• erich fromm y la naturaleza humana pdf - Ramon Xirau

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    ANTES de pasar al tema de este texto, permitaseme hacer algo de historia personal. A principios de la decada de 1960 habia yo tenido trato con el doctor Erich Fromm gracias a amigos del Instituto Mexicano de Psicoanalisis y, en especial, gracias al doctor Guillermo Davila. En el curso del verano de 1966, Erich Fromm me hizo saber que le gustaria hablar conmigo de un asunto concreto. Se trataba de lo siguiente. La editorial Macmillan le habia encargado una antologia, con prologo bastante detallado, notas y bibliografia. Tema: la naturaleza del hombre. ?Querria colaborar con el en la <> de este libro? No oculto que la idea me entusiasmo no sin causarme algunas dudas. Era yo todavia bastante joven y Erich Fromm era una figura conocida en todo el mundo. ?Como seria esta colaboracion? Fue magnifica y lo fue doblemente: por la riqueza en el intercambio de ideas (Erich Fromm nunca fue impositivo) y por hacerme conocer, creo que a fondo, a este hombre excepcional dentro de su sencillez. Hondamente emotivo sin dejar de ser energico, afectuoso y disciplinario, se revelaba, con toda su personalidad, en la mirada a la vez acerada y afectuosa. Trabajar con el fue, en parte, discutir acerca de la naturaleza humana; fue Erich Fromm, acaso, encontrarse ante todo un hombre, vivo, concreto, no exento de humor y culto, cultisimo. En la obra de Erich Fromm, donde quienes no lo conocieron podran percibir algo de su personalidad, estan presentes los filosofos de Occidente y los pensamientos surgidos, a lo largo de los siglos, de la tradicion judia, es decir, de la Biblia, del Talmud. Porque este hombre, que tan ligado estuvo a la escuela de Frankfurt --sus diferencias y discrepancias con Adorno y Marcuse no ocurririan sino mas tarde-- estaba, por asi decirlo, empapado en la cultura judia y en lo mas universal de esta cultura. Su conocimiento de los textos biblicos y de la filosofia judaica se reflejaban muy frecuentemente en sus conversaciones y en sus obras. Ahora bien, a traves del pensamiento judio, hay que recordar que Erich Fromm estuvo especialmente influido por Spinoza, con cuyo influjo se enriquecio su propia obra. Seria importante llevar a cabo un analisis detallado de esta influencia que es, muchas veces, una afinidad electiva. No es este el momento de hacerlo sino simplemente de recordar, muy brevemente, algunos de los temas vividos y vitales que Erich Fromm entresaco, con plena conciencia, del pensamiento del filosofo de Amsterdam. Los libros de la Etica de Spinoza que mas profundamente influyeron en Erich Fromm fueron los que llevan por numero III, IV y V. Spinoza, lo sabemos, pensaba que lo que caracteriza al ser es su <>. Este conato, este impulso, llevara por nombre, en la obra de Erich Fromm, biofilia, amor a la vida. Spinoza decia que quien conoce la verdad, quien ha alcanzado la sabiduria, desarrollaria un verdadero <>. En la obra de Erich Fromm son centrales el amor y lo que llamaba la <>, es decir, la experiencia mistica religiosa que no necesariamente es teista como nulo es en el caso de Erich Fromm. Esta experiencia la entendia Erich Fromm a veces al modo del budismo zen; la entendia, sobre todo, en la obra de este gran mistico, que leia noche a noche: el Maestro Eckhart. Presencia de Spinoza; tambien, naturalmente, de Marx. Erich Fromm conocia a fondo El capital y otros escritos; tenia sobre todo en cuenta los Manuscritos economico-filosoficos de 1844. Erich Fromm buscaba en Marx al humanista mas que al cientifico y acaso no sea falso decir que, segun el, hoy en dia es posible un socialismo que entrane libertad --esta capacidad de elegir entre alternativas concretas--, que entrane tolerancia y que entrane respeto escrupuloso a la persona humana, a los individuos. Profundicemos algo mas en el tema de la naturaleza humana. Para hacerlo es necesario senalar antes uno de los descubrimientos cruciales de Erich Fromm: el de la existencia de un <>. A la pregunta <> Erich Fromm contesta, en primer lugar, que para precisar el sentido de lo propiamente humano es necesario entender el universo social, en el cual el hombre vive como persona. Recordemos que Erich Fromm, en colaboracion con Michael Maccoby, llevo a cabo un excelente estudio sobre el caracter social de un pueblo del estado de Morelos (Mexico). 1 Se ha deslizado, en lo que acabo de decir, la palabra <>. No es esta una palabra que encontremos frecuentemente en la obra de Erich Fromm. Creo, sin embargo, que cuando Erich Fromm quiere caracterizar a los hombres, nos habla mas de las personas que de los individuos. En efecto, si por individuo entendemos un ser indiviso, igual a todos los otros, reducible a un numero --en el ejercito, en la clase o en este salon--, si el individuo es, en otras palabras, uno de tantos, Erich Fromm rechazaria este tipo de individuo. Hubiera podido aceptar, en cambio, la nocion de persona si por esta se entendiera un ser completo, heterogeneo, vivo, a la vez mente y cuerpo o, si se quiere, alma y cuerpo. En otras palabras, la persona humana no fue nunca para Erich Fromm un ser abstracto y robotizado, sino un ser vivo, adolorido, pero tambien capaz de alegria y gozo, de amor intelectual. Frente a las interpretaciones mecanicistas de los conductistas, Erich Fromm introduce un concepto dinamico del caracter que, si bien se inicia ya con Freud, otorga mas peso a los hechos sociales por lo que toca a la formacion del caracter. Valga un ejemplo. Si tratamos de la valentia, podriamos pensar que esta es la caracteristica de aquella persona que no se desalienta ante los peligros y que, a pesar de ellos, actua, no sin dificultades ni obstaculos (ya sean internos, externos o interno-externos). Tal descripcion no es falsa pero para concretarla, hacerla viva, encarnarla, debemos tener en cuenta que las condiciones que conducen a un acto de valentia pueden tener muchos y diversos origenes: desde la actitud claramente honesta --por ejemplo, seguir el camino del deber con una conciencia clara y lucida-- hasta el egoismo, la vanidad o incluso, el deseo de autodestruccion. Lo cual es una forma de decir que la estructura social que forma, si bien no determina del todo a las personas, esta constituida por variables constantes y multiples. Por una parte, existe una determinacion social comun a todos los miembros de un grupo --pueblo, ciudad, nacion--; por otra parte, existe --y el punto es crucial-- el desarrollo personal a partir de los mismos hechos sociales comunes. En suma: el caracter social es comun a todos los miembros de un grupo, pero ademas, se personaliza y se despersonaliza de manera distinta en cada miembro del grupo. Tal es, en la obra de Erich Fromm, el sentido de las palabras <>. Conviene, sin ser exhaustivos, precisar lo anterior con mas detalle. Para Erich Fromm, el hombre es un ser que se hace a si mismo. Asi expresada, esta idea no es nueva: puede encontrarse en los idealistas alemanes, en los vitalistas, en algunos filosofos de la existencia. Por decirlo con Ortega y Gasset, el hombre no es exactamente un <>, es un <>. De ahi que si aceptamos que somos aquello que nos hacemos, somos responsables de responder y llevar el ser de nuestros actos. Permitaseme, en este punto, una breve acotacion. En algunas ocasiones Erich Fromm parece decirnos que el hombre es un ser perfectible, sin olvidar naturalmente que esta perfectibilidad puede verse anulada por tendencias necrofilas y, por lo tanto, destructivas. Pero la idea misma de perfectibilidad es discutible. Tomada en el sentido <> de muchos de los pensadores del siglo pasado --Feuerbach, pero tambien Auguste Comte o incluso Marx--, puede conducir a la idea de que el hombre podra en el futuro --algun futuro-- ser su propio dios, por decirlo con rapidez, aunque no de manera falaz; que renunciando a Dios, el hombre podra progresar por una via que le lleve a una suerte de paraiso en la Tierra. Lo decia, en versos entusiastas, Victor Hugo: Temps futurs, vision sublime les siecles sortent de l'abime...** Nuestro tiempo se ha encargado de hacernos ver que este entusiasmo humanista --este endiosamiento del hombre-- es imposible y conduce a crear verdaderos idolos (Historia, Estado). Pues bien, no es esta la actitud de Erich Fromm, salvo, acaso, en algun escrito relativamente juvenil. En su caso, mas que de perfectibilidad, seria tal vez mas adecuado hablar de mejoramiento.

  • [PDF] Erich Fromm y la naturaleza humana by Ramón Xirau

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  • Erich Fromm y la naturaleza humana - Xirau, Ramón - Marcial ...

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    Erich Fromm y la naturaleza humana nos acerca a las preocupaciones fundamentales del pensamiento frommiano, ... Otros libros de Xirau, Ramón.

  • Erich Fromm y La Naturaleza Del Hombre y El Arte de Ser

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    ¿Querría colaborar con él en la «hechura» de este libro? No oculto ... <i>Erich Fromm y la naturaleza humana</i>, FCE - Fondo de Cultura Económica, 2013.

  • Erich Fromm Y La Naturaleza Humana - Descargar Gratis Libros

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  • La condición humana según Erich Fromm - Pensamiento ...

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    Hacer el bien consiste en desplegar las potencialidades humanas, como la razón y el amor; es la única forma en que el hombre se puede religar a la naturaleza.

  • Por Unos Dias (Todo Saldra Bien 4) de Merche Diolch

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    --Si, Estef... Ya estoy entrando en casa. --Me coloco el movil en el hombro y abro la puerta como puedo con las llaves, sin dejar de hablar, mientras intento que la compra que llevo en la otra mano no se me caiga. He conseguido todo lo que necesitaba, excepto un par de productos que parece que se han evaporado de las tiendas--. Si... Estef... No saldre de casa hasta que avisen... --Suspiro con fuerza sin darme cuenta. Llevo escuchando el mismo discurso desde que se ha decretado el estado de alarma, y ya estoy cansada. Solo quiero un bano caliente--. O hasta que se acabe el papel higienico --la pico, cerrando la puerta tras de mi y achico los ojos ante la explosiva parrafada de mi amiga que se vuelve a repetir. Si me lo tengo merecido. No deberia haberle dicho nada mas. La quiero mucho y se que se preocupa por mi, pero su angustia me agota--. Vale, si... Te llamare --le digo en una de las pocas pausas que hace para respirar y cuelgo sin darle oportunidad a hablar mas. El silencio y la seguridad de mi pequeno apartamento me recibe; una bendicion teniendo en cuenta la que hay montada en la calle. Enciendo la luz de la entradita, dejo en el suelo las bolsas sin preocuparme de si se rompe o no algo, y me quito los zapatos mientras suspiro de nuevo. --Esto se va a hacer largo... Me adentro por el piso, abandonando las llaves y el movil en la mesa del comedor, y me deshago de la ropa segun avanzo por la casa en direccion a mi dormitorio. De pronto percibo un aroma desconocido y una pizca de nerviosismo se asienta en mi estomago. Arrugo el ceno confusa y tanteo a ciegas la pared que tengo mas cerca, ya que, salvo por la luz de la entradita, no he encendido ninguna mas, pero no encuentro la clavija. Me quedo quieta, escuchando el silencio del apartamento y, excepto por los sonidos de la calle que se cuelan por las ventanas cerradas, no oigo nada extrano. Suelto el aire que retengo sin darme cuenta y me aparto el rubio cabello de la cara, dejando que asome una sonrisa en mi rostro. --Tu y tus neuras, Blanca... --Niego con la cabeza y avanzo hasta la habitacion, encendiendo la lampara en cuanto traspaso la puerta. --!!Me cago en todo lo que se menea!! --grito del susto, saltando sobre mis pies--. !?Quien cojones eres tu?! --le pregunto al extrano que tengo delante y atrapo el bate de beisbol que me regalaron en un cumpleanos y al que nunca le habia encontrado utilidad hasta ahora--. Y lo mas importante, ?que haces en mi casa? El hombre se pasa la mano por su largo pelo negro y me regala una timida sonrisa que no cuadra con su aspecto. Ancho de espaldas, fornido, grandes manos --siempre han sido mi perdicion las manos grandes--; es atractivo con un toque de misterio y un color de ojos hipnotizante. No puedo asegurar la tonalidad de los mismos; si son grises, verdes o azules, porque segun le da la luz de la habitacion, cambian ofreciendole un halo enigmatico. Lo miro de arriba abajo, calibrando bien sus medidas... todas sus medidas, y lo que si puedo confirmar es que esta canon. <>. El me sonrie como si acabara de leer mi mente y da dos pasos hacia mi. Agarro con mas fuerza el bate por encima de mi cabeza y tenso la mandibula, o por lo menos lo intento porque mi garganta esta seca y siento el corazon en la garganta. --Hola, Blanca... Vale, el si me conoce, pero yo a el... . --?Eres un acosador? --le suelto y su sonrisa se hace mas amplia. --Exactamente no... --Me guina un ojo y mis rodillas tiemblan por el impacto. <>. --Mira, bonito. --Levanto mas el bate--. O me dices ahora mismo quien eres o llamo a la policia. Este levanta las manos en son de paz y se acerca a la ventana para mirar la calle. --Creo que estan muy ocupados. --La sirena de un coche de emergencia retumba por la casa como si confirmara sus palabras. --Vale, si, por el estado dichoso de alarma pero seguro que si grito, mis vecinos vendran corriendo para ayudarme... El eleva una de sus oscuras cejas y me mira como si estuviera riendose por dentro de mi. --?Los mismos que han salido escopetados de su casa en cuanto ha comenzado esta locura? Bufo con fuerza y dejo caer el bate, para apoyarme en la pared sin fuerzas. Sea quien sea, sabe muy bien que ahora mismo en mi edificio solo quedamos la anciana del segundo y yo. Lo mejor es tratar de averiguar que busca y deshacerme de el lo antes posible. --Esta bien. Me rindo. ?Quien eres? ?Y que quieres? --Me observa sorprendido por mi rapida rendicion--. No me mires asi. No tengo tiempo para tonterias ahora mismo... Habla. --Blanca, creo que en unos dias el tiempo es lo que mas te va a sobrar --dice con ironia y no puedo evitar sonreir ante la verdad. --Contesta --le indico con tono mas amigable--. ?Eres amigo de Rick? Si es asi, lo de mandarte hoy para recoger lo poco que le queda en esta casa, es la peor de sus ideas. Una de tantas. Si, debia de ser amigo de mi ex. No habia otra explicacion. --?Rick? --me pregunta confuso. --Venga, si, Ricardo... Mi ex. Ahora no te hagas el tonto. Solo puede haberte dado las llaves el para que recogieras sus cosas... Por cierto, estan ahi. --Le senalo la caja que asoma por la puerta del armario que hay abierta--. Y ahora, ya puedes irte. Ha sido un dia horrible y necesito estar sola. Me regala una vez mas esa sonrisa enigmatica. --No, no me manda... ?Rick? --Eleva su ceja. Lo miro sorprendida por su anuncio e instintivamente agarro el bate de beisbol de nuevo. --?Entonces? Amplia su sonrisa y vuelve a mostrarme sus manos en son de paz. --Tranquila que no muerdo... todavia. Reconozco que ese todavia me ha puesto la piel de gallina y un escalofrio me ha recorrido de arriba abajo, pero no de miedo, sino de excitacion por lo que mi mente calenturienta ha imaginado. --Entonces... ?quien eres? --Coloco mi arma improvisada delante de mi; que el tio este tan bueno para conseguir que mis bragas se humedezcan solo con una mirada, no quiere decir que no necesite defenderme porque sea un acosador...--. ?Y como has entrado en mi casa? --Por la puerta --me indica como si fuera lo mas evidente. No puedo evitar grunir ante su tono de voz. --Mira. --Me aparto el cabello de la cara--. Ya esta bien tanta tonteria. Ahora, por favor, vete de mi apartamento si no quieres que llame a la policia. --Muevo la mano senalando el camino de salida. --No puedo --dice sin mas. --Perdona... ?como que no puedes? <>. --No estoy loco --afirma dejandome con la boca abierta. --?Perdona? --Te digo que no me he escapado de ningun sitio --me indica ya descolocandome del todo. --Yo no he dicho nada... --Tu no, pero tu cabecita no para de hablar. --Me senala y sonrie. Miro a ambos lados de la habitacion y, ante la mirada pasmada de el, comienzo a rebuscar entre los cajones, debajo de la cama y hasta en las esquinas de las paredes por si hay alguna camara oculta. --Esto es una broma, ?no? --le pregunto--. No puede ser otra cosa. Algun programa de esos que ya nadie ve, y que han debido organizar alguno de mis amigos. --Miro tras las cortinas, obligandolo a moverse--. Lo teniais todo preparado pero lo que esta sucediendo en el pais, os ha pillado de improviso y habeis pensado que el espectaculo debia continuar. --Blanca, esto no es una broma --me dice divertido. Detengo mi busqueda y lo miro. Hemos cambiado las posiciones y ahora se encuentra cerca de la puerta, donde he dejado mi unica arma, y yo estoy al lado del cabecero de la cama. --Pues sea lo que sea, no tiene gracia --le suelto cruzandome de brazos y le exijo...--. Quiero que te vayas de mi casa. --Y yo, pero no puedo. Emito un sonido poco femenino e intento mirarlo con cara de odio, pero esos ojos que tiene consiguen derrumbar todas mis defensas. --?Y por que no puedes? --le pregunto ya agotada de mantener esta disparatada conversacion. --Porque no nos dejan salir de casa --comenta como si fuera la cosa mas evidente. Abro los ojos de par en par al mismo tiempo que mi boca, como si fuera un pez fuera del agua, sin dar credito a lo que escucho. --?En serio? --Mueve la cabeza de manera afirmativa--. !Pero esta es mi casa! --Lo se... --!Pues largate de una vez! --Muevo la mano para subrayar mi orden. --Ojala pudiera... Suspiro con fuerza y me dejo caer en la cama. --Esto es surrealista. Necesito un bano, una copa de vino y cenar algo. --Si quieres te hago yo la cena... Lo miro de lado y arrugo el ceno. --?Me harias la cena? --El asiente y yo, por una milesima de segundo, estoy tentada de aceptar su propuesta--. Agh... !No! Claro que no... --digo con demasiado enfasis como si necesitara autoconvencerme de la decision tomada, y me incorporo--. ?Que haces aqui? --La pregunta esta mal formulada... Una de mis cejas doradas se eleva sin dar credito. --?En serio? --Repites mucho eso... --Mira --le corto--, no tengo mas ganas de tonterias. ?Que haces aqui? --Esperarte --responde por primera vez a la primera, sorprendiendome. --?Para?

  • Go west, mutil de Alvaro Ordonez Iragorri

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    N CAPITULO 1 inguno de los alli reunidos podia imaginar que el edificio en el que se encontraban saltaria por los aires anos mas tarde. Es mas, nadie habria creido, si un nigromante se lo hubiera contado, que veintiseis anos despues seguiria en este mundo pensando en las toneladas de bombas, de todo tipo, que iban a convertir aquel lugar en uno de los sitios donde se perpetrara el primer gran bombardeo aereo de la Historia. Pero asi fue. Aunque, claro, que aquel vetusto edificio saltara por los aires no tuvo nada de particular. De hecho, todo el pueblo volo la manana del veintiseis de abril de 1937. La Legion Condor alemana fue la encargada de hacerlo desaparecer minuciosamente. !Guernica! En fin, como ya he mencionado, aquello sucedio muchos anos despues de la reunion que voy a describir y que tuvo lugar en la notaria. Casi un mes antes, don Fermin, el pasante del notario, dio un saltito sobre el cojin de terciopelo magenta sobre el que llevaban acomodadas dos horas sus posaderas. Se encontraba despachando todo tipo de papeleo, arrojando a una papelera dorada de rejilla las cuestiones que pudiesen abrumar a su patron, y acumulando en la gran mesa de caoba los asuntos sobre los que, a su leal saber y entender, valia la pena que se posasen los sabios y cansados ojos del Gran Hombre. El motivo por el que don Fermin pego aquel salto fue una de las cartas. La habia abierto desganadamente con un abrecartas de marfil, unica coqueteria que se habia permitido en mas de treinta anos de trabajo, y se encontro con algo extraordinario. Entre pasitos cortos y nerviosos, solicito permiso para traspasar el umbral del despacho de su jefe, el notario don Silvestre Ibarlucea y Zarraga, que, para el, era algo asi como Dios vestido de paisano. Don Fermin estaba como un flan. Se notaba en como se acentuaban sus pasitos cortos, su risita nerviosa y sus manitas apretadas contra los punos de celuloide. Y es que debia leer a don Silvestre aquella carta, una carta escrita por alguien a quien todos conocian, pero al que daban por muerto. Bueno, eso, los que lo recordaban. Espero Fermin a que don Silvestre terminara su cafe-cafe (no esa achicoria aguachinada que se trajinaba en el resto del pueblo) y diera un sorbito de conac-conac (no ese saltaparapetos) para leer el contenido de la misiva. Tan pronto como este levanto la vista del papel, Fermin lo miro como lo haria un ratoncito hipnotizado con el gato que lo ha descubierto. Atusose don Silvestre el bigote, estirose el chaleco de seda, pasose la mano por la leontina de oro con monedas, aclarose la garganta y proclamo: --!Valgame Dios! !Esto es prodigioso! --Dicho lo cual, se levanto haciendo crujir el cuero de su silla y provocando un nuevo respingo en Fermin, como si hubiera sonado un canonazo. --Me voy --dijo don Silvestre consultando su reloj Roscoff antes de agitarlo como una maraca y aplicarlo a su oido para sonreir mas tarde como una novicia recien casada con Dios. --?Adonde? --quiso saber el perrito, perdon..., el pasante. --!Adonde va a ser, alma de cantaro! A hacer exactamente lo que nos han encomendado. !A hacer correr la noticia por ahi! --proclamo. Volvio a atusarse el bigote, a estirarse el chaleco, a pasarse la mano por la leontina y aclararse la garganta. Pero esa vez, ademas, echo mano del leviton de terciopelo negro que estaba colgado del perchero de nogal castellano. No llego a ponerselo por si mismo porque, en menos que canta un gallo, el servil don Fermin se lo ayudo a calzar y ajustar y, de no se sabe donde, saco un cepillo. De un par de rapidas cepilladas, dejo al notario mas bonito que un san Luis. Salieron juntos del despacho y avanzaron por el largo pasillo que daba a la puerta de la calle, no sin antes haber saludado a sus empleados, que, solicitos, devolvian el saludo casi sin levantar la vista de sus respectivos escritorios. Cuando don Fermin le entrego a su dueno la chistera y el baston a la velocidad del rayo, observo consternado una motita en el hombro de ese gran hombre que era don Silvestre, de modo que le pidio permiso para quitarsela, se la limpio y respiro aliviado. Salio el notario, cerro el pasante la puerta. En ese momento, don Fermin alzo la vista al cielo, que, en este caso, era de estuco de yeso con hojas de acanto, y exclamo, juntando las manos como si orase: --!Gracias, Dios mio, por haber puesto en mi vida a este benefactor de la Humanidad! Entonces bajo la cabeza con tal fuerza que su ojo izquierdo, de cristal (y de segunda mano) cayo en la alfombra rodando. !A ver quien lo encontraba en esa pradera de lana! Cualquiera que haya visto las peliculas del gran John Ford, por poner solo un ejemplo, se habra hecho una idea de lo que son los grandes espacios abiertos. Una nube aqui y otra alla, como para hacer bonito; la tierra calcinada bajo un sol opresivo; la serpiente de cascabel saliendo de una roca y refugiandose rauda en otra; el saguaro..., en fin, la iconografia clasica de la leyenda del Far West. Todos tenemos esas imagenes en la cabeza. Pero los cuatro desgraciados que cruzaban el desierto de Nevada, no. Y no las tenian por la sencilla razon de que no habian visto una pelicula en su vida. Habian llegado desde muy lejos, desde la otra parte del mundo, y en esa parte del mundo no habia cinematografo, ni nadie conocia a los hermanos Lumiere. Donde se encontraban en esos momentos, faltaban muchos anos para que alguien conociese las hazanas de Tom Mix. Estaban agotados porque venian huyendo de sus amos. ?De sus amos? ?Pero no habian ganado los yanquis la Guerra de Secesion? !Ahi esta la almendra del asunto! Esos cuatro pobres diablos estaban pasandoselas canutas a diez mil kilometros de sus casas precisamente porque Abraham Lincoln habia abolido la esclavitud. Sus perseguidores se habian retirado. Y se habian retirado porque sabian lo que era bueno. Se estaban adentrando en territorio indio. Casi todo lo que se cuenta de los indios es verdad. Casi todo. Son silenciosos, son sinuosos, son invisibles, son peligrosos. Son crueles y estan espoleados por el natural odio hacia quien ocupa una casa sin haber sido invitado. Casi todo lo que se cuenta. Hay algo que me cuesta aceptar, !las senales de humo! ?Como seres tan silenciosos y discretos, tanto que fue la guerra de guerrillas su principal arma, eran capaces de realizar senales en el impoluto cielo de Nevada, que podian ser vistas a kilometros de distancia? En fin. En todo caso, en el momento que estoy narrando no habia ninguna senal en el cielo que anunciase nada, a no ser una muerte lenta por deshidratacion. Ya ni siquiera hablaban entre ellos. Al principio, cuando se percataron de que sus perseguidores habian desistido, se abrazaron y dieron saltos de alegria, pero de eso hacia horas. Tenian las caras llenas de pustulas; las mejillas, hirsutas; y la boca, llena de una indescriptible pasta que algunos optimistas podrian describir como saliva. Uno de ellos se puso a llorar desesperado, pero de sus ojos no brotaba nada; las lagrimas se evaporaban antes de aparecer. Por fin se sentaron en ese roquedal lunar que es el suelo del desierto de Nevada. Tres lo hicieron en el propio suelo; el cuarto, que se llamaba Martin y era de Elanchove, lo hizo sobre una gran piedra redonda y anaranjada, pero se levanto como una flecha entre aullidos, agarrandose las nalgas con las dos manos. La piedra estaba al rojo vivo. Nada mas ponerse en pie, una fuerza inmensa como la mano de un dios, volvio a sentarlo en la piedra, que ya ni quemaba ni nada. Hace un momento he mencionado la palabra <>. Pues bien, el bueno de Martin tenia tres en el cuerpo. Repartalas el amable lector por donde buenamente quiera. Corrio como un pollo sin cabeza, esa vez sin aullar ni gritar, hasta que Nuestro Senor corto la cuerda que le unia a la vida y cayo al suelo como una marioneta sin dueno. Los otros tres companeros, a pesar de los cerca de sesenta grados a la sombra que parecian a punto de reventar las piedras, temblaban como hojas en medio de un monzon y se pusieron a rezar. ?Que otra cosa iban a hacer? Se sentian estafados, utilizados y explotados. Los habian enganado en Guernica, los habian estafado en Nueva York y los habian utilizado en Winnemucca, Nevada. !Por sus propios paisanos! Y eso les daba rabia y mucha pena. Hasta que unas cuantas flechas los despenaron.

  • Sombras perdidas de Margarita Soto Soto

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    Sone con sus ojos y pude ver en ellos como el mundo se paraba y un silencio mortal nos envolvia. Todo se habia vuelto gris, los dias no tenian sol y la luna no acompanaba a las noches, el cielo estaba cubierto por una capa de ceniza que nos oprimia y que cada vez estaba mas cerca de nosotros. Sin tener nocion del tiempo que transcurria porque careciamos de ninguna referencia, caminabamos sin rumbo fijo y no nos conociamos entre nosotros. Cada hombre, mujer, nino, nina deambulaban solos sin destino alguno. Los padres y madres iban al lado de sus hijos sin reconocerlos y los que ni tan solo tenian edad para caminar permanecian sentados o estirados alli donde los habian dejado. Todos nosotros habiamos sucumbido y ya no podiamos considerarnos personas, no eramos mas que seres de carne y hueso que habiamos perdido la conciencia y los sentimientos que hasta entonces formaban nuestra esencia. No teniamos ningun lugar a donde ir ni al que regresar. Nos habiamos convertido en despojos, en sombras de las personas que habiamos sido. El color habia desparecido incluso de nuestros rostros que ahora tambien eran grises y el peso de nuestras espaldas hacia que caminaramos curvados. Llevabamos una carga desconocida y con ella ibamos a ningun lugar y no habia nadie que nos esperara. Ese sera nuestro final, el final de todos nosotros sera convertirnos en sombras. Existiremos, pero no viviremos, tampoco estaremos muertos, caminaremos sin fin hacia la nada donde el vacio de la eternidad nos espera. 1 El telefono no para de sonar y Alejandra se niega a contestar, no quiere saber nada de los periodistas, la unica persona con la que ha hablado en los ultimos dias ha sido con el editor de su hijo para recriminarle que filtrara la noticia. Le habia dejado bien claro que no era la persona indicada para comunicar que estaba ingresado y que el asunto no iba a quedar asi, se encargaria de hablar lo antes posible con un abogado para que tomara las medidas oportunas. En las redes sociales no se habla de otra cosa y a ella le subleva, sobre todo cuando piensa en lo discreto que ha sido Eduardo desde la publicacion de su primer libro. Siempre ha intentado mantener su vida privada al margen de todo y ahora nadie lo respeta, todo son especulaciones y se ha convertido en carnaza fresca para tiburones. ?Donde esta el respeto a su privacidad?, piensa. ?Que diferencia hay entre hacer bien tu trabajo y vivir de el a los personajillos que venden sus miserias por cinco minutos de gloria? No recuerda la ultima vez que habia estado tan indignada, y lo que es peor, la sensacion de indefension, de no poder hacer nada para detener los comentarios. Sin darse cuenta esta delante de la casa, debe concentrarse, con el coche va para aqui y para alla y al final tendra un accidente. Decide dejarlo aparcado fuera, prefiere no maniobrar para entrarlo en el garaje. Introduce la llave en la cerradura mientras mentalmente repasa el codigo de la alarma y una vez mas la tristeza y la angustia la invaden. Abre la puerta y entra, sus pasos resuenan en el silencio que habita la casa, la luz se filtra por los grandes ventanales de las paredes y el techo. Nunca le ha gustado el diseno del interior, demasiado moderno para su gusto, pero siempre se ha guardado su opinion. Mira las escaleras que dan al piso de arriba, el dormitorio esta alli, pero ahora no le interesa, la ropa puede esperar. Su idea es encontrar algo en el despacho, algun escrito. Abre la puerta y el reflejo del sol cae sobre la mesa de trabajo perfectamente ordenada, da un vistazo general a toda la estancia y confirma que a simple vista esta bien. Los libros colocados segun un orden que solo el entiende, sobre la mesa auxiliar reposan las revistas de viajes y de cine y en la silla de mimbre hay colgada una chaqueta, se acerca y la coge. Se abraza a ella y rompe a llorar al sentir el olor que todavia conserva. Sin soltarla se dirige al escritorio, todo esta colocado milimetricamente. Abre uno de los cajones y ve el cuaderno negro en el que escribia las ideas que luego plasmaba en el ordenador, lo abre. En las primeras paginas no encuentra nada nuevo, las pasa rapido, en las ultimas hay anotaciones de ideas, pero nada que parezca relevante. Sigue buscando y bajo un monton de folios en blanco encuentra una fina libreta de color rojo llena de dibujos. En la primera pagina ve el rostro de una mujer, esta hecho a lapiz, con sombras. Le sorprende que su hijo haya sido capaz de hacer algo asi y sin dudarlo un momento pasa a la siguiente hoja. Le cuesta descifrar lo que pone, su letra ha ido empeorando con el tiempo, la perfecta caligrafia de aquel nino pequeno que escribia cuentos fantasticos se ha transformado en garabatos indescifrables. Decide encender el ordenador, nunca se habria atrevido a adentrarse en la intimidad de su hijo, pero ahora tiene que hacerlo. No tiene problema con la contrasena, la sabe de siempre porque entre ellos no hay secretos. En el escritorio hay una carpeta justo en el centro que pone KAVLA, clica sobre el archivo. PRIMER ENCUENTRO Cuando Daniel vio a Eduardo entrar en el bar tenia un aspecto deplorable, nada que ver con aquel hombre elegante y de modales impecables que ultimamente se dejaba ver mas que los meses anteriores. Entro cabizbajo, con aspecto triste, y tras sentarse permanecio un rato apoyado en la barra dejando pasar unos minutos hasta pedir su consumicion. La luz del techo hacia que su cara pareciera aun mas blanca de lo que era y el pelo despeinado le daba un aire fantasmagorico, el traje arrugado sugeria que algo extrano le habia ocurrido, pero no pregunto nada, habia aprendido a ser discreto detras de la barra. Estaba acostumbrado a verlo todas las noches con aquellos trajes caros y elegantes que tanta envidia le daban, pero desde hacia un par de semanas la elegancia y el porte natural que tenia se habia ido perdiendo hasta llegar al estado de dejadez en el que se encontraba hoy. Cogio de lo alto de una estanteria la botella de whisky que siempre le pedia, la abrio lentamente mientras lo seguia observando y dejo caer la cara bebida en un vaso con hielo. Al servirle, Eduardo lo agarro fuertemente de la muneca. -- ?Crees en las brujas? -- pregunto. -- No. -- Ingenuo. -- Debo volver al trabajo-- le dijo separandose. Penso que estaba borracho, alguna cosa en sus ojos le produjo una gran desazon, intento evitar la conversacion, pero el insistio. Al apartarle la mano se fijo en el puno de la camisa, el blanco se habia vuelto grisaceo y el borde estaba desgastado. -- Huye de ellas, aun estas a tiempo. -- Sera mejor que vuelva a casa y descanse. Apoyo la cara en la barra y puso las manos sobre la cabeza, se le notaba angustiado y nervioso. Empezo a tocarse el pelo, despeinandose aun mas y haciendo que no quedara rastro del fijador que normalmente llevaba. --No estoy borracho ?sabes? Estoy enfermo. -- Vaya, lo siento-- dijo con un tono al que Eduardo reacciono de mala manera. --!No lo sientas! --grito. ?Me tomas a cachondeo? ?Crees que estoy loco? !Pues si estoy loco, me ha vuelto loco, esa hija de puta me ha matado! Rompio a llorar y Daniel salio de la barra, se acerco para consolarlo, pero lo aparto bruscamente haciendo que se tambaleara y que casi cayera al suelo. -- Esa hija de puta me ha matado. Estoy muerto-- sollozo. -- Mire yo no se que hacer ni que decirle. No tiene familia o a algun amigo a quien llamar. Venga, por favor deje de beber y digame a quien puedo avisar para que venga a buscarlo. -- A nadie, ?conoces a alguien que quiera venir a buscar a un muerto? -- !Deje de decir tonterias! Usted esta vivo, ahora mismo esta hablando conmigo. Si estuviera muerto no lo haria, los muertos no hablan. Rompio a reir y lo que salio de su boca no fue el sonido de una risa normal, era un ruido que helaba la sangre. Daniel se aparto, no queria recibir otro empujon, el estado de animo de aquel hombre no era bueno y su fuerza exagerada, parecia que de un momento a otro pudiera perder el control. -- Algun dia vendra a por ti y entonces te acordaras de esta conversacion. ?Recuerdas una mujer con la que alguna vez habia venido? Pelo rubio, ondulado, muy guapa. -- Si, pensaba que era su mujer. -- Mi mujer... Ella estaba en casa esperandome, enganada como una boba. Volvio a llorar desconsoladamente mientras le explicaba lo feliz que habia sido con ella. Se levanto del taburete y cogio a Daniel del hombro llevandolo hacia una de las mesas para sentarse alli. El sin ningunas ganas y con una sensacion desagradable que no podia quitarse de encima espero a que llegara la hora de cerrar mientras escuchaba su historia. -- Es la mejor persona que he conocido nunca, mi companera, mi vida, todo. Y la he perdido. Siempre habiamos estado juntos, desde que nos conocimos de pequenos, apoyandonos en los malos momentos y disfrutando de los buenos. Eduardo siguio con su historia, una historia larga que iba desde su infancia hasta la actualidad, con lo que el denominaba un final tragico digno de una novela de terror. -- Tranquilicese, ahora lo ve todo negro, pero las cosas por la manana se ven mejor. -- Tengo dos hijas preciosas, las adoro y ahora no puedo acercarme a ellas, no se si pueden verme, todo se esta alterando, igual que el sabor de este whisky que apenas puedo notar. -- Escucheme por fav... -- ?Como te llamas? -- le interrumpio una vez mas. -- Daniel. -- ?Y cuantos anos tienes, Daniel? -- Veintitres -- ?Veintitres ? -- Si, veintitres-- repitio. -- ?Sabes lo que daria por volver a tener tu edad? No, no lo sabes. Con veinte anos no te lo planteas, pero cuando llegas a los cuarenta las cosas cambian. -- Es hora de cerrar, ?seguro que no hay nadie que pueda venir a recogerlo? -- lo interrumpio. Estaba cansado, tenia ganas de regresar a casa y no sabia como cortar aquella conversacion que ya se alargaba demasiado. Por un lado sentia lastima y pensaba que toda aquella historia era una invencion producida por el abuso del alcohol y otras sustancias, pero su aspecto y su desesperacion le hacian sentir un poco de miedo. -- No, no hay nadie. -- Puedo pedirle un taxi. -- ?Y para que quiero un taxi? le pregunto extranado. -- Para ir a su casa-- contesto nervioso al ver de nuevo esa cosa extrana en sus ojos. -- No has entendido nada ?verdad? Estoy muerto chaval y los muertos no tienen casa ni necesitan taxi. Daniel salto de la silla como si lo hubieran pinchado con algo, no soportaba mas aquella conversacion y ademas tenia la sensacion de que el aspecto de Eduardo iba variando por segundos, el color de su piel, su extrana mirada, el pelo de sus manos parecia rigido. -- !Mire, ya esta bien! !No me gustan los cuentos ni de brujas ni de muertos! Lo he escuchado, pero mas no puedo hacer, yo si tengo una casa y una vida. Haga lo que quiera, ya se apanara con el encargado. Con la mierda que me pagan no voy a seguir aguantandolo-- grito. Daniel estaba nervioso y cansado, tenia ganas de llegar a casa y nunca le habian gustado las historias para no dormir. -- ?Te pagan una mierda? Dentro de poco no te hara falta el dinero-- murmuro riendose. -- Mire usted, se llame como se llame... -- Eduardo, me llamo o me llamaba Eduardo-- esa fue la primera vez que oyo su nombre. -- Pues bien, Eduardo, yo me voy. Daniel se dirigio a los vestuarios donde se encontro con el encargado que estaba cambiandose el esmoquin por ropa mas comoda para recoger antes de cerrar. --?Que le pasa a ese hombre? -- Esta loco o borracho perdido, dice que lo han matado. -- !Pues no tiene mal aspecto para estar muerto! Lo que hay que ver en este trabajo. --Me voy, no queda mucho por limpiar. Encargate de el, a mi me ha puesto muy nervioso, lo siento tengo que salir de aqui. --Ve tranquilo, yo me encargo del regalito que me dejas fuera-- le dijo sonriendo. El encargado se dirigio a la barra donde se quedo observando a Eduardo que seguia sentado en una de las mesas, lo miraba detenidamente mientras el escondia la cara entre sus manos. Estuvo en silencio unos segundos hasta que se levanto. --Tu sabes de que hablo, ?verdad? -- pregunto. -- Yo no se nada-- contesto a la vez que limpiaba el ya reluciente mostrador. -- Si, si lo sabes, lo veo en tus ojos. Ya conocias a esa mujer ?no es cierto? -- Hagase un favor a usted y a nosotros y vayase a dormir la mona. Manana sera otro dia. -- Sabes que no puedo dormir, que ya nunca mas voy a hacerlo. Dime ?donde la habias visto antes? -- No se de que mujer me habl... -- La que me ha estado acompanando las ultimas noches. Puedo recordar como te miraba, como si te conociera. -- Ya le he dicho que no se de quien me habla. !Vayase! -- Me voy, pero tened claro que volvera a por vosotros. --!Que se vaya, le he dicho! Salio del bar sin decir nada mas, caminando encogido como si fuera a fundirse con el suelo de un momento a otro

  • Pedro. Perdon (Los trajeados 1) de Nanda Gaef

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    Muchas veces los deseos se convierten en realidad; sin embargo, no siempre traen la tan ansiada felicidad.
    El siempre alegre y sonriente Pedro crecio deseando que su mejor amigo, Daniel, fuera su hermano. Al descubrir que es asi, no puede soportar conocer, por boca de terceros, que su madre y su mejor amigo -ahora hermano- le han ocultado esa informacion durante treinta anos.
    Ciego por el rencor y la desilusion, se aisla de todos, toma malas decisiones y, presionado por su pasado, huye para buscar el apoyo de su mejor amiga, Fatima.
    En su huida conoce a Paula, una mujer diferente a las que a el le gustan, pero que no pasa desapercibida a sus ojos. Para su sorpresa, Paula no cae rendida ante su encantadora sonrisa y conquistarla se convierte en un desafio para Pedro.
    Pero sus errores de juventud lo persiguen alla donde va y no le permiten seguir con su vida. La culpa le pesa y le impide seguir adelante.

  • En busca del silencio de Adam Ford

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  • Los crimenes de la caja de Gema Tacon

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    Amenudo me veia a mi misma haciendo una entrada triunfal en la sala de los premios literarios mas importantes del pais, borracha como una cuba. Dentro de mi cabeza resulto buena idea interrumpir a uno de los galardonados mientras daba su patetico discurso y aplaudir estruendosamente en un salon en el que reinaba un silencio absoluto, provocando que todo el que se encontraba en el evento se girase a observar el espectaculo. Tras balbucear palabras sin sentido y vomitarle encima a uno de los directivos mas influyentes, era arrastrada por dos gorilas hasta la entrada de la calle del recinto, como si estuviesen tirando la basura. Esa escena cruzaba mi cabeza cada vez que mi cerebro no tenia nada mejor en lo que pensar. El resto de los mortales gozaban de la plenitud de mantener la mente en blanco, cosa que dicen que es imposible. Sin embargo, la mia disfrutaba torturandome con algo que, si bien podria haber formado parte de una dantesca pesadilla, fue veridico y el motivo por el cual mi escasa carrera literaria se trunco incluso antes de arrancar. Desde ese dia no me conocieron como la escritora novel revelacion que tanto habia sonado, el ano que siguio a esos hechos, las revistas y programas rosas se mofaban con mi gran actuacion. Sobra decir que mi mundo fue cayendo en picado en todos los sentidos; laboral, sentimental, social e incluso familiar. Me converti en la sombra de lo que fui. Mi meta en la vida tan solo habia sido una desde que comence a leer a Michael Ende con La Historia Interminable, queria ser escritora y conseguir crear recuerdos tan vividos como los que esa novela logro en mi. No obstante, mi poca paciencia unida a varias puertas cerradas y a conocer mejor el mundo de las letras con todos sus entresijos internos, hicieron que la ilusion que me empujo durante todos esos anos se fuese mermando. El ensordecedor sonido del pito del coche que esperaba detras de mi destartalada furgoneta me devolvio a la realidad, haciendo que escondiese de nuevo esas elucubraciones masoquistas diarias para, seguramente, sacarlas a la luz en un rato. Arranque acelerando sin soltar el embrague para escupir por el tubo de escape una nube de humo negro en el cristal delantero del simpatico conductor de claxon rapido. Escape de alli derrapando y mirando satisfecha por el retrovisor el resultado de mi fechoria. Al coger la curva a demasiada velocidad el karma me devolvio el golpe y todos los paquetes que llevaba hicieron un ruido que no vaticino nada bueno. Tal y como presenti, cuando abri la puerta trasera no quedaba titere con cabeza. Los paquetes estaban desperdigados y una gran lamina de hierro, que coloque en un lateral sin asegurar, estrujo la mayoria de ellos transformandolos en acordeones de carton. La furgoneta la compre con la esperanza de convertirla en una de esas que van equipadas con cama, ducha y cocina para ir en modo hippie a las miles de presentaciones de libros que tendria en un futuro. Siempre me prometi que no se me subiria la fama a la cabeza por muy reconocida que fuese mi obra, y una forma de demostrarmelo a mi misma fue esa inversion a largo plazo de cuatro ruedas, la que ahora me servia como unica fuente de ingresos. Donde tenia pensado poner una mesa ahora habia un congelador para trasladar los pedidos frios que me mandasen. Era la tercera vez en ese mes que no entregaba los encargos en condiciones y el viejo responsable de la oficina de transportes fue bastante esclarecedor con lo que me sucederia si volvia a suceder. Regrese a la nave donde cargaba, coloque el estropicio sobre un pale de madera que estaba reservado para mi y me marche de alli por la puerta pequena sin que nadie me viese, como la cobarde que ya sabia que era. Realmente odiaba mi vida desde hacia casi dos anos. En cuanto entre en mi piso me tope con la regordeta figura de Pelusilla encima del sofa, se suponia que se trataba de mi gato, pero solia hacer lo que le daba la gana y mas bien era al contrario; yo servia para darle de comer, limpiarle las cacas, recogerle las bolas de pelo y calentarle la cama hasta que decidia acostarse. Si soy sincera, se trataba de la relacion mas duradera que habia mantenido con el sexo opuesto en toda mi vida. La oscuridad de la casa me reconfortaba, mi animo no era como para tenerlo todo iluminado y dejar que el trinar de los pajaritos entrasen por mi ventana, asi que las persianas permanecian bajadas desde ni recordaba cuando. Antes mi madre venia a ayudarme con las tareas de la casa y nos gustaba comentar los libros que andabamos leyendo, pero desde que todo cambio deje de querer recibir visitas y el mundo tan solo se acostumbro a que asi fuese. Me tumbe al lado del senor Pelusilla y, justo cuando coloque la cabeza en el reposabrazos del incomodo sofa, el sonido estridente del telefonillo comenzo a sonar incesante. Al descolgar vi la puntiaguda nariz de Johanna en la pequena pantalla en blanco y negro del cacharro. --!AC, te he visto entrar, abre! Han dejado un paquete para ti en la libreria. --Ponlo en el ascensor y dale al boton, ahora lo cojo --fue lo unico que le respondi, esa era mi forma de decirle que no subiese. No comprendia como Johanna continuaba queriendo mantener una amistad conmigo. Era de las pocas que aun me decian AC. Mi nombre real era Ana Catalina Verde, pero a mi representante no le parecio demasiado optimo para una escritora y cambiamos al de A.C. Green. Realmente significaba lo mismo, pero sin que nadie se pudiese reir de el. Mis padres deberian haberse planteado eso de tener descendencia; mi infancia no fue lo que se dice sencilla gracias a esa union de nombres. La palabra Catalina en muchos sitios es una forma extrana de llamar a las cacas y lo de verde detras no ayudaba demasiado. Eran pocas las personas que conocian lo que ponia en mi carnet de identidad, todo el mundo me llamaba ahora Ana, y los que me seguian hablando de mi faceta literaria me decian AC. En el ascensor encontre una caja, envuelta en papel marron reciclado, de medio metro de alto y otro medio de ancho, pesaba relativamente poco. Encima de ella Johanna habia dejado un sobre con un libro que le pedi hacia tiempo y que estaba deseando leer. Lo aparte y desenvolvi el extrano paquete, en su interior habia una cajita negra cerrada con un precinto adhesivo rojo. Estaba segura de que no era cosa mia, mi economia casi no me permitia comer, por lo que los caprichos estaban fuera de mi alcance. Si era cierto que me sentia enganchadisima a las paginas de muestras gratuitas, motivo por el cual mi telefono y direccion estaban en todas las bases de datos de las empresas y mi movil vivia en un absoluto silencio perenne a causa de las insistentes llamadas comerciales. El interior de la caja se podria decir que era, cuanto menos, extrano. Un dosier en una carpeta de carton, unas llaves en una bolsa transparente, con una direccion en un llavero de plastico que colgaba de ella, y una pieza de un puzle pintada por completo de negro eran su unico contenido. En la primera hoja decia en letras mayusculas y grandes: <> Nunca habia ganado nada y esa palabra llamo poderosamente mi atencion. Tras leer con mas pausa el documento cai en la conclusion de que se trataba de un nuevo juego online basado en novelas de thriller. Lo ultimo que queria pensar era en crear tramas o en poner un dedo sobre una tecla. Bastante desanimada, deje la caja debajo de la mesa y comence a leer el libro, que era lo que me pedia mi mente en esos instantes. Ademas, el juego requeria del ordenador para poder entrar en no se que pagina secreta y conocer al resto de mi equipo. Mi portatil estaba sin bateria desde hacia casi un ano, un dia tan solo deje de utilizarlo y me pase a husmear las redes sociales con el telefono como hacia todo el mundo. Ya no necesitaba ningun procesador de textos ni tampoco un teclado, por lo que esa herramienta dejo de significar algo en mi vida; y volver a ponerlo a cargar para descubrir que tendria que pagar si queria jugar me iba a enfadar bastante. Asi que me olvide de ella y me puse a leer hasta que me dormi. El timbrar del telefono fijo anunciaba que mi madre se encontraba al otro lado del auricular esperando contestacion. Ella se encargo de que tuviese uno, ya que nunca cogia el movil y temia que, si algun dia no se ponia en contacto conmigo, podria ser que no lo hiciese mas. Al principio estuve acudiendo a un loquero para mitigar las ansias de terminar con mi vida, pero despues de algunos meses deje de ir a verlo. Me parecia una perdida de tiempo y de dinero, no pensaba tomarme las pastillas que me recetaba y la doctora no poseia una varita magica que hiciese retrasar el tiempo para que mi mundo volviese a ser el que era. Descolgue despues de encontrar el aparato debajo de un monton de ropa sucia en el salon. Lo de no recibir visitas y que me importase todo mas bien poco estaba haciendo estragos en mi decoracion. Si viniesen de alguno de los programas americanos de limpieza se echarian las manos a la cabeza. --!?Se puede saber que has hecho ahora?! Si algo habia detestado toda mi vida era que me despertasen gritando y mi madre lo sabia. --Buenos dias a ti tambien, ?podrias ser un poco mas esclarecedora? --ironice sentandome en el suelo. --Ana Catalina Verde, son las ocho de la tarde. Tomas ha llamado a tu padre y le ha dicho que no te molestes en volver al trabajo, dice que has destrozado una carga y que no has sido capaz de dar la cara. ?Estas bebiendo de nuevo? ?Quieres que vaya a verte? ?Te quieres venir aqui con nosotros? Los aires del pueblo te sentaran bien, puede que asi te inspires para escribir... --Esa era demasiada informacion para mi neurona en esos momentos y no tenia ganas de discutir con ella. --Tomas es un loco viejo psicopata exagerado, tan solo se han estrujado algunos paquetes. Me fui por no pegarle y no a todo lo demas. --Pero, Ana --intento proseguir sin mucho exito. --Estoy bien, mama, pidele disculpas a papa por lo del curro, ya encontrare algo por mi cuenta, no te preocupes. Te dejo que tengo cosas que hacer, te quiero --respondi sin dejarla decir nada mas. La loquera me habia dicho que era importante contarles a las personas lo que sentia por ellas y en estos instantes a la unica a la que queria era a ella; pero de lejos, cada una en su casa. Tal y como pense no eran las ocho aun, mi madre llevaba el reloj adelantado quince minutos desde que tenia uso de razon. Ella odiaba llegar tarde a los sitios y yo detestaba esperar por los demas, asi que habia implantado esa norma tambien en mi vida. Me daba tiempo de bajar y robar un cafe a Johanna. Acababa de recordar que no tenia en casa y, desde que el alcohol no formaba parte de mis dias, la cafeina lo habia sustituido como una droga que necesitaba en mi organismo si o si. Me detuve un instante frente a la cristalera de la pequena libreria. En el centro de todos los libros, sobre un atril demasiado grande para su tamano, descansaba mi ultima novela. Estaba segura de que Johanna habia convencido a todos sus clientes para que lo comprasen, esta era la unica tienda que lo tenia y me temia que tambien poseia la exclusividad de haber vendido alguno. La verdad era que ella pidio una caja con cien ejemplares y me los pago en menos de una semana. Jamas olvidaria su sonriente cara mientras me daba el dinero de lo que, segun ella, <>. Los suenos pueden resultar bastante efimeros y este nunca dejo de serlo, solo que no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde para mi salud mental. --!AC, que bien que viniste! Acabo de hacer cafe --me informo en cuanto me vio entrar, dejando unos libros que estaba colocando encima del desordenado mostrador, para ir corriendo a la trastienda por dos humeantes vasos de cafe. Cogi el mio y me sali a la puerta a fumarme un cigarro mientras disfrutaba del amargo sabor a granos de cafe recien molidos. Viviamos en una ciudad enorme, sin embargo, disfrutabamos de la tranquilidad que tienen los barrios que estaban casi a las afueras. Por alli no se veia gente a esas horas, todo el mundo estaba llegando a sus hogares desde sus respectivos trabajos y ya andaban en casa preparando las cenas. Desde el bajo en el que se encontraba la tiendita de Johanna se veia el bloque de enfrente. Me parecio que lo de las cortinas tupidas debia ser algo que a los jovenes no les preocupaba demasiado y estaba realmente desfasado. Cada tarde noche, antes de cerrar, mi amiga sacaba dos sillas y nos sentabamos en la acera a mirar esas ventanas iluminadas. A Johanna le gustaba oir mis historias inventadas de la vida de cada uno de esos apartamentos: en el bajo tan solo vivia la vieja de los gatos, mientras el piso que habia al lado de ella se destinaba a guardar muebles viejos y tiestos. El dueno del edificio nos cobraba una mensualidad minima por poder hacer uso de el si lo necesitabamos, pero la que lo utilizaba mas a menudo era Johanna para meter los adornos de las festividades que ponia en la libreria. La senora mayor siempre tenia los cristales abiertos por si alguno de sus mininos se iba de parranda este pudiese regresar a su cama, creo que mi Pelusilla es un escapista de esa mujer. Un dia simplemente aparecio en mi puerta durmiendo en el felpudo de la entrada, paso conmigo y ya nunca se marcho. A esas horas la vieja ya tenia las luces apagadas y tan solo se vislumbraban los destellos de la television encendida. El primer piso, justo sobre ella, pertenecia a un matrimonio con tres enanos revoltosos que hacian incluso mas ruido que las gatas en celo de su vecina, motivo por el cual creo que eran los que mas habian durado viviendo alli. Enfrente de ellos un musico solitario se afanaba en sacar una melodia interminable. Cada dia la cambiaba y a ese paso tendria el mismo exito que tuve yo con mis letras. Me inspiraba un poco de lastima y me veia bastante reflejada en el, no obstante, la conversacion mas larga que compartimos fue un dia que hacia frio y ambos lo dijimos a la vez. En el segundo, encima del matrimonio con los ninos poseidos, era donde yo moraba y esas persianas siempre estaban abajo. Frente a mi puerta una joven abogada y su novio, tambien letrado, se turnaban para llevar a casa a sus respectivos amantes, por lo que la escalera estaba muy concurrida segun a que hora de la noche. Sobre mi cabeza, en el tercero derecha, residia un hombre mayor que daba un poco de miedo y olia a puros; nunca hacia ruido y no recibia visitas, por lo que la mayoria del tiempo parecia que el piso estuviese vacio. Frente a el tenia su apartamento Johanna y, encima de ellos dos, habia un gran atico con un precioso patio lleno de flores en los pretiles. La suerte de ser el dueno de esas cuatro paredes la tenia del hijo del propietario del edificio, un tipo solitario que pagaba a una asistenta para que le tuviera la casa impoluta. El chico era pintor y tambien escueto en palabras, asi que las pocas veces que nos habiamos cruzado en el ascensor no pasamos de un <> o <>. Nosotras nos entreteniamos observandolos al mas puro estilo voyeur, con la diferencia de que, aficionada desde mi infancia a <<13, Rue del Percebe>>, me encarnaba en el mitico Francisco Ibanez y relataba las vidas de nuestros vecinos. Ese momento del dia era el unico en el que me permitia desconectar y sonreir. --?Abriste el paquete? --me pregunto Johanna una vez que hube concluido mi perorata acerca de nuestros vecinos. --Era una de esas muestras de juegos online para que gastes dinero si quieres conseguir pruebas. Ya te lo bajare para que lo uses tu, no es que tenga demasiadas ganas de ver cajas por casa --respondi apurando el cigarrillo y dando el ultimo sorbo al cafe. --?Mal dia en el trabajo? --Un imbecil me hizo que estropease la carga, y he preferido dejarlo a tener que matar al viejo que lleva el almacen. --Realmente ese hombre es un incordio. --En mi cerebro psicopata ha muerto de distintas y dolorosas maneras --me burle--. ?Crees que el universo nos ha unido a todos los que vivimos aqui por ser el mayor grupo de perdedores de la historia? --pregunte observando como el matrimonio luchaba para que los trillizos se acostasen, a la vez que se escuchaba la lastimera melodia del piano del chico al compas de los maullidos y los golpes del cabecero de la cama de los abogados contra la pared. Antes de que le diese tiempo a contestar, el coche de mi querido ex se detuvo delante de nosotras, bajo la ventanilla y nos miro. --?Quien quiere dar una vuelta? --?No te cansas?

  • Hijos de Atenea de Mercedes Pinto Maldonado

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    Me llamo Bahati, y mi nombre significa <>. Naci en Angola, cerca de Dondo, por casualidad. En mi tierra casi todos los pueblos son nomadas y nacemos por azar en cualquier lugar de la sabana. Pertenezco a la tribu Khoisan, o San, o Bosquimana, que seguramente te resultara mas familiar. Creo que soy el unico bosquimano llamado Bahati. Mi madre debio ponerme el nombre de mi padre, como manda la tradicion entre los de mi pueblo, pero este tuvo el desacierto de acoger a una segunda mujer bajo su techo cuando yo aun estaba en periodo de gestacion y ella, por despecho, decidio bautizarme con el nombre del jefe de una tribu herera que se cruzo con la nuestra cuando sintio el primer dolor del parto. Lo cierto es que aunque fue ella, mi madre, quien escogiera mi nombre en un arrebato de celos, nunca me llamo Bahati, decia que ningun san que se preciara podia tener un nombre que no necesitara al menos un par de golpes de lengua para pronunciarlo. En mi clan tambien estaban de acuerdo con esta idea y, como, segun decian, era el nino mas negro nacido entre ellos, carente del bronce dorado que caracteriza a mi etnia, comenzaron llamandome <>. Discutian sobre mi color, pero el brujo concluyo: <>. No obstante, al principio mi progenitora me llamo solo <>, como era hijo unico... Mas tarde, cuando empece a caminar, decidio que <> era mucho mas descriptivo para nombrarme, porque todos nuestros vecinos decian que nunca hubo en la historia de mi pueblo un bosquimano que con dos anos caminara mas rapido que su madre. Y este fue el primer golpe de suerte que hizo honor a mi nombre: gracias a mi paso largo pude aprender a leer y escribir. Que ironia, anos despues muchos blancos volvieron a llamarme <> y apodos parecidos. Esta es mi historia, la de un hombre nacido entre las gentes mas parias del planeta y vendido a los esclavistas, que gracias a su suerte y curiosa e impar educacion siempre se sintio libre. CAPITULO I: Mi maestro Papalu Recuerdo con bastante claridad la primera vez que vi al padre Luis. No debia tener mas de cuatro anos, pero aquel hombre que asomaba su cabeza, tan calva como blanca, a un grueso y negro tronco me impresiono tanto, que aun hoy puedo cerrar los ojos y evocarlo con absoluta fidelidad. Me quede paralizado. Hasta entonces no habia tenido noticia alguna de que un ser humano pudiera ser blanco, y aun menos blanco y negro a la vez. Me di un buen susto. Hasta tal punto que, cuando acerco su nivea mano a mi cabeza, de un salto, me puse a correr y no pare hasta que me quede sin aire, cosa que hasta el momento crei imposible; esta fue la primera vez en mi vida que me quede sin aliento mientras corria por la sabana. Extenuado, me sente bajo un arbol y alli pase horas invocando, a mi manera de nino, el favor de los espiritus de mis antepasados. Hasta que mi madre, enfadada como jamas la vi, me encontro y me llevo hasta el poblado a rastras. Por entonces ya no me llamaba <>, sino <>, a secas. Asi que para mi clan yo era <>. De esta manera mi madre y los miembros de mi tribu podian cliquear la lengua al nombrarme, como debia ser tratandose del nombre de un san. --?A ti que te pasa, Pasolargo? Llevamos toda la manana buscandote --dijo mi madre, sin resuello--. Si vuelves a escaparte te cortare esas piernas de guepardo enano. Arrastrado por la mano de mi madre, no pare de llorar hasta que llegue a casa. Me imaginaba sin piernas, como el hombre <>, deslizandome bajo un extrano tronco durante toda mi vida, vagando solo por la sabana como un espiritu maligno arrojado del otro mundo. Al caer la noche mi estomago pidio alimento, pero mi madre se nego a cogerme en su regazo y permitir que un nino tan desobediente se acercara a sus pechos. Hasta entonces me habia amamantado, era hijo unico y no habian nacido hermanos que usurparan mi privilegiado puesto. Una pesadilla me desperto en la madrugada y me deslice por el suelo con sigilo hasta meterme en las pieles de mis padres, donde dormian los cuatro: mi padre, mi madre y la segunda esposa de mi padre con su primera hija agarrada al pecho. !Como la envidie! Como era costumbre y deber de una mujer san, mi madre, a pesar de la ofensa que supuso para ella compartir a su esposo cuando solo llevaban unos meses de relacion, dormia junto a el. Pero solo eso; era una mujer de fuerte caracter y gran voluntad, fria y distante, si, pero muy autosuficiente y trabajadora. Creo que ya desde tan temprana edad no volvio a yacer con hombre alguno. Mis tripas, doloridas por el vacio, finalmente me llevaron a sisar unos trozos de carne de la despensa de la tienda vecina, pero ella me sorprendio en plena faena: --Muy bien, Pasolargo, como veo que tienes edad suficiente para correr y robar, a partir de ahora iras con tu padre de caza y comeras lo que consigas en la sabana, mis pechos estan secos para ti --me murmuro al oido mientras algo caliente resbalaba por el interior de mis muslos, de puro susto. No obstante, cuando a la manana siguiente vi a los hombres untar el veneno en sus flechas para salir a la caza del antilope, decidi que podria alimentarme de raices, hormigas y pequenos lagartos mientras crecia lo suficiente. De todas formas, mi timido intento de participar en el ritual de la caza fue baldio; cada vez que me acercaba, mi padre me daba un puntapie y me instaba a no molestar durante una tarea que requeria tanta concentracion y cuidado. De manera que seria un cazador, si, pero de insectos, mucho menos peligrosos y mas accesibles para un nino de cuatro anos. La curiosidad, que siempre ha sido una de mis senas de identidad y culpable de mi destino, me llevo a buscar el asentamiento del hombre blanco que caminaba bajo el tronco negro. Poco mas de una hora tarde en encontrarlo, siguiendo el cauce de un rio seco. Estaba sentado bajo un arbol, con la espalda apoyada en su tronco. Con la mano izquierda sostenia lo que a mi me parecio un trozo de madera lleno de finas y blancas hojas, y que miraba con mucha atencion, y en la derecha tenia un fruto extrano que de vez en cuando mordia distraidamente. Bajo lo que, despues de observarlo con tiempo y detenimiento, ya no me parecia un tronco negro, sino una extrana manera de cubrir el cuerpo poco adecuada para soportar el sol abrasador de Angola, asomaban sus pies, envueltos en una red hecha de tiras de piel. Me quede rezagado, escondido tras un arbusto, seguro de que no podria verme. Mientras lo observaba, poco a poco fue desapareciendo mi desconfianza; no parecia agresivo, al contrario, daba la sensacion de ser tranquilo y pacifico. Sin levantar la vista del objeto de madera, dejo el fruto sobre su regazo, saco otro igual de un zurron que tenia a la derecha y me lo mostro. Comprendi que no estaba tan camuflado entre los matorrales como yo creia; desde luego lo mio no era la caza por mas rapidos y largos que fueran mis pasos. Temeroso, sali de mi escondrijo y avance hacia el. Me moria por darle un mordisco a la bola rosada que me ofrecia. La cogi de un tiron y le hinque los dientes con frenesi, con los musculos tensos, preparados por si habia que salir corriendo. El fruto estaba muy, muy rico. El se quedo mirandome con una sonrisa bonachona que termino por conquistarme. Vencido el miedo, me puse a curiosear; era mi debilidad. Observe con atencion sus ropas, sus sandalias, su libro, su rostro... Me di todo el tiempo que necesite y el se dejo hacer. Estaba tan absorto en mi estudio que olvide el posible peligro que me acechaba. Despues me hizo una pregunta, que naturalmente no entendi. La repitio y pense que seguramente querria saber mi nombre. !Todo el mundo preguntaba por mi curioso nombre!, les gustaba como lo pronunciaba, y el, por mas extrano que fuera su exterior, no podia ser menos. Asi que dije: <>. Puso su mano blanca sobre mi negro pecho y repitio: <>, <> se le resistio, no tenia la lengua entrenada para pronunciar los sonidos del pueblo san. Luego se llevo la mano al corazon y dijo: <>, que asi lo llamaban los miembros de la tribu con la que vivia. Pero como las dos ultimas letras no conseguia pronunciarlas, despues de una hora y un ciento de intentos solo consegui decir <>. Coincidimos en que si, que se llamaba Papalu, y punto. El pobre, agotado, asintio por fin y acepto el curioso alias, que mas tarde adoptaria el resto de sus conocidos en el asentamiento. A partir de ese dia mis visitas a la vivienda de Papalu fueron diarias. Al principio con la desaprobacion de mi madre y la consiguiente reganina a mi regreso; pero a los pocos dias me siguio y, cuando me vio conversando con el hombre blanco y comprobo el amable trato que me proferia, cedio conforme. Era una mujer muy intuitiva y supo que Papalu no podia ser una mala compania. La razon por la que cada dia, durante anos, iba en su busca no podria expresarla con exactitud o, mejor dicho, no me faltaban motivos, aunque ninguno de ellos la explique: por la manzana que casi siempre me regalaba, porque era una excusa para correr siete kilometros diarios, porque me empene en conocer su lengua, porque me hablaba de tierras lejanas, porque me hacia sentir querido e importante... Que se yo. Lo cierto es que no pasaron muchos meses para que mi interes por lo que contaban sus libros se convirtiera en el motivo principal de nuestros encuentros. La primera palabra que aprendi a escribir fue <>, sin saber siquiera que en realidad lo que Papalu habia dibujado con un palo sobre la tierra era una cadena de letras combinadas de una forma muy concreta para formar el nombre escrito del fruto que tanto me gustaba. Simplemente observe con atencion un buen rato y lo imite con mi palo. Todo empezo porque un buen dia mi maestro se nego a que hurgara en su zurron para coger la manzana. Habia llegado la hora de que la pidiera por su nombre. --Ah, no, Bahati. Hoy, si quieres la manzana tendras que pedirla --protesto agarrando la cuerda que cerraba su bolsa. Yo insisti senalando el morral con enfado. Pero el lo coloco tras su espalda y se puso a leer como si no estuviera; aunque por mas que lo intentaba no conseguia concentrarse: yo no paraba de molestar a su alrededor, saltando y tirando piedras a un matorral. Asi que cerro su libro, saco la manzana de la alforja y comenzo la primera leccion de toda una ensenanza que me convertiria en un individuo unico en mi pueblo y que me brindaria la asombrosa oportunidad de contar mi historia en primera persona y en un perfecto castellano.

  • Tu regalo soy yo de Jenny Del

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    Llevaba tan solo un mes trabajando en aquel hotel y una cosa tenia clara; en el pasado debi ser dominicano, porque fue llegar a el y sentir que yo pertenecia a aquel lugar, desde siempre. Por razones que no me apetece reproducir, al ser demasiado dolorosas, en Espana apenas me quedaba un reducido punado de parientes, ninguno de ellos demasiado cercanos, por lo que podria decirse que carecia de raices y que, por tanto, no sabia donde "poner el huevo". Un buen dia, mi amigo Borja, que ya intuireis que con ese nombre era mas pijo que hecho de encargo, me hablo de la posibilidad de irnos a trabajar a un hotel a Republica Dominicana. Bueno, creo que ante todo no estaria mal que me presentase. Me llamo Aitor y en ese momento contaba con veinticinco anos, sin rima, por favor. Borja y yo no hacia demasiado que acabamos la carrera de Turismo y, aunque a el le iba mejor porque entro a trabajar en una empresa del sector con su padre, le apetecia cambiar de aires y salir de debajo del ala paterna. En cuanto a mi, que compatibilizaba el trabajo que me iba saliendo por aqui y por alla con mi pasion, la de ser escritor de novela romantica, la suya me parecio, en principio, una idea un tanto extravagante. No obstante, con el paso de los dias, me lo comence a plantear como una posibilidad real y vine a decirme mas o menos eso de "?quien dijo miedo?". --?Tu lo ves viable? --le pregunte, asi como una semana despues. --?Tu crees que si no lo viera me meteria en semejante movida? Ya te he dicho que mi padre tiene amistad con Cristopher, el director del hotel al que iriamos. --Se me olvidaba que siempre has sido un enchufado y que siempre lo seras, jodido. --Y a mi se me olvidaba que tu eres un cagado, Aitorcito. --Mira, guaperas de playa, a mi no me toques la moral que a dia de hoy no ha nacido quien me de miedo. --Eso esta bien, porque tambien se viene con nosotros Samuel--me anuncio. --?Samuel? No puedes estar hablando en serio, que te gusta quedarte conmigo. --Si, si, me encanta, pero aparte Samuel se viene con nosotros. --?No es una trola? Venga ya, sabes que no es mal tio pero que tiene... --Una fijacion contigo, ?y? ?Que temes? El chaval no puede evitar haberse enamorado, Aitor, reconoce que estas en racha y has atraido tambien a Samuel. --Vaya, hombre, que suerte la mia. Pero solo me ire con vosotros si me prometes que te haras cargo de el. --Claro, hombre, ?quieres que le ponga tambien un bozal? Y a ver si luego vamos a comprarle la correa, del color que el senor Aitor quiera, no sea que haya mosqueo. Asi comenzo nuestra aventura dominicana, con la Navidad a la vuelta de la esquina. Una aventura que no abordariamos los tres solos, no, porque Borja tenia un corazon muy pijo, si, pero que no le cabia en el pecho y se llevo tambien a Mercedes, una amiga nuestra, super buena gente, pero pava como ella sola y a su antitesis, Elizabeth. Elizabeth, al contrario que Mercedes, era un torbellino que se jactaba de serlo, divertida al maximo y con la que no nos faltaria diversion. Ademas, bailaba salsa que era una locura y, desde el mismo momento en el que supo que nos marchabamos, no dejo de enviarnos videos con "tutoriales" grabados por ella para que nos fueramos poniendo al dia. --Para que no os tomen por tres pavisosos y tengais la oportunidad de ligar tambien--nos solia decir en la confianza de que ella lo haria tan pronto como aterrizara. Un mes, un solo mes y nuestras previsiones se habian cumplido y mejorado. --Aitor, un coctel de esos azul y rosa como el que me pusiste anoche--me pidio Sebas, un espanol que llevaba alli un par de dias y con el que ya me habia hartado de hablar la noche anterior. --Un momento, un momento, ?azul y rosa dices? Metele algun color mas y sera un unicornio con el cuerno de colores, ?no te habras equivocado? --Que va, si me lo pusiste asi anoche, tio. --?A que hora? Porque despues de la tercera copa, todos los gatos son pardos. --Chato, ?eso fue antes o despues de que me pegaras a mi el repaso? Porque lo mismo es que despues de eso ya viste la vida en colores--Le guino el ojo Elizabeth a Sebas. --Tia, tu no vas a dejar titere con cabeza--le dije negando porque no habia un tio que estuviera bien con el que ella no acabase en el catre. --Espera, espera, ?y me lo estas diciendo tu? Porque bien que nos vendiste que antes eras un tanto timidin y tal, pero eso debio ser en otra vida, no vea si te has desmelenado. --No te voy a negar que Punta Cana me ha sentado muy bien, guapa, tienes razon--Le di una palmada en el culo porque teniamos mucha confianza y al final es lo que pasa. --Oye, estoy pensando que, dado que tu y yo hemos catado a la mitad del personal que transita por aqui, podrias pasarte esta noche por mi habitacion para intercambiar impresiones--me propuso. No era la primera vez que la quimica saltaba entre nosotros, lo que ocurre es que hasta ese momento ninguno de los dos se lo habia propuesto abiertamente al otro. --Pues no te digo yo que no, luego tratamos de hacer el cambio. --No, si aqui el unico que no echa un polvo es Samuel, que ese pobre esta gafado--Hablo de el mismo en tercera persona y vimos que estaba peluson. --Pero esta noche te mandamos a Merceditas para que te de chachara--le propuse. --?A Merceditas? Esa mosquita muerta me pone de los nervios y lo sabes. --No seas malo, que ella es muy buena gente, solo que le falta... --Un hervor, eso es lo que le falta a la pan sin sal esa, y me pone de los nervios, ?por que no te quedas tu a darme palique, Aitor? --Porque eso no es lo que tu quieres que te de y lo sabes. No me hagas hablar. --Ay, nino, si supieras lo que te estas perdiendo, yo podria llevarte a universos que ni imaginas. --Mira, Samuel, algo si que me imagino, ?por que no vas a tirarle fichas a Rafael? Yo creo que con el tendrias mas posibilidades, pero que muchas mas. Rafael era otro companero nuestro, gay, dominicano, musculado, con una parla increible y una marcha en el cuerpo de no te menees. El era animador y bailaba de locura, por lo que era habitual el pillar a Samuel mirandolo embobado. --Claro, montones de posibilidades tendre con el, ?no ves que el tio no tiene con quien ligar? Dios mio, si se lo tirarian todas las mujeres de la sala y la mayoria de los maromos tambien. --Para el carro, Samuel, que yo no me lo tiraria--le comente. --Pero eso es porque tu has llegado a esta isla con prejuicios, nino, solo por eso. --?Yo con prejuicios? Venga ya. --Pues eso, que se te debe abrir la mente ya. --Como si fuera la mente lo que tu aspiras a abrirme. Mira, te mando luego a Merceditas y no se hable mas. --?Que le pasa a Merceditas? --Llego ella de servir mesas con cara de pocos amigos. --Que esta noche duermes con los chicos--le ordeno Elizabeth. --?Y eso por que? --Porque Aitor y yo tenemos jarana. Es eso o te unes, tu eliges--Ya sabia la bocachancla de Elizabeth que con ese comentario la estaba escandalizando. --?Unirme? Sois unos guarros, es que sois todos unos guarros. La teniamos frita, a que negarlo. La pobre tenia muy poquito animo, pese a ser una chica guapisima que llamaba la atencion; pelirroja, alta, con unos ojos claros de esos que parecen dos faros... --?Que te ha pasado ahora, corazon? --resoplo Samuel, sabiendola apurada. --Aquel grupo, ?lo ves? Pues que los tios esos se han pensado que todo el monte es oregano y uno de ellos me ha dado un pellizco en el culo. --?Y? Aitor acaba de darme una palmada en el mio y yo estoy encantada. --Elizabeth, no compares--le dije porque tenia cosas de bombero retirado. --?Y eso por que? A mi me has puesto to perra, te lo advierto desde ya. --Pues a mi me han puesto de un humor de perros, que es parecido, pero no igual. Yo voy a decir que me metan en oficinas y ya, paso de estar aqui con todos estos, que van mas salidos que el pico de una plancha. Ay, ya me esta dando el mareo... --Nina, ni se te ocurra darnos un susto, ?eh? Mercedes tenia esa peculiaridad, que cuando estaba demasiado agobiada, no podia respirar y terminaba en el suelo. --!Ayuda! --pedi y en esas que llegaba Borja. --Merceditas, ?otra vez llamando la atencion? Mira que me vas a obligar a hacerte el boca y boca y lo mismo lo graba alguien y se hace viral. --?Que dices? Quita, quita, que ya estoy mejor. --Oye, tio, tu si que la entiendes--le dije a Borja. --Es que, ahi donde la ves, la tengo en el bote. --?Si? Pero si no me habia dado cuenta, mira es que yo creo que veo a Merceditas como un ser asexual, como los angeles, vaya. --Chaval, todavia te falta recorrido, la tengo comiendo en la palma de mi mano, pero la estoy dejando a su aire porque a mi me gusta otra. --Joder, pues ni cuenta me habia dado, claro que con el ritmo que llevamos tampoco es para percatarse de nada. --Sobre todo tu, que no paras de triunfar. Esta noche, ?cual? --Esta noche Elizabeth, se me acaba de poner a tiro. --Venga ya, pero si yo lo he intentado un par de veces y no me ha seguido el rollo. --Pues a mi me ha bastado con darle una palmadita en el trasero, guaperas, lo mismo tus metodos no son tan efectivos como tu crees. --Ay, yo moriria por darle una palmada en el trasero a Rafael--suspiro Samuel mientras lo veia bailar. --Pues olvidate, que me han dicho que esta liado con Cristopher--le comento Merceditas. --?Que dices, nina? A ti te dan los mareos esos y ya estas inventando, ?como va a ser eso? --?Y por que no? Cristopher esta que cruje--intervino Elizabeth. --A lo mejor prefieres irte con el--le sugeri. --Aitor, no te pongas celoso que seria ya lo que me faltase por ver, hay que reconocer que el tio esta buenisimo. --Si, tiene cuarenta y cinco tacos, pero a mi me parece un galan de esos del tipo de George Clooney--suspiro Merceditas. --Un viejo, es un viejo, ?como va a estar con Rafael? --Samuel no daba credito, estaba indignado. --!Que no es ningun viejo! --le aclararon las dos chicas a la vez, porque Cristopher seguia teniendo una planta impresionante. --Que me dejeis, que me estais agobiando, eso te lo has inventado tu para hacerme sufrir, mosquita muerta--le solto a Merceditas. --?Como me has llamado? Mira, tu, no te vayas a creer que no se defenderme porque todavia te canto las cuarenta y de lo que te entra te... --Perdona, si es que tienes razon, el problema es que no me entra nada--Se echo las manos a la cabeza y yo tambien. --Mira que emprenderla con Merceditas, tio, ya te vale... --Si es que la abstinencia es muy mala, Aitor. Tu no lo sabes porque estas que te sales, pero que te digo que, de esta, palmo. --Ya sera menos, Samuel, ya sera menos. --?Y tu no podrias hacerme un favor, aunque fuera solo uno chiquitito? Una cosita rapida, lo que viene siendo de toda la vida de Dios, un alivio... --Samuel, estoy intentando tener paciencia, pero no se cuanto me durara. Mira, aqui viene Borja, pideselo a el. --?Que me tiene que pedir? --Borja era el unico de nosotros que no ponia copas porque el se encargaba de dar clases de surf durante el dia, mientras que el resto lo mismo las poniamos en cualquiera de los locales nocturnos que en el chiringuito de la piscina durante el dia. --Un favor chiquitito, que estoy muy falto. --Tio, ?me quieres dejar en paz? Buscate la vida, pues anda que no hay tios buenos aqui por metro cuadrado. Y, ademas, la costumbre es que le tires los trastos a Aitor, ?a que viene ahora esto? --Gracias por la parte que me toca, con colegas asi no me hacen falta enemigos--le dije mientras miraba a un monumento de orondas caderas que avanzaba hacia mi. Capitulo 2 Para caderas tambien las de Elizabeth. Yo ya me habia fijado en ellas muchas veces, pero no es lo mismo ver algo que tenerlo entre tus manos, como yo lo tenia en ese momento. --Que caderas, que caderas tienes... --Si es que a veces uno no se fija en lo que tiene al lado, atontado, que eres un atontado. --?Y quien te dice a ti que yo no me habia fijado? --Pues razon no te falta, pero como no te lanzabas... Aunque tambien es verdad que ni tiempo te ha dado, vas a una por noche. --Como que tu te las pasas rezando el rosario, venga ya... Estabamos desmadrados, lo cierto era que lo estabamos. Al menos nosotros dos y Borja, a quien tampoco le falaba compania. Lo de los otros dos era harina de otro costal... Terminamos de quitarnos la ropa y comenzamos a comernos la boca como si no hubiera un manana. Elizabeth era pura fogosidad y yo me habia imaginado mas de una vez que estar con ella debia ser poco menos que explosivo. --Alucinante, es que es alucinante. --Mi buen dinero que me costaron, no te vayas a creer que estas cayeron del cielo... Le miraba aquel par de buenas razones que tenia en la delantera y resoplaba. --Pues que trabajo mas bien hecho... Comence a lamerla mientras ella, completamente desnuda ya, cabalgaba sobre mi muslo, al que amenazaba con derretir. Sus jadeos no se hicieron esperar. Tan pronto yo saque a pasear mi lengua y su sexo se acoplo en ese muslo que nadie habia rozado asi hasta la fecha, jadeo incesantemente, con tal intensidad que temi que nos llamaran la atencion. --Eres una escandalosilla--Le puse mi mano en la boca y ella comenzo a mordisquearla.

  • Cafe contigo al despertar de

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    Maria Lopez, Abogada Dominicana de Veintisiete anos, decide que no esta lista para casarse, su pareja Reed se llena de venganza y odio hacia ella y comienza a crear rumores sobre supuestos sobornos aceptados por Maria, sobornos de los cuales siquiera eran por parte del defendido por ella. Despues de una discusion con los directivos del Buffet, Maria decide tomarse unas vacaciones a su tierra natal en vispera de Noche Buena.
    En el avion conoce a Julio Medina, un hombre de piel canela, ojos color Miel y mirada cautivadora, que recientemente habia encontrado a su mujer siendole infiel. Julio se interesa por Maria y le propone a una noche de sexo sin compromisos. Ella despues de todo, ya no esta prometida con nadie y decide aceptar la propuesta indecente.
    Julio es el cambio que ella necesita en su vida, un hombre tierno, atento, romantico y lo mas importante…AMA EL CAFE!
    ?Sera que es muy tarde cuando Maria se da cuenta que el amor a primer cafe si existe?
    ?Aguantara Julio a que Maria se de cuenta que lo ama?

  • En espera de ti de Colette Green

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    La verdad mis queridos amigos es que no sabemos quienes somos hasta que nos enamoramos perdidamente. Por amor el mas valiente se vuelve un cobarde, el mas cruel se vuelve sensible y el mas noble encuentra la maldad de su alma.
    Daniela tiene un vida que se podria catalogar como perfecta, pero…conoce el amor

  • En la penumbra de Catherine Parker Larranaga

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    La vida de Geanpierre Sabadini, magnate italiano poseedor de importantes companias internacionales, esta sumergida en la busqueda constante de quien fuera su padre, aquel que nunca conocio pero cuyo pasado ensombrecio su vida y la de su madre. El amor clandestino de ella, una cortesana, con un hombre de alto nivel social, determinan su llegada al mundo, nacimiento que dejara al descubierto una obscena infidelidad dificil de afrontar. Incapas de resistir esa carga en sus espaldas y el repudio familiar, el padre de Geanpierre los abandona a su suerte tomando una drastica decision. Su madre, se vera obligada a huir para intentar olvidar al hombre que amo y evitarle a su hijo la verguenza de su origen. Esa verdad se la confesara antes de morir, para no llevar a la tumba un secreto que peso por anos en su conciencia. Solo entonces Geanpierre conocera el verdadero nombre de su padre e ira tras lo que quedo de el.
    Mientras lleva a cabo la estrategia ideada para desenterrar su pasado, que devela realidades dolorosas, encuentra el amor; un amor que tendra que conquistar constantemente debido a su propia reputacion: la de un mujeriego.
    La novela, envuelve al lector, en la vida de un hombre de cautivante personalidad, cuyo afan de romance, con una mujer racional y calculadora, se transformara en su propia debilidad. Sera Elizabeth quien, con su belleza y escurridiza forma de ser, terminara por seducir a Geanpierre.
    La hermosa ciudad de Positano es el escenario donde este hombre viaja al pasado, vuelve al presente y enfrenta un futuro desafiante. Un entorno de bellos riscos y anaranjados atardeceres mediterraneos que enmarcan una historia romantica, intrigante e inesperada.

  • Los buenos suicidas (Inspector Salgado 2) de Toni Hill

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    En una ciudad que ha perdido el brillo, un policia lucha contra las sombras.
    Segunda parte de la trilogia del inspector Salgado.

  • Mi jefe de Whitney G

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    La carrera de Claire Gracen como directora de marketing no podia ser mas meteorica, y, ademas, estaba felizmente casada con el hombre del que habia estado enamorada desde la adolescencia; su vida era perfecta.

  • La infancia de los dictadores de Veronique Chalmet

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    Joseph, Francisco, Muamar, Idi, Saloth... ?Quien sospecharia que detras de estos nombres anodinos se ocultan algunos de los dictadores mas perversos que ha conocido el siglo XX? La mancha roja que dejaron en los libros de historia nos hizo olvidar que Stalin, Franco, Gadafi, Amin Dada o Pol Pot, antes de transformarse en tiranos, alguna vez fueron ninos.

  • Carita de Angel de Tania Sexton

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    La chica se quedo clavada en el sitio al ver a ese hombre montado a caballo, y supo antes de oir la voz grave y profunda, que era un yanqui. Ralph Hathaway buscaba a un muchacho llamado Taylor Lewis, pero no se le paso por la cabeza en momento alguno, que ese nombre perteneciera a una chica. Una criatura preciosa, con cara de angel, que utilizaba un lenguaje soez y grosero; el mismo vocabulario que el solia emplear, mas de lo correcto.
    Habia llegado a Las Carolinas con intencion de encontrar a los integrantes de la familia Lewis. Despues de la guerra solo quedo esta muchacha, que viviendo en compania de una anciana cascarrabias y para mantener al sexo masculino a raya, habia optado por vestirse con las ropas de su padre fallecido, cargar un revolver a la cadera y emplear el vocabulario mas vulgar y ordinario.
    Hathaway intento no dejarse llevar por esa belleza en todo su esplendor; su mision, pues asi se lo prometio al tio de la chica, era llevarla a Boston, dejarla en sus manos y que el se apanara con esa fierecilla a medio domar.
    Pero antes de subirla al barco que los llevaria a destino...
    Y al llegar a la ciudad...
    Todo se complico.

  • La voz interior de Nerea de Carolina Ortigosa

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    A punto de cumplir sus temidos 30, Nerea no solo esta pasando por un bache, sino por todo un socavon.

  • Alguien te sigue de Mario Escobar

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    Cuando varias influencers del mundo del running aparecen asesinadas, la agente del FBI Jennifer Rodriguez debe afrontar el desafio de seguir la pista de un asesino en serie, ayudada por su mentor en Quantico, Charly Shipman. Pero nada es lo que parece, y tras esas muertes, ejecutadas siguiendo un cruel ritual y transmitidas por la red, se oculta una verdad dificil de asimilar.

  • Corazones encadenados de Maria Ramon Box

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    Kirian Mitman, agente de la policia de Baltimore, siempre fue alguien impredecible. Su vida ha sido un eterno embrollo de problemas y salidas bastante peligrosas, y no se iba a quedar atras esta vez. Sintiendo como unas cadenas de acero le unen al pasado sin dejarle avanzar, Mitman se ve envuelto en un remolino de dificiles aventuras, pero no por ello menos excitantes, cuando emprende la mision de su vida. Alli se ve las caras con su peor enemigo y el narcotraficante mas buscado del estado, Asher Rudd. Pero no solo se encuentra con el, sino que se topa con una pequena chica de ojos palidos que hace que su vida de un giro de 180o. ?Podra superar Kirian todos los obstaculos o quedara encadenado al pasado como siempre lo ha estado?

  • La noche del fuego de Pablo Poveda

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    Tras unos anos fuera, Caballero regresa a la ciudad de Alicante durante la noche de San Juan. De forma accidental, sera testigo de un cruel asesinato y no podra evitar verse involucrado en el. Alli conocera a una misteriosa mujer de la que no podra deshacerse. Lo que en un principio parecera accidental, se convertira en toda una pesadilla para el periodista.

  • ?Un futbolista? Que sean dos de Angela Franco

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    Martina y Elisa son dos gemelas identicas que, movidas por la profesion de modelo de Elisa, recorren el mundo viajando sin parar. Martina vive por y para su hermana, pero lo que de verdad anhela es establecerse en algun lugar y trabajar como fisioterapeuta, profesion que adora. Tras doce anos sin pisar su pais, las hermanas regresan a la capital espanola y Martina tiene una premonicion. cree que su vida cambiara en Madrid. El destino lograra que estas hermanas se crucen en el camino de uno de los famosos futbolistas del Bulcano, dejandolo “fuera de juego”. Enredos y situaciones embarazosas acompanaran a las gemelas en esta segunda entrega de la serie “Los Tocapelotas”.

  • Desde donde se domine la llanur de Megan Maxwell

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    Gillian es conocida entre los miembros de su clan como la Retadora por su caracter indomable, que siendo su mayor atractivo es tambien su gran maldicion. Enamorada de Niall desde la infancia, juntos vivieron una bonita historia de amor que se rompio cuando este partio a luchar junto al rey de Escocia sin despedirse de ella. Gillian se juro entonces que jamas lo perdonaria. Niall, por su parte, es tan testarudo y orgulloso como su amada. Ahora que ha regresado y vuelven a encontrarse, ninguno de los dos esta dispuesto a dar su brazo a torcer. Cada uno ha sufrido a su manera la ausencia del otro. Pero la vida es caprichosa, y la pasion que sintieron en el pasado comienza a apoderarse de ellos de nuevo. ?Seran capaces de resistirse? Castillo de Dunstaffnage, 1348 Las risas y los aplausos sonaban mientras la luz de los hachones iluminaba el salon del castillo de Dunstaffnage. Los juglares amenizaban el ala derecha del salon, la gente hablaba y bebia, y unos malabaristas entretenian a los mas pequenos en el patio de armas. Una vez acabada la actuacion para los ninos, el sonido de las gaitas tomo el patio de armas, y donde hasta hacia poco tiempo caritas embobadas habian observado a los malabaristas, ahora reian, danzaban y cantaban los guerreros con sus mujeres y las mozas del pueblo. Aquella celebracion se debia a que el laird Axel McDougall y su encantadora esposa, Alana, habian tenido su segundo y esperado hijo. Cinco anos atras habia nacido una nina, a la que habian llamado Jane Augusta McDougall, y a pesar de que Axel enloquecia de amor por la pequena, que era una preciosidad, como guerrero y laird de sus tierras anhelaba un varon. Su sucesor. Asi, cuando Darren Alexandre McDougall, nombre que le impusieron al pequeno, llego al mundo, su felicidad fue completa

  • El retorno (Titan 1), Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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  • Conquistada (Trilogia Para siempre 1), Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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    Con tan solo 15 anos, Natalia cree haber encontrado en Jose, un tecnico que combina estudios y trabajo, al hombre de su vida.
    Pero lo que ninguno sabe es que no todo sera un camino de rosas.
    El amor que ella siente por el, la hace obsesionarse y soportar cualquier problema, aunque no tenga que ver con su amor.
    Todos la avisan de que ese surfero no sera facil de conquistar, lo que ella siente con el la llevan a luchar por ese hombre que tiene enamoradas a muchas mujeres .
    ?Conseguira Natalia lo que anhela? ?Sera Jose el amor que ella cree? ?Que hara Natalia cuando “otro” aparezca y la haga cuestionarse sus sentimientos?
    Risas y lagrimas en una historia marcada por celos y enganos que la llevaran al limite para superar los obstaculos que amenazan con terminar la relacion con el amor de su vida.

  • Recompensa, una familia de Rosa Saenz

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    Rebeca fue condenada a un ano de prision por agresion cuando, en realidad, su unica falta habia sido defenderse de lo que, de otro modo, habria terminado siendo una violacion. Lo que empieza como una gran tragedia para ella, acaba convirtiendose en una bendicion. Ese parentesis forzoso que sufre su vida, le va a proporcionar lo que su severa rutina de estudio le habia impedido tener hasta ahora: una familia.
    Arturo se tiene por un patron justo. Cuando una persona empieza a trabajar para el, solo le advierte dos cosas. Que no permite que le desobedezcan y que no soporta que le mientan. Y, personalmente, solo tiene una norma: mantener siempre la relacion con sus trabajadores en un plano estrictamente laboral.
    Hasta ahora, con esas sencillas pautas, habia sido suficiente. Hasta ahora.
    Cuando conoce a Rebeca, ella le hace saltarse sus propias normas e incluso pone su vida en peligro con tal de protegerla.

  • Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal

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    La enigmatica llamada de telefono que recibe Federico en la piscina municipal de Chamberi y una extrana oferta de trabajo son el punto de inicio de una aventura indagatoria protagonizada por un cuarenton con estudios universitarios y sin perspectiva alguna de futuro. Este, obligado por las circunstancias a convertirse en una suerte de espia mercenario, se vera envuelto sin remedio por una realidad turbia en la que nada es lo que parece, y en la que el odio, la venganza y la hipocresia terminaran por contagiarlo.

  • Una estrella para el demonio de Ahna Sthauros

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    El antano general ruso Leivan Angelovitch se ha convertido en demonio de la lujuria por culpa del engano del Angel Caido llamado Dazel. Su hermosura y esa sensualidad que exuda de forma automatica lo han llevado a ser uno de los demonios mas poderosos, pero, ahora, sus existencia gira alrededor de dos conceptos: el odio y la venganaza.

  • Manto del Firmamento (Los Devonshire 4) de Maria Isabel Salsench Olle

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    Georgiana o, como la llamaban, Gigi era una Cavendish. Y, como tal, poseia una belleza extraordinaria asi como una personalidad singular y, en ocasiones, controvertida.
    Poseedora de una inteligencia que asustaba a los hombres del 1845 e interesada en estudiar medicina en una sociedad que se lo prohibia , finalmente, encuentra su alma gemela en Thomas Peyton.

  • Que podemos perder de Sandra Miro

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    Sara estudia Bellas Artes, pero cada vez le parecen menos bellas. Fran estudia Derecho, como quiere su familia, pero ni su corazon ni su vida giran en torno a ello. Barbara actualiza sus redes sociales de manera constante y a ratitos estudia Diseno. Los tres amigos se conocieron hace anos en una fiesta de disfraces y se creo entre ellos una bonita amistad en la que, sin saberlo, se fueron ocultando cosas. Pero la vida, los momentos y las sensaciones les hacen ver que algo falla, y comienzan a plantearse si... ?Sera todo tan idilico como se quieren hacer creer? ?Conseguiran sincerarse? Y, sobre todo, ?que pueden perder si se cuentan la verdad? En ocasiones las cosas surgen en el momento idoneo, y escribir este libro fue asi. Gracias, mama, por estar siempre ahi. Gracias, yaya, por tu carino. Y gracias, Esther, por dejarme expresar. Y, por supuesto, gracias a ti que lo vas a leer. !Disfrutalo, my friend! Capitulo 1 Sara Verano de 2016 Son las ocho y cuarto de la tarde y aun no entiendo como me he dejado convencer para esto. Mi prima Irene me ha liado, como siempre. Debe de ser que, al estar tan juntas desde pequenas, me tiene pillada la medida, y esta vez vamos a una fiesta de disfraces que da una amiga de un amigo suyo. Creo que me dijo que se llamaba Barbara, aunque no estoy muy segura. Pero vamos a ver, ?desde cuando voy yo a fiestas en las que no conozco a nadie? Llevo haciendome esta pregunta todo el dia, incluso ahora, sentada en el sofa de casa de Irene. Ella se ha ido a su habitacion a cambiarse. Lleva dias diciendome las ganas que tiene de ensenarme su disfraz. Obviamente, he intentado sonsacarle en mas de una ocasion de que va a ir disfrazada o que me diese alguna pista, para saber mas o menos por donde tirar yo. Pero no, no ha habido manera. Miro hacia el techo mientras trato de buscar una excusa para no ir a la fiesta. Pero al cabo de unos minutos desisto, no puedo hacerle eso a mi prima. De repente oigo que abre la puerta de la habitacion y grita: --!Sara, pasa al bano o a la habitacion de mi madre a cambiarte! Buff…, no me apetece, pero suelto mintiendo: --Siiii, ya voy. Me acomodo en el sofa y saco el movil esperando tener algun mensaje de mi madre pidiendome ayuda en la peluqueria. Por favor, mama, por favor, !escribeme! Pero nada, hoy no tendre esa suerte. Abro la aplicacion de Twitter mientras oigo como Ene, apodo con el que llamo a mi prima desde pequena, pone la cancion Locked Away, de R. City y Adam Levine, a todo trapo en su habitacion. La oigo cantar y me la imagino bailando. Pasan los minutos y sigo distraida mirando el movil. De repente, Irene baja el volumen de la musica y oigo una puerta abrirse y unos pasos que se acercan. Aparto la vista del movil y lo bloqueo. !Que viene! Mi prima asoma la cabeza por la puerta que da al salon, asegurandose de esconder bien su disfraz para que no lo vea. Me mira muy seria y me pregunta: --Pero vamos a ver, tia, ?que haces ahi tirada? Mierda. Me ha pillado. La miro intentando poner cara de pena, y contesto: --Es que no estoy segura de si ir a la fiesta. --!No jodas, Sara! Ataquemos por el lado sensiblero. --Al fin y al cabo, es tu amigo y yo no conozco a nadie alli. Va a ser incomodo. Irene pone los ojos en blanco. Despues me mira y sonrie. --!Pero ?que dices?! Si lo vamos a pasar genial. !Ojala! --Habra chicos, !piensa en eso! Aunque yo este con Jesus, seguro que tu puedes conocer a alguno interesante --insiste emocionada. Sonrio. ?Que le voy a hacer? Mi prima solo piensa en chicos. Hoy es Jesus, manana Pablo. En fin… --Ademas --anade--, Jesus me ha asegurado que Barbara es muy simpatica y nos va a caer bien. Te ensene unas fotos de ella el otro dia, ?te acuerdas? Me pongo la mano en la barbilla haciendo que pienso. Ni de broma me acuerdo. --La verdad es que me quiere sonar lo que me cuentas, pero ni idea --admito finalmente. Irene levanta los brazos y exclama: --!No esperaba menos de ti! Es alucinante lo rapido que olvidas las cosas. La miro encogiendo los hombros. La mala memoria es algo que va conmigo. !No puedo ser perfecta! --En las fotos que te ensene salia una chica de piel morena y pelo muy rizado y oscuro -- continua diciendo ella--. Esa era Barbara. Sigo mirandola dudosa y pregunto: --?Tu crees que vi esas fotos? --!Claro, tia! Odio que me llame <>, y respondo: --No se. --Venga, Sarita, dale una oportunidad a la fiesta y a Barbara. !Mierda! Ha utilizado el <>, ha omitido el <> y sabe que eso me desarma. Ahora es ella la que va por el lado sensiblero. --Segun me ha dicho Jesus, sois un tanto opuestas y puede que de primeras la vayas a prejuzgar, pero algo me dice que, si le das una oportunidad, te caera bien. Conocela. Vale. Esta visto que hay que ir a esa fiesta si o si, y la verdad, a la tal Barbara esa no me la esta vendiendo muy bien. --Ademas --insiste--, es mi ultimo verano antes de entrar en la universidad e intentar convencer a mis padres para que me dejen irme a Londres, ya que veo que el curso de biotecnologia en Canada que me muero por hacer !ni se lo plantean! Tia, en nada, yo tambien sere universitaria como tu --termina diciendo con una gran sonrisa. Mamma mia. Que idealizado esta el tema de ser estudiante universitario. Yo ya llevo un ano y es lo mismo de siempre. La unica novedad es que tienes que organizarte un poco mas a tu rollo. Y eso de que <> deberian decirtelo con ciertos matices. Y ahi esta mi prima mirandome. Lo ha vuelto a hacer. Ha ido directa al corazon y ha tocado las teclas correctas, como siempre. Asiento y sonrio. No me queda otra. Y finalmente, y esperando que recuerde que voy a esa fiesta por ella, porque si de mi dependiera me quedaba en casa tan a gusto, suelto: --Valeeeee, me has convencido. Mi prima salta y sonrie. Yo tambien sonrio. Hay que ver las cosas que se hacen por las personas que quieres.

  • Te enamoraste de mi sin saber que era yo de Patricia Hervias

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    ?Que harias si la vida te pusiera delante al hombre de tu vida?

  • Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar de Ame Soler

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    El manifiesto feminista autobiografico de Tres Voltes Rebel, una de las jovenes promesas la ilustracion en nuestro pais, que nos empodera y recuerda que nada podra con nosotras.

  • El latido del deseo (Deseo Eire 3 parte 1) de Delora L. Pereniguez

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    Enzo ha decidido exiliarse en la isla Williams. No quiere ver a nadie. Para el nada tiene sentido sin Adara. La oscuridad ha reinado sobre la luz. Y su corazon se fue con Adara cuando murio tragicamente el dia de la boda. Lloro sobre su tumba y se quedo con ella durante horas bajo la lluvia. No aceptaba su muerte, haberla perdido para siempre.
    Pero una ayuda inesperada, caida del cielo, lo ayudara a descubrir la verdad y a desterrar el dolor que lo esta consumiendo.
    El mayor error que cometio Enzo, fue confiar que su mayor enemigo no haria nada contra el. Pero le ataco en su punto mas debil. No solo destrozo el dia mas importante de sus vidas, sino que, con un plan maquiavelicamente elaborado hizo pasar por muerta a Adara el dia de la boda para llevarsela.

  • Una cura de Claudio Hernandez

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    Se propagaba con tanta velocidad que ni las golondrinas, al cruzar los mares hacia su destino, eran capaces de tomarle la delantera en esta frenetica carrera. Billy, un nino de trece anos, cree que todo sucede en Boad Hill, pero su padre le explica que en este caso no es asi. Ha sucedido en todo el mundo. El aislamiento y el panico son los dos enemigos de toda la humanidad, que ve como el virus Covid-19 se extiende, como el viento, lamiendolo todo. Nadie sabe que es. Nadie sabe de donde salio (China, pero no de donde exactamente). Nadie sabe la cura. La cura se hace esperar mientras los personajes pronuncian una serie de reflexiones que les llevan a la idea de una conspiracion mundial.

  • Amando a Pablo, odiando a Escobar de Virginia Vallejo

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    Pablo Escobar es quizas la mente criminal mas aterradora y compleja del ultimo siglo. Para acabar con el en 1993, fueron necesarios cientos de agentes estadounidenses y un comando especial de la policia de Colombia, entrenado con el unico fin de darle muerte. En el decenio anterior, habia puesto de rodillas al Estado colombiano y asesinado a docenas de personalidades de la politica y los medios de comunicacion, casi mil policias y miles de ciudadanos inermes. Tambien habia acumulado una fortuna estimada en 3.000 millones de dolares de la epoca, producto de su reinado al frente de la industria de la cocaina.

  • El pasado no quiere morir de Guido Natale

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    Las bocanadas de humo se reflejaban en la lampara del techo. Era octubre y el calor se hacia sentir, sobre todo porque no abrian las ventanas. Noche de viernes. Noche de poker y amigos. Ahi estaban los cuatro sosteniendo las cartas sobre el pano verde de la mesa de Andrada, un veterano hombre del Ejercito a punto de jubilarse. A su izquierda, Escorpion, misma edad, misma condicion, un rango menor. Del otro lado, Manteca Ramirez, un ex policia instructor de la Vucetich, y el cuarto en juego, Manuel Ponzi, un ex Teniente Coronel auto excluido de la fuerza en 1976. Hombres de tradiciones y pocas palabras se reunian desde el ano 66 cuando se hicieron amigos trabajando en las oficinas del edificio Libertador. Jugaban desde las nueve de la noche hasta que uno se quedaba con todo, que no era mucho, unos cien pesos, pero para la Argentina de 2003, significaba bastante. Andrada ganaba bien, sin embargo le preocupaba el futuro. Desde que habia asumido el kirchnerismo el presupuesto de los militares no era una prioridad, les habian expropiado algunos terrenos y a la ESMA pensaban desmantelarla y convertirla en museo. "Se vino el zurdaje", solia bromear Escorpion, emulando a una conductora de television, y agregaba para distraer a sus contrincantes: "Pensar que luchamos tanto y ahora se vienen a quedar con el poder". Le pedian que no jodiera con eso, ya estaban grandes, los setenta habian quedado en el galpon de los recuerdos. "La sacamos barata si todo queda como esta", decia Ramirez, que durante la epoca de Lopez Rega tuvo una importante participacion en el grupo de la triple A. Luego de despedir en la puerta del semipiso de Recoleta a Ramirez y Escorpion, Ponzi y Andrada se quedaron charlando cafe irlandes de por medio, sobre aquellos anos en el Ejercito, que justamente coincidieron con el casamiento de Ponzi. Andrada le recordo que a Susana la conquisto gracias a el, en referencia al velero que consiguio palpandose el revolver frente al dueno de una guarderia nautica del Tigre. Lo habia pasado a buscar vestido de Marino en un Falcon y se hicieron atender en la oficina al final del galpon donde descansaban las embarcaciones. Andrada invento un operativo de seguridad a realizarse en una isla del Delta, destaco que necesitaban la ayuda de buenos civiles para que estos grupos "de zurdos" no desquiciaran la patria. Eran tiempos de Ongania y los militares tenian que ordenar el pais de una buena vez. El hombre les dijo que era un orgullo colaborar con la causa y les puso a disposicion un barco de doce metros de eslora, que se podia usar tanto a vela como a motor. Antes de irse, Andrada le paso el brazo por el hombro, y le prometio que figuraria en el libro de la lucha contra la subversion. Ponzi le pidio cambiar de tema, la nostalgia era un mal subvaluado que lo afectaba mas de la cuenta. Se pusieron a bromear sobre la futura jubilacion de Andrada. Le quedaba una sola cosa por hacer, le dijo, y luego lo acompanaria a darle de comer a las palomas en la plaza. Rieron. Ya era tarde. Ponzi se habia quedado sin un peso. Andrada le ofrecio plata pero le dijo que volveria caminando para tomar un poco de aire, aunque su departamento quedara en el barrio de Caballito. A pesar de la trasnochada, se levanto como todos los dias a las siete treinta de la manana, una costumbre que conservaba desde su etapa como Teniente Coronel, y que no habia podido cambiar con el correr de los anos. Con tantas noches de soledad tuvo que aprender a cocinarse pequenas raciones de comida: para el desayuno tostadas de pan integral y una taza de cafe, al mediodia pastas sin salsa y por las noches verduras salteadas con pollo. El menu tenia alguna que otra variante, pero en general era siempre el mismo. Mas tarde sintonizaba FM clasica en el radio despertador y antes de acostarse acomodaba prolijamente las pantuflas debajo de la cama. Asi era su vida, una sucesion de hechos cotidianos sin sobresaltos. Una de las cosas que mas le molestaba de vivir al limite de la pobreza, era agacharse para limpiar el inodoro, el fondo de la heladera y las alacenas de la cocina. Tambien la falta de una buena cobertura social y sobre todo tener que conformarse con las peliculas gratuitas que pasaba el centro de estudiantes de la facultad de Filosofia y Letras, la mayoria de un contenido politico que le revolvia el estomago. A la tarde engancho "Rambo" en Telefe y se emociono por enesima vez, al igual que cuando veia "El barco", una pelicula sobre el devenir de un submarino Aleman durante la segunda Guerra Mundial. Hacia anos que no la podia ver porque le habian cortado el cable. Como era habitual, a la noche no tenia ningun plan, por eso cerca de las diez ya estaba en la cama dispuesto a leer "La Argentina Contemporanea" de Felipe Pigna, cuando sono el telefono. Miro el aparato con sorpresa y estiro el brazo. --Hola. --Estoy herido, veni rapido, Manuel. --!?Que?! ?Quien habla? --Alberto. Alberto era Andrada, su amigo de tantos anos. --No te muevas, ya voy, llamo a una ambulancia. --!No!, no llames a nadie, veni solo, apurate. Corto y salto de la cama en busca del pantalon, el unico par de mocasines que tenia y una chomba de Macowens. Evito el ascensor, bajo los dos pisos salteando escalones, y paro un taxi sin pensar en la plata que llevaba. Cuando estuvo a diez cuadras, le dio todos los billetes que tenia e hizo el ultimo tramo dando empujones a los turistas ante la impavida mirada de los mozos y chicos vendedores de flores. Llego a la calle Azcuenaga y toco timbre preguntandose si Andrada iba a poder abrirle. Retrocedio. Un objeto cayo desde el cielo. Era un juego de llaves que por poco le pega en la cabeza a una pareja que pasaba caminando. Subio al tercer piso, encontro la lampara del recibidor en el piso. Un reguero de gotas rojas lo llevo hasta el cuerpo de Andrada que yacia entre el living y el balcon. La sangre se habia apoderado de su camisa. Con las piernas temblando como un papel, se agacho, y lo dio vuelta. En un primer momento penso que estaba muerto, pero abrio los ojos e intento decir unas palabras que no terminaban de salirle de los labios resecos. Le puso un almohadon debajo de la cabeza, le dio de tomar un poco de agua. --Tengo que llamar a una ambulancia, Alberto. --No, escuchame --le pidio Andrada con un hilo de voz. Le hizo un gesto, queria algo para anotar. Ponzi agarro una birome de la repisa del living, y se la paso junto a un cuadernito que llevaba en el bolsillo. "Fiscal Failache" escribio Andrada con letras apenas legibles. Despues dejo caer las manos sobre la alfombra como si la fuerza de gravedad lo venciera. Al borde de las lagrimas, Ponzi le pregunto que habia pasado. Andrada le senalo la pared opuesta del living. Junto al zocalo habia un portafolio de cuero marron. Ponzi volvio a mirarlo; Andrada dijo sus ultimas palabras. --Daselo a el --y se le cerraron los ojos. El ex Teniente llamo a la policia y se esfumo con el portafolio en la mano. Volvio caminando, un rato trotaba y cuando se cansaba volvia a caminar. Al llegar se puso a mirar los noticieros, mientras dormitaba con la cabeza apoyada contra el respaldo de la cama. Por la manana, la seccion de policiales del diario hablaba de una confusa muerte de un Coronel del Ejercito argentino a punto de jubilarse. Otros medios afirmaron que habia sido abatido de un balazo, pero no habia pistas certeras sobre el asunto. A pesar de recibir llamadas de sus amigos, no los atendio. Tenia miedo de arruinar el ultimo deseo de Andrada. No queria defraudarlo. El lunes siguio recibiendo llamadas de Escorpion y de Ramirez, mientras leia Clarin. Despues salio a despejar la mente al bar de la esquina. El martes volvio a sonar el telefono y esta vez atendio. Era Escorpion. La autopsia confirmaba que la causa de la muerte de Andrada fue una bala que le atraveso el corazon. Esa tarde lo enterraban en el cementerio de la Chacarita. Se puso el unico traje que tenia, (sin contar el de militar guardado en el fondo del placard), y tomo el colectivo en direccion a la estacion Lacroze. Cruzo Corrientes, camino entre los nichos hasta una sordida capilla donde un cura oraba por su amigo delante de familiares y allegados. Se quedo a un costado, detras de un tipo alto que lo ayudo a pasar desapercibido. Junto al feretro estaban el hijo y la ex mujer. Al pibe lo habia visto por ultima vez cuando cumplio los dieciocho; a la ex era mejor perderla de vista, el alcohol la habia dejado fuera de sistema. Cuando llego el momento de trasladar el cajon, Escorpion le senalo una manija, y el, a traves de los lentes negros, fue saludando a los mas cercanos con un leve movimiento de cabeza. Habia militares vestidos de estricta fajina, periodistas, algunos politicos. Reconocio al ministro del Interior y a un diplomatico, pero se mantuvo al margen, ni siquiera se acerco cuando una nina le ofrecio una rosa para arrojar al ataud. Camino a la salida, Escorpion y Ramirez lo alcanzaron. --?Que se sabe? --les pregunto luego de unos largos segundos. --Eso te queriamos preguntar a vos, ?donde andabas? --Queria hacer el duelo... a mi manera. --O sea solo --dijo Escorpion y de reojo lo miro al Manteca--. Mira, le dieron en la puerta del cementerio de la Recoleta, y como pasaba gente, pudo escapar. No aguanto mucho. Alguien aviso a la policia, pero cuando llegaron no habia nadie. Ponzi lo escuchaba serio. --?Y que mas se sabe? --pregunto. --Nada --aclaro Escorpion--, misterio absoluto; si andaba en algo se lo llevo a la tumba. Uno cree conocer a sus amigos, y al final... --Quizas fue un intento de robo... --dijo Manteca desajustandose la corbata. Siguieron caminando en silencio hasta la explanada del cementerio, con las manos cruzadas por detras del saco, cabizbajos, como si fueran detectives intentando resolver el caso. Ponzi le sugirio a Escorpion que investigara en el Ejercito, para el no se trataba de un simple intento de robo. Despues le pidio prestados doscientos pesos, y le hizo la venia militar desde el estribo del colectivo. Paso la tarde buscando informacion. Tres dias despues los medios habian reducido el espacio dedicado al caso porque las lluvias en el litoral estaban inundando los campos y poniendo en peligro las cosechas. La clave, sin embargo, decia una linea de investigacion, estaba en la ultima epoca de Andrada en el Ejercito. Se decia que algunos militares pensaban romper el pacto de silencio, que la fuerza estaba resquebrajada, se especulaba con que pudieran aparecer arrepentidos. Ponzi abrio grande los ojos y se sirvio un vaso de Whisky que Andrada le habia regalado para su cumpleanos. Despues del tercer trago, el cansancio lo vencio, se durmio entre las hojas de los diarios con la tele encendida. Desperto a las siete con un fuerte dolor de cabeza. En la ducha trato de aclarar la mente. Dudaba entre llevarle el portafolio al fiscal, contarle a Escorpion y a Ramirez, o entregarlo en el Ejercito. Ninguna de las tres opciones lo terminaba de convencer. Despues de almorzar camino hasta el palacio de Tribunales. ?Como averiguar donde trabajaba Failache? Cruzo la plaza Lavalle, subio las escalinatas, miro de costado la estatua de la justicia, sin dejar de avanzar dio con el patio y sus columnas clasicas. Mientras leia en una placa de marmol a los proceres que sancionaron la Constitucion Nacional de 1853, vio en un banco del pasillo una revista de actualidad que no parecia tener dueno. Esquivo a un par de personas y se sento a ojearla para pasar el tiempo hasta que un titulo le llamo la atencion: "Los crimenes de lesa humanidad no prescriben", y debajo un largo articulo firmado por Carlos Antonio Failache. Cerro la revista de golpe, como si hubiera recibido un cachetazo que lo dejara con la mente en blanco. Preguntandose que hacia Andrada relacionado con ese tipo, miro hacia ambos lados, y la guardo en un bolsillo del chaleco de pesca. Abandono Tribunales, cabizbajo; ya no tuvo ganas de disfrutar de la belleza arquitectonica del edificio. Paro un taxi. Al llegar al departamento leyo la nota de un tiron. El fiscal actuaba en Villaguay, provincia de Entre Rios, y estaba decidido a investigar el pasado. De alguna manera Ponzi se sentia protagonista de aquellos anos de "botas largas", por mas que se haya retirado pronto. Lo mejor seria quemar el portafolio dentro del horno, cocinarlo a cien grados y pulverizar cualquier evidencia que pudiera revivir causas comprometedoras. ?Pero por que Andrada se queria retirar del Ejercito dandole el portafolio a ese fiscal? ?Acaso se habia vuelto loco? Paso la noche en vela, las pantuflas torcidas por las tantas veces que se levanto para ir al bano. El portafolio al costado de la cama y la radio que, mas que musica, emitia un ruido perturbador. Antes del amanecer, tomo una decision, temblando, con un frio seco en el esternon.

  • Cerca de ti (Un amor para siempre 3) de Isabel Acuna

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    Lilian Norton es una sobreviviente, lleva las cicatrices de una amarga experiencia a cuestas, brillante y hermosa, vive escondida en alguien que no es. ?Que oculta Lilian Norton? ?Quien es ella? ?Y por que a el le interesa tanto? Esas son las preguntas que inquietan a Peter Stuart. En medio de una agresiva campana publicitaria se pondran las cartas sobre la mesa y todo el pasado de Lilian saldra a flote, sumiendolos en una cadena de acontecimientos que pondra a prueba la templanza de su amor y los llevara por los senderos del alma, obligandolos a enfrentarse a ellos mismos. De la autora de De vuelta a tu amor y Entre el valle y las sombras, llega esta nueva historia que nos habla del poder redentor del amor, el erotismo y el perdon.

  • El llanto de un violin de Elisa Mayo

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    ?Que vas a encontrar en este libro? En estas paginas hay pequenas historias de amor, humor, intriga, erotismo, magia, dolor, esperanza y, sobre todo, realidad. Escritas con un lenguaje sencillo y directo acompanado de ironia y sarcasmo. En todas ellas encontraras mensajes de vida, ?te atreves a descubrirlos?

  • Luna roja de Miranda Gray

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    El ciclo menstrual era para nuestras antepasadas una fuente de maravillosas energias creativas, espirituales, sexuales, emocionales, mentales y fisicas. Se trataba de un don que impulsaba a la mujer a renovarse cada mes, a manifestar y crear el mundo que la rodeaba, a conectar profundamente con la tierra y su familia, asi como a expresar su sabiduria e inspiracion.

  • Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio de Alice Munro

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    En los nueve relatos recogidos en este libro, la literatura se vuelve itinerante como la memoria misma, y crea personajes tan contradictorios como cualquier persona de carne y hueso.

  • El mercenario que coleccionaba obras de arte de Wendy Guerra

    https://gigalibros.com/el-mercenario-que-coleccionaba-obras-de-arte.html

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  • Dime que te quedaras (Terciopelo) de Corinne Michaels

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    POR LA ACLAMADA AUTORA CORINNE MICHAELS, BEST SELLER EN EE. UU., LLEGA UNA NOVELA SOBRE LAS SEGUNDAS OPORTUNIDADES.

  • Mi algo maravilloso de Jill Barnett

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    La tomo por todo lo que alguna vez conocio, le pidio que confiase en el, cuando mas necesitaba alguien en quien confiar, y ella le siguio con el corazon, sin saber que poseia un secreto oscuro que podia apartarlos.

  • Una fea esplendorosa de Eva Benavidez

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    Como hijo segundo de un laird escoces, Alexander MacFire vive sus dias rodeado de diversion, placeres y naturaleza... hasta que su vida toma un giro inesperado cuando una carta proveniente de la hermana Inglaterra llega a su clan.
    Tres anos despues, con sus modales y descaro camuflados tras ropa elegante y a la medida, el nuevo duque de Fisherton intenta, sin mucho exito, encajar en la estirada nobleza inglesa. Ademas de ir de juerga con sus nuevas amistades, Alex esta empenado en hacer sentir orgullosos a sus difuntos padres. Para eso debe cumplir con su primera obligacion como par del reino: asegurar su legado. Sin embargo, no esta dispuesto a escoger una esposa de entre las remilgadas debutantes, a menos que la candidata sea la unica dama que no se espanta ante su tamano y salvajismo, quien logra encender en el un fuego inaplacable.

  • El arte del engano de Daniel Tubau

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    Una cuidada edicion que ofrece la mas completa panoramica del arte de la estrategia china publicada hasta la fecha.

  • Mi bonito del norte de Valentina Roma

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    Hola, soy Elizabeth Aurora de la Vega Fernandez, si, mis padres dicen que me querian, aunque me pusieran ese nombre... En fin... si ellos lo dicen. Cuando estan a punto de proclamarte miss cuernuda de Barcelona, ?te tienes que preparar un discurso o es algo simbolico? Digo, porque tendria que mirar que me pongo... No, en serio, son preguntas serias que tengo. Yo es que soy mucho de preguntar, por cierto... ?como sobrellevas el despues? ?Quieres vomitarle a todo el mundo como la nina del Exorcista cuando te preguntan "?Y tu novio, donde lo has dejado?" De momento no le he vomitado a nadie, la verdad... todo sea dicho. Aunque tengo muchas dudas, ?volvere a confiar en esos desgraciados? ?Los desterrare para siempre y me comprare un gato? Acompaname junto a mis amigos en esta aventura y prometo que no te arrepentiras. Eso si, ves preparando unas copas de vino y unas croquetas, que tenemos para rato.

  • Perfectos mentirosos de Alex Mirez

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    Existe un lugar llamado Tagus. Es la universidad a la que solo asisten chicos y chicas con apellidos influyentes, familias poderosas, cuentas bancarias infinitas y vidas envidiables y aseguradas. Esta llena de caras hermosas, altivas y maquiavelicas. Por sus amplios pasillos se susurran sin compasion los chismes mas recientes. Es exigente, pero a veces flexible, y esta rodeada por un campus en donde cada fin de semana hay una fiesta en la que debes impresionar a alguien. Tagus, enorme e imperiosa, ha sido construida a base de <> y <>. Dentro, todo se vale y al mismo tiempo todo se juzga. Es el magnifico nucleo del infierno, poblado de atractivos, bien vestidos y malintencionados diablillos. Pese a todo, cualquiera desearia estar alli. Tu mejor amiga, tu prima malvada, el hermano de alguien, la chica que detestas, tu misma, yo… Cualquiera mataria --literalmente-- por formar parte de esa exclusiva sociedad/circulo/secta para poder disfrutar de las risas, justificar sus maldades y esconder con complicidad cualquier secreto. Porque en Tagus hay muchos secretos. Y a veces ni siquiera los padres ni el dinero pueden mantenerlos ocultos por mucho tiempo. A veces, salen a la luz por si solos. Otras veces, alguien los hace salir… Prologo Campus universitario de Tagus 1 de mayo, 15.00 horas --?Viste lo que paso con los Cash? --Si, que horror. No me lo hubiera imaginado nunca. --Nadie. ?Quien iba a pensar que esos tres ocultaban algo asi? A mi me encantaba Aegan, el mayor. Ya sabes, ?no? El de los tatuajes. Dios, cuando entraba en un sitio, su presencia era salvaje. --A mi me gustaba Adrik. Era callado, pero eso le daba un aire misterioso. Ademas, yo estaba en Literatura con el, y cuando leia delante de la clase…, orgasmos literarios. --Aleixandre tambien estaba canon, eh, aunque tenia pinta de nino bueno. --Hayan hecho lo que hayan hecho, seguiran siendo una leyenda en Tagus. --Y ahora tambien esa chica… ?Como se llamaba? Jude, si, Jude. --?Ella fue la que lo hizo? --Si, ella fue quien los destruyo. 1 !Bienvenida al infierno mas divertido! Perdon, !a Tagus! 1 de enero --El secreto para sobrevivir aqui es no confiar en nadie, ser discreta con lo que haces y tener mucho cuidado de quien te ve haciendolo. Ese extrano y valioso consejo salio de la boca de Artie, la chica que seria mi nueva companera de apartamento. Pero, para ser sincera, no le di importancia, je. Solo podia pensar: <>. Era el primer dia. Caminaba por la feria de bienvenida a nuevos alumnos en el parque central del campus, y yo era todo lo que debia parecer: la tipica chica nueva, tonta y deslumbrada porque a mi alrededor cada cosa era fiel a las fotografias de la pagina web. Los kilometros de areas verdes que conformaban los terrenos universitarios estaban plagados de arboles podados y moldeados de la misma forma que las vidas de los que tenian el privilegio de haber sido aceptados como alumnos. Por las calles asfaltadas circulaban bicicletas. Habia carteleras en cada esquina con anuncios informativos, de eventos proximos, ?ese era un cartel de una chica desaparecida? Y ahi, en el parque central de Tagus, punto de encuentro del primer dia, abundaban las casetas de ventas de camisas, de entregas de horarios, de guias de campus y de clubes estudiantiles. Dentro de esas casetas, los chicos y chicas tenian ese aire de <>. Y fuera, mirando y tratando de asimilarlo todo, los estudiantes nuevos transmitian un <>. --?Estas oyendo lo que te digo? --me reprocho Artie ante mi evidente distraccion. Caminaba a mi lado. Al llegar al apartamento, yo le habia pedido que me acompanara a la feria, ya que no sabia como moverme sola por ese laberinto universitario. Para mi sorpresa, Artie habia aceptado. --Claro --le menti para ocultar que habia estado ignorando lo que decia sobre supervivencia social--. Que tengo que seguir tus consejos o… ?Que es lo peor que me puede pasar? --Depende --respondio ella mirandome con curiosidad--. ?Cual me dijiste que era tu apellido? ?Es importante en algun lugar? Si, en la silenciosa, oscura y despoblada Ninguna Parte. --?Tiene que serlo? --inquiri como respuesta--, porque, segun se dice, lo que aqui importa es que los estudiantes mantengan un nivel academico magistral. Artie asintio con una risa. --Si, si, eso es muy cierto, y tambien que de aqui salen figuras importantes --admitio--, pero sacate el folleto de Tagus de la cabeza. No todo es pasarse el ano entero sola y estudiando. ?O eres de las que prefiere estar sola? En realidad, de las que preferia guardarse sus preferencias. --Me adapto al entorno --me limite a decir con un encogimiento de hombros que no revelaba nada. --Bueno, aqui hay evento tras evento, y los circulos sociales son importantes --explico con una seriedad que delato la importancia que le daba al tema--. Con un buen apellido no tienes que esforzarte mucho en encontrar uno o en hablar con la gente, porque la gente estara dispuesta a hablar contigo en cualquier momento. Por esa razon, dime, ?tienes algun familiar que se pueda reconocer o al menos googlear? Saco su movil y espero ansiosa a que le dijera quien de mi familia aparecia en internet. Como a mi me gustaba hacer fichas mentales de las personas, justo en ese momento lo que tenia anotado de Artie en mi cabeza era: Aspecto: mas o menos alta, cabello negro, ondulado y corto hasta la linea del cuello, estilo Marilyn Monroe. Nariz y barbilla de hada, ojos grandes y delineados, jersey y tejanos. Sus fotos en Instagram deben verse aesthetic y probablemente nunca le debe faltar alguna frase de algun libro en la descripcion. Caracteristica destacable: chica a la que le importa demasiado la reputacion social. Es decir, se esfuerza demasiado. Pero ?le funciona? ?Es Artie importante socialmente? Al menos era amable. --No, nadie de mi familia es importante --fue lo que dije. Artie hizo un mohin de pesar. --Que mal, siempre es mas facil asi. --Agito la mano en un gesto despreocupado para restarle importancia--. Pero no te preocupes, por suerte has quedado conmigo. Conozco gente y te los presentare. ?Cual es tu target? Iba a decirle que no tenia ni idea de lo que me estaba preguntando, pero mis ojos ansiosos que habian estado fijandose en todo lo que ocurria junto a nosotras y en todo lo que veia mientras caminabamos se fijaron en una de las casetas de la feria. Una en especifico. Y entonces paso. Ellos. El. Me fue imposible hablar y caminar al mismo tiempo, asi que me detuve y primero me fije en el chico que atendia la caseta. Tenia un camino de tatuajes que se iniciaba en su muneca derecha y se perdia en su ascenso por el resto del brazo, y llevaba su cabello azabache rapado por los lados y mas abundante por arriba. Era uno de esos chicos que, al entrar en un lugar, lo dominan por completo. Uno de esos chicos que parecen el endemoniado sol, porque te dan ganas de mirarlos, pero cuando lo haces te causa dolor ocular tanta energia, tanto poder, porque si, <> siempre ha sido la palabra perfecta para empezar a describirlo. Desprendia un caracter autoritario mientras discutia con el chico que lo acompanaba dentro de la caseta. No estaban montando ningun escandalo, pero yo note que discutian porque su boca no paraba de moverse con tension. Vi incluso el momento en el que perdio la paciencia, le arranco al otro chico el cigarrillo que sostenia entre los labios y, furioso, lo lanzo al suelo. Me fije entonces en el tipo del cigarrillo. Era un poco mas delgado, tenia el pelo del mismo color negro azabache que el de los tatuajes, pero lo llevaba mas largo y con un corte desenfadado. Al contrario del primero, su cara era menos expresiva. Su boca era una linea seria y sus cejas espesas no indicaban nada, por lo que era muy dificil saber si la discusion le afectaba de algun modo. Su ropa era toda oscura y no parecia tener intencion de dar respuesta alguna a las palabras que le estaban soltando. En donde el otro parecia un terremoto en curso, este era la insospechada calma que precede a una catastrofe. --?Ya has salido del hechizo Cash? --escuche a Artie preguntarme de repente. Sali de mi analisis con brusquedad y la mire, pestaneando. Me di cuenta de que sus ojos tambien apuntaban hacia los dos chicos de la caseta. --?Que? --No la habia entendido--. ?Que hechizo? ?De que hablas? Ella solto una risa de <>. --Te has quedado mirando a los hermanos Cash, y eso es lo que dicen que te sucede cuando los ves por primera vez --explico divertida, muy obvia--. Te quedas atontada por un rato, no puedes apartar la mirada y piensas: <>. Y si, son tan reales como que te tiemblan las piernas en este momento.

  • Nosotros y el destino de Claudia Velasco

    https://gigalibros.com/nosotros-y-el-destino.html

  • El rastreador de muertos de Jose Perea Del Pino

    https://gigalibros.com/el-rastreador-de-muertos.html

    <>. – Luck McReady –

  • Memorias de una salvaje de @srtabebi

    https://gigalibros.com/memorias-de-una-salvaje.html

    La esperadisima primera novela de @SrtaBebi. K tiene 19 anos y una vida un tanto peculiar. Cuando su padre es asesinado en un ajuste de cuentas, se ve obligada a compaginar sus estudios con un trabajo muy poco convencional: el de recepcionista y chica de los recados en un local de alterne clandestino. Bajo la amenaza de los proxenetas y la asfixia de la deuda, vivira de cerca los horrores que el sistema de la trata de mujeres conlleva. La experiencia la llevara a gestar una metamorfosis que marcara su paso de la adolescencia a la edad adulta. Las mujeres que alli conoce y la violencia intrinseca al mundo criminal -que tambien sentira en sus propias carnes-, hara que comience a pensar en defenderse. Para ello acudira al club de boxeo de Ram, un chico al que la violencia de genero tambien ha marcado la vida. Pese a las corazas que ambos portan, la curiosidad de este le llevara a interesarse y preocuparse por ella hasta hacerla pensar que quiza si existan los hombres que aman a las mujeres. Pero un desafortunado suceso hara que las luces de neon comiencen a parpadear”

  • El ultimo proceso de Kafka de Benjamin Balint

    https://gigalibros.com/el-ultimo-proceso-de-kafka.html

    ?A quien pertenece Kafka?
    La historia del verdadero proceso sobre su obra.

  • Cuando sepas de mi de Valentin Alvarez Tremino

    https://gigalibros.com/cuando-sepas-de-mi.html

    Alex y Cristina son dos almas unidas por el hilo rojo del destino, no importa cuanto esten separados, tras mas de 20 anos sin saber el uno del otro volveran a encontrarse en el momento que mas se necesitan, el esta atormentado por su pasado, se ha vuelto un chico sin ganas de vivir, sin nada que le haga tener una ilusion, se ha ido apartando del resto del mundo. Ella intentara sacarlo esa oscuridad en que esta metido, al mismo tiempo que ira recordando el porque de ese amor hacia el, que estaba perdido en el tiempo.

  • Lagrimas en la nieve (Seleccion RNR), Maria C. Garcia de Maria C. Garcia

    https://gigalibros.com/lagrimas-en-la-nieve-seleccion-rnr-maria-c-garcia.html

  • Confesiones de una editora poco mentirosa de Esther Tusquets

    https://gigalibros.com/confesiones-de-una-editora-poco-mentirosa.html

    Libro de memorias de Esther Tusquets, que complementa sus anteriores exitos de ventas y de critica. Sincero y audaz, donde la autora habla sin tapujos de su vida en el mundo de la edicion.