• hablame de nosotros libro - Sara Ventas

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    Rebeca Madrid, 11 de noviembre Oigo el leve sonido de un burbujeo ritmico a mi derecha, amortiguado ahora por la voz procedente de una megafonia lejana. Se que es de dia, noto el resplandor a traves de mis parpados. Pero no logro abrir los ojos, parecen haberse pegado en la raiz de las pestanas. Tampoco mi boca quiere reaccionar a mis ordenes, y siento la lengua acartonada y aspera. Necesito agua. ?Estare sonando? Quiero despertar y beberme un litro del tiron. ?Por que tengo tanta sed? Tambien me invade una inquietud de algo pendiente, como si tuviera que hacer algo o levantarme enseguida porque llego tarde a algun sitio; aunque no se adonde, es tan solo una sensacion que me oprime el pecho. Pero no puedo hacer nada. ?Sigo sonando? --Creo que se esta despertando. Escucho a mi alrededor una voz masculina y desconocida. Quien sea que habla me ha cogido la mano derecha. Me agarro a la suya como si de un bote salvavidas se tratara; o eso creo, al menos, no tengo fuerzas y apenas puedo estirar los dedos. --Parece que si --responde ahora una mujer en tono alegre, parece muy joven por su timbre de voz--. No se mueva de aqui, voy a avisar al doctor. <>. --No, mejor quedese usted --responde el hombre y suelta mi mano al mismo tiempo--. Sabra actuar mejor que yo en caso necesario. Aviso a sus companeros. --Vale. Tranquilo, no te preocupes --le contesta ella con la misma voz dulce--. Rebeca, ?puedes oirme? --se dirige a mi ahora, creo que nos hemos quedado a solas. <>, quiero responderle, pero las palabras se niegan a salir de mi boca. --?Ha despertado? --dice otra voz femenina, distinta a la anterior y mas profunda. --Ha abierto un poco los ojos --responde ella--. Creo que le molestaba la luz. Consigo abrirlos finalmente, aunque veo algo borroso y noto un leve mareo que me obliga a cerrarlos de nuevo. --?Cuando se le ha retirado el oxigeno? --Ayer a ultima hora. Parpadeo varias veces antes de volver a enfocar la mirada. Han bajado un poco la persiana y la luz de la estancia es menos agresiva. --?Puedes hablar? --La nueva voz se dirige a mi. Es una mujer de unos cincuenta anos y, por el uniforme que lleva, deduzco que se trata de una enfermera tambien. --A... --consigo articular. --?Recuerdas tu nombre? <>. --Ag... --Creo que necesita agua --afirma--. El doctor vendra enseguida. Me acerca un vasito con un dedo de agua o menos. --Poco a poco --me dice, quitandomelo enseguida. --Buenos dias, doctor --saluda la que estaba conmigo desde el principio--. Le hemos dado un poco de agua. Solo hace unos minutos que ha despertado. --Abandona la habitacion tras comunicarle la situacion al medico, mientras la otra enfermera no para de toquetear las bolsas del suero. --?Sabes donde te encuentras? --me pregunta el doctor, apuntandome con una luz a los ojos. --?En un hospital? --Esta vez logro articular las palabras sin dificultad. --?Recuerdas que tuviste un accidente? --Me sujeta delicadamente por los hombros, impidiendo que me incorpore--. No intentes levantarte, aun es demasiado pronto. --?Un accidente? --Ibas en un coche camino del aeropuerto, segun nos conto Ivan --responde mientras va anotando algo en lo que supongo que sera mi informe medico--. ?Recuerdas algo de eso? --?Ivan? --Si. --Ha dejado de escribir y me mira con atencion ahora--. No te preocupes, esta aqui. --No conozco a ningun Ivan. --Entiendo --dice con una voz que me transmite serenidad, a pesar de que estoy comenzando a alterarme. No consigo recordar que clase de accidente me ha traido hasta aqui--. ?Sabes que dia es hoy? --me pregunta. --No estoy segura del dia, pero... mediados de enero, supongo. La enfermera me esta mirando de un modo extrano. --Dile que entre, por favor --se dirige a ella--, tal vez sufra amnesia postraumatica. --?Amnesia? --replico, algo confusa o mas bien esceptica--. Eso es imposible. Se perfectamente quien soy. Me llamo Rebeca Escudero, vivo en Ibiza, trabajo en Inmosunny... Podeis llamar a mi companera Ines, ella podra confirmarlo todo desde la oficina --les explico, entusiasmada por la idea de que ella lo corrobore--. Trabaja conmigo. ?Hoy es domingo? <>. --Jueves. --Tengo que marcharme. --Intento incorporarme de nuevo--. No puedo faltar al trabajo. --Lo entiendo, Rebeca. Pero no te preocupes por eso ahora, todo el mundo esta al tanto de tu situacion. Tenemos que hacerte unas pruebas rutinarias --afirma amablemente. Su voz es sumamente tranquilizadora--. Ademas, no estas en las mejores condiciones para coger un avion de vuelta. --?Avion de vuelta? --Si. Estas hospitalizada en Madrid. <> --?Es una broma? --No, en absoluto --niega muy serio--. Y tu respuesta confirma mis sospechas. ?Que es lo ultimo que recuerdas? --No se... --Me froto la cara y trato de hacer memoria. Lo cierto es que me siento aturdida y me duele muchisimo la cabeza--. Creo que anoche iba a salir con mi amiga Ines y... !Si, eso es! Fuimos a... ?o al final no fuimos a la fiesta? ?Puedo llamarla un momento? Ella lo confirmara todo. --?La fiesta era aqui en Madrid? --No, no, en Ibiza. !Yo a Madrid no he ido! Ha sonreido disimuladamente al escuchar mi respuesta, y ya no se que pensar... ?Podria tratarse de una camara oculta? --?Que dia se celebraba esa fiesta? --Anoche. --Y anoche, segun tu, ?que dia era? --Diecinueve de enero. --?Ano? --?Que clase de pregunta es esa? --Son preguntas rutinarias. Tranquila. ?En que ano estamos? --insiste. --Dos mil diecisiete. --No quiero que te asustes, ?vale? Pero es normal desorientarse un poco en estos casos. --?En que casos? <>. --Acabas de despertar de un coma inducido por un traumatismo craneoencefalico. Tuvimos que extraer un hematoma que agregaba presion a tu cerebro. Pero todo esta bien. No debes preocuparte. --?Un coma? --repito, pensativa, intentando hacer memoria de ese supuesto accidente que ha mencionado--. Entonces, ?que dia es hoy? --Once de noviembre de dos mil dieciocho. --?Llevo casi dos anos ingresada? --No, claro que no. Son aproximadamente dos semanas. --Esta comprobando el informe que tiene en la mano--. Trece dias desde que ingresaste en urgencias el treinta de octubre. --!No puede ser! !Mi jefe me habra despedido! Tengo que llamar a la oficina y a mi padre. ?Donde estan mis cosas? ?Y mi telefono? --Ahora, cuando venga tu acompanante, te entregara tus pertenencias --me informa la enfermera. Esta quitandome la via del brazo y cuando acaba sale de la habitacion con todo el material. --Pero ?de que acompanante hablamos? --le pregunto al doctor. En ese momento entra de nuevo la otra enfermera, la mas joven, y parece algo contrariada. --No localizo a su novio en la sala de espera, doctor. <> --Avisa en la recepcion para que se pongan en contacto con el. La paciente sufre amnesia. --De acuerdo, voy enseguida. --Vamos a realizarte algunas pruebas, Rebeca. Es normal que estes confusa y todo lo que te esta pasando. Poco a poco iras recuperando la memoria, ya lo veras. Quedate tranquila, ?vale? No lo entiendo. Trato de hacer memoria y a mi no me parece que haya olvidado nada. Incluso recuerdo el numero de telefono de mi padre y el de la oficina. Tambien el de mi madre, aunque ese me da igual olvidarlo. Incluso podria hacer un informe mental de los apartamentos que tenemos ocupados y libres. A los diez o quince minutos, llaman a la puerta. El doctor se ha marchado y la enfermera que me quito la via me entrega ahora un vasito con varios tipos de pastillas. Se espera a mirar si me las tomo. Ni que tuviera quince anos... --Ya han localizado a tu chico --me informa, tras coger el vaso vacio que le he devuelto--. Menudo susto le diste. Apenas se ha movido de tu lado. No se que decir ni como reaccionar a sus palabras. El ultimo novio que recuerdo... prefiero olvidarlo. Y mi vida amorosa desde entonces se ha reducido a relaciones mas bien esporadicas y sin compromiso de ningun tipo. --?Donde podria conseguir un periodico? --le pido. --Tomatelo con calma. No es bueno que fuerces tan pronto la vista, ya has oido al doctor. --Solo quiero comprobar... una cosa --titubeo. --?La fecha de hoy? --adivina ella, con una mirada que esta a medio camino entre la extraneza y la complicidad. Suenan unos nudillos tocando la puerta entreabierta. --Hola, ?se puede? Su voz me resulta familiar, creo que es el que me sujetaba la mano antes de ir en busca del doctor. Es un tipo alto y tirando a delgado, de edad aproximada... diria que cercano a los cuarenta o quizas menos. Lleva el pelo algo desgrenado y, junto con la barba de tres dias, le proporciona un aspecto desenfadado que contrarresta el estilismo de su indumentaria: un traje oscuro sobre una camisa azul celeste. --Si, claro, Ivan, pasa --le responde enseguida la enfermera con aparente confianza--. Ya la ha examinado el doctor. Queria verte a ti tambien para preguntarte algo. --Lo siento, es que necesitaba un cafe y he aprovechado que estariais atareados con ella --se excusa. --Claro, no te preocupes --le dice--. De todos modos, se pasara despues a ver a Encarna que le estan haciendo unas pruebas abajo. Entra dubitativo y se acerca a la cama. Me observa con curiosidad, no se si esperando a que le diga algo. La verdad es que no lo habia visto en mi vida. --?De que nos conocemos? --le pregunto con absoluta curiosidad. --Pues... nos conocimos en la fiesta, ?no lo recuerdas? --Entonces si que fuimos al final --lo digo como para mi, pero en voz alta--. ?Y que paso? ?Que hacemos aqui en Madrid? --Vivimos aqui. --?Que? !Eso es imposible! ?Y mi trabajo? --Bueno, tu acababas de mudarte cuando ocurrio el accidente. Soy yo quien vive aqui. --?Donde estan mis cosas? !Necesito mi telefono! --Ah, si, aqui esta. Mi supuesto novio abre un armario y, de un bolso que no me suena de nada, saca un telefono que si reconozco enseguida. Pulso sobre el boton de encendido en cuanto cae en mis manos. --!No tiente bateria! --Normal, lleva mucho tiempo ahi metido. Te respondi algunas llamadas los primeros dias, despues han ido contactando al mio --me explica, muy desenvuelto, abriendo y cerrando el bolso y hurgando entre mis supuestas cosas--. Pero, de todos modos, llevas el cargador dentro. Espera, lo enchufo y enseguida podras encenderlo. En cuanto el nivel de carga me lo permite, lo conecto. Introduce el codigo de desbloqueo. Cuando el iPhone se reinicia, Touch id requiere el codigo. Intento meter la clave: 1234. Pero me da error. --!Maldita sea! ?La has cambiado? --?Yo? --Abre los ojos como si no diera credito a mis palabras--. !Claro que no! Tal vez no la recuerdas por el accidente. --!No entiendo nada! Lanzo el telefono a los pies de la cama con mala leche y se desconecta del cable. <>. --La cabeza parece que vaya a reventarme. --Me froto los ojos con las palmas de las manos. --?Quieres que llame a la enfermera? --No hace falta. El doctor ha dicho que es normal, y ya me han dado unas pastillas. --?Cuando recuperaras la memoria? --Se ha sentado en la butaca que tengo al lado, junto a la ventana, tras guardar mis cosas de nuevo en el armario--. ?Te lo ha dicho? --Dice que pronto, pero no se cuanto tiempo es eso --agrego con desgana. Entra una de las enfermeras de antes empujando una silla de ruedas, en ella va una anciana. Saluda a mi desconocido con una sonrisa y le habla de mi como si yo no me encontrara de cuerpo presente: --!Ya me han dicho que se ha despertado! ?Lo ves, nino? Ya te dije que hablarle era el mejor remedio. Le guina un ojo, o lo intenta porque le ha salido un gesto raro. El afirma con la cabeza dubitativo, como cohibido podria afirmar. Enseguida se levanta para ayudar a la enfermera, que se le ha enganchado una rueda en la butaca donde va a sentar a la anciana, y ahora, al moverla, ha quedado bastante mas cerca de mi cama que de la suya e invade mi espacio, separado por una cortina que deberia estar cerrada. --Tienes mucha suerte con este chico que tienes al lado, hija --se dirige a mi ahora--. Hoy en dia no se encuentra a uno asi de noble y atento. !Ni un dia nos ha faltado su visita! Ya quisiera que mi Fermin tuviera la misma atencion conmigo, en vez de mandarme a la otra. Pero cria cuervos y ya se sabe... --<>--. ?Y tu madre? --<>--. ?Sabe ya que estas despierta? --Miro a Ivan sin dar credito a lo que escucho--. !Que mujer tan entranable y simpatica! --<>--. Me pidio el telefono para que... --... Encarna --la interrumpe el, al cruzarse con mi cara de asombro--, a Rebeca le han dicho que debe descansar. Tienen que hacerle varias pruebas todavia y esta algo mareada. Cierra la cortina con delicadeza mientras se lo explica, y mi mirada inquisitiva lo va siguiendo. --?Mi madre? --le pregunto a ese extrano. Vuelve a sentarse en la butaca de antes, junto a la ventana. --Si, bueno... Estuvo aqui hace un par de dias. Volvia de un viaje a Grecia con su... bueno, con su pareja, y el avion hacia escala aqui. --?Como supo que estaba hospitalizada? --Te llamo. Le explique lo ocurrido y se quedo en un hotel de aqui al lado con su... --Si, su novio, el yogurin. Ya veo que no soy la unica a la que le sorprende la idea. --!Y bien que hace! --se escucha al otro lado de la cortina. --!Metase en sus asuntos! --respondo desairada. <>. --?Y mi padre? --No lo sabe. --?Por que no lo sabe? Es el precisamente quien deberia estar aqui ahora mismo.

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    No soy una lectora habitual de novela romántica, pero este libro me ha encantado. Sigo a Sara Ventas desde su primera novela y nunca defrauda. Háblame de ...

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  • Hablame de nosotros - Sara Ventas - PDF • Descargar Libros ...

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    Rebeca Madrid, 11 de noviembre Oigo el leve sonido de un burbujeo rítmico a mi derecha, amortiguado ahora por la voz procedente de una megafonía lejana.

  • SARA VENTAS | Casa del Libro

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    Una hilarante historia sobre la atracción y el amor.Sofía es alocada, divertida y desordenada. Jaime es organizado, metodico y supersticioso. Sofia acaba de ...

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  • Treinta Postales De Distancia de Sara Ventas

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    <>. Le habia gustado la idea de elegir la planta numero trece de un edificio situado en La Malagueta, un barrio centrico de Malaga junto a la playa. Las vistas eran espectaculares y la orientacion no podia ser mejor. Cuando recibio las fotografias que Manu le habia enviado del apartamento y las vistas desde la terraza, comenzo a concienciarse del paso que estaba dando y, sobre todo, empezo a ver una luz que no era precisamente la de aquel sol que iluminaba aquellas imagenes, sino la de la sensacion que le producia la velocidad con que todo estaba saliendo: rodado. Sofia tenia el convencimiento de que si algo que nace entre dudas sale sin esfuerzo, es porque se ha elegido el camino correcto. Y que mejor muestra que aquella de encontrar, casi a la primera, la casa que se ajustaba, de sobra, a las caracteristicas que ella buscaba. A todos les encanto. A todos menos a su padre, claro, un poco supersticioso por naturaleza y que se aventuro a pronosticarle algun pequeno infortunio originado por la maldita cifra en cuestion. Eso a ella no le afectaba, no creia en esas bobadas de la supersticion, y era capaz de pasar bajo una escalera, tranquilamente. Incluso si veia que alguien evitaba una y se cambiaba de acera, ella pasaba por debajo mirando al supersticioso con picardia y presumiendo de su osadia. Una vez, cuando era pequena, llevo a casa un gato negro que se encontro por la calle; su padre monto tal espectaculo que no tuvo mas remedio que dejarlo abandonado donde lo habia encontrado, y no dio su brazo a torcer con sus llantos ni cuando le dijo que era el peor padre del mundo. Claro que luego se lo compenso regalandole una tortuga que a ella no le hizo mucha gracia. Alego que era la unica mascota que aceptaria que tuviese en casa: <>. A ella al principio le daba repelus el tacto de aquellas patitas arrugadas y ver aquel cuello diminuto estirarse fuera del caparazon. La tortuga tenia el tamano de una galleta y le puso de nombre Tomasa. Mas tarde descubririan, viendo un documental, que Tomasa era macho por la forma que tenia en la parte baja del caparazon: concava en vez de plana. Pero aunque intentaban rectificar y llamarla Tomas, ya no les salia. Despues de una semana de frenetico ajetreo de mudanza, aun tenia el salon empantanado con cajas de libros sin abrir, utensilios de cocina, y la ropa de invierno que habia dejado amontonada sobre la cama del cuarto de invitados, amenazaba con venirse abajo, de un momento a otro, si una mosca se posaba en la superficie de la montana mal apilada. Se tiro en el sofa acordandose de su madre mientras observaba el desbarajuste que decoraba su salon. Aquel desorden con apariencia de haberse mudado aquel mismo dia, tenia todo el pronostico de mantenerse por unas cuantas semanas mas, si no eran meses. Pero eso a ella no le preocupaba lo mas minimo, lo importante ahora era adaptarse a la nueva vida que acababa de comenzar. Aun no habia cumplido treinta y tres anos. Siempre imagino que a esa edad ya estaria de sobra casada y con una ristra de hijos revoloteando a su alrededor. Ahora que la disfrutaba, a ratos se sentia demasiado joven para tener hijos y otros, preocupada porque iba camino de los cuarenta y lo mismo se quedaba asi como la hermana de su padre, su tia Conchita. Tanto espero al hombre que se ajustase a sus exigencias que, cuando desistio bajando considerablemente sus requisitos hasta un punto en que ya le servia casi cualquiera, a quien empezaron a exigirle fue a ella. En su casa de vez en cuando se comentaba que se veia con un viudo del piso de abajo, pero que no se aguantaban del todo y no acababan de decidirse. <>, explicaba el padre de Sofia. <>, solia comentar la madre de Sofia espantada, porque no le hacia ni pizca de gracia que su cunada se le metiera en casa a entretener sus quehaceres. No se llevaban mal, pero porque se veian lo justito. A Sofia le caia muy bien la tia Conchita y fue la primera en animarla a que se fuera a Malaga: --Sofi, comete el mundo y no le hagas demasiado caso a tu cabeza, las hormonas son muy sabias. --?Las hormonas? --comentaba Sofia-- Que cosas se te ocurren, tia. --Hazme caso, Sofi, alli me deje yo algo imperdonable, y precisamente por darle la espalda a las hormonas. --?Alguna vez me contaras que fue aquello que te paso en Malaga y que solo dejas caer? --Hay cosas que deben quedarse enterradas para no hacer dano a terceros. Y Sofia no conseguia sacarle mas informacion. Sofia acababa de salir de una relacion que habia pasado por todos los estados que puede pasar una relacion, con inesperado final incluido. Decidio cambiar de aires para evitar caer de nuevo en aquel ciclo interminable de idas y venidas: --Te perdono, pero te prometo que esta sera la ultima vez. --Vale, yo tambien te prometo que voy a cambiar. --Si yo no quiero que cambies, lo que quiero es que te centres y proyectes tu futuro en una direccion. --Que si, no seas boba, si yo estoy centrado. --No estas centrado, tienes treinta y cinco anos y eres relaciones publicas de una discoteca ?No te das cuenta que el resto de tus companeros son veinteaneros? --Todos no. --Deberias concentrarte en el trabajo que tienes por las mananas, que esta muy bien, y olvidarte de la noche. --Que si, no seas pesada, es solo un tiempo hasta que encuentren a alguien. --Llevan buscando a alguien anos, Alex, anos, y tu cada vez estas mas metido en ese mundo. A penas nos queda tiempo para vernos. ?Crees que en esas condiciones a mi me apetece una vida en comun, para estar todo el dia sola? Pero era un bucle que no terminaba de abrirse para ir a alguna parte. Aquella relacion daba vueltas sobre el mismo sitio y ella ya conocia de sobra aquel itinerario absurdo. Necesitaba caminar en linea recta, aunque fuera para estamparse contra una pared de hormigon. No le importaba demasiado el sitio, lo importante era salir de la isla que por primera vez se le habia quedado pequena, y que el lugar tuviera mar. Era mallorquina. Eligio la ciudad de Malaga porque su padre era de alli, era donde veraneaban desde siempre para no perder aquella parte de sus raices, y le hacia sentirse un poquito como en su casa. Un buen amigo de su padre, dentista como el de profesion y al que habia conocido en la facultad, le ayudo a mover su curriculo y le encontro un puesto en una cadena de clinicas dentales. Los veranos que habian disfrutado en Malaga, los habian pasado con este amigo y su familia. Sofia sabia al dedillo las batallitas de su padre con Miguel y, ademas, habia hecho muy buena amistad con uno de sus hijos que tenia su misma edad: Manolito, bueno Manu, como se habia rebautizado cuando paso la adolescencia. Estuvieron mucho tiempo fuera de contacto. Lo retomaron hacia mas de un ano a traves de facebook y, a partir de ahi, surgio de nuevo la amistad que habian reforzado cada verano que su familia viajaba a Malaga o ellos a Mallorca. El habia sido su visitador de aquella casa con magnificas vistas al mar, y quien le envio las fotos junto con un informe detallado sobre cada rincon de la casa, incluido un examen exhaustivo a sus caseros los que, a simple vista, le parecieron algo presuntuosos y bastante cotillas. Pero si Manu lo decia, algo de verdad habria en ello --pensaba Sofia-- porque a diferencia de ella, el no solia equivocarse en los juicios rapidos. Y al conocerlos ella tuvo la misma impresion. No le apetecia devolver las llamadas que tenia acumuladas en el contestador. Lo que mas le apetecia aquella tarde de viernes, era quedarse tumbada a la bartola en el sofa y que alli se las diesen todas. Pero habia quedado con Manu que apareceria en cualquier momento y penso que, al menos, deberia apilar las cajas que tenia por medio, aunque pensandolo mejor, casi que preferia llamar a su madre y quitarse una llamada de encima. Deseaba hablar con Paula, pero no queria saber nada de Alex y en su mensaje del contestador ya se intuian noticias frescas. Era mas comodo mantenerse aislada en aquella burbuja que le proporcionaba su nueva vida, donde el apenas existia. --!Hola mama! --Hija, no hay quien te localice ?que ha pasado con el calentador? --Tenia razon papa, me lo ha confirmado el casero. Hay que abrir un poco la ventana del lado opuesto al calentador, para que circule el aire sin que el viento apague la llama, porque no se que rejilla esta tapada por la lavadora… no me he enterado bien, pero me he duchado y no se me ha apagado esta vez. --?Ya tienes todo ordenado? --Sofia dudo entre decir la verdad o adornarla. <>, penso. --Ordenadisimo, todo en su sitio. --Mira que eres mentirosa. --?Por que nunca me crees? --Si me hubieses dicho que te faltaba alguna caja, te habria creido, pero diciendome que tienes todo ordenadisimo, como si lo viera, seguro que esta todo manga por hombro. --Esta bien, tu ganas, quedan dos cajas --intento rectificar inutilmente. --Ya no cuela, hija, mira que eres desastrosa. ?Y que tal el trabajo? --la madre de Sofia prefirio no seguir aquel tema para no terminar discutiendo con su hija. Era la primera vez que se separaban y le estaba costando muchisimo adaptarse a aquel vacio que habia dejado en casa. Sofia era hija unica, aparecio cuando ya habian perdido las esperanzas intentandolo. No lograron conseguirlo otra vez. Esto hizo que sobreprotegieran a Sofia y que, aun siendo una mujer que sabia valerse por si misma, la siguieran tratando como a una nina. --Bien, lo de siempre, de un lado a otro… Me gustaria trabajar como papa, en su consulta, sin moverse. --Ay hija, no te quejes, y ?para que quieres estar todo el dia en un mismo sitio? Asi te mueves, vas de un sitio a otro, estiras las piernas… --?Las piernas? Si voy en coche mama. Cada clinica esta en una punta de Malaga. --Bueno, hija, Malaga tampoco es tan grande. ?Y que tal son los vecinos?

  • Entre la vida y la muerte de Veronica Rodriguez

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    Sigue la historia de Isabel, Lucia, Leonor y Catalina, pero ahora se muestran, ademas, las historias de Lorenzo, Diego, Alejandro y lo que sucedio con Fernando en Portugal. La mayor parte de la accion sucede en el Mexico naciente y su lucha de poderes entre Hernando de Cortes y el recien llegado, Nuno de Beltran. Nuevos personajes y guerras de barcos suceden en el puerto de La Habana de Cuba y Villa Rica de la Santa Vera Cruz. Los conquistadores, entre amores prohibidos, pasiones y deseos irresistibles, escogen un bando provocando traiciones, deserciones y nuevas alianzas. En medio de esta cruzada, son las mujeres las que sostienen el reino; las educadoras, las madres y las que hicieron florecer las villas. Otras, como Maria de Estrada, esta decidida a defender con el filo de su espada su nuevo hogar. ?Podran ser capaces los conquistadores de separar sus pasiones del deber?

  • Aprendiendo a amar (Bilogia 1), Anne Marie Warren de Anne Marie Warren

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  • Una cierta edad de Marcos Ordonez

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    <>, dice Marcos Ordonez en el portico de este variadisimo dietario, que abarca de 2011 a 2016. En el afirma tambien: <>
    Ordonez entiende los dietarios como unas memorias con otra forma, mitad <> y mitad <>. Y que revele, senala, el <> del escritor, <>. Pero hay mucho mas.

  • Castigos justificados (Bergman 5) de Hans Rosenfeldt , Michael Hjorth

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    Una estrella de television es hallada muerta de un tiro a la cabeza en una escuela abandonada. Su cuerpo se encuentra de cara a la pared y, atadas a una silla del aula, unas hojas de examen. A juzgar por el numero de respuestas incorrectas, la victima suspendio el examen mas importante de su vida.
    Este horrible asesinato es el primero de una serie de muertes que tendran como victimas a personajes famosos. La Brigada Criminal de Torkel Holgrund se encargara del caso y solo gracias a la pericia de Sebastian Bergman lograran, siguiendo las pistas halladas en chats de internet y en cartas anonimas publicadas en los periodicos, resolver el misterio.

  • Reciclando el amor de Krista E. Mollet

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    No tenia suerte en el amor, al menos eso es lo que creia ella capaz de soportar cualquier cosa con tal de no estar sola… pero algunas veces el pasado puede llamar a la puerta.

  • Machismo de Barbijaputa

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  • Memorias de un Heroe Ensangrento de Daniel Nieto

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    A mis mas estimados jovenes, sufridores del dia y de la noche, la cual es para vosotros perenne.
    Con esta mi mas sincera apelacion, se halla una advertencia, siendo esta la siguiente:

  • Terapia frustrada de Azahara Vega

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    --?Y entonces que hiciste? Numero 997 se giro y la miro de reojo sin moverse del lado de la ventana. Como esperaba se mantuvo en silencio, reacio a abrirse, boicoteando cada sesion de terapia que le obligaron a acudir el Consejo. Alice llevaba tratandolo mas de dos meses y siempre era la misma dinamica. Lo esperaba en su despacho a las tres de la madrugada. Le indicaba que se tumbara en el divan... algo que nunca hacia, y acababa hablando sola exponiendo los hechos que le informaban sus superiores, y que se suponia que tenian que tratar. --?Hasta cuando vas a seguir con esta actitud? --pregunto de nuevo, perdiendo las veces que se lo recrimino esa semana--. Me recuerdas al hijo de mi amiga y el tiene tres anos. Se sobresalto cuando lo encontro delante de ella. Tuvo que tragar con dificultad y se echo un poco para atras instintivamente, quedando recostada contra el mullido sillon de su despacho. --?Me estas comparando con un infante humano? Alice tuvo que reprimir un gemido de puro placer ante el tono de su voz. Para desgracia suya esas sesiones eran una autentica tortura y no solo porque su paciente no participaba en nada, sino tambien porque era un pecado para la vista, un hombre excepcionalmente atractivo con un timbre de voz capaz de provocar que sus bragas se humedecieran y le entrara unas ganas locas de suplicarle que cumpliera una de sus mas eroticas fantasias. Psiquiatra sorprendida, paciente... sexy. Respiro hondo un par de veces y se resistio al impulso de acortar los centimetros que la separaban de esos labios... para devorarle y... <>. --No. --Alice estuvo a punto de reir cuando lo vio esbozar una sonrisa confiada, mientras se alejaba de ella hasta regresar a su postura "casual" delante de la ventana, mirando a la lejania como si ella no fuera lo suficientemente importante como para ser atendida. Le sacaba de quicio que no le hiciera caso, que la ignorara y se mantuviera esa hora en la que estaban obligados a permanecer en el mismo lugar, en silencio, observando la oscuridad de la noche. Habia dias que tenia ganas de acercarse a el y golpearle con el bolso hasta que espabilara--. No te comparo con todos los infantes "humanos" --remarco con burla la palabra humano que el otro siempre lanzaba con hostilidad y repulsion, como si ser humano era peor que ser un maldito gusano--, solo con el malcriado hijo de mi amiga. Si lo conocieras veriais que tengo razon. Mike se comporta como tu, solo que el se enfurruna mirando hacia la pared y haciendose una bola, mirando a su madre de reojo para ver si su tactica surge efecto y consigue lo que quiere. No se perdio la tension en los hombros de su paciente, ni la brillante y peligrosa mirada del hombre que se veia reflejada en el cristal. <>. Esta vez si que grito cuando el la atrapo entre sus brazos, la levanto del sillon y la aprisiono contra la pared, manteniendola presa con su cuerpo.

  • Hazme Disfrutar (Amar sin Querer 1) de Noni Garcia

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    Feria, Feria, Feria! M iercoles de feria, dia de la mujer. Rebujito, serranitos, sevillanas, bulerias, rumbas y volantes, muchos volantes. Y aqui estamos Carmen, M arina, Noelia y yo para disfrutar de un caluroso dia de mayo con nuestros trajes de flamenca. – ?Que te pasa Nuria? Alegra esa cara hija, que estamos en la feria. Para una vez que venimos a la feria sin nuestros chorbos... – He discutido con Juan, Carmen. – Pero eso no es nuevo ?por que ha sido esta vez? – Por lo de siempre, por que va a ser, por los celos. – ?Por venir con nosotros? – Si, siempre es lo mismo y estoy cansada de decirle que mal va por ese camino. Yo le quiero mucho, pero esta situacion cansa. – Chicas, ?habeis visto el grupito de cuarentones que no dejan de mirarnos desde la barra? - nos interrumpe M arina. – !Hala! disfrutad Noelia y tu, que estais solteras. Nuria y yo estamos pilladas. Con curiosidad miro hacia el grupo de hombres del que hablaba M arina y mayuscula sorpresa me llevo. Hacia como cuatro anos que no lo veia, exactamente desde que cambie de instituto. Decidida me levanto y me acerco a ellos que empiezan a murmurar. – ?Que pasa que no pensabas saludarme? – ?Nos conocemos? – Pablo, vas a tener que empezar a tomar algo para la memoria, te estas haciendo mayor. – ?M e das una pista? – A ver... soy la unica que le ha echado cojones a M anuela. La adolescente sincera y directa que te hacia reir a carcajadas cuando no tenias esa fachada de hombre serio de negocios. La que ayudaba a tu hijo mayor en ingles. Vamos, la primera novia de PJ.

  • Los muertos no se ahogan de Alberto Meneses

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    La vida de Roberto esta en un pozo del que parece imposible salir. Suspendido de empleo y sueldo en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, cada noche le asalta el mismo sueno, en el que una joven se arroja por un acantilado. Nada parece tener sentido, hasta que su jefe le pide que regrese al pueblo en el que nacio para ayudar en la investigacion de una extrana muerte. Una joven a la que no conoce se ha suicidado lanzandose por un acantilado y dejando en su telefono movil una nota dirigida a el. Obligado a volver al lugar del que huyo en el pasado y al que juro no regresar jamas, Roberto descubrira que Nueva de Llanes esconde oscuros secretos y, si no logra encontrar pronto al asesino, la muerte de la joven no sera la ultima. Los muertos no se ahogan es la primera incursion en el genero del thriller y la novela policiaca de Alberto Meneses, escritor con mas de una decena de libros publicados y miles de ejemplares vendidos.

  • Intrigas de alta sociedad 2 de Ana Allende

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    Elizabeth Salt, hija del prestigioso abogado Marcos Salt, descubre con su muerte que su madre Isabella Salt, la cual siempre anhelo por su repentina partida, no es su madre y su amado, pero sobre protector padre, tampoco lo era, ya que el la ha adoptado en un momento de tragedia familiar; ahora su supuesta madre la ha dejado sin nada, reclamando lo que cree que le corresponde por derecho. Sin mas opcion, Liz decide comenzar un camino de descubrimiento personal, en donde las principales preguntas son ?Quien es?, ?cual es su identidad?, y ?como recobrar lo que le ha sido arrebatado? En compania de nuevas amistades, que consigue a lo largo de ese camino, y a su caballero encantado Liam Johnson, se propone a recoger lo pedazos de su vida, sin darse cuenta de que todavia la vida le tenia preparada una serie de eventos que la sorprenderan y llenaran de aun mas tristeza y confusion. CAPITULO I Me encuentro caminando alrededor de lo que un dia me pertenecio, donde un dia vivi momentos inmemorables, con un padre que ahora descubro que no era el mio: momentos de una vida que no era mia, tal vez por eso siempre senti que no pertenecia a ese mundo en donde todo era singularidad y perfeccion; un monton de recuerdos regresan a mi cabeza como si de una pelicula se tratara, mi padre gritando, mi padre peleando, discutiendo con la servidumbre, el estresado en su despacho. Tengo que hacer un increible esfuerzo para recordar otros momentos, como cuando me daba mis regalos de navidad o cuando se disfrazaba de Santa Claus para hacerme reir, cuando me acompanaba a buscar mis huevos de pascua, momentos que vivi y que ahora no se si en realidad eran mios por amor o por simple responsabilidad. Sin embargo, no puedo negar que mi padre me hizo vivir una ninez envidiable y eso se lo debo agradecer; me siento en una pequena banca en medio de Central Park, por primera vez en mi vida no se que camino seguir, que decisiones tomar, me siento perdida y destruida emocionalmente, miro a las parejas caminar y no puedo evitar pensar en mi caballero de armadura reluciente, Liam, ya falta poco para que sea mi hora de llegada a casa y, de seguro, esta ansioso esperandome pero ?Como le explico todo lo sucedido? ?Como le explico que yo, no soy yo y que esta vida no es mia? Las lagrimas amenazan con invadir mis ojos, asi que sacudo mi cabeza y trato de tomar una decision. Son casi las 6:00 de la tarde y me encuentro en el mismo lugar, no he tenido las fuerzas de hacer algo mas y la sensacion abrumadora no desaparece de mi. Todo esto de mi adopcion y la aparicion de mi "Madre" hubiera sido mas facil de asimilar bajo otras circunstancias. De Isabella podia esperar cualquier cosa, pero lo que nunca espere que sucediera fue que mi "amiga", mi "confidente", me pagara con esta moneda; todavia recuerdo su mirada y el desprecio con que me hablaba, se me eriza la piel, y pensar que en algun momento su amistad fue incondicional. Me hacen ver y pensar las cosas desde otro punto de vista, empezando porque tal amistad nunca existio, sus reclamos el dia de hoy me hicieron darme cuenta de que todo fue por simple interes y cuando por alguna razon se vio desplazada por mi, su interes se convirtio en rencor, un rencor que fue almacenando hasta que exploto. La verdad yo nunca desee hacerle dano, siempre la vi como una chica indefensa de alguna manera y, por lo tanto, siempre busque la forma de cuidarla, pero eso la hizo sentirse sobre-merecedora de cosas que escapan de mis manos; no puedo evitar pensar que tal vez todo esto es mi culpa, miro al horizonte y me percato como pequenas hebras de sol empiezan a ocultarse y se que es momento de tomar la proxima decision, he decidido buscar un lugar, un pequeno hotel a las afueras de Manhattan, necesito tiempo para mi, para pensar, para asimilar tanta informacion. Tomo mi bolso, saco mi celular y en mi buscador favorito de internet busco un hotel modesto y alejado del bullicio de Nueva York, rapidamente lo encuentro, es pequeno y sencillo, tiene todos los aspectos que necesito para facilitar este momento de transicion, aparte de que estoy segura que alla nadie me encontrara porque estoy segura que Matt y Liam me buscaran hasta debajo de las piedras y yo solo necesito estar sola. Rapidamente me levanto de la banca y me dispongo a buscar un taxi que me lleve al lugar que por un par de dias sera mi refugio. Llego al hotel y me asombra su belleza natural, se encuentra en medio de un area boscosa, con muchos arboles a su alrededor e inmediatamente me siento a gusto y relajada con mi decision, paso al lobby y me registro en una habitacion sencilla sin muchos lujos. Al entrar en ella, veo una pequena cama con sabanas un poco descoloridas, que en algun momento fueron azul, dos almohadas y un cojin en el medio, una mesita de noche color marron clara y una lampara blanca sobre ella; de un extremo, una pequena peinadora con un par de gavetas y un hermoso espejo decorado, y justo frente a la cama un pequeno televisor y, por su puesto, un modesto bano; para lo que pienso hacer en esa habitacion es mas que perfecta, no tiene muchas cosas en las que me puedan distraer; luego de tomar un largo bano, miro mi telefono celular y tengo 10 llamadas de Matt y 28 de Liam, !VEINTIOCHO! Me parece una locura, me encantaria poder responderle, poder llamarlo, pero en ese momento no encuentro la fuerza ni las palabras correctas para decirle algo coherente, asi que dejo a un lado mi celular y me concentro en mi misma, es lo que necesito; me lanzo en mi comoda cama, prendo el televisor y rapidamente consigo una pelicula que me engancha, aunque un par de minutos despues caigo en un profundo sueno. Es mi cuarto, dia en el hotel y no lo puedo negar, me he sentido mucho mejor, aunque lo unico que no me deja tener una concentracion perfecta son las 20 llamadas al dia que me hace Liam, del resto, todo me ha servido de bastante ayuda, aunque todavia no logro descifrar cual sera mi siguiente paso en la vida. Tocan la puerta y es Maria, una mucama del hotel que se ha ofrecido para ayudarme en cualquier cosa que necesite, luego de haberme encontrado el dia numero 2 acostada en mi cama llorando desconsoladamente; es una chica muy linda, de mi edad, morena, de cabello largo negro y, aunque un poco llenita, tiene muy linda silueta, aparte de eso tiene un nino de dos anos de edad que es una monada, a veces cuando no consigue quien se lo cuide, lo lleva con ella al trabajo y pasa un par de horas en mi habitacion viendo munequitos. --Hola maria ?Como estas? --Bien senora Elizabeth. --Ya te he dicho que me digas Liz por favor. --Esta bien Liz, pase a entregarle lo que me habia encargado el dia de ayer. Me pasa una bolsa en donde encuentro un par de jeans, una blusa negra y un par de botas de corte alto, sonrio y le doy un abrazo. --Gracias Maria, ya tenia mucho tiempo con la misma ropa y sentia que iba a enloquecer. -- Saco mi lengua en senal de desagrado y ella rie.

  • Hasta que te rindas de Victoria Vilchez

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    Una fiesta y un bar es todo lo que creen necesitar las amigas de Elizabeth para empujarla a superar su reciente ruptura amorosa. Solo que la cosa va a irseles un poco de las manos... Y cuando se de cuenta de en donde se ha metido es probable que ya sea demasiado tarde. Una intensa, divertida y romantica historia que te atrapara.

  • Los Maple de John Updike

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    En 1956 el conocido escritor John Updike publico un cuento, <>, sobre una pareja joven, Richard y Joan Maple, al comienzo de su matrimonio. En las dos decadas siguientes, regreso a estos personajes una y otra vez, trazando sus anos juntos: los reencontramos criando a sus hijos, viviendo momentos de felicidad y enfrentandose a la infidelidad y el distanciamiento. En 2009 los relatos se reunieron en un solo volumen, como una novela, con un epilogo que nos devuelve a la vida de los Maple mucho despues de su desgarrador divorcio.
    A lo largo de sus vicisitudes, esta peculiar pareja muestra mas vitalidad, alegria de vivir y amor que muchas parejas casadas felizmente.

  • Mujeres asesinas 3 de Marisa Grinstein

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    Una tarde, sola en su casa, Blanca A. empezo a escuchar voces. Ni por un momento se asusto ni penso que habia entrado alguien a robarle ni que se habia vuelto loca. Eran voces desconocidas pero firmes que le decian que tenia que cuidar a su marido. Las voces llegaron en una epoca en la que Blanca habia empezado a temer por la estabilidad de su matrimonio. Llevaba 16 anos casada con Cacho, un electricista apocado y honesto que la habia elegido como mujer despues de un desengano sentimental con su novia de toda la vida. Blanca, por su parte, tambien habia tenido un noviazgo frustrado que termino sin pena ni gloria por un clarisimo desinteres por parte del novio. Asi, la union de Blanca y Cacho estuvo marcada por el agradecimiento mutuo: cada uno sentia que el otro lo ponia a salvo de opciones peores y conflictivas. Cuando se casaron, Blanca tenia 24 anos y su marido 32. La diferencia de edad tranquilizaba a Blanca, cuya madre, Aurora, siempre le habia machacado sobre el mismo asunto. "Los maridos -le explicaba- tienen que ser bastante mayores. Si no, se aburren de una y se van con otras mujeres mas jovenes." Asi, Blanca vivio sus relaciones con un miedo enfermizo a que se aburrieran de ella. Y contra eso no podia hacer nada, tenia la certeza de que era una persona anodina, que no podia despertar el interes de nadie. Desde muy chica, Blanca queria ser arquitecta para construir casas enormes con vista a jardines. Pero Aurora la habia convencido de que su capacidad no daba para tanto. Impaciente, le recomendaba ser maestra y tener un trabajo seguro y menos complicado. Blanca acepto. Su hermana Rosa, cinco anos mas grande, la cuidaba y habia intentado preservarla de la asfixia materna. Pero muy pronto se fue de la casa: se caso un mes despues de haber terminado el colegio secundario y se instalo en otro barrio. Blanca todavia tenia 13 anos, de modo que paso su adolescencia como hija unica, escuchando los sermones de su madre. Su padre, un empleado municipal enfermo y depresivo, pasaba el tiempo escuchando radio y haciendo crucigramas, aunque una vez por semana, todos los miercoles, desaparecia de la casa a las 7 de la tarde y no volvia hasta las 11 de la noche. Cuando Blanca se animo a preguntarle a Aurora por el misterio de esas ausencias, recibio una cachetada. Mucho mas tarde, cuando su padre murio de un infarto y ella ya estaba casada, se entero de lo que ya suponia: su padre reservaba las tardes de los miercoles para encontrarse con su amante. El matrimonio de Blanca fue rutinario desde el comienzo. Sin embargo, ella compensaba la falta de pasion con la certeza intima de que Cacho se iba a cansar de ella y le pediria el divorcio. Y esa certeza hacia que el interes por su marido estuviera activado constantemente. Durante los primeros anos, trabajaba como maestra. Daba clases a alumnos de septimo grado, pero despues se dio cuenta de que nada le interesaba de la ensenanza primaria. Cada dia era una tortura: los planes de estudio le parecian mediocres, los alumnos la asustaban, sus madres le resultaban agresivas. Solia dar clases parapetada tras su escritorio, indecisa y fragil. Los chicos habian advertido sus puntos debiles y la martirizaban: le tiraban tizas, se burlaban de ella, la imitaban, le pegaban chicles en la silla. Volvia a su casa llorando y se quedaba en la cama todo el dia. Los medicos le habian dado varias licencias psiquiatricas hasta que, al fin, la jubilaron anticipadamente, a los 33 anos. Cacho, su marido, la acompanaba en este proceso. Nunca minimizo sus miedos ni sus fobias, y siempre fue partidario de que abandonase un trabajo que -era evidente- no la hacia feliz. Un dia, mientras tomaban el desayuno en la cocina. Cacho anuncio que Gutierrez, uno de sus mas antiguos clientes, queria instalar un negocio de articulos de electricidad. Habia alquilado un local a una cuadra de la estacion de trenes y, como sobraba espacio, lo habia invitado para poner alli mismo su taller de arreglos. Blanca estaba espantada. Todos sus miedos se materializaban: su marido, al fin, tal como ella habia imaginado, se iria. Al borde de las lagrimas, le suplico que no aceptara la propuesta de Gutierrez. A pesar de los antecedentes psicologicos de su esposa. Cacho no entendia esa reticencia absurda. Los miedos y traumas de Blanca eran demasiado complejos para un hombre sencillo como el. Tres meses despues, Gutierrez y Cacho inauguraron el local. Una semana antes, Blanca empezo a escuchar las voces que la alertaban sobre el alejamiento de su marido, y se acostumbro a contestarles. Solia hablar sola en voz alta, y disimulaba en cuanto llegaba su marido. Para distraerse, limpiaba su casa freneticamente. Compraba revistas femeninas en las que buscaba todo tipo de consejos para el hogar. Asi, se habia acostumbrado a varios rituales: frotaba las alfombras con vinagre, pasaba espatulas en las juntas de los azulejos, les daba brillo a las canillas usando un trapo con jugo de limon. Sus habitos de limpieza le calmaban los nervios, le hacian pasar mas rapido el tiempo en el que Cacho estaba fuera de la casa y le daban la idea de que su marido, viendo una casa reluciente y pulcra, no estaria tan ansioso por abandonarla. Paralelamente, habia desarrollado la costumbre de rascarse el brazo izquierdo hasta lastimarse. Durante anos, Blanca y Rosa respetaban la costumbre de visitar juntas a su madre una vez a la semana. Pero desde que Cacho habia instalado su taller en el local de Gutierrez, Blanca habia dejado de ir. Estaba demasiado desmoralizada y desganada como para, ademas, escuchar las permanentes criticas de su madre. Una tarde, sin embargo, Rosa fue a buscarla y la llevo casi a rastras. En casa de Aurora se comporto de forma tan esquiva que la madre y la hermana advirtieron que algo extrano estaba pasando. Blanca ofrecio resistencia, pero al final confeso que se sentia debil y sin ganas de nada. "Por ahora, Cacho se va a trabajar, pero dentro de poco me va a dejar. ?No entienden? Se va a ir y no va a volver", dijo. El marido de Rosa habia muerto hacia dos anos y vivia sola. Como su hermana, jamas habia podido quedar embarazada, pero si bien Rosa vivia este hecho como una injusticia menor, Blanca se sentia culpable de no haberle dado un hijo a Cacho. Le pregunto otra vez quien le habia contado que Cacho se iba a ir. Blanca no aguanto mas y dijo: "Escucho voces". Rosa la convencio de que fuera a un psiquiatra. Antes, tuvo que jurarle a Blanca que la acompanaria y no le contaria lo de las voces ni a su marido ni a su madre ni a nadie. Blanca siguio escuchando voces. Tomo las pastillas durante unas semanas, pero antes de que hubiera pasado el tiempo necesario para producir efecto las abandono. Las voces ya no solamente le confirmaban sus miedos y sospechas, sino que habian empezado a darle ordenes. Asi, las voces le exigieron que controlara de cerca la actividad de Cacho. Blanca pasaba entonces tardes enteras espiandolo desde la esquina del local, histerica ante la posibilidad de ser descubierta, rascandose el brazo hasta lastimarse. Otro dia, cuando Cacho llego a su casa mas tarde de lo habitual y explico que habia estado terminando un arreglo atrasado, las voces le dijeron a Blanca que el mentia. Enceguecida, ella le dijo que queria saber la verdad y que sus explicaciones eran falsas. Todo termino en una pelea feroz. Cacho estaba al tanto de la precariedad emocional de su esposa. Rosa, su cunada, le habia contado lo de las voces, las sesiones con el psiquiatra y los medicamentos. De modo que Cacho, a su vez, tambien espiaba a su mujer: escondido, pudo verla hablando sola, destornillador en mano, o cortando un tomate mientras movia los labios como si rezara. Una manana Cacho se despidio mas temprano que lo usual. Dijo que tenia que buscar un dinero en la casa de Gutierrez y despues pasar por el banco. En cuanto se fue, Blanca advirtio que habia dejado su caja de herramientas. Se sento al lado de la caja, pensativa. Las voces le indicaron que Cacho estaba mas dedicado a su trabajo que a ella, y que era esa dedicacion enfermiza lo que estaba acabando con su matrimonio.

  • Confesiones de una editora poco mentirosa de Esther Tusquets

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    Libro de memorias de Esther Tusquets, que complementa sus anteriores exitos de ventas y de critica. Sincero y audaz, donde la autora habla sin tapujos de su vida en el mundo de la edicion.

  • Todos menos tu (Menos tu 2) de Estrella Correa

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    Itxel se traslada a Madrid a vivir su sueno.
    Nico tambien esta alli, intentando rehacer su vida. Busca, pero no encuentra. Nada lo llena.

  • Mordida de Gema Perez

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    Alisa era la campesina mas deseada.
    Humilde. Atractiva. Buena. Amable.
    James era el hombre mas problematico.
    Peleas de bares. Amenazas.

  • En tierra de lobos de Luis Garcia Jambrina

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  • A la caza de Houdini de Kerri Maniscalco

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    Audrey Rose y Thomas Cresswell se encuentran a bordo de un lujoso transatlantico que se convierte en una horrorosa prision flotante cuando un asesino termina con la vida de los pasajeros uno por uno... y no hay lugar adonde escapar.La serie bestseller numero uno que comenzo con A la caza de Jack el Destripador y A la caza del principe Dracula continua con esta tercera entrega sangrienta... Al emprender un viaje de una semana por el oceano Atlantico a bordo del opulento RMS Etruria, Audrey Rose Wadsworth y su companero de investigaciones, Thomas Cresswell, se ven deslumbrados por una compania itinerante de artistas de circo, videntes y un carismatico joven escapista que entretienen por las noches a los pasajeros de la primera clase.Pero algunas jovenes de alta cuna comienzan a desaparecer sin ninguna explicacion y una serie de asesinatos brutales conmociona al barco entero. La inquietante y extrana influencia del Carnaval Luz de Luna invade las cubiertas a medida que los asesinatos se vuelven mas y mas perturbadores. Audrey Rose y Thomas deberan resolver estos casos espeluznantes para evitar que mas pasajeros mueran antes de llegar a destino. Pero cuando las pistas indican que la proxima victima quizas sea alguien a quien ella ama, ?podra Audrey Rose desentranar el misterio antes de que el asesino lleve a cabo su macabro acto final?

  • Desde el baluarte de Begona Gambin

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    Una novela de accion, amor y suspense que nos transporta al Califato de Abderraman III, un mundo fascinante de mezquitas y alcazabas lleno de intrigas.

  • Emparejame de Nina Minina

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    Disparatada, tierna, erotica y valiente, Emparejame propone un feminismo canalla carente de filosofia y con mucha picardia. Una de esas novelas que al acabar abrazas, te saca una sonrisa de buen rollo y regalas a tus amigas.

  • Romance Prohibido, Sexo Inevitable de Blanca Moral

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    Caballero Oscuro: Romance Prohibido y Erotica con la Virgen y el Senor del Crimen
    Soy temido y respetado a partes iguales.
    El senor del crimen. El caballero oscuro.
    Esta es mi ciudad. Son mis hombres.
    Hasta que aparecio competencia.
    Iban a llover balas y correr la sangre.
    Contaba con ello. Estaba preparado.
    Y entonces aparecio ella. Ingrid.
    La hija del jefe.
    La tentacion hecha carne. El pecado con curvas.
    19 anos. Virgen. Protegida. Prohibida.
    Y aun asi, me deseaba. Mas que a nada.
    Asi que le di su merecido. Varias veces. Y un poco mas.
    Ahora solo queda esperar a la colera de su padre.
    Estoy preparado. Pero no contaba con algo.
    Enamorarme de Ingrid. No puedo dejarla escapar.
    Por suerte, odia a su padre. Pero tengo que hacer algo.
    No se como deshacerme de el sin matarlo.
    Pero Ingrid es la mujer de mi vida.
    Algo se me tiene que ocurrir.

  • Cuentame mas de Sophie Saint Rose

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    Francesca esta a punto de perder a su mejor amiga y se deja convencer para relacionarse con otras personas. Una web de amigos por correspondencia es la solucion perfecta para ella y asi romper el hielo. Aunque cuando conoce a Kirk Chapman lo unico que se le pasa por la cabeza, es que todo lo que le esta ocurriendo es una locura.

  • Un cielo sin Luna (Polos Opuestos 3) de Andrea Longarela

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    A Luna no hay nada que le guste mas que descubrir el mundo a traves del objetivo de su camara. Y, mientras lo hace, busca de forma incansable eso con lo que lleva toda la vida sonando. Eso a lo que algunos llaman amor y de lo que otros huyen. Lo que nunca hubiera imaginado es que chocaria con el demasiado pronto y de un modo unico. Lo que jamas hubiera esperado es que apareceria bajo la nieve y de la mano de un hombre que le ensenaria que, en ocasiones, lo mejor de la vida llega cuando no debe. Un tren, una isla, fotografias, una noche en Paris, una tarta de chocolate y un beso eterno no dado es lo que ambos necesitan para aceptar que existen sentimientos tan fuertes como para no poder ignorarlos demasiado tiempo. Eso y compartir un prologo interminable antes de comenzar la historia mas especial de sus vidas. ?Cuanto puede tardar una persona en enamorarse? Lo que tarda en llegar al suelo un copo de nieve.

  • Bajo cero de David Koepp

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    Una aventura salvaje y aterradora sobre tres desconocidos que deben trabajar juntos para contener un organismo altamente contagioso y mortal. Con una accion trepidante, un agudo sentido del humor y una brillante muestra de personajes y destreza narrativa, Bajo cero es un thriller unico de lectura altamente disfrutable y adictiva.
    Hace treinta y dos anos Robert Diaz, que formaba parte de un equipo secreto del Pentagono, viajo al desierto australiano para investigar un posible ataque bioquimico. Lo que encontro era mucho peor: un organismo similar a un hongo con altas capacidades para mutar y un poder destructor epidemico. Entonces se las arreglo para contenerlo en una camara de frio subterranea en el interior de unas instalaciones militares altamente protegidas.

  • El sentido de la vida de Carla de A. M. Irun

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    Mi novia ha insistido en que cuente como nos conocimos. Yo no soy periodista como ella y no se mucho acerca de como estructurar un relato, asi que lo voy a hacer a mi manera intentando encontrarle un sentido a todo esto. Yo soy una chica de rutinas. Lo sigo siendo a pesar de todo. Desde que destripe un reloj con seis anos supe que era asi como queria ser. Precisa, puntual, un diente de la rueda detras de otro, esperando paciente su turno. Me levantaba, corria cinco kilometros en menos de 25 minutos, me duchaba, desayunaba algo con alto contenido en fibra (unos cereales concretos y algo de fruta). Me secaba y me planchaba el pelo y bajaba al metro a una hora determinada para poder entrar en el mismo vagon de siempre. Con tanta precision era facil olvidarse de esa puesta a punto necesaria de vez en cuando debido a ese ligero desvio de los elementos que hace que todo se vaya a la mierda. Tenia unos ocho anos cuando crei comprender por primera vez el sentido de la vida. Huia de mi hermano Jaime al que le encantaba pelearse conmigo y me escondi en la habitacion de mis padres. Con la emocion, no me dio tiempo a frenar y choque contra una de las mesillas. El reloj despertador que habia sobre ella se cayo al suelo y se rompio, dejando al descubierto el mecanismo que lo hacia funcionar. Mi hermano no paraba de reirse y de decirme que me la iba a cargar cuando se enteraran nuestros padres, pero pronto deje de oirle. Quede hipnotizada por el tic-tac del segundero y el movimiento milimetrico de las ruedas dentadas que habia en su interior. Comprendi al instante su funcionamiento. Era un mecanismo muy complejo, casi inescrutable, pero con una precision propia de un super ingenio. Como digo, traslade aquello a mi vida y me converti en un reloj. Puntual, rutinaria, paciente. Como uno de aquellos dientes de la rueda del reloj, a la espera de mi turno para hacer sonar la alarma. Encontraba series, secuencias y patrones en todos los lados, explicaba mis dudas existenciales con cadenas de causa y consecuencia. Si algo habia salido mal, lo analizaba, destripaba sus partes y daba con el error. Lo corregia y lo incorporaba a mi manual para una vida feliz. Pero todo reloj pierde el compas, la precision. La hora no es algo exacto, sino que depende de la orbita de la Tierra alrededor del Sol y, si no se corrige, un reloj puede acabar siendo una pieza completamente inutil. Solo cuando la orbita de mi vida perdio completamente el eje entendi que no entendia nada de la vida. SEPTIEMBRE I Es dificil decir donde comienza una historia. Si nos pusieramos a buscar el punto exacto donde todo empieza, podriamos remontarnos hasta el origen del universo porque es ahi desde donde surge todo. Pero somos humanos y nos gusta pensar que todo empezo con nosotros. Y no ya solo con nosotros como especie, sino en nosotros como personas unicas. Asi que yo no voy a ser menos porque esta es mi historia. Siempre recomiendan arrancar una historia con una imagen visual que ponga a la persona que escucha en un estado de atencion y que le ayude a empanizar con el protagonista. Asi que esta historia comienza conmigo, Carla Pi Fonseca, corriendo a primera hora de la manana, una rutina que rara vez me saltaba. Correr cinco kilometros al punto de la manana me ponia en modo superheroina y sentia que podia con cualquier cosa que ocurriera ese dia. Era finales de septiembre y hacia calor pese a que eran las 8 de la manana. Me puse los auriculares con una playlist que habia hecho el dia anterior eligiendo cada cancion segun sus revoluciones por minuto, y sali a correr. Empece con fuerza, pero a los dos kilometros note que me habia pasado con la motivada. Baje un poco el ritmo pensando en recuperarme un poco y aumentarlo en el ultimo kilometro. Pense que quiza me habia pasado con lo de las revoluciones por minuto. Corregir, redisenar, aplicar de nuevo. Dios, como me gustaba el aire fresco en la cara, los pulmones a pleno rendimiento, el corazon a tope, el viento haciendo remolinos en mis oidos. A pesar del flato, las piernas me iban solas y la aplicacion del movil me senalaba que llevaba mi mejor ritmo hasta la fecha. Ahora es cuando la cosa se tuerce. Note un pinchazo en el vientre. No muy fuerte. Algo ligero y fugaz. No pare de correr pero si me vi obligada a bajar el ritmo. Adios, record personal. Hola, meses de pesadilla. No bati mi record y me costo bastante completar los cinco kilometros de mi recorrido habitual. Me sentia lenta y pesada. Algo no iba del todo bien. No pasa nada, me dije. Manana ira mejor. Me diagnosticaron sindrome de colon irritable hace un par de anos. Al principio lo achaque al cambio del Instituto a la Universidad. El menu de la cafeteria, las prisas, el estres. Ingenieria Industrial mola pero exige mucho. Y el divorcio de mis padres lo agravo. Me dolia la tripa y mi medico me dijo que tenia el colon irritable, que hiciera deporte, comiera sano y evitara las bebidas gaseosas y el alcohol. Fieston. Al principio fue duro, sobretodo lo de ir a fiestas y ser la rara que bebe agua o zumos. Pero enseguida note el cambio y segui con un estilo de vida saludable. Comenzaron a definirse los musculos de mis brazos y piernas, desaparecio por completo mi dolor de espalda causado por horas y horas de estudio y tenia un vientre plano que era la envidia de mis amigas en verano. Recuerdo como fue mi primer kilometro corriendo sin parar. Pense que se me iba a salir el higado por la boca, tenia la garganta sequisima y los hombros me pesaban. Me obligue a superar la pajara hasta que consegui mi objetivo. Si hubiera tenido fuerzas habria bailando, pero apenas podia sostenerme en pie. Estaba a punto de caer de rodillas y sin embargo me sentia toda una ganadora. --?Que tal ha ido, hija? --me pregunto mi madre nada mas salir de la ducha aquella manana en que todo iba a cambiar. --Mal. He notado un pinchazo aqui --le dije tocandome un lateral del estomago--. Me ha costado mucho acabar. --Manana ira mejor. Madres. Aunque esten destrozadas por dentro siempre tratan de animar a sus hijos. Mi padre nos dejo por una chica mas joven. Digo "nos" porque nos abandono a los tres: a mi hermano, a mi madre y a mi. No fue un abandono en plan “ahi os quedais”. Le seguimos viendo, paga lo que le corresponde de nuestra universidad, y si necesitamos algo mas, sabemos que va a estar ahi, pero por lo demas, se ha quedado una relacion bastante fria. Jaime y yo teniamos 18 cuando dejo a mi madre. Nos quedamos helados. Mi madre un poco menos porque supongo que se lo esperaba. Asi que ahora somos solo los tres. Tenemos un hermano mas, Dario, pero vive en Berlin con su increiblemente adorable y sexy novia alemana Gertha, y le vemos tres o cuatro veces al ano. --?Donde estan mis cereales? --pregunte rebuscando en los armarios de la cocina. --Aqui --senalo mi hermano. Tenia la caja delante de el y una sonrisa malevola en la boca. Mi hermano es en terminos generales lo que llamariamos un gilipollas. Mis padres tuvieron a Dario, y enseguida quisieron ir a por la parejita. Les costo cuatro anos hasta quedarse embarazados, y al final, la tan ansiada parejita vino junta. Jaime y yo somos mellizos. Solo tenemos igual los ojos, con forma de dos pequenas almendras y del color de la miel. El resto no podria ser mas diferente. El es de Letras, yo de Ciencias; el es un vago, yo me lo curro cada dia; el se ligaba a una tia cada finde, y yo… yo solo bebia los vientos por una. Me acerque a la mesa donde estaba mi hermano desayunando para coger la caja de cereales. La levante y note que estaba vacia. Jaime se llevaba a la boca la ultima cucharada de leche con cereales. Sonreia tontamente mientras la leche le caia por el labio de abajo. --?Te has comido mis cereales? --le grite. --Oh, lo siento --respondio con parsimonia. Se levanto y dejo el bol en el fregadero. --Mama, dile algo a este gilipollas. --!Carla! --me regano mi madre--. No llames gilipollas a tu hermano. Jaime me hacia la burla a espaldas de mi madre. --Sabes que necesito desayunar esos cereales para… --!Para cagar! --termino Jaime que hizo una pedorreta con la boca y salio de la cocina. Y ese tio queria entrar en la Sorbona. El dia habia empezado torcido y no parecia que fuera a enderezarse. Solo habia una cosa que si sabia que iba a ocurrir. Y era lo unico que me podia alegrar la manana. Me planche el pelo con esmero. Lo tenia largo y negro y si no me lo planchaba se me erizaba y quedaba fatal. Busque las lentillas, pero en la caja solo habia una. Seguro que mi hermano habria perdido alguna suya y me habria robado la mia. Gruni, me puse las gafas y sali de casa para ir a la facultad. II Una manana de hace un par de semanas, nada mas empezar el curso, me subi al metro pensando que seria un trayecto mas. Entre al vagon y me sente sin prestar mucha atencion a la gente. Escuchaba musica y, en un momento dado, me sorprendi a mi misma cantando por lo bajo. Pare en seco y mire a mi alrededor por si alguien me habia escuchado. Entonces la vi. Vi a la chica del metro. La chica del metro tenia algo que me gustaba mucho, pero no sabria describirlo. Tenia el pelo y los ojos castanos. Unas pestanas largas y preciosas que no hacia falta maquillar y un look desalinado. Echaba vistazos rapidos a la gente y se detenia en detalles aparentemente insustanciales del vagon como senales o carteles. Parecia un gorrion asustado que acababa de caer del nido. Solia pensar que eran idas de olla mias, pero cada dia que pasaba y la veia, me convencia de que la chica del metro era sensible y divertida. Asi era como yo me la imaginaba. Y me encantaba. Toda aquella primera semana trate de encontrar el momento para coincidir con ella en el metro, y lo consegui. No fue facil puesto que era comienzo de curso y aun no teniamos las rutinas definidas. La siguiente semana me deje ver, me esmere en arreglarme con mis mejores prendas. El verano se estaba acabando, pero la ropa aun daba algo de juego. Camisas con un boton de mas desabrochado, tirantes, coletas para mostrar el cuello... Supe que habia conseguido llamar su atencion cuando, a la tercera semana, coincidimos todos los dias. Creia eso de verdad. Creia que habiamos hecho un pacto silencioso en el cual quedabamos en un vagon concreto, a una hora determinada. Queria creerlo. El tren entro en la estacion. Mire mi reloj de pulsera, regalo de mi padre tras acabar el Instituto, pocos dias antes de que nos anunciara su decision de dejarnos. Cuando nos lo dijo, hubiera lanzado el reloj por la ventana, pero era precioso y me encantaba. A la saeta del minutero le faltaban tres rayitas para llegar a la hora senalada, asi que deje pasar el tren. Espere al siguiente tren. Siempre tenia cosquillas en el estomago durante ese rato, como si estuviera pixelado. Cuando por fin llego, respire hondo y entre. Ahi estaba ella, con sus vaqueros caidos, su camiseta de rayas y su cazadora vaquera. Suspire y, como en todos los viajes, nos dedicamos a esquivarnos la mirada. No se por que lo haciamos. No se por que ninguna de las dos no daba el paso despues de tanto tiempo. O si lo se. Lo se perfectamente. La razon romantica era para no romper la magia. La razon real era porque ninguna de las dos habiamos hecho eso antes y no estabamos seguras de si lo que veiamos en la otra eran senales o imaginaciones.

  • Amor armado de Jennifer Clement

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  • Enero de Sara Gallardo

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    <>. La angustia le nubla los ojos y lentamente dobla su cabeza, mientras con la mano arrea modestos rebanos de miguitas por el hule gastado de la mesa. Su padre acaba de decir algo sobre la cosecha y estira la mano pidiendo el repasador que enjuga por turno manos y bocas, y que la madre le pasa, atropellando en su prisa un perro que aulla y se refugia bajo el banco. Al caminar, su sombra pasa sobre las de los comensales, que la luz de un farol fija en los muros. <>, piensa Nefer. Los bichos vibran, aletean y caen contra el farol, vuelven a trepar por la lata, vuelven a quemarse y a caer, y nadie la mira inmovil en su rincon mientras comen inclinados sobre los platos y oyen de vez en cuando las frases que don Pedro cambia con el turco, que acaba de soltar los caballos del carro y traga su sopa resoplando. --Vacas overas --dice el turco--, como cien... lindas... --?Donde dice que las cruzo, Nemi? --pregunta dona Maria. --En el cruce, mas o menos. Irian para la feria, digo yo... --Si, manana hay feria... Pero ?de quien seran?... ?Vos no sabes, Juan, quien pensaba mandar hacienda para manana? Juan bosteza y clava sin oirla unos ojitos lacrimosos en el farol. --!Juan! --!Si, senora!... --hace poco que trabaja en el puesto y no le gusta parecer sonso. --Te estaba preguntando quien mandaria hacienda, vacas overas, dice, a la feria... Nefer piensa que hay bastante distancia entre la mesa y su cuerpo, pero que ha de llegar el momento en que le sea dificil pasar costeando el banco hasta su sitio. <> y se imagina rodeada de flores y gente triste, y al Negro apoyado en la puerta con la cara seria y los ojos por fin puestos en ella. <>, reflexiona con desaliento, y las ganas de morir se le pasan contemplando a su hermana que se rasca pensativamente un brazo, mientras espera que el turco acabe de comer para llevarse el plato. Las sombras trepan por la pared rugosa y se unen a la oscuridad del techo donde la paja se estira, lisa como un peinado. Alcira prende la radio y pasa de onda en onda hasta que se detiene en una audicion comica donde un falso italiano mantiene un dialogo a alaridos. Como quien habla junto a una catarata, don Pedro reanuda la charla con el turco: --Asi que caro se vendio, ?no? --Caro si, bastante, pero como yo digo, si la cosecha es buena barato le va a salir... <>. Un grito fuerte sube, se detiene en sus dientes y vuelve a bajar sin haber salido. Tomar aire un momentito no mas, salir de esta cocina donde el calor del farol bana las caras y la radio hace vibrar el aire, y dona Maria rie con Alcira de los chistes de los actores. Pero para salir tiene que hacer levantar a los que estan como ella sentados en el banco de espaldas a la pared, y ademas explicar por que quiere salir. No, cualquier cosa antes que llamar la atencion; tal vez tomando vino se sienta mejor. Alarga el brazo, toma la botella que don Pedro acaba de dejar, la lleva a sus labios y bebe cerrando los ojos; despues empuja la ventanita que se abre a su lado y un poco de aire fresco le da en la cara. Inclinandose busca la luz lejana de <>, pero no ve mas que el follaje de un arbol vecino. <>. <>. ?Que puede hacer una chica, sola en el campo, en un campo tan ancho y tan verde, todo horizonte, con trenes que se van a ciudades y vuelven quien sabe de donde? ?Que puede hacer? Las ricas son otra cosa. Piensa en Luisa, que a esta hora se sentaria en el comedor de la estancia. Su madre habia dicho: <>. ?Seria cierto? Pero ella, ella, Dios, ella, ?que habia hecho? Nada, no se acordaba, no importaba, era como un sueno, y ahora, entre toda esta gente tranquila en medio de la vida esta ella con angustia y miedo. Porque no se puede volver atras, el tiempo viene y todo crece, y despues de crecer viene la muerte. Pero para atras no se puede andar. Y el Negro, cuando supiese, cuando alla en el puesto, la Edilia dijera --y vaya si tenia la lengua afilada, y vaya si reiria-- y el Negro tal vez sonriese, tal vez hiciera una broma --no, ah no, y era su culpa, era culpa del Negro, porque ella ni sabia como habia sido, pero era culpa del Negro. Piensa que hubiera sido posible no conocerlo, y entonces es como si volviera a rodearla el dia que lo vio por primera vez. Siente de nuevo la liviandad del aire que un vientito alegraba. La familia entera fue a la doma porque hacia mucho que no se organizaba una con premios tan altos. Su primo, un rubio flaco de piernas chuecas, tenia probabilidades de salir vencedor. Nefer se recuerda achicando los ojos para verlo montar. Vuelve a ver el cuerpo sacudido sobre el recado y ese brazo indeciso que no se atrevia a revolear el rebenque. Detras de ella alguien habia dicho: --Lindo premio va a ganar si sigue castigando tan fuerte... Varias risas festejaron la gracia. Nefer, humillada en su primo, giro con desprecio la cara para enfrentar al burlon. Y cuando lo vio, con la pierna indolente cruzada en el recado y el cigarrillo en la boca, bajo los ojos. Fue la primera vez que vio al Negro Ramos, pero su fama de jinete lo precedia. --!Nefer! Te estan hablando, !si sera posma! ?Estas dormida? Al mirar ve los grandes bigotes de Nemi Bleis inclinados sobre ella y para no pensar en el rato que le habra hablado sin que lo oyera, fija los ojos en la red de venitas que cruza la nariz del turco. --?Como decia? --pregunta. --Si le dio buen resultado el genero que le vendi la otra vuelta para el casamiento de su hermana; el floreadito, ?se acuerda? --Si, como no, bueno resulto, si. Bueno resulto el casamiento de la Porota, cuando empezo su desgracia. Que no iba a recordar la fiesta en casa, el dia de calor, los asadores entre el galpon, y el corral, el Negro llegando en el alazan que domaba. Habia deseado el casamiento de la Porota por el, habia cosido su vestido para el, y antes todavia, cuando el turco llego con su carga de mercaderias, habia elegido el genero floreado porque penso que a el le gustaria. Poner remiendos en las bombachas rotas de sudor y roce de estriberas es feo; zurcir camisas es aburrido, pero el vestido, el vestido mil veces pensado, probado, deshecho y rehecho, con su forma definitiva apareciendo entre las manos, el vestido es otra cosa. Recuerda como se dispuso a plancharlo, con que atencion lleno la plancha de brasas y la saco al patio para que el aire las avivara. Si no fuera porque en la estancia <> habian llamado a un cura para la misa de un santo, los novios hubieran debido casarse en la ciudad. En el micro habrian ido, algun miercoles, muy derechos, con el vestido de la Porota colgado en una percha. Pero por la venida del cura podian casarse en la capilla, frente al boliche, y la fiesta se haria en la casa. Porota y Alcira habian ido a la ciudad para hacerse la permanente y volvian hechas unos carneritos, mientras ella planchaba. Lo recuerda muy bien; habia planchado ese vestido con tanto cuidado. Pensarlo daba ganas de llorar. Todo el tiempo habia esperado, y de pronto, entre dos o tres jinetes lo vio venir con su gran cuchillo de plata cruzado en la cintura. El trote hacia tintinear las monedas de su cinto resplandeciente y Nefer, ah, la Nefer cebando mate para las visitas junto a su hermana, ella no miro, volvio la espalda, se quemo las manos con el agua que vertia, pero oyo --durante un rato no fue mas que oidos-- como desmontaba, como ataba el caballo, las bromas que cambio con los amigos, los pasos con que cruzo el patio para entrar en la cocina y saludar. Cuando llego su turno respondio muy rapido: bieniuste, y despues le ofrecio el mate con los ojos bajos. Llego el almuerzo, servir a los invitados, ir y venir, el calor, las brasas latiendo en el suelo junto a los asadores que goteaban; los hombres se inclinaban a cortar lentamente sus pedazos; habia vino, habia empanadas --toda la vispera amasaron con la madre y las primas--, el sol golpeaba sobre el patio de tierra, las caras estaban rojas bajo la sombra de los talas, Jacinto se puso a tocar en el acordeon una musica alegre que llenaba el aire de la manana. Pero ella, Nefer con la fuente de empanadas o el fuenton de carne, Nefer con el vino o partiendo galleta, tenia ojos en la espalda, en los brazos, en la nuca, en todo el cuerpo, y sin mirarlo vio constantemente al Negro. Lo vio en cuclillas entre algunos amigos, comiendo con su gran cuchillo la presa de carne, un bocado y otro, limpiamente y sin prisa, sonriendo una veces y hablando otras. Todo el dia paso asi, con el Negro por centro. Pero junto al Negro estaba Delia. Si Nefer no tuviera las unas gastadas hasta la carne por el trabajo; si no fuera hermana de la novia; si no fuera ella misma, !como hubiera despedazado a desgarrones esa cara, ese cuerpo odiado, como hubiese terminado con esa risa de chaja! Molida a golpes la hubiera hecho rodar por tierra, la hubiera atado del pelo a la cola de un potro, la hubiera colgado de los pies, desnuda sobre el fuego, y al fin carbonizada, deshecha, hubiera dado su polvo a los caranchos, a los perros, a las comadrejas y a los zorros. Ah, Delia, hija de bolichero, desenvuelta y cuidada.

  • Tinisima de Elena Poniatowska

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    Convertida en leyenda, tanto por su vida como por su obra, Tina Modotti tuvo una existencia llena de pasion y de furia, que encontro en la fotografia el medio ideal para expresar su disconformidad y compromiso con el tiempo que le toco vivir.

  • Nietzsche para estresados de Allan Percy

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    Este manual reune 99 maximas del genio aleman y su aplicacion practica a entornos y situaciones de cada dia. Tanto en el mundo de la empresa como en el ambito personal, la filosofia de Nietzsche es altamente efectiva para hallar la salida de cualquier encrucijada. Cada capitulo del libro se abre con un aforismo de este pensador, seguido de una interpretacion en clave actual para mejorar nuestra calidad de vida. Este breve curso de filosofia cotidiana ha sido disenado como ayuda para tomar decisiones, recuperar el aliento, enderezar el rumbo perdido y relativizar la importancia de las cosas que nos suceden en la jornada. Nos hallamos ante un manual de autoayuda sabio --por el personaje que lo inspira--, provocador y estimulante. Un libro para los que buscan inspiracion en el pensamiento del filosofo mas influyente de la era moderna, que nos ensena a combatir las angustias y los miedos de hoy en dia. Junto con los 99 fogonazos de lucidez de la filosofia de Nietzsche, el manual se cierra con un cuaderno explicativo sobre la filosofia como terapia y sus aplicaciones para la vida cotidiana. Popularizada por su libro de gran exito Mas Platon y menos Prozac, conoceremos el trabajo de los consultores filosoficos y como las maximas de los pensadores de todos los tiempos pueden ser una ayuda terapeutica de primer rango. Antes de dar voz al filosofo que ha inspirado este manual de autoayuda, hagamos una breve visita a la biografia del maestro. Friedrich Wilhelm Nietzsche nacio en 1844 en la localidad germana de Rocken. Hijo de un pastor evangelico que fallecio cuando el tenia cinco anos, crecio en un ambiente de pietismo protestante dominado por mujeres. Tras estudiar en un internado donde se iniciaria en la antiguedad griega y romana, estudio filosofia clasica en las universidades de Bonn y Leipzig. Fue en esta ultima donde entro en contacto con el ideario de Schopenhauer y la musica de Wagner, compositor admirado a quien despues conoceria en persona. En 1869, a la temprana edad de veinticinco anos, Nietzsche ya era catedratico de filologia clasica en la Universidad de Basilea. Sin embargo, su actividad docente en esta institucion fue interrumpida en 1870 por el estallido de la guerra franco-prusiana. Nietzsche participo en la contienda como enfermero, hasta que tuvo que abandonar el frente a causa de la disenteria, afeccion de la que no llegaria a restablecerse totalmente. En 1881 conocio a Lou Andreas Salome, mujer de la que se enamoraria perdidamente, pero que acabaria casandose con un amigo suyo. Aquel rechazo acabaria afianzando en el su proverbial misoginia. Obligado a jubilarse prematuramente debido a las secuelas de su enfermedad, se traslado a la Riviera francesa y al norte de Italia para pensar y escribir. Solo y frustrado porque sus obras no obtenian la acogida que el esperaba, en 1889, un Nietzsche practicamente ciego fue victima en Turin de los primeros accesos de locura. Despues de largas temporadas internado en clinicas de Basilea y Jena, pasaria el resto de su vida en casa de su madre, que cuido de el hasta que a su muerte quedo al cargo de su hermana. Nietzsche fallecio en el ano 1900. Su legado filosofico posee una enorme ambicion que no ha perdido en la actualidad su poder inspirador y provocador. 99 pildoras para despertar la mente 1 Aquel que tiene un por que vivir puede enfrentarse a cualquier <> El estres y la desorientacion hacen presa de nosotros cuando perdemos de vista nuestros objetivos vitales. La sensacion de <>, el agotamiento que produce la dispersion tienen su antidoto en una meta clara que de sentido a lo que estamos haciendo, con sus buenos y malos momentos. Sobre esto, Viktor Frankl consideraba que basta con que el individuo encuentre un sentido a su vida para superar la mayoria de los problemas que le aquejan. La logoterapia busca justamente eso: en lugar de escarbar en el pasado del paciente, se explora que puede hacer con lo que tiene aqui y ahora. Dicho de un modo mas sencillo: encontrar un motivo para levantarse cada dia de la cama. El drama de muchas personas insatisfechas con su existencia es que tampoco se plantean cual es la vida que desearian vivir. Y la primera condicion para dejar de estar perdido es saber, al menos, adonde se quiere llegar. Al igual que Frankl medio siglo despues, Nietzsche senala la importancia de encontrar un <>. Cuando nuestra vida se llena de sentido, de repente los esfuerzos ya no son fatigas, sino pasos necesarios hacia la meta que nos hemos fijado. 2 El destino de los seres humanos esta hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de epocas felices La felicidad es fragil y volatil porque solo puede vivirse en determinados momentos. De hecho, si pudieramos experimentarla ininterrumpidamente perderia todo su valor, ya que unicamente podemos percibirla por contraste. Tras una semana de cielo cubierto, el dia soleado nos parece un milagro de la Creacion. Del mismo modo, sentimos la alegria mas radiante al salir del pozo de la tristeza. Ambas emociones se complementan y necesitan, porque ni la melancolia es eterna ni podriamos soportar cien anos de felicidad. Este es uno de los factores de estres de la sociedad moderna: creer que tenemos la obligacion de ser felices en todo momento y lugar. La negacion de la tristeza hace que se dispare el consumo de antidepresivos, las terapias y el derroche en cosas que no necesitamos. Parece como si no esgrimir una sonrisa permanente fuera motivo de verguenza. Contra esta perspectiva falsa e infantil, Nietzsche nos recuerda que la felicidad se da solo a destellos y que al pretender perpetuarla matamos incluso esos mismos destellos que nos ayudan a avanzar en el largo y tortuoso camino de la vida.

  • Cartas de seduccion de Janelle Denison

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    Despues de anos locamente enamorada de su jefe, la secretaria Melodie Turner habia decidido hacer algo por fin. Quiza el detective privado Cole Sommers fuera capaz de resistirse a su nuevo peinado o a la lenceria sexy, pero pronto se veria afectado por una serie de cartas eroticas…

  • Solo para ellas de Amber Lake

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    Una cosa bella es un goce eterno. John Keats Una sonrisa de satisfaccion curvo la sensual boca de Tania al repasar el informe del contable que gestionaba los asuntos economicos de su empresa. El balance del ultimo trimestre era positivo, como esperaba, y podria hacerle frente al prestamo que pensaba solicitar. Lo mando imprimir para llevar una copia cuando fuese al banco. Ese informe demostraba que la agencia era solvente y pagaria los plazos con desahogo. No tendrian razones para negarselo. Tania era la propietaria de un negocio muy peculiar. En 2010, despues de acabar los estudios de Direccion y Administracion de Empresas y un master en Recursos Humanos en la prestigiosa Universidad de Yale, en Estados Unidos, regreso a Barcelona, su ciudad natal, con muchas ilusiones y un brillante curriculum bajo el brazo. Tras pasar por algunos trabajos ingratos y mal remunerados, una noticia aparecida en un periodico financiero le dio la idea: crear una agencia que se dedicase a ofrecer los servicios de hombres de compania para compromisos profesionales o de ocio a las personas y empresas que lo solicitasen; algo que se hacia en otros paises con mucho exito, segun destacaba el diario. Hizo un estudio de mercado y de las pocas agencias similares que existian en la ciudad y comprendio que el proyecto podria tener exito --a pesar de la crisis economica que asolaba el pais en esos momentos-- si incluia una mayor gama de ofertas y un catalogo de personal amplio, variado y selecto. Y asi surgio <>, su floreciente agencia y la mejor de la ciudad en su especialidad por la amplitud de actividades que ofrecia y la profesionalidad de sus empleados y colaboradores. El secreto de su exito era la rigurosa seleccion de su personal. Procuraba que fueran hombres inteligentes, cultos, elegantes... No tenian que ser necesariamente guapos. Con poseer un fisico aceptable y gusto en el vestir era suficiente. Su atractivo derivaba de la seguridad en si mismos, de su caracter afable, su simpatia y, en especial, de su correccion y esfuerzo, cualidades que los convertian en unos autenticos caballeros. A la hora de seleccionarlos, valoraba que estuviesen acostumbrados a moverse con soltura en ambientes sofisticados y dispusiesen de recursos suficientes para resolver cualquier imprevisto que pudiera surgir, como sacar de apuros a sus acompanantes en caso de necesidad. Y de forma discreta, otra de las maximas de su empresa; como habia ocurrido en algunas ocasiones con personajes famosos de visita en la ciudad que habian recurrido a su agencia para procurarse un poco de recreo. A todo ello, habia que sumar --aunque no era requisito imprescindible-- que fueran amantes generosos y experimentados por si la mujer que los contrataba deseaba ampliar sus servicios en ese aspecto. Cuando fundo la empresa, Tania no se planteo incluir esas prestaciones especiales, como ella las llamaba. Por desgracia, gran parte de sus clientas acababan solicitando ese extra, y ella comprendio que no podia ponerlas en manos de amantes inexpertos o de brutos sin conciencia, que acabarian desprestigiando la imagen de calidad que pretendia dar. Su clientela era variopinta. Desde empresas que organizaban eventos y necesitaban personal para atender a los asistentes, o para hacer de <> en ellos, a fiestas privadas que requerian acompanantes para los invitados sin pareja. Incluso se habia dado el caso de personas que deseaban hacer un regalo especial a algun amigo o familiar. Con todo, la mayoria de clientes que acudian a la agencia eran mujeres, por lo general ejecutivas o empresarias de alto poder adquisitivo, que necesitaban un acompanante para acudir a algun compromiso laboral o social. Tambien las que, al carecer de pareja y de tiempo para las relaciones sociales, deseaban un companero agradable con el que disfrutar los momentos de ocio, o turistas de alto standing que requerian un guia discreto y amable para conocer a fondo la ciudad y sus posibilidades de diversion... Tania no ignoraba, ni cuestionaba, que muchas de sus clientas lo que buscaban era un hombre para llevarse a la cama, pero les daba mas garantias contratar a uno de sus colaboradores que contactar con algun gigolo de los que se ofrecian en la seccion de anuncios de los periodicos. Confiaban en su buen criterio para ofrecerles un amante a su medida y libre de riesgos. Ella se ocupaba de que su personal fuese capaz de realizar esa tarea con la misma pericia y entrega que exigia en el resto de actividades. <>, advertia a sus empleados. Y esa era una de las razones por las que, en el ultimo ano, los usuarios habian aumentado de forma extraordinaria. El <> funcionaba muy bien, y eso le habia llevado a verse desbordada de trabajo en los ultimos meses. De todas formas, indicaba a los interesados que la prestacion extra era un tema que debian gestionar con el contratado. El suyo no era un negocio de prostitucion e insistia en dejarlo bien claro, tanto a los clientes como a sus trabajadores. Lo que ocurriese de mutuo acuerdo entre ellos no era de su incumbencia. Por desgracia, no podia impedir que muchos creyesen que la agencia no era mas que un prostibulo de lujo. Tania tenia la conciencia tranquila. Pensaba que con su empresa desarrollaba una buena labor social, al aconsejar y facilitar profesionales a las personas que acudian a ella, con lo que evitaba que se pusiesen en manos de oportunistas y desalmados. Tampoco las juzgaba. Ella nunca contrataria a un hombre para que saciara sus necesidades sexuales, era cierto; pero comprendia que habia personas que, por las circunstancias que fuesen, se veian abocadas a hacerlo y merecian la misma consideracion que el resto de sus clientes. En la actualidad disponia de un abultado catalogo de hombres de distinta edad y caracter para ofrecer a las personas interesadas, si bien la creciente demanda requeria aumentar los recursos. Ademas, y debido a que sus empleados no se dedicaban en exclusiva a esa tarea --aun estando muy bien pagada--, no solian durar mucho tiempo en la agencia. Algunos acababan abandonando por diversas razones: encontraban pareja que se oponia a que continuasen con ese empleo, conseguian un empleo mas acorde a sus expectativas de futuro... O por enfermedad, agotamiento... La profesion de acompanante solia ser de corta duracion y solo unos pocos llegaban a mantenerse hasta una edad avanzada, sobre todo por la feroz competencia. Incluso se habia visto forzada a despedir a alguno que no cumplia con las normas establecidas de discrecion y confidencialidad. Todo ello le obligaba a tener que reemplazarlos con frecuencia; lo que le ocasionaba mucho tiempo, esfuerzo e inconvenientes. La mayoria de sus empleados habian llegado a la agencia tras consultar la publicidad que aparecia en los principales periodicos y en la pagina web. Asimismo, los habia que acudian recomendados por alguno de sus empleados o por los que habian dejado de serlo. Tania los entrevistaba en persona para determinar si respondian a las exigencias que su distinguida clientela demandaba y no solia equivocarse en sus dictamenes. Se habia encontrado con hombres de todo tipo: muchos extraordinarios y otros solo correctos, pero tambien ignorantes, groseros o arrogantes que se delataban con solo escucharlos por telefono, o los que confundian el autentico sentido de esa profesion y creian que solo se trataba de tener citas sexuales. A estos los descartaba de inmediato, sin darles opcion a pasar a la segunda fase en la seleccion. Debido al auge economico que la ciudad llevaba experimentando desde hacia anos, que atraia a grandes directivos y empresarios --incluyendo a la cada vez mayor incorporacion de las mujeres a esos puestos de responsabilidad--, la demanda habia aumentado y se veia en la necesidad de incorporar nuevos empleados. Y en ello estaba. Tania miro el reloj que llevaba en la muneca. Pasaban unos minutos de las diez de la noche y aun no habia cenado. Al ser un negocio que llevaba personalmente, con la unica ayuda de Anna, su secretaria, la jornada laboral era extenuante y solia prolongarse hasta casi casi la medianoche; mas aun, cuando tenia una evaluacion en marcha. Esa noche decidio regalarse unas horas de descanso extra. Cenaria, veria alguna pelicula en el canal de pago y se acostaria pronto. Tenia que estar despejada al dia siguiente. A primera hora de la manana, pensaba llamar al director del banco para concertar una cita con el. No podia demorar mas la solicitud del prestamo. El negocio iba bien y tenia unos ahorros, aunque no eran suficientes para los proyectos que tenia en mente. Queria ampliar la agencia y ello requeria una fuerte inversion. En primer lugar, necesitaba alquilar un espacio en el sector de negocios mas sobresaliente de la ciudad para ubicar alli las oficinas. Ahora ocupaban parte de su vivienda, un amplio piso en la zona mas tranquila del barrio de Gracia; lo que resultaba muy practico, pero era poco profesional. Ya habia visto unas magnificas oficinas en la Gran Via de Carles III, en el distrito de Les Corts, con lo que atraeria mas clientes y de mejor calidad. Podria haberle pedido ayuda a su padre, consciente de que no se negaria a financiar ese proyecto, pero no queria involucrarlo otra vez. Ya le habia ayudado en una ocasion y, aunque tardo menos de tres anos en devolverle lo que le habia prestado, consideraba que era hora de cortar esa dependencia paterna. Sabia que se disgustaria con ella cuando se enterase de que no habia recurrido a el. Como todo padre con sus hijos, y mas si era el unico que tenia, queria y consideraba su deber ayudarla y protegerla; pero, de aceptar, acabaria creandole conflictos con su nueva esposa. Monica, con la que su padre se habia casado hacia un par de anos, era mucho mas joven que el y habia aportado al matrimonio dos hijos adolescentes. Tania sabia que no iba a admitir de buen grado que invirtiese dinero en un negocio que calificaba de deshonroso para la familia, y que ya habia causado varias discusiones entre la pareja; razon por la que dejo de visitarles meses antes. La felicidad de su padre era su prioridad, y no queria que se malograse por su culpa. CAPITULO 2 La excitacion es el fundamento del erotismo, su enigma mas profundo, su palabra clave. Milan Kundera Jana miro el reloj de pulsera y una mueca de disgusto se formo en su rostro. La persona que estaba esperando se retrasaba y eso, aparte de ponerla de malhumor, decia muy poco en su favor. Abrio el minibar y miro el surtido de botellitas. Saco una de ginebra y un bote de soda; al menos, amenizaria la espera con algo refrescante. Encendio un cigarrillo y se sento en uno de los confortables sillones. Le era indiferente que esa persona no se presentara; a ella le iban a pagar igual y, mientras, disfrutaria de las comodidades de aquella lujosa habitacion del hotel de cinco estrellas, que le abonarian igualmente. Diez minutos mas tarde, escucho unos urgentes golpes en la puerta. Sin apresurarse, se levanto y se miro en el espejo que ocupaba toda una pared frente a la cama. La imagen que le devolvio era impecable. El favorecedor maquillaje destacaba sus mejores rasgos: unos ojos grandes de largas pestanas y una boca jugosa. El vestido moldeaba su cuerpo escultural y dejaba al descubierto gran parte de las largas y bien torneadas piernas, que ella resaltaba con unos altos stilettos. La cuidada melena, peinada en uno de los mejores salones de belleza de la ciudad, remataba el soberbio conjunto que muchas mujeres envidiaban y todos los hombres deseaban. Satisfecha, fue a abrir. El hombre, de unos veintipocos anos y de atractivo rostro, respiraba con dificultad. Parecia que acababa de batir el record de los cien metros lisos. --?La senora Valdes? --pregunto, cuando fue capaz de recuperar el aliento. --Si --respondio Jana, observandolo con ojo critico y gesto serio. Aparte de la edad, le sorprendio el informal atuendo que llevaba: pantalon vaquero desgastado, cazadora de cuero negra sobre una camiseta blanca y zapatillas de deporte; una indumentaria adecuada a su edad y constitucion, pero le resultaba dificil imaginarlo con traje y corbata, prendas mas acordes con el trabajo que pretendia desempenar. Con todo, tenia su encanto. El aspecto aninado del rostro, acentuado por el rizado cabello rubio, despertaria instintos maternales en algunas mujeres; la razon mas probable de que Tania lo hubiese preseleccionado, cuando no se equiparaba a los aspirantes que le solia enviar. --Encantado, senora Valdes. Soy Jordi Oliva. --Sonrio nervioso. --Jana, por favor. Senora Valdes es demasiado serio. --Claro, Jana. Un nombre muy bonito. He venido a... a... --titubeo. No acertaba con la palabra adecuada para describir lo que habia ido a hacer alli. Jana tiro de la mano que le tendia y lo introdujo en la habitacion. --Ya se a lo que has venido, Jordi, aunque con considerable retraso. El evidente reproche altero aun mas al joven, que intento justificarse. --Lo siento. Es que no encontraba donde aparcar --dijo de forma atropellada. --Esa es una contrariedad con la que se debe contar; por ello, es necesario tomar tiempo. Y un recurso muy socorrido es el parking del hotel, si lo tiene.

  • Fingelo de Mia Ford

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    Me recojo los largos rizos oscuros y me preparo para ir a trabajar. El parloteo que me rodea se mezcla en una cacofonia de murmullos. Todo el mundo esta ya borracho y gritan unos sobre otros, por encima de la musica y del zumbido de sus propios oidos. Dios no quiera que te duela la cabeza cuando tienes que trabajar. Llevo casi tres anos trabajando en bares y la escena es siempre la misma. Hay grupos que entran y se relacionan entre si a distancia. Casi puedes adivinar que chico va a hablar con que chica por el grupo de personas con el que han entrado en el bar. Uno de mis juegos favoritos es <> Me doy cuenta de que alguien intenta hablar con otra persona, le hace ojitos o le paga una copa. Entonces, los otros camareros y yo nos inventamos las cosas que se estan diciendo y cuales pueden ser los posibles motivos de ruptura. Las razones por las que no saldran del bar y seguiran su camino hacia la ciudad del amor se vuelven completamente ridiculas. Como si el tuviera una serpiente en la banera y quisiera que ella la alimentara con ratas. Me espera otra larga noche y respiro profundamente antes de salir para comenzar mi turno. Me situo justo en el almacen, desde donde puedo ver a todo el mundo pero ellos no pueden verme y ademas puedo oirlos. Los televisores de pantalla plana de alta definicion se alinean en las paredes reproduciendo el ultimo partido. Nunca hay sonido en los televisores porque no tendria sentido, nadie oiria nada. El bar esta repleto y con todos los empujones que se producen, sabia que era cuestion de tiempo que esto sucediera. --Te voy a matar --grita una marimacho rubia tenida. Es enorme y, a medida que me acerco, pienso en retroceder un poco. Tal vez no sea justo llamarla asi, pero debe medir al menos 1,80 metros y es mas flaca que un palillo. Definitivamente podria acabar conmigo o al menos partirme en dos, sin ponerle demasiado empeno. --Solo tienes que intentarlo --dice una morena bajita, con unos pendientes colgando de sus orejas que deberian hacerla caer. Se que es una famosa de segunda porque esta en el bar todo el tiempo y la he escuchado hablar sin parar de su supuesta fama. La marimacho, efectivamente, la matara si no intervengo. Lo ultimo que quiero es entrometerme en el camino de la marimacho o hacerme notar, pero la mas bajita no me estaba dando muchas opciones. El cuerpo de la mujer alta esta rigido como si pudiera salir vapor de sus orejas y se mezcla de tal forma con todo el vapor y la colonia cara que hay en el aire, que hace que mis ojos lloren. Como se preveia, comienzan los empujones y la gente se aleja de ellas, dispersandose como ratones lejos de la pareja de gatas salvajes. Los transeuntes agravan la situacion dandose la vuelta para mirar, bloqueando mi vista. Despues de dar la vuelta a la barra, me meto en la refriega para intentar separar a las dos mujeres extremadamente borrachas. Sacudo la cabeza hacia Gary, decepcionada. El portero no quiere separar las peleas de chicas. Le preocupa violentar a las mujeres y que le demanden. Deberia preocuparse de que demanden a nuestra jefa. Por eso intervengo. A pesar de todo, me gusta mi trabajo. Eso me permite ser la heroina. No estoy baja de forma, pero tampoco soy la mujer mas fuerte. Con un metro y medio, me mantengo en forma. Ir a yoga un par de veces a la semana vale la pena, al igual que correr, cuando puedo. Quizas eso me ha hecho ser mas atrevida de lo que deberia, porque una vez que me pongo en medio de las mujeres me doy cuenta de que es un error. La marimacho parece medir unos dos metros y la famosilla se gira justo cuando me pongo delante de ella y me mira a los ojos. Las estrellas estallan en torno a mi vision mientras comienza una palpitacion. No es el mas duro de los golpes, pero es suficiente para aturdirme durante un par de segundos. La fuerza de la sacudida me hace salir de la refriega durante un segundo llevandome la mano a la cara. La rubia lanza varios improperios mas tipicos de borrachos. Estoy empezando a cabrearme. Me repongo saltando de nuevo y estirando la mano. La agarro por la cola de caballo y le doy un fuerte tiron. Vale, puede que no este luchando de forma justa, pero a estas alturas me importa una mierda. No puedo permitir que haya un derramamiento de sangre durante mi turno, y a juzgar por la rabia que colorea la cara de la marimacho, existe la posibilidad de que haya uno. Es el tipo de chica que probablemente escribiria REDRUM en el espejo de su bano despues de la ducha. Tiene una mirada en sus ojos que definitivamente me daria miedo si yo fuera la otra chica. Le agarro el pelo y la alejo de la chica alta antes de que las dos acabemos colgadas encima de su enorme cuerpo. Esto seria mas facil si ella cooperara conmigo en lugar de ir en contra, pero dudo que se de cuenta de que estoy tratando de terminar esto lo mas rapido posible. --Regina --le grito a la otra camarera--, ayudame a sacarlas de aqui. Regina me mira con la mirada perdida. Le hago un gesto brusco con la cabeza que parece hacer que se mueva. Con Regina agarrando timidamente a la mas grande, sacamos a las dos mujeres del bar. Nos empujan y tiran de nosotras, pero si lo que necesitan es pelear, pueden resolverlo en la calle. --Mierda --dice Regina--, te ha dado bien en ese ojo. --Desde luego --digo, y toco con un dedo el punto sensible. Me estremezco. Me sorprende que ya se haya hinchado. La adrenalina disminuye dejando pasar al dolor. Por suerte no he sentido el agotamiento antes de mi turno. --?La rubia tenida tiene destreza? --dice riendo. Regina es rubia natural y no es alta como la marimacho, pero definitivamente es varios centimetros mas alta que yo. Pongo los ojos en blanco y hago una mueca de dolor. --No, fue un golpe de suerte. --No me sorprende que Regina encuentre un chiste en medio del desastre. Con suerte o sin ella, duele mucho. Espero que esta noche se tropiece con algo de camino a la cama o que se golpee el dedo del pie con una comoda. Regina se rie. --Con suerte o sin ella, vas a tener un ojo morado. --Regina intenta tocarlo y yo retrocedo, no necesito una presion extra justo en el moraton. Gimoteo. --Perfecto. Dejame ver si puedo taparlo --le digo y entro en el bano. Ya esta empezando a ponerse negro y tengo la sensacion de que se me va a hinchar el ojo. Me dirijo a las taquillas de detras de la barra para buscar algo de maquillaje y ver si puedo salvar mi aspecto. Dependo de las propinas que consigo cada noche para sobrevivir. Va a ser muy dificil atender el bar como una pirata tuerta. Una vez me prestaron dinero para el alquiler, y ese fue un error que me ha perseguido desde entonces. El alquiler se acercaba de nuevo y necesitaba poder ligar con los mejores, no parecer una extra de una pelicula de terror. Por suerte, siempre llevo conmigo suficiente maquillaje para cubrir la cara de seis chicas. Regina volvio para ver como estaba. --El segundo turno esta aqui. George esta entreteniendo al publico un minuto. Me miro en el espejo y aplico un poco de tapa ojeras alrededor de la parte mas oscura del hematoma. Decido aprovechar al maximo un ojo ahumado antes de que se hinche. A este paso, tendre suerte si no me apunalo accidentalmente con el rimel. --Bien, creo que puedo tapar el moraton por esta noche. No te se decir como estara manana. --?Te visitara cierto pretendiente rico esta noche? --pregunta Regina mordiendose una una y apoyandose en las taquillas. Es una mania que tiene, y estoy segura de que ni siquiera sabe que lo esta haciendo. Me estremezco pensando en la piel desgarrada de su cuticula que debe arder cuando pone limones en los chupitos. --Deja de hacer eso --la regano, y entonces una leve sonrisa se dibuja en mi cara--. Y, no estoy segura. Thomas es la mejor parte de mis tardes. Literalmente, lo mejor de mi dia y, sobre todo, cuando tengo que trabajar. Le gusta hacerlo en publico y venir al bar es su cita favorita. Hacia poco que habia descubierto quien era realmente Thomas. Pensaba que solo era un tipo bien vestido que coqueteaba conmigo en el bar. No fue hasta que lo vi en Entertainment Tonight cuando me di cuenta de que era una figura publica. El averguenza a la morena famosilla y hace que mi nucleo tiemble de expectacion. Todavia no entendia muy bien por que era famoso. Habia sido el novio en un reality show. La chica seguia en el programa, pero desde que habian roto, los paparazzi continuaban siguiendolo a el. Tal vez esperaban que volvieran a estar juntos y que se enamoraran en la television. Yo, en fin, no podia soportar ver los antiguos episodios y la mirada en su cara o la forma en que ella lo trato durante ese tiempo. Puede que sea el pasado, pero aun asi me dejaba quemada cuando lo veia, aunque el no fuera mio y todo esto sea por diversion. Diversion es lo que me recuerdo una y otra vez al mirar mi reflejo en el espejo. Ni siquiera suelo ver la television, y me habia enganchado. Regina sigue hablando pero ignoro la mayor parte de lo que dice. --Esta demasiado bueno. No puedo creer que hayas conseguido al ex novio de Rosa Diaz. --Dudo que quiera que se refieran a el como el ex novio de alguien --le digo, y termino los ultimos retoques con mi tapa ojeras. Giro la cabeza de izquierda a derecha. He conseguido disimular parte de las rojeces y, por suerte, no se me ha puesto negro… todavia. Vuelvo a meter el maquillaje en la taquilla y la cierro de golpe. Regina canturrea, alejando mi atencion de la puerta metalica de la taquilla y de mis actuales problemas de alquiler. Miro a Regina y siento que el color me llena las mejillas. --Sin embargo, espero que se pase por aqui esta noche, se acerca mi descanso. --Me abanico rapidamente porque el rubor de mi cara irrita el dolor de mi ojo hinchado. Nunca he conocido a alguien como Thomas. Conoce mis necesidades antes que yo y las satisface de tal manera que nunca me siento insatisfecha despues de estar juntos. Es fantastico siempre. Cada vez es mejor. Es tan caliente y esta tan fuerte que es lo unico en lo que puedo pensar durante horas y horas despues de estar juntos. Cuando volvemos al bar, George esta haciendo sus habituales trucos de exhibicion, lanzando botellas al aire y dando vueltas. Las mujeres se lo comen, aunque el es cien por cien gay. Les muestra su galardonada sonrisa, guinando un ojo a algunas y soplando besos a otras. Se pasea por el bar haciendome reir. Es un provocador, pero mientras den buenas propinas, ?quien soy yo para quejarme? Una vez le pregunte si le molestaba que las mujeres pensaran que era como un enorme bistec al que les encantaria hincarle el diente. <>, fue su respuesta. Las mujeres pueden ser absolutamente intrepidas cuando beben. Apenas puedo creer algunas de las cosas que les he visto hacer. Una senora mayor se tomo unos tres martinis y se quito las bragas para darselas a el. Otra intento hacerle un baile erotico pero se cayo y se torcio la muneca al subir a la barra. Realmente ya no hay nada que me sorprenda. Comprendo el punto de vista de George cuando vuelvo a salir a la barra para sonreir a los clientes y llamarles con nombres de cachorros como <>, <>, <> o algun otro nombre asquerosamente dulce. Un dia, tal vez, tendre una carrera de verdad y no tendre que trabajar tanto. No me malinterpretes, ser una perra de bar, como nos llamamos carinosamente Regina y yo, tiene sus ventajas. He conocido a gente increible, pero mezclar bebidas y lidiar con mierdas como recibir un golpe en el ojo, cansa muy, muy rapido. Mezclar bebidas no es tan facil como mucha gente cree. Hace falta mucha habilidad y concentracion para mezclar la bebida perfecta. A veces se trata de una propina barata al final de la cuenta del bar o de varios billetes de veinte que sirven para comprar el almuerzo para el resto de la semana. Personalmente, me gusta almorzar y hago lo posible por ganarme esos veinte. Thomas no se acercara a pedir una bebida. Entrara por la parte de atras y me mandara un mensaje. Sabe que le reconoceran y no quiere que yo salga en las camaras, ya que solo nos estamos divirtiendo. Alguien que fuera una cazafortunas se ofenderia, pero estoy de acuerdo, solo nos estamos divirtiendo, realmente no hay necesidad de llamar la atencion innecesariamente sobre lo que sea que estemos haciendo. Me gusta mi vida tal y como es, muchas gracias. Bueno, en su mayor parte. Puede que nunca sea mio, no en la forma en que funcionan las relaciones convencionales, pero por ahora, cogere lo que me ofrece y lo disfrutare. --He oido un rumor, gota de amor --me dice uno de los habituales. Se que trabaja para una de las cadenas de entretenimiento que se ocupan de los cotilleos de los famosos. Lo habia escuchado tratando de impresionar a una chica con sus historias de persecucion de famosos. No recordaba cual, ni me importaba, mientras no nos pusiera a Thomas y a mi en la misma columna de cotilleos. --Oh, en serio, ?un rumor sobre que? --pregunte sonriendo mientras me encogia por dentro. ?Gota de amor? ?De verdad? Esta comadreja me eriza la piel y, mas que nada, me encantaria darle un punetazo en el ojo. Mi mano se mueve sosteniendo el vaso alto para un Tom Collins y arreglando mi bandeja para salir corriendo. Sigue parloteando y yo le escucho a medias. Sin embargo, las siguientes palabras que salen de su boca me hacen reflexionar, pero solo brevemente. --Que estas lamiendo algunos de los descuidos de Diaz.

  • La reina y los peones (Ronda Mortal 1) de Lina Perozo Altamar

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    Deborah Wallis lleva una vida rodeada de lujos y comodidades en Nueva Orleans. Es inteligente, elegante y tiene el hombre que desee a sus pies. Quienes la rodean, la consideran una mujer egoista, caprichosa y arrogante. Lo que no saben, es que esa es la manera en que Deborah alza sus murallas, para evitar que conozcan sus debilidades y puedan llegar a lastimarla.
    Ella disfruta del sexo desenfrenado, valiendose de mentiras y juegos de seduccion, para llenar el vacio en su corazon, que le provoca el no tener el amor y el carino del unico hombre de quien siempre lo ha anhelado, y de quien solo ha recibido odio y desprecio. Con su rechazo y sus constantes humillaciones, el la llevara al extremo de tomar una decision, que cambiara el destino de muchos, dando asi inicio a un complicado juego de ajedrez.
    Deborah se convertira en la reina que tendra a varios peones dispuestos a sacrificarse y no dudara en usarlos para conseguir sus planes. Entra a esta Ronda Mortal y dejate arrastrar por el deseo, la pasion, la ambicion, el odio y las intrigas, que llevaran a estos personajes a romper sus propios limites.

  • El extrano caso de Nellie Bly de Mario Escobar

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    Nunca tanta belleza inspiro tanta locura.
    Un thriller perfecto que consagra a Mario Escobar como el maestro del suspense en Amazon.
    Una joven intenta arrojar a las vias del metro en Manhattan a una chica y los servicios de salud de la ciudad la encierran en el Centro Mental Blackwell’s Island. Despues de varias decadas cerrado, el afamado psiquiatra John Hulton III, lo a reabierto con la esperanza de encontrar un tratamiento efectivo para la mayoria de las enfermedades mentales. La joven Nellie Bly, una huerfana desconocida que intentaba convertirse en escritora en Nueva York, ha sido ingresada tras un ataque psicotico e intento de asesinato hasta que salga el juicio. Nellie niega que este loca y defiende que ha sido victima de una trampa. El ayudante de John Hulton III, Robert Pappe debe evaluarla, para dictaminar si se puede presentar ante un juez. Unos dias mas tarde, una joven del centro aparece asesinada y todos sospechan que la culpable es Nellie. El unico que parece creer en su inocencia es Robert.

  • Y. si me amas de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse

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    Cerre la puerta de casa de mi hermano de un golpe, me habia vuelto a tocar la moral, la estupida de Alicia, su mujer. Estaba muy cansada de que siempre anduviera metiendose donde no la llamaban, y es que me tenia unos celos que no podia con ellos. Llevaba casada con mi hermano Chus, tres anos y, anteriormente, estuvieron por lo menos seis de noviazgo. La verdad es que al principio era una moneria de chica, pero comenzo a cambiar y cuando se caso, ya se creia la mismisima Isabel Preysler, en fin... Arranque el coche con un cabreo increible. Llegue a mi casa con una rabia que no podia, mi madre me lo noto nada mas llegar. --?Que te pasa, hija? --dijo cogiendo mi cara con sus manos y besando mi frente. --Alicia, no puedo con ella. --?Otra vez? --Si, para no variar. Fui a verlos y les comente que manana por la noche tenia un evento muy importante. Y, ?sabes que me solto? --No, carino --su cara era de completa preocupacion. --Que deberia ir dedicandome a trabajar para lo que estudie, que esto no es muy decente... -- solte el aire y negue mientras cogia una lata de refresco del frigo. --No fue acertado ese comentario, pero hija, no le hagas caso, sabes que tu hermano esta en medio y no nos podemos permitir una guerra. --Mama, no es que no fuera acertado, es que fue de muy mal gusto y siempre esta con lo mismo. ?Acaso me meto yo en su vida? --No, hija, pero ya sabes como es ella. --Ya, pero el dia que me coja con una mala hostia de esas que me salen solas, se va a liar una muy gorda. --No digas eso, carino. --Mama, mi hermano esta ciego y es tonto, pero yo no lo soy y no voy a seguir permitiendo que me trate como si fuese una mierda. --Tranquilizate hija. ?Me ayudas a preparar la mesa? Ya tengo la cena lista y papa esta terminandose de duchar. --Claro, ademas me quiero acostar temprano, prefiero poner mi cabeza en modo desconexion, me dejo muy mal rollo en el cuerpo. --Me duele mucho que pasen estas cosas, hija, ya sabes como somos papa y yo, intentamos mantener la calma y a la familia unida. --Mama, que si, que te entiendo, pero esa mujer no es normal, es enfermera y se cree la directora del hospital. Me parece muy bien como ella vea la vida, pero a mi no me va a faltar el respeto. Yo estudie, me saque la carrera de veterinaria y gracias a mi trabajo de modelo de eventos, puedo reunir para tener pronto mi propia clinica, pero imaginando que no tuviera carrera, no cualquiera podria estar en la agencia a la que pertenezco y menos cubrir ese tipo de eventos. No es ninguna deshonra, todo lo contrario, muy orgullosa que estoy de ello, pero no puede estar siempre tirando por tierra lo que con tanto esfuerzo logre. --Por supuesto, hija, ya sabes que confiamos en ti y sabemos que estas disfrutando por un tiempo con tu trabajo, ya tendras tiempo para montar la clinica. --Si me fuera a trabajar para una clinica veterinaria, tardaria anos luz en reunir lo que necesito para montar la mia propia. --Lo se, carino. --Tiene unos celos horribles, eso es lo que le pasa, pero vamos, que cada vez paso mas de ella. Al final terminare ignorandola por completo, no se merece menos y es que, a pesar de todos los desplantes que siempre me hace, demasiado bien la sigo tratando. --Espero que no tengais que llegar a eso, por cierto, hija, ?que le dijiste cuando te hizo ese comentario? --Me levante, cogi mi bolso, la mire y le dije que era una lastima, porque jamas iba a ser feliz e iba a hacer un desgraciado a mi hermano, ese que por cierto estaba presente, pero no dijo ni mu, me fui dando un portazo. --Ay, hija. --No voy a ir mas a verlos, si quieren verme que muevan el culo, paso ya de ellos dos, alla con sus vidas, no voy a aguantar mas que cambien mi estado de animo. Encima que siempre ando preguntandoles como estan y mandandoles mensajes. --Bueno, vamos a cenar --dijo cuando entro mi padre. --?Que te pasa, princesa? --me beso la mejilla. --Nada, tranquilo. --Esa cara la conozco y fuiste a casa de Chus. ?Otra vez Alicia te dijo una de las suyas? --Si, pero vamos, paso de ella, se caso con mi hermano, no conmigo, asi que, que la aguante el. --No permitas que nada ni nadie, robe tu paz interior. --Ya... --Estamos muy orgullosos de ti, no se te olvide nunca --me dio un toque en la nariz. --Lo se, papa. --Por cierto, en unos dias es tu cumpleanos. ?Que quieres que te regalemos? --Lo que querais, siempre acertais --sonrei. --Veintiseis anos y parece que fue ayer cuando te llevaba en mi vientre --murmuro mi madre, mirandome con una bonita sonrisa de lo mas nostalgica. Me fui a la habitacion cuando terminamos de cenar, despues de estar un rato charlando. Me encantaba la relacion que tenia y siempre habia tenido con mis padres, eran unas personas en las que podia confiar y hablarles sin problemas. Mi padre, Fernando, a sus sesenta anos, seguia activo como inspector de la Policia Nacional de mi ciudad. Mi madre, Susana, era tres anos menor que el y trabajaba de funcionaria de correos. Por cierto, mi hermano Jesus, Chus como le deciamos desde pequeno, tenia treinta y un anos, era tasador inmobiliario para un banco. Y luego yo, estudie la carrera de veterinaria y sonaba con montar en un tiempo mi clinica, pero como me salio la oportunidad de trabajar de modelo publicitario mientras estudiaba, lo aproveche y fui alternando. Con el tiempo y al hacer muchos spots, me llamo la mejor agencia nacional y desde entonces, cada fin de semana, trabajaba en mi ciudad o en las de alrededor, a veces incluso mas lejos y me pagaban todo, traslado, hotel y hasta un plus por la distancia, con ello me daba lo suficiente para reunir y antes de los treinta cumplir mi sueno, montar mi propia clinica. Mis padres querian darme el dinero para montarla, pero no lo permiti nunca, queria ganarmelo por mi misma, era mi objetivo y lo iba a cumplir, demasiado ya que me pagaron la carrera y cuando la termine hace tres anos, me regalaron mi coche, un precioso mini de color vainilla. Y esa era mi historia, ademas de tener a las mejores amigas del mundo, Olivia y Andrea, mis loquitas, esas que vivian juntas y con las que yo me quedaba de vez en cuando. Las queria con locura. Olivia era maquilladora para un salon de belleza de alto standing, como ella decia, tenia veinticuatro anos y vivia con Andrea, que tenia mi misma edad y era influencer, era increible lo que generaba con su contenido y la de seguidores que obtenia. Vivian en un piso alquilado al otro lado de la ciudad, yo iba mucho a pasar la tarde con ellas o el fin de semana cuando trabajaba solo los viernes, entonces me iba del sabado al domingo y hasta aprovechabamos para tirarnos alguna que otra marcha. Siempre me propusieron el irme a vivir con ellas, pero yo estaba muy bien en mi casa y asi tampoco gastaba de mas, para tener cuanto antes ahorrado lo que necesitaba para mi proposito. Por otro lado, estaba mi ex, Alonso, ese que me dejo por otra unos meses atras despues de dos preciosos anos de relacion. Tambien veterinario, tenia su propia clinica, era cinco anos mayor que yo. Y esa era mi vida, como la de cualquier otra chica llena de suenos e inquietudes, con una cunada tocapelotas con la que esperaba no acabar tirandonos de los pelos... Llevaba un rato en mi habitacion cuando me llego un mensaje de Olivia, bien sabia ella que el viernes podria tener un evento y solia dejarme un hueco en su trabajo para que fuera a prepararme, en vez de contestar, la llame. --Buenas noches, norueguita mia --rei, y es que mi amiga tenia la mania de llamarme asi de vez en cuando. Y no, no es porque yo fuera nordica, ni tampoco alemana ni de ningun otro lugar en el que los rasgos mas prominentes fueran cabello rubio y ojos claros, sino porque ese era mi aspecto fisico, menos tipical spanish no podia ser, la verdad. Media metro sesenta y cinco, tenia una bonita y cuidada melena rubia y los ojos azules. ?A quien me parecia? A nadie de los tres miembros mas directos de mi familia, mas que nada, porque mi padre tenia el cabello negro, ahora contaba con algunas canitas que le favorecian, la verdad, ojos marrones y media mas de metro ochenta. Identico a el, habia salido mi hermano. Mi madre era castana y de ojos color miel, asi que, ?yo era adoptada? Ni mucho menos, algun rasgo si que tenia de mi madre, solo que, al parecer y segun palabras de mi difunta abuela materna, yo era igualita que mi bisabuela. Ahi es nada. Y era cierto, habia visto fotos de ella cuando era joven y, si no fuera por la ropa de aquella epoca y del tono sepia o en blanco y negro, podria decirse que era yo. Sin duda, la bisabuela y yo, podriamos haber sido gemelas. ?Lo mas curioso? Que la pobre murio solo dos dias antes de que yo naciera, a los noventa y seis anos. --Olivia, mira que eres, ?eh? --Mujer, no te enfades, si sabes que lo hago con carino. Bueno que, manana te esperamos en el salon ?verdad? --Si, como siempre, sesion de peluqueria y maquillaje. --Perfecto, pues pasate cuando quieras, total, la jefa esta mas que acostumbrada a que altere sus agendas esos dias. --Hasta que se canse y te despida --rei. --?Que dices? Despedirme a mi, vamos hombre, si solo contigo le dejamos unos buenos eurillos. A ver, que el salon es de alto standing, pero tener a una modelo como tu entre la clientela, le da un glamour y un cache que ya quisieran otros. --Ya imagino. Bueno, voy a ver si descanso un poco que manana sera una noche larga. --Venga, te veo manana, amore mio. !Ah! Y no olvides mi smoothie de chocolate. --La madre que te pario... --En casa estara la mujer, dejala tranquila. Te I love youuu. Y colgo antes de que pudiera decirle nada. Si es que tenia un morro algunas veces... Eso si, yo a ella tambien la queria, y mucho. Eche un vistazo a mis redes, y acabe viendo la de mi ex. Menuda sonrisa de oreja a oreja tenia el senorito, con la nueva novia del brazo.

  • Nunca sera suficiente de Jennifer Palau

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    La sociedad ha cambiado. Ha desaparecido aquello que conocian como la libertad. Han decidido terminar con todo tipo de problemas en las calles y creado la ley OSDE, modificando sus vidas forzadamente al aplicar las normas inculcadas para la ciudadania.
    Nina es hija de una familia pobre. Una familia que ha quedado muy afectada tras la ley en la que participa Hans Blake; el actual alcalde de la ciudad.
    Cuando un dia cualquiera, Nina sale a la calle para disfrutar de la poca soledad de la que dispone, Izan Blake, el hijo del alcalde, entra en su vida con afan de complicarsela. Y sin que ninguno de los dos lo sepa, pronto tendran un conflicto grave al que enfrentarse.
    Para ella, el es inaccesible.
    Para el, ella es intocable.

  • Redes de Raquel Antunez

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    Mertixell y Ariadna, dos amigas y periodistas de un importante periodico, se ven envueltas en la investigacion policial del asesino en serie mas buscado de los ultimos tiempos.
    San Antonio y Santa Catalina son dos ciudades unidas por una serie de sucesos que haran temblar a todo el pais, donde ambas companeras -tan diferentes entre si- trabajaran en equipo con la policia y seran claves para armar las piezas de un macabro puzle que deparara en una conclusion inesperada.
    Y si, ademas de la tension que viven en esos momentos, le sumamos que la vida privada de ambas se ve completamente patas arriba y que tienen que lidiar con sentimientos encontrados, nuevos, inapropiados, explosivos. -lo cual no es suficiente para frenar sus impulsos-, la cosa se complica un poco mas.
    ?Conseguiran atrapar al Asesino del Mordisco?
    Un sorprendente thriller erotico escrito a dos voces, una mezcla perfecta entre suspense y erotismo.

  • Escrito en el cuerpo de Jeanette Winterson

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  • Entre el orgullo y la redencion (Escocia 2) de Isabella Abad

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    Escocia, 1632.
    Han pasado quince anos y la vida de los Campbell parece florecer. El otrora benjamin, Lyle, se ha transformado en un gigante impetuoso y aventurero, que va de amante en amante y gusta de la bebida. Su familia lo observa con preocupacion, que ira aumentando cuando las medidas economicas del Rey Carlos Estuardo aprieten los bolsillos de los highlanders y les obliguen a buscar alternativas. El camino de Lyle es de dudas y de impulsos que lo llevan a desobedecer al laird, su hermano Glenn, que ve en la negociacion la salida a todo. El menor cree que solo la rebeldia mostrara su fuerza.
    Entonces conoce a Brittany, la hija del funcionario recaudador de peor fama. Con ella llegan las confusiones, la pasion y los problemas. Lyle es orgulloso y atropellado, Brittany tiene un compromiso que no puede eludir, con un ingles hostil y ambicioso, que llegara a las Tierras Altas con ansias de gloria.

  • Solo con estar a mi lado de Sophie Saint Rose

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    Ninette quiere prosperar en la vida y para ello tiene que encontrar un trabajo mejor que ser camarera en una cafeteria. Conocer a Kirk fue un shock porque era el tipo de hombre que le gustaba. Bueno, que le gustaba a ella y a cualquiera, pero al parecer el no reconocio las senales. En realidad habia pasado de ella totalmente, asi que encontrarselo de nuevo fue toda una sorpresa. Una sorpresa que cambiaria su vida para siempre. Y los cambios no siempre son para bien.

  • Tormenta de calor (Serie Castle 9) de Richard Castle

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    Derrick Storm acude en ayuda de la detective Heat en una nueva e imprescindible novela de Castle.

  • El angel de Dryfield Hall de Claudia Cardozo

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    El angel de Dryfield Hall, una novela que cautivara al lector hasta la ultima pagina.

  • Verdad de Care Santos Torres

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    Absuelto del cargo de asesinato, del que fue injustamente acusado a los 14 anos de edad, y una vez probada su inocencia, el ahora joven Eric sale del Correccional de Menores tras cuatro anos de internamiento. Sin embargo, la reinsercion en una sociedad cargada de prejuicios resultara una realidad todavia mas dura: no volver a caer en la delincuencia cuando el entorno parece empenado en ello, continuar los estudios, encontrar un trabajo, alejarse de su barrio. Xenia le ayudo a superar unas barreras que creia infranqueables, ?pero sera el amor una fuerza suficiente para superar las dificultades ahora?

  • Siempre tuya (Secuestrada 3) de Anna Zaires

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    Tercer libro de la trilogia de romance oscuro Secuestrada, exito de ventas por el New York Timesy USA Today

  • No dejes para manana las ganas que me tienes hoy de Maca Ferreira

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    ?Te gustan las historias de amor, tan reales como la vida misma?
    Si la respuesta es afirmativa, sigue leyendo.
    ?Y si a eso le anadimos un toquecito de humor, de ese que se paladea tras una carcajada espontanea?
    ?He oido si a eso? De acuerdo, continua.
    Como condimento habia pensado aderezarlo todo con algo picante, como ese gustito tan interesante que provoca el sexo.
    ?Te sigue apeteciendo? Ya me imaginaba, ya.
    Para rematar, lo cocinare a alta temperatura y lo sazonare con una buena dosis de pasion, algo de superacion personal, una madre un poquito especial, un italiano seductor dispuesto a enredarlo todo, unos vecinos algo escandalosos en la alcoba, una hermana que se convierte en companera de piso, un descubrimiento masculino sumamente interesante y unas amigas candidatas a formar parte del manicomio mas proximo…
    Y como guinda del pastel, un viaje loco y totalmente atipico en un barco donde la poca ropa y el placer son los protagonistas.

  • El sol brilla por la noche en Cachemira de Andres Pascual

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    Inspiro, espiro. ?Por que mi cuerpo se aferra a la vida, si lo unico que quiero es morir? Me apoyo en la barandilla del puente y sigo con la vista el avance lento de una barca cargada de telas. La mujer que la guia, ataviada con un sari agitado por el viento, introduce el remo en el agua turbia con el mimo de una repostera que remueve chocolate. Inspiro, espiro. Ya no me queda nada por hacer en esta Tierra que cada vez tiene menos de madre. Nadie que estuviera en mi lugar querria seguir viviendo. Me quito la gorra azul y paso la mano por la cara. La barca se escora hacia la orilla, donde un par de adolescentes esperan junto a un carrito de madera con el que transportaran la delicada seda. Imagino lo que ocurrira despues: la apilaran en su comercio del mercado, sera acariciada por clientes indecisos y dentro de unos meses venderan el ultimo rollo y llegara otro bote con un nuevo cargamento. Es injusto que, mientras yo me veo obligado a soportar mi pena insoportable, la vida siga para el resto con esta exasperante normalidad. Giro la vista hacia la carretera. Un camion del ejercito indio toca el claxon y escupe humo negro que pica en la garganta. Durante unos instantes no veo nada, pero al poco se disipa la nube y amanece de nuevo Srinagar, la capital de verano de Cachemira. Contemplar esta ciudad es pegar el ojo a un caleidoscopio. A pesar de llevar a sus espaldas varias decadas de guerra, conserva el aspecto de un escenario atiborrado de atrezo en el que bien podrian representarse todas las leyendas. Frases en hindi, pakistani y tibetano hacen tirabuzones en el aire, tejiendo una pashmina de palabras. Docenas de dioses y budas se dirigen a sus templos; hay tantos que han de cederse el paso en las esquinas. Mientras espero a que el soldado que conduce el jeep venga a recogerme, cruzo al otro lado del puente. El lago Dal parece una enorme acuarela. En sus fondos dormitan --como adictos al opio-- proyectiles sin explotar. Una inquietante serenidad en forma de bruma envuelve a los barcos-casa anclados en los desvencijados embarcaderos. Se confunden sus contornos, vibran como los suenos. En otro tiempo, esta atmosfera de contrastes me habria fascinado. Los soldados que custodian la <> demarcada por Naciones Unidas danzan entre los sacos terreros y las alambradas que cruzan la ciudad como retorcidas cicatrices. La persistente polvareda se entrevera del tufo de la fruta pisada a la entrada de los santuarios, del canto del muecin que llama a la oracion desde la mezquita, del humo de la manteca que queman los lamas. Cuantas paletas de colores para un solo lienzo... A ella tambien le habria fascinado estar aqui. Inspiro, espiro. Me seco el sudor de la frente con la manga del polo. Es de color negro, con el emblema cosido en el pecho, la tipica vestimenta de observador de la ONU. Un helicoptero sobrevuela mi cabeza. Su sombra me engulle durante un instante y se pierde en la tierra ennegrecida por el aceite derramado de los tanques. Una voz logra hacerse oir entre el ruido atronador: --!David! !Hora de volver! Es mi chofer. Le dirijo una mirada desganada. No es mal chico. Se alisto en los cascos azules para ayudar a la humanidad. Acostumbra a decirlo asi, con la ingenuidad de un nino que sale por primera vez de excursion con el colegio. Yo nunca hablo de lo que me trajo aqui. Antes pase por Somalia y por Haiti. Nadie creeria que estoy buscando una manera rapida de acabar con todo. Me dirijo al jeep. En la parte de atras se amontonan media docena de tijeras para cortar alambre que acabo de comprar en el mercado. Si los mandos las hubieran pedido a traves del protocolo de abastecimiento habrian tardado una eternidad en llegar, y las cosas no estan como para perder tiempo. Cada dia que pasa, los destacamentos de fuerzas internacionales nos vemos obligados a levantar nuevas empalizadas alrededor de los campamentos. Tras una temporada de tregua no escrita, han surgido grupos radicales que no dudan en atacar a pecho descubierto. Ni siquiera sabemos quien es el enemigo; indios, pakistanies y cachemires independientes guerrean en un marco confuso que yo aprovecho para hacer mas inspecciones de las que me corresponden. Siempre que puedo me salgo de la ruta, flirteo con la muerte. --Tenemos que regresar cuanto antes --dispone el chofer con aire de veterano--. Se esta haciendo de noche y pronto saldran los espectros. Mas de una vez he oido esa expresion a los lugarenos. Dicen que los muertos vagan con impunidad por este valle enclaustrado entre escarpadas montanas. Yo tambien lo creo. Cada vez que se pone el sol, los imagino acercandose a los nidos de mortero y jugueteando con los muelles hasta que se escapa una bala. --?Dejas que conduzca yo? --le pregunto. Me mira con desconcierto. --No. --Apiadate de mi. Llevo muchas semanas de copiloto... --Sabes que me arrestaran. Me llevo la mano al pecho. --Un kilometro antes de llegar, paro y te lo devuelvo. Prometido. Me siento al volante sin darle tiempo a reaccionar y enfilamos la carretera que discurre sobre la linea de control. Tras medio siglo generando resentimiento y cadaveres, nadie gasta dinero en reparar los efectos del monzon sobre el precario asfalto. Azotados por los desprendimientos, algunos tramos de esta frontera inventada apenas aguantan sin vencerse hacia el fondo del barranco. Nos sumergimos en el silencio que por la noche hiela el alma de los jovenes reclutas hasta hacerles creer que estan acurrucados bajo mantas de nieve. Al rato, creo divisar un reflejo. No pueden ser las luces del campamento, aun estamos lejos. Tampoco hay luna, ni es noche de estrellas fugaces. Detengo el jeep y repaso el cerro palmo a palmo. No veo nada, pero me invade una sensacion extrana. Llevo varios meses aqui, volviendo sano y salvo de las misiones mas arriesgadas. Algun dia tiene que agotarse la suerte. ?Va a ser hoy cuando por fin ocurra? Siento un pulso ajeno, el corazon de la cordillera se acelera y trepa por los neumaticos para resonar en mis entranas. La niebla despliega un par de brazos fantasmales. Reanudo la marcha, pero al poco he de parar de nuevo. En mitad de la carretera hay una gran roca desprendida de la ladera... O eso quieren que creamos. ?Va a ser hoy? Permanezco unos segundos quieto, aguzando el oido. La respiracion de mi companero se agita, poco a poco se acompasa con los desaforados latidos de la montana. Como impulsado por un resorte, lleva su mano al arma automatica e intenta decir algo, pero un estallido sordo solapa todas las palabras. A partir de entonces tomo conciencia de las cosas con una claridad inusitada. Escucho el clic del detonador,

  • Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una – Raphaelle Giordano de Raphaelle Giordano

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    ?Cansada de la rutina? ?Necesitas dar cuerda a tu vida?

  • A Sexy Berling Interlude (Sexy Berling 3) de Maya Blair

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    Desnudo. Aprieto el cinturon del albornoz y levanto las piernas del suelo para apoyar los talones en el borde de la butaca a la vez que las rodeo con los brazos. Gabriel Berling esta... aqui. Desnudo. Con un suspiro suspendido en los labios, aposento la barbilla encima de las rodillas y me recreo en la vision de ese demonio que horas antes vestia de Armani, pero que ahora mismo duerme cual angelito en mi cama --!mi cama!-- tal y como su madre lo trajo a este mundo. Oh, Senor... Se que nada volvera a ser igual despues de que mi apartamento haya sido profanado por el mismisimo amo del inframundo. Me pregunto si habra anuncios de exorcismos expres en las paginas amarillas. El reloj digital que tengo encima de la mesilla marca las horas de manera inmisericorde, recordandome el tiempo que llevo despierta, incapaz de sosegar lo suficiente mi espiritu como para tenderme a su lado y dormir. Ya hace un rato que la luz del amanecer ha empezado a filtrarse sutilmente por las persianas, incidiendo sobre su poderosa anatomia, y yo no puedo despegar los ojos de el. Porque Gabe es una vision. Un dios neoyorquino recien caido desde lo mas alto del Olimpo de la Gran Manzana que duerme a placer enredado en mis calidas sabanas color crema. Le hago una foto mentalmente. Una sensual instantanea en la que el contraste de luces y sombras que lo envuelve realza todavia mas sus atributos fisicos. Lo recorro con la vista desde el negro cabello revuelto sobre la almohada, la relajada expresion de su rostro, los labios entreabiertos... Me deleito en su torso espolvoreado de oscuro vello por aqui y por alla mientras grabo su imagen en mis retinas; los anchos hombros, los fuertes pectorales, el definido abdomen, la sexy y pronunciada uve que se estrecha hasta perderse de vista entre las sabanas y... Me remuevo inquieta. Si sigo asi me excitare sin remedio, pero no puedo evitarlo. Y que conste en acta que estoy siendo buena, porque solapo el acuciante impulso de comermelo a bocado limpio con el inocente sucedaneo de hacerlo con los ojos. Aunque empiezo a replantearmelo seriamente. Quiza deberia de tumbarme a su lado y despertarlo con languidas y traviesas caricias de mi lengua a lo largo de su... De repente, se mueve. Apenas una ligera crispacion de dedos, un gesto que desaparece tan rapido como llego. Espero, expectante, a que surja de nuevo cualquier leve indicio que me diga que se esta despertando, pero los minutos transcurren sin que suceda nada. Si no fuera porque esta nevando, me pondria la ropa de deporte y saldria a correr por el barrio, pero los copos no han parado de caer desde las cuatro de la madrugada, asi que me encuentro oficialmente atrapada entre las paredes de mi apartamento, con un tentador bello durmiente apenas cubierto por la ropa de cama. Con un sonoro resoplido, me aparto de la frente un mechon de pelo que se ha escapado de mi mono, deposito los pies en el suelo y me levanto de la butaca para caminar descalza en direccion al cuarto de bano. En mi mente revolotea el recuerdo de sus incendiarios besos en el sofa, de nuestros cuerpos enredados sobre la alfombra. Cierro la puerta tras de mi y apoyo la espalda en ella con un gemido a la vez que cierro los ojos y vuelvo a sentir su lengua seduciendo la mia, sus labios deslizandose por mi cuello para terminar por devorar con despiadada fruicion mis pechos... Me digo que tengo que parar, pero soy incapaz de ponerle freno al desfile de imagenes que asaltan mis sentidos; fugaces flashes que me hacen estremecer presa del insaciable apetito que el ha despertado en mi. --?Por que? Es tan sencillo sucumbir... Tan, tan… bueno. Alzo los parpados, me adelanto hacia el lavamanos y, apoyandome en el mientras abro el grifo, recojo el agua fria en la ahuecada palma de mi mano para proceder a refrescarme el rostro y la nuca. Y lo hago una y otra vez, hasta que siento que las espirales de deseo que se arremolinan en mi vientre vuelven a aquietarse. --Aqui estas. Abro los ojos de golpe. Las manos de Gabriel entran en mi campo de vision y se asientan con firmeza a los lados del lavabo, atrapandome entre la fria ceramica y su vibrante calor corporal. Entonces, pega el torso a mi espalda y hunde el rostro contra mi cuello para depositar un humedo beso al tiempo que busca mi mirada en el reflejo del espejo que esta frente a nosotros. --Te tengo --musita entre mordisco y mordisco. Dios, si, me tiene. Y en mas de un sentido, maldito sea. Me estremezco y dejo caer los parpados, abandonandome al torbellino sensorial que despierta en mi con cada nuevo toque de sus labios, de su lengua, de sus dientes. Noto como mis pezones se erizan y mi vagina se derrite. Cada pulgada de mi ser lloriquea por el, por lo que va a venir a continuacion. Su brazo derecho me cruza el torso, se desliza por la abertura del albornoz y apresa mi pecho izquierdo en la cuenca de la mano. --Abre los ojos, Dee. Lo estruja y manosea hasta que lo siento insoportablemente tierno, sensible. Bajo la tortura de sus dedos, mi pezon se convierte en un apretado boton y los ramalazos de placer se disparan derechos a mi entrepierna, que se contrae con cada nuevo roce. --Miranos. Obedezco. El espejo del bano me devuelve dos reflejos; uno es el de una mujer ruborizada, de mirada vidriosa y labios entreabiertos en un silencioso gemido, el otro el del oscuro e imponente hombre pegado a su espalda. Gabriel abandona mi turgente seno y abre el albornoz, deshaciendo el nudo del cinturon con tirones impacientes. Puedo notar la solidez de sus intenciones presionando con insistencia mi trasero, sus manos remontando las curvas de mi cuerpo en una lenta caricia desde la cintura hasta los hombros, minandome la voluntad antes de hacer resbalar el tejido de algodon hacia abajo y dejarme expuesta casi por completo. --Preciosa --musita en mi oido antes de enredar sus dedos con los mios, que siguen aferrados al lavabo, y depositar un beso de boca abierta en la despejada nuca. Su lengua es fuego contra mi espalda. Me excita, me consume. Desciende con febril sensualidad a lo largo de la linea de la columna, haciendome sacudir presa de deliciosos escalofrios y poniendo mi piel en guardia. --Albornoz fuera --grune pegado a la curva de mi trasero, incapaz de avanzar mas a causa de la barrera de tejido que se interpone entre el y mi carne desnuda. Me obliga a aflojar el agarre y abandonar la frialdad de la ceramica para permitir que la prenda caiga al suelo. El algodon se arremolina a mis pies con un quedo susurro y Gabriel sonrie contra mi piel, satisfecho. Ahora estoy tan desnuda como el, cada pulgada de mi cuerpo revelada para su goce y disfrute. Sus dedos constrinen mis caderas y percibo el calido toque de su aliento sobre las nalgas segundos antes de que su boca se apodere de una de ellas.

  • El misterio de las cuatro cartas de Sophie Hannah

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    Hercules Poirot se encuentra con una mujer muy enfadada esperando a la puerta de su casa: le exige saber por que motivo le ha enviado una carta acusandola del asesinato de Barnabas Pandy, un hombre a quien no conoce y que aparentemente fallecio por causas naturales. El problema es que Poirot no le ha enviado ninguna carta y, ademas, tampoco conoce al Sr. Pandy. El desconcierto es total cuando el investigador belga descubre que en su salon le espera un desconocido que tambien afirma haber recibido una carta firmada por su puno y letra esa misma manana y, sorprendentemente, tambien lo acusa del asesinato de Barnabas Pandy. ?Cuantas cartas mas de este tipo se han enviado en su nombre? ?Quien las ha enviado y, sobre todo, por que? Y mas importante aun, ?alguien asesino a Barnabas Pandy?

  • A tu lado puedo ser feliz de Sophie Saint Rose

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    Un portazo en la planta baja indicaba que su hija habia llegado a casa. - ?Selina? -!Estoy aqui, mama! -respondio subiendo las escaleras. Agotada aparto su melena rubio platino de su hombro para sujetar la correa de su bolso y evitar que se le cayera.- ?Ocurre algo? Porque he quedado con Stayce para ir a una fiesta y todavia tengo que cambiarme- dijo yendo hacia su habitacion. Su madre la intercepto al salir de la habitacion de sus padres. La miro con sus ojos marrones como si quisiera matarla y por el vestido negro de lentejuelas que llevaba se dio cuenta de que querria que se quedara en casa. -Me dijiste que hoy te quedarias con Rebeca. Bufo enfadada al oirla - ?Por que tengo que quedarme cuidandola cada vez que salis? !Contratar una ninera, como todo el mundo! Paso ante su madre que parecia a punto de estrangularla - !Sera porque no haces nada en todo el dia, salvo ir de compras! Miro asombrada a su madre - ?Que no hago otra cosa? !Solo gasto mi asignacion! -!Que es muy generosa para mi gusto!- grito de los nervios- Ni estudias, ni trabajas. Solo te pedimos que cuides de tu hermana cuando no estoy en casa !Tampoco es para tanto! Entro en su habitacion furiosa - !Estoy harta! !Aqui no tengo intimidad, por no decir que siempre te tengo detras para decirme lo que tengo que hacer! !Tengo veinticinco anos, por el amor de Dios! -!Pues consigue un trabajo y vete de casa! Eso si que no se lo esperaba. Habian sido ellos los que le habian dicho que no se fuera cuando termino la universidad. Que ahora se lo echaran en cara, era el colmo. Habia sido ella, la que dijo que la echaria de menos y su padre, el que le dio la asignacion para que se sintiera independiente.- ?Que consiga un trabajo? Su madre desvio la mirada y Selina vio el pasador de diamantes de su abuela en su recogido.-Mama - dio un paso hacia ella asombrada- ?Ese es mi pasador? Su madre se sonrojo llevando la mano hasta su pelo tenido de rubio- ?No te importa, verdad? Me quedaba bien con este vestido. Selina entrecerro los ojos. No le hacia mucha gracia que su madre lo hubiera sacado del banco pues era muy valioso, pero ese no era el tema que estaban discutiendo.- Da igual- dijo poniendo los brazos en jarras ensenando el vestido de seda rosa que llevaba- Ese no es el tema. Me dijisteis... Su madre hizo un gesto con la mano sin darle importancia- ?Te quedas con tu hermana? Se miraron a los ojos. Los verdes de Selina refulgieron de furia- !No! Su madre, Regina Corrington la miro furiosa- !Muy bien, llamare a la ninera!- salio de la habitacion dando un portazo y durante un segundo se sintio culpable. Durante un segundo - Que contraten una ninera. -dijo entre dientes recogiendo sus bolsas. Al dia siguiente estaba recostada en la tumbona de la piscina leyendo una revista cuando aparecio su madre. Todavia estaba enfadada y Rebeca le dijo en voz bajaAhi viene... Miro a su hermana de siete anos que era un reflejo de ella misma y sonrio guinandole un ojo. Su hermana con su bikini rosa salio corriendo hacia su piscina infantil pegada a la de adultos- !Selina!- los tacones de su madre resonaron en el terrazo de la piscina. -?Si, mama?- pregunto sin levantar la vista. -?Te dije que dentro de una semana me voy a Paris y que te tienes que hacer cargo de tu hermana? No se lo habia dicho y lo sabia de sobra. Se lo decia ahora porque despues de lo del dia anterior esperaba que se sintiera culpable.-No, no me lo habias dicho- la miro sonriendo- ?Por que no te la llevas? Esta de vacaciones de verano. Su madre entrecerro los ojos- Tu padre estara muy ocupado... -Pero tu no- se levanto de la tumbona poniendose a su altura -Puedes ensenarle Paris mientras os vais de compras. -Tu no tienes que hacer nada y cuando vayamos a las cenas de negocios no tendremos que dejarla sola en el hotel. Se miraron evaluandose durante unos segundos - Muy bien, entonces me voy con vosotros a Paris. -!Ni hablar! Te quedaras aqui con tu hermana. Punto- dijo furiosa.- !Se te va a acabar toda esta tonteria! -No me importa quedarme con ella -dijo senalandola- !Pero no voy a dejar que me utiliceis a vuestro antojo! -!Haras lo que yo diga mientras vivas aqui! !Se te acabo esta vida de lujo sin hacer nada! -?Que ocurre aqui?- la voz de su padre resono en toda la piscina. Alto y moreno, todavia se conservaba bien para los cincuenta y dos anos que tenia. Las miro con sus ojos verdes a las dos - ?A que vienen esos gritos? -Tu hija no quiere hacer nada que no sea tomar el sol e ir de compras a Rodeo Drive- dijo su madre con desprecio dejandola atonita. -!Te recuerdo que fuiste tu la que me dijiste que no buscara trabajo cuando termine la universidad! -!No tienes necesidad de trabajar pero no significa que hagas el vago todo el dia! -!No, tengo que hacerte de ninera! -!Silencio!- su padre las miraba como sino las conociera- Regina- le dijo a su madre- ?le dijimos a Selina que no se buscara trabajo y ahora se lo echas en cara?- Selina sonrio ironica mirando a su madre con los brazos cruzados. Su hermana paso tras ella y le dio un azote en el trasero con su manita mojada. Su padre la miro a ella- y tu... !porque ayudes en el cuidado de tu hermana no creo que te vayas a agotar! Se sonrojo ligeramente -No es eso, papa. No me importa cuidarla pero siempre me avisa en el ultimo momento. Ayer me lo dijo cuando iba a salir y pretendia que anulara mi cita. -Pues del viaje a Paris te aviso con tiempo -dijo sonriendo ligeramente- Asi que ya sabes... No soportaba que la trataran como a una nina y la fastidiaba que le echaran en cara que no trabajaba- Esta bien. Me quedo con Rebeca. Su madre asintio satisfecha y se giro para mirar triunfante a su marido que todavia seguia muy serio. – Selina... -?Si, papa?- pregunto entre dientes. -Quiero que revises unos disenos que tengo que llevar a Paris.-dijo indicandole con la cabeza que lo acompanara. Se puso el caftan sobre su bikini azul electrico y le siguio por el camino que llevaba a la casa. No hablaron hasta llegar al despacho -Pasa -dijo dejandola pasar al enorme despacho donde trabajaba por las tardes. Cerro la puerta tras ella y suspiro- No te enfades. -No me enfado. -Tu madre no nacio en esta vida y todavia le sorprenden ciertas cosas.- dijo llegando a su escritorio

  • Es facil dejar de fumar, si sabes como de Allen Carr

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    Reconocido mundialmente como el sistema mas eficaz para dejar de fumar, quien sigue el metodo EASYWAY no solo dejara de fumar de inmediato, sino que lo encontrara facil y disfrutara del proceso.
    Funciona para todos, incluso para el fumador empedernido. Cualquiera que siga sus instrucciones se mantendra como no fumador y estara feliz de serlo durante el resto de su vida.