• fermin melendez - Fermin Melendez

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    Jose Canelas es un adicto a las mujeres. Machista, cinico, vividor y sinverguenza, se vera envuelto en una serie de pasiones y mentiras que lo haran vivir un… ABISMO SEXUAL.

  • Abismo Sexual Tapa blanda – 1 enero 2020 - Libros

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  • Abismo Sexual - Fermín Meléndez - Babelio

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  • Abismo Sexual (Spanish Edition) Tapa blanda – 1 Enero 2020

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  • Abismo Sexual de Fermín Meléndez (2021) - Libros ...

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    7 ene 2020 — Abismo Sexual de Fermín Meléndez. José Canelas es un adicto a las mujeres. Machista, cínico, vividor y sinvergüenza, se verá envuelto en una ...

  • Fermin Melendez archivos - PDF • Descargar Libros Gratis

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    Abismo Sexual – Fermin Melendez · Erótica. La mirada penetrante de José Canelas, se posó en el cuerpo de Perla, una obesa mujer de veintidós años.

  • Libros gratis de Fermin Melendez en EPUB

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    Abismo Sexual es un libro escrito por el autor Fermín Meléndez. José Canelas es un muchacho con una adicción a las mujeres. Un sinvergüenza, cínico, vividor ...

  • Abismo Sexual | Fermín Meléndez - Mundo EPUB

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  • origen de la vida y del hombre. traducción al castellano por ...

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    TRADUCCIÓN AL CASTELLANO POR FERMÍN LATOR. EDICIÓN ESPAÑOLA PREPARADA POR BERMUDO MELÉNDEZ de ADOLF HAAS en Casa del Libro: ¡descubre envíos rápidos y ...

  • Abismo Sexual de Fermin Melendez [En ePub] - Descargar ...

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    19 feb 2020 — «Descargar Epubs» es un sitio donde se irán publicando periódicamente los libros más aclamados y buscados del momento para ponerlos bajo su ...

  • Voces humanas de Penelope Fitzgerald

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    Penelope Fitzgerald vuelve a inspirarse en su propia vida para trazar una inolvidable historia sobre la guerra y la brutalidad con la que afecta a las vidas de las personas. En Londres, en pleno Blitz, un plato de la BBC se trasforma en un gigantesco dormitorio compartido. Decenas de hombres y mujeres se hacinan en un edificio que en cualquier momento podria ser alcanzado por el enemigo. Sam Brooks, un director de programa desesperado, busca consuelo en los brazos de sus asistentes: Vi Simmons, una mujer practica y animada; Lise Bernard, una medio francesa embarazada o Della, una gran seductora. Amor, tragedia y aprendizaje. Experiencias humanas que se entrelazan en un opresivo microcosmos, mientras las bombas resuenan en el exterior y cada nueva noticia mantiene en vilo a toda una nacion.

  • Joaquin (Attitude 2) de Marion Olharan

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    Joaquin es bailarin principal en el Ballet de Nueva York desde hace diez anos; un artista reconocido, exigente y tambien un orgulloso donjuan. La cara amable y encantadora del seductor esconde, sin embargo, a un hombre distante que nadie conoce bien. Su vida profesional lo acerca a Alice, una joven singular y acomplejada que se oculta tras unas enormes gafas vintage y un gran sentido del humor. Ella acaba de salir de una larga relacion y necesita ganar confianza; el solo piensa en una nueva aventura. Pero a veces las cosas mas impensables ocurren, y solo al lado de Alice Joaquin parece mas sensible, mas vulnerable, incluso el mismo. ?Se convertira por fin una de sus historias de cama en historia de amor?

  • Doce oportunidades de vivir de Jossy Loes

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    Sophia Baute ha pasado toda su vida entre cintas, saltos y danza, esforzandose en mantenerse en la elite de la gimnasia ritmica. Tras un error basico en una competicion, en la que queda en los ultimos puestos, duda si seria bueno retirarse como habia planeado.
    Sin embargo, todos sus planes se desmoronan en el momento que sufre un grave accidente, hundiendola en un foso oscuro del que no es capaz de salir, pero la insistencia de su amiga Marian la lleva a aceptar ir a Florida, donde un compromiso la pondra en el camino de Blake Clark.
    El no es un chico cualquiera. Durante toda su vida se ha esforzado por llegar a un buen puesto en su profesion y, a pesar de haber cumplido esa meta, lucha constantemente con el fantasma de su pasado. Un pasado que le pondra a prueba desde el instante que tropieza con Sophia, trastocando todos sus planes del presente y del futuro.
    Dos jovenes con vidas distintas y metas planificadas con antelacion que son puestos a prueba de doce maneras diferentes.
    Doce oportunidades para olvidar...
    Doce oportunidades para volver a empezar...
    Doce oportunidades para pedir perdon...
    Doce oportunidades para amar...
    Solo ellos entenderan el significado de: Doce oportunidades de vivir.

  • Yo no te prometo amor de Connie Acevedo B

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    Melrose es una mujer que tiene lo que todas podrian desear. Belleza, solvencia economica, pero sobre todo la total atencion de su novio. Sin embargo, su vida da un drastico giro cuando se entera de su embarazo.
    Jeff Thompson, un reconocido productor de television que ya ha experimentado un matrimonio fallido, y una aun peor experiencia como padre, decide que no pasara nuevamente por todo eso, y le pide que se deshaga del bebe. Desilusionada, e incapaz de hacer lo que Jeff le pide, Melrose decide seguir adelante sola con su maternidad.
    Sin embargo, su sombrio panorama cambia de forma radical tras una nefasta cita a ciegas. El reencuentro con quien fuera su primer y gran amor: Alex Hawthorne, un exitoso arqueologo al que tuvo que dejar ir hace diez anos para que cumpliera con sus suenos puede cambiar su vida para siempre.
    Alex esta de vuelta y le basta ese reencuentro para darse cuenta de que desea recuperar todo lo que perdio al marcharse, y para esto esta dispuesto a hacer lo que sea. Incluso ser el padre del bebe que Melrose lleva en el vientre.
    ?Podra Melrose aceptar la oferta del amor de su vida? ?O lo dejara ir para no atarlo con un bebe que ni siquiera es suyo?

  • Agathe de Anne Cathrine Bomann

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    Me hallaba sentado en el salon mirando por la ventana cuando ocurrio. Sobre la alfombra, el sol de primavera formaba cuatro cuadrados escalonados y se desplazaba lenta pero decididamente por encima de mis pies. Junto a mi descansaba una primera edicion sin abrir de La nausee que desde hacia anos intentaba empezar. Las piernas de ella eran flacas y palidas, y me sorprendio que la hubiesen dejado salir con tan solo un vestido en epoca tan temprana del ano. Habia dibujado en la calle las ventanas de una rayuela y saltaba muy concentrada, primero sobre una pierna, despues sobre ambas, para cambiar de nuevo. Llevaba el pelo recogido en dos coletas, tendria unos siete anos y vivia mas arriba de la calle, en el numero cuatro, con su madre y una hermana mayor. En este punto podria pensarse que yo era una especie de ejemplar unico que filosofaba sentado a la ventana todo el dia, contemplando cosas de mayor enjundia que el tejo de la rayuela y el recorrido del sol por el suelo. Pues no. La verdad era que yo me sentaba ahi porque no tenia nada mejor que hacer, y tambien a causa de esa especie de vitalidad afirmativa de aquellas exclamaciones triunfantes que en ciertas ocasiones penetraban en mi cuando la nina habia ejecutado una combinacion de saltos especialmente dificil. En un momento dado me levante para prepararme una taza de te y al volver a mi puesto vi que ella no estaba. Seguro que se le habria ocurrido otro juego mas divertido, pense; ambas, piedra y tiza, habian quedado en medio de la calle. Y entonces ocurrio. Acababa de colocar la taza en el alfeizar de la ventana para que se enfriara y extender la mantita sobre mis rodillas cuando vi caer algo en los margenes de mi campo de vision. Al mismo tiempo que un grito estridente me alcanzaba, logre poner de nuevo en pie mi cuerpo rigido y me aproxime a la ventana todo lo que pude. Ella yacia a la derecha, un poco mas abajo de la calle, al pie de un arbol donde comienza el sendero que conduce al lago. Sentado arriba, sobre una de las ramas, atisbe un gato que hacia oscilar la cola. Debajo, la nina se habia incorporado hasta sentarse con la espalda apoyada en el tronco mientras se agarraba un tobillo gimiendo entre hipidos. Retire mi cabeza. ?Debia ir con ella? Yo no habia hablado con un nino desde que era uno de ellos, y eso no cuenta. Pero ?no le causaria mayor disgusto que de pronto apareciese un hombre a quien no conocia para intentar consolarla? Eche otro vistazo furtivo afuera; seguia sentada en la hierba con el rostro lloroso alzado y la mirada puesta calle arriba mas alla de mi casa. Mejor seria que nadie me viese. ?Acaso no es doctor?, comentarian entre si, ?y que hace entonces ahi parado mirando? De manera que me lleve la taza de te para ir a sentarme frente a la mesa de la cocina. Pero aunque me repetia a mi mismo que dentro de un momento la nina se levantaria e iria cojeando hasta su casa sin mayor problema, permaneci sentado igual que un profugo en mi propia cocina mientras pasaban las horas. El te se enfrio y enturbio, y la oscuridad cayo antes de que por fin me escabullese de vuelta al salon y medio oculto tras la cortina escrutase la calle abajo. Por supuesto ella ya no estaba. RASTRO Desde que la contrate, Madame Surrugue me recibia cada manana de la misma manera. Dia tras dia aparecia sentada tras el gran escritorio de caoba como una reina en su trono y cuando yo entraba por la puerta descendia de el para tomar mi baston y mi abrigo mientras yo dejaba el sombrero en el estante por encima de la hilera de perchas. Entretanto, ella me ponia al corriente de la agenda del dia y al final me entregaba una pila de historiales, que el resto del tiempo permanecian pulcramente archivados en una enorme estanteria modular detras del escritorio. Intercambiabamos algunas palabras mas y despues no volviamos a vernos por lo general antes de la una menos cuarto, momento en el que me ausentaba del despacho para comer en un restaurante mediocre de los alrededores. Al regresar la encontraba siempre sentada exactamente igual que la habia dejado, y a veces me daba por pensar si ella comeria. Yo no detectaba olor a comida y jamas vi nada parecido a una miga debajo de su escritorio. ?Realmente Madame Surrugue no necesitaria alimentarse para vivir? Aquella manana me conto que una mujer alemana habia telefoneado con el fin de pasar mas tarde a pedir cita. <> <>, dije categorico, <> <> Madame Surrugue me dirigio una mirada interrogativa, pero yo sacudi la cabeza. <> Cuando llegue el dia de mi retiro habre ejercido cerca de medio siglo, tiempo mas que suficiente. Lo ultimo que necesitaba era una nueva paciente. Madame Surrugue continuo mirandome todavia un momento, aunque luego prosiguio su repaso de la jornada sin insistir en el tema. <>, dije, y tome de ella la pila de historiales para dirigirme despues a mi despacho. Se hallaba al fondo, en el extremo opuesto de la amplia antesala donde reinaba Madame Surrugue y los pacientes se sentaban a esperar su turno. De ese modo no me distraian durante mi trabajo ni el repiqueteo de la maquina de mi secretaria ni las posibles conversaciones entre los pacientes y ella. Mi primera paciente, una mujer adusta de nombre Madame Gainsbourg, precisamente acababa de llegar y sentada hojeaba una de las revistas que Madame Surrugue traia de vez en cuando. Exhale un profundo suspiro y me recorde a mi mismo que despues de ella solo me quedarian setecientas cincuenta y tres conversaciones mas. La jornada transcurrio sin puntos de inflexion hasta que regrese al despacho despues del almuerzo. Entonces estuve a punto de chocar con una mujer morena, de palidez mortal, parada justo detras de la puerta de entrada, y me disculpe por la torpeza. La mujer era llamativamente delgada y tenia unos ojos enormes en su rostro afilado. <>, dijo, y se adentro en la sala. <> Hablaba con un inconfundible acento y comprendi que debia de tratarse de la mujer alemana. Apretaba contra su pecho una carpeta con el logotipo de Saint Stephane. <>, respondi, sin embargo la mujer dio de inmediato un paso hacia delante y me dijo con encarecimiento: <> De manera instintiva retrocedi. Sus ojos pardos brillaban como si tuviese fiebre y la mirada era tan intensa que me sentia como si me hubiera agarrado un brazo. Sin duda alguna habria que batallar para librarse de ella otra vez, y yo no disponia de tiempo ni fuerzas en ese momento. Hice un gesto en direccion a Madame Surrugue intentando esbozar una sonrisa amable. <>, dije, y bordee a la mujer de soslayo, <> Madame Surrugue tenia la culpa de que a la mujer se le hubiese ocurrido aparecer por alli, asi que ahora lo propio era que ella misma la rechazara de nuevo. Me escabulli pasando junto a la mujer, que por fortuna me acompano hasta el escritorio, y alli la deje delante de Madame Surrugue con una mirada elocuente. Mi secretaria alzo la ceja izquierda unos milimetros. <>, le solicite, movi la cabeza rigido en senal de despedida y me apresure al refugio de mi despacho. Sin embargo, la imagen de la mujer palida permanecio en mi, y el resto de la jornada senti como si el rastro de su perfume hubiese quedado flotando en el aire y formara remolinos igual que el polvo cada vez que yo abria mi puerta. RUIDO El tiempo corria a traves de mi igual que agua por un filtro oxidado que a nadie le apeteciera cambiar. Era una tarde lluviosa de color plomizo. Habia hablado ya con siete pacientes sin involucrarme lo mas minimo y solo me faltaba una antes de que pudiese irme a casa. Antes de acompanar a Madame Almeida al interior del despacho, eche un vistazo a mi secretaria. Estaba sentada en completa quietud frente al ordenado escritorio mirando fijamente la mesa. El flexo arrojaba su sombra fosilizada sobre la pared detras de ella, y parecia tan abatida que por un instante considere si debia decirle algo. Pero ?que? En lugar de ello cerre la puerta tras de mi y me volvi hacia la paciente. Madame Almeida, que me sacaba casi una cabeza, circunstancia por la que siempre causaba bastante impresion, se desembarazo del paraguas y el chubasquero con freneticos movimientos y se sento en el divan. Aliso su falda color vomito y me lanzo una mirada de reproche a traves de las gafitas que guardaban el equilibrio al borde de su nariz ganchuda. <>, declaro, y se recosto en el divan. <> Madame Almeida siempre se enervaba, en ningun momento de su existencia tenia un periodo bueno. No parecia que la terapia le sirviera de nada en absoluto, y sin embargo acudia fielmente con paso firme dos veces por semana y me reganaba. Hasta la idea de que su vida pudiese mejorar parecia alterarla, y hablando con sinceridad no era facil entender por que ella seguia viniendo. Normalmente dejaba que hablase, aunque de vez en cuando intercalaba un comentario o probaba a hacer una interpretacion, que ella ignoraba por completo. <<… y entonces ella dijo que yo le debia tres francos de la semana pasada, !habrase visto semejante descaro! Eso me llego al alma y estuve a punto de marearme justo ahi en mitad de la tienda, pero entonces le dije a mi vez…>> Muchos anos de entrenamiento me permitian emitir un murmullo en los momentos adecuados sin necesidad de escuchar verdaderamente, y con algo de suerte no llegaba a enterarme de una palabra antes de que se fuera. Mire hacia abajo y vi que habia atravesado el papel con la punta del lapiz de pura frustracion. Entonces comence una de mis caricaturas de aves. <>, dijo casi a voz en grito Madame Almeida. Fuera llovia con tal violencia en ese instante que no era posible ver a traves de las ventanas nada mas que contornos imprecisos y, por desgracia, los golpes de las gotas contra los cristales no hacian sino animar a mi paciente a hablar a un volumen todavia mayor de lo habitual. Por lo visto estaba destinado a soportar trivialidades, pense resignado mientras me fijaba en una zona de su coronilla que aparecia sospechosamente rala. Me regocijo el hecho de que pudiera estar quedandose calva y que en tal caso yo lo hubiese sabido mucho antes que ella. De inmediato anadi aquel detalle a mi dibujo. Me imaginaba el dia en que viese un destello de si misma desde atras capturado entre un espejo y un cristal, como sus gruesos dedos palparian febriles el lugar, apartando el pelo para dejar al descubierto el cuero cabelludo mientras gritaba: <> Y asi, de un modo u otro, transcurrio otra hora de mi vida. Madame Almeida me agradecio la sesion y sujete la puerta para que pasase mientras daba la vuelta al bloc cuidadosamente para que no viera el avestruz calvo. Faltaban seiscientas ochenta y ocho conversaciones. En ese preciso instante, seiscientas ochenta y ocho me parecian una barbaridad.

  • Tierras de niebla y miel de Marta Abello

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    Oceano Atlantico, marzo de 1899 Decidio marcharse el dia del eclipse, bajo el influjo de la luna roja. Compro un nombre falso, fingio su muerte y con el miedo en las entranas huyo de Nueva Orleans. A sus veintitres anos y quebrando su destino, Martina de Icaza regresaba a Cadiz. La bocina del vapor Montevideo atrono sobre las aguas del Atlantico, tintadas de purpura al atardecer. La joven, vestida de seda negra y tafetan, aferro con sus manos enguantadas la barandilla de popa. Se sintio observada, sin mas certeza que su instinto. Solo estaban ella y aquel mar de duelo dibujando una fragil linea entre el pasado y el futuro. --Senorita… !Si esta lloviendo! ?Que hace aqui? --Erlinda, su doncella mulata, surgio de entre las sombras y luces de la cubierta de botes--. Ya le he planchado el vestido para la cena. !Llevo horas buscandola! La cotidianeidad ahuyento su desazon. Toda la audacia mostrada en la huida desaparecia al recordar los dedos frios de Conrado sobre su cuello, la traicion, el infierno. Sujeto las cintas de su capota de crespon que el viento pretendia arrebatar y se apresuro hacia las escotillas que conducian a los camarotes de segunda clase. --!Ay, senorita! !Digame que no estoy beoda! --El buque escoraba a estribor haciendoles perder pie. Huerfana y criada en uno de los hospicios catolicos de Nueva Orleans, Erlinda solia contar que las monjitas la encontraron hacia dieciocho anos junto a un tonel de miel de cana del muelle y que por eso su piel tomo el color del mar Caribe. Martina siempre prefirio su compania a la de otras sirvientas y ahora era su ancla para no desfallecer ante el humillante regreso a la casa familiar. La osadia de abandonar a Conrado traeria consecuencias: quizas su padre quisiera obligarla a volver o internarla en un convento; quizas su madre intercediera para evitarlo. El final de la alfombra de arabescos del pasillo de camarotes les anuncio que habian llegado al 201, uno interior de cuatro literas situado en popa que compartiria durante los dieciseis dias de travesia con las hermanas Williams, dos viajeras neozelandesas que habian embarcado en La Habana. Las vibraciones de los motores y los gemidos del buque, mas perceptibles en la madrugada, le daban noches insomnes, pero era lo que habia podido pagar. Su partida a America fue en una lujosa suite de primera, con vientos a favor durante la travesia y cenas con aristocratas y estrellas del canto; su vuelta, en un oscuro camarote de segunda y el mar enfurecido. Aun asi, contaba con un colchon confortable, lavamanos con agua fria y caliente y un timbre electrico para llamar al servicio. La libertad no necesitaba ostentacion ni toallas de algodon egipcio. Palpo la limosnera que llevaba a la cintura, alli donde guardaba la cedula de identidad falsa que la identificaba como Catalina Valdivia, viuda, residente en Sevilla. Una mascara para protegerse ante preguntas incomodas. Quisiera Dios que su esposo no descubriera su treta, pero, si lo hacia, aquella cedula despistaria sus pesquisas. Apenas le quedaban unos dolares de plata tras el pago de los pasajes y volvio a contarlos uno a uno, como quien custodia un tesoro. Descorrio la cortina de su litera y se sento en ella sujetando entre sus manos la novela que habia tomado prestada de la biblioteca del barco, Juana Eyre. Acaricio la portada color sepia y la abrio por una de las paginas doblada en la esquina superior: <>. Suspiro. Ya no creia en hados ni predestinaciones. Solo en causas y efectos. --!Hoy ha caido un hombre por la borda, senorita! --Erlinda se santiguo descolgando del armario un vestido de crepe y muselina negra mientras le daba su parte del dia--: Y dos soldados de Cuba estan en la enfermeria de infecciosos y… Con el rizador de pelo en la mano, Erlinda parloteaba apremiandola a asearse y vestirse. Senalo con desden el desorden en las camas de sus companeras de camarote. --Son de la mala vida, que se lo digo yo --dijo enrollando un mechon en el tubo caliente--. Dos mujeres que andan mas cerca de los cuarenta que de los treinta, que viajan solas y no usan corse… Y huelen a jazmin, !como las prostitutas de Nueva Orleans! Martina cabeceo riendo: --Son intelectuales, Erlinda. Mujeres listas que viajan por el mundo. Indiferente a las vidas y cuitas de sus pasajeros, el veloz vapor de la Compania Trasatlantica surcaba el oceano a catorce nudos. Bajo los truenos que rugian impasibles, enfrento la intensa lluvia que comenzo a azotar sus tres cubiertas. Erlinda salio hacia el comedor de tercera con los emigrantes y sirvientes. Martina hacia el de segunda, donde compartia mesa con las Williams y una familia de Barcelona. Los zapatos le apretaban como si quisieran detener sus pasos; mas aun cuando creyo oir la risa de Conrado dentro de un camarote y ver su rostro en un camarero de piso que la saludo al pasar. Se dio prisa en las escaleras que conducian al comedor y se detuvo ante las puertas batientes, tras el trajin de platos y voces confusas. Rebusco en su bolso de mano un botecito de sales y aspiro para recuperar el valor, el mismo que la habia sacado del vacio. El buque chirrio, inclinandose a babor, y se sujeto a la barandilla metalica, paralizada por el vertigo en su estomago al imaginar la furia de Conrado exigiendo que buscaran su cuerpo en el Misisipi, blasfemando ante la escueta nota en la que Martina anunciaba su decision de terminar con todo. El lamento del Montevideo atravesando la tormenta la llevo de regreso a su huida por las calles heladas de Nueva Orleans, aterrada porque habia llegado la hora. Tuvo que retrasar sus primeros planes a causa de la extraordinaria ventisca helada que azoto la ciudad: en sesenta anos no se habia visto temporal igual. El dia de San Valentin se alcanzaron los catorce grados bajo cero y ocho centimetros de nieve cubrieron las calles en un atipico Mardi Gras. La flota quedo amarrada a puerto y su evasion quedo truncada: los vapores corrian el riesgo de sufrir averias en su maquinaria por los pequenos icebergs desprendidos de un Misisipi congelado desde su cabecera hasta el golfo de Mexico. Todos los estados de la Union sufrieron lo que las cronicas llamaron la Gran Ola de Frio, que llevo a Minnesota a alcanzar los cincuenta y nueve grados bajo cero. Todo se helo, como su propia vida. Su exultante llegada a aquella hermosa casa de la calle Bourbon, un edificio de ladrillo espanol, altos techos y grandes ventanales como bocas de fiera, pronto quedo eclipsada por el caracter voluble y colerico de Conrado Lefebvre, por sus escapadas a los antros de Baton Rouge. La paz en el hogar se mantenia con regalos y promesas, con arrepentimientos que para Martina eran falsas monedas. Tal vez se hubiera resignado con alguna migaja de amor; tal vez hubiera acatado el consejo del padre Francois de no reprender sus faltas, de asumir las propias, de olvidar la posibilidad de un divorcio que la condenaria por siempre. Pero cuando aparecio aquel hombre en sus vidas, cuando resquebrajo la vida de Martina como un espejo, de parte a parte, decidio abandonar aquel infierno, asi se congelara como Nueva Orleans. Y huyo para esconder la pena y la humillacion, para liberarse de un secreto que a nadie podria revelar jamas. El padre de Martina, que tras la boda aun andaba por los cafes de Cadiz pavoneandose del buen matrimonio de su hija, que emparentaba a los de Icaza con los Lefebvre de Jerez, le habia asegurado una vida facil, prestigio, riqueza y buenas amistades con lo mas granado de la sociedad espanola y francesa en Nueva Orleans. Demetrio de Icaza no conto con que su buena fortuna, leida en sus manos por una gitana en el parque Genoves, se desmontaria como un castillo de naipes. Y ante el fuego de la sala, con el frio rodeando aquella casa que sentia prision, espero librando la batalla entre lo correcto y lo osado hasta que la aguja pincho su indice manchando su labor con una pequena perla carmesi. Se la entrego a Mammy Dorothea para que la limpiara y conto con los dedos los diez dias que ya habian pasado desde la partida de Erlinda. La doncella, que se habia despedido para seguir a Martina en su huida, la esperaba en una pension cercana al puerto donde trabajaba una de sus antiguas companeras del hospicio. Sus contactos con buscavidas le permitieron vender su sortija de esponsales, disponer un baul con ropa y enseres para el viaje y conseguir una nueva cedula de identidad que eliminara piedras de su camino. Conrado apenas reparo en la ausencia de Erlinda. Cuando Mammy Dorothea le informo, esputo en la fina escupidera de porcelana de la sala y penso que la servidumbre era desagradecida por naturaleza. Aquella mulata seguro que se habia encaprichado de algun marinero de su tierra. <>

  • Ex luna de miel de Nina Klein

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    Mi matrimonio habia durado exactamente cuatro dias. Bueno, cinco, si contaba el dia de la boda.
    Seguramente haya batido algun record.
    George, mi marido, me habia abandonado aquella misma manana para irse con una mujer que habia conocido durante nuestra luna de miel.
    Juro que no me lo estoy inventando. Parece increible, pero alli estaba, en un resort de cinco estrellas en Aruba, con once dias de luna de miel por delante. Sola.
    Rodeada de parejitas felices por todas partes.
    Asi que decidi emborracharme. ?Que otra maldita cosa podia hacer?

  • Fantasias cumplidas de Gema Perez

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    La Hechicera Fugitiva:
    Marian, una hechicera del vasto reino de Irulia, ha visto como sus tierras han sido arrasadas por los barbaros. Ahora no tiene mas remedio que huir de aquel infierno, rezando para encontrar tierras mas prosperas que acojan con buenos ojos a una bruja.
    Cuando llega a las tierras de Riedan su historia ya la ha precedido. No hay muchas brujas vivas, y estan en alta demanda... ya sea para matarlas o para atesorarlas. Por supuesto, Alcid Bronn, el gobernador local, tiene planes para ella...
    Ayudandola, y brindandole un sitio a su lado en la sala del trono, juntos estaran dispuestos a sentar en su reino las bases para que nunca mas deban preocuparse por los barbaros.

  • 366 historias del futbol mundial que deberias saber de Alfredo Relano

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    ?Sabias que Brasil no estreno su clasica camiseta amarilla, la <>, hasta 1954?, ?que el Manchester United y el Liverpool, rivales encarnizados, amanaron un partido para que el Manchester no descendiera?, ?que la primera gran bronca entre Madrid y Barca se remonta a 1916, cuando empataron a 6 goles en un mitico partido?, ?que 33 anos despues de matar con una moto al legendario Gigi Meroni el homicida involuntario se convirtio en presidente del Torino?, ?que la pelicula Evasion o victoria seinspiro en un partido verdadero disputado entre prisioneros de guerra ucranianos y nazis?,

  • Dulce sangre mia (Cronicas del Supramundo 1) de John Corwin

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    ?DE CERO A LA IZQUIERDA A HEROE?

  • De la naturaleza de los dioses de Antonio Lobo Antunes

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    El lenguaje sagaz y el manejo exquisito de la memoria de Antonio Lobo Antunes nos sumergen dentro de los dilemas morales que la corrupcion y el poder conllevan en la polifonica De la naturaleza de los dioses.

  • Carga (Electrico 1) de E. L. Todd

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    Al rojo vivo, cegador y peligroso.

  • Seda y acero de Kat Martin

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    Novela romantica de la autora de Amantes furtivos, que hara las delicias de todas sus lectoras, y encontraran en ella todo lo que necesitan de una buena historia de amor.

  • Solo Para Mi de Bj James

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    Ni mas ni menos que cinco mujeres solteras se presentaron para responder al anuncio que Macon habia puesto para buscar esposa. Y, en opinion de Harper Moody, todas ellas sobraban; de hecho ella ya habia rechazado a escondidas a muchas otras mujeres. Para colmo de males, Macon insistio en que alojara a todas las candidatas hasta que el tomara una decision. Claro que aquella era la oportunidad perfecta para que Harper se deshiciera de todas ellas y consiguiera recuperar el amor de Macon, un amor que queria para ella sola y para siempre…

  • La pelirroja de la bicicleta de Pintina Cuneo

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  • Preguntale al polvo de John Fante

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    Los Angeles en la decada de los anos treinta. El joven aprendiz de escritor Arturo Bandini lucha por la dura supervivencia diaria, mientras suena con el triunfo artistico y economico. Arturo proclama que es un genio de las letras, mientras se enfrenta a una compleja relacion amorosa con Camilla, una chica mexicana que trabaja como camarera. Arturo Bandini se ve abocado a una destructiva relacion de amor-odio, mientras sigue sonando con alcanzar la gloria. Novela de supervivientes urbanos que entusiasmo a Bukowski, Preguntale al polvo es un nuevo volumen de la saga protagonizada por Arturo Bandini, alter ego de John Fante.

  • Descubriendo la PNL; un mundo de opciones para el exito de Cupertino Castro

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    La excelencia personal es un concepto tan amplio que las personas a menudo tenemos problemas para entender lo que realmente significa. ?Significa la excelencia que tenemos que abandonar todas nuestras viejas creencias? ?La excelencia requiere la creacion de una nueva identidad? ?Que pasa con los amigos y la familia, ?como figuran ellos en la formula de la excelencia personal? Tantas preguntas y; sin embargo, solo parece existir un punado de respuestas disponibles. Normalmente no hablamos de excelencia personal, pero esta determina los resultados de tantas cosas en nuestras vidas, desde como manejamos las relaciones personales hasta como nos desempenamos en el lugar de trabajo. ?Existe un campo que se centre en la excelencia personal? Si y ese campo se llama programacion neurolinguistica, o simplemente, PNL. Con el fin de simplificar las cosas con relacion a este campo tan emocionante, he querido preparar dos definiciones esenciales de la PNL: La PNL es un metodo para explorar y modificar el pensamiento y el comportamiento humanos a traves del lenguaje. La PNL es un conjunto de tecnicas para modelar la excelencia personal en todos los aspectos de la vida de una persona. La programacion neurolinguistica esta compuesta por todo un mundo de opciones que se pueden utilizar a voluntad para hacer cambios en la mente humana. Si alguna vez te has preguntado si existia una manera de superar viejas creencias y valores para hacer cambios positivos en tu vida, ahora posees en tus manos el elixir de los dioses. A raiz que la PNL ha existido desde hace ya varias decadas, ha llegado a abarcar mas de un campo formal de estudio. La PNL ya no es solo linguistica o lenguaje en uso. Es psicologia, sociologia, linguistica, e incluso hipnosis, todo rodado en un paquete dinamico. Para facilitarte tu viaje en este emocionante campo, hemos disenado este volumen con miras a darte una ventaja vital al proporcionarte los conceptos y principios esenciales que animan este campo para que te vuelvas mas adepto en tus estudios continuos de la programacion neurolinguistica. Seria una tarea imposible encajar todos los conceptos que el campo de la PNL ha absorbido a lo largo de los anos en un volumen compacto como este; sin embargo, lo cierto es que existen algunos elementos en esta disciplina que simplemente permanecen en el tiempo. Estos son los conceptos fundamentales y los supuestos que formaran el nucleo de tus estudios de la PNL. Aqui te los dejo en pequenas piezas, facil de digerir: APRENDIZAJE Y CAMBIO PERSONAL Uno de los supuestos mas importantes en la PNL es que toda persona, independientemente de su origen social, es capaz de utilizar el lenguaje para aprender y alcanzar la grandeza personal o la excelencia. Por “grandeza” nos referimos a la progresion personal de un estado actual hacia uno mas deseable. No necesitamos ser un super humano para mostrarle al mundo que somos capaces de un cambio positivo. La PNL puede ayudarte a lograr pequenos y grandes cambios en tu manera de pensar, sentir y aprender. A traves de estos pasos de bebe, seras capaz de desarrollar una renovada apreciacion de cuanto control tienes sobre tu vida. Las cosas solo pueden mejorar despues de una aplicacion inicial de tecnicas de PNL. A traves del uso de tecnicas de PNL muy puntuales, es posible hacer cambios en minutos y lo mas importante es posible validar si el cambio ha ocurrido o requiere algun refuerzo. Existen numerosas tecnicas probadas para cada situacion y mediante la practica, es posible crear tus propias tecnicas. En la medida que utilices las tecnicas de PNL, tu cerebro aprendera los pasos y los incorporara como parte de su repertorio de recursos, lo que significa que en algunas situaciones puedes estar aplicando una tecnica sin estar plenamente consciente de ello, lo que resulta muy poderoso. EL IMPACTO DEL LENGUAJE En la PNL, todo se logra y se puede lograr mediante el uso del lenguaje. Esta es la presuposicion primaria que impulsa el componente linguistico de la programacion neurolinguistica. No hay nada en tu mente, o en la totalidad de la existencia humana y la realidad, que no puede ser expresado y entendido a traves del lenguaje. Esto permite a los profesionales de la PNL tener mucho control para abordar situaciones y formular soluciones ante desafios especificos. La PNL introduce numerosos enfoques linguisticos como el metamodelo y los patrones del lenguaje que no son de uso comun por la mayoria de la poblacion. Estos enfoques a menudo motivan a los practicantes a ir mas alla de los viejos modos de pensar para que puedan obtener informacion valiosa sobre como sus propias mentes funcionan en ciertas situaciones. Mediante el uso especifico del lenguaje, las inflexiones, el tono y el tempo apropiado, es posible llegar a ser un mejor comunicador en todos los sentidos ya sea para aumentar tus habilidades como negociador, vendedor, terapeuta, padre de familia, con tu pareja o simplemente ser la persona que quieres ser. LA RIQUEZA DE LOS SENTIDOS El sistema VAKOG presupone que las personas tienen sistemas de representacion dominantes que utilizan diariamente para dar sentido a la realidad. VAKOG es una sigla que representa los principales sentidos humanos: V – visual, A – auditivo, K – kinestesico, O – olfativo y G – gustativo. Los dos ultimos sistemas de representacion, olfativo y gustativo, son menos frecuentes; sin embargo, tambien deben tomarse en cuenta cuando estes descubriendo por primera vez tu sistema de representacion dominante. El punto del Sistema VAKOG es que cada uno de nosotros tiene nuestras propias maneras de pensar, expresar y comprender el mundo, y todos debemos tomar este factor en consideracion al comunicarnos unos con otros. Por ejemplo, si la persona con la que estas hablando esta operando con un sistema de representacion visual predominante, el uso de palabras y conceptos que aludan a un sistema de representacion auditiva probablemente frene el progreso e incluso puede causar malentendidos. El sistema VAKOG es ampliamente utilizado en ventas, en el coaching, psicoterapia, la mercadotecnia, en la educacion, en la meditacion, la atencion plena (mindfulness) y practicamente en cualquier instancia donde se utilice el lenguaje para persuadir de manera efectiva.

  • La isla de los conejos de Elvira Navarro

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    Vuelve con once perturbadores relatos Elvira Navarro, una de las grandes narradoras en lengua espanola.

  • Un cura me obligo a casarme con dos primas de Fernando Neira

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    Despues de dos anos trabajando como medico para una ONG en una lejana aldea de la India, llega la hora de la partida para nuestro protagonista pero entonces un monje capuchino que llevaba toda la vida trabajando para aligerar el sufrimiento de esa pobre gente, le pide un favor que no solo choca frontalmente contra la moral de ese sacerdote catolico sino que a todas luces resulta inasumible para un europeo.
    Esa misma manana se ha enterado que un policia corrupto pretende a dos jovenes de esa etnia y para salvarlas de ese cruel destino, el cura le pide que se case con ellas y se las lleve a Espana.
    Nuestro protagonista no tarda en descubrir durante la boda que aunque ese santurron le habia asegurado que las hindues sabian que era un matrimonio ficticio, eso no era cierto al oir que esas dos primas juraban ser sus eternas companeras.

  • TODO EN UNA NOCHE (Stage Dive 1) de Kylie Scott

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    DESPERTAR EN LAS VEGAS NUNCA DEBERIA HABER SIDO ASI... AMANECER CASADA CON UNA ESTRELLA DE ROCK PROMETE SER UN VIAJE SALVAJE.
    Los planes de Evelyn Thomas para celebrar su veintiun cumpleanos en Las Vegas eran increibles. Lo mas. Pero en ellos no estaba despertar en el suelo de un cuarto de bano con una resaca peor que la peste negra y junto a un atractivo desconocido semidesnudo y tatuado, ademas de con un diamante en el dedo anular que hubiera asustado al mismisimo King Kong. Si al menos pudiera recordar como sucedio todo…
    Una cosa esta clara: amanecer casada con una estrella del rock promete ser duro.

  • Sylvia de Leonard Michaels

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    En Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como <>: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no <>, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras <>-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los <> anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. <>: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). <>, rememora el narrador, <>. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura.

  • El mapa del fin del mundo de Ignasi Serrahima

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    Embarcate en una de las mayores aventuras de la Historia de la humanidad: la primera vuelta al mundo de Juan Sebastian Elcano.

  • La reina descalza de Ildefonso Falcones

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    En la Espana del siglo XVIII, una conmovedora historia de amistad, pasion y venganza une dos voces de mujer en un canto desgarrador por la libertad.

  • Dejame morir de Alberto Meneses

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    DEJAME MORIR. UN NUEVO CASO DE ROBERTO FUENTES.Despues del exito de <>, llega un nuevo caso de Roberto Fuentes.Tras finalizar su ultimo caso en la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, Roberto Fuentes recibe una llamada desde Asturias; una menor de edad ha desaparecido en Nueva de Llanes y el unico detenido es un amigo de la infancia que solo le contara a el la verdad sobre lo ocurrido.Junto a la sargento Eva Ruano, Roberto se sumergira en un oscuro mundo de rituales sangrientos y poderes en la sombra donde la vida humana parece no tener ningun valor, y que pondra a prueba sus mas fuertes convicciones.?Descubriran quien esta detras de la desaparicion de la joven? ?Es la unica o hubo otras antes que ella? ?Por que Roberto no deja de sonar con la desaparecida?<> es un nuevo thriller policiaco de Alberto Meneses, autor de una docena de libros y con varios miles de ejemplares vendidos.

  • El taller de munecas de Elizabeth Macneal

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    La embriagadora historia de una joven que aspira a convertirse en artista y del hombre que, obsesionado con ella, amenaza con destruir su mundo para siempre.

  • En Tu Nombre Mi Inspiracion de Andres Ruiz

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    Habian pasado varios meses desde el fallecimiento de mi esposa y aun sentia, notaba y respiraba el suave olor a perfume que desprendia su cuerpo. Era sabado. Estaba amaneciendo. El despertador sono, como de costumbre, a las siete en punto. Lo unico que lo diferenciaba del resto de los dias era que esa manana no tenia que levantarme de la cama para ir a trabajar. Por estupido que parezca, todos los fines de semana, volvia a retumbar ese desesperante zumbido entre las paredes de mi cuarto. Apague el despertador al instante y me dispuse a echar otra cabezada hasta que diesen, como minimo, las diez. Asi fue como lo hice. Mientras el frio apenas se podia sobrellevar en el interior de la cama, la soledad me hizo ver que desde la muerte de Claud las noches eran pavorosamente mas gelidas. Ella solia dormir con su cuerpo pegado al mio, abrazados, fundidos el uno con el otro, proporcionandonos calor. Siempre descarte la posibilidad de comprar un calefactor por temor a perder, con resignacion, ese dulce y anorado recuerdo. Asi empezo mi historia. Misterioso encuentro el de esa manana, banado en tintes apasionados, que me hizo cambiar la vida. Me encontraba tomando un cafe para desayunar. La taza, pegada a mis labios, me provocaba un pequeno temblor injustificado. Senti a alguien observandome desde el fondo del salon. La cocina no era excesivamente grande. Desde ella se podia ver con claridad el resto del apartamento. El comedor era muy luminoso, por el sol que entraba temprano a traves de la ventana. La orientacion la escogio mi mujer. Ella decia que el este daba la alegria a una casa por la manana y el sur la prolongaba hasta la tarde. !Oh, mi Claud! Siempre alegre. Tu supiste contrarrestar mi tristeza hasta el punto de diluirla en el oceano. Eternamente te estare agradecido por lograr encauzar mi vida por otro camino, por la senda de la hilaridad. Travesia que hendio con tu expiracion. Maldito el trance en el que me encontraba inmerso. Anhelaba que se tratara de un execrable sueno. No habia nadie; sin embargo mi mente era lo que mas deseaba en ese momento. Tal era el convencimiento que crei imaginarme el cuerpo de Claud vagando por el salon. Podia distinguir su pelo resplandeciente y hasta el garzo color de sus ojos. Su actitud emulaba la de alguien que me estaba llamando con gestos reiterados. Su mano izquierda se alzo y con un visaje lento, el dedo indice, en pausado movimiento, subia y bajaba. Parecia tan real que con la confusion, un tanto aturdido, intente pronunciar alguna palabra. No obstante, el desasosiego no satisfizo mi ansia de hablar con ella. Quise levantarme de la silla, pero algo no me lo permitia. Un desproporcionado peso, no correspondido con el mio, hacia que me quedara pegado en ella. Luchaba por acercarme a la espectral silueta. La taza de cafe se me cayo de las manos a las piernas, provocando un acto reflejo simultaneo que origino el que saliera del estado de semiinconsciencia en el que me encontraba. La imagen habia desaparecido. Dudaba sobre si lo que habia visto era real o no. No descartaba la posibilidad de que lo fuera. Al llegar al lugar donde crei ver a mi mujer, sorprendentemente, olia a su perfume. Deduje la imposibilidad de que su olor hubiera quedado impregnado en el sillon desde la ultima vez que estuvo alli sentada. Entre otras razones porque no era de piel. Asustado, comence a vestirme rapidamente. Despues de asearme y afeitarme un poco me marche de casa, bajando por las escaleras apresuradamente. Necesitaba despejar mi mente. Ese era mi unico deseo. La gente, como cualquier manana de sabado, caminaba de forma sosegada, analizando todo aquello que se interpusiera en su trayecto. Senores comprando el periodico con bolsas de pan recien hecho en sus manos auguraban un feliz desayuno junto a la familia. !Que recuerdos de cuando vivias, Claud! !Lo que daria por volver a tenerte junto a mi! La manana parecia haber cambiado. La frescura matutina habia desaparecido por completo. Entre paso y paso me venian a la mente recuerdos. Queria sonar, volver a imaginarme que estaba a mi lado. La evocaba cogida a mi mano, con su fulgurante seguridad, tocando su tersa y suave piel que me embelesaba. Sus caricias se apoderaban de mi alma. Recorrian por medio de impulsos todas las venas de mi cuerpo, ensalzando la alegria y tranquilidad en mi semblante. Pero nada era real en esta dicha. Sin poder aguantarla entre mis manos se me escapo corriendo calle abajo, desvaneciendose poco a poco su imagen por la puerta de la antigua biblioteca. La biblioteca municipal. Hacia tiempo que no iba por alli. Probablemente la ultima vez que estuve fue cuando estudiaba en la universidad. Tras adentrarme en ella percibi que todo se encontraba igual que antano. Fui un asiduo en mi epoca de estudiante. Incluso la senora Mar continuaba en su puesto de bibliotecaria. La edad, que no pasa en vano, habia hecho de ella una agradable anciana. Sus ojos me miraron como si me conociera, pero sus laconicas palabras no. Me noto un tanto asustado. La ocasion lo merecia. Mis ojos no paraban de observar, aunque fuera desde lejos, todos los rincones de la biblioteca. Pretendi no incomodar a las personas que alli se encontraban, trabajando. De ahi que desistiera de mi intento de hallar a Claud. Un tanto mas calmado le pregunte a la senora Mar por la seccion de ciencias. No queria levantar sospechas sobre mi eventual locura; vesania inesperada. La senora Mar me senalo con un frugal gesto el fondo de la biblioteca y me susurro acercandose pausadamente a mi oido. --Yo le conozco. No tengo muy claro si antes leia este tipo de libros. ?Que le ocurre? Parece mas excentrico que antes. ?Las leyes le han perturbado? Indudablemente, la senora Mar recordaba que lo mio era el derecho. Al aproximarme a las baldas era sencillo perder la mirada ante tal cantidad de titulos ajenos a mi entendimiento. Un sinfin de libros que en la vida habria leido coronaban las estanterias. Objetivamente no sabia ni lo que estaba buscando. Escudrine entre los anaqueles por si encontraba algo o incluso a ella. Pero no, !no pudo ser! Claud debia haberse mezclado y esfumado entre los libros. Quizas esa fuera una manera de decirme que el futuro de mi vida se encontraba entre ellos. Una metafora venida de otro mundo para ser analizada entre los mortales. Al albur del momento, entiendo que por culpa del husmeo, una de las obras cayo repentinamente encima de mis pies, provocandome gran congoja. Rezaba El deseo inacabado1. Por razones obvias debia pesar mucho. No solo por el dolor que me habia causado, su aspecto y dimensiones la delataban. Tenia apariencia de ser una obra vetusta. Sus pastas estaban medio sueltas y eran de una especie de papel duro, bastante parecido al carton. Evidenciaba un color rojizo y estriado. Una obra de autor anonimo. Me dirigi al mostrador, donde la senora Mar me comunico que los prestamos se hacian por tres dias. Si sobrepasaba el tiempo establecido me sancionaria con la retirada del carnet. Hui de aquel prodigioso lugar. Decidi sentarme durante un instante en algun cafe. El bar de Nolan. Alli tendria ocasion de echarle un primer vistazo al libro. De por si auguraba una lectura interesante. Por lo menos era de un lenguaje asequible, facil de entender. Una historia de amor y de desengano. Pienso que a veces demasiado doctrinal, como si lo hubiera escrito alguien que deseara impregnar sus conocimientos a una persona querida. Lei y relei ese deseo inacabado. En la vida cada persona es inteligente a su manera, sabe desenvolverse en el dia a dia segun sus preferencias e interacciones. El problema es que, aunque uno conozca la manera de afrontar determinadas situaciones, a veces nos falta la forma de poder ejercitar las ideas y conocimientos. Yo siempre lo comparo con el siguiente ejemplo: seria como tener en casa las recetas de la abuela y no disponer de cocina para elaborarlas, o peor aun, no ser la abuela. Claro que en nuestro caso la cocina es la cabeza de uno. Hasta ahora nadie habia conseguido llegar al grado de madurez cerebral absoluto para poder aplicar todos los conocimientos que alberga la mente. Es facil leer, pero no disponer. Es sencillo querer conseguir algo, pero no es facil poder hacerlo. Cada segundo perdido de mi vida sin ganar intelecto suponia, en este momento, un retraso en mi empeno. No sabia aun ni lo que pretendia. Tal vez poseer muchos conocimientos temporales en el cerebro solo nos sirva para ocupar espacio. Malgastar un lugar que podrian ocupar los fundamentos importantes de nuestra existencia. La sociedad siempre se ha movido por la necesidad de inculcarnos valores, ideas y teorias que en la practica se desvanecen y no perduran en el tiempo. Pero para eso estan los libros, pense. En un conocido y frecuentado cafe-bar del casco antiguo de la ciudad: --Hola, Nolan. Hace tiempo que no le veo. El senor Nolan, de aspecto extravagante y un tanto desgarbado, acercandose a mi espalda, contesto; --Si, es cierto, desde lo de su esposa no hemos vuelto a vernos. ?Como esta? --Bien, --le conteste--, tal vez un poco perdido todavia. --No te preocupes, en poco tiempo todo volvera a ser como antes, ya veras. Aunque hayas sufrido tanto, la vida suele dar un giro importante cuando uno menos se lo espera. Esas palabras del senor Nolan enraizaron dentro de mi cabeza. De forma insolita sirvieron para hacer que me sintiera mejor. La lectura del libro me ayudaba a tranquilizarme. Claras y directas afirmaciones diluidas en un extenso relato. Haria acopio de ellas. Las utilizaria a mi conveniencia. Debia adquirir la facultad de seleccionar todo aquello que quisiera retener. Uno de los planteamientos del libro. Generaria una especie de alzheimer provocado que me ayudaria a crear pequenos archivos de ideas necesarias y borrar todo aquello que fuera prescindible. Engulli un pequeno bocado en el bar de Nolan, originando que a medida que avanzara la manana me entrase excesivo sueno, por lo que decidi volver a casa para descansar. En el camino a casa fui contemplativo, asaz. Adverti una larga hilera de pequenas viviendas mal cuidadas que siempre habian estado ahi. Jamas las habia observado con detenimiento. En estas la gente destacaba por su humildad, siendo un factor mas que suficiente para considerar la modestia de sus moradores. La falta de apoyo institucional, por la necesidad de recursos economicos, se evidenciaba por el vergonzoso descuido del aspecto exterior de las mismas. Por suerte, el destino me hizo encontrarme con Raul Bertel, amigo de la infancia. Habia perdido su pista hacia bastante tiempo. Raul debia ser de mi edad, unos treinta y cinco anos aproximadamente. De complexion fuerte, tenia unos rasgos intensamente marcados. Era oriundo de Granada. Vino a vivir aqui anos atras, porque su padre fue trasladado por motivos laborales. Por desgracia, cuando llego a nuestra localidad, segun tengo entendido, su empresa quebro. Tuvieron que trasladarse a este barrio, uno de los mas modestos de la ciudad. Siempre admire a esta persona, por su sencillez y humildad. Estaba impaciente por saber que habia sido de el. Me revele ansioso por preguntarle cosas, necesitaba que me contara algo bueno; el exito que hubiera podido tener en la vida o los hijos que Dios le hubiera dado. --?Cuanto tiempo? ?Como estas? --!Que alegria encontrarte, si no lo veo no lo creo! ?Eres tu de verdad? --dijo Bertel, mirandome varias veces y tocandome el rostro a la vez que me hablaba. --Si, claro --respondi--. ?Quien iba a ser si no? No he cambiado tanto, ?verdad? --No, no se trata del cambio que hayas podido experimentar. !Te creia muerto! --!Muerto! --dije sobresaltado. --Hace unos meses me llegaron noticias de un colega de profesion. Afirmaba que una persona del mismo nombre que tu y que claramente se ajustaba a tu perfil, desgraciadamente, habia fallecido en su quirofano unos minutos despues de iniciar una intervencion quirurgica por un hematoma subdural. --?Por un que? --respondi sorprendido. --Se trataba del cerebro. Debio ser algo traumatico. No se supo su origen. Pues me alegro enormemente de que no se tratara de ti. Ahora no sabria si estoy hablando con un fantasma o una persona de carne y hueso. --Es curioso que menciones esto --le conteste-- porque a veces creo que... Bueno, da igual, dejemoslo. Mi mujer si fallecio hace unos meses. --Lo siento mucho --exclamo. --?Entonces eres medico? --Si, por supuesto, lo desee desde siempre. El poder salvar vidas era mi mayor afan. Lo que mas me satisface en esta vida es trabajar con personas desamparadas que no tienen recursos. Por eso, tres tardes a la semana, despues de ir a la Mutua Fraternidad-Muprespa asisto a pacientes de este barrio, mi antiguo hogar. De ahi que me encuentres aqui en este momento. Me dirigia hacia aquel hospital --anadio senalando a un edificio cercano--. Tengo pacientes muy singulares, se puede aprender mucho de ellos. ?Sabes? Dan todo por ti, solo por cuidarlos y tratarlos educadamente, en definitiva por ayudarlos. Es facil, ?a que si? Los pacientes necesitan amor, con eso se conforman, y mas en momentos criticos. Les da igual estar moribundos a consecuencia de su enfermedad terminal. Para ellos lo mas importante es sentirse arropados por los que se encuentran cerca. No se si te pongo en un compromiso ?Por que no me acompanas y te enseno todo aquello? No fui capaz de negarme. Por el camino me encontraba totalmente absorto con las palabras que me habia manifestado Raul. Bajo su aspecto, fuerte e iracundo, se escondia una esplendida y enigmatica persona, con grandes valores y marcada personalidad. Egoistamente sabia que rodearme de alguien como el aumentaria toda mi esperanza por conseguir lo que en realidad necesitaba. Mi mujer no se me olvidaba. Yo sabia con certeza que esa manana habia estado en nuestra casa, que se habia dejado sentir y que aspiraba que hiciera algo. Desconocia lo preciso para llegar a ella. Era una imperiosa necesidad el conocerlo, sobre todo para alejar de mi mente el hecho de que pudiera estar volviendome un perturbado. --Raul, ?que tipo de enfermos tratas en tu consulta? --En la mutua ya lo sabes, trabajadores activos. Pero en el centro ahora lo veras. No serviria de nada que te lo contara, hay que verlo. No te preocupes, no hay enfermedades contagiosas. Tu muestrate como si fuesen personas sanas; lo contrario les doleria. Especialmente debes ser mas sensible con los padres. Ellos al fin y al cabo son las personas que peor se sienten al tener que dejar a sus hijos por un tiempo indeterminado, e incluso algunos de ellos para siempre. Perdona, no pretendia avivar tus recuerdos... --No, no te preocupes. Para mi resulto ser la experiencia mas desoladora y a la vez enriquecedora que jamas habia vivido. Por desgracia, todo el ambiente estaba rodeado de muerte. Por lo menos asi lo sentia yo. Era como si no les ocurriese nada a los pacientes. En el fondo, la mayoria de ellos habian perdido la esperanza y conocian de sobra cual era su fatal destino. Se encontraban felices, aparentaban normalidad. Raul tenia especial predileccion por una nina de cinco anos llamada Olga. Olguita, como el la llamaba, tenia la dulce mirada que poseia mi esposa. Con ojos grandes y azules, la imaginaba con un precioso pelo rubio semiondulado. Por desgracia tenia un cancer linfatico, leucemia. Un panuelo rosa fucsia cubria su cabeza. De ella destacaba su gran ternura. Ahora si, ajena a su enfermedad, era la alegria personificada. --Olguita, toma este regalo que te he traido. La chiquilla no fue capaz de esperar a que Raul se lo diera. Se lanzo a su cuello y le propino un fuerte abrazo, arrebatandoselo casi de las manos. --?Que es, que es? --decia con un bonito y correcto acento andaluz. --No te lo puedo decir. Dejaria de ser una sorpresa. Raul le habia regalado una especie de bola en la que al moverse salian muchos copos de nieve que caian encima de los tejados de una pequena ciudad en miniatura. Era preciosa, la nina, por supuesto. La pena era que, por desgracia, la veia a las puertas de la eternidad. Su enfermedad, lejos de perder la esperanza de otros casos similares, no tenia solucion en el estado que se encontraba. La esperanza es lo ultimo que uno debia perder. ?Por que inventarian la detestable ley de Murphy? En la mayoria de las ocasiones, si esperas que algo te salga bien, automaticamente se aplica la repulsiva ley y se estropea. En la vida existen realidades que jamas intuiremos con una simple mirada, aunque las tengamos enfrente de nuestros ojos. Desgraciadamente, solo con un pequeno movimiento, aunque sea provocado de forma instintiva, hacemos que todo cambie. Ese fue el caso, por analogia, de la enfermedad de Olguita. La nina movio su bola de la ciudad de forma energica y reiterada, hasta que se canso. Yo desde el fondo de la habitacion observaba como caian los copos de nieve. Pense en la importancia de un solo movimiento, capaz de cambiar el aspecto exterior de algo. Era la capacidad, a veces no entendida, del que tiene el poder sobre las cosas. Esta experiencia me ayudo personal y espiritualmente. El encontrarme rodeado de esta gente desconocida para mi, con situaciones totalmente heterogeneas, fue mentalmente gratificante. Siempre pienso que hasta que no te ocurre una desgracia similar no se llega a saber con profundidad lo dura que es la vida y hacia donde nos lleva. En realidad, no se nos prepara bien para la muerte. Quizas si en otras culturas. Me encontraba absorto, embelesado, divagando, vanamente sumido en mis pensamientos. Esa paz interior se rompio al entrar una enfermera gritando bruscamente; --!Raul, Dr. Bertel! ?Donde se encuentra usted? --Incorporandose rapidamente --le contesto--, aqui. --Se trata de Gabriel. Tiene convulsiones y sus constantes vitales se encuentran bajo minimos. --Vamos, rapido, prepara una dosis de epinefrina y coja el desfibrilador por si fuese necesario. El Dr. Bertel me explico posteriormente que Rosa era una enfermera que llevaba trabajando toda su vida con personas desahuciadas, sobre todo de medios economicos limitados. Por lo visto se encontraba muy implicada con esta causa. El tiempo se lo permitia, ya que no tenia familia directa, excepto un tio segundo, por parte de madre, que se encontraba en EE. UU. Era un prestigioso directivo de una empresa con mucho renombre y poder. Cuando pensaba lo que podia tener y no poseia, por no haber amasado la misma fortuna que su familiar, se curaba de humildad ayudando a los que eran como ella. Segun decian, algun dia, heredaria su patrimonio. <>. --Aqui tiene, doctor --dijo la enfermera. Raul actuaba como cualquier profesional de la medicina, trabajaba de forma apacible, sin nervios de ningun tipo. La tranquilidad se transformaba en una acuciante desesperacion para el que se encontraba a su lado. Aunque yo no era sanitario para poder opinar, por supuesto. --No se estabiliza --dijeron resignados. El sonido del electroencefalograma pitaba despacio, marcando la lenta actividad cerebral. Los latidos de su corazon eran muy debiles. Daba la impresion de que se estaba yendo. Intentaban recuperarlo y devolverlo a su estado normal. Cuestion esta ilusoria. Su cara parecia la de un angel que acababa de entrar en el cielo. --Senor Gabriel. ?Como se encuentra usted? No respondia. Mientras se debatia entre la vida y la muerte ocurrio uno de los acontecimientos mas usuales y extranos que se suelen dar en estas situaciones. Gabriel que se encontraba totalmente inconsciente, reflejaba una cara de felicidad que llegaba a lo mas profundo del alma. Reverberaba dulzura y calidez a la vez. Como si estuviera siendo rodeado y recibido por muchas personas queridas. Era evidente, su fallecimiento estaba cerca. Ya no habia nada que hacer. La enfermera y Raul salieron desolados, con la cabeza agachada, quitandose los guantes de latex de las manos. Entiendo que para certificar la defuncion del paciente y realizar los ultimos preparativos. Me di cuenta de que me encontraba solo junto al cuerpo yaciente de este desconocido. No se por que razon me sentia como si fuera imprescindible en aquella habitacion. Pense que se trataba del destino y asi lo acepte. Me acerque al moribundo y susurrandole al oido le dije refiriendome a mi Claud: --Demuestrame la forma de llegar a ella. No sabia si realmente me habia escuchado, pero un pequeno gesto cambio la expresion del Sr. Gabriel. Note como sus pupilas se dilataban. Estaba alejando la mirada hacia un punto concreto de la habitacion. Mire atras, mas bien por miedo a lo que pudiera encontrarme alrededor. Se me puso la piel de gallina. Se trataba de la figura de una anciana que llamaba a Gabriel con la cabeza. El hizo ademan de levantarse; sin embargo, sus pocas fuerzas no se lo permitieron. De forma repentina se le oyo un suspiro, diciendo: --Gracias por esperarme, amor. Cayo en la cama y no volvio a respirar mas. --!Raul! !Raul! !Es Gabriel! Parece que definitivamente ha fallecido. Todo esto es desconcertante, antes de su frivolo y esperado final en la tierra fue capaz de articular varias palabras. --Ya habia fallecido cuando nos fuimos de la habitacion --afirmo Bertel--. Se trata del ultimo suspiro. Seguro que, como siempre, escucharias palabras de asombro por ver a alguien querido o conocido, ?verdad? --expreso Raul. --Asi es. Parecia como si hubiera visto algo. Lo increible del caso es que aprecie una anciana que le llamaba. --Que no te resulte extrano. No es la primera vez que ocurre esto. Hace unos meses tuvimos aqui a una mujer que cuando la hospitalizamos ya estaba moribunda, agonizo durante una semana completa. Afirmaba estar viendo a su marido que fallecio anos atras, incluso charlaba con el. Al principio me asombre bastante, pero empezo a ser algo familiar para mi. Despues de esta mistica experiencia ya era hora de continuar mi camino. ?Que podia esperar mas de este largo dia? Al llegar a casa me vino a la mente lo que le susurre al pobre senor Gabriel durante ese trance. Recorde las palabras que levemente pronuncio, palabras que de forma complaciente daban las gracias a alguien. Todo ello hacia sentirme feliz, con una gran esperanza por volver a ver a Claud algun dia. En la vida terrenal o en cualquier otro lugar existente. Dormi sin mayor preocupacion que la soledad. Esta se me hace dificil de sobrellevar. En ocasiones deseaba volver atras el tiempo para poder hacerle sentir a Claud todo lo que la amaba. No obstante hay deseos que uno advierte cuando ya no los puede realizar, por lo que es mejor no pensarlos. La desesperacion se alia con aquel que frustra sus empenos y yo soy de esos, de los que suenan con poder hacer cosas imposibles. A la manana siguiente me desperte temprano, era domingo. No tenia mayor aspiracion que permanecer en casa. Solo saldria para ir a misa. No se por que razon me apetecia reconciliarme con Dios. Deseaba volver a mi epoca de juventud en la que asistir los domingos a la iglesia era lo habitual. Previamente estuve observando unos retratos de entre todos los recuerdos que guardaba de mi mujer. Cada dia la veia mas guapa. No se me olvidara jamas el momento en que le hice aquella foto. Pense que si la llevaba siempre junto a mi la sentiria mas cerca. La guarde en la cartera, junto a las que ya tenia. Deje a un lado el resto despues de verlas. Recuerdo perfectamente que en esta estabamos los dos en el Castillo de Gibralfaro. Nos encontrabamos divisando la hermosura del paisaje de la ciudad. La vista se perdia en la penumbra hasta topar casi con el continente africano. Era un lugar muy querido por mi. A veces Claud no entendia el porque. En ocasiones me recriminaba que era muy pesado por querer ir de nuevo a ver el monumento nazari. Ella nunca supo que en ocasiones subia a pensar en este enclave, sin ella. Uno de los dias mas bonitos de mi relacion, de los que guardo recuerdos entranables, fue ahi, en ese sitio con tanto encanto, lugar en el que supuestas batallas se habian librado por conquistar los dominios de semejantes parajes. Cuanto amor y odio juntos se entremezclaron para luchar por algo tan preciado y valioso. Solo podia afirmar palabras de halago. Mi queridisima ciudad rezumaba alegria desprendida por el brillo del sol reflejado en el mar. Ese dia subiria a ver nuevamente su encanto. Asi podria cantar en la cima del monte Esperando a que caiga la noche, aunque solo fuera en silencio: <

  • El Sexo siempre es la Respuesta de Jorge Borges

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    Como Animales: Romance, Sexo y Erotica con el Licantropo Alfa

  • Escribiendo juntos de M Suarez

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    Manuel es un escritor de novelas de ciencia ficcion que distribuye su carrera entre la Ciudad de Mexico y Los Angeles.

  • Deseo concedido de Megan Maxwell

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    Si algo tiene claro Lady Megan Philiphs es que ningun hombre doblegara su caracter y su voluntad. Acostumbrada a cuidar y velar por la seguridad de sus hermanos, Megan es una joven intrepida, de bello rostro moreno, a la que le divierten los retos y no le asusta el sonido del acero.

  • Voy a olvidarte de Brenda Simmons

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    La vida de Dana Michel da un cambio radical cuando el viejo juez Sheridan decide penalizar su obsesion por pintar grafitis enviandola a la Escuela de Arte de Boston. Y, precisamente, huyendo de la policia para que no la arresten por embellecer las calles con su arte urbano, se cuela en un edificio en obras y, a partir de ese momento, sera Duncan Rush, un atractivo y enigmatico pintor, el que se cuele en su vida. Dana descubre que nada es lo que parece y que el amor no siempre lo puede todo. Sin embargo, con su carisma habitual, decide que <> y se adentra en una historia con un final que todos ven llegar menos ella. Descubierto el misterio que rodea a ese hombre, ?deberia luchar por el o hacer caso de su instinto de supervivencia y tratar de olvidarlo…?

  • Maldita Sarah de Eva M. Soler

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    Cosas que haces cuando tu novia te deja:
    1) Odiar a su nuevo novio, como corresponde.
    2) Evitar coincidir con ella.
    3) Refugiarte en tu familia y tus amigos.
    4) Pensar que de buena te has librado.
    5) Plantearte si quieres seguir trabajando para su padre.
    6) Tragar bilis cuando se dedica a restregarte a ese punetero musculitos.
    7) Buscar a una chica que te deba un favor y hacerla pasar por tu pareja, aunque tengas que refinarla antes.
    8) Espera. borra eso.
    En los planes de Liam no entra que su novia actual, Sarah, le abandone tras enamorarse de otro durante sus vacaciones en Australia. Tampoco que peligre su posible ascenso en el bufete donde trabaja, que su hermana se ponga a salir con un guaperas que a todas luces le partira el corazon, y mucho menos que su atractiva, aunque plebeya vecina, Summer, le destroce el coche durante un accidente en el aparcamiento.
    Harto de que Sarah se dedique a amargarle la vida paseando a su nuevo ligue ante sus ojos, este abogado estirado decide seguir un consejo poco sensato: convencer a Summer de que se haga pasar por su novia ante ciertos eventos del bufete. Para que todo salga bien solo necesita refinarla un poco, pero lo que en principio parecia algo sencillo acaba derivando en un giro inesperado.

  • Juegos prohibidos 3, Emma M. Green de Emma M. Green

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  • El beso del ganador (Trilogia del ganador), Marie Rutkoski de Marie Rutkoski

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  • Y si tu me olvidas (Alana 1) de Iris Romero Bermejo

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    Primera entrega de la trilogia <> que hara las delicias de los lectores.

  • El gen: Una historia personal de Siddhartha Mukherjee

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    Magnifico, necesario y absorbente, Siddhartha Mukherjee, ganador del Premio Pulitzer por El emperador de todos los males, ha escrito una extraordinaria <> del gen y una respuesta a una de las cuestiones mas relevantes del futuro: ?Que significa ser humano cuando se es capaz de manipular la informacion genetica?

  • Solo Mia de Gwendolen Hope

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    Liam y Katharine tienen una vida juntos solo en los papeles. En la realidad, estan enredados en un matrimonio por interes y viven ignorandose y despreciandose mutuamente. Hasta que un trivial, pequeno incidente cambiara las cartas sobre la mesa y repentinamente Katharine se encontrara siendo otra mujer. ?Todo esta perdido? ?O el fuego todavia arde peligrosamente bajo las cenizas?

  • Te necesito esta noche de Sarah Wall

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    Carlos y yo eramos felices. ?Que nos habia pasado? Nuestro amor era indestructible, o al menos eso pensaba yo. Soy una persona que cuando ama lo hace sin condiciones. Me entrego totalmente. Apenas habia tenido un par de novietes antes que el y ninguno me calo tan hondo como Carlos. Siempre tuvo un problema y es que le encantaba flirtear, ser el centro de atencion, aunque para el fuera algo innato y sin intencion; sin quererlo, mas de una vez tuve que sacar a relucir mi mala leche en algun local, por alguna moscona/buscona que revoloteaba alrededor. Odiaba entrar en un restaurante y que automaticamente todas las mujeres se quedaran boquiabiertas al verlo, sin disimulo; posiblemente todas deseando tirarselo sin ningun tipo de miramiento. El no le daba importancia, es mas, le gustaba gustar... estoy casi segura de que me ha sido fiel, excepto el ultimo ano. Recuerdo muy al principio de nuestra relacion cuando eramos unos salvajes. Teniamos las hormonas mas que revolucionadas, no parabamos de hacer el amor. Nuestro sexo era apasionado y brutal; ahora hace mas de cinco meses que no nos tocamos y apenas hablamos... ni siquiera hemos discutido. Simplemente la llama se esta apagando y parece que los dos estamos soplando con fuerza para que eso ocurra. Nuestro amor languidece, noto que muere y cada manana me pregunto ?que nos ha pasado? Mi madre le ama, mi hermana lo admira y mi padre lo tolera. A Juan, mi padre, se que nunca le acabo de gustar la reputacion de Carlos. Antes de casarnos, sutilmente me pregunto si estaba segura de lo que hacia. Ha sido la unica vez que me he enfadado con el; un hombre que jamas se habia inmiscuido en mis relaciones, de repente me advertia. Carlos entre sus clases y sus conferencias no para por casa. Yo, entre mis guardias y mis consultas estoy tan cansada que intento evitar todo contacto y noto que el tambien lo hace. Pero la pregunta es... ?cuando fue que todo esto se hizo tan grande que ya no lo podemos parar? Hemos tenido horarios dificiles, si, pero siempre encontrabamos un hueco para nosotros. Y nunca habiamos estado mas de una semana sin hacerlo, !NUNCA! Soy enfermera jefe en la planta de cardiologia infantil del Hospital Central, aunque mi padre y mi madre, especialmente ella, querian que fuera neurologa como papa; estoy acostumbrada a la presion y desgraciadamente a perder pacientes, aunque a esto dificilmente te acostumbras; el corazon es lo que tiene: Se intenta todo, se hace lo mejor que se puede y mas. Y aunque estas cerca de tus pacientes las veinticuatro horas, aun asi, muchas veces los pierdes. Aunque te preparen para ello nunca acabas de estarlo y menos en una planta infantil. Siento como si estuviera perdiendo parte de mi vida. !No puedo luchar mas! y se que Carlos tampoco ha colaborado demasiado los ultimos meses. ?Que nos ha ocurrido? ?Que ha sido del chico apasionado, dulce aunque con genio, detallista y siempre optimista que habitaba en el? Es su mismo cuerpo, pero su corazon piensa de distinta manera. Ya no le inspiro los mismos sentimientos de antes y quiero saber el motivo. Carlos y yo nos conocimos en una fiesta organizada por mis padres donde se encontraba lo mas selecto de la ciudad. Es una fiesta que mis padres organizan todos los veranos en nuestra casa en la zona alta de Barcelona. Solo teniamos dieciocho y veinte anos respectivamente; en aquel momento nos gustamos, eso era mas que evidente... el no dejaba de mirarme y yo no dejaba de mirarlo... Ese cuerpo deportista, ese cabello ondulado y oscuro, esa piel morena y esos ojos color miel, indefinidos entre el verde y el castano... ?Como no mirarle? si es que estaba para mojar pan y lo que fuera necesario mojar... Yo estaba en plena selectividad para poder cursar la carrera de enfermeria, mi autentica vocacion, en contra de la opinion de mi familia que me atosigaba para que siguiera los pasos de papa en medicina. Mi madre no dejaba de repetir que, al ser una chica con el expediente academico tan brillante, podia aspirar a <>. Mi vocacion era enfermeria y eso es lo que hice. <> Fue lo que dijo mi madre con los ojos como platos. <>... Mi madre es buena mujer, pero quiza demasiado entrometida e interesada. No me gusta escoger a las personas solo por el maravilloso futuro que me puedan ofrecer... pero es mi madre, no la cambiare. Carlos se marcho al otro lado del charco, pero seguia sabiendo de el por los amigos comunes. No me gusto nada oir que una tal Charlotte le tenia mas que pillado. No era mio, lo se, pero lo deseaba y a veces incluso fantaseaba con lo que podriamos ser... !A imaginacion no me gana nadie! Ambos tuvimos nuestros rollitos y romances; el mas que yo... por supuesto, el era el <> de EE.UU. Que si Charlotte, que si Kayla, Hayley... un sinfin de chicas pasaron por su cama... y los rollos de Carlos salian en mas de una charla. Al cabo de unos pocos anos la foto habia cambiado. Yo ya estaba trabajando en el Hospital Central y Carlos lo hacia en una importante financiera americana, aunque lo que realmente le gustaba era la docencia. Volvio a Barcelona y empezo a dar clases en una reconocida Universidad consiguiendo un alto cargo en ella. Intente averiguar cuando volvia a Barcelona y consegui saberlo, pero no disponia de sus datos de contacto y, pese a que pregunte a varios amigos comunes siempre con disimulo y excusas, un dia casualmente lo vi aparecer por la cocteleria Jims's. No era una habitual del Jims's, pero justo aquel dia habia quedado con Anna, una de mis mejores amigas. Anna todavia no habia llegado --suele llegar la ultima a todos los eventos, es algo que la caracteriza-- y alli estaba yo, esperando como una boba. Parecia que iba buscando rollo. Ya llevaba dos copas cuando el entro por la puerta. Carlos estaba mas guapo que nunca con su polo blanco y sus tejanos... esa barbita de dos dias... informal pero irresistible. Siempre ha tenido estilo. Sus brazos aun estaban mas fornidos pero sin llegar a estar hinchados, culito irresistible... Aunque le conoci de inmediato, me hice un poco la dura para mantenerle atento y que no viera como mis babas asomaban por mi boca sin remedio, como pasaba con todas. De hecho, cuando me dio los dos besos de cortesia en la mejilla, mas que cerca de la comisura, diria yo, mi cuerpo sufrio una descarga electrica indescriptible y me ruborice, estoy segura. Pero siempre se le puede echar la culpa a dos Manhattans que me habia cascado esperando a Anna. Tras nuestra cordial conversacion y con la excusa de ir al bano, llame a mi amiga Anna para cancelar nuestros planes y quede en que ya le contaria el porque. Empezamos a hablar de los viejos tiempos. El plan se desarrollo a la perfeccion y cenamos en Chez Pierre. Para ser nuestra primera cita e improvisada no estuvo nada mal. Tras la cena le sugeri que me dejara en casa y, como excusa, le dije que tenia turno de manana. Era mentira, no queria caer a cuatro patas de buena a primeras, que es lo que hubiera pasado. No queria que pensara que yo era como las demas, una <>; yo queria estar con el para siempre y no que a los dos dias se cansara de mi. Quise mantenerle en vilo... crear un poco de intriga para llamar su atencion, pero claro, tambien podia salir rana la jugada y no volverle a ver el pelo. Al dia siguiente volvimos a vernos y desde entonces, siempre juntos. Hasta ahora, que nuestros caminos parece que se separan.

  • Nada es Igual (Sobrevivire 2) de Gianna Gabriela

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    ?OYE, MAMA, QUE ES ESTO? --PREGUNTO, SOSTENIENDO UNA PEQUENA BOLSA DE PLASTICO. LA encontre dentro de uno de sus zapatos en el armario cuando estaba jugando a las escondidas con Ethan--. ?Azucar? Tal vez ella olvido que estaba alli. Se que planea hacer limonada hoy. --?Donde encontraste eso, Aron? --pregunta. Parece que esta enojada, pero no entiendo por que; ella suele ponerse feliz cuando encuentro cosas. --Estaba... Ella corre hacia mi, apartando la bolsa de mi mano. --?Donde lo encontraste? --grita y mi labio inferior comienza a temblar. Miro hacia abajo para ver que hay un poco de sangre en mi mano. Creo que me aruno cuando me arrebato la bolsa. Las lagrimas comienzan a correr por mi cara. --Estaba en tu... --murmuro, sin entender lo que hice para que mi madre se enojara tanto. --?Donde? --grita y yo me estremezco. --En el armario --respondo. Ethan se quedo en la habitacion. Se esconde hasta que voy y lo encuentro. Me alegra que no este aqui para verme llorar. --!No te metas ahi otra vez! --Estabamos jugando a las escondidas --le digo. Ella me da una mirada que me dice que estoy en problemas. --No vuelvas a hacerlo --dice cada palabra lentamente y yo asiento en respuesta, mis labios siguen temblando mientras gruesas lagrimas caen por mis mejillas. No se que hice para hacerla enojar. No suele molestarse asi conmigo. Desearia que mi papa estuviera aqui. Ella nunca se enojaba cuando el estaba aqui. 1 NO DEBERIA SER YO QUIEN TERMINA DE CRIAR A SU HIJO. Cinco anos despues ENTRO EN MI CASA, ENOJADO Y LISTO PARA ENFRENTAR A MI MADRE POR DEJAR A ETHAN EN LA escuela por dos horas despues de su salida. Se supone que debe recogerlo cuando yo tengo entrenamiento de futbol. Ese es su unico trabajo, la unica cosa que le he pedido que haga, pero incluso falla en eso. Cuando me presente, el director me miro con los ojos llenos de lastima y mi hermano menor me dio un abrazo. Ethan estaba asustado. Habia estado llorando y solo podia imaginar cuantos escenarios pasaron por su cabecita, ninguno de ellos cercano a la realidad con la que me encuentro. Tal como lo sospeche, y la razon por la que le dije a Ethan que me esperara en su habitacion, mi madre esta sentada en la mesa de la cocina con el polvo blanco extendido en la superficie frente a ella. --?Que estas haciendo? --pregunto con disgusto. La he pillado haciendo esto suficientes veces para saber exactamente que es, pero le pregunto de todos modos, esperando que la respuesta sea diferente esta vez. --?Que estas haciendo tu aqui? Pense que tenias practica --pregunta, cambiando de tema. Dejo caer mi bolsa de gimnasio en el suelo. La decepcion que siento deberia ser obvia para ella, pero creo que ya no se da cuenta o quizas ya esta acostumbrada. La veo tratar de recoger el resto de su porqueria blanca. La evidencia de su fechoria, nuevamente en la bolsa. --Yo tenia entrenamiento. --?Entonces, por que no estas alli ahora? --Su tono es acusatorio. Solo mi madre se atreveria a cuestionar mis acciones cuando las que ella hace se alejan bastante de lo que esta bien. Pone la pequena bolsa dentro del bolsillo de sus jeans. --La escuela llamo --le digo, contando los segundos hasta que se de cuenta de lo que hizo esta vez. Diez segundos. !Diez segundos! --!Mierda, Ethan! --dice, acordandose finalmente. La ira corre por mi sangre. --Se suponia que debias recogerlo hace dos horas. Mira por encima de mi hombro. --?Donde esta? --Arriba haciendo la tarea, no es que realmente te importe. --!Me importa! --grune en respuesta. La miro fijamente. --?De verdad te importa? ?Desde cuando? --escupo. No deberia ser yo quien crie a mi madre. Se suponia que este no era mi trabajo. --Soy tu madre --argumenta debilmente. Bufo. No ha sido una madre para nosotros en anos. Tuve que criarme y a Ethan tambien. --?Es asi como te quieres llamar ahora? Porque parece que estas olvidando cual es tu papel. De repente contrita, ella se acerca a mi, enmarcando mi cara con sus palmas. --Lo olvide, ?de acuerdo? --dice suavemente. Coloco mis manos sobre las de ella, separandolas de mi cara. No le dare la absolucion que busca. --Si, asi fue. --Olvido que es madre, que tiene hijos, que no debe consumir drogas. No puedes olvidar a tu hijo en la escuela durante dos horas porque estas demasiado ocupada drogandote. Estas son todas las cosas que quiero decirle, pero no. Porque ya lo dije todo en vano. Supongo que ella tambien ha olvidado como escuchar. --!AMIGO, NO PUEDES DEJAR EL EQUIPO! --GEORGE DICE MIENTRAS EMPACO MIS COSAS DEL vestidor de hombres. Suelto un suspiro. Mi madre se ha olvidado de recoger a Ethan no una vez, sino todos los dias de esta semana. No puedo seguir saliendome del entrenamiento temprano para ir a buscarlo. --No tengo otra opcion. Se que el entrenador entiende, ya que el es el unico que tiene una idea vaga de como es mi vida en casa, pero no puedo seguir haciendole esto al equipo. Un mariscal de campo es una de las piezas realmente importantes en el tablero, una pieza que debe permanecer constante. --Eres el mariscal de campo --dice Tyler. No entiende mi situacion, probablemente porque no he dicho nada. A nadie. Estoy muy avergonzado. Sacudo la cabeza --Ya no. --?Que pasa con la beca para la universidad? --pregunta George--. Tendre que apuntar a una por merito. La verdad es que una beca universitaria no importara porque de ninguna manera se me permitira llevar a Ethan a los dormitorios conmigo. Y no puedo vivir con el en el campus mientras voy a la escuela. Lo mejor que puedo hacer es graduarme del bachillerato y conseguir un trabajo para poder alquilar un lugarcito para nosotros. Quizas cuando Ethan termine el bachillerato y vaya a la universidad, pueda yo pensar en la universidad para mi. --?De verdad, una beca de merito? --Tyler dice, riendo. Lo golpeo en el hombro--. Tengo puras... --Amigo, cuidado con el brazo. Puede que hayas terminado con el futbol, pero yo no puedo lastimarme si vamos a intentarlo y no nos maten esta temporada debido a que jugaremos con el segundo mariscal de campo con el que nos dejas. --No es tan malo --les digo. Tyler y George abren sus casilleros al unisono, mirandome incredulos. --?No tan malo? --dice George--. !El tipo no puede completar un pase! --El tipo se asusta cuando ve a los jugadores corriendo hacia el --agrega Tyler. --Ningun mariscal de campo quiere que lo agarren --le digo. Es verdad. Ni tampoco quieren recibir un golpe. Miro mi uniforme, mi numero y mi apellido en la parte de atras. Voy a extranar hacer esto. Jugar al futbol fue mi refugio del caos que es mi vida, pero es hora de crecer. Tengo a alguien mas que tengo que proteger. Aunque amo el futbol, amo a mi hermano mucho mas. --Solo digo que estamos a punto de empezar un periodo de sequia --dice George y todos nos reimos. No es que hayamos ganado todos los juegos; somos un oponente digno, pero lejos de tener una temporada perfecta. --Esperemos que sea corto --dice Tyler, levantando su bolso del banco y tirandolo en su casillero. --?Entonces, no te quedas a entrenar hoy con nosotros? --pregunta George. Cierro mi casillero. --Amigo, ya no voy a jugar. ?Por que razon me quedaria? --Miro mi reloj. Tengo que estar en la escuela de Ethan en unos minutos. Tyler empuja a George y le da una mirada de ?es en serio? --Me tengo que ir --les digo. --Echaremos de menos jugar contigo --dice Tyler, sin miedo a expresar sus pensamientos. --Todavia somos amigos --les aseguro. --Como somos amigos, hare una fiesta el proximo fin de semana. Mis padres estaran fuera. Podemos celebrar o compadecernos del hecho que dejas el equipo. !Mas te vale que estes alli! -- George dice. --Intentare ir por un par de horas --le digo, sabiendo que no sucedera. No hay forma de que deje a Ethan solo con mama para poder irme de fiesta. 2 ELLA NO PREGUNTA COMO ESTOY YO. HA PASADO UNA SEMANA DESDE QUE DEJE EL FUTBOL Y LO EXTRANO MUCHO. ERA MI UNICA SALIDA y ahora se ha ido. En cambio, tengo que mitigar el impacto que el habito de las drogas de mi madre tiene en la vida de mi hermano menor. Cuando llego a casa, puedo escuchar el sonido de los muebles que se mueven o son tirados al piso. --?Que hiciste? --Richard me ladra en el mismo momento que abro la puerta. Lo miro con desden. --?De que estas hablando? --pregunto, pretendiendo no tener ni idea. El cierra la distancia entre nosotros un paso a la vez. --Tu sabes de que estoy hablando. Lo desafio porque si no fuera por el, probablemente no estariamos en este lugar en este momento, mi madre no estaria asi como esta. Me encojo de hombros casualmente. --No, no tengo idea. --Me doy la vuelta y me dirijo a mi habitacion, pero no doy dos pasos antes de que me golpeen contra la pared. Richard se inclina cerca de mi oreja, su antebrazo en la parte posterior de mi cuello me sujeta en su lugar. --?Donde las pusiste? --Exige en un tono lento. Cuando me quedo en silencio, me agarra del hombro y me da la vuelta. Atrapado entre el y la pared, siento la furia golpeando mi sangre. Y quiero romperle la cara a punos. Pero me contengo. --?Donde? --grita. Richard me mira con los ojos enrojecidos. Aun asi, no digo nada. Con un grunido frustrado, lleva sus dos manos a mi garganta, envolviendo sus dedos con fuerza hasta que corta el aire. Jadeo fuertemente, mi respiracion apenas un susurro mientras digo--: En la basura. --?Las tiraste a la maldita basura? El me suelta y se dirige hacia la cocina. Lo escucho volcar la bolsa de basura, buscando las drogas responsables de destruir a mi familia. Jodida mierda. Me acerco a donde esta, observando mientras busca algo que no encontrara. --?Donde estan? --grita, volviendose brevemente hacia mi antes de regresar a su busqueda. Miro hacia el patio a traves de la ventana de la cocina. Richard sigue mi mirada. --Maldita sea --grune. No se por que sigo parado aqui, mirandolo mientras escarba. Puede que esto no termine bien para mi, pero no me importa.

  • Al ritmo de tus besos de Sarah Mccourt

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    Me he gastado los ultimos diez euros en unas cervezas y tengo que volver andando a casa. Son solo un par de kilometros, pero hace frio y son casi las dos de la madrugada. Eran mis ultimos diez euros, mi cuenta corriente esta en numeros rojos y solo estamos a mitad de mes. Aunque eso no importa, desde que me despidieron hace casi dos meses no he vuelto a encontrar trabajo y no tengo ningun ingreso. Lo que significa que, a menos que suceda algun milagro, no podre hacer frente al alquiler del piso que comparto con otras dos estudiantes, ni tampoco a los gastos. Por no poder, tampoco podre comprar comida, ni la tarjeta de transporte para ir a la Universidad. Soy estudiante de cuarto de medicina y hasta ahora las becas han cubierto la matricula de la Universidad y parte de los gastos que supone desplazarse a otra ciudad. El resto del dinero procedia de mi trabajo como camarero en todo tipo de bares a lo largo y ancho de la ciudad, pero hace ya dos meses que no encuentro nada. Eso ha afectado a mis estudios y si las cosas siguen asi, no me quedara mas remedio que dejarlo todo y regresar al pueblo con mis padres. Manana volvere a patear la ciudad en busca de trabajo. La Navidad esta a la vuelta de la esquina y en esta epoca del ano siempre hay mas demanda de camareros. El motivo de mi despido fue que me pillaron en el bano tirandome a una de mis companeras. Llevaba meses insinuandose e invitandome a salir y aunque aguante casi seis meses dandole largas, aquel dia me preparo una encerrona y cai como un idiota. Pero, ?quien es capaz de resistirse a una mujer a la que pillas masturbandose en el bano? En realidad no la pille, ella lo organizo todo para que la encontrara alli, sentada sobre la tapa del WC, abierta de piernas, con los dedos sobre el clitoris y cara de estar disfrutando como loca. Intente dar media vuelta y salir corriendo, pero ella no me lo permitio. Ni ella ni ese segundo cerebro que llevo entre las piernas y que ya me ha jugado mas de una mala pasada. Pense que seria algo rapido y que nadie se enteraria, pero pocos minutos despues de empezar con la faena aparecio el gerente y nos puso a los dos de patitas en la calle. Al final se me paso el calenton, me quede sin trabajo y aqui estoy, muerto de frio, solo y sin un solo euro en el bolsillo. Actualmente comparto piso en el centro de Madrid con un par de chicas que tambien son estudiantes, Maria y Nuria. Ellas tampoco van sobradas de dinero, aunque Maria no tiene que trabajar para pagar el piso y sus gastos, ella es una de esas afortunadas cuyos padres le pagan todo porque quieren que este concentrada unicamente los estudios. Maria estudia Matematicas y Nuria Derecho. Mi relacion con ellas es cordial, pero apenas nos conocemos, solo llevamos compartiendo piso cuatro meses y no puedo pedirles que paguen mi parte del alquiler. Tampoco puedo pedirselo a mis padres, que sobreviven estrechamente con la pension de mi padre, y mucho menos a mi hermano Juan, el es el mayor de los dos, y tambien el que mas suerte ha tenido. Aunque si le preguntas no dudara en contarte que todo lo que tiene se debe a su esfuerzo y trabajo. Es abogado y gracias a su suegro, que tiene un despacho en Serrano, tiene trabajo y un sueldo con muchos ceros que sirve, entre otras cosas, para pagar los caprichos de su mujer. Si le pidiera ayuda me soltaria otra vez el mismo rollo de siempre y terminaria con dolor de cabeza, y sin conseguir mi proposito. Apenas quedan quinientos metros para llegar a mi piso. Es un piso viejo, amueblado con muebles aun mas viejos, pero es centrico, esta bien comunicado, tengo una habitacion para mi solo y el alquiler no es demasiado alto. Al principio las chicas eran reacias a meter a un tio en casa, especialmente Maria, pero despues de charlar un rato con ellas a Nuria le cai bien y convencio a Maria para que me quedara. Vivir con dos mujeres es mucho mejor que vivir con otros hombres. Tenemos turnos para hacer la limpieza de las zonas comunes y la compra, asi que el piso siempre esta limpio y la nevera llena. Cada uno se encarga de la limpieza de su habitacion y de su ropa, y aunque no hay normas en cuanto a las visitas, ellas no han traido a ningun hombre a casa en estos meses, asi que intuyo que no es algo que les haga mucha gracia. Al principio me parecieron demasiadas normas, pero comparado con el caos que era mi vida hace unos meses, ahora vivo mucho mas tranquilo. Si no fuese por el puto dinero, mi vida seria perfecta. Saco las llaves del bolsillo cuando llego a la esquina de la calle donde vivo y repentinamente una limusina se para a mi altura. Por estas calles tan estrechas apenas cabe un coche de estas dimensiones y me pregunto de donde demonios habra salido. Una de las ventanillas traseras se abre y un hombre de casi sesenta anos se asoma a traves de ella y se me queda mirando. --Buenas noches --dice, y miro a mi alrededor para asegurarme de que se esta dirigiendo a mi. No hay nadie mas en la calle aparte de mi y supongo que se habran perdido y solo quiere preguntarme alguna direccion. --Buenas noches --respondo. --?Te gustaria ganar algo de dinero? --me pregunta. ?De verdad acaba de preguntarme si quiero ganar algo de dinero? --?Como dice? No tengo claro si ha sido mi imaginacion. En este momento estoy tan desesperado por conseguir algo de pasta que es posible que solo me lo haya imaginado. --Te preguntaba si te gustaria ganar un poco de dinero --repite, y esta vez estoy seguro de haber escuchado bien. --Depende --respondo, aunque no depende de nada. Estoy desesperado, tanto que seria capaz de hacer casi cualquier cosa, espero tener suerte y que ese casi no sea la cuestion que nos ocupa. --Esta es Marla, mi mujer --dice abriendo del todo la ventanilla y echandose hacia atras. Me agacho un poco, lo suficiente como para mirar hacia la tal Marla, que en este momento me saluda con la mano y sonrie mostrando una dentadura perfecta. El interior de la limusina esta oscuro y no se ve demasiado bien, pero por lo poco que puedo apreciar, Marla esta como un tren. Tiene el pelo largo y rubio, ojos grandes, aunque no puedo ver el color, labios carnosos, y lleva un escote que deja parte de sus senos a la vista. Desde aqui no puedo ver nada mas, pero puedo imaginarme el resto de su cuerpo y mi segundo cerebro reacciona inmediatamente. --?Te gusta lo que ves? --pregunta el hombre. Pues claro que me gusta lo que veo, pero la cuestion es que acaba de decirme que Marla es su mujer y no estaria bien que respondiera que si, que me gusta y mucho. En cuestion de tias soy bastante basico. Voy a lo que voy, nunca me he enamorado ni he sentido todas esas cosas de las que las mujeres suelen hablar, y no soy demasiado romantico. Mi cuerpo reacciona inmediatamente cuando veo a una mujer guapa, supongo que es lo normal en un chico de veinticuatro anos. Pero la cuestion es que esta mujer, por muy buena que este, ya esta pillada. --Puedes hablar con total sinceridad --me anima el viejo. --Es... muy guapa --acierto a decir. Espero que esto no sea una trampa o una camara oculta, aunque tampoco es que sea normal que una limusina pare en medio de la calle y el tipo que va en su interior te pregunte si te gusta su mujer. --Te dare dos mil quinientos euros si entras en la limusina y haces todo lo que ella te pida --me ofrece el hombre. ?Acaba de ofrecerme dos mil quinientos euros por tirarme a su mujer? No, no puede ser, esta noche no es mi noche. Estoy cansado, algo deprimido y solo oigo lo que me gustaria oir. --Perdone, ?se trata de una broma? --pregunto. --No, no es ninguna broma. --?Me esta diciendo que me folle a su mujer y que a cambio me va a dar dos mil quinientos euros? --Si, mas o menos. No se si ella quiere... follar o tiene otras cosas en mente. --?Y usted que hara mientras tanto? --Sere un simple espectador --responde con total tranquilidad. !Joder! ?De verdad me esta pasando esto?

  • El primogenito (La rendicion de un libertino 1) de Laura Merce

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    Primera entrega de la trilogia <>.

  • Mio [LGBTI] de Raquel Tirado Fernandez

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    En este libro encontraras la puerta a un mundo en el que para escapar de tu pasado debes convertirte en lo que mas temes.
    Conoceras a una madre que construia edificios de recuerdos y a una hija que sonaba con una casa frente al mar.
    Y descubriras la historia de una joven que se escribia cartas a si misma en busca de respuestas que no queria encontrar.
    Tres mundos.
    Tres mujeres.
    Tres historias diferentes pero con un mensaje en comun: a veces, las mascaras, las mentiras y la ficcion son la unica forma de contar la verdad.

  • Anik (Cronicas del angel Enamorado 1) de Andos More

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    Anik es una joven de quince anos, nacida en Francia de padres espanoles y que, tras recibir una herencia de su abuelo paterno, se instala en Guadix donde comienza a estudiar B.U.P. en el curso 1976-77. En el instituto, un amigo le entrega un medallon que encontro siendo nino y que lo tiene guardado para cuando ella apareciera en su vida. Con el medallon comienza a tener unos poderes que la llevan primero a descubrir sus origenes, y despues a intentar cumplir una mision: liberar a su antecesor, el angel Araziel, del mismisimo Infierno, encarcelado por los arcangeles por haberse enamorado de una humana y haber engendrado una hija.

  • En el mar hay cocodrilos de Fabio Geda

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  • Romance Interminable de Rosalia Reyes

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    Brazos Neumaticos: Romance Duro y Prohibido con el Motero Criminal

  • Al dia de Jesus Ruiz Mantilla

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    Si tus hijas te regalan un cuaderno en blanco y eres escritor, debes devolverselo con algo especial. Es un reto que un autor no le desea a cualquiera, pero que le obliga y le exige mas de lo que esta dispuesto a darse a si mismo. Por su cincuenta cumpleanos, Paula y Cristina dejaron a su padre, Jesus Ruiz Mantilla, el autor de este libro, precisamente eso: un cuaderno en blanco. Al cabo de dos anos, el se lo devolvio con poemas y un diario. La poesia era un genero que no se habia atrevido a abordar a fondo antes, mas que en alguna timida tentativa que no habia cuajado. Algo verdaderamente raro en una carrera dedicada al periodismo, la novela y el ensayo. Decidio entremezclarlo con un diario donde refleja el calibre de su atrevimiento. Tambien da notaria de los tiempos convulsos y sus vidas cambiantes, la relacion paternofilial, sus reflexiones literarias, politicas, artisticas, musicales, periodisticas, viajeras. El amor, la amistad, la celebracion de la vida y el temor por los riesgos que entrana la incertidumbre presente en un documento hibrido y transversal que busca hermanar generos y vivencias.

  • La pregunta y la respuesta (Chaos Walking 2) de Patrick Ness

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    La continuacion de la aclamada trilogia en que se basa la superproduccion Chaos Walking, del novelista de Un monstruo viene a verme.

  • La corona partida de Martin Maurel

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    Tras el exito de las novelas Isabel y Carlos, Rey Emperador, la serie se completa con La corona partida, situada cronologicamente entre ambas, que narra los hechos acontecidos tras la muerte de Isabel la Catolica y las luchas de poder entre Fernando de Aragon y Felipe el Hermoso.

  • La amiga de Teresa Driscoll

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    <> Cuando se mudo a Tedbury, Sophie buscaba la seguridad de un pueblo pequeno donde criar a Ben, su hijo de cuatro anos, pero nada esta saliendo como esperaba. No tuvo en cuenta que se sentiria sola. Que su nueva amiga, Emma, despertaria rumores en el pueblo. Que alguien moriria. Un dia, mientras viaja en tren con su marido, lejos de su hogar y de su hijo, Sophie recibe una estremecedora llamada. Dos ninos estan hospitalizados tras un tragico accidente. Uno de ellos es Ben. Entonces, Sophie se da cuenta de quiza ha cometido un terrible error y de que toda su familia esta en peligro. Al fin y al cabo, ?cuanto conoce a Emma?

  • Cherry de Susie Harris

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    El poderoso multimillonario Daniel Marshall, vestido de hombres y codiciado por mujeres, tiene su orgullo herido cuando dos amigos y el novio de su insoportable hermana atribuyen su gran exito con las mujeres a tener mucho dinero. Para probar lo contrario, para ellos y para si mismo, Daniel se embarca en una loca aventura: asume la identidad de un simple empleado de alimentos, cuya mision se reduce a conquistar el amor de una mujer interesante.
    La modesta esposa de su nuevo jefe seria el trofeo perfecto para visualizar en el curso de esta trayectoria, despues de que una mujer casada intercambiando un hombre rico por un pobre representara un logro notable, sin embargo, convencerla de mirar a otro hombre, no al esposo, mientras que aprender a lidiar con emociones desconocidas sera tu mayor desafio.

  • Despreciada Cada Vez Mas de Christina Mcknight

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    Un hombre deseando sacrificar todo.

  • Balon dividido de Juan Villoro

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    Sin apartarse del principio conductor de Dios es redondo –el futbol es la recuperacion de la infancia–, los retratos y las cronicas de Balon dividido abarcan a las figuras recientes del balompie actual –Pique, Messi, Pep Guardiola, Cristiano Ronaldo, los hermanos Boateng- y, entre extraordinarias conexiones con la literatura, la historia y la psicologia, como Juan Villoro nos ha acostumbrado, calienta el ambiente para los numerosos y encendidos debates que el futbol siempre concede, sobre todo en anos mundialistas. – De que manera las dificultades entre idiomas condujeron a la invencion de las tarjetas con que los arbitros dictan sentencia? – Puede un balon tardar meses en llegar a su destino? – Por que los hungaros tienen un sentido mas filosofico de la derrota que los mexicanos? – Cual es la funcion secreta de cada uno de los cuatro silbantes en un partido? – Como intervino Javier Aguirre en la mediocre actuacion del Tri en Sudafrica 2010? – Es posible que dos jugadores en epocas distintas anoten del mismo modo el mejor gol de todos los tiempos? – Juegan futbol los muertos? Balon dividido es una divertida guia critica para autenticos apasionados
    del arte de las patadas.

  • El sueno de amarte de Dina Reed

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    Cuando Kate Morgan acepta el puesto de camarera en uno de los locales de copas mas famosos de Nueva York, no se imagina la que se le viene encima.
    Y es que a pesar de todas las advertencias que le hacen sobre el dueno, ella decide hacer caso omiso de las habladurias y comprobar de primera mano que Henry Zank es mucho peor.