• la casa de las cuatro torres libro - Leandro Perez

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    ?Quien es Juan Torca? ?Un mercenario, un detective, un asesino? Al desembarcar en Madrid, Torca es un naufrago que vive en un hotel de Gran Via y corre por el Retiro. Todo cambiara cuando se reuna con su compadre, Javier Marse, en una de las Cuatro Torres. Y cuando se crucen en su camino Nerea, una joven recepcionista del hotel, y Adriana, la mujer de Marse.

  • La casa de las cuatro torres (León para leer) - Libros

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    La casa de las cuatro torres (León para leer) : Garnica Cortezo, Javier, Moreno Fernández, Pedro, Cultural Norte, Editorial: Amazon.es: Libros.

  • la casa de las cuatro torres - Librería Universitaria.

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    LA CASA DE LAS CUATRO TORRES, GARNICA CORTEZO, JAVIER, 12,00€. ... ... Otros libros del autor. LEÓN. CRÓNICA DE DOS SIGLOS -5%.

  • La casa de las cuatro Torres» de Javier Garnica Cortezo

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    5 dic 2019 — «La casa de las cuatro Torres» de Javier Garnica Cortezo descargar libro gratis ... LA NOVELA DE LA SAGA FAMILIAR DE LA CASA DE BOTINES.

  • EL CRIMEN DE LA CASA DE LAS CUATRO TORRES

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  • Libro La Casa de las Cuatro Torres, Javier Garnica Cortezo ...

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  • LA CASA DE LAS CUATRO TORRES, DE JAVIER ...

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    5 ene 2018 — Coleccionista de fotos de León, participa activamente en Facebook. Esta es su primera novela. Tal y como dice Javier: Este libro aparece de ...

  • La casa de las Cuatro Torres Archivos - Proyecto GLIRP

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    2 oct 2020 — 5 Libros sobre la historia de León que deberías leer ... León es una ciudad llena de historia. A cada paso que das por sus calles descubres ...

  • La Casa de las Cuatro Torres - 9788415907510 - Marcial Pons

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    Este doble contexto constituye la primera parte del libro, que nos permite situarnos ante el estudio posterior del palacio o casa de las Cuatro Torres.

  • El Crimen De La Casa De Las Cuatro Torres... - Agapea

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  • Kolia de Leandro Perez

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    Si esta historia fuera una pelicula, tendria que comenzar cuando mas de nueve mil gargantas cantan el himno a Burgos en el Coliseum, unos segundos antes de que un Madrid liderado por Luka Doncic juegue contra el San Pablo. Como esta historia es una novela, empieza cuando Kolia tiene que encestar tres tiros libres para ganar el campeonato de Espana cadete.

  • Tierras Negras de Gonzalo Grande Moreno

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    Desde que salieron del frondoso bosque a campo abierto no pararon de escuchar todos aquellos ruidos infernales salidos de las entranas de sus peores pesadillas, de los olvidados tiempos oscuros y las epopeyas de las cruentas guerras de los reinos olvidados. La caceria estaba siendo hasta ese fatidico momento bastante buena y de los lomos de sus caballos colgaban unos magnificos jabalies y un par de venados que daban buena fe de su destreza de avezados cazadores. Pero aquellos inesperados e imprevisibles sonidos, tan inevitables en ese momento y desagradables por su falta de melodia hicieron que el siempre disfrutado juego de la caza concluyera mucho antes de lo previsto. Poco sospechaban que aquella iba a ser una de sus ultimas cacerias e irrepetible en los anos venideros. Muchos habian sido los rumores que confirmaban ahora aquel mal presagio de sombras, guerra, muerte y destruccion. Y testigos eran de tan nefasto signo aquellos curtidos cazadores que experimentaban por primera vez en sus propias carnes su temor por lo desconocido. Velcari a lomos de su majestuoso corcel blanco subio rapidamente hasta la cumbre de una pequena colina denominada de los lamentos sinceros donde segun la leyenda una pareja de enamorados encontro la muerte escapando de la incomprension de sus familias. Una vez alli, desde su privilegiada posicion pudo comprobar con sumo espanto que sus peores temores eran del todo ciertos. Inevitablemente ellos estaban alli. Los rumores ya no eran una historia quimerica de frias noches de fogatas eternas. Eran ahora una realidad parte de la nueva historia de sus vidas. Los cuentos de las noches oscuras sin luna e incluso de las noches brillantes de miles de estrellas dejaban de ser simples leyendas. Aquellos relatos que los ancianos contaban a ninos asustados, junto al fuego de inagotables chimeneas en sus chozas de adobe se manifestaban y cobraban vida con aquellos sonidos cual preciada pesadilla. Reclamaba aquella aparicion su existencia mas alla de la imaginacion de los numerosos juglares y titiriteros que recorrian por aquellos dias la gran comarca de los doce reinos. La leyenda cobraba vida desde el filo de una frontera en paz hasta el corazon del reino. Algunos de sus fieles guerreros, todos ellos valientes desde el mismo dia que sus madres los alumbraron a la luz de la vida, se fueron acercando al sorprendido Velcari. No intercambiaron mirada alguna, no pronunciaron con palabras lo que sus ojos contemplaban. Porque las palabras sobraban ante la evidencia de aquella presencia militar que se desplegaba ante sus ojos en aquel melancolico valle fronterizo. Los guerreros de la partida de caza, se limitaron unicamente a observar. A pesar de su fama de valientes, estaban casi aterrados por la temible amenaza que llegaba hasta sus entonces pacificos dominios. Era en ese preciso momento de su historia cuando entraban en el valle, en su apacible y prospero reino, los terribles y temidos hombres del norte. Habian llegado como la sigilosa bruma del mar, como el azote de la tormenta mas inesperada que en ese dramatico momento comenzaba a azotar con su tempestuosa lluvia sus curtidos rostros. Primero llego una lluvia pegajosa, luego los luminosos rayos bajo las imaginarias trompetas celestiales en forma de escalonados truenos. Ante ellos, por ultimo, llegaban amparados por las sombras de la manana los terribles vikingos del rey Erik el Temerario. Los enemigos avanzaron con suma cautela en aquel valle unos quinientos metros, con movimientos muy lentos pero seguros. Los Fredegarios contuvieron su respiracion a la espera de una posible formacion de combate. Lejos de desplegarse en su desordenada y temida formacion de combate, de repente, detuvieron su avance y ajenos a los ojos que los observaban, en la parte oriental del valle, entre el rio Balak y el bosque tenebroso levantaron su campamento de campana, aquel que habitualmente los acompanaba en sus correrias por el para ellos desconocido continente de los reinos del sur. El asentamiento fue creciendo en aquella tierra invadida con unas fuertes empalizadas de madera. La construccion quedo perfectamente establecida en apenas tres horas para proteger tras sus muros a los siete mil guerreros de aquella horda salvaje, todos ellos hijos amados del mismo Odin. Los vikingos estaban lejos de sus tierras, a cientos de millas de las marismas negras, su refugio en el corazon del Ikrustian, su hogar maldito en las gelidas tierras del norte, pero para ellos la lejania de su patria carecia de importancia. Albergaban sus desleales espiritus belicosos sus claras intenciones de guerra y su preocupacion mas inmediata era aquella nueva invasion y someter a los moradores de aquel reino. Cuanto antes sucediera mucho mejor. No temian a la muerte, porque morir en combate, siempre habia sido para aquel orgulloso pueblo un acto heroico y un digno final a la vida terrenal antes del Valhalla, la antecamara de los caidos en combate. Su frenetica marcha por tierras desconocidas habia comenzado varias semanas antes y miles de personas habian sido masacradas de forma brutal por aquellos creyentes de Asgard en los ensangrentados campos de batalla que se fueron sucediendo a su paso por los valles de los numerosos reinos del sur. Los vikingos de Erik rara vez solian hacer prisioneros. Ni siquiera respetaban a las mujeres y a los inocentes ninos. La escasez de alimento siempre presente en sus campanas no permitia tales consideraciones. Jamas pedian perdon por ello, solamente la justicia de su Dios Odin, se encargaria de juzgarles en el mas alla si morian en el arduo combate. Y con su espada en mano, siempre estaban listos para recibir el justo premio por su valor y entrega a la causa. Un premio que les hacia merecedores de compartir su segunda vida junto a las hermosas Valkirias del Valhalla en el mismisimo reino de los muertos en Asgard. Velcari no necesitaba observar por mas tiempo a los vikingos, sus intenciones no podian ser otras que la rapina y la muerte de los suyos. Inmediatamente dio media vuelta a su caballo y seguido por los suyos descendio la colina por su lado oculto a la mirada de los hombres del norte, adentrandose de nuevo en la seguridad del frondoso bosque. El rey Santrax de los Fredegarios, vio a su fiel guerrero llegar al galope y no tuvo la menor duda, algo terrible estaba sucediendo en sus dominios. Velcari desmonto de un salto de su caballo y se postro de rodillas ante su soberano. Sus ojos hablaban por si solos y el monarca no necesitaba palabras para comprender el desastre que se cernia sobre su pueblo y la corona que cenia en sus sienes. Durante muchos anos, habia rezado con toda la fuerza de sus plegarias paganas para que los vikingos nunca se acercaran a Freda. Y ahora temia la ira de los hombres del norte, tanto como la posible cobardia y desercion en masa de sus guerreros, acobardados e impresionados por la fama del invencible pueblo vikingo. – Majestad, mi muy noble senor - dijo Velcari sin elevar su vista del arido suelo - Los vikingos se han adentrado en vuestro reino y son tan numerosos como los arboles del bosque que nos rodea. Debemos cesar en nuestra caceria, volver a nuestro campamento, recoger nuestras tiendas con premura y escapar hacia la seguridad de los infranqueables muros de nuestra capital. El monarca asintio con la cabeza a la vez que sus dedos de la mano izquierda acariciaban su barbilla. La recomendacion de su jefe de armas, senor de clanes y general de sus ejercitos era de lo mas sensato dadas las circunstancias. Ya llegarian tiempos mejores en los que los Fredegarios no saldrian corriendo como ratas asustadas ante las huestes del reino vikingo. Aun asi, en la seguridad de saber y conocer que el consejo de su general era lo que se debia hacer en esos momentos de confusion, una duda invadio sus reales pensamientos. Quizas, escapar sin luchar podria volverse contra ellos y esto podria dar muestras de excesiva debilidad ante su pueblo y los doce reinos. Otro de sus generales, su segundo jefe de armas, se dirigio en esos momentos con sus palabras inquisitivas a la pensativa figura real. – ?Cual es nuestro plan de ataque para esos mal nacidos? - pregunto Osenberg a su soberano con muestras de desear escuchar de su boca la orden de una inminente ofensiva. – No seas impaciente mi buen y leal amigo. Esperaremos hasta un nuevo amanecer, es todavia posible que se retiren y no sea necesario luchar. A veces, esas alimanas del norte solo realizan incursiones en busca de agua y provisiones y una vez han colmado sus mermados suministros con actos de rapina y pillaje vuelven a sus tierras salvajes en las islas del destino - el rey titubeo, dudaba de sus propias palabras. No queria justificar la presencia invasora, pero anhelaba creer en una salida pacifica al peligro en ciernes. Todos asintieron ante la decision del rey Santrax. Nadie queria dar un paso en falso pecando de excesiva imprudencia. Por otra parte, la idea de su rey era buena y no les disgustaba en esos momentos. Aquel campamento temporal del enemigo se encontraba asentado en los limites de su frontera con los Bargos y los vikingos bien podian dar por concluida su campana de invierno en aquel punto. Los Bargos no habian sido dignos rivales para aquellos barbaros, pero ellos eran guerreros Fredegarios y los vikingos no ignoraban la fama de sus soldados y su lealtad a los clanes. No era igual cruzar su acero y fiereza contra Bargos, en su mayoria campesinos, que cruzarlo ante los entrenados, aguerridos y muy disciplinados clanes Fredegarios. No obstante, esta euforia la experimentaban aquellos dominados por cierto estado de embriaguez de la noche anterior donde el hidromiel corrio por sus venas en exceso. Y estos pensamientos, unidos tambien al panico y como no al respeto hacia la destreza de las espadas y hachas enemigas, les hacia desear ver aquel campamento vikingo lo mas lejos posible de sus fronteras. Osenberg, segundo del rey, murmuro una extrana oracion, una plegaria llena de tristeza y esperanza. Santrax, rey de Freda, miro fijamente a su general. ?Por que pedir ayuda al Dios de los clanes? Su general nunca habia dado muestras de creer en ningun juez supremo o en los dioses de sus antepasados. – !Todos vamos a escondernos lo mejor posible y nada de fuegos esta noche! - grito el monarca - Debemos estar preparados para una eventual batalla. Sus exploradores pueden encontrarnos con suma facilidad bajo este cielo lleno de estrellas. El sequito de cazadores se protegio de las posibles miradas indiscretas desde lo alto del cerro cercano al valle y para ello no dudaron en cabalgar hasta reunirse con el primer ejercito real en una vaguada cercana. Este nutrido contingente de armas se habia personado inmediatamente desde la cercana Freda nada mas recibir el aviso de los cuernos del destino y conocerse la noticia de la posible invasion vikinga. El rey desplego a sus mejores guerreros, todos miembros de su guardia personal, en lo alto de un pequeno teso coronado por una cima muy lisa. Estas medidas de vigilancia evitarian posibles sorpresas con forma de emboscada o ataque sorpresa durante la noche. El promontorio estaba muy bien situado, haciendo del todo imposible un ataque al asentamiento real sin pasar por aquel punto avanzado. Aquel grupo, fue confiado a las ordenes de un joven guerrero llamado Amiraquis. A la manana siguiente, el alba brindo al grupo del promontorio con una agradable e inesperada sorpresa. – Los muy bastardos han desaparecido Amiraquis. Sencillamente se han evaporado mas alla de las brumas de Vernaila - sus hombres se mostraron exultantes ante la huida del invasor y golpearon sus escudos con las lanzas celebrando el peligro que se habia desvanecido de la noche a la manana. El jefe Fredegario asintio con un gesto complaciente y pudo verificar por si mismo que la noticia avanzada por uno de sus exploradores era correcta y una realidad reflejo de la verdad. Era del todo asombroso e increible para Amiraquis que todos los invasores hubieran levantado su campamento en pocas horas para marcharse de nuevo presumiblemente de vuelta en la direccion de su lejano reino, atravesando de nuevo todos los territorios masacrados por su codicia y barbarie. El peligro de una larga guerra habia desaparecido en cuestion de unas pocas horas, la amenaza se habia desvanecido como la niebla en la noche mas larga de sus vidas. – Avisad a su majestad de inmediato - dijo el sorprendido joven, frotandose los ojos con ambas manos sin poder dar credito a lo que estaban viendo sus cansados ojos. – Si, jefe Amiraquis, su majestad sera informada con la mayor celeridad posible. Ya uno de los nuestros corre a su encuentro en el campamento real. – Vosotros dos - Amiraquis senalo a dos de sus exploradores - Seguir al enemigo durante unas cuantas horas. Debemos asegurarnos de que esta retirada no se trate de una sucia trampa, un ardid para sorprender a nuestra retaguardia. - los dos hombres asintieron a la vez y montando en sus caballos a todo galope obedecieron al instante la orden recibida. Veinte escasos minutos mas tarde, el rey era informado de la posible retirada del agresor vikingo. Santrax aplaudio la noticia con suma alegria, pero a su vez se mostro cauteloso. Conocia la fama de los valientes vikingos y de su maestria en el arte de la guerra. No era normal que aquella mala hierba, aquella que no tiene miedo a morir en largas luchas sin cuartel se estuviera retirando a las primeras de cambio sin presentar una misera batalla. De todas formas, era de agradecer no tener que cruzar su acero con aquellos temibles y numerosos enemigos. Miro a su alrededor y pudo comprobar que sus jefes de armas se encontraban bastante nerviosos porque sospechaban y pensaban sin reservas que aquella retirada era fingida y la antesala de una posible trampa. En efecto, esta era una posibilidad, pero solo les quedaba una cosa por hacer, esperar y esperar. Las noticias de los dos exploradores de Amiraquis eran ahora del todo vitales y necesarias para tranquilizar el desasosiego de todos. El soberano los esperaba con tal impaciencia que su llegada fue motivo de cierta paz en su mente y alegria desmedida. – ?Y bien? ?Que nuevas me traeis? - pregunto el soberano a la vez que sus dedos de la mano derecha acariciaban su nariz victima de un repentino y molesto picor. – Majestad, sabemos donde estan esos hombres sin honor. No se han retirado de nuestro reino como vaticinabamos. Nuestras fronteras del norte estan siendo atacadas por todas sus fuerzas. Vikingos del trono vasallo de Osk y otros provenientes de los desfiladeros del este se han unido a ellos. Estan aniquilando a toda nuestra poblacion a su paso por nuestro condado norteno de Kilnner, no respetan siquiera a las pequenas granjas, sus moradores estan siendo descuartizados o quemados vivos y se dirigen en estos momentos a marchas forzadas contra nuestra ciudad nortena de Wenda. Vuestro fiel general Perses, gran baron de vuestro dominio del norte, esta siendo incapaz de retener este ataque incontrolado de los vikingos. – ?Como consiguieron saber todo eso? - pregunto un intrigado Santrax. – Tenemos un prisionero - hablaba ahora Amiraquis tomando la palabra de sus exploradores - Nos puso al corriente de todos estos acontecimientos e intenciones. El prisionero, esta aqui mismo, en la otra tienda. En mi opinion deberia hablar con ese tipo - replico el joven jefe con una sonrisa, adoptando con orgullo una pose de importancia y satisfaccion - Es el mismisimo rey de los vikingos e insiste en hablar con su majestad de inmediato. El jefe Amiraquis hizo una reverencia mientras abandonaba la tienda real. El rey se encontraba muy sorprendido. De acuerdo con las leyes de su pueblo, estaba obligado a recibir al miembro de la casa real enemiga para ofrecerle su hospitalidad. Para colmo, no podia retenerlo como a un vulgar prisionero. Al revelar su identidad, se habia convertido automaticamente en su invitado y desde ese momento no era ya su prisionero, era un igual. Era esta una especie de tradicion pactada entre reyes, aunque nadie sabia por que o el origen de tal privilegio, pero las reglas de la cortesia obligaban a ello y la prudencia aconsejaba escuchar inmediatamente al soberano extranjero. Aunque Santrax hubiera deseado poder despedazar a aquel vil rey bajo los colmillos de su jauria de mastines blancos. Recordo no obstante que un rey nunca mata a otro rey, salvo en combate durante la batalla. Erik el Temerario, era un monarca barbaro muy fuerte, de un metro ochenta y nueve, poseedor de un pelo rubio casi albino, su altiva y esbelta figura delataba su noble origen y sus ojos azules lanzaban miradas tranquilas, muy contrarias a lo que marcaba su conocido caracter sanguinario y del todo belicoso. Mostraba el rey de los vikingos unos treinta anos de edad y llamaba la atencion su formidable aspecto fisico. Esto ultimo no era de extranar. Todos conocian la preparacion guerrera de los jovenes vikingos. Durante la ninez de un guerrero del norte solamente existia un objetivo para sus varones y hembras: la preparacion para la guerra. Santrax observo con sumo interes a su forzado invitado. Penso que debia hablar, despues de todo, le agradaba la idea de que aquel joven reyezuelo dependiera ahora de su indulgencia. Extendio la mano hacia la cabeza de Erik y la puso en su frente, empujando al joven rey hacia una de las sillas del improvisado trono de la tienda real. El joven estaba sorprendido por este gesto y bajo la cabeza en senal de sumision y respeto pues conocia y reconocia el vikingo con ello encontrarse ante un poderoso rey de occidente, aquel que se sentaba en el trono de los doce reinos del sur por derecho de sangre. Santrax se irguio. Trago saliva y resoplo con fuerza. Desde el otro lado de la estancia, todos sus jefes guerreros lo estaban mirando muy fijamente, sin perder detalle de aquella improvisada audiencia, todos muy pendientes de las resoluciones de su magnanimo rey. – Naturalmente he de hacerte algunas preguntas. Pero no debes preocuparte. Me parece, simplemente, que es del todo necesario. Para empezar… ?Que motivos han traido a vuestros ejercitos hasta nuestras fronteras? ?Por que nos habeis atacado? Necesito respuestas. Mi pueblo necesita saberlo para comprender lo que impulsa vuestro ataque suicida. Queremos escucharte para hacerte merecedor de nuestra clemencia - el rey se volvio sobre sus pasos a la espera de respuestas a sus numerosas preguntas. Todos lanzaron un murmullo de aprobacion ante las palabras de su monarca. El soberano llamo al orden con un ademan de su mano derecha. El rey vikingo siguio sin contestar las preguntas sumido en un silencio preocupante e innecesario. – Vamos, vamos, me estoy impacientando, salvaje. !Maldito animal sarnoso, debes hablar! - grito furiosamente el rey muy crispado ante el prolongado silencio de su oponente. Fue una sensacion terrible para el joven barbaro aquel cambio de humor en el caracter del rey de los Fredegarios. Seria mejor ganarse su favor antes de que fuera demasiado tarde. Erik penso que, si no hacia esto ultimo, se iba a estrellar contra la ira real, algo no aconsejable para sus propositos. El murmullo en la sala se hizo mas intenso, reclamaban tambien una explicacion del vikingo. De pronto, unas debiles palabras salieron de la garganta del joven. – Mi nombre es Erik, hijo de Andrex. Soy el rey de las tierras negras vikingas. Reconozco que nuestra intencion es invadir vuestro reino. No veo motivo alguno para negar lo evidente. Es cierto, que mi pueblo es belicoso y salvaje… pero no somos unos estupidos temerarios. Conocemos el inmenso poder militar de los Fredegarios y nunca osariamos invadir vuestro pais, sin una obligada razon de peso. – Eso es muy inteligente por vuestra parte - respondio Santrax, asintiendo con un ademan de su mano izquierda y senalando con su dedo indice al joven - Pero, aun asi, estais atacando nuestras fronteras del norte. – El motivo - explico el joven - De nuestra presencia en vuestras tierras es que estamos escapando de un terrible enemigo. Un enemigo, que nos ha obligado para escapar de sus garras, a luchar contra los pacificos Bargos y ahora nos obliga irremisiblemente a luchar contra vuestro poderoso reino en un avance por la supervivencia que no podemos evitar. – Sigo sin entender nada - sonrio el rey de los Fredegarios - La cuestion es sencilla y tu respuesta un poco complicada de asimilar. Pienso que estas tratando de enganarme. No seria mas facil luchar contra ese terrible enemigo del que hablais y dejar tranquilos a vuestros pacificos vecinos del sur y a la postre a nuestros poderosos reinos. En la estancia se escucho un gran murmullo de aprobacion. El rey de los vikingos se estaba burlando de ellos. Para algunos jefes militares la actitud del vikingo resultaba inaceptable. Como podia ser mas sencillo luchar contra su potente ejercito que contra… Con mucha habilidad y cierta gracia, Erik se estaba burlando de ellos y de su orgulloso pueblo. El rey vikingo, se irguio en su asiento y mirando hacia todos los jefes, que se encontraban a unos diez metros de distancia, prosiguio con su relato: – Hay una gran confusion entre vosotros nobles senores. No habeis entendido el alcance real de mis palabras, el significado de lo que expongo y la verdad que hay tras mis acciones. Nuestros enemigos, aquellos que nos obligan a luchar contra vosotros, no son para nada normales. Se trata de terribles monstruos de apariencia humana contra los que nuestras espadas, lanzas y flechas no pueden hacer mella. Dia a dia, nos obligan a abandonar nuestras tierras y nuestra unica salida es avanzar hacia las tierras de otros reinos. Nuestra ley nos obliga a no pactar con nadie y luchar solos en ambos frentes. Escapamos de quienes no podemos matar y presentamos batalla a quienes podemos doblegar bajo nuestro acero.

  • Nuestro amor no fue casualidad de Rose B. Loren

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    Inma es una joven disenadora madrilena cuyo unico objetivo es alcanzar la fama en el mundo de la moda, por lo que se traslada a Nueva York en busca de un futuro mas prometedor, dejando a sus padres desilusionados por su decision.
    Con su duro trabajo y tras anos de dedicacion casi en exclusiva, consigue que sus disenos desfilen por una de las pasarelas de moda mas importantes del mundo, pero un fatal accidente hara que tenga que dejarlo todo y regresar a Espana. Alli conocera a Lucas, inspector jefe de policia y mano derecha de su padre.
    Durante semanas, ambos conviviran juntos, mientras el amor comienza a florecer sin que ellos se percaten mas que de una fuerte atraccion.
    Sus vidas se complicaran, una trama se cierne detras del accidente de sus padres, aunque siempre estara presente el amor que ambos se profesan y lucharan contra todos los obstaculos que la vida les depara.

  • Megapack La esencia del destino de C. J. Benito

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    En este megapack podras seguir la historia completa de “La esencia del destino”

  • Miss Nicholls de J.f. Morgan

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    Cloe Nicholls venera el amor verdadero, ese sentimiento puro de novela victoriana, inexistente en la realidad; una utopia que, asume, jamas conocera. Asi discurre su aburrida relacion con el hombre que su padre ha elegido para ella. Este posee todas las cualidades para enamorar a Cloe, pero no logra alojar ese turbador sentimiento en su corazon.

  • Como detener el tiempo de Matt Haig

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    Tom Hazard esconde un secreto: puede que parezca un hombre de unos cuarenta anos pero, debido a una rara enfermedad, lleva vivo desde hace varios siglos.
    De hecho, tiene aproximadamente cuatrocientos anos y, entre otras muchas cosas, ha actuado con Shakespeare, ha explorado el mar con el capitan Cook y ha compartido cocteles con Scott Fitzgerald.
    Tom debe cambiar a menudo de pais y de identidad para preservar su secreto. De este modo, ha sido testigo y protagonista de grandes momentos historicos. Ahora solo desea sentirse un hombre mas. Asi,
    se instala en Londres tratando de llevar una vida corriente y empieza a trabajar en un instituto como profesor de Historia, donde ensena a los ninos sobre guerras y sucesos de los que ha sido testigo de primera mano.
    Una historia de amor eterno sobre un hombre perdido en el tiempo, la mujer que podria salvarlo y las vidas necesarias para aprender a ser feliz.

  • La cabana de Natasha Preston

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    Un fin de semana de juerga en una cabana remota es justamente lo que Mackenzie necesita. Quiere divertirse a tope con sus amigos, lejos de los padres y las obligaciones. Pero tras una noche loca dos de ellos mueren. asesinados.
    Sin signos de que la puerta haya sido forzada y ningun rastro de forcejeo, las sospechas recaen sobre el grupo de amigos.
    Entre ellos solo hay un asesino. Pero ninguno es inocente.

  • Abelino de Daniel Urpina Arca

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    Alocada y reflexiva. Banal y profunda. Desternillante y seria.

  • Corazones encadenados de Maria Ramon Box

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    Kirian Mitman, agente de la policia de Baltimore, siempre fue alguien impredecible. Su vida ha sido un eterno embrollo de problemas y salidas bastante peligrosas, y no se iba a quedar atras esta vez. Sintiendo como unas cadenas de acero le unen al pasado sin dejarle avanzar, Mitman se ve envuelto en un remolino de dificiles aventuras, pero no por ello menos excitantes, cuando emprende la mision de su vida. Alli se ve las caras con su peor enemigo y el narcotraficante mas buscado del estado, Asher Rudd. Pero no solo se encuentra con el, sino que se topa con una pequena chica de ojos palidos que hace que su vida de un giro de 180o. ?Podra superar Kirian todos los obstaculos o quedara encadenado al pasado como siempre lo ha estado?

  • Un dia de estos de Robyn Carr

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    Sullivan’s Crossing es un camping en el cruce de los senderos del Colorado y de la Gran Divisoria, donde todo el mundo es bienvenido, ya sea para una escapada de fin de semana o para un cambio de vida. Es un lugar maravilloso, donde muchas personas afrontan sus retos con humor, fuerza y amor.

  • Kalopsia de M. Sallow

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    Desearia poder resumir todo lo que me sucedio alrededor de los trece anos pero eso seria imposible, solo se que me fragmente en algun momento durante ese tiempo, se que mi cabeza se volvio un caos y que me volvi una criatura completamente diferente a lo que era. Existen personas que cambian nuestro mundo con solo aparecer en nuestras vidas, eso fue lo que me sucedio. Su presencia era tan atrayente y llamativa que inevitablemente me arrastro hacia si, me enseno lo que es la maldad, la sociedad, el dolor, el miedo y el abandono. Todo cambio y solo necesito mirarme unos segundos a los ojos.

  • Antagonia de Luis Goytisolo

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    Con su colosal envergadura, Antagonia constituye sin duda una de las mas altas cumbres de la narrativa espanola. Saludada desde muy pronto como una obra maestra, los extraordinarios alcances de esta novela permanecen desconocidos aun para muchos lectores por los malentendidos a que dio lugar su publicacion original en cuatro entregas. De ahi el valor de esta nueva edicion, que ofrece por fin la novela tal y como debio ser percibida desde un principio: como un todo indisociable. Empieza Antagonia haciendo el <> de la vida de Raul Ferrer Gaminde hasta el momento en que apuesta por vivir como escritor. Se sumerge luego en su vida como tal, en sus notas y borradores, en sus suenos y fantasias. En contrapunto con ello, se vuelca una mirada distanciada sobre Raul y su mundo, para desembocar en Teoria del conocimiento, la novela escrita por el propio Raul. Novela de una novela, Antagonia propone una de las mas profundas indagaciones que jamas se hayan emprendido sobre la creacion literaria. <> (Guillermo Cabrera Infante). <> (Pere Gimferrer). <> (Rafael Conte).

  • El vals de los malditos de Ivan Lopez Pardo

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    Un terrible asesinato tiene lugar en Santander en plena transicion postfranquista, que recuerda a otro fatal suceso que aterrorizo la ciudad en el pasado. Al igual que su padre entonces, el inspector Marcos Marquez es enviado a investigarlo. Al mismo tiempo en otro punto de la ciudad, su hermana Estela despierta sobresaltada, envuelta en oscuras pesadillas que enmascaran un terrible presentimiento que va a cambiar sus vidas para siempre. En su sueno, ve retornar de entre los olvidados a un hombre herido de nostalgia y anhelo que no parara hasta conseguir su objetivo. Mientras, escondida entre las sombras, una oscura figura continua tramando un maligno plan que el mundo ignora y que sera crucial para su devenir. Unidos por el horrible crimen, padre e hijo investigaran este nuevo caso, luchando juntos por superar las numerosas adversidades y trabas que, desde el principio, se encontraran para resolverlo.

  • A su imagen de Jerome Ferrari

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    Premio Le Monde 2018

  • Solenoide de Mircea Cartarescu

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    Considerada unanimemente por la critica la obra cumbre de Mircea Cartarescu hasta el momento, <> es una novela monumental en la que resuenan ecos de Pynchon, Borges, Swift y Kafka. Estamos ante el largo diario de un escritor frustrado que desgrana su infancia y su adolescencia en los arrabales de una ciudad comunista, devastada, gris y fria --una Bucarest alucinada, dotada de una melancolia abrumadora--. Profesor de Rumano en un instituto de barrio, con una carrera literaria fracasada y una profesion que no le interesa, compra una casa antigua con forma de barco, construida por el inventor de un solenoide, que alberga una extrana maquinaria: un sillon de dentista dotado de un tablero de mandos. Pronto intima con una profesora que ha sido captada por una secta mistica, la de los piquetistas, que organizan manifestaciones nocturnas por los cementerios de la ciudad y por la Morgue. Mientras tanto, el narrador se enfrenta a alucinaciones que le revelan la verdad de su existencia. Solenoide es la piedra de toque en torno a la que gravitan el resto de las ficciones de Cartarescu. Una obra que atrae todas las pistas, los temas, las obsesiones literarias de un autor genial que se ha ido convirtiendo, poco a poco, en un escritor de culto. Genialidad, locura y grandeza. La ultima y mas madura novela del rumano Mircea Cartarescu, uno de los mas poderosos escritores europeos actuales, en una obra que le ha llevado a ser comparado con Pynchon, Kafka y Kundera.

  • Tango. Baile y pasion de Boris Cobian

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    Y tu, ?te atreverias a arriesgarlo todo? Helena es una mujer con una vida monotona que, por casualidad, esta a punto de dar un giro inesperado. El conocer a Emanuel, un joven instructor de tango la lleva por caminos insospechados, rodeados de erotismo. Pero, ?pasion es igual a amor? Helena tendra que tomar una decision. Boris Cobian nos muestra la belleza del erotismo a traves de una novela que atrapa de principio a fin.

  • Ojos de caramelo de Mar Deneb

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    Candela llego a sus vidas y se las desmorono.
    A cada uno los despiezo en su esencia y los encaro a su metamorfosis, solo con el infinito de su mirada de caramelo.
    Y uno de ellos fue Roberto.
    Esta es, brevemente, su historia, vivida y sentida por el...

  • De las cenizas renaceras de Laura Marquez Garcia

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    Lo que parece haber sido una noche demasiado larga de la que Marta no recuerda nada, se convierte en el inicio de la busqueda de su pasado, un pasado que parece haber sido borrado de su memoria como por arte de magia. Las situaciones que va viviendo durante esa busqueda le van recordando fragmentos de un pasado que poco a poco debe ir uniendo, como las piezas de un puzle, para llegar a descubrir el origen de todo. Por el camino, Joaquin, un autentico desconocido que se ofrece a ayudarla, jugara un papel muy importante.Narrada en flashback, la historia te sumerge en la mente de Marta para conocer en primera persona como fue su juventud, su primer amor, su amor verdadero, el peor acontecimiento y la peor perdida de su vida y como lo supero para renacer de las cenizas.

  • Una Chica del Monton de Clara Montecarlo

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    Hice siempre lo que me decian.
    Estudiar y no meterme en problemas.
    Ser una buena chica.
    Ayudar a los demas....

  • El lobo feroz de Nele Neuhaus

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    Un caluroso dia de junio encuentran el cadaver de una chica de 16 anos en el rio Meno, en una localidad cerca de Frankfurt. Todo indica que ha sido victima de malos tratos y ha muerto asesinada, pero nadie ha denunciado su desaparicion. Tras semanas de trabajo, en la Unidad K 11 no tienen ningun indicio sobre su identidad, pero una de las pistas conduce a los inspectores hasta una conocida presentadora de television que dirige un programa sensacionalista de testimonios. Pia y Oliver tendran que traspasar la fachada de la sociedad burguesa para darse de bruces con una trama que esta a punto de impactar en sus propias vidas. Y deberan actuar rapido si quieren evitar que alguien muy cercano caiga en las fauces del temible lobo feroz.

  • Guerra de voluntades de Nena Lima

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    Cuando Anne Peabody llego al pueblo californiano de Aguas Bravas para acudir a una cita de trabajo, no imagino los contratiempos que su llegada ocasionaria en el seno de la familia Carter. Su terquedad la enfrentara desde el primer momento al fuerte, brusco e intimidante temperamento del senor Carter. Este no desperdiciara la ocasion de provocarla para que se marche del rancho y tome la diligencia que la trajo hasta el pueblo.
    En un continente tan salvaje y hostil donde los enfrentamientos con los pueblos indigenas eran frecuentes y donde la inminente llegada de una guerra civil tenia al pais en vilo, la joven senorita Peabody aprendera a comprender y a valorar acerca de los prejuicios raciales que le rodea, experimentando a diario lo que es vivir con el peligro cuando se convive con tantas tribus nativas.
    En esta apasionante y bella historia, la atraccion y el deseo sexual golpearan de improviso en la vida de nuestros protagonistas y sellara para siempre sus destinos.

  • El tesoro mas preciado de Rangel M. Bellerose

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    U CAPITULO 1 Presencia del Reino no de los mas bellos parajes de todo el Reino, en la provincia de Paris alla por el ano 955 D.C., bajo el dominio de Hugo el grande, fue testigo de una de las mas bellas historias de amor jamas contadas. En aquella epoca de numerosos conflictos, entre casas feudales, por hacerse con el trono de todo el territorio de los franco, en la zona occidental de lo que hoy es Francia, la casa de los Robertinos disputaban los demas territorios a traves de Hugo, el cual alcanzo la corona anos mas tarde entregandosela a su hijo, Hugo Capeto. Pero no adelantemos acontecimientos; por aquella fecha los valles de Paris eran prosperos, con grandes recursos para sustentar a su poblacion, en la aldea hacia el Oeste, junto a la orilla del rio Sena, vivia yo a mis veinte anos y trabajaba la tierra para el noble de la aldea, siempre con un gran optimismo a pesar de mi pobreza. Acabando el trabajo, siempre me dirigia de inmediato a mi casa, para seguir colaborando en ella; al caer la noche mi madre sabia que pronto entraria por la puerta de su humilde vivienda. Mis dos hermanas pequenas no desatendian a Marie, mi madre, pero los quehaceres en la construccion o reparacion de la choza recaian sobre mi, era huerfano de padre, como casi todos en aquella epoca, y las pocas horas nocturnas de las que disponia en las noches, siempre trataba de dar confort a mi familia. --Regis… ?cielo no deberias acostarte ya?--, me dijo mi madre. La oscuridad de la noche hacia ya tiempo que envolvia la aldea, apenas unos sonidos de la naturaleza rompian el silencio, no disponia de suficiente tiempo para que mi familia viviera en las mejores condiciones posibles, --acuestate tu… quiero terminar la cama de Amabel, no puedo posponerlo mas tiempo. --Ella no tiene que levantarse antes que el alba, piensa un poco en ti--, insistia ella. Una mujer fuerte y luchadora, bella hasta decir basta o al menos lo era para mi, su delgadez y pelo negro resaltaban sus verdes ojos, su tez blanca como la de todos en la aldea mostraba una piel aterciopelada; en verdad no era mi verdadera madre, yo fui acogido por esta familia cuando era un bebe, justo antes de que mi hermana naciera, si yo la llamo hermana aunque no fuera de sangre, lo era de familia. --No puedo ver a Amabel durmiendo en el suelo… dejame terminarla y luego me acuesto--, le dije.--Esta bien, pero no dejes que te alumbre el sol sin dormir nada. Amabel era mi hermana pequena, con quince anos era ya una mujer, comenzaba a atender las necesidades del hogar, ayudando en todo lo que podia a la familia, muy responsable y guapa, no podria describir cuanto la quiero, al igual que a mi madre y a mi otra hermana, Marian de dieciocho anos. El silencio atronador de aquella noche me inquietaba, ni los grillos emitian su particular ruido, tal vez fuera la presencia inminente de una tormenta o algo peor, lo cierto es que sali al exterior de mi pequena carpinteria, y vi en el cielo una luz extrana, no era la tipica de la luna reflejada en las nubes, mas bien una luz que iluminaba el suelo, que llenaba mi alma de paz, de tranquilidad, quede exhorto durante un buen tiempo hasta que desaparecio. No sabria explicar con exactitud lo visto, pero desde esa noche mis miedos abandonaron mi cuerpo, yo era alegre desde siempre, pero aquella luz en la mas profunda oscuridad me alento a ver con esperanzas el futuro. Antes del amanecer, el cielo se derrumbaba en forma de agua, una tormenta oscurecia al poderoso astro, para mi era una bendicion dado que no se podia trabajar el campo, no para resguardarnos del temporal, sino para no danar los cultivos. Unicamente encontraba descanso en esos dias grises de lluvia, en esos dias grises de tormenta, aunque debia trabajar en la carpinteria para Melendo, el noble de la casa de nuestra comarca. Cuando el alba despertaba a los gallos, era la hora de continuar el trabajo, el techo de mi carpinteria no aguantaria mucho tiempo el torrencial que caia, pero eso no detuvo a Amabel para visitarme y traerme el desayuno, lo cual agradeci, ya no solo por el acto sino por verla tan risuena y encantadora, hasta aquella luz en la noche, su bella sonrisa era mi mayor motivacion para no descansar. --Gracias por la cama--, me dijo. --Gracias a ti por el desayuno… esta noche quiero dejartela montada, espero que estes mas comoda. --Seguro que si, me gusta mucho verte trabajar la madera. --Es bonito ver lo que los troncos esconden en su interior… algun dia, cuando crezcas te ensenare a trabajarla. --Por mi bien--, dijo. Se sento sobre la estropeada mesa mientras yo comia. --?Y Marian?… ?esta ayudando a mama? --Si, tiene que hacerlo para poder ver despues a su novio… sino mama no la deja ir por agua. --Hoy le va a ser dificil ir al rio por agua, con la que esta cayendo. --?Crees que no va a ir?… el amor puede con una mojada y mas--, me dijo con su sonrisa picara. Amabel era una joven muy parecida a Marie, ella tenia el pelo rubio, pero si no fuera por eso serian identicas, sin embargo, Marian era una chica mas parecida a su padre, morena y ojos miel, con un bello rostro que ya enamoraba a muchos jovenes. --Las chicas os volveis locas por ese amor… a ver si tu no eres tan caprichosa. --Los chicos no me van a hacer que haga tantas tonterias. --Ja, ja, eso tengo que verlo--, le dije. Estuvo a mi lado un buen rato, pero a la hora de comer ya estaba en casa, las tres lo estaban preparando el caldo que nos alimentaba cada dia. Al entrar en la humilde vivienda encontre a Marian molesta con mama, --?que te pasa? --Parece ser que hoy no puedo ir al rio… ya ni llueve. --Le he pedido que se quede en casa hoy que esta la tarde tan mala, no quiero que salga, esta lloviendo y pronto no habra luz--, me contesto Marie. En el comedor solo habia una mesa de madera, sillas y al fondo la cocina de lena, la cual nos servia para calentarnos en los dias frios, --no te preocupes que yo la acompano, no temas que no le va a pasar nada. --?De verdad?… ?me vas a acompanar?--, salto Marian con una sonrisa. --Si, pero otros dias no me digas que no quieres ir cuando te mande mama. --No se la necesidad que tiene de salir en un dia tan malo--, dijo Marie. --?Tu nunca has estado enamorada?--, solto Amabel mientras comia. El alimento no sustentaba demasiado, pero al menos estaba caliente. --El amor no es como os creeis… pensamos que todo cambiara a mejor al casaros, pero solo cambia la casa donde viviras… poco mas--, dijo mama. Yo solo escuchaba la conversacion que mantenian, no me gustaba mucho hablar de esas cosas. --Papa murio muy pronto, pero si estuviera aqui, ?no te alegraria? --Solo digo que el matrimonio os traera unas consecuencias que os marcara la vida--, expuso la madre. --Ya vas a contarnos otra vez lo de la primera noche… yo no quiero saber de eso--, dijo la mayor. --Pues si piensas casarte tendras que saber de eso. --Dejalo ya mama… ella ya sabe lo que acarrea el matrimonio--, le dije al ver apenada a Marian y Amabel. Al caer la tarde, acompane a mi hermana al rio con la intencion de encontrarse con Mercero, el joven que pretendia a Marian, la llovizna no les impedia mantener la unica ilusion de sus vidas, lo unico que en esos momentos les dejaba descansar en las noches, el amor. Con mi capa me resguarde bajo un frondoso arbol, la luz abandonaba el lugar despacio, pero sin pausa, al fondo las siluetas de los enamorados me mostraban su comportamiento, una conversacion que animaba sus corazones, ese joven llevaba tiempo detras de mi hermana hasta conseguir su proposito, yo estaba muy tranquilo, le conocia desde pequeno y era un buen amigo. En aquel instante pensaba en lo pronto que Marian abandonaria el nido, lo pronto que buscaria su futuro junto a Mercero; la rafaga de viento me incomodaba y la fina lluvia mojaba mi cara, que triste era pensar en lo poco que valia una persona y en lo poco que valia una mujer, con lo amable que era, simpatica y carinosa, no podia entender que derecho tenia el noble sobre su cuerpo, acepto que seamos usados para trabajar y poco mas, pero llegar mas lejos de eso ya no era comprensible, pero aceptado entre la poblacion. Ademas, si mas de uno habia desaparecido y a nadie le importaba, que importancia tenia pasar la noche de la boda con el noble. --Ya podemos irnos--, me dijo Marian. Ni me habia dado cuenta de que se estaba acercando a mi, por unos momentos les habia perdido la vista, la mente se me fue hasta aquellos apenados pensamientos. De camino a casa mi hermana me contaba con ilusion todo lo que habia hablado con Mercero, para mi lo unico importante era la cara de Marian, su felicidad se reflejaba en su rostro, su sonrisa bajo la fina lluvia, su pelo mojado al igual que su unico vestido, la miraba y solo pensaba en cuanto daria para que nunca tuviera que pasar por ninguna mala experiencia, --me alegro que estes contenta… ?de verdad planeais casaros? --Tengo muchas ganas, el me quiere y yo a el… no quiero esperar mas tiempo… tengo muchas ganas de estar con el. --Modera ese vocabulario… no me expliques nada. --?Y tu no piensas en buscar a nadie?… se te va a pasar la edad--, me dijo. La noche ya no dejaba ver el camino, debiamos andar por inercia, sabiendo donde poniamos los pies. --No quiero enamorarme… no puedo pensar en...--, decia cuando me interrumpio. --No lo digas… ese paso lo pasamos las mujeres sin pensar en ello… no formara parte de mis recuerdos. --Eso espero… te deseo lo mejor--, le dije. Se detuvo y me miro en la oscuridad, al instante se acerco a mi y me abrazo, todo su cuerpo temblaba por el frio, pero eso no la detenia, luego busco mi mirada y me dijo, --siempre has demostrado ser el mejor hermano del mundo… vivire al otro lado de la calle… no me voy a ir lejos. --Lo se, y eso me alegra profundamente... no conozco otra vida que junto a vosotras tres, te quiero y quiero tu felicidad. Aquella mirada me produjo escalofrios, no solo por la mala noche, era la mirada de la bondad, del amor mas sincero, de todo lo que podia desear en aquellos momentos. Seguimos andando hasta llegar a la casa, no esperabamos encontrar en la aldea al sequito de Melendo, los caballeros se alumbraban con antorchas, no era costumbre salir en las noches sin un motivo importante; sobre el terrizo de las calles, los cascos de los caballos abandonaban la aldea entre rafagas de llama y viento. --?Que ha pasado?--, pregunte al vecino. --El rey, Hugo viene a la comarca y va a pasar por el camino de las piedras, Melendo ha comunicado que todos debemos estar en el camino para vitorear su paso. --?Para que viene?--, pregunte. --Eso no nos lo comunican… busca el apoyo de los feudos y las casas de nobles, ahora las guerras se ganan llenando las barrigas de los senores. --Ya… quien mas casas tenga mayor posibilidad de llegar al trono, bueno espero que no altere mucho la paz de la que ahora disfrutamos. --Tu padre dio su vida por ellos, y el mio, el de Marian y Amabel… no les importamos lo mas minimo… puedes ser su mejor guerrero que cuando pierdes la vida en la batalla, ni se acuerdan. --Nunca luchare por nadie, no pienso ir a la guerra por ellos… ojala no nos hagan elegir. --Tu vida es de ellos… y la de tu familia, no lo olvides--, me dijo. En gran parte llevaba razon, eso no iba a cambiar por mucho que lo desearamos, tal vez pudieramos conseguir algo con sus mismas armas, pero por el momento no. Al entra en casa, Marie estaba sentada en la silla frente al fuego, Amabel y Marian fueron a sus habitaciones, --?estas bien?

  • Los misterios de East Lynne de Ellen Wood

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    La novela victoriana que escandalizo a toda Europa
    Archibald Carlyle se prenda de lady Isabel Vane y desea casarse con ella. Sin embargo, la joven siente una fuerte atraccion hacia Francis Levison, un hombre de reputacion dudosa. Isabel debera escoger entre los dos, y esa decision marcara su destino de por vida. Entretanto, el asesinato de George Hallijohn sacude la placida vida de East Lynne: Richard Hare, hijo del respetado juez Hare, es acusado del crimen y se da a la fuga, y la dulce Barbara Hare, enamorada en secreto de Archibald Carlyle, tratara de demostrar su inocencia. El escandalo esta servido y las vidas de los habitantes de East Lynne jamas volveran a ser las mismas.
    Ellen Wood, celebre autora y editora que llego a ser mas popular en su tiempo que Charles Dickens y cuyas obras hicieron las delicias de lectores como Lev Tolstoi y Joseph Conrad, ofrece al lector en Los misterios de East Lynne un escandaloso retrato de la sociedad victoriana y lleva a cabo un agudo analisis psicologico de las pasiones humanas.

  • El sol y el acero de Yukio Mishima

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    Acabado en 1967, “El sol y el acero” es un texto en el que encontramos la expresion de muchas de las contradictorias y sutiles lineas de fuerza que configuran el complejo y singular pensamiento del escritor Yukio Mishima (1925-1970), o cuando menos del personaje que quiso llegar a ser. El culto del cuerpo como trasunto y complemento del culto del espiritu, la dolorosa contradiccion entre palabra y accion, la delgada, casi imperceptible frontera entre vida y muerte (realidades opuestas pero que a la vez se funden y complementan), son solo algunos de los motivos que articulan este texto tan fulgurante como controvertido.

  • Si tan solo fuera sexo de Myriam Ojeda

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    Cuando amas desesperadamente, solo el ocupa tus pensamientos. Vives y respiras por aquel que da vida a tus dias. El misterioso y carismatico Klaus Grass, es el hombre que trastoca todos sus sentidos, transportandola a un mundo que nunca penso llegar a conocer.

  • Los besos que no diste de Kristen Weslyan

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    Aun recuerdo como se oia el retumbar de los altavoces en aquella pequena carpa, en aquel pequeno pueblo castellano, eran creo las dos de la madrugada y la pequena orquesta se disponia a hacer el cambio ansiado por todos nosotros: "!Adios pasodobles!" "!Hola rock and roll! ". !Era nuestra hora! La hora de darlo todo aun mas mientras los compases tranquilos pasaban a dar paso a nuestros saltos y gritos. Pero en ese mismo instante vi como una de las cantantes agarraba el micro y decia: - !Bueno gente! !Me han dicho que hay que elegir rey y reina de las fiestas, asi que durante el descanso el micro y el escenario es todo vuestro!! No sabe lo que hace, otra cosa no, pero a nosotros subirnos achispados a decir tonterias se nos da de vicio y ademas nos gusta. Aunque empece a sospechar que algo raro pasaba porque parte del jurado (mas gente achispada) me miraba un tanto raro... y yo empezaba a pensar que se me habia olvidado subirme los pantalones o que llevaba un trozo de papel higienico pegado al zapato... Mi amiga Paula comenzo a reirse maliciosamente. Paula era morena y tan alta como yo, envidiaba sus...dos dotes femeninas... tenia unos ojos que inspiraban la confianza que efectivamente daba, pero tenia mas mala idea que buena, algo que siempre nos acababa metiendo en alguna aventura compleja. Oh santa lechuga verde.... Paula se encaminaba al escenario, y dado el conocimiento que tenia de "mi secreto a voces" me temia lo peor, y asi era... - !Buenas noches a todos! - dijo mientras arrastraba de una forma bastante peculiar todas las eses, pero teniendo en cuenta la hora y el momento, eso era lo minimo que arrastrabamos todos - !Ha llegado la hora de repartir este par de coronas y ramos para los reyes de este ano! - decia mientras agitaba tanto el ramo que dejo a toda la primera fila bajo el escenario llena de trozos de margaritas -. Que este fantastico ano son: No, no, no, no me mires.... Lo iba a decir a la de una, a la de dos.... - Alejandra y...............!!!!!Marcos!!!!! !Me caguen en todo... maldita seas Paula!! Te pienso quitar todos los pelos del brazo con una pinza de forma lenta y dolorosa... Dios, que alegria oir tu nombre y el del chico del que estas "enamorada", o eso crees, y que ademas me hacia el mismo caso que yo a la profesora de filosofia, es decir, nada de nada. - Vamos Ale no te hagas la remolona que lo estas deseando - dice mientras intenta algo parecido a guinarme un ojo. Paula es una de mis mejores amigas, desde pequenas hemos compartido de todo, y aunque hemos tenido nuestros mas y nuestros menos, la adoro. A ella y su peculiar forma de ver la vida, cree en el amor puro y a la vez desenfrenado para siempre. Yo lo intento. Bueno, alla voy, subo y le doy dos besos mientras le susurro que ya hablaremos ella y yo mas tarde...cuando le pueda tirar el ramo de flores a la cabeza. - ?!Bueno donde esta ese rey!? - grita mientras me zarandea del brazo, yo la mato. Que suerte la mia, todo el mundo sabia que a mis dieciocho anos estaba perdidamente enamorada de Marcos, que jugaba en la liga de los veintitres anazos y me hacia el mismo caso que yo le hago a las verduras que prepara mi madre... (Bravo por mi, Ale, tu si que sabes) y el nuevo rey debia estar vaciando su vejiga por algun lugar recondito del pueblo y con algun que otro whisky-cola en el cuerpo, igual hasta me libro del despeno que se me avecina. - !Por ahi viene! Sube aqui que eres un tardon y dale dos buenos besos a tu reina. Definitivamente, esta es su venganza por echarla de mi cumpleanos cuando solo teniamos ocho o nueve anos. Me mira con cara de inocencia fingida y veo sonrisa de victoria en sus labios, que tia. !Me las pagaras traidora! La gente que estaba en la verbena no nos hacia demasiado caso la verdad, en pleno descanso se hacian grupos para charlar, beber aun mas, o comer algo, pero los de mi edad esperaban con expectacion a ver que haciamos mientras cuchicheaban. Marcos subio y me dio un par de besos sonoros y me dijo algo al oido con desgana y ebriedad. - Luego nos podiamos tomar algo ?no reina? Vaya esto si que es una sorpresa, igual hasta sabe como me llamo. Bajamos del escenario, yo mas roja que los morros de Taylor Swift y el con cara de haberse quedado cuidando de un bebe. - !Que fuerte! - dice Eva con los ojos como platos -. La Pauli lo tenia apalabrado seguro !Vaya careto has puesto!

  • Grande y fabulosa de Larissa De Silva

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    “Tienes que decirme como estuvo”, dijo mi mejor amiga. Ella me miraba fijamente. Habia sido una noche tranquila en la sala de emergencias y nos habiamos entretenido con las historias de nuestros antiguos novios, incluyendo a nuestros companeros de la escuela de medicina, cuando no estabamos actualizando los historiales o revisando a los pacientes. No es que ninguna de las dos hubiera tenido mucho tiempo para salir con exito con alguno de nuestros companeros. Ellos estaban ocupados y nosotras tambien, y la mayor parte del tiempo, estabamos demasiado ocupadas para salir o tener aventuras de una noche con nuestros companeros. Las cosas no estaban tan agitadas despues de graduarnos, pero no se hicieron mucho mas faciles. Finalmente estaba saliendo de nuevo y me resultaba dificil mantener el contacto con algunos de los hombres que me interesaban. Al menos ellos parecen estar interesados en mi, lo cual era agradable, pero apenas podia recordar sus nombres. No queria nada serio, no tenia tiempo para nada serio, pero me gustaba pasar tiempo con algunos de ellos. No es que hubiera encontrado a alguien que pudiera recordar tan bien. Ella me pincho en el hombro. “Hola”, dijo. “?Vas a decirmelo o que?” Le sonrei. “Eso es inapropiado, Dra. Comely”. Levanto las cejas. “Oh, ?asi es como estamos haciendo esto?” Me rei, sacudiendo la cabeza. “No”, respondi. “Desafortunadamente, no hay mucho que informar. Fue amable y me hizo reir, pero no se, faltaba alguna chispa”. Bajo su voz a un susurro mientras se acercaba un poco mas a mi. “?Asi que no te acostaste con el?” Abri los ojos en un simulacro de shock. “No lo hice”, respondi. “Queria hacerlo, pero me acobarde. No quise llevarlo a mi casa, porque, ?y si fuera un asesino o algo asi?” “Pero no te preocupaste por eso antes de tu cita”. “Si, lo hice”, dije. “No pense exactamente que me iba a asesinar delante de todos los demas en un restaurante. Eso definitivamente haria que la gente dejara de comer”. a “Y crees que a un asesino le importaria eso”, dijo. Me rei. Estabamos sentadas en la parte de atras de Urgencias y ella habia subido la cortina a nuestro alrededor. Las pequenas salas de consulta que teniamos estaban frecuentemente sobrecargadas y aunque el hospital habia estado hablando de construir una nueva ala de urgencias durante anos, parecia que nunca se llegaba a hacer por una razon u otra. Por eso teniamos estas improvisadas y anticuadas bahias de cortinas. No proporcionaban mucha privacidad, pero eran mejores que nada en una crisis. Afortunadamente, nada parecido a una crisis parecia estar sucediendo en esa tranquila noche de miercoles. Cam miro su tablet y suspiro. “?Sabe lo que le paso al Sr. Hysinger?” “Si”, dije. “Lo transfirieron a urologia”. “Huh, extrano. Creo que hay un problema con…” La interrumpieron los fuertes pasos de alguien que se acercaba a nosotros. Ambas nos dimos la vuelta para ver a la enfermera de turno, una mujer mayor blanca de pelo negro azabache y cejas finas. La mirada de Teri se interpuso entre nosotros antes de decidir que no le importaba. “Acaba de entrar un joven”, dijo. “Las constantes vitales estan bien, pero fue apunalado en el brazo y el cuchillo esta… en movimiento”. Levante las cejas. “?Lo esta moviendo?” “No”, dijo. “Se esta moviendo, como, cuando mueve su cuerpo. No creo que sea profundo, pero no quiero…” “Entiendo”, dije. “?Algo mas?” “Debe tener entre veintitantos y treinta anos, esta lucido, creo que hay otras lesiones porque debe haberse metido en una pelea, pero no me dejo examinarlo a fondo”, dijo. “Le pedi que se quitara la ropa, pero no quiso hacerlo”. “Vaya”, dije. “Bien”. Gracias, Teri.” “De nada, Dra. Meyer”, dijo, mostrandome una pequena sonrisa, que era la mayor aprobacion que iba a obtener de ella. “Esta en la habitacion tres”. Asenti con la cabeza. Camine hasta la habitacion, mirando mi tablet para ver el historial del paciente. Mis ojos pasaron por alto su nombre mientras miraba sus signos vitales, su edad y la descripcion de su condicion. Llame a la puerta. “Pasa”, dijo una voz masculina apagada. Abri la puerta y mire hacia arriba desde la tablet. Inmediatamente, senti que el suelo se habia movido y que iba a ser tragada por la tierra. Nunca habia sido una buena actriz, asi que estaba haciendo todo lo posible para fingir que todo estaba bien, aunque definitivamente no todo lo estaba. Este no era un paciente. No era un paciente cualquiera, era alguien que conocia, alguien que habia intentado olvidar. Y se veia mejor que nunca. Solo tuve un segundo para decidir como iba a reaccionar al hecho de que Jody Banks estaba sentado en una silla azul en un rincon de la habitacion, el era el chico con el que habia salido en la secundaria. El que me habia roto el corazon. En esa epoca era delgado, alto y guapo, con hombros anchos y una complexion atletica facil. Todavia era delgado, alto y hermoso, pero habia trabajado en esculpir esos musculos en una obra de arte, tenia un tatuaje negro envuelto alrededor de su brazo como una vid, hasta su cuello, y desaparecia en la parte de atras de su camisa. Parecia mas alto tambien, pero podia decir que era solo porque estaba sentado derecho. Tambien me miraba a mi, con unos curiosos ojos abiertos que no dejaban de moverse. Se lamio los labios cuando me acerque a el, mi mirada se dirigio hacia el suelo. No queria mirarlo y no queria necesariamente que pensara que lo reconocia. Aunque yo era una mala actriz y lo sabia, las posibilidades de que me reconociera eran muy altas. “?Sr. Banks?” Pregunte cuando me acerque a el. “Puedes llamarme Jody”, dijo. Podia oir la risa en su voz. “?Como debo llamarte?” “Dra. Myer”, respondi, mirandolo a los ojos por primera vez mientras dejaba la tabla en la mesa de al lado. “?Que le paso?” “Me cai en el estante de los cuchillos”, dijo, mostrandome una sonrisa. Me fije en sus dientes. No habian sido arreglados, y sus caninos, que siempre habian sobresalido un poco, eran quizas mas visibles ahora que habia crecido. “Es un problema. Dra. Myer.” “Se cayo en el estante de los cuchillos”, repeti, lentamente. “?Como?” Parpadeo. “?Como que como?” “?Se resbalo?” “Yo… si, claro”, dijo. “Me resbale”. “?Y por que sobresalia el cuchillo?” Pregunte. “Bueno, me cai, tirandolo, y luego… ya sabe, cayo al suelo, y estaba sobresaliendo, y no pude detenerme, asi que me apunalo. ” Me mordi los labios. “?Sabes por que se cayo?” “Porque me resbale”, dijo. “El suelo de la cocina estaba resbaladizo”. “?Estaba cocinando?” Penso por unos segundos. “Si”, dijo, eventualmente. “Lo hacia”. “Genial”, dije. “Voy a mandarle a hacer una radiografia. No hay muchas venas o arterias donde usted, uh, cayo en su cuchillo, exactamente, pero me gustaria descartar cualquier cosa que pueda significar que necesita cirugia.” Hizo un gesto de dolor, y por primera vez desde que lo vi en la oficina, parecia asustado. “?Cree que necesitare cirugia?” Hice lo que pude para mantener mi voz neutral. “Es una posibilidad”, dije. “Pero es muy pequena. Solo quiero estar segura. Los accidentes de cocina no son una broma”. Asintio con la cabeza. “Bien”. “Me gustaria examinarlo”, dije. “O puedo buscar que lo haga otra persona, si se siente mas comodo con eso. Sus heridas podrian ser un poco peores de lo que parecen a primera vista. ” “?Quiere examinar mi brazo?” “Toda la parte superior de tu cuerpo”, dije. “?Puede quitarse la camisa?” Parpadeo. “Claro”, dijo. “Quiero decir, supongo.” “?Puede hacerlo?” Se miro a si mismo y sacudio la cabeza. “No”, dijo. “No puedo”. “Bien”, respondi. “Normalmente, nuestros paramedicos la cortarian, pero…” “Esta camisa es cara.” “Entiendo”, dije. “Tendre cuidado, entonces.” Me acerque para enfrentarlo. La camisa parecia cara, una camisa de manga corta azul bebe y verde ceruleo claro con botones blancos que se ajustaban a su cuerpo. La camiseta blanca de cuello en V debajo de ella al menos hacia las cosas un poco menos incomodas, aunque no lo suficiente. Agarre el cuello de su camisa con la punta de los dedos y respire profundamente mientras me concentraba en la camisa y no en el hombre que la llevaba puesta. Intentaba ser lenta, delicada, porque no queria tirar del cuchillo o empeorar su herida. Era dificil hacer algo asi con cuidado, especialmente cuando podia sentir la mirada de Jody sobre mi. Me miraba fijamente, sin dejar de hacerlo nunca, mi calma fabricada no era rival para su tranquila pero resuelta intensidad. Pense que probablemente era mejor romper la tension y admitir finalmente que nos conociamos. De esa manera, al menos las cosas podrian ser un poco mas… manejables. Tal vez no, pero valia la pena intentarlo. “Entonces”, dije mientras desabrochaba el boton superior de su camisa, mirando directamente a sus ojos verde avellana. “?Como esta tu madre?” “Esta bien”, dijo. “Bien, pero decepcionada”. “Me alegro de oirlo. ?Y tu hermano?” “Esta bien”, respondio. “Ahora vive en Japon, ensenando ingles a los ninos de las zonas rurales.” Sonrei. “Bien”, dije. “Eso parece el tipo de cosa que le vendria bien. ?Es feliz?” “Esta feliz porque esta lejos de aqui”, respondio, encogiendose ligeramente de hombros, lo que hizo que mis dedos resbalaran un poco, y termine tocando su piel por una fraccion de segundo. Me aleje, sintiendo las puntas de mis dedos como si me hubiera quemado. No queria que me tocara, sobre todo cuando parecia tener tanto efecto en mi. Pense que no lo haria… habia superado lo de Jody Banks, habia intentado toda mi vida olvidarme de el. Y, en su mayor parte, lo habia hecho. Pero el estaba sentado frente a mi, vulnerable y con mejor aspecto que nunca y yo… Dios, yo era inutil frente a el, aunque el era el paciente, y aunque el era el que estaba sentado en la mesa del paciente y tenia un cuchillo en el brazo. Tosi y me aleje de el. “?Estarias mas comodo si otro medico hiciera esto?” Sonrio, su mirada se encontro con la mia. “No dejaria que nadie mas hiciera esto”, dijo. “Asi que no”. Casi habia terminado. Su camisa estaba abierta y tuve que tirar de su manga para que no tocara el cuchillo, que sobresalia de su brazo. Extendio su brazo izquierdo, ileso, para que yo pudiera quitarle la manga. Me puse detras de el para tener una mejor vista de lo que estaba haciendo. La tela de la manga se habia recogido detras del boton, lo que significaba que iba tener que ser muy cuidadosa para bajarla sin hacerle dano. Eso era bueno, al menos, porque no queria tirar del cuchillo y hacer que su herida fuera peor de lo que ya era. Camine a su alrededor, hacia su brazo derecho, y tire de su camisa y la aleje, sacando la tela de su cuerpo y luego lenta pero seguramente empujandola hacia abajo y alejandola de el. Finalmente la aleje de su brazo lo suficiente como para evitar el cuchillo. Contuve mi respiracion mientras el se agarraba la manga y tiraba hacia abajo tan fuerte como podia. Cuando la camisa aterrizo en el suelo de baldosas delante de nosotros, senti que podia respirar de nuevo

  • Miles de emociones con nuestro nombre de Ana Forner

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    Dicen que Nueva York es la ciudad de los rascacielos, de las grandes avenidas y el escenario de miles de peliculas. Yo anadiria que tambien es la ciudad de los suenos, esos que todos esperamos cumplir algun dia, incluso yo misma, aunque a veces lo olvide cuando otro sueno, uno mas poderoso y que lleva su nombre, llega para ensombrecer a este.

  • Hija del dragon de Kiersten White

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  • Para siempre, contigo (La Posada de Sunset Harbor 3) de Sophie Love

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    Emily miro a la hermosa nina que dormia tranquilamente en la cama de Daniel. Su cabello rubio estaba extendido sobre la almohada blanca. Sus rasgos eran inconfundiblemente los de Daniel. Parecia angelical. Afuera estaba oscuro, la unica luz en la habitacion era un rayo de luna que se deslizaba a traves de las cortinas, haciendo que la habitacion se volviera de un azul apagado. Emily habia perdido la nocion del tiempo, pero a juzgar por el agotamiento que sentia en lo mas profundo de sus huesos, estaba a punto de amanecer. Oyo que la puerta crujia y miro por encima de su hombro para ver a Daniel de pie en la grieta, la calida luz de la chimenea de la cochera iluminando su silueta. Solo con verlo, su corazon dio un vuelco. Era como un espejismo, como un soldado que regreso de la guerra. -- ?Sigue durmiendo?--susurro. Emily asintio. A pesar de que el estaba de vuelta y de pie frente a ella despues de una ausencia de seis semanas, Emily todavia no podia creerlo, no podia bajar la guardia por completo. Fue como si ella estuviera anticipando el momento en que el anunciaria que se iba una vez mas, que estaba sacando a Chantelle de su vida con la misma rapidez con la que el la habia metido en ella. Salieron juntos de la habitacion, cerrando la puerta en silencio para no despertar a la nina dormida. --Debe haber sido un largo viaje desde Tennessee--dijo Emily, al escuchar lo torpe que era su voz, lo antinatural que de repente se sintio en compania de Daniel--. Debes estar exhausto. --Creo que todos lo estamos--contesto Daniel, reconociendo en una declaracion la prueba que el le habia hecho pasar. Mientras se sentaban juntos a la mesa, Daniel miro intensamente a Emily, una expresion sincera en sus ojos. --Emily--comenzo, con la voz quebrandose de inmediato--No se como decir esto, como sacar las palabras. Sabes que lucho con ese tipo de cosas. Sonrio debilmente. Emily le devolvio la sonrisa, pero sintio que su corazon se estremecia de angustia. ?Iba a llegar? ?Estaba anunciando su partida y la de Chantelle? ?Habia vuelto a ella para decirle de frente que se habia acabado? Sentia que las lagrimas empezaban a nadar en sus ojos. Daniel cruzo la mesa y le dio una palmadita en la mano. El gesto fue todo lo que se necesitaba para hacer que las lagrimas que ella estaba tratando de evitar inundaran sus ojos, bajaran por sus mejillas y se terminaran sobre la mesa. --Lo siento mucho--dijo Daniel--. No es suficiente, lo se, pero es todo lo que tengo, Emily. Siento mucho lo que te hice pasar. Respecto a huir de esa manera. Emily tartamudeo, sorprendida de que las palabras para las que habia sido preparada no hubieran llegado. --Pero hiciste lo correcto--dijo ella--. Fuiste a ver a tu hija. Aceptaste tu responsabilidad. No hubiera esperado otra cosa. Ahora le tocaba a Daniel parecer confundido, como si las palabras que el esperaba de ella no hubieran sido pronunciadas--. Pero yo te deje--dijo. --Lo se--contesto Emily, sintiendo una punalada de dolor en su corazon que le dolio tanto como en el momento en que se marcho--. Y duele, no voy a mentir. Pero lo que hiciste te convierte en un buen hombre a mis ojos. --Finalmente, pudo ver a traves de sus lagrimas--. Estas a la altura de las circunstancias. Te convertiste en padre. ?Realmente crees que te lo echaria en cara? --Yo… no lo se--dijo Daniel con un suspiro. Tenia una expresion que Emily nunca antes habia visto en su cara. Era una mirada de alivio total. Se dio cuenta entonces de que el esperaba que ella se enfadara con el, que desencadenara un torrente de ira contra el. Pero Emily nunca se habia enojado, solo estaba aterrorizada de que no hubiera manera de que los dos pudieran forjar una vida juntos ahora que Daniel tenia una hija que cuidar. Ahora era el turno de Emily para consolarlo, para dejar en claro que no necesitaba cargar con ninguna culpa por sus acciones. Ella le apreto la mano. --Estoy contenta--dijo, sonriendo a pesar de las marcas de lagrimas en sus mejillas--. Estoy mas que feliz, estoy encantada. Nunca pense que esto pudiera ser una posibilidad. Que la traerias a casa contigo. Daniel, no podria estar mas feliz en este momento. La cara de Daniel estallo en una sonrisa. Se levanto de la mesa con prisa y levanto a Emily de su asiento y la puso en sus brazos. Le beso la cara, el cuello, como si tratara de besar las lagrimas que habia causado. Emily sintio que todo su cuerpo se relajaba, toda la tension se le escapaba. Su cuerpo habia estado inactivo durante las ultimas seis semanas, y ahora aqui estaba Daniel despertando todas esas partes de ella que habian quedado en reposo. Ella le devolvio el beso, sin querer, con una pasion cada vez mayor. El era su Daniel, con el mismo olor a bosque y aire fresco, con sus manos asperas corriendo sobre su cuerpo, con sus dedos retorciendose en su desordenado cabello. Tenia el sabor a Daniel, de menta y te, un sabor que funcionaba como la campana de Pavlov para despertar a Emily. Cuando se retiro del beso, Emily sintio la enorme ausencia. --No podemos--dijo en voz baja--. Aqui no. No con Chantelle durmiendo. Emily asintio con la cabeza, aunque sus labios temblaban de deseo. Daniel tenia razon. Necesitaban ser sensatos, ser adultos. Tenian la responsabilidad de hacer lo mejor para la nina. Ella tendria que ser lo primero, siempre. -- ?Puedes abrazarme?--pidio Emily. Daniel la miro, y ella reconocio la mirada de adoracion en sus ojos. Habia echado tanto de menos esa mirada, y sin embargo parecia que las seis semanas lejos de ella la habian fortalecido mas. Emily nunca habia sido vista de esa manera, y eso hizo que su corazon saltara un latido. Ella se puso de pie, tomando la mano de Daniel, y lo llevo al sofa. Juntos se sumergieron en el, el toque del terciopelo verde que le recordaba a Emily de inmediato el momento en que hicieron el amor aqui, junto a la chimenea. Mientras Daniel la abrazaba, ella se sintio tan contenta como esa noche, escuchando los latidos de su corazon, respirando su aroma. No habia otro lugar donde ella quisiera estar ahora mismo que aqui, con Daniel, su Daniel. --Te extrane--escucho a Daniel decir--. Demasiado. De alguna manera, con ellos acurrucados en esta posicion, sin contacto visual, Emily encontro mas facil discutir sus sentimientos--. Si me extranaste tanto, podrias haber llamado. --No pude. -- ?Por que no? Escucho el suspiro de Daniel. --Era tan intenso lo que estaba pasando alli que no podia soportar la idea de que te rindieras conmigo. Si te hubiera llamado, habrias confirmado mis peores temores, ?sabes? La unica forma de superar toda esta prueba fue aferrandome a la esperanza de que aun estarias aqui para mi cuando volviera. Emily trago. Le dolio oirle hablar asi, pero su honestidad fue muy bienvenida. Ella sabia que todo esto habia sido increiblemente dificil para el y que tendria que ser paciente. Pero al mismo tiempo, ella tambien habia pasado por una prueba. Seis largas semanas sin noticias, esperando y preguntandose que podria pasar cuando Daniel regresara, o si regresaria. Ni siquiera se le habia ocurrido que el traeria a su hija a casa con el. Ahora tenia que empezar a imaginar de que manera sus vidas y su relacion cambiarian, ahora que tenian una hija que cuidar. Ambos estaban parados en un terreno nuevo e inestable. --Suena como si no tuvieras mucha fe en mi--dijo Emily en voz baja. Daniel se quedo callado. Entonces su mano comenzo a acariciar su cabello--. Lo se--dijo--. Deberia haber confiado mas en ti. Emily suspiro profundamente. Por ahora eso era todo lo que necesitaba escuchar; la afirmacion de que fue su falta de confianza en ella lo que habia convertido una situacion dificil en algo mucho mas dificil de lo que debia ser. -- ?Como era?--Emily pregunto, curiosa, pero tambien en un intento de hacer que Daniel se abriera, para ayudarlo a no sufrir en silencio--. Tu estadia en Tennessee, quiero decir. Daniel respiro hondo--. Me quede en un motel. Visitaba a Chantelle todos los dias, solo para tratar de protegerla, solo para ser una cara calida y amistosa. Vivian con el tio de Sheila. Literalmente no habia nada alli para un nino. --Su voz se tenso--. Chantelle se mantenia alejada. Habia aprendido a no molestar a ninguno de los dos.

  • El caso Lamber de Felipe Ojeda Redondo

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    INQUIETANTE HASTA LA ULTIMA PAGINA, MUCHO MAS QUE UN THRILLER.

  • La bruja Leopoldina y otras historias reales de Miguel Delibes

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    Este libro reune los relatos incluidos en Mi vida al aire libre y Tres pajaros de cuenta, y un cuento inedito hasta la fecha, un relato escrito y dibujado de la mano del mismo Miguel Delibes en su epoca de juventud que habia permanecido guardado en los fondos de la Fundacion que lleva su nombre.
    Con motivo de este inesperado hallazgo editorial, editamos bajo un mismo volumen todos sus relatos autobiograficos, en los que descubrimos la esencia de uno de los autores mas leidos de las letras espanolas todavia a dia de hoy. El autor de obras tan conocidas como El camino, Los santos inocentes o Cinco horas con Mario fue un gran amante de la naturaleza, de los deportes, de la vida al aire libre en general. En estos relatos descubriremos de la mano de Delibes la belleza del mundo natural, y el placer de disfrutar de ella a traves de la observacion, el paseo y el deporte, que permiten que el ser humano conecte con la tierra.
    Un libro imprescindible para todos los delibianos y para todos aquellos que no conociendo suficientemente la obra de este gran escritor quieran acercarse al mundo que lego a sus lectores. Un mundo cercano a la tierra, conectado a ella a traves de sus palabras, y que ha inspirado y sigue haciendolo a tantos escritores y lectores.

  • Mi vida, mis reglas de Julianne May

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    Siempre existen esos momentos en los que crees que tu vida no puede empeorar mas, hasta que un dia -o una noche- descubres que no hay imposibles y mucho menos en la ciudad en la que los suenos se vuelven realidad. Claro que esto puede ser tan maravilloso como peligroso, pues no solo depende ti, creeme, sino tambien del hada madrina que este disponible para ayudar… Mi nombre es Adam Style, y esta es mi historia… o, al menos, esa pequena parte de mi vida que jamas podre olvidar. Capitulo 1 <>. Si. Esas fueron las primeras palabras que habia oido en el dia. Bueno, en realidad, las segundas despues del matutino <> de mis dos hijos mellizos y preadolescentes. Digamos que solia ser el saludo afectuoso que me daban cada manana antes de que partieran a la escuela. Y Vicky, mi escultural esposa, pues… no tenia tiempo ni para eso. Pero era algo que yo entendia. Vivia trabajando, pues ser una de las mejores relacionistas publicas de Hollywood implicaba varios sacrificios, o por lo menos eso era lo que ella decia. Y a mi de verdad que solo me importaba verla feliz, asi que… si, luego de esas mananas, debia esperar durante todo el dia hasta la noche a que alguien me dirigiera la palabra. Suena extrano, pero asi era… Bueno, tal vez no siempre. Monica y Bea, del sector de contabilidad, a veces me hablaban. No era que fueran largas conversaciones -porque, siendo honestos, no lo eran-, pero escuchar que alguien se dirigiera a mi aunque fuera con un <> era para mi suficiente. Al menos para saber que para alguien de mi trabajo yo existia. Y se lo que estaran pensando: <>. Lo mismo que mi unico y mejor amigo, Robert, me decia cada vez que nos juntabamos en la playa para terminar hablando de mi vida. Claro que lo ultimo de lo que yo queria conversar era de mi, pero, luego de que lo observara montar y domar esas tremendas olas del mar californiano, pues se relajaba en la arena junto a mi a reflexionar al estilo Robert. En fin… Sabia a lo que se referia cuando me decia que renunciara, pero ese habia sido mi primer y unico trabajo por casi veinte anos. En serio. Y se que comprar papel higienico o ser el eterno asistente personal de Hugh Lawrence, director de la compania, nada tenia que ver con mi sueno de ser un gran columnista o escritor, pero lo tomaba como el trampolin ideal para lograrlo, pues no habia persona que en todo el estado no deseara trabajar para el California News, el periodico mas leido del oeste del pais. Y el ver mi empleo de esa manera no era una mera fantasia mia. Hugh mismo me lo habia asegurado el dia que empece a trabajar con el, cuando aun vivia mi madre. Me conocia desde mi infancia y, si bien aun no habia cumplido del todo su promesa de nombrarme columnista de alguna de sus secciones, no dejaba de ser un gran hombre…, al menos hasta esa tarde de viernes. -Lo siento mucho, Adam -dijo luego de que yo elevara la vista desde mi pequeno escritorio al haber oido el <>. No suelo ser una persona de esas que viven quejandose, pero, a decir verdad, aquella diminuta mesa nada se parecia a las del resto de la oficina. Eso sacando que la silla que solia usar tenia una de sus rueditas averiada desde tiempos inmemoriales… y esto sin tener en cuenta que estaba ubicado en un rincon, lo que me mantenia alejado de todo el departamento de inquietos y triunfadores periodistas. Sin embargo, segun Hugh, el que yo me mantuviera al margen, alejado de todo el mundo, no era mas que una ubicacion estrategica para darme una mejor vista de lo que seria mi futuro. No estaba tan seguro de su metodo, pero el insistia en que la visualizacion directa era la mejor tecnica para inspirarme. Solte la agenda en la que organizaba su dia a dia -ya que carecer de un ordenador o tablet era parte de la tecnica, pues se suponia que, al no poseer nada de todo eso, creceria en mi el deseo por adquirirlo- y parpadee mas de la cuenta antes de que pudiera abrir la boca, algo a lo que me animaba solo porque ya no habia nadie en la oficina a excepcion de nosotros dos. -?Es… es una broma, Hugh? -Mi titubeo se entremezclo con mi agitada respiracion. Bajo la mirada y, al tiempo que inspiro profundo, coloco las manos en jarra sobre su cintura. Aquello hizo que pasara lo que todo el dia murmuraban Monica y Bea, pues su pecho, claramente trabajado en el gimnasio, se elevo mas y se fundio con la camisa slim fit[3] turquesa que amaba lucir cada viernes. Y claro, sus jeans de tiro bajo me confirmaron que era cierto que usaba ropa interior fluorescente… Como fuera, largo todo el aire, calculo que con pena, y volvio a mirarme a los ojos. -En serio, me agradas y no tengo nada para decir en contra de ti, pero… -Suspiro inseguro. Se tomo unos segundos y, tras sacudir la cabeza, continuo determinante-. Pero ya es hora de que tomes un nuevo rumbo. Lo siento, Adam. -Y resoplo como si se hubiera sacado un enorme peso de encima. ?Era cierto? Veinte anos trabajando para el y otros tantos mas de relacion cercana que habia tenido -pero que no va al caso mencionar-, !?y no tenia nada mas para decirme?! Frunci las cejas y el sudor frio que senti en mis sienes me impulso a levantarme. Claro que la vieja silla de escritorio hizo que casi me cayera gracias a su jamas reparada ruedita. Pero, por fortuna, Hugh me tomo por el brazo, lo que evito que terminara en el suelo junto al clasico asiento de los noventa. -?Despedido? -Volvi a parpadear varias veces y, tras un incomodo silencio, necesite seguir-. Hugh, ?me estas diciendo lo ultimo que hubiera esperado escuchar de ti y no puedes darme un motivo mas que debo tomar un nuevo rumbo? -exprese sin quitarle la mirada de encima, pero el no se atrevia a elevar la vista, y crei saber por que. Pero mi silencio y mi espera lo obligaron a hacerlo. -!Oh, por Dios! !No hagas esto mas dificil de lo que ya es, Adam! -exclamo alterado y al tiempo que se paso una mano por su gris pero moderna cabellera. Nos quedamos mirando fijamente por varios segundos. Y pude haber continuado presionando para saber por que, pero, ademas de que no era mi estilo ni por lejos, sus cejas fruncidas, su respiracion nerviosa y su mirada, suplicante y llena de culpa, me decian que el motivo era tan impronunciable que no sabria si seria mas doloroso para el, al tener que decirlo, o catastrofico para mi al tener que escucharlo. No hacia falta hacer grandes deducciones… Tenia bien en claro que el <> que mis hijos usaban como saludo por la manana era la palabra con la que toda la oficina me identificaba. En pocas palabras, Hugh nunca habia creido en mi como futuro periodista. O peor aun: en todo ese tiempo, yo no habia conseguido que el creyera en mi. Baje la mirada, asenti con la cabeza y simplemente hice lo que Adam Style haria: -Esta bien, Hugh. No lo sientas. Te entiendo. -Y lo abrace. Sin dudas que aquello lo sorprendio y dejo sin aliento, pues apenas se animo a apoyarme una mano en la espalda, y yo, despues de eso, simplemente me marche. *** -!?Eres idiota?! -grito Rob. Por poco, destruye mi oido y el sistema de sonido de mi automovil, por lo que agradeci no haber tenido el movil pegado a mi oreja. -Hey, calmate, ?si? -Suspire mientras mantenia la vista fija en el camino para volver a mi casa. Necesitaba relajarme-. Deberias haber estado alli. Pude sentir su culpa. Su mirada lo decia todo, Rob. Si tu hubieras… -!Si yo hubiera estado alli, le hubiese apretado las bolas contra aquel estupido escritorio que jamas te cambio desde que trabajas con el! !Y no lo hubiese soltado hasta que rogara perdon y te diera el maldito puesto que te prometio desde siempre, Adam! -Y largo todo el resto de aire que tenia contenido. Revolee los ojos y frene ante la luz roja del semaforo. -Rob, se lo que dices y por que, pero entiendo la posicion dificil de Hugh. -Suspire enojado conmigo mismo y avance tras ver el cambio a verde-. El problema soy yo. Y si hay algo que debo admitir es que tampoco he hecho nada por merecerme un mejor lugar alli, asi que… -!Cierra el maldito pico de la version drogada del Buda que te hayas aspirado! !El que ahora tiene una posicion dificil eres tu! !Acabas de perder el trabajo y todavia te queda lo peor! !Ni yo quisiera lidiar con la zorra esa! -Calma, Rob… -le adverti, como siempre. -OK, perdon. No debi llamar <> a la zorra de Vicky… -Suspiro al tiempo que yo negue con la cabeza-. En fin… Calculo que aun no le has dicho nada, ?cierto? De lo contrario, no estarias vivo… -Rob… -suspire. La verdad era que, de algun modo, tenia razon. Vicky tenia un temperamento digamos que… fuerte, y sus aspiraciones eran, cada ano, mas altas. Y siendo honestos, no sabia como tomaria mi despido. O tal vez si…

  • Cuando tu y yo rompimos, Shirin Klaus de Shirin Klaus

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    Cuando Carlos regresa al hotel, Marisol ha desaparecido dejando atras un video. Tiene algo que confesarle antes de aceptar su propuesta de matrimonio y a Carlos no le va a gustar. Lo que le cuente, sin duda, lo cambiara todo, pero el no tiene otra opcion que ver la grabacion de principio a fin pese a que ya su comienzo lo deja helado:

  • A dos milimetros de su boca de Dulce Merce

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    Imagina que te llama tu amiga tras una noche de resaca y te propone un trabajo sorpresa. No te va a sacar de pobre, pero ayudara a pagar las facturas. Solo te pedira una cosa, que vayas de punta en blanco a una direccion. ?Le harias caso? ?Obedecerias a tu amiga o te volverias a la cama sin hacerla ni caso?
    Jimena no es una chica docil, es guerrera por naturaleza, y no va a hacer caso a su amiga bajo ningun concepto. La faena es que en el trabajo va a estar rodeada de ocho bailarines, a cual mas guapo. Lastima que el coreografo y bailarin principal no este muy por la labor de contratar a la maquilladora.
    Divertida, sexy y romantica.

  • La Torre de Daniel O'malley

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    <>. Asi comienza la carta que Myfanwy Thomas tiene en las manos cuando despierta en un parque de Londres sin ningun recuerdo de su identidad y rodeada de cadaveres. Las instrucciones que le ha dejado su antiguo yo la conducen hasta una agencia secreta al servicio de Su Majestad para la que supuestamente trabaja con el alias de <> investigando casos <>; por ejemplo, gente que se cuela en suenos ajenos, ninos letales o personas que poseen varios cuerpos y que pueden suponer una amenaza sobrenatural para el Reino Unido. Para colmo, pronto descubre otra amenaza inesperada: hay un topo en la organizacion que la quiere muerta. Pero ?como detectar al traidor entre un monton de nuevos companeros a los que podria decirse que ha olvidado? Rebosante de suspense y humor, La torre constituye un debut literario desvergonzadamente imaginativo que encandilara a los seguidores de las novelas de espias con una buena racion de misterio y elementos sobrenaturales. Proximamente Lionsgate producira su adaptacion televisiva para Starz.

  • Destilando fantasmas de Jose Paya

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    Bonn (Alemania), 1935. Durante una noche de miedo y de cristales rotos, el azar lleva a tres profesores universitarios a encontrar un legendario diamante.

  • Afronus de Felix A. Bas

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    Afronus lleva la realidad virtual al nivel definitivo. No es una red social, ni un videojuego online multijugador masivo, sino una experiencia tan real como la vida misma. En Afronus el dolor y el placer se siente como si fuera real, por lo que salir de la seguridad que aporta la Tierra virtual es un precio que pocos estan dispuestos a pagar. Aquellos que lo hagan viajaran a los llamados mundos ilegales, peligrosos planetas que homenajean la edad de oro de los videojuegos y el cine, donde podran obtener poderes inimaginables: habilidades que superan los limites humanos y magias que podran desarrollar al escoger senda.

  • Tumba de Dioses de Jay Kristoff

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    Mia Corvere ha encontrado su lugar en la Iglesia Roja, la famosa escuela de asesinos. La joven se halla entre los elegidos de la Senora del Bendito Asesinato, aunque muchos creen que no lo merece.

  • Te oigo, pero no te escucho de Maria Ferrer Payeras

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    Marina ha pasado cuatro meses en coma. Despues de una larga rehabilitacion, esta harta de medicos y de seguir encerrada en casa. Por eso, decide instalarse una temporada cerca del mar.
    Tiene un secreto. Desde que desperto, oye una voz en su interior. El psiquiatra le ha dicho que no es mas que ella misma instandose a la accion. Sin embargo, se trata de Tatiana, un alter ego juerguista, mandon y soez que no la deja un minuto en paz.

  • Modelo descarado (Novela Romant de Carmen Gracia

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    El Sol se escabullia por entre las rendijas de las persianas y el ruidoso despertar de la ciudad se filtraba por debajo de la ventana. En la cama una joven chica dormia placidamente, su pecho subiendo y bajando con suavidad. Su larga cabellera color azabache contrastaba con las blancas sabanas que la arropaban, su rostro hundido bocabajo en la almohada. La piel desnuda de su espalda parecia brillar bajo la luz que le tocaba. A su lado, la otra mitad de la cama se encontraba vacia. La tranquilidad que reinaba en la habitacion fue interrumpida por el estridente sonido del reloj despertador dispuesto en la mesita de noche. La joven se removio entre las sabanas aun con los ojos cerrados, maldiciendo por lo bajo mientras su mano buscaba a tientas la fuente de tanto alboroto. Cuando su mano hubo alcanzado el reloj despertador, presiono el boton de apagado, entreabrio sus ojos e inhalo profundamente. Aun con los ojos entrecerrados se levanto de la cama y se encamino hacia el cuarto de bano. Al entrar, el resplandor de la luz del dia que se le colaba por las ventanas le golpeo de lleno en la cara. Odio las mananas, penso. Abrio el grifo del lavabo, junto un poco de agua en sus manos y se las llevo al rostro, dejando que el agua fria recorriera cada centimetro de su piel y resbalara hasta su pecho. Por sus senos, pequenas gotas de agua se abalanzaban hacia el suelo. Alzo la vista y miro hacia el espejo colgado frente a ella, su cansado reflejo le sostenia la mirada. Nina tenia 23 anos, aunque la mayoria de las personas pensaba que era de mayor edad. Si bien su contextura iba acorde con sus veintitantos, su bello rostro de rasgos finos y delicados le conferia un aire elegante que hacia a mas de un hombre voltear cuando pasaba. Ademas, Nina era una talentosa fotografa con potencial y talento por explotar, o al menos eso decia su padre. Lastima que desperdicie su tiempo en esta ciudad de poca monta, pensaba para si misma, como completando la frase. Se sento en el inodoro con pereza, estiro su mano dentro la ducha y giro la perilla del agua caliente. Espero unos segundos a que el agua calentara, probo la temperatura con sus dedos y bostezando, se quito las bragas y se adentro a la ducha. Sintio como el agua se deslizaba por su piel hasta el piso de la regadera mientras sus manos recorrian con delicadeza la extension de su cuerpo. Un suave temblor le estremecio cuando sus manos se pasearon por entre sus piernas. No, ahora no tengo tiempo, quizas mas tarde, penso. Al salir de la ducha se envolvio en una toalla y camino hasta la cocina. Su cabellera mojada iba dejando un leve rastro de gotas detras de ella. En el medio de la cocina, se encontraba una pequena mesa de comer y sobre ella, un plato con restos de tostadas, un vaso de jugo de naranja a medio terminar y una caja de cereal de chocolate. Nina le echo un vistazo y con fastidio, abrio la puerta del refrigerador y produjo una botella de leche; acto seguido, cogio una cuchara y una taza limpia del gabinete y las puso sobre la mesa. Tomo asiento mientras servia su desayuno, mirando de nuevo los restos de tostada a su lado. Parece que volvio a irse con prisa, penso, llevando una cucharada de cereal hacia su boca. Se habian conocido hace tres anos en el campus de la universidad. Ella caminaba por los jardines tomando una par de fotografias para una asignatura del curso, cuando un joven rubio de caminar despreocupado capto su atencion. Iba de camisa a cuadros y cabello largo hasta los hombros, su barba poblada le conferia un aspecto rustico, de montaraz. Nina se apresuro en tomar su camara y ajustar el enfoque del lente para capturar la imagen de aquel joven atractivo que se paseaba a lo lejos. El chico debio sentir su mirada porque volteo en direccion hacia donde se encontraba Nina y tras un instante de confusion, una sonrisa se dibujaba en su rostro. Empezo a caminar hacia donde se encontraba ella, mientras Nina se daba media vuelta y empezaba a andar con paso apresurado. !Que torpe fui!, penso mientras caminaba hacia la salida de los jardines. El chico gritaba algo detras de ella pero estaba muy apenada para voltear asi que siguio caminando apresuradamente, casi empezando a correr. Al fin se detuvo cuando una mano se poso sobre su hombro. Se dio vuelta lentamente y encontro al joven rubio, jadeante y sonriente, parado detras de ella. – Pense que nunca te alcanzaria – dijo el chico entre jadeos, aun sonriendo. Algo en su sonrisa hizo que su corazon comenzara a latir mas deprisa. Una esencia intangible, un elemento sorpresa, lo que los franceses llamaban Je ne sais quoi. Fuese lo que fuese, la atrapo. Luego de una charla incomoda que duro unos pocos minutos, Pablo, el que resulto ser el nombre del apuesto chico rubio, la invito a salir. En su primera cita terminaron desnudos en la parte trasera del coche. No paso mucho tiempo antes de que comenzaran a vivir juntos; sus dias los pasaban contando los minutos hasta que volviesen a encontrarse luego del trabajo, sus noches se extendian en un infinito retozar de cuerpos entrelazados. Pero eso habia sido tres anos atras, hoy no quedaban ya rastros de aquel ardor. Luego de dos anos viviendo juntos, Pablo empezo a trabajar con su padre en lo que comenzo siendo un trabajo sencillo, sin muchas responsabilidades, dinero facil. Conforme fue pasando el tiempo fue subiendo de cargo dentro del negocio y con cada peldano que escalaba, se fue perdiendo un poco de aquel chico risueno de andar despreocupado. La camiseta sencilla la cambio por un traje de negocios y su cabello y barba crecidos, por un corte bajo y un rostro bien afeitado. El calor que una vez habia encendido su pecho, ahora era un frio silencioso. Nina se encontraba impavida mientras lo veia distanciarse cada vez mas. Ultimamente le costaba trabajo recordar al chico que habia conocido tres anos atras. Ultimamente Pablo no pasaba mucho tiempo en casa. Ultimamente esto le importaba cada vez menos. Su vista se dirigio hacia las fotografias a blanco y negro que se encontraban colgadas en la pared de la cocina. Recuerdos de su viaje a Italia para su segundo aniversario. En una de las fotografias, Pablo sonreia mirando hacia la camara mientras sostenia una pequena moneda entre su dedo pulgar e indice, detras de el una magnifica fuente ocupaba el paisaje. Fontana di Trevi, recordo Nina, ni siquiera senti el impulso de pedir un deseo, tenia todo lo que queria. En la siguiente fotografia, Nina reia mientras manejaba una vieja bicicleta por un camino empedrado; la imagen habia salido fuera de foco pero el recuerdo de aquella hermosa tarde y el hecho de que hubiese sido Pablo quien la tomara, le habia valido su espacio en la pared junto a las otras fotografias. En la tercera fotografia se apreciaba un retrato de los dos, abrazados y sonriendo a la camara. Termino su desayuno en silencio, recogio los trastes de la mesa y los enjuago en el fregadero. * * * * Salio del departamento con un bolso colgado a su lado y un portafolio de plastico en la mano, y se encamino hasta el metro que le llevaba al trabajo. Habia ajustado su recorrido diario de modo que caminaba por las calles mas transitadas del pueblo, le gustaba ver a la gente caminar hacia su destino. Nina vivia en una pequena ciudad del norte de Espana. Aunque no habia tantas personas como lo habria en una gran urbe, le reconfortaba de igual forma su pequeno trafico matutino. Tomo el metro y se bajo en la sexta estacion del recorrido. Tras caminar un par de cuadras, subio las escaleras de un viejo edificio de ladrillos en medio de dos enormes tiendas por departamento. Sobre la entrada, un viejo letrero pintado a mano rezaba "El Nuevo Panorama". Aunque de nuevo no tiene nada, se decia a si misma Nina con fastidio cada vez que leia el anuncio. Saludo amablemente a una senora mayor de pelo blanco y mejillas rosadas que se encontraba sentada detras de un alto escritorio en el amplio vestibulo del edificio. La Sra. Strauss era la recepcionista del establecimiento casi desde el momento de su fundacion, 40 anos atras. Habia llegado al pais desde Alemania sin saber hablar ni un poco espanol, cosa que no habia parecido interesarle en cambiar durante el resto de su estadia en el pais, ya que todavia hablaba con un fuerte acento aleman y seguia sin comprender al menos la mitad de las palabras que escuchaba. Recepcionista, logico trabajo para alguien que no habla ni la mitad de espanol, ?no?, penso Nina con gracia cuando la conocio en su primer dia en el trabajo. Claro, siempre ayuda haber tenido un fugaz amorio con el jefe para lograr mantenerte en el puesto, acoto su nueva companera de trabajo cuando le comento sobre la Sra. Strauss, Dicen que era muy guapa, como una estrella de cine. Aunque creo que mas bien, estrella de cine porno, porque para poder mantenerse el trabajo tanto tiempo, tu diras..., termino entre carcajadas. – Buenos dias Senorrita Brraga, dia tan bonito - le saludo la Sra. Strauss – Asi es Sra. Strauss, el dia esta hermoso, ya llego la primavera. – Ya dije que no me llamarras Srra. Strauss carrino, llamame Eva - le reprocho la Sra. Strauss. – Esta bien, Eva - respondio Nina sonriendo - ?Tiene algo para mi hoy? – ?Como dice? - pregunto la Sra. Strauss. – Que si tiene hay algo para mi. Algo que llego en el correo para mi - explico Nina con tranquilidad. – ?Como? !Ah!, !Ja!, !Ja!, !Clarro! - exclamo, feliz de haber comprendido. Desaparecio bajo el escritorio y reaparecio con un sobre blanco entre sus manos - Correo llego esta manana de hoy. – Eso es. Muchas gracias, Eva - agradecio Nina mientras tomaba el sobre en sus manos. – Esta bien, carrino. Nina miro el nombre escrito en el sobre y sonrio. Se trataba de una carta de Julia, su mejor amiga, quien vivia en Nueva York desde hace un ano y a la que extranaba un monton. Julia sentia una fascinacion por lo vintage a tal punto que no usaba correo electronico ni Skype. No usaba telefono movil y tampoco, como pudo notarlo un dia, ropa interior. Asi que su comunicacion se basaba unicamente en el ir y venir de cartas o en tener la suficiente suerte de llamarle a su casa y pillarle antes de salir. Guardo la carta en su bolso mientras caminaba por entre un laberinto de escritorios de madera llenos a rebosar de hojas y carpetas. Se encontraba en un amplio salon del primer piso, lleno de escritorios y gente que iba de alla para aqui, mas por aburrimiento que por prisa pues no habia noticias en la ciudad que justificaran tal ajetreo. El Nuevo Panorama habia sido en el pasado un icono de la ciudad, el diario preferido por los locales, pero ahora apenas lograban llegar a fin de mes; la llegada de los medios digitales junto con una racha cero noticias interesantes le habian relegado a un segundo plano. Nina caminaba saludando a uno que otro companero de trabajo. Al fin se detuvo al final de la sala frente a una puerta de vidrio, la oficina del editor. Toco suavemente el cristal con sus nudillos para llamar la atencion de un sujeto canoso que revisaba con parsimonia una pila de papeles. El sujeto alzo la mirada tras unas gafas de pasta y la invito a entrar con un gesto de la mano. – Buenos dias Ricardo - dijo Nina mientras cerraba la puerta tras de si. – Buenos dias Nina, ?son esas las fotografias que te pedi? - pregunto senalando el portafolio de plastico que sostenia en su mano. – Si, aqui estan - respondio y procedio a sacarlas del portafolio y entregarselas a su editor - El album completo de la feria de sandias mas aburrida del continente. Ricardo tomo las fotografias y empezo a revisarlas haciendo caso omiso al comentario de Nina. Pasaba de una fotografia a la siguiente con una lentitud tal, que parecia una pereza traida del Amazonas y vestida con gafas y camisa a rayas. Nina esperaba con impaciencia frente al escritorio. – Parece que todo esta muy bien, un excelente trabajo como siempre, Nina - solto al fin Ricardo, dejando las fotografias sobre la pila de documentos en el escritorio - toma esto y llevalo a Carmen en Administracion, ella te escribira un cheque - acoto mientras hacia un garabato en un pequeno trozo de papel y se lo entregaba a la chica. – Muchas gracias - dijo Nina, tomando el trozo de papel. Se volteo hacia la puerta y cuando iba a tomar la manilla se detuvo y se volvio hacia el sujeto canoso. – ?Si? ?Hay algo mas? - pregunto Ricardo que habia vuelto su mirada a la pila de documentos. Nina dudo unos segundos. – En realidad si, Ricardo. Ya se que ya hemos hablado de esto pero de verdad quisiera pedirte que reconsideraras mi propuesta, creo que ser- – Nina, por favor - la interrumpio Ricardo alzando la mano - ya discutimos esto la semana pasada. – Lo se, pero creo que si tratas de ver las- – Escucha - volvio a interrumpirla Ricardo, esta vez se levanto de su asiento y camino hacia donde estaba ella - se crees tener muchas ideas geniales y que todo el asunto de las fotografias y la cobertura de estos asunto artisticos y todo lo demas es algo que se te ha ocurrido a ti por primera vez. – Pero solo quiero tratar de hacer algo interesante ademas de tomar fotos de infractores de transito y ancianos come-sandias, no es justo- – Dejame terminar, no me gustan que me interrumpan - le interrumpio Ricardo con tranquilidad, mientras ponia su mano en el hombro de Nina - sencillamente, no hay cabida en el periodico para este tipo de cosas. Y no quiero escuchar otra palabra de este asunto, ?entendido? Nina le sostuvo la mirad con fiereza, las ganas de lanzarle un punetazo a su estupida cara de pereza burbujeando en su interior. Contuvo su respiracion. – De acuerdo. – !Excelente!, ahora, casi se me olvida, asegurate de charlar con Miguel antes de irte, esta tarde el Alcalde inaugurara unas nuevas oficinas del departamento de transito y los quiero alla - dijo mientras volvia a su asiento detras del escritorio - espero las fotografias en mi escritorio por la manana. Imbecil, penso Nina mientras se cerraba la puerta de la oficina. Cuando llego de vuelta al departamento ya estaba oscuro. Se desvistio y puso a llenar la banera. Se dejo deslizar dentro, el agua caliente cubriendola hasta el cuello. La cobertura de la inauguracion habia sido tan digno de cobertura como la llegada de libros nuevos a la biblioteca local. Ademas de unos cuantos funcionarios del gobierno y los futuros trabajadores de las nuevas oficinas, no hay mas publico que unas cuantas personas que se detenian al pasar por el lugar. Con esto nos ganamos el Pulitzer, bromeo Miguel cuando se marchaban del lugar. De camino a casa habia revisado su movil y todavia no tenia noticias de Pablo. Lo habia revisado varias veces en el transcurso del dia y nada. Le escribio sin obtener respuesta. Despues de unos pocos intentos desistio. De todas formas, penso, no creo que me importaria si lo hiciera. Le gustaba tomar un bano caliente despues de un dia como este. Aunque ultimamente todos los dias le resultaban iguales. Largos, aburridos, sin emocion. Le relajaba sumergirse y sentir su cuerpo flotar. Nina entonces, comenzo a recorrer sus manos suavemente por todo su cuerpo, bajo el agua. Apretaba firmemente sus pechos y tomaba sus pezones entre sus dedos, dejando escapar un gemido. Llevo una mano hacia su cabeza tirando ligeramente de sus cabellos mientras la otra mano se deslizaba hacia su entrepierna. Se estremecio al contacto de la yema de sus dedos con el clitoris y comenzo a masajearlo muy suavemente primero en circulos, y luego de arriba abajo. Con cada gemido sus dedos ejercian mas presion y una ola de calor recorria todo su cuerpo. Sentia como sus dedos empezaban a resbalar aun debajo del agua; siempre se mojaba con facilidad. Con los ojos cerrados, seguia moviendo sus dedos con la destreza de la experiencia mientras su otra mano apretaba sus pechos, sus unas clavandose en la piel. De repente, un fuerte gemido broto de su garganta producto de una ola de placer que recorrio cada centimetro de su cuerpo, haciendole apretar los dedos de los pies. Abrio los ojos con sorpresa y se sorprendio al ver a Pablo inclinando junto a ella, con una mano apoyada en el borde de la banera y la otra mano debajo del agua, entre sus piernas. Sentia sus dedos deslizandose dentro y fuera de ella, llamandola hacia el. Nina no pudo pronunciar una sola palabra, perdida entre gemidos, sus manos ahora aferrandose al borde de la banera. Pablo la miraba fijamente a los ojos, sus dedos adentrandose en Nina cada vez mas rapido, haciendo que el agua de la banera se derramara por el borde. Sin poder aguantar un segundo mas, Pablo retiro sus dedos de Nina y tomandola por debajo de los brazos, la levanto de un tiron de la banera. La tomo entre sus brazos y se entrelazaron en un beso profundo y apasionado. Nina enrollo sus piernas alrededor de su cintura cuando el la levanto por las nalgas y se encamino hacia la habitacion. La tumbo sobre la cama y empezo a quitarse con rapidez su camisa de negocios y su corbata, inclinado hacia adelante besandola. Nina por su parte, desabrochaba con agilidad el cinturon de su pantalon y luego lo desabotonaba. Podia sentir su miembro latiendo debajo de la palma de su mano. Comenzo a frotarlo por encima de sus boxers, reconociendo su contorno familiar. Descubrio la tela que lo cubria y lo introdujo en su boca, su lengua acariciando la extension de su grosor. Pablo solto un gemido de placer mientras tomaba fuertemente a Nina por el cabello y la empujaba hacia el. Nina llevo una mano hacia su virilidad, apretando fuertemente su empunadura y moviendola de atras hacia adelante, aun con su boca succionando fuertemente. Pablo la empujo con fuerza sobre la cama y tomando sus piernas en el aire, la penetro enteramente. Nina gimio al sentir a Pablo llenando el vacio dentro de su cuerpo. El se encontraba sobre ella, penetrandola con movimientos rapidos y toscos. Sus manos apretujaban sus pechos con poca ternura mientras Nina clavaba las unas en su espalda. Pablo cada vez se movia mas rapidamente, sus manos ahora recorriendo sus nalgas con avidez. Nina pudo ver sus ojos vacios, sin expresion.

  • Al final de la manana de Michael Frayn

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    John Dyson trabaja en un periodico londinense que parece estar sumido en el letargo y en el que los periodistas se aburren soberanamente, alternando largas visitas al pub con siestas que duran toda la tarde. Editor de medio pelo (su seccion se alimenta de noticias sobre el campo, reflexiones religiosas y crucigramas), casado con un ama de casa resignada, padre de dos hijos raros y vecino de un suburbio decadente, suena con alcanzar la fama y la vida burguesa. Tiene la impresion de que su carrera esta paralizada y se pasa el dia compartiendo sus penas con Bob, su subordinado, un joven que no sabe muy bien como enfrentarse a sus propios problemas. Hasta que un buen dia se le presenta su gran oportunidad: asistir a un programa de la BBC para participar en un debate sobre el conflicto racial.

  • Historia minima de la Guerra Civil espanola de Enrique Moradiellos

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    ?Por que la Segunda Republica llego en 1931 con esperanza y naufrago en 1936 con violencia?
    ?Fue inevitable la Guerra Civil espanola?
    ?Como se convirtio un golpe militar en un conflicto armado?
    ?Cuando y como llego el general Franco a la condicion de Caudillo?
    ?Que papel desempeno la iglesia catolica?
    ?Fue la Guerra Civil una contienda internacional en suelo espanol?
    ?Como reaccionaron las potencias europeas a las peticiones de ayuda exterior de republicanos y franquistas?
    ?Murieron mas espanoles en las batallas o en las acciones de retaguardia?
    ?Cual es, ochenta anos despues, el legado de esta guerra?

  • Alborea de Carmen Rb

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    Jana, de padre gitano y madre inglesa, se ha visto sumergida desde que nacio en una vida que no le gustaba. Se caso con Kavi, porque asi se lo impusieron, por el rito gitano. Un dia decide abandonarle para buscar un futuro sin normas, sin reglas. Buscando ser reconocida como mujer. Pero nada es lo que parece y tras una serie de sucesos imprevistos encuentra a Pietro: un italiano de armas tomar del que se enamora sin dudar.
    Kavi, quien no ha parado de buscarla desde que ella le abandono, por fin la encuentra en la boda de su mejor amiga Caroba. De donde se la lleva a la fuerza de regreso hacia lo que fue su pasado.
    Pietro, su actual marido, la busca desesperadamente tras su desaparicion y no va a parar hasta encontrarla, ya que no entiende que ha podido suceder.
    Jana se encuentra entre la espada y la pared. Esta confundida en los recuerdos, entre dos aguas... Ama a Pietro, pero la sombra de su primer amor la descoloca, aunque eso signifique aceptar unas normas con las que no esta de acuerdo.
    ?Lograra superar sus miedos? ?Seguira con su actual vida o volvera al pasado?
    Basada en hechos reales.

  • Ya nada es igual, Lisa de Jong de Lisa De Jong

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    Siempre he dejado que el pasado dicte mi futuro, que cree una imagen falsa de lo que no soy y me arrastre hacia donde no quiero ir.

  • MARIPOSA CAPOEIRISTA 3 de Lily Perozo

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    Elizabeth decide apostar por el amor, de esa manera emprende una aventura junto a Alexandre que la llevara a vivir experiencias increibles; a pesar de que esto la aleje cada vez mas de Samuel. Sin embargo, el resto de la familia le dara un voto de confianza y la apoyara.
    Samuel no cesa en su afan de cuidar de Elizabeth, aun a la distancia, y terminara descubriendo secretos que ella celosamente guardaba; lo que hara que la relacion entre padre e hija se fragmente, y que la desconfianza de el hacia Cobra aumente.
    Alexandre cada vez se hace mas indispensable para Elizabeth, convirtiendose en el principal complice para alcanzar su sueno de ser una de las protagonistas de la fiesta mas grande de Brasil. La celebracion se vera opacada por el odio que desde las sombras los asecha y hara que la desgracia caiga sobre ellos.
    Brasil se conmociona una vez mas, cuando la peor pesadilla de Alexandre y Samuel se hace realidad, desatando a sus demonios. Cada uno intentara salvar a Elizabeth, y en el camino deberan decidir si dejarse arrastrar por sus rencores o hacer a un lado sus diferencias y unirse para dar con ella, antes de que sea demasiado tarde.
    Preparate para vivir el final de una historia cargada de pasion, adrenalina y suspenso que te mantendra al filo de tus emociones.

  • Secretos de sangre de Myrian Gonzalez Britos

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    <>La bella y timida pastora judia Giovanna Bianco paseaba todas las mananas por los valles de su pueblo con sus ovejas y su fiel perro. Ser hija de una judia nunca fue un problema para ella, hasta que se desato la guerra.Paul Bachmann era un atractivo e inconmovible capitan nazi, cuya mision en Italia era clara hasta que conocio a la inocente pastora y todo cambio. Un sentimiento desconocido nacio en su duro pecho y cambio su destino para siempre.Les unia el amor y tambien un secreto. ?Podran vencer los obstaculos impuestos por la guerra?Una novela que desatara una dura batalla en tu corazon.

  • Lunas de miel de Leslie Kelly

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  • La nina que bebio luz de luna de Kelly Barnhill

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    Esta es la historia de una nina que nacio sin magia, y bebiendo luz de luna se convirtio en una persona enmagizada. De una bruja con un gran corazon y una mision imprevista. De un monstruo del pantano sabio y poeta. Y de un minusculo dragon que espera crecer algun dia.
    Esta es la historia de seres magicos que se comportan como personas corrientes, y personas corrientes que se convierten en seres magicos.
    Esta es la historia de como todos ellos salvaron a su mundo de la infelicidad y la tristeza.

  • La flor del azafran de Vanesa Puig

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    La memoria, el corazon y la razon. Que dificil es a veces vivir con los tres… A la primera le voy a pegar un tiro. Un tiro certero entre ceja y ceja mirandola a la cara mientras le arranco los recuerdos. Pienso utilizar instrumentacion quirurgica y extirparle cada uno de ellos de manera minuciosa y con tecnicas de cirujano. Me ensanare para que sepa que se siente. No habra misericordia. Estaremos solas ella y yo. No busco una muerte rapida ni limpia. Va a sufrir. Me suplicara clemencia y le recordare por que no la merece. Acude a mi mente sin cita, sin previo aviso. Se ensana con recuerdos que yo tanto me esmero en borrar o disfrazar con pocas verdades y muchas mentiras. Actua cual ladron, con nocturnidad y armada de alevosia. Se sirve de impunidad para robarme la calma y agredir contra la parte mas debil de mi… eso que llaman corazon. Yo opto por cuidarlo y evitarle mas sufrimientos, pocas veces le cuento mis cosas, porque se que se implica demasiado y nunca sale airoso. Desde que mi padre nos abandono a mi madre y a mi, decidi que de mis sentimientos se ocuparia la razon, bloqueandolos, ninguneandolos, obviandolos y siempre esquivando con maestria. Una maestria forjada a base de indiferencia y apatia que adquiri con los anos. No fue facil. Los principios fueron duros. Mi padre ni siquiera fumaba, no se fue a comprar tabaco. El salio decidido a olvidar los lamentos y reproches de mi madre, y para ello echo mano de una senora de pagares en la cama. No podia haberse ido con una de lejos o una que no supieramos de donde habia salido. No. El queria que todo quedara cerca de casa. Asi que la invito a abandonar su sueldo convenido en el club de carretera donde trabajaba. Ese lugar adornaba con luces de neon la unica via comarcal que nos unia con la autovia y por la que teniamos que pasar, si o si, si queriamos ir a casa de mis abuelos, al centro comercial, al cine o a cualquier otro sitio. Esa maldita carretera nos unia con el resto de la civilizacion y la atravesabamos casi a diario. Cada vez que pasabamos por ahi, se que mi madre hacia como quien ve llover desde su ventana: <>. Pero no paso. Mi padre se enamoro, o mas bien se obsesiono, con la idea de ser el unico que se quedara a dormir con aquella mujer. La que empezo su carrera en la esquina del bolso y llenaba sus bolsillos con billetes en una cama con precios de liquidacion por pronto cierre. La que no fue lluvia de la que pasaria. La mujer que negociaba con las virtudes de su cuerpo fue un tsunami que destrozo la poca alegria que alguna vez se habia atrevido a asomar por algun rincon de mi casa. Svetlana, ese era el nombre de la ola gigantesca que arraso con todo. Deslucia sobre sus amplios hombros una melena rubia y larga con extensiones que escandalizarian al mismisimo Sydney Guilaroff, el peluquero de la epoca dorada de Hollywood y amigo de las actrices que doraron aquel distrito de Los Angeles: Marilyn Monroe, Marlene Dietrich, Judy Garland, Greta Garbo, Bette Davis, Grace Kelly o Liz Taylor. Puedo dar y dare fe, de que este genio nunca le toco un pelo a la obsesion destenida de mi padre. Guilaroff murio en el ano 1997 y no sabria yo como rendirle tributo a quien hablo con las grandes. Esas si han sido grandes. Grandiosas. Bellezas sempiternas que han vencido a la muerte disfrazadas de eternidad omnipresente. Hoy rindo tributo a la dignidad que ofrece el silencio a gritos callados y me niego a dejar caer de mis ojos una sola lagrima. Por mucho que yo rabie de dolor, el amor de mi padre es de ella. Las mujeres como esa se han convertido en mi enemigo a abatir. Estas senoras, idolos de masas, siempre pasan varias veces por debajo de cualquier obra. Pasan una vez, pasan otra vez. Pasan y se dejan piropear con las palabras que vocean entre mondadientes y bocadillos de calamares en su tinta, los bautizados a si mismos, entre pilas de cemento y hormigon como los obreros del amor. Les gusta. Les gusta y se nota. Y son estas, las que se embuten en vestidos que las hacen parecer envasadas al vacio, las que se sienten hechas para que el mundo las disfrute y piensan que seria de egoistas no ensenar sus voluptuosas y poco discretas curvas. Entranable todo. Y luego no se permite la venta de alcohol a menores de dieciocho anos. Esta cortina de humo esta bien, pero tambien habria que legislar sobre los posibles traumas y secuelas que en la adolescencia pueden dejar semejantes estampas que nos brindan las maravillosas y pintorescas senoras envasadas al vacio. Mira en tu portal, seguro que tienes una. Soy Alicia. Alicia Maldonado Milan. MIS AMIGAS Alicia esta en el sofa de casa viendo un programa de television de esos que pagan a gente para que cuente sus cosas personales en modo desenfadado o de manera tragica, depende del dia y de la cotizacion en el IBEX-35. Hoy han llevado a una mujer que anos atras conquisto el Olimpo de los cielos todopoderosos de la mano de rancios gobernantes que disimulan sus grises y debilitados bigotes con tintes de farmacias sin parabenos. La entrevista es sutil y preciosa, la primera media hora la SGAE ha pedido los derechos de autor de la palabra coito y durante los veinte minutos siguientes, la productora de contenidos audiovisuales que respalda todo el show ha iniciado su salida a bolsa. Suena el timbre. Son Lucia y Maria. Las mejores amigas de Alicia desde el colegio. Hoy en dia siguen siendo companeras, no de pupitre, ahora de vida. Maria sale desde hace seis anos con Daniel. Daniel es un pesado. Enamorado de si mismo. Que mal gusto tiene el pobre. Le gusta la musica clasica y quedarse en casa escribiendo partituras que ni el mismo sabe interpretar, pero que amor se tiene… es tan egocentrico y vanidoso que siempre que me viene a la cabeza lo imagino mirandose en el espejo y repitiendo aquello de: << ?Es a mi, me hablas a mi>>? mientras pone caras y el pobre espejo las sufre. --!Dame un vaso de algo que me deshidrato viva! !Cuanto odio que vivas en un quinto sin ascensor! Si yo no se para que vengo a verte. !Malditos vecinos tuyos, racanos, tacanos…! ?Pero que os cuesta poner un ascensor y evitar muertes gratuitas? Cada vez que vengo a verte me quitas tres anos de vida -- exclama Maria, entre los ahogos propios de la falta de respiracion que provoca subir los cinco pisos valiendose solo de las extremidades inferiores, esas que nuestros antepasados usaban para andar y hoy ya solo sirven para estirarlas cinco minutos porque te fumas encima. Lucia, en cambio, esta como una rosa. Se le notan las horas que pasa en el gimnasio y su pasion por el deporte. Alicia y Maria creen que se esta viendo con alguien, pero ni confirma ni desmiente. Tampoco lo presenta pese a que ellas insisten de forma directa y cada vez son mas pesadas. Siendo el caso conocido de que pueden llegar a ser muy pesadas. Saben que hace poco quedo con un antiguo companero de clase, Jorge se llama. Pero hasta ahi llegan sus datos. Segun ella quedaron, pero no paso nada <> les dijo y eso es lo que mas les preocupa. Ellas, dada su falta de informacion miran el muro de Facebook de Jorge a todas horas para ver si pone algo, pero nada tampoco. Cuanto misterio y cuanta tonteria. Pues no hay manera. No suelta prenda. ?La soltaria cuando quedo con ese? Quien sabe… Ellas nos mantendran informados del estado de ambos por si hubiera algun cambio en el muro de alguno de los dos. Esta acepcion de muro, aunque frivola y banal, la prefiero como paradigma de lo que puede ser un muro para las nuevas generaciones. Que una parte de nuestro pasado solo sirva para aprender de sus errores y no volver a caer en los mismos. Que los unicos muros que se levanten sean los que se derriban con palabras.

  • Doctor sueno de Stephen King

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    Una novela que entusiasmara a los millones de lectores de El resplandor y que encantara a todos aquellos que conozcan a Danny Torrance por primera vez.

  • El mundo de Sarah Coliner de T. Rubio

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    El mundo de Sarah Coliner, esta siempre regido por su madre, Prudence. Sarah, vive en el condado de Vagoneth, de donde es la futura heredera. La pasion de Sarah por los caballos hara que se encuentre con su destino. La lucha de Sarah por el amor, lo pondra todo patas arriba, donde estara en juego hasta su propia vida.Una llamada a la libertad, una historia que te atrapara.

  • Los crimenes del lago de Gemma Herrero Virto

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    FINALISTA DEL PREMIO LITERARIO DE AMAZON 2017