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    !Los dos terminaron aprisionados por. el matrimonio!

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    Libro Escondida En El Harén - ¡Los dos terminaron aprisionados por… el matrimonio! El príncipe Zachim Darkhan de Bakaan ... Formatos Disponibles: PDF / EPUB ...

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  • Escondida en el harén - Libros De Mario

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  • Escondida en el harén (Bianca) Versión Kindle - Amazon.es

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    Escondida en el harén (Bianca) eBook : Conder, Michelle, GONZÁLEZ DE RIVERA OUTOMURO,LAURA: Amazon.es: Tienda ... Mirar en el interior de este libro.

  • Escondida en el harén - Michelle Conder - Pub Libros, epub ...

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    3 oct 2018 — LIbros epub, mobi, pdf, libros gratis, en español.

  • El silencio de los malditos de Carlos Pinto

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    El debut literario de Carlos Pinto, creador de exitos

  • Construye tu destino de Wayne W. Dyer

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    Este libro te brinda nueve principios espirituales para lograr todo aquello a lo que aspiras.

  • Vuelve el Boss de Lexy Timms

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    Jamie Connors ha decidido que tener trabajo es mas importante que tener novio. Ha conseguido un puesto extraordinario como asistente personal del multimillonario Alex Reid. Todo deberia ser profesional, pero Jamie acaba en la cama de Alex. Ella es inteligente, guapa y esta ligeramente gordita; no piensa que sea lo suficientemente atractiva para un hombre como Alex. Intenta cumplir con su trabajo y sacar todo el tiempo posible para la boda de su hermana. Asi, Jamie acaba queriendo complacer a todo el mundo. Toda al atencion de la familia esta puesta en la boda de la hermana, algo que a Jamie no le importaria si su hermana no fuera tan mandona, si su madre no la molestara tanto y si su desagradable ex no estuviera a punto de convertirse en su cunado.

  • Otra vez tu, Julie Fisher de Isabella Marin

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    Para James, Julie Fisher es un incordio. Aparece cuando menos se lo espera, le roba el corazon y. !ni siquiera tiene la decencia de disculparse por ello!
    Para Julie, James es la promesa de la mayor aventura de toda su vida.
    De acuerdo, ese rufian la besuquea en un bosque, la saca de quicio constantemente y la arrastra a una granja llena de cerdos (que, !Cielo Santo!, !pretende que Julie alimente con sus delicadas y aristocraticas manitas!), pero. ?que seria de ella sin el?
    !Se aburriria terriblemente!
    Una divertida comedia sobre bandidos, piratas, la importancia de pescar un buen marido y el rifirrafe de una pareja que se quiere (!matar!) durante casi toda la novela.

  • Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo de Miguel Delibes

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    Amante de la naturaleza y del deporte cinegetico, Miguel Delibes escibio, ademas de las novelas que le dieron justa fama internacional, numerosos libros sobre caza, como Diario de un cazador o Con la escopeta al hombro, y llego a decir de si mismo que el no era un escritor que cazaba, sino un cazador que escribia. En este volumen, escrito a modo de agenda, Delibes retrato una serie de experiencias personales de caza realizadas a lo largo de tres anos, entre 1971 y 1974, por las tierras de Castilla la Vieja.

  • Carolyn de Jesibel Vega Acevedo

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    Luego de escapar de su hogar en Inglaterra, Carolyn se embarca en un viaje a America con la esperanza de reconstruir su vida. Sin embargo, al llegar al Nuevo Mundo, Carolyn se da cuenta de lo dificil que sera sobrevivir en la America Revolucionaria.

  • Mapamundi de Christophe Paul

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    Cuando Natalia le dice a su amiga Zi, que desde hace dos dias unos hombres estan vigilando su calle camuflados en un coche, los acontecimientos se precipitan. Escapan milagrosamente de un secuestro y huyen sin saber por que. Una huida hacia lo desconocido, en la que se mezclan un enigmatico mapamundi robado, la sombra del emperador Alejandro Magno y poderosos intereses…

  • Ultima (Judith Rashleigh 3) de L.s. Hilton

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    La glamourosa e internacionalmente conocida marchante de arte Elisabeth Teerlinc sabe bastante sobre el mundo de las falsificaciones. Despues de todo, ella misma no deja de ser una falsificacion o una especie de fraude. Su verdadera identidad, Judith Rashleigh, se encuentra enterrada bajo una fina capa de mentiras. Por no mencionar la cantidad de cadaveres que se ha llevado por delante, de todos aquellos que querian entorpecer su camino.

  • El ojo del cielo de Manuel Gutierrez Aragon

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    En el corazon de esta novela hay cuatro mujeres -Margarita, la joven y guapa madre; Valen, su hija mayor; Bel, la revoltosa hija mediana, y la pequena Clara- cuyas vidas parecen complicarse tanto por motivos economicos como por el estallido de la sensualidad. En una fotografia de las cuatro se puede observar la sombra de quien la tomo, un padre que se ganaba su vida nomada vendiendo exquisitos helados, y del que no se ha vuelto a saber nada despues de que huyera tras una dramatica persecucion por deudas, las mismas que obligan a las cuatro mujeres a dejar su casa e irse a vivir a una cabana en el monte.

  • Este lado de la puerta de Angel Martinez Aizpurua

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    Hace tres dias me liberaron de mi secuestro, el mas largo en la historia de Espana. Hoy abandono el hospital para enfrentarme a mi nueva vida. Una ciudad diferente, una familia a la que apenas reconozco, muchos fantasmas del pasado y miedos para el futuro. Mi nombre es Gonzalo Davila Delgado y esta es la historia que alguien ha escrito por mi.

  • El club de los martes de Mario Escobar

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  • Demuestrame que me quieres 2 de Sophie Saint Rose

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    Sybil, a punto de terminar un master e iniciar una nueva vida, no puede creerse la proposicion de su cunada. !Estaba loca! ?Trabajar para el egocentrico, creido e irresistible John Follman? No debia estar en sus cabales para sugerirle algo asi. Pero lo malo era que su familia sabia perfectamente como convencerla apelando a su orgullo profesional. Eso y que algo en su interior le decia que trabajar para el seria todo un reto. Ahora tenia que demostrarle su valia.

  • Pajaro azul de Clara Cortes

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    Ha pasado un ano desde el accidente que tuvo lugar al final de la calle 118 y Simon aun ve el fantasma por todas partes: en la calle donde ocurrio, en su casa, en la tienda… Le sigue de cerca y solo el la puede ver. Todo el mundo parece haber pasado pagina, pero Simon se siente atrapado en una espiral de la que no sabe como salir. Maria siempre ha tenido una forma muy curiosa de lidiar con los problemas: huir de ellos.

  • El Tiempo. Todo. Locura de Monica Carrillo

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    ?Que paso conmigo, tiempo? ?No lo curabas todo? El futuro no es tuyo ni mio No es de nadie todavia A tu ida y a mi vuelta Al llegarte y descubrir Cuando el futuro era incierto Y el porvenir, por venir Siempre supe que eras tu Siempre me supo a poco Nunca sabre como sabria el futuro Juntos Sabio amor desabrido que nos alejo Ni rapido, ni despacio Solo lento Ni respiro, ni suspiro Solo aliento Ni remo, ni mar Solo viento Ni manana, ni noche Solo tiempo Te extrano Recuerdos tibios, a ratos tan fuertes, a veces Que extrano Todo queda ya lejos Y, a veces, Te echo de menos, septiembre Aquello duro mucho Demasiado Hasta que me canse de fingir los sarcasmos Te eche de menos cada dia de mas Aquellas noches en las que no entendia que me pasaba Pasaba la vida por encima de un cuerpo que sin ti ya era pasado No fue facil encontrar Nada sencillo sentirlo Corresponderse, un milagro, privilegio vivido Y ahora, si miro atras, solo sigilo ?Te acuerdas de cuando hablabamos de nuestro futuro? Ya ha pasado Ya es pasado Tanto tiempo de espera Tanto dia en la sombra Ya no hay batalla, no hay guerra Abro los ojos Vuelvo a ser otra La misma que era Hace tiempo que soy rio Que me dejo llevar y fluir Hace tiempo que sonrio Desde que consegui huir De ti Nunca cerre aquel parentesis por si volvias a entrar Despues de tu adios Olas de mar revuelto Resaca sin freno Horas de mas Dias de menos Yo tambien quise rehacer mi vida pero no pude viajar atras en el tiempo --?Que paso? --La vida. Sin ti Que tiempos aquellos cuando tenia ganas de estar en otros dias, otras horas, otras vidas La tuya Toda la vida contigo aprendiendo a ganarle un segundo al tiempo perdido El olvido siempre aparece A modo de recuerdos Tu tan de vez en cuando, yo tan de cuando en siempre Mi recuerdo favorito juntos es de aquel viaje a aquel lugar donde nunca fuimos aquel ano que nunca existio Y, al final, la espera fue el fin Ahora que Ahora ya Ahora sin Ahora en vez Ahora si Ahora al fin Ahora yo Ahoga el tu Ahora, si Ahora, tu Ahora, quien Ahora, yo Ahora, bien Y llego la temporada de tormentas Y mi tormento Tu Recuerdame cuando me veas que me fui Recuerdame cuando te vea que lo prometi Recuerdame cuando sea Recuerdame, tu a mi

  • Las madres secretas de Monica Crespo

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    Una pareja inicia un proceso de maternidad subrogada; una madre se enfrenta a la naturaleza predadora de su hija; una escritora huye para escribir; una mujer ave y la prohibicion de volar; una pareja en la que el se queda embarazado... Las madres secretas explora las aristas y los espacios marginales de la maternidad, las fragiles relaciones de pareja, las relaciones entre madres e hijos, las contradicciones ante el deseo de ser madre o no, la construccion cultural de este fenomeno biologico, la tension entre la creacion artistica y la maternidad. Los personajes de estos relatos muestran este complejo equilibrio a traves de sus conflictos. La autora, con una intensa voz narrativa, rompe los topicos y las imagenes idealizadas de la maternidad. Historias realistas y fantasticas que ofrecen una reinterpretacion de la familia y la maternidad, que puede ser tan natural como perversa.

  • La Decada que nos dejo sin aliento de Juan Eslava Galan

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    La decada que nos dejo sin aliento pertenece a la serie dedicada al siglo XX, de la que ya han aparecido tres volumenes que abarcan desde 1936 a 1959. Esta vez el tema son los anos comprendidos entre 1973 y 1982: comienza con el asesinato de Carrero Blanco y termina con Alfonso Guerra levantando la mano de Felipe Gonzalez en una ventana del hotel Palace de Madrid tras la victoria socialista en las elecciones. En ese decenio escaso, el pueblo espanol transita de la dictadura a la democracia tras navegar por los turbios anos de la Transicion. Es probablemente la etapa mas decisiva e interesante de nuestra historia contemporanea, llena de torpes improvisaciones y de pactos contra natura. Nuevamente los familiares personajes de la serie (Chato Puertas, don Proculo, la Uruguaya, etc.) nos llevaran de la mano a traves de esos anos en los que Espana experimenta una revolucion social y politica sin precedentes.

  • Segundas primeras impresiones de Sally Thorne

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    Uno de los supuestos beneficios de trabajar en la oficina administrativa del complejo residencial para mayores Providence Retirement Villa es que recibo comentarios sobre todos y cada uno de los aspectos de mi estilo de vida y de mi apariencia, los quiera o no. (No los quiero). Estas son las tres preguntas que siempre me hacen los residentes: * ?Cuantos anos tienes? (Veinticinco). * ?Tienes novio? (No). * ?Por que no? (Los motivos son diversos, y ninguno de ellos les convenceria). --En la vida hay mas cosas aparte del hecho de tener novio --le dije en una ocasion a la senora Whittaker, mientras caminabamos hacia su casa. El suelo estaba resbaladizo por la lluvia, asi que iba tomada de mi brazo--. Estoy justo donde quiero estar, ayudandoles a todos ustedes. --Ruthie, querida, en eso tienes razon. Eres una buena trabajadora, pero los novios son una parte muy agradable de la vida. Yo tuve tres al mismo tiempo en una ocasion. --Entro en la casa poco a poco, con el baston golpeteando contra las baldosas. Justo cuando yo estaba pensando para mis adentros que la habia entendido mal, anadio por encima del hombro--: Se conocian entre ellos, asi que todo iba como la seda. Madre mia, !que agotamiento tenia yo encima! Eres mas guapa que yo en mi juventud, podrias probar a hacer algo asi. Me quede alli, parada en el escalon de la entrada, batallando contra el impulso de hacer varias preguntas sobre lo que acababa de oir; basicamente, mi principal duda era la siguiente: * ?Como? La senora Whittaker tiene ochenta y siete anos, y yo creo que todavia podria ligar mas que yo. Pienso a menudo en aquella conversacion. Mientras Sylvia (mi jefa) esta de crucero, puedo usar su mesa de trabajo y disfrutar de las buenas vistas que tiene. Estoy escribiendoles un correo electronico a los de mantenimiento, y al mismo tiempo estoy lidiando con la oleada diaria de melancolia de las tres de la tarde. Tengo preparado un yogur para este preciso momento. Melanie Sasaki, la ayudante temporal, ocupa en estos dias la mesa que suelo usar yo; lo de moderarse es un concepto que no le queda nada claro, asi que come a las 10:30 y estoy oyendo como le suena el estomago mientras abro mi yogur. De repente, en un arranque desesperado que rompe el silencio, me dice sin mas: --Ruthie, estaba pensando en ti. Yo preferiria que no lo hiciera. --Deja que termine este correo para los de mantenimiento primero, despues hablamos. Si, ya se que parezco una capulla estirada, pero para sobrevivir como directora interina durante los proximos dos meses he intentado establecer una politica de <>. Cuando Sylvia esta aqui, jamas le hablo si esta tecleando... o clicando, o a menos que ella me hable primero. !Hacia anos que no me sentia asi de relajada! --Tendriamos que crearte un perfil para buscar pareja por Internet --insiste Melanie, que seguro que hablaria incluso estando bajo anestesia general. --?Como sabes que no tengo uno? --contesto yo, rompiendo mi propia norma sobre lo de guardar silencio. Esta tomandome el pelo, eso esta claro. Los habitantes de Providence son, por regla general, brutalmente sinceros conmigo, pero siempre de forma bienintencionada. --Ni siquiera tienes una cuenta de Instagram, asi que no eres exactamente de las que se lanzan a conocer gente nueva. ?He acertado? Pues si, ha acertado. Vuelvo a activar los Escudos del Silencio. --Dejame terminar esto, Mel. Hago un cambio en la solicitud que estoy escribiendoles a los de mantenimiento: el ?Se puede saber donde cojones estais? lo reemplazo por un mas diplomatico Tal y como solicite en mi ultimo mensaje. Si, YouTube me sirve para aprender algo de bricolaje, pero hasta cierto limite. Una vez que eso esta enviado, encuentro un documento de Word titulado RUTHIE_PERFIL en mi carpeta personal; segun el historial, no he vuelto a abrirlo desde que lo cree el ano pasado en un extrano momento de soledad, cuando lo de buscar pareja por Internet me parecio buena idea durante unos segundos. Quien sabe, puede que no sea tan descabellado. ?Un util borrador basico de un perfil personal que me ayudara a encontrar a mi hombre ideal? Si no tuviera a Melanie observandome fijamente, lo leeria mas tranquilamente. ?Te apetece que te lleve a casa a conocer a mis devotos padres? Soy un alma muy vieja (24 anos que parecen 124). Solo he visto un pene al natural brevemente, y no me impresiono tanto como para ir en busca de otro (aunque supongo que deberia hacerlo). Busco un alma gemela que tenga paciencia, alguien con quien acurrucarme abrazadita y que me avise si llevo mal abrochada la rebeca. Vivo y trabajo en un complejo residencial para mayores; a este paso, acabare por jubilarme aqui. Vale, la unica actualizacion que le haria a esto es que ahora tengo veinticinco anos que parecen ciento veinticinco. --?Has terminado ya? --me pregunta Melanie, como si fuera mi impaciente supervisora. Yo contraataco despues de borrar las pruebas del delito. --?Como llevas la ficha del nuevo residente que te pedi que metieras en el sistema? Ella frunce los labios, como diciendo <>. --No se por que no quieres aprovechar mi verdadero talento, el que no puedo poner en mi curriculum. --Hace una pausa teatral--. !Hacer que la gente encuentre amorcito del bueno! Si supieras a quien tienes sentada enfrente, estarias aprovechando esta oportunidad sin pensartelo dos veces. No se puede negar que la oferta resulta tentadora cuando ves que una persona esta tan segura de si misma. --Bueno, la verdad es que tienes un monton de cosas en el curriculum. Melanie extiende los brazos por encima de la cabeza. --Estoy viviendo a tope la vida de trabajadora temporal, ya lo sabes. Voy pasando el rato con todos los trabajos hasta que encuentre el ideal para mi. Y lo mismo en lo que a los hombres se refiere. Respondeme a esto sin pararte a pensar: ?estas lista para enamorarte? --Si. --No soy lo bastante fuerte como para contener dentro de mi la palabra, y es humillante la fuerza con la que ha salido mi respuesta. Cada noche, como parte de mi ronda de seguridad, recorro el extremo oeste de Providence para asegurarme de que la puerta corredera que protege los contenedores de basura tenga el candado echado. Si, ya se que nadie quiere robar la basura. Me apoyo en la valla metalica y bajo la mirada hacia las luces de la ciudad... Mi alma gemela podria estar justo ahi, bajo esa luz estrellada en concreto, pero soy demasiado gallina como para ir en su busca, y esa realidad me tiene el corazon que parece un dolor de muelas: si no me ocupo de el pronto, es posible que al final haya que extraerlo de raiz. Cada noche, al revisar el candado, contemplo las luces y le pido de nuevo perdon a mi alma gemela. Melanie esta mirandome abiertamente con tanta empatia que trato de disimular lo mucho que significa ese <>. --A ver, todo el mundo espera encontrar... --Shhh... No, no, no... --insiste hasta que ceso en mi intento de guardar las apariencias--. No te preocupes, voy a ayudarte. Mel ha tenido tres citas como minimo en las tres semanas que lleva aqui, todas ellas en un bar de tapas al que llama <>. Antes de cada una se pone una extension en el pelo (una coleta negra excesivamente larga), y me hace revisarla desde todos los angulos habidos y por haber; ah, y tambien anota los detalles de cada cita, <>. ?Confia en mi para ser su testigo ante la policia? No se hasta que punto deberia sentirme halagada. Consulto el calendario otra vez... Pues si, asi es, solo lleva tres semanas aqui. Quizas deberia aprovechar la oportunidad de consultar con esta profesional tan curtida, es como una electricista para mi vida amorosa. --Bueno, ?que pone en tu perfil? Siempre lleva el movil en la mano, puede abrir la aplicacion sin tener que bajar la mirada. --Mira, yo puse esto: <>. No puedo afirmar de forma categorica que yo descartaria de antemano a alguien por alguno de esos factores. --Pero ?que pasa si resulta que tu alma gemela es alguna de esas cosas? Un... rarito pobreton o... Miro fijamente el platano y el balsamo labial que tengo encima de la mesa. La vida esta llena de variables. El cuello se me esta perlando de sudor bajo la coleta. --No lo sera --contesta Melanie con conviccion--. ?Crees en lo de las almas gemelas? Que sorpresa, no me lo esperaba de ti. --Me observa con cara de <>--. Eres toda una romantica, !que calladito te lo tenias! --No hace falta que me ayudes, lo hare yo misma. Mi intento de dar marcha atras llega demasiado tarde, ella ya ha tomado las riendas del caso por su propia cuenta; despues de pasar a una pagina en blanco de su colorida libreta decorada con purpurina, procede a preguntarme: --Nombre: ?prefieres Ruth o Ruthie Midona? --Ruthie esta bien. Da pie a menos rimas graciosillas. Los profesores solian usarme como fuente de informacion si tenian que ausentarse del aula y se encontraban con un caos al volver (vamos, que para ellos era como la caja negra de un avion), y de ahi salio una frasecita que solian decirme en el colegio: <>. Era la chica que iba a misa y usaba zapatos de tiendas de segunda mano; mis companeros de clase tenian ponis y motos de agua. Melanie tambien esta distraida. --Ah, tengo un mensaje. De cero a diez, le daria un cuatro. Mira, ?lo ves? Un pito. --Me muestra la pantalla y si, en efecto, es un pito. Necesitaria un platano o un balsamo labial para verlo a escala. Ella hace una mueca burlona mientras prepara una respuesta--. Siempre contesto con una foto del pito de una cebra, eso les ayuda a ver las cosas con algo de perspectiva. --Y procede a mostrarme tambien el pito en cuestion. ?Que pito humano mereceria un diez de diez? Me doy cuenta de que esta es la primera pagina de una demanda. Pitos en el lugar de trabajo, Sylvia se pondria furiosa. --Deberiamos trabajar, la verdad es que no tengo tiempo de salir con nadie. --Archivo varios documentos en la A de <>. --Venga ya, claro que tienes tiempo. No entiendo como has aguantado dieciseis anos en este lugar. --?Cuantos anos crees que tengo? --Veo como baja la mirada hacia mi ropa--. Llevo seis anos aqui, Mel. No dieciseis. --No te ofendas, pero yo tengo contrato hasta Navidad y eso ya es una eternidad. Ante semejantes palabras, dichas ademas en un tono de total desolacion, tan solo puedo responder: --Tengo un yogur de sobra si lo quieres. --!Uy, si, por favor! Y ambas hallamos las fuerzas necesarias para continuar. --Tengo veinticinco anos. --No se por que, pero me da un poco de verguenza admitirlo. --!Veinticinco! --lo dice maravillada mientras lo anota--. !Solo tienes tres mas que yo!, ?como puede ser? --Se da cuenta de como ha sonado eso y procede a intentar arreglarlo--. Pero tienes muy buena piel. Solo me refiero a que eres muy madura y tal, dirigiendo este lugar. Voy a usar el formato de perfil que me ha sugerido. --Plebeya poco exigente de veinticinco anos, asi soy y me arrepiento de muchas cosas. Ella suelta una risita y golpetea la libreta con el boli. Sus ojos oscuros me observan penetrantes, con mirada critica. --?Como sabes que eres poco exigente? --Mirame. --No solo es cuestion de apariencia. --Melanie es una persona caritativa. No estoy mal, pero tampoco soy nada del otro mundo--. ?Te gusta que tu chico este encima de ti a todas horas? Mandandote mensajes de texto cada dos por tres, llevandote a un monton de sitios, regalandote cosas... ?Quieres que este obsesionado contigo o prefieres a alguien que te de algo de espacio? --Se da cuenta de algo--. !Uy, perdona! Si no te van los hombres, pues genial tambien. --Pues la verdad es que no lo tengo claro. --Intento explicarme mejor al ver que me mira perpleja--. Me gustan los hombres, pero no se si quiero tenerlo encima a todas horas. (Mentirosa, eso me encantaria). (Bueno, eso creo). --?Como era tu ultimo novio? --Eh... --Lo unico que se me ocurre es que era muy religioso, asi que junto las manos como rezando. Espero que eso sea respuesta suficiente--. Ha pasado mucho tiempo. Ella entorna un ojo con suspicacia. --?Cuanto, exactamente? No puedo responder a eso sin exponerme a una total y absoluta crucifixion. Si esto fuera una pelicula para adolescentes, en este momento se insertarian varias escenas: yo vestida para la fiesta de graduacion durante un baile lento con un Joven Devoto llamado, literalmente, Adam. Pasamos entonces a una escena en la que estamos los dos en una cama individual, parcialmente desnudos; Adam esta de espaldas a mi, los sollozos sacuden sus hombros. Si crees que ese recuerdo no puede ir a peor, a ver que opinas si te digo que: * Mi padre es reverendo. * Adam acudio a el a la manana siguiente para pedirle consejo. * Si, consejo sobre el pecado que habia cometido conmigo. * Pues eso. En cuanto a mi, la tarea de aconsejarme fue trasladada a mi madre, quien me dijo que papa estaba <> por mis <>; al parecer, la decepcion fue tan grande que no hemos tenido una conversacion en condiciones desde entonces, y yo no he vuelto a tomar una mala decision. --Quieres reactivar tu vida social. --Melanie procede a escribirlo en su libreta--. He redactado los perfiles de todas mis amigas y el de mi hermana mayor, Genevieve. Y resulta que mi vestido de dama de honor es de color pistacho, asi me lo agradece. ?Una hermana prometida en matrimonio? Vaya, entonces tiene unas credenciales de peso, pero esto empieza a parecer el comienzo de otra pelicula para adolescentes y no tengo intencion alguna de participar en ella. --No publiques nada sin mi permiso, por favor. --Claro que no. --Se la ve tan sorprendida que me averguenzo de haber sido tan suspicaz--. Crearemos un calendario de actividades para hacer en casa y empezaremos muy poquito a poco, y al final estaras en la Cupula del Trueno con un tipo de lo mas sexi besandote el cuello. No elegiremos al primero que aparezca; para cuando me vaya de aqui, tendras pareja. --!Eso es totalmente imposible! --alcanzo a decir, boquiabierta. --No, no lo es cuando sigues el Metodo de Melanie Sasaki. --Lo escribe y lo subraya un monton de veces--. El Metodo Sasaki, !que bien suena! Parece el titulo de un libro de autoayuda, !podria ser una serie de Netflix! --Ha vendido los derechos a los diez segundos de tener la idea. Ella no es la unica que esta adelantandose a los acontecimientos, yo misma todavia estoy dandole vueltas al concepto ese de los besitos en el cuello y el tipo sexi. Para cuando Melanie haya obrado su magia y se marche de aqui, estare viendo el especial navideno de mi serie favorita, Un regalo del cielo, sentada en mi sofa con alguien que quiere besarme. ?Sera realmente posible algo asi? --Bueno, ?que me dices? ?Te apuntas al Metodo Sasaki? -- Melanie esboza una sonrisa de oreja a oreja--. !Sera genial! --?Me lo puedo pensar? --Digamos que soy una persona que prefiere pensarse bien las cosas. --Quiero una respuesta antes de salir del trabajo este viernes. -- Estamos a lunes. Melanie se gira hacia su ordenador y se pone a teclear. Justo cuando estoy pensando que ha ocurrido un milagro (!esta trabajando un poco!), en mi ordenador suena un aviso: se me solicita que confirme una reunion para este viernes a las cinco de la tarde. ?El tema a tratar? El Metodo Sasaki, por supuesto. Clico en aceptar y, sin mas ni mas, esta conversacion no se da por terminada, tan solo ha sido reprogramada.

  • El regalo de Lyon de Tanya Anne Crosby

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    Conocido como el Lyon por su destreza en el campo de batalla, Piers de Montgomerie acepta un desafio del rey David; sofocar una molesta rebelion de las tierras altas. Como pago, acepta un terreno que esta en disputa, sin embargo pronto descubrira que lo que realmente desea es la belleza proveniente de las tierras altas, cuyos hermanos nunca doblegaran ante el.

  • Su ultimo suspiro (Tracy Crosswhite 2) de Robert Dugoni

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    Tras resolver el misterio del asesino de su hermana, la inspectora Tracy Crosswhite retoma su labor policiaca.

  • Te enamoraste de mi sin saber que era yo de Patricia Hervias

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    ?Que harias si la vida te pusiera delante al hombre de tu vida?

  • El viajero de Joaquin Ortiz Sanchez

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    A JM le encanta su trabajo, viajar en coche le apasiona, conocer nuevos lugares, nuevos destinos. A veces los caminos nos llevan a bonitos parajes llenos de secretos, secretos ocultos que esperan ser descubiertos para crear el caos.

  • Protegeme de Sophie Saint Rose

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    Laia hacia anos que no tenia una relacion con un hombre y en la despedida de soltera de su amiga Grace, se solto un poco la melena. Bueno, igual no fue un poco porque las consecuencias de esa noche iban a cambiar su vida para siempre. Lo preocupante era que no recordaba muy bien lo que habia ocurrido.

  • No duermas mas de P.d. James

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    Por primera vez en castellano, seis relatos maestros de la ultima gran dama del crimen.
    <>.
    Carlos Zanon, El Pais

  • Una historia de policias de Esteban Navarro

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    *Una historia de policias habla del origen de una mafia en la Policia Nacional.
    *Una historia real como la vida misma.
    *Lee el prologo antes.

  • Doble Tentacion de Liah S. Queipo

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    ?La virginidad crece? Es la pregunta que me hago desde que mi vida sexual se ha convertido en poco activa, bueno, mas bien nula. Hasta ahora me conformaba con los suenos (!Que suenos!), eran tan reales que me despertaba besando mi ya conocida almohada. Y justo cuando creia que mi vida sexual se quedaria en la estrecha rela cion que habiamos formado mis babas y yo...me encuentro con un chico guapo (un Dios), simpatico y educado (muy educado) que te promete amor y flores, para despues aparecer en su version cretino (tipico rompebragas ) que te promete sexo de infarto y despues puerta. !Y se queda tan pancho! !Viva la bipolaridad! Firmado : Sara PD. Saludos de mi almohada.

  • Miranda. Una historia de almas de Karla Espino

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    Miranda, una joven de veintitres anos, estudia el ultimo grado de la carrera de Historia del Arte, en el Colegio Los Alpes de la Ciudad de Mexico. Una noche, tras una inesperada decepcion, Miranda comienza a tener una secuencia de suenos extranos que ocurren en el del siglo XV, cuando Napoles Italia fue invadida por Francia. En estos suenos conoce a un hombre, Diego.
    Es en este mundo onirico donde se desarrolla la historia. Miranda tendra que descifrar la tragedia que viene arrastrando desde su primera vida. La ilusion que ha creado el hombre la lleva a recorrer un camino lleno de misterios por el mundo esoterico, despertandola hacia una realidad que va mas alla de lo virtual.

  • Intervenciones de Noam Chomsky

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    DESDE 2002, Noam Chomsky ha escrito una columna para el servicio de noticias The New York Times, en la que de una manera critica y contundente analiza los temas mas candentes del mundo de hoy. Estos articulos han sido publicados en todo el mundo y han contribuido a que las opiniones de Chomsky sean conocidas a nivel global. En est impactante coleccion de agudos ensayos, Chomsky analiza la invasion y la ocupacion de Irak, la presidencia de Bush, la invasion de Israel al Libano y otros temas clave de nuestros dias. Una oportuna, asequible y excelente contribucion de uno de los intelectuales y disidentes politicos mas destacados del mundo.

  • Agathe de Anne Cathrine Bomann

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    Me hallaba sentado en el salon mirando por la ventana cuando ocurrio. Sobre la alfombra, el sol de primavera formaba cuatro cuadrados escalonados y se desplazaba lenta pero decididamente por encima de mis pies. Junto a mi descansaba una primera edicion sin abrir de La nausee que desde hacia anos intentaba empezar. Las piernas de ella eran flacas y palidas, y me sorprendio que la hubiesen dejado salir con tan solo un vestido en epoca tan temprana del ano. Habia dibujado en la calle las ventanas de una rayuela y saltaba muy concentrada, primero sobre una pierna, despues sobre ambas, para cambiar de nuevo. Llevaba el pelo recogido en dos coletas, tendria unos siete anos y vivia mas arriba de la calle, en el numero cuatro, con su madre y una hermana mayor. En este punto podria pensarse que yo era una especie de ejemplar unico que filosofaba sentado a la ventana todo el dia, contemplando cosas de mayor enjundia que el tejo de la rayuela y el recorrido del sol por el suelo. Pues no. La verdad era que yo me sentaba ahi porque no tenia nada mejor que hacer, y tambien a causa de esa especie de vitalidad afirmativa de aquellas exclamaciones triunfantes que en ciertas ocasiones penetraban en mi cuando la nina habia ejecutado una combinacion de saltos especialmente dificil. En un momento dado me levante para prepararme una taza de te y al volver a mi puesto vi que ella no estaba. Seguro que se le habria ocurrido otro juego mas divertido, pense; ambas, piedra y tiza, habian quedado en medio de la calle. Y entonces ocurrio. Acababa de colocar la taza en el alfeizar de la ventana para que se enfriara y extender la mantita sobre mis rodillas cuando vi caer algo en los margenes de mi campo de vision. Al mismo tiempo que un grito estridente me alcanzaba, logre poner de nuevo en pie mi cuerpo rigido y me aproxime a la ventana todo lo que pude. Ella yacia a la derecha, un poco mas abajo de la calle, al pie de un arbol donde comienza el sendero que conduce al lago. Sentado arriba, sobre una de las ramas, atisbe un gato que hacia oscilar la cola. Debajo, la nina se habia incorporado hasta sentarse con la espalda apoyada en el tronco mientras se agarraba un tobillo gimiendo entre hipidos. Retire mi cabeza. ?Debia ir con ella? Yo no habia hablado con un nino desde que era uno de ellos, y eso no cuenta. Pero ?no le causaria mayor disgusto que de pronto apareciese un hombre a quien no conocia para intentar consolarla? Eche otro vistazo furtivo afuera; seguia sentada en la hierba con el rostro lloroso alzado y la mirada puesta calle arriba mas alla de mi casa. Mejor seria que nadie me viese. ?Acaso no es doctor?, comentarian entre si, ?y que hace entonces ahi parado mirando? De manera que me lleve la taza de te para ir a sentarme frente a la mesa de la cocina. Pero aunque me repetia a mi mismo que dentro de un momento la nina se levantaria e iria cojeando hasta su casa sin mayor problema, permaneci sentado igual que un profugo en mi propia cocina mientras pasaban las horas. El te se enfrio y enturbio, y la oscuridad cayo antes de que por fin me escabullese de vuelta al salon y medio oculto tras la cortina escrutase la calle abajo. Por supuesto ella ya no estaba. RASTRO Desde que la contrate, Madame Surrugue me recibia cada manana de la misma manera. Dia tras dia aparecia sentada tras el gran escritorio de caoba como una reina en su trono y cuando yo entraba por la puerta descendia de el para tomar mi baston y mi abrigo mientras yo dejaba el sombrero en el estante por encima de la hilera de perchas. Entretanto, ella me ponia al corriente de la agenda del dia y al final me entregaba una pila de historiales, que el resto del tiempo permanecian pulcramente archivados en una enorme estanteria modular detras del escritorio. Intercambiabamos algunas palabras mas y despues no volviamos a vernos por lo general antes de la una menos cuarto, momento en el que me ausentaba del despacho para comer en un restaurante mediocre de los alrededores. Al regresar la encontraba siempre sentada exactamente igual que la habia dejado, y a veces me daba por pensar si ella comeria. Yo no detectaba olor a comida y jamas vi nada parecido a una miga debajo de su escritorio. ?Realmente Madame Surrugue no necesitaria alimentarse para vivir? Aquella manana me conto que una mujer alemana habia telefoneado con el fin de pasar mas tarde a pedir cita. <> <>, dije categorico, <> <> Madame Surrugue me dirigio una mirada interrogativa, pero yo sacudi la cabeza. <> Cuando llegue el dia de mi retiro habre ejercido cerca de medio siglo, tiempo mas que suficiente. Lo ultimo que necesitaba era una nueva paciente. Madame Surrugue continuo mirandome todavia un momento, aunque luego prosiguio su repaso de la jornada sin insistir en el tema. <>, dije, y tome de ella la pila de historiales para dirigirme despues a mi despacho. Se hallaba al fondo, en el extremo opuesto de la amplia antesala donde reinaba Madame Surrugue y los pacientes se sentaban a esperar su turno. De ese modo no me distraian durante mi trabajo ni el repiqueteo de la maquina de mi secretaria ni las posibles conversaciones entre los pacientes y ella. Mi primera paciente, una mujer adusta de nombre Madame Gainsbourg, precisamente acababa de llegar y sentada hojeaba una de las revistas que Madame Surrugue traia de vez en cuando. Exhale un profundo suspiro y me recorde a mi mismo que despues de ella solo me quedarian setecientas cincuenta y tres conversaciones mas. La jornada transcurrio sin puntos de inflexion hasta que regrese al despacho despues del almuerzo. Entonces estuve a punto de chocar con una mujer morena, de palidez mortal, parada justo detras de la puerta de entrada, y me disculpe por la torpeza. La mujer era llamativamente delgada y tenia unos ojos enormes en su rostro afilado. <>, dijo, y se adentro en la sala. <> Hablaba con un inconfundible acento y comprendi que debia de tratarse de la mujer alemana. Apretaba contra su pecho una carpeta con el logotipo de Saint Stephane. <>, respondi, sin embargo la mujer dio de inmediato un paso hacia delante y me dijo con encarecimiento: <> De manera instintiva retrocedi. Sus ojos pardos brillaban como si tuviese fiebre y la mirada era tan intensa que me sentia como si me hubiera agarrado un brazo. Sin duda alguna habria que batallar para librarse de ella otra vez, y yo no disponia de tiempo ni fuerzas en ese momento. Hice un gesto en direccion a Madame Surrugue intentando esbozar una sonrisa amable. <>, dije, y bordee a la mujer de soslayo, <> Madame Surrugue tenia la culpa de que a la mujer se le hubiese ocurrido aparecer por alli, asi que ahora lo propio era que ella misma la rechazara de nuevo. Me escabulli pasando junto a la mujer, que por fortuna me acompano hasta el escritorio, y alli la deje delante de Madame Surrugue con una mirada elocuente. Mi secretaria alzo la ceja izquierda unos milimetros. <>, le solicite, movi la cabeza rigido en senal de despedida y me apresure al refugio de mi despacho. Sin embargo, la imagen de la mujer palida permanecio en mi, y el resto de la jornada senti como si el rastro de su perfume hubiese quedado flotando en el aire y formara remolinos igual que el polvo cada vez que yo abria mi puerta. RUIDO El tiempo corria a traves de mi igual que agua por un filtro oxidado que a nadie le apeteciera cambiar. Era una tarde lluviosa de color plomizo. Habia hablado ya con siete pacientes sin involucrarme lo mas minimo y solo me faltaba una antes de que pudiese irme a casa. Antes de acompanar a Madame Almeida al interior del despacho, eche un vistazo a mi secretaria. Estaba sentada en completa quietud frente al ordenado escritorio mirando fijamente la mesa. El flexo arrojaba su sombra fosilizada sobre la pared detras de ella, y parecia tan abatida que por un instante considere si debia decirle algo. Pero ?que? En lugar de ello cerre la puerta tras de mi y me volvi hacia la paciente. Madame Almeida, que me sacaba casi una cabeza, circunstancia por la que siempre causaba bastante impresion, se desembarazo del paraguas y el chubasquero con freneticos movimientos y se sento en el divan. Aliso su falda color vomito y me lanzo una mirada de reproche a traves de las gafitas que guardaban el equilibrio al borde de su nariz ganchuda. <>, declaro, y se recosto en el divan. <> Madame Almeida siempre se enervaba, en ningun momento de su existencia tenia un periodo bueno. No parecia que la terapia le sirviera de nada en absoluto, y sin embargo acudia fielmente con paso firme dos veces por semana y me reganaba. Hasta la idea de que su vida pudiese mejorar parecia alterarla, y hablando con sinceridad no era facil entender por que ella seguia viniendo. Normalmente dejaba que hablase, aunque de vez en cuando intercalaba un comentario o probaba a hacer una interpretacion, que ella ignoraba por completo. <<… y entonces ella dijo que yo le debia tres francos de la semana pasada, !habrase visto semejante descaro! Eso me llego al alma y estuve a punto de marearme justo ahi en mitad de la tienda, pero entonces le dije a mi vez…>> Muchos anos de entrenamiento me permitian emitir un murmullo en los momentos adecuados sin necesidad de escuchar verdaderamente, y con algo de suerte no llegaba a enterarme de una palabra antes de que se fuera. Mire hacia abajo y vi que habia atravesado el papel con la punta del lapiz de pura frustracion. Entonces comence una de mis caricaturas de aves. <>, dijo casi a voz en grito Madame Almeida. Fuera llovia con tal violencia en ese instante que no era posible ver a traves de las ventanas nada mas que contornos imprecisos y, por desgracia, los golpes de las gotas contra los cristales no hacian sino animar a mi paciente a hablar a un volumen todavia mayor de lo habitual. Por lo visto estaba destinado a soportar trivialidades, pense resignado mientras me fijaba en una zona de su coronilla que aparecia sospechosamente rala. Me regocijo el hecho de que pudiera estar quedandose calva y que en tal caso yo lo hubiese sabido mucho antes que ella. De inmediato anadi aquel detalle a mi dibujo. Me imaginaba el dia en que viese un destello de si misma desde atras capturado entre un espejo y un cristal, como sus gruesos dedos palparian febriles el lugar, apartando el pelo para dejar al descubierto el cuero cabelludo mientras gritaba: <> Y asi, de un modo u otro, transcurrio otra hora de mi vida. Madame Almeida me agradecio la sesion y sujete la puerta para que pasase mientras daba la vuelta al bloc cuidadosamente para que no viera el avestruz calvo. Faltaban seiscientas ochenta y ocho conversaciones. En ese preciso instante, seiscientas ochenta y ocho me parecian una barbaridad.

  • Dime la verdad de Tess Gerritsen

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    Dos homicidios sin aparente relacion tienen mas en comun que el simple hecho de que los investiguen la inspectora de Boston Jane Rizzoli y la forense Maura Isles. En ambos casos, los cadaveres presentan heridas espantosas, pero se desconoce la causa real de la muerte. Un doble desafio que se presenta en un momento inoportuno para ambas. Mientras Jane se esfuerza por salvar a su madre de un matrimonio fracasado que amenaza con enterrarla, Maura se enfrenta a la muerte inminente de la suya, la infame asesina en serie Amalthea Lank. Esta, aun siendo victima de un cancer terminal, todavia disfruta manipulando a su hija y le facilita una pista criptica sobre los dos extranos asesinatos que Maura y Jane intentan resolver.

  • Botones y odio de Penelope Sky

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    Me estoy dejando la piel para conseguir botones.

  • Lady Brianna de Jane Mackenna

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    Lady Brianna de Clarence se ve obligada a casarse con Alexander Mackencie, el Laird mas temido de las Tierras Altas.
    Su Rey esta castigando a sus padres por desobedecer sus ordenes, ahora dieciocho anos mas tarde es hora de que paguen el precio.
    Alexander Mackencie odia a los ingleses y por ende a la mujer que se convertira en su esposa por ordenes del Rey, ya que tira por la borda sus suenos de matrimonio y felicidad con Isabella, la unica mujer duena de su corazon desde su adolescencia y su amante.
    Alexander y Brianna deberan luchar contra ellos mismos , pues ninguno estara dispuesto a rendirse y sucumbir ante el deseo.

  • Nunca Mas Rechazada de Christina Mcknight

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    Lady Viola Oberbrook solo deseaba olvidar la manana de duelo que se llevo la vida de dos jovenes, saludables, prometedores hombres de la sociedad y la enviaba a ella a la finca de campo de su padre. Ocho anos mas tarde, ella tiene su vida en orden: un negocio satisfactorio, unos pocos amigos confiables, y ningun plan para regresar a la sociedad de Londres. Lo que ella no espera es encontrarse cara a cara con su pasado…

  • Todo aquello que nos une. Mi autobiografia de Justin Trudeau

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    Joven, guapo y carismatico, Justin Trudeau irradia magnetismo, sobre todo entre la juventud, y se ha convertido en el politico que mas portadas de revistas y diarios ha protagonizado desde la retirada de Obama.

  • Las alcantarillas del poder de Fernando Rueda

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    <>. Esta frase, del que fuera presidente del Gobierno, Felipe Gonzalez, abre un libro apasionante y sorprendente que introduce al lector en los vericuetos del Estado desde el inicio de la Transicion. El objetivo es hacer un retrato lo mas fiel posible del comportamiento -agentes, operaciones secretas y actividades- de la empresa de fontaneros mas potente que ha tenido la democracia: el Cesid, hoy llamado CNI, creado en 1977 por el teniente general Manuel Gutierrez Mellado.

  • La venganza del Highlander (Medieval 3) – Anne Marie Warren de Anne Marie Warren

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    Una pasion mas poderosa que el odio entre dos clanes.
    Atormentado por la muerte violenta de su familia a manos de su enemigo Gordon MacDougall, el nuevo laird Malcom Campbell, se propone vengarse no solo con la muerte del asesino, sino con hacer prisionera a su joven viuda.
    Pero en el momento en que Malcom pone los ojos en la altiva belleza pelirroja no puede dejar de pensar en ella, y decide cambiar sus planes forzandola a contraer matrimonio.

  • Cuando el me amo de Susana Oro

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    Isabela Brandal es una importante ejecutiva de una reconocida empresa constructora, pero en un parpadear pierde todo lo que ha logrado y no tiene mas remedio que aceptar la invitacion que, a traves de una carta, le ha hecho llegar su desconocida tia Ernestina para que vaya a pasar una temporada a sus campos. Nunca se imagino que ella, una elegante mujer de ciudad que combina las prendas a la perfeccion, terminaria dando ordenes en el huerto de verduras de su tia; y mucho menos que tendria que lidiar con un empleado arrogante, descarado, holgazan y encima mal vestido, que no sabe nada de huertos; aunque segun tia Ernestina, que lo adora, es el mas noble de los vecinos del pueblo.

  • Corazon congelado (Corazones en Manhattan 5) de Camilla Mora

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  • Infinitamente tu de Moruena Estringana

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    Lisa creia en el amor, tal vez por eso estuvo media vida besando sapos con la esperanza de encontrarlo o de volver a sentir lo que sintio cuando era adolescente y se dejo llevar por este.
    Aunque de eso hace mucho tiempo. Ahora vive por y para el trabajo. Es por eso que acaba siendo la personal shopper de la madre del cantante de moda, Christian. Cuando se encuentra cara a cara con ese adonis que hace suspirar a cientos de fans, no puede evitar pedirle a su manager que le deje hacerle un cambio de look, solo por fastidiar.
    Lisa no soporta a Christian tras leer su libro, pero mientras lo sigue de gira, esperando encontrar su look perfecto, descubre muchas cosas de el que le haran verlo con otros ojos.
    ?Se arriesgara Lisa a creer en el amor una vez mas aun a riesgo de no ser mas que una de las cientos de fan que se mueren por el cantante?

  • Agente cero de Jack Mars

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    En este debut tan anticipado de una epica serie de suspenso y espias, del bestseller #1 Jack Mars, los lectores son llevados a un thriller de accion por toda Europa. Kent Steele como presunto agente de la CIA, perseguido por terroristas, por la CIA y por su propia identidad, debera resolver el misterio de quien lo persigue, del blanco pendiente de los terroristas – y de la hermosa mujer que sigue apareciendo en su mente.

  • El eco de la esperanza de Brianne Miller

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    Alex es un hombre al que lo unico que le preocupa es sacar adelante a su hijo, hasta que Elena se cruza en su camino. A partir de ese momento sus preocupaciones crecen, ya que tiene que mantenerla a salvo de su oscuro mundo mientras lucha contra la atraccion que surge entre ellos. ?Sera capaz de salvarla para descubrir lo que pueden tener juntos o su esperanza se convertira en un eco de sus deseos?

  • Necesitamos nombres nuevos de Noviolet Bulawayo

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    Finalista de los premios Man Booker y Guardian First Book, y galardonada con numerosas distinciones de todo tipo -entre las cuales destacan el Caine de literatura africana, el PEN/Hemingway y el Art Seidenbaum-, NoViolet Bulawayo agito los circulos literarios de Estados Unidos con esta primera novela sobre la capacidad ilimitada de las personas para afrontar las mayores adversidades y salir fortalecidas de la experiencia. Duena de una prosa en la que reverberan las voces, la cadencia y la intensidad de los contadores de cuentos que marcaron su infancia en la recien creada Republica de Zimbabue, la critica resalto sus extraordinarias dotes de narradora, en especial una inusitada franqueza que seduce y conmueve a la vez.

  • No dejare de amarte de Jenny Uriguen

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    ?Que ocurriria si un extranjero exageradamente atractivo, dominante y seductor se interpone, sin consideracion alguna, entre una envidiable relacion de pareja de varios anos? Eso fue precisamente lo que hizo Imran Gadhavi, joven apuesto y elegante, hijo de un acaudalado empresario de la India tan pronto y llega a la ciudad de Burlington, Vermont y conoce a Adell Jerome, hermosa joven de veintiun anos quien, en el momento en que se encontro con su cautivante mirada vio peligro, un delicioso peligro, uno que la cegaria y que la torturaria; pues con ello lastimaria a quien ella mas ama.

  • Eres parte de mi vida de Lorena Lazo

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    Tras un accidente en el que fallecen sus padres y su hermana queda postrada en una silla de ruedas, la vida de la futura doctora queda destrozada. Dedicada por completo a cuidarla, tiene incluso que rechazar el amor porque su hermana se ha encaprichado del hombre de quien ella se ha enamorado.
    Julieta tendra que sacrificarlo todo en la vida, ?sera capaz de sacrificar, tambien, lo que siente por el unico hombre al que ha amado?

  • Bruce (Hermanos Ramsay 1) de Adrian Blake

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    Bruce ha perdido una apuesta, y para pagar su deuda tiene que pasar una noche entera en Canallish… vestido con su uniforme de escoces del siglo XII. cuando en mitad del cerro aparece una figura femenina ataviada con una simple falda, Bruce piensa que esta como una cabra, pero antes de lo que imagina termina compartiendo con ella su comida… y su cama.
    Amber queria ver la lluvia estrellas… y habria disfrutado de ello si un imbecil no la hubiese convencido de hacerlo en Canallish. Lo peor no fue el frio, ni la oscuridad, ni siquiera el enterarse de que no podria volver a la ciudad hasta que el monumento no abriese por la manana. Lo que casi la mata del susto fue encontrarse de bruces con un hombre disfrazado de escoces… justo cuando acababa de tocar las piedras.

  • Librame de todo mal de S. A. Kirchen

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    La primera vez que el morbo se tradujo en humedad, la adolescencia afeaba un poco mi rostro con granos y espinillas, y me sorprendio paseando distraida hacia mi casa desde el instituto. Por expreso deseo materno, nunca cruzaba el atajo del cementerio viejo con tal de acortar el trayecto. Ella aseguraba, a propios y ajenos, que el sendero lo plagaban las animas atormentadas vagando sin reposo. Explicaba apasionada, un sinnumero de historias fantasticas sobre aparecidos y entes andrajosos visionarios de infortunios, que sugestionaban a los parroquianos hasta el punto de abandonar a sus muertos el Dia de Todos los Santos. Yo creci en ese ambiente religioso opresor, siempre temerosa al castigo divino, donde no era admisible pecar ni de pensamiento. ?Que me empujo a quebrantar la norma? Yo era carne de beata, siempre recatada y pudorosa. Mi uniforme escolar daba fe de ello; los calcetines bien altos y el dobladillo de la falda por debajo de la rodilla no dejaban un centimetro de piel al aire. Entonces, ?como sucedio? Hoy tras anos de mantener relegado aquel recuerdo al cajon desastre de mi memoria, comienzo a darle credito a las fabulas de mi madre; algo hubo de arrastrarme inconscientemente por aquella trocha estrecha y poco transitada, colmada de piedras caidas de los muros resecos y de la tierra, que, convertida en polvo, se fijaba a los mocasines lustrados en la manana. Cada rama que pisaba, mi mente la convertia en el crujido de un hueso al quebrarse. Cada hoja que me rozaba, eran jirones del atavio para amortajar de alguna novia suicida. Temblaba con cada soplo de viento que movia mi cabello, y me aferraba a la carpeta escolar como si fueran misales con la propiedad de ahuyentar a los espiritus molestos por mi intrusion. Sufri alucinaciones de todo tipo, hasta el punto de sudar en frio y respirar atropelladamente aquejada por el panico a lo desconocido o a lo imaginario. Me apresure a salir de la hijuela --se me antojo una peregrinacion-- con pasos acuciosos. Sin embargo, en mi fuga, el pie se enmarano en un raigon y al abrir los brazos para no perder los dientes en el batacazo, solte la carpeta y el contenido se desperdigo fuera de la senda. Ni sacudi la suciedad de la ropa, de un brinco me alce. Con miedo atroz, trizaba zarzales a manotazos sin acusar el escozor por los rasgunos de sus espinas. Asi, fui penetrando en el margen de la vereda y los vi. En el pueblo todos nos conociamos, y todos tambien teniamos un apelativo, por lo general otorgado en honor a alguna aptitud, labor, defecto o tara heredada de un antepasado. En mi casa eramos los Coratos, en recuerdo al caracter montaraz de una abuela. Los que estaban desnudos en el claro, rodeados de espesura silvestre y yerma, tampoco se libraban. Ella era Palmira, La Dona, nunca supe a que venia el apodo, era la esposa del alcalde, un hombre regordete y bigotudo, con los brazos desproporcionados en comparacion a su corta estatura, siempre apestando a puro, vino barato y refrito de bar. Yo les llamaba La extrana pareja. Las carencias fisicas del marido, eran superadas con nota por la belleza delicada de la mujer y, sobre todo, por su elegancia. Su acompanante no era el alcalde, si no el capellan, un hombre bien parecido y admirado por todas las devotas que proclamaban bondades de su persona. Alarmada, podria narrar como el pavor a ser sorprendida atenazaba mis musculos, podria, pero no; la imagen me subyugaba a seguir camuflada tras los matojos. Desde mi posicion podia sentir el sonido de sus besos arrebatados. El, le sujetaba con ambas manos la cara, sosteniendola con la maravilla que se admira un milagro; ella desabotonaba su camisa de abajo a arriba, dejando a la intemperie un torso definido y masculino, bien formado. Que extravagante es la vida, nunca habia contemplado a un hombre desnudo y el padre Samuel iba a mostrarme todas sus inocencias. Centimetro a centimetro, La Dona, fue retirando las prendas que entorpecian el acceso a la zona mas casta a mantener por un ministro del Senor, y cuando aparecio ante mis pupilas perplejas aquel pecado erguido, ahogue un grito de estupor. La mujer no tuvo remilgos en abandonar la boca hipocrita que, en la manana, habia impuesto penitencias a las confesiones de sus feligresas, para trazar con sus labios un rastro ardoroso derecho a calmar los latidos del miembro que acariciaba. Mi cuerpo tambien se agito expectante y acalorado, ardian mis mejillas y mis pulmones demandaban henchirse mas veces y mas profundamente. La mujer se postro ante el, aun vestida, mostrando los hombros, lo unico que le habia dado tiempo a descubrirle. Alzo la mirada desde su posicion, implorando ante aquel altar, relamiendose ansiosa de mimar sus exvotos expiatorios, y seguido, repaso con su lengua la envergadura exhibida sin reparos. Ahi, mis pulmones se vaciaron. A la par, en mis entranas principiaba un cosquilleo viciosamente agradable. Cuando ella le proporcionaba una caricia falica intensa, un millar de sensaciones se originaban alrededor, equivalentes a una sinfonia tosca de jadeos, paladeos, chasquidos y palabras sensuales, que me llegaban amortiguadas, pero con la energia estimulante precisa para avivar mis hormonas donceles. De repente, el, con voz ronca y excitada, rogo que se detuviera apartandole la cabeza de su intimidad, obligandola a levantarse. La observaba fervido, igual a un imaginero su obra sagrada, y fue desarropandola sin prisas, boton a boton, sosteniendole la mirada. Ambos desnudos se tumbaron en la yerba poco mullida. Los besos eran furiosos, suculentos, delirantes... Mordia el cuello de La Dona, que se contorsionaba bajo la figura del pecado. Tomo sus senos cual lactante hambriento y, cuando creyo haber catado suficiente, siguio buscando otro oasis en donde saciar su sed. No tardo demasiado en emplazarlo. Situando su boca en los labios intimos de la mujer, conseguia que gimiera retorciendose sin control implorandole un receso. No cedia a sus suplicas, al contrario, su lengua repasaba los pliegues del deseo, hurgaba en su cavidad intima y se centraba en saborear los jugos de la excitacion femenina, inmovilizando sus piernas, exponiendola de par en par ante el, absorbiendo sin reten la ambrosia ofrecida. Mi inquietud se habia convertido en agitacion y el calor, en llamas. La ropa interior empezaba a impregnarse de fluidos desconocidos hasta aquel entonces, mi libido intentaba orientarme torpemente sobre los pasos a seguir, hasta que la pareja cambio los juegos orales por los carnales. Ella, aun entre espasmos y convulsiones, recibia el primer envite. Se arqueo, el se mantuvo alli unos segundos y salio lentamente, para entrar de nuevo y repetir la operacion, una y otra vez, torturandola por como imploraba y se aferraba a la escasa hierba. Mi mano tomo la iniciativa al reptar por debajo de la falda. Estaba mojada, mi intimidad habia cambiado al tacto, era mas suave y mas esponjosa. Las censuras me asustaban y palpaba con aprension. Subitamente todos mis escrupulos se evaporaron junto con mis bragas, permitiendo a los dedos acariciar mi sexo, experimentando a darme placer sin mas prudencias. Con la falda por encima de las rodillas y con las bragas a la altura de los tobillos, escudrinaba la manera idonea de avezarme en enfasis a aquella fogosidad, ya no observaba a la pareja, verme a mi era asaz. Inesperadamente, una contraccion mas grata a las anteriores se manifesto imparable. Manipule mi vertice de goce, ignoto hasta el momento, y aprendi a presionarlo con el vigor adecuado para obtener una sacudida en respuesta. Algo restallaba dentro licuando mi candidez puber, tornando mi inocencia en un flujo viscoso y tibio que resbalaba entre mis nalgas. Lleve los dedos empapados a la boca, curiosa en conocer mi sabor y aroma, sin dejar de dedicarle fricciones intensas al punto erogeno profanado, succionando mi indice instruida por la vision de La Dona hacia unos minutos, y sin darme tregua a mi misma alcance el extasis. Contuve los gemidos mordiendome los labios por respeto a los adulteros de fe y promesas, que, tras consumar, se regalaban arrumacos de amantes fieles. Fui recomponiendome sin causarles molestia alguna y, tan silenciosa como apareci, me marche. Mi cuerpo aun sensible acusaba los roces de la ropa, tambien el corazon bombeaba la sangre con prisa y note mis pechos pesados y turgentes, entendi la necesidad apremiante de los imberbes companeros de clase, siempre animando a alguna de las chicas populares a complacer sus instintos basicos. Sin embargo, no solo disfrutaba de ese hallazgo, la angustia tambien ocupaba su parcela en mi, conjugando ambas emociones en diferente proporcion, y, con cada paso que me aproximaba a casa, la aprension ganaba al gozo. Mi madre estaria alli, entre sus miles de quehaceres, esperando mi regreso, pendiente del reloj. Con el tiempo habia conseguido diez minutos de cortesia y vadear el viejo osario me regalaba alguno mas, pero el rato de lubricidad superaba al computo total. Desee con ahinco que ella estuviera aquejada por alguna jaqueca, hecho probable, era una mujer victima de sus propias decisiones irreflexivas, producto de su lengua perennemente dispuesta a senalar los defectos ajenos e incapaz de distinguir los propios. Para mi descanso, nadie me esperaba, respire con alivio, habia temido delatarme al mal fingir no conocer sucesos resenables, cuando mis ropas sucias y mis zapatos polvorientos arguian lo contrario. La casa estaba vacia, podia mudarme ajena a miradas recelosas o preguntas incomodas a las que contestaria mintiendo. Evitando que una inspeccion ocular hiciera saltar todas las alarmas, saque brillo al calzado y lo guarde bajo la cama. Con sigilo, cruce de puntillas de mi habitacion al aseo y pase el cerrojo. Al desabotonar la blusa del uniforme y contemplar la imagen del espejo, me vi distinta, concretamente no se que habria cambiado, pero mi cuerpo me gustaba mas que en la manana o en la noche anterior. Repase con suavidad la rosada aureola que al contacto recuperaba tersura y mis senos tomaron forma sugerente, apetecible. Acariciaba las protuberancias semejantes a fresas y las pellizque, primero con tiento, luego con mas crudeza. Un jubilo chocante, entre gusto y desagrado, conecto mi sexo. Desabroche la falda y hasta el sonido al caer fue provocador. Mis braguitas de algodon con blonda infantil, estaban sucias, con briznas de paja y restos de arena; aun humedas, las baje, lanzandolas de un puntapie a un rincon del bano y de nuevo examine mi reflejo escandaloso, recobrando la exploracion en donde la habia dejado antes de descubrirme a mi misma. Entre mas maltrataba mis indefensos pezones, mas necesitaba escarbar en mi libidine e introduje el dedo corazon para notar el pulso en mi intimidad. Nuestro Senor fue habil al dotarnos de tantos dedos en cada mano, logre jugar con mis claves del hedonismo a la vez, aprendi a satisfacerme en menos tiempo del que emplee en la invocacion al Espiritu Santo. Cuando mi familia regreso de sus quehaceres, yo habia preparado la cena, puesto la mesa y esperaba acabando mis tareas escolares. Presentia que, si me observaban con detenimiento adivinarian mi intrusion en esos horizontes intemperantes. Asi que opte por intentar pasar inadvertida. En principio no deberia de ser una empresa dificil, en casa solo notaban mi presencia en caso de retrasarme. La noche estuvo llena de suenos variopintos, situaciones inconcebibles y tentaciones insolitas, en donde un fraile, poseia mi cuerpo haciendolo retorcer bajo sus habitos de saco, desgarrando su pureza con mi total entrega.

  • Con aroma a madera de Luz Barreras

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    Una historia que nos recuerda que cada dia tiene mil cuatrocientos cuarenta minutos para vivirlos, que las cosas sencillas de la vida pueden obrar magia y que hay muchos caminos para llegar al hogar.

  • Palidez y otros relatos de Rafa Ron

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    Erotismo, sadismo, dolor y placer se entrelazan en los relatos de Rafa Ron, que abren la puerta a un mundo en el que nada es lo que parece y en el que lo que es puede resultar demasiado incomodo.

  • Solo las bestias de Colin Niel

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    Evelyne Ducat, una mujer rica y caprichosa, ha desaparecido. Encuentran su coche en la carretera a un pueblo rural, donde malvive una comunidad de campesinos, tan solos y olvidados como las montanas nevadas que los rodean. Alice y Michel sobreviven a la rutina. Cuando ella entabla una relacion amorosa con Joseph, otro de los ganaderos de la region, nadie sospecha que la muerte de Evelyne este relacionada con eso. Pero los hilos que unen a los habitantes del Causse son como los frios vientos de las cumbres: implacables y destructores.
    Premio Polar del Quais du Polar 2017
    Premio Polar Landerneau 2017
    Premio Cabri d’Or 2017
    Premio Goutte de Sang d’Encre 2017

  • Jazmines en el pelo de Amanda Sanh

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    Lo malo que tiene el pasado es que no lo puedes negar.

  • Quien bien te quiere te hara reir (Bad Boy’s Girl 4) de Blair Holden

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    Cuarta entrega de la adictiva serie #BadBoysGirl.

  • El huesped de Valeriam Emar

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    Molly Darrow habia aprendido de la forma mas cruda que no debia confiar en los hombres. Ella habia tenido que regresar a su pueblo natal en Georgia para hacerse cargo de la cabana familiar: Space Mountand. Debia abrirla para un arrogante huesped que venia de Nueva york con la intencion de hacer negocios y traer el progreso al pueblo. Pero ella no dejaria que el atractivo y misterioso Noah Axelrod la enganara y descubriria lo que el trataba de esconder detras de dichas inversiones. Aunque vigilarlo se convirtiera en su pasatiempo.

  • Secretos Inconfesables. Una pasion tan peligrosa que pocos se atreverian 2 de Mercedes Franco

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    Lucinda Washl se ve atrapada entre la importante mision que debe completar y el amor que siente por Andre Ackermann, ambos se entregan a una pasion desmedida, cuyas consecuencias podrian ser mortales.