• estefania yepes sanchez - Estefania Yepes Sanchez

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    Su historia empezo un verano. Aquellos besos robados fueron el sustento y su amor, la perdicion. Sin embargo, el destino quiso que se alejara de ella sin dejar ninguna huella tras sus pasos. Ahora han transcurrido veintiseis anos desde que sucedio y Elsa, joven, entusiasta y sonadora, continua sin conocer el verdadero origen de su pasado. No obstante, las casualidades haran que se cruce en su camino Luca, un enigmatico joven que pondra en jaque aquello que ella habia creido real hasta el momento. Despues de sentirse abrumada por la magnitud de sus descubrimientos, Elsa decide alejarse de su vida para intentar poner orden a lo que siente por Bosco, su mejor amigo, y lo que supone la aparicion repentina de Luca en su vida, mientras trata de descifrar si es cierto todo lo que su madre siempre le habia contado. ?Podrias olvidar tu pasado y empezar de cero?

  • Estefanía Yepes Sánchez: Libros - Amazon.es

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    Compra online entre un amplio catálogo de productos en la tienda Libros. ... de Estefanía Yepes Sánchez | 24 abril 2014. 4,1 de 5 estrellas 180.

  • Estefanía Yepes: Libros - Amazon.es

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    15 resultados · Álteravita · Quiero que conozcas a alguien. · Ladronas de Nueva York 1 · CHAPTER · El último llanto de los delfines (Titania amour) · Ladronas de ...

  • Libros de YEPES ESTEFANIA YEPES SANCHEZ ESTEFANIA

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    2 resultados para LIBROS DEL AUTOR: yepes estefania yepes sanchez estefania. Ordenar por, Disponibilidad, Título, Autor, Precio, Fecha edición.

  • Estefanía Yepes Sánchez - El Rincón de la Novela Romántica

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    22 abr 2020 — Información sobre novelas románticas, novedades mensuales, miles de críticas, autores de novela romántica, valoración de libros, artículos, ...

  • Todos los libros del autor Estefania Yepes

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    4 títulos para "Estefania Yepes" · DÉJAME SABER QUIÉN ERES · Yepes Estefanía · El Espejo de #cookiecruz · Yepes Estefanía · El último llanto de los delfines.

  • El Espejo De #cookiecruz - Estefanía Yepes Sánchez - Agapea

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  • El último Llanto De Los Delfines - Estefanía Yepes Sánchez

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  • Quiero que conozcas a alguien - Goodreads

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    Quiero que conozcas a alguien book. ... Estefanía Yepes Sánchez ... Friend Reviews. To see what your friends thought of this book, please sign up.

  • Libro Déjame Saber Quién Eres, Estefanía Yepes Sánchez ...

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    Libro Déjame Saber Quién Eres, Estefanía Yepes Sánchez, ISBN 9788494354762. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros ...

  • Libros de Estefanía Yepes Sánchez - Biografía, información...

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    Algunos autores y autores parecidos a Estefanía Yepes Sánchez son Megan Maxwell, Cecelia Ahern, Ximena Alejandra Renzo Zambrano, Raquel De La Morena, ...

  • Alteravita, Estefania Yepes Sanchez de Estefania Yepes Sanchez

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  • Cuando asedien tu faz cuarenta inviernos de Mary Ann Clark Bremer

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    Se reunen en este volumen todas las novelas cortas de Mary Ann Clark Bremer traducidas hasta la fecha al castellano y publicadas por nuestra editorial: Una biblioteca de verano, Cuando acabe el invierno, El librero de Paris y la princesa rusa y Una pasion parecida al miedo. A las que anadimos un breve relato, <>, coetaneo de los demas textos, y cuyo titulo fue tomado por la autora de un verso de William Shakespeare. Una oportunidad unica para adentrarse en el singular mundo de una escritora fundamental pero hasta hace poco secreta.

  • Conspirando con Mi Duque de Dawn Brower

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    Serenity Drake regreso en el tiempo por razones altruistas. Su hermana Peyton estaba muriendo y necesitaba que su otra hermana regresara para salvarle la vida. En el camino, no esperaba encontrar al unico hombre al que no podria resistirse.

  • Las rutas del misterio. Madrid oscuro de Alberto Granados

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    Madrid es una ciudad sorprendente para los turistas que la visitan cada ano. Son mas de ocho millones los forasteros que, armados con camaras de foto y video, se dejan seducir anualmente por nuestra capital. Los que vivimos aqui y paseamos a diario por sus calles, sufrimos los desesperantes atascos y esquivamos el bullicio de la marea humana que a veces recorre las grandes avenidas, apenas prestamos atencion y en muy pocas ocasiones nos paramos a contemplar la majestuosidad de algunos de sus edificios y monumentos, cargados de historia, ni tampoco le damos importancia al privilegio de tomar una cerveza fria en una terraza en una noche de verano, cuando se observa el mismo trafico a las dos de la madrugada que a las doce del mediodia. Pocos madrilenos conocen con detalle su ciudad y menos aun sus monumentos o la historia de sus calles y avenidas mas importantes. Un gran numero de ellos reconoce incluso sin ningun pudor no haber visitado jamas el Palacio Real o no haber paseado por el interior del Museo del Prado, los mismos que se jactan de haber recorrido cada sala del Louvre en Paris o de haber pasado horas agarrados a las verjas de Buckingham Palace en Londres intentando, si la suerte acompanaba ese dia, ver un cambio de guardia e ignorantes de que en Madrid, por ejemplo, el primer miercoles de cada mes, a las doce de la manana, tiene lugar en el Palacio Real el relevo solemne de la guardia. Impresiona observar como desfilan lanceros y alabarderos, companias de fusiles o piezas de artilleria que serian las joyas de cualquier museo americano. Un viaje de cientos de anos en el que intervienen mas de cuatrocientos soldados y cien caballos que desfilan al compas de la banda de musica de la Guardia Real, a los cuales la mayoria de madrilenos aun no han descubierto. Porque no hay que olvidar que Madrid es una ciudad con una gran historia a sus espaldas. Puede que sus inicios se remonten a la epoca de Mohamed I, alla por el ano 870, cuando se construyo la primera fortaleza defensiva, aunque lo cierto es que se han encontrado en la zona vestigios de habitantes mucho mas primitivos. Pocas capitales pueden presumir de una historia tan cargada de acontecimientos, sobre todo a partir de que Felipe II dictaminara que la corte, hasta entonces sin sede fija, se estableciera en Madrid. Solamente pasear por el barrio de los Austria da detalle del esplendor de una ciudad repleta de palacios, iglesias, templos, fuentes, museos… Pero Madrid no se ha quedado anclado en el pasado. Sus empedradas calles fueron transformandose en anchas avenidas asfaltadas y se desarrollo una ampliacion industrial y cultural que ha colocado a nuestra capital entre las mas importantes del mundo, con una oferta cultural y gastronomica equiparable a la que puedan tener ciudades tan importantes como Londres, Paris o Nueva York. Madrid hay que vivirlo, hay que recorrerlo a pie, disfrutando de sus bares y tiendas, de sus librerias, de sus terrazas, de sus calles peatonales, como Preciados o Fuencarral, abarrotadas de comercios, aprovechandose del buen caracter y amabilidad de su gente. Pero tambien nuestra ciudad esconde historias que se han contado de generacion en generacion y que muestran una cara menos amable de una ciudad que, al caer la noche, se transforma. Aquellos edificios que reflejaban el sol, al anochecer se ven atrapados en las sombras, y en calles donde a la luz del dia solamente se observan bares y tiendas se pueden descubrir las marcas de terribles acontecimientos vividos en epocas no muy lejanas. Historias de asesinatos, como el sucedido en el meson del Lobo Feroz, cerca del actual mercado de la Cebada; de descuartizamientos, como el que cometio con sus propias manos el capitan Sanchez a principios del siglo XX en el actual emplazamiento de la plaza del Conde de Miranda; de presencias extranas, que algunos aseguran haber observado recorriendo los pasillos del famoso Palacio de Linares, o de sonidos angustiosos y violentos movimientos de objetos como los que se vivieron en la inquietante <> y de los que la policia fue testigo de excepcion. Historias que a veces es mejor recordar para comprender que lo que hace verdaderamente importante a una ciudad es la union de sus luces y sus sombras. Es necesario sumergirse en las profundidades de la parte oscura y truculenta para valorar con mas intensidad todo lo demas. Este libro trata precisamente de volver a sacar a la luz aquellas historias que hemos intentado olvidar o que quedaron atrapadas en el tiempo, con la seguridad de que, al terminar su lectura, la vision de la ciudad va a ser muy diferente, mas completa. Calles por las que habia pasado con anterioridad paseando o de compras, ahora le traeran el recuerdo de los oscuros acontecimientos alli vividos. Y es posible que alguna de las historias que aqui se cuentan consiga que no vuelva a pasear de noche por ciertas calles de Madrid o, al menos, le anadan a ese paseo un punto de inquietud y de aventura. Porque Madrid ofrece muchas caras, pero la nuestra es esta: !el Madrid oscuro!

  • Maldita coleta de Susana Rubio Girona

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    Soy Guille, psicologo y escritor en mis ratos libres. Tengo un trabajo que me apasiona, una hermana a la que adoro y un amigo que me da mas de un problema. Pero para problemas las nuevas chicas de la oficina…

  • Despues del amor Premio de Novela Fernando Lara 2017, Sonsoles Onega de Sonsoles Onega

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    Carmen viajaba en un tren desde Barcelona cuando un cruce de miradas cambio su vida para siempre. Era 1933, y Federico Escofet y Carmen Trilla -el, capitan del ejercito; ella, una esposa atrapada en un matrimonio infeliz- tejieron una historia de amor que ni las habladurias, ni la guerra civil, ni el exilio lograrian deshacer, pero que dejo en los tres hijos de Carmen la huella del desarraigo.

  • Cuando el verano termine de Jessa Lacey

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    Ariadna no era consciente de que ese verano y esa familia iban a poner su mundo patas arriba. Su nuevo y extravagante trabajo no era ni mas ni menos que el de fingir ser una sobrina lejana de la familia para conseguir controlar y vigilar al hijo de los Walker que ya no sabian que mas hacer para que su hijo no dejase echar a perder mas su vida entre fiestas, mujeres y malas companias y que ademas que poco se responsabilizaba del negocio familiar.

  • La herida del tiempo de Agustin Garcia Simon

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    <>.El trazo que marca la vida de Heliodoro Garcia Vallejo, en el territorio de la memoria de Hontanalta, es una linea de sombra en el natural contraste de su luz esplendida y la cruda realidad de la Castilla del siglo XX, desde sus primeros compases hasta el desarrollismo de los anos sesenta, y el definitivo periclitar de la sociedad rural en los setenta. Detras del trampantojo secular de una vida rustica, estancada en las miasmas de la decadencia, surgen las pasiones descarnadas de unos seres ahormados por la inercia y la necesidad. Solo el tajo de la guerra sacudira con su impacto rotundo las ondas de esta balsa cenagosa, en que sus moradores, lejos de encontrar nuevos caminos, mimetizaran su existencia, adaptandola penosamente a un tiempo oscuro e interminable. No solo por su retrato psicologico y la ajustada descripcion de su contexto, sino por la belleza de su narracion y la riqueza excepcional de la lengua castellana, que aqui alcanza un nuevo esplendor, La herida del tiempo es una novela extraordinaria en el panorama reciente de la literatura en espanol.

  • En un hotel de Malmo de Marie Bennett

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    La lucha por la supervivencia, el amor y la traicion impregnan las paginas de esta intensa y cautivadora novela ambientada en la Suecia de 1940 que ya es considerada en Escandinavia como el Casablanca sueco.

  • Estoy Harta de Ligar en Internet de Joanna Ferrero Socias

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    ?Ya has tenido algunas citas por Internet y el resultado ha sido decepcionante?

  • Verdades y mentiras (Suaves petalos de amor 2) de Encarna Magin

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    Segunda entrega de la trilogia <> de Encarna Magin, iniciada con Sonrisas y lagrimas.

  • Las horas perdidas, Lorena Franco de Lorena Franco

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    Josh Parker, uno de los directivos creativos de la prestigiosa agencia publicitaria en la que trabaja Paula Hawkins, aparece brutalmente asesinado. Paula es la ultima persona que lo vio con vida y, junto al inspector Paul Tischmann, intentara resolver el misterioso crimen.
    Las voces de Paula y Paul se entremezclan para dar paso a un inquietante y escalofriante Thriller con algo oculto, para lo que ni siquiera sus propios protagonistas estaran preparados.
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  • Un cuento perfecto de Elisabet Benavent

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    ?Que sucede cuando descubres que el final de tu cuento no es como sonabas?

  • Prometido deseado (Hermanas Laurens 2) de Sophie Saint Rose

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    Lady Bethany miro de reojo a su padre. El Conde de Keighley leia el periodico mientras se llevaba a la boca el tenedor. Observo como comia el jamon antes de cortar de nuevo otro pedazo. Ella se mordio el labio inferior y miro a su hermanastra que sentada a su lado le hizo un gesto con sus expresivos ojos verdes para que hablara con el. Carraspeo enderezandose y aparto sus rizos castanos de su hombro algo nerviosa. -- Padre... --?Si, nina? --pregunto distraido. --Carlton, la nina quiere hablar contigo. Deja de leer --dijo su madrastra sentada a la derecha de su marido antes de cogerle el periodico de su mano para echarle un vistazo. La cara de indignacion del Conde fue evidente, pero su esposa le guino un ojo seductora y se le olvido enseguida. --Padre... --Oh, si. --Miro sus ojos azules, que precisamente habia heredado de el, teniendo toda su atencion. --?Que ocurre, hija? --Estoy esperando. --Eso ya lo veo. --No, que estoy esperando tu proposicion. Porque a mi no me lo vas a imponer, pero acepto propuestas. Su padre la miro sin comprender y esta gimio por dentro porque se estaba explicando muy mal. --Tengo ya la edad, padre. Cumplo dieciocho en dos semanas. --?Ya? --pregunto asombrado haciendola grunir. --Si. --Como pasa el tiempo. Eugenia suspiro. --Es cierto. Mira a Delia. Ya es toda una mujer. --!Madre! --Su hermanastra se sonrojo apartando un rizo moreno de la frente. --Que me averguenzas... --Que tonteria. Debo hablar con tu hermano sobre la temporada. El ano pasado tuvimos que irnos cuando apenas habias debutado, pero este ano no sera asi. Ya veras como encuentras el hombre de tus suenos. Bethany miro a su padre ansiosa, pero estaba tan obnubilado por su esposa que parecia que no se habia enterado de nada. --!Padre! La miro sorprendido. --?Que? --!Mi prometido! --?Que prometido? --pregunto asombrado--. ?No me digas que te han propuesto matrimonio? ?Quien se ha atrevido? --No, que donde esta mi prometido. Su padre estaba totalmente perdido y le miro desilusionada. --No me lo has buscado. --?Buscado? --Querido, como se lo has buscado a su hermana mayor, la nina quiere que le busques uno. Es que nunca te enteras de nada. --El Conde la fulmino con la mirada. --Cielito, no me mires asi cuando es obvio lo que quiere decir. Carlton la miro entendiendo antes de volverse a su hija. --Le prometi a tu hermana que dejaria esa decision en tus manos. --Carraspeo incomodo. --Aunque tengo que darle el visto bueno. --No le prometiste eso. !Lo del visto bueno no se dijo en ningun momento! --!Pero se lo tengo que dar! Bethany chasqueo la lengua como tenia por costumbre y le miro de reojo. --?Asi que no tienes ningun candidato? ?Nadie? Su padre suspiro. --Pues ya que lo dices si que tenia. --Las tres se adelantaron mirandole fijamente. --Pero se caso hace dos meses. No me dio tiempo a proponerle nada. --Vaya... --susurro Delia. Decepcionada se encogio de hombros. --Bueno, ya buscare yo algo. ?Puedo levantarme? Su padre vio la decepcion en su rostro y asintio. --Si, hija. Puedes retirarte. Delia se levanto con ella y ambas salieron en silencio del comedor. Eugenia le fulmino con la mirada. --No hace falta que me mires asi. !Se lo prometi a Belinda! --!Belinda esta muy bien casada! Seguro que ahora no protesta tanto por el marido que le ha tocado en gracia. --?Que sea tu hijo no tiene nada que ver con esa opinion? --pregunto divertido. --?Te atreves a decir que no son el uno para el otro? --No, por supuesto que no. Acerte de pleno. --Pues eso es lo que quiere tu otra hija. !Que aciertes! El Conde pensativo se quedo mirando la puerta. --Bethany esta de acuerdo. No puede protestar al respecto. Eugenia sonrio de oreja a oreja. --?Ves? Tienes medio camino ganado. No se negara en redondo como tu otra hija. En ese momento se escucho un portazo y vieron que Belinda llegaba con cara de mal humor. --Uy, esta ha discutido con Daniel --susurro su esposa. El Conde forzo una sonrisa. --Que sorpresa, hija. ?Como esta mi nieto esta manana? Les miro con los ojos como platos antes de chillar saliendo de casa a toda prisa. --Se ha vuelto a dejar el nino en el carruaje --dijo Eugenia como si fuera un desastre. --!La ninera esta con el! !Y tiene muchas cosas en la cabeza! En ese momento entro su hija con su nieto en brazos refunfunando sobre que la ninera parecia un fantasma que nunca abria la boca. Forzo una sonrisa. --Aqui esta el pequeno Daniel. Los abuelos se levantaron de inmediato y Eugenia lo cogio en brazos. --Cada dia esta mas grande. --El nino los miro con sus ojos azules como platos y parecio reconocerles porque solto un gorgorito. El Conde se echo a reir asustandole mientras Eugenia con carino le quitaba un rizo moreno de la frente. --Es igualito a mi hijo. Por cierto, ?donde esta? Gruno sentandose a la mesa y haciendole un gesto al mayordomo. --Un te. --Enseguida, Marquesa. Los abuelos hicieron una mueca antes de mirar a Belinda. --Se va a Boston --dijo dejandoles de piedra. --?Perdon? --pregunto su padre--. !Me dijo que viviria aqui! !Era una de las condiciones del compromiso! --Pretende vivir aqui, pero ahora se va a Boston. Negocios --siseo--. !Y no puedo ir! --?Como que no puedes ir? --Se lo dije, pero el nada, que no me hace caso como siempre --dijo como si no estuvieran delante--. Le avise. !Fui muy clara, pero no me creyo y concerto las reuniones! ?A quien se le ocurre?

  • El gran salto de Jonathan Lee

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  • Una marquesa enamorada (Amor amor 3) de Mile Bluett

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    Continua la serie <> de Mile Bluett con esta historia de amor con tintes de intriga y misterio.

  • Algun dia nuestros ojos veran de Marta Catala Vila

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    Algun dia nuestros ojos veran es una seleccion de veinticinco relatos cortos. Los personajes que dan vida a estas paginas experimentan autenticas revelaciones y abren los ojos a aspectos desconocidos de su entorno o de si mismos. A veces confrontados con su sombra, otras descubriendo su luz, protagonizan historias cotidianas en las qu tiene cabida la fantasia, lo onirico y lo poetico.
    En los limites entre el sueno y la realidad, alternando entre lo romantico y lo inquietante, fragmentos siempre cargados de asombro.

  • Fuego de Judit Da Silva

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    Clea Freeman siempre habia sido la mas alocada y despreocupada de las hermanas Freeman. Le importaba poco o nada lo que la gente pudiera decir o pensar de ella. Por eso, cuando se le presento la oportunidad, ?como iba a negarse a la posibilidad de viajar a solas con Jack Mardling, el gran amor de su adolescencia? Incluso aunque ello significara ganarse la ira de su hermana mayor.
    Por su parte, Jack Mardling llevaba anos deseando dibujar a la joven Clea Freeman. Algo en ella siempre habia despertado su deseo de plasmarla sobre un lienzo. Y, cuando ella por fin habia cedido, parecio que su mundo se volvia mas brillante. Sin embargo, no estaba preparado para todo lo que significaria viajar y pintar a aquella joven y alocada mujer.

  • Luz de juventud de Ralf Rothmann

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    Julian es un nino de doce anos que vive en un pueblo de la cuenca del Ruhr, en la decada de los sesenta. El trabajo en las minas de carbon ha ido perjudicando la salud de su padre, y su madre, abrumada por el cansancio y una vida distinta a la que esperaba, no es especialmente carinosa con el. Los unicos apoyos con los que cuenta Julian son su hermana pequena, Sophie, y Marusha, una vecina adolescente en quien vera la primera llamada del sexo. Cuando su madre se va de vacaciones con su hermana y lo deja unas semanas de verano solo con su padre, Julian empieza a ser consciente del fin de su infancia.

  • Taddeo Colonna de Florencia Palacios

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    Audrey Hamilton penso que los italianos eran tipos muy ardientes y locos, llevaba mas de dos meses viviendo en Florencia terminando un curso de arte y nunca dejaban de sorprenderla en cuanto a eso. Es que no podia entender demasiado su temperamento ardiente, griton y obsesivo, ella tenia sangre yanqui por todas partes, era Bostoniana y para ella la palabra paz y mesura era clave. Todo aquello que la intrigaba y perturbara lo desechaba incluyendo al amor romantico. Algo que no entendia del todo y lo definia como una pasion compleja y efimera pariente del deseo y la lujuria. Y los italianos eran casi como ese amor loco y lujurioso, todos ellos: impulsivos, espontaneos, ardientes y al parecer siempre listos para una chica guapa y extranjera. No podia siguiera prestarles la mas minima atencion pues una mirada significaba: sexo, quiero sexo, a toda hora, no importa, siempre estoy listo y pillo todo lo que se me cruce. Al menos los hombres que se le habian cruzado. En su mayoria... Audrey apuro el paso nerviosa, debia tomar el autobus. De pronto se detuvo, trataba de pasar desapercibida, pero todos notaban que era la chica rubia extranjera. Pero algo estaba mal ese dia... De nuevo ese hombre. Respiro hondo al sentir la mirada oscura y maligna clavada en cada centimetro de su piel. No debia sorprenderse, ya la habian mirado con un deseo exacerbado haciendola sentir un trozo de carne que uno de esos italianos jovenes y ardientes queria comerse. Pues ella no queria ser devorada ni ahora ni nunca. Se detuvo y suspiro molesta. En otra circunstancia se habria reido por lo bajo. Sabia que despertaba eso en los hombres. Y no le gustaba, la ponia nerviosa. Era tan incomodo a veces... Pero algo en ese sujeto la asustaba, no se sintio halagada porque estuviera alli mirandola como un demonio agazapado en la sombra, como el retrato ese que vio en el museo de Florencia hacia tiempo. Trago saliva y penso que debia dejar de ser tan tonta y asustadiza. Y de pensar que en ese pais les hacian cosas horribles a las extranjeras. Apuro el paso, visiblemente nerviosa al ver que ese hombre se le acercaba. No era la primera vez que lo veia y la forma en que la miraba y la seguia le ponia los nervios de punta. Porque era raro que siempre estuviera cerca cuando tomaba el metro. Solo esperaba que no fuera uno de esos horribles hampones y proxenetas que secuestraban una chica para prostituirla o algo peor... Hasta tambien podian quitarte un rinon, era mucho mas valioso que obligarte a dormir con hombres. Un rinon u otro organo pues era joven y saludable, no fumaba, no bebia y de lo otro ni hablar... Audrey miro su reloj y sintio una horrible ansiedad al ver que el metro demoraba. Habia un monton de gente a su alrededor y sin embargo se sentia tan sola en esos momentos. No tenia altura ni tampoco fuerza como sus amigas italianas. Ellas si sabian defenderse y ninguno se atrevia a meterse con ellas. Trago saliva al notar que el desconocido se habia acercado un poco mas y luego se habia sentado en un asiento de la estacion. La forma en que apoyo los brazos le hizo pensar que estaba descansando. No. Solo la estaba mirando a ella. Y se habia puesto comodo para verla a ella. Atrevido, como muchos italianos, osado y muy enamorado al parecer... O eso queria que ella creyera, pero Audrey no era tonta, ese hombre queria algo de ella: sexo o un rinon, o embaucarla en algo turbio, no se enganaba. Sintio ganas de correr, de alejarse, algo en la mirada de ese sujeto le parecia maligno y muy peligroso. Aunque bien vestido, con jeans y una camisa blanca, siempre iba bien vestido, pero sabia que en esa ciudad habia un monton de tipos asi que parecian millonarios y solo trabajaban para la mafia. Mucho dinero sucio. Y el dinero sucio compraba esa apariencia. Trago saliva y miro su celular. Tenia una llamada perdida de su madre y temblo. Su madre estaba en Boston, a miles de kilometros de distancia, pero no dejaba de llamarla casi a diario para ver como iba todo... la llamo para que no se preocupara. --Mami ?que paso? --hablo en voz baja para que nadie lo notara. --Audrey... al fin carino. Solo llame para saber como estabas. --Estoy bien. --?Y que tal te va en el curso? --Bien... todo bien--dijo al nerviosa--Estuve en una exposicion el otro dia. Su madre la escucho distraida, pensaba en otra cosa. --?Cuando regresaras? Siempre le preguntaba lo mismo. --En dos meses, tal vez mas. --?Dos meses? --Tengo la beca para estudiar arte y pienso aprovecharla. --Pero ten cuidado ?si? Se oyen cosas terribles de ese pais. --Mama, deja de pensar cosas. Estoy en Italia, la cuna del arte. --Si, y tambien la cuna del crimen y la trata de personas. --No digas eso mami, por favor. Aqui no hay mafias... Ella no mentia, no sabia si habia mafias, era muy cauta y nunca iba de noche a ningun lado. Pasaba el dia entre el curso, las visitas a los museos y en su trabajo en la cafeteria de medio tiempo para tener su propio dinerillo. Tambien iba a la capilla a rezar y se reunia con sus nuevos amigos italianos. El padre Mateo Ricetto y el padre Antonio. Ellos habian sido de mucha ayuda desde su llegada hacia casi un mes. Se sentia como en casa, Italia era un pais fascinante, lleno de tesoros artisticos, lugares antiguos y demas... --Audrey, ten cuidado, por favor. --Todo esta bien mama, no voy a fiestas ni salgo de noche. --?Y las chicas con las que compartes el piso? --Son chicas tranquilas, ya te di sus nombres. Pudiste fijarte en las redes supongo. --Si, lo hice... --Y supongo que habras podido apreciar que son tranquilas, estudiantes de intercambio una y la otra es una campesina italiana del norte que estudia abogacia. --?Y no llevan muchachos al piso? --No

  • Dominada por el vikingo de Esmeralda Lynn

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    La dama Juliet Bowen esta aburrida de su vida como noble; mientras sus padres ya le han elegido un marido, ella solo fantasea con un muchacho vikingo que estuvo a punto de secuestrarla diez anos atras.

  • Humeda de Francisco Correa

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    La distancia es el olvido, o por lo menos eso es lo que dicen, y esa es la esperanza que tiene Alicia, al emprender un crucero solo para solteros, valga destacar. Lo ha hecho por la insistencia de sus amigas, que no dejan de alentarla para que se olvide de las terribles circunstancias que le han sucedido durante los ultimos anos. Mientras se dirige en taxi al aeropuerto para tomar un vuelo, que la llevara de Madrid a Bari en Italia, donde se encuentra el puerto para abordar el crucero, no puede evitar recordar todo lo que sufrio por culpa de un supuesto amor. Uno que, en vez de sumar, le resto, le rompio el corazon y la autoestima en mil pedazos, y que ella no supo terminar a tiempo, de no ser por la intervencion de sus grandes amigas Lucia y Rocio. Le parecia increible que, lo que habia comenzado como una bonita relacion llena de amor y detalles, se habia convertido en un infierno. Alicia conocio a Sergio hace mas o menos tres anos, cuando ella comenzo en un nuevo trabajo en una compania de publicidad, y el tambien trabajaba alli hacia ya dos anos. Era un hombre muy guapo, alto, rubio, con muy buen cuerpo, unos ojos color avellana muy grandes y unos labios delgados, pero con una sonrisa que a cualquier mujer hacia temblar. Siempre se mostraba considerado, la ayudo a ponerse al dia con los clientes y sus requerimientos. Una maravilla, o por lo menos eso parecia. Empezaron a compartir almuerzos, y salir de copas los viernes con companeros del trabajo. Se enfrascaban en largas conversaciones de las series de moda, peliculas de estreno, musica y libros. Tenian tambien en comun, ser hijos de padres divorciados y tener dos hermanos cada uno. Al paso de los meses, comenzaron a quedar para recorrer los sitios turisticos de Madrid, porque el era de Barcelona, y con el trabajo apenas la habia quedado tiempo en dos anos para conocer mejor la ciudad. Recorrian juntos El Retiro, pasando las tardes de domingo juntos, o salian de copas el sabado por la noche. Nunca surgian insinuaciones romanticas de ningun tipo, solo disfrutaban el tiempo juntos. Habia mucha complicidad entre ellos y eso se notaba. Ella continuaba saliendo en citas con algunos chicos, pero nada pasaba a mayores, en realidad tenia bastante tiempo sin tener una relacion, ni siquiera de sexo ocasional. El salia con chicas muy guapas, rubias con piernas interminables, con porte de modelo, ese era el tipo de mujeres que le gustaban a Sergio. Nada que ver con ella, que era guapa, no porque ella lo sintiera asi, si no, porque la gente solia decirselo. Alicia es de piel morena clara, con cabello castano abundante y con unas ondas naturales muy bonitas, ojos verdes con unos toques amarillos, labios carnosos, no muy alta y con curvas. Pero el problema no era la percepcion de los demas, el problema era su propia percepcion. No tenia muy alta autoestima, siempre se sintio la chica fea. Ella preferia pasar el tiempo leyendo, sacando buenas calificaciones y destacar en el ambito laboral, que dedicarse horas y horas como lo hacian sus amigas para arreglarse, ya que, segun ella, no tenia "arreglo". Con el paso de los anos comprendio que era guapa, porque los chicos siempre querian salir con ella, y aparentemente supero todos los complejos que habia tenido en la adolescencia. Pero luego se dio cuenta que no habia sido asi, nunca los supero del todo. Un dia despues de una semana dificil en la oficina, Sergio invito a Alicia a las acostumbradas copas de los viernes. Pero esa semana todos estaban complicados con otros compromisos, y fueron solo ellos dos. Alicia que no solia tomar mucho alcohol, se tomo tres gin-tonic, y se sentia un poco achispada. Despues de tantos meses de sequia sexual, nunca habia sido una mujer con un apetito sexual muy grande, pero, ya mas de seis meses era mucho. Y para que negarlo, Sergio estaba muy bien. El por su parte, siempre habia visto guapa a su amiga y companera de trabajo. Pero no queria estropear la relacion que tenian, por un simple revolcon de una noche. Pero esa noche habia algo que fluia entre los dos, una energia que no se podia describir con palabras. Algo de lo que mas adelante, ambos se arrepentirian. En el lugar donde se encontraban pusieron una cancion que le encantaba a Alicia, ella lo invito a bailar, y el la tomo por la cintura, ella paso sus brazos por el cuello de el, quedando bastante cerca. Podian oler la fragancia uno del otro. El le paso los labios por el lobulo de la oreja, buscando proximidad, ella giro el rostro y le dio un beso suave, primero, sin abrir la boca. Luego se besaron con ganas. Se marcharon juntos al piso de el. Nada mas al entrar, se quitaron la ropa y tuvieron por primera vez un encuentro apasionado que los dejo sin aliento. Ambos se sentian muy bien, ella se quedo a dormir y a la manana siguiente repitieron. Se dieron cuenta que no habia sido un polvo de una noche, querian mas. Las cosas fueron fluyendo, convirtieron su vida en una rutina. Asistian al trabajo, compartian almuerzo y luego salian en el coche de el. Iban al piso de ella, pedian algo para cenar, veian alguna pelicula, hacian el amor y luego el, se marchaba a su piso. Trataban de que en el trabajo no se enteraran de la relacion que tenian, no querian que se prestara para rumores o malas interpretaciones, por lo menos hasta que no estuvieran seguros, que querian algo mas serio. Llevaban casi seis meses con la relacion, cuando Sergio decidio lanzarse y pedirle a Alicia que se mudara a su piso, ya que, segun el, era mas grande y mas cerca de la oficina. Alicia acepto sin pensarlo mucho. Se mudo al piso de Sergio con mucha ilusion y muchos planes, en ese momento ella ya estaba enamorada hasta la medula de el. La vida en comun comenzo siendo un lecho de rosas, compartian gastos porque ella habia insistido, el no se lo tomo muy bien, porque decia que, "el hombre debe ocuparse de todo lo de su mujer". Esta era la primera senal de alerta. En la oficina, ya todos estaban al tanto que estaban juntos, y eso no suponia ningun problema. No habia reglamento que se los impidiera, ambos cumplian con sus trabajos de manera eficiente. Al llegar a casa se amaban, y en la cama se complementaban muy bien, Sergio era buen amante y ella hacia lo posible por complacerlo. Aunque algunas cosas no terminaban de gustarle, ella aceptaba. Como el hecho de que siempre el tenia que tener el control, habia momentos en que el la azotaba y eso no la ponia muy caliente. Le encantaba ver porno, eso si lo veia solo, parecia obsesionado, hubiese preferido que la dejara a ella poner en practica todas las fantasias que tenia. Cada vez, que esta se lo mencionaba, le decia que una mujer decente no hacia esas cosas. Segunda senal de alerta. Pero lo que desencadeno el desastre, ocurrio al ano de estar viviendo juntos. En la oficina quedo vacante el puesto de gerente de cuentas, por el que se encargaba de supervisar a todos los publicistas del departamento, y se tomarian en cuenta a algunos de los chicos y chicas, que ya contaban con experiencia en la compania. Era de suponer que tomarian en cuenta el tiempo que estuviesen trabajando, los estudios, es decir, varios factores. Sergio contaba con mas experiencia en el area, en la empresa y estudios de postgrado en negocios, que lo hacian el candidato por excelencia para el puesto. Por su parte Alicia, tambien era especialista en marketing digital y hablaba ingles, frances e italiano. Habia hecho un master en negocios y lo mas importante, era muy accesible a las personas. Caso contrario de Sergio, que tenia un caracter un tanto dificil. Los directivos de la empresa se decidieron por Alicia, cosa que aparentemente no molesto a Sergio, que se mostro feliz por el nombramiento de su chica. Para Alicia, como era logico, le aumentaron el sueldo, le dieron un despacho para ella sola y le asignaron una secretaria, un cambio total en las condiciones de trabajo, y bien merecidas. Pero lo mas importante que cambio en la vida de Alicia, fue su relacion de pareja. A los pocos dias de estar en el cargo, la agencia gano un cliente muy importante que significaria miles de euros. Ella tenia que asignarle la cuenta al creativo con mas experiencia, y se decidio por Sergio. Alicia se reunio con el cliente y con Sergio, para definir la estrategia promocional de un nuevo producto. Durante la reunion, Sergio se mostro prepotente, llevandole la contraria a ella en todo lo que mencionaba. A lo que reacciono dejandole en claro y de manera muy profesional, que la que tomaba las decisiones finales en cuanto a la campana, eran ella y el cliente. Eso lo tomo de muy mala manera. Esa tarde ella se marcho sola a casa, porque el desaparecio de la oficina. Aparecio a eso de las dos de la madrugada, muy tomado y la desperto. -- Sergio, ?Que ha ocurrido? ?Por que vienes borracho? -- Le pregunta Alicia. -- ?A ti que te importa? ?O tambien tu decides cuando puedo beber o no? -- Le responde Sergio con altaneria. -- No carino, no quise decir eso. Solo que me extrana, porque tu no sueles beber. ?Vamos a dormir vale?, que manana tenemos que madrugar. -- Cierto, si no mi jefa me puede correr del trabajo. -- Dice de nuevo con sarcasmo. -- Sergio, dejalo ya, ?si? -- ?Y si no lo dejo que? -- Le grito con violencia, tomandola del cabello. -- Ya carino, esta bien… Esta bien. -- Dice Alicia llorando y tratando de zafarse del agarre. Sergio parecio reaccionar y la solto, se dio cuenta de lo que habia hecho y le pidio disculpas. Se fue al bano y se dio una ducha, al regresar se acosto a dormir como si nada habia pasado. Tercera senal de alerta. Alicia se volteo dandole la espalda y lloro todo lo que restaba de noche, sin poder pegar un ojo. A la manana siguiente, el le pidio disculpas de nuevo, diciendole que no sabia que le habia pasado, que no volveria a ocurrir. Que era un imbecil y que la amaba muchisimo. Ella, como una tonta lo perdono, y pasaron unos cuantos dias de relativa tranquilidad. No digamos felicidad, porque despues del episodio de la borrachera, algo como que se comenzo a resquebrajar entre ellos. Alicia hacia lo posible por pedirle las cosas en el trabajo, de una forma que el no se sintiera disminuido. Tampoco es que ella tratara mal a nadie, pero es que a la menor diferencia en el plano laboral, el se ponia como un monstruo. Cosa que estaba haciendo que la gente comenzara a hablar, porque eso le estaba quitando seriedad y credibilidad a Alicia. Por otro lado, a la menor discusion que tenian, Sergio desaparecia y llegaba al dia siguiente a cambiarse la ropa para ir al trabajo. Siempre venia con una historia nueva, "que se habia quedado con algun amigo, porque estaba molesto y queria evitar encontronazos con ella". Las cosas se pusieron peores un dia que ella se esmero unas cuantas horas, en preparar una cena especial. Puso velas y musica, como solian hacer cuando comenzaron a estar juntos. El llego a casa y la saludo con un beso. Alicia le pidio que destapara una botella de vino que tenian guardada. Se sentaron a la mesa a disfrutar de la comida. Comenzaron a hablar de muchas cosas, con un ambiente tranquilo, saboreando el filete de ternera con vegetales que estaba delicioso. Hasta que tocaron el tema de trabajo. -- Sergio, se que estas semanas hemos estado un poco agobiados. Pero te recuerdo que para el martes a primera hora necesito la propuesta del cliente para el lanzamiento. Hubo un silencio previo, como acumulando una potente respuesta. -- !Joder, Alicia! Yo se lo que tengo que hacer, no tienes por que repetirlo todo el tiempo. -- Le dice alzando la voz. -- No tienes por que molestarte, es un simple comentario. Ademas, yo soy la que tiene que dar la cara ante los directivos de la empresa, y ante el cliente. -- Le responde Alicia, levantando tambien la voz. -- Si, eres la jefa, y no se porque. Aunque ya me lo imagino. -- ?Que quieres decir con eso? -- Que supongo que debes haberte follado a medio mundo, para que te pusieran por encima de mi, que tengo mas experiencia que tu para ese cargo. -- Le grito. Se quedo estupefacta, no parecia una respuesta de alguien a quien "amaba". -- Si seras imbecil, ?como te atreves? Ella se pone de pie para irse a su habitacion. El la tomo con fuerza del brazo, haciendole dano. -- !Sueltame! -- Le grita Alicia. Ella trata de soltarse, a lo que el reacciona agarrandola con mas fuerza aun.

  • Enamorados en Paris de Tomas Jimenez Eyto

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    Un viaje a la ciudad del amor que pone a prueba a la pareja donde los peligros y las amenazas siguen acechando. Un angel guardian y un matrimonio de policias italianos velaran por su seguridad. ?Podran librarse de los continuos avatares de la vida en completa felicidad?

  • Te deseo para mi (Rosa blanca 6) de Laura A. Lopez

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    Llega la sexta entrega de la serie de romance historico <> de Laura A. Lopez con la historia de Lucy y Dylan.

  • El ascenso de Nueve 3 de Pittacus Lore

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    Hasta el dia que conoci a John Smith, el Numero Cuatro, habia huido sola, escondiendome y luchando para sobrevivir. Juntos somos mucho mas fuertes. Pero solo duro hasta que tuvimos que separarnos para encontrar a los demas Yo fui a Espana a encontrar a Siete y descubri mucho mas, como un decimo miembro de la Guardia que habia escapado de Lorien con vida. Ella es mas joven que el resto de nosotros, pero igual de valiente. Ahora buscamos a los otros John incluido.
    Alcanzaron a Numero Uno en Malasia. A Numero Dos en Inglaterra. Y a Numero Tres en Kenia. A mi me atraparon en Nueva York, pero escape. Soy Numero Seis.
    Quieren terminar lo que empezaron. Pero van a tener que luchar contra nosotros primero.

  • Aunque te resistas de Eva River

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    Tom habia cometido un error. Simplemente habia sido un resbalon, un acto de bondad en su vida cinica, y he ahi las consecuencias… Tenia a la loca de Sam Reynolds detras de el echando a bajo la reputacion de cabron que habia forjado por anos.
    ?Como podia una mujer tan guapa ser tan peligrosa?

  • Fuego y espadas de T. J. Rymer

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    --Mi comandante, en las puertas de la ciudad un hombre demanda hablar con usted. Parece un demente. Podemos echarle si lo desea. --?Os ha comunicado que solicita? --pregunte al soldado que permanecia firme como una roca. --Dice haber avistado un Nabzang en los bosques cercanos. Una leve sonrisa se dibujo en su faz. --?Un Nabzang? --pregunte retorico a la vez que sorprendido. El soldado asintio. Parecia claro, que quien aguardaba en las murallas pervivia bajo una clara enajenacion. Los Nabzang no daban senales de vida desde hacia milenios. De no ser por los relatos que ancianos y mercaderes narraban junto al calor del fuego, ni siquiera habria oido hablar de ellos. Yo mismo escuche de boca de mi abuelo una de esas historias cuando era un nino; pero al igual que hacia todo el mundo, filtre solo una leyenda. Lo que aquel loco decia haber visto resultaba del todo imposible. Aun asi, la curiosidad se habia presentado ya en mis adentros. --Mandale subir. Apenas cinco minutos tras la orden, el soldado se cuadro de nuevo acompanado por un anciano. Portaba una tunica marron hecha anicos, sucia. Sus ojos, ensartados en una cara marchita, relucian blancos como nevisca: un hombre ciego. Aquello empezaba a parecerme una broma de mal gusto. --Anciano... --masculle mientras me acercaba--. ?Como va usted a ver nada? --No solo los ojos ven. --Su voz quebrada penetro en mis oidos, profunda y siniestra--. Tambien el alma atisba entes que no requieren vision. El corazon detiene su latir, el aliento se congela mostrando blanco su camino, el alma se inquieta y el temor cruza fronteras que estimaba infranqueables. Se puede sentir cuando un Nabzang esta cerca, si; el terror no requiere percepcion. --Escoltalo a la salida --ordene molesto--. No voy a seguir escuchando tan magna sarta de mentiras. Contemple como lo retiraban a empujones mientras mi cabeza no dejaba de darle vueltas a las inviables palabras que acababa de escuchar. No eran posibles, mas ya habian sembrado el fruto del desasosiego. Observe al anciano liberarse del brazo que le guiaba y dirigirse hacia mi. Con un gesto detuve al soldado que se abalanzaba sobre el --aunque demente, no aprecie maldad en sus inservibles ojos--, permitiendo asi su acercamiento. Y aun sin poder ver, me agarro las hombreras de la armadura, pegando su rostro al mio. --No ignores mis palabras, Astheron, o la culpa te hostigara hasta el fin de los dias. La oscuridad se acerca lentamente, mas aun hay tiempo de detenerla. !Detenla, Astheron, detenla, o no habra un manana para Theralia! Se lo llevaron arrastras mientras lanzaba al viento maldiciones y malos augurios. Yo permaneci desconcertado en lo alto de las murallas que protegian la ciudad de Atreka. Y sobre aquel espigado baluarte aviste a lo lejos el horizonte: el ocaso que indicaba el fin de mi jornada. Baje angostas escaleras de caracol en direccion al hogar, al calor de la familia. Recorriendo sus calles, pense en lo rapido que el tiempo fluye. Inquebrantable lo cambiaba todo a su paso, dirigiendo a nuestra amada Theralia a su destino, al igual que a cada uno de sus habitantes; consumiendo el presente en pos de la leve sombra que es para el hombre el pasado. Atreka, capital del sur de Theralia, anidaba en una fastuosa belleza dificil de igualar. Sus avenidas empedradas y sus casas de roca, siempre de un color casto, emanaban de la gran ciudad una pureza y pulcritud incomparables. Al termino de esas concurridas y elegantes travesias se alzaba imponente el palacio real. Braolin reinaba el sur desde antes que yo naciera. El mismo me nombro comandante del ejercito diez anos atras; decada de una tranquilidad indolente. La guerra contra los Erziofres llevaba anos en punto muerto. Ellos permanecian en el norte, nosotros haciamos del sur nuestro fortin; ellos tenian su capital Erziofre, nosotros Atreka; ellos al rey Ubklar, nosotros nos inclinabamos ante Braolin... Un mundo fragmentado en dos desde el inicio de los tiempos. Batallas y contiendas perduraban en la memoria de los mas viejos. No se recuerda una Theralia de un solo rey. Nadie recuerda una unica Theralia. El resto del mundo residia en la mas profunda neutralidad, exentos de bando alguno, campando a sus anchas por nuestras tierras fragmentadas. Elfos, nerzs, enanos..., anidaban bosques y montanas alejados del mundanal ruido. Los nerzs: pequenos seres de alma pura felices en sus pequenas y comodas <> en las copas de los arboles; los elfos: letales guerreros capaces de acabar con la vida de un hombre sin darle tiempo a consumir un pestaneo, ocultos en sus radiantes ciudades blancas; los enanos: feos, siempre refunfunando, aguardando en sus ciudades bajo la tierra un pretexto para abandonar la roca y blandir sus hachas. Milenios atras, nuestras tierras poseian nombres extranos. El mundo cambio tras eras y eras de erosion, y aquel que fue un mundo de matices, dio paso al norte y el sur. Todo pendia de un fino hilo de orden. Mas el orden tiende a la desobediencia, y en cualquier momento, en el instante menos esperado, ese equilibrio se esfumaria dejando tras el una estela de destruccion. Al cobijarme en las paredes que eran mi hogar, la turbacion que parecia perseguirme desaparecio al instante. Junto al fuego, mi mujer Aurea y mi hijo Tywren esperaban la llegada del comandante del Ejercito Atreko. Mientras mi pequeno se abrazaba a mis pies, su madre me besaba. La amaba tanto que pensar en perderla me vejaba el alma hasta convertirla en nada; y como todo ser viviente sabe, nada es demasiado poco. Pensamientos que tiempo llevaban rondando mi cabeza. <> Lo que si resultaba evidente era que las palabras del ciego no habian ayudado a aplacar mis aciagos augurios. --Hola, amor --saludo sin dejar de apretarme entre sus brazos. No me cansaba de escuchar su dulce voz--. ?Cansado? --Un dia mas. --No me complacia hablar del trabajo en casa--. !Pero ya estoy aqui con mi familia! --exclame mientras alzaba en brazos a mi hijo de tan solo dos anos--. !Y ahora solo tengo ojos para mis dos soles! Rei mientras balanceaba arriba y abajo a Tywren como a un pelele. Aurea se dispuso a servir la mesa. --Me olvidaba --declaro de pronto--. Han echado esta carta por debajo de la puerta. Es para ti. Vulgar: blanca por delante y blanca por detras, a excepcion de mi nombre, escrito en una de sus caras. La abri. Se leia: <>. --?Que dice? --La curiosidad parecia haber hecho mella en mi esposa. --Nada. Unos documentos que por algun motivo han enviado aqui. Y no lo entiendo, la verdad. Pero bueno... !Comamos! --exclame intentando cambiar de tema--. !Tengo un hambre voraz! Cene hasta saciar el apetito y me acoste junto a la mujer de pelo negro y ojos azules que robo mi corazon una decada atras en el tiempo. Le hice el amor como tantas otras noches, aunque en esa ocasion, mi mente se evadio hacia el mensaje de la enigmatica carta. Espere hasta verla dormir y me dirigi por las oscuras calles de la ciudad hacia la posada La Senda de Tul. Entre. Una cantina como cualquier otra, sumergida en una falta de luz alarmante. Al acceder, solo pude percatar una mesa ocupada. En ella permanecia un hombre enano. No bajo ni menudo…, enano de los pies a la cabeza. Resultaba extrano verles tan al sur. Pero alli estaba, sentado, inmerso en una oscuridad cerrada, fumando una larga pipa de la que emanaba un intenso humo blanco. Observe su diminuta silueta y la nube densa que se desperdigaba por los alrededores de su fea cara. Me acerque y sente. Entonces le vi: !un nerz! Quieto a su lado, con la cabeza gacha, en silencio. --Mas te vale no haberme hecho levantar a estas horas para nada, enano. --Hola, Astheron --saludo agachando la cabeza en reverencia--. Gusto en conocerte. Adverti su gesto como uno sarcastico. Un hombre rechoncho y a la vez rocoso, de faz desagradable como pocas. Pelo sucio y enmaranado, a juego con su barba azabache. De facciones duras y contritas, denostando un ser arisco; su aroma no le iba a la zaga. --Habla y dejate de absurdeces. Y ve al grano, tengo sueno. No me gustaban los de su raza. En contadas ocasiones tuve el <> de compartir mesa con alguno de sus congeneres, y no disfrute en absoluto de su compania. --Ten cuidado, sureno, no sabes con quien hablas. --Sus manos se independizaron de la mesa donde se apoyaban y me senalaron amenazantes--. Hablare..., pero no vuelvas a usar ese tono conmigo. Estoy aqui para advertirte de lo que acontece en el norte. --Su voz sonaba gruesa, robusta--. El hechicero real ha indagado mas alla de lo congenito, y un mal que dormitaba ha despertado. --?Nabzangs? La palabra broto de mi boca sin permiso, como si el temor que almacenaba mi cuerpo hubiera huido de mis tripas como una exhalacion. --Si. --Los ojos del enano despuntaron blancos entre lo oscuro--. Pero no es todo: pretende crear un ejercito y abalanzarlo sobre el sur sin clemencia, haciendo al rey Ubklar el unico en Theralia. Temo que haya dos posibilidades en todo este tenebroso asunto: el sur cae ante el norte y su ejercito Nabzang; o norte y sur lo hacen acompanados del resto de razas. Terminos que no podian ser ciertos. Aunque el hechicero real retornara a los Nabzangs, nadie seria capaz de controlarlos. Pero el ciego ya noto su presencia en los bosques cercanos a la ciudad... --Digamos que te creo. ?Que propondrias hacer? --Partir de inmediato hacia el norte y acabar con las malas artes del hechicero real. --?Pretendes que yo, el comandante del Ejercito Atreko parta hacia el norte con la unica compania de un enano loco? --Y la de un nerz --matizo--. No puedo demostrar lo que digo --prosiguio negando con la cabeza--. ?Pero no crees, Astheron, que la vida de tu mujer e hijo merecen al menos el beneplacito de la duda? --Dame un dia para meditar. Manana visitare a mi buen amigo Asdrabal, hechicero real aqui en el sur, y le contare lo que me acabas de explicar. Me aleje del enano y el timido nerz, y me dirigi raudo a mi lecho. Me abrace a Aurea, que ni siquiera habia advertido mi ausencia, e intente conciliar un sueno que sabia no iba a alcanzar. ?Y si las palabras del enano eran ciertas? ?Y si los augurios del anciano resultaban veraces? Queria creer que no, pero la simple posibilidad de que lo fueran obsequiaban a mi alma con esa pesadumbre que no parecia tener intencion de abandonarme. Desperte sin haber reposado. Desayune junto a los mios entre risas y arrumacos y me dirigi a las dependencias de Asdrabal el hechicero. Bajo el palacio real, en un pequeno torreon situado en el centro de los jardines que adornaban la base del monumental castillo, se encontraba su hogar. No era un hechicero al uso. Mas que un hombre dedicado al noble arte de lo magico, en ocasiones parecia un bufon. Pero su erudicion no conocia fin. Mientras me aproximaba a la alta torre de piedra gris, de los pequenos orificios que le hacian de ventanas percibi un fuerte estruendo y un denso humo negro. Corri hacia la puerta, que no estaba cerrada, y al abrirla vi lo que moraba dentro. Las estanterias, sillas, frascos, ollas..., todo se amontonaba asemejando la madera de una hoguera lista para arder. Bajo tan mayusculo desastre se alojaba Asdrabal, que emergio apartando los trozos de lo que fue mobiliario segundos atras. Su largo pelo negro, cubierto de polvo parecia casi blanco, al igual que su oscura tunica portadora del sol de seis puntas, emblema inequivoco del clan de los hechiceros ulgidos. --Esta vez si que he estado cerca de viajar al otro mundo --aseguro entretanto se sacudia las vestiduras. --?Que ha sido esta vez? ?La vida eterna? ?El retorno a la juventud, quiza? ?La cura al mal aliento...? --La sonrisa afloro en mi sin remedio. --No. Algo mucho mas materialista --contesto entre carraspeos--: intentaba convertir el hierro en oro. --Pues es una pena, porque vas a necesitar mucho para arreglar este desastre. Observe desde la distancia al hombre mugriento que reflejaba en su rostro el fracaso reciente. Y sin poder evitarlo, una carcajada surgio de mi boca; de igual manera, Asdrabal no pudo evitar hacer lo mismo. Reimos un largo instante. --Subamos a la buhardilla --dijo entre carcajeos--. Alli podremos conversar tranquilos. Creo saber por que estas aqui, Astheron. Ascendimos por una estrecha escalera de caracol. Al alcanzar su cima me encontre en una habitacion minuscula de bajo techo que no permitia andar erguido. En el centro de la pequena estancia atisbe una mesa de madera redonda con dos sillas. Asdrabal se sento en una de ellas y me insto a que yo hiciera lo mismo

  • La promesa (Los caballeros del tiempo 3) de Jimena Cook

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    Llega la ultima entrega de la trilogia <>, iniciada en La elegida, con la historia de Aldan y Monica.

  • Las maldiciones de Claudia Pineiro

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    Una novela certera, conmovedora y actual, que pone el foco en las perversiones de los gobernantes, pero que tambien les hace lugar a las historias de lealtad y amor mas verdaderas.

  • Agujas de papel, Marta Gracia Pons de Marta Gracia Pons

    https://gigalibros.com/agujas-de-papel-marta-gracia-pons.html

    Una novela que consigue trasladarnos a la Barcelona y al Paris del siglo XIX , llena de personajes ficticios y reales que cobran vida gracias a la habil pluma de su joven autora.Barcelona, finales del siglo xix . Amelia Rovira, hija de una de las familias mas prosperas de la burguesia catalana tradicional, quiere cumplir uno de sus suenos: convertirse en modelo de alta costura y trabajar para los modistos parisinos mas en boga del momento, que por aquel entonces comenzaban a hacer uso de las pasarelas. En su lucha por conseguir lo que desea, Amelia debera enfrentarse a la oposicion de su familia y empezar una nueva vida. En una epoca de grandes transformaciones sociales, su lucha por convertirse en una mujer independiente y duena de si misma pondra en evidencia la existencia de dos mundos antagonicos y enfrentados: los prejuicios y etiquetas de la sociedad mas conservadora y el deseo de libertad para elegir su propio destino.

  • Salvame de mi de Rose B. Loren

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    Hace cuatro anos que estoy trabajando para la empresa de un amigo de mi padre, desde que mi novio decidio abandonarme. Y hoy, por primera vez en mucho tiempo, sentada en mi despacho, leyendo un informe, me he sentido vacia.

  • Einstein para despistados de Allan Percy

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    En Einstein para despistados, de la serie <>, el prestigioso Allan Percy recoge 85 grandes reflexiones de este genio y las traslada a situaciones practicas de la vida cotidiana.

  • Secreto Oscuro de Aina Castillo

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    Su Secreto: Sumisa Rota y Amo Millonario Alfa
    Mar era una chica normal.
    Un poco solitaria y triste.
    Vivia con sus padres.
    Iba a la universidad.

  • Un paseo por Alaska de S. Giner

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    Paige vivia con su novio Ralph, en el apartamento de ella en Nueva York, hasta que un dia lo encontro con una mujer en su cama. Despues de que lo echara de su casa penso en abandonar la ciudad por un tiempo y decidio trasladarse a un pequeno pueblo de Alaska. Alli conocio a Jay, un divorciado con una hija adolescente. Comenzaron con mal pie, pero sin esperarlo ni planearlo empezaron a intercambiar mensajes y mas tarde correos electronicos. Y poco despues estaban manteniendo una relacion, aunque estrictamente sexual. Hasta que Julie, una amiga de Jay, que estaba enamorada de el, expandio un rumor por el pueblo mostrando a Paige como si fuera basura, para librarse de ella. Y lo consiguio, pues a raiz de las murmuraciones Jay corto con Paige e hizo que abandonara Alaska y volviera a su casa de Nueva York.

  • Tengo tu numero de Sophie Kinsella

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  • Lugar equivocado, momento justo (Bourbon Street Boys 2) de Elle Casey

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  • La muerte lenta de Luciana B de Guillermo Martinez

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  • Hueles a lluvia de Dona Ter

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    Agotada. Felizmente agotada. Asi se sentia Chloe cuando salio del edificio donde habia pasado el dia trabajando. Reunion tras reunion. Era lo que menos le gustaba, ella preferia el trabajo de campo, de laboratorio para ser mas exactos; el resto era pura obligacion que siempre esperaba hasta el ultimo momento para hacerla. Lo suyo eran las esencias, la burocracia no le inspiraba nada. Saco el telefono y se puso a revisar los mensajes y llamadas, solo levanto la cabeza para fijarse en que habia un taxi parado frente a ella. Abrio la puerta y se subio en el. Estaba tan despistada, algo que su madre le recriminaba desde nina, que ni se dio cuenta que el taxista no espero a tener un destino para perderse entre las callejuelas de la ciudad. Otro problema que su progenitora le recordaba continuamente, dejarse llevar y no ser consciente de lo que pasaba a su alrededor. Cerca de ella, una melodia distorsionada, y bastante mal afinada, la hizo reaccionar. --Perdone, pero no recuerdo haberle dicho a donde quiero ir --advirtio Chloe al volver a la realidad pero sin despegar los ojos del telefono. Estaban parados en un semaforo, y a pesar de la llovizna, un ciclista estaba parado junto a ella apoyandose en el cristal y canturreando una cancion. Le parecio que era un villancico, un aviso en forma de cancion de la epoca en la que estaban. No habia mas hojas en el calendario, otro ano mas que pasaba, pero ese habia sido tan especial que aun le costaba reaccionar y asimilar todo lo ocurrido. --Lo se, pero se donde llevarla. Esa voz eclipso a Chloe, sin ser consciente, sus labios esbozaron una sonrisa, cerro los ojos y su mente se perdio en los recuerdos. Dos anos antes. Nervioso y loco. Sobre todo un "loco chiflado" es lo que se repetia una y otra vez Paul, sentado en su taxi esperando en la calle frente a un hotel. En lugar de aprovechar el mal tiempo que hacia aquel domingo por la tarde de mediados de marzo en Paris y hacer algo de dinero, sobre todo llevando a turistas que no querian mojarse, el habia decido esperar alli sentado. Creia en las casualidades, pero tambien que a veces hay que provocar la situacion para que ocurran. Por eso estaba alli, "esperando" su oportunidad. El amor incita a hacer locuras, eso todo el mundo lo sabia, fueran, o no, creyentes de Cupido; ademas estaba en la Ciudad del Amor, ?que se podia esperar? Que ocurriera, era solo cuestion de tiempo y parecia que habia llegado su momento. Tentado estuvo, pero aun no lo habia hecho, de llamar a su hermana Marion y contarselo. Ella, que con sus veinte anos era un romantica de libro, ella que creia ver amor, miradas dilatadas, almas de colores buscando su gemela en cada hombre que se cruzaba, estaria entusiasmada de que por fin el hubiera sucumbido. Refunfuno para si mismo, pero una sonrisa ladeada escapo de sus labios. Si hasta se habia puesto una camisa, que habia planchado instantes antes de salir de casa, lo nunca visto. El que era de camisetas con todo tipo de logos y colores, el de tejanos y zapatillas, el que lo de afeitarse era algo semanal y no ir a cortarse el pelo hasta que no le tapaba los ojos... se miro en el espejo del retrovisor como si con ese gesto pudiera ver algo que no hubiera visto en los ultimos veintiseis anos... Sabia que no era feo, pero tampoco un hombre irresistible. Era alto y delgado, pero no porque se privara ni machacara su cuerpo en gimnasio, habia nacido asi. Moreno, ojos verdes, nariz un poco aguilena, cara cuadrada, labios gruesos... nada resaltable, un conjunto de lo mas banal. Marion siempre le recordaba que no esperara que las chicas se le tiraran encima a la primera, "tu tienes "charme" ese encanto para seducirlas cuando te conocen, y esa es tu arma, porque luego no querran soltarte". <>, se repetia Paul, pero la sobrecarga adrenalina que llevaba desde el viernes le hacia sentir de algun modo mas vivo y con ganas de seguir esa aventura. Todo habia empezado el viernes noche cuando sobre las ocho habia acompanado a una chica desde la estacion de Montparnasse hasta su hotel en la zona de le Marais. La gente no presta atencion a lo que dice en un taxi, hablan por telefono como si estuvieran solos, detalles que frente a un desconocido nunca se les ocurriria hablar, alli dentro, parecian olvidarlo. Habia escuchado de todo, cerrar temas espinosos de contratos, citas clandestinas, peleas, palabras de amor, donde esconder las llaves o hasta la clave de ordenador de oficina... Todo ello era lo que habia llevado a escoger ese trabajo. Paul tenia una libreta siempre a mano, donde iba apuntando algunas frases, anecdotas. La inspiracion nunca sabia por donde podia aparecer. Y la chica de aquel viernes era todo un enigma. Habia algo en aquella mujer que cada vez que pensaba en ella le era imposible no suspirar como un adolescente. Desde que se subio al coche y la vio deshacerse el panuelo que llevaba en el cuello, sus ojos se habian quedado prendados por la sonrisa que ella le ofrecio al darle la direccion del hotel. El telefono de la pasajera sono y Paul se obligo a mirar hacia delante y hacer su trabajo. Con mas interes que otras veces, presto atencion a todo lo que ella decia mientras contestaba la llamada. Era una tal Annette, pronto entendio que era una amiga. En un viaje de media hora escasa, sabia que sus abuelos se habian ido a Benidorm en busca del sol y le habian dejado a ella a Coco, un loro parlanchin que tenia prediccion por Edith Piaff y desde entonces en casa solo se oia a la reina de la musette [1]francesa. Que esa misma manana se habia peleado con el que imaginaba era su novio, un tal Rene, el habia esperado hasta el ultimo momento para decirle que no la acompanaba en su viaje a Paris, y ella, harta de harta de tanta discusion, habia decidido poner fin y con palabras texturales "ir sin equipaje a la ciudad del amor". Y alli estaba el ahora, apurando el segundo cafe, ya frio de aquella tarde. Un paquete de galletas ya vacio tirado sin miramientos sobre el asiento del copiloto, junto a una libreta... y la musica de la radio sonando bajito para que no le impidiera pensar y afectara a sus frescos recuerdos. En la conversacion le recordo a Annette la hora exacta de llegada para que la fuera a buscar a la estacion, las nueve y treinta y seis minutos. Eso, junto el comentario "al pasar por Poitiers he saludado con la mano como me dijiste, aunque dudo que tu madre me viera" y algo sobre una patisserie [2] llamada David y sus famosos eclairs que no tenian nada que envidiar a las conocidas pastelerias parisinas eran las pistas que aquella noche utilizo Paul en su casa para descubrir de donde era la chica y a que hora salia su tren. "!Burdeos, te encontre!, Grito feliz." Cuando la vio salir, el corazon le empezo a bombear con rapidez, igual que un sabueso detras del maldito hueso de plastico, levanto los brazos en senal de victoria, ni que hubiera ganado la Champions. Se planteo hasta cambiar de oficio. No se le daba tan mal ser espia. Puso la luz en verde y se acerco a ella. Verla de nuevo fue una confirmacion que la espera habia valido la pena. No sabia como describirla, el era un hombre, solo llegaba a decir que llevaba el mismo chaqueton rojo y los zapatos de tacon del mismo color del viernes. Solo se le ocurrian palabras como elegante, sensual, preciosa. Siguio con precision cada paso de ella, el bamboleo sensual que hacia al caminar hacia el, completamente ignorante de los ojos hambrientos con los que Paul la observaba. Se bajo de un salto y abrio el maletero para guardar el pequeno equipaje que ella llevaba. --A la estacion de Montparnasse, por favor --dijo Chloe antes de resguardarse en el interior, se la quedo mirando absorto aun pensando en la suerte que habia tenido. Vale que el habia ayudado un poco a que se diera "esa" casualidad, ya que llevaba mas de dos horas frente a aquel hotel esperando que ella saliera, pero habia merecido la pena. Se sento y se dio cuenta de lo nervioso que estaba, hasta le temblaba una poco la mano cuando la puso en el cambio de marchas y emprendio el camino. --Maldita ciudad, estoy empapada --dijo buscando algo en el bolso. El sin anadir nada le entrego una caja de panuelos. No podia apartar los ojos de ella, estaba preciosa asi despeinada, mojada. No era la primera vez que alguna mujer aprovechaba el trayecto para maquillarse, pero para Paul, verla secarse la cara, peinarse un poco con los dedos y como remate sacar un pintalabios del bolso y pintarse los labios fue lo mas sensual que habia visto nunca, tanto como para sentarse mas erguido y recolocarse la camisa tirando de ella hacia abajo. Era preciosa, sexi. Media melena morena y algo ondulada que envolvia una cara pequena en forma de corazon, lo que mas resaltaba era sus ojos. Una mirada verde marina, grande, limpia, atrayente. El taxista no podia apartar los ojos de aquellos labios ahora rojos pasion, pasion que despertaba en el aquella boca de pinon. Sin hacer referencia a un cuerpo menudo pero con unas marcadas curvas que le hicieron hervir la sangre. Ella, ajena a los pensamientos de el, habia perdido la vista en la ciudad que un cristal cubierto de lluvia dejaba entrever. --Espero que no vaya con el tiempo justo, entre que es domingo por la noche y la lluvia esto es un caos. --No, lo imaginaba y voy con margen. Ademas el viaje ha resultado nefasto. --?No le ha gustado Paris? --pregunto el, feliz de poder empezar a hablar con ella, nada le apetecia mas. --La ciudad es preciosa pero me voy con las manos vacias. --?Venia con el o pensaba encontrarlo aqui? --No sabia porque le habia preguntado eso, pero queria saber todo de ella. --?El que? --inquirio ella sin entenderle. --El amor. --Era un tema de recurso para un taxista de Paris. --?Perdon? --dijo y antes de que pudiera contestarle le dejo claro que si que habia entendido-- No, se confunde. --?Y entonces a que ha venido? --insistio. Levanto un poco la vista, lo suficiente para verla a traves del retrovisor, parecia molesta y eso lo inquieto. --Por lo que se ve a darle conversacion a un taxista --contesto sin pensar. Una vez dicho se dio cuenta de lo mal que habia sonado y lo poco educado de la misma. Tanta espera tenia que valer para algo mas... aunque tenia que reconocer que le gustaba que no se lo pusiera facil. <> se dijo Paul. --Perdone, solo intentaba hacer mas ameno el viaje --se justifico... pensando en que decir para seguir pudiendo hablar con ella. Pero nada se le ocurria. --He venido buscando un olor --le informo Chloe al cabo de unos minutos. --Un olor... ?en la ciudad? --Estaba sorprendido. --Soy, o mejor dicho, quiero ser perfumista. Acabo de terminar Ciencias Quimicas y para entrar en Givaudan, la mejor escuela del mundo de perfumistas, tengo que dar con una excelente idea para la presentacion... --?Y que esperaba encontrar exactamente? Croissant, cafe, curry, especias, pis, y otros excrementos, humo, contaminacion... no veo yo donde esta esa inspiracion para un perfume... --Queria plasmar el olor del Paris nostalgico, el que todos los romanticos le venga a la memoria al pensar en la ciudad del amor. El Paris que inspiro a tantos artistas de la pluma como Hemingway, a los de pincel como Dali, a los de la alta costura... queria esa inspiracion... un perfume son emociones, son recuerdos...

  • Seres de Luz de Miguel Angel Segura

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    Durante ocho meses de mi vida estuve trabajando como conserje nocturno en un hospital. Vigilantes, enfermeras, celadores y medicos, llegaron a contarme historias sorprendentes sobre este lugar. Lo que mas llamo mi atencion fue la historia de la enfermera negra... una enfermera que, por cierto, solo veian los enfermos que estaban al borde de la muerte. Algunos sobrevivieron a la enfermedad y se salvaron, pero otros perecieron alli. Quiero que conozcan esta historia con todo lujo de detalles... Apenas llevaba unas semanas trabajando en el hospital, cuando comenzo a correr la noticia de que el nuevo conserje (yo), se dedicaba a investigar misterios y divulgarlos en medios de comunicacion. En aquella epoca habia participado en dos ocasiones en Cuarto Milenio y era colaborador asiduo en RNE (Sexta Dimension). Poco a poco, algunos trabajadores se fueron acercando a mi para interesarse por estos temas; algunos incluso me contaron experiencias personales, y otros dieron rienda suelta a los misterios que, a priori, se sucedian en el edificio. Aunque como pasa siempre con esto, cada uno cuenta la pelicula segun la interpreta. Antonio, empleado de seguridad, se acerco a conversar conmigo, y me conto lo siguiente: --Buenas noches, Miguel Angel. --Hola, Antonio. --?Te han explicado lo que sucede en la UCI? --No. ?Que sucede? --pregunte intrigado. --Desde hace anos hay enfermos que asegurar ver a una enfermera negra. --?Una enfermera vestida de negro? --No. Una mujer de color, vestida de enfermera. Lo sorprendente es que aqui no trabaja, ni hay trabajado ninguna enfermera con esos rasgos raciales. --?Y que dicen esos pacientes? --Todos coinciden en la misma descripcion fisica. Ten en cuenta que los enfermos no se conocen entre ellos, ya que los casos se han dado en diferentes epocas. Pues bien; dicen que durante la noche una enfermera muy simpatica ha estado con ellos, y que gracias a sus cuidados se sienten mejor. Algunos de ellos se han recuperado en poco tiempo, aunque otros han fallecido a las pocas horas. --?Hay muchos casos que conozcas de primera mano? --Si, unos cuantos. Esta historia es muy popular en el hospital y se suele comentar bastante, sobre todo por parte de las enfermeras y los celadores. --?Y que les dice esta enfermera fantasma a los pacientes? --Eso es mejor que te lo explique alguna de las enfermeras o celadores que han tenido la oportunidad de hablar con ellos. Segun me han contado a mi, esta supuesta mujer los animaba a seguir adelante y les trasmitia mucha energia. Es como si su labor fuese ayudarles a superar la situacion, aunque en otros casos lo que parece es que esta entidad estaba ahi para ayudar al enfermo a morir de forma tranquila. Es como si estuviese presente para acompanarles en el transito de la vida a la muerte. --?Crees que querran hablar conmigo? --Seguro que si. Cuando vea a Carmen se lo comento y le digo que venga a verte. Ella ha estado presente en varias ocasiones cuando un enfermo ha sido testigo de esta enfermera fantasma. Antonio me dejo perplejo. Tuve que asimilar la informacion que me habia aportado. Tengo que reconocer que este hombre es una persona seria y rigurosa, ademas de un excelente profesional. La fiabilidad de su testimonio era absoluta, por lo que tuve claro que me encontraba inmerso en un caso digno de estudiar. Lo que no sabia en ese momento es que pronto descubriria algo sobre mi que, hasta la fecha desconocia. Lo podria definir como una faceta o habilidad que yacia dormida en lo mas hondo de mi ser... aunque pronto despertaria, y a partir de entonces, ya nada volveria a ser igual. Durante los proximos dias, otros companeros de trabajo se presentaron en la recepcion para contarme sus experiencias. Tambien hubo algunos que hicieron mencion a la famosa enfermera negra. La historia que mas me sorprendio --aparte de la ya mencionada en la UCI-- fue la que me conto uno de los responsables de mantenimiento que, casualmente, tambien se llama Antonio. Cuando era joven vivio una experiencia escalofriante, tras realizar una sesion de espiritismo donde sucedieron fenomenos de efecto fisico que, segun el testigo, no tienen explicacion racional. Este hombre es un experto en electronica y conoce muy bien las leyes fisicas, por lo que su testimonio me aporto una credibilidad absoluta. Al parecer, uno de sus amigos vivia en una casa de dos plantas; abajo tenia un pequeno taller donde hacia reparaciones electronicas, y arriba la vivienda. En numerosas ocasiones este amigo le habia explicado al grupo de colegas que en ese taller sucedian cosas extranas: objetos que se cambian de sitio sin que nadie los toque, luces que se apagan y se encienden solas, y un sinfin de sensaciones extranas. Un dia estaban todos reunidos en la plazoleta, como de costumbre, y a uno de ellos se le ocurrio proponer una sesion de espiritismo en el taller. Todos aceptaron, aunque lo hicieron mas que nada movidos por el morbo y, por que no decirlo, por el escepticismo. Varios de ellos querian echarse unas risas. Sin embargo, el plan termino causando un terror descomunal a todos los presentes. Al llegar al taller se sentaron alrededor de una mesa; se agarraron de las manos y... pronto empezaron las risas, hasta que uno de ellos dijo: <>. En ese momento el silencio se apodero del entorno y los chicos cerraron los ojos... instantes despues, uno de ellos lazo una sugerencia directa al supuesto fantasma: <>. En ese momento, la luz se apago y una vieja radio comenzo a oirse... instantes despues, un fuerte golpe se escucho en la habitacion contigua y, acto seguido, la luz se volvio a encender y la radio se apago. Todos salieron corriendo de alli despavoridos. Una vez que llegaron de nuevo a la plazoleta estuvieron unos minutos en silencio, asustados y digiriendo lo que habia sucedido. Pasado este tiempo, comenzaron a analizar lo que habia pasado, para intentar hallar una explicacion racional, pero no pudieron darsela. Segun me comento Antonio, aquella tarde no fueron capaces de regresar al taller, el miedo los invadio por completo. Al dia siguiente, el propietario del taller explico a sus amigos que el golpe que habian escuchado fue el de una ventana. El cristal habia reventado y el ventanuco se habia abierto. Esto, segun el testigo, era imposible, porque esa ventana daba acceso a un patio cerrado por donde no entran corrientes de aire. Ademas, la puerta de la habitacion estaba completamente cerrada antes de que se produjera el incidente. Otras de las cosas que destaco el muchacho es que algunos objetos estaban cambiados de sitio...

  • El sur lo encontre en tus ojos de Cherry Chic

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    Lola lleva toda la vida sonando con encontrar a alguien que comparta sus gustos por las maratones de series y peliculas desde el sofa. Alguien que adore comprar chorradas por internet, ir a la playa, aprovechar cualquier ocasion para comer y que se lleve bien con sus amigos y su familia, que lo son todo para ella. Pero, cuando ese alguien aparece, apenas cumple ninguno de los requisitos que Lola siempre ha deseado.

  • Sola en Oriente Medio de Maria Guadalupe Gomez Patino

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  • Sombras en el faro de Carlos Dosel

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    El numero 1 en ventas de KINDLE AMAZON ESPANA, Carlos Dosel, con EL LEGADO DEL MAL, regresa con una nueva novela negra tenebrosa y espeluznante: SOMBRAS EN EL FARO.
    Regresa el gran autor Carlos Dosel con una historia ambientada en la Galicia costera de los anos 50, los dificiles anos de la posguerra espanola… La critica la senala como la mejor novela negra de 2019.
    Un terrible suceso ocurrido en el faro del pueblo costero de Castelourino, en La Coruna, deja consternado a todos los habitantes del lugar. El encargado del faro, Alejandro, asesina a su esposa en un crimen pasional, arrojandose a continuacion a los acantilados de A Costa da Morte.

  • Soltero… ?y sin compromiso? (Los hermanos Chandler), Carly Phillips de Carly Phillips

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  • Bienvenidos a la revolucion 4.0 de Fernando Botella

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    La revolucion 4.0 ha llegado para quedarse y tenemos que aprender a adaptarnos a ella. Todas las epocas en las que se vivieron grandes transformaciones tuvieron sus particularidades. Ahora necesitamos saber cuales son las que imperan en la actualidad. Y, al contrario de lo que piensa mucha gente, no se trata de digitalizarse y dominar las redes sociales. Nada mas lejos de la realidad, la verdadera transformacion es mas bien, una vez mas, cultural, y consistira en anticiparse a lo que esta por venir.

  • La Montana de Jorge Borges

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    Roberto Montana.
    “Montana” para los Amigos.
    Ex-boxeador profesional.
    Hoy, boxeador de los suburbios.

  • Maraton de Brian Freeman

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    Una bomba estalla en pleno maraton en la ciudad de Duluth. El detective Jonahtan Stride se suma a la frenetica busqueda del autor. Alguien asegura haber visto a un joven musulman con una mochila, y pronto se desata la caza al hombre. Pero las cosas son mas complejas de lo que parecen…

  • Elijo elegir de Ana Forner

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    Siempre he odiado los lunes; si fueran comida, serian un plato de acelgas hervidas, seguro. Nunca he podido ni con las acelgas ni con los lunes, pero, desde que estoy en el paro, he empezado a valorarlas, con ese color verde tan bonito, tan blanditas y tan insulsas… !Si es que no apreciamos nada! !Con lo buenas que estan! Tanto quejarnos de los lunes cuando trabajamos y luego, si estamos desempleados, nos descubrimos mirando con envidia a los pringados que, con cara de no poder con su vida, se dirigen al curro y pensamos <> Como para no querer… Tengo la cuenta corriente en numeros rojos, he tenido que volver a vivir con mis padres, con lo que me costo independizarme, y para colmo de males mi novio me ha dejado por WhatsApp. Si mi vida fuera un cuento corto, seria algo asi: <> Voy caminando cabizbaja hacia mi coche; otra manana perdida, para variar. Suena mi telefono y lo miro sin ganas; es Laura, mi mejor amiga. --Dime --le suelto mas seca que un esparto mientras llego hasta donde esta aparcado mi vehiculo. --Desde luego, eres la alegria de la huerta, hija, desprendes simpatia por los cuatro costados. --A ti querria verte en mi situacion, chata, a ver lo simpatica que estabas. --?Otro dia en busca y captura de empleo? --Y otro dia desperdiciado. --Estamos en La Lola; ven a tomarte una cervecita, a ver si entre todas conseguimos animarte. --A mi solo puede animarme un trabajo. --No te creas… si empiezo a contarte las putadas que me hace mi jefe, casi preferiras estar en el paro. !Me tiene hasta las narices! !Venga, vente, que no nos hemos visto en dos semanas! --A tu jefe le hacia yo la ola --le respondo riendome por no llorar. !Esto es deprimente! --!Tu estas un poco flipada! Con tu genio, durarias en mi puesto dos dias. --De eso nada. Alucinarias con lo comprensiva que me he vuelto, ni yo misma me reconozco; el Dalai Lama a mi lado no tiene nada que hacer, !te lo aseguro! --!Que idiota eres! --me dice soltando una carcajada--. ?Vas a venir o tengo que ir a buscarte? --Voyyyyy… Cojo el coche y me dirijo a traves de un trafico infernal hacia La Lola, el pub donde solemos reunirnos todos los viernes las amigas para cotillear y desconectar despues de toda una semana de duro trabajo, aunque en mi caso ya no recuerde ni lo que es eso. Somos como cotorras y, cuando nos juntamos, no hay quien nos calle, asi que supongo que me vendra bien pasar alli un rato, a ver si se me pasa el cabreo que llevo. Cuando llego, las veo sentadas en la mesa del fondo. Saludo a Lola, la duena del pub, y me acerco a ellas. Deben ir por la segunda ronda de cervezas, a juzgar por la cantidad de vasos vacios que hay ya sobre la mesa. --Mira que os gusta darle al drinking --les digo sonriendo y dandoles dos besos a cada una--. Anda, hazme un hueco, Laurita, que tu sola ocupas todo el banco --le pido mientras la empujo un poco para sentarme junto a ella. --Joder, acabas de llegar y ya estas dando por saco, punetera -- comenta haciendose a un lado--. !Lola! !Una cervecita para Paula! -- brama desde la mesa. --Vuelve a pedirselo, que no se si te habra oido --apuntillo con guasa--. !Mira que eres bestia! --!Mira quien fue hablar! --?Como vas con lo del curro? ?Tienes algo a la vista? --me pregunta Sandra. --Que va… ya quisiera yo… Estoy valorando entre irme fuera a trabajar o meterme de cabeza debajo del primer trailer que pase por delante. --Tendras que elegir una tercera opcion… las dos primeras son una mierda. --Lo digo en serio, Laura, esta situacion me esta sobrepasando. Estoy pensado en irme a Francia, igual encuentro trabajo y a un frances que este muy bueno y me susurre guarradas al oido. !Os juro que necesito las dos cosas! --les suelto con una carcajada. --De eso nada, tu no te vas a ningun sitio, te quedas aqui conmigo, en los madriles, que se esta muy a gustito; ademas, aqui tambien tenemos tios buenos que pueden decirte todas las cochinadas que quieras. --Para tio bueno, este --nos interrumpe Raquel, que hasta ese momento ha permanecido callada mirando una revista--. !Joder, que macizo esta! --A ver --murmura Sandra--. !!!Madre miaaaaa, esta tremendisimo!!! Seguro que es gay… !todos los gays estan buenorros! --Este tiene de gay lo que tu de monja, chata, lo que yo te diga… ?Sabeis que pienso?, que los tios que estan tan buenos deberian considerarse patrimonio de la humanidad, para que todas pudieramos catarlos --remata lamiendose el labio y poniendo los ojos en blanco. --!Mira que eres bruta! --le espeto riendo. --?Bruta? !Miralo y alegrate el dia! ?Por que no encuentro yo tios asi? ?Se esconden de mi o es que tengo un iman especial para atraer a todos los cardos borriqueros de la zona? --Yo mas bien diria que te has vuelto un pelin quisquillosa… sera la edad --anado para pincharla. --Con este no me pondria quisquillosa… te lo aseguro. --Que pesadita te estas poniendo, ?eh, maja? Parece que no hayas visto un tio bueno en tu vida. --Como este, no --asegura convencida. --!Anda ya! --No lo has visto, Paulita --me dice con retintin--. Estas haciendote la dura con un tio de una revista; realmente lo tuyo ya es grave, tia. Y suelto una carcajada sin poder evitarlo, !que idiota es la pobre! --Ni dura ni leches; por muy bueno que este, seguro que no le llega ni a la suela de los zapatos a David Gandy. !Ese si que esta bueno! Os prometo que, si lo tuviera delante, no sabria por donde empezar. --!Anda que no esta tonta la tia! !David Gandy! En el anuncio de Dolce & Gabbana esta para comerselo enterito, !nam, nam! --?Que te comerias, cochina? --pregunta Laura acompanando la pregunta con una sonora carcajada. --?Tu que crees? --le contesta descojonandose--. !Te aseguro que yo si sabria por donde empezar! Lo dejaria exprimido. --Pues no se que deciros, a mi me gusta mas este que David Gandy --murmura Sandra con la mirada aun fija en la revista--. Tiene una pinta de follador perdonavidas que te mueres. --A ver, trae aqui que le eche un vistazo --le indica Laura quitandole la revista de un tiron--. !Madre mia! Paula, en serio, !miralo! !A este si que le haria yo la ola! !Y todo lo que quisiera! !Yo quiero uno asi para mi! !Menudo rallador de queso tiene! !Eso son abdominales, leche! --Tu ya tienes a Juan, no seas codiciosa --suelto y cojo la revista por fin--. A ver, exageradas, que no sera para tanto. --Juan es un amor, pero en su vida ha tenido esos abdominales, por eso compro el queso ya rallado --remata riendose. Oigo a Laura de fondo… estaba equivocada, si que es para tanto; de hecho, creo que se han quedado cortas, pero lo que me asombra es como reacciona mi cuerpo ante su fotografia: mi mirada queda atrapada con la del hombre que me observa fijamente y dejo de respirar momentaneamente. Devoro las fotografias con ansia; en ellas se lo ve junto a la modelo Jenny Clause a bordo de un yate. Es un reportaje bastante extenso, en el que principalmente la fotografian a ella, pero tambien hay varias fotos en las que aparece el solo. En una de las imagenes se los ve juntos haciendose un selfie; en otra, el esta de perfil mientras las gotas de agua se deslizan por su cuerpo y en la ultima… esa me tiene fascinada, es un primer plano suyo, esta mirando fijamente a la camara y es como si llegase hasta mis entranas, deshaciendome. ?Quien es este hombre que me esta trastornando asi? Busco su nombre en la revista y lo encuentro… Philip Jones. --!Paula! Estas babeando, jodida. ?Era para tanto o no? --me demanda Raquel descojonandose--. !Ese tio desprende sexo por los cuatro costados! !Lo que daria yo porque me empotrara contra la pared! !Que barbaridad! Oigo a mis amigas tronchandose y empezando a soltar burradas, pero paso de ellas y leo el articulo a toda pastilla. ?Estan juntos? Pone que es un importante empresario de Sidney, pero no se menciona si son o no pareja, y mi vista va de nuevo a el. !Madre mia, esta canon! Pero no es solo eso… hay mas, aunque ni yo misma se que es. Terminamos con las cervecitas y me marcho a mi casa. Mis amigas han quedado para salir esta noche, pero yo no estoy de humor, lo unico que quiero es darme una ducha y dormirme. !Estoy molida despues de patearme todas las empresas del poligono suplicando un trabajo! Total para nada, !mierda de crisis! Ceno con mis padres, me ducho y me pongo el pijama, pero, a pesar de estar hecha polvo, no tengo sueno. No dejo de pensar en ese hombre y acabo conectandome a Internet para buscar informacion sobre el, aunque para decepcion mia apenas hay nada, las escasas fotos que ya he visto en la revista y poco mas. Asi que decido buscarlo por Facebook y !!!ahi esta!!! No tiene el perfil bloqueado y puedo acceder a el; no es que ponga mucho, pero me entero de que es dueno de una compania de publicidad, Virmings Group. !Yo he estudiado publicidad! Como si realmente importara… y hablo ingles, frances y aleman, pero el vive en Sidney y yo en Madrid. <>, pienso con guasa. Pero, aun asi, le mando una solicitud de amistad y pongo un <> en la pagina del Face de su empresa. Me acuesto y me duermo en seguida. Las siguientes semanas son una copia de esta ultima: me pateo todo Madrid y todos los poligonos, total para nada; muchas empresas estan cerradas, otras han reducido su plantilla a la mitad y las que no lo han hecho tampoco tienen necesidad de ampliarla. Me siento en el coche desanimada. Al final tendre que ceder y ponerme a trabajar en el supermercado de mi tio Miguel; con veintiseis anos, no puedo seguir dependiendo economicamente de mis padres… eso o largarme fuera. Paris estaria bien, o alguna ciudad de Alemania, para mejorar mi aleman… algo tendre que hacer seguro, si no quiero terminar con una depresion de caballo

  • El valle de las lagrimas de Sonia Marmen

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    Harta del acoso constante que sufre por parte de Lord Dunning, Caitlin se escapa del castillo. En su desesperada huida, la joven conoce al contrabandista Liam McDonald, un hombre apuesto y con el alma herida que le ofrece refugio en su casa de las Highlands. En medio de paisajes de ensueno y de un torbellino de aventuras, nacera el amor entre Caitlin y Liam.

  • El gigante rubio de Bela Marbel

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    Vuelve Bela Marbel y su serie <>.
    Si te quedaste con ganas de mas despues de Mi tierra eres tu, no te pierdas esta historia.

  • Prohibido nacer de Trevor Noah

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    – Mi madre me queria tanto, que tuvo que tirarme de un coche en marcha para que huyera. – Mi padre me queria tanto, que cuando paseaba conmigo lo hacia por la vereda de enfrente, sin mirarme. – Mi padre era suizo, muy blanco. – Mi madre era xhosa, muy negra. – Y, segun las leyes del apartheid, por ser de razas distintas tenian prohibido hacer el amor. – Pero al parecer lo hicieron… porque naci yo. – Lo peor que podia haber hecho. Trevor Noah (Johannesburgo, 1984) nacio en una familia pobre en la violenta Sudafrica del apartheid. Dos decadas despues, es la nueva estrella de la comedia politica en EE. UU. y el principal azote de Donald Trump. <> Michiko Kakutani, ‘The New York Times’

  • Darien. El Imperio de sal de C.f. Iggulden , Conn Iggulden

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    La ciudad de Darien se encuentra en el corazon de un imperio a punto de extinguirse. Doce familias mantienen el orden gracias al control del monarca, a las alianzas y a las intrigas, aferrandose a una paz voluble que se desmorona. Los habitantes de la ciudad
    soportan una realidad que no pueden cambiar.
    Sin embargo, viejas disputas desembocan en un complot para matar al rey, una conspiracion que convocara a seis forasteros a la ciudad: Elias Post, un cazador, Tellius, un viejo espadachin expulsado de su hogar, Arthur, un nino que no habla, Daw Threefold, un chancero y jugador, Vic Deeds, mercenario sin remordimientos, y Nancy, una chica cuyo talento podria ser la ruina de todos.
    Su llegada a las murallas de la ciudad con el ocaso desatara una serie de acontecimientos explosivos. Antes de que el sol vuelva a levantarse, juntos forjaran el destino del Imperio de sal.

  • La dama numero trece de Jose Carlos Somoza

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    L a sombra se deslizaba entre los arboles. La maleza y la noche le otorgaban el aspecto de una figura incorporea, pero era un hombre joven, de cabello largo, vestido informalmente. Al llegar al limite de la espesura se detuvo. Tras una pausa, como para asegurarse de que el camino se hallaba libre, atraveso el jardin en direccion a la casa. Era grande, con una galeria de columnas blancas en la fachada a modo de peristilo. El hombre subio las escalinatas de la galeria, penetro en la casa con tranquila sencillez, recorrio la planta baja sin encender una sola luz y se paro frente a la puerta cerrada del primer dormitorio. Entonces saco del bolsillo uno de los objetos que llevaba. La puerta se abrio sin ruido. Habia una cama, un bulto bajo las sabanas; se oia una respiracion. El hombre entro como la niebla, mas leve que una pesadilla, se acerco al lecho y vio la mano, la mejilla, los ojos cerrados de la muchacha dormida. Aparto con delicadeza la mano y, segundos antes de que despertara, levanto su pequeno menton descubriendo el cuello desnudo, un punteado de lunares, la vida latiendo bajo la piel; apoyo la punta del objeto cerca de la nuez y ejercio una ligera y exacta presion. Un rastro como de petalos rojos lo acompano hasta el segundo dormitorio, donde se hallaba la otra mujer. Cuando salio de este ultimo, sus manos estaban mas humedas, pero no las seco. Regreso por donde habia venido en busca de las escaleras que llevaban a la planta superior. Sabia que arriba se encontraba su verdadera victima. Las escaleras desembocaban en un pasillo. Era largo, estaba alfombrado y se adornaba de bustos clasicos colocados sobre pedestales. La sombra del hombre eclipsaba los bustos conforme pasaba frente a ellos: Homero, Virgilio, Dante, Petrarca, Shakespeare..., silenciosos y muertos dentro de la piedra, inexpresivos como cabezas decapitadas. Llego al final del corredor y cruzo una antecamara magicamente revelada por la intensa luz verde de un acuario sobre un pedestal de madera. Era un objeto llamativo, pero el hombre no se detuvo a contemplarlo. Abrio una puerta de doble hoja junto al acuario, y, con una linterna, convoco las formas de una lampara de arana, varias butacas y una cama con dosel. Sobre la cama, una figura imprecisa. El brusco tiron de las sabanas la desperto. Era una mujer joven, de cabello muy corto y anatomia delgada, casi fragil. Estaba desnuda, y al incorporarse, los pezones de sus pequenos senos apuntaron hacia la linterna. La luz cegaba sus ojos azules. No hubo intercambio de palabras, apenas hubo sonidos. Simplemente, el hombre no se abalanzo sobre ella. no quiero La noche proseguia afuera: habia buhos que observaban con ojos como discos de oro y sombras de felinos en las ramas. Las estrellas formaban un dibujo misterioso. El silencio era una presencia terrible, como la de un dios vengador. En el dormitorio, todo habia terminado. Las paredes y la cama se habian tenido de rojo y el cuerpo de la mujer yacia disperso sobre las sabanas. Su cabeza separada del tronco se apoyaba en una mejilla. Del cuello sobresalian cosas semejantes a plantas marchitas emergiendo de un bucaro. Silencio. Paso del tiempo. Entonces sucede algo. Lenta pero perceptiblemente, la cabeza de la mujer comienza a moverse, no quiero sonar gira hasta quedar boca arriba, se incorpora con torpes sacudidas y se apoya en el cuello cortado. Sus ojos se abren de par en par no quiero sonar mas y habla. --No quiero sonar mas. El medico, un hombre corpulento de cabellos y barba sorprendentemente blancos, fruncio el ceno. --Los somniferos no van a ayudarle a no sonar --advirtio. Hubo una pausa. El boligrafo planeaba sobre la receta sin posarse. Los ojos del medico observaban a Rulfo. --?Dice que siempre es la misma pesadilla?... ?Quiere contarmela? --Contada no es igual. --Pruebe, de todas formas. Rulfo desvio la vista y se removio en el asiento. --Es muy complicada. No sabria. En la consulta no se escuchaba el menor ruido. La enfermera dirigio sus parpadeantes ojos negros hacia el medico, pero este seguia observando a Rulfo. --?Desde cuando lleva sonando lo mismo? --Desde hace dos semanas, no todas las noches, pero si la mayoria. --?En relacion con algo que usted sepa? --No. --?Nunca habia tenido suenos asi? --Nunca. Leve rumor de papeles. --<>, un nombre curioso... --La culpa es de mis padres --replico Rulfo sin sonreir. --Ya imagino. --El medico si sonrio. Su sonrisa era amplia y afable, como su rostro--. <>. Muy joven todavia... <>. ?Como es su vida, senor Rulfo? Quiero decir, ?en que trabaja? --Estoy en paro desde finales del verano. Soy profesor de literatura. --?Cree que le esta afectando mucho esa situacion? --No. --?Tiene amigos? --Algunos. --?Amigas? ?Novia? --No. --?Es feliz? --Si. Hubo una pausa. El medico dejo el boligrafo a un lado y se froto el rostro con las manos. Tenia unas manos grandes y gruesas. Luego retorno a los papeles y reflexiono. Aquel tipo contestaba como una maquina, como si nada le importara. Quiza estuviera ocultando algo, quiza aquellos suenos se relacionaran con un suceso que no deseaba recordar, pero lo cierto era que solo se trataba de pesadillas. El atendia diariamente a enfermos con problemas mucho mas graves que unos cuantos suenos desagradables. Decidio darle un par de consejos y acabar cuanto antes. --Escuche, las pesadillas no tienen demasiada trascendencia clinica, pero son la prueba de que algo no marcha bien en nuestro organismo... o en nuestra vida. Un somnifero es un parche inutil, se lo aseguro, no va a impedirle sonar. Procure beber menos, no acostarse recien comido y... --?Me va a dar los somniferos? --interrumpio Rulfo con suavidad, pero su tono revelaba impaciencia. --No es usted un hombre muy locuaz --dijo el medico tras una pausa. Rulfo sostuvo su mirada. Por un momento fue como si uno de los dos quisiera anadir algo, compartir algo con el otro. Pero un segundo despues los ojos retornaron al suelo o a los papeles del escritorio. El boligrafo descendio y se deslizo por la receta. El prospecto aconsejaba una sola pildora antes de acostarse. Rulfo ingirio dos, ayudandose de un vaso de agua que relleno en el lavabo del cuarto de bano. Desde el espejo le observaba un hombre no muy alto pero si robusto, de cabellos y barba ensortijados y negros y dulces ojos castanos. Salomon Rulfo gustaba a las mujeres. Su atractivo sobrevivia intacto a su descuido personal. Debido a ello, la imaginacion de las dos o tres ancianas solitarias del destartalado edificio donde vivia ardia inventandole un turbio pasado. ?De donde habia salido aquel joven que no hablaba con nadie y casi siempre apestaba a alcohol? Sabian su nombre (Salomon, madre mia, el pobre), que cogia unas borracheras preocupantes, que andaba con putas de vez en cuando, que habia comprado al contado el pequeno apartamento del tercero izquierda casi dos anos atras y que vivia solo. Pese a todo, preferian su presencia a la de los inmigrantes que ocupaban el resto de pisos de aquel bloque de Lomontano, una callejuela angosta y desordenada cerca de Santa Maria Soledad, en el centro de Madrid. Las mas pesimistas pronosticaban, sin embargo, que el <> les daria un susto tarde o temprano. Y agregaban, inclinadas sobre los oidos de las otras: <>. <>, lo defendia la portera, sin poner objeciones a la opinion sobre su aspecto. Rulfo salio del bano y efectuo una parada en el comedor para liquidar los residuos de una botella de orujo, regalo prehistorico de cumpleanos de su hermana Luisa. Se dijo que debia acordarse de comprar whisky al dia siguiente. Era un gasto que no podia permitirse, pero, despues de la poesia y el tabaco, el whisky era una de las cosas que mas necesitaba en este mundo. Luego se dirigio al dormitorio, se desvistio y se metio en la cama. Estaba solo, como siempre, en medio de la noche. Su soledad nunca era facil, pero ahora, ademas, le atemorizaba aquella pesadilla. Ignoraba que podia significar, y su mecanica repeticion habia llegado a agobiarlo. Estaba seguro de que se trataba de una quimera, una fantasia emergida del pantano de su subconsciente, pero retornaba de forma casi inevitable, noche tras noche, desde hacia dos semanas. ?Relacionada con algo? Relacionada con nada, doctor. O con todo. Depende. Su vida era propicia para los malos suenos, pero lo mas grave, lo decisivo, habia ocurrido hacia dos anos. Resultaba absurdo suponer que ahora empezaba a pagar la factura de aquella remota tragedia. Esa tarde, en el ambulatorio de Chamberi, habia sentido la tentacion (ignoraba por que) de confiar por primera vez en alguien y confesarselo todo a aquel medico. Por supuesto, no lo habia hecho. Ni siquiera habia querido contarle la pesadilla. Penso que asi evitaria molestas preguntas y, quien sabe, hasta la posibilidad de recibir una papeleta gratis para el manicomio. Sabia que no estaba loco. Lo unico que necesitaba era dejar de sonar. Preferia confiar en las pildoras. Encendio la luz de la mesilla de noche, se levanto y decidio leer algo sublime mientras aguardaba a que la oleada hipnotica lo cubriera como una suave y tibia marea. Examino las estanterias del dormitorio. Tenia estanterias repletas en el comedor y el dormitorio. Habia libros apilados junto al ordenador portatil, incluso en la cocina. Leia en todas partes y a todas horas, pero solo poesia. Las ancianas de Lomontano jamas habrian sospechado una aficion asi en aquel hombre, pero lo cierto era que procedia de la mas temprana juventud de Rulfo y se habia acrecentado con los anos. Habia estudiado filologia y, en sus buenos tiempos (?cuando habian sido?), habia ensenado historia de la poesia en la universidad. Ahora, nadando en la soledad, con su padre muerto, su madre condenada a vejez perpetua en una residencia y sus tres hermanas dispersas por el mundo, la poesia constituia su unica tabla de salvacion. Se aferraba a ella a ciegas, sin importarle el autor, ni siquiera el idioma. No le resultaba preciso entenderla: gozaba con el simple ritmo de los versos y el sonido de las palabras, aunque fueran extranas. Georgicas. Virgilio. Edicion bilingue. Si, aqui estaba. Extrajo el libro del monton que habia cerca del ordenador, regreso a la cama, abrio el volumen al azar y dirigio los ojos al flujo torrencial de palabras latinas. Aun se encontraba muy desvelado: sospechaba que la inquietud no le dejaria conciliar facilmente el sueno, pese a la ayuda farmaceutica. Pero deseo que el medico estuviera equivocado y las pastillas evitaran que aquel absurdo terror volviera a repetirse. Siguio leyendo. Afuera, el trafico enmudecio. Los ojos se le cerraban cuando escucho el ruido. Habia sido breve. Provenia del cuarto de bano. No pasaba mucho tiempo sin que algo nuevo --una repisa, un anaquel-- se desprendiera de su sitio en aquel miserable apartamento. Resoplo, dejo el libro en la cama, se levanto y camino despacio hacia el bano. La puerta estaba abierta y su interior a oscuras. Entro y encendio la luz. No descubrio nada fuera de lugar. El lavabo, el espejo, la jabonera con el jabon, el retrete, el cuadrito con los arlequines ejecutando una campanela, la repisa metalica, todo se encontraba igual. Excepto las cortinas. Eran opacas, de pesima calidad, y estaban adornadas de un vistoso artificio de flores rojas. Las mismas de siempre. Sin embargo, creia recordar que se hallaban descorridas cuando habia salido del bano la ultima vez. Pero ahora estaban cerradas. Se intrigo. Penso que quiza su memoria le enganaba. Era posible que, antes de salir del bano, las hubiese corrido, aunque no entendia bien por que tendria que haberlo hecho. En cualquier caso, albergaba la sospecha de que el ruido habia sido provocado por algo que habia caido a la banera despues de rebotar en ellas. Supuso que seria el frasco de gel, y tendio la mano para descorrerlas y comprobarlo. Pero de pronto se detuvo. Un miedo inexplicable, casi inexistente, casi virtual, congelo su estomago y levanto como pequenas empalizadas los vellos de su piel. Comprendio que se habia puesto nervioso sin ningun motivo real. Es absurdo, ahora no estoy sonando. Estoy despierto, esta es mi casa, y detras de esas cortinas no hay nada, solo la banera. Reanudo el gesto sabiendo que las cosas seguian como antes; que encontraria, quiza, un objeto caido, puede que el frasco de gel, y que, tras verificarlo, regresaria al dormitorio y los somniferos le harian efecto y lograria descansar toda la noche hasta el amanecer. Descorrio las cortinas con absoluta tranquilidad. No habia nada. El frasco de gel seguia en su sitio sobre la repisa, junto al champu. Ambos botes llevaban meses alli: Rulfo no exageraba, precisamente, en lo tocante a su higiene personal. Pero lo cierto era que nada se habia caido. Supuso que el ruido se habia originado en otro apartamento. Se encogio de hombros, apago la luz del bano y regreso al dormitorio. Sobre su cama se hallaba el cuerpo desmembrado de la mujer muerta, la cabeza cortada apoyada en los pechos contemplandolo con ojos lechosos, el cabello endrino y humedo como el plumaje de un pagalo y una lombriz de sangre huyendo de las comisuras de sus labios yertos. --Ayudame. El acuario... El acuario... Rulfo dio un salto hacia atras, rigido de terror, y se golpeo el codo con la pared. un grito No sonaba: estaba bien despierto, aquel era su dormitorio y el golpe en el codo le habia dolido. Probo a cerrar los ojos un grito, oscuridad y volver a abrirlos, pero el cadaver de la mujer seguia alli (ayudame), hablandole desde la carniceria de su cuerpo destrozado (el acuario) sobre las sabanas. Un grito. Oscuridad. Desperto banado en sudor. Se encontraba en el suelo, junto con la mayor parte de las sabanas. Al caer de la cama se habia golpeado el codo. Aun aferraba el libro arrugado de Virgilio.

  • Amor, bienvenido a bordo de Elsa Jenner

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    Ana Suarez es una humilde joven que trabaja como dependienta. Nada puede hacerla sospechar que su despido cambiara su vida para siempre.