• finge que soy tuyo pdf - Jessa James

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    Hace dos anos Es en la mitad de una noche de llovizna de primavera que la pierdo. “Adios, John”, le digo al hombre mayor que esta doblando las sillas plegables grises con un golpe. Estamos en un sucio sotano de iglesia, pero al menos la iglesia nos deja reunirnos gratis aqui. “Charlie”, dice John. Sus mejillas estan sonrojadas y sus ojos son de un azul profundo. Sus ropas son de varias tallas mas grandes y de un beige plano. El asiente su cabeza canosa hacia mi y luego regresa a doblar el resto de las sillas. Tomo un ultimo trago de mi cafe y hago una mueca al sentir lo dulce que estaba. Le puse demasiada azucar, pero ya no puedo hacer nada. Echo los residuos en mi vaso de papel y la servilleta de papel que tengo empunada con las migas de una galleta simple de la tienda. “Cuidado”, dice alguien y me detengo justo antes de chocarme con un anuncio que cuelga del techo. El techo es tan bajo que solo hay unos centimetros entre ellos y mi cabeza. Supongo que no hay muchos tipos que parezcan vikingos caminando por aqui. Aun asi, aprecio que me hayan avisado. “Gracias”, dije, pero la persona que me advirtio estaba casi afuera de las puertas de metal que van hacia el estacionamiento. Miro alrededor, un poco desanimado. Soy un tipo grande, estuve en el Ejercito y en la CIA. Termine aqui por mis ataques de panico y mis pesadillas. Mi esposa Britta me dijo que era esto o dormir todas las noches en el sofa, porque no habia forma de que ella siguiera permitiendo que la despertara todas las noches. Entre ella estando embarazada de nueve meses en ese entonces y yo que no cabia en el sofa… sabia que necesitaba ayuda. Asi que hice algunas llamadas. Acudi a tres tipos de terapia grupal y aqui estoy. Suspiro, recordando algunas de las ideas presentadas durante la sesion, recorriendolas en mi cabeza. La idea de la vulnerabilidad, de permitirte ser vulnerable alrededor de otra persona era muy mencionada. Al escuchar a algunas personas hablar, me alegre de seguir teniendo a Britta a mi lado. Ella me trajo del abismo cuando regrese de Siria y ahora ella es la que me mantiene cuerdo. Saco mi telefono. Estoy pensando cosas buenas sobre ti, le escribo a Britta. No hubo una respuesta inmediata, pero esta bien. Pongo mi telefono en el bolsillo trasero de mis jeans. Deberia irme. Todavia hay algunas personas hablando en la mesa de refrigerios, pero el resto de mi nuevo grupo de apoyo, Los veteranos de combate hablan, ya se han ido. Mientras me dirijo hacia las puertas dobles de metal, mis ojos recorren el sotano una ultima vez, revisando automaticamente las paredes moldeadas y la alfombra azul barata en busca de… ?Que? Me pregunto yo. ?Enemigos? ?Amenazas? Deje todo eso atras en el paisaje arenoso de Alepo, lugar en el que estuve como operativo de la CIA. Eso fue hace un ano y sin embargo, recien estoy comenzando a recuperarme. Por eso voy a las sesiones grupales de terapia. Bueno, debo dar credito cuando algo lo merece: Britta y nuestra hija recien nacida tambien son una parte integral de mi recuperacion. Observar la panza de Britta crecer y luego sostener a Sarah por primera vez… eso cambio algo en mi a nivel molecular. Ahora no se que haria sin ellas. Son la luz de mi vida, aunque sea tan cursi como Debbie Boone. Abro la puerta y entrecierro mis ojos a la luz del sol. Esta comenzando a llover, pero eso es algo constante aqui en Seattle. Ademas, la lluvia es un descanso refrescante del horrible calor del sotano de la iglesia. Las gotas de lluvia caen en mis brazos y mi cara, son un alivio helado. Me pongo mi rompevientos azul y me dirijo a mi auto. No quedan muchos autos en el estacionamiento de la iglesia; es un sabado por la tarde y es un bonito dia, a pesar de la llovizna. La mayoria de las personas en Seattle seguramente estan en algun brunch o de excursionismo o de compras ahora mismo. Estoy listo para ir a la biblioteca y encontrarme con Britta y Sarah. Las imagino en mi cabeza: Britta con su largo cabello negro y su linda sonrisa. Sarah en su enterizo, del mismo color de mama y con mis ojos verdes. Las imagino en mi cabeza, Britta lleva al bebe en su pequeno arnes frontal mientras Sarah duerme. Sarah solo tiene tres meses, pero Britta dice que nunca es demasiado temprano para presentarle la biblioteca. Nosotros hemos estado conversando sobre que cosas deberiamos leerle a Sarah. Britta dice que no importa, pero deseo comenzar a leerle al bebe las noticias en varios idiomas. Despues de todo, nunca es demasiado temprano para alentar el pensamiento critico, ?cierto? Mi mente esta enfocada en eso cuando me deslizo a mi auto y enciendo el motor. Salgo del estacionamiento y voy a la izquierda, mis manos estan en el volante y mi memoria muscular se encarga. Cometi el error de encender la radio en el auto. No puedo escucharlo sin involucrarme en las historias, desarrollar sentimientos personales sobre ellas y guardar cada historia en mi baul mental con total precision. Estoy a unos tres kilometros de mi casa cuando me doy cuenta de que he avanzado en piloto automatico. La biblioteca esta al otro lado. Miro el reloj en mi auto. Probablemente llegare tarde para encontrarme con Britta. Al voltear me dirijo al noroeste, el mismo camino que recorreria si saliera de mi casa. Algo en la radio me distrae; estoy irritado porque la Casa Blanca esta intentando meter sus narices en lo que sucede en Siria y lo esta haciendo mal. Veo un choque adelante cuando giro en una esquina, pedazos doblados de metal rodeados por varios autos de policia con las luces encendidas. Un policia esta alejando a las personas; otro esta colocando cinta policial alrededor de la escena. Casi giro a la derecha para evitar el trafico que se acumulaba, pero no lo hago por alguna razon. Quizas es porque a todos les gusta ver un accidente de trafico. A todos nos gusta en secreto ver el auto volteado, nos gusta intentar descubrir como sucedio. Comenzamos a pensar y suspirar de alivio que no fuimos nosotros mientras nos alejamos. De cualquier forma, estoy escuchando la radio y dandole golpecitos al volante mientras espero que el policia me deje pasar. Giro mi cabeza para mirar el accidente mientras espero, juzgando la distancia entre los dos autos. Era imposible que alguien volviera a conducir alguno de los dos autos. Demonios, si alguien no murio en un choque tan horrible, deberian agradecerles a sus malditas estrellas de la suerte. El auto A era un Dodge Charger nuevo, negro y brillante y estaba destrozado. El auto B estaba de lado, la parte de abajo daba hacia mi auto y claramente habia rodado varias veces. Parece que el auto A golpeo al auto B y el auto B rodo para frenarse y quedo de esa forma. Intento ver que auto es, pero todo lo que puedo ver es que el auto B es un SUV negro. Un presentimiento me recorrio la columna. Britta conduce un SUV negro, un Nissan Pathfinder negro. Tranquilo, me digo a mi mismo. Ella esta en la biblioteca, probablemente preguntandose donde estas. Avanzo lentamente por la linea. Finalmente es mi turno de avanzar y lo hago lentamente. No puedo evitar mirar el auto A y el auto B y los numerosos policias caminando, tomando notas y fotografias. Ya casi pase el choque, estoy por avanzar cuando algo atrae mi atencion. Uno de los oficiales de policia esta catalogando algunos objetos personales que probablemente vinieron del auto B y esta colocando una manga en una bolsa enorme de evidencia. La manta es familiar para mi. Hecha para un bebe, muestra la escena de dos osos pescando en un rio. La cosa es que, solo he visto ese diseno de manta en un solo lugar: en una manta hecha a mano, hecha para Sarah por la madre de Britta. Presiono el freno mientras mi cerebro comienza a recalentarse y a trabajar al maximo. Quizas la madre de Britta compro la manta y hay muchos tipos en el mundo. O quizas… El auto detras de mi toca su bocina y me sobresalta. Avanzo de nuevo y me estaciono apenas logro superar el accidente. Mi corazon esta palpitando, toda la sangre se me esta yendo a la cabeza y hace dificil que pueda pensar. Me volteo y miro el accidente. La manta ya no es visible. Intento ver el modelo de la SUV, pero es imposible desde este angulo. Comienzo a temblar mientras me saco el cinturon y saco el telefono de mi bolsillo. Britta me saluda mientras sostiene a Sarah; esa es la fotografia en mi pantalla mientras marco su numero con dedos torpes. Suena cuatro veces. Suena la quinta vez y veo por mi espejo retrovisor que la mujer que esta guardando las cosas agarra una de las bolsas. Mi corazon se detiene cuando veo que esta sosteniendo un telefono. No. No, no puede ser. Salgo del auto, consciente del hecho de que los bordes de mi vision estan mareados y poco claros. Esa es la primera senal de un ataque de panico, pero eso era lo ultimo en mi mente ahora. “?Senor?” una mujer joven se me acerco mientras yo comienzo a avanzar. “El accidente”, dije, sin siquiera mirar a la oficial. Estoy demasiado concentrado mirando las cosas que siguen en el suelo, intentando ver si reconozco algo. “?Donde estan las personas que estan heridas?” Ella se estira para detenerme cuando yo intento acercarme. “Senor, necesita…” Agarre su muneca, mi mirada desesperada atrapo la suya. Mi corazon comenzo a latir mas rapido, tan rapido que pense que me iba a desmayar. Mi respiracion estaba agitada, mi vision borrosa y mis manos temblaban. Estoy totalmente fuera de control. “Puede ser mi esposa”, logre decir. Solte su muneca y agarre el cuello de mi camisa. “Mi hija. Necesito saber…” Avance por su lado, ignorando lo que estaba diciendo, “?Senor? !Senor!” Camine determinado hacia el auto B hasta que vi una rosa de seda destenida en el suelo, rodeada de un millon de pedazos de vidrio… y sangre. Todo la sangre de un cuerpo. Mi corazon apretaba y mis piernas estaban tiesas. Veo a mi derecha y hay un oficinal de policia hombre mayor al lado del auto B. El esta hablando en su telefono y haciendo observaciones. Ni siquiera me mira, esta demasiado ocupado examinando el dano a la SUV. “Es una lastima”, dijo el, sacudiendo su cabeza. “Viene un conductor borracho, mata a una mujer, casi mata a su bebe y sin embargo logra salir sin un rasguno. Es una maldita lastima.” No. No puede ser verdad. La primera oficial me alcanza, me agarra por el codo y grita por ayuda. Caigo de rodillas y vuelvo a mirar la rosa de seda. No. Britta no. No es posible. Debe haber algun error. “?Esta bien?” pregunto la oficial que me agarraba del codo. La miro y la oscuridad amenaza con quitarme la claridad. Mis manos intentan agarrar mi pecho. Intento hablar, pero no tengo aliento para decir algo mas que un suspiro. “Mi corazon”, dije. Todo se puso negro.

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  • Pedro Salinas, La voz a ti debida [1] Tú vives siempre en tus ...

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    No eres lo que yo siento de ti. No eres. 90. Io que me está palpitando ... "Soy tuyo, sólo tuyo", ... Por fingir que me quieres, 1750 me abrazan y me besan.

  • Una boda por contrato de Anne Aband

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    Andy, un atleta australiano, esta desesperado por participar en las olimpiadas. Jordi, entrenador de la seleccion espanola de atletismo, ha mostrado interes en su ficha. Andy haria cualquier cosa por formar parte del equipo. incluyendo pagar a una desconocida, casarse con ella y obtener asi la nacionalidad.

  • El poder de la intuicion de David Topi

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    Todos hemos experimentado en mas de una ocasion la magia de la sincronicidad. A veces nos vemos ante situaciones que tachamos de enormes casualidades, eventos que nos suceden en el momento justo en el lugar justo, precisamente cuando mas los necesitamos y sin saber ni como ni por que han irrumpido en nuestra realidad. Nuestra vida esta repleta de mensajes, senales, acontecimientos que nos empujan hacia un lado, obstaculos que nos impiden ir hacia otro… Pero, ?quien o que genera y organiza todo eso que nos ocurre de forma tan milimetrica? ?Es la sincronicidad el mecanismo que subyace bajo la Ley de la Atraccion? ?Cual es el papel del inconsciente colectivo en todo esto?

  • La noche fenomenal de Javier Perez Andujar

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    El equipo de un programa de television dedicado a los fenomenos paranormales descubre que unos hechos anomalos, hasta entonces nunca registrados, se hacen realidad en la misma Barcelona desde la que emite. Al mismo tiempo la ciudad es azotada sismicamente por la meteorologia y por la repentina irrupcion de personajes procedentes de otra Barcelona, que vienen a pedirles auxilio a los integrantes de La noche fenomenal, que asi es como se llama el programa de este grupo de amigos. A lo largo de esta novela a ratos hilarante, a ratos melancolica y a ratos filosofica, el narrador presentara a cada miembro del equipo. Conoceremos, entre otros, al director, bon vivant y empenado en salvar el programa de su desaparicion; a De Diego, esceptico en todo menos en su fe en los animales inexistentes; al Jugador de Ajedrez, ardoroso activista, con su pipa apagada entre los dientes; a Paulina, conocedora de las civilizaciones desaparecidas, que prepara un monografico sobre el templo mas antiguo de la humanidad; a Ro, la guionista y coleccionista de casos de platillos volantes; a Hermosilla, editor de una revista esoterica y pusilanime para lo importante de la vida…

  • Angeles Custodios de Almudena De Arteaga

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    Al orfanato que Isabel Cendal regenta en La Coruna llega un dia Francisco Javier Balmis, reputado medico que ha sido designado por Carlos IV para llevar a cabo la expedicion que erradicara la viruela en America del Sur. Balmis lleva consigo varios ninos para portar la vacuna y le propone a Isabel que le acompane en el viaje, al que tambien se suma Jose Salvany, un joven cirujano. Juntos emprenderan un largo recorrido repleto de aventuras, logros y tambien sinsabores, que cambiaran la vida de todos para siempre y les descubrira nuevos territorios geograficos y emocionales.

  • Heredaras nuestros pecados (Almas rotas 1) de Alejandro Riera Guignet

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    Heredaras nuestros pecados es una intensa novela de suspense psicologico que muestra la terrible encrucijada entre la razon y la locura.
    ?Determinan los pecados de los adultos el futuro de los ninos?
    A traves de los ojos de una mujer enamorada descubriremos el enigma de uno de esos ninos maltratados.
    Pero ?existe una salida para un laberinto que se halla en la propia mente?
    Dos jovenes enamorados se adentraran en un mundo inquietante donde los pecados del ayer han regresado para amenazar su felicidad. Con la ayuda de una pareja de psicologos y con su amor como unico amparo descenderan al infierno de la violencia de genero y del maltrato infantil.
    Primera novela de la serie "Almas rotas" que desciende a los misterios mas ocultos de la mente humana.

  • A finales de enero de Javier Padilla

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    A mediados de los anos sesenta, algunas universidades espanolas vieron nacer una movilizacion, cada vez mas organizada y resuelta, contra la dictadura franquista. El regimen respondio primero con desconcierto y enseguida con represalias sistematicas y una durisima represion policial que dejo muchas victimas por el camino. Esta obra reconstruye los pormenores de una revuelta estudiantil -no menos intensa que el Mayo frances del 68-, y narra el compromiso con la libertad de tantos jovenes que hicieron historia y la padecieron, afrontaron palizas y penas de carcel al tiempo que se enamoraban y discutian entre cervezas y tabaco sobre marxismo, psicoanalisis y el amor libre.

  • El peso de la nieve de Christian Guay-poliquin

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    El peso de la nieve narra, en primera persona, en una cuenta atras articulada en capitulos breves, la historia de dos hombres obligados a vivir aislados en una vivienda abandonada en medio del bosque durante todo un invierno especialmente duro. En la aldea la electricidad lleva meses cortada, los viveres escasean y las relaciones entre los vecinos son cada vez mas tensas. El protagonista de la novela es un joven forastero al que estos han rescatado tras un violento accidente de trafico. No puede moverse, durante las primeras paginas de la historia ni siquiera es capaz de hablar. Sera confiado a los cuidados del viejo Matthias, que se halla en el pueblo en contra de su voluntad, obligado por el invierno a interrumpir el viaje que lo llevaba a la cabecera de su mujer enferma en una ciudad lejana.

  • El claro mas oscuro (Tracy Crosswhite 3) de Robert Dugoni

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    La inspectora Tracy Crosswhite tiene un don para los crimenes sin resolver… y cierta debilidad por ellos. Asi que cuando Jenny, su antigua companera de la academia de policia, le pide ayuda con un caso, Tracy acepta de inmediato: se trata de un oscuro episodio relacionado con el suicidio de una estudiante de instituto, ocurrido cuarenta anos atras en extranas circunstancias.

  • Una oportunidad de oro de Sarah Moore Fitzgerald

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    Ambientada en Dublin y Siena, la ciudad toscana donde cada ano se celebra la vertiginosa y arriesgada carrera de caballos de Il Palio, esta historia nos habla de las oportunidades que nos da la vida, de la importancia de ser valiente y de buscar nuevas perspectivas para entender el mundo. Cuando el mundo de Minty se desmorona, busca cobijo en los arboles retorcidos de Nettlebog y descubre que su companero de colegio, Ned, ademas de montar caballos salvajes, sabe cosas sobre la raza humana que seran su salvacion.

  • Noches de vendaval de Taylor S

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    Cada noche tocabamos el cielo, mientras las estrellas celosas de las palabras que jamas les dirigirian; nos observaban con sigilo esperando el momento en que pudieran transformar la noche en dia y asi romper aquel hechizo.

  • Binti 1 de Nnedi Okorafor (2)

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    Encendi el transportador y rece una oracion en silencio. No tenia ni idea de lo que haria si no arrancaba. Mi transportador era barato, asi que hasta una gotita de humedad o, lo que es mas probable, un grano de arena, podria provocar un cortocircuito. Era defectuoso y en la mayoria de los casos me costaba reiniciarlo una y otra vez para que funcionara. <>, pense. El transportador vibro en la arena y contuve la respiracion. Diminuto, plano y negro como una piedra de oracion, zumbo sin hacer ruido y luego se elevo despacio desde la arena. Produjo por fin la energia levantaequipajes. Sonrei. Ahora ya podia llegar a la lanzadera. Con el dedo indice tome otjize de mi frente, me arrodille y toque la arena con el dedo para enterrar la arcilla roja de olor dulzon. --Gracias --susurre. Era un paseo de media milla por la carretera oscura del desierto. Como el transportador funcionaba, llegaria alli a tiempo. Tras enderezarme, me detuve y cerre los ojos. El peso de toda mi existencia recaia ahora sobre mis hombros. Por primera vez en la vida desafiaba la parte mas tradicional de mi misma. Me marchaba en medio de la noche y ellos no tenian ni idea. Mis nueve hermanos, todos mayores que yo, salvo por una hermana y un hermano mas jovenes, no lo habrian visto venir. Mis padres jamas se hubieran imaginado que yo haria algo asi ni en un millon de anos. Para cuando todos se dieran cuenta de lo que habia hecho y a donde me dirigia, yo ya habria abandonado el planeta. En mi ausencia, mis padres se grunirian el uno al otro que nunca jamas me dejarian volver a poner un pie en su casa. Mis cuatro tias y mis dos tios, que vivian calle abajo, gritarian y chismorrearian entre ellos sobre la verguenza que suponia para todo el linaje. Me iba a convertir en una paria. --Vamos --susurre en voz baja al transportador, con una patada. Los finos aros de metal que llevaba alrededor de cada tobillo tintinearon con fuerza, pero le volvi a propinar un puntapie. Una vez puesto en marcha, el transportador funcionaba mejor sin tocarlo--. Vamos --repeti, con sudor en la frente. Al ver que no se movia nada, me arriesgue a empujar las dos grandes maletas colocadas encima del campo de fuerza. Se movieron con suavidad y yo solte otro suspiro de alivio. Al menos tenia un poco de suerte de mi parte. -- oOo -- Quince minutos despues, compre un billete y embarque en la lanzadera. El sol apenas habia empezado a asomar por el horizonte. Clave la mirada en el suelo mientras avanzaba entre pasajeros sentados y demasiado conscientes de las puntas tupidas de mi cabellera trenzada que les golpeaban en la cara con suavidad. Nuestro cabello es espeso, y el mio siempre lo ha sido especialmente. A mi anciana tia le gustaba llamarlo ododo porque crecia indomito y denso como la hierba ododo. Justo antes de marcharme, habia recubierto mis trenzas con otjize fresco y perfumado que elabore precisamente para el viaje. A saber lo que les pareceria a esas personas que no conocian tan bien a mi pueblo. Una mujer se aparto de mi cuando pase y arrugo la cara como si hubiera olido algo apestoso. --Lo siento --susurre con la cabeza gacha e intentando no hacer caso a las miradas de casi toda la gente de la lanzadera. Aun asi, no pude evitar echar un vistazo alrededor. Dos chicas, que tendrian un par de anos mas que yo, se cubrieron la boca con unas manos muy palidas, como si el sol no las hubiera tocado nunca. Parecia que todos tuvieran al sol de enemigo. Yo era la unica himba en la lanzadera. Enseguida encontre un asiento y me dirigi hacia alli. La lanzadera era uno de los nuevos modelos elegantes semejantes a las balas que mis profesores usaban para calcular coeficientes balisticos en los ultimos anos de ensenanza. Se deslizaban con rapidez sobre la tierra gracias a una combinacion de corriente de aire, campos magneticos y energia exponencial: una nave facil de construir si se dispone de material y tiempo. Tambien era un buen vehiculo para el terreno calido del desierto, donde las carreteras que salian del pueblo estaban en muy mal estado. A mi gente no le gustaba abandonar su tierra. Me sente en la parte trasera para poder mirar por el gran ventanal. Podia ver las luces de la tienda de astrolabios de mi padre y del analizador de tormentas de arena que mi hermano habia construido en lo alto de la Raiz, nombre que recibia la enorme casa de mis padres. Seis generaciones de mi familia habian vivido alli. Era la casa mas vieja del pueblo, quizas la mas vieja de la ciudad, hecha de piedra y hormigon, fria por la noche, calida por el dia. Estaba revestida de paneles solares y cubierta con plantas bioluminiscentes a las que les gustaba dejar de brillar justo antes del amanecer. Mi dormitorio se encontraba en la parte mas alta de la casa. La lanzadera empezo a moverse y mire hasta que deje de divisarla. --?Que estoy haciendo? --murmure. Una hora y media despues, la lanzadera llego al puerto de despegue. Yo era la ultima, y me parecio bien, ya que la vista del puerto me sobrecogio tanto que lo unico que pude hacer durante unos instantes fue quedarme plantada. Llevaba una larga falda roja, sedosa como el agua, una camisa de color naranja claro, rigida y duradera, unas sandalias de piel fina y mis tobilleras. Nadie a mi alrededor vestia un atuendo asi. Solo veia velos y prendas ligeras y sueltas; ninguna mujer llevaba los tobillos expuestos, ni tintineaban con brazaletes metalicos. Respire por la boca y note que el calor se extendia por mi rostro. --Tonta, tonta, tonta --susurre. Los himba no viajamos. No nos movemos. Nuestra tierra ancestral es vida; si te alejas de ella, te apagas. Incluso nos cubrimos el cuerpo con ella. <> es tierra roja. En el puerto de despegue, la mayoria de personas eran khoush y habia otras pocas que tampoco eran himba. Aqui, yo era una extrana. --?En que estaria pensando? --musite. Tenia dieciseis anos y nunca habia salido de mi ciudad, y ni siquiera me habia acercado a la estacion de despegue. Me hallaba sola y acababa de dejar a mi familia. Mis posibilidades de matrimonio habian sido del cien por cien y ahora se acababan de reducir a cero. Ningun hombre querria a una mujer que hubiera huido. Sin embargo, ademas de arruinar las perspectivas de una vida normal, habia sacado notas tan altas en los examenes planetarios de matematicas que la Universidad de Oomza no solo me habia admitido, sino que prometio pagar por todo lo que necesitara para poder asistir. Daba igual que decision tomara, nunca iba a tener una vida normal, la verdad. Mire a mi alrededor y enseguida supe lo que debia hacer. Me encamine hacia el mostrador de informacion. -- oOo -- El agente de seguridad de transporte examino mi astrolabio; fue un analisis completo y exhaustivo. Mareada por la consternacion, cerre los ojos y respire por la boca para tranquilizarme. Solo por dejar el planeta tenia que darles acceso a toda mi vida: a mi, a mi familia y a las predicciones sobre mi futuro. Me quede alli plantada, paralizada, escuchando la voz de mi madre en la cabeza: --Hay una razon por la que nuestro pueblo no va a esa universidad. Oomza Uni te quiere para su propio provecho, Binti. Ve a esa universidad y te convertiras en su esclava. No pude evitar considerar la posible verdad en sus palabras. Aun no habia llegado alli y ya les habia dado mi vida. Queria preguntarle al agente si ese procedimiento se lo hacian a todo el mundo, pero senti miedo ahora que ya lo habia terminado. A estas alturas, podian hacerme cualquier cosa. Lo mejor seria no causar problemas. Cuando el agente me entrego el astrolabio, resisti el impulso de arrebatarselo. Era un anciano khoush, tan viejo que ostentaba el privilegio de llevar el turbante y el velo de la cara mas oscuros. Sus manos temblorosas estaban tan retorcidas y artriticas que casi dejo caer el astrolabio. Estaba torcido como una palmera moribunda, y cuando me dijo: <>, su voz sono mas seca que el rojo desierto a las afueras de mi ciudad. Pero leyo el astrolabio tan rapido como mi padre, hecho que me impresiono y me asusto por igual. Lo convencio para que se abriera susurrando unas pocas ecuaciones determinadas y sus manos, firmes de repente, movieron los discos como si le pertenecieran. Al terminar, la mirada penetrante de sus ojos verde claro parecio examinarme con mas profundidad que el analisis de mi astrolabio. La gente esperaba detras de mi y fui consciente de sus cuchicheos, risas tenues y murmullos infantiles. Hacia frio en la terminal, pero senti el calor de la presion social. Me dolian las sienes y me picaban los pies. --Enhorabuena --me dijo con esa voz reseca mientras me ofrecia el astrolabio. --?Por que? --Frunci el ceno, confundida. --Eres un orgullo para tu pueblo, nina --dijo mirandome a los ojos. Entonces sonrio de oreja a oreja y me dio unas palmaditas en el hombro. Acababa de ver toda mi vida. Sabia que me habian admitido en Oomza Uni. --Ah. --Me picaban los ojos por las lagrimas; cogi el astrolabio y, con voz ronca, dije--: Gracias, senor.

  • El Corazon de Yamato de Aki Shimazaki

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    ?Cuanto dura el amor? ?Bajo que formas vuelve a encenderse? ?Cuales son las consecuencias del amor perdido?

  • La musica del viento de Jordi Sierra I Fabra

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    Un periodista encuentra en una alfombra traida de la India un mensaje del nino que la ha tejido. Es una peticion de socorro, un grito desesperado, y no puede permanecer ajeno a el. Aunque millones de ninos son explotados en el mundo, el mensaje tiene un nombre, Iqbal, y una procedencia: la ciudad de Madurai.

  • El diablo de Milan 3, Prueba de Amor de Cathryn De Bourgh

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    Muchas cosas habian cambiado eso dias. Lucio acababa de descubrir que su primo loco era quien estaba detras del acoso que habia sufrido Varina y eso lo llenaba de una mezcla de pena y rabia. No podia creerlo, a decir verdad. El hermano de Giovanni, Tadeo, lo habia llamado para pedirle perdon. --Lo siento mucho, jamas crei que mi hermano fuera capaz. Te juro que de haber sabido... --Esta bien, no es tu culpa. Valenti ya estaba harto de toda su familia a esa altura. Bromas pesadas, intrigas, mentiras... --Lo lamento ?si? Pero creo que es injusto que vaya a la carcel, el esta enfermo Lucio. Tu lo sabes bien. Lucio suspiro. --Si que lo esta, pero el juez ha dicho que era consciente de lo que hacia. Es imputable, ?entiendes? Plenamente responsable de sus actos. Tadeo emitio un sonido a traves del telefono. --Pero tu sabes que no lo es, que si hizo lo que hizo fue porque estaba enamorado de tu esposa. Es una locura amorosa, una enfermedad, no puedes dejar que por eso... --Bueno, yo no soy el juez Tadeo, ?lo olvidas? Y es mi esposa, si fura tu esposa no estarias tan tranquilo de quitarle la pena al hombre que estuvo acosando a tu esposa y que hizo algo mas que eso. --Si, lo se, te entiendo y te pido perdon pero tu sabes que mi hermano esta enfermo. Lucio se mantuvo firme. No retiraria los cargos ni pediria que se lo considerara "inimputable". No esta vez. Demasiada paciencia habia tenido con ese chiflado. Giovanni no era su responsabilidad. Necesitaban un descanso y ese dia al volver del trabajo le dijo a Varina que irian a Francia antes de lo previsto. Acababa de hacer las reservaciones. Los ojos verdes de Varina se iluminaron. Estaba feliz. Toda esa situacion habia sido tan estresante. Dias despues, viajaron a Paris y recorrieron la ciudad antes de Valenti tuviera que trabajar en el nuevo evento de la sucursal recientemente abierta. Mientras paseaban por la ciudad, Varina recibio una llamada de su tia. Penso que queria preguntarle como iba todo y no se equivocaba pero luego supo que habia otra razon. --Tu padre te envio una carta, Varina. Quisiera que la leyeras, realmente se me parte el alma... --dijo y su voz se quebro. --?Mi padre?--Varina tuvo un mal presentimiento. --Si, el necesita verte con urgencia. Esta enfermo y teme que no le quede mucho tiempo. --?Que tiene? --Creo que tiene cancer pero no dio detalles. Solo que debe operarse de urgencia en unas semanas y antes quiere verte. Necesita hablar contigo, que lo perdones. Se que tu le guardas rencor pero te ruego que vayas a verle. Te hara bien. Por favor. El quiso acercarse si, pero yo me negue porque tenia miedo... tu eras mi nina y queria lo mejor para ti y el era un bohemio, bebia, fumaba y pense que no sabria criarte. Varina se dejo caer en un sillon. --?Entonces lo que mi padre dijo era verdad, tu no querias que me viera? Varina ya lo sabia pero queria saber por que lo habia hecho. --No... no queria--le confeso tia Giuliana--Tu sabes la historia, el no se porto bien con mi hermana y a ti de chiquita y yo lo odiaba. Siempre lo odie y cuando fue a buscarte tuve miedo de que te llevara a Francia y nunca mas pudiera verte. --Si, eso pense... entiendo lo que dices pero no tenias derecho tia, yo queria ver a mi padre. No tenias que alejarlo asi y dejar que creyera que era un malvado. Tu solo me ensenaste a odiarlo por haberme abandonado y ahora que se esta muriendo te sientes culpable. Y yo me pregunto cuantos secretos horribles escondes sobre eso. --Varina no, por favor, no digas eso. Lo hice por tu bien, ?que vida habrias tenido en Paris? El vivia para su arte, para beber, habrias terminado embarazada a los quince anos viviendo con algun pintor mediocre o algo peor--estallo su tia. --Bueno, eso es lo que tu imaginas. En realidad no lo sabes porque nunca paso y ademas, yo me habria quedado viviendo contigo tia Giuliana, pero tambien necesitaba ver a mi padre de vez en cuando no que le cerraras la puerta en la cara y me apartaras de el y luego me hicieras creer que nunca le importe un rabano. Varina lloro, no pudo evitarlo y Valenti se acerco furioso y le dijo a su tia por telefono que no era justo que hiciera eso. --Su sobrina esta embarazada y no puede estresarse, debio esperar para esto o hablar conmigo primero. --Lo siento mucho Lucio, de veras pero esa carta... el padre de Varina esta muy enfermo y quiere verla. Tenia que decirle. --Esta bien, entiendo... no es una situacion sencilla. Por favor, envieme la direccion por mensaje para ir a visitar a su padre. No se si Varina querra ir pero estamos a un paso de Paris. --Esta bien, si lo hare. Disculpa Valenti, no quise angustiar a Varina pero todo fue tan inesperado y cuando vi esa carta mori de angustia. Valenti penso que parecia un desproposito. Primero su primo loco habia estado acechando a su esposa y ahora el padre de Varina enviando un S.O. S desde Paris. Todo conspiraba contra su tranquilidad, demonios, parecia que queria sabotear su pequena luna de miel. Varina quedo muy afectada y el furioso por esa llamada tan inoportuna. --Escucha preciosa, no tienes que decidir nada ahora, no es el momento. Olvida lo que te dijo tu tia, ?si? --Pero ?como crees que me siento? Me llama para decirme que era verdad, que mi padre me busco y ella lo nego, dijo que nunca se preocupo por verme ni nada. --Bueno, pero no es tu culpa. --Me han mentido, siempre me han mentido para que no viera a mi padre, no querian que viajara a Paris, quisieron convencerme de que no fuera. --Y tu padre pudo insistir. --El esta muy enfermo Valenti, me necesita. No puedo ignorar ese llamado. --Varina, ten calma ?si? Tranquilizate. Si quieres te llevo a ver a tu padre manana pero no pienses tanto en esto, ni dejes que te afecte. Y creo que no seria buena idea que te enfrentaras ahora con esto. --Tengo que hacerlo, no puedo esperar, si esta grave y quiere verme, debo ir. La cara de Valenti era un cuadro. Estaba furioso. Sus familiares parecian confabulados para arruinar su segunda luna de miel. El taller Varina entro en la casa de su padre en Sacre Coeur al dia siguiente, temprano en la manana, el la esperaba y nada mas entrar en la casa vio el retrato de una nina rubia descalza y se emociono. Diablos, era ella cuando tenia dos o tres anos, con rulos y cintas rojas, caminando por la casa en la que nacio con una muneca de trapo bien sujeta del brazo mientras miraba al pintor con cara de sorpresa. Su padre la habia pintado y parecia estar viva y atrapada en algun recuerdo de infancia. --?Eres tu, preciosa?--pregunto Valenti al ver ese cuadro mural. Ella sonrio y asintio despacio. Su esposo sonrio. --Mi amor... Pareces una de esas ninas antiguas de comienzo de siglo-- senalo mientras se acercaba para verlo mas de cerca--Que hermoso retrato, deberiamos tenerlo cuando compre una casa de fin de semana, preciosa. Estaba lleno de retratos y Valenti dijo que tal vez podria convencer a su padre de que le obsequiara uno. Etienne Dumont, el pintor y padre de Varina aparecio de pronto en el umbral y sonrio emocionado al ver a su hija. No podia creer que estuviera alli, su anterior encuentro habia sido tan triste. --Varina... Gracias por venir, pense que... Se abrazaron y luego Varina le pregunto como estaba. --Estoy bien. Un poco cansado pero... no queria dejar pasar el tiempo. Necesito hablar contigo con calma, decirte lo que paso. Porque no quiero irme con este peso en el corazon.

  • El profesor de baile de la senorita Seymour (Minstrel Valley 2) de Eleanor Rigby

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  • Ya no se quien eres de Ali Knight

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    La noche en que su marido llega a casa, borracho y cubierto de sangre, la vida perfecta de Kate Forman cambiara para siempre.

  • No eres mi dueno (El Club 5) de Nina Klein

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    No eres mi dueno es la quinta parte de la serie "El Club".

  • Historias extranas de Japon, Ana Traves de Ana Traves

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    Desde tiempos antiquisimos, los monstruos y seres sobrenaturales han formado parte del folklore y la supersticion de todas las culturas de nuestro planeta. En la mayoria de los casos, estas criaturas se han ido transformando de generacion en generacion, pasando de ser verdaderamente temidas a simplemente leyendas bonitas y curiosas de recordar. La legendaria cultura nipona no iba a ser menos, contando con una gran variedad de criaturas mitologicas. Algunos de estos seres son terrorificos y, ademas de asustar, buscan danar a los humanos. Otros son representados como criaturas encantadoras, amables y guardianes de la naturaleza. Es a estos seres a los que dedico estas historias.

  • Te quiero, baby (HQN), Isabel Keats de Isabel Keats

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  • Frio y calor (Los secretos de Boira no 2), Gina Peral de Gina Peral

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  • El arbol de las botellas de Joe R. Lansdale

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    Bajo el sol implacable de Texas, hay que mantener la cabeza ocupada para no perderla. Es el mes de julio y Hap Collins -blanco y exconvicto por negarse a combatir en Vietnam- trabaja sin descanso en los campos, fantaseando con mujeres ardientes y un buen te helado. Menos mal que su inseparable amigo Leonard Pine -veterano de esa misma guerra, negro y gay- viene a pedirle ayuda para limpiar la propiedad de su demenciado tio Chester, quien al final de su vida parecio haberse olvidado de todo, incluso del arcon metalico lleno de huesos enterrado bajo su propia casa… Lo que si recordo hasta el ultimo dia es por que planto en mitad del jardin ese inquietante poste engalanado con cascos de vidrio, <>: para protegerse de la magia negra.
    Hap y Leonard revientan una vez mas la escena del thriller con su explosiva y genuina combinacion de violencia, suspense y humor vitriolico. Noir gamberro y salvaje al mas puro estilo de Texas.

  • Beauty Too (2a parte) de Susana Rubio Girona

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    Eran las siete menos diez de la manana y estaba en el portal, preparadisima para nuestra escapada a Sort. Mire mi maleta rosa fucsia y automaticamente pense en Javi. El me la habia regalado al principio de nuestra relacion y con ella hice varios viajes; Berlin, Roma, Praga y ?alguno mas? Si, claro, salidas varias por nuestra hermosa tierra. Habiamos ido a la Rioja, Pais Vasco, Madrid... Me faltaba Paris, era mi viaje pendiente. Desde que lo habia dejado con el, no habia ido a ninguna parte y pense que era hora de cambiar aquello. Quizas despues de Navidades podria irme unos dias por ahi... ?pero sola? Jamas lo habia hecho... y no sabia si me sentiria comoda. Podia proponerselo a alguien... -- Buenos dias -- Sebas me devolvio a la realidad con su voz grave. Le di un repaso rapido: vaqueros y sudadera gris. El pelo medio largo alborotado y sus ojos increibles puestos en mi. Que guapo era el maldito. -- Buenos dias -- respondi apartando mi vista y mirando hacia la carretera para ver si venia Marco y no alargaba demasiado aquella incomoda situacion. Estuvimos en silencio, como dos autenticos desconocidos. Pense en que era una lastima estar asi con el justo ese fin de semana pero o era eso o acabaria en su cama. Sebas tenia razon en decir que debia aclarar mis pensamientos y queria ser justa y madura. No podia ir dejandome llevar por ellos y justificarme a mi misma con ideas vagas sin sentido. -- ?Que tal tu semana? -- rompio el hielo y me sorprendio. -- Bien, trabajando... -- ?Alguna novedad? -- le mire a los ojos y vi que lo decia intencionadamente. ?Hasta donde debia ser clara con el? El lo era mucho, no se cortaba cuando me explicaba segun que cosas. ?Por que yo no podia hacer lo mismo? -- Lucas quiere dejar a su mujer, aunque va a esperar para decirselo. Asi que no digas nada. Apreto sus dientes y alzo una ceja asintiendo con la cabeza varias veces. -- Asi pues, la cosa va en serio. -- No es por mi -- nada mas decirlo me sono idiota el argumento. -- Sera por mi, entonces -- dijo con una notable ironia y me entraron ganas de reir pero me aguante las ganas. -- Sebas te lo he dicho porque no quiero malos entendidos. Lo sabes, igual que yo, y punto. -- ?no pedia siempre sinceridad? Dos tazas. -- Muy bien. ?Y ese punto que significa? -- Que todo sigue igual -- le dije, tranquilamente. Me miro pensativo. -- ?Vamos a tener que retarnos en duelo? Lo mire sin poder no sonreir. Menuda tonteria... -- Lo digo para ir preparando las pistolas. Al final no sabia si reir o mandarlo a paseo y opte por lo primero. Sebas tambien medio sonrio y me gusto que lo hiciera, estar tan serio no le pegaba nada. Su preciosa sonrisa era un rasgo muy caracteristico en el y algo que me dejaba a menudo embobada... -- ?Bea? -- Su voz me saco de ese estado catatonico. Afortunadamente llegaron en ese momento Marco y los demas en un BMW enorme y nuevecito. Me sente al lado de Ari y empezo la chachara nerviosa por el viaje a Sort. Paramos a medio camino para hacer un cafe y cambiar de conductor. Sebas se ofrecio y de ese modo pude ir observando su pose y sus gestos al conducir. Aproveche para analizar sus rasgos y recrearme recordando las veces que me habia besado y las cuatro ocasiones que habiamos estado piel con piel. La primera en mi cocina fue puro sexo, sin mas adornos. Aunque sexo del bueno, tenia que reconocer que era un figura en el arte amatorio. No hubo tiempo ni de ir a la cama, fue un pillo aqui te mato pero de diez. Uno de aquellos polvos que recordaria toda mi vida por sexual y morboso. La segunda en el parking... me provocaba verguenza todavia; me veia apoyada en su coche, con el vestido subido y el empujando. Me gusto claro, pero fue algo que no repetiria, creo... De la tercera habian transcurrido pocos dias... Buf, en su cama, y me habia hecho el amor, el mismo lo habia verbalizado de ese modo. Cada vez lo tenia mas claro: yo sentia algo por el. Me mordi el labio al recordarlo. Mi ropa cayendo despacio a mis pies, el olor a sexo en su habitacion, piel con piel... todavia oia sus gemidos. Y la cuarta fue en su cocina, en la silla, y fue solo sexo, si, pero un sexo complice y lleno de confianza. Como cuando tienes pareja y lo haces en plan salvaje, sabiendo que hay un trasfondo en todo aquello. -- Bea, hemos llegado -- me dijo Ari dandome un codazo -- Deja de babear -- murmuro sonriente. -- Muy graciosa -- le dije saliendo del coche. El paisaje habia ido cambiando continuamente y ahora estabamos en medio de la naturaleza, repleta de arboles, de nieve y frente a una casa de madera bastante grande y con un tejado de pizarra. La casa estaba rodeada de montanas junto al pueblecito de casas de piedras. Eran casi las diez y media de la manana, y un senor nos esperaba para entregarnos las llaves. Le saludamos amablemente, nos dio algunas indicaciones y nos despedimos con ganas de entrar. Su interior no nos decepciono; el suelo, las vigas, todo era rustico y acogedor. Fuimos recorriendo las estancias y Martina y yo dejamos nuestras cosas en nuestro correspondiente armario. Lo hicimos con rapidez porque la idea era subir a pistas cuanto antes. Nos cambiamos de ropa y Marco y Sebas prepararon su material. Eran los unicos que esquiaban asiduamente y que tenian su propio equipo. Seguidamente subimos a Port-Aine, nos sacamos los forfait y alquilamos el material necesario. Alejandro y yo, que eramos los que no sabiamos esquiar, decidimos compartir un monitor. Sebas se habia ofrecido dias atras pero no me habia dicho nada mas ni yo hubiera querido tenerlo de profesor. Con todo, tocamos nieve ya bien tarde, eran poco mas de las doce y quedamos que a las dos bajariamos a la cafeteria para picar algo. El monitor que nos toco era como todos; muy moreno, con la marca de las gafas en su cara, de ojos azules y muy joven. ?Tendria los veinte? Era guapillo si, pero un crio, claro. -- ?Tendra la ESO? -- le pregunte a Alejandro chismorreando mientras le seguiamos hacia la zona de los aprendices. -- Se ve joven, ?no? -- ?Nos fiamos? -- nos reimos y el muchacho no dijo nada. Se llamaba Francisco y juro que a los dos minutos empece a llamarle "Franco", la madre que lo pario al enano. Menuda mala leche gastaba y de bromas ni una. Serio como un garrote. Eso si, despues de dos horas duras de batallon con el, Alejandro y yo empezamos a deslizarnos y a defendernos entre la gente en las pistas verdes y azules, lo que era ya un gran logro para nosotros. Al despedirnos de el, le dimos las gracias. -- Por cierto Bea -- le sonrei -- Tengo la ESO. Nos reimos los tres a carcajada limpia aunque yo me puse roja como un tomate, era algo tan comun en mi que incluso a veces ya no le daba importancia. -- Perdona Franc -- le dije aun riendo. -- Te perdono si me invitas a un cafe mas tarde. -- Sus ojos de nino se clavaron en los mios y le sonrei amablemente. Ostras, con la juventud, como subia... -- Gracias pero es que voy con amigos, ya sabes. -- Anda, vamos -- me echo una mano Alejandro -- Ahi vienen los profesionales. En aquel par de horas, no nos habiamos visto porque ellos habian ido por pistas mas complicadas, las rojas y las negras. Los cuatro sabian esquiar de sobras y venian muy sonrientes. -- Mira que ligarte al monitor Bea -- me dijo Alejandro bromeando -- Infanticida. Nos reimos los dos abiertamente. Sebas y yo nos miramos unos segundos largos. Estaba para comerselo; con aquello ropa, con la chaqueta medio abierta, las gafas en ese pelo revuelto, y con las mejillas rojas por el frio. Uf, era como un poster de esos tios buenos que habia en las revistas y lo tenia delante, era real y no podia tocarlo. ?O si? Fuimos a la cafeteria, andando con los pies molidos. Aquello era peor que llevar unas Manolo Blahnik de medio metro, lo juro. Que dolor en mis deditos. Nos cambiamos aquellas endiabladas botas por unas de nieve y nos sentamos en la mesa, satisfechos y cansados. La comida fue igual de amena que el viaje, hablando de todo y de nada, y con alguna que otra mirada entre Sebas y yo. Era imposible no hacerlo, me gustaba jolines, me gustaba mucho y lo tenia frente a mi.

  • La isla de ambar de Ana Olivia Fiol

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    Victoria es una pelirroja sofisticada e independiente que trabaja como traductora freelance y monitora de spinning. Se siente libre, feliz y disfruta de tener un control total sobre su vida hasta que, en la zona vip de la discoteca mas top de Ibiza, se cruza con Alejandro, un atractivo empresario de la noche por el que se siente poderosamente atraida. Pronto descubre que, ademas de su magnetismo, Alejandro tiene ciertas facetas ocultas que empujaran a Victoria a un juego de mentiras, sexo y estrategias, en el que tendra que encajar muchas piezas para descubrir quien es el realmente.

  • Filosofia en 11 frases de Dario Sztajnszrajber

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    Solo se que no se nada. Pienso, luego existo. Todo lo solido se desvanece en el aire. Dios ha muerto. Por medio de frases como esas, disparadores que estimulan el pensamiento, Dario Sztajnszrajber se propone sacar a la filosofia de los formatos que la hacen excluyente. Al hacerlo nos lleva a una conversacion alucinada y alucinante con once ideas clasicas, tan pequenas como para caber en un tuit y a la vez tan interminables como las busquedas existenciales.
    Incomodo y complejo como su materia misma, este libro inclasificable -es ensayo filosofico, y es tambien novela- consagra a su autor como un explorador impertinente. Sztajnszrajber puede explicar y a la vez contradecir a filosofos como Aristoteles, Descartes, Marx, Nietzsche o Foucault e invitarnos a perdernos en la riqueza de sus ideas. Su historia comienza con un hombre que escapa y, al descender a un subte porteno, se encuentra azarosamente con un crimen del poder. Entre las huellas reconocibles de una republica precaria, la trama mezcla la sangre y el amor, la historia y la esperanza, la represion estatal y la resistencia ciudadana.
    En Filosofia en 11 frases, su primer libro con Paidos, Sztajnszrajber lleva la filosofia a los lectores que quieren pensar sin ser subestimados. Y los desafia, socraticamente, con una conviccion: todos podemos hacer filosofia aunque no lo sepamos.

  • El apostol de la muerte (Susurros 2) de Gema Tacon

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    Cuando la vida de Kate Warne no podia ser mas soporifera, regresan los fantasmas del pasado removiendo sentimientos que ya creia extintos.Dos casos que nada tienen que ver surgen de pronto, convirtiendo su mundo en un autentico caos. Joseph es el unico que la mantiene atada a la realidad, pero incluso el puede llegar a dudar.

  • Somos lo que nos contamos de Oscar Vilarroya

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    Somos una especie narrativa: en vez de Homo sapiens deberiamos hablar de Homo narrator.

  • Las cuatro estaciones del amor de Gregoire Delacourt

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    Cuatro parejas, cuatro etapas distintas de la vida. La misma cancion de amor.

  • Pelillos Al Cafe de Goya Red Summer

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    Todo empezo cuando rasure la barba de mi abuelo. No le corte ni una sola vez. Jamas me hubiese perdonado que manchara de sangre su camisa nueva. Nada de lo que te cuente tiene importancia si decir que mi abuela acababa de morir. Ibamos a su funeral. Las palabras de mi abuelo fueron: No voy a despedirme de mi senora con estas pintas de hippie desarrapado. Por supuesto que no, abuelo. Le deje hecho un pincel. Me opuse, claro que me opuse. Mientras el resto de la familia se vestia como se supone que te debes vestir en ocasiones como estas, yo estaba sentada frente a un taco de folios blancos. Ahi me quede, a la espera de que en un momento de derrota y despedida, las palabras brotaran de mis tripas, recorrieran cada una de mis venas y los dedos las tradujeran a ritmo moderado un particular adios. No voy a enganarte, queria arrancar las lagrimas de mi familia, demostrar que bajo la fachada sobria en la que se enfrascaban a diario, habia algo de humanidad en ellos. Pero nada de eso paso. Me quede en silencio en mi cuarto, vi el amanecer, me di una ducha, me tome un cafe mirando viejos albumes, repase notas que tenia en viejos cuadernos cubiertos de polvo en las estanterias de arriba y retome el blanco de las hojas vacias de nuevo. Eche a llorar. Cuando se me secaron las mejillas sali al pasillo y mi abuelo me tendio la emboscada mas grande de su vida. Llevaba la camisa desabrochada, una camiseta de algodon ridiculamente estrecha por debajo y el pelo revuelto. --He engordado un poco --me dijo con cara de asombro--. Ayudame, Gaia, por favor. --!Todavia asi! Mama te mata. Mi madre era, y es, un ser complicado. Coge la primera revista de moda que encuentres. Mira la contraportada. Asi es mi madre. Altiva, engreida, petulante. Bueno, la clase de madre que no quiere una hija como yo, pero si unos hijos como mis hermanos. Que orgullosa estaba de ellos. Luca y Leon, valientes megalomanos. Dos anos mas pequenos que yo pero con el mismo ego que un octogenario que haya superado once operaciones a corazon abierto. Iban por la vida con la intencion de aparentar que lo sabian todo, pero nada mas lejos de la realidad. De los dos, Leon era el mas espabilado y, sin saber a dia de hoy si tiene algo que ver o no, peor persona. Luca era corto. No bobalicon o inocente, no: corto. Joder, los tres nos habiamos tragado todo el cine italiano del siglo XX, habiamos leido a Nietzsche, a Schopenhauer, a Maquiavelo y montamos lo suficiente a caballo de pequenos para tener conciencia de disciplina. No parecia tonto despues de haber hecho todo eso, pero un dia me dijo que era mucha casualidad que el agua se congelase a cero grados centigrados e hirviera a los cien. Leon le dio con el codo en las costillas sin decirle nada. Yo puse los ojos en blanco. --Tu madre esta en la peluqueria --se justifico mi abuelo. --Y tu deberias haber ido con ella --pense en alto mirandole el pelo. Dio media vuelta y se metio en su cuarto. Se lamio la mano y trato de peinarse el remolino que se le formaba en la frente. Con el gris oscuro de sus canas perecia un huracan furioso. Furioso porque su sirena se habia ido, furiosos porque no la volveria a ver en mucho tiempo, furioso porque aun no la habia llorado todo lo que tenia que llorarle. --No voy a despedirme de mi senora con estas pintas de hippie desarrapado --como os dije, dijo--. Ven. Mi abuelo era, y es, peculiar. En el pecho llevaba el tatuaje de una virgen que se hizo, naturalmente, antes de conocer a mi abuela y sentar la cabeza. Aun asi siempre juro que era ella a la que llevaba retratada, y lo decia tan convencido, que el tatuaje lo disfrazamos de premonicion y destino para justificar que decia la verdad. Tenia un tono azulado que se confundia sus las venas de pecho palido y angosto. Formaban parte el uno del otro, siempre lo pense asi. Le segui. Lo hice porque no sabia, ni se me paso por la mente, lo que me pediria. --Me gusta la raya al lado. Y no me quites las patillas, me hacen mas esbelto -dijo estirando el cuello mientras observaba su perfil en el espejo --?Lo ves? Si la abuela estuviese aqui te pagaria porque me las quitaras. Nunca quiso que fuese muy guapo, por si me robaban, ?sabes como te digo? Juntos hasta la muerte --susurro con la mano en el pecho. Grave y arenosa, asi sono su voz. Tan convencido como de que mi abuela estaba en el dibujo de su pecho como de que yo podria ayudarle. --Claro. Pero, ?quieres que te corte y todo? --Por favor, no. --Si. El pelo crece, la vida acaba. Fui a buscar las tijeras buenas al bano de mi madre. Olia a una mezcla pomposa y desagradable de los mejores perfumes de mis hermanos. Cedro y sandalo. Violeta y mimosa. Se habian banado en esencias extravagantes para enfundarse en prendas oscuras, nuevas y almidonadas. Apostaria mi mano derecha a que ensayaron el apreton de manos que darian a los asistentes en la iglesia. Eran unos capullos. Tengo que ser adoptada, seguro. Apoyado en la jamba, Luca me hablo: --?Sabe mama que le estas cogiendo las tijeras? --Si, le he llamado para pedirle permiso --dije. Cuando hablo con ellos de verdad espero que me entiendan, pero no suelen hacerlo a menudo. Evidentemente, no la habia llamado. La ironia y Luca aun no tenian el placer de conocerse. --Bien --como si mi hermano pequeno fuese mi instructor en la vida--. ?Quieres estar guapa para Abigail? --No puede venir. --?Y eso? --pregunto llevandose las manos a los bolsillos. --Tiene trabajo --dije. Respire hondo --Mira, Luca, de verdad. No me apetece darte explicaciones de nada. Abbie trabajaba tanto que, si ganase el minimo por hora establecido por la ley, tendria un par de casas a su nombre y tres coches en la puerta. Sin embargo, Abbie y yo viviamos en un sexto sin ascensor, minusculo y tendiamos la ropa en radiadores electricos. Su jefe era un tirano. Leon algun dia seria como el. --Es tu amiga, deberia venir a algo como esto --para mi sorpresa, coincidia con lo que intentaba decirme. --Es mi novia, no mi amiga. Pero, si, deberia venir. No se, Luca. Es el menor de mis problemas ahora mismo. La abuela ha muerto, todo lo demas me da un poco igual, la verdad. Luca se fue con una sonrisa ironica en la cara. Cuando se reia le florecia un maldito hoyuelo en su mejilla. Los gemelos no eran de reirse a carcajadas, pero siempre llevaban una sonrisa picarona que habian mejorado con el paso del tiempo y el hoyuelo les delataba. Era imperceptible para el resto de la especie. Para mi sus intenciones se hacian evidentes bajo esa marca. Abbie no fue bienvenida nunca. Hoy tampoco. Aun asi esa falsa modestia heredada de mi madre les hacia parecer encantadores. Nada mas lejos de la realidad, eran unos capullos, sobre todo Leon. Cuando llegue al cuarto de invitados, mi abuelo ya se habia colocado una toalla sobre los hombros. La habia anudado torpemente y se habia dejado un hueco considerable entre el cuello y la espalda. Hasta la crin mas gruesa de caballo entraria por ahi. Trate de colocarselo mejor sin hacerle parecer un desastre. Sonrio. --A tu abuela le va a encantar. --Estoy segura de que si. Una taza de agua basto. Fui metiendo la yema de los dedos en ella y dejando caer las gotas en su cabeza. Una de ellas resbalo por la frente se mi abuelo hasta su nariz. La respiracion pausada pero profunda la hizo desaparecer. Se descompuso con la exhalacion de mi abuelo y seguramente cayeron centenas de micro esferas a su regazo. Una explosion de moleculas. Le moje el pelo. El agua estaba tibia y oscurecia aun mas las canas de mi abuelo. La raya al lado, como el me pidio. Hasta ahora no me habia dado cuenta de lo gratificante que era cortar el pelo a alguien. Era como deshacerse del pasado para siempre. Todo lo contrario al apego; cortar, retirar, barrer. Era liberarse. Mi abuelo tuvo muchos demonios en su vida y yo los estaba mutilando. No le recuerdo fuera de casa hasta este dia. Por foto le habia visto hasta bailar, pero mi abuela enfermo antes de que yo naciera y, segun me contaron, desde entonces que el no bailaba. Cuando mi abuela salio del hospital para marchitarse poco a poco en su propia casa, mi abuelo agarro del reposabrazos una de las butacas de su salon. A pulso. Solo. Retiro su mesilla de noche y coloco el que seria su nuevo asiento favorito. Cuando se cansaba de estar sentado, daba paseos por el cuarto o se tumbaba boca abajo en los pies de la cama. Era enorme, mi abuela no llegaba con los pies al final del colchon. A veces se quedaba dormido ahi, como un gato. Custodiaba los suenos de mi abuela. Paso asi treinta de sus setenta y nueve anos. --Te voy a peinar ya, ?vale? --Espera --me dijo--. Busca en mi bolsa el neceser y traemelo. Es azul. Un neceser azul. --?Este? --Si, ese. El azul, el azul. Trae. La maleta de mi abuelo era un escaparate variopinto. Debajo de sus camisas y sus pantalones de pinzas, tenia una decena de libros antiquisimos, una brujula y un mapa de carretera descolorido. Yo suponia que se quedaria bastante tiempo en casa de mi madre, despues de todo ocupar de nuevo ese sillon en una habitacion vacia no seria el hogar que hubiese deseado para el, pero la casa no era tan grande como para usar brujula. Ah, abuelo, que magicos estos artilugios tuyos. Abrio el neceser y saco una brocha, un frasco y una cuchilla. --?Me afeitas? Sobre todo el cuello y la nuca, que eso ya solo no puedo. !Ah! Y cuidado con el bigote --me dijo el adorable caradura. --No voy a afeitarte. No. --?Crees que te lo pediria si pudiera hacerlo yo? Vamos... Soy un viejo que ya no vale para nada --esas palabras no se las creia ni el. Era un chantaje en toda regla al que acabaria cediendo. --No. Lo hice. Por supuesto que lo hice. Mi abuelo tenia una piel agrietada. No, no es esa la palabra. No eran grietas, eran rias. Lo se porque cuando rasuraba su cuello le broto una lagrima que recorrio su mejilla por un canal que antes yacia seco. El mar eran sus ojos, salados, llenos de despedida y de recuerdos. Como brillaban; tanto como la cuchilla que acariciaba su cara descabezando el trigo plateado que emergia de el. Era un hombre gris, mi abuelo. Ese dia lo era. Sin ella que matices le esperaban. --Bien al ras, Gaia. No quiero nada de ayer en mi. No le deje nada de ayer en el. Supongo que en la ducha froto hasta hacerse dano en la piel porque no soportaba el terrible peso de una sola fibra que llevase el nombre de mi abuela. Cuando acabe no dijo nada. El se miro al espejo, irreconocible. Tanteo sus patillas, encendio el grifo y se echo agua fresca en la cara. Se seco con la toalla de sus hombros, la sacudio y la dejo perfectamente doblada encima del lavabo. Hasta la cena familiar de esa noche, no hablo. --!Por la abuela! --dijo levantando su copa e incorporandose torpemente mientras recolocaba su cinturon. Yo, por supuesto, agarre mi copa y observe que nadie mas lo hacia. En un acto de solidaridad, me levante. Ahi estabamos, uno frente al otro, tratando de arrancar a esa panda de insensibles un acto de conmemoracion y respeto. Y de amor, sobre todo de amor. --Por la abuela --mire a mis hermanos furiosa. --Por la abuela --susurro Luca levantandose. Leon se le quedo mirando con un codo por encima del respaldo de su silla. Mi madre se froto las manos y suspiro mientras cogia su copa y la alzaba. --Por mama --dijo. --Levantate, Leon --le ordeno. Cuando mis hermanos nacieron yo ya tenia cinco anos y habia disfrutado algo mas de la abuela. Ellos, sin embargo, el recuerdo mas lejano que tienen es de cuando ya no podia levantarse y se orinaba encima. El beso de saludo y el beso de despedida se les obligo siempre, pero mientras yo ya empezaba a tener conciencia de las cosas y me quedaba leyendo a su lado, ellos correteaban por el pasillo y la terraza sin acercarse mucho a su cuarto. Mi madre se llevaba a mi abuelo a la terraza, en parte para vigilar a los gemelos y para hablar de asuntos de mayores, como a mi me decian, sin que la abuela se enterase. --Gaia, ve a jugar. Debe hacer un dia maravilloso. Que te de el sol en ese pelo de fuego que tienes. --No abuela. Ya me da el sol todos los dias --le decia peinando los rizos que inundaban mi cara. Leon se levanto de mala gana, se fue a la licorera del comedor y se sirvio un whisky sin hielo. Le dio un par de vueltas en el vaso antes de aproximarse a la mesa y levantar su vaso algo mas alto que los del resto. --Por ella, la senora que nos ha dejado pelados --bebio de un trago el whisky mientras los demas bajabamos las copas. --!Leon! !Controla lo que dices! --grito mi madre. --Deja de beber. !Luca! Quitale la copa a tu hermano. --Eres un capullo borracho --le dije mientras salia en busca de mi abuelo que habia salido del comedor tras escucharle. --!Borracho como papa! !Egoista como la abuela! Pero mas honrado que tu, hermanita. A mi no me mantiene mi novia. Por cierto, ?donde esta Abbie? --grito dando pasos torpes por todo el comedor. --Te has pasando --le dijo Luca sentado en su silla. --!Oh, callate, lelo! --le contesto. Cuando encontre al abuelo tras zigzaguear por toda la casa, ya se habia puesto un abrigo y llevaba una maleta consigo. Le agarre del hombro y al darse la vuelta vi que lloraba. De sus mares cayeron todas las rias del continente. Lo abrace, el metio la cabeza entre mi cuello y mi hombro y sollozo tres veces hasta que un grito de mi madre llamandole le recompuso. --Antes de que venga tu madre, toma --me dio un sobre. --Esto es tuyo y solo tuyo, ya lo he arreglado. No le digas nada a tu madre ni a tus hermanos. --Abuelo --le dije confusa mirando el sobre y su maleta. --No hace falta que vuelvas a casa, esta es tu casa ahora. --Gaia, yo no he dicho que me vaya a casa. Se fue misterioso por la puerta de la cocina. Cuando mi madre llego yo estaba sola con la mirada perdida en direccion al picaporte que acababa de resonar el cierre. La ignore completamente. --Gaia, mirame. No tenia nada que hablar con ella ni con nadie. Recogi mi bolso y me fui a casa. La noche estaba despejada, la ciudad tranquila y mi curiosidad aflorando a cada paso que daba.

  • Gladius Crasso de Javier Parham

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    Ano 60 D.C. . La vida transcurria sin sobresaltos en el reino de Anfipolis , antigua Macedonia , gobernado en ese entonces por la reina Briceidas de Tasos y su esposo , el rey Hipolito ” El Justo ” .Anfipolis , asi como toda Macedonia , era una provincia mas del vasto y poderoso imperio romano que gobernaba casi todo el mundo conocido de entonces , el emperador Neron estaba en el poder en Roma , el cual ejercia con mano ferrea y cruel en todo su imperio .Neron habria nombrado gobernador de Macedonia al heroe romano , general de mil batallas y condecorado hijo predilecto de Roma , el general Cayo Marius Agripa , este mantiene una buena relacion con la reina Briceidas y logra sostener a sus subditos macedonios en relativa paz , pagando sus tributos como Roma exigia .Pero esta paz no seria duradera , por razones oscuras no muy bien conocidas la guerra estalla de repente entre Roma y el reino de Anfipolis , el poderoso ejercito romano comandado por el general Marius aplasta la sublevacion macedonia sin problemas , destruyendo el palacio y ejecutando a la familia real .

  • El Plan C de Anna Polux

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    Sandie Davies y Elizabeth Cooper trabajan juntas en una revista para mujeres lesbianas y bisexuales y, a pesar de que

  • No te fies de un bandido de Bel Frances

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    La confianza, a veces, es fruto de la desesperacion.
    En el otono de 1813, la derrota de las tropas de Napoleon Bonaparte es inminente, y con ella, su caida del trono de Francia.
    La condesa de Mirecourt vive alejada de su familia en la corte del Emperador. Frecuenta los bailes, participa de la vida social de la aristocracia y hasta se codea con la emperatriz Maria Luisa, quien le tiene un sincero afecto. Sin embargo, la crisis politica que se avecina le hace comprender que es imperioso reunir a su familia. Inicia, entonces, un arriesgado viaje para lograrlo; un viaje que la llevara desde Paris hasta los Estados Unidos de America.
    Jacques Bonnier, un bandido irredento y mujeriego, se cruza en el camino de la Condesa y, deslumbrado por su belleza, aplaza la posibilidad de asaltarla para acompanarla en su travesia.
    Ella, aun a sabiendas de quien es Jacques, necesitara contar con su ayuda y se encomendara a su coraje para llegar a destino. Entre la confianza y la desconfianza, atravesaran el oceano y deberan enfrentar las peripecias de una aventura que los unira para siempre de un modo impensado

  • La seleccion de Kiera Cass

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    Cuando llego la carta, mi madre se puso euforica. Ya habia decidido que todos nuestros problemas se habian solucionado, que habian desaparecido para siempre. Pero su plan tenia un gran problema: yo. No creo que fuera una hija particularmente desobediente, pero ahi fue donde dije basta. No queria pertenecer a la realeza. Y no queria ser de los Unos. No queria ni siquiera <>. Me escondi en mi habitacion, el unico lugar donde no llegaba el parloteo que llenaba la casa, para pensar en algo que pudiera convencerla. De momento, tenia toda una serie de opiniones claramente formadas..., pero estaba segura de que no escucharia nada de lo que alegara. No podia seguir dandole esquinazo mucho mas tiempo. Se acercaba la hora de la cena y, al ser la mayor de los hermanos que seguiamos en la casa, me tocaba a mi ocuparme de la cocina. Me levante de la cama y decidi enfrentarme al enemigo. Mama me lanzo una mirada, pero no dijo nada. Ejecutamos una danza silenciosa por toda la cocina y el comedor mientras preparabamos pollo, pasta y unas rodajas de manzana, y poniamos la mesa para cinco. Si levantaba la vista de lo que estaba haciendo, ella me lanzaba una mirada furiosa, como si asi pudiera avergonzarme y hacerme desear las cosas que ella queria. Era algo que hacia a menudo, como cuando me negaba a aceptar un trabajo en particular porque sabia que la familia que nos acogia se mostraba innecesariamente maleducada; o cuando queria que yo hiciera una limpieza a fondo porque no podiamos permitirnos pagar a un Seis para que se ocupara de ello. A veces le funcionaba. A veces no. Y en esta ocasion no tenia ninguna oportunidad. Mama no me soportaba cuando me ponia tozuda. Pero aquello lo habia heredado de ella, asi que no tenia por que sorprenderse. De todos modos, en este caso no se trataba solo de mi. Ultimamente ella tambien habia estado tensa. El verano llegaba a su fin, y muy pronto nos enfrentariamos al mal tiempo. Y a las preocupaciones. Mama dejo la jarra de te frio en el centro de la mesa con un golpe de rabia. La boca se me hacia agua al pensar en el te con limon. Pero tendria que esperar; seria un desperdicio tomarme mi vaso ahora y luego tener que beber agua con la comida. --?Tanto te costaria rellenar el formulario? --dijo por fin, incapaz de contenerse ni un momento mas--. La Seleccion podria ser una magnifica oportunidad para ti, para todos nosotros. Solte un sonoro suspiro, convencida de que rellenar aquel formulario seria en realidad una experiencia proxima a la muerte. No era ningun secreto que los rebeldes --las colonias subterraneas que odiaban Illea, nuestro gran y relativamente joven pais-- lanzaban ataques sobre el palacio, violentos y frecuentes. Ya los habiamos visto en accion en Carolina. Habian calcinado la casa de uno de los magistrados, y habian destrozado los coches de unos cuantos Doses. Una vez incluso se habia producido una fuga sonada de una prision, pero, teniendo en cuenta que solo habian liberado a una adolescente embarazada y a un Siete que era padre de nueve hijos, no pude evitar pensar que en aquella ocasion habian hecho bien. No obstante, aparte del peligro potencial, sentia que se me romperia el corazon solo de plantearme participar en la Seleccion. No pude evitar sonreir al pensar en todos los motivos que tenia para quedarme exactamente donde estaba. --Estos ultimos anos, tu padre lo ha pasado muy mal --anadio ella, enfadada --. Si tuvieras la mas minima compasion, pensarias en el.

  • Anna de Nora Alzavar

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  • Gamilia de Nuria Pariente Nogueras

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    Se construyo Gamilia con la colaboracion de todos los paises del mundo, pero con suma cautela, sin alertar a la humanidad, con la antelacion suficiente a la catastrofe que era inevitable; un bunker flotante, de construccion similar a la de un submarino, pero no sumergible, preparado para albergar a 5.479 personas escogidas meticulosamente entre los gobiernos de entonces: lideres, medicos, ingenieros... No se atendio a etnias, razas o clases sociales, las mas de cinco mil personas fueron escogidas para preservar la raza humana con las mejores calidades posibles, Gamilia es un arca de Noe que solo ha salvado a una especie, la humana. Desde la capitania se hacen cumplir las leyes establecidas, aunque es el sabio Consejo quien las dicta. Para ejecutarlas no usan metodos convencionales, sino que anulan el libre albedrio de las personas de manera natural mediante severos traumas. Se trata de un sistema de control humanitario que se tuvo que implantar, y, ante la reduccion considerable de los recursos que mantienen con vida a lo que queda de la raza humana, dicho control se lleva a cabo mediante los ciclos de vida, cambiantes cada quinquenio. Cuando nacemos, nos dejan al cuidado de lo que antiguamente se denominaba progenitores, hoy los denominamos cuidadores en la primera fase. Se podria creer que, pese a las tecnicas de manipulacion mental, el crimen de quitarnos la vida con tan solo treinta anos y la anulacion casi total de nuestro poder y capacidad de decision a la corta edad de quince anos..., el Consejo muestra humanidad permitiendo que pasemos nuestros primeros anos de vida con quien nos ha concebido y traido a este mundo, quienes solo pueden tener un unico hijo o hija por pareja a sus veinticinco anos, y desde luego, no por la fusion del amor. Lejos de la realidad que pueda parecer..., todo tiene un porque, y debe quedar claro que el Consejo es de todo menos sentimental, asi que no, claro que no, en absoluto nos dejan esos primeros e importantes anos de nuestras vidas con ellos para estrechar o forjar lazos y que la transicion a la vida adulta, impuesta por Gamilia, se nos haga mas liviana. El primer cambio de ciclo para nosotros tiene lugar cuando la pareja que nos ha engendrado es llevada a la zona de sueno eterno. La criatura que habian traido al mundo cinco anos atras, entre ellos yo, es entregada a los cuidados y atenciones de otra pareja con veinticinco anos, quienes no tenian permiso para procrear entre si, porque las pruebas geneticas determinaban que un cruce entre ellos traeria un defectuoso al mundo. Asi pues, son meros cuidadores traumatizados porque no pueden tener su propia descendencia, con lo que la empatia de ellos hacia ti disminuye considerablemente, y la tuya hacia ellos otro tanto de lo mismo, ya que la tristeza estara presente en ti el resto de tus dias, pues nos inunda la perdida de lo mas parecido a un padre o madre que vayamos a conocer, y ese... es el principal objetivo enviandolos al sueno eterno. A nuestra corta edad de cinco anos, el trauma nos lo originan no solo obligandonos a presenciar la ejecucion, sino que nosotros mismos... pulsamos el boton que los convierte en polvo sin ningun tipo de anestesia, oimos sus voces, sentimos en las entranas su sufrimiento... Se aseguran de que nuestro pesar sea tan intenso que ni se nos ocurra creer que podemos... amar. Intentas no odiar a la pareja que ahora se ocupa de ti hasta tus diez anos, aunque tampoco pueden esperar que los quieras. Tan solo les agradeces sus cuidados, porque sabes que pasados los proximos cinco anos... volvera a suceder lo mismo... Los ejecutaras en el sueno eterno, asi es que, ?para que cogerle aprecio a nadie? Todos terminaremos en el mismo lugar, convertidos en polvo, y a la misma edad. Al llegar ese segundo ciclo, desprenderte de tus cuidadores no te supone lagrima alguna, pues ya llevas asumido lo que sucedera. Por ello..., tu sentimiento hacia ellos ni roza el carino, aprietas aquel boton que los convertira en ceniza sin expresion en el rostro, ya te has creado una coraza de hierro impenetrable para ese sentimiento danino que es el amor. No, los siguientes cinco anos no estas al cargo de nadie, sino de algo. Se denomina, o mas bien lo denominamos coloquialmente, el horno, un lugar en el que te pasas los proximos anos cociendo a fuego lento, de ahi su hombre coloquial, donde te preparas, entrenas, mentalizas... Ponen a prueba tu intelecto, sacan lo mejor y lo peor de nuestra personalidad, estrujan nuestras cualidades y nos hacen trabajar sobre ellas dia y noche sin descanso, porque necesitan tener claro para que sirves y donde estara tu lugar en la sociedad de Gamilia. En esta fase, la rivalidad se acentua. No sabes que sera de ti con quince anos, pero si tengo que elegir, preferiria no acabar dentro del diez por ciento de candidatos que recibiran clases sobre maternidad y cuidados de la infancia durante otro quinquenio, para luego emparejarme con un desconocido con el que engendrare un bebe o no..., segun lo que las pruebas geneticas determinen, y cuyo bebe terminara asesinandome en el sueno eterno. Es cierto que todos acabaremos alli con la misma edad, pero si solo tengo una vida y solo puedo vivirla durante treinta anos..., mejor si es con un poco mas de accion. Esta noche sera el cambio, pasare por mi tercer y ultimo cambio de ciclo, con lo que conocere mi lugar definitivo a bordo de este coloso. Gamilia se ha convertido en este largo siglo en un lugar hostil, competitivo, donde apremia la supervivencia y el interes personal de que esos cortos treinta anos que viviremos sean de la mejor manera posible, y, para mi, eso se logra luchando por un puesto en la capitania, ya que la otra alternativa seria formar parte de los vigilantes, destinados al control y represion del resto de la humanidad a bordo. Crean soldados sin sentimientos a los que no les tiembla el pulso a la hora de disolver a alguien con las armas de este futuro, las Hamlet: un disparo y eres polvo, tal y como si entraras en la capsula de sueno eterno. Los vigilantes de Gamilia tienen manga ancha para ejecutar sin dar explicaciones, son a la vez soldados, jueces y verdugos. Esta claro..., sobra gente. Me llamo Asia, en honor a uno de los continentes caidos en el holocausto arrasador que enterro a nuestro planeta. Todos los nacidos generacion tras generacion a bordo de este colosal navio tenemos nombres de territorios que antes representaban a la Tierra, que algun dia resucitaremos, y me he convertido en un ser geneticamente perfecto, primero por la seleccion que se realizo en mis progenitores y luego... por los experimentos que me han mejorado, de forma dolorosa e inhumana, y creo estar destinada a cambiarlo todo aqui, dentro de este acorazado flotante que llamamos Gamilia. CAPITULO 1 Mi habitaculo ha sido el mismo, desde que tengo recuerdo. Aqui me crie durante el primer y segundo ciclo, entre estas cuatro paredes he experimentado algun que otro buen momento con la primera pareja de cuidadores, en concreto con la cuidadora madre, pero mi mente no quiere que los recuerde; la estrategia que la capitania emplea para traumatizar a la poblacion... funciona, porque apenas me queda constancia mental de ellos. Cuando elimine a mis progenitores, la segunda pareja de cuidadores ocupo este cubiculo para hacerse cargo de mi. Yo los odiaba solo por el simple hecho de verlos usar las cosas de mis otros cuidadores; cuando presione el boton que los convirtio tambien a ellos en polvo..., este cubiculo me quedo otorgado a mi, y para mayor trauma, lo que les pertenecio a unos y otros... es ahora mio: ropa, enseres, mobiliario... Las paredes de mi departamento son de plomo, con un grosor de un metro, recubiertas en el interior por acero galvanizado. La ancestral humanidad no reparo en gastos cuando creo Gamilia ante el fin del mundo y protegio este gigantesco bunker con las mejores calidades para asegurar su durabilidad, ya no solo asegurando asi que ningun meteorito, por grande, pesado o veloz que fuera, podria traspasarla, sino cerciorandose de que la erosion, las sales marinas y la radioactividad no podrian con la gran barcaza. Este cuadrado grisaceo de escasos doce metros cuadrados es mi refugio, y en el exterior, tras la puerta de doble cierre con espesor de diez centimetros, el que se supone que es mi hogar... Tampoco he conocido otro con el que poder comparar. Mi puerta se abre a las 4:00 en punto y se cierra a las 18:00. Cinco minutos despues del cierre, mediante unos sensores-ventosas que situo en mis sienes, se controla mi sueno. Si no deseo recibir una descarga electrica me conviene darme prisa en relajar mi cuerpo y dejarme llevar por el descanso o, al menos, no mover ni un musculo: es una de las medidas de control de oxigeno. Todos debemos dormir un minimo de diez horas obligatorias, el ritmo cardiaco es menor y el consumo de nuestro bien mas preciado, ese O2 del que hablo, tambien se reduce considerablemente. Desde que mi puerta se abre a las 4:00 hasta el cierre, cada segundo de mi dia esta monitorizado y controlado por la capitania. Bee, bee, bee, bee... Ese sonido ensordecedor me hace saltar de mi catre como un resorte. Es la manana del dia en que mi tercer y ultimo ciclo de vida termina, me entrenare como un dia cualquiera en el horno con el resto de los candidatos y a las 18 horas, en lugar de regresar a mi cubiculo, ire a la zona de purificacion, la cual tan solo visitamos cada quinquenio. De ahi salimos purificados para acudir a la ceremonia de cambio de ciclo. Seria ilusa si creyera de verdad que hoy sera un dia de entrenamiento como otro cualquiera, ya que no es asi. Posiblemente este se convierta en el dia mas importante de toda mi existencia, porque precisamente sera determinante y decisivo para el resto de ella. +++ --Alguna se cree con poder de liderazgo --oigo a mi espalda. No me es preciso encararme al artifice del comentario, se que es Milan, quien intenta mermarme empleando tacticas tan pueriles como el uso de la palabra, cuando la realidad es que necesitaria estar armado con un machete de diez centimetros de hoja bien afilada para intimidarme, tan siquiera, un poco--, y se cree que es buena idea presentarse a las pruebas finales, nada mas y nada menos, que para un puesto en capitania. Ya son ganas de morir quince anos antes de tiempo --comenta usando el sarcasmo. Surgen las risas entre sus seguidores, un buen punado de conformistas que ya tienen claro que seran procreadores o cobardes soldados que ejecutan a inocentes resguardados tras el canon de una Hamlet. --?No dices nada en tu defensa? --inquiere, insistiendo de la forma mas absurda, pues sabe que continuare ignorando sus palabras. Continuo aporreando mi saco de boxeo. <>. Respiro hondo, <>, aquel dia su estrategia le salio a pedir de boca, mi actitud provoco rumores entre la capitania sobre mi posible problema de autocontrol. Nadie sabe con exactitud como tiene lugar la seleccion del candidato a capitania. Sabemos la teoria: que uno de los cinco que nos presentamos lo consigue y el resto no. En una ocasion, hara cuatro anos, vi y oi a uno de los vencedores de esta prueba, alardeaba de como solo el habia logrado sobrevivir y que el resto no. Ciertamente aquello fue una casualidad irrepetible, nunca mas volvi a verle, pues la capitania es hermetica, no se mezcla con el resto de a bordo. Ellos ocupan la planta mas proxima a la salida del gigantesco bunker y para nada necesitan visitar las plantas inferiores; su legion de soldados, cobardes y perfectamente adiestrados, los denominados vigilantes, son quienes realizan la tarea sucia por ellos. Que aquel joven, aquel dia, estuviera mezclado entre nosotros fue un sinsentido que no ha vuelto a repetirse, un hecho aislado que suscito en mi una gran curiosidad, pues entiendo que capitania no comete errores y aquello sin duda lo fue. Investigue entre la documentacion a la que nos permiten tener acceso y no logre sacar en claro a cuento de que aquel vencedor de su tanda se habia dejado ver por los alrededores del horno, mi unica conclusion fue creer que no habia sido el azar, sino que capitania nos lanzaba un mensaje: queria asegurarse de que comprendiamos que uno de los cinco que se presenten a capitania viviria, el resto no. Mas de lo mismo: anestesian nuestros sentimientos, elegir ser de capitania implica arriesgarse a morir este mismo dia, hay que ser muy valiente para ello. Con sus artimanas, se aseguran de que el candidato sea el mejor. Por ello, toda la informacion que poseemos sobre el proceso de seleccion para el cargo al que yo me presento... son meras suposiciones. Los rumores dicen que los no elegidos son llevados al sueno eterno y que el candidato apto presiona el boton que los ejecuta para mostrar su sangre fria ante el Consejo y capitania, pero... tengo mis dudas. Mi imaginacion va mas alla, y dado el perfil sadico de nuestros lideres, para mi gusto les pega mas enfrentarnos entre nosotros como se hacia antiguamente en la Tierra, como gladiadores que luchaban por su libertad en la epoca romana, donde el ultimo guerrero en quedar en pie era el elegido. Si, he leido mucho, me he formado e informado, no he dejado mi posible ascenso al azar, asi que si, me molestaria que nos arrojaran como a perros en una fosa a matarnos entre nosotros, considero que deberian valorar mucho mas que la fuerza fisica para elegir al que ocupara un puesto tan importante. Por tanto, como existe, aunque sea efimera, esta posibilidad de que tenga que librar una batalla brutal esta noche, me he ocupado de prepararme fisica y mentalmente para vencer a un candidato de la constitucion de Milan, un chico que me saca una cabeza y dos cuerpos de ancho, aunque es torpe en sus movimientos, ademas de lento. He estudiado al dedillo a cada uno de los cuatro oponentes que he observado que serian mas aptos para dicho puesto, con lo que creo tener recursos sobrados para acabar con todos ellos. --Que bien te ha sentado cumplir quince anos. --Detengo mis avidos punos cuando siento su voz aun mas cerca, permanezco inmovil y contengo mi ira, <>, respiro profundamente y trato de pensar en... No se en que pensar que no me produzca una rabia incontrolable, aqui nunca pasa nada bueno, no tengo buenos recuerdos a los que aferrarme, los que tenia estan apartados y protegidos por un muro de contencion dentro de mi cabeza que no pienso romper--. Tal vez pida clemencia por ti cuando me otorguen el puesto, para que me hagas compania en las aburridas y solitarias noches que estamos condenados a pasar dia tras dia durante toda nuestra corta existencia. Se ha pegado tanto a mi que siento su aliento sobre mi sudada nuca. Parece que en Milan se ha despertado ya esa necesidad de contacto fisico con el sexo opuesto, tal y como vaticinan en la capitania que ocurrira, tarde o temprano, en cada uno de nosotros. Pero esta estrictamente prohibido el contacto de tipo sentimental, personal, pasional, sexual... Para saciarte dichas necesidades hay lugares habilitados donde hacerlo de manera artificial, y aquel que ose desobedecer la orden de cero contactos fisicos sera ejecutado sin vacilar. Es por ello por lo que sus comentarios me enervan, el cuerpo me pide a gritos violencia, me imagino dandome la vuelta y reventandole de una buena patada sus partes intimas. --De veras, es una lastima que no podamos sobrevivir los dos. Situa su descarada mano sobre mi desnuda cintura. Llevo un desgastado y roido pantalon corto, asi como una camiseta que deja mi tonificado vientre al aire, no porque fuera confeccionada de ese modo, sino porque ha ido perdiendo su largura con mil remiendos y arreglos; aqui toda vestimenta da dolor y pena, comparado con los preciosos ropajes que se usaban antano y que he observado en todos esos libros que cuentan nuestra historia. <>. Logra que se me erice hasta el ultimo vello del cuerpo con su inesperado contacto. Abro la boca y dejo escapar el aire, de igual manera se me abren los ojos como platos, puesto que no doy credito a la sensacion que acaba de producirse en mi cuerpo. Nadie... jamas... me habia tocado hasta la fecha si no era con violencia. Doy un paso al frente con determinacion, no solo por la repulsa hacia mis propios sentimientos por el contacto de sus manos sobre mi piel, pues alguien como yo no debe sentir lo que creo haber sentido ante dicho tacto, sino que, reitero, el contacto fisico esta terminantemente prohibido y lo que Milan acaba de acometer es casi un suicidio, acaba de dictar a voces nuestra ejecucion. Miro a todos lados nerviosa, parece que ningun vigilante se ha percatado de los hechos, vuelvo mi mirada hacia la de el y le fulmino con un derechazo visual, antes de anadir: --?Pretendes morir antes de tiempo? --inquiero con dureza. Entiende mi advertencia a la perfeccion, pues sabe que lo que acaba de hacer es un acto prohibido y condenado a muerte. --Habra merecido la pena --dice en un susurro mirando de reojo a su alrededor, controlando que nadie oiga lo que dice, no como hace unos segundos cuando el muy chulo fanfarroneaba a gritos--. Los dos no sobreviviremos pasada esta noche. Siempre que te he tocado ha sido con agresividad, por la dureza del entrenamiento, y queria que al menos sintieras, una sola vez, mi contacto civilizado sobre tu cuerpo. Con las mismas, se da la vuelta y se aleja de mi, dejandome totalmente desconcertada con lo que acaba de suceder. <>. Disparo por mi boca un escupitajo nada femenino hacia el suelo, como repulsa. A buen entendedor... Ese grosero acto por mi parte le dejara claro lo que opino de su teatralidad. Vuelvo a situar ambos punos a la altura de mi menton, viro hacia mi saco y comienzo aporrearlo de nuevo con mayor rabia. Pum, pum, pum... <>. Pum, pum, pum... <>. Pum, pum, pum... <>.

  • Un asesino tras la pantalla de Gabriel Azores

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    ==>Ha nacido una nueva forma de matar.
    ==>No hay pistas solidas que seguir, tan solo dados de la empresa Q-Workshop con los que crea el terror.
    ==>Es meticuloso, paciente, detallista, inteligente y no sigue pautas.
    ==>La detective Cora Felton Kailani tiene una teoria sobre esos asesinatos.
    ==>Suman ya 19 muertes y creciendo.
    ==>El asesino puede que trabaje solo, o puede que no.
    ==>La alcaldesa de Baltimore prioriza este caso por encima de todos los demas.
    ==>Hay un perfil entre todas las victimas...pero no es suficiente.

  • Sere Fragil de Beatriz Esteban

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  • Seduciendo al corazon de Elizabeth Urian

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    Una nueva novela de Elizabeth Urian que todos sus lectores esperaban.

  • Tan tuyo como tu muerte de Emili Bayo

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    Una asesina convertida en victima, un moribundo dispuesto a salvar una vida, el odio de la mano del amor… El sargento Abel Claramunt aspira a acabar sus dias como policia en un retiro tranquilo, pero el pasado familiar y la pasion de una joven companera le complican la existencia. Deberan esforzarse por salvar una vida, atrapar a una asesina e investigar un secuestro. Mucho para alguien a quien solo quedan unos meses de vida.

  • Mas vale nunca de Daniel A. Tortora

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    Supe que definitivamente era el final. Solo me entristecia que no fuese mas tragico, que se marchase asi nomas, como el otono, con alguna lluvia, con apenas un poco mas de frio. La parejita trepo los escalones de la estacion escoltada por los familiares y algunos vecinos. Se dirigieron hacia el unico banco que se mantenia en pie y apoyaron los bolsos y la valija en el piso. Don Anselmo destapo el termo y comenzo la ronda de mate con Elvirita. Simularon sonrisas y algunas bromas, los amigos apartaron del grupo a Alberto, seguramente para darle consejos. Elena tomo a Elvirita con las manos y la repaso de arriba abajo, negandose a aceptar que quien se iria a vivir a la ciudad, --y ya no regresaria--, era su hija. El mate paso de Juan a Elena, de Elena a Ramon, de Ramon al Chuno y asi hasta acabar nuevamente la ronda en Don Anselmo. Esta vez el tren no se hizo esperar como cuando se marcharon las hijas de Clara. Aquella tarde si que debieron aguardar, sin embargo hoy llego en hora. Juan tuvo que arrancar a Elvirita de los brazos de Elena y Don Anselmo intervino tomando a su esposa por los hombros. Los domingos no son buenos para las despedidas, mucho menos por la tarde. Cuando el tren arranco, cerre la ventana y me fui a acostar. Unos fuertes golpes en la puerta me despertaron, pero tarde en reaccionar hasta que se repitieron acompanados por los gritos del Negro. --Abra maestro, somos nosotros, los pecadores, vamos abra. --Va, va. Ya va. --Les abri la puerta mirando hacia abajo y refregandome los ojos. El Negro traia un paquete en la mano. Detras de el entro Raul con las manos en los bolsillos y mirando hacia todas partes. --Hola profesor. ?Dormia? --Un poco. Pasa Raul, pasa y cerra la puerta. El Negro ya se habia sentado y mientras desenvolvia el paquete con tortafritas me senalo el mate que habia quedado alli desde la noche anterior. Fui hasta la cocina a calentar agua. Me quede esperando que se me pasara la modorra, ademas no tenia muchas ganas de hablar. --?Y maestro, falta mucho con eso? --Ya va Negro, esta calentandose. --Regrese a la pieza y apoye la pava sobre la silla, despues me sente en la cama. El Negro fue el encargado de preparar el mate. --?Vio que se las tomo Elvirita y Juan? --dijo, guinandome un ojo. --Si, los vi desde la ventana. --Por eso el poeta anda medio triston, vio, le tenia unas ganas a Elvirita. Nos reimos. --?Es verdad lo que dice el amigo, Raul? --pregunte. --No le haga caso, son inventos del Negro --contesto Raul. --Dale, que no, las punetas que te habras hecho con Elvirita, guacho, a mi me vas a decir --se defendio el Negro. Nos reimos un buen rato con eso. El Negro siguio hostigandolo y yo haciendo de partenaire. Raul se abandono al papel de victima y opto por escuchar las barbaridades que decia su amigo. Casi no tuvimos otro tema de que hablar. Alrededor de las dos de la manana, el Negro se paro de repente, se sacudio los restos de tortafritas que le habian quedado sobre la barba y la camisa y mirando a Raul le dijo --vamos poeta, manana tengo que laburar. --Vamos --respondio su amigo. Los acompane hasta la calle, pense que habia dormido demasiado para acostarme tan temprano. El Negro cruzo la calle y fue a orinar contra un arbol, de espaldas a nosotros. Raul encendio un pucho y le pego una chupada interminable. El Negro seguia de espalda, de pronto nos miro y grito. --Disculpen, eh. --Y se tiro un pedo. Me rei mirandolo a Raul que negaba con la cabeza, pensaria que ese no podia ser amigo nuestro. --?Te vas a acostar Raul? --pregunte todavia riendome. --No, todavia no. --?Lo acompanamos al Negro y vamos a dar una vuelta por ahi? -- ofreci. --Vamos, pero primero pasemos por casa. CAPITULO II Cuando el tren se detuvo, me apresure a descender. Busque algun punto de referencia para guiarme, pero lo unico que encontre sobre los arboles fueron los techos, la antena de un radioaficionado y la cruz de la iglesia. Camine hasta el borde de la escalerita que estaba rodeada por macetones repletos de flores que ya empezaban a marchitarse. Me quede un instante observando el panorama, despues mire el reloj, eran la seis y cuarto, entonces cruce la plaza desierta y opte por caminar hasta la escuela. La escuela estaba a unas cuadras, imposible perderse. Desde la plaza podia versele, era un edificio prolijamente pintado, moderno, que no encajaba con las casas que lo rodeaban. Subi los seis escalones que separaban la puerta de la vereda y lei el cartel que estaba pegado en el vidrio “atencion al publico de 9hs. a 12hs.” --Que bien-- pense. Deberia buscar un hotel, ya que presagiaba que a esa hora seria imposible encontrar a alguien. Una hora mas tarde pude ubicarme en el unico hotel que tenia el pueblo, comer algo, banarme y acostarme, aun restaba una semana para que comenzasen las clases y tendria tiempo para escribirle a mi familia. Me desperte temprano, me duche sin apuro y baje a desayunar en el hall del hotel. Una mujer vieja me sirvio un cafe con leche con tres facturas. Le di las gracias pero no me respondio. Me apresure a desayunar y sali para el colegio. Las pocas personas que me cruzaba se quedaban mirandome como si yo fuese un dibujito animado, algunos no me quitaban los ojos hasta que me perdian de vista, yo miraba para adelante con aire de personaje importante, me sentia Charles Bronson. Camine sin apuro, mostrandome. El colegio estaba a solo tres cuadras del hotel. Al llegar a la esquina donde debia doblar procure recordar las palabras que me habian dicho en el Consejo. “Cuando llega, se presenta en el colegio y les comunica que usted es el profesor de historia y geografia que pidieron, pero los papeles no los entrega, me entendio.” Subi las escaleritas, atravese el corredor y camine hasta otra puerta, cuando la abri me encontre, a la derecha, con un aula. Mire hacia todos lados buscando a alguien que pudiera atenderme, pero como no habia nadie golpee con los nudillos. Una voz de mujer grito "adelante". Abri con cuidado y meti solamente la cabeza. Era una mujer de alrededor de cuarenta anos o tal vez algunos mas, me miraba sorprendida, como si Charles Bronson realmente hubiese entrado, despues se puso de pie. --Pase, pase, adelante. --Buen dia, soy el profesor de historia y geografia --me presente. --Ah si, si, sientese. Por aca tengo sus datos. --Leyo una carpeta que tenia sobre la mesa y dijo --Alejandro Roboni. El senor Alejandro Roboni --repitio recalcando el “senor”. --Ragoni --dije. --?Como? --pregunto. --Alejandro Ragoni. --?Ragoni? --repitio. --Si, Ragoni, como se pronuncia. --Entonces aca lo pusieron mal --se excuso y comenzo a borrarlo--. ?Sabe que el lunes comienzan las clases? --Si, ya me lo comunicaron. --Bueno, si desea saber algo mas o alguna otra preguntita --comenzo a decir. --Quisiera conocer mis horarios, saber quien me va a entregar los programas y si se puede visitar la escuela. De repente la mujer me echo una mirada de furia, como si le hubiese pedido vaya a saber que cosa y me respondio pausada pero marcialmente. -- El lunes debe venir a las ocho de la manana y ahi va a conocer sus horarios. Los programas debera retirarlos en la municipalidad de lunes a viernes de ocho a trece horas y al colegio no va a poder visitarlo porque solo esta abier ta la secretaria, que es esta aula, y ya la conoce. Sin responderle comence a ponerme de pie, le iba a dar las gracias de mala gana y a marcharme cuando se abrio la puerta y entro una adolescente que se quedo clavada cuando me vio. --Perdon --dijo. --Pasa Susana, pasa. --Hola mama --saludo la chica. La mujer me senalo con el dedo y le dijo a su hija con voz socarrona --el joven es el nuevo profesor de historia y geografia que vas a tener desde el lunes. El senor Raboni, ?asi era, no? --Ragoni --le conteste, mirando a su hija y pensando que si esta era la secretaria como seria la directora. Mas tarde me enteraria que ella tambien era la directora. --Disculpe que no me presente -- me dijo con una voz mucho mas amigable--, me llamo Clara Prieto, pero todos me llaman Clara, solamente. --A mi llameme Alejandro, es mas facil.

  • La obra maestra de Francine Rivers

    https://gigalibros.com/la-obra-maestra.html

    La autora de exitos de mayor venta del New York Times, Francine Rivers, regresa a sus raices romanticas con esta inesperada y redentora historia de amor. Un profundo relato que nos recuerda que la misericordia de Dios puede restaurar aun a los mas quebrantados y convertirlos en una obra maestra imperfecta pero maravillosamente impresionante. Roman Velasco es un exitoso artista de Los Angeles, California, que aparenta tenerlo todo: mujeres, fama y fortuna.

  • Yo, Camille de Neus Falco

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    Camille, es la protagonista de vivencias exitosas y penosas a la vez, a lo largo de su vida. Con un largo recorrido desde su pais natal Francia, con un leve paso por Barcelona (Espana), hasta la ciudad de Buenos Aires en Argentina. Mas tarde por Nueva York, California, y finalmente hasta el corazon de La Toscana en Italia.

  • Reverenciada por su Lobo de T.n. Hawke

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    He esperado anos para poder conocerla.

  • Vuelves en cada cancion, Anna Garcia de Anna Garcia

    https://gigalibros.com/vuelves-en-cada-cancion-anna-garcia.html

    A veces nos olvidamos de que, aunque este nublado y llueva, termina saliendo el sol.

  • !Aparta, que no me veo de Ana Belen Canete Jimenez

    https://gigalibros.com/aparta-que-no-me-veo.html

    Pasiones, celos, infidelidades, divina juventud, oportunidades de trabajo, enamoramientos… Todo ello se da cita en !APARTA, QUE NO ME VEO!, la novela romantica a la cordobesa que nos hace viajar hasta las Islas Baleares y vivir la transformacion de Ines tras su ruptura sentimental.
    La autora de Cordoba nos hace sentir, vivir y amar como lo hace la protagonista de esta novela romantica: INES.
    Ines es una joven cordobesa que lleva una vida tranquila y estable hasta que un dia de Navidad recibe un regalo en forma de foto que hace que Inesastra, su alter ego, despierte de su letargo y presa de la rabia, el dolor y la gripe acompanada de fiebre toma una decision un tanto precipitada.

  • Tiempo de estrellas de Anna Casanovas , Nora Roberts

    https://gigalibros.com/tiempo-de-estrellas.html

  • Lo que tarda en morir un idiota de J.m. Aguilar

    https://gigalibros.com/lo-que-tarda-en-morir-un-idiota.html

    Un abogado es asesinado de forma brutal y sin motivo aparente…

  • Un trato Peligroso de Lorena Valois

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    Sebastian era el barman mas exitoso de la ciudad.
    Engreido, atractivo y tonto, porque se habia enamorado de la bella Sofia Sanders, una mujer fuera de su alcance.
    Lauren era la mejor amiga de Sebastian.
    Confusa acerca de sus sentimientos hacia Alexander Estevez, un joven vicepresidente comercial de una exitosa compania que no sabia quien era ella.
    Sebastian y Lauren deciden hacer un pacto para fingirse amantes, a ver de atrapar a la veleidosa de Sofia y al guapo de Alexander.
    Un pacto que pasara de ser una peligrosa mentira a una oscura y dolorosa verdad.

  • Empujones del destino de Lucia Herrero

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    Durante unas vacaciones en un hotel de Mallorca, Nadia y su amiga Ruth conocen a dos chicos que ocupan la habitacion contigua: Samuel y Daniel. Para sorpresa de las chicas, uno de ellos, Samuel, resulta ser un vecino y amigo de la infancia de Nadia. Pero las cosas se complican y al finalizar esas vacaciones, el la ha herido y decepcionado de tal manera que cree que nunca podra perdonarlo.

  • El Caso Saint-Fiacre de Georges Simenon

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    <>. El caso Saint-Fiacre: un enigma desgarrador, teatral, que se resiste a ser desvelado y que brinda a Maigret la ocasion de realizar una melancolica peregrinacion por su pueblo natal. Alli, en el humilde cementerio, se halla la tumba de su padre. Y en la terca mirada del monaguillo, Maigret se ve, en muchos aspectos, reflejado a si mismo. Todo parece, no obstante, confabularse para mancillar sus recuerdos de infancia: el castillo esta hipotecado, la condesa de Saint-Fiacre se ha convertido en una vieja chiflada que se rodea de gigolos, y su hijo, con su conducta, precipita la ruina familiar. En efecto, nada es como antes...

  • Tu corazon te lo dira de Sophie Saint Rose

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    Allegra Brown es una de las editoras de moda mas importantes de los Estados Unidos y lleva preparandose para ese puesto toda su vida. La temen como la adoran, pero eso tiene unas consecuencias y es que ningun hombre se le acerca lo suficiente para conocerla. Cuando conoce a Robert, cree que al fin ha encontrado al hombre de su vida. No es de la industria y no se detiene ante nada cuando quiere algo. Y la quiere a ella.
    ?Por que?

  • Hija del camino de Lucia Asue Mbomio Rubio

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    La novela debut de una de las voces mas influyentes de la comunidad negra en Espana.

  • El jardin del hombre ciego de Nadeem Aslam

    https://gigalibros.com/el-jardin-del-hombre-ciego.html

    El jardin de un hombre ciego narra los problemas provocados por el choque de culturas en el ambito familiar con el terrorismo como telon de fondo. La historia se desarrolla a lo largo de un mes clave de nuestra historia: el octubre que precedio al 11-S.