• el ultimo viajero - Pedro Alfaro Campos

    https://gigalibros.com/el-ultimo-viajero.html

    Sara, una joven guia turistica de la ciudad de Buenos Aires, recoge a un ultimo viajero en el aeropuerto para llevarlo a su hotel en el centro de la ciudad antes de cogerse unas cortas vacaciones. Nada mas verlo queda prendida ante la atraccion y el enigma que desprendia el extrano visitante. Decide entonces acompanarlo durante su estancia en la ciudad… Pronto descubrira que a su lado suceden las cosas mas inverosimiles y su vida y la de las que la rodean se vera alterada por quien era capaz de reconducir el destino de aquellos que se cruzaban en su camino. Ella, mientras, intentara llegar hasta al hombre del cual se habia enamorado irremediablemente… pero algo se interponia.

  • EL ULTIMO PASAJERO | MANEL LOUREIRO | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-ultimo-pasajero/9788408112495/2101673

    Sinopsis de EL ULTIMO PASAJERO. Juan Gómez-Jurado recomienda: “Si Stephen King hubiese nacido en Pontevedra, se apellidaría Loureiro”. El último pasajero ...

  • EL ULTIMO PASAJERO | MANEL LOUREIRO | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-ultimo-pasajero/9788408131519/2352840

    Un viejo buque de transporte lo encuentra por azar y lo remolca a puerto, tras descubrir que en él tan sólo queda un bebé de pocos meses…y algo más que nadie es ...

  • El último pasajero - Manel Loureiro | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-el-ultimo-pasajero/91982

    28 may 2013 — El último pasajero, de Manel Loureiro. ... paso por paso, el último viaje del Valkirie. ... Libros de terror para pasar miedo. Comprar.

  • EL ÚLTIMO PASAJERO - LOUREIRO MANEL

    http://quelibroleo.com/el-ultimo-pasajero

    ... decide reflotarlo y repetir, paso por paso, el último viaje del Valkirie. ... Me pareció un libro que al inicio crea espectativa pero en el transcurso ...

  • Mi opinión sobre el libro El Último Pasajero - Raúl Prieto ...

    https://www.raulprietofernandez.net/blog/libros/mi-opinion-sobre-el-libro-el-ultimo-pasajero

    Manel Loureiro, el autor de Él Último Pasajero, nos sorprende nuevamente con esta novela donde nos sumerge en un ambiente claustrofóbico durante el ...

  • El último pasajero - Libro de Manel Loureiro - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/80150/el-ultimo-pasajero

    Un viejo buque de transporte lo encuentra por azar y lo remolca a puerto, tras descubrir que en él tan sólo queda un bebé de pocos meses... y algo más que nadie ...

  • El último pasajero (Autores Españoles e Iberoamericanos)

    https://www.amazon.es/%C3%BAltimo-pasajero-Autores-Espa%C3%B1oles-Iberoamer/dp/840811249X

    El último pasajero (Autores Españoles e Iberoamericanos) : Loureiro, Manel: Amazon.es: Libros.

  • El último pasajero (Autores Españoles e Iberoamericanos ...

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    Outlet de Libros. Cientos de libros a precios reducidos. Ver más ; Biografía del autor. Manel Loureiro (Pontevedra, 1975) es un escritor, abogado y presentador ...

  • EL ULTIMO VIAJERO - PEDRO ALFARO CAMPOS - Agapea

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  • EL ÚLTIMO PASAJERO. MANEL LOUREIRO - Librería Sinopsis

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    En stock. 6,68 €. Comprar. Otros libros del autor.

  • Un donut por tus pensamientos de Dublineta Eire

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    En esta ocasion, me gustaria empezar por dar las gracias a mi querida Mafia, que son las primeras en darme los buenos dias y las ultimas en desearme dulces suenos. Posiblemente, sin ellas este libro no estaria viendo la luz ahora mismo. Reconozco que cuando me lo propongo puedo ser muy pesada e insoportable, de eso podria opinar mucho mi familia... Cuando me pongo a escribir un nuevo libro o relato, ellas son las que me sufren con mis dudas y las que se tienen que leer alguna escena para darme su opinion y ya no hablemos de encontrar un titulo de los mios, de los raritos... Pero ellas, resignadas o no, se leen cada una de mis propuestas aunque sean veinte al dia y ademas, me dan ideas. Por eso les doy las gracias, porque aunque no lo diga, con ellas disfruto mas de esta aficion. Y tambien agradecer a mis pacientes lectores 0: Isabel, Minerva, Imma, Laura, Coral, Lali, Cristina y Maria Jose. Sois velocilectoras. Y tambien, gracias a mi lector 0, era la primera vez que contaba con un chico, queria saber la opinion del sector masculino. Rafael, mil gracias porque lo has hecho genial, tienes ese don que hasta para dar tu punto de vista lo haces como si estuvieras escribiendo poesia. Y sin enrollarme mas, por ultimo les tengo que dar las gracias a mis lectores, a vosotros que estais leyendo esto ahora mismo y que espero continueis hasta leer <>. PROLOGO Me llamo Olivia Cristina Segar, actualmente, tengo cuarenta y cinco anos. Y cuando tan solo contaba con dieciseis, conoci al que hoy es mi marido. Ayer por la tarde, ese mismo individuo, el que lleva compartiendo practicamente mas de la mitad de su vida conmigo, por su cuenta y riesgo y sin venir a cuento, mientras haciamos la compra del mes en el Carrefour, en un arrebato sin sentido, empujo el carro lleno hasta arriba contra la estanteria de las compresas y los salva-slips. Me asuste, no sabia que estaba sucediendo, y ni mucho menos fui capaz de adivinar sus intenciones. Bajo las miradas del resto de clientes, tambien sobresaltados, se arrodillo en mitad del pasillo de los productos de higiene intima, metio una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta y saco una cajita roja. Hice un rezo todo lo rapido que fui capaz de ordenarselo a mi cerebro. Intente resumir mi oracion como si estuviera redactando un telegrama, no era capaz de creerme que aquello estuviera sucediendo de verdad, y menos, a mi. Estabamos en el mes de octubre, no era mi cumpleanos, ni nuestro aniversario, ni tan siquiera el dia de los Enamorados. Digamos que no era ninguna fecha senalada. Marido arrodillado con cajita roja abierta en mano. Vi como algo resplandecia en su interior. Estaba pasando, ni yo alucinaba ni a mi marido le habia dado algo irreversible en el su sistema nervioso. Aquella pose era voluntaria. --Olivia, ?me harias el honor de aceptar nuevamente ser mi esposa por veinticinco anos mas? --No sabia como comportarme. Los nervios no me dejaban actuar. --?Quieres levantarte? Todo el mundo nos mira --le pedi entre dientes muerta de la verguenza estirando de la solapa de su chaqueta. --Oli, carino, siempre me dices que soy muy serio, que solo pienso en el trabajo y que no me ves capaz de cometer ninguna locura. Pues aqui la tienes. Esta es mi locura. --Seguia ensenandome la cajita roja. --Ya, Angel, pero yo hablaba de mandarme a unos tunos, de enviarme dos millones de rosas rojas. No se o que me hicieras un flashmob, que tanto se llevan ahora para pedirle la mano a tu novia. --?Que me dices? Acepte, aunque creo que simplemente lo hice para que se levantara y dejara de hacer el ridiculo. Creo que se sintio como un heroe de cuento de hadas. En todo el tiempo que estuvimos terminando de hacer la compra y la vuelta a casa, no borro la sonrisa de satisfaccion que adornaba su semblante. Aquella <> me ha hecho rememorar viejos tiempos. Hasta que me pidio que fueramos novios, nunca antes me habia fijado en el, ni con ojos de deseo ni con otros, para mi fue practicamente invisible hasta aquel entonces. El dia que dio el paso, la unica condicion que me puso es que no buscaba un rollo, queria una novia formal y yo como nunca he sido de pensar las cosas, me tire de cabeza a la piscina. Sin pestanear, le dije que si. Total, nunca habia tenido un novio, y si no probaba, no sabria si la cosa iba a funcionar. Por lo visto, mi respuesta fue acertada y debiamos estar predestinados, porque a los anos, cuando yo tenia veinte, y el cinco mas, me pidio matrimonio. Se declaro en el corazon de la universidad. Alli en mitad del cesped que era donde mas tiempo pasaba con mis companeros. En la universidad aprendi a jugar al pocker a fuerza de fugarme las clases. Sabia de sobra que me encontraria alli. Llego en su coche, se bajo de el todo repeinado, fue de corrillo en corrillo hasta que dio con el mio. Hizo un saludo en general a mitad de partida. Todos me clavaron la mirada y yo con <>, me acerque a el. Sabia que algo pasaba, pero no me podia imaginar la que se me avecinaba. Me miro fijamente, se arrodillo y ahi fue cuando todo mi cuerpo comenzo a tambalearse y deje de sentir la gravedad. Mi sensacion era de estar separandome del cesped y estar flotando. Como en las peliculas, saco una cajita de uno de sus bolsillos, y alli arrodillado mientras yo queria morirme, me pidio que fuera su mujer. Nuevamente, sin pensarlo acepte sin titubear. Un quince de mayo, en el ano de la Expo de Sevilla y de las Olimpiadas de Barcelona, nos dimos el si quiero. Fue una boda a bombo y platillo organizada por mi suegra y mis cunadas. Yo les deje hacer, porque al ser en una ciudad diferente a la mia y mi unica ilusion era abandonar mi barrio y comenzar bien lejos desde cero, no puse ningun impedimento y como mi madre pasaba de todo y estaba unicamente pendiente de encontrar un companero para pasar las frias noches de invierno, no se preocupo de nada. Digamos que tuvimos la boda que su senora madre siempre habia sonado. Al mes de casarnos, vi mi primer positivo. No estaba planeado, pero tampoco fue una sorpresa porque no pusimos ningun tipo de proteccion. Angel ni se lo creia, no se que le hizo mas feliz, si saber que ibamos a ser padres o que en lugar de espermatozoides tenia misiles espermaticos. El embarazo fue buenisimo, ademas, mi marido es de los que piensa que estar embarazada es estar sufriendo una enfermedad terminal, no me dejaba hacer nada hasta el punto de que si tosia, se asustaba tanto que me queria llevar a urgencias. Durante los ocho meses que duro mi primer embarazo, no movi un dedo. Solo para acudir mensualmente a las revisiones del ginecologo y para elegir la ropita del bebe que estaba en camino y que no se dejo ver si era nino o nina en ninguna de las ecografias. Como no nos poniamos de acuerdo con la eleccion del nombre, hicimos un pacto, si era nino lo elegiria el y si era nina, le podria poner el que quisiera siempre que a el le pareciera correcto. Lo del nombre lo tenia clarisimo desde bien pequena, no cometeria la locura de ponerle a ningun hijo mio el nombre de ningun dibujo animado de moda ni de ningun personaje famoso bien del cine o conocido publicamente. Mi madre me llamo asi por la novia de Popeye y porque le hizo gracia que mi apellido fuera el mismo que el senor que le dio vida a esos horrorosos dibujitos. Nacio Patricia, insisti que ni Pat, ni Patri, mi hija se llamaria Patricia, que para eso le habiamos puesto asi. El parto fue un horror. Llego yo a saber esto antes de quedarme embarazada y me hago una ligadura de trompas para dejar que Angel se me arrimara. Los primeros meses de mi nina no fueron del todo muy buenos, pero fueron llevaderos. Era un bebe que dormia, lloraba, meaba y cagaba. Punto, no habia mas. La maternidad me hizo mejor persona, afloraron sentimientos que nunca pense que pudiera tener. Me hice mas sensible cara al ser humano. Los meses y los anos fueron pasando y los tres compartiamos nuestro dia a dia. Eramos una familia feliz. Angel trabajando en su despacho de abogados y yo criando y disfrutando de mi hija. No tenia que preocuparme de nada mas. Cuando llego la hora de apuntar a Patricia al colegio, tras discutir acaloradamente a cual la llevabamos, consegui camelarmelo y apuntarla a uno publico, era pequenito, pero estaba en el pueblo donde viviamos y considere que era lo mejor para la nina. Angel, como siempre, acepto mi propuesta y su madre se indigno. Los primeros cuatro anos estaba encantada, pero llego un momento en que la casa se me caia encima. Era joven, y pasar tantas horas sola en casa esperando a que se hiciera la hora para recoger a Patricia del colegio, se hacia duro. Posiblemente, las horas de aburrimiento me hicieron bajar la guardia en la cama con Angel, porque sin buscarlo, me quede embarazada de nuevo. Llore, como llore cuando vi el positivo. El parto de Patricia me habia creado un trauma y todavia cuando recordaba el fatidico dia me dolia el chichi. Este embarazo paso volando, me entere tarde y se adelanto dos meses, con lo cual, para mi cerebro estuve embarazada unicamente, cinco meses. El parto genial, maravilloso, lo mejor del mundo. Si Angelito hubiera sido el primero, me habria quedado embarazada del siguiente en la cuarentena, porque si hubiera esperado a que el nino cumpliera un ano para encargar al hermanito, en esas Navidades le habria rogado a Papa Noel la ligadura de trompas. Un infierno de nino, en cuanto cumplio tres meses no dejo de llorar. Lo hacia dia y noche y solo queria mis brazos. La maternidad con el nino fue una condena, de lo cansada que estaba, tenia la sensacion de llevar una bola con una cadena enganchada a mi tobillo a modo fantasma. Nunca supe si sufri la depresion postparto o que fue aquello que yo tenia. Pero cuando lloraba el nino tambien lo hacia yo, y cuando tenia la gran suerte de que Angelito cerrara los ojos para dormir apenas una hora, entonces, yo continuaba llorando. Tenia otra hija y debia seguir encargandome de la nina. Esa epoca de mi vida la quiero borrar, porque ademas, para Angel, digamos que nada cambio, solo le afecto en su vida sexual, que como no podia ser de otra forma, lejos de querer acostarme con el, queria que alguien me practicara la eutanasia. Unicamente me queria morir, donde fuera, preferiblemente en una cama para poder descansar en posicion horizontal mientras me daban muerte. Despues de este bache sin importancia, recuperamos nuestra vida, ni me lo creia. No veia el momento, pero un dia, no se si fue cuando sople mi vela de cumpleanos y pedi de deseo volver a ser una persona y los kilos de mas se habian largado por una temporada, pero fue de un dia para otro. Todo volvia a ser como antes, pero con dos ninos. Ellos dormia del tiron y Angel y yo volvimos salir los fines de semana a cenar con nuestros amigos. Mi suegra nos hacia de canguro. Viajar, hemos viajado, solos y con nuestros amigos, tambien con los ninos. Eramos una familia feliz. Aqui volvi a tener otra crisis rara, no se si cerca de los treinta se suele pasar por una crisis o algo similar. A mi me embargo el aburrimiento de hacer todos los dias lo mismo. Mi vida desde fuera era maravillosa, no podia tener queja. Marido, hijos, con el trabajo de Angel nos podiamos permitir todos los lujos que queriamos y yo no tenia que trabajar. Pero ese era el problema, que yo me sentia inutil, entonces, comence a trabajar en el despacho con mi marido. Dure seis meses, verlo las veinticuatro horas del dia no era bueno para ninguno de los dos. Reconozco que no lo dejaba relacionarse con nadie del sexo contrario en el trabajo y el me mandaba como si fuera su esclava. Luego todos estos problemas nos los llevabamos a casa y nos pasabamos el dia discutiendo. Aqui acabo mi aventura laboral. La vida con mis amigas era fantastica. Tuve la suerte de conocer a Maria un dia que estaba esperando en la sala de espera del ginecologo. Alli estaba ella dandole el pecho a uno de sus hijos, desde el minuto cero congeniamos y desde entonces seguimos siendo amigas. Ella tambien esta hastiada de su triste vida, su marido es Pepe, es un buen hombre, trabajador, pero un poco cazurro. Ella es la tipica mujer abnegada que vive, por y para su marido e hijos. El sufrimiento por el projimo es su vida. La genetica le jugo una mala pasada, esta hecha como sin ganas, pero tiene un gran corazon y la quiero mucho. A Araceli la conoci tambien en una sala de espera, pero de pediatria, alli estaba ella llorando a mares porque su primogenito se habia despenado por una barandilla en el parque y le acababan de dar cuatro puntos en la barbilla, era muy chiquitin. Me llamo la atencion que estuviera perfectamente vestida y peinada, cuando mi hija tenia la edad de su nino, yo salia hecha unos zorros. Patricia se encapricho del nino y como Angelito estaba haciendo lo que tambien se le daba, yo le meneaba en el carrito para que dejara de llorar y una cosa llevo a la otra y la nina les conto mi vida entera. Cada vez que coincidiamos en el parque, los ninos terminaban jugando juntos. Con Alicia fue algo parecido, pero fueron nuestros maridos los que nos presentaron, Arnaldo era amigo de la carrera de Angel, y un dia se reencontraron y hasta la fecha. A Carolina la metio en el grupo Araceli, se conocian de la universidad. Y estas son mis amigas del alma, a las que conozco desde hace mas de veinte anos. Somos un grupo muy variado y que compartimos problemas similares, nuestros hijos tienen practicamente la misma edad y son amigos, asi que es facil vernos y quedar, incluso viajar. Mi vida se estuvo repitiendo dia tras dia durante diez anos. La cosa cambio un poco cuando Patricia comenzo primero de bachiller y decidio hacerlo en Inglaterra, y Angel que es de los que piensa que los idiomas son casi mas importantes que la carrera que se elija, mando a la nina alli, a un internado para senoritas, en Londres. La monotonia cambio y tuve que ir a terapia para que acabara con mi fobia a viajar y poder montarme en un avion, era necesario hacerlo si queria ver a mi hija mas de tres veces en el curso escolar. Lo pase muy mal, porque Patricia estaba en un pais extranjero y porque para verla tenia que enfrentarme a mis miedos y al que mas panico de todos le tengo es a volar. Pero una madre es capaz de hacer cualquier cosa por abrazar a un hijo.

  • Buscando a Carola de Dylan Martins

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    Suena la emisora de radio que tanto me gusta escuchar, mientras hago un siseo para que mi companera me mire. --Dos horas --el gesto de mi dedo acompano al murmullo, para que los demas no se percataran. --Te ira bien --me hizo un guino de esos que no terminaron de convencerme. Ya lo tenia decidido... Me iba a buscar a Carola, esa mujer que un dia deje marchar por querer vivir una vida que posteriormente me daria cuenta de que poco tenia que ver con lo que yo deseaba. Ni que decir tiene que me arrepenti hasta la saciedad, pero ya fue demasiado tarde, se habia marchado a trabajar fuera y nunca mas la volvi a ver. Emma me miraba sonriente, ella representaba esa fiel companera, amiga y complice que todos deberiamos tener; esa persona que siempre esta ahi para escuchar tus lamentaciones, tus locuras y cualquier hecho digno de contar que te ocurriera. Tenia un mes de vacaciones por delante y era ahora o nunca; me iba a embarcar en un viaje que me llevaria a saber que fue de Carola, si tenia la oportunidad de volverla a conquistar o por el contrario ya habia rehecho su vida y era feliz junto a otro hombre. Los nervios se apoderaron de mi mientras veia que esa reunion no terminaba, se estaba haciendo de lo mas tediosa y aburrida, como si pasara a camara lenta. Es lo que tenia el trabajo, aguantar para conseguir captar clientes para nuestra empresa, de la que Emma y yo eramos socios. Nos dedicabamos a la exportacion de productos ibericos que haciamos llegar a todos los rincones del mundo y tenia que reconocer que demasiado bien nos iba. No tenia queja ninguna en ese sentido. Siempre cerrabamos en agosto, solo permanecian en sus puestos los de ventas online, asi que nosotros aprovechabamos para tomar unas merecidas vacaciones. Sin embargo, este ano iba a ser diferente, me iba a encontrar con la realidad de mis sentimientos, con aquella mujer que nunca debi dejar escapar. Si no hubiera sido tan necio... Terminamos el trabajo, me despedi de todos y bese a mi amiga con todas las fuerzas del mundo; ella no dejaba de desearme suerte y yo la iba a necesitar, algo me decia que ya nada iba a ser como antes, pero yo queria quemar mi ultimo cartucho. Dicen que quien no arriesga no gana, y yo esa maxima la iba a llevar grabada a fuego a partir de ahora. Habia llegado el momento y lo iba a afrontar con grandes dosis de ganas, valentia e ilusion. Llegue a mi casa, cogi todas mis pertenencias y sali hacia el aeropuerto como alma que lleva el diablo. Estaba claro que iba a contrarreloj, el vuelo salia en dos horas y hacia una que debia de hacer facturado al ser un trayecto internacional, asi que me apresure todo lo que pude, aparque y entre veloz. Ya habia previsto que iria algo corto de tiempo, pero no podia imaginar que esa circunstancia me fuera a generar tantos nervios. Me equivoque, las emociones iban colapsando mi mente y me pesaban como el plomo, mientras que mi cuerpo debia correr veloz como una gacela. El aeropuerto se me antojo mas grande que nunca y la terminal, interminable, haciendo un juego de palabras. Fui directo a meter la maleta, la azafata me dio las buenas tardes sonriente, tarjetas de embarque y listo para comenzar ese largo viaje. En el aeropuerto, mientras esperaba cerca de la zona de embarque, me meti en las tiendas. Compre un bolso de una marca muy juvenil que le gustaba mucho a Carola, a no ser que en estos dos anos hubiera cambiado, pero yo lo hacia como si ella me estuviera esperando, inocente de mi... Al fin y al cabo, era la ultima baza que tenia para intentar enmendar el error que habia cometido. Debia afrontar la situacion con naturalidad para no caer presa de los nervios, por lo que una y mil veces me habia hecho en mi cabeza la composicion mental... Sonaba dormido y despierto con que ella me esperaria, con los brazos abiertos... y con el corazon aun mas. Y ahora este viaje... No contento con llevarle solo el bolso, compre tambien el perfume que tanto le gustaba y pense si en ese lugar lo usaria. Casi con toda probabilidad diria que no, pero eso no mermaba la ilusion con la que yo lo hacia. Y ello sin contar con el hecho de que, conforme se iba acercando el momento del embarque, sentia que las piernas me temblaban mas y mas. Seguro que, si Carola me hubiera podido ver por un agujero, diria que yo tenia el baile de San Vito en ese momento. Ella y sus ocurrencias, cuantisimo la habia echado de menos en este tiempo que llevaba sin verla. Una azafata me acompano hasta mi asiento, eso de ir en primera clase tenia unos beneficios nada desdenables. Y sobre todo para un viaje tan largo, el que me llevaria al corazon de Ruanda y el que yo pretendia que me llevara tambien de nuevo al de Carola, haciendo el paralelismo. Carola era medico y prestaba sus servicios para una ONG que contaba con bases en todo el mundo, principalmente en lugares deprimidos y reconditos donde la poblacion era mas vulnerable. Digamos que aquellos sitios no eran precisamente turisticos, hasta el punto de que tuve que pedir permisos especiales para llegar hasta donde estaba ella. En mi caso, yo iba de apoyo en unas vacaciones solidarias cuyo coste asumi con gusto, como integrante de un programa que ofrecia cada etapa vacacional esa institucion y que supondria mi salvoconducto para poder llegar hasta ella. No queria ni imaginar la cara que pondria al verme aparecer alli, en aquella pequena aldea, miedo me daba. La triste historia de Ruanda incluia el haber sufrido un genocidio en el ano 1994, un suceso que se saldo con la muerte de unas ochocientas mil personas. Una tragedia de tal magnitud marcaria un antes y un despues en aquel pais del Africa continental, dado lo devastadora que fue. Para hacernos una idea, sirva la escalofriante cifra estimada de que, en torno al setenta y cinco por ciento de los ninos del pais quedaron huerfanos de uno de sus dos padres, y en muchos casos de los dos. Y para mas inri, la situacion a la fecha actual no es que sea para tirar cohetes precisamente. No en vano, se calcula que la mitad del pais vive por debajo de los umbrales de pobreza. A la fuerza, una situacion asi, como ya comentaba, convierte a su poblacion en especialmente vulnerable.

  • El Legado de los Cohen de M. Gema Marin

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  • Un diamante ruso (Secretos de alcoba 2) de Anne Marie Cross

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    Gran Ducado de Hesse y el Rin. Julio de 1843 Maria Aleksandrovna acaricio su prominente barriga y sonrio. Apenas en un par de meses seria madre de nuevo. Cerro los ojos y se recosto contra el respaldo del sofa mientras agradecia el silencio que se respiraba en la salita. La vida en la corte le resultaba en extremo dificil de sobrellevar, sobre todo si tenia detras a cada noble vigilando sus pasos y, en especial, a su suegra, la emperatriz Alexandra Fiodorovna, quien no habia dado su aprobacion al matrimonio con su hijo. Segun su opinion, y la del resto de la aristocracia rusa, Maria era demasiado sencilla, sin encanto y carente de temas de conversacion como para convertirse en la proxima Emperatriz consorte de Todas las Rusias, titulo que le corresponderia en el momento en que su esposo, Alejandro Nikolaievich, asumiese el trono. Lo cierto era que tampoco ella deseaba ese titulo ni las responsabilidades que conllevaba. Tenia diecinueve anos, llevaba casada dos y ya habia dado a luz una hija, Aleksandra, que pronto contaria con un hermano. Habia conocido a su esposo en 1838, cuando Alejandro habia viajado por Europa en busca de consorte. Tras su visita al Gran Ducado de Hesse, le habia confesado que se habia enamorado de ella y deseaba convertirla en su esposa. En ese entonces, Maria solo contaba catorce anos, por lo que habian tenido que esperar a que ella cumpliese los diecisiete para casarse. Era demasiado joven, y nada la habia preparado para las intrigas palaciegas. Suspiro al tiempo que desviaba la vista desde los grandes ventanales de la sala hasta el libro que sostenia en sus manos. Le gustaba mucho leer, especialmente aquellos libros provenientes de autores ingleses, pero en la corte no tenia demasiado tiempo para permitirse ese lujo. Por eso, aprovechaba cada visita que hacia a su tierra natal. No se avergonzaba de cambiar la fria San Petersburgo por Darmstadt, la capital del Gran Ducado, sobre todo cuando sabia que su esposo no la echaba de menos mientras se hallaba en brazos de alguna de sus amantes. Una tristeza amarga reposo en su corazon. Alejandro la amaba, a su manera, pero ella hubiera deseado que tambien le fuese fiel. Supuso que se trataba de un deseo poco realista. Clavo su mirada en las letras del libro, sin verlas, mientras pensaba en su padre, el Gran Duque Luis II, y en su madre, la princesa Guillermina de Baden, que habia fallecido siete anos atras. Segun sabia, ella, al igual que sus hermanos Alexander e Isabel, no eran hijos de Luis, sino de un amante de su madre. La puerta de la sala se abrio, y Maria abandono sus cavilaciones. Se giro para mirar al recien llegado. --Buenos dias, hermana. ?Que tal te encuentras hoy? Maria dirigio una sonrisa agradecida a Alexander y acepto su beso en la mejilla. Su hermano le habia servido de escolta desde San Petersburgo, donde, siguiendo la tradicion marcial de su familia, se hallaba sirviendo al ejercito ruso. --Muy bien, gracias. Esta noche me ha dejado descansar --respondio, mirando hacia su abultado vientre. Alexander percibio la ternura en sus ojos oscuros. --?Eres feliz? --Maria y el se llevaban tan solo un ano de diferencia, por eso se sentia mas cercano a ella y a Isabel que a sus dos hermanos mayores, que tenian catorce y dieciseis anos mas que el--. ?Te trata bien tu esposo? --Por supuesto que si. No debes preocuparte por eso. Soy feliz, aunque os echo mucho de menos. Desde luego, no iba a compartir con su hermano las intimidades de su matrimonio. <> no era una palabra que la definiese, pero tampoco se consideraba desgraciada. Su esposo la trataba bien, tenia una hija maravillosa y otro que venia en camino, y, algun dia, se convertiria en emperatriz. El tomo asiento a su lado y se quedo pensativo. --Yo no se si podria casarme con una mujer que me fuera impuesta --le confeso. La preocupacion nublo el rostro de Maria. Sabia por Alejandro que el zar Nicolas habia considerado a su hermano como un posible esposo para su sobrina, y aunque se trataba de una joven hermosa y educada, tambien conocia las ideas romanticas de Alexander, que deseaba casarse por amor. Y, por lo que habia visto, mucho se temia que su hermano ya habia entregado su corazon. Aunque era menor que el, a veces se comportaba como si fuera su madre, sobre todo cuando creia que necesitaba un consejo. --?Hay alguna joven que te interese de manera especial? Alexander suspiro y se paso la mano por el cabello, alborotandoselo. --Ya sabes que si, la condesa Julia. --?Julia de Hauke? --pregunto, sorprendida. La joven tenia apenas dieciocho anos. Habia quedado huerfana a la edad de cinco, por lo que, junto a su hermano Maurice, fueron puestos bajo la tutela del zar--. ?Mi dama de compania? --Si. Ya se que es joven, ambos lo somos, pero, con el tiempo... Maria salio de su estado de estupefaccion. --No se trata de eso, Sasha --lo interrumpio, usando el diminutivo carinoso con el que siempre lo llamaba. No queria que lo que iba a decirle sonara como un mandato--. Tu eres principe y ella solo una condesa, no puedes pensar en casarte con ella. A pesar de haber usado un tono dulce y suave, su hermano la miro como si lo hubiese abofeteado. --?Como puedes decirme eso, Maria? --repuso, dolido--. Crei que tu me comprenderias. --Pero el Almanaque de Gotha deja claro que una union asi es imposible. --Imposible. --Su tono elevado la sobresalto tanto como la forma intempestiva en que se puso de pie--. ?Acaso pide el corazon permiso para amar a alguien? ?Que importa lo que diga un miserable papel? No es palabra de Dios, solo de hombres. Pero ese documento que se publicaba anualmente en Europa --y que compendiaba con todo detalle datos de las casas reales, la alta nobleza y la aristocracia europeas, asi como datos del mundo diplomatico--, podia destruir la vida y la carrera de su hermano, penso Maria. Si Alexander se empenaba en seguir con aquella locura lo exiliarian, ya que era inconcebible que un miembro cercano de la familia imperial se desposase con una simple condesa. --Piensa en las consecuencias, Sasha. --?Y que importan las consecuencias, Maria, si estas al lado de quien amas? Hablas asi porque nunca has estado enamorada. --Apenas termino de pronunciar las palabras, se arrepintio. Su hermana no habia hecho sino cumplir con su deber al casarse con Alejandro; no habia tenido ninguna otra posibilidad. Se arrodillo ante ella y la tomo de las manos--. Lo siento. No queria decir... Ella acuno su mejilla en un gesto tranquilizador. --Lo se. Sabes que te apoyare decidas lo que decidas. Solo deseo que estes seguro del paso que vas a dar. Su hermano asintio despacio. --No tenemos prisa, como te he dicho, ambos somos demasiado jovenes. --La beso en la mejilla--. Tengo que irme, nuestro hermano, Luis, quiere hablar conmigo. Supongo que tambien querra sermonearme. El intento de bromear no consiguio alejar el punzante dolor que sus anteriores palabras habian provocado en ella. Su relacion con Alejandro habia sido impuesta por las circunstancias, ambos eran nobles y principes, y su matrimonio era bueno para las relaciones entre los dos paises. Le tenia carino, pero no lo amaba. Sin embargo, no era cierto que nunca habia estado enamorada. --Ve con el --lo animo--, o se quejara ante padre, y ya sabes lo que eso significa. Alexander suspiro y se puso de pie. --Mantendre contento a nuestro hermano. Que tengas un buen dia. Lo vio salir de la sala y se recosto contra los suaves cojines mientras su mirada se perdia, a traves de los grandes ventanales, en el lejano cielo azul de Darmstadt. Sonaron unos golpes en la puerta y esta se abrio. Una doncella entro en la sala. --Alteza, tiene visita. El conde de Bellesford. El corazon de Maria experimento un estremecimiento. No, no era cierto que nunca hubiese estado enamorada, el problema era que el amor la habia encontrado demasiado tarde. --Hazlo pasar, por favor, Hanna. Se acomodo en el sofa, extendiendo la ampulosa falda sobre el tapizado, y espero, con el corazon latiendole a una velocidad imposible. El rubor coloreo sus mejillas cuando la puerta se abrio de nuevo y entro el joven conde. Lord Bellesford tenia veintitres anos, cuatro mas que ella. Se habian conocido al inicio del verano, cuando ella habia llegado a la residencia de sus padres para pasar las vacaciones y el asistia a una recepcion en el palacio real. Aunque se encontraba realizando el Grand Tour por Europa, despues de conocerla habia decidido detenerse un tiempo mas alli. Sus ojos se demoraron en su figura. Era apuesto, con un cabello del color del trigo y unos ojos tan azules como el cielo de Darmstadt. Vestia unos ajustados pantalones negros y una chaqueta del mismo color sobre un chaleco azul plateado. --Buenos dias, alteza. --Se acerco a ella y tomo su mano, depositando sobre el dorso un beso calido que se demoro mas de lo que exigian las normas sociales--. Cada dia que pasa la encuentro mas hermosa. Maria sonrio, nerviosa. --Es usted muy galante, milord. --Retiro su mano con un movimiento delicado, aunque le hubiese gustado seguir sintiendo la calidez de su piel. --No digo mas que la verdad. --Se quedo unos instantes en silencio, antes de anadir--: He venido a despedirme. Tengo que regresar a Inglaterra. Ella lo miro y apreto los punos con fuerza. Quiso gritarle que no se fuera, pero se trago las palabras. No tenia derecho a pedirle que se quedara. Entre ellos no podia haber nada fuera de aquellos maravillosos dias que habian pasado juntos, de las miradas llenas de anhelos prohibidos, de los roces casuales, de los paseos a solas, de las conversaciones y las sonrisas intimas. --?A Inglaterra? Creia... creia que despues de Darmstadt ibas a ir a Italia. --Mi padre ha enfermado de gravedad y mi madre me ha pedido que regrese a casa -- explico. Se sento a su lado en el sofa y tomo sus manos--. Sabes que mientras estuvieses aqui no me habria alejado de tu lado, Maria. Entiendo que lo nuestro es imposible, pero no puedo prohibirle a mi corazon amarte --le dijo con un tono de profunda tristeza que provoco que sus ojos se llenasen de lagrimas--, aunque sea en silencio. Y lo seguire haciendo toda mi vida. Ella nego con la cabeza. --Tienes derecho a ser feliz, Paul. --?Aunque tu no lo seas? --Yo tendre a mis hijos. --Apoyo una mano en su mejilla, y el le beso la palma con devocion--. Mereces encontrar el amor. --Ya lo he encontrado. Maria volvio a negar. Habia sido testigo del modo en que la infidelidad de su madre habia destrozado la convivencia entre sus padres. Ella nunca haria nada parecido, no deseaba que sus hijos sufrieran. --Volveras a enamorarte, con el tiempo; y a nosotros nos quedaran los recuerdos hermosos que compartimos. No se dio cuenta de que estaba llorando hasta que el retiro, con el pulgar, las lagrimas de su mejilla. --Ven conmigo a Inglaterra. --Conocia la respuesta antes incluso de que la pronunciaran los labios femeninos, pero habia querido intentarlo una vez mas. --Sabes que no puedo. El silencio se extendio entre ellos, hasta que el solto sus manos y ella sintio el vacio clavandose en su pecho como un afilado cuchillo. --Entonces, esto es una despedida. --Asi debe ser. --Su voz broto en un susurro suave, casi agonico. Deseaba que el la comprendiera. --Odio tu sentido del deber, pero no podria quererte menos por ello. Eres una mujer admirable, Maria; y de lo unico que me arrepiento es de no haberte conocido antes. Siempre te amare. No importa el tiempo que pase. --Antes de levantarse, metio la mano en el bolsillo interior de su chaqueta y extrajo un pequeno estuche de terciopelo y un sobre que deposito en el sofa junto a ella--. Parto en una hora. Si alguna vez decides ir a Inglaterra, te estare esperando. --Ya te has llevado mi corazon. Paul se agacho y bebio de sus labios las amargas lagrimas de la despedida. Fue un beso que les rompio el corazon a ambos. Despues el se alejo, deteniendose solo cuando habia llegado a la puerta. --Adios, Maria. --Adios, Paul. Cuando la puerta se cerro tras el, Maria comprendio que era para siempre. Nuevas lagrimas corrieron por sus mejillas mientras rememoraba en su mente cada uno de los momentos pasados juntos en los que habian sido los dias mas felices de su vida. No supo cuanto tiempo habia transcurrido cuando dejo que la realidad la envolviera de nuevo. Bajo la mirada hacia el estuche de terciopelo y lo tomo. Dentro reposaba un exquisito anillo de oro con un diamante engarzado en forma de corazon. Cogio el sobre y lo abrio para leer la carta que contenia. Mi amor, Si estas leyendo estas letras es porque ya no me queda la esperanza de que envejezcamos juntos. Por eso, te dejo mi corazon. Es tuyo desde el primer instante en que te vi y lo sera siempre. Este anillo ha pertenecido a mi familia durante generaciones. Mi madre me lo dio para que yo se lo entregara a la dama que conquistase mi corazon y a quien desease convertir en mi esposa. Esa eres tu, y nunca habra otra. Hasta el dia en que me muera, te llevare en mi pensamiento, y no perdere la esperanza de que pueda volver a tenerte entre mis brazos otra vez. Tuyo para siempre, Paul Creia que ya no le quedaban lagrimas, pero no fue asi. Acuno el anillo contra su pecho, donde el corazon le latia dolorosamente, convertido en diminutos pedazos, y lloro. Lloro por Paul y por ella. Ningun imperio merecia el sacrificio del amor. Capitulo 1 San Petersburgo. Finales de abril de 1857 Lady Mary Branson corto una rosa mas y la deposito en la cesta que llevaba colgada del brazo, junto al resto de las flores que ya habia recogido. Metio, tambien, en el interior las tijeras y elevo el rostro hacia el cielo para recibir la caricia de los tibios rayos de sol del mes de abril. El silencio que reinaba en la mansion la asfixiaba. Echaba muchisimo de menos a su hermano. Misha --diminutivo de Mikhail-- se habia casado hacia una semana y habia partido con su esposa en un viaje por Europa. La guerra en Crimea por el control de los territorios otomanos habia terminado apenas un ano atras, el 30 de marzo de 1856, con el Tratado de Paris. Las fronteras se habian abierto, aunque con ciertas restricciones. El zar Nicolas I habia muerto casi un ano antes del tratado, y el nuevo zar, Alejandro II, no habia quedado muy contento por la forma en que se habian resuelto las cosas. Rusia habia perdido mucho en aquella guerra. Mary se retiro un mechon de cabello de la frente y avanzo hacia el siguiente rosal. Se alegraba mucho por el matrimonio de Misha, por supuesto; su esposa era una joven maravillosa y lo haria feliz, de eso estaba segura. Pero no podia evitar compadecerse un poco por si misma. Tenia veintidos anos y, tras la boda de su hermano, se quedaba sola en el mundo. Ella viviria en la mansion que siempre habia pertenecido a sus padres, mientras que Misha, como nuevo marques de Mansbourg, pasaria la mitad del tiempo en San Petersburgo y la otra en Londres, cumpliendo sus obligaciones en la Camara de los Lores. --Quiza deberia irme a vivir a Inglaterra --reflexiono en voz alta, al tiempo que cortaba uno de los tallos de la rosaleda. Suspiro. A pesar de todo, sabia por que le costaba tanto tomar esa decision. No solo porque las tumbas de sus padres se hallaban en el cementerio de Novodevichi y seria duro para ella dejarlos atras --aunque ellos ya no estuviesen realmente alli, segun rezaba la fe ortodoxa en la que la habian criado, como a cualquier buen ciudadano ruso--, sino tambien porque en Londres estaba James... y su esposa. El marques de Hallbrook habia sido su primer y gran amor, y aunque con el paso del tiempo habia comprendido que el siempre la habia visto como a una hermana, aun le dolia haberlo perdido. Su mente le trajo recuerdos de aquellos dias en que viajaron a Londres para la presentacion en sociedad de Sophia, la hermana de James y de Alex, y la suya propia. El habia estado demasiado ocupado, ayudando a la que en esos momentos era su esposa, lady Elisabeth, como para dedicarles tiempo a Sophia y a ella. Ni siquiera la acompano de vuelta a Rusia, sino que tuvo que soportar en el viaje al insufrible, arrogante e imposible duque de Ainsworth. --Milady. La llamada de una de las doncellas aparto sus pensamientos de unos ojos azul medianoche que todavia, despues de tres anos, aparecian de vez en cuando en sus suenos. Se volvio hacia el camino de piedrecillas por el que venia la joven. --?Que sucede, Sonya? --La inquieto el nerviosismo que dejaban traslucir el pecoso rostro y los ojos oscuros de la muchacha. --Tiene visita, milady. Fruncio el ceno. Era demasiado temprano para recibir visitas, y aunque a veces atendia a algunas de sus amistades a esas horas, desde luego su presencia no suscitaba ese estado de nervios en Sonya. --?De quien se trata?

  • Nosotros, ?para siempre? de Chloe Santana

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    El primer amor nunca se olvida, ?o tal vez si?

  • Contigo aprendi de Aryam Shields

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    Valentina Harfush creyo tenerlo todo: un matrimonio maravilloso, una carrera de exito y la vida casi resuelta. Pero al descubrir que su esposo la engana, su mundo tiembla y todo lo que ella consideraba perfecto empieza a derrumbarse. Intentando huir del dolor causado por la traicion, encuentra un lugar donde reparar las heridas y encontrarse a si misma. Un lugar donde tambien lo encuentra a el. El padre D Rodriguez vive para servir. Servir a Dios y a su comunidad. No obstante, al encontrarse con ella su vida dara un giro de 180 grados. Valentina es la tentacion y sabe perfectamente que ella hace parte de una vida a la que ha renunciado por completo. Coincidir trae consigo una incipiente atraccion que los tomara por sorpresa y en medio de esos encuentros nace esta historia que transita por los senderos del alma, enfrentando los principios y la vocacion con un sentimiento mas fuerte que cualquier otro. ?Al final podra el hombre imponerse sobre el sacerdote? ?Se consigue volver a amar, cuando se tiene el corazon roto? El amor tendra la ultima palabra y sera el que ponga cada detalle en su lugar.

  • Operacion espejo de Valeria Caceres B.

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    A Vanesa la conoci en un bar. Y nuestra historia empezo como toda historia de bar. Ella estaba sentada en un taburete mirando su reloj. Y yo estaba mas pendiente de su escote que de sus ojos. En fin, ?a quien iba a enganar? Siempre fui un Don Juan. Le invite una copa. Queria llevarmela a la cama. ?Quien no? Acepto un poco temerosa, pero su sonrisa me dio pie para entablar una conversacion banal. ?Por que estas aqui tan sola? ?Vienes muy seguido? Nunca te habia visto. Resulto que estaba esperando a alguien. Un tipo que se robo la atencion de todas las mujeres que se encontro a su paso y que le dio un sonoro beso en los labios. De forma posesiva. --Llegas tarde --le dijo ella con la vista baja. Deje de mirarlos para fijarme en los tragos ordenados que habia detras del bar. Vodka. Whisky. Pisco. Tequila. Ron. El barman me conocia, asi que no tardo en llenar mi copa del mejor Vodka. Mientras me lo bebia, la pareja desaparecio. Iban a los gritos. Recriminandose cualquier cosa. Otra noche paso lo mismo. Me la encontre alli mirando su reloj. Y me atrevi sin ninguna pretension a hablarle. Hay cosas que se deben hacer con calma, de manera estudiada. Claramente falle. --No se para que te vienes antes si sabes que siempre llega tarde. --Bebi de mi copa atento a su reaccion. Me miro con el ceno fruncido y despues suavizo el gesto cuando se encogio de hombros. --Supongo que porque lo amo. Me rei internamente. Amor. Que absurda era esa palabra. --!Luis! --llame al camarero--. Sirve dos copas de Vodka. --No, gracias. Estoy bien --respondio ella con voz dulce. --Es para que la espera no se te haga tan larga. Se quedo callada, mirandome. Y en su mirada no pude evitar escuchar su grito de auxilio. --Vamonos --le dije levantandome del taburete y tomandole la mano--. Vamonos de aqui antes de que el llegue. No dijo nada. Fue como llevar conmigo a una muneca de trapo que se dejaba guiar por mi. La subi a mi auto y lo puse en marcha hasta un edificio que habia sido casi como un Motel. Rente un departamento y ella siguio aferrada a mi mano. Complementando lo que no sabia que me faltaba. Ella. No preste atencion a aquello, sino mas bien me dedique a desnudarla. Y cerre los ojos. Los cerre porque no queria verla y saber que no estaba haciendo lo correcto. Que ella no estaba alli por sexo sino por algo mas. Necesitaba ser escuchada, pero yo no queria hacerlo. La use. La use como a cualquier mujer. Sabiendo que era fragil. Que estaba vulnerable. Ella se dejo guiar. Y poco a poco el deseo se apodero tambien de ella. Me quito la camisa y le ayude a desprenderse de su sujetador. Estabamos tan jodidamente excitados que no recuerdo muy bien como terminamos gimiendo apoyados en una pared. Y despues en el suelo. Y en la cama. --Vanesa --murmuro sobre mis labios--. Mi nombre es Vanesa. No queria saber mas de lo que ya sabia. Asi que volvi a besarla, inmovilizando su rostro con mis manos y, entre cuatro paredes, le hice… el amor. Dos horas despues estaba dormida sobre mi pecho y en la mesa de noche vibraba sin cesar su telefono. Podia ver el nombre de quien la llamaba: Daniel. Asi se llamaba el cobarde. Descubri tambien, gracias a mi tacto, que en sus brazos tenia marcas de dedos grandes. Y no eran producto de una noche apasionada. No. No queria despertar con ella, asi que le deje sobre la mesa un monton de billetes para que se fuera en taxi a casa y una nota en donde le sugeria que dejara al imbecil de Daniel. Me fui. Me fui con un vacio que jamas habia sentido. Vanesa pudo ser cualquier otra chica de bar; una de las miles que tuve. Pero no. Vanesa tenia unos ojos que jamas podria olvidar. Y, hasta el dia de hoy, me pregunto si Vanesa seguira frecuentando aquel bar con la absurda idea de que espera por amor a que llegue su principe azul. Yo no soy un principe. Y nunca he sido azul. Mas bien soy oscuro. Demasiado oscuro para Vanesa. Mucho mas oscuro que Daniel. II Vanesa Abro los ojos con dificultad. No lograba reconocer donde estaba y, por un instante, creo que quien ha ocupado el otro lado de la cama es Daniel. De pronto una oleada de terror se apodera de mi y no puedo reprimir las ganas de vomitar. ?Que he hecho? Corro al bano para vaciar mi estomago. No estoy borracha ni con resaca. Bebi solo una copa. Pero estoy nerviosa. De pronto las imagenes de la noche anterior me invaden por completo. !?Que hice?! Me repito una y otra vez. Cuando por fin me recupero, me miro al espejo. Esa no soy yo. No puedo ser yo. Descubro el brillo inusual en mis ojos. Hay lujuria. Es como si mi cuerpo hubiese cambiado totalmente durante la noche. Me siento mujer. Y asqueada. Daniel no me lo perdonaria jamas. Y, por solo haberlo hecho esperar, me iba a… Trago el ovillo de nervios que se ha instalado en mi garganta y me largo a llorar. Me siento indefensa. Desprotegida. <>. Esa mano que me condujo hasta aca me hizo sentir protegida. Solo un instante. Despues… Despues todo se descontrolo. Lo habia visto antes. Una vez. Habia intercambiado no mas de diez palabras… !y me fui con el! <>, digo muy bajito mientras salgo del bano y observo la cama deshecha. Mi ropa esta esparcida por todo el piso. Mi celular descansa en la mesa de noche y, junto a el, una nota. La tomo entre mis dedos con un temblor que adjudico a mi perturbacion. <>. Ni lo habia notado. Pero ahi esta. Es mucho. Demasiado. Sigo leyendo. <> ?Como supo el nombre de mi novio? !Mi telefono! Dejo de leer la nota y enciendo la pantalla de mi celular. Cuarenta y cinco llamadas perdidas. Y al menos veinte mensajes de voz. Me siento en la cama con indecision. Y es alli, sentada, que me doy cuenta de que aun sostengo la nota en mi mano. Entonces leo lo ultimo que escribio. <>. ?Quien se cree? Dejo caer la nota y me cubro el rostro con ambas manos. Vuelvo a sentir nauseas. Abro los ojos de pronto. ?Se cuido? Busco por todos lados algun indicio de aquello. Dos envoltorios de preservativos me devuelven un poco el alma. Salgo de alli intentando ocultar mi verguenza y prohibiendome recordar lo vivido la noche anterior. No se ni el nombre de aquel hombre. Podia ser un violador o un asesino. Pero no pense. Aun no comprendia por que me habia dejado llevar por el. <>, me susurra esa voz que, aunque se esta volviendo cada vez mas muda, aun sigue dentro de mi. Daniel… Daniel era el hombre mas guapo con el que habia salido. El me amaba. El queria casarse conmigo. El queria que yo fuera la madre de sus hijos. <>, susurra otra vez aquella voz. Pero me digo que tal vez es mi culpa. Muchas veces lo hago enojar. Y, lo que habia hecho anoche, lo iba a hacer enojar mucho. Muchisimo. De forma automatica me abrazo. Me abrazo porque iba a necesitar un abrazo despues de que me presentara en su puerta. No quise escuchar los mensajes de voz. Se muy bien lo que decian. El primero tendria un tono de voz carinoso y conciliador. <>. Despues vendria su desesperacion. <>. Y, finalmente, vendrian sus amenazas. <>.

  • El Camino De Gala de Edurne Cadelo

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    Gala acaba de volver a su ciudad, vive con su amiga Zoe, le repele la palabra “amor” y solo quiere volver a ser feliz, sin complicaciones.

  • El arte del engano de Daniel Tubau

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    Una cuidada edicion que ofrece la mas completa panoramica del arte de la estrategia china publicada hasta la fecha.

  • El capitan malapata y la hermandad de los brujos de Peter Blues

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    El capitan MalaPata zarpa para la que puede que sea su ultima aventura. Deshacerse de la terrible maldicion que esta acabando con el poco a poco. La Hermandad de los Brujos pondra todos los obstaculos posibles para que no lo consiga. Los peligros acechan, el tiempo se agota. ?Lograra su objetivo?

  • Contra la Pared: Y Atrevete de Francisco Correa

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    Sylvia era una rebelde.
    Sumisa en espiritu.
    Pero rebelde.
    Dificil de doblegar.

  • Mi vida en la sombra de Aurora Fuertes

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    Las sirenas antiaereas comenzaron a resonar en la ciudad de Londres como llevaban haciendolo a diario durante las ultimas semanas. Mientras la multitud se apresura a buscar refugio, Helen, decide quedarse en su piso. En su decision arrastra a Daniel, su novio, que se queda a su lado. Aquella noche del 24 de agosto de 1940, los aviones alemanes bombardean por primera vez la ciudad desde que comenzara la Segunda Guerra Mundial. Daniel desaparece bajo los escombros del edificio, alcanzado por una bomba. Helen lo busca sin exito en una ciudad devastada, presa del caos. Desconoce si esta vivo o muerto. Ambos se reencontraran en el corazon del III Reich, pero para entonces, ninguno sera quien dice ser.

  • Laberinto de Intrigas de Pilar De Aristegui

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    Ana de Austria (1601-1666), hija del rey Felipe III de Espana, esposa del rey de Francia y madre de Luis XIV, es una de las muchas mujeres injustamente olvidadas por la historia. Pilar de Aristegui novela con su maestria habitual la vida de esta reina que paso largos anos de ostracismo en la corte francesa, despreciada por su marido, con el que estuvo casada veintitres anos hasta que por fin nacio el ansiado heredero, el Delfin de Francia.

  • Las pruebas del amor de Liah Jones

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    Una pareja joven, en plena crisis, decide hacer un viaje para solucionar sus problemas de convivencia. Alli conoceran a un matrimonio liberal y muy experimentado, que pondra al limite la relacion de los jovenes con nuevas y peligrosas tentaciones.

  • El Juego de Ripper de Isabel Allende

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  • Casi imposible de Nicole Williams

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    Todo era posible. Al menos eso pensabamos.

  • El silencio de Clara Lyndon de Elene Lizarralde

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    Su talento la hizo duena de su vida.

  • Sally y el principe canalla de Alexandra Risley

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    Viena, Imperio Austrohungaro, 1885
    Sarah Elizabeth Withfield es la hija de un magnate ingles del ferrocarril. Desde la adolescencia, Sally se ha visto rodeada de privilegios inimaginables, y tambien ha padecido el menosprecio de una aristocracia que desdena a la burguesia. Un entorno de envidia, rechazo y pretendientes codiciosos ha forjado su caracter hasta convertirla en una muchacha desconfiada que protege sus sentimientos tras una mascara de orgullo.

  • A Veces El Amor de J M Raphaelle

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    ?Alguna vez has estado ahi...completamente destrozada...rogando que regrese un amor que hace mucho ya no es tuyo? Pero despues pasa algo...Y si pones atencion, si te permites ver lo que te espera, quiza hasta te cambie la vida.

  • Si te miento de Clare Mackintosh

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    Vuelve la magistral Clare Mackintosh con un nuevo thriller psicologico.

  • El dios asesinado en el servicio de caballeros de Sergio S. Moran

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    Veronica, alias Parabellum, es detective paranormal y debe enfrentarse a todo tipo de criaturas en su trabajo. Pero detener una guerra entre dioses griegos y nordicos puede ser demasiado incluso para ella.

  • Cosas que nunca dijimos de Nick Alexander

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    Todo el amor que ella le dio, todos los secretos que no le conto

  • Tierno y sensible de Andrea Munoz Majarrez

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    Tierno y sensible es la segunda y ultima novela de la bilogia romantica Tal y como eres de Andrea Munoz Majarrez, autora de Charlotte Beverly y Alguien especial.

  • Un dueto oscuro de Victoria Schwab

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    El mundo cae a pedazos. Y ellos tambien. Kate Harker no teme a los monstruos. Los caza. Y lo hace muy bien. August Flynn alguna vez tuvo el anhelo de ser humano. Pero ya no. Tiene un papel que cumplir. Y va a cumplirlo, cueste lo que cueste. EMPEZO LA GUERRA. LOS MONSTRUOS ESTAN GANANDO. Kate tendra que regresar a Verity. August tendra que dejarla entrar otra vez. Y un nuevo monstruo espera… un monstruo que se alimenta del caos y que hace aflorar los demonios internos de sus victimas. ?Cuales seran mas dificiles vencer: los monstruos contra los que pelean, o sus monstruos internos?

  • El Confidente de Helene Gremillon

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  • Viajar en el tiempo de James Gleick

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    Partiendo de La maquina del tiempo, de H.G. Wells, James Gleick expone las distintas teorias y relatos que ha ido suscitando el anhelo humano de viajar en el tiempo. Para ello acude a todo tipo de fuentes en los ambitos de la fisica, la filosofia, la literatura, el cine, los comics, las series de television… De esta manera, en las reflexiones de Viajar en el tiempo conviven James Clerk Maxwell con Borges, Proust con Felix Klein, Hermann Winkowski con el cybepunk de William Gibson, Leibniz con Foster Wallace, Asimov con San Agustin, Kurt Godel con Dr. Who, o Pierre Laplace con las aventuras Ci-Fi de la serie de television Cuentos asombrosos (Amazing Stories) o Regreso al futuro.

  • Invitaciones peligrosas (Nocturnos 1) de Anggie Villalobos

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    Acostumbrada a los lujos y envuelta en un drama familiar Levina Zhang ni siquiera tiene tiempo para los misterios que rodean a Aleksei Ivanovic, sin embargo, cuando el la rescata de una muerte segura la curiosidad en ella se activa adentrandola a un mundo que jamas penso conocer, se acercara al misterioso chico en busca de respuestas las que solo el y la familia de Levina saben. Pero conocer a Aleksei es un secreto mayor, un secreto que ella quisiera descubrir aun mas.
    Sin saberlo Liv esta rodeada de mentiras y mentirosos.

  • El arte de quererte de Mina Vera

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    Despues de tener que retroceder en dos calles cortadas, hacerse a un lado en la cuneta para dejar paso a un rebano de cabras y pisar a fondo el acelerador con la primera marcha metida a lo largo de una tortuosa cuesta, Aitana y su recien estrenado coche de quinta o sexta mano llegaron a la direccion que le indicaba el GPS de su movil. Al parecer, las calles y carreteras de Caral in Chianti no habian sido actualizadas en los ultimos tiempos en el servicio de mapas online. La joven habia creido que su nivel de italiano era aceptable hasta que habia pedido ayuda a un lugareno de sonrisa desdentada que de forma muy amable --pero poco exitosa-- le habia dado unas ininteligibles indicaciones que la habian llevado a la otra punta del pueblo hacia casi media hora. No obstante, lo importante era que estaba alli. Por fin. Aquel era el ultimo punto de su lista de experiencias vitales por disfrutar, disciplinas por aprender, suenos por cumplir. Realmente le quedaban tres semanas para empezar el curso de escultura, durante las cuales pensaba hacer turismo por la zona y visitar museos y monumentos en Roma y Florencia. Estaba alli porque habia querido acudir a formalizar la matricula en persona, conocer al maestro artesano y, por supuesto, ver el pueblo y la casa de alquiler en la que se iba a alojar durante tres meses completos, de junio a agosto. Opto por aparcar a la sombra en un lateral del edificio de piedra de dos plantas, entre un vehiculo y… un caballo. Por la suciedad de los cristales y las ruedas algo deshinchadas de la camioneta, esta parecia no haberse movido en anos. Por el contrario, el caballo parecia en perfecto estado, asi que no podia llevar alli mucho tiempo. Con sumo cuidado, Aitana rodo con lentitud en el espacio libre entre ambos y puso el freno de mano en cuanto considero que su maniobra habia sido correcta. Aunque hacia diez meses que habia sacado el carnet de conducir, apenas habia tenido ocasion de practicar al volante. Aun le temblaban un poco las manos despues de la empinada cuesta en la que habia creido que el coche se le calaba y se le iba hacia abajo sin remedio, con el consiguiente peligro de atropellar a una cabra o a cualquier otro ser vivo. Suspiro con alivio antes de apearse del Seiscientos amarillo limon que, a pesar de superar con mucho los treinta y un anos de Aitana, por el momento habia cumplido muy bien con su funcion de llevarla desde una tienda de vehiculos de ocasion hasta aquel apartado pueblo en el interior de la Toscana. En cuanto puso un pie en el suelo, supo que deberia haber pasado primero por el hotel de Florencia para cambiarse de ropa en lugar de buscar un medio de transporte y dirigirse con su equipaje en el minusculo maletero hasta alli. Aquellas sandalias le habian costado un buen pico en Nueva York, y aunque habia librado los excrementos de caballo por muy poco, el terreno era abrupto alrededor del inmueble. Aquellos tacones --aunque de escasos seis centimetros-- podrian hacerla tropezar con facilidad. Por no hablar del barro que quedara impregnado en la blanca piel de las sandalias mas caras que se habia comprado en su vida. Un capricho y un recuerdo de su paso por la Gran Manzana. --Tranquilo, bonito, soy de fiar. --Trato de apaciguar al equino con su voz y unas suaves caricias entre los ojos, dibujando la cruz, cuando este acerco su hocico a ella para olisquearla desde la cadera hasta el cuello, dejando un rastro humedo en su vestido celeste. El animal de lustroso pelaje castano solto un suave relincho y le dio un par de toques en la cabeza con la suya antes de permitirle el paso. La joven se sintio como si hubiera superado alguna especie de prueba de acceso. Su intencion solo era realizar un pequeno tramite, asi que ignoro los riesgos para sus pies, se atuso la melena rubia y lisa, que traia algo alborotada por el aire que se habia colado por las ventanillas y las atenciones de su nuevo amigo, y anduvo de puntillas por el fangoso terreno hasta la puerta principal, donde un cartel de madera tallada rezaba: <>. No habia ningun timbre, sin embargo, la puerta estaba entreabierta. Aitana no lo dudo dos veces y entro con paso firme. Tras un pequeno recibidor salpicado aqui y alla con pequenas figuras de piedra, barro y madera, se abria otra puerta acristalada. Al otro lado, le parecio oir un sonido. Se quedo escuchando unos instantes antes de atreverse a entrar. Era una voz masculina. Muy masculina. Y entonaba alguna cancion en italiano que a Aitana le erizo el vello de los brazos. Como si tirase de ella con una fuerza sobrenatural, camino siguiendo aquella sobrecogedora melodia. El hombre de pelo negro azabache al que vio sentado, cantando y acariciando un pedazo de piedra rojiza con ambas manos, como si la moldeara, no podia tener muchos mas anos que ella. El movimiento de sus dedos la hipnotizo casi tanto como su voz, hasta que el parecio percibir su presencia al otro lado de la estancia y se levanto de un salto con sorpresa. No tardo mucho en poner cara de pocos amigos. En cuanto Aitana fue capaz de reponerse del impacto que le provoco verlo cambiar de una expresion relajada, incluso risuena, a un gesto casi asustado y finalmente a uno de lo mas hosco para atravesarla con unos ojos color caramelo de un brillo peculiar, se apresuro a justificar su presencia alli, que parecia ser poco grata para ese hombre. --?Signore Conte? ?Salvatore Conte? --comenzo, y segun lo dijo se percato de su error--. Scusi. ?Como va a ser usted el maestro, si me dijo que llevaba cuarenta anos de oficio? --razono en espanol, pues para pensar en italiano necesitaba mas concentracion y calma. Y la forma de mirarla de arriba abajo de aquel hombre no le permitia ni una ni otra. --Espanola, !como no! --farfullo Fabrizio con desden. Por un momento habia llegado a pensar que era su musa personificada, que habia acudido a su llamada gracias a su canto y concentracion. Sin embargo, se trataba de una posible reencarnacion de la peor de sus pesadillas. --?Disculpe? --El tonito no le gusto un pelo. Pero que la entendiera era un alivio--. ?Habla mi idioma? --Si no hay mas remedio --rezongo el, y aparto los ojos de Aitana de forma brusca para volver a su piedra. --Estupendo, porque yo… El inconfundible sonido de una camara fotografica la hizo girarse hacia su derecha. Un chavalin de unos siete anos la enfocaba ya para una segunda toma. --Espera, espera. Al menos dejame posar. Y vaya si lo hizo. Por algo llevaba mas de ocho anos como modelo publicitaria a sus espaldas, por mucho que aquellos dias hubieran concluido por completo. Cuando decidio que ya era suficiente, se acerco al muchacho e inspecciono la camara. --Vaya. Una Polaroid de las antiguas. Menuda reliquia. Pero veo que funciona muy bien. Y tu encuadre es muy bueno. --You are una bella donna. --Grazie mille. --No habla ni espanol ni ingles, solo mezcla algunas palabras sueltas. Y las utiliza junto a su sonrisa de pillo para engatusar a los pocos turistas que asoman por aqui. Le sacara cinco euros por cada una de esas fotos. Y le ha hecho muchas gracias a su vanidad. --?Mi vanidad? !Pero como se atreve! --Aitana se enderezo y se vio a si misma poniendo las manos en jarra sobre sus caderas. Tuvo una vision de su propia madre con ese mismo gesto y se sintio muy mayor de pronto. Carraspeo y trato de calmarse--. Mire, no tengo por que darle explicaciones, ni a usted ni a nadie. Solo he querido ser amable con el muchacho. He posado porque llevo muchos anos haciendolo, no por vanidad. Y por supuesto que le pagare a este fotografo en potencia por su trabajo. Toma. --Saco la cartera y le dio un billete de cincuenta euros --. La fotografia es una aficion muy cara. Y si de verdad es esto lo que te gusta, nunca lo dejes. --Grazie, bella. El nino le entrego el punado de fotos, le beso la mano y salio corriendo. Ella las guardo en el bolso mientras lo veia huir con su botin. --No le ha entendido nada, pero comprende que le han gustado las fotos, ya que le ha pagado el doble por ellas. --A lo mejor estan compinchados y se reparten las ganancias. Si no, ?que hace ese crio aqui? --No necesito limosnas, ni nadie de este pueblo, asi que puede ahorrarselas. Angelo es solo un oportunista. La habra visto llegar en un coche desconocido y la habra seguido. --Volvio a mirarla de arriba abajo--. Dudo que haya venido andando desde muy lejos con ese calzado. ?Le habia mirado los pies? Prefirio no detenerse a pensar en ello. --Yo dudo que mi coche le haya hecho pensar a Angelo que podia sacarme cincuenta euros -- murmuro mas para si--. Bueno, puesto que usted no es Salvatore, pero ya que habla mi idioma, tal vez podria decirme donde encontrarlo. Asi podre dejar de molestarlo con mi presencia. --?Para que quiere una mujer que se dedica a posar ver al maestro? No creo que haya solicitado una modelo. Hace tiempo que dejo ese tipo de trabajos.

  • Lustful paradise de Vanesa Garo

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    Adam Evans se reencuentra con Ashley Brown. Pronto descubre que ella ha cambiado. Ya no es aquella mujer recatada y timida con el sexo, sino, una completa experta.

  • Jugando sucio de Lauren Hawkeye

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    Beth Marchande tarda un nanosegundo en ver que Ford Lassiter adora las reglas y el orden. Sin embargo, detras de sus ojos leoninos, ese hombre espectacular pero muy rigido esconde algo mucho mas profundo que la lujuria. Esconde una necesidad exacerbada y deliciosamente barbara de asumir el control y que Beth se lo ceda. Pero el no puede ocultarle sus sentimientos a esta mujer fiera y apasionada. por muy alto que sea el precio.

  • Dame tu corazon de Francisco Merchan

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    Tirada una oscuras en el patio trasero de su casa, Ellen Cistar agoniza en medio de un gran charco de sangre mientras observa, con impotencia, como su asesino se pierde entre la lluviosa noche. Guarda un horrible secreto que unas horas despues consigue contar al anestesista del Hospital General del Condado que intenta salvarle la vida. El doctor Peter Tenway, junto al inspector de Policia de Augusta, Anderson Harper, se veran inmersos en una lucha contrarreloj por desentranar el pasado turbio que atormento a Ellen hasta su ultimo aliento.

  • Elena sabe de Claudia Pineiro

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    Se trata de levantar el pie derecho, apenas unos centimetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el pie derecho no se mueve. No se eleva. No avanza en el aire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, no avanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Pero no lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En la cocina de su casa. Tiene que tomar el tren que sale para la Capital a las diez de la manana; el siguiente, el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomo a las nueve, entonces piensa, y sabe, que tiene que tomar el de las diez, poco despues de que la medicacion logre que su cuerpo cumpla con la orden de su cerebro. Pronto. El de las once no, porque entonces el efecto de la medicacion habra declinado hasta desaparecer y ella estara igual que ahora, pero sin esperanza de que la levodopa actue. Levodopa se llama eso que tiene que circular por su cuerpo una vez disuelta la pastilla; conoce el nombre desde hace un tiempo. Levodopa. Asi le dijeron, y ella misma lo anoto en un papel porque sabia que no iba a entender la letra del medico. Que la levodopa circule por su cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en la cocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacer por el momento. Cuenta calles en el aire. Recita nombres de calles de memoria. De atras para adelante y de adelante para atras. Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno, Lupo. Levodopa. Solo la separan cinco cuadras de la estacion, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando. Cinco. Calles que todavia no puede andar con sus pasos esforzados aunque si repetir sus nombres en silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie. Nadie que le pregunte por su salud ni que le de el pesame tardio por la muerte de su hija. Cada dia se le aparece alguna persona que no pudo velarla o no pudo estar en el entierro. O no se atrevio. O no quiso. Cuando alguien muere como murio Rita, todos se sienten invitados a su funeral. Por eso las diez no es una buena hora, piensa, porque para llegar a la estacion tiene que pasar por delante del banco y hoy se pagan las jubilaciones, entonces es muy probable que se cruce con algun vecino. Con varios vecinos. Aunque el banco abra recien a las diez, cuando su tren este entrando en la estacion y ella con el boleto en la mano se acerque al borde del anden para tomarlo, antes de eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendo la cola como si tuvieran miedo de que la plata alcanzara solo para pagarle a los que primero llegan. Solo podria evitar el frente del banco dando una vuelta manzana que su Parkinson no le perdonaria. Ese es el nombre. Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda el. O ella, y se pregunta si al Parkinson habria que tratarlo de el o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia. O una condena. Entonces decide que lo va a llamar Ella, porque cuando la piensa, piensa <>. Y puta es ella, no el. Con perdon de la palabra, dice. Ella. El doctor Benegas se lo explico varias veces pero Elena todavia no termina de entender; si entiende lo que tiene porque lo lleva en el cuerpo, pero no algunas de las palabras que usa el medico. La primera vez estaba Rita presente. Rita, que hoy esta muerta. Les dijo que el Parkinson es una degeneracion de las celulas del sistema nervioso. Y a las dos les cayo mal la palabra. Degeneracion. A ella y a su hija. El doctor Benegas seguramente se dio cuenta, porque enseguida trato de explicarles. Y dijo, una enfermedad del sistema nervioso central que degenera, o hace mutar, o cambia, o modifica de manera tal algunas celulas nerviosas que dejan de producir dopamina. Y Elena se entero entonces de que cuando su cerebro ordena movimiento, la orden solo puede llegar a sus pies si la dopamina la lleva. Como un chasqui, penso aquel dia. Entonces el Parkinson es Ella, y la dopamina el chasqui. Y el cerebro nada, piensa, porque sus pies no lo escuchan. Como un rey derrocado que no se da cuenta de que ya no gobierna. Como el emperador sin traje del cuento que le contaba a Rita cuando era chica. Rey derrocado, emperador sin traje. Y ahora esta Ella, no Elena sino su enfermedad, el chasqui y el rey derrocado. Elena repite sus nombres como antes repitio los de las calles que la separan de la estacion; esos nombres comparten su espera. De atras para adelante y de adelante para atras. Emperador sin traje no le gusta porque si no lleva traje esta desnudo. Prefiere rey derrocado. Espera, repite, combina de a pares: Ella y el chasqui, el chasqui y el rey, el rey y Ella. Prueba otra vez, pero los pies siguen ajenos, ni siquiera desobedientes, sordos. Pies sordos. A Elena le encantaria gritarles, pies muevanse de una vez por todas, hasta carajo les gritaria, muevanse de una vez por todas, carajo, pero sabe que seria en vano, porque sus pies no escucharian tampoco su voz. Por eso no grita, espera. Repite palabras. Calles, reyes, otra vez calles. Incluye palabras nuevas en su rezo: dopamina, levodopa. Intuye que la dopa de dopamina, y la dopa de levodopa, deben ser la misma cosa, pero solo intuye, no tiene certeza, repite, juega, deja que su lengua se trabe, espera, y no le importa, solo le importa que el tiempo pase, que esa pastilla se disuelva, circule por su cuerpo hasta sus pies y estos se enteren, por fin, de que tienen que ponerse en marcha. Esta nerviosa, lo cual no es bueno, porque cuando se pone nerviosa la medicacion tarda mas en actuar. Pero no puede evitarlo. Hoy va a jugarse la ultima carta para tratar de averiguar quien mato a su hija, hablar con la unica persona del mundo a la que cree que puede convencer de que la ayude. A cambio de una deuda lejana en el tiempo, casi olvidada. Va intentar cobrar esa deuda, aunque Rita, si estuviera, no estaria de acuerdo, la vida no es un trueque, mama, hay cosas que se hacen porque si, porque Dios manda. No va a ser facil, pero lo va a intentar. Isabel se llama la mujer a la que busca. No esta segura de si se acordara de ella. Cree que no. De Rita si, le manda una postal cada fin de ano. Tal vez no sepa de su muerte. Si nadie le dijo, si no leyo el unico aviso funebre que pusieron recien dos dias despues del entierro en nombre del colegio parroquial donde trabajaba Rita, el cuerpo directivo y docente, alumnos y padres acompanan a Elena en este momento tan dificil, si ella no la encuentra al fin de ese dia, seguramente este diciembre esa mujer que Elena hoy busca enviara una postal dirigida a un muerto, deseandole feliz Navidad y un prospero Ano Nuevo. De Rita se acuerda, pero de ella, de Elena, Elena piensa, seguramente no. Y si se acordara no la reconoceria, asi doblada, con ese cuerpo viejo que no se corresponde con los anos que tiene. Sera su tarea, le va a explicar quien es y por que esta alli, frente a ella, cuando la enfrente. Le va a contar de Rita. Y de su muerte. Aunque sea le dira lo poco que entiende en medio de todo lo que le contaron. Elena sabe donde encontrar a Isabel, pero no como llegar. Alli donde ella misma la llevo hace veinte anos, siguiendo a Rita. Si la suerte esta de su lado, si Isabel no se mudo, si no murio como murio su hija, alli la encontrara, en una vieja casa en Belgrano, con puerta de madera pesada y herrajes de bronce, justo al lado de unos consultorios medicos. No se acuerda del nombre de la calle, si se acordara al menos de la pregunta que le hizo entonces su hija, ?vos escuchaste alguna vez una calle que se llame Soldado de la Independencia, mama?, entonces sabria. Pronto va a saber, porque si se acuerda de que es a una o dos cuadras de la avenida que corre bordeando Buenos Aires desde Retiro hasta la General Paz, cerca de una plazoleta, y de las vias de un tren. No vieron el tren, pero escucharon su marcha y Rita pregunto, ?que ramal es?, pero Isabel no contesto, porque lloraba. Para saber como volver a viajar, esta segunda vez, casi veinte anos despues, Elena fue a la remiseria de la esquina de su casa, la que pusieron hace unos anos en el local donde antes habia estado la panaderia en la que Elena compro para su familia el pan de cada dia desde que llego al barrio, recien casada, hasta que desaparecio el pan y aparecieron los autos de alquiler. El chofer no sabia, soy nuevo, se disculpo y le pregunto al dueno. Repitio las palabras de Elena, dijo, la avenida que bordea Buenos Aires, de Retiro a la General Paz, cerca de una via, y el dueno le contesto, Libertador, y Elena que si, que se llamaba Libertador, ahora que se lo dice se acuerda, y que tenia que ir hasta Belgrano, hasta una plazoleta. Olleros, dijo otro chofer que acababa de llegar de un viaje, eso ya no estoy segura, dijo Elena, Olleros, repitio el hombre con seguridad, pero ella no se acordaba del nombre de la calle, si de la puerta de madera, y de los herrajes de bronce, de Isabel, y de su marido, poco de su marido. ?La llevamos?, le preguntaron y Elena dijo que no, que era mucho viaje, mucho gasto, que iba a ir en tren y en todo caso, si ya no podia consigo misma y su cuerpo no se animaba al subte, tomaria un taxi en Constitucion, le hacemos precio, propuso el dueno, no, gracias, contesto ella, le podemos fiar, insistio, en tren, dijo Elena, no me gustan las deudas, y no dio lugar a otra insistencia, subte cerca no la deja ninguno, senora, el de Carranza, pero de ahi tiene como diez cuadras, le dijeron, si toma taxi tenga cuidado de que no la paseen, digale al taxista que vaya derecho por 9 de Julio hasta Libertador y de ahi otra vez todo derecho hasta Olleros, bueno, no, corrigio el chofer que sabia, porque Libertador se convierte en Figueroa Alcorta, antes de llegar al Planetario se va a tener que fijar que doble a la izquierda, hasta el Monumento a los Espanoles, y que retorne Libertador, o en el Hipodromo de Palermo, aclaro el dueno, pero no deje que la paseen, ?en serio no quiere que la llevemos? Elena se fue sin responder, porque la misma pregunta ya la habia contestado antes y demasiado esfuerzo era para ella todo como para contestar dos veces lo mismo. Constitucion, 9 de Julio, Libertador, Figueroa Alcorta, Planetario, Monumento a los Espanoles, Libertador, Olleros, una puerta de madera, herrajes de bronce, una puerta, Olleros, Libertador, 9 de Julio, Constitucion. De atras para adelante, de adelante para atras. No recuerda en que lugar del rezo tiene que meter el Hipodromo. Espera, piensa, cuenta otra vez las calles. Las cinco que la separan de la estacion y las otras, las que no conoce, o no se acuerda, aquellas hacia donde va para cobrar una deuda en la que cree a fuerza de necesidad. Rey sin corona. Ella. Desde su posicion, sentada, trata de levantar el pie derecho en el aire, y el pie ahora se da por enterado y se eleva. Entonces esta lista, sabe. Apoya la palma de cada una de sus manos sobre sus muslos sentados, junta los dos pies para que sus piernas queden en un angulo de noventa grados a la altura de la rodilla, luego cruza la mano derecha al hombro izquierdo y la mano izquierda al hombro derecho, empieza a balancearse en la silla y, con el impulso, se levanta. Asi la hace levantar el doctor Benegas cuando la revisa, y ella sabe que es mas dificil de esa manera pero lo intenta cada vez que puede, practica, porque quiere estar entrenada para la proxima visita. Quiere impresionar al doctor Benegas, mostrarle que puede, a pesar de las cosas que le dijo la ultima vez que la vio, quince dias antes de que Rita apareciera muerta. Parada frente a la silla que acaba de dejar levanta el pie derecho, lo eleva en el aire, apenas unos centimetros, lo mueve hacia adelante hasta que sobrepasa el pie izquierdo lo suficiente como para que ese movimiento signifique un paso, entonces lo baja, y ahora es el turno del pie izquierdo que debe hacer lo mismo, exactamente lo mismo. Elevarse. Avanzar en el aire. Bajar. Elevarse, avanzar en el aire, bajar. De eso se trata. Apenas de eso. De caminar, para llegar a tomar el tren de las diez

  • El cuaderno de Noah de Nicholas Sparks

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    Un hombre tiene un cuaderno, traido y llevado mil veces, en su regazo. Una mujer escucha lo que el le lee aunque no acaba de entender. El cuaderno de Noah cuenta la historia de Noah, un sureno que vuelve a casa despues de la Segunda Guerra Mundial. Noah intenta que la plantacion de la que procede vuelva a su antigua gloria, pero las imagenes de la joven que conocio hace catorce anos no paran de perseguirle. No ha conseguido olvidar el verano que pasaron juntos. Es entonces cuando vuelve a dar con ella. Allie esta comprometida pero la pasion que sintio por Noah no ha disminuido ni un apice. Los obstaculos que impidieron su relacion continuan existiendo y Allie se ve obligada a enfrentarse a sus suenos con su boda a tan solo unas semanas de suceder.

  • Seducida (La Profesional 5) de Kris Buendia

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    Angel es el nuevo cliente de Hannah, y va a depender de ella para que desee entrar y quedarse en el mundo de la publicidad. Pero las relaciones laborales a veces vienen acompanadas de algo mas, y pueden transportarlos a ambos a un mundo de seduccion… y peligro.

  • Vilox (Recopilatorio) de Sophie Saint Rose

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    VILOX I

  • Manual del aspirante a chef de Shine

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    ?Quieres convertirte en un autentico chef? ?Preparar menus y estar a la altura de un gran restaurante? ?Impresionar a tu familia y amigos con originales y sofisticadas recetas?

  • En tu lugar de Christine Cross

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  • Inspector Solo de David Jimenez

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    La vida de Marcial Lison quedo marcada desde el mismo momento en el que el Asesino del cafe puso un pie en la ciudad de Cartagena. Conocer su identidad, dieciocho anos despues, lejos de haber supuesto un alivio para el inspector, hizo que descubriese que su pasado descansa sobre una mentira con la que es dificil convivir. Desde entonces, Sola, un galgo recogido junto a unos contenedores de basura, se ha convertido en su unica familia. Su caracter hosco y alejado de lo politicamente correcto tampoco le ha permitido granjear grandes amistades; mas alla de la de Zoe Ochoa, su companera, y Sasha, una prostituta rumana con la que comparte algo mas que sexo.

  • AMOS Y MAZMORRAS IX de Lena Valenti

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    EL MUNDO DE LA NOCHE Y EL PECADO.
    UNA CIUDAD CORRUPTA Y PROHIBIDA.
    TRES HERMANOS DOMINANTES, SALVAJES Y MALDITOS.
    Y UNA MUJER QUE NO ESTA PARA TONTERIAS.
    QUE EMPIECE EL JUEGO.

  • Te di mi palabra de Concepcion Revuelta

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  • La cuarta victima de Mari Jungstedt

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    ?Que relacion hay entre un atraco a mano armada y un crimen nunca resuelto? Descubrelo en una nueva entrega de la serie de Gotland.

  • Lady Brianna de Jane Mackenna

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    Lady Brianna de Clarence se ve obligada a casarse con Alexander Mackencie, el Laird mas temido de las Tierras Altas.
    Su Rey esta castigando a sus padres por desobedecer sus ordenes, ahora dieciocho anos mas tarde es hora de que paguen el precio.
    Alexander Mackencie odia a los ingleses y por ende a la mujer que se convertira en su esposa por ordenes del Rey, ya que tira por la borda sus suenos de matrimonio y felicidad con Isabella, la unica mujer duena de su corazon desde su adolescencia y su amante.
    Alexander y Brianna deberan luchar contra ellos mismos , pues ninguno estara dispuesto a rendirse y sucumbir ante el deseo.

  • El Vagabundo de Mariana Moreno Landero

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    ?De donde venimos??Que finalidad tiene la vida??Que significa “todos somos Uno”?
    Estas y otras preguntas se hizo Yared, protagonista de esta novela quien con tan solo quince anos sufrio un accidente que lo llevo a una experiencia extrema mas alla del cuerpo. Entonces todas sus preguntas obtuvieron respuesta. Hoy es un hombre poco comun. Su pasion por la naturaleza y sus experiencias misticas le hacer vivir con la mente abierta, dispuesto a ver en cada acontecimiento un aprendizaje que le ensena algo de si mismo. Tambien descubrio que el mundo que contemplamos es un reflejo de nuestro interior y que cada persona tiene un invisible conexion con su entorno, creando circunstancias coincidentes llamadas casualidad. Por eso supo que conocer a Yudica en el bosque y verse arrastrado por lo hechos y sensaciones que escapaban de su control, no era fruto del azar.
    Ambos personajes son los ejes centrales de esta historia que llega al corazon y donde capitulo a capitulo, nos ofrece una profunda reflexion, expone preguntas existenciales, y nos acompana a descubrir nuestras propias creencias.
    A ti, querido lector, debo advertirte que tampoco es casualidad que este libro este entre tus manos. Su lectura no te dejara indiferente, y puede ser el puente que te conduzca a ver la vida de otra manera.

  • La maga del olvido de Mar Ledea

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    Camila Infante, una mujer instruida de mediana edad y amante del Martini azul, ha perdido sus recuerdos producto de una rara enfermedad mental. Dispuesta a recuperarlos, regresa a su pueblo natal, Cabo Azules, donde emprende un viaje a traves del tiempo de la mano de unas viejas fotografias encontradas en una caja de sombreros.

  • La increible historia de… la abuela ganster de David Walliams

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    Esta es la historia de Ben y de su abuela, !una ancianita con un secreto super emocionante! Humor y aventuras de la mano del autor numero 1 en Inglaterra.

  • Madre hay mas que una de Samanta Villar

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    Cuando Samanta Villar tomo la decision de ser madre, resulto que era demasiado mayor segun los parametros medicos. No solo eso, sino que posteriormente descubrio que era infertil. Pero su voluntad de ser madre prevalecio y tras cuatro anos e innumerables fracasos, logro quedarse embarazada gracias a una donacion de ovulos. A partir de aqui, la gran pregunta, la pregunta que cualquiera dispuesta a traer un hijo al mundo se hace, ?que significa ser madre?
    Gracias a su propio testimonio y al de otras muchas mujeres y parejas que, como ella, decidieron tener un hijo, este libro nos acompana durante el proceso de gestacion y nos da una vision nada idilica pero honesta y real de la maternidad, de las miles de decisiones que deben tomarse, del sentido de responsabilidad y del vinculo inquebrantable que poco a poco, dia a dia, va creandose entre ese hijo y su madre.

  • Ella piso la Luna. Ellas pisaron la Luna de Belen Gopegui

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    El libro mas personal de Belen Gopegui: un texto poderoso, leido en su dia como conferencia, que reivindica a todas las mujeres cuyos logros no han visto la luz.

  • La travesia de las anguilas de Albert Llado

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    Cada ciudad tiene barrios olvidados. Tambien la Barcelona olimpica, a la hora de transformarse con el impulso de los Juegos, ignoro algunos de los suyos. La travesia de las anguilas retrata el despertar a la vida de un grupo de adolescentes a principios de los noventa, en uno de esos no lugares nacidos en el tardofranquismo, fruto de la falta de escrupulos de los especuladores inmobiliarios y la indiferencia de las autoridades. Eran barrios sin servicios y sin ley, donde para un adolescente la comprension del mundo se moldeaba a base de desahucios, redadas policiales, delincuentes de bajo vuelo, mujeres maltratadas y hombres que se autodestruian en los bares. Pero tambien ahi los adolescentes eran capaces de construir un universo con sentido, con sus propias reglas y su propio lenguaje, alzar amistades indestructibles, iniciarse en la lectura en la unica papeleria y elaborar una epica de la resistencia que no les abandonaria jamas. Albert Llado se plantea en este libro como podemos narrar e interpretar los margenes sin resignarnos a la marginalidad. Y logra hacer visible la humanidad que malvive en la realidad desconocida, aspera y nada fotogenica de esos barrios que mas que periferia son cuneta.

  • La esencia de la lluvia de Carina Vernet

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    La guerra de Cuba esta causando estragos en los negocios. Mientras desde el jardin de su recien estrenada mansion modernista Isidro rememora cuanto le ha costado llegar donde esta, su hija Carmeta ve trastabillar su mundo entregado a la astronomia: si su padre se arruina, se vera obligada a casarse.

  • Nieve en Marte de Pablo Tebar Goyanes

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    <>. Esto es lo primero que escucha Leon Miranda, un experto en lenguas muertas, cuando aterriza en el que hace muchos anos fue el Planeta Rojo. Ha tenido que dejar atras a su mujer y a su hijo por un misterioso trabajo del que no le han contado nada.

  • Una corte de niebla y furia, Sarah J. Maas de Sarah J. Maas

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    Feyre esta destrozada. Y aunque tiene a Tamlin por fin a su lado sano y a salvo, no sabe como podra dejar atras los recuerdos que la acechan… ni como mantendra en secreto el oscuro pacto que hizo con Rhysand, que la mantiene intensamente unida a el y la confunde.
    Feyre ya no puede seguir siendo la de antes. Ahora es fuerte y debe romper con todo lo que la ata. Su corazon necesita libertad.

  • Perdimos nuestro camino de Gayle Forman

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    Solos, estan perdidos.Juntos, encuentran el camino.
    Freya pierde la voz mientras graba su album debut.Harun esta planeando escapar de todos los que alguna vez quiso.Nathaniel esta llegando a Nueva York con una mochila, un plan desesperado y sin nada que perder. Y en ese instante, un giro del destino reune a estos tres extranos y sus secretos comienzan a develarse mientras se dan cuenta de que para superar sus perdidas quizas, simplemente, tengan que ayudarse unos a otros a seguir adelante.Perdimos nuestro camino es historia emocional y catartica sobre perder el amor, encontrarlo y descubrir la persona en la que estas destinada a convertirte. Una obra maestra de la autora de Si decido quedarme, Gayle Forman.