• gritos antes de morir libro - Laura Falco Lara

    https://gigalibros.com/gritos-antes-de-morir.html

    Como tantos otros martes, al salir de la oficina Tom se acerco hasta la libreria de la esquina de Brekley y Preston Street. Le encantaba pasarse horas rebuscando entre todos aquellos libros viejos hasta encontrar algun ejemplar interesante; algun libro que le permitiese enriquecer aun mas su mente, y de paso fortalecer el increible ego que tenia. Aquella tarde, sin embargo, no estaba Ronald, el viejo propietario. En su lugar atendia la tienda un hombre de mediana edad, pelo canoso y aspecto desalinado. Sin hacerle demasiado caso, Tom avanzo hasta el fondo del local y empezo a hojear las ultimas incorporaciones. Tras una media hora, aquel peculiar individuo se acerco y le pregunto: --?Busca algo en especial? --No --contesto, algo molesto por la interrupcion--. Me gusta ver los libros a solas y elegir sin prisas --dijo en tono cortante, casi desconsiderado. --Ya, pero ?puedo aconsejarle? --?Como dice? ?Aconsejarme usted? ?Que podria yo aprender de un simple dependiente? -- respondio, altivo e ironico. --Bueno, a veces la persona mas insospechada es la que mejor sabe lo que necesitas. Tom se sintio algo presionado, cosa que por otro lado le molestaba sobremanera. --Tranquilo... No me hace falta. Tengo claro lo que quiero, y dudo que usted me pueda ayudar -- contesto, con grandes dosis de suficiencia y de soberbia. --Creo que hay un libro que deberia ver --insistio el hombre, subiendose a la escalera para poder alcanzar el ultimo estante. Esa fue la primera vez que Tom lo vio. Era un libro antiguo, de piel repujada y mas de seiscientas paginas que amarilleaban por los extremos. Fue tanta la insistencia del dependiente que Tom accedio a darle un vistazo. Nada mas tenerlo entre sus manos pudo observar algo que le inquieto bastante. En la cubierta, grabado a fuego, se podia leer el siguiente titulo: Historia de Tom Abnett. --?Que es esto? --inquirio, mirando fijamente a aquel extrano personaje. --?Nunca se ha preguntado sobre el final de su vida? ?Sobre lo que los demas piensan de usted, lo que siente su mujer hacia su persona? --?Que clase de broma de mal gusto es esta? --interrumpio Tom, algo nervioso. --No es ninguna broma. Usted sabra si quiere leerlo --contesto el hombre mientras se alejaba. Entonces, justo cuando Tom se disponia a abrirlo, se giro en seco y dijo: --Pero tenga cuidado: si empieza no podra parar. Saber demasiado no siempre es bueno. Perplejo, Tom observo detenidamente aquel tomo. Muerto de curiosidad, lo abrio por una pagina al azar y empezo a leer. Tom sabia que ella era la chica con la que siempre habia sonado, pero le faltaban agallas para decirle lo que sentia. Debian de faltar diez minutos para que la pelicula terminara cuando por fin se decidio. Le tomo la mano entre las suyas y sin dudarlo le planto un beso en los labios, temiendo su reaccion. Por su lado, Mia estaba nerviosa. Hacia mucho tiempo que esperaba que Tom se decidiera a besarla, y, cuando este lo hizo, creyo que se iba a desmayar. Noto que las piernas le flojeaban y el corazon le latia mas rapido de lo normal. Ella tambien sabia que Tom era el chico que mas le gustaba de todo el instituto. Tom cerro el libro, impresionado por la exactitud con que sus hojas reflejaban el momento preciso en que beso a una chica por primera vez. ?Como era posible? ?De donde habia salido aquel misterioso volumen? Inquieto, lo abrio de nuevo, esta vez por la pagina 110. No era la primera vez que discutia con Mike, su companero de trabajo. Entendian la empresa y su labor en ella de formas muy distintas. Sin embargo, esta vez, Mike, harto del desprecio y la soberbia con que Tom le trataba, estaba dispuesto a conseguir que le despidiesen. Ese fue el motivo por el cual filtro aquellos informes falsos que dejaron a Tom en evidencia ante sus superiores y llevaron a su despido. El siempre penso que se habia tratado de un error burocratico, que se debieron entregar algunos borradores hechos por los becarios en vez de su informe original. Nunca sospecho de Mike. Con los ojos encendidos y completamente fuera de si, Tom volvio a cerrar el libro. --!Sera cabron! --exclamo a voz en grito, haciendo que el resto de clientes le mirasen. Luego, tras una breve pausa, se dirigio al mostrador y le dijo al dependiente: --!Me lo llevo! ?Que otras verdades ocultaria ese libro? ?Cuantos secretos mas descubriria al adentrarse en el? Poseido, cegado por un ansia enorme de saber, Tom llego a casa, se sento en el orejero del salon y lo abrio por la primera pagina. Iba a leerlo de cabo a rabo, penso. Queria saber todo lo que los demas pensaban de el. Aquella noche, para la sorpresa de Amy, su mujer, Tom estaba tan absorto en la lectura que no quiso probar la cena, ni tampoco irse a la cama. De madrugada, Tom seguia leyendo sin descanso. Las horas habian pasado pero el continuaba ahi, enfrascado en aquellas paginas. --Asi que no soy un buen amante, ?eh? --le dijo a Amy en cuanto la vio aparecer por la puerta del salon. --?Como dices? --pregunto ella, perpleja. --Y, por cierto, dile a tu madre que no soy un fracasado, si acaso lo sera su marido, que no tuvo mas remedio que casarse con ella cuando la dejo embarazada. --Pero... ?a que viene semejante sarta de idioteces? Colerico, enfurecido con el mundo entero, Tom agarro el libro y se encerro en su habitacion; definitivamente, aquel dia no iria a trabajar. Cuando Amy regreso a casa por la tarde, encontro a Tom sentado en el sofa con la mirada perdida; parecia sumido en su mundo, lejos de alli. Preocupada, se acerco y se sento junto a el, pero este seguia ignorandola. Entonces tomo el libro de Tom de encima de la mesa y lo examino atentamente. --?Que es este libro? --pregunto, al ver su titulo. --Una condena --respondio Tom, con expresion desencajada. Amy lo miro sin comprender el sentido de sus palabras.

  • Gritos antes de morir (Singular) - Laura Falcó Lara - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Gritos-antes-morir-Singular-Laura/dp/8494015664

    Gritos antes de morir (Singular) : Falcó Lara, Laura: Amazon.es: Libros.

  • GRITOS ANTES DE MORIR | LAURA FALCO LARA - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-gritos-antes-de-morir/9788494015663/2045436

    El libro GRITOS ANTES DE MORIR de LAURA FALCO LARA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • GRITOS ANTES DE MORIR - FALCÓ LARA LAURA

    http://quelibroleo.com/gritos-antes-de-morir

    "Gritos antes de morir" es un libro que reune vientisiete relatos de terror que tratan de temas como los fantasmas, la reencarnación, los objetos con viva ...

  • Gritos antes de morir by Laura Falcó Lara - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/16482025

    Gritos antes de morir book. ... Published 2012 by Libros del Silencio ... Un libro que no me gustó, son 27 relatos de supuesto terror pero que no ...

  • Gritos antes de morir - Libro de Laura Falcó Lara - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/77329/gritos-antes-de-morir

    A caballo entre los sorpresivos turbadores relatos de Stephen King y el hitchcociano suspense de las obras de Dean Koontz, Gritos antes de morir nos sumerge en ...

  • Gritos antes de morir - Libros De Mario

    https://www.librosdemario.com/gritos-antes-de-morir-leer-online-gratis

    Leer Libro Completo: Gritos antes de morir de Laura Falcó Lara | NOVELA ONLINE GRATIS.

  • GRITOS ANTES DE MORIR (Libro en papel)

    https://www.popularlibros.com/libro/gritos-antes-de-morir_548769

    GRITOS ANTES DE MORIR 15,20€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. «Miedos y anhelos se dan aquí la mano para deleitarnos con un singular baile literario en ...

  • Libro Gritos Antes de Morir, Laura Falcó Lara, ISBN ...

    https://www.buscalibre.es/libro-gritos-antes-de-morir/9788494015663/p/16548330

    Libro Gritos Antes de Morir, Laura Falcó Lara, ISBN 9788494015663. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros importados, ...

  • GRITOS ANTES DE MORIR - LAURA FALCO LARA - Agapea

    https://www.agapea.com/Laura-Falco-Lara/Gritos-antes-de-morir-9788494015663-i.htm

    Comprar el libro Gritos antes de morir de Laura Falcó Lara, Libros del Silencio (9788494015663) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online ...

  • GRITOS ANTES DE MORIR - Libros - Tipos Infames

    https://www.tiposinfames.com/libros/gritos-antes-de-morir/16069/

    GRITOS ANTES DE MORIR. Autor/es. FALCO LARA, LAURA. EAN: 9788494015663; ISBN: 978-84-940156-6-3; Editorial: LIBROS DEL SILENCIO; Año de la edición: 2012 ...

  • El beso de Daniela de Clarisa Ozores

    https://gigalibros.com/el-beso-de-daniela.html

    Esta es la historia de mi primer amor. La historia de unos meses de mi vida, cuando tenia solo veinte anos, casi veintiuno. De mis paseos por la universidad y mis salidas nocturnas, de una noche de Carnaval y un viaje que parecio desdibujarse en mi memoria como si cayese en un profundo sueno. En fin, la historia que comenzo por un beso de Daniela.

  • Perseguir la noche de Rafael Perez Gay

    https://gigalibros.com/perseguir-la-noche.html

    Cancer: quiza la palabra mas impactante que podemos escuchar en la vida. Y es precisamente de lo que habla Rafael Perez Gay cuando le diagnosticaron esta enfermedad.

  • Los ascensores dormidos de La Habana de Carlos Diaz Dominguez

    https://gigalibros.com/los-ascensores-dormidos-de-la-habana.html

    <>. Esa fue la singular sugerencia que le planteo el presidente de la editorial al exitoso escritor Alberto Rodriguez-Conde. La aceptacion del nuevo proyecto le va a arrastrar a una aventura que cambiara su destino.

  • Alfheim Seul (Servicio de Paquete de Magia 1) de Chris J Coleman

    https://gigalibros.com/alfheim-seul-servicio-de-paquete-de-magia-1.html

    Nunca negocies con un hada – Es demasiado peligroso.

  • Demasiado Tarde (Amores Imposibles 3) de Amaya Evans

    https://gigalibros.com/demasiado-tarde-amores-imposibles-3.html

    Bienvenido a Heaven Manor
    Una casa para senoritas, muy conocida por gente de sociedad, a la que llegan jovenes pertenecientes a las mejores familias del pais cuya reputacion ha sido danada o destruida debido a algun escandalo. Por este motivo, y gracias a la verguenza que le han hecho pasar a sus familias, son enviadas a este centro de rehabilitacion de comportamiento para que cuando esten listas salgan de alli, a hacer una vida digna de su status social.
    1868: Elsy Wakefield, es la directora del centro de rehabilitacion de comportamiento para senoritas. Un sitio que desde que se fundo ha sido su orgullo y una bendicion para muchas familias. Ella tambien tiene un pasado parecido al de muchas jovenes a las que ayuda, y jamas penso que ese pasado regresaria a ella.
    Oswald Miller es el amor de juventud de Elsy, y viene a recuperar todo lo que habia perdido hace anos por culpa de personas malintencionadas que no querian verlos juntos. Ahora tendra que luchar contra muchos obstaculos para poder derrumbar las barreras que los separan, empezando por las del corazon de la misma Elsy.

  • Aullando en los bosques de Reidar Muller

    https://gigalibros.com/aullando-en-los-bosques.html

    En las profundidades del bosque humedo y espeso, Reidar Muller, un hombre habitualmente reservado, aulla. ?Como ha acabado ahi, desganitandose como un hombre lobo?

  • La joven del acantilado de Lucinda Riley

    https://gigalibros.com/la-joven-del-acantilado.html

  • La casa de arenas movedizas de Carlton Mellick Iii

    https://gigalibros.com/la-casa-de-arenas-movedizas.html

    Esta es la historia de dos ninos que no conocen a sus padres, aunque viven en la misma casa que ellos. Suenan con el momento en que podran abrazarlos por primera vez, pero parece que los padres nunca tienen tiempo para ir a verlos. Los ninos saben que tienen que estar en algun lugar de la mansion que comparten con sus progenitores, pero tienen prohibido salir de la guarderia en la que viven. Siempre les han dicho que si la abandonan, sus vidas corren peligro.

  • La psicologa de Helene Flood

    https://gigalibros.com/la-psicologa.html

    Una manana, despues de dejarle un mensaje en el contestador, el marido de Sara desaparece sin dejar rastro. Ella creia que Sigurd habia quedado con unos amigos, pero ellos tampoco saben donde esta. Para Sara, Sigurd miente; para la policia, la experiencia de Sara como psicologa la convierte en sospechosa. Pero, cuando los detectives descubren que la vida de Sara esta siendo vigilada mediante camaras y microfonos ocultos, se dan cuenta de que ni la verdad es tan obvia, ni la mente tan poderosa.

  • Trilogia Especial Si tan solo fuera sexo de Myriam Ojeda Moran

    https://gigalibros.com/trilogia-especial-si-tan-solo-fuera-sexo.html

    ?En que momento la vida decide cambiarlo todo? Jacqueline Amoros, es una chica con una vida normal, un trabajo normal y un grupo de amigas no tan normales… Todo va bien, incluso tiene un amor platonico que la fascina, hasta que alguien de su pasado regresa de manera accidental.
    Situaciones freneticas, un sexo delicioso y un misterioso dios griego.
    Klaus Grass, llega a la vida de Jacqueline para ensenarle que es el amor frenetico, sin darse cuenta de que quiza esta apostando mas de la cuenta ?Esta uno preparado realmente para enamorarse?
    Y si es asi… ?Todo vale?
    Trilogia completa con mas de nueve millones de lecturas online, esta vez llega en un nuevo formato para cautivar cada rincon de ti.

  • Un coctel delicioso y explosivo de Cora Reed

    https://gigalibros.com/un-coctel-delicioso-y-explosivo.html

    Candy es una joven llena de complejos y con poca suerte en el amor. Ademas, tiene la sensacion de vivir a la sombra de su deslumbrante hermana que, por supuesto, se quedo con el chico que a ella le despertaba un cosquilleo en la tripa. Sin embargo, cuando las dos deciden hacer un viaje hasta La Rioja para ir a ver a su madre y a su abuela, todo su mundo se convierte en un coctel delicioso y explosivo. Sobre todo, cuando sus ojos se cruzan con los de Kenzo, un hombre que parece dispuesto a lograr que Candy brille con luz propia.
    Pero ?que esta ocurriendo en su familia? ?Acaso su hermana ha perdido la cabeza del todo? ?Y es posible que la abuela se haya enamorado o siempre tuvo esa sonrisa en la cara?
    Una divertida y alocada comedia romantica y familiar.

  • El trato mas dulce, Amanda Laneley de Amanda Laneley

    https://gigalibros.com/el-trato-mas-dulce-amanda-laneley.html

    Lucy esta a punto de hacer un trato que cambiara su vida.
    Desde nina, a Lucy la ha acomplejado su apariencia. Aunque es una brillante asesora de negocios, se siente invisible para los hombres. Despues de vivir una humillante situacion, decide que las cosas no pueden seguir asi. Necesita un cambio y lo necesita ya.
    La solucion viene de la mano de Max, un atractivo personal trainer que suena con tener su propio negocio. Max es esforzado y perseverante, pero no demasiado habil como emprendedor.
    El trato es simple: Lucy asesorara a Max con su empresa y, a cambio, el le ayudara a mejorar su aspecto y a conseguir el amor del hombre de sus suenos.
    ?Que podria arruinar un arreglo en apariencia tan ventajoso? Nada. excepto el amor.
    ?Podra Max emparejar a Lucy con otro cuando descubra que la quiere para si?

  • Matar el pasado de Lizzie Quintas

    https://gigalibros.com/matar-el-pasado.html

    Alli estaba yo, junto a la cama de hospital donde yacia mi padre con el cuerpo cubierto por la blanca sabana, que en su borde ponia New York Hospital Center, desde la cintura a los pies y su corto pelo negro de punta. Segui con la vista los cables y tubos que adornaban su palido cuerpo hasta llegar al final de su destino, un monitor que registraba sus constantes vitales y ritmo cardiaco. Pense que iba a sentir alguna emocion al verle asi, pero desde que era nina lo veia a menudo en hospitales, al no hacer caso a lo que los medicos le decian, y tal vez eso, junto a sus actos de desprecio hacia nosotros a lo largo de nuestra vida, especialmente en los dos ultimos anos, influian en esa reaccion de apatia hacia su persona. !Un padre no hacia esas cosas! Mi padre era un gran hostelero, disfrutaba con su trabajo y muy pronto habia escalado puestos hasta llegar a tener una importante cadena de restaurantes que, en los ultimos veintiseis anos, se habia convertido en lo unico de importancia para el. Supongo que la aficion de crecer en su trabajo la habia heredado de mi abuelo, el cual habia amasado una gran fortuna a lo largo de su vida. Recuerdo que durante mi infancia veia a mi padre una vez por semana, dejando toda la responsabilidad a mi madre de criarnos y sacarnos adelante, a mis hermanos y a mi, con el poco dinero que traia a casa. Cualquiera que supiera lo que mi padre ganaba le pareceria poco, pero para el era mas importante gastarselo en sus <> antes que en su familia. Eso si, gracias a ese dinero habian comprado un duplex muy amplio en un edificio al lado de Central Park. Mis hermanos pequenos, debido al parto, tenian retraso madurativo, es decir, que su cerebro iba a un ritmo mas lento que el de los demas. Lo que a una persona le costaba un par de dias aprender, a ellos les costaba el doble e incluso mas. Tenian que ir a psicologos, pedagogos, psiquiatras y tomar un monton de medicinas, todo para que algun dia pudieran llevar una vida normal. Tomaban una medicina para ayudar a centrarse en los estudios, ya que sufrian de TDH o sindrome de deficit de atencion, por lo que se distraian con cualquier cosa. Adoraba a mis hermanos, dos chicos que siempre serian mis ninos. Jarod era el mayor de los dos, dos anos menor que yo. Su pelo rubio me daba envidia, ya que el mio se habia oscurecido mientras que el suyo seguia de un rubio dorado precioso que, unido a sus ojos azules, era la excepcion de la familia. Muchos habian hablado de que realmente mi hermano no era hijo de mi padre, que si eramos hijos de un aleman o vete a saber que, ya que yo y mi hermano eramos rubios, aunque yo de rubia ya no tenia nada, de ojos claros, mientras que mi padre era moreno de ojos marrones. Con el paso del tiempo, se empezo a ver el parecido que teniamos con nuestro padre, cosa que a mi nunca me ha gustado, y las habladurias se acallaron al recordarles que mi bisabuela tenia unos ojos azules preciosos como los de Jarod, era como mirar el mismo cielo a traves de ellos. Mis ojos eran verdes aunque segun le diera el sol eran mas claros o no. Mi hermano pequeno, Artie, cuatro anos menor que yo, era lo contrario a nosotros. Moreno, alto y delgado con sus ojos oscuros como la familia de mi padre. Pensar que el era el que mas habria sufrido desde el mismo momento en el que vino al mundo me conmueve y hace que lo cuide mas si cabe. Artie fue un nino grande, el parto fue complicado por la estrechez de cadera de mi madre. El cordon umbilical se habia enrollado en el cuello, y al estar la cabeza de Artie medio fuera, fue imposible practicarle una cesarea a mi madre, por lo que al nacer estuvo unos instantes en parada cardiorrespiratoria y, aunque lo reanimaron, su cerebro se dano. Por ese motivo, Artie era el mas afectado y mas medicado e iba con mas asiduidad a los logopedas para mejorar. Mi madre habia sufrido todo tipo de humillaciones, golpes, desprecios, amenazas entre otras cosas. Mi madre habia aguantado todo eso por nosotros y, cuando al final conseguimos que se separara de mi padre, la cosa empeoro. Mi padre amenazo a mi madre por haberle dejado. Le juro que nos iba a dejar en la mas absoluta miseria y duele ver que fue asi. Jamas pago la manutencion de mis hermanos, se excusaba diciendo que le habian dado un papel que ponia que no tenia familia e hijos, por lo tanto, no tenia que pagar nada a nadie. Y mientras mi madre y yo pasabamos penurias para poder comer y llegar a fin de mes, el andaba de parranda pagando rondas a todos sus amigos en los bares. Por ese motivo, cuando mis padres se divorciaron, enseguida busque un trabajo para ayudar en casa. Recorri las calles de New York entregando solicitudes, haciendo entrevistas y cuando mi moral casi rozaba el suelo, consegui mi mal pagado empleo de secretaria. Una conocida me habia hablado de una empresa de publicidad y, dados mis estudios de administracion, podia tener una posibilidad de conseguirlo, y quien sabe si en un futuro formar equipo con publicistas y aprender otra profesion me llamaria la atencion. Para la entrevista, me vesti con mi mejor traje, me maquille y me peine de un modo juvenil, pero sobrio, y con los nervios a flor de piel me encamine a las oficinas. Habia cinco chicas sentadas rellenando unos papeles y alli mi animo se quebro, ellas eran mas mayores, seguro que con experiencia en el trabajo, y yo iba solo con mis practicas de empresa despues de finalizar mis estudios. !No tenia ninguna posibilidad de conseguir el trabajo! Una chica muy amable, con una sonrisa sincera, se acerco a mi y, despues de preguntarme si venia a la entrevista y que yo asintiera, me dio los papeles para rellenar como las demas senoritas que estaban alli sentadas. Al salir la ultima chica de la oficina, me dirigio una mirada cargada de superioridad que hizo que me sintiera pequena. ?Que estaba haciendo alli? Me mandaron pasar y, antes de abrir la puerta, inspire profundamente para relajarme y dar lo mejor de mi. La entrevista fue corta, muchas preguntas de rigor, y al saber que no tenia experiencia previa, mi entrevistador hizo una mueca que no me gusto nada, a lo que rapidamente anadi que aprendia deprisa y tenia muchas ganas de trabajar. Me fui con la sensacion de haber perdido el tiempo y que jamas encontraria un trabajo, pero dias despues me citaron en las oficinas para firmar el contrato y empezar a trabajar a principios de mes. Empezando asi una nueva rutina para mi. Consegui sentirme util para mi familia y crecer profesionalmente. En dos anos, no habia visto a mi padre mas de tres veces y siempre habia sido para hablarme mal de mi madre, por lo que, cuando mi prima me aviso de su estado, no sabia si ir o no, pero claro, yo era la unica familiar directa a la que podian informar; mis abuelos eran muy mayores y no podian desplazarse si no los llevaba alguno de mis tios, cosa complicada ya que, tanto mis tios como su hijos, tenian unos trabajos bastante esclavos. Sin embargo, mi horario era bastante flexible porque me amoldaba a lo que me pedian mis jefes y muchas veces trabajaba desde casa si necesitaba cuidar de mis hermanos, podia estar pendiente de la hora de visita del medico para recibir las noticias de su evolucion, ya que a su <> novia no le decian nada si yo no estaba delante, porque para los medicos no era familiar. Su <>, aquella tipa innombrable que veia a mi padre como el mejor metodo de salir de las calles como si fuera la nueva pretty woman, tenia dos hijas y una nieta. Yo conocia a una de las hijas, que se habia convertido en amiga mia a raiz del trabajo, Shanaya. Ella era mensajera y nos veiamos tanto que, al final, a veces saliamos a tomar un cafe, al que siempre invitaba yo. Le habia contado mi situacion. Todo lo que mi padre habia hecho con mi madre y mis hermanos, y todo lo que habia tenido que ver y vivir desde mi infancia. Ella me apoyaba, me daba animos para luchar por mis hermanos, hasta que un dia gracias a Facebook vi una foto de mi padre con su madre en actitud carinosa; sorprendida llame a mi amiga para que avisara a su madre, lo que nunca me esperaba fue la respuesta de la que creia amiga mia, porque sabia de sobra lo que habia pasado en mi familia. Lo que me dijo fue <>. ?En serio? Despues de la ultima relacion de su madre, en la que el tipo no le daba ni un dolar para tomar un cafe, ni le compraban ropa, me lo habia contado en una de nuestras conversaciones. Me habia dado pena que sus padres se desentendieran de ella de esa forma y me recordo a mi padre, por lo que no pude evitar ofrecerle la ropa que ya no nos valia a mi madre y a mi y, ahora, ?me venia con esas? ?Con todo lo que habia hecho por ella me lo pagaba de esa manera? Una punalada trapera que jamas iba a olvidar. Se habian pegado a mi padre como sanguijuelas y le chupaban todo el dinero que tenia que ser de mis hermanos.

  • Las Bronte fueron a Woolworths de Rachel Ferguson

    https://gigalibros.com/las-bronte-fueron-a-woolworths.html

    Aunque el mundo adulto se cierne sobre ellas, las tres hermanas Carne se resisten a marcar las fronteras entre la fantasia y la realidad. Deirdre, la mayor, trabaja como periodista; Katrine es una actriz principiante, y la joven Sheil aun tiene institutriz. Juntas llevan una vida al margen en su bohemio hogar londinense e, irreprimiblemente imaginativas, siguen inventando historias, tal y como han hecho desde ninas. Asi ocurria con sus juguetes parlantes, y asi sucede con su ficticia amistad con el juez Toddington del Tribunal Supremo. Sin embargo, al conocer Deirdre a la esposa del magistrado, se producira un autentico colapso. Y cuando la fantasia y la realidad choquen, ?se desprenderan para siempre las hermanas Carne de sus invenciones infantiles?, ?aceptaran Toddington y su mujer a esas chicas tan excentricas como encantadoras?, ?quien podra asegurar si los juguetes hablan de verdad, si el juez usa pijamas de seda color lavanda o si, en efecto, las Bronte fueron de compras a Woolworths?
    Las Bronte fueron a Woolworths (1931) tuvo una extraordinaria acogida en el momento de su aparicion y ha llegado a convertirse entre los lectores en uno de los mas queridos clasicos de la narrativa inglesa de entreguerras.

  • Suicidio Perfecto de Petros Markaris

    https://gigalibros.com/suicidio-perfecto.html

    Tras haber sobrevivido al disparo recibido mientras resolvia su anterior caso (Defensa cerrada), el comisario Jaritos arrastra una aburridisima existencia de convaleciente lejos del ajetreo policial. Una noche, mientras ve pasar las noticias por el odiado televisor, una escena lo arranca de cuajo de la mediocre monotonia en que ha caido: en medio de una entrevista, un celebre empresario griego saca una pistola y comete un acto que deja pasmados a todos los televidentes. ?Por que un hombre de negocios tan discreto y bien considerado realiza una accion tan espectacular? El instinto del viejo sabueso despierta y Jaritos se pone en movimiento. Aunque esta de baja y otra persona ha ocupado su despacho en las dependencias de la policia, el olfato del comisario es insustituible para esclarecer un caso cuyas repercusiones aumentan cada dia. Las pesquisas de Jaritos nos llevaran por la Atenas olimpica, donde se percibe la corrupcion inmobiliaria y la modernizacion creciente convive con el cafe al mas puro estilo griego.

  • Valkirias. Las hijas del Norte de I. Biggi

    https://gigalibros.com/valkirias-las-hijas-del-norte.html

    LOS VIKINGOS DESEMBARCAN EN LA PENINSULA IBERICA El segundo libro mas vendido en nuestra parada de Sant Jordi 2018 Corre el ano 859. Una flota vikinga viaja hasta Sevilla, una de las ciudades mas ricas del momento, con el objetivo de arrasarla y saquearla. Sin embargo, todo queda en fracaso, y los guerreros del norte son apresados por el gobernador de la ciudad, que exige un rescate desmesurado para su liberacion. Cuando la noticia llega a su aldea, las mujeres deciden no rendirse y, junto con algunos ninos y esclavos, contratan a un pequeno grupo de mercenarios que les ensenaran a luchar. Un ano despues, la expedicion de rescate estara lista para zarpar. Parece una mision imposible, que, desde un principio, estara plagada de infortunios y adversidades. Con gran agilidad narrativa y un conocimiento exhaustivo de la epoca, I. Biggi nos transporta al mundo de los vikingos en una incursion que arribo a nuestras costas. Una novela de aventuras que nos muestra el lado mas humano de una civilizacion tan deslumbrante como terrorifica.

  • No te escondas de Laura Barcali

    https://gigalibros.com/no-te-escondas.html

    Angel es el tipico joven que tiene todo lo que quiere, aunque que se siente solo. Su madre jamas le ha mostrado afecto, su padre es un exigente abogado y su hermana esta enferma. Solo sabe esconder su dolor de una forma: estando enfadado con el mundo.

  • El emperador goblin de Katherine Addison

    https://gigalibros.com/el-emperador-goblin.html

    Maia, el hijo menor y mitad goblin del emperador, ha pasado toda su vida en el exilio, lejos de la corte imperial y de las mortiferas intrigas que la envuelven. Sin embargo, cuando su padre y sus tres hermanos sucesores al trono mueren en un <>, no le queda mas remedio que aceptar su cargo de unico heredero legitimo. Carece por completo de formacion en la politica de la corte, ademas de no tener amigos ni consejeros, pero si alberga la certeza de que quien quiera que asesinara a su padre y a sus hermanos podria intentarlo con el en cualquier momento. Rodeado de aduladores ansiosos por conseguir el favor del nuevo e ingenuo emperador, y abrumado por las responsabilidades de su nueva vida, Maia no puede confiar en nadie.

  • Todos los caminos de Romina Naranjo

    https://gigalibros.com/todos-los-caminos.html

    --Vamos a ver, Leroy… --Sorbi fuerte por la nariz, mientras apoyaba los antebrazos en la mesa y cogia aire. Perder los nervios nunca era una buena opcion, pero era viernes, la tarde se me estaba haciendo interminable y, encima, aquel moquillo persistente, fruto de un catarro mal curado que ya parecia haberse alquilado un pisito con vistas en mi cuerpo, no remitia. No tenia yo el dia muy paciente--. Cuando te digo, <>, no me refiero a que bajes la voz. Puedo oirte. Estamos solos en esta clase. Por mucho que susurres… te oigo. El crio, haciendo un mohin, toqueteo el lapiz, volviendo una atencion que yo ya sabia voluble a su hoja de calculo. --Es que asi no me sale, seno. Me mordi el interior del moflete, pero no… no dejaria que me ablandara otra vez. Llevabamos una semana con aquello. Empezaba a estar harta. Tanto como el, seguro. --Leroy, saberse las tablas sumando los resultados no es saberse las tablas. Saberlas es… memoria. --Me incorpore. !Ay, mi cuello! !Ay, las lumbares…! Dichosa profesion. --La profesora del cole nos deja copiarlas en un folio para el examen. Enarque la ceja. --?Ah si? ?Y en el instituto vas a hacer lo mismo? ?O cuando toque dividir por cuatro cifras? Eso es perder el tiempo y creeme, chaval…, tiempo es lo que te va a faltar para la cantidad de cosas que te quedan por delante. --?Roma? Aparte la vista de la cara de susto de Leroy. Gire medio cuerpo hasta enfocar la puerta de la clase, donde mi jefa se habia acodado. Puro estilismo, aquella mujer bien podria acabar de bajarse de una pasarela de modas, en vez de ser la directora del centro de refuerzo educativo donde ambas trabajabamos. Roma, supongo que lo habeis adivinado por el contexto, soy yo. Me presento. Metro sesenta, melena castana cogida en un mono, cara pecosa, gafas de pasta que en ese momento se me resbalaban por la nariz y rictus de mala leche. Vamos, que daba el perfil de profesora a la perfeccion. --Tienes una llamada. --Mi jefa sonrio hacia la mesa--. ?Como va eso hoy, Leroy? ?Se porta Roma bien contigo? Si se pasa mucho dimelo y la despido, ?vale? El chiquillo sonrio, echandome una miradita que me parecio entender como <>, pero que probablemente querria decir otra cosa. --Te doy los cinco minutos que tarde para repasar las tablas, luego toca preguntarlas. -- Levante el dedo antes de que me interrumpiera--. Salteadas. Tire de la cinturilla de mis vaqueros y sali del aula. Recorri el pasillo bien iluminado que separaba los demas despachos del mio y cruce a la derecha para llegar al office. Dado que habia una politica de prohibicion ante el uso excesivo del telefono movil, no era nuevo que recibiera mis llamadas en el mismo centro, aunque claro esta… tampoco era algo que se pudiera dilatar en el tiempo. No era plan de limarme las unas mientras me ponia en conferencia con quien fuera que estuviera al otro lado de la linea en tanto dejaba desatendidos a los ninos. --?Hola? --Oi un suspiro. Puse los ojos en blanco--. Aina… estoy trabajando. --?Y crees que te llamaria si no fuera superurgente? Bueno… todavia no sabeis mucho de ella, pero debeis estar prevenidos; lo que mi mejor amiga conocia como urgencias variaba desde <>, lo cual te hacia soltarlo todo y echar a correr, o… << Fulanito de tal ha subido un storie y yo no quiero que vea que lo he mirado, entra tu>>. Vamos, que el abanico era amplio y aterrador. --Te escucho. --Consulte mi reloj de Mickey Mouse. Segun sus bracitos enguantados… eran las el puto tiempo no pasa y cuarto--. Te doy dos minutos. Tengo a Leroy multiplicando. --?Leroy? ?En serio se llama asi o es uno de tus nombres en clave para no revelar las vidas emocionantisimas de tus alumnos? --Es su nombre. --Y probablemente elspoiler de su futuro laboral como no se aprendiera la tabla del ocho. Sin acritud ninguna, palabra--. Escupe, Aina. --Requiero del codigo de mejores amigas. --Resople. Aquello tenia mala pinta… llamadme suspicaz--. Me han organizado una cita a ciegas esta noche. Te necesito de reten. ?Lo veis? Si es que lo sabia… --Ni de cona. ?La familia bien? Pues, me vuelvo al trabajo. --!Roma, tia, he mentado el codigo! --El codigo no son mas que unas directrices. Fue el turno de Aina de resoplar. --Vale, capitan Jack Sparrow, ?podemos ponernos serios? Es mi primera cita en meses. Desde… ya sabes. Y encima, !a ciegas! ?De verdad quieres que me presente completamente sola y desamparada ante un desconocido? ?Quieres salir manana en las noticias diciendo que fuiste la ultima persona que hablo conmigo? --Dios… pero mira que eres dramatica… --Pero la capulla habia ganado. Las dos lo sabiamos--. Y, para empezar, ?que cono haces saliendo con alguien a quien no conoces? --Es el amigo de un conocido mio, ya sabes. De mis tiempos mozos cuando ligaba chateando por foros. Empezo a hablar a toda velocidad. Ese era uno de los dones de Aina, situaba a personas y sucesos en el tiempo con una facilidad tan brutal que parecia que llevaba la escala espaciotemporal metida en el bolsillo. Del susodicho no sabia mucho mas de lo que ya me habia comentado, amigo de un amigo, lo cual bastaba, a medias, para saber que podria sentarse frente a el con una cerveza y no temer mas que a una aburrida conversacion. No obstante, y como mejores amigas, los anos nos habian dado muchos aprendizajes, entre los cuales destacaba la depurada tecnica de sacar a la otra de una mala cita sin hacerla quedar mal. --Voy. --Asumi, oyendo como gritaba al otro lado del telefono--. Me doy una vuelta cinco minutos, te echo un vistazo y si no has activado la senal, me piro y te dejo a lo tuyo. ?Conforme? --!Conforme! Ah por cierto… arreglate un poco, que no se note que vas solo de reten. Aquello ya me olio a chamusquina, aunque ni por asomo vi venir el tremendo incendio forestal que se aproximaba. --Aina, escuchame bien, si por cualquier circunstancia tienes ni siquiera la mas minima intencion de liarme con el amigo de tu cita, es un no. Never. Estas avisada. Sus carcajadas me sacaron de contexto. --?Estas pirada? !Que va, Roma! !Ese tio no es para ti! Tras un par de frases relativas a la hora y sitio de quedada, colgue. Mientras volvia a la clase, note un molesto picorcillo a la altura de la nuca que no se me iba por mas que lo rascara. Una especie de… aviso. Rollo alerta. Como la ventana emergente del Avast Antivirus que se presenta en el escritorio del ordenador cuando menos te lo esperas --casi siempre de noche y cuando llevas los auriculares puestos--, y te quita un par de anos de vida. Yo no me asuste entonces. El miedito real, vendria mas tarde. --!Bueno, Leroy, vamos a ver que tal vas! Los ojillos azules del crio me miraron con culpabilidad. Tarde un segundo en descubrir que, en vez de aprovechar el tiempo para estudiar la tabla como yo le habia pedido, se habia dedicado a copiarla en su goma. A tamano microscopico. Cogi aire. Me repeti que hacer llorar a los ninos cuando eras profesora de apoyo no estaba bien. --No pasa nada. --Y me obligue a sonreir, mientras volvia a tirar del moquillo que no paraba de caerseme--. !Empezamos desde el principio! Y nosotros, seguimos adelante. 2 La primera vez que vi al Sueco no fue la primera vez. Bueno… fue la primera vez despues de la primera y la segunda, que tambien pueden calificarse como desastrosas y lo bastante traumaticas como para que esta primera tercera vez acabara como acabo; igualito que el rosario de la aurora. Ahora os lo explico. Antes de darnos un chapuzon en la triste piscina de los recuerdos pasados --importante para la trama, lo juro solemnemente--, unas pocas pinceladas del ahora. Sali del centro de estudios cabizbaja, congestionada y arrebujada en mi bufanda kilometrica de Desigual, comprada por Ali Express. La verdad es que haciamos una pareja increible, porque en ese momento, con una jornada dura a las espaldas y la sensacion de que en vez de avanzar daba dos pasos para adelante y tres pasos para atras --sin la media vuelta, pero siempre, siempre, volviendo a empezar--, me sentia como una imitacion barata. De profesora. De ser humano. Asi… en general. Despues del episodio del telefono y en la hora siguiente a la de Leroy, me habia tocado lidiar con un par de esos padres… tocapelotas. Que ojo, igual es mas profesional y elegante llamarles algo tipo rara avis o cualquier cosa semejante, por aquello de la tremenda implicacion que demostraban en la escolarizacion de sus hijos. Hasta rayar lo insano. Estaban quienes solo querian de los chiquillos que cumplieran. Deberes hechos y asignaturas llevadas mas o menos al dia. Los que lidiaban con algun handicap, y no tenian las expectativas altas mas alla de una adaptacion saludable en el centro reglado y aprendizajes significativos, y luego… luego estaban los demas. Los que promulgaban eso de, como yo pago este servicio extra requiero de ustedes que vivan por y para hacer magia con una hora de terapia enfocada en el retraso madurativo. Vamos, que si el nino tenia un nivel de lectura de primaria, pero estaba en edad de cursar la ESO, yo tenia que agitar mi varita, aunque el primer instinto fuera metersela a papa por el culo. Cogi aire y respire hondo al salir del metro en Opera y eche a caminar hacia Plaza de Callao. Tenia la tremenda suerte de contar con un coqueto pisito de renta antigua situado en el edificio colindante con el de El Corte Ingles. Un lujo para muchos, principalmente turistas que venian a Madrid de paso; por lo bien situado, lo centrico de su ubicacion y lo cosmopolita de todo cuanto lo rodeaba. Para mi, que tenia que ir al curro todos los dias y llegar con tiempo, que volvia cansada y arrastrandome los findes cuando doblaba turnos en la pizzeria donde me sacaba un sobresueldo, las aglomeraciones, retrasos, colas interminables, codazos, tropiezos, estrenos de cine, luces, voces y algarabia general… eran mas una molestia que algo que tomar como positivo. Mi alma viejoven, supongo, que a veces se imponia a la edad que me marcaba el DNI. Pase por la chocolateria San Gines para darme un capricho antes de subir a casa… y me lo comi por el camino porque recorde que mi plan de pasar el resto del dia con ropa de indigente y abrazada a mi gato se habia ido al garete por culpa de Aina. --Dichosas mejores amigas… hay que joderse. --Tire de la portezuela metalica haciendo fuerza con el hombro, mientras me relamia los restos dulces que se me habian impregnado a las comisuras--. Aprende a decir no, Roma. Es muy facil. Son solo dos letras. Si podias pronunciar esternocleidomastoideo con seis anos, ?que puto problema tienes con negarte a las cosas? Subi las escaleras pisando fuerte, pero no como Alejandro Sanz, sino en plan… mosqueada con la vida. No me apetecia salir. No tenia ganas de ducharme, peinarme y revolver en el armario algo para ponerme. No queria bajar otra vez las escaleras. Queria prepararme estrategias de defensa para el lunes, cuando seguramente mi jefa me llamaria a su oficina para que le contara mi parte de version en la movida con los padres de los alumnos. <>, diria. <>. !Como si fueran culpa mia los suspensos en asignaturas que no estaba impartiendo, cojon! Gire la llave y, de inmediato, los maullidos me recibieron al otro lado. Sonrei. Al cruzar el umbral, Cax Teller, mi gato rubio de ojos azules, llamado asi en honor al protagonista de series como Hijos de la Anarquia y fantasias sexuales recurrentes de Roma. Me incline para acariciar su pelaje calentito. --Las cosas que hacemos por l

  • Enamorate de ti de Walter Riso

    https://gigalibros.com/enamorate-de-ti.html

    EL amor a uno mismo es un dique de contencion contra el sufrimiento mental. Amarse a uno mismo no solamente es el punto de referencia para saber cuanto se debe amar a los demas (“Ama a tu projimo como a ti mismo”), sino que parece actuar como un factor de proteccion para las enfermedades psicologicas y un elemento que genera bienestar y calidad de vida. Activar toda la autoestima disponible o amar lo esencial de uno mismo es el primer paso hacia cualquier tipo de crecimiento psicologico y mejoramiento personal. Y no me refiero al lado oscuro de la autoestima, al narcisismo y a la fascinacion del ego, a sentirse unico, especial y por encima de los demas; no hablo de “enamoramiento” ciego y desenfrenado por el “yo” (egolatria), sino de la capacidad genuina de reconocer, sin verguenza ni temor, las fortalezas y virtudes que poseemos, integrarlas al desarrollo de nuestra vida y volcarlas hacia los demas de manera efectiva y compasiva. Quererse a uno mismo, despreciando o ignorando a los demas, es presuncion y exclusion; querer a los demas, despreciandose uno mismo, es carencia de amor propio. “Enamorate de ti” significa: “Quierete y amate a ti mismo honestamente”. Perseverar en el ser (conatus), como decia Baruch Spinoza, para defender la existencia individual y sacar a relucir lo mejor de cada quien. Quererse a uno mismo tambien es propiciar la autoconservacion sana, tal como promovian los estoicos, y procurarse el mayor placer y salud posible, como lo estipulaba Epicuro. Quererse a uno mismo es considerarse digno de lo mejor, fortalecer el autorrespeto y darse la oportunidad de ser feliz por el solo hecho, y sin mas razon, de estar vivo. El amor empieza por casa. Tu primer amor es el que se dirige a ti mismo, y en ese primer idilio aprenderas a amar la existencia o a odiarla. ?Como abrirle las puertas al amor de los que te rodean si desprecias o no aceptas tu ser, o si te averguenzas de existir? Un paciente destruido por la depresion me decia: “Lo siento, pero… Me averguenza estar vivo”. ?Habra mayor decadencia del ser? Asi como no atacas ni te desentiendes de quienes amas, no hagas lo mismo con tu persona. Ser amigo de uno mismo es el primer paso hacia una buena autoestima. Amar es buscar el bien del otro y disfrutarlo, que su dolor nos duela y su alegria nos alegre, y con el amor propio ocurre algo similar: si no te perdonas, si te fastidia estar contigo mismo, si no te soportas y te menosprecias, !pues no te amas! A veces me preguntan si es posible odiarse a uno mismo, y mi respuesta es categorica: “Por supuesto, !y con que intensidad!”. Incluso hasta el extremo de querer desaparecer de la faz de la tierra y obrar en consecuencia. Muchas veces nos regodeamos en el dolor autoinfligido. Cuentan que una senora iba en un tren y, a las tres de la manana, mientras la mayoria dormia, comenzo a quejarse en voz alta: “!Que sed tengo, Dios mio! !Que sed tengo, Dios mio!”. Una y otra vez. Su insistencia desperto a varios de los pasajeros, y el que estaba a su lado fue a buscar dos vasos de agua y se los trajo: “Tome, senora, calme su sed y asi dormimos todos”. La senora se los bebio rapidamente y la gente se acomodo para retomar su descanso. Todo parecia que habia vuelto a la normalidad, hasta que a los pocos minutos se escucho nuevamente a la senora decir: “!Que sed tenia, Dios mio! !Que sed tenia, Dios mio!”. Incorporamos el castigo psicologico a nuestras vidas desde pequenos sin darnos cuenta y como si fuera una faceta normal y hasta deseable; en suma, nos acoplamos a el. Nos regodeamos en el sufrimiento o le ponemos velas. A veces nos comportamos como si el autocastigo fuera una virtud porque “templa el alma”, y aunque sea cierto que es importante el esfuerzo por alcanzar las metas personales, una cosa es la autocritica constructiva y otra la autocritica despiadada que nos golpea y nos hunde. Una cosa es aceptar el sufrimiento util y necesario, y otra muy distinta acostumbrarnos al dolor que masoquistamente nos propiciamos a nosotros mismos en aras de “limpiar culpas” o “tratar de ser dignos” para que alguien nos ame. Los hallazgos realizados en el campo de la psicologia cognitiva en los ultimos veinte anos muestran claramente que la vision negativa que se tiene de uno mismo es un factor determinante para que aparezcan trastornos psicologicos como fobias, depresion, estres, ansiedad, inseguridad interpersonal, alteraciones psicosomaticas, problemas de pareja, bajo rendimiento academico y laboral, abuso de sustancias, problemas de imagen corporal, incapacidad de regular las emociones y muchos mas. La conclusion de los especialistas es clara: si la autoestima no posee suficiente fuerza, viviremos mal, seremos infelices y ansiosos. El presente libro va dirigido a aquellas personas que no se aman lo suficiente a si mismas, que viven encapsuladas, amarradas a normas irracionales y desconsideradas con ellas mismas. Tambien va dirigido a quienes sabian amarse a si mismos en alguna epoca y se han olvidado de hacerlo por los rigores de la vida o las carreras desenfrenadas por la supervivencia, donde uno se pone en segundo plano, como si fuera material desechable. La propuesta de estas paginas es simple y compleja a la vez: “Enamorate de ti; se valiente; comienza el romance contigo mismo, en un ‘yo sostenido’, que te haga cada dia mas feliz y mas resistente a los embates de la vida cotidiana”. ENAMORARSE DE UNO MISMO QUERERSE a uno mismo es quizas el hecho mas importante que garantiza nuestra supervivencia en un mundo complejo y cada vez mas dificil de sobrellevar. Aun asi, y curiosamente, gran parte del aprendizaje social se orienta a sancionar o subestimar el valor del amor propio, posiblemente para evitar caer en las garras del engreimiento. Si decides felicitarte dandote un beso, es probable que las personas que te rodean (incluso el psicologo en turno) evaluen tu conducta como ridicula, narcisista o pedante. Esta mal visto que nos demos demasiado gusto o que nos mostremos muy alegres de ser como somos (una persona muy feliz consigo misma y con el mundo puede facilmente ser diagnosticada como hipomaniaca por algunas reconocidas clasificaciones psiquiatricas). Cuando nos ocupamos de nosotros mismos por demasiado tiempo, nos mimamos o nos autoelogiamos, llegan las advertencias: “!Cuidado con el exceso de autoestima!” u “!Ojo con el orgullo!”. Y en parte resulta entendible, si vemos los estragos que puede realizar un ego inflado y sobredimensionado. Sin embargo, una cosa es ser egolatra (endiosado de si mismo), egoista (avaricioso e incapaz de amar al projimo) o egocentrico (incompetente para reconocer puntos de vista distintos), y otra muy distinta ser capaz de aceptarse a si mismo de manera honesta y genuina sin hacer alharaca ni despliegues publicitarios. La humildad es ser consciente de la propia insuficiencia, pero de ninguna manera implica ser ignorante de la valia personal. La consigna: “Quierete, pero no en exceso”, es decir, desproporcionada o irracionalmente (para no quedar embelesado y atrapado por la propia imagen reflejada), es un buen consejo, ya que nos pone en alerta contra el lado oscuro de la autoestima. No obstante, es mejor no exagerar y tener presente que en determinadas situaciones, cuando nuestro amor propio es vapuleado o atacado, querernos a nosotros mismos sin tanto recato ni miedos irracionales puede sacarnos a flote y ayudarnos a andar con la cabeza en alto. La politica de ocultar y/o minimizar el autorreconocimiento, y de disimular las fortalezas que poseemos, produce mas dano que beneficios. La sugerencia de no quererse a uno mismo “mas de lo necesario” puede transformarse en un autoamor resfriado y enclenque. Es verdad que no hace falta gritar a todo pulmon lo maravillosos que somos ni publicarlo en primera pagina, pero reprimirlo, negarlo o contradecirlo termina por herirnos emocionalmente. Al intentar dejar fuera el egoismo salvaje, a veces no dejamos entrar el amor propio; por evitar la pedanteria insufrible del sabelotodo, algunos caen en la verguenza de ser lo que son; por no despilfarrar, somos mezquinos. Si me siento mal por ejercer mis derechos personales o simplemente los ignoro o pienso que no los merezco, quiza me falte autorrespeto. A medida que vamos creciendo, una curiosa forma de insensibilidad hacia nosotros mismos va adquiriendo forma y nos lleva a dejar atras aquellas gloriosas epocas de la ninez cuando el mundo parecia girar a nuestro alrededor y saltabamos felices de juego en juego. En aquellos momentos, todo era gratificante y fantasioso. El “yo”, por momentos, parecia bastarse a si mismo autogratificandose y construyendo universos infinitos a su antojo (esta claro que la tendencia natural de un nino no es el autocastigo, sino pasarla lo mejor posible y de paso sobrevivir). Pero las cosas buenas no duran tanto, y al crecer hacemos a un lado ese delicioso mundo “yoico” (ya que ninguna sociedad sobreviviria a tal egocentrismo) y nos orientamos mas “hacia fuera” que hacia dentro: nos “descentramos”, por decirlo asi, y aceptamos a reganadientes que amar al projimo es mas importante, valioso y encomiable que amarse a uno mismo. Las conclusiones psicologicas actuales sobre el tema de la autoestima son un llamado de alerta que vale la pena tener en cuenta: no educamos a nuestros hijos para que se quieran a si mismos, al menos de manera sistematica y organizada como en otros aprendizajes. Desde pequenos nos ensenan conductas de autocuidado personal respecto a nuestro fisico: lavarnos los dientes, banarnos, arreglarnos las unas, comer, controlar esfinteres, vestirnos y cosas por el estilo. Pero ?que hay del autocuidado psicologico y la higiene mental? ?Les prestamos la suficiente atencion? ?Los ponemos en practica? ?Resaltamos la importancia del autoamor?

  • Una extrana en la playa de Marie Hermanson

    https://gigalibros.com/una-extrana-en-la-playa.html

    De nina Ulrika paso los veranos en Tangevik, una pequena ciudad costera, junto con su gran amiga Anne-Marie, la hija de los vecinos, hasta aquella noche de San Juan en la que todo cambio para siempre cuando la hermana adoptiva de Anne-Marie, una nina extrana y silenciosa, desaparecio en la playa.
    Veinticuatro anos despues, Ulrika regresa a Tangevik y recorre junto con sus hijos los escenarios de su infancia.

  • La medida de los heroes de Andrea Marcolongo

    https://gigalibros.com/la-medida-de-los-heroes.html

  • La llama de la pasion de Javier Pina Cruz

    https://gigalibros.com/la-llama-de-la-pasion.html

    Un pequeno homenaje a todos esos padres y madres, que tienen que criar solos a sus hijos.

  • El millonario y la virgen, Eva Nieto de Eva Nieto

    https://gigalibros.com/el-millonario-y-la-virgen-eva-nieto.html

    Han pasado ocho anos, pero ha vuelto. Mas hambriento que nunca.

  • Tu, mi destino de Elizabeth Betancourt

    https://gigalibros.com/tu-mi-destino.html

    Ashlyn acaba de recibir una carta donde se dice que ha heredado una casa en Alabama. Le viene estupendamente sobre todo porque acaban de despedirla de su trabajo como quimica cosmetica y esta a punto de vivir en un callejon.Ilusionada por esta nueva aventura, emprende el viaje sin saber que se encontrara con muchos secretos familiares y un pueblo dirigido por el sheriff Lorcan Foster que intentara impedir que la mujer se quede en Fairhope por todos los medio posibles, incluso poniendo a todos los habitantes de la pequena ciudad, en su contra.

  • Los ultimos dias de Rabbit Haye, Anna McPartlin de Anna Mcpartlin

    https://gigalibros.com/los-ultimos-dias-de-rabbit-haye-anna-mcpartlin.html

    Rabbit Hayes ama su vida, normal y corriente como es, y tambien ama a la gente extraordinaria que hace que esta vida sea aun mejor. Ama a su ingobernable y vital familia: a su hija Juliet y a Johnny Faye, ambos con un corazon de oro.

  • Sin final (Sin compasion 4) de W. Winters

    https://gigalibros.com/sin-final-sin-compasion-4.html

    ARIA unca he visto a Tyler, solo se como es por fotos. Pero incluso antes de eso, cuando tuve el sueno por primera vez, supe que el chico era alguien relacionado con Carter. Todos los hermanos Cross se parecen. El me miro en el sueno, sus ojos oscuros me atravesaron incluso desde el otro lado del jardin sembrado de azul y blanco. Deberia haberme asustado porque sabia que no pertenecia a esta tierra ficticia evocada por mi sueno, pero una suave sonrisa permanecio en sus labios. Acogedor y entranable. El fue muy amable conmigo. Un alma buena entre las flores, aunque sus palabras fueron todo lo contrario. --Ella te mintio --dijo casualmente. Palabras que grabaron confusion en mi rostro, pero enviaron una punzada de miedo que me helo la sangre. Entonces escuche a mi madre. En un instante reconoci su voz, sonamos tan parecidas. Un susurro vino de algun lugar a mi derecha mientras caminaba por el hermoso jardin. Su nombre suplicaba salir de mis labios, raspando desde lo profundo de mi garganta, pero mi voz estaba en silencio. Mi cuerpo anhelaba moverse a su lado, mas cerca de donde ella estaba mientras se alejaba lentamente de mi. Pero mis extremidades nunca se movieron. Quede atrapada en el lugar mientras se acercaban el uno al otro, pero seguian hablandome, mirandome. Como si supieran que yo estaba alli a pesar de que estaba prisionera de lo que me mantenia inmovil y en silencio. Las lagrimas se filtraron por las comisuras de mis ojos y calentaron mi piel mientras rodaban por mis mejillas. Mi padre siempre hablaba de la belleza de mi madre y yo sabia que era verdad, pero ella era mayor en los suenos de lo que yo recordaba. Sin embargo, habia envejecido bien. Trate de llamarla de nuevo, ignorando al chico, el hermano Cross que habia fallecido hacia mucho tiempo. --Nunca menti --me dijo mi madre, todo lo que pude sentir fue la forma en que sus palabras calmaron mi alma. Habia pasado tanto tiempo desde que escuche su voz. Demasiado tiempo. Mis dedos ansiaban moverse, extender la mano hacia ella y sentir su abrazo una vez mas. Yo necesitaba tanto que me abrazaran y mi respiracion se detuvo, imaginando que ella vendria a mi ya que yo no podia ir a ella, pero ella no lo hizo. Sus ojos color avellana estaban empapados de dolor mientras susurraba--: Nunca le menti. -- El viento cortante llevo su voz por el campo. Como si sus palabras fueran una senal, el cielo se oscurecio y un rayo seco lo partio en dos. --?La amabas acaso? --pregunto el chico, mirandola--. En todo esto... ?siquiera la amabas? El insistia en preguntarle a mi madre y la ira que senti fue inmediata, empujando las palabras hasta mi garganta, aunque todavia colgaban silenciosas en el aire. Por supuesto que ella me amaba. Una madre siempre ama a sus hijos. A pesar de que las palabras habian pasado desapercibidas, ambos me escucharon y me miraron, juzgando mi comentario silencioso, pero ninguno me respondio. Lo que les digo en silencio cambia cada vez que vuelve el sueno, pero la falta de respuesta nunca lo hace. --Por supuesto que si, la sigo queriendo hasta el dia de hoy --ella dijo y la voz de mi madre se arrastro con pesar--. Mori por ella. Sus palabras eran claras, aunque el dolor acribillo sus palabras y la expresion de Tyler solo mostro mas agonia cuando nego con la cabeza. Con la cabeza gacha, mi madre se aparto el pelo de la cara y se enjugo delicadamente las lagrimas de debajo de los ojos. El brillo de sus lagrimas hizo que sus ojos fueran mas vividos y me llamaron para que aliviara su dolor. Grite llena de desdicha una y otra vez, rezando para que pudiera entender mis palabras diciendole lo mucho que la amo. Que la extrano. Pero eso no hizo nada por cambiar lo que sucedio a continuacion. Con el cielo gris oscuro abriendose y el granizo cayendo sobre nosotros sin piedad, fragmentos de la vision caen como una pintura empapada en agua. Los colores se vuelven manchas borrosas y corren juntos antes de desvanecerse hasta convertirse en un lienzo en blanco, y me quedo sin nada. Nada mas que el sonido de ellos discutiendo sobre su odio contra su amor y lo que realmente importaba la noche en que ella murio. Y otra noche... la noche en que cambio el curso del destino. Ella grita que murio por mi. Su confesion esta llena de una nota de ira que me duele hasta el tuetano. Pero lo ultimo que siempre escucho antes de despertarme gritando es su murmullo--: Hacemos cosas estupidas por los que amamos. No importa cuantos anos pasen, la pesadilla nunca me abandona. La primera vez que sucedio, estaba en la celda. Hace todos esos anos cuando Carter, mi amor, me tomo por primera vez. Pero las visiones me han perseguido a lo largo de los anos, me han manchado el alma. --N C A P I T U L O 1 ARIA o grites. Con el aliento atascado en mi garganta, mi cuerpo paralizado por la oleada de miedo forzada en cada centimetro de mi cuerpo, escucho la voz, pero no obedezco. Mi grito es amortiguado por su gran mano y me abraza con mas fuerza, acercandome a su duro pecho, sus fuertes dedos clavandose en mi piel. El sonido de su voz silenciandome mientras pateo, golpeando mi cabeza inutilmente contra la pared de musculo contra la que estoy apoyada, ese sonido es lo que me calma. Lo he escuchado antes. Daniel. Mi cuerpo se relaja lentamente, apenas sostenida por mis piernas debiles. La adrenalina todavia corre por mis venas, pero soy consciente de que es el. El hombre que me agarro y me abrazo con fuerza, es Daniel. --No grites --repite, sus labios cerca de la curva de mi oreja. Tan cerca que su calido aliento me hace cosquillas en el cuello y me pone la piel de gallina en el hombro. Demasiado cerca. No solo me asusto; casi me mata de un infarto. Tardo en quitar mis dedos de su antebrazo, uno por uno, sabiendo que mis afiladas unas se clavan en sus brazos. La sangre esta por todas partes y tantas punzadas de dolor recorren mi cuerpo, prefiero estar entumecida. Entumecida despues de todo lo que acaba de pasar. Solo entonces el afloja su agarre y se mueve lentamente frente a mi, una mano aun agarrando mi muneca. --?Que estas haciendo? --Las palabras salen de mi en un suspiro, pero Daniel no responde. Mientras mi corazon late con mas fuerza, el solo me observa de cerca, evaluando mi expresion. El aire de la noche se siente mas frio, y que esta mucho mas oscuro ahora que el esta aqui que hace un momento. El mira detras de mi antes de encontrar mi mirada y preguntarme--: ?Ibas a huir? De todo lo que podria haberme preguntado en este momento, esta pregunta me produce mas culpa de la que jamas admitiria. Con Eli muerto en el suelo detras de nosotros, Addison arriba en alguna parte, escondiendose de todo lo que acaba de suceder, el hecho de que incluso haya pensado en huir me revuelve el estomago. Yo podria haberlo hecho. Podria haber huido y dejar todo esto atras como una horrible pesadilla. Y tambien lo considere seriamente. --No --susurro la palabra, sin saber si es verdad o mentira. El aire de la tarde lame a lo largo de mi piel expuesta mientras me paro en la puerta abierta de la casa de seguridad. La noche es oscura e implacable, muy parecida a la mirada de Daniel. No puedo aguantar, sabiendo que las emociones que siento estan escritas en mi rostro. Dando medio paso hacia atras, siento el dolor de un pequeno corte en mi talon dispararse hacia mi pierna, pero no es nada. Nada comparado con el dolor de saber lo que paso. Todos los pequenos rasgunos que obtuve de la ventana rota, destrozada por las balas, no significan nada. La guerra esta aqui. Los sonidos ensordecedores de disparos han ido y venido. Pero la muerte acaba de empezar. --?Que paso? Expreso la pregunta con dolor crudo presente en cada palabra. --?Carter? --le pregunto y abro los ojos para encontrarme con los suyos mientras se suavizan, luego agrego--: ?Mi padre? --Tu padre no vino. Nikolai tampoco. --Su respuesta es clara y no tiene ninguna pretension de lo que son sus pensamientos mientras sus ojos vagan por mi rostro. Antes de que pueda pronunciar el nombre de Carter de nuevo, sintiendo el familiar dolor de la perdida que ya adormece mi corazon, dice--: Carter esta bien. Los hombres de Talvery recibieron un golpe al venir aqui. Deberian haberlo sabido mejor. Hombres de Talvery. Hombres, a los que se supone que debo ser leal y aliada con ellos. Ya no se que sentir o quien es el verdadero enemigo. Solo quiero que todo se detenga. El aliento que no sabia que estaba conteniendo finalmente se escapa, deslizandose a traves de mis labios entreabiertos mientras me apoyo en la puerta, dejando que el aire frio se deslice por mi cara acalorada. Pero mi garganta esta apretada, las palabras y las emociones se entrelazan y tratan de escapar de mi al mismo tiempo. --?Cuantos...? --Empiezo a preguntar, pero no puedo terminar mi pregunta con el nudo en la garganta. ?Cuantos murieron esta noche? --Muchos --me responde Daniel y mis ojos se dirigen a los suyos, exigiendo mas--. Docenas, Aria. Agarro la parte superior de la blusa de mi pijama, juntando la tela justo en mi pecho, retorciendola y deseando poder borrar el dolor, pero permanece, creciendo con cada latido de mi corazon.

  • La portadora (Semillas Negras 1), Lorraine Coco de Lorraine Coco

    https://gigalibros.com/la-portadora-semillas-negras-1-lorraine-coco.html

    Allison es una exitosa escritora de literatura romantica paranormal. Su vida parece el cumplimiento del sueno americano, hasta que su marido James, muere en un accidente de avion. A raiz de su muerte, descubre que el mundo que la rodea y el mundo que habita en su imaginacion, no son tan distintos. Cuando se entera de que esta embarazada de su difunto marido, y que su bebe es codiciado y perseguido, adaptarse a ese peligroso mundo, con el que tendra mucho mas que ver de lo que imagina, se convertira en la unica tabla de salvacion para ella y su bebe. ?Pero en quien confiar cuando todo el mundo ansia lo que lleva dentro?

  • Solamente Tu Secretaria, Emma K Johnson de Emma K. Johnson

    https://gigalibros.com/solamente-tu-secretaria-emma-k-johnson.html

    En su amor esta el exquisito equilibrio entre los negocios y el placer.

  • Principe oscuro de Angelique Mut

    https://gigalibros.com/principe-oscuro.html

    Algunos principe son tan oscuro que cuesta creer que tiene un alma llena de luz…

  • Entrega certificada de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/entrega-certificada.html

    Symone cruzo la calle a toda prisa cargando con su pesada bolsa de cartera y esquivando un taxi que hizo sonar el claxon. Al llegar a la acera suspiro abriendo la bolsa para hacer el reparto y sonrio al ver el sobre rojo -- Claro, hoy es jueves. -- dijo para si subiendo las escaleras del numero cuarenta y siete. El portal estaba abierto y no veia al portero por ningun sitio. El senor Patterson bajaba en ese momento, asi que encantada se acerco con los sobres en la mano-- Le ha llegado carta, senor Patterson. Como todos los jueves. -- miro en el monton del edificio y saco dos cartas para el. --Gracias, ?Sybil? --Symone. Symone Murray. El hombre ya debia tener sesenta y tantos, pero era tan atractivo como un actor de cine. Incluso con su pelo moreno cubierto de canas, se conservaba muy bien para su edad. -- ?Eres nueva en este trabajo? Creo que antes repartia las cartas un hombre, ?verdad? --Phill, pero se jubilo hace un ano. Ahora esta zona es mia. --lo miro maliciosa-- Usted es mio. El hombre se echo a reir y Jack, el portero, se acerco poniendose la chaqueta. Estaba claro que habia ido al bano-- Buenos dias, Symone. --Buenos dias, Jack. ?Como va ese intestino? --Mucho mejor, gracias. --Ya sabes, come mucha fibra. Hasta manana. -- se volvio y le guino un ojo al senor Patterson, que sonrio agradablemente. Hizo su ruta saludando a todo el mundo y charlando un rato con ellos, pero se puso a llover, algo que no era extrano en Nueva York a finales de septiembre. Su pelo castano, que habia tardado una hora en dejar impecable con la plancha la noche anterior, ahora era una masa de rizos desgrenados -- Mierda de tiempo. -- era lo que mas odiaba de su trabajo. El tiempo. En invierno era una pesadilla repartir el correo porque siempre llegaba empapada y muerta de frio cuando nevaba. Desde el ano anterior, que era cuando habia empezado a trabajar en correos, habia pillado cinco resfriados. Habia tenido la nariz roja durante todo el invierno y eso que habia probado de todo. Su amiga Tavie decia que parecia una payasita. Y no solo eso. En verano se asaba con aquellos pantalones ridiculos y los zapatones con cordones. Ademas, la camisa azul le quedaba enorme. Era el uniforme menos sexy del mundo. Asi no se comia ni un rosco y llevaba sin sexo... bueno ahi su trabajo tenia poco que ver, porque hacia dos anos que no echaba un polvo. Cuando por fin llego a casa, se quito la chaqueta de punto azul y puso los ojos en blanco al oir los jadeos de su companera de piso en su habitacion. -Esto es estupendo. -- siseo viendo que el piso estaba hecho un asco mientras iba hacia la nevera y cuando la abrio, pudo comprobar que Tavie no habia ido a comprar esa manana como habia dicho que haria. --Espaguetis otra vez. -- dijo resignada abriendo la alacena. Se puso a cocer los espaguetis sacando una lata de salsa bolonesa ya preparada y cuando tenia la comida ya a punto, escucho el grito de satisfaccion de Tavie terminando la faena. Su novio salio de la habitacion con unos gayumbos rojos sonriendo como un bobalicon mientras se apartaba el cabello rubio de la cara -- Ehh. Ese era el saludo de Cris. Siempre decia Ehh. Estaria bueno, pero era el tio con menos cerebro del mundo. Todavia no entendia como Tavie estaba con el. Por los orgasmos que le proporcionaba seguramente. Cuando su amiga salio de la habitacion atandose la bata de seda rosa que su madre le habia regalado a Symone por Navidad, se dijo que ya tenia bastante-- Esto no puede seguir asi. --Vamos, ?estas enfadada? --No trabajas, tengo que encargarme yo hasta de hacer la comida. !No has ido a la compra! -- dijo enfadada-- !Y hasta coges mis cosas sin mi permiso! -- !Somos amigas! -- exclamo Tavie recogiendo su cabello rubio en una coleta alta mientras la miraba como si dijera disparates. -- !Precisamente por eso! !Si queremos seguir siendo amigas, esto tiene que cambiar! Tavie la miro con sus ojos azules mientras que los verdes de Symone brillaban de rabia por no pegarle cuatro gritos -- Esta bien. Veo que igual me he pasado, pero no me he dado cuenta, te lo juro. -- !Solo faltaria que hubieras sido tan egoista a proposito! --Necesita un polvo. -- dijo Cris cogiendo de la olla unos espaguetis con la mano y metiendoselos en la boca. -- !Cierra la boca, Cris! -- dijeron las dos a la vez. --Esta bien. A partir de ahora colaborare mas. -- su amiga se acerco a los espaguetis y saco un plato de la alacena sirviendose. Cogio un tenedor y se sento sobre la encimera comiendo tranquilamente -- Ire a la compra por la tarde. --dijo sin darle importancia. Cuando un espagueti cayo como a camara lenta sobre la bata que ni ella habia estrenado, lo vio todo rojo-- !Largo! Tavie mastico lentamente dejando el plato sobre la encimera-- Cris, corre. -- ?Que? -- pregunto su novio con la boca llena. -- !Corre! !Tiene esa mirada de loca! Cris la miro y ella indignada grito -- !No tiene gracia! Tavie solto una risita-- Lo siento. Prometo ser buena. Siempre le decia lo mismo y por muy amigas que fueran, aquello ya era el colmo. Nego con la cabeza y Tavie perdio la sonrisa poco a poco-- Hablas en serio. --Mira el apartamento, Tavie. !Tienes veinticinco anos y no limpias, no colaboras, te comes todo lo que compro y este gorron tambien! !No aportas dinero a la renta porque no trabajas y encima tienes el descaro de reirte de mi! !Y me has estropeado una bata que me ha regalado mi madre! --Tavie se sonrojo-- Nos conocemos desde hace anos y cuando te dije que podias vivir aqui, se suponia que era algo temporal. !Llevo un ano manteniendote y estoy harta! --Entiendo. -- dijo muy digna bajando de la encimera-- Hare las maletas. -- ?Y a donde vas a ir? -- pregunto Cris con la boca llena. --A tu casa. Cris abrio los ojos como platos-- !No puedes venir a mi casa! !No entro ni yo! Tavie jadeo indignada-- ?No me quieres en tu casa? --No es eso palomita...-- siguio a su furiosa novia y Symone se mordio el labio inferior sintiendo remordimientos. --No cedas, no cedas. -- se dijo a si misma en voz baja. Saco un plato del armario y cuando llego a la olla vio que estaba casi vacia. Eso la decidio. Furiosa fue hasta la habitacion y cerro de un portazo. Se quito el horrible uniforme y salio con su albornoz rosa hacia el bano. Alli se encontro con Tavie, que estaba recogiendo sus cosas. Symone se sintio fatal sobre todo porque se conocian desde los diez anos y Tavie abrio los ojos como platos cogiendola de la muneca y metiendola en el cuarto de bano a toda prisa-- !No lo digas! -- ?El que? --Cris me acaba de decir que esta bien que me quede en su casa y si te echas atras, nunca querra que viva con el. Symone entrecerro los ojos-- !Lo has hecho a proposito! --Tecnica de supervivencia. -- hizo una mueca--Siento lo de la bata. Ahi me he pasado. --se volvio y siguio recogiendo sus innumerables potingues-- Vamos, parece que no me conoces. Tampoco soy tan desordenada. --Increible. -- siseo-- Tu no estas bien de la cabeza. --En el amor y la guerra todo vale. -- se volvio y le dio un beso en la mejilla-- Te llamo manana. Atonita la vio irse del bano como si nada. Miro el estante casi vacio, pensando que ese pringado no tenia ninguna oportunidad con su amiga. Se lo iba a comer vivo. Se paso lo que quedo del dia recogiendo el apartamento y yendo a la compra. Cuando al fin se tumbo en la cama hizo una mueca porque echaba de menos a Tavie. Siempre hablaban antes de irse a dormir y era un habito que echaria de menos. -- Bueno, Symone... es hora de buscarte un novio. Una semana despues estaba en la central de correos recogiendo la correspondencia de su zona, cuando repasando que todas las cartas estuvieran colocadas por calles, se dio cuenta que faltaba algo. Sin saber que era, las reviso dos veces, pero tenia las cartas de todos los portales y de todas sus calles--Que raro. -- susurro metiendolas por orden de entrega, para ir sacandolas segun las iba necesitando. Esa vez llevaba un carrito porque tenia demasiado volumen y no le cabian en la bolsa. Odiaba el dichoso carrito. Sonrio porque afortunadamente no llovia. Cuando llego al numero cuarenta y siete de la cincuenta y ocho, sonrio cogiendo las cartas para entregarlas-- Buenos dias, Jack. --Buenos dias, Symone. -- de repente se puso palido y salio corriendo. --Vaya. -- subio las escaleras --Pobre hombre. --iba a dejar las cartas sobre la mesa, pero se decidio a meterlas en los buzones para que no tuviera que hacerlo el. Estaba echando las cartas en el buzon de Patterson cuando se detuvo en seco. Paso una carta tras otra -- !Mierda! !La carta roja! Seguro que la habia dejado en la central porque nunca faltaba. Hizo sus entregas en tiempo record corriendo por su zona sin detenerse con nadie. Cuando llego a la central, dejo el carrito en su sitio y fue a la zona de reparto para revisar su cajetin. Al verlo vacio, se llevo la mano a la frente pensando en ello--Mierda, mierda. -- ?Que ocurre? -- pregunto su supervisora mirandola fijamente a traves de sus gafas de pasta negras. --Oh, nada. Creo. Es que un usuario esperaba una carta y me he pasado a mirar por si estaba alli. --No habra llegado. Si se hubiera enviado, la habrias repartido. -- entrecerro los ojos--A no ser que la hayas perdido. Symone abrio los ojos como platos-- Por supuesto que no, senora Liles. Yo no he perdido nada. La mujer sonrio asintiendo-- Nunca hemos tenido una queja de ti y seguro que esta vez sera igual. Esa carta no ha llegado. Punto. --Si, senora Liles. --Bien. ?Has terminado? --Si, senora. Miro su reloj y sonrio encantada-- Muy bien. Un tiempo excelente. Puedes irte a casa. Cuando la mujer se volvio a echarle la bronca a otro, gimio mirando su cajetin-- !Mierda! Despues de darle vueltas durante una hora, se acerco al portal del senor Patterson para disculparse. Estaba convencida que la carta habia desaparecido en algun punto porque las recibia todos los jueves y se sentia culpable porque era mas que evidente que eran cartas de amor. Symone se imaginaba que seria un amor imposible y que solo les era posible comunicarse asi, como en los romances del siglo diecisiete. La posibilidad de que por culpa de ella no hubiera recibido la carta de la semana, le provocaba una desazon que no se iba. Asi que como decia su madre, cuando habia que disculparse, cuanto antes mejor. Entro en el portal y saludo a Jack-- ?Como estas? El hombre que debia tener unos treinta anos sonrio como si estuviera encantado con la pregunta y Symone incomoda porque pensara que tenia interes en el, miro a su alrededor disimulando. -- Mucho mejor. Es que tengo el colon irritable, ?sabes? Y si me pongo nervioso...-- de repente palidecio y salio corriendo. Symone se quedo mirando su espalda con la boca abierta y entonces comprendio que se ponia nervioso al verla. Hizo una mueca esperando que se le pasara, porque le iba a ver casi todos los dias a no ser que la cambiaran de ruta. Algo poco probable. Sujetandose la correa del bolso que cruzaba su pecho fue hasta el ascensor y pulso el octavo. Se miro al espejo y se aparto un rizo castano de la frente. Se paso el dedo por debajo de sus ojos verdes para quitar algo del rimel que se le habia corrido y tomo aire dandose valor porque no sabia como iba a reaccionar el pobre hombre. Esperaba que estuviera en casa. Salio del ascensor y admiro un precioso cuadro que estaba en el pasillo. Era una preciosidad que representaba un puente sobre un rio lleno de flores acuaticas. En su barrio ese cuadro duraria alli tres minutos. Fue hasta la puerta A y toco el timbre. Miro a su alrededor y se sobresalto cuando abrieron la puerta. Una mujer de la edad del senor Patterson le sonrio dulcemente y Symone fruncio el ceno mirando la letra de su puerta. Se suponia que ese hombre no tenia esposa. Nunca habia enviado una carta a la mujer de Patterson, pero temio meter la pata, asi que pregunto-- ?Es la senora Patterson? --Oh no, querida. Soy su asistenta. ?Traes una carta certificada para Richard? Suspiro de alivio-- No, pero necesito hablar con el de un asunto importante. La mujer asintio con una agradable sonrisa mirandola con sus ojos azules --Por supuesto. Pasa, que le aviso. La llevo a un salon que estaba elegantemente decorado. Era masculino en tonos marrones y el gran sofa de cuero le recordo a los que se veian en las peliculas inglesas. Todo estaba puesto con mucho gusto. Habia un cuadro que le llamo la atencion porque no pegaba con la decoracion clasica de ese hombre. Era el retrato de una mujer en tonos pastel. Era preciosa, con su pelo rubio y sus ojos verdes brillando de alegria mientras se reia. Seguro que era alguien importante para el. --Enseguida le aviso. ?Quieres tomar algo? --No, gracias. --se sento en el sofa sacando la correa del bolso por la cabeza para colocarlo a su lado en el sofa-- Acabo de tomarme un cafe. La mujer asintio girandose y yendo hacia una puerta que habia a su izquierda. Llamo a la puerta -Adelante. La senora entro en lo que parecia un despacho. Desde el sofa vio que el senor Patterson estaba sentado detras de un escritorio muy fino. La mujer le dijo algo que ella no llego a entender desde alli y el hombre se levanto rodeando el escritorio. Cuando salio, Symone sonrio levantandose del sofa. Al verla sonrio agradablemente --Pero si es nuestra repartidora de noticias. --Que manera mas delicada de decir repartidora de facturas. El hombre divertido le indico el sofa -- Por favor, sientate. Tienes que estar cansada despues de recorrer las calles toda la manana. Symone se sento mientras la mujer recorria el salon para entrar en otra puerta a su derecha. --Bueno, Symone... ?ha ocurrido algo? -- se sento en la butaca al lado del sofa y ella pudo ver en sus ojos que tenia la esperanza que hubiera sido asi. --Queria disculparme por no haberle traido el sobre rojo hoy. -- dijo preocupada-- En realidad no se que ha pasado y temo haberlo perdido. --Tuteame, por favor. -- la miro con sus ojos grises y apreto los labios-- ?Por que te disculpas si no sabes que ha ocurrido? --Me he imaginado que la culpa ha sido mia, porque ella no falla ni una semana. -- se sonrojo intensamente-- Perdon. Supuse que era una mujer quien... --Tienes razon. -- la interrumpio con una triste sonrisa-- En treinta y dos anos no ha fallado nunca. --eso la hizo sentirse peor aun. Que hubiera pasado en su turno, era tener mala suerte --Desgraciadamente creo que a ella puede haberle pasado algo y por eso no ha escrito la carta de esta semana. --Pero puede enterarse, ?verdad? --pregunto ansiosa. Richard nego con la cabeza --No puedo llamar a su casa. --Entiendo. -- susurro mirando la tristeza en sus ojos -- Si esta casada, puedo ... --No esta casada. Es viuda. Symone le miro confundida-- ?Y si es viuda por que razon no pueden mantener contacto? -- al darse cuenta que habia preguntado algo demasiado personal, se puso como un tomate y susurro --Lo siento, no es asunto mio. El hombre suspiro y miro el cuadro --Cuando conoci a Valeria si que estaba casada. --a Symone se le corto el aliento-- Llevaba casada cinco anos y tenia una hija con su marido. -- ?Como se conocieron? Richard sonrio con nostalgia-- En el cine. Habia ido sola porque su marido no soportaba el cine europeo. Estabamos en la cola de las palomitas y tropece con ella. Fue amor a primera vista. --Oh, que bonito. --Intentamos separarnos, de verdad. Pero era superior a nuestras fuerzas. --miro a Symone a los ojos-- Le pedi mil veces que le dejara y cuando lo iba a hacer, su marido tuvo un problema de salud que le impidio hacerlo. --Algo de corazon, seguro. -- dijo haciendole reir-- En las grandes historias de amor siempre pasa algo asi. --No paso solo eso. Yo me enfade y... --Se separaron. --No queria hacerle dano a su marido, ni a su hija, asi que cuando se entero de que estaba embarazada de mi, no me dijo nada. -- Symone se llevo una mano al pecho sintiendo mucha pena por el -- Yo me case con otra, pero el matrimonio no duro ni dos anos. Me estaba divorciando cuando vi a Valeria en Central Park con el nino en el carricoche. Cuando nos encontramos, volvimos a sentir lo mismo que cuando estabamos juntos, asi que fue inevitable. Pero cuando un dia el nino me llamo papa en uno de nuestros encuentros, ella me miro con horror y ya no quiso volver a verme, sintiendose muy culpable por todo lo que habiamos provocado. --Asi que tu hijo vive en la ignorancia. Richard asintio. -- ?Y su marido? --Murio hace siete anos. -- ?Y por que no estan juntos, si se puede saber? El senalo una foto que habia sobre una estanteria y Symone abrio los ojos como platos al ver a un hombre guapisimo, riendo con la mujer rubia al lado. Tenia los ojos grises y miraba a la camara, pero Symone sintio que la miraba a ella --Esta buenisimo. Richard se echo a reir a carcajadas-- Segun su madre, tiene un exito terrible con las mujeres. No le extranaba nada-- Seguramente usted tambien lo tendria porque son igualitos. -- Symone miro la foto y a su anfitrion varias veces. --Ese es el problema. Que cuando me vea, sabra todo lo que ha pasado y su madre no puede soportar que sepa que le ha enganado. Que ha enganado a toda la familia. Seria demasiado para ella. -- !Por Dios, llevan asi treinta anos! -- dijo ella indignada-- Tienen derecho a ser felices de una vez. El se cabreara, pero tendra que aceptarlo. !No es un nino! Richard la miro con admiracion --Eso mismo le he dicho a Valeria, pero... --Se niega. --Sus hijos son el amor de su vida. --Symone suspiro mirando la foto-- Ademas, no se lo que ha pasado, asi que hasta que no se ponga en contacto conmigo tengo las manos atadas. --Pues me voy a enterar. -- dijo levantandose del sofa decidida-- ?La direccion? Richard abrio los ojos como platos-- ?Que? -- !No puedes pasarte con esta incertidumbre varios dias! Me das la direccion y voy a preguntar por ella. !Soy cartera! De algo tiene que servir mi profesion. El hombre parecio pensarlo-- No es mala idea. --Tu no puedes ir, pero yo si. -- sonrio radiante-- Y si tengo suerte puede que vea a tu hijo. --No le contaras nada, ?verdad? --Soy cartera. -dijo ofendida-- Soy discreta por naturaleza. Si supieras las cosas que se. -- ?Como que? --Soy una tumba. Richard se echo a reir y sus ojos brillaron. Se levanto y fue hasta su despacho donde escribio en un post-it lo que suponia que era la direccion. Cuando volvio, parecio pensarselo mejor con el post- it en la mano-- No dudes mas. Por mi no se enterara de nada. Preguntare por ella. !Incluso puede que no pase nada y yo haya perdido la carta! Richard apreto los labios y le entrego la nota-- Valeria Thorton. --Muy bien. Volvere. -- dijo yendo hacia la puerta con paso firme --Tardare un par de horas. Tengo que pasar por la central. --De acuerdo. Estare aqui esperando. Saliendo del piso apreto los labios. Pobre hombre. Llevaba esperando toda su vida. Su unico nexo de union con su familia eran esas cartas y ella iba a descubrir que estaba pasando. Capitulo 2 A toda prisa fue hasta la central con la esperanza de que hubiera en el cajetin de su calle alguna carta a nombre de Valeria Thorton. Sonrio porque tuvo suerte y discretamente cogio la carta, que era de un banco. Hizo una mueca porque le vendria mejor una certificada, pero le serviria para tener una excusa. Cuando la habia guardado en el bolso, paso su supervisora ante ella. --Symone, ?que haces todavia aqui? --Se me olvido algo en la taquilla y me he pasado a ver como iba el trabajo para manana. La senora Liles la miro asombrada-- No deberias pensar tanto en el trabajo. Eres joven. Sal a divertirte. --Es que me gusta que todo este en orden. --Esta entrega en tu trabajo, me hace pensar que puede que te recomiende para un ascenso a clasificacion. !Dios mio, que horror! Estar todo el dia sentada clasificando cartas por codigo postal. Preferia helarse de frio. --No se moleste. Ya conozco a los vecinos y estoy muy a gusto en la ruta. --Estupendo. Ahora vete y disfruta de lo que queda del dia. --Lo hare. Hasta manana. Salio de alli a toda prisa y corrio a la parada de metro para ir a la calle sesenta y cuatro este. Estaba claro que tenian mucho dinero y Symone esperaba que eso no hubiera tenido nada que ver a la hora de no separarse de su marido. Cuando llego a la casa de tres pisos, miro la fachada de ladrillo rojo y se paso las manos sudorosas por su chaqueta antes de sacar la carta de su bolso. Con la carta en la mano cruzo la calle y subio los cinco escalones que llevaban a la puerta, decorada con un llamador de cobre en forma de leon. --Vamos alla. -- toco el timbre y puso una sonrisa en la cara. -- !Ya voy yo! -- escucho desde dentro de la casa y cuando abrieron la puerta Symone sintio que se le detenia el corazon. El hijo del senor Patterson estaba ante ella con una camisa blanca y unos pantalones negros. Las mangas de la camisa estaban enrolladas hasta los codos mostrando su vello negro y Symone trago saliva al ver el color dorado de su piel. Estaba para comerselo -- ?Si? La voz grave del macizo le hizo levantar la vista a sus ojos grises, igualitos a los de su padre. -- ?Queria algo? --Oh. -miro la carta como si leyera el nombre que se sabia de memoria-- ?Valeria Thorton? --Es mi madre. -- extendio la mano, pero ella la aparto de el sorprendiendolo. -- ?Y eso como lo se? -- ?Perdon? -- ?Esta en casa? --Mi madre esta en el hospital. -- respondio molesto-- ?Me da la carta? -- ?En el hospital? -- pregunto alarmada-- Estara bien, ?no? Richard la miro asombrado y respondio entre dientes-- ?Es asunto suyo? -- !Me gusta saber que mis asignados estan bien! Es de buen cartero. --Querra decir de buena cartera cotilla. Symone jadeo ofendida-- ?Esta bien o no? --Ha tenido una infeccion de vesicula y han tenido que operarla de urgencia. Iba a entregarle la carta cuando la volvio a apartar-- ?Pero esta bien? --Los medicos dicen que si. Tardara unas semanas en recuperarse, pero se pondra bien. Le tendio la carta y Richard iba a cogerla cuando volvio a separarla-- ?En que hospital esta? --Oiga, senora... -- !Senorita! --exclamo ofendida-- Senorita Murray. -- ?Me da la carta de una buena vez? -- !Es por si algun vecino quiere enviarle flores! --En el Lenox Hill. -- respondio entre dientes. -- ?Habitacion? --Trescientos dieciseis. Ella sonrio radiante-- Gracias. -- le entrego la carta, pero cuando el la cogio Symone no la solto-- Por cierto. ?Esta soltero? La miro asombrado-- ?Y eso que tiene que ver con mi madre? --No, si esa pregunta es para mi informacion personal. --No es asunto suyo. --Pues veras… ?te importa que te tutee? No, ?verdad? Pues veras... si de algo me he dado cuenta en el dia de hoy, es que no hay que desaprovechar las oportunidades, porque luego vienen los arrepentimientos. --?No me diga? -- tiro de la carta, pero ella no la solto cogiendola con la otra mano--!Esto es ridiculo! -- ?Esta soltero o no? -- !Si! Y si todas las mujeres son como usted, lo estare muchos anos. Ella se echo a reir dejandolo de piedra-- ?Novia? Se dio por vencido -No. --No eres gay, ?verdad? -- !No! --Tengo un trabajo estable y no estoy mal. ?Quieres casarte conmigo? La miro como si le hubieran salido dos cabezas antes de cerrarle la puerta en las narices. Symone parpadeo mirando el llamador. Parecia que el dichoso leon se reia de ella. -- ?Eso es que no? -- pregunto en alto para que la oyera --Vale, te meto la carta por debajo de la puerta. -- metio la mitad de la carta por la ranura y cuando la carta desaparecio sonrio sin poder evitarlo-- !Por cierto, me llamo Symone! Espero su respuesta, pero al no escuchar nada bajo los escalones lentamente sonriendo como una tonta. !Que hombre! Caminaba por la acera y volvio la vista a la ventana. !La estaba mirando! Ella le saludo con la mano y el cerro la cortina a toda prisa. --Le has gustado. Sino no se hubiera quedado mirando. -- dijo para si loca de contenta. Cuando llego a casa de Richard padre, entro en el portal donde Jack en cuanto la vio se sonrojo intensamente. -- Hola. --Hola, Symone. Sobre lo de antes... --Hablamos luego, tengo prisa. -- dijo entrando rapidamente en el ascensor dejandolo con la palabra en la boca. Cuando llego al octavo, Richard abrio la puerta el mismo, lo que demostraba el estado de nervios en el que se encontraba-- Sabes que estamos en el siglo veintiuno y que existen los moviles, ?verdad? -- ?Esta bien? Entro en el piso sonriendo de oreja a oreja-- Esta bien. La han operado de la vesicula de urgencia, pero esta bien. Richard suspiro de alivio pasandose una mano por la frente -- ?Por que no vas a verla? Esta en el Lenox Hill. Habitacion trescientos dieciseis. -- ?Como te has enterado de eso? --Sonsaque a tu hijo. -- le guino un ojo-- Se me resistia, pero al final hablo. Por cierto, ?como es que no os llamais por telefono? Richard se sento en la butaca --Empezamos con lo de las cartas. En aquella epoca no habia moviles y cuando Richard le regalo uno hace diez anos, no me quiso dar el numero porque su marido pagaba las facturas. --Entiendo. --Despues Richard se encargaba de esas cosas y seguimos como estabamos. --Pero os veis, ?verdad? En algun momento teneis que veros. --Una vez a la semana nos vemos aqui. Suele venir el lunes porque es el dia que tiene mas desocupado. Su hija tiene dos hijos y le quitan mucho tiempo. Ademas, tiene que seguir yendo a sus causas beneficas porque si no sus hijos se extranarian. --Asi que esta muy ocupada con la familia y eso. --Viene cuando puede. A veces me sorprende cuando tiene una tarde libre. Le parecia terrible tener que esperar siempre a que ella pudiera hacerle un hueco. Ese hombre tenia la paciencia del santo Job. Symone se sento en el sofa-- ?Vas a ir a verla? --Por mi iria ahora mismo, pero si Steffani esta alli, se sabra enseguida la verdad. --Por tu parecido con el. --Exacto. --Steffani es su hija mayor, supongo. Richard asintio preocupado-- Ya no lo soporto mas. Todo esto es... --Has tenido mucha paciencia. ?Como lo has soportado? La miro a los ojos-- Si hubieras conocido al amor de tu vida, harias lo que fuera por estar con el, aunque sea un minuto al mes. -el corazon salto en su pecho al oirle hablar -- Se que ella sufre tanto como yo, pero el amor que siente por sus hijos la retiene. Y a mi tambien. No quiero hacerles sufrir. Despues de tantos anos le tengo tanto carino a Steffani como a mi hijo. --senalo una foto donde estaba toda la familia junta. Una chica rubia rodeaba con el brazo al que debia ser su marido, un hombre moreno con cara de buena gente. Al lado del marido estaba Valeria y al otro lado Richard que miraba a sus dos sobrinos sentados en el suelo ante ellos. El gran arbol de Navidad indicaba que estaban en fiestas. El unico que faltaba era el y miro a Richard con pena. --Lo siento. Richard sonrio intentando disimular su estado de nerviosismo-- Nunca nos habia pasado algo asi y estoy preocupado. -- ?Quieres que manana vaya a verla? Si no hay nadie, le dare mi telefono para que hable contigo. Sus ojos grises brillaron-- ?Haras eso por mi? --Claro. -le miro maliciosa-- Ademas, tengo la intencion de ligarme a tu retono. Richard se echo a reir a carcajadas --No te rias. -- dijo indignada-- Lo conseguire. Me gusta. -- ?Te gusta, eh? -- dijo hinchando el pecho --Es un partido estupendo. --Eso ya lo he visto. --Y lleva su empresa con mano de hierro. -- se notaba que estaba muy orgulloso de el. --Eso a mi no me importa. -- dijo levantandose del sofa-- Yo me mantengo sola. Richard la miro pensativo-- ?Sabes que eres una persona estupenda? Nada me gustaria mas que se uniera a una mujer como tu. Symone se sonrojo por el piropo-- Hare lo que pueda. -- fue hasta la puerta y Richard la siguio-- ?Quieres que le diga algo si no puede llamarte? --Que la amo mas que a mi vida. Esa respuesta le corto el aliento y espero que alguien la amara asi algun dia --Lo hare. -- susurro. Forzo una sonrisa y salio del piso. --Gracias, Symone. Gracias por todo. --No es nada. Estamos para servir. -- le guino un ojo haciendole reir y Symone se sintio mucho mejor. Al dia siguiente hizo su reparto como todos los dias, deseando que llegara el fin de semana porque estaba agotada. Antes de ir al hospital, decidio cambiarse de ropa y se puso unos vaqueros ajustados negros y un jersey verde que resaltaba el color de sus ojos. Se maquillo ligeramente y como no le daba tiempo a plancharselo dejo sus rizos castanos sueltos, llegandole la melena a mitad de la espalda. Como no podia presentarse con las manos vacias a visitar a una enferma, decidio comprarle algo de parte de Richard. Entro en la floristeria del barrio y miro a su alrededor. -- ?Puedo ayudarla en algo? Se volvio hacia un chico que por su camisa supo inmediatamente que era gay. Un heterosexual no se pondria ese tono de rosa--Quiero el ramo de flores mas bonito del mundo. Quiero que cuando lo vea, se quede con la boca abierta y sepa que la persona que se lo regala la quiere con locura. --Tu novio es muy afortunado. -- dijo mirandole las piernas. Pues no, no era gay. --No es mi novio. Es un amor imposible que perdura a lo largo de los anos. -- comento distraida mirando un pequeno ramillete de violetas. -- ?Cual es su flor favorita? --No tengo ni idea. -le miro a los ojos que eran de un increible color azul. Llevaba lentillas, era gay -- ?Alguna sugerencia? --Oh carino, tengo miles. -- se volvio hacia los jarrones de cristal llenos de flores que tenia metidos en un expositor refrigerado -- Las rosas son tan tipicas en estos casos. No, tiene que ser algo especial. Gladiolos. -- ?Esas no son para los funerales? --Que va. Los que te vendo son un hibrido con colvillei. -- a ella le sonaba a chino --Mira, estos blancos enormes son magnificos. Eran bonitos. Sus grandes petalos blancos que se curvaban hacia abajo eran delicados y con clase. Perfectos para Valeria. -- ?Son muy caros? --Te hare precio y te saldran mas baratos que las rosas. --Muy bien. Hora de demostrar lo que vales. --Eso es todo un reto. Cogio todo el jarron y lo puso sobre la mesa de trabajo. En menos de cinco minutos habia hecho un enorme ramo envuelto con un precioso celofan y un gran lazo de seda rojo. Era perfecto. -- Eres un artista. --Gracias. -dijo cogiendo la tarjeta de credito que le tendia. --Te recomendare por ahi. El sonrio divertido --Te iba a hacer descuento igual. --Ahora te recomendare mas. El florista se echo a reir y cuando le entrego el recibo, lo firmo pensando que ese mes tendria que hacer algun ajuste por los setenta pavos que se acababa de gastar. Pero si le gustaba, mereceria la pena. Cogio el ramo de flores que casi la cubria y se lo coloco en el costado-- Hasta la proxima... --Alan. --Symone. -- le tendio la mano-- Hasta la proxima, Alan. El se la estrecho divertido y la acompano hasta la puerta. Cuando se la abrio para que saliera, la sorprendio tendiendole una rosa azul. Symone abrio los ojos como platos-- !Es azul! --Preciosa y fuera de lo normal. Como tu. -- ?Es de verdad? -- toco los petalos suavemente y si que era de verdad. Le miro a los ojos-- Gracias es muy bonita. --Ya me contaras si le ha gustado. Symone sonriendo casi se choca con un hombre que entraba y que le dio un beso a Alan en los labios. --Claro que te lo contare. Adios Alan. Cuando llego a la tercera planta del Lenox, salio del ascensor y busco la habitacion trescientos dieciseis. La puerta estaba cerrada, asi que llamo. Cuando se abrio la puerta y vio frente a ella a su Richard sonrio radiante-- !Hola! --Dios, ?que haces aqui? -- pregunto exasperado. --He venido a ver a tu madre. Richard la miro atonito y ella se lo comio con los ojos. Iba con un traje gris que resaltaba el color de sus ojos y la camisa blanca con la corbata azul le sentaban de miedo. -- ?Quien es, hijo? --Tu cartera. Symone le puso una mano en el pecho para empujarlo y que la dejara pasar. La mujer rubia que habia visto en las fotos estaba sentada en la cama algo despeinada y con cara de cansancio. Symone se quedo de piedra al ver la habitacion repleta de flores y algunos ramos eran impresionantes. --Hola, no se si se acuerda de mi, pero soy la sobrina de Patt-- la miro a los ojos mientras se acercaba a la cama y Valeria sonrio sonrojandose -- ?La recuerda? --Si, por supuesto. -- ?La sobrina de Patt? ?Que Patt? -- Richard se cruzo de brazos mirandola como si fuera un peligro. --Va, tu no la conoces. --se volvio hacia Richard y le sonriendole le tendio las flores -Para ti. -- ?Para mi? --Si, ella ya tiene muchas. Valeria se echo a reir---Eso es cierto. ---a miro a los ojos-- Asi que eres la sobrina de Patt. ?Como se encuentra? --Se asusto un poco al enterarse de que estabas en el hospital, pero ahora esta mucho mejor. Esta deseando que le hagas una llamadita para tranquilizarse. --Llama a esa amiga tuya, mama. -- dijo Richard mirando el enorme ramo de gladiolos --Si esta preocupada... Valeria la miro a los ojos emocionada-- No tengo aqui el movil y no se me el numero. --Tranquila. -- ella saco el telefono que tenia preparado y busco al padre de Richard en la agenda. Ahora tenia que entretener a Richard para que no escuchara la conversacion y lo haria encantada. Pulso el boton verde tendiendole el telefono y se giro hacia Richard, que miraba a su alrededor sin saber que hacer con el ramo. -- ?Como estas, guapo? --el la miro como si quisiera salir corriendo-- ?Me has echado de menos, cielito? -- ?Cielito? -- ?Te gusta mas carinito? -- dio un paso hacia el y Richard dio un paso atras con el ramo en la mano -- ?Te gustan mis flores? Son gladiolos. -- ?Esto no se usa en los funerales? Ella se echo a reir porque habia preguntado lo mismo que ella-- Pues no. Pero en las bodas si. ?Te has pensado mi proposicion? Richard buscando una salida miro a su madre, que hablaba con Patt sonriendo radiante. -- Te aseguro que soy un buen partido. -- dijo llamando su atencion. La fulmino con sus preciosos ojos grises rodeados por unas pestanas oscuras y muy largas. Symone suspiro sin poder evitarlo-- Se cocinar muy bien. --Tengo asistenta. --Y hago unos masajes estupendos. Soy fisioterapeuta, ?sabes? -- ?No eras cartera? --La crisis economica. -- dio otro paso hacia el. --Tengo un masajista increible. --Pero no serian como los mios. --Richard puso los ojos en blanco e impaciente volvio a mirar a su madre -- ?Que tal si vamos a comernos una hamburguesa? --Tengo una cena de negocios. -- dijo mirando su reloj de pulsera --Y creo que tengo que irme. -- !No fastidies! !Lo estoy haciendo yo todo! -- puso las manos en las caderas mirandole con el ceno fruncido-- ?Lo de la cena es cierto o es una manera de decirme que no quieres nada conmigo? --Lo primero y lo segundo. Le miro decepcionada-- No te gusto. En sus ojos leyo que creia que estaba chiflada y Symone se echo a reir-- Vamos, dimelo. Si no te gusto, no hay nada que hacer. -- ?Siempre haces esto con los tios? -- pregunto interesado. -- !Ja! !No has dicho que no! -- le senalo con el dedo-- Vamos carinito, si quieres vamos al cine. --Me gusta llevar a mi la iniciativa. -- dijo molesto. -- ?Es eso? Pero si hubiera sido por ti, hubieras cogido la carta sin preguntarme nada... --Sigo sin preguntarte nada. ?Eso no te dice algo? -- dejo el ramo sobre el alfeizar de la ventana. Con lo grande que era se cayo al suelo. Symone entrecerro los ojos. --Ese ramo me ha costado una pasta. Lo menos que podias hacer, es meterlo en un jarron y aparentar que te gusta. --No era para mi. -- !Te lo he regalado yo! !Si tu me regalaras algo, lo cuidaria! Richard se agacho a cogerlo enfadado-- No quiero que me regales nada. -- le puso el ramo en el pecho soltandolo y ella lo agarro antes de que cayera al suelo --De hecho, no quiero saber nada de ti. No me interesas. ?Lo entiendes? -- !Richard! -- exclamo su madre mirandolo asombrada-- ?Y tus modales? --su hijo se sonrojo por la reganina --!Disculpate ahora mismo! --Mama, si me disculpo, no me librare de ella. -exasperado se acerco a su madre y la beso en la mejilla-- Me tengo que ir. Symone se coloco ante la puerta y sonrio --Vale, puede que haya ido demasiado deprisa, pero estoy segura que te volveras loco por mi. --Richard no salia de su asombro -- Eres mi media naranja y no me voy a dar por vencida facilmente. ?Ahora me das un besito de despedida? Richard se volvio hacia su madre-- ?Ves lo que queria decir? Valeria solto una risita-- Dale el besito para que te deje salir. -- !Ni hablar! No pienso dejar que me chantajee. --Symone puso morritos y cerro los ojos esperando su beso. Richard gruno-- Esto es increible. --Me van a doler los mofletes. -- dijo sin apenas mover los labios. -- ?No tenias prisa? -- pregunto Valeria divertida. --?Sabes lo que es el acoso? Symone no se movio de su sitio. Esperaria lo que hiciera falta. Cuando se abrio la puerta empujandola hacia delante, Richard se escabullo antes de darse cuenta. La enfermera que llevaba una bandeja en la mano les miro asombrada. -- !Ya te pillare! -- !Que mas quisieras! Bufo mirando a Valeria que sonreia con su telefono en la mano-- ?Que tal todo con Patt? --Fantastico. ?Que tal todo con Richard? --Se resiste, pero todavia no he utilizado todas mis artimanas. --Estoy impaciente por enterarme de ellas. Sonriendo se acerco a la cama-- ?Como te encuentras? Patt esta algo nervioso. --Me duele un poco, pero no se lo digas. -la miro a los ojos-- ?Como os habeis conocido? --Soy su cartera. --Valeria abrio la boca entendiendo-- Falto tu carta. Se pasaron hablando una hora de como habia logrado enterarse de donde estaba y charlando de todo un poco. -- ?Como puedes vivir asi? -- pregunto sentada a su lado sin recriminarla. --No lo se. -- susurro con la mirada perdida-- Todo empezo sin buscarlo y era tan inevitable...A veces me pregunto como seria mi vida sino hubiera entrado en ese cine hace treinta y dos anos. -- ?Y el verdadero amor? -- ?Que clase de amor es este? Richard no conoce a su hijo y he mentido a todo el mundo. -- sus ojos se llenaban de lagrimas-- Me da tanto miedo hacerles dano. Que me odien por lo que hice... No sabia que decir a eso. Ella no tenia hijos, pero suponia que el amor a un hijo era superior a todo lo que se puede sentir. --Bueno, espero que lo arregleis. -dijo levantandose de su silla--Ahora tengo que irme. --Gracias por venir y por todo lo demas. --No me lo agradezca. He conocido a su hijo. -- le guino un ojo mientras ella se reia -- Por cierto, ?donde trabaja? --En el edificio Thorton de Beekman Street. -- !No! -- exclamo asombrada. !Tenia su propio edificio! --Si. Le encontraras en la ultima planta, querida. Symone hizo una mueca-- Algo se me ocurrira. --Seguro que si. -- sonrio divertida-- No tengo ninguna duda.

  • Feliz final de Isaac Rosa

    https://gigalibros.com/feliz-final.html

    Esta novela reconstruye un gran amor empezando por su final, la historia de una pareja que, como tantas, se enamoro, vivio una ilusion, tuvo hijos y peleo contra todo -contra ellos mismos y contra los elementos: la incertidumbre, la precariedad, los celos-, lucho para no rendirse, y cayo varias veces.
    Cuando el amor se acaba, surgen las preguntas: ?donde se torcio todo?, ?como hemos acabado asi? Todo amor es un relato en disputa, y los protagonistas de este cruzan sus voces, confrontan sus recuerdos, discrepan en las causas, intentan acercarse. Feliz final es una autopsia implacable de sus deseos, expectativas y errores, donde afloran rencores sedimentados, mentiras y desencuentros, pero tambien muchos momentos felices.
    Isaac Rosa aborda en esta novela un tema universal, el amor, desde los muchos condicionantes que hoy lo dificultan: la precariedad y la incertidumbre, la insatisfaccion vital, las interferencias del deseo, el imaginario del amor en la ficcion.
    Porque es posible que el amor, tal y como nos lo contaron, sea un lujo que no siempre podemos permitirnos.

  • Maestro Daniels (La sumisa elegida 1) de A. C. Labouche

    https://gigalibros.com/maestro-daniels-la-sumisa-elegida-1.html

    Nicole termino el ultimo de sus fideos frios de sesamo. Con los ojos cerrados, saboreaba el sabor helado del mani, el cual inundaba sus sentidos y calmaba sus nervios. En un humedo dia de julio en Manhattan, cuando todo el mundo pareciera estarse derritiendo, languidos cuerpos se empapan en transpiracion, camisas de vestir muestran enormes manchas de sudor, este era justo el tipo de comida vegetariana ligera que ella necesitaba. Seis meses. Eso era lo transcurrido desde que habia ingerido un pedazo de carne. Bueno, eso no era del todo cierto. Una o dos veces se deslizo una pieza de pollo asada en una parrillada en una azotea. Schwarma de carne una noche de borrachera en el centro de la ciudad. Pero despues de esos lapsus volvio al carril. Absteniendose de la carne, yendo hacia el otro lado como su padre, un ranchero, hubiera dicho. No fue tan dificil como ella hubiese creido. Se limpio las manos y saco su telefono. Ningun mensaje. Deseaba encontrar alguno de James. !Hey sexy! Ten un estupendo dia. ?Como van las cosas? !No puedo esperar a verte mas tarde! Algo. Eso es todo lo que ella necesitaba, alguna senal de que el estaba pensando en ella, que no importara cuan desalentador fuese su busqueda de trabajo actual y de cuantos muchos problemas habian tenido juntos durante el transcurso del ano pasado, el estuviese aun pensando en ella, palpitando con amor y deseo por ella. Pero no habia nada. !A la mierda! Se dijo a si misma. Eran las 12:55. Tenia diez minutos para regresar al trabajo. Tenia permitido tomarse una hora para almorzar --una de las pocas ventajas de su desagradable trabajo. Una amplia sonrisa cruzo por su cara. Recordo la resolucion que habia tomado justo antes de salir de su trabajo. Esta era su ultimo dia. No mas trabajo en ese repulsivo lugar, el cual debio ser la fachada para algo. Deberia renunciar inmediatamente, en el minuto en que entro alli. 100 mesas, casi ningun cliente, un solitario chef frances. Era tan extrano. Con los brazos desplegados ampliamente, Nicole sintio que flotaba de regreso al restaurante, una sonrisa triunfante en su cara mientras pasaba sobre la muchedumbre de peatones que caminaban arduamente, nubes borrosas moviendose una tras otra sin echarse un vistazo, sin el menor reconocimiento de la existencia de cada otro. Cuando apenas llego, estuvo desconcertada de cuan frios, distantes y desinteresados parecian ser los moradores de Manhattan. Pero despues de unos meses de retrasos de trenes, cambios extremos de clima, viajes de Uber super caros, terribles resacas en las mananas domingueras, cornetas y sirenas estallando a toda hora en la noche, constantes aumentos de rentas, vecinos ruidosos, techos con goteras, ella comprendio mejor el por que los neoyorquinos se comportaban de la manera en que lo hacian. Fue un viaje trepidante. Tal vez demasiado trepidante para ella. Unas vacaciones en algun lugar tropical, con brisas frescas, arenas inmaculadas, aguas translucidas y cielos claros y azules remontandose hacia el infinito era justo lo que necesitaba. Sonrio al escuchar su telefono sonar. Quizas era James. A lo mejor le tenia algo especialmente planeado para ella. Tal vez podrian ir a por pizza y una garrafa de vino rojo por los alrededores del lugar de St. Mark's Place. Mas tarde podrian fumarse juntos un porro en el parque, besandose, acurrucandose, mimandose, coqueteandose, paseandose tomados de la mano como en los viejos tiempos. Eso es lo que solian hacer antes de que las presiones de vivir en la ciudad los derrumbaran al piso. No habia con quien mas desquitarse. Asi que se desquitaban el uno contra el otro en ese pequeno apartamento, mas parecido a un closet por el cual pagaban 1.500 $ al mes. !1.500 $ al mes, que estafa! Pero eso es lo que hay que pagar por vivir en el corazon de la accion, en el centro de la gran manzana. Saco su telefono de la cartera, miro fijo la pantalla y fruncio el ceno. No reconocio ni el nombre ni el numero. ?Nueva Jersey? ?Quien podria estarla llamando de Nueva Jersey? Iba a dejar que respondiera la grabadora cuando recordo que James tenia unos cuantos primos en Nueva Jersey. El tipo de primos que raramente son invitados a las reuniones familiares. Tambien eran el tipo de primos que te protegerian en caso de encontrarte en la salida equivocada de una deuda de apuestas con un corredor de apuestas con poco simpatia. James se encontro a merced de uno o dos corredores de apuestas en los ultimos anos. Fue amenazado con cuchillos, pistolas, bates de beisbol si no pagaba a tiempo. Un corredor de apuestas lo amenazo que no iba a volver a caminar si no conseguir el dinero rapido. Hasta ahora habia sido capaz de mantener todos sus huesos intactos. Siempre fue capaz de conseguir algun dinero, estafar algunas personas, rogarle a algunas otras. Contesto el telefono. Pero la voz del otro lado no era la de James. --?Hablo con Nicole Chapman? --Dijo la voz. Nicole trago grueso y cerro sus ojos antes de contestar. --Si --dijo finalmente. --!Hola Srta. Chapman! Le llamo en nombre de la compania de prestamos estudiantiles Sallie Mae, con respecto a su saldo pendiente. Cuando la llamada finalmente termino, Nicole sintio como si la hubiesen pateado en la cabeza repetidamente, su cuerpo y alma vapuleado hasta la sumision. ?Como podria estarle sucediendo esto a ella? ?17.000 $? Eso es lo que todavia debia por prestamos estudiantiles. Podria jurar que el balance estaba en cero. Despues de que su padre repentina y sorpresivamente falleciera de un ataque al corazon su madre le habia asegurado que el prestamo seria cancelado con el dinero que su padre le dejaba en su testamento. Por lo cual, entendia que tanto ella como su hermana menor Jessica recibirian alrededor de 50.000 $ cada una. !Que demonios estaba pasando! Nicole sentia la urgencia de gritar, de clamar a los cielos y maldecir su destino. Justo cuando estaba al borde de tomar una decision importante, rehusandose asentarse en ese repulsivo trabajo sin futuro y ahora se entero que estaba hasta el cuello en deudas. Por supuesto que habia mucha gente con mas de 17.000 $ en cuentas, pero eso no la hacia sentirse mejor. Esa perra de la Sallie Mae tuvo que aparecerse y arruinar todo. Necesitaba ponerse en contacto con su madre y hermana. Tenia que haber una completa y logica explicacion acerca de por que aun debia tanto dinero. Iba a llamar pero se dio cuenta de que ya paso cerca de una hora y media desde que se fue. Suspiro y sacudio la cabeza. Que maldita ironia, penso. Ahora me preocupaba que me dispidieran de este trabajo de porqueria. Capitulo 2 --Hey mesera. Mas vodka. !Ahora! --La voz borracha le produjo escalofrios por todo el cuerpo a Nicole. Eso es todo, se dijo a ella misma. Eso era todo lo que iba a ser capaz de soportar. Baja paga, sin beneficios y teniendo que lidiar con clientes borrachos. Esta no fue la razon por la cual se ajusto el cinturon y ahorro por tantos meses para asegurarse que tendria suficiente dinero para cruzar el pais. Por esto no fue que su espiritu independiente del oeste la habia traido a Nueva York. La gran manzana. La gran ciudad de luces brillantes. Boulder, Colorado estaba muy, muy distante. Alli es donde estaba su familia; y alli, es donde habian estado por los ultimos cien anos o mas, construyendo un legado con el paso del tiempo. Pero el matrimonio de sus padres comenzo a caerse a pedazos y todo cambio para siempre. Esta no fue la unica razon por la cual sintio que debia de largarse de ahi, pero en definitiva fue una de las razones mas fuertes. Originalmente su familia habia venido de Filadelfia hace muchisimo tiempo. Como muchos americanos en el siglo 19, habian partido al oeste en busca de oro y riquezas. No encontraron mucho oro, ni muchas riquezas; pero si lo suficiente para establecerse y echar raices. Despues de graduarse en la Universidad de Colorado, sabia que si tenia que pasar otro ano de su vida escuchando lecciones aburridas y estudiando para examenes sin sentido se volveria loca. Ademas pareciera que todas sus amigas se estaban embarazando o empleandose en trabajos sin futuro y arrejuntadas con hombres que no valian la pena. Sencillamente eso no era la vida para ella. Desde que miro repeticiones de episodios de la serie televisiva Sexo y la Ciudad se sintio atraida por Nueva York. Todo aparentaba ser glamoroso, excitante y sofisticado. Parecia tan diferente a todo lo que ella habia experimentado. Apenas llego a la ciudad, todo era novedoso, tan lleno de vida. Estaba atemorizada pero tambien emocionada, nerviosa pero con una curiosidad inmensa. Predecia meses de aventura, felicidad y eventualmente amor. Todo eso seria de ella. Eso fue lo que penso. Eso es lo que esas primeras semanas parecian prometer. Pero ese sueno paradisiaco muy pronto se evaporo. Fue mucho mas dificil de lo que penso conseguir trabajo, mucho mas dificil de lo que penso conseguir una companera de cuarto decente. A la final termino por optar por un cuarto sencillo. Afortunadamente llego a Nueva York con algo de dinero en sus bolsillos. Pero se le estaba acabando rapidamente. Demasiado rapido. En las ultimas semanas temio revisar su cuenta bancaria por internet. Era deprimente ver como habia mermado el dinero en sus cuentas, aun cuando habia tratado de ser lo mas responsable posible. Siempre habia tarifas y cargos ocultos. Y siempre existian emergencias, crisis que enfrentar en la ciudad; y por supuesto, ocuparse de algunas cosas cuesta dinero. Mucho dinero. No sabia que otro trabajo podia conseguir. Pero no queria preocuparse por eso. Se las arreglaria. Siempre fue buena arreglandoselas, saliendose bien de los enredos. Eso era lo que haria. Una vez mas encontraria la manera de manejar la situacion por ella misma. Siempre estuvo orgullosa de su independencia y por su habilidad de resolver problemas enganosos sin tener que depender de un hombre. Esa fue la forma en que fue criada. Una verdadera mujer de la frontera del oeste. Y a pesar de toda su bravuconeria y coraje, podia sentir como la presion, el stress y la tension comenzaba a agotarla. Ahora podia sentirlo en sus jaquecas, articulaciones adoloridas, en el amargo sabor de las resacas, tragos y cigarros mananeros despues de tratar de purgarse los fines de semana. Ella no sabia por cuanto tiempo iba a poder aguantar esos ciclos de altibajos, llevar su cuerpo al limite de lunes a viernes y luego los fines de semana llevarlo a otros limites, despertarse el lunes y volver a repetir todo el maldito ciclo de nuevo. Esa es la forma en que las cosas te resquebrajan en la ciudad. Nada la habia preparado bien para este tipo de intensa y super estresante modo de vida. Ultimamente habia estado cuestionandose si habia hecho o no la decision correcta. Tal vez sus familiares y amigos familiares estaban en lo correcto. Tal vez debio quedarse en el oeste. Tal vez alli es donde se encontraba su corazon. Tomo un profundo respiro y cerro sus ojos. Una nueva y excitante rejuvenecedora energia surgio a traves de su cuerpo. Hacia mucho tiempo desde que ella no se sentia asi de bien. Demasiado tiempo. Se contento por sentirse asi de nuevo. Ella era ambiciosa. Diligente. No tenia tiempo de sentarse a compadecerse de ella misma. Se avergonzaba de pensar lo pasiva que habia sido ultimamente, solo dejando pasar los dias, como un robot. Sin sentimientos ni pasion, con escasa energia en su vida. ?A donde iba? ?Que estaba haciendo? ?Cuanto mas tiempo iba a tolerar esta rutina? Levantate, ve al trabajo, revisa tu telefono a cada rato, sal del trabajo, ve a casa, come, duerme. Pero por supuesto estaba James. El habia estado entrando y saliendo con regularidad de su vida en los ultimos pocos anos. El fue una de las primeras personas que conocio al llegar a la ciudad. El inmediatamente la tomo bajo su ala, y no le tomo mucho seducirla. Y aun con este novio intermitente las cosas se habian vuelto rancias ultimamente. Hasta sus peleas que se tornaron tan ruidosas que en una que otra ocasion llamaron a la policia, se habian vuelto tediosas y predecibles. Anhelaba aventurarse, hacer algo afuera en el mundo que la hiciera sentir que realmente estaba viva.

  • Mi vals con la muerte de Kelly Dreams

    https://gigalibros.com/mi-vals-con-la-muerte.html

    Traicionado por los dioses a los que servia, Reaper es condenado a pasar el resto de sus dias en el Inframundo. Lo que prometia ser el final, se convierte en una larga condena cuando la Muerte decide que no es su momento y lo trae de vuelta, dejandolo a merced de Hades.
    Ahora es un Segador, encargado de conducir a las almas que estan al borde de la muerte hasta su morada final, un trabajo que se vera alterado, al igual que su destino, cuando una inesperada mujer se cruce en su camino.
    Olimpia no es lo que parece, su cercania con la muerte hace que se fije en ella, que quiera conocerla y descubrir quien se oculta detras de la misteriosa panadera que podria alterar su destino.
    ?Podria ser esa pequena y dulce mujer la elegida para poner fin a su condena? ?Sera capaz de bailar con la muerte para recuperar su libertad?

  • La Espana maldita de Lorenzo Fernandez Bueno

    https://gigalibros.com/la-espana-maldita.html

    La Espana Maldita es un ambicioso recorrido por nuestro pais en el que se visitan enclaves donde todavia hoy el ambiente se condensa y la historia se alia con la leyenda para invitarnos a marchar cuanto antes. Y es que, ?que llevo a tachar de maldito al pueblo aragones de Trasmoz, al punto de que setecientos anos despues continua excomulgado por la Iglesia? ?Por que los lugares donde se ubican construcciones templarias estan ligados a oscuros tesoros, a reliquias sagradas o a fenomenos de dificil explicacion? ?Que hay detras de las muertes que se han producido en el triangulo de los suicidas andaluz? ?Existen los pueblos malditos? ?Y los santos apocrifos por decreto del mal?

  • Contrato. Lo que esperas de mi de Aryam Shields

    https://gigalibros.com/contrato-lo-que-esperas-de-mi.html

    Para Katheryne Cortez la vida de su hija es lo mas importante y la salvara al precio que sea. Alessandro D'Angelo es un arquitecto italiano conocido por su mal caracter. Su vida y su pasado son mundos a los que pocas personas tienen acceso. Someterse al mundo del arquitecto es su ultimo intento para solucionar sus problemas, pero ?podra salvar la vida de su hija sin entregar la suya a la oscuridad de un hombre cuyo corazon ha estado congelado por anos? Cuando un lazo te une mas alla de lo imposible. Cuando es la ultima opcion que te queda. Cuando ya no hay mas caminos, ?que estarias dispuesto a sacrificar?

  • El desconocido (Solo una noche 1) de Kyra Davis

    https://gigalibros.com/el-desconocido-solo-una-noche-1.html

    Soy responsable, previsible, fiable. La chica en la que todo el mundo confia. Menos esta noche. Esta noche sere la chica que se acuesta con un completo desconocido. Kasie Fitzgerald es una adicta al trabajo con una carrera imparable en una consultora internacional. Esta prometida con un hombre bien relacionado que encanta a sus padres. Todos saben que Kasie es seria, prudente, pragmatica y quiza un poco predecible. ?O no? Cuando su mejor amiga la lleva a Las Vegas a pasar una ultima noche loca... se encuentra con el. Bajo su traje a medida Kasie puede percibir que esta ante un hombre poderoso, intenso y puede que un poco peligroso. Algo agitada, acepta su propuesta para tomar una copa y antes de darse cuenta esta en su habitacion. Y justo cuando Kasie intenta a duras penas olvidar su noche de pasion, el hombre misterioso reaparece en su oficina --como director ejecutivo de una empresa millonaria que exige que ella se encargue de su cuenta... y algo mas --. El atractivo desconocido ha vuelto para invadir no solo su cama, sino tambien su trabajo. Y nada volvera a ser como antes.

  • Respira de Marta Yanci Serrano

    https://gigalibros.com/respira.html

    Valladolid. Anos sesenta. Un joven artista persigue sus suenos en contra de lo establecido. Una ilusion que le arrastrara al sordido mundo de la drogadiccion.

  • Come bien hoy, vive mejor manana de Henri Joyeux

    https://gigalibros.com/come-bien-hoy-vive-mejor-manana.html

    ?Por que la mejor forma de coccion son el vapor suave y la barbacoa vertical? ?De que manera la carne roja aumenta el riesgo de cancer de senos y colon? ?La pildora puede provocar cancer? ?Como combatir la osteoporosis sin abusar de los lacteos animales? ?Pueden los alimentos frenar el riesgo de alzheimer?

  • Lick (Stage Dive 1) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

    https://gigalibros.com/lick-stage-dive-1-traduccion-kylie-scott-pdf.html

    Despertar en Las Vegas nunca deberia haber sido asi.
    Los planes para la celebracion del vigesimo primer cumpleanos de Evelyn Thomas en Las Vegas eran grandes. Enormes. Pero jamas se hubiera imaginado despertar en el suelo de un bano, con una resaca que competia con la peste negra, un semidesnudo y muy atractivo hombre tatuado y un diamante en su dedo lo suficientemente grande como para asustar a King Kong. Si solo pudiese recordar como sucedio todo.
    Una cosa era cierta, estar casada con el hijo predilecto del Rock and Roll seguro sera un paseo salvaje.

  • Peregrinos de Sofia Segovia

    https://gigalibros.com/peregrinos.html

    Tan lejos y tan cerca como el azar que,

  • Voy a olvidarte de Brenda Simmons

    https://gigalibros.com/voy-a-olvidarte.html

    La vida de Dana Michel da un cambio radical cuando el viejo juez Sheridan decide penalizar su obsesion por pintar grafitis enviandola a la Escuela de Arte de Boston. Y, precisamente, huyendo de la policia para que no la arresten por embellecer las calles con su arte urbano, se cuela en un edificio en obras y, a partir de ese momento, sera Duncan Rush, un atractivo y enigmatico pintor, el que se cuele en su vida. Dana descubre que nada es lo que parece y que el amor no siempre lo puede todo. Sin embargo, con su carisma habitual, decide que <> y se adentra en una historia con un final que todos ven llegar menos ella. Descubierto el misterio que rodea a ese hombre, ?deberia luchar por el o hacer caso de su instinto de supervivencia y tratar de olvidarlo…?

  • La danza del cementerio (Inspector Pendergast 9) de Douglas Preston , Lincoln Child

    https://gigalibros.com/la-danza-del-cementerio-inspector-pendergast-9.html

    El inefable detective Pendergast vuelve a Nueva York, esta vez tras los pasos de una secta que practica rituales vudu.

  • Ya solo queda Jim (Los ditton 3) de Erina Alcala

    https://gigalibros.com/ya-solo-queda-jim-los-ditton-3.html

    Jim, era el mas pequeno de los hermanos Ditton. Hijo de Gina y De Jim. Como todos los hombres Ditton, era algo, guapo, rubio como su padre y de ojos azules. Era el mas alto de todos, el mas extrovertido y tambien al que mas le gustaban las mujeres. Siempre decia que nunca se casaria ni tendria hijos hasta los cuarenta. Por lo demas era un gran trabajador. Un abogado penalista que le gustaba la accion, el juzgado, no como a su hermano Gaby II, que preferia la Direccion del bufete que ambos dirigian en Manhattan y que su padre les habia dejado a su hermano y a el.
    Era el unico de la familia que no habia ido a Ditton, a ese pueblo de Montana que gustaba a toda la familia y que era un remanso de paz.
    Y tras unos meses de un juicio farragoso se tomo unas vacaciones y se fue alli . Sus padres se habian ido de vacaciones y estaba solo en la casa y su hermano le dio le telefono de la chica espanola, Lola que les hacia la comida y les limpiaba cuando iban.
    Lola era una chica ingenua, que habia trabajado mucho junto a su madre .Esta habia muerto y Lola estaba sola. Estudiaba enfermeria y trabajaba en el supermercado del pueblo y se encargaba de la casa de Gina cuando estaba alli la familia.
    Ahora estaba Jim solamente. Y a Jim, le gustaban las mujeres y Lola era que era distinta, fue un reto para el. Y se acosto con ella.
    Cuando se fue, quedo en llamarla si ella iba a Nueva York como tenia previsto, pero no la llamo. Se encontrarian al tiempo en Manhattan y…. Entonces ?Que iba a hacer Jim con Lola?

  • Asesinos inocentes de Jose Javier Abasolo

    https://gigalibros.com/asesinos-inocentes.html

  • Siempre nos quedara el verano (Verano 3) de Jenny Han

    https://gigalibros.com/siempre-nos-quedara-el-verano-verano-3.html

    Belly solo ha querido a dos chicos en su vida. Y ambos se apellidan Fisher. Tras salir con Jeremiah durante los ultimos dos anos, esta casi segura de que es su alma gemela. En cambio, Conrad no ha superado el error de haberla dejado escapar, asi que cuando Belly y Jere deciden dar un paso mas en su relacion, sabe que no le queda mas remedio que hablar ahora o callar para siempre.

  • Cal viva de Daniel Serrano

    https://gigalibros.com/cal-viva.html

    Ambos dibujan sus respectivas biografias en paralelo, viajan a la infancia y la juventud, y a la vez retratan las convulsiones de este actual tiempo de agitacion.

  • Letras de amor de Melanie Lakon

    https://gigalibros.com/letras-de-amor.html

  • Victoria de Begona Blasco Laffon

    https://gigalibros.com/victoria.html

    Mi abuela siempre tenia a mano un refran. Mas vale callar lo que se sabe, que decir lo que no se sabe. Me pregunto que hubiera sido de mi familia si hubiera hecho caso de este. Por fin han salido a la luz los secretos que guardo tantos anos, y el desastre que origino por decir lo que no sabia. En el salon en el que pase mi infancia, observo a Victoria dormida en el capazo. No estoy segura de cual hubiera elegido la abuela para este momento, pero si de lo orgullosa que se hubiera sentido al saber que su nombre se perpetuaba en la familia. Oigo en mi cabeza su voz dulce: "?ves?, todo llega". Han pasado casi cincuenta anos de su muerte, y me pregunto como es posible que aun recuerde con tanta claridad la ternura con la que me hablaba. Mi madre, en cambio, parecia que solo se hubiera aprendido un refran, y lo repetia cada vez que se le presentaba alguna oportunidad de cambio: mas vale malo conocido que bueno por conocer. Con que ganas le diria lo confundida que estaba. Todavia me invade la tristeza si pienso en las veces que la culpe de no quererme lo suficiente. Ahora que se lo que paso, me asombra que fuera capaz de sacarme adelante. !Que mejor manera de demostrarme su amor y que poco supe apreciarlo! Me acerco a la cuna y acaricio la mano de mi nieta. Desde que viaje a Munich cuando nacio, hace cuatro meses, solo la habia visto en las fotos y videos que mi hija me envia a menudo. Llevan un par de dias instaladas en casa, pero hoy es la primera vez que me quedo a solas con ella. --Madre, te he dejado el biberon en la nevera --ha dicho, como si no hubieramos estado juntas en la cocina mientras lo preparaba--. No creo que lo necesite, normalmente duerme seis o siete horas seguidas. De verdad, en cuanto tomemos las uvas nos volvemos. Sabine, harta de las instrucciones que Paula no paraba de darme por el pasillo, con la excusa !llegaremos tarde!, ha conseguido cerrar la puerta. La pequena hace un puchero y me apresuro a mecerla, al tiempo que con el mando apago la tele. Siempre me ha gustado ver los programas que resumen lo ocurrido durante el ano, pero, hoy, mirar a mi nieta me parece mucho mas interesante. !Una nueva Victoria en la familia! No tengo claro si me gusta que hayan elegido nuestro nombre. Me alegro de que, por lo menos, no comparta tambien nuestra fecha de nacimiento. Aunque recuerdo con carino los cumpleanos compartidos con la abuela, es mejor que Victoria tenga su propia fiesta. Deseo que empiece una nueva saga de mujeres en la familia que sabran mirar al futuro sin el lastre del pasado. Sin prejuicios, sin secretos. Victoria se ha dormido de nuevo. Me acerco al balcon y observo a traves de los cristales el ir y venir de la gente. Las luces de los escaparates y las estrellas que decoran los arboles de la plaza me parecen mas brillantes que las del ultimo ano. Aunque he insistido en que estare dormida antes de que den las doce, Paula me ha comprado esta manana una lata con las doce uvas, ya peladas, y las ha puesto en un cuenco que ha dejado en la mesita, al lado de la lampara. Sin piel, se amontonan en el fondo, languidas, casi translucidas. Me ha hecho prometer que me las comere aunque este sola. Pero no estoy sola. Si entorno los ojos puedo ver a la abuela, que sentada en su butaca frente a la tele, me pide que le pele las suyas; y a mi madre, enfadada porque creia firmemente en la necesidad de cumplir el ritual sin trampas, para que la suerte nos acompanara durante todo el ano. Conocer los secretos de la abuela ha servido para que comprenda por que mi madre se sintio, hasta su muerte, una nina abandonada. Ya no tengo nada que recriminarle, lo unico que lamento es que se fuera sin poder decirselo. Me alejo de la ventana. Con cuidado acerco el capazo al sillon. Me acurruco en el sin perder de vista a Victoria que, dormida, esboza sonrisas que se desvanecen casi al mismo tiempo de aparecer. Siento como si tuviera todo el tiempo del mundo, y protegerla fuera mi unica tarea. Me sorprende ese sentimiento porque ni siquiera con mis hijos he tenido una conexion tan profunda. Recuerdo con pena su nacimiento. Mi instinto maternal quedo oculto tras el parto por un velo de tristeza que no me permitio, hasta mucho mas tarde, disfrutar de ellos. Esta noche dormire de nuevo en el que fue mi cuarto, pero las obras han conseguido, por fin, que el piso deje de pertenecer al pasado. El corcho con las fotos y recortes que mi madre mantuvo durante tantos anos ya solo esta en mi memoria. Sin embargo, solo ha pasado un ano desde aquella manana en la que tuve la sensacion de que el dormitorio me miraba con extraneza, como si se preguntara el motivo por el que, despues de tantos anos, habia vuelto. No supe contestarle. Quiza la llamada de Juan el dia anterior, para decirme que hiciera algo con el piso de mi madre, provoco en mi la absurda pretension de que, si amanecia en mi cama de nina, la pesadilla terminaria, mi familia permaneceria intacta, y la abuela vendria a darme los buenos dias con un beso, como cada manana. El deseo de leer sus cartas y escritos me lleva a levantarme sin pereza del sillon. Hace unos meses que encuaderne todo ello. Me acerco a la estanteria. Se me ha ocurrido la tonta idea de hablarle a mi nieta mientras duerme. Quiero que Victoria conozca sus origenes. Quiza tengan razon los que dicen que de pequenos somos capaces de guardar informacion de cosas que vivimos, aunque despues nuestra mente consciente no pueda recordarlas. Con un poco de verguenza al principio, empiezo a hablar. Mi voz es apenas un susurro en la habitacion hasta ahora silenciosa. --Tienes que imaginar a mi abuela Victoria joven y enamorada. Me quedo pensativa un momento. Si pretendo contarle lo ocurrido estos ultimos meses no puedo irme tan atras en el tiempo. Comienzo de nuevo, mi voz mas firme. --Mejor empezare hace justo un ano, el 31 de diciembre de 2013. Asi sabras como me entere de los sucesos que nuestras antecesoras me ocultaron durante tanto tiempo. 1 Me encogi bajo las sabanas sin ganas de levantarme. La habitacion seguia helada. Por la hora que era, el portero acabaria de encender la calefaccion y aun los radiadores estarian templados. Saque la mano y tantee en el suelo en busca de la manta que recordaba haberme puesto la noche anterior. Sin molestarme en estirar las sabanas revueltas, la eche por encima en un intento de entrar en calor. Sabia que no me iba a resultar facil, el frio habia pasado a formar parte de mi vida desde hacia un tiempo. La conversacion que habia mantenido con mi marido, lejos de haberse borrado tras la noche, continuaba grabada en mi mente. Su habilidad para convertir cualquier intento de dialogo en un monologo cargado de reproches me habia dejado agotada. Quedo claro que lo unico que queria de mi era que desapareciera de su vida, y cuanto antes, mejor. !Como olvidar sus palabras!: Joder, Mavi, siempre llegamos al mismo punto, vendamos nuestro piso de una puta vez, repartimos y se acabo el problema. Ahora que el de tu madre esta vacio ya no tienes excusa. Ya han pasado mas de dos meses, y seguimos igual. Asi que haz algo. Tengo planes y no voy a esperar mucho mas, dijo antes de colgar sin ni siquiera despedirse. Que tenia planes... !Que cabron! ?Y nuestros planes? Cuando Diego se fue a estudiar su master a Vancouver, nos parecio buena idea hacer un viaje para revivir las veces en las que dejabamos a los chicos con mi madre y nos escapabamos un fin de semana en el viejo coche. Su enfermedad hizo que fueramos posponiendo nuestros planes, pero, ahora, tenia claro que la unica ilusionada habia sido yo. Me sobrecogio la forma en la que Juan hablaba de ella. Ni siquiera me habia preguntado que tal estaba. No mejoraba tanto como nos habiamos imaginado, pero eso no significaba que su muerte fuera inminente. Solo pensar lo que costaba la residencia me hacia temblar. ?Cuanto duraria el dinero de su cuenta? Cada mes que pasaba subia la factura, tantas cosas que no estaban incluidas, pero que al parecer eran indispensables para su cuidado. Lo ultimo que me faltaba era Juan con sus prisas y sus maravillosos planes. La rabia que senti al recordar la forma tan ruin en la que me dijo que se iba, me quito el frio de golpe. Hacia una semana que habiamos ingresado a mi madre. Necesitaba volver a la rutina con la que pasabamos tantos fines de semana, yo, leyendo un libro en la butaca, y Juan, tumbado en el sofa, mientras cambiaba una y otra vez de canal sin intencion mas que de dejar pasar el rato hasta la hora de acostarse. Dos meses ya, y todavia me parecia que fue ayer. Acababa de terminar el telediario. La casualidad hizo que le mirara justo en el momento en el que apago la tele. Dejo el mando encima de la mesa, se sento en el sillon y levanto la vista hacia mi. --Quiero decirte algo. He esperado porque sabes que aprecio mucho a Ana Maria y no queria que sufriera todavia mas. --?Algo de mi madre? --pregunte. Volvio a coger el mando de encima de la mesa, por lo que por un momento pense que iba a encender la tele, pero se limito a pasarselo de una mano a otra. Cuando ya estaba a punto de decirle algo, por romper ese silencio que empezaba a asustarme, comenzo a hablar: --Sera mejor que te lo diga sin rodeos. Me marcho. --?Que te marchas? Juan viajaba con frecuencia por su trabajo, no entendia por que me lo anunciaba, esta vez, de una manera tan rara. --Si, he decidido que me voy. --?Adonde? Se levanto del sillon y se quedo en pie, frente a mi. --Lo que intento decirte es que me voy de casa. Quiero a Carla y hemos decidido empezar una nueva vida juntos. --?Carla? Mi mente hacia verdaderos esfuerzos por intentar poner cara a un nombre que me sonaba familiar. --?Tu secretaria? --Bueno, ahora no es secretaria. Hace tiempo que ejerce tambien de abogada en el bufete -- intento justificar Juan, y antes de que pudiera decir nada, continuo: --Si no lo he hecho antes es porque no queria que tu madre tuviera que pasar por esto, pero ahora no veo razon para aplazarlo mas tiempo. ?Entiendes? Incapaz de hablar o moverme, escuche sus explicaciones, sin asimilar todo lo que me decia. --... seamos razonables. A los chicos les parece bien. Oir que hablaba de nuestros hijos me hizo reaccionar. --?Me estas diciendo que sabian que estabas con otra tia? --Bueno, no desde hace mucho. Se lo conte a Paula la ultima vez que vino, y ella me dijo que se lo diria a su hermano. --!Eres un cabron de mierda! Me parecio que se acobardaba ante mi rabia, pero enseguida se envalentono de nuevo. --Solo quieren que seamos felices. --?Felices?, ?!Felices!? Mi grito no consiguio nada mas que una mirada tensa por su parte. --Espero que lo entiendas. Estoy decidido. Me ire manana. --!Como que manana! --conteste hecha una furia, y sin pensarmelo dije--. Si quieres irte, vete, !pero vete ya! --Si es asi como lo quieres... Aun no me habia movido del sillon cuando Juan salio de nuestra habitacion arrastrando dos maletas. Al pasar por mi lado me dijo: --Adios Mavi, hablaremos cuando estes mas calmada. Me gire en la cama incapaz de encontrar una postura comoda. Mi chuleria me habia salido rana. Por lo poco que tardo, tenia que haber preparado las maletas aquella tarde. Las habia visto en la habitacion, pero no imagine que ya estuvieran llenas. !Como habia podido ser tan tonta! El dia que ingresamos a mi madre en la residencia se habia mostrado muy carinoso. Llevabamos tanto tiempo fingiendo una convivencia que no existia, que tendria que haberme dado cuenta de lo que tramaba. Con la pena que tenia, si llego a saber lo que me esperaba, se hubiera acostado aquella noche con el su puta madre. Seguia sin ganas de levantarme. Tenia todo el dia por delante sin nada que hacer mas que esperar a que dieran las doce y tomar las uvas, sola en casa. Mis recuerdos seguian aferrados a aquel fin de semana de hacia dos meses, en el que me resistia a creer que Juan se hubiera marchado y que mis hijos le apoyaran. Me sentia traicionada en lo mas profundo. Aquella noche, cuando consegui reaccionar, cogi el movil y marque el numero de Paula. El timbre continuo sonando hasta que se corto la llamada. Al intentarlo de nuevo me fije en la hora, !eran las dos de la manana! Tendria que esperar hasta el dia siguiente para que me explicara por que no me habia dicho nada. Paula se limito a mandarme un par de wasaps. Alegaba que tenia un trabajo pendiente que entregar y que hablariamos cuando viniera en Navidad. Diego, en vez de darme la razon, habia intentado calmarme, lo que me enfurecio todavia mas. Despues de colgar, sin pensarmelo dos veces meti en bolsas de basura toda la ropa de Juan. Habia esperado a que anocheciera, no queria que los vecinos se enteraran de lo que pasaba, y las tire, con mas rabia aun que la que habia usado mientras vaciaba hasta el ultimo cajon, en el contenedor de la esquina. Ya no hacia falta que volviera, que Carla le comprara lo que le diera la gana. Me habia sentido como Malefica cuando, al final de la pelicula, lucha contra su amado. Aunque yo no pensaba ser tan tonta como ella, que casi muere por creer que el muy traidor se arrepentia. Si Juan queria volver tendria que hacer algo mas para convencerme. Que ilusa. No habian pasado ni veinticuatro horas cuando, un poco borracha, despues de beberme unos buenos tragos del guisqui que Juan reservaba para las grandes ocasiones, me arme de valor y le llame. ?Si?, una voz femenina hizo que mi corazon se acelerara al compas de la ira que empezo a subir desde mi estomago. !Asi que ella si podia usar su movil! !Cabron! Colgue sin contestar. Tire el mio con tanta fuerza que reboto en el respaldo de la butaca y termino en el suelo. Mire el movil, en la mesita de noche, a mi lado. La raja que se habia hecho en el cristal aquel domingo aumentaba cada dia. Decidi que el jueves, en cuanto abrieran las tiendas, iria a por uno nuevo. Ya que no esperaba regalos en Reyes, me compraria el mas caro que encontrara. Que diferencia con las navidades de los ultimos anos, en las que todavia jugabamos a ser una familia normal. Recoger a Paula y a Diego, contagiada de la felicidad que se respiraba en el aeropuerto en esas fechas; los regalos comprados a ultima hora en los que se incluia siempre un tique para facilitar su devolucion, las sobremesas en las que dejabamos a Juan extenderse sobre las ventajas laborales que encontrarian los chicos al terminar sus estudios en el extranjero, sin querer ver que su vuelta a casa estaba cada dia mas lejana. Todo me habia parecido artificial y forzado. Ese dia, en cambio, hubiera dado cualquier cosa por recuperar el dos mil trece, aun con todos sus sinsabores. Ni siquiera habia llamado a mis amigos para decirles que no pensaba acudir al restaurante en el que, en los ultimos anos, nos reuniamos para cenar y tomar las uvas. Lo ultimo que me apetecia era ver las miradas de compasion de las mujeres del grupo al acabar de besar a sus maridos cuando dieran las doce. Recogeria un poco y volveria por la tarde a mi casa en la que me esperaba una lasana congelada. Debia de llevar siglos en el congelador. Cenaria sola, delante de la tele, sin saber siquiera si mis hijos se acordarian de mi. Me entretuve un rato con la mirada fija en las figuras que la luz que atravesaba la persiana entreabierta dibujaba en la pared. No recordaba haberme fijado nunca en ellas, aunque mi cama no se habia movido desde que me instale en esa habitacion unos meses despues de morir la abuela. Se oia ya el bullicio de la gente en la calle. Echaba de menos poder ir de tiendas o tomar algo en un bar sin tener que coger el coche. Juan, sin embargo, siempre habia preferido la tranquilidad del extrarradio de Madrid. La urbanizacion cerrada contaba con vigilancia las veinticuatro horas. Creo que se sentia importante cuando el vigilante le saludaba con respeto al abrirle la verja metalica. A mi me convencio con el argumento de que los ninos podrian jugar libremente en los jardines o banarse en la piscina comunitaria, sin tener que depender de que tuvieramos tiempo para llevarles a un parque o un polideportivo. Sin embargo, tiempo fue lo unico que me sobro en esos anos, hasta que harta de estar en casa, me arme de valor y, aun en contra de su opinion, me acerque al colegio en el que habia trabajado un tiempo antes de casarme. Se apiadaron de mi, y lo que empezo como una sustitucion, se habia convertido en un contrato indefinido. No tenia un gran sueldo, pero eso mejor que nada. Intente pensar en otra cosa, pero solo consegui volver a las palabras de Juan: !haz algo con el piso de tu madre! No me sentia con fuerzas para quitar sus cosas. ?Y si ocurria un milagro y mi madre al volver a casa se la encontraba distinta a como ella la dejo? Pero reconoci que mi resistencia tenia mucho que ver conmigo. A este piso volvio mi madre al quedarse viuda, todavia embarazada, y los recuerdos de mi ninez y juventud estaban asociados a aquellas estancias en las que habian convivido en una armonia un tanto peculiar los mas variados estilos, herencia de la costumbre familiar de no tirar nada. Ahora me iba a tocar a mi hacer lo que mi madre no pudo. La huella dejada por la abuela Victoria, mimamita, habia sido tan profunda que desistio desde el primer momento de la pretension de hacerla suya, nuestra. Para enfrentarme al piso necesitaba alejar los fantasmas de los que habiamos vivido alli, y probablemente la unica manera era tirar todas nuestras pertenencias. Una lucecita roja en el movil, que indicaba que la bateria estaba a punto de acabar, hizo que me levantara de la cama. Abri la persiana para disolver en la luz del mediodia los recuerdos que se resistian a abandonarme, y me vesti rapido, necesitaba un cafe bien cargado. Entre en la cocina y mi ninez cobro vida: encaramada en la banqueta mientras cortaba verduras bajo la atenta mirada de la abuela, el aroma a azafran de sus guisos, el ultimo cumpleanos que celebramos juntas. La nina que fui volvio con fuerza corriendo inocente de la cocina, donde mimamita me llamaba para que le ayudara a decorar la tarta, al salon, en el que mi madre intentaba colgar los globos de colores que habiamos inflado entre todas. Despues de morir la abuela, mi madre no supo encontrar las fuerzas para continuar con las celebraciones en casa, y fue una de mis tias la que tomo el relevo en las ocasiones en que nos reuniamos toda la familia. La cocina estaba aun mas fria que el resto de la casa. El ventanuco del cuarto de la plancha, utilizado tambien como despensa, se habia quedado abierto toda la noche. Mi madre me habia contado que cuando ella era nina, la criada de la abuela, Carmela, dormia alli. Era dificil imaginar una cama en ese espacio tan reducido. Me lleve el cafe al salon y, de pie, pegada a uno de los radiadores, observe el espacio que todavia llamabamos el gabinete de la abuela. Tras su muerte, mi madre decidio comunicar la estancia con el salon. Aun recuerdo lo mucho que me dolio que no respetara esa habitacion en la que tantas y tantas veces mimamita y yo nos encerrabamos. Era nuestro rincon. Me sentaba a su lado a hacer los deberes mientras ella escribia con una pluma de capuchon plateado. Alguna vez me dejaba usarla, y me dedicaba a decorar los margenes con estrellitas de colores o soles sonrientes. Deje la taza en la cocina y el resto de la manana me dedique a clasificar el contenido de las estanterias del gabinete de la abuela. Monte una caja de carton y escribi en su parte superior "guardar" con un rotulador rojo. Me entretuve un buen rato en sacar las fotos de los marcos que no pensaba conservar, regalos de compromiso que siempre me habian parecido horrorosos. La de la boda de mis padres, sin embargo, estaba en un marco de plata que mi madre limpiaba cada cierto tiempo con un liquido que olia muy mal y lo dejaba muy oscuro. Era yo despues la encargada de sacarle brillo. La foto, en blanco y negro, se habia tomado al terminar la ceremonia y los novios y padrinos posaban con el altar al fondo. La primera vez que le pregunte por mi otra abuela, mi madre me explico que no, que la madrina en su boda habia sido una tia de mi padre, ya que mi abuela habia muerto antes de que ellos se casaran.

  • Corazon Indomable de Ayarit Gallardo

    https://gigalibros.com/corazon-indomable.html

    A traves de la descripcion deNancy su mejor amiga, conocemos aAdoracion , una mujer increible, con un caracter fuerte, pero muy apegada a su familia, quien encuentra el amor de nuevo a sus cincuenta anos de la manera mas inesperada, sin dejar de lado a David , el dueno de su alma, como le gustaba decir.Todos los lugares donde les toco vivir, enriquecieron en ella su forma de pensar y de sentir, tanto asi que al escoger el ultimo recorrido, encuentra su verdadero destino y nos ensena que el amor se puede vivir de diversas maneras.La

  • EL CIELO SOBRE ORAN (Las aventuras del Capitan Riley), Fernando Gamboa de Fernando Gamboa

    https://gigalibros.com/el-cielo-sobre-oran-las-aventuras-del-capitan-riley-fernando-gamboa.html

    EL CIELO SOBRE ORAN es una novela breve, una emocionante aventura, acontecida solo unos meses antes de los hechos que se relatan en la novela CAPITAN RILEY, que da nombre a la serie.
    En esta ocasion, Alex Riley y su tripulacion son contratados por el banquero y contrabandista Joan March, para llevar a acabo un misterioso robo en alta mar a cambio de una indecente cantidad de dinero.
    Los tripulantes del Pingarron descubriran, como siempre demasiado tarde, que estan metidos en un lio mucho mayor del que se esperaban, y que las consecuencias de sus actos podrian afectar incluso al resultado de la guerra que asola Europa.
    De ese modo, una vez mas y a riesgo de sus propias vidas, se veran empujados a elegir entre hacer o no lo lo correcto. O al menos, intentarlo.

  • El magnesio astuto de Alix Lefief-delcourt

    https://gigalibros.com/el-magnesio-astuto.html

    No esperes mas: descubre ya los innumerables beneficios del magnesio, ese gran desconocido. Una sal mineral que solo tiene ventajas: facil de usar, practica y, por si fuera poco, barata. Utilizada ocasionalmente o en ciertas curas, contribuira al buen estado de tu salud, tu belleza, tus platos e incluso tus plantas.