la barrera del sonido
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la barrera del sonido - Juan Trejo
https://gigalibros.com/la-barrera-del-sonido.htmlEl narrador de esta novela, un personaje sospechosamente parecido al autor, necesita bucear, como si de un paciente arqueologo se tratara, en los hechos mas significativos de su pasado, tras un episodio critico y decisivo que le marcara para el resto de su vida; un cambio de panorama vital que le llega en su etapa de madurez, y que le obliga a replantearse todas las certezas abrigadas hasta ahora: su pasion por algunos de los escritores mas representativos de la literatura del siglo XX, la necesidad de escribir para entender lo vivido, esa curiosa obsesion que le persigue desde nino por viajar o la importancia de los vinculos personales. La barrera del sonido es un fresco de la vida de un escritor con el paisaje de fondo de un pais a lo largo de cuarenta anos.
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La barrera del sonido - Juan Trejo | PlanetadeLibros
https://www.planetadelibros.com/libro-la-barrera-del-sonido/2982793 sept 2019 — La barrera del sonido, de Juan Trejo. Un escritor hace recuento de su biografía personal y se enfrenta a su propia obra y también a la de ...
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LA BARRERA DEL SONIDO | JUAN TREJO | Casa del Libro
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la barrera del sonido - Librería Gil
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la barrera del sonido - trejo, juan - LIBRERÍA LA PILARICA.
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La barrera del sonido - El Español
https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/20190930/barrera-sonido/433207760_0.html30 sept 2019 — Dichas visitas dan al relato una intensa impronta de libro de viajes, pero trascienden este alcance porque son escenarios significativos para el ...
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Barrera del Sonido, la - León - Librería Artemis
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Stealing Snow de Danielle Paige
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Invencible de Pascal Ruter
https://gigalibros.com/invencible.htmlLa tierna complicidad entre un anciano rebelde y su nieto los embarcara en una aventura entranable en la que juntos se rebelaran contra todo lo que resta diversion a la vida.
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Aristoteles en 90 Minutos de Paul Strathern
https://gigalibros.com/aristoteles-en-90-minutos.htmlLa coleccion Filosofos en 90 minutos incluye interpretaciones breves, pero autorizadas, de los mas grandes pensadores de la humanidad y descifra sus filosofias en una forma amena y accesible que las hace interesantes y comprensibles a casi cualquiera. Aristoteles fue preceptor de Alejandro Magno. La Historia no registra detalles de esta relacion, pero sabemos que, con el tiempo, Alejandro estuvo a punto de firmar la sentencia de muerte de Aristoteles, si bien se olvido y se dispuso, en su lugar, a invadir la India. De no ser por este golpe de suerte, habriamos perdido al hombre cuya filosofia habia de dominar el pensamiento europeo durante los 1.500 anos siguientes.
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Mujercitas de Louisa May Alcott
https://gigalibros.com/mujercitas.htmlLa Navidad se acerca y cuatro hermanas adolescentes, Meg, Jo, Beth y Amy, se disponen a celebrarla junto con su madre, Marmee, con la inquietud que conlleva la precariedad de dinero. Meg trabaja y aporta lo que puede; Jo ayuda cuidando a la tia March en su mansion de Plumfield y suena con ser una escritora famosa; Beth se ocupa junto con su madre del cuidado de la casa y siempre esta presta a apagar cualquier conato de disputa; Amy en fin, pese a ser la mas pequena, parece ser muy consciente de lo que quiere y de lo que le importa. Todas ellas inician, sin saberlo, un ano que marcara su desarrollo y su personalidad, pues a lo largo de el habran de buscar o encontrar su lugar en la sociedad y en el mundo, satisfaciendo cada una a su manera las expectativas sociales que les vienen impuestas o, como en el caso de Jo, impulsiva y viva de genio, resistiendose a ellas.
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Cuando menos te lo esperas (Coeur de sucre 1. 5) de Lana Fry
https://gigalibros.com/cuando-menos-te-lo-esperas-coeur-de-sucre-1-5.html--Habia una vez un hermoso lugar, en lo mas profundo de los mares... Dos pares de ojos azules me miraron fijamente, cada uno con una expresion diferente. La pequena Evelyn, con los rizos rubios escondidos en la capucha con orejitas de su pijama, me miraba como si fuera el mismisimo rey Triton; me hizo sentir tan orgulloso que hasta saque pecho mientras seguia con el cuento de La sirenita. Se habia acurrucado en mis brazos despues de cenar, y su cabeza apoyada en mi pecho era un peso suave y liviano. Apoye la mejilla en su coronilla y cerre un momento los ojos al oler la colonia fresca de bebe. --...la pequena sirenita siempre estaba cantando... --?Y como cantaba? Se me atragantaron las ultimas palabras del cuento, y mire a Evelyn con el terror plasmado en la cara. Al otro lado estaba Lea, partiendose la caja; aunque en su defensa dire que acallaba sus carcajadas en la almohada. Mientras tanto, la nina me miraba como si de repente hubiera adquirido dotes de tenor y fuera a cantarle Bajo del mar con el acento ?mexicano? del cangrejo. Nunca habia conseguido ubicarlo. --Pues... Esto... Cantaba. Con canciones y esas cosas --trate de sonar animado y seguir con el cuento, pero mi intento de evasion no funciono porque la nina me tiro de la manga--. ?Que pasa? --?Y que canciones cantaba? --Si no fuera porque tenia la carita de un angel y me miraba con tanta inocencia, pensaria que un demonio se la habia comido entera--. Porfa, cantame una, tio Ash. Alarmado, busque ayuda en Lea, pero, por su cara roja, quiza quien la necesitaba era ella. <
>, pense, al ver que se lo estaba pasando la mar de bien viendome pasar uno de los momentos mas terrorificos y angustiosos de mi vida. --Eso, tio Ash, cantanos una cancion --me animo, la muy... Habia cruzado las piernas encima del sofa, y mis ojos se perdieron, absortos y embelesados, en los largos mechones rojizos que ella intentaba recoger en una alta coleta. Me comeria esa sonrisa picara de un bocado y se que no tendria suficiente, asi de loco me tenia. ?Quien iba a decirlo, eh?--. Tu crees que en otros lados, las algas mas verdes son... Empezo a cantar, suave y bajito, empujandome a seguirla. Cerre los ojos, sobre todo porque Evelyn se habia entusiasmado hasta el punto de que se habia arrodillado encima de mi y empezaba a dar palmas, siguiendo el ritmo alegre de mi novia. --Bajo del mar, bajo del mar, vives contento, siendo sirena... --Me estremeci al escuchar el susurro de Lea en mi oido. Gire la cabeza y quien se perdio en el mar azul de sus ojos fui yo--. No decepciones a tu publico. Mi voluntad caia en picado con estas dos, incapaz de negarles nada. Lo peor de todo era que ellas lo sabian y se aprovechaban sin compasion de mi pobre persona. ?Quien iba a decirme a mi que acabaria en una situacion como esta? ?Donde habian quedado David Garret y su violin? Ahora, todo lo que se escuchaba en el coche eran canciones de Disney. No veas lo mal que lo pase ayer cuando lleve a Evelyn al colegio y estuvo en bucle la nueva cancion de Frozen. Cuando se fue el ultimo cliente de la tarde estuve a punto de cantarle Let it go. --Bajo del mar, bajo del mar, hay bailarinas, son las sardinas... --empece a cantar, y mi voz, grave y ronca, puso la nota discordante a los chillidos de mi ahijada y mi novia, quienes habian bajado ya del sofa y bailaban en medio del salon, cantando siempre que la risa las dejaba. Sonrei al ver a Lea comportarse como una nina, sin avergonzarse. No era de extranar que Evelyn estuviera como loca con ella, y la mirara con tanta devocion que hasta a mi me puso un nudo en la garganta. Iba en pijama, con la coleta mas mal hecha que habia visto nunca, danzando sobre la alfombra con los calcetines encima de la pernera del pantalon y, aunque podia parecer la cosa menos sexy del mundo, era tan ella, lo que la hacia tan unica, que la amaria aunque llevara uno de esos horrorosos pijamas de una pieza. Me sentia el hombre mas jodidamente afortunado del mundo; cuando por fin acabo la cancion y ambas volvieron a mi lado, suspire sabiendo que no necesitaba nada mas en el mundo. Bueno, habia algo, pero... Sacudi la cabeza, sacudiendo tambien ese pensamiento. --Has fruncido el ceno. ?Tus recien descubiertas facetas musicales estan haciendo que te replantees tu futuro? --Lea habia apoyado la barbilla en mi hombro y, aunque la picaresca y la diversion no desaparecieron de sus labios, en sus ojos se camuflaba una pequena sombra de preocupacion--. ?Estas bien? --?Por que no iba a estarlo? --respondi, acercando mi cara a la suya para darle un coqueto beso en la punta de la nariz--. Tengo a mis dos chicas preferidas aqui. Evelyn habia perdido la batalla contra el sueno y estaba a nada de caer en seco. Sus grandes e inocentes ojos azules luchaban por mantenerse abiertos; Lea y yo nos quedamos callados, mirandola hasta que acabo por dormirse. Despues, la cogi en brazos y subi despacio con ella las escaleras hacia nuestra habitacion. Evans y su mujer se habian tomado unos dias de vacaciones, coincidiendo con su aniversario de bodas, y habian dejado a la nina y su cuna con nosotros. La acoste ahi con todo el cuidado del mundo. En un gesto instintivo alargue el brazo y Lea se apretujo a mi lado, permitiendome abrazarla. No se que rondaba por su cabeza, pero por la mia pasaban tal cantidad de imagenes inexistentes que me dejaron con un anhelo tan grande en el pecho que necesite suspirar con fuerza, buscando calmarme. Inclinado sobre la cuna no veia a mi ahijada, sino a otra pequena con los rizos rojizos de su madre, con la manita reposando sobre una mejilla tan sonrojada que daban ganas de comersela a besos. --Otra vez te has puesto serio. Me conocia demasiado bien; acostumbrado como estaba a que nadie supiera por donde cogerme, ella tenia una facilidad asombrosa para calarme. --Estaba pensando... --!Uy, peligro! --sonrio, siguiendome hasta la cama, donde nos sentamos a los pies. --No hemos hablado de tener hijos --solte. Lea se quedo muda y, si no fuera porque no habia casi luz en la habitacion, solo la de la mesilla de noche, habria jurado que toda su cara se habia quedado blanca--. Bueno, no estoy diciendo que tenga que ser ahora, claro. Pero, no se... Se me trababan las palabras, y que Lea estuviera sumida en un poco acostumbrado silencio, no ayudaba. --Olvidalo. Es una tonteria --sonrei, antes de darle un beso en la frente y levantarme para ir al bano. Me maldije por haber sido tan bocazas; me habia acostumbrado tanto a no callarme nada con ella que me salia solo confesarle que pasaba por mi cabeza. No me pare a pensar en que este podia no ser el momento de sacar el tema, en que ambos estabamos intentando estabilizarnos en nuestro trabajo. A Lea le iba genial con el recien abierto canal de Youtube; no sabia como se las ingeniaba para sacar tiempo y ganas para seguir trabajando con Audrey en la pasteleria, ademas de grabar sus videos para despues editarlos. Estaba haciendo cursos, y yo acababa de chafarle todas las ilusiones de un plumazo. Cuando me estaba lavando los dientes y alce la mirada, vi su expresion seria a traves del espejo. Parecia cansada, incluso algo abrumada por todo. --?No eres feliz? --Su pregunta me pillo tan fuera de juego que no atine a decir nada; la mire sin parpadear, incapaz de girarme. No hacia falta, pues su reflejo lo decia todo. Era demasiado expresiva--. Ash... --!Joder! --exclame, y enseguida baje el tono para no despertar a la nina. Me gire de sopeton, plantandome delante de ella en una sola y larga zancada para despues abarcarle la cara con las manos--. Soy el cabron con mas suerte del mundo y nada, escuchame bien, nada podria hacer que fuera mas feliz que ahora. --Pero has dicho... Pese a ser alguien muy familiar, nunca me habia creido preparado para formar la mia propia. Veia a Evans con Evelyn y solo sentia carino, pero Lea habia llegado a mi vida, se habia asentado en ella para quedarse, y ese carino se habia convertido en un anhelo que no sabia que podia llegar a sentir. No tenia ni idea de cuidar y criar ninos, mi experiencia se basaba en las veces que hacia de canguro de Evelyn cuando sus padres me la dejaban. Ahora, cada vez que cerraba los ojos y trataba de imaginarme mi futuro, no encontraba solo a Lea en el. ?Como podia decirle eso a ella sin que sintiera que la estaba presionando? Sabia lo mal que lo habia pasado meses atras, cuando se encontraba perdida, sin saber que hacer con su vida o en que direccion llevarla; y yo, precisamente por lo mucho que la queria, no podia hacer que esa estabilidad que tanto le habia costado conseguir se tambaleara por mi deseo de tener ninos. --Olvida lo que he dicho. Me perdi en sus labios, que se movieron dubitativos bajo los mios. Sin separar mi boca de la suya, avance poco a poco hasta que la tuve apoyada en la pared del bano. Era pequena en mis brazos, casi podia abarcarle la cintura con las manos, aun asi su cuerpo encajaba tan bien con el mio que sentia sus curvas danzar al ritmo de mis caricias, al igual que mis musculos se expandian y contraian bajo sus manos. --No se si estoy preparada para ser madre --solto Lea en un quedo jadeo, aprovechando que habia abandonado su boca para enterrar la cara en la curva de su cuello, buscando aspirar su olor --. Soy un desastre de persona. --No pienses en eso ahora --respondi, estrechandola en un abrazo con el que pretendia consolarla y, a la vez, cerrar el tema--. Solo era un pensamiento al aire. Nos acostamos muy pegados el uno al otro, con su cabeza recostada en mi pecho y yo enredando los dedos entre los mechones rojizos de su pelo. Llevaba tanto tiempo sin cortarselo que le llegaba ya hasta casi la mitad de la espalda, y a mi me enloquecia verlo desparramado sobre la almohada. Su respiracion tardo en volverse profunda y pausada, en todo el tiempo no detuve mis caricias. Habia intentado pintarla, de hecho, habia empezado muchos retratos suyos --bien escondidos, porque me daba algo de verguenza que los viera--, y me sabia tan de memoria su nariz respingona, la curva maliciosa y traviesa de su sonrisa o la forma en la que sus cejas se arqueaban cuando no le veia la gracia a mis chistes malos, que podria dibujarla hasta con los ojos cerrados. Pero cuando llegaba el momento de ponerle color... Ninguno le hacia justicia. Ningun azul captaba el brillo de sus ojos, el amor que desprendian; tampoco ningun rosado podria igualarse al de sus mejillas. ?Y sus labios? ?Y el abanico infinito de rojizos, cobrizos y rubios de su melena? Imposible. Todo lo que intentara emular no seria mas que eso, una copia barata de una persona tan unica y especial que nada podria compararsela. Aprete su cuerpo hacia el mio, con cierta posesividad, y bese su frente, con el pecho expandiendose de pura felicidad solo por tener la oportunidad de estar asi con ella. Tarde en conciliar el sueno; cuando sono el despertador, lo apague con rapidez antes de que Lea o mi ahijada se despertaran. Disfrute un rato mas en la cama, haciendome el remolon. Pero, si no queria llegar tarde al trabajo, tenia que levantarme ya, aunque me costase la vida misma salir de debajo de la calidez de las mantas, reacio a separarme de ese delicado cuerpo que, desde que paso la primera noche aqui, se habia apoderado de toda la cama y dormia siempre invadiendo mi lado, pegado a mi. Que conste que no era una queja, todo lo contrario. -
Besos con sabor a fresas de Phavy Prieto
https://gigalibros.com/besos-con-sabor-a-fresas.htmlMaria es contable y su vida gira entorno a los numeros. Todo lo analiza, tiene que estar controlado, organizado y previsto en su milimetrica agenda, incluso la hora a la que debe lavarse los dientes, ver la tele o tener sexo.
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Decidida a matar de John Nicholl
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Muerte Sin Redencion de Jessica Fiedler
https://gigalibros.com/muerte-sin-redencion.htmlEl punal lo atraveso sin previo aviso y en un primer instante la sorpresa impacto a Manny mas que el dolor. Cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Luego lo invadio la debilidad. Para entonces ya nada importaba. La vida se le escapo con la misma rapidez con la que su sangre formo un charco en el suelo, pero antes de morir consiguio murmurar una oracion de gratitud. Al menos, su final seria rapido. El asesino arranco el cuchillo del cuerpo de su victima y lo envolvio en un trapo. Lamentaba tener que deshacerse de un arma tan magnifica, pero no podia permitir que la relacionaran con el, asi que terminaria en el fondo del Patapsco. Miro al viejo que yacia en el suelo con la camisa ensangrentada, los ojos abiertos y la mirada perdida. Era una vision que deberia causarle euforia, o cuando menos satisfaccion. Habia esperado tanto por ese momento... y sin embargo se sentia vacio. La muerte de Bunkers no le proporciono el alivio que esperaba, y eso lo enfurecio. Despues de esconder el cuchillo en el interior de su chaqueta, se asomo a la puerta para comprobar que nadie se habia acercado al cuartucho que servia como vivienda al viejo conserje. El pasillo estaba desierto. Despues de todo, ?quien querria deambular por esa zona del hospital a esa hora de la noche? Aun asi aseguro la puerta con el cerrojo para no correr el riesgo de que lo interrumpieran. El asesino miro a su alrededor mientras trataba de adivinar donde podria encontrar aquello que Manny guardo en secreto durante tantos anos. La habitacion que habia servido de vivienda a Bunkers era pequena y daba oportunidad a pocos escondrijos, asi que el criminal paso por encima del cadaver de su victima y comenzo a registrar hasta el ultimo rincon. Si estaba alli, lo encontraria. Jarod. La manana comenzo mal, como corresponde a un mal dia. Iba camino del cuartel de Policia cuando entro la llamada de Marian y tuve que desviarme hacia el hospital Rothberg. No me gustan los hospitales. Me traen malos recuerdos, y comienzo a sentir punzadas en la cadera apenas pongo un pie en ellos. Mi psicologo de apoyo dice que es psicosomatico, pero es que tampoco me gustan los psicologos. En fin, que hice de tripas corazon y llegue al nosocomio. El Rothberg no habia cambiado mucho desde mi ultima visita. Las mismas paredes blancas con sus cristales impolutos en el exterior, los pasillos de ceramica blanca pulida, y el insoportable olor a desinfectante en el interior. Tan impersonal y aseptico que parecia un mausoleo. Despues de informarme con el recepcionista de la puerta, me encamine hacia la vivienda del conserje en el sotano del edificio, junto al cuarto de las calderas. Avance tan deprisa como mi maltrecha cadera me lo permitio sin que se notara la cojera. Cuando llegue al sotano, no resulto dificil encontrar la escena del crimen. Solo habia que localizar el perimetro trazado con cintas que vigilaban agentes uniformados, y detras del cual se desarrollaba un trasiego de personas con un tufo a policia que se percibia a varios pies de distancia. Stevens fue el primero que me vio. Se llevo la mano a la visera de la gorra a modo de saludo, y aparto la cinta para que yo pudiera pasar. --Te daria los buenos dias, Charlie, pero no pueden serlo si comienzan con un asesinato. --Usted lo ha dicho, teniente. --?De que se trata? --Nos llamo el jefe de seguridad. Esta manana temprano, algunos pacientes se quejaron de que la calefaccion estaba demasiado alta, asi que intentaron llamar al jefe de mantenimiento para que revisara las calderas, pero no pudieron localizarlo. Uno de los vigilantes vino a buscarlo y encontro la puerta asegurada. Cuando no recibio respuesta penso que el conserje pudo sufrir un colapso o algo asi, pues se trataba de un hombre de avanzada edad. En fin, el vigilante pidio refuerzos y un cerrajero. Cuando consiguieron abrir la puerta se dieron de bruces con el empleado muerto sobre un charco de sangre. Entonces nos llamaron. --Supongo que no habia nadie a su lado con el arma humeante, o una nota con la confesion del asesino --dije con sarcasmo. --Me temo que no, teniente. Me removi con incomodidad. Tenia un deseo imperioso de alejarme de ese lugar, y de repente comprendi la razon. --Todavia hace un calor infernal aqui. ?No revisaron las calderas? --Las puertas tambien estaban cerradas con llave. Solo hace pocos minutos que el cerrajero nos dio acceso a ellas y pudimos apagarlas, senor. --Sospecho que esto tambien es obra del homicida. Muy bien, Charlie, gracias por el informe. Entrare al horno y vere de que mas me entero. Stevens asintio y se hizo a un lado para que yo pudiera pasar. !Malditas las ganas que tenia! Esa manana me habia puesto un traje de tweed muy apropiado para la estacion, pero que me hizo sentir en los predios de Satanas en cuanto entre a la sobrecalentada habitacion. El olor que ya se desprendia del cadaver tampoco contribuia a mejorar mi disposicion a reunirme con mis colegas. La vivienda del conserje parecia el area de desastre de un tornado caprichoso. Los armarios y gavetas fueron vaciados y su contenido sembraba el suelo de todo tipo de objetos; ademas de que alguien se dedico a mover los muebles y sacarles el relleno. La conclusion era evidente.--El asesino buscaba algo --dije en un alarde de genialidad. --Cuidado te estalla la cabeza de tanto pensar --me respondio Pattie, sin apartar la concentracion del cadaver. --?Tienes algo para mi? Dukes me lanzo una rapida mirada de desaprobacion y volvio a lo suyo. --?Un <
> te basta? --Mi alzamiento de una ceja debio convencerla de que no seria suficiente con eso--. De acuerdo. Apartando lo evidente, lo asesinaron con una punalada al corazon. Murio en cuestion de segundos. --?Cual fue la hora aproximada de la muerte? --Eso sera muy dificil de determinar --confeso la forense, mientras dejaba escapar un suspiro--. Con este calor se acelero la putrefaccion. --Si, supongo que ese era el objetivo del criminal cuando puso las calderas a tope -- conclui.--Esas vitaminas que te tomas le estan haciendo mucho bien a tu cerebro, ?no es asi? Esta vez fui yo quien suspiro ante el tono sarcastico de la doctora Dukes, al mismo tiempo que separaba la pretina de mi pantalon valiendome de mis pulgares. Pattie era la unica persona que conocia que era capaz de superar mi cinismo. Y se esforzaba en demostrarlo. --Touche. Reconozco que es una conclusion obvia, pero que esperabas a esta hora de la manana, antes de mi primera dosis de cafeina. ?Tenia nombre el occiso? --Manny Bunkers --respondio una voz grave y conocida a mi espalda. Cuando me volvi, me encontre de frente con el rostro del jefe del CSI. Me avergonzo comprender que habia escuchado el duelo verbal entre Dukes y yo. Me senti como un crio pillado en falta. Si alguien se tomaba en serio la escena de un crimen y el respeto a los muertos, ese era Jacobs, asi que contuve mi ironia y compuse mi expresion mas circunspecta. --?Encontraron algo sus hombres que sea de ayuda para la investigacion, capitan? El jefe del CSI lleno sus pulmones y contuvo el aire, como si se preparara para dar un largo discurso: --No puedo decirle mucho mas alla de lo evidente, teniente. En el suelo encontramos una botella de cerveza medio llena y los fragmentos de un vaso, asi que deducimos que Bunkers estaba sentado a la mesa bebiendo cuando se presento el homicida. --?Solo habia un vaso? --Si. Es evidente que no se sento a compartir una cerveza con el asesino, sino que este llego mientras el bebia. Sin embargo, el criminal debio estar muy cerca de el para poder asestarle una punalada tan certera. Por otro lado, el estado de la habitacion no nos permite saber si la victima se defendio. Supongo que debera esperar los resultados forenses para responder a esa pregunta --Alfred miro a Pattie cuando pronuncio las ultimas palabras. --Por supuesto, senor --respondio Dukes, con la misma actitud formal que habia adoptado yo. El prestigio de Jacobs imponia--. Cuando realice la autopsia sabremos si el senor Bunkers sufrio heridas defensivas. Decidi salvar mi imagen con una observacion un poco mas aguda que las obviedades que venia soltando: --Aun cuando es notorio que asesino y victima no compartieron una copa, el perpetrador debio estar a muy corta distancia para poder apunalarlo en el corazon --el jefe me miro con el ceno fruncido, asi que me apresure a explicarme--. Lo que quiero decir es que Bunkers debia conocer al homicida, aunque no compartiera mesa con el. --Expliquese mejor, teniente. --Muy bien, digamos que Manny esta sentado a la mesa bebiendo una cerveza cuando se presenta el criminal. Para que el homicidio se cometiera aqui y no en el umbral, el debio permitirle la entrada. --A menos que lo asesinara en la puerta y arrastrara el cuerpo hasta aqui para ocultarlo -- senalo Jacobs. Tanto el jefe como yo miramos en direccion a la doctora, como si formaramos parte de una coreografia. Dukes nego con la cabeza. --Puedo asegurarles que no movieron el cuerpo. --?Y si todavia estaba vivo cuando lo arrastro hasta aqui? --sugeri, haciendome eco de la idea del jefe. Juro que sin intenciones de adularlo. Esta bien, no mucho. Dukes nego con la cabeza antes de que terminara de exponer mi brillante teoria. --Una herida en el corazon como esta causa una hemorragia masiva --explico Pattie--. Es evidente por el charco de sangre que se formo debajo del cuerpo en los pocos segundos que tardo en morir. No habia ni una gota cerca de la puerta. --Tal vez el asesino la limpio para confundirnos --insisti, empenado en defender mi postura.--La doctora Dukes tiene razon --sentencio Jacobs, como un arbitro que saca la tarjeta roja. Y yo defendiendo su teoria, pobre ingenuo--. Las evidencias indican que la victima cayo en el lugar donde la encontraron. Aunque corregiremos nuestras conclusiones si hallamos manchas positivas al luminol cerca de la puerta. Asenti derrotado. ?Que mas podia hacer? De manera que volvi sobre mis pasos y enfoque el asunto desde la perspectiva original. --En ese caso, si el homicidio ocurrio aqui, significa que Bunkers dejo entrar a su asesino y que este lo apunalo por sorpresa, tal vez mientras hablaban. Si ocurrio asi, me pregunto cual fue el tema de conversacion. --Como de costumbre, tienes un asunto dificil de resolver entre manos, hijo --me dijo el jefe en tono paternal, mientras me palmeaba el hombro con conmiseracion. Jacobs no tenia idea de cuan profeticas resultarian sus palabras. *** Me alegro mucho abandonar la escena del crimen, y no pude sino compadecer a los chicos del CSI, aunque ellos ya debian estar bastante acostumbrados. Cuando consegui alejarme lo suficiente para dejar de sentir el olor a putrefaccion, llene mis pulmones con el aire cargado de desinfectante. Ni siquiera me importo, pues mi mente estaba concentrada en mi siguiente paso. Lo primero seria averiguar quien era el hombre que yacia sobre un charco de su propia sangre. ?Por que alguien querria asesinar a un viejo conserje? ?Habia ofendido a quien no debia? ?Tendria enemigos? Regrese a la recepcion, donde me indicaron como llegar a las oficinas administrativas. Se encontraban en el segundo piso, asi que decidi subir por las escaleras. Estaba seguro de que mi cadera protestaria, pero asi soy yo: un necio incorregible. Por supuesto que me perdi. Tengo la secreta certeza de que Dedalo fue el arquitecto que diseno el Rothberg, porque es lo mas parecido que conozco a un laberinto. Segui las indicaciones del personal de enfermeria que se cruzo en mi camino, al mismo tiempo que ignoraba sus expresiones de conmiseracion. ?Saldria de alli algun dia? Existen leyendas al respecto. Avanzaba tan concentrado en mis pensamientos que en un cruce de pasillos me di de bruces con un paciente y casi lo tiro al suelo. Mis reflejos afloraron con tanta celeridad como mi verguenza, y pude sujetarlo para ahorrarle la caida. Cuando levante la mirada para disculparme se me hizo un nudo en la garganta. Entonces mi atencion se centro en el baston y la pierna artificial. --!Jarod! ?Que haces por aqui? No me digas que la cadera te ha vuelto a causar problemas. Debo confesar que me sorprendio reconocer a Paul, aunque visto desde la distancia, no era tan extrano encontrarlo alli. Supongo que ese dia mi velocidad de pensamiento no estaba en su mejor momento. Despues de todo, solo habian pasado un par de dias desde mi ruptura con Tina, si es que puedo utilizar un fracaso sentimental para justificar mi torpeza. Abrace a mi amigo antes de responderle. Por supuesto que el correspondio a mi abrazo. --Nos llamaron por un suceso que ocurrio anoche y que debemos investigar --le respondi, evasivo. Aunque Paul era como mi hermano, no considere profesional contarle los detalles de lo que ocurrio, aun cuando estaba seguro de que el asesinato del conserje se convertiria en la comidilla del hospital en pocas horas. --?Que ocurrio? ?Un robo? --Eso no importa ahora. ?Que haces tu aqui? ?Estas enfermo? --Por supuesto que no. Ya sabes que soy un roble. Hace tiempo que no hablamos y por eso no te lo habia contado: me colocaran una protesis sensorial en lugar de esta < > --dijo, al mismo tiempo que daba un par de palmadas a su pierna izquierda--. ?No es genial? --?Protesis sensorial? --pregunte con desconcierto. --Esta provista de electrodos que me permitiran experimentar algunas sensaciones. Es grandioso, pero debo acostumbrarme, asi que vengo tres veces a la semana a la terapia fisica para adaptarme. --Me alegra mucho por ti, amigo. Despues de pronunciar el cliche, no supe que mas decir y se instalo un silencio incomodo entre nosotros. Ambos sabiamos que si el estaba condenado a vivir sin una pierna era por mi culpa. El lo llevaba mejor que yo. --Pareces bastante perdido --observo Paul--. Me recuerdas aquella ocasion… --Revie vio algo en mi expresion que lo obligo a cambiar de tema--. ?Buscas a alguien? --Debo encontrar el despacho de personal. --Es sencillo. Sigue por este pasillo y cruza en la segunda interseccion. Al final estan las oficinas administrativas. ?Tienes tiempo para tomarte un cafe? --Me gustaria Paul, pero me temo que estoy bastante ocupado. Tal vez otro dia. --De acuerdo. Quiza unas cervezas para celebrar mi nueva protesis. Asenti. Cualquier recuerdo o mencion de la perdida de la pierna de Paul me anudaba el estomago. Mi cerebro traidor me llevo al ano 2008 en Afganistan, donde servi en otra vida. Mi patrulla hacia una ronda. Yo los comandaba, asi que fui el principal responsable de lo que paso. Era un veinteanero imprudente y arrogante. Es doloroso reconocerlo, pero aquel aciago dia conduje a mis hombres a una trampa. La granada mato a Chris, mi mejor amigo. Cuando cayo a mi lado, ni siquiera senti los trozos de metralla que se incrustaron en mi cadera. Al siguiente momento, yo tambien estaba en el suelo a punto de perder la conciencia. Paul fue el heroe del dia. El asumio el comando, y junto con el resto de los hombres repelieron el ataque, pero en el intercambio de disparos una rafaga le alcanzo la pierna izquierda y se la destrozo. Si se hubiera puesto a cubierto conservaria todas sus extremidades y yo seria hombre muerto. Por esos dias ni siquiera eramos amigos todavia. Paul Revie me salvo la vida, y lo pago caro. --Jarod, ?te encuentras bien? Te pusiste palido de repente. --No te preocupes, Paul. Estoy bien --afirme, mientras me secaba el sudor de la frente con un panuelo--. Este hospital me trae malos recuerdos, eso es todo. Revie acompano su respuesta con un par de palmadas en el hombro: --La vida continua, companero. Ha sido duro, pero debemos afrontar el futuro con optimismo. --Si, claro. Supongo que tienes razon --respondi con sincera admiracion. Nunca pude comprender como Paul podia afrontar su perdida con una actitud tan positiva. Yo solo tenia un poco de metralla en la cadera que me molestaba en los dias frios, y que en ocasiones me obligaba a cojear un poco. Era suficiente para amargarme la vida. Me senti muy mal cuando me di cuenta de que mi amigo trataba de levantarme el animo, siendo el quien tenia que vivir con una pierna artificial. Me despedi de Paul con otro abrazo fraternal, y le desee suerte con su nueva protesis. Segui las indicaciones de Revie y llegue sin problemas a las oficinas administrativas. La secretaria se mostro muy compungida y colaboradora cuando me identifique. --!Esto es espantoso! ?Como es posible que alguien le hiciera algo asi al pobre Manny? Con lo mucho que lo queriamos. Nadie esta seguro. Digame, senor, detective... --Kinsley. Teniente Kinsley, de la Policia de Rothberg. --Si, claro, teniente. ?Ya detuvieron al asesino? --Todavia estamos investigando. Por esa razon necesito hablar con el director del hospital y con el jefe de Recursos Humanos. --El director esta de viaje desde hace dos semanas. Lo sustituye su ayudante, pero ahora esta operando. En cuanto al jefe de Recursos Humanos: la senora Harriet se encuentra en su despacho. --En ese caso, me gustaria hablar con ella. --Por supuesto. Aguarde un momento y lo anuncio. La chica abandono su silla y se encamino hacia una de las puertas que custodiaba. Despues de un par de toques suaves se escucho un < > apagado. La secretaria se asomo e intercambio un par de palabras con la persona que ocupaba la oficina, entonces me miro y sonrio: --Puede pasar, teniente. Obedeci. Despues de dar unos pasos me di cuenta de que estaba cojeando aunque no me dolia la cadera. < >, me dije a mi mismo. Debia olvidar el encuentro con Paul y la emboscada. Con un esfuerzo lo aparte de mi mente, aunque no fue facil. Consegui concentrarme en el caso, pero no pude evitar la sensacion de angustia que me invadia cada vez que recordaba lo que ocurrio en el desierto de Registan. Del otro lado de la mesa me esperaba una mujer de unos sesenta anos, cuya baja estatura era evidente aun cuando estaba sentada. Tenia la preocupacion pintada en el rostro. Por supuesto que ya conocia las novedades. --Teniente Kinsley --dijo, despues de comprobar mi nombre en la identificacion que le mostre--. Mi secretaria me informa que desea hablar conmigo. ?En que puedo ayudarlo? Por supuesto que colaboraremos con ustedes para que todo este desgraciado asunto se resuelva lo antes posible. Me sente frente a ella y despues de rechazar el cafe que me ofrecio a pesar de la protesta de mis tripas, entre en materia. -
Desde que te dije adios de Isabelle Cruz
https://gigalibros.com/desde-que-te-dije-adios.htmlLucia Duran parece tenerlo todo: un trabajo apasionante, un novio carinoso y una carrera en ascenso.
Juan Carlos Legarreta es un hombre al que el destino ha probado duramente. Sin embargo, ahora lleva una vida plena y satisfactoria como abogado de prestigio.
Muchos anos atras los dos vivieron un gran amor que termino en desastre, pero un perfume se encargara de reunirlos de nuevo.
Para Juan Carlos, defender Eclipse, la ultima creacion de Lucia, sera la oportunidad de ayudar a una vieja amiga y de estar cerca de la mujer a la que no ha podido olvidar. Para ella, sera la gota que derrame el vaso. ?Como confiar el destino de su fragancia al hombre que considera el peor de los traidores? Peor aun, ?que va a hacer con la atraccion que, a pesar de todo, sigue existiendo entre ambos?
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Chick de Eneida Wolf
https://gigalibros.com/chick.htmlEsa ha sido siempre la diferencia entre tu y yo. Que yo creo en el amor aunque nunca me han querido, y tu no crees en el aun teniendolo delante de las narices.
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El dedo de Dios de Mario Escobar
https://gigalibros.com/el-dedo-de-dios.htmlVeracruz, Mexico. Hercules Guzman Fox, uno de los investigadores mas importantes del mundo, tiene que resolver la extrana muerte de un senador norteamericano en el barco en el que viajan hacia los Estados Unidos. Durante la travesia descubrira que los culpables son un extrano grupo que se creia desaparecido hacia siglos. Las pistas de una antigua reliquia lo llevaran, junto a George Lincoln y Alicia Mantorella, sus inseparables amigos, a Washington, donde se encuentra la clave de un asombroso misterio, asociado a uno de los objetos mas poderosos de la historia. El escritor Jack London y un joven Franklin D. Roosevelt los ayudaran a descubrir el enigma que se oculta en las entranas de la ciudad y que se remonta al descubrimiento de America. Un grupo masonico lo intentara impedir.
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Diecinueve minutos de Jodi Picoult
https://gigalibros.com/diecinueve-minutos.htmlJodi Picoult, autora de Por la vida de mi hermana, nos presenta su libro mas fascinante, con una alarmante y conmovedora historia acerca de las repercusiones devastadoras de una tragedia en un pueblo pequeno de los Estado Unidos.
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Objetivo principal de Jessica Andersen
https://gigalibros.com/objetivo-principal.htmlCuando un paciente suyo murio de manera misteriosa, la doctora Ripley Davis comenzo a buscar respuestas… Pero entonces aparecio Zachary Cage, agente de seguridad en cuestiones de radiacion, y le lanzo un sinfin de acusaciones. Ripley no disponia de tiempo para demostrarle su inocencia a aquel atractivo hombre. Lo unico que la preocupaba era salvar a sus pacientes y mantenerse con vida.
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Amy Snow de Tracy Rees
https://gigalibros.com/amy-snow.htmlAbandonada y despreciada, ?lograra Amy descubrir el secreto que cambiara su vida? *Abre la carta y descubre el secreto…Premio Richard & Judy 2016.
Abandonada en la nieve para que muriera cuando solo era un bebe, Amy Snow nunca ha conocido el amor, ni lo que es tener una familia. A pesar de que la recogen en Hatville Court, alli no la quiere nadie, y tanto los senores como los sirvientes la desprecian. -
Cornelia de Florencia Etcheves
https://gigalibros.com/cornelia.htmlLa joven Cornelia desaparece en una pequena localidad de la Patagonia argentina cuando realizaba un viaje de estudios junto a cuatro companeras. De ella solo queda una cadena tirada en la nieve.
Diez anos despues de la desaparicion de la chica, tras una misa organizada por la familia para mantener vivo su recuerdo, Pipa, una de las cuatro amigas, ahora agente de policia, decide reabrir el caso ante la insistencia de la madre de Cornelia al descubrir que una persona anonima ha estado publicando en el periodico una esquela por su hija cada ano.
El caracter personal de la investigacion hara que se despierten los fantasmas del pasado, algo para lo que la agente no esta preparada, pero que ha decidido afrontar de una vez por todas. -
El Caballero De Los Deseos Fugaces de R. Crespo
https://gigalibros.com/el-caballero-de-los-deseos-fugaces.htmlMi abuela mantuvo la sonrisa en su rostro arrugado mientras de mis labios no hacian mas que salir palabras de incredulidad ante lo que me habia contado. Cuando termine, ella volvio a hablar sin dejar de sonreir. --No soy quien para obligarte a creer, pero te aseguro que no fue ningun invento de mi subconsciente, ni ninguna alucinacion. Lo tuve a mi lado durante tres dias, pude tocarlo y hablar con el durante horas sin necesidad de hacer nada mas. En algun momento aparecera ante ti y tendras que tragarte tus palabras. --El dia que eso pase seguramente los cerdos empezaran a volar. --Cuidado con lo que dices, nina --me advirtio, poniendose seria de repente--, porque quiza el dia menos pensado veas a un cerdo volar y recordaras mis palabras. Tuve que aguantar la risa para no hacer sentir mal a mi abuela, pero la conversacion que estabamos teniendo empezaba a tornarse surrealista. ?Cerdos volando? ?Un hombre misterioso capaz de conceder deseos? Y si asi fuera, ?como podria seguir siendo atractivo o joven? Esa historia no habia quien se la creyera. --Abuela, otro dia seguiremos con la conversacion, tengo que irme o llegare tarde al trabajo. Me acerque a ella un poco mas para darle un beso en la frente. --Ten cuidado, Noelia --dijo como despedida. Asenti mientras caminaba hacia la puerta agitando mi mano derecha. *** A las nueve de la noche me despedi de Alba, la chica que tenia contratada en la libreria, y coloque el letrero de cerrado. Antes de marcharme coloque bien algunos libros que los clientes habian dejado por ahi y limpie un poco el local. Despues apague las luces y sali, cerrando bien con llave. Las guarde en el bolso y comence a caminar en direccion a la casa de mi abuela. Siempre que salia de trabajar pasaba por alli para ver que todo estuviera bien antes de irme a la mia. Solo esperaba que no repitiera la misma historia del misterioso hombre que la cautivo en su juventud. <
> repeti en mi mente sin dejar de caminar. Seguia dandole vueltas a aquella increible historia de magia y romance de la que mi abuela habia sido participe. ?Y si hubiera sido real y yo estaba equivocada? ?Podria aparecer aquel hombre solo con un deseo expresado desde el corazon? !Parecia tan inverosimil! Llegue pronto a mi destino y, tras comprobar que todo estaba bien y que mi abuela dormia placidamente en su habitacion, volvi a la calle para ponerme rumbo hacia mi piso. Sevilla tenia esa magia incluso de noche, aunque en mi caso la preferia por el dia. En mi cabeza habia muchos peligros y tenia la certeza de que existian realmente. Entre en mi coche, que estaba aparcado cerca, y arranque el motor para ponerme en marcha. *** Aparque el coche en la misma manzana en la que vivia y fui caminando hacia mi bloque de pisos. No habia mucha distancia, pero por alguna razon, aquella noche me parecio interminable el camino. Las sombras de la noche parecian cernirse sobre mi y, entonces, entre en panico. No fui consciente hasta que note que mis piernas parecian fallarme con cada paso nuevo que daba y el aire comenzo a faltarme. Notaba la presencia cercana de alguien, pero por mas que miraba hacia todas partes, no conseguia averiguar si era alguien real o solo producto de mi imaginacion. !Maldita oscuridad! Aligere el paso para llegar cuanto antes a mi hogar, pero por mas que lo intentaba, mis piernas no respondian como yo queria. Tuve la intencion de gritar, pero preferi no hacerlo para no llamar la atencion de los vecinos. ?Y si solo era uno de mis ataques de panico comunes? Pero ?y si era mas que eso? Mientras divagaba, senti un empujon y, tras colocarme de frente a la fachada de un edificio, senti otro cuerpo aprisionandome. Me resisti con todas mis fuerzas, lance patadas al aire como pude, pero todo fue en vano. No fui capaz de zafarme de esa presencia que no queria revelarse ante mi. Desee con todas mis fuerzas, o al menos las que me quedaban, librarme de lo que estaba por llegar. De alguna forma era consciente de que no me esperaba nada bueno y mi pensamiento se acrecento cuando empece a notar unas manos sobando mi cuerpo. No podia ser otra cosa. --Detente si no quieres sufrir mi ira. --Una voz masculina se alzo en el silencio de la noche. Una voz que desconocia. --?Y a quien se supone que debo temer? Note mi cuerpo mas ligero. Despacio, mas de lo que quiza pretendia, me separe de la pared e intente girar la cabeza. Sin embargo, algo me impidio observar mas alla del cuerpo de mi captor. Las sombras no me permitieron distinguir de quien era la figura, pues las luces de las farolas se encontraban lejos y la que teniamos cerca se habia fundido. Aunque no recordaba que estuviera apagada cuando llegue… Me puse de puntillas y, al fin, logre distinguir algo mas alla de las sombras proyectadas en ese lado de la calle. Una figura con sombrero se encontraba ante nosotros. Una figura deforme, a decir verdad. El panico se apodero aun mas de mi al imaginar que clase de criatura se habia enfrentado al desconocido que se habia atrevido a tocarme. ?Y si lo que queria era divertirse conmigo tambien? No estaba pensando con claridad. --No lo repetire mas. !Dejala en paz! El hombre no se movio del sitio, solo apreto los punos y se puso en posicion de ataque. Al parecer, pretendia atacar a la figura del sombrero. De nuevo, y sin hacer ruido, me desplace poco a poco hacia la derecha sin dejar de mirar la escena. Me fije en los detalles una vez estuve en un lugar seguro y, con el panico aun en el cuerpo, me quede para saber como terminaba aquello. El morbo podia mas que mi propio miedo. Sin embargo, todo se torno mas negro en cuestion de segundos. *** --!Los cerdos vuelan! --exclame tras despertarme. No me encontraba en mi casa, tampoco en la de mi abuela y, por supuesto, no reconocia el entorno que me rodeaba. Me incorpore sobre la cama tan rapido que la cabeza me dio vueltas. --Deberias descansar. --Dos manos acompanaron a una voz masculina, pero suave. Se apoyaron en mis hombros e intento tumbarme de nuevo. Sin embargo, me resisti. No sabia donde estaba, ?y si me tenian secuestrada? --Tranquila, Noelia. --Su voz seguia siendo suave, aterciopelada. Pero ?como sabia mi nombre? A pesar de mis esfuerzos por resistirme, algo en su voz me hipnotizaba. Hasta que mi mirada se encontro con la suya y me perdi. Tenia los ojos verdes, que contrastaban a la perfeccion con su piel morena, y sus labios me resultaron tan apetecibles que hubiera podido besarlos si sus manos no estuvieran inmovilizandome. Quiza exageraba, pero nada mas verlos por primera vez los imagine sobre los mios, degustando mi sabor de la misma forma intensa que yo podria hacerlo con el suyo. --?Que hago aqui? ?Quien eres tu? --Cuando descanses un poco mas respondere a esas preguntas. Ahora, no te preocupes de mas. Deje de moverme bajo sus brazos, rendida, y mi cuerpo se relajo. En ese momento se separo de mi, sentandose en una silla que habia junto a la cama. Observe mejor el lugar donde me encontraba, pero la penumbra me impedia hacer un examen exhaustivo tal y como yo queria. Tendria que esperar a que hubiera luz para averiguar un poco mas. *** Desperte de nuevo, esta vez mas tranquila. Al no ver a la figura misteriosa a mi lado, pense que todo habia sido un sueno, pero no era asi. Seguia en una habitacion que no era la mia y el perfume que embriagaba todo a mi alrededor era masculino. Uno de esos aromas que causan fascinacion y permanecen en la memoria. Me levante de la cama y dirigi mis pasos hacia la puerta, pero antes de poder acercar mi mano al pomo, se abrio sola. --Oh, ya estas despierta. !Cuanto me alegro! --Sonrio. Parecia una sonrisa verdadera, de esas que llegan a los ojos y entonces te das cuenta de que no es una patrana. De nuevo me fije en el, ya que la luz que entraba por la puerta no dejaba duda alguna de sus rasgos. --?Quien eres tu? ?Por que estoy aqui? --?Te apetece una taza de cafe? ?Agua? Debes estar sedienta… --Lo que me apetece es que no evadas mis preguntas, ?podria ser posible? --replique, un poco cansada de que siempre evitara responderme. --Esta bien, pero mientras te respondo, ?te gustaria tomar algo? Has pasado muchas horas durmiendo y necesitas reponer fuerzas. A pesar de como le habia hablado, el seguia respondiendo de manera tranquila. Quiza por eso asenti con una pequena sonrisa, para demostrarle que no era tan antipatica como parecia. Me condujo hacia la sala de estar y me invito a sentarme antes de desaparecer por una puerta, tal vez la de la cocina. Volvio con un vaso de agua y, tras darmelo, se sento a mi lado en el sofa. El silencio se hizo entre nosotros mientras a sorbos pequenos vaciaba el recipiente. Cuando termine de beber, lo deje sobre una mesita que habia enfrente. --?Por donde quieres que comience? --pregunto, rompiendo el silencio. --Por el principio. --Esta bien, pero me gustaria que me miraras mientras tanto. En caso contrario, no sabras si miento o digo la verdad. Mi sorpresa fue mayuscula. Observe la estancia con detenimiento, empezando por la derecha y desembocando en los ojos verdes de quien me acompanaba. No sabia cuanto aguantaria con mi mirada sobre la suya. --Mi nombre es Silvester, pero me suelen conocer como < >. --Mis labios se entreabrieron debido al asombro. Habia sido tan directo y sus ojos eran tan expresivos que no crei que mintiera. Pero, entonces, !mi abuela no habia inventado nada!--. Quiza resulte imposible de creer, pero hace mucho tiempo, en la vispera de mi trigesimo cumpleanos, una hechicera poderosa me maldijo. Me condeno a vagar por el mundo durante decadas concediendo deseos a todas las personas que lo necesitaran de corazon. Y tu, Noelia, sin saberlo me llamaste anoche. --?Como sabes mi nombre? --La maldicion me otorgo como don la posibilidad de ver en el corazon de las personas, asi como saber su nombre sin necesidad de tener que preguntar por el. Pocas veces hago uso de el, por si alguien de perverso corazon llegara a saberlo y me obligara, de alguna manera, a cometer actos crueles para los que no estaria preparado. Confio en ti. --Me tomo de las manos, como si de esa forma quisiera asegurarse de que, mediante el contacto, no cometeria una locura. Pero no lo haria. Yo no era quien para desvelar secretos que no me pertenecian. --Puedes confiar en mi, Silvester. --Sonrei. --Me alegra saberlo. --Solto mis manos curvando sus labios en una sonrisa. Mis ojos vagaron por la sala. Un detalle me llamo la atencion: todo lo que tenia parecian antiguedades, exceptuando algunos objetos que yo misma podria tener en mi casa. Cosas modernas. --?Deseas algo en particular? Puedo concederte lo que mas desees con la condicion de que no me retengas mas de tres dias a tu lado. ?Habia oido bien? ?Cualquier cosa, mientras no le retuviera conmigo mas de tres dias? --?Hablas en serio? --Volvi a mirarle, atenta a su respuesta. --Por supuesto. Soy el hombre que concede deseos, ?no? ?No quieres probar? --Si tengo que decidirme por uno, prefiero pensarlo bien. Puedo, ?verdad? --De hecho, es lo recomendable --afirmo, mirandome seriamente--. He conocido personas que no pensaron bien sus deseos y se arrepintieron por el resto de sus vidas. Se dejaron llevar por sus impulsos, por el primer pensamiento, y la cosa no termino tan bien como creyeron. No tengo demasiada prisa, por lo que no es necesario que me des una respuesta ahora. Mientras tanto, puedes quedarte conmigo. --Pero tengo que trabajar y ver a mi abuela… --replique. --No te preocupes, el tiempo conmigo no pasa demasiado deprisa, al menos fuera de aqui. Y cuando me marche, todo volvera a la normalidad, con la salvedad de que lo que sucedio anoche, no pasara. Ya me he encargado de que asi sea. --Hizo una pequena pausa antes de agregar--: ?Que te apetece comer? Ya es mediodia y deberias tomar algo para reponer fuerzas. Despues de saber un poco mas sobre el, no me negue. Cuando se levanto, movio la cabeza hacia ambos lados, como si buscara algo, y observe como levantaba el brazo y se colocaba un sombrero sobre la cabeza. Despues me miro de nuevo antes de marcharse hacia la cocina. Esos ojos verdes, con la sombra que proyectaba aquel complemento sobre su rostro, provocaban en mi algunas sensaciones que no habia experimentado nunca. ?Por que me atraia tanto un completo desconocido? -
Por Siempre Mia (Beaumont 1) de Heidi Mclaughlin
https://gigalibros.com/por-siempre-mia-beaumont-1.htmlNunca supuse que seria una estrella de rock. Tenia toda una vida planeada para mi. Jugar futbol en la Universidad. Ir a la NFL. Casarme con mi novia del colegio y vivir felices para siempre.
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La mujer equivocada de Amaya Evans
https://gigalibros.com/la-mujer-equivocada.htmlDespues de la muerte de su amado padre, Constance Glanvile debe convertirse en una pariente pobre dependiente de su tia la baronesa de Tinsley. Pero ella no tiene planes de cobijar bajo su ala, a la pobre muchacha venida a menos, sino de sacar provecho de ella como chaperona.
Constance acepta las condiciones de su tia para quedarse, sabiendo que a su edad y con ese trabajo, tendra muy pocas expectativas de casarse y tener una familia propia. Pero lo acepta pues lo que menos quiere es enamorarse y cree que su destino ya esta escrito. Sin embargo, ella no sabe que Lord Victor Champan, conde de Crasford, alguien de su pasado con quien tal vez no tuvo un buen comienzo, volvera a su vida para despertar sentimientos poderosos y mostrarle que nada esta escrito en piedra como ella pensaba. -
Ciencia Ficcion de Seleccion 4 – Aa. Vv
https://gigalibros.com/ciencia-ficcion.htmlEstas antologias son una seleccion de los relatos publicados en la revista estadounidense The Magazine of Fantasy and Science Fiction, considerada la mas importante del mundo en los generos de anticipacion y fantasia cientifica.
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El senor Mani de A. B. Yehoshua
https://gigalibros.com/el-senor-mani.htmlAGAR SHILOH, nacida en 1962 en Mashabei Sade, un kibutz fundado en 1949 que se encuentra a treinta kilometros al sur de Beer Sheva. Sus padres, Roni y Yael Shiloh, llegaron al kibutz en 1956 cuando estaban haciendo el servicio militar. Roni cayo en la guerra de los Seis Dias, el ultimo dia de la guerra, en los combates de los Altos del Golan. Agar tenia entonces cinco anos, por lo que muy bien puede ser cierto, como ella sostiene, que guarde un claro recuerdo de su padre. Agar fue educada en el instituto regional de Revivim. Cuando dejo los estudios le faltaban dos asignaturas del ultimo curso de bachillerato, las de ingles e historia, pues no se habia presentado a los examenes. Fue reclutada en agosto de 1980 y sirvio como soldado en una unidad de paracaidistas, en el campamento base de la misma en la zona de Beth Lida. A causa de la distancia existente entre la base y el kibutz, Agar solia pasar los permisos de fin de semana en Tel Aviv, donde dormia en casa de su abuela paterna, Noemi, a la que se sentia muy unida y a la que le hacia contar los recuerdos de la infancia de su padre. La abuela, que disfrutaba con la presencia rebosante de vida de la nieta, trataba constantemente de convencerla para que se matriculara en la universidad de Tel Aviv una vez que se hubiera licenciado en el ejercito. Asi, cuando Agar termino el servicio militar, cuyos ultimos meses fueron muy movidos a causa de la guerra del Libano que habia estallado en junio de 1982, y a pesar de la oposicion de su madre, que creia que Agar tenia que volver a trabajar en el kibutz por lo menos por un periodo de un ano antes de empezar a estudiar, consiguio convencer a la asamblea formada por los miembros del kibutz para que la autorizaran a estudiar, siendo como era, ademas, que aquellos estudios serian financiados en su totalidad por medio de una subvencion que el ministerio de Defensa tenia destinada a los huerfanos de guerra. Agar se matriculo en el departamento de cine de la facultad de Bellas Artes de la universidad de Tel Aviv pero, como no tenia ultimados los estudios secundarios, no fue admitida para cursar el primer ano de la carrera, sino que se vio obligada a estudiar antes, en la misma universidad, un ano de preparacion academica. Ese curso lectivo tiene por objeto que los alumnos aprueben los examenes de bachillerato que les falten, asi como que se les impartan las asignaturas de expresion hebrea, ingles y matematicas como refuerzo para su capacitacion academica. A principios del mes de diciembre la abuela Noemi cedio ante la insistencia de su hijo, el tio de Agar, Benzion Shiloh, alto funcionario del consulado israeli en Marsella, aviniendose a ir a visitarlo, ya que el habia tenido que anular su visita estival a Israel a causa del incremento de las tareas de informacion que recayo sobre los empleados del ministerio de Asuntos Exteriores por la guerra <
>. A pesar de que no queria alejarse de su querida nieta por mucho tiempo, no pudo menos que responder afirmativamente a su unico hijo, que tenia cuarenta anos y cuya solteria seguia preocupandole mucho. Siempre habia creido que su presencia cerca de el podria quiza conducir a algun arreglo matrimonial, por lo que prolongo su visita para participar en las recepciones organizadas por el consulado con motivo del ano nuevo civil. Agar, de baja estatura, dinamica y que habia heredado el purpureo color de cabello de su difunto padre, se solazaba pensando que el grande y hermoso piso de la abuela estaria ahora por completo a su entera disposicion. Primero penso en invitar a vivir con ella a una amiga que habia conocido en las clases del curso preparatorio, una muchacha muy decidida llamada Iris, tambien huerfana de guerra, que habia perdido a su padre en la guerra de Yom Kippur y era toda una experta en las distintas bonificaciones y ayudas del ministerio de Defensa para con las familias de los caidos; pero finalmente la invitacion no prospero, y mejor para Agar que asi fuera, porque a principios de diciembre empezo a tener relaciones en casa de la abuela con un estudiante, un alumno de master llamado Efraim Mani, profesor de la asignatura expresion hebrea del curso de preparacion universitaria. La relacion tuvo un comienzo muy intenso, aun cuando ya el 9 de diciembre salio Efraim como reservista hacia la franja occidental del Libano, que no acababa de calmarse a pesar del < > que habia sido firmado entre Jerusalen y Beirut. YAEL SHILOH, de soltera KRAMER. Nacida en Kiriat Motzkin en 1936. Militante activista socialista en los movimientos juveniles de los campamentos de inmigrantes, trabajo tambien como instructora. En 1952 salio a realizar un curso de campamentos juveniles en el kibutz Ein Harod por un periodo de un ano, por lo que vio interrumpidos sus estudios secundarios que despues ya no finalizaria. En 1954 se unio al grupo Re'im, que inicio su servicio militar en el kibutz Rosh Hanikra. Al grupo, compuesto por gente de los alrededores de Haifa, se unieron tambien unos cuantos jovenes mayores, del movimiento de Tel Aviv y Rishon Lezion, entre los que se encontraba su futuro marido, Roni Shiloh, que habia finalizado sus estudios en Tel Aviv. El noviazgo se consolido ya en Rosh Hanikra. Despues de que Roni finalizara su curso de paracaidismo y de que tomara parte, en el verano del 56, en dos breves operaciones belicas y, por supuesto, tambien en la campana del Sinai, partieron ambos, junto con el resto de los miembros de la unidad, a servir en el kibutz Mashabei Sade. La vida en aquel kibutz meridional les gusto y, al licenciarse, decidieron quedarse a residir alli, donde se casaron en 1958. Los dos trabajaban en la granja: Roni en los campos de grano y Yael en las plantaciones de frutales. En 1962, despues de un viaje a las ruinas arqueologicas de Grecia organizado por la sociedad de estudiosos de la historia, nacio su primera hija, a la que llamaron Agar, en honor al apego que los dos sentian por el desierto. Cuatro anos despues, en 1966, tuvieron otro hijo, que murio a la semana de nacer a causa de una hepatitis aguda debida a la incompatibilidad sanguinea de sus padres, problema que no habia sido tenido en cuenta por el departamento de obstetricia del hospital de Beer-Sheva. Despues de recibir asesoramiento medico decidieron tratarse para tener otro nino, pero este nunca llego porque Roni cayo al final de la guerra de los Seis Dias, en los combates por los Altos del Golan, en la carretera de Quneitra a Damasco. A pesar de las suplicas de sus propios padres y, sobre todo de los padres de Roni, para que se marchara del kibutz y regresara a la ciudad, Yael decidio quedarse con su hija de cinco anos en la granja e incluso fortalecio sus vinculos con el lugar. Sabia perfectamente, sin embargo, que las posibilidades que tenia de volverse a casar irian disminuyendo de ano en ano en aquel apartado kibutz de tan pocos habitantes, pese a lo cual siguio trabajando en la plantacion e incluso dirigio las entonces innovadoras tentativas de cultivo del aguacate. Durante la guerra de Yom Kipur, cuando el secretario del kibutz tuvo que salir como reservista por un largo periodo de tiempo, Yael fue nombrada para ocupar aquel cargo que ejerceria despues durante varios mandatos con el beneplacito general, a pesar de que a algunos miembros de la comunidad les parecia demasiado extremista desde el punto de vista ideologico. La relacion con su hija Agar, una relacion por lo general muy intensa, tropezaba de vez en cuando con algunas crisis dificiles, por lo que mas de una vez la animaron los amigos mas proximos a que asistiera a los cursos especiales del movimiento kibutziano sobre educacion y psicologia juvenil. Esos cursos divulgativos y eventuales resultaron muy de su agrado y de vez en cuando incluso viajaba a la universidad de Beer Sheva para oir conferencias relacionadas con temas de educacion y psicologia. En 1980, a pesar de que se acercaba ya a los 44, accedio a participar en uno de los encuentros de solteros y solteras que organiza el movimiento kibutziano, jurandose despues a si misma que jamas volveria a asistir a un encuentro de ese tipo. Yael temia que la estrecha relacion que su hija habia mantenido durante el servicio militar con su suegra, la abuela Noemi, que habia enviudado a mediados de los anos setenta, pudiera tentar a Agar a marcharse del kibutz, por lo que se opuso a que Agar comenzara sus estudios en la universidad inmediatamente despues de haber terminado su servicio militar, prefiriendo que volviera a la granja a trabajar durante por lo menos un ano. Cuando Agar presento la solicitud para salir a estudiar, Yael intento en secreto y por todos los medios que aquella le fuera denegada. Pero la politica liberal por la que se regian los kibutzes a principios de los anos ochenta en todo lo referente a la < > de los nacidos en el kibutz que habian terminado su servicio en el ejercito y que pretendia, en realidad, impedir cualquier pretexto para marcharse apresuradamente del kibutz, ademas de que los estudios de Agar fueran a ser financiados por el ministerio de Defensa dentro del programa de ayudas que este otorga a los huerfanos de las guerras de Israel, inclinaron la balanza en contra de la postura de Yael en la asamblea general. El hecho de que Agar viviera en Tel Aviv con la abuela contribuia a que pudieran comunicarse por telefono con cierta frecuencia, y Yael y Agar acordaron hablarse, por lo menos, dos veces por semana, a pesar de que en 1982 todavia no habian instalado en Mashabei Sade telefonos personales con extension propia en las casas de los miembros del kibutz. En el dialogo que sigue faltan las palabras de Yael. * * * --Pero aunque hubiera desaparecido, mama, ha sido por muy poco tiempo, no es para haberse preocupado asi por mi... --Si te llame, mama, claro que te llame, el miercoles por la tarde, desde Jerusalen... --Claro que si, el miercoles todavia estaba en Jerusalen, ayer tambien... --Tambien ayer, mama, y hoy, pero si deje el aviso... --?Como no te lo han dicho? --!Ay, Dios mio, mama, no me digas que esta vez tampoco te ha llegado uno de mis recados! --Yo que se... A quien descolgo el telefono... --Uno de los voluntarios alemanes... --?Pero que querias que hiciera, mama? Yo no tengo la culpa de que nadie que este todavia en su sano juicio quiera contestar ya al telefono en el comedor general despues de la cena, porque a nadie le apetece corretear entre las casas, con el frio que hace, para avisar al que esten llamando. Intenta tu llamar al kibutz una noche de invierno y ponte a hablar en ingles con un voluntario medio drogado que ya ni se acuerda de como se sujeta un lapiz entre los dedos y, entonces, quiza comprendas que no ha sido muy inteligente por tu parte dirigir con tanto fanatismo esa cruzada contra los telefonos privados, como si de eso dependiera que el socialismo fuera a seguir adelante o a desaparecer. En otros kibutz hace ya tiempo que los telefonos particulares en casa de cada uno forman parte de la calidad de vida... --Todavia no he visto ningun kibutz, mama, que se haya hundido economicamente por culpa del telefono... eso son fantasias tuyas... --Pero si no he desaparecido, mama... si solo he estado fuera de Tel Aviv durante los tres ultimos dias... --?El? Que va, pero si todavia sigue en el Libano, si fue el quien me mando a Jerusalen, a casa de su padre, y no he podido salir de alli hasta esta manana. --En conciencia, no podia marcharme... --Pero si eso es precisamente lo que te quiero contar... si es eso lo que he venido a contarte... --No, fue el miercoles por la tarde cuando empezo a nevar en Jerusalen, pero ayer ya no quedaba ni rastro... --No, ha sido el quien me ha dado este viejo abrigo, su padre, el senor Mani ese... --Si, yo lo llamo el senor Mani... no se por que... --Pero si esa es precisamente la cuestion, si es solo por toda esa historia por lo que he vuelto hoy a casa, aunque debo de haberme vuelto loca por estar ahora aqui sentada contigo en vez de haberme encerrado en Tel Aviv a estudiar para el examen... --Si te lo he contado, tengo un examen de ingles el domingo, y me fastidiaria tanto que me volvieran a suspender... -
El secreto de la Tritona de Manuel Pinomontano
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De entre el humo de Xabier Gutierrez
https://gigalibros.com/de-entre-el-humo.htmlDespues de un tiroteo que casi acaba con su vida, el subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra se reincorpora a su puesto. Ya en su primer dia, se topa con un caso duro de roer: acaban de hallar un cadaver sin identificar dentro de un contenedor en llamas a las afueras de San Sebastian.
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Mi error fue ser solo tu mejor amiga. Parte 1 de Moruena Estringana
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Prometido deseado (Hermanas Laurens 2) de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/prometido-deseado-hermanas-laurens-2.htmlLady Bethany miro de reojo a su padre. El Conde de Keighley leia el periodico mientras se llevaba a la boca el tenedor. Observo como comia el jamon antes de cortar de nuevo otro pedazo. Ella se mordio el labio inferior y miro a su hermanastra que sentada a su lado le hizo un gesto con sus expresivos ojos verdes para que hablara con el. Carraspeo enderezandose y aparto sus rizos castanos de su hombro algo nerviosa. -- Padre... --?Si, nina? --pregunto distraido. --Carlton, la nina quiere hablar contigo. Deja de leer --dijo su madrastra sentada a la derecha de su marido antes de cogerle el periodico de su mano para echarle un vistazo. La cara de indignacion del Conde fue evidente, pero su esposa le guino un ojo seductora y se le olvido enseguida. --Padre... --Oh, si. --Miro sus ojos azules, que precisamente habia heredado de el, teniendo toda su atencion. --?Que ocurre, hija? --Estoy esperando. --Eso ya lo veo. --No, que estoy esperando tu proposicion. Porque a mi no me lo vas a imponer, pero acepto propuestas. Su padre la miro sin comprender y esta gimio por dentro porque se estaba explicando muy mal. --Tengo ya la edad, padre. Cumplo dieciocho en dos semanas. --?Ya? --pregunto asombrado haciendola grunir. --Si. --Como pasa el tiempo. Eugenia suspiro. --Es cierto. Mira a Delia. Ya es toda una mujer. --!Madre! --Su hermanastra se sonrojo apartando un rizo moreno de la frente. --Que me averguenzas... --Que tonteria. Debo hablar con tu hermano sobre la temporada. El ano pasado tuvimos que irnos cuando apenas habias debutado, pero este ano no sera asi. Ya veras como encuentras el hombre de tus suenos. Bethany miro a su padre ansiosa, pero estaba tan obnubilado por su esposa que parecia que no se habia enterado de nada. --!Padre! La miro sorprendido. --?Que? --!Mi prometido! --?Que prometido? --pregunto asombrado--. ?No me digas que te han propuesto matrimonio? ?Quien se ha atrevido? --No, que donde esta mi prometido. Su padre estaba totalmente perdido y le miro desilusionada. --No me lo has buscado. --?Buscado? --Querido, como se lo has buscado a su hermana mayor, la nina quiere que le busques uno. Es que nunca te enteras de nada. --El Conde la fulmino con la mirada. --Cielito, no me mires asi cuando es obvio lo que quiere decir. Carlton la miro entendiendo antes de volverse a su hija. --Le prometi a tu hermana que dejaria esa decision en tus manos. --Carraspeo incomodo. --Aunque tengo que darle el visto bueno. --No le prometiste eso. !Lo del visto bueno no se dijo en ningun momento! --!Pero se lo tengo que dar! Bethany chasqueo la lengua como tenia por costumbre y le miro de reojo. --?Asi que no tienes ningun candidato? ?Nadie? Su padre suspiro. --Pues ya que lo dices si que tenia. --Las tres se adelantaron mirandole fijamente. --Pero se caso hace dos meses. No me dio tiempo a proponerle nada. --Vaya... --susurro Delia. Decepcionada se encogio de hombros. --Bueno, ya buscare yo algo. ?Puedo levantarme? Su padre vio la decepcion en su rostro y asintio. --Si, hija. Puedes retirarte. Delia se levanto con ella y ambas salieron en silencio del comedor. Eugenia le fulmino con la mirada. --No hace falta que me mires asi. !Se lo prometi a Belinda! --!Belinda esta muy bien casada! Seguro que ahora no protesta tanto por el marido que le ha tocado en gracia. --?Que sea tu hijo no tiene nada que ver con esa opinion? --pregunto divertido. --?Te atreves a decir que no son el uno para el otro? --No, por supuesto que no. Acerte de pleno. --Pues eso es lo que quiere tu otra hija. !Que aciertes! El Conde pensativo se quedo mirando la puerta. --Bethany esta de acuerdo. No puede protestar al respecto. Eugenia sonrio de oreja a oreja. --?Ves? Tienes medio camino ganado. No se negara en redondo como tu otra hija. En ese momento se escucho un portazo y vieron que Belinda llegaba con cara de mal humor. --Uy, esta ha discutido con Daniel --susurro su esposa. El Conde forzo una sonrisa. --Que sorpresa, hija. ?Como esta mi nieto esta manana? Les miro con los ojos como platos antes de chillar saliendo de casa a toda prisa. --Se ha vuelto a dejar el nino en el carruaje --dijo Eugenia como si fuera un desastre. --!La ninera esta con el! !Y tiene muchas cosas en la cabeza! En ese momento entro su hija con su nieto en brazos refunfunando sobre que la ninera parecia un fantasma que nunca abria la boca. Forzo una sonrisa. --Aqui esta el pequeno Daniel. Los abuelos se levantaron de inmediato y Eugenia lo cogio en brazos. --Cada dia esta mas grande. --El nino los miro con sus ojos azules como platos y parecio reconocerles porque solto un gorgorito. El Conde se echo a reir asustandole mientras Eugenia con carino le quitaba un rizo moreno de la frente. --Es igualito a mi hijo. Por cierto, ?donde esta? Gruno sentandose a la mesa y haciendole un gesto al mayordomo. --Un te. --Enseguida, Marquesa. Los abuelos hicieron una mueca antes de mirar a Belinda. --Se va a Boston --dijo dejandoles de piedra. --?Perdon? --pregunto su padre--. !Me dijo que viviria aqui! !Era una de las condiciones del compromiso! --Pretende vivir aqui, pero ahora se va a Boston. Negocios --siseo--. !Y no puedo ir! --?Como que no puedes ir? --Se lo dije, pero el nada, que no me hace caso como siempre --dijo como si no estuvieran delante--. Le avise. !Fui muy clara, pero no me creyo y concerto las reuniones! ?A quien se le ocurre?
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Cafe con leche y extra de azucar de Tatjana Frigar
https://gigalibros.com/cafe-con-leche-y-extra-de-azucar.htmlVoy a salir de la oficina y hace un dia de playa irresistible. ?Te recojo? -Claro, princess, te espero en el portal. Maria bajaba las escaleras de la oficina en direccion a su coche. Tenia un cabriolet rosa chicle al mas puro estilo Barbie en Beverly Hills. Le encantaba poder disfrutar de los dias de buen tiempo llevandolo descapotado por las calles que rodeaban la playa. Sentir el viento en su piel blanca mientras ondeaba su melena rubia (de bote, pero rubia). Tuvo dudas el dia que se tino, pero su peluquera encontro un tono que, de verdad, parecia natural. Y Maria quedo encantada con ello, tanto que ya hacia mas de cinco anos que lo llevaba, y sin ninguna intencion de cambiarlo. Arranco su coche y, mientras lo descapotaba, salio su jefe por la misma puerta que segundos antes habia pasado ella. ?Como conseguia coincidir siempre con ella? ?Tenia una camara que apuntaba su mesa? ?Olia su perfume avanzar por el pasillo? ?O es que, simplemente, la estaba vigilando durante toda la jornada? -!Maria! No sabia que ya habias salido -se apresuro a decir Carlos con un semblante que no mostraba ningun tipo de expresion. -Vaya, si, que casualidad. Ya me iba, tengo prisa. Adios, Carlos. -Adios, Maria. Disfruta del sol. No tardo en encender la musica a todo volumen y salir de alli sin que nadie mas le hiciera perder el tiempo. Piso el acelerador mientras pensaba que Alicia ya debia estar esperandola en el portal, pasando un calor de mil demonios y preparando un sermon de los suyos para reprocharle que siempre llegara tarde. Habia recibido la llamada de un cliente que habia esperado toda la manana y que no recibio hasta el ultimo momento; asi que no le quedo mas remedio que atenderlo. -Ya era hora de que llegaras. Hace 30 minutos que me has dicho que ya salias de la oficina y trabajas a diez. Siempre me haces lo mismo. Tienes que aprender a llegar a los sitios a la hora, Maria, no puedes andar siempre con el cohete en el culo, haciendo esperar a la gente. !Que mi paciencia no es ilimitable! Mientras tanto, Maria sonreia escuchando <
>. Ya conocia cada una de sus palabras, no era la primera vez que le echaba ese mismo sermon. Si, eran completamente distintas. Alicia era correcta, premeditada, calculadora… Maria, en cambio, era transparente, impulsiva y se dejaba llevar. -Vaaale, vale, ya me callo -contesto al fin resignada-. Hija, es que hace un calor insoportable y ya no sabia donde meterme. No hay ni un trozo de sombra en toda la calle y ya sabes como huele mi portal; no me quedo ahi dentro ni cinco minutos, vaya a ser que me desmaye y acabe en el hospital con un brazo o una pierna rotos. El conserje es un guarro. Deberiamos ponernos de acuerdo todos los vecinos y echarlo. -Relajate, va -la animo sonriendo-. Vamos a disfrutar de nuestro primer dia de playa este verano y alli se te pasaran todos los males. Y, por cierto, ?no te dije yo que no te pusieras esas pintas para ir a la playa conmigo? -la reprendio Maria mientras se reia a carcajadas repasandola de arriba abajo. Alicia era una morena despampanante, extremadamente proporcionada (debia ser hija del diablo, no habia otra explicacion). Ya nacio con la piel bronceada y no tenia ni un resquicio de celulitis. Su melena larga, oscura y ondeada caia sobre sus hombros. Se habia puesto un bikini verde esmeralda que aun resaltaba mas el tono chocolate de su piel. Cubierto con una camiseta blanca de tirantes adornada con una pluma plateada dibujada por encima de la cintura. Ella decia que era un vestido; pero, no nos enganemos, un vestido que apenas tapaba el culo no se podia llamar vestido. Se habia puesto unas chancletas de playa Adidas que a Maria no le gustaban nada. Ella era fiel a su estilo, y ni caso de la moda. Pero la guinda del atuendo era esa maldita pamela que se ponia para refugiarse del sol. Color canela y con una cinta que la rodeaba terminando en un lazo. De color verde esmeralda tambien, claro, conjuntada con su bikini. A ver, ?quien os pensais que es ella? Siempre tan puesta y perfecta. Llegaron a la playa en tan solo diez minutos mas y tras encontrar donde aparcar, que eso ya fueron otros quince minutos, cerraron la capota y se bajaron con una sonrisa a disfrutar de su tarde de playa. Todavia estaban a finales de mayo, pero el sol era abrasador. A esas horas del mediodia podia parecer mediados de agosto. Daba gusto esa epoca del ano, las temperaturas eran ideales, calurosas de dia y fresquitas de noche. Y lo mejor de todo es que todavia no habia muchos turistas, practicamente solo habia gente del pueblo disfrutando de los placeres de su entorno. Buscaron el sitio ideal donde dejar las toallas, bien cerca del agua, mientras Maria se sentia observada y sabia perfectamente por que. -?Alicia, ves como nos mira la gente? Esa maldita gorra tuya le quita el sol a media playa -dijo mirando a su amiga con reproche. -Lo que mira la gente es su propia envidia, princess. Somos las diosas de la playa y por ello nos miran. Mi pamela -dijo remarcando cada una de las silabas-, que asi es como se llama, no tiene nada que ver. -Por supuesto que tiene que ver, y mucho. Y esta claro que miran a la diosa morena, pero no solo por su cuerpo de infarto, ricura. ?Ves a la senora del bikini negro que tenemos a unos quince metros? No le da el sol, y es por culpa de tu sombrerito. -Las dos se unieron en unas sonoras carcajadas que si que hicieron que las mirara todo el mundo, pero eso ya no les importo. Estaba claro que no le gustaba ser el centro de atencion, pero sabia de sobra que salir a la calle con su amiga significaba eso. Era consciente de que lo unico que tenia ella que no pasaba desapercibido era su coche, pues no habia otro igual a kilometros. Pero lo que no tenia claro era en que pensaba el dia que decidio comprarselo, aunque hay que decir que cada vez que lo miraba se convencia de que eso tenia que ser amor. Cuando ya llevaban un rato al sol, sintiendo como los rayos entraban por cada uno de los poros de su piel, Maria decidio ir a pegarse un bano, estaba empapada en sudor y ya no aguantaba mas. Le gustaba pensar que asi era como se activaba la melanina de su piel, pero sabia que su tono no le permitia abusar, o acabaria roja como un tomate. Su amiga ya la habia embadurnado con proteccion solar alta, pero ya estaba escarmentada de veranos anteriores y no iba a tentar a la suerte. No quedaba nada sexy ponerse una camiseta palabra de honor con toda la piel roja y las marcas del bikini en blanco; ni tampoco era plato de buen gusto no pegar ojo en toda la noche porque te duele y no sabes como ponerte, o pasarte el dia concentrada en no rascarte porque te vas a hacer una carniceria. Alicia no tenia ese problema, ni siquiera se ponia crema; un poco de aceite de proteccion quince, para que no se dijera que no se ponia nada. Ademas, le daba un tono brillante que a ella le encanta. Con un ratito de sol conseguia un tono tostado que era la envidia de todas aquellas que en abril empiezan a hacer sesiones de solarium para estar estupendas en junio. Para que ella se cansara de hacer la lagartija y decidiera banarse, el calendario tenia que chillar que era quince de agosto, con repiqueteo de tambores y campanillas, aliarse con el sol y que este sacara su furia mas intensa en rayos de fuego. Y la mala suerte es que ese dia ni siquiera iban a la playa porque la piel de Maria no podia aguantarlo. Tomaduras de pelo de la vida. Cuando sintio el agua del mar rozar los dedos de sus pies un escalofrio recorrio todo su cuerpo. El cambio de temperatura era algo agradable en esas fechas. Sentir el sol ardiente sobre su cabeza y el frescor del agua bajo sus pies era algo revitalizante. Cerro los ojos, suspiro y relajo todos los musculos que durante la semana iban acumulando tension. Y, sin dejar de mirarse los pies, empezo a caminar adentrandose en la playa, sintiendo las olas chocar contra sus piernas y colarse resbalando como si no fueran impedimento suficiente. Cuando ya se habia mojado por encima de las rodillas, levanto los brazos, los junto y de un salto que le permitio arquear su cuerpo en media luna se sumergio tan al fondo como podian aguantar sus pulmones. Estuvo nadando un rato, haciendo grandes brazadas para llegar hasta las boyas, volver y repetir. Disfrutando de las vibraciones que su nado provocaba alrededor de su cuerpo. Se habia puesto las gafas y se sumergio para admirar los peces que buscaban algo de comer por debajo de la arena. Cuando se canso, volvio a la toalla y salpico con un poco de agua de su pelo a la morena que tomaba el sol casi sin respirar. Le provoco un chillido agudo que arranco sonrisas a mas de un individuo de los alrededores. Se rio y se tumbo de nuevo a su lado. -Como me gustaria poderme pasar el dia aqui. -Y a mi; ?por que no hemos nacido ricas? -pregunto Alicia casi para ella misma. -Pues, la verdad, ricas tampoco haria falta. Yo me conformo con poco. Podriamos trabajar en invierno y tener todo el verano de vacaciones para disfrutar de la playita, ?no? -?Y eso es pedir poco? -rio-. A ver, princess, por pedir…, !yo no quiero trabajar! -exclamo su amiga haciendo reir a ambas-. Cuentame como te va en el trabajo, tienes que ponerme al dia. -Pues nada de nuevo, solo llevo un par de meses. Me siento muy bien con el equipo, que ya sabes que eso es importante para mi. Por ahora, poco mas puedo decir. -?Y que tal con el jefe? -Pues igual que lo ultimo que te conte, siento que me observa mas de la cuenta, pero supongo que, como soy la ultima que se ha incorporado, le toca echarme el ojo y hacer de jefe. No se, he escuchado comentarios por la oficina y la verdad es que no hablan muy bien de el. Dicen que es un tipo muy desagradable. -Andate con ojo, ese tipo tiene pinta de creerse que el personal de su oficina tambien es suyo -le advirtio. Cuando el sol empezo a dejar de calentar con fuerza, recogieron sus toallas y se fueron a casa de Maria. Se pegaron una ducha refrescante y se pusieron ropa comoda. Esa noche era noche de chicas. Llamaron al restaurante chino que habia a tan solo dos manzanas y le pidieron sus platos favoritos para cenar: rollitos de primavera, fideos Singapur, arroz tres delicias, pollo picante y ternera con salsa de ostras. Se acomodaron en el sofa y empezaron a hablar de sus historias mientras esperaban el capricho de la noche. Este no tardo en llegar. Sono el timbre del portal y Maria abrio sin preguntar, solo miro por la camara y ya vio quien era. -Buenas noches, senorita -dijo el joven. -Buenas noches, Yin -contesto Maria con total confianza. -Su pedido. Espero que lo disfruten. -Seguro que si, siempre nos haces disfrutar -le solto picara, haciendo que el pobre muchacho se sonrojara. Cerro la puerta, lo dispuso todo sobre la mesa que su amiga ya habia preparado en milesimas de segundo y se sentaron a disfrutar de su cena como dos osas hambrientas que acaban de despertar de la hibernacion. -Pobre Yin, seguro que se muere por tus huesos. -Alicia, no empieces a decir tonterias o no te dejo nada de cena -rio. Pusieron un nuevo capitulo de la serie que estaban viendo juntas, una de chicas, amores y esas cursiladas que Alicia no podia ver con su novio y solo veian cuando estaban juntas. Las noches de chicas eran para hacer todas esas cosas que no se podian hacer cuando estaban con los chicos, como criticar. Terminaron de cenar y disfrutando de la temperatura agradable de la noche se prepararon unos cocteles de frutas mientras terminaban, emocionadas, el ultimo capitulo, donde la protagonista, al fin, conseguia casarse con su amado. Lloraron lo que no esta escrito. ?Entendeis por que no podian ver esas series con los chicos? Perderian la fama de chicas fuertes. CAPITULO 2 Carlos llevaba dirigiendo la asesoria seis anos, el tiempo que hacia que se habia puesto en marcha la empresa. Era el director principal, aunque el que habia dado el pistoletazo de salida habia sido uno de sus mejores amigos. Este solo habia planteado la idea y puesto la parte economica necesaria, del resto siempre se habia encargado Carlos. El llevaba unos meses en paro, lo que habia hecho tambalear su matrimonio. Los problemas economicos habian sido motivo de muchas discusiones y no tenia claro hasta donde aguantarian esa situacion. Por suerte, cuando su amigo le dio esa opcion, no se lo penso dos veces, estaba suficientemente capacitado para dirigir una asesoria y a todo el equipo necesario. Era una buena oportunidad y la emprendio con mucha ilusion. En ese tiempo, la empresa habia funcionado con mucho exito y no habia parado de crecer, lo que le proporcionaba un buen sueldo y, asi, el fin de las discusiones con su mujer. No formaban un matrimonio sumamente unido, pero fuera de las discusiones economicas, que ya habian terminado, tenian una buena relacion. Carlos siempre la definia como < >. Su amigo ya habia recuperado la inversion inicial y, aunque colaboraba en las decisiones importantes de la empresa, le dejaba a Carlos todo lo demas. Practicamente ni aparecia por alli. El tenia su empresa de seguridad desde joven y seguia en ello (que bastante trabajo le daba ya). La asesoria para el nunca fue ni una gran ilusion ni un gran problema. Tenia un beneficio extra del que no se tenia que preocupar y encima le habia podido acomodar la vida a su amigo despues de pasar por un tiempo complicado. De las contrataciones de personal se encargaba Carlos, unica y exclusivamente. Acertando y fallando. Porque no siempre las contrataciones salian bien. En ocasiones empezaba a trabajar alguien nuevo en la oficina y ni superaba el periodo de prueba. Habia gente que no entregaba lo suficiente como para que pudiera formar parte de su equipo. Queria personas entregadas e ilusionadas con su trabajo, que fueran felices a ejercer su jornada y que dieran el cien por cien. Ir a trabajar no tenia que ser un suplicio. El departamento laboral siempre habia sido uno de sus mayores dolores de cabeza. No habia parado de crecer y solo Marta seguia desde que empezaron. El resto de departamentos tenia practicamente la misma plantilla desde los inicios. Marta empezo sola, pero al poco contrataron a una ayudante en practicas, que cuando las hubo terminado se fue a otra asesoria donde le pagaban mas. Cogieron a otro ayudante y volvio a suceder lo mismo. Carlos estaba un poco desesperado con la situacion y Marta no dejaba de presionarlo con que ella sola no podia con todo el trabajo y los estudiantes en practicas no eran la mejor opcion para darle el suficiente apoyo. No pretendia hacerle caso, seguramente los ayudantes plegaban por su culpa, y asi se lo hizo saber. Marta se estaba planteando hacer ella lo mismo e irse de alli. No se sentia valorada. Pero, cuando iba a presentar su carta de dimision, este cedio a sus peticiones y contrato a una chica joven que ya habia terminado su carrera. Resulto ser una buena profesional y una gran decision. Cuando comunico que estaba embarazada fue una alegria para todo el personal de la oficina, menos para Carlos, al que le cayo una nueva preocupacion sobre los hombros: otra vez tenia que contratar a alguien; porque despues de la baja de maternidad, seguramente le tocaria despedirla. No iba a aceptar peticiones horarias ni historias maternales. A su oficina se venia a trabajar y, como ya he dicho antes, a dar el cien por cien. Tocaba volver a empezar con las entrevistas. Y asi llego Angel. El pelirrojo empezo con muchas dudas por parte de su jefe, no tenia claro que este chico tuviera las aptitudes que el deseaba, pero aun asi decidio darle una oportunidad. No habia sido su primera opcion, pero esta en el ultimo momento le fallo, asi que tuvo que escoger al segundo candidato. A Marta le habia gustado mucho cuando lo vio caminar por los pasillos hacia el despacho el dia de la entrevista. Le mando una sonrisa que le parecio sincera y su mirada le dijo algo; algo como que este chico podria ser un buen candidato. Pero ella no tenia opcion de escoger, ella solo estaba alli para sacar faena y no dar problemas. Tuvo suerte y acabo siendo el elegido. Habia resultado ser un muchacho agradable y trabajador que se llevaba bien con todo el personal de la asesoria. Nunca habia escuchado la minima disputa a su alrededor. Desprendia simpatia por donde pasaba. Asi que, pasados un par de meses y visto que el trabajo no paraba de aumentar, Carlos decidio que se lo quedaria, independientemente de que estaba pendiente la vuelta de Monica. Finalizada la maternidad, Monica comunico que no iba a volver por el momento. Sus mellizos la demandaban veinticuatro horas al dia y ella no queria prescindir de la compania de sus pequenos. Era una madre sumamente feliz. Carlos intento que presentara una baja voluntaria en la empresa, y se lo maquillo como que se preocupaba de que pudiera ejercer de madre con total libertad, aunque lo que queria era quitarsela de encima. Monica no queria dejar del todo su vida laboral y, aunque todavia no era momento de volver, encontro otras opciones. Asi que pidio una excedencia de un ano, con la puerta abierta a alargarla otro ano mas. A pesar de no haber conseguido lo que queria, eso le dio un suspiro. Mientras durara la excedencia no le suponia ningun gasto y asi, cuando volviera, quizas lo hacia al cien por cien y no tenia que echarla. Pero, por otro lado, tenia que contratar a una tercera persona para el departamento. Empezo con las entrevistas y, para variar, el mercado no estaba boyante. Hasta que entrevisto a una chica de veintipocos, con una melena rubia lisa que le llegaba hasta el pecho. Llevaba un vestido de algodon fino, gris perla, con manga tres cuartos que acababa en sus rodillas. Las medias del tono de su piel casi no se apreciaban. Llevaba una americana negra arremangada a la altura del vestido, dejando ver sus delicadas munecas; en una de ellas llevaba una pulsera muy sutil, plateada, que tenia unas letras escritas, pero Carlos no las alcanzo a leer. Bordaba el look con unos stilettos negros, que tenian los laterales de encaje; la hicieron entrar triunfal a la entrevista. -Buenos dias. Adelante. Soy Carlos. Director de la asesoria. -Le indico sentarse en la silla del despacho que quedaba libre para todo aquel que lo visitara. Rodeo la mesa respirando profundamente para concentrarse y ocupo su lugar. -Encantada, Carlos. Mi nombre es Maria y es un placer que conteis conmigo como candidata – sonrio de la forma mas tierna y agradable. Esas sonrisas que solo ella era capaz de transmitir sin darse cuenta. -
Huyendo del pasado de Oliver Cruz
https://gigalibros.com/huyendo-del-pasado.htmlTras un tormentoso pasado, Laurence deja atras su pais para establecerse en Los Angeles. Una galeria de arte local se interesa por el ermitano pintor. Accede, sin importarle las condiciones. Pero su vida cambiara por unos sucesos que sacaran a la luz, de nuevo, esos trastornos psicologicos del pasado de los que queria huir.
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Pensamientos desde mi cabana de Kamo No Chomei
https://gigalibros.com/pensamientos-desde-mi-cabana.htmlA finales del siglo XII, Tokio fue devastado en buena medida por incesantes catastrofes: tornados, terremotos e incendios. Su poblacion vivia sumida en un clima de inquietud constante. Chomei, que acababa de cumplir cincuenta anos y habia rechazado la buena vida del funcionario de la corte por la incierta existencia del poeta, abandona la aristocratica residencia familiar de la capital para vivir en una modesta casa a las afueras, donde busca mas libertad para escribir y un mayor dominio sobre su propia vida.
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Wonder. El libro de preceptos del senor Browne de R.j. Palacio
https://gigalibros.com/wonder-el-libro-de-preceptos-del-senor-browne.htmlUn libro maravilloso para ninos, padres, profesores o cualquier adulto que busque la inspiracion en los valores que han hecho de Wonder. La leccion de August un gran exito.
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Theodora de Christina Mcknight
https://gigalibros.com/theodora.htmlAmistad…
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La tercera chica de Adrian Dresner
https://gigalibros.com/la-tercera-chica.htmlSi te gusto “La chica del tren”, disfrutaras con LA TERCERA CHICA
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Lo que esconde un penique de Maria Jeunet
https://gigalibros.com/lo-que-esconde-un-penique.htmlTodo aquel que haya pisado la tierra sobre la falla de San Andres sabra que se trata de un lugar en donde flotan particulas que le ponen a uno los pelos de punta. Y en donde a veces, desaparecen personas para siempre.
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Samael de Roberto Augusto
https://gigalibros.com/samael.htmlBEST SELLER EN SU PRIMER MES DE LANZAMIENTO EN AMAZON
***UNA HISTORIA LLENA DE PASION, EMOCIONES Y ACCION QUE TE ATRAPARA DESDE EL PRINCIPIO***
Samuel lleva dos anos en paro y bebe demasiado. Su mujer lo abandona y acaba solo, durmiendo en la calle. Un dia se encuentra con Ares, el jefe de un grupo antisistema que le invita a unirse a su organizacion. Asi inicia un nuevo camino en su vida que le transformara por completo. Se convertira en un lider despiadado que no se detendra ante nada para lograr sus metas en su lucha contra una sociedad que desprecia y a la que considera corrupta. -
Cartas para Abril de Paula Ramos
https://gigalibros.com/cartas-para-abril.htmlQuerida yo, Como habia sospechado este ultimo ano de instituto ha sido... especial. Podria calificarlo como desastroso, pero tambien diferente. No quiero adelantar acontecimientos, por lo que sera mejor que vaya por partes. Leah finalmente se mudo para comenzar su nueva vida de universitaria. Me gustaria decir que se fue totalmente entusiasmada, pero ya la conocemos. No hace falta recordar que no queria estudiar derecho. A mi, la verdad es que me cuesta entender por que va a estudiar algo que aborrece. ?Hola? Va a ser tu trabajo, de lo que vas a vivir. De todas formas algo que caracteriza a Leah es la cabezoneria, por lo que me ignoro bastante cuando intente convencerla de que luchara por lo que ella queria... (Ahora que lo pienso, tu --yo futura--, sabras si termino la carrera). Pero volviendo al meollo del asunto, la cosa es que Leah se fue y Dios lo que dolio. La partida de Ian fue mala, pero la de Leah se me hizo demasiada cuesta arriba. Era mi mejor amiga y la necesitaba mas que nunca. Por si no recuerdas, justo al final del verano del ano pasado, Noah y yo discutimos. La peor-terrible-tremenda bronca que hemos tenido nunca. Se lio con Emma, la perfecta e intachable Emma. A mi por supuesto me da bastante igual su vida amorosa, pero me fastidia que me abandone por estar con ellas (sus ligues). Siempre lo hace, y es que Noah es un maldito pegajoso con las chicas. ?Por que narices tiene que dejar de pasar tiempo conmigo para estar con sus rolletes? Porque son eso, rolletes. ?O piensa que son el amor de su vida? Hagamos un alto para carcajearme en su estupida cara. !JA! En fin, a mi me parece genial que quiera pasar tiempo con sus novias, es lo normal. Pero eso no tiene que significar que automaticamente tengas que dejar de pasar tiempo con tu mejor amiga. Recalquemos eso: mejor-amiga. Yo nunca le he hecho eso. NUNCA. Asi que asi comence el ano: Leah fuera de casa y mi mejor amigo sin hablarme. Lo de Noah me preocupaba menos porque en el fondo estaba segura de que entraria en razon y hariamos las paces antes de empezar nuestro ultimo ano de instituto. Pues bien, me equivoque. Recuerdo la primera semana en el instituto. Los primeros dias, a pesar de que Noah me ignoraba, seguia totalmente convencida de que se retractaria. Cuando estabamos con los chicos, cruzaba alguna palabra conmigo y aquello, lo de no ignorarme completamente en publico, hizo que creyese que era una buena senal. De nuevo estaba equivocada. Cuando fui testigo de como los dias se convertian en semanas y el seguia sin dar su brazo a torcer, me volvi a cabrear. Termine por supuesto enfrentandole. No fue bien. Yo le grite y el me ignoro. Y eso creo que dolio aun mas. Recuerdo que fue tras volver del instituto, despues de bajarnos del autobus. Me miro totalmente impasible con sus malditos ojos verdes, esperando a que terminase de desahogarme y, despues, tan solo se encogio de hombros y se fue. Asi, sin mas. Termine llorando en mi habitacion toda la noche. A partir de ese dia decidi ser igual de fria que el. Por supuesto, nuestros amigos lo notaron y decidieron intervenir. Edu hablo conmigo y supongo que Jake con Noah. Sin embargo, tenia entre ceja y ceja no volver a lo de siempre hasta que este me pidiera disculpas porque, por supuesto, todo era culpa suya. Paso todo un mes y hasta mis padres comenzaron a notar que algo raro pasaba. Tampoco habia que ser ninguna lumbrera... El habia dejado de pasar por casa y yo tampoco lo hacia por la suya. Mi madre intento sonsacarme informacion una tarde mientras merendaba. Le dije que sabia lo que estaba intentando y que podia preguntar directamente. Le conte lo mal amigo que habia demostrado ser, explicandole su estupido comportamiento y sus duras palabras. Ahora entre tu y yo... Puede que exagerara un poco las cosas pero bueno, sabia que Rose, la madre de Noah, estaria interrogandole igual que mi madre a mi. Y si el le contaba algo, estaba claro que seria una sarta de mentiras. Asi que no me iba a quedar callada. Para nada. Mi madre, tras escucharme, intento quitar hierro al asunto, pero cuando me dijo que por que no intentaba volver a hablar con el para aclararlo... hui. Era lo que me faltaba. Ademas, no parecia echarme mucho de menos, asi que no iba a ser yo la tonta que suplicase. Si a el no le importaba, ?por que a mi si? Lo malo era que, aunque intentase hacerme la dura, estaba realmente dolida. Ademas, Sara y compania descubrieron que Noah y yo ya no eramos tan amigos. Aunque no se atrevian a decirme nada (debian recordar lo sucedido con Penelope), sus sonrisitas lo decian todo. Al menos no tenia que aguantar la presencia de Michelle porque, menos mal, habia cambiado de instituto. No podria haber soportado mas dramas. Con las brujas supremas tenia mas que suficiente. Pero, en fin, estaba en una situacion de mierda. Supongo que todo esto me llevo a cometer la locura de la que estoy volviendo. Me acuerdo de que todo paso un lunes mientras estaba en la clase de Biologia. Antes de empezar, la profesora nos comento la idea de irnos a estudiar al extranjero este ultimo ano de instituto. Vi la luz y no lo pense. Me apunte. Cuando llegue a casa y lo conte, mis padres alucinaron, pero tras hacerles ver que era una buena oportunidad para mi, cedieron. Sobre todo sabiendo que no tenia una media de sobresaliente como Leah, y esto era un buen plus de cara a la universidad. Para mi era todo genial: cambiaria de aires, no tendria que soportar las miradas de Sara y compania, ni ver la cara de Nathan por los pasillos (si, Sara le habia dejado) y, por supuesto, no tendria que lidiar con la ausencia de Noah. Los acontecimientos se aceleraron y cuando me di cuenta de que todo iba en serio, me entro el panico. La noche de antes no pude dormir. Iba a dejar mi casa. ?Hola? Estaba loca. Tenia que frenar todo aquello. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de salir de la cama para avisar a mis padres de que no queria irme, mi madre entro en mi dormitorio. Supongo que aun te acordaras d
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Una rosa para May de R. Cherry
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Erika de Margotte Channing
https://gigalibros.com/erika.htmlIrlanda, ano 1112 Hrolf era el jefe de los vikingos cuyos barcos estaban llegando a la playa para ayudar a Alexis Hasink, el gran rey irlandes. Acudia de esta manera, a la peticion de ayuda que le habia hecho su amigo el rey, dos semanas atras. El mar estaba embravecido, pero asi era como mas le gustaba. El cielo se oscurecio y destello un rayo, una sobrecogedora linea plateada, como si uno de sus dioses vikingos lo hubiera lanzado para iluminar a sus protegidos. Recordo que, segun la leyenda, Odin arrojaba sus rayos, cuando cabalgaba por los cielos con su caballo negro Sefir y su carro, y de esa manera desataba las tormentas. Estaba de pie erguido e imponente, parecia un gigante contra el viento, con una bota firmemente apoyada en la proa de su drakkar. El viento le alborotaba el cabello dorado, sus rasgos duramente cincelados, no eran bellos. Su mayor atraccion eran los ojos, de un ardiente azul cobalto, que transmitian una feroz determinacion. Su boca, ancha y sensual, poco dada a sonreir, formaba una linea recta mientras contemplaba la costa. Llevaba bien recortados la barba y el bigote, y tenia la piel bronceada. Su ropa era como la de sus hombres, no necesitaba usar ropa fina para ostentar una nobleza que no poseia. Solo con su estatura y la fiereza que emanaba de el, hacia temblar a sus enemigos. Su figura, sobrecogedora e impresionante para hombres y mujeres por igual, estaba dotada de un extraordinario poder en los musculos de los hombros y el pecho. Sus piernas, firmes sobre el barco balanceado por la tempestad, eran fuertes como el acero tras anos de surcar los mares, cabalgar, correr, luchar y cometer las tropelias propias de un vikingo. El siempre luchaba por un sueldo, su pequeno ejercito de mercenarios, contratado por reyes y caudillos, ayudaba a conquistar tierras o reinos. Luego, cobraba y se marchaba. Esta era el ultimo trabajo. Se habia retirado meses atras, a su granja en Vinland, pero Alexis, el rey, le habia mandado una carta pidiendole ayuda y, debido a los favores recibidos por el anos atras, no tuvo mas remedio que acudir. Asi que aqui estaba, decidido a ayudar a su amigo, y, luego, a volver a su tierra y buscar una mujer o mujeres, que le dieran hijos y le ayudaran a encontrar la paz. Cuando el drakkar estaba llegando a la playa, salto al agua sin previo aviso, seguido por los gritos emocionados de sus hombres, que comenzaron a seguirle. Echo un vistazo a su izquierda, para ver si el drakkar de Beothuk, su hermano, que siempre luchaba con el, habia llegado. Estaba algo mas lejos que el suyo, por lo que comenzo a avanzar hacia tierra, forzando al agua a abrirse a su paso, y cruzando mandobles de espada contra sus adversarios, que habian entrado en el agua a recibirle. Jamas luchaba como una fiera rabiosa, sabia que era el mayor peligro del berserker, perder la razon. Habia visto morir a demasiados que eran como el, porque cedian a la transformacion. Por eso, jamas permitia que la furia dominara su brazo armado, que lo impulsara a actuar con demasiada temeridad. Combatio frio e implacable, matando un hombre tras otro. Los defensores combatian valientemente, y en medio de la matanza, penso, fugazmente, que aquello era una lamentable perdida de vidas y fuerzas. Habia pocos guerreros profesionales alli, seguramente serian agricultores y artesanos reclutados por una misera paga para que lucharan en contra del rey. La mayoria luchaban con picas, azadas y cualquier cosa que habian podido encontrar. Morian rapidamente, y su sangre alimentaba la tierra. Cada vez los vikingos avanzaban mas, mientras los rebeldes caian muertos, sin poder frenar su avance. Los gritos no cesaban, a lomos de un caballo castano arrebatado a un hombre caido, Eric levanto su espada, y lanzo un escalofriante grito de guerra. Un rayo rasgo el cielo y comenzo a llover. Aunque los hombres resbalaban en el lodo, la batalla no ceso. Hrolf espoleo el caballo y se dirigio hacia las puertas de la ciudadela cercana a la playa, y que debia conquistar. Sabia que lo seguian sus hombres, que habian bajado de los seis drakkar que ya estaban varados en la arena. A las puertas de la muralla que rodeaba la ciudadela, escuchaba la preparacion en las almenas para acabar con ellos, impasible, ordeno que fueran al barco a buscar un ariete. A pesar de las flechas que volaban a su alrededor y el aceite caliente que les arrojaban, no tardaron en romper los portones, entonces, los vikingos entraron en tropel en la ciudad. Estaba preparandose para galopar hasta el castillo que despuntaba sobre una pequena colina, cuando un grito le puso los pelos de punta: – !Hrolf!, !vuelve!, !es Beothuk! - Bjarni, su segundo al mando, tenia ordenes suyas de esperar siempre a que desembarcara Beothuk, y, despues, de que le cubriera las espaldas hasta que llegaran junto a el. El, como jefe, no podia estar pendiente de su hermano en la batalla. Dio la vuelta al caballo con el corazon latiendole en la boca, y galopo como loco para volver a la playa. Bjarni le senalo un grupo de hombres cercando a su hermano. – ?Por que no le estas ayudando? - rugio, Bjarni le miro con cara triste, Hrolf se sorprendio al ver sus ojos humedos. – El berserker le ha poseido, fijate, los que le rodean son nuestros hombres, ha matado a varios ya- Bjarni se limpio una lagrima traidora, que le corria por la mejilla. Hrolf no lo creia, no podia ser, el era mayor que Beothuk, no podia ocurrirle a el antes. Bajo del caballo y corrio hacia su hermano pequeno. Los hombres tenian instrucciones de, que, si la posesion ocurria, tenian que matar al poseido con la mayor rapidez y limpieza posible. Pero habia dado esas ordenes pensando en el mismo, nunca en su hermano. Corrio como un loco, pero mientras lo hacia, una flecha traicionera se habia alojado en el pecho de Beothuk. Grito lanzandose contra ellos, que abrieron filas para dejarle pasar, todos conocian el profundo carino que sentian los hermanos entre si. Se retiraron asustados, no sabrian que hacer si tambien le ocurriera a Hrolf, siendo su lider en la batalla. Se arrodillo ante el, su hermano le miraba, respirando ya superficialmente, la herida del pecho sangrando sin control. – Hermano- susurro con esfuerzo- al menos estoy lucido para despedirme de ti- apreto su mano- hacia tiempo que sentia la oscuridad avanzar en mi interior. Te esperare en el Valhalla- cerro los ojos, volvio a abrirlos con esfuerzo para decirle- jurame...- suplico. – Lo que quieras- apretaba su mano con fuerza, como si con ello pudiera evitar que se fuera. – Que haras lo que sea para no terminar asi, busca a aquel jarl de Groenlandia del que oimos hablar, ve y preguntale. – Lo hare- aseguro. – Juralo, si no lo cumples, que nuestros espiritus no se vuelvan a encontrarsu vida se agotaba. – Te lo juro hermano- Beothuk, el sonriente, como era llamado entre todos los que le conocian, mostro su sonrisa por ultima vez y murio. Hrolf lanzo un alarido que recordo a todos los que lo escucharon, el de un lobo solitario al que le hubieran arrancado lo mas querido. Despues de eso, no recordaba mucho mas, solo que Bjarni se encargo de que llevaran el cadaver de su hermano al barco, y que el volvio a montar y a empunar su espada. Aunque se sentia como si no estuviera dentro de su cuerpo, como si el tambien hubiera muerto. Horas despues de la victoria, llegaba el rey al campamento. Hrolf estaba sentado en la playa, bebiendo hidromiel, mientras intentaba olvidarse de todo, incluyendo el olor a sangre y muerte que habia en el aire. Miraba el mar que le separaba de su tierra, donde al amanecer, arrojarian una balsa de troncos que sus hombres estaban fabricando, y que llevaria el cadaver de su hermano en su ultimo viaje. Cuando la echaran al mar, la quemarian, para asegurar un viaje rapido al paraiso vikingo. Su hermano, el mejor hombre de los dos, habia muerto. Tendria que aceptarlo, y encontrar un modo de seguir viviendo. – !Al fin te encuentro! - miro al rey, pero no le apetecio levantarse, debia estar muy borracho porque le parecio bien quedarse sentado en la arena, con el pellejo de hidromiel en la mano. – Hola Alexis- el monarca, le miro con tristeza, y, sorprendentemente, se sento junto a el. Era un hombre rechoncho, bajito y de cuarenta anos. A pesar de ser tan distintos, o precisamente por ello, se habian hecho amigos. Se acomodo junto a el y le pidio el pellejo con un gesto de la mano. Bebio un trago antes de continuar. – Lo siento mucho Hrolf, era un buen hombre. – Si, lo era- su corazon sangraba, sentia un dolor extrano en el, como no lo habia sentido nunca. – Si necesitas algo...- el nego con la cabeza, ahora su decision de volver a sus tierras para emprender su nueva vida, no parecia tener sentido. No sabia donde ir, ni que hacer. Quizas debieran quemarle tambien en la balsa con el. – Me ha dicho Bjarni que te hizo una peticion antes de morir. – Si, estaba preocupado por mi, incluso mientras se moria- le miro, al rey le parecio ver una humedad sospechosa en los ojos, quizas fuera una sombraescuchamos hace unos meses hablar de un berserker que habia conseguido doblegar a la bestia, me hizo jurar que le buscaria. Nos dijeron que se habia casado, que tenia hijos y que se habia vuelto pacifico- inesperadamente, el rey se echo a reir al escucharle. – No creo que le guste que le llamen pacifico- Hrolf fruncio el ceno. – ?Le conoces? – pensaba que era una leyenda, nunca habia creido lo que les contaron ese dia, pero no le dijo nada a su hermano para que no se desilusionara. – Si, y a su familia. Todo lo que te han contado, y mas, es verdad. Estas hablando de Erik de Groenlandia. Hrolf dejo caer el pellejo en la arena asombrado, mientras escuchaba con atencion la historia de Erik.
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Idem de Myriam Ojeda
https://gigalibros.com/idem.htmlNadia trabaja para la editorial Millenium como editora, un trabajo que le apasiona, pero a su vez, tambien necesita renovar.
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Tu eres mi perdicion. Ya nada es igual de Maria Alvarez
https://gigalibros.com/tu-eres-mi-perdicion-ya-nada-es-igual.htmlTe has preguntado alguna vez:
?Que sucede cuando el amor de tu vida se va?
– Pues bien, Te rompe el corazon en mil pedazos.
Cuatros anos han pasado desde que Tris y Carter no
se ven, ni se hablan. Pero todo cambia cuando el
decide volver pero solo por las vacaciones.
Todo sucede muy rapido el amor vuelve a ellos, la
felicidad y la pasion, Pero Carter debe regresar a su
hogar.
Ellos prometen no dejar de hablarse ni un solo dia,
luego 2 meses despues las clases en la Universidad
agobian a Carter y comienzan alejarse dia a dia. Tris se
entera que esta embarazada y su bebe corre peligro,
decide ser egoista y lo oculta.
Ya nada es igual, todo cambia y de eso ustedes seran
testigo los invito a leer mi historia y a comentar que
tal. No olviden votar si les gusta.
Disfruten su lectura
Soy Tris Anastasia Paves Hamilton tengo 20 anos, y
trabajo en un local de comida rapida para costearme
los estudios.
Soy Madre de Criss Nicholas Dallas Paves, mi vida era
sencilla hasta que de pronto todo cambio, el la hizo
cambiar y no refiero a mi hijo; si no al padre de el,
Carter.
Aparecio cuando menos lo esperaba, luego de 4 anos
lo vuelvo a ver y me doy cuenta que mi amor sigue
intacto, como el primer dia, mi primer amor.
Eramos vecinos hasta que un dia se fue con su padre a
otra ciudad, la vida nunca volvio hacer la misma sin el,
mi corazon de rompio en mil pedazos.
Aqui comienza mi historia. -
A tu lado. Parte 3 de Helena Sivianes
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Seduccion Vengativa de Trish Morey
https://gigalibros.com/seduccion-vengativa.htmlSu vengativa seduccion. !los uniria para siempre!
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Cuando el emperador era Dios de Julie Otsuka
https://gigalibros.com/cuando-el-emperador-era-dios.htmlEn un dia soleado de 1942, en California, una mujer se detiene ante un cartel en la oficina de correos. Despues de leerlo, regresa inmediatamente a casa y comienza a preparar un equipaje con todas sus pertenencias. El gobierno de Estados Unidos la ha declarado a ella y a su familia, como a otros miles de americanos de origen japones, <
> en su propio pais y estan a punto de ser arrancados de su hogar. Un campo de internamiento, en el desierto de Utah, les espera. -
Vivir y morir en Dallas de Charlaine Harris
https://gigalibros.com/vivir-y-morir-en-dallas.htmlSookie Stackhouse esta pasando una mala racha: su companero de trabajo ha sido asesinado y ella es atacada por una criatura sobrenatural, pero afortunadamente los vampiros le salvan la vida. Cuando le piden que busque a uno de ellos, desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento. Eso si, pone una unica condicion: ningun humano debe ser danado. Pero eso es muy facil decirlo? Esta serie, transgresora en su planteamiento, rompe con la imagen tradicional de los vampiros y ofrece una nueva y fresca vision de los mismos. <
> Chicago Sun-Times < > The Hollywood Reporter < > The Boston Globe
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La piel del cordero (Entreguerras 3) de Eva Garcia Carrion
https://gigalibros.com/la-piel-del-cordero-entreguerras-3.htmlNo es facil sobrevivir a un desamor. Vives sin vivir, con los suenos rotos y el corazon muerto.
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Catherine Berrycloth tenia una deuda pendiente con el hombre que le habia robado el corazon. Le devolveria su espada y seguiria adelante, como siempre habia hecho, con la certeza de no poder olvidarlo.
La ofensiva entre escoceses e ingleses se recrudece, pero Erroll esta decidido a cruzar un pais en guerra para no perder su ultima oportunidad de ser feliz.
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A tres pasos de ti, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose
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El valor de una promesa de Susana Oro
https://gigalibros.com/el-valor-de-una-promesa.htmlYa estaba por nacer. Habian pasado cinco anos desde el dia que sonaron con engendrar un hijo sin que la semilla de Eduardo echara raices en el vientre de Amanda, quien ya no tenia deseos de pensar en biberones y panales. Pero la nina llego sin pedir permiso. Asi, sin mas, se presento un dia llenando a su madre de nauseas y antojos de, frutillas con crema, helado de arandanos, melon con jamon, mayonesa de aves y pollo al curri. El vientre materno era un bombo que retumbaba en el cuerpo delgado de Amanda. ?Por que no la dejaban salir? Pum, pum, pum... Ya estaba harta de estar flotando alli adentro cuando afuera habia vida y un mundo hermoso por conocer. Empujo con la cabeza intentando abrir la puerta. La madre sintio que se partia en dos de dolor, grito y se acuclillo en el suelo esperando que la contraccion pasara. Treinta y siete anos y encima primeriza. No estaba para estos trotes, menos con una nina que no habia dejado de moverse en su vientre. Solo rogaba que no se le arruinara el cuerpo. Eduardo Parker corrio como alma que lleva el diablo para ayudar a su mujer a levantarse. Era un hombre de cabello del color del trigo. Siete anos menor que su esposa, que se hacian evidentes al verlos juntos. El aun tenia el rostro juvenil y un cuerpo de musculos firmes ganado con el rudo trabajo del campo. Esos Ojos, de color gris claro, reflejaban su mirada carinosa y su caracter jovial. Era como si sonriera con los ojos, sobre todo en ese momento, cuando el sueno de tener a su hija en brazos ya casi era una realidad. -Maldito bastardo -dijo Amanda como si odiara a Eduardo. No lo odiaba, pero le molestaban los siete anos menos y el enorme trabajo de seduccion que tuvo que desplegar para lograr que se casara con ella. En ese momento de dolor los resentimientos daban vuelta por su mente y queria cargarlo de culpas, por ser mas joven, por no necesitar tantos arreglos para estar siempre apuesto, por haber luchado tanto para que la aceptara... y encima, por no estar sufriendo lo que ella estaba padeciendo. Despues de todo, por culpa de su semilla sentia que se moria. Tampoco recordaba la felicidad de Eduardo y los preparativos que habian compartido durante los nueve meses de gestacion. En realidad habian sido ocho meses y medio, porque la nina inquieta que llevaba en el vientre decidio salir antes de la fecha prevista. -Si, querida, tienes razon -dijo Eduardo intentando apaciguarla mientras la tomaba en brazos-. Mejor vamos a la clinica, que ya hable con Alfredo para decirle que empezaron las contracciones -aclaro, se cargo el bolso que habia dejado sobre el sillon y salio con Amanda en brazos. El capataz abrio con prontitud la puerta de la camioneta mientras le quitaba el bolso a Eduardo para dejarlo en la cabina. La nina eligio ese momento para dar otro empujon. ?Que pasaba que no le abrian la puerta? Ella queria salir, mirar el mundo y sonreirle a la vida. Empujo nuevamente con la cabeza, y Amanda se retorcio. -Ya viene, ya viene, maldicion. Ya viene. Hijo de puta. Te odio por lo que me has hecho - grito Amanda a Eduardo, que corrio a sentarse frente al volante y sin responderle a su esposa salio levantando polvo con los neumaticos. Tomo el movil y llamo a Alfredo, el medico y amigo de la familia. -Estamos en camino, Alfredo. Las contracciones son una tras otra -explico Eduardo. -Bien -dijo Alfredo, tapo el aparato y lanzo un grito que debio escucharse en toda la pequena clinica-. !Ya vienen! !Avisen a todo el pueblo que la nina Parker ya llega! Pueblo chico, penso Eduardo, nego con la cabeza y no pudo evitar la sonrisa. En cinco minutos ellos estarian alli, y tambien todos los vecinos. Nubes oscuras corrian carrera en el cielo. El sol habia desaparecido cuando Eduardo estaciono en la puerta de la clinica. Se bajo y alzo a Amanda, que grito y se retorcio cuando otra contraccion le hizo ver las estrellas. En ese momento un rayo rasgo el cielo y el trueno silencio el alarido de la mujer. La lluvia no espero que ingresaran, sino que decidio caer sobre ellos. Amanda quedo empapada y con el cabello peinado de peluqueria pegado al rostro. Apreto los dientes, y Eduardo no supo si era por las contracciones o por haber perdido el peinado, ya que su esposa era una mujer que solo se preocupaba cuando perdia su impecable apariencia. -Solo unos minutos mas y tendremos a nuestra pequena -dijo Eduardo para tranquilizarla. -Deberia ser solo mia, ya que tu no has pasado por esto. Malditos hombres que se atribuyen nuestro mismo derecho y no hacen nada -dijo Amanda furiosa mientras otro empuje le quitaba las ganas de seguir insultando a Eduardo. Eduardo prefirio no decirle que llevaba ocho meses consintiendo cada uno de sus caprichos y aguantando cada una de sus estupideces cuando hablaba de lo bella que seria la nina. Pero en momentos como ese, en el que recibia todo su veneno, todo el pasado volvia a su mente. Se habia casado con Amanda sin estar enamorado. El habia dejado de creer en el amor, era un sentimiento danino, y despues de que ella insistiera hasta el hartazgo, decidio que lo mejor era tener una esposa que no amara para evitar las decepciones. Ella tampoco lo amaba, solo se habia encaprichado porque era atractivo y lo consideraba una especie de trofeo. Era una cabeza hueca, siempre lo habia sido, y desde que habia quedado embarazada no hablaba de otra cosa que de la belleza que tendria su hija teniendo dos padres tan hermosos. Dejo de recordar las banalidades de Amanda. En unos minutos la nina de sus suenos los llenaria de alegrias y Amanda, cuando la tuviera en brazos, tal vez, se decidiera a dejar de lado las frivolidades. -Que mal dia para nacer -dijo una anciana asomada al ventanal de la sala de espera que daba a la calle. -Cuantas lagrimas va a derramar esa nina -dijo otra senalando el diluvio que se habia desatado cuando Eduardo saco a Amanda de la camioneta. -?Se fijaron que a Eduardo se le cruzo un gato negro? -pregunto otra dejando ver su cara de asombro. -Si, si, y para colmo Eduardo paso bajo una escalera -aclaro otra, y las cuatro se santiguaron para que las desgracias no las alcanzara a ellas. Eduardo avanzo por el pasillo cargando a su bella esposa, que se retorcia de dolor en sus brazos. -Ya pasa querida, ya veras que en un suspiro nuestra adorada nina habra llegado -Trato de calmarla mientras empujaba la puerta batiente de la sala de guardia. -!Suspiro!, ya te quisiera ver a ti dando ese suspiro. Maldito hombre, todo esto es por tu lujuria. Te odio, te odio..., nunca mas me vas a tocar. Me oyes. !Ay Dios...! !Ay mi madre querida, porque no me dijiste que era tan dificil esto! Si lo hubiera sabido no me habria casado. Eduardo arqueo las cejas, lo habia perseguido hasta volverlo loco para que se casara con ella, y ahora lo culpaba, penso pero no emitio palabra. Unos cuantos pasos mas y pudo recostar a su mujer sobre una camilla para dejarla en las habiles manos de una enfermera. Por la frente de Amanda se derramaban gotas de sudor y de sus ojos brotaban gruesas lagrimas, tan gruesas como las gotas de lluvia que salpicaban el cristal de la ventana. Ese cabello color zanahoria con bucles siempre ordenados estaba pegado a su rostro, y sus impactantes ojos almendrados de un hermoso color tostado se veian desencajados de furia y dolor. Eduardo nunca habia visto a Amanda en ese estado desalinado y enfurecido, ni siquiera cuando se levantaba con sus cabellos revueltos y los ojos hinchados despues de una mala noche. Ella, la mujer mas arreglada del pueblo parecia una arpia en ese momento. -!Te desprecio, te odio me oyes! !Te quiero fuera de mi cama! !Nunca te ame! ?Has entendido? -grito Amanda. Y el lo sabia de sobra, pero hacia lo imposible para que el matrimonio funcionara. -Todas dicen lo mismo Eduardo, es mejor hacer oido sordo a sus palabras -comento la enfermera mientras preparaba a Amanda para la llegada del medico, que habia salido a tomar un refrigerio antes de atender el parto de la mujer de su amigo. Ella estaba en pleno trabajo previo y siendo primeriza Alfredo estaba seguro de que tendrian una buena cantidad de horas de espera hasta que naciera la nina. Por recomendacion de la enfermera, Eduardo se dirigio a la sala de espera. Amanda estaba atendida por la gente de la clinica y dos amigas, que le secaban el sudor de la frente y la ayudaban a respirar cuando la atacaba otra nueva contraccion. Eduardo hubiera querido correr a todos para ser el quien la atendiera y calmara, pero su mujer habia preferido echarlo, y no pensaba contradecirla. La mitad de los pueblerinos estaban congregados en la sala de espera. Muchas mujeres y pocos hombres. Las mujeres tenian esa curiosidad innata que las hacia estar presente en cada acontecimiento importante como nacimientos, casamientos y velorios. En un rincon, Eduardo diviso a ese hombre que queria como a un padre. Eran vecinos y habia sido el mejor amigo de su padre. Sonrio, pero al instante se le borro el gesto y fruncio el entrecejo al ver que Quino estaba acompanado de su terrible nieto Alan, el hijo de Marian, penso con una mezcla de dolor y resentimiento. El demonio habia seguido a su abuelo, se dijo Eduardo y apreto los punos. Ese chico era lo mas salvaje que habia visto en su vida, y solo tenia siete anos. Tenia sus motivos. Todos sabian que sus padres se habian peleado tres anos por pasarle la tenencia al otro y el pobre habia quedado lleno de resentimientos, que descargaba en sus abuelos y en los vecinos del pueblo. A Eduardo recordar a la madre del nino le producia nostalgia. Pero la aparto, Marian no merecia su nostalgia, ademas el era un hombre casado y en pocos minutos seria un padre entregado a su hija. Amanda empezo a gritar como si la estuvieran matando. Eduardo camino nervioso por la sala de espera, ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta... Deberia ser el quien estuviera con su mujer, se repitio y apreto los punos al recordar que lo habian echado como si fuera un extrano. !Era el padre de la nina, maldicion!, se dijo y respiro profundo varias veces para calmarse. Pocos minutos despues Alfredo ingreso corriendo a la sala de parto, y luego de unos cuantos gritos e insultos mas de su esposa el silencio se apodero del lugar, que fue roto por un alarido desgarrador seguido del llanto lastimero de Amanda. Eduardo temblo. Su hija, su querida hija no habia llorado, penso y sintio que le faltaba el aire. Miro a sus vecinos tratando de encontrar una respuesta, pero todos estaban mudos y observaban la puerta batiente por donde Alfredo deberia salir a dar la mala noticia, pero nadie aparecia, ni Alfredo ni las enfermeras. En un rincon, junto a una maceta de plantas de hojas verdes, Alan sonreia burlon al observar las caras de susto de la gente que habia venido a conocer la nina. El habia seguido a su abuelo escabullendose entre los matorrales y los troncos de los arboles, desoyendo los consejos de la abuela para que se quedara con ella. Alan sabia que una vez que su abuelo lo viera en la clinica no lo echaria. Si todos iban a estar en el nacimiento de la nina de Eduardo, ?por que el no?, despues de todo tenia el mismo derecho que los otros de estar alli. Inclusive, podria darle un pequeno pellizco a la nina para que fuera aprendiendo de chiquita a no meterse con el, penso sin dejar de lado esa sonrisa burlona. Su abuelo lo zarandeo para que guardara la compostura. Alan fruncio el ceno, lo insulto y le dio una patada en la pierna para dejarle en claro que nadie podia retarlo. Quino perdio el equilibrio por unos instantes y contuvo las ganas de reprender a su nieto. Solo siete anos de edad y nadie se atrevia a contradecirlo, retarlo y mucho menos enderezarlo, ni hablar de educarlo. Su nieto era un salvaje y asi seguiria porque tanto Quino como su mujer Rosario habian desistido en sus intentos por civilizarlo. Que se las arreglara como pudiera, esa habia sido la ultima decision que habian tomado despues de sus miles de intentos por encausarlo. Un murmullo indescifrable se apodero de la sala, y Eduardo escuchaba desesperado los comentarios. "Debe estar muerta", "No, no, quiza tiene algun problema genetico", "Es primeriza y esta mas cerca de los cuarenta que de los treinta, a lo mejor la nina ha nacido con algun problema mental", "Callate, Lola, que algunas mujeres han tenido hijos sanos inclusive a los cincuenta". Quino Martin, que aun estaba dolorido por la patada que le acababa de dar su terrible nieto, se acerco rengueando a su amigo Eduardo y le palmeo el hombro. Tantos anos de amistad le permitian saber la angustia que estaba sufriendo en ese momento de incertidumbre, ya que nadie salia a informarles lo que estaba pasando en la sala de partos. Pero no dijo nada. ?Que le podia decir? Solo se quedo a su lado haciendole compania mientras aguardaban que alguna enfermera o Alfredo salieran a dar la noticia, que no debia ser muy alentadora. Las gotas de lluvia seguian golpeando contra el vidrio y los comentarios de la gente se desviaron por otros derroteros. Algunos decian que la lluvia presagiaba malos augurios para la nina Parker. Otros, que la naturaleza estaba dando cuenta de las lagrimas que derramaria en el futuro, o que cuanto mas diluviara mas lloraria la nina en su adultez; si es que estaba con vida. Alan escuchaba asombrado la cantidad de cosas que le iban a pasar a la hija de Eduardo, y decidio aprovechar el alboroto para meterse en esa habitacion donde estaba viva o muerta la nina de los Parker. Paradito con sus piernas desnudas chorreadas de barro y la remera blanca estirada de tanto acampanarla con las manos, Alan se ajusto el lazo que le sujetaba el pantalon corto para que no se le cayera, y camino como un adulto hasta el borde de la camilla. Vio a Amanda tumbada con la cara enterrada en la almohada llorando a mares, y al medico de bata celeste acunar a un bebe tapado por una mantilla suave como el algodon. -Dejame verla -exigio Alan al medico. Hablo fuerte y con la cabeza bien levantada para que se enterara de que el estaba alli-. ?Esta muerta o es tonta? -?Y tu que haces aca si nadie te invito a entrar? -dijo ofuscado Alfredo al ver al travieso nieto de Quino metido en la sala de parto. -Y a mi que me importa si me invitan o no. Yo entro -dijo con arrogancia mientras le daba una patada en las espinillas para que se torciera y le dejara ver a la nina muerta. El medico, que hacia de obstetra si era necesario, se inclino de dolor y Alan pudo echarle una buena mirada al bebe, que le sonreia con una enorme boca y lo miraba con unos ojos mas grandes que toda la cara. Tenia unos pelos tan parados que se parecia al espantapajaros que el habia fabricado para que los pajaros no se comieran el maiz que sembraba su abuelo. -!Puaj!, si que eres fea y no estas nada muerta como dicen afuera. Nunca, nunca vi a alguien tan feo. ?De que te ries, nina tonta?, acaso no te han puesto frente al espejo. Al ver que la nina hacia un puchero por sus palabras, Alan Martin, por primera vez en su corta vida sintio que lo invadia una extrana sensacion de tristeza, y un feo nudo de angustia le cerro la garganta. Nunca se emocionaba por nada y tampoco lloraba, penso cuando descubrio que unas lagrimas amenazaban con escapar de sus ojos. Parpadeo varias veces para contenerlas, y se indigno por su debilidad. El era el nino mas atrevido y travieso del pueblo, el que hacia lo que queria, el que nadie contradecia. ?Por que tenia que sentir ardor en los ojos por una nina horrible que estaba a punto de llorar?, si el solo estaba diciendo la verdad. Ella era tan fea que su madre lloraba desconsolada al ver la cara horrible de la hija que habia tenido. Pero, a pesar de su indignacion, intento consolarla. -No llores nina tonta, que supongo que vas a llorar muchisimo cuando seas grande y nadie quiera casarse contigo por ser tan fea. La impertinencia del nino al meterse en la sala de partos sin que nadie lo invitara, rompio la incertidumbre y elucubraciones de los vecinos. Eduardo habia ingresado despues del nino, seguido de las mujeres y hombres que estaban aguardando el feliz acontecimiento. Tras el nino, Eduardo Parker dejaba salir el aire que se le habia estancado en la garganta al no escuchar el llanto de su hija, y una sonrisa le curvo los labios. El nieto de Quino no estaba halagando a su nina, por el contrario, pero que importaba si lo primordial era que su hija estaba viva. Quino Martin, por su parte, observaba desconcertado a su nieto, que por primera vez mostraba una pequena debilidad frente a alguien. Su nieto era frio como un tempano de hielo desde que su madre lo habia abandonado, y esa actitud del nino lo emociono. Para sorpresa de Alan, la nina risuena dejo escapar una lagrima por su mejilla arrugada y el ya no pudo aguantar mas la angustia al verla llorar. Nunca le habia pasado algo asi y, a pesar de la furia que sentia por ese nudo que tenia en la garganta y no lo dejaban respirar, se sento en el piso y pidio al medico que le dejara sostenerla. Ante el gesto afirmativo de Eduardo, el medico le entrego a la pequena. Alli la acuno contra su pecho sin darse cuenta que su abuelo, el padre de la nina y la mitad del pueblo que habia ido a conocerla lo miraban desconcertados. Nadie se atrevio a hablar, solo observaban sin comprender la relacion entre el nino y la recien nacida. -Ya basta de ser llorica. Eso te hace mas fea todavia de lo que ya eres. Deja de llorar que nadie te va a querer... -Asombrosamente la nina no lloraba a gritos como cualquier bebe, sino que dejaba escapar unas gruesas lagrimas de los ojos, como si no se pudiera contener. Alan vio que la pobre y fea nina intento sonreir a pesar de su silencioso llanto, y eso lo golpeo como si sus siete anos de travesuras, de hacer llorar a las maestras y de golpear a los mas debiles de la escuela, hubieran desaparecido de su vida. Ese bebe que le sonreia para congraciarse con el lo habia transformado en un nino debil. A pesar de su enojo, por lo que ella conseguia de el, no pudo evitar consolarla como le parecio mejor-. Mira, para que no llores mas, te digo, que si cuando te hagas grande no hay nadie que se quiera casar contigo, que seguro no va a haber nadie ya que eres tan fea que no se te puede ni mirar, yo voy a casarme contigo. ?Esta claro?, ?asi vas a dejar de llorar? -La nina lo miro, le sonrio de oreja a oreja y con su manito pequena se apodero del dedo pulgar de Alan sellando la promesa que el le acababa de hacer. Eduardo estaba tan emocionado al saber que su pequena hija estaba viva y aparentemente sana, que no presto demasiada atencion a lo que habia pasado entre Alan y la nina. Se agacho junto al nino y sonrio al ver a su pobre hija con los pelos parados como un puercoespin, sonriendole como si lo reconociera. Tenia los ojos y la boca demasiado grandes para ser una recien nacida, y estaba tan arrugada que parecia una anciana en sus ultimos momentos de vida, no un bebe recien venido al mundo. Pero a Eduardo esa sonrisa cautivadora lo hizo sentir el padre mas orgulloso del mundo, y sin sacarsela a Alan le pregunto. -Puedo cargar a mi hija. -Y bueno, pero no la vayas a tirar al piso y la vayas a dejar peor de lo que ya es. Si hasta parece un espantapajaros. Ella si que mantendria el maiz de mi abuelo sano hasta la cosecha - dijo Alan levantandose del piso cuando Eduardo le saco la nina de los brazos. Todo sucedio demasiado rapido. Amanda se precipito de la camilla para intentar arrebatarle la nina a Eduardo, mientras le explicaba que esa no era su hija. Insulto, pataleo y grito delante de los pueblerinos que le habian cambiado la nina, que alguien tan poco agraciada no podia ser su hija, y que la alejaran de su vista porque no podia mirarla. Las exclamaciones de los vecinos evitaron que los presentes vieran el gesto de dolor e indignacion de Eduardo ante las palabras de su mujer. Tampoco escucharon sus palabras: "Como puedes ser tan despreciable. Te prefiero lejos de nuestras vidas antes de que mi hija sufra las consecuencias de la frivolidad de su madre. No mereces ser madre de esta nina". Amanda cayo al suelo, la bata cubierta de sangre, pero lo que mas asusto a todos era el odio con que miraba a la nina.
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Economia Para Andar por Casa de Aa. Vv
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