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    Una vida de lujo y comodidades en los Hampton, de eso disfruta Gabriel, un joven rebelde y egoista.Decide que ha llegado el momento de cambiar.Y cuando esta empezando a valerse por si mismo, alguien le ofrece un extrano trabajo.Comienza entonces para el un viaje sin destino, donde su futuro depende del pasado de otros, donde el misterio y la muerte le acechan, y toda la humanidad depende de una decision. Por primera vez se sentira prisionero de sus propios sentimientos,y sin buscarlo se encuentra con un desafio mayor:el amor. Las cosas se pondran muy dificiles, y su corazon le hara sufrir por la duda y la confusion.

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  • Pasiones en Bayeux de Beatriz Sobrino De Mingo

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    Diandra es una joven licenciada en arte, una mujer apasionada y valiente, que conoce a la perfeccion secretos y debilidades de otras personas, pero desconoce los suyos propios. Su viaje a Paris nos sumerge a traves de su experiencia, en el gran misterio que encierra su existencia. Otros viven su vida privando asi a Diandra de su felicidad, y disfrutan de algo que solo a ella le pertenece. A traves de museos, sufrimiento y confusion sera conocedora de la unica verdad, la suya, la que dara finalmente sentido a su vida en este mundo. Mediante un sobrecogedor recorrido por la historia de otros descubrira un gran enigma guardado por siglos.

  • Siroco, Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Natalia lleva meses recorriendo el mundo junto con su amiga Agustina, sin tener un destino fijo, sin preocuparse por otra cosa que no sea disfrutar de los lugares a los que el viento las ha arrastrado. Cuando estan a punto de regresar a su pais, les ofrecen trabajar como camareras para la escuderia Bravio.

  • La decision de Blanca de Teresa Cameselle

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    Cogidas del brazo, Blanca e Ines caminaban siguiendo los pasos de sus familiares, de regreso a casa tras la merienda en la nueva cafeteria de la calle Real. Hacian una hermosa pareja, una morena y la otra rubia; alta y esbelta la primera, se veia obligada a acortar sus andares atleticos y vigorosos, en beneficio de su amiga, mas baja y delicada, de generosas curvas que provocaban suspiros y descaradas miradas a su paso. --Me alegro mucho de ver a tu tia mejor --dijo Ines, senalando con el menton a las mujeres que la adelantaban, acurrucandose mas contra el costado de Blanca, cuando una brisa fria y salobre les llego desde el puerto. --Si, estos dias esta mas animada --Blanca levanto el rostro y respiro hondo, llenandose los pulmones de aquel aire vigorizante--. Papa ha aceptado tomarse la medicacion. No hacian falta mayores explicaciones. Ines era la unica persona a la que nunca le ocultaba nada, ni los arrebatos enloquecidos de su padre cuando la vida se le hacia cuesta arriba, ni las amenazas constantes de su tia Angustias, harta de lidiar con el pobre loco de su hermano, con las escasas rentas y con la vida en una ciudad que la hacia sentirse muy humilde, ignorante y desubicada. Por suerte ella tambien habia encontrado una buena compania en la madre de su amiga, una dama tan dulce como la hija, tranquila y comprensiva, que sabia escuchar y no juzgar. --Te has quedado muy callada. Blanca salio de su ensimismamiento, ofreciendo una sonrisa torcida a su acompanante. --?Te ha parecido tan apuesto el hermanastro de Elisa Montalbo? --pregunto por hablar de algo. Aquella tarde, mientras merendaban, su antigua conocida se habia presentado en la cafeteria del brazo de un elegante caballero llamado Damian Lizandra, hijo del tercer esposo de su madre. --No se puede decir que sea feo. --Ines abrio los ojos con gesto apreciativo. --Bueno, a Marinita casi le caia la baba mientras lo miraba. --Que mala eres. Rieron las dos a pesar del reproche. Ambas sabian que su amiga buscaba desesperadamente un buen partido para casarse, le horrorizaba cumplir veinte anos sin estar al menos comprometida en firme. --?Y Mercedes? Parecia incomoda en su presencia. --Si, no creo que ella este interesada. Dejemos, pues, que se lo quede Marinita. Por un momento, la brisa se convirtio en un pequeno vendaval que a punto estuvo de deshacer sus peinados, enredandoles las largas faldas entre las piernas. --Que tiempo tan loco. --Y que frio hace --anadio Ines, estremeciendose al tiempo que se pegaba al costado de Blanca. La morena la miro con gesto carinoso y acaricio la mano que apoyaba sobre su brazo. --Si, mucho frio, aqui nunca llega la primavera. Las dos sabian que Blanca no era nada friolera y que en realidad no tenian prisa por que llegara el buen tiempo, porque entonces no tendrian excusa para pasear de aquel modo, pegadas la una a la otra, contandose las intimidades que no confesarian a ninguna otra persona. Pocas eran, si, las personas de la confianza de la morena, a las que abriese su corazon y sus pensamientos mas privados. Desde el fallecimiento de su madre anos atras, su vida se habia convertido en un torbellino entre las manias de un lunatico y el desapego de su tia, una solterona amargada que no ofrecia apoyo ni consuelo a su joven sobrina, desconcertada por la locura de su padre. Los dias apacibles como aquel eran escasos en la vida de Blanca desde su mas tierna infancia, por eso los valoraba tanto, y dejaba de lado su cara mas amarga y mordaz para mostrarse tal cual era: amable, carinosa, agradecida por el afecto recibido, pero solo ante Ines, su hermana del alma. --Tengo la extrana impresion de que algo va a cambiar en nuestras vidas. Sabes que no soy supersticiosa, pero esto es lo que mi madre llamaba tener un palpito. --?Te late fuerte el corazon? Al final va a resultar que te han impresionado los ojos azules de Damian Lizandra. Blanca nego con la cabeza, divertida. --Tendremos sorpresas en los proximos meses, ya lo veras, y entonces no te burlaras de mis palabras. Las dos mujeres mayores se habian detenido a esperarlas, despidiendose ya por la hora avanzada de la tarde, tiritando tambien ante aquel viento fresco e inesperado. --Si aciertas, tendras que poner una de esas consultas para adivinar el futuro, con mesas de tres patas y luces que se encienden y apagan misteriosamente. Entonces te llamaremos <>, y tendras que usar un turbante de seda. A pesar de sus bromas, Ines beso con carino a su amiga, antes de soltarla para enlazar el brazo de su madre. Se despidieron, encaminando sus pasos en direcciones contrarias. Mientras la rubia y su madre seguian por la zona de la Pescaderia hacia las nuevas calles, mas amplias y soleadas, Blanca y su tia regresaron por donde habian llegado, cruzando la calle Real hasta la de Tabernas, donde vivian. En la casa no habia novedad, aunque Blanca siempre entraba con el corazon en vilo preguntandose que encontrarian. Recostado en una butaca, su padre dormitaba, con la chaqueta manchada de ceniza de un cigarro que mantenia apagado entre sus dedos. Se acerco, dudando si despertarlo. --Dejalo dormir --le ordeno la tia--. Mientras descansa el descansamos nosotras. --Despues se desvelara toda la noche. La mujer mayor apreto la boca en un gesto obstinado que contenia una buena cantidad de desprecio y se alejo hacia su dormitorio sin anadir ni una palabra. Blanca acaricio la cara de su padre, palpando la piel calida en la frente y la mejilla, dejando deslizar sus dedos entre la tupida y desordenada barba. Tenia buena temperatura, desde que tomaba regularmente la medicina no habian vuelto los ataques, ni las subidas repentinas de fiebre que le enrojecian el rostro y lo hacian sudar como si tuviera un fuego por dentro que lo consumiera. En esas ocasiones, cuando la locura se apoderaba de el y comenzaba a lanzar objetos, o a gritar horribles juramentos, ella trataba de convertirse en su madre, serena y paciente, tratando de calmarlo con buenas palabras y toda la paciencia del mundo. Pero Blanca no era su madre. Y tenia marcas en su cuerpo para demostrarlo. --Papa --le susurro, moviendolo suavemente--. Papa, despierta, es hora de cenar. --Dejame. --Ya sabes que despues no duermes por la noche. --Estoy bien asi. --Papa... --!Que me dejes! La costumbre la hizo moverse justo a tiempo de esquivar su mano. Trastabillo y cayo sentada sobre la alfombra, mirando al hombre que por fin despertaba con ojos desorbitados, manoteando a su alrededor como si quisiera librarse de ataduras invisibles. --Papa, soy yo... --?Que ha pasado? ?Donde estoy? ?Que...? Logro centrar la vista en ella y al momento dejo de moverse, volviendo a recostarse en la butaca. --?Estas bien? Lo vio llevarse las manos a la cara y frotarse los ojos y las sienes. --La pregunta es: ?estas tu bien? Sus ojos color de chocolate, identicos a los de su hija, se posaron en ella, mas calmados de lo que se esperaba. --Estoy bien --Blanca se incorporo, arrodillandose al pie de su padre, poniendole las manos sobre las piernas--. Perdona por haberte despertado. El extendio su mano grande, ahora despacio, como si supiera cuanto miedo le producia a su hija, y envolvio las dos pequenas y delicadas que se apretaban sobre su pantalon. --Has hecho bien. Despues me cuesta dormirme de noche. Blanca asintio, ofreciendole una sonrisa tremula. --?Que tal el paseo? ?Lo has pasado bien con tus amigas? Ella asintio y al momento le estaba contando lo bueno que era el chocolate de aquella cafeteria fina de la calle Real, el frio que hacia en la calle y un monton de nimiedades sin importancia ninguna. Eran tan pocas las ocasiones en que podian hablar tranquilamente, sin que ninguna idea extrana se cruzara en la mente de su padre, convirtiendole en un ser irracional y peligroso, que las atesoraba y trataba de alargarlas al maximo. Despues vendria la tia Angustias a reganarla por no preparar la cena, pero ahora estaba disfrutando del mejor momento del dia, y no pensaba desperdiciarlo. Capitulo 2 Camino de casa, Carlos Figueroa se encontraba mas que orgulloso de llevar del brazo a su joven hija. Gloria era lo unico que le habia quedado de su querida esposa y por eso la adoraba, o al menos eso solia decir el en publico. En realidad, los anos que llevaba viudo habian suavizado el recuerdo de aquella dama delicadisima, quejicosa y de mala salud, que desde el nacimiento de su unica hija habia decidido encerrarse en su alcoba, enferma perpetua, a la que los medicos no encontraban mas remedio que tratar de curar sus nervios, puesto que no mostraba sintomas de enfermedad fisica alguna. Al final, cuando verdaderamente su estado se volvio grave, nadie le presto demasiada atencion, acostumbrados a sus quejas constantes, y la mujer fallecio entre suspiros, convertida en martir por su propio deseo. En los casi diez anos transcurridos, el viudo, aun joven y atractivo, no habia tenido tiempo ni ganas de buscar una segunda esposa. Sus dias se consumian entre las paredes de la redaccion del periodico que dirigia, y en casa tenia un ama y una doncella que se ocupaban de que todo estuviera perfecto. En cuanto a la compania, le bastaba con la de su hija adorada, a la que habia malcriado, convirtiendola en su propio reflejo. Mejor asi, se justificaba a si mismo cuando le entraban dudas sobre la conveniencia del exceso de educacion que Gloria habia recibido. Preferia a aquella muchacha culta, inquieta, llena de vida, antes que a la mustia flor que habia sido su difunta madre. --Padre, dime una cosa, ?quien es Aldrey? --se atrevio a preguntar Gloria, despues de un largo silencio. --?Que quieres decir? Aldrey es un empleado, como los otros. No entiendo tu pregunta. ?Hay algun problema con el? --No, no, ninguno. Solo me preguntaba de donde ha salido. ?Conoces a su familia? ?Son de La Coruna? He estado pensando, y no recuerdo si conocemos a ningun otro Aldrey. --Solo se que es un buen trabajador, tiene estudios y lo mismo redacta una noticia que trabaja en la imprenta. Es lo unico que me interesa de el y lo unico que deberia interesarte a ti, nina. En realidad, Carlos sabia bastante mas sobre su joven empleado, pero dentro de su contrato se habia acordado que nunca se haria mencion a su especial situacion y, conociendo a su deslenguada hija, sabia que, si llegaba a confiarselo, no tardaria demasiado en pedirle explicaciones a Aldrey sobre su secreto familiar. --Si a mi no me interesa nada lo que Aldrey haga o deje de hacer, padre, por supuesto que no. Gloria aligero el paso, obligando a su padre a igualarla, con las mejillas repentinamente arreboladas, lo que llevo a Carlos a preguntarse con inquietud si aquella negativa rotunda de su hija significaba exactamente lo contrario de lo que ella habia expresado. Recordo que le faltaban pocos meses para cumplir veinte anos, era una jovencita en edad de merecer y no seria de extranar que comenzaran a aparecer pretendientes interesados en ella. ?Que iba a ser de el cuando su queridisima hija abandonase la casa convertida en la esposa de algun afortunado joven? Era algo que le causaba demasiada pesadumbre, asi que decidio descartar la idea. --Mercedes Montenegro me ha invitado a su casa el viernes por la tarde, quiere que conozca a una amiga suya, Blanca Fontela. Carlos asintio complacido. Le hacia feliz que por fin su hija hubiese encontrado una amiga a su altura intelectual, alguien de su edad con quien podia conversar y divertirse, para salir un poco de su circulo cerrado de familiares y periodistas. La joven Montenegro escribia como el mejor de sus redactores y tenia inquietudes sorprendentes, como ese interes por las teorias de Charles Darwin, pero no por eso parecia descuidar su vida social, algo que Gloria desconocia por completo.

  • Mariposas en tu estomago (Octava entrega) de Natalie Convers de

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    <<... de pronto un conejo blanco con grandes ojos rosados se cruzo ante ella. En realidad no habia nada de extrano en ello y Alicia no se sorprendio ni siquiera cuando le oyo decir: !Ay, Dios mio, que tarde se me esta haciendo! Y aunque mas tarde, al recordarlo, le choco que no le hubiera sorprendido, lo cierto es que en aquel momento le parecio de lo mas natural. Y fue entonces cuando el conejo saco un reloj de bolsillo de su chaleco para consultar la hora, antes de echar a correr de nuevo, y solo entonces se dio cuenta la nina de que nunca en su vida habia visto un conejo con chaleco ni, mucho menos, con reloj de bolsillo. Alicia se levanto de un brinco y, muerta de la curiosidad, corrio por la pradera hacia el lugar donde se encontraba el conejo, y llego justo a tiempo de verle desaparecer por una gran madriguera que se abria al pie de un seto. Y no tardo Alicia en seguirle...>> Alicia en el Pais de las Maravillas. LEWIS CARROLL Cuarenta y cinco minutos antes... Hay alguien parado frente al estudio de Alex. Su pose relajada, aunque firme en los puntos precisos del cuerpo, parece indicar un fuerte dominio de si mismo y del mundo que lo rodea, una actitud de la que solo pueden presumir los senores de la alta aristocracia del siglo XVIII en las novelas romanticas. Pero no es solo eso lo que me lleva a no delatar mi presencia todavia, no... Su vestimenta impecable e incluso un poco excentrica posee un aire como de dandi ingles moderno de quien busca la sofisticacion hasta el extremo de destacar. Todo esto y lo anterior hace que opte por ser precavida. Continuo mi escrutinio y observo sus hombros, que no dejan de resultar masculinos, a pesar de no ser muy amplios. Una linea ancha y en diagonal de color granate recorre la camisa azul claro en la parte superior de su espalda, como un tajo hecho en la piel, hasta donde llega peinado en una coleta su lustroso cabello, tan oscuro como las alas de un cuervo. Un escalofrio viaja por mi espina dorsal. Trago saliva. Ajeno a mi examen, el hombre se mantiene con una expresion neutra mientras se apoya en lo que al principio me parece un baston, pero que al entrecerrar los ojos comprendo que es, en realidad, un paraguas de color cafe. Su extravagante comportamiento y la postura que adopta le confieren un aura de misterio y peligro que me produce una oleada de desconfianza. De repente, el hombre alza la vista al cielo; la mano libre le hace las veces de visera sobre los ojos, a pesar de que el sol esta cubierto. Hipnotizada por ese gesto que parece tan natural, sigo su mirada. El techo terraqueo parece casi euforico con sus irregulares jirones de nubes cada vez mas oscuros en movimiento, como si danzaran algun tipo de baile exotico y secreto que nadie mas, excepto sus grises nubarrones, igual que amantes, puede ejecutar. El corazon me palpita mas fuerte ante la expectativa de que pronto caera una encomiable tormenta, y no puedo evitar contagiarme de ese despliegue de animosidad, porque a pesar de que los dias de lluvia no siempre han gozado de buena reputacion entre la gente de la ciudad, para mi hay una pequena metafora en las tormentas. Son senal de que algo importante va a ocurrir en cualquier momento, pero tambien de que algo esta a punto de acabar. De forma inesperada, el hombre se vuelve, aun con la cabeza inclinada, de modo que no me ve. No obstante, me sobresalto un poco al reconocer su nariz aguilena, la cual podria hacerle pasar casi por el mismisimo Adrien Brody de ser unos centimetros mas alto... --!Cara de rata! --digo en voz alta de manera descuidada. No me quedo para comprobar si me ha oido. De inmediato me llevo las manos a la boca, me muerdo con los incisivos superiores el labio inferior como si no fuera suficiente y salgo corriendo avergonzada hasta refugiarme detras de dos contenedores de basura cercanos. Una vez que me he dejado caer poco a poco y sin hacer ruido sobre uno de los lados del segundo contenedor, los ojos se me cierran y trato de captar el sonido de pasos, de respiracion; en resumen, de cualquier cosa que pueda delatar que el me ha seguido. Pero los segundos transcurren mientras siento cada latido de mi corazon, que bombea sangre con fuerza por mis munecas, por mi pecho e incluso por mi boca, y nada sucede. Hago acopio de una valentia que no siento, inclino la cabeza hacia el lado derecho y me obligo a echar un vistazo. Hugh, el antiguo galerista de Alex, continua alli plantado frente al estudio. Un repentino sudor frio hace que me hormiguee la piel en la nuca. Ha faltado poco... Suspiro de alivio, aunque no demasiado fuerte. Por algun motivo, mi instinto me dice que el me reconocera si me ve, porque no fui precisamente un alarde de elegancia y decoro la primera vez que nos cruzamos en Londres durante la exposicion de Alex. Con solo recordarlo, noto calor en las mejillas. Por suerte, esta misma manana Alex ha salido temprano de mi casa y, en lugar de dirigirse al estudio como de costumbre, ha ido directo a reunirse con su madre con la promesa de que intentaria por fin hablar sin mas mentiras con ella. Esbozo una sonrisa sarcastica al recordar nuestra ultima conversacion. --!Eh, mi musa! Si mi madre te ve, enloquecera antes de que yo pueda decir la primera palabra. Solo seras una distraccion --me explico Alex en tono condescendiente, y luego se acerco para acariciarme la cabeza dado que yo no respondia, pero me aparte: no estaba de humor para ser lisonjeada como un gato ni para corresponderle. Aquellas palabras con las que Alex habia puesto fin a nuestra discusion me dolieron, y provocaron un extrano y frio distanciamiento entre los dos que aun no puedo quitarme de la cabeza. Y si bien accedi a no acompanarlo, todavia me preocupa el modo como Alex pueda manejar la situacion. Con su caracter a veces ironico, en otras ocasiones apasionado, pero tambien obstinado y versatil, imagino que puede estar ocurriendo en estos momentos cualquier cosa. No obstante, una parte de mi, resentida por todos los rechazos de la madre de Alex, se retuerce de jubilo. Por una vez dejo que todas mis emociones se liberen y me atrevo a pensar que quiza ella se lo merezca. De repente, un ruido peculiar, del tipo que produce una puerta oxidada al abrirse, me devuelve a la realidad. Centro mi atencion en la figura inmovil del agente de arte con curiosidad. Dado que Alex me comento que Hugh, nada mas llegar a Espana, ha tratado todo el tiempo de contactar con el, y Alex no ha respondido a ninguna de sus llamadas o mensajes, ni siquiera me resulta raro ver que al fin Hugh ha decidido ir a buscarlo directamente a su estudio. Pero me fijo en que todavia no se ha movido ni un poco de su sitio, y empiezo a dudar si ese ruido que he oido solo ha sido parte de mi imaginacion. De pronto, Hugh vuelve la cabeza a ambos lados con la mirada en alerta al igual que un halcon, lo que me obliga a esconderme de nuevo. Pero cuando me asomo otra vez, el ya no esta. Reprimo un gemido de sorpresa. !Oh, Dios mio! ?Donde ha podido meterse? Todavia sin entender que ha sucedido, me arriesgo a salir de mi refugio para localizarlo. No obstante, es como si una sombra se lo hubiera tragado. Y ahora que no esta, toda la calle parece permanecer bajo el hechizo de un silencio que engulle a otro silencio mucho mayor, mas profundo e inquietante, porque en estos momentos no hay coches u otras personas que circulen por la acera, ni gorriones y palomas que peleen por migajas de pan en el suelo, solo yo.

  • Irresistible 1 de Robyn Hill

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    Aunque siempre me he sentido un privilegiado en la vida, el dia que aterrice en Las Vegas maldije mi mala suerte. Despues de dos meses en Nueva York, en un centro de desintoxicacion por consumo de cocaina, habia decidido trasladarme a la ciudad del pecado. Alli me aguardaba un productor musical con un contrato para cantar en un casino y publicar un disco. Estaba entusiasmado, deseando empezar cuanto antes. Por desgracia, todo eso se habia evaporado de repente, pero empezare por el principio. Para quienes no me conozcais, mi nombre es Eric Cassel, naci en Paris, tengo treinta anos y fui un jugador de futbol muy reconocido durante ocho anos, e incluso llegue a ser internacional en cien partidos. El futbol para mi no fue mas que un medio para lograr mi independencia economica, si, me gustaba, sin embargo, no era mi autentica pasion. Aquello que siempre me ha hecho sentir vivo es cantar. Desde pequeno me gustaba coger el mando a distancia del televisor e imaginar que cantaba como Frank Sinatra, mi idolo, frente a miles de personas. Pero casi sin darme cuenta, el futbol se cruzo en mi camino y devoro todo mi tiempo libre, aunque yo sabia dentro de mi que, tarde o temprano, acabaria cumpliendo mi destino. Cuando festejabamos en cualquier discoteca la consecucion de algun titulo con mi equipo, el Paris Saint Germain, me encantaba apoderarme del microfono y cantar <>. !Que bien lo pasaba! Magnifique! Aun asi, en aquellos tiempos cantar lo hacia solo de vez en cuando, por diversion. Una lesion me obligo a retirarme del futbol hace dos anos y, sin la necesidad de trabajar en la vida, el cine me pico la curiosidad, ya que siempre me habian ofrecido papeles para protagonizar peliculas debido a mi agraciado fisico y a mi fama. Fue una etapa muy divertida, pero cuando me llamaron de un festival de cine de Nueva York para ser jurado a ultima hora sustituyendo a un importante director frances, entendi que era una senal del destino. En cuanto pise la ciudad, me deje contagiar por la electrizante energia que desprende cada rincon y supe que habia llegado el momento de probar un nuevo desafio empezando de cero. La suerte quiso que despues de cantar, por casualidad, en un bar de moda de Manhattan, un productor se acercase para ofrecerme cantar en Las Vegas en un casino de su propiedad y, si triunfaba, publicar un disco. No me sorprendio que esto ocurriera en Estados Unidos, la tierra de las oportunidades, asi que le dije que si inmediatamente. Por desgracia, una noche loca que disfrutaba de la compania de dos amigas, me arrestaron en plena calle con dos gramos de cocaina. Despues de arduas negociaciones con la fiscalia, mis abogados lograron un excelente trato: una fuerte multa economica de cuatro ceros, dos meses en una clinica de desintoxicacion y continuar en posesion de mi visado de turista. Asi pues, en junio aterrizaba por primera vez en Las Vegas. Despues de registrarme en una suite en el MGM, alquile un Ferrari para acudir a la oficina del productor, en el centro comercial Fashion Show. Me encontraba entusiasmado, con mariposas en el estomago, imaginandome en un gran escenario ante miles de personas. En cuanto sali de las escaleras mecanicas, me quede con la boca abierta. Se habia formado un tumulto de gente, y de ahi, de repente, salieron dos policias escoltando a un hombre corpulento y calvo: el productor que habia conocido en Nueva York. Merde! Pregunte a una mujer y me comento que, al parecer, lo habian detenido por estafa. Toda mi ilusion se vino de abajo de pronto. Sintiendo una profunda decepcion, decidi pensar en mi siguiente paso mientras regresaba conduciendo por El Strip, la avenida principal de Las Vegas. Podia regresar a Paris, pero alli los medios me verian como el exfutbolista millonario que canta por capricho. Tambien podia permanecer en Las Vegas y encontrar un sitio donde cantar, si, seria divertido seguir los pasos de Frank Sinatra. Ademas, a cada paso me cruzaba con bellisimas mujeres buscando amour. Me resultaba imposible vivir tiempos prolongados sin la calidez y el aroma femenino. Conquistar a una mujer es un manantial de fuertes sensaciones, y algo a lo que nunca podria renunciar. Necesitaba el placer suculento de su piel, por eso queria estrenar cuanto antes la cama matrimonial con una noche eterna de lujuria y desenfreno. En cuanto llegue a la suite, encendi el televisor. Odio el silencio y siempre necesito bullicio a mi alrededor. Ordene que el servicio de habitaciones me trajera una botella de Dom Perignon, mi champana favorito, y la puse a enfriar en la nevera. En ese momento llamo mi madre al telefono del dormitorio. --?Cuando te vas a casar, Eric? --fue lo primero que dijo--. Quiero que me des nietos de una vez. Estoy cansada de esperar, no quiero morirme sin nietos. Suspire. Mi madre siempre con la misma cancion. Esposa, hijos, hogar... --Mama, acabo de llegar a Las Vegas. Aun no he encontrado a la mujer ideal, ya te lo he dicho --dije mientras me sentaba sobre la cama y me quitaba los zapatos. --!Ya no quiero que me presentes mas a tus novias! --dijo con enfado--. La proxima mujer que conozca sera mi futura nuera, que ya me queda poco para pasar a mejor vida. --Mama, que solo tienes sesenta anos... --dije negando con la cabeza. A mi madre le encantaba el drama. --Hijo, nunca se sabe. --Mama, te quiero muchisimo y te echo mucho de menos, pero primero he de encontrar a esa mujer que haga sonar mi corazon. Ahora tu eres la mujer mas importante de mi vida --dije con una sonrisa, sabiendo como agradarla. --Oh, callate --dijo mi madre riendo--. Siempre consigues que se pase mi enfado. --?Cuando vendras a visitarme? --En cuanto me tome unas vacaciones... --Deja el trabajo de una vez, yo te mantendre. Sabes que el dinero no es problema, mama. En ese momento llamaron a la puerta. Sin duda, seria room service con mi Dom Perignon. --Me gusta mi trabajo, Eric. En casa me aburriria, echaria de menos a mis pacientes. Ser enfermera es mi vocacion. --Esta bien, como quieras --dije sabiendo que seria imposible convencerla--. Te dejo, que llaman a la puerta. Luego hablamos. Un beso. --Un beso, hijo. Cuidate. *** Despues de almorzar en el hotel, decidi pasear por el casino del MGM. Mi plan era hablar con la gente y descubrir un bar donde pudiera cantar, aunque fuese en modo karaoke. Me era indiferente si me pagaban un salario o no, con acudir todas las noches y disponer de un publico entregado, me daba por satisfecho. Yo solo queria hacer aquello que de verdad me complacia. Muy cerca de la entrada me llamo la atencion la jaula de cristal habitada por leones reales. Los turistas se fotografiaban sin cesar; a todos les parecia divertido encontrarse animales salvajes al lado de las slot machines. Enfrente se situaba una pared con decenas de televisores y, en cada uno, se retransmitia un acontecimiento deportivo distinto. Los empleados atendian a los jugadores que formaban una fila india esperando con resignacion su turno para apostar. Rios de gente iban y venian en medio de luces y sonidos hipnoticos. Las mujeres me miraban sin disimulo, y yo les saludaba con un guino o un movimiento educado de cabeza. Oh, femmes... Estableci contacto visual con una bella camarera de ojos verdes, que se acerco cimbreando las caderas y bandeja en mano. --Hola, guapo, ?quieres algo para beber? --me pregunto con una sonrisa seductora. --Si, un kamikaze, por favor. Era mi coctel favorito para empezar las fiestas. Se trataba de una racion generosa de vodka, zumo de limon, jarabe natural y escarchado con azucar. Mmm... sensationnel. Pero no solo habia llamado a la atractiva para ordenar una bebida, si trabajaba en Las Vegas debia conocer bien la ciudad del pecado. --Me encantan tus ojos, ?como te llamas? --pregunte cogiendola de la mano y mirandola fijamente. Observe como sus pupilas se dilataban, lo que solo podia significar que le atraia. --Pamela --dijo inclinandose hacia mi. --Pamela --repeti lentamente su nombre--. Dime un bar donde pueda cantar y pasarlo bien. La camarera se quedo pensativa durante unos segundos mientras yo la desnudaba con la mirada. De su preciosa boca salio finalmente una direccion. --En Town Square hay un bar que se llama Yesterday. Una vez fui con mis amigos y pasamos una noche muy divertida con la musica de los noventa --dijo apoyando su mano sobre mi pecho. --Genial. Gracias, Pamela --dije mostrando mi mejor sonrisa. --No te vayas muy lejos, ahora te traigo tu bebida... Pamela me dio la espalda y observe de nuevo su sexy contoneo. Sus gluteos eran firmes y se movian con una gracia que embrujaba. Suspire de amor. Mi interes en Las Vegas no era precisamente el juego, pero pisar la ciudad y no apostar, era como ir a Paris y no visitar la Torre Eiffel. Me acerque a una mesa donde un grupo de gente enfervorizada jugaba a la ruleta. Pedi cambiar cien dolares en fichas, y fui dejando montoncitos sobre el tapete, algunos en la frontera entre dos numeros. Lo ideal hubiese sido entablar conversacion solo con mujeres, pero en ese momento me parecio que una pareja se lo estaba pasando de maravilla. Decidi acercarme primero a hablar con el hombre, ya que si abordaba primero a la mujer, como es logico, se hubiese creado una tension innecesaria. --?De donde sois? --pregunte al joven, cuya edad rondaria los veinticinco anos. --De California. ?Y tu? --De Paris. ?Has estado alguna vez? --No, pero a mi y a mi mujer nos encantaria --dijo y despues se giro hacia ella--. Carino, te presento a un frances. Ella me saludo con una bonita sonrisa. --Ella es Michelle, y yo soy Sam. --Yo me llamo Eric Cassel. Michelle era un bellezon con un cuerpo escultural. Me incline a Sam y le susurre: <>. Sam me tendio la mano para que chocara las palmas, lo que los americanos llaman high five. En ese momento regreso Pamela con mi coctel kamikaze. --?Donde estabas? Pense que te habia perdido --dijo poniendo una mano sobre su cadera, como si estuviera enfadada. Sin pensarmelo dos veces, le di un beso en la mejilla, lo que le causo extraneza al principio, pero despues le parecio un gesto divertido. --En Francia solemos dar un beso en la mejilla cuando acabamos de conocer a una mujer --dije para excusarme. --Me gusta el estilo frances --dijo Pamela sin dejar de mirarme mientras me deslizaba una nota en mi chaqueta. Seguramente su numero de telefono. --?Que bebida es esa? --pregunto Michelle. --Kamizake. Pamela, por favor, trae una ronda de kamikazes para mis nuevos amigos. Yo invito --dije. Sam y Michelle vitorearon mi generosidad. Ya habia empezado a granjear amistades a las pocas horas de llegar. La decepcion por el arresto del productor estaba mas que olvidaba. La vida sigue. --?Que os parece si despues nos vamos a un bar que me ha recomendado Pamela para cantar? --pregunte rodeando por los hombros al matrimonio. --!Si! !Me apetece cantar! !Sera genial! --exclamo Michelle pegando saltitos de ilusion. Al cabo de un rato, con el alcohol de los kamikazes fluyendo por nuestras venas nos apeamos del Ferrari en frente del Yesterday. Senti un cosquilleo en el estomago, como el que sufren los artistas antes de salir al escenario. Entre el primero y me quede unos segundos mirando el bar, procurando que todos reparasen en mi presencia. Era tambien otro truco del manual del seductor: hacerse notar, por eso habia decidido acudir con gente, para no entrar solo, lo cual me hubiera ocasionado la perdida de valor. El Yesterday era un bar no demasiado grande, con paredes decoradas con fotografias de los muchos clientes que lo habian visitado. La luz era calida y acogedora, y todos parecian disfrutar de un rato formidable. La barra se disponia en forma de u, y varios camareros se afanaban en preparar cocteles y servir nachos con queso. Al fondo, un pequeno y simple escenario para debutar en Las Vegas. No estaba mal. Michelle, Sam y yo nos sentamos en una mesa, y ordenamos las bebidas. Ellos, cervezas; yo, un Dirty Monkey, que consiste en vodka, licor de cafe, un poco de crema de whiskey, leche y platano. Enseguida pedi mi cancion: <>, del maestro Frank Sinatra. Michelle se decanto por <> de Natalie Imbruglia, y Sam decidio tomarselo con calma. Mientras llegaba nuestro turno les pregunte cuanto tiempo llevaban casados. --Un ano --dijo Sam mirando a su esposa. Michelle asintio con la cabeza. --Nos conocimos a traves de unos amigos. Fue un flechazo, en cuanto lo vi supe que era el hombre de mi vida. --Y yo la mujer de mi vida --dijo cogiendola de la mano. Se dieron un beso rapido y carinoso en los labios. De repente, me llamaron al escenario, me sentia pletorico de energia, como un nino el dia de Navidad. Sabia que los dejaria a todos asombrados con mi voz. Los primeros compases de la cancion empezaron a sonar mientras disfrutaba del escenario. Yo era el centro de atencion en ese momento y eso me encantaba. Ahora empezaba lo mas bonito, seducir al publico, amarlos y llevarlos a la cama... Mi voz empezo a llenar el bar a la vez que observaba la reaccion entusiasmada de todo el bar. A mitad de la cancion, salte del escenario a las mesas, me arrodille delante de un grupo de mujeres... Asi debia sentirse Frank Sinatra en sus inicios. Pero esto no fue lo mas increible, cuando termine la actuacion me despedi entre apasionados aplausos. En cuanto regrese a la mesa, un hombre bajito y rechoncho se me acerco y me dijo: --Me llamo Lou Wagner. Acabo de abrir un nuevo restaurante espectaculo, y quiero contrarte. ?Que me dices? Sonrei de oreja a oreja. Esto solo podia suceder en America.

  • Dos Tontos intentando cazar a un Monstruo de Irene Peralta

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    SIGLO XV
    Seline, una nomada que viaja con su arco.
    Aland que ha salido de su hogar junto con mas hombres en busca de una bestia que ha hecho estragos en su condado.
    Ambos tienen un primer encuentro muy peculiar en el que Seline no deja muy bien parado a Aland. Asi que cuando ella se une a ellos en su busqueda, comienzan una extrana relacion, mientras intentan encontrar la manera de matar a la bestia que asombrosamente a resultado ser un vampiro.Ahora Seline tiene que lidiar con haber sido rechazada en la cama, su relacion casi infantil con Aland, y todos esos nuevos sentimientos que no entiende.
    Y mientras el vampiro se hace mas fuerte e inteligente.

  • !Aparta, que no me veo de Ana Belen Canete Jimenez

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    Pasiones, celos, infidelidades, divina juventud, oportunidades de trabajo, enamoramientos… Todo ello se da cita en !APARTA, QUE NO ME VEO!, la novela romantica a la cordobesa que nos hace viajar hasta las Islas Baleares y vivir la transformacion de Ines tras su ruptura sentimental.
    La autora de Cordoba nos hace sentir, vivir y amar como lo hace la protagonista de esta novela romantica: INES.
    Ines es una joven cordobesa que lleva una vida tranquila y estable hasta que un dia de Navidad recibe un regalo en forma de foto que hace que Inesastra, su alter ego, despierte de su letargo y presa de la rabia, el dolor y la gripe acompanada de fiebre toma una decision un tanto precipitada.

  • Una sombra de duda de Leovigildo Zamora

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    Henry, un abogado, experto criminologo y analista de informacion, esta acostumbrado a resolver los crimenes mas inexplicables. Y con la llegada de un nuevo caso, va a tener que poner toda la carne en el asador si quiere salvar su bien ganada reputacion. Rockford John, un exalumno de la Universidad Estatal de California, muere en circunstancias extranas al practicar la escalada. Sus averiguaciones lo llevaran a trazar una linea recta entre los excompaneros de universidad del occiso y un supuesto y misterioso homicida.

  • Odiame de dia, amame de noche (Un romance en Londres 2) de Nieves Hidalgo

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    En esta segunda entrega de la trilogia <<Un romance en Londres>>, Nicole intenta salvar el abismo que le separa del hombre que despierta su pasion y convertir el odio en amor. Jason Rowland, vizconde de Wickford, se casa enamorado de Cassandra sin importarle sus origenes. Sin embargo, ella solo busca su titulo y su posicion. Caprichosa y despota, convierte su vida en un infierno. Cassandra ha cometido un desliz por el que puede perder cuanto tiene, por eso busca la ayuda de quien nunca le ha fallado: su hermana gemela, Nicole.

  • Todo suyo, senorita Lopez de Mariel Ruggieri

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    La senorita Lopez siempre ha tenido dudas sobre su orientacion sexual, hasta que Daniel Oliver llega a su vida con una mochila llena de problemas y unos gustos sexuales algo peculiares que ella pronto aprendera a disfrutar.

  • Notas para Grace de Brittainy C. Cherry

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    “Por y para siempre.”

  • Chica Dura de Elena Romero

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    Angela no es una mujer cualquiera.
    Es una boxeadora profesional.
    Y muy prometedora.
    Hasta que necesito dinero. Mucho.

  • Un highlander de ensueno de Kathia Iblis

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    Un viaje en el tiempo hara que Camila se encuentre con un antiguo guerrero y lo que al principio fue desconfianza despues se convirtio en amor.

  • Las luces de Assam (Aromas de te 1) de Janet Macleod Trotter

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    En las exuberantes colinas de Assam, los Belhaven sufren tanto como su plantacion de te tras la prematura muerte de la madre de la familia. Clarissa, la hija mayor, hermosa y resuelta, vive ahora entregada a su desconsolado padre y su fragil hermana.

  • Si te atrevieras a quererme de Lina Galan

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    Me llamo Paula, estoy divorciada (por suerte), no tenia un trabajo decente desde hacia anos (a pesar de mis estudios), no tengo pareja (ni ganas), ni tengo hijos (mi mayor pena).

  • El viaje de los colibries de Sue Zurita

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    Despues de casi ocho horas sentada en aquel viejo autobus intentando dormir, por fin escuche al conductor hablar por el altavoz: Bienvenidos a la ciudad de Puebla, la temperatura es de 4o centigrados y el reloj nos indica las 5:55 am, a los pasajeros que bajan, les deseamos que tengan una excelente estancia y a los que continuan su viaje a la ciudad de Mexico, tendremos un descanso de 20 minutos. Di un suspiro que contenia una mezcla de angustia y emocion, el frio calaba hasta los huesos y mi descolorida sudadera azul no tenia ningun efecto abrigador. No podia mover las manos de lo congeladas que las tenia. Intente acomodar mi cabellera, humedeci mis labios partidos y resecos, uni las manos y las coloque en la boca para darles calor con mi aliento, me pare del asiento y recogi la maleta que estaba en el portaequipajes, arriba de mi lugar y baje del autobus lentamente. Espere a que me entregaran una segunda maleta, color azul marino con ruedas ya desgastadas y camine a la salida de la terminal, aun incredula de mi osadia. Sali de la C.A.P.U. (Central de Autobuses de Puebla) y eran las siete de la manana. Las calles repletas por vendedores ambulantes, la gente que iba a prisa se tropezaba conmigo, hacian un mal gesto y me miraban como diciendo: Avanza o retrocede, pero haz algo porque justo ahi donde estas parada estorbas. Un empujon y luego otro, levante la vista y me encontre con esa extraordinaria postal que desde entonces me causa una admiracion emocional: el Popocatpetl arrodillado junto al Iztaccihuatl, parecian alcanzar el cielo, me senti tan diminuta. Y es que la leyenda que hay sobre estos volcanes enamora a cualquier visitante. Trata de aquel guerrero azteca que ama a Xochiquetzal, quien tras ser enganada sobre la muerte de su amado se casa con otro. El guerrero, al volver, vence a su enemigo en un duelo, y va en busca de Xochiquetzal, pero la encuentra muerta, ya que ella no soporto la verguenza de haber sido de otro. El se hinco a su lado y le lloro tan amargamente que del cielo cayeron piedras de fuego, la tierra temblo, y al llegar el amanecer, donde ellos estaban, aparecieron los majestuosos volcanes como simbolo de su amor eterno. Y ahi estaba yo, tan pequena como me sentia, observando cada detalle de la silueta de la mujer acostada y su guerrero a lado. Un empujon mas y una de las maletas se me escapo de las manos. En el sitio de taxi solicite uno que me llevara a un hotel cercano, preferentemente de bajo costo. Avanzamos un par de calles y llegamos a un motel de paso, que daba un aspecto de descuidado y viejo. En la recepcion un joven flaco, de dientes grandes, me dio la llave de la habitacion. Ni siquiera me sente en la cama, tenia la impresion de que esas sabanas no habian sido cambiadas en varias semanas. Con los ojos agotados, prendi el televisor y veia las noticias locales, para tratar de ubicarme como era la ciudad en estos dias. Esperaba que se hiciera un poco mas tarde para salir en busca del desayuno, un cafe y el periodico. El recepcionista que iba de salida, se monto en su bicicleta y me acompano al puesto de periodicos y me recomendo la fonda de la esquina. --Los chilaquiles rojos, son excepcionales --afirmo. Mientras degustaba los famosos chilaquiles de la senora Mari Carmen, buscaba en los clasificados un lugar donde alojarme, tenia que darme prisa para instalarme y buscar empleo. Con los pocos ahorros que traia no sobreviviria mas de un mes, asi que subraye con una pluma roja de escasa tinta, los anuncios que podrian ajustarse a mi presupuesto. Me marche sonrojada del puesto de comida, pues no me alcanzaba para dejar propina. "Av. 9 Poniente, a un par de cuadras de la Catedral, calles adoquinadas, y casas de estilo colonial, con enormes ventanales, todo Patrimonio de la Humanidad desde 1987", decia el anuncio del periodico. Me comunique a otros lugares antes de dar con esta opcion; departamentos compartidos fuera de mi presupuesto en bonitos edificios, pensiones de estudiantes economicas sin nada de privacidad. Pero en la Avenida 9 Poniente me esperaba una casa con balcones que daban a la calle, un porton grande que estaba entre abierto, un patio espacioso lleno de plantas y flores. En medio, como si todo lo anterior fuera poco, habia una fuente de querubines en sequia, rodeada por las habitaciones. Subi las anchas escaleras detras de la fuente y toque en la puerta 22. --Buen dia --salio Nora sonriente, una anciana simpatica y sin dientes, de escaso cabello ondulado y piel con machas propias de la edad --?Romina? --me pregunto. --Romina Parmeno --me presente. Estreche mi mano con la suya, me invito a pasar a su sala. Cuatro gatos ronroneaban por ahi. Me sirvio un champurrado, una bebida milenaria que se sirve caliente, de consistencia espesa y espumosa, sabia a chocolate con un ligero aroma a vainilla, justo lo que necesitaba para calmar el frio que penetraba mis huesos. La pequena sala estaba abarrotada de muebles antiguos. La alfombra, de un color grisaceo opaco, cubria el suelo, dando la impresion de no haber sido aspirada en mucho tiempo. Estornude. --!Salud! --dijo de inmediato Nora. Las paredes estaban cubiertas por repisas y jugueteros de madera repletos de gatos de porcelana y varios cuadros con fotografias en blanco y negro de una nina. El comedor estaba frente a mi y tenia un mantel rosa palido, tejido con estambre. Despues supe que Nora lo habia hecho, pues a eso se dedicaba en sus ratos libres. Algunas ocasiones un grupo de senoras, y una que otra jovencita, se reunian en el jardin a tejer. Los domingos colocaban una mesa en el zaguan y exhibian sus piezas para vender a los que pasaban por ahi. El mueble tipo consola, detras del comedor, llamo mi atencion, era precioso, del siglo XIX, que ella me platico pertenecio a su abuela, en el tenia una variedad de piezas de una vajilla de autentica Talavera poblana. Quise preguntar por la nina de las fotos pero pense que podria ser inapropiado. Salimos de ese lugar, subimos escaleras y entramos a la habitacion que yo ocuparia. --Esta es la habitacion disponible --abrio la puerta con una llavecita antigua y oxidada, rechinaron las bisagras como el llanto agudo de un nino, el cuarto era

  • El amor que deseas de Karim Zuloaga

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    Vivianne, una muchacha universitaria inteligente y de bajo perfil, se encuentra envuelta en una situacion amorosa que no ha buscado ni cree merecer. ?Como es posible que un hombre como Erian, quien despierta todos sus instintos, se cruce en su camino? Al mismo tiempo, ?como es posible que ignore su existencia? Confundida, atraer su atencion le parece demasiado bueno para ser verdad. A traves de esta historia, tomara decisiones que cambiaran para siempre la forma en que se percibe. ?Sera capaz el de borrar cicatrices que ella no quiere mostrar?; ?resultara una vez mas danado su corazon?

  • La Atadura de Vanessa Duries

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    Vanessa, estudiante de letras, siente una atraccion irresistible hacia Pierre, un hombre maduro que la introduce en el mundo de la dominacion. Con una sinceridad rayana en el candor, <>, nombre que adopta despues de su iniciacion, nos conduce primero por las sombras de la infancia, marcada por humillantes castigos, antes de relatarnos las primeras practicas sadomasoquistas. De ese modo, Vanesa Duries nos adentra, en el vinculo que ata a la sumisa a su Amo, una atadura basada en la confianza y en el absoluto respeto a los limites establecidos de comun acuerdo.

  • Alpha de Azahara Vega

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    ?Que es lo que esta haciendo esa mujer? Kenneth O'Brian dejo a un lado el periodico que estaba leyendo y miro al frente. A unos metros de donde estaban se encontraba el coche cebo que tocaba esa semana. Se sorprendio al encontrar a una mujer rondandolo, mirandolo con atencion ya que habitualmente los que caian en la trampa eran pandilleros o delincuentes comunes que pisaban los calabozos de la Comisaria varias veces al ano. --!Joder! !A donde vamos a parar! Va a ser la primera detencion de una mujer en lo que llevamos de ano. --Cierto --asintio Kenneth, mirando alternativamente a su companero de patrulla y al coche cebo en el que la mujer seguia observandolo con atencion a un palmo de distancia como si aun no supiera muy bien que hacer. Esperaba que no fuera estupida y siguiera su camino, le jodia detener a mujeres y llevaba un dia de mierda, lo unico que queria era que acabara de una vez su turno y largarse al bar de los O'Brian para beber hasta perder el conocimiento--. Pero sabes bien que no podemos actuar hasta que no entre en el coche y lo encienda. --Mierda, vaya dia que llevamos, con esta seria la numero veinte del dia. ?Como cono pueden robar un coche con las llaves puestas? A estas alturas del ano ya deberian sospechar, sobre todo tras ese programa de television de mierda en el que muestran como actua nuestra Unidad. Aun no me explico como nuestros jefes accedieron a que nos filmaran. --Pasta --respondio llanamente Kenneth, encogiendose de hombros. El mundo giraba en torno al dinero y siempre seria asi. --Pues me cago en todos por eso, ahora soy el hazmerreir en las cenas con la familia. <> -- Kenneth solto una carcajada ante el tono de voz de su amigo, ver a Luke poner voz de mujer y hacer esos gestos con las manos imitando a su hermana, con la que mantenia una extrana relacion de hermandad que mostraba el amor-odio que se tenian los dos, no tenia precio. Un dia de estos lo iba a grabar con el movil para chantajearlo cuando quedaran a tomar algo en el bar O'Brian--. Maldita arpia de los cojones. Kenneth se carcajeo unos segundos, sin dejar de mirar de reojo el coche cebo, no olvidaba ni un segundo que estaban trabajando. --Recuerda que es tu hermana, Luke. Si tus padres te oyen hablar asi de ella… --Nego con la cabeza burlandose de su amigo. Se conocian desde que coincidieron en una clase de defensa personal en la Academia de policia y desde ese dia, eran amigos. Podia asegurar que su amistad era lo mas cercano a tener un hermano pequeno al que atormentar cuando podia y al que apoyar cuando este mas lo necesitara. Era uno de sus mejores amigos y agradecia al destino que siguiera siendolo tras descubrir este su secreto. --Ya. --Este se cruzo de brazos y le miro con petulancia, antes de responderle--. No me lo recuerdes, tu por suerte no tienes a unos padres frikis de Star Wars que llamaron a sus hijos Luke y Leia, ni tienes que aguantar el pitorreo de la horda de primos que cada ano no dejan de regalarnos merchandising de esa maldita saga para burlarse de nosotros. !Joder! --Se paso la mano por los cabellos rubios, revolviendolos--. La Navidad pasada tuve que luchar contra mi primo con las espadas laser de plastico, y aguantar eso de… <>. No pudo contenerse y se echo a reir, doblandose en dos, palmeando con fuerza el volante del coche de incognito. --Maldito hijo de puta, tu riete, regodeate de mi patetica vida. Kenneth tosio varias veces, miro al frente comprobando que la mujer que vigilaban estaba rebuscando algo en su gran bolso y, se giro, comentando a su companero de patrulla: --Si, si, quejate, ?acaso no fuiste tu quien compro a tu novia un traje de Star Trek? ?Cual era? !Ah, si! Ese rojo apretado y corto que lleva la Teniente Uhura, ?no? Luke se puso rojo y abrio los ojos con una mueca de sorpresa que estuvo a punto de hacerle reir de nuevo. Era tan facil burlarse de el que todos los O'Brian le pedian que lo llevara mas a menudo al bar para poder reirse del humano. --!Maldito cabron! Me prometiste que no lo ibas a decir nunca. Kenneth se encogio de hombros y le aconsejo: --Amigo mio, si no quieres que media familia mia y yo sepamos de tus fetiches y tu amor por Star Trek, no bebas como un cosaco, y… --Joder, lo ha abierto. Ante el cambio brusco de conversacion, Kenneth se giro y miro al frente. Era cierto, la mujer habia abierto el coche y se la veia con medio cuerpo en el interior. <>, penso asombrandose al imaginarse la escena de apoyar a esa curvilinea y pequena mujer contra el coche y arrancarle la ropa para… <>. Vale que llevaba dos semanas sin sexo, le dolian las pelotas y estaba escocido al maniobrar tanto con su mano derecha, pero de eso a sonar despierto el placer que sentiria al follarse a esa humana contra el coche… Nego con la cabeza y apreto los dientes. No. El no era un cachorro que comenzaba a experimentar el influjo de la luna llena, ya era un lycan adulto que habia controlado su lado animal, pero en esos momentos le estaba resultando un poco dificil mantener tranquilo a su "gran Kenneth" que queria evolucionar y mostrarse orgulloso ante la hembra que llamo la atencion a su lobo interior. Un grunido se escucho en el coche y Luke se pego contra el cristal de la puerta del acompanante. --Joder, Kenneth, ?estas bien? ?Que cono te pasa? Te ves a un paso de saltar contra una presa. --No me pasa nada --no se reconocio, el tono de su voz se volvio mas grave, mas animal. Estaba perdiendo el control de su cuerpo y se odiaba por dentro, permitiendo que la mezcla de sentimientos: ira, rabia, deseo, necesidad… hicieran mas fuerte a su lobo. Nunca en su vida se habia sentido asi. Luke trago con dificultad y tuvo que desviar la mirada cuando los ojos de su amigo conectaron con los suyos. Habian pasado de ser negros a un amarillo que daba miedo, y verlo mostrando los dientes con esa expresion de salvaje, le recordaba que Kenneth era miembro de una familia de hombres lobo, valeee lycans como les gustaba a ellos llamarse, que vivian sin dificultad entre los humanos, solo dejando salir a su lobo los dias de luna llena en las grandes extensiones de tierra que poseian a las afueras de la ciudad. Pero en esos momentos no reconocia al siempre tranquilo e hijo de puta de su amigo. --Ummm, lo que tu digas, tio, pero si tenemos que detener a esa mujer, tu te quedas en el coche, y… --!No la vas a tocar! No lo vio venir, el agarre de acero con el que le sujeto la muneca a un paso de rompersela. Luke jadeo en alto y se quedo completamente quieto. <>. --!Ella es mia! Wuooo. Habia llegado el momento de bajar la mirada, y no enfrentarse a esos ojos amarillos, ni a esos colmillos prominentes que comenzaban a asomar entre los entreabiertos labios de Kenneth. Joder, era… espeluznante y agradecia mentalmente que su Rosa adorara los gatos, porque no podria tener un perro en su vida tras ver esos colmillos y escuchar esos grunidos de advertencia. --Ok, toda tuya, yo no la quiero, recuerda que tengo novia. Rosa es la unica a la que me tiro y espero que acepte ser mi mujer cuando le pida este fin de semana que se case conmigo. Recuerda que me ayudaste a elegir el anillo de compromiso y que vas a ser mi padrino de bodas, si no me arrancas ningun miembro del cuerpo con esos dientes tuyos y dejas de grunirme como un perro en celo. Valeee, esto ultimo lo podria haber mantenido para si mismo pero cuando estaba nervioso su lengua iba por un lado y su mente por otro y hablaba mas de la cuenta, para luego golpearse la cabeza contra la primera pared que veia por lo bocazas que era. Pero que lo llamaran hijo de puta con suerte, porque en el momento en que cerro la boca y se maldijo por dentro por no saber cuando mantener el pico cerrado, su amigo/hombre lobo a punto de aullar y mover la cola, se tenso y se mostro sorprendido, calmandose al momento. --Lo siento… --Se le veia confuso, perdido, aunque sus ojos seguian siendo amarillos, al menos habia retraido ese par de colmillos que nada tenian que envidiar a los de un lobo real--... No se que me ha sucedido… Estoy… intentando no perder el control pero mi lobo se resiste a ocultarse, solo quiere… --Se giro y miro con intensidad a la mujer que habia cerrado la puerta del coche y ahora hablaba por telefono con alguien. Luke solto un suspiro de alivio, siempre era una alegria no ser el tentempie de media tarde de un lobo y se recosto contra el asiento del copiloto, contando los minutos que faltaban para poder regresar a Comisaria y salir pitando para su casa. Cuando viera a Rosa la abrazaria y le haria el amor en cada habitacion del piso que compartian para celebrar que seguia entero y de una pieza. !Oh, si, lo juraba! --Esta bien, tio, a todos nos pasa, ver a una tia y querer follarla hasta que nos saciemos de ella. Pero recuerda que estamos trabajando y ella puede ser una posible detenida si no deja de mirar asi el coche. No me explico a que espera, o lo roba o no lo roba, es asi de simple. Kenneth esperaba que no lo robara porque si lo hacia tendria que detenerla, y cuando la tocara… iba a perder el control por completo, lo sabia, lo intuia y su lobo interior aranaba dentro de su mente aullando necesitado, reclamando a esa humana como suya. Era doloroso ver como al final sus instintos animales eran capaces de acallar su parte racional, como podia perder el juicio por culpa de su lobo. El era un hombre de treinta y seis anos, con una carrera en la policia, una casa con jardin a las afueras de la ciudad y una familia unida que matarian por protegerle, que… estaba a un paso de jadear en alto cuando miro a la cara a la mujer por primera vez. ?Conoceis esa expresion de: se quedo sin aliento? Pues era lo que le sucedio cuando la vio. --No, no, no… --murmuro sin ser consciente de hacerlo, al ver como la causante de su alterado estado se habia girado y caminaba hacia ellos con resolucion.

  • Olga de Bernhard Schlink

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    Olga nace en la parte este del imperio aleman a finales del siglo XIX, sobrevive a dos guerras mundiales y muere en extranas circunstancias. Su vida, a caballo entre dos siglos, transcurre marcada por la historia. De familia pobre, es criada por su abuela tras la temprana desaparicion de sus padres; mas adelante se enamora de Herbert, un joven de una clase social superior, cuya familia se opone a la relacion. Deberan mantener su amor en la clandestinidad y despues la relacion quedara marcada por la distancia, porque Herbert, llevado por el entusiasmo de las guerras coloniales de Bismarck, decide alistarse en el ejercito. Viajara por Africa y por America del Sur y mas tarde formara parte de una expedicion polar, mientras Olga se queda en casa y le escribe cartas.
    La novela relata la vida de la protagonista en tres partes y desde tres angulos complementarios: un narrador en tercera persona, un testimonio en primera -el de un joven que la conoce en los anos cincuenta, cuando Olga plancha para su familia- y por ultimo las cartas que la propia Olga envio durante anos a su amado, sin obtener respuesta.
    Bernhard Schlink retrata con precision y sensibilidad un alma femenina y desgrana sus anhelos, pesares y secretos, y al mismo tiempo esboza una panoramica de algunos anos cruciales de la historia alemana contemporanea, con todas sus convulsiones y claroscuros. Olga es una obra a un tiempo intima y epica, en la que se entrecruzan las pequenas cuitas personales y los grandes acontecimientos historicos, con los deslumbrantes resultados a los que nos tiene acostumbrados el autor de la exitosisima El lector.

  • ?Por que engordamos? de Maria Dolores Saavedra

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    La dietista de Carlota Corredera te da las claves de la nutricion para encontrar una dieta saludable y ajustada a tu cuerpo y edad.

  • El secreto mejor guardado de Jackson de Towanda Richardson

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    Tiffany bajo del taxi con una mueca de fastidio. El calor de agosto en Kentucky deberia haberla hecho desistir de llevar aquella ropa, pero hacia anos que Tiffany se vestia cada manana por pura intuicion y que no le importaban ni las opiniones ajenas, ni la incomodidad ni la temperatura reinante en el ambiente. Claro que Tiffany no sabia que aquel dia, su primer dia de trabajo, iba a estar presidido por una ola de calor y por un taxista negligente que no habia revisado a tiempo el sistema de aire acondicionado del coche. Cuando ya estaba a punto de olvidarlo sobre la tapiceria del asiento trasero, tomo su maletin de cuero por el asa y lo transporto (casi casi lo arrastro) hasta la garita donde le habian comunicado que debia presentarse aquel diez de agosto, a las nueve en punto de la manana. La garita de acceso a la carcel de Westmoore Fields, el penal de maxima seguridad del estado. Tiffany habia acabado su carrera de Literatura Inglesa, con no poco esfuerzo, un par de meses antes. Los estudios nunca habian sido lo suyo, pero en su casa eran el peaje innegociable para que sus padres siguieran pasandole una asignacion mensual que le permitia hacer lo que a ella mas le gustaba: comprar. Libros y ropa, fundamentalmente, aunque no hacia ascos a perfumes, maquillajes, muebles y, en general, cualquier objeto disponible en alguna seccion de unos grandes almacenes. Se habia decidido por estudiar Literatura porque leer era una de las pocas actividades que la apasionaba. Desde nina, se habia refugiado en los libros de la sensacion de abandono que los continuos viajes de sus padres le provocaban. Su familia poseia empresas a lo largo y ancho del pais, y los senores Thownsend pasaban demasiado tiempo ocupandose de asistir en ellas a reuniones de los diferentes consejos de administracion, y demasiado poco pendientes de su unica hija. Tiffany habia crecido para ser guapa y casarse bien. Asi, literalmente, se lo habia dicho su padre al cumplir dieciseis anos, durante la gran fiesta de celebracion que habian dado en la mansion de la familia en Newport, que mas bien era la gran fiesta de presentacion de Tiffany en el mercado matrimonial de la costa este. Y, bueno, ella habia cumplido mas o menos bien en lo de ser guapa -la falsa modestia servia de poco cuando la genetica habia sido tan generosa-, pero podia considerarse un completo fracaso en lo del matrimonio. Acababa de cumplir veinticuatro anos y sus experiencias con los hombres se reducian a tres novios, hijos perfectos de los amigos perfectos de sus padres perfectos, a los que habia dejado antes de sentir la tentacion de tirarse por una ventana presa del aburrimiento que le provocaban. Eran buenos chicos, eso estaba fuera de toda duda, pero no eran para ella. Tiffany sonaba con un hombre de verdad, uno que hiciera que la piel le temblara desde el cuero cabelludo hasta las puntas de los dedos de los pies. Un hombre que la hiciera sentir mujer, hermosa, fascinante... sexual. De esa otra faceta, preferia no hablar. Habia probado lo del sexo esporadico durante su estancia en Yale, pero habia conseguido el mismo conteo de orgasmos que en toda la experiencia anterior con sus novios: cero. No se podia caer mas bajo. Cuando acabo la carrera, Tiffany tuvo que tomar una decision crucial. Sus padres se lo habian dejado muy claro: en el momento en que se licenciara, debia elegir entre ser mantenida por un marido o ser autosuficiente. Ellos le cortaban el grifo, indignados con que hubiera puesto mas empeno en acabar la carrera, cuando todos sabian que los estudios no eran lo suyo, que en buscar un buen partido que los hiciera abuelos, jugara al golf con su padre y le ofreciera un nivel de vida similar a aquel al que estaba acostumbrada desde la cuna. Contra todo pronostico, Tiffany dijo que trabajaria. Que le cortaran el grifo, que ella se buscaria la forma de salir adelante. Que no queria casarse todavia, entre otras cosas, porque aun no habia encontrado al hombre que hiciera que los pelos de la nuca se le erizaran solo con mirarla fijamente. Al fin y al cabo, solo tenia veinticuatro anos. No habia prisa en la busqueda. Tiffany podia parecer una valiente, pero lo cierto fue que temblo tanto cuando comunico a sus padres su decision que tuvo que agarrar su telefono ultimo modelo con las dos manos para evitar que se le cayera al suelo. Recordo entonces que, si se rompia en mil pedazos, seria ella quien tendria que pagar un sustituto, y que su nula experiencia laboral no le proporcionaria un trabajo en el que se pudiera permitir grandes alardes. Lo cierto es que Tiffany habia sido tan valiente porque pensaba que sus padres no aceptarian. Que su padre le daria una prorroga a su nina bonita o que su madre le suplicaria al cabeza de familia que no obligara a su hija a hacer algo tan indigno para una mujer como trabajar duro. Habia una manicura que conservar y el posible futuro de Tiffany tirando hamburguesas sobre la plancha de un McDonald's no era la mejor receta para ello. Pero sus padres se habian mantenido firmes en la promesa, y la siguiente vez que Tiffany acudio a su centro comercial favorito, la tarjeta de credito aparecio como denegada en la caja. Y entro en panico, claro. Le quedaban cuatrocientos veintisiete dolares en efectivo, de los quinientos que habia tenido la suerte de retirar unos dias antes, porque siempre le gustaba tener algo de dinero suelto en casa. Aquel dia, Tiffany salio corriendo de la residencia universitaria en la que vivia desde hacia seis anos y se encontro en su buzon la carta que le comunicaba que le quedaban dieciocho dias de estancia pagada. El once de agosto, como muy tarde, debia abandonar su habitacion o abonar ella misma los dos mil seiscientos dolares que costaba el alquiler cada mes. El motivo por el que habia abandonado su habitacion con prisas se incremento. Tenia que hablar con el profesor McMillan. El era el unico profesor de toda la facultad que siempre habia mostrado interes en que ella se aplicara en los estudios, y sabia que la ayudaria a orientar su vida laboral. Entro en su despacho tan despeinada que su madre se habria horrorizado ante la idea de que presentara ese aspecto delante de un profesor. Pero su madre no estaba alli, ni tampoco al otro lado de su cuenta corriente, asi que mostrar aspecto desesperado quiza incluso la ayudara. El profesor McMillan la miro de arriba abajo, probablemente poco acostumbrado a que Tiffany no mantuviera su fachada impecable y sus modales exquisitos, y le pregunto que hacia alli. Dos horas, unos tres litros de lagrimas y dos tazas de te verde despues, Tiffany salia del edificio de la facultad de Literatura con un trabajo bajo el brazo. Seria la profesora de alfabetizacion del modulo de presos de nivel uno de la carcel de maxima seguridad de Westmoore Fields. Que Dios la cogiera confesada. No es que aquel fuera el trabajo de sus suenos. Incluso la idea de servir cafes en Starbucks a todos aquellos companeros que, sin duda, a partir de ese momento la mirarian por encima del hombro le parecia mejor que entrar en una carcel a dar clase a unos tipos que, para empezar, le daban un miedo atroz. Pero el profesor habia conseguido convencerla apelando a su autoestima, que no era una maravilla precisamente, y al hecho de que el trabajo estaba bastante mejor pagado que cualquier otro que Tiffany pudiera conseguir con su expediente academico raspadito y su experiencia laboral, que se resumia en cero dias trabajados en toda su vida. Los mismos que orgasmos disfrutados, por cierto

  • Camino de espinas de Alberto Gomez

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    Si te dijeran que te esta prohibido amar, ?lo creerias?

  • Eres solo una esclava. Reina de Aina Castillo

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    Ya vienen. Ya vienen. --No podemos tenerla aqui. La mataran. --Tenemos que hacer algo urgente. No podemos quedarnos aqui. El ruido de los pasos que avanzaban, sonaban como la marcha de la muerte. De fondo, los gritos de desesperacion que se ahogaban en las detonaciones de las armas. En la oscuridad, la discusion era llevada en susurros. A pesar del miedo que sentian, ese hermoso bebe dormia placidamente en los brazos de su madre. La mujer la envolvio aun mas porque, a pesar del terror, la noche estaba mas fria que nunca. La contemplo por un rato. La expresion de serenidad y de completo amor le hizo pensar que por un momento nada malo podria suceder. Pero no era asi, el sonido del peligro se hacia cada vez mas intenso y sabia que no habia escapatoria. --Vete. --?Pero de que hablas? --Vete, vete con la nina. Vayanse. --No te puedo dejar aqui. --Vete, te he dicho. El le tomo el rostro y una lagrima recorrio la mejilla. Ella supo que el final era inminente por mas que lo negara en su alma. --Vete... Hazlo ya. La voz fue mucho mas suave pero igual se sintio como una sentencia cruel. El dolor estaba en el aire pero eso era lo que se podia hacer. No habia otra solucion. Entonces, la mujer diviso una puerta en el medio de la oscuridad y antes de irse, giro para ver por ultima vez al hombre que siempre habia amado. Se encontro en la calle, en ese lugar que habia sido su hogar por tanto tiempo y que ahora era solo un escenario de destruccion y dolor. Los gritos aumentaban, por lo que tomo a su bebe entre los brazos para protegerla de todo lo que habia alrededor. Se convertiria en su escudo sin importar nada mas. Sorteo lugares con cuerpos y sangre, reconocio los rostros de vecinos y de las mascotas que tambien se habian convertido en parte de su familia. Casas destruidas y ese ambiente de desolacion. Ese era el futuro que le esperaba a su hija. Corrio con todas las fuerzas de su cuerpo, al mismo tiempo que sus brazos actuaban como la barrera de proteccion contra todo lo demas. Poco a poco, la mujer dejo atras aquello que tanto amaba. Recorrio caminos que no habia conocido jamas, con la sensacion de que la pesadilla aun no habia terminado... Y tenia razon. Justo cuando penso que por fin estaba lejos de todo, fue interceptada por un grupo de hombres altos y muy amenazantes. Se quedo muda y comprendio que su destino ya no era el de estar con ella, pero al menos haria el intento de salvarla. --Por favor, mirenla. Es solo una bebe. No tiene culpa de nada. Tenia los ojos cargados de lagrimas y la voz quebrada por la desesperacion. Si alguien tenia que vivir, sin duda, era la pequena. --Hagan conmigo lo que quieran, no me importa. Pero por Dios, se lo ruego, no le hagan dano. Es un ser puro e inocente. Se lo ruego, por lo que usted mas quiera. Tuvo la sensacion de que todo estaba perdido hasta que un hombre emergio entre el grupo. Ella no lo pudo detallar porque todo estaba oscuro y la angustia era demasiado grande. Entonces, el estiro los brazos para recibirla. La madre, le sonrio agradecida y antes de despedirse de ella, le dio un beso en la frente. --Estes en donde estes, siempre estaremos contigo. La dejo sobre los brazos del desconocido con la esperanza de que ella tuviera un futuro. Luego, se quedo alli de pie, mirando como su hija se separaba de ella, mientras aun dormida en la tranquilidad. Ese ligero cambio fue suficiente como para que la bebe pudiera despertar. Abrio esos grandes ojos azules y miro fijamente a esa persona que la sostenia. No lloro, no se puso inquieta, mas bien estaba tranquila y curiosa. --No te preocupes. Todo saldra bien. II El hombre subio a un coche de color negro mate mientras aun cargaba a la nina en brazos. Se quedaba mirandola, como ensimismado y se dio cuenta que queria cuidarla como si fuera el mas preciado de los tesoros. No estaba seguro de lo que habia pasado pero sintio que la amaba mas que nunca. Lo cierto es que todo el caos que habian dejado atras fue producto de un cambio que movio los cimientos de una sociedad fracturada. El mundo quedo ahogado en la oscuridad y en la incertidumbre, no habia una alternativa y solo quedo la necesidad de hacer una lucha de clases encarnecida y violenta. Era una especie de guerra civil, la cual sirvio para dividir aun mas a la gente. Los pobres contra los poderosos y, en el medio, la gente que apenas pudo salvarse al escoger de bando. Por supuesto, esto tambien represento que el futuro cambiaria por completo y para siempre. Eso, sin embargo, era solo la punta del iceberg. El conflicto social se vio bordeado por el politico y economico. La llamada burbuja exploto y acarreo un conflicto sin precedentes. No hubo oportunidad de recuperar nada, solo mirar el caos desde lejos. La crisis de los hidrocarburos tambien hizo mella, sin dejar de lado los conflictos sobre migrantes y refugiados. Poco a poco, las naciones comenzaron a aliarse entre si, con la finalidad de erigir muros para protegerse. La multiculturalidad se convertia en una especie de sombra del pasado. Gracias a ello, se hicieron movimientos civiles para purgar a esas clases "incompetentes". Ejercitos financiados por hombres de poder, se encargaron de eliminar a todo aquello que representara una potencial amenaza. La intencion era clara, se trataba de acaparar todo el control posible a traves del miedo. Los resultados se veian claramente. De esta manera, la sociedad mundial se organizo en ciudades estados y con una division social muy marcada: en el tope, los Alfas, individuos con todo el poder posible y unicos capaces de disfrutarlos privilegios de ello. Los Beta tendrian una postura menor pero hasta cierto grado influyente. Surgieron por medio de alianzas como metodo para salvarse el pellejo. Al final, tendria la ventaja de poder participar en ciertas decisiones relevantes, pero aun preservando una posicion inferior. En el fondo de la piramide, estaban los Omegas, considerados como la clase mas detestable que podria existir. Generalmente, estaba conformada por ladrones, prostitutas, drogadictos y todo aquel que no se le considerada medianamente decente o siquiera importante. Eran de lo peor y tenian que lidiar con ese destino hasta el dia de su muerte. Asi pues, luego de las purgas y de la caida de lo que se conocia en la humanidad, la sociedad volvio a resurgir de las cenizas pero de una manera radical. Ya nada seria como antes. Por ejemplo, en estas grandes ciudades-estados tambien se amurallaron entre si, con el fin de separar aun mas las clases. Los Alfas optaron por quedarse en el mejor lugar, seguidamente los Betas, ubicados en los alrededores. Los Omegas, por otro lado, fueron enviados a la periferia como si fueran desechos de la peor clase. Por ende, se resignaron a vivir en un ambiente hostil y dificil, sin la posibilidad de que pudieran mejorar sus condiciones de vida. En vista de todo aquello, el hombre negro no queria que su hija viviera entre extranos y maleantes, la queria lejos de todo aquello que pudiera corromperla. Por cuestiones de la vida, ni el ni su esposa podian concebir, asi que la llegada de esa criatura cambio todo. Por completo. --?Te parece bien? Los ojos de la mujer reflejaban una inmensa necesidad de amar. El solo verla la convencio de que era lo mejor que podia hacer por ella misma. Asi que la tomo en brazos y se quedo prendada de esos ojos grandes y azules. Tan brillantes, tan vivos. --Si... Que se quede con nosotros siempre, siempre. Siguio mirandola ensimismada por su belleza y termino por decir. --Louise... Ese sera tu nombre, Louise. La bebe sonrio como si estuviera de acuerdo con el nombre. Y desde ese momento, Louise Walker se convertiria en una de las Alfas mas importantes de ese lugar. Sus padres adoptivos hicieron lo posible por ocultar su verdadera identidad. Entonces, modificaron documentos y se inventaron una historia para hacerles entender a los demas que ciertamente se trataba de su hija. Sin embargo, estaba la constante pregunta que rondaba en el aire: "?Como lograron concebir?", esa misma que parecia ensombrecer su felicidad pero que era algo que lograban evadir de manera exitosa. Asi pues, Louise Walker crecio poco a poco rodeada de los lujos y de la tranquilidad de una sociedad Alfa que la apreciaba cada vez mas. Su caracter dulce y justo, su inteligencia y su fuerza resultaban admirables. Todo aquello vivia dentro de ella y resultaba ser conmovedor. Aunque era indudablemente encantadora, su padre se encargo de senalarle que el mundo era un lugar peligroso, por lo que tenia que aprender a defenderse de aquellas personas que estaban dispuestas a hacerle dano. --Aprenderas a pelear para que no dependas de nadie, salvo de ti misma. --?Por que? ?Acaso no tenemos personas que nos cuidan, papa? El viejo Walker recordo el momento en que su madre rogo por su vida en medio del fuego y de la muerte. Esa imagen punzo las neuronas de una manera que penso que perdia las fuerzas en las piernas. Entonces, tuvo que recordarse a si mismo que estaba alli, frente a su hija, con el fin de hacerle entender que tenia que hacerle caso

  • Ella es mia de Alejandro Diaz

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    El Punto de vista de Nick… Dominabamos los pasillos, la manada y yo… pero en el instituto nos conocen mas como el equipo de futbol. Nuestra fuerza y nuestros instintos de hombre lobo nos ganaron la mano durante los juegos, diablos, !incluso nos ponemos faciles con ellos! Si lo intentaramos tanto como cuando entrenamos juntos, !habriamos matado a toda la competencia! Jay, mi mano derecha me golpeo en el hombro, captando mi atencion. Era coreano pero alto, de 1,80 m con pelo corto estilo Mohawk negro. “Oh mira Nick, !objetivo adquirido!” Jay apunto y yo segui su brazo hasta un pequeno y debil enano en sus casilleros… es curioso lo debil que es, !especialmente comparado con nosotros! Mike, mi otro mejor amigo corrio detras del nerd, golpeandolo duro contra el piso, enviando sus lentes a mi pie. Mike se levanto y miro con alegria y admiracion su trabajo. Levante mi pie y lo aplaste contra sus gafas mientras las buscaba ciegamente. “?Que pasa cuatro ojos? ?!No puedes ver!?” Me burle de el pateando sus gafas rotas de nuevo. Si, lo se… es malo, pero somos los matones de la escuela. En nuestra defensa, esta en nuestra naturaleza salvaje elegir a los debiles para sobrevivir. Mike continuamente daba poderosos golpes al estomago del nerd hasta que empezo a toser sangre, pero todos nos reimos. La multitud comenzo a rodearnos, pero nadie se atrevio a interferir ni siquiera los profesores con el tipo de control que mi familia tiene sobre los miembros de la junta escolar! “!DETENTE! QUE ESTAS HACIENDO!” grito una chica mientras se abria paso entre la multitud y habia usado su pequeno cuerpo para tratar de proteger al nerd de mas abusos. Mi corazon fallo un latido y el tiempo parecia demasiado lento mientras mis ojos pasaban por encima de su delgado pero curvilineo cuerpo. Se cepillo el pelo rizado marron oscuro que habia caido sobre sus hermosos y grandes ojos avellanos en su mono. Mis ojos bajaron por su perfecta cara en forma de corazon hasta sus labios rosados y exuberantes… Tan besables… !Me preguntaba a que sabian! !Espera! ?!Que estoy diciendo!? Ella no puede ser… un humano es mi… mi companera! “!Ja, ja, ja! !Tienes que conseguir que tu novia te salve!” Mike bromeo y todos se rieron excepto yo, en cambio yo gruni incontrolablemente al pensar que ella era de otra persona. Instantaneamente mi manada se silencio de mi grunido alfa y se volvio hacia mi, lentamente uno por uno la mirada de realizacion y el shock se apodera de mi… !Estoy protegiendo a mi companero! dijo ella, todos la miramos con sorpresa… !Esto no puede ser posible! Ella tomo nuestro silencio como la oportunidad de ayudar al nerd y empujar a la multitud para escapar. “!Espera!” Le grite a ella. La multitud se aparto de mi camino y alli estaba ella, con los brazos del nerd alrededor de su delgada cintura para apoyarse y grunir de nuevo con rabia! !Solo queria aplastarle los sesos contra la pared por haberla tocado! ?”Espera”? ?!Para que!? !?No te has cansado de acosarnos?!” Ella estaba enfadada conmigo… !Estaba defendiendo al nerd, haciendo que me hirviera mas la sangre! Pero viendo lo sexy que era cuando estaba enojada… !!Oh, cuanto la queria!! Pero nunca quise ver ese dolor en sus ojos, !nunca mas! “Tomala, apareate con ella”, grito mi lobo interior, pero no aqui, no mientras ella todavia me odia. Antes de poder defenderme ya se habia ido… La necesitaba, !tenia que ser mia! -El Punto de vista de Eva… Salte delante de Peter para protegerlo de los patanes del equipo de futbol, pero sobre todo del capitan del equipo, Nick! Todos los dias se meten con Peter sin otra razon que su propio disfrute y hoy estaban yendo demasiado lejos!! “!Ja, ja, ja! Tienes que conseguir que tu novia te salve!” Uno de los patanes bromeo, enviando a la multitud a reirse a carcajadas que resonaban por el pasillo, pero Nick se quedo en silencio hasta que solto un grunido profundo y primitivo que silencio a todo el mundo al instante! Levante los ojos del suelo, mirando atrevidamente a Nick. Su estructura de 1,90 m permanecio intimidante sobre mi pequena estructura de 1,60 m. Aqui estaba Nick Lewis, un dios entre los hombres. Su camiseta gris se extendia por sus amplios hombros, burlandose de mi mientras abrazaba su pecho bien definido y sus duros pectorales se tensaban con cada movimiento. Mis ojos se elevaron hasta su rostro perfectamente esculpido, su pelo corto y desordenado que era tan negro como una noche, sus bellos y profundos ojos azul oscuro, !gritando por mi atencion! En ese instante, todo mi autocontrol se derramo. Los pensamientos corrian alrededor de mi cabeza mientras lo miraba, congelada en el lugar un escalofrio recorrio el largo de mi columna y continue mirando a Nick… la forma en que me miraba con tanto deseo y lujuria, como si me estuviera midiendo… !Buscando su proxima comida! Seguramente no… !?Por que Nick me querria?! Sacudi la cabeza para salir de mi estado de desorden y tome su quietud como una oportunidad para huir. Ayude a Peter a levantarse, poniendo su mano alrededor de mi cintura y a traves del salon lleno de estudiantes. “!Espera!” Nick grito desde atras. A su orden, la multitud se separo como Moises separando el mar rojo. Mi ira seguia hirviendo por lo bastardo que es con mis amigos y por lo asustada que estoy por haberme sentido asi de repente… pero no puedo dejarme atrapar por los trucos de Nick para seducir a las mujeres, como lo hizo con todas las demas chicas de la escuela. ?”Espera”? ?Esperar que? !?No te has cansado de acosarnos?!” Se quedo en silencio una vez mas. Mi boca se seco como el desierto del Sahara, estaba hablando con Nick Lewis… !?Acaso estaba loca?! !?Quiero que me maten en el ultimo ano de la escuela secundaria?! Mire hacia arriba y nuestros ojos se encontraron. Nos miramos profundamente a los ojos y senti como si pudiera ver dentro de mi alma. La forma en que me mira… Estar a su alrededor, me hace sentir completa, como si sin el, me faltara un pedazo de mi misma! !Oh, Dios, parezco una loca! Necesitaba estar lejos de el, necesitaba aclarar mi cabeza. Me acerque a Peter, me di la vuelta y sali por el pasillo. Capitulo 2- La Tormenta Llegue a la clase de quimica antes que los demas llegaran para evitar que me notaran. Cuanto mas se dan cuenta, mas chismosean y con mi encuentro con Nick, no quiero estar en el lado malo de las chicas que lo idolatran, ni de su equipo de futbol que parece que podrian sacar un camion! Me sente en el frente, como un nerd que conozco. Me encantaria esconderme atras, pero desafortunadamente estan todos reservados para los “chicos populares”… La campana de la escuela sono y mis companeros de clase cayeron en el aula, uno por uno, pero no preste atencion y baje la cabeza para mirar mis libros. Una repentina rafaga de roble y flores frescas se infiltraron en mis sentidos, como si estuviera en un bosque floreciente. Movi la cabeza hacia la sombra que se avecinaba sobre mi escritorio y hacia Nick. Olia tan fresco y acogedor. Nuestros ojos se encontraron una vez mas y el se paro al lado de mi escritorio congelado. Mi corazon empezo a latir mas rapido, mis mejillas se calentaron hasta ponerse rojas y mi boca se seco… !Por que era tan intenso estar con el! Los lados de los labios de Nick se enroscaron a los lados y las esquinas de sus ojos se arrugaron mientras me mostraba una sonrisa que rompia el corazon por mi sonrojo. Devolvi mi calor a mis pulgares bajo el escritorio para ocultar mi verguenza. Mientras se alejaba, nuestros brazos rozaron solo un poco, pero una chispa atraveso mi cuerpo que envio cosquilleos lujuriosos a mi columna. Mi cuerpo reacciono por si mismo… !Lo necesitaba a el, su toque y su caricia! *** Mientras me sentaba en mi silla, trate de concentrarme en el Sr. Lowe ensenandonos quimica, pero no puedo concentrarme sintiendo la intensa mirada de Nick quemando un agujero en la parte de atras de mi cabeza! ?Por que me miraba a mi? ?Fue porque le grite que informara a todos esta manana? Y que hay de la forma en que me miro antes… !con esos ojos llenos de lujuria! !No puede ser! Me rei de mi misma, !No hay forma de que a alguien como el le guste alguien como yo! No pude soportar mas su mirada escrutadora… su repentina atencion me hacia sentir incomoda… !pero me excitaba! Me excuse de la clase y me escabulli al bano, pero antes de que pudiera decir algo ya estaba a mitad del pasillo y en los banos de las chicas. Tambaleandome hacia el fregadero, me eche agua fria en la cara para intentar enfriar la lujuria que calentaba mis mejillas… pero no sirvio de nada, no pude sacarme la cara de Nick y su cuerpo de mi mente! ?Por que estaba tan repentinamente Nick en mi mente, por que tengo este extrano tiron hacia el?

  • Limite prohibido (La Fiesta Prohibida 5) de Charlotte Byrd

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    ?Es este nuestro fin?

  • Sonrie, te ves mas guapo de Ariadna Baker

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    Sonrie, te ves mas guapo--le dije a Fabio en tono apenas audible sabiendo que me lo iba a tener que currar todavia un poco mas... Y lo de un poco era un decir, porque en las dos semanas que yo llevaba en el grado de fotografia todavia no le habia visto esbozar ni una leve sonrisa. --Tu flipas si crees que lo vas a lograr, Lourdes. Eres una ilusa. --Ya me estaba Gema cargando. --Y tu una mujer de poca fe, te he dicho que lo voy a lograr y lo voy a lograr, ?que te juegas? --Pues una noche de copas en el bar de Adan, que ese si que esta bueno. --Ya, ya, he oido que lo llamas "el paraiso", por motivos obvios. --Claro, te juego tambien lo que quieras a que dentro de nada yo sere su Eva. Le di un coscorron, pero pensando que bendito el momento en el que los caminos de aquella petardilla y el mio se habian cruzado. En los pocos dias que llevaba en Madrid, mi vida habia dado un giro de ciento ochenta grados. Y hablando de grados, si algo me sentaba rematadamente mal de la capital de Espana, era los pocos que marcaba el termometro. Vale que corria el mes de octubre y que no estoy hablando de un frio polar, pero es que, para una canaria como yo, unos grados de menos se convierten en una especie de tragedia que solo puede ser combatida con kilos y kilos de ropa. Que se le va a hacer y ademas ese otono se presento especialmente gelido. --Toma tu sobre camisa, tu jersey, tu abrigo, tus guantes, tus...--Gema no paraba de hacer bromas sobre que yo llevaba mas capas de ropa que una cebolla. --Muy graciosa, tu como eres de Avila y alli estais acostumbrados a convivir con los pinguinos, pues eso... riete de mi, pero ya llegaran los mios. --?Y cuales son los tuyos si es que puede saberse? --Julio y agosto, esos son los mios, con ese calorcito tan rico. --Pero para entonces lo tengo claro, me apalanco en casa de cierta amiga canaria que acabo de conocer y me paso un verano de escandalo. --Tu no tienes cara, ?verdad? --Anda, si estas deseando tenerme de huesped todo el verano. ?Tu sabes lo bien que nos lo vamos a pasar juntas en las islas? Las vamos a quemar... --Cuidadito con lo que dices que ahora la gente esta muy sensible con el tema de los piromanos, no nos vayan a meter presas por tu culpa. --Mira, Lourditas, que yo el mechero lo llevo para echarme un piti de vez en cuando, pero hasta ahi. Mientras hablaba con Gema no podia evitar hacer eso que tanto me gustaba, perderme en las facciones de Fabio. Para no variar, el me pillo mirandole y yo tuve que disimular. Lo hizo con ese gesto afable y carinoso que tanto me atraia, pero mas que serio. Y la pregunta del millon volvia una y otra vez a mi mente, ?que le sucederia para que la amargura se hubiera aduenado de el? Fabio era uno de los mejores, por no decir el mejor en su sector. Su escuela de fotografia gozaba de una merecida fama nacional e incluso diria tambien que internacional, pues algunos de mis companeros de curso habian llegado desde otros paises atraidos por el halo de su fama. Su elevado nivel de profesionalidad estaba fuera de toda discusion. Pero en lo tocante a su vida personal, esa debia ser harina de otro costal... Por Dios que yo no es que me tuviera por una Chiquita de la Calzada de la vida, pero me habia prometido a mi misma arrancarle una sonrisa mas pronto que tarde y yo siempre cumplia mis promesas. Ese pensamiento me llevo a recordar las ultimas palabras que me dijo mi madre antes de embarcar rumbo a Madrid. --Lourdes, prometeme que vas a esforzarte en sacar el curso. Por favor, no dejes que lo sucedido este ano trunque tambien tus suenos. --Te lo prometo, mama--le respondi con total decision, pues a mis veintidos anitos estaba segura de que me iba a comer el mundo. Cierto, me comeria el mundo. Entre otras personas, se lo debia a mi madre. Pero tambien a mi padre, que era el que estaba mas afectado desde que mi hermano Oliver nos dejo. Todavia era inevitable que la piel se me pusiera de gallina cada vez que pensaba en mi muneco rubio de ojos verdes, el nino de mis ojos, mi hermano pequeno... Ojala el tambien nos hubiera dejado para ir a estudiar fuera como yo, a Londres, como el queria. Pero no, Oliver nos habia dejado para ir a un lugar en el que yo estaba segura de que nos esperaba, pues me negaba a creer que jamas volveria a verlo. Todo fue demasiado rapido. La primera vez que en aquella fria consulta del especialista escuchamos el nombre del tumor que habia invadido su cuerpo, mi madre y yo nos quedamos en shock. Como el valiente que era, fue Oliver el que nos animo a la salida de la consulta. Dieciocho anitos tenia y el mas triste de los pronosticos; solo unos meses de vida por delante. Unos meses de vida que nos supieron a muy poco y a los que el les saco el maximo partido hasta el ultimo momento... unos meses en los que yo me fui aficionando a la fotografia gracias a el, pues todo mi afan era mantener vivo su recuerdo a traves de imagenes. Super emotivo fue el tributo que le rendi en casa dias antes de su partida. Para ello trabaje con ahinco y consegui recrear un reportaje con fotos a tamano real que coloque estrategicamente por todo su dormitorio. Sencillamente flipo, pues eran las instantaneas que resumian los mejores momentos de nuestra vida familiar. Ahora, unos meses despues de su marcha, tenia que reconocer que los mejores recuerdos de mi hermano yo los habia grabado en el disco duro de mi memoria; pero parte de su legado lo constituia el amor que me habia transmitido por una profesion en la que yo queria despuntar. Rotos de dolor, mis padres se habian proyectado totalmente en mi tras su fallecimiento. Esa fue una de las razones por la que me animaron a matricularme en la escuela de Fabio, pues despues de documentarnos al respecto, llegamos a la conclusion de que no habia mejor lugar para que yo me formara. --Pero eso debe costar un huevo de pato--les comente. --Nunca hemos escatimado en la formacion de nuestros hijos, y habla bien, Lourdes, que eso si que es gratis--me contesto mi madre. Tanto mi padre, que tambien se llamaba Oliver, como mi padre, Nadia, eran de lo mas correctos. Sin embargo, yo era un poco discola y tenia la lengua un tanto suelta, un defectillo de nacimiento que a mi hermano siempre le hizo mucha gracia. --Oliver, es que yo no puedo ser como tu, que eres mas cumplido que un luto--le solia decir. --Y tu mas bruta que un arado, Lourdes... Lo mismo es que eres adoptada, te dejarian debajo de una vaca para que te alimentaras y papa y mama te recogieron--me respondia el preparandose para recibir el preceptivo capon que yo le daba en momentos asi. Por bruta no me tenia, pero si por un poco deslenguada, como vengo diciendo. En cualquier caso, hubiera dado un brazo porque el pequenajo, con el que me llevaba tres anos, me hubiera llamado asi o como le hubiera venido en gana durante toda la vida. Lo echaba tanto de menos que a veces me pellizcaba para sentir dolor fisico y olvidarme momentaneamente del otro, del dolor en el corazon que me producia que ya no estuviera con nosotros. Desde que nos faltaba, tampoco es que mi madre se hubiera convertido precisamente en la alegria de la huerta, pero como ya he apuntado, el que lo llevaba verdaderamente mal era mi padre, que se habia sumido en un peligroso bucle depresivo del que no encontrabamos la forma de sacarlo. El psicologo nos decia que era cuestion de tiempo, que el solito tenia que pasar el duelo e ir volviendo de modo paulatino a su realidad, pero mi madre y yo teniamos mas miedo que siete viejas de que su caracter hubiera cambiado de manera irremediable para siempre.

  • Oasis Diner de M.a. Vegara

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    En algun lugar entre Albuquerque y la pequena localidad de Grants, en pleno desierto de Nuevo Mexico, existe un extrano bar de carretera llamado “Oasis Diner”, donde habita una oscura presencia que atrae a los viajeros que se desplazan a lo largo de la interestatal 40. Sin embargo, no todos podran sentir la misteriosa atraccion de este lugar; solo aquellos a los que el Oasis Diner elija seran capaces de percibir su siniestra y tenebrosa llamada.
    Un lugar perdido en mitad de ninguna parte, donde el tiempo se detiene y en el que el terror no tiene rostro. Un terrible lugar del que no podras escapar si los extranos seres que lo habitan deciden pronunciar tu nombre, el cual dejara de pertenecerte para permanecer eternamente escrito entre las fantasmagoricas sombras del mas alla.

  • Oscuridad de Emma Cadwell

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    Cuando Simon Whelan conoce a Mara Stokes tiene el presentimiento de que es su alma gemela, pero es consciente de que jamas podra estar con ella. Mara es demasiado joven y demasiado inocente, y Simon ya perdio una vez a la mujer que creia destinada a estar con el. Sin embargo, Mara es mucho mas de lo que aparenta, y su unica preocupacion es acabar con Simon. Ha vivido enganada respecto a si misma y a su familia, al amparo del ejercito de las sombras, que le ha hecho creer entre otras cosas, que fue el guardian quien ordeno asesinar a sus padres. Pero por mucho que ambos traten de resistirse a la poderosa atraccion que sienten el uno por el otro, su amor es lo unico que conseguira hacerlos vencer a la oscuridad. Juntos deberan averiguar la verdad y luchar contra el cruel ejercito de las sombras, que desplegara todo su arsenal para ganar la batalla final.

  • Una corte de niebla y furia, Sarah J. Maas de Sarah J. Maas

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    Feyre esta destrozada. Y aunque tiene a Tamlin por fin a su lado sano y a salvo, no sabe como podra dejar atras los recuerdos que la acechan… ni como mantendra en secreto el oscuro pacto que hizo con Rhysand, que la mantiene intensamente unida a el y la confunde.
    Feyre ya no puede seguir siendo la de antes. Ahora es fuerte y debe romper con todo lo que la ata. Su corazon necesita libertad.

  • Tu y yo. Nivel principiante (Tu y yo 1) de S.j. Hooks

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    Ella es su alumna. El tiene mucho que aprender.

  • No debi ser tu escolta de Dylan Martins

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    Nicolas vive al margen de la ley, pero, por primera vez, acepta un puesto para el que esta cualificado. Sera escolta de la hija de uno de los hombres mas importantes de Manhattan.
    Sin conocerse, pasaran un mes recorriendo diferentes lugares de Europa y descubriran que ninguno de los dos es lo que aparenta ser.
    La tension sexual entre ellos es enorme e imposible de saciar porque el es su escolta.
    ?Seran capaces de resistir el deseo?

  • Sherlock Holmes a la caza de Jack el Destripador de Arquimedes Gonzalez

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    En noviembre de 1889 Francis Tumblety, senalado como la persona vinculada a los asesinatos de varias mujeres en Whitechapel, Inglaterra, escapo en barco con destino a Nueva York, Estados Unidos. Los policias enviados por Scotland Yard para capturarlo jamas lo localizaron...
    Entre enero y febrero del siguiente ano se reportaron las muertes de seis mujeres en diferentes ciudades de Nicaragua.
    Sherlock Holmes a la caza de Jack El Destripador es una novela historica y policial que relata la llegada de Jack El Destripador a Nicaragua y tambien el arribo del famoso detective britanico Sherlock Holmes en su busqueda del asesino mas famoso de todos los tiempos.
    Este libro fue publicado en el 2002 con un prologo del escritor Sergio Ramirez Mercado (incluido en la contraportada), con un tiraje de 4,500 ejemplares. El libro fue reimpreso en el 2005 con un tiraje de 3,500 ejemplares. Una ultima edicion se hizo en el ano 2007 de 3,500 ejemplares.
    En el ano 2005 el detective britanico Trevor Marriot publico el libro Jack El Destripador, La Investigacion del Siglo XXI, en el que asegura que efectivamente el asesino pudo haber viajado de Nueva York a Nicaragua.
    En enero de 2009 el libro se presento en la Libreria Estudio en Escarlata, en Madrid, Espana. Entre el ano 2010 y el ano 2011, este libro fue el mas vendido en el genero de Suspenso, Crimen y Misterio en Amazon en espanol.

  • El heredero caido (Los Royal 4) de Erin Watt

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    Rivales. Reglas. Remordimientos. Los Royal acabaran contigo.
    Easton Royal es un triunfador: es guapo, rico e inteligente. Su meta en la vida es divertirse tanto como pueda y nunca piensa en las consecuencias de sus actos. No necesita hacerlo.
    Pero un dia aparece en su vida Hartley Wright, una joven que pondra su mundo patas arriba. A pesar de sentirse atraida por el, Hartley lo rechaza. Easton no entiende por que, y eso la hace aun mas irresistible. Hartley le dice que tiene que madurar. Y puede que tenga razon.
    Por primera vez en su vida, la riqueza y la popularidad de los Royal no sera suficiente para Easton.

  • El enebro de Barbara Comyns

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    Bella Winter tiene una cicatriz en la cara a raiz de un accidente de coche; conducia su novio, un tipo tacano que no la apreciaba. Embarazada de un inmigrante al que conocio en una fiesta en un piso cochambroso de Bayswater y nunca mas volvio a ver, tiene ahora una nina de meses negra, que oculta a su madre, una mujer que nunca parece haberla querido. Pero encuentra un trabajo que le encanta en una pequena tienda de antiguedades en Richmond, hace nuevos amigos y empieza a tener la sensacion de que la vida al fin le sonrie. El pasado, como no, vuelve, pero tal vez en condiciones que permitan reconciliarse con el; y el presente abre nuevos horizontes, quiza enganosos pero en principio muy felices.

  • Quererte a ti de Arwen Mclane

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    Dicen que el primer amor nunca se olvida.
    Dicen que pasen los anos que pasen, siempre permanecera en tu corazon.
    ?Es cierto o es solo un mito?
    Lannie Colton sabe la respuesta.
    Porque ella, que ha estado enamorada desde la pre adolescencia del mejor amigo de su primo, sabe de lo que habla.
    Ha tenido que ver como los anos pasaban y ese amor se iba de su lado para vivir su vida.
    Ha tenido que seguir adelante, pero su corazon no ha podido olvidar al que fue su primer amor.
    Y ahora, casi una decada despues, ha tenido nuevamente que cruzarse en su camino.

  • Los que duermen de Juan Gomez Barcena

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    Los que duermen, libro fundacional que ahora recuperamos de la obra ya imprescindible de Gomez Barcena, lo revela como un autor de un genio narrativo preciso y asombroso. Una recondita cienaga de Germania, donde los cuerpos de cientos de prisioneros sacrificados a los dioses emergen a la superficie siglos mas tarde, devolviendo al presente el enigma de su existencia. Un simulacro de campo de concentracion construido por Hitler para burlar las inspecciones de la Cruz Roja Internacional. Una comunidad de robots abandonada que sigue anhelando el regreso de sus creadores. Quince relatos que forman una constelacion sorprendente, en las orillas del tiempo: profecias y destinos subvertidos, ficciones tan fabuladas que igualan en valor a la verdad, paradojas de la historia. Una extraordinaria coleccion de relatos que nos transportan a mundos exactos y distantes y que sin embargo conectan entre si, oscilando entre el presente, el pasado y el futuro.

  • Dejame compartir tu vida – Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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    Kim se asomo a la ventana de su dormitorio, sin imaginarse que el hombre que veia al otro lado, iba a cambiar su vida para siempre. Mike era grosero y tenia malos modos, pero su nuevo vecino sabia provocarla de una manera que le subia la temperatura. Seria imposible resistirse a esa picara sonrisa que la volvia loca.

  • La manguera que nos unio de Elena Garcia

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    Son mas de las doce y el encargo que le hice a la distribuidora sigue sin llegar. Llevo mas de dos semanas esperando a que me envien un paquete con medicamentos importantes y aqui no aparece nadie con ellos, y lo peor de todo es que cada vez que entra un cliente y se marcha con las manos vacias, se que no volvera. Los he llamado infinidad de veces y me dan largas continuamente. Como a ellos esta situacion no les genera perdidas, no llevan ninguna prisa. Si ya de por si en el negocio me va mal, esto sin duda lo empeorara. Salgo del mostrador aprovechando que no hay nadie y repongo los productos de higiene que se ha llevado la ultima persona que entro. Alzo la mirada y vuelvo a fijar mis ojos en la caja de las bolas chinas. Llevo vendiendolas en la tienda mas de seis meses y cada vez llaman mas mi atencion. Las ofrezco como ejercitadores de suelo pelvico para mujeres que acaban de dar a luz o que tienen algun problema de incontinencia, pero mi mente no deja de llevarlas a otro lugar. Mi amiga Lucrecia se las compro en un sex shop hace algunos meses y dice que es de lo mejorcito que ha probado, y eso que de esto tiene un buen arsenal. Yo, en cambio, en el tema sexo siempre he sido muy tradicional. Quizas mucho mas de lo que deberia, pues nunca he llegado a probar nada fuera de lugar. Mi expareja quiso experimentar conmigo en la cama y siempre me negue, asi que nunca he ido mas alla de las cuatro punaladas de carne. Asi me fue… En cuanto tuvo la oportunidad me dejo por otra. Por mi vecina para ser exactos. Por lo visto, y segun llego a mis oidos despues, va contando por ahi que esa si que se la chupa bien. Como si yo le hubiese hecho eso alguna vez. !Que asco! Imagino que esta especie de frigidez que me atormenta viene de atras y sospecho que se debe a que me he criado en un hogar un tanto puritano. Mi madre siempre criticaba a quienes lo hacian y mi padre, si era necesario, nos metia los dedos en los ojos a mi hermano y a mi para evitar que viesemos una escena subida de tono en la television. Eso si, el no le quitaba el ojo de encima, hasta que mi madre se daba cuenta y se armaba la guerra. Que tiempos aquellos… Ojala no vuelvan. --Buenos dias--. Margarita, la estirada e insoportable duena del local donde tengo instalada la botica, entra como cada dia a revisar que todo este en orden. --Hola… --respondo carente de entusiasmo. Esta mujer saca lo peor de mi. Si llego a saber esto el dia que firme el alquiler, me busco otro lugar. Es la persona mas pesada y agobiante que he conocido en mi vida. Por su avanzada edad quiero creer que ya chochea porque no logro hacerle entender que si estoy pagando por un espacio, es mio hasta que deje de hacerlo y puedo colocar el mobiliario como me de la gana. --?Que es eso? --Se inclina y rasca con una de sus unas recien pintadas el yeso de la pared. <> protesto para mis adentros. Ayer por la tarde, el senor Tomas casi se cae al entrar por mirarme los pechos y con la garrota golpeo una de las paredes, haciendo que un trocito insignificante de la pintura se desconchara. La imperfeccion apenas medira un par de centimetros. ?Como ha podido verla? Ojala mi abuela, que debe tener sus anos, tuviera tambien su vista. Dios se la bendiga mucho tiempo. --No lo se. --Trato de ignorarla para que se marche. Como se me ocurra darle alguna explicacion, la cosa se pondra mucho peor. --Tendras que pedir que lo arreglen o te lo descontare de la fianza. Todos los dias es la misma historia. Me tiene hasta los ovarios. En cuanto ve algo, por pequeno que sea, que pueda estar mal, comienza con las amenazas. Me duele la lengua de mordermela y si me he callado hasta ahora ha sido por respeto a sus canas. Si tuviera unos anos menos se iba a enterar. La suerte parece estar de mi lado y tras pasearse a sus anchas durante algunos segundos mas, observandome por el rabillo del ojo como si me perdonase la vida, finalmente se marcha. Expulso el aire de mis pulmones con alivio y continuo con lo que estaba haciendo. Alzo de nuevo la mirada y vuelvo a encontrarme de frente con las puneteras y llamativas bolas. Las observo varios minutos mas y juraria que puedo oir como me llaman: “Mariajo… Mariajo… dejanos ser tu badajo”, pestaneo varias veces pensativa y, cuando por fin sucumbo a la tentacion, estiro mi brazo para hacerme con una de las cajas. No puedo aguantar mas este suplicio, tengo que saber que se siente con ellas. La abro para sacar su contenido y, nada mas hacerlo, las pego contra mi pecho imaginando mil cosas que hacer con ellas, aunque en realidad solo sirvan para una. Cuando mas entregada estoy al fantaseo, el sensor de la puerta me indica que alguien esta entrando y en un acto reflejo las lanzo bajo el mostrador para evitar ser descubierta. --Buenos dias. --La voz de un hombre suena a mi espalda y rezo para que no lo haya visto. Despues de tanto como me ha costado tomar esta jodida decision, lo ultimo que quiero es que alguien me pille con las manos en la masa--. Si esta tratando de jugar a la petanca con eso, le va a ir muy mal. --Mis ojos se abren con sorpresa y toda la sangre del cuerpo se me agolpa en la garganta. Permanezco inmovil unos segundos mas, sin saber muy bien que hacer debido a la verguenza y, viendo que no me muevo, continua--. Siento decepcionarla, pero, para que el lanzamiento funcione, las bolas deben ser metalicas. Por su acento deduzco que no es de la zona. Cuando oigo como se rie, no se donde meterme y me giro poco a poco con intencion de recuperarme antes de encararlo. Al hacerlo, me encuentro de frente con un hombre enormemente atractivo y bastante alto. Casi tanto como mi primo Juanra, que mide alrededor de un metro noventa, pero ni que decir tiene que este le da mil vueltas y nada tiene que ver con mi pariente el larguirucho que, ademas de idiota, se cree guapo, cuando es mas feo que un gato sin pelo. Tambien parece mas joven, calculo que no alcanzara la treintena, y aunque eso es algo que en otro momento me agradaria, ya que practicamente solo atiendo a personas mayores durante todo el dia, esta vez no esta siendo asi. ?Que estara pensando de mi? Ojala en vez de el hubiese entrado el senor Tomas que, aunque es un poco acosador, no sabria que es eso que anda rodando por ahi y mi dignidad, de alguna forma, seguiria intacta. --Ho…la. --Mi voz suena forzada, como si alguien me estuviese estrangulando desde atras. Si a algo le doy gracias es a que todavia esos trastos del demonio estan fuera de mi cuerpo. De no ser asi, de tanto como estoy apretando el culo ya se me habrian subido a la traquea--. Ya se que no son para eso… --finjo reir y sueno como una puerta oxidada--. La caja estaba rota y, bueno…, se me han caido. Ahora las recogere. ?En que puedo ayudarle? --Aprieto la mandibula mientras el aguanta la risa al ser testigo de mi bochorno. --Necesito… --carraspea para seguir disimulando--, lubricante. --?Como? --Ya no se si habla en serio o es que esta pretendiendo hacerse el gracioso. --Quiero un bote grande de lubricante. El mejor que tenga. --Me mira directamente a los ojos y mis piernas flojean. Tiene la mirada mas sexi y empotradora que he visto en mi vida. Con un maromo asi seguro que se me quitaban las ganas de andar jugando con pelotitas. Lastima que los tipos como el ni siquiera se fijen en las mujeres como yo, porque a este si que le chuparia hasta el tuetano. ?Que cono acabo de pensar?--. Tambien quiero una caja de condones. Con esa frase logra sacarme de mis pensamientos y, por fin, me centro para prestarle atencion. --Ahora mismo. Me giro para ir a buscarlos y, por sorpresa, me detiene sujetando mi mano. --Espera. --Observo como su enorme brazo oprime mi muneca y mi mente vuelve a divagar. Debo de estar con la ovulacion porque, si no, no me lo explico--. Los condones deben ser grandes. De talla especial. --Ammm… Ok. --Muerdo mi labio y un enorme pene aparece en mis pensamientos. Por alguna razon que nunca sabria explicar, lo imagino como si fuese un tripode y sonrio sin darme cuenta. Cuando vuelve a hablar, soy consciente de lo que estoy haciendo y guardo las formas para ponerme seria. --?Tiene la talla XXL? Busco en su mirada algo que me indique que esta bromeando, aun a riesgo de parecer tonta, y al no encontrarlo me disculpo para entrar a la parte de atras y buscarlos. Si no recuerdo mal, esa talla equivalia a mas de veintidos centimetros, asi que ahora es la imagen de una anaconda la que me atormenta. Rio a placer aprovechando que no puede verme y, tras un par de minutos revisando las estanterias, por fin doy con ellos. Los guarde aqui hace un par de meses al no venderse por ser una talla poco usual y aproveche el lugar que dejaron en la vitrina para colocar otras cosas. --Aqui tiene. Los coloco sobre el mostrador y veo aparecer una sonrisa de satisfaccion en su cara. --Es curioso --habla, y le miro atenta esperando a ver que dice--. Es la primera vez que los compro sin tener que hacerlo por encargo. --No se a que se refiere. --De sobra lo se, pero prefiero disimular. Tampoco sabria que decir y, con lo nerviosa que estoy, apostaria lo que fuera a que suelto algo que todavia me ridiculice mas. --Mi...., bueno --rie y rapidamente me arrepiento de no haberle dicho otra cosa--. Mi Miniyo tiene unas medidas un poco… --Mi cara se vuelve tan roja como un tomate--, fuera de lo comun, ya me entiende. --Nah, no se crea… --Cada vez lo arreglo mas. ?Por que narices he dicho eso y por que no cierro la bocaza de una jodida vez? --Pues la experiencia me dice todo lo contrario. --Levanta una ceja, picaro, y ruego para que la tierra me trague de una vez. --No se preocupe, aqui vienen muchos asi --miento para salir del paso--. Si necesita mas de lo mismo, ya sabe donde encontrarme. --En el momento en que acabo la frase me doy cuenta de que se puede malinterpretar y rectifico--: Quiero decir… que cuando se le terminen o caduquen… --Mierda, ?acabo de insinuarle que no mantendra relaciones? --Quiero decir…, que si quiere mas… --Con cada palabra que suelto me siento mas absurda--. Tengo mas de lo que quiere en la parte de atras. --Suena bien eso. Creo que le tomare la palabra. --Me guina un ojo, deja el dinero en el mostrador y, en el momento en que se marcha, resoplo cubriendome la cara con las dos manos. --Madre del amor hermoso… --balbuceo. Es la primera vez que deseo que un cliente no regrese. CAPITULO 2 A la hora de cerrar todavia no he logrado sacarme de la cabeza el suceso y mi mente tampoco me ayuda. Y, para colmo, cada vez que tiene oportunidad me lanza una imagen clara y concisa del posible tamano de ese… animal. Recojo lo que puedo y, procurando dejar todo preparado para la jornada de manana, me marcho. Odio llegar a casa y saber que todavia me quedan cosas por hacer. Si quiero desconectar del trabajo esta es la unica manera. Cuando estoy bajando el cierre de seguridad, dando por hecho que ya he terminado, recuerdo que no he desconectado los automaticos y tengo que volver a subirlo para regresar. Desde hace meses noto que, si apago todo, a excepcion de las neveras, desembolso casi la mitad en la factura de la luz. Algo me dice que la estirada duena del local tiene algun tipo de enganche ilegal y es a mi a quien estan cobrando su consumo. Con lo racana que es Margarita podria apostar lo que fuese y no lo perderia. Abro la puerta del cuadro electrico, bajo los diferenciales que no necesito y, cuando estoy presionando el ultimo, una rafaga de luz sale proyectada en mi direccion. --!Que mierda ha sido eso! --Apenas he sentido dolor, pero el brillo inesperado de la luz me ha dejado ciega. Busco con las manos la pared para guiarme y, tras luchar contra cientos de destellos oculares, poco a poco voy recuperando la vista. Vuelvo la atencion al cuadro de luz buscando una explicacion y lo unico anormal que encuentro son unas motitas de hollin en el suelo. Definitivamente, la bruja de arriba me la esta jugando y manana sin falta hablare con ella. Igual que a mi me cobra por todos los desperfectos externos, esto es algo interno y debe hacerse cargo. Compruebo que los interruptores de las neveras estan bien, esta vez presionandolos con un liston de madera por si las moscas y, al ver que todos funcionan a la perfeccion, hago lo que deberia haber hecho hace rato y me voy. A medio camino, mientras conduzco, abro un poco mi ventanilla e inspiro profundamente el dulce aroma que desprenden las flores de azahar. Soy sevillana de nacimiento y si por cualquier razon tuviese que marcharme de aqui, lo primero que echaria de menos seria este adictivo perfume. Solo Sevilla puede oler asi. Aunque ya es tarde y apenas hay luz solar, no puedo evitar echar una mirada a traves de los cristales. Desde la carretera se aprecia la Giralda en todo su esplendor y, aunque paso cerca de ella todos los dias, me tiene totalmente enamorada. No se si sera por su altura, ya que durante anos fue la torre mas alta del mundo, o por su portentosa estructura con la que logra impactar a todos los que la visitan, pero lo cierto es que cada vez me gusta mas. Aunque quizas, pensandolo bien, tenga mas que ver con mi abuelo y el amor con el que me habla de ella. Alli fue donde beso por primera vez a mi abuela y eso debio de calar muy hondo en su corazon. Es tal su pasion por este campanario, que hasta llego a encargar un cuadro del Giraldillo, la escultura que corona la torre sobre una gran bola de bronce. --!Mierda! --Piso el pedal del freno-- !Las bolas! --Al pensar en la de bronce recuerdo que las he dejado encima del mostrador de la farmacia--. !Sabia que al final me olvidaria de algo! -- Golpeo el volante y por suerte no viene nadie detras. Es muy tarde para volverme ya y, por descuidada, me toca esperar hasta manana. !Con las ganas que tenia de probarlas! Al llegar a casa mi hermano esta en ella y me sorprende verlo. Es solo dos anos mayor que yo, pero se independizo hace, al menos, cuatro. --!Hola, hermanita! --Se acerca a mi y me besa en la frente--. Cada dia estas mas guapa. --Y tu mas pelota --rio mientras lo abrazo. Me parece increible que ahora nos llevemos tan bien, cuando siempre nos hemos estado peleando y hasta sacando trozos de piel. Aun recuerdo la vez que, en venganza por romperle uno de sus coches, me coloco varias cerillas entre los dedos de los pies mientras dormia y las encendio. !Menudo hijo de perra! Era mas malo que la carne de cabra vieja--. ?Que haces aqui? --Vive, al menos, a cien kilometros de distancia y, por las horas que son, entreveo que tambien se quedara a dormir. --Manana tengo una reunion importante aqui al lado y he aprovechado para venir ya y asi pasar un poco mas de tiempo con vosotros. --Llevabamos cuatro meses sin vernos--. ?Como va el negocio?

  • ?Un futbolista? Que sean dos de Angela Franco

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    Martina y Elisa son dos gemelas identicas que, movidas por la profesion de modelo de Elisa, recorren el mundo viajando sin parar. Martina vive por y para su hermana, pero lo que de verdad anhela es establecerse en algun lugar y trabajar como fisioterapeuta, profesion que adora. Tras doce anos sin pisar su pais, las hermanas regresan a la capital espanola y Martina tiene una premonicion. cree que su vida cambiara en Madrid. El destino lograra que estas hermanas se crucen en el camino de uno de los famosos futbolistas del Bulcano, dejandolo “fuera de juego”. Enredos y situaciones embarazosas acompanaran a las gemelas en esta segunda entrega de la serie “Los Tocapelotas”.

  • CALLGIRL Escort 1 de Susantha Lust

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    A veces las cosas pasan simplemente porque tienen que pasar…Soy Catherine Wayne, y a mis recien cumplidos veinte anos, decidi abandonar el pequeno pueblo en el que naci y me crie para escapar de una vida que odiaba, de un pueblo asfixiante y de una madre yonqui, alcoholica y prostituta que me llevaba a vivir situaciones limite. Pero en mi huida no solo deje atras una vida de maltrato y vejaciones, sino a mi propia hermana Alice. Odio a mi madre y todo lo que representa. Odio ese pueblucho. Los odio a todos ellos.Fue la imperiosa necesidad de buscar un futuro, lo que me llevo hasta Nueva York. Alli, sola, destrozada fisica y psicologicamente, me encontre con unos pocos pavos en la cartera, un futuro incierto y el temor de verme devorada por las falacias de mis propios suenos. Pero el antojadizo destino hizo que Alina -una prostituta rusa-, se cruzase en mi camino salvandome asi de mi misma. De su mano, me adentre en el sordido mundo de la prostitucion, y con ello, rehuse al Amor. Pero claro, soy mortal, y como tal, puedo cometer errores. Y los cometi.

  • En honor a la verdad de Rosa Alcantara Menendez

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    Tras llegar del funeral se quito de malas maneras el traje negro en su dormitorio y no dudo en meterse bajo la ducha. Llevaba indignado con ella varios anos, una barbaridad insoportable que no fue capaz de afrontar cuando pudo cortar la farsa de un matrimonio acabado. Siendo realista, o sincero consigo mismo, por esa cobardia estaba envuelto en una injusta situacion con pocos visos de mejorar gracias a esta cruel jugada del Destino. Encima de todo lo aguantado --entre otras cosas, que estuviera embarazada de otro--, encima, habia muerto arrojandose al rio sin pensar en que abandonaba a sus hijas. Eso era imperdonable; jamas lo superarian ni el podria olvidarlo. Echando humo por cada poro de piel en contacto con el agua, apoyo la cabeza en los azulejos y dejo pasar el tiempo con intencion de relajarse; aunque no le sirvio de nada porque la espesa capa de rabia que recubria su cuerpo era demasiado profunda y dolorosa, tan gruesa que lo oprimio hasta hacerlo caer dentro de un abismo donde se vio rodeado por la mas absoluta desolacion. Odiaria siempre a Harriet. El destino baraja las cartas Jueves, 11 de junio de 2015. Londres Harriet <> A su edad, recien cumplidos los treinta y seis el dia de san Antonio, salir de una empresa de trabajo temporal con una oferta para cuidar dos ninas, de ocho y diez anos, no podia decirse que fuese la noticia del siglo; sin embargo, para Candela Baez, una espanola que residia a sus anchas en Londres desde los veinticinco y bajo ningun concepto se planteaba regresar a su pais, como opcion para prescindir de gastos --llamense alquiler y medios de transporte, mientras le surgia algo en su campo, el diseno grafico -- fue una tabla de salvacion cuando ya no podia enganar mas a su casero y estaba harta de sandwiches frios. En el exclusivo barrio de Fitzrovia, enfrente del Hotel Sanderson, Fitzroy Place y muy cerca de un socorrido supermercado Sainsbury's, espero unos minutos en el vestibulo de un edificio de cinco plantas. En cuanto entro, atraveso el interior del lujoso portal, imaginando que tipo de vivienda encontraria dentro. El ruido de sus pisadas en el marmol blanco y el conocimiento de que estaban observandola en un circuito cerrado de camaras de seguridad casi logran hacerla dar media vuelta. Luego, en el ultramoderno ascensor solo habia tres botones en un elegante panel dorado. No existian ni la planta tercera ni la quinta, incomprensible. Pulso el numero 4 y suspiro mientras subia. La cabina se abrio en unos segundos, y vio que tenia acceso directo al apartamento del senor Holt. Llego a sentir vertigo, parecia un loft. Observo un desmesurado salon, apabullante; por lo menos de cien metros cuadrados; tambien, una cocina abierta con muebles blancos y electrodomesticos de acero, integrada en ese espacio donde resaltaban en un rincon: un sofa oscuro con forma de "ele", un aparador bajo con una pantalla de television, una mesa rectangular de cristal rodeada por seis sillas, y una chimenea moderna que no supo si era electrica o de gas. Habia un balcon con cuatro puertas que llegaban hasta el techo, por donde circulaba durante unos metros la tuberia de acero inoxidable del aire acondicionado. Frente a la barra de la cocina vio una escalera blanca, suspendida en el aire, con un parapeto de cristal como proteccion sin restarle protagonismo. Candela penso que daria acceso a la quinta planta, la de los dormitorios. <> Le gusto el estilo contemporaneo entre el suelo de roble y la iluminacion indirecta, conseguia un equilibrio agradable. Echaba un vistazo por el balcon cerrado cuando oyo unos pasos a su espalda y giro el cuerpo. Sonrio a la senora de mediana edad y una estatura igual a la suya, la percibio contenta al tenderle la mano. --Supongo que eres la senorita Baez. --Si --dijo Candela, atenta a unos ojos dulces como la miel--, he venido lo antes posible. --Te lo agradezco mucho --comento la mujer con un deje de alivio--. ?Te apetece un cafe? ?Has desayunado? --No se preocupe, gracias. En cuanto el senor Holt me explique que espera de mi, si le parece, nos tomamos un te juntas. Imagino que trabaja aqui, ?no? --Si, llevo la casa y la cocina. Me llamo Mary Barber. Y sere yo quien te explique en que consiste el trabajo. ?Has cuidado ninos con anterioridad? --Bueno..., vera... --hablo dubitativa--. No se por que la empresa de trabajo temporal me ha seleccionado porque no tengo experiencia, hasta ahora he trabajado como disenadora grafica --explico un poco avergonzada, pensando que haber marcado la casilla de la categoria "Child Care" pudo influir --. No voy a mentirle, Mary, necesito el empleo. Se manejarme bien con los ninos, y no se me da mal la cocina, podria echarle una mano. --Tampoco voy a mentirte, Candela --dijo Mary, amigable, le gusto la sinceridad de la espanola y necesitaban a alguien en cuanto las ninas estuvieran en el nuevo colegio. Con ser sensata y carinosa seria suficiente para acompanarlas a la parada del autobus, prepararles la cena y distraerlas mientras Ashton estuviera en el trabajo--. Mia y Bronte estan en un internado en Sussex, terminan el curso en unos dias y despues del verano ya no volveran. Iran a un colegio de aqui, la Escuela Highgate. Tu obligacion principal sera atenderlas, y pueden resultar agotadoras. El senor Holt quiere que paseis el verano juntas para que las ninas vayan acostumbrandose a ti. --Me parece bien. ?Mia tiene diez anos y Bronte ocho? --Candela vio el rostro sonriente de Mary, asintiendo, y comento confiada--. Creo que sabre manejarlas. --?Estas dispuesta a trabajar todos los dias sin horario? --?Incluidos los fines de semana? --Si. Ash --empezo a decir, pero de inmediato rectifico--. Ashton de vez en cuando tiene que ausentarse por compromisos laborales, el acuerdo es sin horarios fijos pero con un maximo diario. Como viviras aqui, te daria permiso para recibir visitas siempre que no interfieran con tus obligaciones -- comento, trasmitiendole una parte del acuerdo que Ashton creyo justo para compensar la disponibilidad de tiempo--. ?Quieres ver tu habitacion? --?Tengo alojamiento y comidas? --pregunto para asegurar. Mary movio la cabeza afirmando--. ?El salario es el anunciado? --Por supuesto. De buena sintonia atravesaron el salon, pasaron por delante de la impoluta cocina --pese a la olla que habia en el fuego indicando actividad-- y rodearon las paredes claras del ascensor. Tras las dos puertas blancas que habia, Candela se sorprendio al descubrir un aseo impecable, moderno y funcional, y una escalera de bajada. <>, penso. Daba acceso a una habitacion cuadrada, oscura e intima, con el techo algo mas bajo que la planta principal y el suelo de tarima flotante. No quiso pensar cuanto costaria en pleno centro de Londres un triplex de esas caracteristicas. ?Para que? Jamas podria pagarlo. --Este es tu dormitorio --dijo Mary, encendiendo la luz--. Espero que te guste. Se ha redecorado hace unos meses. --Es... esta muy bien... Candela no podia coordinar muchas ideas ingeniosas para disimular el impacto de "su dormitorio" <> <> <>. Habia una pequena cocina con la encimera de cemento; una cama grande en una estructura negra, con un cobertor blanco; una zona de estar, con dos sofas, una television y una chimenea de hierro; un vestidor empotrado que solo se distinguia de las paredes por los pomos, bastante amplio, con cajones a los lados, dos barras y un frontal para los zapatos; y un bano completo debajo de la escalera, en tonos ocres y blancos; siguiendo la linea sencilla del resto. Si las Holt no resultaban unos demonios podia asegurar que habia encontrado el chollo del siglo, retractandose de su propia percepcion; por probar no perdia nada; aunque para no lanzarse al vacio en picado, Candela no dejo de darle vueltas al asunto. Tras la breve visita, subieron por la escalera suspendida a los dormitorios de las ninas. Caminando por el suelo enmoquetado, beige, ese corredor ya mostraba con mas claridad la personalidad de los senores Holt. O, siendo precisos, de Ashton Holt, ya que su esposa, Harriet, se habia suicidado el mes anterior. La noticia, dando a conocer vagamente la historia del matrimonio, circulo como la polvora por los periodicos locales y las televisiones. Ashton Holt, abogado de cuarenta y un anos, y Harriet, de soltera Barlow, medico de treinta y nueve, llevaban casados catorce anos y en apariencia eran felices; si bien, ella acababa de suicidarse, embarazada de seis meses y dejando tras de si dos ninas de corta edad. Acostumbrada por desgracia como la mayoria de los ingleses a los suicidios diarios, aunque ocurrian en el metro o en las vias de los trenes, no en el Puente Waterloo, Candela no habia prestado demasiada atencion a la informacion de la prensa, pero en este momento, por aquello de saber con quien iba a convivir, penso en averiguarlo todo sobre Holt. --Lo siento, Ash --dijo Nadia melosa, acaricio el pecho macizo del abogado, que tenia en ese instante los ojos cerrados y una sonrisa de oreja a oreja, sin dejar que ese sosiego le afectara, con mas rotundidad, hablo--. Tienes que irte, en serio. Manana tengo que madrugar y me gustaria dormir un rato. --No tengo ganas, no te molestare. --No, tienes que irte. Nadia retiro la mano, a la vez que Ashton abria los ojos y la fulminaba con una rafaga de soberbia. --No vuelvas a llamarme mas --dijo seco al incorporarse. --?Por que te enfadas? --pregunto alzando la voz--. Nunca te quedas, ?por que hoy te has empenado en dormir conmigo? --No quiero dormir contigo --espeto cinico, se puso los boxers y de un tiron cogio la camisa blanca del suelo--. Que no tenga que repetirtelo, Nadia. No me llames nunca mas. --?Porque no quiero que duermas aqui? --pregunto indignada, se levanto y se encaro con el, totalmente desnuda, sin complejos y consciente de la perfeccion de su cuerpo de ebano--. Eres peor que un nino. --!Te pago! --grito enfurecido, no toleraba referencias a los ninos, por no regresar a su casa estaba discutiendo con alguien que realmente le importaba poco, aunque podia recurrir a ella cuando se le antojaba--. Es mejor que lo dejemos --Recogio la corbata, el pantalon y la chaqueta--. Que duermas bien. Salio del dormitorio con mala leche, termino de vestirse y abandono la casa cerrando la puerta de un portazo. Cuando pudo reclinar la cabeza en el asiento de un taxi, rogo para que la senora Barber hubiese contratado a una canguro. No se veia lidiando solo con las ninas sin ni siquiera dejar de machacarse por la muerte de Harriet. Tampoco pasaria por ninguna prueba de paternidad para demostrar que ese nuevo hijo no era de el ni abriria la incognita sobre la identidad del padre biologico. Gracias a la discrecion de Harriet el nombre de su amante habia sido una incognita; todo en esa relacion fue secreto, incluso mantuvo oculto el embarazo hasta los cuatro meses de gestacion. El dia que se lo anuncio no murio de un infarto porque no le habia llegado la hora, aunque su corazon desbocado intentara huir de su pecho. Fue una humillacion, el palo mas rastrero que nunca sono recibiria. Y pese a todo, para salvaguardar la reputacion del bufete y la propia de Harriet en el hospital, prefirio seguir con ella hasta que estuviera recuperada del parto. Entonces, se divorciarian. Lo que no intuyo al aceptar esa mentira fue que le impediria conciliar el sueno porque se instalaba enroscandose en su cabeza y la martilleaba sin descanso con la misma pregunta: ?Quien era el hombre que Harriet protegio con tanto celo?

  • Laila Winter y las Arenas de Solarie de Barbara G. Rivero

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    Laila Winter y las Arenas de Solarie es la maravillosa historia de una chica que tiene el pelo verde. Cuando vuelve a casa en verano, su padre le regala un libro misterioso el dia de su cumpleanos. Este libro es la llave que abrira las puertas a un mundo inimaginable.
    Fantasia sin igual, secretos legendarios que jamas debieron ser desvelados, amistad, tesoros robados, amor verdadero… Y sobre todo el inicio de una saga espectacular que nadie olvidara jamas.
    Entra en el mundo de Laila Winter y viviras la aventura mas extraordinaria de tu vida, llena de fantasia, accion, peligros y misterios. No podras despegarte de sus paginas hasta el sorprendente final que te dejara con la boca abierta.
    Las Arenas de Solarie es el primer volumen de la prestigiosa saga de Laila Winter, que cuenta ya con millones de fans en todo el mundo.

  • Una cierta edad de Marcos Ordonez

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    <>, dice Marcos Ordonez en el portico de este variadisimo dietario, que abarca de 2011 a 2016. En el afirma tambien: <>
    Ordonez entiende los dietarios como unas memorias con otra forma, mitad <> y mitad <>. Y que revele, senala, el <> del escritor, <>. Pero hay mucho mas.

  • Si confias en mi de Norah Carter

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    Las flores nunca mueren. Es un pensamiento que a veces me recuerda que de algun modo siempre hay una razon para creer que en los corazones de los hombres y de las mujeres no debe haber temor a nada. Un fuego oculto nos mantiene siempre vivos y esperanzados, ese mismo fuego con el que miramos a la vida y, de repente, nos damos cuenta de que las flores nunca mueren. La primavera siempre vuelve como el resto de las estaciones, pase lo que pase. La historia siempre se repite y la naturaleza sigue su curso. Por esa razon misma, las flores nunca mueren. Habia acudido mucha gente. La tarde gris era un espejo de su semblante. Todos se dieron cita alli por desgracia. Duncan habia perdido a su madre. Hace unos anos, enterro a su padre y ahora la que habia sido toda su ocupacion y dedicacion estos ultimos anos habia muerto tambien, en la cama, a su lado. ?Que vida le esperaba ahora a aquel hombre? Toda su vida habia estado vinculada a esa casa paterna, pues solo el se habia encargado de cuidar de sus padres durante anos. Todo el sentido de su existencia habia sido refugiarse al lado de sus progenitores, como si no existiese otro mundo que el hecho de velar por la seguridad de aquellos ancianos. North Berwick es un pueblo pequeno y todos nos conocemos desde siempre. Aun recuerdo algunos momentos de mi infancia al lado de Duncan y, si tuviera que destacar algunos de sus rasgos, dire que era un chico reservado, silencioso, demasiado prudente a la hora de hablar o de intervenir. Pero ese caracter tan introvertido me gustaba particularmente. Era una forma de diferenciarse del resto de chicos, embrutecidos, siniestros al tramar algunas travesuras y siempre orgullosos de aquellas frases obscenas que soltaban por la boca. Duncan no era de esa clase de chicos. Al contrario, su naturaleza era tan diferente que a veces preferia quedarse con las chicas a observarnos como jugabamos con nuestras munecas o al escondite. Esbozaba una tierna sonrisa mientras nosotras pasabamos el rato con nuestras correrias. Nunca le di demasiada importancia a ese comportamiento, pero es cierto que companeros de clase y muchos chicos del pueblo tildaron a Duncan de un muchacho demasiado raro y extrano. Y aquellos calificativos contribuyeron a que se distanciara todavia mas del resto del mundo. Nunca se vio envuelto en una pelea y nunca fue motivo de burla, porque Duncan paso a ser, de un chico raro y extrano, a un chico invisible. Caminaba con torpeza y su pelo color paja lo hacia inconfundible. Era como una breve llama entre nosotros cuando decidia acompanarnos a la loma o a algun rincon del bosque a buscar animales o setas. Puedo decir abiertamente que mi infancia ha estado asociada a esa presencia de Duncan. Poco a poco, fuimos creciendo y las apariciones de Duncan eran cada vez menos frecuentes cuando saliamos al bosque o por los caminos. Siempre he culpado a sus padres de aquella conducta de Duncan, pues eran huranos y bastante posesivos. En un pueblo como este, todos nos conocemos y algo de lo que acabo de escribir tuvo que ir fraguandose en la intimidad de esa casa, hasta que Duncan, cuando todos cumplimos trece anos, dejo definitivamente de salir a buscar aventuras con nosotras. Porque hubo un momento en que se alejo para siempre de los chicos, especialmente cuando estos empezaron a fumar y a espiar a las parejas jovenes que buscaban un rato de soledad en el bosque para amarse.

  • Nosotros en la Luna de Alice Kellen

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    Tras el exito de Deja que ocurra vuelve Alice Kellen con una novela que te enamorara

  • Sisu de Katja Pantzar

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  • Ladronas de Nueva York 4 de Estefania Yepes

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    Me moria de sed. Como si no me hubiera pasado la noche entera bebiendo. Mandaba narices. Encendi la lucecita de la mesilla que habia junto a mi cama y busque la botella de agua, pero esta estaba completamente vacia. Fantastico. Me puse en pie y antes de salir, me acerque a la puerta tambaleandome, con el objetivo de comprobar que ya no quedara nadie en casa. Me habia metido en la cama en ropa interior y una camiseta de tirantes y no tenia ningun tipo de intencion de cambiarme por un simple botellin de agua. ?Como demonios habiamos llegado a beber tanto? Sali y anduve haciendo eses hasta la cocina. Todo el apartamento estaba a oscuras. No obstante, con el tiempo habia desarrollado la virtuosa habilidad de recorrerlo a tientas, sin magullarme los dedos de los pies contra ningun mueble. Me frote la cara y abri la puerta del frigorifico de donde saque un botellin. Fui a cerrarla y entonces, al girarme para regresar, el pulso se me acelero de golpe, alcanzando limites peligrosos. Muy peligrosos. No pude gritar ni moverme; ni siquiera sabia como podia no haberle visto antes. Apoyado contra la mesa del salon estaba Olly. Tenia la respiracion agitada y la vista perdida en algun punto de la mesa. La estampa era... Estaba segura de que si despegaba los labios para preguntarle que hacia ahi se me escaparian las pocas fuerzas que permitian que todavia me mantuviera en pie. Me fije mejor en su aspecto y descubri que llevaba la camisa abierta y su pecho oscilaba arriba y abajo, visiblemente alterado. Mis ojos comenzaron a acostumbrarse a la penumbra y al final, aunque temerosa, di un paso al frente. Como si se percatara por primera vez de mi presencia, elevo el menton y su mirada, turbia y enajenada, me busco. Crei que iba a morir en ese mismo instante. Literalmente. Y juro por Dios que lo hubiera hecho si a cambio hubiera podido seguir siendo observada de ese modo durante el resto de mi eterea eternidad. Pero ese sencillo pensamiento lo unico que logro fue colapsarme las arterias, mientras que sus ojos desfilaban inclementes por mi cuerpo, recorriendolo por completo. No estaba bien, no hacia falta ser adivina para darse cuenta de ello, pero yo tampoco me hallaba en plenas facultades y quiza eso lo volvia todo mucho mas facil todavia... o tal vez menos real. Mis dedos se aferraron con fuerza a la botella de plastico cuando sus ojos se detuvieron sobre mis piernas desnudas. Tal vez me hubiera desmayado a lo largo de la noche y eso no fuera mas que un sueno. Al fin y al cabo, no veia a Elle por ninguna parte, tendria sentido que asi fuera... ?no? Trago saliva a camara lenta y el movimiento de su garganta se perfilo en la penumbra, a traves de la poca luz que se colaba impetuosa a traves de las ventanas. Aparto las manos de la mesa y se irguio por completo, con la camisa completamente abierta y el pecho descubierto. Si antes de salir del dormitorio me moria por un trago de agua es que no tenia ni la mas remota idea de lo que era sentirse asfixiado y deshidratado. Ahora era consciente y a pesar de ello, no hubiera cambiado esa sensacion por todos los botellines de agua del mundo. Preferiria morir en sus ojos que vivir en su invisible presencia. Mi mente se nublo cuando dio un paso al frente, todavia jadeante, sin dejar de mirarme fijamente. Tenia la mirada completamente ida y su aliento destilaba un fuerte aroma a alcohol. Estaba ebrio. Y a mi no me hacia falta tener que dar otro paso para demostrar que tampoco me encontraba precisamente en uno de mis momentos mas lucidos. Me hubiera gustado suplicarle que parara de mirarme asi, que me contara que le pasaba y de ese modo, poder ayudarle. En cambio, no podia dejar de observarlo y de excitarme cada vez que sus ojos volvian a pasearse indecorosos por mi cuerpo, semidesnudo. Dio otro paso mas en mi direccion y supe que perderia el equilibrio si me movia un solo centimetro. Sin pretenderlo, mis ojos se desviaron hacia su torso, cubierto por una fina capa de vello, y senti un intenso cosquilleo en la columna que se esparcio por todo mi cuerpo. Su respiracion seguia igual de agitada, como si aquel estado en el que se hallaba sumido no remitiera. Le veia sufrir y al mismo tiempo veia en sus ojos el deseo. Y yo no era tan fuerte. Nunca lo habia sido. Se acerco todavia mas y nuestros cuerpos quedaron apenas a unos centimetros de distancia. Su aliento me rozo las mejillas y senti vertigo, del de verdad, del que crees que no podras combatir jamas, ni siquiera con el farmaco mas potente del mercado. Olia a vino y cerveza, y en sus labios resultaba una mezcla demasiado tentadora. Me observaba con el fuego crepitando en sus ojos, que incluso en la oscuridad se intuian claros y llameantes. Alzo una mano y la llevo hacia mi rostro. La mantuvo durante unos instantes en el aire, sin moverse, sin dejar de mirarme. No se si pedia permiso o perdon pero, en ambos casos, me lo pedia a mi, solo a mi, y estaba dispuesta a concederle ambas cosas. La yema de sus dedos entro en contacto con mi piel y crei que no iba a poder soportarlo. Era injusto, seguramente ni siquiera sabia lo que estaba haciendo, a juzgar por la turbia intensidad de su mirada. En sus ojos tal vez yo era Elle y a pesar de ello, no me aparte. Sus dedos recorrieron mi mejilla y descendieron muy lentamente por mi cuello. Se deslizaron por mi clavicula y entonces, con una parsimonia que amenazaba con romperme en millones de micropedacitos de mi misma, se detuvo sobre mi pecho y lo contorneo con una delicadeza que podria servir para someter incluso al mas incredulo e insensible. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano por contener un par de lagrimas. La lucha que se estaba librando en mi interior bajo su intensa mirada era algo para lo que nadie me habia preparado jamas. Por un lado queria sentirme libre, sonreir y disfrutar, provocarle y sentirme viva. Sin embargo, a pesar de ello, no podia dejar de pensar en que estaba traicionando a mi mejor amiga. Aunque ella hubiera dicho que no queria estar con el... que no tenian nada serio. Pero, a pesar de eso, el seguiria siendo suyo... Siempre seria suyo. --Olly... --murmure entonces, incapaz de acabar con lo que en realidad habria querido decirle. Su mano ascendio y entonces, con suavidad, su dedo pulgar se poso sobre mi labio mientras que con la palma envolvia mi mandibula. Jugueteo con el dedo y dibujo su contorno, obligandome a levantar un poco la cabeza, gesto al que cedi. No podia dejar de mirarlo, no podia dejar de sentirme viva mientras el siguiera contemplandome de ese modo. No podia dejar de pensar que era la peor amiga del mundo y al mismo tiempo, suplicarle que acabara de una vez por todas con la soga que habia anudado a mi cuello y de la que el estaba tirando demasiado sin ser consciente. --Olly... --intente de nuevo, buscando algun resquicio de razon que pudiera quedar en mi interior. Pero esta vez no me dio tiempo a mas. Sus labios se posaron sobre los mios con una fuerza tan protectora como desconsiderada y entonces, cuando crei que iba a morir, a alcanzar el nirvana o cualquier otra de esas cosas que siempre habia imaginado, paso todo lo contrario. Lo unico que no esperaba; lo unico para lo que no estaba preparada. Deje de pensar. Deje de pensar en el, en mi y en todo lo demas. Nada; no habia absolutamente nada mas en mi interior que no fuera el deseo que sus besos encendieron. No habia remordimientos, miedo ni reproches. No habia inseguridades ni menosprecios. Sus besos me devoraban con pasion, enajenados pero hambrientos, y me entregue a ellos sin poder pensar en nada que no fuera lo bien que sabian despues de haberlos sonado durante tanto tiempo. Una de sus manos se acoplo a la curva de mi espalda y la otra bajo hacia mis nalgas, donde se aferro con una fuerza casi animal. No tarde en reaccionar. No podia creer lo que estaba sucediendo pero no podia detenerme para tratar de comprenderlo. Ni siquiera se como llegamos a mi dormitorio. Lo hicimos sin mas y de repente, sus manos levantaban mi camiseta sin necesidad de pedir permiso. Mis brazos obedecieron y se alzaron, mientras sus besos seguian torturandome con el sabor del mismisimo eden. Asi con fuerza su camisa y tire de ella, dejandola caer al suelo. Todo sucedio demasiado deprisa a partir de ese momento. Tenia un hambre feroz, su necesidad de un cuerpo en el que desahogarse era aniquiladora y el mio estaba preparado y predispuesto, mientras en mi cabeza tenia lugar una contienda muy distinta. Razon y corazon luchaban a muerte, con todas sus armas, con todas sus fuerzas. Ahora sin ejercitos de por medio, tan solo ellos dos. Y mientras tanto, mi cuerpo se liberaba encajado bajo el suyo, sintiendole tan adentro que ni siquiera la gran cantidad de alcohol evito que una lagrima resbalara por mi sien cuando me arquee despues de vibrar con el orgasmo mas puro, intenso y vivo que hubiera experimentado jamas. Lo senti en mi cuerpo, en mi cabeza, en todo mi ser... CAPITULO 2 Sarah. Ahora. --Lorie por favor, deja de llorar... deja de culparte. El llanto silencioso es el mas doloroso de todos. Lo aprendi de jovencita, cuando Mike desaparecio de mi vida sin mas. Lorie tenia razon, por mucho que me negara a aceptarlo --todavia--, siempre fue mi primer amor y aunque lo supere con el tiempo, hay lecciones que jamas puedes volver a olvidar. Y esa era una de ellas. Las lagrimas de Lorie me mojaron el hombro pero su silencio era todavia peor. Sabia que estaba colada por Olly pero jamas llegue a imaginar que lo estaba hasta ese punto. Y eso complicaba muchisimo mas la situacion. --Lorie... --dije, sin dejar de acariciarle la espalda. Lo peor de todo era que el seguia en su dormitorio y tendria que enfrentarse a la realidad, por mucho que esta amenazara con destruirla. ?Como habian podido permitir que eso pasara? Cuando crei que iba a tener que emplear un tono mas severo con tal de hacerla reaccionar de una vez por todas, lo hizo ella por sus propios medios. Aparto lentamente la cabeza y cogio una servilleta que habia sobre la mesa para pasarla por sus mejillas y luego sonarse. Me dolia en el alma verla tan abatida. --?Que he hecho, Sarah? --sollozo, con un sufrimiento contenido que te rompia por dentro. --No te castigues, Lorie. Lo hecho, hecho esta. Pero ahora tenemos que pensar rapido. Elle saldra hecha un basilisco de un momento a otro y Olly todavia esta durmiendo en tu cama... --Oh... mierda --musito, al borde del llanto una vez mas--. !?Que hago?! --Tienes que despertarlo y decirle que se vaya. --No... no puedo, Sarah. No puedo. Cuando su labio inferior comenzo a temblar supe que lo decia de verdad. No tenia fuerzas para enfrentarse a Olly, lo cual no hacia mas que confirmar todas mis sospechas. Lo que sentia por el era mucho mas fuerte de lo que deberia. --Vale, hagamos una cosa --la apremie--. Metete en el cuarto de bano. Yo me encargo de Olly. --?Harias eso...? Escuchamos un ruido al fondo y no supimos identificar de que dormitorio venia, lo que solo confirmo que se nos agotaba el tiempo de verdad. --Ve, corre. Se puso en pie y desaparecio a toda prisa por el pasillo hasta llegar al cuarto de bano, donde se encerro sin hacer ruido. Suspire, me pase las manos por el pelo mientras mi cabeza trabajaba a toda velocidad y al final, tambien me puse en pie. No me importaba que el me viera en pijama, que llevara el pelo revuelo o el maquillaje corrido. Abri la puerta sin llamar siquiera y un fuerte e intenso olor a alcohol me recibio. Cerre y anduve hacia la cama de Lorie, en la que Olly seguia dormido. Estaba tumbado boca abajo con los brazos sobre la almohada y el rostro de lado. Parecia estar teniendo un sueno apacible. Le observe y me senti mal por el y por ellas, por los tres, porque lo que iba a suceder a partir de ese momento les acabaria pasando factura a todos. Me incline y puse la mano sobre su hombro, suave y fuerte. No se inmuto. --Olliver... --murmure flojito. Volvi a zarandearlo--. Olliver... Despierta, Olly. Pero no habia manera. Pase de su hombro y busque directamente su rostro. Primero le acaricie la mejilla y luego le revolvi el pelo. Estaba profundamente dormido y nada le hacia reaccionar. Que dificil iba a resultarme aquello. Eche un vistazo a mi alrededor y vi que todo era un amasijo de ropa, zapatos y almohadones. Exhale un suspiro. A continuacion, cogi sus pantalones, la camisa y lo deje todo sobre los pies de la cama. Desde fuera escuche otro ruido, seguramente era Elle. Volvi a poner la mano sobre su espalda y esta vez trate de moverlo, con mas impetu. Al tercer o cuarto intento comenzo a reaccionar. Le escuchaba murmurar de forma ininteligible mientras escondia la cabeza en la almohada. --Olliver, demonios, !despierta! --?Olliver...? --musito todavia con el rostro encajado en la almohada. De repente, se quedo en silencio y entonces, pasados unos segundos en los que crei que se habia quedado dormido de nuevo, levanto la cabeza con tal brusquedad que di un saltito hacia atras, sobresaltada--. !?Sarah?! --exclamo sin comprender. Lo mire tratando de descubrir hasta que punto estaba despierto o si seguia sumido en un estado de semiinconsciencia todavia

  • Te necesito esta noche de Sarah Wall

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    Carlos y yo eramos felices. ?Que nos habia pasado? Nuestro amor era indestructible, o al menos eso pensaba yo. Soy una persona que cuando ama lo hace sin condiciones. Me entrego totalmente. Apenas habia tenido un par de novietes antes que el y ninguno me calo tan hondo como Carlos. Siempre tuvo un problema y es que le encantaba flirtear, ser el centro de atencion, aunque para el fuera algo innato y sin intencion; sin quererlo, mas de una vez tuve que sacar a relucir mi mala leche en algun local, por alguna moscona/buscona que revoloteaba alrededor. Odiaba entrar en un restaurante y que automaticamente todas las mujeres se quedaran boquiabiertas al verlo, sin disimulo; posiblemente todas deseando tirarselo sin ningun tipo de miramiento. El no le daba importancia, es mas, le gustaba gustar... estoy casi segura de que me ha sido fiel, excepto el ultimo ano. Recuerdo muy al principio de nuestra relacion cuando eramos unos salvajes. Teniamos las hormonas mas que revolucionadas, no parabamos de hacer el amor. Nuestro sexo era apasionado y brutal; ahora hace mas de cinco meses que no nos tocamos y apenas hablamos... ni siquiera hemos discutido. Simplemente la llama se esta apagando y parece que los dos estamos soplando con fuerza para que eso ocurra. Nuestro amor languidece, noto que muere y cada manana me pregunto ?que nos ha pasado? Mi madre le ama, mi hermana lo admira y mi padre lo tolera. A Juan, mi padre, se que nunca le acabo de gustar la reputacion de Carlos. Antes de casarnos, sutilmente me pregunto si estaba segura de lo que hacia. Ha sido la unica vez que me he enfadado con el; un hombre que jamas se habia inmiscuido en mis relaciones, de repente me advertia. Carlos entre sus clases y sus conferencias no para por casa. Yo, entre mis guardias y mis consultas estoy tan cansada que intento evitar todo contacto y noto que el tambien lo hace. Pero la pregunta es... ?cuando fue que todo esto se hizo tan grande que ya no lo podemos parar? Hemos tenido horarios dificiles, si, pero siempre encontrabamos un hueco para nosotros. Y nunca habiamos estado mas de una semana sin hacerlo, !NUNCA! Soy enfermera jefe en la planta de cardiologia infantil del Hospital Central, aunque mi padre y mi madre, especialmente ella, querian que fuera neurologa como papa; estoy acostumbrada a la presion y desgraciadamente a perder pacientes, aunque a esto dificilmente te acostumbras; el corazon es lo que tiene: Se intenta todo, se hace lo mejor que se puede y mas. Y aunque estas cerca de tus pacientes las veinticuatro horas, aun asi, muchas veces los pierdes. Aunque te preparen para ello nunca acabas de estarlo y menos en una planta infantil. Siento como si estuviera perdiendo parte de mi vida. !No puedo luchar mas! y se que Carlos tampoco ha colaborado demasiado los ultimos meses. ?Que nos ha ocurrido? ?Que ha sido del chico apasionado, dulce aunque con genio, detallista y siempre optimista que habitaba en el? Es su mismo cuerpo, pero su corazon piensa de distinta manera. Ya no le inspiro los mismos sentimientos de antes y quiero saber el motivo. Carlos y yo nos conocimos en una fiesta organizada por mis padres donde se encontraba lo mas selecto de la ciudad. Es una fiesta que mis padres organizan todos los veranos en nuestra casa en la zona alta de Barcelona. Solo teniamos dieciocho y veinte anos respectivamente; en aquel momento nos gustamos, eso era mas que evidente... el no dejaba de mirarme y yo no dejaba de mirarlo... Ese cuerpo deportista, ese cabello ondulado y oscuro, esa piel morena y esos ojos color miel, indefinidos entre el verde y el castano... ?Como no mirarle? si es que estaba para mojar pan y lo que fuera necesario mojar... Yo estaba en plena selectividad para poder cursar la carrera de enfermeria, mi autentica vocacion, en contra de la opinion de mi familia que me atosigaba para que siguiera los pasos de papa en medicina. Mi madre no dejaba de repetir que, al ser una chica con el expediente academico tan brillante, podia aspirar a <>. Mi vocacion era enfermeria y eso es lo que hice. <> Fue lo que dijo mi madre con los ojos como platos. <>... Mi madre es buena mujer, pero quiza demasiado entrometida e interesada. No me gusta escoger a las personas solo por el maravilloso futuro que me puedan ofrecer... pero es mi madre, no la cambiare. Carlos se marcho al otro lado del charco, pero seguia sabiendo de el por los amigos comunes. No me gusto nada oir que una tal Charlotte le tenia mas que pillado. No era mio, lo se, pero lo deseaba y a veces incluso fantaseaba con lo que podriamos ser... !A imaginacion no me gana nadie! Ambos tuvimos nuestros rollitos y romances; el mas que yo... por supuesto, el era el <> de EE.UU. Que si Charlotte, que si Kayla, Hayley... un sinfin de chicas pasaron por su cama... y los rollos de Carlos salian en mas de una charla. Al cabo de unos pocos anos la foto habia cambiado. Yo ya estaba trabajando en el Hospital Central y Carlos lo hacia en una importante financiera americana, aunque lo que realmente le gustaba era la docencia. Volvio a Barcelona y empezo a dar clases en una reconocida Universidad consiguiendo un alto cargo en ella. Intente averiguar cuando volvia a Barcelona y consegui saberlo, pero no disponia de sus datos de contacto y, pese a que pregunte a varios amigos comunes siempre con disimulo y excusas, un dia casualmente lo vi aparecer por la cocteleria Jims's. No era una habitual del Jims's, pero justo aquel dia habia quedado con Anna, una de mis mejores amigas. Anna todavia no habia llegado --suele llegar la ultima a todos los eventos, es algo que la caracteriza-- y alli estaba yo, esperando como una boba. Parecia que iba buscando rollo. Ya llevaba dos copas cuando el entro por la puerta. Carlos estaba mas guapo que nunca con su polo blanco y sus tejanos... esa barbita de dos dias... informal pero irresistible. Siempre ha tenido estilo. Sus brazos aun estaban mas fornidos pero sin llegar a estar hinchados, culito irresistible... Aunque le conoci de inmediato, me hice un poco la dura para mantenerle atento y que no viera como mis babas asomaban por mi boca sin remedio, como pasaba con todas. De hecho, cuando me dio los dos besos de cortesia en la mejilla, mas que cerca de la comisura, diria yo, mi cuerpo sufrio una descarga electrica indescriptible y me ruborice, estoy segura. Pero siempre se le puede echar la culpa a dos Manhattans que me habia cascado esperando a Anna. Tras nuestra cordial conversacion y con la excusa de ir al bano, llame a mi amiga Anna para cancelar nuestros planes y quede en que ya le contaria el porque. Empezamos a hablar de los viejos tiempos. El plan se desarrollo a la perfeccion y cenamos en Chez Pierre. Para ser nuestra primera cita e improvisada no estuvo nada mal. Tras la cena le sugeri que me dejara en casa y, como excusa, le dije que tenia turno de manana. Era mentira, no queria caer a cuatro patas de buena a primeras, que es lo que hubiera pasado. No queria que pensara que yo era como las demas, una <>; yo queria estar con el para siempre y no que a los dos dias se cansara de mi. Quise mantenerle en vilo... crear un poco de intriga para llamar su atencion, pero claro, tambien podia salir rana la jugada y no volverle a ver el pelo. Al dia siguiente volvimos a vernos y desde entonces, siempre juntos. Hasta ahora, que nuestros caminos parece que se separan.

  • Permafrost de Eva Baltasar

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  • La noche que mataron a Bolivar de Mauricio Vargas

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    La historia de un hombre con las mayores ambiciones del un continente, pero tambien la historia del ego que lo traiciono hasta dejarlo completamente aislado: Simon Bolivar admite todo tipo de versiones sobre si mismo y la que propone este libro lo muestra con nuevos matices. Tras mas de cinco anos de investigacion, Mauricio Vargas regresa a la novela historica para explicar las muchas muertes del Libertador.

  • El asesino del ano boreal de Claudio Hernandez

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    En el frio invierno de 2017 empezaron los crimenes. Resulto ser quien menos se lo esperaba alguien. Peter lo habia descubierto porque lo habia tocado y entonces habia entrado en el. En una profunda oscuridad y le vio el rostro. El otono no mucho mejor y se repitio la misma historia. En primavera Ann estaba en serio peligro, pero Peter ya empezaba a estar cerca de ella. En el invierno de 2027 volvio un psicopata a hacer de las suyas despertando a los recuerdos muertos, como un revoloteo de hojas marrones en una espiral sin fin. Ahora, dos anos despues, Peter le habia dado el Brillo a Ann para que lo utilizara.
    El asesino era…

  • El nino escondido de Rhys Bowen

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    Una carta. Una revelacion. Un viaje de descubrimiento.