• la chica que no creia en los principes azules pdf - A.S. Torres

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    Abril es una chica que se ha refugiado en hacerse un hueco en el mundo laboral. Pero para desgracia suya se queda sin trabajo, suceso que le lleva a conocer a Soledad. Una chica alocada que le ensenara a Abril acerca de la vida: como que las historias de amor no siempre son de color de rosa y a veces hay que arriesgarlo todo.

  • La chica que no creia en los principes azules - AS Torres

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    PDF • Descargar Libros Gratis ... La chica que no creia en los principes azules – A.S. Torres ... La chica no parece conformarse con mi muda respuesta.

  • La chica que no creia en los principes - AS Torres - Docer.com

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  • La chica que no creía en los príncipes azules. - Booknet

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    Desesperadas por obtener un medio para mantenerse, deciden escribir un libro erótico porque lo de hoy en la literatura es el sexo. En su camino al éxito, ...

  • La chica que no creía en los príncipes azules Versión Kindle

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    Precio Kindle: EUR 1,99. Ahorra EUR 6,91 (78%) ; de A.S. Torres (Autor) Formato: Versión Kindle ; Longitud de impresión. 138 páginas ; Outlet de Libros. Cientos de ...

  • LA CHICA QUE NO CREIA EN LOS PRINCIPES AZULES

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    10 dic 2018 — Información del libro: Autor: A.S. Torres. Disponible en: Amazon. Personajes principales: Abril Lara y Soledad Rivas.

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  • La chica que no creía en los príncipes azules - Babelio

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    Pero creo que es la esencia de esta novela para narrarnos una divertida comedia romántica. Lo que destaca de este libro es en sí el realismo con el que nos ...

  • Descargar Yo No Creo En Príncipes Azules (Bilogía Completa)

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    Descargar Yo no Creo en Príncipes Azules PDF - EPUB Gratis ✓ Descarga Directa del ... Abril es una chica de 29 años que no cree en el amor ni en príncipes ...

  • Jefa por sorpresa (California Beach 1) de Olivia Kiss

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    Para Jennifer su carrera profesional lo es todo. Lleva anos esforzandose por ser la mejor en lo suyo y parece que lo ha conseguido.
    No obstante, una noche sale con su amiga Claire y se da cuenta de que ha olvidado otros aspectos de su vida hasta el punto de que en unas horas cumplira un ano de sequia sexual.
    Para Cole no hay nada que le importe menos que su futuro. Vive al dia y disfruta de los pequenos placeres de la vida; como, por ejemplo, mirar a la chica del vestido rosa mientras se pasea por el club California Beach con una bandeja llena de cocteles.
    Esa noche sus caminos se cruzaran sin imaginarse que, poco despues, sus vidas lo haran mucho mas.

  • No soy mi ADN de Manel Esteller

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    ?Puedo heredar las enfermedades de mis padres o abuelos? ?Es posible que mis hijos hereden las mias? ?Hasta que punto una disciplina como la epigenetica puede tener repercusion en la prevencion y tratamiento de enfermedades como el cancer, el Parkinson o el Alzheimer?Y, sobre todo, ?que es la epigenetica?Manel Esteller, todo un referente internacional en el ambito de la epigenetica y un excelente comunicador, responde a estas y a otras muchas preguntas en este esclarecedor libro. Y lo hace de una forma muy ilustrativa. A partir de doce ejemplos basados en casos reales y cotidianos, Esteller expone las claves para entender mejor las bases de esta disciplina cientifica y ofrece un panorama de las infinitas posibilidades que genera su estudio. De este modo, los conceptos teoricos encuentran su aplicacion practica en los consejos para llevar una vida saludable que nos permita, en la medida de lo posible, prevenir el desarrollo de alguna de estas enfermedades.

  • Anos de sequia de Jane Harper

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    Volver a Kiewarra, pequena comunidad al sureste de Australia, es lo ultimo que el investigador de delitos financieros Aaron Falk desea. Y no solo por el sol abrasador y la sequia pertinaz que han dejado al ganado famelico, a los granjeros desesperados y a la poblacion desquiciada, sino tambien por el temor a que su presencia reavive las heridas que su precipitada partida dejo abiertas veinte anos atras. Sin embargo, cuando le comunican que Luke Hadler, su amigo de la infancia, y su familia han muerto de forma violenta, presuntamente en un acto de parricidio y posterior suicidio, se siente obligado a regresar.
    Recibido con manifiesta hostilidad, Falk se propone no quedarse mas de un par de dias, pero las suplicas de los padres de Luke para que intente aclarar las circunstancias de la muerte de su hijo haran que reconsidere su decision. Asi, mientras colabora de forma extraoficial con el sargento Greg Raco, el jefe de policia local, Falk se vera obligado a encarar los fantasmas de su oscuro pasado y a enfrentarse al odio visceral que todavia le tienen algunos vecinos del pueblo.

  • Deseos desordenados. #Need de Barb Capisce

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    Volver no siempre es facil, el origen a veces significa enfrentar recuerdos que creias olvidados, develar secretos que por mucho tiempo se callaron, abrir cajas que debieron permanecer cerradas. Vince debio haberlo sabido.

  • Solo una de Sarah Crossan

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    Tippi y Grace lo comparten todo: ropa, amigos... incluso cuerpo.

  • Bilogia completa de Te quiero en mi vida de Sabina Rogado

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    Cuando Alexia (una chica timida e introvertida) descubre al unico chico que ha pasado por su vida, liado con otro, su mundo se viene abajo y, si por un instante cree que ahi se acaban los contratiempos, esta muy equivocada porque todo parece complicarse hasta que, de repente, una invitacion completamente casual, hace que su vida de un giro inesperado en el momento en que termina en una discoteca donde tiene el privilegio de conocer al actor de moda y del que el mundo entero habla.

  • Maravilloso problema (Familia Allen 1) de Catherine Brook

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    lla es un problema andante.
    El la perfeccion en persona
    No pueden existir dos personas tan diferentes, y a la vez tan destinadas a estar juntas.
    Para la sociedad, los Allen son “la familia problemas” no habian salido de un lio o escandalo cuando ya estaban en otro, y Angeline Allen no es la excepcion, pues parece que ha nacido para meterse en lios y vivir en escandalos. Sabe que se casara solo por amor o se quedara solterona toda la vida. Lamentablemente, no es facil encontrar al amor de tu vida cuando ya estas en tu cuarta temporada y tu familia tiene una pesima reputacion. Las esperanzas son pocas, pero Angeline esta dispuesta a aferrarse a ellas, lo que no imagina es que terminaria enamorandose del ultimo hombre en la lista y que era su antitesis en todos los sentidos, Elliot Miller; que, por cierto, siempre parecia estar cerca para sacarla de un lio, o al menos, ser testigo de el.

  • Un guardaespaldas de sangre azul de Joyce Sullivan

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    Rory Kenilworth se quedo de piedra al descubrir quien era realmente, pero con tantos “accidentes” y tantas balas volando por los aires, no tenia tiempo para lamentarse. Tenia que reclamar lo que le pertenecia… y tratar de resistirse a la ardiente mirada de su tutor y guardaespaldas, el misterioso y guapisimo Sebastian Guimond.

  • Nada mas real que un cuerpo de Alexandria Marzano-lesnevich

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  • A la caza de la dama de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Alastair Miller espera cuando pasa la noche en una posada y descubre a un intruso merodeando en su carruaje, es que ese intruso no sea un ladron al uso, sino una mujer. Una mujer preciosa que dice dedicarse al oficio mas antiguo del mundo. Alastair no quiere problemas, pero es incapaz de dejarla abandonada a su suerte, asi que termina compartiendo parte del camino con la joven, pero ?es Diane quien dice ser o esconde mas secretos de los que Alastair puede siquiera empezar a imaginar? ?Y es posible que uno de los solteros mas famosos de la ciudad termine enamorandose de esa dama misteriosa que podria cambiarlo todo?

  • Pecados a la luz de la luna de Jennifer Armentrout

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    --?Es cierto eso que dicen de las mujeres que vienen aqui? --Las unas pintadas de un rojo resplandeciente recorrieron el estomago de Lucian de Vincent y le sacaron la camisa por la cintura--. ?Que se vuelven locas? Lucian enarco una ceja. --Porque ahora mismo siento que estoy perdiendo la cabeza. Que estoy fuera de control. Llevo tanto tiempo deseandote... --Los labios del mismo color que las unas rozaron el pelo mas corto alrededor de su oreja--. Pero tu nunca te fijaste en mi. Hasta esta noche. --Eso no es cierto --dijo el con voz cansada mientras alcanzaba la botella de Old Rip. Se habia fijado en ella en mas de una ocasion. Hasta podia habersela comido con los ojos un par de veces. Con esa melena rubia y el cuerpo de infarto embutido en un vestido tan escotado, por supuesto que se habia fijado en ella, al igual que la mitad de los clientes del Red Stallion. !Joder! Seguramente el noventa por ciento de ellos, tanto mujeres como hombres, habian mirado en su direccion mas de una vez, y ella lo sabia. --Pero siempre estabas pendiente de otras cosas --continuo ella. Lucian casi pudo oir el mohin que formaron esos preciosos labios rojos. Se sirvio un poco del burbon de veinte anos, intentando recordar en cuantas mujeres mas podia haber estado pendiente. Las posibilidades eran ilimitadas, pero nunca se centraba en nadie en particular. En realidad, tampoco estaba prestando atencion a la mujer que tenia detras de el, ni siquiera cuando presiono contra su espalda lo que, sin duda, tenian que ser unos pechos espectaculares y deslizo una mano debajo de su camisa. El gemido gutural que dejo escapar ella mientras le acariciaba los abdominales tampoco tuvo ningun efecto en el. Hubo un tiempo en el que solo necesitaba una sonrisa de complicidad y una voz sensual para tener una ereccion capaz de taladrar una pared. Incluso se habia follado a mujeres y se habia perdido en ellas por menos que eso. ?Pero ahora? Ahora no tanto. Sus pequenos dientes afilados le mordieron el lobulo de la oreja mientras deslizaba la mano hacia abajo y movia sus dedos agiles en el cinturon. --?Pero sabes que, Lucian? --?Que? --Se llevo el vaso bajo y pesado a los labios y se bebio el potente liquido de un trago sin pestanear. El burbon se deslizo por su garganta y le calento el estomago mientras miraba el cuadro que habia sobre la barra. No era de los mejores que habia alli, pero esas llamas tenian algo que le gustaba. Le recordaban al ardiente descenso a la locura. Ella le desabrocho el cinturon. --Voy a asegurarme de que no vuelvas a pensar en nadie mas. --?En serio...? --Se detuvo y fruncio el ceno, buceando en su memoria. !Mierda! Se habia olvidado de su nombre. ?Como cono se llamaba esa mujer? Las llamas purpuras y rojas del lienzo no iban a darle la respuesta. Respiro hondo y estuvo a punto de ahogarse con su perfume dulzon. Sintio como si le hubieran vomitado un monton de fresas en la boca. El boton de sus pantalones se solto y el sonido amortiguado de la cremallera bajando resono en la espaciosa habitacion. Un segundo despues, la mano de ella descendio por la cintura de los boxers, hasta el lugar donde descansaba su pene. Y entonces detuvo la mano en seco. Parecia haber dejado de respirar. --?Lucian? --pregunto ella con tono sugestivo. Sus calidos dedos se cerraron en torno a su miembro medio erecto. La obvia falta de interes de su cuerpo hizo que Lucian torciera el labio disgustado. ?Que le pasaba? Tenia a una mujer impresionante tocandole el pene y el estaba tan excitado como un colegial en una habitacion llena de monjas. Estaba... !Joder! Solo estaba aburrido. Aburrido de ella, aburrido de si mismo, aburrido de todo. En circunstancias normales, esa mujer era su tipo. Habria pasado un buen rato con ella y no la habria vuelto a ver jamas. Nunca se acostaba dos veces con la misma mujer, porque si lo hacia, corria el riesgo de crear un habito, y luego a uno le costaba mucho romper los habitos. Ademas de que alguien siempre acababa albergando sentimientos, y nunca era el. Pero se habia... hastiado de todo eso. La sensacion de estar harto, de no importarle nada, llevaba persiguiendole desde hacia un par de meses, asfixiando casi todas las facetas de su vida. La inquietud se habia metido bajo su piel y se habia extendido por sus venas como la maldita hiedra que se habia apoderado de la fachada de la casa. Habia empezado a sentir esa incomodidad mucho antes de que todo se pusiera del reves. Ella deslizo su otra mano debajo de la camisa mientras apretaba su agarre alrededor de su sexo. --Voy a tener que esforzarme para ganarme esta verga, ?verdad? Lucian casi se rio. !Joder! Teniendo en cuenta el rumbo de sus pensamientos, iba a tener que esforzarse mucho. Dejo el vaso en la barra, echo la cabeza hacia atras y cerro los ojos, intentando que su mente estuviera en paz. Por suerte, la mujer estaba callada mientras lo estimulaba con la mano. Necesitaba eso mas que nunca. Un orgasmo sin preocupaciones. Y ella... ?Clare? ?Clara? Estaba bastante seguro de que empezaba por <>... Bueno, daba igual, ella sabia lo que estaba haciendo. Su miembro se iba endureciendo cada vez mas, pero su cabeza... Si, su cabeza no estaba centrada en eso. ?Pero desde cuando necesitaba que su cabeza estuviera centrada en eso? Cambio de posicion para darle mas margen de maniobra y tanteo con la mano hasta alcanzar la botella de wiski de varios miles de dolares. Esa noche queria perderse en el alcohol, sentir que estaba vivo de verdad. Lo que tampoco era muy diferente del resto de las noches, pero hoy le hacia mas falta, porque manana tenia que encargarse de algo muy importante. Aunque ahora no tenia por que pensar en eso. Lo unico que necesitaba en ese momento era sentir esa mano, esa boca y tal vez... El sonido apenas perceptible de unos pasos en la planta de arriba hizo que abriera los ojos de golpe. Ladeo la cabeza, pensando que su imaginacion le estaba jugando una mala pasada, pero ahi estaban. No le cabia la menor duda de que eran pasos. ?Pero que cojones? Bajo la mano y agarro la muneca de la mujer para detenerla; algo que a ella no le hizo ninguna gracia, porque empezo a masturbarle con mas ahinco. Asi que tuvo que apretar un poco mas para inmovilizarla. --?Lucian? --pregunto con tono confundido. No respondio. Estaba demasiado ocupado intentando prestar atencion a cualquier sonido. Era imposible que hubiera oido aquello. Las habitaciones de arriba estaban vacias. Alli no podia haber nadie moviendose. Los miembros del personal no dormian alli. Se negaban a quedarse en la mansion de Vincent en cuanto caia la noche. Silencio. Era muy probable que se lo hubiera imaginado. Seguramente gracias al burbon. !Dios! Puede que estuviera perdiendo la cabeza. Despues de sacar la mano de ella de sus pantalones, se dio la vuelta y la miro. Mientras contemplaba su cara respingona penso que en realidad era muy guapa, pero hacia mucho tiempo que habia descubierto que la belleza era un regalo caprichoso. La mayoria de las veces solo era superficial, y en la mitad de los casos ni siquiera era natural, sino fruto de los diestros dedos de los cirujanos. Rodeo su nuca con los dedos y se pregunto donde terminaria su belleza y empezaria su parte mas fea. Presiono el pulgar en su pulso y este se acelero. La vio entreabrir los labios mientras bajaba las espesas pestanas, ocultando los iris del mismo color que el de la mayoria de los nativos de Luisiana. Se apostaba lo que fuera a que en su casa guardaba una o dos coronas, junto con unas cuantas bandas que la declaraban una de las tantas caras bonitas que el sur tenia en su seno. Cuando empezo a bajar la cabeza hacia ella, su telefono sono sobre la barra. Se separo de ella de inmediato y se dio la vuelta, sin importarle el murmullo de decepcion que la oyo soltar. Le sorprendio ver el nombre de su hermano en la pantalla. Era tarde, seguro que el hijo prodigo ya estaba en la cama, en algun lugar de esa misma casa. Y Dev ni siquiera estaria con su prometida, follando toda la noche como se imaginaba que haria cualquier pareja normal y feliz. Aunque, por otro lado, le costaba horrores imaginarse a la inmaculada Sabrina teniendo sexo. Se decian muchas cosas de los hombres y las mujeres de la familia De Vincent. Una de ellas parecia una mentira absoluta. Por lo visto, un dia su tatarabuela afirmo que cuando un varon De Vincent se enamoraba, lo hacia rapido y perdidamente, con locura y sin medias tintas. Una tonteria enorme. El unico de ellos que se habia enamorado habia sido su hermano Gabe, y mira como habia terminado. Como un completo desastre. --?Que? --respondio mientras alcanzaba la botella de nuevo. --Tienes que venir al despacho de papa ahora mismo --le ordeno Dev. Alzo ambas cejas al oir que su hermano colgaba sin mas. Era una peticion de lo mas interesante. Se metio el telefono en el bolsillo, se abrocho los pantalones, se quito el cinturon y lo lanzo sobre el sofa que tenia al lado. --Quedate aqui. --?Que? ?Me dejas asi? --Hablo como si ningun hombre hubiera osado alejarse de ella en cuanto le ponia la mano en el pene. La miro con una sonrisa y abrio la puerta que conducia a la galeria de la segunda planta. --Si. Y seguiras aqui cuando vuelva. Su respuesta la dejo boquiabierta, pero salio al aire fresco de todos modos. Sabia que, a pesar de su enfado, le esperaria. Atraveso la galeria, tomo la escalera cerrada y salio por el almacen de la planta principal a la que daba. El mausoleo que tenian por casa apenas estaba iluminado a esas horas y reinaba el silencio. Sus pies descalzos pisaron el suelo de baldosas que enseguida paso a ser de madera. Tardo un par de minutos en llegar al despacho, ya que estaba al otro lado del ala derecha, lejos de las miradas curiosas de todo aquel que visitaba la casa De Vincent. Incluso tenia su propia puerta y camino de entrada. Lawrence, su padre, se habia asegurado de garantizar su privacidad hasta limites extremos. Fue aminorando el paso a medida que se acercaba a las puertas cerradas. No tenia idea de que le podia estar esperando en aquel despacho, pero sabia que su hermano no le llamaria en plena noche por una nimiedad, asi que se preparo para cualquier eventualidad. Las pesadas puertas de roble se abrieron silenciosamente. Cuando entro en la habitacion bien iluminada se detuvo en seco. --?Pero que...? Dos piernas se balanceaban ligeramente; los mocasines de piel de cocodrilo de Brooks Brothers colgaban a metro y algo del suelo. Habia un pequeno charco debajo. El hedor nauseabundo que flotaba en la habitacion le dijo lo que era. --Por esto te he llamado --dijo Dev desde algun lugar de la estancia con tono neutro. Lucian miro hacia arriba, a lo largo de los pantalones oscuros que estaban mojados en la parte interior de los muslos, la camisa torcida de cachemir azul a medio meter, las manos y los brazos laxos a los lados, los hombros caidos y el cuello doblado en un angulo antinatural..., sin duda, por el cinturon que lo rodeaba. Un cinturon que estaba atado al ventilador de techo importado de la India que habian instalado hacia poco mas de un mes. Cada vez que el cuerpo se balanceaba, el aparato emitia un tictac similar al de un reloj de pie. --!Dios bendito! --gruno Lucian, con las manos a los costados mientras echaba un vistazo rapido al despacho. El charco de orina se iba extendiendo hacia la antigua alfombra persa beis y dorada. Si su madre hubiera estado viva se habria llevado la mano a su collar de perlas horrorizada. Al pensarlo, esbozo una sonrisa ironica. Echaba de menos a su madre todos y cada uno de los dias desde que lo habia dejado, a el y al resto, aquella humeda y sofocante noche de tormenta. A su madre siempre le habian gustado las cosas bellas, atemporales e inmaculadas. Por triste que fuera, no era de extranar que se hubiera ido de este mundo de esa forma. Preocupado por esos pensamientos mas que por la muerte que impregnaba el despacho, fue a la derecha y se dejo caer en un sillon de cuero. El mismo en el que se habia sentado durante horas y horas de nino, con la espalda recta, escuchando en silencio las multiples razones por las que era una decepcion. Ahora estaba mas repantingado, con los muslos separados. No necesitaba un espejo para saber que llevaba el pelo rubio (a diferencia del de sus hermanos, que era oscuro) despeinado como si una docena de manos se hubieran deslizado entre sus mechones. Tampoco tuvo que respirar muy hondo para captar el maldito aroma afrutado que se adheria a su ropa. Si Lawrence le hubiera visto con ese aspecto, habria torcido los labios como si estuviera oliendo algo profundamente desagradable. Pero teniendo en cuenta que ahora estaba colgado del ventilador de techo como un trozo de carne en el gancho de un carnicero, jamas volveria a mirarle de ese modo. --?Ha llamado alguien a la policia? --pregunto. Tamborileo con los dedos en el brazo del sillon. --Eso espero --repuso Gabriel arrastrando las palabras. Su otro hermano estaba apoyado en el aparador de roble de cerezo recien pulido. Las copas de cristal chocaban unas con otras. Los decantadores de brandi y wiski apenas se movian. Gabe, al que todo el mundo consideraba el mas normal de los hermanos De Vincent, todavia parecia medio dormido. Solo llevaba un par de pantalones de chandal y se frotaba la mandibula mientras observaba el balanceo de las piernas. Se le veia demacrado y palido. No obstante, aquellos que sostenian esa opinion, no conocian al autentico Gabriel. --He llamado a Troy --respondio Dev con gravedad desde el lugar en el que se encontraba, al otro lado del despacho. Tenia todo el aspecto que un hijo mayor, el hijo que ahora era el cabeza de la dinastia De Vincent, siempre debia tener. Pelo oscuro peinado a la perfeccion, mandibula afeitada y ni una sola arruga en los pantalones de lino con los que dormia. Conociendolo, seguro que los habia planchado antes de venir. --Le he contado lo que ha pasado --continuo Dev--. Viene de camino. Lucian lo miro. --?Te lo encontraste tu? --No podia dormir. Me levante y baje aqui. Cuando vi que la luz estaba encendida, entre y me lo encontre asi. --Dev se cruzo de brazos--. ?Cuando llegaste a casa, Lucian? --?Y eso que tiene que ver con esto? --Solo responde a la pregunta. Lucian esbozo una lenta sonrisa de comprension. --?Crees que he tenido algo que ver con el estado en el que se encuentra nuestro querido padre? Devlin no dijo nada. Solo espero. Aunque eso era muy tipico de Dev. Era silencioso y frio, como una tumba recien cavada. Nada que ver con el. Absolutamente nada. Fue Gabe el que lo miro como si estuviera tratando de discernir la verdad. Lucian puso los ojos en blanco. --Ni siquiera se si estaba despierto cuando llegue a casa. Use mi propia entrada y, hasta que me llamaste, estaba pasando un buen rato, entretenido con otro tipo de actividades. --No te estoy acusando de nada --respondio Dev con el mismo tono que habia usado cientos de veces cuando eran ninos. --Pues eso no es lo que parecia. --Aquello no era normal. Su padre estaba colgando del ventilador de techo, con un cinturon de cuero de seiscientos dolares al cuello, ?y Dev le preguntaba por su paradero? Detuvo el tamborileo en el brazo del sillon. Ahi fue cuando se dio cuenta de una mancha roja en la punta. Metio los dedos hacia dentro--. ?Y donde estabais vosotros? Dev alzo las cejas. Gabe aparto la mirada. Lucian movio la cabeza y se rio entre dientes. --Mirad, no soy ningun forense experto, pero todo apunta a que se ahorco. --Es una muerte no intencionada --senalo Gabe. Lucian se pregunto en que serie criminal habria aprendido ese termino--. Aun asi, la policia querra investigarla. Sobre todo porque no parece que haya dejado ninguna carta o nota. --Senalo con la barbilla el escritorio--. Aunque tambien es cierto que ninguno de nosotros se ha puesto a buscar nada. !Mierda! No me lo puedo creer. Lucian volvio a mirar el cuerpo de su padre. Si, el tampoco se lo creia. --?Has llamado a Troy? --Se centro en Dev--. Seguro que se alegra muchisimo. !Joder! Deberiamos estar celebrandolo. --?Es que no tienes ni un apice de decencia? --escupio Dev. --?De verdad me estas haciendo esa pregunta? ?Por nuestro padre? Dev apreto la mandibula. Fue el unico indicio de emocion que mostro. --?Te haces una idea de lo que va a decir la gente sobre esto? --Mirame a la cara. ?Hay algo en mi expresion que te haya llevado a creer que me puede llegar a interesar lo que piense la gente? --inquirio en voz baja--. ?O que me ha interesado alguna vez? --Puede que no te importe, pero lo ultimo que necesita nuestra familia es que la vuelvan a arrastrar por el fango.

  • Caida libre de Neus Arques

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  • Los colores de la felicidad de Viviana Rivero

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    La joven fotografa argentina Brisa Giulli viaja a Cuba como integrante de la comitiva que acompanara al quintuple campeon de Formula 1 Juan Manuel Fangio durante el Gran Prix de La Habana. Hijo de un poderoso tabacalero y artista polifacetico, Joel Fernandez trabaja en secreto para la revolucion en ciernes. Cuando Brisa y Joel se conocen durante una calida noche de febrero de 1958, saben que ya nada sera igual para ellos. Atravesados por los dramaticos acontecimientos politicos, viviran un amor intenso, desmedido y ardiente. Pero, al calor de las transformaciones en el pais caribeno, quedaran atrapados en una serie de situaciones limite que los obligaran a tomar terribles decisiones.

  • Sexo. cuando y por que de Jesus Maria Silva

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    <> (Sagrada Congregacion para la Educacion Catolica, <>, 106). Efectivamente, es urgente abordar un tema sobre el que durante muchos anos ha caido un pesado silencio: la afectividad y la sexualidad de nuestros adolescentes y jovenes, que muchas veces ahora esta en manos de quienes no tienen un verdadero interes en su felicidad ni en su salud. Desde la revolucion sexual, se han potenciado unas voces y se han acallado otras. Es hora de romper ese silencio, y es algo que algunos llevamos ya bastante tiempo haciendo, convencidos de que es necesario proponer otro modo de ver la sexualidad mas humano, mas pleno, mas adecuado. Aunque eso haga que a algunos les escueza, porque preferirian una Iglesia callada y encerrada en si misma. Sin embargo, el Santo Padre ya nos recordo que no debe ser ese nuestro estilo: <> (EG 49). Este libro tiene la virtud de romper ese silencio y de aportar una mirada humana y cristiana sobre la sexualidad, apropiada a lo que esta es, y enfocada a la mayor felicidad y plenitud de la persona humana. No es un libro lleno de moralismos, ni tampoco carente de rigor: en el puedes encontrar razones convincentes a favor de una sexualidad vivida <>. Su lenguaje es facil y desenfadado, y no evita ningun tema, por escabroso que sea. Y, al mismo tiempo que propone una comprension de nuestra debilidad desde la infinita Misericordia de Dios, propone con la misma fuerza la verdad de todo lo que estamos llamados a vivir, sin recortarlo ni <>. Por ello, creo sinceramente que puede aportar mucha luz tanto a los adolescentes y jovenes, como a los matrimonios, a los padres y a los formadores que no quieren conformarse con la propuesta reductiva de la sexualidad que se nos ofrece hoy desde el pensamiento unico. Existe un modo alternativo de vivir, y esa es la mayor luz que los cristianos podemos ofrecer al mundo de hoy, un modo de vivir orientado por la Palabra de Cristo y por el sentido comun. Te invito a que leas este libro con el corazon y la mente abiertos, porque te aseguro que tiene mucho que ofrecerte para tener una vision mas completa sobre el misterio del amor y de la sexualidad. Eso si, como dice el mismo autor, es un libro que invita a nadar a contracorriente. Vas a encontrar en el un modo verdadero de vivir, que no es facil, pero merece la pena. Como dije hace un tiempo en mi cuenta de Twitter: <>. Eso es lo que te ofrece este libro: un ideal verdadero. Rezo para que te ayude a redescubrir el sentido profundo que Dios ha querido para nuestra sexualidad, de modo que pueda convertirse para ti en una fuente de autentica plenitud. + Jose Ignacio Munilla Aguirre Obispo de San Sebastian PARA ABRIR BOCA Hace doce anos salio una parodia en forma de cancion que se llamaba <>, creada por el grupo ficticio The Happiness para una campana publicitaria para MTV. En esa cancion, que aun se puede ver en YouTube, dos chicos y dos chicas cantaban: <>. Con estas y otras frases, y con su forma de vestir trasnochada y tradicional, se burlaban de la idea de mantenerse virgen hasta el matrimonio. El mensaje del video es claro: quien espera hasta el matrimonio es un pringao retrogrado y de otra epoca que no sabe lo que se pierde. La mayor parte del video transcurre en una pradera verde, intercalando escenas de uno de los jovenes dando una flor a su chica, o de otro de los jovenes aconsejando a una pareja que se esta besando: <>. En el video no se menciona ni aparece la mas minima alusion al cristianismo, pero resulta bastante evidente, ya que no existen muchos grupos <> que defiendan la pureza y la virginidad hasta el matrimonio fuera del cristianismo, al menos que yo sepa. Por desgracia, esta imagen patetica es la que ha quedado de la idea de la pureza y de la virginidad hasta el matrimonio. Los jovenes que quereis vivir este ideal estais en medio de un mundo que no entiende esta idea, que no la respeta y la ridiculiza. Por descontado, si le planteas a un joven no creyente el tema, lo mas probable es que piense que le estas tomando el pelo, o que se eche a reir. Incluso muchos jovenes creyentes quiza no esteis de acuerdo con este ideal, o penseis que ya ha quedado atras y que la Iglesia ha dejado de ensenar esas cosas. Recuerdo a una chica que queria permanecer virgen hasta el matrimonio y que salia con un chico que queria tener relaciones. Esto suponia un tema de discusion para la pareja. En una ocasion, el le conto a la chica que habia tenido que decir en su grupo de amigos que se habia acostado con ella para no quedar como un idiota... Porque, evidentemente, si llega a contar que no se habia acostado con ella, o que ella queria permanecer virgen hasta el dia de su boda, ?que iban a pensar de el? Se burlarian, se reirian de el, se convertiria en la mofa del grupo. ?Y ella? Quedaria como una puritana, una estrecha, una rara. EN TAL AMBIENTE, ?TIENE SENTIDO QUE SE ESCRIBA UN LIBRO COMO ESTE? A lo largo de mi vida, he propuesto abiertamente este ideal a aquellos jovenes con los que me he ido encontrando, sin recortarlo ni rebajarlo, mostrandolo en toda su fuerza y su integridad. Y, cuando lo he presentado con motivos, con un amor sincero y con toda claridad, no ha generado rechazo ni burla, sino mas bien sorpresa y admiracion. No todos lo han asumido, y, de entre los que si lo han hecho, algunos han caido por el camino en un momento de descuido, enfriamiento o tentacion. Para ellos he escrito el libro Virginidad 2.0 Recuperar la inocencia[1]. Pero todos, todos, han visto la coherencia y la belleza de una perspectiva sobre la sexualidad diferente a la que se nos impone desde los medios de comunicacion, redes sociales, libros, canciones, peliculas... Todos han reconocido esa belleza, incluso aunque pensaran que no era para ellos o no se vieran capaces de vivirla. Muchos me pedian razones para esperar, que les explicase mas hondamente los porques; querian saber <>, que sentido tenian ciertas cosas... En todos latia lo mismo: curiosidad hacia algo tan atractivo y tan bello como es la sexualidad, y miedo a perderse algo genial aguantandose para nada. Tambien me he encontrado con jovenes --y no tan jovenes-- que habian vivido una vida desordenada sexualmente, o que simplemente habian mantenido relaciones sexuales, y que despues se habian dado cuenta del verdadero significado de la sexualidad, y habian decidido empezar a vivir la castidad. Cuando me han escuchado hablar del tema, muchos me han dicho con tristeza: <>. Y lo decian porque experimentaban las consecuencias negativas de no haberse guardado, mientras asentian con la cabeza durante las charlas, cuando yo iba explicando los motivos por los que el ser humano ha sido creado para vivir la pureza y permanecer virgen hasta el matrimonio. Despues de estas experiencias, debo cambiar la pregunta: ?COMO NO ESCRIBIR UN LIBRO COMO ESTE? Nuestra sociedad se caracteriza por que muchas veces solo se publicita lo que la gente quiere oir o lo que se quiere que la gente piense. Pero, en mi trabajo con jovenes, me he dado cuenta de que faltan referentes y testigos que digan la verdad, aunque puedan ser tomados por locos, intolerantes o trasnochados. La verdad nunca pasa de moda. Y la verdad sobre el hombre, menos todavia. No quisiera que fuese un libro solo para creyentes. Las razones por las que estamos llamados a vivir la pureza y permanecer virgenes hasta el matrimonio estan inscritas en nuestra naturaleza; no brotan de una moral religiosa. Por eso espero que, incluso si no eres creyente, este libro pueda ayudarte a ver las cosas de una manera distinta a la opinion mayoritaria de nuestro mundo. No obstante, escribo sobre todo porque jovenes creyentes me habeis pedido motivos por los que nuestra fe nos dice que permanezcamos virgenes hasta el matrimonio: porque no lo entendeis, porque os cuesta, o porque intuis la belleza y la verdad de esta propuesta, pero no la sabeis explicar. Este libro no brota de la reflexion de un cura en su despacho, sino de la experiencia de cientos de conversaciones con jovenes, de confesiones, de charlas y conferencias en colegios mayores, grupos de jovenes y matrimonios; de recoger las lagrimas vertidas de tantos corazones heridos que han experimentado la tristeza de perder algo que no va a volver, al mismo tiempo que la misericordia de un Dios que lo perdona todo. Y brota sobre todo del amor; del amor que siento hacia vosotros, los jovenes, que muchas veces andais tan despistados o sin referentes en medio de un mundo que intenta atraeros con cantos de sirena; del amor hacia Dios, que nos llama tiernamente a realizar su voluntad en nuestras vidas, que es lo mejor para nosotros; del amor a la verdad, que tan en crisis esta hoy; y del amor al Amor, en toda su fuerza y su belleza.

  • El crimen de Lara de Manuel Zamora Carranza

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    “El ano 943 el conde de Lara y de Castilla, Fernan Gonzalez, fue encarcelado por el rey de Leon, Ramiro II, para impedir la independencia del condado castellano. Durante su reclusion en una torre de Burgos, dos caballeros parientes del nuevo conde de Castilla, Assur Fernandez, fueron asesinados en el castillo de Lara. El alcaide de la fortaleza, temeroso de la reaccion del nuevo conde, encargo al fisico y boticario mahometano ben- Hadi y al condestable Rodrigo Rodriguez el esclarecimiento de ambos crimenes. Despues de una exhaustiva investigacion regida por la logica y potenciada por la atrevida curiosidad del medico, ambos consiguieron aclarar lo sucedido y restituir el orden y la tranquilidad en el castillo.”

  • Entre la Ley y el Amor de Betty Carrillo Z

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    “…estaba sumida en mis pensamientos cuando tocaron mi ventanilla, alli de frente a mi los ojos azules mas hermosos que habia visto en mi vida”….Milady Rigo una exitosa abogada que jamas imagino que el amor de su vida vendria en cuerpo de una hermosa mujer llamada Daniela Coss. Entre la Ley y el Amor es una historia repleta de ternura, pasion y la lucha por gritar a los cuatro vientos que el amor no se escoge…LLEGA.

  • Misterio en Lasalle de Phoebe Willows

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    Cuando el guapo y misterioso marques de lasalle le propone matrimonio, Chloe una joven pobre y huerfana siente que vive un cuento de hadas. No puede creer lo afortunada que es.
    Hasta que de repente descubre que su marido no es ese principe del que se ha enamorado sino un hombre loco y atormentado y lleno de secretos.
    Cuando descubra el horrible misterio que esconde su marido querra escapar pero descubrira que es demasiado tarde para hacerlo…

  • Hablemos claro sobre el comercio mundial de Dani Rodrik

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    La globalizacion no ha beneficiado a todo el mundo. Muchos trabajadores europeos y estadounidenses han resultado excluidos debido a la externalizacion de ciertos trabajos industriales a China, Mexico y otros lugares. Al mismo tiempo, el proceso de internacionalizacion ha favorecido al sector de las finanzas y a profesionales altamente especializados, capaces de beneficiarse de unos mercados en expansion descontrolada.

  • La extincion de las especies de Diego Vecchio

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    Gracias al legado de Sir James Smithson, Zacharias Spears funda en Washington D. C. un museo destinado a albergar las colecciones de especimenes recolectados en las expediciones de exploracion del Oeste, amenazados por el apetito sacrilego de las polillas. El sueno de Mr. Spears es poner al alcance de todos la posibilidad de viajar hasta espacios y epocas remotas, recorriendo por dos centavos y en cuarenta minutos aquello que se halla separado por miles de millas y millones de anos. El sueno, parece ser, se hace realidad. Al museo afluyen multitudes con sed de fosiles y medusas flotando en una solucion de formol al diez por ciento.
    Pero los museos, como la literatura, son criaturas canibales, dispuestas a engullir piedras, plantas, pelicanos embalsamados, monedas, fetiches, cabelleras escalpadas, obras de arte, reptiles voladores o nadadores, ahogados o desplumados en el Cretacico antes de devorarse unos a otros. Con una pizca de ingenio, una buena iluminacion y un cuidador que vigile que nadie toque nada, cualquier particula del mundo puede ser expuesta en una vitrina o colgada en una pared.
    La extincion de las especies es una historia natural de los museos, que nacen, se expanden, se agotan y se derrumban para atesorar aquello que fue, que ya no es, ni volvera a ser, pero que se obstina en persistir. Es, tambien, una historia alternativa y estrafalaria sobre la fe en el progreso, el ansia de descubrimiento, la pulsion taxonomica, la mania de coleccionar y restaurar. Es, en fin, una novela coral y singular, impecable y deliciosa; es una novela inextinguible.

  • Contornos de Jose Escalera

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    Con Ricardo, un joven arquitecto que vive con despreocupacion sus aventuras amorosas y relaciones esporadicas, nos adentramos en los deseos humanos y en como se suceden las contradicciones que nos alejan de la felicidad. Una busqueda personal que lo llevara, tras un sabado de excesos, a enfrentarse a temores propios y ajenos, mientras discierne si todo lo que anhela es posible y si lo posible es tan real como sus deseos. Siete mujeres y una frenetica semana que no podia ser como las demas, le mostraran el reverso de una realidad cambiante y perturbadora, en la que cualquiera puede perderse, pero de la que muy pocos consiguen salir.

  • El insolito final del senor Monroe de Dan Mooney

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    Joel vive en la Residencia de Ancianos Hilltop y la odia con toda su alma. Solo hay otra cosa que odie con mas fuerza, y es que le digan lo que tiene que hacer y cuando debe hacerlo. Cuando tiene que comer, cuando es hora de irse a la cama, cuando debe tomarse las pastillas Junto a su nuevo companero de habitacion, Frank, un actor de culebrones retirado, emprendera la mas singular de las aventuras: la de poner fin a su vida de una manera digna. En el transcurso de esta mision suicida, Joel y Frank descubriran que quiza nunca es demasiado tarde para experimentar la magia de los primeros momentos, y es que cuando piensas que todo ha pasado, la vida te regala una ultima y gran aventura.

  • Noventa dias de M. C. Andrews

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    Tras poner punto final a su relacion dias antes de la boda, Amelia Clarck decide romper con su vida anterior y se muda a Londres dispuesta a empezar de cero. Ella cree estar lista para el cambio, pero nada la ha preparado para enfrentarse a Daniel Bond.

  • El ladron de reflejos de Marta Lujan

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    Un viaje a una dimension atemporal.

  • Real Money de Lynda Rees

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    El agente de bienes raices, el novio de Chloe Roberts, el alguacil adjunto Leo Sanders, sospecha que su madre, Ava, mato al rico amante de Ava. El mafioso reformado, su abuelo Tony, se ha recuperado recientemente de la muerte y es otro sospechoso. La vida amorosa de Chloe esta al borde de la distincion, y no puede esconder la nariz de la investigacion. Mientras tanto, el asesino tiene hambre de sangre nueva.

  • Tuyo Para Siempre de Gwendolen Hope

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    A este tengo que hacerlo sufrir. Es parte del encargo, y si ese fue el pedido, solo puedo pensar que debe merecerselo. A mi, honestamente, no me importa. Puedo usar el baston y demorar unos cuarenta segundos o tomarme dos buenas horas en la bodega que Turturro pone a mi disposicion para esta clase de trabajos. Este, por ejemplo, debe terminar en la bodega, eso fue lo que me dijeron. Y alli terminara. Apago el cigarrillo y lo veo saldar la cuenta del restaurante con el camarero. Tiene el estomago colmado con su ultima cena y yo estoy listo para irme con el. Ha dejado de nevar pero la calle aun se encuentra resbaladiza, por este motivo una mujer que pasa a mi lado esta a punto de perder el equilibrio y habria terminado en el suelo si el hombre que la acompanaba no la hubiese sostenido. Rien del accidente que han evitado, luego intercambian algunas palabras, se besan rapidamente en los labios y me superan. La gente feliz me deja totalmente indiferente; no la envidio, no la compadezco. Simplemente no comprendo como se puede tener tanta necesidad de alguien mas. Sera que yo siento que no necesito a nadie. Me envuelvo con mas fuerza en mi chaqueta. Hace frio. Tengo que estar listo. Miro al otro lado de la calle. Mi objetivo ha pagado la cuenta pero aun no ha abandonado la mesa. Esta estudiando su telefono. Escribe, escucha una nota de voz. Luego, a su vez, graba una. Soy paciente, metodico, no me importa esperar, ni bajo la nieve, ni bajo el sol que quema la piel. Lo importante es completar con exito el trabajo que me han encomendado. Finalmente hace a un lado su telefono y se pone de pie. Se coloca su abrigo, en el ingreso saluda al maitre, quien le hace una reverencia. La ultima. Atraviesa la puerta del restaurante y se encuentra en la calle. Yo cruzo, comprobando fugazmente que no vengan coches, y me posiciono detras de el. Confundirse entre las personas que pasan, hoy es facil. Son las nueve de la noche y estamos proximos a Navidad, las calles del Queens estan repletas de personas que van en todas las direcciones, con las cabezas gachas y las manos llenas de regalos y bolsas de compras. Todos estan atontados por las luces, nadie mira exactamente donde deberia. Regresan a casa para cenar o pasar la noche luego de una jornada de trabajo y diligencias. La gente es adicta a estos habitos, tanto que no nota lo demas, lo que la rodea, los detalles. Mi hombre no es la excepcion. En lugar de girarse cada tanto para comprobar si alguien lo sigue, mira fijo, saca el telefono y responde una llamada, termina y devuelve el movil al bolsillo. Y con todo, no se trata de un santo, una minima sospecha deberia tener. Sin embargo, no. Se detiene en una tienda y me veo obligado a demorar el paso y luego a detenerme tambien yo, a distancia para no ser descubierto. Finjo estudiar un escaparate pero lo mantengo bajo control con el rabillo del ojo. Cuando las calles estan discretamente atestadas es dificil hacer lo que tengo que hacer sin ponerme en evidencia. Pero no me importa. Ni un gramo de preocupacion pesa sobre mi alma. Me siento completamente vacio y no me detengo a preguntarme si eso es algo bueno o malo. Mi objetivo comienza a caminar de nuevo y lo mismo hago yo. En la esquina gira. Se dirige a buscar su coche. Vive un tanto lejos de aqui y yo he estudiado bastante bien sus movimientos como para saber que no utiliza medios de transporte publicos. Se mueve en su propio automovil y nosotros estamos en las proximidades de un gran parking subterraneo. Podria haberlo dejado alli abajo. Parking subterraneo quiere decir camaras de vigilancia. Tengo que poder interceptarlo antes. Para mi sorpresa, no baja al aparcamiento sino que se dirige a otro lado. Gira en un callejon aun menos concurrido. Se acerca a un coche pequeno, coge las llaves de su bolsillo y, mientras tanto, mira una vez mas al telefono. Esta maldita mania de los moviles hace que la gente se vuelva estupida, como el. Si no estuviese mirando su telefono, podria ver a un hombre con gorro de lana aproximandose y tener una pequena duda acerca de lo que quiere. Pero no, no lo hace. De modo que, cuando apresuro el paso, me avecino y le hablo, desconoce por completo la situacion y no se encuentra preparado. --?Tienes fuego? --le pregunto cuando estoy practicamente a su lado. --No --responde en forma poco cortes y sin levantar la vista. Mirar menos el telefono en ocasiones puede salvar vidas, seria necesario tenerlo presente. Ya he sacado la mano derecha del bolsillo, la que empuna la pequena jeringa llena de Rohypnol. La clavo en su cuello con un gesto seco. Se gira, insulta y me mira primero con sorpresa y luego con terror. Sostengo su mirada mientras tomo las llaves directamente de su mano. Con un brazo rodeo su cintura para evitar que caiga y con el otro abro la puerta del coche. Se ha aflojado y rapidamente lo deposito en el asiento del conductor, luego con un par de maniobras muevo su cuerpo al sitio del pasajero. Le ajusto el cinturon de seguridad y me ubico detras del volante. Su cabeza se balancea, la posiciono de modo tal que parezca que esta dormido. Bien, ahora puedo trasladarlo a mi lugar secreto para terminar aquello con lo que acabo de comenzar. Si debe sufrir, sufrira. *** Me tomo cuatro horas, de las cuales una la utilice para limpiar. Sali del viejo sotano arrastrando dos bolsas de residuos negras y reforzadas. Las cargue en el furgon para descartarlas. Luego regrese y limpie con meticulosidad. Lo hago siempre, cada vez que vuelvo aqui todo debe estar en perfecto orden. Me muevo en absoluto silencio, como de costumbre. Ninguna distraccion, nada de musica, nada de pensamientos que se entrometan en mi cabeza. Es mi trabajo, lo demas no me importa. Llevo el furgoncito al vertedero que funciona dia y noche. Hay un hombre de Turturro en el ingreso. Me conoce, sabe que debe dejarme pasar y de hecho lo hace, levanta la barrera sin hacer preguntas y estoy dentro. La maquina que se ocupa del tratamiento de los residuos trabaja siempre y yo despacho alli los dos sacos. Hecho. Giro y me voy sin sentir nada: ni alivio, ni remordimiento, ni nervios. Nada de nada. ?Que puedo hacer? Beber algo. En este momento, es la unica idea que consigue despertar algo de interes en mi. Subo nuevamente al furgon y lo llevo al sotano. Tomo el coche y conduzco hasta un bar que se encuentra en la carretera principal, al que visito con bastante frecuencia. No dejo que nadie aqui dentro se me acerque demasiado ni entre en confianza conmigo y, mientras nadie ponga atencion en mi, podre continuar viniendo. Me siento en la barra y el barman me pregunta que quiero. --Un whisky solo --respondo. He aprendido a decirlo asi, aunque lo que verdaderamente querria es un rakija torcibudella, de esos que bebia cuando era chico en Sofia. Tomaba fundamentalmente brlja porque el alcohol de calidad no podia permitirmelo. Bebo pequenos sorbos del liquido, disfrutandolo. Es lo unico bueno, lo unico que esta noche puede suscitar un sentimiento positivo en mi. Pero pronto se acaba y deja tras de si un sabor amargo. Apuro la copa y abandono el bar. Necesito descansar. Capitulo 2 Anna Han llamado a la puerta. --!Yo voy! --Ya estoy bajando las escaleras que del piso de arriba conducen al salon, por lo tanto no me cuesta nada acercarme a la entrada. Tocan nuevamente, quien quiera que sea debe estar impaciente y yo se quien es. --!Voy! --digo en direccion a nadie en particular. Abro la puerta de casa y una rafaga de aire frio me golpea precisamente en el momento en que veo a mi hermana y a su novio en el portico. --Haznos pasar, !hace un frio de perros! Su entrada a la casa trae salpicones de agua mezclada con nieve por doquier y una sensacion de frio intenso y penetrante. Rose tiene un abrigo verde salvia que se enlaza en la cintura y que cubre gran parte de sus piernas. Guantes, bufanda y gorro son negros, al igual que su bolso. Pero su bufanda es demasiado ligera y el gorro lleno de lentejuelas es solo decorativo si se tiene en cuenta el frio que hace por estos dias. Ronald, su novio, es tan elegante como ella pero sufre menos el frio. Su abrigo gris debe ser pesado, con toda esa piel de oveja en el interior, y ademas lleva guantes acolchados que parecen mantener sus manos bien calientes. Para los hombres es mas simple ser elegantes. Para los hombres todo es siempre mas facil, al menos en mi familia. Rose hace que Ronald la ayude a quitarse el abrigo y mientras tanto no deja de hablar. Se deshace del sombrero y una cascada de cabellos oscuros y gruesos flota sobre sus hombros. Sus ojos brillan por el entusiasmo. Ha vivido alguna aventura, esta contenta y no puede esperar para contarnoslo. --?Donde esta mama? Tenemos que hablar del almuerzo de Navidad, aun no hemos acordado la segunda parte del menu y debemos hacerlo cuanto antes. Los padres de su novio pasaran Navidad con nosotros y Rose quiere causar la mejor de las impresiones. Es por eso que en estos ultimos dias previos al evento esta siempre alterada y nerviosa. Sera la ocasion perfecta para una presentacion oficial, un paso mas para sellar la amistad de nuestras familias. Yo no tengo novio, por lo tanto no puedo comprender que se siente pero creo que, incluso si lo tuviera, de todos modos no entenderia. Rose y yo somos completamente diferentes y no solo esteticamente hablando. Ella tan femenina y refinada, y yo tan simple y practica. --?En que punto te encuentras con tus regalos? --me pregunta jadeante mientras hurga en su bolso. --Voy bien --respondo. Para no decir que no he comenzado aun. --Debes darte prisa, si esperas al ultimo minuto no encontraras nada. --Ha cogido su celular y comienza a revisar sus mensajes. No encontrar nada en Manhattan es practicamente imposible, pero no se lo senalo porque Rose esta en pleno delirio. En cambio miro a Ronald, quien me hace un guino comprensivo que yo devuelvo con una sonrisa. En terminos generales me gusta Ronald, es perfecto para Rose. Y no lo pienso solo yo, lo piensa tambien mi familia y en especial mi padre, Joe Turturro. Si el no lo quisiera, mi hermana no podria ver a Ronald ni siquiera con binoculares. En la familia Turturro uno no se casa por amor o por eleccion. El matrimonio es un contrato, un trampolin, un modo de estrechar alianzas entre familias. Afortunadamente mi padre quiere. Y quiere porque Ronald es un Russel y su familia es lider en el sector de la cria intensiva de aves de corral. Parece que, para mi progenitor, los Russel son socios indispensables en la gestion de su cadena de restaurantes. Sea como sea, Ronald es un hombre guapo, parece enamorado de Rose y eso es suficiente para mi. Sera el mechon rubio que cae sobre su frente o ese aire de principe azul de cuento de hadas. Son perfectos el uno para el otro, como dos piezas de un puzzle que encastran a la perfeccion para formar un diseno. Los sigo al gran salon de la planta baja, alli a donde me dirigia antes de que llamaran a la puerta. El gran pino fue ubicado frente a la ventana que da a la calle. Siempre en el mismo sitio, cada ano, desde que tengo memoria el arbol de Navidad en mi casa nunca ha cambiado de ubicacion. Marita, nuestra ama de llaves, esta de pie en el ultimo peldano de las escaleras y sigue con la frente fruncida las instrucciones de mi madre que le dirige: un poco mas arriba, un poco mas abajo, para colocar la guirnalda. Mi madre lleva un vestido moteado que no estiliza su figura en absoluto, pero a ella no le importa porque es de disenador y eso es lo unico que basta para convertirlo automaticamente en una prenda apta para formar parte de su guardarropas. No puede conjugar la pasion por la moda con la que siente por la mesa, especialmente por la pasta y los platos italianos, pero tambien eso parece no interesarle. Para ella unicamente es importante hacer ver que tenemos dinero, lo demas viene solo. --Rose, Anna, vengan aqui. ?No deberia estar mas alto ese grupo de bolas rojas? ?Aquel bajo el puntal? !Marita, date prisa con ese puntal! --Marita se pone en puntillas balanceandose hacia delante y hacia atras y por un instante pienso que sucederia si cayera de la escalera. Mi hermana se lanza inmediatamente en la discusion y tambien ella le da instrucciones a Marita. A mi, sinceramente, no me importa. Solo me limito a notar lo similares que son mi madre y mi hermana. Rose es mas alta y mas delgada pero dentro de treinta anos sera redonda como mama. Tienen los mismos ojos oscuros y el cabello de una tonalidad de negro que parece casi azul. Ambas poseen un desarrollado sentido del buen gusto y no saldrian de casa si no pudieran hacer combinar correctamente zapatos y bolso. Yo soy diferente. Tengo la impulsividad y la impaciencia de mi padre, ademas de dos ojos de color verde melancolico y tez clara. Verde melancolico. No verde claro u oscuro o verde intenso. Durante un periodo lo defini como "bosque" para ser menos cruda, pero mi madre siempre ha dicho melancolico, un adjetivo que por si solo tiene el poder de absorber toda la poesia del verde. Luego esta mi palidez. Siempre me veo asustada, con estos grandes ojos que destacan en un rostro demasiado redondo. No soy fea, pero tampoco guapa, lo que es seguro es que soy muy diferente a Rose. No tengo su altura, no tengo su clase, no tengo su belleza. Solo tengo el mismo apellido. Marita ejecuta las ordenes de pie sobre la escalera, mientras mama y Rose no consiguen decidirse. Llaman nuevamente a la puerta. Estoy lista para ir otra vez, ya que soy la menos implicada en la decoracion, pero Ronald me detiene en el corredor tomandome por un brazo. Literalmente me frena, con bastante energia, como si pudiera escapar de su agarre. --Deja, voy yo. --No entiendo el por que pero le hago un gesto de asentimiento con la cabeza. Me adelanta y con su altura obstruye mi campo visual. No deberia importarme, pero soy curiosa por naturaleza y el brazo por el que Ronald me ha cogido me duele todavia un poco. Echo un vistazo nuevamente hacia el salon y luego miro la entrada. La puerta esta abierta, hay un hombre en el umbral, que veo con dificultad debido a la presencia de Ronald. Intercambian algunas palabras, luego el prometido de mi hermana lo hace entrar y entonces yo lo veo al pasar. No lo conozco, debe ser alguien que esta aqui para ver a mi padre. Es alto, robusto y macizo. No me mira. Giro de inmediato la mirada hacia el corredor que lleva al estudio. Ronald va a sus espaldas, escoltandolo, aunque el desconocido es mas alto y poderoso que el. Ambos desaparecen rapidamente de mi vista. Un escalofrio recorre mi cuerpo. No se por que, pero ese hombre me ha causado un sentimiento de inquietud y miedo. Rose se asoma. --?Ronald? --Esta con papa --respondo-- con un tipo que acaba de llamar a la puerta. --Quisiera agregar "alguien que mete miedo con solo verlo" pero me contengo. Fue simplemente una sensacion y es usual que a casa vengan personas desconocidas, socios de negocios de mi padre. Pero son en su mayoria hombres distinguidos, envueltos en abrigos de cachemira, no tipos grandes y robustos que parecen recien salidos de la carcel. --?Quien? --No lo se. Casi dos metros de alto, macizo, no le he visto bien la cara. Rose no responde, entonces dejo de mirar el corredor y me giro. Su rostro esta serio, casi asustado. --?Lo conoces? Pero no tiene tiempo de responder porque la voz de mi madre interrumpe la conversacion. --?Quereis venir? ?O tengo que hacer todo sola? *** Han pasado mas de cuarenta minutos. Casi hemos terminado de adornar el arbol y yo he ido cien veces del salon al corredor, asomandome con frecuencia ante el mas minimo sonido. Quiero ver al hombre que se encerro con Ronald en el estudio de mi padre. Tengo curiosidad, ni siquiera yo se por que. Era tan alto, grande, con un aire esquivo y misterioso. No misterioso. Temible. Debo llamar a las cosas por su nombre. Estoy colocando las guirnaldas que hemos decidido no usar en la caja que se encuentra justo fuera de la sala de estar, cuando escucho que la puerta del estudio de mi padre se abre y luego se cierra. Pasos en el corredor. De dos personas. Me tenso pero permanezco inclinada guardando los adornos y luego levanto la cabeza para mirar. Ronald escolta al desconocido hasta la puerta de entrada. Lo miro nuevamente, esta vez de espaldas y una vez mas tengo la sensacion de encontrarme junto a un hombre que da miedo. Ronald abre la puerta de casa. No se estrechan la mano y el hombre se marcha ya. Yo estoy inmovil, como hipnotizada, mirando ese par de hombros gigantes que hacen parecer pequeno incluso al novio de mi hermana. El sujeto voltea por un instante en mi direccion. Ahora si, me ha visto, estoy segura. Por una fraccion de segundo nuestras miradas se cruzan y advierto una extrana sensacion en la base de la espina dorsal, como un hormigueo insistente, una senal de alarma que induce a escapar a toda velocidad sin mirar atras. Me siento como paralizada mientras Ronald abre la puerta y el tipo sale. Se va. El novio de mi hermana abandona el corredor y regresa sobre sus pasos en direccion al estudio de mi padre. Hay algo en el suelo, un trozo de papel, tal vez un boleto, no se que es. Yace alli, en la alfombra. Sin pensarlo, avanzo hasta la puerta ahora cerrada. Podria ser suyo, del hombre que acaba de dejar nuestra casa. Podria ser importante o no representar nada. No estoy segura que es lo que me lleva a hacerlo, pero abro la puerta. Una rafaga de aire frio me golpea, como antes, sin piedad, pero de todas formas avanzo y bajo los pocos escalones que separan nuestra casa de la calle. El hombre de enorme figura y contextura de luchador ha hecho varios pasos ya y esta casi llegando a la esquina. Mis pantuflas se empapan con la nieve y mis pies comienzan a enfriarse, pero de todos modos avanzo, con una mezcla de temor y expectativa. Ni siquiera se por que lo estoy haciendo pero probablemente me arrepentire. --!Disculpe! --llamo. Pero el no voltea. Hay viento y avanzo con dificultad. --!Hey! --continuo y lo alcanzo. Mi voz tan cercana hace que se gire y, en el instante en el que voltea su cuerpo hacia mi, me pregunto que se me paso por la cabeza. Me detengo y siento que me falla la respiracion. El me mira y yo no se que decir. Parece que lo he olvidado. El hecho es que hay algo raro en su cara. Tal vez la mirada. Si, debe ser eso, tiene un ojo mas abierto y en el otro el parpado esta algo bajo, ambos son de un azul intenso pero no exactamente identico. En conjunto posee una belleza ruda y desconcertante, una belleza no para ser admirada sino temida. De cerca su rostro es serio. Si esta sorprendido no lo deja ver, mas bien parece indiferente. No sabria bien como definir su aspecto, sino diciendo que me resulta interesante en un modo tosco y casi temible. Tiene la barba rasurada pero evidentemente, acaba de volver a crecerle, negra y poblada. Sus cabellos, por lo poco que se puede ver en las sienes, son oscuros y cortisimos y sus labios estan cerrados y se ven duros. Parece un condenado a cadena perpetua que evadio su pena. Esta comparacion me salta en mente tan de repente que ciertamente no consigue tranquilizarme. No dice nada, espera que yo le esclarezca por que lo detuve. Y subitamente parece que lo he olvidado. Extiendo la mano, la que tiene el folleto y, para mi gran pesar, tiemblo. --Creo que se te ha caido a ti --le digo tendiendole el papel pero mirandolo a los ojos. Esos ojos: ?que tienen de diferente? El alarga su mano y toma lo que le doy sin dejar de mirarme. Nuestros dedos se rozan ligeramente pero no esta prestando atencion a mi mano. Me mira solo a mi. No dice gracias, no dice nada. --Tal vez es importante --dejo caer avergonzada. Algo no esta bien. ?Por que no habla? ?Por que no dice nada? Aunque sea un simple gracias seria suficiente para romper la tension. --Ok, era solo eso --agrego casi arrepentida de mi impulsivo gesto. Yo soy impulsiva. Si no lo fuera no lo habria seguido, me hubiese quedado adornando el arbol de Navidad y no hubiese pasado mas de media hora con las orejas paradas para controlar quien salia del estudio de mi padre. Ahora que he aplacado mi curiosidad, ?que he ganado? Solo verguenza. Cuando ya he perdido las esperanzas de que este tipo pudiera decir algo, me sorprende. --Gracias --pronuncia con un acento extrano. Tiene una voz baja y profunda. --De nada --respondo. Es extranjero, seguro. --?Como te llamas? --me arriesgo. Si ha hablado una vez... Parece pensarlo mientras no deja de penetrarme con sus ojos. Luego mira a su alrededor, como comprobando si habia alguien mas ademas de nosotros, como si satisfacer mi curiosidad no fuese una buena idea y estuviese dispuesto a hacerlo solamente si no hubiese gente en las inmediaciones. --Andrei --responde al final. Definitivamente es extranjero. --Entonces, !chau, Andrei! --digo. El no me devuelve el saludo. Simplemente me da la espalda y se va.

  • El Libro Negro del Emprendedor de Fernando Trias De Bes

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    Ser emprendedor constituye una postura vital, una forma de enfrentarse al mundo que implica disfrutar con la incertidumbre y la inseguridad de que sucedera manana. No existen ideas brillantes que, por si solas, den lugar a negocios redondos: lo esencial es como un concepto se pone en practica. Sin embargo el 90% de las iniciativas fracasan antes de cuatro anos y solo el 3% de los manuales de empresa se dedican a explicar por que. De ahi la relevancia de este libro. Fernando Trias de Bes, coautor de La buena suerte, analiza los factores clave del fracaso y define los rasgos que debe reunir un verdadero emprendedor: motivacion y talento para ver algo especial en una idea que puede que otros ya conozcan. Pero, por encima de todo, es necesario disponer de un espiritu luchador: no fracasan las ideas, sino son las ilusiones las que se dejan vencer por falta de cintura, imaginacion y flexibilidad para afrontar imprevistos.

  • Hijos de un dios extrano de Pedro Pujante

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    Abandono el cine con la confirmada desesperacion de un domingo. Los domingos le parecian tristes como la misma vida. La vida es una semana tediosa, y un domingo inesperado resulta ser el ultimo de los domingos. Un fin al que no le sucedera un lunes de sol y nuevas cosas. Habia acudido solo a la sala a ver una pelicula bastante extrana en la que un hombre volvia de un viaje espacial y no reconocia a su esposa, ni a su perro, ni nada de su antigua vida. Al final se le reimplantaban recuerdos viejos y falsos y continuaba una vida vieja y falsa, un sucedaneo de la existencia que su otro yo habia logrado borrar. Tal vez hubiese sido mas feliz sin todos esos recuerdos antiguos. Tal vez los habia olvidado para defenderse de quien sabe. Y tal vez habia viajado al otro lado del Universo con la unica intencion de dejar atras un mundo grasiento como un trapo de cocina con el que no queria limpiarse mas las manos. Pero ahora le devolvian sus recuerdos, el trapo sucio y arrugado por el tiempo, y se manchaba las manos con la misma memoria grasienta y rancia. Alfredo no entendia bien la pelicula. Todos tenemos derecho a olvidar. Y entonces penso en Gema y sintio que su estomago se retorcia como un nido de serpientes en mitad del infierno. Olvidar era un tesoro y la memoria el dragon que lo custodiaba con su humeante aliento. La noche era azul y Alfredo sintio la soledad de un oceano en sus parpados. Casi podria llorar, se dijo como el que recita un viejo salmo en una lengua que nadie comprende. Ni siquiera el. Pero era domingo, estaba solo y habia caido la noche en la ciudad. Una noche sin estrellas pero azulada como el neon tacito de la modernidad. Una noche anacronica que no le correspondia, y Gema estaba ahi, en algun lugar de su corazon, pero todo era tan complicado. Si solo hubiese un destino, si la vida se compusiese de dias y noches, blanco y negro, todo o nada... Pero no. La vida no es una moneda, cara o cruz, y sin mas eleccion. Gema o Patricia. Elegir a una seria tan sencillo que asustaba. Pero la vida no es una vieja amiga con la que puedes apostarlo todo a una sucia moneda de 50 centimos al viento. No. La vida era una extrana partida de ajedrez en la que cada instante, cada movimiento multiplicaba los siguientes hasta el infinito. Podias saltar en ele como un centauro enfurecido o hacer un largo viaje imperial en cualquier direccion. Y siempre habria una opcion mucho mejor. Siempre te equivocas, siempre. Y nunca hay marcha atras. El tablero de la vida no es de madera, es de fracaso. Era domingo y todo era azul. Estaba solo y tal vez Patricia ya estuviese buscandolo, llamando a casa de Pierre o de algun companero de trabajo, pero quien sabe. Deseaba ser en esos momentos el perdido astronauta en su perdida nave espacial. Aislado de todo seria capaz de pensar con claridad. Y quiza volverse loco de una manera distinta. Su propia locura. No la locura que le imponia esta vida. ?Quien habia elegido esa vida para el? El no, de eso estaba seguro. Yo no, se decia. Otros, sus padres, sus profesores, luego Patricia, sus suegros, sus superiores, la rutina... El no existia del todo. Era una aparicion. Aparecia en fotos de familia, en una orla de la facultad de educacion del 86 y en las cartas de colores que le enviaban cada dia para reclamar el cobro de la luz, el agua, el gas, el destino... Aparecia en las bases de datos de los bancos o de trafico. Era un fantasma. Existia en el corazon improbable de sus dos hijas y en la memoria de aquella chica polaca que conocio en Bristol en su juventud. Pero ahora, aquella rubia sin nombre tambien era un fantasma que carecia de imagen, y la habia olvidado tristemente. Era, entonces, el recuerdo breve de un fantasma. O sea, nada. Y acaso unos cuantos numeros en un calendario, fechas, dias, minutos. En la nave perdida en el negro cosmos no oiria el ruido del trafico. Un trafico lento que moria al anochecer del domingo. No se sentiria como el hielo. Aunque no hacia frio, no lograba deshacerse de la sensacion gelida. La habia aprendido y ya nunca podria deshacerse de ella. Era Patricia. Y sus ojos azules, como la noche, le recorrian, y le insistian en que dejase de ser el mismo. Ser parte de ella, renunciar a Gema y a un sueno de miles de noches en el desierto o en la barra del bar de un lujoso barco hundido: bello, silencioso y tranquilo. Quien era el, salvo la sombra de otro que ya habia muerto. Encendio un cigarro y recordo que habia dejado de fumar hacia un mes o quiza un ano. El amargo sabor a humo y metal quemado le invadio la boca. Lo tiro al suelo y lo piso con la punta de su zapatilla. Dos hombres vestidos de amarillo cambiaban la cartelera del cine. Desatornillaban el cartel del hombre-sin-memoria-que-volvia-del-espacio para colocar el de una-mujer-rubia-pensativa-y-enamorada-en-una-bicicleta-roja y que era ESTRENO. La noche cedia al silencio. Camino junto al hotel. Era siempre el mismo hotel. Aquella tarde habia recorrido los pasillos alfombrados de la sexta planta, la llave de la habitacion era una tarjeta negra con el dibujo de un trebol blanco en el centro, la habitacion era calida y en la mesilla habia una rosa de plastico en un jarroncito de diseno. Siempre la misma habitacion y la falsa flor. Las cortinas a medio echar, la luz de la tarde se filtraba, la silueta desnuda de Gema dibujandose como en un sueno pero real. Ella miraba a traves de la ventana el trafico o las copas de los edificios. Parecian imagenes absurdas y asustadas. Elevadas arboledas de ladrillo. Elegantes rascacielos. Falsificaciones de bosques. Mentiras que se extendian a las habitaciones de los hoteles y a los corazones. No hablaban. Ella contemplaba, quiza, su propio reflejo en la ventana o nada. El pensaba e intuia con una extrana certeza que Gema era feliz y que por eso el tambien. Una forma de consolar su culpa y su miedo. Porque Gema era todo en ese momento pero Patricia estaba ahi. Siempre estaria ahi, y como no. La television estaba apagada y las sabanas limpias y planchadas aguardaban. Hicieron el amor despacio. Saboreando las palabras dulcemente y sin apremios. El, por unas horas, dejaba de ser un fantasma gris y se deslizaba a Gema, a su abrazo desigual pero certero, su caricia leve en los muslos y el sexo, como una fina cuerda que casi lastimaba su fragil amor, pero era tan tierna... Y Gema suplicaba otro beso, dientes y saliva, siempre el ultimo, reia, y en sus ojos brillaba otra realidad que nadie imaginaba. La lengua, otra vez risas y los pequenos pies de Gema como manos de bebe que se agitaban y reian en el aire. Profeta del pasado, asi cualquiera, bromeaba Alfredo cuando Gema le recordaba donde empezo todo, inventaba un recuerdo o lo coloreaba para cambiar de tema, y felicidad eterna solo el dia de hoy y ya es tarde, vistete. Los hoteles son lugares donde el tiempo se detiene. Pero es un tiempo falso y al abandonarlos se sabe de forma casi tragica. Al girar la llave en la cerradura de su casa sintio la soledad del hogar que se extendia desde el suelo como una nube de gas lacrimogeno. Todo lo inundaba, le quemaba los ojos, silencio y eternidad en los escalones de la entrada, los pasos resonaban como en un templo en el fin del mundo, la puerta cedia y ya estaba en el comedor, olia el vacio, y lo reconocia como si fuera ropa humeda o el perfume del primer amor. Las ninas estan acostadas. De donde vienes. La voz de Patricia era hueca, como una grabacion, como en otro idioma pero en castellano y lo entendia todo perfectamente. Alfredo miro a su alrededor, al suelo, el abismo de parquet y dejo el abrigo en el perchero. Al alzar la vista Patricia seguia escudrinandole. Era una mirada amigable y blanda, como un hermoso caballo de Troya que queria derrotar sus muros y quemarlo desde dentro. Luego, un silencio, una pausa que era mas terrible que la voz quieta de aquella sombra en el umbral de la puerta de la cocina. Fui al cine. Fui al cine, solo. Ah, que pelicula viste. No recuerdo el titulo. Era de un astronauta que queria olvidar su vida y empezar otra nueva pero no es tan facil...Y mientras hablaba, otra voz que no era la suya hablaba por el, pero lo conocia mejor que el mismo, y la pelicula no era la misma que el habia visto esa tarde, habia una leve variacion que mejoraba la original o que la ajustaba de algun modo y todo era real y terrible. No te conozco, dijo ella. Acostemonos, manana es lunes y ya es tarde. Y el silencio de la casa, hogar dulce hogar, se adhirio a la soledad como una masa pegajosa. Una mezcla explosiva y salvaje y muerta en la que las cosas perdian su forma y su color, y se diluian en una oscuridad triste y vacia como de cementerio al amanecer. En la fria cama, entre los suenos imposibles y el tic-tac del despertador, Alfredo roncaba en un silbido de flauta y abrazaba el cuerpo equivocado de Patricia. Deja de roncar, no puedo dormir... yo tambien te amo, Gema. Un codazo, Gema es mas que un nombre y tiron violento de las sabanas. Soy Patricia. Alfredo desperto sin entender, que ocurre, nada, vuelve a dormir. Despues amanecio. No habia tocado el cuerpo de Patricia en meses. El lunes era un suspiro sin aliento, un espejo que devolvia una imagen repetida y cansada. Pero glacial y distante. En la facultad Alfredo recordaba vivamente una frase: No te conozco. En la tenue luz de la cocina, en el umbral, la figura de Patricia, tan desigual como una alargada sombra china que lo escrutaba, no te conozco. Yo tampoco te conozco, nadie conoce a nadie. Tampoco conozco a Gema, y quien puede conocer a alguien. Si al menos supieramos en que consiste conocer a alguien. Nos reconocemos en las fotos y damos por supuesto que sabemos quienes somos. Son estupidos comportamientos que aprendemos de los espejos y de otras personas que se cruzan en nuestras vidas. Ilusiones. Gema, a ella no necesitaba conocerla. Para que. Solo ansiaba sus leves presencias, que se filtrase en su vida poco a poco y la cambiase. Como la erosion lenta de las rocas por las mareas. Corazones frios de granito. El tiempo y las olas todo lo pueden. Gema. Su pelo oscuro que le rozaba la cara al besarle. Si fuese menos real quiza habria intentado borrarla de un manotazo, como la hoja del mes de marzo se tira a la basura cuando llega abril. Pero abril nunca llega y siempre es invierno. Pasan los dias y las noches. En el despacho las oquedades de su vida adquieren otra forma. Los libros ordenados cuidadosamente en las estanterias, una foto del claustro, otra de Patricia y las ninas y su comodo sillon de piel azul. Papeles, informes, circulares sobre la nueva ley de educacion y boletines de calificaciones sin rellenar. Un cuarto vacio. La soledad toma la forma del lugar donde se siente. Y en medio del escritorio, junto al calendario escolar y un libro de poesia chilena, un telefono que empieza a sonar. Soy Gema, necesito abrazarte, el mismo hotel, en media hora. De camino al hotel la felicidad le llega en forma de eclipse. Gema-felicidad es un astro que se ha colocado delante de Patricia-antigua-y-triste. Pero, ?cuanto puede duran un eclipse? Los mas bellos son los mas breves, o tal vez no. Nadie lo puede saber. Cuanto dura el tiempo o donde esta la primavera cuando es invierno... De camino al hotel se encuentra con el cine cerrado. Un cartel de una chica montando en bicicleta ha sido cambiado por el de un perro con gafas de sol que sonrie y va a salvar el mundo. Junto al can, un comico que a Alfredo nunca le ha gustado hace una mueca. Tambien lleva gafas de sol, y Alfredo sabe que no ira a ver esa estupida pelicula. Compra flores y sube a la habitacion con prisa, como si fuese la primera vez. Como quien va a recoger un premio. Ella lo espera. Desnuda y calida como ese mes de abril que al fin llega y pronto se esfumara. Ella lo espera. Deja las flores, con una calma disimulada, en el pequeno jarron de diseno. La rosa de plastico ya esta muerta. Todo esta siempre muriendo y ambos lo saben. No hay mucha luz en la habitacion. Como si lloviese en la alcoba, se desviste con celeridad y se cuela bajo las sabanas, cubre el cuerpo desnudo de ella y se precipitan a hacer el amor. Un amor como de lobos, alaridos que parecen llantos, golpes, alientos extenuados. Comienzan a sudar pero no se detienen. Ambos estan muy excitados. Saben, aunque ninguno se atreve a admitirlo, que comparten mas que una cama de hotel. Comparten la soledad y un tedio de millones de anos. Los dos estan solos y es por eso que se saben complices. No necesitan articular palabras, frases que todo lo empanen. Sonrien al verse los rostros y son moderadamente felices. Los ojos tristes de Gema reflejan el gris que proviene de la ciudad. No conciertan otro encuentro. Saben que siempre es el ultimo. Siempre es la primera vez. Y en cualquier momento entrara la luz en sus alcobas y ya no sera ni abril, ni mayo, ni junio. Sera el fin del mundo y eso no tiene solucion, todos lo saben. Tu tambien, Gema. Sin terminar de vestirse Alfredo mira a la mujer que hay en la cama. Cruzan sus miradas y sin hablar ya saben lo que piensan. Son tantos anos ya. No debemos continuar con esto. No, tienes razon, es absurdo. Nos enganamos a nosotros mismos. Estan cansados y tambien lo saben. Y el cansancio, como la desidia, es real porque se reconoce. Patricia recoge su ropa. No mas juegos, solo tu y yo, sin fingir, quiero ser yo misma y no otro nombre falso en un hotel. Quiereme como soy o vete al infierno. Si, tienes razon. Patricia abandona la piel que nunca mas se pondra y que no es de ella. Esa misma noche en casa no hablan del asunto. No inventan mas nombres ni conciben futuras ilusiones. Nunca vuelven a mencionarlo y retornan al guion y a la rutina de ser ellos mismos. EXTRANOS EN LA NIEBLA 'What seest thou else In the dark backward and abysm of time?' W. Shakespeare Intentar contar esta historia es tan dificil como querer olvidarla. Todos nos hemos sentido alguna vez extraviados en el mundo. Como si la vida nos diese la espalda. O nosotros a ella, da lo mismo. Dar la espalda a la vida o que ella te la de a ti es igual de doloroso y patetico. Si, y cuando esto ocurre se comprende que el dolor es la forma que tiene la miseria de decirnos que es parte de nosotros mismos. Yo lo intuia levemente cuando era mas joven. Ayer, la semana pasada, hace mil anos. Ahora, lo he aprendido. Gracias a Elvira. No, no es reproche. Es la verdad. Donde quiera que estes ahora, se que lo comprendes. Tal vez ya lo sabias entonces. Pero ahora no importa. Nos conocimos a la salida de un teatro. La funcion era horrible y ha sido felizmente olvidada. Solo retengo imagenes dispersas. Hombres y mujeres en la oscuridad vestidos de un blanco inmaculado. Sombras y silencio. Como sucede con los recuerdos de nuestras vidas. Se reducen a instantaneas amontonadas y vagas que habitan el cuarto oscuro de nuestra memoria. Pero el cuarto es cada vez mas oscuro. Y las fotografias que se revelan en el mas pobres y absurdas. El tiempo es una tormenta que desordena todos los recuerdos. Elvira saliendo del teatro. Yo acercandome a su paraguas con la excusa de me das fuego, vaya noche que hace y esgrimiendo una mirada lo menos desafiante posible. Su jersey blanco de lana que resplandecia entre la abrumadora multitud. Su chaqueta de cuero chorreando las ultimas gotas de soledad. La muchedumbre devorada lentamente por la omnivora ciudad. Nosotros dos, al fin, solos frente a frente. El cafe en aquel remoto bar de la esquina. Junto a la ventana en una mesa pequena, compartiendo el dialogo de la lluvia con la noche, y cojo tu cucharilla porque la mia se habia caido al suelo, siempre tan torpe y oportuno. Si, tomare otro cafe, no tengo prisa, nadie me esta esperando. Imagenes que ahora vuelven de Elvira sonriendo, cediendo al acercamiento tacito pero demoledor. La actuacion no ha sido gran cosa, coincidimos ambos. Tu cara me es familiar, decias. Sabias que no me conocias pero tan familiar al fin y al cabo. Tus facciones, tu menton afilado, el pelo… No, no era gran cosa la funcion, pero mucho mejor que albergar la certeza de estar muriendo, de que nadie nos espera y saber que estamos solos. Ambos sabiamos que la vida no era mas que un triste vals con el demonio. Y la musica de fondo nos confirmaba que nos extinguiamos y nada se podia hacer al respecto. Al borde siempre de un precipicio que no tiene fin. Yo siempre he estado solo, le susurre al oido. Y sono falso de tan tierno. Ella esbozo una sonrisa y supe que ya no habia marcha atras. Elvira no habia aprendido a lidiar con su soledad. Diez anos viviendo con un asesino no dan para mucho, me dijo en cierta ocasion. Mataba por placer pero al final el tambien murio. Simulo pesar y supe que actuaba. Comprendi que el punal de su marido seguia trabajando despues de muerto. Elvira era su victima postuma. Trabajaba despacio pero era un gran homicida. Me conto que habia fallecido en la carcel. Sobredosis o suicidio. Me mentia. En el rostro de Elvira se apreciaban las cicatrices que deja el amor cuando se transforma en otra cosa. No mostraba liberacion. Si, era obsesivo pero lo ame. Ahora estoy aprendiendo a odiarlo. Es mas duro pero me sienta bien. Aquella noche nos acostamos por primera vez. Haciamos el amor como directores de orquesta enzarzados en una pelea. Enloquecidos vaivenes, sin la menor armonia pero sin detener la voragine de dos cuerpos desnudos y hambrientos de canciones y signos prohibidos. Nunca mas fuimos al teatro. Sabiamos, de algun modo, que era el recuerdo de un principio que no nos pertenecia. El pasado ya murio, le digo sin mucha elocuencia. Ella me mira y no responde. Ahora, al evocar aquel primer encuentro, comprendo que somos efigies ilogicas de lo que un dia fuimos. O sea, nada. Parecia tan casual... Los actores salen del teatro y siguen la actuacion bajo la lluvia. Se miden los gestos, ensayan un guion unico que jamas se repetira. Hoy es siempre el gran dia. El estreno. Ella me cuenta, yo hago que la creo. E invento un desenlace feliz. Le digo: Elvira, he aprendido que la vida, a pesar de lo que oigas decir por ahi, es extrana y ajena; aunque nos empenamos, como ninos caprichosos, en creer que no lo es para no volvernos mas locos aun. Pero si, la vida es un extrano paraiso al que no nos han invitado. ?Y entonces que hacemos aqui? Podriamos ser felices, ?no crees? No lo se, respondo mientras intento desviar la conversacion a otro terreno menos pantanoso.

  • El heroe de al lado de Mia Ford

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    Esme --Si, senor Jones. Voy enseguida. Yo solo… --<> Siempre esta igual: estresado, grunon... y como soy su secretaria, me toca a mi aguantar el chaparron. Mi trabajo se supone que consiste simplemente en organizar su agenda y filtrar las llamadas que no quiere contestar. No responsabilizarme cuando los clientes no estan contentos, cuando el equipo de produccion no termina las cosas a tiempo o cuando pierde dinero… pero me echa la culpa a mi. No es de extranar que tenga ojeras y un permanente nudo de estres en los hombros. Nada me gustaria mas que decirle al senor Jones donde puede meterse el empleo, pero entonces no se que seria de mi. En que podria trabajar ademas de en esa oficina. Al terminar mis estudios, me contrato como su asistente personal y no he hecho nada mas. Con veinticuatro anos, no puedo renunciar y buscarme otro trabajo. Vivo de cheque en cheque y mientras no encontrara un nuevo empleo, no tendria dinero. No puedo permitirme ese lujo. No puedo. Junto a la puerta de mi casa, cierro los ojos. Deje que mi jefe despotricara en mi contra sin parar y, ahora, intento bloquear el dolor que eso me ha causado. Su horrible actitud no es personal, aunque a veces lo parece. Lo ultimo que necesito ahora es ponerme a llorar y, aunque ya noto los ojos anegados de lagrimas, no puedo dejarlas salir… Despues de gritarme como un loco, me ha colgado el telefono, antes de que tuviera tiempo siquiera de responderle. Por supuesto, ?para que molestarse en escucharme? Nada de lo que yo pueda decirle significa nada para el. Joder, menuda forma de empezar una manana de lunes. Debi suponer que el dia no comenzaria bien cuando no oi el despertador. Salgo a la calle y dejo que el sol me bane durante unos segundos antes de entrar en el coche. Cuando llegue a la oficina, no vere mas la luz del dia. No tengo posibilidad alguna de disfrutar del sol porque, sin importar la epoca del ano que sea, siempre es de noche cuando vuelvo a casa, asi que decido tomarme un minuto. !Oh! Pero un sonido me distrae de mi momento de soledad. Proviene de la vivienda de al lado, aunque ha estado vacia desde hace mucho tiempo. Ni siquiera se que le paso a la ultima persona que vivio en el, simplemente desaparecio. No es que tenga el habito de conocer a los vecinos. Intercambiar un rapido saludo esta bien, pero eso es todo. Prefiero mantenerme al margen porque mi trabajo es muy absorbente. No tengo tiempo para tomarme un cafe con ellos. --Ah, hola. --Un joven musculoso me sonrie, mostrandome unos preciosos hoyuelos. Sus ojos verdes y su pelo negro brillan con el sol. Pero no es lo que mas me cautiva. Es el uniforme de bombero que tiene en la mano, uno autentico, no el de un stripper. Es un chico de uniforme que hace que me derrita. Ni siquiera sabia que tenia este tipo de fantasia hasta ahora--. Me llamo Theo Landon. Acabo de mudarme. Tu debes ser mi vecina, la mujer a la que acudire cuando se me acabe el azucar o la leche. Encantado de conocerte. Sonrie y me extiende la mano con calidez, sin embargo, yo solo puedo pensar en el latido de mi corazon y en el terror que me entra porque, a partir de ahora, tendre que estar en forma. Vestida y maquillada, con el cabello bien peinado, por si acaso este cachas se presenta para algo. Adios a los pantalones de chandal… --E… Esme Smith --tartamudeo como una idiota mientras tomo su mano. Su calida y gigante mano salvavidas que envia un escalofrio de excitacion a mi columna vertebral--. Mi nombre es Esme y eh... yo tambien estoy encantada de conocerte. Bueno, como primera impresion, seguro que ha sido una mierda. Puedo verlo mirandome con curiosidad mientras me ruborizo. No se que tono de rojo deben tener mis mejillas ya, pero resulta totalmente humillante. Aun asi, nuestros ojos permanecen unidos. No puedo dejar de mirarlo, por mucho que lo intento. De verdad, quiero apartar la vista para romper la magia de este momento antes de que me trague entera y me encuentre hecha un charco a sus pies, pero no puedo. Debe ser porque Theo es el primer chico guapo que he visto desde hace mucho tiempo. No sentia este extrano aleteo en la boca del estomago desde Luke, con quien sali en el instituto. No obstante, eso fue solo un amor de adolescente. Crei que esa era la razon por la que no habia vuelto a pasarme, pero ahora empiezo a pensar que puede haber otra razon por la que ninguna de mis otras citas ha funcionado. Me he estado perdiendo esto. Que lastima que no pueda interactuar con el. No es que un hombre tan sexi como mi nuevo vecino quisiera verme otra vez pero, aun asi, estoy demasiado ocupada con mi trabajo. No tengo tiempo, aunque una pequena parte de mi, ahora mismo, desea saltar sobre el. Me encantaria envolver mis piernas alrededor de su cintura y aferrarme a el para siempre… Sobre todo si lleva el uniforme. Vaya, apuesto a que esta increiblemente guapo vestido asi. --Theo, ?donde diablos quieres que ponga esto? --Una mujer aparece justo detras de el, sacudiendo su pelo tenido de purpura. Es preciosa y tambien tiene una de esas sonrisas de anuncio. Solo con verla, mi autoestima queda por los suelos. Tengo que admitir que nunca me he considerado sexi o guapa, mas bien del monton, pero esta chica es todo lo que yo no soy. Y, por supuesto, hace una maravillosa pareja con Theo, como debe ser--. Oh, hola. --Hola. --Ahora mis niveles de intimidacion estan por las nubes, y apenas puedo contenerme. Estaba pensando en su novio de una manera definitivamente inapropiada. Me pregunto si ella puede notarmelo en la cara. --Yo soy Natasha. Encantada. Creo que has dicho que te llamas Esme, ?verdad? Bonito nombre… Dios, es un cielo y, ademas, simpatica. Por supuesto que si. ?Por que no iba a serlo? Lo tiene todo a su favor. No soporto estar cerca de ella, es demasiado para mi. Necesito escapar. --Animo con la mudanza. --Me retiro, esperando que mi sonrisa no sea demasiado forzada--. Tengo que irme a trabajar antes de que mi jefe se ponga aun mas gilipollas. Aunque… estoy segura de que os vere a los dos por aqui. Cuando entro en el coche, siento que todo mi cuerpo vibra y grita. Esto ha sido demasiado, como si mi manana no hubiera sido ya lo suficientemente mala, ahora esto. Dios mio, voy a vivir al lado de un bombero sexi y su novia. No es justo. --?Como va todo? --me pregunta Delia mientras toma asiento a mi lado en la cafeteria. Tiene un caracter muy alegre, pero supongo que puede porque, en la fabrica, no tiene que lidiar con el senor Jones todo el tiempo. Si lo hiciera, estaria palida y estresada, como yo--. Oh, oh, mal, ?eh? Me encojo de hombros, sabiendo que debo tenerlo escrito en la cara. --Si, mas o menos. Las cosas no parecen ir bien. Lo de Starks ha provocado algunas quejas y ahora podrian dejar de trabajar con nosotros… --Bueno, el unico responsable es el jefe. Quiere usar materiales mas baratos y eso es lo que pasa cuando se hacen recortes. De todos modos, tu no tienes la culpa, Esme, asi que ?por que te llevas la peor parte de todo? Antes de que pueda empezar a despotricar sobre la necesidad de defenderme --lo que, en mi caso, es mas facil de decir que de hacer--, cambio de tema para contarle la otra cosa de la que estoy desesperada por hablar. --Tengo un nuevo vecino guapisimo, sabes. --Me rio, sintiendo que me ruborizo una vez mas. No dejo de ponerme roja cada vez que pienso en Theo. El provoca ese efecto en mi, no puedo explicarlo. Cada vaso sanguineo dentro de mi reacciona--. Es bombero, creo. Llevaba el uniforme y parecia muy agradable. Es una pena que tenga novia… --Arg, iba a sugerirte que le invitaras a salir. Me conoces demasiado bien. --Delia se golpea con la palma de la mano en la frente--. ?Sabes su apellido? Busquemoslo en Internet para que pueda verlo por mi misma. --Theo Landon. No se si es un nombre demasiado comun, pero dejame echar un vistazo en… No termino de decirlo cuando me doy cuenta de que ella ya lo ha encontrado. Esta casi tan guapo en fotografia como en persona, me deja sin aliento solo con mirarlo. Y es bombero porque hay fotos de el en el trabajo. Se que voy a pasar mi tarde mirando… !vaya! Mi corazon late acelerado y siento que mi aliento se atasca en mi garganta. Ya soy un desastre y este hombre vive en la puerta de al lado. --Aqui no dice que tenga novia. --Delia frunce el ceno--. Pero supongo que el hecho de que una mujer se mude con el, es algo privado. Es una pena porque es muy sexy. ?Como vas a vivir al lado de un dios del sexo sin perder la cabeza? Desde luego, a mi me pone a cien con solo mirarlo. Me carcajeo con fuerza. Hablar de Theo y pensar en el hace que, de pronto, mi dia con el senor Jones no parezca tan malo. Si este tio logra distraerme asi, me alegro de que se haya mudado. Y me ha hecho pensar en que, tal vez, deberia tratar de salir un poco. Es algo en lo que no he pensado desde hace anos, asi que resulta emocionante. --Esme --me grita el senor Jones, sacandome de mi ensimismamiento de golpe. Por supuesto, nunca tendre tiempo para conocer a alguien con el pegado--. Vuelve al trabajo ahora mismo, has jodido esta factura… --Es la hora del almuerzo, y yo ni siquiera me encargo de hacer las facturas --susurro, aunque solo me oye mi amiga. No tengo valor de decirselo a la cara a el porque no se como terminaria eso. En nada bueno, eso seguro. Nadie se enfrenta al jefe por esa razon. Todos estamos en sus manos--. Hasta luego, Delia. Capitulo 2 Theo --Natasha, no se que habria hecho sin ti. --Atraigo a mi hermana para darle un abrazo--. Muchas gracias por todo. Mudarse de casa es una putada, pero has logrado que hasta resultara divertido. Natasha no se toma muy bien los elogios porque siempre antepone a los demas sin pensarlo. Ni siquiera se le habra pasado por la cabeza que hoy renuncio a un dia de vacaciones para poder ayudarme, eso le resultara natural. Yo no habria sido capaz de afrontar el fin de mi desafortunado matrimonio sin ella. Aunque Jane fue la causante de que nuestra relacion terminara, con infidelidad incluida, mi ex conseguia hacerme sentir culpable de todo. Por suerte, mi hermana se ha asegurado de que mantuviera la cabeza erguida. Si no fuera por su apoyo, no se donde estaria ahora. --Sigo pensando que es peligroso vivir tan cerca de Jane --exclama Natasha mientras se aparta de mis brazos--. Incluso aunque sea en la misma ciudad. Esa tia no te ha dejado en paz, pero entiendo el porque de tu decision. No querias cambiar de parque de bomberos, a pesar de que en cualquier otro te hubieran cogido. --Me gustan mis companeros --declaro encogiendome de hombros--, y me gusta vivir aqui. Jane ya me ha quitado demasiadas cosas, como la casa. No quiero perder esto tambien. Ademas, no creo que ella se interese mas por mi ahora que hemos firmado el divorcio porque no puede sacarme nada mas. --?Y que pasara cuando sigas adelante con tu vida? --Natasha me guina un ojo--. Entonces, podria entrometerse. Esta acostumbrada a que estes solo. Lo has estado desde que la abandonaste. Cuando eso cambie… --Creeme, no ocurrira pronto --respondo ironico--. Primero deseo acostumbrarme a mi nueva casa y a vivir sin ella. No tengo ninguna prisa por encontrar a alguien que me cause mas problemas. --No todas las mujeres somos iguales. No nos juzgues a todas por ella. --Natasha echa un vistazo al edificio--. Y creo que has empezado con buen pie. Esto no es tan grande como la casa que tenias antes, pero dispondras de mas espacio porque tu ex no estara por el medio. Esto sera un nuevo comienzo. Has estado solo mas de un ano. Divorciado al fin, ahora es el momento de empezar a recuperar tu propia vida. Y si eso significa seguir adelante, entonces deberias seguir adelante… --Probablemente tengas razon. --Abrazo a Natasha otra vez--. Y gracias de nuevo, por todo. Supongo que sera mejor que entre y vea que mas tengo que hacer… aunque tu has trabajado mucho. --Ya me conoces… tengo que hacerlo todo. No puedo evitarlo. --Bueno, yo necesito organizarme antes de ir a trabajar. Hoy tengo turno de noche… --?Seras capaz de aguantar? Has trabajado todo el dia. Dios, no me di cuenta... tenia que haberte obligado a dormir mientras yo me encargaba de todo… --La cabeza de mi hermana parece a punto de explotar. --!Puedo dormir ahora! --La tranquilizo con una sonrisa--. Ademas, tenemos camas en el parque. Ya lo sabes. No es problema. No te preocupes por mi, preocupate por ti misma…

  • 21 Dias para tener tu casa en orden de Alicia Iglesias Galan

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    El metodo 21 Dias para tener tu casa en orden nacio de la experiencia personal de la autora en su vida diaria y se desarrollo al aplicarlo a cientos de clientes con diversas problematicas relacionadas con la acumulacion o la organizacion de tiempos y espacios.

  • Lo que nunca te cante, Cara B de Lena Valenti

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    Una siempre cree estar satisfecha con la vida que tiene. Yo, por ejemplo, asi lo siento.
    Tengo una relacion estable con un chico que me quiere y que me encanta, mi vocacion es mi trabajo, me rodeo de buenos amigos, tengo salud y unos padres que me apoyan en todo.
    No pido nada mas. Pero si esto fuera asi, no tendria nada que decirte.

  • Espana. Un relato de grandeza y odio de Jose Varela Ortega

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    Jose Varela Ortega realiza en esta obra una apasionada defensa de Espana y de sus multiples valores. Y lo hace desde varios campos: la filosofia, la literatura, el cine o el arte.

  • Un momento en la vida de Sherryl Woods

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    En la pequena comunidad de Chesapeake Shores, en Maryland, la &#34;no relacion&#34; entre Susie O’ Brien y Mack Franklin estaba confundiendo a todo el mundo, sobre todo desde que pasaban juntos todos y cada uno de los minutos que tenian libres. Cuando aquella amistad platonica por fin comenzo a subir de temperatura, la emocion de Susie fue indescriptible. Pero justo en el momento en el que la felicidad parecia al alcance de su mano, Mack perdio un trabajo que adoraba y Susie tuvo que enfrentarse a un diagnostico devastador.
    Sin embargo, los O’Brien siempre superaban las crisis unidos. Incluso su prima Jess, la rival de Susie durante muchos anos, llego a convertirse en un apoyo incondicional. Sobre todo cuando una antigua amante de Mack llego al pueblo. Era mucho lo que estaba en juego, pero Susie estaba mas que dispuesta a aceptar el desafio, siempre y cuando tuviera a Mack a su lado.

  • Te regalare pensamientos de Tessa C. Martin

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    Cuando la pequena Maddison Foster recibe la visita de los barones Dacre en su casa de Oxfordshire, no intuye que la intencion de su padre es pactar su matrimonio con Cameron, el unico hijo de los Relish, un muchacho insufrible que encuentra un placer especial en avergonzarla y hacerle la vida imposible.

  • Cuando nos prohibieron ser mujeres .y os persiguieron por ser hombres de Alicia Rubio

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    El ser humano es una mezcla indisoluble de biologia y cultura. Por eso nuestra felicidad depende, en gran medida, del equilibrio entre ambas naturalezas, que avanzan hacia objetivos diferentes aunque no contrapuestos.

  • En algun Lugar de tu mente de Ailina Shebelle

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    Cuando Amelia entra en esa casa fria y oscura siempre lo hace con incertidumbre y desconfianza, pero todo cambia cuando se atreve a ir mas alla y habla por primera vez con Jackson, el chico de sus suenos.
    Su mente la adentrara en un mundo en el que, con ayuda de Jackson, tendra que salir o quedarse atrapada para siempre.
    Historias de amor se entrelazan con el maravilloso y extrano mundo de los suenos…

  • Viaja con lo sobrenatural de Eliel Roshveder

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    A veces lo sobrenatural esta ante nosotros, pero no entendemos. Los hospitales psiquiatricos estan llenos de personas que vieron lo oculto, por lo que fueron tratados como locos y hospitalizados. Fueron dopados con medicina, pero lo unico que tenian de manera diferente era el poder de ver y sentir lo sobrenatural.

  • La barrera del sonido de Juan Trejo

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    El narrador de esta novela, un personaje sospechosamente parecido al autor, necesita bucear, como si de un paciente arqueologo se tratara, en los hechos mas significativos de su pasado, tras un episodio critico y decisivo que le marcara para el resto de su vida; un cambio de panorama vital que le llega en su etapa de madurez, y que le obliga a replantearse todas las certezas abrigadas hasta ahora: su pasion por algunos de los escritores mas representativos de la literatura del siglo XX, la necesidad de escribir para entender lo vivido, esa curiosa obsesion que le persigue desde nino por viajar o la importancia de los vinculos personales. La barrera del sonido es un fresco de la vida de un escritor con el paisaje de fondo de un pais a lo largo de cuarenta anos.

  • Traicion y furia de Caitlin Crews

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    Maui, la isla de Hawai, era tan tropical y exuberante como la anunciaban, algo que irrito a Dario di Sione en cuanto se bajo de su avion privado. Esa humedad era como un abrazo intimo y no le gustaba la intimidad. Ese aire espeso se le pegaba a la piel y los vaqueros destenidos y la chaqueta hecha a medida que habia llevado desde Nueva York lo envolvian como un guinapo mientras recorria la diminuta pista de aterrizaje hacia el Range Rover que lo esperaba, como habia ordenado. La ligera brisa le llevo todos los olores de la isla, desde el verdor exultante hasta el mas intenso de la cana de azucar, como besos que no habia solicitado. Solo queria mantener una conversacion de negocios, no dejarse llevar por una sobredosis sensorial en una maldita pista de aterrizaje. -?Esta esperandole el coche, como habian prometido? -le pregunto Marnie, su secretaria, por el telefono de ultima generacion que el se habia llevado a la oreja. Era un usuario entusiasta de los codiciados productos de su empresa-. Quedo claro que necesitabamos un vehiculo todoterreno. Al parecer, el camino hasta Fuginawa es abrupto y... -No me importa que sea abrupto -le interrumpio Dario intentando contener la impaciencia. No queria estar alli tan poco tiempo despues de que, el fin de semana anterior, su empresa hubiese lanzado al mercado el ultimo producto, pero eso no era culpa de su secretaria. El no deberia haber permitido que el sentimentalismo de un anciano se impusiera a su racionalidad, que tanto le habia costado adquirir. Esa era la consecuencia. Estaba en la otra punta del mundo, cuando deberia estar en su despacho, rodeado de palmeras y olores exoticos para satisfacer el capricho de un anciano. -El Range Rover es mas que suficiente y esta aqui, como habiamos pedido. Marnie paso a la interminable lista de llamadas y mensajes que habia acumulado durante la primera ausencia de el del despacho en el que, literalmente, habia dormido durante los ultimos meses. Fue como volver atras, al estres que habia sufrido hacia seis anos, cuando empezo con ICE. El fruncio el ceno al recibir otra rafaga de brisa sofocante. No le gustaba volver atras ni esa brisa. Era fragante y sensual, le acariciaba el pelo y se le metia por la camisa como los dedos de una mujer sugerente y desvergonzada. Puso los ojos en blanco por lo fantasioso que era y se paso una mano por la barba incipiente. Sabia que no parecia el consejero delegado de una empresa informatica que era la nina mimada del sector y del publico. Ademas, estar alli le apetecia tanto como que le acariciara la brisa hawaiana, ni lo mas minimo. Ese viaje era un desperdicio absoluto de su tiempo, penso mientras Marnie seguia comentandole los mensajes y llamadas que exigian su atencion inmediata. Deberia estar en su despacho de Manhattan ocupandose de todo eso. En cambio, habia volado diez horas por los recuerdos de su abuelo para satisfacer el peor de los sentimentalismos. Hacia muchos anos, Giovanni habia vendido su coleccion de joyas, que adoraba, y habia hablado de ellas sin parar durante toda su juventud, la de Dario. En ese momento, cuando tenia noventa y ocho anos y afrontaba su muerte inminente con su habitual teatralidad y dignidad, queria recuperarlas. Cuando le pidio que comprara esos pendientes, en persona, su abuelo le habia dicho que le recordaban al amor de su vida. Los tenia un arisco multimillonario japones en su aislada hacienda de Hawai. Solto un bufido al recordarlo mientras tiraba la bolsa en la parte trasera del Range Rover y se quitaba la chaqueta. Todavia no sabia por que le habia hecho caso a su abuelo cuando lo llamo, a principios de ese mes, y le habia pedido algo tan disparatado. Sin embargo, ?quien le negaba a un anciano lo que, segun el, era su ultimo deseo antes de morir? -Mandame por correo electronico esos datos, Marnie -le pidio a su secretaria antes de que ella pudiera preguntarle que era ese ruido. Bendita mujer. Era mucho fiable que cualquier otra persona que el conociera, incluidas las que formaban parte de su melodramatica y agobiante familia. Se recordo para sus adentros que tenia que darle otra generosa y merecida bonificacion, aunque solo fuese por no ser una de las pesadillas Di Sione que tenian la misma sangre que el. -Dame un minuto para conectar el manos libres y empieza a pasarme las llamadas. No espero a que Marnie dijera algo y se remango con la esperanza de aliviar un poco la humedad tropical. Conecto el auricular, se sento detras el volante del impecable Range Rover, lo puso en marcha, metio la direccion en el GPS y salio del aerodromo mientras recibia la primera llamada. Sin embargo, seguia pensando en su abuelo y en el amor de su larga vida mientras escuchaba a uno de sus directores exponerle una situacion que podia ser enganosa sobre el telefono que habian presentado el fin de semana anterior. Los amores perdidos, segun su propia experiencia, se perdian por un buen motivo. Normalmente, y para empezar, porque no habian sido dignos de tanto amor. Si no, y esa era su teoria preferida, porque el amor era una mentira descomunal que la gente se contaba a si misma, y a los demas, para justificar que su comportamiento era espantoso y, normalmente, teatral y digno de lastima. Ademas, los amores perdidos no habia que encontrarlos otra vez cuando la verdad que llevaban dentro salia a la luz como siempre salia. Era preferible dejar el pasado donde estaba y que se pudriese sin contagiar al presente, o eso era lo que el siempre habia creido. Le habia costado no decirselo a su abuelo cuando le conto esa historia tan sentimental sobre amores, secretos y todas esas cosas. La habia contado, de una forma u otra, durante toda su vida. Luego, le habia mandado a que hiciese ese absurdo recado que cualquiera, hasta esos recien licenciados afanosos que trabajaban ocupandose de su correo, podria haber hecho. Sin embargo, estaba acostumbrado a morderse la lengua en lo referente a esos ridiculos sentimientos que los demas fingian que eran mas que razonables. Razonables, racionales y, sobre todo, necesarios. No obstante, el sabia que decirlo no servia de nada. Aparte de que no iba a discutir con su anciano abuelo, quien se habia ocupado de sus hermanos y el despues de que sus padres murieran. Tambien se habia dado cuenta de que cuanto mas daba su opinion sobre asuntos como ese mas gente le decia lo esceptico que era, como si eso fuese una critica a su forma de ser o les permitiera desdenar su opinion sin mas, o como si esa mania que tenia de ser realista debiera preocuparle. Hacia anos que habia dejado de preocuparle. Seis anos para ser exactos. Ademas, la verdad era que le importaba tan poco que lo mas facil era hacer lo que le habian pedido, en ese caso, volar hasta la otra punta del mundo para recuperar unos pendientes que podrian haber mandado por servicio de mensajeria si, al parecer, no tuvieran esa carga sentimental. Tambien sabia, vagamente, que su abuelo habia mandado a todos los hermanos Di Sione para que recuperaran alguna de las que el llamaba sus amantes perdidas, pero el habia estado tan ocupado con el lanzamiento de su ultimo producto que no habia prestado gran atencion a los melodramas de la familia Di Sione. Ya llevaba toda la vida con eso y ya le hartaron cuando tenia ocho anos, cuando sus imprudentes padres habian muerto en un accidente de coche espantoso, y que podian haber evitado perfectamente, y los paparazzi habian caido sobre ellos como un enjambre. Sus sentimientos sobre ese asunto no habian mejorado desde entonces. Habia una parte de el, una parte que no disimulaba mucho, que habria sido feliz si no hubiese vuelto a saber nada de sus familiares. Una parte que esperaba que eso sucediese de una forma natural cuando el anciano falleciera. Estaba impaciente. Estaria encantado de refugiarse en su trabajo como hacia siempre. Tenia bastante con dirigir ICE, la empresa informatica mas importante del mundo. Era un puesto que habia alcanzado con decision y mucho trabajo, como habia conseguido todo lo demas que era suyo, todo lo que habia perdurado. Ademas, el unico integrante de su familia al que habia querido de verdad habia sido Dante, su gemelo identico. Hasta que Dante tambien lo habia hecho pedazos. No podia negar que la traicion de su hermano le habia dolido, pero tambien habia aprendido que era preferible rodearse de personas a las que pagaba por su lealtad, no de personas que podian darsela o no segun les conviniera. No queria pensar en su hermano. Ese era el inconveniente de participar en algo con su familia, le llevaba a pensar en cosas que intentaba evitar por todos los medios. Habia dado por supuesto que, si cumplia el cometido que le habia encomendado su abuelo, como se suponia que hacian el resto de sus hermanos, podrian dejar de comportarse como si lo que sucedio hacia seis anos, y despues, fuera culpa suya, o como si el tuviese parte de la culpa de lo que habia sucedido porque habia sido quien habia roto su matrimonio y su relacion con Dante. El no le habia pedido a su hermano que se acostara con su esposa durante una de las epocas mas tensas de su vida. Ademas, se negaba a aceptar que hubiese hecho algo mal por no haber perdonado nunca ni a su esposa ni a su hermano, ni les perdonaria jamas. Los dos lo habian abandonado a su suerte, le habian hecho creer que la tension entre ellos era porque intentaban resolver que podian hacer con la empresa que habian creado Dante y el y si debian fusionarse o no con ICE, algo que a el le parecia una buena idea y a la que se oponia Dante. Toda esa tension y desvelo para acabar descubriendo que los dos lo habian traicionado desde el principio... En ese momento y alli, precisamente en Hawai, penso que lo unico que le pasaba era que todavia le prestaba atencion a lo que decia, hacia o pensaba alguien de la familia Di Sione. Eso tenia que acabar. -Eso se va a acabar -se prometio a si mismo con la voz ronca en el silencioso interior del Range Rover-. Se acabara en cuanto le hayas entregado esos malditos pendientes al anciano.

  • Pequeno pais de Gael Faye

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    Galardonado con el prestigioso Goncourt des Lyceens, entre otros muchos premios, este <> fue la sensacion literaria en Francia en 2016. Su desgarradora belleza, su honda melancolia y su intenso dramatismo conquistaron el corazon de miles de lectores, un fenomeno extraordinario que ha generado una venta de mas de setecientos mil ejemplares hasta la fecha.

  • Iskari de Kristen Ciccarelli

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    Hace anos se susurraban historias venenosas de magia y oscuridad, ahora prohibidas porque su eco atrae a los dragones. Asha lo sabe mejor que nadie: cazarlos es su deporte favorito. Solo uno la ha derrotado, el responsable de desfigurar su rostro con una horrible quemadura.

  • Diario de un seductor de Joaquin De Saint Aymour

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    Hoy la he visto por primera vez. No la conozco de nada, nunca me habia cruzado antes con ella en mi negligente deambular por esta ciudad en decadencia, como una vieja tramoya que se hunde inflamada en los confines del horizonte. No me ha mirado, nadie repara en mi. Bajo mi aspecto anonimo soy como la sombra de un fantasma, un hombre maduro que oculta su pasado bajo identidades inventadas, acorde con la maxima que proclamara Michel Montaigne: "deberiamos vivir la vida como si fuera la de un personaje ficticio". Antes de comenzar te advierto que aqui no vas a encontrar una topica novela romantica de velas encendidas y petalos de rosa flotando en la banera, con parejas que se aman hasta la eternidad mirandose a los ojos embelesados. Mas bien, esta es una historia sobre nuestro lado mas oscuro, de las pasiones ocultas, el fin de la inocencia y la caida en los abismos. La elegida es tan joven que la supongo inexperta en los avatares de la vida y de los hombres, el arquetipo perfecto para el fin que le aguarda entre mis manos de creador comprometido con el mundo del arte y de la belleza, una chica sin malear todavia. Pero yo nunca subestimo a una doncella, por joven que sea. Ella siempre sera mejor y mas fuerte que cualquier hombre. Por eso siento un gran respeto hacia las mujeres, nunca pienso en ellas como una victima o un objetivo, pues ante todo me considero un rendido admirador del universo femenino. Rendido y, sin embargo, peligroso. Soy un hombre poseido por los demonios de la literatura. Un escritor maldito. Un poeta urbano, que convierte la ficcion en realidad y la realidad en ficcion; la existencia cotidiana en un arte y las mujeres en poesia. Soy como un embalsamador de la belleza, un pintor de naturalezas muertas. Mi libro de cabecera es El arte de amar, escrito por el poeta romano Ovidio. Lo elegi porque ya no quedan seductores como los de antano, ahora solo hay hombres que disimulan su complejo ante las mujeres cayendo en los topicos que la sociedad propaga igual que nuevos mantras para el consumo, como esa tonteria que prodiga la sensibilidad masculina y el descubrir tu lado femenino. Por el contrario, al seductor le conviene una cierta indolencia para no mostrar su juego de perversidades, aunque debe comportarse con la intrepidez que toda mujer en el fondo desea. Tal como lo expresa Ovidio, "el amor, como la milicia, rechaza a los pusilanimes y a los timidos que no saben defender sus banderas". El amor es una milicia, si, pero la seduccion es un sacerdocio, exige una entrega mucho mas alla de lo fisico, para llegar a lo psicologico. Porque antes de penetrar en el cuerpo de una mujer, tendras que saber penetrar en su cabeza. Todo seductor ha de tener un acusado sentido de la estetica y saber elegir a la protagonista de su transformacion. Seducir a cualquiera revela escaso compromiso y poca exigencia con la mision. Seducir a varias para demostrar tu hombria solo evidencia una falta de autentica virilidad. Un seductor no es un conquistador, ni mucho menos lo que la literatura conoce como un Don Juan. El verdadero seductor es un creador que sublima la belleza y la feminidad, revela todo el potencial de una joven para convertirla en mujer, como la oruga termina transformada en mariposa, y luego muere feliz revestida de toda esa hermosura. Ayer estuve durante un rato largo en el mismo lugar y a la misma hora en que me cruce con ella en la Plaza de Cataluna, sentado en un banco dejando pasar el tiempo, aunque mi espera no diese los frutos deseados. No importa, seguire aguardandola, porque intuyo por su forma casi sonambula de caminar que quiza ese recorrido se trate de un trayecto frecuente o habitual. Cuando la vi el otro dia ella cruzaba la Plaza de Cataluna en diagonal, llegando, yo diria, que del Paseo de Gracia. Un albor de palomas levanto el vuelo a su paso, provocando un fugaz y repentino aleteo. Atraveso la calle por el cruce de peatones en direccion hacia la Rambla. Yo me quede observandola, evaluando su figura, su forma de caminar (elegante y tan escasamente convencional en las chicas de su edad), la media melena de color castano con reflejos dorados en el sol encarnado de la tarde que declina por detras de los edificios, anadido a ese aire de joven inteligente, todavia no enterada de su poder. En el momento en que fui a seguirla, el semaforo del paso peatonal ya estaba cerrado y un torrente de trafico me lo impidio. He de asegurarme, porque no me sirve una chica cualquiera; sin embargo, la primera impresion ha sido muy favorable. Por ejemplo, al atravesar la banda en vuelo de las palomas no dio muestras de sobresalto, continuo adelante como si fuera un espiritu inmarcesible, que solo las aves lograsen percibir y quisieran respetar. Cualquiera en semejante situacion se hubiese llevado las manos a la cabeza para protegerse o hubiera hecho un atolondrado requiebro, tal vez emitiendo un grito indecoroso. Deseo que la protagonista de mi experimento sea una persona de caracter, necesitara temple para soportar lo que le aguarda durante todo el proceso de modelado. La experiencia de la que hablo supone un intenso trauma, que una gran parte de las mujeres con parecida edad no lograrian soportar. Ella no lo sabe, pero la otra tarde, al cruzarse conmigo, lo hizo por primera vez con su destino. Por fin la he vuelto a ver. El mismo recorrido, la misma carpeta contra el pecho, el mismo caminar indolente y elegante a la vez. Una indumentaria clasica y discreta, que revela su buen gusto, sin estridencias, aunque con el toque sofisticado (quiza un rasgo de rebeldia) de la cazadora tejana sobre un vestido de corte formal, de senorita perteneciente a una destacada esfera social. Hoy si he podido seguirla, bajando por la Rambla, densa de paseantes, en direccion al Liceo, a cuyo edificio ha entrado por la estrecha calle Sant Pau, donde figuran los accesos para el personal del teatro. Creo adivinar el motivo: intuyo que la chica pertenece a la plantilla de la Joven Orquesta y Coro del Liceo, y en la carpeta lleva las partituras de la obra que tal vez se hallan ensayando para una futura interpretacion. De ser asi, me agrada; la prefiero sensible y con alma de artista, pues la caida en el abismo sera mucho mas dramatica. He aguardado hasta que saliera de nuevo (una hora mas tarde) sentado en una mesa del restaurante del Hotel Espana. Entonces la he seguido de regreso, seguramente hacia su casa, y no he tenido que aguardar mucho para comprobarlo. Ha entrado en un edificio palaciego del Paseo de Gracia, en aquel sobre cuya cupula de pizarra negra campa el emblema comercial cincelado en bronce, perteneciente a la conocida empresa de seguros La Union y el Fenix. En el recibidor al estilo neoclasico, decorado con marmoles, apliques y lamparas de laton, languidece aburrido un portero ya proximo a jubilarse, uniformado de gris y tan macilento como una figura de cera. Le pregunto por la chica que acaba de subir en el bello ascensor modernista y, tal como yo esperaba, me contesta muy severo que no puede ofrecer informacion a cualquiera que llegue consultando sobre los vecinos que habitan el edificio. Lo que todo portero desea es demostrar su autoridad sobre la pequena parcela que recae bajo su egida profesional. Pero hay algo mas fuerte que dicha demostracion de autoridad, y es el afan de protagonismo que distingue a cualquier ser humano. Asi lo dejo claro Andy Warhol cuando aludio a los "quince minutos de gloria" que toda persona desea disfrutar por lo menos una vez en la vida. Entonces le filtro que soy periodista de investigacion y el portero agranda los ojos, interesado. El hecho de que me halle indagando algun episodio escabroso que pueda salir al otro dia en los periodicos me garantiza su colaboracion. Quiere mostrarse como el hombre bien informado que a si mismo se considera. Y es entonces cuando accede a lo que deseo: –Esa chica se llama Elvira y es pariente de la senora Giralt, una dama de gran empaque. –?Giralt? -repito, brindandole la ocasion para que me demuestre su amplio conocimiento en el pequeno universo vecinal que domina. –?No la conoce usted? Pues Lluisa Giralt fue una cantante de opera muy conocida en su epoca, toda una celebridad -se me acerca en confidencia y huelo su aliento a conac barato–, dicen que incluso la cortejo Alfonso XIII, porque al rey le gustaban mucho las actrices y la cupletistas. –?En que piso vive? -inquiero atajando su chismorreo. –Arriba del todo, en los aticos, el mejor duplex del edificio. Elvira es una sobrina nieta que vive con ella desde nina. Oiga, ?esto cuando sale? -pregunta el portero, cada vez mas interesado. Como tengo previsto volver por alli, me conviene llevarmelo a mi terreno, asi que le digo, adoptando un tono confidencial: –Todavia no lo tengo claro, he de atar algunos cabos. –Bueno, yo no he comentado nada, ?eh? -subraya precavido–, que a la senora Giralt le gusta pasar lo mas desapercibida posible. Ya es bastante anciana la pobre, y esta muy achacosa. Me tiene dicho desde hace anos que no haga subir a nadie que venga preguntando sobre su pasado en el mundo de la opera. He seguido a Elvira varios dias a prudencial distancia, desde que sale hasta que regresa de nuevo. Asi he podido saber, por ejemplo, que asiste al prestigioso colegio Jesus y Maria de San Gervasio, y que varias tardes al mes acude al Liceo para recibir lecciones de ballet, lo cual explica su elegante caminar de gacela. Su piel tiene la palidez y consistencia del nacar, unos ojos azules e inocentes, que seguro no han visto nunca la fealdad de la vida, criada en una jaula de oro, como un animal precioso, en el formidable atico de su anciana tia, perteneciente a un mundo en el ocaso de su existencia, como la imagen en blanco y negro de una vieja enciclopedia ilustrada y fuera de uso. Elvira no habra escuchado todavia palabras de amor, como no sea en el cine o en la television. Por eso no percibe las miradas masculinas, no piensa que pueda ser el foco de interes para ningun hombre, porque aun es demasiado joven para ello. La veo detenerse frente al escaparate de una boutique especializada en ropa interior, de las multiples que hay abiertas en el Paseo de Gracia. Mira con cierto asombro las prendas que visten los maniquies, en particular un conjunto en color negro, de seda bordada, el mas caro, sensual y vistoso de Christian Dior. Posa los ojos interesada, preguntandose quiza por que las mujeres eligen ropa tan hermosa para cubrir las bellezas de su cuerpo sin nadie puede apreciarlas. Considero que por fin ha llegado el momento propicio para poder abordarla y me acerco. La miro desde su espalda y a traves del reflejo del cristal, absorta todavia en el valioso conjunto de ropa interior. –Te sentaria de maravilla -digo, susurrandole al oido. Ella se vuelve sobresaltada por la repentina intrusion, pero antes de darle tiempo a reaccionar, a que me demuestre que se trata de una chica educada y con el recato propio de su condicion, yo retrocedo un paso, esgrimo una leve sonrisa de disculpa, junto a una sutil inclinacion de cabeza como saludo, y continuo adelante con mi paseo, con las manos en los bolsillos, entre las hojas quebradizas que caen planeando de los madronos plantados en las aceras del bulevar. No me detengo, ni mucho menos me vuelvo, sigo caminando negligente, disfrutando de la calida tarde que nos ha deparado el otono. Por hoy basta con eso, no debo hacer nada mas. He implantado la peligrosa semilla en su mentalidad indefensa todavia. Y pronto crecera en su interior como una planta carnivora, devorando su placido sueno adolescente con imagenes tan turbias que despertara ruborizada y sin aliento, humeda de anhelo por primera vez. Ni siquiera me ha visto con la suficiente claridad para poder identificarme despues, en la siguiente ocasion, pero confio en que recordara mi voz cuando pase dentro de unos dias por el atico donde reside junto a su vieja tia. Entonces comenzara su proceso de aprendizaje y devastacion. Dias despues, acorde con lo previsto, acudo a mi cita concertada por telefono (cuyo numero me ha facilitado el portero del edificio) para entrevistarme con dona Lluisa Giralt. Le llevo una botella de brandy al portero con el fin de seguir manteniendo su complice colaboracion ante cualquier imprevisto. Y el hombre se deshace obsequioso considerandome un caballero en toda regla. He preparado la visita con todo detalle. No debo mostrar demasiado interes, ni mucho menos curiosidad. Finjo que soy un profesional acostumbrado a entrevistar celebridades. La vieja dama me recibe a la puerta del atico demostrando una encomiable voluntad en agradar, un retazo de su buena educacion, apoyado el brazo izquierdo en una muleta de aluminio y el derecho en su nieta Elvira, vestida tambien para la ocasion con un juvenil atuendo que acentua su inocencia, un tesoro que yo voy a robarle muy pronto, pero no antes de que lo suplique, de que pida ser la inmolada en el sacrificio de su propia virginidad. Pasamos a una salita iluminada desde un mirador acristalado, por donde penetra la luz filtrada de la tarde atravesando los cortinajes livianos, tendidos al aire como sudarios. Tal como suponia, Elvira, que se afana en servir el te, no me ha reconocido. Sin embargo, cuando comienzo a exponer frente a la dama el motivo de mi visita, la veo de reojo ruborizarse. Acaba de recordar mi voz. Lluisa Giralt es una mujer gruesa, vestida por completo de blanco, igual que una vieja novia victoriana. La cabellera canosa, larga y lacia dividida en dos mitades y recogida con esmero por atras en un apretado mono ensartado con horquillas y peinetas. Irradia la elegancia trasnochada de las grandes divas de antano. Pasa el tiempo impedida en una butaca o en su silla de ruedas, junto al ventanal por donde puede ver, a lo lejos, por encima de la ciudad, el mar sumido en la bruma del horizonte. Vive ignorando cuanto la rodea. La frivolidad ya no encaja dentro de su anacronico mundo, porque haber llegado a mas de los noventa es una cruel fatalidad, permite que veas como la muerte se va llevando a las personas que amas y conoces, mientras eres testigo de toda esa desdicha. Elvira permanece presente durante nuestra conversacion, preguntandose si de verdad soy yo el que le susurro aquello frente al escaparate de ropa interior. He podido saber que tiene 16 anos, aunque parece mayor. Es muy hermosa, tanto de rostro como de figura; me satisface haber acertado en mi eleccion, aunque no es hacerme con su cuerpo lo que yo deseo, sino con su alma. Porque la mayor posesion de todas no ambiciona la estetica carne sino la sublime del espiritu. Durante la conversacion mantenida con la respetable dama he sabido que los padres de su sobrina fallecieron a causa de un accidente de trafico cuando ella solo tenia un ano de vida, demasiado poco para recordarlos, y por tanto ni siquiera los echa de menos. Elvira, que no viajaba con ellos aquel fatidico dia, se quedo huerfana de golpe y fue acogida por Lluisa Giralt. La chica no tiene ninguna experiencia en las anagazas que oculta el confortable aunque traicionero mundo que le rodea. Puesto que no ha conocido nunca otra cosa, Elvira considera normal su peculiar modo de vida, del acreditado colegio religioso en regimen de internado en donde cursa sus estudios, al Liceo, donde se prepara para ser bailarina de ballet; una vida semejante a la del jilguero feliz, atrapado sin pena en la jaula donde ha nacido. Mientras tomamos el te y a la vez intento convencer a su tia sobre mi sincero interes hacia su pasado de diva, Elvira todo el tiempo se remueve nerviosa en el sillon tapizado de cretona donde ha tomado asiento, presente pero callada, segun dictan las normas impuestas por ese tipo de ambito social tan enfermo de apariencias, junto a los modales aprendidos en su colegio para senoritas distinguidas. Como la taza le tiembla en la mano, Elvira la deposita sobre la mesa para que no se percate su tia. No sabe hacia donde mirar, a cualquier parte menos a mi, lo cual evidencia que la carga de profundidad enviada frente al escaparate ha estallado en su interior avivando el fuego que arde, todavia oculto, bajo su virginal imaginacion de joven adolescente. Al final de mi propuesta para rememorar el pasado de la vieja soprano, formulada con todo el tacto del mundo, Lluisa Giralt accede a evocar para mi aquellos anos con destino a un supuesto libro sobre la historia del Liceo. La dama no ha podido resistirse a mi encanto mundano, soy un persuasor nato, nadie domina como yo las claves ocultas de la comunicacion subliminal. Decir algo como senuelo para que mi oponente baje la guardia y entonces clavar el mensaje que deseo igual que un fino estilete florentino en su corazon, de modo que le convenzo usando su negativa inicial, mientras yo quedo a salvo de mi propia ponzona. Mientras la dama me despide, acompanandome con esfuerzo hasta la puerta del amplio atico donde reside, me ha tomado de la mano, afectuosa, con los ojos anegados de lagrimas. Y asi es como, para sorpresa de su sobrina, que ha permanecido muda durante toda la entrevista, contemplandome con recelo, dona Lluisa y yo acordamos la siguiente visita para continuar nuestra conversacion sobre su pasado en el mundo de la opera. Hoy he seguido a Elvira, sin que lo note, cuando salia de casa en direccion al Liceo. Tras verla desaparecer por la puerta de acceso en el callejon lateral del edificio he aguardado media hora y luego he subido hasta donde, segun me ha dicho un bedel, tienen lugar los ensayos del ballet. En la parte mas alta existe una gran sala iluminada por grandes ventanales, desde donde se aprecia una extensa vista de Barcelona. Por el suelo entarimado y alrededor de un piano de cola, corretea un grupo de chicas entre los 15 y los 17 anos, las alumnas de ballet; mientras la profesora, una mujer de unos 35, que debio ser bailarina titular en algun teatro y ahora ejerce como directora, vestida de negro igual que una institutriz, impone rigurosa su autoridad. Me quedo en el umbral, espiando los graciles movimientos, los ejercicios en la barra y frente al espejo, de unas chicas tan jovenes y en apariencia fragiles que parecen munecas de trapo y porcelana. Ya se han cambiado para el ensayo y todas lucen un conjunto similar, el maillot negro, de manga corta, cenido al cuerpo; el tutu blanco y vaporoso, como una espuma de merengue, dejando las piernas a la vista; los pies como amortajados en las zapatillas de cintas anudandose a los tobillos, euforicas como las ocas correteando alegres en un corral. Todas ellas menudas, delgadas, cuyo pecho apenas despunta cenido por el maillot, acomodandose a los androginos canones de belleza exigidos por la danza. Elvira es la mas hermosa, un cisne mezclado entre las torpidas ocas; ella es la que goza de un cuerpo mas definido, porque las imposiciones del ballet son tales, con ensayos llegando hasta los limites de la resistencia fisica, una dieta draconiana y tortuosos ejercicios que modelan el cuerpo hasta convertirlo en materia ductil para conseguir el canon de belleza, el estereotipo estetico impuesto por la pieza musical a interpretar, que algunas chicas no pueden soportarlo y caen enfermas, con bastante frecuencia de anorexia, incluso en ocasiones hepatitis. Me mantengo a distancia, oculto en la oscuridad, observando las evoluciones del grupo de ballet, a Elvira en particular, ensayando la clasica obra Coppelia, con musica del compositor frances Leo Delibes. Cuando culmina la escenificacion, y antes de que se dispersen, mientras Elvira rie alborozada con sus companeras, evocando las peripecias del ensayo, cruzo el umbral y me hago de notar. La directora, como una gallina clueca protegiendo a los polluelos, viene hacia mi preguntandose quien es el intruso que osa molestar a sus alumnas con su presencia, y como es que me han dejado subir a la sala del ensayo. Pero yo enseguida la envuelvo con el influjo de mi oscuro magnetismo. No me resulta dificil neutralizarla, porque con toda seguridad es una mujer soltera cuyo unico amor en este mundo ha sido y es el ballet, por quien desde nina lo dio todo y ahora no le queda nada en su escualido pecho, sin duda reducido en una operacion quirurgica cuando todavia era casi una nina, como hacen muchas bailarinas en ciernes para parecer mas ligeras y volatiles, y ahora se arrepiente de la imagen que ofrece, tan poco adecuada para el aprecio de los hombres. Me identifico sonriendo con indolencia premeditada: he venido para recoger a Elvira, le miento, ya que se ha hecho un poco tarde, por encargo de su tia. Entonces Elvira me ve y enrojece tan de subito que sus companeras lo notan y giran los ojos en mi direccion. Pero la directora palmea con autoridad y todas corren a cambiarse de ropa, incluida Elvira, mientras yo me quedo a la espera junto a esa mujer de rictus amargado y pecho desecado, que hoy tal vez habra sentido latir de nuevo su entumecido corazon de solterona.

  • Morir de amor de Elizabeth Lowell

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  • Donaji de Keila Ochoa Harris

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    ?Como puede un hombre enfrentar la historia y cambiar su destino?
    Cuandose topan en Oaxaca un pintor criollo frustrado y una industriosa mujerde ascendencia indigena, su encuentro desencadena una relacion queencierra mas de quinientos anos de historia. La politica inestable ylas corrientes de mitologia indigena y religion contemporaneaentrelazan el trasfondo desde el cual los protagonistas tienen quedecidir si ceder o forjar su propio destino.

  • El apartamento olvidado de S.l. Grey

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    Una escapada perfecta. La llave de un apartamento que abre un oscuro secreto.

  • Anatomia de una mente criminal de Patricia Rodriguez Reyes

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    Martina Stevenson es una sicologa forense de Medicina legal, que ademas de atender en su consulta a asesinos y violadores, tiene como habilidad perfilar acertadamente las motivaciones de los victimarios mas peligrosos del pais. Su fama la precede y aunque su dedicacion en el trabajo, le ha costado su vida personal, el exito laboral solapa cualquier momento de soledad. Martina es una mujer valiente, defensora de la igualdad de genero y de la necesidad de erradicar el machismo de raiz, lo que la anima a ser una de las pocas sicologas que osa trabajar con victimarios, pues piensa que al no hacerlo, la sociedad se quedara reparando victimas para siempre.

  • El espiritu aspero de Gonzalo Hidalgo Bayal

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    El dia en que se celebra el banquete de jubilacion de don Gumersindo, llegan a Murania viejos alumnos, se preparan discursos y las autoridades locales deciden dedicarle un libro homenaje. Durante su elaboracion, el narrador, companero de instituto, descubre que el profesor de latin, excentrico y erudito, caustico y sin embargo paladin de la cultura clasica y del trato benevolo con los alumnos, ha dejado escritos 237 folios autobiograficos. El espiritu aspero quiere ser la memoria de ese singularisimo personaje, y de todas sus circunstancias.

  • Corazon Indomable de Ayarit Gallardo

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    A traves de la descripcion deNancy su mejor amiga, conocemos aAdoracion , una mujer increible, con un caracter fuerte, pero muy apegada a su familia, quien encuentra el amor de nuevo a sus cincuenta anos de la manera mas inesperada, sin dejar de lado a David , el dueno de su alma, como le gustaba decir.Todos los lugares donde les toco vivir, enriquecieron en ella su forma de pensar y de sentir, tanto asi que al escoger el ultimo recorrido, encuentra su verdadero destino y nos ensena que el amor se puede vivir de diversas maneras.La

  • TanaLove de Bethany M. Winter

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    Tras una ruptura sentimental, que le hace tocar fondo, Lindsey decide cambiar el rumbo de su vida. Pero no sera tan facil como penso.Despues de miles de entrevistas laborales y justo cuando esta a punto de perder la esperanza, el destino le ofrece una oportunidad increible.Sin embargo, en el idilico empleo hay un grandisimo PERO. Axel, el hijo de los Dhal.Algunos de los adjetivos que describen a Axel son: tosco, hurano, esquivo, maleducado y obsesivo. Logicamente, no esta conforme con la decision de sus padres e intentara que su nueva empleada abandone el empleo antes de cumplir el plazo de prueba. Aunque eso signifique caer por segunda vez en el mismo agujero…

  • La estrella ardiente de Iris Vermeil

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    Descubre un insolito romance relatado de la mano de Iris Goldstein, una mujer poco usual para la Alemania de los anos treinta. De familia judia y humilde, detallara como es vivir en esa epoca de tanta represion e injusticia cuando el racismo y la intolerancia estan a la orden del dia. Por si fuera poco, tiene la suerte o la desgracia de conocer a Kurt Auttemberg, un joven ario de excelente posicion social. El hombre que le cambiara la vida por completo.
    ?Podra su amor soportar todas las adversidades que estan por venir?
    No te puedes perder esta fascinante novela llena de emociones, traiciones, amistad y perdon.

  • Enamorada de mi jefe (Los Graham 2) de Mia Del Valle

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    El destino una y otra vez se empenaba en decirnos que debiamos de estar juntos, y una y otra vez nosotros no lo escuchabamos, justificando nuestros encuentros como simples casualidades de la vida, o que la ciudad en la que viviamos era muy pequena. Pero aunque intentaramos alejarnos, ese cruel y estupido hilo rojo del que muchos hablan no dejaba de guiarnos a los brazos del otro.
    Mi nombre es Susan Williams, tengo cuarenta y dos anos de edad, y a la fecha ostento todos los estados civiles existentes, incluido el de amante <> fuera de eso soy una mujer comun y corriente, economista de profesion, amante de la moda y del buen vino, pero antes que comiencen a leer esta novela me gustaria advertirles que lo que estan a punto de descubrir no se trata de una simple historia mas, esta es mi vida... espero sepan comprender.

  • Una casa al sur de Munich de Lola Munoz

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    Elena Morey, una joven estudiante espanola, viaja a Munich para perfeccionar su aleman trabajando como au pair.
    En un desafortunado incidente durante la Oktoberfest conoce a Gerhard Huber, un atractivo ingeniero con el que inicia una intensa pero complicada relacion.
    La desaparicion de su vecina, Aileen Bauman, hace que la policia empiece a investigar su entorno. Los extranos comportamientos de quienes le rodean le llevan a sospechar de todos, incluso del hombre del que no ha podido evitar enamorarse.
    Una espiral de intrigas, pasiones, infidelidades y ambiciones que estara a punto de terminar con su vida.

  • Cicatrices inutiles de Juan David Morgan

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    En 1989 Estados Unidos intervino militarmente en Panama para acabar con el gobierno dictatorial de Noriega, antiguo colaborador de la CIA. Cicatrices inutiles es la novela sobre este evento fundamental de la historia reciente de America Latina.