• enredos de amor brenda ford pdf - Brenda Ford

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    --!Feliz cumpleanos, hermano! --Angelo me golpea fuerte en la espalda--. Treinta y cinco anos. ?Quien lo hubiera pensado? No creo que ninguno de nosotros creyera que vivirias tanto tiempo. --!Tio!, --Salta mi hermano menor, Nelson--. No seas tan insensible. --?Que? ?Por que soy insensible? Solo digo... --Angelo, si no entiendes lo que Nelson esta diciendo, entonces necesitas un golpe, --se une Wesley. Como siempre, cuando estamos todos juntos, acabamos teniendo una discusion de algun tipo. Supongo que eso es lo que obtienes por poner a seis hermanos en una habitacion, por lo que cualquier cumpleanos es una pesadilla. Incluso si es el mio, lo que deberia ser mucho mas digno, ya que hay una diferencia de edad de trece anos entre yo y el proximo en la linea, Oliver. Pero este argumento lo entiendo. Al menos, comprendo el punto de vista de Nelson y Wesley. Este es un cumpleanos particularmente dificil para mi porque nuestros padres tambien tenian treinta y cinco anos cuando un accidente automovilistico los mato hace dieciseis anos, dejandome a cargo de Oliver, que tenia solo seis anos en ese momento. Angelo y su hermano gemelo no identico, Alex, que tenian casi cinco anos. Wesley, que acababa de cumplir tres anos, y Nelson, que tenia dos. Decir que no fue facil seria quedarse corto. El hermano de nuestra madre vino de Inglaterra para cuidarnos por un tiempo, pero aun asi hice la mayor parte del trabajo. Luego, cuando cumpli los veintiun anos, todo recayo sobre mi, incluyendo la gestion de la exitosa compania de marketing de nuestro padre. He estado demasiado ocupado. La vida ha sido una locura desde que puedo recordar. --No importa. --Levanto mi botella de cerveza en alto para callarlos a todos--. No estoy enojado. ?Podemos pasar una buena noche en lugar de causar la misma mierda de siempre? --Si, claro. --Alex me da una palmada en el brazo--. En lugar de meternos unos contra otros, deberiamos estar dandote cana al ser tu cumpleanos. --Eso no es lo que quise decir… --Lo intento, pero por supuesto, nadie me esta escuchando. Ahora tienen un objetivo comun y es atormentarme. Sera mejor que me prepare. --Si, creo que tenemos que hablar de tu edad, hermano, -- Oliver sonrie--. Tu edad y el hecho de que no te hayas asentado. Quiero decir, ?que otro hombre de treinta y cinco anos conoces que nunca antes haya tenido una relacion a largo plazo? --!Porque no tengo tiempo!, --Grito. --El tiempo es una puta mierda. Tienes que conseguirlo. Si quieres encontrar a la mujer adecuada, debes hacerlo. --Bueno, tal vez no he encontrado a la mujer correcta --Me encojo de hombros--. Quiza llegue algun dia. De todos modos, ?por que demonios os importa? --Sabes… --Angelo se une, usando la voz que suele utilizar para causar problemas y que me lleva al limite. Parece que mi intento de quitarmelos de encima no ha ayudado--. Creo que conozco a alguien que es perfecta para ti. Alguien que es lo suficientemente caliente como para que te interese para siempre, pero tambien inteligente para que puedas conversar. --Claro, claro. --Pongo los ojos en blanco dramaticamente--. Y decidiste decirmelo ahora. --Bueno, hay una cosa que usaras como excusa para no salir con ella, pero creo que deberias mirar mas alla de eso, por una vez, y darle una oportunidad a la chica. --?Ella tiene una cabeza extra o algo asi? Vamos, sabes que no soy superficial. --Entonces, ?por que nunca le has dado una oportunidad a alguien? Y no digas que por falta de tiempo. --Alex me guina un ojo. --Me lleva mucho tiempo dirigir la empresa y cuidar de vosotros, bastardos. --Ahora somos todos adultos. Incluso Nelson tiene dieciocho anos. Ya no necesitas cuidarnos mas. Y no olvides que Angelo y Oliver trabajan para la empresa. Sabemos que el negocio practicamente funciona solo en estos dias. No es necesario preocuparte tanto. --Alex, ?quieres parar? No quiero pensar en eso. Solo quiero tomar unas copas y pasar una buena noche con todos vosotros. ?Es pedir mucho? A decir verdad, En estos dias he estado considerando como seria tener una relacion adecuada. He pasado tanto tiempo cuidando a otras personas que no me he cuidado a mi mismo, y seria bueno hacerlo. La idea de tener una esposa y una familia propia es emocionante… pero por otro lado, no he conocido a nadie que encaje en mi vida. No se exactamente lo que estoy buscando, a pesar de la insistencia de mi hermano de que no soy superficial. Es por eso que nunca les digo nada real sobre mi. --Pero no podemos tenerte con alguien como Maria de nuevo. --!Alex, dejalo! Se que se volvio loca y acosadora, pero no volvere a cometer ese error. Se suponia que iba a ser una aventura de una noche, nada mas. --Luego estaban Rebecca y Sally… --Esta bien, gracias. --Resoplo con burla--. No he tomado las mejores decisiones, lo admito, pero se supone que mi trigesimo quinto cumpleanos es una celebracion sobre todo lo que es bueno para mi. Se imagina que no debes atosigarme a menos que te lo pida… --Brad, hablo en serio acerca de conocer a alguien que creo que es perfecto para ti, --continua Angelo--. ?Por que no me das la oportunidad de presentartela? La conoces… --Si fuera tan perfecta como dices y ya la conozco, ?no estaria ya con ella? No estoy completamente ciego para todo. --No, porque siempre vas a por las chicas equivocadas. Mira, Brad, queremos que seas feliz. --Asiente otro de mis hermanos, de acuerdo con la preocupacion de Angelo--. No queremos que te sientas solo, y pretendemos que abras un poco tu mente… --No deseo escucharlo. --Acabo el resto de mi cerveza en un instante--. Dejenme salir a algun lado. No puedo quedarme sentado en la casa y escucharlos dandome esta mierda. --Brad, estas malinterpretando mis intenciones. Todo lo que quiero hacer es ayudar… Pero ya habia salido por la puerta, en direccion al club nocturno, necesitando musica a todo volumen y cerveza como distraccion de esta pesadilla. Aunque ya estoy luchando con mi edad y mi vida, no necesito que mi hermano siga a delante. Incluso si sus intenciones son todas buenas. Una mujer hermosa se contonea hacia mi, haciendo obvio que me desea. Ella tiene ese brillo descarado en sus ojos y se con certeza que podria llevarla a los banos y que tendria mi polla en su boca en un instante, dandome una liberacion muy necesaria… Entonces, ?por que no lo hago? ?Que me pasa? Parece que mi edad y la pequena charla que tuve con mi hermano todavia me esta afectando, jugando en mi mente. Todos mis hermanos tuvieron la oportunidad de trabajar para la empresa familiar cuando llegaron a la edad suficiente, pero Angelo fue el primero en hacerlo. Estaba emocionado de trabajar conmigo. Oliver lo disfruta ahora, pero solo aparecio cuando los tiempos se pusieron dificiles. Yo y Angelo probablemente estamos mas cerca que cualquiera de mis otros hermanos, asi que el me conoce mejor.

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    12 may 2021 — Gracias por comprar este ebook. Índice Capítulo 1 - Brand Capítulo 2 – Ángelo Capítulo 3 – Alex Capítulo 4 – Nelson Capítulo 5 – Oliver ...

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    ©1º Edición Diciembre 2019. ©Brenda Ford Enredos de amor. Precuela de la serie Los hermanos Smith Título original: Twisted love: prequel

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  • Una Navidad Desastrosa de Noa Xireau

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    No hay mal que por bien no venga, o eso decia su abuela. Karla no lo tenia tan claro.

  • Suenos en una botella de Nut de

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    A ver... ?quien quiere salir ahora? --pregunto Mary. Varias docenas de manos infantiles se alzaron con precipitacion, sacudiendose en el aire para mostrar su descontrolada impaciencia. Mary las contemplo henchida de orgullo; el entusiasmo de sus pequenos alumnos de seis anos siempre la llenaba de una satisfaccion profesional que en ocasiones rozaba la inmodestia. --Jason. --Apunto con el menton a un nino regordete sentado en el tercer pupitre de la fila central--. ?Quieres ensenarnos tu dibujo? Jason bajo de la silla ilusionado, tanto que los nervios le hicieron trastabillar y a punto estuvo de caer al suelo. Los otros alumnos celebraron su torpeza a carcajadas. El, luciendo una sonrisa pintada de chocolate, correteo con el dibujo apretujado entre los dedos hasta donde su profesora le esperaba, ignorando feliz las agudas risas. --?Como se llama tu monstruo, Jason? --le interrogo la mujer acuclillandose a su lado. El nino estiro los brazos y mostro su obra a los expectantes companeros sujetandola con ambas manos, tan tensa su pose que el papel amenazaba con rasgarse. --!El Terrible Hombre Brocoli! --anuncio usando un tono grave y tenebroso que pretendia asustar, aunque lo unico que logro fue arrancar mas risotadas infantiles. En el papel, entre pegajosas manchas marrones, se podia apreciar una figura imprecisa, que recordaba vagamente a un ser humano de color verde musgo con cabeza de alcachofa. --?Y que te da miedo del <>? --inquirio Mary, recogiendo detras de la oreja del crio un rizo rebelde de su negra pelambrera. --Mis padres dicen que si no me como todo el brocoli vendra el y me comera a mi --declaro abriendo mucho los ojos y asintiendo con el convencimiento de un erudito. La sonrisa benevolente de Mary no desaparecio, pero tras sus labios los dientes se apretaron hasta rechinar unos contra otros. Los padres, siempre ellos. Necios egoistas que infiltraban en aquellas maravillosas mentes miedos y baldias supersticiones sin querer ser conscientes del dano que sembraban. En honor a esos padres olvidadizos y pateticos, empenados en repetir con sus hijos los mismos errores que sus progenitores cometieron con ellos, cada Halloween ponia en practica junto a sus ninos <>, como le gustaba definir aquel sencillo experimento mas sicologico que pictorico. --Pero no tenemos que tenerle miedo, ?verdad, Jason? --El nino sacudio la cabeza a un lado y a otro con tanta fuerza que le temblaron los mofletes--. Porque los monstruos... --!No existen! --concluyeron los ninos con un grito triunfal y escandaloso. --Por eso no pueden hacernos dano --sentencio Mary, irguiendose con aire victorioso, acogiendo aquellas voces estridentes como el mejor premio a sus esfuerzos. Si de pequena alguien hubiera tenido la deferencia de ayudarla a deshacerse de sus monstruos como ella ayudaba a sus alumnos, quizas su infancia no seria el lugubre recuerdo invadido de sombras e indefinidos temores que era. <>. Durante anos, aquella repetida amenaza domestica la hizo vivir en un estado de aprensivo nerviosismo. Crecio como una nina asustadiza e insomne, que por las noches, al cerrar los ojos, intuia en los rincones de su dormitorio la presencia agazapada de aquel hombre sin rostro que aguardaba alerta para saltar sobre ella justo en el instante en que dejara de ser una nina buena. Un ente de quien sabia, unicamente, que existia para causarle un incierto dano que por desconocido, era aun mas aterrador. --?Quien quiere salir ahora? --pregunto, desterrando de sus pensamientos al Hombre Oscuro, obsoleto fantasma vencido hacia ya mucho tiempo a fuerza de voluntad, y animando a Jason con un empujoncito maternal a regresar a su asiento. De nuevo los ninos apuntaron al techo con sus energicos brazos. Incluso aquellos que ya habian participado mostrando su dibujo se unieron al resto, deseosos de repetir aquel instante de inocente gloria. Y de nuevo Mary, para su disgusto, percibio, al igual que habia ocurrido en cada anterior ocasion, la ausencia de una mano alzada en el ultimo pupitre de la fila junto a la ventana. La nina que lo ocupaba, fiel a su mal habito, no se habia dignado a mostrar el mas minimo interes por lo que sucedia a su alrededor. Mary torcio el gesto. En cada curso, con cada nueva avalancha de ninos, aparecian uno o dos alumnos que, por indescifrables motivos, le inspiraban un frio rechazo, el cual, aun siendo poco profesional, se veia incapaz de remediar. Ese era el caso de aquella criatura introvertida y taciturna. No sabia que detestaba mas de ella, si el pelo encrespado y negro que coronaba su testa siempre inclinada, el rostro macilento y anguloso, los huidizos ojos azules que nunca miraban de forma directa a nadie o la inquietud y repulsa que inspiraba en los otros alumnos. --Lily, ?has hecho tu dibujo? --le pregunto, a sabiendas de que muy posiblemente no habia cumplido con su tarea. Lily no respondio, se levanto sin alzar la vista y, tomando de su pupitre una hoja de papel, camino con pasos cortos y amortiguados bajo la mirada atenta y silenciosa de los demas alumnos. Al llegar junto a Mary se detuvo, los huesudos brazos flaccidos a los lados del cuerpo y la hoja pendiendo de su mano inerte. --?Como se llama tu monstruo? --la interrogo, alzando suspicaz una ceja. --El Hombre que Sonrie --respondio en un susurro. Algunas risitas afloraron entre los ninos. <>, penso Mary, resignada. <>. --?Y por que te da miedo? --continuo, sin mucho interes. --Porque por las noches se mete en mi cama --respondio en una pausada locucion que hizo que todos los ojos se posaran en ella con recelosa curiosidad--. Se sienta encima de mi, me aplasta y me hace dano. Mary percibio la corriente de alarma que, semejante a un latigazo, recorrio el aula. --No te puede hacer dano --se apresuro a corregir Mary--. Porque los monstruos... --!No existen! --corearon los ninos, pero sin el entusiasmo esperado. Lily inclino un poco la cabeza para poder mirar de soslayo a su profesora. --El mio si --musito con voz ronca. Mery no supo si fueron los inesperados golpes en la puerta lo que la hicieron dar un respingo o la vision fugaz de las hondas, dilatadas y huecas pupilas, que eran los ojos de aquella nina. --Senorita Renfield. --La airosa cabeza de la directora asomo tras la puerta--. El senor Myers, el padre de Lily, ha venido a recogerla --anuncio --. Tiene cita con el medico. --Ve a por tus cosas. --No sin cierto alivio, Mary empujo a la nina apartandola de su lado--. No hagas esperar a tu padre --le insto, al tiempo que distraida tomaba la hoja que Lily le tendia--. Ningun monstruo es real. Solo existen en los cuentos --recito examinando con desaprobacion el dibujo--. Por eso no pueden hacernos dano. <>, cavilo con desden mientras contemplaba la torpe ilustracion esbozada en el papel de un hombre alto y por completo calvo, que lucia una sonrisa ancha trazada de oreja a oreja, y que por ojos tenia un par de borrones azul cobalto pintados con exagerado vigor.

  • Alli estaras de Dawn Brower

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    Carly Gallagher no comete errores. Hasta que un dia comete uno que provoca la muerte de alguien a quien queria. Buscaria consuelo en el hombre del que esta enamorada. . . Si el fuese libre para corresponder a su amor.La vida de Phillip Morrison da un giro de ciento ochenta grados en cuanto conoce a Carly. Todo lo que creia ser cierto resulta ser lo contrario. Aun tiene muchas cosas por decidir, pero algo esta muy claro: ama a Carly y tiene que encontrar la manera de que sea suya.El caos se apodera la vida de los dos y, justo cuando parece que podran estar juntos, el destino les presenta otros planes. . .

  • Los lideres comen al final de Simon Sinek

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    Nueva edicion revisada que incluye un nuevo capitulo sobre como liderar a millennials.

  • Gran Best Seller en Estados Unidos.
  • Autor consagrado con alto perfil mediatico (uno de los videos TED mas vistos)

?Por que tan pocas personas dicen "amo mi trabajo"? Imagine un mundo donde todas las personas se levantasen inspiradas y con ganas de ir a trabajar, se sintiesen valoradas durante el dia y regresasen a sus hogares satisfechos. Simon Sinek lleva anos recorriendo el mundo y observando que algunos equipos de trabajo podian confiar totalmente en sus companeros, hasta arriesgar la vida, mientras que otros no importaba que metodologia se aplicara para incentivarlos, eran incapaces de evitar la fragmentacion del equipo. La respuesta la encontro durante una conversacion con un general que dijo que "Los oficiales comen al final". Sinek observo que quienes primero comen son los soldados y al final de la fila se pueden encontrar a los de mayor rango. Lo que resultaba simbolico en el restaurante era basico para la supervivencia en la batalla y en cualquier equipo. Este principio ha funcionado desde las mas primigenias tribus humanas, no es una teoria de management, es biologia y Sinek nos lo demuestra en este libro.

  • Arrancame de la Oscuridad de Isai Flores

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    Atrapados en una ciudad caotica, golpeada por un asesino que esta exterminando a hombres gais, Edgar y Rodrigo tendran que encontrar la ruta de escape, adentrandose en las artes holisticas y paranormales, asi como escuchando a sus instintos para sobrevivir las calamidades de la sociedad, confrontar sus propios demonios, rescatar a sus familias y todavia vivir para contarlo.

  • Segundas primeras impresiones de Sally Thorne

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    Uno de los supuestos beneficios de trabajar en la oficina administrativa del complejo residencial para mayores Providence Retirement Villa es que recibo comentarios sobre todos y cada uno de los aspectos de mi estilo de vida y de mi apariencia, los quiera o no. (No los quiero). Estas son las tres preguntas que siempre me hacen los residentes: * ?Cuantos anos tienes? (Veinticinco). * ?Tienes novio? (No). * ?Por que no? (Los motivos son diversos, y ninguno de ellos les convenceria). --En la vida hay mas cosas aparte del hecho de tener novio --le dije en una ocasion a la senora Whittaker, mientras caminabamos hacia su casa. El suelo estaba resbaladizo por la lluvia, asi que iba tomada de mi brazo--. Estoy justo donde quiero estar, ayudandoles a todos ustedes. --Ruthie, querida, en eso tienes razon. Eres una buena trabajadora, pero los novios son una parte muy agradable de la vida. Yo tuve tres al mismo tiempo en una ocasion. --Entro en la casa poco a poco, con el baston golpeteando contra las baldosas. Justo cuando yo estaba pensando para mis adentros que la habia entendido mal, anadio por encima del hombro--: Se conocian entre ellos, asi que todo iba como la seda. Madre mia, !que agotamiento tenia yo encima! Eres mas guapa que yo en mi juventud, podrias probar a hacer algo asi. Me quede alli, parada en el escalon de la entrada, batallando contra el impulso de hacer varias preguntas sobre lo que acababa de oir; basicamente, mi principal duda era la siguiente: * ?Como? La senora Whittaker tiene ochenta y siete anos, y yo creo que todavia podria ligar mas que yo. Pienso a menudo en aquella conversacion. Mientras Sylvia (mi jefa) esta de crucero, puedo usar su mesa de trabajo y disfrutar de las buenas vistas que tiene. Estoy escribiendoles un correo electronico a los de mantenimiento, y al mismo tiempo estoy lidiando con la oleada diaria de melancolia de las tres de la tarde. Tengo preparado un yogur para este preciso momento. Melanie Sasaki, la ayudante temporal, ocupa en estos dias la mesa que suelo usar yo; lo de moderarse es un concepto que no le queda nada claro, asi que come a las 10:30 y estoy oyendo como le suena el estomago mientras abro mi yogur. De repente, en un arranque desesperado que rompe el silencio, me dice sin mas: --Ruthie, estaba pensando en ti. Yo preferiria que no lo hiciera. --Deja que termine este correo para los de mantenimiento primero, despues hablamos. Si, ya se que parezco una capulla estirada, pero para sobrevivir como directora interina durante los proximos dos meses he intentado establecer una politica de <>. Cuando Sylvia esta aqui, jamas le hablo si esta tecleando... o clicando, o a menos que ella me hable primero. !Hacia anos que no me sentia asi de relajada! --Tendriamos que crearte un perfil para buscar pareja por Internet --insiste Melanie, que seguro que hablaria incluso estando bajo anestesia general. --?Como sabes que no tengo uno? --contesto yo, rompiendo mi propia norma sobre lo de guardar silencio. Esta tomandome el pelo, eso esta claro. Los habitantes de Providence son, por regla general, brutalmente sinceros conmigo, pero siempre de forma bienintencionada. --Ni siquiera tienes una cuenta de Instagram, asi que no eres exactamente de las que se lanzan a conocer gente nueva. ?He acertado? Pues si, ha acertado. Vuelvo a activar los Escudos del Silencio. --Dejame terminar esto, Mel. Hago un cambio en la solicitud que estoy escribiendoles a los de mantenimiento: el ?Se puede saber donde cojones estais? lo reemplazo por un mas diplomatico Tal y como solicite en mi ultimo mensaje. Si, YouTube me sirve para aprender algo de bricolaje, pero hasta cierto limite. Una vez que eso esta enviado, encuentro un documento de Word titulado RUTHIE_PERFIL en mi carpeta personal; segun el historial, no he vuelto a abrirlo desde que lo cree el ano pasado en un extrano momento de soledad, cuando lo de buscar pareja por Internet me parecio buena idea durante unos segundos. Quien sabe, puede que no sea tan descabellado. ?Un util borrador basico de un perfil personal que me ayudara a encontrar a mi hombre ideal? Si no tuviera a Melanie observandome fijamente, lo leeria mas tranquilamente. ?Te apetece que te lleve a casa a conocer a mis devotos padres? Soy un alma muy vieja (24 anos que parecen 124). Solo he visto un pene al natural brevemente, y no me impresiono tanto como para ir en busca de otro (aunque supongo que deberia hacerlo). Busco un alma gemela que tenga paciencia, alguien con quien acurrucarme abrazadita y que me avise si llevo mal abrochada la rebeca. Vivo y trabajo en un complejo residencial para mayores; a este paso, acabare por jubilarme aqui. Vale, la unica actualizacion que le haria a esto es que ahora tengo veinticinco anos que parecen ciento veinticinco. --?Has terminado ya? --me pregunta Melanie, como si fuera mi impaciente supervisora. Yo contraataco despues de borrar las pruebas del delito. --?Como llevas la ficha del nuevo residente que te pedi que metieras en el sistema? Ella frunce los labios, como diciendo <>. --No se por que no quieres aprovechar mi verdadero talento, el que no puedo poner en mi curriculum. --Hace una pausa teatral--. !Hacer que la gente encuentre amorcito del bueno! Si supieras a quien tienes sentada enfrente, estarias aprovechando esta oportunidad sin pensartelo dos veces. No se puede negar que la oferta resulta tentadora cuando ves que una persona esta tan segura de si misma. --Bueno, la verdad es que tienes un monton de cosas en el curriculum. Melanie extiende los brazos por encima de la cabeza. --Estoy viviendo a tope la vida de trabajadora temporal, ya lo sabes. Voy pasando el rato con todos los trabajos hasta que encuentre el ideal para mi. Y lo mismo en lo que a los hombres se refiere. Respondeme a esto sin pararte a pensar: ?estas lista para enamorarte? --Si. --No soy lo bastante fuerte como para contener dentro de mi la palabra, y es humillante la fuerza con la que ha salido mi respuesta. Cada noche, como parte de mi ronda de seguridad, recorro el extremo oeste de Providence para asegurarme de que la puerta corredera que protege los contenedores de basura tenga el candado echado. Si, ya se que nadie quiere robar la basura. Me apoyo en la valla metalica y bajo la mirada hacia las luces de la ciudad... Mi alma gemela podria estar justo ahi, bajo esa luz estrellada en concreto, pero soy demasiado gallina como para ir en su busca, y esa realidad me tiene el corazon que parece un dolor de muelas: si no me ocupo de el pronto, es posible que al final haya que extraerlo de raiz. Cada noche, al revisar el candado, contemplo las luces y le pido de nuevo perdon a mi alma gemela. Melanie esta mirandome abiertamente con tanta empatia que trato de disimular lo mucho que significa ese <>. --A ver, todo el mundo espera encontrar... --Shhh... No, no, no... --insiste hasta que ceso en mi intento de guardar las apariencias--. No te preocupes, voy a ayudarte. Mel ha tenido tres citas como minimo en las tres semanas que lleva aqui, todas ellas en un bar de tapas al que llama <>. Antes de cada una se pone una extension en el pelo (una coleta negra excesivamente larga), y me hace revisarla desde todos los angulos habidos y por haber; ah, y tambien anota los detalles de cada cita, <>. ?Confia en mi para ser su testigo ante la policia? No se hasta que punto deberia sentirme halagada. Consulto el calendario otra vez... Pues si, asi es, solo lleva tres semanas aqui. Quizas deberia aprovechar la oportunidad de consultar con esta profesional tan curtida, es como una electricista para mi vida amorosa. --Bueno, ?que pone en tu perfil? Siempre lleva el movil en la mano, puede abrir la aplicacion sin tener que bajar la mirada. --Mira, yo puse esto: <>. No puedo afirmar de forma categorica que yo descartaria de antemano a alguien por alguno de esos factores. --Pero ?que pasa si resulta que tu alma gemela es alguna de esas cosas? Un... rarito pobreton o... Miro fijamente el platano y el balsamo labial que tengo encima de la mesa. La vida esta llena de variables. El cuello se me esta perlando de sudor bajo la coleta. --No lo sera --contesta Melanie con conviccion--. ?Crees en lo de las almas gemelas? Que sorpresa, no me lo esperaba de ti. --Me observa con cara de <>--. Eres toda una romantica, !que calladito te lo tenias! --No hace falta que me ayudes, lo hare yo misma. Mi intento de dar marcha atras llega demasiado tarde, ella ya ha tomado las riendas del caso por su propia cuenta; despues de pasar a una pagina en blanco de su colorida libreta decorada con purpurina, procede a preguntarme: --Nombre: ?prefieres Ruth o Ruthie Midona? --Ruthie esta bien. Da pie a menos rimas graciosillas. Los profesores solian usarme como fuente de informacion si tenian que ausentarse del aula y se encontraban con un caos al volver (vamos, que para ellos era como la caja negra de un avion), y de ahi salio una frasecita que solian decirme en el colegio: <>. Era la chica que iba a misa y usaba zapatos de tiendas de segunda mano; mis companeros de clase tenian ponis y motos de agua. Melanie tambien esta distraida. --Ah, tengo un mensaje. De cero a diez, le daria un cuatro. Mira, ?lo ves? Un pito. --Me muestra la pantalla y si, en efecto, es un pito. Necesitaria un platano o un balsamo labial para verlo a escala. Ella hace una mueca burlona mientras prepara una respuesta--. Siempre contesto con una foto del pito de una cebra, eso les ayuda a ver las cosas con algo de perspectiva. --Y procede a mostrarme tambien el pito en cuestion. ?Que pito humano mereceria un diez de diez? Me doy cuenta de que esta es la primera pagina de una demanda. Pitos en el lugar de trabajo, Sylvia se pondria furiosa. --Deberiamos trabajar, la verdad es que no tengo tiempo de salir con nadie. --Archivo varios documentos en la A de <>. --Venga ya, claro que tienes tiempo. No entiendo como has aguantado dieciseis anos en este lugar. --?Cuantos anos crees que tengo? --Veo como baja la mirada hacia mi ropa--. Llevo seis anos aqui, Mel. No dieciseis. --No te ofendas, pero yo tengo contrato hasta Navidad y eso ya es una eternidad. Ante semejantes palabras, dichas ademas en un tono de total desolacion, tan solo puedo responder: --Tengo un yogur de sobra si lo quieres. --!Uy, si, por favor! Y ambas hallamos las fuerzas necesarias para continuar. --Tengo veinticinco anos. --No se por que, pero me da un poco de verguenza admitirlo. --!Veinticinco! --lo dice maravillada mientras lo anota--. !Solo tienes tres mas que yo!, ?como puede ser? --Se da cuenta de como ha sonado eso y procede a intentar arreglarlo--. Pero tienes muy buena piel. Solo me refiero a que eres muy madura y tal, dirigiendo este lugar. Voy a usar el formato de perfil que me ha sugerido. --Plebeya poco exigente de veinticinco anos, asi soy y me arrepiento de muchas cosas. Ella suelta una risita y golpetea la libreta con el boli. Sus ojos oscuros me observan penetrantes, con mirada critica. --?Como sabes que eres poco exigente? --Mirame. --No solo es cuestion de apariencia. --Melanie es una persona caritativa. No estoy mal, pero tampoco soy nada del otro mundo--. ?Te gusta que tu chico este encima de ti a todas horas? Mandandote mensajes de texto cada dos por tres, llevandote a un monton de sitios, regalandote cosas... ?Quieres que este obsesionado contigo o prefieres a alguien que te de algo de espacio? --Se da cuenta de algo--. !Uy, perdona! Si no te van los hombres, pues genial tambien. --Pues la verdad es que no lo tengo claro. --Intento explicarme mejor al ver que me mira perpleja--. Me gustan los hombres, pero no se si quiero tenerlo encima a todas horas. (Mentirosa, eso me encantaria). (Bueno, eso creo). --?Como era tu ultimo novio? --Eh... --Lo unico que se me ocurre es que era muy religioso, asi que junto las manos como rezando. Espero que eso sea respuesta suficiente--. Ha pasado mucho tiempo. Ella entorna un ojo con suspicacia. --?Cuanto, exactamente? No puedo responder a eso sin exponerme a una total y absoluta crucifixion. Si esto fuera una pelicula para adolescentes, en este momento se insertarian varias escenas: yo vestida para la fiesta de graduacion durante un baile lento con un Joven Devoto llamado, literalmente, Adam. Pasamos entonces a una escena en la que estamos los dos en una cama individual, parcialmente desnudos; Adam esta de espaldas a mi, los sollozos sacuden sus hombros. Si crees que ese recuerdo no puede ir a peor, a ver que opinas si te digo que: * Mi padre es reverendo. * Adam acudio a el a la manana siguiente para pedirle consejo. * Si, consejo sobre el pecado que habia cometido conmigo. * Pues eso. En cuanto a mi, la tarea de aconsejarme fue trasladada a mi madre, quien me dijo que papa estaba <> por mis <>; al parecer, la decepcion fue tan grande que no hemos tenido una conversacion en condiciones desde entonces, y yo no he vuelto a tomar una mala decision. --Quieres reactivar tu vida social. --Melanie procede a escribirlo en su libreta--. He redactado los perfiles de todas mis amigas y el de mi hermana mayor, Genevieve. Y resulta que mi vestido de dama de honor es de color pistacho, asi me lo agradece. ?Una hermana prometida en matrimonio? Vaya, entonces tiene unas credenciales de peso, pero esto empieza a parecer el comienzo de otra pelicula para adolescentes y no tengo intencion alguna de participar en ella. --No publiques nada sin mi permiso, por favor. --Claro que no. --Se la ve tan sorprendida que me averguenzo de haber sido tan suspicaz--. Crearemos un calendario de actividades para hacer en casa y empezaremos muy poquito a poco, y al final estaras en la Cupula del Trueno con un tipo de lo mas sexi besandote el cuello. No elegiremos al primero que aparezca; para cuando me vaya de aqui, tendras pareja. --!Eso es totalmente imposible! --alcanzo a decir, boquiabierta. --No, no lo es cuando sigues el Metodo de Melanie Sasaki. --Lo escribe y lo subraya un monton de veces--. El Metodo Sasaki, !que bien suena! Parece el titulo de un libro de autoayuda, !podria ser una serie de Netflix! --Ha vendido los derechos a los diez segundos de tener la idea. Ella no es la unica que esta adelantandose a los acontecimientos, yo misma todavia estoy dandole vueltas al concepto ese de los besitos en el cuello y el tipo sexi. Para cuando Melanie haya obrado su magia y se marche de aqui, estare viendo el especial navideno de mi serie favorita, Un regalo del cielo, sentada en mi sofa con alguien que quiere besarme. ?Sera realmente posible algo asi? --Bueno, ?que me dices? ?Te apuntas al Metodo Sasaki? -- Melanie esboza una sonrisa de oreja a oreja--. !Sera genial! --?Me lo puedo pensar? --Digamos que soy una persona que prefiere pensarse bien las cosas. --Quiero una respuesta antes de salir del trabajo este viernes. -- Estamos a lunes. Melanie se gira hacia su ordenador y se pone a teclear. Justo cuando estoy pensando que ha ocurrido un milagro (!esta trabajando un poco!), en mi ordenador suena un aviso: se me solicita que confirme una reunion para este viernes a las cinco de la tarde. ?El tema a tratar? El Metodo Sasaki, por supuesto. Clico en aceptar y, sin mas ni mas, esta conversacion no se da por terminada, tan solo ha sido reprogramada.

  • Seduciendo a todas de Dylan Martins

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    La llegada de John a Manhattan tras dos anos trabajando en Japon en una multinacional, es chocante, sobre todo al volver a encontrarse con sus amigos Brian y Enzo, de los que no sabe nada desde entonces y descubriendo que ya son hombres casados.
    Todo lo contrario a lo que John quiere, su deseo es tomarse un ano sabatico en su vida y su objetivo… seducir a todas las mujeres que se le crucen en el camino, pero sin atarse a ninguna de ellas.

  • La guerra de la infanteria alemana de Jeff Rutherford

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  • No me comas el coco de Manu Ponce

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    Un buen dia te levantas y te encuentras que en el trabajo que tienes desde hace seis anos ya no te necesitan, entonces te entran los peores temores, te cuesta hasta respirar y dejan de sonar todas esas melodias que cada dia te acompanaban. Mire a mi jefe que rara vez estaba ahi, ese dia se habia encargado de aparecer para ponerme el despido sobre la mesa, el finiquito y una excusa de lo mas absurda, todo por no reconocer que mi puesto de encargada se lo iba a dar a su amante, esa chica que llevaba en la tienda un ano, que era su ojito derecho y encima no me tragaba, blanco y en botella, para mi casa de vuelta... --Seguro que pronto encontraras un lugar para trabajar... --Senor Lucas. ?Ve el pasillo de alli, al fondo? --Claro... --Pues por ahi se puede ir a la mierda usted y ella --senale a la chica con la que enganaba a su mujer. Agarre mis papeles, el cheque y sali de alli maldiciendolos. --Eres una desagradecida --murmuro mientras me alejaba. Ni me gire, simplemente le saque el dedo por encima de mi hombro y sali de alli, era lo unico que deseaba, coger aire. Un apartamento de alquiler, un coche viejo y unos pequenos ahorros de mucho tiempo que iba guardando como una hormiguita, mas el finiquito ?Que se supone que debia hacer ahora? No tenia a nadie aqui, mi familia me abandono cuando naci y fui criada por unas monjas hasta mi mayoria de edad que ellas fueron las que me buscaron este trabajo para comenzar a volar por mi misma. Luego estaba mi mejor amiga Esther, nos criamos juntas ya que ella tambien fue abandonada... Trabajo cinco anos en un restaurante, cogio todos sus ahorros y se fue a Australia de empleada en un chiringuito en una de esas playas paradisiacas. El dueno era el hermano de un amigo suyo, un catalan que termino en aquel pais con el bar y una escuela de surf. Esther tenia una de las cabanas de madera de la playa, rosa, era su rincon favorito para tirarse mil fotos y subirlas a las redes. La llame y le comente lo que me habia pasado, lo primero que me dijo: !Vente ya, es la tuya! Me daba terror irme, pero tambien quedarme, la cosa estaba mal para encontrar trabajo y el alquiler lo debia de seguir pagando sola, asi que le dije que me lo pensaria y que le diria algo en breve. Lo bueno es que alli me aseguraba que tendria trabajo. Esa noche me costo conciliar el sueno, pero me dormi convencida de que lo mejor era vender el coche, entregar la casa e irme. Por la manana me levante con otra actitud, incluso con una sonrisa de oreja a oreja, asi que cogi el toro por los cuernos, hable con el propietario que me dijo que no habia problema y que me devolveria los dos meses en fondo que deje, me fui a una compraventa de coches y negocie un precio justo. Me puse a buscar vuelos y encontre uno que salia en unos dias con escala en Bangkok, donde estaria veinticuatro horas y otro vuelo me llevaria a mi destino. Me deshice de muchas cosas personales que done a una familia, solo me iba a llevar mis objetos mas preciados, mi ropa y los complementos. Nada, no le dije nada a Esther, tenia los billetes, las maletas preparadas y unas ganas inmensas de comenzar ese viaje. La verdad es que me iba a lucir, de no haberme subido en un avion en mi vida, ahora me iba a comer trece horas hasta Tailandia y diez hasta Sidney... Estuve los nervios hasta que llego el dia, por fin estaba sentada en ese avion que me llevaria directa al continente asiatico. A mi lado iba un hombre con el que entable rapidamente conversacion y me conto que iba de viaje de negocios. Se llamaba Ricardo, me recordaba a los hermanos Matamoros, frecuentes de los programas de television, asi todo rapado, con un buen fisico y con talante de tipo duro, pero resultaba que era un encanto, ademas necesitaba mantener la mente distraida mientras... --Me cago toda --murmure en alto cuando el avion comenzo a ascender y mi barriga noto un revuelo de esos que te dejan sin saber que decir o hacer. --Tranquila, es uno de lo medios mas seguros del mundo --sonrio y le dio dos toques a mi mano con afectividad, esa que tenia agarrada al reposabrazos como si lo fuera a partir. --Yo quiero que esto pare, me quiero bajar --volvi a murmurar en alto notando como hasta la tension se me venia abajo. --Bueno, creo que eso ahora mismo va a ser un tanto imposible --reia flojito intentando calmarme--. Ya mismo esto se estabiliza y veras que no notas nada. --?Cuanto queda para llegar? --pregunte intentando olvidar esas trece horas que se me harian eternas. --Un poquito, ya quedan diez minutos menos --reia. --No tendras una tableta entera de pastillas de esas para dormir, ?no? Se le escapo una carcajada y nego con la cabeza, ya sabia yo que ni aunque las tuviera me las iba a dar, en todo caso una dosis, pero no me iba a mandar directamente al suicidio. --?Te cuento un truco? --Trato, trato --bromee un tanto nerviosa. --Tomate dos copas de vino y seguramente te mandara a dormir placidamente. --?Y una botella? Puede que me haga dormir las trece horas --lo mire apretando los dientes. --No mujer, puede ser peor el remedio que la enfermedad. --No se, pero yo quiero bajarme de aqui !Si lo se no vengo! --exclame ansiosa perdida. --Ya se estabilizo, no seas exagerada --sonreia. --Yo me quedo en Bangkok, paso de coger al dia siguiente un avion para Sidney, ni de broma. Ni una vez mas !Santo Tomas! --?Y que vas a hacer en Bangkok el dia que tienes libre? --Pues no lo se, la verdad, pasarlo en la habitacion del hotel o irme a conocer un poco de la ciudad. --Si quieres te puedo hacer un recorrido rapido por lo mas importante y que te lleves la esencia del pais. --!Adjudicado! Te contrato de guia, pero te recuerdo que soy pobre, por si no lo sabias, me han despedido del trabajo y nada de ir a sitios caros --adverti riendo. --Tranquila, no tendras que pagar por nada. --No soy prostituta, por si acaso... --Le senale bromeando. --Ni se me ocurriria, podrias ser mi hija... --Mejor no, si me entero de que eres mi padre, sales por la ventanilla del avion, por abandonarme, por dejarme huerfana... --Entonces prefiero no ser tu padre --apreto los dientes. --Ya te digo... --rei un poco mas calmada al comprobar que ya el avion estaba firme, sin seguir subiendo, ya era otra cosa, pero seguia con el mojon apretado en el culo. El vuelo paso de aquella manera, entre intentos de dormir, largas charlas con ese senor que tenia una vida de lo mas interesante, pero resoplo de ver que a veces parecia que las horas no pasaban. Y por fin, a las seis de la manana, hora local de Bangkok... !Aterrizamos! Ricardo salio conmigo y me ayudo en todo, hasta cogimos un taxi que me llevo a mi hotel para descansar y luego quedo en pasar a recogerme antes de la hora del almuerzo, lo ibamos a hacer juntos, al igual que de esa manera pasariamos el dia. Me choco mucho la primera visual de aquel pais donde habia personas por todos lados. Me quede un buen rato en la ventana de la habitacion mientras tomaba un cafe que pedi que me trajeran. Me encantaba la idea de irme con Ricardo a explorar la ciudad, me habia caido genial y, sobre todo, era una persona que transmitia paz. Era como esa figura paternal que tanto habia faltado en mi vida, una persona que se notaba que le gustaba proteger, que da lo mejor de el con esa sonrisa constante que no se le borro en ningun momento de la cara. Me eche a dormir y fue el despertador quien me levanto a la una de la tarde, asi que me duche, me vesti y baje al encuentro de Ricardo. --Estas muy guapa, Carmina --dijo cogiendo mis manos y mirandome, pero sin maldad, desde el carino, se le veia de lo mas respetuoso. --Gracias, Ricardo. Tu tambien estas muy guapo. --Bueno, bueno, gracias por el cumplido --abrio la puerta de un taxi que nos esperaba para que entrara. El se sento delante y fuimos directos a las afueras de la ciudad, un poco lejos, pero decia que ibamos al corazon de lo que mas anoran conocer los millones de turistas que vienen a este pais. Y fue todo un acierto, al corazon del mercado flotante mas impresionante de Tailandia "Damnoen Saduak". Nos montamos en una barca a solas, nosotros y el chico que la iba a llevar. Comenzo a navegar por ese lugar lleno de puestos flotantes y barcas que se nos acercaban ofreciendo frutas, refrescos y cervezas. Ricardo me iba contando la historia de aquel lugar mientras no paraba de agasajarme con lo que iba pillando. Para empezar, una cerveza bien fria, luego frutas y frutos secos tipicos de alli. Me hice mil fotos para ensenarselas a Esther, iba emocionada contemplando toda la belleza de aquel lugar y lo bien que Ricardo me lo relataba todo, se notaba que tenia mucha cultura y, sobre todo, de aquel pais que comenzaba a llamar mi atencion de manera estrepitosa. De ahi nos fuimos a comer a un restaurante a pie de carretera, luego volvimos a Bangkok, directos a ver sus palacios, el Gran Buda, impresionante aquello, me tuve que tapar hasta debajo de los codos con una especie de tul de gasa que me compre antes de entrar, era una de las condiciones para visitar un lugar tan sagrado como ese. Cuando comenzo a atardecer me llevo a la joya de todos los mochileros y visitantes del mundo: Khaosan Road. El ambiente era de lo mas pintoresco, lleno de comidas callejeras, insectos fritos que vendian como si fueran caramelos y demas, hasta me atrevi a probarlos incitada por Ricardo, que los comio conmigo. Aunque me conto que lo habia hecho en numerosas ocasiones y oye, no tenia mal sabor, me daba la sensacion de estar comiendo frutos secos o pipas, estaban muy bien fritos. Me estuvo contando su vida. Se habia quedado viudo hacia un par de anos y nunca tuvo hijos, su mujer lo fue todo para el, habian estado veinte anos juntos y su perdida lo habia hecho sentir que ya no queria mas amores en la vida, solo esperaba un dia a reunirse con ella y tener una vida eterna. Hasta me hizo llorar contando su historia llena de amor, gratitud y mucho respeto por ambas partes, un matrimonio que habia sido plenamente feliz. Nos despedimos esa noche intercambiando telefonos y demas, ademas prometio que, si me quedaba a vivir en Australia, iria un dia a visitarme, cosa que le dije que ojala asi fuera. Ricardo se habia convertido en un amigo en muy poco tiempo, pero se lo habia ganado a pulso. Ese dia me habia pagado todo, no permitio que sacara ni un centimo y no escatimo en gastos, se le notaba que era generoso ademas de una increible persona.

  • Los olvidados de David Baldacci

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    Tenia el aspecto de un hombre temeroso de que esa noche fuese la ultima que pasara en este mundo. Y razones no le faltaban para pensar asi. Las probabilidades eran de un cincuenta por ciento, un porcentaje que podia variar segun como saliesen las cosas durante la siguiente hora. Asi de pequeno era el margen de error. El rugido de los motores de la embarcacion que avanzaba casi al maximo de potencia se apodero del silencio nocturno que reinaba en las tranquilas aguas del Golfo. En aquella epoca del ano, el golfo de Mexico no solia estar tan apacible: era el periodo mas activo de la temporada de huracanes. Aunque en el Atlantico se estaban gestando varias tormentas, ninguna habia formado todavia un centro fuerte ni penetrado en el Golfo. Los habitantes de la costa cruzaban los dedos y rezaban para que la situacion continuara asi. El casco de fibra de vidrio surcaba limpiamente las saladas y densas aguas. Aquella embarcacion tenia capacidad para llevar a bordo comodamente unas veinte personas, pero en esta ocasion eran treinta. Los pasajeros se aferraban con ansiedad a cuanto podian para no salir despedidos por la borda. A pesar de que el mar estaba en calma, una embarcacion que transporta demasiada gente y se mueve a gran velocidad nunca es estable. Al capitan no le preocupaba la comodidad de sus pasajeros; su prioridad era que siguiesen con vida. Con una mano apoyada en la rueda del timon y la otra en las dos palancas de potencia del motor, observo el indicador de velocidad con gesto de preocupacion. <>. Cuarenta millas por hora. Empujo las palancas hacia delante e incremento la velocidad hasta las cuarenta y cinco. Ya casi habia alcanzado el maximo. Los dos motores de popa no iban a conseguir mas velocidad sin un gasto excesivo de combustible. Y en las inmediaciones no habia ningun puerto deportivo donde repostar. Incluso con la brisa que creaba el avance de la embarcacion seguia haciendo mucho calor. Por lo menos, navegando a aquella velocidad y tan lejos de tierra, no habia que preocuparse por los mosquitos. El capitan fue observando a los pasajeros uno por uno; no era un gesto ocioso: estaba contando las cabezas, aunque ya sabia cuantas habia. Ademas, llevaba cuatro tripulantes, armados y encargados de vigilar a los pasajeros. En caso de que estallase un motin, seria una proporcion de cinco contra uno. Pero los pasajeros no tenian subfusiles. Un solo cargador bastaria para acabar con todos, y aun sobrarian balas. Por otra parte, la mayoria eran mujeres y ninos, porque aquello era lo que se demandaba. No, al capitan no le preocupaba un posible motin, sino la hora. Consulto la esfera luminosa de su reloj. Iban a llegar por los pelos. Habian salido con retraso del ultimo puesto de avanzadilla. Y luego se les habia averiado el plotter de navegacion, que durante media hora los llevo por un rumbo erroneo. Aquello era el ancho mar. Exactamente igual por todas partes. No habia la minima porcion de tierra que sirviera para orientarse. No surcaban ningun canal senalizado. Sin las ayudas electronicas a la navegacion estaban bien jodidos, como pilotar un avion en la niebla sin contar con ningun instrumento. El unico desenlace posible era el peor. Sin embargo, habian logrado arreglar el plotter y corregido el rumbo, de modo que el capitan forzo los motores a maxima potencia. Y despues los forzo otro poco mas. Continuo con la mirada fija en el velocimetro, los niveles de aceite y de combustible y la temperatura del motor. Si en ese momento sufrian una averia, seria desastroso; no podrian llamar precisamente a los guardacostas para que acudieran en su rescate. Aun cuando sabia que era inutil, miro al cielo en busca de algun ojo que estuviera observandolos, un ojo no tripulado que los detectase y alertara digitalmente a las autoridades. Si pasaba eso, enseguida tendrian encima las patrulleras de la Guardia Costera. Abordarian su embarcacion, sabrian de inmediato que estaba sucediendo alli y lo meterian en el talego durante una buena temporada, quiza para el resto de su vida. Sin embargo, el miedo a los guardacostas no era tanto como el que le causaban ciertas personas. Forzo la velocidad hasta las cuarenta y siete millas y rogo en silencio que no reventara ninguna pieza vital del motor. Consulto otra vez el reloj y fue contando los minutos mentalmente, sin apartar la vista del mar. --Joder, me van a echar de cena para los tiburones --mascullo. No era la primera vez que se arrepentia de haber aceptado aquel arriesgado negocio, pero estaba tan bien pagado que no podia rechazarlo, pese a los peligros que entranaba. Ya llevaba quince <> como la presente, y calculaba que si hacia otras tantas podria jubilarse en algun lugar agradable y tranquilo de los cayos de Florida y vivir a cuerpo de rey. Aquel trabajo era mucho mejor que dedicarse a llevar palidos turistas nortenos que anhelaban avistar un atun o un pez espada, aunque lo que hacian mas a menudo era terminar vomitando en la cubierta cuando habia mala mar. <>. Observo las luces de navegacion verde y roja de la proa. Proyectaban un extrano resplandor en aquella noche sin luna. Conto mentalmente mas minutos, al tiempo que vigilaba los indicadores del salpicadero.

  • ?Puede Pensar una Maquina? de Alan M. Turing

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    En 1947 Alan M. Turing pronuncio una conferencia ante un auditorio compuesto en su mayor parte por miembros del National Physical Laboratory de Londres en la que intentaba responder a la vieja y controvertida pregunta ?Puede pensar una maquina? Lo expuesto en ese acto aparecio publicado tres anos mas tarde en Mind -- una importante revista de filosofia britanica-- y es lo que ofrecemos aqui al lector en su traduccion castellana. Este texto se convirtio enseguida en uno de los escritos fundacionales de la logica informatica y la inteligencia artificial, al presentar las lineas generales por las que deberia discurrir una respuesta precisa y manejable (aunque no indiscutible) a la pregunta formulada. Se trata del famoso Test de Turing, una prueba para decidir si una maquina es inteligente (o <>). Para ello Turing diseno un juego de imitacion en el que participan una maquina y seres humanos; podemos decir que una maquina piensa si un ser humano que se comunica con la maquina y con otros seres humanos no logra distinguir cuando su interlocutor es una maquina y cuando un humano. Una <> como la que participa en el juego, es un dispositivo ideal de calculo, capaz de resolver una funcion computable --una funcion cuya solucion es susceptible de ser obtenida por un procedimiento mecanico--. Pero lo mas significativo es que Turing demostro que hay una maquina peculiar --la maquina universal de Turing-- en la que se puede representar cualquier maquina que sea capaz de computar una funcion particular. De acuerdo con esto, una maquina universal de Turing seria una especie de sistema operativo en el que se implementan diferentes programas (maquinas de Turing especiales), un poco a la manera en que nos es familiar en los ordenadores personales. La denominada <> como modelo capaz de simular la mente humana y, por ende, el pensar, tiene aqui su fuente.

  • La novia gitana de Carmen Mola

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    La novela policiaca mas revulsiva de la literatura espanola.

  • El Viaje del Elefante de Jose Saramago

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    A mediados del siglo XVI el rey Juan III ofrece a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria, un elefante asiatico. Esta novela cuenta el viaje epico de ese elefante llamado Salomon que tuvo que recorrer Europa por caprichos reales y absurdas estrategias. El viaje del elefante no es un libro historico, es una combinacion de hechos reales e inventados que nos hace sentir la realidad y la ficcion como una unidad indisoluble, como algo propio de la gran literatura. Una reflexion sobre la humanidad en la que el humor y la ironia, marcas de la implacable lucidez del autor, se unen a la compasion con la que Jose Saramago observa las flaquezas humanas. Escrita diez anos despues de la concesion del Premio Nobel, El viaje del elefante nos muestra a un Saramago en todo su esplendor literario.

  • Solo tuya de Christian Martins

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  • Besos que dejan cicatrices de Alissa Bronte

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  • Cuestion de Piel de Mariela Villegas R

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    Una intrigante e intensa historia donde el amor no juega ningun papel y la fuerza de voluntad lo es todo para sobrevivir.
    En la vida de Miranda solo hay una persona: ella misma. Su existencia ha transcurrido de una forma tan facil como increible, y por todas las razones erroneas. No es una mujer de alma noble ni conoce el amor. Por tanto, decide comenzar a asistir a terapia con una psiquiatra de renombre para que la ayude a “sentir algo” por alguien mas, ya que se acepta ignorante al respecto y no desea terminar sus dias sola. Pero en esta historia las cosas no son lo que parecen. El amor no tiene cabida y ella se dara cuenta de esto cuando conozca al diablo en persona: Damian, un hombre tan irreverente y encantador como manipulador. Aunque, en algun punto de sus alocados dias, no sabran quien manipula en realidad a quien. Todo puede suceder cuando ellos estan juntos, y aquel que se cruce en sus caminos corre un riesgo enorme de caer en una voragine de deseo y pura y vil corrupcion. ?Quien dijo que la pasion y la lujuria eran las emociones mas avasalladoras que el ser humano pudiera experimentar? Aqui todo siempre es mas, mucho mas. Un thriller erotico y psicologico que te robara el sentido. ?Podras sobrevivir en su retorcido y seductor mundo? ?De que se trata la verdadera esencia de la locura? No te quedes con las ganas de saberlo, pero cuida tu mente en el camino.

  • Algo aun mas grande (Algo muy grande 2) de Kattie Black

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    Han pasado cinco anos y Amber ha encarrilado su vida. Ahora estudia robotica en la universidad, se ha independizado y ha decidido casarse con su novio, Mike, el hombre ideal con el que tendra hijos pelirrojos como siempre ha sonado. Todo parece ir sobre ruedas, pero la sombra de Donovan, su padre mafioso, vuelve a alcanzarla cuando sus enemigos secuestran a su prometido. Furiosa y dispuesta a todo, Amber contacta con la unica persona en el mundo que puede ayudarla a recuperar a su novio: Eric, el mercenario con el que vivio la mayor aventura de su vida.

  • La chica de un solo ojo de Cesar Garcia Munoz

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    Nota: La chica de un solo ojo es un relato de 7 capitulos.

  • ?Sueno o realidad? (The diaries of the dandelion 1) de Laura Keller

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    Septiembre de 1991, mi primer dia de instituto.

  • Diane (Attitude 1) de Marion Olharan

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  • El nino atento. 186 de Susan Kaiser Greenland

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    Un extracto soberbio e imaginativo sobre la atencion plena para el uso de ninos, padres y maestros, presentado de un modo divertido, inteligente y adaptado a la edad. Este libro deja el liston muy elevado para cualquier trabajo posterior en el creciente campo del mindfulness en la educacion primaria y secundaria. -Jon Kabat-ZinnUno de los mejores libros sobre mindfulness para ninos que jamas haya leido.

  • Nuestro Caos, Sira Duque de Sira Duque

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  • Puentes de papel de Caterina Gravina

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    Suzanne, una joven divorciada madre de dos adolescentes, se encuentra en un momento de su vida donde no ve la felicidad en ninguna parte. Sus valores, el respeto y la lealtad a la familia, le obligan a zanjar una situacion que ha estado atormentandola durante mucho tiempo.
    Una noche, mientras esta valorando como vivir otra vez de manera intensa, se encuentra con una verdad que no conocia. Esa realidad la empuja a enfrentarse cara a cara con su pasado.
    ?Que o quien tendera ese fragil puente que une el pasado y el presente?

  • Jugar con fuego (Hermanas Withler 1), Silvia Garcia Ruiz de Silvia Garcia Ruiz

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  • En la mitad de la vida de Kieran Setiya

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  • Mas alla de lo visible de Edgar Rojas

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    Una chica llamada Dasha recibe una visita misteriosa e inesperada. Se trata de Alexandra, quien afirma venir del pasado, exactamente del ano 1925.
    Desde el primer contacto que tienen ambas, la vida de Dasha cambia drasticamente. Ahora, tiene que hacerse cargo de esta visitante y asegurarse de que este segura en el presente. Ademas, ella le ensena muchas lecciones sobre vivir sin tecnologia, las cuales ayudan mucho a Dasha en ese presente repleto de celulares, tablets, apps, videojuegos y redes sociales.

  • Otono en Manhattan (Loca seduccion 1) de Eva P. Valencia

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    Gabriel Gomez es un joven y guapo arquitecto que deja Barcelona huyendo de la atraccion que siente por la prometida de su hermano Ivan. A su llegada a Manhattan no le faltan candidatas dispuestas a conquistar su maltrecho corazon, pero la unica mujer que despierta su interes es su sexi, autoritaria y exigente jefa, Jessica Orson.

  • Psicosis 1 de Robert Bloch

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    Norman Bates oyo el ruido y se estremecio. Era como si alguien estuviera golpeando los cristales de las ventanas. Levanto la mirada, rapidamente, dispuesto casi a ponerse en pie, y el libro resbalo de sus manos para caer en su amplio regazo. Entonces comprendio que aquel ruido era tan solo lluvia, la lluvia que caia al morir la tarde, cuyas gotas golpeaban la ventana de la salita. No se habia dado cuenta de la llegada de la lluvia, ni de la penumbra. Pero la salita estaba ya bastante a oscuras, y antes de proseguir su lectura alargo la mano para encender la lampara de sobremesa. Era una lampara anticuada, con una pantalla adornada y lagrimas de cristal. Podia recordarla desde que tenia uso de razon, y su madre se negaba a desprenderse de ella. A Norman no le importaba; los cuarenta anos de su vida habian transcurrido en aquella casa y era agradable y tranquilizador sentirse rodeado de cosas conocidas. Alli dentro todo estaba ordenado; los cambios solo se producian en el exterior. Y la mayor parte de ellos llevaban en si una amenaza en potencia. ?Y si se le hubiera ocurrido pasar la tarde paseando, por ejemplo? Tal vez se hubiese encontrado en alguna solitaria carretera vecinal o incluso en los pantanos, cuando empezo a llover. Se habria calado hasta los huesos, y se hubiera visto obligado a regresar casi a ciegas a su casa, en la oscuridad. Y el enfriamiento que seguramente hubiera cogido le habria podido causar la muerte. Ademas, ?a quien le gustaria estar fuera de casa, despues de oscurecer? Era mucho mas agradable encontrarse en la salita, leyendo un buen libro. La luz alumbraba su cara regordeta, se reflejaba en sus gafas de lentes montados al aire, y banaba su rosado cuero cabelludo bajo el escaso cabello rufo, cuando se inclino para proseguir su lectura. Era un libro realmente fascinante, y no debia extranarle que no hubiese observado el rapido transcurso del tiempo. Norman jamas habia encontrado parecida abundancia de curiosa informacion como en The Realm of the Incas, de Victor W. von Hagen. Por ejemplo, aquella descripcion de la cachua, o danza de la victoria, en la que los guerreros formaban un gran circulo, moviendose y retorciendose como una culebra. Leyo: <>[1] . Norman sonrio permitiendose despues el lujo de un tranquilizador estremecimiento. Grotesco pero efectivo... Si, debio haberlo sido. !Desollar un hombre --vivo, probablemente-- y luego estirarle el vientre para utilizarlo como tambor! ?Como lo harian para conservar la carne del cadaver, para evitar que se corrompiera? Y, ademas, ?que mente habria concebido semejante idea? No era un pensamiento agradable, pero cuando Norman entorno los ojos casi pudo visualizar la escena: una multitud de guerreros pintarrajeados y desnudos, retorciendose al unisono bajo un cielo salvaje y ardiente, y al viejo, sentado en cuclillas ante ellos, arrancando un inacabable ritmo del vientre hinchado y distendido de un cadaver, cuya boca se mantendria probablemente abierta fijandola con grapas de hueso, para que pudiera salir por ella el sonido. Los golpes dados en el vientre repercutirian en los encogidos orificios interiores y surgirian, ampliados y con toda su fuerza, por la muerta garganta. Por un momento Norman casi oyo el redoble (y entonces recordo que tambien la lluvia posee ritmo) y unos pasos... En realidad, percibio los pasos antes de oirlos; un largo habito venia en ayuda de sus sentidos cuando su madre entraba en la habitacion. Ni siquiera tuvo que levantar la mirada para saber que estaba alli. No miro, sino que fingio seguir leyendo. Su madre habia estado durmiendo en su habitacion, y Norman sabia lo malhumorada que solia estar al levantarse. Por tanto, lo mejor era no decir nada y confiar en que, por una vez, no estuviera de mal humor. --?Sabes que hora es, Norman? Norman suspiro y cerro el libro. Sabia que tendria dificultades con ella; aquella pregunta era un desafio. Habia tenido que pasar frente al reloj del vestibulo para ir a la salita y pudo ver facilmente la hora. Pero no lograria nada discutiendo. Norman consulto su reloj de pulsera y sonrio. --Las cinco dadas --repuso--. No sabia que fuera tan tarde. Estaba leyendo... --?Crees que no tengo ojos? Ya veo lo que has estado haciendo. --Se acerco a la ventana y miro afuera, a la lluvia--. Y tambien veo lo que no has hecho. ?Por que no encendiste el rotulo al oscurecer? ?Y por que no estas en el despacho, como debieras? --Empezo a llover muy fuerte y no crei que hubiera transito con este tiempo. --!Bah! Con ese tiempo es mas probable tener huespedes. A mucha gente no le gusta viajar cuando llueve. --!Pero si nadie viaja ya por esta carretera...! Todo el mundo utiliza la nueva. Norman advirtio la amargura de su propia voz; le parecio sentirla en la garganta e intento contenerla, pero por fin tuvo que librarse de ella. --Ya te dije lo que sucederia, cuando nos dijeron confidencialmente que cambiaban el trazado de la carretera principal. Entonces hubieras podido vender el parador, antes de que la noticia fuera de dominio publico. Hubiesemos podido comprar tierras a buen precio junto al nuevo trazado, y estariamos tambien mas cerca de Fairvale. Ahora podriamos tener un nuevo parador, una casa nueva y dinero. Pero no quisiste hacerme caso. Nunca prestas atencion a lo que te digo. Siempre ha de ser lo que tu quieres y lo que tu piensas. !Me enfermas! --?Si, muchacho? La voz de su madre era falsamente suave; Norman no se dejo enganar. Tenia cuarenta anos y le llamaba <>; y ademas le trataba como a tal y eso empeoraba las cosas. !Si al menos no tuviera que escucharla! Pero tenia que hacerlo, sabia que no podia rebelarse, que siempre tendria que escucharla. --?Si, muchacho? --repitio aun con mayor dulzura--. Te enfermo, ?eh? No, muchacho, no soy yo quien te enferma, sino tu mismo. Y ese es el verdadero motivo de que estes aun aqui, junto a una carretera secundaria. Nunca tuviste valor, ?eh, muchacho? Nunca tuviste el valor de marchar de casa, de buscarte un trabajo o alistarte en el ejercito o echarte novia...

  • Frente al espejo de Myrna Del Carmen Flores

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    Cuando el espejo es tu unico companero, refleja tu vida.Cada dia Cecilia, se enfrenta a su imagen y a las diferencias que el tiempo ha dejado en su piel, pero mas alla de lo externo, observa su evolucion. El reflejo en su mirada le devuelve los recuerdos de las etapas de su vida, sus errores y las personas que fueron parte de su cambio.Hermosos pueblos magicos del occidente de Mexico son testigos de la transformacion de Cecilia en una creyente de la libertad, aunque el precio por conseguirla, implique quedarse sola. Frente al espejo hay alguien dispuesto aun a redescubrirse para encontrar nuevas esperanzas de continuar siendo libre a pesar de los anos vividos. En su nueva novela, Myrna del Carmen Flores nos entrega un personaje lleno de matices y emociones, con una narrativa sencilla y fluida.

  • Otro amor para Julie (Bilogia Julie 1) de Carlota Manzano

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    Julie es una asesora laboral que vive felizmente, o al menos eso cree, en su duplex de Manhattan, que comparte con su pareja, un prestigioso abogado neoyorkino llamado Frank.

  • El crimen del conde Neville de Amelie Nothomb

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    <p>El conde Neville acude a la casa de una vidente para recoger a su hija menor. La vidente se la encontro la noche anterior en pleno bosque, en posicion fetal y tiritando de frio. Al parecer la adolescente, que responde al singular nombre de Serieuse, se habia fugado del castillo familiar. Pero, antes de llevar al aristocratico progenitor ante su hija, la vidente le toma la mano y le anuncia: <> En efecto, los Neville, excentrica familia de alcurnia, van a celebrar en breve su fastuosa fiesta anual, a la que invitan a lo mas selecto de la sociedad. Esa garden party es una tradicion irrenunciable, pese a que los Neville pasan por serios apuros economicos y el conde incluso ha tenido que plantearse vender el castillo y el bosque que lo rodea. Con toda probabilidad esta sera la ultima gran fiesta que organicen alli. ?Acabara, tal como anuncia la prediccion de la vidente, con un asesinato?</p>

  • ?QUIEN SOY? de Alina Covalschi

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    Angela despierta en una habitacion insolita junto a un hombre desconocido. Todos sus recuerdos han sido borrados en un instante dejando un vacio enorme en su pecho. Pero el corazon nunca pierde la memoria y resiste a los fuertes golpes de la vida. Ella aprendera a querer de nuevo ideando nuevos recuerdos, pero nunca reemplazando a los que se quedaron atrapados en el olvido.

  • Vacaciones al amor de Isabel Keats

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    Pase, el senor Anglada la recibira enseguida --anuncio la desdenosa secretaria, al tiempo que abria la puerta de un amplio despacho de paredes de cristal. El contraste entre el antiguo edificio senorial, con sus grandes ventanales, y la decoracion vanguardista del interior llamaba la atencion. Detras de la mesa interminable un hombre de pelo castano claro, sentado de espaldas, hablaba por el movil. Cuando termino la conversacion giro el sillon de cuero hacia mi y pude verle la cara. Le reconoci de inmediato. Su rostro permanecio inexpresivo; sin embargo, sus ojos turquesa, que brillaban con regocijo al devolverme la mirada, le delataron. Era evidente que el tambien se acordaba de mi, y esos ojos burlones me obligaron a retroceder en el tiempo hasta la semana anterior… Como marcaba la tradicion, las antiguas alumnas de las Esperanzadas en la Fe --una especie de nucleo duro de las Ursulinas--, promocion de… (he olvidado la fecha), celebrabamos nuestro aquelarre anual navideno. Una cena en la que el vino fluia como el petroleo en el golfo de Mexico y donde las colillas parecian castellers intentando fugarse del cenicero, a pesar de los ingentes esfuerzos de los camareros que no daban abasto vaciandolos; mientras nosotras, inseparables desde el colegio, poniamos a caldo a los maridos que quedaban o a los ex que aumentaban de ano en ano. Yo seguia soltera y, tras cortar con mi ultimo novio --la lista de nombres comenzaba a ser dificil de recordar--, sin compromiso. Mis amigas me acusaban de inmadura, de tener una puntuacion de once --en una escala del uno al diez--, del sindrome de Peter Pan. Quiza fuera cierto, pero, como yo les decia a menudo, su ejemplo no invitaba a tirarse de cabeza al abismo del matrimonio y al averno de los hijos, precisamente. La verdad es que no estabamos sacando conclusiones provechosas sobre aquel tema recurrente. Las casadas hacian proselitismo de la familia y los ninos, a pesar de echar pestes de ellos, y las separadas exaltaban la libertad de volver a bailar la danza del apareo una vez cumplido el ciclo natural de la reproduccion y cuidado de las crias; pese a quejarse amargamente de que, a esas alturas, no quedaba ni un solo tio al que se le pudiera aplicar el calificativo de normal. En realidad, dudo mucho que ninguna de ellas estuviera capacitada para extender a nadie el certificado ISO de <>. Cualquier fulano que viera su actitud de perras en celo, siempre a la caza y captura, no entenderia que alguna de ellas hubiera pasado mas de cinco anos en el delicioso estado marital; es mas, incluso podria llegar a pensar que esos anos transcurrieron entre los muros inexpugnables de un convento de clausura, en el que el unico polvo que entro jamas fue el que se acumulaba en los reclinatorios. Yo hacia loas de la vida sin ataduras de ninguna clase. Por un lado, no tenia que aguantar por obligacion los ronquidos de un tipo a mi lado cada noche, conteniendo las ganas de tirarlo al suelo de una buena patada. Tampoco debia soportar la presencia de pequenas alimanas pululando a mi alrededor volviendome la cabeza del reves y sin posibilidad de mandarlas a jugar a la autopista. Pero, al mismo tiempo, renegaba de los donjuanes canis y, a veces, de la soledad. En ese momento de la noche, mi estado era bastante… como lo diria… quiza la palabra mas adecuada fuese <>. Hacia rato que las ganas de hacer pis no me permitian atender a la conversacion, asi que me levante -- estuve a punto de tirar la copa de vino y el platito del pan-- y, un poco tambaleante, me dirigi al lavabo. Aliviada como un hipopotamo en el zoo, me di un retoque de brillo en los labios, ahueque mi melena y sali. Justo en ese instante, se abrio la puerta del bano de caballeros y de el salio un hombre alto, de unos cuarenta anos, de pelo castano y unos impactantes ojos color turquesa. --Oiga! --exclamo y me agarro del brazo. Indignada, me desasi con brusquedad y grite: --No se le ocurra tocarme, baboso! --Solo queria decirle… --insistio el hombre a pesar de todo. No le deje terminar. Sintiendo una agresividad que se me escapaba hasta por las unas de los pies --puede que como consecuencia de la conversacion con mis amigas o, quiza, fuera el efecto de los dos gin-tonics que me habia tomado-- le espete: --?Pero es que no puede una mujer decente salir a cenar sin que cualquier viejo verde se vea en la obligacion de intentar ligar con ella? Los derechos de las mujeres, ?los enmarcamos y nos olvidamos de ellos? ?Acaso seguimos en la Edad Media, aquella deliciosa epoca en la que cualquier pelado barrigon tenia derecho de pernada? A medida que iba disparando una pregunta tras otra, implacable, sentia que de un momento a otro comenzaria a soltar espuma por la boca. El tipo parecio encogerse ante semejante retahila de cuestiones de dificil respuesta y se hizo a un lado asustado. Envalentonada con mi victoria, ergui la cabeza y me deslice triunfante hacia mi mesa, esquivando las de los demas comensales. Debian haberlo oido todo, pues, a medida que avanzaba, podia escuchar a mis espaldas risas disimuladas de apoyo, lo que me produjo una gran satisfaccion. Al llegar donde estaban mis amigas, Ana me dijo: --A ver, date la vuelta, oh, reina de la liberacion de la mujer! De manera teatral, di una vuelta sobre mi misma, sintiendome como una modelo de pasarela o, tal vez, la Bella bailando sin la Bestia; pero, de repente, repare en que las risas de mis amigas se habian convertido en carcajadas histericas. Ahi estaban todas ellas retorciendose en sus sillas, mientras se les saltaban las lagrimas. --?Que pasa? ?Que pasa? --masculle, al tiempo que mi sonrisa se convertia, poco a poco, en una mueca rigida. Por fin, Angela, que era el alma candida de la pandilla, me lo solto: --Hija, al ir al bano se te ha quedado la falda metida por la goma de las bragas y te las ha visto todo el restaurante; pero no te preocupes, que son bastante monas. --Y estan limpitas… --anadio la mala pecora de Isabel, que siempre disfrutaba con las desgracias ajenas. Con la rapidez del viento cuando no hay, coloque la falda en su sitio y me sente, agachando la cabeza hasta que mi larga melena me cubrio la cara. Ahora oia las carcajadas sin reservas de todos presentes; tenia la impresion de que incluso el cocinero habia abandonado sus fogones para venir a reirse de mi. Por un resquicio entre los mechones de mi pelo mire hacia la mesa de al lado… y alli estaba el hombre del bano, mirandome y sufriendo convulsiones. Incapaz de resistir aquella sonada humillacion por mas tiempo, me levante, tire unos cuantos billetes sobre la mesa, y me fui a casa corriendo, dispuesta a no salir de ella durante el tiempo que me quedara de vida. ?Alguien puede imaginarse mi sorpresa y mi consternacion cuando, pocos dias despues, al ir a realizar una entrevista de trabajo --para la que me habia preparado a conciencia durante semanas-- resulto que mi entrevistador era, nada mas y nada menos, que el tipo odioso del restaurante? --Bueno --exclamo aquel mismo hombre, cascando como una nuez el opresivo silencio que reinaba en el despacho--, quiza habria sido mejor que viniera usted hoy con pantalones… Completamente abochornada, senti que me ruborizaba hasta el blanco de los ojos. Entonces, eche mi silla hacia atras, aranando sin piedad el inmaculado parque, le lance mi mejor mirada de desprecio, agarre el bolso con fuerza y me largue de alli dando un portazo; aunque, si tenemos en cuenta que la puerta era de cristal, el efecto no resulto muy dramatico que digamos. Lo que mas rabia me daba de todo el asunto era que, durante un segundo de enajenacion letal, habia encontrado atractivo a ese aborrecible bicharraco. Taconeando con fuerza, sali al vestibulo y me dirigi a toda prisa --es decir, a la velocidad de crucero de una muneca de Famosa dirigiendose al portal que era lo maximo que me permitia mi estrecha falda de tubo-- hacia el ascensor. Las pesadas puertas de acero comenzaban a cerrarse cuando una mano, de dedos largos y fuertes y unas cortas e inmaculadas, aparecio de la nada y las obligo a abrirse de nuevo. --Senorita Poliakova, si fuera tan amable de volver a mi despacho. Todavia no ha terminado la entrevista --comento muy tranquilo. --Para mi si lo ha hecho, senor Anglada, no voy a permitir que nadie se ria de mi.

  • La candidata inadecuada de Laura A. Lopez

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    Lady Loretta ignoro durante una temporada completa al marques de Lansdowne y siempre se jactaba de ello; sin embargo, todo comenzo a cambiar cuando su hermano se comprometio con lady Anne Musgrave, en algo que dejo mucho que hablar sobre ellos. La razon por la cual Loretta rechazaba a Charles era la relacion existente entre el hombre que habia danado a su hermano y el caballero que la perseguia, y ademas era declarado su mas ferviente admirador. Lamento profundamente haber desperdiciado la oportunidad de contraer matrimonio con un caballero que le agradaba y la tenia en excesiva estima. Estaba furiosa por hacer causa comun con su hermano Gabriel para que el se casara quedando ella aun soltera a punto de ingresar en su proxima temporada. Su inmediato paso para iniciar con buen pie la primavera era aceptar cualquier peticion que le hiciera el marques. Si habia un excelente candidato en Londres, ese era el. Habian tenido varios encuentros en los que lo dejo muy mal parado. La divertia tanto. Era inteligente y simpatico, ademas de adulador y atractivo. Ella no se consideraba la mas bonita de Londres; pero si estaba orgullosa de tener a ese hombre a sus pies. No creia probable que algo dentro de el hubiera cambiado porque le habia declarado su amor tantas veces con diferentes palabras que se podia imaginar parte de su lexico completando frases por el. --En la carta de la senorita Smith me dijo que la Baronesa Hastings ya no es baronesa... -- conto Loretta para hacer conversacion en la mesa. --Supongo que se volvio a casar, por eso no posee el titulo --sopeso el padre de Anne que vivia con ellos. --?Se caso, Loretta? Si andaras de cotilla es mejor que digas completo el asunto --mando su hermano. --Dile, Loretta, que el cotilleo no tendria el sabor que posee si se dice de una vez --provoco Anne. --Si, se caso, con el conde de Jersey... --conto la muchacha, dejando a los otros tres comensales atonitos, con las cucharas flotando antes de entrar a sus bocas --. Es gracioso ver el efecto del cotilleo... Sus rostros son excepcionalmente sinceros. Gabriel observo a su esposa para saber lo que pensaba. Ella habia sido su prometida y estuvo a punto de casarse con aquel; pero su intromision lo impidio, se habia enamorado en su venganza contra aquel amante de su primera esposa. --Tendra que lidiar con un bastardo de su esposo que ronda por Francia --dijo al fin Gabriel para romper aquel silencio. --De lo que te has salvado, Anne --opino su padre. --No lo hubiera adivinado; pero supongo que lady Eleonor sabia sobre el asunto porque mi esposo era su buen <> --enmarco la ultima palabra que menciono en tono acusatorio. El con un gesto de la mano le resto importancia al asunto. Al estar casados, Anne supo muchas cosas sobre el y sus furtivas noches apasionadas con algunas damas de la nobleza. --Me tienes aqui, casado contigo... --zanjo la cuestion con eso. --A lo que quiero llegar es a que todos se han casado, !y yo no! --gruno Loretta de una manera que nadie podia suponer si era una queja real o alguna sutileza suya. --El marques estara libre aun. Su madre no ha logrado casarlo --la apoyo su cunada. --Si, pero hay una salvedad conmigo. Soy la hermana de lord Coventry, el asesino de su primera esposa, el escandaloso amante de la que hoy es su segunda esposa. ?Alguien comprende la sombra del conde de Coventry sobre mi? --Cuanto drama, querida nina. Podrias decirle a la vieja urraca que la decision es de su hijo y no suya --sugirio el padre de Anne. --Se me sumara otro defecto y no solo sere todo lo dicho con anterioridad, sino que tambien sere conocida como la hermana grosera de lord Coventry. --Loretta, hay muchos caballeros que querran casarse contigo. El marques de Lansdowne no es el unico buen partido, si es el unico que quiza este demente por ti... --repuso Gabriel. --Es un demente muy caballeroso --lo defendio. --Si quieres casarte con el, asi sera... --alento Anne, carinosa. --Debemos esperar a que el aun piense que soy el amor de su vida y me quiera de marquesa... En la residencia que Charles tenia en Londres sobre la calle Mayfair, sostenia la carta que le llego desde Francia con una noticia que con simpleza lo dejo sin aliento. --Howard... Casado... --conto para si. Estaba muy sorprendido por el asunto y mas sabiendo con quien se habia casado. --Hasta ese rufian coqueto y seductor se ha casado y tu, mi tan adorado Charles, no. -- lamento su madre con verdadera pena. --Me casare esta temporada con lady Loretta, este ano sera mio. --Oh, querido, que tristeza tan profunda saber que no has recuperado tu dignidad. Aquella dama cuya belleza es cuestionable, te ha humillado en demasiadas ocasiones para contarlas con una sola mano. Para peor suerte se ha sumado el escandaloso matrimonio de su hermano. Es por eso que se volvieron a ir de Londres. --?Y eso en que perturba mi afecto por ella? --!En que son una mala familia! --expuso su madre, agitada --. Carino mio, tu eres el mas galante de Inglaterra, digno de una mujer de su altura, no de una ruda muchacha de campo, con un hermano cuya reputacion es peor que un te frio. --Exagera, madre. He conservado con lord Coventry y no me parece alguien asi. --Me rindo contigo, Charles. Hice lo mejor por ti. Te presente a las mejores candidatas que han nacido en este reino y tu, solo tienes ojos para la exquisita lady Loretta. No aprendiste nada de la leccion que te ha dejado la anterior temporada. --Si, me ha dejado una leccion importante. A ella no le gusta que la adulen, desea que la rechacen. Usted me ha dado la mejor forma para conquistar a una mujer y eso es con otra mujer. --Perdiste la razon o soy yo quien ha quedado tan mal despues de insistir tanto.

  • Hijo unico de Rhiannon Navin

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    Un conmovedor debut narrado por un inolvidable nino de seis anos que nos recuerda que a veces los mas pequenos tienen los sentimientos mas poderosos y que las voces mas debiles son las capaces de gritar mas alto.

  • La ciudad y la casa de Natalia Ginzburg

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    Una novela epistolar de Natalia Ginzburg, publicada originalmente en 1984, que trata de la incomunicacion en todos los frentes, tanto familiares como sociales.

  • La reina de la casa de Sophie Kinsella

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    <> Emprendedora y eficiente abogada de la City londinense, Samantha no solo adora su trabajo sino que vive para el. Adicta al estres y la presion extrema, ha llegado hasta el punto de enviar y recibir emails durante las sesiones de relajamiento con su terapeuta. La adrenalina es su combustible y convertirse en socia de un prestigioso bufete su objetivo declarado. !Que menos! Y cuando esta a punto de conseguirlo surge la catastrofe en forma de un error, pero no un simple error, sino un error garrafal que cae sobre su persona como un meteorito. !Madre mia, tragame tierra! ?Que hacer? Pues huir, huir lo antes y lo mas lejos posible, y tan lejos que en su ofuscacion acaba ocupando el puesto de ama de llaves en una aristocratica mansion. Ni ella misma se lo cree… ?Como puede haberle ocurrido? ?Ha sido su culpa o tal vez alguien…? Tiempo habra de analizar lo sucedido, puesto que antes hay que salir del infierno domestico en que se ha metido: lavadoras, plancha, infinidad de cacharros y utensilios, y una amplia cocina le reclaman demostrar sus presuntas habilidades. ?Lograra Samantha triunfar en su nuevo e inaudito oficio? ?Llegara algun dia a ser la reina de la casa? Sophie Kinsella autora de No te lo vas a creer y de la popular serie Loca por las compras vuelve a sorprendernos con una historia tan descabellada como desternillante que crea adiccion. Para reirse de principio a fin.

  • El protector de Marliss Melton

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    ?Que pasaria si un dia descubres que eres el blanco de un grupo terrorista y el unico hombre que puede ayudarte es un sexy ex Seal?
    Eryn McClellan ensena idiomas en Washington DC, hasta el dia en que se convierte en el blanco de terroristas. El FBI interviene, pero cuando parece que solo la estan usando como cebo, el general McClellan solicita la ayuda del unico hombre en el que sabe que puede confiar: el ex SEAL de la Armada Ike Calhoun.
    ABRAZANDO LA SOLEDAD
    En su remota cabana en las montanas Blue Ridge, Ike penso que habia dejado la Guerra atras. Sin embargo, ahora esta atrapado protegiendo a una belleza de ojos azules de agentes federales ambiciosos y yihadistas enloquecidos. Aunque mas inquietante es el hecho de que la encantadora Eryn, parece decidida a destruir su aislamiento autoimpuesto.
    Ike hace todo lo posible para resistir sus formas embriagadoras, pero puede sentir como su resistencia se va desmoronando poco a poco. Con el FBI pisandole los talones y los terroristas no muy lejos, Ike voluntariamente libra una guerra de un solo hombre en defensa de la mujer cuya pasion y fe le han dado la fuerza para superar su pasado.
    Pero, ?sera suficiente para mantenerla a salvo?

  • El lobo y la rosa (Destinos en la tormenta 1) de Zahara C. Ordonez

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    Malaga, agosto de 1845 Todo empezo con una tormenta. El cielo era una planidera llorando una muerte y los truenos eran gritos de su garganta anunciando desgracia. Aun no lo sabia, pero era la mia. La lluvia parecia clamar el fin del mundo y desde la seguridad de mi dormitorio la observaba, ajena a una realidad que pronto me encontraria y de la que no podria escapar. De pie junto al ventanal observaba los barcos alla en el puerto vapuleados por olas furiosas. Eran todo un simbolo de resistencia pues, aunque sus cascarones fueran embestidos una y otra vez, siempre se mantenian a flote. Me gustaba imaginarme tan fuerte, tan brava, tan resistente a las tempestades como ellos y fantaseaba a veces con que me subia a bordo de uno de esos fastuosos navios y lo comandaba hasta los confines de la Tierra. La culpa de tal fantasia, decia mi madre, la tenia Espronceda, y pronto me disuadia de mis ensonaciones contandome historias atroces de terribles y despiadados piratas. Ella de eso sabia mucho, pues sus antepasados levantaron su fortuna con barcos mercantes, asi que escuchaba sus relatos olvidando durante un tiempo mis pretensiones de darme a la pirateria hasta que mis ojos volvian a mirar el puerto y una sensacion de fuerza y libertad sin igual me embargaba. La voz de mi madre me saco de mis pensamientos. --Apartate de la ventana, Victoria. En su tono autoritario habia un deje tembloroso, pues temia a las tormentas mas que a la propia muerte. En aquel instante un relampago, que se me antojo que dibujaba la guadana de la Parca, cruzo el cielo y ella dio un respingo. El trueno pronto lo siguio con un bramido inmisericorde que retumbo en la estancia y que la hizo persignarse y advertirme de nuevo que me alejase de alli. Obedeci y mi madre llego al punto, corriendo los cortinajes de seda en color crema que habia estrenado unos meses atras con la llegada del verano. El fulgor de los quinques que habiamos tenido que encender desde primera hora en aquel dia gris ilumino la estancia oscura con sus tonos dorados. --?Todavia no estas vestida? --se quejo tras mirarme de arriba abajo y comprobar que seguia envuelta en mi comodo batin de organza. Mi madre fue hacia mi mesita de noche y agito la campanilla que reposaba sobre esta mientras yo fruncia el ceno, algo desconcertada. --?Vestida? ?Para que? --Hoy es el entierro de don Agustin de Herrera. Don Agustin era amigo de la familia desde que yo tenia memoria. Tanto el como mi padre eran propietarios de una ferreria y habian acabado trabando amistad mas alla del ambito comercial, pues compartian sus tribulaciones por las idas y venidas del comercio de hulla y otros asuntos del negocio. Pasaban los dias hablando de proyectos que habrian de encumbrarlos en lo mas alto de la sociedad industrial. Algunos llegaban a buen puerto y otros quedaban varados, pero nunca les falto ilusion. Don Agustin tenia familia en Bath, una ciudad inglesa, y a menudo expresaba su deseo de equiparar Espana a la isla en cuanto a avances industriales se referia, y ya hablaba de ferrocarriles y otras hazanas. Pronto se dio cuenta de que, aun habiendo dado algunos pasos hacia adelante, aqui las cosas iban a un ritmo distinto al del resto de Europa. Cuando a mi padre se lo llevaron las fiebres, Agustin se hizo todavia mas presente en nuestra familia. Ayudo a mi madre en los asuntos legales, acompano a mi hermano en sus primeros pasos en solitario al frente de la ferreria y pronto se hablo de que colmaba a mi madre de atenciones poco propias para una mera relacion de amistad. Las malas lenguas tuvieron trabajo de sobra con ellos, pues el estaba casado. Todo el mundo pensaba que su esposa, de mal caracter y peor salud, lo dejaria viudo y el se desposaria con mi madre; sin embargo, para sorpresa de todos, el pobre Agustin, de cabellos aun oscuros y rostro lozano, se fue antes que la macilenta senora de Herrera. Tras el velatorio, al que la viuda prohibio la entrada a mi madre, iban a enterrarlo en el Cementerio de San Miguel, en una tumba sobre la que algun dia se alzaria el panteon que habia ordenado construir. La muerte, asi de caprichosa, gusta de llevar la contraria llevandose a quien menos lo espera. Yo sabia lo mucho que don Agustin significaba para ella, pero si de por si acudir a un entierro era del todo inapropiado, ir al suyo transgredia todos los limites, y asi se lo hice saber. --No necesito el permiso de nadie para ir a despedir a un amigo -- respondio mi madre con gesto resuelto. --Madre… Ya sabe lo que dice la gente --insisti, recordandole las habladurias. --Ire a decirle adios a Agustin les guste o no --zanjo. --Como quiera --suspire--. Mas el tiempo tampoco acompana. Parece mentira que estemos en agosto. --Nunca llueve para siempre, Victoria. Y menos en Malaga. Si de algo sabemos aqui es de sol. Guillermina, mi doncella, a quien yo llamaba <> de forma carinosa, llego en ese instante y mi madre le dio ordenes de que preparase un vestido adecuado para las circunstancias. La muchacha, de apenas veinte anos, cabello dorado y rostro dulce, se quedo por unos segundos petrificada. Logro sobreponerse y hacer lo que le pedia. La observe mientras abria cajones y roperos y sacaba de ellos varias prendas que creyo convenientes, dejandolas estiradas sobre la cama, hasta que mi madre senalo al poco un vestido de raso negro con volantes de blonda y guarnecidos en azabache. Eligio tambien un echarpe de cachemira a rayas, un sombrero de capota a juego, cerrado con un lazo de raso violeta, y unos guantes de encaje. --Lastima que no haga dia para lucir sombrilla. La ultima que te regalo tu hermano habria sido perfecta para ese vestido --observo mi madre, que sentia pasion por los adornos--. Escogeremos un paraguas apropiado. Mina guardo el resto para despues ayudarme a vestirme. --?Que opina…? --Deje la pregunta a medias, pues me apreto con tanto brio el corse que me quede sin aliento. Era ingles, de raso, de los que todavia necesitaba ayuda para poder anudarlos por detras. Mi madre habia comprado algunos mas nuevos, con unos enganches delanteros que facilitaban la tarea de vestirlos, mas ese dia me puse aquel porque su tejido era muy fresco. --Afloja, Guillermina, que Victoria tiene la costumbre de respirar. --Perdon, senora --se disculpo, y me libero un poco de la presion. --Endiablados corses. Cada vez los hacen mas rigidos --me queje. --?Por que crees que Napoleon lo llamaba <>? --apunto mi madre. --Ni que hubiera tenido que llevar uno --le recorde. --Igual le habria ido mejor en Rusia de haber sido mujer --dijo ella--. Somos mas precavidas y siempre llevamos un chal por si refresca. --No creo que podamos llamar <> al frio de aquellos lares, madre. En medio del semblante enturbiado que lucia aquella manana, emergio una breve aunque animada sonrisa. Mina solto una disimulada risita por aquel comentario y termino de ponerme el vestido. Despues me sente en el tocador para que me peinase. --Un recogido sencillo bastara --le indico mi madre, observandome en el espejo. Me miraba con ternura y quise pensar que se sentia orgullosa de la hija que habia criado--. Es una pena que tu padre no este aqui para verte. Te habria dicho lo mucho que te pareces a mi cuando tenia tu edad: mi mismo pelo, mis mismos ojos negros… --Me gustaba mucho parecerme a ella, pues su belleza me resultaba ejemplar. La mire con carino, notando en su voz la nostalgia--. El siempre decia que terminariamos por casarte bien. Hacia tiempo que habia aprendido que la decision sobre cuando y con quien me desposaria estaba en sus manos, o en cualquier caso en las de mi hermano, y no en las mias. A ella le habia ocurrido lo mismo, a pesar de que habia quedado claro que sus sentimientos nunca habian pertenecido a mi padre y que si lo habia querido era a causa de la costumbre y no del corazon. Mi madre decia que el amor y el matrimonio eran cosas distintas, y que en contadas ocasiones confluian ambas, como si hablase de dos astros que se alinean y no de algo tan humano como los sentimientos. Por lo que de existir un enamoramiento por mi parte que no conviniese a sus prioridades, que eran su posicion social y economica, seria fuertemente reprobado. --?Y eso cuando sera? Usted se caso con dieciseis y yo ya tengo diecinueve. A su lado soy casi una solterona --dije, fingiendo un gesto amargo. --Sabes de sobra que no podria consentir que te casases con el primero que pasara a pedir tu mano. Hallar al esposo adecuado para ti lleva su tiempo. --Y supongo que vive en la luna, dado que no lo ha encontrado aun. --No digas tonterias --me regano--. Tu hermano y yo solo queremos lo mejor para ti. --Hablando de mi hermano --comence a decir con intencion de formular la pregunta que habia rondado antes por mi cabeza--, ?que opina el de que vayamos al entierro? --Rafael ha salido temprano para Sevilla a tratar asuntos de negocios. No tiene por que enterarse de nada --ordeno, dirigiendonos una mirada severa a Mina y a mi. Ella asintio de forma diligente y yo alce una ceja. --Pues tendra que sellar con cera los labios de media Malaga, porque como aparezcamos por el cementerio vamos a ir de murmuracion en murmuracion. --En ese caso ya me las sabre yo arreglar. --Se enfadara. --Victoria, puede que tu hermano, al ser hombre, sea el jefe de la familia por disposicion divina y humana, pero yo soy su madre, y sabe Dios que lo que una madre dice va a misa. Suspire, rezando porque, de darse conflicto, lo resolvieran entre ellos. Cuando Mina termino, pronto abandonamos la casa y llegamos en carruaje hasta la explanada previa al cementerio. Don Agustin era muy querido, asi que el lugar estaba abarrotado. Los carruajes se agolpaban unos junto a otros, con sus ocupantes en el interior esperando que la tormenta amainase. A resguardo de la lluvia, bajo algunos arboles cercanos, se agrupaban gentes de aspecto humilde. Supuse que serian sus trabajadores, o quiza solo curiosos que no perderian la oportunidad de asistir a un evento de tales caracteristicas. De entre la espesa lluvia, al final del paseo que conducia al cementerio, emergio un carruaje oscuro que parecio invocado de la nada. Era negro como la brea y estaba tirado por seis caballos de identico color, que en su testuz presumian de grandes plumas de igual tono. De entre las nubes grises surgio un repentino rayo de sol que ilumino el asombroso carruaje. Percibi entonces sus muchos detalles: angeles para guiar su alma, relojes de arena alados, flores de adormidera, letras griegas que simbolizaban el principio y el fin de los tiempos, asi como buhos y antorchas. Todo el estaba lleno de simbologia en referencia a la vida y la muerte. --Nunca he visto nada igual --murmure, estremecida. Era hermoso, aunque lugubre a la vez, dado su cometido. --Al parecer su viuda se opuso. No le parecia bien que a Agustin le llevasen el feretro animales en lugar de personas, como se ha hecho toda la vida --relato mi madre--. Aunque como ves ha prevalecido su voluntad, pues lo dejo todo por escrito. He oido que su sobrino lo ha hecho traer de Barcelona. --?Su sobrino? --pregunte extranada, pues desconocia de su existencia. --Julian Withmore --indico mi madre--. ?No lo recuerdas? Agustin no suele hablar mucho de el, quiero decir… solia --se corrigio--, pero estuvo en su casa por Pascua, hace unos diez anos. Tu padre vivia aun. A pesar de que intente rebuscar en mi memoria aquel recuerdo, no lo halle, asi que negue con la cabeza. --Es normal. Eras muy pequena. Fue antes de que sus padres lo mandaran a colegios de prestigio para… --se interrumpio, como si estuviera buscando las palabras concretas--, para suavizar su caracter. Estudio en Madrid, mas tuvieron que sacarlo de alli cuando tenia veintitres anos por asuntos de romances, contaba su tio. Volvio a Bath con sus padres hasta que murieron la primavera pasada --comento ella, sin dejar de atisbar el exterior. --?Los dos? --Los dos --afirmo--. Don Agustin era la unica familia que le quedaba. <>, pense. --Creo que ahora esta instalado otra vez en Madrid y he oido que va a hacerse cargo de buena parte de su fortuna, asi que tendremos que llevarnos bien con el. Las palabras de mi madre se perdieron bajo el sonido de los cascos de los seis ejemplares que tiraban del carruaje de don Agustin. Llego hasta las puertas del camposanto y, a pesar de la lluvia, bajaron el feretro entre varios hombres ataviados con elegante levita oscura y lo portaron sobre sus hombros, echando a andar solemnemente. La gente comenzo a abandonar su transporte, clavando los pies en el barro para seguirlo. Toda la burguesia malaguena se habia reunido alli para despedir a Agustin; grandes magnates del comercio, poseedores de navieras, fabricas o negocios en Ultramar. Ni uno solo faltaba, pues todos lo consideraban un gran amigo. La tormenta, que parecio apiadarse de nosotros, dio tregua, quedando apenas una llovizna que, aunque molesta, permitia estar al aire libre. Mi madre y yo descendimos de nuestro transporte, cuidando de no meter los pies en algun charco y resbalar; y aunque nos quedamos mas atras intentando no llamar en demasia la atencion, pronto todas las miradas se clavaron en nosotras. Al sentirme observada agache la cabeza, algo abrumada. Mi madre, sin embargo, alzo el menton y continuo caminando con paso decidido. Nadie le dijo nada, pero todos murmuraron. Y en sus ojos estaba el reproche que anidaba en sus labios. Algunos, muy pocos, los mas allegados a nuestra familia, se acercaron y nos saludaron de forma cortes, aunque parca. Por fin llegamos hasta una de las callejas del cementerio, entre las que comenzaban a perfilarse las parcelas que un dia ocuparian fastuosos panteones. La muchedumbre se agolpo frente a la que seria la tumba familiar de los Herrera y, mientras el feretro ocupaba su lugar, el sacerdote que asistia al entierro pronuncio su sermon con gran aplomo. Observe a mi madre y supe que estaba conteniendo las lagrimas, asi que la tome de la mano, buscando reconfortarla.

  • Una noche nada mas de Tessa Dare

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    Una batalla de sexos divertida y agil. ?Que sucede en Cala Espinada?

  • Imperfecta armonia de Paula Gallego

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    Grite. Pero nadie escuchaba. Aunque estaba sola en casa y nadie me oiria, mi alma gritaba por dentro, sin atreverse a levantar la voz. Sabia que era aquello. Sabia que si mi interior desataba todo lo que habia guardado esos meses, estaria algo mas en paz y no tendria ni que plantearme lo que me disponia a hacer en esos instantes. Pero esa era la unica forma que tenia de desahogarme. Y por eso me encerre en el bano, me sente en el suelo de marmol y vacile con la cuchilla sobre mi piel unos segundos para, despues, cortarme. Y ahi estaba. La sangre, la liberacion. Ya me sentia mejor. No era ingenua. Habia leido sobre ello. Sobre los "cutters"; gente que se autolesiona, que generalmente se corta, buscando una forma de expresar lo que no puede decir con palabras. Se por que lo hacia. Se que el subidon que experimentaba justo antes de cortarme, y la descarga de tension despues, el alivio, eran lo que me llevaban a hacerlo una y otra vez. Era mi droga, mi adiccion. Y era completamente consciente de ello. Pero no tenia intencion de parar. No era una suicida, ni una persona que quisiera llamar la atencion. Si la gente lo supiera, habria dicho que estoy enferma. La mayoria no lo entenderia, es "insano". Pero, para mi, en cambio, era la unica forma de mantenerme mentalmente "sana". Si no pudiera cortarme, me habria derrumbado hace mucho tiempo. Me levante despacio, y limpie la sangre y la cuchilla. Me la meti al bolsillo, baje las mangas de mi camiseta y volvi a mi cuarto, para esconderla en el cajon de los calcetines. Mi tia Beatrice no suele fisgar. De hecho, no creo que entre nunca en mi habitacion. Pasa mucho tiempo fuera de casa, y yo me encargo de hacer mi propia colada y de mantener ordenado mi cuarto; no soporto el desorden. Me acerque al tocador. Y una chica paliducha de dieciseis anos me devolvio la mirada desde unos ojos azules y cansados. Frente al espejo habia un cepillo y a su lado un botecito con pastillas. Es triste que a mi edad estuviera tomando antidepresivos. Pero me consolaba la idea de que podria ser peor. Si mi tia o mi psicologo se enterasen en algun momento de que me cortaba… Bueno, me imagino que los antidepresivos habrian sido el menor de mis males. Guarde la cuchilla que llevaba en el bolsillo, cogi una de las pastillitas, y me asegure de que eran las cuatro de la tarde. Cerre los ojos y la trague sin pensar. Despues me arrepenti de no tener cerca un vaso de agua, pero ya era tarde. Aun asi, con un desagradable regusto en la garganta, baje al piso de abajo a por uno. Mire mi muneca desnuda. Alli, hacia tan solo una hora, habia estado mi querida pulsera azul; la que me regalo mi madre por mi noveno cumpleanos. Y su perdida, en parte, era una de las cosas por las que estaba triste aquel dia. Mi tia Beatrice me habia regalado una blusa de una de aquellas tiendecitas autonomas del centro, esas demasiado pobres como para asentarse en la Gran Avenida, pero que se encuentran a tan solo unas calles de distancia de esta. No me quedaba bien, y tenia que ir a descambiarla. Tendria que haber ido con mi tia, porque odio ir de compras sola. De hecho, odio cualquier actividad que implique salir sola de casa. Pero el caso es que la tienda cerraba pronto y era el ultimo dia para descambiar la prenda. Mi tia estaba trabajando y tenia que acercarme yo sola. Y ademas de la verguenza que pase diciendole al dependiente que la mayoria de la ropa que me ensenaba no me gustaba, habia perdido mi pulsera azul. No es que fuera algo irremplazable. Hacia mucho que no me la ponia, pero ultimamente me gustaba llevarla conmigo. Ahora ya no podria hacerlo. Dentro de la tienda habia estado jugueteando con ella, y seguramente la habia perdido en un descuido. Suspire, resignada, y enfile las escaleras. Cuando subi, me quede paralizada en la puerta de mi cuarto. Deje caer el vaso y se hizo anicos sobre el suelo de madera. Delante de mi, y al otro lado de la habitacion, habia un chico mirando distraido por la ventana. Con unos dedos delgados y alargados retiraba cuidadosamente la cortina, con la vista fija en la calle otonal. Era alto y moreno. Llevaba unos vaqueros ajustados, y una camiseta negra con la que se le marcaban los biceps. Me quede sin respiracion, y me recorde a mi misma que lo impactante no era su fisico, sino que se hubiese colado en casa. Sacudi la cabeza para reponerme y entonces cai en la cuenta de que podria ser peligroso. Pero me daba miedo moverme, mi tia aun tardaria en llegar. Ademas, si intentaba salir corriendo puede que me alcanzara; a lo mejor resultaba ser rapido. Bueno, mas rapido que yo seguro. Me decante por el plan B. --?Quien diablos eres tu y que haces aqui? --Eso me preguntaba yo. --Su voz era suave, pero grave. --?Quien eres? --Me llamo Jack. --Muy bien, Jack… ?Y que se supone que haces en mi casa? --Ya te he dicho que no lo se. Entonces oi que se abria la puerta del piso de abajo. Escuche el tipico repiqueteo del llavero de mi tia y me relaje un tanto. Ella sabria que hacer. No parecia un tipo peligroso, pero aun asi podria ser alguien desequilibrado. Volvi a darle un repaso; no parecia un loco. --!Beatrice! --Grite sin apartar la mirada del extrano que habia irrumpido en mi cuarto. Espere. --!Beatrice, date prisa! --Ya voy, ya voy. Sus tacones resonaron en el entarimado de madera. Por fin, tras unos interminables segundos en los que imagine como el guapo y pacifico Jack se convertia en Jack el destripador y nos mataba a las dos, Beatrice llego a mi lado. La mire a ella y, despues, al frente. Ella siguio mi mirada. Bien. No parecia asustada. ?Tal vez lo conocia? ?Estaria haciendo el ridiculo? --!?Pero que has hecho?! --Exclamo. --?Te encuentras bien? --Miro al vaso hecho pedazos en el suelo y luego me miro a mi. --Beatrice… --Susurre, alzando la mano hacia el desconocido. Pero ella se me adelanto, y camino hacia el con paso seguro y firme. --?Por que tienes esto a oscuras? !Por eso se te ha caido el vaso, porque no veias nada! -- Dijo, mientras se dirigia a la ventana, hacia donde estaba Jack y… y paso por delante de el. Por su lado, sin inmutarse siquiera. Incluso pude ver como rozaba su brazo sin que se dignara a levantar la cabeza hacia el; como si no lo hubiera visto. Ahogue un grito y me quede con la boca abierta. Mi tia volvio a mi lado y me dijo que iria a por una escoba. Yo asenti, sin apartar la mirada del desconocido que se encogia de hombros como si la cosa no fuera con el. Instintivamente, mire hacia el bote de pastillas del tocador. Y entonces cai en la cuenta de que me habia vuelto rematadamente loca. Era oficial. La senorita Mel estaba peor que una cabra. Capitulo 2 Cai derrotada sobre la cama. Tenia dos opciones: me lo callaba, o lo contaba. Ambas incluian cosas buenas y cosas no tan buenas que me preocupan mas. Si hablaba, era probable que me medicasen aun mas, que doblasen las sesiones del psicologo y, probablemente, que descubriesen lo que hacia con mi cuerpo… Y, con un poco de mala suerte, quiza me internasen en algun centro. Pero si no lo decia… Bueno, lo unico que estaba en juego era mi propia salud mental. Jack cotilleaba, curioso, cada rincon de la habitacion mientras yo iba acostumbrandome a mi locura con la cara enterrada entre las manos. Estaba en shock. Despues de un rato, en el que ninguno hablo, me decidi a romper el hielo. --Jack. --Pronuncie, con prudencia. --?Que haces aqui? --Dimelo tu. --Dijo mientras jugueteaba con el marco de una foto. --Oh. Asi que… ?Quien eres en realidad? ?Un espiritu o un angel que quiere que descubra por mi cuenta por que necesito su ayuda? --No. --Nego con la cabeza. --Cuando te he dicho que me lo dijeras tu, era exactamente porque creia que tu lo sabrias mejor que yo. No tengo ni idea de que hago aqui. Solo se que me has traido tu. --Aja… --Murmure con cansancio, sintiendome ridicula por seguirle la corriente a un producto de mi imaginacion, de mi mente. --?Y quien eres exactamente? --Soy Jack. --?Jack que mas? --Solo Jack. Me deje caer en el colchon. Madre mia, !estaba hablando con alguien que no existia! Tras unos segundos de absoluta desesperacion, me incorpore y cruce el pasillo que separaba mi cuarto del bano. Lo acabas de hacer. No, no lo hagas. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer. Lo acabas de hacer… --Me repeti, una y otra vez, delante del espejo. Pero no tenia fuerza de voluntad. Busque una cuchilla de depilar, pues no queria que mi nuevo amigo Jack viese como sacaba mi cuchilla especial del cajon de los calcetines, y la hice vacilar sobre la piel de mi brazo. Lo acabas de hacer. Otra vez no… --Grito alguien desde algun rincon de mi interior. Pero nadie le escucho, porque los gritos de mi alma afligida amortiguaron el sonido. Y en mi cabeza solo podia pensar en la gloriosa sensacion que vendria despues de hacerlo. Derrame un hilillo de sangre. No mucha, la suficiente para sentirme mas serena. Limpie todo concienzudamente y volvi a mi cuarto, donde me esperaba mi nuevo trastorno. Pase a su lado sin prestarle atencion y me pregunte que debia hacer. Tenia que distraerme hasta la hora de la cena. Pero solo pensar en ver los programas que retransmitian a esas horas en la tele… me ponia enferma. Tampoco queria salir. En esos instantes, no me apeteceria ver a nadie. Y, aunque quisiera, ?con quien podria quedar? Seamos sinceros, solo tenia una amiga y casi siempre estaba ocupada. Pero ese no era el mayor de mis problemas en aquel momento. El mayor de mis problemas media mas de uno ochenta, era moreno y tenia una sonrisa de infarto. Ojala pudiera decir que solo era la tipica chica colada por el bombon de clase. Ojala. Pero no era asi. Cogi un libro y baje al salon. Por algun motivo, me daba reparo quedarme a solas con el. Me tire en el sofa y escuche a Beatrice mover cacharros en la cocina. Eso me relajo. Sin embargo, al cabo de unos minutos, oi como Jack bajaba las escaleras y se acercaba a mi. --?Tu quien eres? --Me dijo, como si fuera el el sorprendido. No le conteste, volvi a distraerme con la lectura y procure no prestarle atencion. --Dime al menos como te llamas. Yo te he dicho mi nombre. Hice como que no le escuchaba. --!Eh, vamos! --Me chillo. --!No grites, trato de leer! --Le espete, malhumorada. --?Dices algo, Mel? --Oi la voz de mi tia desde la cocina. --No… Nada. --Le dije, consciente de que acababa de gritarle a mi propia imaginacion. Volvi a mi habitacion atropelladamente y me encerre dentro. --No me hables en publico. --Le pedi a Jack. --Entonces prestame un poco de atencion cuando estemos a solas. --Alzo una ceja. Sacudi la cabeza. No podia creer lo que estaba pasando. --Escuchame. --Le dije, senalandolo con el dedo. --No pienso hablarte, ni mirarte, ni prestarte atencion. Estas en mi cabeza, y cuando deje de pensar en ti, te iras. Entonces tome una decision. Haria como si todo fuera normal. Jack podia ser un efecto secundario de los antidepresivos. Seguramente, si dejaba de pensar en el, se acabaria yendo. Desapareceria sin mas, igual que aparecio…

  • El sermon del fuego de Jamie Quatro

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  • La chica que colgaba del arbol de Cesar Terradas

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    El 15 de agosto de 2017, en un bosque de castanos de Viladrau, aparece el cadaver desnudo de una chica. Cuelga del arbol mas famoso del pueblo y no hay indicios de que haya sido por voluntad propia. El policia local Evaristo Sanchez, a las puertas de su jubilacion, se encuentra con el caso mas dificil de su carrera y pide ayuda a los Mossos d’Esquadra. La verdadera identidad del cuerpo trae de cabeza a la pareja de inspectores Luis Garriga y Laura Rodriguez. El tiempo corre en su contra, los medios presionan y las pruebas para descubrir al asesino son circunstanciales. El terrible suceso sacude al pueblo, desentierra rencillas del pasado y enfrenta a clanes familiares rivales. El culpable no ha dejado nada al azar y esta mas cerca de lo que sospechan.

  • Ardiente pasion de Adrian Blake

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    Me llamo Leo Johnson, y soy oficial de la brigada 118 del cuerpo de bomberos de Nueva York, situada en Middagh St, muy cerca del puente de Brooklyn. Me encuentro dando vueltas por la fiesta de disfraces que han organizado en el Nixx, uno de los mejores hoteles del barrio. Hoy es mi primer dia de descanso despues de un turno de veinticuatro horas, y aunque la idea principal era quedarme en casa viendo la television, ha sido imposible hacerlo. Estamos a viernes de carnaval, y la mayoria de los pubs y hoteles de la zona han organizado fiestas de disfraces. Wess, mi mejor amigo y companero de trabajo, no ha dejado de incordiar hasta que me he liado la manta a la cabeza y nos hemos echado a la calle. En el Nixx hay una unica regla esta noche: todos los asistentes tienen que permanecer con el rostro cubierto hasta salir del hotel. He elegido para la ocasion disfrazarme del fantasma de la opera. La mascara esta hecha a medida y se sujeta a mi cara con pegamento para piel, de modo que no necesito gomas para sujetarla. El disfraz me ha poseido, lo reconozco, tengo el porte y los andares de un autentico dandi del siglo XIX. Me acerco hasta la barra, donde Wess, sentado en un banco disfrazado de Hercules, se despide de Persefone, a la que probablemente se habra follado en la habitacion que hemos cogido para pasar la noche, porque ninguno de los dos tiene ganas de quedarse sin probar el alcohol por tener que conducir. --Veo que estabas muy bien acompanado --bromeo apoyandome en la barra. --Tenia que marcharse, pero he quedado en llamarla manana... --contesta cogiendo un canape de una de las bandejas-- o pasado. Estos canapes estan de muerte, tio. --El ambiente esta muy animado. Parece que a la gente le encanta disfrazarse. --Las noches con mascaras siempre traen consigo mayor afluencia de personas. Hay muchos que guardan demasiado su intimidad, y asi tienen la ocasion de soltarse la melena. --Estas muy bien informado... --Que quieres que te diga. Las mascaradas son las fiestas en las que mas follas sin tener que atarte a nadie. Llegas, echas un polvo y adios. Observo detenidamente a un par de bailarinas que se contonean alrededor de una barra de pole dance. --Estan buenas, ?verdad? --comenta Wess. --Y que lo digas. La morena me esta poniendo a mil por hora. Y es verdad. En la barra de la izquierda, una mujer morena, alta, con unas curvas que me hacen babear parece que estuviera bailando para mi. Aunque sus ojos estan cubiertos por una mascara de plumas, sus labios carnosos cubiertos de carmin sonrien, y no puedo evitar querer subirme a la plataforma para morderlos y hacer a su duena perder el sentido. Veo aparecer a John por la puerta disfrazado de marine, y me sorprende no ver a Linda colgada de su brazo, pues desde que estan casados no le deja ni a sol ni a sombra. Le doy un abrazo cuando se para a mi lado y le miro interrogante. --?Has convencido a Linda para que te suelte la correa? --bromeo. --No seas cabron. Esta manana se ha levantado con fiebre y ha tenido que quedarse en la cama. --?Y la has dejado sola, capullo? --pregunta Wess. --!Claro que no! Su hermana vino a pasar el fin de semana en casa y se ha quedado con ella --protesta mi amigo--. Tengo la mejor cunada del mundo, ha convencido a mi mujer de que me deje salir con vosotros. --Eso es porque tu cunada no nos conoce --dice Wess con una carcajada--. Si lo hiciera te habria esposado a la cama junto a tu mujer. Echo un ultimo vistazo a la bailarina, que ha fijado su mirada en mi. Se contonea provocandome, insinuandose de manera deliciosa. Esta decidido, en cuanto se baje del escenario me la voy a subir a la habitacion. Salgo de la sala para ir a fumarme un cigarro al patio trasero del hotel. Mi madre solia trabajar aqui, asi que conozco todos los recovecos del edificio. Me sorprendo al oir llantos saliendo del cuarto donde las limpiadoras guardan sus utensilios, y entro de inmediato para encontrarme a una conejita de Playboy sentada en el suelo llorando a mares. --?Te encuentras bien? --digo suavemente para no asustarla. Ella levanta la vista y me mira con los ojos mas verdes que haya visto en mi vida, y suspira conteniendo un sollozo. --No, nada esta bien. Mi vida es una mierda, y no puedo arreglarlo. Me siento junto a ella y le paso la palma de la mano por la espalda intentando calmarla, y ella se acerca a mi y apoya la cabeza en mi hombro con un suspiro. --Hoy he descubierto que mi marido me engana --susurra--. Ni siquiera ha intentado negarlo, ?sabes? Ha dicho que es culpa mia por no darle lo que quiere. --Tipico de un cabron manipulador. Solo el tiene la culpa de una infidelidad, dulzura, e intenta echarte la culpa para poder seguir haciendolo. Lo mejor que puedes hacer es mandarle a tomar por el culo. --No me ha dado oportunidad de dejarle. Se ha marchado de casa ofendido, dando un portazo. Por eso estoy aqui. He salido con mi mejor amiga para pagarle con la misma moneda. Se incorpora y vuelve a mirarme a los ojos. --Soy tan imbecil que no he sido capaz de hacerlo. Cuando un chico ha intentado ligar conmigo, me he acobardado y he salido a correr. --?Y crees que las escobas son la mejor compania? --No he conseguido encontrar a mi amiga y ella tiene la llave de nuestra habitacion, asi que estoy perdida hasta que decida aparecer. Suspiro ante la irresponsabilidad de la amiga de la joven. --?Que te parece si te llevo a casa? --No quiero irme a casa. No soportaria verle la cara esta noche a ese desgraciado. --Entonces vamos a mi habitacion. Quizas yo sea capaz de hacerte olvidar lo desastrosa que ha sido esta noche. Uno mis labios a los suyos en un impulso que soy incapaz de controlar, y la sangre comienza a hervir en mis venas. Ella permanece pasiva, dejandome recorrer sus labios con los mios una y otra vez, y cuando deja escapar un suspiro, aprovecho la oportunidad para hundir la lengua en su boca. !Joder! Sabe a gloria, literalmente. Su lengua juguetea un rato con la mia antes de romper el beso, y agacha la cabeza, muerta de verguenza. La ayudo a ponerse de pie y tiro de su mano hasta el ascensor. En cuanto entramos en la habitacion, se deja caer timidamente en el sofa. --Voy a bajar un momento para avisar a mis amigos de donde estoy --susurro--. No tardare. --Vale. Vuelvo a la barra, donde mis amigos charlan animadamente. --Wess, cogete otra habitacion --ordeno. --?Ya has cazado, capullo? --pregunta John. --Eso parece --contesto--. La tia esta tremenda, asi que voy a disfrutar de ella toda la noche. --Disfruta, mamon --rie Wess--. No se como te las apanas que siempre terminas llevandote una mujer a la cama. Me acerco a recepcion y pido que nos suban algo para cenar. La pobre no habra podido probar bocado con el disgusto, y a estas horas debe tener hambre. Ya habra tiempo mas tarde para el sexo. Cuando entro de nuevo en la habitacion, veo que la chica se ha quitado los zapatos de aguja y se ha sentado en la cama con las piernas cruzadas, para poder ver la tele. --Veo que te has puesto comoda --digo tumbandome a su lado. --Con este traje es dificil hacerlo. !Dios! No se por que tuve que hacerle caso a Lindsay. Me acerco a la bolsa de viaje que he traido con la ropa de manana y saco el pantalon de deporte y la camiseta que traje para dormir. Ella los acepta con una sonrisa y se mete en el bano a cambiarse, mientras me quito la capa, el chaleco y el corbatin, que me tiene hasta las narices. En ese momento el camarero llama a la puerta, y me entrega una bandeja con una seleccion de pequenos sandwiches de distintos sabores, y dos trozos de tarta de chocolate y nueces, cortesia de mama Rose, la cocinera, que me conoce desde que usaba panales. Cuando sale del bano, veo que tambien se ha quitado la mascara, dejando al descubierto el rostro de un autentico angel. Sus ojos verdes estan escondidos tras unas largas pestanas, sin una gota de maquillaje. Natural... y absolutamente arrebatadora. Dejo caer mi mirada por todo ese cuerpo escondido tras mi ropa, deseando que llegue el momento de desenvolver este delicioso regalo para poder darme un festin con el. Ante mi escrutinio, ella me mira avergonzada y se sienta en la cama de nuevo. --Gracias, esto es mejor que ese condenado disfraz --susurra. --He pedido algo para comer, supongo que tendras hambre. --No he comido nada en todo el dia. Comemos en silencio, absortos en el programa de television que ella habia puesto para entretenerse mientras yo no estaba. --!Dios, estaba famelica! --suspira. --?Que te apetece hacer ahora? Ella acaricia mi mascara y sonrie. --?No te la quitas? --pregunta-- Ya no estamos en la fiesta. --Es mejor que no lo haga. Esta noche solo somos dos desconocidos que se conocen en una fiesta. --Vaya... me gustaria verte la cara completa. --Puedes imaginarla. A fin de cuentas ya estas viendo la mitad de ella. --Tienes razon. ?Por que no me cuentas algo de ti? --Soy Erik... un alma atormentada por el amor de una cantante de opera. Ella se echa a reir por primera vez desde que la conozco, y un par de dulces hoyuelos aparecen en sus sonrosadas mejillas, haciendola parecer mucho mas joven. --Esta bien, entonces yo soy Lola, una conejita traviesa que esta buscando pasar un rato divertido. El juego de seduccion se alarga durante horas. Una mirada, una sonrisa, una caricia accidental, son los alicientes de la pasion, que comienza a florecer entre nosotros. Las botellas del mini bar se acumulan en la mesita de cristal que hay junto a la cama. Estoy en mangas de camisa, con la mitad de los botones desabrochados debido al calor de las copas... y del juego. Ella esta tumbada a mi lado, acariciando distraidamente el vello ensortijado que asoma por la abertura de mi camisa, mordiendose el labio inferior mientras me mira fijamente a los ojos, y antes de darme cuenta me encuentro tumbado sobre ella con mis labios pegados a los suyos.

  • El vuelo de las perseidas de Raquel Silva Merchan

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    Helena hace las maletas y escapa del amor de su vida, Carlos. Tiempo despues regresa a su pueblo natal y debe enfrentarse a todos los fantasmas de su pasado.

  • Las trampas del afecto de Mari Jungstedt

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    Una controvertida herencia desencadena acontecimientos inesperados en la isla de Gotland

  • Rage (Redemption 1) de Melanie Rogers

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    UN PASADO DE ABUSOS. UN PRESENTE DE VIOLENCIA.

  • El libro negro de Dross

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    “La vida puede ser una verdadera mierda para algunas, que no la mayoria de las personas. Sin embargo, por lo menos un par de veces, a lo largo y ancho de esa vida, esta elige un dia para demostrarnos que tanto asco puede dar. Esto les pasa a todos y cada uno de los seres humanos que habitan en este mundo, caprichosos o no, malos o buenos, simples o excentricos: todos tienen una probada de que tan mal pueden salir las cosas durante veinticuatro horas.
    Y para mi, ese dia parece que va a ser hoy.”
    En los cuatro cuentos reunidos en este libro escabroso, David Angel Revilla, alias Dross, nos revela detalles perturbadores de la deep web y que la vida jamas es lo que parece y que la existencia humana no es mas que un recorte fugaz y lastimoso del universo.

  • Daniela y su decision (No mas mentiras 3) de Ariadna Baker

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    Se te desgarra el alma y la vida por completo… Y no tienes las fuerzas para gritar con rabia todo eso que sientes dentro de ti, aquello que duele, quema, te apaga. Veinticuatro horas habian pasado desde que lei aquella carta, las peores de mi vida, cada vez me iba superando mas en conseguir que todo aquello que me pasaba, fuera a peor… ?Hasta donde podia aguantar un corazon? ?Que mayor horror que saber que lo que mas amaba se esfumaba y no sabias hacia donde? Su familia habia recibido un mensaje de despedida y cuando lo llamaron, ya el telefono estaba apagado, imagino que fue en el mismo momento que dejo la carta sobre la mesa. Pense de todo: un secuestro, unas amenazas, que se habia ido con otra mujer y no tenia las agallas de decirlo a la cara, o habia cometido un delito y no queria que lo pillaran, incluso que le hubiesen detectado una enfermedad terminal y no queria que pasaramos ese sufrimiento. No, no me iba a quedar de brazos cruzados, esto no se podia quedar asi, ademas, le prometi que no volveria a desconfiar de el hasta escucharlo, pues ahora me tenia que dar las respuestas y lo iba a encontrar, aunque fuera debajo de las piedras. Veinticuatro horas sin dormir, llorando, con la compania de Marisa, que se habia quedado conmigo, mis ninos estaban en su casa con Manu. --Si esta enfermo, ire a estar con el sus ultimos dias, si esta secuestrado, alguien pudo ver algo, si esta en algun pais, alguien lo debe de ver, este donde este --le di al boton de publicar --, lo voy a encontrar. Marisa me miro afirmando entre lagrimas, otra que llevaba veinticuatro horas a lagrimas tendidas, pero a mi lado, como siempre, sin soltarme de la mano. Lo publique en todas mis redes y, por supuesto, etiquetandolo a el, ese actor tan afamado en el mundo que cuando sus fieles seguidores leyeran el post con foto de el incluida, no iban a tardar en compartidlo y hacerlo llegar a todos los lugares del planeta. "Es el padre de mis hijos, es la persona que mas amamos. Esta desaparecida y puede ser en cualquier circunstancia. Ayudenme a encontrarlo, por favor" Eso fue lo que acompane con su foto. Sabia que no habia mejor forma de conseguir algo que, con una legion detras de gente compartiendo. Ni cinco minutos habia pasado y ya estaba compartido mas de cien mil veces, y tres horas despues, ya tenia dos agentes de policia en la puerta. Si hubiera ido yo, no me habrian hecho caso porque el, era mayor de edad y habia pasado muy poco tiempo, pero las redes mueven al mundo. --Soy el inspector Hugo, pertenezco a la zona de Cadiz, pero viendo la relevancia de este caso y de la persona de la que se trata, he pedido coger el caso --extendio su mano. --Gracias. --El, es el agente David --me estrecho la mano. --Hugo, se que ademas eres uno de los autores de La Tribu --sonrei. --Perdon, no queria entrarte en plan de… tenemos amigos en comun, porque queda un poco feo --sonrio --. Fueron los chicos, Manu, Aitor y Marcos, quienes me pidieron que cogiera este caso --se me saltaron las lagrimas. Les conte todo lo que fui notando los ultimos dias y con las personas que me dijo que estaba, ademas les entregue la carta que me habia escrito, pero antes le tire una foto. Queria tenerla. El inspector Hugo era conocido mediaticamente, por haber contribuido a la liberacion de una chica llamada "Laia" que estuvo en Marruecos bajo la doctrina de su marido siendo maltratada en muchos sentidos. Ademas, la autora Ariadna Baker, una de las escritoras de La Tribu, hizo la trilogia "Cautiva", la historia de esa mujer. Una emotiva trilogia donde los sentimientos no hacen mas que estar a flor de piel. Y no solo eso, despues se vio envuelto en la desaparicion de la personita que el mas queria en el mundo. Asi que, entre la presion mediatica y el historial de Hugo, esperaba muy pronto tener respuestas a tantas preguntas. Ahora me tenia que ayudar a mi y no se por que confiaba mucho en el. Hugo se iba a quedar en Malaga durante unos dias, esos que son los principales para cualquier investigacion. Les ofreci quedarse en mi casa y el, acepto de inmediato. Su companero regreso a Cadiz y desde alli estaria al tanto de todo, al igual que su equipo, que desde alli estarian trabajando en todo lo que el pidiera. Se quedo en el rincon del salon donde escribia Ethan, comenzo a pedir informes de todo, ademas, habia hablado hasta con el juez para poder acceder a cuentas y registros telefonicos. Asi como pedir a las companias aereas que comprobara si habia viajado en uno de sus vuelos. Y eso hizo, pedir informacion de sus cuentas, yo no las tenia, asi que no lo podia facilitar. Me puse en un rincon del sofa con Marisa y mire el movil, se habia hecho viral lo de Ethan y los medios de comunicacion ya hablaban sobre ello en todo el planeta, es mas, habia una avalancha de periodistas en la puerta de mi casa esperando a que saliera. Para salir estaba yo… Prepare unos sandwiches para cenar, yo no tenia ni ganas, pero ellos debian comer, sobre todo, Hugo, ese hombre que daba paz a la casa pese a no parar de trabajar. Tenia algo que tranquilizaba, aunque fuera solo un poquito en medio de este Caos. Esa noche se hizo viral una fotografia de Ethan en un vuelo, por la ropa era actual, decian que lo habian visto en un vuelo, Malaga-Roma. Y si, porque esa compania aerea lo confirmo, lo que quedo claro es que, si habia hecho escala, no fue con la misma. Asi que teniamos que seguir esperando, o pensar que estaba en Roma ?Y que se la habia perdido alli? Llorar es lo unico que me nacia, llorar y saber que algo muy grave estaba pasando para que el, se estuviera alejando por su propia voluntad y mas, despues de comprobar en la foto que de un secuestro no se trataba. Capitulo 2 Era la segunda noche que habia pasado sin Ethan y sin saber nada, excepto que cogio un vuelo a Roma. Prepare el desayuno para Hugo y un cafe para mi. Marisa se habia ido a echar un vistazo a los ninos, por si necesitaba algo Manu. Lo vi raro y me dijo algo que me dejo sin aliento. --Han detenido a Irene para un interrogatorio… --?Irene? --Senti una presion en el pecho. --Si, la ex de Ethan. --Ya, ya ?Y que puede hacer alguien como ella? --No lo se, pero con peores cosas he lidiado… --?Que esta pasando Hugo? --No lo se, pero lo voy a averiguar como sea. --?Crees que ella puede tener alguna conexion con algo? --No lo se, de verdad, pero si la tiene, lo voy a saber. --Tengo mucho miedo, Hugo --se me volvieron a saltar las lagrimas. --Lo se, una vez pase por esto --me toco el hombro como muestra de carino. --?Crees que lo volvere a ver? --No lo se, no te voy a mentir, pero encontrarlo, lo encontraremos. --Me da la sensacion de que estas barajando la hipotesis de un asesinato -- dije con miedo. --No, a la vista que se fue en principio a Roma y no se le veia en una situacion delicada… Pero algo me dice que aqui hay un trasfondo muy fuerte y lo averiguare. --Dejate la vida, Hugo. Te lo compensare. --Mi recompensa sera traertelo de vuelta --me acaricio la barbilla y se marcho. Me sente en el sofa llorando, sentia un desconsuelo de esos que parecen que te van a llevar a desfallecer y no volver en conocimiento ?Que te estaba pasando, Ethan? Marisa llego a media manana, me dijo que los ninos estaban de lo mas entretenidos con Manu, que no me preocupara por ellos. La verdad es que ese hombre era todo corazon y ponia su alma en ayudar a los demas. --Me voy a volver loca, no dejo de vomitar de los nervios. --No estaras prenada, ?verdad? --No, no, creo que no, por Dios, lo que me faltaba --negue con las manos en la cara y llorando de tristeza. --Bueno, carino, seguro que pronto aparecera. --No lo se, pero me da mucha tristeza no saber que le esta pasando y no poderlo ayudar. Hugo llego a la hora de la comida diciendo que lo unico que tenia Irene, era un pavo encima que no podia con el. Descartada de la investigacion. Pava desde luego que era… Fue a las cinco de la tarde cuando un nuevo giro se dio en el caso, salto en todas las noticias y se hizo viral.

  • Si me ladras de Veronica Valenzuela

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    ?Que pasaria si alguien que no esperas, sellara tu destino amoroso? ?Y si ese alguien fuera un perro callejero que escondiera un increible secreto?
    Aitor es un profesor de arte que se queda en paro por los recortes en la Universidad de Madrid donde da clases.
    Con un cuerpo de infarto y una inteligencia por encima de la media, probara suerte en trabajos desastrosos, hasta que encuentra la horma de su zapato en una oferta que no puede rechazar. Solo hay un inconveniente: odia a los sevillanos y a los perros.
    Rio es una veterinaria competente y rebelde, que pertenece a la aristocracia, a la que detesta. Cuando su padre contrata al hombre mas horrible del planeta como restaurador y asesor de su coleccion de arte, con un caracter cabezota de mil demonios y el aspecto de un dios vikingo, los esquemas de la chica se haran mil pedazos.
    Juntos, la quimica y algo mas, saltaran a la palestra. ?Podran hacerle frente?

  • Erika de Margotte Channing

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    Irlanda, ano 1112 Hrolf era el jefe de los vikingos cuyos barcos estaban llegando a la playa para ayudar a Alexis Hasink, el gran rey irlandes. Acudia de esta manera, a la peticion de ayuda que le habia hecho su amigo el rey, dos semanas atras. El mar estaba embravecido, pero asi era como mas le gustaba. El cielo se oscurecio y destello un rayo, una sobrecogedora linea plateada, como si uno de sus dioses vikingos lo hubiera lanzado para iluminar a sus protegidos. Recordo que, segun la leyenda, Odin arrojaba sus rayos, cuando cabalgaba por los cielos con su caballo negro Sefir y su carro, y de esa manera desataba las tormentas. Estaba de pie erguido e imponente, parecia un gigante contra el viento, con una bota firmemente apoyada en la proa de su drakkar. El viento le alborotaba el cabello dorado, sus rasgos duramente cincelados, no eran bellos. Su mayor atraccion eran los ojos, de un ardiente azul cobalto, que transmitian una feroz determinacion. Su boca, ancha y sensual, poco dada a sonreir, formaba una linea recta mientras contemplaba la costa. Llevaba bien recortados la barba y el bigote, y tenia la piel bronceada. Su ropa era como la de sus hombres, no necesitaba usar ropa fina para ostentar una nobleza que no poseia. Solo con su estatura y la fiereza que emanaba de el, hacia temblar a sus enemigos. Su figura, sobrecogedora e impresionante para hombres y mujeres por igual, estaba dotada de un extraordinario poder en los musculos de los hombros y el pecho. Sus piernas, firmes sobre el barco balanceado por la tempestad, eran fuertes como el acero tras anos de surcar los mares, cabalgar, correr, luchar y cometer las tropelias propias de un vikingo. El siempre luchaba por un sueldo, su pequeno ejercito de mercenarios, contratado por reyes y caudillos, ayudaba a conquistar tierras o reinos. Luego, cobraba y se marchaba. Esta era el ultimo trabajo. Se habia retirado meses atras, a su granja en Vinland, pero Alexis, el rey, le habia mandado una carta pidiendole ayuda y, debido a los favores recibidos por el anos atras, no tuvo mas remedio que acudir. Asi que aqui estaba, decidido a ayudar a su amigo, y, luego, a volver a su tierra y buscar una mujer o mujeres, que le dieran hijos y le ayudaran a encontrar la paz. Cuando el drakkar estaba llegando a la playa, salto al agua sin previo aviso, seguido por los gritos emocionados de sus hombres, que comenzaron a seguirle. Echo un vistazo a su izquierda, para ver si el drakkar de Beothuk, su hermano, que siempre luchaba con el, habia llegado. Estaba algo mas lejos que el suyo, por lo que comenzo a avanzar hacia tierra, forzando al agua a abrirse a su paso, y cruzando mandobles de espada contra sus adversarios, que habian entrado en el agua a recibirle. Jamas luchaba como una fiera rabiosa, sabia que era el mayor peligro del berserker, perder la razon. Habia visto morir a demasiados que eran como el, porque cedian a la transformacion. Por eso, jamas permitia que la furia dominara su brazo armado, que lo impulsara a actuar con demasiada temeridad. Combatio frio e implacable, matando un hombre tras otro. Los defensores combatian valientemente, y en medio de la matanza, penso, fugazmente, que aquello era una lamentable perdida de vidas y fuerzas. Habia pocos guerreros profesionales alli, seguramente serian agricultores y artesanos reclutados por una misera paga para que lucharan en contra del rey. La mayoria luchaban con picas, azadas y cualquier cosa que habian podido encontrar. Morian rapidamente, y su sangre alimentaba la tierra. Cada vez los vikingos avanzaban mas, mientras los rebeldes caian muertos, sin poder frenar su avance. Los gritos no cesaban, a lomos de un caballo castano arrebatado a un hombre caido, Eric levanto su espada, y lanzo un escalofriante grito de guerra. Un rayo rasgo el cielo y comenzo a llover. Aunque los hombres resbalaban en el lodo, la batalla no ceso. Hrolf espoleo el caballo y se dirigio hacia las puertas de la ciudadela cercana a la playa, y que debia conquistar. Sabia que lo seguian sus hombres, que habian bajado de los seis drakkar que ya estaban varados en la arena. A las puertas de la muralla que rodeaba la ciudadela, escuchaba la preparacion en las almenas para acabar con ellos, impasible, ordeno que fueran al barco a buscar un ariete. A pesar de las flechas que volaban a su alrededor y el aceite caliente que les arrojaban, no tardaron en romper los portones, entonces, los vikingos entraron en tropel en la ciudad. Estaba preparandose para galopar hasta el castillo que despuntaba sobre una pequena colina, cuando un grito le puso los pelos de punta: – !Hrolf!, !vuelve!, !es Beothuk! - Bjarni, su segundo al mando, tenia ordenes suyas de esperar siempre a que desembarcara Beothuk, y, despues, de que le cubriera las espaldas hasta que llegaran junto a el. El, como jefe, no podia estar pendiente de su hermano en la batalla. Dio la vuelta al caballo con el corazon latiendole en la boca, y galopo como loco para volver a la playa. Bjarni le senalo un grupo de hombres cercando a su hermano. – ?Por que no le estas ayudando? - rugio, Bjarni le miro con cara triste, Hrolf se sorprendio al ver sus ojos humedos. – El berserker le ha poseido, fijate, los que le rodean son nuestros hombres, ha matado a varios ya- Bjarni se limpio una lagrima traidora, que le corria por la mejilla. Hrolf no lo creia, no podia ser, el era mayor que Beothuk, no podia ocurrirle a el antes. Bajo del caballo y corrio hacia su hermano pequeno. Los hombres tenian instrucciones de, que, si la posesion ocurria, tenian que matar al poseido con la mayor rapidez y limpieza posible. Pero habia dado esas ordenes pensando en el mismo, nunca en su hermano. Corrio como un loco, pero mientras lo hacia, una flecha traicionera se habia alojado en el pecho de Beothuk. Grito lanzandose contra ellos, que abrieron filas para dejarle pasar, todos conocian el profundo carino que sentian los hermanos entre si. Se retiraron asustados, no sabrian que hacer si tambien le ocurriera a Hrolf, siendo su lider en la batalla. Se arrodillo ante el, su hermano le miraba, respirando ya superficialmente, la herida del pecho sangrando sin control. – Hermano- susurro con esfuerzo- al menos estoy lucido para despedirme de ti- apreto su mano- hacia tiempo que sentia la oscuridad avanzar en mi interior. Te esperare en el Valhalla- cerro los ojos, volvio a abrirlos con esfuerzo para decirle- jurame...- suplico. – Lo que quieras- apretaba su mano con fuerza, como si con ello pudiera evitar que se fuera. – Que haras lo que sea para no terminar asi, busca a aquel jarl de Groenlandia del que oimos hablar, ve y preguntale. – Lo hare- aseguro. – Juralo, si no lo cumples, que nuestros espiritus no se vuelvan a encontrarsu vida se agotaba. – Te lo juro hermano- Beothuk, el sonriente, como era llamado entre todos los que le conocian, mostro su sonrisa por ultima vez y murio. Hrolf lanzo un alarido que recordo a todos los que lo escucharon, el de un lobo solitario al que le hubieran arrancado lo mas querido. Despues de eso, no recordaba mucho mas, solo que Bjarni se encargo de que llevaran el cadaver de su hermano al barco, y que el volvio a montar y a empunar su espada. Aunque se sentia como si no estuviera dentro de su cuerpo, como si el tambien hubiera muerto. Horas despues de la victoria, llegaba el rey al campamento. Hrolf estaba sentado en la playa, bebiendo hidromiel, mientras intentaba olvidarse de todo, incluyendo el olor a sangre y muerte que habia en el aire. Miraba el mar que le separaba de su tierra, donde al amanecer, arrojarian una balsa de troncos que sus hombres estaban fabricando, y que llevaria el cadaver de su hermano en su ultimo viaje. Cuando la echaran al mar, la quemarian, para asegurar un viaje rapido al paraiso vikingo. Su hermano, el mejor hombre de los dos, habia muerto. Tendria que aceptarlo, y encontrar un modo de seguir viviendo. – !Al fin te encuentro! - miro al rey, pero no le apetecio levantarse, debia estar muy borracho porque le parecio bien quedarse sentado en la arena, con el pellejo de hidromiel en la mano. – Hola Alexis- el monarca, le miro con tristeza, y, sorprendentemente, se sento junto a el. Era un hombre rechoncho, bajito y de cuarenta anos. A pesar de ser tan distintos, o precisamente por ello, se habian hecho amigos. Se acomodo junto a el y le pidio el pellejo con un gesto de la mano. Bebio un trago antes de continuar. – Lo siento mucho Hrolf, era un buen hombre. – Si, lo era- su corazon sangraba, sentia un dolor extrano en el, como no lo habia sentido nunca. – Si necesitas algo...- el nego con la cabeza, ahora su decision de volver a sus tierras para emprender su nueva vida, no parecia tener sentido. No sabia donde ir, ni que hacer. Quizas debieran quemarle tambien en la balsa con el. – Me ha dicho Bjarni que te hizo una peticion antes de morir. – Si, estaba preocupado por mi, incluso mientras se moria- le miro, al rey le parecio ver una humedad sospechosa en los ojos, quizas fuera una sombraescuchamos hace unos meses hablar de un berserker que habia conseguido doblegar a la bestia, me hizo jurar que le buscaria. Nos dijeron que se habia casado, que tenia hijos y que se habia vuelto pacifico- inesperadamente, el rey se echo a reir al escucharle. – No creo que le guste que le llamen pacifico- Hrolf fruncio el ceno. – ?Le conoces? – pensaba que era una leyenda, nunca habia creido lo que les contaron ese dia, pero no le dijo nada a su hermano para que no se desilusionara. – Si, y a su familia. Todo lo que te han contado, y mas, es verdad. Estas hablando de Erik de Groenlandia. Hrolf dejo caer el pellejo en la arena asombrado, mientras escuchaba con atencion la historia de Erik.

  • Abraza mi oscuridad, Isabel Keats de Isabel Keats

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