• hola hermosura - Carmen De La Torre

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    Tras el fallecimiento repentino de su abuelo, Clara, una chica de ciudad, regresa al pueblecito natal familiar de Guadalajara, al que no volvia desde hacia mas de dieciseis anos, convertida en una autentica <> que no pasara desapercibida.
    En el pueblo Clara se reencontrara con antiguos companeros y amigos de la infancia que, para su sorpresa, se han convertido en atractivos muchachos, y acabara teniendo varios encuentros con un misterioso y atractivo joven que no resultara ser otro que Andres, el nino <> que, cuando eran pequenos, estaba <>.
    ?Como reaccionara Clara al descubrir que Andres se ha convertido en un apuesto e irreconocible conquistador?

  • HOLA HERMOSURA Versión Kindle - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. HOLA HERMOSURA de [Carmen de la Torre Díaz] ...

  • HOLA HERMOSURA Tapa blanda – 30 septiembre 2017

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  • Hola hermosura - Carmen De la Torre (Físico) - Donbuk Editorial

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    Hola hermosura – Carmen De la Torre (Físico) ... Tras el fallecimiento repentino de su abuelo, Clara, una chica de ciudad, regresa al pueblecito natal familiar de ...

  • HOLA HERMOSURA | CARMEN DE LA TORRE D?AZ

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  • hola hermosura. - de la torre díaz, carmen - Librería Proteo

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    HOLA HERMOSURA., DE LA TORRE DÍAZ, CARMEN, ISBN: 9788494842603 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librería especializada de ...

  • hola hermosura - Goodreads

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  • Hola Hermosura - Carmen de la Torre Díaz - Imosver

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    Hola hermosura es un libro del género NARRATIVA de ROMANTICA del autor Carmen de la Torre Díaz editado por IBD PODIPRINT en el año 2017.

  • HOLA HERMOSURA (CARMEN DE LA TORRE DIAZ)

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    17 feb 2021 — Hola lector@s!! Hoy os traigo la reseña, del primer libro que me leo de Carmen de la Torre Diaz, una autora autopublicada, de la cual, ...

  • HOLA HERMOSURA (EBOOK) - CARMEN DE LA TORRE DIAZ

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  • Hola Hermosura - Carmen De La Torre - Debeleer.com

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    PDF • Descargar Libros Gratis ... Hola Hermosura – Carmen De La Torre ... Una mujer salió de detrás de una cortina de flores y les preguntó:—Hola jóvenes ...

  • La otra; Historia de la amante de Magela Gracia

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    Un libro se gesta con una idea, sin duda alguna. Puede llegar de un recuerdo, un sentimiento, una vision o un sueno. Pero nunca llega a ser lo que es sin la gente que te rodea. Ellos ayudan a darle forma, a que se convierta en lo que luego rellenara paginas que, con suerte, amarillearan en un estante de tu salon... ... porque no habras querido deshacerte del libro. A mi, por fortuna, me han rodeado una gran cantidad y calidad de personas dando forma al libro, moldeando mis recuerdos, mis fantasias, mis anhelos. Marcos. Editor, corrector, critico. Ese hombre que acompana mis noches de fantasias y mis mananas de realidades. Que me levanta cuando me salen mal las cosas, y me baja a la tierra cuando me salen demasiado bien. El unico que conoce mis secretos... y los convierte en realidades. El unico que mis realidades... las convierte en secretos. Si Oziel tiene voz propia es gracias al morbo de sus palabras. Se le ha acumulado mucho trabajo estos meses, porque es el que suele corregir todo lo que escribo, incluso hojas de reclamaciones. Elena. Critica, cerebro de la portada del libro. No me leeria ni muerta, pero al final accedio a punta de pistola. Ahi la tengo, encanonada, compaginando sus cosas con leer a la pesada que se empena en mandarle los capitulos por mail y le insiste en que lo haga en vez de jugar al Candy Crash. Me acepta como soy, imperfecta a mas no poder. Y, aun asi, me invita todas las semanas a almorzar, porque sabe que no me gusta comer sola. Y yo vuelvo, aunque me de de comer cosas raras... y no tenga cafe. Raquel. Coartifice de la portada. Hay mujeres que tienen una sensibilidad especial para tratar una portada, y ella elige con mimo cada detalle para que todo quede perfecto. Podria morirme si tuviera que abrir el Photoshop, no digamos nada de usarlo correctamente. Tiene una paciencia infinita conmigo, y a pesar de la distancia, salva el problema con energia y entusiasmo. !A por la tercera! Pavel. Publicista, critico, coartifice de la portada. El hombre que me sirve un cafe todas la mananas para que me desperece y que luego tiene que tirar porque no llego a tiempo a tomarmelo. Un ser malvado recubierto de bondad, historias de zombis y eternos paseos en moto. Haces facil lo que a mi me resulta imposible. Se parte de risa con mis escasos conocimientos de ingles. Por eso, friki, hacemos un magnifico equipo. Javier. Fotografo. No le hace falta hacer nada mas, porque con retocarme la piel para que no se notara que tenia frio ya hizo suficiente. Creo que fue el quien se empeno en que se hicieran las fotos en invierno para castigarme por tenerlo cuatro horas al dia trabajando, y el que se alegro de que no hubiera calefaccion mientras me desnudaba. Me las cobre haciendo que se arrastrara por el suelo. Hay una foto que lo demuestra por algun lado... Alexis. Coaching. Me abrio su casa para que con sus paredes jugara a desnudarme y diera vida a La Otra. Pero, antes de eso, me ha dicho mil veces que valgo, que las mujeres emprendedoras son un tesoro, que el esfuerzo siempre merece la pena. Es el amigo que toda mujer quiere tener a su lado, aunque me dejara una noche tirada y tengamos mas relacion por mensajes que cara a cara. Espero que se haya revalorizado el valor de la casa...

  • De la indignacion a la esperanza de Jose Carlos Diez

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    Cinco anos despues de la publicacion de Hay vida despues de la crisis, Jose Carlos Diez regresa al analisis de la actualidad economica con un libro escrito desde la conviccion de que hay motivos para la esperanza y propone un plan para conseguir una Espana, una Europa y un mundo mejor para los ciudadanos.

  • Secretos de hielo de Marta Sebastian Perez

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    ?Puede cambiarte la vida en 15 dias?

  • Duelo de voluntades de Olga Salar

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    Cuando el sentido del honor de un caballero se interpone al amor, cada batalla librada es decisiva.

  • Solo una semana de Andrea Laurence

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    ?Podria una semana de pasion convertirse en algo mas?

  • Fin de guardia de Stephen King

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    Fin de guardia es el espectacular final de la <> que comenzo con Mr. Mercedes y continuo con Quien pierde paga.

  • Giros del destino de Isabel Acuna

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    Adrian Cameron y Gabriela Rivera se conocen en medio de condiciones adversas, al compartir un suceso traumatico que derrumba la certeza y la confianza sobre las que cada uno habia fundado su vida y los obliga a enfrentar una nueva realidad que los lleva a apoyarse el uno en el otro para sobrellevar el desengano, a la vez que nace entre ellos una intensa atraccion.

  • Los 100 (Los 100 1), Sobreviviras a lo desconocido de Kass Morgan

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  • Yo curare tus heridas (Corazone heridos 1) de Towanda Richardson

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    Jamie Parks lo tenia todo. Apenas habia cumplido los veinte cuando todos sus suenos se cumplieron. Era el hombre mas feliz del mundo. Hasta que un maldito accidente en una pista de esqui se lo llevo todo por delante. Su profesion, sus ilusiones y sus ganas de vivir.

  • El bebe inesperado del seductor de Nicki Jackson

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    Cuando Sarah Montgomery conoce al seductor multimillonario Santino Orlando en un viaje de negocios a Espana, siente una atraccion irrefrenable por el. Despues de una noche de ardiente pasion, Sarah no espera que Santino continue en su vida. !Hasta que descubre que esta embarazada de el!

  • Contigo (Para siempre 3), Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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    Natalia, desconsolada por el riesgo que corre la vida de Jose, tiene que enfrentarse a unos duros momentos que marcaran el rumbo de sus vidas.
    ?Que pasara finalmente? ?Les dara la vida una oportunidad mas? ?Quien sera esa persona que entrara de nuevo sus vidas?
    Duros acontecimientos que marcaran para siempre la vida de nuestros protagonistas en este desenlace.

  • Pajarito de Hugo Valero Munoz

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    Es dificil levantarse cada dia cuando lo que te espera no es de tu agrado.
    Silvia, una muchacha de dieciseis anos, debe soportar a un grupo de companeras que se dedica a amargarle la vida en el instituto; en silencio, sin la ayuda de su madre, que la ignora para dedicarse a su trabajo.
    Cansada de la situacion, da un giro a su vida y toma comienza a tomar las riendas, rompiendo con todo lo anterior.
    La joven inicia asi una aventura en la que buscara cumplir los suenos propios de su edad: alcanzar la fama y el exito por todos los medios a su alcance.

  • Medias verdades de Lisa Unger

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    La periodista Ridley Jones recibe un dia la visita del FBI y una desagradable sorpresa: en varias de las fotografias que ha tomado durante sus vacaciones, aparece siempre un misterioso personaje confundido entre la multitud. El fantasma de su tio Max Smiley, su padre biologico, el hombre al que quiso toda su vida y que demostro tener un lado oscuro y criminal, vuelve a acecharla. Lo sorprendente es que Max esta muerto y la propia Ridley vio quemar su cuerpo? De nuevo, su fragil mundo se desmorona y deja a la vista una realidad demasiado cruel para creerla. Y, como antes, sabe que ha de seguir intentado descubrir la verdad? aunque le cueste la vida.

  • Los secretos de Holden de Becka Sallow

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    Otra manana mas avanzo a la misma tortuosa velocidad de siempre no tardando en llegar a su fin sin que apenas pudiera percatarme de que esta habia comenzado. No pude retener el suspiro que escapo de mis labios al hacer memoria y comprobar que ese dia no se diferencio mucho de los demas para mi desgracia. Entre con una gran sonrisa en la cara esperando ilusamente que algo en mi rutina cambiara por alguna cuestion divina y a medida que las manecillas del reloj avanzaban mi animo iba cayendo proporcionalmente, aunque no por eso deje de ofrecer mi ayuda a todo companero que pasaba por mi lado sin que los resultados fueran diferentes de las semanas anteriores. Tal y como cada dia solo querian una cosa de mi, que fuera una especie de secretaria personal para ellos cuya unica mision era hacer sus recados y complacerlos. Me estaba empezando a cansar de que solo me pidieran ayuda para llevarles cafes, bebidas energeticas, tes, donuts (de chocolate, con almendras, sin gluten,…), algun informe o algo similar. A esas alturas, tras dos meses trabajando en el hospital como nadie podia arriesgarme poniendo la mano en el fuego a que me sabia exactamente como le gustaba el cafe y que tipo de bolleria consumian cada dia cualquier trabajador del centro. Al menos no era un edificio demasiado grande, cosa que me servia de consuelo en mis dias malos que solian ser bastantes visto el panorama. Me ponia decepcionaba la manera en la que me juzgaban mis companeros sin darme una oportunidad de demostrar lo que sabia hacer, que acabara de terminar la carrera no significaba que fuera una mala trabajadora. Ninguno de los enfermeros del hospital se atrevian siquiera a que pusiera una simple inyeccion por miedo a que lo hiciera mal. !Que no tuviera experiencia aun no significaba que no supiera nada sobre enfermeria! !Tenia una carrera! --!Molly! Mi cuerpo se puso en alerta nada mas escuchar mi nombre pronunciado por aquella espantosa voz aguda anunciando malas noticias. Solte un gemido de fastidio mientras intentaba escabullirme sin que la morena se diera cuenta entre miradas extranadas de pacientes que me observaban perplejos mientras recorria de puntillas el pasillo. Cloe, tambien conocida como mi demonio personal, se habia encargado desde el minuto uno de dejarme saber que a partir de ese momento yo estaba alli para ser unica y exclusivamente su recadera personal. --!Molly no te escondas, necesito un cafe bien cargado! Ignorando sus chillidos camine de la forma mas silenciosa que pude hasta la sala de urgencias conociendo el camino de memoria. Esta estaba abarrotada de gente con toda clase de problemas como la mayoria del tiempo. Y a pesar de eso, yo no podia ayudarles en nada. Menos cuando alguno tenia algun problema digestivo y le daba por sacar de su intestino toda la comida ingerida, ahi si que me buscaban mis companeros. Desde luego que cuando ingrese en la universidad para hacer enfermeria no me imaginaba que mi trabajo fuera a ser asi. Un silencio se hizo espacio por la gran sala en la que la gente esperaba atenta a que su turno llegara. Apenas se escuchaba la voz de la reportera que salia por los parlantes de las televisiones a bajo volumen. La gente enmudecio de un momento a otro, casi parecia que ni se atrevian a respirar con demasiada brusquedad por si rompian el ambiente que se habia formado. Cualquier otra persona no se hubiese percatado de lo que se venia, pero yo si. Tampoco era algo muy extrano dado que llevaba ya dos meses en el hospital y situaciones como esas se habian repetido en algunas ocasiones, las suficientes como para saber que aquel era un silencio antes de la tempestad. Y no me equivoque, en apenas segundos los chirridos de unas ruedas se empezaron a escuchar cada vez con mas fuerza por el pasillo de la planta. Las puertas se abrieron con brusquedad mientras una camilla blanca inclinada horizontalmente entraba a gran velocidad acompanada de un par de paramedicos y algun que otro doctor con la bata cubierta de sangre. Un escalofrio me recorrio todo el cuerpo al ver pasar la camilla por delante de mi. Apenas fueron unos segundos pero eso no quito que para mi todo sucediera como a camara lenta. Mi cerebro fue capaz de procesar unos ojos celestes encharcados de dolor. Su marcada mandibula reflejaba lo mismo a juzgar por la manera en la que la apretaba, sus cejas fruncidas por el esfuerzo completaban esa imagen de sufrimiento y por si eso no fuera suficiente el chico soltaba pequenos gemidos de dolor presionando sus carnosos labios en el proceso. Lo segui con la mirada mientras salia de la sala sin poder borrar aquella mirada de mi mente sintiendo un repentino impulso de seguir la camilla por los pasillos para averiguar que le habia ocurrido. Habia visto mucha gente sufrir a lo largo de mis veintitres anos de vida, pero nunca me habia sentido tan deseosa de poder ayer como en ese momento. No asi. Poco a poco los murmullos fueron renaciendo hasta dar paso a la estampa inicial: una sala de urgencias con gente hablando a gran volumen mientras se quejaban por falta de personal y enfermeros pasando de un lado al otro intentando evaluar los danos de cada uno. Todo el mundo parecia haberse olvidado completamente de lo que habia pasado hacia apenas unos minutos. Yo no fui una de esas personas. --!Por fin te encuentro! ?Donde estabas? No respondas. --se retracto la morena poniendo una mano perfectamente arreglada enfrente de mi-- Solo traeme un cafe. Que divertido es ser enfermera, ?eh?

  • La princesa de marmol y cristal de Malenka Ramos

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    Samuel Ross es un escritor y psiquiatra conocido por sus estudios sobre la conducta criminal. Tras una noche de borrachera es testigo de la muerte de Arturo Coelho, socio del empresario Markus Pastrana, investigado por trafico de armas, malversacion de fondos y la desaparicion de varias mujeres jovenes. Todo aquello lo recuerda como un sueno, retazos en su cerebro sin orden alguno hasta que una semana despues recibe una carta. Salome, la joven que acabo con la vida de aquel hombre, le recuerda en sus letras cada minuto de aquella noche atroz y le pide un favor; su ayuda. Esa misma noche Salome aparece en casa de Samuel. Necesita contarle su historia, confesar las razones que le llevan a toda esa locura.
    Una historia sobre el amor, sobre dolor, sobre la crueldad mas inhumana por la que una joven puede pasar. Una historia que se anuncia tragica y que cambiara la vida de su protagonista para siempre. Porque en esta historia... Nada es lo que parece.

  • Deseada por el peligro (Secuestrada por el peligro 2) de Melissa Hall

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    Alanna Gibbs ha conseguido huir de sus secuestradores, volver a casa y despedirse de su mejor amiga ante una tumba vacia. Llena de ira y de presion, acepta el trato que le ofrece su padrastro Ronald; Encontrar a su padre y recuperar el dinero que este le robo al verdadero Vikram. Pero ella no podra llegar hasta Gael sola, necesitara la ayuda de las personas que la alejaron de su vida cotidiana durante meses.
    Bloody no esta dispuesto a caer una vez mas ante las promesas de un nuevo mafioso que insiste que es el verdadero Vikram, pero tampoco tiene pensando en pasar toda su vida en prision. Buscara a su viejo jefe en Mexico, siempre y cuando el supuesto Vikram acceda a ayudarlo en un par de problemas que tiene pendientes y no lo dejan dormir por las noches.
    Bloody no asume tener que reunirse con la chica que lo volvio loco. Aun asi, intentara acercarse a Alanna incluso cuando ella esta junto a su nuevo novio, Raymond, el cual no tardo en aparecer en la vida de ambos.
    ?Podran admitir que se desean por encima de todos los problemas que causo Gael y Shana? O, ?Alanna seguira sintiendose traicionada por la persona que la secuestro y la deseo sin darse cuenta?

  • La distancia entre dos besos de Olivia Kiss

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    Amber quiso gritar de frustracion cuando escucho que su hermano soltaba un suspiro largo y daba un paso hacia atras alejandose del capo abierto del coche. El nego con la cabeza, cruzado de brazos y con una arruga surcando su frente. --No entiendo que es lo que le pasa. --?Estas seguro? Vuelve a mirarlo. --Amber, es la tercera vez que lo hago y no veo nada raro que provoque que el coche se caliente --explico su hermano James tras bajar el capo con el brazo y cerrarlo--. Lo siento. Tendras que ir al mecanico del pueblo, no sera para tanto ?no? Casi como quitarme los ojos con una cucharita de cafe, penso. Y luego se corrigio a si misma en lo referente a los ojos porque lo cierto era que, Ezra, el unico mecanico de Sound River, era un imbecil de primera, si, pero no podia negarse que alegrase la vista de cualquiera. Amber hubiese pagado a cambio de que fuese un hombre sudoroso y poco atractivo, pero, en cambio, tendria que enfrentarse a el, con su interesante rostro y sus increibles ojos azules. La cuestion era que Ezra la odiaba. ?Por que? Pues porque una manana de otono, cuando ella salia de la cafeteria que siempre frecuentaba con sus amigas y que estaba enfrente del taller, habia tropezado y le habia tirado encima el cafe con leche tamano gigante que llevaba en la mano. Desde entonces, el le habia hecho la cruz. Hasta el punto de que, unas semanas atras, en la puerta de esa misma cafeteria cuando ella le pidio explicaciones por la cara de malas pulgas que le dedicaba cada vez que se cruzaban, el habia decidido pagarle con la misma moneda y recrear el episodio en el que se habian conocido, esa vez con ella en el papel de chica que recibe un chorro de cafe en la cabeza. La experiencia no habia sido agradable, no, y Amber temblaba de rabia solo de pensar en Ezra, algo que, remontandonos al punto de partida, significaba que era un problema que el unico que la pudiese ayudar a arreglar su coche fuese precisamente el tipo que mas parecia detestarla. --Esta bien. Si no hay mas remedio, lo llevare --dijo resignada. --No tardes. --James alzo una ceja en alto--. Me preocupa que vayas con ese trasto en malas condiciones, ?quien sabe lo que podria ocurrir? --No exageres --concluyo mientras los dos se dirigian hacia el rancho por el sendero que conducia hasta la entrada. Al llegar, se despidieron en el pasillo cuando James dijo que iria a darse una ducha y Amber entro en la cocina y busco algo para picar. Ella siempre tenia un hambre voraz. Por suerte, era de constitucion delgada y, ademas, una persona muy nerviosa que no solia parar quieta casi nunca; gracias a eso, seguia manteniendose en forma. Ese dia, tras abrir varios armarios y no encontrar nada interesante, puso un par de tostadas a calentar y saco un bote de mermelada de fresa casera antes de sentarse en la mesa de la cocina. Katie entro en la estancia. Junto a Hollie, era su mejor amiga y un apoyo incondicional. Las tres se habian conocido siendo unas ninas y, llegados a aquel punto, no tenian secretos entre ellas. Como la confianza daba asco, Amber ni se inmuto cuando Katie le quito una de sus tostadas y se sento en la mesa a su lado. La senalo con la cabeza. --Tu maravilloso novio no ha encontrado el problema del coche --se quejo Amber--. Ten hermanos para esto. Katie sonrio y se unto la tostada con mermelada. --Bueno, no puede ser perfecto en todo. --?Que insinuas? --pregunto Amber. --Que ya es perfecto en muchas otras... cosas. --Oh, !por favor! !Es mi hermano! Nada de detalles sobre lo que sea que haceis en el dormitorio todas las noches. Suficiente tengo con vivir bajo el mismo techo que vosotros. --No digas tonterias --dijo Katie. --No lo son. Algun dia tendre que mudarme. --!Eso no es cierto! El rancho es de los dos y no tienes que irte a ninguna parte. Amber lo sabia. Antes de morir, su padre, les habia dejado a ella y a su hermano el rancho de la familia Faith en igualdad de condiciones. A dia de hoy, James se ocupaba del ganado y de las tareas externas, y ella llevaba las cuentas y la parte administrativa. Sin embargo, desde que la relacion entre James y Katie se habia consolidado y ella se habia mudado alli, Amber no dejaba de pensar en que, algun dia, tendria que irse. Y no por ellos, que probablemente no la dejarian escapar jamas, teniendo en cuenta que el la adoraba y que Katie era una de sus mejores amigas, sino por ella misma. De repente, Amber habia empezado a pensar en la posibilidad de tener su propia familia y su propia casa; poder decorarla a su gusto, marcar sus normas, pasearse a sus anchas vestida con una camiseta y ropa interior o darse un bano de espuma con la puerta del servicio abierta de par en par para poder escuchar mientras la musica que sonaria desde la habitacion de al lado. Lo cierto era que, verlos a ellos, tan acaramelados y felices, habia despertado en Amber esos deseos que nunca antes se habia planteado. ?El problema? No habia chico. Ningun chico. Aunque, por otra parte, bien podria mudarse sola. Por alguna razon, desde nina, siempre se habia imaginado a si misma haciendolo cuando encontrase al hombre de su vida y, entre ambos, buscasen una propiedad que fuese al gusto de los dos. Desde hacia unos anos, ese ideal de pelicula se iba convirtiendo en una escena menos clara. Para empezar, porque en Sound River, el pequeno pueblo donde habia nacido y en el que seguia viviendo, no existian tios que valiesen la pena. --Tendre que ir al taller ahora luego --dijo con un suspiro. --?Al de Ezra? Te deseo suerte --bromeo Katie, pero, en realidad, lo decia completamente en serio. Ahogo una risita antes de darle un mordisco a su tostada. 2 Sorprendido, Ezra alzo la cabeza cuando vio el coche que entraba en su taller y, aun mas importante, a la chica que lo conducia. Amber Faith. Fruncio el ceno de inmediato y se limpio las manos con un trapo antes de animarse a ir a su encuentro. Ella bajo del coche y cerro la puerta con un golpe seco. Los dos se miraron en silencio unos segundos hasta que Amber se atrevio a romper la tension del momento. --Mi coche se calienta --se limito a decir. --Que bien. Enhorabuena. --Necesito que lo arregles. Ezra le mostro una sonrisa pretenciosa y se apoyo en el capo de otro coche que tenia en el taller. La miro de los pies a la cabeza. El verano habia llegado a Sound River y ella vestia unos pantalones cortos y un top con escote de corazon y de color rojo que hacia juego con las sandalias llenas de piedrecitas. El torcio el gesto. --Prueba a cambiar el tono mientras me lo voy pensando. --?Que tono? --replico impaciente. --Ese necesito que lo arregles como si trabajase para ti. --Trabajas para mi. Pienso pagarte --matizo. El alzo una ceja y se cruzo de brazos. Cuando lo hizo, Amber intento en vano no fijarse en la piel bronceada y en la camiseta negra de tirantes que vestia y se ajustaba a su torso, revelando que estaba mas en forma de lo que ella deseaba admitir. --Te estas equivocando. Este es mi taller, asi que yo decido que trabajo acepto. Dame una buena razon para no pedirte que te largues por donde has venido. --?Ser un buen mecanico? Por ejemplo. --No me convence. Prueba otra mas. --?No comportarte como un idiota? --Estas perdiendo puntos, carino. --Vale, ?sabes que? Tu ganas. Adios. Ezra la miro divertido y avanzo hasta ella para cogerla de la muneca antes de que pudiese subir al coche. La solto de inmediato. ?Que habia sido eso? Casi podia ver las chispas saltando a su alrededor y no le gustaba, no, no le gustaba en absoluto... --Dejame echarle un vistazo --dijo secamente. --De acuerdo, si insistes... --Ella sonrio. El abrio el capo del vehiculo y lo observo con detenimiento mientras ella seguia parada a su lado. Encendio el vehiculo un par de veces y reviso algunos cables. --Vuelve a contarme lo que le ocurre. --Se calienta --repitio Amber--. Y cuando eso pasa, se para de repente. Me ocurre cada dos o tres dias; voy conduciendo y, pum, deja de funcionar. Ezra la miro por encima del hombro. --?Y luego arranca otra vez? --Si. Dejo pasar unos minutos para que se enfrie y vuelvo a encenderlo. --?El indicador de la temperatura te avisa? --Veo como sube la aguja, si. El alzo los brazos y bajo el capo del coche para cerrarlo. Volvio a limpiarse las manos y se giro con lentitud hacia ella, que seguia parada en medio del taller. --Lo arreglare. Dame una semana. Amber pestaneo varias veces, confundida. --?!Una semana!? !Necesito el coche! Ezra senalo el taller con la cabeza. --Carino, se que crees que eres muy especial, pero como puedes ver hay otros clientes que llegaron antes que tu y yo solo tengo dos manos. --Su mirada se volvio de repente intensa y picara--. Se usarlas muy bien, pero no hago milagros. --Cuatro dias --negocio. --No. Tendras que respetar el turno. Amber apreto los punos y noto como se le disparaban las pulsaciones por culpa de los nervios. Podia ver en la mirada de el que la estaba retando y que, aunque era cierto que habia mas coches en el taller, probablemente podria hacerlo antes; sus ojos azules y llenos de diversion le decian que estaba disfrutando del momento y, por alguna razon, a ella le sacaba de quicio el y esa costumbre de ir por ahi con actitud de perdonavidas, como si el mundo estuviese a sus pies y tuviese derecho a odiarla sin razones. Por eso, termino negando con la cabeza. --No te preocupes. Ya encontrare a alguien que sepa usar las manos aun mejor y mas rapido que tu --se burlo haciendo alusion a su comentario, que habia sonado como una provocacion-- . Gracias por tu tiempo. --Creeme que te hago un favor cuando te digo que te estas equivocando. --?Puedes devolverme las llaves? --pidio. --Claro. --Se las dio y luego le abrio la puerta del coche con una expresion burlona como si fuese un perfecto caballero. Ella lo ignoro y subio al vehiculo--. Suerte. --!Lo mismo te digo! !Ups, no! Miento.

  • Los suenos se cumplen de Rachel Galsan

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    Eran las seis de la tarde, llegue a casa. Me acomode en mi habitacion y lo primero que hice fue encender el ordenador. Habia sido un dia agotador, examenes y mas examenes. Para colmo, mi amiga se habia enfadado conmigo sin razon alguna. Intente despejarme un poco y entre en YouTube, buscando nuevos videos de los canales a los que estoy suscrita: <> habia subido un nuevo video. --Wiiiii, genial --pense. Pinche en el video y empece a verlo. Era un Chatroulette. El rato que duraba el video me lo pase riendo como nunca y mis pensamientos desaparecieron. Termino mi <>. Sono mi movil, pegandome un gran susto. --?Diga? --pregunte de mala gana. --Hola --dijo una voz seca y sin animos. --?Quien eres? Despues se escucharon carcajadas al otro lado de la linea. --?Oiga...? --Es increible que no reconozcas la voz de tu novio. --Sonrei levemente. --Dani... --suspire--. ?Te has cambiado el numero? No me salia tu nombre en la pantalla. --Pues si --rio. --?Como van tus vacaciones? Hubo una pausa. --... Te echo de menos, Sender. No van bien las vacaciones sin... ti. El corazon se me acelero mucho. Dani y yo empezamos a salir hace menos de un mes. Estabamos en la epoca de examenes, pero Dani y su padre se habian ido por trabajo a Portugal durante una temporada indefinida. Antes de ser pareja, Dani era mi mejor amigo, siempre habia estado conmigo, desde que tenia consciencia. --Yo tambien te echo de menos, pero disfruta, aunque sea sin mi. En serio, yo quiero que te lo pases muy bien. --Te quiero mucho... --solto. Me sonroje. --Y yo a ti. --Note que sonrio--. Debo colgar, tengo trabajo. --Esta bien, ya te llamare. Adios. --Adios, amor --colgue. Estuve unas dos horas haciendo deberes. !Suerte que ya no tenia examenes! --Sender, !a cenaaaaaaaar! --grito mi madre. --Voooooooooooy. Recogi toda mi habitacion y entre en el comedor. Las clases empezaban como cualquier dia. Hoy me encontraba sola. Se podria decir que no soy muy sociable, solo tengo dos amigos: Dani y Jennifer. Siempre he sido el hazmerreir del colegio, nadie me queria por mi aspecto: era la tipica nerd. Pero este ano, el ultimo, di un cambio, al lucir ropa mas femenina para intentar hacer mas amigos. Solo algunos chicos al principio de curso se acercaron a mi para ligar, hasta que me preguntaron mi nombre: Sender. Parecia que mi nombre los espantaba y, bueno, aqui estoy, en el ultimo trimestre, con una amiga enfadada conmigo y mi novio fuera del pais. El timbre sono y los alumnos se levantaron contentos de sus asientos para irse a sus casas. Yo, como era habitual, recogi mis cosas cuando la clase estaba vacia. Suspire y tome el camino hacia mi casa. Me sentia demasiado sola, queria arreglar las cosas con Jenni, pero ella se habia enfadado sin motivo, solo porque no le hice los deberes. Lo se, se que suena a que se aprovecha de mi, pero no es asi. Solo me lo pidio ese dia y, como le dije que no, se cabreo y no me habla. --?Que pasa? --pregunte mientras dejaba la mochila al lado del sofa para sentarme. Mi padre dio un gran salto y se levanto, aunque se limito a desviar la mirada. --Sender, tenemos una noticia que darte --murmuro, como si estuviera apenado. Ladee la cabeza sin entender a que venia aquello y espere a que alguno de los dos me aclarara las cosas. Entonces, fue mi madre la que tomo las riendas de la breve conversacion que estaba por venir. --Nos mudamos a Madrid. <<625>>. Lo unico que me paso por la cabeza fueron los kilometros de distancia entre Barcelona y Madrid: 625. Me quede blanca, incapaz de articular palabra alguna. --?Sender...? --Mi madre se acerco para acariciarme el brazo y sacarme de ese trance. --?Como? O sea... ?Por que justo ahora? --Bueno... Tu nos explicaste que estas muy sola aqui y pensamos en... Rapidamente movi mi cabeza para negar lo que mi padre me estaba diciendo. --No, no... --interrumpi--, yo tengo a Dani y a Jennifer... --Solamente --termino mi padre seriamente. La verdad es que asi era. Solo los tenia a ellos dos, aunque uno estaba fuera del pais y mi mejor amiga ni me hablaba. Agache la cabeza y reprimi unas enormes ganas de llorar. No queria irme, Barcelona era mi ciudad, la que amaba con todo mi ser. ?Que haria con Dani cuando volviera? ?Cortar con el? ?Se enfadaria mucho? ?Y Jenni? ?Que pensaria ella? Ella tenia mas amigas, podria vivir sin mi. Esas eran mis preocupaciones: no pensaba en mi misma, sino en mis dos unicos amigos. Despues de aquel discurso mental, mire a mis padres, que tenian una expresion bastante preocupada. --?Cuando nos vamos? --pregunte cerrando los ojos durante unos segundos. Cuando los abri, en sus rostros pude ver una enorme sonrisa, y casi les falto tiempo para abrazarme--. Que sepais que la idea no me gusta, lo hago por vosotros e intentare no rechistar. Cuando nos separamos, asintieron energicamente con la cabeza. Les hacia felices que hubiera aceptado. Alli empezarian desde cero y su querida hija podria olvidarse para siempre de todos los abusos que habia recibido en el colegio. --Nos iremos en un mes, el mismo dia que termines el bachillerato. --?Y la universidad? --cuestione, pues aun no habia hecho ningun examen de acceso. --Sender, no te preocupes por eso. Solicitamos plaza con tus notas y hace dos meses la aprobaron. Ademas, tenemos un contacto alli que favorecio las cosas. -- Mi madre me guino el ojo. --?Carrera...? --Diseno Grafico, carino. Ya sabes que nosotros no te obligaremos a escoger Derecho. Pude mostrarles una sonrisa ladina, pues en el fondo estaba contenta. Mis padres siempre velaban por mi bienestar, a pesar de que querian que siguiera el oficio de la familia. Les di un beso en la mejilla como aprobacion a esos planes y me fui a mi cuarto, donde me tumbe en la cama con un largo suspiro. Alli si que me puse a pensar en todo... <>. Sali del cuarto y les conte a mis padres esa alocada idea. Ellos me miraban confusos, pero aceptaron, asi que me dieron dinero para ir a apuntarme a un gimnasio y quitarme de encima esos <> de los que tanta gente se burlaba. A partir de ahora, las burlas hacia mi cuerpo habian terminado. Claro que sabia que el fisico no lo es todo, pero en ese momento, y debido a mi personalidad, para mi era importante: era timida, tenia caracter y mucho orgullo. Por eso queria destacar en algo, queria verme guapa, aunque fuera solo por una vez. Despues de apuntarme, con el dinero que me sobro fui a comprar ropa mas femenina. Mucho mas femenina y atrevida. Tampoco queria parecer demasiado atrevida, pero las unicas camisetas que tenia eran de cuello muy cerrado y pantalones siempre largos. Habia decidido que ya no me avergonzaria de mi cuerpo, y por eso opte por comprar tirantes, faldas, shorts y cosas de esas que nunca me habia atrevido a llevar. Como no compre nada de ropa de marca, me costo menos de cien euros. Aun me sobraba algo de dinero y, como si fuera cosa del destino, me pare delante de un centro de belleza con peluqueria. Un cambio de peinado seria lo mas basico para el nuevo look. Asi seguro que me sentiria distinta. --?Que te quieres hacer con este hermoso pelo rubio? --pregunto la peluquera acariciando mi pelo. Era bastante rubio y largo, pero siempre lo llevaba recogido porque cuando lo llevaba suelto las chicas de clase se metian conmigo, preguntandome si me creia una princesa. --Pues... lo que sea, quiero un gran cambio, asi que, por favor, sorprendeme.

  • El secreto (El manuscrito 1), Blanca Miosi de Blanca Miosi

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  • Amor contracorriente de Annabeth Berkley

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    La joven lady Allyson Connelly se miraba en el espejo con cierta inseguridad. Estaba en el salon de la modista a la que solian acudir al inicio de cada temporada. Podria decirse que le gustaba lo que veia. Su cabello rubio perfectamente recogido, el precioso vestido celeste que resaltaba el azul de sus ojos, los bonitos y comodos botines que le permitirian bailar toda la noche... Estaba satisfecha del resultado, sin embargo... sentia que le faltaba el aire. Madame Leonard, la solicitada modista francesa a la que la mayoria de la nobleza de Londres encargaba sus vestidos desde que se habia instalado alli hacia unos anos, la miraba extranada con varios alfileres sujetos entre sus finos labios. Era alta, delgada y su demostrada experiencia y los altos precios que cobraba daban la razon a la soberbia con la que se conducia. Miro la estrecha cintura de la joven. Estaba segura de que el corpino no estaba tan apretado como para no dejarle respirar, asi que no le presto mayor atencion. Allyson sintio como sus mejillas perdian el color y un sudor frio le recorria el cuerpo. Intento distraerse mirando a su alrededor. Las paredes forradas con papel en tonos claros, las lujosas telas de diferentes colores sobre una mesa alargada, varios espejos diseminados por la habitacion, estanterias con diferentes tocados que sobresalian de sus cajas, cajones a medio cerrar con vistosas plumas, abalorios y delicados encajes... --Crei que ya tenia pretendiente --comento Madame Leonard mientras se alejaba para dar el visto bueno a su diseno desde la distancia. --Y lo tiene --afirmo altiva y satisfecha lady Josephine Connelly, la elegante matriarca de la familia--. Esta temporada, Christine causara la misma sensacion que su hermana en la anterior. No tengo duda de ello. Josephine miraba a su hija mayor con el ceno fruncido, molesta porque aun no hubieran fijado la fecha de la boda. Si la modista sabia que tenia pretendiente, pero aun no se habia casado, lo sabria, sin duda, el resto de la alta sociedad. No comprendia el porque de su reticencia cuando el conde de Nokfolk era tan buen partido para cualquier joven casadera. --El delicado vestido de color petalo que han escogido, sin duda, hara que encuentre pretendiente tan rapido como su hermana --comento la modista sonriendo friamente a la joven morena de ojos azules a la que acababa de quitarle el elegante y decoroso vestido encargado para la fiesta. Allyson miro a Christine, su hermana un ano menor, que la miraba con los ojos brillantes, emocionada por su inminente presentacion en sociedad. Sin duda, estaria preciosa y mas que preparada para encontrar esposo. La mas pequena, Laura, rubia como ella y de ojos verdes, estaba sentada indiferente junto a su madre. Ella aun tendria que esperar un ano mas para su presentacion en sociedad, y no parecia que tuviera mucho interes al respecto. Allyson volvio a mirarse en el espejo. A ella se le acababa el tiempo. La falta de aire era cada vez mas acuciante. El conde de Nokfolk, el afortunado pretendiente al que sus padres habian aprobado, ademas de pertenecer a su clase social y ser correcto y educado, habia sido muy paciente con sus caprichos de retrasar la boda entre ambos. Ese ano la acompanaria en los bailes para confirmar la union matrimonial que todos esperaban que se fuera a producir en breve. Era un buen hombre y seria un buen marido, se dijo tratando de convencerse. --Allyson, por Dios, ?que te ocurre? --le pregunto alarmada su madre, notando su palidez y angustia, cada vez mas visible. Allyson cogio aire y lo solto con rapidez varias veces mientras se doblaba sobre sus rodillas. Christine y Laura fueron preocupadas hasta ella. Madame Leonard se acerco agitando un abanico de color crudo con su mano. Solo Josephine la miraba seria, levantado una ceja con frialdad. --Se... me pasara pronto.... --les tranquilizo Allyson con un hilo de voz mientras la modista le soltaba los lazos del vestido para quitarselo. --No creo que sea necesario arreglarlo --les comento Madame Leonard con firmeza--. Quiza la joven esta nerviosa. Josephine apreto los labios con fuerza, mirando cenuda a la mayor de sus hijas. --Probablemente --murmuro entre dientes. Allyson miro de reojo a su madre antes de desaparecer tras la cortina que servia de biombo para vestirse con su ropa de paseo. --Al ano que viene me tocara a mi ponerme otro de estos vestidos --comento la joven Laura pasando la mano por el vestido que Christine iba a llevar. Christine asintio, mirando risuena su bonito vestido. Sabia que todos la compararian con su bonita hermana mayor, pero afortunadamente ella no seria rival puesto que a su boda con el conde solo le faltaba establecer la fecha. Josephine no se movio de donde estaba hasta que no vio salir a Allyson vestida con su traje de paseo de colores crudos y visiblemente mas recuperada. Christine y Laura fueron hasta ella preocupadas. Allyson les sonrio evitando la mirada de su madre. --Muy bien, Madame Leonard --le comento Josephine a la modista mientras se dirigia a la puerta--. Espero que envie estos vestidos manana mismo, y el resto de los que le hemos encargado, en una semana. La mujer asintio satisfecha. Poco antes de empezar la temporada en Londres, recibia cientos de encargos que le permitian vivir muy holgadamente el resto del ano, cuando la alta sociedad solia retirarse a pasar la temporada de caza a sus segundas viviendas alejadas de la vida social de la ciudad. Justo antes de salir, se encontraron con lady Flanigan, una vieja conocida de la familia, que entraba con su hija, probablemente con la misma intencion con las que ellas habian ido. Era alta y ligeramente corpulenta, y llevaba un moderno sombrero sobre su cabello oscuro. Su hija, con el cabello un poco mas claro, parecia su joven reflejo. Las madres se saludaron con una afectuosa sonrisa. Las jovenes se miraron con curiosidad. No solian relacionarse entre ellas. --Supongo que nos veremos en la fiesta de lord Bondshire --comento lady Flanigan. Josephine asintio complacida. --Si, Helen, aunque tenia entendido que Josselyn ya habia encontrado pretendiente el ano pasado. La mujer sonrio asintiendo y manteniendo la mirada a su interlocutora. --Asi es, pero parece ser que tiene la misma prisa que Allyson por contraer matrimonio. Las dos jovenes aludidas se miraron y se sonrieron con amabilidad. Aunque recordaban haberse visto en alguna ocasion, apenas habian hablado entre ellas. Josephine miro al cielo, como si pidiera la paciencia que necesitaba para la incomodidad que le producia la situacion de su hija mayor. --Este ano debuta Christine. Ya lo tenemos todo preparado, y estamos seguras de que todo ira... mejor. Helen asintio con una sonrisa educada. --Te deseo la mejor de las suertes, Christine --miro a la ilusionada joven--. Mucho gusto en saludarlas. Josephine y sus hijas volvieron al carruaje que les estaba esperando al otro lado de la calle. Allyson se distrajo mirando a su alrededor. Las calles de la ciudad eran amplias y estaban limpias. Habia varias personas paseando distraidas. Todo le parecia que estuviera dentro de la normalidad a la que estaba acostumbrada... y de la que habia empezado a dudar. --Allyson, ?por que te detienes? Allyson miro a su madre sonrojada. Bajo la cabeza y fue hacia el carruaje justo cuando otro carruaje similar paro frente al de ellas. Un joven apuesto de cabello castano y ojos del mismo color bajo de el para saludarlas. --Lady Connelly, Christine, Laura, Allyson. Todas sonrieron y devolvieron el saludo al prometido de Allyson. --Es un placer haberlas encontrado. Ahora iba a ver a su esposo --les explico mientras Allyson se acercaba a el. --Madre, ?puedo irme con Robert? --pregunto la joven tratando de aparentar indiferencia. --No es buena idea, Allyson. Cualquiera puede veros... --Aun no es mediodia, madre --insistio Allyson. --Voy a una de las fabricas --le explico Robert, el conde de Nokfolk, serio--. Nada me gustaria mas que compartir el tiempo contigo, Allyson, pero quiza no sea buena idea... Allyson fruncio el ceno mientras hacia un entrenado mohin con los labios que le dedico a Robert y a su madre. --Siempre os quejais de que no pasamos tiempo juntos... Josephine entrecerro los ojos mirando a su hija mayor con desconfianza. Allyson evito su mirada fijandola en su guapo pretendiente, que miraba a su madre esperando un permiso. --Puedo quedarme esperando en el carruaje... --insistio Allyson con dulzura. --Yo cuidare de ella, lady Connelly, y en cuanto termine la diligencia que me lleva hasta alli, la acompanare a casa. Josephine asintio con un gesto serio, visiblemente molesta con su hija mayor. Allyson se despidio de su madre y sus hermanas sin perder mas tiempo y dedico a Robert una bonita sonrisa mientras subia al elegante carruaje con asientos de terciopelo en color verde oscuro. El joven la siguio al interior, sentandose frente a ella. La miro detenidamente mientras golpeaba con su baston el techo para indicar al cochero que se pusiera en marcha. Pocas veces conseguian estar a solas. --No esperaba que quisieras venir conmigo --le comento Robert, con mucha calma, casi arrastrando las palabras. Allyson se encogio de hombros, sintiendose ligeramente incomoda con su tono de voz. Sentia su mirada condescendiente sobre ella, como si todavia la estuviera evaluando para saber si seria o no una buena esposa, o como si estuviera dispuesto a reganarla si no hacia lo que el consideraba correcto. --Apenas nos vemos... --le contesto ella, suponiendo que era logico que pasaran algun momento a solas. --Tu madre ya no esta. No tienes que fingir delante de mi --le indico serio mirandola a los ojos. --No estaba... --?A quien trataba de enganar? Quiza Robert habia empezado a conocerla--. Nunca he visto una fabrica --le respondio compartiendo la verdadera razon por la que habia querido acompanarle. --Ni tienes por que verla --le explico con cierta frialdad, manteniendole la mirada. Allyson lo miro por unos segundos. Habia creido que Robert apoyaria sus inquietudes o le permitiria dirigirse con mas libertad que la que tenia en casa de sus padres. Quiza fueran imaginaciones suyas, pero en determinadas ocasiones, el le hacia sentir insegura y no era nada agradable sentirse asi. --?Por que no? ?Que habria de malo? --le pregunto mirando hacia la ventana para disimular su decepcion. --Ese no es un sitio para una dama --insistio Robert mientras el carruaje iniciaba un incomodo traqueteo debido al desgastado suelo de las calles por las que habian empezado a transitar. --Oh, vamos... --Allyson le miro impaciente. --Ademas, has dicho que te quedarias en el carruaje. Allyson le miro seria. Cierta tension se palpaba en el ambiente. Ella sabia que no debia llevarle la contraria, que debia mostrarse sonriente y sumisa, pero cada vez le costaba mas comportarse asi con el. --Allyson... --le recrimino molesto--. No se que esperas encontrar alli, pero no es como te lo imaginas. Las fabricas... --entorno los ojos con una mueca--. ?Que has estado leyendo? Allyson se sonrojo, pero no le respondio. Se limito a mirar por la ventana, dandose cuenta de que habian dejado muy atras el centro londinense. --?Donde vamos exactamente? --A una parte del East End... barrios obreros... tu padre se encuentra en una de las fabricas --Allyson se asomo por la ventana sin ningun reparo--. Allyson, esto no es un viaje de placer. Vuelve dentro. Allyson lo miro molesta. --Nunca he estado en un barrio obrero. --Y no vas a estarlo --le respondio serio--. Te repito que no es sitio para una dama. Pasaremos por el barrio, pero no nos detendremos. Allyson le mantuvo la mirada, pero cedio separandose de la ventana. De nada iba a servir enfrentarse con el, ademas de que seria algo imperdonable por su parte. --?Por que no? --susurro a reganadientes. --Allyson, no hay nada que quieras ver, creeme. Allyson lo miro extranada y molesta. Ella queria asomarse por la ventana. Por eso habia ido con el. Era algo que no se podia quitar de la cabeza desde que habia leido a escondida los ultimos libros de Charles Dickens. Le costaba creer que la ciudad que el describia fuera donde ella residia. Robert decidio cambiar el rumbo de la conversacion. Tenia claro que discutir con Allyson no llevaba a nada, ademas de que no tenia por que hacerlo. Sin duda seria una esposa perfecta cuando se acostumbrara a su verdadera posicion como condesa. La acaricio con la mirada. Era preciosa, quiza demasiado transparente en sus expresiones. --Crei que querias estar conmigo... a solas. Allyson se sonrojo consciente de la intimidad del momento. Estiro su espalda pegandose aun mas al asiento en el que estaba, como si pudiera poner mas distancia entre ellos. --Si, claro... --le respondio visiblemente incomoda mientras el carruaje se movia de manera mas abrupta al dejar totalmente atras las cuidadas calles de la ciudad. Miro a Robert. Era un buen hombre, guapo, distinguido, educado. Estaba casi convencida de que seria un buen esposo, pero no sabia por que le estaba costando tanto fijar una fecha para su boda. Sabia que era lo que un marido podia exigir a su esposa. La habian educado para ello. Estaba dispuesta a ser una esposa sumisa y obediente, aunque solo pensarlo le causaba cierta ansiedad. Los pocos y robados besos que el le habia dado en contadas ocasiones no la conmovian lo mas minimo ni mucho menos le interesaba repetirlos. Su madre le habia explicado, sin muchos detalles, lo que pasaba en la intimidad del dormitorio entre un hombre y una mujer, y no tenia ningun interes en experimentar el molesto momento. Lo peor era saber que no habia manera de evitarlo. Desvio su mirada sonrojandose ante sus pensamientos. Parecia que entraba un olor fuerte y desagradable por la ventana y Allyson saco un panuelo del pequeno bolsito que llevaba colgado de la muneca y se lo llevo a la nariz. Robert la seguia mirando detenidamente. --Allyson... ?buscabas estar a solas conmigo? Allyson lo miro ruborizada. Cierto desasosiego la invadio ?Por que insistia? Los ojos de Robert habian empezado a brillar. Realmente estaban los dos a solas. ?Lo veria como una oportunidad de acercarse a ella y besarla? No le apetecia en absoluto. --No digas esas cosas, Robert. Soy una mujer decente. Robert sonrio con arrogancia. Por fin parecia que Allyson se habia dado cuenta de que estaba en sus manos, de que dependia de el. --No dudo de que lo seas... --?Donde estamos? --le interrumpio con curiosidad acercandose a la ventana al ver que pasaban junto a unos edificios que no conocia. Robert le impidio que lo hiciera sujetandola por el brazo. --Allyson, no tienes por que ver esto. Se mantuvieron la mirada por unos segundos. La tension entre ambos fue mas que visible y parecia que ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. Robert se incorporo ligeramente sobre ella. Allyson se rindio. Lo tenia demasiado cerca. Bajo la mirada, sumisa y volvio a apoyarse en su asiento. --Si no querias estar conmigo a solas, ?Que pretendias con este viaje? --No lo se. Pense que podria ver a mi padre... --?Ahora? ?Tienes algo urgente que decirle? Una fabrica no es lugar para una mujer de tu clase. Te ruego que no bajes del carruaje cuando lleguemos. Puede ser peligroso. Allyson lo miro con cierta desconfianza. Sus palabras parecian sinceras y su tono de voz amenazador. --?Peligroso? ?Y por que mi padre viene todos los dias? ?Por que vienes tu? --Peligroso para una mujer como tu, querida --le respondio protector sin dejar de mirarla. Allyson asintio antes de girar la cabeza hacia la ventana. Estaba deseando ver lo que habia en las calles. Siempre habia vivido protegida, entre sedas y algodones, pero ultimamente tenia muchas dudas acerca de si su vida era real o era un espejismo en el que solo unos cuantos afortunados podian vivir. Robert se sento de repente a su lado buscando su contacto. Allyson se sobresalto y con rapidez se levanto de su asiento para ocupar el que el habia dejado libre. --!Robert, por favor! Robert hizo una mueca de autosuficiencia.

  • Una mision especial de Debra Webb

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    El especialista John Logan estaba dedicado a su trabajo en cuerpo y alma; era capaz de hacer cualquier cosa con tal de llevar a cabo una mision… aunque eso significara tener que hacer lo impensable: hacerse pasar por el marido de Erin Bailey…

  • Los secretos de Assam (Aromas de te 4) de Janet Macleod Trotter

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    Tras la Segunda Guerra Mundial, Libby Robson deja Inglaterra para volver a la India, el hogar de su infancia y en donde dejo a su queridisimo padre, James, catorce anos atras. La embriagadora belleza del subcontinente le da la bienvenida: el bullicio de Calcuta, la exuberancia de los campos de te de Assam., pero bajo la superficie se esta gestando una revolucion y los dias de la dominacion britanica estan contados.

  • La amenaza de Tirion de Carolina Gattini

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    Hanna Connor lleva demasiado tiempo sirviendo en la primera nave de la Alianza. Es de las pocas tripulantes proveniente de la Tierra y la que mas ha soportado la vida encerrada en ese lugar, pero no pueden dejar que los "barbaros", esos habitantes de Tirion que no son mas que bestias sin apenas conocimientos, dominen la galaxia. Deben acabar con ellos. Sin embargo, todo lo que creia sobre esas bestias empieza a desmoronarse cuando capturan a uno de ellos, con vida. Es un arma en si misma, una letal arma con un cuerpo que incluso parece irreal. Se parece demasiado a los humanos, pero es mas grande, mas musculoso, mas… Definitivamente todo es mas grande en ellos…
    La captura de esa bestia despierta en la capitana Connor la idea de negociar una paz con el enemigo, pero no todo es tan facil como parece…. Contenido ….

  • La fiera y el infausto de Desiree Alvarez

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    Zendalure, una caverna esril situada en Terraverno, se ve privada de agua y oxigeno tras la filtracion de lava volcanica procedente de la superficie. Belhaldy Vrammoryn, primogenita de la lider zendaluri, decide emplear sus conocimientos arcanos en ayudar a su madre a resolver la situacion sin saber que detras de lo que parece una fortuita catastrofe natural se esconden diversas personalidades de la ciudad conspirando en aras de sus propios intereses asi como un extendido culto a los dioses paganos condenados por Latro (la inmisericorde deidad que tiraniza sus vidas). El dia a dia de la raza esril esta marcado por perfidas traiciones, por lo que esta intriga no arredra a Belhaldy... pero si marcara para siempre a su nuevo esclavo: un guerrero humano recien capturado que solo puede sentir horror ante la extrema crueldad de las sanguinarias elfas oscuras... y la acuciante necesidad de escapar de Terraverno a cualquier precio.

  • Inframundo (Guardianes Del Alma 4) de Kim Richardson

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    Kara inhalo profundamente y soplo el polvo de una fila de libros con cubiertas agrietadas y lomos arrancados. El aire olia a una mezcla de pegamento y moho. Las motas de polvo flotaban como un enjambre de insectos y la humedad caliente y humeda se sostenia en el ambiente y se aferraba a su ropa. No era el ambiente perfecto para guardar libros viejos, pero le encantaba el olor rancio de la tinta sobre el papel. Era el olor de la imaginacion... donde las grandes mentes se unian y creaban magia con tinta y papel, el olor de aventuras aun no descubiertas. En los libros, todo era posible… y eso le encantaba. Limpio el sudor de su frente y sujeto su cabello en una coleta. Ella apreto Las Aventuras de Huckleberry Finn entre El Llamado de la Naturaleza y El Viejo y el Mar, en la seccion de novelas clasicas. Las coloco en una perfecta linea recta, con sus lomos dispuestos verticalmente. Una vez que estuvo satisfecha con su trabajo, limpio la humedad y la suciedad de sus manos en sus pantalones de mezclilla, agregandole un tanto a la capa de suciedad de la jornada. La escalera se sacudio y se tambaleo bajo su peso. Apreto las manos con firmeza alrededor del riel y bajo con cuidado. Una vez que llego a la parte inferior, salto el ultimo escalon. Con una sonrisa en su rostro, Kara empujo un carrito de metal apilado con libros y revistas hacia la parte delantera de la tienda. Se agacho bajo la unica bombilla que oscilaba nerviosamente de un cable suelto en el centro de la tienda y condujo el carro entre montones de libros que se tambaleaban peligrosamente en altas torres, llegando hasta el techo en algunos lugares. Rayos de luz se derramaban a traves de un gran ventanal de la parte delantera de la tienda iluminando las estanterias con un suave resplandor dorado. Las particulas de polvo brillaban a la luz como copos de nieve en miniatura. Kara podia ver las telaranas grises que colgaban de las esquinas mas altas del techo e hizo una nota mental para retirarlas mas tarde con su escoba. Papel tapiz pintado a rayas marrones y beige se escarapelaba de las paredes detras de un debil mostrador de madera colocado a la derecha de la tienda. Una vieja caja registradora con botones manuales y una palanca roja estaba colocada encima de el. Debajo de la caja registradora habia una vitrina con bolas de cristal de diferentes tamanos. Kara se reia al ver su retorcida imagen en ellas. Una brisa calida agito el flequillo de Kara de su rostro. Los carillones de viento cantaron suavemente encima de la puerta abierta. Kara estornudo y el carrito dio un salto. Un grueso manto de polvo cubria la mayoria de los estantes de libros posteriores, una clara indicacion de que aun tenia mucha limpieza que hacer. Tardaria mucho en retirar el polvo de anos de abandono de la tienda. Dudaba seriamente que alguna vez hubiera estado limpio, para empezar. En su primer dia en la tienda, Kara habia limpiado muy bien las ventanas y habia barrido y trapeado los pisos de su sucia capa de mugre y de unas manchas color marron que ella preferia no saber que eran. Kara inhalo alegremente el viento del verano que llegaba desde la puerta abierta... dientes de leon y cesped recien cortado... su espiritu sonreia con cada nuevo olor. Era una sensacion increible. Habia terminado la escuela y ahora era, oficialmente, una empleada en un lugar que admiraba y respetaba. El Sr. Patterson le habia dado un trabajo de verano en su libreria. Sus funciones eran ayudarle a clasificar todos los libros en un nuevo programa informatico, mantener la tienda limpia y trabajar la caja registradora cuando el estaba en su hora de almuerzo. Habia resultado ser el mejor trabajo de todos y Kara estaba determinada a ahorrar suficiente dinero para cursar el primer semestre en el Dawson College. El Sr. Patterson incluso le dijo que podria seguir trabajando medio tiempo cuando fuera a la escuela. Ella no podria pedir un mejor jefe o un mejor trabajo. Por fin, las cosas finalmente estaban mejorando para ella. Sujeto el carro, tomo un punado de revistas National Geographic y las coloco por fecha a lo largo del estante intermedio del revistero. Las coloco todas juntas... y se congelo. Su cabello se erizo de repente. Kara sintio una presencia inexplicable. Siguio la fuente de la sensacion hacia la ventana... Alguien estaba mirandola desde el otro lado de la calle. Su corazon se agitaba en su pecho. Una chica joven con un vestido blanco estilo antiguo con un gran lazo rojo atado en el medio, miraba a Kara desde el lado opuesto de la calle. Su sedoso cabello negro le llegaba a la linea de la mandibula y acentuaba sus rasgos afilados. Era hermosa, como una muneca de porcelana. Parecia tener cerca de doce anos. Incluso desde la distancia, Kara podia ver rastros de enrojecimiento alrededor de sus ojos y nariz. Su palido rostro se retorcia en una mueca, tenia una mirada aterrorizada. Kara casi podia sentir su tristeza. Sus ojos suplicaban ayuda, la ayuda de Kara. Una conexion inexplicable con la chica se removio en el pecho de Kara. Era como si estuvieran emparentadas de alguna manera, como si fueran primas segundas. La chica volvio la cabeza de repente y empezo a retroceder. Dos hombres en trajes grises meticulosamente entallados se acercaban a la joven desde ambos lados. Su pelo era blanco platino y sus rostros eran identicos. Su piel tenia un enfermizo color blanco parecido a los albinos. Se movian con rapidez, con un proposito. La chica se reclino contra la pared frontal de la tienda vecina. Fijo su vista una vez mas en los ojos de Kara, en una suplica silenciosa. Con los labios, deletreo Ayudame. Kara contuvo su respiracion. La muchacha estaba atrapada entre los dos misteriosos hombres de ojos negros. El ruidoso martilleo del corazon de Kara ahogo todos los demas sonidos a su alrededor. La chica no era rival para esos dos malvados hombres. Kara tenia que hacer algo, tenia que salvarla. Kara empujo el carrito fuera de su camino y se arrojo sobre el mostrador. Tomo el bate de beisbol que el Sr. Patterson mantenia oculto detras del mostrador en el caso de una operacion peligrosa con un cliente y salio corriendo de la libreria a la calle. Se detuvo de golpe. Estaba vacia. La nina habia desaparecido y los hombres de ojos negros tambien habian desaparecido. La calle estaba en silencio, la acera estaba vacia salvo por unas palomas recogiendo migajas en el suelo. ?Estaban sus ojos jugandole una broma otra vez? ?Era esta otra de sus visiones extranas? Durante los ultimos meses habia tenido sentimientos recurrentes de que estaba siendo vigilada. Habia percibido espeluznantes sombras en lugares oscuros siguiendo todos sus movimientos, arremetiendo contra ella cuando pensaban que ella no estaba mirando. Pero tan pronto como ella daba la vuelta para hacer frente a lo que fuera, desapareceria en un abrir y cerrar de ojos. Quizas este era uno de esos sucesos, o tal vez ella se estaba volviendo loca. Ella penso que debia ser eso. "?Planeas pegarle a alguien con ese bate?" Kara giro, un apuesto adolescente con una sonrisa insolente peinaba su rubio cabello con sus dedos. Con la cabeza en el aire, paseo hacia ella dando saltitos. "?Estare seguro? ?O debo volver mas tarde?", rio David, metiendo sus manos en los bolsillos. Kara lo ignoro y observo el lado opuesto de la calle. "Yo... me parecio ver algo". David levanto las cejas. "Asi que decidiste hacerla de vigilante y tomaste un bate de beisbol... ?para golpearlos?" "Vi a una chica. Creo que estaba en problemas...no. Se que estaba en problemas. Estaba muy asustada, necesitaba mi ayuda". Los nudillos de Kara estaban blancos por la fuerza con la que presionaba el bate. Recordo el rostro petrificado de la nina cuando los hombres se acercaron. "?Que chica?" David la busco por la calle. "No veo a ninguna chica. ?Seguro que has visto algo? Ya sabes, todo ese polvo que inhalas todo el dia podria estar afectando tu cerebro". Kara suspiro y bajo el bate. "Estaba alli hace un minuto, estoy segura de ello. Y habia dos hombres de aspecto extrano con el pelo blanco... realmente feos y escalofriantes. Senti que iban a hacerle dano. Tenian unos ojos negros que daban miedo". "?Ojos negros? ?Como si los hubieran golpeado en la cara o algo asi? Justo como lo ibas a hacer tu con el bate, ?no?" Kara miro la cara perpleja de David y decidio dejar el tema. Claramente pensaba que ella estaba loca. Ella movio la cabeza y se encogio de hombros. "No importa", respiro con frustracion y luego le dio una sonrisa ladeada. "?Que haces aqui tan temprano? Pense que tenias practica de futbol". "Asi es", David hizo varios pases con los pies para impresionar a Kara. "Se cancelo. Creo que podriamos ir al cine, o algo asi". Kara se esforzo para no sonreir, pero su rostro la habia traicionado. Miro hacia otro lado. Sus mejillas se sentian calientes, y supo al instante que se habia sonrojado. Su corazon rebotaba entre sus orejas. "Bueno… dejame preguntarle primero al Sr. Patterson. Quiza aun necesite que me quede el resto del dia". Esperaba secretamente que no lo hiciera, David habia venido a la tienda todos los dias desde la primera vez que se habian encontrado accidentalmente hacia ya dos meses. Y cada vez que llegaba, las mariposas se agitaban dentro de su vientre. Con el bate de beisbol colgando a su lado, Kara entro a la tienda. David se agacho debajo el carillon de viento y la siguio. Oyo el chasquido de la puerta de atras, volvio a ver hacia arriba. El Sr. Patterson caminaba hacia ellos. Sus huesos crujian y tronaban. Rasco su cabeza, haciendo ondas en su pelo blanco. Sus cortas piernas se asomaban por debajo de sus habituales bermudas caqui y coloridas camisas hawaianas amarillo con naranja. Las tablas del suelo crujian bajo el peso de sus pies descalzos. Kara nunca entendia por que andaba descalzo sobre la suciedad y el polvo del suelo, pero con el paso del tiempo se habia acostumbrado a ver sus cuadrados dedos del pie y largas unas amarillas. Se hizo una nota mental para adquirir un certificado de regalo en el spa local Pies de Diez para una pedicura. Si estaba obligada a ver sus pies, por lo menos deberian verse bien. El Sr. Patterson les saludo con entusiasmo. "!Hola, Denis! ?Que te trae a este lado del mundo literario? ?Has venido a comprar un libro por fin? Hay una nueva seccion con grandiosos libros de aventuras para ninos alli..." el arrojo su larga barba blanca sobre su hombro y senalo a un alto estante de libros a su izquierda. David sonrio incomodamente y rasco la parte posterior de su cuello. "Uh… no, Sr. P... pero gracias de todos modos. Estoy seguro que todos son… muy buenos" David volvio a ver a Kara y hablo por la esquina de su boca. "El todavia me llama Denis". Kara cubrio su boca y se rio. El Sr. Patterson se detuvo y miro con recelo Kara. "?Clara? ?Por que estas sujetando el bate loco? ?Paso algo? ?Entraron en un combate con un cliente psicotico?" David suspiro. "?El bate loco? ?En serio? Suena un poco loco para mi..." Kara pateo a David en la espinilla y escondio el bate de beisbol a sus espaldas. "Uh… nada. Solo estaba… limpiandolo". Se inclino sobre el mostrador y dejo caer el bate detras de el. "En realidad, Sr. P", dijo David, "vine a ver si Kara podia tomarse el resto de la tarde". "Ya veo". El Sr. Patterson vio a David sospechosamente por un momento. Sus ojos azules se asomaban por debajo de los pliegues de cientos de arrugas. El fruncio los labios y se rasco la cabeza. "Bueno, no veo por que no. Creo que Clara ya hizo suficiente por hoy. Puedes irte con Denis si lo deseas".

  • El naturalista de Andrew Mayne

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  • Nosotras. Historias de mujeres y algo mas de Rosa Montero

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  • Reverenciada por su Lobo de T.n. Hawke

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    He esperado anos para poder conocerla.

  • Mas que un sueno de Susana Rodriguez

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    Mas que un sueno.
    Cubrir la vida del famoso actor no sera lo unico que hara cambiar a Sofia. El que hasta ahora era su amor platonico, se convierte en algo muy real cuando la periodista tiene el encargo de seguir cada uno de sus pasos. Pero esa historia de amor no sera bien vista por todos, hay quien intentara alejarlos.
    Sofia no se da por vencida y lucha porque Johan se mantenga a su lado, una vez que el amor se ha convertido en realidad, no esta dispuesta a perder.

  • Si te preguntan por mi de Manoli Rodriguez Valerio

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    Apenas un mes despues de la muerte del propietario del hotel donde trabaja Jana, su vida empezara a dar giros inesperados. Recibir las cartas de su supuesto padre, el cual nunca conocio y lidiar con el nuevo propietario del hotel, el hijo del difunto dueno, hara de su vida un rompecabezas. No tardara nada en enamorarse de ese joven tosco aleman, mientras a su vez sigue recibiendo cartas que no desvelan la identidad de su progenitor, donde le explica la triste historia con su madre, la prepara para la verdad. Jana anda tan sumamente enamorada del misterioso joven, que no es capaz de atar cabos y entender que esta pasando… De nuevo tendra que enfrentarse a dos verdades a la vez, quien es ese joven y sobretodo, quien es su padre.

  • Habitaciones vacias de Benjamin Ruiz

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    Un paciente de un hospital psiquiatrico, ingresado por un episodio de brote psicotico, decide escribir como parte de su terapia de recuperacion, todo cuanto sale de su cabeza. Once relatos cargados de visiones de espectros, viajes al futuro y al pasado, extranas percepciones, vampiras cazando a sus presas, universos paralelos, fantasmas que buscan amores perdidos, venganzas hacia maltratadores, asesinos que no han pagado por sus crimenes y muertos que no quieren morir. Cuentos que desarrollan los tres temas fundamentales del ser humano: ?Que es la muerte? ?Que es la locura? ?Que es el amor?

  • Maestros de la costura de Shine

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    En Maestros de la Costura descubriras todo lo necesario para iniciarte en este apasionante mundo: desde lo que has de tener en tu costurero basico hasta entender patrones, pasando por conocer las principales puntadas a mano y a maquina. Basado en el programa de TVE del mismo nombre, el libro te muestra las fotografias del paso a paso y los patrones elementales para que seas capaz de hacer tu propio proyecto.

  • Otra Aventura de los Cinco de Enid Blyton

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    Jorge y su perro Tim, han ido a pasar las fiestas de Navidad con sus primos, pero la madre de Julian, Dick y Ana, ha enfermado de escarlatina y los cinco se marchan a Kirrin para que la madre de los tres ninos pueda hacer el reposo necesario. Los chicos llegan absolutamente felices a Villa Kirrin, pero su contento queda ensombrecido por la presencia del senor Roland, un tutor que los padres de Jorge han contratado para que de clases a Julian, Dick y Jorge. La pobre Ana es la unica que no se ve obligada a tomar clases, pero se aburre tremendamente en soledad durante las clases de sus hermanos y prima. Las cosas comenzaran a complicarse cuando el senor Roland muestre su descontento hacia Tim y, consecuentemente, Jorge haga lo propio con el. Mucho mas teniendo en cuenta que a los demas les cae bastante bien el tutor. Una visita a la granja Kirrin anade emocion a las vacaciones al encontrar un plano antiguo con la frase latina VIA OCCULTA. Ademas, en Villa Kirrin comienzan a suceder hechos misteriosos durante la noche. ?Es el senor Roland malvado o se equivoca Jorge? ?Quienes son los huespedes de la granja Kirrin?

  • Si salieras a vivir…: Habitos para disfrutar de una vida plena de Patricia Ramirez

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    <<Si salieras a vivir… ?Que harias para tener un dia pleno?>>

  • La reina de los dragones de Amanda Lake

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    Mina tiene un buen trabajo, pero su existencia es aburrida, practicamente no tiene vida social. Se considera una chica del monton, en cambio su amiga, Maria, quizas su unica amiga, es cualquier cosa menos eso: alta, espigada, guapa, arrogante. son tan diferentes que Mina tiene la sospecha que simplemente sale con ella para brillar con mucho mas esplendor. Mina es una romantica empedernida y, a falta de una relacion real, se refugia en las historias de amor que viven sus heroinas en unas peliculas que ha visionado cientos de veces. No obstante, en la oficina hay un chico nuevo, un Apolo americano, por el que Mina se siente muy atraida y cree, o quiere creer, que por su forma de actuar, quizas el tambien siente lo mismo por ella, solo que no lo expresa por timidez.

  • Delirio de mi sangre de Karina Sagredo

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    En la Italia de mediados del siglo XIX, un pais en ese entonces dominado por otros reinos, una familia de aristocratas revolucionarios establece su fortaleza en la cima del Monte Sant’Angelo, para guiar desde alli su guerra contra la tirania extranjera y su restablecimiento como una sola nacion republicana.Lorenzo, el hijo mayor, regresa a la casa familiar despues de una larga ausencia. Su imagen, su capacidad intelectual, sus valores patrioticos y sociales, llaman la atencion de la menor de los Castiglione.

  • A la sombra de Einstein de Marie Benedict

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  • Las ocho montanas de Paolo Cognetti

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    Con un lenguaje puro y poetico, Paolo Cognetti traza un viaje vital, intimo y universal, en una novela magnetica y poderosa que explora lo robusto y lo granitico de las relaciones entre amigos, padres e hijos.

  • Una vida que no es mia de Olivia Sudjic

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    Alice Hare tiene veintitres anos, acaba de terminar Filosofia y decide regresar a Nueva York para pasar tiempo con su abuela enferma y dejar atras la Inglaterra en la que ha crecido, y con ella su complicado pasado familiar (un padre desaparecido, una madre manipuladora y obsesiva.).

  • El efecto tulipan y otros sindromes de Sarah Wall

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    Julia Martos es periodista y, aunque su trabajo en la discreta seccion de cultura de un periodico de tirada nacional no le disgusta, desea mas.

  • Wylding Hall. La Mansion de Elizabeth Hand

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    A raiz de la misteriosa muerte de su cantante principal, los jovenes miembros de una legendaria banda de folk rock se encuentran en Wylding Hall, una antigua casa de campo inglesa, con sus propios y oscuros secretos. Alli grabaran Wylding Hall, el album que les consagrara y marcara un antes y un despues en su trayectoria… pero a un coste aterrador, cuando Julian Blake, su nuevo cantante, desaparece en el interior de la mansion para no volver a ser visto.
    Ahora, anos mas tarde, cada uno de los musicos supervivientes, sus amigos y amantes --incluyendo un psiquico, un fotografo y el manager de la banda-- se reunen con un joven documentalista para contar su propia version de lo sucedido durante aquel verano. Pero, ?cual es la historia verdadera? ?Y que le ocurrio realmente al joven y talentoso Julian Blake?

  • A ras del ocaso de Kevin Calvo

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    Habia vuelto a suceder. Otra vez la misma pesadilla que le estaba atormentando y dejandole en vela durante toda la semana. No habia dado resultado las pastillas para dormir que le habia recetado el psicologo hace dos dias, y eso que "resultaban" ser bastante fuertes. Despues de dos meses aun continuaba considerandose culpable de aquel accidente. Aquel en el que resulto catastrofica e irreparable, acabando con la vida de aquella mujer con su hijo, y aun sabiendo que la culpa fue de aquel camionero, se sentia rencoroso consigo mismo por no haber estado pendiente del trafico y no de aquel maldito Porsche 911 que le adelanto sin apenas poder ser visto de la velocidad a la que iba. Segun los forenses, el camionero triplicaba la tasa de alcohol y, por si fuera poco, se quedo dormido al volante e invadio el carril del coche de los difuntos, que tragicamente no sirvio de mucho el frenazo ya su coche colisiono con el e hizo que por muy poco que fuera, lo empujo hasta tal punto que se vio arrastrado con el camion y ambos salieron despedidos fuera de la carretera. Nadie sobrevivio a aquel accidente. El camionero terminara su vida entre rejas y el no volvio a ser el mismo. Despues de despejarse un poco, y de encender la luz de la radio que mostraron las 06:37h, decidio darse una ducha para quitarse el sudor que lo empapaba provocado por la pesadilla, pero mientras estaba preparando el agua caliente, sono el fono porta. ?Quien podria ser a estas horas? !Es sabado! Penso mientras se rascaba la barba de una semana de su rostro cuadrado con caracteres imponentes. Se acerco a la cocina y contesto a la llamada. -- ?Quien? -- con voz risuena y desganada. -- ? No vas a abrirle a un amigo ? --sono mientras se reia. --? Carlos…? ? Eres tu…? -- contesto. -- Pues claro hombre, ?quien sino…? -- dejando una pausa que duro mas bien poco. -- Vamos Oscar abre, aqui hace un frio de cojones, y no voy a esperar mas y tu querras escuchar lo que tengo que decirte. No respondio, directamente abrio la puerta y fue a la entrada a recibir a su amigo. La casa no estaba como para recibir visitas, no habia limpiado a fondo desde hace un mes minimo, desde que invito a sus padres a comer y de eso ya hace tiempo, al igual que el no habia ido a la barberia a arreglarse su pelo con grenas y negro como el carbon. Pero penso en que Carlos no diria nada por ello, seguramente lo entenderia, mucho trabajo y muchas mas comeduras de cabeza. Abrio la puerta quitando los dos cerrojos y ahi estaba el, con un abrigo de borrego y una bufanda que le cubria practicamente su diminuta cabeza redonda tiritando mientras soplaba a sus manos frotandolas entre si para entrar en calor. Hacia tiempo que no sabia nada de Carlos, y no recordaba que estuviera tan rechoncho y bajito, asi que con una sonrisa burlona lo invito a pasar senalandole permiso sin decir nada cerrando la puerta detras de si. Como un tornado se lleva todo a su paso, recogio toda la basura que pudo llevandola a la cocina. Pasaron 5 minutos bien largos y ninguno de los dos habia abierto la boca ni para suspirar. Carlos contemplando aquel estercolero y terminando de entrar en calor , fue el primero en decir algo. --Veo que has estado bastante ocupado. -- dijo mientras se quitaba la bufanda y los guantes.-- Si puedes prepararme un cafe largo te lo agradeceria. Algo caliente no sentaria nada mal. --Perdon por el desorden, ya sabes... trabajo...-- contesto Oliver mientras sonreia de forma vergonzosa. -- Y sobre el cafe, tengo en polvo. -- adjunto mientras observaba como su invitado inesperado daba el visto bueno con un simple movimiento de cabeza. Despues de preparar las tazas de cafe y ponerse una camiseta que pillo tirada en el respaldo de una silla de la cocina, se dirigio al salon donde le esperaba su amigo y aquello tan misterioso que queria saber y no iba a tardar mucho es descubrir. -- Sera importante para venir a estas horas un sabado. -- propino dejando las tazas sobre la mesa de centro.-- Aunque no te preocupes, me pillaste despierto. -- No te va a gustar, pero seguramente aceptaras seguro. -- contesto mientras daba un sorbo a la taza mojandose los labios con el cafe. -- Desembucha. -- Esta bien. Ejem…-- pauso mientras daba otro sorbo.-- Es con relacion al accidente Oliver... Ayer murio Tomas, el camionero. -- ?A muerto ? ?Y que pasa con eso?-- pregunto mientras estiraba las piernas encima de la mesa. -- Veras, no ha muerto de forma natural. Ha sido asesinado. Ayer a las 12h tenia su ultimo juicio para sentenciar el caso, pero se ha dado el caso de que iba a confesar algo que por ahora no sabemos. -- ? Asesinado ? Y por la confesion, me da que ya es un poco tarde...? No crees?-- dijo sonriendole.-- Ademas sabes que desde aquel dia estoy fuera de servicio, y no tengo porque saber lo que me estas contando, aunque ya es un poco tarde. -- Eso ya lo se, pero pense que podria servirte para dar un paso al frente y ayudarte a superar aquello. --contesto.-- Y sobre la confesion, su abogado es quien lo sabe, pero con lo ocurrido, se suspendio el juicio y el abogado esta en su domicilio con una patrulla bajo su casa por si las moscas.-- anadio poniendo su mano en el hombro de su amigo. -- No se si estoy preparado Carlos. Y parece un caso concluido. Ves a hablar con el abogado y fin de la historia.-- propuso recogiendo las tazas vacias para dirigirse a la cocina para dejarlas. --Puede ser, por eso quiero que vengas conmigo , me acompanes a la comisaria y vayamos a hablar con el abogado. No pierdes nada por ello. Oliver al escuchar lo que le propuso, penso en ello mientras ordenaba un poco la cocina y le servia un poco mas de cafe a Carlos. Y entre tantos pensamientos, su subconsciente o esa voz que todos tenemos y nos habla, le decia que aceptara la proposicion y ahuyentara a sus fantasmas de una vez por todas. Su fiel amigo, companero de trabajo y hasta hace unos meses, su segundo en resolver crimenes de casos abiertos, habia ido hasta su casa de buena manana solo por y para ayudarlo a superar el miedo que lo comia poco a poco, dia tras dia. Asi que, sin dudarlo mas , se dirigio a su habitacion, que estaba igual de desordenada que el resto de la casa ,se vistio, se aseo en el bano y cogio el abrigo del perchero que estaba entrando al salon. Cogio las llaves de la casa y miro a Carlos que aun tenia el abrigo puesto y estaba mirando a la nada con la mirada perdida. -- Vamos. -- le dijo abriendo la puerta y cerrandola con llave despues de que su amigo y companero, saliera antes que el. -- Antes tenemos que pasar por comisaria, recuerda. Sera rapido. Tras subir al coche, un Volkswagen Golf Mk2 negro del 92, que en mas de una ocasion habian pedido el cambio por uno mas nuevo, pero la contestacion del comisario Molina que siempre recibian era la misma, " no hay suficientes ingresos, y si os lleva donde quereis ir, aun hace su trabajo". La comisaria no estaba a mas de 15 minutos de la casa de Oliver, que vivia en Alboraya. Lo que le venia muy bien si queria irse al domicilio para descansar, comer, resolver dudas o planificar presentaciones para exponer al resto del cuerpo de policia. Hacia mas de 3 anos que junto a Carlos, habian subido al rango de inspector que tanto estaban deseando. Desde que entraron al cuerpo con 25 anos, los dos habian sido una y carne patrullando las calles de Valencia Centro y Norte, creyendose los reyes de las calles como en las peliculas de Hollywood. En mas de una ocasion han tenido que hacer persecuciones a conductores ebrios y sobre todo a adolescentes que llevaban estupefacientes o habian tenido algun encontronazo en grupo porque uno habia mirado mal o millones de otras excusas infantiles que solian decir. Pero, despues de casi 10 anos haciendo lo mismo, los dos querian aspirar a mas y poder llevar las pruebas de los casos y ser ellos quien van en busca de delincuentes gordos y no de los de poca monta. Tras tanto insistir al comisario de que les diera la oportunidad, llego el dia en que los llamo a los dos a entrar en su despacho. Tenian que atrapar a una banda que se dedicaba al trafico de armas y al blanqueo de dinero. Les llevo bastante tiempo en atraparlos ya que las pruebas y confidentes eran escasos o mas bien nulos. Se les apodo, Bolivares ,ya que la mayoria del grupo eran bolivianos y una pequena parte espanoles, del que formaban parte de una organizacion mas grande y del que ellos solo eran intermediarios al igual que otras pequenas bandas que han ido capturando.

  • El infinito empieza aqui de Monica Esgueva

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    Ruth es una enfermera que trabaja en la seccion de oncologia de un hospital infantil, y su trabajo le produce una presion y un estres emocional que le cuesta manejar. Antes de tirar la toalla, decide ir a visitar unos amigos en Tailandia. Alli conocera a una persona que marcara un antes y un despues en su vida. Una anciana con poderes chamanicos que se comunica con los espiritus y sabe cosas que ni siquiera Ruth conoce de si misma. Le revelara que tiene una mision espiritual que puede cambiar el rumbo de la humanidad, pero para ello tendra que superar diversas pruebas que la acercan a si misma y a un secreto que contiene el destino del mundo.

  • Desdicha (El experimentado detective Hensley 1) de Raul Garbantes

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  • Retorno a Cumbres Borrascosas de Ana Moon

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    Una novela de las de toda la vida, escrita en un estilo clasico y atemporal, con nuevos personajes, que revisita y revive la historia original.
    Un joven enamorado y despechado huye en mitad de la noche, lejos de su amada, tras ser despreciado por ella. Todo cambiara a partir de entonces, excepto su pasion, que solo puede crecer en una espiral interminable, como la tormenta que acompana al corazon del pobre amante.
    Cumbres borrascosas es una obra unica del genero romantico, ademas de un clasico inmortal de estilo inconfundible e inclasificable. Si no la has leido, no es imprescindible para leer mi libro, aunque si recomendable. En esta continuacion trato de cubrir los espacios en blanco que dejo la autora en la historia, por ejemplo, ?que ocurrio con Heathcliff en los anos que estuvo huido de la casa tras saber que su amada se iba a casar con otro? ?Por que Heathcliff tiene esa personalidad? Aparte de rellenar las "paginas en blanco" de la novela original, en las que echaba de menos la version de primera mano por parte de los protagonistas, he dado una continuacion y otro final a la misma, porque creo que entre el amor salvaje y tormentoso de la primera parte y el amor resignado del final del libro, cabe otra opcion sin explorar, otro camino que devuelve la pasion vibrante a un escenario que ha provocado tanto fascinacion como escandalo entre los lectores de todos los tiempos.

  • La Serpiente Y El Baculo de Barbara Wood

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    Recuerdo dos cosas de la noche en que cayo Jerico. Recuerdo que tenia dieciseis anos y que estaba enamorada. Daba vueltas en la cama, escuchando los sonidos de la ciudad mas alla de mi balcon --Jerico, junto al rio Jordan, nunca dormia--, y en lo ultimo en lo que pensaba era en la guerra. No podia quitarme de la cabeza el hermoso rostro de Benjamin. Aquella noche escuche truenos lejanos. Una tormenta primaveral procedente del Mar Grande, pense. Nubes negras se cernian sobre las poblaciones costeras, sobre Jerusalen, para saciar la sed de Jerico. Demos gracias al Senor, rece para mis adentros. Las palmeras de datiles de mi padre necesitaban la lluvia. En aquel momento mi padre estaba en el templo, sacrificando un cordero joven y pidiendole al Todopoderoso que nos librara de la sequia. Su hermano, mi tio, que era un prestigioso medico, estaba en el barrio pobre, donde la sequia habia causado mas estragos. Todos los pobres lo conocian y lo llamaban <>. Pero aquella fatidica noche de primavera yo no podia pensar en las acciones caritativas de los hombres piadosos. Cerre los ojos, vi la imagen de Benjamin y me deleite en su sonrisa, en sus anchos hombros y en su manera de andar. Sonaba con casarme con el. Benjamin era hijo de una rica familia que controlaba el prospero comercio textil de Jerico. Su padre era un buen amigo del rey. Estabamos prometidos. Aquella noche, mi padre me habia dado un beso de buenas noches y me habia prometido hablar con el padre de Benjamin sobre la fecha de la boda. Se celebraria en verano, porque no hay epoca mas feliz para casarse. Mi vida era perfecta. Mi padre era uno de los ciudadanos mas ricos de Jerico, y mi madre era descendiente de un rey de Siria, en el norte. Viviamos en una casa palaciega con columnas de marmol, dentro de las altas murallas de una ciudad fortificada. Jerico era la ciudad mas segura del mundo, y nuestra casa --la mas elegante despues del palacio del rey-- estaba bajo la sombra protectora de la formidable torre del sudoeste de Jerico, desde la que los soldados defendian la ciudad desde hacia siglos. Teniamos criados y muebles elegantes. Mis hermanas y yo nos vestiamos con ropa de la lana mas delicada, llevabamos joyas de oro y comiamos en platos de plata. Veia ante mi, como un festin servido en una mesa, una vida prospera, feliz y llena de posibilidades. Era la chica mas feliz del mundo. Aquella noche, los truenos se acercaron rodeando las montanas del oeste. Por el balcon me llegaron gritos procedentes de las calles y me pregunte por que podia alguien temer la lluvia primaveral. Y entonces oi un chillido en el piso de abajo. Un estrepito. Pasos recorriendo el brillante suelo de piedra. Salte de la cama y corri hacia la galeria interior que rodeaba el segundo piso de nuestra casa. Mire hacia abajo, hacia la sala central, donde recibiamos a los invitados y celebrabamos fantasticos banquetes. Cuando vi a soldados entrando a grandes zancadas, se me salieron los ojos de las orbitas. No llevaban las tunicas verdes de las tropas cananeas, sino faldas blancas, corazas de piel y cascos cenidos en la cabeza. Al oirlos gritar ordenes a los aterrorizados criados me di cuenta de que eran egipcios. Me di cuenta tambien de que los truenos que habia oido no eran el sonido de la lluvia acercandose a Jerico, sino el ruido de carros de guerra avanzando por las llanuras que rodeaban la ciudad. Me quede paralizada al ver a un soldado agarrando del pelo y arrastrando por el suelo a una de nuestras criadas, que pataleaba y gritaba. Aparecio una ninera con un bebe en brazos: mi hermana menor, que todavia no tenia nombre. Un soldado arranco a la criatura de los brazos de la ninera, la agarro por el pie con su poderosa mano y la lanzo contra la pared. Vi los sesos y la sangre brotando de su blando craneo. Oi pasos detras de mi y me gire rapidamente. Era mi tia Raquel, con un quinque en las manos. Oi el sonido sordo de sus sandalias pisando el suelo de marmol. Su tunica blanca flotaba en el aire como una nube. Estaba palida. --Corre, Abigail --me dijo--. Vistete. Tenemos que ponernos a salvo. Me vesti a toda prisa y bajamos a la planta baja por una escalera de la parte de atras. Encontre a mi familia reunida ante la puerta de un pasadizo secreto. Mi madre abrazaba a mis dos hermanas menores con ojos aterrorizados. Al verla me asuste. Mi madre era una belleza de sangre real, con un aplomo que maravillaba a todo el mundo, pero en aquel momento era la viva imagen del panico. Oiamos los gritos que invadian la casa, el ruido de objetos rompiendose, y temblabamos. Aquellos hombres gritaban en egipcio. Seguro que estaba sonando. Aquello era una pesadilla de la que no tardaria en despertarme. El rey nos habia asegurado la paz entre Jerico y Egipto; habian firmado un tratado. Aparecio el mayordomo, con su larga tunica negra desalinada y el fajin rojo colgando. Se llamaba Abraham y llevaba dos generaciones con nuestra familia. --La casa no es segura, senora --le dijo a mi madre--. Los egipcios estan invadiendo todas las casas. Estaremos mas seguros al otro lado de las murallas. Las llevare a las montanas. --Pero mi marido… --Deprisa, senora. Mi tia Raquel me cogio de la mano. --Vamos, Abigail, tenemos que ponernos a salvo. Mi tia estaba palida. El miedo invadia sus ojos. Su marido --mi tio-- estaba en el barrio pobre, y mi padre estaba en el templo. ?Los protegeria el Todopoderoso? Seguimos a Abraham por un estrecho pasadizo que habian construido entre las paredes hacia mucho tiempo para salir huyendo, porque Jerico habia sido saqueada muchas veces a lo largo de los siglos. Corrimos asustados, con el corazon latiendonos a toda velocidad y los gritos de nuestros criados golpeandonos los oidos. De pronto salimos al caos y al tumulto de la noche. La gente corria por las calles, perseguida por soldados extranjeros a caballo. Nos apinamos y esperamos a que Abraham encontrara la manera de trasladarnos a los campos del otro lado de las murallas. Junto a las puertas abiertas de la ciudad vimos escenas terribles: antorchas encendidas, soldados luchando cuerpo a cuerpo, generales en carros dorados, gritos fantasmales y sangre, mucha sangre. Corrimos. Los habitantes de Jerico huian por todas partes, por las calles y por los campos de cultivo, cargando con sus hijos y algunas posesiones, algunos medio desnudos. Los soldados egipcios los perseguian con espadas y lanzas. Nuestro grupo cruzaba un campo de cebollas a la luz de la luna llena cuando un egipcio montado en un inmenso caballo aparecio de pronto de la nada galopando hacia nosotros. Gire bruscamente para escapar de las tremendas pezunas del animal. Mi madre salio corriendo en sentido contrario y se libro tambien de las pezunas, pero el soldado levanto la espada y trazo un espantoso arco. La hoja rebano el cuello de mi madre tan limpiamente como una guadana segando una gavilla de trigo. Vi su cabeza volando por los aires, con una mirada de estupefaccion en el rostro. El caballo paso de largo y vi el cuerpo de mi madre, con su tunica blanca, derrumbandose como una estatua derribada. Me detuve con la boca abierta. En aquellos momentos no entendia lo que estaba viendo, lo que habia pasado. Busque la cabeza de mi madre con la mirada. No se por que lo hice, pero en aquel momento me parecio importante encontrarla. Despues, lo unico que recuerdo es que unos fuertes brazos me sujetaron y que todo se volvio negro. Cuando recupere la conciencia estaba con un grupo de refugiados en las montanas del oeste de Jerico. Todavia no habia amanecido. Muchos se habian puesto a salvo en las cuevas y en las densas arboledas. Se apoyaban unos en otros y observaban horrorizados como Jerico caia en manos del poderoso ejercito del faraon. Una figura alta y delgada surgio de la oscuridad. Alabado sea el Todopoderoso, era el hijo de Raquel, mi primo Yacov. Me contaron que habia sido el quien me habia trasladado a las montanas y luego habia vuelto a la ciudad para enterarse de lo que estaba pasando. --Rezad una oracion --dijo Yacov--. Los hombres han muerto. Los han acorralado, los han llevado al Templo de la Luna y los han asesinado. Lo he visto con mis propios ojos. --?Mi padre? --le pregunte. --Y el mio --me contesto Yacov con ojos sombrios--. Lo han arrastrado desde la cama de un paciente y lo han matado de forma salvaje. Pero ahora estan con el Todopoderoso. Alabado sea. --Senor Todopoderoso, que sus almas esten contigo --murmuro mi tia Raquel cubriendose la cara con las manos. Se le resbalo el velo, que dejo al descubierto su abundante melena caoba. El pelo y la barba de Yacov eran del mismo color. --!Es el fin de Jerico! --gritaron los demas--. El fin del mundo. --El faraon no destruira la ciudad --intervino Yacov--. No es eso lo que pretende. Lo que quiere es ocupar Jerico, una rica ciudad por la que pasan gran cantidad de lucrativas rutas comerciales, pero no podemos volver a nuestras casas, porque se las daran a ciudadanos egipcios. --Y anadio amargamente--: Asi es como el faraon expande su imperio, conquistando las ciudades y los pueblos de Canaan y convirtiendolos en vasallos de Egipto. Mis hermanas, de nueve y once anos, se estremecieron y gimieron llevandose las manos a la cara. --?Que vamos a hacer? ?Adonde vamos a ir? --Yacov, ?podemos esperar? --pregunto mi tia Raquel--. ?Podemos quedarnos aqui hasta que concluyan las hostilidades y negociar para recuperar nuestra casa? Mi tia se retorcia las manos con fuerza intentando no perder el control. Mis padres muertos. Su marido asesinado. De Raquel y de su joven hijo dependia que los demas nos salvaramos. Yacov nego con la cabeza. --Los egipcios estan violando a las mujeres. Lo hacen para esparcir la semilla egipcia, y asi, con sus bastardos mestizos, asegurarse la futura lealtad al faraon. Madre, ni tu ni las ninas podeis volver. --Pero ?por que, hijo mio? --grito Raquel, que necesitaba entender aquella calamidad. --Dicen que el faraon necesita trabajadores para construir su nueva ciudad. Sus tropas estan asaltando las tierras del sur para capturar prisioneros y llevarselos por la fuerza a Egipto. En su mayoria son habiru, porque los habiru son pastores nomadas indefensos a los que pueden capturar facilmente, pero se han llevado tambien a algunos cananeos.

  • La gran travesia de Shion Miura

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    Cuando el responsable del departamento de diccionarios de la editorial Genbu Books esta a punto de jubilarse, se propone elegir a un sustituto para que se embarque en un ambicioso proyecto: la creacion del nuevo diccionario La gran travesia. Y Majime, un timido joven de escasas habilidades sociales aunque con una gran pasion por las palabras, resulta ser la persona adecuada.

  • Algo mas que un verano (LGBT) de Noni Garcia

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    Antonio e Ivan piensan que unas semanas seran suficientes para disfrutar juntos, pero el destino es caprichoso y no piensa lo mismo.
    Ni un hecho triste del pasado de Antonio ni la baja autoestima de Ivan con los hombres impediran que lo que surja entre ellos dure algo mas que un verano.

  • El Reino de los Malditos de Mario Garrido

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    En un Reino habitado por todo tipo de gente violenta, un ladron de poca monta, a causa de su torpeza y lujuria, desencadena una serie de acontecimientos terribles que lo cambiaran todo. Asi, asistiremos a la practica de juegos y costumbres barbaras, al acoso de animales feroces en bosques donde nadie penetra, al peligro de adentrarnos por las calles de una ciudad llena de maleantes, a travesias en compania de piratas y asesinos, a las costumbres irracionales de un convento implacable, a la aventura de llegar por primera vez a unas islas ig-notas y a la materializacion de leyendas terrorificas. Porque en el Reino de Gurracam, todos sus habitantes son malditos.

  • La Ley Antigua de Alexander Rhode

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    La vida de Guillermo, un nino de diez anos, cambia por completo cuando presencia como una vecina suya de toda la vida se quita la vida en un lugar publico.
    Todo se agrava cuando, apenas unos dias despues, muere otra persona en circunstancias similares.

  • Y por fin juntos de Mariah C

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    <>.Esas preguntas hacen que Tom Collins reviva un pasado que recuerda con amor, pero tambien con dolor. Las verdades que ha escondido durante anos salen a la luz, al mismo tiempo que otras mas emergen del interior de Susan, su hija, cuando su adorada nieta intenta descifrar el sinuoso camino que le toco vivir.Aventuras, enganos, giros del destino y esperanzas se unen en esta historia que transcurre entre Vermont, un condado de hermosas vistas, el Boston mas refinado y elitista, y el lago Champlain como telon de fondo.

  • En el Cafe de Africa de Mia Muler

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    Esta novela tiene una pretension, y es la de hacerte vibrar. La personalidad de Africa es el resultado de su vida. De una infancia que nunca comprendio, de una adolescencia en la que se sintio demasiado desamparada y de una dependencia emocional general que la hace actuar de una manera particular. Sus miedos a no ser aceptada o querida han hecho que se haya pasado la vida siendo una esclava de ella misma, cuidando, preocupandose y ocupandose de todos, menos de ella. Pero ?quien es Africa en realidad? ?Se dara la oportunidad de conocerse? ?Y de vivir su propia vida por fin? La desaparicion de Africa Aquella manana fue mas complicada de lo que podia parecer a simple vista. Todo el mundo preguntaba por Africa y alli no habia rastro de ella, ni una nota escrita encima de la barra o al lado de la caja como solia dejarme, ni un mensaje en el buzon del movil --con alguna explicacion para su acusada ausencia--; nada de nada. Y yo me iba desesperando por momentos. --Buenos dias, ?puedes avisar a Africa, por favor? --No esta, lo siento. --?Cuando estara? Tengo el camion cargado con su pedido, y esta mal aparcado. --No se que decirle, lo siento. --Mas lo siento yo, oiga, ?ya me dira que hago ahora? --Mientras, se alejaba soltando bufidos y gesticulando con los brazos. Aquello era muy extrano, ella nunca habia desaparecido de aquel modo, ?y si le habia pasado algo? Pero ?que le iba a pasar? Mi Africa estaba sana, sanisima, se cuidaba a extremos. No me habia comentado que tuviera cita en el medico, ni visita en casa de algun proveedor. Yo estaba bastante preocupada y ya estaba empezando a desvariar. No era propio de ella tal actitud, alguna cosa estaba pasando. Africa y yo nos conociamos desde hacia siete anos, cuando apareci una tarde, no se si de casualidad --aunque dicen que no existen--. Nunca habia estado en aquel pueblecito de costa, cercano a Barcelona, con nombre peculiar: Vilassar de Mar. Un pueblecito entre el mar y la montana en la costa del Maresme. Yo estaba teniendo un muy mal dia; horroroso, mas bien. Habia llegado hacia tres dias desde Cadiz; si, la otra punta del mapa. Era donde habia vivido los ultimos siete anos, pero en pocos dias iba a quedarme sin trabajo y, en consecuencia, sin casa. Trabajaba en un restaurante de subjefa de cocina, pero ese ano el propietario habia decidido cerrar todo el invierno para reformar el local y ampliarlo, y de eso modo poder ofrecer mas y mejor servicio. Y de un plumazo se cargaba a las doce personas que estabamos en plantilla. En Cadiz, me habia hecho mi hogar y mi lugar, tenia buenisimos amigos, me gustaba mi trabajo; incluso, habia aprendido, por fin, a surfear y me encantaba. Vivia feliz alli y no estaba en mis planes marcharme, pero, de un dia para otro, se trucaron. A mi Sevilla natal tampoco podia volver, la zona del sur estaba muy mal de trabajo, y mas, a finales de verano, la temporada se estaba acabando. Nos facilitaron la salida y nos dieron unos dias de vacaciones pagados, que muchos aprovecharon para pasar con sus familias e ir pensando en su nuevo futuro. Pero que yo, y dadas mis circunstancias, ni familia, ni hijos... por no tener, no tenia ni pareja, sali de alli, disparada, rumbo hacia Barcelona. Habia oido que en Cataluna habia movimiento de trabajo, sobre todo en hosteleria, que era mi profesion. Mi formacion en alta cocina me habia proporcionado siempre buenos trabajos, como cocinera, subchef, que me permitian vivir bien, aunque ahora iba a aceptar cualquier cosa, hasta de camarera si se prestaba. Vivia demasiado al dia y no tenia ahorros para subsistir ni dos meses. Me plante en la capital catalana, habia hablado con mi primo por telefono dos dias antes, el vivia en Barcelona, habia partido hacia alli algunos anos antes, casi en la misma situacion que yo tenia ahora, y le habia ido muy bien. Le di una sorpresa en el restaurante donde sabia que trabajaba, y despues de los achuchones pertinentes y una alegria barbara de vernos -- habiamos crecido en Sevilla, nuestros padres eran vecinos, y habiamos mantenido siempre el contacto--, su jefe me comento que un conocido estaba montando un restaurante y quizas buscaba personal; lo llamo y aquella misma tarde tuve mi primera entrevista. Estaba convencida de que ese puesto de trabajo seria mio, la necesidad hizo que me ilusionara en exceso, pero resulto ser un engano. Lo que parecia que tenia que ser el trabajo de mi vida, resulto ser una estafa y una tomadura de pelo. Para entrar en el negocio te pedian un deposito economico --<>, dijeron--, con el que se suponia, yo seria el subchef de cocina. Pretendian que fueramos socios desde el inicio del proyecto y que, juntos, sin conocernos de nada, montaramos un restaurante asociandonos con cada especializacion (chef, subchef, cocinero, jefe de sala, camareros... todos socios). Eso si, gestionado por el entrevistador, creador de tal ideal y fantasia. Al salir de alli, decepcionada y mas nerviosa de lo que habia llegado, llame de nuevo a mi primo para contarle. Estaba perdida, el tiempo se me iba acabando y no sabia ni por donde empezar. El me recomendo que me fuera hacia el Maresme, y asi empezo mi peregrinacion por todos los pueblecitos de la costa catalana. Volveria a empezar de cero en cualquier otro lugar y necesitaba un trabajo con urgencia Y, entonces, conoci a Africa. Ni se como llegue a ese precioso lugar, ese espacio lleno de colores, luces tenues e indirectas, flores frescas, musica agradable, un olor a angeles benditos caidos del cielo... y pronto lo descubriria. Entre en su maravillosa cafeteria, era ultima hora de la tarde, me habia pasado el dia preguntando y ofreciendome para trabajos de camarera, dependienta y hasta charcutera... Sin suerte. Llevaba recorriendo bares y restaurantes cuatro dias, habia peregrinado por casi todos sus pueblos costeros y empezaba a estar desesperada. No estaba resultando ser tan sencillo como me habian dicho y estaba agotada. Aquel pueblo, Vilassar de Mar, era un pueblo costero a pie de carretera; lo cruzaba la via del tren y lo decoraban unas callecitas muy bien cuidadas, con flores colgantes de los balcones, con las puertas y los marcos de las ventanas conjuntados con el barrio, con sus gentes discretas y amables. Nada que ver con la gente de Andalucia, aqui eran silenciosos, un poco cerrados, te miraban con un poco de desconfianza al principio, para luego proseguir con un interrogatorio. Hasta que decidian que eras buena gente, y luego, te sonreian y ayudaban si podian. Aquellas gentes hacian muchas preguntas. Yo, que no tenia nada que esconder y muchas ganas de encontrar algun trabajo y lugar donde vivir, contestaba con impetu y entrega a la espera de alguna recomendacion u ofrecimiento, pero no llego. Me sentia muy cansada, hacia mucho calor, tenia hambre, sed y no habia cogido ningun lugar donde dormir aquella noche. Mi cerebro ya no daba para mas. A malas, dormiria en la estacion de tren, no seria la primera vez. Entre en el cafe de Africa, sin pensar, ya no me quedaban energias, cruce la barra me quedaba a mano izquierda; a mano derecha, habia unas cuantas mesas. Al final, se vislumbraba una luz y, como luciernaga a su trampa, alli que me dirigi. Se abria un espacio, como un saloncito, con ventanas grandes que dejaban entrever el patio exterior. Me enamore de ese lugar y alli me quede. Era una estancia con un encanto especial, olia a fresco; sus lamparas de Tiffany colgaban del techo y proporcionaban una luz indirecta a todo el espacio, dandole un toque sofisticado y relajante.