• judith paredes - Judith Paredes

    https://gigalibros.com/escocia-amor-y-secretos.html

    Larissa tenia el presentimiento de que hoy seria un buen dia. Su amiga Sara y ella, no pudieron salir a dar su paseo rutinario de los sabados, porque llovia a cantaros. Era algo muy tipico en esta epoca del ano, cosa que a las dos les encantaba. Sara estaba de vacaciones de su trabajo como psicologa y Larissa estaba matriculada en un curso de esos que nadie queria hacer, pero que a ella le encantaban. Ellas se habian conocido en el instituto y no pudieron evitar hacerse amigas, lo hacian todo juntas. Estaba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta del sonido del telefono y, como pudo, se levanto del sofa donde estuvo sentada toda la manana con su imprescindible taza de te con una rodaja de limon; no se cansaba de tomarla. --!Vas a contestar o lo hago yo! --le grito su amiga desde la puerta de la cocina. --!Que ya voy, pesada! --dijo tambien gritando. Se apresuro a cogerlo y se extrano por el raro numero fijo que marcaba su identificador de llamadas, con nerviosismo lo descolgo. --?Si? Digame. --Se quedo muy quieta esperando una contestacion--. ?Si? ?Hay alguien? --!Hola! Disculpa pero me podrias pasar con Larissa Acuna, soy un viejo amigo de la infancia. Eso le extrano mucho, ella no sabia quien podria ser, no le sonaba su voz y menos con aquel acento. --Hola, yo soy Larissa pero no me suena tu voz... --!Disculpa no te he dicho mi nombre! Soy Jack MacAlister y fuimos juntos a primaria, siempre jugabamos entre nosotros. No pudo evitar sumergirse en sus recuerdos intentando recordar su paso por la primaria y no hallo nada. --Me has dicho que te llamas Jack y que fuimos juntos a la misma escuela, pero no me acuerdo de ti. --?Tienes movil? --Si, ?para que lo quieres? --Tu damelo, creo que puedo alumbrar tus recuerdos. Rapidamente se lo dicto y, de igual manera, llego un mensaje con una imagen, sus recuerdos llegaron y gritando dijo. --!Ya me acuerdo! Pero, te fuiste antes de entrar a quinto y no supe mas de ti. Te extrane mucho en esa epoca. --Si, me tuve que ir por el trabajo de mi padre. Yo tambien te extrane, nunca me pude olvidar de ti, pero por lo que escucho, tu, si. Suerte que no la podia ver, porque se sonrojo ante esa aclaracion, estaba demasiado avergonzada y no sabia por que, no habia hecho nada malo. Ella metida en sus pensamientos no escucho que le estaban diciendo. --?Larissa, estas ahi? Esa pregunta la devolvio al mundo real y todavia mas sonrojada, contesto. --Si, si, disculpa. Esto me sorprende mucho, no me esperaba que me llamaras despues de tantos anos. --Eso no era lo que estaba pensando, pero fue lo unico que se le ocurrio decir. --Pues a mi me alegra mucho poder hablar contigo, pero no te llamaba para eso. --?Entonces..., para que? --dijo ansiosa. --Queria preguntarte si te gustaria pasar unos dias en mi casa, en Escocia, conmigo. ?Que te parece? La casa es grande y se que te gustara; tambien podremos recordar nuestros momento juntos. No podia hablar, no le salian las palabras, su sueno de conocer la cultura celta se hacia realidad. --?Larissa, estas ahi? ?Me escuchas? --!Claro que quiero ir, Jack! --exclamo ella. --Ja, ja, ja. !Cuanta efusividad!, pensaba que te habia pasado algo no me contestabas. --!No te rias! --grito--. !Y no me ha pasado nada! --exclamo ella refunfunando. --Yo aun me acuerdo de aquella excursion al bosque donde nos perdimos y la profesora nos estuvo buscando --conto divertido--. Nos encontraron dormidos debajo de un arbol, tan tranquilos. Mis padres al enterarse me castigaron. --!Ay si! Los mios tambien, pero no quito lo divertido, ?te acuerdas del riachuelo que habia? Tu me dijiste que habia peces, pero yo no te crei. --Su voz tambien sonaba divertida. --!Si, madre mia! Desde entonces, excursion que habia nos tenian a los dos muy vigilados. Los dos recordando anecdotas, se olvidaron de todo, hasta del tiempo. --!Bueno! Te tengo que dejar, tu seguro tienes cosas que hacer --dijo ella. --No te preocupes por eso, podria pasar horas hablando contigo, saber mas de ti --dijo el. Sin decirse nada mas, pero muy ilusionados, se despidieron. Larissa se dio cuenta que no habian acordado ni fechas ni pasajes, fue corriendo a la cocina a contarle a su amiga la sorprendente noticia. --!Sara! Que me voy a Escocia, ?te lo puedes creer? --le dijo. --!No me digas! ?Y como…? --?Te acuerdas que una vez te conte que tuve un amigo que se tuvo que ir del colegio y no sabia por que? --Si, claro --dijo frunciendo el ceno, pero luego dandose cuenta le dijo--. !Ha sido el! ?Verdad? !El que te ha llamado! --!Si!, me ha contado que se tuvo que ir de Madrid a Escocia por el trabajo de su padre --le conto--. Hemos estado un buen rato hablando y recordando. Cuando ella acabo de explicar lo sucedido en aquella llamada telefonica, se cogieron de las manos y saltaron de alegria por la inesperada sorpresa. Mas tarde se dispusieron a cenar, ninguna de las dos se lo podia creer. Larissa tenia la idea que podria ser una broma, pero inmediatamente la desecho, esa foto solo la pudo tener el. Despues de recoger los platos y ya en sus respectivos lados del sofa, las dos se pusieron a ver su serie preferida en la television. Larissa estaba muy cansada, no se concentraba, asi que le dijo a su amiga que se iba a dormir. Se ducho y se puso el pijama de seda, seco, cepillo y se trenzo el pelo. Se metio en la cama y con un suspiro intento cerrar los ojos. Larissa no podia quedarse dormida. Las imagenes de su infancia junto a Jack, ese nino que habia sido su companero de juegos en las horas del recreo, inundaban su mente. Los recuerdos, poco a poco, se le empezaban a hacer mas nitidos en su cabeza y con pereza se dirigio a la cocina para prepararse un te, eso le ayudaria a tranquilizarse, estaba demasiado nerviosa. Siempre le pasaba cuando recordaba cosas importantes como aquello. El sonido de la tetera la hizo aterrizar, cogio su taza favorita, le puso el te y el limon, se sirvio y se dirigio al salon. Ya sentada en su sillon predilecto con su infusion, empezo a hacer memoria de su pasado y un recuerdo se le cruzo. Larissa Era jueves y la profesora nos comunico que hoy tendriamos un nuevo companero en nuestra aula. Todos estabamos muy contentos pero eso no evito que siguieramos con nuestra clase de matematicas. El director, dos horas despues, llego con un chico. Tendria como siete anos, eso no fue lo que mas me extrano; fue que poseia los ojos mas azules que en mi corta vida habia visto, aunque solo los pude ver unos segundos, se notaba que era timido. Despues de las presentaciones, ya sabia que su nombre era Jack, que tenia siete anos y que venia de Escocia; inclusive que a su padre lo habian trasladado aqui, a Madrid, por trabajo. Como yo no tenia verguenza ninguna, me dirigi al grupo de chicos que lo estaban invitando a jugar con ellos al futbol, pero el parecia negarse. --!Hola! ?No veis que no quiere jugar? !Dejadle en paz! Ellos me miraron y se fueron, me senti una triunfadora. Con tranquilidad me sente a su lado para poder hablar con el, lo queria como amigo, me trasmitia buenas vibraciones como decia mi madre, aun riendome por mis pensamientos, el me paso su brazo por los hombros sorprendiendome. --!Gracias! No podia sacarmelos de encima. Mientras yo estaba atontada por su accion, el esperaba que le contestara y con impaciencia me dio unos golpecitos en el brazo que me hicieron volver de mi ensonacion. --!Oh!, no me lo tienes que agradecer, mi nombre es Larissa... --Ja, ja, ja, ya lo se y tu tambien sabes el mio. En ese mismo instante me puse colorada y con eso agrande su risa. --!No te rias! --!Lo siento! Es que eres muy graciosa. --Te voy a perdonar si vienes a jugar conmigo, ?trato hecho? Le extendi mi mano para sellar el acuerdo y el otra vez me sorprendio agarrandomela. --De acuerdo, entonces flur boidheach [1] . No entendi las ultimas palabras que me dijo, tampoco le pregunte que significaban. Eso, como tantas cosas se le habia olvidado pero hoy lo iba a descubrir. Dejo la taza encima de la mesa y en silencio, se dirigio a su habitacion a coger el portatil, que por suerte estaba encendido. Con nerviosismo se conecto a Google y su cara no podia ser mas epica. No podia asimilar que despues de tanto tiempo supo el significado de aquellas palabras que el tanto le decia. Sumida en sus pensamientos, se acordo de mirar el reloj del ordenador y se fijo que eran las cuatro y media. Lo dejo todo encima de la mesa del comedor y se dispuso a ir a dormir. Pocas horas despues, Larissa se dispuso a hacer la reserva online de su vuelo, encontro fecha para el catorce de diciembre a las doce y media, llegaria en tres horas a Edimburgo.

  • Judith Paredes: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Judith-Paredes/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AJudith+Paredes

    4 resultados ; Escocia, Amor y Secretos. de · | 27 abril 2020 · Versión Kindle ; Red Eagle's Children: Weatherford vs. Weatherford et al (Contemporary American ...

  • Libros de Judith Paredes Barrera - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Judith-Paredes-Barrera/e/B08KGS6NBL%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share

    Otros clientes también han comprado los productos de · Escocia, Amor y Secretos Versión Kindle. 2,99 €. Versión Kindle · Llegaste tú a mi vida Tapa blanda.

  • Llegaste tú a mi vida de Judith Paredes Barrera (2021)

    http://www.librosrecomendadoss.com/llegaste-tu-a-mi-vida-de-judith-paredes-barrera/

    1 sept 2021 — Llegaste tú a mi vida de Judith Paredes Barrera. Libros ... Por Libros Recomendados ... En unos instantes podrás disfrutar de tu libro ...

  • Amor Magíco de Judith Paredes (2021) - LEER LIBROS ...

    http://www.librosrecomendadoss.com/amor-magico-de-judith-paredes/

    5 abr 2021 — Amor Magíco de Judith Paredes pdf descargar gratis leer online. Lizzy McGregor vuelve a casa tras ser despedida de su trabajo y ahí se ...

  • Descargar Escocia, Amor Y Secretos - Judith Paredes (2020)

    https://www.pinterest.es/pin/336995984626360422/

    15-jun-2021 - Descargar Escocia PDF - EPUB Gratis ✓ Descarga Directa del libro Escocia, amor y secretos - Judith Paredes (2020) Epub Gratis Sin Registro.

  • Escocia, amor y secretos - Judith Paredes - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/escocia-amor-y-secretos-judith-paredes/

    PDF • Descargar Libros Gratis. Buscar: General · Blog · Poesía · Mujer Contemporánea · Literatura y Ficción ... Escocia, amor y secretos – Judith Paredes.

  • Judith Paredes archivos - PDF • Descargar Libros Gratis

    https://www.debeleer.com/escritor/judith-paredes/

    Larissa tenía el presentimiento de que hoy sería un buen día. Su amiga Sara y ella, no pudieron salir a dar su paseo rutinario de los sábados, porque llovía ...

  • Descargar Escocia, Amor Y Secretos - Judith Paredes (2020)

    https://librospdfgratismundo.com/escocia-amor-y-secretos-judith-paredes-2020/

    Descargar Escocia PDF - EPUB Gratis ✓ Descarga Directa del libro Escocia, amor y secretos - Judith Paredes (2020) Epub Gratis Sin Registro.

  • Descargar Amor Magíco - Judith Paredes (2021) - Libros PDF ...

    https://librospdfgratismundo.com/amor-magico-judith-paredes-2021/

    Descargar Amor magíco PDF - EPUB Gratis ✓ Descarga Directa del libro Amor magíco - Judith Paredes (2021) Epub Gratis Sin Registro.

  • Trilogia de los anos oscuros de Rosa Ribas

    https://gigalibros.com/trilogia-de-los-anos-oscuros.html

    Alli estaba Mariona. Blanca, rubia, carnosa y muerta. Como un huron enjaulado, Abel Mendoza iba de un lado a otro del monstruoso escritorio levantando pequenas nubes de polvo al revolver pilas de papeles que no habian sido tocados desde hacia meses. Se volvio hacia los estantes llenos de libros de medicina. Las manos parecian haber cobrado vida propia y se movian enajenadas sacando libros, recogiendo algunos de los caidos al suelo, cerrando los cajones abiertos y abriendo los cerrados. Finalmente encontro lo que buscaba. En ese momento, con un golpe involuntario del dorso de la mano izquierda, tiro al suelo una calavera de plastico, la mitad de la cual estaba recubierta de musculos y tenia un ojo; la otra, solo tenia los huesos pelados. Las calaveras siempre sonrien, incluso cuando caen al suelo y el impacto hace saltar el globo ocular, que huye dando botecitos como una pelota de ping-pong hacia el cuerpo yaciente. Levanto la calavera y, a pesar del nerviosismo, o tal vez por ello, no pudo evitar corresponder a su sonrisa. Entonces, el ojo de plastico golpeo el tacon del unico zapato que llevaba la muerta. Ese sonido seco y hueco desato el panico definitivo. Abel Mendoza abandono la habitacion y salio huyendo por la misma puerta que habia abierto con una ganzua hacia unos minutos. 1 --Han asesinado a Mariona Sobrerroca. Goyanes sonaba neutro, profesional, como siempre. Joaquin Grau se cambio de mano el pesado auricular negro del telefono para poder frotarse la sien derecha. El dolor de cabeza que tenia desde que se habia levantado le habia dado un zarpazo en el momento en que el comisario le comunico la noticia. Ignorante de ese efecto, la voz al otro lado de la linea seguia hablando. --La encontro muerta su criada esta manana, al volver despues de pasar el fin de semana con unos familiares en Manresa. La casa estaba patas arriba, seguramente un robo. El dolor de cabeza se hizo mas intenso. Grau estiro el brazo para acercar el vaso de agua que su secretaria le habia dejado sobre la mesa, cogio un sobrecito de analgesico, se lo metio entre los dientes y lo abrio de un tiron. Echo el contenido en el agua y lo removio con la cucharilla sin hacer ruido. Se lo bebio de un trago y despues interrumpio a su interlocutor: --?Quien va a llevar el caso? --Se lo he dado a Burguillos. --No. No me convence. Al otro lado del telefono se oyo un resoplido. Grau lo ignoro y le ordeno: --Quiero a Castro en ese asunto. --?Castro? --Si, Castro. Es el mejor que teneis. Goyanes no podia mas que asentir. --Esta bien --concedio, pero sonaba contrariado. El fiscal reacciono con irritacion. --Y espero resultados pronto. En un mes tenemos aqui el Congreso Eucaristico y quiero la ciudad limpia. ?Queda claro? --Clarisimo. Tras colgar el telefono, analizo la conversacion. Habia tomado la decision correcta. Castro era uno de los inspectores mas capaces de la Brigada de Investigacion Criminal, por no decir el mas capaz. Y le era absolutamente leal. De Goyanes no estaba tan seguro, porque, aunque en esta ocasion el comisario de la Brigada de Investigacion Criminal le habia mostrado una vez mas el grado necesario de sumision, desde hacia un tiempo Grau no estaba seguro de poder fiarse de Goyanes y de sus hombres mas proximos, como el inspector Burguillos. Su puesto en la fiscalia de momento no se tambaleaba. De momento. Pero era consciente de que sus enemigos eran muchos, cada vez mas. Ademas eran astutos. Los sabia capaces de esperar escondidos en las sombras hasta ver llegar una ocasion propicia. Tenia que estar atento. Goyanes obedecia, pero lo habia notado aun mas distante de lo que era habitual en el. ?O eran imaginaciones suyas? Tenia que estar atento, en guardia, como siempre. El leon que da el primer zarpazo suele ser el ganador. Implacable, asi le gustaba definirse a si mismo. Como en la guerra, cuando era juez militar, cargo donde destaco por su capacidad y prontitud a la hora de dictar sentencias de muerte. Por eso, cuando despues de la guerra el Regimen designo personas de confianza para la nueva Administracion de Justicia, lo nombraron fiscal en Barcelona. La labor empezada en la guerra no habia terminado, aun quedaba mucho por hacer. El seguia siendo implacable. Se recosto en el asiento y miro la pila de cartas sobre su mesa. Nunca habia permitido que las abriera su secretaria, del mismo modo en que no habia dado pie a la mas minima aproximacion. Si bien el se habia informado bien sobre quien era la persona a su servicio, ella no sabia absolutamente nada que no tuviera que saber sobre su jefe. Ni ella ni nadie. No entenderia nunca la necesidad de las personas de contar historias personales a los demas, de abrir gratuitamente flancos de ataque al enemigo. Su vista seguia clavada en los sobres intactos. Aun experimentaba un ligero malestar al encontrar la correspondencia diaria encima del escritorio. Despues de la huelga de usuarios del tranvia de la primavera del ano pasado, durante varias semanas habia abierto las cartas con algo de temor. El boicot de la poblacion a la subida de los billetes del transporte publico y la huelga general que siguio habian costado muchas cabezas. En primer lugar, la del gobernador civil de Barcelona, a quien siguio de inmediato la del alcalde. Dos funcionarios de la Falange acabaron en la carcel porque no mostraron excesivo entusiasmo por enviar sus unidades a llenar los tranvias para acabar la huelga. Otros falangistas de la vieja guardia habian perdido tambien sus puestos. Nadie podia estar seguro de conservar su posicion. Cogio al azar una de las cartas, un sobre de papel bueno que desgarro con un golpe seco del abrecartas con empunadura de acero. Era una invitacion a una recepcion oficial. Por supuesto que iria, aunque solo fuera para no darles oportunidad de murmuraciones e intrigas a sus espaldas. Si, estaba en guardia. Y ahora el asesinato de la Sobrerroca. Mariona Sobrerroca muerta. La habia conocido y tratado en eventos sociales; tambien a su marido, ya fallecido, el doctor Jeronimo Garmendia. !Que vueltas da la vida! En dos anos la magnifica mansion en el Tibidabo habia quedado deshabitada. Asi de rapido los habia alcanzado la guadana de la muerte. <> penso. <>. Para ambos solo habia una solucion, mantener la cabeza fria. La muerte de Mariona Sobrerroca solo significaba trabajo, era un caso, una investigacion policial. Que implicaba tambien husmear entre la burguesia barcelonesa. Eso, por una parte, podria ser complicado. A saber con que se iban a encontrar. Siempre que se investigaba un asunto, daba lo mismo donde, salian a la luz trapos sucios. Era como trabajar de pocero, siempre se acababa sacando mierda. Y a esta gente, como a cualquiera, no le gustaba que se mirara en sus cloacas y, dado que estaban bien relacionados, habia que tratarlos con guantes de seda, porque enseguida hacian llegar sus quejas y, sobre todo, sabian a quien hacerselas llegar. Despues habria que esperar que los resultados de la investigacion fueran satisfactorios. Quiza, como en otras ocasiones, habria que ocultar un par de cosas, y no estaba muy seguro de que un asunto de esas caracteristicas le fuera a reportar apariciones publicas destacables. ?O tal vez si? Cogio el telefono y marco el numero de Goyanes. Le dijo lo que queria sin preambulos: --Quiero que este caso reciba un tratamiento prioritario en la prensa. --?Por que? --Porque es importante mostrar al mundo que en este pais el crimen se persigue y castiga de forma eficaz. Si Goyanes creia o no esas frases tomadas del discurso oficial, le daba lo mismo. Grau sabia que tenian la propiedad de ser incontestables. --?Que quiere decir prioritario? --quiso saber el comisario. --Que se lo vamos a dar en exclusiva a un periodico, a La Vanguardia. --?A esos? ?Por que precisamente a ellos? Recuerde lo que paso con la informacion del caso Broto... --Justo por eso. Esta vez, como unica fuente oficial, no podran ponerse a especular. Esta conversacion fue aun mas breve que la primera. Despues echo la cabeza hacia atras y cerro los ojos con la esperanza de mitigar algo el dolor, que ahora se hacia sentir como una pulsacion en los oidos. Por otra parte, se dijo, recuperando el hilo de pensamiento que habia interrumpido para llamar al comisario, era muy probable que gracias a las pesquisas llegara a sus manos alguna que otra informacion interesante que se ocuparia bien de conservar y usar cuando fuera menester. Quiza incluso obtuviera informaciones que podrian ayudarle a resolver algunos de sus pequenos problemas. Empezo a notar un ligero alivio. 2 A las nueve de la manana, mientras contemplaba con ojos adormilados la taza de cafe medio vacia, Ana Marti oyo el telefono en la escalera. El aparato estaba en un hueco, debajo del primer tramo, metido en un cajon con una puerta de rejilla cerrada con un candado. La llave solo la tenian Teresina Sauret, la portera, y los Serrahima, los vecinos del principal, que eran los duenos del edificio. Cuando el telefono sonaba, la portera lo cogia y se encargaba de avisar al vecino a quien iba dirigida la llamada. Si le apetecia, porque a veces no le venia en gana. Las propinas o los aguinaldos de Navidad, tanto la expectativa de recibirlos como la generosidad con que se hubieran presentado, la animaban a subir las escaleras. Ese dia seguramente la posibilidad de reclamar los dos meses de alquiler que debia Ana le concedio mas agilidad a sus piernas y poco despues de que el sonido estridente del aparato la hubiera sacado de su piso, la portera ya habia subido hasta el tercero, que con el principal era un cuarto, y aporreaba la puerta. --Senorita Marti, telefono. Abrio. Teresina Sauret, plantada en mitad de la puerta, le bloqueaba la salida. Por el espacio que no cubria su cuerpo rechoncho embutido en una bata de felpa entro un aire frio y humedo. Ana estiro la mano para coger el abrigo, por si la llamada era larga, y las llaves para cerrar e impedir miradas curiosas de la portera. Esta debio de pensar que buscaba el dinero y se hizo a un lado. Ana aprovecho el hueco para salir del piso y cerrar la puerta. Dejo a la portera a pocos centimetros de la madera con la cara a la altura de la mirilla de bronce redonda como un ojo de buey. Las de las otras tres puertas brillaban a la luz de la bombilla que colgaba desnuda del techo del rellano. No habia lamparas en los pasillos de las plantas de alquiler, solo en la entrada del edificio y en el principal, para las visitas de los Serrahima; que los inquilinos de los pisos de alquiler no las tuvieran y lo que estos pudieran opinar traia sin cuidado a los duenos de la casa. La portera mascullo algo; no seria ni bonito ni agradable, pero Teresina Sauret tomaba la precaucion de no decirlo demasiado alto para que si alguien en la casa lo escuchaba no lo entendiera y, con todo, a ella, a la morosa, le bastara percibir el tono para entender el mensaje. Mientras tanto, Ana bajo corriendo las escaleras, llego al hueco y cogio el pesado auricular de baquelita que la portera habia dejado apoyado en la caja. --?Diga? --?Aneta? Era Mateo Sanvisens, jefe de redaccion de La Vanguardia. --?Conoces a Mariona Sobrerroca? ?Como no iba a conocerla? Llevaba casi dos anos escribiendo notitas de sociedad, a la fuerza tenia que conocerla. Viuda de un medico de postin, pubilla de un antiguo linaje catalan, era parte del elenco fijo en todas las fiestas importantes de la ciudad. --Claro --respondio. Despues de separarse de la puerta, Teresina Sauret habia iniciado el descenso y ralentizaba el paso para poder captar parte de la conversacion. Los pies se acercaban con una lentitud exasperante. --Pues ya no la conoces, la conocias. --?Y eso? --Esta muerta. --Y necesitais la necrologica para manana... --empezo a decir. Las lineas del texto ya se escribian en su cabeza, <>. Sanvisens le arranco de un golpe la maquina de escribir de la cabeza. --Aneta, hermosa, ?eres boba o te has atontado de ir demasiado al Liceo? ?Crees que te llamaria yo para una necrologica? Llevaba suficiente tiempo tambien haciendo de negro para el periodico como para saber cuando no habia que responder a la preguntas de Sanvisens. Aprovecho el silencio para despedirse con una inclinacion de la cabeza de la portera, quien por fin habia logrado alcanzar el ultimo peldano. Teresina Sauret se metio en su casa. El roce de sus zapatillas se detuvo, como era de esperar, justo detras de la puerta. --La han asesinado. Sobresalto a la portera con la exclamacion que se le escapo al escuchar estas palabras, porque se oyo un golpe en la puerta. <>, penso Ana. --Me gustaria que siguieras el asunto. ?Quieres? Se le acumularon muchas preguntas. ?Por que yo? ?Por que no lo hace Carlos Belda? ?Que dice la policia? ?Que quieres que haga? ?Por que yo? Se le acumularon tantas preguntas que solo dijo: --Si. Mateo Sanvisens le pidio que fuera de inmediato a la redaccion. Colgo. Subio a zancadas hasta su piso, se puso unos zapatos de calle, cogio el bolso y se lanzo escaleras abajo. Teresina Sauret estaba cerrando la puertecilla del telefono. --!Que modos! !Vaya carreras! --escucho mientras salia corriendo a la calle en direccion a la Ronda. Paso de largo sin mirar la pintada que habia estampado el rostro de Jose Antonio sobre unas letras de molde que proclamaban <>, contra cuyo vandalismo nadie se habia atrevido a protestar por temor a significarse. Como no venia ningun tranvia en direccion a la plaza de la Universidad, prefirio no esperar e ir a pie. Camino tan rauda hasta la calle Pelayo, que pronto dejo de notar el fresco en las piernas. En la redaccion del periodico esperaba que Sanvisens diera respuesta a sus preguntas. Tal vez incluso a la pregunta de por que la habia llamado a ella y no a Carlos Belda, que era quien siempre se encargaba de las noticias de sucesos. --Carlos esta enfermo. Estara de baja por lo menos una semana, si no dos --le dijo Sanvisens despues de saludarla y mirar el reloj como si hubiera cronometrado el tiempo desde la llamada. Solo por cortesia, ella pregunto: --?Que tiene? --Unas purgaciones. Se las han tratado con penicilina y le ha hecho reaccion. --Igual lo que estaba mal era la penicilina. No hubiera sido algo tan extrano. Habia mas de un caso de penicilina y de otros medicamentos adulterados que habian dejado un rastro de muertos y enfermos cronicos. Adulterar penicilina estaba penado con la muerte. Tambien se castigaba hacerlo con el pan o con la leche. Pero se hacia. --Igual si --dijo el redactor jefe.

  • La mentira os hara libres de Fernando Vallespin

    https://gigalibros.com/la-mentira-os-hara-libres.html

    Como decia D'Israeli, la politica es el <>.En efecto, el espacio de lo politico se ha visto siempre como una esfera especialmente propicia para la mendacidad, la hipocresia y la simulacion.Y, sin embargo, los politicos de hoy apenas necesitan recurrir a la mentira. ?Para que hacerlo si es posible enganar por otros medios? Entre estos el mas eficaz es la construccion de la realidad a la medida de sus intereses. Han adquirido autentica maestria en el arte del enmascaramiento detras de marcos, narrativas u otros instrumentos dirigidos a manipular la percepcion del mundo. Sobre todo en unos momentos en los que necesitan encubrir su impotencia frente a los dictados de la economia detras de todo tipo de estratagemas. Su objetivo es convencernos de que son algo mas que meros gestores de un sistema economico sobre el que han perdido toda capacidad de iniciativa, impedir que veamos que la democracia ha devenido ya casi en un mero simulacro, y reafirmarnos en la idea de que ellos <>.Los ciudadanos, ante un mundo huerfanoya de una realidad objetiva que sirva de referente comun frente al cual contrastar nuestras opiniones, y en ausencia de eficaces medios de argumentacionpublica, nos mostramos encantados antela posibilidad de pronunciarnos liberrimamentesobre casi todo.

  • Almost (Almost 1) de Adriana Ls Swift

    https://gigalibros.com/almost-almost-1.html

    ?El odio pasado entre familias pesa mas que el amor?

  • Un nuevo dia de Robyn Carr

    https://gigalibros.com/un-nuevo-dia.html

    Era una manana gelida de noviembre, el sol asomaba por el horizonte y Marcie estaba temblando junto a su Volkswagen color verde lima. Tenia el equipaje, estaba preparada y tambien estaba tan emocionada como asustada por lo que iba a emprender. En el asiento trasero tenia una pequena nevera portatil con refrescos y algo de comer. En el asiento del acompanante habia un termo con cafe caliente y en el maletero habia metido una caja de agua embotellada. Tambien se habia comprado un saco de dormir por si no le gustaba el motel y en la bolsa de lona llevaba vaqueros, jerseys, calcetines gruesos y botas; lo mas indicado para recorrer los pequenos pueblos de las montanas. Estaba deseando ponerse en camino, pero Drew, su hermano menor, y Erin, su hermana mayor, estaban alargando la despedida. --?Tienes las tarjetas telefonicas que te di por si el movil no tiene cobertura? --le pregunto Erin.--Las tengo. --?Estas segura de que llevas suficiente dinero? --Estoy segura. --Faltan menos de dos semanas para el Dia de Accion de Gracias. --No creo que tarde tanto --afirmo Marcie para evitar otra discusion--. Encontrare a Ian enseguida. Creo que ya he delimitado mucho su posible paradero. --Vuelve a pensartelo, Marcie --insistio Erin intentandolo por ultima vez--. Conozco a algunos de los mejores detectives… el despacho de abogados los emplea constantemente. Podemos encontrar a Ian y entregarle las cosas que quieres darle. --Ya lo hemos discutido --replico Marcie--. Quiero verlo y hablar con el. --Podemos encontrarlo primero y luego podrias… --Diselo tu, Drew --le suplico Marcie. Drew tomo aliento. --Va a encontrarlo, hablar con el, averiguar que le pasa, pasar algun tiempo con el, darle los cromos de beisbol, ensenarle la carta y luego volvera a casa. --Pero nosotros podriamos… Marcie apoyo una mano en el brazo de su hermana mayor y la miro con firmeza. --Basta. No puedo seguir adelante hasta que haga esto y voy a hacerlo a mi manera, no a la vuestra. No hay nada mas que hablar. Ya se que os parece un disparate, pero voy a hacerlo. Se inclino y beso a Erin en la mejilla. Su hermana era esbelta, guapa, elegante y sofisticada, no se parecia en nada a Marcie, y habia sido como una madre para ella desde que era pequena. Le costaba mucho dejar de comportarse como una madre. --No te preocupes --siguio Marcie--, no tienes por que preocuparte. Tendre cuidado y no tardare en volver. Se volvio hacia Drew y tambien lo beso en la mejilla. --?No puedes darle un ansiolitico o algo asi? Drew estaba en la Facultad de Medicina y no podia hacer recetas. El se rio y abrazo a su hermana. --Acaba con todo esto lo antes posible. Erin va a volverme loco. --No lo pagues con el --Marcie miro a Erin con los ojos entrecerrados--. Ha sido idea mia y volvere antes de que os hayais dado cuenta. Se monto en el coche, se alejo y los dejo en la acera delante de la casa. Consiguio llegar a la autopista antes de notar que los ojos le abrasaban por las lagrimas. Sabia que sus hermanos iban a preocuparse, pero no podia hacer otra cosa. Bobby, el marido de Marcie, habia muerto hacia casi un ano, justo antes de Navidad, con veintiseis anos. Ocurrio despues de pasar tres anos en hospitales por una lesion cerebral que sufrio al servir como marine en Irak. Ian Buchanan fue su sargento y mejor amigo; segun Bobby, valia por veinte marines. Sin embargo, Ian dejo los marines poco despues de que Bobby cayera herido y no volvio a saber nada de el desde entonces. Desde que supo que Bobby no se repondria, desde que lloro su perdida mucho antes de que muriera, Marcie habia esperado sentir alivio cuando falleciera… al menos, por el. Penso que estaria preparada para empezar una vida nueva, una vida que habia suspendido durante anos. A los veintisiete anos y ya viuda, tenia mucho tiempo para cosas como viajar, salir o formarse, pero habia sido un ano improductivo y estaba bloqueada. No podia seguir adelante. No podia dejar de preguntarse por que el hombre al que Bobby habia querido como a un hermano habia desaparecido sin llamar ni escribir. Se habia distanciado de su padre y sus hermanos, tambien marines. Se habia distanciado de ella, la mujer de su mejor amigo. Ademas, estaban esos cromos de beisbol. Si hacia un esfuerzo inmenso de imaginacion, no podia imaginarse nada que su hermana abogada considerara mas ridiculo que su empeno en que Ian tuviera los cromos de beisbol que habian sido de Bobby. Sin embargo, desde que conocio a Bobby, cuando tenia catorce anos, supo lo obsesionado que estaba con su coleccion. Se sabia de memoria todos los jugadores y datos estadisticos. Resulto que Ian tambien era un loco del beisbol y que tenia una coleccion y ella sabia, por las cartas de Bobby, que habian hablado de hacer un intercambio. Bobby e Ian habian hablado de cambiarse cromos de beisbol mientras perseguian insurgentes por el desierto o eludian atentados suicidas en las ciudades, era un disparate. Tambien estaba la carta que Bobby le escribio desde Irak antes de que lo hirieran. Solo hablaba de Ian y de lo orgulloso que se sentiria si llegaba a ser como el. Era un marine de los pies a la cabeza estuvieran metidos hasta el cuello en una batalla o llorando por una carta de amor; era un hombre que se metia en los jaleos con los suyos, que los encabezaba con fuerza y valor, que nunca los defraudaba y permanecia siempre a su lado. Era divertido y los hacia reir, pero era un sargento exigente que tambien los obligaba a trabajar mucho, a aprender y a seguir todas las reglas al pie de la letra para que no corrieran riesgos. En esa misma carta, Bobby le dijo que esperaba que ella lo respaldara si decidia seguir esa profesion. Como habia hecho Ian Buchanan. Se sentiria muy orgulloso si llegaba a ser la mitad de hombre que era Ian; todos lo consideraban un heroe, alguien camino de convertirse en una leyenda. Marcie no estaba segura de que pudiera desprenderse de la carta, aunque trataba toda sobre Ian, pero el tenia que verla; Ian tenia que saber lo que sentia Bobby por el. Habia pasado un ano desde que Bobby murio placida y silenciosamente y ella habia pasado su cumpleanos, su aniversario y todas las vacaciones, pero tenia la sensacion de que ese asunto seguia sin estar resuelto; como si faltara una pieza muy grande para terminar con todo. Ian le habia salvado la vida a Bobby. No lo consiguio completamente, pero arriesgo la vida para llevar a Bobby a un sitio seguro… y luego desaparecio. Era algo omnipresente, algo que tenia que zanjar. No tenia mucho dinero, llevaba cinco anos con el mismo empleo de secretaria. Era un buen empleo con gente buena, pero con un sueldo que no seria suficiente para mantener a una familia. Tuvo la suerte de que su jefe le dio todo el tiempo que quiso cuando Bobby resulto herido, porque primero tuvo que viajar a Alemania y luego a Washington para estar cerca de el. Ademas, los gastos fueron enormes, mucho mayores de los que podian costear con la paga de el. Como marine que llevaba tres anos alistado, ganaba menos de mil quinientos dolares al mes. Exprimio al maximo las tarjetas de credito y pidio prestamos pese a que Erin y la familia de Bobby estuvieron dispuestas a ayudarla. Al final, su seguro de vida militar fue insuficiente para pagar las facturas y su indemnizacion por viudedad tampoco fue muy elevada. El milagro fue conseguir que lo mandaran a Chico, a su tierra. Algo que seguramente debia al empeno e insistencia de Erin. Muchas familias de soldados impedidos al cien por cien o que necesitaban un tratamiento a largo plazo tenian que irse a vivir cerca del paciente porque la Administracion no podia mandar al paciente a sus casas. Sin embargo, Erin consiguio que lo ingresaran en un centro de atencion medica privado sufragado por el Programa de Atencion Medica y Sanitaria para Civiles de los Servicios Castrenses. La mayoria de los soldados no tenian tanta suerte. Era un servicio complicado y bastante saturado por la cantidad de heridos. Erin se ocupo de todo y empleo su brillante cerebro de abogada para conseguir todas las ventajas y retribuciones posibles. Erin no quiso que Marcie ademas tuviera que preocuparse por el dinero. Erin lo hizo todo, incluso pago los gastos domesticos. Ademas, tambien conseguia costear los estudios de Medicina de Drew. Por eso, no acepto ni un centavo de ella para hacer ese viaje. Erin ya le habia dado demasiado. Drew tenia algun dinero para gastos, pero no era gran cosa y el era un estudiante de Medicina pobre. Habria sido mas juicioso esperar a la primavera, hasta que hubiera podido reunir algo mas de dinero para emprender ese viaje a las montanas del norte de California y buscar a Ian Buchanan, pero la proximidad del aniversario de la muerte de Bobby y de la Navidad hicieron que deseara con toda su alma zanjar definitivamente ese asunto. No podia dejar de pensar en que seria maravilloso tener las respuestas y retomar el contacto antes de las vacaciones. Estaba dispuesta a encontrarlo y a acabar con los fantasmas. Luego, cada uno seguiria con su vida… Capitulo 1 Marcie Sullivan entro con su Volkswagen en el pueblo. Era el sexto pueblo que visitaba ese dia y se encontro con que estaban adornando un arbol de Navidad. La gente que lo adornaba parecia demasiado pequena para semejante tarea; el arbol era gigantesco. Aparco delante de una cabana muy grande con un porche y se bajo. Tres mujeres se afanaban con el abeto de Navidad que media casi diez metros. Una era de su edad, tenia el pelo castano y sujetaba una caja abierta, quiza, con adornos. Otra era mayor, con el pelo blanco y gafas de montura negra y senalaba hacia arriba, como si estuviera al mando. La tercera era una rubia muy guapa que estaba subida a una escalera de tijera. El arbol se alzaba entre la cabana y una vieja iglesia, de madera, con dos torres altas y una vidriera todavia intacta; una iglesia que debio de ser muy bonita en algun momento. Mientras las miraba, un hombre salio al porche de la cabana, se detuvo, solto una maldicion y fue hasta la escalera con unas zancadas enormes. --No te muevas; ni respires --dijo el en voz baja pero con tono imperativo. Subio hasta que alcanzo a la rubia y la agarro con un brazo entre lo que le parecio un ligero abultamiento por el embarazo y los pechos. --Baja despacio --le ordeno. --!Jack! --exclamo ella--. !Dejame en paz! --Si es necesario, te bajare a la fuerza. Baja de la escalera despacio, inmediatamente. --Por amor de… --Inmediatamente --repitio el sin inmutarse. Ella empezo a bajar poco a poco mientras el la sujetaba. Cuando llegaron abajo, ella se puso en jarras y lo miro con furia. --!Sabia perfectamente lo que estaba haciendo! --?No tienes dos dedos de frente? ?Que pasaria si te cayeras? --Es una escalera muy buena. !No iba a caerme! --Puedes discutir lo que quieras, pero no voy a dejar que te subas a una escalera en tu estado --replico el tambien en jarras--. Me quedare vigilandote si hace falta. El miro a las otras dos mujeres. --Le dije que creia que no iba a parecerte bien --se justifico la del pelo castano mientras se encogia de hombros. El miro con furia a la mujer de pelo blanco. --Yo no me meto en asuntos domesticos. Es asunto vuestro, no mio --se defendio ella mientras se subia las gafas en la nariz. Marcie sintio anoranza. Solo llevaba unas semanas por esa zona, pero echaba de menos las disputas familiares, a sus amigas y el trabajo. Anoraba a la mandona de su hermana mayor, al bobo de su hermano pequeno y a la novia de turno que lo tuviera apesadumbrado. Echaba de menos a la enorme, divertida y apasionada familia de su difunto marido. No habia ido a casa a pasar el Dia de Accion de Gracias; le habia dado miedo ir un par de dias y no poder escapar por segunda vez de las garras de Erin. Su casa estaba en Chico, California, a un par de horas de alli, pero ni su hermana ni su hermano ni la familia de Bobby creian que lo que estaba haciendo fuera una buena idea. Por eso, habia llamado, habia mentido y habia contado que tenia algunas pistas sobre Ian y que estaba a punto de encontrarlo. Cada vez que llamaba, un dia si y otro no, decia que estaba acercandose, cuando no era verdad, pero tampoco estaba dispuesta a tirar la toalla. Sin embargo, una amenaza se cernia sobre su cabeza: le quedaba muy poco dinero. Ultimamente habia dormido en el coche para ahorrarse el motel y era muy incomodo porque la temperatura bajaba mucho en la montana. Era principios de diciembre y en cualquier momento empezaria a nevar o podia encontrarse con hielo en la carretera y salir disparada con el coche como un misil ladera abajo. Sencillamente, no podia soportar la idea de volver a casa sin haber cumplido esa mision. Si no lo conseguia, volveria para reunir algo de dinero y lo intentaria otra vez. No podia rendirse, ni por el ni por ella. Todo el mundo estaba observandola. Nerviosamente, se echo por encima del hombro el pelo rojo, ondulado y rebelde. --Si quiere… yo… mmm… podria subir. No me dan miedo las alturas… ni nada… --No hace falta que suba a la escalera --replico la rubia con un tono mas delicado y una sonrisa. --Yo subire --intervino el hombre--. O pedire a alguien que suba a la maldita escalera, pero tu no vas a subir. --!Jack! !Se un poco considerado! --No se preocupe por la escalera --siguio el con mas calma--. ?Podemos ayudarla en algo? Marcie se acerco al grupo, saco una foto del bolsillo interior del chaleco y se la enseno al hombre. --Estoy buscando a alguien. Se esfumo hace algo mas de tres anos, pero se que anda por aqui. Al parecer, recoge el correo en la oficina de correos de Fortuna. --!Caray! --exclamo el. --?Lo conoce? --pregunto ella con esperanza. --No --contesto el sacudiendo la cabeza--. No lo conozco y es muy raro. Es un marine --lo comprendio al ver la foto oficial de Ian--. No puedo creerme que haya un marine en ochenta kilometros a la redonda y yo no lo sepa. --Yo… --Es posible que no lo haya dicho; los marines y el tuvieron una relacion algo tormentosa al final. Al menos, eso he oido… El volvio a mirarla con un gesto mucho mas afable. --Me llamo Jack Sheridan. Mi esposa, Mel y Paige --dijo senalando con la cabeza a la mas joven--. Ella es Hope McCrea, la entrometida del pueblo. Extendio una mano y Marcie se la estrecho. --Marcie Sullivan --dijo ella. --?Por que busca a este marine? --le pregunto el

  • La Amante Contratada Del Jeque de Ella Brooke

    https://gigalibros.com/la-amante-contratada-del-jeque.html

    Los ojos de Laine se redujeron a lineas delgadas y se fijaron sobre el trabajador temporal. Sus ojos se abrieron como platos. El reloj hizo tictac. Podia haber pasado una planta rodadora del desierto. Puso su bloc de notas en el escritorio de Laine y contesto el telefono. --Brandt Interiors -- medio canto --Jacob al telefono. ?Como puedo ayudarle? Laine sonrio victoriosa y miro hacia atras a la pantalla de su ordenador. Tenia mucho trabajo que completar en esta cuenta antes de irse a casa. Convencer a los Madison de que necesitaban rehacer su apartamento igual que todos sus banos, y que ella era la unica decoradora en el estado (y sobre todo la unica en Brandt Interiors) que debian incluso tener en cuenta habia retrasado su planificacion unos dias, pero valdria la pena. La comision en esta cuenta iba a ser astronomica. El senor Brandt tenia la tendencia de no hacer caso a su trabajo o dar los trabajos a los empleados mas mayores (y masculinos), pero en cuanto viera lo que habia hecho, convirtiendo una remodelacion de un bano en un proyecto completo de una vivienda, tendria que llamar su atencion. Un aumento y recibir clientes preferentes no podian tardar. Jacob intento darle el telefono, pero ella le corto haciendo un signo de negacion con un dedo. --Es tu hermana. Ella lo miro, tomo aire y volvio a su trabajo. --Ya te llamara --dijo Jacob. Parpadeo despues de recibir el mensaje y despues recupero su bloc de notas antes de volver a sus ocupaciones. Si Laine hubiera tenia un segundo para respirar, se habria sentido culpable por no atender a su hermanita Emma. Pero la ya bulliciosa carrera de actriz de Emma habia despegado el ultimo ano, y rara vez tenia tiempo para Laine y su padre. Sin duda Emma estaba entre tomas o sesiones de fotos o fabulosas comidas con gente hermosa. Tendria que esperar unas horas a que Laine se tomara un descanso. Laine habia sido contratada en Brandt Interiors directamente despues de graduarse en Parsons hacia cuatro anos. Desde entonces, su vida habia sido patrones, muestras y regateos con los proveedores. Era simplemente como le gustaba, aparte de tener que buscar reconocimiento entre asociados menos talentosos. Eso no le dejaba demasiado tiempo para esas raras criaturas conocidas como fines de semana y vacaciones. Laine solo sacaba tiempo para ir a visitar a su padre, que vivia solo al norte del estado. Laine lo llamaba casi todos los dias. Era casi tan bueno en la creacion de lazos sociales como Laine. Emma habia intentado jugar a casamentera para el mientras estaba en secundaria, pero no habia conseguido nada. Greg McConnell habia sido siempre un hombre de una sola mujer. --!Hiii-eee! Emma canto desde la puerta, golpeando sus nudillos hacia arriba y abajo del marco. Laine casi escupe su cafe. --?Em? ?Que estas haciendo aqui? ?No deberias estar en algun plato en algun lugar en Hollywood? --!Si respondieras a mis llamadas, sabrias que estamos filmando alguna escena aqui en Nueva York! Emma se coloco detras de la silla giratoria de Laine y desordeno su cabello cuidadosamente dispuesto. --!Tomate un descanso! ?Con que frecuencia ves a su hermanita? --Tal vez mas a menudo, si vinieras a casa por vacaciones --dijo Laine , girandose hacia su ordenador. --Me alegro de que estes en la ciudad. Acabo de recibir un sofa bastante decente… Emma se echo a reir. --Oh, no. Me quedo en un hotel, amorcito. --Laine resoplo. Emma se apoyo en el respaldo de la silla de Laine. --!Sal conmigo esta noche! Todo el reparto va a ir a esta fiesta increible. !Va a ser una locura! --?Que parte de <> dice Laine McConnell para ti? Laine acabo de escribir un correo electronico a un distribuidor. --Yo me debo estrictamente a los negocios. Si tienes alguna funcion donde puedo tomar vino y cenar con algunos posibles clientes, llamame. Emma sacudio los hombros de Laine y se apoyo en el borde de su escritorio. --!Ten cuidado con esos papeles! --!Tienes que empezar a vivir tu vida, Lainey! Emma lanzo sus manos hacia delante. --Hay mucho mas ahi fuera que tu trabajo. --Me gusta el trabajo --argumento Laine. --No subes si no le echas horas. A ti te gusta tu trabajo. --Soy una actriz. Actuo por dinero. Emma, salto sobre el escritorio y cruzo sus piernas. --En serio. Ven conmigo. Te presentare a mis companeros de reparto atractivos. --Mmm. Deliciosos hombres bobos. ?Que mas podria pedir? Emma bajo bloqueando la pantalla de Laine. --!Dale una oportunidad a esos bobos! O por lo menos, baila con ellos y disfruta de unos de los mejores aperitivos y champan. Laine se sento nuevamente en su silla y miro a su hermosa hermana destellando la sonrisa que la habia hecho ganar tanto dinero desde su primer anuncio nacional vendiendo chicles. Emma podia ser exasperante. Cada movimiento tenia una inyeccion de gracia bien practicada. Laine todavia podia ver a Emma desfilando de nina con los zapatos de tacon de su madre. Laine, por el contrario, no habia ni nacido con gracia ni se habia sentido obligada a practicarla. Su estilo era el de una mujer de negocios elegante, con tacones altos pero con estilo, de los que rara vez se olvidaba en publico. Solo se podia imaginar a ella misma vestida al estilo de Emma entre todas las celebridades en esta fiesta. Se sentiria como una ciguena desfilando por ahi en un vestido de fulana. Sin embargo, era muy duro decirle a su hermanita que no. --?Que tengo que hacer para convencerte de que me dejes terminar mi trabajo? --pregunto. --Prometer dejarme vestirte y llevarte a esta fiesta. Al menos, unas dos horas. --Una hora. Me metes en tu mundo durante una hora, y entonces tienes que venir a casa conmigo y comer comida tailandesa y beber algo mientras diseno un nuevo patron de papel de parez en mi portatil. --Tu vida es un cadaver, Lainey. Emma se echo a reir. Apreto el hombro de Laine. --Te enviare mi numero de habitacion. --No puedo esperar. Laine se centro en su pantalla. Iba a tener que tener listas esos pedidos en la siguiente hora. Paso una mano por su cabello. Emma querria hacer algo ridiculo con eso, tambien. Laine tendria que evitar que le pusiera brillantina o que se lo tinera. Su pelo era castano oscuro, como el de su madre, aparte del mechon blanco que crecia desde el nacimiento de su pelo, habia estado alli desde que tenia doce. Lo dejaba caer sobre su frente, como siempre. Le ayudaba a cubrir la cicatriz. Laine murmuraba mientras corregia los codigos de color para las paletas de bano --He dejado de trabajar por ti por esta fiesta, hermana. Preferiria rellenar formularios de compras… *** Como Laine esperaba, Emma estaba esperandola en su apartamento con una pared llena de vestidos de noche escotados y una vestidora personal para pintarla y peinarla hasta que estuviera tan molesta que a pesar de sus inclinaciones naturales, le dijera a su hermana que la dejara en paz. Pero al final de todo, alli estaba parada Laine, en todo su esplendor con su metro ochenta con tacones de diez centimetros (habia perdido la batalla sobre eso, a pesar de su queja de que a los hombres no les gusta una mujer por encima de ellos), en un vestido suelto azul y purpura que parecia que alguien lo hubiera tejido de una pila de panuelos suaves. El dobladillo estaba un poco alto, y el corte resaltaba cada curva de la que ella podia presumir, pero Laine paso un mal rato quejandose sobre su aspecto. Sin duda nunca habia llevado antes nada tan sensual. --Hicieron este para mi coprotagonista en Magnifique. Emma toco el pelo de Laine con cuidado, para no perjudicar la obra de arte en que se habia convertido transformar su recogido diario. Habian dejado mechones alrededor de su cara junto con su mechon de pelo blanco, con todo el efecto suavizando el aspecto habitual de encargada de Laine. --?Magnifique? Laine se giro para mirar a Emma. --?Tu coprotagonista no era una drag queen? Emma sonrio y tomo el brazo de Laine mientras caminaban hacia el edificio donde se celebraba la fiesta. --Recuerda que es un Nihayat Alhaya --dijo Emma. --?Un que? --Ese es el disenador de tu vestido. La gente preguntara. Laine cerro sus ojos. Era poco probable que algun paparazzi tomara alguna foto de ella. No con Emma llamando su atencion. La fiesta tenia lugar tantas plantas arriba que Laine perdio la cuenta de cuantas habia pasado el ascensor. Era como si fueran para arriba al mismo cielo. Brevemente, se pregunto si llegaban tarde, ya que no habia nadie en el ascensor, aunque Emma parecia despreocupada. Solo saco su neceser y comprobo su maquillaje. Laine respiro profundamente varias veces y trato de ser paciente. Si solo fuera una situacion de negocios. Ella se podria desenvolver alli, en su mejor Ralph Lauren y un bonito panuelo, amaba los panuelos y un cuarto lleno de marcas. Laine nunca se iba de un evento sin conseguir por lo menos dos o tres clientes. --No pienses en todas las personas importantes en esta fiesta --se dijo a si misma. No pienses en todas las personas que quieren ver las estrellas, no a los decoradores de las estrellas. Llegaras a casa a las diez con comida para llevar y una pinta de helado con algun tipo de aderezo. Caramelo, dulce tal vez. Emma lanzo a Laine una sonrisa cuando el ascensor paro y se abrio camino en el vestibulo. La gente estaba parada en grupos dispersos, llevando copas de champan y tomando de vez en cuando algun pequeno bocado de las bandejas que pasaban alrededor de los camareros vestidos de blanco. Laine exploro la multitud y pillo una brocheta de gambas envuelta en bacon mientras el camarero pasaba. --?A donde, al Golden Globe? --pregunto. Emma tiro de Laine a lo largo del atico, que realmente era mas como un hangar de avion que como un apartamento. Solo habia algunos muebles dispersos; en cambio los televisores de pantalla plana montados en las paredes reproducian musica y representaban figuras amorfas bailando. No habia nadie bailando en la fiesta, pero las pantallas reflejaban la idea de movimiento. Parecia un desperdicio para Laine. Sin embargo, suponia que las personas estaban realmente ahi para ser vistas. Mientras Emma iba de persona en persona, Laine levantaba sus ojos de la gente hacia la estructura de techo abovedado y las obras de arte que colgaban de las paredes. Tomaba notas mentalmente. Evaluo las conversaciones a su alrededor de ella para cambiar el tema hacia el diseno, o al menos al arte. Ella miro hacia abajo al suelo de madera (madera dura, pero no de una calidad que perduraria mucho a un pesado desgaste). Una persona normal estaria buscando a sus actores y actrices favoritas entre la multitud, pero Laine no pasaba demasiado tiempo pensando en las peliculas que ponia de fondo mientras trabajaba por la noche. Despues de asomarse a los bordes de conversaciones durante lo que le parecio una eternidad, Laine se desvio de su hermana hacia una escultura extrana y alta de plata. No podia decir si se suponia que era alguien volando o algo mas atrevido. Laine se dio la vuelta de repente, al notar a alguien detras de ella. Sus ojos se encendieron inmediatamente ante una cabeza gruesa, exuberante de pelo negro. El hombre al que pertenecia el pelo se levanto en toda su altura imponente de dos metros, si no mas, y sonrio. Una sonrisa rapida, amplia y facil que se plasmaba en sus mejillas bronceadas banadas por el sol y aspiraba el aire de los pulmones de Laine e hizo que ella sintiera un hormigueo en su piel. --Me estas llevando a mi, creo --dijo el hombre. Capitulo Dos --Yo, ummm, ?que? --Laine se espanto ante el increiblemente apuesto hombre de pie ante ella. --?Su vestido? --anadio. Laine miro hacia abajo y paso sus manos por sus muslos. --Oh, es un Ni… Niya… --Nihayat Alhaya. Soy el propietario de la empresa. Conozco al artista que creo este. Aunque acortaron el dobladillo un poco. El levanto una ceja significativamente. --Bueno, creo que tengo que agradecerle por hacer algo bonito para nosotras las chicas altas. Hizo un gesto con una mano. --Le queda muy bien. Es como si Niha se lo hubiera hecho a medida. --Yo… Gracias. Ahora que ella estaba mirandolo mas de cerca, el era un poco una obra de arte por si mismo. Su mandibula era amplia y cincelada, y estaba alineada con una fina barba perfectamente recortada. Pero sus ojos fueron lo que la atrajo, De un calido, verde avellana, que parecian reirse de su asombro, y estaban enmarcados por dos cejas oscuras. --Perdoname. No me he presentado Soy Aziz bin Mohammad bin Ali al Amirmoez. Hizo una leve reverencia. --Oh. Laine asintio lentamente. --Yo soy Laine McConnell. Las cejas de Aziz se levantaron y sus ojos se ensancharon. El tomo su mano y la beso. --Es un placer. Cuando te he visto aqui con un vestido de Niha, no pude evitar venir a examinar tu belleza. Laine parpadeo. ?Hablaba en serio? --?Estabas examinando esta escultura? Aziz la miro y se puso junto a ella. --?Te gusta? Laine inclino la cabeza. --Para decir la verdad, no lo se. Definitivamente podria venderlo a un cliente como una pieza de la sala de estar, pero no me podria sentir bien acerca de ello. --Es sugerente. El punto mismo del arte. Aziz giro su mirada de la escultura para mirarla a ella una vez mas. --Como una hermosa mujer. Provoca. --Laine se echo a reir. Su voz era calida y cadenciosa, con acento pronunciado pero inteligible. Era reconfortante. Pero ella no podia creer que el creyera lo que estaba diciendo. Tenia la facilidad de un hombre que podia conseguir decenas de mujeres solo levantando el brazo. --Eres tan encantadora… dijo casi en un susurro cerca y levanto su mano hacia el pelo que caia sobre sus ojos. --Eres como una rosa que ha florecido en rojo y blanco. ?Las que llaman tigres? Laine se alejo. --Debo volver con mi hermana. --Deberias pasar la noche conmigo. Laine miro boquiabierta a su sonrisa y balbuceo. --Ah, me he expresado mal. Me refiero a que debes mantener mi compania en esta fiesta. Es un poco aburrida, ?no? Creo que piensas lo mismo, o no estarias observando esta escultura. El se acerco mas, lo que la hizo mirar hacia arriba y tragar saliva. --Dejame hacer que tu noche sea interesante. Dejame que te provoque, Laine. Laine vacilo. Aun podia sentir su presencia. Era como si el calor de su piel dorada se proyectara de el como otro ser que presionara aun mas en el espacio personal de ella. Normalmente, ella querria dar un paso atras de el, para mantener su espacio propio, pero al sentirle, casi se sentia poseida por el. El ya se habia declarado. Todo lo que ella tenia que hacer era aceptar. Pero eso era una tonteria, por supuesto. El era solo un hombre. Un hombre guapo sin paliativos y uno claramente acostumbrado a conseguir lo que se proponia con las mujeres. Daria igual que ella tercamente rechazara dicha peticion. --No se si la fiesta es aburrida, o yo soy demasiado aburrida para apreciar a todas las celebridades que hay aqui. Laine se giro y senalo a su hermana. --Es mi hermana pequena. Es la estrella de la familia. Ha sacado tres peliculas este ano. --Ah. Aziz asintio con la cabeza. --Los miembros de mi familia tambien tienen bastante exito, o la mayoria de ellos. Aziz entonces procedio a regalarle en gran detalle acerca de los logros de todos los miembros de su familia, que eran, por cierto, obscenamente ricos y poderosos. Lo que significa que el, tambien era obscenamente rico y poderoso. Un jeque. Laine intento evitar imaginarselo con un panuelo blanco sobre su cabeza mientras continuaba con las propiedades fisicas y empresariales que estaban bajo su propiedad. --?Que estas haciendo aqui? --pregunto Laine.

  • La espadachina de Malcolm Archibald

    https://gigalibros.com/la-espadachina.html

    Bienvenidos a la Edad Media de Escocia que nunca ocurrio.

  • Una manana cualquiera de Esteban Moneo

    https://gigalibros.com/una-manana-cualquiera.html

    --!Esteban! !Senor! ?Me oye? !Esteban! !Esteban! --Una senora bajita y regordeta, enfundada en un chaleco naranja fosforescente y rodeada de media docena de personas del servicio de asistencia y de la policia municipal, vociferaba con cara de pocos amigos. La condenada chillaba como las pescaderas en esos antiguos mercados de abastos de los puertos: <>. Jureles no, pedazo de atun inmovil, que no reaccionaba ante semejante griterio. Y Marta, su mujer, con un ataque de panico al verlo convertido en un guinapo. Todos en torno a la cama, contemplando un tesoro, algo divino, digno de contar por la noche en sus casas. Nada que ver. Un cuarenton, con los pelos revueltos despues de una noche de sudor y fiebre, no despertaba. Quizas, tantos decibelios por parte de la dichosa senora provocaron el chispazo. El cable rojo y el cable azul se rozaron, encendiendo una bombilla dentro de el. La alarma del despertador le hizo incorporarse y miro la habitacion. Su pequeno espacio privado invadido por gente con uniforme que vociferaba y escudrinaba. ?Que sucedia?, ?que...? <>. No, perdon, jureles no; eso es lo que a el le resonaba en la cabeza, a punto de explotar por ese grito ininteligible: --!Senor! ?Me oye? !Estebaaaan! Del mismo modo que desperto, atonito ante las voces de la medica a medio metro de su rostro, se desplomo sin decir palabra. No pudo. Sus fuerzas se consumieron en una simple mirada desencajada. Esos ojos de atun y su cuerpo, un saco de patatas recien descargado, cayeron hacia atras, sumergidos de nuevo en otra dimension. Senal suficiente para que la senora del chaleco determinara la gravedad de su estado y cambiara los chillidos por ordenes a sus companeros: --!Protocolo ictus! !UVI movil! !Vamos, senores, traslado urgente al hospital! Mientras, su mujer solo pensaba en disimular para que sus hijos no se asustaran por la situacion. Tarea complicada a la hora del desayuno en una casa con cuatro ninos, ante tal despliegue de personal uniformado que efectuaba su trabajo sin miramientos: entraban y salian, subian y bajaban escaleras. Y habia dos ambulancias y un coche de policia en la puerta. Una vecina, muy amiga de la familia, corria en camison en busca de la llave de la salida de emergencias de la urbanizacion. Al marido, mas para alla que para aca, dos fornidos facultativos del Samur lo bajaron en una silla de ruedas por las escaleras. Un espectaculo. Varios vecinitos, en vez de seguir rumbo al colegio, se detenian en la puerta del domicilio para verlo. Lo de pasar de largo, pura quimera. Otro chispazo. Otra mirada fugaz. El traqueteo del descenso conecto de nuevo los dos cables mal pelados de su cerebro y volvio a enchufarse a la realidad. Lo metieron en una ambulancia. No pronuncio palabra, ni balbuceo. Se iba rodeado de luces y personal sanitario, ante la cara de susto de su mujer y el nino cotilla de turno, que se habia quedado paralizado en la puerta. De milagro, en esa breve conexion fue consciente de que no era el, ni su cuerpo. Diez segundos dentro de un saco, mirando con los ojos de un extrano. Con el mismo impulso que vino, se fue, como aquellas bombillas de filamento de toda la vida, no estas modernas repletas de puntitos, que se agitaban a contraluz para comprobar si estaban fundidas o dando sus ultimos coletazos. Se apagaron su mirada, sus recuerdos y su escasa, por no decir nula, capacidad de reaccion. El personal sanitario lo aseguro con bridas a la silla. El viaje hasta el hospital de la zona, uno de los mas modernos de la ciudad, era corto. Cuantas veces habian hablado de lo conveniente que era tener semejante mole cerca de casa, por si algun dia ocurria aquello que piensas que nunca te va a pasar a ti. Ni en el peor de sus suenos ni en sus quejas continuas sobre su estado de salud, habia imaginado que su primera visita al complejo hospitalario seria por la puerta grande, como los primeros espadas de la tauromaquia, pero al reves: ellos triunfan y salen, no entran. Los cuatro ninos apuraban sus desayunos, ajenos a lo sucedido y al trago dificil por el que pasaba su madre. Calma absoluta. Su padre estaba con gripe en la cama, los medicos habian venido a verlo. Nimiedades, una enfermedad comun no impedia que continuaran con la misma rutina de cada manana: risas, colacaos, cereales, y zumbando a clase. Sin saber que le ocurria a su marido, inconsciente de camino al hospital, aderezaba su incertidumbre con la idea de que el vecinito cotilla, que iba a clase con uno de sus hijos y habia contemplado la funcion matutina desde primera fila, le contara, con la habitual inocencia infantil, que su padre se estaba muriendo. Estas preguntas, muchas mas y toda la tension contenida salieron disparadas, como si se abriera la espita de una olla expres, cuando los ninos brincaron del coche, rumbo al patio. Con el cierre de las puertas, la madre rompio a llorar. La noche anterior, se habia planteado si una simple gripe era motivo suficiente para hacer que el medico se desplazara a su casa. Los telediarios ya habian avisado de que las urgencias estaban colapsadas por los casos de gripe. ?Que les iba a decir? <>. Vamos, igual que el resto de los contagiados por el virus en ese frio mes de enero. Ellos mismos lo habian comentado en mas de una ocasion: --Si estas enfermo, caldito, y a la cama. Sin exageraciones, que el sistema sanitario bastante tiene con lo suyo. Pero esa manana, al despertar, fue consciente de que algo anormal sucedia. Ni gripe ni catarro. Temio que fuese a mayores. Si otras veces procuraba hacer el minimo ruido posible para dejarlo descansar, ese dia no. Por fortuna, su sexto sentido femenino le advirtio que no debia salir sin mas. --Esteban, Esteban, ?estas bien? ?Como te encuentras? No obtuvo respuesta. Su marido no despertaba. No estaba. --Esteban, Esteban, ?que te pasa? --insistia Marta--, ?sabes quien soy? Igual que sucederia una hora mas tarde con los gritos de la sanitaria, los ojos de su marido dieron un repaso al cuarto traspasando el cuerpo de ella; esa forma de mirar de quien no esta viendo. Y no pronuncio palabra. Eso activo las alarmas de Marta. Las llamadas de sus vecinas la hicieron volver al crudo presente. Los ninos estarian en el colegio hasta media tarde; llegados a ese punto, ya veria como se las arreglaba para contarles lo sucedido. Lo primero era lo primero: ir al hospital para informarse del estado de Esteban. Solo sabia que a esa persona con la que llevaba mas de media vida la habian metido en la ambulancia como un fardo, inconsciente. Pero habia visto su mirada dura, distante; la misma que un familiar suyo anos atras, ese que no tuvo un final feliz. La llegada al hospital fue un nuevo mazazo. A diferencia de esas series hospitalarias que tanto gustaban a los televidentes, donde cirujanos, interinos, enfermeras y celadores vivian aventuras dignas de un culebron a la par que la sangre surgia a borbotones (eso si, sus batas blancas se mantenian impolutas), la realidad que se encontro Marta fue una sala de gran tamano a rebosar de ancianos en camillas agolpadas en las esquinas y pasillos, a la espera de su turno o a mitad del tratamiento que calmase sus sintomas gripales. Sofocada y con el susto en el cuerpo, la llevaron hasta los boxes de urgencias. Las paredes de cristal, con un enorme punto rojo en el centro para que las personas no se dieran de bruces, y las cortinas a medio descorrer apenas preservaban la intimidad de los enfermos: un abuelito, que pocas horas mas tarde pasaria a mejor vida, y un par de accidentados. La enfermera le senalo con amabilidad la esquina, justo donde empezaba el pasillo: ese era el de su marido.

  • Seis hermanas. Los anos de la inocencia de Rebeca Tabales

    https://gigalibros.com/seis-hermanas-los-anos-de-la-inocencia.html

    Elisa Torrealba llega a Madrid la primavera de 1880. Ella y su hermana quedan huerfanas y se instalan en la sombria casa solariega de sus tios, un matrimonio severo. Elisa mira con curiosidad y espiritu critico todo cuanto ocurre a su alrededor, le cuesta mantener las formas y comportarse como una senorita, pero quiere hacerse un sitio en ese nuevo y complicado mundo, y sabe ser encantadora, cuando quiere. Las Torrealba son un misterio para la aristocracia madrilena, su dote, su caracter y su reputacion preocupan e interesan a los cotillas, y tambien a algunos hombres. Fernando y Ricardo Silva, herederos de la fabrica de Tejidos
    Silva, jovenes, nuevos ricos y solteros deseados, representan lo mejor y lo peor del Madrid del fi n de siglo en todas sus formas. La tradicion y la transgresion, la ciencia y el juego, la razon y el instinto, la prudencia y la pasion son los escenarios en que compiten. Elisa entrara en sus vidas y forzara una lucha aun mas grande. Por primera vez Ricardo se aburre de su vida nocturna de calavera y suena con encontrar un amor que de verdad lo cambie, mientras que Fernando duda de su compromiso con la hermosa y convencional Catalina Hinojosa. De fondo estan las vidas de los criados, los pequenos empleados y la burguesia emergente de la revolucion industrial, la aristocracia madrilena con sus tertulias, sus paseos en carretela por el Retiro, los bailes, las verbenas, la elegancia y la decadencia de un tiempo de inocencia que nunca volvera.

  • Se busca amor de Lee Vincent

    https://gigalibros.com/se-busca-amor.html

    ?Alguna vez has encontrado el amor sin buscarlo?

  • La septima silla de Constanza Sartory

    https://gigalibros.com/la-septima-silla.html

    La psiquiatra Elina Amille esta a punto de retirarse de una prestigiosa carrera de mas de 35 anos. Sin embargo, mediante un acontecimiento inesperado, descubre que existe una forma de saldar, aunque sea en parte, una dolorosa deuda que tiene con el pasado.
    Por otro lado, seis mujeres de distintas edades y ocupaciones, se encuentran al iniciar un novedoso tratamiento a traves del cual pretenden arreglar sus desastrosas vidas.
    El destino se encarga de cruzar los caminos de estas siete mujeres, dando por resultado una compleja historia de suspenso, romance, drama y humor.

  • Seducida por su ex de Anne Oliver

    https://gigalibros.com/seducida-por-su-ex.html

    Pertenecian a mundos diferentes.

  • Algo sucio, tonto y salvaje de Carla Marx

    https://gigalibros.com/algo-sucio-tonto-y-salvaje.html

    D etesto que una mujer me diga cobarde. Hemos llegado hace media hora. Estamos sentados en el sofa de la sala de estar, metiendonos mano que da gusto. Nos hemos tomado un par de tragos y nuestras lenguas saben a vodka, a jugo de limon y estan frias como la muerte. Yo me he quitado la chaqueta, me he sacado los zapatos y he dejado el cuchillo. Ella esta medio vestida (medio desnuda, diria un optimista), tiene un revolver cargado en su bolso, me ha aflojado la corbata y me hace sexo oral. Entonces, le pregunto algo que ya he olvidado y ella me responde con la boca llena: "lo que pasa es que yo no vivo aqui". "?Ah? ?No?" En un principio, no le doy mayor importancia al asunto. Cuando nos hacen sexo oral, los hombres no le damos importancia a nada mas. En la fellatio , somos todo pene. Y glande y testiculos. Ademas, estamos metiendonos mano. Ya me he quitado la chaqueta. Nuestras lenguas estan frias como la muerte y saben a jugo de limon y vodka. Ella esta medio desnuda, diria un optimista, y esta buenisima. ?Como darle importancia a lo que acaba de decir, cuando se hunde mi hombria hasta las mas humedas y tibias profundidades del placer oral? No obstante, pregunto como quien no quiere la cosa, casi por decir algo: "?Y quien vive aqui?" "No tengo la menor idea..." Me contesta, sin alterarse, con la mayor tranquilidad del mundo, antes de reanudar su deleitosa tarea. Siento el vertigo cuando vuelve a introducirse mi pene en su boca. Pero muy adentro, en algun lugar ignoto de mi interior, se me disparan un monton de alarmas y hay luces que comienzan a titilar. A ver... Hemos llegado cerca de media hora antes. Nos hemos tomado un par de tragos. Yo me he sacado los zapatos. Estamos sentados en el sofa, manoseandonos que da gusto. Yo he dejado el cuchillo y en su bolso, ella tiene un revolver cargado con seis balas. Ella ha llevado su mano a mi entrepierna y me ha estrujado el paquete. Mi pene palpita como un animal indignado. Luego baja el cierre de mi pantalon y extrae mi miembro erguido, duro como un hueso prehistorico. Lo admira un segundo antes de introducirlo en su boca y comenzar a lamerlo y succionarlo con fruicion. Pero justo entonces adquiero conciencia de la situacion. “Pero ?como que no tienes la menor idea, mujer...?" “Mira... Dejame explicartelo..." Dice, sin dejar de atender mi pene. Si, sera lo mejor, pienso. Explicame porque como diria un optimista, estas medio desnuda. Nuestras lenguas saben a jugo de limon y a vodka. Me has aflojado la corbata y tienes un revolver en el bolso y mi pene ha estado en tu boca. Ella se aparta sin aviso previo. Doy un respingo cuando sus dientes lastiman accidentalmente mi glande. Ella se abraza a un almohadon para cubrir sus senos, abundantes y firmes. "Vivi aqui hace un par de anos" cuenta. "Cuando se vencio mi contrato, el propietario me subio tanto el alquiler que no me quedo mas remedio que mudarme. Pero se me ocurrio guardarme un juego de llaves... No se por que..." Es decir... Hago un nuevo repaso de la situacion, a ver si logro entender. Hemos estado sentados en el sofa, desde hace media hora, manoseandonos. Nos hemos tomado un par de tragos y nuestras lenguas, heladas, saben a vodka y limon. Yo me he quitado la chaqueta, ella esta medio vestida (pesimista que soy). Me ha aflojado la corbata, yo me he quitado los zapatos y ella ha comenzado a hacerme una mamada en el apartamento de un perfecto desconocido, que muy bien podria llegar de un momento a otro y encontrarnos en el sofa, sentados, metiendonos mano que da gusto desde hace media hora; yo, sin chaqueta; ella, medio vestida; yo, sin zapatos y con la corbata floja; ella con el maquillaje corrido y armada; yo, con la cara humeda de saliva que sabe a jugo de limon y vodka y mi pene, enhiesto y palpitante, en su boca. Creo que estoy mas borracho de lo que pensaba. Mi cabeza da vueltas. Pienso en circulos. ?Por que? ?Por que tuve que abrir mi bocota? ?Por que ultimamente no hay nada mas dificil que irse a la cama con una mujer? Siempre hay una complicacion. Siempre, maldita sea. Alguna profunda preocupacion existencial. Paranoia. Androfobia. Una interminable y aburrida conversacion. Siempre hay una maldita complicacion. "...No cambio el cilindro de las cerraduras..." Le escucho decir, mientras se saca la ropa interior y yo me esfuerzo por oirla a traves de la niebla de mi borrachera y el flujo repetitivo de mis pensamientos automaticos, y me pierdo un buen pedazo de la historia por estar pensando en que hemos llegado hace media hora y nos manoseamos en el sofa de la sala; yo, sin zapatos y sin chaqueta; ella medio vestida, en el apartamento de un perfecto desconocido. "Lo cierto es que empece a fantasear con esta situacion..." "?Situacion? ?Cual situacion?" Ella hace una pausa para sonreir y en sus mejillas se perforan esos encantadores hoyuelos que me resultan irresistibles "Tu sabes..." "No, no se..." Tartamudeo porque estoy comenzando a asustarme. "Volver aqui con alguien y hacerlo, sin prisas pero a la espectativa... Tu sabes... ?No? Con miedo de que el dueno vaya a llegar de improviso y nos descubra... El peligro, es excitante ?no te parece?" No. No, maldita sea. Claro que no me parece. Ultimamente, lo mas dificil del mundo es irse a la cama con alguna mujer porque siempre, siempre, maldita sea, hay una maldita complicacion. "Quiero hacer algo muy salvaje, tonto y loco" concluye, lanzandome a la cara su bikini. Logro percibir levemente su olor a mujer excitada cuando la prenda me da en la nariz. Asi que la recojo y la huelo profundamente, con los ojos cerrados. Cuando vuelvo a abrirlos, ella me esta mirando. Sus piernas muy abiertas dejan ver su vulva, depilada, rosa y jugosa. Pero es demasiado tarde. Mi verga se desinfla y se quiebra como uno de esos munecos inflables que hacen aspavientos a la entrada de ciertos autolavados. Adios ereccion. Me levanto, dispuesto a irme: "Dame las llaves..." Exijo, mientras me guardo el pene, me pongo los zapatos y tomo mi chaqueta. "Cobarde..." Me dice ella, alzando sus caderas para ensenarme mejor su vulva lustrosa y pulsante. "Mira lo que te vas a perder". ?Ya les he dicho que detesto que una mujer me llame cobarde? Si, creo que si. "Las llaves", insisto. "En mi bolso..." Tomo su bolso y comienzo a revolver el interior, pero no doy con las malditas llaves. ?Como caben tantas cosas en tan poco espacio? Entonces, miro en direccion a la puerta porque he escuchado, o creido escuchar, la campanilla que anuncia la llegada del ascensor, las puertas que se abren, y algo parecido a pasos que comienzan a resonar alla fuera en el corredor, con tanta fuerza que parece una cosa como del Juicio Final. ?Sera el? ?Sera el tipo que vive aqui? ?El inquilino del departamento? Ahi viene. Maldita, maldita sea, nunca falta una complicacion... ?Por que? ?Por que yo? ?Por que siempre a mi? ?Por que me pasan siempre estas cosas? Me hago todas estas preguntas y pienso en todo lo que ha sucedido entre nosotros desde que nos conocimos en el bar, esta misma noche, que es noche de soul , mas temprano. DOS M as temprano. En el bar. Esa misma noche, que es noche de soul , atacabamos una version de Chain Gang que no nos estaba quedando muy bien que se dijera pero, no obstante, la gente no parecia notarlo. Cantaba Pablo, que en realidad es nuestro baterista, pero siempre canta esta pieza porque su voz es muy parecida a la de Jackie Wilson. "!Uhp! !Ahp! !Uhp! !Ahp!" Imita Pablo la voz de Jakie y la verdad es que al cabron le sale igualita y todo.

  • El heredero de Rafael Tarradas Bulto

    https://gigalibros.com/el-heredero.html

    Un majestuoso lando avanza en direccion a la imponente finca de los Marques. Con tan solo siete anos, la pequena Josefa entra a trabajar como sirvienta en la casa, incapaz de imaginar como su presencia cambiara para siempre la historia de dos poderosas familias.

  • Abrazame (En tus brazos 2), Noe Casado de Noe Casado

    https://gigalibros.com/abrazame-en-tus-brazos-2-noe-casado.html

    Nicole es la mujer perfecta: educada, sofisticada, trabajadora.

  • El crimen del conde Neville de Amelie Nothomb

    https://gigalibros.com/el-crimen-del-conde-neville.html

    <p>El conde Neville acude a la casa de una vidente para recoger a su hija menor. La vidente se la encontro la noche anterior en pleno bosque, en posicion fetal y tiritando de frio. Al parecer la adolescente, que responde al singular nombre de Serieuse, se habia fugado del castillo familiar. Pero, antes de llevar al aristocratico progenitor ante su hija, la vidente le toma la mano y le anuncia: <> En efecto, los Neville, excentrica familia de alcurnia, van a celebrar en breve su fastuosa fiesta anual, a la que invitan a lo mas selecto de la sociedad. Esa garden party es una tradicion irrenunciable, pese a que los Neville pasan por serios apuros economicos y el conde incluso ha tenido que plantearse vender el castillo y el bosque que lo rodea. Con toda probabilidad esta sera la ultima gran fiesta que organicen alli. ?Acabara, tal como anuncia la prediccion de la vidente, con un asesinato?</p>

  • Repensar la probreza de Abhijit V. Banerjee

    https://gigalibros.com/repensar-la-probreza.html

    Esther Duflo y Abhijit Banerjee, ganadores del Premio Nobel de Economia 2019.

  • Comeme ferozmente de Jesus Alderete Zapata

    https://gigalibros.com/comeme-ferozmente.html

    La clasica historia de Caperucita y el Lobo para protagonizar JUEGOS de ROL en 6 ROMANTICOS y EROTICOS Capitulos (Guiones), con 3 diferentes niveles de atrevimiento. Incluye Miniretos y Tips.

  • Crimen perfecto de Brenda Novak

    https://gigalibros.com/crimen-perfecto.html

    Esos tipos que mataban a sus esposas no tenian la menor idea de como hacer las cosas bien, de como liquidarlas y salir despues de rositas. Malcolm Turner fruncio el ceno disgustado mientras aparecian los creditos que senalaban el final de un programa basado en crimenes reales que acababa de ver en la television. El de aquel dia habia tratado el caso de un enfermero que habia asesinado a su esposa, una mujer rubia y respondona. Por lo que a Malcolm concernia, se merecia la muerte, porque se habia comportado como una autentica perra. ?Pero que clase de estupido hablaba con nadie de cloruro de succinilcolina justo antes de utilizarlo para poner fin a una vida? --Que estupidez --musito Malcolm. Miro de nuevo a su esposa, que dormia a su lado. Cuando el matara a su mujer y a su hijastro, nadie se haria ni una sola pregunta. Creerian exactamente lo que queria que creyeran, porque el sabia lo que se hacia. No podia ser de otra manera. Al fin y al cabo, llevaba quince anos trabajando como policia. Capitulo 1 Mary tenia muy buen aspecto. Mejor que cuando estaba en el instituto. Habian aumentado sus curvas, su rostro mostraba una nueva sofisticacion y parecian ocultarse muchas cosas tras su sonrisa. Pero se mostraba recelosa. El divorcio le habia pasado factura. Y estaba completamente entregada a sus dos hijos. Malcolm, que estaba parcialmente oculto tras un alamo, cambio de postura y se agacho al oir el ruido de un motor. A juzgar por el volumen de la musica de lo que parecia ser un potente automovil, el conductor del coche que se acercaba debia de ser un adolescente tan ensimismado y despistado como todos los de su edad. Pero aun asi, no queria que le viera mirando por la ventana de Mary. El coche, con los bajos atronando a traves de los altavoces, paso sin reducir la velocidad. El sonido de la musica y del motor se fueron desvaneciendo y el vecindario volvio a quedar envuelto en el silencio de la noche. Aquella era la hora en la que a Malcolm le gustaba contemplar a Mary. Pero a veces, si pensaba que habria vuelto ya del trabajo, tambien se acercaba de dia. Desde que se habia quedado sin trabajo le resultaba dificil llenar las veinticuatro horas del dia. Su nueva vida no se parecia en absoluto a lo que habia imaginado cuando habia comenzado a planificarla. Echaba de menos a sus viejos conocidos, se moria de ganas de ponerse en contacto con alguno de ellos, pero todos le daban por muerto y el preferia que asi fuera. A lo mejor esa era la razon por la que, al cabo de tantos anos, se habia decidido a localizar a su primer amor y le habia seguido hasta California. De otro modo, no tendria ningun sentido aquel impulso de reencontrarse con el pasado. Veinte anos atras, se habia alejado de su lado sin preocuparse si quiera. Se habia casado dos veces, se habia divorciado una y… No queria pensar en lo que le habia hecho a su segunda esposa. No se arrepentia de haberla matado, ni de haber matado a su hijastro. Se lo merecian. Pero desde que se habia jugado la mayor parte del dinero del seguro que se habia llevado de Jersey, se veia obligado a vivir en casas miserables que alquilaba en areas rurales, en las que el olor a estiercol era tan fuerte que a veces se sentia como si estuviera rodeado de excrementos de animales. Era dificil conseguir algo mejor cuando solo tenia acceso a trabajos en companias de seguros de segunda categoria por los que le pagaban poco mas que el salario minimo. Maldijo en silencio al recordar su ultimo empleo. No le molestaba tanto lo exiguo del salario como la falta de respeto. Despues de haber sido un autentico policia, no lo soportaba. Rebusco en la bolsa que llevaba siempre con el y se sento cerca de la ventana para poder disfrutar de una mejor vista de Mary mientras esta consultaba su ordenador. Probablemente esperaba tener noticias suyas. Diciendo ser alguien a quien Mary una vez habia conocido brevemente, se habia puesto en contacto con ella a traves de la web en la que Mary publicitaba sus joyas y habia conseguido mantener una relacion con ella. Pero aquella noche no le bastaba con esconderse tras un alias y un ordenador. Estaba aburrido, inquieto. Despues de pasar unos cuantos minutos frente al ordenador, Mary se levanto y comenzo a apagar las luces de la casa. Tenia dos hijos en edad escolar y trabajaba como enfermera, de modo que sus horarios eran extraordinariamente predecibles. Malcolm sabia que de alli iria al dormitorio, bajaria las persianas y el espectaculo habria terminado. A no ser que no se molestara en bajar las persianas. Durante los meses que llevaba observandola, solo se habia olvidado de bajar las persianas en una ocasion, pero eso le hacia albergar esperanzas. Se dirigio a escondidas hacia el otro lado de la casa, se agacho detras de un seto y espero a que entrara en el dormitorio. La vio llegar, encender la television, apartar la ropa que antes habia doblado y sentarse en una butaca. Despues se acerco a la ventana. Estaban a solo unos centimetros de distancia, tan cerca, de hecho, que podia apreciar que se le habia corrido la mascara de ojos, lo que queria decir que se los habia estado frotando. Y entonces bajo las persianas. Mierda. Malcolm se agacho todavia mas. ?Que podia hacer? ?Deberia dirigirse al casino y esperar alli durante unas horas? No. Necesitaba algo mas visceral, mas emocionante. Algo que le recordara el poder del que en otro tiempo habia disfrutado. Jugo con la idea de meterse en la casa, explorar las habitaciones vacias, acariciar los objetos de Mary y robarle una prenda de ropa interior. Quiza incluso de observarla mientras dormia. La tentacion de hacer algo asi era mas fuerte cada dia. Pensaba mucho en ello. Pero temia que pudiera descubrirle y arruinar de esa forma la posibilidad de mantener una verdadera relacion cuando reuniera el valor suficiente como para revelar su autentica identidad. Habia ido demasiado lejos como para echar todo a perder por culpa de su impaciencia. Tenia que marcharse. Pero es no significaba que tuviera que renunciar a la noche. Al pensar en la sirena que conservaba en la furgoneta mejoro su humor. Hacerse pasar por policia no le iba a llevar a la cama de Mary, pero le proporcionaria la adrenalina que tanto ansiaba… y quiza tambien algunos favores sexuales. Tres semanas despues… Jane Burke era capaz de reconocer una oportunidad cuando la veia. Desde que habia empezado a trabajar en El Ultimo Reducto, habia estado esperando que se presentara algun caso que le permitiera demostrar su valia. Y estaba segura de que ese caso acababa de cruzar la puerta de la organizacion.

  • El camino de Mara de Tana Rodriguez

    https://gigalibros.com/el-camino-de-mara.html

    D Capitulo 1. De cuando caminaba por el laberinto iez minutos para echar el cierre. Me encanta mi trabajo, pero no voy a negar que un sabado a ultima hora solo tengo ganas de salir y descansar. Llegar a casa, pedir una pizza y tumbarme en el sofa con los pies en alto se me antoja como un gozo indescriptible en estos momentos. Hace ya siete anos que trabajo en la misma libreria. Hay a quien le puede parecer un empleo de bajo nivel o poco interesante. Pero yo no opino asi. Soy feliz aqui, rodeada de libros, ordenandolos, dandoles el sitio que les corresponde. Pero, sobre todo, hablando con los clientes que buscan obras para regalar o simplemente esperan encontrar ese manuscrito que sea capaz de cambiar sus vidas. No saben que la vida es la que te cambia a ti, quieras o no. Llamalo destino o como te apetezca. La cuestion es que cada paso que das por el camino, influye en la persona que seras manana. Yo soy prueba de ello, aunque claro, no voy a explicarselo a cada cliente que entra. Pero tal vez a vosotros si os podria contar como mi existencia dio un giro de 180o, me descoloco completamente para devolverme mas tarde a una senda nueva que recorrer. Asi que, si me quereis acompanar, agarraos porque vamos a entrar en el laberinto donde habitaba y de donde no sabia como salir. Para mi, la entrada en lo desconocido fue un viernes, catorce de octubre de 2016 para ser mas exactos. Ese dia recibi una llamada que lo cambio todo. Eran las nueve y media de la manana. Hacia media hora que habia llegado a la libreria. Como era costumbre, salude a Lourdes, mi amiga y companera en el trabajo, y tambien a Gerard, nuestro jefe. Estaba abriendo unas cajas con las novedades que nos habian llegado cuando mi telefono sono. Me extrano, por norma general lo solia tener en silencio y nunca recibia llamadas a esas horas, ya que todo el que me conocia sabia que estaba trabajando. Supuse que seria de alguna compania, para ofrecerme una promocion. Aun asi, conteste. --?Senorita Ros? --pregunto una voz desconocida. --Si, soy yo. Pero en este momento no puedo atenderle, estoy... --Le llamo del Hospital Estatal --me corto antes de que le explicara nada mas--. ?Es usted la persona de contacto del senor Costa Martin? --Si, asi es. Por favor, ?que ha ocurrido? --me alarme. El vuelco que te da el corazon solo lo entenderan aquellos que han vivido una situacion parecida. --Soy la adjunta de admisiones del hospital. Esta manana se ha producido un accidente en el que el senor Costa se ha visto involucrado --explico la mujer. Hablaba como una automata, sin ningun signo de emocion--. La situacion requiere de la presencia de un familiar para rellenar los cuestionarios de ingreso. ?Seria posible que viniera usted o algun otro familiar directo? --Si, claro. Ahora mismo voy --conteste sin salir de mi estupor--, pero, por favor, digame como esta Alex. --Yo no tengo ninguna informacion, lo siento mucho --me aclaro--, pero no se preocupe, en cuanto llegue podra hablar con los doctores. Esta en buenas manos, se lo aseguro. Su respuesta no me calmo, supongo que lo entendereis. Me excuse en el trabajo, dejando a todos perplejos, y sali corriendo. Pare al primer taxi que vi y le pedi que volara hacia el hospital. Llegue como alma que lleva el diablo hasta el mostrador de la entrada y de alli me dirigieron a una sala anexa a urgencias. Me tomaron todos los datos, me dieron papeles para rellenar y me pidieron que tuviera paciencia, que en cuanto pudiera un doctor saldria a ofrecerme noticias sobre Alex. Asi que alli estaba, nerviosa y angustiada, sin poder hacer otra cosa que esperar. !Y que espera...! Los minutos se hacen horas, el aire se espesa a tu alrededor. En esos momentos, por muy atea que seas, rezas a todos los dioses que conoces. Pides que todo quede en un susto. La frase <> se repite dentro de tu cabeza en bucle. Detengamonos aqui. Mientras esperamos a que salgan los doctores y me digan algo, estaria bien que os explicara quien es Alex. Aunque por mi reaccion seguro que ya intuis que se trata de alguien importante. Pero es mas que eso. Nos conocimos casi tres anos antes de este catorce de octubre. Era amigo del amigo de una amiga en comun. Nos presentaron en una fiesta prenavidena. La verdad es que siempre he dicho que fue un flechazo. Desde que nos dimos dos besos en aquella fiesta, ya no nos separamos. Hubo atraccion, claro, porque en cuanto lo vi, me encanto. Y si, es un topico total, pero era muy guapo. Con esa piel olivacea, moreno de naturaleza. Alto y esbelto, con su barba de dos dias, que lo hacia mas atractivo. Un hombre sencillo, simpatico y educado. El yerno que toda madre desearia. Yo, aunque no soy un bellezon, tambien llame su atencion. Empezamos hablando de tonterias y terminamos contandonos cuales eran nuestros viajes pendientes y suenos por realizar. Era muy facil hablar con Alex. Sabia escuchar paciente y siempre sonreia bajando algo su mirada castana. Estuvimos toda la noche juntos y al despedirnos me pidio el telefono. Se lo di sin mucha resistencia y le anime a que me llamara si le apetecia. Lo hizo al dia siguiente. Me pedia que fuera a cenar con el. Le dije que no, que mejor a comer, que despues de las cenas hay mas peligro y todos sabemos como terminan. No fue por estrecha, no me malinterpreteis, simplemente queria hacerme la interesante, y salio bien. Acepto y comimos juntos por primera vez. Hablamos sobre mil cosas, conociendonos un poco mas y antes de los postres nos estabamos besando en mitad del restaurante. Al salir, con el calenton, me pidio ir a su casa, pero le di calabazas. Me fue de perlas la excusa de tener que volver al trabajo, asi que quedamos para tomar algo la noche siguiente. Y la espera, aunque breve, resulto, ya que Alex cada vez mostraba mas interes en mi. Y asi fue, dia a dia, como poco a poco nos hicimos inseparables. Nos entendiamos dentro y fuera de la cama, que es lo mas importante. Pasados seis meses viviamos juntos y teniamos planes de futuro como pareja. Seguramente pensareis: <>. Pues, si y no. Tanto Alex como yo teniamos mil defectos. Yo, con mi lengua inconsciente que me obliga a decir todo lo que pienso, incluso lo que nos susurra esa vocecilla que todos tenemos dentro y que nos dice cosas que en teoria son solo para nosotros mismos; pues si, yo lo dejo ir sin medir demasiado las consecuencias. Alex, perfeccionista, metodico y ordenado al extremo, se tuvo que acostumbrar a mi caos. Asi que de perfectos nada. <> seria una mejor descripcion. Teniamos nuestras discusiones, como cualquier otra pareja. Incluso nuestros amigos nos definian como algo muermos, ya que eramos caseros y tal vez habiamos entrado en una rutina que nos hacia felices. Porque en esos momentos no necesitabamos mas de lo que ya teniamos, y eso te llena. La verdad es que mis amigas siempre me han recriminado la suerte que tuve. Sin preocuparme nunca por eso de encontrar pareja, ni de sentar cabeza. Incluso sin haber pensado nunca en que tipo de hombre era mi ideal, lo encontre por casualidad. Pero que puta es la vida a veces, como juega con nuestras vidas: nos ofrece algo, nos obliga a hacernos dependientes y luego intenta arrebatartelo. Eso creo que no lo perdonare jamas. Aquella manana habia sido para nosotros una como otra cualquiera. Yo habia preparado la cafetera mientras Alex se duchaba. Desayunamos juntos, sin demasiadas palabras, ya que ambos eramos de despertar lento y a esas horas soliamos estar adormilados y sin ganas de jarana. Recogimos juntos las tazas y nos despedimos antes de que la que entrara en la ducha fuera yo. --Paso a por ti esta noche entonces cuando cierres, ?verdad? --me dijo antes de marcharse a trabajar. --Si lo prefieres podemos vernos directamente en casa de Tati --le habia contestado yo. --Prefiero que vayamos juntos --me pidio. Habiamos quedado con mi amiga de toda la vida para cenar, queria presentarnos a un medio novio con el que salia--. Aprecio mucho a Tati, pero verme alli hasta que tu llegues, a solas con ella y su nuevo ligue... no se, me da cosa. --Pero vamos a ver, Tati tambien es amiga tuya ?no? --replique con los brazos en jarras. --Si, mujer. Pero su nuevo novio no --rio Alex--. Va, Mara, vamos juntos, anda. Mientras te espero comprare un buen vino para la cena. Y sabes que no me gusta encarinarme con los novios de Tati, que luego no le duran y me quedo hecho polvo. --Eso es chantaje emocional. No te encarinas tan pronto. Que poca verguenza --me carcajee sacudiendo la cabeza. No se por que le llevaba la contraria. Era mejor negociar que terminar discutiendo por algo tan simple--. Pero no te retrases que ya sabes como se pone. Hemos quedado a las diez en punto, ?de acuerdo? --Claro. Sin falta a las nueve y media estoy en la libreria. --Se despidio dandome un beso y salio como cada dia en direccion al trabajo. Antes de poder meterme en la ducha, me llego un mensaje al movil: Por cierto. Se me olvido decirte algo. TE QUIERO. Sonrei antes de responder.

  • Lo que tu digas de Christian Martins

    https://gigalibros.com/lo-que-tu-digas.html

    Lindsay tiene treinta y pocos anos, dos amigas que no estan muy bien de la cabeza y muchas ganas de encontrar el amor. Esta cansada de ver que los cuentos de hadas se hacen realidad para todo el mundo menos para ella y que su hombre perfecto no existe.
    Y entonces aparece Jack Ackerman, el multimillonario jefazo, para ensenarle a Lindsay que los juegos sexuales en la oficina pueden ser muy, pero que muy peligrosos.
    Y ya sabemos lo que dice el dicho; quien juega con fuego, termina quemandose.

  • Trimalcion de Francis Scott Fitzgerald

    https://gigalibros.com/trimalcion.html

    Se ha dicho muchas veces que El gran Gatsby es una novela perfecta, lastima que no cuente un poco mas de Gatsby. Pero en el original que Fitzgerald presento a la editorial habia mas de Gatsby. Tambien tenia otro titulo: Trimalcion (Fitzgerald queria que su novela fuera el equivalente norteamericano del Ulises de Joyce). La leyenda dice que El gran Gastby se convirtio en una novela perfecta luego de pasar por las manos santas de Maxwell Perkins, su editor. Pero en Trimalcion se puede ver a Gatsby tal como lo veia Fitzgerald: mas crudo, mas epico, mas noble, mas estupido. Solo por eso vale la pena sumergirse de cabeza en este libro.

  • Cicatrices de charol de Berta Pichel

    https://gigalibros.com/cicatrices-de-charol.html

  • Todo queda en casa de Alice Munro

    https://gigalibros.com/todo-queda-en-casa.html

    La seleccion de los mejores cuentos de Alice Munro, Nobel de Literatura en 2013, hecha por ella misma.

  • Libres de Alejandra Rodriguez

    https://gigalibros.com/libres.html

    Aprendi por mi cuenta que el amor no conoce barreras, que no entiende de frascos y que no siempre habita entre un hombre y una mujer.
    Averigue que hay tantas clases de amor como personas habitamos en la Tierra y, por mucho que lo rehuyas o lo busques, aparece cuando y donde menos te lo esperas.
    A veces es el culpable de que a una mujer le de un infarto por enterarse de que su hijo se ha casado con ese al que ella llamaba error.
    A veces esta entre una chica, como yo, y un chico como Hector y otro como Eliot.
    Si. A veces tampoco es cosa de dos. En ocasiones los sentimientos son tan traviesos que son capaces de unir a tres personas en el mismo espacio-tiempo.
    Me llamo Nicole; esta es mi historia y la de ellos.
    Advertencia: Esto no es un cuento de hadas. Es una historia de personas libres.

  • Siempre Blue de Amy Harmon

    https://gigalibros.com/siempre-blue.html

    ?Es posible enamorarse cuando no sabes quien eres en realidad?

  • La Mujer Carmesi de Jaime Heras

    https://gigalibros.com/la-mujer-carmesi.html

    California, anos 90. Los Crawford han recuperado una vieja foto familiar. Para su sorpresa descubren que en la foto aparecen posando con un hijo que no recuerdan. Tras entrar en contacto con una mujer que ha sufrido un caso parecido, los tres comenzaran una investigacion para averiguar que ha sido de sus hijos y por que nadie los recuerda. Contaran con la ayuda de un hippie con lagunas de memoria y un investigador de fenonemos paranormales. En su aventura desentranaran una historia que comenzo sesenta anos antes, pero cuyas raices se hunden en la noche de los tiempos.

  • La Dama indomable de J. S. Madisson Parker

    https://gigalibros.com/la-dama-indomable.html

  • Confesiones en la despensa de Juvenal Alvarez Uzcategui

    https://gigalibros.com/confesiones-en-la-despensa.html

    Al entrar a la casa de Cien Victorias, un arbusto de ajies dulces enredado en un rosal que sostenia un universo de telaranas nos impidio el paso al portoncito de la entrada. Dicen que los arboles de ajies duran poco, pero tia Candela juro haber sembrado ese hacia cuarenta anos atras, junto con Eloisa. <>, decia tia, recordandola. Por todos lados habia arbustos y planticas de condimentos y de hierbas, de todas cuantas se conocian, y de las que los viajeros llevaban por saber que Eloisa les buscaria algun buen uso. <>, recordaba tia Candela, de una tarde en que llego un arriero de mulas a Cien Victorias tratando de ganar un almuerzo. <>, se burlaba Eloisa del regalo de su aspirante. El portoncito de atras de la casa fue imposible atravesarlo: con una enredadera de alambre de puas alguien habia sellado aquella otra entrada, y entre aquel huerto de ajies olvidados era trabajoso el intento. Tia Candela mando a romper la puerta principal de la casona con un peon que algun dia pidio al abuelo Manuel morir en aquella casa, y el nonito lo dejo como un traste mas de aquella finca olvidada, que para entonces ya no valia nada. --Aquel era mi cuarto y el de tu mama --senalaba hacia un altillo tia Candelaria--. Por aquella baranda nos bajabamos a escondidas cuando tu abuelo nos castigaba por no querer probar un horrendo jugo de rabanos que el aseguraba que impedia para siempre el catarro. Eloisa nos tapaba bajo su falda y nos cambiaba aquel menjurje por una aguita dulce que papa jamas sospecho. Eloisa era capaz de invertirlo todo en la cocina, conocia cualquier nuevo sabor que podria cambiar otro y tambien enganar los ojos de cualquiera, haciendo ver lo que no habia. Papa, entre alborotos de hombre necio, jamas sospecho que lo que nos tomabamos era un agua de cayena y lima que en olor y color semejaba el terrible rabano, pero en sabor era el agua mas dulce y fresca que Eloisa habia inventado para nosotras. Al caer la enorme puerta de la casona, una oleada de palomas salieron despavoridas de todos los rincones de Cien Victorias. Aquella puerta gigante de madera hizo un ruido aterrador que rompio las baldosas enlutadas por la corrosion del terrible gallinazo. Aun se lograba ver, entre la invasion de la hiedra que lo envolvia todo, la forma dormida de un sinfin de trastes y objetos olvidados por la vida y el afan que hubo en algun tiempo. <>, repetia insistentemente tia Candela, envejecida, ya sentada en un anden, como rendida por su memoria. Tia Candelaria y mama habian huido durante cuarenta anos del recuerdo de Cien Victorias y ahora tenian que enfrentarse a ella y a cada presencia que con el lugar viniera. <>, me mostraba Tia, aun llamandome como si fuera un nino. <>, y me contaba, asi, que habia estado tan contento que vendio trecientas reces para el casorio. <>. --Justo ahi habia un chifonier con dos puertitas pintadas a mano; las habia pintado mama, un manojito de flores en cada puerta --continuaba tia Candelaria--. Dentro de el solia esconderme de tu abuelo: yo siempre de penosa con papa, me daba un aire de verguenza el temerle. No se si era por ser tan perfecto, tan alto y tan callado que preferia a veces no verlo; tu mama, en cambio, era una regalada, lo esperaba en el balconcito de nuestro cuarto y cuando escuchaba el galope del caballo, se venia corriendo a recibirlo, sentada aqui en el salon; se le guindaba atras como un animalito del monte, mientras papa siempre le decia <>; entonces el sacaba algunas piedras con formas raras que habia encontrado en el rio, o un trozo de palo que, segun le decia a Nina, se lo habia regalado especialmente para ella algun duende en el camino. Nina se impresionaba, luego se dormia en las piernas de papa hasta que llegaba Eloisa y se la llevaba para nuestro cuarto. Y yo, siempre desaparecida, me quedaba dormida dentro del chifonier, escondida; luego llegaba Eloisa, me encontraba, y me llevaba a dormir, tarareandome unas lindas canciones inventadas al instante. Eloisa fue un regalo de los cielos. Papa mando a buscar en Las Virtudes a quien fuera, para que se hiciera cargo de tu mama y de mi cuando murio tu abuelita. Llego aqui para ensenarnos cosas buenas, como decia papa. Nina dejo de hablar por mucho tiempo luego de la muerte de tu abuela. Quedamos tan tristes y solas las dos, que papa, desesperado al vernos tan vacias, y con la plena conciencia de su incapacidad para criarnos solo, mando a buscar a alguna buena muchacha con buenas costumbres que nos ensenara a leer y al menos a terminar la labor inconclusa de mama en la crianza de nuestros primeros anos. Hablo con Jacinta, una vieja cocinera que habia trabajado aqui desde la fundacion de Cien Victorias, y asi fue como llego Eloisa, nuestra amada Eloisa, traida por la vieja Jacinta, por ser parientes de algun modo. Recuerdo algo de cuando llego: era tan jovencita, tan decente, cargada de folletines y manuales para ensenarnos tantas cosas a nosotras, que ya comenzabamos a ser salvajes en esta casa envuelta en cafetales; pero este sitio le transformo su labor de maestra y, sin que ella se diera cuenta, termino siendo tambien cocinera, eso si, la mejor de Cien Victorias. Nos ensenaba a contar seleccionando los granos de las sopas, y a leer con un fantastico librito de cocina, mientras terminaba algun guisado. Al morir Jacinta, Eloisa no solo quedo a cargo de nosotras, termino dirigiendo la casa entera, la comida de papa, el orden de la casa, la comida de los peones, las fiestas y reuniones. Ella, en medio de su escondite, termino siendo la casa misma, lo sabia todo, lo ordenaba todo. Nina decia siempre que cuando creciera no tendria esposo, sino que se casaria con Eloisa para estar siempre con ella... tu mama y sus desvarios. Tia Candela no paraba de contar algo de cada rincon de la casa; todo volvia a ella de una manera tan precisa y lucida como nunca la habia visto antes: animosa en el habla, con una rapidez inusual y una clarividencia que llegaba a asustarme en instantes. --Este era el cuarto de papa; asomate por esa ventana, veras entera toda Cien Victorias. Aqui se paraba el cada manana y planificaba sus jornadas, la recolecta del cafe, el arreglo de alguna tostadora, o aquellos viajes que Nina y yo tanto detestabamos y temiamos. Papa se iba de vez en cuando y tardaba semanas en volver. Cuando los pagos demoraban en llegar del puerto, el mismo iba y los cobraba, mientras tu mama y yo nos quedabamos solas con Eloisa, y aunque en la luz del dia no parabamos de corretear por la casa, se que en las noches las tres nos sentiamos desprotegidas por la ausencia de papa. El premio de aquellas largas noches era el retorno de tu abuelo, pues nos premiaba con un sinfin de regalos que nos hacian olvidar las penas de los monstruos de nuestras noches.

  • Quererte. sofia de Erica Canovas

    https://gigalibros.com/quererte-sofia.html

    La vida de sofia, a menudo monotona y aburrida, cambia por completo cuando conoce a Jose, un hombre guapo, atractivo y muy insistente.
    Besos robados, citas romanticas y la labia de Jose provocara que Sofia se deje seducir a pesar de haber tomado la decision de no volver a estar con un hombre en mucho tiempo tras su ruptura con Victor. Las continuas infidelidades de su ex pareja han convertido a Sofia en una mujer desconfiada que se lo pondra dificil a Jose, que no esta dispuesto a perder a la que cree la mujer de su vida. Para conseguir su proposito, Jose no dudara en mentirla una y otra vez provocando un distanciamiento aun mayor entre ellos.
    La distancia los separara para unirlos dos anos despues… ?Conseguira Jose su objetivo de enamorar a Sofia? Y ella ?Aprendera a confiar en el?

  • Aguamarina (Miradas 2) de Tricia Ross

    https://gigalibros.com/aguamarina-miradas-2.html

    En ese momento sus ojos se detuvieron en una figura sentada en la ultima fila, alguien que conocia muy bien y cuya mirada aguamarina destello al encontrarse con la de ella.

  • Tengo un plan B de Daniela Ramos

    https://gigalibros.com/tengo-un-plan-b.html

    Monica, harta de ataques, decide que lo mejor sera darle a probar a su jefa de su propia medicina. Cansada de haber sido buena con quien no lo merecia, esta dispuesta a que eso cambie. Joy, el guapo y egocentrico amigo de su jefa, parece ser la mejor opcion para comenzar con su plan. Pero ese hombre la hara temblar a ella y todo puede frustrarse si no hay un plan B y es ella la que, al final, cae en las garras de el.

  • Algo mas que un deseo de Rocio Perez

    https://gigalibros.com/algo-mas-que-un-deseo.html

    Carol no penso que, debido al viaje de luna de miel de su mejor amiga, su instinto maternal se despertaria con tanta fuerza que no podria quitarse de la cabeza la idea de ser madre. Una vez decidida a dar el paso, solo una cosa tenia clara, y era que queria hacerlo sola. Pero. ?que pasara cuando el dueno de sus fantasias se oponga y quiera compartir algo mas que un deseo?
    No te pierdas esta historia en la que las risas y el amor estan asegurados. Enamorate de Mark y rie con Carol mientras cautivan tu corazon.

  • Sin destino de Fanny Ramirez

    https://gigalibros.com/sin-destino.html

    Dante Coronado, con una estirpe de pilotos a
    sus espaldas, se ve en la obligacion de seguir
    la profesion que generacion tras generacion
    ha marcado a su familia. Posponiendo asi el
    sueno de toda su vida: Casarse, formar una
    familia, a la cual dedicarle todo su tiempo.
    Dejando atras a su amada isla, Puerto Rico,
    y volviendo a Espana para hacer frente
    a su deber como piloto comercial. Lo que
    no sabe es que el destino le brindara la
    oportunidad definitiva. Cruzando en su camino
    a la mujer que es capaz de romperle todos los
    esquemas con un par de frases ingeniosas.

  • Paris D. F de Roberto Wong

    https://gigalibros.com/paris-d-f.html

    En Paris D. F. todo empieza con un mapa, mejor, con dos
    mapas superpuestos. Arturo, el protagonista, es un joven
    que lleva una vida anodina y que pasea por las calles del
    Distrito Federal buscando la superficie de los 105 kilometros
    cuadrados de Paris, ese espacio sonado, ajeno a la crueldad,
    donde pueda suceder lo extraordinario. Un dia, un atraco en
    la farmacia en la que trabaja trastoca su vida. El delincuente,
    abatido por la policia, muere a sus pies, pero la sensacion
    de que la bala podia haberle llegado a el es demasiado
    perturbadora. Nada sera igual a partir de ese momento
    en el que toma en sus manos la llave del azar, pero todo
    se decanta en la direccion no deseada: la violencia, el sexo,
    el cruce de tiempos y destinos paralelos. Realidad y delirio
    se confunden en esta novela en la que Roberto Wong nos
    habla de la ley de las probabilidades y de la mala suerte,
    pero tambien de la supervivencia y de las agresiones
    de las ciudades que habitamos. Paris D. F. nos descubre
    una voz osada, original, capaz de sacudirnos.

  • Canas y barro de Vicente Blasco Ibanez

    https://gigalibros.com/canas-y-barro.html

    Publicada en 1902, “Canas y barro” es sin duda una de las novelas donde el vigor expresivo de Vicente Blasco Ibanez alcanza una de sus cotas mas altas.
    En “Canas y barro”, Vicente Blasco Ibanez describe la Albufera valenciana: las costumbres, el modo de vida de los pescadores y de los agricultores del arroz, las fiestas con que la gente humilde de la laguna se esparcia o la organizacion perfectamente democratica de la pesca mediante los redolis.

  • Yo no te prometo amor de Connie Acevedo B

    https://gigalibros.com/yo-no-te-prometo-amor.html

    Melrose es una mujer que tiene lo que todas podrian desear. Belleza, solvencia economica, pero sobre todo la total atencion de su novio. Sin embargo, su vida da un drastico giro cuando se entera de su embarazo.
    Jeff Thompson, un reconocido productor de television que ya ha experimentado un matrimonio fallido, y una aun peor experiencia como padre, decide que no pasara nuevamente por todo eso, y le pide que se deshaga del bebe. Desilusionada, e incapaz de hacer lo que Jeff le pide, Melrose decide seguir adelante sola con su maternidad.
    Sin embargo, su sombrio panorama cambia de forma radical tras una nefasta cita a ciegas. El reencuentro con quien fuera su primer y gran amor: Alex Hawthorne, un exitoso arqueologo al que tuvo que dejar ir hace diez anos para que cumpliera con sus suenos puede cambiar su vida para siempre.
    Alex esta de vuelta y le basta ese reencuentro para darse cuenta de que desea recuperar todo lo que perdio al marcharse, y para esto esta dispuesto a hacer lo que sea. Incluso ser el padre del bebe que Melrose lleva en el vientre.
    ?Podra Melrose aceptar la oferta del amor de su vida? ?O lo dejara ir para no atarlo con un bebe que ni siquiera es suyo?

  • Diario de una chirli – Megan Maxwell de Megan Maxwell

    https://gigalibros.com/diario-de-una-chirli-8211-megan-maxwell.html

    Eva y Merche son gemelas, y aunque fisicamente son dos gotas de agua, en todo lo demas no se parecen en nada.

  • Inmune al amor de R. Freire

    https://gigalibros.com/inmune-al-amor.html

    Humanes se define a si misma como una depredadora sexual. Fria, directa, calculadora… esta vacunada contra el amor y es la que decide cuando y como, y tambien la que pone el punto final a cada relacion. Susana ni siquiera es lesbiana, aunque siempre ha querido probar…
    Cuando se encuentran por casualidad, la mezcla resulta explosiva. ?Quien seducira a quien? ?Habra alguna victima? Si las dos estan de acuerdo en que solo se trata de una aventura, todo deberia resultar sencillo. ?O no?
    "?De verdad he oido lo que creo? ?Es ella la que esta pretendiendo dejar claro que esto no puede convertirse en nada serio? Por favor, es el sueno de mi vida hecho realidad: una mujer preciosa que solo quiere meterse en la cama conmigo por placer, sin complicaciones posteriores ni engorrosas pretensiones de fidelidad o amor eterno. Me siento tan feliz al asimilar sus palabras que casi tengo que contenerme para no saltar de jubilo."
    "?A que estamos jugando? ?Seguimos siendo simplemente dos mujeres que lo pasan bien juntas, o por el contrario empieza a surgir algo mas profundo?"
    "En estos momentos, daria cualquier cosa por ser esa gotita de agua que ha caido sobre su hombro izquierdo para, desde alli, ir bajando despacio hasta los rinones, coger velocidad al alcanzar los gluteos y, finalmente, desaparecer extasiada en el fin del mundo que significa su entrepierna."

  • Y que le gusten los perros..., ?no era una pelicula? de May Bonner

    https://gigalibros.com/y-que-le-gusten-los-perros-no-era-una-pelicula.html

  • Muero por verte de Ondrea Lion

    https://gigalibros.com/muero-por-verte.html

    Diego creyo haber visto un hada flotando por los pasillos de la universidad cuando reparo en Camila por primera vez, sus cortos y ondulados cabellos hasta los hombros, castanos con destellos dorados; brillaban gracias a los rayos del sol que se filtraban por las claraboyas del techo, evadiendo la espesura del cielo nublado por el mal tiempo. Parecia una criatura mitica con ese rostro redondo, nariz perfilada y preciosos ojos azules. Era una vision que parecia sobrenatural. Agradecio la presencia de aquella hermosa chica ese dia en particular, contradictorias emociones lo mantenian incomodo y con un mal sabor de boca, deberia estar satisfecho de haber ingresado a la universidad, pero luego de tantos anos lejos de los estudios, habia perdido la confianza en sus habilidades academicas. Aquella encantadora criatura paso junto a el, su aroma lo embriago golpeando sus sentidos. No supo identificar el olor, solo estuvo seguro de que era lo mejor que habia olido en su vida. Intento seguirla, necesitaba averiguar su nombre, pero la chica atraveso una puerta que cerro, sin percatarse, en las narices de su seguidor. Un cartel que indicaba "SOLO PERSONALAUTORIZADO", evito que Diego abriera el portal para alcanzar su meta. Permanecio unos segundos paralizado, aturdido, indeciso sobre que hacer, ?se quedaba ahi esperando a que su hada saliera? Probablemente habia otra u otras salidas y perderia su primera clase para nada. Habia sacrificado mucho durante los ultimos anos, por lo que decidio confiar que la vida lo recompensaria con la oportunidad de conocerla. La veria de nuevo, quiso creer eso. *** Camila camino los pasillos de las oficinas administrativas con determinacion, rogando para sus adentros no toparse con el Decano Visser, el dirigente de la facultad, a quien no podia evitar identificar como un "viejo verde", siempre hablando con expresiones de doble sentido, insinuando la posibilidad de encuentros sexuales entre ellos. Solo una vez se le ocurrio tomar medidas y denunciarlo, debido a que su jefe estaba almorzando, la asistente del Director de Recursos Humanos de aquel momento fue quien la recibio, y cuando Camila le dijo en confidencia la razon de su visita, la secretaria le aconsejo que permaneciera callada y lo aguantara; que fuera fuerte y lo esquivara; Visser tenia el poder de arruinar su vida, acabar con sus estudios y su carrera, y arrebatarle cualquier oportunidad de ingresar a cualquier institucion educativa respetable. De vuelta en el presente, faltaban unos pocos pasos para que Camila llegara a su destino, la contable le habia solicitado un par de documentos adicionales para renovar su beca de estudios, en cuestion de segundos los entregaria, y luego saldria de ahi lo mas pronto posible. Durante los primeros dias de cada semestre academico, Visser se encontraba demasiado ocupado para deambular las areas de los salones de clases, y ella podia respirar durante ese tiempo. --Buenos dias, Camila --saludo una voz serpentina, o por lo menos de esa manera lo escuchaba ella, como el siseo de un animal rastrero que queria meterse bajo su piel. La chica sintio como su espalda se erizo, y una desagradable sensacion de vacio en el estomago la mareo. Se detuvo en seco, y observo como Vladimir Visser la bordeaba para encararla, cada uno de sus pasos producia un escalofrio que sacudia levemente su cuerpo. --Buenos dias, Decano Visser --replico Camila con baja voz, conteniendo el asco que sentia ante la presencia de aquel hombre. --?Que haces por aqui? ?Te puedo ayudar en algo? --pregunto el profesor, y al hacerlo, le quito el sobre que Camila llevaba presionado contra su pecho, aprovechando la ocasion para rozar uno de sus senos con sus dedos. Siempre aplicaba alguna tactica similar para tocarla inapropiadamente, ya fuera para "quitarle una pelusa de su camisa", o entregarle algun objeto; aquel hombre siempre se las arreglaba para rozar sus senos, su trasero o cualquier otra parte de su cuerpo. Camila se encogio hacia atras, y dijo tratando de sonar lo mas tranquila posible: --Debo entregarle esos documentos a Alexandra. --!Ah! Si. Los requerimientos faltantes para tu beca --replico el hombre ojeando los documentos. Camila supo en ese momento que nunca tuvo ninguna oportunidad de esquivarlo, el sabia que ella iria para alla, y que habia fingido no saber la razon de su presencia ahi. --Asi es --susurro la chica intentando recuperar su sobre. --?Que te parece si almorzamos para hablar de tu futuro? --pregunto el hombre lanzandole una mirada lasciva--. Quisiera proponerte que le hagas la suplencia a la profesora Meyer, sus medicos recomendaron extender su reposo para que se recupere totalmente antes de regresar al trabajo. Camila dudo por unos cortos instantes, necesitaba el dinero que ganaria con esa suplencia, y aunque consumiria gran parte de su tiempo, y le restaria necesarias horas de descanso, la ayudaria a avanzar mas rapido en su carrera profesional, pero la idea de pasar un par de horas junto a Visser, escuchando sus comentarios obscenos... un ligero estremecimiento recorrio su cuerpo, y tomo mucho esfuerzo de su parte ocultarlo. --Me gustaria cubrir las horas de la profesora Meyer, pero no dispongo del tiempo para sentarme a almorzar, debo prepararme para las clases, sabe lo importante que es estar preparada para los seminarios del doctor Remus... --Tienes que comer algo, mi nina --siseo el hombre acercandose mas a ella para tomarle un brazo--. Hay que ponerle mas masa a ese cuerpecito que puede partirse si alguien la estrecha con demasiada fuerza. --Camila --llamo la contable apareciendo en ese momento. --?Si? --replico la chica aprovechando la interrupcion para zafarse del agarre de Visser y aproximarse a Alexandra. --Te estaba esperando --dijo Alexandra intercambiando una mirada complice con Camila, el comportamiento del decano era un secreto a voces, todas las mujeres jovenes, y relativamente atractivas, eran sus victimas. --Hasta luego, Profesor Visser --dijo Camila moviendose con velocidad para recuperar su sobre y caminar agilmente tras Alexandra. Visser quedo solo, fantaseando con aquella hermosa mujer. Mientras Camila caminaba tras la contadora, se pregunto una vez mas, como alguien tas asqueroso como Visser habia logrado una posicion de tanta respetabilidad y poder, sus pensamientos fueron interrumpidos por su acompanante. --?Trajiste todos los requisitos? Camila respondio afirmativamente, y entrando a la oficina de Alexandra, le entrego el sobre, quien tomo el paquete y reviso documento por documento con una lentitud poco habitual de una empleada tan eficiente. --?Todo esta en orden? --Es mejor revisar todo con minuciosidad --replico Alexandra mirando tras Camila con disimulo. Camila se erizo pensando que Visser la estaba observando a sus espaldas. --Quiero asegurarme de que se vaya a su reunion, es a las 10 --susurro Alexandra hojeando los documentos por tercera vez. --A esa hora tengo una clase --mascullo Camila preocupada. --Se ira 15 minutos antes, tendras tiempo de llegar. Camila tomo asiento mientras miraba el reloj, era las 9:15. Tendria que esperar media hora para evadir al depredador. Capitulo II La primera clase de Diego, realmente no se pudo considerar como una clase, el profesor dio algunas indicaciones y dio por terminada la leccion del dia. Parecia estar molesto por algo, y que no estaba muy interesado en ensenar esa manana. Frustrado, Diego se dirigio a la sombra de un arbol para sentarse a leer, su proxima clase era Literatura Clasica, una catedra optativa que realmente no guardaba relacion con su meta de convertirse en Arquitecto. Pero necesitaba los creditos, y no todas las opciones que queria estudiar ese primer semestre estaban disponibles. Esa fue una de las consecuencias de enrolarse tarde en la Universidad. --?Diego? --pregunto con asombro una voz familiar. El chico levanto la mirada para encontrarse con dos pares de piernas, unas eran largas, provocativas, y estaban a la vista gracias a la corta longitud de la falda que poco las cubria. Le tomo pocos segundos reconocerlas, inclusive antes de terminar de subir su mirada para encontrarse con el rostro de su ex novia de la secundaria. --Angelina --dijo Diego a modo de saludo al ponerse de pie. Ella lo abrazo con fuerza, lo consideraba su primer amor, y por mucho tiempo, penso que seria el unico. Pero el desaparecio de su vida, evidentemente, no la amo como ella lo amo a el. --?Que haces aqui? --pregunto Angelina con un leve temblor en su voz, volverlo a ver le revolvio antiguos recuerdos de su pasado. --Estoy empezando, es mi primer dia de clases. --?De verdad? ?Arquitectura? Diego sonrio asintiendo, le causo cierto placer que Angelina recordara su meta despues de tantos anos. Hubo unos instantes de silencio en que ambos se miraron a los ojos sonriendo, rememorando la parte bonita de su romance juvenil. --Yo estoy terminando mi maestria --agrego Angelina. Por un par de segundos se arrepintio de su comentario, podia parecer que estaba presumiendo, pero en realidad, queria lucirse, verse bien ante el. --!Guao! ?En serio? ?Que has estudiado? Alguien carraspeo al lado de Angelina, su companera de estudios se encontraba de pie junto a ellos esperando ser presentada. --Diego, te presento a mi querida amiga, Tessa --dijo Angelina forzadamente, en ese momento deseaba estar a solas con su amor del pasado--. Tessa, este es Diego. --!El famoso Diego! --exclamo Tessa con impertinencia--. Me han hablado mucho de ti. --!No exageres! Te lo he nombrado porque fui mi primer noviecito de escuela, pero nada mas --replico Angelina avergonzada. --!Por Dios! !Primer noviecito! !Hablas de el como si fuera el amor de tu vida! --insistio su companera. --No es cierto --susurro Angelina dirigiendose a Diego. Con una mueca en su rostro y gesto de manos intento restarles importancia a las palabras de Tessa. Diego se tenso por la incomodidad, recordo con exactitud como le rompio el corazon a la chica. No lo hizo intencionalmente; las circunstancias de su vida, siete anos atras, lo coaccionaron a tomar la decision de sacarla de su vida; y, al verla ese dia, se avergonzo de haberle hecho dano. --Yo solo se que desapareciste de su vida rompiendole el corazon, ?por que no permitiste que te acompanara en tus momentos dificiles? Las mujeres podemos ser un muy buen soporte emocional --inquirio Tessa. --!Tessa! --exclamo Angelina lanzandole una mirada asesina. --?Que? Te has hecho esa pregunta durante anos, por que no aprovechar este reencuentro para averiguarlo --insistio su amiga. --No necesito preguntar, ni averiguar nada, Tessa. Basta --exigio Angelina de manera cortante. Diego cada vez se sentia mas incomodo, y penso que ese era el momento de retirarse por lo que dijo:--Bueno, debo pasar por la biblioteca antes de la proxima clase. Fue un placer conocerte, Tessa. Nos vemos por ahi, Angelina. La ultima supo que era una excusa, y asintio bajando la mirada. Tessa tenia la mirada perdida en los jardines, y actuo como si no se hubieran dirigido a ella.

  • La hojarasca de Gabriel Garcia Marquez

    https://gigalibros.com/la-hojarasca.html

    En La Hojarasca nacio Macondo, ese poblachon cercano a la costa atlantica colombiana que ya se ha convertido en uno de los grandes mitos de la literatura universal. En el transcurre la historia de un entierro imposible. Ha muerto un personaje extrano, un antiguo medico odiado por el pueblo, y un viejo coronel retirado, para cumplir una promesa, se ha empenado en enterrarle frente a la oposicion de todo el poblado y sus autoridades.

  • Cada parte de mi (Trilogia competa) de Myriam Ojeda

    https://gigalibros.com/cada-parte-de-mi-trilogia-competa.html

    “TODA LA TRILOGIA EN UN SOLO VOLUMEN”

  • Todo se puede entrenar de Toni Nadal Homar

    https://gigalibros.com/todo-se-puede-entrenar.html

    Rafa Nadal se ha convertido en un referente dentro del mundo del deporte no solo por su exito espectacular, sino tambien por la encarnacion de una serie de valores que trascienden lo deportivo.

  • Como ser una bruja moderna de Gabriela Herstik

    https://gigalibros.com/como-ser-una-bruja-moderna.html

    Infunde una gota de magia en tu vida diaria.

  • Una casa en la palmera de Margarita B. Sainz

    https://gigalibros.com/una-casa-en-la-palmera.html

    Santander 1930.Ines Calleja se ve obligada a huir de su casa despues que su novio la abandonase para casarse con otra. Humillada y rechazada por la sociedad, conoce durante el viaje a Lucia Madrazo, que tambien ha abandonado su pueblo dejando atras un doloroso pasado. Juntas abriran un negocio en Sevilla, donde triunfaran.Pancho Madrazo, hermano de Lucia, regresa a Espana desde Mexico, donde ha hecho fortuna. Atractivo y culto, es un hombre hecho a si mismo. Cuando conoce a Ines sabe con certeza que es la mujer de su vida pero pronto descubrira, y quizas demasiado tarde, que en la vida no siempre es posible conseguir todo lo que se desea.

  • Mientras siga nevando de Iris Romero Bermejo

    https://gigalibros.com/mientras-siga-nevando.html

    En un ambiente de secretos, asesinatos y misterios, el amor se hara un hueco en los corazones de los protagonistas.

  • Esta noche mando yo de Daniel De La Pena

    https://gigalibros.com/esta-noche-mando-yo.html

    Una comedia romantica que toca temas como el feminismo, las redes sociales, las relaciones sentimentales en estos tiempos y que provocara mas de una sonrisa.

  • Insondable de Joaquin Serrano Diaz

    https://gigalibros.com/insondable.html

    Transcurre el ano 1491. Dragan, un adinerado buscador de reliquias que intuye su final inminente a manos de mercenarios, le entrega tres pequenas cajas de alabastro a Victoria, su hija adolescente, apercibiendola de que en su interior esconden el fruto del trabajo de toda su vida, y que de su custodia dependera la de ella.
    Una de las cajas contiene un arcano del Tarot.
    Otra, fragmentos de un poema de caballeria.
    La siguiente esta vacia.
    Antes de huir a traves de un oscuro pasadizo subterraneo, su padre le da un ultimo consejo:
    <>

  • Mar de leva de Octavio Escobar Giraldo

    https://gigalibros.com/mar-de-leva.html

    Mar de leva cuenta la historia de un fin de semana de Mariana y Javier, su hijo, en una isla del Caribe que los cambiara para siempre.

  • La ternera de Aurora Freijo Corbeira

    https://gigalibros.com/la-ternera.html

    Quieta, piensa, si es que es un pensamiento, que no le importaria morirse. Tampoco no morir. No parece funcionar en su cabeza el silogismo disyuntivo, al menos en este asunto. Le es algo indiferente, pero tal vez muerta doleria menos. Si se la llevase el viento o si no despertara, nada cambiaria demasiado, pero descansaria. Le asoman a la cabeza las hortensias azules de su madre y las flores celestes de su pared. Inexplicablemente, desoidos sus lamentos, amanece de nuevo con la rutina brutal. El ancla que es su pantalon bajado hasta las rodillas en esas tardes ya no se separara de sus pies durante anos, quiza nunca. ?Que interminable conversacion hay entre todos ellos que impide que la vean? Su padre mira a su madre, su madre mira a su hermana, los dos miran a su hermano recien nacido. Alli se paran todos los ojos. Puede quedarse dormida sobre el suelo sin que nadie lo note. No es divertido, aunque la madre crea que el desorden engrandece y aligera. Toda ella es un sinsentido. Puede volver a casa con la falda del reves y nadie repara en ello. ?Como no darse cuenta de lo que sucede en una falda de cinco anos? No piensa comer. No va a abrir la boca: ni para comer, ni para hablar. Bien cerrada. Toda ella cerrada, en lo que pueda. Que sordera de casa. De acuerdo: si se trata de tener secretos, habra que tenerlos. Otra vez huele mal en la escalera. Todos los chicos se rien del asunto; es repugnante. Es el olor del 3.o B. Ahi vive el zapatero. Se tapa la nariz porque lo hacen todos los demas. Sin embargo no es lo unico putrefacto, bien lo sabe ella, y de nada vale taparse la nariz. Ni no respirar. Bien lo sabe ella. LA CUERDA DE PITA El padre se reia de aquel vecino flaco y desmadejado porque en lugar de un cinturon se ajustaba el pantalon con una cuerda de pita. De pita; a ella le hacia gracia esa expresion de resonancias de gallina. La risa de su padre no era franca sino algo cobarde, enredada, gallega al fin y al cabo. Reia igual cuando hablaba de unos perros de su pueblo de nino, perros emaciados, como galgos sin cuidados, cuya extrema delgadez, decia, les hacia caminar juntos para formar una pobre unidad que permitiese resistir la soledad de su vida miserable. Tenia ese padre una risa hacia dentro censurada siempre por la madre, que lo ignoraba en el mejor de los casos, cuando no despreciaba su mediocridad inamovible. Pero a ella su padre le gustaba. Siempre seria su complice, pese a la desatencion de su madre, o quiza por ello. Esperaba horas cerca de la puerta para oir su llave abrir el cerrojo anunciando su vuelta a casa. Papa no sabe nada de su cazador porque tiene que ausentarse para trabajar. No esta en casa para vigilar a sus cachorros. Ni sabe que a veces le roban uno un rato para, despues de manosearlo, devolverlo al mismo sitio. No puede oler el asqueroso rastro que dejan las manos del raptor. LA LIEBRE No fue dificil cazarla. No parecia una trampa ni quiza el tampoco fuese un cazador, pero resulto atrapada. Irrelevante que, al terminar, la puerta de aquel modesto bano del 4.o A volviese a abrirse: el pestillo, aunque retirado despues, quedaba atrampado en su boca y sus visceras de cinco anos. El debio intuir lo facil que le resultaria llevarsela a las manos, traerla a su pantalon. No hizo falta demasiada destreza. Todo fue calmo. El 4.o A y el 4.o C eran de buena vecindad. El pantalon para ella hasta entonces era un sustantivo que concernia unicamente al de su padre, del que colgado en el galan, al llegar de trabajar, solian caerse algunas monedas haciendo un ruido de arropo y seguridad. En casa sobraban las monedas. El pantalon guardaba cada noche la forma de su padre y cuidaba la casa. Era el pantalon del bienestar y el resguardo. Su madre amorosamente la llamaba liebre. No sabia que su liebre habia sido cazada en la pernera de un pantalon. Ahora todos tienen que ir a la calle a jugar. No es que le apetezca, pero su madre le encarga a su hermana que la cuide. Pobre madre insensata. Sus ojos verdes no ven nada mas que versos. No acierta a saber que esta ya descuidada del todo. Y no se puede vivir en verso. A ver si se entera. Bien. Baja a jugar. ROSADO ?Por que nadie interrumpe en esa sala de bano cuando estan? Si lo hicieran encontrarian la sala de dano. Ni rastro de peces, ni flores, ni nubes. El nunca la tumba. Le basta tenerla quieta y a mano. Mansa como es, puede acercarsela al inodoro, donde siempre se sienta para tocarla. El lavabo es blanco, la bayeta gris, la lejia azul, el suelo negruzco. Y su sexo rosado. Y su sexo rosado. NO LE VE LA GRACIA Tendra que ser amiga de Rosi. Pero la Rosi es tan tonta. No se dice <> delante de un nombre propio, le insiste su madre, y es que su madre es culta. Ella siempre tiene que contentarse con lo que sobra: con la ropa heredada de su hermana, con el padre despreciado por su madre, con las amigas que nadie quiere, con las palabras que quedan bajo la boca de su madre despues de que esta converse con su hermana y arrulle a su hermano. Vale. Bajara con Rosi al pretil. Pero que nadie espere grandes cosas: sera una amiga casi muda y herbivora. Y seria. Ella no le ve la gracia ni a correr unos tras otros, ni a esconderse, ni a las comiditas. SE LA VAN A COMER Iba a parir inminentemente y podrian verlo de muy cerca. Les despertaron para ello muy de madrugada, en las horas insolitas para que los ninos esten despiertos, pero la ocasion lo merecia. Si todo iba bien veriamos salir primero la cabeza y las patas delanteras. La misma luz amarilla que en sus suenos de carniceria. Nacio con esa rareza de feto que hace que todos parezcamos un pez al nacer, desamparado, extranado, sin saber si respirar es la mejor opcion. Se pegaba a su madre el tiempo que la dejaron hacerlo, con un miedo de cabeza irracional y de cuerpo sin limites. Pronto las separaron: -Si no lo hacemos ahora, luego es imposible. No lo sabia, pero se la iban a comer, como dios manda, como se debe hacer con los terneros. Si todo iba bien estaria algunos dias mas sola y engordando. Si todo iba bien vendria el camion a buscarla. Carne de primera.

  • Mia por esta noche de J. S. Scott

    https://gigalibros.com/mia-por-esta-noche.html

    Simon Hudson permanecia de pie en silencio en la penumbra del opulento vestibulo, las manos en los bolsillos de sus pantalones y un hombro apoyado contra el marco de una gran ventana que miraba a la calle. Todo su cuerpo estaba en tension; sus oscuros ojos castano examinaban la acera con la intensidad y atencion absolutas de un loco. <>. Sabia que Kara trabajaba aquella noche. Las dos noches anteriores habia llamado para decir que estaba enferma, pero habia vuelto a trabajar en Helen's Place, sirviendo mesas en el turno de tarde. Lo habia comprobado. Su madre era la duena del pequeno restaurante donde trabajaba Kara y por lo general era bastante comunicativa cuando Simon queria informacion, pero el era cuidadoso. De lo contrario, su unica progenitora lo acosaria para averiguar por que queria informacion sobre Kara. Su madre, maravillosa pero curiosa, seria como un sabueso tras un rastro si pensara que el interes de Simon era cualquier cosa menos informal. Su madre lo incordiaria hasta el aburrimiento porque querria saber exactamente que intenciones tenia con Kara. Simon fruncio el ceno. Como si tuviera intenciones de ninguna clase. Tenia fantasias y todas ellas incluian a Kara abierta de piernas en su cama, gritando su nombre mientras el hacia que se corriera una y otra vez. Inspiro profundamente y espiro despacio, intentando hacer que su cuerpo se relajara y diciendose que tenia que estar loco para situarse en el mismo lugar, noche tras noche, por una mujer que no le habian presentado oficialmente. Pero ahi estaba... otra vez, dandole la espalda al portero curioso, mirando por la ventana como un acosador desequilibrado, esperando para ver un momento a Kara Foster. Algo en aquella mujer sacaba a relucir unos instintos extranos, territoriales y protectores que hacian que permaneciera ahi, vigilando, esperando a que pasara por su bloque de apartamentos de camino a su casa despues del trabajo. Y entonces, cuando la vio, hizo lo mismo de siempre: la siguio a cierta distancia, intentando no alarmarla, y espero a que entrara en su apartamento a salvo antes de dar media vuelta y volver a casa andando. No hablaba con ella ni se acercaba a ella siquiera. Nunca lo hacia. No es que no quisiera hacerlo, pero Kara iba a la Escuela de Enfermeria y trabajaba a jornada completa en el restaurante de su madre. Segun ella, Kara se negaba vehementemente a tener citas porque no tenia ni tiempo ni energia para invertir en una relacion. Probablemente tenia razon con respecto a eso. Estaba loca; no dormia bastante ni comia lo suficiente. No tenia a nadie que se preocupara por ella excepto a la madre de Simon... y a el mismo. <>. El problema es que el no era un familiar y sus sentimientos distaban mucho de ser fraternales. <>. Simon tuvo que contener un grunido de frustracion al pensar en la primera vez que vio a Kara, los ojos azules chispeantes de humor, rizos negros de pelo sedoso saliendo de su perenne cola de caballo y su cuerpo ligero moviendose con gracia de una mesa a otra en el restaurante de su madre. A la edad de veintiocho anos, aun conservaba ese aspecto de inocencia y vulnerabilidad que tenia a Simon atrapado en su red inintencionada. Estaba prisionero en ella desde entonces. Su madre hablaba de Kara como si fuera su hija, y Simon sabia que a Kara y su madre las unia un vinculo especial: uno que no se debia a la sangre, sino a una amistad especial. <>. Torciendo los labios ligeramente, Simon esperaba que su madre nunca pretendiese que fuera como un hermano para ella. Eso no iba a ocurrir. Se le ponia dura como una piedra cada vez que la veia. ?Que demonios tenia esa mujer en particular que lo ponia tan tenso y nervioso? Simon se habia follado a mujeres que eran mas atractivas y sofisticadas; ni una sola le habia causado la mas minima emocion. Era un solitario; preferia pasar su tiempo con el ordenador en lugar de asistir a eventos sociales, pero a veces necesitaba la compania de una mujer para aliviar sus necesidades fisicas. De cuando en cuando, tomarselo por su propia mano no era suficiente. Simon tenia ciertas conocidas para esas ocasiones, mujeres que le daban el control que necesitaba y que tenia que tener en la habitacion, sin demasiadas exigencias ni preguntas. <>. Hizo una mueca sin dejar de mirar a la calle, se metio las manos hasta el fondo de los bolsillos y ajusto su postura para dar descanso a sus hombros apoyando la cadera contra la pared. <>. Casi gruno ante la idea de otro hombre le pusiera las manos encima al delicioso cuerpo de Kara. Simon lucho contra un instinto meramente salvaje que desperto en el ante la idea de otro hombre tocando a su mujer. <>. Por una vez en su vida, Simon deseo parecerse mas a su hermano mayor, Sam, la otra mitad de Hudson Corporation. Sam no tendria problema en pedirle algo a Kara. Encantar, conquistar y abandonar siempre habia sido el estilo de su hermano y Sam ni siquiera se habria planteado la posibilidad de que lo rechazaran. Probablemente porque nunca fallaba. Su unico hermano cambiaba de mujer como alguien con catarro cambia de panuelo. Sam habria derribado las defensas de Kara, la habria encantado para que se bajase las bragas y despues la habria dejado tirada para pasar a su siguiente conquista. <>. Simon sacudio la cabeza, sorprendido ante su comportamiento. Si, le gustaba el control; de hecho, lo necesitaba, pero nunca habia deseado a ninguna mujer en particular. Ahora, apenas podia pensar en otra cosa que la bonita camarera que habia captado su atencion hacia un ano. <>. Simon fruncio el ceno ante aquel pensamiento. <>. Su hermano Sam era el rostro de la compania, el comercial. Simon era un genio de los ordenadores, y estaba encantado de permanecer de fondo. ?Que sabia el sobre seducir a una mujer? Nunca habia necesitado persuadir a ninguna mujer para llevarla a la cama. Las mujeres que se follaba solo estaban con el por interes. Se le conocia por ser un amante generoso. No era tan estupido como para creer que sentian algo por el. Eso lo entendia y podia aceptarlo. <>. ?Bastaria con eso? ?Podria librarse realmente de su fijacion por aquella mujer si encontrara la manera de acostarse con ella? <>. Su preocupacion irracional por Kara habia empeorado cada vez mas a lo largo del ultimo ano, haciendo que no desease a ninguna mujer excepto a ella. No habia tocado a nadie excepto a si mismo en mas de un ano, y la verdad es que necesitaba quitarse esa comezon. Y sin embargo... no podia. Si intentaba entrar en accion, hacer algo para llamar a otra mujer, veia la cara bonita de Kara y colgaba el telefono. <>. Simon observo una figura que se acercaba, a punto de descartar mentalmente a la mujer de cabello oscuro vestida con una minifalda negra de cuero y un sueter rojo vivo. Nunca habia visto a Kara vestida con nada excepto pantalones y una camiseta con el logotipo del restaurante, el uniforme casual estandar del restaurante de su madre. Volvio a mirarla sorprendido mientras se aproximaba y se quedo boquiabierto cuando le vio el rostro.

  • Te esperare solo a ti (Blue Heron 3) de Kristan Higgins

    https://gigalibros.com/te-esperare-solo-a-ti-blue-heron-3.html

    Colleen O'Rourke esta enamorada del amor… pero no cuando tiene que ver con ella. La mayoria de las noches las pasa tras la barra del bar de Manningsport, Nueva York, un negocio del que es propietaria junto a su hermano mellizo, dando consejos sobre el amor a los corazones dolientes, preparando martinis y siguiendo soltera y feliz, mas o menos. Y es que, hace diez anos, Lucas Campbell, su primer amor, le rompio el corazon… Desde entonces, vive feliz picando aqui y alla, y jugando a hacer de casa- mentera con sus amigos.
    Pero una emergencia familiar ha hecho que Lucas regrese a la ciudad. Esta tan guapo como siempre y todavia sigue siendo el unico hombre capaz de echar abajo sus defensas. Para conseguirlo, Colleen tendra que bajar la guardia o arriesgarse a perder por segunda vez al unico hombre al que ha amado de veras.