• el sendero del dragon - K. Spencer

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    La tarde presentaba un aire plomizo que se pegaba a las nubes, convirtiendolas en masas gigantescas que caerian de un momento a otro sobre la faz de la Tierra aplastando todo vestigio de vida de un plumazo. La ciudad convivia con la agitacion propia de cada tarde: vehiculos que desfilaban en una y otra direccion, llevando y trayendo gente sin parar por las principales avenidas que parecian un circuito infinito de carreras. Manipulados por alguna voluntad que jugase con un mando a distancia, a la que le gustara jugar con los humanos y ver hasta donde son capaces de soportar entre tanto estres e insufrible rutina. En los suburbios se respiraba, sin embargo, el esperpentico lado trasero de ese espejo donde todo parecia brillar y resultar consumible, apetecible. Alli, en construcciones extremadamente humildes y pesimas en habitabilidad, se ve a quienes no pueden acceder a la voragine empresarial, financiera, y glamurosa de Detroit. Y es en esas condiciones --muchas veces miserables-- donde se encuentran, entre quienes acaban como carne de canon de la delincuencia, las verdaderas perlas de la ciudad, pues han sabido apartarse de ese margen de vertigo en medio de la adversidad conservando un minimo de dignidad humana. En algunos centros educativos, como el que tiene a Pamela como profesora, parece que se producen milagros, que se intenta llevar a cabo una nueva integracion de jovenes de esos suburbios para ofrecerles algo mejor que no sea delinquir, drogarse, o entrar en negocios clandestinos. Pero puede que algo oscuro se este fraguando en esas altruistas intenciones. Algunos de esos jovenes estan empezando a demostrar un nivel de vida demasiado alto para lo que se pueden permitir. Estamos hablando de chicos con 16 anos que, aunque a duras penas pueden sus familias pagar el suministro de luz en sus casas, ellos llevan al instituto demasiado dinero en sus bolsillos... y eso esta empezando a ser demasiado sospechoso. Pues ni sus padres estan al corriente de donde viene esa fuente de ingresos. Y aqui comienza esta historia, en esa tarde en la que nuestra profesora va a tener una extrana visita... Pamela seguia en su despacho, rodeada de dossiers por corregir. Todos en el instituto habian marchado ya, pero ella se quedo para estudiar un caso especialmente particular: el de su alumno mas problematico, tratando de comprobar si la ayuda recibida por parte del equipo psicopedagogico habia surtido efecto, o no, en sus avances academicos. Tampoco queria que ese muchacho cayera --como los otros-- en esa red que seguramente estaria poniendole el cebo hasta que picara. Tenia obsesion por conseguir mejoras en todos sus alumnos, hasta el punto de sacrificar su vida privada, entregandose por completo a su labor como tutora. Y aun mas ahora que sentia que podria desenmascarar toda una mafia que quizas se aprovechaba de algunos de sus alumnos. Despues, seria ya demasiado tarde, todo se desvaneceria como la niebla al amanecer. El instituto cerraria sus puertas el curso siguiente. La arquidiocesis tenia problemas financieros y decidio vender colegios para salir a flote. Solo los seleccionados profesores pasarian --desde su entonces central ubicacion-- al nuevo edificio: en el ala superior oeste de la ciudad. Por ello, se dejaba el alma en su particular investigacion, ademas de ser una perfecta educadora. En el dossier de ese muchacho, llamado Oliver, figuraban los ejercicios de la semana, todos ellos llenos de garabatos y tachaduras, haciendo que la frustracion se apoderara cada vez mas de Pamela, agotada tras una jornada intensa de valoraciones del segundo trimestre. Se echo las manos a la cara, intentando apaciguar la sensacion de impotencia que la estaba invadiendo. ?Como podia hacer para que ese atormentado estudiante se tomara en serio las clases? Sabia de sus problemas personales. Practicamente, se habia criado solo, en ausencia de los grandes pilares paternales, que desaparecian continuamente de su atormentada vida. Abrio el cajon de la derecha y saco una caja de aspirinas. Le dolia mucho la cabeza y no le hacia gracia tener que conducir hasta su casa con un nuevo episodio de migrana que le impidiera siquiera manejar su vehiculo. Dio un sorbo del cafe que le quedaba ya frio en la taza para tragar la pastilla, cerrando los ojos, como de costumbre. Permanecio asi unos instantes, entrando en un estado de relajacion que le hacia falta para olvidar todos sus problemas, todos sus pesares. Para concentrarse en algo mas placentero, cogio entre sus manos el colgante que llevaba puesto: una cadena de plata con un espejito enmarcado. Se miro a traves de el buscando el reflejo de todo lo que ese objeto representaba. Aparto unos mechones del flequillo para ver mejor sus ojos…tal y como le habian indicado en un extrano grupo de amistades que hacia muy poco habia conocido en internet. De repente, sintio como si alguien estuviese detras de su espalda. Una corriente de panico atraveso su cuerpo, dejandola inmovil, quizas para congelar ese momento y que no avanzase, tratando de considerarlo una alucinacion. Pero no lo era. Alguien, con extranas intenciones, habia entrado en su despacho. En silencio, sin que ella se diera cuenta. Iba vestido de negro, con una capucha que ocultaba su cabeza; y su rostro, tras una mascara. Acto seguido, unas manos frias rodearon su cuello. Una voz masculina, llena de tension, pronuncio: --No te des la vuelta o te mato. Quedate quieta y escuchame bien --un tipo le ordenaba mientras pasaba la hoja de un cuchillo por delante de su cara a la vez que con el otro brazo la sujetaba contra su cuerpo. Pamela, desde su asiento, sin poder moverse apenas, con el corazon a todo galope, queria girarse para ver su rostro, pero sus ojos no pudieron ver mas que una masa oscura, una capucha y la mascara blanca, que sonreia igual que un nino ante su tarta de cumpleanos, y que cubria toda la cara del misterioso intruso. --He dicho que no te gires --insistio el asaltante, con la voz amortiguada por la careta, y siguio--: Y ahora quiero que grabes esto en tu puta cabeza: !Deja en paz a Oliver, o tendras que lamentarlo! --?Oliver? Yo solo quiero ayudarle --dijo temblorosa Pamela, a punto de darle un infarto. --Se lo que estas haciendo. Te lo advierto. Deja de meterte en su vida --ordeno el tipo--. No juegues a salvar vidas. ?Te ha quedado claro? --No se a que se refiere. Soy su tutora, nada mas --intento justificarse Pamela. --la hoja del cuchillo iba dando vueltas, como si el agresor quisiera deslumbrarla con el brillo de su acero. --Si que lo sabes, senorita Pamela, lo sabes perfectamente. Y como sigas metiendo tus narices en todo lo que haga o diga Oliver, te puede ocurrir una verdadera desgracia. Y seria una pena. Tanto trabajar para acabar pasto de las ratas --sentencio el cinico extrano, con un tono realmente siniestro. Las manos de ese individuo rozaron las mejillas de la tutora, estremecida al maximo, la cual esparcio una lagrima que recorria su cara como si fuera puro acido. Despues, bajaron por su cuello y presionaron un poco. Ella intento tragar saliva, notando sus gruesos dedos, que le parecian mortalmente repudiables. El intruso enmascarado retiro sus manos del cuello de Pamela, bajando aun mas hacia sus pechos, pero se detuvo. Pamela emitio un quejido, queria desembarazarse de esas manos, apartandolas con las suyas, y eso provoco que el atacante se exasperara y continuara con su advertencia. --Dejeme, por favor. Hare lo que me dice. Pero dejeme. --suplicaba Pamela, viendo que podria acabar agredida en su intimidad, en manos de ese hombre que, por su voz, estaba deseando hacer dano y disfrutar con ello. --Espero que todo se solucione por las buenas. A ver, ?te ha quedado suficientemente claro lo que no debes hacer? --exigio el, alzando el cuchillo para indicar que se levantara. Ella tenia casi inmovilizadas las piernas. Era como si el cerebro la ordenase quedarse asi, quieta, esperando que --de alguna manera-- esa orden fuera enseguida anulada, y, mientras, las neuronas trabajasen en inteligentes sinapsis para convencer al agresor de que lo que queria hacer con ella no podia ser, que eso no estaba bien. Que el minimo resquicio de conciencia y humanidad que le quedara en su cabeza le hicieran desistir en su empeno por dejarle una marca de espanto de por vida. --Ya le he dicho que lo he entendido, y que no intervendre mas en cuanto a Oliver. Ahora dejeme ya, por favor. Vendra enseguida el conserje. --concluyo Pamela, mintiendo, ya que no quedaba nadie en todo el instituto. Solo estaba ella. Y el asaltante, claro. --Mentirosa. ?Te crees que soy idiota? Se muchas cosas de este instituto. Y tambien sobre ti -- dejo bien claro ese tipo que estaba al corriente de los movimientos del centro, y que no se andaba con rodeos. Iba en serio. --Esta bien. No le miento. Puede que haya salido, pero el conserje suele quedarse hasta tarde supervisando el trabajo de las limpiadoras --se excuso Pamela. Su mente no paraba de buscar pruebas para no sentirse desamparada. Pero la realidad era que asi lo estaba. Estaba completamente a merced de ese hombre, cuya mascara le producia, ahora que se habia levantado y podia verle de soslayo, verdadero terror. --Date la vuelta --le exigio mirandola, como si estuviera mordiendola con sus ojos afilados. --No hagas algo de lo que te puedas arrepentir. --?Arrepentirme? Eso se lo dejo para las santurronas como tu, que van de Madres Teresa de Calcuta por la vida. Pero no te preocupes, haga lo que haga, iras derechita al cielo. Te lo has ganado --la asusto al limite. Pamela se iba acercando a la pared con gran nerviosismo. Solo la idea de sentir el filo de ese cuchillo por su fina piel, la dejaba en estado de shock… Porque, aunque saliera viva de alli, ya no seria lo mismo. Habia caido en un pozo del que no se puede salir mas que cuando en este se deja caer una cuerda por la que subir. Y alli no habia ni Dios ni cuerda alguna. El hombre seguia mirandola, y a la vez iba haciendo saltar el cuchillo para sujetar su mango en cada vuelta al aire que lo lanzaba, a escasos centimetros de su mano, pero de vez en cuando la apuntaba como si se lo fuera a lanzar de un momento a otro. --No me mate, por Dios. Hare todo lo que me diga, sin decirselo a nadie. Y deje de apuntarme con el cuchillo. Me esta dando algo. No me haga sufrir, por favor. Yo no he hecho nada, y si le molesta que me preocupe por Oliver, desde ahora dejare de hacerlo. Se lo juro --confesaba presa del panico, espantada de pies a cabeza. --Venga, dejate de suplicas. No te voy a matar, solo quiero que sepas de lo que soy capaz -- volvia a recordarle su falta de escrupulos. --Perfecto, senorita --murmuro el, con un tono de conformidad--. Tiene un cuello precioso. Fragil, delicado... --?Le gusta asustar a las mujeres? Pues que sepa que lo esta consiguiendo. Asi que dese por satisfecho. --Ella se oponia por dentro a atacarle verbalmente. Pero tenia delante al mismisimo diablo, con la intencion de pasar el filo de la hoja de ese cuchillo por su delicada piel si es que le incitaba a ello, y aunque lo intentara, sabia que no podia huir de esa situacion. --Esta bien, senorita. Date la vuelta y quedate ahi hasta que me haya ido, ?entendido? Ella vio salir el sol en ese momento. Se giro y se puso contra la pared, apretando su cuerpo con sus manos, como si se abrazara recuperando su vuelta a la vida, dejando atras, literalmente, al terror y a la muerte. Y ese individuo, tal como habia entrado por la ventana, desaparecio subitamente, en silencio y el aire de la calle entro y lleno los pulmones de Pamela, como si acabara de nacer. Ella se dirigio, tras unos segundos, hacia la ventana que, en un primer piso, era facilmente accesible, al poder ser escalada la pared de ladrillos de la fachada con la soltura propia de una persona atletica. Juraria que tenia la ventana cerrada antes de que ese tipo entrara, pero quizas una de las hojas de la ventana quedara sin ajustar. Se asomo pero no vio a nadie, era evidente que ese hombre habia torcido a la derecha. Justamente, su despacho estaba ubicado hacia la esquina del edificio. Cogio sus cosas: su bolso, su abrigo y se tapo por delante con una mano. Abrio la puerta del despacho y se dirigio por el pasillo hacia la salida del centro, pasando por las clases en las que retumbaban sus tacones al estar con las puertas abiertas en medio de aquel vacio que hacia eco. Ya en la puerta, metio la llave que no acababa de centrar y salio apresuradamente del instituto, dirigiendose a su coche, que estaba estacionado en el aparcamiento, a unos diez metros. Busco sus llaves en el bolso, y se le iban cayendo cosas con los nervios, como recibos de los supermercados y algun que otro pintalabios, se agacho a recogerlas mientras maldecia por no haberse ido, como todos, a la hora del cierre del centro. Encontro por fin el llavero con la inicial P, apreto el boton del mando y, antes de sentir el clic de apertura de puertas, acciono la maneta de la puerta, lo que bloqueo el sistema y hubo de esperar para volver a activar el sistema de apertura: cosa que acabo por desquiciarla en su intento por escapar de alli lo antes posible. Mientras tanto, uno de sus pechos se habia salido con los movimientos. Al verse asi, expuesta a las miradas de quienes en ese momento pasaban por alli, y darle igual si habian visto o no su semi desnudez, no escucho o no lo quiso hacer, los comentarios de esas personas que la miraban: <>. Eso si, ganas le dieron de decirles lo que le acababa de pasar. <>, penso. Se sento, cerro las puertas, bloqueandolas, puso la llave en la toma de contacto y la giro para arrancar. Nada, no arrancaba. Siguio intentandolo, una y otra vez pero lo que en realidad estaba haciendo era ahogar el motor. Ya no pudo mas, se estiro sobre el volante, apoyando los brazos contra su frente, descargando en el llanto toda la tension, todo el miedo que se habia aduenado de su cuerpo dejandola incapaz ni siquiera a reaccionar. Un golpe seco en la ventanilla de alguien que se habria acercado a su coche, hizo que cesara el llanto y se preparara para lo peor, abriendo de golpe los ojos --ya desorbitados de tanta angustia --, echandose hacia el asiento del copiloto, tratando de evitar ser de nuevo violentada por el misterioso agresor. Con las manos protegiendo su cara, a traves de los dedos trato de ver, muerta de panico, lo que le esperaba; cuando una voz amable resono como las campanas de un despertador de pesadillas, pues no parecia ser el agresor que en su despacho la violento, y algo le decia en su interior que podria confiar en quien estuviera ahi fuera picando a la ventana de su coche. Una cara amable de un hombre de mediana edad se asomaba para ofrecerle ayuda. --!Hola! !Tranquila, solo queria ayudarla! He visto que tenia dificultades para arrancar su vehiculo. ?Esta usted bien? -le dijo, mostrando su mejor voluntad para sacarla del apuro. --!Ah!…Si, gracias, es que me asuste pensando que se trataba de otra persona. !Por favor, ayudeme! !Alguien ha intentado matarme! --le respondio, soltando el lastre de desconfianza del que estaba poseida. Desbloqueo las puertas para poder salir, pues veia por la cara de incertidumbre que ese hombre no escuchaba nada a traves del cristal de la ventana, aunque ella si pudo escucharle, dado que su tono era lo suficientemente alto para conocer su bienintencionado proposito. El hombre acompano la puerta hasta abrirla del todo, facilitando que Pamela fuera socorrida. --!Dios mio! !Gracias que ha aparecido usted! !Casi me matan ahora mismo en el instituto! Y siguio desahogandose: --!El coche no arrancaba, y ...! Entonces, un mar de lagrimas inundo sus ojos, ahogando sus palabras. --!No se altere, tranquila! Llamaremos a la policia. Ahora respire y deje que ellos se ocupen. --!No! !La policia no! --interrumpio Pamela horrorizada ante la idea de "molestar" con su declaracion al misterioso asaltante, que seguro no tendria escrupulos en acabar con ella en cualquier momento, en el instante mas inesperado. --Bueno, esta bien, pero al menos deje que la lleve a tomar una tila, ahi mismo --propuso, senalando el bar que se veia al otro lado de la carretera. --!Esta bien! !Gracias! Sera lo mejor --reconocio Pamela mirando hacia los lados intentando identificar a su agresor en toda persona que deambulaba por esas calles. Se fijo, algo mas detenidamente, en su "angel de la guardia". Era todo un gentleman: por su exquisita forma de vestir y ademanes corteses, propios de un ejecutivo que esta acostumbrado a llevar su imagen siempre impecable, asi como la actitud: inspiraba confianza, la que requiere alguien que debe defender la representacion de una gran firma empresarial. Su cabello estaba cortado en un estilo jovial, con esa graciosa caida de flequillo que invitaba a desordenarlo, como cuando tocamos la cabeza de un nino mostrando afecto revolviendo su pelo. El corte y la calidad de su traje bien podrian ser de los mejores modistos italianos, a la vanguardia de la elegancia y la comodidad. Pamela cerro el coche cogiendose del brazo de ese amable desconocido, pues le faltaban las fuerzas con todas las angustias que acababa de sufrir. --Me llamo Alexander Stone, he venido a Detroit unos dias para firmar un acuerdo con una sucursal de nuestra compania. La Central esta en Paris, donde resido habitualmente, aunque mi origen es britanico. --Su presentacion no podia ser mas "glamurosa". Solo oir "Paris" parece que las neuronas aplican una transmision de sensualidad y elegancia en todo aquel que pronuncia esa palabra..."Paris", esa ciudad que representa la esencia del romanticismo y la exquisitez. --!Vaya! !Alli me querria ir ahora mismo, para olvidarme de todo lo que me ha pasado! --!Nunca se sabe!… dijo el galante ejecutivo, que, mirandola a los ojos, arqueo una ceja como si del Arco del Triunfo se tratara... Caminaron hasta la cafeteria "Chance" donde una pareja solitaria, al fondo, se confesaba en un cuchicheo divertido. --?Que deseas tomar? --le pregunto el empresario a la tutora, que no cesaba de mirar a la pareja para ver si se daba la vuelta el chico y poder comprobar si se trataba del "sospechoso". --!No temas! --la calmo Alexander--. No estara aqui... ese individuo debe estar bien lejos ya. Cuentame, ?que te ocurrio? Pamela conto con todo detalle el suceso ocurrido en su despacho: el asalto, la amenaza (que quedo grabada en la memoria de los miedos que jamas se olvidan), las sensaciones de impotencia injustas que devoraron esos interminables segundos... haciendo que Alexander cada vez expresara mas preocupacion en su rostro. La apariencia amable de Alexander se fue convirtiendo en rabia contenida. Hasta sus manos, antes acogedoras, ahora se cerraban en vengativos punos dispuestos a hacer justicia. El ceno fruncido y los labios apretados siguieron a un golpe seco en la mesa con su mano, haciendo sonar uno de los gemelos de su camisa. --!Ese malnacido no deberia seguir asustando asi a ninguna mujer y menos a usted, que se ha preocupado tanto por todo alumno conflictivo! La tarde se iba cerrando en una oscura noche, que invadio de repente la atmosfera con voluminosas nubes de un gris cercano al negro, en su avance al centro de Detroit. Una mujer y su hijo corrian por la calle tratando de huir de la tormenta que se avecinaba. No se esperaba este cambio de tiempo tan brusco en un dia de lo mas soleado, propio de mediados de abril, en plena primavera. --Deberia ir ya hacia el vehiculo, pronto se desatara la tormenta y no se podra conducir --dijo Pamela algo asustada, comenzando a poner los pies en el suelo y seguir dirigiendose a su rutina diaria. --No utilizo aqui el coche, me desplazo en taxi, es mas comodo. ?No le importaria llevarme unas calles mas alla? No tengo ninguna prisa en llegar al hotel --dijo Alexander, intentando estar mas tiempo con ella. Pamela le miro y por su mente se cruzaron pensamientos enfrentados: por una parte, se sentia halagada de tal peticion; por otra, aparecian miedos ante los numerosos crimenes que habia visto en las series policiacas. No se consideraba una rompecorazones ni una Dulcinea para nadie, pero siempre guardaba un aspecto delicadamente femenino que, sin saberlo, causaba una especial atraccion a algun que otro companero del centro. Podria contemplar la posibilidad de que ese hombre quisiera tener un affaire con ella, pues es lo que muchos hombres de negocios hacen cuando salen de su guarida y prueban a soltar una cana al aire. Pero, en cuanto penso en todas sus responsabilidades, dio carpetazo a cualquier tentacion al respecto: en cuando llegara a casa tendria que dar de comer al gato, o este daria la serenata a todo el vecindario; poner la lavadora, darse una ducha, cenar algo y preparar la comida del dia siguiente. Siempre se llevaba un tapper al centro para comer alli, pues seguia una dieta estricta para mantener la figura. Ensaladas, tofu o seitan, hamburguesas vegetales y sobre todo fruta para ir calmando el apetito entre horas.

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    29 ene 2022 — Espíritu de Dragon (El Sendero del Guardabosques #12) escrita por Pedro Urvi es un libro de fantasía épica para toda la familia.

  • El Sendero Del Dragón (Novela)

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  • Veinte mil leguas de viaje submarino de Jules Verne

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    ” Veinte mil leguas de viaje submarino ” es una gran narracion poetica, furibunda, impregnada de tintes romanticos y descripciones sublimes, presidida por el mar y por uno de los mejores personajes de Jules Verne, el capitan Nemo, y su legendaria maquina, el submarino Nautilus. Verne ha inspirado a lectores y escritores de todo el mundo. Turgueniev, Tolstoi, Bradbury, Rimbaud, Perec o Le Clezio son solo algunos de los que lo han leido con pasion. Ahora, cuando celebramos el sesquicentenario de la publicacion de esta obra, podemos recordar las palabras de Fernando Savater, que afirma que para interesarse por Verne basta con que el lector ” no haya perdido la capacidad de gozar leyendo ”

  • La cocinera de Himmler de Franz-olivier Giesbert

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    La historia atroz del siglo XX vista a traves de un personaje rebelde, divertido y picaro que nos devuelve la esperanza en la humanidad, una cocinera centenaria cuyos ingredientes para la felicidad son: el humor, el deseo sexual y las ansias de venganza.

  • Segundas oportunidades. Decisiones (Victoria 4) de Mia J. F

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    Jhon Greene ha descubierto el engano de Kata O'Donell, situacion que deja muchos corazones rotos, ?Que se debe hacer despues de descubrir que la persona de la cual te enamoraste, te ha estado mintiendo?

  • Carino, cuanto te odio de Sally Thorne

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    Lucy Hutton es la asistente de una editora de la vieja escuela, preocupada por la calidad de los titulos que publica. La editora se ve obligada a fusionar su pequena editorial con una gran editorial comercial, y Lucy se ve obligada a trabajar con Joshua Templeman, el asistente del editor en jefe de la otra editorial, preocupado unicamente por las ventas. Lucy y Joshua se convierten inmediatamente en enemigos, pero del odio al amor ya sabemos que hay solo un paso.

  • Madonna. Un Psicodrama de Antonio Zarate Canela

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    Madonna: Un Psicodrama, una novela perversa de amor, amores enfermizos, amores puros, amores torcidos, abusivos, egoistas, perversos, amores reales,
    Porque al final lo que mueve al mundo es el amor, sin importar que tan sucio sea.

  • Terroristas modernos de Cristina Morales

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    Lo que la historiografia dio en llamar la Conspiracion del Triangulo, en 1816, constituyo una infrecuente experiencia de rebelion en la que desclasados de diversos escalones de la jerarquia social se aliaron y hasta invirtieron sus roles de clase, genero y raza. Cristina Morales narra en “Terroristas modernos” el forjamiento de esas alianzas politicas inesperadas, la intrahistoria de esa subversion, y traslada los profusos conflictos de la trama al estilo literario, problematizando el lenguaje y el sustento ideologico del lector.

  • Amor y Muerte (Salvada por amor n2) de Margotte Channing

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    Habian tomado la posada al asalto, aunque, al parecer, el dueno estaba encantado de que la fiesta se celebrara alli. Era una curiosa boda aquella, en la que, la mitad de los asistentes eran escoceses, y la otra mitad, vikingos. Rosslyn, por fin casada, miraba alrededor con asombro, escuchando los gritos de los hombres, y los golpes en las mesas festejando los brindis. Estaba sentada entre su hermano, Ricardo, y Gunnar, su reciente marido. Al otro lado de este, estaba sentado Ari, el hijo de Gunnar- sonrio al rectificar en su mente- en realidad, ahora era hijo de los dos. Tenia 16 anos y era un chico encantador en todos los sentidos, ademas de sumamente inteligente. No habia permitido que la invalidez con la que habia nacido, hubiera agriado su caracter. Gunnar le habia fabricado una silla de madera para que pudiera desplazarse, perfeccionandola durante meses. Recientemente, le habia incorporado un par de ruedas, el diseno estaba copiado de un papiro de 200 anos de antiguedad, que habia caido en las manos de Gunnar por casualidad. Enseguida se dio cuenta de la importancia que podria tener para la vida de su hijo. En el aparecia dibujado un general del ejercito chino, que estaba ante las tropas, sentado en una silla de ruedas. Gunnar estuvo estudiandolo durante dias. Al principio, le parecia que no podria construirla. Por eso, no le dijo nada a Ari, hasta que la fabrico. Despues de semanas de trabajo, consiguio hacer una que se movia, aunque las ruedas, incluso sin peso encima, se rompian constantemente. Despues de hacer bastantes cambios, hacia pocas semanas, se la entrego a Ari para que la probara. Este, cuando la vio se echo a llorar, entonces Gunnar fue realmente fue consciente, de lo dura que era la vida para su hijo. Una vez sentado en ella, por primera vez en su vida, pudo moverse sin depender de nadie, siempre que no hubiera escaleras por medio claro. Ari no queria que, a su edad, le siguieran llevando en brazos, como si fuera un nino. El padre de Rosslyn, William Douglas, habia cedido el lugar junto a su hija, para que, su recien descubierto medio hermano, Ricardo "Corazon de Leon" se sentara junto a ella. Volvia al dia siguiente a las cruzadas, y era la unica ocasion, en la que podrian pasar algo de tiempo juntos. Rosslyn se giro hacia Ricardo con un suspiro. Era injusto que le presentaran a su madre y uno de sus hermanos el mismo dia, y solo pudiera disfrutar de ellos un rato. – Ricardo- este se volvio sonriente, pidiendo disculpas a William, que estaba sentado a su lado. – Dime, hermana- ella contemplo su sonrisa, admirandola, sin saber que era igual que la suya. – Me gustaria que nos conocieramos un poco mejor, ?no seria posible que te quedaras unos dias mas? – No, querida, lo siento mucho. Mis soldados me esperan hace dias, he retrasado la partida por tu boda. Tampoco puedo acompanarte parte del viaje, porque vamos en direcciones contrarias- sonrio con tristeza. – Siento que hayas cambiado tus planes por mi- el levanto la mano para que no siguiera hablando. – Me ha alegrado mucho conocerte. Pero, ademas, madre no me hubiera perdonado que, no lo hubiera hecho. – ?Es muy mandona? – pregunto curiosa.

  • Yo soy aquel de Osvaldo Bossi

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    ABRO LOS OJOS, cierro los ojos. ?Soy un arbol o soy un nino? Soy un nino. Tengo nueve anos y esta es mi casa: cuatro paredes de madera y un techo de carton, nada mas que eso. El bano esta afuera y es casi lo mismo. Cuatro tirantes y un par de chapas y una cortina de tela. Abro los ojos, los cierro. Que mas, que mas... En el fondo hay un arbol de eucaliptus, la bomba de agua, un patio de tierra, un caballo que se llama Tornado, y el carrito de mi papa. Si llueve se escucha la lluvia, pero ahora no llueve. Las chapas duermen su sueno tranquilo despues de soportar, todo el dia, el sol del verano. A veces crujen un poco, como si estiraran las piernas, pero en general estan dormidas o mirando la noche. Acostado en mi cama, las miro. ?Estoy dormido o estoy despierto? La luna, desde la ventana, me mira y se sonrie. ?Es importante eso? La miro y le digo que no. Creo que no, le digo. Luego pasa un mosquito, zumbando. Chau, nos vemos otro dia, me dice, de refilon y a las apuradas. Aca no se puede respirar... Y me senala el humo de los espirales que estan apoyados, haciendo equilibrio, cada uno sobre el pico de una botella. --Chau --le digo. Abro los ojos, los cierro. PAPA SE QUITA la camisa, apaga la luz de la cocina y vuelve a la pieza. Se acerca hasta la ventana y mira el cielo, de un negro purisimo, como una mancha de alquitran. Del bolsillo de su camisa saca un paquete de cigarrillos y el encendedor. Mama lleva puesto un camison blanco, holgado; parece una nube. Lo mira a mi papa, se le acerca. Apoya la cabeza sobre su hombro. Papa se lleva un cigarrillo hasta los labios, espera un segundo, mira por la ventana y despues lo enciende. De su boca, de su nariz, salen dos chorros de humo. Largos, espesos. Mama lo mira y luego mira la noche por la ventana. El aparta el cigarrillo de sus labios; ella se suelta el pelo, negro, hasta la cintura. El la mira, la atrae junto a si. Ella se rie. A lo lejos, se escucha el run-run de la radio y las aletas de un ventilador dando vueltas. Cierro los ojos, pero no puedo dormirme. Mama se da cuenta y se aleja enseguida de mi papa. Ahora vengo, le dice. El trata de retenerla, pero ella se aleja, se escurre, se acerca hasta mi cama. --Hola --me dice. No le contesto nada. La escucho. --Se que estas despierto. Abro los ojos. --No tengo sueno... --?Queres que te cante una cancion? --Bueno. Entonces se pone a cantar, bajito. Casi no se le escucha la voz. Papa sigue en la ventana, le da una ultima pitada al cigarrillo y le pregunta: ?Se durmio? Ella le dice que si. Me da un beso tibio, como un pajarito, sobre la frente y luego otro, sobre la mejilla, y vuelve a su lado. Al rato, me duermo. En el sueno, atravieso el cielo de una punta a la otra, como un cometa que no sabe si va a chocar contra la Tierra, o dar la vuelta y seguir su camino por la galaxia. Al verme, mi papa se sonrie. Mama apoya la cabeza sobre su hombro, como si estuviera muy enamorada o muy cansada, o las dos cosas a la vez. En eso, sin dejar de mirar el cielo, papa le senala un punto brillante que cruza la noche a toda velocidad. --Mira, es un cometa --le dice--. ?Lo ves...? Pero cuando mi mama levanta los ojos para verme, ya estoy en otra parte, muy lejos... --A donde. Parece una nina. Papa se rie. --No importa --le dice, y aspira el humo de su cigarrillo, y luego lo arroja al aire, y luego se acerca. Mama lo mira, mira esa rafaga de humo, y cierra los ojos. AL LADO DE MI CASA esta la casa de mi tia Magdalena. Y un poco mas alla, la casa de mi padrino Serafin y de mi tia Rosa. Y otro poco, pero mas lejos, la misma casilla de madera en donde viven mi tia Pirucha y el tio Carolo. Desde afuera parece una villa, pero no es una villa, porque somos todos de la misma familia, dice siempre la tia Nene, con su cara redonda, como un plato. Mama la escucha y se sonrie. Cuelga las camisas de mi papa y un solero lleno de flores azules y anaranjadas, y mi ropa, que ocupa la mitad de la soga. Cuando llega la tia Pirucha (un poco enojada, como siempre) agarra la ropa y la tira toda junta adentro del fuenton. Mama se rie otra vez. Tia Pirucha cuenta que no pudo pegar un ojo en toda la noche, con este calor insoportable, y dice una mala palabra. Es temprano. No corre una gota de aire. Cada tanto, abro el cuaderno y trato de concentrarme en la tarea de la escuela. Pero a mi alrededor todo arde, tiembla, como si no estuviera en el patio del fondo, bajo la sombra del eucaliptus, sino adentro de un panal de luz, y mis tias y mi mama fueran un punado de abejas transportando enormes carretillas de miel. En eso, tia Pirucha deja la ropa y vuelve hasta su casa y pone en el tocadiscos una cancion, a todo volumen. Es una cancion que habla de cosas tristes, pero a mi y a mi mama nos gusta. A tia Magdalena, en cambio, parece que no, porque dice que para sufrimientos esta la vida, y que mas lindas son las canciones alegres. Igual le pregunta: ?El que canta es un ciego, no? Tia Pirucha le dice que si, e inmediatamente se olvida de todo lo que esta pasando a su alrededor. Se olvida de mi mama, de la ropa en la soga, del calor, y se pone a cantar a los gritos. Yo la miro, un poco encandilado, como si todo lo que le esta pasando al muchacho de la cancion, le estuviera pasando a ella en realidad. Al verla, tia Magda se vuelve corriendo para la cocina. Mama y yo, todo lo contrario, nos quedamos mirandola, los ojos muy abiertos, como hipnotizados. A ella, y al ciego que mato a la chica de la que estaba enamorado, y ahora, en la carcel, espera ser llevado a la silla electrica. Tio Carolo se asoma por la ventana de la cocina, en cueros, con un mate en la mano, y se sonrie. A mi mama se le cae una lagrima, y enseguida la seca, con el dorso de la mano. Yo, al principio, no se que hacer; pero despues lo entiendo al ciego y pienso: Si yo fuera la chica, aunque estuviera muerta, lo perdonaria. Lo perdonaria, estoy seguro. --Lo que pasa es que sos muy bueno --dice mi mama, que lee todos, o casi todos mis pensamientos. Levanto los ojos y la miro. Sin darle tiempo a nada, como si estuviera poseido por el espiritu de la chica, le contesto, con absoluta conviccion: --No se confunda, senora, lo que pasa es que estoy... esta, la chica quiero decir... enamorada... Solo eso... ?Es tan dificil de entender? Aparentemente si, es muy dificil, ya que ella me mira, un poco aterrorizada, y sin saber que hacer, exactamente, conmigo. Si llevarme de un brazo, corriendo, fuera del alcance de mi tia Pirucha, o si pedirme que la disculpe y darme la razon. Yo aprovecho el barullo y me dejo transportar, con los ojos llenos de lagrimas, hasta el cielo, y en el cielo me abrazo con el muchacho recien electrificado. Tanto, que puedo sentir yo tambien, en mi propio cuerpo, el mismo cortocircuito. Y ahi nomas nos perdonamos, el uno al otro, y nos olvidamos de todas las cosas horribles que nos pasaron en la Tierra. ES LA HORA de la siesta. Estoy acostado en mi cama y mama en la suya, los ojos cerrados, como si estuviera dormida. A veces da vueltas para un lado y a veces para el otro, o se acurruca, o estira los brazos y las piernas como si llevara, en secreto, una incesante actividad. Yo hago todo lo contrario: me quedo quieto y pienso en el frio. Pienso en grandes bloques de hielo, y en una tormenta de nieve acercandose hasta los pies de mi cama. ?Estare dormido o despierto? Abro los ojos y miro la pieza. Miro la luz que entra por las hendijas de madera y pienso: Dormido o despierto, tengo que irme... Y antes de que pudiera darme cuenta, ya estoy afuera, en el patio. Empujo la puerta de alambre. El sol, en lo alto, como una bola de fuego incandescente. A unos pocos metros, veo la casa de mi amigo Luis. Es una casa grande, de material. Un rectangulo de pasto con algunas flores adelante; la puerta principal y la puerta del pasillo, a un costado.

  • Nuestro juego mas cruel de Araminta Hall

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    Un juego entre amantes. Una obsesion. Un tipo de amor que lleva a la muerte.

  • Hanka 753: Basado en la vida de Hanka Dziubas Grzmot de Alejandro Parisi

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  • Nuviana 02 de Stacy Westwood

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    Entre la inconsciencia y la consciencia advierto un dolor persistente. Lo intento pero me es imposible abrir los ojos. El miedo de las tinieblas me estremece. Respiro freneticamente tomando bocanadas de aire. Cada respiracion duele, quema con el poco aire que jalo hacia mis pulmones ?Es que me encuentro en el infierno? Con dificultad logro abrir mis parpados. Mi vista es nublada. Intento reconocer el lugar donde me encuentro pero es inutil, a mi cerebro le falta claridad para sus funciones mas basicas. Transcurren minutos hasta que mis ojos logran fijarse en un objeto en mi vientre. Intento descifrar la imagen borrosa. Es un tubo de metal atravesando mi esternon. Mas confuso aun, ver mi brazo doblado en diversos angulos extranos. Un equipo de atareados doctores se ocupa de mi estado. Debo tener la cabeza vendada porque no veo mi cabello cayendo sobre mis hombros. Uno de los doctores tiene una sierra que activa haciendo que la cuchilla gire y la acerca hacia mi. Quiero pedirles que aleje esa herramienta, que no se atreva a tocarme ni un hueso, que no deseo que me amputen ninguna parte de mi cuerpo. No soy capaz de articular mi espanto en mis palabras, asi que comienza a cortar. Poco a poco el sentido del olfato se activa permitiendome reconocer un olor a metal quemado. Han logrado cortar el tubo que me atraviesa para poder llevar a cabo una cirugia intentando salvarme la vida. Colocan una mascara de oxigeno sobre nariz y boca. A los pocos segundos tengo las piernas adormecidas. Estoy a punto de regresar al estado inconsciente donde es imposible saber si han pasado minutos, horas, semanas o meses... Mis suenos me llevan a pensar en algo muy personal, en esa relacion magica que se entabla entre padre e hija, mi unica historia de amor perfecto que puedo relatar. Real, tierna, perfecta, sencilla y sin condiciones. El primer hombre en mi vida que se convirtio en el centro de emociones y atencion al aportar la mirada masculina a mi vida. Es verdad que no nos frecuentabamos mucho, pero el saber que estaba pendiente de mi sabiendo que era parte de este mundo me hacia feliz. Extrano oir su voz, el como la regula cuando me habla develando su amor por mi. Echo de menos el escuchar sus ocurrentes halagos remarcando lo guapa que me veo, infundiendome seguridad. Sus divertidos comentarios sobre una falda que le parecia demasiado corta, para luego retractarse rapidamente diciendo que me veia genial dandose cuenta que ya no era una nina, sino que su pequena, habia florecido convirtiendose en una mujer llena de anhelos por escribir su propia historia de amor. Ese sentimiento magico capaz de cambiar toda nuestra existencia. Mi sueno se termina. Lamentablemente mi estado de salud se deteriora arrastrandome a los limites entre la muerte y un estado de coma vegetativo. Dicen que el inconsciente escucha, y el tierno beso de mi padre sobre mi frente estabilizo mis signos vitales a los pocos dias. Habia viajado desde Italia para ver la situacion critica en la que me encontraba en el hospital en Beverly Hills. Tras su visita, el coma dio muestras de recuperar un cierto grado de consciencia pasando a un traumatismo craneoencefalico moderado en la escala de Glasgow. Desafortunadamente el nunca se percato de ello. El optimismo de los doctores duro poco cuando uno de ellos, por error, comento en mi presencia que Flavio Balzaretti habia fallecido de un infarto al miocardio. Mi papa dio por hecho que no sobreviviria el accidente y se dejo abrumar por la tristeza de ver a su hija exhalando sus ultimos suspiros acorralada por la muerte. En ese instante perdi a la unica persona que acobijaba mi alma en este mundo. Con su partida, la esperanza de recuperarme murio con el. Mi inconsciente decidio que ante la severidad del dano neurologico era mejor batirme con las tinieblas a afrontar mi solitaria realidad. Cai en un profundo coma. Un estado que refleja el estupido letargo de mi vida colocandome por tiempo indefinido en las garras de la incertidumbre. ?Por que? ?Por que debo pasar esto? ?Que he hecho mal? --me pregunto iterativamente entre el laberinto de suenos y pesadillas. Fuiste demasiado lejos... te atreviste demasiado... Una voz retumba en mi cerebro dandome la respuesta pero demoro en comprender el significado de esas palabras. Transcurren horas, dias, o semanas sin poder relacionarlo con mis acciones, o tal vez solo ha pasado un minuto, no lo se... en la obscuridad de la inconsciencia el tiempo es inexistente. Finalmente lo entiendo, se refiere a que hay lugares que jamas debi haber visitado. No estaban predestinados para soportar mi presencia. Al violar los planes del destino con mi altivez profanando esos sitios, tomo venganza castigandome con esta despiadada ira. Es claro que el haber insistido en visitar el apartamento de mi adorado Peyton, descubriendo que en su bizarra intimidad tenia a una mujer secuestrada y a la merced de un sadico, habia sido un sacrilegio, una ruptura en los planes del demonio. En el momento que lei esa nota de auxilio firmada por Patricia Lynch, mi mente se horrorizo pensando en el sufrimiento e impotencia que debio sentir al estar a la merced de las atrocidades de un enfermo mental. El destino que mi hermana Melanie debia haber cumplido, se arraiga al mio de un modo incomprensible, manifestandose en mi vida a traves de Peyton y Kyler. Capitulo 1 Desvanecer Institucion Mental, Hollywood Hills California. Departamento de Psiquiatria. Unos dedos vagan casualmente por mi rostro acomodando un rizo extraviado sobre mi frente. La caricia se extiende deambulando por mi sien hasta llegar detras de la oreja. Una segunda caricia que se desliza por el borde de mi cabello se asegura que el flequillo permanecera en su lugar. El tacto suave de esa mano se pasea por mi nuca cambia de rumbo en direccion sur. El debil pulso de mi vena yugular llama su atencion. Desciende a la largo de ella extendiendo su caricia por mi cuello expuesto. La placentera sensacion provoca un delicioso cosquilleo al alcanzar mis claviculas. Mueve los dedos sobre una de ellas como si tocara una partitura de piano. --Si supieras lo mucho que te he extranado... --dice una voz que parece lejana mezclada con lo que creo que es arrepentimiento. Repite la caricia. Su tacto no es intrusivo, sino tierno, de esos que deseas que se queden en la piel para siempre--.No importa cuanto tiempo te tome recobrar el conocimiento, estare junto a ti hasta que despiertes --comienza a tararear una melodia. Las yemas de sus dedos rozan mi piel al ritmo de la sonata numero seis de Antonio Vivaldi. Su exploracion continua. Sus unas largas recorren mi antebrazo acariciandolo hasta mi hombro. El delicado tacto me provoca piel de gallina haciendo que los vellos rubios de mi antebrazo se ericen. A cualquier otra persona le hubiera pasado el gesto inadvertido, pero no a la que me acompana en mi cuarto del hospital esta noche. Denota la reaccion de mi cuerpo e inmediatamente cesa de tararear la melodia. La mano se retira de mi piel. El silencio regresa. Se lo ha llevado el viento. Ni siquiera escucho su respiracion. O se ha ido, o se ha convertido en parte del mobiliario. --No se si puedas escucharme... --mis pecho se sobresalta escuchando la voz directamente en mi oido--... pero veo que tu cuerpo reacciona a mi tacto. --El beep del electrocardiofago que monitorea los latidos de mi corazon aumenta su ritmo, el susto ha acelerado mi pulso--. Finalmente regresaras de tu largo viaje. Desconozco lo que nos espera cuando abras tus preciosos ojos verdes y puedas verme. Lo que estoy seguro es que cuidare de ti. Lamentablemente cuando despiertes todo sera diferente. Ya no aceptaras mas mis besos, asi que permiteme hacerlo esta ultima noche. Unos labios resecos con cicatrices se posan sobre los mios, su temperatura es anormalmente baja. Apenas si logro mover mis labios, mojandolos para intuir el sabor que deja sobre su superficie. El beso deja un extrano gusto. De haber sido la estrella de la pelicula de Hollywood regresando de un profundo sueno al ser besada por el hombre de sus suenos, hubiera esperado un sabor a moras salvajes mezcladas con vainilla, canela y notas de roble. En su lugar sabe a drogas farmaceuticas con una fuerte sabor amargo impregnado en sus labios. El olor me es conocido... si, se trata de Lamictal, un farmaco anticonvulsivo para estabilizar el animo depresivo. Desconozco como lo se, pero es lo que me viene a la mente. Abro lentamente los ojos mientras jala suavemente mi labio inferior con los suyos asperos. Mi vista es borrosa, solo distingo el color miel de sus ojos. Sorprendido de que lo vea, da un paso hacia atras. --!Dios! Tu mirada es aun mas penetrante que la de Melanie... el tono verde de tu iris es hechizante. Volvere en cuanto duermas --se nota contrariado, finge un tono de voz dulce sin conseguirlo. El tono es mas bien rasposo, rayando en afonico provocando que mis sentidos se alerten pensando que estoy en peligro. Se coloca sobre la cabeza la capucha de un hoodie negro que viste. Antes de salir de la habitacion pasa junto a la comoda frente a mi cama para retirar del florero la rosa del dia anterior y coloca una fresca que ha traido consigo. --Se mejor que nadie lo que es despertar en este lugubre edificio y confrontarse con los tonos tristes de la habitacion. Yo estuve aqui encerrado durante anos. Espero que esta flor te anime. Habla como si nos conocieramos pero no logro ver su rostro. La capucha produce una sombra sobre su cara. Sin decir mas, cierra la puerta. Un silencio sepulcral vuelve a inundar mi entorno. Estoy demasiado debil para poder hablar. Hubiera querido preguntarle el lugar donde me encuentro. Escucho un grito ahogado proveniente de una de las habitaciones contiguas. ?Donde estare? En un panteon al menos se oye la brisa pasar, aqui parece el purgatorio con esos extranos gritos llenos de dolor ahogado

  • Con un par de huevos de Joan Antoni Miro

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    La tortilla es un plato divertido y agradecido de preparar con el que se puede hacer volar la imaginacion, ya que permite infinidad de combinaciones y formas en su elaboracion. Este recetario agrupa gran parte de las recetas que, a lo largo de cuarenta anos, Joan Antoni Miro ha preparado a diario en su tortilleria, ahora a disposicion de todo el mundo.

  • Renacer en las Maldivas de Brianne Miller

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    La lluvia repiquetea en el cristal de mi estudio mientras me tomo una taza de chocolate caliente que consiga caldear mis huesos helados. Llevo aqui sentada mas de una hora intentando asimilar que George me ha pedido el divorcio. Sin un indicio, sin una explicacion... Simplemente se acabo. Llevabamos nueve anos de matrimonio, nueve anos en los que he sido completamente feliz. Mi marido me dejo desarrollar la pasion que corria por mis venas, esa que siempre quise explorar y que jamas consegui olvidar: la pintura. George prefirio trabajar horas extra para que yo pudiese ir a los diferentes cursos en los que puse a prueba mis capacidades como pintora, en los que aprendi todas las tecnicas necesarias y en los que me codee con la gente que ahora alaba mi trabajo en las grandes galerias. Y ahora que todo eso ha quedado atras, ahora que puedo dedicarle a mi matrimonio todo el tiempo y el esfuerzo que se merece... se acabo. He intentado innumerables veces que me explique que es lo que esta mal, que le llevo a tomar tan drastica decision, y el siempre me da la misma contestacion. --Carino, no has hecho nada mal, ni yo tampoco. Simplemente hemos llegado a un punto en el que las llamas del amor se han apagado, y ya no quedan ni los rescoldos. --!Pues avivemoslas! ?Por que demonios no quieres intentarlo? ?Acaso hay otra mujer? --!Claro que no! ?Pero como revivir algo que ya esta muerto? Te quiero mucho, Claire, pero no te amo. No quiero seguir atado a un matrimonio basado tan solo en una mentira. Necesito respirar, ver que demonios nos depara el futuro, y tu debes hacer lo mismo. Muerto. Su amor ha muerto, y yo estoy completamente destrozada por amar a alguien que no me corresponde. Siento como mi vida se va acabando poco a poco, y lo unico que puedo hacer es llorar. Pero tengo que superarlo, tengo que sobreponerme de este dolor que me roe las entranas, porque tengo que pensar en mi hija, esa pequena que crece en mi interior y de la que George no tiene ni idea. Debo decirselo, lo se, pero esperare a que el divorcio sea un hecho, porque no quiero que este pequeno milagro influya en su decision de seguir su camino. Jamas entendere que ocurrio, pero si hay algo de lo que estoy segura es que no utilizare a este bebe para retenerle a mi lado. Capitulo 1 Cuatro anos despues... Me dejo caer en uno de los sillones del estudio de arte de Jean Paul, mi mejor amigo y con quien vivo desde que me divorcie de George. La exposicion de mis cuadros ha sido todo un exito, y hemos conseguido una pequena fortuna por las ventas de varios de ellos. Mi querido amigo se acerca con una copa de champan en cada mano, se sienta a mi lado y brindamos sonrientes. --Por el exito rotundo --dice antes de dar un sorbo a su copa. --?Tu crees? La verdad es que no ha estado nada mal, ?verdad? --?Que no ha estado mal? Claire, has vendido nueve cuadros, tesoro. Ha estado genial. --Quizas ahora podamos mudarnos a un apartamento y dejaros intimidad. --No digas bobadas, Elliot esta encantado de teneros por casa. Os adora y lo sabes. Por cierto, ?cuando tienes que recoger a la pequena? --George la traera a casa manana. Queria llevarla al parque de atracciones. Ya le he dicho que aun es muy pequena, pero... --Dejale que la malcrie. Al fin y al cabo, es su padre. --Cierto, y la ve mucho menos de lo que le gustaria debido a su trabajo. --?Que te parece si celebramos tu exito saliendo por ahi? Elliot ya se fue a casa, pero estoy dispuesto a sacrificarme. --Estoy muy cansada, Paul. Necesito una buena dosis de sueno. --Tienes que salir y distraerte, Claire. Ya hace cuatro anos desde que te divorciaste, y aun no te he visto con ningun hombre. --Mi hija es mejor que cualquier hombre, ?sabes? No necesito a nadie mas. --Algun dia Sarah crecera y hara su vida, y entonces seras demasiado vieja como para hacer lo mismo. Tienes ya treinta y ocho anos, Claire. --Aun no estoy preparada. --Muy bien, como quieras --se levanta del sillon con un suspiro--. Levanta ese hermoso culo del sofa, que nos vamos a casa. --Paul... lo intentare, ?de acuerdo? Pero no hoy. Hoy no soy capaz de hacerlo. --?Y que tiene hoy de especial? --Hoy seria nuestro aniversario --digo agachando la cabeza--. Hoy haria trece anos desde que nos casamos. --Mi pequena tonta... --se acerca a abrazarme-- Necesitas un hombre pero ya. Ademas, el trece es el numero de la mala suerte, mejor que se terminara en el nueve. --!Anda, vamos a casa! Debo reconocer que mi amigo me ha arrancado una sonrisa a pesar de la pena que siento en este momento. Ya han pasado muchos anos, ya deberia de haberlo superado, pero cada vez que veo a George aparecer por casa para recoger a la pequena Sarah mi corazon se salta un latido. Nuestra relacion es cordial, por decirlo de alguna manera. En realidad trato de parecer amigable aunque por dentro me muera poco a poco, pero debemos llevarnos bien por el bien de la nina. Alguna vez hemos ido al parque como una familia de verdad, pero al llegar a casa ese sueno se ha desvanecido como el humo. Me desnudo por completo y me meto bajo las sabanas. Esta noche el sueno tarda en llegar, como todos los fines de semana que George se lleva a Sarah, pero cuando llega, sueno con un amanecer en la playa y un desconocido surcando las olas del mar. Capitulo 2 --!Despierta! !Mami, despierta! Mi pequena princesa tira de las sabanas intentando destaparme, pero las agarro con fuerza al recordar que estoy completamente desnuda bajo ellas. --!Hola, bichito! ?Ya has regresado? ?Tan pronto? --Papa esta en el salon. Quiere hablar contigo. --?Conmigo? De... de acuerdo, ve a hacerle compania, ahora mismo voy. --Pero no vuelvas a dormirte, ?vale? --Lo prometo. En cuanto mi pequena se marcha, salto de la cama y me doy una ducha rapida. No puedo arreglarme demasiado porque sospecharia, pero si que me doy un poco de brillo en los labios y me pongo un vestido veraniego que me queda a la perfeccion. ?Que querra George? ?Acaso pedirme que volvamos a estar juntos? Verle sentado en el sofa con Sarah entre los brazos me encoje el corazon como siempre. Me acerco con paso relajado, y me siento a su lado con una sonrisa. El se inclina, me besa en la mejilla y se vuelve hacia la pequena. --Mi amor, ?por que no vas a ver si el tio Paul puede prepararte un super batido de chocolate? Mama y yo tenemos que hablar. Sarah asiente y sale a correr en direccion a la cocina, y el se queda ahi, mirando el vacio, lo que me parece un siglo. --?Vas a hablar de una vez o esperamos a que vuelva la nina? --bromeo. --Claire... Esto no es nada facil para mi. No quiero hacerte dano, y... --George, me estas asustando, asi que sueltalo de una maldita vez. --Voy a casarme. En este momento todo el aire escapa de mis pulmones, la sangre se congela en mis venas y mi maltrecho corazon se deshace en millones de pedazos. ?George, mi George, se va a casar? --Pues enhorabuena --es lo unico que atino a decir. --Se que es un golpe muy duro para ti, pero... --George --le interrumpo--, nuestro matrimonio murio hace cuatro anos, y lo he superado. Me alegro mucho por ti, en serio, y espero que seas muy feliz. --Querria pedirte un favor. --Lo que necesites. --Elaine quiere que Sarah pase con nosotros el mes anterior a la boda, para hacerla participe de todos los detalles. --Entiendo. --El dia de la boda volveria a casa contigo, por supuesto, pero estas pequenas vacaciones con la nina harian a mi novia muy feliz. --Esta bien --digo como un automata-- ?Cuando seria eso? --Me la llevaria hoy mismo. --Espera, ?te casas en un mes? --No sabia como decirtelo, Claire. Se que el divorcio te destrozo, y crei que aun no lo habias superado. Siento no haberte avisado con mas antelacion, pero de todas formas la nina esta en las vacaciones de veranos, asi que... --Voy a preparar la maleta de Sarah. --Muchisimas gracias, de verdad. Te prometo que te compensare. --Dudo mucho que puedas hacerlo. Sin mas, salgo de la habitacion con los ojos anegados en lagrimas. En apenas un mes George sera de otra mujer. Tendra hijos con ella, y la amara como me amo a mi una vez. Tengo que dejar de enganarme a mi misma... hace mucho tiempo que George dejo de ser mio. Me limpio las lagrimas con furia y comienzo a preparar la maleta de Sarah.

  • Todo suyo, senorita Lopez de Mariel Ruggieri

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    La senorita Lopez siempre ha tenido dudas sobre su orientacion sexual, hasta que Daniel Oliver llega a su vida con una mochila llena de problemas y unos gustos sexuales algo peculiares que ella pronto aprendera a disfrutar.

  • LOS CADAVERES NO SUENAN de Enrique Laso

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    Aquel tipo habia estado paseando con su perro un par de horas al menos, tratando de hacer tiempo para no incordiar en casa, mientras su hijo y su esposa se afanaban en preparar una cena suculenta a base de pavo bien horneado, pure de patatas, salsa de arandanos, sidra y, de postre, un delicioso pastel de calabaza. Mas tarde le tocaria a el recoger la mesa y hacer toda la fregaza. Era un intercambio de labores justo, aunque detestase limpiar platos. Pero merecia la pena. No todos los dias era Accion de Gracias. Habia recorrido aquellos aridos caminos, endurecidos por las primeras heladas otonales, cientos de veces, y casi podria decirse que los conocia mejor que cada palmo de su cuarto de matrimonio. En realidad no se cansaba de ellos, pues su belleza silvestre emborronaba un pasado plagado de amplias avenidas, polucion y ensordecedor ruido de coches. Seguramente ese fue el motivo que le llevo a percatarse de inmediato de que algunos arbustos ubicados a la derecha de la senda que estaba siguiendo se encontraban levemente aplastados. La curiosidad le hizo adentrarse entre la maleza, imaginando que con suerte se toparia con algun tejon revoltoso, un zorro asustadizo o una mofeta. Apenas habia sacado de uno de los bolsillos de su pantalon de explorador su Smartphone, con la intencion de sacar una fotografia medianamente decente de lo que quiera que alli estuviese aguardando, para luego mostrarla ufano a su familia, los ladridos de su perro le sobresaltaron. Se encontraba a solo unos pasos de el, y parecia haber encontrado algo realmente interesante. El hombre penso que posiblemente se trataria del cuerpo sin vida de algun pequeno animal, de modo que se aproximo con cierta aprehension. Cinco anos de vida en plena naturaleza aun no habian logrado adaptar al broker de Wall Street que habia sido durante dos decadas al mundo salvaje, y ese antiguo yo se revolvia en sus entranas con frecuencia, tratando de volver a dominar una vida que se habia vuelto de lo mas apacible. --?Que sucede, Duke? -- inquirio, como si su pequeno Beagle pudiera contestarle o comprendiese el ingles. El tipo se acerco con una sonrisa en los labios, mofandose de su propia inocencia, y recordando las cientos de charlas que ya habia mantenido con Duke. Pero de subito una imagen horrible le arrebato la dicha y la torno de inmediato en una mezcla malsana de repugnancia y panico. Su Beagle olisqueaba un punado de huesos que, sin lugar a dudas, y pese a que el no era ningun experto ni en medicina, ni en paleontologia, ni mucho menos en antropologia, eran humanos.

  • A pesar de los pesares de Aurelio Arteta

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    La ocultamos, fingimos ignorarla, pero por mas que se mire para otro lado, por mas que se cambie de tema o se baje la voz cuando asoma en la conversacion, la vejez, el envejecimiento, estan ahi, forman parte de nuestra vida. Apenas sin percibirlo, hemos cumplido los cincuenta, los sesenta, los setenta.

  • Tu eres mi mejor medicina de Paris Yolanda

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    Lucas y Yolanda viajan a Espana con la idea de reencontrarse con sus amigos y revivir juntos un sinfin de buenos momentos. Nada mas lejos de la realidad, puesto que en cuanto pisan territorio espanol, se dan cuenta de que las cosas han cambiado bastante y que ya nadie es lo que era.

  • Mujeres malqueridas de Mariela Michelena

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    A lo largo del ultimo siglo son muchos y muy valiosos los territorios que la mujer ha conquistado. El voto, la independencia economica y decidir como, cuando, donde y con quien tendra sus hijos, son logros indiscutibles. Sin embargo, en medio de los aplausos por tantas victorias, llevamos algun tiempo escuchando las quejas de mujeres independientes y emancipadas, que sufren por un mal amor. Hace no tantos anos su lamento encajaba perfectamente en el listado interminable de maltrato y postergacion social del que la mujer ha sido victima. Su padecimiento por amor era una queja mas, o casi podria decirse que una queja menos, porque entre tanta reivindicacion fundamental, una lagrima, una espera, un nudo en la garganta o un insomnio, parecian detalles insignificantes. Tomando en cuenta las condiciones de menoscabo que ha sufrido durante siglos la mujer, interrogarse por su felicidad en el amor hubiera sido como si, ante un nino que empuja una carreta de carbon en una mina de Gales, nos hubieramos preocupado por el estado de sus unas o de sus dientes. Hoy, que otros problemas mas acuciantes estan resueltos, las voces de las mujeres que sufren por amor se escuchan con mas intensidad. Sus lamentos chirrian en un mundo que muchas dan por conquistado. Todos conocemos a mas de una mujer que se queja de que la quieren mal. El eco de su pena se escucha en los lugares de trabajo, en el gimnasio, en las animadisimas comidas entre amigas y en las series de television. Dicen que es un tema femenino de actualidad. Por supuesto que conozco y frecuento todos esos foros, pero en este libro voy a hablar desde mi experiencia como psicoanalista. Malqueridas Cuando hablemos de malqueridas hablaremos de mujeres que padecen por un mal amor, no necesariamente de mujeres maltratadas fisicamente, sino de mujeres enzarzadas en relaciones imposibles, destructivas, que lloran por un amor perdido o sin futuro aunque pasen toda la vida enganchadas a ese llanto y a esa relacion. Mujeres fieles a parejas intermitentes. Amores furtivos, prohibidos, clandestinos. Mujeres extraordinarias que se transforman en ninas enfermizas si un hombre no las llama. Mujeres encadenadas a una pena de amor, condenadas a ser la horma de cualquier zapato, o a instalarse debajo de cualquier zapato. Mujeres que no se cansan de escuchar: <>. Mujeres sumisas, mansas, asustadas, complacientes. Mujeres que son fuertes ante todos los retos de la vida, brillantes para resolver sus tareas, para enfrentarse a cualquier desafio, valientes para todo, excepto para resguardarse de ese hombre que las quiere mal. Mujeres dispuestas a esperar y a esperar y a esperar. Enganadas, traicionadas, malqueridas... De sus parejas seria arduo delimitar donde empieza el maltrato emocional y donde termina la malquerencia. Y cuando digo que las malquieren, no me refiero a que NO las quieran, al contrario, puede incluso que las quieran muchisimo, lo que ocurre es que las quieren mal. Quieren a una que no es ella, la quieren raro, torcido, al reves, y ella se retuerce y se contorsiona hasta encontrar la forma exacta que encaje con el trazado caprichoso de ese mal amor. A veces el hombre quiere a <> que tiene en su imaginacion y pretende transformar a su amada en alguien que no es ella, y la amada descoyunta su ser intentando complacerle. A la mujer verdadera apenas la tiene en cuenta, a veces ni siquiera se ha preocupado por conocer sus gustos, sus inclinaciones, sus dificultades; ?para que? Es suficiente con que ella siempre este alli para el. Se trata de un amor que suele quedar un poco estrecho de cintura y holgado de espalda. Es un amor <> que no le sienta bien a casi nadie y que, no obstante, esa mujer insiste en llevar a cuestas a pesar del sufrimiento que le supone. Una mujer subida a un amor como ese, debe tener la misma sensacion que una mujer subida a unos zapatos prestados, estrechos, puntiagudos y de tacon muy alto. Mientras todos los que la rodean la ven haciendo malabares y tambaleandose, ella se cree elegantisima y maravillosa, incapaz de reparar en que no es mas que una mujer que sufre y que se siente profundamente desgraciada. Lo que yo sostengo es que en toda mujer malquerida por una serie de hombres, hay una mujer que se quiere mal a si misma. Y cuando digo que se quiere mal, quiero decir que se quiere con un amor tergiversado. Con sus palabras ella dice que quiere una cosa, pero sus actos revelan que quiere otra. No estoy hablando de que <>; no me refiero a que tenga una <>. Puede que, sin saberlo, incluso, se quiera a si misma en exceso y se sienta en el fondo tan fuerte y tan poderosa como para ser capaz de salvar, por amor, todas las dificultades que se le presenten en el camino, aunque en el empeno se deje la sangre y la piel. Alguien que hace un mal negocio no necesariamente es alguien que no tiene dinero, puede quedarse sin dinero por no haber sacado bien las cuentas, a causa de un negocio torcido, o de una mala inversion. Pero quedarse sin dinero es una consecuencia, no una causa. Quedarse sin autoestima puede ser la consecuencia de haber invertido mal el amor propio. A veces el amor propio tiene una preocupante tendencia al heroismo, a adornarse a si mismo con una capita de superheroe, que lleva a su duena a sentirse capaz de acometer ciertas proezas titanicas que no le reportaran ni el exito, ni la fama mundial, ni siquiera le serviran para asegurarse un lugar en el Cielo. Solo obtendra cansancio, humillacion y sufrimiento. Ellas tienen la palabra Desde mi experiencia como psicoanalista, he tenido ocasion de toparme con muchas mujeres malqueridas. Sus historias aparecen en estas paginas lo suficientemente enmascaradas como para que ni siquiera ellas mismas puedan reconocerse. Todas ellas me han ensenado algo. Todas y cada una me han permitido descubrir una fascinante y singular respuesta. A todas ellas, para empezar, mi agradecimiento. A cada una de sus historias me acerco como si fuera la primera y no puedo dejar de preguntarme <>. ?Y por que esta mujer, tan inteligente, tan desenvuelta y exitosa en su trabajo, no se da cuenta de cuanto esta sufriendo? Y, si lo sabe, ?por que lo acepta como si no tuviera otra alternativa? ?Y por que sufre tanto por el final de una relacion que iba tan mal? ?Y por que vuelve con el despues de todo lo que ha sufrido a su lado? ?Y por que lo echa tanto de menos si apenas se soportaban? ?Y por que sigue esperando a que cambie, si es evidente que nunca va a cambiar? ?Y por que le parece que ese hombre es tan extraordinario si tampoco es para tanto? ?Y por que se ha buscado a otro hombre exactamente igual al anterior? De todas estas preguntas se desprende una que resulta esencial: ?que ventaja saca ella de todo esto? ?Que extrana y secreta transaccion ha realizado ella, consigo misma, con su pareja, con la vida, para creer que una situacion tan dolorosa le resulta rentable? ?Como explicar que se resista con tanta voluntad a abandonar ese lugar que aparentemente es tan incomodo? Intentar responder a estas preguntas es el tema que va a recorrer como un hilo rojo las paginas de este libro y lo que va a diferenciarlo de otros.

  • DRAG: ?Te atreves? de M. A. Petersen

    https://gigalibros.com/drag-te-atreves.html

    Tras algo mas de un ano desde su arrollador exito en un prestigioso reality show de dragqueens*, Roy no ha parado de trabajar como transformista. Su hilarante y algo perverso personaje “Bianca”, dotada de la mas irreverente boca, con su maquillaje recargado al maximo y orgullosa de ser siempre politicamente incorrecta, acepta una oferta de trabajo por seis meses con el holding Corona, una empresa dedicada en todo lo amplio al espectaculo y los clubes nocturnos.

  • El ultimo argumento de los reyes de Joe Abercrombie

    https://gigalibros.com/el-ultimo-argumento-de-los-reyes.html

    LA PRIMERA LEY: LIBRO III

  • Los ascensores dormidos de La Habana de Carlos Diaz Dominguez

    https://gigalibros.com/los-ascensores-dormidos-de-la-habana.html

    <>. Esa fue la singular sugerencia que le planteo el presidente de la editorial al exitoso escritor Alberto Rodriguez-Conde. La aceptacion del nuevo proyecto le va a arrastrar a una aventura que cambiara su destino.

  • Enganando a mi destino (Enganos 2) de Priscila Serrano

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    Tres anos habian pasado desde que Sofia y Anthony se vieron por ultima vez.
    Ella decide que tiene que volver a vivir y para conseguirlo tendra que olvidarle, pero ?que pasara cuando el pasado se cruce en su camino?
    ?Que hara cuando el hombre que tanto dano le hizo se ponga frente a ella?
    ?Llegara a perdonarlo o lo echara de su vida como hizo el?

  • Mi dieta cojea: Los mitos sobre nutricion que te han hecho creer – Aitor Sanchez Garcia de Aitor Sanchez Garcia

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    Quien no ha oido, y repetido, muchas veces frases como <>, <>, <> o <>.

  • Los hundidos de Daniel Mendelsohn

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    Este libro empieza con la historia de un muchacho que crecio en una familia golpeada por la tragedia: seis de sus miembros desaparecieron en Europa durante la segunda guerra mundial. Era un asunto del que no se podia hablar y que fue aduenandose paulatinamente de la imaginacion del joven Daniel Mendelsohn. Muchos anos mas tarde, a partir del descubrimiento de unas cartas que su abuelo recibio en 1939, el silencio se convirtio en una pregunta que lo interpelaba y decidio seguir la pista de los parientes perdidos durante el exterminio nazi.

  • El valor de una promesa de Susana Oro

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    Ya estaba por nacer. Habian pasado cinco anos desde el dia que sonaron con engendrar un hijo sin que la semilla de Eduardo echara raices en el vientre de Amanda, quien ya no tenia deseos de pensar en biberones y panales. Pero la nina llego sin pedir permiso. Asi, sin mas, se presento un dia llenando a su madre de nauseas y antojos de, frutillas con crema, helado de arandanos, melon con jamon, mayonesa de aves y pollo al curri. El vientre materno era un bombo que retumbaba en el cuerpo delgado de Amanda. ?Por que no la dejaban salir? Pum, pum, pum... Ya estaba harta de estar flotando alli adentro cuando afuera habia vida y un mundo hermoso por conocer. Empujo con la cabeza intentando abrir la puerta. La madre sintio que se partia en dos de dolor, grito y se acuclillo en el suelo esperando que la contraccion pasara. Treinta y siete anos y encima primeriza. No estaba para estos trotes, menos con una nina que no habia dejado de moverse en su vientre. Solo rogaba que no se le arruinara el cuerpo. Eduardo Parker corrio como alma que lleva el diablo para ayudar a su mujer a levantarse. Era un hombre de cabello del color del trigo. Siete anos menor que su esposa, que se hacian evidentes al verlos juntos. El aun tenia el rostro juvenil y un cuerpo de musculos firmes ganado con el rudo trabajo del campo. Esos Ojos, de color gris claro, reflejaban su mirada carinosa y su caracter jovial. Era como si sonriera con los ojos, sobre todo en ese momento, cuando el sueno de tener a su hija en brazos ya casi era una realidad. -Maldito bastardo -dijo Amanda como si odiara a Eduardo. No lo odiaba, pero le molestaban los siete anos menos y el enorme trabajo de seduccion que tuvo que desplegar para lograr que se casara con ella. En ese momento de dolor los resentimientos daban vuelta por su mente y queria cargarlo de culpas, por ser mas joven, por no necesitar tantos arreglos para estar siempre apuesto, por haber luchado tanto para que la aceptara... y encima, por no estar sufriendo lo que ella estaba padeciendo. Despues de todo, por culpa de su semilla sentia que se moria. Tampoco recordaba la felicidad de Eduardo y los preparativos que habian compartido durante los nueve meses de gestacion. En realidad habian sido ocho meses y medio, porque la nina inquieta que llevaba en el vientre decidio salir antes de la fecha prevista. -Si, querida, tienes razon -dijo Eduardo intentando apaciguarla mientras la tomaba en brazos-. Mejor vamos a la clinica, que ya hable con Alfredo para decirle que empezaron las contracciones -aclaro, se cargo el bolso que habia dejado sobre el sillon y salio con Amanda en brazos. El capataz abrio con prontitud la puerta de la camioneta mientras le quitaba el bolso a Eduardo para dejarlo en la cabina. La nina eligio ese momento para dar otro empujon. ?Que pasaba que no le abrian la puerta? Ella queria salir, mirar el mundo y sonreirle a la vida. Empujo nuevamente con la cabeza, y Amanda se retorcio. -Ya viene, ya viene, maldicion. Ya viene. Hijo de puta. Te odio por lo que me has hecho - grito Amanda a Eduardo, que corrio a sentarse frente al volante y sin responderle a su esposa salio levantando polvo con los neumaticos. Tomo el movil y llamo a Alfredo, el medico y amigo de la familia. -Estamos en camino, Alfredo. Las contracciones son una tras otra -explico Eduardo. -Bien -dijo Alfredo, tapo el aparato y lanzo un grito que debio escucharse en toda la pequena clinica-. !Ya vienen! !Avisen a todo el pueblo que la nina Parker ya llega! Pueblo chico, penso Eduardo, nego con la cabeza y no pudo evitar la sonrisa. En cinco minutos ellos estarian alli, y tambien todos los vecinos. Nubes oscuras corrian carrera en el cielo. El sol habia desaparecido cuando Eduardo estaciono en la puerta de la clinica. Se bajo y alzo a Amanda, que grito y se retorcio cuando otra contraccion le hizo ver las estrellas. En ese momento un rayo rasgo el cielo y el trueno silencio el alarido de la mujer. La lluvia no espero que ingresaran, sino que decidio caer sobre ellos. Amanda quedo empapada y con el cabello peinado de peluqueria pegado al rostro. Apreto los dientes, y Eduardo no supo si era por las contracciones o por haber perdido el peinado, ya que su esposa era una mujer que solo se preocupaba cuando perdia su impecable apariencia. -Solo unos minutos mas y tendremos a nuestra pequena -dijo Eduardo para tranquilizarla. -Deberia ser solo mia, ya que tu no has pasado por esto. Malditos hombres que se atribuyen nuestro mismo derecho y no hacen nada -dijo Amanda furiosa mientras otro empuje le quitaba las ganas de seguir insultando a Eduardo. Eduardo prefirio no decirle que llevaba ocho meses consintiendo cada uno de sus caprichos y aguantando cada una de sus estupideces cuando hablaba de lo bella que seria la nina. Pero en momentos como ese, en el que recibia todo su veneno, todo el pasado volvia a su mente. Se habia casado con Amanda sin estar enamorado. El habia dejado de creer en el amor, era un sentimiento danino, y despues de que ella insistiera hasta el hartazgo, decidio que lo mejor era tener una esposa que no amara para evitar las decepciones. Ella tampoco lo amaba, solo se habia encaprichado porque era atractivo y lo consideraba una especie de trofeo. Era una cabeza hueca, siempre lo habia sido, y desde que habia quedado embarazada no hablaba de otra cosa que de la belleza que tendria su hija teniendo dos padres tan hermosos. Dejo de recordar las banalidades de Amanda. En unos minutos la nina de sus suenos los llenaria de alegrias y Amanda, cuando la tuviera en brazos, tal vez, se decidiera a dejar de lado las frivolidades. -Que mal dia para nacer -dijo una anciana asomada al ventanal de la sala de espera que daba a la calle. -Cuantas lagrimas va a derramar esa nina -dijo otra senalando el diluvio que se habia desatado cuando Eduardo saco a Amanda de la camioneta. -?Se fijaron que a Eduardo se le cruzo un gato negro? -pregunto otra dejando ver su cara de asombro. -Si, si, y para colmo Eduardo paso bajo una escalera -aclaro otra, y las cuatro se santiguaron para que las desgracias no las alcanzara a ellas. Eduardo avanzo por el pasillo cargando a su bella esposa, que se retorcia de dolor en sus brazos. -Ya pasa querida, ya veras que en un suspiro nuestra adorada nina habra llegado -Trato de calmarla mientras empujaba la puerta batiente de la sala de guardia. -!Suspiro!, ya te quisiera ver a ti dando ese suspiro. Maldito hombre, todo esto es por tu lujuria. Te odio, te odio..., nunca mas me vas a tocar. Me oyes. !Ay Dios...! !Ay mi madre querida, porque no me dijiste que era tan dificil esto! Si lo hubiera sabido no me habria casado. Eduardo arqueo las cejas, lo habia perseguido hasta volverlo loco para que se casara con ella, y ahora lo culpaba, penso pero no emitio palabra. Unos cuantos pasos mas y pudo recostar a su mujer sobre una camilla para dejarla en las habiles manos de una enfermera. Por la frente de Amanda se derramaban gotas de sudor y de sus ojos brotaban gruesas lagrimas, tan gruesas como las gotas de lluvia que salpicaban el cristal de la ventana. Ese cabello color zanahoria con bucles siempre ordenados estaba pegado a su rostro, y sus impactantes ojos almendrados de un hermoso color tostado se veian desencajados de furia y dolor. Eduardo nunca habia visto a Amanda en ese estado desalinado y enfurecido, ni siquiera cuando se levantaba con sus cabellos revueltos y los ojos hinchados despues de una mala noche. Ella, la mujer mas arreglada del pueblo parecia una arpia en ese momento. -!Te desprecio, te odio me oyes! !Te quiero fuera de mi cama! !Nunca te ame! ?Has entendido? -grito Amanda. Y el lo sabia de sobra, pero hacia lo imposible para que el matrimonio funcionara. -Todas dicen lo mismo Eduardo, es mejor hacer oido sordo a sus palabras -comento la enfermera mientras preparaba a Amanda para la llegada del medico, que habia salido a tomar un refrigerio antes de atender el parto de la mujer de su amigo. Ella estaba en pleno trabajo previo y siendo primeriza Alfredo estaba seguro de que tendrian una buena cantidad de horas de espera hasta que naciera la nina. Por recomendacion de la enfermera, Eduardo se dirigio a la sala de espera. Amanda estaba atendida por la gente de la clinica y dos amigas, que le secaban el sudor de la frente y la ayudaban a respirar cuando la atacaba otra nueva contraccion. Eduardo hubiera querido correr a todos para ser el quien la atendiera y calmara, pero su mujer habia preferido echarlo, y no pensaba contradecirla. La mitad de los pueblerinos estaban congregados en la sala de espera. Muchas mujeres y pocos hombres. Las mujeres tenian esa curiosidad innata que las hacia estar presente en cada acontecimiento importante como nacimientos, casamientos y velorios. En un rincon, Eduardo diviso a ese hombre que queria como a un padre. Eran vecinos y habia sido el mejor amigo de su padre. Sonrio, pero al instante se le borro el gesto y fruncio el entrecejo al ver que Quino estaba acompanado de su terrible nieto Alan, el hijo de Marian, penso con una mezcla de dolor y resentimiento. El demonio habia seguido a su abuelo, se dijo Eduardo y apreto los punos. Ese chico era lo mas salvaje que habia visto en su vida, y solo tenia siete anos. Tenia sus motivos. Todos sabian que sus padres se habian peleado tres anos por pasarle la tenencia al otro y el pobre habia quedado lleno de resentimientos, que descargaba en sus abuelos y en los vecinos del pueblo. A Eduardo recordar a la madre del nino le producia nostalgia. Pero la aparto, Marian no merecia su nostalgia, ademas el era un hombre casado y en pocos minutos seria un padre entregado a su hija. Amanda empezo a gritar como si la estuvieran matando. Eduardo camino nervioso por la sala de espera, ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta... Deberia ser el quien estuviera con su mujer, se repitio y apreto los punos al recordar que lo habian echado como si fuera un extrano. !Era el padre de la nina, maldicion!, se dijo y respiro profundo varias veces para calmarse. Pocos minutos despues Alfredo ingreso corriendo a la sala de parto, y luego de unos cuantos gritos e insultos mas de su esposa el silencio se apodero del lugar, que fue roto por un alarido desgarrador seguido del llanto lastimero de Amanda. Eduardo temblo. Su hija, su querida hija no habia llorado, penso y sintio que le faltaba el aire. Miro a sus vecinos tratando de encontrar una respuesta, pero todos estaban mudos y observaban la puerta batiente por donde Alfredo deberia salir a dar la mala noticia, pero nadie aparecia, ni Alfredo ni las enfermeras. En un rincon, junto a una maceta de plantas de hojas verdes, Alan sonreia burlon al observar las caras de susto de la gente que habia venido a conocer la nina. El habia seguido a su abuelo escabullendose entre los matorrales y los troncos de los arboles, desoyendo los consejos de la abuela para que se quedara con ella. Alan sabia que una vez que su abuelo lo viera en la clinica no lo echaria. Si todos iban a estar en el nacimiento de la nina de Eduardo, ?por que el no?, despues de todo tenia el mismo derecho que los otros de estar alli. Inclusive, podria darle un pequeno pellizco a la nina para que fuera aprendiendo de chiquita a no meterse con el, penso sin dejar de lado esa sonrisa burlona. Su abuelo lo zarandeo para que guardara la compostura. Alan fruncio el ceno, lo insulto y le dio una patada en la pierna para dejarle en claro que nadie podia retarlo. Quino perdio el equilibrio por unos instantes y contuvo las ganas de reprender a su nieto. Solo siete anos de edad y nadie se atrevia a contradecirlo, retarlo y mucho menos enderezarlo, ni hablar de educarlo. Su nieto era un salvaje y asi seguiria porque tanto Quino como su mujer Rosario habian desistido en sus intentos por civilizarlo. Que se las arreglara como pudiera, esa habia sido la ultima decision que habian tomado despues de sus miles de intentos por encausarlo. Un murmullo indescifrable se apodero de la sala, y Eduardo escuchaba desesperado los comentarios. "Debe estar muerta", "No, no, quiza tiene algun problema genetico", "Es primeriza y esta mas cerca de los cuarenta que de los treinta, a lo mejor la nina ha nacido con algun problema mental", "Callate, Lola, que algunas mujeres han tenido hijos sanos inclusive a los cincuenta". Quino Martin, que aun estaba dolorido por la patada que le acababa de dar su terrible nieto, se acerco rengueando a su amigo Eduardo y le palmeo el hombro. Tantos anos de amistad le permitian saber la angustia que estaba sufriendo en ese momento de incertidumbre, ya que nadie salia a informarles lo que estaba pasando en la sala de partos. Pero no dijo nada. ?Que le podia decir? Solo se quedo a su lado haciendole compania mientras aguardaban que alguna enfermera o Alfredo salieran a dar la noticia, que no debia ser muy alentadora. Las gotas de lluvia seguian golpeando contra el vidrio y los comentarios de la gente se desviaron por otros derroteros. Algunos decian que la lluvia presagiaba malos augurios para la nina Parker. Otros, que la naturaleza estaba dando cuenta de las lagrimas que derramaria en el futuro, o que cuanto mas diluviara mas lloraria la nina en su adultez; si es que estaba con vida. Alan escuchaba asombrado la cantidad de cosas que le iban a pasar a la hija de Eduardo, y decidio aprovechar el alboroto para meterse en esa habitacion donde estaba viva o muerta la nina de los Parker. Paradito con sus piernas desnudas chorreadas de barro y la remera blanca estirada de tanto acampanarla con las manos, Alan se ajusto el lazo que le sujetaba el pantalon corto para que no se le cayera, y camino como un adulto hasta el borde de la camilla. Vio a Amanda tumbada con la cara enterrada en la almohada llorando a mares, y al medico de bata celeste acunar a un bebe tapado por una mantilla suave como el algodon. -Dejame verla -exigio Alan al medico. Hablo fuerte y con la cabeza bien levantada para que se enterara de que el estaba alli-. ?Esta muerta o es tonta? -?Y tu que haces aca si nadie te invito a entrar? -dijo ofuscado Alfredo al ver al travieso nieto de Quino metido en la sala de parto. -Y a mi que me importa si me invitan o no. Yo entro -dijo con arrogancia mientras le daba una patada en las espinillas para que se torciera y le dejara ver a la nina muerta. El medico, que hacia de obstetra si era necesario, se inclino de dolor y Alan pudo echarle una buena mirada al bebe, que le sonreia con una enorme boca y lo miraba con unos ojos mas grandes que toda la cara. Tenia unos pelos tan parados que se parecia al espantapajaros que el habia fabricado para que los pajaros no se comieran el maiz que sembraba su abuelo. -!Puaj!, si que eres fea y no estas nada muerta como dicen afuera. Nunca, nunca vi a alguien tan feo. ?De que te ries, nina tonta?, acaso no te han puesto frente al espejo. Al ver que la nina hacia un puchero por sus palabras, Alan Martin, por primera vez en su corta vida sintio que lo invadia una extrana sensacion de tristeza, y un feo nudo de angustia le cerro la garganta. Nunca se emocionaba por nada y tampoco lloraba, penso cuando descubrio que unas lagrimas amenazaban con escapar de sus ojos. Parpadeo varias veces para contenerlas, y se indigno por su debilidad. El era el nino mas atrevido y travieso del pueblo, el que hacia lo que queria, el que nadie contradecia. ?Por que tenia que sentir ardor en los ojos por una nina horrible que estaba a punto de llorar?, si el solo estaba diciendo la verdad. Ella era tan fea que su madre lloraba desconsolada al ver la cara horrible de la hija que habia tenido. Pero, a pesar de su indignacion, intento consolarla. -No llores nina tonta, que supongo que vas a llorar muchisimo cuando seas grande y nadie quiera casarse contigo por ser tan fea. La impertinencia del nino al meterse en la sala de partos sin que nadie lo invitara, rompio la incertidumbre y elucubraciones de los vecinos. Eduardo habia ingresado despues del nino, seguido de las mujeres y hombres que estaban aguardando el feliz acontecimiento. Tras el nino, Eduardo Parker dejaba salir el aire que se le habia estancado en la garganta al no escuchar el llanto de su hija, y una sonrisa le curvo los labios. El nieto de Quino no estaba halagando a su nina, por el contrario, pero que importaba si lo primordial era que su hija estaba viva. Quino Martin, por su parte, observaba desconcertado a su nieto, que por primera vez mostraba una pequena debilidad frente a alguien. Su nieto era frio como un tempano de hielo desde que su madre lo habia abandonado, y esa actitud del nino lo emociono. Para sorpresa de Alan, la nina risuena dejo escapar una lagrima por su mejilla arrugada y el ya no pudo aguantar mas la angustia al verla llorar. Nunca le habia pasado algo asi y, a pesar de la furia que sentia por ese nudo que tenia en la garganta y no lo dejaban respirar, se sento en el piso y pidio al medico que le dejara sostenerla. Ante el gesto afirmativo de Eduardo, el medico le entrego a la pequena. Alli la acuno contra su pecho sin darse cuenta que su abuelo, el padre de la nina y la mitad del pueblo que habia ido a conocerla lo miraban desconcertados. Nadie se atrevio a hablar, solo observaban sin comprender la relacion entre el nino y la recien nacida. -Ya basta de ser llorica. Eso te hace mas fea todavia de lo que ya eres. Deja de llorar que nadie te va a querer... -Asombrosamente la nina no lloraba a gritos como cualquier bebe, sino que dejaba escapar unas gruesas lagrimas de los ojos, como si no se pudiera contener. Alan vio que la pobre y fea nina intento sonreir a pesar de su silencioso llanto, y eso lo golpeo como si sus siete anos de travesuras, de hacer llorar a las maestras y de golpear a los mas debiles de la escuela, hubieran desaparecido de su vida. Ese bebe que le sonreia para congraciarse con el lo habia transformado en un nino debil. A pesar de su enojo, por lo que ella conseguia de el, no pudo evitar consolarla como le parecio mejor-. Mira, para que no llores mas, te digo, que si cuando te hagas grande no hay nadie que se quiera casar contigo, que seguro no va a haber nadie ya que eres tan fea que no se te puede ni mirar, yo voy a casarme contigo. ?Esta claro?, ?asi vas a dejar de llorar? -La nina lo miro, le sonrio de oreja a oreja y con su manito pequena se apodero del dedo pulgar de Alan sellando la promesa que el le acababa de hacer. Eduardo estaba tan emocionado al saber que su pequena hija estaba viva y aparentemente sana, que no presto demasiada atencion a lo que habia pasado entre Alan y la nina. Se agacho junto al nino y sonrio al ver a su pobre hija con los pelos parados como un puercoespin, sonriendole como si lo reconociera. Tenia los ojos y la boca demasiado grandes para ser una recien nacida, y estaba tan arrugada que parecia una anciana en sus ultimos momentos de vida, no un bebe recien venido al mundo. Pero a Eduardo esa sonrisa cautivadora lo hizo sentir el padre mas orgulloso del mundo, y sin sacarsela a Alan le pregunto. -Puedo cargar a mi hija. -Y bueno, pero no la vayas a tirar al piso y la vayas a dejar peor de lo que ya es. Si hasta parece un espantapajaros. Ella si que mantendria el maiz de mi abuelo sano hasta la cosecha - dijo Alan levantandose del piso cuando Eduardo le saco la nina de los brazos. Todo sucedio demasiado rapido. Amanda se precipito de la camilla para intentar arrebatarle la nina a Eduardo, mientras le explicaba que esa no era su hija. Insulto, pataleo y grito delante de los pueblerinos que le habian cambiado la nina, que alguien tan poco agraciada no podia ser su hija, y que la alejaran de su vista porque no podia mirarla. Las exclamaciones de los vecinos evitaron que los presentes vieran el gesto de dolor e indignacion de Eduardo ante las palabras de su mujer. Tampoco escucharon sus palabras: "Como puedes ser tan despreciable. Te prefiero lejos de nuestras vidas antes de que mi hija sufra las consecuencias de la frivolidad de su madre. No mereces ser madre de esta nina". Amanda cayo al suelo, la bata cubierta de sangre, pero lo que mas asusto a todos era el odio con que miraba a la nina.

  • Chantaje 2 : Mi mejor eleccion – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    Ha pasado el tiempo. Clara y Aaron se vuelven a encontrar con un nuevo desafio entre manos, esta vez las cartas estan a favor de Clara y su eleccion debera ser acertada, ya no tendra cabida el corazon, sino la razon. Ella debera planear con cuidado cada uno de sus movimientos en el reencuentro con el hombre mas egoista, resentido, egolatra y vengativo que jamas ha conocido. En menos de un ano Aaron ha hecho estragos con su vida, gracias a el perdio todo. su padre, su trabajo. fue chantajeada, enamorada y desechada cual envoltorio de caramelo; se caso y separo en lo que dura un suspiro y ahora la vida la pone nuevamente en el ruedo.
    Con mas fuerzas que antes, decidida a que las cosas desde ahora se hagan cuando y donde ella lo decida, duena de una vez y para siempre de su vida, Clara se halla en una encrucijada y debera medir en la balanza de la vida, el peso de sus sentimientos o lo que le dicta su mente.
    “Si Aaron me quiere de vuelta en su vida debera sudar como yo lo hice meses atras… Estar junto a el no es la unica opcion que tengo delante. desde ahora solo sera mi peor o mi mejor eleccion”

  • Mariposa de Yusra Mardini

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    La increible e inspiradora historia de una joven extraordinaria.

  • Tu y yo despues del invierno (Latidos) de Laia Soler

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    Que facil seria la vida si el amor fuera luminoso y eterno, como prometen los cuentos de hadas. Pero algunos amores aparecen poblados de abismos e incluso tienen fecha de caducidad. Y entonces no hay mas remedio que saltar. o salir huyendo.
    Desde que regreso a Valira, la ciudad de montana que la vio crecer, Erin lleva una existencia tranquila y predecible junto a su novio Bruno, un chico ideal, y a sus amigos de toda la vida. En ese mundo que tan bien conoce, Erin consigue mantener a raya la oscuridad que desde la infancia acecha su alma. En Valira, cuenta con un arma secreta: el haya magica de su jardin, que desde siempre ha guiado todas sus decisiones. Las primeras nieves, sin embargo, traen consigo nuevas caras y encuentros a la pequena ciudad de esqui. El invierno lo cubre todo de blanco y de frio. todo, salvo el corazon de Erin, cuyos hielos empiezan a derretirse. Puede refugiarse en la magia del arbol una vez mas. o explorar las sombras de su corazon, un territorio incierto y extrano, que nadie salvo ella misma puede conquistar.Laia Soler, la autora que nos hizo vibrar con Nosotros despues de las doce, nos transporta de nuevo a los infinitos paisajes de Valira en un relato turbador pero tambien resplandeciente sobre el miedo, el riesgo y la magia del presente.

  • Los viejos amigos (Volumen independiente), Silvia Soler de Silvia Soler

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  • El cuaderno de las flores de Kayte Nunn

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    Dos mujeres aventureras, un viaje y la busqueda de una flor que puede dar y quitar la vida

  • En la piel de una yihadista de Anna Erelle

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    El testimonio de una joven occidental captada por el estado islamico.

  • Moscas de Agustin Pery

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    ?A que huelen las nubes de esta novela? Las nubes de esta novela huelen a podredumbre. El asesinato de un periodista de investigacion en la isla de Mallorca y la torpe serie de acciones y reacciones que desencadena sirven como hilo conductor a esta trepidante narracion. Un magnifico thriller que retrata -con un estilo conciso y directo, y con gran conocimiento de causa- las relaciones que tejen y anudan la corrupcion en Espana. Es esta una narracion dura -violenta en muchos aspectos- como no podia ser de otra manera, pues la voz del narrador se acerca a la del protagonista principal, un policia nacional curtido en las alcantarillas de la lucha antiterrorista y sobrado de testosterona

  • El trono de jade ( Temerario 2), Naomi Novik de Naomi Novik

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  • Una cita con la Lady de Mateo Garcia Elizondo

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    <> El protagonista y narrador de esta novela va en busca de la cita definitiva con la lady en forma de polvo blanco, y para ello emprende un viaje al final de la noche en el que se sucederan los encuentros con personajes inquietantes, con los fantasmas de los amigos muertos por el camino, con los recuerdos de la gran ciudad que ha dejado atras y con su propio pasado.
    La primera frase de la novela evoca el mitico inicio del Pedro Paramo de Rulfo, y hay en sus paginas ecos del grotesco carnaval mexicano de autodestruccion de Bajo el volcan de Malcolm Lowry. Con una prosa envolvente e hipnotica, Mateo Garcia Elizondo narra, en este asombroso y extraordinario debut, un viaje al corazon de las tinieblas, el espectral descenso a los infiernos de un adicto que se adentra en una senda con un unico destino posible, que esta cada vez mas cerca.

  • La casa del reloj en la pared de John Bellairs

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    ?No oyes el tic-tac?

  • Estas bajo mi mando de Olivia Chipres

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  • Amor y Virtud 2 de Rolly Haacht

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    Nueva edicion 2017 ampliada con ilustracion de personajes, mapa de la ciudad, calendario, etc. Un ano despues de la tragedia, los hermanos Becker deben seguir adelante con sus vidas. Zane no consigue afrontar la perdida y Derek y Arabia regresan a casa para ayudarla. Jake se ha vuelto mas reservado, Louis oculta un peligroso secreto, y Emily Wathson sigue creyendo que las cuatro virtudes del alma estan encarnadas en Arabia, Derek, Jake y ella misma; de tal forma que, solo si estan juntos, alcanzaran la autentica felicidad gracias al amor. En su nuevo camino les esperan celos, envidias y drogas. Pero tambien el amor de sus vidas, las primeras experiencias y los corazones rotos. Y es que esta atipica familia sigue viviendo su mayor aventura: vivir. Ejemplar con ilustraciones de Miss Arilicious Art

  • El sonido de tu mirada de Inma Cerezo

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    Nathan, una vez superados sus errores del pasado, ha dejado atras lo que es mas importante para el: Los Angeles, su familia, sus amigos y su grupo de rock. Se refugia en la universidad, y lo unico que le llena es seguir componiendo canciones.
    Leah esta a punto de empezar la facultad, y cree que esta nueva etapa, en otra ciudad, con nuevas amigas y junto a sus hermanos, sera emocionante..., pero estos ultimos no tienen pensado perderla de vista, sobre todo si ven algun roquero tatuado revoloteando a su alrededor...
    Ambos se encuentran en un presente plagado de desconfianza y ante un futuro que parece negarse a darles la oportunidad de estar juntos, pero... ?y si el destino tuviera otros planes?

  • Te doy mi amor 2 de Silvia Cruz

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    El amor de verdad no duele, no hace dano, no te hace debil. El amor de verdad es todo lo contrario a eso. Y es lo que los protagonistas de esta apasionante saga tendran que aprender a traves de una intensa y desgarradora historia de amor. El amor no debe ser nunca una condena, una carcel.El amor debe liberar, nunca aprisionar.

  • De 0 a 100 de Jorge Borges

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    Nunca fui una chica demasiado ambiciosa.
    Un novio normal, un trabajo normal.
    Pensaba que eso era todo en la vida…
    Pero entonces conoci a Marcus.

  • Culpable de Patricia Geller

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  • Confesiones a medianoche de Nora Roberts , Robyn Carr , Susan Wiggs

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    DESEOS DE NAVIDAD Los gemelos Zeke y Zach habian pedido a Santa Claus un unico regalo: !una nueva mama! Y su profesora, la senorita Davis, era una mama perfecta. Pero el papa Mac Taylor no estaba dispuesto a arriesgar su corazon, hasta que Nell llevo amor y alegria a sus vidas. ?Conseguiran al final los chicos su regalo de Navidad?

  • Amar es para siempre (Los Collinwood 2) de Victoria Magno

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    Alissa es una hermosa joven que al parecer lo tiene todo: pertenece a la nobleza britanica, su padre es rico y la adora, tiene muchos pretendientes y el hombre al que ama desea casarse con ella. Sin embargo, su vida cambiara inesperadamente.

  • Antarlia. Una lucha de ideales de Jossy Loes

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    ?Y si de repente el mundo se colapsa, sufriendo grandes terremotos en la corteza terrestre, desplazando los continentes hasta quedar unidos?
    ?Y si a pesar de todo ello, algunos han sobrevivido haciendose el control en paises que se mantuvieron en pie aliandose para formar una sola unidad llamada: Liberty? Creando e imponiendo sus leyes, naciendo una autentica Autocracia, obligando a otros a rebelarse bajo las sombras.
    En Liberty lo saben. Por ello, seleccionaran a diez jovenes para explorar un territorio aparentemente desconocido, eligiendolos mediante un sorteo en todo el ambito mundial.
    Entre ellos esta Kathe Panthar.
    Kathe pensaba que su futuro ya estaba definido, pero a partir de ese instante, comienza a cambiar hasta en esos sentimientos que nacen por el carismatico Romeo. Llevandola a entrar un torbellino de secretos, mentiras y manipulaciones. Aceptando ser una ficha mas de ese juego que ha comenzado el alto mando de Liberty.
    Kathe: no confies en nadie, ni siquiera en los que amas. En Antarlia sabras la verdad.

  • El ultimo deseo de Mash – Carmen Omana de Carmen Omana

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    Tas la muerte de Andres Mash, quien durante muchos anos domino y formo parte de una guerra entre familias de la Mafia, condujo a la eliminacion de clanes y obligo a muchos a emigrar, Steffi debera cumplir el ultimo deseo de su padre y entregar el sobre que este ha protegido celosamente durante los dias de su enfermedad terminal. Decidida, y considerando el viaje como una valvula de escape con la que sanar sus heridas y borrar sus tristes recuerdos, vuela rumbo a Italia sin pensar que el pasado de su familia pueda acarrearle aun mas desgracias.
    Marcos Pantani es el destinatario del misterioso sobre, y aunque enseguida se convierte en su anfitrion y tambien en su mas intimo protector, debera luchar contra sus dudas y escrupulos para descubrir los secretos que la joven guarda consigo.
    La seduccion y el poder que Marcos emana doblegaran el espiritu de Steffi, pero tambien amenazaran con liberar sus temores mas oscuros.
    Juntos deberan sanar sus heridas y perdonar las faltas de sus padres antes de abandonarse a la pasion y sucumbir a las bondades que el amor les ofrece.

  • Esperando a Marlene de Alex Vollmer

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    <>.Una novela que humaniza el dolor de la perdida y nos invita reflexionar sobre la violencia en el ambito familiar.Una ficcion psicologica que explora las grietas de la condicion humana.Un laberinto donde nada es lo que parece. ?O si?

  • San Quintin de Jose Javier Esparza

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    Mi nombre es Julian Romero de Ibarrola y soy maestre de campo de los tercios del rey nuestro senor. Sirvo hoy con don Felipe II como ayer servi con su augusto padre, el cesar Carlos. Quereis que os cuente mi historia y yo os dire que mi unico merito es haber salvado la piel donde otros dieron la vida.

  • A todos los chicos de los que me enamore de Jenny Han

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    Lara Jean guarda sus cartas de amor en una caja. No son cartas que le hayan enviado, las ha escrito ella, una por cada chico de los que se ha enamorado. En ellas se muestra tal cual es, porque sabe que nadie las leera. Hasta que un dia alguien las envia por equivocacion y la vida amorosa de Lara Jean pasa de <> a estar totalmente fuera de control.

  • Cumpliendo su destino de Stephanie Laurens

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    Tras escapar milagrosamente de la muerte, Malcolm Sinclair hizo desaparecer al infame hombre que habia sido para reinventarse como Thomas Glendower. Su intencion era intentar corregir los errores de su pasado. Sin embargo, jamas imagino que la penitencia fuera a llegar a traves de la misteriosa dama a la que habia descubierto habitando en su aislada mansion. Rose tenia una explicacion logica para su presencia, junto con sus hijos, en la casa de Thomas, pero enseguida se dio cuenta de que ese hombre era demasiado inteligente para que alguien pudiera enganarlo. Revelarle la verdad seria tremendamente peligroso. Sin embargo, dia a dia, el consiguio ganarse su confianza, y luego su corazon. Pero los enemigos se acercaban y Rose no tuvo mas remedio que acudir a Thomas, el unico hombre que podria protegerla a ella y a sus hijos. Y, al pedirle su ayuda, Thomas al fin comprendio el verdadero proposito de su propia vida y, con absoluta entrega, se dispuso a hallar su redencion de la unica manera que podia: viviendo la realidad de amar a Rose.

  • La bruja de near de Victoria Schwab

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    SI EL VIENTO TE LLAMA POR LA NOCHE, NO DEBES ESCUCHARLO.

  • La ilusion de los mamiferos de Julian Lopez

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    Una pareja de varones se encuentra cada domingo. La familia, los hijos, la complejidad del amor desde la perspectiva de uno de los amantes.

  • La seleccion natural de Charles Darwin

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    <"Expresado muy brevemente, Darwin sustancio con muy variadas evidencias la idea (que otros antes que el habian propuesto) de que las especies evolucionan, encontrando ademas un mecanismo que hacia plausible tal evolucion; defendio que la vida es como un arbol, de cuyas raices han ido brotando diferentes ramas, esto es, especies, que con el paso del tiempo continuan diversificandose, dando origen a otras bajo la presion de determinados condicionamientos. [...]A lo largo del siglo y medio que nos separa de la publicacion de El origen de las especies, la esencia de su contenido no ha hecho sino recibir confirmacion tras confirmacion. Puede que aun resten cuestiones por dilucidar, pero el evolucionismo darwiniano nos suministra un marco conceptual y explicativo imprescindible para comprender el mundo natural de manera racional, sin recurrir a mitos".