• jean joachim goriot - Jean Joachim

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    El timbre de aviso del ascensor sorprendio a Bess Cooper. Se abrieron las puertas revelando un hombre y una garganta. El hombre atractivo levanto un parpado y giro la cabeza levemente. Solto un poco la mujer a la que habia estado besando y miro con ironia a Bess. --?Quien demonios es usted? Si ha venido para ver el apartamento, ya esta vendido--, dijo mientras se enderezaba. --Yo vivo aqui. ?Quien demonios es usted?-- Bess descanso los punos en las caderas. --Yo tambien vivo aqui--. El hombre se aflojo la corbata y desabrocho el boton del cuello de su camisa. --?Asi que usted es el nuevo dueno del quince B?-- Alto, delgado, pelo negro precioso. Y esos ojos. Vaya. Esta cara me suena. --Me contaron que una ancianita vivia en el quince A--. Se saco un panuelo del bolsillo y se limpio la boca. --?Los de la inmobiliaria?-- El afirmo con la cabeza. --Gran sorpresa. Un agente inmobiliario que miente--, hizo un mohin cambiando de postura. --?Es usted mi nuevo vecino?-- --Culpable. Y, ?usted es la viejecita?-- Su mirada pausada la recorrio de arriba abajo en un latido. Una lenta sonrisa aparecio en sus labios perfectos. --Muy bien conservada --. Bess solto una risita sin querer, cubriendose la boca con la mano. --Oye, Whit...-- La morena en el ascensor tiro de la solapa de su chaqueta. --?Whit? Ahora me acuerdo de donde le he visto. Usted es Whitfield Bass. Usted es el hombre de las noticias, ?verdad?-- El sonrio y se inclino. --Nuevamente culpable--. Coloco la palma de la mano en el trasero de la mujer con el y los dos salieron del ascensor. --Ella es Candy Wayne y, ?usted es?-- Al oir su nombre, la mujer delgadisima de pelo negro corto rodeo con un brazo la cintura de Whit y se apreto contra el. --Bess Cooper.-- Ella extendio una mano. Whit la sacudio brevemente, pero Candy permanecio adherida a su lado, mirando a Bess con frialdad. --Encantada de conoceros--, dijo Bess. --Yo te he visto antes--. Whit se acaricio la barbilla sin afeitar. --Yo soy modelo. ?A que te dedicas tu?-- pregunto Candy. --Yo cocino--, contesto Bess. --Oh, eres una criada--. La morena miro con desprecio a Bess. --!Ya se!-- Whit chasqueo los dedos. --No es una criada, es una cocinera. En la tele. Cocinando Con Bess, ?verdad?-- Se le ilumino la cara. Bess se sonrojo. --Culpable--. --?No eres un poco gordita para estar en la tele?-- Candy alzo pestanas negras densas y falsas con una mirada reprobatoria a las caderas de Bess. --No segun mi productor--. Bess entro en el ascensor y pulso el boton para bajar. --A mi no me pareces gordita--, comento Whit, descansando la mirada en el escote de ella. --Peso exacto--, dijo el mientras se cerraban las puertas. Bess rio levemente mientras bajaba el ascensor. Cuando llego abajo, su portero favorito, Crash, estaba al frente del mostrador de entrada. --Buenos dias, senorita--. Ladeo su gorra. --Un nuevo vecino. ?Que te parece a ti, Crash?--. Se acerco al hombre de uniforme. "No muy amigable. Se cita con modelos de moda. Solo es un famoso mas--. --?Es de los que tiene parejas intercambiables?-- --Si. Este tipo es de los que las repone rapido--. Crash se sonrojo al decir esto. Bess enarco una ceja. --No me sorprende. Comentarista famoso de los noticieros. Tipo atractivo--. --Ahora, no vaya usted perdiendo la cabeza por el, Senorita Bess. Es un ligon. Usted es una chica decente. No me gustaria verla ser lastimada por este tipo--. Ella le dio unas palmadas en el brazo. --Gracias, Crash, eso es un buen consejo. Estoy inmunizada. Ademas, tengo a Terry y no soy una ligona--. El rio un poco. --No senora. Usted siga con un solo tipo. Por lo menos, uno por uno --. Ahora era el turno de Bess el ponerse roja. --Lo intento, Crash--. --Este tipo. El poli. Es una buena persona. Me cae bien--. --Me alegro de que te parezca bien. Me marcho a hacer la compra. Hasta luego--. Crash sonrio y se llevo la mano a la gorra otra vez. Bess salio al aire matutino agradable de mediados de septiembre. Fruncio las cejas mientras consideraba como iba a ser compartir el pasillo con un hombre con chicas calientes entrando y saliendo todo el tiempo. Y seguramente a todas horas, tambien. Aunque la vision de su mandibula recta, ojos claros que parecian desnudarla con la mirada y su cuerpo atractivo daban vueltas en su cerebro, sono una alarma. Es un ligon. Manten las distancias. Enderezo los hombros mientras subia caminando por Central Park a la calle West 81 st , luego se dirigio hacia el oeste hasta la tienda de Zabar. Tengo a Terry. No le le necesito a el. Whitfield Bass, puedes seguir con tus maneras ligonas. No mancilles el umbral de mi puerta. Una vez dentro de la tienda de productos gourmet, se dirigio a la seccion de cafes. Despues de comprar pequenas cantidades de varias marcas, eligio una variedad de tipos de te. Para cuando habia terminado, ya tenia dos bolsas de la compra llenas de cosas. Bess las alzo, sorprendida de ver lo poco que pesaban. El te no pesa nada. Siguio camino abajo pensando en que iba a preparar para cada bebida. Crash abrio la puerta del Wellington y Bess le saludo con la cabeza mientras seguia caminando hacia las escaleras. Pensando en lo que iba a cocinar, no vio a Candy Wayne avanzar hacia ella hasta que ella y la modelo chocaron. La joven mujer delgadita choco contra Bess haciendola soltar sus bolsas con su contenido tirado por el suelo. --Se me ha roto un tacon--, dijo Candy mostrando la mitad de un zapato de tacon muy alto antes de bambolearse dentro del ascensor. Cuando Bess dijo un taco para sus adentros, su perra doguillo, Albondiga, empezo a ladrar. Estaba sin arreglar, la parte de arriba de su vestimenta medio metida en la falda que estaba ladeada. --Lo siento. Lo siento--, murmuro la modelo a medida que se cerraron las puertas. El ascensor siguio su camino. Bess escucho aranazos en su puerta al tiempo que la puerta en la otra punta del pasillo se abrio. Whit, vistiendo un albornoz de color blanco como unica prenda, saco la cabeza. --?Que demonios es ese jaleo?-- --Mi perra. Cuando me oye, ladra--. Bess estaba de rodillas recogiendo cajitas de te y bolsitas de cafe. --?Que tienes alli dentro? ?Un Rottewiler? ?Un pastor aleman?-- Bess rio. --Una doguillo, ella cree que es una Rottweiler--. --?Una doguillo?-- Rio un poco. --?Te echo una mano?-- --Todo bien--. --?Ha sido Candy la que ha hecho eso?-- Bess cerro los labios en una linea firme y delgada y siguio recogiendo su compra. Albondiga siguio ladrando. Whit salio descalzo de su apartamento y se agacho al lado de Bess. Recogio varias cosas y leyo las etiquetas. --Te Chai, cafe Kona, mermelada Loganberry...--. Bess tomo cada articulo de las manos de el uno por uno y los metio rapidamente en la bolsa. --Estoy haciendo un poco de investigacion sobre el cafe y el te--. --Que interesante. Mi investigacion consiste en revisar articulo aburrido tras articulo aburrido en internet--. --Esa es la razon por la cual hace lo que hace y yo hago lo que hago--. Al ponerse en pie, el le entrego un paquete de regaliz negro. --Me apuesto que somos las dos ultimas personas en la ciudad a quienes nos gusta esto--, dijo el. --Lo dudo--. Si se cree que me va a adular para acostarme con el. Que lo vaya olvidando. Pero, a medida que el se inclino, su albornoz se abrio un poco y ella pudo ver su pecho. Era totalmente tocable, firme pero no duro tipo gimnasio. Vello negro en moderacion le hizo sentir picores en las puntas de los dedos al pensar en deslizarlos sobre sus pectorales. Con un gran esfuerzo, dejo de mirar el cuerpo de el y dirigio la mirada hacia los paquetes de comida todavia en el suelo. --Gracias--, dijo ella, con desgana de deberle nada, aunque solo fuese por el gesto de el de recoger un articulo. --No podia hacer menos despues de que Candy chocara contra usted--. Bess hizo un breve gesto con la cabeza y se encamino hacia su puerta. Al abrir la puerta, la pequena doguillo salio corriendo. Se fue directamente hacia Whit, ladrando una y otra vez. El se rio pero se retiro hacia atras. Es una bestia pequena pero feroz. --Odio los cliches, pero ?no va a llamar a su perro?-- dijo el con la espalda contra la pared. --!Albondiga! Albondiga, ven aqui, pequena--. Llamo Bess. La doguillo cerro la boca y se volvio hacia su ama. Despues de una mirada suspicaz hacia Whit, la perra se retiro, jadeando y obedeciendo. --Ella no le haria dano--. --?En serio? ?Esta usted segura de que ella lo sabe?-- La arruga en su frente se borro un poco. Se arremetio su albornoz y tiro de la banda que cerraba su albornoz apretandola. --Tu novia necesita una leccion de buenos modales--, dijo Bess, recogiendo una bolsa en cada mano. Albondiga miraba a Whit pero se quedo al lado de Bess. --Oh, no es mi novia--. --?Oh?-- Bess subio las cejas. --Pues a mi me podria haber enganado eso--. --De hecho, esa solo era nuestra segunda cita. Una cita larga quizas, pero solo la segunda. Yo tengo bastantes amigas--. El la miro otra vez con una mirada que le hizo sentirse desvestida por el. Instintivamente se tapo el pecho con el brazo. --Pues que bien. Ten cuidado con las enfermedades de transmision sexual, pueden ser bastante desagradables--, dijo ella. --?Hablando por experiencia propia?-- El enarco una ceja mirandola. El ardor subio por sus mejillas al tiempo que perdio la compostura. Solto ambas bolsas lo cual hizo que Albondiga volviese a ladrar. --Tiene mucho descaro--. --Tu eres la que lo menciono. No yo. Yo soy un gran defensor del sexo seguro. ?Lo eres tu?-- --Eso no te incumbe--. Dijo Bess recogiendo sus cosas y silbando hacia Albondiga que se callo inmediatamente y siguio a su ama. --?Tendre que usar un desinfectante cada vez que pase por delante de tu puerta?-- dijo el haciendo una mueca burlona. --!Muy gracioso! No entiendo por que no te has dedicado a la comedia en vez de las noticias. Vamos a ver... ?quizas porque no eres gracioso?-- Ella entro en su apartamento y cerro la puerta de golpe. La carcajada de el era alta y sonora. Que desagradable. Puede acostarse con todas las mujeres de Nueva York, pero a mi nunca me va a pillar. Odio a los hombres ligones. Cargo con su compra hasta la cocina con Albondiga trotando tras ella. La perrita se arrecosto en su pequena camita y ya roncaba antes de que Bess hubiese guardadado todas las compras. Se prepare un cafe y se sento con un cuaderno y un boligrafo. El telefonillo de la puerta la saco de sus pensamientos. Descolgo y le dijo a Crash que el visitante podia subir. Su ayudante, Ned Lester, entro directamente. Ella nunca cerraba la puerta con llave, pensaba que con unos porteros tan vigilantes, no tendria necesidad de hacerlo. --?Donde has estado? He dejado diez mensajes. ?Te hacia falta que recogiera algo de camino?-- --Lo compre todo yo misma. Estaba en el pasillo. Maldito vecino nuevo. Su novia repelente choco contra mi. Luego, el salio para ayudar a recoger las cosas que se habian caido--. Los ojos de Ned brillaron. --?Era mono?-- --?No tienes a alguien?-- --No has contestado mi pregunta. No para mi. Para ti--. --Supongo que se podria decir que es bastante atractivo para ese tipo de cosa--. --?Que tipo de cosa?-- Ned se sento en un taburete al lado del mostrador, su libreta lista, boligrafo en mano y los ojos azules mirando a Bess. --Quiero decir, pelo negro, ojos grises, buen fisico--. --Vaya. ?Mejor que Serge?-- --Era irritante--. Bess volvio a la cafetera y le sirvio una taza a Ned. --Ahora se que estas mintiendo. Siempre adivino. Se te ve un temblorcillo bajo el ojo izquierdo. Solo un instante, pero se ve--. --Vale. Es guapisimo pero es un ligon. Ademas, tengo a Terry--. --?Lo tienes de verdad? ?No es solo una vez a la semana y nunca se queda a dormir? -- --?Y?-- Bess bebio sorbitos de su cafe. --A mi me parece que estais algo atascados--. --Me gusta. Es un poli. Me hace sentirme segura. Estoy contenta con las cosas tal como estan--. --?De verdad?-- Ned miro fijamente, pero Bess evito mirar sus ojos. --Vamos a ponernos a trabajar. ?Como enmarcar esto? Mejores postres para cafe y mejores para el te?-- --De esa manera, a lo mejor podemos conseguir dos programas de esta idea en vez de uno solo--, dijo el apuntando en su cuaderno. --Bien pensado. Hmm, ?que va mejor con el cafe? Cualquier cosa de chocolate--. --Oh, dios. Chocolate. Aqui voy. Y de paso, a mi no me enganas. Te estoy dejando cambiar de tema... de momento--. Dijo Ned sonriendo. Bajo, con pelo marron y ojos azules, Ned era atractivo pero estaba fuera del alcance de Bess ya que era gay. Se cuidaba mucho el fisico, vestia impecablemente y la cuidaba a ella muy bien. Si yo tuviese un hermano pequeno, me gustaria que fuese exactamente igual que Ned. Bueno, quizas no tan meticon. El guardaba sus secretos y compartia su amor por la comida. Ned era mas familia para ella que su familia de verdad. Listo para convertirse en su cocinero segundo, Ned habria sido la eleccion perfecta, pero a Bess le disgustaba la idea de tener que ensenarle las cosas a un nuevo ayudante. Aunque estaba deseando que le dieran la promocion a el, tambien temia ese momento. Ella dependia de su apoyo y el jamas ponia en duda el juicio de ella. Eran el tandem perfecto. Ned repaso los cien libros de cocina que ella tenia en sus estanterias, buscando aquellos que se especializaban en postres. En media hora, ella estaba totalmente inmersa en el tema, comentando y seleccionando recetas con el. El episodio estaba empezando a tomar forma y ella habia olvidado al devastadoramente atractivo Whit Bass y su desfile de mujeres deseosas. Hicieron una lista de la compra. Ned se fue a la tienda mientras Bess se tomo un descanso. Se acerco a la ventana con su taza de cafe. Albondiga se estiro y se acerco a ella. Sus elecciones de posibles postres eran lo suficientemente numerosas para que pudiera estar segura de que habria unas cuantas opciones muy destacables para el programa. Su mente volvio al nuevo vecino. ?Por que estoy pensando en el? Es un problema para cualquier mujer soltera. Yo quiero tener hijos algun dia. No podria hacer eso con un tipo como Whitfield Bass. ?Y Terry? Ni siquiera le tengo dos veces a la semana. Se mordisqueo una una y luego se detuvo, horrorizada. --?Cuantas veces te he tenido que decir que dejes esa costumbre asquerosa?-- Ned entro, cargando dos bolsas. --Lo se, lo se. Lo siento. No estaba pensando--. --Tus manos y unas se ven. No puedes estar destrozandolas con los dientes--. Suavemente le dio una palmada en la mano y luego la elevo para besarla. --Tienes razon. Se me olvida. Preocuparme por mi aspecto ante la camara es la peor parte de este trabajo. ?Cuando podre morderme las unas y que no le importe a nadie?--. --Cuando te quedes sin trabajo. Y como ese dia no ha llegado aun, deja de hacer eso --. Recupero un paquete que se habia caido en la entrada de la puerta y lo llevo a la cocina. Mientras sacaba cosas de la compra y las guardaba, iba charlando. --?Que te tenia tan ensimismada cuando entre?--

  • Personas/Personajes: Jean-Joachim Goriot - LibraryThing

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    Obras (1) · Descripción del personaje · Personas/personajes relacionados · Series nuevas relacionaas · Related new publisher series · Series relacionadas.

  • Father Goriot (Mint Editions) Tapa dura - Amazon.es

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    Her other residents include Jean-Joachim Goriot, a retired businessman whose fortune has been spent on his two adult daughters, and Vautrin, a hardened and ...

  • Father Goriot illustrated (English Edition) Versión Kindle

    https://www.amazon.es/Father-Goriot-illustrated-English-Honore-ebook/dp/B09M7HF7Z5

    Mirar en el interior de este libro. ... whose other tenants include the formerly wealthy Jean-Joachim Goriot and the hardened criminal known as Vautrin.

  • Papá Goriot: Resumen, Análisis, Argumento, Personajes, Y Mas

    https://resumiendolo.com/c-novela/papa-goriot/

    Papa Goriot es una novela francesa de Honoré de Balzac la escribió en 1834 y fue ... y un veterano jubilado de Vermicelli llamado Jean-Joachim Goriot.

  • 62: Papá Goriot - A la aventura - Podcast de libros y lectura

    http://alaaventura.net/62-papa-goriot/

    20 jul 2015 — En este libro conocemos a Jean Joachim Goriot, que vive dedicado a sus hijas y a Eugène Rastignac que desea formar parte de la alta sociedad ...

  • Father Goriot - Libro electrónico - Honoré de Balzac - Storytel

    https://www.storytel.com/co/es/books/37864-Father-Goriot

    15 ene 2015 — ... law student Eugene de Rastignac, a mysterious agitator named Vautrin, and an elderly retired vermicelli-maker named Jean-Joachim Goriot.

  • 62: Papa Goriot - A la aventura - Libros y lectura (podcast)

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  • 62: Papa Goriot - A la aventura - Libros y lectura

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    20 jul 2015 — "Papa Goriot" de Honore de Balzac (1819) es una de las obras mas ... En este libro conocemos a Jean Joachim Goriot, que vive dedicado a sus ...

  • Père Goriot - wikioes.icu

    https://wikioes.icu/wiki/Pere_Goriot

    Uno de los favoritos de Balzac, el libro ganó rápidamente una gran ... llamado Vautrin y un anciano jubilado. fideos-creador llamado Jean-Joachim Goriot.

  • La piel no olvida de Fernanda Perez

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    Novela coral sobre mujeres que rompen con los moldes de la epoca y hombres comprometidos con un mundo que cambia.

  • El chico de mi vida (Los chicos 4) de Jana Aston

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    Chloe tiene veintidos anos, es profesora y muy timida. Cuando se pone nerviosa con un chico, cuenta chistes malos. Compulsivamente.
    Boyd trabaja para el FBI y necesita que una chica se haga pasar por su novia en una boda.
    ?Convencera a la joven e inocente Chloe para que sea su cita y pasen un fin de semana juntos?

  • Mi error fue enamorarme del novio de mi hermana. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Jenna siempre se ha sentido diferente. Con sus diecinueve anos no aparenta mas de quince y para eso no ayuda mucho su despreocupado aspecto. Hija de un importante empresario nunca se ha sentido a gusto en sociedad. No encaja en ese mundo. Su mundo es la pintura, le encanta perderse en su cuadros y plasmar la belleza que solo ella es capaz de ver.

  • El asesino del camino norte 1 de Rober H. L. Cagiao

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    Los acordes del Sweet Child O'mine la sacaron de aquella terrible ensonacion. Alguien le golpeaba con un Vieira en la cabeza y quedaba inmovil en el suelo, sin apenas poder moverse. Solo era un sueno. Miro el movil y torcio el gesto. Era Palau. Su jefe. -- Dime, Palau... -- Perdona, Comisaria, se que no son horas, de verdad, y se que te digo esto cada vez que te llamo pero necesito que veais algo. Os mando un video. Por favor, despierta a Costoya y echarle un ojo rapido. Salis manana por la manana para Colindres. -- ?Para donde? -- Colindres, Cantabria, Mar, paz, naturaleza, ?no querias un respiro de la ciudad? -- Si, me encanta el cantabrico, ?pero no se nos va un poco de nuestra zona de influencia? -- !A ver, Paola, Colindres esta en el camino de Santiago, el camino norte, ?te suena? -- Se puso la mano en la cabeza y comenzo a recordar los ultimos muertos en Zarautz y Gernika. -- Despertare al vago este pero no le prometo nada, lo oigo roncar desde aqui. ?No me va a adelantar nada? -- No, Comisaria, vea usted el video y luego hablamos. Les dejo desayunar, pero a las nueve los quiero preparados, intentare conseguirles vuelo a Bilbao y desde alli coche de alquiler a Colindres. -- Entendido, jefe, ?solo me llevo a Costoya? -- No, llevese a Ana y a Portela. El resto se quedan aqui, necesito a gente que vigile a los malhechores gallegos. -- ?Y Maria, aun no ha vuelto? -- Sigue de vacaciones en Madrid y no la voy a hacer volver por esto. Segun vaya la investigacion vamos decidiendo. En cuanto vean eso y esten preparados les voy informando. -- Perfecto. Ahora lo vemos -- Colgo el telefono y abrio el archivo que acababa de mandarle Palau. Al principio solo reinaba la oscuridad. Poco a poco empezo a darse cuenta de la escena. Era de noche, pero alguien arrastraba a otra persona por un camino. Le resultaba imposible saber donde estaban. Si escuchaba los quejidos de un hombre que imploraba el perdon. El video sufria un corte y volvia ya con mas luz en una especie de barrio monumental. Suponia que se trataba del lugar del que le habia hablado Palau: Colindres. Otro corte en el video y ahora si se veia nitidamente a una persona atada a los pies de una cama. Vestia ropajes antiguos. Fueron solo unos segundos. Suficiente para que un escalofrio le recorriese el cuerpo. Volvio a verlo. Tenia que ser el mismo. El que llevaban buscando desde hacia dos meses. El asesino del Camino Norte. Asi lo habia bautizado la prensa. Tenia que despertar a sus companeros. Eran las siete de la manana, les quedaban dos horas para intentar entender de que iba aquella nueva escena. II. EL ASESINO DEL CAMINO NORTE Todos habian visto ya el video. A unos mas que otros se les habia atragantado el desayuno. Paola estaba tranquila. Sabia

  • Entre Gucci y Gominola de Jezabel Mari

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    Lucia y Africa son dos primas que, en cuanto alcanzan la mayoria de edad, deciden abandonar el nido familiar e iniciar una convivencia juntas. Son estudiantes, trabajadoras, responsables, divertidas, guapas, y tienen muchas ganas de vivir y cumplir sus suenos. Ambas consiguen un permiso para vender los complementos que fabrican con sus propias manos, y es alli, en su coqueto puesto de la Plaza del Duque, en Sevilla, donde dara comienzo el verdadero giro de sus vidas.
    Sorpresas, emociones, risas, momentos comicos, algun que otro encuentro no deseado, consecuencias, un poquito de sexo y muchas muchas muchas mariposas en el estomago.
    Nueva York las espera…
    ?Quienes las acompanaran en este viaje?
    Sumate a la aventura y vive con ellas cada intensa sensacion.

  • Deseada por su Lobo (Los Lobos de Green Valley 7) de T.n. Hawke

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    Adele:

  • El chocolate no hace preguntas de Yolanda Quiralte

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    Bruno Garcia acaba de invertir todos sus ahorros en La Bookeria, una libreria con tintes neoyorquinos situada en una pequena ciudad espanola.

  • Hijo del pasado de Blanca Miosi

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    Blanca Miosi, una de las autoras mas sobresalientes del mundo literario latinoamericano nos trae esta vez un personaje vivido, con un pasado de luces y sombras.

  • Esos ojos me suenan de Natalia Divan

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    Amy es una periodista freelance estadounidense a la que sus trabajos apenas le dan para subsistir. Cuando se le presenta la oportunidad de ascender en la revista para la que principalmente trabaja si entrega un buen articulo, decide hacer uso de los pocos ahorros que tiene y viajar en un crucero que surcara el mar Mediterraneo, en busca de inspiracion.
    Lo que Amy desconoce todavia, es que el azar del destino la hara coincidir con alguien del pasado que guarda un delicado secreto, y le hara vivir, a su vez, peligrosas aventuras no exentas de romanticismo.

  • Seduciendo al principe (Seduciendo a la corona1), Amanda J. Queiroz de Amanda J. Queiroz

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  • El hijo del acordeonista de Bernardo Atxaga

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    La novela mas personal de Bernardo Atxaga.

  • Kierkegaard en 90 Minutos de Paul Strathern

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  • Licor y Lujuria de Tina Isabel Leung

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    "Licor y lujuria" es una historia corta ambientada en la epoca de la ley seca. Narra el romance prohibido entre un banquero introvertido y un escurridizo ganster de alcohol.

  • Tu reflejo – Claudia Cardozo de Claudia Cardozo

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    Lorraine es una joven que suena con convertirse en una afamada disenadora de modas. Alegre, vivaz y un tanto alocada, solo piensa en el ahora y en la vida que tendra una vez que consiga cumplir sus metas. Tiene buenos amigos y un novio que esta a punto de sumarse a su lista de fracasos amorosos; el unico hombre que le ha llamado realmente la atencion y por quien lleva anos suspirando es Eric, pero ellos no tienen nada en comun, y con su historial de miedo al compromiso seguro que el intentar algo con el seria una mala idea.

  • Laberinto de Intrigas de Pilar De Aristegui

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    Ana de Austria (1601-1666), hija del rey Felipe III de Espana, esposa del rey de Francia y madre de Luis XIV, es una de las muchas mujeres injustamente olvidadas por la historia. Pilar de Aristegui novela con su maestria habitual la vida de esta reina que paso largos anos de ostracismo en la corte francesa, despreciada por su marido, con el que estuvo casada veintitres anos hasta que por fin nacio el ansiado heredero, el Delfin de Francia.

  • La casa de cadenas (Malaz. El Libro de los Caidos 4) de Steven Erikson

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  • Siempre estuvieron ellas de Javier Santamarta Del Pozo

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    Espana es un pais femenino. Dudarlo seria no reconocer que su Historia esta salpicada, y aun forjada, por mujeres que despuntaron en todos los campos en que quisieron destacar. Tanto si era posible, como si no. Espana es un lugar donde las mujeres han desarrollado un papel como en pocos sitios mas podemos encontrar. Hay heroinas, literatas, reinas, escultoras, inventoras, cientificas, santas. Mujeres avanzadas a su tiempo que se toparon con trabas e impedimentos y que, pese a todo, triunfaron. Magnificos exponentes del coraje y del empeno puesto en una causa, aunque les costara la vida.

  • Amos y Mazmorras VII de Lena Valenti

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    Amos VII

  • La Imagen de Jean De Berg

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    Tras el seudonimo de Jean de Berg se oculta una de las grandes figuras de la literatura francesa moderna. Dedicado a Pauline Reage, autora de L'historie d'O, este libro, en su edicion francesa de 1956, lleva el prologo de la destinataria que reproducimos en esta version espanola. Tras poner en duda el que el autor del libro sea un hombre por mostrarse <>, escribe: <>. El tercer personaje, un hombre, no es mas que un sacerdote en el ritual en torno al objeto sagrado. De ahi que el narrador describa los ritos, los decorados y los objetos fetichistas como una sucesion de imagenes casi hieraticas, de cierto modo ajenas a el, si bien el mismo, al final, pase a ser, casi a pesar suyo, protagonista de la ultima ceremonia.

  • La razon eres tu. Gris acerado, verde ardiente de Anali Sangar

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    Noe, marcada por un pasado dificil, se siente vulnerable, y la relacion que mantiene con Rober hace algun tiempo que dejo de aportarle algo positivo. Solo el apoyo de sus amigos la mantiene lo suficientemente fuerte para seguir adelante.
    Todo parece cambiar cuando su amigo de la ninez, con el que comparte un pasado lleno de altibajos, se cruza en su camino de la manera mas insospechada. Mario, con su mirada verde jade, sus manos de musico y su voz rasgada, consigue despertar en Noe un sentimiento de verdadero amor.
    ?Es viable trazar un vinculo entre pasion y amistad? ?Es seguro enamorarse de la persona que conoce todo sobre ti? Posiblemente, pero... Rober no estara dispuesto a permitirlo.
    La razon eres tu es una novela rebosante de sentimientos y deseos, de actos nobles y mezquinos, de situaciones divertidas y desesperadas, de amistad, amor y sexo, de besos, risas y lagrimas, de partituras y tablaturas, y de todas las emociones que se muestran y demuestran cuando se tienen veintitantos.

  • Contigo al fin del mundo de Kattie Black

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    Soy Olimpia. Mi prometido decidio hacerme el mejor regalo de mi vida en el dia de San Valentin: dejarme con un mensaje en el movil. Una cobardia, si, pero en ese momento no sabia la suerte que tenia. La curiosidad me llevo a un bar de carretera donde vivi una de mis mas secretas fantasias, pero ?sabeis que? Nada de aquello fue un sueno.

  • El corazon de Aldabia de Pat Casala

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    Aladi Hustrasga era el segundo en la linea de sucesion al trono de Aldabia, juerguista empedernido, chulo, despreocupado e irresponsable que pasaba los dias de fiesta en fiesta sin escatimar con el alcohol, drogas o sexo. Hasta el asesinato de su hermano en palacio. De la noche a la manana se convierte en el heredero legitimo al trono y se ve obligado a abandonar su vida disoluta para adoptar su nuevo papel en la linea sucesora monarquica. Intenta eludir esa realidad, pero nada evita su destino.

  • Te odio, pero besame, Isabel Keats de Isabel Keats

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    Lucas y Candela se conocen desde ninos. Segun Candela, lo suyo fue odio a primera vista, pero da la casualidad de que India es la mejor amiga de ambos y estan condenados a verse a menudo. Eso si, cada vez que se juntan vuelan los cuchillos. Todo indica que las cosas seguiran asi eternamente, hasta que Candela decide que ha llegado la hora de sentar la cabeza. A pesar de que odia los imprevistos y las sorpresas, esta dispuesta a embarcarse en una expedicion, nada menos que a Kamchatka, para asegurarse de que Victor, su novio, es el hombre de su vida. Sin embargo, no ha contado con Lucas quien, al parecer, tiene mucho que decir en el asunto y no esta dispuesto a que su pelirroja favorita se lance a semejante aventura con otro que no sea el. Pero hay cosas que son imposibles, al fin y al cabo, ellos se odian desde siempre… ?o no? Si te gusto ‘Te quiero, baby’ (Premio Dama Mejor Novela Romantica Contemporanea 2015) no te puedes perder esta nueva novela de Isabel Keats.

  • Las ansias carnivoras de la nada de Alejandro Jodorowsky

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    <> Alejandro Jodorowsky

  • Si Buscas Enamorarte de Raico Calamonte

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    Puede que tengas emociones que al principio no sabias que podias sentir. Quiza te has acostumbrado a iniciar cada nueva etapa de tu vida con la mente limpia y cero expectativas. O tal vez, nunca hayas tenido una conversacion con una persona que, apenas verte, ya te conoce casi a la perfeccion.
    "Que genial es hablar con alguien que me entiende, que me reta, que me ensena, que me impulsa a querer sentir mas de su compania, que me envuelve con la fortaleza que brinda un abrazo, que me causa el anhelo de poder clavarme en sus ojos. Unos ojos que me dan el calor de una tierna mirada, y me transmiten una sensacion de ternura, alegria y amor".
    Ahora ya lo sabes: descubriras un sentimiento que enternece, y a la vez, te intrigara a querer saber mas, a desear sentir mas, a poder ver mas.

  • Soy Rose Black de Ana Ballabriga , David Zapalana

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    Rose Black tiene todo lo que cree que podria desear: un trabajo estable y bien remunerado como abogada en un bufete de Ibiza, un novio italiano estupendo que la adora, y tres amigas incondicionales y divertidas. Sin embargo, en la fiesta de su 40 cumpleanos, se da cuenta que, a pesar de todo, su vida parece haber tocado techo.

  • El refugio de Mick Kitson

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    Sal ha estado planeando la fuga durante casi un ano. Ha leido una guia de supervivencia de cabo a rabo y ha mirado un monton de videos de YouTube. Ha sustraido un mapa de la agencia cartografica nacional. Ha robado varias tarjetas de credito y ha comprado una brujula, un cuchillo de montana, un par de impermeables y un kit de primeros auxilios. Y ahora esta preparada. Sabe muchas cosas: como construir un refugio y encender un fuego, como calcular distancias, como cazar conejos y disparar una pistola de aire comprimido. Pero sobre todo, sabe como proteger a su hermana de diez anos, Peppa.

  • El poder del bosque. Shinrin de Dr. Qing Li

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  • Por nosotros (Encuentro de almas 2) de Sonia R. Salvante

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    Chema sigue perdido, mas confuso que nunca y arrastrando una frustracion dificil de gestionar.
    Sus deseos batallan constantemente contra el deber y la culpa, mientras la vida se empena en mostrarle el camino.

  • Un extrano en la oscuridad (eLit) de Jill Shalvis

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    Solo por una noche la comandante Corrine Atkinson se permitio traspasar las barreras que habia construido a su alrededor para seducir a un sexy desconocido. Cuando llego la manana y recupero el control sobre si misma, Corrine salio de alli a escondidas y recupero la normalidad.

  • A pesar de todo… Sigo siendo audaz de Rosirys Rondon

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    Camila es una mujer audaz y Matthew un hombre testarudo.
    Un accidente lleva a una apuesta que se convierte en otra y luego en otra mas, hasta que lo que se compromete es el corazon. Ninguno buscaba una historia de amor, pero les resulto imposible luchar contra sus sentimientos y al final entendieron que rindiendose era la unica manera de ganar.
    A pesar de todo... Sigo siendo Audaz es la segunda entrega de la saga "A pesar de todo" ahora concentrada en la historia de otra de las socias de Tu Decoracion, Camila Uzcategui, la mas decidida y alegre del grupo, fanatica del helado y de vez en cuando de la combinacion de colores exoticos.

  • Prohibido de Tabitha Suzuma

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    “No podemos, si empezamos, ?como vamos a pararlo?>>

  • El es mi boxeador de Candela Muzzicato

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    El. Arrogante. Grunon. Presumido. Desvergonzado. Orgulloso. Posesivo. Idiota. Esas son algunas de las muchas cosas que Damon “la Furia” Woodgate es. Desde que lo vi supe que una palabra lo describiria muy bien aparte de todas las demas: problemas. Es misterioso, con un aire de superioridad que te dan ganas de matarlo. Es bipolar muy a menudo y creo que ni el se da cuenta de ello. La gente le teme, pero yo no. Solo tengo curiosidad de saber que fue lo que le paso para llegar a ser asi como es. Nadie le habla, lo evitan y le esquivan la mirada cuando pasa, alejandose del lugar en el que el esta. No creo que una persona cambie muy rapido de divertido a serio, en tan solo unos segundos. Pero el si.

  • El Hombre Invisible de H. G. Wells

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    Escrita en 1897, poco despues de La maquina del tiempo, El hombre invisible cuyo personaje central ha alcanzado, como Dracula o Frankenstein, un lugar en el imaginario del mundo moderno da forma definitiva a uno de los motivos que habrian de cobrar mas relieve,

  • Grande y fabulosa de Larissa De Silva

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    “Tienes que decirme como estuvo”, dijo mi mejor amiga. Ella me miraba fijamente. Habia sido una noche tranquila en la sala de emergencias y nos habiamos entretenido con las historias de nuestros antiguos novios, incluyendo a nuestros companeros de la escuela de medicina, cuando no estabamos actualizando los historiales o revisando a los pacientes. No es que ninguna de las dos hubiera tenido mucho tiempo para salir con exito con alguno de nuestros companeros. Ellos estaban ocupados y nosotras tambien, y la mayor parte del tiempo, estabamos demasiado ocupadas para salir o tener aventuras de una noche con nuestros companeros. Las cosas no estaban tan agitadas despues de graduarnos, pero no se hicieron mucho mas faciles. Finalmente estaba saliendo de nuevo y me resultaba dificil mantener el contacto con algunos de los hombres que me interesaban. Al menos ellos parecen estar interesados en mi, lo cual era agradable, pero apenas podia recordar sus nombres. No queria nada serio, no tenia tiempo para nada serio, pero me gustaba pasar tiempo con algunos de ellos. No es que hubiera encontrado a alguien que pudiera recordar tan bien. Ella me pincho en el hombro. “Hola”, dijo. “?Vas a decirmelo o que?” Le sonrei. “Eso es inapropiado, Dra. Comely”. Levanto las cejas. “Oh, ?asi es como estamos haciendo esto?” Me rei, sacudiendo la cabeza. “No”, respondi. “Desafortunadamente, no hay mucho que informar. Fue amable y me hizo reir, pero no se, faltaba alguna chispa”. Bajo su voz a un susurro mientras se acercaba un poco mas a mi. “?Asi que no te acostaste con el?” Abri los ojos en un simulacro de shock. “No lo hice”, respondi. “Queria hacerlo, pero me acobarde. No quise llevarlo a mi casa, porque, ?y si fuera un asesino o algo asi?” “Pero no te preocupaste por eso antes de tu cita”. “Si, lo hice”, dije. “No pense exactamente que me iba a asesinar delante de todos los demas en un restaurante. Eso definitivamente haria que la gente dejara de comer”. a “Y crees que a un asesino le importaria eso”, dijo. Me rei. Estabamos sentadas en la parte de atras de Urgencias y ella habia subido la cortina a nuestro alrededor. Las pequenas salas de consulta que teniamos estaban frecuentemente sobrecargadas y aunque el hospital habia estado hablando de construir una nueva ala de urgencias durante anos, parecia que nunca se llegaba a hacer por una razon u otra. Por eso teniamos estas improvisadas y anticuadas bahias de cortinas. No proporcionaban mucha privacidad, pero eran mejores que nada en una crisis. Afortunadamente, nada parecido a una crisis parecia estar sucediendo en esa tranquila noche de miercoles. Cam miro su tablet y suspiro. “?Sabe lo que le paso al Sr. Hysinger?” “Si”, dije. “Lo transfirieron a urologia”. “Huh, extrano. Creo que hay un problema con…” La interrumpieron los fuertes pasos de alguien que se acercaba a nosotros. Ambas nos dimos la vuelta para ver a la enfermera de turno, una mujer mayor blanca de pelo negro azabache y cejas finas. La mirada de Teri se interpuso entre nosotros antes de decidir que no le importaba. “Acaba de entrar un joven”, dijo. “Las constantes vitales estan bien, pero fue apunalado en el brazo y el cuchillo esta… en movimiento”. Levante las cejas. “?Lo esta moviendo?” “No”, dijo. “Se esta moviendo, como, cuando mueve su cuerpo. No creo que sea profundo, pero no quiero…” “Entiendo”, dije. “?Algo mas?” “Debe tener entre veintitantos y treinta anos, esta lucido, creo que hay otras lesiones porque debe haberse metido en una pelea, pero no me dejo examinarlo a fondo”, dijo. “Le pedi que se quitara la ropa, pero no quiso hacerlo”. “Vaya”, dije. “Bien”. Gracias, Teri.” “De nada, Dra. Meyer”, dijo, mostrandome una pequena sonrisa, que era la mayor aprobacion que iba a obtener de ella. “Esta en la habitacion tres”. Asenti con la cabeza. Camine hasta la habitacion, mirando mi tablet para ver el historial del paciente. Mis ojos pasaron por alto su nombre mientras miraba sus signos vitales, su edad y la descripcion de su condicion. Llame a la puerta. “Pasa”, dijo una voz masculina apagada. Abri la puerta y mire hacia arriba desde la tablet. Inmediatamente, senti que el suelo se habia movido y que iba a ser tragada por la tierra. Nunca habia sido una buena actriz, asi que estaba haciendo todo lo posible para fingir que todo estaba bien, aunque definitivamente no todo lo estaba. Este no era un paciente. No era un paciente cualquiera, era alguien que conocia, alguien que habia intentado olvidar. Y se veia mejor que nunca. Solo tuve un segundo para decidir como iba a reaccionar al hecho de que Jody Banks estaba sentado en una silla azul en un rincon de la habitacion, el era el chico con el que habia salido en la secundaria. El que me habia roto el corazon. En esa epoca era delgado, alto y guapo, con hombros anchos y una complexion atletica facil. Todavia era delgado, alto y hermoso, pero habia trabajado en esculpir esos musculos en una obra de arte, tenia un tatuaje negro envuelto alrededor de su brazo como una vid, hasta su cuello, y desaparecia en la parte de atras de su camisa. Parecia mas alto tambien, pero podia decir que era solo porque estaba sentado derecho. Tambien me miraba a mi, con unos curiosos ojos abiertos que no dejaban de moverse. Se lamio los labios cuando me acerque a el, mi mirada se dirigio hacia el suelo. No queria mirarlo y no queria necesariamente que pensara que lo reconocia. Aunque yo era una mala actriz y lo sabia, las posibilidades de que me reconociera eran muy altas. “?Sr. Banks?” Pregunte cuando me acerque a el. “Puedes llamarme Jody”, dijo. Podia oir la risa en su voz. “?Como debo llamarte?” “Dra. Myer”, respondi, mirandolo a los ojos por primera vez mientras dejaba la tabla en la mesa de al lado. “?Que le paso?” “Me cai en el estante de los cuchillos”, dijo, mostrandome una sonrisa. Me fije en sus dientes. No habian sido arreglados, y sus caninos, que siempre habian sobresalido un poco, eran quizas mas visibles ahora que habia crecido. “Es un problema. Dra. Myer.” “Se cayo en el estante de los cuchillos”, repeti, lentamente. “?Como?” Parpadeo. “?Como que como?” “?Se resbalo?” “Yo… si, claro”, dijo. “Me resbale”. “?Y por que sobresalia el cuchillo?” Pregunte. “Bueno, me cai, tirandolo, y luego… ya sabe, cayo al suelo, y estaba sobresaliendo, y no pude detenerme, asi que me apunalo. ” Me mordi los labios. “?Sabes por que se cayo?” “Porque me resbale”, dijo. “El suelo de la cocina estaba resbaladizo”. “?Estaba cocinando?” Penso por unos segundos. “Si”, dijo, eventualmente. “Lo hacia”. “Genial”, dije. “Voy a mandarle a hacer una radiografia. No hay muchas venas o arterias donde usted, uh, cayo en su cuchillo, exactamente, pero me gustaria descartar cualquier cosa que pueda significar que necesita cirugia.” Hizo un gesto de dolor, y por primera vez desde que lo vi en la oficina, parecia asustado. “?Cree que necesitare cirugia?” Hice lo que pude para mantener mi voz neutral. “Es una posibilidad”, dije. “Pero es muy pequena. Solo quiero estar segura. Los accidentes de cocina no son una broma”. Asintio con la cabeza. “Bien”. “Me gustaria examinarlo”, dije. “O puedo buscar que lo haga otra persona, si se siente mas comodo con eso. Sus heridas podrian ser un poco peores de lo que parecen a primera vista. ” “?Quiere examinar mi brazo?” “Toda la parte superior de tu cuerpo”, dije. “?Puede quitarse la camisa?” Parpadeo. “Claro”, dijo. “Quiero decir, supongo.” “?Puede hacerlo?” Se miro a si mismo y sacudio la cabeza. “No”, dijo. “No puedo”. “Bien”, respondi. “Normalmente, nuestros paramedicos la cortarian, pero…” “Esta camisa es cara.” “Entiendo”, dije. “Tendre cuidado, entonces.” Me acerque para enfrentarlo. La camisa parecia cara, una camisa de manga corta azul bebe y verde ceruleo claro con botones blancos que se ajustaban a su cuerpo. La camiseta blanca de cuello en V debajo de ella al menos hacia las cosas un poco menos incomodas, aunque no lo suficiente. Agarre el cuello de su camisa con la punta de los dedos y respire profundamente mientras me concentraba en la camisa y no en el hombre que la llevaba puesta. Intentaba ser lenta, delicada, porque no queria tirar del cuchillo o empeorar su herida. Era dificil hacer algo asi con cuidado, especialmente cuando podia sentir la mirada de Jody sobre mi. Me miraba fijamente, sin dejar de hacerlo nunca, mi calma fabricada no era rival para su tranquila pero resuelta intensidad. Pense que probablemente era mejor romper la tension y admitir finalmente que nos conociamos. De esa manera, al menos las cosas podrian ser un poco mas… manejables. Tal vez no, pero valia la pena intentarlo. “Entonces”, dije mientras desabrochaba el boton superior de su camisa, mirando directamente a sus ojos verde avellana. “?Como esta tu madre?” “Esta bien”, dijo. “Bien, pero decepcionada”. “Me alegro de oirlo. ?Y tu hermano?” “Esta bien”, respondio. “Ahora vive en Japon, ensenando ingles a los ninos de las zonas rurales.” Sonrei. “Bien”, dije. “Eso parece el tipo de cosa que le vendria bien. ?Es feliz?” “Esta feliz porque esta lejos de aqui”, respondio, encogiendose ligeramente de hombros, lo que hizo que mis dedos resbalaran un poco, y termine tocando su piel por una fraccion de segundo. Me aleje, sintiendo las puntas de mis dedos como si me hubiera quemado. No queria que me tocara, sobre todo cuando parecia tener tanto efecto en mi. Pense que no lo haria… habia superado lo de Jody Banks, habia intentado toda mi vida olvidarme de el. Y, en su mayor parte, lo habia hecho. Pero el estaba sentado frente a mi, vulnerable y con mejor aspecto que nunca y yo… Dios, yo era inutil frente a el, aunque el era el paciente, y aunque el era el que estaba sentado en la mesa del paciente y tenia un cuchillo en el brazo. Tosi y me aleje de el. “?Estarias mas comodo si otro medico hiciera esto?” Sonrio, su mirada se encontro con la mia. “No dejaria que nadie mas hiciera esto”, dijo. “Asi que no”. Casi habia terminado. Su camisa estaba abierta y tuve que tirar de su manga para que no tocara el cuchillo, que sobresalia de su brazo. Extendio su brazo izquierdo, ileso, para que yo pudiera quitarle la manga. Me puse detras de el para tener una mejor vista de lo que estaba haciendo. La tela de la manga se habia recogido detras del boton, lo que significaba que iba tener que ser muy cuidadosa para bajarla sin hacerle dano. Eso era bueno, al menos, porque no queria tirar del cuchillo y hacer que su herida fuera peor de lo que ya era. Camine a su alrededor, hacia su brazo derecho, y tire de su camisa y la aleje, sacando la tela de su cuerpo y luego lenta pero seguramente empujandola hacia abajo y alejandola de el. Finalmente la aleje de su brazo lo suficiente como para evitar el cuchillo. Contuve mi respiracion mientras el se agarraba la manga y tiraba hacia abajo tan fuerte como podia. Cuando la camisa aterrizo en el suelo de baldosas delante de nosotros, senti que podia respirar de nuevo

  • ZAC (Huida desesperada 3) de Sabina Rogado

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    El club de dudosa reputacion estaba repleto a esas horas intempestivas y las mesas de juego se erguian coronadas por nobles depravados, los cuales acostumbraban a ejercer el poder que les otorgaba el titulo heredado sin el menor remordimiento. Sabian lo que querian y buscaban alicientes acordes a su manera de ser y no a los convencionalismos de siempre, de ahi que naciera un tugurio que presumia en lo referente a la escasez de normas y de senoritingos estirados y aburridos. En el interior de sus discretas paredes resultaba habitual respirar el aire viciado, mientras apostaban cantidades indecentes de libras, propiedades y lo que se terciara. La espesa neblina ocasionada por el tabaco cubria la mayor parte de la estancia y se mezclaba con los diferentes olores y sonidos; el toque dulzon venia a traves del perfume de las damas de compania, el alcohol corria de vaso en vaso como la polvora y las voces de las personas alli congregadas se escuchaban demasiado elevadas. Sin duda alguna, cualquier caballero de honor, integro y de buenas formas, ni siquiera se dejaria caer por el barrio a riesgo de permanecer en boca de lenguas viperinas y malintencionadas durante semanas, convirtiendose en un cotilleo escabroso y asegurando asi los pecados inconfesables de almas corrompidas. Lo que no se ve no se comenta y, por lo tanto, no existe. Al fondo, un pianista, una cantante de suntuosas curvas y varias bailarinas con un vestuario indecente amenizaban la frenetica noche, al tiempo que varias amantes se acomodaban sobre el regazo de sus respectivas companias y alardeaban de la buena suerte que estaban dispuestas a brindarles. El conjunto en general era el consecuente de arrastrar a los envalentonados socios a situaciones nefastas, terminando en mas de una ocasion con una cita en Hyde Park; el famoso parque en el que se debatian los duelos entre caballeros al dejarse llevar por la impulsividad y la euforia incuestionable que les otorgaba el whisky, las trampas, y alguna que otra muchacha recien llegada y que levantaba el revuelo entre los mas mujeriegos de inmediato. En una de esas mesas, Zac ojeaba las cartas que sujetaba en su mano derecha y alzo la vista en busca de su companero de juegos o, mejor dicho, de juergas. Ultimamente, las escapadas nocturnas se acortaban entre unas y otras y, lo que era peor, cada vez ansiaba, con una necesidad acuciante, vivir a contracorriente para empaparse de las delicias que la vida podia ofrecerle tras dejar atras el internado en el que curso sus estudios, y en el que compartio habitacion con su amigo Henry, para terminar, como era el caso, en una multitud ingente de lugares de dudosa reputacion. Cada dia le perdia el respeto a lo que podria sucederle, no terminaba de encajar en la ciudad londinense y se dejaba llevar. Atras quedo el chiquillo de dieciseis anos que tuvo que armarse de valor, viendose obligado a abandonar el rancho de sus padres fallecidos, en el oeste americano, con el unico proposito de salvar a su hermana Zoe de las garras de un ser deleznable, el cual, de no huir a tiempo, habria desposado a su hermana a la fuerza y se hubiese quedado con la propiedad que no le correspondia. Por fortuna, los planes de huida jugaron a favor de los desprotegidos hermanos y, ese ser deleznable, termino con el final que le correspondia al otro lado del oceano. Eso si, debia reconocer que la aventura emprendida les pudo salir demasiado cara, no todo fue un camino de rosas, y de no ser por la providencial aparicion de Nick, duque de Hackins, el destino de Zoe, y de el mismo, no se habria semejado ni una pizca con el actual, mas resulto que ese hombre se convirtio en la tabla de salvacion para ambos. [1] De ese episodio habian transcurrido diez anos, en la actualidad, Zac tenia veintiseis y contaba con una formacion academica excelente; el que su cunado fuese un noble tan poderoso le bastaba para acceder a un sinfin de oportunidades inalcanzables para cualquier otro individuo, quiza por ello, y a pesar de tener la edad perfecta para sentar la cabeza, ni por asomo pretendia dar por finalizada su etapa de bribon y mujeriego, ampliandola hasta limites demasiado peligrosos. No, por supuesto que no dejaria ese tipo de vida. ?Para que con lo divertido que era? Zac dejo atras sus pensamientos, presto atencion al hombre situado frente a el, y una mueca socarrona salio de su boca al interpretar un movimiento sospechoso. <>. El aspecto del hombre en cuestion lo delataba por si solo, y lo corroboro al percatarse de su mano dirigiendose al corbatin en un intento de aflojarlo. La frente resplandecia perlada por el sudor y la mirada huidiza conferia que la situacion le vencia por momentos; con cada detalle dejaba entrever la incomodidad y la desesperanza de encontrarse en ese lugar, aunque claro, que lo hubiese pensado antes de quedarse sin ninguna libra y terminar apostandose la propiedad de campo que poseia a las afueras de la ciudad. Estos nobles se creian impunes y a la vista estaba que nunca aprenderian. El jamas hubiese sido capaz de apostar el rancho de sus padres, el bien mas preciado que tanto su hermana como el poseian en Wyoming, y menos en una misera partida de cartas. No, jamas. Y le dio exactamente igual el estado de desconcierto de su rival. La disposicion a zanjar el asunto, en la mayor brevedad posible, era lo unico que le importaba en esos instantes, pues de pronto, estar rodeado de gente como aquella consiguio que la repugnancia invadiera el vacio alojado en su interior cada vez que recordaba su pasado. La nostalgia resurgio, el malestar de Zac se agrando, y de ahi broto la disposicion a actuar con total impunidad. Una casa de campo le vendria demasiado ventajosa para retirarse durante un tiempo de la ciudad depravada, llena de formalismos y teatralidades por doquier. Quien sabe, puede que aquella oportunidad fuese la excusa perfecta para replantearse que hacer con su vida, porque claro, lo que se dice claro, no lo tenia en absoluto, comenzando a aceptar que la vida de excesos que llevaba no le aportaba la felicidad que ansiaba, sino todo lo contrario. Mientras, en la mente del otro sujeto, una lucha esclarecedora se debatia con fervor ante el clamor que le otorgaba una informacion primordial. Nadie de su condicion era ajeno a las habladurias en torno al cunado del duque de Hackins; los varones de la alta sociedad eran conocedores de la destreza magistral con cualquier tipo de arma, al igual que sabian que, gran parte de esa destreza surgio a consecuencia del tiempo en el que tanto su hermana como el convivieron entre una tribu india, cuando escapaban del destino que trataron de marcarle a la duquesa de Hackins a la fuerza (HUIDA DESESPERADA). Es por ello que debia de templar los nervios, recomponerse y practicar un intento desesperado para que el azar jugase a su favor, al menos por esta vez. Si el muchacho contra el que jugaba descubria las intenciones de hacer trampas, y le retaba a duelo, las posibilidades de salir impune brillarian por su ausencia, en cambio, si seguia adelante, la baza de cartas que poseia entre sus manos con toda la probabilidad le dejaria sin una de sus propiedades. Solo de pensar en la humillacion y la verguenza que pasaria, primero ante la obligacion de confesarselo a su esposa, y despues siendo el tema de conversacion de las malas lenguas, le provocaba espasmos y sudores frios. La determinante debilidad por el juego no entendia de limites y acechaba en su interior sin darle tregua alguna, pues la obviedad resulto tan grande que no le quedo otra alternativa que aceptar la delicada situacion en la que se encontraba por su poca cabeza. Parecia predestinado a ser empujado hacia el abismo y, antes de caer, debia armarse de valor y coraje. De bien sabidos era que eligiese la opcion que eligiese el perderia. ?Como diablos consintio en llegar hasta estos limites indecentes? La reflexion llegaba tarde, demasiado tarde, de hecho. --?Quiere otra carta? --escucho a Zac, sintiendo como si el corbatin tuviese vida propia y se empecinara en atenazarle el cuello, impidiendole respirar con normalidad. El noble supo que si aceptaba, y por muy buena que fuera, no le serviria para su proposito, y eligio la opcion que segun el mas se adecuaba a las nefastas circunstancias. ?O no? Pronto lo descubriria. --No, mejor quiero otro whisky --desvio la atencion, tratando de que su voz no lo delatara. Sin mas, se dejo llevar y, a la desesperada, procedio con la actuacion estelar, lo que ocasiono a que alertara por unos segundos a las mesas proximas, al alzar una de las manos para avisar a la muchacha que servia las bebidas, mientras tiraba a proposito el vaso vacio contra el suelo.--Vaya, que inoportuno --lamento, aprovechando de inmediato la situacion que el mismo acababa de provocar. Solo tendria una oportunidad para salir airoso de un aprieto tan grande, y sin lugar a dudas era ahora o nunca, por lo que su siguiente movimiento fue agacharse a recoger los cristales aparentando una normalidad absoluta. Ni a Zac, ni a su amigo, le pudo pasar por alto el movimiento rapido de una de sus manos, observando como sacaba algo de la manga. La rabia de Zac no tardo en aparecer y no perdio ni un segundo de su tiempo. Tiro los naipes sobre la mesa y siseo en un tono escalofriantemente calmado: --Lo que acaba de hacer ha sido una temeridad, amigo. --?A que se refiere? --le encaro con una gota de sudor cayendole por la sien. --Supongo que sabra que las cartas estan marcadas, ?me equivoco? Nunca juego sin que sea asi. La palidez invadio la cara del noble y trago con dificultad. --?Que esta insinuando? --dudo delatandose. --?De verdad tengo que aclararselo, o mejor nos disponemos a arreglar el asunto como es debido? Le cedo la oportunidad de elegir dia y hora, no quiero molestar a mis padrinos. --Yo... --titubeo acorralado. Con normalidad, cuando alguien retaba a duelo a otro en un local de esas caracteristicas, el revuelo aparecia de inmediato y hacia participes a cada una de las mesas, no asi en esta ocasion, y todo gracias a la templanza de Zac y al aturdimiento del tramposo. --Por favor --suplico de repente perdiendo la decencia--, salvo su amigo nadie se ha dado cuenta de mis verdaderas intenciones, por tanto le suplico que tenga misericordia conmigo. Lo que faltaba. --Disculpe, ?acaso pretende ablandarme? Porque en el caso de ser asi pierde el tiempo. --Por favor, acepte mis excusas y olvidemos este malentendido. He escuchado que es un hombre justo y le prometo que no volvera a verme en lugares asi. He aprendido la leccion y no puedo dejar viuda a mi esposa. Esta enferma y... --!Basta! --exclamo levantando una mano--. Se equivoca conmigo, la gente como vos no levanta ninguna simpatia en mi y desprecio su falta de hombria. Ademas, si tan estima le tiene a su esposa, ?que hace aqui y no en su compania? El hombre perdio la palidez y un rojo intenso cubrio su rostro mostrando una verguenza absoluta. --Estas ultimas semanas he perdido bastante dinero y no puedo hacer frente a los medicamentos tan caros que precisa --se excuso avergonzado--, es por ello que continuo buscando una buena racha y asi enmendar mis actos indecorosos. Por mi poca cabeza he llegado tan lejos que me averguenzo de mi mismo y la conciencia no me deja dormir por las noches. Los ojos de Zac parecian escupir fuego, de la rabia contenida, tras dicha confesion. Odiaba que gente sin escrupulos le mintiera en su propio beneficio, aunque claudico al percatarse de que ese tipo bien podria estar diciendo la verdad. Cada uno de sus gestos lo delataba y parecia avergonzado, aunque, ?que diantres le importaba a el? De seguido, maldijo por lo bajo y miro a su amigo en busca de una respuesta que no deberia de admitir siquiera, pero sus correrias, borracheras y mala vida, al parecer no terminaban de bastar para aplacar al hombre frio e insensible que se empenaba en mostrar ante los ojos de seres egoistas y carentes de sentimiento alguno. Henry se limito a asentir con la cabeza, dando credibilidad al testimonio, y a Zac le basto. Su amigo conocia al dedillo cada chisme referente a las vidas de esos fulanos, pues desde bien pequeno aprendio la valia de saber cada punto debil de los ricachones en general, y asi obtener una ventaja que siempre podria aprovechar en su propio beneficio. Zac expulso el aire con pesar y hablo antes de arrepentirse. --Largo de aqui, no quiero volver a verle. --Oh, milord, gracias, gracias --repetia servil, levantandose del asiento sin todavia creerse el acto de buena fe de su contrincante. --Por su bien espero que venda la propiedad que deberia de ser mia y pague sus deudas, de no ser asi se tendra que atener a las consecuencias. No habra mas oportunidades. --Lo hare, no le quepa la menor duda, buen hombre. Inclino la cabeza en una muestra de respeto y, sin tiempo que perder, anduvo hasta la entrada. Alli aguardo a que le llevaran la chistera y el baston, e, inmediatamente despues, se largo del local que ni loco volveria a pisar, y lo hizo con pasos apresurados y sin echar la mirada atras en ningun momento. Al salir, el aire choco contra su rostro acalorado y pudo respirar con la normalidad debida, alzo el menton y avisto el coche de caballos que le esperaba. Subio con un alivio creciente y apoyo la espalda contra el respaldo. La certeza de salir indemne, de una muerte segura, consiguio que recapacitara de una vez por todas. Su lugar estaba al lado de Mary, y no le importaria echar por tierra su honor al vender la casa de campo que le salvaria de las cuantiosas deudas acumuladas en su haber. Y le dio las gracias al muchacho que le acababa de dar una de las lecciones mas i m p o r t a n t e s d e l a v i d a. G r a c i a s a e l v o l v i a a t e n e r o t r a o p o r t u n i d a d y n i p o r a s o m o p e n s a b a d e s a p r o v e c h a r l a. No, ni habl a r.

  • Mujeres que ya no sufren por amor de Coral Herrera Gomez

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    En este momento, mujeres de todo el mundo sufren por amor sonando con un modelo de hombre que no existe, con una pareja ideal como tabla de salvacion. Gracias a la educacion recibida, a la sociedad, a los cuentos de hadas, al cine de Hollywood, a la herencia religiosa, a un larguisimo etcetera han conseguido volvernos adictas a la droga del amor, al milagro romantico, a la satisfaccion de esa utopia individual. Todos estos relatos parecen inocentes, pero en realidad no lo son. Como afirma Coral Herrera, al patriarcado le conviene que permanezcamos encadenadas a esta ilusion, porque mientras nos abracemos a ella, permaneceremos debiles y no volveremos la mirada hacia lo que verdaderamente importa: que las mujeres unidas, empoderadas en busca del bien comun, pueden resultar muy peligrosas para el sistema.

  • Diario de un skin de Antonio Salas

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    Un topo en el movimiento neonazi espanol. Un ano camuflado bajo la piel de un skinhead. De este modo cabe resumir la experiencia que Antonio Salas cuenta sin escrupulos en este libro.

    Diario de un skin
    es la confesion de quien ha logrado, por primera vez, infiltrarse sin levantar sospechas en un grupo tan peligroso que no perdona los errores. Armado con una camara oculta y parapetado tras una falsa identidad, construyo un personaje lo suficientemente convincente como para ganarse la confianza de sus <> y vivir desde dentro la terrible realidad de los cabezas rapadas.

  • La mujer perfecta de Day Leclaire

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  • Candela de Juan Del Val

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    <>.

  • Tras el recuerdo (eLit 2) de Julie Elizabeth Leto

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  • Mi duquesa espanola de Claire Phillips

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    Desde la muerte de sus padres, para Alejandra la vida giraba en torno a sus dos hermanos, Roberto y Teresa. Lo que no podia imaginar es que el unico hombre en el que jamas pensaria posar sus ojos seria el unico que despertaria sentimientos desconocidos. Ella era ajena a su mundo y no deseaba formar parte de el, pero al mismo tiempo era incapaz de ignorar lo que el despertaba y le hacia desear. Admirado por sus pares y deseado por las mujeres, el duque de Chester era un hombre acostumbrado a conseguir lo que deseaba. Lo que no esperaba era que esa joven con la que tropezaron una manana mientras auxiliaban a un par de pilluelos de los alrededores de la propiedad ducal, fuese a ser su destino, un destino al que no se opondria ni resistiria bien era cierto que tampoco esperaba que la joven que seria su destino resultase una joven terca, demasiado inteligente para su bien y, sobre todo, sin deseo alguno de convertirse en duquesa, en su duquesa.

  • El tiempo de la igualdad de Jacques Ranciere

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    La presente obra, compuesta por una seleccion de entrevistas realizadas entre 1981 y 2007, despliega todas las cuestiones que, con el paso de los anos, se han revelado fundamentales en el pensamiento de Jacques Ranciere, el destacado filosofo frances discipulo de Louis Althusser, con quien colaboro en la redaccion de Para Leer El capital.

  • El catalejo lacado de Philip Pullman

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    ENTRA EN EL MUNDO DE LA MATERIA OSCURA.

  • Tiempo de cenizas de Jorge Molist

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  • Quierete, quiereme, Shirin Klaus de Shirin Klaus

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    Cristina tiene que comprarse un vestido para la boda de su hermana, pero tiene un problema: debido a su sobrepeso odia la ropa y, muy especialmente, los probadores de las tiendas. Sin embargo, no le queda mas remedio que seguir probandose vestidos. ?o no? Con la excusa de perder unos kilos, decide librarse de la tortura que para ella son las compras, sin esperar que su hermana va a tomarla en serio y la va a obligar a hacer dieta y !horror!, deporte. ?Pero como va una chica como ella, de huesos grandes, de buen comer y alergica al deporte, a adelgazar? No se lo cree nadie. Nadie salvo su hermana y Sergio, el ex de una amiga, que sorprendentemente se ofrece a ayudarla en su objetivo. Por caridad, claro, ?o si no por que va a echarle una mano alguien tan. tan. fuera de su liga? Cristina tendra que aprender a quererse, aunque el camino no sera nada facil.

  • Pasion en Nueva York de Evelyn Curtis

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    Heather Winslow es una chica sensible y apasionada que anora cumplir sus suenos y ambiciones. Durante su estancia en el instituto siempre se considero el patito feo, pero al entrar en la universidad conocera al amor de su vida y vivira una apasionada historia de amor llena de celos, intriga y pasion. Poco tiempo despues contraera matrimonio y lo que en un principio se presumia como un cuento de hadas la llevara a convertirse en una mujer muy diferente a lo que esperaba.
    Dejate seducir por esta historia de amor en la que podras descubrir las distintas facetas emocionales que experimenta la protagonista en su busqueda de la felicidad.

  • La luz que ilumina la oscuridad (Ojos de gata IV) de M. N. Mera

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    Por fin el final de esta fantastica saga romantica

  • Los Medici. Una dinastia al poder de Matteo Strukul

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    “Florencia, 1429. A la muerte del patriarca Giovanni de Me-
    dici, sus hijos Cosimo y Lorenzo se encuentran al frente
    de un autentico imperio financiero pero, al mismo tiempo,
    cercados por enemigos acerrimos como Rinaldo degli Albizzi
    y Palla Strozzi, exponentes de las mas poderosas familias
    florentinas.
    Valiendose de su inteligencia y su ausencia de prejuicios,
    los dos hermanos conquistan el poder politico, hallando
    el equilibrio entre un implacable sentido de los negocios
    y el amor por el arte y la cultura.
    Mientras los trabajos para la construccion de la cupula de
    Santa Maria del Fiore se ejecutan con la direccion de Filippo
    Brunelleschi, los adversarios de siempre continuan
    tejiendo sus tramas. Entre ellos se halla tambien una mujer
    de infinita belleza, pero de peligroso encanto, capaz de
    atrapar el corazon de un hombre.
    Entre homicidios, traiciones e intrigas de palacio, esta novela
    narra la saga de la familia mas poderosa del Renacimiento,
    el inicio de su ascenso a la Senoria florentina en
    una sucesion de intrigas y giros inesperados que tienen
    como protagonistas a capitanes sin escrupulos, envenenadoras
    fatales, sanguinarios mercenarios suizos… y muchos
    otros personajes que mantendran al lector pegado a sus
    paginas.”

  • Al rojo vivo (Trilogia Deseo 3) – J. Kenner de J. Kenner

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    En Al rojo vivo, la tercera novela de la trilogia <>, J. Kenner nos abre la puerta al erotismo mas refinado y a las emociones mas intensas con la sensibilidad que solo poseen las maestras indiscutibles del genero.

  • Cortocircuito, Iris Mackenzie de Iris Mackenzie

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    Ainara, una estudiante de segundo de Bellas Artes, es atacada por un desconocido a la salida del cine una noche de finales de verano. A partir de ese momento, su vida se convierte en un infierno: alguien quiere matarla y desconoce el motivo.
    En medio del caos que supone la vuelta a clase, la rutina diaria y tener un acosador detras, Ainara conoce a Lucas, un chico que hara que su existencia cambie por completo. Enamorarse es algo que ella no contempla y menos, despues de haber pasado por una ruptura que le ha traido consecuencias catastroficas: padece ansiedad por el dano que le hizo su ex. Por mucho que Ainara quiera evitarlo, en el corazon no se manda y Lucas despierta en su interior sentimientos capaces de provocar un autentico cortocircuito.

  • No llores por un beso de Mary Higgins Clark

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    La extraordinaria nueva novela de Mary Higgins Clark