• el sol verde libro - Kent Anderson

    https://gigalibros.com/el-sol-verde.html

    Ano 1983. Oakland, en California, es una ciudad sacudida por los conflictos raciales y el crimen violento. El agente Hanson, un policia blanco, patrulla las calles en soledad; su mayor preocupacion no es aplicar las leyes de California, sino dispensar su vision propia de la justicia. Ha vuelto a la policia tras abandonar los estudios de posgrado y su carrera como profesor de literatura inglesa, y con ello la esperanza de que los libros y la lengua lo salven de la persona en quien se convirtio durante su servicio como sargento de las Fuerzas Especiales en Vietnam, donde la muerte fue su companera y maestra. Mientras patrulla por East Oakland, Hanson procura ignorar el estres postraumatico que lo persigue desde la guerra, para poder ser honesto y justo en el ejercicio de la ley, sea cual sea el riesgo. En contra de los dictados de su placa, Hanson entabla amistad con Weegee, un nino de once anos; se enamora de Libya, una mujer negra de su distrito; y entrelaza su destino con el de Felix Maxwell, el rey de la droga de Oakland y su malhadado hermano en la tragedia. ” El sol verde ” , una novela policiaca moderna como ninguna otra, esta escrita con <> ( ” New York Times ” ) y ha sido descrita como <> ( ” Los Angeles Times ” ).

  • EL SOL VERDE | KENT ANDERSON | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-sol-verde/9788491810971/7247392

    " El sol verde " , una historia verídica y personal de la violencia en Estados Unidos, es el esperado regreso de Kent Anderson, admirado por autores de la talla ...

  • El sol verde - Kent Anderson - AdN Alianza de novelas

    https://www.adnovelas.com/libro/el-sol-verde/

    El sol verde, un thriller de Kent Anderson que narra la historia del agente Hanson, un exsoldado de Vietnam que patrulla las calles de Oakland.

  • El sol verde (AdN) (Adn Alianza De Novelas) - Libros - Amazon

    https://www.amazon.es/sol-verde-AdN-Alianza-Novelas/dp/8491810978

    El sol verde (AdN) (Adn Alianza De Novelas) : Anderson, Kent, Martín Sanz, Cristina: Amazon.es: Libros.

  • Crítica de 'El sol verde': el peso de una guerra como Vietnam

    https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20181009/critica-novela-negra-sol-verde-kent-anderson-7077292

    9 oct 2018 — En un momento en que parece obligatorio que los autores entreguen a sus editores un libro por año, Kent Anderson publica su tercera novela en 30 ...

  • El sol verde - 9788491810971 - Anderson, Kent - Marcial Pons

    https://www.marcialpons.es/libros/el-sol-verde/9788491810971/

    El sol verde. ... y con ello la esperanza de que los libros y la lengua lo salven de la persona en quien se convirtió durante su servicio como sargento de ...

  • El sol verde - Kent Anderson -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a5705244/Kent-Anderson-El-sol-verde

    El sol verde, libro o eBook de Kent Anderson. Editorial: Alianza. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • EL SOL VERDE - ANDERSON KENT - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/el-sol-verde

    El agente Hanson, un policía blanco, patrulla las calles en soledad; su mayor preocupación no es aplicar las leyes de California, sino dispensar su visión ...

  • El sol verde (AdN) - Alianza Editorial

    https://www.alianzaeditorial.es/libro/adn-alianza-de-novelas/el-sol-verde-adn-kent-anderson-9788491810971/

    Ha vuelto a la policía tras abandonar los estudios de posgrado y su carrera como profesor de literatura inglesa, y con ello la esperanza de que los libros y la ...

  • EL SOL VERDE, KENT ANDERSON - Sopa de Libros

    https://www.sopadelibros.com/libro/el-sol-verde-kent-anderson

    Portada del libro EL SOL VERDE. Autor: KENT ANDERSON; ISBN/ASIN: 9788491810971; Género: Novela negra, intriga; Editorial: ALIANZA; Edición: 2018. Sinopsis.

  • El sol verde, de Kent Anderson - Blog de Juan Herranz

    https://www.juanherranz.com/libro-el-sol-verde/

    Ya puedes comprar la novela El Sol Verde, el nuevo libro de Kent Anderson, aquí: Ad. El sol verde Disponible aquí. Ad. Etiquetas Kent Anderson, Novedades en ...

  • Colosseum de Jordi Nogues

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    El Imperio romano vive su maximo esplendor en tiempos turbulentos, llenos de intrigas y revueltas. Calicrates, genial arquitecto de origen griego, presenta su nuevo proyecto ante la corte de Vespasiano: un gran anfiteatro que estara a la altura de los dioses, el mayor escenario para la mayor civilizacion. Gran parte de la aristocracia romana, entre ella la princesa judia Julia Berenice, pretende usar el tesoro conseguido en Jerusalen para sus propios fines. Poco a poco, la rectitud y humanidad de Calicrates ponen en jaque a la rancia casta patricia de Roma.

  • Esta no es una cancion de amor de Alessandro Robecchi

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    Volcado en exhibir los disparates e indignidades que la gente normal es capaz de hacer por amor, Carlo Monterossi, alma del reality televisivo <>, se ha propuesto desvincularse del programa pese al dinero y la fama que le reporta. Una noche, al hilo de su decision, recibe la visita de un sicario en su domicilio milanes, encuentro del que sale vivo de milagro, habida cuenta de que otras dos personas no han tenido la misma suerte y han acabado con una bala del calibre 22 en la frente.

  • Seducida por la tentacion Trilogia Tentacion de Helena Sivianes

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    Tres anos, eso es lo que he perdido de mi vida, tres anos que le regale para que me tratara como el quisiera, cuando todo me parecia maravilloso y los dias de color de rosa. Pero he sufrido, he llorado luchando por una relacion que no llegaba a ningun lado. Por fin veo la luz. Las lagrimas son solo eso, lagrimas. He derramado demasiadas durante dos meses. Cuando empezaba a encontrarme bien, a salir del agujero, el aparecia otra vez en mi vida para hundirme mas en la miseria, hacerme sentir debil y totalmente dependiente de el. Fue muy doloroso como ocurrio todo, de la noche a la manana. Como fui tan idiota para no darme cuenta antes. Senales habia, pero yo estaba enamorada, o eso creia. Ahora, tras todo este tiempo alejados el uno del otro, me he dado cuenta de que no es asi. Llamemosle rutina, eso es lo que era mi vida, comoda, sencilla y sin complicaciones, y ahora era el quien necesitaba de mi, quien me lo iba a decir. --!He dicho que te olvides de mi! --le grite a Pedro tras la puerta de mi apartamento--. !No quiero volver a verte! !Tu lo jodiste todo y yo no quiero ni necesito arreglarlo, haz que te entre en esa cabeza tan dura que tienes! --Venga, Dani, no seas cria, los vecinos te estan escuchando, dejame entrar y lo hablaremos --intentaba calmarme con su voz seductora, como tantas otras veces lo habia hecho, con exito. --No gritare mas, pero hazme el favor de irte --consegui decir, mas calmada--. Por favor, vete, no me hagas mas dano --dije mientras deslizaba la espalda por la puerta de entrada de mi apartamento. Estuve asi varios minutos, en esa posicion, sin decir nada, aguantando las lagrimas para poder escuchar el sonido de sus pasos alejarse de la puerta, y sin darme cuenta me quede dormida abrazada a mis piernas. Los encuentros con el siempre me dejaban agotada emocionalmente. Desde hacia dos semanas venia un dia si y otro tambien en mi busqueda. Le habia dado la opcion de explicarse cuando todo ocurrio, pero despues de dos meses perdio su oportunidad, yo habia pasado pagina y no queria seguir sabiendo de el. Hice caso a mis amigas, Tere y Merche. El siempre supo que decir y como decirlo, aunque a mi me cabreara, pero gracias a ellas ahora me sentia bastante mejor. --Lavate la cara, peinate y quitate ese maldito pijama --me decia Merche los primeros dias tras dejarlo con Pedro--, aqui no se acaba el mundo, asi que arriba y vamonos, no me seas idiota. Y asi fue, me sacaron de casa, me obligaron a arreglarme, me ayudaron a concentrarme en mi trabajo y aqui estoy, dos meses despues. Pensaba que todo estaria mejor, no sabia que el volveria a las andadas, no les quise decir nada, pero... Sono el timbre de casa y me desperte sobresaltada. Aun estaba sentada en el suelo, apoyada en la puerta. Me levante despacio y atisbe a traves de la mirilla de la puerta. Ahi estaban mis dos amigas y traian cara de pocos amigos. Joder con la vecina cotilla, maldito sea el dia en que le di el numero de estas dos para casos de emergencia. --No te hagas la tonta y abrenos la puerta, que te estamos escuchando respirar detras. --Tere y su impaciencia. Descorri la cadena que habia echado hacia un rato, cuando aparecio Pedro, y abri la puerta. Sabia que mi cara no era la mejor para recibirlas; seguro que parecia un oso panda, con el rimel y la sombra de ojos por toda la cara, y encima me acababa de despertar, asi que las ojeras no beneficiarian mi look y denotarian mi estado de animo. --Antes de que digais nada --las senale con el dedo--, me lo dijisteis y soy una completa idiota, asi que ayudadme a recoger esto un poco, me ducho, me visto y nos vamos, no quiero pasar ni un solo minuto mas aqui hasta el momento de tirarme a dormir la mona en mi cama. Y dicho y hecho; no abrieron la boca y, como si estuvieran en su casa --a veces pienso que si, porque estan mas aqui que en las suyas--, se fueron a la cocina, sirvieron tres copas de lambrusco y se dedicaron a recoger un poco el estropicio que tenia por mi salon. Siempre me decian que no entendian como podia trabajar en medio de aquel caos, pero ese caos era mi paraiso. --De verdad, Daniela Garcia, no se como consigues trabajar aqui --me gritaba Merche, la responsable del grupo. Buenos consejos y un punto de humor algo seco, pero aun asi la queria con toda mi alma. Si no fuera de ese modo, seguro que no seria mi amiga. Merche es alta, con un cuerpo de infarto, pelo largo y negro, unos impresionantes ojos azules y todo curvas y elegancia. Si tuviera que decir a quien me recuerda, sin duda seria a la actriz Megan Fox, aunque desde luego Merche es mucho mas guapa. --Y date prisa en arreglarte si no quieres que entre en la ducha y te corte el agua caliente. --No seas borde, Merche --la critico Tere--, entra y hazlo del tiron, ?no ves que le hace falta agua helada para aclararse las ideas? --Y esta es mi terremoto, mi rubia, aunque de tonta no tiene un pelo, alocada, extrovertida, sin pelos en la lengua y otro bellezon donde los haya, algo mas baja que Merche y con curvas mas redondeadas. La jodida estaba buena a reventar; y es que con esas curvas, el pelo tan rubio, los ojos verdes, los labios carnosos y la gracia natural para hablar tenias que quererla si o si. Aquella bruja era mi bruja particular y, como si lo viera venir, sali corriendo de la ducha y la vi entrar, tambien corriendo, con un vaso lleno de hielos que me tiro por la cabeza. --!Seras gilipollas! --le grite mientras intentaba aguantar la risa--. Anda, vete para el salon que en diez minutos estoy lista. Cuando sali de mi habitacion las dos se quedaron mirandome. Sabia que aprobaban lo que veian. Les dije que no queria estar alli, que necesitaba a toda costa salir de fiesta; ese idiota no me amargaria una noche mas y estaba decidida a dejarlo claro. --Pero, chica, que guapa estas --me regalo Merche--. ?Ese vestido es nuevo? Me habia decidido por uno rojo de tirantes finos y corte a medio muslo que resaltaba las formas de mi cuerpo. Cuando me di la vuelta, vieron que la parte trasera dejaba poco a la imaginacion, pues el vestido muestra mi espalda casi hasta donde empieza a perder su nombre. --Joder, chica, estas para que te echen un polvo de los de multiorgasmos --primera de la noche--, y si no lo hacen avisame que le pateo el culo. Esta noche las chicas estaban de acuerdo en darme una tregua y no hablaron nada de lo que habia pasado poco antes de que llegaran a mi casa. Era viernes y me veian animada para una noche de fiesta en Sevilla que con nuestros veintiocho anos no podiamos desperdiciar. Fuimos a cenar y acabamos en la terraza Bilindo. Despues se quedarian en casa; las necesitaba cerca de mi. Al dia siguiente no trabajaban y yo tenia que terminar el papeleo de la fiesta que estaba organizando para un congreso en un hotel y cerrar el catering. La noche estaba siendo increible. Bebimos lo justo porque tenia que estar despejada y no levantarme muy tarde, asi que a eso de las cuatro de la manana decidimos regresar. En mi casa tenian disponible la habitacion de las visitas, aunque en el armario habia mas ropa que la que una visita esporadica podria usar. Y asi fue como mi tarde espantosa se convirtio en una noche de chicas, risas y diversion

  • Vozdevieja de Elisa Victoria

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    Tiene nueve anos. Su nombre es Marina, pero en el cole la llaman Vozdevieja. Este verano en Sevilla, el primero despues de la Expo del 92, es tan largo y tan seco que ella no sabe si llorar o reir. Si quiere que todo cambie o que todo siga igual. Porque aun juega con munecas Chabel pero ya mira revistas para adultos. Porque su madre esta enferma y ella ya se imagina en un convento rodeada de huerfanitas. Porque todo el mundo, tambien su padre, insiste en desaparecer. Porque su mejor amiga es su abuela, quien le guisa, la peina, se deja cortar esas unas como alacranes, le cuenta su amor por Felipe Gonzalez, le dice tranquila, le ensena nuevos tacos, le cose vestidos de flores. Luego sale y esos vestidos le molestan tanto como si fueran de lija. Y aun asi, Mar

  • Prohibido Entrar: Una historia de amor (Una Propuesta casi Indecente 2) – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    En Colonia del Sacramento, con su coche roto y hospedado en un hotel de mala muerte, Manuel Cortes estaba seguro que su suerte no podia ser peor. Incluso llego a pensar que las fuerzas de la naturaleza estaban en su contra, sin saber que el destino le tenia preparada una grata sorpresa… Sofia Castellano una hermosa y simpatica morena, tambien atraida por una serie de eventos desafortunados, seria vecina de hotel.
    Las casualidades continuaron en Montevideo, cuando ambos se enteraron que la joven seria la nueva psicologa de Recursos Humanos en la empresa Betner & Asociados de la que Manuel es vicepresidente. Finalmente se darian cuenta que las casualidades no existen, y que en el mapa de la vida, todo tiene su inicio y final. Juntos descubriran que el amor todo lo puede,. aun en contra de su voluntad.

  • Corazon Indomito de Lily Perozo

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    Connor Mackenzie nacio y crecio a los pies de la cordillera Teton, en Wyoming. Lleva con orgullo las riendas de su rancho, pero tambien trabaja como domador para varias organizaciones que defienden a los legendarios Mustang.
    Como su totem indio lo indica, es un lobo alfa que protege a su manada de cualquier amenaza, y debido a eso no perdona a Jennifer Rawson, con quien tuvo disputas en el pasado.

  • El mundo amarillo de Albert Espinosa

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    Los <> esas personas que se situan entre el amor y la amistad, esas personas que dan sentido a nuestra vida.

  • El mar de Wolfram Fleischhauer

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    El mar es la historia de tres hombres desesperados por encontrar a dos mujeres en peligro. Un magnifico relato sobre la brutal maquinaria de la mafia pesquera y el devastador efecto de la avaricia del hombre sobre el oceano.

  • Jellyfish de Carlos Godoy

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    Yaki tiene diecinueve anos, es hija unica, estudia en la universidad y vive con su madre, una reconocida dramaturga. Su vida, centrada en los estudios, la noche y su relacion con Tomas, trece anos mayor que ella, se ve sacudida por la confirmacion de un embarazo. Sin especial afecto por su pareja y muy alejada de la posibilidad de ser madre, decide interrumpirlo con Misoprostol.

  • Un cafe no se le niega a nadie, Victoria Aihar de Victoria Aihar

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    Indira es una contable de treinta anos que arrastra una importante lista de fracasos amorosos. Es una mujer correcta, segura e independiente; pero en lo que al amor se refiere, se muestra muy insegura.

  • Forajido (Seleccion RNR) de Marisa Sicilia

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    Media docena de ninos de diferentes edades bostezaban apoyados sobre las mesas que hacian de improvisados pupitres. Felicity alzo la voz tratando de contagiar su entusiasmo al infantil auditorio. --Y es por eso que no debemos robar ni mentir, ni por supuesto asesinar a nuestros semejantes. Veamos, ?quien puede recitar de corrido los Diez Mandamientos? Solo una mano se alzo con rapidez. Felicity sonrio a la pequena de los Richardson. --Se que los sabes, Laura, pero ?que tal si dejamos que alguien mas se anime? ?Que me dices, Jimmy? ?O tu, Samuel? Los aludidos se rascaron la cabeza, pensativos. Jimmy empezo: --Amaras a Dios sobre todas las cosas. --Muy bien --le alento Felicity--. ?Y que mas? --No mataras. --Estupendo, ?y...? --No robaras. --Eso es. --Y... Jimmy puso cara de hacer un esfuerzo tremendo, pero la inspiracion no llego. Laura volvio a alzar la mano impaciente. --Piensa tranquilo, no tenemos ninguna prisa. Varios suspiros desencantados sonaron de fondo. --?No pegaras a tu hermano pequeno? Las risas sonaron a coro. --No, Jimmy, aunque es un buen punto. Podemos considerarlo un extra. ?Te acuerdas de alguno mas? El pequeno siguio pensando. La paciencia de Felicity comenzo a resentirse. ?Era tanto pedir que se aprendiesen diez sencillas normas al dedillo? Otra mano se levanto al fondo. --Si, dime, Peter, ?conoces la respuesta? --No, senorita McIntyre, ?pero puedo irme ya? Mi madre me ha dado permiso para ir de pesca. Todos los rostros se volvieron hacia ella esperanzados. Cualquiera de ellos tenia mejores cosas que hacer una manana de domingo de primavera que quedarse alli encerrados. Felicity se supo derrotada. --Esta bien. Podeis iros, pero recordad leer en vuestras casas el fragmento que hemos estudiado. No lo olvideis: Moises y la travesia del desierto. --No, senorita McIntyre -- respondieron a coro y salieron huyendo de la escuela dominical. Todos. Incluso Laura. Suspiro, pero no perdio el animo. Estaba acostumbrada a tratar con aquellas pequenas bestezuelas. Era un triunfo mantenerlos sentados y que se presentasen vestidos y calzados. Ademas, penso a la vez que consultaba el pequeno relojito que llevaba prendido del vestido con una fina cadena, ella tambien tenia mas cosas que hacer. Constance la estaba esperando en la puerta del salon parroquial. Era una mujer bajita, redonda y pacifica, de cabellos oscuros entre los que se mezclaba alguna cana. Muy distinta de Felicity que era de estatura mediana, constitucion no generosa pero tampoco en exceso delgada, de cabellos cobrizos que llevaba recogidos muy tirantes en torno al rostro y piel blanca salpicada de pequenas pecas. Sus ojos entre verdes y grises habrian sido bonitos si los cristales de las gafas no hubiesen velado su desconcertante efecto. Ambas tenian treinta anos cumplidos y estaban solteras. Mala combinacion para una mujer en Carsons o en cualquier otro lugar, pero tanto la una como la otra habian asumido su condicion y no dejaban que les impidiese llevar un vida activa y gratificante a los ojos del Senor, que era la vara por la que median sus actos. Con todo, habia limites que siempre seria complicado traspasar para cualquier mujer, fuese soltera o casada, en Carsons o en Missouri. --?Lista, Constance? --pregunto Felicity colocandose los guantes y ajustandose el chal. --Si tu lo estas... --contesto su amiga que era fundamentalmente timida, y solo su timidez y la docilidad de su caracter la empujaban a seguir la corriente a Felicity. --Pues adelante.

  • El show de las marionetas de M.w. Craven

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    Una novela de suspense oscura y repleta de giros brillantes, ideal para los fans de Michael Connelly, Peter James y de la serie de television Luther.
    Bienvenidos a El show de las marionetas.

  • El mundo que nos dejais de Lucas Barrero

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    Durante anos, cuando se hablaba del terrible impacto que tendria el cambio climatico, se solia mencionar a las generaciones futuras. Pues bien, estas ya estan aqui y han nacido en un planeta al borde del colapso. Por eso, cada vez mas estudiantes de todo el mundo toman conciencia del problema y se suman a la huelga del movimiento Fridays for Future.

  • Savage & Blue de Karen Delorbe

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    El escribe novelas romanticas. Yo soy su mayor fan.

  • Vengare tu muerte de Carme Riera

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  • Traicion en la almazara de Nicolas Lopez

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    En una humilde almazara, sus propietarios, tras anos de investigacion descubren un nuevo metodo para producir aceite de oliva de altisima calidad.
    Por un descuido, su hallazgo llega a oidos de una despiadada corporacion, cuyo dueno no dudar* en utilizar el asesinato y la traicion para hacerse con aquello que le permitira obtener enormes beneficios.
    La accion transcurre en el triangulo del oro verde formado por Espana, Italia y Marruecos, mostrando la realidad de nuestros dias, en donde despues de anos de predominio del vino, el aceite de oliva se revela como el nuevo producto al que rendir culto.
    Un escenario, en el que los grandes restauradores, los establecimientos gourmet y las revistas de gastronomia, hunden o elevan a la categoria de divino un determinado producto.

  • Clarita Y Su Mundo De Yupi de Laura Nuno

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    En el mundo de Yupi que Clarita se ha construido, ella es la princesa. Una mujer independiente, trabajadora, pijisima y un tanto loca que esta cansada de tanta superficialidad, de que la traten como a la rubia tonta de las supertetas y de esperar a su Principe Azul. Lo que no sabe Clarita es que este aguarda en las sombras, un hombre borde pero tierno, prepotente pero humilde, que esta esperando el momento oportuno para atacar y… enamorarla.

  • Corazon irreverente de Candis Benitez

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    La sensacion que siente Byron Kenneth al participar en las competencias de Motocross es algo inigualable, asombrosa.Ahi puede dejar que su corazon irreverente disfrute al maximo, y que la adrenalina recorra todo su cuerpo, consiguiendo olvidarse de las presiones y exigencias de su padre.Sin embargo, su existencia sufre un giro inesperado que lo trastorna todo, viendose practicamente obligado a tomar las riendas de un negocio familiar que aborrece, para proteger a quienes ama, dejando de lado su pasion y corazon.El peligro lo acechara, pues en el mundo que se desenvuelve su padre se cumple la ley del mas fuerte, y existen enemigos letales que no les tiembla el pulso para mancharse las manos con sangre.Sumergete en una historia donde la adrenalina y accion se hacen presentes. Donde hay personas que mueven los hilos del destino a su antojo, ocultando sus verdaderos rostros, y donde dos corazones irreverentes… lucharan por estar juntos.

  • Aquellos labios que no bese de Joan Bekker

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    Hay gente que no consigues olvidar jamas…

  • Una candidata inesperada (Romantic Ediciones), Romina Naranjo de Romina Naranjo

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  • Una esposa para el jeque de Tara Pammi

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  • El tiempo es algo muy liviano de Aurea Vicenta Gonzalez

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    En un futuro inmediato, entre avances tecnologicos que ya se atisban hoy, tres generaciones de mujeres perseveran en su empeno: ser ellas mismas.
    La atenta contemplacion de un lienzo de El Greco ofrecio en su dia a la mas anciana la expectativa de un hallazgo por el que todavia lucha con denuedo, pese a la edad.
    El afan de estudios superiores aproxima a la mas joven con su ancestro, al tiempo que su capacidad de empatia crece y se manifiesta.
    El respeto obra el milagro de la reconciliacion con el pasado, algo que jamas llego a imaginarse la protagonista.
    Amistad, lealtad, temores, dicha, desilusiones, esperanzas..., todo puede acarrearlo la vida sin que importe la edad fisica del ser humano ni la epoca en la que discurra su existencia ya que segun el poeta "Hoy es siempre todavia".

  • Dos mozas de ciudad para dos senoritos de pueblo de Noni Garcia

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    E o1o ra agosto y Patricia no recordaba la ultima vez que habia cogido vacaciones. Cuando termino sus estudios de economia, tras hacer practicas en un hotel y varias empresas de mantenimiento de maquinaria industrial y agricola, comenzo a trabajar en la asesoria contable de la que ahora era socia, desde que fallecio el dueno y uno de los hijos le vendio su parte del negocio, aunque era ella la que lo manejaba todo; su companero de sociedad solo aparecia para hablar del dinero que se generaba y poco mas. Ganancias bastante considerables, ya que se trataba de una de las mas importantes del pais. Y dichos beneficios eran los culpables de que su vida girara en torno al trabajo. Sin importar que fuera lunes o sabado, cada dia se levantaba, tomaba un cafe negro, cogia su maletin, se iba a trabajar y volvia con el tiempo justo para cenar, leer media hora y acostarse a dormir. Asi, un dia tras otro, desde hacia algo mas de tres anos. Se miro en el espejo del bano privado de su despacho, y no le gusto la Patricia que mostraba su espejo, habia dejado de ser ella misma para convertirse en alguien que no conocia. Por primera vez en anos, decidio dejarse llevar, mandarlo todo al cuerno. El reloj marcaba las tres de la tarde cuando salio por la puerta del edificio donde estaba la sede de la asesoria. Fue hasta su piso y, tras meter algo de ropa en una maleta, volvio a salir, se subio al coche y emprendio un viaje que duraria los cuatro dias que tenia por delante. No sabia adonde iria. Simplemente, condujo sin mirar los carteles de la carretera, le daba igual el destino, y no se fijo en nada mas hasta que, una hora despues, la luz de la reserva de carburante se encendio. Entonces decidio que pararia en la siguiente estacion de servicio. Unos minutos mas tarde, un cartel indicativo le aviso de que el siguiente pueblo, Marquesado de Villosa, estaba a tan solo tres kilometros. Y lo supo. Ahi era donde pasaria esos tres dias si disponian de un hotel o una pension medianamente decente. Condujo con cautela por los siguientes siete kilometros que se le hicieron eternos. La carretera secundaria que conducia al condenado lugar era de doble carril, aunque dudaba mucho que cupieran dos coches en paralelo, y por ello rezo todo lo que supo para no cruzarse con nadie de frente. Las calles del pueblo estaban desiertas. Sabia que iba ser complicado encontrar alguien a esa hora de la tarde, ya que tenia que hacer un calor endemoniado fuera de su climatizado coche. Anduvo algunas calles mas y, como no habia manera de que alguien pudiera darle ninguna indicacion, saco su movil para buscar si habia algun hotel cercano a su ubicacion, pero la suerte no estaba de su parte. La compania telefonica que le daba servicio no tenia cobertura en aquel pueblo. Se vio sin carburante, sin cobertura, sin ayuda alguna y sin saber que hacer. En ese momento, la estupenda idea que tuvo en la oficina se estaba convirtiendo en otro momento de estres; como si no tuviera suficiente con su dia a dia. Decidio bajar del coche y continuar su busqueda a pie. El calor de aquel catorce de agosto hizo que, al respirar aquel aire caliente, sintiera como si sus pulmones se estuvieran quemando, hacia incluso unos grados mas que en la capital. Subio la calle donde habia dejado aparcado el coche, con cuidado de no caerse. Cosa que el inexistente acerado, la pendiente y los adoquines le hacia bastante dificil. Casi se puso a saltar cuando, unos metros mas arriba, vio el cartel de un bar. Acelero el paso, deseosa de encontrar algo de civilizacion que pudiera ayudarla. Sin embargo, su alegria se torno frustracion al llegar hasta el y descubrir que estaba cerrado, y tenia pinta que desde hacia bastante tiempo. Quiso gritar. Para terminar de rematar la faena, los zapatos estaban haciendole dano. Se los quito y mordio el tacon para ahogar el grito que tenia ganas escupir, hasta que cayo en la cuenta de que se estaba cargando unos Manolo que le costaron cerca de ochocientos euros. El asfalto quemaba, asi que corrio calle abajo lo mas rapido que la falda de tubo de aquel traje le permitia sin matarse en el intento... Con lo que Patricia no contaba era con que una de las puertas se abriera y apareciera una senora de unos ochenta y largos anos, bostezando como si llevara dias durmiendo y acabara de levantarse. El susto provoco que cayera al suelo y rodara unos metros, hasta que sus costillas frenaron contra un arbol. Arbol del que cayo un nido, haciendo que tres pequenos huevos impactaran contra su cabeza, chafando su perfecto peinado. Aquella maravillosa idea empeoraba por momentos, aunque peor ya no podia ser. Penso en levantarse rapidamente, llegar a su coche sin mirar atras y salir corriendo de aquel pueblo infernal que tan mal rato estaba haciendole pasar. Intento llevar a cabo su plan, pero sintio un dolor punzante en el costado que la dejo sin respiracion e hizo que apoyara una de sus manos sobre el arbol mientras con la otra se sujetaba el sitio donde habia sentido el dolor, como si aquello fuera a aliviarlo. --!Moza! ?Que te ha pasao? --dijo la anciana, gritando a pleno pulmon, y haciendo que Patricia pensara que aquel grito debio oirse dos pueblos mas alla. --No es nada, senora. Ya me iba... --?Adonde vas asi, mujer? Si tienes que tener rotas, por lo menos, dos costillas. Espera que te llamo al Raimundo, no te muevas de ahi. --No, yo... La senora la dejo con la palabra en la boca y volvio a entrar en la casa de la que habia salido. Patricia solo pensaba en salir de aquel maldito pueblo que en pocos minutos casi la mata, pero la senora tenia razon, debia tener al menos dos costillas rotas y era incapaz de dar un paso sin que aquel dolor punzante se manifestara de una forma mas infernal que el calor que estaba pasando. Un par de minutos despues, la buena senora salio y se acerco a ella, dando pasitos cortos y trabajosos debido a su avanzada edad. Le dio uno de los dos bastones que llevaba para que se apoyara, y Patricia no dudo en hacerlo, porque casi no podia mantenerse en pie. --Acompaname a la casa, moza, que Raimundo tarda una media hora en llegar. Esta asistiendo el parto de una de las vacas de Cipriano junto a David. --?Raimundo es el veterinario del pueblo? --Quiso salir corriendo en aquel preciso instante, pero casi no podia moverse. --No, el veterinario del pueblo es David, Raimundo es mi nieto y es medico en la capital, pero esta pasando aqui unos dias. Viene a visitarme casi todos los fines de semana porque su trabajo es muy estresante. Suspiro al saber que iba a atenderla un medico. Y escuchando hablar a aquella anciana, se dejo guiar hasta que, cuando quiso darse cuenta, ya estaba sentada en una silla, con una mano sobre el costado que le dolia y usando la que tenia libre para remover un cafe que olia a pueblo, que olia a hogar.

  • Matar a un ruisenor de Harper Lee

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    Cuando tenia casi trece anos, mi hermano Jem sufrio una grave fractura en el brazo a la altura del codo. Cuando sano y por fin se disiparon sus temores de que nunca podria volver a jugar al futbol americano, en raras ocasiones volvia a acordarse de aquella lesion. El brazo izquierdo le quedo algo mas corto que el derecho; cuando estaba de pie o andaba, el dorso de la mano formaba casi un angulo recto con su cuerpo, y el pulgar estaba paralelo a sus muslos. A el no podria haberle importado menos, con tal de poder pasar y chutar. Cuando transcurrieron anos suficientes para poder verlos en retrospectiva, a veces hablabamos de los acontecimientos que condujeron a su accidente. Yo sostengo que los Ewell fueron quienes lo comenzaron todo, pero Jem, que era cuatro anos mayor que yo, decia que eso habia empezado mucho antes. Dijo que comenzo el verano en que Dill vino a vernos, cuando nos hizo concebir por primera vez la idea de hacer salir a Boo Radley. Yo decia que si el queria tener una amplia perspectiva de lo sucedido, en realidad comenzo con Andrew Jackson. Si el general Jackson no hubiera perseguido a los indios creek arroyo arriba, Simon Finch nunca habria llegado hasta Alabama, y ?donde estariamos nosotros si no lo hubiera hecho? Eramos demasiado mayores como para zanjar la discusion con una pelea, de modo que consultamos a Atticus. Nuestro padre dijo que los dos teniamos razon. Al ser del Sur, era un motivo de verguenza para algunos miembros de la familia que no tuvieramos constancia de que alguno de nuestros antepasados hubiera peleado en la batalla de Hastings. Tan solo teniamos a Simon Finch, un boticario de Cornualles cuya piedad solo se veia superada por su tacaneria. En Inglaterra, a Simon le irritaba la persecucion de aquellos que se autodenominaban metodistas a manos de sus hermanos mas liberales, y ya que Simon se consideraba metodista, cruzo el Atlantico hasta Filadelfia, de ahi a Jamaica, y desde alli a Mobile subiendo hasta Saint Stephens. Teniendo en cuenta las estrictas normas de John Wesley sobre no enriquecerse en los negocios aprovechandose de los demas, Simon se dedico a la practica de la medicina logrando un gran exito; pero en esta empresa era infeliz, pues habia sido tentado a hacer lo que el sabia que no era para la gloria de Dios, como llevar oro y ropas costosas. De modo que Simon, habiendo olvidado lo que su maestro habia dicho sobre la posesion de bienes humanos, compro tres esclavos y con su ayuda establecio una hacienda a las orillas del rio Alabama, a unos sesenta y cinco kilometros mas arriba de Saint Stephens. Regreso a Saint Stephens solamente una vez, para encontrar esposa, y con ella establecio una descendencia con muchas hijas. Simon vivio hasta una edad impresionante y murio rico. Era costumbre de los hombres de la familia quedarse en la hacienda de Simon, Finch's Landing, y ganarse la vida con el algodon. El lugar se sostenia a si mismo. Modesto en comparacion con los imperios que lo rodeaban, Landing producia sin embargo todo lo necesario para la vida excepto hielo, harina de trigo y prendas de vestir, que proporcionaban las embarcaciones fluviales de Mobile. Simon habria considerado con impotente rabia los problemas entre el Norte y el Sur, ya que arrebataron a sus descendientes todo a excepcion de su tierra; sin embargo, la tradicion de vivir en esa hacienda siguio inalterable hasta bien entrado el siglo XX, cuando mi padre, Atticus Finch, fue a Montgomery para aprender Derecho, y su hermano menor fue a Boston para estudiar Medicina. Su hermana Alexandra fue la Finch que se quedo en Landing: se caso con un hombre taciturno que pasaba la mayor parte de su tiempo tumbado en una hamaca al lado del rio preguntandose si sus redes de pesca estarian llenas. Cuando mi padre fue admitido en la abogacia, regreso a Maycomb y comenzo a ejercer. Maycomb, a unos treinta kilometros al este de Finch's Landing, era la capital del condado de Maycomb. La oficina de Atticus en el edificio del juzgado contenia poco mas que una percha para sombreros, una escupidera, un tablero de damas y un impecable Codigo de Alabama. Sus dos primeros clientes fueron las dos ultimas personas a las que ahorcaron en la carcel del condado de Maycomb. Atticus los habia instado a que aceptaran la generosidad del Estado, que les permitiria declararse culpables de homicidio en segundo grado y asi evitar la pena capital, pero ellos eran Haverford, un apellido que en el condado de Maycomb es sinonimo de burro testarudo. Los Haverford habian liquidado al principal herrero de Maycomb por un malentendido que surgio por la supuesta <> de una yegua, fueron lo bastante imprudentes para hacerlo en presencia de tres testigos e insistieron en que <> era una defensa lo bastante buena para cualquiera. Persistieron en declararse no culpables de homicidio en primer grado, de modo que no hubo mucho que Atticus pudiera hacer por sus clientes, a excepcion de estar presente en su partida, una ocasion que fue probablemente el comienzo de la profunda antipatia de mi padre hacia la practica del Derecho Penal. Durante sus cinco primeros anos en Maycomb, Atticus practico mas que cualquier otra cosa la Economia; y durante varios anos desde entonces invirtio sus ganancias en la educacion de su hermano. John Hale Finch era diez anos menor que mi padre, y decidio estudiar Medicina en un momento en que no valia la pena cultivar algodon; pero despues de tener a Jack encauzado, Atticus comenzo a obtener ingresos razonables practicando la abogacia. Le gustaba Maycomb, habia nacido y se habia criado alli; conocia a su gente, ellos le conocian, y debido a los negocios de Simon Finch, Atticus estaba emparentado por sangre o matrimonio con casi todas las familias de la ciudad. Maycomb era una vieja poblacion, pero ademas era una vieja poblacion cansada cuando yo la conoci. En el tiempo lluvioso las calles se convertian en un barrizal rojizo; crecia hierba en las aceras, y el edificio del juzgado parecia combarse sobre la plaza. En cierto modo, hacia mas calor entonces: un perro negro sufria los dias de verano; las flacas mulas enganchadas a los carros espantaban moscas bajo la sofocante sombra de las encinas que habia en la plaza. A las nueve de la manana, los cuellos rigidos de los hombres se veian languidos. Las damas se banaban antes de la tarde, despues de su siesta de las tres, y al atardecer estaban como blandos pastelitos cubiertos de sudor y dulce talco. La gente se movia despacio entonces. Cruzaban la plaza a paso lento, entrando y saliendo de las tiendas que la rodeaban, y se tomaban su tiempo para todo. Un dia tenia veinticuatro horas, pero parecia mas largo. No habia ninguna prisa, ya que no habia ningun lugar adonde ir, nada que comprar y nada de dinero con el cual comprar, nada que ver fuera de los limites del condado de Maycomb. Pero era una epoca de vago optimismo para algunas personas: al condado de Maycomb se le habia dicho recientemente que no tenia nada que temer, solamente a si mismo. Viviamos en la principal calle residencial de la ciudad: Atticus, Jem y yo, ademas de Calpurnia, nuestra cocinera. Jem y yo estabamos contentos con nuestro padre: jugaba con nosotros, nos leia y nos trataba con cortesia. Calpurnia era otra cosa. Toda angulos y huesos, era miope, tambien bizca, y sus manos eran tan anchas como un travesano de cama, y dos veces mas duras. Siempre me estaba ordenando que saliera de la cocina, preguntandome por que no podia comportarme tan bien como Jem aunque sabia que el era mayor, y me llamaba para volver a casa cuando yo no estaba lista para regresar. Nuestras batallas eran epicas y con un final sin variacion. Calpurnia ganaba siempre, principalmente porque Atticus siempre se ponia de su lado. Ella habia estado con nosotros desde que nacio Jem, y yo habia sentido la tirania de su presencia desde que podia recordar. Nuestra madre murio cuando yo tenia dos anos, de modo que nunca senti su ausencia. Ella era una Graham de Montgomery; Atticus la conocio cuando fue elegido por primera vez para la legislatura estatal. Para entonces, el era de mediana edad y ella quince anos mas joven. Jem fue el resultado de su primer ano de matrimonio. Cuatro anos despues naci yo, y dos anos despues nuestra madre murio de un ataque repentino al corazon. Decian que era cosa de familia. Yo no la extranaba, pero creo que Jem si. El la recordaba claramente, y algunas veces en mitad de un juego daba un largo suspiro, y despues se marchaba y jugaba el solo detras de la cochera. Cuando se ponia asi, yo sabia que era mejor no molestarle. Cuando yo tenia casi seis anos y Jem se acercaba a los diez, nuestras fronteras en el verano (al alcance de la voz de Calpurnia) eran la casa de la senora Henry Lafayette Dubose, dos puertas al norte de la nuestra, y la Mansion Radley, a tres puertas al sur. Nunca sentimos la tentacion de traspasarlas. La Mansion Radley estaba habitada por una entidad desconocida, cuya mera descripcion era suficiente para hacer que nos portaramos bien durante dias. La senora Dubose era el mismo demonio. Ese fue el verano en que vino Dill. Una manana temprano, cuando estabamos comenzando nuestros juegos en el patio trasero, Jem y yo oimos algo en la puerta contigua, en el parterre de coles de la senorita Rachel Haverford. Fuimos hasta la malla de alambre para ver si habia un perrito, pues la perra terrier de la senorita Rachel estaba prenada, pero en cambio encontramos a alguien sentado que nos miraba. Sentado, no era mucho mas alto que las coles. Nos quedamos mirando fijamente hasta que el hablo: --Hola. --Hola, tu --contesto Jem amablemente. --Soy Charles Baker Harris --dijo el--. Se leer. --?Y que? --pregunte yo. --Solo pense que os gustaria saber que se leer. Si teneis algo que necesiteis leer, yo puedo hacerlo... --?Cuantos anos tienes? --pregunto Jem--. ?Cuatro y medio? --Voy para siete. --Entonces no es nada --dijo Jem, senalandome con el pulgar --. Aqui Scout lee desde que nacio, y ni siquiera ha comenzado aun la escuela. Pareces muy canijo para tener casi siete anos. --Soy pequeno pero mayor --afirmo el. Jem se aparto el cabello para mirarlo mejor. --?Por que no vienes aqui, Charles Baker Harris? --dijo--. Senor, vaya nombre. --No es mas curioso que el tuyo. Tia Rachel dice que te llamas Jeremy Atticus Finch. Jem fruncio la frente. --Soy lo bastante alto para estar en consonancia con mi nombre --dijo--. Tu nombre no es mas largo que tu. Apuesto a que es un palmo mas largo. --La gente me llama Dill --dijo Dill, intentando pasar por debajo de la valla. --Te ira mejor si pasas por encima en lugar de por debajo -- observe yo--. ?De donde vienes? Dill era de Meridian, Mississippi, e iba a pasar el verano con su tia, la senorita Rachel, y desde entonces pasaria todos los veranos en Maycomb. Su familia era del condado de Maycomb originariamente. Su madre trabajaba para un fotografo en Meridian, habia presentado una fotografia de el a un concurso de ninos guapos, y gano cinco dolares. Le dio el dinero a Dill, quien lo empleo en ir veinte veces al cine. --Aqui no hay exposiciones de fotografia, excepto a veces las de Jesus en el juzgado --dijo Jem--. ?Viste alguna pelicula buena? Dill habia visto Dracula, una revelacion que movio a Jem a mirarle con cierto respeto. --Cuentanosla --le pidio. Dill era un chico muy curioso. Llevaba pantalones cortos azules de lino que se abotonaban a la camisa, su cabello era blanco como la nieve y lo llevaba pegado a la cabeza como si fuera un plumon de pato; era un ano mayor que yo, pero yo le sobrepasaba en altura. Mientras nos relataba la vieja historia, sus ojos azules se iluminaban y se oscurecian; su risa era repentina y feliz, y solia tirarse de un mechon de cabello que caia sobre su frente. Cuando Dill hubo reducido al polvo a Dracula, y Jem dijo que la pelicula parecia mejor que el libro, le pregunte a Dill donde estaba su padre. --No has dicho nada de el. --No tengo ningun padre. --?Esta muerto? --No... --Entonces, si no esta muerto, si lo tienes, ?verdad? Dill se sonrojo y Jem me dijo que me callase, una senal segura de que Dill habia sido estudiado y hallado aceptable. A partir de entonces el verano paso con una diversion constante. La diversion constante era: hacer mejoras a nuestra casa del arbol que descansaba entre dos cinamomos gigantes en el patio trasero, alborotar, recorrer nuestra lista de obras de teatro basadas en las de Oliver Optic, Victor Appleton y Edgar Rice Burroughs. En este asunto teniamos la fortuna de tener a Dill. El representaba los papeles que anteriormente me daban a mi. El mono en Tarzan, el senor Crabtree en The Rover Boys, el senor Damon en Tom Swift. De ese modo llegamos a conocer a Dill como un merlin de bolsillo, cuya cabeza estaba llena de planes excentricos, anhelos extranos y fantasias raras. Pero a finales de agosto nuestro repertorio era aburrido, por haberlo representado incontables veces, y fue entonces cuando Dill nos dio la idea de hacer salir a Boo Radley. La Mansion Radley fascinaba a Dill. A pesar de nuestras advertencias y explicaciones, le atraia como la luna atrae al agua, aunque no mas cerca de la farola de la esquina, a una distancia segura de la puerta de los Radley. Ahi se quedaba, rodeando el grueso poste con un brazo, mirando fijamente y haciendose preguntas. La Mansion Radley hacia una curva cerrada mas alla de nuestra casa. Andando hacia el sur, se pasaba por delante de su porche; la acera daba un giro y estaba en paralelo con la finca. La casa era baja, en otra epoca era blanca y con un ancho porche y persianas verdes, pero hacia mucho tiempo que se habia oscurecido hasta llegar al tono de pizarra gris que la rodeaba. Unas tablas descompuestas por la lluvia caian sobre los aleros del barandal; unos robles mantenian alejados los rayos de sol. Los restos de una cerca guardaban el patio frontal, un patio <> que nunca se barria, donde crecian en abundancia hierbajos y flores silvestres. Dentro de la casa vivia un fantasma maligno. La gente decia que existia, pero Jem y yo nunca lo habiamos visto. La gente decia que salia de noche, cuando se ponia la luna, y miraba por las ventanas. Cuando las azaleas de la gente se helaban en una noche fria, era porque el habia soplado sobre ellas. Cualquier pequeno delito cometido en Maycomb era obra del fantasma. En una ocasion, la ciudad estaba aterrorizada por una serie de macabros acontecimientos nocturnos: encontraban mutilados pollos y animales domesticos; aunque el culpable era Addie el Loco, quien finalmente termino ahogandose en el remolino de aguas de Barker, todos seguian mirando la Mansion Radley, sin estar dispuestos a descartar sus sospechas iniciales. Un negro no pasaria al lado de la Mansion Radley de noche; cruzaria a la acera contraria e iria silbando mientras caminaba. Los terrenos escolares de Maycomb lindaban con la parte trasera del terreno de los Radley; desde el gallinero de los Radley, altos arboles de pacanas dejaban caer su fruto al patio de la escuela, pero los ninos no tocaban ninguna de aquellas nueces: las pacanas de los Radley mataban. Una bola de beisbol que cayera en el patio de los Radley era una bola perdida, y no se hacian preguntas. La desgracia de aquella casa comenzo muchos anos antes de que Jem y yo nacieramos. Los Radley, bien recibidos en cualquier parte de la ciudad, se encerraban en su casa, una predileccion imperdonable en Maycomb. Ellos no iban a la iglesia, que era el entretenimiento principal de Maycomb, sino que rendian culto en su casa; la senora Radley en raras ocasiones llegaba a cruzar la calle para tomar un cafe a media manana con sus vecinas, y sin duda nunca se unio a ningun circulo misionero. La senora Radley caminaba hasta la ciudad a las once y media cada manana y regresaba prontamente a las doce, a veces llevando una bolsa de papel marron que los vecinos suponian que contenia las provisiones de la familia. Yo nunca supe como el viejo senor Radley se ganaba la vida, Jem decia que <>, un termino educado para decir que no hacia nada, pero el senor Radley y su esposa habian vivido alli con sus dos hijos durante tanto tiempo como cualquiera podia recordar. Las persianas y las puertas de la casa de los Radley estaban cerradas los domingos, otra cosa ajena a las costumbres de Maycomb: puertas cerradas significaba solamente enfermedad y tiempo frio. De entre todos los dias, el domingo era dia para las visitas formales por la tarde: las senoras llevaban corse, los hombres llevaban abrigos, los ninos llevaban zapatos. Pero subir los peldanos de la Mansion Radley y decir <> una tarde de domingo era algo que sus vecinos no hacian nunca. La casa de los Radley no tenia puertas de tela metalica. Una vez le pregunte a Atticus si alguna vez tuvo alguna; Atticus dijo que si, pero antes de que yo naciera. Segun la leyenda del barrio, cuando el joven Radley estaba en la adolescencia hizo amistad con algunos de los Cunningham, de Old Sarum, una tribu enorme y confusa que estaba domiciliada en la parte norte del condado, y formaron lo mas parecido a una pandilla que se viera jamas en Maycomb. Hacian muy poca cosa, pero lo bastante para que hablaran de ello por la ciudad y los amonestaran publicamente desde tres pulpitos: merodeaban por la barberia; subian en el autobus hasta Abbottsville los domingos e iban al cine: asistian a bailes en los lugares de juego en el condado al lado del rio: la posada Dew-Drop y Campamento Pesquero: probaban el whisky de contrabando. Nadie en Maycomb tenia las agallas para decirle al senor Radley que su muchacho andaba con malas companias.

  • El angel de Dryfield Hall de Claudia Cardozo

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    El angel de Dryfield Hall, una novela que cautivara al lector hasta la ultima pagina.

  • Ese ancho rio entre nosotros de Gabriela Margall

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    Gabriela Margall navega estas aguas -la de la novela historica- con destreza y preciosismo, para construir una heroina que abre los ojos al mundo y se entrega al amor como una forma de conocimiento. Una novela extraordinaria con el inconfundible sello de la autora.

  • 1.280 almas de Jim Thompson

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    “Yo solo soy un sheriff del sur” declara Nick Corey, un tipo en apariencia lerdo y vago que no soporta a su mujer ni a su cunado, cuya maxima es que solo se detiene a un individuo cuando no hay mas remedio, y eso siempre que sea un don nadie. Todos en Potts County -un lugar imaginario en la America profunda, con una poblacion de 1.280 habitantes- estan convencidos de su apatia y su simplicidad. Pero pronto el lector se dara cuenta de lo astuto que es Corey. Su deseo de ser reelegido para el cargo de sheriff hace que su comportamiento no tenga limites ni conozca escrupulos. Poco a poco, la idea de deshacerse de todos aquellos que se interpongan en su camino va tomando cuerpo. El protagonista expone en primera persona los hechos sin inmutarse, pues en su paranoia llega a creerse elegido para limpiar de escoria el lugar.

  • La casa espanola de Stefania Gil

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    Desde tiempos remotos, los Daniels y los Gordon se odian los unos a los otros.
    Una rivalidad entre familias que se fue transmitiendo de generacion en generacion afectando sus relaciones dentro de la Aristocracia Inglesa.
    Elaine Daniels es rebelde e independiente.
    Va detras de sus suenos sin importarle si en el camino, su aristocratica familia decide renegar de ella para siempre.
    Cuando muere su abuela paterna, Ella Daniels, empieza el verdadero infierno para Elaine a quien su familia decide declararle la guerra por no asumir su papel dentro de la aristocracia y segun lo exigen las normas establecidas.
    Sin el respaldo economico de la fortuna Daniels y sin la unica persona que la protegia y le apoyaba en la busqueda de sus suenos, Elaine decide emprender un viaje que va a cambiar su destino y el de su familia.
    Pierce Gordon, de quien no ha dejado de hablar la prensa inglesa en los ultimos meses gracias a su proximo enlace con Nathalie Grant, es un hombre decidido, reservado y considerado <>.
    No conocia la humillacion y la burla hasta que su futura esposa fue filmada <>, para miles de personas en el mundo, por Elaine Daniels, saliendo de la iglesia despues de que el cura le preguntase si aceptaba a Pierce por esposo.
    Una razon mas para odiar a los Daniels.
    Sin embargo, Pierce estaba muy lejos de ser un hombre vengativo y para deshacerse de ese sentimiento que lo dominaba, decide tomarse unas vacaciones para complacer a su difunto abuelo con algo que tenia pendiente en Espana; que solo el podia manejar y que podria aclarar el pasado de odios y amenazas que habia entre los Daniels y los Gordon.
    ?Seran capaces Elaine y Pierce de ponerle fin a un odio que lleva siglos expandiendose entre ambas familias? ?Podran descubrir como ocurrieron en realidad las cosas en el pasado, dejando que el amor los una para siempre en el presente?

  • Deirdre (Las feas tambien los enamoran 2) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • Lucifer, Principe en el exilio de Jorge Balderas Galvez

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    ?Que pasaria si la historia que nos han contado sobre el Principe de los demonios no fuera cierta, o al menos no del todo? ?Que tal si hubiera otra cara de la moneda en la Leyenda del Angel Caido? Imagina una Leyenda en donde Lucifer no es el monstruo que siempre te han dicho que es, sino el heroe de la historia, eso si, un atipico heroe, una leyenda en donde dios es un rey tirano que no admite desobediencia alguna y castiga con mano de hierro y luz cegadora a todo aquel que ose oponersele. Adentrarte en esta nueva version de la historia y acompana a Lucifer en una guerra que lo convertira en el monstruo que la historia recuerda, eso claro si te atreves.

  • Seduccion a Sueldo de Alicia Bloom

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    Emilia:
    A pesar de ser hija de un hombre millonario, eres una dentista destacada de tu ciudad.
    Te gusta hacer las cosas a tu manera sin recurrir al dinero de tu padre. Lo que hace de ti una joven solidaria, atenta, con inclinaciones filantropicas y un buen sentido de la moral.
    Eso te ha llevado a dedicarte al 100% a tu trabajo, porque te gusta y te hace feliz; aunque estes descuidando otros aspectos de tu vida personal.
    Eres muy inteligente, trabajas, te esfuerzas; eres una adulta decidida que, aun con tenerlo todo, no dejas de intentar ganarte la vida por ti misma. No como tu hermana.
    No la odias, pero sientes que podria hacer mas con su vida. Como tu.
    Disfrutas de la fortuna de tu padre, pero no te desvives por ella.
    Eres una mujer interesante ?Verdad?
    Pero el tiempo es inclemente y no escatima en danos; llevandose a tu padre, dejandote con un inmenso vacio en el corazon y abriendo paso a un momento delicado de tu vida.
    ?Que haras?

  • La reina del cementerio 1 de Vitto De Leone

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    Enamorarse de un fantasma. ?Que tan fuerte es tu amor para aguantar las pruebas extremas de un mundo oscuro? Puedes vivir despues de tu muerte…si te dejan.
    Ricchi es un adolescente que escapa de su casa y se encuentra con Ela, la chica que murio hace 2 dias. Se enamoran. ?Pero en que se convirtio ella, ya que no siente dolor, odia la comida humana y la persigue la policia de toda la ciudad? Este misterio lo tienen que descubrir para poder salvar el amor. Lo que no saben que los espera la prueba mas macabra de todas -- la Coronacion.

  • Corazon en penumbra de Jana Westwood

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    Anelise es la hija menor de Selig Vandermer, dueno de una gran naviera y uno de los hombres mas ricos de Nueva York.

  • La regata, Manuel Vicent de Manuel Vicent

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    La nueva novela de Manuel Vicent, una historia sobre el paraiso que un dia todos decidimos perder.

  • El ultimo cruzado de Louis De Wohl

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    Apasionante novela historica sobre la vida trepidante de Don Juan de Austria, el vencedor de Lepanto, hijo del emperador Carlos V, hermanastro del rey Felipe II.

  • Rock Therapy de L. A. Brier

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    Elizabeth Harvey tiene la vida resuelta. Vive en un lugar tranquilo de Los Angeles, tiene un trabajo que adora junto a su madre adoptiva, y ha conseguido que la industria de la musica se olvide de que alguna vez existio: la que una vez fuera la nina mas mimada del rock desaparecio con su apellido, y su padre quedo enterrado en el olvido junto con su cadaver.

  • Te regalare el mundo de Marta Fernandez

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    No elegimos a nuestros padres, ni lo que nos gusta, ni aquello para lo que somos buenos. No elegimos de quien nos enamoramos.ni a nuestros enemigos. Ni elegimos nuestros talentos, ni nuestras debilidades. Por no elegir, no elegimos ni nuestros pecados. Ni el pais en el que nacemos, ni el nombre por el que nos llamaran todos esos a los que queremos y a los que tampoco elegimos.

  • Mil tequieros de Isabel Keats

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    Esto no puede estar pasandole a ella. Al menos eso es lo que se repite Achu, una y otra vez, cuando su ordenada vida --una meteorica carrera en un conocido bufete de San Diego, un novio atractivo y con una buena posicion economica-- salta por los aires y, de pronto, se encuentra en una cabana perdida, en mitad de una tormenta de nieve y sin otra compania que un desconocido de ascendencia nativo americana, de pocas palabras y con los ojos azules mas bonitos del mundo.
    Las cosas ya no pueden ir a peor, o… ?quiza si?
    Cuando el destino te pone a prueba, tienes dos opciones: hundirte y llorar, o salir a flote y aprender a vivir de verdad.

  • Asesinos seriales de Nestor Durigon

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    La criminologia ha debatido durante siglos sobre como se construye un asesino, como se forja su deseo de matar y como transita el camino que va del deseo a la concrecion.

  • el constructor de muros de Natalia Walsh

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    Tenia poco mas de diez anos cuando lo conoci. Aun puedo percibir el olor a tierra humeda y el sonido de mis zapatos recorriendo el camino hasta su casa, la casa de los Ardwell. Decenas de viviendas georgianas poblaban ambos lados de la calle. Yo las contaba al ritmo de mis pisadas, hechizada por el color ahumado de los edificios. --De prisa, Valery --dijo mi madre. Interrumpi la cuenta--, y recuerda: debes portarte bien. No levantes la voz ni pidas algo si no te lo ofrecen. Se educada y… Mama, que tiraba de mi como solia hacerlo con Paul, nuestro mastin, detuvo la marcha y saco un panuelo de su bolsillo. Me levanto la barbilla y froto mi menton. --?Volvera Paul si me porto bien? --pregunte--. Dime, ?volvera? Sonrei al imaginar a mi amigo brincando por el patio de nuestra casa en Marsella, jadeando como cuando papa le hacia corretear de un lado a otro. --No es el momento, Valery. Y espero no tener que repetirtelo: nada de separarte de nosotras, ni de acariciar animales si los hay, ni de tocar los muebles. Y mucho menos… Clave la mirada en el cielo mientras mama seguia parloteando y tirando de mi con fuerza. Unas enormes nubes negras borboteaban alli arriba y comenzaban a caer las primeras gotas. Escuche refunfunar a mi hermana unos pasos mas adelante. Maldito Edimburgo, decia, maldito y estupido clima. Aunque su pelo seguia liso, no como el mio, Melissa no paraba de tocarselo sin perder de vista el cielo oscuro. Llevaba un vestido negro precioso y el maquillaje impecable. Cuando yo tuviera veinte anos, pense, querria verme como ella. Un zarandeo de mama me devolvio a la realidad. Caminamos durante diez minutos, hasta detenernos junto a una casa algo mas grande que el resto. En total conte tres pisos de piedra ahumada y cuatro enormes ventanales. El jardin frontal consistia en una pequena alfombra de hierba y varios arbustos. En cuanto cruzamos el estrecho camino de piedra que conducia a la puerta mama llamo al timbre. Melissa se sacudio los zapatos y volvio a arreglarse el pelo. Poco despues un hombre vestido de pinguino nos abrio; entonces mama apreto mi mano y me puse muy tiesa. --La senora Ardwell las espera en el salon. Melissa esbozo una sonrisa deslumbrante y siguio a aquel hombre. Yo me deje arrastrar por mama. El techo del hall era altisimo y de el colgaba una lampara de lagrimas que me corto la respiracion. Deje de mirarla al descubrir los mosaicos de las paredes, pero note un empujon que me obligo a seguir. Pronto nos encontramos en una sala de estar de aspecto antiguo, donde aguardaba una mujer mucho mas joven que mama. Tenia la frente amplia y el menton muy marcado, al igual que los pomulos. Tarde un poco en darme cuenta de que el cabello, oscuro y rizado, le colgaba hasta la cintura, y es que iba completamente vestida de negro. Sus ojos me dedicaron un guino. A su lado habia un chico de la edad de Melissa, que saludo a mi hermana con un apreton de manos. Cuando reparo en mi se agacho para besarme. --Pinchas --le dije, frotandome la mejilla. El joven echo a reir. Mas tarde supe que era Robert, el hijo mayor de la senora Ardwell. --Saluda tu tambien a Valery, William. Entonces lo vi. Papa solia decir que nadie recuerda el momento en que aparece la Persona que lo Cambiara Todo, de la misma manera en que se pasa por alto el encuentro con un desconocido. Un apreton de manos, contaba, no es suficiente para leer el futuro. Aquella tarde papa llevaba tres semanas dentro de la caja que unos hombres habian enterrado bajo la hierba del cementerio, y con el sus palabras, por eso mire a William Ardwell creyendo saber quien era. El estaba sentado en el sofa, absorto en un libro. Cuando su hermano mayor le dio una colleja alzo la vista y me escruto durante unos instantes. Gruno, cerro el libro y echo a andar hacia la puerta. Quise ir tras el, pero la mano de mama se me clavo en el hombro. Segui a William con la mirada hasta que desaparecio. Retales Seis noches tardo mama en terminar el vestido que Melissa llevo a casa de los Ardwell, puntada a puntada, con la ayuda de una maquina vieja de coser. Incapaz de dormir, yo la observaba trabajar y me entretenia con los retales que caian al suelo. Cuando viviamos en Marsella, mama solia animarme a disenar vestidos para mis munecas usando la tela que sobraba. Los haciamos por decenas, pero su armario en Edimburgo estaba tan vacio como el mio y alli nadie tenia tiempo para ayudarme con las puntadas. Terminada la noche de faena, mama apagaba la maquina, barria alrededor y los pedacitos de tela iban a parar a la basura. No hubo retales durante nuestra primera semana en Escocia, sin embargo. Hasta el dia en que acompanamos a papa al cementerio mama se nego a salir de la pension. Llegado el momento las tres nos pusimos nuestros mejores vestidos y, mientras caia la lluvia, observamos como dos hombres con la camisa arremangada resoplaban y recubrian de tierra la caja de madera. Nadie salvo el cura dijo una sola palabra. Nadie mas que el nos acompano. Despues de permanecer un rato larguisimo frente a la tierra humeda y revuelta nos invito tomar el te en una salita de los locales parroquiales. --Aun… Aun no puedo creerlo. Mama miraba algun punto en el fondo de la sala, la mano sosteniendo una cucharilla hundida en el azucarero. Me fije en como Melissa la sacudia con disimulo, hasta que solto el cubierto. El cura colmo nuestras tazas de te. --Has vuelto a casa, Ann, a Edimburgo, y tus hijas estan contigo. Los ojos de mi madre empezaron a ponerse vidriosos. Clave los mios en la bandeja de pasteles situada en el centro de la mesa y elegi al azar dos o tres que fueron a parar a mi plato con mas estruendo del necesario. Melissa me pellizco por debajo de la mesa y ahogue un grito. Aunque yo habia intentado no levantar la cabeza del plato, mi mirada se cruzo con la del cura. Era mucho mayor que papa y no sonreia, aunque le caian por encima de las orejas unos mechones pelirrojos parecidos a los de el. --Ann, mirame. --El cura levanto la barbilla de mi madre--. ?Cual es vuestra situacion? Silencio. Pronto ya no quedarian pastas en mi plato, me dije. De un salto baje de la silla y bordee la mesa, hasta alcanzar la bandeja. Melissa no me reprendio cuando me servi casi todas las que quedaban. --En Marsella teniamos el taller --dijo ella--. Habia empleadas, incluso una pequena tienda. Haciamos arreglos, mas que todo. Los meses antes del cierre yo tambien cosia. --?Es suyo el traje que llevas? Todas nos giramos para mirar a Melissa, incluso mama. Mi hermana asintio y se puso de pie. --Bueno, no soy un entendido, pero podria servir. --El cura rodeo los hombros de mama--. Escuchame, Ann. Lo primero sera encontrar un colegio para Valery… Un lugar en el que podais vivir. Melissa te ayudara con el trabajo, y yo te dare algunos contactos. No digo que sea sencillo, pero pondremos los medios y dejaremos que Dios haga el resto. ?Estas dispuesta? Mama murmuro que si. Volvimos a ponernos nuestros abrigos y el cura nos despidio despues de entregarnos una caja muy pesada que apenas pudo sostener con ayuda de Melissa. --Vais a necesitarla… Hay muchos retales que recomponer. De vuelta a la pension, aquella noche, el color volvio al rostro de mama al acariciar la vieja y oxidada maquina de coser. Medidas --El padre McAnthony me ha hablado maravillas de ti. ?Es tuyo ese vestido? La senora Ardwell dejo la taza de te sobre la mesa y senalo el atuendo de mi hermana. Mama asintio; tenia las mejillas rojas. --Es precioso. --Yo... Gracias, senora. --Brenda, Ann, llamame Brenda. Mama se sonrojo aun mas y volvio a asentir. Cuando extendio la mano para alcanzar la tetera a punto estuvo de volcarla. --?Conoce... conoce al padre desde hace muchos anos, Brenda? --!Diria que desde siempre! Oficio mi confirmacion, mi matrimonio y bautizo a los chicos. Nos ha acompanado en algunos momentos dificiles, tambien. --La senora Ardwell agito su larguisima melena--. Pero no hablemos de el, Ann. Me gustaria mucho ver alguno de tus otros trabajos. Llevas anos dedicandote a la costura, ?verdad? --Diria... --Mama esbozo una pequena sonrisa--. Diria que desde siempre. --!Es la mejor! Sus vestidos son los mas bonitos que yo haya visto, solo tiene que mirar el de Melissa. --!Valery! Mama me dedico una mirada dura y yo agache la cabeza. Cuando me atrevi a levantarla, la senora Ardwellreia. --Asi que el vestido mas bonito del mundo. --!Claro que si! --Senora Ardwell, disculpela, no... --empezo mama. --Dime, Valery, ?crees tu que me sentaria bien uno parecido? --Asenti de nuevo y su sonrisa se hizo mayor. Entonces echo la silla hacia atras mientras miraba a mama--. Pues no se hable mas. ?Que te parece si me tomas las medidas, Ann? Mi madre se puso de pie al momento y comenzo a hurgar en su bolso. Melissa apuro el te e indico a la anfitriona que se levantara. --Tardaremos un momento. No sera nada, de verdad, y quedara usted encantada… Se alegrara de habernos hecho venir. Aproveche el revuelo para escabullirme, no sin antes esconder un punado de pastas en mi bolsillo. Solo la senora Ardwell, en pie para que mama le tomara las medidas, noto que salia, y me dedico un guino. Volvi al vestibulo y me asome al salon, donde ya no quedaba nadie. Contemple la majestuosa escalera de madera y aferrada a la barandilla subi un par de peldanos. Dude entre seguir o regresar al salon; luego imagine que William habia tomado ese camino y ascendi uno mas. Al hacerlo, recorde la advertencia de mama: portate bien. Baje los escalones de puntillas y me sente a contemplar la lampara de cristal mientras engullia las pastas. --Melissa, pasame otro alfiler. Eso es, con que anadamos cinco o seis centimetros al bajo es suficiente... ?Y Valery? ?Donde se ha metido esa chiquilla? Corri al salon de te al oir mi nombre y me apresure a regresar a mi asiento. Mama me reprendio con una mueca pero pronto volvio a arrodillarse junto a la senora Ardwell. Su hijo mayor, el chico de la barba pinchuda, entro al poco. Pense que William vendria con el, pero nadie le siguio. --Robert, ?has visto? El padre McAnthony tenia razon. Finalmente Ann cosera un vestido identico al de Melissa, para mi. --Genial, mama. Vi como sus ojos se cruzaban con los de mi hermana y a ella se le escapaba la cinta metrica. Ambos se agacharon para recogerla y entendi por que mama habia sugerido anadir unos centimetros al vestido. Aquella tarde volvimos a casa en taxi, y mi madre insinuo que pronto podria estrenar zapatos nuevos. Melissa resplandecia: como comento, no tardariamos en regresar a la casona. Antes de que la puerta se cerrara detras de nosotras volvi la cabeza en busca de William. El ya no estaba, pero lo estaria. Luto Desde que la senora Ardwell requirio nuestros servicios habia dias en los que ni siquiera pasabamos a que me cambiara despues de clase. Tomabamos el te en, al menos, tres casonas distintas, y solo habia sustitutos para mi uniforme si vivian ninos en alguna de ellas. Mas que un maniqui, yo solia ser objeto de burlas por culpa de mi acento. Terminado el repertorio de vestidos nuevos, que despues vendian, nada mas quedaban las risas de aquellos ninos. Para Melissa, en cambio, cualquier tarde era divertida. Ella parloteaba con los hermanos mayores entre taza y taza de te, mientras mama media y sonreia. Yo era demasiado joven para entender por que nadie se reia de su acento. Una noche, cuando el vestido de la senora Ardwell comenzaba a parecer tal, me acerque a la maquina de coser. --Apartate de la luz, Valery --dijo mi madre. --?Puedo…? --?Es que no me escuchas? --Yo solo… Levanto los ojos de la prenda y senalo una silla proxima. Me sente con las manos sobre la falda hasta que parecio olvidarse de mi presencia. --?Crees que hablo mal en ingles? --pregunte. --Siempre se te ha dado muy bien. ?A que viene eso? --?Y Melissa? ?Habla Melissa mejor que yo? Mama no contesto. --?Tu sabias frances cuando conociste a papa? --insisti. Una vez mas, silencio. Suspire y segui con desinteres el trazo de la aguja, hasta que, incapaz de aguantar un minuto mas sentada, me acerque a la maquina de coser. --Mama, ?por que la senora Ardwell lleva trajes negros? Hice ademan de acariciar el vestido. Mi madre me dio un manotazo y grito que no se me ocurriera poner las manos sobre la tela. --Vuelve a sentarte. !Mas atras! --?Por que negro, mama? El negro es feo y oscuro, ademas se ensucia enseguida… Tironee de su brazo. --Supongo que la senora Ardwell es viuda, y las viudas deben vestir de luto --dijo al final. --?Y por que no haces tu lo mismo? Mama paro la maquina y me miro a los ojos. --Yo tengo que trabajar, Valery. --?Volveremos algun dia a Marsella? Suspiro, me espanto de su taller y siguio cosiendo. La muneca El pago de la senora Ardwell me llego en forma de una muneca Barbie que mama compro en cuanto tuvo su adelanto en la mano. Aquello me hizo pensar que las cosas iban mejor de lo esperado. La prueba definitiva del vestido tuvo lugar dos noches de costura mas tarde. Caminamos las cuatro hasta la casa de la senora Ardwell: mama, Melissa, mi muneca y yo. Aquel dia vimos el sol en Escocia por primera vez, de ahi que nadie echara de menos un taxi. Mucho rato despues, ya en el recibidor en penumbra de la casona, sentia calor en las mejillas. Le pregunte a mi hermana si le ocurria lo mismo, y sus ojos brillantes me contestaron que tambien habia pensado en Marsella. La senora Ardwell nos hizo pasar de inmediato al jardin. --Un dia como este no puede desperdiciarse. !Y en pleno octubre! !Vamos, todos fuera! Melissa, cielo, quitate esa chaqueta. !Me estas dando calor! Mi hermana lo hizo y tambien yo, aunque percibieramos la temperatura como la del mas cruento invierno en Francia. La senora Ardwell comenzo a poner la mesa bajo la pergola. --Lo habia olvidado, ?sabe? --dijo mi madre. --?Te refieres a tratarme de tu, y no de usted, como insistes en hacer? Mama forzo una sonrisa. --Me refiero... me refiero a que aqui tambien sale el sol. La senora Ardwell le froto los hombros. --Pues claro, mujer. El sol sale todos los dias. Todos, aunque haya veces que este detras de las nubes. -- Giro sobre si misma--. !Robert! Hacen falta dos sillas mas. ?Las traes tu? --Volvio a mirar a mama--. No importa donde estemos, Ann. Lo importante es la compania. Mama se quedo parada durante un instante, y luego comenzo a repartir servilletas con gesto ausente. Melissa y Robert aparecieron a los pocos minutos cargados con las sillas que faltaban. Sirvieron te y una generosa racion de pastas. Yo probe unas migas y enseguida me levante de la mesa. La hierba era tan esponjosa como la habia imaginado. Me sente a unos metros de la pergola, lo bastante cerca como para que mama pudiera verme pero lo bastante lejos como para que no me prestara atencion. Cepille el pelo de mi muneca con mimo, pensando en cuantas mas tendria si la senora Ardwell decidia llenar su armario de vestidos nuevos. De vez en cuando levantaba la cabeza en busca de William, pero el no se dejo ver. --... Brenda, no voy a aceptar tanto. --Quiero que lo cojas todo, Ann. --No es justo que... --!No protestes! Mientras los hoteles funcionen todos debemos comer y vestirnos. Hazlo por la nina, y sobre todo por ti. --Yo... --Estoy pensando en un traje de falda y chaqueta; ademas William necesita unos arreglos en su Kilt. Tomatelo como un adelanto. !O un regalo!

  • Cicatrices inutiles de Juan David Morgan

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    En 1989 Estados Unidos intervino militarmente en Panama para acabar con el gobierno dictatorial de Noriega, antiguo colaborador de la CIA. Cicatrices inutiles es la novela sobre este evento fundamental de la historia reciente de America Latina.

  • Mamen de Ma Victoria Garcia Angel

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    Mamen se levanto temprano. Seguramente, porque estaba habituada a hacerlo y porque no lo estaba en absoluto a trasnochar. Era sabado, claro que tambien lo era cuando se acosto. Estaba contenta, algo despistada. Se preparo un cafe y se sento en el generoso ventanal en chaflan de su estudio. "Que vista tan bonita", penso, mientras sorbia su taza de cafe. La verdad es que el sitio era privilegiado. Un atico de sesenta metros en la calle San Gregorio a tiro de piedra de la Universidad de Sevilla, donde trabajaba desde hacia ya casi diez anos. Era profesora adjunta de Geografia e Historia y, actualmente, preparaba el doctorado. La docencia su gran pasion desde la adolescencia, ese era su sueno. Se implicaba de tal manera que terminaba haciendo cualquier cosa para no defraudar a nadie. Siempre todos podian contar con ella y se preparaba a conciencia organizando, desde grupos de escalada hasta de espeleologia para profesores y alumnos, su popularidad en este ambito iba unida a su buena reputacion como profesora. Sin embargo, en el terreno personal, no habia tenido mucha suerte a pesar de ser una morena atractiva de ojos grandes de un tono pardo que, a veces, con la luz del sol, se tornaban verde oscuro. Su sonrisa espontanea y facil le formaba hoyuelos en las mejillas. Era alta y esbelta, de piernas torneadas y un cuerpo bien cuidado. Su caracter extrovertido guardaba cierta dosis de prudencia con respecto a su vida afectiva, que nunca habia terminado de cuajar, quizas porque, en el fondo, era mas timida de lo que estaba dispuesta a reconocer o, tal vez, porque le habria dedicado demasiado tiempo a la preparacion profesional y no hubiera sabido combinar lo personal con lo vocacional. Seguia alli en su fantastico ventanal viendo a las gentes deambular; con la mente ausente, relajada, con una expresion dulce en su rostro simplemente formando parte de aquella soleada manana de enero que los dioses le regalaban generosamente, hasta que sono el movil sacandola bruscamente del trance. --Dime, Jose --contesto Mamen. --?Como "que te diga"? Llevo diez minutos en el bar. ?Donde estas? --En casa --contesto, culpable. --Y bajas, ?o que? --Dame cinco minutos. --!Joder, Mamen! !Que he comprado churros! --No tardo, no tardo. Mamen se levanto de un salto vociferando "!mierda, mierda! ?Como me he podido olvidar de Jose?". A la vez que buscaba unos vaqueros, un sueter y los zapatos, se metio en el bano, se refresco la cara y se vistio a toda velocidad. Busco el movil, que lo habia tirado en el sillon, echo mano del anorak, la bufanda y el bolso, que estaban colgados en el perchero de la entrada, y salio con las llaves en ristre trotando escaleras abajo como un bombero en practicas. --Hola Jose, buenos dias. --!Hija, que pelos traes! Anda, dame un beso, "descasta". Mamen lo beso y se sento. Al hacerlo, reparo en su pelo al verse reflejada en el espejo situado al fondo del bar, confirmando efectivamente que no se habia peinado. Jose pidio dos cafes y empezo con parsimonia a desplegar el papel aceitoso de los churros a la vez que decia con resignacion "!esto estara para ponerselos a San Pedro donde yo te diga!" --Lo siento, Jose, no se lo que me ha pasado. Se me ha ido el santo al cielo. El camarero sirvio los cafes y desayunaron en silencio. Jose parecia algo molesto. Mamen, que lo conocia como si lo hubiese parido, sabia que se le iba a pasar en cuanto le soltara "el bombazo". Eran amigos desde siempre, nacidos en Carmona, donde habian pasado la infancia y adolescencia. Ahora, los dos vivian y trabajaban en Sevilla. Jose era un hombre alto de pelo castano, ojos oscuros, de rostro armonioso y cuerpo atletico. Tambien se dedicaba a la docencia aunque, para el, esta siempre habia sido su segunda opcion. Era biologo e impartia clase de secundaria en un instituto publico de un barrio periferico de la ciudad. Se habia quedado huerfano de padre a los nueve anos. Su madre, dona Mercedes; una mujer enjuta, de cabellos cortos totalmente canos con una constante mueca austera en sus labios, ojos pequenos e inexpresivos, frios y oscuros como los de un tiburon, nunca volvio a casarse. Habia ayudado a traer al mundo a media Carmona. Matrona de profesion ya jubilada, una senora muy religiosa chapada a la antigua que no se habia movido del pueblo, seguia viviendo en la misma casa con los mismos muebles y con la ropa de su difunto marido dentro del ropero, ordenada y dispuesta como si fuera a ser usada. Se habia consagrado en cuerpo y alma a su memoria y, con esa alegria de animos, habia criado a su hijo con un raro carino autoritario y bastante represivo, "como dios manda". Sobre todo, al darse cuenta de que Jose tenia otras inclinaciones sexuales y, velando por su buen nombre, el de su difunto marido, y su propia reputacion se nego a aceptarlo. La unica vez que hablo del tema, le dijo a su hijo que esa "confusion" que sentia era debido a la falta de la figura paterna que la vida le habia arrebatado tan tempranamente. Y, sin mas, empezo su particular cruzada buscando candidata a nuera con verdadera perseverancia. Esta era su razon de ser, ver a su hijo casado y tener un nieto, cosa que no iba a ser posible a no ser que Jose adoptara. Y no estaba por la labor. Por otro lado, los padres de Mamen tambien eran y vivian en Carmona. Don Pedro, notario de profesion casi jubilado, porque un notario no se jubilaba nunca -- como solia decir. Su aspecto serio y solemne debia ir con el cargo, porque en realidad era un senor regordete y mofletudo de buen caracter y mejor fondo que, por encima de todo, adoraba a su familia. Dona Esperanza; algo menor que su marido, de buen comer aunque intentaba mantenerse solamente rellenita --decia ella --, habia sido una mujer muy guapa a la que siempre le habia gustado cuidarse. Llevaba el pelo corto de un rubio ocre de peluqueria, sus manos de manicura perfecta y sus grandes ojos castanos, eran ahora su mejor baza. El matrimonio habia tenido dos hijas: Esperanza, la mayor, que habia sacado mas parecido a la rama paterna en lo fisico, luchaba sin tregua contra el sobrepeso. En cierto modo, le tenia algo de envidia a su hermana, que no se privaba de nada y no engordaba en absoluto. Lo cierto es que Esperanza era una mujer corriente, de cabello castano y lacio, su media melena le caia sobre los hombros, sus ojos eran pequenos y marrones y, aunque habia en ella algo del caracter materno, este era mas desabrido y seco. Era medico, como Jesus, su marido. Un hombre delgaducho y poca cosa, un poco mas bajo que ella, de caracter docil y calva prominente y, eso si, tenia unos bonitos ojos azules. Mucho buque para tan poco pirata --dijo Jose, cuando se comprometieron--. Residian en Madrid, causa de queja constante de su madre. !Pues anda que no hay hospitales en Sevilla! --era la muletilla que empleaba la senora a la minima--. Y su otra hija, Mamen, dos anos menor que su hermana. Tampoco habia nietos, en esa familia parece ser que esta "desgracia" habia unido mas si cabia a este par de abuelas frustradas que eran amigas intimas. (Eso es lo que tienen los pueblos, que conoces a la gente para siempre). --?Cuando me vas a decir lo que te ha pasado? Porque lo del santo al cielo no me lo trago -- dijo Jose. --!Ya estabas tardando! --!No guapa, aqui quien ha llegado tarde, con la lengua fuera, y sin peinar has sido tu, reina mora! --Vale, vale, mea culpa. Te lo cuento si no montas un espectaculo, que te conozco. --!UUY! Esto promete --se relamio Jose. --Anoche salimos a cenar y me acoste a las tres de la manana. --?Sola? --Si, sola, aunque hicimos el amor en su casa --dijo Mamen, bajando la voz. --!!ALELUYA!! --exclamo Jose, a pleno pulmon. --!Que no grites, ordinario! !Mira que te lo habia dicho! Anda, pago los cafes y te lo cuento en casa, que aqui ya se ha enterado media barra. La escasa vida sentimental de Mamen parecia haber cambiado. Hacia algo mas de un mes conocio a Carlos a traves de Irene, una companera de la universidad algo pizpireta a la que Jose, con su sarcasmo particular, apodaba "la purisima". Fue algo casual, en la calle, a la salida del trabajo. Irene la abordo, algo que le sorprendio, pues no solia mostrarse tan agradable con ella. Se lo presento e insistio para que tomara una cerveza con ellos. Mamen acepto, mas por compromiso que por otra cosa. El resulto ser un hombre encantador. Ademas de tener buena planta, era agradable, correcto, y con un increible don de gentes. La conversacion, fluida e interesante, hizo que lo que iba a ser unas cervezas se convirtiera en un almuerzo, ya a los postres Irene se disculpo porque al parecer habia quedado con alguien y se marcho, de manera que se quedaron solos. La charla se hizo mas personal, mas intima. Carlos le conto que estaba separado, en proceso de divorcio, tenia un hijo de cinco anos y estaba pasando por momentos muy duros. Cuando saco a colacion a Irene, dijo que era una amiga que le estaba ayudando a superar su fracaso sentimental, que era un gran apoyo, casi la hermana que no tuvo. Despues del segundo cafe, ya cerca de las cinco de la tarde, se intercambiaron los moviles, quedaron en verse a la semana siguiente, se despidieron y se marcharon cada uno por su lado. Desde aquel dia se sucedieron las llamadas y las citas. En cada una de ellas, Mamen descubria una nueva faceta en el. Era el hombre perfecto, atractivo y varonil, de trato impecable, carismatico, sensible, y totalmente comprometido con su paternidad. La felicidad de su hijo era su prioridad, lo que se dice "un padrazo".

  • El jardin del hombre ciego de Nadeem Aslam

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    El jardin de un hombre ciego narra los problemas provocados por el choque de culturas en el ambito familiar con el terrorismo como telon de fondo. La historia se desarrolla a lo largo de un mes clave de nuestra historia: el octubre que precedio al 11-S.

  • Atrapame 1 de Anna Zaires

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    Es mi enemigo…. y mi mision.

  • La Huella. Relatos de Mikel Santiago

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    “Me llamo Eric Rot y escribo estas ultimas lineas de mi vida para confesarme: soy un asesino.Yo lo hice. La mate. Linda Fitzwilliam esta muerta. Ni huida con su amante, ni jugando a esconderse para irritar a su familia, como apuntaron en su momento las revistas del mundo rosa. La hija del magnate John Fitzwilliam, mi jefe y amigo durante los ultimos 20 anos, murio estrangulada la noche del 13 de agosto de hace cinco anos, en Paris. Esa es la verdad.”Asi comienza HISTORIA DE UN CRIMEN PERFECTO el relato de cabecera de esta coleccion que reune los primeros relatos de Mikel Santiago. Con estas piezas, inicialmente publicadas en un blog para amigos y lectores casuales, Mikel consiguio llegar a a la lista de best sellers en Espana y Estados Unidos y suscitar el interes del mundo editorial. En LA HUELLA reunimos ocho de sus mas aplaudidas creaciones cortas.

  • La profecia de Aztlan de Mario Escobar

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    La ciudad perdida de los aztecas encierra un laberinto de secretos que puede cambiar el rumbo de la historia. Una trepidante mezcla de ficcion y realidad en un mundo que se mueve al borde del abismo, del autor de los exitos de ventas ‘La Conspiracion Maine’ y ‘El Secreto de los Assassini’ .

  • Soy la novia de papa de Elsa Prieto Espiga

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    Querida lectora, Bienvenida a mi manual para madrastras novatas. Si has decidido leer este manual es porque te has enamorado. ?Si?, pues... !Enhorabuena!. Estar enamorada te da un brillo especial. A mi me encanta sentirme enamorada... Las primeras miradas de complicidad, la primera vez que nos cogemos de la mano, hasta los primeros desacuerdos. Convivir en pareja es todo un reto, para algunas mujeres incluso enamorarse ya representa un desafio. Pero querida lectora, nada es comparable a la experiencia de enamorarse de un hombre con hijos. Y esto no es cualquier enamoramiento. Ademas de las miradas de complicidad y los idilicos paseos a la luz de la luna, estan sus hijos y el hecho de que te conviertas, de forma repentina, en una madrastra novata. Que no es lo mismo que enamorarse de un hombre...no se...trapecista de circo, viviendo en una caravana o un entrenador de loros. Te has enamorado, te has enamorado de un hombre con hijos. Si, !ENHORABUENA!. Eres una "madrastra novata". Y debes ser una persona valiente en busca de ayuda para poder progresar. Entender los retos a los que nos enfrentamos las madrastras novatas, asumir las dificultades y buscar la ayuda necesaria pueden ser claves para que, ademas, seamos una madrastra novata "feliz". Y si lo que te ha gustado es la portada del libro, espera a leer lo que hay escrito dentro. No importa en que punto de tu relacion te encuentres en estos momentos. A lo mejor acabas de conocer a tu amado y aun no has conocido a sus hijos, o quiza tu relacion esta mas avanzada y ya vivis juntos o puede que seas toda una Madrastra Experimentada -entonces, seguramente, te veas identificada en muchas de las situaciones que comparto en este manual, incluso puede que se te escape alguna que otra sonrisa al recordar tus propias aventuras-. Por razones obvias he escrito este manual dirigiendome a mujeres. Pero mi historia y mis consejos personales son aptos para todos los generos: hombres o mujeres que se han embarcado en la gran aventura de ser madrastras o padrastros novatos. O sois vosotros, los novios de esa "madrastra". En cualquier caso, ?eres un hombre? Entonces, no sueltes el libro, !ni se te ocurra!. Avanza lentamente hacia la caja sin mirar atras y depositalo en la bolsa. Muy bien, asi. A tu novia, la que conoce a tus hijos, le va a encantar. Sois todos bienvenidos. Este manual tiene unas instrucciones de uso muy complicadas e imposibles de entender: 1. LEER 2. DISFRUTAR 3. RECOMENDAR -Y si eres "chocoadicta" como yo, entonces los complicados pasos referidos mas arriba pueden aderezarse con chocolate en cualquiera de sus formas-. Las paginas que vas a leer contienen mi historia de madrastra novata, consejos personales basados en mi experiencia y algunos consejos mas, de otra naturaleza, para los que me he asesorado. He protegido la identidad de los personajes reales y siempre que hable de ellos en este manual utilizare nombres ficticios. Sus nombres seran los siguientes: --Mi ex pareja: El Capitan K. --Su hijo mayor, de 11 anos: Goku --Su hijo menor, de 9 anos: Vegeta Advertencia de uso de este manual: Yo no soy la Dra. Elsa Prieto Espiga especialista en nada. No pretendo que este manual sea una de esos tostones en clave de autoayuda. Tan solo quiero compartir contigo lo que yo aprendi. Con el tiempo, he descubierto que es mejor que encuentres tu modo personal de hacer las cosas, ese que a ti te sirve y con el que te sientes bien. Yo habia experimentado varias relaciones de pareja -unas cuantas muescas en mi cinturon, como decia mi madre-. Siempre he sido una idealista en el amor y ademas enamoradiza, una combinacion altamente explosiva. Imaginate a mi, enamorada esta vez de un hombre con dos hijos. No uno, !dos! Porque con uno ya es telita...- como me decia mi querida amiga Carmen- , pero con dos...ya es una movida. Y vaya si lo es. Cuando te embarcas en una relacion de pareja con hijos, nada te prepara para lo que se te viene encima. Por ponerte un ejemplo, sin comerlo ni beberlo, te encuentras lidiando con que tu pareja, que ademas es padre de dos hijos, tiene una ex, la familia del padre, los suegros, los cunados y sus novias y, por supuesto, tu propia familia... Esto exige muchos juegos malabares... Y ahi estaba yo, con mi experiencia previa en relaciones de pareja menos multitudinarias, – ya sabes a lo que me refiero, chica se enamora de chico y chico de chica-. Y sin absolutamente ninguna idea sobre como manejar este asunto. Sin ningun conocido a quien acudir, sola ante el peligro. Estaba acostumbrada a la ecuacion vital: dudas+lectura = aprendizaje. En los libros esta casi todo -o eso pensaba yo-. A punto de conocer a los hijos de mi pareja, queria saber que podia hacer para que ese encuentro fuese una experiencia positiva para mi y para esos ninos. "Buscare lectura al respecto", pense, "e intentare aprender como llevar esto de la mejor forma posible". Encendi el portatil tan contenta e hice una busqueda con la palabra: MADRASTRA. Menuda gracia. Todos los links que aparecieron eran porno, porno duro. Me tope con un gran dique seco. "?Sere yo la primera madrastra novata en este pais?, no puede ser", me dije. Entonces busque la misma palabra pero en ingles: Stepmother. !Ahh, menos mal!, aqui si que habia lectura interesante: un vergel de informacion a todos los niveles. Recuerdo que me sentia muy sola, como flotando en un mar abierto lleno de olas en medio de una tormenta, sin salvavidas. Asi que me salvaron las lecturas en ingles. Aprendi mucho leyendo. Consegui no ahogarme y llegue a una playa de arenas blancas, donde fui muy feliz. No todos los finales son felices, eso ya lo sabes. Y mi final no fue el de los cuentos, pero fuimos felices y comimos perdices durante algun tiempo... Enamorada de un hombre con dos hijos, menuda aventura... Fui madrastra novata y me enfrente a numerosos retos y de todos ellos aprendi. Desde el primer encuentro con los hijos de mi pareja hasta el modo como sobrevivir a "la ex" o como vivir nuestra propia relacion de pareja. Mis anteriores relaciones, me habian ensenado que la comunicacionon es esencial, y eso fue lo que hizo que mi historia no tuviera un final feliz: mi pareja y yo no nos comunicabamos bien, asi que todos los esfuerzos por ser una madrastra feliz carecieron de importancia al final de la relacion. Por mucho que todo lo demas fluya, si mi pareja y yo no funcionamos, todo lo demas cae cual castillo de naipes. Pero yo no me rindo, !nunca!. Lo cierto es que podria decir que mi vida gira en torno al amor. Yo no le veo el sentido sin estar enamorada. Soy asi enamoradiza. Ya sea enamorada de lo que hago, de lo que veo, de lo que siento, de lo que tengo, de lo que creo cada dia... Y enamorada, he creado este manual de supervivencia para madrastras novatas. Un salvavidas para que las personas como tu, que se encuentran en la misma situacion que yo vivi, tengais lo que yo no tuve en su dia: un manual que os de pautas para que la experiencia sea lo mas rica posible. Da la casualidad de que ademas de haber sido una madrastra novata, soy enfermera hasta la medula, por lo tanto, estate tranquila que esto no te va a doler... Ya sabes que te miento porque esta aventura y este manual no te dejaran indiferente. Por eso quiero acompanarte, cuidar de ti un poco, ensenarte lo que yo vivi y aprendi. Como tantas y tantas veces he tomado de la mano a pacientes y les he acompanado en momentos dificiles, cuando sentian dolor, cuando se sentian solos... Me emociona pensar que vas a pasar la pagina y vas a descubrir mi historia y muchas nuevas ideas acerca de todo lo que conlleva una relacion de pareja con un hombre que tiene hijos. No tengas miedo, sigue leyendo... !Lanzate al agua!. Esta templada y transparente... Si sientes que todo esto es demasiado para ti en este momento, te recomiendo que al menos leas el final del manual donde encontraras mi decalogo para la madrastra novata feliz, fundamental para la aventura que estas empezando o que vas a empezar. Y cuando te sientas preparada puedes leer el resto. !Que lo disfrutes! Elsa Capitulo 1. Asi empezo todo: mi historia. De: Capitan K. A: Elsa ASUNTO: "Hola, eres Piscis como yo, jijiji" ...y asi empezo todo... Ahora ya sabes que soy enfermera. Cuando era pequena y me preguntaban "?tu que quieres ser de mayor?", solia contestar: "yo quiero ser enfermera para ver culos". Nunca pense que iba a ver tantos... -disculpen la crudeza de mi afirmacion-. Soy una enfermera que ha trabajado en muchos hospitales, y tambien decidi, un dia, marcharme a Manchester para poder estudiar y trabajar en el quirofano - una de mis pasiones-. En Espana no se podia hacer la especializacion de instrumentacion quirurgica asi que di el salto a U.K. , como muchos otros enfermeros en Espana. El Reino Unido y su meteorologia... Manchester... !Puede llover hasta un mes completo!. !Sin parar!. Hablar ingles me abrio una de las primeras puertas de las muchas que en mi vida se han abierto gracias a ello: volvi a Espana con un trabajo increible y, a partir de aqui, mi vida de enfermera quirurgica cambio por completo y me transforme, como dice mi madre, en una "ejecutiva agresiva". Durante 7 preciosos anos de mi vida experimente la vida corporativa con sus viajes y dietas pagadas, movil, portatil, coche de empresa, hoteles chulos, reuniones globales en Miami, cursos en Dubai, charlas en Sao Paulo...!Ahhhh!, !que glamuroso!. Mis amigas empezaron a llamarme Penelope Glamour -y lo siguen haciendo-. Amplie mi vocabulario medico de bisturi, facoemulsificador, gasa, pinza con dientes, con terminos del mundo de la empresa como budget, revenue, gross margin, conference call, bonus, target earnings... Como la vida de Penelope Glamour me exigia viajar mucho, lo de tener una pareja -o un gato-, se hacia complicado en ocasiones. Es cierto que en materia de relaciones me acompanaron en mi camino unos cuantos varones, !incluidos dos ingleses! -por cierto, dos manchas negras en mi expediente academico amoroso, sin despreciar a los gentleman anglosajones, por supuesto, simplemente la cosa, a mi, no me funciono...-. Soltera, en mi pisito de soltera madrilena, con muchos ceros en la cuenta..., pase muchos anos conociendo mundo y "perreando" por los bares y discotecas de Madrid con mis amigas. Ahhhh....La noche de Madrid... conocida como "Mordor" en mi circulo de amistades. La noche es atractiva, oscura, perversa, divertida, y a mi me llego el momento de decir BASTA: habia tenido suficientes noches y suficientes relaciones fugaces. No se muy bien como, posiblemente a traves de los anuncios de la television, un dia decidi investigar sobre las webs de citas. Dias mas tarde estaba registrada en una de ellas. El auge y el exito actual de las webs para conocer a ese alguien especial es evidente. Estas webs te invitan a encontrar pareja contestando a su Test de Afinidad. Se anuncian como promotores de relaciones duraderas - atractivo, ?eh?-: el sistema selecciona para ti personas que son compatibles contigo, basandose en datos de tu personalidad, expectativas o estilo de vida. Aquellos anos viviendo la noche, hicieron que este modo de conocer posibles parejas me llamara la atencion. Para mi fue muy facil registrarme e incluso fue divertido. Ya no hay un rango de edad determinado para formar pareja, tanto si tienes 20 como 80 y buscas una amistad o relacion afectiva, en estas webs eres bienvenida. Yo soy fan numero uno de esta forma, una mas, de conocer gente. La sinceridad al registrarte es fundamental y tambien creo que es importante que te animes a incluir tu foto. Seguramente habras oido o habras sido usuaria -o usuario- de una de estas webs. Hay unas cuantas. Yo elegi una en la que se paga por la inscripcion. Mi experiencia fue que, pagando, los candidatos tienen una vision mas seria del proceso y eso se noto en las citas que tuve. Ya habia probado otras aplicaciones de citas gratuitas y la experiencia, aunque grata, no me parecio cumplir con mis expectativas y tampoco cuadraban con mi forma de ser. La inscripcion a la web resulto un buen auto-regalo de cumpleanos. Mi vision personal de estas webs de citas se resume asi: se parece a estar en un bar charlando con chicos, la ventaja es que no te gritan al oido y no tienes que sufrir los distintos alientos de dragon nocturno. Podria escribir rios de tinta sobre este tema. Daria para otro manual... Lo pensare. De momento te contare que, pudiendo elegir el perfil de la pareja que buscas, en mi caso, rechace a los hombres que tenian hijos, aunque tampoco los habia descartado a todos - mi "yo aventurero" - y el Capitan K. fue uno de los perfiles que conserve. En aquel momento, mi cerebro me lanzaba avisos: NO TE METAS nivel I, incluso nivel II. Pero yo, ni caso. Tenia una foto de perfil muy simpatica y aunque yo no inicie un primer contacto con el, el si lo hizo escribiendome el primer mensaje: "Hola, eres Piscis como yo" Yo habia tenido un par de citas antes de conocer al Capitan K., algunas muy curiosas. Por ponerte algun ejemplo, estaba el que mintio en su perfil y era mucho mas bajito de lo que decia, el que no tenia trabajo pero no se atrevio a ponerlo en su perfil, el que quiso besarme en la primera cita y se llevo una cobra como nunca la habia hecho antes y varias sorpresas a la luz del dia, en materia de fisico, de esas parecidas a: "?pero este es el de la foto?". Despues de aquel primer mensaje con el Capitan K., intercambiamos algunos mensajes mas a traves de la misma web de citas, luego pasamos a intercambiar WhatsApp y, finalmente, quedamos. Lo recuerdo muy bien: tardamos casi un mes en vernos. Quedamos para ver una pelicula de esas de apocalipsis zombi con el guapo de Brad Pitt, pero el, unos dias antes y pasando por alto su cita conmigo, la habia visto con unos amigos. Asi que acabamos viendo "Jack el caza gigantes". El caso es que fue una cita muy agradable y divertida. El Capitan K. y yo conversamos alegremente y yo me senti muy bien. Cuando nos despedimos, el tenia unos bombones guardados en el coche, me los dio y me dijo que le encantaria que nos viesemos de nuevo. En nuestra segunda cita fuimos a tomar algo a un pueblo del extrarradio de Madrid. Todo estupendo. Despues me acompano a casa, y metidos en el coche, tuvo lugar el MOMENTO. Nos habiamos conocido, nos gustabamos y habia que tomar la decision de o "nos plantamos" o "seguimos adelante". En realidad yo tenia que tomar la decision. Mi idea era la de dejar de vernos por el simple hecho de que el tenia dos hijos y me parecia que "eso" no era lo que yo buscaba. Y asi se lo comunique. Hablamos durante horas - literalmente -, todavia metidos en el coche. Agradezco la delicadeza que el Capitan K. demostro ya que, simplemente, me invito a continuar. Me tranquilizo explicandome que sus hijos eran su responsabilidad, que el no buscaba una madre para ellos porque ya tenian una, que el buscaba una pareja. Despues de una larga lucha conmigo misma, unos cuantos sudores nerviosos, unos cuantos "venga si", otros tantos "uuff, quita, no" y la enesima senal de alarma de NO TE METAS -ahora a nivel alarma nuclear-, tome mi decision. Pense: "!que rayos! !conocer a este hombre merece la pena!". Y asi comenzo la aventura. Decia Francois de la Rochefoucauld -escritor de maximas-: "Hay ocasiones en la vida en las que para salir airosamente hace falta estar un poco loco", y asi fue como pase de ser una enfermera a ser una "enfermera madrastra novata". Es justo decir que mi vida profesional tambien habia cambiado antes de conocer al Capitan K. Deje de un lado los viajes y la vida de Penelope Glamour, por una vida mas sencilla y asentada en la ciudad. Por entonces ya contaba con un trabajo de 9 a 6 con fines de semana libres, lo que me permitio dedicarme a ser madrastra novata sin andar de aca para alla con la maleta. !Menos mal!. Con el Capitan K. , y por un buen tiempo, fuimos, juntos, un producto exitoso de una web de citas. Disfrute de la experiencia que comparti con el Capitan K., sus hijos, y el universo en el que, con ellos, me instale. No me arrepiento de haber utilizado esta forma de conocer gente y de ello pueden dar buena cuenta mis amigos y conocidos, la plasta que habre dado con este tema a muchos solteros y solteras para que lo utilizaran...espero que no me odien y les haya sido tan util y divertida como a mi. Querida lectora, ahora mismo me encantaria poder tomarme un batido de chocolate contigo, para que me contaras como llegaste a donde estas, como es tu propio Capitan K., como os conocisteis, como decidiste dar el paso y como te sientes siendo una madrastra novata. No puede ser, pero espero que estas lineas te ayuden a volver a situarte en tu propia historia y revivir esos momentos, cuando conoces a ese alguien que merece la pena. Capitulo 2. Las familias reconstituidas modernas: entender las nuevas formas de convivencia. Los vecinos de arriba hacen ruidos muy raros a veces. Encienden el aspirador a horas muy raras... ?de verdad tienen que limpiar la casa a las ocho y media de la noche y a las diez de la manana de nuevo? Mi olfato de enfermera me llevo a investigar por que ocurria esto y observe estas rutinas durante unos cuantos fines de semana. Todo cuadraba, pareja de mediana edad, viven en un apartamento de una habitacion, el tiene dos hijos pequenos, ella no tiene hijos, parece... Esos ruidos solo ocurren en fin de semana, a la hora de dormir. "!Eureka!", le dije un dia a mi amiga Susana, con quien ya habia compartido mis pesquisas. Ella me miro sorprendida al desvelarle mi veredicto. Le explique: ?Conoces los famosos colchones que se hinchan con un motor electrico?... Lo inflan y desinflan por las noches, solo cuando los hijos de el pasan el fin de semana en casa con ellos. !Eso es! !Son una familia reconstituida!". Senti una alegria increible solo por el hecho de estar viviendo debajo de una familia que estaba viviendo lo mismo que yo vivia. Aun estando en estos momentos lejos de mi historia con el Capitan K, tanto en espacio como en tiempo, la huella que dejo en mi es tan significativa, que solo por ello me encuentro hoy aqui, en esta manana de sabado, aporreando las teclas de mi ordenador. Ya te habia dicho que esta aventura no te dejara indiferente. La montana rusa vital que supuso convertirme en madrastra novata, me marco para siempre, y ya no miro con los mismos ojos el mundo, a las parejas con hijos, a los ninos, a los ex y las ex e incluso a mi misma. Algo en mi cambio para siempre y estoy muy agradecida por ello. Estaras de acuerdo conmigo en que cada vez hay mas hombres y mujeres "con mochila", entendiendo por mochila los hijos de su anterior pareja. Seguramente si lo piensas y no eres tu misma quien convive con ella, conoces a alguien en esa situacion. Recuerdo que el Capitan K. bromeaba sarcasticamente con su mochila y solia decir que la suya estaba llena de piedras. Cuando le conoci vivia en casa de su madre y los fines de semana se unian a ellos sus dos hijos. Con un trabajo de salario medio/bajo y una pension imposible que pagar mensualmente, no me extrano que lo viviera todo como un peso: las mismisimas montanas rocosas estaban en su mochila. Y, agarrate, que vienen curvas.

  • Aniquilame (Volumen 4) de Christina Ross

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    Alex y yo llevabamos un mes viviendo en una isla minuscula cerca de Bora Bora, tan pequena que no tenia nombre. Yo la bautice como la Isla Wenn. Alex la llamaba la Jungla de Jennifer. En cierta manera creo que tenia razon porque cuando no estabamos trabajando, especialmente temprano en la manana, me dedicaba a recorrer la isla, disfrutando su belleza agreste, sin paralelo, y sus impresionantes vistas del mar, y maldiciendola por las razones que nos obligaban a estar alli. A causa de las amenazas de muerte, una de ellas casi materializada en Alex, estabamos lejos de nuestros amigos, lejos de Manhattan y lejos de la Wenn. Lejos de la vida que hasta entonces habiamos disfrutado. Viviamos en la cabana principal. Aunque dificilmente podria llamarse cabana dado su tamano. Impresionante. Para mi era una casa pero, al menos, el techo de paja, los suelos de bambu, su aire polinesio y sus paredes de cristal, que se abrian completamente para dejar entrar la brisa salina del mar, le daban un cierto aire a cabana. Teniamos todas las comodidades del mundo moderno excepto agua potable. Eso, junto a otras necesidades, nos llegaban a traves de la Wenn cuando lo necesitabamos. Por todo lo demas, la casa era autosuficiente. Paneles solares y, en caso de necesidad, generadores suplian electricidad. Dada la cantidad de lluvia, a veces torrencial a intervalos breves, el agua se recogia en un tanque gigantesco, se filtraba a traves de un complejo sistema que vertia en otro tanque y esta agua se utilizaba para las duchas, la cocina, los suelos, la ropa. Internet y television nos llegaban a traves de una poderosa antena instalada a un lado de la casa. Alex y yo llevabamos los asuntos de la Wenn desde una oficina de diseno con vistas al mar, como todas las habitaciones de la vivienda. La oficina incluia varios ordenadores y una pantalla grande de television para usar con Skype cuando habia alguna reunion, teniamos que hablar con la junta, contactar con Blackwell y Tank, o cuando yo queria hablar con Lisa. La situacion no era ideal, pero nos teniamos el uno al otro, estabamos en un lugar maravilloso, un mar calido y tentador, y, lo mas importante, estabamos a salvo. Con nosotros estaban tambien la asistente de Alex, Ann, su marido, Mark, y su adorable hijo Max, de ocho anos. Vivian en una casa mas pequena, pero preciosa, al otro lado de la isla, para que todos tuvieramos nuestra privacidad. Cada uno de nosotros tenia un Jeep, excepto Max, quien se preguntaba, frecuentemente en voz alta, cuando iba a tener el suyo. Cuando Alex ofrecio comprarle uno, Ann, Mark y yo nos miramos con resignacion. -- Ah, ?si? --pregunte. -- Todos necesitamos un Jeep --dijo Alex. -- Quizas dentro de ocho anos --replico Ann--. Cuando sea legal. -- Hecho. Cuando sea legal. Despues de un mes en la isla, aun no habian encontrado a quienquiera que nos tenia amenazados a pesar de los contactos de Alex y de la presion que estos ponian en el FBI y la policia. Alex me dijo varias veces que el y la Wenn habian hecho muchos enemigos a lo largo de los anos. Algunos de ellos de cuando su padre estaba a cargo de la compania. -- Puede que no tenga nada que ver conmigo --me dijo--. Puede ser que, una vez muerto mi padre, la vendeta sea contra mi. Represento el legado de mi padre. Recuerda que es posible. En este momento no se si tiene algo que ver conmigo o no. Si asi era, ?como ibamos a saber nunca quien estaba detras de todo? La lista de invitados a la fiesta de Peachy Van Prout era la clave y aun la estaban investigando. Alguien habia tomado nuestra fotografia en esa fiesta y nos la habia enviado. Pero habia doscientas personas alli esa noche. ?Quien seria ese alguien? ?Y realmente se necesitaba un mes para averiguarlo? En Skype, Blackwell me dijo que tuviera paciencia, pero se nos estaba haciendo dificil a todos, Ann y su familia incluidos. Sabia que este aislamiento no seria algo permanente, pero aun asi echaba de menos a Lisa, echaba de menos a Blackwell, y echaba de menos nuestra vida urbana, al igual que Alex, Ann, Mark y Max la echaban de menos. Por lealtad a Alex, Ann habia acarreado a toda su familia con nosotros durante este tiempo transitorio. ?Pero cuanto iba a durar? A pesar de lo generosamente que Ann estaba siendo recompensada, ?quien podria culparla a ella o a Mark si un dia decidieran que aquello no era para ellos? Ni Alex ni yo sabiamos lo que Ann y su familia pensaban de todo aquello. Parecia que estaban disfrutando su estancia en la isla, pero eso se acabaria algun dia. Era solo cuestion de tiempo. Alex espero hasta un dia despues de llegar a la isla para hacer publico que estaba vivo. La Wenn emitio una nota de prensa anunciando que Alex se encontraba bien y dirigiendo la compania desde un lugar secreto por razones practicas. No se ofrecieron mas explicaciones. Un aluvion de rumores hizo bajar la cotizacion en bolsa de la Wenn. Finalmente, decidieron que Alex debia aparecer en un video para probar que, de hecho, estaba vivo. Con mi iPhone grabe el video contra una pared desnuda de nuestra oficina para que no hubiera forma de que nuestra ubicacion pudiera ser adivinada. Alex se dirigio a sus inversores apaciguando sus temores y prometiendo que pronto estaria de vuelta en Manhattan. -- Ahora no es el momento --les dijo--, pero tengan por seguro que sigo dirigiendo la Wenn, algo facil con la tecnologia a nuestra disposicion. Quienquiera que nos tenga a mi prometida, Jennifer Kent, y a mi como blancos sera entregado a la justicia. Regresaremos a Manhattan cuando sea seguro hacerlo. Les agradezco su preocupacion y su apoyo constante. Sepan que sigo siendo, a todos los efectos, el director de la compania. Y asi, el video fue viral y los valores de la compania volvieron a subir. Ahora estaba en la playa, con mi bikini, secandome el pelo y viendo a Alex salir del agua, desnudo. Era mucho mas atletico que yo y habia pasado mas tiempo que yo en el agua hasta que decidio volver a la playa, dirigiendose a mi con esa sonrisa que me cautivaba. Lo amaba de verdad. En algun momento, pronto, nos casariamos. Pero los dos estabamos de acuerdo en que necesitabamos esperar a que todo pasara para volver a Manhattan. -- Aparentemente el agua no esta fria en absoluto --dije, a medida que su desnudez emergia del agua. -- Aunque el agua estuviera a diez grados podria llevar con dignidad que me encogiera. -- Habra que comprobarlo algun dia. -- ?Donde? -- ?En Islandia? -- Muy bien. En Islandia entonces te lo demostrare. -- ?O quizas en tu casa de Maine? ?Podrias darte un chapuzon en febrero? El agua en sus hombros brillaba al contacto del sol, le brillaba el pelo, el vientre cincelado, su torax terso y ligeramente cubierto de vello... -- La ultima vez que estuvimos alli lo hicimos en la playa. -- ?Y por que no ahora? --pregunte. No bien hice la pregunta vi como, poco a poco, a medida que se acercaba, se le fue enderezando el pene. Nuestra forma de hacer el amor habia cambiado durante el ultimo mes. Nuestra union se habia hecho mas fuerte, mas solida que nunca. Cuando me hacia el amor era intenso, a veces delicado y, de alguna manera, me sentia profundamente protegida. Cuando me penetraba y me sostenia entre sus brazos, sentia con cada empuje que no queria que me separara de el nunca. Asi era ahora. Me quite el bikini y me tumbe en la arena, justo al limite hasta donde se arrastraba el agua, y lo mire, de pie a mi lado, recorriendo mi cuerpo con la mirada, y enderezandose mas y mas. El sol le caia encima pero por debajo del cuello, dejando su cara en penumbra. -- !Que increible eres! --dijo, apoyansdose una rodilla para besarme los labios, los pechos, el vientre, el sexo--. Para mi, eres perfecta en todo. Sepulto la cara entre mis piernas y yo me arquee de placer. -- Tomame --le dije. -- ?Como? -- No me importa. Te necesito. -- Pero, ?como? Me mordi el labio inferior. -- Ya sabes como --dije. -- ?Lo se? -- Por favor. -- ?Asi? Una vez mas jugo con la lengua. Me la restrego tan a ras del clitoris que fue una especie de agonia. Incapaz de soportarlo por mas tiempo, levante las piernas y presiones los talones contra sus gluteos. Con suavidad, lo empuje hacia mi hasta que su lengua me penetro. Fue demasiado. Volvi lo ojos hacia el cielo azul, senti olas de calor envolviendonos, y los cerre cuando su lengua empezo a entrar y salir en una danza continua que no paro hasta que empece a temblar de agitacion. Con entrega, se retiro y me penetro de un golpe certero que me obligo a contener el aliento y a contraerme por el leve dolor. Aunque el me habia preparado para recibirlo, aun no estaba del todo acostumbrada a su longitud y su calibre. Me presiono el cuello con sus labios y me beso, sintiendo los canones de su barba en el labio superior y el menton, algo que siempre era superior a mis fuerzas. Me provoco un poderoso estremecimiento que me llevo casi al borde del climax. Con habilidad, me mantuvo en una casi imposible prolongacion de extasis. Puse las manos alrededor del cuello y me colgue de el, siguiendo su ritmo, arqueando la espalda mientras que el me llevaba al orgasmo una y otra vez, siempre pegado a mi, intentado mil posturas bajo el cielo de una tierra tropical y extrana que, hasta el momento, no parecia ser la casa que ninguno de los dos queriamos. * * * Cuando ambos terminamos, Alex rodo a un lado y se dejo caer en la arena, riendose. Gire la cabeza y le hice una mueca de extraneza. -- ?Por que te ries? -- Porque fue divertido. -- ?Que diria Steinbeck? -- Me diria que no te perdiera nunca, y nunca lo hare. Al menos mientras dependa de mi. Me acerco mas a el. Con mi cabeza recostada en su pecho, recuperamos el aliento y permanecimos en silencio. Me habia provocado tres orgasmos y, por ahora, lo habia dejado ahi. Sabia que luego habria mas. Siempre era asi. Nuestra intimidad fue lo que nos mantenia con los pies en la tierra a pesar de todo lo que teniamos encima. Por algun tiempo estuvimos tumbados sin decir nada, escuchando a las gaviotas y las olas alejarse con la marea baja, mientras que me recorria el pelo mojado con una mano y yo le acariciaba el torso con otra. -- ?Eres feliz, Jennifer? -- Estoy feliz de estar contigo. -- ?Pero no aqui? Me abrace mas a el y pense la respuesta. Nunca le mentiria, asi que le dije la verdad. Pero lo hice con delicadeza. -- En estas circunstancias, no. Pero me imagino que tu sientes lo mismo. -- Quiero que esto acabe. No va conmigo huir y esconderme de nada. Todo esto es por tu seguridad, no la mia. -- Supongo que somos tal para cual, porque el que yo este aqui es para asegurarme que tu estas a salvo, no yo. Asi que cada uno esta aqui por una razon particular, que no es otra que por amor. Todo esto terminara, Alex. Tendremos respuestas. No vamos a estar aqui siempre, aunque a veces nos parezca que es el caso. -- ?Hay algo que te guste de vivir aqui? Me parecio que era importante para el que asi fuera y, francamente, era facil enumerar las muchas cosas que me gustaban de la vida en la isla. -- Me encanta escarbar en la arena buscando conchas y encontrar toda clase de vida marina cuando buceamos juntos. Estoy disfrutando la intimidad que empiezo a tener con Ann y su familia, las dos tenemos mucho en comun y nos estamos haciendo buenas amigas. Estoy mas que agradecida por tenerlos aqui con nosotros. Me gustan los repentinos e imprevisibles cambios de tiempo. Me ha gustado convertir nuestra cabana en un hogar y, ciertamente, no me importa estar tan bronceada. No recuerdo cuando fue la ultima vez. Siendo de Maine, tienes como dos meses en el verano para coger algo de color antes de palidecer de nuevo. Pero sobre todo, Alex, me encanta estar contigo. No quisiera estar en ningun otro sitio si no es contigo. Espero que lo sepas. -- Se que no es ideal. -- Volveremos pronto a casa. Pero dejame hacerte la misma pregunta. ?Hay algo que te guste de estar aqui? Lo penso por un momento.

  • Mis monstruos internos de Khris Diaz

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    Eva paso toda la vida complaciendo a los demas… A sus padres, maestros, a su marido e hijos. Todos tenian una vida, sus padres la fabrica de zapatos, su marido su trabajo y sus compromisos politicos, sus hijos sus estudios y suenos de lograr cosas maravillosas en la vida… Pero, que tenia Eva? ?Que pasaria si todos decidieran seguir sus vida sin ella? ?Con que quedaria esta hermosa cuarentona despues de entregarles su juventud y amor sin condiciones? Con el pasar del tiempo sale a luz un amorio de su esposo y la venda del amor cayo de sus ojos. Eva cree enloquecer producto de tantas decepciones y el cansancio de tener que sufrir callada siempre y vivir atendiendo los asuntos de su familia, olvidandose de ella misma. La actitud egoista de su companero de vida la hizo caer en cuenta que nunca fue realmente feliz…y que quizas esa infidelidad no ha sido la unica en todo su matrimonio. Entonces todo ese resentimiento, deseos reprimidos y rabia que muchas veces se trago por no perder la cordura se convirtieron en monstruos que vivian dentro de ella… Y que ahora tomaban el control de su vida.

  • La estrategia del Diablo de Armando Cuevas Calderon

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    El robo de un objeto legendario, un extrano asesinato, un misterioso experto en antiguedades y una policia de homicidios atormentada por su pasado se entremezclaran en este perturbador thriller policiaco.
    Enfrentada a una investigacion repleta de mitos y secretos, la inspectora Elena Valdeon debera sumergirse en el oscuro mundo de las sectas satanicas, y seguir las pistas dejadas por un crimen atroz cometido hace casi dos mil anos, si desea resolver el caso mas inquietante y peligroso de toda su carrera.

  • Una heredera obstinada (Las elegidas 2) de Laura A. Lopez

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    Melissa Ross, hija de uno de los magnates burgueses mas influyentes de Londres, opto por convertirse en religiosa, debido a que no encontro ningun pretendiente que deseara desposarla. La llamaban el desperdicio, pues su gran dote que se perderia por falta de un esposo. Sin embargo, Melissa no esperaba que la invitaran al compromiso de su hermana menor, era un hecho que no deseaba ir y muy a su pesar tuvo que hacerlo, tan solo para que su vida diera un estrepitoso vuelco.
    Thomas Sackville marques de Dorset invitado a la fiesta de compromiso, era uno de los incansables solteros de Londres, aunque resulto victima de una de las caprichosas damas casaderas. Un mal plan, una buena samaritana y un matrimonio indeseado serian los resultados de aquella invitacion.

  • Magia y Amor de Ginny Bennet

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    Hacia mucho tiempo que Elke no volvia a casa. Cuando unicamente asistia a clases, solia visitar a sus padres cada mes, como minimo, pero desde que tambien comenzo a trabajar de becaria, le habia resultado imposible conseguir algun dia libre. Tiene sus practicas sonadas: disenadora becaria en una empresa de moda, como parte final de su formacion en "Diseno y Moda" que realiza en Hamburgo. Si al terminar sus practicas ha causado buena impresion, habra una plaza para ella. Elke nunca se habia parado a pensar que empezar a trabajar le quitaria tanta libertad. Ademas, todo son prisas, recortes de presupuesto, fechas limite imposibles y gente esperando a que falles para quedarse con tu puesto. Es como una jauria de alimanas. Elke esta empezando a pensar que disenar ropa de esta forma no es tan glamuroso como le parecia en un principio. Ella sabe, en el fondo, que no quiere que la contraten en esa empresa al finalizar sus practicas, pero tampoco sabe que hara con su vida, si eso ocurre. La familia de Elke proviene de una larga estirpe de curtidores de piel en Nuremberg. Poseen una empresa familiar de confeccion de prendas en piel de pelo largo: gorros, guantes, estolas bufandas… Las tecnicas artesanales de confeccion que utilizan han pasado de generacion en generacion por parte del padre de Elke, Klaus Schneider. Otra rama de la familia de Klaus se dedica a la cria de animales en Polonia y ellos son los encargados de enviar la materia prima. Elke recuerda pasar su ninez ayudando a sus padres. Siempre habia algo que hacer en la fabrica. A sus 15 anos, Elke ya confeccionaba sus propios gorros de piel y le entusiasmaba, se podria decir que ese fue el origen de su amor por el diseno de moda. La fabrica de la familia Schneider, llego a ser uno de los puntos de trabajo mas importantes de Nuremberg, pero ahora ya no es tan grande. Klaus y su mujer, Petra, mantienen la fabrica, pero a una decima parte de su rendimiento. A estas alturas de sus vidas, no les queda la energia ni el dinero suficientes para continuar en la brecha, solo les interesa fabricar el producto necesario para sobrevivir y no aburrirse. Estan cerca de la jubilacion y consideran que ya han trabajado lo suficiente. Prefieren vivir. Con su produccion, proveen a alguna que otra tienda local, atienden pedidos de forma online y abastecen el puesto que ponen, todos los anos, en el mercado navideno de Nuremberg, quiza uno de los mercados navidenos mas populares de Alemania, que abre al publico a finales de noviembre y termina justo antes de Navidad. Este ano, uno de los empleados de Klaus y Petra, que suele ayudarles en el mercado, se ha puesto enfermo y para poder atender el puesto necesitan un suplente. Se han vuelto locos intentando encontrar un ayudante, pero las personas de Nuremberg que no estan de vacaciones o con trabajo fijo, ya estan contratadas en los otros puestos navidenos. Al final, han pedido a Elke que venga a ayudarles con el puesto, como hacia antes de irse a estudiar fuera. A Elke le encanta estar en casa por Navidad. Este ano lo tenia complicado, porque esta en el ultimo ano de carrera y con las practicas recien empezadas, pero no queria defraudar a sus padres. Despues de muchas charlas con su jefe de estudios, por fin, llego a un acuerdo para poder llegar a Nuremberg a tiempo para la apertura del mercado. Despues del paron navideno, espera seguir teniendo su puesto de becaria cuando vuelva o ?mejor seria perderlo?... Esta muy confusa con su futuro. El paisaje avanza a toda velocidad a traves de la ventanilla del tren camino de Nuremberg, mientras Elke se encuentra sumida en sus pensamientos. Los bosques nevados de Alemania pasan ante ella como si fuese una pelicula panoramica. Es hipnotico ver pasar el paisaje, todo blanco y congelado. Contempla un bosque cubierto con un manto de nieve impoluta, parece una escena sacada de una bola de nieve. Respira hondo. Ya empieza a sentirse mas cerca de casa. Aunque Elke vuelve, sobre todo, para ayudar a sus padres, no puede dejar de pensar en algo que la incomoda. Que sus padres sigan utilizando piel de animal para sus creaciones, cada vez le parece mas cruel. Ya no se siente a gusto comercializando ese tipo de tejidos. Idea excusas para ayudar a sus padres, pero de otra manera y asi evitar ponerse en el puesto. Podria encargarse, por ejemplo, de limpiar la casa o de comprar la comida... y asi ayudar de forma indirecta porque no le apetece vender prendas de piel. Lleva un buen rato dandole vueltas y siempre llega a un callejon sin salida. ?Como va hacerles eso a sus padres? En esas estaba, cuando se le colo un poderoso pensamiento en la cabeza: "el puesto es una tradicion en mi familia, fabricar esas piezas en piel es una tradicion en mi familia... ?No es de eso de lo que trata la Navidad? ?De celebrar tradiciones?" Este pensamiento le hace sentirse algo mejor y le ayuda a justificarse un poco para no sentirse tan mal ayudando a sus padres a vender pieles en el mercado. Pero, al mismo tiempo, decide que este sera el ultimo ano que vendera prendas de piel de animal. Va a intentar explicar a sus padres como le hace sentir eso y convencerles de que habria que cambiar de producto o por lo menos de materia prima para confeccionarlo. !Buena suerte con eso! Se dice asi misma. Cuando justo se afianzaba en esta decision, aparecio una senora muy risuena por el pasillo, camino al siguiente vagon, que llevaba puesto un abrigo en un tono verde brillante. Al levantar la mirada y encontrarsela, Elke se quedo mirando fijamente a la senora, sin darse cuenta y esta, sintiendose un poco cohibida, la saludo. Al percatarse de ello, ella le devolvio el saludo de vuelta. A Elke le dio por pensar que era una senal, la senal de haber elegido correctamente, al decidir ayudar a sus padres pese a lo mal que le hacia sentir. "El verde aporta esperanza y es el color de las elecciones bien hechas", penso, sintiendose algo mejor con ello. "Proxima parada Wurzburg. Recuerde llevar todas sus pertenencias con usted cuando baje del tren. Muchas gracias por viajar con nosotros", se escucho por los altavoces. Elke desperto de sus pensamientos y miro por la ventanilla. Quedaba muy poquito para llegar a Nuremberg. Que ganas tenia de volver a ver a su familia, pero tambien a su amiga Edith. Hacia pocos dias que habia hablado por telefono con ella, sabia que estaba a punto de llegar a Nuremberg tambien. Edith era su amiga de la infancia. Se contaban todo y habian hecho muchas cosas juntas por primera vez, como besar al mismo chico, beber cerveza, aprender a patinar... El primer gorro de piel que confecciono Elke, fue para Edith. La echaba mucho de menos, pues se veian muy poco desde que ambas se pusieron a estudiar sus respectivas carreras. Elke en Hamburgo y Edith en Colonia. Elke volvio a mirar por la ventanilla. Ahora se veia pasar un campo nevado completamente liso. Esta imagen le recordo el dia en que ella y Edith se fueron con el trineo y acabaron empapadas hasta la ropa interior. Eso no habria sido problema si no hubiese sido porque era el dia de Navidad y debian ir a comer a casa de unos amigos comunes de sus padres. Ambas aparecieron chorreando de arriba abajo y se llevaron una buena reprimenda. Una sonrisa de nostalgia aparecio en la cara de Elke. Se escucho por los altavoces que llegaban a la estacion termino. Miro por la ventanilla y empezo a reconocer los barrios de su ciudad natal. Las calles despejadas con nieve derretida en las orillas, las ventanas con las luces navidenas encendidas, la gente circulando de un lado a otro... El tren se adentro en la gran estacion de Nuremberg y estaciono en su via. Elke recogio su maleta y se dispuso a bajar del tren. No tenia muy claro si sus padres podrian venir a recogerla ni estaba segura de como andarian de trabajo con los preparativos para el mercado. Al llegar a la gran sala central de la estacion, alli estaban. Altos, elegantes, enfundados en sendos disenos propios, gorro y manoplas a juego, los padres de Elke atisbaban buscando a su querida hija. Sus caras se iluminaron cuando sus miradas se encontraron y Elke echo a correr hacia ellos. A Petra se le empezaron a anegar los ojos de lagrimas y Klaus no sabia mas que decir que la habian echado mucho de menos. Elke se dejo envolver por esos brazos llenos de ese calor familiar que habia echado tanto de menos durante los ultimos meses. Si, a Elke le gustaba volver a casa por Navidad.