• isis en guerra libro - Mariano Beldyk

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    El impacto del autoproclamado Estado Islamico en el mapa del mundo. Testimonios de los que se fueron, los que se quedaron y un documentado analisis de su funcionamiento, capacidad de seduccion y formas de financiamiento. Obra clave para entender la primera gran guerra del siglo XXI.

  • Isis en guerra: Cómo piensa. Por qué mata. Quién lo financia

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    Mirar en el interior de este libro. Isis en guerra: Cómo piensa. Por qué mata. ... Obra clave para entender la primera gran guerra del siglo XXI.

  • mariano beldyk - isis en guerra (ebook) - Casa del Libro

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  • Isis en guerra | Penguin Libros ES

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    Obra clave para entender la primera gran guerra del siglo XXI. ... ISIS es la encarnación de los errores de las potencias militares en Medio Oriente y Asia ...

  • ISIS EN GUERRA por BELDYK MARIANO - 9789876277839

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    Género: Libros < POLÍTICA < POLÍTICA INTERNACIONAL. Editorial: EDICIONES B; Idioma: Español; Peso: 400; Alto: 3 mm ...

  • isis en guerra. como piensa por que mata quien lo financia

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    Libro ISIS EN GUERRA. COMO PIENSA POR QUE MATA QUIEN LO FINANCIA, MARIANO BELDYK, ISBN 9786075292427. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios.

  • Isis En Guerra por BELDYK MARIANO - 9789876277839

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  • Mariano Beldyk Isis En Guerra | MercadoLibre

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  • Libro Isis En Guerra | MercadoLibre

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  • ISIS EN GUERRA (ebook) - mariano beldyk - Popular Libros

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  • ISIS en guerra - Librerías Gandhi

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  • En la casa del guarda de Julie Klassen

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    ?Por que habria una dama de esconderse en una casa llena de secretos?
    La senorita Mariah Aubrey desaparece tras un escandalo y se esconde en la casa abandonada de un guarda, en los confines de la hacienda de un pariente. Para ganarse la vida y pagar a su leal sirvienta, Mariah se dedica a lo unico que sabe hacer: escribir novelas.
    El capitan Matthew Bryant, que acaba de volver de la guerra rico y condecorado, alquila una enorme hacienda a un noble empobrecido, decidido a demostrarle a la bella mujer a la que un dia amo y lo rechazo que se equivocaba, y de que manera.
    Al visitar la propiedad, descubre la vieja casa de un guarda y le sorprende encontrar en ella a una joven de cuya identidad no sabe nada, ni tampoco de su pasado. Sin embargo, cuanto mas sabe de ella mas se da cuenta que debe alejarse de alli. Enamorarse de una mujer a la que ha rechazado la buena sociedad no serviria mas que para arruinar sus planes. Ademas, la propia casa alberga sus secretos. ?Podran Mariah y el capitan Bryant descubrirlos antes de que el astuto heredero de la propiedad los entierre para siempre?

  • El Camino a la Realidad de Roger Penrose

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    Un libro definitivo e imprescindible para tener en la mano, en un solo volumen, todo el saber acumulado hasta la actualidad sobre el universo, el espacio, las leyes que lo rigen y los conceptos esenciales.

  • Chispa y humo de Sofia Navarro

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    Pidete una copa, elige tu asiento preferido y espera a que suene el jazz. En el barrio de Chueca, todos usan mascara, pero solo una mujer se disfraza de arana. Tarantula esta sola, terminando su ultimo cigarrillo antes de volver a casa. Deja de mirarla y de intentar adivinar quien es, que si la juzgas demasiado, acabara por saberlo todo de ti.

  • Volver el tiempo de Jose Edgardo Zarate

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    Para cuando Joaquin se da cuenta de lo que hizo, su companera de colegio, su amiga, ya no forma parte de su vida. Es por eso que a cada instante, recordando aquella tarde noche, intenta regresar el tiempo y cambiar lo que paso.
    El relato, contado por su propio protagonista, nos hace viajar entre el pasado y el presente, y de a poco nos muestra el verdadero sentimiento de Joaquin para con su amiga.
    Sin embargo, cuando la ha dado casi por perdida, Lourdes reaparece en su vida, para mostrarle que quizas no sea demasiado tarde.

  • Manual de un Homicidio de Goncalo Jn Dias

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    Para contar mi version de la historia, tendre que retroceder hasta el inicio de diciembre de 2016. Me encontraba en una fiesta de navidad de una escuela de educacion primaria, donde un grupo de ninos de cinco y seis anos cantaba villancicos de una forma anarquica y arritmica, algunos de los cuales estaban mas interesados en hacer payasadas para el auditorio, compuesto en su inmensa mayoria por padres y abuelos. Estos se reian y movil en mano, grababan el momento para toda la eternidad. Seguramente que inundarian las redes sociales cuando llegaran a casa con fotos de sus hijos y tipicas frases toxicas como: "mis hijos son mi felicidad" o "cuando un hijo esta feliz hay una madre tocando el cielo". ?Y que hacia yo, una mujer de 38 anos, sin hijos, que no aprecia la navidad ni la compania de ninos, en este lugar? Acompanaba a Dora, una vieja amiga, que tenia uno de los hijos en el palco y el otro en su regazo, mientras contemplaban como su hermano cantaba y gesticulaba a la vez para su madre, que contestaba enviando besos con la mano; en ese momento pense: ?que hago yo aqui? Habia algo que faltaba en mi vida y no era un hijo. El hecho de que mi novio no pudiera tener hijos no era motivo de insatisfaccion. Sentia que la culpa era mia, no conseguia ver la gracia a aquel tipo de actuaciones, mientras todos reian y disfrutaban. Esto era algo que tambien ocurria en otro tipo de situaciones similares, en las cuales yo simplemente me sentia descolocada, inadaptada. Ultimamente, para poder quedar con mis amigas de la adolescencia o de la universidad, siempre tenia que ser en lugares como este, escuelas, parques o cafeterias apropiados para ninos. Nuestras conversaciones habian cambiado; ya raramente hablabamos sobre nosotras, el tema central y casi exclusivo eran los crios. Que comian, como dormian de mal, que cara era la ropa de ninos, el ruido que hacian constantemente y como echaban de menos el periodo en que tenian tiempo para ellas mismas. Cinicamente decian que me envidiaban, que yo si tenia todo el tiempo del mundo para mi, por supuesto, sabia que ellas lo decian entre dientes, sin sentirlo realmente. Sin tan siquiera darme cuenta, poco a poco, mis amistades fueron cambiando, conoci personas que como yo no tenian hijos, ya fuera por opcion u obligacion, con las que frecuentemente satirizaba sobre las familias tradicionales. Conscientemente, escogia en la playa un lugar alejado de los crios; miraba con impaciencia cuando algun nino berreaba en algun transporte publico y negaba gentilmente coger los bebes de mis amigas, con la excusa de ser poco habil. Por lo tanto, el hecho de que Julio no pudiera ser padre no me produjo gran tristeza, jamas habia sentido la llamada de la madre naturaleza para dar a luz, aunque sabia que, para el, suponia un duro golpe; no solo porque deseaba ser padre, sino tambien por prejuicios machistas que le hacian pensar que seria menos hombre que otro cualquiera. Tuvimos conocimiento de que el no podia concebir un hijo cuando teniamos poco mas de 30 anos, mientras todos nuestros amigos empezaban a tener su primer retono. Mas que por iniciativa propia, fuimos arrastrados por aquello que todos hacian en nuestra edad: centrarse y tener hijos. Despues de diversas visitas a medicos y curanderos, aceptamos lo inevitable y entonces, Julio propuso la alternativa de adoptar un nino, la cual rehuse con total determinacion. El aniversario del fallecimiento de mi padre era otra de las razones de mi tristeza y nostalgia en esta epoca. Se cumplian ahora dos anos de su muerte, y esa fecha me hacia recordar la agonia por la que paso en sus ultimos dias. Las noches que estuve a su lado, mientras el se esforzaba, entre dolores y morfina, en hablarme de su vida, de sus victorias y derrotas, del orgullo que sentia por mi, de su impotencia y locura cuando murio mi unico hermano y de la esperanza que tenia en que yo aun le diera un nieto. Esa navidad, Julio habia acordado con su madre y sus hermanas pasar la Nochebuena con ellas en su pueblo natal, Braga. Yo me habia disculpado por no querer dejar sola a mi madre en este periodo tan delicado, por no hacer el viaje de casi 400 kilometros, aunque en el fondo, el poder evitar las interminables preguntas, sugerencias y opiniones de mi suegra y cunadas, fuera ya razon suficiente. El estar separados en estas fechas, cada cual con su respectiva familia, era ya una senal clara de la crisis conyugal que atravesabamos, la cronica de una muerte anunciada. Julio y yo teniamos una relacion de 13 anos, que yo definiria de mutuo respeto, pero la rutina junto a nuestra falta de comunicacion, la ausencia de aficiones en comun y la inexistencia de iniciativa de Julio para llevar a cabo cualquier tarea domestica, arrastro nuestra relacion al borde de la ruptura. Julio me habia dado la estabilidad y serenidad que yo necesitaba a mis 25 anos; e influyo positivamente en mi madurez como mujer y persona. El dejo su pueblo natal y un buen empleo estatal para venir a vivir conmigo; comenzar de cero, en una ciudad grande y confusa, sin ningun amigo ni familiar. Era, sin duda, un hombre valiente. Me sentia en deuda con el por ese gesto tan romantico y elocuente. Tal vez por ese motivo, aun no habia reunido las fuerzas suficientes para terminar nuestra relacion o simplemente estaba acomodada a la situacion. Retomando a mi vieja amiga, Dora, y sus dos pequenos hijos, me acuerdo de nuestros intentos fallidos para tener una charla civilizada y apetecible durante esa tarde, intentos que eran sistematicamente interrumpidos. Aun asi, decidimos quedar para hacer las compras de navidad el siguiente sabado. Desafortunadamente, ella no podria librarse de sus hijos y yo sabia que el desahogo de la angustia que llevaba dentro y necesitaba soltar, junto a los consejos de una buena y vieja amiga, no ocurriria durante el siguiente fin de semana. II Nos encontramos el sabado a media manana, era un dia invernal, con bastante viento y lluvia. Al igual que nosotras, muchas personas pensaron lo mismo y el centro comercial estaba abarrotado de gente. Era verdaderamente desagradable caminar en medio de aquella confusion, haciendo colas para todo y el barullo de las tiendas bombardeando musica a un volumen altisimo. Despues de pasar toda la manana de tienda en tienda, arrastrando a los dos ninos con nosotras, decidimos comer e intentar tener una conversacion tranquila. Sin embargo, eso resulto imposible una vez mas y, en esta ocasion, ni siquiera fue culpa de los dos ninos. Dora recibio una llamada de su madre, muy alterada, porque su abuela se habia caido por las escaleras y estaba en el hospital. Por lo que me tuve que quedar alli, comiendo sola, en aquel inmenso centro comercial, pensado que tal vez fuera mejor asi, ya que si yo le contase mis angustias a Dora, probablemente no fuera capaz de entenderlas. Habiamos sido las mejores amigas en la universidad, pero a cada una la vida le llevo por distintos derroteros y fuimos cambiando. Dora no entenderia mi tristeza y amargura, estaba demasiado ocupada como para dedicar tiempo a esos sentimientos y posiblemente justificaria mi temperamento por mi falta de hijos o la muerte relativamente reciente de mi padre. Mientras reflexionaba sobre aquello, observe que no muy lejos de mi, se encontraba un rostro conocido. Al principio no consegui identificar de donde lo conocia, pero poco despues, lo distingui como mi companero de trabajo, Andre Carvalho. Estaba junto a una ventana y enfrente se hallaba su hijo, los dos ya habian terminado su comida y ahora cada uno leia un libro. Me quede durante algun tiempo vigilandolos como si fuera una espia y me parecio que los dos estaban en una burbuja, protegidos de todo el alboroto que habia a su alrededor, mientras leian tranquilamente, comentaban algo rapidamente entre ellos y, a veces, Andre se quedaba con la mirada perdida, viendo como caia la lluvia. No sabia mucho sobre Andre, solo que estaba casado, que tenia un unico hijo, que trabajaba hacia mas de quince anos en nuestra empresa y que ahora era jefe comercial para el mercado asiatico. Ademas, habia pasado por otros mercados y siempre con relativo exito, conocia bien la empresa y era una persona accesible, cordial y siempre dispuesta a ayudar. Habia ciertos rumores sobre el que circulaban por los pasillos de la empresa, pero yo nunca les habia dado importancia. Yo trabajaba hacia ocho anos en la misma empresa, Corkbo, una firma que se dedicaba a la comercializacion y exportacion de tapones de corcho para todo el mundo. Me encargaba de la contabilidad de la empresa y, honestamente, siempre me gusto mi trabajo, siempre fui una buena profesional en mi area. Las siete horas que pasaba de mi jornada laboral transcurrian rapidamente, me quedaba absorta entre numeros, tablas, facturas y el ambiente en nuestro departamento era bastante agradable; no habia competitividad entre nosotros. Era un trabajo estable, relativamente mal remunerado, pero la empresa era seria, ambiciosa y yo me sentia parte del equipo. Decidi levantarme e ir a saludarlos. No esperaba demorar mucho tiempo, un simple hola, conocer a su hijo e irme. Mientras me acercaba, tuve dudas de si debia tratarlo por tu o de usted. – Hola, buenos dias. - Dije yo. Andre levanto su cabeza y sonrio. – ?Que sorpresa, tu por aqui? – Si, parece que tuvimos la misma idea, aprovechar que esta lloviendo y hacer las compras de navidad. - Apunte hacia sus bolsas y despues levante las mias para mostrarselas. – ?Eso que tienes ahi es un disco vinilo? – Andre apunto el dedo hacia una de mis bolsas donde destacaba un disco de vinilo. – Si, asi es. – !De verdad! ?Todavia se vende de eso? ?Tienes un tocadiscos? – Si, lo herede de mi padre y colecciono discos clasicos que me gustan. – ?Y se puede saber cual es el clasico que tienes ahi? - pregunto el. Retire el disco de la bolsa y se lo mostre, era un regalo para mi misma y esperaba que el conociese el grupo. – !The Doors! - Dijo con un aire intrigado. – ?A ti te gusta este grupo? – Si, me gusta ?y a ti? – Si, claro, fui gran fan de ellos en mi adolescencia, tenia todos los discos y libros de Jim Morrison, ademas, llevaba un casete de ellos en el coche de mi padre. – Papa, ?que es un casete?

  • Extraccion de Douglas Preston

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    Un relato escalofriante que descubre muchos secretos de la relacion entre los hermanos Pendergast.

  • Buscando la noche que perdimos de Miguel Ale

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    Fernando, un joven astrofisico hijo de un empresario espanol, decide viajar a Miami desde Barcelona. Para su sorpresa, descubre entre la tripulacion a Mary Wilson, desempenandose como azafata.
    Desde hace tres anos vive en un infierno por haberla perdido, despues de un hecho confuso y violento planeado por una mente siniestra..
    Se amaron con locura apenas se conocieron, pero celos e intereses de una tercera persona inescrupulosa, que no dudaba en eliminar a todo lo que se interpusiera en su camino, hizo que esta bellisima historia de amor no continuara.
    Tras la muerte de su padre en circunstancias poco claras, Mary, unica heredera de una cuantiosa fortuna, es despojada de todo ese capital mediante maniobras mafiosas.
    En este relato en el que se combinan romance, violencia, misterio y aventura, el estilo narrativo es el factor fundamental para llegar a comprender lo mas abnegado y despiadado que puede anidar en la mente y el corazon de sus protagonistas

  • La sombra de Teresa de David Rocha Perez

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    Teresa creia haber logrado enterrar su infancia para siempre, hasta que la noticia de dos extranos crucificados la retorno a su propio infierno. Oculto, tras anos de mentirse a si misma y a su marido, su pasado renacera envuelto en un atmosfera sordida y cruel. Al mismo tiempo, la investigacion policial del inspector Malatierra y la subinspectora Sara avanza entre asesinatos misteriosos, personajes antinaturales y un Madrid caotico y apocaliptico. El mal acecha, se extiende como una fiera oscura, es imposible huir de la sombra: la sombra de Teresa.

  • Deuda de sangre (Destinos cruzados 2) de Maca Soler Alba

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    El es Peter Fitzpatrick, inspector jefe de la policia y con tendencia a meterse en problemas.
    Ella es Laura Cuevas, hija de uno de los nombres mas importantes de los carteles colombianos de la droga, rebelde sin causa y cansada de ver, oir y siempre callar.

  • Se mi verano en un dia de invierno de Priscila Serrano

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    ?Se puede tener todo un dia y al siguiente no tener nada? Savannah lo sabia muy bien. Sus veranos siempre eran importantes, esos meses en los que todo lo demas sobraba; los problemas no existian y las risas y alegrias estaban aseguradas.
    Pero, el verano de 2017 fue el ultimo y el sol ya no alumbraba con tanta intensidad como cada manana, provocando en ella una tristeza tan grande que no lograria superarlo ni con recuerdos.
    Sin embargo, todo cambia cuando Savi se ve obligada a viajar a otra ciudad, una que podra cambiarle la vida.

  • En la tercera habitacion (Zillah Roth 1) de Vecca Preetz

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    Capitulo I – Lo menos esperado Las hojas crujian debajo de las ruedas de la bicicleta. La brisa otonal barria el sendero y recordaba que el verano habia quedado atras en San Lorenzo. Una villa turistica al norte de Argentina. El paseo por la Quebrada era obligatorio para los amantes de la naturaleza. Tambien de Zillah Roth. Pedaleaba todos los domingos hasta alli acompanada por Yaco, su ovejero aleman. A Zillah le encantaba contemplar las aguas del rio desde el final del puente. Ver el agua correr entre las piedras, hipnotizaba su melancolia. La frescura que transmitian las gotas salpicando las rocas, captaban su atencion. Cada una de ellas se desprendia de aquella masa de agua incansable sufriendo el desgarro inevitable del olvido. El final de su existencia. No entendia muy bien porque los enamorados se paraban a observar el rio. <>, pensaba mientras retomaba su pedaleo tranquilo. Siempre iba durante la apacible hora de la siesta, cuando todos, en la casa, dormian. A veces la acompanaba su amigo Ivan, pero este ultimo domingo no quiso hacerlo. Era un domingo distinto en San Lorenzo. A pesar del aire fresco, las moscas se acercaban pesadas, como en los dias de mucho calor. De repente, un presentimiento extrano se apodero de sus visceras. Como una soga que conectaba su garganta y la boca del estomago. Percibia cierta tension en el aire. Parecia como si un ser extrano rondara la Quebrada, pero no caminando. Por el aire. Un ser oscuro e impredecible. Volteo su cabeza pretendiendo que alguien la seguia, pero estaba sola por el sendero. Recordo que su hermana le decia que no se dejara manejar por el miedo. El miedo se disfraza de siluetas negras que luego nos persiguen como sombras. Por todas partes. De dia y de noche. Una mosca se poso en su oreja y regreso de su pensamiento para quitarsela con una palmada que le dejo un zumbido agudo dentro de la cabeza. Podia ver que una sensacion asfixiante sobrevolaba a los insectos. De pronto Yaco comenzo a correr con una urgencia inusual, delante de ella. Siempre la seguia a su lado o detras. Raras veces se adelantaba y menos, corriendo. Ella lo siguio tan rapido como sus cortas piernas le permitian pedalear. Pero el camino se hacia cada vez mas empinado. Dejo la bicicleta a un costado de la calle y comenzo a correr detras de Yaco. No queria perderlo, pero el perro no obedecia a su llamado. En el ultimo sendero marcado, se desvio sin voltear, ingresando a la selva tupida y solitaria. La nina seguia corriendo sin dejar de mirar donde su perro iba abriendo camino. Sus piernas sufrian latigazos provocados por los arbustos que pretendian impedir su paso. Como si negaran el ingreso a ese lugar de la Quebrada. Gritaba su nombre para que no fuera demasiado lejos, pero el perro parecia no escuchar. La paz del lugar iba a caer en pedazos en un breve lapso de tiempo. De pronto, Yaco se detuvo. Inmovil mirando a un punto fijo. Como si fuera un perro de caza. La brisa timida tambien se detuvo, suspendida en la atmosfera silenciosa, augurando un mal momento. Parecia que todo el mundo habia dejado de girar en ese instante. Todos, excepto las ruedas de la bicicleta, que, recostada sobre la calle, seguian girando ruidosamente. Las bicicletas no conocen el silencio. Chillan como criaturas caprichosas. Zillah estaba a pocos metros detras del perro. --?Que encontraste, Yaco? --dijo mientras le daba palmadas en la cabeza. Siguio con los ojos la direccion de su mirada inamovible. Y se quedo sin aliento. Un pequeno grito se ahogo detras de su garganta. Los pulmones de Zillah dejaron de inhalar por unos segundos. Su mandibula quedo atascada, como si hubiera ingerido de golpe un par de piedras. El sudor se apodero de sus pequenas manos. Un escalofrio recorrio todo su cuerpo dejandole los pelos crispados. Luego respiro fuerte y entrecortado sin saber que hacer. Inesperadamente el hallazgo habia oscurecido su paseo, por no decir que habia echado sombra a toda su vida. Nadie imagina encontrar a alguien sin vida en medio de un paseo. Menos aun alguien conocido sin vida. Entre dos troncos grandes como horquetas, descansaba un palo atravesado, y en el un hombre colgaba muerto. Atado de pies y manos de espalda al suelo. La cabeza volteaba hacia un costado dejando ver una gran herida en su cuello. La sangre no caia ya, parecia que se habia vaciado y estaba derramada sobre la tierra seca, justo debajo de el. Un hombre que no era cualquier hombre. Era su padre. No grito. Le faltaba el aire. Le faltaba la voz. Dio unos pasos hacia adelante y lo toco con el dedo indice, para cerciorarse que no tenia vida. Yaco empujaba la cabeza con su hocico mientras dejaba salir un sonido extrano. Parecia un lamento. Volteo asustada buscando alguien que pudiera sacarla del espanto. Pero solo las sombras se asomaban en el camino. Estaba aterrada. Respiraba fuerte ahora. Respiraba con panico. Los latidos de su corazon aceleraron de tal modo que el bombeo de sangre la impulso a huir. Corrio hasta donde habia dejado su bicicleta, la levanto y pedaleo con la mayor rapidez que sus pequenas piernas le permitian. Yaco no la seguia. Tampoco volteaba a comprobarlo. <>, pensaba mientras sus piernas giraban cada vez mas rapido. Como en un tunel de tiempo las imagenes vividas con su padre tropezaban unas contra otras en su cabeza. Trece cuadras hasta llegar a su casa. Pero nunca el camino de regreso habia sido tan largo. A pesar de que las calles de regreso eran todas en bajada. El miedo y la culpa se mezclaban. El miedo y la culpa de haber hecho algo equivocado la ultima vez que lo vio con vida. No recordaba nada especifico. Solo tenia un amotinamiento de recuerdos confusos y sudorosos. Tiro la bicicleta de lado y entro corriendo por el jardin, volteando para cerciorarse que nadie la seguia. Su madre, que estaba recostada en una hamaca tejida, leyendo un libro, la escucho llegar agitada. Se sento y la miro acercarse con un estado de angustia inigualable. --!Zillah!, ?que paso? La pequena estaba en estado de shock. Sus ojos claros, paralizados en la mirada de su madre, ni siquiera parpadeaban. Respiraba entrecortado, con la boca cerrada, sin poder emitir ningun sonido con su voz. Comenzo a sacudir las manos, como queriendo deshacerse de algo pegajoso, de algo sucio mientras movia las piernas en un trote nervioso. --?Le ocurrio algo a Yaco? --le decia Emma apretando con sus manos los hombros de la pequena. Zillah movia la cabeza hacia ambos lados, dando pasos hacia atras, pretendiendo alejarse de su madre. --?Por que tienes esa cara? Me estas asustando, por favor, !di algo! En ese momento aparecio su hermana mayor Erika, que estaba dentro de la casa. --?Por que tienen esas caras? ?paso algo? --pregunto mirando a su madre que respondio haciendo un gesto con los hombros y llevando la mirada nuevamente a la pequena-- Zil que paso? ?alguien te hizo algo? La pequena negaba nuevamente. --Esta muy asustada. --mientras decia esto, Emma entraba a la casa. Regreso con un vaso de agua y un cuaderno con una lapicera. --Toma un poco de agua, te va a hacer bien. Intenta escribir lo que paso. Vamos linda, por favor, me estas poniendo nerviosa. La pequena tomo la lapicera con su mano izquierda. Temblaba. Sostenia la mano para poder escribir y que se entendiera lo que intentaba decir. Tras varios intentos, escribio: "papa". --?Que pasa con papa? Regresa esta noche de su viaje. --se adelanto Emma. Zillah movio la cabeza negando las palabras de su madre y siguio escribiendo: "esta... en la Quebrada" Emma fruncio el ceno. Por unos instantes, inmersa en su inseguridad imaginaria, penso que su hija habia visto a su padre con otra mujer. --Seguramente lo confundiste. --le dijo intentando tranquilizar a su hija y tomando el celular para llamarlo. Pero faltaba escribir una palabra que cambiaria todo. "roto. Todo roto". Termino de escribir Zillah. --?Que intentas decir con eso, Zil? !como que papa esta roto! --dijo Erika mientras una sensacion de frio estanco se apoderaba de la boca de su estomago-- ?Puedes hablar y dejar esa estupida lapicera? --grito nerviosa dando un manotazo a la mano de su hermana y haciendo que la tirara al suelo. --!Erika! --grito Emma-- !deja en paz a tu hermana! ?no te das cuenta que esta en shock? Mientras ambas se gritaban, como siempre, la pequena levanto la lapicera y, con sus cortos diez anos, siguio buscando dentro de su mente la palabra adecuada, hasta que por fin la encontro y escribio, al final de la hoja del cuaderno: "Muerto. Papa esta muerto" Un silencio sepulcral envolvio el momento. Las dos se quedaron pasmadas, mirando las ultimas palabras como si una fuerza imantada hubiera atrapado sus ojos sin poder quitarlos de alli. Una respiracion extrana salio de la boca de Emma y una fuerza interna empujo sus manos hacia la mesa, buscando apoyo, abriendo los dedos para sostenerse y tirando el celular al suelo. Erika manoteo la lapicera nuevamente y arrojandola directamente a la cara de su hermana, grito otra vez:--!Que estupideces son esas Zillah! Si estas jugando, no es un juego que nos guste. Zillah negaba aturdida con la cabeza. Tenia los ojos cerrados y sus manos apretando las sienes. Abria la boca como si emitiera un grito desgarrador totalmente silencioso. Era una escena sofocante. Emma dio dos pasos inestables hacia atras y se aferro a uno de los pilares de la galeria. Sus ojos parecian estar huecos, profundos. Una lluvia de sensaciones viscerales cayo sobre Erika que llevo sus manos a la boca tapando el asombro que le provocaba haber leido esa palabra. Su padre no podia estar muerto. No debia estarlo. --No puede ser. Es imposible, papa regresa hoy. --dijo Emma Se agacho y levanto las tres partes en que se habia separado el celular. Coloco la bateria y luego la tapa. Lo encendio y temerosa realizo la llamada. El celular de Blas devolvia la llamada con la voz de la grabadora: "El numero al que llama esta apagado o fuera del area de cobertura" Emma solto el movil sobre la mesa, como si le quemara. Sentia como sus entranas se retorcian dentro del estomago. Las paredes se volvian negras, opresoras. La hermosa tarde de sol se habia transformado en un cuadro gotico donde la actuacion era primordial. Entonces reacciono: --?Donde esta?, quiero verlo, !vamos, llevame con el! ?puedes llevarme al lugar donde lo viste? --pedia Emma acelerando la voz. --!Mama, no puedes ir alli, hay que llamar a la policia! --grito Erika en su logica cordura.--Si, tienes razon, primero hay que llamar a la policia. --perturbada no dejaba de mirar a Zillah y la pequena, a su vez, no quitaba la mirada de los ojos de su madre. Marco el 911. Luego de tres tonos aparecio una voz masculina.

  • Susurrame al oido de Yolanda Montiel

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    ?Pondrias la mano en el fuego por la persona a la que confias tu cuerpo?

  • El diario de Sandy de Martin Cirio

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    Sandra renuncio al call center para ir en busca de su sueno: viajar a los Estados Unidos y convertirse en actriz, y asi regresar triunfante algun dia a la Argentina.
    Emprendio una odisea en micro junto al hombre del que se enamoro por chat y, por fortuna, registro en este libro, El diario de Sandy, todas las desventuras que tuvo que sortear en el camino, como lo hizo antes su idola Geri Halliwell.
    Sandy se opero y ahora es una chica trans y quiere vivir una bella historia de amor. Sandy siempre tiene una bolsita de papa a mano para nunca pasar hambre. Sandy podra ser violentada o verse impedida, pero jamas sera vencida.
    En esta novela, Martin Cirio nos sumerge en una historia tan cinica como probable, y hace un recorte de realidades a la vuelta de la esquina, fiel a su estilo. No nos ahorra una y sabe que eso nos gusta.

  • El rio que nos separa de Ngugi Wa Thiong'o

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  • Sol de mayo de Antonio Manzini

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    Cuarta novela de la serie protagonizada por el subjefe Rocco Schiavone, un personaje de una verdad y una profundidad tales que da la impresion de tener vida propia.

  • Regalo Inesperado Un Amor Para Compartir de Ruby Martinez

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    Tengo un sueno infernal pero nada que puedo conciliarlo. Odio los hospitales. Me hacen transportarme a cuando tenia diez anos y aquel accidente paso. Ahora, once anos despues, es tiempo que aun me sigue afectando la muerte de mis padres en aquel tragico accidente del que milagrosamente sali con vida. El estar aqui me deprime, sin embargo, tengo que hacer el mayor de mis esfuerzos. No puedo ser malagradecida, mi tia no se lo merece, ademas de que soy su unica familia. La tia Christina se encuentra hospitalizada desde ayer, tuvo un sangrado que hizo que su embarazo se convirtiera de alto riesgo. Cuando llegue de la universidad la encontre tirada en la alfombra de la sala, sangrando. Inmediatamente llame a emergencias y en cuestion de minutos llegaron a atenderla, trasladandonos hasta aqui. Segun lo que el medico nos dijo a ambas, fueron los fuertes golpes recibidos los que provocaron un desprendimiento de la placenta. Me pregunte cuales serian esos fuertes golpes, pero no llegue a ninguna conclusion. Me atrevi a preguntarle a mi tia, a lo que me contesto nerviosamente: --Estaba poniendo las cortinas en el cuarto de Becky, me he resbalado y he caido. Me arrastre hasta la sala para llamarte al percatarme del sangrado, despues llegaste. Que le crea su abuela, porque yo no. !Las cortinas que mando a hacer a medida aun no llegan! ?Por que mi tia, que es como mi madre, me esta mintiendo? Pero no puedo encontrar otra explicacion aparte de la que me ha dado. No hay indicios de robo ni nada. En fin, a causa de esa mentira es que ahora esta internada en este horroroso hospital, metida en esa cama, con un embarazo de alto riesgo encima, justo cuando ya esta a menos de un mes de dar a luz. Deambulando por el hospital me pongo a pensar en la cantidad de gente que dia con dia se encuentra aqui. Unos por gusto --me refiero a enfermeros, doctores y el personal--; otros por azares del destino. Todos regresan a casa, unos fisicamente, otros en espiritu. Entro al cuarto de mi tia, su doctor esta ahi hablando con ella. En cuanto reparan en mi, ambos callan. Tienen cara seria. --?Pasa algo? --pregunto, temiendo oir la peor de las respuestas. --Nada malo --dice el medico--. Le decia a la senora Christina que ya estamos preparando su alta, podran irse en un par de horas. Eso si, tendra que hacer reposo total y cero disgustos. --Hace enfasis en disgustos. Otro indicio mas de que lo que paso no fue un accidente. Pero entonces, ?que? Sea lo que sea lo descubrire tardeo temprano. Hemos llegado a casa. Ya deje a mi tia en su cuarto y ahora me dispongo a limpiar todo el desastre de la sangre. Mas bien tendre que tirar la alfombra, no creo haya manera de que esas manchas salgan. Mientras voy enrollando la alfombra, vislumbro un pequeno objeto sobre ella. Es una cadena con un dije de aguila. Que raro. Mio no es y dudo sea de mi tia. Me la guardo en el bolso del pantalon, ya tendre mas tiempo de observarla minuciosamente. Cargo la alfombra queriendo llevarla hasta el contenedor de basura que tenemos afuera. Frente a nuestra casa se encuentra nuestro vecino Irvin lavando su Camaro antiguo. Se percata de que voy batallando con la pesadez de la alfombra y rapidamente corre hasta mi para quitarmela de encima. --Oye, te ayudo con eso. Irvin es el chico del que cualquier chica se puede enamorar. Por su atractivo, claro. Todo musculos, ya saben... Pero no es el chico que se enamora de cualquier chica. Lo conozco desde hace tres anos, cuando entramos a la universidad. No es alguien de una noche o con quien pasar el rato. No. El es el chico de las relaciones serias. Nos llevamos muy bien. --Te lo agradezco, Irvin. Si esta muy pesada. --?De que esta manchada? --pregunta depositandola en el contenedor. --Sangre. --Titubeo al decirlo--. Pero no es de ningun homicidio si es lo que piensas --aclaro. --No me paso por la cabeza --sonrie--, pense mas bien en un accidente. Quizas el vio si alguien estuvo ayer aqui con la tia Christina. Nada pierdo con preguntar. --?Irvin, de casualidad no viste si alguien estuvo ayer por aqui? ?Algun desconocido? Irvin frunce el entrecejo pensando en lo que le he preguntado. --No, nada inusual. ?Paso algo, Er? Niego ligeramente con la cabeza. --Estabamos esperando a alguien de fuera y como ayer no estuvimos en toda la noche... --Miento--. Mi tia se resbalo y eso le provoco un sangrado. --Suelto un suspiro que hasta ahora me doy cuenta estaba reteniendo --. Su embarazo ahora es de alto riesgo. --Lo siento mucho, Er. Si necesitas cualquier cosa, en el momento que sea, no dudes en llamarme. --Toma una de mis manos entre las suyas. Eso ha sido extrano. --Gracias, Irvin. --Me suelto de su agarre, sonriendole--. Debo volver adentro. Asiente. Ya adentro preparo una cubeta con suficiente agua y jabon para fregar el piso por si quedaron restos de lo sucedido. Antes de ponerme a ello doy una vuelta por el cuarto de mi tia. Esta dormida. Asi esta mejor, que descanse. Despues de media hora y una buena fregada al piso, me dirijo muerta de cansancio a mi habitacion. Gracias a Dios que manana es fin de semana y no hay escuela, de lo contrario, de todas formas no iria. No podria con mi alma. La alarma suena a las ocho de la manana, la he puesto temprano para preparar el desayuno a mi aun no nacida prima Becky y a mi tia. Paquete completo. Como dicen por ahi: "Quien quiere a la vaca, quiere al becerro". Antes de comenzar a cocinar me hago un mono alto en el cabello para evitar que el desayuno termine con pruebas de mi ADN. Saco del refrigerador todo para hacer hot-cakes: huevos, leche, harina, mantequilla, y mi acompanamiento favorito, dulce de leche liquido. Preparo la mezcla disponiendome a echar la primera cucharada sobre el comal ya precalentado, esperando me salgan redonditos. Fallo estrepitosamente, todos se desbordan. Vierto lo ultimo que queda de mezcla ya sin la esperanza de que alguno salga como deseo. !Oh, sorpresa! Este ultimo ha salido redondito, y es este ultimo el que llevare a mi tia para que piense que esta lucha contra los hotcakes redondos, la he ganado. Acomodo todo sobre una mesita: plato de hot-cakes con dulce de leche encima. Otro mas de frutas con chocolate liquido y, por ultimo, un vaso con leche y otro de jugo de naranja. Espero no ser la culpable de que le de diabetes, pero mi Becky tiene que estar bien alimentada para cuando llegue a este mundo. Cargo todo dirigiendome hasta su cuarto. Ya esta despierta leyendo uno de sus tantos libros. --He traido el desayuno --le anuncio. --Gracias, hija. Becky anda ya muy impaciente. --Se frota su enorme barriga. Ya que estamos hablando de Becky... volvere a indagar a ver si ahora si decide hablarme con la verdad sobre lo que le paso. --?Donde dejaste las cortinas de la bebe, tia? Deja de picar su desayuno para prestarme atencion. --No las han traido --dice sin mas. --Entonces, ?cuales estabas colocando ayer que te caiste? Entrecierra los ojos. Ya sabe hacia donde me dirijo. Por lo mas sagrado en el cielo, espero no siga ocultandome cosas. --?Por que no me crees lo que te digo, Eralda? --Se molesta--. Ya te conte lo que sucedio. Me resbale de la silla provocando el golpe y asi el sangrado, no hay nada mas que contar. ?Y ella espera que me trague ese cuento? !Pero si soy de su sangre! Es como cuando era nina y le dije que el gato se comio todo el chocolate estando yo toda embarrada de el. A que no es creible, ?verdad? --De acuerdo, lo haremos a tu modo, tia. --Abre los ojos como plato --. Esta de mas decirte que no me trago ni una de tus palabras, perdoname. Abre la boca para decir algo, pero mejor la cierra. Es lo mejor, no quiero terminar discutiendo por una hipotesis que he formado. Salgo del cuarto para ir al de Becky, ya en unos dias la tendremos con nosotras. Mi camino se ve interrumpido por el toque del timbre, voy hasta la puerta deteniendome antes para ver por la rendija quien es. Jim, mi novio. --Hola, Jim --lo saludo acercandome para darle un beso, el cual esquiva. ?Y ahora que le pasa? Frunzo el entrecejo. --Te estuve marcando todo el dia de ayer, Er --dice malhumorado--. ?Por que no me contestabas? ?Ya sales con otro? Jim y sus celos de adolescente. ?Cuando entendera que ya somos adultos? Quiza el se quedo con la mentalidad de un chico de dieciseis. --No me hables asi, imbecil, mide tu tono la proxima vez. --Me ve como si me hubieran salido dos cabezas--. Si vienes aqui para hacerme una escena de celos, mejor regresa por donde viniste. Cierro la puerta en sus narices. De un tiempo para aca, Jim se esta volviendo mas celoso y controlador. Quiere que le de informes, santo y sena de a donde voy todo el dia y todos los dias. Si caigo en su juego me expongo a que me arme una escena; si solo lo ignoro me evito un disgusto. Ya saben cual es la mejor opcion. --!Er, abre la maldita puerta! --espeta. --!Que te den, Jim! --grito--. Vuelve cuando quieras ha-blar. Antes no. Me tumbo en el sillon soltando un suspiro de frustracion. La relacion con Jim ya no da mas, deberiamos cortar por lo sano. Dudo que eso le guste, gracias a Dios no soy una mujer sumisa a la que pueden controlar, decir o no que hacer.

  • Cielo y Tierra (La isla de las Tres Hermanas 2), Nora Roberts de Nora Roberts

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  • Las doce balas de Samuel Hawley de Hannah Tinti

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    Samuel Hawley no es como los demas padres. Es un tipo solitario acostumbrado a vivir huyendo de un sitio a otro y que ha educado a su hija Loo en el camino, de motel en motel, siempre vigilando sus espaldas. Conforme Loo se hace mayor, su curiosidad respecto a una madre que nunca conocio tambien va creciendo. Descubre un pasado oscuro que es tangible todavia en el cuerpo de su padre, marcado por las cicatrices de doce balas que recibio durante su carrera criminal. Los demonios del pasado de su padre irrumpiran en el presente, y entonces padre e hija deberan enfrentarse juntos.

  • Polvo y sombra (Subjefe Rocco Schiavone 6) de Antonio Manzini

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    Heredero literario de Andrea Camilleri, Antonio Manzini vuelve con la sexta entrega de la serie dedicada al subjefe Rocco Schiavone.

  • La mascara del herrero de Susana F. Ameijeiras

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    Las cajas inundaban el suelo y eso hacia que, de un momento a otro, pudiera acabar entrando en colera, pero lo sabia disimular. De hecho, disimular, era una de mis especialidades. --Maca, no creo que te cueste tanto meter al menos la ropa en el armario --dijo Esteban. Esteban nunca fue un hombre demasiado alto, le faltaba algo de pelo, pero sus ojos tenian una caida que solo define a los hombres buenos y profundos… a los hombres bienintencionados y serenos. Macarena, mi hija, era por aquel entonces una adolescente de 15 anos cuando nos mudamos a la nueva casa. Al nuevo hogar. Llegamos una tarde de sabado a finales de septiembre. Habiamos decidido darnos la oportunidad de vivir frente al mar aprovechando el nuevo puesto de trabajo de Esteban en un bufete de abogados de un pequeno pueblo costero de cuyo nombre prefiero no acordarme (para algo sirven las grandes frases de los que fueron grandes sintiendose, a veces, bastante pequenos). A medida que nuestro coche se acercaba a aquella calle estrecha, me iba dando cuenta de que el cielo gris inundaba gran parte del paisaje y de que, apenas al fondo, habia un destello de luz sobreviviendo a los ultimos dias de verano. Aquel dia no supe como describir aquella sensacion, pero, para algun organo de mi cuerpo, no paso desapercibida; algo se movio dentro de mi, ni bueno ni malo, solo algo. Ese efecto duro unas pocas decimas de segundos; era una emocion extrana, casi imposible de saborear. No pude saber que era porque se esfumo de golpe, pero dejo en mi un mensaje que solo unas pocas semanas mas tarde empece a descifrar. Ya no habia vuelta atras, ya estabamos dentro de aquel pueblo medio esperanzador... medio oscuro. Esteban abrio la puerta del maletero; la mayoria de las cosas ya estaban dentro, puesto que la empresa de mudanzas se habia encargado de traerlas unos dias antes. Nosotros solo llevabamos unas cuantas maletas y bolsas con algo de comida, abrigos, zapatos... Mire de frente hacia nuestro nuevo hogar. Dos pequenas plantas se alzaban bajo un escaso terreno de hierbas y maleza que se sumaban al aspecto grisaceo del cielo aquella tarde de sabado. Las paredes eran blancas, recien pintadas. Las ventanas, rojas, algo curioso y pintoresco que no me desagradaba en absoluto. Al entrar, subi directamente las escaleras al primer piso en donde se encontraban los dormitorios. Deje dos maletas y mire por la ventana: el mar azotaba con fuerza y el cielo cada vez se oscurecia con mayor rapidez. "Quizas no haya sido buena idea venir una tarde tan oscura", pense, "No es la mejor hora para hacer cambios". Esteban seguia peleandose con Maca para que, al menos, guardara su ropa y su calzado... el resto podriamos hacerlo poco a poco. Maca no hacia caso, y yo, tampoco. Seguia mirando hacia esa ventana y no conseguia saber que era eso que me incomodaba. La mayoria de la gente quiere estar frente al mar, pero esa imagen idilica e inspiradora que otros parecen percibir en ese enorme charco interminable, yo no conseguia verla. Algo oscuro salia de aquel movimiento que desprendia espuma con el empuje de sus olas. Algo queria decir esa fuerza inquieta e infinita que sabemos que jamas se va a detener: una y otra vez golpea y golpea sin cansarse... --Olivia, no pareces muy contenta de poder tener una casa con vistas al mar --dijo Esteban con un tono carinosos mientras ponia su mano en mi hombro. --No, no es eso, me gusta, pero... tal vez ahora mismo solo sea una sensacion de miedo por empezar algo nuevo --dije mientras lo miraba con una leve y, en cierto modo, fingida sonrisa para que no se preocupase en exceso por mi mas que notable cara de cierta tristeza--. Echo de menos nuestro pequeno piso, supongo. Ademas, es tarde, mejor sera que deje de mirar por la ventana y empiece a colocar lo mas necesario --continue diciendo mientras me dirigia al dormitorio dando zancadas entre las cajas. Esa misma noche cenamos comida preparada que compramos por el camino. Todavia aquella casa no parecia un hogar. Demasiadas cosas sin colocar, demasiado caos alrededor. Supuse que no dormiria de noche, no es que lo haya supuesto, es que creo que fue una sentencia firmada desde el mismo momento en que lo pense. Y asi fue. Al dia siguiente, cuando desperte a las cinco de la madrugada, sin apenas haber dormido unas cuatro horas, me di cuenta de que habia sido una pesima idea haber hecho la mudanza un sabado para amanecer un domingo con el cielo completamente gris y el pueblo hundido en un inquietante vacio. "No estoy preparada para este recibimiento tan cutre", pense. Mire las cajas, y todavia me senti peor. Desorden, cielo gris, frio y soledad. Una buena combinacion para empezar de cero… Baje a la cocina, busque la caja donde se encontraba la cafetera, la cogi y mire hacia los lados tratando de encontrar un lugar donde poder colocarla. Es curioso, primero busque un espacio para unos cuantos gramos de plastico antes que uno para mi, pero asi fue. Supongo que en ese momento pensaba que no era nadie sin un cafe en la sangre, lo mismo que no eres nada sin sangre corriendo por las venas. Una vez que la mezcla de sangre y cafeina empezo a burbujear por mis arterias, consegui levantarme por dentro (por fuera llevaba algo mas de una hora despierta). No sabia que hacer, todavia no eran ni las siete de la manana. Asi que, con mucha pereza y con bastante miedo..., volvi a asomarme a la ventana y ver el mar. "No lo entiendo", pense. "No me parece ni tan bonito ni tan magico como todo el mundo recuerda en sus instantaneas de verano. No consigo ver esa sensacion tantas veces repetida en anuncios de television y campanas publicitarias en las que el mar es el elemento mas persuasivo para vender cualquier cosa, aunque sea una cafetera. Nunca compraria una cafetera en cuyo reclamo publicitario saliera el mar". Mientras terminaba ese pensamiento, volvi a darme la vuelta para ver que podia hacer que no fuera desempaquetar cajas; para eso preferia tener a Esteban y a Maca levantados, y no pasar el tormento yo sola. No se me ocurria nada, solo dos opciones: o arreglar la gran duna de carton que se levantaba a cada paso que daba, o mirar por la ventana y ver el mar. Pocas opciones y, todas, desoladoras. Asi que cogi el movil. Y entonces me senti fatal por mirar a una pantalla teniendo en frente de mi al todopoderoso oceano, al que no queria ni ver. Hubo suerte: Esteban se levanto. --Buenos dias --dijo Esteban mientras trataba de despejar los ojos con sus dos dedos de la mano y si dirigia hacia la ventana--. Que maravilla de vistas tenemos por la manana, ?no te parece precioso? --me pregunto, con una mirada de satisfaccion esperando que yo le contestara con su mismo entusiasmo. --Si, es precioso, llevo viendolo desde que me levante, tenemos mucha suerte de poder vivir cerca del mar --conteste, sabiendo que la ironia se habia adentrado durante unos segundos en mi cuerpo, "sera culpa de la cafeina, tal vez debiera dejar de tomar cafe y conformarme con una sosa infusion". --Veo que has sacado primero la cafetera, buena idea --continuo Esteban, y se dirigio con una envidiable actitud hacia la cocina. Tras desayunar y vestirnos, comprobando asi que la ducha funcionaba, que el calentador funcionaba, que el agua corria con soltura (como no podia ser de otra forma, dado que estabamos al lado del mar), Esteban decidio estrenar su primer dia en el pueblo yendo a buscar el periodico. Me invadio una extrana envidia al percibir la ilusion con la que salia por la puerta, la curiosidad por adentrase en el entorno de su nuevo hogar y captar todos los detalles para hacerlos suyos. Yo no podia, habia una extrana barrera entre ese nuevo espacio que me amenazaba con hacerme un pulso y ser mas fuerte que yo. Tal vez estaban saltando todos mis soldados con sus canones preparados para que el territorio no se revelara contra mi. Una osadia que nunca quise analizar demasiado para no caer en la tentacion de pensar que pudiera ser castigada por querer controlar algo que era mas grande que yo. Tal vez los dioses no me lo perdonaran y apareciera su furia en cualquier momento desde cualquier parte de ese cielo gris a traves de esa ventana desde la cual se suponia que teniamos casi las mejores vistas del pueblo. --Buenos dias, Maca --dije con mucha alegria, pero sin mucho exito, puesto que Maca suele levantarse con los auriculares incorporados en sus orejas y no atiende a nada, no escucha... solo clava la mirada en la pantalla de su telefono y levanta la vista a modo de saludo. Quizas es mucho pedir que levante la mano, y que salga un "buenos dias" de su boca, ya es algo con lo que no cuento desde hace un largo tiempo.

  • Una vida perfecta de Mario Escobar

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    La novela definitiva de suspense, con el telon de fondo de uno de los temas mas controvertidos de la actualidad, el Regimen Bolivariano y la situacion de Venezuela.
    !ESCRITOR MAS VENDIDO EN EL 2017 SEGUN DATOS DEL PROPIO AMAZON!
    Esta es la historia de una carrera trepidante contra el tiempo y, sobre todo, contra un enemigo sofisticado e implacable.

  • El granero, tu y yo (Bdb), Antonella de Quevedo de Antonella De Quevedo

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    Eloisa decide separarse de Fernando harta de aguantar las consecuencias de su ludopatia. Con ganas de luchar y de salir adelante asume todas las responsabilidades que conlleva hacer que prospere una granja en plena crisis.
    Sin embargo, con la marcha de su marido no acaban los problemas ni los disgustos. Malas amistades y personas del entorno de Fernando querran cobrarse con creces las deudas pendientes, por lo que no vacilaran en acosar y extorsionar a Eloisa.
    Pese a todas las adversidades ella contara con su ilusion y la ayuda de Tomas, que no dudara en apoyar a la mujer a la que admira en secreto desde que puso un pie en sus tierras como veterinario de su ganado.
    ?Conseguira Eloisa desvincularse de Fernando? ?Y como se tomara este el acercamiento de Tomas a su exmujer?
    El granero, tu y yo removera los sentimientos del lector y le arrancara mas de un suspiro, tanto por la azarosa y tierna historia de amor entre Eloisa y Tomas como por el inocente y dulce romance adolescente que surge entre Julian y Estela, dos de los personajes secundarios mas jovenes.

  • Los afectos de Rodrigo Hasbun

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    El dia que papa volvio de Nanga Parbat (con unas imagenes que trituraban el alma, tanta hermosura no era humana), mientras cenabamos, nos dijo que el alpinismo se habia tecnificado demasiado y que lo importante se estaba perdiendo, que ya no escalaria mas. Tras oirlo mama sonrio como una idiota, creyendo que esas palabras contenian algun tipo de promesa, pero se quedo callada para no interrumpir. Es la comunion con la naturaleza lo que importa, siguio diciendo el, la barba mas larga que nunca, tan oscura como sus ojos un poco desquiciados, la posibilidad de llegar a los lugares que han sido abandonados hasta por Dios es lo que importa. No, por Dios no, se corrigio, en el principio de uno de esos monologos que duraban horas apenas llegaba, antes de que empezaran a crecerle el silencio y las ganas de emprender una nueva aventura, es mas bien en esos lugares donde se lo encuentra, donde Dios descansa de nuestra ingratitud y sordidez. Monika y Trixi lo oian sumidas en una hipnosis incipiente y mama ni que decir. Eramos su clan, las que lo esperabamos, hasta entonces siempre en Munich pero ahora en La Paz desde hacia un ano y medio. Irse, eso era lo que papa sabia hacer mejor, irse pero tambien volver, como un soldado de la guerra permanente, hasta reunir fuerzas para irse una vez mas. Solia suceder luego de unos meses de quietud. Esta vez, justo despues de quejarse del alpinismo, con la boca medio llena, menciono que pronto se largaria en busca de Paititi, una antigua ciudad inca que habia quedado enterrada en medio de la selva amazonica. Nadie la ha visto en siglos, dijo y me dio pena mirar a mama, constatar lo poco que le habia durado la ilusion. Esta llena de tesoros, los incas los resguardaban ahi de la codicia de los conquistadores, anadio el, pero eso era lo que menos le interesaba, su unico tesoro seria encontrar las ruinas de la ciudad. Lo cierto es que a su regreso de Nanga Parbat habia hecho una escala decisiva en Sao Paulo y finalmente tenia el financiamiento y los equipos. No hay que olvidar cuanto tiempo paso desapercibida Machu Picchu, dijo, durante cientos de anos nadie sabia que estaba donde esta, hasta que el audaz de Hiram Bingham la encontro. Papa se sabia los nombres de mil exploradores, yo no. Me faltaba un ano de colegio y mis preocupaciones eran otras, entre ellas que haria despues. La Paz no estaba tan mal, pero era caotica y nunca dejariamos de ser extranos, gente venida de otro mundo, un mundo envejecido y frio. Al menos ya habiamos logrado adaptarnos, despues de meses de meses luchando contra todo, incluido el bendito espanol. Mama apenas podia hablarlo, pero mis hermanas lo manejaban cada vez mejor y yo me defendia sin grandes dificultades. Mi segunda opcion era regresar a Munich. Me disuadia el hecho de que Monika estuviera considerandolo tambien, porque en ese caso quiza terminariamos viviendo juntas. Ella tenia dieciocho recien cumplidos y acababa de graduarse y estaba mas confundida y rabiosa que nunca. Con sus crisis nerviosas habia logrado que todo girara a su alrededor aun mas que antes, y que Trixi y yo tuvieramos que resignarnos a ser personajes secundarios, un poco como mama en relacion con papa. Era feo verla revolcandose, no voy a negarlo. Era impactante, horrible incluso, hasta habiamos tenido que atarla la ultima vez. ?Papa ya sabia? ?Se lo habia contado mama en alguna carta? ?Se lo habia contado mas temprano, apenas se quedaron solos en su cuarto, antes de la cena? Aunque mama llevara meses implorando, Monika no le daba importancia al asunto (no es nada, decia, dejenme en paz) y se negaba tajantemente a visitar a un psiquiatra o a un medico internista. En cualquier caso, el desorden interior de mi hermana coincidiria diez dias despues de la llegada de papa con esto otro: los arqueologos brasileros a los que esperaba le notificaron que necesitaban postergar el inicio de la expedicion. El no entendio los motivos o los asumio como una afrenta personal, y una tormenta de mierda se desato entonces en casa. En los dias siguientes lo oimos hacer llamadas interminables, cerrar puertas con todas sus fuerzas, amenazar y gritar. Entre medio se la pasaba rumiando como una bestia en cautiverio, como un hombre que lo ha perdido todo. Nosotras estabamos de vacaciones y no podiamos eludir el martirio. Al fin, una tarde en la que Monika y yo lo ayudabamos en el jardin, le propuso a ella que lo acompanara. Mi hermana no sabia si queria estudiar ni que estudiaria si lo hacia, ni donde lo haria de hacerlo. Por lo demas, ella habia sido la que cuestiono mas la decision de instalarnos en Bolivia, hasta en el barco sus reproches fueron de nunca acabar. No podemos dejar nuestras vidas asi como asi, decia antes de que empezara el pataleo, eso no se hace. Empezar de cero es una oportunidad que pocos tienen, decia papa. Empezar de cero no se puede, lo cortaba mi hermana, irse es de cobardes. Ante palabras como esas el se quedaba callado y a ella su silencio le daba rienda suelta, al menos hasta que el perdia la paciencia, y entonces mama nos decia a Trixi y a mi que nos fueramos a pasear por la borda mientras ellos se quedaban discutiendo, a veces durante horas. Luego, el dia que llegamos a La Paz, entendi mejor los temores de mi hermana. Nada era reconocible (habia ninos mendigando por las calles, indios cargando bultos enormes en sus espaldas, demasiadas casas a medio construir), y en general todo se veia precario y sucio. Un par de meses despues, ya acomodadas en un barrio centrico y luego de que papa se hubiera ido a Nanga Parbat, empezaron las crisis nerviosas de Monika. Habia pasado mas de un ano desde entonces. Ahora, en el jardin, para mi sorpresa, acepto de inmediato la propuesta que el acababa de hacerle. Obviamente papa intentaba matar dos pajaros de un tiro: contar con su ayuda para la expedicion, que segun supimos entonces habia decidido no retrasar un solo segundo, pero ademas alejar a Monika de sus demonios y de su incertidumbre. Tras oirlo, incredula, dije que tambien debia llevarme. Tu todavia estas en el colegio, pelotuda, se entrometio mi hermana. Puedo faltar unos meses, respondi sin perder la calma, y luego volvi a dirigirme a papa. Algo como esto podria ser importante en mi vida, dije, tu lo sabes mejor que nadie. ?Como seria para el volver a casa despues de tanto tiempo rodeado de naturaleza inhospita, acompanado unicamente por hombres parecidos a el? ?Habria pasado algo de lo que no estabamos al tanto para que no quisiera seguir escalando? Y con lo de Paititi, ?que buscaba realmente? ?Y yo? ?Faltar a clases nada mas? ?Sentirme unica entre mis amigas, que reventarian de la envidia al enterarse? ?No quedarme atras en relacion con Monika? Como si lo hubiera previsto todo, incluidas las preguntas que me estaba haciendo, se le formo una sonrisa rara a papa mientras asentia. Se me helo el pecho y mire a mi hermana y ella me miro y ya ninguna supo que decir. Supongo que nos dio miedo saber que el asunto iba en serio.

  • Una sirena en Paris de Mathias Malzieu

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  • Y una manana te levantas 1 de Silvia Gonzalez Serrano

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    Daniela esta perdida, no es feliz porque siente que le falta algo, pero pronto una propuesta inesperada en su relacion y un golpe de suerte lo cambiara todo.

  • Un amor para recordar (Para siempre 2) de Priscila Serrano

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    No te pierdas la segunda y ultima parte de la bilogia para siempre.

  • Vientos de traicion de Christine Mangan

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    Alice Shipley y Lucy Mason eran inseparables: aunque con pasados totalmente opuestos, sus dias en la universidad se sucedieron entre risas, aventuras y libros. Hasta que algo sucede que las aleja para siempre. Alice pronto se casa y, en un arrebato de amor, se traslada a vivir a la tormentosa Tanger de 1956, un Marruecos que se acerca peligrosamente a su fin colonial y bulle repleto de conspiraciones. Pero la ciudad blanca no es lo que Alice esperaba: con John siempre ausente, ni el exotismo de sus calles ni la fragancia de sus aromas logran despertar su interes.
    Pero un buen dia Lucy llamara a su puerta; su aparicion sera un maravilloso soplo de aire fresco y juntas descubriran un Tanger muy diferente, mas misterioso, mucho mas peligroso.

  • La fragilidad del crisantemo de Jose Vicente Alfaro

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    Dos hermanos pequenos se sumergen en la profundidad del bosque en busca de lena, cuando una extrana criatura alada se materializa ante sus aterrorizados ojos...

  • El tiempo de los magos de Cressida Cowell

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    El libro perfecto para todos aquellos amantes de la fantasia y las aventuras.

  • El milagro metabolico de Dr. Carlos Jaramillo

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    A todos nos gusta comer. Pero lo hacemos mal y cada dia peor. Enganados por la industria alimentaria, la publicidad, las fake news gastronomicas y los consejos nutricionales de la tia Bertha, con cada bocado tomamos decisiones nefastas que nos enferman, nos engordan y nos roban energia. ?Como detener esta espiral? ?A quien creerle y a quien no? ?Como cambiar de habitos sin volvernos rigidos y aburridos?

  • La carrera espacial de Ricardo Artola

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    Este libro narra la historia de la “carrera espacial”, es decir, de la competencia entre Estados Unidos y la Union Sovietica en el contexto de la Guerra Fria por mostrar al mundo la superioridad de sus respectivos modelos de sociedad a traves de los logros en el campo de la astronautica. Todo ello tuvo lugar entre el 4 de octubre de 1957, con la puesta en orbita del primer satelite artificial de la historia (“Sputnik 1”), y el 20 de julio de 1969, con la llegada a la Luna de los primeros seres humanos a bordo de “Apollo 11”. Ricardo Artola, autor de los libros dedicados a las dos Guerras Mundiales publicados en esta coleccion, traza un relato completo de la trepidante actividad desarrollada por las dos superpotencias en aquellos anos, desde la sorprendente ventaja inicial de la URSS, hasta el abrumador triunfo norteamericano, en lo que constituye, en definitiva, un relato exhaustivo y lleno de fuerza para entender los origenes de la era espacial.

  • El traidor (Amor y Guerra 1) de Alexis J. Regnat

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    Dafne Sevenstons, joven institutriz britanica, se ve obligada a permanecer en la capital del Tercer Reich por cuestiones burocraticas cuando la familia para la que trabaja parte hacia Suiza. Sola en la ciudad, atrapada por azar en un juego de espias, su unica salida es aceptar la proteccion del frio y atractivo coronel aleman Heinrich Strieber, un hombre que oculta un peligroso secreto.

  • Cuatro dias contigo (Amores imprevistos 1) de Emma Colt

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    Despues de ser testigo de un asesinato, Laura acepta regresar al lugar de los hechos con dos policias de incognito para intentar localizar a los asesinos. Mientras no los detengan, su vida no podra volver del todo a la normalidad. Lo que no podia imaginar era que el inspector Hugo Casas removeria algo en su interior de manera explosiva.

  • La esposa de Jamie West 2 de B Blair

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    Quedando solo cinco mujeres en la lucha por el corazon de Jamie West, Ariel decide participar en la competencia para conquistarla.

  • En el vagon de Jesica Sabrina Canto

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    El subte es un lugar de paso, donde se cruzan miles de historias. Estos noventa y nueve microrrelatos son tan solo un ejemplo de ellas.

  • Un principe para Erina de Ariadna Baker

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    Mire a mi perrita Linda y me parecio atisbar en ella un poco de pena... --No te quedes triste, preciosa mia, Camila te cuidara en mi ausencia--le dije y ella batio aquel abanico que tenia por pestanas en senal de resignacion. Linda era la chihuahua mas bonita del mundo y el ultimo legado que me dejo mi abuela Aurelia antes de pasar a mejor vida. Me la regalo el dia que cumpli los veinte anos y desde entonces habian pasado cinco mas. Mi alma gemela perruna y yo eramos inseparables y hasta al salon de belleza me la llevaba. Normal, no iba a disfrutar yo sola de sus excelencias. En aquel exclusivo lugar y a sabiendas de que me encantaba llevarla a todos lados metidita en mi bolsa, habian colocado una pequena camilla en la que mi amiguita recibia tambien un relajante masaje a la par que yo. Justo en ese momento habiamos salido de uno y ella intentaba sacudirse como si las friegas recibidas en el cuerpo la hubieran dejado entumecida. Era muy comica la enana aquella que con su hociquito hacia toda clase de gracias y encandilaba al mas pintado. Un te helado, eso era lo que me apetecia y para tomarmelo como era debido me dirigiria a una de las terrazas mas visitadas de la ciudad. Para algo estaba de vacaciones en toda regla, aunque si he de ser sincera, yo parecia haber nacido de vacaciones y haberlas disfrutado a perpetuidad. No es que me hubiera dedicado a holgazanear toda la vida y como consecuencia de ello me hubiera convertido en una nini que no supiera hacer ni la o con un canuto, no. Muy al contrario, yo habia recibido una esmerada formacion en el instituto mas elitista de Madrid, a la que siguio una carrera centrada en la direccion de empresas en Estados Unidos, el mismo pais donde estudie un master. Pero me consideraba toda una privilegiada, de haber nacido en otro lugar o epoca, me hubiera cantado un gallo muy diferente. Uno de los veranos que volvi a Espana, recibi a Linda como regalo y desde entonces compartio conmigo la aventura academica norteamericana. Ahora por fin mi curriculum estaba de lo mas completo y mi vida como emprendedora a punto de empezar. Bueno, a punto, a punto, tampoco, que yo gozaba de una posicion economica lo suficientemente desahogada como para poder permitirme un ano sabatico y eso es lo que pensaba hacer. Total, a mi me pasaba un poco lo que a Alaska, es decir que, ?a quien le importa lo que yo haga?, ?a quien le importa lo que yo diga? Yo habria nacido nadando en la abundancia, eso si, pero atencion por parte de mis padres no es que hubiera recibido para parar el tren, para que vamos a decir. Los primeros recuerdos que tengo de ellos, llamados Eugenia y Maximo Adriano, si asi de "sencillo" era el nombre de mi padre, giran en torno a sus viajes. Siendo honesta, no es que aquellos supusieran para mi una tragedia griega, sino mas bien todo lo contrario; dado que cada vez que ellos cogian el pescante, yo tenia la posibilidad de quedarme en compania de mi abuela Aurelia, la unica de mis cuatro abuelos que vivia, pues distintos avatares del destino borraron del mapa a los otros tres en distintas circunstancias. En cualquier caso, la abuela Aurelia valia por todo un ramillete de abuelos, pues aquella mujer era un sol y con su presencia lo llenaba todo. Los mejores momentos de mi ninez los pase junto a ella, de eso no me cabia la menor duda. En cuanto a mis padres, no es que fueran malos y de hecho me lo habian dado todo, pero si eran pasotas hasta decir basta. Con decir que contaba yo con solo dos semanas de edad cuando ambos emprendieron un viajecito de tres meses y me dejaron al cuidado de la abuela Aurelia y de Camila, la persona de servicio que habiamos tenido desde siempre en casa. Tal es asi que recuerdo una anecdota de mi infancia en la que les referia a ambas mujeres que yo creia que Camila venia con la casa cuando mis padres la compraron. No, pero casi, porque jamas se habia movido de alli y por suerte para mi, me adoraba. Los viajes de mis padres les llevaron a perderse la mitad de mis cumpleanos y, en la otra mitad, estuvieron mas preocupados por hacerse fotos conmigo que enviar a las cronicas sociales que de mi disfrute. Con todo, yo me sentia una suertuda porque, una vez salvado el impacto que me produjo saber que lo de mis padres era una excepcion y que el resto de ninos los tenian a diario en casa, fui rematadamente feliz. Recuerdo que el pan nuestro de cada dia era que ambos siguieran mi educacion via telefonica, con videoconferencias mantenidas desde distintos lugares del mundo. En ellas solian recordarme lo muy orgullosos que se sentian de mi. No me extrana, jamas salio de mi boca una queja ni les dije ni pio sobre el culillo de mal asiento que tenian ni sobre que apenas pararan en casa, pues yo en mi jaula de oro y con las dos mujeres de mi vida, me habia construido mi propio cuento y estaba en la gloria. No puedo decir tampoco que no viajara con ellos, eso seria injusto. En los periodos vacacionales si solian venir por mi y llevarme a los destinos mas pintorescos, lo que me habia dado mucha amplitud de miras. Sin embargo, y contra todo pronostico, mis padres se habian separado justo ahora, cuando me tocaba retornar a Espana tras acabar mis estudios. Y lo que me habia encontrado a la vuelta era poco menos que surrealista. A mis veinticinco anitos, a los dos les habia entrado la neura de recuperar el tiempo perdido y participaban en una especie de batalla campal por acaparar mi atencion. Si mi difunta abuela Aurelia levantara la cabeza, la volveria a meter bajo tierra de inmediato, porque el asunto era de traca. Me sono el telefono y era mi madre. --Erina, hija, ?se puede saber donde te metes? Habiamos quedado para comer juntas en el club de polo. --Mama, te dije ayer que no me apetecia ese plan y que tomaria algo con Linda en la calle antes de salir de compras. --Linda, siempre Linda, algunas veces me da que pensar... Parece que la quieres a ella mas que a mi, hija. Casi me echo a reir. Si el carino se media en lealtad y en numero de experiencias vividas juntas, desde luego que Linda era mas importante para mi que ella, pero no iba a tener la maldad de soltarle tamano bombazo a bocajarro a la pobre, sobre todo ahora que la veia con ganas de ganarse el titulo de madre. --Mama, es solo que sabes que estoy muy hecha a ella, nada mas. --?No sera que te haya llamado tu padre para copar tu atencion? Porque mira que "el marques" es capaz de hacer cualquier cosa con tal de dejarme a mi fuera de combate. De no verlo no creerlo. Desde que se habian separado, mi madre se referia a mi padre como "el marques". Ironias aparte, el hombre lo era, pues habia heredado un marquesado, el de Leiva, a la muerte de mi abuelo. --Mama, papa no me ha llamado hoy todavia, no veas fantasmas donde no los hay. --Un fantasma es el, lo he visto en una cronica de sociedad luciendo a su muneca del brazo en una fiesta...

  • La novia perfecta de Karen Hamilton

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    Una mujer enamorada. Una obsesion desenfrenada. Nada impedira que sea… LA NOVIA PERFECTA.

  • Vinculos de Daniel Alvarado

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    Imagina que los golpes del amor entran inesperadamente a tu vida, y asi como llego este simplemente se fue, piensa que el pasado te alcanza y te causa dolor pero tambien una gran alegria, supon que caminas por la calle sintiendo un vacio en tu interior, que te mueves sin saber a donde ni con quien, y que de repente aquello que te puede llenar ese vacio se pone frente a ti de la forma menos esperada.Esta es la historia que nos cuenta Alberto, llena de misterios, revelaciones, ensenanzas y poesia encantadora.

  • La biblioteca de Emma de Yauci Manuel Fernandez

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    Rick es un anciano con una triste historia guardada en secreto durante decadas. Hace anos que su hijo dejo de dirigirle la palabra, pero una enfermedad terminal dara un cambio total a la vida de Rick. Su inminente destino le llevara a relatar a sus nuevos amigos con todo detalle el suceso que le hizo dejar de creer en la felicidad. No obstante, a veces confiarle tus secretos a las personas a las que quieres puede convertirse en la sonrisa que necesitas para dar tus ultimos pasos en el camino de la vida.

  • Contra todo pronostico de Y. Arcenegui

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  • El dominio mundial de Pedro Banos Bajo

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    Si en su primer libro, Asi se domina el mundo, Pedro Banos exponia como, para que y con cuales estrategias los poderosos intentaban, en dura pugna entre ellos, controlar a paises y personas, en esta nueva obra da un paso mas hacia la plena democratizacion de la geoestrategia y detalla cuales son los instrumentos que se emplean para lograr ese predominio planetario.

  • Sombras en el faro de Carlos Dosel

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    El numero 1 en ventas de KINDLE AMAZON ESPANA, Carlos Dosel, con EL LEGADO DEL MAL, regresa con una nueva novela negra tenebrosa y espeluznante: SOMBRAS EN EL FARO.
    Regresa el gran autor Carlos Dosel con una historia ambientada en la Galicia costera de los anos 50, los dificiles anos de la posguerra espanola… La critica la senala como la mejor novela negra de 2019.
    Un terrible suceso ocurrido en el faro del pueblo costero de Castelourino, en La Coruna, deja consternado a todos los habitantes del lugar. El encargado del faro, Alejandro, asesina a su esposa en un crimen pasional, arrojandose a continuacion a los acantilados de A Costa da Morte.

  • Black Rose (Traicion 1) de B. Castillo , S. Pugliese

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    Una gala de mascaras cruzara los destinos de un cantante y una modelo con la lider de Black Rose, una antigua organizacion secreta que ha dominado el mundo desde tiempos inmemoriales. Ahora sus vidas se convertiran en una persecusion a muerte en la que seres inmortales haran lo necesario por mantener su identidad oculta.

  • Preso de su mirada (Miradas con alma 1) de Arwen Mclane

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    Caleb, el Alfa de la manada Carras, sabe que su destino es estar solo. Cree que encontrar a su pareja es practicamente imposible, ya que todo esta en su contra.
    Francisca Summers “Frankie”, es una chica espanola, la cual viaja a Minessota para trabajar en la Fundacion Carras como secretaria y traductora.
    Siempre, en su infancia y adolescencia, tuvo problemas a causa de su “rasgo especial” y lo paso muy mal. Por tanto, decide abandonar Espana y aceptar ese trabajo en el extranjero, dejando alli a sus padres y hermana. Solo quiere un cambio de aires y empezar de cero en una nueva ciudad, en un sitio donde nadie la conozca y no la puedan juzgar.
    Pero lo que no se imagina, es el cambio que dara su vida, en cuanto atraviese las puertas de la Fundacion Carras y conozca a su jefe, Caleb.

  • Pellizcos de Navidad de Lara Rivendel

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    Dejo el movil en la mesa, aparto la cortina y me asomo a la ventana. La misma estampa de cada ano por estas fechas, desde hace... <> Las luces de Navidad de la Gran Via brillan creando una serpiente azulada que baila alegre sobre los transeuntes. Yo, desde luego, este ano no estoy para bailes ni para fiestas. --Seguire empaquetando --me digo. Suspirando, dejo caer la cortina y vuelvo al trabajo. Mientras espero a que los posibles compradores --una pareja con los suenos intactos y toda la vida por delante-- vengan a ver el piso, voy guardando en cajas los objetos de los que no soy capaz de desprenderme. No me cunde nada porque, en realidad, no quiero acabar de empaquetar las cosas que Enrique y yo hemos acumulado a lo largo de estos veinte anos. Bueno, las que el no se ha llevado, que son casi todas. El doctor Enrique Guerra, mi aun marido aunque por poco tiempo, se llevo lo que le cupo en dos maletas y no parece tener prisa por llevarse el resto. Tomo el volumen de Guerra y Paz que me regalo durante nuestra primera cita y sonrio. Aunque me resisto, no puedo evitar abrirlo y leer la dedicatoria. <> Suspiro. Enrique es el hombre menos romantico que he conocido, pero en la primera cita se lucio. A mis veintiun anos, con mi titulo de enfermera recien estrenado bajo el brazo, que el medico mas guapo del hospital me invitara a cenar fue un sueno hecho realidad. Tan embobada estaba que, cuando poco despues descubri que estaba embarazada, no entendi las caras de horror de mis amigas. Por supuesto no quise escuchar a las que me aconsejaron que me esperara un tiempo antes de ser madre. Me decian que antes de sentar la cabeza tenia que disfrutar de la vida, viajar, salir de noche... Otras me decian que Enrique me dejaria cuando se enterara; que lo mejor que podia hacer era librarme del bebe y no decirle nada. Pero, aunque era muy joven, cuando la vida me puso ante una encrucijada, tuve muy claro lo que tenia que hacer. 7 Dos dias mas tarde compartia guardia con Enrique. Aguarde a un momento de tranquilidad; le dije que lo esperaba en el dormitorio del personal y cuando el llego, ilusionado ante la idea de un revolcon a medianoche, le comunique que estaba embarazada y que pensaba traer a ese nino al mundo. Le dije que el bebe era suyo, pero que si no habia sitio para el en su vida, no lo forzaria a aceptarlo. Eso si, si no tenia sitio para nuestro hijo, evidentemente tampoco lo tenia para mi. Enrique tardo unos segundos en asimilarlo. Aunque es seis anos mayor que yo, todavia no se habia planteado formar una familia, pero reacciono mucho mejor de lo que me habia imaginado. Me dijo que no estaba enamorado de mi, pero que yo le gustaba mucho y que no podria vivir tranquilo sabiendo que un hijo suyo crecia sin padre. Si tenia suficiente con esa base, me ofrecia su nombre y su proteccion para mi y para el bebe. En aquel momento, me parecio lo mas romantico que me habia pasado en la vida; una declaracion propia de una novela de Jane Austen. Estaba segura de que, con el tiempo, Enrique se enamoraria de mi como yo lo estaba de el y que, una vez que el bebe llegara al mundo, nuestra felicidad seria completa. El embarazo fue bueno y el pequeno Enrique, un regalo del cielo. Fue el bebe mas bonito que ha pasado por el hospital. Siempre que puedo, me paso por la nursery para ver a los recien nacidos y hasta ahora ninguno lo ha superado. Y no es amor de madre, ?eh? Es que mi Quique es guapo a rabiar. <>. Dejo el libro en la caja y voy al dormitorio de Quique, pero los recuerdos me persiguen alla donde vaya. Cuando se me termino el permiso por maternidad y volvi al hospital, note que algunas companeras cuchicheaban a mis espaldas. Mi amiga Lola me conto que una enfermera que habia entrado a trabajar durante mi ausencia iba presumiendo por ahi de acostarse con Enrique durante las guardias. Aquella noche se lo pregunte a el directamente. Aunque lo nego, su cara me dijo que algo habia habido. Segui adelante por nuestro hijo y, vale, si, porque seguia loca por mi marido. Enrique ha sido el unico hombre de mi vida; no me puedo imaginar la vida sin el. ?Que sentido tiene ahora la Navidad? Y luego vendra mi cumpleanos, y luego el suyo, y en verano... ?que hare durante un mes entero de vacaciones? Noto que empieza a faltarme el aire y, siguiendo las instrucciones de la psicologa del hospital, me siento en la cama y respiro hondo. 8 <>, me dijo. <> --!Que facil es decir eso cuando se esta bien! ?Como voy a disfrutar de esto? !Mi vida es una mierda, estoy sola y acabada! Tengo mas desconchones que la pared del lavadero. Y dentro de dos meses me caen los cuarenta; solo me faltaba eso, ya nadie me va a querer. Noto que las dichosas lagrimas vuelven a aparecer. ?Es que no se cansan nunca? Estoy harta de llorar, estoy harta de mi. No me extrana que Enrique y Quique se hayan marchado; si yo pudiera, tambien me abandonaria. Me seco los ojos, me levanto y me acerco a la estanteria. Cojo una foto enmarcada de mi hijo celebrando un triunfo deportivo y le doy un beso. Siempre ha sido muy deportista, como su padre. El momento en que nos anuncio que le habian concedido una beca para estudiar Medicina en Canada fue el principio del fin. Enrique lo felicito dandole palmadas en la espalda. Hacia tiempo que no lo veia tan contento. Me imagine que seria orgullo de padre al ver que su unico hijo seguia sus pasos. Yo lo felicite, claro, que iba a hacer, !se le veia tan ilusionado! Pero mi alma empezo a gritar en silencio y, desde entonces, no ha parado. Queria gritar que no, que no se llevaran a mi pollo, que aun era muy pequeno para saltar del nido y que !como iba a vivir en Canada con lo frios que tiene siempre los pies en invierno! Vuelvo al comedor, monto un par de cajas de carton mas con ayuda de cinta de embalar y vuelvo a la habitacion de Quique para guardar los albumes de fotos. <> El anuncio de Quique fue solo el primer capitulo de la novela El otono en que Paz perdio la paz. Cuando Enrique y yo dejamos a nuestro pequeno --ya no tan pequeno-- en el control de seguridad del aeropuerto, el me invito a tomar algo en la cafeteria. Me extrano que no esperara a llegar a casa para comer, pero pense que los nervios le habrian dado hambre. Cuando nos sentamos, me dio un panuelo y me solto a bocajarro que queria el divorcio. No fui capaz de hablar; el shock me dejo muda. Enrique tendra sus cosas, pero de tonto no tiene un pelo. Lo habia planeado todo perfectamente. Sabia que el disgusto por la marcha de Quique me dejaria en K.O. emocional y que no me quedarian fuerzas para montarle un numerito en publico.

  • Destinados a encontrarnos de Candace Camp

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    Cuando un misterioso caballero aparecio ante su puerta, Alex Moreland se quedo estupefacto al descubrir que aquel desconocido no era un caballero, sino una hermosa dama disfrazada de hombre y muy necesitada de ayuda. La mujer no recordaba nada, excepto su nombre, Sabrina, y las unicas pistas que tenia para averiguar su identidad eran el contenido de sus bolsillos: un panuelo, un reloj de bolsillo, un saquito de cuero, un pedazo de papel y un anillo de oro.

  • Subete a unos tacones y tu vida cambiara de Amber Lake

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    Marcia Gallardo, treintanera, licenciada en economicas, soltera y sin compromiso, necesitaba dar un cambio a su vida y este debia comenzar por transformar su aspecto. Estaba cansada de que la ningunearan en su trabajo, de que ningun hombre decente se fijara en ella y de que sus amigas la pusieran como ejemplo de lo que no se debe hacer para triunfar en la vida. Sin embargo, lo que la habia acabado de decidir era la posibilidad de perder su trabajo en las proximas semanas.
    La rivalidad con una companera, que tenia muchas posibilidades de llevarse el ascenso que ella merecia, exigia utilizar todas las armas a su alcance, incluyendo el seducir al nuevo jefe. Pero ?hasta donde estaria dispuesta a llegar?
    Cuando Andre Bassard, el hombre del que dependia su futuro, resulta ser diferente a lo que esperaba, Marcia ve peligrar sus planes. Resuelta a no dejarse vencer, piensa en variar de estrategia; algo que tambien conlleva ciertos riesgos. como enamorarse de el.

  • Buena chica de Jana Aston

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    Romper las reglas nunca fue tan divertido

  • Levantate de mi: La comedia mas erotica jamas contada, Carolina Noriega de

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    Carla lleva una vida monotona y algo tediosa. Trabaja como secretaria en una oficina y su novio, Pedro, ademas de aburrido, es adicto al trabajo. Para colmo, ese verano no tiene vacaciones y el sofocante calor de Madrid no ayuda a refrescar la situacion.

  • Romance Prohibido, Sexo Inevitable de Blanca Moral

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    Caballero Oscuro: Romance Prohibido y Erotica con la Virgen y el Senor del Crimen
    Soy temido y respetado a partes iguales.
    El senor del crimen. El caballero oscuro.
    Esta es mi ciudad. Son mis hombres.
    Hasta que aparecio competencia.
    Iban a llover balas y correr la sangre.
    Contaba con ello. Estaba preparado.
    Y entonces aparecio ella. Ingrid.
    La hija del jefe.
    La tentacion hecha carne. El pecado con curvas.
    19 anos. Virgen. Protegida. Prohibida.
    Y aun asi, me deseaba. Mas que a nada.
    Asi que le di su merecido. Varias veces. Y un poco mas.
    Ahora solo queda esperar a la colera de su padre.
    Estoy preparado. Pero no contaba con algo.
    Enamorarme de Ingrid. No puedo dejarla escapar.
    Por suerte, odia a su padre. Pero tengo que hacer algo.
    No se como deshacerme de el sin matarlo.
    Pero Ingrid es la mujer de mi vida.
    Algo se me tiene que ocurrir.

  • Las chicas perfectas de Sara Shepard

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    El universo de Pequenas Mentirosas continua con el spin-off que cobra vida en esta bilogia que arranca con La chicas perfectas, que tendran tambien serie de television.

  • El pequeno libro de las grandes feministas de Julia Pierpont

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    En este luminoso volumen, la exitosa escritora del The New York Times, Julia Pierpont, y la artista Manjit Thapp combinan biografias breves, vibrantes y sorprendentes con preciosos retratos de “santas” seculares, campeonas de la fuerza y el progreso: mujeres que sacudieron la tierra, rompieron techos e hicieron explotar los moldes.