• hay cosas peores que estar solo libro - Margarita Garcia Robayo

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    < detuviera y se derramara furiosa sobre el. Hasta arrasarlo, hasta que no
    quedara nada>>.

  • Hay cosas peores que estar solo. Fito Páez y Ciudad de ...

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    Sobre el libro ; Dimensiones, 23 × 15.5 × 2 cm ; Fecha · agosto 2021 ; ISBN · 978-987-3823-59-6 ; Páginas · 232 ...

  • "Hay cosas peores que estar solo", el libro que cuenta la ...

    https://750.am/2021/08/31/hay-cosas-peores-que-estar-solo-el-libro-que-cuenta-la-historia-de-ciudad-de-pobres-corazones/

    31 ago 2021 — En su columna en La Casa Invita, Gabriel Cócaro charló con el periodista Federico Anzardi, autor del libro Hay cosas peores que estar solo.

  • Libro Hay Cosas Peores que Estar Solo Fito Paez y Ciudad ...

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    Libro Hay Cosas Peores que Estar Solo Fito Paez y Ciudad de Pobres Corazones, Federico Anzardi, ISBN 9789873823596. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y ...

  • Fito Páez y Ciudad de Pobres Corazones (LIBRO) - Club del ...

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    Hay cosas peores que estar solo - Fito Páez y Ciudad de Pobres Corazones (LIBRO). Federico Anzardi. imagen. Libro / Rock. Código: 2342. Precio: $1300 / None.

  • "Hay cosas peores que estar solo", el nuevo libro sobre Fito ...

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    27 jul 2021 — "Hay cosas peores que estar solo", el nuevo libro sobre Fito Paez. Relata la tragedia familiar del músico rosarino, que se tradujo en uno de ...

  • Hay cosas peores que estar solo. Fito Páez y ... - Babelio

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    2 sept 2021 — Críticas, citas extractos de Hay cosas peores que estar solo. Fito Páez y Ciuda de Federico ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • LIBROS: “HAY COSAS PEORES QUE ESTAR SOLO”, EL ...

    http://madhouse.com.ar/2022/01/16/libros-hay-cosas-peores-que-estar-solo-el-drama-y-la-resurreccion-de-fito-paez/

    16 ene 2022 — “HAY COSAS PEORES QUE ESTAR SOLO – FITO PAEZ Y CIUDAD DE POBRES CORAZONES”, por Federico Anzardi (Gourmet Musical Ediciones, 2021, 230 págs.).

  • «Hay cosas peores que estar solo»: el libro que recorre la ...

    https://lapatriadasalta.com/hay-cosas-peores-que-estar-solo-el-libro-que-recorre-la-etapa-oscura-de-fito-paez/

    9 ago 2021 — «El libro se llama “Hay cosas peores que estar solo” y básicamente es el recorrido que tuvo Fito Paéz en ese periodo terrible que fue en el '86 ...

  • HAY COSAS PEORES QUE ESTAR SOLO (Libro en papel)

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    HAY COSAS PEORES QUE ESTAR SOLO (Libro en papel). FEDERICO ANZARDI. Q. 135. IVA incluido. Disponibilidad inmediata. Editorial: GOURMET MUSICAL EDICIONES ...

  • Tiempo muerto de Margarita Garcia Robayo

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    Tiempo muerto es un retrato de la tragedia personal que experimenta una pareja cuyo matrimonio ha llegado al fin del enamoramiento.

  • Ecos del destino de Miranda Kellaway

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    Una nueva y talentosa autora romantica debuta con una apasionante novela historica de la Regencia.

  • Ines, Condesa Organdi de Javier Urbieta

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    La historia de Ines, una joven condesa, en el primer tercio del siglo XVII. Sus relaciones con un sacerdote que se enamora perdidamente de ella, mientras es utilizado sexualmente. Su amor con Tristan, un espia al servicio del Cardenal Infante, en Flandes en la Guerra de los Treinta anos. El monumental robo al obispo de Lieja. La espia francesa al servicio de Richelieu.

  • No Eres Tu de Yara Ariza

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    Heredera de una de las empresas mas prosperas de la ciudad de Boston, Eva Thompson es la CEO de la empresa familiar. Mujer ejecutiva, fuerte, que ha destacado en un negocio dominado por hombres. Ser la hija de un multimillonario la puso en muchas ocasiones, durante sus anos de universidad, en las portadas de las revistas de chismes. Los paparazzi no perdian ninguna oportunidad de tomarle fotos.
    Pero de repente su vida dio un giro y ya no estaba dispuesta a que su vida privada dejara de ser eso, privada. Ella controla en que revista aparece o quien le toma una foto. Los fotografos no son sus personas favoritas, por eso cuando conoce a Mathew Ward, un famoso fotografo, intenta alejarse de el.

  • No soy un experimento de Melania Virues Morilla

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    Nos encontramos en un futuro no muy lejano en el que la ciencia crece dia a dia a pasos agigantados. Africa acaba de cumplir 19 anos y es un experimento. El doctor Flynn, es un cientifico que consiguio clonar a Alba; y Africa, es el resultado de aquello, de su experimento. Africa esta cansada de estar encerrada, cansada de ser una ‘rata de laboratorio’, por lo que decide escapar.?Que sera de Africa cuando consiga escapar sin una identidad ni sitio a donde ir? ?Y si ella no es el unico clon?

  • Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca De Tena

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    Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Segun una carta de su medico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesion es atentar contra la vida de su marido. La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundiran a los medicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicologico.

  • La hija del curandero de Amy Tan

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    Con el fin de evitar que sus recuerdos se pierdan para siempre, la anciana LuLing, emigrada a Estados Unidos, escribe el relato de su pasado en China. Un dia, su hija Ruth encuentra esos documentos en el apartamento y, a traves de ellos, llega a conocer los primeros anos de vida de su madre, y algunas revelaciones sobre el pasado familiar. Las dos generaciones de mujeres, con voces alternas, hallaran en este repaso a la memoria un punto de encuentro y reconciliacion.

  • Un beso bajo la lluvia (Besos 1) de Priscila Serrano

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    Primera entrega de la trilogia de romance contemporaneo <> de Priscila Serrano.

  • El nombre de Edrielle de Mita Marco

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    Unos golpes en la puerta de su oficina lo hicieron erguirse. Llevaba mas de una hora sin apartar los ojos del ordenador, y necesitaba un respiro. --Adelante --dijo desde la silla, mientras bebia un trago de agua. En el despacho aparecio Tory, la chica de recepcion, algo muy raro en ella, porque jamas le permitian moverse de su puesto. Por su cara, algo malo habia ocurrido. --Ben, tienes que irte --le anuncio asustada--. Han llamado del hospital, es Andy. Al escuchar ese nombre, casi volco la silla. Salio del despacho corriendo, sin coger ni siquiera la chaqueta, a pesar de que, fuera de la oficina, el termometro apenas rozaba un grado sobre cero. Monto al coche, con el corazon en la boca y los ojos llenos de lagrimas. Tenia que llegar a tiempo, no podia perder ni un segundo. La barrera del aparcamiento no subia. --!Vamos, vamos, joder! El guardia de seguridad, al verlo tan alterado se acerco. --Senor Smith, ?ocurre algo? --!La barrera, no sube! El hombre asintio. --Lo se, se rompio esta manana, los operarios de la compania estan arreglando el mecanismo, han tenido que... --!Pero tengo que irme! !No puedo esperar a que la arreglen! El hombre fruncio el ceno y lo miro, preocupado. Al ver la cara desencajada de Ben, el guardia se altero. --Jesus bendito, ?no sera Andy otra vez? --Si. Al escuchar aquel asentimiento, la levanto en peso para que Ben pudiese pasar. Traspaso la barrera y acelero el coche todo lo que aquel permitia. Poco le importaban las multas, que le retirasen el carnet o ser acusado de ser un peligro publico. La persona mas importante de su vida lo esperaba en el hospital. Y no pensaba fallarle. Dejo el coche mal aparcado. !Que se lo llevase la grua si molestaba! Corrio hasta la recepcion, sintiendo que le faltaba la respiracion. Alli no habia nadie. --!Por favor! !Necesito ayuda! --grito, sin importar las miradas reprobadoras del resto de la gente--. !Por favor! Una enfermera que pasaba por alli se acerco a su lado. Era una mujer joven, rondaria la treintena. Con el cabello rubio y una sonrisa amable. --?Ocurre algo, senor? Ben suspiro al ser atendido. --Necesito saber donde se encuentra Andy Smith. Acaban de avisarme a la oficina de que lo habian trasladado al hospital. La chica asintio y corrio a buscar el nombre en el ordenador que habia en la recepcion. A los pocos segundos asintio. --Andy Smith, aqui esta. Acaban de subirlo a planta. A la habitacion ciento ocho. Ben salio corriendo sin agradecer a la chica que lo hubiese ayudado. No pensaba en nada mas que no fuese ver a Andy. Si algo malo le hubiese sucedido por no estar a su lado, jamas se lo perdonaria. Al llegar a la puerta de la habitacion, se encontro con el medico que salia de ella. --Doctor, soy Benjamin Smith, ?como esta? El hombre lo miro, reconociendo su cara de otras ocasiones anteriores y abrio el informe. --Senor Smith, Andy ha sufrido otra insuficiencia cardiaca mientras desayunaba. Ha tenido suerte de que su abuela estuviese con el. Si llegan a traerlo quince minutos mas tarde, las noticias no serian tan buenas. Ben se llevo una mano a la frente, sin poder quedarse tranquilo. --?Como esta? --Ahora esta estable, pero ya sabe que con los problemas del corazon nunca se puede estar seguro. Andy necesita un trasplante con urgencia. El miro al medico, agobiado, y asintio, con la cara desencajada. --?Todavia no hay ningun posible donante? --Hay donantes, de hecho, ayer murio un senor que dono todos sus organos. El problema es que no es compatible con el de Andy. --Dios. --Ben se apoyo contra la pared y cerro los ojos con fuerza. Estaba agotado. Esa situacion podia con el, aunque se empenase en aparentar ser el hombre mas fuerte del mundo. --Tenga fe, Benjamin --lo animo el medico poniendo una mano en su hombro--. No todo esta perdido, todavia les queda algo de tiempo. El asintio e intento sonreirle, aunque lo unico que consiguio fue hacer una mueca. --?Puedo entrar a verlo? --Claro. Hace cinco minutos pregunto por usted. Observo al doctor caminar por el pasillo. Cuando lo perdio de vista, agarro el pomo de la puerta y se adentro en la habitacion. Nada mas poner un pie en ella, vio a su madre mirando por la ventana. La mujer sonrio al verlo y lo beso en la mejilla. --Te estabamos esperando. --He venido todo lo rapido que he podido --comento, con el rostro cansado. --!Papa! Aquella vocecita proveniente de la cama, lo hizo sonreir. Ben miro a su hijo, que lo esperaba con los brazos abiertos, y corrio a abrazarlo. --?Como estas, campeon? --Beso su cabello rubio, bastante corto, y lo revolvio. --Estoy bien. !Ya le he dicho a la abuela que nos vayamos a casa! !En el colegio van a ver una pelicula y me la voy a perder! --exclamo con enfado. Ben rio al escuchar a su hijo. Lo miro con amor y lo volvio a abrazar. Aquel nino, demasiado delgado y blanquecino, era la alegria de su vida. Desde que nacio, siete anos atras, Ben comprendio lo que era el amor verdadero. Su hijo era la razon para seguir luchando, el motivo para querer convertirse en mejor persona. Y ahora la vida queria arrebatarselo. --Hoy creo que tendremos que quedarnos aqui. El doctor quiere asegurarse de que estas bien antes de dejar que vuelvas a casa. Andy hizo una mueca con los labios. --!Pero yo quiero ir al colegio, papa! --Los ojos se le humedecieron. Verlo llorar le partia el corazon. Acerco la boca a su oido y le susurro, para que su abuela no los escuchase. --Te prometo que, cuando salgas de aqui, te voy a llevar al cine. --?Que? ?En serio? --Su carita se ilumino. --En serio. Comeremos comida basura, tomaremos bebidas con gas... --Y, despues, ?podremos jugar a futbol los dos? --La cara del nino se ilumino. Ben apreto los labios y suspiro. --Todavia no. Hasta que no tengas un corazon nuevo, y te pongas completamente bien, para ti se acabo el correr. La tristeza regreso al rostro del nino. Su padre lo abrazo, dandole calor y lo beso en la frente. --Pero pronto podremos, Andy --le aseguro--. Estoy seguro de que tu corazon nuevo esta en camino. El nino se quedo mirando hacia la ventana de la habitacion, lugar donde su abuela se hallaba sentada en un incomodo sofa. --Papa, ?por que estoy enfermo? Ben cerro los ojos con fuerza, ante la pregunta de su hijo. Esa era la misma pregunta que se hacia el una y otra vez. ?Por que tenia que padecer aquello su nino cuando habia tanta gente mala en el mundo? La respuesta siempre era la misma. --No lo se, Andy. La vida, a veces, no es justa. Dejaron que se marchasen del hospital dos dias despues. El doctor habia aumentado la medicacion del nino, para intentar evitar aquellos ataques, pero bien sabian que no seria suficiente mucho tiempo. Ben, su madre y Andy, entraron a su domicilio. Nada mas llegar, el nino echo una carrera hacia su habitacion. --!Andy, no corras! --le regano su abuela. La mujer ya contaba con una avanzada edad, y su nieto, a pesar de su enfermedad, la dejaba sin fuerzas. Se acerco a su hijo, que metia la ropa del nino en la lavadora, y se apoyo en ella, contemplandolo. --?Que vas a hacer? Ben se incorporo y miro a su madre, cansado. --Todavia no lo se. Habia pensado en buscar a algun auxiliar medico para que se quede a su cargo mientras yo trabajo. Pero no creo que pudiese pagarlo con mi sueldo. Ella asintio y se llevo una mano a la frente. --Sabes que si pudiera seguiria quedandome con el. Pero yo no estoy capacitada para esto. La enfermedad de Andy ha ido a peor. No se lo que hacer frente a sus ataques. --Lo se --asintio--. No te preocupes, mama, me apanare. Solo necesito unos dias para encontrar a una persona que se ocupe de el mientras estoy en el trabajo. Comenzaron a caminar hacia la habitacion del nino. Abrieron la puerta y lo encontraron con la nariz pegada al cristal de la ventana. Miraba a traves de ella con ojos sonadores, mientras que empanaba el cristal con su aliento y dibujaba en el. Su abuela nego con la cabeza y sonrio. --Andy, no manches el cristal. --No lo estoy manchando, abuela --rio con picardia--, es arte. Ben se carcajeo ante su ocurrencia y cruzo los brazos sobre el pecho. --Ponte el pijama, artista, que voy a prepararte la cena. Dos horas despues, Andy ya dormia en su cama. Ben se dio una ducha, intentando quitarse algo de estres de encima, pero le fue imposible. Ya no recordaba como era levantarse un dia de la cama sin tener que preocuparse por darle la medicacion, o trabajar con todos los sentidos puestos en el ordenador, y no sufrir por si su corazon fallaba estando en clase. No recordaba como era reir con su hijo, sin que le rondase por la cabeza que, quizas, era la ultima vez que lo hacian juntos. Salio de la ducha, envuelto en un albornoz y se sento en un taburete que habia frente al espejo que ocupaba toda la pared frontal de la estancia. Se miro en el. Detras de esas ojeras y esas arrugas de preocupacion, se escondia un hombre de treinta y cinco anos. Guapo y agradable, segun decia la gente. Pero, Ben, solo veia a un saco de huesos, triste y sin ganas de socializar con nadie. Se llevo las manos a la cabeza y las lagrimas resbalaron por sus mejillas. Echaba de menos a Kate. Su mujer. Con ella todo hubiese sido diferente. Kate era una persona alegre, optimista, carinosa... Estaba seguro que ella hubiese llevado mejor todo aquello de la enfermedad de Andy. Pero la vida se empeno en quitarsela tambien en un accidente de coche. Lo habia dejado solo, con un nino enfermo y con el dinero justo en el banco para poder pagar los medicamentos

  • La mujer del heredero de Myrna Mackenzie

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    La fotografa de Bodas Bellas, Regina, creaba recuerdos perfectos que los novios conservaban para siempre. Sin embargo, al mirar las fotos de su propia boda se dio cuenta de que apenas conocia al hombre con el que se habia casado.

  • La pequena libreria de los corazones solitarios de Annie Darling

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    Habia una vez, en una pequena libreria de Londres, una joven sonadora llamada Posy Morland, quien vivia rodeada de libros y se escondia tras las paginas de sus novelas romanticas favoritas. Un dia, cuando la excentrica y anciana duena de Marcapaginas murio, Posy se vio obligada a hacerse cargo de la libreria, que se encontraba en una situacion lamentable, y salir asi de su comodo refugio de romances de ficcion.Sin embargo, Posy no solo debia enfrentarse al ruinoso negocio que habia heredado y hacerlo prospero, sino tambien a las presiones del nieto de la anciana, Sebastian, mas conocido como “El hombre mas maleducado de todo Londres”, empenado en fastidiar a Posy y desviarla de su plan por transformar Marcapaginas en la libreria de sus suenos. ?Lograra Posy su final Felices para siempre como las protagonistas de las novelas que tanto admira?

  • Confusion de Elisabeth Tower

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    Os presento el primer tomo de una triologia, deseo que sea una gran historia para todo aquel que la lea. Este primer libro lo tendreis en tapa blanda tambien.
    Triologia “INTRUSA”
    Tomo 1:”Confusion” – Tomo 2:”Mentiras” – Tomo 3:”Verdades”
    Argumento de la Triologia completa:
    Francisco Cortes, primogenito y el cabeza en los negocios de vinedos de una acaudalada familia espanola de la maravillosa Isla de Lanzarote, creia conocer a Carmen.
    La tenia por una mujer liberal, inmoral, una caza fortunas y sobre todo por una mala madre, capaz de entregar a los pequenos Juan y Daniela a los parientes de su padre a cambio de poder vivir comodamente gracias a una suma escandalosa de dinero y olvidarse de ellos.
    Pero Francisco Cortes tras su primer encuentro con ella, jamas podria haberse imaginado que secreto guardaria aquella hermosa mujer y como lograria enganarlo tras una falsa identidad .

  • La marca de Sara de Elena Garcia

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    Sara es una estudiante de 20 anos que, tras la repentina muerte de su padre por culpa de los problemas economicos que acechan a su familia, se ve forzada a abandonar la carrera universitaria que cursa.
    Estos graves problemas economicos por los que estan pasando le obligan a buscar un empleo para evitar que una orden judicial se aduene de lo unico que tienen: su hogar. Ahi vive junto a su madre, enferma, y sus hermanos, de 14 y 9 anos. Su inexperiencia en el mundo laboral la lleva directamente a una trampa, y cuando se da cuenta de ello ya parece demasiado tarde.
    ?Quien es ese hombre que parece querer ayudarla? ?Podra confiar en el? ?Tiene otra opcion?

  • Almagedon, in corpore de Dublineta Eire

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    Retornar a la vida no es facil, y si encima no atiendes a las clases de <> mucho menos. Cuando Alma por fin consigue su oportunidad, solo tiene una obsesion: encontrar un ovulo con el que volver a nacer. Pero ?como llegar hasta el si despues de haber regresado dentro de un moco verde ha terminado en el interior de un pobre infeliz?
    Gracias a la ayuda -obligada- de su huesped, Alma emprendera una alocada busqueda contrarreloj en la que los saltos de cuerpo en cuerpo la llevaran a querer descubrir quien fue en su anterior vida y a encontrar el amor.
    ?Sera capaz de conseguir su proposito? Y lo que es mas importante, ?como puede una sonadora y obsesiva anima como Alma enamorarse?

  • perdida en mi memoria de Brianne Miller

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    Un dolor indescriptible me saca de mi estado inconsciente con un gemido. Abro los ojos para encontrarme en una habitacion blanca, llena de maquinas cuyos cables estan enganchados a mi cuerpo, y una via sale de mi brazo hasta una bolsa colgada en una barra. Tengo un tubo instalado en la garganta, lo que me impide hablar, y algo me tira en la mejilla. Cuando estiro la mano para ver que es, descubro que una enorme gasa la cubre casi por completo. El panico me asalta al darme cuenta de que estoy en un hospital. ?Que me ha pasado? ?Por que estoy aqui? Un sonido ensordecedor llena el silencio de la habitacion cuando intento levantarme con desesperacion para quitarme todos esos cables. Una doctora entra a toda prisa para inmovilizarme en la cama. Me debato en un intento de escapar, pero una enfermera inyecta algo en la via, y empiezo a sentirme muy cansada. Se que la doctora esta hablando, pero no consigo escucharla. --Senorita, calmese. Ahora mismo le sacaremos el tubo, pero tiene que relajar la garganta para que no le hagamos danos mayores a los que ya tiene. Calmarme... Me calmare cuando alguien me explique que demonios hago en un hospital y como he llegado a estar en un estado tan lamentable... Pero si no me sacan el tubo no podre preguntarlo, asi que me tumbo en la cama y las dejo trabajar. Me duele hasta el ultimo hueso del cuerpo, pero nada es comparable a esto. Sentir como el tubo sale de tu traquea es doloroso y repulsivo, pero el dolor que siento en todo el cuerpo mitiga su intensidad. Cuando la doctora ha terminado su trabajo, una enfermera me pone una bolsa de calmantes y nos deja a solas. --Bien, senorita, ahora que estamos solas, debo presentarme. Soy la doctora Stevens, cirujana cardiotoracica del hospital Bellevue de Manhattan. ?Puede decirme su nombre? Abro la boca para hablar, pero las palabras no fluyen. Acabo de darme cuenta de que no recuerdo nada. Ni quien soy, ni que ha pasado... nada. El panico se apodera de mi al dame cuenta que soy una mujer anonima en medio de alguna parte. La doctora debe haber adivinado mi terror al descubrirlo, porque me coge la mano y me sonrie tranquilizadora. --Tranquila, le costara un poco hablar debido a la irritacion que te ha producido el tubo endotraqueal. --No me acuerdo de nada --gimo con la voz ronca. La doctora observa mis pupilas con ayuda de una linterna, y me hace repetir una serie de movimientos absurdos antes de volver a dejarme tranquila. --No hay signos de danos cerebrales, asi que sufres amnesia post-traumatica. Te han agredido con sana, y tu cerebro reacciona ocultando esos recuerdos para que puedas seguir adelante, asi que es normal que no lo recuerdes. Poco a poco vendran los recuerdos, pero ahora necesita descansar. Tuve que repararle un desgarro en la aorta debido a una punalada muy cerca del corazon, esta viva de milagro. Duerma un poco, hablaremos despues. Cierro los ojos y la doctora Stevens sale de mi habitacion cerrando la puerta tras de si. Intento dormirme, pero el sueno no llega. Los murmullos llegan hasta mi desde la puerta de la habitacion. --Aun esta muy debil. No va a serle de ninguna ayuda --dice la doctora Stevens. --Tengo que hablar con ella. Necesito saber que recuerda. Es la voz de un hombre. Una voz profunda y ronca, que penetra en mi mente y me hace sentir mareada, vulnerable. --Ahora necesita descansar. Vuelva manana --dice la doctora. --!No puedo esperar hasta manana! Es imprescindible que identifique al agresor, o puede que manana tenga otra victima en el hospital. --Sufre amnesia post-traumatica. No recuerda nada, ni siquiera sabe quien es. Si descansa un poco quizas consiga volver a recordar. --!Que haga un esfuerzo, maldita sea! --!Esa mujer ha pasado por un autentico infierno! ?Acaso quiere obligarla a recordar algo que no va a volver a su mente por mucho que ella quiera? Lo unico que conseguira entrando en esa habitacion sera preocuparla, inspector, y creame, despues del trauma que ha sufrido es lo peor que podria hacer. --!Esta bien, maldita sea! Volvere por la manana. El silencio vuelve a inundar mi habitacion. Inspector, agresor, victima... Eso quiere decir que el motivo por el que estoy en el hospital no ha sido un accidente. Sea lo que sea lo que me ha pasado ha sido intencionado, y no puedo acordarme ni de que ha ocurrido ni de quien pudo hacerlo. Los calmantes empiezan a hacerme efecto y poco a poco me quedo dormida. Me despierto mucho tiempo despues. Lo se porque por la ventana solo entra la luz de una farola, y mi habitacion esta en penumbra. Miro alrededor, y me encuentro con la silueta de un hombre sentado en el sillon, que se levanta y se acerca a mi lentamente. La iluminacion de las maquinas apenas me deja verle, pero estoy segura de que no le conozco. El desconocido enciende la luz que hay encima de mi cama y deja al descubierto sus rasgos cincelados. Es moreno, con el pelo corto y de punta, y de ojos color caramelo. Bastante alto, si contamos que sobrepasa la maquina que hay al lado de mi cama, y de hombros fornidos. Labios carnosos y sensuales, y dos hoyuelos hacen amago de aparecer en sus mejillas. Va vestido con un sencillo traje de chaqueta anil y una camisa blanca. Se sienta con cuidado a mi lado en la cama, y coge mi mano entre las suyas. Empiezo a ponerme nerviosa. Su comportamiento es el de alguien que forma parte de mi vida, pero no me suena de nada. ?Le conozco? Y si es asi, ?por que demonios no le recuerdo? --Por fin se ha despertado. Bienvenida al mundo de los vivos, senorita. --Gra... gracias. --Soy el inspector Davis, agente de la unidad de victimas especiales de la policia. ?Recuerda su nombre? Ahora entiendo la familiaridad con la que me trata. Soy una victima, y esta haciendo su trabajo. Niego con la cabeza, frustrada, en respuesta a su pregunta, que no es lo unico que he olvidado. --Tranquila, es normal debido al trauma que ha sufrido. Esta viva de milagro. --?Que... que ha pasado? --Una mujer la encontro detras de un cubo de basura sin apenas pulso y llena de golpes y cortes. Gracias a Dios era estudiante de ultimo ano de medicina, y logro mantenerla con vida hasta que llego la ambulancia. Ha tenido mucha suerte. --Tengo que darle las gracias, ?podria decirme quien es ella? --Ha estado aqui todo el dia. La obligue a irse a casa a descansar, pero prometio venir manana. --Gracias. Siento no serle de ayuda, inspector, pero no me acuerdo de nada. Ni de quien soy, ni de que paso... de nada. --Tranquila. Sufre amnesia post-traumatica. La doctora Stevens cree que lograra recordar con el tiempo. Mientras eso ocurre, tengo a todo mi equipo buscando alguna pista en el escenario del crimen, espero que encuentren algo que nos sea de ayuda para que deje de ser una victima anonima. El inspector se levanta de mi cama, y tras apagar la luz, vuelve a ocupar su lugar en el sillon. --Deberia descansar. El cuerpo se cura mejor cuando esta descansando. --?Va a quedarse ahi? --pregunto intrigada. --No hay nadie a quien pueda avisar para que la cuide, y yo no tengo nada mejor que hacer, asi que si, me quedare aqui. --Le dijo a la doctora que volveria por la manana. ?Por que ha cambiado de opinion? --No lo hice, es la segunda vez que vengo desde que esta usted aqui. Lleva durmiendo mas de veinticuatro horas. --Gracias por quedarse.

  • A tu lado 4 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • La Rendicion de Suzanna de Nora Roberts

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    Suzanna Calhoun y sus hermanas pidieron ayuda al ex policia Holt Bradford para encontrar el collar de esmeraldas de su bisabuela. Holt siempre habia sentido un especial interes por Suzanna y ahora tenia la oportunidad de proteger su vida y de intentar que ella se interesara por el...

  • Una muchacha muy bella de Julian Lopez

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    Una estatua del Botanico, un pullover tejido con ochos, comida preparada de a dos, son las piezas entranables del tiempo en que una madre sola y su hijo han pasado juntos hasta el secuestro o muerte de ella. Sin embargo, Una muchacha muy bella no es un testimonio sino de una ficcion y su narrador. Este narrador no sera un H.I.J.O. con puntitos en el medio sino quien narra todo lo que la madre no podria narrar en un campo de concentracion ni en los tribunales: el testigo-narrador no recuerda para evocar la vida de una victima sino para hacer existir a su madre bajo la luz de su mirada amorosa, con la precision de sus metaforas, la misa a las pequenas cosas.
    Con una prosa finisima y una morosidad de detalles propia de la letania pero tambien del poeta, Julian Lopez ha escrito un libro inolvidable.

  • El reino imposible de Yeyo Balbas

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    Una apasionante novela sobre el fin del reino visigodo y los inicios de la conquista musulmana de la peninsula iberica. Yeyo Balbas nos regala una recreacion magistral llena de epica y personajes extraordinarios.

  • Lo que esconde el mar de Lucia Mallen

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    ?QUE MISTERIOSO SECRETO SE ENCUENTRA TRAS LO QUE ESCONDE EL MAR?

  • Recuerdos prohibidos (eLit) de Julie Miller

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  • Touchdown de Ludmila Ramis

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    Un amor abstracto se delimito con cada mirada, palabra y accion, hasta definirse como una relacion fascinante en su sencillez, y, a veces, en su complejidad.
    Kansas Shepard es una espontanea y comica universitaria que siempre termina enredada en lios que no ocasiona. Malcom Beasley, por otro lado, es del tipo de personas que evitan todos los problemas. El sigue una rutina estructurada y permanece lejos de los rebeldes ciclones de los sentimientos humanos y de los imprevistos.
    Cuando estas dos personalidades deben vivir bajo el mismo techo, la coexistencia, que parecia imposible en un principio, resulta ser el detonante de una aventura que terminara por arrasar tanto con el corazon de Kansas como con el del jugador de los Jaguars, el numero 27.
    ?El resultado?
    Un touchdown.

  • Rindete mi amor (Amor en cadena 2) de Lorraine Coco

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    ?Srta. Brooks? --!Mm...! --Srta. Brooks, disculpe. Estamos entrando en una zona de turbulencias. Tiene que abrocharse el cinturon-- le dijo la voz cada vez mas cercana de la azafata. --Gracias Anne--consiguio decir ella despertando abruptamente de su profundo sueno. Andy se abrocho el cinturon y giro en el asiento para mirar por la ventanilla. No habia mucho que ver. De noche, apenas algunas lucecitas de color anaranjado se divisaban bajo el avion. Observo su reloj. Hacia tres horas que habia salido de Tejas con destino Nueva York. Estaba agotada y deseando llegar a casa, recoger a Brook y darse un largo bano. Resoplo y volvio a mirar por la ventanilla, aun le quedaban unos cuarenta minutos para llegar. Decidida a hacer algo productivo con su tiempo, se agacho bajo su asiento y saco su maletin con el ordenador. No le gustaba la sensacion de sentirse desocupada, asi que decidio repasar el informe que habia estado realizando los ultimos quince dias. Pero cuando llevaba un rato con el, los numeros comenzaron a bailarle frente a los ojos obligandola a sujetarse el puente de la nariz con dos dedos, para intentar mitigar esa desagradable sensacion. --?Se encuentra bien?-- pregunto la azafata. --Si, gracias. Solo un poco cansada-- contesto con una sonrisa. Debido a su trabajo como directiva ejecutiva, para la Cadena Hotelera y de Turismo Cox, Andy tenia que viajar muy a menudo. Su empresa tenia un contrato con aquella compania aerea para realizar todos los vuelos de sus empleados, y aquella circunstancia, le habia permitido conocer durante los ultimos dos anos, a un gran numero de auxiliares de vuelo con las que solia coincidir. --?Desea tomar algo? --No se, ?cuanto queda para aterrizar? --Unos veinte minutos. --Perfecto, tomare un zumo de pina, por favor-- le pidio Andy. Habia pasado casi todo el vuelo dormida, no habia tomado nada y estaba sedienta. Bebio su zumo intentando relajarse, recordando los acontecimientos de los ultimos dias. Su viaje a Tejas, el reencuentro con Natalie, su mejor amiga, y haberla acompanado al altar el dia mas importante de su vida. Aquellos dulces recuerdos hicieron que el ultimo tramo de aquel viaje pasase volando, y unos minutos despues, estaban avisando el aterrizaje. Al salir del aeropuerto de La Guardia, el aire calido y humedo la impregno haciendola sentir incomoda y sucia. Impaciente por llegar a casa, tomo el primer taxi que encontro frente a la puerta de salida. Estaba en Queens y tenia casi media hora de trayecto hasta llegar a Manhattan, y otros quince mas, concretamente a la zona del Village, donde se habia mudado hacia casi seis anos, durante la universidad. !Le encantaba vivir alli! Era Nueva York, pero sin el ajetreo frenetico del centro de Manhattan. "Refugio de bohemios y escritores", recordo que habia leido en un papel del tablon de anuncios de la Universidad, y estaba en lo cierto. Se trataba de un barrio hermoso y pintoresco, de edificios bajos, zonas ajardinadas, galerias de arte, y cafes de musica alternativa y en directo. Cuando se mudo, lo hizo con otras dos companeras, una de ellas, fue Natalie. Habian compartido piso mientras fueron estudiantes. Una vez terminada la carrera, cada una tomo su camino, pero ella no habia querido marcharse. Se quedo en el piso, lo repinto y remodelo para quitarle aquel aspecto alocado de piso estudiantil, y desde entonces, se habia convertido en su hogar. Hacia un ano que Julia, su hermana pequena, se habia mudado con ella, pero como sus horarios eran muy distintos, y Julia compaginaba sus estudios con su trabajo como canguro, coincidian muy poco en la casa. Por lo que ambas disponian de toda la intimidad que precisaban. --?La dejo aqui? -- le pregunto el taxista cuando hubieron llegado. --Si, gracias. Pago, y mientras el taxista sacaba su equipaje del maletero, se dio cuenta de que Pierce habia puesto flores nuevas en los maceteros de su ventana. Estas, de un precioso blanco nacarado, contrastaban con la fachada de ladrillo rojo y rejas color chocolate del edificio. Daban un aspecto mucho mas alegre y hogareno. Apunto mentalmente que no debia olvidar alabarle el gusto a su casero. Cogio las maletas y subio la pequena escalinata que llevaba a la puerta. Estaba buscando las llaves en el interior de su bolso, cuando la ventana que habia junto a la puerta se abrio. --!Andy querida! Espera un segundo que voy a ayudarte con el equipaje -- le dijo Pierce. Pierce, ademas de ser uno de sus mejores amigos, era su casero. Andy lo adoraba, era entranable y protector como una madre. --Trae, dame la maleta grande -- le dijo este abriendo la puerta y agarrando el bulto que senalaba --. No me cansare de decirtelo querida, vas demasiado cargada; la ropa, la bolsa de aseo, la bolsa de mano y para colmo el ordenador y el maletin de trabajo-- le recrimino mientras dejaban todo en el recibidor de Andy --. Al menos viajas con un juego de maletas divino. !Tienes un gusto exquisito! --Continuo acompanando aquel ultimo comentario con grandes aspavientos de sus manos y un picaro guino de ojos. El juego de maletas, habia sido un regalo de Pierce y Paul, su pareja, para su ultimo cumpleanos, y si algo le gustaba a su casero-madre-amigo era recrearse en el enorme gusto que tenia para la moda. --Lo se, lo se. Me gusta viajar con clase, ya sabes -- le dijo devolviendole el guino-- . He tenido que utilizar todas mis maletas para poder dar envidia al resto del pasaje del avion. Parecia una autentica diva. Ademas, esta vez eran muchos dias de viaje, necesitaba todas estas cosas. Asi que deja de renirme por ir tan cargada y dame un abrazo. --Sabes de sobra que lo digo por tu bien. Para ir de vacaciones no hace falta llevarse las cosas del trabajo-- la rodeo con su brazo --. Vamos a dejar todo esto aqui, ven a tomarte un te y cuentame esa boda tejana tan maravillosa. --?Estas solo? --Si, Paul toca esta noche en el club. Paul, pareja de Pierce, era uno de los mejores musicos que habia escuchado jamas. Un virtuoso del saxo con una intuicion y sensibilidad increibles, se ganaba la vida tocando en clubs nocturnos, y a menudo Pierce, Julia y ella iban a verlo tocar mientras tomaban algun coctel sin alcohol. --Me quedo, pero solo un rato. Estoy agotada y manana tengo un dia movidito. --?Tenemos nuevo jefe en la oficina? -- Le pregunto Pierce entrando en su casa. --Si, finalmente el nieto del senor Cox tomara posesion manana de la empresa. --Bueno, en las revistas lo ponen como el soltero de oro de la ciudad, y no puedes negar que es !verdaderamente atractivo! -- Comento su amigo con picardia. --Pierce, tambien dicen que es un mujeriego empedernido y de sobra sabes que esa no es precisamente la caracteristica que mas valoro en un hombre. De cualquier manera, eso en nada tiene que importarme a mi, a fin de cuentas, aunque es mi jefe, nuestro trato va a ser minimo. --?Por que lo dices? --Hasta ahora siempre ha sido asi, el senor Cox y yo, me refiero al abuelo-- Aclaro Andy quitandose los tacones, y sentandose en el sofa--, solo nos veiamos a la hora de encargarme un proyecto y poco mas, y nuestra relacion era estupenda, no tiene porque ser diferente con su nieto... Y cambiando de tema, que ya se por donde van tus tiros... ?Donde esta Brook? --!Nina, eres una aburrida, no me dejas divertirme! Llevo todo el dia solo en casa, contandole mis delirios al pobre de Brook, y cuando tengo la oportunidad de hablar con alguien que puede contestarme, me aguas la fiesta-- contesto Pierce con una mueca burlona--. Ven, esta en el jardin trasero comiendose mis rosales. Pierce abrio la puerta trasera y un precioso lasha de pelo corto entro corriendo hacia Andy. --!Hola Brook! ?Me has echado de menos precioso? ?Te ha torturado mucho el malo de Pierce con sus historias?-- Pregunto al perro cogiendolo en brazos y abrazandolo. De reojo vio como su amigo miraba hacia otro lado haciendose el ofendido. Mientras, Brook le lamia la cara agradecido por la atencion--. !Vaya! Parece que si me has anorado, yo a ti tambien bonito -- le dijo ella en respuesta. --?Que tal la boda de Nati?-- le pregunto Pierce interrumpiendo sus juegos con Brook. Andy dio un gran suspiro. --!Estaba maravillosa, y tan feliz! --Radiante, ?como una novia debe estar el dia de su boda? --Si, la verdad es que si. Intuyo que van a ser muy felices. --Contesto ella distraida. Recordo a su Natalie en el altar junto a Tucker, mirandose enamorados. Tenia que reconocer que en algun momento habia tenido envidia de su amiga, feliz, casada y futura madre. Ella sin embargo, a sus veintiocho anos, habia renunciado a los hombres. Siempre la habian buscado para una cosa, y era algo que ella no estaba dispuesta a dar si no era unida al verdadero amor. ?Y quien podia estar segura en estos tiempos, de que los halagos y atenciones de un hombre no fuesen encaminados mas alla que a conseguir meterla en su cama? --?Te ocurre algo, carino? -- pregunto Pierce preocupado. --No, que va. Solo estoy un poco cansada, sera mejor que nos vayamos a casa. Quiero darme un bano antes de acostarme-- dijo levantandose con Brook en brazos --. ?Te parece bien que comamos manana juntos y te lo cuento todo? --Me parece perfecto. Espero que hayas sacado muchisimas fotos, sino no tendre nada que criticar-- dijo entre risas. --!Eres incorregible! Pero te quiero. Por cierto, las flores de la ventana son maravillosas. Muchas gracias-- le dijo dandole un beso. --No lo son ni la mitad que tu. Descansa, hasta manana carino. Andy entro en casa y fue directa a prepararse el bano. Abrio el grifo de agua caliente y luego un poco el del agua fria. El verano era realmente caluroso en Nueva York y no le apetecia escaldarse. Dejo el agua corriendo mientras deshacia las maletas y ponia de comer a Brook. Notaba el cuerpo dolorido por las horas de viaje y anadio al agua una bola de sales y aceite esencial de coco. El bano caliente seria la mejor ayuda para tener un sueno reparador. Comprobo que aun no se habia llenado del todo la banera y fue a su dormitorio a por ropa limpia. Momentos despues, estaba en el agua y a su lado en la alfombrilla, Brook, mirandola atento. Quiza se preguntase que encontraria ella de divertido en aquel ritual. --!Hola pequeno! ?Quieres jugar?-- le pregunto ensenandole un pequeno pato de goma. Al instante su amigo se levanto y empezo a mover la cola contento. Andy le tiro el juguete y el salio disparado al pasillo para cogerlo. Le encantaban los perros. En casa siempre habian tenido, asi que cuando termino la universidad y se quedo en el apartamento ella sola, decidio comprarse uno. En realidad ella preferia las razas grandes, los pequenos siempre le habian parecido muy histericos, pero los lasha, eran una raza especialmente tranquila y apropiada para un pequeno apartamento. El dueno de la tienda le conto que era un perro tibetano. Los monjes budistas los tenian en los conventos y segun se decia proporcionan tranquilidad. Cuando escucho aquello penso que era justo lo que ella necesitaba y despues de verlo, se enamoro de el. Tenia un pelo precioso, que ella le cortaba una vez al ano. Ahora lo llevaba un poco mas largo, por lo que parecia el pompon de una animadora, que se arrastraba por el suelo de madera de su apartamento. En ese momento regreso Brook con el pato. Estuvieron jugando un poco mas y luego termino su bano tranquilamente. Al rato se sentia mucho mejor. Se puso unas braguitas culotte blancas con una camiseta de tirantes. Se recogio la larga y rizada melena en una coleta y se fue a comprobar los mensajes del contestador. Solo tenia dos mensajes; el primero de su hermano cuatro anos mayor, Robert, para ver como estaba. Y el segundo de su madre, diciendole que la esperaba el domingo para comer, y recordandole que llamara a su hermana. Julia tenia veintitres anos y hacia uno que se habia mudado desde New Jersey, donde vivia su madre, hasta su apartamento en el village, junto a la universidad. Pero hacia tres semanas que se habia ido a hacer un curso becado de verano a Paris para perfeccionar su frances. Julia, Robert, y ella, eran muy parecidos. Fuertes e independientes, pero a las vez con un gran sentido de la familia. Suponia que debido a que solo se habian tenido los unos a los otros, desde hacia dieciocho anos, cuando su padre los abandono, dejando a su madre con la responsabilidad y carga de criar a sus tres hijos.

  • La luna en las minas de Rosa Ribas

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    Habia aullado de hambre toda la noche. A la madre se le habia cortado la leche. El padre se acerco a la cuna y lo miro. Las frazadas revueltas parecian a punto de engullirlo, pero se resistia, apretaba con fuerza los punos diminutos. Lo levanto con morosidad, esperando una voz que lo detuviera. La criatura abrio los ojos. Esos ojos. Las ojeras debajo, un presagio de luto si el no hacia nada. Lo envolvio para protegerlo del frio. Era febrero y una gruesa capa de nieve cubria las calles del pueblo. Hizo un fardo prieto, el llanto ceso y lo sucedio una queja aguda, como la de los gatitos cuando los metian en un saco para tirarlos al pozo. Percibio tras de si un roce entre las sabanas, ella se movia, tal vez dejaba de darle la espalda a esa cuna odiada. Cargo el fardo en el brazo derecho y se volvio. Despeinada y amarillenta, su mujer reptaba para sentarse. No le quitaba la vista de encima, pero seguia muda. El avanzo hasta la puerta. Antes de abandonar el dormitorio, se giro de nuevo para que viera a la criatura. --Llevatelo. --Tenia la voz rasposa, como si no solo se le hubiese cortado la leche, sino que se hubiera secado toda--. !Vete! !Llevatelo! --Un grito de papel de lija antes de cerrar los ojos. Salio. Bajo la escalera de piedra que llevaba a la planta inferior. Sus dos hijos se habian apostado frente a la puerta de la casa. Dos pequenos centinelas temblorosos. El mayor tenia seis anos; el pequeno, tres. Cogidos de la mano, miraban el bulto del que salia un debil sonido. Se calo el sombrero de fieltro sin soltar al bebe, ya que veia en los ojos de los hermanos la decision de arrebatarselo, y se planto delante de ellos. El mayor levanto la vista implorante; el pequeno bajo la cabeza para contemplar sus recias botas engrasadas con manteca. En uno reconocio su mismo remolino de pelo en la coronilla; en el otro, la forma de la nariz. Tambien la boca, el grueso labio inferior que temblaba al hablar. --No se lo lleve, padre. Le respondio que era mejor para todos. --Por favor, padre. Le dijo que era mejor tambien para la criatura que, de lo contrario, moriria. --No es culpa de Ximo, padre. Fue la bestia que entro en la casa y… Y callo para siempre al recibir la bofetada. --No se contradice tres veces a un padre --le grito al hijo, mientras se lo gritaba a si mismo para convencerse de que esa y no otra habia sido la razon de su manotazo. El golpe lanzo al mayor hacia la derecha y lo arranco de la mano del pequeno, quien se aparto hacia el otro lado mientras repetia en un murmullo <>, y se cubria la cara con el brazo recien liberado. El hizo como si no lo hubiera oido pronunciar las palabras prohibidas y abrio la puerta. Los hijos quedaron dentro, pegados a la hoja. Dos pequenos centinelas inanes. El llanto del bebe arranco de nuevo al salir de la casa, como si supiera que no iba a volver nunca mas. El padre habia cargado las alforjas de la mula con ropa para la criatura. La habia cogido sin fijarse en si era grande o pequena, gruesa o delgada; ni siquiera en si los otros dos todavia la necesitaban. Ya les traeria cosas nuevas cuando bajase a Castellon. Habia metido tambien unas mantas, una piel de borrego y, cada vez mas confuso, incluso una boina que habia sido de su suegro. Bajo la calle empinada al final de la cual vivian. La nieve de la noche estaba todavia intacta y acolchaba sus pasos y los de la mula. Aun asi, el crujido lanoso debajo de las botas proclamaba a cada paso las silabas de su verguenza. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. El sonido que debia de acompanar el resto de su vida a los padres cobardes de los cuentos. Se detuvo un momento al llegar a la esquina de la plaza. Tambien estaba desierta, si bien cruzada por huellas madrugadoras de personas y animales. Dio un suave tiron a la brida de la mula y siguio caminando. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. Estuvo a punto de dar media vuelta para dejar de oir esas silabas. No lo hizo. Un paso mas, otro y otro. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. La enorme sombra que proyectaba una iglesia desmesurada en un pueblo tan pequeno no era lo bastante oscura para ocultarlo a el con su paquete en brazos. En la fachada, siete hornacinas: dos entre los pares de columnas que flanqueaban la puerta; cinco alineadas sobre el portal. Todas vacias. Ningun santo que le ofreciera una mirada de indulgencia o le levantase un dedo amonestante. El chirrido de unos goznes que despertaban entumecidos le hizo volver la cabeza a la izquierda. La duena de la tienda de ultramarinos, al otro lado de la plaza, salia a barrer la nieve y, tras un saludo mudo, se quedo observandolo con los brazos cruzados y la cabeza ladeada como un grajo. Paso de largo. Un mensajero invisible habia avisado a los vecinos. A pesar de la hora temprana, los visillos se apartaron sin disimulo en una de las casas de la calle Mayor. Paso de largo. Bajo las arcadas, la sombra de la boina sobre los ojos del viejo panadero fingia la indiferencia con que se contempla todo aquello de lo que se hablara despues en voz baja. Paso de largo. Unas casas mas adelante se abria la puerta de la taberna y dejaba escapar una vaharada de tabaco y vino. El remolino de rumores acres encerrados alli toda la noche le rozo los oidos antes de morir en el aire helado. Es el hijo de… dicen que la bestia… dicen que los ojos… dicen que la madre… dicen que… verguenza. Oprobio. Paso de largo. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. Al doblar la esquina para tomar el camino al mas, dos mujeres enlutadas, cobijadas detras de la hoja baja del porton de la casa, se santiguaron al verlo con el bulto gimiente en el brazo derecho. Mudas, como su esposa, como el pueblo entero, mientras el estuviera presente para mirarles a la boca. A su espalda las voces se arrastrarian unas a otras con el estrepito sordo de los aludes. Miralo, miralo, se lo lleva a la madre, al mas, fuera, lejos de Vistabella. Paso de largo. La nieve cubria los tejados, los alfeizares, los arcos de piedra de las puertas; de algunos balcones colgaban afilados carambanos. Dejo atras las calles angostas y las casas apretujadas, apoyadas unas en las otras como si temieran caer cuesta abajo. Tomo el camino de San Juan de Penagolosa. O-pro-bio-o-pro-bio-o-pro-bio. Para llegar al mas tenia que pasar por delante del cementerio. Trato en vano de acelerar el paso. La cruz de piedra sobre una columna frente a la portada de acceso estaba torcida, vencida por el peso del frio, que tambien aplastaba las tejas de la ermita contigua. En el campanario vacio, una urraca que lo seguia desde que habia abandonado el pueblo lanzo un graznido aspero, como la voz de su esposa. Se detuvo en seco. Le habia parecido vislumbrar una sombra deslizandose entre la pared del cementerio y el porche de la ermita. Esta vez fue la mula, llevada por la inercia del paso, la que lo obligo a seguir. Temeroso de que los muertos le reclamasen lo que casi era suyo, empezo a cantar. Seria la unica vez que cantaria a ese hijo. La vibracion del pecho del padre lo desperto. El bebe emitio un gorjeo. Seria el unico sonido de gozo que el padre iba a escucharle. Paso de largo del cementerio. Tras cruzar unos bancales en los que incluso los resquicios entre las piedras estaban cubiertos de nieve, llego al bosque y dejo de cantar. Los pies se le hundian y tenia que arrancarlos a la fuerza de una masa humeda empenada en dificultarle cada paso. Date la vuelta. Regresa. Date la vuelta. Decian ahora los crujidos bajo sus botas. Morira. Lo dejara morir. Respondia cada vez. Apretado contra su pecho, el bebe dormia. La urraca lo seguia y marcaba su camino en el aire; cada graznido negro un insulto, para que todos supieran. Por ahi va. Se aleja. Por ahi va. Se lo lleva. Volvera con las manos vacias. Tomo la pista de tierra que llevaba al mas en el que se habia criado. Avisada por las voces de la urraca, la abuela se habia asomado y lo vio acercarse. Una mancha negra al principio; despues distinguio la figura humana y la mula que se movian penosamente en la nieve. Reconocio a su hijo; le parecio, por la posicion del brazo, que portaba algo, pero no podia imaginarse que le traia a un nieto. Y, a pesar de que ella se sentia demasiado vieja para criar a un nino, no estaba dispuesta a que muriera de hambre porque la nuera le tuviera miedo. Porque sentia que con cada gota de leche le robaba la vida, decia, porque estaba maldito, decia. --Porque tiene esos ojos… --anadio el padre mientras dejaba el fardo en los brazos de la abuela. En ese momento la criatura se desperto y la miro. La abuela se estremecio, pero lo apreto con mas fuerza contra su cuerpo. --Entonces, que sepas que renuncias a el. El habia asentido sin poder apartar la mirada de la criatura. --A partir de ahora este nino sera mio, el mio. Los otros ya no me interesan en absoluto. Y ahora, vete --le ordeno a su hijo. Tambien le dijo que se llevara toda la ropa que habia traido. --Si me vive, yo le hare y le comprare ropa nueva. Lo mantuvo con vida con leche de oveja diluida hasta que consiguio que lo amamantara una nodriza que hizo venir de otro pueblo durante medio ano. Como ya habia corrido la voz de que el padre lo habia sacado de casa porque la madre le tenia miedo, la nodriza le abrio la boca para comprobar que no tuviera dientes y le pidio a la abuela un pago mas alto y quedar libre de hacer tareas pesadas en la casa. Mientras lo amamantaba le tapaba los ojos con un panuelo. Por si acaso. Y los rumores fueron creciendo a la par que el nino. Porque tenia los ojos verdes y el pelo de color pajizo, porque aprendio muy pronto a caminar, porque era algo mas pequeno que otros ninos de su edad, pero mas fuerte que otros mayores, porque hablaba poco y miraba con fijeza. Porque todos recordaban la noche en que la bestia habia entrado en la casa de la familia, esa en la que el no vivia.

  • La Noche Sonada de Maxim Huerta

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    En la vispera de San Juan de 1980, los habitantes de Calabella, en la Costa Brava, esperan a la mitica Ava Gardner, que va a inaugurar el cine de verano del pueblo. Todo el mundo esta pendiente de la actriz, salvo Justo, el benjamin de la peculiar familia Brightman. En el dia mas magico del ano, el muchacho ha decidido que, en vez de pedir un deseo, va a hacer todo lo que este en su mano por cambiar el destino de los suyos. La noche sonada es una historia sobre la busqueda de la felicidad. De la mano de Maxim Huerta, el lector descubrira que el viaje mas arriesgado es el que se emprende hacia el amor, tantas veces doloroso e imposible, pero con el que nunca deberiamos dejar de sonar.

  • La chica de las botas tejanas de Amanda Seibiel

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    Otro dia mas de calor espeso. No habia ganas ni de trabajar. Y solo de pensar en el baboso de James intentando meterme mano a la primera de cambio… uf, la moral se me venia abajo. Estaba tumbada boca abajo sobre la cama, en bragas, con mi perra ladrando y sacudiendo la cola con insistencia. Pretendia que la sacara a la calle… --Ya voy, pesada. Me levante y le abri la puerta a Manchas, mi perrita, mi unica amiga verdadera. La encontre hacia ya dos anos, abandonada en mitad de la desertica carretera donde trabajaba. Cuando la rescate del hijo de puta que la habia abandonado, el pobre animal estaba aterrorizado, delgado, temblando. Parecia un amasijo de pelo blanco con manchas negras. Me enamore de ella nada mas verla y ya nunca separamos. --Vamos, meona --dije, dando un par de palmadas--, que se te va a prender fuego el culo con este calor. Manchas volvio a entrar en la pequena y destartalada casa de madera donde viviamos. Lo unico bueno que tenia era el aire acondicionado. Estabamos en pleno desierto de Mojave y ahi las temperaturas podian superar perfectamente los cincuenta grados. El pueblo no tenia mas de doscientos habitantes y yo trabajaba en una solitaria carretera, en el unico restaurante de comida rapida que habia en muchos kilometros a la redonda. Tambien estaba la gasolinera de Kerry. Si no fuera por esos dos negocios, el pueblo ni siquiera apareceria en los mapas. Bueno, por esos dos negocios y porque, supuestamente, viviamos en una zona muy comun de avistamientos ovni. Yo llevaba toda la puta vida alli y el unico extraterrestre que habia visto era el manos largas de mi jefe James. De haber podido, me hubiera ido de aquel lugar en un santiamen, pero la temprana muerte de mi madre y un padre alcoholico que jamas supero lo de mi madre no me pusieron las cosas faciles. Aprendi a convivir entre borrachos, pirados en busca de E.T. y las fulanas que se traia mi padre cuando se dejaba caer por casa algunos viernes. Sonaba con irme a Las Vegas algun dia, pero, de momento, tenia que seguir en aquel pueblo polvoriento. Me vesti con unos vaqueros, una camisa blanca y mis botas tejanas. Teniamos que ir vestidas asi. Cosas de James. Subi al viejo Ford Mustang rojo, la unica herencia que recibi de mi madre, y me dirigi hacia otro dia mas de mi aburrida vida. --!Joder! --grite, una vez baje del coche. Se habia levantado viento y tenia arena en la boca. Apresure el paso y entre en el restaurante; bueno, en el cuchitril de James, mejor dicho. Dora y Lena ya estaban sirviendo cafe por las mesas y, de reojo, vi a algunos clientes sentados, todos ataviados con la tipica diadema con antenas para captar mejor las ondas espaciales. Dora me guino un ojo y escondio la sonrisa maliciosa ante aquella gente peculiar. Suspire, resignada, pensando que eso era lo que me tocaba, que no me quedaba otra. Entre en el cuartito donde teniamos las taquillas para ponerme el ridiculo delantal y coger la libreta para anotar los pedidos. Al entrar en la cocina, un cachetazo en el culo me hizo ver las estrellas. --?Como esta mi camarera favorita hoy? Fulmine a James con la mirada. Tenia unos treinta anos, era muy alto, rubio y llevaba el pelo largo sujeto en una coleta. Las otras camareras iban locas detras de el, pero yo le tenia un asco que no podia con mi alma. --James, si vuelves a tocarme el culo, te estampo la cafetera en la cabeza. No te lo vuelvo a repetir. Sali encendida de la cocina, con el trasero dolorido. --Como has venido hoy, Hope. ?Estas con la regla o que? --le oi decir a mis espaldas, pero no le hice ni punetero caso. Me tenia harta y, como me siguiera buscando, al final me iba a encontrar. Pase todo el dia sirviendo hamburguesas, perritos y tarta de manzana. Me dolian los pies por culpa de las puneteras botas tejanas. Cuando ya oscurecia y apenas quedaba gente en el restaurante, empezamos a limpiar los sofas de color verde y rojo y aquel suelo negro y blanco que parecia un ajedrez. --?Habeis visto al motorista de esta tarde? --dijo Lena en voz baja, sonrojandose. Lena era rubia y de ojos azules. Era una chica un poco suelta y, en cuanto veia a alguien que le gustaba, se lo tiraba. Bien por ella. Lo cierto era que no habia nada mas interesante que hacer en aquel pueblo perdido de la mano de Dios. A mis 24 anos, habia estado con dos tios y lo mejor era ni acordarse de ellos. --?El calvo grandote? ?El de los tatuajes? --pregunto Dora. Yo no me habia percatado de nada. Dora estaba colada por James y este pasaba de ella, cosa que no entendia porque era una morenaza espectacular. Tenia unos ojos verdes y un cuerpazo que quitaban la respiracion. --Si, ese --respondio Lena--. Estaba de paso, pero va a venir a buscarme. Esta noche me lo tiro. ?Habeis visto lo grande que es? Seguro que lo tiene todo asi. --?No te da miedo ir con un desconocido? --dije--. La gente esta muy pirada. --Hope, no seas aguafiestas --me contesto Lena--. Tu puedes tener al hombre que quieras, pero con esa mala leche que tienes los espantas a todos. --Yo no tengo mala leche… --dije--. Solo soy selectiva. Lena y Dora empezaron a reirse de mi en mi propia cara. --Venga ya, pero si te cortaste el pelo a lo chico para que los tios te dejaran en paz. No se como lo has hecho, pero eso les da mas morbo todavia. Seguian descojonandose a mi costa y ya me estaban poniendo de mala leche. --Eso no es cierto --dije--. Me corte el pelo por el puto calor que hace siempre aqui. Vieron que me estaba alterando y dejaron de reir. Me pase la mano por mi pelo corto y fui a por mis cosas para marcharme. ?Tan mala opinion tenian de mi? Sali del bar con direccion a mi coche. Aparcaba siempre en la parte trasera del edificio, pues habia que dejar libre para los clientes el aparcamiento delantero. Eso era lo que nos decia siempre el capullo de James. Al lado del mio habia un coche negro con todos los cristales tintados. Me llamo la atencion porque tenia oscurecidos tambien los cristales delanteros. No sabia si habia alguien dentro, no veia nada, asi que me puse nerviosa. Busque las llaves en mi bolso y no las encontraba. Alli afuera ya no quedaba nadie y aquel coche negro imponia un huevo. --Hope --me llamo James. Nunca pense que me alegraria tanto de verlo. --?Que pasa? Continue buscando las llaves mientras el seguia hablando. --Se me olvido comentarte que manana tambien doblas turno. Lo siento. Lo mire con cara de odio, de asco, de todo lo peor que podia salir de dentro de mi. --Llevo mas de doce horas aqui metida --le respondi--. Me duelen los pies, el cuerpo entero. Hoy ya he doblado turno; ?y pretendes que manana vuelva a hacerlo? Se acerco y me acaricio el hombro. Un siniestro escalofrio me recorrio el cuerpo. --Si no fueras tan borde y te portaras mejor conmigo, tu situacion cambiaria ligeramente. Me aparte de el con brusquedad. Por fin habia encontrado las llaves. --Vete ligeramente a la mierda, James --le espete. No se tomo muy bien mi rechazo y me agarro fuerte de la muneca, tirando de mi hacia el. Me cogio totalmente desprevenida, no esperaba esa reaccion. No era mas que un pesado, pero inofensivo. --Sueltame, imbecil. ?Que te has creido? --?Por que no me deseas? Me he follado a todas tus companeras y tu no vas a ser una excepcion. Me sujeto la cabeza con fuerza e intento besarme. Le di un mordisco en el labio y le golpee en el pecho. Solto un grunido de dolor, pero ni con esas me solto. Empece a tener un poco de miedo. James era fuerte y yo muy menuda. Grite y grite, profiriendole todos los insultas que se me venian a la cabeza. Mientras tanto, James sonreia con cara de depravado. --Grita todo lo que quieras. Aqui nadie va a venir a socorrerte. --Estas loco, dejame. Segui gritando, luchando contra un James descontrolado. Su mano me apreto un pecho con fuerza, lo que me hizo un dano horroroso. Yo intentaba librarme de aquel pulpo, pero tenia la fuerza de un toro. Volvi a golpearlo y levanto la mano para devolvermela. Extasiada, cerre los ojos para recibir el impacto.

  • Mia en Navidad de J. S. Scott

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    !Simon y Kara han vuelto!

  • Heroes y villanos, espanoles olvidados por la historia de Javier Garcia Blanco

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    En no pocas ocasiones, la Historia -confabulada con aquellos que la escriben y con los caprichos del destino- es injusta y desagradecida. Solo asi se explica que, sin importar la epoca, civilizacion o lugar del globo al que miremos, encontremos siempre un buen punado de personajes a quienes el azar, los historiadores o el vencedor de turno -ya saben aquello de que "la Historia la escriben los vencedores..."- han decidido relegar a las mas reconditas y escondidas "notas al pie" de los libros en los que se glosan victorias, descubrimientos, conquistas y otras grandes hazanas. Y eso con suerte, pues muchas veces se pierden para siempre en el olvido y el silencio de los siglos. Son ya unos cuantos anos los que un servidor lleva escribiendo acerca de temas historicos y, sin importar la cuestion sobre la que me este documentando en cada momento, casi siempre me sucede algo similar. A veces es una mencion vaga en una cronica, otras una pequena pista descubierta por azar, ya sea en un libro o en un documento historico, incluso en un antiguo periodico digitalizado y disponible a traves de Internet. Pero siempre, de una u otra forma, surge un personaje hasta entonces desconocido cuya historia es capaz de atraer nuestra atencion por dos razones: en primer lugar por haber protagonizado algun hecho destacado, merecedor de ocupar un espacio de honor en los libros de Historia; la segunda, precisamente por todo lo contrario, haber sido ignorado casi por completo pese a sus sobrados y destacados meritos como guerrero, estratega, explorador o aventurero. He de confesar que siento una especial debilidad por estos heroes -o villanos- "olvidados", autenticos "grandes secundarios" o actores de reparto de la Historia. Sobre todo si se da la circunstancia de que son espanoles o sus aventuras estuvieron vinculadas de forma especial con Espana. De ahi que, con el paso de los anos, haya ido dando forma a una singular "coleccion" personal compuesta por una nutrida y variada galeria de personajes. Todos ellos con ese denominador comun de ser poco conocidos por el publico y, en algunos casos, incluso por los propios historiadores. Y este ha sido, precisamente, el criterio seguido a la hora de elaborar la seleccion de personajes historicos que dan forma al libro que tiene entre sus manos. He procurado que los protagonistas aqui reflejados cubrieran buena parte de los periodos historicos y, asi, encontramos narrados sucesos que abarcan desde los primeros siglos de nuestra era hasta el reciente siglo XX. En un primer momento habia decidido dar forma al libro presentando una sucesion de historias que intercalaran, de forma mas o menos equilibrada, las peripecias y aventuras de hombres y mujeres "olvidados" por la Historia. Sin embargo, finalmente decidi -excepcion hecha de la historia de la monja Egeria y del capitulo dedicado a Lucrecia de Leon, en ambos casos por razones de similitud tematica con otros personajes-, "excluir" a las damas y reservar, para ellas solas, un futuro trabajo. Ciertamente, material no falta, y sin duda el interes de los episodios protagonizados por estas espanolas de distintas epocas igualan, cuando no superan en muchas ocasiones, al de sus "colegas" masculinos. En cuanto a lo "tematico", he procurado tambien hacer una seleccion lo mas variada posible, presentando a personajes que destacaron en distintos ambitos, ya fueran exploradores, guerreros, pioneros de la arqueologia, cientificos, espias o incluso asesinos de grandes figuras de la Historia. Estoy seguro de que el lector encontrara aqui personajes que ya conocia, pues alguno de ellos ha servido de inspiracion para la realizacion de peliculas, novelas o comics. Sin embargo, incluso en esos casos, dichos heroes o villanos son escasamente conocidos por el gran publico. Es lo que ocurre, por ejemplo, con el sanguinario Lope de Aguirre cuyas atrocidades, cometidas mientras perseguia las legendarias riquezas de El Dorado, han sido objeto de recreacion en dos peliculas - una dirigida por nuestro Carlos Saura, y otra por el aleman Werner Herzog-, novelas como la de Ramon J. Sender y un par de comics. Y a pesar de semejante "cobertura", Aguirre sigue siendo uno de esos grandes desconocidos. En otros casos, los protagonistas de algunos capitulos si han recibido una Mas sonrojante resulta que algunos de estos personajes -nacidos en la "piel de toro" aunque pasaran a la Historia por protagonizar sucesos ocurridos a miles de kilometros de su hogar-, sean mas conocidos en otros paises que en el nuestro, cuando muchas veces sus hazanas deberian llenarnos de orgullo y ocupar no pocas paginas en los libros de texto. Ese el caso, por ejemplo, de algunos exploradores y aventureros como los Anza, originarios de Hernani, cuyas peripecias se conocen al dedillo los estudiantes de secundaria en toda California, Nuevo Mexico y Arizona, y cuyos nombres y apellidos han bautizado no pocas calles, plazas u hospitales de distintas localidades estadounidenses. Cuentan, incluso, con un Parque Natural que lleva su nombre, y que coincide con la ruta que abrieron, atravesando el desierto mientras se enfrentaban a temibles apaches y comanches, desde el norte de Mexico hasta la region de la Alta California. Algo similar sucede con el conquistador Pedro Menendez de Aviles quien, a pesar de haber derrotado con valor y con inteligencia a media flota corsaria francesa del siglo XVI, y haber fundado la primera ciudad de los Estados Unidos de America -todavia hoy en pie, con un fuerte espanol y repleta de calles con nombres de ciudades peninsulares-, es apenas conocido en Espana, a excepcion de su ciudad natal, donde por suerte se recuerdan sus numerosos meritos. En los dos casos anteriores, basta con echar un vistazo a la bibliografia para descubrir con desanimo que la mayor parte de los textos dedicados a uno y otros personajes estan escritos en la lengua de Shakespeare, cuando deberia ser abrumadora la mayoria de los escritos en la de Cervantes. En otras ocasiones, la falta de documentacion es casi total, y solo la suerte o el azar nos permiten descubrir a quien, oculto bajo un nombre nuevo, esconde una figura tan fascinante como la del navarro Pedro Casenave, quien llego a ser alcalde de Georgetown -nucleo de la actual capital estadounidense-, amigo de George Washington y, ojo al dato, la persona que coloco la primera piedra de la Casa Blanca pues, no en vano, era el Gran Maestre mason que dirigio la ceremonia. Todas las historias que protagonizaron los hombres y mujeres que encontrara a continuacion consiguieron emocionarme cuando descubri por primera vez sus conquistas, descubrimientos, aventuras o incluso sus errores. Espero que al pasar pagina, disfrute usted tanto como hice yo al documentarme y al escribir sobre ellos... Zaragoza, a 22 de mayo de 2012 CAPITULO 1 En busca de las huellas de Dios Durante siglos, miles de personas de toda Europa dejaron atras sus lugares de origen con la intencion de iniciar un viaje hacia lo desconocido. Un periplo hasta los santos lugares de sus respectivas confesiones religiosas que, en algunos casos, dejaron recogidos en sus escritos. No fueron pocos los habitantes de la Peninsula Iberica que, ya desde tiempos remotos, se aventuraron en tan arriesgada travesia para conocer los lugares mas piadosos citados en los distintos textos sagrados. Tierra Santa en general y Jerusalen en particular han atraido desde hace siglos la atencion de miles de personas en todo el mundo. Siglos antes de que la peregrinacion hasta Santiago de Compostela cobrara fuerza y protagonismo, peregrinos de distintas nacionalidades, origenes y credos religiosos ya habian iniciado el viaje hasta los santos lugares del Proximo Oriente. En el caso de los viajeros cristianos, el suceso que marco la "explosion" de las peregrinaciones fue el descubrimiento de la supuesta tumba de Cristo (el lugar hoy conocido como Santo Sepulcro) a comienzos del siglo IV, por parte de Santa Helena, madre del emperador Constantino. A este suceso habria que anadir los escritos dejados por San Jeronimo -autor de la traduccion al latin de la Biblia hebrea y griega-, quien seguramente influyo en el afan viajero de muchos devotos con sus textos relativos a los santos lugares. Junto a los textos del santo, que vivio en Palestina entre finales del siglo IV y comienzos del V, se encuentran otros de vital importancia y que fueron escritos por algunos de los primeros peregrinos. Gracias a estos textos, aquellos que se aventuraban por los peligrosos caminos poseian una especie de guia repleta de consejos y descripciones para viajar hasta Tierra Santa. De este modo los arriesgados viajeros tenian en sus manos una ayuda con la que realizar una visita completa a los santos lugares y poder revivir asi los acontecimientos de la vida de Cristo narrados en los Evangelios. Este es el caso de los textos redactados por el anonimo Peregrino de Burdeos [1] y la monja Egeria, que serian usados durante mucho tiempo por los peregrinos siguientes. Y esta aventurera religiosa es, precisamente, la primera de las protagonistas de este libro. Egeria, la monja que desafio a su tiempo Son pocos los datos que poseemos de esta audaz y valiente monja nacida, muy probablemente, en la Peninsula Iberica. Al parecer, Egeria era la superiora de un convento o eremitorio gallego, que en el siglo IV de nuestra era tomo la decision de viajar hasta los santos lugares para visitar en persona los paisajes descritos en el Antiguo y el Nuevo Testamento y describir despues a sus hermanas todo lo que veia a traves de una serie de cartas abiertas que forman su diario. Aunque se desconoce el lugar exacto desde el que comenzo su viaje, parece claro que este se encontraba en Galicia [2] . La narracion de su diario comienza en diciembre del ano 383 y finaliza en junio del 384. Por tanto, en tan solo seis meses recorrio miles de kilometros, unas veces a pie, otras montada a caballo e incluso a lomos de un camello. Su diario de peregrinacion, Itinerarios, permanecio perdido durante mas de quince siglos, hasta que fue encontrado en la ciudad italiana de Arezzo a finales del siglo XIX. Segun se ha podido comprobar, este diario de viaje esta incompleto, ya que faltan las primeras paginas del mismo. Ademas, su autora solo recoge el segundo de los viajes de peregrinacion que realizo a Tierra Santa, ya que segun relata ella misma en el diario, hizo un primer viaje a Jerusalen del que desconocemos todos los detalles. Posiblemente la monja fue contemporanea del hereje Prisciliano y es probable que conociera sus doctrinas, ya que existen varios pasajes en sus escritos que coinciden en su concepcion religiosa con la de este singular personaje de la epoca. Durante su peregrinacion, la religiosa visito templos, eremitorios y los mas variados escenarios biblicos. En cuanto se encontraba en los lugares descritos por las escrituras, la monja gallega se detenia para leer y meditar los pasajes correspondientes a ese lugar. A lo largo de su peregrinaje, Egeria fue encontrandose con las pretendidas reliquias relacionadas con distintos pasajes del Antiguo y el Nuevo Testamento, y asi lo anota puntillosamente en su diario de viaje. Asi, la monja vio conmovida su alma al contemplar la piedra sobre la que Moises quebro las primeras Tablas de la Ley, el horno donde los israelitas fundieron el becerro de oro o la zarza ardiente a traves de la que Dios se manifesto, y que segun la monja aun seguia viva y continuaba echando brotes. En Jerusalen, por ejemplo, Egeria pudo visitar la columna en la que supuestamente habian azotado a Jesus y que <>.

  • El demonio entre las piernas de Cristina Brocos

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    Marta se enamoro, siendo una nina, del cura de su pueblo. Creyo que ese amor se diluiria con el paso del tiempo, pero, como decia la abuela, “el amor, cuando es verdadero, no se olvida, se acrecienta”. Siguiendo los dictados del corazon, que es el unico que conoce el camino verdadero, regreso anos despues, convertida en una mujer de bandera y dispuesta a derribar las Murallas de Jerico. ?Podra el amor luchar contra la fe mas profunda? ?Podra lidiar con todo un pueblo y sus inquinas?

  • Invierno en Las Vegas de Andrea Izquierdo

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    <>. Y por eso no es sorprendente que MEREDITH vaya a ir, aunque si que lo es su propuesta. AVA no puede dejar de pensar que ahi hay algo extrano, por mas que CONNOR intente tranquilizarla y que LILY no desconfie porque lo unico que quiere es no pensar en TOM ni FINN ni XIMENA ni JASMINE, puesto que lo que ha pasado es horrible, atroz, y ?por que OLIVER no puede limitarse a desaparecer de su vida, como parecen haberlo hecho MARTHA y REX? NATE, sin embargo, diria que las personas desaparecen demasiado rapido en comparacion con la huella que dejan.

  • Mi pequeno mundo de Sonia Puente

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    Bienvenidos al mundo de Sophie y Jorge.

  • Trilogia de Auschwitz de Primo Levi

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    <>. Asi comienza Si esto es un hombre, libro que inaugura la trilogia que Primo Levi dedico a los campos de exterminio nazis. Cronica del horror cotidiano, el libro describe en el lenguaje mesurado y sobrio del testigo la espera de la nada, la privacion cotidiana, el olvido de la condicion humana de los prisioneros.

  • El amor no pide permiso (Amores a flor de piel 2) de A.m. Silva

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    Helena es la madre de Sofia y Fabricio, dos mellizos que son sus tesoros mas preciados. Ella es una mujer fuerte y luchadora que, tras haber estado casada durante seis anos con un hombre egoista, despotico y manipulador, finalmente se ve libre para ser ella misma.
    Jose es el guardaespaldas de su hermana Alicia, un hombre decidido y obstinado al que, cuando tiene un proyecto entre manos, no le importa emplear cualquier tipo de artimana para lograr su objetivo.
    Pero ninguno de los dos contaba con que el amor es caprichoso y no pide permiso para entrar, y basto una sola mirada para que ambos cayesen rendidos a su poderosa fuerza.
    Sin embargo, en la vida todo error tiene consecuencias. ?Podra el amor vencer al engano, a la mentira y a la constante presencia de un exmarido nocivo y danino?
    ?Te quedaste con ganas de conocer la historia de Helena y Jose, dos de los entranables secundarios de Cuando dejes de huir? ?Te apetece saber que ocurrio la primera vez que se vieron?
    Una novela llena de encuentros y desencuentros, con una gran historia de amor, llena de pasion, de deseo, de intriga, de odios y...
    Si quieres saber mas, tendras que adentrarte en las paginas de El amor no pide permiso, cuyos protagonistas te seduciran.

  • El abismo de la mente de Olivia Ortiz

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    Marie Odette a sus padres mato, con un hacha las cabezas corto, en las manos se las dejo, a observarlos ella se sento…

  • Pellizcos de Navidad de Lara Rivendel

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    Dejo el movil en la mesa, aparto la cortina y me asomo a la ventana. La misma estampa de cada ano por estas fechas, desde hace... <> Las luces de Navidad de la Gran Via brillan creando una serpiente azulada que baila alegre sobre los transeuntes. Yo, desde luego, este ano no estoy para bailes ni para fiestas. --Seguire empaquetando --me digo. Suspirando, dejo caer la cortina y vuelvo al trabajo. Mientras espero a que los posibles compradores --una pareja con los suenos intactos y toda la vida por delante-- vengan a ver el piso, voy guardando en cajas los objetos de los que no soy capaz de desprenderme. No me cunde nada porque, en realidad, no quiero acabar de empaquetar las cosas que Enrique y yo hemos acumulado a lo largo de estos veinte anos. Bueno, las que el no se ha llevado, que son casi todas. El doctor Enrique Guerra, mi aun marido aunque por poco tiempo, se llevo lo que le cupo en dos maletas y no parece tener prisa por llevarse el resto. Tomo el volumen de Guerra y Paz que me regalo durante nuestra primera cita y sonrio. Aunque me resisto, no puedo evitar abrirlo y leer la dedicatoria. <> Suspiro. Enrique es el hombre menos romantico que he conocido, pero en la primera cita se lucio. A mis veintiun anos, con mi titulo de enfermera recien estrenado bajo el brazo, que el medico mas guapo del hospital me invitara a cenar fue un sueno hecho realidad. Tan embobada estaba que, cuando poco despues descubri que estaba embarazada, no entendi las caras de horror de mis amigas. Por supuesto no quise escuchar a las que me aconsejaron que me esperara un tiempo antes de ser madre. Me decian que antes de sentar la cabeza tenia que disfrutar de la vida, viajar, salir de noche... Otras me decian que Enrique me dejaria cuando se enterara; que lo mejor que podia hacer era librarme del bebe y no decirle nada. Pero, aunque era muy joven, cuando la vida me puso ante una encrucijada, tuve muy claro lo que tenia que hacer. 7 Dos dias mas tarde compartia guardia con Enrique. Aguarde a un momento de tranquilidad; le dije que lo esperaba en el dormitorio del personal y cuando el llego, ilusionado ante la idea de un revolcon a medianoche, le comunique que estaba embarazada y que pensaba traer a ese nino al mundo. Le dije que el bebe era suyo, pero que si no habia sitio para el en su vida, no lo forzaria a aceptarlo. Eso si, si no tenia sitio para nuestro hijo, evidentemente tampoco lo tenia para mi. Enrique tardo unos segundos en asimilarlo. Aunque es seis anos mayor que yo, todavia no se habia planteado formar una familia, pero reacciono mucho mejor de lo que me habia imaginado. Me dijo que no estaba enamorado de mi, pero que yo le gustaba mucho y que no podria vivir tranquilo sabiendo que un hijo suyo crecia sin padre. Si tenia suficiente con esa base, me ofrecia su nombre y su proteccion para mi y para el bebe. En aquel momento, me parecio lo mas romantico que me habia pasado en la vida; una declaracion propia de una novela de Jane Austen. Estaba segura de que, con el tiempo, Enrique se enamoraria de mi como yo lo estaba de el y que, una vez que el bebe llegara al mundo, nuestra felicidad seria completa. El embarazo fue bueno y el pequeno Enrique, un regalo del cielo. Fue el bebe mas bonito que ha pasado por el hospital. Siempre que puedo, me paso por la nursery para ver a los recien nacidos y hasta ahora ninguno lo ha superado. Y no es amor de madre, ?eh? Es que mi Quique es guapo a rabiar. <>. Dejo el libro en la caja y voy al dormitorio de Quique, pero los recuerdos me persiguen alla donde vaya. Cuando se me termino el permiso por maternidad y volvi al hospital, note que algunas companeras cuchicheaban a mis espaldas. Mi amiga Lola me conto que una enfermera que habia entrado a trabajar durante mi ausencia iba presumiendo por ahi de acostarse con Enrique durante las guardias. Aquella noche se lo pregunte a el directamente. Aunque lo nego, su cara me dijo que algo habia habido. Segui adelante por nuestro hijo y, vale, si, porque seguia loca por mi marido. Enrique ha sido el unico hombre de mi vida; no me puedo imaginar la vida sin el. ?Que sentido tiene ahora la Navidad? Y luego vendra mi cumpleanos, y luego el suyo, y en verano... ?que hare durante un mes entero de vacaciones? Noto que empieza a faltarme el aire y, siguiendo las instrucciones de la psicologa del hospital, me siento en la cama y respiro hondo. 8 <>, me dijo. <> --!Que facil es decir eso cuando se esta bien! ?Como voy a disfrutar de esto? !Mi vida es una mierda, estoy sola y acabada! Tengo mas desconchones que la pared del lavadero. Y dentro de dos meses me caen los cuarenta; solo me faltaba eso, ya nadie me va a querer. Noto que las dichosas lagrimas vuelven a aparecer. ?Es que no se cansan nunca? Estoy harta de llorar, estoy harta de mi. No me extrana que Enrique y Quique se hayan marchado; si yo pudiera, tambien me abandonaria. Me seco los ojos, me levanto y me acerco a la estanteria. Cojo una foto enmarcada de mi hijo celebrando un triunfo deportivo y le doy un beso. Siempre ha sido muy deportista, como su padre. El momento en que nos anuncio que le habian concedido una beca para estudiar Medicina en Canada fue el principio del fin. Enrique lo felicito dandole palmadas en la espalda. Hacia tiempo que no lo veia tan contento. Me imagine que seria orgullo de padre al ver que su unico hijo seguia sus pasos. Yo lo felicite, claro, que iba a hacer, !se le veia tan ilusionado! Pero mi alma empezo a gritar en silencio y, desde entonces, no ha parado. Queria gritar que no, que no se llevaran a mi pollo, que aun era muy pequeno para saltar del nido y que !como iba a vivir en Canada con lo frios que tiene siempre los pies en invierno! Vuelvo al comedor, monto un par de cajas de carton mas con ayuda de cinta de embalar y vuelvo a la habitacion de Quique para guardar los albumes de fotos. <> El anuncio de Quique fue solo el primer capitulo de la novela El otono en que Paz perdio la paz. Cuando Enrique y yo dejamos a nuestro pequeno --ya no tan pequeno-- en el control de seguridad del aeropuerto, el me invito a tomar algo en la cafeteria. Me extrano que no esperara a llegar a casa para comer, pero pense que los nervios le habrian dado hambre. Cuando nos sentamos, me dio un panuelo y me solto a bocajarro que queria el divorcio. No fui capaz de hablar; el shock me dejo muda. Enrique tendra sus cosas, pero de tonto no tiene un pelo. Lo habia planeado todo perfectamente. Sabia que el disgusto por la marcha de Quique me dejaria en K.O. emocional y que no me quedarian fuerzas para montarle un numerito en publico.

  • Monica sin frenos de Elsa Tablac

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    La doctora Monica Arqueros entreabrio los ojos aquella manana y lo primero que penso fue que habia demasiadas respiraciones en esa habitacion. Sintio la punzada resacosa entre las cejas y noto un excesivo calor humano a izquierda y derecha. Tardo varios segundos en darse cuenta de que esa no era su cama. Esto no era ninguna novedad. Lo de tardar en ubicarse, quiero decir. Solia tener algunos problemas para situarse al abrir los ojos todas las mananas, debido a su sueno profundo. Pero alli no habia ningun equivoco. Esa manana se desperto acompanada de dos hombres. Otra vez. A su derecha dormia Raul. A su izquierda, Martin. Era la tercera vez, el tercer viernes consecutivo, que aquello sucedia y un torbellino de pensamientos la azotaba en los dias posteriores. Aquel sabado se habian despertado en casa de Martin. Era un apartamento enorme situado en el centro de la ciudad, en pleno Eixample barcelones, no demasiado lejos de donde Monica vivia. Sin embargo, y a pesar de que su piso no estaba nada mal, el de Martin era mucho mas impresionante y, desde luego, demasiado grande para una sola persona. De las conversaciones veladas que mantuvieron aquellos dias, dedujo que se trataba de una herencia familiar, gracias a un comentario fugaz de el, que venia a decir algo asi como que con su sueldo de bombero nunca hubiera podido acceder a aquel impresionante apartamento con toques modernistas. Monica volvio a cerrar los ojos y percibio claramente los ronquidos de ambos. Hundio el rostro en la almohada y trato de relajarse. Tal vez no era tan mala idea dormir un rato mas y, con toda probabilidad, disfrutar de una buena sesion de sexo cuando los chicos se despertasen. Aunque no eran precisamente madrugadores. Levanto la cabeza y echo un vistazo al despertador que habia sobre la mesilla de noche de color blanco nacarado. Eran las ocho y diez. Ella era super madrugadora, rara vez se levantaba mas tarde de las siete y media. Se giro y encaro a Raul --ya no tenia ningun problema en reconocerse a si misma que era su favorito de los dos, a pesar de que primero habia conocido a Martin--. Acerco su cuerpo desnudo al de el debajo de las sabanas, buscando su calor. Repto hacia el hueco que quedaba entre su cuello y la almohada y espero acontecimientos, pero el ni se inmuto. Acerco su mano al miembro de el, semierecto y lo acaricio. Nada. Cinco minutos despues, Monica decidio escapar de aquella cama y de aquella casa y aprovechar la manana. En medio como estaba de los dos bomberos, iba a ser muy complicado salir de ahi sin despertar al menos a uno de ellos. Y aquellos despertares eran lo que peor llevaba de la absurda situacion en la que se habia visto envuelta. Absurda pero demasiado irresistible. Reunio toda su energia matutina y salto por encima de Raul. Empezo a vestirse en silencio. Localizo rapidamente toda su ropa interior, los vaqueros y la blusa que se habia puesto para aquel tercer encuentro a tres bandas. En ese momento se sintio como una "ninja" del amor y casi solto una risita ante su propia ocurrencia. Se coloco las zapatillas deportivas y se dirigio al salon, donde se sento un momento en el brazo del sofa para abrocharse los cordones. Cuando se incorporo, se encontro con la mirada escrutadora de Raul, que la habia seguido hasta el salon nada mas levantarse. --?Huyendo a escondidas, doctora? Ella sonrio y enseguida sintio que sus mejillas se encendian. A el le habia dado tiempo de colocarse unos calzoncillos slip negros y ajustados y estaba plantado delante de ella como la tentacion que era. Monica se incorporo y el se acerco para abrazarla. Entonces sucedio algo que la desconcerto, porque Raul la beso de forma inequivoca, entreabriendo los labios con su lengua y entreteniendose mas de lo normal, aprisionandola entre sus biceps. Mmmmm, ?realmente queria marcharse? En el momento en que sus cuerpos se separaron, ella completamente vestida y el semidesnudo, Monica se dio cuenta de que era la primera vez que Raul y ella estaban solos de esa forma, compartiendo cierta intimidad. Miro hacia la puerta del salon, esperando que Martin apareciese de un momento a otro y les interrumpiera, pero no lo hizo. Seguia durmiendo. Raul tambien habia salido a hurtadillas de la habitacion. --Me gustaria quedarme un rato mas, pero tengo que irme. He de hacer unos recados. --?Un sabado a las ocho de la manana? Pense que podriamos salir a desayunar -- contesto el, aun sin dejarla marchar y sin perder aquella sonrisa que la estaba volviendo loca por momentos. Monica levanto las cejas en senal de sorpresa. Si que era cierto que los tres habian compartido un desayuno frugal los dos sabados anteriores, pero se habia limitado a un poco de fruta, cafe y tostadas, lo que tenian respectivamente en casa de Martin y en la suya propia. En ningun momento se habian dirigido al piso en el que vivia Raul. Pero, ?lo estaba entendiendo bien o le estaba proponiendo que fuesen ellos dos solos a una cafeteria? La doctora reculo:--Bueno, suena muy tentador, pero Martin se pasa las mananas del sabado durmiendo y yo…soy bastante madrugadora. El le confirmo sus sospechas: --No, dejemoslo que duerma. Me refiero a salir a desayunar nosotros... tu y yo. Me visto en un momento y vamos a algun sitio por aqui cerca. ?Que te parece? --Me encantaria, de verdad. Pero no puedo entretenerme mas hoy. Y bueno, lo de anoche, estuvo genial, pero creo que no puedo comprometerme todos los viernes...-- lo aparto suavemente y se acerco a uno de los taburetes de la cocina para recoger su chaqueta y su bolso. El gesto contrariado de Raul no le paso desapercibido, pero por suerte, el no insistio. Tal y como se habian desarrollado los acontecimientos, no podia permitirse en aquel momento un signo de debilidad. A pesar de lo comoda que estaba su lado, se sentia "rara" dejando fuera a Martin. --Entiendo. ?Hablamos esta semana? --Claro, hablamos --contesto ella. --Vale. Te llamo, entonces. Aquello empezaba a ser raro. En ningun momento le habia dado a Raul su telefono. El punto de contacto entre ambos nunca habia dejado de ser Martin, que seguia durmiendo a pierna suelta. De repente sintio que la temperatura de aquella casa subia y subia. Monica necesitaba aire. Le dio a Raul un beso en la mejilla y salio rapidamente del apartamento, buscando la calle con cierto desespero. ?Como has podido meterte en semejante berenjenal? Fue lo primero que penso Monica cuando llego al portal del edificio y salio por fin a la calle. Para colmo, esperaba que el sol le diera de lleno en el rostro y se encontro con una poderosa nube que amenazaba tormenta. Echo a andar sin mirar atras, aunque tampoco esperaba que Raul la estuviese siguiendo, la verdad. La doctora echo mano del metodo cientifico para analizar la situacion. Las cosas estaban asi. Habia empezado a tontear con Martin hacia unos meses. Lo conocio a traves de "una conocida aplicacion de contactos", que era la expresion que usaba habitualmente cuando alguien osaba preguntar y a ella no le apetecia resumir todo en una palabra (que no era otra que Tinder). Habian quedado en un par de ocasiones, un par de cenas aqui y alla, unos cocteles en dos o tres bares de moda, unas sesiones de mantita y Netflix y, cuando todo parecia que estaba mas o menos encaminado a convertirse en algo serio, o al menos "en algo", Martin desaparecio del mapa. Dejo de contestar a sus mensajes. Muerto. Devorado por un tiburon. Atropellado por un autobus. A partir de entonces, Monica lo dio oficialmente por desaparecido y procedio a cambiar su nombre en la agenda telefonica de su movil. Martin paso a ser "Ryan Ghosting". ?Que paso despues? Bien, lo que os podeis imaginar… La doctora Arqueros se entretuvo con su ajetreada actividad profesional como dermatologa, consultora cosmetica, fan de las sesiones de pilates, y deslizadora de fotos de hombres en la "conocida aplicacion de contactos" y se olvido por completo de que este chico, Martin, 37, bombero, existia sobre la faz de la tierra. Existe una fuerza sobrehumana, algo energeticamente dificil de explicar, que hace que los hombres regresen de entre los muertos una vez ha pasado un tiempo prudencial y olisquean desde una inexplicable distancia que ya has pasado pagina. En efecto: un buen dia, Ryan "Martin" Ghosting resucito en forma de mensaje de Whatsapp. ?Que hacer ante tal desgracia? Lo logico, lo que hay que hacer SIEMPRE en esta situacion tan desconcertante, sin dudar, repetimos; SIEMPRE; es borrar el susodicho mensaje y hacer como que nunca ha existido. Y para ya rozar la perfeccion, lo ideal es bloquear al muerto viviente en cuestion en tu agenda del telefono. Pero para ser sinceras, Monica habia retomado sus flirteos bastante rapido y no le afecto demasiado esa reaparicion estelar de Martin. Habia estado desaparecido exactamente cinco semanas. Y el muy capullo sabia que habia obrado mal, pero escurrio el bulto con cierta torpeza, alegando un viaje de trabajo. Si, era bombero y no habia ido a apagar fuegos al Amazonas, pero si puso como excusa un viaje a Brasil para participar en un simposio internacional de apagafuegos. En definitiva, era una excusa aparatosa, pero Monica lo paso un poco por alto.

  • El instante de peligro de Miguel Angel Hernandez

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    Una sombra inmovil proyectada sobre un muro en mitad de un bosque. Eso es lo que muestran las extranas peliculas anonimas que han llegado al correo del profesor MartinTorres. La remitente, la joven artista Anna Morelli, las ha encontrado por azar en un anticuario de New Jersey y pretende utilizarlas para su nuevo proyecto artistico en el Clark Art Institute de Williamstown, institucion de la que Martin fue becario hace mas de diez anos. Lo que Anna le propone no puede ser mas atractivo: volver un semestre al Clark para escribir sobre las peliculas y dotar de historia a unas imagenes sobre las que nada se puede saber.

  • La corte de los espejos, Concepcion Perea de Concepcion Perea

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    Una novela de fantasia repleta de accion y aventura donde, por fin, se acabaron las hadas buenas.

  • SANGRE DE REYES (Alastir 2) de Miguel A. Fuentes

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    Muchos lo pintan como una leyenda. Otros como un vagabundo que recorre los caminos sin un lugar en el que caerse muerto. Pero si hay algo de cierto en todos los rumores e historias, es que nadie sabe quien es realmente el solitario encapuchado que deambula por el mundo con una espada oxidada cenida a la espalda a quien recurres cuando todas las demas opciones han resultado infructuosas. Muy pocos tientan a la suerte de contar con alguien que no reconoce ni a dioses ni a reyes, alguien capaz de burlar a la propia muerte.

  • Amy (Senoritas Britanicas 3) de Scarlett O'connor

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    Una historia que derriba los prejuicios y escribe con sus escombros el mas bello amor.
    -Melanie Rogers.

  • El bosque oscuro (Trilogia de los Tres Cuerpos 2) de Liu Cixin

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    La esperada continuacion de El problema de los tres cuerpos, el mejor libro de ciencia ficcion y fantasia de 2016 segun El Periodico, y uno de los diez mejores libros de ficcion de 2016 segunPlayground.

  • La suerte de haberte conocido de Ciara Giannetti

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    Mia es una chica de veinticuatro anos con muchisimos objetivos por alcanzar. Desde hace ano y medio sufre un trastorno generalizado de ansiedad que le ha hecho perder su esencia e incluso las ganas de seguir viviendo. Sin embargo, en una de sus visitas al psiquiatra conoce a un medico un tanto peculiar que le hara ver la vida desde otra perspectiva… Si quieres saber mas sobre esta historia, !solo tienes que leerla!

  • Oblivion, Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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    En el preciso momento en que Katy Swartz se instalo en la casa de al lado, supe que iba a traerme problemas. Muchos problemas. Y problemas es lo ultimo que necesito, sobre todo teniendo en cuenta que no soy exactamente de por aqui. Mi gente llego a la Tierra desde Lux, un planeta a trece billones de anos luz. Si algo he aprendido en este tiempo, es que no se puede confiar en los humanos. Los asustamos. Podemos hacer cosas que ellos ni siquiera pueden sonar, y la verdad es que a nuestro lado parecen muy debiles. Y lo son. Pero Kat esta acercandose a mi de una manera que nadie lo ha hecho antes, y no puedo evitar querer estar cerca de ella y usar mis poderes para protegerla. Ella me vuelve debil, y no puedo permitirmelo. Mi obligacion es ser fuerte y defender a los mios. Una simple chica... puede significar el fin para nosotros. Porque los Luxen tenemos otro gran enemigo, los Arum, y debo estar muy atento. Enamorarme de Katy, una humana, no solo la pone a ella en peligro. Pone en riesgo la vida de todos a los que quiero, y eso es algo que no puedo dejar que ocurra... Empieza a leer la saga Lux desde el punto de vista de Daemon Black.

  • El ultimo paciente del doctor Wilson de Reyes Calderon

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  • Huyendo del pasado de Oliver Cruz

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    Tras un tormentoso pasado, Laurence deja atras su pais para establecerse en Los Angeles. Una galeria de arte local se interesa por el ermitano pintor. Accede, sin importarle las condiciones. Pero su vida cambiara por unos sucesos que sacaran a la luz, de nuevo, esos trastornos psicologicos del pasado de los que queria huir.

  • La fragil belleza del cristal de Amy Harmon

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    Una novela poderosa llena de amor, dolor y esperanza Italia, 1943. Alemania ha ocupado la mayor parte del pais y la poblacion judia corre un grave peligro. Eva Rosselli y Angelo Bianco se criaron como si fueran de la misma familia y el amor no tardo en llegar, pero las circunstancias y la religion los separaron: a pesar de sus sentimientos por Eva, Angelo decidio hacerse sacerdote. Ahora Eva es una mujer perseguida por la Gestapo y Angelo la esconde en un convento. Alli, mientras esperan a que llegue la ayuda que les salvara la vida, Eva y Angelo sobreviven a un peligro tras otro hasta enfrentarse a la eleccion mas dura de todas.

  • La monarquia del miedo de Martha C. Nussbaum

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    La globalizacion ha producido sensaciones de impotencia en millones de personas en Occidente. Ese sentimiento de indefension genera resentimiento y un afan por buscar culpables. Se culpa a los inmigrantes. Se culpa a los musulmanes. Se culpa a otras razas. Se culpa a la elite cultural.

  • La asistente del diablo (Reinos oscuros 1) de Hd Smith

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    Despues de cinco anos de trabajar con el Diablo, Claire Cooper cree que, fuera de eso, vive una vida normal. Hasta que se ve en peligro por un asesinato que no cometio.
    Desesperada por salvar su vida y su alma, entra al Purgatorio, pero tiene un conflicto con la Reina Pagana. Ella tiene sus propios planes y utiliza a Claire para vengarse del Diablo. Claire averigua que cada soberano compite en una carrera por descubrir a "la chica" de la profecia, que arreglara el tiempo.
    A medida que Claire destapa pistas sobre el verdadero asesino, ella se da cuenta de que debe ser mas lista que los hijos del Diablo, o terminara prisionera en el Purgatorio para siempre.

  • La fragancia de lo infinito de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Hay algo mas irresistible que el amor?

  • El despertar del lobo de Lola P. Nieva

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    El viento soplaba con fuerza, sacudiendo violentamente las contraventanas de madera de cedro y produciendo un golpeteo ritmico que, sumado al afilado silbido del viento, hizo que me arrebujara bajo el mullido nordico que me cubria. Sonrei satisfecha, pues, apenas unas horas antes, un nordico, no tan mullido, habia desgastado mi cuerpo con un placer agonico que parecia no tener fin. Ya no solo gozaba de sus caricias, de sus miradas, de sus palabras, de su presencia, gozaba del aura de su alma, de esa calida e intensa conexion que nos unia con fuerza arrolladora. No importaba el tiempo que estuvieramos juntos, las veces que nos amaramos, la felicidad compartida; aun asi, nuestro anhelo permanecia desesperado y hambriento. El dolor y la desolacion por nuestra abrupta separacion habian marcado a fuego nuestros corazones con un temor dificilmente olvidable. De ese modo, viviamos cada minuto con pasion e intensidad abrumadora, conocedores de los caprichos del destino. Habia transcurrido algo mas de un ano desde nuestro reencuentro y cada instante a su lado era un regalo divino que agradecia casi de manera incesante. Hoy se celebraba nuestro primer aniversario de boda. Al pie de un hermoso acantilado, escarpado, verde e impresionante, sobre el fiordo que se habia convertido en nuestro hogar, volvimos a unir nuestras vidas, pronunciando unos votos con la voz del corazon y la fuerza del alma, frente a un clerigo al que ni miramos, y frente a un escaso publico que casi ni percibimos. Gunnar y yo, yo y Gunnar, eso era suficiente para ambos. Todavia sentia en mi piel la mirada de aquellos hermosos ojos verdes, cargados de un amor tan profundo como aquel fiordo, que presenciaba un rito tan anejo como los tiempos: la fusion de dos almas predestinadas, vapuleadas y recompensadas. Ambos ibamos vestidos con ropa informal; eso si, blanca, como las paginas que deseabamos escribir en nuestra nueva vida juntos. Mi gallardo vikingo cortaba el aliento aquel dia. Su cabello rubio oscuro sujeto en una coleta baja dejaba bien a la vista sus marcadas facciones, la masculinidad de su pronunciado menton, su amplia boca, definida, de labios delgados, su nariz recta y sus altos pomulos. Y aquellas gemas verdes, alargadas y brillantes que refulgian dichosas bajo la luz de un sol adormecido. Recorde vividamente el beso ansioso y brutal con el que sellamos nuestro vinculo. Como su lengua desesperada buscaba la mia, con la misma hambre del primer dia, cuando yo era su esclava en aquel tiempo tan lejano y tan cercano a la vez. Ahora sabia que, en realidad, ambos fuimos esclavos de un destino incierto y de un amor imborrable. --Un ano, amor mio, el primero de tantos. Su voz, grave y susurrada, aun quebrada por el sueno, desperto cada fibra de mi ser. Ya volvia la cabeza hacia el cuando se abalanzo sobre mi y, cubriendome con su cuerpo, me inmovilizo, pegando su rostro al mio, nariz con nariz, con las miradas entrelazadas, en silencio, mientras nuestros ojos conversaban. Entreabri los labios y me los humedeci, plenamente consciente de la atencion que aquel gesto provocaba. --Eres una inconsciente --ronroneo. --?Tu crees? --Aja, no es muy sensato tentar a un leon hambriento. Los largos mechones de su cabello ocultaban parcialmente su rostro, pero el ojo felino que asomaba brillaba maliciosamente seductor. --Recuerda que yo tambien tengo dientes --murmure provocadora. Gunnar esbozo una media sonrisa picara y sacudio la cabeza, agitando su cabello. --Aaaarrrggggg... --gruno--; estoy mas que preparado para la pelea, loba mia. Rei y le ensene divertida los dientes. Gunnar atrapo mis munecas por encima de mi cabeza, hundiendolas en la almohada, y presiono sus caderas sobre mi vientre; adverti al instante que no fanfarroneaba. --Sin duda tienes el coraje de un guerrero --musite divertida-- y la vitalidad de un dios. !Ja, ja, ja, ja, ja!, no puedo creer que te queden fuerzas, anoche batimos todos los records. Gunnar nego con la cabeza con vehemencia, con una amplia sonrisa jugueteando en sus tentadores labios. --Anoche --hizo una pausa intencionada mientras hundia su nariz en mi cuello-- fue anoche; acaba de amanecer, con lo que ya es otro dia, y si, soy un guerrero, con la suerte de un dios, pero en realidad solo soy un pobre y necesitado hombre enamorado. Su aliento calido acaricio mi piel. Suspire. Irguio de nuevo la cabeza para mirarme. Su intensidad me seco la garganta. Durante un largo instante, mis ojos quedaron atrapados en los suyos, como presos de un hechizo que detenia el tiempo, que nos alejaba del mundo. Senti como mis latidos cambiaban bruscamente de ritmo, acelerados y desacompasados. --Gunnar --gemi suplicante. Su mirada se prendo en mi boca, una chispa de puro deseo la encendio y entreabri los labios desesperada por recibir su primer asalto. --!Loba! --gruno ardiente. Su boca se cernio hambrienta y furiosa sobre la mia. La invasion fue brusca, dura, desesperada. Su lengua sedosa y dominante paladeo cada recoveco de mi boca. Lamia, succionaba, mordia, arrancandome gemidos sofocados. Sus manos tremulas e inquietas se deslizaron hasta mis pechos desnudos, amasandolos con hosquedad, mientras su cadera danzaba sobre mi, frotando su dureza calida y palpitante. Lleve mis manos liberadas hacia la cinturilla elastica de su pantalon de pijama y las infiltre bajo la tela. Aprete, extasiada, sus duros gluteos, hundiendo apenas mis unas en su piel. Gunnar libero un largo grunido al tiempo que arqueaba su espalda. Se medio incorporo apoyado en las palmas de sus manos. Admire la musculosa complexion de su pecho, la pronunciada curvatura de sus poderosos hombros, las delineadas formas de sus biceps en tension, sus vastos antebrazos venosos, la dureza remarcada de su vientre y el orgulloso mastil de su deseo abultando la bragueta de su pijama. Gunnar solia dormir con el torso desnudo y un fino pantalon de algodon, sin ropa interior. Resultaba imposible no seguirlo con la mirada cuando deambulaba por la casa de esa guisa. Era el hombre mas condenadamente sexi que existia sobre la faz de la tierra, con ese atractivo salvaje y natural que exhibia con elegante indolencia, desconocedor de su propio magnetismo animal. No habia mujer que resistiera el impulso de volverse a mirarlo, pero, por fortuna, mi hermoso vikingo solo tenia ojos para mi. Tire con fuerza del pantalon, liberando su majestuosa exigencia, altiva y pesada, que basculo apuntando directamente su objetivo. Sonrei libidinosa, el deseo me consumia. Gunnar se coloco entre mis piernas; una densa humedad emergio anticipando la incursion. Acaricie sus abultados hombros, sostuve su ignea mirada y con total premeditacion alce la cadera en muda invitacion. Sin embargo, el permanecia estatico, erguido sobre mi, con los brazos tensos, sus ojos devorando mi rostro con una extrana expresion extasiada. --Adoro saborear cada uno de tus gestos, esas chispas que despiden tus hermosos ojos dorados, la sutil tension de tu rostro, la avida plenitud de tus labios que parecen pedir a gritos que los devoren, la suplica desgarradora de tu mirada, la sensual ferocidad de tus caricias. Pero ?sabes que es lo que mas me subyuga? --inquirio en un susurro quedo y grave. Negue con la cabeza, cada vez mas urgida por el deseo palpitante que punzaba mi vientre. --La musica que componen tus gemidos; no tienes idea de la cantidad de sonidos diferentes que emites cuando te poseo, podria tener un orgasmo solo escuchandote. De repente, la loba traviesa y juguetona de mi interior surgio dominando la situacion. --Veamos si eso es verdad --musite con una sonrisa insinuante. Gunnar abrio los ojos claramente confundido, pero cuando vio que metia en mi boca dos de mis dedos y los saboreaba con fruicion, un deseo acuciante oscurecio su mirada. Sin apartar mis ojos de los suyos, lleve mi mano hacia mi sexo, decidida a procurar un momentaneo alivio al anhelo que sacudia mi cuerpo. Gemi a la primera caricia, me mordi el labio inferior y me contonee contra mi propia mano. --No cierres los ojos, !mirame! --me ordeno. Asi lo hice mientras gozaba de mis propias caricias bajo la atenta y sufrida mirada de Gunnar. Jadeaba cada vez con mayor intensidad; el placer me sacudia, y ver la tortura y la contencion en sus ojos acrecentaba mi placer, aumentando el ritmo de mis caderas. Casi llegando al climax, Gunnar me detuvo. --Ese premio es mio. Se deslizo raudo entre mis piernas y su lengua termino lo que mi mano habia empezado. Mis gemidos ya eran gritos de placer desquiciante, la voracidad de su lengua estaba acabando con mis sentidos. Estalle en un orgasmo burbujeante que convirtio mis venas en rios de lava. La tension se disipo en una laxitud agradecida, y flote en una nube distendida y mullida, de autentica ingravidez. --Deliciosa --murmuro mientras se incorporaba. Se alzo nuevamente sobre mi, regalandome una sonrisa lujuriosa e incitante. --Has tentado demasiado al leon, loba, no tendre piedad de ti. --No quiero tu piedad --gemi, con voz ronca y sensual--, quiero que me destroces como la bestia que eres

  • Maldita Suerte de Susana Aragon

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    Rebeca es una estudiante de arquitectura que trabaja como camarera en un local dedicado al baile de salon. Ha huido del amor durante mucho tiempo, de la idea que representa estar enamorada. Esto cambia cuando el egocentrico, chulo e insoportablemente irresistible dueno de Arquitecturas Torres entra en su clase una manana, provocando una lucha en su interior que pondran a prueba algunos de los principios con los que cada uno rige su vida.

  • Ahora eres Mi Jefe de Emma K. Johnson

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    Juntos viviran un amor que ni el tiempo borrara.

  • El placer de Tuya de Noelia Garcia-munoz

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    "Que el cordero haga uso de su juego a traves de sus carnes"