• ernesto ganuza fernandez - Ernesto Ganuza

    https://gigalibros.com/por-que-la-gente-odia-la-politica.html

    Nuestra relacion con la politica en los ultimos anos ha sido aparentemente contradictoria: nunca habiamos desconfiado tanto y a la vez (casi) nunca nos habiamos implicado con tanta intensidad. En ?Por que la gente odia la politica?, a partir de una serie de datos cuantitativos y cualitativos que dan lugar a un interesante dialogo en relacion a estas cuestiones, se examina en profundidad esta relacion amor-odio que tienen las personas con la politica y cuales son las alternativas que se proponen frente a ello: ?mejoramos los sistemas de representacion y tratamos de conseguir mejores politicos?, ?profundizamos la democracia con mas participacion?, ?recurrimos a expertos que puedan ser neutrales y eficaces? Esta obra nos muestra que aspectos nos atraen mas y cuales nos convencen menos en cada una de estas alternativas.

  • Libros de Ernesto Ganuza Fernández - Agapea

    https://www.agapea.com/Ernesto-Ganuza-Fernandez/

    Envíos a partir de 18€ para España peninsular, Tenerife, Gran Canaria y Mallorca. Estás aquí: Libros > Libros de Ernesto Ganuza Fernández ...

  • Ciudadanía y participación : Ganuza Fernández Ernesto

    https://www.amazon.es/Ciudadan%C3%ADa-participaci%C3%B3n-Ganuza-Fern%C3%A1ndez-Ernesto/dp/384433887X

    Ciudadanía y participación : Ganuza Fernández Ernesto: Amazon.es: Libros. ... Este libro es una reflexión sobre los límites de la democracia y cómo se ...

  • Libro: La democracia es posible - 9788416205554 - Marcial ...

    https://www.marcialpons.es/libros/la-democracia-es-posible/9788416205554/

    La democracia es posible.[ Ganuza Fernández, Ernesto; Mendiharat, Arantxa; ]. El desgaste y el deterioro de la política desde la perspectiva de la ...

  • Ernesto Ganuza Fernández - Dialnet

    https://dialnet.unirioja.es/servlet/extaut?codigo=591220

    Libros — Libros. La democracia es posible: sorteo cívico y deliberación para rescatar el poder de la ciudadanía. Ernesto Ganuza Fernández, Arantxa ...

  • Todos los libros del autor Ganuza Fernandez Ernesto

    https://www.todostuslibros.com/autor/ganuza-fernandez-ernesto

    Quieres información sobre los libros de Ganuza Fernandez Ernesto? Te damos información detallada de sus obras y te decimos donde comprarlas.

  • ernesto ganuza fernández - Libros - Iberlibro

    https://www.iberlibro.com/servlet/SearchResults?an=ernesto+ganuza+fern%E1ndez&sortby=20&pt=book&cm_sp=pan-_-srp-_-ptbook

    El círculo virtuoso de la democracia. Los presupuestos participativos a debate / Ernesto Ganuza y Francisco Francés. de Ganuza Fernández, Ernesto y una gran ...

  • GANUZA FERNÁNDEZ, ERNESTO | Traficantes de Sueños

    https://traficantes.net/autorxs/ganuza-fern%C3%A1ndez-ernesto

    Ernesto Ganuza es científico titular del CSIC. Es Doctor de Sociología por la Universidad Complutense de Madrid (2005). Ha sido miembro del equipo ...

  • Ernesto Ganuza Fernández - Centro de Ciencias Humanas y ...

    http://cchs.csic.es/es/personal/ernesto.ganuza

    Ernesto Ganuza es Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid ... publicando libros y artículos sobre esta problemática (como Popular ...

  • democracia y presupuestos participativos - Elkar

    https://www.elkar.eus/es/ficha_del_libro/democracia-y-presupuestos-participativos/ganuza-fernandez-ernesto/alvarez-de-sotomayor-carlos/9788474266344

    Ernesto Ganuza Fernandez / Carlos Alvarez De Sotomayor. ... Los autores y coordinadores de este libro quieren compartir unas experiencias que pretenden ser ...

  • Una temporada salvaje de Joe R. Lansdale

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    <>. Natalia Marcos, El Pais Hap Collins es un tipo blanco, mujeriego y exconvicto por negarse a combatir en Vietnam. Leonard Pine es veterano de esa misma guerra, negro y gay. Hap y Leonard son los mejores amigos del mundo en el Texas de los anos ochenta. Y tambien los mas desastrosos. Trabajan mucho, ganan muy poco y practican artes marciales en su tiempo libre. Pero de pronto Trudy y su melena rubia regresan a la vida de Hap. Se avecinan problemas, piensa Leonard. Y tiene razon, esa mujer siempre lo complicaba todo. Pero ahora tiene una propuesta: un monton de dinero facil enterrado cerca del rio Sabine. Hay que reconocer que las cosas se ponen interesantes; Una temporada salvaje, la novela con la que Hap y Leonard irrumpieron en la escena del thriller, es violencia, accion y humor acido, es camaraderia, desmadre y villanos sanguinarios, es un coctel explosivo de noir sureno y del pulp mas gamberro. Caos total al estilo texano.

  • La flor y nata de Mamen Sanchez

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    La joven protagonista de nuestra novela, una periodista recien salida de la facultad y del cascaron, se ha criado, literalmente, entre la flor y nata de la sociedad, esa misma que cada semana aparece retratada en las paginas de la revista de su familia.

  • Bajo el hielo, Bernard Minier de

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    Es diciembre de 2008 y, el escenario, un profundo valle de los Pirineos. De camino al trabajo, los empleados de una planta hidroelectrica descubren el cuerpo de un caballo decapitado suspendido en la cara helada de la montana. La investigacion del macabro hallazgo es asignada al capitan Servaz, un cuarentanero hipocondriaco que siempre actua guiado por su instinto. Se trata del caso mas extrano de toda su carrera. ?Que motivos podria tener alguien para asesinar a un caballo a dos mil metros de altitud? Todo indica que este es solo el principio de una larga pesadilla. Ese mismo dia, una joven psiquiatra se inicia en el mundo laboral en el psiquiatrico de la zona.

  • Para mi desgracia, mi jefe de Vega Manhattan

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    Alicia no veia la hora de que su contrato terminase, trabajar con Iker Vidal era un verdadero suplicio. Ese hombre disfrutaba desquiciandola y ella... Ella no tenia paciencia para mantener la boca cerrada.
    Lo que Iker sentia era un poco mas complicado, esa mala pecora lo iba a volver loco.
    Aunque ambos mantenian las distancias, parecia que no era suficiente para evitar que sus mas ocultos deseos salieran a la luz.

  • Definitivamente no el chico bueno de Niam Jam

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    ?Que ocurre cuando un sueno se convierte en una pesadilla?
    Musica, fama, los mejores escenarios alrededor del mundo e incontables admiradoras eran parte de la vida de James Wolf. Pero vivir bajo los reflectores no es tan sencillo ni tan glorioso como parece. Cuando tantas personas creen tener el derecho a opinar e incluso intervenir en tu vida las cosas pueden salirse de control. Y eso James lo sabe mejor que nadie.
    En algun momento la fama se convirtio en su maldicion, y la soledad, en su refugio. Las malas experiencias le hicieron levantar barreras a su alrededor y ahora no tiene intencion de permitir que nadie las traspase, pues sabe de antemano lo mal que podrian resultar las cosas si eso sucediera.
    Lo que James ignora es que evitar eso no siempre esta en sus manos. Incluso aunque trate de hacerlo con todas sus fuerzas.

  • Sonar bajo el agua de Libby Page

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  • Con las Manos en la Masa de Lexy Timms

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    !La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!

  • Rindete amor mio (Que peligro tiene mi jefe 1) de Kelly Dreams

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    Cuando el destino llamo a su puerta, Emily Burton lo perdio todo. En un abrir y cerrar de ojos se encontro despojada de sus suenos, privada de su primer amor y entregada a un hombre al que no amaba.
    Ahora, quince anos despues, el destino vuelve a intervenir y Matthew Oliver ve la oportunidad de recuperar aquello de lo que fue privado, la bruja que ha nacido para contener su magia, la unica mujer destinada a unirse a el para toda la vida. La pregunta es, ?era ya demasiado tarde o podia albergar esperanzas de que Emily todavia lo quisiera?

  • Cassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura de Erika Sanders

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    Cassandra la semidemonia y Lady Gedren la elfa oscura es el tercer volumen de las nuevas aventuras de Conan el Barbaro y sus bellas companeras.
    Conozca a las mujeres en la vida de Conan como nunca antes le habian contado.

  • Lo que ha unido el arroz que no lo separe la p de A. R. Cid

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    ?Quien ha dicho que la novia ha de ser la protagonista?
    Tres amigas, ahora damas de honor, se han propuesto que ese dia sea inolvidable, pero se les ha ido de las manos.

  • El otro Hollywood de Eve Babitz

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    <<Me parecia a Brigitte Bardot y era la ahijada de Stravinsky.>> Asi se definia Eve Babitz, musa del Los Angeles de los sesenta y setenta que con apenas treinta anos publico estas memorias dignas de una estrella de Hollywood.

  • Di que eres mia de Elena Romero

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    El humo de un cigarrillo abandona el coche a traves de la ventanilla, el espeso humo se desvanece rapidamente en el ambiente debido a la velocidad considerable a la que se desplaza el vehiculo. Un par de caladas mas tarde, es lanzado hacia la nada, ya que, siempre habia sido una mala idea fumar antes del desayuno. Acto seguido, sosteniendo un vaso desechable con el logo de una reconocida marca de cafeterias, Derek es victima de los espasmos involuntarios que le generan una tos incontrolable y que no le permite continuar avanzando. Se ve obligado a detener el vehiculo por unos segundos a la orilla de la carretera, maldice una vez mas y toma un sorbo de cafe. Habia dos cosas que Derek detestaba enormemente, una de ellas era el cafe frio, y la otra, una sesion de sexo mediocre. La vida de Derek no ha sido sencilla, ha tenido que afrontar algunas duras pruebas que lo han convertido en el hombre actual, no se siente orgulloso de nada de lo que ha logrado, ya que, todo parece haber sido una serie de fracasos desde hacia seis anos atras. Ahora, con 25 anos, Derek tiene mas historias que contar que cualquiera de las personas que conoce, se ha visto obligado a abandonar su ciudad natal para poder conseguir oportunidades en la ciudad de Nueva York, que ha sido la unica que le ha dado un voto de confianza al joven conductor de una furgoneta de entregas a domicilio. De hecho, es lo unico que tiene, y lo que considera de valor en su vida. Vive en un pequeno departamento sobre un bar nocturno que opera durante toda la noche y raras veces le permiten dormir por el volumen elevado de la musica. Aunque sabe que su vida es un completo desastre, Derek sabe perfectamente como compensar la desgracia, ya que, no duda ni un solo segundo cuando tiene una oportunidad de divertirse. Aquella manana, es evidente en sus ojos el agotamiento de no haber cerrado y sus parpados en toda la noche. Siendo un lunes por la manana, debe asumir sus responsabilidades para poder tener algunas monedas al final de mes. Hubiese deseado quedarse en la cama, pero las responsabilidades matutinas del inicio de semana lo han impulsado a salir de su departamento con la misma ropa con la que ha pasado todo el dia del domingo. Solo le ha dado tiempo de tomar la chaqueta de la compania de entregas para la cual trabaja y tras subir a su camioneta, condujo rapidamente para recoger la encomienda y entregarla en el destino indicado. Su vida ha sido automatica desde su llegada a Nueva York, una rutina muy bien definida por el trabajo durante el dia y el placer durante la noche. Necesita un escape efectivo de la realidad en la cual se encuentra, y a pesar de que, ha tenido muchos vicios rodeandolo constantemente, el unico ante el cual ha sucumbido de manera inevitable ha sido el placer que le puede proporcionar el sexo. Nunca es suficiente para Derek, quien, despues de haber tenido una vida bastante agitada durante sus dias de adolescente, ha retomado esta vida despues de volver a las calles una vez mas. Si, Derek ha estado ausente de las calles durante cuatro anos, despues de que, con tan solo 20 anos ingresara a la penitenciaria estatal al haber estado vinculado con multiples estafas. Es un hombre sumamente inteligente, pero esta inteligencia no ha sido utilizada para los fines correctos. Siendo un genio de la computacion y un maestro de los numeros, Derek se habia vinculado con las personas equivocadas. A traves de las practicas ilicitas, habia logrado conseguir una importante fortuna que aseguraria su futuro, pero nunca habia contemplado la posibilidad de ser atrapado. La mente de un criminal siempre evade esta posibilidad, deshaciendose del miedo ante la posibilidad de vivir encerrado durante el resto de su vida, y asi poder efectuar sus crimenes de manera impecable y exitosa. Una equivocacion minima le habia costado la libertad a Derek, quien fue rapidamente rastreado por los federales, quienes estaban tras su pista despues de haber conseguido enganar a uno de los empresarios mas importantes de la ciudad de Nueva York. Miles de dolares ingresaron a su cuenta personal en solo unos segundos, siendo un exito tanto para el como para sus companeros, quienes confiaban en las habilidades de este genio, quien aseguraba en todo momento que nunca podrian atraparlo. Tan solo un par de horas despues, los federales estaban rompiendo sus puertas para ingresar y llevarlos a todos detenidos. Al parecer, este seria el final de la vida de crimenes de Derek, quien tuvo suficiente tiempo para recapacitar mientras estuvo encerrado. Tras este suceso, sabia perfectamente que no contaria con absolutamente nadie a partir de ese momento. Sus padres, llenos de decepcion, le dieron la espalda para siempre, dejando a Derek por su cuenta durante los siguientes anos. Su buen comportamiento le habia permitido salir antes de que se cumpliera la condena de los cinco anos. Fue asi como, despues de cuatro anos encerrado en aquella penitenciaria, finalmente saldria a las calles llevando a cuestas una pequena mochila con algunas de sus pertenencias, un corazon lleno de esperanzas y una gran necesidad de llenar el vacio que habia sentido durante los ultimos cuatro anos. La adolescencia de Derek que habia sido un completo desastre, llena de locuras y accion debido al exito que tenia con las chicas. Estatura de 1.90 m, piel blanca, ojos cafes y personalidad particular, siempre le han permitido tener acceso a la chica que deseara, por lo que, no seria dificil poder conseguir a alguien con quien divertirse desde aquella primera noche en las calles de Nueva York. Cada centavo del dinero que habia conseguido estafando habia sido confiscado, por lo que, todos asumian que Derek estaba completamente quebrado. Pero, un joven tan inteligente y habil con la tecnologia, habia conseguido guardar algunos dolares en una cuenta que no habia sido rastreada. Este seria su fondo de retiro, el cual pensaba que utilizaria muchos anos despues, el cambio en los planes de manera tan drastica lo habia obligado a disponer de este dinero para poder comprar un pequeno departamento en la ciudad de Nueva York y una furgoneta. No habia sido demasiado meticuloso a la hora de escoger su departamento, entrando al primer lugar que se le presento y cerrando el negocio casi instantaneamente. Era un lugar tranquilo durante el dia, pero durante las horas nocturnas era un completo caos. El bar que funcionaba en la parte de abajo, generalmente tenia niveles insoportables en el volumen de la musica, algo con lo que no contaba Derek aquella tarde cuando cerro el negocio para comenzar a vivir en aquel lugar. Esto lo obligaba a compartir el festejo y bajar hacia el bar a disfrutar de unas cervezas y buena compania. Esta era una apuesta segura, ya que, cada vez que acudia completamente solo al bar, generalmente terminaba en la habitacion principal de su apartamento follando con cualquiera de las chicas que sucumbieran ante sus encantos. Era un hombre misterioso, siempre tenia una buena conversacion para compartir. Su talento con las mujeres era algo innato, no era algo que practicara o premeditara antes de llevar a cabo, con solo sentarse al lado de una de las chicas y proporcionarle una cerveza, ya tenia la mitad del trabajo realizado. Pocas habian sido las que se habian rehusado a compartir un trago con este caballero, muchas de ellas por su preferencia sexual y otras por estar acompanadas de su pareja, quienes aparecian segundos despues para quitar del medio al joven conquistador. Despues de continuos intentos por conseguir un empleo, se le estaba acabando el dinero, hasta que finalmente habia logrado ser contratado por esta compania de entregas a domicilio, la cual requeria de un joven con vehiculo propio que le permitiera realizar las entregas de paquetes de diferentes dimensiones. Aunque aquel viejo hombre no estaba demasiado convencido de darle la oportunidad a un exconvicto, finalmente logro sucumbir ante la insistencia de Derek. Fue asi como consiguio aquel empleo que le obligaba a salir muy temprano de casa en la manana para pasar todo el dia conduciendo su furgoneta de un lugar a otro para realizar las entregas asignadas por la secretaria de la compania.

  • Eso que llaman amor de Vanessa Lorrenz

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    Anne estaba al borde de las lagrimas, habia escapado de su casa pues su esposo en uno de sus arranques de ira y borrachera le habia golpeado y amenazado con llevarse lo mas valioso de su vida, su pequena hija Camile que tenia tres anitos, que en esos instantes dormia profundate en brazos de su madre cubierta por una frazada ligera que la protegia del frio, no sabia a donde se dirigian ni que era lo que iba a ser para darle techo y comida a su pequena , pero ya no soportaba seguir viviendo en ese infierno que era su matrimonio. Cuando su marido llego ese dia y la golpeo lo unico que pudo pensar fue en salir corriendo cuanto antes de ese infierno por eso saco la poca ropa que tenia colocandola en una mochila, algunas cosas de uso para pequena, tomando el poco dinero que tenia ahorrado de lo que su marido le iba dando pero no era demasiado estaba segura que no le iba a alcanzar ni siquiera para una habitacion de un hotel. Estaba a punto de anochecer y el cielo amenazaba con soltar una gran tormenta, sintio que todas sus esfuerzos la abandonaban se sento en la entrada de una casa donde habia un pequeno toldo, si llovia le permitiria cubrirse un poco para que no se mojara, se sento en un pequeno escalon y acariciando el rostro de su pequena hija dejando correr las lagrimas que llevaban amenazando con salir desde que salio de la que por cuatro anos habia sido su casa. De pronto se solto una tormenta y ella acerco todo lo que fue posible a su pequena contra su pecho para poder brindarle todo el calor que le fuera posible mientras esta de removia entre sus brazos. Contemplando la carita de su hija le susurro --Duerme mi amor,mami te cuida mientras lagrimas corrian por su rostro le acariciaba el suave cabello rizado de la pequena --Todo va estar bien princesa ya nadie nos va hacer ningun dano En ese momento la pequena abrio sus ojos y sonrio a su mami cuando un relampago callo haciendo un ruido sonoro el cual espanto a la pequena, haciendo que las dos se abrazaran con fuerza. --Mami tengo miedo --Anne acaricio el rostro de su pequena la abrazo con fuerza para brindarle proteccion -- No pasa nada carino solo es una relampago ?recuerdas para que son los relampagos mi amor? La nina con el rostro cual munequita de porcelana, su cabello rizado color castano claro, ojitos marron, y labios y pomulos sonrosados nego con la cabecita, en su carita se veia claramente que estaba muy asustada por la tormenta --Recuerda carino los relampagos son solo para que las mamis que lavaron ropa se den cuenta que va llover y la metan antes de que se moje mi amor no tienes por que tener miedo yo estoy aqui y yo te cuido Beso con mucha ternura su frente y la nina sonrio, Anne con toda la fuerza del mundo contuvo las lagrimas para que su pequena no se preocupara aun tenia muchos problemas por resolver y no queria que su hija la viera derrotada. --Si mami yo tambien te cuido --la pequena se abraso a su almohadita --pero mami creo que mi pancita ya tiene hambre Anne tuvo que tragarse el nudo en la garganta pues en todo el dia su hija solo habia tomado dos porciones de leche y unas manzanas que pudo comprar en una tienda de autoservicio, aun le quedaban unas barritas de cereal que habia comprado pero sabia que su pequena necesitaba alimentarse bien no era justo que por los errores de los adultos ella tuviera que sufrir carencias y no tenia ni idea de donde iban a pasar la noche y la tormenta no daba senas de querer desistir , en esos momentos desearia que su vida fuera diferente, desearia no haberse enamorado como una tonta como tampoco haber soportado tantos maltratos por parte de su marido, pero esos deseo eran imposible ya no habia marcha atras tendria que procurar el bienestar de su hija, "lo lograria asi se le fuera la vida en ello "pensaba mientras veia la lluvia torrencial caer. Miro a su pequena sonriendo, saco una barrita de cereal para que la pequena se la comiera, aunque ella llevaba todo el dia sin probar alimento de manera que por momentos sentia que su cuerpo ya le estaba pasando la factura. --Mira amor come esta barrita de cereal para que tu pancita no tenga hambre-- La pequena tomo la barrita devorando con ansias, tomo un poquito de leche para despues abrazar a su mami mientras esperaban que pasara la lluvia, justo cuando la tormenta esta en su punto mas fuerte paso un coche demasiado cerca de la banqueta y las mojo completamente. --Dios mio no puede ser, ahora estamos mojadas--atrajo a su pequena para brindar calor lo mas que pudiera --maaammiii teenngooo friiooo --la nina castaneaba los dientitos por el frio que sentia --Tranquila mi amor no pasa nada ahorita te abrazo y el frio se pasa, quieres que cantemos una cancion --tratando de cobijar lo mas que le permitia la mantita, la estrecho entre sus brazos para proporcionarle mas calor.

  • Querida (y odiada) casualidad (Coeur de sucre 1) de Lana Fry

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    Ah, Paris, la ciudad del amor. y de las casualidades.Cuando Lea Chartier intercambia telefonos con el misterioso hombre que ha conocido en una fiesta de disfraces, poco puede imaginar ella quien se esconde bajo la mascara. Quiza, de saberlo, se habria pensado mejor eso de hacer honor a su fama y meterse en berenjenales de los que despues no sabe como salir. Pero ?como iba Lea a sospechar que ese hombre tan encantador eRA en realidad alguien a quien apenas soporta ver en el dia a dia? En una noche en la que las mascaras permitian ser quien quisieras. ?habra el mostrado su verdadera cara o va a necesitar conocerlo sin ella para descubrir que tan real fue lo que paso aquella noche?

  • Ruinas (Partials), Dan Wells de Dan Wells

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    En la conclusion de la serie de elementos parciales, el tiempo se acaba y los seres humanos estan a punto de iniciar una nueva guerra con los parciales. La unica esperanza de supervivencia esta en manos de unos pocos dispersos de ambas especies que estan buscando una manera de detener el conflicto. En medio del caos, un ser misterioso aparece, que no es parcial o humano, la prediccion de un

  • El futuro es hoy de Jose Maria Aznar

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  • Departamento 240 de Felipe Zurita

    https://gigalibros.com/departamento-240.html

    Novela que cuenta la historia de Gerardo Bustamante, un joven adulto que comenzo a sufrir extranos sucesos nocturnos al cambiar de hogar.
    Durante el trayecto de su historia se cuestiona si esta viviendo alucinaciones, terrores nocturnos, esquizofrenia o si se encuentra en medio de una situacion paranormal. Obligado a escribir su historia por personas que no son mencionadas nos entrega un ano de su vida y un inesperado final.

  • Rule de Ellen Goodlett

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    El rey se esta muriendo; su heredero acaba de ser asesinado y la rebelion se prepara en el Este. Pero el reino tiene una ultima opcion antes de sumergirse en un caos sin alguien que los lidere. O, mejor dicho, tiene tres opciones.

  • Mi doctor ideal de Francesca Duran

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    Soy un distinguido medico, joven y reconocido por mis habilidades con el bisturi y mi propia herramienta.
    No hay enfermera que se queje de trabajar conmigo. A nadie le molesta, las mujeres quedan satisfechas y mis amigos ya me conocen y aceptan.
    Tener que viajar a ayudar a la hermana de mi amigo en el Boston General sera algo facil y nueva carne para gozar.
    No me gustan las mujeres mayores asi que sera facil mantener mi miembro quieto con la hermanita de mi amigo, Bea. Ella es quisquillosa y grunona, pero una gran Doctora, una profesional en su area, se que puedo aprender de ella tambien, y no es nada parecido a mi tipo de mujer (tontas y plasticas).
    Pero conocerla es una ilusion, su cuerpo, cabello, su elegancia, su dureza, ella es un sueno. Como me gustaria tenerla, pero puedo ver que esta rota por dentro, su corazon es un roca en su pecho, quisiera abrazarla, hacerla mia. Maldicion, mi amigo no me lo perdonaria y es como mi hermano.
    Debo controlarme.
    Pero ese cuerpo me llama a gritos, yo podria con fuego ablandar ese hierro. Ya no tengo como sacarla de mi mente...
    ?Que hago? ?La hago mia o controlo mis instintos? ?Que pasara cuando me entere de su verdadero dolor?

  • Elijo el Arcoiris de Lucy Chibimundo

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    No me di cuenta. Ocurrio todo tan despacio que, hasta que me encontre dentro, no me di cuenta de donde estaba. Inicie mi paseo por la playa, saboreando la brisa, con el sol apoyado sobre mis hombros y la suavidad de la arena caliente bajo mis pies. Segun avanzaba, esta se iba convirtiendo poco a poco en arenilla. De forma apenas perceptible en un principio, de vez en cuando una concha partida aparece y te pica. Las pequenas piedras me aranaban los talones, pero segui caminando. En algun momento, la arenilla desaparecio. Cada vez habia menos de esta y mas piedras, pero ya me habia acostumbrado al tacto. Segui avanzando, como siempre he hecho. Las piedras se volvieron cada vez mas grandes. Casi fue un alivio, porque molestaban al andar, pero no me rasgunaban. Ahora necesitaba algo mas de equilibrio al continuar; por suerte, siempre he sido buena en buscarlo. Primero, era facil: reposicionar un pie, retroceder un pequeno paso. No me habia dado cuenta, pero se hacia de noche y el sol se estaba poniendo. Entonces, empezo a refrescar, un alivio en la caminata, que cada vez se me antojaba mas dura. Parecia que la playa, en vez de plana, fuera cuesta arriba. Tenia que esforzarme para mantener el equilibrio sobre las piedras. Me costaba avanzar. Sudaba del esfuerzo, pero segui caminando. Apenas veia bien mis pasos, el sol se habia ocultado por completo y solo me quedaba la luna. El frio, al contacto con el sudor, me hacia temblar. El paseo habia dejado de ser agradable. Quiza ya no se podia llamar asi a eso de trepar entre las rocas. Pero continue adelante. Entonces, descubri que no lograria avanzar mas. Habia una gran pared delante de mi. Habia entrado en una cueva. Me gire y vi la entrada, reluciendo con la luz de la luna. Quise dar un paso hacia ella para salir, pero mis pies estaban atrapados entre las rocas. Entonces, comprendi que era tarde. Quiero crear recuerdos contigo Llevo mucho tiempo dandole vueltas. Quiero ser mama y vivir la experiencia de criar a una pequena personita, jugar con ella, hacer manualidades... y disfrutar de la infancia desde un punto de vista adulto. Pienso en mi ninez y me divido entre una tristeza nostalgica y una felicidad intensa. Tengo muchos recuerdos de mi infancia, algunos muy buenos y otros no tanto. En la mayoria, esta mi hermana, por supuesto; ella forma una gran parte de mi vida y constituye una piedra angular para mi maternidad. Cuando echo la vista atras, puedo recordar incluso la emocion exacta en muchas de esas ocasiones. Me encantaria traspasartelas. Quiero regalarte ese tipo de momentos, en los que tu corazon late rapido y, al respirar, notas como el aire llena tus pulmones. Parece que no te cabe mas en el pecho y vas a estallar de anticipacion. Sonries de oreja a oreja y te duelen los mofletes, porque llevas mucho rato con esa misma cara de ilusion. Te ries, te ries y te sigues riendo, como si alguien te estuviera haciendo cosquillas sin parar. Entonces, expulsas todo el aire que tenias dentro, te quedas sin aliento y notas el vacio interior. Pero es uno bueno, de esos que estas deseando llenar con el siguiente segundo de vida. Se que crearemos la mayoria de nuestros grandes momentos con la rutina del dia a dia. Los momentos especiales para realizar actividades unicas no lo serian si fueran costumbre. El dia a dia tiene una magia distinta, un sabor pausado, como la comida de puchero. Conservo recuerdos rutinarios muy buenos de mi infancia y espero repetir contigo esas pequenas cosas magicas que mis padres hacian conmigo. Quiero arroparte, igual que mi madre me arropaba a mi, sobre todo, en invierno. Me daba las buenas noches y me tapaba tan fuerte que parecia que no iba a poder moverme hasta el amanecer. Remetia las sabanas o el nordico por ambos lados para que estuviera bien apretadita y no me entrara el frio por ningun lado. Luego, me regalaba un beso en la frente y su calor se quedaba conmigo toda la noche. Su amor se grababa en mi piel hasta el dia siguiente, como si fuera un hechizo que ahuyentara los malos suenos. Recuerdo que esa tecnica adquirio incluso un nombre: <>, por la forma de envolver. La rutina de cada noche se ha convertido en un gran recuerdo, sin necesidad de realizar nada grandioso ni especial. Solo el carino y el amor de una madre que te arropa, te desea las buenas noches y te besa para despedirse hasta el siguiente dia. Y aun asi, en mi mente me transporto a esa nina y me reconforta. Tambien estan las costumbres menos habituales, las de los fines de semana. Por una temporada, nos dio por cocinar pizza casera desde cero. La masa era muy divertida de preparar y nos podiamos pasar un buen rato con ella. Supongo que entretener forma una parte muy importante de ser madre. Luego, habia que elegir lo que ibamos a poner encima. Siempre escogiamos un monton de ingredientes diferentes, los picabamos todos y, al colocarlos sobre la masa, cada semana, descubriamos lo mismo. Nos habiamos pasado de cantidad. Quedaba una pizza de casi dos dedos de grosor; una vez horneada, costaba comerla. Pero nos daba igual, aunque tuvieramos que abrir la boca como si fueramos anacondas para poder meterle un mordisco. Creo que cocinar es una fuente de union familiar muy importante, al menos asi lo percibo en mis recuerdos. Para mi, implica mas que preparar la comida que, de hecho, no se me da especialmente bien. Significa crear, mancharse, disfrutar, reir... Al final, te comes esa creacion, la limpias o acaba en la basura... Pero los momentos al crearla van a quedarse por siempre grabados en la memoria, a pesar de lo que ocurra con ella. Espero que a ti te guste estar con las manos en la masa en la cocina. Para mi ya lo eres todo Acaricio mi barriga incipiente con suavidad, como si pudieras notarlo a traves de la piel, y con miedo a despertarte, por si estuvieras durmiendo, y perturbar tu sueno. Se que estas ahi porque me lo han dicho los medicos. He visto fotos en blanco y negro de un puntito blanco. Tambien he escuchado una especie de galope de caballo extrano, que sale de tu interior. Es tu latido. Aun no tienes un corazon formado y parece que corras hacia la vida. Suspiro y miro por la ventana. Hace frio y los cristales se han empanado. La ciudad se ha envuelto en la lentitud del invierno. Parece que ocurriera al reves que contigo. Yo me he cubierto con una mantita, porque estoy helada. Desde que te tengo dentro de mi, parece que absorbieras todo mi calor para reunir energia y crecer. Duermo mas que antes y estoy mas cansada, asi que diria que te estas llevando mi vigor. Crece con salud. Crece y vive. Una pequena lagrima se me escapa y se despena por mi mejilla. Aun no eres nada y, para mi, ya significas todo. No posees manos ni pies, ni siquiera pareces una persona. Me da absolutamente igual. Solo quiero constituir un buen lugar para que crezcas. Espero mantenerte con seguridad dentro de mi durante las proximas semanas. Tu solo crece, poco a poco, a tu ritmo. Me inundan tanto miedo y tanta ilusion. Quiero gritar a los cuatro vientos que estas dentro de mi, que por fin lo hemos conseguido y has decidido venir a ayudarnos a crear una familia. Pero debo tener cuidado, porque eres muy fragil y no hay nada seguro. En la vida, nada es seguro nunca. Me costo aprenderlo de la peor de las maneras: perdiendo a alguien que pense que estaria por siempre a mi lado, que me acompanaria mientras envejeciamos juntas, quien lloraria conmigo a nuestros padres cuando se fueran: mi hermana, tu tia. Ella se fue demasiado pronto. Por eso, tu debes quedarte conmigo, por favor. Crece con salud. Crece y vive. Sigo acariciando mi barriga con suavidad. No se en que lugar de ella estas descansando ahora mismo, asi que la recorro por todas partes. Quiero pensar que el amor que siento por ti te llega de alguna manera, te hace mas fuerte y te ayuda a crecer. Quiza notas que estoy triste a la vez que te mando todo este amor. Se trata de la tristeza que acompana al miedo. Miedo por tu fragilidad, a pesar de que tu latido suene raudo y fuerte. Es tan pequeno (aun mas que tu) que necesitamos el ecografo para poder oirlo. Tu eres tan grande que llenas mis pensamientos constantemente. No paro de pensar que estoy embarazada. Se asemeja a una cancion que suena siempre, mientras hago las cosas normales: cuando me ducho, cuando voy al trabajo, mientras tecleo en el ordenador… No tiene palabras y, en realidad, tampoco ningun sonido particular. Es un sentimiento que se mueve por todo mi cuerpo; lo recorre desde ti, pasando por mi corazon, hasta mi cabeza, como si me estuvieras enviando algun tipo de mensaje que no puedo entender. Quizas esa es tu forma de decirme de vuelta que me quieres, aunque deberias esperar a salir y verme. No se que tal madre sere. Crece con salud. Crece y vive para comprobar en que tipo de madre me convertire. Me limpio la lagrima solitaria con el dorso de la mano y me pregunto cuando confirmare que soy madre. ?Ahora que estas dentro de mi, cuando ya parezcas una mini persona, cuando capte tus patadas, cuando se me note la barriga, cuando salgas, cuando te tenga en brazos? No se en cual de todos esos momentos me habre transformado en madre. Albergo la sensacion de serlo ya; a pesar de que tu parezcas un puntito, para mi lo eres todo.

  • Una libreria en Berlin, Francoise Frenkel de Francoise Frenkel

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  • Un amor contra el viento de Susanna Kearsley

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    Una historia de amor plagada de aventuras entre una viajera en el tiempo y un contrabandista del siglo XVIII.

  • Por Elisa (Elisa 2) de Lily Perozo

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    Despues de superar muchas pruebas el amor entre Elisa y Jules se ha fortalecido, cada vez es mas dificil ocultar el sentimiento que comparten, y la urgencia por estar juntos los lleva a revelarse contra aquellos que mas duro los juzgan.
    Sin embargo, su felicidad no puede ser completa, aun las culpas pesan en sus almas, ambos saben que no pueden olvidarse de todo y vivir su amor plenamente y en libertad, no a costa de la infelicidad y el sufrimiento de Frank.
    Nuevas situaciones daran un giro a la historia y haran que este amor sea puesto a prueba una vez mas, exigiendo mayores sacrificios. Nuevos personajes, algunos aliados y otros enemigos de este sentimiento, jugaran un papel muy importante en la toma de decisiones de Elisa y Jules.
    Por Elisa, nos llevara a traves de emociones que nos haran cuestionarnos, hasta donde se puede llegar por amor y cuanto estamos dispuestos a sacrificar por la persona que amamos.

  • El bosque de Laurel, Alexandra Risley de Alexandra Risley

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  • Territorio de luz de Yuko Tsushima

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    El apartamento tenia ventanas a los cuatro lados. Cuando mi hija era todavia pequena, vivimos durante un ano en el ultimo piso de un viejo edificio de tres plantas; eramos las unicas inquilinas, y por esa razon teniamos la planta entera para nosotras, asi como la azotea. En el bajo habia una tienda de fotografia, y las dos siguientes plantas albergaban oficinas. Una pertenecia a una empresa que fabricaba y enmarcaba escudos familiares de oro macizo; la segunda era una asesoria contable, y la tercera, una escuelita para aprender a tejer. En todos los meses que pase alli, solo hubo una oficina que no se ocupo nunca: una de la segunda planta que daba a la avenida. A veces, por las noches, mientras mi hija dormia, me colaba alli a hurtadillas, abria un poco la ventana y disfrutaba de las vistas, ligeramente distintas a las del tercero. Otras veces me limitaba a pasearme por las habitaciones vacias; era como estar en un lugar secreto que nadie mas conocia. Por lo visto, antes de mi llegada, toda la tercera planta habia sido la vivienda del antiguo propietario del edificio, lo cual explicaba que solo se pudiera acceder a la azotea desde mi apartamento y que en esa azotea hubiera un cuarto de bano enorme. Eso estaba muy bien, pero por esa misma razon parecia que el cuidado de la torre de agua y de la antena de television habia recaido sobre mi, y la nueva propietaria dio por hecho que yo me ocuparia de bajar las escaleras para cerrar la persiana mecanica de la entrada por las noches, cuando la gente de las oficinas ya se hubiera marchado. La empresaria que habia comprado el bloque se apellidaba Fujino y era bastante conocida en la ciudad. Rebautizo su adquisicion como <>, con la idea de empezar a alquilarlo con fines residenciales y no para albergar oficinas, como habia sido el caso hasta entonces. Yo fui su primera inquilina. Al parecer, como no estaba segura de si lograria alquilar el piso --al fin y al cabo, se trataba de un edificio bastante deteriorado y los apartamentos no tenian una distribucion normal--, le puso un precio muy bajo, para tantear el mercado. Tuve mucha suerte, porque fue una tremenda casualidad que yo lo encontrara justo en ese momento, como tambien fue casualidad que el edificio hubiera sido bautizado con el apellido del hombre que todavia era mi marido. A esto se debio que la gente me confundiera constantemente con la propietaria. Al subir por las escaleras rectas, estrechas y empinadas, se llegaba a una puerta de aluminio, que quedaba justo enfrente de otra puerta, esta vez de hierro: era la salida de emergencia. Habia muy poco espacio en el descansillo entremedias, y para abrir la puerta del piso habia que, o bien bajar un peldano, o bien inclinar el cuerpo hacia el umbral de la salida de emergencia. La llamaban <>, pero en realidad no era mas que una serie de barrotes de hierro perpendiculares al suelo; de ocurrir alguna emergencia, habria sido mas seguro rodar escaleras abajo con mi hija en brazos. Sin embargo, en cuanto abria la puerta, me encontraba en un apartamento que derrochaba luz a cualquier hora del dia. El parque rojo que se extendia desde la entrada hasta el fondo del salon hacia que la sensacion de luminosidad resultara especialmente intensa, hasta tal punto que tenia que entornar los ojos cuando llegaba con la vista acostumbrada a la penumbra de las escaleras. --!Anda, que calentito! !Que bonito! Mi hija, que estaba deseando cumplir los tres anos, se puso a soltar grititos la primera vez que se sumergio en aquel bano de luz. --Es muy calido. El sol es una maravilla, ?verdad? --le dije. Mi hija empezo a corretear por el salon y respondio, toda orgullosa: --Claro que si, ?es que no lo sabias? Me di cuenta entonces de que aquella luz me estaba permitiendo, ya desde el primer momento, proteger a mi hija del gran cambio que acababa de producirse en su vida, y senti el impulso de darme a mi misma una palmadita en la espalda. La ventana que recibia la luz de la manana estaba situada en una pequena habitacion de menos de dos tatamis, contigua a la entrada. Decidi que ese seria mi dormitorio. Al asomarme por aquella ventana orientada al este podia ver el vecindario, los tendederos de ropa y las azoteas de otros edificios mas pequenos que el Fujino. Se trataba de una zona comercial ubicada enfrente de la estacion de tren y no habia casas con jardin, pero daba gusto ver las macetas y las tumbonas que la gente colocaba en alfeizares y azoteas, donde de vez en cuando aparecian personas mayores envueltas en sus yukata.[1] Habia ventanas orientadas al sur en cada una de las habitaciones que se sucedian en fila --en la pequena, en el salon y en el cuarto de seis tatamis--; al asomarse, uno podia ver parte del tejado de una casa vieja y una callejuela con bares y restaurantes de yakitori. El trafico era intenso a pesar de lo estrecho de la calle, y el estruendo de las bocinas llegaba hasta el salon. Al oeste, es decir, al fondo de aquel piso tan angosto y alargado, habia una gran ventana por la que el sol y el ruido se infiltraban sin piedad. Desde esa ventana se veia la avenida, con sus autobuses y su rio de cabezas negras atravesando el paso de cebra, hacia la estacion si era por la manana, hacia el lado contrario si era por la tarde. Tambien se veia a la gente esperando el autobus en la parada situada frente a la floristeria, al otro lado de la carretera. Cada vez que pasaba el autobus, o algun camion, el piso entero se ponia a temblar y los platos tintineaban dentro del aparador. En la esquina de mi edificio confluian tres vias, dibujando una interseccion en forma de cruz si se tenia en cuenta la callejuela que se extendia al oeste. Varias veces al dia el semaforo y el trafico se sincronizaban, dando lugar a un breve silencio que apenas alcanzaba a disfrutar: desaparecia enseguida cuando el semaforo se ponia en verde y los coches aceleraban impacientes haciendo tronar sus motores. Desde el extremo izquierdo de esa misma ventana tambien se atisbaba el bosque, un parque extenso que antano habia formado parte de la mansion de un daimio. Solo se veia un trocito, pero ese pedazo de verde era fundamental para mi. Suponia el principal atractivo de la ventana. --?Eso? Eso es el Bosque de Bolonia --les decia a las visitas cuando me preguntaban al respecto. Aquel parque situado a las afueras de Paris me sonaba a cuento de hadas, aunque solo fuera por el nombre, como Bremen o Flandes. El mero hecho de pronunciarlo me resultaba de lo mas divertido. A lo largo de la pared norte del salon se alineaban un armario, un aseo y las escaleras para subir a la azotea. El aseo tenia su propia ventana, por la que se veian los trenes y la estacion. A mi hija le encantaba aquella pequena ventana. --!Se ven los autobuses y los trenes! !Toda la casa se echa a temblar! --empezo a presumir en la guarderia delante de sus maestras y amigos. Sin embargo, nada mas mudarnos, le subio la fiebre y se paso en cama casi toda una semana. La tuve que dejar en casa de mi madre, que vivia sola en otro barrio, no muy lejos de alli, para poder ir al trabajo. La biblioteca estaba dentro de las oficinas de una emisora de radio, y yo me encargaba de organizar los documentos relacionados con la programacion, ordenar las cintas, tramitar los prestamos, etcetera. Despues del trabajo me acercaba a casa de mi madre, me quedaba con mi hija hasta pasadas las nueve y finalmente volvia sola a mi edificio. Estoy segura de que, si hubiera llamado a mi marido, me habria ayudado sin dudarlo, pero yo preferia importunar a mi madre antes que depender de el. No dejaba de sorprenderme el miedo que tenia a que mi marido volviera a acercarse a mi. Me aterraba mi exceso de dependencia. Mi marido me sugirio repetidas veces que regresara a casa de mi madre. --Tu madre esta sola, debe de sentirse triste, y para ti tambien es duro cuidar a la nina por tu cuenta. Me quedaria mas tranquilo si supiera que, despues de nuestra separacion, vas a estar con tu madre. El ya habia encontrado un apartamento a orillas del ferrocarril. Tenia previsto mudarse al mes siguiente de que el piso se quedara libre. Yo, en cambio, no sabia adonde ir, no podia pensar, todavia no habia sido capaz de asimilar su decision. Seguia albergando la esperanza de que quiza, al dia siguiente, me dijera entre risas que todo habia sido una broma. ?Para que entonces iba a preocuparme de si me mudaba o no me mudaba, y adonde? --No pienso volver a casa de mi madre --respondi--. Cualquier cosa menos eso. No quiero tratar de disimular asi tu ausencia. Fue en ese momento cuando me dijo que me ayudaria a buscar piso. --Si intentas hacerlo sola, seguro que te enganan. Y si terminas mudandote a un sitio raro me quedare intranquilo y no podre dormir. Asi que no te preocupes y dejamelo a mi. Estabamos a finales de enero y llevabamos varios dias de buen tiempo cuando empece a visitar inmobiliarias con mi marido. Nos citabamos a la hora de comer en alguna cafeteria cercana a mi trabajo y preguntabamos en las agencias de los alrededores. Lo unico que yo tenia que hacer era estar callada y seguirlo a el. Mi marido les explicaba a las inmobiliarias las caracteristicas que queria: un piso de dos habitaciones con mucha luz y un bano completo, y que no costara mas de 30 000 o 40 000 yenes al mes.

  • Si la vida te da limones, haz culebrones de Lara Smirnov

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  • El rastro de un susurro (Asesinos e hijos de la luz 1) de M. Markusen

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    Desde las profundidades de un inmenso acantilado espero la venida de mi inevitable destino. El mar infinito se extiende sobre los restos de un ejercito de amantes desesperanzados que, a lo largo de los tiempos, han entregado sus almas al dios del abismo como sacrificio. Como ellos, le regalo mi existencia a una inevitable muerte que me observa acariciando su guadana. Cientos de gotas de lluvia sacian su lujuria sobre mi piel y me refrescan de una forma deliciosa. Me ilusiona pensar que disfruto de un intenso placer entre tanto dolor, pero no puedo estar mas equivocado, ya que una tras otra, titanicas olas se esfuerzan por expulsarme de su territorio. Trago agua, escupo agua. La tormenta crece y el mar se agita con rabia. Mi mano izquierda, aferrada a una roca con toda su fuerza, pierde demasiada sangre. La derecha, bajo la espuma del mar retiene a un par de dedos que no me pertenecen y conecta nuestros latidos con ferocidad. Apoyo mi suela sobre la cabeza del propietario de los dedos y hago fuerza para hundirlo en las profundidades. Puedo sentir como se ahoga lentamente. Su sufrimiento se agrava, luchando por sobrevivir, agita mi pierna con ambas manos. Decenas de burbujas escapan de sus pulmones y suben a la superficie. Mi victima no tiene ninguna posibilidad de escapar. Cuento mentalmente los segundos que han pasado desde el inicio de sus clases de buceo involuntarias. Noventa y uno, noventa y dos, noventa y tres... El desgraciado es bueno, pero no es inmortal. Tomo oxigeno profundamente, lo expulso gradualmente y le digo a mis remordimientos que acepten ser los responsables de despojarle de la vida. Puedo explicar mi falta de empatia hacia el; durante dias he matado a mi enemigo de terribles y grotescas formas entre la soledad de mis pensamientos. ?Como me siento? Con escalofrios emocion y nervios; perdiendo la virginidad. La tormenta se hace mas intensa y levanta olas mas altas. Ciento siete, ciento ocho, ciento nueve... Mi acompanante apenas se mueve. La muerte se esta apoderando del escaso oxigeno que perdura en el interior de sus inundados pulmones. Un poco de tierra humeda se desprende de mi mano como la suela de una zapatilla de imitacion y pierdo el equilibrio. Me golpeo la barbilla accidentalmente contra una piedra afilada. Sangro. Vuelvo a apoyarme en un pequeno saliente y consigo mantenerme a salvo lo mas rapido que puedo. Miro al cielo y contemplo la colosal roca que descansa sobre mi. Es imposible trepar a traves de sus brazos, tengo que hacerme a la idea. Mi invitado deja de moverse al fin, eso me reconforta. Suelto su mano y su cadaver se hunde muy docilmente en la oscuridad, alejandose de mi vista. Sin una segunda oportunidad; sin solucion ni vuelta atras. Suenos y susurros, buscandome noche tras noche... Suenos y susurros... 1 Alan Brody El origen de todas las grandes tragedias ?Por que a mi? No puedo creerlo. ?Esto es real? Mi credulidad descansa apaciblemente sobre un lejano horizonte perdido en otro mundo y aun asi no puedo evitar darme cuenta de la realidad de la situacion. El sufrimiento que aflora de mi interior es inmenso e insoportable. Todo espiritu tiene un limite marcado por una linea y cuando la agonia la sobrepasa, la cordura emprende una muerte lenta y la locura renace como una raiz en el cerebro que crece despacio, controlandolo todo poco a poco. Dios misericordioso, eres incapaz de imaginarte lo mucho que ahora te odio. Calentado por una pequena manta y en mitad de la noche observo bajo la seguridad de la parte trasera de una ambulancia como, en el exterior, el fuego purifica mi casa y la transforma en polvo gris. Un dios arroja incontables lagrimas sobre el mundo que aplauden al tocar el suelo y empapan a los curiosos que se amontonan tras un muro resguardado por policias. Mis padres compraron la hermosa montana de ladrillos que arde meses antes de mi nacimiento. Dos pisos rebosantes de una independencia lo suficientemente solida como para dar refugio a una pequena familia y a su felicidad durante muchos anos. El exterior esta, o quizas deberia rectificar y decir estaba, decorado con un delicado y minusculo jardin donde se podian almacenar un par de matorrales, ni uno mas. Mi madre siempre me solia decir que plantar un punado de flores a lo largo de toda nuestra vida no iba a cambiar el mundo, nuestros actos tenian que ser mas intensos para dejar una huella en los demas; opino que algo es algo, ?no? Decenas de residencias perfectamente simetricas a la mia abrian un largo circulo lunar que llegaba hasta el horizonte. Las paredes eran gruesas e impedian que alguno de mis vecinos se enfadase por escucharme improvisar un estornudo o por ir al bano a altas horas. En las noches mas iluminadas se podia ver al final de la carretera el reflejo de las luces de los edificios altos que estaban en el centro de la ciudad. Mis padres trabajaron muy duro durante muchos largos y pesados anos para conseguir quitarse de encima la asquerosa deuda de la casa. Ambos murieron en un grave accidente de trafico durante un viaje que hicieron por sus bodas de plata y al ser hijo unico no tuve problemas para repartir la herencia entre uno solo. Al principio disfrute de la soledad, pero con el tiempo la casa se hizo cada vez mas grande, hasta que conoci a Judith y la comparti con ella, con el amor de mi vida, el mismo amor que estoy viendo en este instante salir por lo que queda de la entrada principal de mi casa metida dentro de una bolsa de plastico negra para cadaveres. Si, es real. Ahora no tengo con quien dormir ni donde hacerlo; solo una pequena manta sobre mi espalda se ha quedado conmigo. Mi vieja vecina, como es costumbre en ella, me observa desde la seguridad de su solitaria morada de piedra. La anciana nunca aparta sus brillantes ojos de los movimientos de los demas residentes en ningun momento para contarselos a su almohada. Maldita seas un centenar de veces. --Entra en tu cueva y vuelve a quedarte a solas con tus gatos, insolente y nauseabunda vieja arrugada. --susurro. Los bomberos corren de un lado para otro, esforzandose por eliminar los ultimos vestigios del fuego que aun permanece latente. Ya no queda nadie dentro asi que pierden el tiempo. ?Un gato quizas? Imposible, los odio y no recuerdo el motivo, pero los detesto y los temo. Lloro... lloro en soledad. Unifico todos los lamentos de mi vida y los expulso como uno solo, fuerte y uniforme. Segun avanza el tiempo, las sirenas inician el cese de su canto y las voces de los bomberos se silencian, un simbolo indudable de que su trabajo esta llegando al final. He intentado salvarla con todas mis fuerzas, lo juro por dios, pero no han sido las suficientes. Tendria que haber sido mi turno... En mi cabeza veo su cuerpo envuelto entre intensas llamas, retorciendose de un lado para otro; es ciertamente una escena insufrible, una pesadilla perfecta. Un hombre entra en la parte trasera de la ambulancia en mitad de mi lamento. Viste un elegante traje negro y lleva puesta una reluciente corbata gris, todo recien lavado y planchado, un uniforme demasiado refinado para pertenecer a un simple agente, debe tratarse de un oficial. Sus mejillas rebosan cicatrices y su cuerpo desprende un aroma a cerveza repugnante, similar al de un maton barato. En su mano derecha sujeta una carpeta plana y un boligrafo atado con un nudo simple cuelga de esta. Se sienta frente a mi y cierra la puerta del vehiculo con suavidad. Fuera llueve tan intensamente que al quedarnos solos lo unico que escucho es el traqueteo de las gotas rebotando sobre el techo. --Menuda tormenta, ?no le parece? --me pregunta. ?Como le puede hacer esa pregunta a un hombre que acaba de perderlo todo? Me hace pensar que es imbecil y que ha conseguido el puesto de oficial... bueno, ya os imaginais como. --No me habia dado cuenta, estaba mas pendiente del olor a quemado de los restos de mi mujer. --respondo. --Obviamente. Disculpeme, senor Brody. ?Que tal se encuentra?, ?tiene alguna herida? --estoy trastornado y en estado de shock absoluto, lo cual es algo razonable y logico teniendo en cuenta el drama que estoy atravesando, pero guardo silencio; no me veo capaz de contestarle cortesmente --Lo que ha hecho usted ha sido muy valiente, aunque muy arriesgado para su vida. Comprendo su reaccion a la perfeccion, senor Brody, yo habria hecho lo mismo por mi esposa si se hubiera visto envuelta en algo similar, pero tiene que comprender que salvar a una persona retrasa el rescate de otra, ?lo entiende? --?Insinua que ella ha muerto por mi culpa? --le pregunto muy enfadado. El oficial suspira. --No, usted se confunde, nada mas lejos de mi intencion el ofenderle, pero si no hubieramos entrado a sacarle a usted todo se habria agilizado mas y... bueno... ?Comprende lo que le intento decir, senor Brody? Quiero partirle su boca diente por diente y mostrarle el resultado tras una larga sesion fotografica, pero me contengo. Demasiado estres por hoy. --Por supuesto que lo comprendo, --miento --sin embargo, solo me he dejado llevar por el instinto, sin importar las consecuencias en lo mas absoluto. Por mucho que usted me diga que lo entiende, estoy convencido de que no es asi. Medito durante un pequeno instante y mi vigilante respeta mi deseo sin pronunciar palabra alguna. Los ojos de Judith, el amor de mi vida, resaltan entre la oscuridad de mi interior, volando libres a traves de mi dolor. --Lamento mucho lo sucedido, sinceramente. Se que no es el mejor momento para hacer esto, pero tendra que contestarme a unas preguntas. --interrumpe mi meditacion. Mas lagrimas se deslizan a traves de mis mejillas. --Pregunte lo que quiera. Ayudare en lo que pueda, le doy mi palabra. --cedo. Da unos ligeros toques en su libreta con el boligrafo. --?Donde estaba usted cuando se inicio el incendio, senor Brody? --inicia el interrogatorio. Seco mis lamentos con la manta que me han prestado. --Trabajando. --contesto --Soy camarero en un restaurante cercano desde hace dos anos, mas o menos. Justo cuando llegue a casa al terminar mi turno, el fuego estaba muy avivado y los vecinos acababan de llamarles a ustedes. Ninguno de ellos tiene mi telefono y no pudieron comunicarse conmigo. Intentaron evitar que entrara en la casa cuando me vieron correr hacia la puerta con un ataque de panico; no lo consiguieron, ya lo sabe. --?Puede probarlo? --me pregunta. Me doy cuenta del rumbo que estan tomando sus preguntas. --Hay camaras de seguridad en el local, si pide las grabaciones a mi encargada seguro que se las mostrara sin ningun inconveniente. Mis companeros tambien me vieron trabajando, pregunteles a ellos. --le explico. --?Garantiza que todos dirian lo mismo? --Bueno... siempre hay algun gilipollas, como en cualquier parte, ?no? En nuestro trabajo todos tenemos a un insoportable, vago, sucio y prepotente companero capaz de amargarnos el dia y al que es mejor ignorar por completo. Se convierte en una excusa para arrojar el despertador con furia contra la pared al apartar las sabanas para levantarnos. No lo hagas contra el suelo si lo que pisas es parque de calidad, no hace falta ser tan estupido. Inexplicablemente, a el lo ascienden antes que a ti. --Tras revisar las escrituras he comprobado que usted es el unico propietario del inmueble incendiado, ?no es asi?

  • Virgen y otros relatos de April Ayers Lawson

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    Un joven medico y su jovencisima esposa acuden a la cena de una benefactora que va a donar dinero al hospital donde el trabaja, y a partir del triangulo de esa velada emergen la virginidad, una desastrosa luna de miel, el fantasma de los abusos sexuales, los celos enfermizos…; tres amigas tumbadas en sus hamacas hablan de novios, maridos y exmaridos; una nina de trece anos acude a tomar clases de piano con su profesora particular, abre una puerta indebida y se encuentra con una escena perturbadora; un adolescente educado en un entorno muy puritano acompana a su madre al entierro de una amiga que antes fue hombre; una joven pintora inicia una relacion profesional con un marchante de Nueva York que no tardara en confesarle sus mas intimas obsesiones…
    Cinco relatos portentosos que nos descubren la voz arrolladora de una joven escritora con un universo propio, impregnado de sexualidad, obsesiones religiosas, deseos, tabues, secretos, fijaciones eroticas y sentimientos de culpa. El escenario de la mayoria de las historias es el Sur de los Estados Unidos, y el estilo denso y turbador de la autora hace pensar en aquel gotico sureno de Carson McCullers y Flannery O’Connor.
    Pocas veces un debut literario alcanza cotas de perfeccion tan altas y sobre todo permite descubrir un estilo tan personal en tal grado de madurez.

  • Comer y amar, todo es empezar de Mayte Esteban

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    El despertador salio de su letargo a la hora programada, las siete y media, al ritmo de una melodia animada. Carlos se levanto con el sueno todavia prendido en sus ojos, se vistio con la ropa de trabajo y, medio dormido aun, abrio la ventana. El viento helado de la madrugada castellana de finales de diciembre se colo en la habitacion como un visitante indeseado. El silencio lo presidia todo; en Grimiel aun seguia siendo de noche. Con el rastro del sueno marcado en el rostro --la sabana le habia dejado su impronta en la mejilla, oscurecida por la barba de un par de dias--, se preparo el desayuno. Carlos Herrero tenia veinticinco anos y era el dueno de un picadero en un pequeno pueblo. Su negocio se situaba a las afueras, a muy pocos metros de un extenso pinar. Dedicaba su actividad a la tutoria de caballos y a rutas para los eventuales inquilinos de las casas rurales de la zona. Tambien se ocupaba de la formacion de jinetes, aunque esto no fuera mas que una manera elegante de llamar a lo que en realidad era ensenar a unos cuantos ninos a no caerse del caballo. En un lugar donde apenas habia actividades de ocio, el picadero de Carlos casi era la estrella. Le proporcionaba a su propietario los recursos suficientes para vivir y tambien le habia ayudado a no tener que marcharse a la ciudad, como habian tenido que hacer la mayoria de sus amigos. Cuando despues de desayunar salio de casa, el frio de la calle le golpeo en las orejas. Rebusco en los bolsillos de su abrigo, pero el gorro que siempre llevaba se habia quedado en el tendedero, con la colada del dia anterior. Era inutil que volviera a entrar para buscarlo, lo mas probable era que siguiera empapado. Echo mano de la capucha del abrigo, que servia mas bien de poco, y se encamino hacia el trabajo. Fue andando hasta el a buen paso para entrar en calor. El picadero distaba de su casa kilometro y medio y, en mananas tan gelidas como aquella, tal vez pudiera estar justificado ir en coche, pero Carlos preferia no hacerlo si no era imprescindible. Era un firme defensor de la naturaleza y trataba de aportar su granito de arena todos los dias para cuidar de ella. Caminar un poco, ademas de que le venia bien a su forma fisica, le ahorraba al planeta unas cuantas emisiones toxicas. Dejo atras los vehiculos, que dormitaban tenidos de blanco, y las aceras desiertas, brillantes bajo la mortecina luz de las farolas que a intervalos rasgaban la penumbra del camino. Faltaban apenas un par de minutos para que dieran las ocho cuando llego a la puerta de acceso a su negocio. Saco la llave del bolsillo y se dispuso a abrir. --!Buenos dias! Una voz femenina, demasiado euforica para la temprana hora, lo tomo por sorpresa y le hizo dar un brinco involuntario. Era Paola, una de sus amigas de la infancia y tambien clienta asidua del picadero, que acababa de salir de un coche aparcado a unos metros de la entrada. Carlos, pensativo como iba y con la capucha tapandole parte de su campo de vision, no la habia visto. --!Que susto me has dado, Paola! ?Que haces aqui? --le pregunto. El dia apenas empezaba a deshacer en el horizonte las tinieblas que en la noche envolvian al pueblo dormido. No eran horas, ni mucho menos, para hacer uso de los servicios del picadero. Si por el fuera, se habria quedado en la cama un rato mas, pero no tenia mas remedio que levantarse temprano para ocuparse de los animales, limpiar las cuadras y ponerles agua y comida fresca. Era preciso que todo estuviera listo antes de la hora de apertura. --He venido a ver a Leyenda --le dijo ella. Leyenda era la yegua blanca de Paola, un impresionante ejemplar pura raza espanola de ocho anos que tenia desde que era una potrilla. Carlos introdujo la llave en la cerradura e intento abrir la puerta, pero esta se obcecaba en encasquillarse. Dio un golpe con el hombro para ayudarse y, al final, logro vencer su resistencia. En el forcejeo, la capucha se le cayo y se la volvio a colocar. La helada de la noche habia dejado su impronta como un manto blanco que lo cubria todo y hacia demasiado frio como para dejar al descubierto las orejas, que amenazaron con convertirse en tempanos de hielo en segundos. --?No tienes un gorro? --le pregunto Paola. --Se ha quedado en casa --respondio el. --Creo que tengo uno en el coche, espera. Paola volvio a su vehiculo, abrio la puerta trasera y recogio del asiento uno de lana en color crudo. Se lo ofrecio a Carlos en cuanto volvio frente a el. --Toma. Era un gorro muy poco masculino, uno de esos que Paola usaba a menudo y que a ella le quedaban tan bien. Enmarcaba su delicado rostro y dejaba escapar los rebeldes rizos de su pelo castano dandole aspecto de hada de invierno, pero no creia que en el tuviera el mismo efecto estetico. Mas bien pareceria un fantoche. Carlos se quedo mirandolo y sonrio. Era tipico de Paola pensar que el podria ponerse aquello. Rehuso utilizarlo con amabilidad, mientras atravesaba la puerta seguido de la chica. --Gracias, pero no. --Tu mismo... Hace un frio espantoso y nadie te va a ver, yo no lo rechazaria --le dijo Paola, adivinando por su cara de circunstancias lo que estaba pensando. No le era dificil seguir algunos pensamientos de Carlos, habian sido inseparables desde el colegio. --Perdona, tu me estas viendo --dijo el divertido, excusandose de nuevo por no querer ponerse el gorro. --Bueno, ni que no te conociera desde el primer dia de colegio... -- respondio ella, riendose tambien. Carlos termino de cerrar la puerta y echo el cerrojo interno. No volveria a abrir hasta que a las diez el negocio se pusiera en marcha. --Venga, no seas bobo y pontelo, porfa --le rogo. Le miro componiendo una mueca exagerada de suplica, a lo que el respondio emitiendo un resoplido que en cierto modo le recordo a Paola al de un caballo, lo que provoco que se riera con ganas. Sin esperar su permiso, ella levanto los brazos, bajo la capucha del abrigo y le coloco el gorro a Carlos. Se distrajo un momento mirando su rostro, los enormes ojos castanos y las facciones cuadradas de el que conocia desde siempre. Al ajustarlo sobre las orejas, las yemas de los dedos de Paola le acariciaron las mejillas. El suave roce accidental a el le descoloco un latido y un subito calor, que se contradecia con el gelido comienzo del dia, se apodero de su animo. --A ver si nos afeitamos --le dijo ella, divertida por la seriedad que mostraba de pronto. El volvio a resoplar. O mas bien fue un suspiro con el que trato de recomponerse. --?Por que has venido tan pronto? --le pregunto, para dejar de pensar en lo que habia sentido cuando ella le toco--. Aun no he preparado a los caballos, no abro hasta dentro de un par de horas. Es demasiado temprano para montar a la yegua. Paola solto el aire contenido en sus pulmones y, con el, la sonrisa se fue desinflando en su rostro. Trago saliva y tomo aire, como si lo que iba a contarle necesitara oxigeno nuevo para no ahogarse; como si le costase mucho confesar la verdadera razon por la que se habia levantado tan temprano y se habia presentado en el picadero. --Me quedan solo unos pocos dias con Leyenda, Carlos. La vamos a vender. Quiero pasar todo el tiempo que pueda con ella y a las diez tengo que entrar a trabajar en la farmacia. Necesito verla y por eso he venido ahora. Carlos no necesitaba que Paola le contase lo que sentia por ese animal. Llevaba con la yegua desde la adolescencia y Leyenda y Paola parecian un todo. No entendia muy bien por que habia tomado la decision de deshacerse de ella si era casi la prolongacion de si misma. --?Vender a Leyenda? ?Por que? ?Que me he perdido? --pregunto, extranado. --He encontrado un trabajo fuera y despues de Navidad me ire del pueblo --le dijo. --?Te vas? --pregunto. Las palabras salieron de su boca con una alarma que hubiera preferido ser capaz de evitar. --Si. Mi contrato de media jornada en la farmacia se acaba el treinta y uno de diciembre. La farmaceutica se jubila y su hijo ha decidido volver de Madrid y quedarse con el negocio. No cuenta conmigo. Su mujer tambien trabajara con el y ya sabes que esto no da para tres sueldos, ni siquiera para dos y medio. --Vaya, no sabia que te ibas. --Tampoco lo he contado, bastante me disguste cuando me lo dijo a principios de otono. Pero bueno, he tenido tiempo de buscar un nuevo trabajo en Valladolid, en otra farmacia, y esta vez seran ocho horas. Supongo que vendre a menudo, pero desde luego no podre montar a Leyenda todos los dias como ahora. Es mejor para ella que la venda y otra persona la cuide como necesita. --Te vas --afirmo Carlos, quiza para confirmarse a si mismo que lo que estaba escuchando era cierto. --Aqui no hay futuro ni trabajo. Si quiero progresar, tengo que hacerlo. Ademas, tiene su lado bueno; Ricardo vive en Valladolid, podremos vernos mas a menudo que ahora. Ricardo era el novio de Paola. Como la mayoria de los jovenes, habia decidido quedarse en la ciudad una vez terminada la universidad, seducido por una oferta de empleo. Las oportunidades de trabajo, mucho mas deslumbrantes que las del campo, ofrecian alli un futuro que distaba mucho del callejon sin salida que parecia el pueblo. Con la mayoria de edad recien estrenada, los chicos se marchaban a Madrid, a Burgos, a Salamanca, a Valladolid... ciudades que una vez terminada su formacion, no los devolvian. Al final, la madre de Carlos tenia razon cuando decia que en el medio rural, si no quieres perder a tus hijos y que la ciudad se los quede, no debes darles estudios. Carlos penso que Paola habia tardado mucho en seguir ese camino. Era, sin duda, una anomalia en ese proceso. Estudio, pero ella regreso a Grimiel y encontro un hueco en la farmacia. Fue la excepcion, aunque tiempo despues la realidad del desempleo la estuviera devolviendo de un empujon al mundo urbano. --Mi padre me ha dicho que ya tiene ofertas por Leyenda. Al escucharla, Carlos salio de sus pensamientos e intento poner cara de circunstancias y hacerse el sorprendido, aunque en realidad no lo estaba. Dias atras oyo una conversacion a medias en el bar y en ese momento empezo a atar cabos. Era de Leyenda de quien estaba hablando el padre de Paola con unos conocidos. Les habia preguntado si alguien se la queria quedar, pero Carlos no presto mas atencion. Ni se le paso por la cabeza que la conversacion girase en torno a la yegua. Se quedo observando a Paola, intentando encontrar en su rostro el beneplacito con la decision tomada de deshacerse del animal. --?Estas segura de que quieres vender a Leyenda? --Al mirarla, a Carlos no le parecio que estuviera muy conforme. --No me mires asi --le dijo la chica, ahogando las ganas que tenia de llorar. --?Asi como? --Con pena, Carlos. Era justo de ese modo como la estaba mirando, triste porque sabia lo que significaba la yegua para su amiga. Se imaginaba que nada de aquello estaba siendo facil para Paola. Ella, buscando unos instantes de intimidad en los que desahogar el nudo que se le habia hecho en el pecho, se dirigio hacia la cuadra y abrio el cerrojo que mantenia encerrados a los animales de noche. Dos perros de raza indefinida salieron corriendo, libres por fin despues de pasar la noche cautivos. Cada uno eligio un poste del cercado para deshacerse de la urgente necesidad matutina y despues corrieron hacia Paola, que los acaricio. Luego, como hacia siempre, cogio a uno de ellos, Drako, en brazos. --No hagas eso --le dijo Carlos--. Cuando te vayas yo no pienso mimarlo y lo echara de menos. ?O te lo piensas llevar contigo? Drako era un perro especial. Le faltaba una de las patas delanteras. Paola los habia salvado, a el y a su hermano, de una muerte segura a manos de su madre anos antes, cuando la perra se volvio loca y mato a mordiscos a la mayoria de la camada que acababa de parir. La chica, apenada por el suceso, se llevo a los dos perritos supervivientes a casa para cuidarlos en esos dias tan delicados. Black crecio sin problemas, pero sacar adelante a Drako costo bastante porque un mordisco de su madre lo dejo sin una de las patas delanteras. Tardo mas de cuatro meses en devolverlo al picadero y, desde entonces, el perro adoraba a la muchacha casi tanto como la yegua. --No creo que sea bueno que me lo lleve, esta demasiado acostumbrado a corretear por aqui y encerrarlo en un piso no es buena idea. Este perro necesita hacer mas ejercicio que los demas. Paola dejo a Drako en el suelo, que la siguio con su paso renqueante de perro de tres patas, y se dirigio al establo. Alli, Leyenda la recibio aproximando su enorme cabeza a la cara de la muchacha, que apoyo la frente en la de la yegua. Ambas estuvieron asi un rato, en silencio. Al verlas, uno suponia que se estaban contando secretos sin palabras. Incluso las dos cerraron los ojos al unisono, mientras el perrito lisiado y Carlos, apoyado en el quicio de la puerta, las observaban de cerca. El iba a echar de menos a Paola cuando dejase de ir tanto como los perros o la yegua. Estaba seguro de que extranaria los momentos en los que la muchacha se mantenia pegada a su animal y ambas se quedaban suspendidas en algun lugar indefinido que, si hacia caso de la sonrisa de Paola, era lo mas parecido a la felicidad que podia imaginar. Estaba seguro de que el tambien lo pasaria fatal cuando Paola tuviera que despedirse. Se lo estaban diciendo unos latidos erraticos en su pecho a los que le era imposible poner freno. Carlos decidio que ya habia perdido demasiado tiempo y abandono su posicion de espectador, por mucho que le pesara dejar de mirar a Paola. Le transmitia un millon de sensaciones que hacia mucho que preferia no analizar. Lo mejor que podia hacer era ponerse con su tarea y no pensar. Tenia apenas dos horas para dejarlo listo todo. --Si quieres, te ayudo --le dijo ella, cuando advirtio su presencia en la puerta del establo. --Me vendra bien, pero has venido a montar a Leyenda. --He venido a verla, pero te quiero ayudar. El joven le paso la pala que tenia en las manos y fue a buscar otra para el. Ambos, sin intercambiar mas palabras, se pusieron manos a la obra, mientras los perros correteaban a su alrededor. Durante una hora se dedicaron a reemplazar la paja sucia por otra fresca y rellenaron con agua fresca los abrevaderos. --Pao, deberias montar a Leyenda ya si no quieres llegar tarde a la farmacia. Son las nueve --le dijo Carlos cuando fue consciente de la hora. --?Pero cuantas veces te tengo que decir que no me gusta nada que me llames asi? --le dijo ella, con un tono que ni se aproximaba a ser de enfado. --!A sus ordenes, Pao! Hizo un gesto comico y ella puso los ojos en blanco y le lanzo unas briznas de paja. No habia manera. Carlos empleaba muchas veces el diminutivo absurdo que le habia puesto en el colegio y que dejaba a su nombre mutilado. Nego con la cabeza, resignada a no conseguir jamas que dejara de hacerlo, y preparo a Leyenda. Limpio sus cascos, cepillo con suavidad el lomo y despues ajusto los estribos y la cincha sobre la silla de montar antes de elevarla y colocarla sobre una almohadilla de ensillar que ya tenia encima de la yegua. Despues ato los arreos, tranquilizando al animal con suaves palabras. Coloco las riendas sobre la cabeza del animal y empujo con suavidad el bocado hasta que Leyenda lo tomo mansamente. Como siempre que hacia esto, premio al animal con una chucheria que guardaba en el bolsillo. Poco despues, subida a lomos de su yegua, daba vueltas por el recinto del picadero. Carlos llevaba razon, se habia entretenido y no tenia mas de veinte minutos porque deberia volver a casa, ducharse y cambiarse para ir a la farmacia.

  • Rayo de corazon de E. L. Todd

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    Ryker me conto por fin todo lo sucedido hace meses. Explico la razon de su distanciamiento y su frialdad.

  • El grito de la gaviota de Emmanuelle Laborit

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    El grito de la gaviota es el testimonio de una joven que, a los veintidos anos, ha conocido
    ya la soledad absoluta, la duda y la desesperacion, pero tambien la dicha, la solidaridad y la gloria. La adolescencia y la primera juventud de Emmanuelle Laborit son la historia de una lucha por subsistir en un mundo <> y por el reconocimiento de los derechos de los tres millones
    de sordos franceses, hasta conseguir que, en 1991, se ensenara por fin en los centros de educacion para sordos el lenguaje de signos. Con este triunfo colectivo y el personal, pero no menos emblematico, de su exito como actriz teatral, El grito de la gaviota cierra significativamente un itinerario personal tan breve como intenso.

  • Entre Trazos de David Sando

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    Hefestia se encuentra al borde de una guerra. La joven Alia esta en paradero desconocido, nadie ha visto al mago Suricata desde hace semanas, y Partia Bonaserra ha abandonado la Brigada Demoniaca. Pero la vida sigue en Atroreth y mas alla de sus fronteras, y en esta antologia de relatos visitaremos a algunos de nuestros personajes favoritos para descubrir que ha ocurrido con ellos.
    En “Reflejos” el Rey de las Ratas se enfrenta a un futuro incierto.

  • Un momento en la vida de Sherryl Woods

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    En la pequena comunidad de Chesapeake Shores, en Maryland, la &#34;no relacion&#34; entre Susie O’ Brien y Mack Franklin estaba confundiendo a todo el mundo, sobre todo desde que pasaban juntos todos y cada uno de los minutos que tenian libres. Cuando aquella amistad platonica por fin comenzo a subir de temperatura, la emocion de Susie fue indescriptible. Pero justo en el momento en el que la felicidad parecia al alcance de su mano, Mack perdio un trabajo que adoraba y Susie tuvo que enfrentarse a un diagnostico devastador.
    Sin embargo, los O’Brien siempre superaban las crisis unidos. Incluso su prima Jess, la rival de Susie durante muchos anos, llego a convertirse en un apoyo incondicional. Sobre todo cuando una antigua amante de Mack llego al pueblo. Era mucho lo que estaba en juego, pero Susie estaba mas que dispuesta a aceptar el desafio, siempre y cuando tuviera a Mack a su lado.

  • Campo de cielo de Mariano Quiros

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    Hace mas de cuatro mil anos, en una extensa region del norte argentino, se produjo la mayor lluvia de meteoritos sobre la Tierra. Se cuentan cientos de historias sobre ese fenomeno que parece haber determinado la conducta y las costumbres de la gente en los alrededores. Como Julio, el boxeador del pueblo que ve la imagen de un extraterrestre cuando recibe un golpe en la cabeza, o Jorgelina, la cantora, que no puede parar de cantar zambas y chacareras.

  • El beso del traidor de Erin Beaty

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  • En busca de mi hermana china de Georgina Higueras

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    A finales de los anos setenta, Beatriz consigue una beca para estudiar en la prestigiosa Universidad de Pekin. La joven espanola comparte habitacion con Zhou Xin, una estudiante de arqueologia. Se inicia entonces una profunda amistad que permite a Beatriz descubrir algunos de los secretos mejor guardados de una saga familiar cuyo destino esta intimamente ligado a los acontecimientos mas dramaticos del siglo xx en China. La relacion se interrumpe cuando la espanola inicia otra vida en Mexico, pero al quedarse viuda, siente la necesidad imperiosa de buscar a su hermana china, de la que no sabe nada desde hace mas de tres decadas. Pero, ?se puede encontrar a alguien de quien solo se conoce el nombre entre mil trescientos cincuenta millones de personas?

  • Tu no eres para mi de Sophie Saint Rose

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    Bernadette espero impaciente ante la empresa donde trabajaba su hermana. Miro de nuevo el reloj y preocupada se mordio su grueso labio inferior. Ya pasaban diez minutos de la hora y no la habia avisado. Tenia que haber quedado en el restaurante e ir pidiendo, porque ella no podia regresar tarde al trabajo. El senor Kanda era inflexible con la hora. Se aparto un largo mechon de cabello rubio platino pensando que tenia que haberselo recogido, cuando Darla salio colocandose la correa de su bolso de firma sobre el hombro. Impaciente bufo subiendo los escalones. --Sabes que tienes que avisarme si vas a salir tarde. --Solo han sido diez minutos. No seas pesada. --Miro su vestido negro. --?Vas a un funeral? --Ya te he dicho que se ha muerto el jefe de contabilidad. Esta tarde nos dan permiso para ir a su sepelio. --Leche, que lugubre. ?Le conocias? --Claro, mi empresa no es como la tuya. Nos conocemos todos --dijo llegando al semaforo. Impaciente toco el boton aunque no servia de nada. --Ya te he dicho que buscan ayudantes de direccion. Podrias tener un puesto mejor. Miro sus ojos color miel igualitos a los suyos, que eran en lo unico que se parecian porque en todo lo demas eran totalmente distintas. Darla era despampanante. Morena con esos ojos rasgados y tan alta que podria ser modelo, se habia casado con un abogado forradisimo que la trataba como una reina. Ella media poco mas de metro y medio, su color de cabello la hacia parecer una muerta la mayor parte del tiempo, porque su piel jamas se ponia morena, y no habia tenido una cita en ano y medio. Y para colmo se la habia conseguido su hermana. Lo que menos queria era trabajar en la misma empresa para que las compararan continuamente. Eso sin mencionar que para hacer un trabajo que odiaba mejor quedarse donde estaba. --No, gracias. Sabes que con el senor Kanda estoy estupendamente. --Ese japones es un tirano. Hizo una mueca cruzando la calle. --Si, un poco si. --Y tiene muy mala leche. Para el nunca haces nada bien. En mi empresa estarian encantados contigo. Y con el curriculum que tienes... Menudo desperdicio. Los de las entrevistas de trabajo estaban ciegos. No estaban ciegos y ese era el problema. La veian demasiado timida, demasiado callada. Por su cultura al senor Kanda le vino genial, por supuesto. Ella lo entendio perfectamente cuando conocio a su esposa en la fiesta de Navidad. Ni abrio la boca. Asi que era comprensible lo que habia ocurrido el dia de la entrevista, porque en cuanto la vio le ofrecio el puesto. Y no pagaba mal, la verdad. Pero era insoportable su tonito ironico a todas horas. Igual su hermana tenia razon y era momento de cambiar de aires. Pero en la empresa de Darla ni hablar. Sonrio a su hermana que seguia indignada. --Tu me miras con muy buenos ojos. Como se nota que eres mi melliza. --Es que estas desperdiciada en esa empresa de fotocopias. --Fotocopiadoras. --Eso. --Darla empujo la puerta de la cafeteria a donde iban todos los dias y vieron a sus amigas que ya estaban comiendo. --Pero que prisa teneis todas --dijo molesta. --Es que nosotras no tenemos un jefe que besa por donde pisamos. Darla se echo a reir de esa manera tan cantarina que hacia que media cafeteria se girara para mirarla, pero Bernadette acostumbrada lo ignoro y se sento al lado de Katey que masticando su ensalada de pasta le guino un ojo. Al ver sus largas pestanas negras entrecerro los ojos. --?Te pones pestanas postizas? --Te has dado cuenta --dijo desilusionada. --Claro. Son enormes. --Y se te ha salido el pegamento. Menudos abanicos te has puesto --dijo Fiona intentando no reirse. --?A quien le has echado el ojo? --No se como se llama. --Aparto su flequillo moreno de su frente. --Trabaja en el piso veintidos. --Ingeniero --dijeron todas a la vez. Aunque Bernadette no trabajaba en la misma empresa, por los ligues de las chicas ya sabia que habia en cada planta. Ambas eran abogadas especializadas en patentes y trabajaban codo con codo. Darla las habia metido en la empresa pues las cuatro eran amigas desde la universidad, aunque no habian estudiado lo mismo. --?No habeis pensado en salir con alguien de fuera de Henderson Technologies? Lo pregunto porque ya son muchas citas con empleados de alli. --Pero si alli trabaja mucha gente. --Katey la miro fijamente con sus bonitos ojos azules. --?Me estas diciendo que van a murmurar de mi? --Se llevo la mano al pecho como si fuera la primera vez que se le ocurria algo asi. --?Creeis que puede pasar? Darla hizo una mueca y sonrio a la camarera. --Lo mismo que ellas. --Yo tambien, Daisy. Y de beber lo de siempre. --Perfecto. Sois la mesa mas facil del local. --La chica les guino un ojo antes de alejarse. --?Lo creeis? --insistio Katey. --!No! --exclamo Fiona que tambien estaba para hablar--. No, ?verdad? Las hermanas se miraron a los ojos y fue Darla la primera en hablar. --Pues la verdad es que hay tantos hombres en Nueva York que no se por que siempre teneis que salir con companeros de trabajo. A mi David lo conoci en el gimnasio. Deberiais ir. Alli se liga mucho. Katey chasqueo la lengua y Fiona hizo un gesto con la mano como si lo que hubiera dicho fuera una tonteria. --?Por que ir tan lejos cuando en la empresa tenemos tantos? --Cierto. Asi ahorramos tiempo, que somos mujeres muy ocupadas. --?Para que preguntas entonces? --pregunto Bernadette sorprendida. --Por si acaso creian en la empresa que eramos unos pendones. --!Es que es lo que van a pensar, Katey! Has salido con al menos quince tios de alli. --Pero no me he acostado con todos. --Dejalo, Bernie --dijo Darla exasperada. --?Y a ti que te pasa? --Fiona entrecerro sus ojos castanos apartandose un mechon de cabello cobrizo del hombro. --Estas enfadada. --?Yo? --No --respondio Bernadette por ella--. No esta enfadada. --Si que lo esta. Frunce el ceno y siempre lo hace cuando algo la cabrea. Miro a su hermana fijamente y esta forzo una sonrisa. --?Que pasa? Ahora que lo pienso no estas enfadada... Estas preocupada. Las tres pendientes de sus palabras provocaron que se sonrojara ligeramente. --Estoy embarazada. Dejo caer la mandibula del asombro porque de todas las cosas que podia decirle eso era lo que menos se esperaba. --Es estupendo --dijo Fiona muy contenta abrazandola--. Felicidades. Katey la felicito mientras ellas se miraban a los ojos. Se levanto viendo la angustia en el rostro de su hermana y la abrazo. --No te preocupes, es una noticia maravillosa. Me alegro muchisimo por vosotros, vais a ser unos padres increibles. --Me he enterado esta manana. Queria decirtelo a ti sola, pero tenias prisa y... --Lo entiendo, no te preocupes. --A ver como se lo toma --dijo Darla apartandose. --Se va a cabrear, pero se le pasara. Te quiere mucho --dijo Bernadette cortandoles todo el rollo a sus amigas que las miraron asombradas mientras volvia a su sitio. --?Quien se va a cabrear? ?David? --pregunto Fiona atonita--. ?Por que se iba a cabrear? El tambien estaba alli. ?O no? --Claro que estaba alli --dijo Bernie indignada--. Pero habian quedado que esperarian otro ano porque acaban de mudarse a la casa nueva que ella se empeno en comprar. Eso unido a que han tenido que cambiar de coche, despues de que ella hubiera destrozado el BMW de su marido y que eligieran ese modelo carisimo porque a Darla le encantaba ese Jaguar... Un coche nada practico para llevar el carrito del bebe. --Reprimio la risa mientras era ahora su hermana la que la miraba indignada. --Estas muy graciosa. --Esa soy yo, la tia graciosa. --Sonrio con carino. --Te pidio un ano para recuperarse porque lo ha invertido todo en esa casa, pero no tienes que preocuparte porque te perdonaria cualquier cosa. --Dios... Menuda mierda. --?No lo quieres? --pregunto Katey impresionada--. Si siempre te han encantado los ninos. --Claro que lo quiero. Ahora ya esta aqui. --Preocupada miro la mesa de al lado bajando la voz. --Pero no lo deseabamos ahora. Ninguno de los dos. Ademas el trabaja muchisimo y decidimos que no fuera en este momento, porque cuando sea padre quiere dedicarle tiempo a sus hijos. Tiempo que ahora no tiene. --?Y que vas a hacer? --pregunto Fiona preocupada. --Tendremos que fastidiarnos porque esta aqui. Ni loca voy a abortar. --David tampoco querria algo asi --dijo Bernie preocupada porque debia ser uno de los momentos mas felices en la vida de su hermana. Le sonrio--. Sereis unos padres maravillosos. La miro a los ojos y vio un pequeno brillo de ilusion. --?Eso crees? --Por supuesto --dijeron todas asintiendo.

  • El cielo en tus ojos de Angela Drei

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    Evan ha aprendido desde pequeno que cada logro va a acompanado de esfuerzo y dolor.
    Cuando por fin encuentra el amor, el pasado regresa para hacerle caer de nuevo.
    Quiza esta nueva vida junto a Allyson no es para el, tal vez solo es un sueno imposible.
    Tendra que luchar por ser el hombre que ella merece porque, despues de todo, el no sabe escribir poesia, pero sabe que esta enamorado de ella.

  • Inteligencia artificial de Pablo Rodriguez

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    Los datos son el combustible de la inteligencia artificial. Dicen tanto de nuestro comportamiento e interacciones y de como nos relacionamos con el entorno que, con la ayuda de potentes ordenadores y sofisticadas tecnicas estadisticas, y en conjuncion con la inteligencia artificial, pueden transformar para mejor la vida de millones de personas.

  • La cuarta victima de Mari Jungstedt

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    ?Que relacion hay entre un atraco a mano armada y un crimen nunca resuelto? Descubrelo en una nueva entrega de la serie de Gotland.

  • Tu + Yo= Extremo de Phavy Prieto

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    Despues de que Irina abandonara Madrid para estar cerca de su padre, tomara conciencia y asumira su posicion en la Presidencia de empresas Komarov. Sabe que no se lo pondran facil, ella es mujer, aun es demasiado joven e indiscutiblemente no posee experiencia, pero cuenta con su inteligencia, teson y audacia que la haran demostrar de lo que es capaz cuando asuma su cargo.
    Alejandro debe viajar a Rusia con motivo de la sucesion de la presidencia de empresas Komarov. Tenia claro que buscaria a Irina asi tuviera que amenazar a Andrei para conseguirlo, era consciente del enorme vacio que ella habia dejado en su corazon y habia asumido a su pesar que la necesitaba en su vida.
    Lo que jamas penso Alejandro era que no solo la encontraria mas hermosa que nunca, sino que ella seria la nueva presidenta del consorcio Komarov. Ser consciente de que en realidad Irina no habia sido una simple becaria, que en realidad era la mismisima hija de Luciano Komarov fue el principio de su redencion si de verdad queria recuperarla.

  • La nueva formula del trabajo de Laszlo Bock

    https://gigalibros.com/la-nueva-formula-del-trabajo.html

    El vicepresidente senior de gestion de personas de Google revela por primera vez una formula de trabajo que se ha convertido en leyenda global.

  • Seducida por su Lobo (Los Lobos de Green Valley 2) de T.n. Hawke

    https://gigalibros.com/seducida-por-su-lobo-los-lobos-de-green-valley-2.html

    Natalie:

  • Lo que oculta la nieve de Rocio Mulas

    https://gigalibros.com/lo-que-oculta-la-nieve.html

  • ETA. Las claves de la PAZ de Jesus Eguiguren

    https://gigalibros.com/eta-las-claves-de-la-paz.html

    Son muchos los acontecimientos que estan sucediendo en el Pais Vasco. El mas importante: el fin de ETA. La forma en que se ha puesto punto final a la accion terrorista ha sorprendido a la mayoria y ha generado desconfianza. ?Cuales son las verdaderas claves del final historico de ETA? ?Que papel desempenaron los intentos de negociacion previos al cese de la lucha armada terrorista? ?Cual es el futuro de la paz en Euskadi? ?Como se va a llevar a cabo este proceso? El periodista Luis Rodriguez Aizpeolea reconstruye de forma integra en ETA. Las claves de la paz el proceso de paz que se abrio en Euskadi entre 2000 y 2006, y que es el precedente del cese definitivo del terrorismo por parte de ETA, de la mano de su principal testigo, el presidente de los socialistas vascos, Jesus Eguiguren. Como se gesto la idea del dialogo con ETA, como se llevaron a cabo las reuniones, los horarios, las fechas, los asistentes, el modus operandi de cada uno de los encuentros y sus consecuencias tras la ruptura del proceso con el atentado de ETA en la T-4. Una obra que secuencia de manera magistral el final del terrorismo en Espana, un problema endemico que se venia arrastrando desde la Transicion y un caballo de batalla de los diferentes gobiernos democraticos. El testimonio de uno de los principales responsables del final del terror, un vasco de corazon que lo arriesgo todo en favor de un deseo -que era el anhelo de todos los espanoles-: la paz en Euskadi. Un relato sorprendente y profundo que aun guarda el valor de la inmediatez y que cuenta con todo lujo de detalles, y por primera vez -ya que este es un tema a menudo silenciado- los entresijos de una negociacion con una organizacion terrorista. La explicacion del final de ETA. Todo, sin censuras

  • Contigo quiero estar (Junto A Ti 1) de Stefany Pacinelli

    https://gigalibros.com/contigo-quiero-estar-junto-a-ti-1.html

    Stefania, al graduarse como Bachiller en Ciencias, toma la firme decision de estudiar en la ciudad capital de Venezuela: Caracas. Alli descubrira que ser independiente no es tan facil como ella imaginaba. Conocera el valor de la amistad, la traicion y, cuando menos lo espera, conocera el amor verdadero.

  • El Fenix. La guerra por Egoreo de V.g. Gonzalez

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    Llego el momento que todos esperaban y de la manera mas inesperada. Sabrina tiene que controlar los elementos o de lo contrario el Caos terminara por destruir Egoreo. Secretos se revelaran y se tomaran decisiones que cambiaran la vida de todos para siempre.
    Los principes estaran dispuestos a todo para ganar el corazon del Fenix y sus guardianes lucharan para protegerlo. Mientras Egoreo se cae en pedazos, Sabrina tendra la prueba mas fuerte de su vida. ?Lograran conquistar su corazon y restablecer el equilibrio en Egoreo o todo estara perdido?

  • Momentos de vida de Virginia Woolf

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    Este conjunto de escritos autobiograficos de Virginia Woolf reune textos ineditos seleccionados en los archivos Woolf de la Biblioteca Britanica y la Biblioteca de la Universidad de Sussex. Los <>, como se les llama, pertenecieron a Leonard Woolf. Cuando este consiguio convencer a Quentin Bell de que escribiera la biografia autorizada de Virginia Woolf, puso a su disposicion esos papeles, y el profesor Bell cito breves parrafos de los mismos en la biografia. Despues de la muerte de Leonard Woolf, los papeles pasaron a la Universidad de Sussex, gracias a la generosidad de la albacea testamentaria, la senora Trekkie Parsons. La decision de publicar unos textos que hubieran sido extensivamente revisados por Virginia Woolf, y la mayoria de los cuales --a diferencia de los ensayos publicados con caracter postumo por Leonard Woolf-- no fueron escritos con la intencion de darlos a la luz publica, no fue tomada sin una cuidadosa consideracion previa. El innegable interes y valor de estas memorias alejaron cualquier duda sobre la pertinencia de su publicacion. Poner al alcance de un amplio publico un material que con tanta claridad revela la vision y la sensibilidad de una escritora cuya contribucion a la historia de la literatura inglesa tuvo un caracter tan profundamente individual, seria necesariamente un tributo a su memoria. Estas memorias constituyen una aportacion unica a la documentacion de su vida y su arte. Virginia Woolf solia escribir uno o mas borradores de sus obras y, luego, los pasaba a maquina, efectuando con ello diversas revisiones totales, en ocasiones hasta ocho o nueve. Los textos de esta compilacion se encuentran en diversas fases de revision --en su mayoria estan escritos a mano, solo parte de uno esta escrita a maquina-- pero, con la sola excepcion del primer texto, los escritos llevan la marca de <>, pese a que los tres ultimos apartados fueron leidos por Virginia Woolf a aquellos para quienes los escribio. Estas obras estan sembradas de correcciones, adiciones y tachaduras, y en el caso antes indicado del manuscrito hay parrafos enteros revisados, intercalados en el texto. En la presente edicion no se ha pretendido dar constancia de estas revisiones y variaciones. Hacerlo habria comportado dificultar la lectura a la mayoria de los lectores. Quienes esten seriamente interesados en estudiar este aspecto de las memorias de Virginia Woolf encontraran el material a su disposicion en la Biblioteca de la Universidad de Sussex y en la Biblioteca Britanica. Sin embargo, en ningun caso se ha permitido que el deseo de ofrecer un texto de facil lectura prevaleciera sobre una finalidad de primordial importancia, como es la de seguir fielmente las ultimas intenciones de Virginia Woolf en lo tocante a estos textos, en la medida en que estas intenciones se conocen o pueden deducirse razonablemente o, en caso contrario, dar los motivos por los que no se hace o indicar la existencia de dudas cuando las hay. Esperamos que este <> no constituya un desagradable obstaculo para su lectura --para reducir al minimo este peligro hemos utilizado el recurso de poner notas en cada texto--; sin embargo, que este <> sea visible tiene la ventaja de recordar al lector que Virginia Woolf no habia preparado estos textos para su publicacion, de ahi que no deban ser juzgados con el mismo criterio que se podria aplicar a las obras que publico en vida. Debido a que los textos seleccionados se encontraban en diferentes etapas de revision, en algunas ocasiones ha sido preciso adaptar la practica editorial a la naturaleza de ciertos problemas. En esos casos se ha hecho mencion de ello en la correspondiente nota previa. Con esta salvedad, se han seguido con caracter uniforme los siguientes criterios editoriales. Las tachaduras efectuadas por Virginia Woolf no han sido incluidas, salvo cuando lo suprimido era imprescindible para comprender el sentido del parrafo y la autora no lo sustituyo. En estos casos, las palabras eliminadas se han puesto entre corchetes angulares. Las tachaduras parciales, que no son raras, han sido subsanadas, sin hacer advertencia alguna al respecto. En los raros casos en que la autora anadio una palabra o una frase pero dejo sin suprimir lo necesario para dar cabida al anadido, tambien se ha subsanado el olvido, sin advertencia alguna. Por ejemplo, en <>, la primera version de un parrafo dice: <>. Luego Virginia Woolf anadio las palabras <> junto a <>, pero olvido tachar <>. Las tachaduras que tienen interes por si mismas se han hecho constar. Algunas tachaduras de Virginia Woolf eran incompletas, y lo mismo ocurria con sus anadidos y correcciones. Cuando ha sido imposible incorporarlas al texto, sin causar grave perjuicio al sentido de la frase, estas correcciones y anadiduras han sido omitidas, aunque ello se hace constar en la correspondiente nota. En los casos en que anadio una palabra o una frase de tal manera que se advierte con claridad que lo consideraba una alternativa, se ha seguido la segunda version, salvo cuando la primera era claramente preferible. En muy pocas ocasiones estas expresiones alternativas producen efectos de importancia en el texto. Sin embargo, han sido consignadas cuando tienen interes, o cuando no se puede saber con certeza que expresion habria preferido Virginia Woolf. En sus primeros borradores, las costumbres de la autora en lo tocante a puntuacion, ortografia y empleo de mayusculas eran muy variables y, ademas, utilizaba a menudo abreviaturas que jamas aparecieron en sus obras publicadas. A veces, evidentes negligencias, unidas a errores mecanograficos o correcciones efectuadas con premura, dieron lugar a textos con numerosas incorrecciones. En otras ocasiones, salta a la vista la esmerada atencion que prestaba a estos aspectos y que es un rasgo caracteristico de su obra publicada. Virginia Woolf solia pasar su obra a su marido, Leonard, para que revisara estos detalles, y este ultimo, al publicar las obras postumas de Virginia, no dudo, tal como dice en su prefacio a The Death of the Moth,1 en <> los ensayos y corregir <>. A pesar de que las libertades plenamente justificables que Leonard Woolf podia tomarse no lo serian en el caso de cualquier otra persona, no cabe duda de que su criterio puede, por lo menos, servir de orientacion con respecto a la clase de correcciones que se han efectuado en el presente texto; por eso parece evidente que, en estas memorias --a diferencia de su diario o de sus cartas--, Virginia Woolf habria adaptado la puntuacion, la ortografia y el empleo de mayusculas a los usos generales, salvo en los casos de especifica matizacion, si hubiera decidido publicarlas. En consecuencia, aqui la puntuacion ha sido modificada de manera que fuera acorde con la costumbre seguida por Virginia Woolf en su obra publicada. Cuando era oportuno se han anadido guiones, cursiva, interrogantes, puntos y aparte o la estructura propia del dialogo. El signo & ha sido sustituido por la usual copulativa y se han suprimido las abreviaturas y los numeros en los casos en que era su costumbre hacerlo asi. Con la salvedad de estos ejemplos, que dificilmente cabe discutir, la puntuacion solo ha sido alterada con el fin de evitar ambiguedades, corregir evidentes olvidos, o hacer que concuerde con la formula establecida en una frase o en un parrafo, momentaneamente olvidada por la autora. En absoluto se ha pretendido armonizar, en cualquier otro aspecto, la caracteristica y altamente expresiva puntuacion de Virginia Woolf con los usos generales. Por ejemplo, cuando utiliza un signo de exclamacion en mitad de una frase, el signo se mantiene, si es acorde con el sentido del parrafo. Todos los errores mecanograficos han sido corregidos. La ortografia y el uso de mayusculas se han conformado con la costumbre comun, salvo en los casos en que comportan un matiz expresivo. El sentido de una frase o su estructura gramatical han exigido, en alguna ocasion, la anadidura de una palabra, que ha sido puesta entre parentesis. Sin embargo, como hemos dicho, la aparicion de mas de una palabra entre parentesis, sin una nota al respecto, indica que se trata de palabras tachadas por Virginia Woolf. Todas las frases dudosas y palabras ilegibles han sido objeto de la correspondiente nota, salvo en los raros casos en que se daba una alternativa legible y aceptable. Las notas que preceden a cada uno de los escritos contienen una breve exposicion del tema del texto memorialista, a fin de evitar engorrosas notas. Contienen, asimismo, la fecha y las circunstancias del escrito y una descripcion del texto mecanografiado o manuscrito en el que se ha basado el texto publicado, asi como una referencia a los problemas insolitos que pueda plantear. En las notas, recogidas al final del libro, se han utilizado las iniciales <> y <> para hacer referencia a Virginia Woolf y a Leonard Woolf, respectivamente, en aras de la brevedad. Las hojas manuscritas o mecanografiadas (ms. y mc.) quedan identificadas por su referencia catalografica, como, por ejemplo, <>; sin embargo, despues de la primera mencion se omiten las iniciales <> (Monks House), ya que todos los papeles proceden de la misma coleccion. La biografia en dos volumenes, obra de Quentin Bell,2 se cita simplemente con las iniciales <>, seguidas del correspondiente numero del volumen y de la pagina. Las cartas, en la edicion critica de Nigel Nicolson, se mencionan como Letters, con indicacion del volumen en el que se encuentran. No hemos intentado identificar a las personas que se mencionan en estas memorias. Es decir, cuando la persona era de importancia menor o pasajera para Virginia Woolf, o solamente importante en cuanto encarnacion de un tipo, y asi se advierte claramente por el contexto, no se ha procedido, por lo general, a su identificacion. Quienes esten interesados en estos detalles tienen a su disposicion la biografia escrita por Quentin Bell, que se puede complementar con los seis volumenes de la correspondencia, Letters, ya mencionados, y los cinco volumenes que componen el Diary of Virginia Woolf, editado por Olivier Bell en colaboracion con Andrew McNeillie, cuya traduccion al castellano, en tres volumenes, se titula Diario intimo. El periodo que abarcan estas memorias, en general, y <>, en particular, ha sido ampliamente estudiado.

  • Esquemas rotos y brujulas desviadas de Irene Anton Cortes

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    Al fin y al cabo no es mas que otro libro de poesia. Un libro en el que muestro mis sentimientos mas puros. Mis miedos. Mis logros. Mis tristezas. Espero que te sientas como en casa con este libro. Subraya, haz anotaciones, pon marca-paginas, haz lo que quieras. Pero disfrutalo. Disfrutalo como yo lo disfrute

  • Amando a Zoe de Maria Las Heras

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    Un encuentro casual, como cualquier otro llevo a Lucia; quien creia conocerse, quien creia tener definida su forma de amar, a descubrir los limites de la pasion de la mano de quien le llevaria a conocer, mas alla de las fronteras del bien y el mal, mucho mas alla de los limites, el verdadero amor, el que no conoce barreras y que permanece etereo en el aire que respiran los amantes ?Que serias capaz de hacer por amor? ?Cual es el limite? Una situacion al borde del abismo, un plan desesperado, un final inesperado y sorprendente y un amor lleno de pasion eterna... Todos tenemos, hemos tenido, tendremos o deseariamos tener una Zoe en nuestra existencia

  • Antonia de Carolina Salvo

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    Una mujer joven en la capital mas austral del mundo, Santiago de Chile, con intereses y aspiraciones como cualquiera. Una joven igual a ti o a mi, que anda en metro, que trabaja en una oficina, sale con las amigas y ama la comida de su madre, una joven que despierta cada dia a luchar por su futuro sin imaginar si quiera que su mundo se pondra de cabeza cuando un hombre fascinante, un exitoso ejecutivo extranjero, la suba a una nube tan solo con mirarla para conquistarla.

  • Alborada de Cristina Duran

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    Camila estaba acostada, pero no dormia, solo disimulaba que lo hacia. No se acordaba de cuando habia dejado de anorar un beso o una caricia de su marido. Solo ansiaba oir el sonido de la puerta de la calle cerrarse. Cuando por fin lo escucho, echo las sabanas hacia atras. Lucas por fin se habia marchado a trabajar. Era el momento de escapar de la carcel de su hogar. Se sento en su taburete delante del tocador, encendio las luces del espejo y mientras se maquillaba pensaba: <> Mientras ese pensamiento se reproducia en su cabeza una y otra vez, peinaba su larga melena negra azabache, maquillaba sus ojos verdes intentando tapar el desgaste de la vida y la rutina. Intento que el labial rojo tapara su falta de besos. Su escasez de suenos. Con un suspiro fue al armario y se vistio con su vestido rojo de polipiel, corto, por encima de las rodillas. Sus botas negras de tacon de aguja y una chaqueta de cuero negra para tapar el frio de la noche. Lista para salir. Preparada para olvidar su desgana entre musica, humo de cigarrillo y vaivenes de cadera. En el salon cogio su bolso, las llaves de su coche y su telefono movil. Ahi iba una noche mas dispuesta a espantar sus malos suenos, alejar la rutina de un matrimonio que habia empezado a asfixiarla. Llego al club y saludo a sus companeras, habia logrado una sintonia especial con ellas. Aexcepcion de una compa- nera que buscaba cualquier oportunidad para pelearse con ella. Aguanto estoicamente los piropos de su jefe, ese hombre que ponia su carne de gallina y le calentaba la sangre. No sabia como, pero llevaba todo un ano, resistiendose a los multiples encantos de Marc. No queria serle infiel a su marido, aunque la atraccion que sentia por aquel individuo, crecia cada dia mas. Se preparo para salir al escenario, ese escenario que la llamaba, que hacia que se entregara en cada nota de musica a un baile sensual y desenfrenado. Su cuerpo siendo invadido por cada nota musical, el vaiven de sus caderas animando al publico. La alborada rozaba en el cielo cuando llegaba a casa, pero ese dia algo le habia entretenido, haciendo que se le hiciera demasiado tarde. Lucas no tardaria en volver. Mientras conducia su viejo coche pensaba en el hecho que le habia retrasado. Marc la habia llamado para ordenarle que bailara para el, con una excusa que no lograba recordar. Podia haberse negado, pero algun diablo poseyo su alma, porque no supo decir que no. Su jefe puso una melodia que la incitaba a contonear sus caderas y bailo para el. Las prendas de ropa fueron cayendo. Pudo haberse negado, pero le apetecia tanto sentirse querida, el deseo que sentia por Marc sobrepasaba al que una vez sintiera por su marido. Se transporto a otra galaxia sin darse cuenta, solo estaba su cuerpo y la musica. Estaba en su propio mundo, cuando unos sentimientos que no deberia sentir, se abrieron paso por su alma y su corazon. Hasta que sintio unas manos fuertes y asperas posarse en sus pechos. Entonces volvio a la realidad y sintio que se ahogaba con la lujuria que empezaba a recorrerle todo el cuerpo. Deseo prohibido, anhelaba tanto lanzarse a esos brazos, dejarse llevar. Pero una vez mas huyo llenandose de insatisfaccion. Todo su ser clamando por entregarse y dejarse enamorar. Pero creia que no debia. Sentia que no era lo correcto. Aparco y subio corriendo, no le daba tiempo a ducharse, se desnudo escondiendo su ropa de trabajo y para tapar su desnudez se puso una bata de seda. Justo cuando ponia la cafetera al fuego y el pan en la tostadora la puerta de la calle se abria. Su marido entro con paso cansado al apartamento. --?Te has dormido? Normalmente a esta hora me tienes el desayuno -- protesto el, solo queria comer, una ducha caliente y dormir. --Ya voy Lucas, ya voy --contesto ella molesta, cansada de ser solo una criada para el. Hacia tiempo que no se sentia como una mujer, tampoco el la trataba como tal. De mala gana sirvio el desayuno como su marido esperaba, como siempre ni un beso. Ni un agradecimiento, ni darse cuenta que su corazon ya volaba muy lejos del que fue su hogar. Reprimiendo un bostezo fue al cuarto de bano para darse una ducha corta, unos minutos despues Lucas entro en el bano. No le dedico ni una sola mirada al cuerpo de su mujer. --!Joder! !Y ahora me quitas la ducha! --volvio a quejarse. --Ya voy a salir Lucas, ?por un dia podrias dejar de protestar? ?Que tal si te metes en la ducha conmigo y me haces el amor salvajemente? ?Cuanto hace que no me tocas Lucas? --Pregunto ella con amargura. --Estoy cansado Camila te prometo que en nuestras vacaciones sera todo fantastico --contesto el deseando irse a dormir. --Si como el ano pasado que las anulaste --ahora le llego el turno a Camila de quejarse. Salio de la ducha envuelta en una toalla y se marcho del bano rozandose con el cuerpo de su marido con la intencion de provocar una reaccion en el. Como siempre nada paso, entonces ella se sintio cansada y dolida. Cuando llego a la habitacion se sento en la cama y penso: <>. A Lucas solia molestarle cuando su mujer se ponia minifaldas o escotes, no le gustaba que nadie la mirara. Por eso Camila habia decidido vestirse como realmente le gustaba. Ya no le importaba su opinion, ya le daba igual lo que Lucas quisiera. Se vestiria como ella realmente queria hacerlo. Tal vez asi podria lograr algo de su atencion. Aunque ya dudaba que quisiera eso. Se perdio en el fondo del armario buscando sus antiguas minifaldas, las vaqueras nunca pasaban de moda. Despues de ponerse la ropa interior se coloco la corta prenda. Busco algo con que conjuntar y encontro un corse precioso. Sonrio malevolamente. Salio del vestidor calzandose unos zapatos de tacon de aguja rojos, Lucas aun no habia salido del bano. Se llevaria una sorpresa. O eso queria pensar. Cogio su rizador de pelo del cajon y procedio a rizarse su lisa melena. Se esmero en maquillarse, aunque no se maquillo tanto como cuando iba al club. Sonrio cuando sintio la presencia de su marido en la habitacion. Se levanto lentamente sin mirarle, se puso una cazadora vaquera. Y se acerco a el para darle un beso en la mejilla. --Querido, me voy a trabajar --dijo para despedirse. --?Desde cuando vas asi a trabajar? --pregunto el mirando su atuendo y sintiendose preocupado. --Desde que he decidido que no me importa lo que me digas. Chao mi amor --contesto ella saliendo de la habitacion. Cogio su bolso, las llaves del coche y salio en direccion al garaje. Era una tortura encontrar aparcamiento en aquella ciudad. Cuando por fin encontro un hueco aparco, corrio ave- nida abajo para poder abrir la tienda de bisuteria que tenia a medias con su mejor amiga. Se sorprendio de que Samanta aun no hubiese llegado, levanto el cierre y colgo el cartel de abierto. Dejo su bolso y la cazadora en la parte de atras para poder trabajar comodamente. La campanita sono, penso que seria demasiado temprano para que fuera un cliente, creyo que era su amiga. Por eso se agacho para ordenar los collares de la estanteria de abajo. Supo que no era Sami cuando sintio una mano grande y aspera pasearse por su pierna. Sabia que su marido no era. Sentia su sangre mas caliente y espesa. El tacto de la persona que le tocaba no era el mismo que el de su marido. Le falto el aliento, sentia que se ahogaba, Lucas jamas causo ese efecto en ella. Podia sentir un calor que le quemaba. --?Cuando te vas a rendir y ser mia? --pregunto Marc con esa voz ronca que le volvia loca. En ese momento todo el flujo sanguineo se le habia acu- mulado en la entrepierna. Quiso aullar de frustracion, de deseo incumplido. Deseo poder ser libre para poder entregarse sin miedos. Se le puso la carne de gallina cuando el paso su lengua por su cuello. --Llevas un ano resistiendote a mi. Me estas volviendo loco de deseo. Cuando te veo bailar en el club solo pienso en empotrarte contra la pared. --Estoy casada Marc. No me acostare contigo nunca --murmuro ella intentando no gemir. Con un movimiento rapido y experto la arrincono con- tra el mostrador, le levanto la pierna para poder conseguir una pose intima. Se restrego descaradamente. --?Me sientes? ?Sientes lo duro que me pones? --volvio a preguntar el incansable. --?A que has venido Marc? --pregunto ella intentando que su voz no sonara ronca. --A darte la noche libre. Esta noche se cierra el club por motivos personales. Pero manana por la noche a la hora de siempre. Siempre el mismo juego, el provocando e intentando seducirla, ella intentando resistirse. No queria convertirse en una mujer infiel. No oyeron la campanita de la puerta, concentrados como estaban en ganar terreno. --Vaya amiga si quieres vete a un hotel yo me encargo de la tienda --se escucho decir a Samanta con voz alegre. --Hagamos caso a tu socia, vamonos, dejame llevarte al paraiso --dijo con chuleria Marc. --Marc por favor vete. Tengo que trabajar --suplico Camila de repente sintiendose agotada por culpa de aquella situacion. Entonces el la solto y salio del lugar, dejandola temblorosa y triste. Sami quiso acercarse y abrazarla para darle consuelo, pero Camila no queria que se acercara aun. Necesitaba recomponerse. Su entrepierna latia furiosa y sentia las piernas como si fueran gelatina. Marc siempre arrasando, dejandola con ganas de mas y muerta de deseo por el. Cuando su cuerpo volvio a la tranquilidad suspiro, sus ojos se llenaron de lagrimas. Samanta se acerco preocupada y le dio un corto abrazo. Como amigas lo sabian todo sobre sus vidas, por eso Sami volvio a decirle lo de siempre. --Cam tienes que pedirle el divorcio a Lucas no puedes seguir asi. Te esta destruyendo, hermana no puedes seguir asi. Lo primero que hiciste fue irte a trabajar a ese club. No estas haciendo cosas logicas. --Necesitaba algo para escapar de la rutina, Lucas se dedica a ignorarme -- intento defenderse Camila. Aunque en el fondo sabia que Sami tenia razon. --Y llevas un ano bailando en ese club de striptease, no es que me parezca mal. ?Pero que pasara si Lucas te descubre? --pregunto preocupada Samy. --No lo hara, en este ultimo ano lo unico que ha hecho es trabajar en su taxi. Ni me sorprenderia que se quedara a dormir en el --contesto dolida ella. La campana le salvo de seguir hablando, llegaban clientes, empezaba el dia de trabajo. Jornada que Camila esperaba que fuera intensa para poder olvidar los problemas de su casa. Borrar de la memoria su soledad, dejar entre renglones ese infierno que se habia convertido su matrimonio. Cuando cerraron la tienda a las siete ella le dio una orden a su amiga. Tenia la noche libre y no estaba dispuesta a quedarse en casa. --Sami, reune al grupo. Saldremos esta noche. --Manana es dia laboral. No podremos trasnochar mucho --advirtio Samanta. --?Que te parece cena en el Ginos de Gran Via? Y luego una copichuela rapida en el Gin club --planeo Camila sabiendo que su amiga moveria cielo y tierra por una pizza marinera en el Ginos. --Quedamos en la boca del metro de tu barrio --dijo aceptando Sami. Camila subio la calle sonriendo, era tan facil convencer a su amiga. Ojala fuera tan facil de convencer su marido para tener una noche loca, o para hacerle ver que su matrimonio se iba a la basura. Sus ojos se posaron en el escaparate de una tienda y se enamoro de un vestido, espero que el semaforo cambiara para cruzar y poderselo comprar. Entro tambien en un establecimiento de lenceria para elegir ropa interior nueva. Se enamoro de los encajes, de las sedas, de los lazos y de los colores brillantes. Lastima que por mas dinero que gastara en lenceria Lucas no se fijara en ella. Feliz con sus compras fue a buscar su coche para dirigirse a casa, compro en el supermercado algo rapido para prepararle a su marido para cenar. Subio casi corriendo las escaleras, ese era su ejercicio diario, penso que quiza podria apuntarse a un gimnasio para ejercitarse en las horas del mediodia. Pero luego penso que no seria buena idea, esas horas eran las que aprovechaba para dormir.