• juegos ardientes tara crescent - Tara Crescent

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    --?Q 1 NINA ue es eso que he oido de que el doctor Bollington va a vender tu edificio? --me pregunta Maggie--. ?Es uno mas de los chismes de New Summit, o es verdad? --Es cierto --confirmo tristemente--. Me hablo de ello la semana pasada. El doctor Bollington, mi cruz, mi casero del infierno, ha decidido poner en venta el edificio que alberga mi bar, La Coqueta Alegre. Normalmente me habria puesto a dar volteretas por la calle ante la idea de tener un nuevo casero, pero la economia de New Summit esta floreciendo y varias franquicias van husmeando en busca de oportunidades inmobiliarias de primera. Si le vende el edificio a una de esas franquicias, no tengo duda de que me desahuciaran. --Voy a intentar no ponerme nerviosa por ello. Maggie, Becky, y yo estamos en el China Garden, el restaurante que Maggie dirige junto con su madre y su hermano. Las tres hemos adoptado la costumbre de comer juntas una vez a la semana, normalmente los martes. Mia y Cassie se unen a nosotras con frecuencia, pero ambas tenian otros planes hoy. Cassie esta pintando el salon de la casa que sus dos hombres, James y Lucas, estan reformando, y Mia esta con sus novios, Ben y Landon, en Nueva York, en una especie de firma de libros. Si, lo han leido bien. Mis dos amigas estan en trios. New Summit es el paraiso de los menage a trois. A este paso, toda la ciudad se vera implicada en relaciones poco convencionales, y las costuras de las leyes de la realidad se rasgaran. No es que yo tenga tiempo de pensar en todo eso. A pesar de lo que les he dicho a Maggie y a Becky, me he pasado la semana pasada aterrorizada ante la idea de la inminente venta. Cuando abri La Coqueta Alegre quince meses antes, mi padre me presto cien mil dolares para que mi negocio pudiera despegar. Desde entonces le he entregado cada dolar que gano y que me puedo permitir. Voy bastante adelantada con la devolucion de mi prestamo, pero aun le debo sesenta mil dolares. Si me veo obligada a reubicar La Coqueta Alegre, estare jodida. --?El doctor Bollington no acaba de venderles a Ben y a Landon el edificio de Mia? --pregunta Becky con el ceno fruncido. --Si.-- Esta helando fuera, y el gran bol de sopa agridulce calienta mis entranas mientras la tomo--. Por desgracia, la tienda de muebles junto a mi acaba de cerrar y no consigue encontrar otro inquilino para ella. Sin inquilinos... --Se le esta acabando el dinero --Maggie sacude la cabeza--. Mi madre siempre penso que Bollington era terrible con sus finanzas. ?Encontrara comprador? Seis meses antes habria estado segura de que el tiempo jugaba a mi favor, pero New Summit estaba creciendo de un modo inesperado. Estan construyendo una enorme urbanizacion en las afueras de la ciudad. Matthew Steadman, el capataz de la construccion, nos dice que las casas estaran a la venta en primavera y espera que todas las casas se vendan. --Mucha gente joven trabaja desde casa actualmente --me dijo la semana pasada, sonando sorprendentemente como un agente inmobiliario--, y no pueden permitirse vivir en Manhattan. Antes de que Bollington soltara su noticia bomba, yo estaba bastante encantada con la inyeccion de gente nueva en la pequena ciudad que ha sido mi hogar durante los ultimos veinte meses. Pero ahora la floreciente economia esta en mi contra. Los edificios del centro se han convertido de repente en productos muy deseados. Starbucks compro un edificio en la esquina noroeste de Water y Main el ano pasado, y las franquicias estan husmeando en busca de espacio que alquilar. --Esperemos que no --digo, cruzando los dedos sobre mi regazo--. Hablemos de otra cosa. Maggie, ?que novedades tienes? --Mi madre va a comprar una casa --responde. Agarrando un rollito de primavera, lo moja en un pequeno recipiente de salsa de ciruela picante que tiene al lado--. Fuimos a ver la casa piloto de la nueva urbanizacion ayer. Levanto una ceja sorprendida. --?Vas a mudarte fuera del centro? Una amplia sonrisa aparece en su rostro. --Yo no --responde--. Mi madre. Va a vivir sola. --Vaya --Maggie volvio a mudarse al apartamento de su madre cuando su padre murio, y lleva viviendo con ella desde hace tres anos. Aunque Maggie nunca se queja, sospecho que ha sido todo un reto para mi amiga--. ?Que lo ha provocado? Becky suelta una risita. --?No lo sabes? --pregunta--. La senora Zhang y Patrick Fowler fueron vistos paseando por el parque juntos. Fueron al cine la semana pasada, y el sabado por la noche el Corolla rojo de la senora Zhang estuvo aparcado en la puerta de la casa de Lucas y James toda la noche --se sirve arroz frito en su plato desde la bandeja del centro--. Maggie, has crecido aqui, asi que quizas seas inmune a ello, pero esta ciudad es tan chismosa que es una locura. --Dimelo a mi --grune Maggie--. Cada vez que voy al supermercado, la senora Fischer intenta sacarme informacion. Incluso tuvo la caradura de preguntarle a Dominic como se sentia ante la idea de que Patrick se uniera a nuestra familia. El hermano de Maggie es intensamente celoso de su intimidad. Tengo que reprimir una risita cuando me imagino su reaccion ante la intromision de la senora Fischer. --?Cuando se muda? Todavia queda un rollito de primavera en el plato y nadie parece quererlo. Becky ha pasado al arroz y Maggie tiene un rollito a medio comer delante de ella. Ya me he comido tres de esos deliciosos rollitos y me pregunto en silencio si pareceria muy avariciosa si cojo el ultimo. --No estoy segura --responde Maggie--. Creo que la cuadrilla de Matthew aun tiene que terminar los interiores. Zane pensaba que pasaria un mes antes de que ella pudiera recibir sus llaves. <> Mi corazon deja de latir cuando oigo ese nombre. <> El Zane que yo conocia era estrella del rock, no promotor inmobiliario. Solo que Zane no es un nombre muy comun. --?Zane? --pregunto, asombrada de que mi tono se mantenga casual--. ?Es el de la inmobiliaria? Maggie niega con la cabeza. --Es el cantante de un grupo llamado Evolving Whistle -- contesta--. Charlamos un rato mientras nos ensenaba el lugar. El padre de Zane es el constructor y Zane le esta ayudando, creo, mientras el y su amigo Scott trabajan en su nuevo album --se abanica de un modo exagerado--. Son dos hombres guapisimos -- anade. Becky deja el solitario rollito de primavera en mi plato mientras Maggie continua hablando. --Estuvieron preguntando por La Coqueta Alegre --dice--. Creo que podrian tocar en tu noche de micro abierto. Y con esas palabras, mi apetito desaparece por completo. En cierta ocasion, yo habia estado locamente enamorada de Zane Marshall y Scott Leyland. Durante ano y medio viaje con su grupo mientras iban de gira por Norteamerica y Europa. Lo habia dejado todo por ellos hasta que me quedo meridianamente claro que, aunque yo estaba enamorada hasta las trancas de ellos, mis sentimientos no eran correspondidos. Asi que un dia me marche y, justo como habia sospechado, ellos nunca intentaron averiguar por que. ?Por que iban a hacerlo? No tenian escasez de mujeres desesperadas por ocupar mi lugar al lado de las estrellas del rock que eran tan sexis que deberia ser pecado. Ahora, veinte meses mas tarde, estan en New Summit. Mis emociones estan patas arriba. Furia y rabia entran en conflicto con la profunda herida que pensaba que el tiempo habia curado. La semana pasada tuve finalmente una cita por primera vez desde que deje a Scott y a Zane. He intentado olvidarles. He luchado con todas mis fuerzas para tener paz mental. Y aqui estan para arruinarlo todo. Para destrozar mi corazon otra vez. Pero esta vez no se los permitire.

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    11 jul 2020 — Juegos Ardiente (Ardiente 3) Tara Crescent. Érase una vez, en un tiempo muy lejano, yo me había enamorado de Scott Leyland y Zane Marshall.

  • Trubel de Tamara Ortiz Santiago

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    Solo le basto ver sus ojos para saber que caeria rendido ante ella. Su cabello era rubio, sus ojos azules eran tan claros que le robaban el aliento. Su mirada era timida y su sonrisa coqueta.Trubel y Klarissa se entregaron entre ellos, se mostraron que eran lo mas importante que tenian el uno para el otro.Pero no todo siempre acaba bien. Surgen acontecimientos que hacen que las cosas se tuerzan. Y ellos desgraciadamente estaban a punto de descubrirlo.

  • El oro del depredador (Maquinas mortales 2) de Philip Reeve

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    Segunda entrega de la tetralogia <>, una trepidante y original historia llena de misterio, con una ambientacion unica en un mundo futurista y postapocaliptico.

  • Everless. La hechicera y el Alquimista de Sara Holland

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    -Best seller del New York Times

  • Amor, bienvenido a bordo de Elsa Jenner

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    Ana Suarez es una humilde joven que trabaja como dependienta. Nada puede hacerla sospechar que su despido cambiara su vida para siempre.

  • La chica de las botas tejanas de Amanda Seibiel

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    Otro dia mas de calor espeso. No habia ganas ni de trabajar. Y solo de pensar en el baboso de James intentando meterme mano a la primera de cambio… uf, la moral se me venia abajo. Estaba tumbada boca abajo sobre la cama, en bragas, con mi perra ladrando y sacudiendo la cola con insistencia. Pretendia que la sacara a la calle… --Ya voy, pesada. Me levante y le abri la puerta a Manchas, mi perrita, mi unica amiga verdadera. La encontre hacia ya dos anos, abandonada en mitad de la desertica carretera donde trabajaba. Cuando la rescate del hijo de puta que la habia abandonado, el pobre animal estaba aterrorizado, delgado, temblando. Parecia un amasijo de pelo blanco con manchas negras. Me enamore de ella nada mas verla y ya nunca separamos. --Vamos, meona --dije, dando un par de palmadas--, que se te va a prender fuego el culo con este calor. Manchas volvio a entrar en la pequena y destartalada casa de madera donde viviamos. Lo unico bueno que tenia era el aire acondicionado. Estabamos en pleno desierto de Mojave y ahi las temperaturas podian superar perfectamente los cincuenta grados. El pueblo no tenia mas de doscientos habitantes y yo trabajaba en una solitaria carretera, en el unico restaurante de comida rapida que habia en muchos kilometros a la redonda. Tambien estaba la gasolinera de Kerry. Si no fuera por esos dos negocios, el pueblo ni siquiera apareceria en los mapas. Bueno, por esos dos negocios y porque, supuestamente, viviamos en una zona muy comun de avistamientos ovni. Yo llevaba toda la puta vida alli y el unico extraterrestre que habia visto era el manos largas de mi jefe James. De haber podido, me hubiera ido de aquel lugar en un santiamen, pero la temprana muerte de mi madre y un padre alcoholico que jamas supero lo de mi madre no me pusieron las cosas faciles. Aprendi a convivir entre borrachos, pirados en busca de E.T. y las fulanas que se traia mi padre cuando se dejaba caer por casa algunos viernes. Sonaba con irme a Las Vegas algun dia, pero, de momento, tenia que seguir en aquel pueblo polvoriento. Me vesti con unos vaqueros, una camisa blanca y mis botas tejanas. Teniamos que ir vestidas asi. Cosas de James. Subi al viejo Ford Mustang rojo, la unica herencia que recibi de mi madre, y me dirigi hacia otro dia mas de mi aburrida vida. --!Joder! --grite, una vez baje del coche. Se habia levantado viento y tenia arena en la boca. Apresure el paso y entre en el restaurante; bueno, en el cuchitril de James, mejor dicho. Dora y Lena ya estaban sirviendo cafe por las mesas y, de reojo, vi a algunos clientes sentados, todos ataviados con la tipica diadema con antenas para captar mejor las ondas espaciales. Dora me guino un ojo y escondio la sonrisa maliciosa ante aquella gente peculiar. Suspire, resignada, pensando que eso era lo que me tocaba, que no me quedaba otra. Entre en el cuartito donde teniamos las taquillas para ponerme el ridiculo delantal y coger la libreta para anotar los pedidos. Al entrar en la cocina, un cachetazo en el culo me hizo ver las estrellas. --?Como esta mi camarera favorita hoy? Fulmine a James con la mirada. Tenia unos treinta anos, era muy alto, rubio y llevaba el pelo largo sujeto en una coleta. Las otras camareras iban locas detras de el, pero yo le tenia un asco que no podia con mi alma. --James, si vuelves a tocarme el culo, te estampo la cafetera en la cabeza. No te lo vuelvo a repetir. Sali encendida de la cocina, con el trasero dolorido. --Como has venido hoy, Hope. ?Estas con la regla o que? --le oi decir a mis espaldas, pero no le hice ni punetero caso. Me tenia harta y, como me siguiera buscando, al final me iba a encontrar. Pase todo el dia sirviendo hamburguesas, perritos y tarta de manzana. Me dolian los pies por culpa de las puneteras botas tejanas. Cuando ya oscurecia y apenas quedaba gente en el restaurante, empezamos a limpiar los sofas de color verde y rojo y aquel suelo negro y blanco que parecia un ajedrez. --?Habeis visto al motorista de esta tarde? --dijo Lena en voz baja, sonrojandose. Lena era rubia y de ojos azules. Era una chica un poco suelta y, en cuanto veia a alguien que le gustaba, se lo tiraba. Bien por ella. Lo cierto era que no habia nada mas interesante que hacer en aquel pueblo perdido de la mano de Dios. A mis 24 anos, habia estado con dos tios y lo mejor era ni acordarse de ellos. --?El calvo grandote? ?El de los tatuajes? --pregunto Dora. Yo no me habia percatado de nada. Dora estaba colada por James y este pasaba de ella, cosa que no entendia porque era una morenaza espectacular. Tenia unos ojos verdes y un cuerpazo que quitaban la respiracion. --Si, ese --respondio Lena--. Estaba de paso, pero va a venir a buscarme. Esta noche me lo tiro. ?Habeis visto lo grande que es? Seguro que lo tiene todo asi. --?No te da miedo ir con un desconocido? --dije--. La gente esta muy pirada. --Hope, no seas aguafiestas --me contesto Lena--. Tu puedes tener al hombre que quieras, pero con esa mala leche que tienes los espantas a todos. --Yo no tengo mala leche… --dije--. Solo soy selectiva. Lena y Dora empezaron a reirse de mi en mi propia cara. --Venga ya, pero si te cortaste el pelo a lo chico para que los tios te dejaran en paz. No se como lo has hecho, pero eso les da mas morbo todavia. Seguian descojonandose a mi costa y ya me estaban poniendo de mala leche. --Eso no es cierto --dije--. Me corte el pelo por el puto calor que hace siempre aqui. Vieron que me estaba alterando y dejaron de reir. Me pase la mano por mi pelo corto y fui a por mis cosas para marcharme. ?Tan mala opinion tenian de mi? Sali del bar con direccion a mi coche. Aparcaba siempre en la parte trasera del edificio, pues habia que dejar libre para los clientes el aparcamiento delantero. Eso era lo que nos decia siempre el capullo de James. Al lado del mio habia un coche negro con todos los cristales tintados. Me llamo la atencion porque tenia oscurecidos tambien los cristales delanteros. No sabia si habia alguien dentro, no veia nada, asi que me puse nerviosa. Busque las llaves en mi bolso y no las encontraba. Alli afuera ya no quedaba nadie y aquel coche negro imponia un huevo. --Hope --me llamo James. Nunca pense que me alegraria tanto de verlo. --?Que pasa? Continue buscando las llaves mientras el seguia hablando. --Se me olvido comentarte que manana tambien doblas turno. Lo siento. Lo mire con cara de odio, de asco, de todo lo peor que podia salir de dentro de mi. --Llevo mas de doce horas aqui metida --le respondi--. Me duelen los pies, el cuerpo entero. Hoy ya he doblado turno; ?y pretendes que manana vuelva a hacerlo? Se acerco y me acaricio el hombro. Un siniestro escalofrio me recorrio el cuerpo. --Si no fueras tan borde y te portaras mejor conmigo, tu situacion cambiaria ligeramente. Me aparte de el con brusquedad. Por fin habia encontrado las llaves. --Vete ligeramente a la mierda, James --le espete. No se tomo muy bien mi rechazo y me agarro fuerte de la muneca, tirando de mi hacia el. Me cogio totalmente desprevenida, no esperaba esa reaccion. No era mas que un pesado, pero inofensivo. --Sueltame, imbecil. ?Que te has creido? --?Por que no me deseas? Me he follado a todas tus companeras y tu no vas a ser una excepcion. Me sujeto la cabeza con fuerza e intento besarme. Le di un mordisco en el labio y le golpee en el pecho. Solto un grunido de dolor, pero ni con esas me solto. Empece a tener un poco de miedo. James era fuerte y yo muy menuda. Grite y grite, profiriendole todos los insultas que se me venian a la cabeza. Mientras tanto, James sonreia con cara de depravado. --Grita todo lo que quieras. Aqui nadie va a venir a socorrerte. --Estas loco, dejame. Segui gritando, luchando contra un James descontrolado. Su mano me apreto un pecho con fuerza, lo que me hizo un dano horroroso. Yo intentaba librarme de aquel pulpo, pero tenia la fuerza de un toro. Volvi a golpearlo y levanto la mano para devolvermela. Extasiada, cerre los ojos para recibir el impacto.

  • Sin Dejar de Amar de Heidi Betts

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  • Gente que conoci en los suenos de Luis Mateo Diez

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    Las cuatro historias de Gente que conoci en los suenos, libro inedito del escritor leones Luis Mateo Diez, tienen el comun denominador de una mezcla de irrealidad y fantasmagoria y, en tal sentido, algunas secretas revelaciones de lo que nos sucede e inquieta mas alla de la vigilia, donde existen habitantes que se nos pueden aparecer, ademas de ser como nosotros mismos.

  • Una noche con ella. La pasion de Cathryn De Bourgh

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    El estaba acostumbrado a tenerlo todo en esta vida: dinero, exito, mujeres, sexo, pero habria dado todo lo que tenia en esta vida por una noche con ella, por volver a sentir en su corazon el amor, esa maldita locura que tanto miedo da.

  • Una noche en el Eden de Olga Salar

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    Cuando Eva decide salir esa noche, a pesar de que sus amigas la dejan plantada, lo que menos espera es terminar en el Eden, viviendo una serie de misteriosas y sorprendentes coincidencias. La mayor de ellas, Adam, un tipo que le acelera el corazon y le funde el cerebro con sus besos.
    ?Pero que le deparara la noche mas tentadora de su vida?

  • Ni un zapato mas de Irene Ferb

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    ?Nunca te has preguntado que hace un zapato tirado en la acera? ?Por que su dueno, descalzo de un solo pie, no lo ha recogido? ?Es, o no, uno de los misterios sin resolver mas asiduos de nuestra rutina diaria?
    En Ni un zapato mas estos intrigantes calzados solitarios apareceran en la puerta de Ruben, un joven inspector de policia que acaba de comenzar en un nuevo destino. Cada zapato traera un alarmante vinculo: la desaparicion una mujer. Ruben, olvidando que no esta en su mejor momento vital, empenara todas sus horas para encontrar a esas posibles victimas descalzas.
    Uno de los problemas de Elda es que nada le parece feo. Pero eso no le impide afirmar cada manana que el policia que entra a pedirle un moca es el hombre mas sexy que han visto sus ojos. Otro problema, que no se atreve a cruzar palabra con el. Su voz se esconde como una sandalia en invierno.
    Ni un zapato mas significa intriga, comedia, romance y reivindicacion. Una novela escrita para ti, para que nunca mas pases por alto un zapato solitario y te atrevas a averiguar que se esconde tras cada personaje de este locuaz escaparate.

  • La caza de M. A. Bennett

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    Una exclusiva invitacion de los Medievales, el grupo mas poderoso de la elitista escuela STAGS, para un fin de semana de <> parece una gran oportunidad para que la recien llegada Greer descubra un mundo de lujo y excesos. Ademas, segun los rumores, al invitado que mas impresione a los Medievales se le concedera el privilegio de convertirse en uno de ellos, pero Greer no debe olvidar que.

  • Los Penword de Arlette Geneve

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    Una historia cautivadora, una saga familiar al estilo de Lo que el viento se llevo.
    La historia de Justin y Aurora, y la de Ian y Mary por fin juntas en un solo volumen.

  • El deber de Nyktos (Kepler 1) de B. E. Raya

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    Connor ha vivido toda su vida tratando de disfrutar su libertad, tenia todo lo que pudiera desear, aventuras, diversion y su dosis de hombres sexys, trabajaba ejerciendo su profesion de medicina a bordo de una Nave Espacial, hasta ahora habia conseguido viajar por las galaxias y visitar todos los lugares que siempre imagino, nunca deseo nada mas hasta que conocio a Nyktos Blavatsky.
    Cuando Connor acepta acompanar a su mejor amiga a su planeta natal, el jamas imagino toparse con el hombre que le haria desear mas de lo que ya tenia, por primera vez Connor estaba dispuesto a establecerse, dejaria todo por formar una familia con el sexy hombre, incluso llego a rogarle que lo escogiera a el, y Connor jamas habria imaginado llegar a ese grado, ?Como pudo llegar a pensar que El Rey del planeta de los Keplertianos abandonaria a su prometida, su reino, su titulo y su heterosexualidad por el?

  • La noche mas oscura de Ana Alcolea

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    Realidad y ficcion se mezclan durante un verano en Noruega.

  • Dulce sueno de Vanessa Gonzalez Villar

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    Este trata de una chica llamada Valery que se embarcada en un problema con un juego demoniaco donde sus amigos la meten sin ella querer, su vida ante de todo eso momentos desafortunado, era bastante normal ella ha darse cuenta del problema toma la decision de buscar una salida pero lamentablemente no es facil se encontrara con un demonio todas las veces que ella duerma experimentara pesadilla tan reales y dolorosas. Debera sobrevivir tres semanas sin dormir durante esas semana tendra que escribir en un cuaderno todas la pesadillas que tenga.

  • Quiereme siempre de Nuria Gago

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    A Lu, que lleva dos anos en Paris, le han roto el corazon por tercera vez y decide volver a Barcelona para aclarar sus ideas.
    Su madre le busca un trabajo de cuidadora sin consultarle y cuando la recoge en el aeropuerto, la lleva directamente a casa de Marina: ochenta y seis anos, viuda y pendiente siempre de su hermana Maria, enferma de alzheimer. Lo que empieza siendo una convivencia forzosa se convierte para las dos en un pequeno oasis en el que recuperaran la alegria y el control de sus vidas.
    Quiereme siempre habla sobre la importancia de ayudarnos los unos a los otros, sobre la soledad de nuestros mayores, sobre como la musica puede abrir puertas que ya nadie encuentra y, sobre todo, de como el humor, el amor y la valentia de mirar hacia adentro pueden salvarnos.

  • En busca de Anastasia de Irene Adler

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    Londres, 1919. Una pequena multitud se ha reunido para el funeral del doctor Watson. Entre quienes rinden homenaje al ayudante del gran detective esta Irene Adler, que casi cincuenta anos despues ha regresado para buscar a sus viejos amigos. Solo con ayuda de ellos podra defender a Mila, su hija adoptiva, de las intenciones de un enemigo muy poderoso. ?Conseguira convencer al arisco e infalible Sherlock Holmes y a Arsene Lupin, el fascinante y poco fiable bandido, para recomponer el extraordinario trio de otros tiempos?

  • Una apuesta atractiva de Carolina Gattini

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    Descubre la loca historia de Ethan, Julia y sus tres amigas en una oficina de Nueva York, donde los lios y las situaciones mas comicas cambiaran la aburrida vida del protagonista:
    Cuando Ethan conoce a Julia, la nueva directora de marketing, duda de su profesionalidad al acceder al puesto por su fisico arrollador, empezando con mal pie su relacion en la empresa. Meses despues Ethan le asegura a Julia que estuvieron juntos el sabado noche, ella no recuerda nada, pero las pruebas son irrefutables. Una comica historia de amor y sexo en Nueva York, donde cada personaje aportara su granito de arena para hacer las tediosas horas en los despachos de Julia, Anne, Karen, Jane, Ethan y William, mas divertidas.

  • Muerte en el Rompeolas de Juan Perez-foncea

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    Un importante industrial vasco se ve inesperadamente chantajeado por una oscura banda criminal, hasta entonces desconocida. Advertido de que, si acude a la policia, su familia sufrira consecuencias indeseables, decide contratar en secreto los servicios de Victor Fosch.

  • Vienen por ti de Andrea Larrabe

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    La primera novela de romance paranormal adolescente escrita por la periodista Andrea Larrabe.

  • Un mundo al alcance de la mano de Maylis De Kerangal

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    En su juventud, cuando no sabia muy bien que hacer con su vida, la parisina Paula Krast se marcho a Bruselas a estudiar arte. Alli conocio al timido Jonas, por el que sintio un deseo no siempre correspondido, y a Kate, una escocesa pelirroja y escultural. El trio sello su amistad en esos anos repletos de entusiasta creatividad y de suenos que despues, con el tiempo, no siempre llegaron al puerto previsto.
    Paula, que trabaja con la tecnica del trompe-l'oeil -es decir, con la pintura que imita a la realidad enganando al ojo humano; que, siendo representacion, busca la apariencia de realidad-, seguira un periplo vital que la llevara a los legendarios pero ya decrepitos estudios de Cinecitta en las afueras de Roma -donde trabajara en los decorados de Habemus Papam de Nanni Moretti y vivira una fugaz relacion amorosa con un italiano-; a Moscu, donde se esta rodando una version cinematografica de Anna Karenina, y finalmente a las cuevas de Lascaux, donde nuestros lejanos antepasados pintaron escenas en las paredes para contar su historia, donde la necesidad de narrar para dar sentido a nuestras vidas dejo un testimonio primigenio...
    Esta novela sutil y bellisima, rebosante de matices, nos habla de los suenos juveniles, de la amistad y el amor, de la evolucion personal, de recorridos geograficos y vitales, de la creatividad, de la relacion del artista con los materiales con los que trabaja, de la realidad y la ficcion, del arte como un modo de buscar el sentido de la vida y de entendernos a nosotros mismos, de la necesidad que tenemos los seres humanos de contar historias.

  • Las espias de Buenos Ayres de Mariana Guarinoni

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    Mujeres espias, intrigas politicas, pasiones y amores prohibidos sobre el final del Virreinato del Rio de la Plata. Un fresco excepcional de una epoca dificil que muestra claramente las estrategias de supervivencia de las mujeres de la epoca, asi sean ricas o indigentes.

  • La idiota de Elif Batuman

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    El debut novelistico nominado al Pulitzer sobre el gran desafio que supone llegar a la edad adulta.

  • Amor entre espinas de Kristell Alvarez S

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    Carolina recorre los pasillos de la libreria totalmente absorta, anda buscando un libro en particular, tiene mucho tiempo queriendo encontrarlo, pero no ha tenido mucho exito. Tiene ya un rato recorriendo los estantes, primero siguiendo el supuesto orden que hay en cada uno, dejandose llevar por el genero que anuncian en la parte alta de cada estanteria, pero al descubrir titulos en desorden y fuera de contexto, ha decidido hacer una pesquisa mas minuciosa. Esta claro el caos en que estan acomodados, por lo tanto no debe dejar pasillo alguno fuera. Inicia desde el fondo de la libreria, revisando a consciencia cada uno de los estantes, hoy le llego la alarma a su correo electronico de que al fin habian vuelto a surtir esa novela. !Tiene que estar!, piensa con determinacion y sigue mirando titulos de arriba abajo, agachandose, moviendo libros para ver los que estan atras, no tiene la intencion de darse por vencida. --!Carajo! Exclama frustrada, no ha logrado dar con el dichoso libro, el encargado de la famosa libreria le dijo que aun quedaba un ejemplar, pero ni el logra hallarlo. Segun le conto el muchachito, ayer habian llegado los nuevos ejemplares, pero practicamente volaron como pan caliente. ?Por que no vine ayer? Se regana interiormente dejandose caer en el piso frente al pasillo del estante de lo paranormal, con la mirada perdida en el mar infinito de libros delante de ella, donde es muy poco probable que este la novela de Kristen Miller que busca. Sin embargo, pese a ser casi imposible sus ojos se clavan en el azul brillante de una portada: "DESEOS" lee sin dar credito. Ahi, en la ultima fila del estante esta la preciada continuacion de "ETERNOS", al fin lo ha encontrado. Sin levantarse del suelo practicamente gatea hasta el, sin fijarse en nada mas estira la mano para tomarlo cuando ve que de la nada es elevado por unas manos que no son las de ella. Atonita levanta la mirada lentamente hasta encontrarse de frente con un joven que sonrie entusiasmado con el libro en su poder. Carolina lo mira incredula. Ese es libo de chicas, una novela romantica, quiere gritarle al desconocido que la observa divertido, en cambio solo alcanza a balbucear: --Ese libro es mio... El desconocido en automatico lo prende a su pecho y con una sonrisa de medio lado le dice un poco apenado encogiendose de hombros: --Yo lo agarre primero, lo siento. Da media vuelta y sin dilacion practicamente corre hasta la caja. Carolina se levanta de un brinco para seguir al desconocido, ese es su libro, tiene seis meses esperandolo, muriendo por leer la segunda parte de tan maravillosa historia, no va a dejar que se lo arrebaten tan facil. --!Espera, por favor! --practicamente le grita al tipo. El desconocido gira a mirarla, pero no dice nada, sigue caminando hasta llegar a la fila de la caja. Carolina se planta junto a el y poniendo su cara mas dulce le exclama casi rogando: --!Tengo seis meses esperando por ese libro! Y llevo toda la manana buscandolo, pero no estaba en el estante correcto... --Lo se --la interrumpe el tipo--, yo lo he cambiado de lugar ayer que lo encontre, habia dejado mi billetera en el auto y estaban a punto de cerrar, no me daba tiempo de ir por ella. Me dijeron que era el ultimo, asi que lo escondi para venir por el hoy. Carolina lo mira desconcertada. !Lo escondio! ?Que tipo de persona hace eso? Si, ella lo hizo alguna vez, pero es un raton de biblioteca, esta justificado, el no tiene pinta de serlo ni a kilometros. Su aspecto es mas de chico fresa, muy guapo si, con sus intensos ojos verdes que no paran de mirarla con diversion, pero no un devorador de libros. Ladron de libros, si. Lector avido, lo duda. --?Por que? --Se trasluce la incredulidad en su voz-- Tu para que lo quieres, es lectura de chicas. Sabe que esta siendo prejuiciosa y discriminativa, estableciendo etiquetas de genero--algo que de verdad odia y no es nada propio de ella--, pero esta muy frustrada, molesta y a punto de llorar de la desesperacion. Casi nadie entiende eso de ella, de verdad se apasiona con sus libros, son sus mejores amigos. Y nada la puede desesperar mas que no leer la continuacion de alguna historia que la haya cautivado tanto como esta. El chico la mira un poco divertido, al parecer encuentra gracioso que ella lo este acusando de leer libros "para chicas", como si la literatura tuviera genero. --Si te tranquiliza saberlo, el libro no es para mi, es para mi novia. Ella tambien tiene un rato buscandolo. Carolina se queda de una pieza. !Perfecto! Ahora ademas de frustrada, siente envidia, otro de los sentimientos que mas detesta, tanto en ella como en los demas, pero caray, como no hacerlo, jamas nunca uno de sus ex novios tuvo un detalle de ese calibre con ella, ni siquiera le regalaron un libro, mucho menos estar pendiente del que ella estuviera esperando. Lo mira con tristeza y casi a punto de las lagrimas, no solo por el libro que acaba de perder, sino porque le hizo rememorar sus fatidicas relaciones y su recien roto corazon, hace tan solo un mes que su ex tuvo la brillante idea de serle infiel con su vecina, a la que casi consideraba su amiga. --!Chica afortunada! Exclama melancolica y se adelanta hasta la caja para hablar con el encargado de la libreria. Al parecer el sistema de correo electronico no es tan efectivo, por lo que decide dejar su nombre y numero telefonico para que le avisen a penas les llegue nuevos ejemplares de la novela. El sonriente dependiente anota los datos, pero le explica que cree que tardaran un poco en surtirlo. Carolina se encoge de hombros maldiciendo a su suerte. Se gira sobre si misma para salir de la libreria. Sus ojos estan a punto de soltar millones de lagrimas y no quiere hacerlo ahi delante de todos, menos del desconocido que se lleva su libro y quien no le quita la vista de encima, observando curioso su actitud. Seguro piensa como todos, que esta loca por ponerse asi por un "simple libro", como le han dicho antes. Camina un par de cuadras sobre la avenida Juarez, mentando madres por lo bajo por haber venido hasta el centro en balde. Entra en la plaza Juarez para llegar a la calle Independencia donde esta el estacionamiento donde ha dejado su auto. Poco a poco sus anegados ojos dejan salir todo ese llano reprimido, en parte por el libro y en mucho por todos esos malos recuerdos que se soltaron de golpe, los habia tenido un poco reprimidos y salieron en banda para joderle un poco mas, si eso es posible, la existencia. Sus leves sollozos se convierten de a poco en un llanto incontrolable, ni de broma puede manejar asi, por lo que tratando de acomodarse tantito la compostura entra en Cielito querido cafe, una cafeteria muy mexicana que esta al fondo de la plaza. Con voz entrecortada pide un chocolate caliente y un panquecito de nata: Las penas con pan son menos, lee en su mente uno de los muchos letreros pintados por todo el lugar, frases muy mexicanas cargadas de verdad. Armada con su enorme taza y su platito de peltre --un detalle muy original de la cafeteria--, busca la mesa mas solitaria en la terraza del lugar para sentarse a ahogar su tristeza en su chocolate y atragantarse un poco de pan para ver si asi sus penas se alivianan un poco. Carolina picotea el panque con la mirada absorta en la nada. El libro perdido ha pasado a segundo plano, ahora su memoria navega por sus siempre tragicas historias de amor. A sus treinta anos tan solo ha conocido el lado doloroso, a pesar de dar lo mejor de si a sus parejas, al final la han traicionado. ?Por que? ?Por que le toca perder cada vez? Se pregunta y el llanto ahogado vuelve a ella. No lo reprime, lo deja salir sin pudor, aunque quisiera no podria contenerlo, hay demasiada tristeza dentro de ella. Los pocos transeuntes que pasan junto a ella la miran curiosos, pero ni se fija, solo quiere vaciarse por completo para sentirse mejor. Mira sin ver el horizonte, con la vista nublada por las lagrimas y de repente alguien se detiene frente a ella, no lo distingue, tan solo ve una silueta. --?Estas bien? ?Necesitas algo? Le pregunta una voz masculina que le resulta familiar, se seca un poco los ojos para tratar de enfocar y descubre frente a ella al desconocido de la libreria. --He estado mejor --responde con amargura--, pero gracias por preguntar. A pesar de su adusta respuesta el joven jala la silla frente a ella y se sienta. Carolina lo mira desconcertada, sus ojos lanzan interrogantes silenciosas, abre la boca para decir algo, pero la cierra de nuevo. El joven le sonrie comprensivo. --Nadie que este tan triste debe estar solo --responde adivinando sus preguntas--, tal vez quieras hablar o tal vez no, pero me sentare un rato aqui contigo, a veces solo hace falta que alguien nos acompane. Por cierto, me llamo Nicolas. Carolina mira al desconocido, que ahora sabe se llama Nicolas, estupefacta. No da credito a la extrana situacion. Su dia ha pasado de fracasado a bizarro. Al menos ahora esta pensando en otra cosa distinta a su fracasada vida amorosa. --Me robas mi tan esperado libro y ahora quieres consolarme --dice con un dejo de ironia en la voz. --?Estas asi por el libro? --Cuestiona Nicolas perplejo--, si es asi, te juro que te lo doy, ya vere que otra cosa le compro a mi novia. Carolina esboza una media sonrisa girando con la cabeza. Podria aprovechar la situacion, pero su consciencia no la dejaria jamas en paz por quitarle la ilusion a alguien de regalar algo tan especial. --No podria aceptarlo, tu novia seguro va a ser muy feliz cuando se lo des, pero muchas gracias por el ofrecimiento. Yo soy Carolina, por cierto. El suelta el aire un poco aliviado, si bien lo ofrecio porque no soporta ver a alguien asi de triste, en el fondo no queria deshacerse del libro, su novia lo desea tanto y a el no hay nada que lo haga mas feliz que cumplirle sus deseos. --Mucho gusto, Carolina. Y, ?Entonces? ?Por que lloras?--pregunta curioso inclinandose hacia delante en clara senal de atencion. --Por todo y nada. Si, me dio pesar perder el libro, pero ver el esfuerzo que hiciste por darle a algo tan especial a tu novia me hizo recordar que nadie me ha querido de esa manera y, lo que es peor, creo que ni siquiera me han querido o no terminaria siendo siempre traicionada como me acaba de suceder hace tan poco. Suelta sin pestanar y de corrido. No sabe porque, pero se sintio en confianza para soltar esa perorata dramatica que la esta consumiendo desde que salio de la libreria. Nicolas la mira comprensivo, sin dejo alguno de lastima, la hace sentir que entiende por lo que esta pasando. Con dulzura estira su mano y toma la de ella, apretandola en un gesto que le resulta familiar y tranquilizador. --?Quieres hablar de eso? Te haria bien desahogarte.

  • Temporal de Tomas Gonzalez

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    Mario y Javier salen de madrugada a pescar con su padre. Y desde las primeras lineas de esta novela con tintes de thriller psicologico es claro que la tormenta y el odio que sienten los hijos por el padre amenazaran a los tres personajes, hora tras hora de la travesia, con sumergirlos en la desgracia. No importa que tan abundante sea la pesca ni que tan imponentes sean las imagenes de la naturaleza que los rodea, pues las arremetidas del rencor nunca dejaran de sorprenderlos, y los hermanos se quedaran perplejos ante las ansias de acabar con el padre.

  • Cuando acabe el invierno, Angela Drei de Angela Drei

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  • La casa de los pintores de Rodrigo Munoz Avia

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    El relato personal, lleno de emocion y amor, de dos artistas contemporaneos de primer nivel, los pintores Lucio Munoz y Amalia Avia, vistos a traves de la mirada de su hijo.

  • With me. Amelia de Jessica Cunsolo

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    Amelia Collins se muda a una nueva ciudad para escapar de un oscuro pasado y lo unico que quiere es pasar totalmente desapercibida y acabar el ultimo curso del instituto. Pero sus planes cambian drasticamente cuando el primer dia tropieza, literalmente, con el chico mas increible del instituto, el chico que encabeza la lista de las personas con las que no meterse… Aiden Park.
    Amelia debe encontrar la forma de sobrevivir y de no caer en los brazos del insoportablemente atractivo Aiden, ni de Mason, su mejor amigo; pero con nuevos amigos, arpias, viejas rivalidades, bromas pesadas y un pasado del que no consigue escapar, el ultimo ano de Amelia promete estar lleno de drama…

  • !Se busca novia! Para mi ex de Kris Buendia

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    Gabriel Wylde: Rico, filantropo, guapo y encantador. para su mala suerte, soltero. Ahora que se ha divorciado no podra tomar el mando de la empresa de construccion de su padre.
    La unica solucion es casarse de nuevo.

  • Indestructible de Rosa Alcantara Menendez

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  • Lidia de Maria Eugenia Zuran

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    Lidia nacio en una lluviosa madrugada de noviembre.
    Llego al mundo con una percepcion pocas veces vista, algo heredado de una parte de su familia que le permitio presentir los eventos mas importantes de su vida. Crecio rodeada de susurros y sombras escurridizas: esas cosas que vienen de otro plano y solo asoman para unos pocos. Vivio acosada por algo agazapado en la penumbra de su dormitorio, algo a lo que durante mucho tiempo no le encontro explicacion y que termino por incorporar a sus dias con resignacion y acostumbramiento. Experimento el amor, la pasion, la soledad y el temor con una intensidad inquietante, hasta que finalmente la vida le develo los misterios que abrazaban su existencia y se suavizo el dolor, ese que siempre habia llevado clavado en el alma.
    Esta es su historia.
    Descubrela.

  • La vida escondida entre los libros de Stephanie Butland

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    Loveday Cardew prefiere los libros antes que las personas. Si te acercas a ella lo suficiente, podras ver que lleva tatuadas las frases iniciales de las novelas que mas le gustan. Sin embargo, hay secretos de su pasado que jamas te revelara. Quince anos atras, Loveday perdio todo lo que tenia y amaba en una fatidica noche. Aquel horrible acontecimiento la llevo a convertir la libreria en la que trabaja en su unico refugio, pero todo esta a punto de cambiar: alguien que conoce su pasado esta tratando de enviarle un mensaje, y no hay nada que ella pueda hacer para evitarl

  • Gordo de feria de Esther Garcia Llovet

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    Un borracho. Un borracho de Semana Santa. Un borracho de Semana Santa atraviesa la plaza Mayor de la capital de Espana, son las cinco de la tarde, parece que va hablando por el movil pero la verdad es que no tiene movil porque se lo han robado hace horas y no se ha dado ni cuenta. Habla solo. Se llama de usted. -Que cosa mas rara me ha pasado -dice el borracho. El borracho se ha puesto a mirar una obra de canalizacion. En realidad se ha quedado apoyado en la valla amarilla que ponen en las obras para tener algo a lo que agarrarse, porque como se suelte sabe que se va al suelo, derecho a la zanja que hay en cualquier calle, las zanjas, las largas y hondas trincheras de Madrid, en guerra permanente contra todo lo contemporaneo. Ha trabado el pie ahi, ha cruzado los brazos sobre la valla y ha pensado eso en voz alta. -?Como dice? -Me ha pasado algo rarisimo -repite el borracho. El que esta a su lado es un chaval de pueblo de la sierra; ha venido a Madrid a ver si encuentra novia, que no la va a encontrar. El borracho se mete la mano en el bolsillo de atras, lleva bermudas y un polo blanco que le aprieta por todas partes. Saca una cartera que le ensena al chaval, una cartera de cuero, negra, muy usada, deformada de haber sentado el culo encima un millon de veces. -Mira -le dice al chaval-. Anoche un senor me dio esto. El chaval asiente con la cabeza. -Muy bien. Al chaval no le ha dado el sol en los ultimos cincuenta y cinco anos. -Aqui dentro esta mi destino. ?Tu crees en el destino? -Yo lo que creo es que me faltan dos euros para el interurbano. -Pues aqui me parece que te vas a quedar. -Vaya. Silencio. Se quedan mirando las obras otra vez, aunque no hay obras que ver, ni un solo obrero. Solo esta la zanja que deja a la vista una tuberia muy ancha y otra muy estrecha y los estratos cada vez mas profundos, mas negros y humedos y el cielo tan bonito, tan transparente, tan velazqueno, ahi al fondo del todo. No hay nadie trabajando. Es Domingo de Resurreccion. -Aqui ponia yo a trabajar a quinientos ochenta chinos -dice el borracho bien alto. -Yo tambien. El borracho se llama Luis. Se llama Luis pero le llaman Castor. Anoche, a las tantas, a las cinco y cuarto de la madrugada, Castor seguia sentado en la barra interminable del Plus Ultra, viendo en la tele la retransmision de un partido de la liga china, en directo. A veces le parecia que jugaban veintisiete chinos contra otros veintisiete. Mas anuncios. El camarero estaba hablando todo el tiempo, solo, a veces se quedaba afonico, no sabia escuchar, no le interesaba nada de lo que nadie le contara. No parecia un camarero. -Callate ya, joder -le dijo Castor. Pero el camarero no se callo. Habia abierto el bar para poder hablar con quien le diera la gana. Cuando no le dejaban hablar se ponia a hacer preguntas para poder empezar una conversacion cualquiera, asi que le pregunto a Castor que si queria un arroz a la cubana. Castor le dijo que no. -No. -Luego cogio un hueso de aceituna y se lo metio en la boca. Empezo a roerlo despacio, con ganas. Era su metodo habitual de procesar a fondo todo lo que se le iba pasando por la cabeza, su forma de triturar minuciosamente su conciencia con las muelas del juicio hasta que le dolian los oidos. Le hubiera gustado mucho tener un jefe para poder ciscarse en el, pero no tenia jefe. El jefe era el. -A ver, donde esta la prensa del dia -solto. Si no en un jefe, por lo menos le quedaba ciscarse en los politicos y en los ecologistas y en los periodistas. Y en la cultura, siempre tan a mano. El camarero saco un par de periodicos de debajo de la barra, los dejo frente a el y fue a sentarse a una mesa junto a la ventana, a escribir whatsapps que nadie le contestaria jamas. Castor cogio un periodico, no tenia mas que tres paginas, era Semana Santa. Y entonces fue cuando paso lo raro. El tipo entro como una sombra, sin abrir el pico. Y se encaramo al taburete a su lado, codo con codo. El resto de la barra estaba vacia. Castor le echo un vistazo al bies en el espejo ahumado detras de las botellas; era morenito, menudo, chato, con unos rizos como de astracan. Luego Castor bajo la vista y siguio mirando el periodico, sin leerlo en realidad. Achicando los ojos. Estaba pendiente del tipo este, esperando a ver que mierdas queria. Ahi se produjo un silencio de unos tres minutos. -Buenos dias -dijo Castor al fin. No podia mas. El morenito se froto las manos. Era lo que estaba esperando. -Buenos dias los que va a tener usted -dijo. Castor debia de estar muy borracho, porque cuando se volvio hacia el morenito le parecio que tenia el tamano del dedo de una mano y que lo miraba de abajo arriba desde el mismo centro del ruedo amarillo del asiento. -?Eres torero? -Soy la esperanza. -Lo que tu digas. Castor volvio a coger el periodico. -Ay, no le voy a contar mi vida -dijo el morenito. -Claro que no. -Yo antes era como usted -dijo. Castor solto una carcajada-. Si. No me contradiga. Como usted y como toda Espana y los espanoles. Estaba perdido para el mundo, asi le digo, para el sentido y el norte de las cosas, cada dia hacia lo mismo y no me daba cuenta, no me daba ni cuenta, todo me parecia que me pasaba por primera vez y a la vez me sonaba repetido, ya me entiende. Un barranco de aire, eso era yo. Yo he vivido en Pitis toda mi vida, detras de los hospitales. He vivido ahi a rachas, cuando venia una buena me iba y luego volvia, he tenido rachas muy largas eh, aqui donde me ve yo me he paseado por la Ribera de Curtidores de cabo a rabo y ahi no habia nadie que no hubiera puesto yo, pero luego me han venido flacas y hay que ir a alguna parte, y hace unos meses, cuando volvi a Pitis, Pitis ya no existia. No esta. Nada. Hay bloques y gruas. Y aparcamientos. Coches no hay, pero aparcamientos, muchos. Mi casa, mis gallinas y el tinglado del tiro al blanco, de eso no quedaba ni la sombra. Que rapido construyen ahora, no se como lo hacen. Las gallinas me dijeron que se las habia quedado uno que vive por detras de Bravo Murillo, en un patio, se han hecho viejas muy rapido tambien. Alli ademas de las gallinas habia una dominicana con unas gafas de cristales amarillos, gordos como tabiques. La dominicana tenia una gallina en un muslo y un huevo en la mano. Un huevo blanco y una gallina negra. Y una dominicana en medio. Si le aburro me lo dice. Con la otra mano leia la Biblia, la muy sinverguenza, ahora somos todos un poco evangelistas. Se canta mas. La dominicana me dijo que me llevara mis cosas pero que le dejara las gallinas. Cuanto cuesta una gallina, seis euros, eso no lo sabia usted. Mis cosas estaban en una caja de carton de Amazon. Habia alli tambien unas ninas, o bueno, igual no eran tan ninas, colgando ropa en los tendederos del patio siete pisos mas arriba. El patio era muy estrecho, un patio de luces. Sacaban sabanas una detras de otra, era mediodia pero ahi abajo se estaba haciendo cada vez mas oscuro. Las ninas se reian como locas, es lo que pasa con el chocolate, hasta que se callaron de pronto, a la vez. Yo mire para arriba y por encima de ellas el sol te quemaba los ojos. Tenian los pelos largos. Era el 1 de enero. Cuando baje la vista de nuevo, el patio estaba oscuro, estaba negro del todo, el suelo de alquitran. La dominicana se habia largado de ahi, y las gallinas. Se habia ido, la dominicana, con su huevo en la mano. Yo me lleve mi caja, pesaba muy poquito. Pero si no habia casi nada ahi dentro aunque fuera mi vida entera: media docena de moviles, una guia de telefonos y el rosario de la aurora. Y esto. El morenito entonces metio la mano en el bolsillo y saco una cartera de cuero negro que dejo frente a Castor. -Mire que me ha costado dar con usted -le dijo-. La he llevado siempre encima los ultimos tres meses, desde que se la quite, por si acaso, por si lo veia. -?Y esto que es? -Su cartera. Se la devuelvo. -?Me la devuelves? -Yo. A usted. Si. Lo he reconocido y le he visto meterse aqui y me he metido un copazo para darme valor antes de entrar. La cartera tenia un pin bastante gastado que parecia un escudo del Atletico de Madrid. -Bueno. No es verdad -continuo el morenito-. Lo he seguido desde Pontones, anda que no pasea usted, y lo he seguido hasta aqui. Ya esta. La cartera estaba entre los brazos extendidos de Castor, que la miraba como si fuera un plato que no le apetecia nada comerse. -Bueno -dijo el morenito-. Yo me voy. -?No quieres nada? ?Un cafe? ?Donde vives? -Por ahi. -Como que por ahi. -Pero si yo estoy bien en cualquier parte -dijo saltando al suelo. Castor asintio despacio. Luego miro todo alrededor, habia un billar, una pila de sillas, una guirnalda de luces color naranja, una bandera de Andalucia. -Pues yo no estoy bien en ninguna. Cuando llego a casa no encendio las luces. Le gusta encontrarsela a oscuras, asi tiene la sensacion de que entra en una sala de cine. Ademas se deja la tele puesta para que parezca que hay alguien dandole al pico dia y noche. En realidad se deja encendidas varias teles a la vez. Cinco, cada una en un reality diferente y en una habitacion diferente.

  • Habana Requiem de Vladimir Hernandez

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    Del ganador del Premio L’H Confidencial, nos llega Habana requiem, un thriller policiaco que nos arrastra por las calles de la Habana Vieja.

  • !Devuelveme mis besos!, Priscila S de Priscila S

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    Los planes de Belen y Martin se vieron truncados por una trampa de alguien al que aun no le ponian cara. Su boda sin celebrarse, su futuro a la basura y todos sus sentimientos convertidos en odio. Un odio infundado por terceras personas …
    ?Que les habra ocurrido para dejar de amarse con la misma intensidad?
    ?Quien pudo ser tan malvado de separar a una pareja que se adoraba?
    Esas preguntas rondaban la mente de Belen, pero las respuestas se las daria quien no debia…
    ?Sabra Belen ver el desastre que se le avecina?

  • Antes de que digas adios de Victoria Vilchez

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    Y ese? --dijo Lola, senalando a un chico rubio que acababa de salir de la piscina. Negue con la cabeza--. Pero si es perfecto. No se quien de las dos estaba mas harta de aquel jueguecito, si ella, que se empenaba en encontrar un tio que me gustara, o yo, que no tenia intencion alguna de liarme con nadie. --Vamos, Lola --replique, al darme cuenta de que babeaba--, cierra la boca de una vez. No se acerca ni de lejos a la palabra perfeccion: juraria que el rubio no es natural, tiene el culo plano y, de esto no estoy segura, pero creo que el tatuaje del hombro es de pega. Mi amiga se volvio hacia mi con el ceno fruncido y su clasica expresion de <>. La ignore y volvi a tumbarme en la hamaca. --Bruja --farfullo entre dientes. --Te he oido. Se puso las gafas de sol y se acomodo en su tumbona. Me recordo a Uma Thurman en Pulp Fiction, con su corta melena morena y completamente lisa a pesar de la humedad. --No lo entiendo, Ari. Llevas un ano pasando de todo tio que se te acerca, y de los que no se te acercan tambien. --Trate de seguir ignorandola, consciente del discurso que se avecinaba--. No me digas que no te apetece darle una alegria al cuerpo. --Estoy bien asi. Eres tu la que parece necesitar con urgencia un buen repaso --le espete, con un tono de voz algo mas duro de lo que esperaba. --No cambies de tema. --No lo hago --proteste, dedicandole una sonrisa inocente que no me sirvio de nada. --Lo haces y muy mal, anadiria. Se cruzo de brazos, enfurrunada, como si en vez de veintiun anos tuvieramos siete y le hubiera robado su juguete preferido. --No debes ni acordarte de como se hace --dijo, tras convencerse de que no iba a seguirle el juego. Puede que fuera verdad. Mi desencanto respecto al genero masculino habia ido aumentando a lo largo del ultimo ano. Todo habia empezado a asemejarse a una mala novela romantica que se repitiera una y otra vez: chico conoce a chica, a chica le gusta chico, chico se muere por ponerle las manos encima a la chica, chica cree que siente algo por el, chico tambien... chico conoce a otra chica, chica se da cuenta de que el tipo es un imbecil y fin de la historia. Eso cuando no era la chica la que conocia a otro chico. Resumiendo: que me habia hartado. Dada mi estrepitosa carrera amorosa, habia decido plantarme y dejar de complicarme la vida. En honor a la verdad, tendria que decir que mi voluntad a veces flaqueaba, pero por norma general llevaba bastante bien la castidad autoimpuesta. --Me acuerdo perfectamente --afirme, no del todo convencida. --Vale, porque vas a tener oportunidad de demostrarlo --se jacto con una sonrisa maliciosa asomando en sus labios--. Por ahi viene un morenazo perfecto para ti. Segui la direccion de su mirada y salte de la hamaca cuando me di cuenta de a quien pertenecian aquel par de ojos verdes que me estaban observando con descaro. --!Lucas! --Me arroje en sus brazos y el me alzo del suelo, envolviendome con los suyos. Tras unos segundos, escuche el carraspeo de Lola a mi espalda. Lucas me dejo en el suelo y se aparto para dedicarme una larga mirada. --Dime que bailaras conmigo --murmuro, dedicandome su mejor sonrisa torcida, esa que usaba para que las chicas dejaran de respirar a su paso. --Antes de que digas adios --recite en respuesta, tal y como hacia cada vez que el me lo preguntaba. Su cara se ilumino al escucharme. Le guine un ojo antes de girarme hacia Lola, que habia permanecido en silencio durante nuestro peculiar saludo. --Lucas, esta es Lola --los presente, reprimiendo la risa ante la expresion perpleja de mi amiga--. Lola, este es Lucas. --Encantado, Lola. Mi amiga, que continuaba recostada en la hamaca, asintio con la cabeza, desarmada por la picara sonrisa de Lucas. Puse los ojos en blanco, consciente de que esa era la reaccion tipica de la mayoria de chicas, e incluso de algunos chicos, al conocerlo. No podia negar que era una respuesta logica. Su metro ochenta, el pelo moreno despeinado, un cuerpo practicamente perfecto (que yo sabia que mantenia a base de natacion y jogging) y la seguridad que destilaba eran, entre otras, razones de peso para provocar que desviaras la vista a su paso para asegurarte de que no te lo estabas imaginando. Incluso la cicatriz que adornaba su ceja izquierda, en lugar de afear su rostro, le otorgaba un mayor atractivo. Lo habia conocido al iniciarse el curso pasado, e inmediatamente nos habiamos hecho amigos. Compartiamos ratos de estudios en la biblioteca y salidas a cenar o al cine, siempre que el no hubiera quedado con alguna de sus muchas conquistas. No puedo decir que no se mereciera la fama de mujeriego de la que gozaba en la facultad. Pero nosotros eramos amigos, solo eso. --Encantada --farfullo al fin Lola. Mi amiga desvio la vista de Lucas para mirarme, enarcando la cejas de forma interrogante. Estaba claro que iba a tener que darle muchas explicaciones. Ella habia oido hablar de Lucas en muchas ocasiones, pero puede que yo hubiera obviado algunos detalles de su fisico con la esperanza de que ella no me machacara al respecto. --No esperaba encontrarte aqui --afirmo Lucas, reclamando nuevamente mi atencion. --Quedan dos semanas para que comiencen las clases. Lola tendra que regresar a Londres y yo a Madrid. Pensamos que nos vendrian bien unos dias de descanso antes de volver a la cruda realidad. --En realidad --intervino Lola--, teniamos la esperanza de conseguir que Ari se diera un buen revolcon y dejara de comportarse como una amargada. --!Lola! --la reprendi, mientras Lucas rompia a reir a carcajadas. Aquello era la venganza de mi amiga por lo que le habia ocultado, y seguramente no se iba a contentar con eso. --Nada serio --continuo ella--, ya sabes, con un rollete de una noche seria suficiente. --Suerte con eso --senalo Lucas--. No creo que le falten voluntarios... --Estoy aqui --dije, y levante la mano por si habian olvidado que me encontraba presente. El chico del tatuaje, del que momentos antes Lola me habia intentado vender sus bondades y atractivos, llamo a Lucas desde el otro lado de la piscina. --He de irme. --Me acerco a el para darme un beso en la mejilla--. Esta noche organizamos una fiesta en la casa de un amigo, luego te envio un mensaje con la direccion. --Cuenta con nosotras --acepto con rapidez Lola--. Puede que aun haya esperanza para Ari. El resto de la tarde, Lola se dedico a someterme a un completisimo tercer grado que ya quisieran los de la CIA. Cuando se ponia asi, me recordaba a uno de esos perros que pasa horas enteras con un hueso roido entre los dientes y grune cada vez que alguien intenta quitarselo de la boca. --Para que yo me entere, ?has estado quedando durante todo el curso con ese semidios del sexo y no te lo has montado con el? --me increpo a traves de la cortina de la ducha. Mi amiga me habia seguido hasta el bano y se habia atrincherado entre la banera y la puerta, sin concederme siquiera el beneficio de una ducha reparadora. No pude evitar suspirar ante la enesima vez que formulaba la misma pregunta. Solo iba cambiando algunas palabras, entre ellas, los adjetivos que empleaba para describir a Lucas. Todos, para que negarlo, bastante graficos. Aparto la cortina y me lanzo una mirada inquisitiva, algo asi como un: <>. Me senti culpable. Habia algo que no le habia contado a Lola, algo que me habia esforzado por olvidar. --Bueno... --titubee, y mi tono de duda azuzo su espiritu detectivesco, condenandome. --Lo sabia, lo sabia, lo sabia --repitio, exhibiendo una sonrisa triunfal. --No es lo que crees --trate de desdecirme, pero ya era demasiado tarde.

  • Tuyo Para Siempre de Gwendolen Hope

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    A este tengo que hacerlo sufrir. Es parte del encargo, y si ese fue el pedido, solo puedo pensar que debe merecerselo. A mi, honestamente, no me importa. Puedo usar el baston y demorar unos cuarenta segundos o tomarme dos buenas horas en la bodega que Turturro pone a mi disposicion para esta clase de trabajos. Este, por ejemplo, debe terminar en la bodega, eso fue lo que me dijeron. Y alli terminara. Apago el cigarrillo y lo veo saldar la cuenta del restaurante con el camarero. Tiene el estomago colmado con su ultima cena y yo estoy listo para irme con el. Ha dejado de nevar pero la calle aun se encuentra resbaladiza, por este motivo una mujer que pasa a mi lado esta a punto de perder el equilibrio y habria terminado en el suelo si el hombre que la acompanaba no la hubiese sostenido. Rien del accidente que han evitado, luego intercambian algunas palabras, se besan rapidamente en los labios y me superan. La gente feliz me deja totalmente indiferente; no la envidio, no la compadezco. Simplemente no comprendo como se puede tener tanta necesidad de alguien mas. Sera que yo siento que no necesito a nadie. Me envuelvo con mas fuerza en mi chaqueta. Hace frio. Tengo que estar listo. Miro al otro lado de la calle. Mi objetivo ha pagado la cuenta pero aun no ha abandonado la mesa. Esta estudiando su telefono. Escribe, escucha una nota de voz. Luego, a su vez, graba una. Soy paciente, metodico, no me importa esperar, ni bajo la nieve, ni bajo el sol que quema la piel. Lo importante es completar con exito el trabajo que me han encomendado. Finalmente hace a un lado su telefono y se pone de pie. Se coloca su abrigo, en el ingreso saluda al maitre, quien le hace una reverencia. La ultima. Atraviesa la puerta del restaurante y se encuentra en la calle. Yo cruzo, comprobando fugazmente que no vengan coches, y me posiciono detras de el. Confundirse entre las personas que pasan, hoy es facil. Son las nueve de la noche y estamos proximos a Navidad, las calles del Queens estan repletas de personas que van en todas las direcciones, con las cabezas gachas y las manos llenas de regalos y bolsas de compras. Todos estan atontados por las luces, nadie mira exactamente donde deberia. Regresan a casa para cenar o pasar la noche luego de una jornada de trabajo y diligencias. La gente es adicta a estos habitos, tanto que no nota lo demas, lo que la rodea, los detalles. Mi hombre no es la excepcion. En lugar de girarse cada tanto para comprobar si alguien lo sigue, mira fijo, saca el telefono y responde una llamada, termina y devuelve el movil al bolsillo. Y con todo, no se trata de un santo, una minima sospecha deberia tener. Sin embargo, no. Se detiene en una tienda y me veo obligado a demorar el paso y luego a detenerme tambien yo, a distancia para no ser descubierto. Finjo estudiar un escaparate pero lo mantengo bajo control con el rabillo del ojo. Cuando las calles estan discretamente atestadas es dificil hacer lo que tengo que hacer sin ponerme en evidencia. Pero no me importa. Ni un gramo de preocupacion pesa sobre mi alma. Me siento completamente vacio y no me detengo a preguntarme si eso es algo bueno o malo. Mi objetivo comienza a caminar de nuevo y lo mismo hago yo. En la esquina gira. Se dirige a buscar su coche. Vive un tanto lejos de aqui y yo he estudiado bastante bien sus movimientos como para saber que no utiliza medios de transporte publicos. Se mueve en su propio automovil y nosotros estamos en las proximidades de un gran parking subterraneo. Podria haberlo dejado alli abajo. Parking subterraneo quiere decir camaras de vigilancia. Tengo que poder interceptarlo antes. Para mi sorpresa, no baja al aparcamiento sino que se dirige a otro lado. Gira en un callejon aun menos concurrido. Se acerca a un coche pequeno, coge las llaves de su bolsillo y, mientras tanto, mira una vez mas al telefono. Esta maldita mania de los moviles hace que la gente se vuelva estupida, como el. Si no estuviese mirando su telefono, podria ver a un hombre con gorro de lana aproximandose y tener una pequena duda acerca de lo que quiere. Pero no, no lo hace. De modo que, cuando apresuro el paso, me avecino y le hablo, desconoce por completo la situacion y no se encuentra preparado. --?Tienes fuego? --le pregunto cuando estoy practicamente a su lado. --No --responde en forma poco cortes y sin levantar la vista. Mirar menos el telefono en ocasiones puede salvar vidas, seria necesario tenerlo presente. Ya he sacado la mano derecha del bolsillo, la que empuna la pequena jeringa llena de Rohypnol. La clavo en su cuello con un gesto seco. Se gira, insulta y me mira primero con sorpresa y luego con terror. Sostengo su mirada mientras tomo las llaves directamente de su mano. Con un brazo rodeo su cintura para evitar que caiga y con el otro abro la puerta del coche. Se ha aflojado y rapidamente lo deposito en el asiento del conductor, luego con un par de maniobras muevo su cuerpo al sitio del pasajero. Le ajusto el cinturon de seguridad y me ubico detras del volante. Su cabeza se balancea, la posiciono de modo tal que parezca que esta dormido. Bien, ahora puedo trasladarlo a mi lugar secreto para terminar aquello con lo que acabo de comenzar. Si debe sufrir, sufrira. *** Me tomo cuatro horas, de las cuales una la utilice para limpiar. Sali del viejo sotano arrastrando dos bolsas de residuos negras y reforzadas. Las cargue en el furgon para descartarlas. Luego regrese y limpie con meticulosidad. Lo hago siempre, cada vez que vuelvo aqui todo debe estar en perfecto orden. Me muevo en absoluto silencio, como de costumbre. Ninguna distraccion, nada de musica, nada de pensamientos que se entrometan en mi cabeza. Es mi trabajo, lo demas no me importa. Llevo el furgoncito al vertedero que funciona dia y noche. Hay un hombre de Turturro en el ingreso. Me conoce, sabe que debe dejarme pasar y de hecho lo hace, levanta la barrera sin hacer preguntas y estoy dentro. La maquina que se ocupa del tratamiento de los residuos trabaja siempre y yo despacho alli los dos sacos. Hecho. Giro y me voy sin sentir nada: ni alivio, ni remordimiento, ni nervios. Nada de nada. ?Que puedo hacer? Beber algo. En este momento, es la unica idea que consigue despertar algo de interes en mi. Subo nuevamente al furgon y lo llevo al sotano. Tomo el coche y conduzco hasta un bar que se encuentra en la carretera principal, al que visito con bastante frecuencia. No dejo que nadie aqui dentro se me acerque demasiado ni entre en confianza conmigo y, mientras nadie ponga atencion en mi, podre continuar viniendo. Me siento en la barra y el barman me pregunta que quiero. --Un whisky solo --respondo. He aprendido a decirlo asi, aunque lo que verdaderamente querria es un rakija torcibudella, de esos que bebia cuando era chico en Sofia. Tomaba fundamentalmente brlja porque el alcohol de calidad no podia permitirmelo. Bebo pequenos sorbos del liquido, disfrutandolo. Es lo unico bueno, lo unico que esta noche puede suscitar un sentimiento positivo en mi. Pero pronto se acaba y deja tras de si un sabor amargo. Apuro la copa y abandono el bar. Necesito descansar. Capitulo 2 Anna Han llamado a la puerta. --!Yo voy! --Ya estoy bajando las escaleras que del piso de arriba conducen al salon, por lo tanto no me cuesta nada acercarme a la entrada. Tocan nuevamente, quien quiera que sea debe estar impaciente y yo se quien es. --!Voy! --digo en direccion a nadie en particular. Abro la puerta de casa y una rafaga de aire frio me golpea precisamente en el momento en que veo a mi hermana y a su novio en el portico. --Haznos pasar, !hace un frio de perros! Su entrada a la casa trae salpicones de agua mezclada con nieve por doquier y una sensacion de frio intenso y penetrante. Rose tiene un abrigo verde salvia que se enlaza en la cintura y que cubre gran parte de sus piernas. Guantes, bufanda y gorro son negros, al igual que su bolso. Pero su bufanda es demasiado ligera y el gorro lleno de lentejuelas es solo decorativo si se tiene en cuenta el frio que hace por estos dias. Ronald, su novio, es tan elegante como ella pero sufre menos el frio. Su abrigo gris debe ser pesado, con toda esa piel de oveja en el interior, y ademas lleva guantes acolchados que parecen mantener sus manos bien calientes. Para los hombres es mas simple ser elegantes. Para los hombres todo es siempre mas facil, al menos en mi familia. Rose hace que Ronald la ayude a quitarse el abrigo y mientras tanto no deja de hablar. Se deshace del sombrero y una cascada de cabellos oscuros y gruesos flota sobre sus hombros. Sus ojos brillan por el entusiasmo. Ha vivido alguna aventura, esta contenta y no puede esperar para contarnoslo. --?Donde esta mama? Tenemos que hablar del almuerzo de Navidad, aun no hemos acordado la segunda parte del menu y debemos hacerlo cuanto antes. Los padres de su novio pasaran Navidad con nosotros y Rose quiere causar la mejor de las impresiones. Es por eso que en estos ultimos dias previos al evento esta siempre alterada y nerviosa. Sera la ocasion perfecta para una presentacion oficial, un paso mas para sellar la amistad de nuestras familias. Yo no tengo novio, por lo tanto no puedo comprender que se siente pero creo que, incluso si lo tuviera, de todos modos no entenderia. Rose y yo somos completamente diferentes y no solo esteticamente hablando. Ella tan femenina y refinada, y yo tan simple y practica. --?En que punto te encuentras con tus regalos? --me pregunta jadeante mientras hurga en su bolso. --Voy bien --respondo. Para no decir que no he comenzado aun. --Debes darte prisa, si esperas al ultimo minuto no encontraras nada. --Ha cogido su celular y comienza a revisar sus mensajes. No encontrar nada en Manhattan es practicamente imposible, pero no se lo senalo porque Rose esta en pleno delirio. En cambio miro a Ronald, quien me hace un guino comprensivo que yo devuelvo con una sonrisa. En terminos generales me gusta Ronald, es perfecto para Rose. Y no lo pienso solo yo, lo piensa tambien mi familia y en especial mi padre, Joe Turturro. Si el no lo quisiera, mi hermana no podria ver a Ronald ni siquiera con binoculares. En la familia Turturro uno no se casa por amor o por eleccion. El matrimonio es un contrato, un trampolin, un modo de estrechar alianzas entre familias. Afortunadamente mi padre quiere. Y quiere porque Ronald es un Russel y su familia es lider en el sector de la cria intensiva de aves de corral. Parece que, para mi progenitor, los Russel son socios indispensables en la gestion de su cadena de restaurantes. Sea como sea, Ronald es un hombre guapo, parece enamorado de Rose y eso es suficiente para mi. Sera el mechon rubio que cae sobre su frente o ese aire de principe azul de cuento de hadas. Son perfectos el uno para el otro, como dos piezas de un puzzle que encastran a la perfeccion para formar un diseno. Los sigo al gran salon de la planta baja, alli a donde me dirigia antes de que llamaran a la puerta. El gran pino fue ubicado frente a la ventana que da a la calle. Siempre en el mismo sitio, cada ano, desde que tengo memoria el arbol de Navidad en mi casa nunca ha cambiado de ubicacion. Marita, nuestra ama de llaves, esta de pie en el ultimo peldano de las escaleras y sigue con la frente fruncida las instrucciones de mi madre que le dirige: un poco mas arriba, un poco mas abajo, para colocar la guirnalda. Mi madre lleva un vestido moteado que no estiliza su figura en absoluto, pero a ella no le importa porque es de disenador y eso es lo unico que basta para convertirlo automaticamente en una prenda apta para formar parte de su guardarropas. No puede conjugar la pasion por la moda con la que siente por la mesa, especialmente por la pasta y los platos italianos, pero tambien eso parece no interesarle. Para ella unicamente es importante hacer ver que tenemos dinero, lo demas viene solo. --Rose, Anna, vengan aqui. ?No deberia estar mas alto ese grupo de bolas rojas? ?Aquel bajo el puntal? !Marita, date prisa con ese puntal! --Marita se pone en puntillas balanceandose hacia delante y hacia atras y por un instante pienso que sucederia si cayera de la escalera. Mi hermana se lanza inmediatamente en la discusion y tambien ella le da instrucciones a Marita. A mi, sinceramente, no me importa. Solo me limito a notar lo similares que son mi madre y mi hermana. Rose es mas alta y mas delgada pero dentro de treinta anos sera redonda como mama. Tienen los mismos ojos oscuros y el cabello de una tonalidad de negro que parece casi azul. Ambas poseen un desarrollado sentido del buen gusto y no saldrian de casa si no pudieran hacer combinar correctamente zapatos y bolso. Yo soy diferente. Tengo la impulsividad y la impaciencia de mi padre, ademas de dos ojos de color verde melancolico y tez clara. Verde melancolico. No verde claro u oscuro o verde intenso. Durante un periodo lo defini como "bosque" para ser menos cruda, pero mi madre siempre ha dicho melancolico, un adjetivo que por si solo tiene el poder de absorber toda la poesia del verde. Luego esta mi palidez. Siempre me veo asustada, con estos grandes ojos que destacan en un rostro demasiado redondo. No soy fea, pero tampoco guapa, lo que es seguro es que soy muy diferente a Rose. No tengo su altura, no tengo su clase, no tengo su belleza. Solo tengo el mismo apellido. Marita ejecuta las ordenes de pie sobre la escalera, mientras mama y Rose no consiguen decidirse. Llaman nuevamente a la puerta. Estoy lista para ir otra vez, ya que soy la menos implicada en la decoracion, pero Ronald me detiene en el corredor tomandome por un brazo. Literalmente me frena, con bastante energia, como si pudiera escapar de su agarre. --Deja, voy yo. --No entiendo el por que pero le hago un gesto de asentimiento con la cabeza. Me adelanta y con su altura obstruye mi campo visual. No deberia importarme, pero soy curiosa por naturaleza y el brazo por el que Ronald me ha cogido me duele todavia un poco. Echo un vistazo nuevamente hacia el salon y luego miro la entrada. La puerta esta abierta, hay un hombre en el umbral, que veo con dificultad debido a la presencia de Ronald. Intercambian algunas palabras, luego el prometido de mi hermana lo hace entrar y entonces yo lo veo al pasar. No lo conozco, debe ser alguien que esta aqui para ver a mi padre. Es alto, robusto y macizo. No me mira. Giro de inmediato la mirada hacia el corredor que lleva al estudio. Ronald va a sus espaldas, escoltandolo, aunque el desconocido es mas alto y poderoso que el. Ambos desaparecen rapidamente de mi vista. Un escalofrio recorre mi cuerpo. No se por que, pero ese hombre me ha causado un sentimiento de inquietud y miedo. Rose se asoma. --?Ronald? --Esta con papa --respondo-- con un tipo que acaba de llamar a la puerta. --Quisiera agregar "alguien que mete miedo con solo verlo" pero me contengo. Fue simplemente una sensacion y es usual que a casa vengan personas desconocidas, socios de negocios de mi padre. Pero son en su mayoria hombres distinguidos, envueltos en abrigos de cachemira, no tipos grandes y robustos que parecen recien salidos de la carcel. --?Quien? --No lo se. Casi dos metros de alto, macizo, no le he visto bien la cara. Rose no responde, entonces dejo de mirar el corredor y me giro. Su rostro esta serio, casi asustado. --?Lo conoces? Pero no tiene tiempo de responder porque la voz de mi madre interrumpe la conversacion. --?Quereis venir? ?O tengo que hacer todo sola? *** Han pasado mas de cuarenta minutos. Casi hemos terminado de adornar el arbol y yo he ido cien veces del salon al corredor, asomandome con frecuencia ante el mas minimo sonido. Quiero ver al hombre que se encerro con Ronald en el estudio de mi padre. Tengo curiosidad, ni siquiera yo se por que. Era tan alto, grande, con un aire esquivo y misterioso. No misterioso. Temible. Debo llamar a las cosas por su nombre. Estoy colocando las guirnaldas que hemos decidido no usar en la caja que se encuentra justo fuera de la sala de estar, cuando escucho que la puerta del estudio de mi padre se abre y luego se cierra. Pasos en el corredor. De dos personas. Me tenso pero permanezco inclinada guardando los adornos y luego levanto la cabeza para mirar. Ronald escolta al desconocido hasta la puerta de entrada. Lo miro nuevamente, esta vez de espaldas y una vez mas tengo la sensacion de encontrarme junto a un hombre que da miedo. Ronald abre la puerta de casa. No se estrechan la mano y el hombre se marcha ya. Yo estoy inmovil, como hipnotizada, mirando ese par de hombros gigantes que hacen parecer pequeno incluso al novio de mi hermana. El sujeto voltea por un instante en mi direccion. Ahora si, me ha visto, estoy segura. Por una fraccion de segundo nuestras miradas se cruzan y advierto una extrana sensacion en la base de la espina dorsal, como un hormigueo insistente, una senal de alarma que induce a escapar a toda velocidad sin mirar atras. Me siento como paralizada mientras Ronald abre la puerta y el tipo sale. Se va. El novio de mi hermana abandona el corredor y regresa sobre sus pasos en direccion al estudio de mi padre. Hay algo en el suelo, un trozo de papel, tal vez un boleto, no se que es. Yace alli, en la alfombra. Sin pensarlo, avanzo hasta la puerta ahora cerrada. Podria ser suyo, del hombre que acaba de dejar nuestra casa. Podria ser importante o no representar nada. No estoy segura que es lo que me lleva a hacerlo, pero abro la puerta. Una rafaga de aire frio me golpea, como antes, sin piedad, pero de todas formas avanzo y bajo los pocos escalones que separan nuestra casa de la calle. El hombre de enorme figura y contextura de luchador ha hecho varios pasos ya y esta casi llegando a la esquina. Mis pantuflas se empapan con la nieve y mis pies comienzan a enfriarse, pero de todos modos avanzo, con una mezcla de temor y expectativa. Ni siquiera se por que lo estoy haciendo pero probablemente me arrepentire. --!Disculpe! --llamo. Pero el no voltea. Hay viento y avanzo con dificultad. --!Hey! --continuo y lo alcanzo. Mi voz tan cercana hace que se gire y, en el instante en el que voltea su cuerpo hacia mi, me pregunto que se me paso por la cabeza. Me detengo y siento que me falla la respiracion. El me mira y yo no se que decir. Parece que lo he olvidado. El hecho es que hay algo raro en su cara. Tal vez la mirada. Si, debe ser eso, tiene un ojo mas abierto y en el otro el parpado esta algo bajo, ambos son de un azul intenso pero no exactamente identico. En conjunto posee una belleza ruda y desconcertante, una belleza no para ser admirada sino temida. De cerca su rostro es serio. Si esta sorprendido no lo deja ver, mas bien parece indiferente. No sabria bien como definir su aspecto, sino diciendo que me resulta interesante en un modo tosco y casi temible. Tiene la barba rasurada pero evidentemente, acaba de volver a crecerle, negra y poblada. Sus cabellos, por lo poco que se puede ver en las sienes, son oscuros y cortisimos y sus labios estan cerrados y se ven duros. Parece un condenado a cadena perpetua que evadio su pena. Esta comparacion me salta en mente tan de repente que ciertamente no consigue tranquilizarme. No dice nada, espera que yo le esclarezca por que lo detuve. Y subitamente parece que lo he olvidado. Extiendo la mano, la que tiene el folleto y, para mi gran pesar, tiemblo. --Creo que se te ha caido a ti --le digo tendiendole el papel pero mirandolo a los ojos. Esos ojos: ?que tienen de diferente? El alarga su mano y toma lo que le doy sin dejar de mirarme. Nuestros dedos se rozan ligeramente pero no esta prestando atencion a mi mano. Me mira solo a mi. No dice gracias, no dice nada. --Tal vez es importante --dejo caer avergonzada. Algo no esta bien. ?Por que no habla? ?Por que no dice nada? Aunque sea un simple gracias seria suficiente para romper la tension. --Ok, era solo eso --agrego casi arrepentida de mi impulsivo gesto. Yo soy impulsiva. Si no lo fuera no lo habria seguido, me hubiese quedado adornando el arbol de Navidad y no hubiese pasado mas de media hora con las orejas paradas para controlar quien salia del estudio de mi padre. Ahora que he aplacado mi curiosidad, ?que he ganado? Solo verguenza. Cuando ya he perdido las esperanzas de que este tipo pudiera decir algo, me sorprende. --Gracias --pronuncia con un acento extrano. Tiene una voz baja y profunda. --De nada --respondo. Es extranjero, seguro. --?Como te llamas? --me arriesgo. Si ha hablado una vez... Parece pensarlo mientras no deja de penetrarme con sus ojos. Luego mira a su alrededor, como comprobando si habia alguien mas ademas de nosotros, como si satisfacer mi curiosidad no fuese una buena idea y estuviese dispuesto a hacerlo solamente si no hubiese gente en las inmediaciones. --Andrei --responde al final. Definitivamente es extranjero. --Entonces, !chau, Andrei! --digo. El no me devuelve el saludo. Simplemente me da la espalda y se va.

  • Laberinto griego de Philip Kerr

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    1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compania de seguros de Munich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde alli, le destinan a Atenas para comprobar una reclamacion por un barco hundido, propiedad de un ciudadano aleman. Cuando descubre que la embarcacion pertenecio a un judio que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente.

  • Amor Encubierto de Rose Marie

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    El amor puede existir bajo cualquier circunstancia: tiempo, lugar, lo que sea … puede suceder. Puede cambiar toda una vida con su presencia, con su luz. Aqui hay una historia que sucedio en mi vida y me convencio de la verdad de que el amor es mas poderoso que cualquier otra cosa … y de todos modos puede existir. Cuando nos acercamos al lugar donde nos habian enviado, alguien grito “emboscada”. y tuvimos que extendernos y correr. Las balas comenzaron a llover sobre nosotros desde un lugar que nadie podia ver. Me tire al suelo, cubriendome los ojos, como si eso pudiera haberme protegido de las balas. Despues de un rato, el sonido se detuvo. Mire hacia arriba: todo el grupo se habia dispersado en el campo que estaba intercalado con empinadas trincheras y valles. Me levante y camine sin rumbo unos pasos, cuando una mina de campo exploto a mi lado, arrojandome al borde de un pozo y cubriendome con un monton de tierra polvorienta. Casi me caigo en la gran trinchera de abajo. Era el borde de una grieta en el suelo, hecha por un terremoto o explosiones previas. Me puse de pie, tratando de alejarme del suelo resbaladizo bajo mis pies y esparci la tierra de mi cabeza. ajustando el casco de metal. De repente, escuche una voz desde abajo: “Oye, ?quien esta alli?” Mirando hacia abajo, me di cuenta de una nina. Un soldado tambien. No fue una sorpresa que la guerra tambien reclutara chicas, pero fue sorprendente verla alli, en la zanja. Su largo cabello le caia sobre los hombros, debajo del casco. Sus ojos verdosos me miraban extranamente y brillantemente. “Me cubriste de polvo”, dijo en tono de broma y sonrio, esparciendola de su uniforme. “?Como llegaste alli?” Le pregunte con curiosidad. “Probablemente de la misma manera que casi lo hiciste”, respondio ella y siguio sonriendo. Eso me parecio divertido y me rei. Ella tambien se rio y luego dijo: “?Me ayudaras a salir?” “Claro”, dije y extendi una mano. Sus largos dedos, del color de la palida luz de la luna me llamaron la atencion. Cuando se paro a mi lado, me di cuenta de que probablemente tenia la misma altura y edad que yo. Los dos teniamos apenas dieciocho anos, no estabamos listos para la guerra y no estabamos listos para exponernos a un peligro inminente, pero nos reiamos de eso con ese desafio inconsciente que tienen los jovenes, con una certeza inexplicable de que de alguna manera eramos invencibles y no nos afectaba lo que sucediera a su alrededor. nos. “!Gracias!” Se sento y comenzo a rascarse el barro de sus botas. Queria salir de la trinchera, pero una bala chisporroteo en mi oido, asi que me agache en la zanja. Me sente a su lado, mientras ella limpiaba sus botas con un palo. “?De que unidad eres?” Yo le pregunte a ella. “Veinte. ?Que pasa contigo?” “Veintiuno.” Ella me miro atentamente. Sus ojos tan llenos de luz me asombraron. “Podriamos tener que arrastrarnos para salir de aqui”, dije. “Hmm … no importa, los dos hemos terminado”, respondio un poco disgustada. “!Vamonos!” Saltamos de la zanja al mismo tiempo, arrastrandonos y rodando rapidamente bajo las balas voladoras hasta llegar al bosque. Luego corrimos para encontrar a nuestros camaradas entre los arboles. La vi desaparecer y lamente un poco no haberle preguntado su nombre. “De todos modos, podriamos no volver a vernos, asi que …” Pense para mi mismo. Mis camaradas ya estaban reunidos en la fila. El oficial al mando me vio integrarme entre ellos y me pregunto severamente: “!Tu! ?Donde has estado?” “Hubo una explosion cerca y me cai en una zanja y …” !Saca las manos de los bolsillos y no vuelvas a alejarte del grupo! ?Entendido?” “Si.” Irritado por no haber dicho “Si senor”, el oficial me dio la espalda y nos ordeno que subieramos a la cima del bosque profundo. Por la noche llegamos a los barracones que representaban nuestros cuartos en esa montana. Habia sido un camino largo y agotador, asi que cuando llegamos alli, tenia hambre y sueno, asi que me meti en la cama de inmediato. Temprano en la manana la sirena ensordecedora me desperto. Fui al bano y encontre solo agua helada en los grifos, asi que me lave la cara y sali al patio. Todos ya estaban en linea otra vez. El comandante me fruncio el ceno. La luz de la manana fue repentinamente aguda y cegadora. !Siempre estas separado del grupo, soldado! ?No escuchaste la sirena? “Yo hice.” “Entonces, ?por que no te moviste mas rapido y llegaste a tiempo para la salida de la manana?” “Fui al bano.” Las lineas comenzaron a reir, sus voces se alzaron en el aire despejado de la manana. “!Silencio!” rugio el oficial. “Ve a tu casa ahora y no hagas que esto vuelva a pasar, ?me oyes?” “Si.” “?Si que?” “!Si senor!” “Cuando un oficial superior te esta hablando, debes pararte derecho. ?No lo sabias? “Si senor, lo sabia”. “Entonces, ?por que no lo hiciste?” “No podia recordarlo”. “?Que quieres decir con que no te acuerdas?” “Si me esta gritando, no puedo recordar todo lo que debo, senor”. El comandante me miro, tratando de ver si me estaba burlando de la situacion o si realmente queria decir lo que dije. No podia decidir, asi que nos grito que fueramos a desayunar: !Al comedor, soldados! !Moverse!” La cantimplora se lleno repentinamente de ruido, charla y tintinear platos. Comi en silencio, solo en mi mesa. No conocia a nadie lo suficiente: no habia habido tiempo para ello. Nos habiamos reunido y subido a toda prisa la montana para fortalecer los puestos defensivos, incluso antes de que pudieramos mirarnos. Entonces oi mas ruido en las puertas de la cantina: un nuevo grupo entraba a desayunar. “Unidad veinte”, dijo alguien a mi lado y levante la vista con curiosidad. Eran en su mayoria chicas. Los muchachos de la cantina silbaron alegremente, dando la bienvenida a los hermosos soldados que parecian esperar eso y no prestaron mucha atencion a la atmosfera. Tenian hambre y solo les importaba la comida en ese momento, que rapidamente colocaron en sus bandejas. El comandante anuncio que la nueva unidad se mezclaria con la nuestra, por lo que tuvimos que dejarles espacio en los barracones. Acababa de terminar el desayuno y me quede mirando a las chicas desempacar en el patio. De repente, vi al que habia conocido un dia antes, en la zanja. Ella estaba luchando con una mochila. Me acerque a ella. “Hola. ?Como estas? ?Puedo ayudarte?” Ella me miro y no parecio sorprendida. Ella me permitio ayudar, aceptando algo cansado: “Si quieres, puedes llevar esta mochila; es un poco pesado “. Yo lo levante. “?Cuales son los barracones donde nos quedamos?” Pregunto, mirando a su alrededor aburrida y desprendida, como si hubiera visto suficiente y ya habia tenido suficiente. “Aqui. Esos son los cuartos de los oficiales. Nos quedaremos en este otro lado. ?Por que llegaste tan tarde? Llegamos ayer. ?No se suponia que estabas aqui al mismo tiempo? Mis preguntas le hicieron responder simplemente: “No lo se. Nuestro guia probablemente se desvio. Fue un largo camino por el bosque. En realidad, fue una pista bastante miserable “, dijo con disgusto. Abri la puerta del barracon. “Puedes elegir tu lugar, hay suficientes disponibles. Tenemos camas bunker. “?Donde te estas quedadando?” ella me pregunto de alguna manera desorientada e indecisa. “Estoy aqui, la cima. El de abajo es gratis. “Perfecto. Prefiero el de abajo. Me quedare aqui, si no te importa. Parecia sentirse segura a mi lado, asi que coloco su mochila en la cama y se sento en el borde, mirando desolada. Entonces, de repente, recordo algo y levanto la vista alegremente: “Vamos a presentarnos el uno al otro. Nos hemos conocido, pero no se tu nombre. “Es Ky”. Me miro atentamente y sus ojos brillaron con una luz profunda. “Ky”, sonrio mientras decia mi nombre. “Te conviene. Me llamo Seloren. Le estreche la mano otra vez, la misma mano palida a la luz de la luna con dedos delgados. “Encantado de conocerte, Seloren”. Su nombre era tan delicado y refinado como sus manos. Me sorprendio la chica inusual que de alguna manera habia aterrizado en el mismo bosque, en la misma montana, en el mismo barracon que yo. Parecia cansada y se quito las botas, estirandose sobre la manta aspera. El cuartel de madera estaba vacio. Todos seguian en la cantina. “No comiste mucho” me di cuenta. “?No quieres el desayuno? Podria traerlo para ti. “Eso es bueno, pero no me gusta la comida que nos dan. Debo tener cuidado con lo que como. Tengo unos bocadillos en esta mochila. “Te dejare descansar ahora”. Sali, mientras los soldados se reunian para recibir las instrucciones en el patio. Tuvimos que hacer un horario para patrullar el bosque y no queria terminar en el turno de noche, aunque de alguna manera sucedio. Mientras cruzaba el patio, el comandante me vio. “!Tu! ?Estas perdiendo el tiempo deambulando? ?No tienes nada mejor que hacer, soldado? “Iba a revisar el horario”. “Simplificare el horario para ti: !ve a la cantina y ayuda a lavar los platos! ?Ya llegaste? !Moverse!” Tenia que ir a la cocina, asi que el horario se decidio en mi ausencia … y tuve el turno de noche, por supuesto. Por la noche, el bosque estaba lleno de sombras al acecho, ramas quebradizas, buhos chirriantes, movimientos inesperados de hojas y nos asustaba el mas minimo sonido. Nos pusimos nuestras gafas de vision nocturna, por lo que al menos pensamos que de alguna manera estabamos mas seguros, aunque todavia era desconcertante, mirar hacia la oscuridad y caminar sobre nuestros pies. Cerca del amanecer regrese y me meti en la cama. Todos estaban dormidos. Seloren tambien estaba dormido.

  • La Chica del Camion de Cecilia Campos

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    Sumergete en la novela erotica que inunda las listas de los mas vendidos en Europa. Segun los lectores, no te puedes perder esta historia picante con un toque de humor.

  • Pecado Original de Eva Hart

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    Para toda historia existe un principio… Pero no siempre es el que nos han contado.
    Evangelina Constantino vive su vida sin saber que por sus venas corre la sangre de un linaje ancestral. Dia a dia, invierte sus energias en su trabajo de restauradora de arte, especializada en obras del renacimiento, en uno de los museos mas importantes de Florencia, Italia. Para ella, eso basta. No necesita de mas. Aunque sus suenos digan lo contrario, y la arrojen, noche tras noche, a los imaginarios brazos de un hombre que ni siquiera sabe si es real.
    Lo es… y su nombre es Dante Sfeir.
    Filantropo. Millonario. Empresario hotelero. Poseedor de una anatomia digna del Olimpo y un atractivo unico, provocador y cautivador.
    Los caminos de ambos se cruzaran por algo mas fuerte que una simple casualidad. Porque el destino, cuando de Evangelina se trata, cuenta con senderos bien definidos… y Dante Sfeir, un hombre plagado de secretos, esta en ellos.
    Un amor maldito. Un amor marcado por la traicion.
    Pasion, arte y religion enlazadas en una lucha sin tregua, en una guerra de puro deseo.

  • Less de Andrew Sean Greer

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    ?Quien dice que no se puede huir de los problemas?

  • La virtud de la noche de Diana Jimenez

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    Jade pensaba que se encontraba a salvo del acecho del pecado y lo que implicaba pecar, creyo que admirandolo de lejos seria inofensivo. Un giro inesperado convierte su vida aburrida y ordinaria en un suspenso creciente, conoce un mundo inexistente para el resto del mundo, y conoce de cerca al pecado. Sabia que tocar el fuego la quemaria, y ella decidio dejarse consumir, al borde de perderse para siempre. La primera mirada en el espejo en la manana puede reflejar un recuerdo de pecado de la noche anterior.

  • Dime la verdad de Tess Gerritsen

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    Dos homicidios sin aparente relacion tienen mas en comun que el simple hecho de que los investiguen la inspectora de Boston Jane Rizzoli y la forense Maura Isles. En ambos casos, los cadaveres presentan heridas espantosas, pero se desconoce la causa real de la muerte. Un doble desafio que se presenta en un momento inoportuno para ambas. Mientras Jane se esfuerza por salvar a su madre de un matrimonio fracasado que amenaza con enterrarla, Maura se enfrenta a la muerte inminente de la suya, la infame asesina en serie Amalthea Lank. Esta, aun siendo victima de un cancer terminal, todavia disfruta manipulando a su hija y le facilita una pista criptica sobre los dos extranos asesinatos que Maura y Jane intentan resolver.

  • Piel de letra de Laura Escanes

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    Cada piel es un mundo por descubrir.

  • Cassie y el chico de colores (Familia Reed 3) de Olivia Kiss

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    Cassie es alocada, impredecible y lleva toda su vida sonando con dedicarse a la pintura. Por eso, cuando por fin consigue una beca para mudarse a Nueva York, no se lo piensa dos veces antes de hacer las maletas, a pesar de lo mucho que echara de menos a su excentrica familia. Lo que no imaginaba era que, al empezar sus clases, tendria un flechazo inmediato. Cassie cree haber encontrado a su media naranja. ?El problema? Que Izan Chaning no solo es guapisimo y misterioso, sino tambien inalcanzable, porque, aunque Cassie esta segura de que entre ellos hay una quimica especial, el no parece dispuesto a ponerle las cosas faciles. ?Podra Cassie convencerlo de que estan hechos el uno para el otro?

  • No me dejes ahora de Rosa Cortes

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    Lucas intento volver a ser feliz y olvidar el pasado junto a Laura. Pero el pasado volvio a su vida, desestabilizandolo nuevamente. En forma de mujer, Carla, podra poner su nueva relacion en peligro y lo obligara a tomar una importante decision, la cual no tiene nada clara.

  • El coleccionista de flechas de Cristian Perfumo

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    !UN NUEVO THRILLER DEL AUTOR MAS LEIDO DE LA PATAGONIA!

  • El hombre que intuia de David Castells

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    Meritxell Egger, tambien llamada Blue, es una chica de padre suizo y madre catalana que acaba de terminar la carrera de economicas. Cuando su padre muere, ella hereda el 60% de las acciones de unos laboratorios suizos.

  • El alto mando de la oscuridad (Cronicas del Horizonte 2) de Kim Richardson

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    Contra todas las apuestas, Alexa sobrevive a las garras del dios pagano Hades y regresa a Horizonte, pero a un costo muy alto. Le falta una parte de su alma y, en ese vacio, se cultiva cierta obscuridad.

  • Eras mi destino de Winter Lee

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    ?Que pasaria si un accidente te lleva a un siglo que no es el tuyo?
    La estudiante de criminologia Ailsa, esta a punto de terminar sus estudios, ella y su mejor amiga deciden hacer un viaje de fin de curso a Londres, pero por obra del destino terminan en un lugar que nunca se imagino visitar. Decididas a divertirse, un encuentro y un accidente las llevara directa al castillo de sus suenos.
    Adolorida y confundida Ailsa, no sabe donde se encuentra, hasta que son atacadas y se topa con un grupo de hombres altos, fornidos y... en faldas. Ella no cree lo que sus ojos ven, hasta que aparece el jefe, un hombre altamente hermoso, intimidante y de una mirada tormentosa.
    Ella esta en serios problemas.
    Ronan Mackenzie, lleva anos en guerra, cuando es rescatado y por fin recupera el castillo que una vez le pertenecio, solo piensa en la manera de vengarse del clan Campbell. El clan que lo traiciono y lo entrego para que torturaran. En uno de sus viajes de regreso a su hogar, sus hombres encuentran a unas mujeres en medio de la noche metidas en problemas y Ronan lo que menos imagina es encontrarse con ella.
    Sin memoria y en medio de una guerra que esta lejos de terminar, en contra de su sentido comun Ronan decide protegerla. Los sentimientos surgen, pero existen secretos, cuando las mentiras son descubiertas y las lealtades puestas en duda, esto pone en peligro a todos.
    Deseo, celos, mentiras, intrigas, obsesion, traicion... ?y amor?
    Ailsa no creia en el destino. Eso esta a punto de cambiar.

  • Prisioneros de la geografia de Tim Marshall

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    Hay un limite a lo que los hombres pueden decidir. A menudo, se trata de un limite real, fisico. Montanas, rios, mares y hormigon se interponen entre lo que los dirigentes han querido para sus paises a lo largo de la historia y lo que han podido conseguir. Para entender y explicar lo que ocurre en el mundo solemos referirnos a personas, ideas y movimientos politicos; pero sin los condicionantes que impone la geografia el resultado de semejante aproximacion sencillamente esta incompleto.