• entre la calma y la tempestad - Sabrina Mercado

    https://gigalibros.com/entre-la-calma-y-la-tempestad.html

    ?Cuando descubre una persona el verdadero amor?
    Amelia, una profesora de frances y escritora novel, acaba de atravesar una tragedia en su vida y ha perdido las ganas de vivir. Tras ser convencida por su familia, deja Buenos Aires para darse una oportunidad en un pequeno pueblo de la region de Normandia en Francia.
    En el lento proceso de adaptacion a su nueva vida seran vitales Christophe, el director del colegio donde trabaja como docente, y su hermana Isabelle, jefa del departamento de idiomas.
    A medida que se inserta en la vida laboral, conoce a Mathieu, un joven emprendedor con un pasado tortuoso. Queda deslumbrada por este joven bello y hurano por igual, que no deja traslucir sus sentimientos y se comporta por momentos de manera desconcertante. Mathieu descubre en Amelia una nueva manera de ver la vida, pero su temperamento inestable y su historia intrincada le juegan en contra, mas aun cuando hay algo de su pasado que desea ocultar.
    ?Descubrira Amelia todo aquello que estimaba irrecuperable? ?Encontrara Mathieu la redencion que creia imposible? ?Acaso la culpa que ambos sienten les impida amar?
    Cuando sus vidas comienzan a transitar un mismo rumbo, sucesos terribles e inesperados logran separarlos, probablemente para siempre.

  • entre la calma y la tempestad by Sabrina Mercado | Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/56566980-entre-la-calma-y-la-tempestad

    Entre la calma y la tempestad es una historia que nos demuestra que siempre que haya amor podemos superar esas pruebas que la vida nos pone por delante.

  • Entre la calma y la tempestad - Sabrina Mercado - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Mercado-Entre-la-calma-y-la-tempestad/115279

    15 ene 2021 — Críticas, citas extractos de Entre la calma y la tempestad de Sabrina Mercado. ... Añadir crítica. Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Calma y tempestad (Libros Mablaz) Tapa blanda - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Calma-y-tempestad-Libros-Mablaz/dp/8494444794

    Calma y tempestad (Libros Mablaz) : Muñoz Rocha, Amparo: Amazon.es: Libros.

  • Entre la calma y la tempestad - Namasté Escritores ...

    https://namaste-autopublicados.com.ar/?product=entre-la-calma-y-la-tempestad

    Entre la calma y la tempestad. $1.600,00. Detalles del libro. Género: Novela Romántica Autor: Sabrina Mercado ISNB ...

  • Entre La Calma Y La Tempestad - Sabrina Mercado

    https://www.debeleer.com/entre-la-calma-y-la-tempestad-sabrina-mercado/

    El grito retumbó en toda la casa. Se dejó caer en el sofá con el libro abierto en la última página. Las pesadas cajas de cartón invadían toda la sala.

  • TOMATE UN RESPIRO: MINDFULNESS: EL ARTE DE ...

    https://www.casadellibro.com/libro-tomate-un-respiro-mindfulness-el-arte-de-mantener-la-calma-en-medio-de-la-tempestad/9788467048766/5306787

    El libro TOMATE UN RESPIRO: MINDFULNESS: EL ARTE DE MANTENER LA CALMA EN MEDIO DE LA TEMPESTAD de MARIO ALONSO PUIG en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ...

  • CALMA Y TEMPESTAD | AMPARO MUÑOZ ROCHA

    https://www.casadellibro.com/libro-calma-y-tempestad/9788494444791/2980973

    El libro CALMA Y TEMPESTAD de AMPARO MUÑOZ ROCHA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • DESPUES DE LA TEMPESTAD LLEGA LA CALMA - Librería

    https://sanpablo.co/libreria/producto/duelo/despues-de-la-tempestad-llega-la-calma/

    El inconsciente es un libro en el que se conservan y entretejen muchas historias, la historia familiar y personal; en él se encuentra la información ...

  • Libro Tómate un Respiro! Mindfulness: El Arte de Mantener la ...

    https://www.buscalibre.es/libro-tomate-un-respiro-mindfulness-el-arte-de-mantener-la-calma-en-medio-de-la-tempestad/9788467048766/p/48176643

    Libro Tómate un Respiro! Mindfulness: El Arte de Mantener la Calma en Medio de la Tempestad, Mario Alonso Puig, ISBN 9788467048766.

  • Secreto compartido de Sabrina Mercado

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    Selma esta descorazonada. A pocos dias de irse a vivir juntos y de manera repentina, su novio ha roto con ella, desarmando la estructura que la mantenia segura. Desolada pero no abatida, decide seguir adelante y avanza con su proyecto de partir de la casa de sus padres.
    Un incidente fortuito la involucra con Nadir, un apuesto y enigmatico joven del que nada sabe, pero que irrumpe en su vida con un torbellino de sensaciones nuevas. Cuando la pasion la devora y cree que el amor con mayusculas se ha instalado en su vida, el desaparece misteriosamente, sin dejar rastros.
    Su vida termina desarticulandose por completo cuando sucede algo inesperado que suma mas vacilacion a su existencia. Con unos padres anticuados que rechazan sus decisiones y una amiga lejos que no puede brindarle el apoyo que necesita, se siente perdida.
    ?Que les deparara el futuro? Nadir mantiene en firme una vieja promesa, sabiendo que eso lo aleja indefectiblemente de Selma. Ella ignora que ese secreto puede decidir el porvenir de ambos, y escapa para olvidarse de todo e intentar comenzar de nuevo.
    ?Seran las conexiones invisibles que los unen lo suficientemente fuertes para aplacar la angustia de la incertidumbre? ?Podra ese nexo intangible impedir que la decepcion le gane a la esperanza? ?Acaso el gran amor que ambos se prodigan sea el que termine separandolos para siempre?

  • Rehenes de Nina Bouraoui

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    Escribi Rehenes como obra de teatro para el Paris de las Mujeres, festival dedicado a las autoras femeninas. Fue interpretada por Christine Citti en 2015 en el Theatre des Mathurins, en 2016 por Marianne Basler en la Bonnieux de Agnes Varda y en la Opera de Vichy, luego, en 2019, por Anne Benoit y Tommy Luminet en la Comedie de Valence y en el Theatre du Point du Jour de Lyon. Como el destino de mi heroina seguia unido al caos del mundo, escribi una nueva version, inspirada libremente en la obra de teatro, en homenaje a los rehenes economicos y amorosos que somos. Me llamo Sylvie Meyer. Tengo cincuenta y tres anos. Soy madre de dos hijos. Estoy separada de mi marido desde hace un ano. Trabajo en Cagex, una empresa de derivados del caucho. Dirijo la seccion de ajustes. No tengo antecedentes judiciales. No conozco la violencia ni he tenido una educacion violenta ni bofetadas ni azotes con el cinturon ni insultos, nada. Tambien me es ajena esa violencia que uno lleva dentro y que ejerce contra el otro, contra los otros. Es una suerte, una suerte enorme. Somos pocos asi, soy consciente de ello. Y no es que no conozca la violencia del mundo, la conozco, pero no me traspasa la piel. Tengo compartimentos para resistir, asi soy yo: separo las cosas. Nada malo puede contaminarme. He construido una autentica fortaleza en mi interior. Conozco cada habitacion y cada puerta de esa fortaleza. Se cerrarlas cuando hay que cerrarlas y abrirlas cuando hay que abrirlas. Y me va bien asi. La alegria es algo que hay que moldear. No sucede por arte de magia. La alegria requiere meter las manos en la tierra, en el barro, en la arcilla, y ahi es donde es posible agarrarla, atraparla. He buscado la alegria como loca, a veces he llegado a encontrarla y luego se me ha escapado volando como un pajaro, pero lo he aceptado y he seguido adelante, sin quejarme mucho o solamente un poco. No sirve de nada quejarse, ni para una misma ni para los demas. Es vulgar y lleva demasiado tiempo. Me parece que mi tiempo esta contado, que mi tiempo es algo precioso. Muy a menudo me siento llevada, empujada, cuando lo que a mi me gustaria de verdad es mirar el cielo y ver pasar las nubes, echarme en un bosque, cerrar los ojos y sentir el calor de la tierra. Amo la naturaleza. Creo en ella como otros creen en Dios. Me produce siempre un invariable sentimiento de plenitud, de sensacion de grandeza, de asombro: el misterio de las estaciones que se suceden, la profundidad de los oceanos, el poderio de las montanas, el color de la arena y el de la nieve, el aroma de las flores y el del musgo de los bosques, la inmensidad que nos hace tan pequenos. Nunca me he derrumbado, jamas, ni siquiera cuando mi marido se marcho hace un ano. He resistido. Soy fuerte, las mujeres somos fuertes, mas que los hombres, nosotras asimilamos el sufrimiento. Para nosotras sufrir es algo normal. Esta en nuestra historia; en nuestra historia de mujeres. Y seguira siendo asi. No digo que este bien, pero tampoco digo que este mal. Es incluso una ventaja: no hay tiempo para lamentarse. Y como no tenemos tiempo, pasamos a otra cosa. Rapidito y asi nadie se aflige. Hace un ano, cuando mi marido me dejo, no dije nada, no llore, ni frio ni calor, como con la violencia, calma chicha. Ya era raro que llevaramos juntos mas de veinticinco anos. Es mucho tiempo, veinticinco anos, mucho tiempo. Son anos llenos de costumbres, de amor tambien, pero seamos sinceros, sobre todo de costumbres, de pequenos habitos puestos uno detras de otro. Es una cinta que se desenrolla y que no termina nunca de desenrollarse, no se le ve el final, aunque a veces pensamos en ese final sin creer en el verdaderamente. La cinta es de un color determinado. Para la vida con mi marido yo elegiria el amarillo palido. No es que fuera un sol brillante, mas bien era entre nubes; todo iba bien, si, pero en cualquier momento podia suceder una desagradable sorpresa. Y no me equivocaba: un buen dia se desperto y me dijo: <>. No le conteste. Me fui a la cocina, prepare la mesa para desayunar con nuestros dos hijos, como si nada, y luego me duche muy rapido, como de costumbre. Cuando digo <> es para explicar que tampoco tengo tiempo para el placer. No tengo tiempo. Y es un error, porque el placer es una de las maneras de escapar de lo real. Habia un muro entre mi marido y yo. Un muro que se habia levantado poco a poco. Al principio, era una pequena linea, luego se hizo un pequeno escalon. Nos veiamos todavia, pero tropezabamos cuando uno se acercaba al otro. El escalon se volvio cada vez mas alto y cada uno permanecio en su lado por temor a hacerse dano. Nuestras manos aun podian tocarse, pero habia que hacer un esfuerzo. El cemento se espesaba. De pronto dejamos de vernos, de mirarnos, de sentirnos. El muro ya se habia levantado y seguia creciendo. Habiamos acabado sin llegar a decirnoslo porque, en el fondo, lo sabiamos. Esas cosas siempre se saben. Las tememos, pero las sabemos. Es falso eso de que es una sorpresa cuando el otro se marcha. Mentira. A veces, sin admitirlo, lo esperamos, lo provocamos, y cada uno de nuestros gestos lleva a ese desenlace. Cada una de nuestras palabras tambien. El muro lo hemos levantado los dos. Los dos hemos ido poniendo la arena, el agua, la grava y el hierro para que fraguase bien y nada pudiera llegar a romperlo. Aquel dia, cuando mi marido me anuncio que se iba, yo no llore. Era una noticia como cualquier otra, una mas dentro de las noticias del dia que yo podria haber integrado: la curva del paro, el calentamiento climatico, la subida de precios, la guerra. Era algo importante, pero a la vez tambien algo sin ninguna importancia. Formaba parte de las cosas generales y no de mi intimidad. Eso era lo mas extrano. Mi marido me abandonaba y yo tenia la impresion de que abandonaba a otra mujer. Era como si no me concerniera o me concerniera muy poco. El no era realmente el ni yo era realmente yo. El se iba, pero el muro seguia ahi. No lo vi marcharse. Solamente dijo una frase, algo asi como, por ejemplo, voy a comprar pan, o a pagar el recibo de la luz, o a recoger la ropa de la tintoreria. El lenguaje no significa nada cuando no queremos comprender. Las palabras se vuelven ligeras como pompas de jabon que flotan en el aire y estallan. Despues de la frase de mi marido, deje al menor de mis hijos en el colegio y luego me dirigi a Cagex. Fiche, fui a mi seccion, revise las maquinas y a los empleados que iban llegando, uno a uno, mis abejas. No era una jornada especial, tampoco ordinaria, pues en mi mente permanecia la idea de que algo habia pasado, que mi marido habia decidido marcharse, pero eso no me dolia demasiado, era como una piedra en el zapato, una piedra que aguantas porque no tienes tiempo para quitartela; simplemente lo aplazas y dices <>, pero ese mas tarde no llega nunca y la piedra se queda alli y no piensas mas en ella: forma parte de ti. Pensandolo bien, habia pasado una cosa: habia cambiado de lado de la cama. No me habia puesto en medio, como habria hecho otra mujer, no, yo me habia apropiado de su lado, el izquierdo. Mi cuerpo sobre su cuerpo que ya no estaba ahi, mi piel sobre su piel que ya no sentia contra mi, mi respiracion mezclada con su respiracion que ya no percibia, mi espalda, mi costado, mis nalgas encima de el que no estaba debajo, aunque a veces me figuraba que si lo estaba, pero tan solo era un hueco por rellenar.

  • Cruzando el limite de Barbara Padron Santana

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    Anabella es una amante de las antiguedades, por lo que sus padres en cada uno de sus viajes de trabajo consienten en traerle algo.
    Tras el ultimo viaje de su padre, este aparece con un espejo de cuerpo entero, aparentemente normal, aunque impresionante en sus multiples detalles hechos a mano.
    Lo que ella no sabe es que ese espejo oculta un secreto solo revelado con sangre.
    ?Le pasara algo a Anabella? ?Que ocultara el espejo?

  • Los que corren contra el viento de Maria Correa Luna

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    Un hombre que lo tiene todo, una mujer que se sabe capaz de todo corren contra el viento.?Que es eso a lo que se enfrentan?Un viento quiere arrasarlos, impedirles avanzar hacia lo que buscan: el pasado los desafia, un misterio de ese pasado que se extiende sobre ellosy sobre el mundo.

  • Haz que ocurra – Tamara Marin de Tamara Marin

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    Lucia es una profesora de treinta anos. Siempre ha sido extrovertida y ha tenido un fuerte caracter, por eso se dice a ella misma que, si ha sido capaz de superar encontrarse a su marido, en su propia cama, con otra, ese tal Lucas no podra con ella.
    ?Pero como se van a hacer pasar por pareja si no se tragan??Quien ganara la apuesta??Que sucede con Sergio? Y, lo que es mas importante, ?sera Lucia capaz de dejarse llevar y hacer que ocurra?

  • ?No me crees? de Elva Martinez Medina

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    Agosto 2016, Maria, Colibri para su padre, vuela rumbo a Escocia para asistir a la boda de una de las personas mas importantes en su vida: su padre. Gracias a esa boda, conocera a Javier, companero y amigo de su padre; ambos se sentiran atraidos nada mas conocerse, viviendo cinco dias inolvidables. Agosto termina, Maria ha de regresar a San Francisco y continuar su vida junto a su <>, Rob y Caroline; sin embargo, ahora ya nada sera lo mismo.

  • Ano uno (Cronicas de la Elegida 1) de Nora Roberts

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    El mundo se enfrenta a una pandemia. Entre el caos y la destruccion, un grupo de personas aparentemente inmunes busca un refugio para la humanidad.

  • El escritor y la tecla del erotismo de Ana Vacarasu

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    Un famoso escritor viaja al campo para documentarse. Por caprichos del destino, su camino se cruza con el de una mujer que guarda un secreto que le cambiara la vida.
    Un secreto escondido en una letra. La de la tecla del erotismo.

  • El pueblo tras la niebla de Cristian C. Bellot

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    Laura y Fede son una joven pareja que deciden mudarse de Madrid a Luduena, un pequeno pueblo en crecimiento del norte, a pocas semanas del nacimiento de su primera hija. Tras una mala experiencia con un embarazo previo y un reves laboral, afrontan el cambio a un escenario mas tranquilo y con menos presion como un necesario nuevo inicio, confian en que sea el lugar adecuado para criar a la pequena que esta en camino. Para ello contaran con la ayuda de Diego, antiguo companero de universidad de Laura y la persona que les ofrecio la oportunidad del cambio.

  • Peach de Emma Glass

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    Algo terrible le ha ocurrido a Peach. Le duele caminar y solo tambaleandose es capaz de llegar a casa, donde la pesadilla continua: sus padres no parecen darse cuenta de nada. Peach debera recomponerse sola, juntar los pedazos que quedan de si misma, antes de retomar la rutina de su vida diaria: su novio Green, sus amigos, las clases. Pero no es facil concentrarse cuando le asalta el recuerdo de una enorme boca abierta, cuesta comer cuando siente el estomago hinchado como un tambor y es imposible dormir cuando el olor a grasa achicharrada llena sus fosas nasales. A pesar de que intenta cerrar los ojos ante lo que ha sucedido, Peach comienza al fin a entender que debe hacer para superarlo y a reunir el valor necesario para llevarlo a cabo.

  • AMOS Y MAZMORRAS X de Lena Valenti

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    EL MUNDO DE LA NOCHE Y EL PECADO.
    UNA CIUDAD CORRUPTA Y PROHIBIDA.
    TRES HERMANOS DOMINANTES, SALVAJES Y MALDITOS.
    Y UNA MUJER QUE NO ESTA PARA TONTERIAS.
    QUE EMPIECE EL JUEGO.

  • La doble cita desastre (Cita para Rehacer 2) de Susan Hatler

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    Hay ciertas cosas por las que una persona debe pasar para encontrar el verdadero amor, y supongo que entre ellas se incluye que se me ensucie el coche, una de las cosas que mas odio. Viviendo en una ciudad tener el coche limpio es algo alucinante, teniendo que entrar y salir del centro de Sacramento entre el trafico, necesitando recorrer el centro comercial para comprar un traje y unos zapatos nuevos de tacon, o teniendo que conducir para llegar a la ultima apertura de una galeria. Desde luego, yo no era una experta (ni si quiera un poco) en hacer que un restaurante de sushi fuera un exito, pero no hacia falta mucho sentido comun para adivinar que el propietario no deberia situarlo a 20 kilometros de la ciudad en un aspero, desigual y polvoriento camino al lado de un ruidoso rio con ni siquiera un rascacielos a la vista. Es decir, ?como podria atraer dicho restaurante a una larga cola de personas? Quizas yo no habia llegado a ese capitulo especifico en la pila de libros en constante crecimiento en mi mesita de noche acerca de inicia-tu-propio-negocio; algo bastante posible considerando todo lo que tengo que leer a diario. Pero, aun asi, ?la localizacion no lo es todo? Mientras conducia, me retorci al ver el polvo volando alrededor de mi coche. Me desvie para evitar un socavon y luego una piedra en el camino de tierra y seguidamente mire mi GPS, confirmando lo que ya habia comprobado seis veces: la direccion del restaurante de sushi que me habia dado Hannah, que debia estar justo enfrente. En el medio de la nada. Sin Wi-Fi. Estremecedor. Mi coche vibraba mientras el polvo recubria mi parabrisas y un olor extrano (que creo que algunas personas lo llaman aire fresco) entraba por las rejillas del aire acondicionado sin importar cuantos botones pulsara para detenerlo. Estaba empezando a cuestionarme si debia estar agradecida de haber aceptado la doble cita con Hannah. Pero Abigail, la amiga de Hannah, habia conocido a Cooper Hill, el amor de su vida, de una forma poco convencional (a traves de intercambios de correo electronico sobre la adopcion de mascotas), de modo que si tenia que conducir por un camino sucio lleno de baches para tener la posibilidad de encontrar a la persona ideal en los siguientes minutos, ?por que no? Hannah me habia enviado la invitacion por correo electronico en el punto algido de mi caotica tarde en la que mi telefono del trabajo habia estado sonando desde algun lugar, enterrado bajo una montana (el unico tipo de montana que yo, Jennifer Page, habia tenido la intencion de escalar alguna vez) de informes que necesitaba revisar antes de una reunion, que se suponia que iba a tener lugar en cuestion de diez minutos, a quince minutos atravesando la ciudad. Mi telefono movil tambien habia elegido ese momento para vibrar con violencia y, a continuacion, lanzarse desde de mi escritorio hacia una piscina de salsa agridulce sobrante de los rollitos de primavera para llevar que me habia medio comido andando hasta la oficina durante la hora del almuerzo, mientras leia la seccion financiera del periodico tras comprarle un cafe a Courtney Carmichael, la duena de mi carrito dispensador de cafe favorito (yo soy como una corredora de maraton que acepta un vaso de agua: sin detenerse). Pense en Courtney Carmichael y su negocio con el carrito de cafe. Ella habia sido abogada y se habia quemado de trabajar veinticuatro horas siete dias a la semana, siendo facil averiguar que se habia quemado de trabajar demasiadas horas. No queda mucho tiempo para la vida social. Supongo que su marido estuvo de acuerdo porque se divorcio alegando que ella nunca tenia tiempo para el. El carrito de cafe era una segunda oportunidad para Courtney, un rehacer de la vida, y ella parecia feliz con su eleccion. Mi negocio de venta y diseno de equipaje seria mi rehacer de la vida, me encontraba muy preparada para la siguiente fase. Mi telefono movil continuo vibrando y me lance decidida a recuperarlo de su pegajosa (aunque deliciosa) caida en picado, pero golpee accidentalmente la bebida con cafeina antes mencionada y se derramo sobre los bocetos de otra maleta de viaje de diseno propio que pensaba mostrar a mi potencial inversor. Fue en ese momento, mientas escribia en un papel adhesivo de color rosa que debia de cambiar la tela de ni nueva maleta para que fuera anti derrames, que eche un vistazo a la pantalla de mi ordenador justo a tiempo para leer el correo electronico de Hannah hablandome de esta cita doble (y potencial para conocer al amor de mi vida). Incluso con mi asistente metiendome prisa por la reunion y con la mitad de mi atencion desviada hacia la limpieza de la salsa agridulce que habia quedado en mi telefono movil, fui totalmente capaz de pillar la esencia del correo electronico de Hannah: restaurante Sushi Aguas Bravas y chico guapo. ?Que mas podia pedir una mujer soltera? Teclee una respuesta rapida con el codo mientras lamia el agridulce de mis dedos: <> A ver, no fue una respuesta de Shakespeare, pero si una comunicacion efectiva. Ella pillaria la esencia. No hay tiempo para la edicion cuando se va con prisas, como de costumbre. Con mi energia comenzando a agotarse, considere sorber un poco de cafe derramado de mi escritorio para recibir un chute de cafeina, pero no lo hice porque hay lineas que no se cruzan, ni por ese dulce nectar negro. Ademas, mi asistente estaba observando. En su lugar, imprimi el correo electronico de Hannah para poder recordar la hora de la cita doble y la direccion del restaurante de sushi. Cogi el correo electronico impreso aun caliente de la impresora, lo meti en el bolso y puse los informes bajo el brazo antes de salir disparada por la puerta con mi ayudante, que no estaba siendo de mucha ayuda al recordarme que llegabamos tarde. ?En serio, Lucas? Es la historia de mi vida (como el bien sabia) y viviria perfectamente sin sus constantes recordatorios. Me gustaria senalar que no siempre habia salsa agridulce en mi telefono movil. A veces era salsa Alfredo de Cafe Mattia, o salsa de cacahuete de Thai Palace en la calle J, o en mi intento de dieta sana era salsa ranchera light de Salad Company. Pero, sin falta, siempre caia algo. Cada dia un nuevo derrame, alguna nueva emergencia, un nuevo caos. Trabajando a tiempo completo y a la vez tratando de poner en marcha mi negocio tambien a tiempo completo, mi agenda estaba siempre hasta arriba al igual que mi cesta de la compra cuando pierdo el control y paso por el pasillo de aperitivos en el supermercado. Huelga decir que habia poco espacio en mi vida para citas, a menos que contara como cita el quedarse una noche sola en casa con una cena congelada, una copa de vino y mi ordenador portatil en la cama. Asi que me encontraba feliz de haber cazado al vuelo aquella cita doble con Hannah y el Sr. Chico Guapo, pero no sabia que tendria que conducir hasta Siberia para llegar. Mi estomago rugia lo suficientemente fuerte como para que lo escuchara por encima del sonido que hacia la arena de la carretera bajo mis neumaticos y decidi que tenia que dejar de pensar tanto en comida. Mire de nuevo al GPS, que mostraba que estaba cerca de mi destino. !Ay! Deseaba que mi cita no esperara de mi que consumiera delicadamente cada grano de arroz de mi sushi como un pequeno pajarito porque eso no era lo que iba a pasar. Iba a meter mi cara directamente. Si alguna vez llegaba alli, claro... Una piedra en el camino me hizo rebotar con dureza, casi sacandome de mi asiento y haciendo que mi cafe para llevar de Courtney saliera disparado de su vaso. Grite y seguidamente alcance mi guantera en busca de una servilleta para disimular la mancha de cafe de mi vestido. Simplemente genial. No estaba molesta por el vestido. Estaba molesta porque necesitaba la cafeina dentro mi cuerpo, no sobre el. Habia estado toda la noche trabajando en la propuesta de mi potencial inversor y todavia no habia terminado. Aquel dia, me habia pasado corrector de ojeras para tratar de cubrir los circulos oscuros bajo mis ojos tras toda la noche ocupada. Tambien pase demasiado tiempo por la manana quitandome el traje y poniendomelo de nuevo porque el sueno que tenia habia afectado tanto a mi cerebro como para habermelo puesto del reves. Pero la locura de mis dias, la falta de sueno y la ausencia de un amor en mi vida, todo valdria la pena si convencia aquel inversor y era capaz de abrir mi propia tienda de equipaje. El inversor era la mayor oportunidad de mi vida, mi camino hacia el exito que no podia desaprovechar. Si el inversor firmaba, podria dejar mi trabajo y pasar las riendas a Hannah, a quien veia mas que capacitada. Entonces tendria tarjetas de visita hechas con el nombre de mi empresa escrito en la parte superior. Convocaria mis propias reuniones y conferencias telefonicas y fijaria plazos. En lugar de vender mis productos a traves del boca a boca, venderia mi equipaje disenado personalmente por mi en mi tienda, en otras tiendas, en las estaciones de tren y en los aeropuertos, por lo que podria ser utilizado por mujeres de exito como yo. El otro camino, por supuesto, era el fracaso, que era totalmente inaceptable. Era simplemente mas de lo mismo: cafe derramado, manchas de sudor de ir a la carrera de sala de conferencias en sala de conferencias, acne de quedarme dormida con el maquillaje, agotamiento de los dias laborables de dieciseis horas al dia siete dias a la semana trabajando en mi trabajo y luego para mi negocio. !Mi GPS anuncio que habia llegado a mi destino y quise gritar de alegria y pedirle a alguien que me pidiera un roll de tempura de camarones! Me detuve en un stop, empuje mis gafas de sol hacia la parte superior de mi cabeza y seguidamente escudrine en el dispositivo. El resplandor de los rayos del final de la tarde hacia casi imposible leer. Ahueque mi mano sobre el mapa digital, me acerque a el y entrecerre los ojos. No aparecieron nuevas direcciones y el pequeno punto verde se quedo en el lugar. Pense que el nombre del destino, Sendero Tenedor Sur, sonaba como un bar donde se pedian hamburguesas, patatas fritas y cerveza ligera, sentados con el suelo cubierto de cascaras de cacahuete (y junto a un motorista llamado Tiny que era, sin duda, enorme). No parecia estar anunciando el restaurante Sushi Aguas Bravas. Inclinandome aun mas sobre el GPS, presione los botones para ver que estaba mal con la direccion cuando la voz anuncio una y otra vez que ya habia llegado a mi destino. Pero estaba rodeada de arboles y arbustos y, bueno, suciedad. Algo tenia que ir mal. --!Jennifer! --dijo una voz femenina desde fuera del coche--. !Jennifer! !Eh!

  • La edad de la inocencia, Edith Wharton de Edith Wharton

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  • Mi Jefe. Un atrevido romance de oficina de Mia Ford

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    ?Ya es de dia? Es lunes por la manana y mi estomago retumba como un despertador, pero lo peor de todo es que todavia estoy en la oficina. Trabajare para Inversiones Stern durante el verano, pero la compania deberia llamarse Inversiones Slave Driver, porque el director ejecutivo es un adicto al trabajo. Conseguire mi titulacion, ya que he trabajado como una bestia y sere una secretaria competente. Por desgracia, eso tiene un precio. Vivo en una caja de zapatos, la unica que puedo pagar en la ciudad porque todo es muy caro. En mi casa, en Kansas, tengo todo lo que necesito… desde mi novio, Leo, hasta mi familia. Aqui, solo poseo este trabajo, cuatro paredes y nada mas. Supongo que estar ocupada hace que mi mente este enfocada en mi objetivo. Llevo aqui quince dias, en los que he trabajado doce horas diarias y cuento con los fines de semana para recuperarme. Suena el telefono y siento calambres en el estomago. Prefiero comer antes que contestar, aunque sera una cena y almuerzo al mismo tiempo. Los restaurantes chinos de la zona tienen precios estupendos y, con mi ajustado presupuesto, me veo obligada a aprovechar los descuentos. !Maldita sea! Leo esta llamando de nuevo. --Hola, nene. --Sonrio, pensando en sus ojos azules y su pelo rubio. Decir que estoy loca por el es quedarse corta. Llevamos saliendo desde el instituto y se que no esta muy contento con mi decision de venir aqui. --?Donde estas? --Estoy en la oficina. --Suspiro, otra vez, pensando en las cuatro paredes y el lugar que llamare hogar durante las proximas seis semanas--. Te llamare cuando llegue a mi cuarto. Desde que lo alquile, supe que no se parecia en nada a la fotografia. Fui una ingenua al pensar que seria igual que las imagenes que habia en internet. Al parecer, el dueno tomo una foto de la habitacion y olvido actualizarla con la que he alquilado. Segun Heather, se trata de una estafa que llevan a cabo la mayoria de los propietarios que trabajan en Finanzas. Ademas, ella dijo que tendria suerte si conseguia algo al mismo precio, asi que deberia aguantar. Es facil decir eso, cuando extrano mi casa como una loca. --Solo te he llamado para decirte algo. Me levanto y me dirijo a la oficina de mi jefe; debe haber dejado la luz encendida porque estoy segura de que se ha ido a casa. --?Que quieres decirme? --Me levanto para escucharlo, aunque tengo una pista, creo que se trata de lo mismo que ha estado amenazando con hacer desde que me fui de casa. --Se acabo. --No. --Empiezo a llorar cuando pienso en mi novio del instituto. Me prometi a mi misma que nos casariamos, por eso intento conservar mi virginidad para el, para poder darsela en nuestra noche de bodas. Dijo que lo entendia, cuando estabamos en el instituto, pero desde que le comente que queria ser secretaria, no ha sido tan comprensivo. Todos mis familiares trabajan en la granja, y los suyos tambien. Ninguno comprende que quiera ser feliz, haciendo algo mas que tener cuatro hijos y ser la esposa de un granjero, como todas las mujeres de nuestras familias. --Quieres cosas grandes. Ir a la universidad. Obtener un titulo. Sacudo la cabeza cuando empiezo a entrar en panico. --No, solo quiero que seamos felices. --Quieres decir que quieres ser feliz. Mira, Dede Wells sigue invitandome a salir y ella es el tipo de chica adecuada para mi. La zorra que intento acostarse contigo en el baile de graduacion y vive en una caravana. ?Esa Dede Wells? <>, grito, mentalmente. --?Isobel, estas ahi? --Si, y quiero mostrarte algo. Ve al chat en vivo. --No tiene sentido… --Por favor, por favor, Leo. Cuelga antes de que tenga la oportunidad de explicarle que hago esto por mi. No quiero ser solo la esposa de un granjero; quiero mas que eso. ?Por que le resulta tan dificil entenderlo? Apuesto a que sus amigos, Neil y Paul, se estan riendo de el. Diciendole cosas como que probablemente lo estoy enganando con algun chico de la ciudad. Activo la camara con manos temblorosas y miro alrededor, para asegurarme de que no me ve nadie. Es tarde y todos se han marchado de la oficina, solo estoy yo. Podria volver a mi escritorio, pero creo que es mejor hacer esto desde la oficina de Christian. Si hay alguien por aqui, no vera lo que voy a hacer. --Leo, por favor no me dejes por Dede. --Tienes que saber que esto tambien me duele a mi. --Sacudo la cabeza, desesperada por encontrar una forma de que se quede conmigo. De repente, agrega--: !Desnudate! --?Que? --Si quieres que me quede contigo, demuestrame lo que me pierdo si me voy con Dede. --Me quedo perpleja, mientras insiste--: Has dicho que no hay nadie en la oficina. Asi que, desnudate. --Quieres ver lo que te falta y a lo que renuncias si te vas con Dede. --Mas que una pregunta es una afirmacion. No dice una palabra, solo asiente con la cabeza y empieza a lamerse los labios con anticipacion. No se que diablos hacer, pero parece que esta funcionando. Improviso y empiezo a desabrocharme la falda y no estoy de cara a el. Me quedo solo con la lenceria y sonrio. --?Te gusta lo que ves? El grune: --Quitatela. No se lo que quiere decir, ?mi sujetador o mis bragas? Le guino un ojo. --Espera un poco, muchachote. Cierro los ojos cuando pienso en perderlo por Dede. Ella tiene tetas grandes, no se parecen a las mias. Leo siempre dice que le encantan mis tetas, ni muy grandes ni muy pequenas, lo suficiente para jugar con ellas. Desabrocho mi sosten mientras pienso en el como mi hombre, el de nadie mas, mucho menos de Dede. Mi telefono vibra en el escritorio, pero lo ignoro. Sostengo el sujetador en la mano. --Tocate. Quiero correrme. Mueve la camara hacia abajo, para ensenarme que ha puesto las manos entre sus pantalones. Nunca he hecho esto delante de el, y no quiero decepcionarlo. Nuestra relacion depende de ello. Giro la silla de cuero detras de mi y me siento. Luego muevo el dispositivo para que el pueda ver lo que hago. Mis bragas siguen puestas. Son las de encaje que me compro cuando fuimos al baile de graduacion y penso que seria nuestra noche. Entonces, tampoco estaba preparada. Suspiro cuando pienso en las veces que lo he decepcionado y no puedo hacerlo ahora. No, no lo hare. Asi que me bajo las bragas y abro bien las piernas. --Si, nena, te lo voy a dar ahora mismo --gimio al otro lado. Pienso en nosotros en la habitacion, haciendo el amor. Un par de veces estuvimos a punto de llegar al final y trato de imaginarlo, mientras deslizo un dedo por mi rendija sin dudarlo, al tiempo que cierro los ojos. Puedo oir a Leo meciendose al otro lado y me concentro en lo que hago. --Mirame, nena, hazlo mas despacio. Me estas llevando al limite. Mirame. --Su deseo es una orden para mi--. Imagina que son mis manos las que te tocan. Quiero darte placer... --Pienso en sus ojos azules como el mar y comienzo a disfrutar de la intimidad que compartimos--. Despacio... Tengo una pierna sobre la mesa. Dejo una mano en mi sexo y con la otra acaricio mis pezones. A Leo le gusta tocar mis pechos y lo hago como si fuera el. Me froto en circulos suaves y veo la pasion reflejada en sus ojos. Cuando comienza a acelerarse, jadeo y siento que soy yo la que controla su placer. Enseguida, sin tocarlo, solo con el pensamiento de lo que estamos compartiendo, hago que se corra. Solo de pensarlo empiezo a sentirme al limite. Echo la cabeza hacia atras y siento que viene un orgasmo. --Estas tan jodidamente caliente ahora mismo. Te estoy jodiendo en linea. ?Es esto lo que me he estado perdiendo? Leo se agita muy rapido y yo froto mi clitoris con tanta necesidad que no puedo evitar correrme. Quiero aguantar, pero no puedo y grito: --Si, Leo. !Si! Es como si nuestras pasiones se alimentaran al mismo tiempo, porque no pasa mucho tiempo antes de que lo vea masturbarse fuera de control. Mientras mi cuerpo tiembla, en un minuto siento frio y al siguiente calor. Estoy teniendo la madre de todos los orgasmos. La idea de que lo hagamos de verdad no parece tan mala. ?Que diferencia hay si lo hacemos ahora o en un par de anos? Ninguna. Me estoy corriendo mientras grita que quiere repetir. Despues se rie y pienso que lo deseo dentro de mi. --Mierda, Isobel. No sabia que escondias tanta pasion. No puedo hablar porque todavia estoy tratando de recuperar el aliento. Es como si me hubiera quitado todo y tambien me echo a reir. --Te deseo tanto. Al oirme, se detiene de forma brusca. --Tengo que irme. Hay alguien en la puerta. Estoy a punto de decir que no he oido nada, pero entonces corta la conexion. Estoy sentada en la silla de mi jefe y no tengo claro que hacer. Corro a su bano, me lavo las manos y luego me limpio entre las piernas. Al mismo tiempo, pienso que Leo ya no me dejara. Me siento tan orgullosa. Tal vez, ha sido la idea de tocarme delante de el, o en la oficina de Christian Stern, lo que me hace sentir asi. De cualquier manera, se que seguiremos juntos y nada va a cambiar eso. Recuerdo que el guardia de seguridad suele caminar por la oficina a esta hora y siento la necesidad de salir corriendo con urgencia. Agarro mi telefono. Ya no tengo ganas de comer y los calambres de estomago son cosa del pasado. La curiosidad se apodera de mi. Estoy vistiendome y me pregunto quien me ha llamado antes. Miro los mensajes y todos son de mi mejor amiga, Agnes. Tambien me ha enviado una foto. Miro la fecha y la foto y me quedo paralizada, con las bragas en la mano. Despues, dejo caer el telefono al suelo. No puedo creer lo que acaba de enviarme. No puedo creer que haya estado ciega todo este tiempo.

  • Viggo de Fabiana Peralta

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    Viggo habita en la oscuridad desde hace mucho tiempo y cree que sus dolorosos recuerdos son necesarios para no olvidar que merece cada dia de sufrimiento.

  • Pasion en Norfolk de Camila Winter

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    Ambos temian padecer ese amor enfermizo que se habia cobrado muchas vidas en el pais y en el continente: un amor atormentado sin esperanzas que arrojaba a sus victimas al suicidio.
    Kenth Derrigham era un joven heredero del condado de Norfolk: guapo, orgulloso y reacio al matrimonio. Victoria Winston, una joven mimada que habia vivido recluida en su mansion de Hampshire hasta ese momento. El destino y los planes casamenteros de la tia del joven los unieron una tarde frente al lago de la mansion Richmond. Un cuento sobre el amor y el miedo a amar en los tiempos del romanticismo.
    Ellos temian padecer “la locura amorosa”, una plaga entre los mas jovenes y la causa de muchos suicidios, pero descubrieron que era demasiado tarde para poder escapar.

  • Redencion (La Profesional 3) de Kris Buendia

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  • El secreto de lady Sarah de Paola C. Alvarez

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    Meses antes de que Napoleon se proclame emperador de Francia, llega a oidos de la defensa britanica la existencia de una organizacion de lores ingleses que esta financiando las campanas militares del corso. Se hacen llamar La Hermandad y el encargado de averiguar quienes estan detras de ella es James Sutton, duque de Rutherford, un exmilitar y espia ingles que vive retirado en el campo.
    Para lograr infiltrarse, necesita ganarse la confianza del conde Seindfield, un hombre depravado y cruel bajo cuya proteccion vive lady Sarah, una joven que ha perdido la inocencia y las ganas de vivir debido al maltrato al que ha sido sometida. Sin embargo, todos los planes de James se veran frustrados tras una noche terrorifica de violencia.
    El inesperado cambio de rumbo le hara replantearse toda su estrategia, si bien el nuevo objetivo le parecera mucho mas interesante; averiguar lo que se esconde tras la mirada amatista de la joven se convertira en su unico deseo, aun a riesgo de perder su corazon.
    Pero no sera el unico en querer conocer lo que Sarah oculta y una sombra planeara sobre ellos hasta conseguir silenciarlos para siempre.

  • Como hacer un coche de Adrian Newey

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    En este emocionante libro descubriremos de manera exhaustiva, fascinante y extraordinariamente entretenida como funciona un coche de carreras, mientras recorremos la trayectoria de Adrian Newey, el mas grande disenador de automoviles de la historia, desde sus comienzos en la IndyCar hasta alcanzar un exito inigualado en la Formula 1 disenando coches para pilotos como Mario Andretti, Nigel Mansell, Alain Prost, Mika Hakkinen, Mark Webber o Sebastian Vettel entre otros, siempre con un objetivo inquebrantable: conseguir el coche mas rapido.

  • Contigo hasta el final (#KissMe 4), Elle Kennedy de Elle Kennedy

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  • Solo tuya 3 de Anabel Garcia

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    Elizabeth nunca fue consciente de las devastadoras consecuencias que tendrian sus actos. Acostumbrada a ser ella la que huye siempre del amor y el compromiso, esta vez se dara de bruces contra su propio sino. Aunque la intrepida guerrera lo intente remediar, puede que sea demasiado tarde para ambos. ?Merecera la pena intentarlo, o el orgullo supondra un obstaculo infranqueable entre ellos? ?Quien estara intentando sabotear la relacion? ?Como recuperar la confianza en alguien una vez que se ha perdido? En esta tercera y ultima entrega por fin podran tener respuesta todas estas preguntas y muchas mas. Hay veces en las que la vida nos pone a prueba y solo nosotros mismos tenemos el poder de decidir en nuestras manos, a veces en tan solo cuestion de segundos. Que dicha decision haya sido la correcta o no, nunca lo sabremos.

  • La aventura de sonar despiertos de Silvia Sancho

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    Todos me advirtieron de que no debia enamorarme de Sergio: nuestros amigos comunes, mi propia experiencia, hasta el mismo. Sergio llevaba la palabra <> escrita en los caracteristicos frunces de su ceno. Era un espiritu libre, indomable, salvaje. Su magnetismo era tan grande como su falta de compromiso. Con Sergio parecia imposible alcanzar la estabilidad que tanto habia buscado, mi sonado final feliz. El solo estaba dispuesto a ofrecerme dudas, calor entre las piernas y un empleo en su agencia, uno que nunca debi aceptar. No era una buena idea entregar mi corazon a un hombre asi, pero el resto del cuerpo. ?Es de ilusos creer que una aventura puede cambiarte la vida por completo?

  • El pueblo de los maldecidos de Marc Sans

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    Ava tiene 18 anos y durante unas vacaciones con sus amigas tiene un accidente de coche en mitad de un bosque desconocido de un lugar perdido de Polonia.
    Sin saberlo, ha traspasado una frontera invisible.
    Ahora se encuentra en Zamozni, un pueblo oculto del mundo durante siglos, donde TODOS sus habitantes son maldecidos al nacer por Ela, la Reina Bruja que los gobierna.
    Las maldiciones son insolitas y variadas, como la de los Starek, la familia que acoge a nuestra protagonista: todos tienen la apariencia de unos jovenes adolescentes. Pueden convivir con las maldiciones pero, desde luego, en el mundo real no pasarian desapercibidos.
    Los habitantes del pueblo maldito no han conseguido salir de el y nunca antes habia entrado nadie. Solo la Reina Bruja puede.
    Hasta que llego la misteriosa extranjera. A salvarlos. A enamorarse sin esperarlo.

  • Una bruja sin escoba de Antonia J. Corrales

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    Una bruja sin escoba, primera parte de la trilogia Historia de una bruja contemporanea.

  • Amor entre cenizas de Reyes Ramirez

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    Una historia de amor que te sorprendera. El debate entre el corazon y la razon. Una joven judia y un oficial nazi. La Segunda Guerra Mundial. ?Podra el amor sobreponerse al drama de un campo de concentracion? Amor, erotismo, deseo, aventura, sentimientos, …

  • Perseguida por su pasado de Cassie Miles

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  • Nadie me ofende impunemente de Elisabeth Urian

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    ?No es demasiado temprano para beber? Uno esperaria que te contuvieras al menos hasta la cena. El hombre alzo la vista de la partida de ajedrez que se desarrollaba ante si y, al reconocer a su amigo, solto una risotada burlesca. Se recosto en la silla de madera de caoba tapizada en cuero oscuro. Sostenia en la mano una copa de absenta, un licor de sabor anisado y color verdoso que ya habia probado anteriormente, en uno de sus viajes a Francia. Se relamio los labios. --?Temprano? --pregunto despacio y arrastrando las palabras--. Nunca lo es para beber; y menos si el motivo es una celebracion --alzo la voz en el ultimo momento para que todos pudieran escucharle de nuevo. A Neil Bishop le gustaba hacerse notar y jactarse de sus victorias. Desde que se instalo en Irvine, un ano atras, sus amigos y conocidos habian comenzado a percatarse de sus alardes y gustos caros. Por ello, necesitaba una cantidad ingente de dinero que sufragase sus gastos. Esa tarde se sentia afortunado. El negocio que se traia entre manos desde hacia un tiempo comenzaba a dar sus frutos: prestar capital a nobles con problemas financieros. Su ultimo cliente, por asi decirlo, era un baron del norte de Inglaterra que habia acudido a Irvine con la unica intencion de hacer tratos con el. Tras investigar sus finanzas y su patrimonio, Neil le presto la suma requerida... Eso si, con unos intereses descomunales. No sabia como lo habia conseguido, pero el caballero habia devuelto el prestamo en solo tres meses, aumentando con ello sus riquezas. En la ultima hora, todos clientes del Milne's Inn conocian la cantidad exacta que habia ganado. Un movimiento poco inteligente, si se era consciente de las envidias que podria llegar a despertar. Sin embargo, se sentiria orgulloso de provocar semejantes sentimientos. Edwards arqueo una ceja y lo miro con aire socarron, para sentarse despues junto a el. Los otros dos hombres seguian jugando al ajedrez sin mostrar el minimo interes en la conversacion. --?Y por que sera...? --expreso muerto de curiosidad. Puesto que su amigo desconocia la noticia, era el momento de ponerle al corriente. Despues podria regodearse. --!La vida me sonrie! ?Que si no? --?Eso quiere decir que vas a invitarme a una cena? --sugirio el hombre en tono jocoso. Estaba acostumbrado al exagerado modo de actuar de Bishop, y era igual de fanfarron. Quizas por ello se llevaban tan bien--. Podriamos aderezarlo con compania femenina. Neil no tuvo tiempo de valorar la oferta de su amigo. Por su mente cruzo la imagen de una joven dama, de cabellos dorados y ojos seductores. Su rostro fino y delicado iba acompanado de un temperamental caracter que yacia escondido bajo una apariencia angelical. Era a ella a quien queria poseer, y no a una vulgar ramera. Sus gustos eran demasiado elevados como para conformarse con una simple mujerzuela. Para un dia cualquiera, tal vez, pero en aquel momento se sentia euforico. Se dijo que ya era hora de someterla a sus caprichos y hacerle tragar sus palabras de desprecio. Rehuia su presencia, apenas le dirigia la palabra y lo trataba como si no fuera un caballero lo suficientemente bueno para ella. Aunque era buen amigo de su padre y el daria por bueno un acercamiento entre ambos, ella insistia en rechazarle. Penso que con Elliot Singht en Edimburgo aquella era la ocasion perfecta para hacer una visita a la isla. No estaba ebrio; se necesitaban unas cuantas copas mas para conseguir emborracharlo y, aunque era tarde, no podrian negarle cobijo. Sonrio para sus adentros, complacido. No podia negar que la deseaba y que le hervia la sangre ante la perspectiva de tenerla. Aquella repentina idea estaba cobrando vida propia. Podia imaginarse a la dama entre sus brazos, solo para si. Le diria unas palabras bonitas y le contaria lo bien que le iba en los negocios. Eso cambiaria la opinion tan misera que tenia de el. Una vez ablandada, le seria muy facil meterse entre sus piernas. Neil decidio que aquella noche seria suya, costara lo que costara. --?Sabes que? Te invitare a una cena otro dia. --?De repente tienes mejores cosas que hacer? Aunque Edwards no parecia molesto, Bishop dedujo que le debia una explicacion. --Cierta dama me espera. De repente, estaba impaciente por volver a verla. Si todo salia segun lo esperaba, la noche seria muy larga. --?Y quien es, que te hace abandonar a tus amigos? Por una vez tuvo el buen juicio de bajar la voz y hablarle de la joven casi en confidencia. Edwards ya estaba al tanto de que ella le gustaba. Lo que le sorprendio fue la osadia de su plan. Trato de hacerle cambiar de opinion. Podia cometer una estupidez por una simple noche de placer. No era bueno aventurarse en el mar a aquellas horas, mas cuando quedaba tan poco para el anochecer y con el fuerte viento que soplaba. No logro convencerlo. Neil dejo el Milne's Inn de High Street poco despues. Se monto en un carruaje de alquiler y dio las indicaciones al cochero. --Al puerto --anuncio impaciente. A pesar de tratarse de una orden directa y sencilla, el chofer vacilo un momento. --?Algun problema?--mascullo Bishop en voz alta. No estaba de humor para que un simple cochero le planteara los mismos inconvenientes que Edwards. El sabia lo que se hacia. --No, senor --le escucho decir, dandose por satisfecho. Bajaron por Bridgegate, cruzaron el rio y se dirigieron hacia la zona de Fullarton, donde le dijo al cochero que esperara. Eran cerca de las cuatro de la tarde y el sol desaparecia tras el horizonte, aunque todavia habia suficientemente luz como para moverse con libertad. Eso si, no tenia mucho tiempo. Asi que se puso el sombrero, se subio las solapas del abrigo, largo y marron, protegiendose del frio, y fue en busca de cualquier hombre dispuesto a llevarle a la Isla de Beith a pesar del temporal. En contra de lo que habia esperado, a esas horas el puerto parecia desierto. Comenzaba a creer que tendria que volver a casa sin haber podido satisfacer sus necesidades. Estaba a punto de dar media vuelta, frustrado y todavia sin aceptar del todo una derrota, cuando se fijo en el viejo marinero que faenaba en la cubierta de un bajel. El barco de pesca era pequeno, de aproximadamente veinticinco pies, y poseia un casco poco profundo. Al parecer, dedujo Bishop, solo necesitaba de un tripulante para navegar. Neil Bishop sonrio por lo bajo. Confiaba en que aquel viejo estuviera lo bastante loco como para arriesgarse a salir en ese mismo instante. Si no era asi, tenia una formula infalible para convencerlo. *** --Sus ojos miraban fijos hacia adelante y dominaba su persona una rigidez petrea. Pero, cuando pose mi mano sobre su hombro, un fuerte estremecimiento recorrio su cuerpo; una sonrisa malsana temblo en sus labios, y vi que hablaba con un murmullo bajo, apresurado, ininteligible, como si no advirtiera mi presencia. Inclinandome sobre el, muy cerca, bebi, por fin, el horrible significado de sus palabras: ?No lo oyes? Si, yo lo oigo y lo he oido. Mucho, mucho, mucho tiempo… Muchos minutos, muchas horas, muchos dias lo he oido, pero no me atrevia… !Ah, compadeceme, misero de mi, desventurado! !No me atrevia…, no me atrevia a hablar! Ayla hizo una breve pausa para aumentar la tension dramatica que requeria el cuento. Si bien, antes de proseguir con el relato, echo un rapido vistazo a las dos mujeres que estaban sentadas en el pequeno salon. Complacida al advertir que ambas la escuchaban con atencion, repitio la ultima frase: --!No me atrevia…, no me atrevia a hablar! !La encerramos viva en la tumba! --!Jesus! --La exclamacion de la senora Davies sobrevino con la misma intensidad que un trueno en una tormenta de invierno. Ayla dejo la lectura y sonrio con benevolencia. Ella y su hermana habian decidido leer aquel libro, olvidado el ano anterior por algun invitado de su padre, descubriendo que era mas interesante de lo que habian supuesto en un principio. --?Se encuentra bien? --le pregunto a su queridisima ama de llaves; mujer de cabellos blancos y rostro afable. A pesar de su aspecto tierno y afectuoso, la senora Davies no poseia un alma endeble o impresionable; la vida le habia ensenado demasiado para eso y estaba acostumbrada a no esperar mucho de los demas. Pero con las muchachas siempre se comportaba de una manera casi maternal. En noches frias como esa, la senora Davies solia acompanarlas un rato, antes de irse a dormir. Ellas leian en voz alta mientras la mujer ocupaba el tiempo en sus bordados, como si su relacion con las jovenes fuera familiar. Ciertamente, las muchachas la querian incluso mas que a un pariente. Era una de las pocas personas a las que podian abrir su alma sin ser juzgadas con dureza. Las comprendia, toleraba sus rarezas y, a menudo, les daba consejos. Para las hermanas Singht aquella mujer era mucho mas que un ama de llaves. --Ese tipo de lectura es impropio de una dama. ?Que clase de escritor es? --pregunto la mujer con evidente indignacion, aunque sabia que las jovenes rara vez se comportaban como damas. Propiamente si lo eran; su padre habia puesto mucho interes en su educacion y contratado a las mejores institutrices. Pero a pesar de ello, el comportamiento de Cadha y Ayla distaba mucho de asemejarse a una: a menudo eran deslenguadas, insolentes, nada disciplinadas, odiaban los actos protocolarios, los cortejos, las visitas sociales y cabalgaban a horcajadas como los hombres. Ayla se encogio de hombros y examino la cubierta del libro. --Edgar Allan Poe --leyo--. No lo habia oido en mi vida. --Creo recordar, vagamente, alguna conversacion acerca de el --Cadha, la menor de las hermanas, fruncio el ceno tratando de hacer memoria--. Si, se trata de un escritor americano que por lo visto residio en Irvine... --murmuro, admitiendo que no poseia mas informacion. Si bien era el unico relato del senor Poe que caia en sus manos, estaba disfrutando tanto de la lectura como Ayla. Por lo cual le rogo: --?Proseguimos? --Creo que deberiamos dejarlo por hoy. ?No creeis?--opino el ama de llaves. --Es que quiero saber el final --protesto Cadha al tiempo que hacia un puchero que no convencio a nadie--. ?Usted no? No tenia ni idea de que fuera tan asustadiza… Ella las miro y, como siempre, termino accediendo a sus deseos. Asintio y continuo dando puntadas al bordado. Ayla retomo el relato.

  • Todo es posible 1 Paris. Nueva York. Copenhague de Audrey Carlan

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  • Arrastrame al infierno contigo (Samsara 1) de Jane Reyals

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    ?Que harias si el amor de tu vida, por el que renunciaste a tus alas, no recordara siquiera tu nombre? Los secretos, los celos, el amor, el deseo y la posesividad inundan la vida de Naia, una joven que oculta un gran secreto. Inmersa en sus estudios, rechaza cualquier tipo de relacion con los hombres, pero pronto se sentira acorralada por un profesor que afirma conocerla mas de lo que ella cree. Entretanto, Zackary, un angel arrojado a la tierra, condenado por amar lo prohibido, intentara recuperar a su angel. Para ello entregara sus alas a los Kazoos, los guerreros del infierno, encargados de recuperar el mapa, el unico conducto que puede llevarlos de vuelta al Eden. Angeles deberan unir fuerzas para derrotar Kazoos del ultimo ser que esperarian, aquel que aguarda librar una batalla milenaria para cumplir su venganza.

  • Los planificadores de Un-su Kim

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    Lo importante no es quien dispara, sino quien esta detras del que aprieta el gatillo.

  • Mi ano de descanso y relajacion de Ottessa Moshfegh

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    <>
    Kirkus En Mi ano de descanso y relajacion, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilizacion, la del ano 2000, dominada por la apatia. Como una oscura bella durmiente, la narradora de esta novela decide encerrarse durante un ano en su piso de una de las zonas mas exclusivas de Nueva York, asistida por una herencia ingente y por una gran cantidad de farmacos, para dedicarse a dormir y ver peliculas de Whoopi Goldberg y Harrison Ford.

  • La Imagen de Jean De Berg

    https://gigalibros.com/la-imagen.html

    Tras el seudonimo de Jean de Berg se oculta una de las grandes figuras de la literatura francesa moderna. Dedicado a Pauline Reage, autora de L'historie d'O, este libro, en su edicion francesa de 1956, lleva el prologo de la destinataria que reproducimos en esta version espanola. Tras poner en duda el que el autor del libro sea un hombre por mostrarse <>, escribe: <>. El tercer personaje, un hombre, no es mas que un sacerdote en el ritual en torno al objeto sagrado. De ahi que el narrador describa los ritos, los decorados y los objetos fetichistas como una sucesion de imagenes casi hieraticas, de cierto modo ajenas a el, si bien el mismo, al final, pase a ser, casi a pesar suyo, protagonista de la ultima ceremonia.

  • Antes de partir de R.m. De Loera

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    Los japoneses atacaron suelo americano y el pais entro en guerra. Los hombres partiran al siguiente dia y solo les quedan unas horas para decir adios.

  • Lecciones apasionadas de Debbi Rawlins

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    Gina Ferraro habia crecido en un internado de monjas, pero eso no le habia impedido ver Sexo en Nueva York y aprender varias cosas sobre los hombres. De modo que, cuando fue a la Gran Manzana para visitar a su familia, tenia muy claro que necesitaba a un hombre atractivo que la ayudara a profundizar en su educacion sexual.

  • Siete son tus razones (Zuzunaga 2) de Jorge Alberto Gudino Hernandez

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    Han asesinado a un empresario y Cipriano Zuzunaga esta a cargo del caso, sin apoyo policiaco, como una suerte de investigador privado. Pronto descubrira que nada es lo que parece, sobre todo porque en el expediente consta que el presunto asesino murio en una redada pero su sepulcro esta vacio. ?Por que sus jefes lo pusieron a investigar un caso resuelto? ?Quien aseguro a los deudos que el asesino habia muerto y por que sabian que en la tumba no habia un cadaver? La investigacion enfrentara a Zuzunaga con una rencilla familiar y lo pondra en contacto con personajes en quienes debera aprender a confiar.

  • Pajaro azul de Clara Cortes

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    Ha pasado un ano desde el accidente que tuvo lugar al final de la calle 118 y Simon aun ve el fantasma por todas partes: en la calle donde ocurrio, en su casa, en la tienda… Le sigue de cerca y solo el la puede ver. Todo el mundo parece haber pasado pagina, pero Simon se siente atrapado en una espiral de la que no sabe como salir. Maria siempre ha tenido una forma muy curiosa de lidiar con los problemas: huir de ellos.

  • Conexiones Prohibidas (La fiesta prohibida 3) de Charlotte Byrd

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    Yo no pertenezco a ella.

  • La guerra de la infanteria alemana de Jeff Rutherford

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  • Fuera de su tiempo de Rangel M. Bellerose

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    1 CAPITULO 1 El libro 877 en las cuevas de Altamira, Espana. -!Fred!, !Fred!-, grito, -!han encontrado algo muy extrano, raro..., ven por favor! Fred era su companero, un arqueologo con bastante mala reputacion en las relaciones sociales, pero un gran profesional en su campo, habian avisado a quien grita para que entrasen en la cueva, y de inmediato, esta supo de lo extraordinario que tenian ante sus ojos. -?Que sucede senorita Storm?-, le pregunto Fred. Ese hombre siempre pensativo con su sombrero beige y bigote. -Creo que no se va a creer lo que hemos hallado en la cueva-, le dijo la mujer arqueologa. Al igual que su companero, esta era una joven de unos veintisiete anos, entusiasta por descubrir cosas del pasado, de la historia, pero a diferencia de Fred Smith, ella ni tenia su prestigio en ese mundo, ni la valia de la que tanto presumia su companero. No en vano, Fred era portada por tantos nuevos hallazgos, como por su desleal comportamiento ante la sociedad mas de elite. -Esta segura... son pocas las cosas que me sorprenden a estas alturas de la vida-, le respondio, -vaya a llamar a Victor, el no querra perderse su fabuloso descubrimiento. -Victor ya esta en la cueva, senor Smith-, le dijo ella. La mujer siempre correcta y amable en sus palabras, era una joven educada en la alta sociedad britanica, pero su pasion por lo desconocido le llevo a escoger una profesion, donde no era muy bien recibida. -Estupendo..., pues vamos a la cueva a ver eso tan fascinante. Ambos entraron a ese maravilloso lugar, en donde el tiempo quedo paralizado, donde nuestros ancestros dejaron sus huellas en forma de pinturas, como si aquel recondito lugar perteneciera al pasado. En una de las grutas, en donde se habian centrado los esfuerzos de los tres arqueologos, y el de los seis acompanantes o peones, asomaba bajo la dura piedra, una especie de paquete, atado con hilos de hebras y envuelto en multiples hojas de una especie de higuera, pero hojas de mayor tamano. -?Que es lo fabuloso?-, pregunto Fred. Victor le miro incredulo, este era otro joven, de unos treinta anos, sin mucha experiencia o reconocimiento, pero mucho mas entregado que Fred en sus labores, de origen hispano, a diferencia de Fred Smith y Camila Storm, los cuales eran ingleses, -ese paquete ha sido conservado a conciencia..., debe ser incluso mas antiguo que las pinturas. -Yo solo veo un trozo de hojas podridas-, respondio el ingles. -No podemos apreciar su tamano hasta que no lo desenterremos, pero queria que fuese usted quien lo describiese, creo que puede ser algo significativo-, le dijo Camila alumbrando con el candil. -Esta bien..., no deberia perder el tiempo, pero si es usted quien me lo propone, lo hare-, le contesto. Se sabia que Fred era un hombre muy admirado entre las senoritas, un verdadero seductor con estas y tambien con alguna que otra senora. -?Quiere que lo extraiga yo?-, le pregunto Victor. -No..., prefiero que lo hagan mis hombres, ellos tienen mas experiencia, si os apartais podremos comenzar. Tras un largo y laborioso trabajo, bajo la tenue luz de las antorchas, los arqueologos prestaban su paciencia al convencimiento de que estaban ante algo digno de ser estudiado, muy poca atencion habia sobre las cuevas de Altamira, tenian todos los permisos en regla para trabajar alli, y estos podian hacer cuanto les diese la gana en aquella magica y espectacular cueva. La noche se les vino, no era facil desenterrar en la piedra un objeto tan fragil como las alas de una mariposa, danadas con el paso de los siglos, y utilizando tan solo unas escobillas de puntas metalicas. -Creo que hoy va a ser dificil que lo podamos extraer-, decia Fred, -tal vez debieramos descansar hasta manana. -Usted es quien decide senor-, le respondio la joven emocionada con todo lo que se hallaba en las cuevas. -!Vamos a recoger todo y manana se proseguira donde lo hemos dejado!-, exclamo a sus operarios. Todos abandonaron el trabajo, la voz de Fred retumbaba en las paredes y se podian escuchar caer gotas de humedad al fondo en la oscuridad de la agonica cueva, de hecho, ese bulto estaba en el rincon ultimo, donde se supone que los antepasados usaban para dormir debido a la poca altura del techo de la cueva en esa zona. -?Le apetece cenar esta noche conmigo?-, pregunto el ingles a la joven, -en mi tienda dispongo de todo para su comodidad. Camila miro timidamente al hombre, luego un poco nerviosa miro a Victor, el cual estaba cerca de ellos, -no creo que sea apropiado para una mujer soltera. -Unicamente se trata de mantener una conversacion... no veo nada mal intencionado en ello, me gustaria conocerla un poco mas-, le hablo en tono seductor. -Entonces podriamos cenar los tres juntos-, respondio sujetando del brazo al hispano. Eso no gusto a Fred, de hecho, se le pudo notar en sus gestos, pero como iba a poder decir ahora que no, -claro…, cuantos mas seamos mejor-, dijo. Se alejo de ellos direccion a su tienda, los otros dos arqueologos se quedaron rezagados, -no debiste decirle eso, no creo que le guste que entre en su tienda-, solto Victor. -Pues que se enfade, somos un equipo y no veo razon para que no pueda cenar con nosotros. -Yo pienso que para el si que la hay…, no soy mas que un incordio entre vosotros. Ella se sonrojo, no porque tuviera nada con Fred, sino por el simple hecho de escuchar a Victor hablar de posibilidad de encuentro sexual con un hombre. -No hable asi, nada hay entre Fred y yo..., es un magnifico arqueologo, pero al igual que lo sera usted. -La conozco desde hace poco tiempo, pero es usted muy amable y me gustaria... que si fuese posible nos tutearamos-, le dijo. -?Como voy a hacer eso?…, en mi familia siempre se ha hablado con respeto, no puedo tutearle-, respondio sonriente y un poco menos sonrojada. Durante la noche, en la tienda de Fred, cenaban los tres con una vacia conversacion, podia notarse la tension entre quien no queria estar alli, quien no deseaba que alguno estuviera alli y el poco tiempo que hacia que se conocian, a veces era el silencio quien gritaba. -?Y pertenece usted a la familia de los Storm de Londres?-, le pregunto el ingles. -Mi padre es Alva Storm, hijo del dueno del mayor banco de Inglaterra, pero no me gusta nada que se me relacione con eso-, respondio. -No la entiendo, con una de las familias mas reputadas del pais, no comprendo que esta haciendo usted aqui, manchandose las ropas y las manos con tierra. -Hay pasiones que no entienden de logica..., usted deberia entenderme. -?Yo?, mi padre era herrero, muchas veces use el martillo, pero deseaba salir de ese trabajo tan duro y monotono..., esta fue mi unica alternativa y ahora me alegro por haberlo hecho. -Pensaba que lo suyo era mas vocacional-, le dijo Victor. -Al principio si, pero cuando has encontrado tantos tesoros y tantos reconocimientos, ya no es lo mismo. -Pero si es usted muy joven-, le dijo Camila. -Tengo ya treinta y seis anos…, ?joven?, llevo treinta trabajando, no en la arqueologia, pero trabajando…, solo quiero parar y disfrutar de lo que he conseguido-, decia. Miro a la joven, -y sin duda disfrutar de la compania de una senorita… tal vez se refiera usted a eso cuando dice que hay pasiones que no entienden de logica. Ella se sonrojo y le desvio la mirada, -es tarde..., creo que me voy a retirar. -Es cierto, muchas gracias por la cena y el vino-, dijo tambien Victor, -yo la acompano a su tienda senorita. -Buenas noches-, les dijo el ingles sin levantarse del asiento, algo poco habitual en un hombre al retirarse una mujer de la mesa. Victor y Camila salieron bajo un manto de estrellas, la noche era silenciosa, junto a la tienda de Fred, se encontraba la de Victor y un poco mas alla, la de la arqueologa en una extension pequena de terreno que mantenia la horizontalidad en el terreno, detras estaban las de los operarios. -?Cree usted que se ha molestado el senor Smith por no responderle?-, le pregunto la joven a Victor. -Creo que se ha molestado por otros motivos... es usted una joven muy bella y Fred es un hombre... como decirlo. -?Lanzado? -Bueno mas o menos... a mi no me gusta interferir en la vida de nadie, pero tenga cuidado con el. -No se preocupe por nada, soy una mujer con las ideas claras. -Me gusta que sea asi, pero el amor ciega... creame. -Buenas noches, gracias por acompanarme y por sus palabras. -Buenas noches... que descanse-, le dijo. Ella entro en su tienda y el joven se retiro a la suya, el dia habia concluido. La luz que entraba a traves de la tela beige de la tienda, dibujaba sus formas en el cuerpo bien vestido, con las prendas del sueno, de Camila. Esa claridad molesto en sus cerrados ojos, era la hora de levantarse y seguir con el trabajo, no sin antes tomar una buena taza de te caliente, era finales de otono y ya refrescaba bastante. Nada mas salir de su tienda, la mujer se dejo llevar por el fresco de la soleada manana en un enclave tan maravilloso, Camila sonaba desde pequena con la historia, con encontrar ese eslabon perdido que nos une a los mas primitivos. -Buenos dias-, le dijo Fred sentado junto a los demas, tomando el te y rodeando un pequeno fuego donde calentaban el agua, antes de comenzar con las labores. -Buenos dias, senor Smith…, tengo muchas ganas de ver que contiene ese bulto, apenas he podido dormir. El arqueologo la miro con prepotencia, -no creo que pueda mostrar nada mas maravilloso que esas pinturas de los techos, cada dia estoy mas fascinado con ellas. -Es algo que no le pongo en duda, pero ?no tiene interes por saber que contiene ese objeto? -Hay una gran controversia en si esas pinturas son antiguas o falsas..., debemos acabar con esa idea de inmediato, esto se debe mostrar al mundo como lo que es, y sinceramente no veo nada en particular con ese envoltorio. -Pero usted mismo ha visto con el esmero en que se ha tratado de conservar…, no puede contener algo banal. -Ya hemos recogido muestras de puntas, herramientas e incluso cenizas, lo que a mi realmente me fascina son esas pinturas, mi obligacion es datarlas lo antes posible para que se maraville el mundo. Ella mostro en su rostro la decepcion con la que la habia despertado, no comprendia que le habia hecho cambiar de opinion en la noche, -entonces., ?no va a reanudar los trabajos para desenterrarlo? -Por supuesto que no, ese trabajo lo podeis hacer vos y su buen amigo Victor-, le contesto. Seguramente no le habia caido bien que invitara al joven arqueologo a cenar y mucho menos que le rechazara su proposicion de conversar con ella a solas. -Muy bien senor Smith... puede que luego de que lo hallamos desenterrado no se nos reconozca ni el lugar, ni la fecha, nosotros no tenemos su prestigio y veracidad ante los medios.

  • Seras ceniza por tu belleza (Almas rotas) de Alejandro Riera Guignet

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    La noticia bomba os la cuento esta noche, durante la cena. Y Hector sonrio poniendo cara misteriosa. Judith empezo a morderse las unas. No sabia que pensar de la "noticia bomba" de su novio. Podia ser cualquier cosa. Que le habia comprado un regalo o que era el fin del planeta tierra. Cualquier cosa. Y queria a Hector, es cierto. Aunque fuera un botanico excentrico de pelo revuelto y mirada ausente. Ese era su encanto. Pero, a veces, le parecia que tenia por novio a un marciano de incognito. Era el momento de bajar el marciano a la tierra: --Pero no te olvides de la razon de la cena ?eh? --insistio Judith. --Que si, mujer. A ver si emparejamos a Ana. Yo creo que se van a gustar. --?Y como es David? --Parado, soso y timido. --Genial. Es como Anita, pero en tio. Son tal para cual. Se van a gustar seguro. Hemos acertado. Esto acaba en boda. --?No vas un poco rapido? --Ya sabes como soy. ?Para que perder tiempo? Es como con mis clientes. Si les puedo vender un piso hoy ?para que esperar a manana? --Oye, que es una cita a ciegas, no una venta inmobiliaria. --Lo que tu digas. Aqui hay un inmueble que vender, Anita, y un posible comprador, David. Yo lo veo asi. --Muy romantico, Judith, eres de un romantico que asustas. --Pues no te asustes, que no muerdo --y Judith beso a su novio. Iba a ser un beso largo; de los de pelicula, vamos. Pero fue un beso de cortometraje. Sono el movil. --Es Anita --susurro Judith. --Judith... soy yo... Anita... perdona que te moleste...es que me estoy agobiando --y su voz sonaba temblorosa al telefono. --No te preocupes, dejo lo que estaba haciendo --Judith aparto las manos del botanico que, como dos lianas, ya exploraban sus senos-- ?que te pasa? --Es que soy un desastre... no se que ponerme para la cena. Y el tiempo se me echa encima. --Efectivamente, solo quedan 12 horas. Poco tiempo me parece para escoger unos zapatos -- dijo Judith con ironia. --?Ves como tengo razon en agobiarme? Se me cae la casa encima, es que no puedo --se angustio Ana. --Voy para alla. Esperame en bragas que yo te escojo el vestido. Y Judith colgo a su amiga. --?Que has dicho de bragas? --intervino Hector, interesado de repente. --Frena el carro, amiguito. Esto es solo para chicas. Sesion de vestuario a la vista. Tu ocupate de Romeo. Que encuentre el restaurante esta noche y no se nos pierda por el camino. Nos vemos a las 21h00. Beso. Y Judith dejo su apartamento para socorrer a su amiga. *** Cuando Ana y Judith se bajaron del taxi, los dos galanes ya esperaban a la entrada del restaurante. Hector tenia el pelo un poco menos revuelto y vestia su chaqueta de pana de los domingos. David tenia el pelo engominado y vestia un traje que le iba grande. Era tan flaco como Anita que bajaba del taxi con su vestido de flores y una rebequita. --Os presento a David --anuncio Hector. Judith se hizo a un lado y los dos tortolos se dieron la mano. --Encantado. --Encantada. Y, cosa sorprendente, no se intercambiaron tarjetas de visita. Entrando en el local, Judith, ante el desastre que intuia, susurro a su novio: "ponle salsa a la cena que me parece que a estos les falta sal". Y lo intento. En honor de Hector, hay que reconocer que lo intento. Pidieron los platos y... silencio. Hector rompio el hielo. --?Sabeis como conoci a David? --anuncio--. En un salon de agricultura. Estaba escogiendo abono. Le aconseje el mejor del mercado. --Y el mas caro --anadio David. --Cierto...cierto --siguio Hector un poco azorado-- pero el mejor, sin duda. --?Asi que os conocisteis comprando estiercol? --retomo Judith-- !que gracioso! --?Gracioso? No, para nada, era un buen abono --afirmo serio Hector. --Y caro, muy caro --remacho David. Judith se quedo descolocada. Pero menos que Ana que habia fijado su atencion en la decoracion del local. Unos hablando de la mierda del abono y la otra mirando la lampara. !Habia que hacer algo!, penso Judith. Tenia que vender a Anita como fuera. --Anita, estos ya nos han hablado de su... abono, de sus suenos. ?Cuales son tus suenos? Que David te conozca un poco. --?Mis suenos? No duermo muy bien, me agobio por la noche y tengo pesadillas. Son muy raras ?quereis que os las cuente? Judith salto como un resorte para evitar el desastre. --No, Anita. Son algo intimo, mejor te las reservas para ti. Lo que queria que contaras es lo que te gustaria hacer con tu vida. --Ser locutora de radio --y dicho esto se quedo callada. El silencio lo invadio todo. Judith le hizo gestos de auxilio a Hector, que tardo unos segundos en entenderlos. --Es muy bonito lo de la radio --anadio sin conviccion. --Si --dijo Ana volviendo a su silencio. Judith estuvo a punto de anadir algo sobre el tema, pero prefirio callarse. Se le ocurrio, entonces, una idea luminosa: --Hector ?no tenias una noticia bomba para esta noche? --Efectivamente. Tiene que ver con las migas de pan --y con estas palabras destripo a un inocente panecillo que reposaba tranquilamente sobre el mantel. --Este es el origen de todo --siguio el botanico--. !Se han encontrado migas de pan carbonizado de hace 14.400 anos de antiguedad! ?Sabeis lo que supone? --Yo lo intuyo --dijo Judith con enfado. --Es un descubrimiento memorable !adelanta la fecha del descubrimiento de la receta del pan! --concluyo Hector, radiante. --Memorable, sin duda --apoyo David cogiendo con interes unas migas del mantel. --?Y en que cono nos afecta a nosotros? --grito Judith. Ante su grito se enmudecio no solo la mesa sino el restaurante entero. --Me han invitado al yacimiento en Jordania. Estare unos seis meses. --!O sea que te largas durante seis meses! --estallo Judith-- ?Y esta es la noticia bomba? --Es muy relevante cientificamente --insistio David. --Tu te callas, cono. Que no te enteras. Y acabate el panecillo que has puesto perdida la mesa --y Judith se acodo con rabia--. Vamos a comer, mejor comer !pero hoy como sin pan, asi adelgazo joder! Lo habeis conseguido. Entre todos lo habeis conseguido. Me habeis chafado la noche. 2 Al volver a casa con Ana, Judith lamento su reaccion. --Creo que me he pasado en el restaurante. Si quiere ir a su excavacion que se vaya. Es su profesion. --Es que le quieres y quieres estar con el --la consolo Ana. --Ya... a veces me pueden los nervios. Pero tu eres lo contrario. Tu me calmas. Aunque te he chafado la cita a ciegas. ?Como has quedado con David? --Bien, muy bien. Es muy majo. --Pero ?te ha pedido el telefono? --No, nos hemos despedido y ya esta. Entre nosotras... es un poco soso para mi. ?Nos imaginas a los dos juntos? Judith se imagino la escena al instante. En su mente los tortolitos cruzaban un parque lleno de mariposas mientras los cervatillos aparecian tras los arbustos para verlos pasar. Solo faltaban los siete enanitos. Por lo visto Ana se habia imaginado una escena similar. Y las dos se pusieron a reir al unisono. No podian parar. Es que no podian. --Voy a hacer un pis --y Ana corrio hasta su apartamento. Judith entro unos segundos mas tarde. Con su amiga en el bano espero en el salon. "Todo tan ordenado como siempre", penso. "No como una que yo me se" y sintio remordimientos al evocar su propio apartamento caotico. Ana, al salir del bano, interrumpio sus pensamientos: --... es que no me gustaba el tal David --dijo. --Yo no se de donde los saca Hector. ?Te acuerdas del aeronautico? --?El de los ojos saltones? --Ese, ese... Y se pusieron a reir, de nuevo. --A este paso me quedo para vestir santos --se lamento Ana. --No seas tan tragica, mujer. --No soy tragica. Solo realista. Pero mirame Judith, no despierto pasiones, reconocelo, si acaso un poco de pena. Judith contemplo el cuerpo flaco de su amiga. Pero no dijo nada. --Estoy segura que lo primero en que piensa un chico cuando me ve es en invitarme a un bocadillo. A ver si me cunde algo...--concluyo Ana. --Hombre, las delgaditas estan de moda, mira a Audrey Hepburn. --Ya... como en Desayuno con diamantes. Pues los chicos, al verme tan flaca, antes que los diamantes me quieren dar el desayuno... --Pues yo soy todo lo contrario. Te podria regalar un poco, me sobra por todos lados. --!Ahi esta! Y ?has visto la cara de felicidad que pone Hector a tu lado? !Normal! Tiene donde agarrar. Pero conmigo nada de nada, solo huesecillos y un poco de carne para recubrir el conjunto. Asi no voy a encontrar nunca al amor de mi vida. --Pues yo soy muy cabezona. Y no me gusta verte triste. Te voy a encontrar a tu principe, no lo dudes. Tras una pausa, Judith pregunto con seriedad: --?Sigues con tus pesadillas? Me has preocupado en la cena. Perdona que te cortara, pero no era el momento de que las contaras a todo el mundo. --Si ya lo entiendo... pero es que vuelven mas a menudo, no se por que. Es como si quisieran avisarme de algo inminente, de algo peligroso. Pero son tan confusas… Son dificiles de describir. Son como trozos inconexos de una historia que ha escrito otra persona. Judith miro, preocupada, a su amiga. No le gustaba verla asi. Esos suenos oscuros eran como un muro que la separaba de Ana. Y no podia atravesarlo. Solo podia intentar alejarla de esa angustia. Llevarla a la vida. Buscarle pareja para que fuera feliz. Pero lo de los suenos no podia entenderlo. Ella caia agotada despues de sus jornadas detras de los clientes y se despertaba sin mas al dia siguiente. Ya esta. Dormia en bloque toda la noche. Pero Ana era diferente. Sus noches eran largas, casi eternas. Noches de angustia y de temores irracionales. --Si vuelves a tener tus pesadillas, despiertame. No lo dudes --le propuso Judith. --Es que no quiero ser una carga para ti, bastante haces por mi. Aunque la proxima vez elige a alguien parecido a George Clooney. No tendre ninguna posibilidad, pero al menos me recreare la visual durante la cena. --OK, oido cocina. Para la proxima cita a ciegas, llamar a George Clooney. Y las amigas se miraron con afecto. No habia nada que anadir. --Yo bajo a casa. Estoy rota --dijo Judith. Estaba agotada y agradecio, entonces, que vivieran en el mismo bloque. De la 6a a la 3a planta, sin atascos ni nervios. --Vale... yo tambien estoy cansada. Gracias, por la cena. --De nada, corazon, duerme bien. --Eso hare, sonare con Clooney. Y Judith salio sonriendo del apartamento de su mejor amiga. *** A solas, la sonrisa se helo en la cara de Ana. Habia mentido sobre sus suenos, como siempre. Eran mucho mas aterradores de lo que habia dicho. No podia contarle toda la verdad a Judith. Acabaria por hartarse de ella y abandonarla. Y eso no podria soportarlo. Tenia que esconderle sus miedos, ocultarselos, guardarselos para ella. Que solo la pudriesen a ella, a nadie mas. Nadie merecia vivir el suplicio de otra persona. Ese pensamiento la hizo fuerte unos segundos, pero su fortaleza desaparecio cuando miro el reloj: --Las 2h35. Toda una noche por delante --susurro. Y contemplo de reojo el mayor de sus miedos.

  • El padre de Reyes Ramirez

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    BRUNO Oigo como monsenor Ochoa recita con fervor un pasaje de la Biblia y escucho con atencion. Miro a mis companeros de seminario tan atentos y emocionados como yo. Desde hoy soy oficialmente un siervo de Dios. El fue el que me ayudo a salir del mundo de oscuridad y destruccion en el que me habia sumergido, y a El se lo debo todo. --Estoy tan orgullosa de ti, hijo mio --me felicita mi madre mientras me estrecha en sus brazos. --Lo se, mama. --?Ya sabes a que parroquia te destinan? --pregunta. --Si, el miercoles empiezo en San Jose de la Montana, en el barrio de Chamberi. --Ni que decir tiene que ire casi todos los dias a verte. --No lo he dudado ni por un segundo... Que no te coja de monaguilla --bromeo. El acto termina y el resto de dia lo paso con mi madre. A partir de manana vivire junto al padre Anselmo, en una casa colindante a la parroquia. --Hijo mio... Ya sabes que estoy muy orgullosa de ver en la persona que te has convertido. Eres muy buena persona y te mereces ser feliz. Una punzada de dolor me sacude al recordar mi pasado. --De momento me conformo con verte feliz a ti. Eso es todo lo que necesito --digo en voz baja. --Pero, carino... Lo que paso, lo que hiciste... --No quiero hablar de eso, mama. Todo termino. Hoy es el primer dia de mi nueva vida. Me mira y veo la tristeza reflejada en su rostro. Ha soportado mucho dolor. Por el, por mi... --?Me haces una de tus tortillas de patatas con cebolla? --pregunto para cambiar de tema. --Claro que si, una tortilla de seis huevos marchando. La veo salir del pequeno salon. Abro la puerta del balcon y salgo a tomar el aire. Estamos a principios de mayo y el calor comienza a sentirse en Madrid. Miro los edificios de enfrente, me empapo del que ha sido mi barrio durante veintiseis anos. Mis primeros anos de vida, inocente sin ver el monstruo que vivia con nosotros, mi ninez marcada por el miedo, tomando ya conciencia de ello, mi juventud en la que la rabia y la frustracion hicieron acto de presencia... Todo ello debe quedar atras, en mi nueva vida como sacerdote no hay sitio para ese Bruno. Ahora soy un hombre, un hombre con fe y principios, un hombre que va a empezar a ser feliz. El martes hago el traslado a mi nueva casa. El padre Anselmo lleva toda la vida como sacerdote en la iglesia de San Jose. Pronto se jubilara y yo sere el parroco oficial. --Deberias ir al supermercado a por provisiones --me dice--. Mi alimentacion de octogenario no es la que necesita un chicarron joven y fuerte como tu. Yo sobrevivo a base de acelgas, hijo. --No hay problema, padre --cojo un par de bolsas para la compra--. ?Necesita algo? --No, la hermana Herminia me ha dejado hecho pure de verduras para un par de dias. --De acuerdo, vuelvo enseguida. Llego al Carrefour Express que hay al girar la esquina y voy estanteria por estanteria llenando el carro de compra. Una vez en la cola de la caja, un par de chicas que hay detras de mi cuchichean. --Madre mia, ?en serio ese tio es cura? --dice una de ellas--. Vaya desperdicio de hombre, con lo bueno que esta. Sin poder evitarlo, niego con la cabeza divertido. --Ya te digo --anade la otra--. Como si no fuera bastante la cantidad de tios buenos gais que hay, ahora solo falta que tambien se hagan curas... Madre mia, esta para ir a confesarse todos los dias. La cajera parpadea confundida al ver mi alzacuellos tambien... --Son cuarenta con doce, padre --dice mientras se pone roja como un tomate en cuando le dedico una sonrisa. Salgo del supermercado y pienso en lo que hubiera hecho el antiguo Bruno: follarse a las tres a la vez. Niego contrariado al recordar esa oscura etapa de mi vida. Esa etapa de sexo y alcohol sin limite. Esa etapa en la que estuve a punto de perder lo unico que me importaba realmente en la vida... Quiza mi belleza vaya a ser un handicap para que la gente me tome en serio, para que la gente vea que soy un sacerdote como cualquier otro. Un siervo de Dios. Decido no pensar mas en eso. Llego a mi nuevo hogar y sonrio feliz cuando guardo la compra: esta es mi nueva vida. Aqui voy a empezar una nueva vida siendo quien he decidido ser. CAPITULO 2 MARA Que pesadito esta mi padre. Sinceramente, no se si ha sido buena idea ponerme a trabajar en el bufete familiar. Mi padre me controla cada paso que doy, y mi abuelo se comporta mas como el tipico abuelete entranable y orgulloso que como el dueno de uno de los bufetes de abogados mas importantes de Madrid. --Mara, a mi despacho --me llama por tercera vez en lo que va de manana. Pongo los ojos en blanco consciente de que lo hago porque no lo tengo delante. Me levanto de mi silla y me arreglo el traje chaqueta negro antes de dirigirme al final del pasillo, donde se encuentra el despacho de mi jefe, vamos, de mi abuelo. Llamo con los nudillos un par de veces a la robusta puerta de madera maciza. --?Se puede? --pregunto. --Pasa, Mara --dice levantando la vista de los informes que tiene en la mano--. Sientate. Tomo asiento en uno de los sillones de cuero blanco que hay delante de su majestuosa mesa de roble. --Tu diras... --Estoy realmente impresionado por el trabajo que has hecho estas ultimas semanas --dice, y puedo ver el orgullo en sus ojos. --Gracias, abuelo. --El consejo de administracion esta de acuerdo conmigo en que ha llegado el momento de empezar a darte casos en solitario. Temo que el pecho va a explotarme de la emocion que siento. Despues de tantos anos de carrera y de algun que otro master ha llegado el momento que tanto he sonado. --?De verdad? ?Lo dices en serio, abuelo? --pregunto rodeando la mesa para darle un abrazo. --Pues claro que hablo en serio... Vas a ser una gran abogada, lo llevas en la sangre --dice lleno de orgullo. --No se que decirte... Estoy tan contenta. --Solo dime que no me vas a defraudar... Con eso es suficiente. Lo miro y veo como sus ojos brillan llenos de emocion. --Eso no pasara jamas, te lo prometo. Cuando acaba la jornada laboral decido llamar a Cayetana, ella es mi mejor amiga y quiero darle la noticia. Ya no voy a ser ayudante, ahora voy a llevar los casos yo sola. Quedamos en El Temple, una cerveceria cercana al barrio Salamanca, donde ambas vivimos con nuestros padres. --!Que orgullosa estoy de ti! --me abraza--. !Vas a ser la mejor del bufete! --!Eso es mucho decir estando mi padre y mi abuelo! --rio divertida. Despues de beber un par de cervezas, nos despedimos con la promesa de vernos el fin de semana para poder celebrarlo como toca. Caye esta en el ultimo curso de Ingenieria de caminos y tambien esta deseando de trabajar en la empresa de su padre. Cuando llego a casa, veo a mis padres viendo la television en el salon. --Carino... --dice mi madre mientras se levanta para darme un beso--. Me lo acaba de contar tu padre, enhorabuena. --Gracias, mama. --Ya veras como vas a hacerlo genial. Le dedico una amplia sonrisa mientras asiento con la cabeza. --Voy a ducharme --digo. --Andrea ha dejado la cena preparada antes de irse, no tardes --dice sentandose de nuevo al lado de mi padre, que no ha quitado el ojo de la pelicula policiaca que estan viendo. Me dirijo a mi habitacion y preparo mi pijama de Minnie Mouse limpio. Voy a la ducha y dejo que el agua caliente y el atrayente olor a vainilla del gel de bano me relaje. Una vez duchada y con el pijama puesto, salgo de nuevo al salon. En la cena sigo siendo el centro de atencion. Los tres estamos emocionados y expectantes por el que vaya a ser mi primer caso. Mentiria si dijera que no estoy nerviosa ante el reto... Solo tengo veinticinco anos, pero soy consciente de mi potencial. Mi madre recuerda con nostalgia su primer caso. Ella tambien es abogada, sin embargo, lo dejo todo en cuanto me tuvo a mi. Muerta de sueno y de cansancio, decido ir a leer un rato a la cama. Apenas comienzo el tercer capitulo del libro que he comenzado a leer caigo en los brazos de Morfeo.

  • Hazme sentir (Cronicas Del Deseo 1) de Katia Garmendia

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    El best-seller del que todos hablan, pero nadie quiere admitir que ya leyo.

  • Morir en Primavera de Ralf Rothmann

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    <> Rothmann rememora el final de la segunda guerra mundial, en febrero de 1945, cuando el ejercito aleman esta a punto de sucumbir ante la ofensiva aliada. Los estragos de la guerra son visibles en todo el pais. Walter y Friedrich, dos amigos de diecisiete anos que trabajan en una vaqueria, creen que nunca seran llamados a filas y trazan planes para el futuro. Sin embargo, acabaran siendo reclutados por las tropas nazis y asistiran al caos provocado por la desbandada del ejercito aleman. Aclamada como una de las obras mas importantes de la ficcion contemporanea alemana, Morir en primavera es una emocionante novela en la que la inocencia y la culpa, la libertad y el destino, la amistad y el deber, son conjurados en un estilo limpio y contenido.

  • La trampa de la inteligencia de David Robson

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    Las personas inteligentes no solo son tan propensas a cometer errores como todo el mundo, sino que son incluso mas proclives a incurrir en ellos. Repleto de vanguardistas investigaciones, analisis casuisticos, divertidas historias y consejos practicos, La trampa de la inteligencia explora los defectos inherentes a nuestra comprension de la inteligencia y de la experiencia, mostrandonos como fracasan incluso las mentes mas brillantes y las organizaciones mas prestigiosas.

  • Sangre de barro de Maribel Medina

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    El sorprendente debut de Maribel Medina, una nueva voz femenina del thriller de Espana.

  • Bea da una ultima oportunidad de Erina Alcala

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    Beatriz Angulo, era y habia sido siempre una chica timida, poco habladora e introvertida buena, pequena, de pelo largo y negro, liso y ojos oscuros. Era hija unica de padres de clase media baja. Solia hablar lo preciso y era bastante vergonzosa, ya de pequena. Parecia una nina triste y solitaria y eso que sus padres eran todo lo contrario. Su padre era fontanero y aunque ganaba un buen sueldo, y su madre era costurera, pagaban su casa, y tenian para ahorrar un poco, comida no faltaba e incluso a veces habian ido algunos anos unos dias de vacaciones a playas cercanas. Vivian en unos de los barrios humildes de Sevilla capital. Su padre era un hombre inquieto, y siempre quiso estudiar. Uno de sus hermanos, Mateo, se fue a Nueva York y lo envidiaba, porque habia conseguido ser ingeniero y ahora estaba en un buen puesto de trabajo, aunque estaba soltero. Si no hubiera sido por algo que lo retenia, el miedo a lo desconocido, el tambien se hubiese ido a la gran manzana. Sin embargo, no lo hizo. En cambio, cuando su hija Bea. quiso ser medica tras acabar el instituto y se lo dijo a sus padres, sabian que eran muchos anos y que, sin beca, no podrian darle lo que su hija tanto ansiaba estudiar y habia sacado en la selectividad, la nota de corte suficiente para estudiar medicina y era una pena que no pudiera estudiar o ser lo que habia sonado en la vida y se habia esforzado para ello. Sin embargo, su tio Mateo, que era el tio que mas la queria, pero estaba tan lejos... Era su sobrina favorita, le busco una beca en la universidad de Nueva York para estudiar medicina. Puso su vivienda como si fuera residente en ella, saco toda la documentacion y le pidio beca. Y con mucha suerte, su sobrina pudo irse alli a estudiar. Fue algo inesperado, y fue mas feliz que en toda su vida, saber que podia estudiar y ademas irse lejos a Nueva York, la ciudad donde todo el mundo queria vivir. Bea, esa muchacha timida, con los hombres mucho mas, nunca fue mas feliz que cuando, su tio Mateo la llamo diciendole que preparara su maleta y pasaporte que se iba a la universidad, se quedaria en el campus. Y podria ir a su casa los fines de semana o cuando quisiera, alli estaba el para cuidarla. Ya le daria el las instrucciones y que ya podia empezar y darle fuerte al idioma, aunque ella siempre se le dio bien el ingles, aun le quedaba por aprender mas, y relacionarse para hablar, sobre todo y perfeccionarlo. Asi, su tio la invito a su casa, un mes antes de entrar en la universidad, para que la viera, se hiciera con la ciudad. Y ensenarle todo, tenia algunos dias de vacaciones y la invito. Su tio Mateo, tenia un apartamento de dos dormitorios y un despacho en una de las calles de Manhattan, que a ella le parecio precioso. Le habia puesto en su cuarto una mesa para estudiar y le habia regalado una impresora, un movil y un pc nuevos tambien, asi como materiales para trabajar. Ella lo abrazo, carinosa, y su tio fue con ella a la universidad, a ver los libros del primer semestre del primer ano, ya que se estudiaba por semestres y con el dinero que sus padres le dieron, compro los libros y material de estudio, para cuando tuviera que ir a la universidad, Entraba el dia 1 de septiembre. Todo lo tenia preparado. Tenia una cuenta y sus padres le enviaban todos los meses algo de dinero para sus gastos, pues tenia comida y cuarto gratis en la universidad y en casa de su tio no le dejaba pagar nada. Su tio le enseno la ciudad, y la llevo a conocer casi todo lo conocible en esos dias de vacaciones antes de entrar en la universidad, y Bea estaba encantada y disfrutaba con su tio, al que queria como si fuese su padre. El dia uno entro con sus maletas que su tio le llevo a la universidad. La acompano a la habitacion que le dieron. La compartia con una companera de Dallas, Texas. Era rubia, y preciosa y se llamaba Natalie. Su tio se despidio de ella y le dio sus consejos como si fuese su hija, debia llamarlo todas las semanas y si necesitaba algo, que se lo pidiera, y cuando quisiera ir el fin de semana a casa, tambien y vendria a por ella. Natalie le cayo bien. No era como ella de timida, pero tampoco era una chica dicharachera, aunque sabia muchos idiomas y el primer dia mientras colocaban la ropa y los libros, pues ambas estudiaban lo mismo e iban a ir a las mismas clases, Natalie le conto casi toda su vida que era mas emocionante que la suya, solapada, monotona, aburrida y triste. Pero con el tiempo, con Natalie y con ayuda de su tio Mateo, las cosas cambiaron, manejaba el idioma, Natalie la ayudo, e incluso ella le enseno a Natalie un mejor castellano y tambien tonteaban con el italiano que habia aprendido Natalie en los veranos. Se convirtieron en las mejores amigas, ellas no se apuntaron sociedades, ni hermandades, se dedicaron a estudiar, a contarse cosas, a salir, a veces pasaban el fin de semana en casa de su tio Mateo y salian por Nueva York. Natalie le conto su historia con Daniel, y Bea, sabia que Natalie tenia dinero, que era una chica rica de Dallas y ella no, pero su amiga, era tan generosa que cuando salian siempre pagaba y Bea no queria. --No seas tonta Bea, eres mi amiga del alma, nunca he tenido una amiga como tu. Seremos amigas para siempre, y trabajaremos juntas, ya veras, te quedaras aqui, te buscaremos trabajo. --!Ojala! !Me encanta Nueva York! --Quiza nos vayamos a Texas... --Pues a Texas... Y pasaron los anos y el ultimo curso de estudio se fueron de intercambio a Espana. Se quedaron en casa de Bea y sus padres se portaron bien con Natalie. Natalie les pasaba una mensualidad por quedarse en casa, pero la madre de Bea, lo guardaba para su hija, no queria nada, pero Natalie insistia, porque sus padres, le pasaban el dinero para ello y preferia quedarse en casa de Bea que en una residencia de estudiantes o en un piso. Su tio Mateo, por el contrario, la echaba de menos, despues de todos esos anos de tenerla alli. Y sabia que tardaria en volver a verla. La llamaba todos los meses para ver como le iban las practicas. Hubiera querido que se quedase alli con el, pero era imposible. Al menos habia cumplido su objetivo de ser medica. Sin embargo, Bea, por su parte, sabia que ya no volveria tras las practicas, que su amiga Natalie en cuanto terminara las suyas en el Virgen del Rocio de Sevilla, el hospital que ellas pidieron aconsejadas por Bea, porque Natalie queria ir donde ella vivia, se volveria a Estados Unidos y se quedaria sola sin amiga y como siempre. Y eso le produjo una gran tristeza. Volveria a su vida monotona y gris. Se le acababa su historia feliz y la echaria mucho de menos. Era su hermana del alma, porque no tenia hermanos. Como Natalie. Y a los 24 anos, terminado sus estudios, Natalie se fue a Dallas, y se hizo cirujana en los dos anos siguientes, y Bea, ya no podia estudiar mas, se quedo como medica de medicina general, pero, no se olvido de ella, jamas y mantenian el contacto por email, por Skype, pero ya no era lo mismo. Natalie la veia triste. Bea encontro trabajo en una clinica en Sevilla, y dos anos mas tarde, cuando cumplia 26 anos, Natalie la llamo, le tenia un trabajo en el Randolph hospital AFB, cerca de una base aerea de Randolph, a una hora de Austin, Texas, donde ella llevaba ya trabajando casi dos anos, terminando la especialidad de cirugia. No se habia olvidado de ella y en cuanto quedo una vacante de medicina general, hablo con el director y este le daba 10 dias para incorporarse. Y fue la unica vez que ella hablo con su tio Mateo de nuevo en serio y este la animo a que se fuera a Texas. Y ella se lo dijo a sus padres y se fue, con lo que habia ahorrado esos dos anos de trabajo en la clinica, y lo que Bea le habia dado a su madre en el intercambio dos anos antes y que su madre se lo tenia guardado. Todo fueron carreras y documentacion de nuevo en esos dias. Despedirse del trabajo, de sus padres, sacar pasajes, preparar maletas... Por su parte, Natalie se habia hecho amiga de una enfermera de Austin, Brenda, una pelirroja alta y guapa, extrovertida, por las que babeaban los chicos, que tambien trabajaba en el hospital y le hablaba maravillas de lo buena que era Bea, y ya eran como las tres mosqueteras sin conocerse Brenda, Bea y ella misma Natalie. Bea llego muerta a Randolph, ya su amiga, le habia alquilado un apartamento cerca del hospital, de un dormitorio, como tenia ella y Brenda. Y cuando llego, Bea, le pago lo que habia adelantado. Y se incorporo a su casa y al hospital. Y le cayo muy bien Brenda y Natalie no podia ser mas feliz con sus amigas del alma. Llamo a sus padres, a su tio Mateo y les dijo que aquello era precioso y que le gustaba, que les iria contando. Todo a la carrera porque le habia dado diez dias para incorporarse el director, con el que tuvo una entrevista. La contrato y al dia siguiente empezo a trabajar. A las dos semanas Bea, ya se habia hecho a su trabajo, Habia pintado su pequeno apartamento y se habia comprado un pequeno despacho para el salon como sus amigas. --Tenemos que ir a Austin un dia a celebrar que Bea esta en el hospital. ?Nos vamos el fin de semana que viene? --Dijo Natalie --Si, si no tenemos ninguna guardia… --Yo no tengo --dijo Bea. --Pues nos vamos, venga, una habitacion triple, si encontramos chicos, que tengan ellos las habitaciones para nosotras, si quieren sexo. --!Como eres Brenda! --le decia riendo Natalie. --!Jo, quiero un chico guapo ya!, tenemos 26 anos. Y nada de nada, desde hace... ni me acuerdo ya. Se me va a oxidar --y las otras se reian. --Esta bien, nos vamos, me llevo mi coche, --dijo Natalie. --Vale, en el siguiente me llevo el mio --dijo Brenda. --Cuando pueda me compro uno. Ahorrare lo de las guardias para ello. --No te preocupes, Bea, hija, si llevas apenas dos meses trabajando. Tienes tu piso, bonito y lo has pintado, nuevo, y todo, eres una trabajadora nata. Y ademas el director me ha dado las gracias por recomendarte. --?Si? --Si, eres buena, mujer. --!Que bien! --Pues ya esta, a divertirnos, a comprarnos algo, bikinis, hace calor, y un par de vestidos nuevos por si salimos y sandalias, maquillajes y perfume. --Me voy a gastar el sueldo, nunca ahorrare --dijo Bea riendo. --Ya ahorraras mujer, no te quejes. Vamos al centro comercial, alli encontraremos gangas. Y se compraron ropa. Y el viernes reservaron un hotel en Austin.

  • En el calor de tus brazos de Lori Foster

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    Un prometedor luchador de artes marciales mixtas queria algo mas que una noche con una mujer que huia de su pasado.

  • Mi error fue amar al principe. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez

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    El mundo de Mariana Enriquez no tiene por que ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insolita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imagenes que jamas conseguira sacarse de la cabeza. Las autodenominadas <>, que protestan contra una forma extrema de violencia domestica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las unas y las pestanas, y otra que intenta ayudarla; los anos de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo seran hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenia nueve anos; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de si mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policia o un guia turistico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando asi en el peso de la culpa, la compasion, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosimil. Mariana Enriquez es una de las narradoras mas valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier pais o lengua. Mariana Enriquez transforma generos literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la cronica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raices, las llamas y las tinieblas de toda existencia.

  • El diablo de Milan 3, Prueba de Amor de Cathryn De Bourgh

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    Muchas cosas habian cambiado eso dias. Lucio acababa de descubrir que su primo loco era quien estaba detras del acoso que habia sufrido Varina y eso lo llenaba de una mezcla de pena y rabia. No podia creerlo, a decir verdad. El hermano de Giovanni, Tadeo, lo habia llamado para pedirle perdon. --Lo siento mucho, jamas crei que mi hermano fuera capaz. Te juro que de haber sabido... --Esta bien, no es tu culpa. Valenti ya estaba harto de toda su familia a esa altura. Bromas pesadas, intrigas, mentiras... --Lo lamento ?si? Pero creo que es injusto que vaya a la carcel, el esta enfermo Lucio. Tu lo sabes bien. Lucio suspiro. --Si que lo esta, pero el juez ha dicho que era consciente de lo que hacia. Es imputable, ?entiendes? Plenamente responsable de sus actos. Tadeo emitio un sonido a traves del telefono. --Pero tu sabes que no lo es, que si hizo lo que hizo fue porque estaba enamorado de tu esposa. Es una locura amorosa, una enfermedad, no puedes dejar que por eso... --Bueno, yo no soy el juez Tadeo, ?lo olvidas? Y es mi esposa, si fura tu esposa no estarias tan tranquilo de quitarle la pena al hombre que estuvo acosando a tu esposa y que hizo algo mas que eso. --Si, lo se, te entiendo y te pido perdon pero tu sabes que mi hermano esta enfermo. Lucio se mantuvo firme. No retiraria los cargos ni pediria que se lo considerara "inimputable". No esta vez. Demasiada paciencia habia tenido con ese chiflado. Giovanni no era su responsabilidad. Necesitaban un descanso y ese dia al volver del trabajo le dijo a Varina que irian a Francia antes de lo previsto. Acababa de hacer las reservaciones. Los ojos verdes de Varina se iluminaron. Estaba feliz. Toda esa situacion habia sido tan estresante. Dias despues, viajaron a Paris y recorrieron la ciudad antes de Valenti tuviera que trabajar en el nuevo evento de la sucursal recientemente abierta. Mientras paseaban por la ciudad, Varina recibio una llamada de su tia. Penso que queria preguntarle como iba todo y no se equivocaba pero luego supo que habia otra razon. --Tu padre te envio una carta, Varina. Quisiera que la leyeras, realmente se me parte el alma... --dijo y su voz se quebro. --?Mi padre?--Varina tuvo un mal presentimiento. --Si, el necesita verte con urgencia. Esta enfermo y teme que no le quede mucho tiempo. --?Que tiene? --Creo que tiene cancer pero no dio detalles. Solo que debe operarse de urgencia en unas semanas y antes quiere verte. Necesita hablar contigo, que lo perdones. Se que tu le guardas rencor pero te ruego que vayas a verle. Te hara bien. Por favor. El quiso acercarse si, pero yo me negue porque tenia miedo... tu eras mi nina y queria lo mejor para ti y el era un bohemio, bebia, fumaba y pense que no sabria criarte. Varina se dejo caer en un sillon. --?Entonces lo que mi padre dijo era verdad, tu no querias que me viera? Varina ya lo sabia pero queria saber por que lo habia hecho. --No... no queria--le confeso tia Giuliana--Tu sabes la historia, el no se porto bien con mi hermana y a ti de chiquita y yo lo odiaba. Siempre lo odie y cuando fue a buscarte tuve miedo de que te llevara a Francia y nunca mas pudiera verte. --Si, eso pense... entiendo lo que dices pero no tenias derecho tia, yo queria ver a mi padre. No tenias que alejarlo asi y dejar que creyera que era un malvado. Tu solo me ensenaste a odiarlo por haberme abandonado y ahora que se esta muriendo te sientes culpable. Y yo me pregunto cuantos secretos horribles escondes sobre eso. --Varina no, por favor, no digas eso. Lo hice por tu bien, ?que vida habrias tenido en Paris? El vivia para su arte, para beber, habrias terminado embarazada a los quince anos viviendo con algun pintor mediocre o algo peor--estallo su tia. --Bueno, eso es lo que tu imaginas. En realidad no lo sabes porque nunca paso y ademas, yo me habria quedado viviendo contigo tia Giuliana, pero tambien necesitaba ver a mi padre de vez en cuando no que le cerraras la puerta en la cara y me apartaras de el y luego me hicieras creer que nunca le importe un rabano. Varina lloro, no pudo evitarlo y Valenti se acerco furioso y le dijo a su tia por telefono que no era justo que hiciera eso. --Su sobrina esta embarazada y no puede estresarse, debio esperar para esto o hablar conmigo primero. --Lo siento mucho Lucio, de veras pero esa carta... el padre de Varina esta muy enfermo y quiere verla. Tenia que decirle. --Esta bien, entiendo... no es una situacion sencilla. Por favor, envieme la direccion por mensaje para ir a visitar a su padre. No se si Varina querra ir pero estamos a un paso de Paris. --Esta bien, si lo hare. Disculpa Valenti, no quise angustiar a Varina pero todo fue tan inesperado y cuando vi esa carta mori de angustia. Valenti penso que parecia un desproposito. Primero su primo loco habia estado acechando a su esposa y ahora el padre de Varina enviando un S.O. S desde Paris. Todo conspiraba contra su tranquilidad, demonios, parecia que queria sabotear su pequena luna de miel. Varina quedo muy afectada y el furioso por esa llamada tan inoportuna. --Escucha preciosa, no tienes que decidir nada ahora, no es el momento. Olvida lo que te dijo tu tia, ?si? --Pero ?como crees que me siento? Me llama para decirme que era verdad, que mi padre me busco y ella lo nego, dijo que nunca se preocupo por verme ni nada. --Bueno, pero no es tu culpa. --Me han mentido, siempre me han mentido para que no viera a mi padre, no querian que viajara a Paris, quisieron convencerme de que no fuera. --Y tu padre pudo insistir. --El esta muy enfermo Valenti, me necesita. No puedo ignorar ese llamado. --Varina, ten calma ?si? Tranquilizate. Si quieres te llevo a ver a tu padre manana pero no pienses tanto en esto, ni dejes que te afecte. Y creo que no seria buena idea que te enfrentaras ahora con esto. --Tengo que hacerlo, no puedo esperar, si esta grave y quiere verme, debo ir. La cara de Valenti era un cuadro. Estaba furioso. Sus familiares parecian confabulados para arruinar su segunda luna de miel. El taller Varina entro en la casa de su padre en Sacre Coeur al dia siguiente, temprano en la manana, el la esperaba y nada mas entrar en la casa vio el retrato de una nina rubia descalza y se emociono. Diablos, era ella cuando tenia dos o tres anos, con rulos y cintas rojas, caminando por la casa en la que nacio con una muneca de trapo bien sujeta del brazo mientras miraba al pintor con cara de sorpresa. Su padre la habia pintado y parecia estar viva y atrapada en algun recuerdo de infancia. --?Eres tu, preciosa?--pregunto Valenti al ver ese cuadro mural. Ella sonrio y asintio despacio. Su esposo sonrio. --Mi amor... Pareces una de esas ninas antiguas de comienzo de siglo-- senalo mientras se acercaba para verlo mas de cerca--Que hermoso retrato, deberiamos tenerlo cuando compre una casa de fin de semana, preciosa. Estaba lleno de retratos y Valenti dijo que tal vez podria convencer a su padre de que le obsequiara uno. Etienne Dumont, el pintor y padre de Varina aparecio de pronto en el umbral y sonrio emocionado al ver a su hija. No podia creer que estuviera alli, su anterior encuentro habia sido tan triste. --Varina... Gracias por venir, pense que... Se abrazaron y luego Varina le pregunto como estaba. --Estoy bien. Un poco cansado pero... no queria dejar pasar el tiempo. Necesito hablar contigo con calma, decirte lo que paso. Porque no quiero irme con este peso en el corazon.

  • A dos centimetros de su piel (A dos 2) de Dulce Merce

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    Tras conocer la historia de Rodrigo y Mena en A dos milimetros de su boca, sus vidas
    siguen adelante. Unas canas por Madrid, charlas interminables con sus mejores amigos, videollamadas con su novio... Parece que todo marcha sobre ruedas para nuestra querida Jimena, hasta que siente que algo no acaba de encajar; que algo no va bien. Pero, si su relacion con Rodri va viento en popa, si se siente arropada por Silvestre, si el cuerpo de baile baila mas que nunca, ?que es lo que falla?
    Jamas sospecharia que Carmen, su mejor amiga, oculta un secreto. Algo que no ha compartido con nadie, ni con su hermana, ni con su mejor amiga; algo que hara tambalear los cimientos de su amistad para siempre...
    !Que no! !Que es broma! Aunque a lo mejor se lleva alguna colleja cuando se entere de lo que ha estado haciendo a sus espaldas.

  • Las caidas de Sara (Sara Summers 2) de Susanna Herrero

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    Bum bum bum. El corazon de Sara late desenfrenado. El castillo de naipes que con tanto cuidado ha construido a su alrededor cae sin remedio. Los sentimientos que creia conocer comienzan a desdibujarse, y los que creia controlar se escapan, sin previo aviso, de su control. Aun asi, la vida le va a ensenar que es mejor un corazon descontrolado, un corazon indomable, a uno que deja de latir. Un acontecimiento inesperado y espeluznante provocara que Sara, Oliver y Adam se vean obligados a replantearse todo su futuro.

  • Extasis de Blanca Moral

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    Adictivo. Peligroso. Danino. Fuerte. Pura droga. Ese soy yo. El extasis hecho carne. Soy el novio que ninguna madre desea para su hija. Pero tambien el polvo de una noche con el que fantasean. Soy Erik Robinson. Ex militar condecorado. Abandonado por mi pais. Motero profesional. Armas, sexo y alcohol. Pero entonces ella se estampo en mi vida. Literalmente. El mejor polvo que he tenido nunca. Pero no era solo eso. Jane era perfecta. Ella tambien buscaba solo un polvo. Ella era capaz de aguantar mis fantasias mas salvajes. Y ella no tenia miedo cuando veia una pistola. Ella no venia detras mio. Pero, ?como no iba a querer mas de su cuerpo? ?Como no iba a caer en la trampa? Nunca habia visto una mujer asi. Nunca habia ido detras de una mujer. Pero no podia evitarlo. Creo que, por primera en la vida, me enamore. Me enamore de su cuerpo. Sus labios. Su lengua. Sus ojos. Su sonrisa. Su pelo. Sus curvas. Pero no solo de su cuerpo. Por primera vez. Me enamore de su valentia. De su fuerza. De su salvajismo. De su amor propio. Ahora solo tenia que salvarle la vida, y todo acabaria bien.