• grandes descubrimientos - Judy Duarte

    https://gigalibros.com/grandes-descubrimientos.html

    Cindy Tucker manejaba a los caballos mejor que cualquier hombre de Blossom, pero cocinar, coquetear y caminar con tacones. esas eran el tipo de cosas que necesitaba para echarle el lazo a un marido y que no sabia hacer. La unica persona en la que podia confiar para que le ensenara todo aquello era Blake Gray Feather. Era el unico hombre con el poder de dejarla sin respiracion, el unico con el que sonaba y el unico que no se habia dado cuenta aun de que su amiga de la infancia habia crecido. Pero ahora, en medio de las charlas nocturnas y los suaves besos, Cindy empezaba a ver otro brillo en su mirada. y eso le dio seguridad para poner en practica sus nuevas habilidades femeninas. Porque tenia intencion de utilizar las “lecciones” de Blake para conquistar el corazon del unico vaquero al que habia amado en su vida.

  • Los Grandes Descubrimientos (Historia - Biblioteca Básica ...

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    Los Grandes Descubrimientos (Historia - Biblioteca Básica De Historia - Serie «General») : Zaragoza, Gonzalo: Amazon.es: Libros.

  • Los grandes descubrimientos de la ciencia (Libros ...

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    Los grandes descubrimientos de la ciencia (Libros Singulares (Ls)) : Messadié, Gérald, González Serrano, Celina: Amazon.es: Libros.

  • LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS | GONZALO ZARAGOZA

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    Sinopsis de LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS. Este libro aborda la expansión del horizonte geográfico y la puesta en contacto del Viejo Mundo con África y Asia y ...

  • LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS DE LA CIENCIA

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  • LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS (Libro en papel)

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  • los grandes descubrimientos (316 resultados) - IberLibro.com

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  • Los grandes descubrimientos - Daniel J Boorstin - Libros Alcaná

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  • Los grandes descubrimientos - Gonzalo Zaragoza - Libros ...

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    Los grandes descubrimientos ( Zaragoza, Gonzalo ) [2539853 - LP196] Libros infantiles y juveniles · Viajes de descubrimientos. Anaya. Madrid. 1990. 19 cm.

  • De Lucy a Medina Azahara: 10 grandes descubrimientos ...

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    Alianza Editorial, En este libro que contiene y transmite toda la emoción y el encanto de la investigación arqueológica, Andrea Augenti narra diez grandes ...

  • Siempre conmigo de Cynthia Perez

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    Realmente ?somos lo que pensamos?
    ?O es quizas nuestra mente traicionera la que nos hace sucias jugarretas para conducimos sin poder evitarlo al camino de la incertidumbre y desesperacion a tal grado que no podamos salir ya mas de ella?
    Criada por una familia de padres estrictos e inflexibles, la delicada Miranda Bell, crece en un entorno lleno de favoritismo y egoismo logrando con el tiempo crear en ella misma un escudo al grado de no poder distinguir lo ficticio de la realidad. Al mismo tiempo, emprende un emocionante viaje por el camino de la verdad llegando al fin a la conclusion de que podemos caminar entre tinieblas por largo tiempo imaginando en todo momento que quizas nunca podremos salir de alli sin darnos cuenta.

  • Las flores perdidas de Alice Hart de Holly Ringland

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    Galardonada en 2019 con el prestigioso premio ABIA al mejor libro del ano en la categoria de ficcion, Las flores perdidas de Alice Hart se ha convertido desde su salida reciente en un bestseller internacional cuyos derechos de traduccion se han vendido a veintiocho paises. Holly Ringland ha conquistado el favor del publico y el aplauso de la critica con esta novela emocionante sobre una joven australiana que tiene que romper con los patrones que tejieron su infancia y tomar las riendas de su vida.

  • Quedate (Viaje in solidario 1) de Ana Garcia

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    Ya hace tiempo que Julian dejo de ser el vecino favorito de Marta para convertirse en el hombre que mas admira. Por eso, cuando Marta recibe su ultima carta y se entera de que este quiere quedarse a vivir en Camboya, sus planes de futuro junto a el se van al traste. Su unica alternativa: acompanar a Julian en su nuevo proyecto solidario y aprovechar la ocasion para declararse. A la desesperada, Marta hara lo que haga falta para desplazarse hasta el pais, aunque no tenga dinero para costearse el billete de avion y, para comprarlo, deba recurrir a los favores del tipo que mas detesta en la faz de la Tierra, Alexander Xifre. Curiosamente, lo que para Marta es una tremenda humillacion, para Alexander es una oportunidad llovida del cielo.

  • Lissy de Luca D’andrea

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    Dos golpes ligeros y estas palabras: Crunch, crunch, crunch. ?Quien roe, roe? ?Quien mi casita me come? Marlene, veintidos anos, un metro sesenta, o algo mas, ojos color azul melancolia, un lunar al final de la sonrisa, indudablemente hermosa e indudablemente asustada, se miro reflejada en el acero de la caja fuerte y se dijo a si misma que era idiota. Era metal, no el mazapan del cuento. Y no habia ninguna bruja en las inmediaciones. Es el miedo, se dijo, solo es eso. Movio los hombros, dejo de respirar, como su padre antes de apretar el gatillo de la escopeta, vacio los pulmones y volvio a concentrarse. Las brujas no existian. Los cuentos mentian. Solo la vida importaba, y Marlene se preparaba para cambiar la suya definitivamente. La combinacion era facil de recordar. Uno. Tres. Dos. Luego un cuatro. Un giro de muneca, otra vez cuatro y ya estaba. Tan simple que las manos de Marlene lo hicieron todo por si solas. Aferro el tirador de acero, lo bajo y apreto los dientes. Un tesoro. Fajos de billetes de banco apilados como lena para la Stube . Una pistola, una caja de municiones y una bolsita de terciopelo. Por debajo de la caja asomaba una libreta que valia mas que todo ese dinero multiplicado por cien. Habia sangre y tal vez incluso un par de cadenas perpetuas guardadas entre sus paginas arrugadas: una interminable lista de acreedores y deudores, nombres de amigos y de amigos de amigos escritos con la caligrafia pequena, delgada e inclinada de Herr Wegener. Marlene no le dedico un segundo vistazo. No le interesaban la pistola, las balas ni los fajos de billetes. La bolsita de terciopelo, en cambio, hizo que le sudaran las palmas de las manos. Conocia su contenido, conocia su poder, y estaba aterrada. El suyo no era un simple robo. Llamemos a las cosas por su nombre. Lo que la mujer joven estaba haciendo con el corazon en un puno era… traicion. Marlene Taufer in Wegener, legitima esposa de Robert Wegener. El hombre frente al que todo el mundo se quitaba el sombrero: cuarenta anos transcurridos en la construccion de una carrera hecha de intimidaciones, contrabando, emboscadas y asesinatos. Nadie bromeaba con un hombre como Wegener. Nadie se atrevia ni a utilizar siquiera su nombre de pila. Para todo el mundo Robert Wegener era Herr Wegener. Incluso para ella. Marlene. Su esposa. Espabila. El tiempo apremia. Sin embargo, tal vez precisamente debido al acoso de las agujas del reloj, durante un parentesis entre un tic y un tac, cuando Marlene abrio la bolsita de terciopelo, la fabula volvio a tomar la delantera sobre la realidad y la mirada de la mujer joven se cruzo con la azul, profunda y terrible, de criaturas minusculas y puntiagudas. Cobolds. Le parecio incluso obvio. A los cobolds les gustaba el metal, el frio y la muerte: caja fuerte, pistola, dinero y libreta. Un nido perfecto. Los cobolds reaccionaron con ferocidad ante ese allanamiento. Se apoderaron de la luz de la habitacion, la apresaron en sus ojitos crueles y la transformaron en un destilado de odio tan salvaje que por poco a Marlene no se le cayo la bolsita de los dedos. Eso la hizo volver al presente. A la caja fuerte completamente abierta. A la villa en el Passirio. Es decir, a la realidad. La bolsita de terciopelo estaba repleta de zafiros. Carbono condensado que, debido a una broma de la fisica, habia aprendido a brillar como una estrella. Toda, o casi toda, la fortuna de Herr Wegener apretada en su puno. Pero nada de brujas ni de cobolds. Porque, se dijo de nuevo Marlene, no existian las brujas, ni tampoco los cobolds; en cambio, esas piedras preciosas no solo eran reales, sino que tambien eran la llave para su nueva vida. Siempre y cuando dejara de perder el tiempo y se largara. Sin prestar mas atencion al mundo de los cuentos, y sin pensar en la cadena de consecuencias que acababa de poner en marcha, Marlene cerro la bolsita, la escondio en el bolsillo interior de su chaqueta acolchada, cerro la caja fuerte, la oculto detras del cuadro, enderezo la espalda, le dio un toquecito a un mechon que amenazaba con acabar dentro de los ojos y dejo atras el dormitorio. Recorrio el pasillo, un tramo de escaleras, el salon, el vestibulo con innumerables espejos, la escalinata exterior. La noche la acogio con una suave brisa que soplaba del norte. No se detuvo. Puso en marcha el Fiat 130 gris y se marcho. La villa que se desvanecia en el espejo retrovisor. El discurrir de las farolas. La alianza de oro tirada por la ventanilla sin volver a pensarselo. La ciudad dormida. El desguace. Una parada rapida y, gracias a un abultado sobre de dinero, el Fiat 130 se convirtio en un Mercedes W114 color crema, con matricula <>, la documentacion en regla, los neumaticos recien estrenados y el deposito lleno. Nada de gracias. Nada de saludos. Directa hacia el oeste. Aparte de los primeros copos de nieve, todo iba de acuerdo con los planes. Al menos hasta el puesto de control a pocos kilometros de Malles. Un autentico engorro. Al final de una serie de curvas que Marlene habia empezado a enfilar, vio una furgoneta con las luces de emergencia apagadas y un par de carabineros con el aspecto de alguien que se esta muriendo de frio. O de sueno. O de quien, furtivo, esta esperando a alguien o algo. Herr Wegener tenia ojos y oidos en todas partes. Tambien entre los uniformes. De manera que: ?tentar a la suerte o cambiar de itinerario? Si no fuera por la ansiedad y el miedo, Marlene habria podido mantener todavia su plan a salvo de los imprevistos. Sin embargo, la ansiedad, el miedo y la nieve cada vez mas densa la llevaron a pisar el freno, cambiar de sentido y enfilar una carretera secundaria, desencadenando una nueva serie de acontecimientos. La carretera secundaria la llevo a otra, aun mas estrecha y sinuosa, que atravesaba un pueblecito sumido en el sueno hasta un cruce (?derecha o izquierda?, ?cara o cruz?), y aun mas adelante, con la nieve que se acumulaba en capas. Y cuando el coche empezo a dar bandazos, la chica con el lunar al final de la sonrisa decidio continuar de todos modos, con un ojo puesto en la calzada cada vez mas empinada y otro en el mapa en el que, no hace falta decirlo, ese paso (malditos sean ellos y sus mapas llenos de errores) no aparecia marcado. No era cierto. El mapa era inexacto, tal vez, como todos los demas, ?pero erroneo? Era de 1974, y en 1974 el hombre ya habia dejado su huella en el polvo lunar: no era posible que un mapa se equivocara. Marlene simplemente tendria que haber estacionado, echar el freno de mano, encender la luz del interior, respirar profundamente un par de veces y verificar mejor. Las cosas habrian ido de otra manera. Pero Marlene no se detuvo. A la ansiedad se le habia anadido la incredulidad de quien descubre que se ha perdido. Dale gas, pero adagio , se dijo, y sigue adelante. Tarde o temprano la carretera conducira a alguna parte. Un pueblo, un refugio, una explanada. Se sentiria satisfecha incluso con un espacio abierto que fuera lo bastante ancho para consentirle maniobrar y volver atras, dispuesta a desafiar el puesto de control: cualquier cosa con tal de interrumpir esa nueva e inexorable secuencia de acontecimientos y retomar el control de su propio destino. No fue asi. Tal vez la nieve, tal vez los ojos que no podian despegarse del mapa; en cualquier caso, Marlene percibio de repente que el Mercedes perdia adherencia, derrapaba a la izquierda, hacia un trompo y volaba . Fue horroroso. La negrura barrida por los faros. La nieve oscura que remolinaba en enjambres. Las fauces del precipicio. Los troncos de los arboles, inmoviles y perfectamente perceptibles en todos sus detalles. La colision. Violenta. Un fogonazo de dolor sofocado por el ruido de chapas rasgadas. Un aullido infernal, esta vez si, demasiado parecido al chirrido de la puerta de la bruja. Marlene grito el nombre de Dios. Y mientras la montana, negra y sin nombre, se cernia sobre ella, su grito se convirtio en un jadeo. Pero fue el amor lo ultimo que invoco. El amor que la habia empujado a traicionar al hombre mas peligroso que habia conocido en su vida. Ese amor que tenia un nombre. --Klaus. La ultima palabra de Marlene antes de la oscuridad. 3 Casi al amanecer. De no haber sido por el reloj, nadie se habria dado cuenta. La nevada se habia convertido en una tormenta de nieve. No habia nada de luz en el exterior, tan solo una neblina blanca. Tampoco habia nada de luz dentro de la habitacion. La arana de cristal parecia incapaz de iluminar nada, limitandose a dibujar una masa informe en el suelo. Si uno la observaba largo rato, se arriesgaba a que le asaltaran malos pensamientos. Tanto el hombre como la mujer evitaban hacerlo. Se parecia demasiado a una mancha de sangre. Aparte del tictac del reloj de pendulo y de su respiracion, solo habia silencio. La mujer estaba sentada en una butaca, las manos entrelazadas sobre los muslos apretados. Rigida como un soldadito de plomo, los rasgos faciales cristalizados en una mueca que la envejecia una decada. Llevaba una especie de uniforme. La falda hasta la rodilla, un delantal muy blanco y el pelo recogido en una trenza. De no ser por la expresion cenuda (?o asustada?), habria sido hermosa. Se llamaba Helene, y desde hacia mas de cinco anos era el ama de llaves en la villa del Passirio. Hacia mas o menos el doble de tiempo que habia dejado de morderse las unas. Esa habia sido una de las primeras lecciones en la Escuela de Economia Domestica de Bresanona, donde aprendio los fundamentos del oficio. Las manos de una buena ama de llaves, le explicaron sus profesores, son su tarjeta de visita. Nunca sucias, siempre arregladas, bien cuidadas. Dejar de morderse las unas habia sido casi como dejar de fumar, pero luego se acostumbro a ello. Durante anos la idea de volver al viejo habito ni siquiera se le habia pasado por la cabeza. Hasta que empezaron los gritos. ?Que clase de hombre podia emitir semejantes sonidos? Basto solo un instante y volvio a caer. Mordisqueaba, roia, y cuando los dientes alcanzaban la carne viva, Helene, con un gesto irritado, dejaba caer sus manos sobre el regazo para martirizarse el delantal. Luego empezaba de nuevo. Manos. Boca. Unas. Dientes. Una pequena punzada de dolor. Delantal. Y otra vez mas, desde el principio. Helene habia intercambiado una unica mirada con el hombre alli de pie, apoyado en la gran chimenea que nadie usaba nunca. Una unica mirada. Mas que elocuente. El hombre se llamaba Moritz. Habia cumplido recientemente los treinta, tenia unas ojeras como hematomas y una pistola automatica en una funda, oculta bajo la americana de su traje oscuro. Por regla general, ese traje le sentaba de maravilla. Habia pagado por el una cantidad desorbitada, pero habia valido la pena. Se lo decia por las mananas, mientras se hacia el nudo de la corbata o le daba un ultimo retoque al pelo engominado, y se lo confirmaba el interes de las mujeres con las que se cruzaba por las calles del centro. En ese amanecer, en cambio, con o sin traje oscuro, Moritz se habria sentido en cualquier caso incorrecto y torpe como un espantapajaros. Porque cuando sus ojos se reflejaron en los de Helene, el hombre de la pistola vio algo que lo aterro. Una mirada de las que habia ya captado bastantes, desde que entrara a formar parte del circulo de Herr Wegener. La mirada de una victima. Y eso no estaba bien. No estaba bien, porque Moritz era un hombre sencillo que dividia el mundo con el lanzamiento de una monedita. ?Victima o verdugo? Facil: nada mejor que el sonido de una nariz al romperse. Con su metro noventa y sus noventa kilos de peso, y su propension natural a la violencia, Moritz nunca habia sentido el miedo de la victima. Hasta el momento en que, reflejandose en los ojos de Helene, se pregunto: <>. Pero tambien: <>. Por eso dejo de mirar al ama de llaves. Y la mancha en el suelo de la habitacion. Demasiadas, demasiadas preguntas. Moritz odiaba las preguntas. Porque a las preguntas uno no podia romperles la nariz. A las preguntas no les podia meter una bala en el corazon (y otra en la cabeza, por seguridad) y hacer que se callaran para siempre. Las preguntas eran como esos insectos repugnantes, todo boca y paciencia que, famelicos y canallas, eran capaces de derrumbar incluso el mas solido de los castillos. Silencio. Eso es lo que le habria gustado a Moritz. Pasar por completo de los gritos y desaparecer durante unos minutos. Los suficientes como para ahuyentar los malos pensamientos. Un cigarrillo en el jardin. O una copita de brandi. Pero las ordenes eran las ordenes. Las ordenes, para alguien como Moritz, le cortaban la cabeza a los signos de interrogacion. Marcaban la frontera entre lo que se podia hacer y lo que estaba prohibido. Las ordenes trazaban una linea recta, simple, y el era un hombre simple. Ademas, hacian que la desobediencia fuera mucho mas emocionante. Y era esto, si queremos ser sinceros hasta el fondo, lo que le habia provocado problemas. Asi que Moritz permanecia inmovil, erguido en su traje oscuro, apoyado en la chimenea apagada. Escuchando los gritos y sintiendo el peso de la automatica, que lo aplastaba contra el suelo. Sobre la mancha informe del suelo. Helene, sin embargo, tenia una vision mas compleja del mundo. No existian unicamente el blanco y el negro. La obediencia y la transgresion, las victimas y los verdugos. Habia todo un oceano de grises en los que navegar. Bastaba poco para transformar una orden en un consejo y los consejos no eran trampas, siempre ofrecian alguna escapatoria. Sus obligaciones, por ejemplo, guardaban relacion con la villa. No con su empleador. Villa y empleador eran dos cosas diferentes. Aqui habia una via de escape. Cuando decidio que ya habia tenido suficiente de aquellos gritos, Helene se levanto de golpe y salio de la habitacion. Silenciosa como un fantasma. 4 El amanecer. Mas que verla la sintio en los huesos. No habria podido hacer otra cosa. Las ventanas que daban al jardin estaban cerradas. Solo la pantalla de una lampara, rota pero aun en funcionamiento, iluminaba la habitacion sumida en el caos. Armarios completamente abiertos, cajones fuera de sitio, mantas y ropa hechas jirones, una infinidad de papeles, joyas, cuadros, libros (menos uno) por los suelos, victimas inocentes de su furia. En el centro de la sala, toda ella de estuco y con cortinas de terciopelo bordadas en oro, sentado en la cama sin hacer, Herr Wegener se dio cuenta de que si no dejaba de gritar y empezaba a razonar de manera lucida y racional todos los logros que lo habian llevado a ser lo que era se convertirian en una montana de estiercol y esfuerzo desperdiciado. El autocontrol habia sido durante anos su orgullo. Los nervios de acero y la sangre fria le habian permitido llevar la batuta de lo que, en secreto, habia bautizado como <>. Un imperio listo para dar el salto que, ese era el plan, le consentiria elevarse desde el rango del hombre ante el que uno se quita el sombrero al del hombre en cuya presencia es obligatoria una genuflexion . En ese gelido amanecer, por mucho que se esforzara en recuperarlo, el autocontrol seguia siendo una quimera. Lo era porque Wegener no queria creer lo que sus nervios de acero y su sangre fria le sugerian. Y la que era la unica y simple explicacion: Marlene. Imposible. Marlene nunca lo habria traicionado. Marlene era su esposa. Marlene era la mujer a la que amaba. Por encima de todo, Marlene era una mujer y nunca se habia visto que una mujer lograra joder a alguien como el. O tal vez si, tal vez en algunas partes del mundo habia mujeres capaces de atreverse a tanto, pero Wegener estaba seguro de que Marlene no pertenecia a esa categoria. Ni en broma. Nervios de acero y sangre fria no estaban de acuerdo. No hacian mas que repetirselo. Ha sido ella, ha sido ella, ella, ella.

  • Amor…, ?que te he hecho yo? de Rose B. Loren

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    El amor no siempre llega a primera vista. Y si no que se lo digan a Violet, una mujer que, tras dos relaciones fallidas, ha perdido la esperanza de encontrar a su pareja ideal. Dinamica e independiente, trabaja como comercial en Nueva York y tras su ultima mala experiencia decide alquilar parte de su vivienda para no sentirse tan sola. Su companera de piso sera Abby, la protagonista de <>, y forjaran una gran amistad y complicidad. Esa amistad le llevara a conocer a Brandon, un hombre que vive sin ataduras en Boston, entregado al libertinaje y con un trabajo de ojeador deportivo que en el fondo no le llena. Este, tras un dia de fiesta con su mejor amigo Archi, conocera a Violet, con la que pasara una noche en un hotel y, aunque al principio parecia que ella solo era una mas en su lista de conquistas, pronto despierta en Brandon algo para el desconocido. ?Sera deseo, pasion o amor?

  • Cuando encuentres el amor verdadero de Mara Brent

    https://gigalibros.com/cuando-encuentres-el-amor-verdadero.html

    Ana tiene 22 anos y vive con su padre, su hermano y Carmen, una cocinera que es casi como su madre. Desde muy joven ha tenido que hacerse cargo de la casa familiar, cuyos gastos casi no pueden afrontar ya que estan al borde de la ruina.
    Su unica ilusion es Roberto, su mejor amigo junto con Paula y de quien esta enamorada. Pero sera traicionada por ambos.
    “asi que aunque yo le gustase mas que Paula era su ambicion la que elegia”
    Su vida cambiara radicalmente y encontrara el amor verdadero, pero la traicion y los celos empanaran su felicidad.
    Este libro trata de una historia de amor actual, y de los vaivenes a los que se enfrenta la relacion.
    El unico detalle autobiografico, aunque parezca increible, es el de la nina que mete los pies en el estanque (yo en Barcelona, visitando a una tia).
    Inicialmente publique un eBook con la primera parte (la mitad aproximadamente), y ahora en el libro y en el eBook he aunado las dos partes.
    Espero que os guste,

  • El dia que el oceano te mire a los ojos de Dulcinea (paola Calasanz)

    https://gigalibros.com/el-dia-que-el-oceano-te-mire-a-los-ojos.html

    Una novela sobre la vida, la libertad y la naturaleza, firmada por la directora de arte youtuber e instagrammer Dulcinea, autora de El dia que suenes con flores salvajes.

  • El reglamento de Tony Peake

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    Durante una intensa semana de octubre de 1962, la crisis de los misiles en Cuba trajo consigo un aumento de la tension politica mundial. En la otra cara del planeta, en un prestigioso internado de Pretoria, los colegiales escrutaban el horizonte en busca de signos de que el mundo se acababa. Tambien entre ellos hay tension, luchas y crueldades, un reflejo de la Sudafrica profundamente dividida, sobre todo en visperas de que se inicie el juicio contra Nelson Mandela. Uno de los alumnos, Paul Harvey, sensible, solitario y ansioso por integrarse en el internado, hara lo que sea para complacer al lider de la clase y poder entrar en el club que este capitanea y cuyo reglamento tendra que aceptar. Una experiencia simultanea a su despertar sexual.

  • Bailando espero al hombre que yo quiero de Shirin Klaus

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    Manu es el culpable de que mi novio me haya dejado. Lo se. Ese juerguista mujeriego ha conseguido que Javi quiera mas mujeres en su vida. Maldito Manu, que disfruta no siendo mas que un trozo de carne y haciendo que la temperatura de la sala suba en cuanto empieza con sus clases de Zumba. Pero si eso es lo que a el le gusta, ser deseado y disfrutar del sexo, no tiene nada de malo que yo me aproveche. !El papel de clavo que saca otro clavo le va que ni pintado! Que quede claro que yo jamas saldria con el, que no lo quiero de novio ni borracha, pero. a nadie le hace dano un baile. Ya sea en la pista o en la cama.

  • Un Distinguido Amor de Lily Cerda

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    Un Distinguido Amor.

  • Confia en mi, Silvania de Anais Debeba

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    Cuando Silvania conoce a Lucas, no puede decirse que su vida se encuentre en su mejor momento, mas bien es un autentico desastre. Su marido la abandono y se largo con otra; su madre la machaca y la desquicia hasta decir basta; su trabajo es un toston y la nevera se ha convertido en su mejor aliada. Si a eso le sumamos una vida sexual en estado vegetativo, Silvania tiene todos los ingredientes necesarios para fabricar una bomba depresiva a punto de estallar. ?Podra Lucas devolverle la estabilidad o terminara por volverla loca de remate?

  • Si Un Dia Me Besaras (Besos En Richmond 2) de Ana Alvarez

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    Olivia se toco una vez mas, nerviosa, el largo cabello rubio, y sintio de nuevo crecer su irritacion hacia Scott. Los ojos grises, en general tan claros que parecian traslucidos, refulgieron de rabia y se oscurecieron mientras apretaba los labios para no expresar su enfado. El reloj de la cocina marcaba las seis y diez de la tarde y la celebracion del sesenta cumpleanos de Andrew, su padre, se retrasaba en espera del invitado que aun no habia hecho acto de presencia. Si por ella hubiera sido, haria rato que habrian comenzado a tomar la merienda, preparada de antemano para agasajar el cambio de decada. Pero el homenajeado queria demasiado a Scott, el hijo de su gran amigo de la infancia y al que consideraba un miembro de su familia tambien, para no esperarle. Y lo que la irritaba mas, le disculpaba por la tardanza. Como siempre. Su padre, conocedor de su desagrado, le hizo una caricia para que suavizara el gesto. --No seas tan dura con el, carino. Seguro que tiene un buen motivo para llegar tarde. --Seguro que si --mascullo entre dientes. Se apostaba el sueldo del mes a que el retraso tenia nombre de mujer. Y ella sabia ese nombre: Stefany. No es que le importase, pero tenia veinticuatro horas al dia para estar con su vecinita, mientras que Andrew solo cumplia los sesenta anos una vez en la vida. Ella habia cambiado su turno para estar presente en el acontecimiento y, junto con su madre, habian elaborado una merienda en la que no faltaban los emparedados preferidos del hombre ni la tarta casera que reposaba sobre la mesa. --Si en cinco minutos no ha llegado, comenzamos sin el --advirtio a los padres del culpable, que guardaban silencio, rogando para que su vastago llegase pronto y evitar otro enfrentamiento. Rara era la reunion familiar en que ambos jovenes no se lanzaran pullas y miradas asesinas. Desde pequenos era evidente que no se soportaban, y si aceptaban estar bajo el mismo techo era por el gran carino que los dos sentian hacia Andrew. Al fin, el timbre de la puerta les hizo a todos exhalar el aire que estaban conteniendo, y a Olivia apretar los labios con fuerza, mientras su madre abria al recien llegado. Tendria que contenerse, una vez mas, para no estropear la fiesta. Scott Howard, el hijo del mejor amigo de su padre, hizo su aparicion en la estancia, llenandola con su presencia. Era un hombre corpulento, de ojos marron oscuro y cabello negro peinado hacia atras, lo que permitia ver unas facciones regulares y agradables. Vestia una camisa a cuadros sobre un pantalon negro, signo de que asistia a una celebracion, en lugar de sus habituales sudaderas y camisetas. Se dirigio hacia Andrew con paso decidido y le beso con carino, tras encerrarlo en un abrazo afectuoso. --!Felicidades, tio! A pesar de no ser parientes carnales, siempre le habia llamado asi. Hasta los siete anos Scott fue el hijo que Andrew y Melissa no habian tenido en una decada de matrimonio y lo consideraban un sobrino. Pero entonces llego Olivia, adoptada a la edad de cuatro anos. para cambiarlo todo. Aunque el carino que sentian hacia Scott no mermo, este tuvo que compartirlo y no lo acepto demasiado bien. Tras felicitar a Andrew, continuo besando al resto de la familia. Al llegar a ella, esta se limito a poner la mejilla sin devolver el gesto, algo que no parecio sorprenderlo en absoluto. --Espero que tengas una buena excusa para hacernos esperar casi media hora --mascullo en su oido. --Por muy valida que sea, a ti no te convencera. --La puntualidad es importante para mi. Scott se mordio la lengua para no decirle que, si no fuera el retraso ya buscaria alguna otra cosa que recriminarle. No tenia intencion de entrar en la provocacion, esa tarde no. De todas formas, no era a Olivia a quien debia pedir disculpas. --Siento llegar tarde --se excuso, dirigiendose a Andrew--, tenia que resolver un asunto que se ha alargado mas de lo previsto. La mirada de Olivia se elevo hacia el techo en un gesto de incredulidad. A continuacion, se perdio en la cocina para coger la comida preparada. --No importa, ya estas aqui y no es tan tarde --afirmo Andrew con una sonrisa. Dudaba mucho que ella pensara lo mismo, pero decidio dejar el asunto. De todas formas, estaba seguro de que a lo largo de la tarde se las arreglaria para continuar con sus recriminaciones. Su prima no dejaba escapar una ocasion de hacerle reproches, sobre todo si habia un delito y habia llegado tarde, eso era indiscutible. Una vez servida la merienda, todos se sentaron alrededor de la mesa a disfrutar de la celebracion. Como siempre, la comida estaba exquisita. Las mujeres Wood eran excelentes cocineras y el gozaba de un apetito envidiable. Mientras disfrutaba de las delicias que habia sobre el mantel, trataba de ignorar la aviesa mirada que le dirigia Olivia, sentada al otro extremo de la mesa. Llevaba mas de veinte anos viviendo situaciones parecidas, pero nunca terminaba de acostumbrarse. De pequenos habian tenido sus diferencias y rencillas, propias de crios que luchaban por la atencion de los mayores o por un juguete. Pero aquellas peleas infantiles, en vez de cesar con el tiempo, como hubiera sido natural, dieron paso a una rivalidad que no tenia mucha logica en la edad adulta. Al principio, Scott se habia sentido celoso de aquella nina rubia y encantadora, porque de pequena lo fue: buena, docil y maravillosa, la hija perfecta que cualquiera desea tener. Su llegada le robo la atencion absoluta de su tio Andrew a la edad de siete anos y le hizo sentirse desplazado, pero ya era lo bastante adulto para saber que este le seguia queriendo tanto como siempre. Su resentimiento hacia Olivia se hubiera suavizado si ella no continuase tratandole con desprecio y haciendole victima de sus pullas y mal humor. No sabia donde habia ido a parar la nina dulce que llego a Richmond muchos anos atras, porque ahora era una autentica arpia, al menos siempre que el estaba presente. Desde su puesto en la mesa, podia verla comer con frugalidad. Olivia cuidaba con ferrea voluntad cada caloria que se llevaba a la boca, aunque no necesitara vigilar la linea. Poseia un cuerpo esbelto, demasiado delgado para su gusto, pero muy elegante. Ello le facilito la entrada en las aerolineas donde trabajaba como azafata de vuelo. Su fisico se habia sumado a unas calificaciones extraordinarias que la habian llevado a cumplir su sueno. Al tipo se unia una cara bonita, de facciones regulares y agradables, pero eran sin duda los preciosos ojos, de un gris muy claro, lo que mas llamaba la atencion en su rostro. Ojos que se oscurecian cuando estaba enfadada, y el los habia visto pocas veces en su tono natural. Tampoco en aquellos momentos lo estaban y sabia quien era el causante de su irritacion. El, como siempre. Tras la merienda llego el momento de entregar el regalo que, junto con sus padres, habia preparado para Andrew: un viaje al Caribe para que lo disfrutara con Melissa. Siempre fue el sueno de ambos y nunca habian logrado materializarlo. La emocion en los ojos de Andrew logro enternecer lo suficiente a Olivia para hacer que abandonara su expresion adusta y esbozara una tenue sonrisa. Tras los besos y abrazos de agradecimiento por el presente, llego la hora de que la chica entregara el suyo. Observo como Olivia le obsequiaba con un libro de arte, descatalogado hacia anos y que su padre habia buscado con ahinco. No le debia haber resultado facil conseguirlo, ni barato, pero la expresion de felicidad de su tio y la forma en que acariciaba la cubierta le hacia saber que el esfuerzo habia valido la pena. La vio abrazar al hombre que habia llenado de felicidad su vida, desde el momento en que el y Melissa decidieron adoptarla, y como lagrimas de emocion inundaran sus ojos haciendo que parecieran transparentes. Ella parpadeo con fuerza para evitarlas al percatarse de que la miraba. --Gracias, carino. Me lo llevare al viaje y le ire echando un vistazo en los ratos libres. --!Ni se te ocurra! --protesto su mujer--. El viaje es para disfrutarlo conmigo y no tengo intencion de dejarte ningun tiempo libre. Ademas, no quiero pensar en lo que le habra costado a Livvy conseguirlo, y podria deteriorarse. El libro se quedara en casa y ya lo leeras cuando volvamos. --?Cuando volvamos? Esta misma noche. La mujer alzo una ceja para evidenciar que tenia otros planes y todos sonrieron con benevolencia. Scott observo como Olivia, tras separarse de su padre, se limpiaba con disimulo una lagrima que habia logrado escapar de su ferreo control. Al sentirse observada, se giro con rapidez para huir de su mirada y salio en direccion a la cocina musitando una excusa. La siguio con decision dispuesto a hacerle saber que habia descubierto su momento de debilidad. Silencioso como un gato, se situo a su lado junto a la encimera y le tendio un paquete de panuelos de papel. Olivia se volvio con expresion irritada y los ojos humedos. --Ten --ofrecio. La chica extrajo uno del envoltorio de plastico y se enjugo el lagrimal con una esquina. --Se me ha metido algo en el ojo --aclaro. --!Seguro! --dijo sarcastico--. Estas llorando como una nina sensiblera, pero no es algo de lo que te debas avergonzar. No es malo tener sentimientos aparte del enfado y la irritacion. --!Que sabras tu de mis sentimientos! --Salvo de los que he mencionado, nada. Pero acabo de ver que eres capaz de tenerlos, de emocionarte y de llorar. --Por mi padre, por supuesto. Y por mi madre. Tambien aprecio mucho a Diane y a Conrad. -- La alusion a sus propios progenitores le hizo sonreir --Y ahi acaba todo. No hace falta que mientas y me incluyas en el lote, ya se que a mi no me soportas. --Es mutuo, ?no? --Lo es. --En ese caso, vuelve al salon y dejame sola con mi mota en el ojo --exclamo adusta--. Y si se te ocurre mencionar algo de esto... --Me sacaras las tripas con tus unas afiladas y las serviras como colofon de la merienda. --Se me indigestarian. --Seguro que si. Apenas has probado una pequena muestra de todas las exquisiteces que hay sobre la mesa. --No como mucho. --No comes nada. Deberias ir a un psicologo que trate tu anorexia. --No soy anorexica. Me alimento bien, a base de comida sana. Los dulces y las grasas los mantengo muy controlados. --?Hay algo que no mantengas muy controlado? Come, bebe, rie, sacate el palo que tienes metido en el culo, Olivia... Ya has demostrado lo buena chica que eres, ahora se tu misma. --No pretendo demostrar nada. --Si tu lo dices... --Suspiro y se aparto de ella--. Me vuelvo al salon a seguir comiendo. Seria una ofensa a la cocinera no hacer los honores a tan deliciosa merienda. Tu sigue intentando ser perfecta, ya te daras cuenta algun dia del error que cometes. A Olivia le vino una frase malsonante a la boca, pero se contuvo a tiempo. No entraria en la provocacion ni caeria en la trampa que sin duda Scott le habia tendido. Ella no era tan vulgar como el. No decia tacos, no perdia el control ni se comportaba de forma soez. Era una mujer correcta y educada, por mucho que le costara si el estaba presente. Cuando salio de la cocina dejandola sola, abrio el frigorifico y se sirvio un vaso de agua fria, que no calmo la irritacion que le habia provocado. Despues, regreso junto a su familia, que bromeaba alrededor de la mesa, y se unio a ellos. El sesenta cumpleanos de su padre y la felicidad de este por compartirlo con las personas que amaba bien merecia el esfuerzo de soportar a Scott. Capitulo 2 Olivia llego a casa con la firme determinacion de hablar con sus padres de un asunto que llevaba posponiendo durante un par de semanas. Era consciente de que les daria un disgusto, pero no deseaba retrasarlo mas. Habia esperado a que regresaran de su viaje al Caribe y despues dejo pasar unos dias mas, consciente de la cara de felicidad que mostraban a su vuelta. No dudaba de que habian disfrutado de una segunda luna de miel durante el tiempo que estuvieron fuera. Pero no podia, ni queria, continuar retardandolo mas tiempo. Tras una ducha rapida, se reunio con ellos en el salon, donde solian pasar las tardes y se preparo para abordar el tema que la inquietaba. Se sento frente a ellos en una silla, en lugar de ocupar su butacon habitual, y lo abordo sin mas dilacion. Siempre habia sido partidaria de afrontar las situaciones dificiles cuanto antes y de forma directa. --Me gustaria comentaros un asunto --dijo resuelta. La pareja, que miraba la television, clavo la vista en ella ante la seriedad de su tono. --?Que ocurre, carino? --pregunto Melissa, preocupada. --Si tienes algun problema, sabes que estamos aqui para lo que sea. --No tengo ningun problema, es solo... --?Que? --Que tengo veintinueve anos y aun vivo con vosotros. --Lo solto de golpe. Habia planeado decirlo con mas suavidad, pero le resulto imposible. La cara de sus padres se suavizo. --Quieres independizarte. --No fue una pregunta. --Si --admitio. A continuacion, trato de exponer sus argumentos, de hacerles comprender que no era nada contra ellos--. No penseis que no me siento a gusto aqui, con vosotros. --En ningun momento hemos pensado eso, pequena. De hecho, tu madre y yo, hace tiempo que lo estamos esperando. Sintio que el corazon se le aligeraba al oir la frase de Andrew. --?Lo esperabais? --Pues claro, Livvy, es lo normal. Tienes tu trabajo, eres una mujer adulta, y quieres tener tu casa. ?Pensabas acaso que no lo entenderiamos? --Me preocupaba un poco, si. No quiero que penseis que tengo algun problema con vosotros. --Ya lo se. Se trata del ciclo normal de la vida. Tambien algun dia nos diras que has encontrado un hombre, que quieres formar una familia, y nos haras abuelos. --!Quita, quita! No hay nada de eso. No me apetece en absoluto tener un hombre en mi vida. --Ya te llegara el momento, nadie se libra del amor. --Pues que tarde mucho, entonces --anadio con una mueca. --?Tienes ya algun plan sobre lo que quieres? Me refiero a tu traslado. --He pensado alquilar algo con una companera en una zona cercana al aeropuerto. Eso me ahorrara mucho tiempo y kilometros, ya sabes los horarios que tengo a veces. --?Algo amueblado? --Prefeririamos que estuviera vacio, y escoger nosotras los muebles a nuestro gusto. --Me parece una idea excelente. La mayoria de los pisos amueblados son horribles. --Puedes pedirle a Scott que os eche una mano con la decoracion. La empresa de diseno para la que trabaja hizo una labor fantastica en la casa de sus padres. Quedo preciosa. Reconocio que tenia razon, pero no le apetecia en absoluto tener a Scott cerca y tampoco a su odiosa vecina. No obstante, no se sentia capaz de rechazar la propuesta de su padre despues de lo bien que se habian tomado su marcha. Andrew no parecia darse cuenta de que entre ella y el hijo de su amigo no fluia ningun tipo de afinidad. --No creo que sea buena idea, papa. --Dale una oportunidad al chico, mujer. Es hora de que enterreis el hacha de guerra. --No hay ninguna guerra entre Scott y yo, simplemente no nos caemos bien. --De todas formas, yo me quedaria mas tranquilo si el revisara la instalacion electrica y te colgara las cortinas. Suspiro sin poder evitarlo. Sentia sobre ella los ojos de su madre, que no se habia pronunciado, pero evito mirarla a su vez. --De acuerdo --admitio--. Lo hablare con Patty, no estoy sola en esto. Tal vez ella desee decorar el apartamento por si misma. --Dile que yo pagare los honorarios, asi seguro que la convenceras. --!Como si el fuera a cobrarte! Si algo tenia claro respecto a Scott, era que haria cualquier cosa que su padre le pidiese, y gratis. El carino que le profesaba era incuestionable. Esperaba que en aquella ocasion rechazara el encargo, aunque no confiaba demasiado en ello. Su presencia le resultaba soportable de tarde en tarde y en pequenos lapsus de tiempo. De todas formas, era incapaz de negarle nada a sus padres, de modo que se mentalizo para soportarlo durante el periodo que durase la instalacion de su nuevo hogar. --De acuerdo. --Se rindio con un gesto teatral--. Tratare de convencer a Patty y, si Dios no lo remedia, Scott colgara las cortinas. --Solo las colgara, carino, no tiene porque escogerlas por ti --aseguro Andrew.

  • El dia mas blanco de Raul Zurita

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    Relato autobiografico del gran poeta Raul Zurita.

  • Circo de fantasmas de Barbara Ewing

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    El Nueva York de mediados del siglo XIX es una ciudad fascinante, insolente y joven, donde abunda el dinero fresco, gentes llegadas de medio mundo e ideas innovadoras como el telegrafo, el daguerrotipo, la anestesia, el espiritismo, el ocultismo o las mesas parlantes. En el circo de Silas P. Swift se ocultan una madre y su hija -Cordelia y Gwenlliam Preston-, y alli tratan de encontrar consuelo para sus corazones heridos mientras provocan el entusiasmo del publico en la Gran Carpa: Cordelia es una oscura mesmerista con poderes curativos; y su hija Gwenlliam, una aplaudida acrobata y funambulista. Pero en Londres el viejo y depravado duque Llannefydd, victima del resentimiento y de la bilis que lo ahoga, esta dispuesto a pagar diez mil libras a quien asesine a Cordelia y secuestre a su hija. De forma inesperada e irremisible, las dos mujeres se veran mezcladas con las bandas de Nueva York y el departamento de policia.

  • Un verano tenebroso de Dan Simmons

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  • Atrapada en el boton de tu vaquero de Mayeda Laurens

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    Laura es divertida y menos dura de lo que pretende aparentar.

  • Crudo de Olivia Laing

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    Kathy tiene cuarenta anos y su vida esta a punto de cambiar para siempre: se acerca el dia de su boda, el dia en que dejara atras definitivamente su pasado excentrico y desordenado para entregarse al compromiso, el amor y los planes de futuro. Ahora bien, ?que futuro? ?Acaso cabe esperar algo bueno, a la vista de lo que esta sucediendo en el mundo? Mientras Kathy nos explica con minuciosidad obsesiva los preparativos de su enlace desde un enclave idilico en plena Toscana, se ve importunada por pensamientos delirantes, a veces oscuros, que basculan entre el escepticismo y la paranoia. En la Casa Blanca hay un loco que puede desencadenar una guerra nuclear con solo pulsar un boton rojo, y el mundo parece estar entrando en una fase de histeria colectiva de la que sucesos como el Brexit son mucho mas que un sintoma preocupante.

  • Yo hago de Jefe de Lexy Timms

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    Jamie Connors tiene todo lo que siempre habia sonado. Un cuerpo delgado, la confianza en si misma que nunca penso tener, el mejor trabajo del mundo y ahora esta comprometida con el futuro marido perfecto.

  • Playa de barro de Silvia Lopez

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    Un policial novedoso cuyo enigma es la desaparicion del hijo de una pareja que acaba de separarse.

  • Parece mentira de Juan Del Val

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    Esta es la historia de un chico de barrio que, desde la distancia de sus 46 anos, sale al encuentro del adolescente problematico, el joven perdido y el hombre en busca de destino que fue. A partir de capitulos muy cortos e intensos, que demuestran una capacidad de autoanalisis y de observacion muy poco comunes
    y un sentido del humor sobresaliente, Juan del Val nos va contando como ha sido <>, nos relata sin tapujos las veces que se ha perdido, y compartimos su alegria y su asombro cada vez que siente que ha aprendido una leccion.

  • Oblivion, Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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    En el preciso momento en que Katy Swartz se instalo en la casa de al lado, supe que iba a traerme problemas. Muchos problemas. Y problemas es lo ultimo que necesito, sobre todo teniendo en cuenta que no soy exactamente de por aqui. Mi gente llego a la Tierra desde Lux, un planeta a trece billones de anos luz. Si algo he aprendido en este tiempo, es que no se puede confiar en los humanos. Los asustamos. Podemos hacer cosas que ellos ni siquiera pueden sonar, y la verdad es que a nuestro lado parecen muy debiles. Y lo son. Pero Kat esta acercandose a mi de una manera que nadie lo ha hecho antes, y no puedo evitar querer estar cerca de ella y usar mis poderes para protegerla. Ella me vuelve debil, y no puedo permitirmelo. Mi obligacion es ser fuerte y defender a los mios. Una simple chica... puede significar el fin para nosotros. Porque los Luxen tenemos otro gran enemigo, los Arum, y debo estar muy atento. Enamorarme de Katy, una humana, no solo la pone a ella en peligro. Pone en riesgo la vida de todos a los que quiero, y eso es algo que no puedo dejar que ocurra... Empieza a leer la saga Lux desde el punto de vista de Daemon Black.

  • Corazon de invierno (Hermanas Weatherly 1) de Laura A. Lopez

    https://gigalibros.com/corazon-de-invierno-hermanas-weatherly-1.html

    "?La calida personalidad de una muchacha, podra superar los helados caminos a la restitucion de un corazon que hiberna?"

  • Marcadas por el odio (Top Novel), Lori Foster de Lori Foster

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  • Sere Fragil de Beatriz Esteban

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  • Un apartamento en Urano de Paul B. Preciado

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    Con prologo de Virginie Despentes. Urano, el gigante helado, es el planeta mas frio del sistema solar, y tambien un dios de la mitologia griega. Urano da ademas nombre al uranismo, concepto forjado por el primer activista sexual europeo, Karl-Heinrich Ullrichs, en 1864 para definir el <>. Paul B. Preciado suena con un apartamento en Urano donde vivir fuera de las relaciones de poder y de las taxonomias sexuales, de genero y raciales que la modernidad ha inventado. <>, dice el autor, <>

  • Hija de la Fortuna de Isabel Allende

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    Eliza Sommers es una joven chilena que vive en Valparaiso en 1849, el ano en que se descubre oro en California. Su amante, Joaquin Andieta, parte hacia el norte decidido a encontrar fortuna, y ella decide seguirlo. El viaje infernal, escondida en la cala de un velero, y la busqueda de su amante en una tierra de hombres solos y prostitutas atraidos por la fiebre del oro, transforman a la joven inocente en una mujer fuera de lo comun. Eliza recibe ayuda y afecto de Tao Chi’en, un medico chino, quien la conducira de la mano en un itinerario memorable por los misterios y contradicciones de la condicion humana. Hija de la fortuna es un retrato palpitante de una epoca marcada por la violencia y la codicia, en la cual los protagonistas rescatan el amor, la amistad, la compasion y el valor. En esta, su mas ambiciosa novela, Isabel Allende presenta un universo fascinante, poblado de entranables personajes que, como tantos otros de la autora, se quedan para siempre en la memoria y el corazon de los lectores.

  • El pasado me llevo hasta ti de Laura Flanagan

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    Nueva York. 2016. Lilly y su familia son atacados mientras se mudan a una casa heredada en Long Island. La joven, perdida en la neblina del dolor y las heridas, se sumergira en un sueno profundo que la llevara al Nueva York de los anos veinte que tanto le ha fascinado siempre.

  • Herencia maldita de Nicole Negron

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    Luego de diecisiete anos de estar bajo el cuidado de su padre y su protector. El manto del engano cae, dejando al descubierto un mundo fantasioso hacia su vista, sin embargo, lo que nunca espera es que esa vida empeore. Llevandola a un oscuro universo, lleno de secretos, donde encuentra seres despreciables ante los humanos tambien conocidos como brujos, quienes se dejan guiar por el odio y la avaricia.

  • El verano en que todo cambio de Sarah Rusell

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    Siempre que se le hace a un nino la pregunta de que quiere ser de mayor, contestan cosas como policia, astronauta, piloto de aviones, enfermera, abogada, veterinaria... Normalmente profesiones relacionadas con las que uno de sus padres, o ambos, desempenaban, incluso familias enteras durante generaciones. Lo mio era algo diferente a todo eso, diferente a lo que se dedicaban mis padres, ya que John, mi padre, era constructor, y Amelia, mi madre, la duena de un exclusivo gimnasio de lujo. Bueno, si lo veiamos desde la parte materna... mi sueno si que estaba relacionado con el deporte, pero nada que ver con ser monitora de zumba, aquagym o spinning, para nada. Mi sueno era, nada mas y nada menos, que ser surfista. En realidad, lo que queria era irme a hacer un curso intenso de surf durante dos meses al suroeste de Melbourne, donde vivia desde que naci. Y no era un sueno de esos en plan, capricho, para nada, que el curso lo daba uno de los mejores profesionales de ese deporte. Mis padres me habian prometido que, si acababa el segundo curso de la carrera de turismo que estaba estudiando, me pagarian el curso de surf y me dejarian ir. Tampoco es que estuviera muy lejos, solo me iba de casa dos meses y a cien kilometros, no a Groenlandia, pero bueno. Ahora, a mis veinte anitos, estaba deseando que me llevaran a ese lugar en el que podria subirme a una tabla y surcar las olas. Vale, eso con un poquito de paciencia que no iba a ser poner los pies en ella y sentirme como si fuera la reina del mambo, que yo surfear... no habia surfeado en mi vida. Cuando acabara la carrera queria recorrer el mundo, conocer todo aquello que me gustaba ver en revistas o fotos de Internet, aunque ya conocia Tailandia, Bali y Vietnam, pues mis padres eran muy aficionados tambien a viajar y me habian llevado a ver esos lugares. Bueno, esos viajes fueron antes de que naciera Ruby, mi hermanita pequena. Ese angelito llego a la familia de sorpresa, pero sorpresa total, que yo ya tenia quince anos y mis padres ni la esperaban ni la habian buscado, aunque fue lo mejor que nos paso a todos, las cosas como son. Era mi nina, mi pequena mini yo, y es que, a sus cinco anos, me imitaba en todo lo que podia. La tenia como a una hija, mi madre decia que solo me faltaba haberla parido, y asi era, porque no dejaba ni que le soplara el aire en un ojo. Vamos, bonita era yo para mi Ruby. La adoraba y, ademas, se parecia tanto a mi, que, si ibamos juntas por la calle, se quedaban mirandonos como si fueramos madre e hija. Las dos teniamos el cabello castano, como nuestro padre, y ojos marrones, como nuestra madre, una mezcla de ambos, que se notara que cada uno habia puesto su granito de arena a la hora de hacer a sus ninas. En mi vida tambien estaba Zara, mi mejor amiga, esa que, con mi edad, era como una hermana tanto para mi como para Ruby. Nuestras madres a veces decian que pareciamos siamesas, que nos costaba separarnos la una de la otra, y razon no les faltaba, desde luego, porque lo haciamos todo juntas, bueno, salvo algunas cosas, obviamente. Siempre estabamos estudiando juntas, nos ayudabamos en lo que no entendia la otra, apoyandonos en todo, consolandonos en los peores momentos de nuestra vida, siendo la una confidente de la otra, y viviamos entre su casa, con sus padres, y la mia con los mios. No habia fin de semana que no nos acogieran a las dos en casa de una, como si fueramos ambas hijas del matrimonio. Y eso era lo que me daba la vida, poder compartir con mi mejor amiga todo lo que me ocurria. Habia llegado el verano, el final del curso en el que me habia dejado la vista en los libros, las horas de sueno, los codos en la mesa y la mano entre apuntes y examenes. Pero, como todo en la vida, el esfuerzo siempre tiene su recompensa, y sabia que la mia estaba mucho mas cerca de lo que imaginaba. Desde luego, habia merecido la pena esas noches que me quedaba estudiando en casa sin salir al cine, a cenar o bailar. Esos fines de semana en casa de Zara, o en la mia, haciendo los examenes que ella me preparaba durante la semana para ver cuantas preguntas contestaba correctamente y la nota que podria sacar. Aprobe, por supuesto que acabe aprobando el curso y estaba mas que dispuesta a afrontar esos dos meses que tenia por delante para hacer aquello que tanto me apetecia y con lo que sonaba desde hacia tiempo. Queria subirme a una tabla de surf, dejar que el agua del mar me cubriera por completo mientras me sentia libre durante unos instantes. Surcar las olas y que aquella sensacion no se me olvidara jamas, vivir el momento, disfrutar de esa experiencia unica en la vida y, aunque no llegara a ser una profesional, saber que valia para eso, que podia ser capaz de mantenerme en pie en una de esas tablas que flotan en el mar y no tener miedo. Iba a echar de menos a mi hermanita, eso era lo que me habia frenado un poco y que, a veces, me replanteara el decirles a mis padres que no se preocuparan, que no iria al curso de surf, y es que desde que nacio Ruby, mis veranos eran para ella. Pero este era mi sueno, lo que me apetecia hacer ahora, siendo joven, valiente y con ese espiritu aventurero que mis padres no sabian de quien habia heredado. Habia trabajado duro para conseguirlo, me habia esforzado a maximo durante todo el ano, y aqui estaba mi recompensa, la que mis padres habian prometido darme por mis excelentes notas, y la aprovecharia. Subiria a una de esas tablas, dejando claro que nadie es quien para decirte lo que puedes o no hacer, lo que eres o no capaz de lograr, que, si tienes un sueno, debes luchar por alcanzarlo, sin que nada ni nadie te frene o te diga que no.

  • Sobre las luces de Chicago de Patricia A. Miller

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    a muerte de mi padre me ha traido de nuevo a Chicago, donde solo he encontrado problemas: he tomado las riendas de la empresa familiar, que esta ahogada por las deudas, he descubierto secretos que jamas hubiera imaginado y reconozco que tengo serias dificultades para mantenerme alejada de el: Tyler Gallagher. Un bombero insoportable cuyo cinismo me impulsa a correr en sentido contrario.

  • Navidad en Green Valley de T.n. Hawke

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    La magica Navidad llega a Green Valley con sus luces y colores y nuestros Lobos la viven de maneras diferentes pero igualmente llenas del amor, la pasion, y los fuertes vinculos familiares que los caracterizan.

  • A la caza del principe dracula de Kerri Maniscalco

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    En la esperada secuela del best seller <>, se descubren extranos asesinatos en el castillo del Principe Vlad el Empalador, tambien conocido como Dracula. ?Podria ser un simple farsante quien esta cometiendo los crimenes… o el principe ha vuelto a la vida?

  • Blues de seda y grafitis de Ines Albors

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    Enrique Santacreu es un exitoso abogado madrileno, aficionado a la musica. Una noche, sentado en un club de jazz de su propiedad, ve a Valentina Ruiz, una enigmatica mujer que lo deja prendado y obsesionado. Desde ese momento el se ve obligado a enfrentarse a sus carencias emocionales. Todo eso mientras intenta descubrir, por un lado, que secretos personales guarda Valentina y, por otro, si ella o Elena Astaburuaga, una abogada clara y directa, pueden llenar el vacio emocional que una dolorosa historia familiar dejo en el.
    ?Hasta donde llegara para conseguirlo?

  • La joya del Yukon de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/la-joya-del-yukon.html

    Samantha acude al territorio del Yukon para encargarse de la explotacion minera de su padre, pero se tiene que enfrentar al dueno de los terrenos y Allan Rutherford es dificil de convencer… a no ser que su oferta sea irresistible.

  • Me quedo contigo, Kris L Jordan de Kris L. Jordan

    https://gigalibros.com/me-quedo-contigo-kris-l-jordan.html

  • Coleccion Romance Contemporaneo 1 de Amaya Evans

    https://gigalibros.com/coleccion-romance-contemporaneo-1.html

    El hechizo de una mujer.
    Sin Ataduras.
    No me Niegues Tu Amor.
    Sueno Contigo.
    Cuatro historias de romance contemporaneo, llenas de mucha pasion.

  • El cielo en llamas (HQN), Claudia Velasco de Claudia Velasco

    https://gigalibros.com/el-cielo-en-llamas-hqn-claudia-velasco.html

  • El ultimo tesoro visigodo de Jose Calvo Poyato

    https://gigalibros.com/el-ultimo-tesoro-visigodo.html

    Una novela llena de accion, amor y ambicion, escrita con la maestria literaria, la claridad de ideas y el exquisito rigor historico de Jose Calvo Poyato.

  • Peregrinos en la Ciudad de Issa Chelsrodt

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    Tras las puertas de otra dimension, en la ciudad de New York se cruzaron dos almas divagantes por sus frias calles a la espera que un soplo de vida los regresase a la tierra que les fue robada. Robert Dylan Evans y Emily McAdams viajaran por los sitios en los que cualquier terrestre caminaria, entre chanzas y dramas, irreverencias y formalidades, musicalidad y lamentos, se uniran para enfrentar la soledad de estar al borde de la muerte; descubriran asi habilidades del mas alla y conoceran lo inhospito que puede llegar a ser la vida, y quiza encontraran un lazo mas fuerte entre los dos, si es que la senora vida decide darles una nueva oportunidad en retornar al mundo tangible, y asi cumplir juntos todo lo que se plantearon forjar mientras sus horas de vida se quedaban en un hospital, esperando por su despertar.

  • Los confines del silencio de C. L. Taylor

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    Susan Jackson es una mujer satisfecha: tiene una familia que la hace feliz, un marido con una solida carrera politica, una casa hermosa. Pero cuando su hija Charlotte, que acaba de cumplir quince anos, entra en coma tras un extrano accidente, toda su felicidad se rompe en pedazos, especialmente cuando descubre que el accidente no fue tal. Susan, desesperada, hara lo posible para comprender el acto de Charlotte. Para ello, revisa sus diarios en busca de algun indicio, un rastro que la ayude a entender lo que su hija estaba viviendo. Pero lo que se encuentra, en lugar de tranquilizarla, la inquieta. <>.

  • La inesperada verdad sobre los animales de Lucy Cooke

    https://gigalibros.com/la-inesperada-verdad-sobre-los-animales.html

    Verdades sorprendentes, chocantes y a menudo muy divertidas sobre el reino animal, en un libro delicioso que combina rigor y humor.
    ?Lo sabemos todo sobre los animales? ?Nuestros conocimientos sobre ellos son realmente cientificos? ?O nos dejamos arrastrar por mitos, cliches y falsas verdades?
    Este libro nos desvela como proyectamos sobre los animales nuestras creencias, como les atribuimos actitudes y roles que son traslaciones de nuestra vision del mundo. Y asi, seducidos por las imagenes de un celebre documental sobre pinguinos, los convertimos en un dechado de virtudes familiares, fidelidad y responsabilidad. Entranable. Pero ?realmente son asi? Pues resulta que mas bien no...
    Y, como este, el libro tira por tierra otros muchos mitos falsos: ?de verdad son cobardes las hienas? ?Los murcielagos son aficionados al vampirismo? ?Son los buitres los malos de la pelicula? Y ademas nos ofrece un jugosisimo anecdotario que va de la costumbre de los perezosos de defecar cada ocho dias al uso cosmetico de los testiculos de castor, pasando por la fuga de hipopotamos del zoo de Pablo Escobar en Colombia, la aficion de los supuestamente timidos pandas a los trios, el peculiar ciclo reproductivo de las ranas o el desaforado apetito sexual de los pinguinos. Lucy Cooke ha escrito un delicioso ensayo de ciencias naturales, instructivo y muy divertido, que habla de los animales, de nosotros y de nuestros prejuicios y fantasias.

  • Todo es posible en Navidad de Vanessa Gonzalez Villar

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    ?Te has preguntado que pasaria si alguien te hiciera entrega de un calendario de adviento con veinticuatro propositos navidenos y tuvieras que cumplir todos ellos? Tal vez tu vida cambiaria, tal vez volverias a creer que los deseos se cumplen, tal vez, solo tal vez, descubririas que: Todo es posible en Navidad.Pablo, un publicista sarcastico e introvertido. Gabriela, una psicologa alegre y excentrica. Julia, una nina muy lista y simpatica. Juntos abriran ese calendario esperando cumplir sus deseos. ?Se haran realidad? Una novela llena de amor y mucha esperanza. Vuelve a sentir la magia de la Navidad.

  • Derrame mis lagrimas (Por amor 5) de Maria Beatobe

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    Durante el trayecto en taxi, ninguna de las tres cruzo una sola palabra. Lo unico que oi, y con una sensacion de lejania, fue que Cloe le daba la direccion al taxista para decirle donde nos tenia que dejar. Cuando me subi al vehiculo, mis amigas se miraban con incredulidad. Algo debieron de ver u oir, porque ninguna hizo ni una pregunta, lo cual agradeci. No estaba para muchas explicaciones sobre algo que me parecia una jodida pesadilla. Apoye la cabeza en el cristal y, con las manos tapandome el rostro, llore en silencio, en un estado de nervios que no era capaz de controlar. Me faltaba el aire; tenia hasta ganas de vomitar. Pero ?que cono habia pasado ahi fuera? La imagen y la voz de Gael diciendome <> se repetian una y otra vez en mi cabeza, como si fuera un mantra. ?De verdad habia tenido novia durante todo ese tiempo que habiamos estado juntos? ?Habia sido capaz de ser tan cruel? No, seguro que habia alguna otra explicacion. Gael no era asi. Conmigo se habia portado tan bien... !Que cono! !Le habia entregado mi regalo mas preciado! !Mi virginidad! Me enjugue las lagrimas al tiempo que notaba como Noe me ponia la mano en la rodilla. --Tranquila, mi nina --susurro--. Estamos contigo. No pude ni mirarla; me sentia una puta pringada, enganada vilmente por el chico del que estaba enamorada. Habia vuelto a fracasar; primero fue Mora y ahora, Gael. !Pero es que ellos no tenian nada que ver el uno con el otro! Gael era carinoso, romantico y, lo mas importante de todo, me respetaba. Cosa que Mora no hizo en ningun momento. Eran la noche y el dia; entonces, ?por que los dos me la habian jugado? ?Tenia un cartel en la frente que decia <>? De pronto me acorde de la pulsera que me regalo por mi cumpleanos. Aquella de la que colgaba mi inicial. Primero la mire recordando el dia que me la dio y despues, no se de donde saque las fuerzas, me la arranque de la muneca para lanzarla a continuacion al suelo del taxi. Note que mis amigas se sobresaltaban. Me quede mirando la pulsera tal y como quedo, inerte bajo los pies. Y observarla me recordo que, tras regalarmela el dia de mi cumpleanos, nos dimos nuestro primer beso. Los ojos volvieron a inundarseme de lagrimas y mi vision se torno algo borrosa. Volvi a apoyar la cabeza en el cristal y mire como pasaban los coches. Parecia que me hubieran arrancado de cuajo el corazon; sentia hasta el escozor del hueco tan doloroso que me habia dejado. Era una sensacion entre incredulidad y rabia. No podia ser cierto..., !no podia serlo! Mi movil empezo a vibrar dentro del bolso; alguien me llamaba. Lo saque y lo poco que quedaba de mi observo que en la pantalla parpadeaba el nombre de Gael. Me estaba llamando. ?Y todavia tenia el valor de hacerlo? ?Que queria? ?Seguir partiendome en pedacitos? Colgue; si contestaba, entonces si que moriria en vida, y todavia, aunque pareciera increible, me quedaba algo de dignidad. Tenia muchos mensajes sin leer en el movil, suponia que suyos, pero ni me moleste en abrirlos. Busque la opcion de borrarlos y todos desaparecieron de la memoria de mi telefono, pero no de la mia. Tambien habia quince llamadas perdidas; esas si que las mire: todas de el. ?Borrar? Si. Ojala los recuerdos se pudieran resetear en nuestra cabeza de la misma manera; todo seria mas facil. Yo ahora estaria yendo tan contenta a casa de Cloe, y sobre todo, de una sola pieza. Mi corazon se habia quedado en la puerta de su casa. Me lo habia arrancado y ese desgarro era tan doloroso que no sabia si algun dia conseguiria sanarlo. Decidi apagar el telefono, dejar de saber que estaba presente en mi vida. De esa manera creia que una parte de el tambien desapareceria. !Ilusa de mi! Todo habia sido una cruel mentira; no me queria tanto como me decia, !no podia hacerlo! !Estaba con otra chica! Vale que, en teoria, no se habian visto durante el tiempo que estuvo conmigo, pero !hablaria con ella! !Le habria dicho te quiero igual que a mi! !Le habria mandado mensajes igual que a mi! !Habria pensado en ella igual que en mi! El movil de Noe comenzo a sonar. Me sobresalte al oirlo; la mire de soslayo y vi que mi amiga, nada mas ver quien llamaba, colgaba inmediatamente. --?Era el? --susurre con un hilo de voz. --Si, carino, pero tu tranquila --respondio cogiendome de la mano. No habian pasado ni dos minutos cuando la melodia del de Cloe empezo a sonar. No habia que ser muy lista para saber que seria Gael de nuevo. Mi amiga repitio los mismos pasos que Noe. Colgo y se lo guardo. !Maldito cabron! ?Me quieres dejar en paz? Si ya me has jodido a mi, deja a mis amigas tranquilas. ?No te queda claro que no quiero hablar contigo y tienes que intentarlo a traves de mis amigas? Trague saliva y volvi a mirar por la ventanilla del coche. En ese momento nos adelanto a toda velocidad uno igual que el de Gael, !hasta del mismo color! ?Que era eso?, ?una puta broma? Por un instante crei que era el y hasta me incorpore para mirar al conductor, pero no, era una senora quien iba al volante. Y tras verla, exhale todo el aire que habia retenido en los pulmones al ver el coche. 76 El taxi aparco frente al portal de Cloe. Mis amigas sacaron los monederos de sus bolsos y, cuando yo hice lo mismo, Noe puso su mano sobre la mia. --Dejalo, nena. Ya haremos cuentas. En el fondo se lo agradeci, porque en ese momento no era capaz ni de sumar dos mas dos. Estaba aturdida, me escocian los ojos de tanto llorar y la cabeza estaba a punto de estallarme. Habia sido el trayecto mas largo de mi vida. Despues de que pagaran y salieramos del taxi, mis amigas se acercaron a mi con decision y me abrazaron con fuerza. Ese gesto me hizo llorar aun mas. No entendia nada. Estabamos tan bien que ver que de repente todo se habia esfumado me parecia increible. No era justo, joder, no lo era. Cuando entramos en casa de Cloe me fui directa al cuarto de bano. Abri el grifo del agua fria y me la eche sobre la cara varias veces, deteniendo las manos en el rostro. Me mire en el espejo que habia sobre el lavabo y me sorprendio mi propia imagen. Tenia los ojos rojos e hinchadisimos. La inflamacion me bajaba hasta las ojeras. El resto de mi rostro estaba palido. Trague saliva y empece a notar que el estomago se me revolvia y la respiracion se me aceleraba. Tuve que correr hasta el vater, me arrodille y empece a vomitar sin control. Oi que la puerta se abria y que, de pronto, alguien me sujetaba de la frente y me acariciaba la espalda. --Tranquila, carino. Estamos aqui contigo. Por la voz supe que era Cloe. Se arrodillo a mi lado y espero pacientemente a que terminara. Despues de echar todo lo que llevaba dentro, me volvi a lavar la cara y mis amigas me llevaron hasta la cama de Cloe. Estaba desfallecida. --Tumbate, Nai. Descansa --dijo Noe. Me recoste, y entre las dos me quitaron los zapatos y me metieron en la cama mientras me tapaban con una liviana colcha. --Estaremos en el salon. Si necesitas algo, llamanos --susurro Cloe. Las dos salieron de la habitacion y dejaron la puerta entornada. Habian bajado la persiana del todo, por lo que la unica luz que entraba en el cuarto era la que procedia del salon. Cerre los ojos, pero era imposible dormir; no podia parar de llorar. La cabeza me daba vueltas al rememorar la imagen de Gael y Ursula bailando juntos tan joviales. ?Se habrian besado hoy? ?Gael la habria recibido con un beso como los que me daba a mi? ?Se habria acostado con ella antes de ir a la fiesta? !Basta ya, Naira! !Deja de autofustigarte! Lo que haya pasado no lo vas a saber, al menos de momento, asi que intenta descansar. Me di la vuelta hacia la ventana y me acurruque, hecha un ovillo, con la intencion de dormirme. Y, tras un rato con la mirada fija en la nada y las lagrimas campando a sus anchas por mis mejillas, lo consegui. Creo que fue a causa del agotamiento mental por lo que termine cayendo rendida. Me desperte con sobresalto y me incorpore sudorosa y algo desorientada. Todo estaba oscuro. Me costaba respirar; habia tenido una pesadilla horrible, pero por un momento habria jurado que era real. Gael aparecia en casa de Cloe y me pedia perdon entre lagrimas, arrepentido y nervioso. Y cuando me acercaba a el para perdonarle, empezaba a carcajearse al tiempo que la figura de Ursula aparecia a su espalda. Los dos me senalaban riendose como locos. <>, gritaba Gael. Yo intentaba salir de alli, pero las paredes cada vez se acercaban mas a mi y el espacio se hacia cada vez mas pequeno y asfixiante. Gritaba llamando a mis amigas, pero la voz no me salia. ?Que cono habia sido eso? ?No tenia bastante con lo que habia pasado que hasta los suenos tenian que recordarmelo? Encendi la luz de la mesilla y puse los pies en el suelo. Estaba frio, pero al estar en pleno mes de agosto se agradecia. Respire hondo y me levante. Me acerque hasta la cocina y me bebi un vaso de agua fria de la nevera. Mis amigas ya estaban durmiendo. Mire el reloj de la cocina que colgaba sobre la mesa y vi que eran las cuatro y cuarto de la madrugada. No queria volverme a acostar y sonar de nuevo con cosas por el estilo. Cuando me dirigia hacia la terraza para tomar un poco el aire, vi mi bolso colgado en una de las sillas del comedor. Me lo quede mirando. ?Y si cogia el movil y lo encendia? Lo mismo mis padres me llamaban y, si lo tenia apagado, igual se asustaban. Si, claro, Naira. Lo mas probable es que tus padres te llamen a las cuatro de la manana; es lo mas logico. Vale, lo reconozco; queria encenderlo para ver si Gael habia vuelto a intentar contactar conmigo. ?Pero es que era masoca o que? !Lo que tenia que hacer era olvidarme de el e intentar pasar pagina! Pero, claro, no creo que fuera la unica persona en el mundo que, en una situacion como la mia o similar, quisiera ver si la otra parte intentaba por todos los medios saber como estabas. Necesitaba encender el telefono y comprobarlo. ?Locura? Si, pero es que le queria. Y no podia olvidarle de un plumazo. Al fin y al cabo, no habian pasado ni seis horas desde el descubrimiento. Era humana... y estaba enamorada. Saque el movil del bolso y fui a la terraza. !Que calma mas agradable se respiraba a esas horas! Mire nerviosa la pantalla apagada del telefono antes de encenderlo. Pero al final lo hice; lo puse en marcha con el corazon a mil por hora. Mientras se reiniciaba, vi que casi todas las ventanas de los pisos de enfrente tenian las luces apagadas; solo en un par de ellas permanecian encendidas. Me pregunte quien estaria tras esos cristales y que estaria haciendo despierto a esas horas. El movil emitio la musiquita de inicio y teclee la clave de acceso. Volvi a dejar de mirar. Preferia hacerlo cuando estuviera cargado del todo, y no esperar nerviosa observando la pantalla para ver si aparecia alguna llamada o no.

  • Pinguinos Suicidas de A. Chinaski

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    Un estudiante de 14 anos, el Chico Mike, sube un video a las redes sociales. Acaba de secuestrar su colegio y esta dispuesto a todo. Indagar en las razones que lo impulsan significara adentrarse en escabrosos misterios ocultos tras las apacibles fachadas de la ciudad de Montecruz. La detective Laura Mardones, con todas las fuerzas en su contra, debera resolver el acertijo que no solo involucra el secuestro, sino tambien los macabros secretos a voces que deambulan por la oscuridad. El autor de esta novela, bajo el seudonimo de A. Chinaski, aporta un despiadado y certero punto de vista al relato policial y al llamado “realismo sucio”.

  • Peach de Emma Glass

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    Algo terrible le ha ocurrido a Peach. Le duele caminar y solo tambaleandose es capaz de llegar a casa, donde la pesadilla continua: sus padres no parecen darse cuenta de nada. Peach debera recomponerse sola, juntar los pedazos que quedan de si misma, antes de retomar la rutina de su vida diaria: su novio Green, sus amigos, las clases. Pero no es facil concentrarse cuando le asalta el recuerdo de una enorme boca abierta, cuesta comer cuando siente el estomago hinchado como un tambor y es imposible dormir cuando el olor a grasa achicharrada llena sus fosas nasales. A pesar de que intenta cerrar los ojos ante lo que ha sucedido, Peach comienza al fin a entender que debe hacer para superarlo y a reunir el valor necesario para llevarlo a cabo.

  • Siempre Nosotros de Anna Olsson

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    Charlie: Gracias. Yo: Cuentame que haces en Barcelona ?Por que te has venido a vivir aqui? Charlie: No vivo aqui, cambie mi ubicacion para encontrar personas y te encontre a ti Yo: !Ya veo! Charlie: Tengo problemas con mi ordenador, te dejo mi numero de Whatsapp. Yo: Ok, te agrego. Mi corazon se acelero, que rapido mostro interes por mi. Aparece su foto de perfil en Whatsapp, con su misma foto de perfil de la red social, es tan atractivo y misterioso, ese porte de hombre que tiene, ojala pueda conversar con el, lastima que esta tan lejos, pero me dejo fantasear que pudiera estar con el hasta tener un encuentro sexual, una nunca sabe, quiero conocerlo mas para saber si es el adecuado, es el primer hombre de otro pais que le doy mi numero de Whatsapp para conversar, me siento nerviosa, aun no intercambio palabras con el, lo saludo. Yo: !Hola, soy Laura! Charlie: Hola estoy aqui. Yo: Ya te vi Que foto de perfil tiene, en su camiseta se marcan todos sus musculos, pareciera que estuviese desnudo y su pelo suelto, pero no largo, tiene cierto aire de libertad Charlie: Estaba ocupado en mi nueva empresa. Yo: Muy bien ?Empresa de que? Charlie: !Te lo dire cuando nos veamos cara a cara! Yo: ?Vienes a Espana? Yo: Hola Yo: Hi Yo: ?Estas? Charlie: No, estoy ocupado, es todo, en mi nueva empresa, te lo dije. Charlie: Viajo a veces a Espana, me encanta el pais, el clima, el ambiente, caminar por la ciudad, me gusta hacerme fotos y en verano ir a la playa. Yo: A mi tambien me gusta el verano. Charlie: Estoy haciendo mi nueva empresa. He trabajado arduamente en tener mi propia empresa, no quiero que nadie me de ordenes, me harte de jefes autoritarios y largas horas en el trabajo. Yo: Tienes razon tiene Charlie, un poco de libertad no viene nada de mal. Charlie: Me has caido bien, dame tu Facebook. Laura: Laura Garcia, ?Y tu? Charlie: Charlie Hawks. Yo: Cuentame ?cual es tu nueva empresa? Acepte su solicitud de amistad, por mientras hablaba con el por Whatsapp Charlie no volvio a contestar, esta vez se desconecto, seguramente debe estar ocupado en su trabajo, con lo guapo que esta, o quizas me dejo de hablar porque no le guste, que ganas de hablar con el tengo. Me desanime un poco, algo tiene Charlie de especial, me fui a dormir sin saber nada de el. Aunque de todas formas sino le hubiese gustado no me habria pedido mi Facebook. En mi trabajo no podia dejar de verlo, miro mi Facebook para ver su perfil, tiene albumes de fotos, me he puesto a ver un album de un viaje que hizo a Barcelona. Ya estuvo aqui, en la rambla, en la torre Agbar, en el paseo maritimo, en la estatua de Cristobal Colon, en la plaza de Cataluna, en Montjuic de noche mirando el espectaculo de la fuente con luces, aparece en las fotos con mujeres; rubias, morenas, casi todas altas, parecen modelos, va vestido con esa chaqueta de cuero que usa, en casi todas sale asi, se nota que le gusta la ciudad y la disfruta. Le apasiona viajar, tiene fotos en Paris, Dublin, Varsovia, Roma y siempre con la misma chaqueta negra. Aparece en linea en el Whatsapp, lo saludo, pero no contesta, lo mismo en Facebook, aparece en linea, tambien le hablo y tampoco contesta, se sale de linea de ambos y otra vez desaparece. Mi amigo Francisco me invita a comer a un restaurant, me quedo con la sensacion de donde estara Charlie. Mientras comiamos con Francisco salio el tema de los amores a distancia, me dice que es muy peligroso, porque no sabes quien esta detras de las personas, que a veces no son ellas, o a veces simplemente mienten, por supuesto en ese momento pensaba en Charlie y de momento es real, sus fotos muestran que existe, un perfil falso no tiene tantas fotos como el, esa chaqueta y esos viajes que hace lo hacen mas atractivo. Me gustaria verlo en persona para no escuchar mas cosas malas sobre los amores a la distancia. La situacion me hacia pensar, que ganas de conocerlo en persona, para conocer su caracter y forma de pensar, seguramente tiene mucho que aportar, ha viajado mucho, cuantas experiencias tiene para contar. Le pregunte a Francisco que opina si yo tuvieses un amor a distancia, con gracia me contesta que eso no tiene ningun futuro y que no existe tal cosas, que todo ese mundo de amores a distancia son una mentira y que no sirve para nada, me recomendo que me busque a alguien de aqui, alguien a quien pueda tocar, yo le contesto que todos los hombres aqui solo piensan en sexo y que me molestan mucho, que aun no encuentro a alguien que me guste, asi que de momento prefiero estar soltera. Francisco me sale con que el no es como el resto de los hombres que solo piensan en sexo, que hay algo mas que eso, existe la conexion, el amor o ver las estrellas desde un mirador, me miraba a los ojos mientras yo escuchaba sus palabras. Sali del trabajo, rumbo a casa en el bus, estaba pendiente de el en el chat, aparece y se va y su foto se mantiene, no la cambia, ojala pueda hablar con el mas tarde. Llego a casa y hago la misma rutina de siempre, me voy a la ducha, mientras me bano y cae el agua sobre mi, me viene un intenso deseo por Charlie, cada gota de agua me estimula a pensar en el, me gustaria tenerlo aqui y que se banara conmigo, sentir su cuerpo en el agua y que abrace con todo su cuerpo, hacer el amor en la ducha y luego quedar abrazada entre sus brazos. Mientras me seco despues de disfrutar de la ducha, le mando un mando un mensaje por Whatsapp, lo saludo. Charlie: Estaba ocupado. Charlie, voz de audio: Hola Laura, he estado muy ocupado haciendo mis proyectos. !Uf! Que voz tiene, una voz grave de hombre de verdad, ahora me gusta mas, si hubiese estado en mi cama me hubieses tocado mientras lo escucho, pero aun estaba levantada y con mucha hambre, mientras hago mi cena intente hablar con el, ojala este disponible, no quiero perder contacto con el. Yo: Hola ?Estas? Charlie: Si, Aqui estoy. Yo: Si quieres hablamos manana, me has dicho que estas muy ocupado. Charlie: Hablemos ahora, estoy descansando, he tenido un dia muy duro. Yo: ?Como has estado? Charlie: Trabajando mucho, todo el dia, ahora abrazo la independencia economica, como te conte cada dia quiero tener mas libertad y ya quiero viajar. Me mando una foto trabajando en su ordenador, puedo verlo, sonriente mientras teclea, en quien sabe que cosas, sus asuntos, sus creaciones, en todas las cosas que hace resalta mucho sus musculos y su virilidad, aun no me dice de que se trata su empresa. Para no ser menos le mande una foto mia en mi oficina trabajando, aun no quiero que me vea de cuerpo entero, soy un poco timida y de momento quiero que sea asi. Charlie: !Eres increible! Me pregunto como seras en vivo. Yo respondi que no lo se, mientras estaba sonrojada, aunque me siento un poco gorda, pero tengo grandes pechos y anchas caderas, aunque solo vio mi cara y ya me daba un poco de verguenza el solo hecho de pensar que llegara el dia que me viera desnuda. Nuevamente Charlie no me responde mas, sale en linea, no me contesta, luego aparece como fuera de linea, supongo que mientras estaba en linea hablaba con otras personas o con otras mujeres, a veces la gente no habla por Whatsapp, pero aun asi aparece como conectada, ojala sea este el caso. De nuevo estoy en el trabajo, otra vez miro su perfil, aparece conectado y desconectado, no se que esta haciendo y tampoco me escribe o me llama. Cuando ya por fin estoy concentrada en mi trabajo, me manda una foto, de fondo sale el Big Beng y me dice: El Big Beng esta bien para caminar por la ciudad y luego compartir una cerveza. Que felicidad, pense que se habia olvidado de mi, que bien se ve ahi, en ese sito, en ese lugar, ya me imaginaba caminando con el en Londres, juntos, de la mano, como en aquel sueno. Me puse a ver sus fotos en Facebook, en sus viajes, esa barba mal cuidada que tiene mientras esta su viaje en algun bosque de Mexico, o andando en bicicleta en algun camino rural de no se donde, o tirandose en paracaidas desde un avion, practicando deportes extremos o andando en moto. Asi estuve todo el dia en la oficina, mirandolo cada vez que pude. Y otra vez estoy en casa, teniendo la misma rutina de siempre, que ganas de salir por ahi a divertirme, pero no puedo, a veces el trabajo me consume mucho y parece que todos los dias son iguales, cuando estoy cenando la comida que me parece que ceno todos los dias lo mismo. Me llama Charlie por telefono, pero la llamada se corta y la conversacion sigue por Whatsapp, sentia mi corazon latir inmediatamente y me puse muy nerviosa, era el, no sabia que hablar con el, como si tuviese la mente vacia. Charlie: Hola ?Estas por ahi? Yo: Si, aqui estoy. Charlie: Veras, tengo ganas de relajarme un rato, de pasarla bien. Yo: Que bien, yo tambien tengo ganas de pasarla bien. Charlie: Genial. Yo: ?Que tienes pensado hacer? Charlie: Estoy pensando en ir a Barcelona, me gusta mucho esa ciudad es muy intensa y se pasa muy bien. Charlie: Juntemonos, la pasaremos muy bien. Yo: Si, juntemonos. Charlie: Yo llegare el viernes. Viene a Espana, mi corazon se acelera, este hombre que estoy viendo en fotos y hablo con el por chat por fin viene a Espana !Que bien! No tendre que esperar tanto tiempo o anos como he escuchado por ahi de gente que se conoce por internet, creo que he tenido un poco de suerte y ha sido poco tiempo de espera, ademas vive en un pais que esta al lado y viene muy seguido, es como que todo se cruza para que nos conozcamos, y el chat continua: Charlie: He visto tus fotos en Facebook, eres muy atractiva. Yo: Gracias, mientras me sonrojaba en mi interior, que bueno que no me vio, pero no se porque se fija en mi, no tengo nada atractivo. Charlie: Eres muy hogarena, seguro seras una buena esposa, con muchos hijos. Yo: La verdad me quiero casar y tener hijos, tener mi familia, creo que ya es hora de hacerlo, es un proceso natural y tenerla con el hombre adecuado y al que amo. Charlie: Yo no, quiero pasarla bien y disfrutar de la vida. En ese momento fue como una pequena desilusion, el hombre que tanto me gusta no quiere casarse ni tener hijos, quizas sea un defecto que tiene el, aun asi, esta muy bueno y lo quiero conocer, me dan ganas de tocarme pensando en el, pero en vivo creo que es mejor, aunque tocarme pensando en el no me vendria nada de mal, hace un ano que no tengo sexo y no aguanto la espera. Tengo en mi mente sus fotos que es lo unico que tengo de el, y me estoy empezando a humedecer y la conversacion continua mientras pienso todas estas cosas. Charlie: Insisto que eres muy hermosa, me haces fantasear. Yo: !Que! Charlie: Tu sabes, fantasear, imaginarte desnuda o en vestida con hermosa lenceria muy fina. Yo: Parece que solo quieres sexo. Charlie: Claro que me gusta el sexo, soy hombre y lo disfruto mucho, mientras mas mujeres mejor, me gustas mucho de verdad y fantaseo contigo, yo quiero pronto ir a Barcelona a caminar, disfrutar y hacerme fotos por la ciudad. Yo: Bueno, ya llegara el viernes para que nos juntemos, yo tambien quiero conocerte. Charlie: Si no fueses tan timido te pediria una foto sexy. Yo: ?Como una foto sexy? No te entiendo. Charlie: Una foto tuya mostrando tu belleza de mujer. Yo: Si piensas que te voy a mandar una foto desnuda te equivocas, yo no soy de esas mujeres.

  • La gravedad en mis zapatos de Rocio Quinones Grande

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  • El Lado Peligroso de Jude de Nicole Williams

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    Lucy desea a Jude mas que a nada en este mundo, pero sabe que el amor es un juego peligroso... y dejarse llevar puede salirle caro. Jude Ryder atrae siempre todas las miradas. Es guapo, insolente, atrevido... y desde que esta con Lucy exhibe una sonrisa que quita el hipo. Pero, aunque estan mas enamorados que nunca, ella no lo tiene claro. Por un lado, Jude siempre ha sido un rompecorazones, magnetico para todas las chicas. Y por otro, ahora se encuentran a mas de cuatro horas de distancia: ella en una exclusiva escuela de danza y el en una buena universidad gracias al futbol americano. Y, por si esto no fuera suficiente, Lucy ha descubierto que alli es tradicion que cada jugador tenga una <> animadora, y la de Jude alberga intenciones muy poco fraternales...

  • Contracorriente de Patricia Alcantud Obregon

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    Que la vida no es facil... eso bien lo sabe Yurani. Ella es solo una nina. Una nina mas, una nina de tantas, una nina que, como tal, esta llena de suenos y necesidades afectivas. A sus doce anos, se vera arrastrada por un mundo demasiado injusto para ella; un mundo al que no pidio venir, pero vino. Una nina a la que la vida no le pregunta si quiere ser fuerte, sino que le obliga a serlo.

  • Implicate (Mac 3) de Sonia Lopez Souto

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    Con un duro pasado del que no logra olvidarse, las noches de Rory MacBay estan plagadas de pesadillas, fruto del recuerdo de las barbaridades que tuvo que acometer durante su estadia en el ejercito. Aunque disfruta de la vida sin ataduras de ningun tipo y jactandose de ser un espiritu libre, la cruda realidad es que teme arrastrar a su mundo de oscuridad a quien se acerque demasiado a el.

  • Rage (Redemption 1) de Melanie Rogers

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    UN PASADO DE ABUSOS. UN PRESENTE DE VIOLENCIA.

  • Los ascensores dormidos de La Habana de Carlos Diaz Dominguez

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    <>. Esa fue la singular sugerencia que le planteo el presidente de la editorial al exitoso escritor Alberto Rodriguez-Conde. La aceptacion del nuevo proyecto le va a arrastrar a una aventura que cambiara su destino.