• eugenio de nora poemas - Eugenio de Nora

    https://gigalibros.com/dias-y-suenos-obra-poetica-reunida-1939.html

    Antologos y criticos han reconocido a Eugenio de Nora como un poeta de avanzada, pionero en la renovacion poetica de posguerra que abrio brechas entre las apretadas filas de la poesia establecida. Fue el primero en responder, con actitud critica y dialectica, a una situacion social sumida en la intransigencia religiosa, ideologica y politica, lo que le concede un lugar privilegiado en la que posteriormente se llamaria “poesia social”. Y todo ello sin ceder terreno a la esencia de la poesia lirica. Su obra figura con mayor numero de paginas en las antologias de poesia espanola publicadas, junto a las de Jose Hierro y Blas de Otero.

  • 5 poemas de Eugenio de Nora - Zenda Libros

    https://www.zendalibros.com/5-poemas-eugenio-nora/

    5 may 2018 — 5 poemas de Eugenio de Nora · Carmen de la tarde bella. Querría solamente una rosa; · Carmen de la voz más pura. ¡Maravillosos pájaros del alba!

  • Eugenio de Nora - A media voz

    http://amediavoz.com/nora.htm

    Biografía y amplia selección de poemas de Eugenio de Nora. Antología de la poesía hispanoamericana. ... libro con el que obtuvo el Premio de la Crítica.

  • Eugenio de Nora - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Eugenio_de_Nora

    Eugenio García de Nora (Zacos, Magaz de Cepeda; 13 de noviembre de 1923​-Madrid, 2 de mayo de 2018) fue un poeta español de la generación de la posguerra.

  • Todos los libros del autor Nora Eugenio De

    https://www.todostuslibros.com/autor/nora-eugenio-de

    Quieres información sobre los libros de Nora Eugenio De? ... Antólogos y críticos han reconocido a Eugenio de Nora como un poeta de avanzada, pionero en la ...

  • EUGENIO DE NORA – Espanha – Poesía iberoamericanda

    http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/espanha/eugenio_de_nora.html

    Tras este libro sobrevendría un largo silencio hasta que en 1975 aparece una extensa antología de su obra poética titulada Poesía (1939-1964), en la que se ...

  • Poemas de Eugenio de Nora

    http://www.poesiaspoemas.com/eugenio-de-nora

    Eugenio de Nora, Poeta español nacido en Zacos, León en 1923. ... de «La novela española contemporánea», libro con el que obtuvo el Premio de la Crítica.

  • Poemas de Eugenio de Nora - Poesía - Isliada

    https://www.isliada.org/poetas/eugenio-de-nora/

    Eugenio de Nora · Adiós · Canto al demonio de la sangre · Nunca el tirano · Carmen de la eterna vida · Carmen de la voz más pura · El amor que lucha · Poesía · Futuro ...

  • EUGENIO DE NORA | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/eugenio-de-nora/53917

    Y todo ello sin ceder terreno a la esencia de la poesia lirica. Su obra figura con mayor numero de paginas en las antologias de poesia española publicadas, ...

  • Eugenio de Nora - Poesía en la red

    http://leiaa-lacasadelospoetas.blogspot.com/2010/07/eugenio-de-nora.html

    18 jul 2010 — Tras este libro sobrevendría un largo silencio hasta que en 1975 aparece una extensa antología de su obra poética titulada Poesía (1939-1964), ...

  • ?Amor o Deseo? de P. Maria Neta Flecha

    https://gigalibros.com/amor-o-deseo.html

    Katia, una madre soltera de veinticinco anos, estudiante de derecho y ciencias juridicas. Sencilla, simpatica y bastante seria. ?Que pasara cuando se encuentre con su amor del pasado? Dimitri, un capitan de la marina mercante de veintiocho anos. Egocentrico, prepotente y se toma la vida con el “carpe diem”. ?Luchara por la mujer que perdio en el pasado y de la cual sigue enamorado?

  • El tiempo de la igualdad de Jacques Ranciere

    https://gigalibros.com/el-tiempo-de-la-igualdad.html

    La presente obra, compuesta por una seleccion de entrevistas realizadas entre 1981 y 2007, despliega todas las cuestiones que, con el paso de los anos, se han revelado fundamentales en el pensamiento de Jacques Ranciere, el destacado filosofo frances discipulo de Louis Althusser, con quien colaboro en la redaccion de Para Leer El capital.

  • No puedo pedir mas de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/no-puedo-pedir-mas.html

    Cindy estaba encantada de trabajar para Malcom Halifax. Era su mano derecha y se compenetraban muy bien, aunque el tenia un caracter reservado. Algunos dirian que era malhumorado y un ser sin sentimientos, pero Cindy estaba segura de esos estupidos estaban equivocados. Hasta que un dia se dio cuenta de que su maldita empresa era lo primero y que no la apreciaba en absoluto. ?Como podia haberse equivocado tanto?

  • Te doy mi amor 2 de Silvia Cruz

    https://gigalibros.com/te-doy-mi-amor-2.html

    El amor de verdad no duele, no hace dano, no te hace debil. El amor de verdad es todo lo contrario a eso. Y es lo que los protagonistas de esta apasionante saga tendran que aprender a traves de una intensa y desgarradora historia de amor. El amor no debe ser nunca una condena, una carcel.El amor debe liberar, nunca aprisionar.

  • El arte de ordenar para ninos de Nagisa Tatsumi

    https://gigalibros.com/el-arte-de-ordenar-para-ninos.html

    COMO CONSEGUIR QUE LOS NINOS ORDENEN Y DISFRUTEN CON ELLO UN MANUAL PARA EDUCAR EN EL ORDEN A LOS NINOS <> Nagisa Tatsumi

  • Secretos de placer de Elena Montagud

    https://gigalibros.com/secretos-de-placer.html

    Melissa y Hector han decidido contraer matrimonio, pero a veces la vida depara algunas sorpresas... y no todas son bonitos regalos de boda. Hector ama a Melissa con todas sus fuerzas y, precisamente por eso, sabe que hay cosas de su pasado que no puede contarle. Melissa sabe que hay sombras en la vida de Hector que nunca se han disipado del todo. Ahora esta decidida a hacer lo que sea para protegerlo de ellas. Incluso traicionarlo.

  • Desaparecida de Romano De Marco

    https://gigalibros.com/desaparecida.html

    Era el mejor policia de Milan. Ahora, diez anos mas tarde, Marco Tanzi es un mendigo que vive en parques y calles mimetizandose con la degradacion de una ciudad que no tiene lugar para los derrotados. Con el pelo largo, la barba descuidada y la ropa sucia, de aquel hombre queda poco: un gigante de un metro noventa y ocho que ahoga su vida en el alcohol.
    Y sin embargo, una noche, aquella vida que parecia marcada por una caida sin freno se ve sacudida por un acontecimiento inesperado: Giulia, su hija a la que no ve desde hace anos, ha desaparecido misteriosamente. Ahora tiene una mision: encontrarla, cueste lo que cueste.
    Comienza asi una busqueda mortal que, en una espiral de violencia y tension trepidante, llevara a Marco Tanzi y Luca Betti, su antiguo colega del Anticrimen, a los bajos fondos de la pornografia clandestina y a la trata de blancas. Un mundo paralelo y desconocido, donde solo quien ha visto cara a cara sus peores pesadillas puede lograr sobrevivir.

  • ?Quien mato a Veronika? de Anna Simon

    https://gigalibros.com/quien-mato-a-veronika.html

    Anna Simon nos presenta ?Quien mato a Veronika?,novela en la que imprime fuerza narrativa y suspenso; un thriller policiaco entretenido que logra atraer la atencion del lector de principio a fin, paseando su historia con lujo de detalle por una convulsionada metropoli como lo es Nueva York. Da cuenta de la vida de una emigrante europea que llega a esa gran selva de cemento, como muchas personas que quiza nosotros conocemos, esperanzadas por el deseo de triunfar en una nueva vida, la cual le traera sorpresa tras sorpresa; se ve envuelta en una complicada trama entre escenarios de shows nudistas y gente que va desde los adinerados ejecutivos de Manhattan hasta los ordinarios traficantes del Bronx. Es asi como dominada por este mundillo de dinero, luminarias y traiciones, encuentra su destino en un callejon oscuro en las peores condiciones de muerte.?Quien mato a Veronika?…Esa es la tarea encomendada a un recio teniente de la policia de Nueva York, rodeado de algunos personajes que le aportan a la historia un ingredientes de suspenso y alta tension, hasta el insospechado final.

  • Bellini de Anna Casanovas

    https://gigalibros.com/bellini.html

    Hacia un ano que Daniel Liveux dirigia la orquesta del Liceo de Barcelona y podia afirmar que profesionalmente habia sido la mejor decision de su vida, en lo personal no estaba tan seguro. Cambiar Paris por Barcelona le habia resultado muy facil, de Francia echaba de menos a sus mejores amigos y las comodidades de su casa, y tambien esa sensacion de tranquilidad que conlleva estar en el lugar donde has nacido y crecido. Pero no echaba de menos la condescendencia de la prensa y los paparazzi que en Paris lo seguian a todas partes. En Espana la maxima <> se llevaba a rajatabla y Daniel, si quisiera, podria salir a la calle medio desnudo sin que ninguno de sus vecinos se inmutase. En Francia seguian hablando de el, pero ahora solo aparecia en la prensa rosa muy de vez en cuando y probablemente lo sacaban para rellenar un hueco. Sin embargo, la prensa musical especializada y los circulos intelectuales que orbitaban alrededor de la Opera de Paris estaban pendientes de todas y cada una de sus apariciones en el Liceo espanol y las aplaudian con entusiasmo. Era como si ahora que ya no estaba alli, en Francia, lo hubiesen descubierto. Daniel sentia que por fin se estaba quitando de encima la etiqueta de nino mimado que le habian colgado esos mismos criticos musicales que ahora tanto lo adoraban cuando fue elegido director de la orquesta de Paris. En los articulos que recortaba y guardaba (aunque nunca lo reconoceria) ya no aparecia la coletilla <> ni mencionaban sus fiestas o sus amantes en medio de una resena de una opera. Por fin era solo Daniel Liveux, musico, compositor, director de orquesta. Para un hombre que con diecinueve anos gano un Cesar por la banda sonora de la pelicula mas taquillera en la historia del cine frances y que a los veintitres tenia ya seis Grammys, el respeto de la prensa de su pais era el santo grial, y por fin lo tenia. Y le importaba una mierda. La manana que leyo en Le Figaro una critica donde calificaban su batuta de magistral y se dio cuenta de que no sentia ninguna emocion, que no le subia por la espalda ningun cosquilleo o que no sonreia orgulloso de si mismo, Daniel se asusto. La apatia le dejo helado, la mano con la que sujetaba el periodico temblo, era la que mas utilizaba para dirigir la orquesta, y flexiono los dedos hasta arrugar las hojas de papel. El no podia no sentir nada. Imposible. El se ganaba la vida dejandose llevar por la pasion, sucumbiendo siempre a los instintos mas basicos, escuchando atentamente cualquier capricho o peticion de sus sentidos. Daniel no podia <> y, sin embargo, eso fue lo que paso esa manana. Daniel no tenia por costumbre dedicarle demasiado tiempo a la introspeccion, asi que se dijo que debia de estar resfriado, se tomo un cafe como a el le gustaba y salio a correr por la playa. El atico que tenia alquilado estaba frente al mar, en un exclusivo edificio de la zona olimpica de Barcelona, y a su alrededor se encontraban algunos de los hoteles mas caros de la ciudad. Siempre que corria por alli atraia el interes de alguna que otra turista. No solia hacerles caso, para Daniel correr era casi tan sagrado como su musica, pero esa manana, si tenia suerte, haria un excepcion. La hizo, ella era guapisima, divertida, atrevida, y aunque el encuentro le dejo exhausto fisicamente en sus entranas no sintio nada. NADA. El no se enamoraba de las mujeres con las que se acostaba, pero siempre sentia algo cuando estaba desnudo con una de ellas. No era una maquina y le gustaba saber que aunque era solo sexo el siempre sentia respeto por la mujer que lo acompanaba y unos instantes de conexion. La chica no se dio cuenta, gracias a Dios, y despues de una ducha y de vestirse con la ropa de deporte (toda de licra y de colores extremadamente llamativos) volvio a su hotel con una sonrisa en los labios y dejandole a Daniel sus datos de contacto. El volvio a ducharse, esta vez solo y dejando que el agua helada cayese con fuerza sobre sus hombros, y se fue al Liceo con la certeza de que no iba a llamarla. Lo mejor seria que no estuviese con nadie hasta que se quitase de encima ese virus que sin duda estaba incubando. Cuando llego a la Rambla y cruzo la puerta del Liceo ya se sentia mejor. Habia ido hasta alli en moto y durante el trayecto no habia pensado en nada. Se habia dejado llevar por la musica que habia sonado a todo volumen dentro del casco. Si los motoristas o los conductores de los coches que se detenian a su lado supieran que escuchaba musica clasica, ese dia Wagner, para ser mas exactos, no se lo creerian. A Daniel le gustaba el rock, el pop, el soul, el jazz, el heavy metal, el folk. Podia disfrutar casi con cualquier composicion siempre que tuviese sentimiento, que fuese de verdad. Pero solo ciertas piezas de musica clasica lograban erizarle la piel y hacerle sentir vivo. --Buenos dias, Daniel --la directora de la fundacion que gestionaba el Liceo lo miro sorprendida--, me habian dicho que hoy no estabas. Pilar Fortuny giro su delicado cuello hacia la derecha para fulminar con la mirada a su secretario. --Y no iba a estar --se apresuro a puntualizar Daniel al ver el rostro aterrorizado del joven--. ?Me necesitas para algo? El ayudante, Ricardo, suspiro aliviado y le entrego una carpeta de piel negra a Pilar cuando esta le tendio la mano. --Si, ?por que no vamos a tu despacho? --En realidad ya estaba caminando hacia el--. Anula la reunion de las diez y encargate de que nadie nos moleste --anadio en voz mas alta para Ricardo. El joven musito un gracias en direccion a Daniel y se fue a cumplir con las ordenes de su jefa. Daniel penso que nadie se merecia tener que soportar a Pilar ocho horas diarias. El tenia que lidiar con ella de vez en cuando y se podia permitir el lujo de torearla porque en ultima instancia ella era sustituible y el no. --Adelante, sientate donde quieras --la invito sarcastico cuando entro en su despacho y vio que Pilar habia apartado una pila de partituras de una silla para ocuparla. --Tienes esto hecho un desastre, le dire a Ricardo... --Deja a Ricardo en paz. Pedi que no entrase nadie a limpiar porque despues no encuentro nada. --Es imposible que puedas trabajar aqui. --No lo es. Ella le aguanto la mirada, el collar de perlas se levanto un poco cuando solto el aire para conceder esa batalla a Daniel. --Esta bien. Daniel sonrio y fue a sentarse. El nunca se sentaba en su escritorio, le gustaba mucho mas leer partituras tumbado en un sofa o en el suelo. La alfombra de ese despacho era magnifica y si se ponia uno o dos cojines bajo la cabeza podia pasarse horas en ella. Algo le dijo que a Pilar no le gustaria saberlo, y mucho menos hablar con el de esa manera, y opto por dejar encima de la mesa los libros que habia amontonado en la silla del escritorio y sentarse en ella. --?En que puedo ayudarte, Pilar? --Entrelazo los dedos y espero.

  • Recuerdame quien soy de Gisela Moon

    https://gigalibros.com/recuerdame-quien-soy.html

    a su vida y acaba de sufrir un divorcio complicado que la ha marcado de una manera dificil de digerir. Guiada por su pilar mas fuerte, su abuela Marina, decide mudarse por un tiempo a la casa en la que se crio su abuela en plena montana, en la Pontevedra mas profunda.Ella, junto con su amado companero Lor, un pastor aleman imponente de pelo largo, viviran ambos una de las experiencias mas enriquecedoras de sus vidas.Con lo que ella no cuenta al hacer este viaje para alejarse de todo y de todos, es con la reaparicion de un viejo amigo de su mas pequena infancia, el que en un primer momento no consigue recordar.Y es que, a veces, es necesario desaparecer para asi poder resurgir y reconectarse nuevamente con uno mismo, con una raiz fuerte e imperecedera.Gisela Menendez nace en Asturias hace treinta y cinco anos. Cantante y violinista de profesion se muda ya hace unos anos a Galicia. Se enamora de ella en todos los sentidos: aqui conoce a su actual marido y, recientemente abren un restaurante juntos en un paraje montanoso impresionante. Publica ahora su primera novela inspirada en este precioso lugar que ha tenido el placer de conocer.

  • Olvidame tu de Vanessa Lorrenz

    https://gigalibros.com/olvidame-tu.html

    Alexa pensaba que la vida no tenia ningun sentido despues de que su matrimonio fracasara, su perfecta vida planeada al lado del amor de su vida de un momento a otro se vio derrumbada. ?Que sucede cuando el hombre al que juraste amar, de pronto decide que la vida a tu lado no es lo que esperaba?, ?hay segundas oportunidades? Como continuar tu vida con el corazon destrozado en mil pedazos. Descubre si Alexa es capaz de decir Olvidame tu...

  • Xaragua (Cienfuegos 6) de Alberto Vazquez-figueroa

    https://gigalibros.com/xaragua-cienfuegos-6.html

    El esperado desenlace de la saga Cienfuegos, una aventura inolvidable.

  • Una mujer diferente de Carol Robbins

    https://gigalibros.com/una-mujer-diferente.html

    En el corazon de Hannah Fryman ya no queda sitio para nadie. Tan solo para su adorada hermana, su proxima sobrina en camino y su incipiente carrera como pintora, por la que lucha con teson todos los dias y a todas horas para intentar conseguir por fin el sueno de su vida. Escocia es su refugio y solo alli, junto a su familia, disfruta de las cosas buenas de la vida que le hacen autenticamente feliz. Si. Hannah huye del amor, decepcionada por la tormentosa relacion que ha mantenido hasta hace unos meses. Lo ultimo que desea es volver a complicarse la vida con un hombre. No, definitivamente. Enamorarse no se encuentra entre sus proximos planes.

  • En el futuro de Martin Rees

    https://gigalibros.com/en-el-futuro.html

    La humanidad ha alcanzado una situacion critica. El mundo que conocemos cambia a gran velocidad; durante el proximo siglo nos enfrentaremos a riesgos existenciales que acarrearan varias consecuencias, unas buenas, y otras, malas. Nuestro futuro dependera de como nos planteemos ahora los actos del manana; los avances en campos como la Biotecnologia, la Cibertecnologia, la Robotica y la Inteligencia artificial, si se usan con sabiduria, pueden ayudarnos a superar obstaculos como el cambio climatico o la perspectiva de una guerra nuclear. Rees nos recuerda que no hay <> para nuestro planeta: no disponemos de alternativas a la Tierra si no cuidamos de ella.

  • Inocente belleza de Clare Connelly

    https://gigalibros.com/inocente-belleza.html

  • Esclava de un Nazi de Myrian Gonzalez Britos

    https://gigalibros.com/esclava-de-un-nazi.html

    El 30 de enero de 1933, Hitler es nombrado el jefe del gobierno aleman y muchos alemanes creen que han encontrado al salvador de la nacion. Mientras tanto, en el bucolico pueblo de Blankenstein, el humilde jardinero, Sebastian Ackermann, llega a la vida de la caprichosa judia, Lya Rubinstein, para doblegar su corazon y su propio orgullo.Entre peleas, disputas, bromas y muchos besos, viven una intensa historia de amor prohibida, hasta que, un mal entendido cambia el destino de sus almas.Sebastian y Lya toman caminos distintos sin lograr olvidar el pasado.

  • Amor intempestivo de Rafael Reig

    https://gigalibros.com/amor-intempestivo.html

    Con mas de cincuenta anos, seguia echandome de menos a mi mismo, y empece a escribir en un cuaderno de doscientas cuarenta paginas tamano cuartilla, de pie, en un barril del bar de Lucia, con un whisky y frente a la piedra de La Maliciosa coronada de nieve. Tarde meses en llenarlo y cuatro anos en llegar hasta el final, desde el que ahora escribo. Las novelas --como la vida-- se leen desde el primer capitulo hasta al ultimo, pero se escriben siempre desde el final --tambien como la vida, que solo adquiere sentido una vez vivida--. Intente apartarlo de mi, escribi otras cosas (las novelas Senales de humo y Para morir iguales), pero el cuaderno de tapas negras seguia esperandome sobre la mesa con sus ciento veinte paginas escritas a lapiz por una sola cara; y otras tantas en blanco, al dorso. Quedaba una cara de mi que no me atrevia a descubrir. Como si hubiera hecho la cama al contrario, con la almohada a los pies, oia el ruido amenazador de mis pasos acercandose. Por eso decidi terminar la otra cara de las paginas: para salir a mi encuentro. Todo empezo con una reunion de viejos amigos, fantasmas del pasado. El Festival Ene se celebra en el Circulo de Bellas Artes de Madrid y cada ano lo organiza una persona distinta, a la que llaman comisario. En 2016 la comisaria fue Marta Sanz y --como es costumbre-- lo lleno todo de amigos de su edad, escritores nacidos en los anos sesenta. Marta me invito a lo que la prensa llama <> --como llama a las elecciones <>-- para que participara en una mesa redonda. Acepte por ver a los amigos y porque no puedo resistirme a nada que me proponga Marta, menos aun con su placa de sheriff. Tambien necesitaba que me diera el aire. Llevaba mas de un ano sin escribir, porque me habia convencido de que mis novelas eran como los inventos del profesor Bacterio: o no funcionaban o, si lo hacian, era siempre en contra del lector. La mesa redonda, que tuvo lugar el viernes 4 de noviembre a las 21:30, se titulaba <>, y el programa (que conservo) la presentaba asi: Hace veinte o treinta anos coincidieron en las aulas y en el bar de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Autonoma de Madrid cuatro muchachos que se han convertido en figuras centrales de las letras espanolas por su labor docente y literaria. Javier Azpeitia, Eduardo Becerra, Antonio Orejudo y Rafael Reig reviviran viejas conversaciones y sus temas de interes de ayer y de hoy. Me recordo a los dibujos de mi infancia, las Merrie Melodies, que se anunciaban como <>. Quiza fuera intencionado y Marta Sanz queria insinuar que nuestros <> son propios de los dibujos animados. Baje temprano a Madrid en el autobus de linea, el 684 de Larrea, decidido a administrarme en el oportuno bar la anestesia necesaria para afrontar la intervencion. Contra todo pronostico, la charla sobre el exito y el fracaso, sobre la lealtad y la traicion, no solo me parecio entretenida, sino que me devolvio las ganas de escribir. Esa noche dormi en Madrid y volvi a casa a mediodia, y al dia siguiente me levante, como siempre, a las cinco de la manana. Desayune y me di una ducha que termine con agua fria, hasta que empezo a salir el agua de <>, como se dice en el pueblo con tono solemne e intimidatorio. Aqui el agua siempre sale del grifo muy fria, te deja los dedos morados, pero llega un momento en el que aparece de pronto un agua heladora que viene de la remota tuberia profunda, soterrada bajo el nevero perpetuo de la montana, y que puede hacer que se te pare el corazon de golpe. Eso dicen en Cercedilla. Llevaba tanto tiempo resistiendome a escribir, que el ordenador se nego a arrancar. Por eso me fui a escribir a mano en el barril. David, el amigo informatico que todos tenemos, probo el <>, que no funciono, y me dijo que iba a buscar un <>. Segun me explico, el ordenador almacenaba el estado del sistema en varias fechas a las que podia retroceder para ponerse en marcha tal y como se encontraba entonces. Lo que hubiera sucedido a partir de ese momento, desapareceria --programas, archivos, documentos-- y volveriamos atras (sin memoria ni deseo) para empezar de nuevo. La idea me parecio sugerente. Igual que los ordenadores, quiza nosotros tambien establezcamos hitos en el tiempo, a los que volver cuando ya no seamos capaces de seguir adelante: antes de la primera novia, de la primera claudicacion, del nacimiento de un hijo, de la muerte de un ser querido. Como era previsible, la mesa redonda me transporto a uno de esos instantes: antes de terminar la carrera, cuando todos eramos genios y todavia inmortales. En mi caso, ese estado se prolongo un ano mas, porque obtuve una beca como lector en la Tufts University, en Boston, donde pude seguir siendo inmortal y un genio, mientras mis companeros preparaban la oposicion a secundaria y daban clases particulares o repartian pizzas en motocicleta para poder hacer el doctorado. Treinta anos despues, ya calvos, mediocres y mortales, con barrigas, canas y ojeras, arrastrando los pies y llevando a cuestas divorcios, hipotecas, deudas y sinsabores, nos fuimos encontrando en la famosa Pecera del Circulo, junto a la mujer desnuda esculpida por Moises Huerta y bajo los lienzos del techo pintados por Jose Ramon Zaragoza. Era dificil no mirar aquel cuerpo de marmol, tendido a nuestros pies en una postura muy poco natural, y con los ojos cerrados. No esta dormida, nos dijo Chavi Azpeitia: esta muerta. En mi familia todos tenemos dibujos de Zaragoza, que era de Cangas de Onis y debio de ser buen amigo de mi abuelo Benito. Sus pinturas, demasiado clasicas, sin duda se parecen al modelo y son --como tantos matrimonios-- fieles pero aburridas. De los dibujos lo que llama la atencion es que todos los que tenemos son de hombres desnudos. Alli, mirando con timidez el hermoso cadaver y las acartonadas pinturas, estabamos la presunta generacion de los sesenta, que casi nunca ibamos al Circulo de jovenes. En los ochenta aquello era poco mas que un casino de provincias, cuando decidieron resucitarlo con una primera medida decisiva: cobrar la entrada. A veinte duros. Y por supuesto funciono, aunque nosotros siguieramos yendo al Deportes (que estaba al lado de la editorial Cambalache), al Casa Riera, al Galdos o a tabernas como La Dolores. Si existiera una <> (pero no es mas que una conjetura), su caracteristica mas sobresaliente tendria que ser nuestra inoportunidad. ?Que clase de jovenes sonarian con ser novelistas cuando la literatura ya habia perdido toda relevancia social? Los ultimos que llegaron a tiempo fueron los que tenian diez o quince anos mas que nosotros: Javier Marias, Munoz Molina, Millas, Mendoza, Llamazares... Con veinte anos, en los ochenta, les vimos triunfar, pero no nos dimos cuenta de que eso nunca iba a volver a suceder. Debiamos de ser los tontos de la clase, el peloton de los torpes, porque el resto de los jovenes de nuestra edad no querian ser escritores, sino cantantes, directores de cine, arquitectos o simplemente ricos. Si existiera esa generacion (pero insisto, se trata de una idea de bombero), habria que llamarla <>, siempre estuvimos, como dice el diccionario, <>. Asi nos va. Nuestros predecesores aguantan el tipo como pueden, a sabiendas de que son un anacronismo. Miralos: uno escribe a maquina y se comunica por fax, otro se hace pasar por neoyorquino de Brooklyn con acento andaluz, otro se mete en armarios empotrados que dan a su otro yo... En fin, se comportan como cunados con una copa de mas en la boda de su hermana, o como filatelicos obsesos y empecinados. ?Y nosotros? No somos mas que un hatajo de acreedores, se nos debe la gloria y vamos reclamandola por los rincones. Nuestras novelas pertenecen todas al mismo genero literario que los cartones que ponen los mendigos al lado de su manta: pedimos una limosna de gloria contando nuestra triste vida, y lo llamamos autoficcion. Eso somos las <> que escupiamos en corro <>. Salvo por la ausencia de torres de vigilancia, aquella Universidad Autonoma de Madrid era identica a una prision provincial de grises muros de hormigon, aislada y laberintica, con patios interiores y escaleras supernumerarias que dificultaban la huida. La blanda hierba que decoraba el campus tambien le daba --combinada con la arquitectura penitenciaria-- ese aspecto de inocencia simulada que caracteriza a los laboratorios farmaceuticos y a los emplazamientos militares secretos. Lo mas acogedor era el bar de la Facultad. !El inolvidable bar de Juanjo! Con la no menos inolvidable tortilla de patatas en olla que hacia Mercedes, la mujer de Juanjo. Aquellos eran los tiempos, primera mitad de los ochenta, y en el bar de Juanjo habia parejas de literatos discutidores: Gerena y Echevarria, al que llamabamos Echabarriga, Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra, Pepe Ridao y Juan Blazquez, y Orejudo y yo. Ninguno esperabamos cumplir los treinta: moririamos jovenes, como los heroes, fulminados por nuestro propio talento, igual que el olmo viejo hendido por el rayo (y en su mitad podrido). Juan era el mas ambicioso de todos: bebia ginebra por las mananas y ni siquiera confiaba en cumplir los veinticinco. El bar tenia una barra en forma de ele; el lado corto acababa junto a una ventana que daba a la entrada principal; el largo recorria la sala hasta una pared, tras la que estaba la estacion de tren. En las otras dos paredes habia repisas para dejar las copas, los cafes o los botellines, y para apoyar el codo con displicencia y la cadera dibujando esa curva caracteristica de Praxiteles. El pequeno espacio de barra junto a la ventana era el lugar privilegiado, que ocupaban siempre los modernos, palidos, ojerosos, recien exhumados de sus tenebrosas sepulturas en el Penta, la Morasol, el Morgenstern o el Rock-Ola. Los plumiferos nos repartiamos el resto: Chavi Azpeitia y Eduardo Becerra en el otro extremo de la barra, Echabarriga y Gerena en la repisa mas cercana a la puerta; Orejudo y yo en el angulo de la ele; Blazquez y Ridao, al lado de la entrada: todos incansables en nuestra liturgia de bendiciones y maldiciones. !Tolstoi es Dios! Mejor Dostoievski: !es el Demonio! !Clarin es un estrenido! !Las novelas de Galdos huelen a repollo, como un descansillo de escalera! !Neruda es mas plomo que el catastro! !Pues anda que Vallejo: un indio deslumbrado por las baratijas del simbolismo frances! Y asi cada manana. ?De que hablabamos? De nosotros mismos, todo el tiempo, de la identidad que intentabamos construirnos. Por eso eramos tan categoricos --estabamos dando palos de ciego-- y por eso estabamos tan impacientes: !teniamos los dias contados! Y sin embargo Azpeitia y Becerra siguen vivos (uno es un escritor bastante reconocido y el otro es catedratico), y viven tambien Echabarriga (alto cargo en una multinacional de fabricacion y distribucion textil) y Gerena (que fue actor y periodista, y ahora arregla el pais en las tertulias de la tele); y vive y publica libros Pepe Ridao (aunque ahora se llame Jose Maria y sea embajador, ademas de un ensayista importante), por no hablar de Orejudo y de mi, que insistimos en publicar novelas, pero cada vez mas cansados, porque ya solo hablamos de nosotros mismos, incapaces de encontrar nada de mayor interes. El unico que murio --pero no antes de los veinticinco-- fue Juan Blazquez, que tantas ambiciones tenia, el primero que publico una novela, aunque ya no volvio a escribir jamas hasta su muerte, de una cirrosis devastadora, a la edad de Garcilaso y sin ninguna gloria, salvo la de ser recordado por sus amigos treinta anos despues en la barra de un bar, a partir de la tercera copa. Alli los que queriamos ser escritores nos vigilabamos unos a otros. ?Y si alguno de pronto iba y escribia la gran novela de nuestro siglo? Esa era la amenaza, y a mi entonces lo que mas me aterrorizaba era que la escribiera Antonio Orejudo. Durante varios anos fuimos inseparables. Mas que amistad, se trataba de una folie a deux que ambos alimentamos, no tanto por espiritu de cooperacion, sino sobre todo porque ninguno estabamos lo bastante locos como para mantener el delirio por nuestra cuenta. Convertirse en novelista es como atracar un banco o cometer un crimen: se necesitan complices. Asi sucedia con Gerena y Echabarriga, con Chavi y Eduardo, con Ridao y Juan, y con Orejudo y conmigo. Solo he conocido a alguien lo bastante chiflado y con tanto ego como para intentarlo en solitario: Benavides. Una vez, seria por el 86, tras el referendum de la OTAN, en el semaforo de la calle Sagasta, a punto de cruzar hacia la taberna de Araceli, Jose Carlos Benavides nos revelo a Orejudo y a mi que el iba a ser <>. Tal cual. Casi nos atropellan, porque nos quedamos paralizados, mudos de admiracion, e intercambiamos esas miradas que indican que uno se halla por fin en presencia de un autentico orate. Benavides compaginaba Derecho y Filologia, asi que poco despues afirmo que Tomas y Valiente queria que, en su momento, le sustituyera en el Tribunal Constitucional, y luego que Lazaro Carreter le estaba tanteando para la Academia Espanola. Todo lo decia con el aplomo de los lunaticos: era fascinante. Y siempre actuaba solo, como un agente secreto o un francotirador. Durante un tiempo fue secretario de Estado de Cultura y ya no se por donde andara ahora: quiza haya remplazado a Lola Flores, a Tina Turner o a la madre Teresa de Calcuta --nada estaba fuera de su alcance-- o quiza este dando alaridos encerrado en una gavia. Orejudo y yo colaboramos para convencernos el uno al otro de algo no menos disparatado que las salidas de pata de banco de Benavides: que ambos ibamos a cambiar el curso de la literatura universal. Juan Blazquez en cambio no representaba una amenaza para nadie por una razon obvia: follaba demasiado. Gustaba a las chicas, las volvia locas, como si acabara de despertarlas de un profundo sueno en pleno dia, o tal vez de rescatarlas de una pesadilla. Tenia ojos azules, labios grandes y abultados, un flequillo rebelde que atravesaba la frente buscando un atajo, y cara de nino bueno, interrumpida de pronto por una sonrisa esquinada y provocativa que parecia decir: se lo que quieres, aunque tu todavia no lo sepas, y te lo voy a dar. Esa sensacion de peligro inminente --?quien no prefiere seguir ignorando su deseo oculto?-- debia de ser lo que les gustaba de el: el fondo pantanoso de sus labios bajo el agua diafana de su mirada. ?Que necesidad tenia de escribir novelas, si ya era tan atractivo? Ademas, para tener exito en los ochenta, bastaba con declararse cantante, actor, pintor o disenador; ya no era necesario ni aconsejable encerrarse a escribir cientos de folios que nadie iba a leer de todas formas. Los plumiferos nos habiamos convertido en mamarrachos, nos dabamos mucha importancia, pero actuabamos como exploradores polares cuando los polos --y la misma Antartida-- ya estaban repletos de McDonald's y cajeros automaticos. Mis unicos amigos no plumiferos eran los del club de ajedrez que formamos algunos de la Facultad, el club Al Paso, con el gran Ostolaza de presidente, el gordo Tomas, Macarena, Escalona y Carmen Avellan (a la que quise tanto y me dejo sin mas por Jaime Escalona). A Juan Blazquez mis amigos ajedrecistas le causaban bastante asombro: se negaba a creer que quisieran --tal y como afirmaban-- llevar vidas normales y corrientes. Estaba convencido de que esas vidas siempre desembocan en diverticulos en el colon, en la ominosa tos improductiva o en una inflamacion cronica de los tobillos. No eran mas que una perdida de tiempo, del buen humor y de la circulacion de retorno, eso decia, con su vaso de ginebra en la mano. Nosotros creiamos que solo se hacia escritor el que no tenia mas remedio. Si no tienes cuentas pendientes con el mundo, no te pones a escribir novelas. Eso es lo que les faltaba tanto a Juan como a Benavides: la inagotable energia del rencor. A final de cuarto Blazquez ya empezo a dejar de tener encanto. Cuando volvia del bano no era raro que trajera el pantalon manchado de pis, vomitaba en las fiestas o se quedaba dormido; y sus comentarios puede que siguieran siendo agudos, pero apenas se entendian tras la segunda ginebra. Nada mas terminar la carrera, se caso con Ines Baraona, una chica de provincias bastante pavisosa, y dejo de escribir. ?Por que dejo de escribir? Frente a una pregunta como esa hay varias respuestas posibles. La mas natural y razonable es otra pregunta: eso depende de para que escribiera. Otras opciones son: porque tenia otras cosas que hacer. Porque se aburria. Porque no recibio la recompensa que esperaba. Porque le parecia un esfuerzo excesivo. Porque prefirio la ginebra. Porque no se le ocurria nada. Ademas, ?que tiene de misterioso que alguien deje de escribir? Escribir no es tan importante. Todo el mundo deja muchas cosas: una carrera universitaria, a su pareja, de comer carne, una ciudad, de fumar, de llevar corbata o de ponerse vaqueros; pero nadie se preocupa, intrigado, de por que Fulano habra dejado de jugar al parchis, a las damas o a la petanca. En la Pecera le preguntamos a Azpeitia como sabia que la mujer de la escultura estaba muerta. Lo se, aseguro: y todos la conoceis. Creo que no fui el unico que se sintio acusado, tambien quiza culpable. ?Quien es?, pregunto Becerra, y en ese momento la comisaria Sanz nos aviso de que teniamos que empezar la tertulia. Al salir de alli ninguno pudo evitar mirar hacia el suelo, a la mujer desnuda, pero a mi me dio verguenza o quiza preferi despedirme, mirando al techo, de los tres tristes lienzos del amigo de mi abuelo: El Amanecer, El Dia y La Noche.

  • Y, de repente, un beso, Calista Sweet de Calista Sweet

    https://gigalibros.com/y-de-repente-un-beso-calista-sweet.html

    ?Hasta donde serias capaz de llegar por amor?

  • Mi bonito del norte de Valentina Roma

    https://gigalibros.com/mi-bonito-del-norte.html

    Hola, soy Elizabeth Aurora de la Vega Fernandez, si, mis padres dicen que me querian, aunque me pusieran ese nombre... En fin... si ellos lo dicen. Cuando estan a punto de proclamarte miss cuernuda de Barcelona, ?te tienes que preparar un discurso o es algo simbolico? Digo, porque tendria que mirar que me pongo... No, en serio, son preguntas serias que tengo. Yo es que soy mucho de preguntar, por cierto... ?como sobrellevas el despues? ?Quieres vomitarle a todo el mundo como la nina del Exorcista cuando te preguntan "?Y tu novio, donde lo has dejado?" De momento no le he vomitado a nadie, la verdad... todo sea dicho. Aunque tengo muchas dudas, ?volvere a confiar en esos desgraciados? ?Los desterrare para siempre y me comprare un gato? Acompaname junto a mis amigos en esta aventura y prometo que no te arrepentiras. Eso si, ves preparando unas copas de vino y unas croquetas, que tenemos para rato.

  • SANGRE DE REYES (Alastir 2) de Miguel A. Fuentes

    https://gigalibros.com/sangre-de-reyes-alastir-2.html

    Muchos lo pintan como una leyenda. Otros como un vagabundo que recorre los caminos sin un lugar en el que caerse muerto. Pero si hay algo de cierto en todos los rumores e historias, es que nadie sabe quien es realmente el solitario encapuchado que deambula por el mundo con una espada oxidada cenida a la espalda a quien recurres cuando todas las demas opciones han resultado infructuosas. Muy pocos tientan a la suerte de contar con alguien que no reconoce ni a dioses ni a reyes, alguien capaz de burlar a la propia muerte.

  • El asesino del ano boreal de Claudio Hernandez

    https://gigalibros.com/el-asesino-del-ano-boreal.html

    En el frio invierno de 2017 empezaron los crimenes. Resulto ser quien menos se lo esperaba alguien. Peter lo habia descubierto porque lo habia tocado y entonces habia entrado en el. En una profunda oscuridad y le vio el rostro. El otono no mucho mejor y se repitio la misma historia. En primavera Ann estaba en serio peligro, pero Peter ya empezaba a estar cerca de ella. En el invierno de 2027 volvio un psicopata a hacer de las suyas despertando a los recuerdos muertos, como un revoloteo de hojas marrones en una espiral sin fin. Ahora, dos anos despues, Peter le habia dado el Brillo a Ann para que lo utilizara.
    El asesino era…

  • Las Ramonas de Ana Cabaleiro

    https://gigalibros.com/las-ramonas.html

    Mi marido se acuesta con esta pobre ilusa, vuelve a pensar Mona Otero. Vuelve a pensarlo por tercera o quiza ya por cuarta vez desde que se subio al coche y se desespera, porque no llevan ni tres minutos de trayecto. Esta imagen, la de la pobre ingenua seducida, ya la ha tenido antes, al menos unas veinte o treinta veces mas durante la boda del sabado. Y en simultaneo tambien piensa que ya es mala suerte que le haya tocado ir en el maldito coche con ella. Todavia van a la altura del cruce del gallinero, que ademas de no ser lo que se dice un cruce, no tiene cerca ningun gallinero, solo la granja de pollos de los Novo, que forma parte del paisaje historico del entorno desde que a Mona le alcanza la memoria. Lo que si es cierto es que ese cruce, que es mas bien el empalme de una pista en otra, es como una frontera, el final de Saidres, la parroquia de Mona y el comienzo del exterior, sea cual sea ese exterior, Silleda o Lalin, o incluso Pontevedra o Compostela, esos sitios a los que habitualmente hay que ir por alguna causa: comprar, ir al medico o arreglar algun papel. Ahora ya no es sabado, es lunes, y Mona Otero tiene, en efecto, todo el cuerpo de lunes, acido y pesado, y se ve metida en un coche con una tia que sin duda es la amante de su marido y se siente arrasada por dentro por el fin de semana terrible que acaba de padecer, que ha sido como un rosario de pesadillas extenuantes. Mona Otero sonrie. No sera ella la perdedora de la historia. Nunca lo ha sido en casi quince anos de matrimonio. --Oye, me alegre mucho el sabado cuando vi que te habian contratado. Eres la unica fotografa que conozco que saca guapa a cualquiera. La conductora del coche, la amante de su marido, Ra Meixide, entabla la conversacion justo con lo que mas le puede doler, el machaque de su espiritu profesional con la maldita frase de sacame guapa. Ambas saben que esa fue la causa del encontronazo del sabado y Mona trata de dilucidar si su interlocutora es valiente o una simple inconsciente al volver a hurgar en la herida. --A ti te ha pasado como a mi. Por un lado teniamos que trabajar y, por el otro, ibamos de invitadas, y de tanto atender al trabajo al final no disfrutas de la fiesta. Ra Meixide sigue perorando animada sobre la maldita boda. Demasiado animada, le parece a Mona. Empieza a preocuparse por el rumbo que esta tomando la conversacion, pero no le queda mas remedio que entrar en el juego. --Era la primera boda que hacias, supongo. Como llevas aun tan poco tiempo de concejala... --Si, si, me hizo muchisima ilusion, ?sabes? Porque los novios pidieron ex profeso que los casara yo. Al oirla, a Mona le viene como una rafaga de compasion. Ya no es solo que Ra Meixide le parezca algo ingenua, sino tambien egolatra profunda. Entiende que la flamante concejala de Participacion Ciudadana y Turismo esta ensayando para labrarse la pose de politica humilde, de las que quieren seguir siendo pueblo llano. Para empezar, hoy pone su coche particular a disposicion del projimo, en este caso, a disposicion de Mona, para los viajes compartidos. Ra Meixide, una politica de su tiempo que no malgasta el erario publico, que contribuye a la conservacion del medio ambiente y bla, bla, bla, una persona maravillosa. !Cuantas como ella ha conocido! Apenas estan llegando al atajo que atraviesa la parroquia de Negreiros y que va a dar a la nacional 525, justo antes de la recta de Rolan. !Lo que aun le queda metida en ese coche! Cuarenta kilometros por lo menos. --?Como es que vas hoy a Compostela? Y tan temprano. --Tengo una reunion a primera hora en San Caetano, a primerisima hora, la verdad. Por eso cuando vi tu solicitud en BlaBlaCar me parecio perfecto aprovechar el viaje. A Mona le parecen demasiadas explicaciones. Una reunion en la Xunta en agosto ni siquiera le suena creible, pero Ra Meixide continua hablando como una metralleta, con un soniquete estridente, tal como la recuerda en los mitines de la campana electoral. Al pasar por el trecho de carretera desde donde se ve el lugar de Riobo, todavia en la parroquia de Negreiros, Mona deja volar la parte tonta de la neurona hacia el grupusculo de casas donde paso su primera infancia, en casa de tia Milita, que ni era tia suya ni nada. No era mas que la casa en la que se habia criado su padre despues de que lo hubieran recogido de dios sabe donde. Nunca le han contado ese momento de la historia familiar. Alli queda, escondido, no se ve desde la carretera, el puente de piedra que pasa sobre la via del tren, junto a la casa de Penido. Era en otro tiempo un territorio autonomo, una reserva independiente y secreta, todo un mundo propio, con un pretil de piedra que se curvaba en arco por encima de los railes, que se veian alla al fondo y que atesoraban todo un universo maravilloso de fabulas pobladas de monstruos que vivian entre las zarzas de las lindes y entre las traviesas de la propia via. Era un mundo oscuro, el de los cuentos que se inventaban desde la atalaya del puente, donde no habia espacio para princesas, porque en los cuentos de aldea solo habitan ogros y dragones deformes y amenazantes contra los que hay que luchar a muerte en batallas terribles e imaginadas cada dia, siempre peligrosisimas. Por eso llegaba tarde a comer a casa de tia Milita. Piensa, como de pasada, como si fuera un pensamiento dormido en una galaxia paralela, que deberia plantearse algun proyecto sobre los puentes de piedra, o sobre las vias del tren, o sobre los terraplenes que las limitan infestados de zarzas y maleza, algo que por fin impactara a su galerista. --Me encantaron tus zapatos, de lo mas elegante que he visto en mucho tiempo. La gran Ra Meixide, la concejala animosa, parece sonreirle en senal de paz. Acaban de entrar en A Bandeira, y ante el semaforo en rojo, paradas de un modo absurdo en una calle desierta, silenciosa, desolada a esas horas tan tempranas, se ve a si misma y a la amante de su marido como si estuvieran en la via principal de un poblado del Oeste despues de un tiroteo. Mira con algo de ansia a las aceras, a las ventanas de los bajos, a los escaparates, y no ve ni un triste gato ni un perro callejero ni un pajaro despistado que surque el aire a esas horas de la madrugada. Son apenas las siete y cuarenta de una manana de lunes. Y ademas de ser lunes, es agosto, y llueve malamente y sin ganas, como por tocar las narices. Y ya ha pasado mucho desde la espera en el punto de encuentro, a la puerta de la taberna de Saidres, la de Concha, rogando a los dioses profanos que el conductor de BlaBlaCar no se hubiera perdido. Andar por las aldeas no siempre es tan facil como parece en Google Maps. Diez minutos resguardada bajo el balcon del bar, mirando obsesivamente hacia el lado de A Pena, que era por donde tendria que aparecer el coche, atisbando a la nada, o sea, hacia unas cuantas fincas y la casa abandonada del cura al fondo, con la iglesia en lo alto, y al final, Ra 32 anos conductor nivel experto era la maldita concejala parlanchina. --Y ademas de elegantes, parecian comodos. Eran comodos, ?no? La voz aguda no le da tregua, voz de politica competente y dispuesta, que la devuelve a la noche del sabado, al claustro en ruinas del monasterio de Carboeiro, decorado para la ocasion por algun pijo con infulas artisticas, imitando una especie de jardin silvestre entre piedras historicas. Alli estaba ella, a las siete de la tarde, con sus zapatos dorados recuperados directamente del arcon del desvan de la casa de Saidres, que acumulaba quincalla de cuya procedencia ya nadie en su familia sabia responder; podian ser las cosas del tio Ernesto de cuando estuvo embarcado, o los restos del equipaje de una hermana de la bisabuela que volvio de Brasil rota y moribunda, o simplemente trastos sin historia, restos desvalidos de la vida de cada uno que habian ido llenando, a lo largo de los anos, el arcon del desvan. --Si, eso si, comodisimos. Van pasando por Loimil y grandes nubes grises y bajas siguen lagrimeando mansas. Ra Meixide conduce al limite de la prudencia, pero sin sobrepasarlo, con un punto de correcta contencion. Habla animadamente de la boda, de como conocio a los novios, ahora ya matrimonio, de como le pidieron que fuera ella, la nueva concejala, la del recien formado Gobierno municipal, la que oficiara la ceremonia civil. Ni diez semanas hacia que ostentaba el cargo, era su primera boda. --Me ha encantado la experiencia, la verdad. En general las bodas son momentos de tanta felicidad, todo el mundo se esfuerza para que salga todo perfecto, para que tenga ese toque como de magia, ?no? Ademas, la novia iba taaan espectacular, ?a que si? Para Mona, la novia podria haber ido envuelta en celofan y no habria ido mas espantosa. En realidad, no le apetece hablar de la boda. No quiere hablar de nada con esa tia, pero contribuye a la conversacion como cabe esperar. --La que iba espectacular eras tu. Me encanto el vestido que llevabas, !que tela!, con esos brillos, con esos matices irisados... Le agrada comprobar que Ra Meixide es tan simple como egolatra, y no tiene reparo en seguir con frivolidades. --Bueno, chica, es que en eso de las telas yo juego con ventaja, quieras que no, es una asignatura que me ha tocado estudiar desde la cuna. Mona recuerda la tension en la fiesta patronal de San Juan, cuando ella y sus primas estrenaban sus vestidos, todas tiesas y temerosas de mancharlos o estropearlos. Por aquel entonces, conocia a la gran Ra Meixide por ser la hija de Mucha, la de los retales, en cuya tienda la tia Milita compraba las telas para hacerles los vestidos, todos identicos, a lo mejor cambiando el color de un lazo o de un volante. Las llevaba a sesiones interminables para escoger el genero en los escasos diez metros cuadrados de local, que mas bien parecia el despacho de un estanco, con estanterias y cajas de rollos de tela, de hilos, de gavetas llenas de muestras de botones, de presillas, de pasadores, de corchetes, alli toqueteando, sobando y palpando calidades, consistencias y resistencias, mientras se desgranaba, una a una, la vida de cuanta conocida habia. Y alli estaba ella, la hija de Mucha, la de los retales, sentada en una banqueta en un rincon, entre el mostrador y el escaparate, con el libro abierto sobre las rodillas, atenta a lo que se le mandase: nina, cogeme ahi en ese cajoncito los botones nacarados, ese, si; sacale aqui a la senora esa tira de puntilla fina que acaba de llegar, que me parece a mi que le va perfecta a la cinturilla de estos conjuntos. La pequena Ra Meixide, callada y obediente, podria muy bien haber protagonizado una pelicula de esas de como se alcanza el gran sueno americano, con teson y esfuerzo, la hija de soltera que ayuda en el negocio familiar, estudia con becas publicas y suda sangre y lagrimas hasta que consigue la plaza en propiedad de profesora de quimica en un instituto, que llega incluso a directora del centro, y que se permite una excedencia para ponerse al servicio de la ciudadania en el Gobierno municipal. Y todo antes de la edad de Cristo. Sin perder, por tanto, ni un minuto de su vida. --La del vestido rojo con cristalitos cosidos, ?sabes cual te digo? Claro que Mona sabe cual le dice. Iba armada con una reflex ultimo modelo y un juego de flashes nuevecitos. Mucha idea de fotografia no se le veia, porque se movia de una punta a otra como si tuviera que hacer fotos desde todos los angulos, cuando una profesional de verdad lo que hace antes de empezar es buscar la direccion de la luz y localizar los espacios para ir a tiro fijo. --Me toco compartir mesa con ella, y era simpatiquisima. !Vaya personaje! Estuvo contando anecdotas de sus viajes. Resulta que ha recorrido medio mundo. Simpatica seria, pero Mona recuerda a la supuesta senora viajera usando la camara en automatico y disparando cuando se le antojaba, muchas veces al mismo tiempo que ella, quemandose mutuamente el trabajo con tanto flash, y consiguiendo que le cayeran bien todos los demas invitados que andaban por alli incordiando con sus moviles de ultima generacion para hacerse el tipico selfie con los novios. --!Que risa! Nos conto que en la India tenia que ducharse con un cubo y un cazo, y que un dia por lo visto le toco un cubo con rana y que se fue duchando como pudo mientras la rana la miraba fijamente. !Nos tronchamos! !Si hasta imitaba a la rana y todo! La concejala prosigue animada con las anecdotas del sabado, y Mona, viendo lo mucho que se enrolla con ese tema, sabe que acabaran llegando a la parte espinosa. Dejan atras el puente sobre el rio Ulla, cubierto de niebla y calabobos, y se van acercando ya a Santa Cruz de Ribadulla. Mona se da cuenta de que Ra Meixide hace gala de una mezcla curiosa de politica abierta y dicharachera, de conversacion amable y campechana, con un poso cotilla y desinhibido, que identifica con la herencia de los anos que paso en la tienda materna de los retales. Ya a la altura de la senal de la limitacion a cincuenta, en la entrada de Lestedo, a Mona le viene a la boca un regusto a bilis. Alli, justo alli, pero yendo en sentido inverso, le habia puesto la guinda a la desastrosa jornada del sabado. Alli la paro el agente de trafico, barra luminosa en ristre, y perdio los pocos puntos del carne que le quedaban. Atraviesan Lestedo, y la boda y toda la hecatombe que desencadeno siguen planeando sobre su animo. Es justo en ese punto cuando cae en la cuenta de que la concejala no le ha preguntado que hacia en Saidres, sola y sin coche, un lunes por la manana, cuando ella y su marido viven en Compostela. Y piensa de nuevo lo que ya pensaba en aquel instante preciso de la boda, el sabado por la tarde, lo que lleva pensando desde que se monto en ese coche: mi marido se acuesta con esta pajarraca. Y a continuacion algo aun peor, y el muy cabron me la manda para que me haga de choferesa hasta Compostela. Le entran ganas de abrir la puerta y tirarse en marcha. Quien la habra mandado montarse.

  • El Rey del miedo (Viento 2) de Olalla Pons

    https://gigalibros.com/el-rey-del-miedo-viento-2.html

    Sabba, emprende un peligroso viaje hacia las salvajes tierras del Norte, anos despues de la partida de Taru. Su hija Sinda, Xenia y Mihn la acompanan. La Princesa del Viento esta dispuesta a encontrar al hombre del cual se vio obligada a separarse, aunque no tiene ninguna certeza sobre si sigue con vida.

  • Inteligencia emocional en la empresa de Daniel Goleman

    https://gigalibros.com/inteligencia-emocional-en-la-empresa.html

    Inteligencia emocional en la empresa de Daniel Goleman es un volumen de la coleccion <> de Conecta, que reune las ideas esenciales para el profesional y la empresa de hoy por los autores de referencia.

  • Nina: ?Le temes a la oscuridad? de Loli Deen

    https://gigalibros.com/nina-le-temes-a-la-oscuridad.html

    Nina A veces tu peor enemigo vive muy dentro tuyo, y cada lucha es una batalla perdida. Asi es la vida de Nina, una mujer para quien la belleza fue su mejor regalo y tambien su peor castigo. La vida fue siempre demasiado con que lidiar, pero su mente se encargo de protegerla. ?Podra protegerla de si misma? ?Te atreves a dar un paseo por la oscuridad? Entrar en una mente enferma es facil. Lo dificil es salir

  • Belleza roja de Arantza Portabales

    https://gigalibros.com/belleza-roja.html

    La nueva dama de la novela negra espanola.

  • En la cama Equivocada de Kelly Dreams

    https://gigalibros.com/en-la-cama-equivocada.html

    Iona solia pensar que en los Estados Unidos estaria lo bastante lejos de las insensateces de su adorable y chalada madre pero se equivoco. El tener que dejar su trabajo para viajar inmediatamente a Escocia y asi evitar un absurdo compromiso matrimonial era la prueba.
    Poco podia imaginarse entonces que ese rocambolesco asunto la conduciria al unico pub del pueblo y a una intima conversacion con una botella de whisky. Y a ella la bebida le sentaba tan bien.
    Connor solo tenia en mente beber hasta perder el sentido cuando traspaso las puertas del pub, pero en lugar de eso, termino compartiendo una botella de whisky y una alocada y sensual noche con la mujer mas rara y exasperante que se encontro jamas. Acostarse con una chica y no recordad ni su nombre a la manana siguiente era algo a lo que estaba acostumbrado, hacerlo y descubrir que ella se habia convertido en su esposa. era una pesadilla totalmente distinta.
    Whisky, sexo y diversion, los ingredientes perfectos para despertarse en la cama equivocada.

  • Antes de que las hojas caigan de Maite Aleu

    https://gigalibros.com/antes-de-que-las-hojas-caigan.html

    1918, Chicago
    Estados Unidos esta inmerso en la Primera Guerra Mundial. La sociedad esta sufriendo profundos cambios, favorecidos por la masiva salida de hombres rumbo a Europa. Sin embargo, los hospitales siguen siendo reinos masculinos.
    La doctora Elizabeth Scott ha luchado mucho para llegar a ser residente en el prestigioso hospital del condado de Cook, y ambiciona un puesto en su laboratorio. Para conseguirlo se enfrentara a varios obstaculos, incluida la intensa atraccion que siente por uno de sus companeros.
    El doctor William Foster todavia no ha sido llamado a filas. Durante la incierta espera se centra en su trabajo en el laboratorio del Cook, donde no puede evitar fijarse en su companera, Elizabeth, una mujer prohibida para el.
    Ambos sucumbiran a sus sentimientos en un entorno marcado por los prejuicios, las diferencias sociales, la guerra y los avances medicos. La terrible pandemia de gripe espanola pondra a prueba su amor y su vocacion.

  • Que volvamos a vernos de Amanda Garcia

    https://gigalibros.com/que-volvamos-a-vernos.html

    El reloj marca las doce en punto y mi cuerpo me pide escaparme de nuevo. Antes, debo de prepararme para ir a misa, como cada domingo, con mi padre y mis hermanas. He de reconocer que, a pesar de mi querer a Dios, temo aburrirme como de costumbre. Mas mi padre, buen hombre desde que tengo memoria, dice que debemos ir y de ese modo honrar a nuestra madre que con Dios descansa en su seno. Pero yo solo quiero que lleguen las cinco de la tarde y poder correr hacia la hemeroteca municipal. Alli, mi refugio, me siento en paz, sin tener que ocuparme de lavar y peinar a mis hermanas o de fregar con esmero el patio. Tan solo se me permite estar hasta las siete fuera de casa, pero para mi es mas que suficiente. Carmen, la secretaria del edificio, me ha acabado cogiendo carino y me deja poder llevarme el libro a casa para poder terminarlo y devolverlo el domingo siguiente. Siempre me dice que estoy invitada a ir cuando quiera y, que, de mayor, sere la mujer con mas cultura del mundo. La misa acaba de terminar y llega la hora de almorzar. Hoy he preparado sopa porque se que a mi senor padre le agrada y, realmente, es facil de hacer, de modo que me dara tiempo a tener todo limpio para cuando den las cinco de la tarde y pueda salir. En mi camino hacia la hemeroteca, veo pasar a multitud de ninos jugando con sus padres, abuelos dando un paseo e incluso parejas dadas de la mano. Mi madre siempre me decia que los hombres no traen mas que desgracias y que procurase buscar a uno bueno que me cuidase para toda la vida, !ay madre, cuanto la echo de menos! Pero la verdad que me llama la atencion como sera eso de ser querida por un chico. Mi amiga Margarita, con la misma edad que yo, ya tiene fecha para su futura boda con un hombre diez anos mayor que ella y, siendo sincera, no es algo que a mi me gustase vivir. Por eso, prefiero ahora vivir las historias de amor que se narran en los libros y ser libre el tiempo que me quede. --Buenas tardes, Clarita --dice la secretaria. --Buenas tardes nos de Dios --respondo educadamente. La secretaria me pregunto que tal se encontraba mi familia y me invito amablemente a sentarme y leer el libro que escogiese. Escoger, que dificil decision. Tantas historias contadas en cada libro que nunca se por cual decantarme, hasta que vi uno que me llamo la atencion. No era de un tamano muy grande, mas bien mediano podriamos decir, y su aspecto era sobrio y descuidado, como si ya tuviese muchos anos. Se notaba que era un libro poco usado, ya que me costo lo suyo poder alcanzarle y tenerle en mis manos. Al sostenerlo, pude sentir que no se trataba de un libro cualquiera. Sus hojas y su portada se encontraban deterioradas por el paso del tiempo y desprendian un fuerte aroma a baul olvidado La intriga pudo conmigo y me dispuse a comenzar a leer la primera hoja, que comenzaba de este modo: Diario de 1854 Hoy comienza mi nueva vida. Llevo mentalizada de este momento desde bien pequena y es lo mejor para todos. Es mi sexto dia como novicia en el convento de San Cadalso y me produce terror el hecho de sentirme sola. Son las seis de la manana y me dispongo a ponerme los habitos y bajar a rezar a la capilla. Sor Maria, la abadesa del convento, me estuvo explicando en mi llegada todos los horarios que debia de cumplir. Mi hermano mayor, que me acompano hasta la propia puerta del convento para despedirse de mi, hizo multitud de preguntas con el fin de quedarse el mismo tranquilo sobre como seria mi vida espiritual en aquel lugar. Se de buena mano que no es de su agrado que tome los votos y me aleje de nuestra bien amada familia, mas mis padres asi han requerido y mi voluntad es obedecerles. De bien pequena, me gustaba fantasear con mi hermano acerca de un futuro prometedor y dichoso, en el que viviriamos juntos y felices dedicandonos a aquello que nos apasionara. Sin embargo, a mi corta edad de nueve anos, pude entender por mi misma que eso no ocurriria. Mi madre, Magdalena Infante, hija de unos pequenos burgueses, quedo embarazada de su tercer hijo, esta vez un varon de nombre Jose, que apenas estuvo con nosotros seis meses de su vida. Tras la perdida de mi hermano pequeno, mis padres cambiaron y apenas mostraban afecto por sus otros hijos. Con tan solo quince anos mi madre me anuncio que en mi mayoria de edad entraria a formar parte de un convento y me ganaria de ese modo una buena reputacion como cristiana. Yo ni siquiera pude intervenir y me resigne a acatar la decision de mi senora madre. Son las ocho de la manana, la misa acaba de terminar y mis entranas empiezan a rugir hambrientas. Si algo bueno tiene estar en el convento, es que nunca me faltara un plato caliente que llevarme a la boca, aunque bien es cierto que sus inconvenientes tiene tambien. Entre estas cuatro paredes la mayor parte de las mujeres son senoras de mas de sesenta anos de edad, que han decidido dedicar su vida a Dios y, la verdad, que me siento fuera de lugar entre ellas. Por ello, le rezo al Divino para que me envie una novicia que, como yo, con mi edad y mis temores, podamos compartir el tiempo. Mientras tanto, tan solo me queda aguardar y esperar que el tiempo pase. Al llegar la noche, las monjas me reclaman para reunirnos a rezar por ultima vez antes de acostarnos, pero un estrepitoso ruido interrumpe nuestras oraciones. Sor Maria Eugenia decide ir a la puerta principal para ver quien osa llamar a nuestro hogar a tan altas horas de la noche, y yo decido acompanarla por lo que pudiese pasar. Al abrir la puerta, encontramos a un hombre mayor, de unos sesenta anos y de buen parecer, rodeado de tres caballeros y una joven. Que alegria me lleve al ver a una jovencita de mi edad despues de pasar todo este tiempo con personas que me triplicaban los anos. --Buenas noches, Madre. Disculpe tan inadecuadas horas, pero nos ha surgido un percance a mi familia y a mi mismo, y es de extremada gravedad poder hablar con la responsable de su bien conocido convento --dijo el senor de manera firme y respetuosa. --Buenas noches, caballero. Si me acompana usted y sus acompanantes, podran hablar de inmediato con Sor Maria, abadesa del convento. Tras pronunciar dichas palabras, el misterioso hombre junto a los caballeros y la joven que la acompanaban entraron sin miramiento alguno con el fin de hablar con la madre superiora. Reconozco que en mi breve vida me habia topado con infinidad de hombres y mujeres, pero ninguno de los que habia visto se asemejaban a los que vi en esta fria noche. Todos vestian hermosos ropajes, incluso la joven, que lucia un hermoso vestido color marfil y una pamela a juego que dejaba entrever su rostro. La curiosidad cada vez era mayor en mi y las preguntas se agolpan en mi cabeza, ?quienes serian?, ?que les habria ocurrido?, ?que querran?… Al llegar al salon principal, Sor Maria nos pidio que abandonaramos la sala a excepcion de los invitados, pero la intriga pudo conmigo, de modo que pongo mi fino oido al ras del porton de madera con el fin de escuchar la conversacion. --?Desean tomar algo? A pesar de que somos una comunidad humilde gustamos de tener buen trato hacia nuestros invitados --dice la madre superiora. --No se moleste senora --responde el mas joven de los caballeros. He de reconocer que en el fue en el primero que me fije. Sus ropajes y su rostro me resultaban conocidos, como si en otra vida nos hubiesemos encontrado. --Vera usted Madre --continua diciendo el hombre mayor--. Tan solo venimos de paso. Ayer al alba, mis hijos, aqui presentes y uno mismo, decidimos partir hacia Canaluero para resolver unos asuntos pendientes, pero uno de nuestros caballos sufrio un percance y anduvimos hasta, gracias a Dios, encontrar vuestro convento. Por ende, nos gustaria alojarnos esta noche y la del dia siguiente a ser posible. Siempre y cuando no seamos un inconveniente. --En absoluto senor... perdone la indiscrecion, pero aun no han mencionado sus nombres -- responde Sor Maria --Mi nombre es Pelayo de Borbosa, y estos son mis cuatro hijos Carlos, Esparto y mis dos hijos menores Felipe y Lourdes --contesta Don Pelayo. A los pocos segundos, comienzo a escuchar una voz que grita mi nombre "Catalina, Catalina". Es la madre superiora que me llama para ir al salon principal, y para que nadie sospeche que me habia quedado escuchando a traves de las paredes, se me ocurre la ingeniosa y desafortunada idea de entrar corriendo a la sala, como alma que lleva el diablo. Pero tal fue mi desgracia, que yo, vestida con los habitos aun de novicia, tropece nada mas abrir la puerta con tal fin de ir a parar sobre los brazos de Felipe. Enseguida mi rostro se torno colorado y la verguenza se apodero de mi.--Lo siento muchisimo senor, no era mi intencion --digo con un hilito de voz con el fin de disculparme. --No se preocupe Hermana, ha sido un accidente --me responde amablemente el joven muchacho y me sonrie. Juro que, por un segundo, mientras el muchacho se disculpaba, nuestras miradas se entrecruzaron y senti que el mundo se habia detenido. Pero ese esplendido resplandor de felicidad es interrumpido por la voz de Sor Maria. --Nuestra querida Catalina aun es novicia, aunque le queda poco para tomar los habitos, si es que no tiene mas descuidos como los de hoy. Acompana a los senores y a la senorita a los aposentos de la entrada, las monjas y yo dormiremos juntas en otro lado --me indica Sor Maria. Y asi lo hago. Acompano a los invitados a sus dormitorios y me dirijo yo al mio, a sabiendas de que en escasas horas llegara la hora del rezo de primera hora de la manana.

  • Cupido se rie de mi de Loles Lopez

    https://gigalibros.com/cupido-se-rie-de-mi.html

    Michael es un enamoradizo que ansia encontrar a la mujer que lo ayude a mantener los pies en el suelo. Pero tiene un problema: le gustan todas y se cansa rapidamente de ellas.

  • Noche a media luz de Jacquie D'alessandro

    https://gigalibros.com/noche-a-media-luz.html

    Mallory sabia que estaba dolida por como habia acabado su ultima relacion, pero aquello no duraria mas que una noche. Una noche que tendria que bastarle.

  • La ola detenida de Juan Carlos Mendez Guedez

    https://gigalibros.com/la-ola-detenida.html

    Un thriller apasionante, con una protagonista entranable, enamoradiza y divertida que los lectores no podran olvidar

  • Un cafe a la seis de Pilar Munoz Alamo

    https://gigalibros.com/un-cafe-a-la-seis.html

    Yo no quiero ir, pero temo la reaccion de Lourdes si se lo digo. Con la cabeza embotada y la mente en standby espero paciente a que los restos de Orfidal abandonen mi cuerpo para poder pensar con un minimo de claridad. Aunque mucho me temo que este grado de apatia y desasosiego que siento no sea culpa del farmaco, sino de esta maldita lluvia que no ha dejado de golpear los cristales durante horas, llenandome de sombras. Juanma todavia duerme, acostado sobre las sabanas, semidesnudo, luciendo ese cuerpo de Adonis que aun conserva a pesar de haber traspasado el umbral de los cuarenta. Envidio que no haya aparentemente nada en su vida capaz de perturbar su sueno, que haya enterrado lo que para mi sigue latente y pueda sonreirle al mundo y a si mismo tan feliz. Yo, sin embargo, no me veo capaz de conseguirlo; tal vez porque tengo otros fantasmas de los que ocuparme. Tal vez porque uno de ellos se ha cansado de susurros y esta haciendo sonar sus cadenas con fuerza desde hace dias, mandando al traste mi aparente tranquilidad. --Levantate manana con el pie derecho, a ver si la vamos a joder, Raquel, que te conozco --me dijo Lourdes por telefono ayer, aventurando el estado en el que me encontraria hoy. Ella me conoce, ya lo creo que me conoce. Y tambien me quiere, razon por la que se atribuye el derecho a echarme un rapapolvo cada vez que le viene en gana si considera que es por mi bien. Pero hoy no estoy para aguantar broncas, ni siquiera amigables, por eso me da miedo decirle que la iniciativa la lleva el pie izquierdo desde que me baje de la cama hace horas, que tengo perdido el control. --No voy a joder nada, no se si ire --le conteste entonces, pensativa. --Escuchame bien, guapa, te espero en tu puerta a la una del mediodia, en un taxi. !Ni se te ocurra rajarte, que voy y te arrastro! ?Te queda claro? Sus ultimas palabras, pronunciadas con inquina, me arrancan ahora una sonrisa. No dudo en absoluto de que seria capaz. Me cogeria de los pelos para llevarme hasta el fin del mundo si hiciera falta, y mas en una ocasion como esta. Segun ella, lo merece. Lourdes es una nostalgica redomada y todas las nostalgicas se resisten a olvidar tiempos pasados, los almacenan en la memoria con un hilo del que tirar de cuando en cuando para revivirlos y emocionarse con ellos. Viven aferradas a esa cuarta dimension de tal manera que el pasado lo convierten en presente, y el presente lo inmortalizan para enredarlo con el futuro en un coctel de tiempos que cohabitan a la vez. De ahi la cita. Tan solo a alguien como ella se le podria haber ocurrido reunirnos a todos para vivir un reencuentro despues de veinticinco anos con la idea, entre otras cosas, de ser testigos de como el destino se las ha gastado con nosotros, de las bondades o fechorias que ha hecho en cada una de nuestras vidas a lo largo de este tiempo. La tache de loca al saber que se habia propuesto encontrar a mas de cien companeros del C.O.U. repartidos por doquier. No cai en la cuenta de que no estaba sola, de que habia algunas otras poco cuerdas, ilusionadas y aburridas en su circulo de amigas dispuestas a alcanzar ese objetivo y organizar con exito un evento en toda regla. Y asi ha sido. Con Lourdes a la cabeza lo han conseguido y ahora su entusiasmo es evidente. Pero yo no quiero ir. He pasado mala noche, malos dias, una mala semana. Y lo ultimo que necesito y quiero es tener que hacerle un quiebro a mi timidez para romper hielo tras hielo y charlar con distension hasta ponernos al dia de nuestras vidas; esconder lo que no quiero mostrar y demostrar interes ante lo que no me interesa conocer. Pero hay ratos en que escucho dentro de mi una campanilla parecida a las que anuncian un cambio de asalto, de clase, de acto como en el teatro. Hay ratos en que la siento vibrar en la mismisima boca del estomago y me asaltan las dudas, esas fieles companeras que amenazan con unirse y compactarse para terminar transformando mi vida en una incognita unica. El telefono interrumpe mis pensamientos antes de que entre en la cocina para prepararme un cafe doble y cargado. Es Pedro. No me apetece nada hablar con el en este momento, ademas de que es sabado y me merezco un descanso. Pero esta claro que la asertividad y yo no hacemos buena pareja, no nos llevamos demasiado bien, asi es que descuelgo despues de escuchar cuatro o cinco tonos. Mi companero salta como un resorte sin esperar mi saludo. --?Has podido averiguar algo, Raquel? Estoy que no vivo. --Buenos dias, Pedro. No, no se nada mas, el lunes seguire indagando. Me resisto a posponer el cafe, tengo la cabeza como una jaula de grillos y necesito despejarla con urgencia, asi es que aprisiono el telefono entre el hombro y la oreja para manipular la cafetera. --?Y si me echan del colegio? --me pregunta, alarmado. Al ser concertado, podrian rescindirle el contrato con relativa facilidad, aunque no se lo digo, obviamente. --Todo se arreglara, tranquilizate. --Pero los padres han dicho que pondran una denuncia, ?tu sabes lo que eso significa? Yo no le rompi el diente al nino, Raquel, fue algo fortuito, pero ese monstruito lo esta usando contra mi, sabe que lleva las de ganar. A la vez que a Pedro, escucho a mi hijo vociferar desde la cama: --?Quien es el pringao que llama un sabado a estas horas para despertar a todo Dios? Hago caso omiso a su comentario, prefiero no contestar; he aprendido a no entrar al trapo cada vez que lo saca, si no, la guerra seria continua. Enciendo la cafetera y con el telefono adosado a la oreja para no interrumpir la conversacion, echo una ojeada al salon para ver como quedo anoche. --Pedro, como sigas llamando monstruo al nino la vas a liar mas. --Esto queda entre tu y yo. !Pero no me digas que no es un monstruo! Sabe que tiene a los padres de su parte y a medio colegio tambien, a los companeros, hasta al A.M.P.A. Mientras escucho, deambulo y devuelvo a su sitio todo lo que esta fuera de el. Como una automata. Hay libros de texto por la mesa, cojines en el suelo, vasos con restos de Coca-Cola que huele a alcohol, palomitas quemadas en un bol... Recojo esto ultimo para abandonarlo en el fregadero mientras la cafetera deja de echar liquido en la taza. --?Te importa que lo hablemos el lunes con mas tranquilidad? --le pregunto, con tacto, tratando de empatizar con el. Se que dos dias es mucho tiempo cuando te comen los nervios, pero estoy atada de pies y manos, no puedo hacer nada por el momento. --!Mamaaaaaaa! ?Me preparas el desayuno? Es mi hijo mayor, el del bocinazo con el que se quejaba de haber sido despertado por el timbre del telefono. Cierro los ojos mientras suspiro. --Pero, ?tu crees que la directora me defendera o...? Pedro sigue a lo suyo. La directora. Tendria que ser ella quien se ocupara de este embolado, una posible denuncia, ante la policia, de los padres de un alumno contra Pedro, profesor del nino, al que acusan de haberle propinado un tortazo y de echarle un diente abajo (aunque el jura y perjura que solo fue un leve pescozon porque lo tenia hasta los mismisimos --segun sus propias palabras--, con el infortunio de que una leve perdida de equilibrio lo llevo a darse de bruces contra el canto de la puerta). Pero la buena senora decidio apuntarse a ultima hora a la excursion de fin de curso de sexto de primaria, y eso ha desembocado en que yo, como jefa de estudios, este ahora comiendome el marron. Otro mas. --?Por que piensas que no te va a defender? --pregunto a Pedro--. !Ven a hacertelo tu, que ya eres mayorcito! --le grito a mi hijo, tapando el auricular del telefono para evitar la rotura del timpano de mi companero. --Porque este colegio practica la misma politica que unos grandes almacenes, el cliente siempre tiene la razon y a los empleados que los jodan. Tu ya sabes, no quieren mala fama que pueda poner al centro en entredicho y espantarle la clientela --me contesta Pedro, con crispacion en la voz. --!Pero si estas en la cocina, ?que trabajo te cuesta hacermelo tu?! --Mi hijo, que sigue rezongando desde la cama. Vuelvo a suspirar. --!Ya no estoy en la cocina, estoy en el lavadero --grito--, metiendo tu ropa de deporte en la lavadora para que puedas jugar manana tu partido de baloncesto, asi es que haz el favor de levantar el culo de la cama y venir tu a ponerte tu desayuno. --Enfatizo al maximo los posesivos, cabreada. --Raquel, ?me estas escuchando? --me pregunta Pedro. --Pues no desayuno, paso --replica mi hijo. !!?Y si doy un alarido de histerica hasta quedarme ronca?!! Bajo el telefono hasta la altura de mis piernas y miro al cielo con los ojos vueltos. <> Suavizo la voz. --Pedro, entiendo que estes preocupado, de verdad, pero ahora no puedo hacer nada, llevo una manana de perros. Te prometo que el lunes hago todo lo posible por hablar con los padres y aclarar lo que paso, ?de acuerdo? Seguro que la cosa se habra enfriado y se avendran a razones. Lo escucho graznar de fondo, apelando a la quiebra del sistema educativo, al exceso de poder que se les concede a los ninos convirtiendolos en despotas, a los efectos contraproducentes de la actitud de los padres, con los que ya no puede contarse para ejecutar planes conjuntos en la educacion y aprendizaje de nuestros hijos, a que estamos criando vandalos y delincuentes en potencia, materialistas y sin valores, etcetera, etcetera, etcetera. Dejo el telefono sobre la encimera mientras se desahoga y miro a Juanma, mi marido, que acaba de entrar en la cocina descalzo y semidesnudo, peinandose sus oscuros rizos con los dedos. Trae los ojos achinados, como si le molestara la luz, y un bostezo en su boca perfecta que le impide saludarme. --Dile a tu hijo que se levante y que venga a hacerse el desayuno, me esta poniendo atacada --le digo, senalando en direccion a la habitacion. Mi marido me mira con un cuajo que me exaspera. --?Y por que no se lo dices tu? --Porque como vaya yo lo guanteo --contesto, saboreando bilis, con un cabreo de nivel quince. Pedro sigue hablando solo en la encimera--. Ademas, no quiero ni ver su cuarto, a saber como estara. Agarro de nuevo el movil, parece haberse silenciado y temo que mi companero haya colgado sin poder despedirme. A mi estado matinal y personal solo le faltaba anadirle la mala educacion. Capturo al vuelo sus ultimas palabras. --...ya veremos. Que pases un buen fin de semana, Raquel. --Lo mismo te deseo, Pedro, intenta desconectar. --Esbozo una sonrisa compasiva, aunque el no me vea--. Un beso. Cuelgo. Mi hijo pequeno pasa por detras de mi y comienza a rebuscar por los muebles de la cocina, en silencio. Yo sigo en el intento de acabar con los preparativos de mi desayuno. --Mama, ?te has acordado de que yo me voy hoy de excursion? Me vuelvo y lo miro, aunando la informacion que guardo dispersa por mi cabeza. --Si…, me lo dijiste hace unos dias. Pero te traia de vuelta el padre de uno de tus amigos, ?no? --Si, si, no es por eso. Son los bocadillos. No hay pan. Ahora miro a Juanma, enfrascado en la tarea de exprimir naranjas para hacerse su zumo de rigor. --?No compraste ayer el pan que te encargue? --le digo, temiendo su respuesta. --!Oh, mierda! --exclama, llevandose una mano a la frente--. Ni me acorde. Sali del supermercado y me vine directo a casa, olvide pasarme por la panaderia. Con las manos apoyadas en la cintura y la cabeza agachada, doy unos cuantos paseos por el centro de la cocina, respirando. Todavia puedo aguantar un poco mas sin pegar un alarido que termine por despertar a media urbanizacion.

  • El nido del lobo de Gema Tacon

    https://gigalibros.com/el-nido-del-lobo.html

    Las mentiras unen el destino de dos mujeres separadas en el tiempo.
    La apacible vida del pequeno y encantador pueblo de Ochagavia se enturbia cuando Blanca llega desde el sur para hacer sus practicas. Los oscuros secretos que todos guardan atan su vida a la de Aintzira, una chica que murio hace anos y que, sin saber como ni por que, tiene una extrana conexion psiquica con ella.
    Sus noches se hacen eternas cuando tras cada pesadilla su cuerpo sufre las consecuencias de ir revelando la verdad. Poco a poco va desentranando una red de enganos que intentan ocultar no solo la misteriosa muerte de la joven, sino que tambien hara que descubra que su vida ha sido una farsa practicamente desde que nacio.
    La muerte persigue a Blanca desde hace tiempo mientras que a Aintzira ya la encontro. Ambas tienen en comun el coraje de querer descubrir la verdad, su verdad.
    Un crimen sin resolver, una sombra que la acecha y un asesino que esta presente en sus suenos es con lo que tendra que lidiar nuestra protagonista.
    ?Podras leer cada linea sin mirar detras de ti?
    Tictac, tictac.

  • El viento en la cara de Saphia Azzedine

    https://gigalibros.com/el-viento-en-la-cara.html

  • Penumbra de Esteban Navarro

    https://gigalibros.com/penumbra.html

    La comisaria de Jaca inicia unas obras por reformas, por lo que los agentes se trasladan durante un tiempo al Seminario, un edificio propiedad de la Diocesis conocido porque anos atras habian ocurrido una serie de hechos calificados como inexplicables.

  • El Caballero Dorado (Destinos Cruzados 2) de Anabel Bzex

    https://gigalibros.com/el-caballero-dorado-destinos-cruzados-2.html

    ?Que harias si tu peor enemigo es tu propio cuerpo?

  • Historia de una flor de Claudia Casanova

    https://gigalibros.com/historia-de-una-flor.html

  • Scorpions de Maria Jose Tirado

    https://gigalibros.com/scorpions.html

    Solo un corazon curtido por el sol del desierto
    podra liberar a un alma presa entre barrotes de oro.

  • El nectar de Erika (Flor 2) de Phavy Prieto

    https://gigalibros.com/el-nectar-de-erika-flor-2.html

    Segunda novela de la Saga Flor (auto conclusiva)

  • La Biblia del triatleta de Joe Friel

    https://gigalibros.com/la-biblia-del-triatleta.html

    Durante casi 20 anos, los triatletas han recurrido a La Biblia del triatleta de Joe Friel para aprender a entrenar para la victoria. Ahora, en esta nueva edicion, revisada y ampliada, el autor nos ofrece los ultimos avances en la ciencia del deporte, los analisis de datos, la planificacion diaria y el desarrollo de las habilidades para ayudarte a crear un plan de entrenamiento personal que te lleve al exito.
    Asi pues, esta nueva version te ofrece:
    * Mayor personalizacion: una libertad de planificacion mas amplia que te permita dar respuesta a tus necesidades y tus preferencias unicas a la hora de organizar el entrenamiento para la temporada.
    * Entrenamiento basado en la potencia y el ritmo: una seleccion de programas de entrenamiento basados en la potencia o el ritmo para simplificar tu planificacion anual.
    * Sistema mejorado de analisis de datos: saca el mayor partido posible a tu techware gracias a las nuevas formas de analizar los datos, de centrarse en las cifras adecuadas y de comprender los resultados.
    * Desarrollo de las habilidades en natacion: trabaja tu brazada y obten resultados inmediatos gracias a cuatro movimientos basicos para nadar a mayo. Nuevo programa para entrenar la potencia: utiliza estos ejercicios de fuerza funcionales eficaces, disenados expresamente para triatletas que disfrutan de un tiempo limitado, para desarrollar la potencia duradera en la natacion, la bicicleta y la carrera a pie.
    * Plan de recuperacion personalizado: disena tu propio programa de recuperacion para asentar tu forma fisica despues de las largas sesiones de entrenamiento.
    * Ejercicios: sesiones ampliadas de natacion, ciclismo y carrera a pie para gozar de un abanico mas amplio de opciones que den respuesta a tus necesidades

  • El secreto de la highlander (Al tiempo del highlander 2) de Mariah Stone

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-la-highlander-al-tiempo-del-highlander-2.html

    --!C! Marjorie gimio. Debia estar sonando. ?Por que otro motivo oiria el llamado a guerra de su clan? El colchon de paja le rasgunaba la piel. La habitacion estaba en silencio y olia al polvo acumulado en las cortinas del dosel. ?Estaba sola? Intento abrir los parpados, pero le pesaban, y de pronto recordo… Si abria los ojos, podia verlo a el. Y el querria golpearla de nuevo. O tomarla de nuevo. <>. Queria perderse en el olvido oscuro y entumecedor. El olvido le permitia estar lejos del dolor que sentia en todo el cuerpo. Un sonido extrano le lleno los oidos, y se aferro a el como si estuviera al borde de un precipicio. El ruido venia de afuera y de abajo. Gritos de dolor. Varias espadas chocando contra otras. Y, de pronto… --!Cruachan! --En esta ocasion, el grito se oyo mas fuerte y mas cerca. Era el coro de varios hombres. ?Acaso se lo estaba imaginando? ?Estaba tan desesperada y quebrada que estaba sonando con su hogar? El aire olia a humo. Varios pasos resonaban contra el piso de piedra al otro lado de la puerta de la habitacion en la que la tenian prisionera. La puerta se abrio, y el enrejado de hierro solto un chirrido. Luego se cerro. Ese sonido, el de esa puerta, significaba una cosa: <>. Y si el se encontraba alli, seria para causarle dolor. Unos pasos rapidos y pesados se aproximaron. El hombre respiraba agitado y caminaba de un lado al otro de la habitacion. La cota de malla hacia un sonido metalico. Aun no la habia tocado, de modo que quizas no habia venido por ella. <> Afuera, los gritos se intensificaron. Algo pesado arremetio contra la madera. --!Cruachan! <>. La esperanza florecio en el pecho de Marjorie y le dio fuerzas. Abrio un solo ojo, pues el otro estaba hinchado y cerrado, y volvio la cabeza hacia la luz que se colaba por la ventana. Alasdair MacDougall recorrio la dura pared de piedra oscura. Tenia las fosas nasales dilatadas, la mirada perdida y el cabello oscuro despeinado bajo la cota de malla que le cubria la cabeza y los hombros. Tamborileaba la hoja plana de la espada contra la mano. La miro de reojo y se congelo durante un instante, con el rostro inexpresivo. --?Estas despierta, zorrita? --Cruzo la distancia que los separaba con tres zancadas. Aunque no le quedaban fuerzas en el cuerpo, Marjorie se incorporo en la cama para intentar alejarse de el lo mas posible. La manta que la cubria se cayo, y sus muslos desnudos, cubiertos de sangre seca, destellaron en tonos blancos, rojos y amarronados. Se queria cubrir, pero se sentia muy debil. El aroma de el, con el que ya estaba familiarizada, se impregno en el aire; apestaba a sudor y almizcle masculino. Dejo caer la espada, que aterrizo en el suelo con un fuerte ruido metalico. Con una mano, la sujeto del cabello y con la otra, la abofeteo. Una oleada de dolor cegador le atraveso la cabeza. Luego la golpeo del otro lado. Marjorie sintio que los ojos le explotaban dentro del craneo. Sin embargo, no lloro. Alasdair la jalo del cuero cabelludo para acercarla a su rostro, y ella sintio su mal aliento: una mezcla de cerveza, alcohol y carne con cebollas. --?Estas contenta ahora, princesita? Creiste que eras demasiado buena como para aceptar mi propuesta, pero ahora todos veran la zorra que eres en realidad. No vales nada. Ella tomo aire para llenarse los pulmones. --?De que hablas? --se las ingenio para preguntar. --El clan Cambel esta llamando a nuestra puerta. Pero mientras yo te tenga, tengo el poder. Que el dijera que su familia habia venido a buscarla era muy distinto a que ella lo pensara o lo imaginara. Era un hecho real. Habian venido. Marjorie sonrio y se rio abiertamente en su cara. Junto saliva en la boca y le escupio una mezcla de saliva y sangre en el rostro antes de romper a reir mas fuerte. El esfuerzo le causo dolor, pero a la vez le trajo alivio. Marjorie lucharia su batalla en esa habitacion mientras su clan peleaba por ella en el patio. --Se ha acabado, maldito violador --le aseguro. El rostro de Alasdair empalidecio, y ella se siguio riendo, aunque podria acabar muerta en cualquier momento. Alasdair descargo toda la fuerza de su puno contra su rostro, y Marjorie se hundio en una niebla oscura. A traves de la neblina, diviso a dos hombres blandiendo sus espadas. --!Te voy a matar, alimana! --grito alguien. El acero resono y destello contra la luz que se colaba por la ventana. Gritos de dolor le perforaron la mente. Luego oyo un aullido mortal y desesperado, y un sonido estrepitoso de algo pesado que cayo al suelo. Se desperto al oir una voz familiar que la llamaba. Una voz muy querida que habia conocido durante toda su vida. --Marjorie. Alguien le acaricio la cabeza, pero se sintio como si unas cuchillas le estuvieran atravesando la piel. Se esforzo para abrir los ojos y apenas logro levantar un parpado. Era Craig. Su hermano. Ensangrentado y lleno de moretones, se hallaba arrodillado a su lado. Le sonreia, tenia los ojos rojos y el cabello enmaranado. Las lagrimas le nublaron la vista y le hicieron arder los ojos. El estaba alli. Y eso significaba que Alasdair ya no representaba una amenaza para ella. Craig la cuidaria. La llevaria a casa. Una ola de alivio la invadio. El eco de los sentimientos de gratitud y amor le lleno el pecho. A pesar de que tenia los labios partidos y magullados, se las ingenio para sonreir. --Hermano --susurro. La puerta se abrio de par en par, y su primo Ian entro en la habitacion. Sus rizos pelirrojos estaban cubiertos de sudor y tenia el rostro lleno de cortes y moretones, pero estaba vivo. --La encontre --le dijo Craig. --Que bien. Vamonos. El camino esta despejado. Craig asintio. Marjorie supo que le estaba prometiendo que todo estaria bien. Con cuidado, la envolvio con una manta y la levanto. El dolor la atraveso. Mientras Craig se la llevaba de la habitacion, vio el cuerpo sin vida de Alasdair en el suelo, con un charco de sangre a su alrededor. Le hubiera gustado sonreir y reirse, pero se sentia vacia. Craig bajo hasta el descanso de la escalera de madera, donde los hombres de su clan aguardaban de pie. La luz de las antorchas iluminaba sus rostros serios. Ian bajo las escaleras primero con la espada en alto, para asegurarse de que no hubiera mas peligros en el camino. Sin embargo, mientras Craig descendia los escalones, la lucha se fue deteniendo en el piso de abajo. Su padre se hallaba de pie en el siguiente descanso, con el rostro distorsionado de dolor al ver a su hija a los ojos. Ella intento sonreir para calmarlo y demostrarle que no estaba enfadada con el por no haberla protegido o no haber venido antes. Craig siguio avanzando, y Marjorie vio al tio Neil y sus hijos. Sus miradas reflejaban sentimientos de pena y furia. Al salir de la torre, Marjorie vio a John MacDougall, jefe del clan MacDougall y padre de Alasdair, aprisionado por dos Cambel. Se retorcia en vano, tenia el palido rostro crispado con una rabia silenciosa al comprender que su hijo debia haber muerto si Marjorie se encontraba en los brazos de Craig. MacDougall nunca debio haber permitido que Alasdair la secuestrara y la tratara de ese modo. Debio haber puesto fin a esa locura y haberla enviado a casa. John MacDougall habia consentido todo lo que le habia pasado a Marjorie. Por lo que a ella respectaba, el era tan culpable como su hijo. Craig por fin salio a la luz del dia del patio rodeado de los muros cortina de piedra, y Marjorie cerro los ojos. Muchos hombres habian muerto ese dia para salvarla, y no podia soportar ver la evidencia del hecho. No en ese momento. Craig camino un poco mas y, de pronto, se arrodillo en el suelo. Marjorie abrio los ojos. Su abuelo, sir Colin Cambel, yacia sobre el cesped tenido de rojo. Tenia una herida profunda cerca del corazon, pero ya no manaba sangre. Sus ojos estaban cerrados; su piel, palida. Estaba completamente quieto, excepto por el cabello blanquecino que el viento mecia. Craig tomo la mano de su abuelo y la apreto. Ian se detuvo al lado de ellos y apoyo una mano sobre el hombro de Craig. Craig le susurro algo a su abuelo, y Marjorie sintio que una lagrima se le deslizaba por la mejilla. Entonces, su hermano se puso de pie y camino con ella hacia los caballos y las carretas. --Tenemos una carreta para ti. Esta llena de mantas y pieles. Estaras en casa en breve. --La deposito sobre el lecho improvisado y la cubrio con las mantas. Pronto, el calor comenzo a regresar a ella. Se sintio a salvo. Y libre. Ciertamente, era libre; sin embargo, la humillacion, el dolor y el sentimiento de ser indigna le carcomian el corazon. La mantenian prisionera. Marjorie se doblo en un ovillo y comenzo a llorar. --Oh, Marjorie, tesoro, no llores. --Craig le dio una palmadita en la espalda--. Por favor, carino. Lamento mucho no haber venido antes. Hemos venido ni bien supimos quien te habia secuestrado. Marjorie no podia dejar de sollozar. Craig se sento a su lado en la carreta, la abrazo y la cubrio como una manta pesada y protectora. Cuando por fin dejo de llorar, se quedo quieta e intento acostumbrarse a la sensacion de libertad que le llenaba el pecho y que se sentia tan extrana. ?Como seria volver a estar rodeada de gente? ?Poder andar de una habitacion a otra? ?Salir a la luz del sol? ?Montar a caballo? Tras haber pasado un mes en cautiverio, penso que nunca volveria a experimentar esas cosas. Abrio los ojos y miro a Craig. El la observaba preocupado, con una mezcla de dolor y furia en los ojos. --?Que puedo hacer? --le pregunto. Marjorie nego con la cabeza. --Nada --susurro--. Me has salvado. Me has vengado. Has asesinado a ese bastardo. No hay mas nada que puedas hacer. Craig le apreto la mano y asintio. --Ahora nos enfocaremos en sanarte. Pronto volveras a ser la Marjorie de siempre. Ella tomo una profunda bocanada de aire y cerro los ojos. Por mas que le doliera admitirlo, eso nunca seria cierto. Por dentro, era una piedra: fria y dura. Nunca dejaria que un hombre la tocara. Nunca se casaria. Y nunca dejaria que nadie le volviera a hacer lo que Alasdair le habia hecho.

  • Un hombre cae de Jordi Baste

    https://gigalibros.com/un-hombre-cae.html

  • Algunas princesas no buscamos principe azul de Lina Galan

    https://gigalibros.com/algunas-princesas-no-buscamos-principe-azul.html

    Laura, Simon y yo misma. Tres amigos y tres maneras diferentes de vivir el amor, a pesar de estar juntos casi toda nuestra vida, aunque seamos una pina desde que nos catalogaron de frikis en el instituto.

  • Cuando el pasado vuelve de Erina Alcala

    https://gigalibros.com/cuando-el-pasado-vuelve.html

    Cuando Martina, que ahora es trabajadora social del ayuntamiento de Alcala de Henares, se encuentra de nuevo con Ruben, recuerda que en una noche de fiesta, el fue su primer hombre. Pero por aquel tiempo a Ruben le gustaban demasiado las mujeres, y ella tenia objetivos laborales en los que volcar su vida.

  • Prohibido desear a Lucky Royal de Ella Valentine, Emma Winter

    https://gigalibros.com/prohibido-desear-a-lucky-royal.html

    --Lucky, tengo una buena noticia que darte: hemos encontrado una nueva casa de acogida para ti. Lucky alzo las cejas con curiosidad. Cuando Grace Turner, una de las trabajadoras sociales del centro de acogida en el que se encontraba, le habia pedido que le acompanara hasta su despacho, habia esperado una reprimenda por alguna de sus fechorias, no aquella noticia inesperada. Lucky acababa de cumplir los quince anos y sabia que a partir de cierta edad encontrar una casa de acogida era altamente improbable. Y mas en su caso. Lucky era un chico problematico. Su informe de Servicios Sociales tenia el tamano de la Biblia a causa de todos los expedientes que le habian abierto por su caracter rebelde e indisciplinado, cosa que lo habia llevado a internar en un reformatorio en dos ocasiones. Llevaba seis meses en aquel centro de acogida de Henderson, en el area metropolitana de Las Vegas, y desde el inicio todos los trabajadores con los que habia hablado le habian asegurado lo dificil que seria encontrar a alguien interesado en acogerle. No era algo que le preocupara demasiado, pues Lucky tenia un plan de futuro. Llevaba tiempo pensando en ello, desde que en su ultima casa de acogida el senor Cook decidiera amenazarlo con su rifle de caza cada vez que consideraba que el chico no se portaba de forma correcta. Lucky no confiaba en el sistema, no queria seguir entrando y saliendo de casas donde le trataban como si fuera escoria, y por ello habia tomado una decision. Decision que decidio compartir con Grace. --Quiero pedir la emancipacion --dijo alto y claro, fijando sus ojos azules en los ojos oscuros de la mujer rubia que tenia delante. --?Emanciparte? --Grace arqueo una ceja, sobresaltada--. ?Estas seguro? ?Ya sabes lo que significa eso? Lucky asintio despacio, sin apartar su mirada de ella. --Significa que el Estado de Nevada dejara de tener mi custodia y que sere libre para vivir mi vida como quiera. --Tambien significa que perderas la posibilidad de encontrar una familia que pueda adoptarte. --Ambos sabemos que hace anos que perdi esa posibilidad. --Eso no es cierto. Nunca es tarde para encontrar un hogar. --Gracias por esa frase de autoayuda, pero la verdad es la que es --dijo Lucky sonriendo con tristeza--. Hay personas que no estamos destinadas a encontrar un hogar. Lucky percibio la forma en la que los hombros de Grace se hundieron un poco ante sus palabras. Sabia que sentia compasion por el. Le caia bien Grace. Llevaba diez anos trabajando alli, tratando con chicos y chicas de vidas complicadas como la suya, y, a pesar de todos los quebraderos de cabeza que le daban, no habia perdido la capacidad de sonreir. Muchos otros, en menos tiempo que ella, acababan amargados y abandonaban el trabajo por otro menos exigente. Pocos eran los que llegaban para quedarse. --En todo caso, Lucky, no puedes pedir la emancipacion hasta los dieciseis --le recordo--. Aun falta un ano para eso. Lo sabes, ?no? --Lo se, pero preferiria quedarme en el centro hasta entonces. No veo necesidad de ir a una nueva casa de acogida con gente que, en realidad, solo quiere que me quede con ellos por la retribucion que reciben por ello. Todo el mundo sabia que el sistema de acogida del pais se sustentaba en familias con pocos recursos que, ante la pobreza, decidian ofrecer sus viviendas como casas de acogida para poder vivir del dinero que el Estado les daba a cambio. --Entiendo. Pero debes saber que la persona que va acogerte no responde para nada a ese perfil --La mujer golpeo la carpeta azul marino que tenia frente a ella en la mesa con el dedo indice repetidas veces. Tenia una etiqueta en la tapa con un nombre, pero Lucky no fue capaz de leer lo que ponia en la distancia--. De hecho, esta persona ni siquiera va a recibir ningun beneficio por tu manutencion. Los ojos de Lucky se abrieron de hito en hito. ?Quien en su sano juicio acogia a un chico como el sin pedir nada? --?Y eso por que? --pregunto Lucky, intrigado, arrugando un poco la nariz salpicada de pecas que le daba un aire travieso, a conjunto con un pelo moreno que siempre lucia despeinado. --Bueno, se trata de alguien muy sensibilizado con los chicos como tu. --Sonrio--. Es un viejo conocido de Servicios Sociales y tiene a su cargo a tres chicos mayores que tu. --?Tiene tres chicos acogidos? --No, adoptados. Dos de ellos ya estan en la universidad, pero se de buena tinta que eran igual de conflictivos a tu edad. Lucky miro a Grace con incredulidad. No entendia por que motivo un extrano que ya tenia tres hijos adoptados querria acoger a uno mas. Se le pasaron cosas por la cabeza. Cosas feas. Su vida estaba tan llena de sombras y monstruos que no se le ocurria ningun motivo honesto por el que nadie pudiera ser generoso con alguien como el sin esperar una compensacion. --?Donde esta esa casa? --indago Lucky. --En Las Vegas, muy cerca de aqui. A Lucky le encantaba Las Vegas. De hecho, el habia nacido alli y habia vivido en la ciudad hasta que su madre murio de una sobredosis y su padrastro, que le suministraba la droga, huyo de la casa dejandolo solo y desamparado con el cadaver. Le gustaba la idea de volver a vivir en Las Vegas. Puede que tuviera recuerdos amargos de aquella epoca, pero tambien tenia recuerdos buenos. Las ciudades tienen el poder de condensar todo lo bueno y lo malo que vivimos entre sus calles, y a Lucky le encantaba su ambiente festivo y colorido, las luces de neones de los edificios y lo rapido que parecia ir siempre todo. Henderson estaba a pocos kilometros, cierto, pero no tenia medios para viajar hasta alli. La idea de trasladarse a la ciudad, de pronto, le parecio atractiva. --Se que no has tenido mucha suerte en la vida, algo ironico teniendo en cuenta tu nombre, Lucky, afortunado, pero la suerte siempre puede cambiar --anadio Grace al percibir sus dudas --. Puedo asegurarte que, de todas las opciones posibles, esta --volvio a golpear la carpeta azul con el dedo indice, con avidez-- es una de las mejores, por no decir la mejor. Puede que hasta ahora el sistema no se haya portado muy bien contigo, pero dejame demostrarte que aun quedan buenas personas en este mundo, personas honestas con afan de ayudar. Lucky reflexiono sus palabras. Nada de lo que dijera Grace le haria cambiar su opinion sobre el sistema que llevaba anos sufriendo, pero confiaba en ella. Diablos, Grace era probablemente la unica persona en la que confiaba. Si ella le aseguraba que la persona que pretendia acogerlo era honrada, seguro que no mentia. Ademas, tal como ella le habia dicho no podia emanciparse hasta los dieciseis, le quedaba un ano mas de condena y ese centro no era tampoco santo de su devocion. La comida que servian era basura y tenia problemas con algunos de sus companeros cada dos por tres. No perdia nada por irse de alli un tiempo. Asi que, pese a que la idea seguia sin entusiasmarle, acepto la propuesta de Grace. Esta se alegro muchisimo y le aseguro que no se arrepentiria. Lucky no estaba seguro de ello, pero no dijo nada. Grace le explico los pormenores del traslado, que se efectuaria al dia siguiente, y Lucky se levanto de la silla para marcharse de alli. Al rebasar la mesa se fijo en lo que ponia en la etiqueta de la carpeta azul que Grace tenia frente a ella. Era un nombre: Max Royal. Lucky supuso que seria el nombre de la persona que pretendia acogerle. Horas mas tarde, en la habitacion que compartia con cuatro chicos mas, Lucky metio todas sus pertenencias en una mochila y se tumbo en la cama, con los brazos flexionados y las manos bajo la cabeza, sobre la almohada. En esa posicion, dejo que su imaginacion volara. ?Que clase de persona seria ese Max Royal? A lo mejor tenia una casa decente. O, a lo mejor, incluso, tendria una habitacion para el solo. Sonrio ante esa posibilidad, a pesar de saber que era improbable. Hacia anos que no tenia un dormitorio en exclusiva. Aquella noche Lucky se durmio muy tarde, dejando que un mundo de posibilidades revoloteara por su mente curiosa. Sin embargo, ninguna de ellas se ajustaba ni un poquito a la realidad que le esperaba a su llegada a Las Vegas el dia siguiente. En pocas horas, la vida de Lucky daria una vuelta de 180o. En pocas horas, Lucky conoceria a Max Royal, el hombre que, meses mas tarde, decidiria adoptarlo. En pocas horas, Lucky entraria en su nuevo hogar: uno de los hoteles mas importantes de Las Vegas. En pocas horas, Lucky conoceria a sus tres futuros hermanos, con quienes no tardaria en crear vinculos irrompibles. En pocas horas, Lucky aprenderia que, por primera vez en su vida, haria honor a su nombre: seria afortunado. Tremendamente afortunado. 1 Eve Lucky Royal. !Su jefe era Lucky Royal! De haber sabido que seria su jefe directo, Eve no habria aceptado aquel puesto. Diablos, ?a quien pretendia enganar? Lo cierto era que necesitaba el dinero y, cuando este escaseaba, la dignidad se hundia un poquito. Era dificil mantener segun que decisiones con la necesidad mordisqueandole la nuca. Lo cierto era que el alquiler de la caja de cerillas en la que vivia era elevado y la universidad se comia sus ahorros a un ritmo completamente frenetico. No habia obtenido nota suficiente para la beca y, por lo tanto, tampoco podia optar a quedarse en la residencia de estudiantes, puesto que no podia permitirse los gastos. Vivia en un apartamento compartido con un chico que se pasaba el dia jugando a los videojuegos y no sabia lo que era la limpieza. Su vida, en los ultimos tiempos, se habia vuelto un bucle insostenible: no podia estudiar en aquel lugar porque no conseguia concentrarse del todo y se pasaba las horas limpiando en casas ajenas para ganar lo justo para ir tirando, asi que sus notas habian decaido un poco. Nada preocupante salvo porque habia perdido la oportunidad de ganar una beca un tanto exclusiva. Sus estudios seguian en pie, pero necesitaba dinero. Todo habria sido mejor de haber tenido una familia convencional, pero no conocia a su padre y su madre trabajaba como ama de llaves de una mansion como interna. Se habia criado con ella, pero cuando fue lo bastante mayor los duenos dejaron claro que, si no trabajaba en la casa, no podia vivir en ella. Su madre intento convencerla de que lo hiciera, pero se nego. Detestaba a aquella familia. No podia sacar a su madre de alli, por el momento, pero podia marcharse ella, estudiar, intentar ser alguien y, con suerte, en un futuro, dar a su madre un retiro digno. Sacarla de alli y conseguir que no volviera a servir nunca a nadie. Era lo unico que queria: dar paz y tranquilidad a la unica persona que se lo habia jugado todo por ella una y otra vez. Inspiro aire y lo solto lentamente. Ese era el verdadero motivo por el que no podia negarse a los dos puestos de trabajo que acababa de conseguir como bailarina y organizadora de eventos, aunque su jefe fuera el miserable de Lucky Royal. ?Que por que era miserable? Bueno, no se le ocurria una palabra mejor para describir a alguien que dejaba en la estacada a una mujer embarazada. Eve trago saliva, aunque dudo que fuera bilis. Su padre habia abandonado a su suerte a su madre cuando esta se quedo embarazada, quizas por eso habia llevado tan mal aquella historia. Alyson Stewart era hija de Ryan y Denise Stewart, los jefes directo de su madre. Eve y Alyson tenian la misma edad. Su madre encontro trabajo como limpiadora en aquella casa embarazada de tres meses. Ella contaba que se sintio agradecida de que alguien quisiera darle trabajo estando embarazada asi que acepto sin pensarlo. Entro como interna y estuvo trabajando hasta el octavo mes de embarazo porque Denise, la duena, tambien estaba embarazada de dos meses mas, pero a diferencia de su madre, ella se habia pasado todo el embarazo reposando porque, al parecer, no era facil crear un pequeno y perfecto milagro. Se ve que Eve no tenia nada de milagro y por eso su madre podia limpiar sin descanso aun estando en estado avanzado de embarazo. Estuvo trabajando hasta el octavo mes de gestacion porque, cuando Alyson nacio, el mundo se volvio completamente loco, al parecer, y no importaba que la madre de Eve aun estuviera embarazada: tenia que trabajar para que todo fuera perfecto en el hogar de la pequena Alyson. Eve nacio dos semanas antes de lo previsto asi que su madre, realmente, solo descanso dos semanas embarazada y luego dos semanas cuando pario, porque en cuanto los puntos sanaron y empezo a moverse con cierta celeridad, Ryan y Denise consideraron que, dado que permitian que Eve viviera alli con ella, bien podia volver al trabajo. A consecuencia, Eve crecio en una casa con una nina que tenia su misma edad, pero con todos los privilegios mientras ella apenas rozaba los derechos basicos para vivir dignamente. Soporto durante toda su infancia estudiar en un cuartucho, mientras Alyson tenia una habitacion de estudios y otra de juegos. Alyson recibia una profesora diariamente, pero Eve no empezo el cole hasta que el estado obligo a Tala, su madre, porque los senores Stewart no querian que Alyson y Eve compartiesen estudios. Despues de todo, estaban destinadas a vidas muy distintas, o lo que era lo mismo: Eve jamas podria ser alguien importante. Eve apreto los dientes en la actualidad, aquellos recuerdos dolian demasiado, no tanto por el desprecio constante hacia ella siendo una nina, sino porque imaginaba lo duro que habria sido para su madre no poder darle todo lo que queria y deseaba. Saber que su hija sufria y no poder hacer nada, incluso sentirse inferior. Lo cierto era que Eve se sentia extremadamente orgullosa de su madre: hacia un trabajo durisimo, apenas era recompensada y aun asi aguantaba para darle a ella la mejor vida posible. Quizas por eso, en cuanto tuvo conocimiento decidio salir de aquella casa y dejar de ser una carga para su madre. Habia pasado penurias desde entonces, pero no se lo reconocia nunca a Tala, que vivia preocupada por ella. Habia sacrificado toda su vida por ella, era hora de que Eve estudiara y luchara por un futuro en el que Tala por fin descansara tranquila. ?Y que tenia que ver todo aquello con Lucky Royal? Muy facil, hacia algo mas de un ano que en Las Vegas estallo uno de tantos escandalos. Este, en concreto, Eve lo siguio de cerca porque estaba relacionado con Alyson. Esta y Lucky Royal salieron un tiempo, a juzgar por las fotos de revista en las que se les veia besandose en todos los clubs de lujo de Las Vegas. Segun Alyson, lo suyo era serio, aunque Lucky nunca dijera nada publicamente. Pero debia de serlo, porque Alyson quedo embarazada y Eve no pensaba que fuera tan estupida como para dejarse prenar una noche sin mas. Alyson no era la persona que mejor le caia del mundo, pero era inteligente. Lucky Royal se desentendio por completo de aquel embarazo. Segun le habia contado su madre, la mansion de los Stewart fue un completo caos durante dias. Ryan y Denise amenazaron publicamente a la familia Royal si Lucky no se hacia cargo y este, simplemente, no se pronuncio al respecto. Eso no era tan raro, Lucky Royal era conocido por generar escandalos y no pedir perdon nunca, pero si lo fue que nadie mas en su familia emitiera un comunicado al respecto. Max Royal era un empresario de renombre, admirado y respetado en Las Vegas por todo lo logrado con su cadena de hoteles. El caso fue muy sonado, sobre todo porque Alyson perdio al bebe y, segun Tala, se volvio practicamente loca. Gritaba al servicio mucho mas que de costumbre, tanto como para que se escondieran a su paso y solo salieran a la luz cuando no les quedaba mas remedio. La situacion en la mansion se habia vuelto un tanto insostenible incluso para sus padres, segun le contaba a Eve su madre. Eve pensaba que quizas podia parecer un tanto exagerado, pero tampoco podia imaginar el dolor de perder a un hijo... un hijo no reconocido. Un hijo que, de haber nacido, lo habria hecho como ella: repudiado por su padre. Trago saliva. No, en realidad, a ese bebe no le habria faltado de nada. No habria sabido de que modo se rompe un corazon al oir a su madre llorar cada noche por el deseo de tener un vida mejor. Ese bebe nunca habria pasado todo lo que Tala y ella habian pasado. Y, aun asi, se compadecia de Alyson, porque era caprichosa, egocentrica, mimada y, segun Eve habia comprobado durante su ninez, maliciosa en exceso, pero nadie merecia un desprecio semejante. Mientras miraba el contrato firmado, Eve intentaba controlar sus emociones, pero la sensacion de haberse librado de los Stewart para caer en manos aun peores amenazaba con no dejarla dormir en toda la noche.

  • El juego de Ender (premio Nebula 1985) de Orson Scott Card

    https://gigalibros.com/el-juego-de-ender-premio-nebula-1985.html

    La novela mas famosa de ciencia ficcion moderna: un clasico indiscutible, ganadora de los premios Hugo, Nebula y SF Chronicle.

  • Nunca fui un angel (Hija de la mafia 1) de Blanca Santoro

    https://gigalibros.com/nunca-fui-un-angel-hija-de-la-mafia-1.html

    John Preston no era un buen tipo, aunque tampoco se enorgullecia de serlo.
    Al contrario, sabe muy bien que solo es un hijo de puta con suerte. Y, quizas por esto, cuando le proponen matar al don de la mafia italiana, Giaconno Spavanta, acepta el encargo. Solo es un muerto mas en su dilatada carrera como profesional del crimen. Lo unico que ignora es que el destino tiene otros planes para el y que debera de arriesgar la vida para salvar a la mujer que ama.

  • Una Vez Desaparecido (Un Misterio De Riley Paige 1) de Blake Pierce

    https://gigalibros.com/una-vez-desaparecido-un-misterio-de-riley-paige-1.html

    Los cuerpos de mujeres asesinadas grotescamente estan apareciendo en las afueras rurales de Virginia y, cuando llaman al FBI para pedir su ayuda, no tienen respuesta. Hay un asesino en serie cuya frecuencia esta aumentando, y saben que solamente hay una agente lo suficientemente buena para resolver este caso, la Agente Especial Riley Paige.

  • Ejemplaridad publica de Javier Goma Lanzon

    https://gigalibros.com/ejemplaridad-publica.html

    Javier Goma, Premio Nacional de Ensayo 2004, propone la ejemplaridad como principio necesario y organizador de la democracia moderna.

  • Los amantes de San Telmo de Graciela Ramos

    https://gigalibros.com/los-amantes-de-san-telmo.html

    Una intensa historia de amor entre tres personajes inolvidables que cruzan tres culturas (la de los inmigrantes italianos en Argentina, la cultura criolla de Buenos Aires y la indigena de los indios expulsados por el General Roca) con los acontecimientos historicos del siglo XIX.

  • Las medias naranjas no existen de Elena Garralon

    https://gigalibros.com/las-medias-naranjas-no-existen.html

    Liarse con un hombre casado nunca es buena idea, sobre todo si lo haces en plena crisis de los treinta y convencida de que ahi fuera no hay nadie especial para ti. Pero eso es precisamente lo que hace Cris, desoyendo las advertencias de sus amigas. Para colmo de males, el reencuentro fortuito con su primer amor removera antiguos sentimientos y le hara cuestionarse varios aspectos de su vida. ?Lograra Cris sobreponerse a la peor crisis de los treinta jamas contada?