un lejano horizonte perdido en otro mundo y aun asi no puedo evitar darme cuenta de la realidad de la situacion. El sufrimiento que aflora de mi interior es inmenso e insoportable. Todo espiritu tiene un limite marcado por una linea y cuando la agonia la sobrepasa, la cordura emprende una muerte lenta y la locura renace como una raiz en el cerebro que crece despacio, controlandolo todo poco a poco. Dios misericordioso, eres incapaz de imaginarte lo mucho que ahora te odio. Calentado por una pequena manta y en mitad de la noche observo bajo la seguridad de la parte trasera de una ambulancia como, en el exterior, el fuego purifica mi casa y la transforma en polvo gris. Un dios arroja incontables lagrimas sobre el mundo que aplauden al tocar el suelo y empapan a los curiosos que se amontonan tras un muro resguardado por policias. Mis padres compraron la hermosa montana de ladrillos que arde meses antes de mi nacimiento. Dos pisos rebosantes de una independencia lo suficientemente solida como para dar refugio a una pequena familia y a su felicidad durante muchos anos. El exterior esta, o quizas deberia rectificar y decir estaba, decorado con un delicado y minusculo jardin donde se podian almacenar un par de matorrales, ni uno mas. Mi madre siempre me solia decir que plantar un punado de flores a lo largo de toda nuestra vida no iba a cambiar el mundo, nuestros actos tenian que ser mas intensos para dejar una huella en los demas; opino que algo es algo, ?no? Decenas de residencias perfectamente simetricas a la mia abrian un largo circulo lunar que llegaba hasta el horizonte. Las paredes eran gruesas e impedian que alguno de mis vecinos se enfadase por escucharme improvisar un estornudo o por ir al bano a altas horas. En las noches mas iluminadas se podia ver al final de la carretera el reflejo de las luces de los edificios altos que estaban en el centro de la ciudad. Mis padres trabajaron muy duro durante muchos largos y pesados anos para conseguir quitarse de encima la asquerosa deuda de la casa. Ambos murieron en un grave accidente de trafico durante un viaje que hicieron por sus bodas de plata y al ser hijo unico no tuve problemas para repartir la herencia entre uno solo. Al principio disfrute de la soledad, pero con el tiempo la casa se hizo cada vez mas grande, hasta que conoci a Judith y la comparti con ella, con el amor de mi vida, el mismo amor que estoy viendo en este instante salir por lo que queda de la entrada principal de mi casa metida dentro de una bolsa de plastico negra para cadaveres. Si, es real. Ahora no tengo con quien dormir ni donde hacerlo; solo una pequena manta sobre mi espalda se ha quedado conmigo. Mi vieja vecina, como es costumbre en ella, me observa desde la seguridad de su solitaria morada de piedra. La anciana nunca aparta sus brillantes ojos de los movimientos de los demas residentes en ningun momento para contarselos a su almohada. Maldita seas un centenar de veces. --Entra en tu cueva y vuelve a quedarte a solas con tus gatos, insolente y nauseabunda vieja arrugada. --susurro. Los bomberos corren de un lado para otro, esforzandose por eliminar los ultimos vestigios del fuego que aun permanece latente. Ya no queda nadie dentro asi que pierden el tiempo. ?Un gato quizas? Imposible, los odio y no recuerdo el motivo, pero los detesto y los temo. Lloro... lloro en soledad. Unifico todos los lamentos de mi vida y los expulso como uno solo, fuerte y uniforme. Segun avanza el tiempo, las sirenas inician el cese de su canto y las voces de los bomberos se silencian, un simbolo indudable de que su trabajo esta llegando al final. He intentado salvarla con todas mis fuerzas, lo juro por dios, pero no han sido las suficientes. Tendria que haber sido mi turno... En mi cabeza veo su cuerpo envuelto entre intensas llamas, retorciendose de un lado para otro; es ciertamente una escena insufrible, una pesadilla perfecta. Un hombre entra en la parte trasera de la ambulancia en mitad de mi lamento. Viste un elegante traje negro y lleva puesta una reluciente corbata gris, todo recien lavado y planchado, un uniforme demasiado refinado para pertenecer a un simple agente, debe tratarse de un oficial. Sus mejillas rebosan cicatrices y su cuerpo desprende un aroma a cerveza repugnante, similar al de un maton barato. En su mano derecha sujeta una carpeta plana y un boligrafo atado con un nudo simple cuelga de esta. Se sienta frente a mi y cierra la puerta del vehiculo con suavidad. Fuera llueve tan intensamente que al quedarnos solos lo unico que escucho es el traqueteo de las gotas rebotando sobre el techo. --Menuda tormenta, ?no le parece? --me pregunta. ?Como le puede hacer esa pregunta a un hombre que acaba de perderlo todo? Me hace pensar que es imbecil y que ha conseguido el puesto de oficial... bueno, ya os imaginais como. --No me habia dado cuenta, estaba mas pendiente del olor a quemado de los restos de mi mujer. --respondo. --Obviamente. Disculpeme, senor Brody. ?Que tal se encuentra?, ?tiene alguna herida? --estoy trastornado y en estado de shock absoluto, lo cual es algo razonable y logico teniendo en cuenta el drama que estoy atravesando, pero guardo silencio; no me veo capaz de contestarle cortesmente --Lo que ha hecho usted ha sido muy valiente, aunque muy arriesgado para su vida. Comprendo su reaccion a la perfeccion, senor Brody, yo habria hecho lo mismo por mi esposa si se hubiera visto envuelta en algo similar, pero tiene que comprender que salvar a una persona retrasa el rescate de otra, ?lo entiende? --?Insinua que ella ha muerto por mi culpa? --le pregunto muy enfadado. El oficial suspira. --No, usted se confunde, nada mas lejos de mi intencion el ofenderle, pero si no hubieramos entrado a sacarle a usted todo se habria agilizado mas y... bueno... ?Comprende lo que le intento decir, senor Brody? Quiero partirle su boca diente por diente y mostrarle el resultado tras una larga sesion fotografica, pero me contengo. Demasiado estres por hoy. --Por supuesto que lo comprendo, --miento --sin embargo, solo me he dejado llevar por el instinto, sin importar las consecuencias en lo mas absoluto. Por mucho que usted me diga que lo entiende, estoy convencido de que no es asi. Medito durante un pequeno instante y mi vigilante respeta mi deseo sin pronunciar palabra alguna. Los ojos de Judith, el amor de mi vida, resaltan entre la oscuridad de mi interior, volando libres a traves de mi dolor. --Lamento mucho lo sucedido, sinceramente. Se que no es el mejor momento para hacer esto, pero tendra que contestarme a unas preguntas. --interrumpe mi meditacion. Mas lagrimas se deslizan a traves de mis mejillas. --Pregunte lo que quiera. Ayudare en lo que pueda, le doy mi palabra. --cedo. Da unos ligeros toques en su libreta con el boligrafo. --?Donde estaba usted cuando se inicio el incendio, senor Brody? --inicia el interrogatorio. Seco mis lamentos con la manta que me han prestado. --Trabajando. --contesto --Soy camarero en un restaurante cercano desde hace dos anos, mas o menos. Justo cuando llegue a casa al terminar mi turno, el fuego estaba muy avivado y los vecinos acababan de llamarles a ustedes. Ninguno de ellos tiene mi telefono y no pudieron comunicarse conmigo. Intentaron evitar que entrara en la casa cuando me vieron correr hacia la puerta con un ataque de panico; no lo consiguieron, ya lo sabe. --?Puede probarlo? --me pregunta. Me doy cuenta del rumbo que estan tomando sus preguntas. --Hay camaras de seguridad en el local, si pide las grabaciones a mi encargada seguro que se las mostrara sin ningun inconveniente. Mis companeros tambien me vieron trabajando, pregunteles a ellos. --le explico. --?Garantiza que todos dirian lo mismo? --Bueno... siempre hay algun gilipollas, como en cualquier parte, ?no? En nuestro trabajo todos tenemos a un insoportable, vago, sucio y prepotente companero capaz de amargarnos el dia y al que es mejor ignorar por completo. Se convierte en una excusa para arrojar el despertador con furia contra la pared al apartar las sabanas para levantarnos. No lo hagas contra el suelo si lo que pisas es parque de calidad, no hace falta ser tan estupido. Inexplicablemente, a el lo ascienden antes que a ti. --Tras revisar las escrituras he comprobado que usted es el unico propietario del inmueble incendiado, ?no es asi?

  • Megapack La esencia del destino de C. J. Benito

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    En este megapack podras seguir la historia completa de “La esencia del destino”

  • Enamorada de mi jefe (Los Graham 2) de Mia Del Valle

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    El destino una y otra vez se empenaba en decirnos que debiamos de estar juntos, y una y otra vez nosotros no lo escuchabamos, justificando nuestros encuentros como simples casualidades de la vida, o que la ciudad en la que viviamos era muy pequena. Pero aunque intentaramos alejarnos, ese cruel y estupido hilo rojo del que muchos hablan no dejaba de guiarnos a los brazos del otro.
    Mi nombre es Susan Williams, tengo cuarenta y dos anos de edad, y a la fecha ostento todos los estados civiles existentes, incluido el de amante <> fuera de eso soy una mujer comun y corriente, economista de profesion, amante de la moda y del buen vino, pero antes que comiencen a leer esta novela me gustaria advertirles que lo que estan a punto de descubrir no se trata de una simple historia mas, esta es mi vida... espero sepan comprender.

  • El senor de las sombras (Cazadores de sombras. Renacimiento 2) de Cassandra Clare

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    Emma Carstairs ha descubierto que el amor que siente por su parabatai, Julian Blackthorn, no solo esta prohibido, sino que incluso puede destruirlos a ambos. Debe alejarse de el, pero ?como hacerlo justo en el momento en que Julian la necesita mas que nunca?
    Su unica esperanza es el Libro Negro de los Muertos, un compendio de hechizos con un terrible poder. Todos lo quieren, pero solo los Blackthorn pueden encontrarlo. Pero para ello deberan retar y vencer la voluntad del imponente Senor de las Sombras.

  • La llave del corazon (Los hijos del monstruo 1) de Marcia Cotlan

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  • La ultima musa de Elle Catt

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    Tras abrir la ventana, una sensacion de libertad me invade. Siento un hormigueo por todo el cuerpo. Dejo momentaneamente que el frescor de la noche me acaricie el rostro. Joder, !que bien se siente! Con una mezcla entre excitacion y temor, salgo por la ventana y me encuentro sobre el inmenso techo plano de la casa de mis padres. Joder, jamas habia hecho esto. Si mi madre supiera... Ella, que nunca me ha dejado salir, y todavia menos despues de las diez de la noche... Le daria un ataque si me viera aqui. Veo el descapotable de Robin aparcado frente a la valla y mi corazon se acelera. Dios mio, Robin esta delante de mi casa. Robin. Ese por el que todas las chicas del instituto se pelean. Bendigo secretamente a Stella por haberme invitado a salir con su pandilla esta noche. Aunque rompa todas las normas de la casa, se que no me arrepentire jamas de esta locura. Ignorando los escalofrios que corren por mi piel, me escabullo discretamente por el techo y salto con agilidad sobre el muro de abajo. Al menos todos esos anos de danza sirven para algo. Me encuentro rapidamente sobre el cesped. Me doblo en dos para salir del patio sin dejarme ver. Al llegar al coche, reajusto mi ropa para quitar las arrugas. Robin esta frente a mi, apoyado contra la puerta del vehiculo con los brazos cruzados. Me mira con aire malicioso. Es guapo. Magnifico. De hecho, tiene el cabello oscuro, la piel mate y ojos negros como el ebano. No me sorprende que todas las chicas se enamoren de el. Porque aparte de estar bueno, es inteligente y amable. En un futuro sera cirujano, como su padre y el mio. Tiene un futuro prometedor y una bonita carrera como destino. Robin es el hijo de un colega de mi padre, el que ha cenado en casa y que yo he espiado toda la noche porque mi madre me ha prohibido salir de mi habitacion. Es el tipo de hombre que ella alaba y que pasa todas las pruebas con exito: una familia respetable y rica, un futuro bien planeado, una educacion ejemplar... <>, como dice ella. La perfeccion. Creo que me gusta un poco. Cuando Stella me dijo de salir con su grupo de amigos, me prohibi negarme. Por culpa de Robin. (O gracias a el). Y aqui, en este momento, por primera vez en mi vida, estoy desobedeciendo a mi madre. Peor, desobedezco la regla numero uno: <>. Pero voy a cumplir dieciocho anos, asi que decido desafiar la prohibicion. Esta noche, Robin me lleva a la fiesta de la musica. Noto las mariposas revolotear en mi estomago mientras me acerco a el. Veo que sus ojos se deslizan sobre mi y un destello de interes atraviesa sus ojos. Esta noche es excepcional, y he hecho un gran esfuerzo para arreglarme. Me he dejado el pelo suelto, me he maquillado ligeramente y me he puesto la unica falda que es un poco mas corta que todas las demas. --Eh, Kataline, estas... muy guapa. Me pongo roja en cuando su mirada desciende por mi cuerpo. Instintivamente cierro los lados de mi chaleco mientras subo a su descapotable. Hay algo en sus ojos que me intriga, un resplandor sucinto de deseo mezclado con algo mas que no logro identificar. Solo dura unos segundos, asi que me distraigo con otra cosa. *** Tras llegar al concierto privado de un grupo universitario de moda, nos encontramos con el resto de la pandilla, los amigos de Robin y Stella. Este concierto es un momento magico para mi, que nunca he salido. Es como un parentesis en mi cotidianidad lugubre y desprovista de fantasia. Rio como nunca. Y me atrevo a beber un poco de cerveza. !Que sensacion mas agradable la de sentirse como una chica normal! Tengo la sensacion de tener por fin una vida. Una verdadera, con ese punto de locura que la hace maravillosa. Cuando el concierto termina, mi voz esta ronca de tanto reir y no tengo ganas de volver a casa. Me gustaria que esta noche no terminara jamas. Durante la actuacion, Robin se ha acercado a mi. Incluso le he dejado que me cogiera de la mano. Y ahora quiero mas. No se por que, pero tengo la sensacion que debo aprovechar estos momentos como si fuera la ultima vez que pudiera divertirme. Cuando unos de los amigos de Robin, Miguel, un chico de origen puertorriqueno, nos propone acompanarlo a una fiesta, no dudo ni un segundo. Si me pillan cuando vuelva a casa, se que no me arrepentire de haber aprovechado la noche al maximo. --?Seguro que quieres venir, Kataline? Porque te puedo llevar a casa, si quieres. La mirada de Robin pasa rapidamente de Miguel a mi. Parece estar dividido entre el querer estar con su amigo y el deber de estar conmigo. No tengo ni la voluntad ni las ganas de ponerle fin a esta velada, asi que le respondo con determinacion: --Vamos a por la prorroga. Me apetece divertirme esta noche. Una sonrisa de complicidad con Miguel y nos vamos. Nos encontramos en una megafiesta de fraternidad, donde el alcohol fluye libremente y las chicas bailan sobre las mesas. Jamas habia visto a tanta gente joven divertirse (fuera de las peliculas que miro furtivamente en mi ordenador). No se hacia donde dirigirme entre las parejas que se comen la boca, los que hacen juegos para beber y los que se divierten sobre la pista de baile, improvisada en pleno centro de la sala. Miguel y Robin hablan mucho sobre su pasado. Aparentemente, Miguel acaba de volver del extranjero, asi que supongo que tienen mucho que decirse. Escucho vagamente su conversacion, aunque prefiero observar las escenas que se desarrollan bajo mi mirada. Quiero llenar mi memoria de imagenes de esta fiesta. Puede que sea la unica a la que jamas asistire. Hay una chica muy simpatica que me atrapa de la mano y me hace bailar. Yo me dejo hacer. Nunca lo habia hecho. Dejarme ir... Me hace bien. Por unos instantes siento las miradas de Miguel y Robin puestas en mi y tengo la impresion de que hablan de mi. Como sensacion, es algo nuevo. Yo, que paso los dias inadvertida, llamo su atencion y, en parte, me halaga que un chico como Robin se interese por mi. Me mira sutilmente cada vez con mas frecuencia, hasta que atrapo su mirada y deja de disimular. ?Podria ser que yo le gustara... un poco? Aun asi, me siento de todo menos sexi con mi falda plisada a media pantorrilla y mi blusa de manga corta. Nada que ver con los maniquies desvergonzados que desfilan bajo nuestras miradas desde el inicio de la noche. ?Podria ser que mi lado bien educado le guste a Robin? Mi madre se pondria verde de hastio. La noche avanza y los vasos vacios se multiplican en nuestra mesa. Los miembros del grupo ya se han ido y me encuentro sola con Miguel y Robin, quienes, al parecer, se han comprometido a regar sus reencuentros. Acabo en el sofa, esperando a que el tiempo pase y mirando como acaban con sus bebidas una a una. Me empiezo a preguntar si seran capaces de llevarme a casa. Tras un rato, empiezo a aburrirme, rechazando las bebidas que me van ofreciendo. La fiesta se resume finalmente a la droga, la musica neurotica, al alcohol y al sexo. !Nada divertido! Acabo por pedirle a Robin que me lleve a casa. Con un vistazo a Miguel, acepta sin quejas. Naturalmente, Miguel nos sigue, y salimos de la fraternidad hacia la noche clara por la luna llena. En el coche, nadie dice nada. Estoy decepcionada. Me hubiera imaginado otro final para esta salida, un momento romantico con Robin bajo la luz de la luna; quizas un beso. Pero ahi estoy, impaciente porque el coche aparque delante de mi casa. Deberia sentirme bien por volver a casa, pero, extranamente, cuanto mas conducimos, mas incomoda me siento. Miguel esta en el asiento trasero y Robin le lanza miradas regularmente a traves del retrovisor. Un silencio mortal se aduena del habitaculo y siento que algo se trama. Me retuerzo en mi asiento, ansiosa por encontrarme en el ambiente familiar de mi vecindario. Entiendo que las cosas van mal cuando Robin de repente gira a la derecha y aparca el vehiculo en el borde de un bosque. Abro la puerta instintivamente y salgo precipitadamente. Sin prestar atencion al terror que me revuelve el estomago, me alejo reculando, pero me detengo en seco cuando Robin sale y empieza a hablarme con una voz que no reconozco. --?Donde vas, carino? Ven aqui... No tengas miedo. Tiene un brillo en su mirada que hace que se me hiele el cuerpo. Hay algo de demente que lo hace terrorifico. Miguel me lanza una sonrisa carnicera mientras se acerca. En este momento empiezo a entrar en panico. En el fondo de mi se lo que tienen intencion de hacer. Me quieren hacer dano, pero soy incapaz de darme cuenta ni de moverme, o incluso llorar. Estoy completamente hipnotizada por la locura mortal que veo brillar en sus ojos oscuros. No es hasta que Miguel abre la boca que vuelvo en mi. --Te dejamos veinte segundos de ventaja, muneca. Quedo momentaneamente indecisa, como si mi cerebro no quisiera creer lo que esta pasando. --Vamos. El contador esta en marcha. Uno... Es como un clic. Sin gritar, con el miedo en el vientre, me doy la vuelta y huyo. Huyo tan lejos como mis piernas me dejan. Corro. Hasta perder el aliento. Sin saber adonde. Con la consternacion de la presa que huye de su depredador. Escucho la cuenta de los segundos y las risas diabolicas que me siguen a medida que me adentro en el bosque. --Corre mientras puedas, carino. La caza ha comenzado y nos encanta perseguir a nuestras presas... !Doce! Continuo adentrandome en el bosque, sin preocuparme de las ramas que me cortan los brazos y las piernas. Se que es mi unica posibilidad de sobrevivir: alejarme lo maximo posible de esta voz diabolica que lleva la cuenta de mi indulto. --!Veinte! Mi corazon se salta un latido y siento las lagrimas de despecho rodar por mis mejillas. Oigo ruidos detras de mi. Pasos que se acercan. Intento alejarme lo maximo posible. Tras lo que me parece una eternidad, me encuentro delante de una cabana, rezando por que este habitada... !Que error! Llamo. Llamo con todas mis fuerzas a la puerta de madera para que alguien me abra y venga a ayudarme. Pero la cabana esta vacia. Tiemblo y empiezo a sollozar. El desespero me asalta como una mano invisible que agarra mi garganta y me sofoca. No, esto no puede ser verdad... Me congelo cuando una rama se rompe justo detras de mi. Mi sangre se hiela en las venas. Lentamente, me doy la vuelta y me los encuentro de cara. Mis verdugos. Jamas olvidare sus sonrisas sadicas tras comprender que han ganado, que estoy a su merced y que me han ganado. Cuando Miguel habla, su voz esta llena de odio: --Sucia musa virgen, tan mojigata, tan inocente... ?Piensas que te vamos a dejar intacta antes de venderte? Robin ataca primero. Una fuerte patada en el estomago me dobla por la mitad. Se que soy mas debil que ellos. Que, ante su fuerza, yo no tengo ninguna posibilidad. Sin embargo, me defiendo. Como una loca. Logro rascarle la cara a Miguel de tal forma que tendra una cicatriz para el resto de su miserable vida. --!Puta, pagaras por esto! Y, de nuevo, tiene razon. Lo pago. Me persiguen por varios minutos. Me golpean por turnos por todo el cuerpo, sin parar. Los golpes me llueven de tal forma que soy incapaz de devolverselos ni de esquivarlos. Siento que se me rompen las costillas cuando Miguel me patea en el torax. Mi cuerpo no es mas que dolor. Tengo hematomas y heridas por todas partes. Al final, el sufrimiento es tan intenso que estoy a punto de desvanecer. Robin interviene, deteniendo mi calvario. --Para, Miguel, se va a desmayar. En este momento pienso inocentemente que ha terminado. Que han desahogado sus frustraciones conmigo y que ahora me dejaran tranquila. De nuevo, otro error. --Mierda, no es normal --dice Robin con voz jadeante--. Deberia haber reaccionado. Miguel me mira con desprecio. --Si, creo que tienes razon. Aunque no es tan grave. De todas formas, aprovechemos. No hemos hecho todo esto para nada. No entiendo a que se refiere. Lo unico que veo son sus ojos inyectados en sangre y como su cara forma una expresion tan feroz que parece poseido. Se deshace de sus pantalones ante mi mirada aterrada. --Vamos, Rob, sostenla. Robin obedece y en este momento quiero morirme. Miguel se pone encima de mi y comienza a besar mis labios avidamente mientras Robin me agarra. Aprieto los dientes, pero me muerde hasta hacerme sangre y no puedo hacer otra cosa que permitirle el acceso. Su lengua invade mi boca con rudeza y me quedo sin fuerzas para luchar. Despues, arranca mi blusa y mi falda y me quedo en ropa interior, a su merced. --Joder, si esta buena... Jamas me habria imaginado que bajo su ropa de mierda encontraria tal tesoro. Arranca mis bragas con un brillo demente en los ojos. Un sabor a bilis invade mi boca cuando comienza a entrar en mi. El dolor que he sentido cuando me han pegado no es nada en comparacion al que ahora me retuerce el estomago. Las lagrimas corren por mis mejillas mientras Miguel me roba lo mas preciado que tengo. Mi pureza, mi inocencia. Me viola mientras Robin me mantiene en el suelo, disfrutando del espectaculo con una sonrisa demoniaca. Me siento humillada, danada en lo mas profundo de mi cuerpo y de mi alma. Sin embargo, mientras dura el calvario, me obligo a mirar a Miguel a traves de las lagrimas. Quiero fijar su cara en mi memoria, sus ojos mientras me brutaliza de la manera mas vil. Estas imagenes me perseguiran hasta el fin de mis dias. Cuando Miguel ya ha tenido suficiente de mi, se endereza sin siquiera mirarme. Ahi cruzo la mirada con la de Robin. Se lo que quiere hacer y me duele. Me duele decir que habia confiado en el, que estaba preparada para confiarle mi corazon, y de verlo traicionarme de la forma mas despreciable. Con una mirada fria, Miguel se acerca y extiende la mano para acariciar mi pecho sin apartar los ojos de mi. Tiene una voz dulce que contrasta con la dureza de su mirada. Su mano recorre mi mejilla en un gesto casi tierno. --?Que es lo que esperabas saliendo esta noche, Kataline? ?De verdad pensabas que me interesabas? ?Que saldriamos juntos como los demas idiotas? Pero mirate... Con tu ropa de vieja, no eres nada. Si no hubieramos tenido dudas sobre tu naturaleza, ni siquiera te habria mirado. Es una pena, porque en realidad estas buena. Quizas mas que la mayoria de las musas que conocemos. No entiendo a que se refiere ni tengo fuerza para responderle, asi que me contento con mirarlo con todo el odio que puedo darle. Robin suelta una risita desdenosa. --Apuesto a que no entiendes lo que esta pasando, ?verdad? No pasa nada, son cosas fuera de nuestro control. Miguel interviene y da un golpecito a la cabeza de su complice. --Callate, Robin, no es el momento de dar explicaciones. Tenemos que terminar el trabajo. No podemos arriesgarnos a que ella abra... Se lo que significa eso. No me dejaran salir de aqui sin terminar su sucio trabajo. Quizas acabaran por matarme. No se arriesgaran a que se lo cuente a la policia. Realmente, me da igual. De todas formas, no creo que pueda vivir despues de lo que me han hecho. Impasible, miro como Miguel saca un cuchillo de su chaqueta. Avanza hacia mi con una mirada mortifera. Respiro profundamente mientras su mano se levanta para atacar. Pero en el momento en el que cierro los ojos esperando el golpe letal, suena un estruendo. Una sombra gigantesca aparece en el marco de la puerta. No se lo que es, pero inmediatamente me siento en paz. Una ola de calor me acaricia suavemente y me da un alivio liberador. Mis musculos se relajan y el dolor se desvanece. Me siento vacia de todas mis fuerzas, asi que me dejo ir, y mi cuerpo finalmente se rinde. Justo antes de hundirme en la nada, escucho la voz de Miguel transformada por el miedo. --Joder, mierda, un maldito... 1 Cuatro anos mas tarde Si me hubieras dicho que una modificacion del empleo del tiempo podria cambiar toda una vida, me habria reido en tu cara. Sin embargo... Las 9:30. Toca ir a la siguiente clase. Recojo mis cosas y las meto en mi bolsa. Tengo que ir a la sala de trabajos practicos, y esta en la otra punta del edificio. Pfff. Si hubiera sabido que este ano seria tan complicado, me lo habria pensado dos veces. Me levanto demasiado rapido de la silla y se me cae la bolsa, que se vacia bajo las mesas. <>. Me doblo en dos para reagrupar las hojas de dibujo mientras mi vecina de mesa se inclina para ayudarme. La chica tiene una pequena sonrisa burlona con el don de irritarme, pero me abstengo de decirle nada; ya esta bien que me ayude. Ademas, ha pasado mucho tiempo desde que no he despertado el miedo a ninguna chica de mi edad, asi que me resigno. --Kataline, ?verdad? --Kat, si no te importa. La sequedad de mi voz le hace recular, y me arrepiento de mi exceso de humor. Maldita sea, lo voy a joder todo de nuevo. Pero no puedo hacer nada, me horroriza que pronuncien mi nombre entero. Me recuerda demasiado a mis origenes. Ya tengo un nombre un tanto particular, y si encima lo pronuncian entero, le da un aire pomposo que no soporto. La chica me pasa el resto de mis pertenencias con una sonrisa dudosa. Parece realmente simpatica. Recojo mis croquis evitando su mirada. --Gracias, eres muy amable. --De nada. No se que mas anadir y, viendo mi verguenza, me dirige un pequeno asentimiento de cabeza. --Bueno, ?hasta la semana que viene, entonces? --Si, claro. Me precipito hacia la salida, pero en el momento en el que salgo del anfiteatro, ella me llama. --Eh, Kat, el taller es hacia el otro lado. !Mierda! Freno en seco y doy media vuelta mientras le dirijo un pequeno gesto de agradecimiento. Corro para llegar a tiempo a la siguiente clase. Corro. Todavia y siempre. Tengo la impresion que es lo unico que hago desde que entre en esta escuela de locos. Sin embargo, es mi culpa. Si no hubiera decidido seguir un doble grado este ano, no estaria como estoy. Y si, lo se, soy una loca. Me ha dado por hacer dos carreras completamente distintas. Esto llena mis dias, no me deja reflexionar demasiado y, sobre todo, no me deja tiempo para ningun tipo de relacion social. Y asi, me divido entre mis dos pasiones: las ciencias y el arte. De golpe he aumentado el numero de horas lectivas un treinta por ciento. Eso, mas el trabajo en casa para ponerme al dia de las clases a las que no he podido asistir. Una locura. Y, como si no fuese suficiente, no me he integrado a esta nueva universidad a la que he entrado. Hace mas de seis semanas que estoy en esta universidad y estoy tan sobrecargada con mis horarios que no he tenido tiempo de conocer a nadie. !Vaya cosas! Me doy cuenta con amargura de que no conozco el nombre de la chica que me ha ayudado antes. Es patetico. Sin embargo, cuando pienso en su rostro, me digo que podria ser una amiga. Hace mucho tiempo que no he tenido una amiga... Entro precipitadamente al taller de diseno y me acerco al profesor, que se sienta frente a su escritorio. --Buenos dias, profesor. Soy Kataline du Verneuil. La senora Martin debe haberlo avisado de que me incorporaba hoy a su clase. Me dirige una mirada vaga y me senala el fondo de la sala, sacudiendo la mano en el aire. --Ah, si. Bien, ?a que esperas? Instalate en algun sitio, ya hemos empezado. <>. La sala es grande, sin embargo, solo queda un sitio libre. Me instalo delante de una mesa de dibujo, evitando cruzar las miradas curiosas que siento sobre mi. Deslizo mis pertenencias bajo la mesa y me pongo rapidamente una bata de trabajo. El profesor ya ha dado sus explicaciones. Continua el programa donde lo habia dejado, como si yo no hubiera interrumpido su clase. Dios, pero ?que me ha dado para agregar esta clase en plena mitad del semestre? Don Cretino --ese sera su apellido para el ano-- nos pide varias herramientas para el trabajo practico. Tras servirme en el armario de los consumibles, vuelvo a mi sitio. Es entonces cuando me doy cuenta de que un chico ocupa la misma mesa que yo. No habia contemplado hasta ahora. Me mira con media sonrisa, como si yo fuera el evento que vino a alegrarle el dia. Avergonzada, bajo la vista. --Hola. Su voz ronca me hace saltar. Le lanzo una mirada de soslayo y veo su rostro agradable que me anima a contestarle, aunque yo no quiera hacerlo. --Hola. Sus ojos se fijan en mi con interes. --?No nos hemos visto por algun lado? No respondo. Me escudrina intentado encontrar algo entre sus recuerdos. Despues, su sonrisa se ensancha. --Vale... Entonces, ?eres nueva en esta clase? Maldita sea, sigue insistiendo. Muestro un ceno fruncido que espero que calme sus ardores. --Es eso, eres nueva. Es por eso que todos te miran como si fueras un extraterrestre. ?De donde vienes? Mierda. Me ha tocado el pesado. Suspiro. ?Tengo la obligacion de responderle? <>. Mi pequena conciencia me pone en orden y le saco la lengua interiormente antes de volverme hacia mi vecino. --Columbia. El chico parece impresionado e intrigado a la vez. --Ah, he ahi el acento. Imita la entonacion de mi voz y me arranca una sonrisa muy a mi pesar. Efectivamente he pasado los ultimos diez anos de mi vida en Estados Unidos. Y aunque volvi a Francia hace mas de diez meses, conservo un ligero acento americano del que me resulta dificil separarme. --?Y que ha hecho que dejes una de las mejores universidades del mundo para venir aqui? Mi corazon se hunde y una sensacion familiar de estres me invade. Respiro lentamente para calmarme. Aunque me parezca simpatico, me recito mis argumentos habituales como un automata. --He decidido retomar mis estudios en Arte. Y solo podia venir a esta universidad presentandome directamente a ultimo ano. --Guau, impresionante. ?Has conseguido convencer al jurado de seleccion? Hago una mueca. --Si, bueno, no tengo ningun merito puesto, salvo que ya habia estudiado todas las asignaturas en mi anterior... universidad. Seguia el curso a distancia. El profesor nos interrumpe. --Eh, artistas, sera mejor que os concentreis en vuestro trabajo en vez de parlotear como urracas. Thomas, pasa el programa. Joder, !que irritante es!

  • La luz de mi alma de Estela Torres

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    C Capitulo 1 uando regreso de mis clases son las ocho de la noche y no hay nadie en casa, voy a la cocina y no encuentro que comer igual que los ultimos tres dias. Subo a ducharme y luego entro en mi habitacion a estudiar un poco. Me duele el estomago del hambre que tengo, pero seguramente el borracho de mi padre ya se gasto el dinero para hacer la compra. Me meto en la cama cerca de las once de noche sin esperarlo, total no creo que llegue hoy, tampoco. Mi madre hace cinco anos que se marcho de casa y me dejo sola con este hombre que apenas reconozco. No es que el fuera un padre ejemplar antes de eso, pero despues de su partida todo ha sido peor. Entrada la madrugada siento un escandalo afuera y bajo a ver que ocurre, seguro es mi padre esta tan borracho que no puede ni abrir. No es que me importe si duerme en la calle, pero prefiero evitar el escandalo con los vecinos. Lo encuentro en el salon junto a la puerta abierta y cuando me ve suelta una risa burlona y llena de desprecio. --Alli esta la putita.-- dice senalandome. --Estas borracho de nuevo.-- le reclamo pero lo que viene despues me deja paralizada. Dos hombres altos con aspecto de matones vestidos de negro entran en casa y me miran de arriba a abajo. Yo automaticamente retrocedo unos pasos para intentar escapar, pero mi padre me agarra del brazo y evita mi huida. --?A donde crees que vas?-- pregunta y mi cuerpo comienza a temblar descontrolado. --Papa, ?que significa esto? Me lanza contra el pecho de uno de los hombres y quedo petrificada. El sujeto me sostiene de tal manera que casi no puedo respirar. Mi cuerpo se ha convertido en gelatina por el miedo, no dejo de imaginar miles de modos en el que estos hombres podrian hacerme dano. --Esa es su mercancia, llevenla a su jefe y con eso mi deuda esta saldada. Mi corazon palpita descontrolado, siento que voy a vomitar y las lagrimas comienzan a salir de forma involuntaria. Se que mi padre me odia, pero creerlo capaz de algo asi, nunca me habia pasado por la cabeza. Estoy asustada, mas que eso aterrada, pero no permitire que ellos me lleven sin intentar luchar. --Suelteme-- le digo al sujeto que me sostiene pero con lo escualida que estoy es como chocar contra una pared de concreto. --Es mejor que se calme jovencita y todo sera mas facil para usted. --?Por que me hacen esto? --Ya escuchaste a tu padre, es hora de llevarte con el jefe. --!Papa, por favor! --Callate puta-- me grita mientras me golpea el rostro con la mano y siento el sabor metalico de la sangre en mi boca. --Al final eres igualita a tu madre, solo te estoy haciendo un favor, estoy seguro te va a gustar lo que te haran. La ansiedad se apoderaba de mi cuerpo y comienzo a hiperventilar por el miedo. Sentia los latidos de mi corazon a mil por hora y no sabia a quien odiar mas si a mi padre por hacerme esto o a mi madre por dejarme con este animal. El hombre que se habia mantenido al margen saca de su bolsillo una inyeccion y me la pone en el brazo mientras su companero me sostiene. --Papa por favor, papa...-- susurre hasta que mis ojos se fueron cerrando y senti como uno de los hombres me cogia en brazos. Estaba aturdida y cada vez mas asustada. A penas podia mantener los ojos abiertos mientras sentia el movimiento del auto donde me llevaban. Los hombres hablaban, pero me era imposible entender lo que decian. --Dejenme ir por favor.-- mis palabras eran susurros casi inaudibles, mientras el sueno volvia a apoderarse de mi. H Capitulo 2 abia perdido la nocion del tiempo, se que llevaba unos cinco o seis dias encerrada en una habitacion de hotel, pero no estaba segura. El sitio era muy bonito y todo el mundo me trataba bien, pero nadie era capaz de decirme nada. Cada vez que preguntaba por algo o pedia ayuda me miraban, sonreian y seguian caminando. Los mismos hombres que me habian buscado en casa, venian varias veces al dia me traian comida, ropa y volvian a marcharse como si nada. Yo me negaba a todo, apenas probaba la comida y mucho menos usaba la ropa que dejaban sobre la cama. El primer dia pase horas intentando salir de esta habitacion, pero no logre nada. Las ventanas estan muy bien protegidas, no tengo telefono y nadie parece importarle que me tengan aqui en contra de mi voluntad. Estoy segura que el hombre que me compro pago mucho dinero por la discrecion de todos los empleados de este lugar. Era de noche y habia pasado todo el dia en la cama. Odiaba a mi padre mas que nunca, la incertidumbre de lo que me harian me consumia cada segundo. Estar aqui era una tortura emocional, no podia estar tranquila, pensando que en cualquier momento vendria un desconocido a disponer de mi cuerpo a su gusto. Me lo imaginaba de mil formas distintas y ninguna era agradable. Nadie con etica y moral haria algo como esto. --Si continua sin comer, se va a terminar enfermando. Al girar en la cama me encontre con uno de los hombres que me trajo aqui. Era siempre muy amable conmigo, pero eso no quitaba el hecho de que yo no queria estar en este lugar y el no me permitia salir. --Si me muero de hambre sera un trabajo menos para usted. --Si se muere probablemente perdere mi trabajo, asi que mas le vale comenzar a comer, porque se me esta empezando a terminar la paciencia con usted senorita Miller. --Dejeme ir. --No puedo hacer eso. --Para que demonios tenerme aqui si su jefe ni siquiera ha venido. No veo la estupida necesidad de torturarme de este modo. --Nadie le ha hecho dano.-- su ceno se fruncio como si intentara descubrir si le ocultaba algo. --?Cree usted que tenerme aqui no es hacerme dano? ?Acaso es imbecil? --Tenga cuidado de como me habla senorita Miller, bien podria matarla y todos pensarias que murio de hambre. La expresion del hombre se ensombrecio y salio de la habitacion dando un portazo. Creo que estaba tan cansado como yo de esta situacion. De seguro no estaba en sus planes hacer de ninera cuando lo contrataron. Me acomode en la cama y volvi a caer dormida. Era practicamente lo unico que hacia aqui encerrada, dormir y llorar. Y ya se me estan acabando las lagrimas. Senti un ruido y cuando abri los ojos me di cuenta que era el mismo hombre con el que habia discutido entrando de nuevo a la habitacion. Se veia mas enojado que antes, pero tampoco me afecto. Si me mataba seria mejor para ambos despues de todo. --Tiene una llamada senorita Miller. --?Quien es?-- cuestione por instinto sabiendo que de seguro seria su jefe. Como era de esperar ignoro mi pregunta y me entrego el telefono. Lo tome luego de titubear un poco y lo pegue a mi oreja. --Hola-- apenas pude pronunciar. --Me han dicho que esta ansiosa por conocerme senorita Miller. El aire abandono mi cuerpo ante la voz del hombre causante de mi desgracia. Era una voz ronca que reflejaba autoridad pura. No titubeo ni un segundo y un escalofrio recorrio mi cuerpo al pensar en lo que me esperaba. Escuchar su voz hacia real todo lo que me estaba sucediendo y mis nervios comenzaron a alterarse nuevamente. --?Quien es usted? ?Que quiere de mi? --Muchas preguntas senorita Miller. Yo solo soy su dueno y deseara que lo sea a cada segundo despues que nos veamos. --Deje que me marche por favor. --Eso es imposible, he pagado mucho por usted y tiene unas funciones que cumplir a cambio. La veo manana senorita Miller. Cuando iba a contestarle escuche como cortaba la llamada y sin decir nada le entregue el telefono al tipo que hacia de ninera. --Deberia comer algo, lo va a necesitar.-- habia cierto tono de preocupacion en su voz. --Puedo estar dias sin comer.-- fue mas un pensamiento, pero sin darme cuenta lo dije en voz alta y el rostro del hombre que estaba en mi habitacion se descompuso por completo. Pensaba que me iba a dar un sermon, pero en cambio giro en sus talones y salio de mi habitacion sin decir palabra. No habia dicho nada que no fuera cierto. Mi padre malgastaba tanto el dinero que a veces pasaba una semana sin comer nada decente. El dinero que me sobraba de mi beca universitaria a penas me daba para pasar algunos meses y eso era rindiendolo al maximo y rogandole a Dios que mi padre no me lo quitara. La vida no era muy generosa conmigo y habia aprendido a sobrevivir con muy poco desde que mi madre nos habia abandonado

  • Tocar las estrellas de Katie Khan

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  • Como si no hubiera un manana de Nieves Herrero

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    Primavera de 1953 en Madrid? No sabia quien era ese hombre que centraba todas las miradas. Ahora que lo veia de frente, comprobo que poseia un gran atractivo. Parecia muy delgado, con unos ojos llenos de vida y una sonrisa tremendamente magnetica. Le examinaba a poca distancia cuando el paro de hablar al sentirse observado. Todos se giraron para saber el motivo de su silencio y descubrieron a Ava. El corrillo se abrio para que ella se fuera acercando poco a poco hacia aquel hombre. No tenia ni idea de quien se trataba pero sabia que acabarian juntos?

  • La noche de los Nibelungos de Miguel Angel Casau

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    Alex Sistiaga se encuentra de paso en su ciudad natal asistiendo al entierro de uno de sus mejores amigos. Alli se reune con otro buen companero de toda la vida. Juntos, charlan sobre los viejos tiempos y disfrutan recordando aventuras de su adolescencia. Pero, una vez acabadas las exequias, mientras dan un paseo por el puerto deportivo, algo anomalo ocurre en la ciudad: hay una caida generalizada de las conexiones moviles y de internet coincidiendo con el paso de un enorme meteoro en el cielo. Casualidad o no, a raiz de este acontecimiento comienza "La noche de los Nibelungos", presagio de una barbarie que pronto se convertira en caos.
    Unas criaturas antropomorfas, hasta entonces desconocidas para el ser humano, emergen de repente entre las sombras masacrando todo lo que encuentran en su camino, por eso Alex los ha bautizado como Nibelungos: entes oscuros materializados del interior de la tierra.
    En realidad, nadie conoce su procedencia o naturaleza, ni el motivo por el que han surgido. Los Nibelungos son un enigma. Un enigma, salvaje y despiadado, que se alimenta de carne humana...

  • Stranger Things de Gwenda Bond

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    Un laboratorio misterioso. Un siniestro cientifico. Una historia secreta. Si quieres conocer por fin la verdad sobre la madre de Once, preparate para esta emocionante precuela de la exitosa serie Stranger Things.

  • Secretos Familiares. Padrastro seducido de Rainer Segen

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    “Padrastro, ?puedes darme 300EUR?” Me sorprende ver si esta pregunta esta siendo contestada en mi periodico y en mi hijastra. Lleva un par de pantalones cortos y, como siempre, una camiseta roja. Con una mirada inocente -probablemente practicada durante anos- me mira mendigando. Me puse el corazon en mi mismo y deje de lado mi periodico:”Sarah, tu sabes que tu madre no aprobaria esto” Estoy casado con su madre en segundo matrimonio. Ambos estamos divorciados y tenemos hijos desde el primer matrimonio. Aunque ya tiene su propia casa como banquera, Sarah nos visita a menudo los fines de semana. A la edad de 22 anos, disfruta del aislamiento de la provincia. Cree que la gran ciudad lo ve durante la semana. Este fin de semana, sin embargo, su madre se va con varios amigos – “fin de semana de chicas”, me dijo. A mi me parece bien: es hora de leer el periodico y mirar a Sarah. Sus ardientes curvas siempre me han irritado, su madre ya esta caliente y no esta cerca de ella en nada. A veces tengo la sensacion de que ella intenta darme una senal secreta y escondida. Como si la fachada inocente fuera algo mas que la joven a la que le gusta visitar a su madre y a su padrastro. “Oh, mama no lo sabra. Puedes confiar en mi, porque nunca he contado un secreto antes. Me vengare de ti. Lo prometo.” Tengo que reirme involuntariamente. El dinero no nos importa mucho. Aunque mi ex-mujer me costo una fortuna, la agencia todavia lanza mas que suficiente – y no es como si la madre de Sarah fuera una pobre rata de iglesia. Su tienda de zapatos tambien esta funcionando maravillosamente. “Entonces, ?vas a devolverme el favor? La miro profundamente a los ojos. Note que ella se tira un poco hacia abajo y se inclina un poco para que yo pueda mirar profundamente en su escote. Pero sigo firme y la miro fijamente a los ojos:”Oh, pronto lo descubriras. Solo quiero comprar un celular nuevo y esta noche te hare algo bueno, ?de acuerdo?” Puedo ver dentro que este fin de semana sera muy especial. Esta en el aire. Es como si el destino estuviera siguiendo el ejemplo. Mi esposa no esta en casa, yo solo con Sarah – y luego esta luz, esa tension sexual que siempre esta en el aire. Puede rogar tan dulcemente, me encantaria que se acostara con ella en el acto… pero… no puedo pensar eso. Recuerdo, agarrar mi billetera y meterle 800EUR en la mano:”Toma, coge algo de ropa bonita. Puedo al menos justificar eso ante tu madre como un cuidado significativo. Los zapatos y asi es como siempre dicen,”digo con una sonrisa. Sarah coge el dinero con una sonrisa y me da un beso en la mejilla:”Gracias, papi-papi”. Luego mete el dinero en el escote y se escurre muy lejos balanceando su trasero. “Oh, hombre, con lo que me he involucrado”, suspire y me dedicare de nuevo a mi periodico. Quiero dejar que el asunto se deba a ello, porque despues de todo, una chica de 22 anos sabe jugar con sus encantos. Me concentro en la seccion de deportes del periodico: el estupido FC volvio a ganar la semana pasada. Voy a darles una oportunidad de caer. Eso me hace tan rapido que me gusta agarrar a Sarah y… aah. Ahi esta otra vez. Este pensamiento, no: estas fantasias. Ella no va a salir de mi cabeza y la accion que acabo de hacer no ha mitigado eso. Mejor salgo, corro a caminar o algo asi. Quiza ir de compras a la panaderia. Distraelos, mientras esten distraidos. Respira hondo, espera y deja que la emocion disminuya. Funciona – por el momento. Durante la tarde y temprano en la noche me olvido completamente del incidente con Sarah. Es sabado y me voy a mi pub local a ver la Bundesliga. Puedes conocer gente, conocer viejos amigos y cultivar amistades masculinas. Es justo que la mujer este ausente el fin de semana, que esta vez me quedo un poco mas. A las 9:00 de la noche, para ser exactos. Claro que no me deje llevar del todo, pero habia mucha cerveza. Relajado y mirando hacia atras en un gran dia, me voy a casa. Despues de todo, el FC ha perdido esta vez. !Ja! Cuando llego a casa, noto que todavia hay luz en el bano. “Hmm, sera Sarah”, supongo. Subo las escaleras porque mi dormitorio tambien esta arriba, la oigo decir:”Padrastro, ?estas ahi? Ella tiene algo. “?Que le pasa a ella ahora?”, supongo. Mientras tanto, he olvidado por completo, de todo tipo de otras cosas, la conversacion que tuvimos esta manana. Abro la puerta del bano y asumo que se corta las unas de los pies o hace una manicura – que es lo que usted hace. En cambio, esta en la banera, rodeada de mucha espuma. Ha colocado velas por todas partes, lo que, junto con la luz atenuada, crea un ambiente muy acogedor. Hace cuatro anos que estoy casada con su madre, pero nunca la he visto desnuda. La espuma cubre su cuerpo, pero a pesar de un poco de alcohol en la sangre, siento como me despierto por un lado – por otro lado me siento incomodo. “?Que pasa, Sarah?” Estoy frente a ella preguntandole,”?Que querias ahora?” Se vuelve hacia mi y se sienta de rodillas en la banera. Asi que ahora puedo ver sus tetas saliendo del agua. Una vista caliente. Ella me sonrie un poco timidamente:”Yo… yo… yo… ahora que estamos solos… yo pense… que podriamos… estoy tan solo en este momento y… queria devolverte el favor… contigo… padrastro…”. Ella murmura cada vez mas silenciosamente, su mirada dirigida a mis pantalones vaqueros – justo donde mi cola esta debajo. Solo ahora me doy cuenta de que hay una botella de vino espumoso casi vacia en el borde de la banera. Normalmente -si no hubiera bebido una gota- y ella tampoco lo haria. Creo que habria preferido que su vacilacion fuera una senal. Pero: Esta linda jovencita. La edicion de su madre, casi 30 anos mas joven. Siento… que mi polla se me pone mas dura. Me estoy agarrando los pantalones involuntariamente. Mi protuberancia es claramente visible. Sarah esta sentada alli vacilante, me agarra con una mano, pero luego a mitad de camino por la pista, sin atreverse mas. “Ahora o nunca”, me digo a mi mismo y agarro sus tiernas manos y la llevo a mis pantalones. Toma su otra mano y empieza a desabrochar mis pantalones. Suspira profundamente como si una enorme tension pudiera caerse de ella. Aparentemente, ella ha estado planeando hacer esto por un tiempo, pero nunca se ha atrevido. Con manos un poco temblorosas me abrocha los pantalones, me los tira un poco hacia abajo y me toca la polla. Solo mi ropa interior separa sus manos de mi mejor pieza y siento como me emociono cada vez mas. Dios mio: No me he sentido tan lejos de este deseo – este sentimiento de como mi propio cuerpo se esta preparando para el juego de amor caliente que ahora vendra inevitablemente. Apenas soporto la tension. Quiero sentir las manos de mi hijastra trabajando mi polla. Quiero agarrarla, cogerla. Toda la lujuria oculta y reprimida y la lujuria esta abriendo un camino. Ella me abraza unas cuantas veces mas timidamente sobre mis bragas antes de que por fin me deshaga de mis pantalones, calcetines y todo el resto de mi ropa. Me mira fascinada. Comprensible: por primera vez ve a su padrastro desnudo, a quien desea tanto tiempo. Nuevamente le tomo la mano y la dirijo a mi cola:”Si no estuvieras dispuesto a pagarle respetuosamente”, le sonrio con una voz calida y tranquila. Ayuda y relaja al instante.

  • Arrastrame al infierno contigo (Samsara 1) de Jane Reyals

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    ?Que harias si el amor de tu vida, por el que renunciaste a tus alas, no recordara siquiera tu nombre? Los secretos, los celos, el amor, el deseo y la posesividad inundan la vida de Naia, una joven que oculta un gran secreto. Inmersa en sus estudios, rechaza cualquier tipo de relacion con los hombres, pero pronto se sentira acorralada por un profesor que afirma conocerla mas de lo que ella cree. Entretanto, Zackary, un angel arrojado a la tierra, condenado por amar lo prohibido, intentara recuperar a su angel. Para ello entregara sus alas a los Kazoos, los guerreros del infierno, encargados de recuperar el mapa, el unico conducto que puede llevarlos de vuelta al Eden. Angeles deberan unir fuerzas para derrotar Kazoos del ultimo ser que esperarian, aquel que aguarda librar una batalla milenaria para cumplir su venganza.

  • Sere solo para ti (Bilogia completa) de Christian Martins

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    *La exitosa bilogia con la que debuto Christian Martins reunida en un mismo volumen”

  • Segunda estrella a la derecha (Aviones de papel 1) de Sofia Ortega Medina

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    Ella siempre quiso volar con el hacia el pais de Nunca Jamas…
    El siempre quiso llevarla volando hacia el pais de Nunca Jamas…

  • La rendicion del amor de

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    Maria, una joven bibliotecaria, no esta atravesando su mejor momento. Tras una relacion algo <> con su primer y unico amor, que la dejo la autoestima por los suelos, y la muerte de sus padres, se sume en una depresion que no la permite avanzar.
    Sus amigas, hartas de la situacion, se proponen devolverle la alegria que nunca debio perder, por lo que, tras dos largos anos, deciden que ha llegado el momento de pasar pagina.
    Lucas, un ambicioso abogado, es un autentico depredador. Un lobo solitario acostumbrado a conseguir lo que quiere dentro y fuera de los juzgados, disfruta del sexo sin ataduras.
    Una coincidencia hace que sus vidas se crucen y que Lucas fije en Maria su proximo objetivo. Es todo un reto, y eso le vuelve loco. Dispuesto a manejar a Maria a su antojo, inician una relacion poco convencional.
    La desconfianza de sus amigas hacia el y una serie de coincidencias y malos entendidos hacen que el final se precipite, provocando la huida de Maria.
    Una historia llena de sexo, lujuria y amor donde es dificil distinguir si finalmente fue <> el que consiguio comerse a <>.

  • No importa donde de Luz Guillen

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    Carmen esta desencantada con el amor. Debido a su trabajo como abogada especializada en divorcios, es una esceptica incorregible por lo que a relaciones sentimentales se refiere.

  • Fuera de juego (HQN) de Anna Casanovas

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    Era la peor semana de su vida, de toda su miserable y jodida existencia. Si lograba salir adelante, algo que le parecia mas que improbable en ese momento, cuando tenia la mirada fija en el fondo de un vaso de whisky, jamas le ocurriria algo peor. El mundo podia partirse en dos, el kraken podia atacarlo y arrancarle la cabeza y nada conseguiria jamas empeorar su situacion actual. En cierto modo era liberador, penso mientras vaciaba ese vaso, igual que llevaba haciendo toda la noche. No habia tocado fondo, no senor, el habia ido mucho mas alla. El lo habia perdido todo y ahora ni siquiera sabia quien era ni que queria hacer durante el resto de sus dias. Patetico, sin duda, y lamentable. Volvio a llenarse el vaso de whisky y siguio compadeciendose de si mismo. Estaba harto de mantener las formas y de fingir que era un hombre razonable. Estaba hecho una mierda, se sentia estafado y enganado, y lo peor de todo era que estaba furioso consigo mismo porque todo, absolutamente todo, era culpa suya. El era el unico culpable de esa debacle. El y solo el. El habia sido el chico perfecto, habia estudiado la carrera perfecta en la universidad perfecta y se habia enamorado de la chica perfecta. Despues se habia casado y tenia la esposa perfecta para el trabajo perfecto. Y una mierda. Ben se bebio ese whisky y se sirvio otro, ?cuantos llevaba? ?Seis, siete? Daba igual, nadie lo levantaria de ese sofa ni le obligaria a dejar esa botella hasta que el lo decidiese. Estaba solo, igual que lo habia estado en los ultimos meses y, quiza, en los ultimos anos. Por mas que lo intentaba no conseguia encontrar ese punto en el tiempo, aquel instante en el que todo se habia ido a la mierda. El creia que lo estaba haciendo todo bien; habia estudiado derecho por vocacion, durante los anos que habia trabajado como fiscal se habia ganado el respeto de sus companeros y de sus contrincantes, el paso a la politica lo habia dado porque creia desde lo mas profundo de su corazon que podia ayudar a crear una ciudad mejor, un pais mejor. Y, Dios, penso, pasandose las manos por el pelo, habia colaborado sin saberlo con un psicopata que habia asesinado a cuatro personas a sangre fria y cuyo sueno empresarial consistia en inundar el pais de armas. Otro whisky, el ardor de la garganta no era nada comparado con el que le estaba destrozando el estomago y la cabeza. Si los agentes encargados de investigar el caso de esos asesinatos no hubiesen desconfiado de las pruebas y no hubiesen llegado hasta el final, ahora estaria en la carcel. O peor aun, muerto. Sin embargo estaba vivo, y dejando a un lado el pequeno detalle de que su esposa se habia enamorado de ese maldito agente y lo habia abandonado para irse con el a Boston, habia salido relativamente indemne del asunto. La botella estaba vacia, observo aturdido, pero por suerte habia sido previsor y tenia otra preparada al lado. La abrio, no sin cierta torpeza, y se lleno el vaso de nuevo. Su matrimonio se habia hundido al mismo tiempo que su carrera. Habria podido salvarlos a ambos, Victoria se habia quedado con el el tiempo necesario para no danarlo politicamente y el fiscal habia accedido a mantener en secreto su participacion en todo lo relacionado con los asesinatos. A el, al fin y al cabo, le habian utilizado y su ayuda habia sido vital para resolver el caso y para reunir las pruebas necesarias para condenar a los verdaderos culpables. Pero no fue capaz de salvarlos, quiza no lograria recordar jamas el momento en que todo se fue a la mierda, pero si que recordaria el momento en que decidio que no queria seguir enganandose ni conformandose con una vida perfecta. No la queria perfecta, la queria suya. Derramo unas gotas de whisky sobre la mesa y sobre la mano con la que estaba sujetando el vaso que vacio tras levantarlo. El ni siquiera recordaba la ultima vez que habia sido feliz con Victoria, verdaderamente feliz, ni la ultima vez que habia sentido emocion por despertarse e ir al trabajo. Estaba casado con una mujer perfecta y tenia el trabajo perfecto, asi que sencillamente cumplia con lo que se esperaba de el. Era lo menos que podia hacer. Ese mismo dia habia firmado los papeles del divorcio. Victoria y el se habian citado en el despacho de abogados que habian elegido para llevar, muy discretamente, el tema. Victoria no estaba con Harrison. Asi se llamaba el sucedaneo de James Bond del que se habia enamorado. Al parecer el se habia puesto en plan heroe y le habia dicho que no queria que estuviera a su lado mientras estuviera herido. Si Victoria le hubiese insinuado, aunque hubiese sido solo durante un segundo, que ellos dos podian reconciliarse, Ben habria dicho que si. Asi de triste y asustado, por que no reconocerlo, se habia sentido en medio de aquel lujoso despacho de abogados. Pero ahora no. Ben sabia que habria sido un error, habria sido volver al camino facil, aquel por el que llevaba anos, toda la vida, transitando y que nunca le habia hecho feliz. ?Cuando habia sido feliz por ultima vez? La cabeza le daba vueltas cuando volvio a llenarse el vaso. Tras firmar los papeles y despedirse de Victoria, Ben camino por la calle. Al principio habia creido que no tenia un rumbo fijo, queria pensar en lo que su ya exesposa le habia dicho, "Quiero volver a ser tu amiga. Te he echado de menos todo este tiempo". Aunque le doliera en el orgullo, Victoria tenia razon, ellos dos siempre habian sido amigos. Habia sido una estupidez querer convertir esa amistad en algo mas, pero eran tan perfectos el uno para el otro, sus vidas encajaban tan bien, que la tentacion habia sido demasiado grande. El sabia que Victoria lo queria, y el la queria a ella, pero la suya no era ni habia sido una gran historia de amor. Esas historias no existian, se sirvio otro whisky, igual que tampoco existian los politicos honestos, ni los mares donde navegar sin llegar nunca al horizonte. Ni las noches interminables de sexo apasionado. Derramo el vaso que tenia en la mano y se sirvio otro. ?Desde cuando le importaban esas cosas? Era culpa de Victoria y de su discurso sobre el amor de verdad, la pasion, la amistad y gilipolleces de esa clase, penso bebiendose el liquido ambarino. Lo del mar, sin embargo, era otra cuestion. A Ben le apasionaba navegar, pero hacia anos que no se subia a un barco y mucho menos a un velero. Le costaba recordar la ultima vez que habia sentido el viento del mar en el rostro o el sabor de la sal en los labios. No habia tenido tiempo libre para dedicarse a eso, ni a su matrimonio, ni a si mismo. Pero eso habia acabado, ahora disponia de todo el tiempo del mundo. Quiza habia abandonado el despacho de los abogados sin un destino en mente, pero sus pies lo habian llevado hasta la sede de su partido. No le costo decidirse, subio un escalon tras otro y cuando llego a la oficina donde practicamente habia vivido esos ultimos meses encendio el ordenador y tecleo su dimision. La gente le hablaba, el no oia a nadie. Con la hoja de papel en la mano camino hasta la sala de reuniones donde estaba el presidente del partido y sus asesores y se la entrego sin decir nada. Intentaron detenerlo, le pidieron que se tomase tiempo para pensar. El se limito a contestarles que ya no habia marcha atras. Ese Ben, el congresista, ya no existia. Ahora era solo Ben. Solo Ben estaba borracho. Lleno de nuevo el vaso y sonrio como un idiota al recordar las amenazas nada veladas que habia recibido de la direccion del partido: "Estas acabado". "No podras volver a dedicarte a la politica en tu vida". "Si nos dejas tirados ahora, Holmes, jamas lograras nada en Washington". Dias atras esas frases le habrian encogido el estomago y se habria echado atras al segundo de escucharlas. Ahora las anadio a la coleccion de pruebas que demostraban que su vida era un fracaso y que en realidad llevaba tiempo sin importarle. Por eso estaba bebiendo esa noche, porque acababa de darse cuenta de que ni perder a Victoria ni perder su carrera politica le habia importado demasiado. Se habia asustado, se habia sentido enganado, estafado, incluso insultado, pero no le habia importado. No realmente. Si el escandalo de Wortex no se hubiese producido, el habria seguido adelante con esa vida gris, con una mujer que no lo amaba apasionadamente y trabajando en proyectos politicos inutiles. Ahora lo habia perdido todo, pero ni siquiera eso habia sido decision suya. Al menos Victoria habia conseguido librarse, penso bebiendo el whisky, ella habia recuperado la pasion, habia descubierto el amor con un jodido espia, y le habia abandonado. A Ben le dolia, en el orgullo y quiza tambien en otra parte, pero el principal sentimiento que lo embargaba si pensaba en ello era la envidia

  • La Reina de las Brujas (Reinos divididos 2) de Kim Richardson

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    ELENA SOBREVIVIO LA GRAN CARRERA y las garras de los sumos sacerdotes, pero a un costo. El corazon de Arcania, la piedra magica mas poderosa en la tierra esta ahora en manos de los sacerdotes malos. Pero peor aun, Jon es capturado.

  • Y ahora que de Monica Hoff , Norah Carter

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    Aitana ve de nuevo una oportunidad para volver a amar en Denis, un abogado que, desde el principio, muestra su interes en ella. La vuelta de David la hara dudar de sus sentimientos por ambos y las decisiones que tome la llevaran hacia uno u otro.
    Un amor que comienza, un pasado que vuelve a convertirse en presente y un destino que aun no esta escrito para la protagonista de esta loca y divertida historia.

  • Para siempre, contigo (La Posada de Sunset Harbor 3) de Sophie Love

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    Emily miro a la hermosa nina que dormia tranquilamente en la cama de Daniel. Su cabello rubio estaba extendido sobre la almohada blanca. Sus rasgos eran inconfundiblemente los de Daniel. Parecia angelical. Afuera estaba oscuro, la unica luz en la habitacion era un rayo de luna que se deslizaba a traves de las cortinas, haciendo que la habitacion se volviera de un azul apagado. Emily habia perdido la nocion del tiempo, pero a juzgar por el agotamiento que sentia en lo mas profundo de sus huesos, estaba a punto de amanecer. Oyo que la puerta crujia y miro por encima de su hombro para ver a Daniel de pie en la grieta, la calida luz de la chimenea de la cochera iluminando su silueta. Solo con verlo, su corazon dio un vuelco. Era como un espejismo, como un soldado que regreso de la guerra. -- ?Sigue durmiendo?--susurro. Emily asintio. A pesar de que el estaba de vuelta y de pie frente a ella despues de una ausencia de seis semanas, Emily todavia no podia creerlo, no podia bajar la guardia por completo. Fue como si ella estuviera anticipando el momento en que el anunciaria que se iba una vez mas, que estaba sacando a Chantelle de su vida con la misma rapidez con la que el la habia metido en ella. Salieron juntos de la habitacion, cerrando la puerta en silencio para no despertar a la nina dormida. --Debe haber sido un largo viaje desde Tennessee--dijo Emily, al escuchar lo torpe que era su voz, lo antinatural que de repente se sintio en compania de Daniel--. Debes estar exhausto. --Creo que todos lo estamos--contesto Daniel, reconociendo en una declaracion la prueba que el le habia hecho pasar. Mientras se sentaban juntos a la mesa, Daniel miro intensamente a Emily, una expresion sincera en sus ojos. --Emily--comenzo, con la voz quebrandose de inmediato--No se como decir esto, como sacar las palabras. Sabes que lucho con ese tipo de cosas. Sonrio debilmente. Emily le devolvio la sonrisa, pero sintio que su corazon se estremecia de angustia. ?Iba a llegar? ?Estaba anunciando su partida y la de Chantelle? ?Habia vuelto a ella para decirle de frente que se habia acabado? Sentia que las lagrimas empezaban a nadar en sus ojos. Daniel cruzo la mesa y le dio una palmadita en la mano. El gesto fue todo lo que se necesitaba para hacer que las lagrimas que ella estaba tratando de evitar inundaran sus ojos, bajaran por sus mejillas y se terminaran sobre la mesa. --Lo siento mucho--dijo Daniel--. No es suficiente, lo se, pero es todo lo que tengo, Emily. Siento mucho lo que te hice pasar. Respecto a huir de esa manera. Emily tartamudeo, sorprendida de que las palabras para las que habia sido preparada no hubieran llegado. --Pero hiciste lo correcto--dijo ella--. Fuiste a ver a tu hija. Aceptaste tu responsabilidad. No hubiera esperado otra cosa. Ahora le tocaba a Daniel parecer confundido, como si las palabras que el esperaba de ella no hubieran sido pronunciadas--. Pero yo te deje--dijo. --Lo se--contesto Emily, sintiendo una punalada de dolor en su corazon que le dolio tanto como en el momento en que se marcho--. Y duele, no voy a mentir. Pero lo que hiciste te convierte en un buen hombre a mis ojos. --Finalmente, pudo ver a traves de sus lagrimas--. Estas a la altura de las circunstancias. Te convertiste en padre. ?Realmente crees que te lo echaria en cara? --Yo… no lo se--dijo Daniel con un suspiro. Tenia una expresion que Emily nunca antes habia visto en su cara. Era una mirada de alivio total. Se dio cuenta entonces de que el esperaba que ella se enfadara con el, que desencadenara un torrente de ira contra el. Pero Emily nunca se habia enojado, solo estaba aterrorizada de que no hubiera manera de que los dos pudieran forjar una vida juntos ahora que Daniel tenia una hija que cuidar. Ahora era el turno de Emily para consolarlo, para dejar en claro que no necesitaba cargar con ninguna culpa por sus acciones. Ella le apreto la mano. --Estoy contenta--dijo, sonriendo a pesar de las marcas de lagrimas en sus mejillas--. Estoy mas que feliz, estoy encantada. Nunca pense que esto pudiera ser una posibilidad. Que la traerias a casa contigo. Daniel, no podria estar mas feliz en este momento. La cara de Daniel estallo en una sonrisa. Se levanto de la mesa con prisa y levanto a Emily de su asiento y la puso en sus brazos. Le beso la cara, el cuello, como si tratara de besar las lagrimas que habia causado. Emily sintio que todo su cuerpo se relajaba, toda la tension se le escapaba. Su cuerpo habia estado inactivo durante las ultimas seis semanas, y ahora aqui estaba Daniel despertando todas esas partes de ella que habian quedado en reposo. Ella le devolvio el beso, sin querer, con una pasion cada vez mayor. El era su Daniel, con el mismo olor a bosque y aire fresco, con sus manos asperas corriendo sobre su cuerpo, con sus dedos retorciendose en su desordenado cabello. Tenia el sabor a Daniel, de menta y te, un sabor que funcionaba como la campana de Pavlov para despertar a Emily. Cuando se retiro del beso, Emily sintio la enorme ausencia. --No podemos--dijo en voz baja--. Aqui no. No con Chantelle durmiendo. Emily asintio con la cabeza, aunque sus labios temblaban de deseo. Daniel tenia razon. Necesitaban ser sensatos, ser adultos. Tenian la responsabilidad de hacer lo mejor para la nina. Ella tendria que ser lo primero, siempre. -- ?Puedes abrazarme?--pidio Emily. Daniel la miro, y ella reconocio la mirada de adoracion en sus ojos. Habia echado tanto de menos esa mirada, y sin embargo parecia que las seis semanas lejos de ella la habian fortalecido mas. Emily nunca habia sido vista de esa manera, y eso hizo que su corazon saltara un latido. Ella se puso de pie, tomando la mano de Daniel, y lo llevo al sofa. Juntos se sumergieron en el, el toque del terciopelo verde que le recordaba a Emily de inmediato el momento en que hicieron el amor aqui, junto a la chimenea. Mientras Daniel la abrazaba, ella se sintio tan contenta como esa noche, escuchando los latidos de su corazon, respirando su aroma. No habia otro lugar donde ella quisiera estar ahora mismo que aqui, con Daniel, su Daniel. --Te extrane--escucho a Daniel decir--. Demasiado. De alguna manera, con ellos acurrucados en esta posicion, sin contacto visual, Emily encontro mas facil discutir sus sentimientos--. Si me extranaste tanto, podrias haber llamado. --No pude. -- ?Por que no? Escucho el suspiro de Daniel. --Era tan intenso lo que estaba pasando alli que no podia soportar la idea de que te rindieras conmigo. Si te hubiera llamado, habrias confirmado mis peores temores, ?sabes? La unica forma de superar toda esta prueba fue aferrandome a la esperanza de que aun estarias aqui para mi cuando volviera. Emily trago. Le dolio oirle hablar asi, pero su honestidad fue muy bienvenida. Ella sabia que todo esto habia sido increiblemente dificil para el y que tendria que ser paciente. Pero al mismo tiempo, ella tambien habia pasado por una prueba. Seis largas semanas sin noticias, esperando y preguntandose que podria pasar cuando Daniel regresara, o si regresaria. Ni siquiera se le habia ocurrido que el traeria a su hija a casa con el. Ahora tenia que empezar a imaginar de que manera sus vidas y su relacion cambiarian, ahora que tenian una hija que cuidar. Ambos estaban parados en un terreno nuevo e inestable. --Suena como si no tuvieras mucha fe en mi--dijo Emily en voz baja. Daniel se quedo callado. Entonces su mano comenzo a acariciar su cabello--. Lo se--dijo--. Deberia haber confiado mas en ti. Emily suspiro profundamente. Por ahora eso era todo lo que necesitaba escuchar; la afirmacion de que fue su falta de confianza en ella lo que habia convertido una situacion dificil en algo mucho mas dificil de lo que debia ser. -- ?Como era?--Emily pregunto, curiosa, pero tambien en un intento de hacer que Daniel se abriera, para ayudarlo a no sufrir en silencio--. Tu estadia en Tennessee, quiero decir. Daniel respiro hondo--. Me quede en un motel. Visitaba a Chantelle todos los dias, solo para tratar de protegerla, solo para ser una cara calida y amistosa. Vivian con el tio de Sheila. Literalmente no habia nada alli para un nino. --Su voz se tenso--. Chantelle se mantenia alejada. Habia aprendido a no molestar a ninguno de los dos.

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