• el nino que comia lana - Cristina Sanchez-Andrade

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    Un nino traumatizado por la desaparicion de su cordero empieza a comer lana, que vomita en forma de bolas; un ama de cria suena con emigrar a America mientras mantiene la leche utilizando a un perrito; a un marques le proporcionan dentaduras postizas de dudosa procedencia; a un nino le extirpan las amigdalas, que acaban convertidas en trofeo; un naufrago logra sobrevivir gracias a un secreto inconfesable; una anciana toma una decision inaudita tras la muerte de su marido; un oficinista selecciona por catalogo a una novia que al final resulta no ser la mujer con la que sonaba…

  • EL NIÑO QUE COMÍA LANA | CRISTINA SANCHEZ ANDRADE

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  • El niño que comía lana: 634 (Narrativas hispánicas) - Amazon ...

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  • El niño que comía lana - Lecturafilia

    https://lecturafilia.com/2019/12/05/el-nino-que-comia-lana/

    5 dic 2019 — Cristina Sánchez Andrade, autora del libro de relatos "El niño que comía lana". Me quedaría a vivir para siempre en los libros de Cristina ...

  • EL NIÑO QUE COMÍA LANA - SÁNCHEZ-ANDRADE CRISTINA

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    Lo recomendaría especialmente a esos grandes lectores de novelas que siempre sienten pereza o nunca se deciden a empezar libros de cuentos o relatos, a todos ...

  • El niño que comía lana, de Cristina Sánchez-Andrade

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    8 dic 2019 — El niño que comía lana es el título del segundo relato que aparece en este libro. A esas alturas, todavía nos parece que son relatos ...

  • El niño que comía lana - Goodreads

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    Es un libro maravilloso, me encanta el es Quince relatos sobre la Galicia profunda, nada amables sino todo lo contrario, duros, algunos demasiado, en los que se ...

  • El niño que comía lana - Cristina Sánchez-Andrade - Lecturalia

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    Comentarios y opiniones de El niño que comía lana. Este libro todavía no ha sido comentado ¿Quieres ser el primero ? Otros libros del ...

  • "El niño que comía lana" de Cristina Sánchez-Andrade - Las ...

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    Todo me resulta extrañamente familiar en las historias que se narran en este libro. Los veo (los lugares, los personajes, los objetos y los animales)…

  • El niño que comía lana | Librotea

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    Ficha del libro. Título: El niño que comía lana. Autor: Sánchez-Andrade, Cristina. Editorial: Editorial Anagrama S.A.. ISBN: 9788433998873.

  • Las brujas del hielo de Landon Henker

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    Reporte de guerra. Algun punto en el hemisferio sur cercano a las costas argentinas. Las horas eran diferentes a como todos lo habiamos vivido al otro lado norte del mundo, alla lejanos de todo frio o intemperie, la familia nos despidio con demasiada tristeza puesto que nunca tuvieron la certeza de vernos nuevamente y es que la guerra era mas que solo un tramite, ahora era real. Los antecedentes existieron justamente desde antes, aquella gran guerra librada en Europa les costo la vida a millares de buenos jovenes, personas que pudieron aportar mas al pais que lo que dieron con la llegada de su muerte. Pasaron los dias y las misiones estuvieron a la orden de cualquiera que quisiese tener un poco de accion mas no era nuestro caso. Todavia puedo recordar cuando los militares de rangos superiores hablaban sobre el buen estado en el que se desarrollaba la guerra, sin embargo, no existia demasiada certeza de ello con los diarios circulantes hablando en cada una de sus paginas sobre la madeja de conflictos multinacionales. Al principio solo fue Alemania, despues le siguieron otros como los nipones o los italianos quienes reprochaban a la liga de naciones acerca de lo poco que se les habia apoyado en la postguerra. Fuera la realidad que fuese estaba el planeta al borde del colapso con cada bomba destrozando piedra sobre piedra y no dejando futuro para muchos. Los ingleses lloraron por la ayuda que requerian, el primer ministro sostuvo varias platicas con el presidente, muchas de ellas nunca salieron a la luz por no ser de caracter importante para nuestra nacion, aunque sin duda estabamos todos inmiscuidos en esta terrible calamidad. Realmente nunca supimos la verdadera intencion de nuestro viaje hasta aquel desertico paraje blanco, habiamos hecho una parada antes en argentina y muchos estuvieron contentos por admirar lo hermoso de estas tierras que muchos comparaban con lo virgen de Alaska. El viaje fue cansado, numerosas veces tuvimos que esperar en puertos aliados hasta que se nos diera permiso de seguir avanzando y llegar a la Argentina en su porcion mas cercana a la Antartida, la zona mas al sur de lo que el hombre puede imaginarse. Como si fuera de lo mas primordial, las bitacoras eran llevadas por escribas modernos cuya unica funcion no era mas que dar fe de lo que haciamos, aunque tambien se encontraban las libretas oficiales las cuales quizas diferian mucho de nuestros apuntes baratos y dotados de poca capacidad para expresar nuestras ideas propiamente. Podria ser algo tonto, pero el registro de todas las actividades del ejercito es algo importante y todos asi lo saben pues estan conscientes de que nuestras acciones pudieran ayudar a las misiones venideras y para el analisis de la guerra. Mas de uno llevo, sin mencionarlas, camaras fotograficas y recolectaron una cantidad importante de imagenes que iban desde los pristinos mares, los enormes glaciares a lo lejos e incluso a las jovencitas que conocian en el camino. Era de esperarse que estos caballeros estuviesen contentos pues eran casi tomados por heroes, eso es lo que querian entender de las palabras en espanol que llegaban a sus oidos, era demasiado probable que asi fuera puesto que no importaba quien estuviera observando la guerra, si tenia un palmo de frente seguramente entendia quien era el enemigo y aquellos que no lo eramos. Para mala fortuna de estos companeros, cada uno de esos artefactos fue confiscado y destruido, no estaba permitido tener ninguna evidencia de las actividades o por donde nos desplazabamos; mencionaban los superiores que esto era por el bien de la seguridad de la mision. De entre todos los superiores, uno llamaba mucho mas la atencion que los demas, se trataba de un joven capitan que fungia como la referencia de todos para casi cualquier tema; Cooper. Este soldado, aparentaba estar mas versado en muchos temas que muchos nosotros, aunque no nos llevase mas de algunos anos pues su talante no era diferente al de muchos de los rasos. La comida nunca fue buena, ni siquiera los pasteles de manzana tenian ya un buen sabor, marchitos por el frio; se convirtieron en una comida mas para dejar de ser considerados como un manjar que trajimos desde los Estados Unidos. En el barco en el que nos transportaban, se intentaban mantener la moral y reflejar que alli tambien era suelo norteamericano mas su intento se quedaba en eso; tan solo un intento. Estos tiempos, son los peores que hemos atravesado, todos hemos sido arrancados de nuestros hogares y hemos sido obligados a pasar tiempo fuera de ellas prestando servicio a nuestro pais, no se hasta donde ha abarcado esta guerra con exactitud, pero sin ninguna duda, tengo miedo de que sea mayor de lo que nos han mencionado o incluso de que nos veamos envueltos en el ojo de la tormenta al llegar a nuestro destino. Creer que morir con una bala en el pecho o en la cabeza fuese lo peor, seria aceptable cuando no se conocian algunas de las atrocidades que los alemanes llevaban acabo sobre los indefensos civiles. Esos desgraciados, estan matando a la gente por todos lados, primero Polonia, despues los paises bajos y ahora Francia, se encontraban sumidos en la guerra de las fuerzas alemanas. Paris fue la menos afectada, se habian rendido para salvaguardar la belleza de su ciudad, pero no se podia decir lo mismo de cada uno de los nucleos civiles que fue arrasado de la mano de los tanques enemigos. --A veces es mejor no pensar en todas esas malditas balas. -- Dijo uno de mis companeros, no le conocia del todo, de hecho, muchos de ellos y sus nombres eran desconocidos para mi. --De eso no existen dudas, si se piensa en la muerte tan solo se puede estar atrayendola. --Respondi sin devolverle la mirada. Ambos nos encontrabamos montando guardia en el caso de aquel buque de medias corazas y de carga valiosa. --Sargento, ?Usted ha dejado algo atras? -- Me senti incomodo con la pregunta. --No tiene que responder, casi todos nosotros hemos dejado todo, pero personas como usted, con un grado mas alto, seguramente estuvo esperando este momento durante toda su formacion ?No es asi? -- --Deje la granja de mis padres. -- Le dirigi la mirada. --Y no, nunca quise estar aqui pues tan solo se me dio el puesto por haber llegado a la escuela por un poco mas de tiempo que los demas. -- --Oh ya veo, es un academico... -- --Solo intentaba entrar a la universidad, pero supongo que eso ya no importa. -- --Nada importa ya, sargento. -- Fumo su cigarrillo que luchaba por no apagarse y sorteaba las arrugas en su fino papel. --No me lo ha preguntado, pero yo no deje nada atras, de hecho, doy gracias de estar aqui pues me ha dado una razon mas para vivir... aunque eso signifique la muerte para otros. El soldado tenia razon en sus palabras, no tenia nada mas que perder y aqui a tan solo algunos pasos de estar de lleno dentro del mar de Wedell, daba la impresion de que el era uno de los que afrontaria de mejor manera nuestro viaje. --?Ha escuchado algo acerca del sitio a donde vamos? Los demas estan empezando a decir que daremos la vuelta al mundo para tomar a los alemanes por sorpresa. Guyton ha calculado que podemos llegar hasta el sur de Africa con tan solo circunnavegar la Antartida, seria un verdadero dolor de cabeza para los nazis. -- Se escuchaba ansioso de iniciar la batalla. -- Por cierto, es una descortesia continuar una conversacion sin conocer su nombre, el mio es James Curtis ?Y el suyo? --

  • Dulce y picante… como tu de Marisa Sicilia

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    Divertirse es solo cuestion de encontrar la compania adecuada.

  • Construyendo Millones 1 de

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    Una aventura amorosa de una noche

  • La madre perfecta de Aimee Molloy

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    Un thriller psicologico adictivo sobre un grupo de mujeres que ven como el sueno de la maternidad se tambalea y pone a prueba su sentido de la amistad.

  • Eden de Pilar Parralejo

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    El pequeno reloj de pared marco las seis con su habitual y peculiar crujido, avisando a Ellie que ya era hora no solo de su fin de jornada sino de la particular fiesta de cumpleanos que tenia en menos de una hora. Se levanto, con una sonrisa de oreja a oreja despues de apagar su ordenador y, tras guardar todo debidamente, cogio su abrigo del perchero, lo dejo sobre su escritorio, se colgo el enorme bolso de su hombro derecho y camino hacia el despacho de su jefe, un tipo guapisimo del que llevaba casi tres anos platonicamente enamorada. Y es que… ?Como no estarlo? Chris era un seductor nato, rubio, ojos verdes, cuerpo atletico, alto, con una voz hipnotizadora… Tenia lo que ella consideraba un gran defecto y es que, aunque era como un Dios encarnado, era el tipo mas mujeriego del mundo, nada que una chica decente, como lo era ella, necesitaba. Llamo a su puerta con un par de toques y, cuando Chris le dio permiso para abrir, simplemente le dijo que ya era la hora de marcharse y que, si no necesitaba nada mas, se marchaba. --Puedes irte. --Dijo con una sonrisa--. Pero antes espera. Se levanto de la silla de cuero blanca y se acerco a ella. Ellie trato de dar un paso atras al creer que iba a hacer lo que ella pensaba, y no se equivoco, no al menos del todo. Chris la rodeo por la cintura, trayendola contra si, se inclino ligeramente y la beso. No fue un beso como el que cualquiera hubiera deseado, ella aparto la cara y sus labios terminaron en su mejilla izquierda, hecho que le hizo sonreir ya que Chris sabia que iba a hacer justo lo que hizo. --Feliz cumpleanos. --Gracias --respondio ella, colorada como un tomate. Chris volvio a su sillon con una sonrisa en la cara y ella simplemente salio de alli. En los casi tres anos que llevaba trabajando para Chris, ni una sola vez le habia felicitado en su cumpleanos. Supuso que, como todo estaba patas arriba por la boda de su hermano, el tambien estaba, en cierto modo, un poco traspuesto. Estaba recogiendo su abrigo cuando escucho unos tacones aproximandose. Al girarse se encontro con Tessa, la prometida de Kalos, el hermano de Chris. Esta se sorprendio al verla, como si acabase de pillarla infraganti con algo. --?Ya te marchas? --Pregunto, fingiendo desinteres. Ellie supo a lo que se referia con esa pregunta, y tampoco tenia motivos por los que quedarse, de forma que asintio con la cabeza y se alejo de su mesa--. Buenas noches. --Buenas noches, senorita Carpenter. Tenga un buen fin de semana. --!Tu tambien! --Exclamo con una sonrisa. Tessa era una mujer deseable, preciosa, simpatica, con buen cuerpo y muy buen gusto a la hora de vestir, sexy y provocativa sin ser vulgar. La miro un instante sintiendo algo de envidia, pero siguio su camino hacia el ascensor oyendo como se dirigia al despacho de Chris. Estaba subiendo al autobus cuando recordo la bolsa que habia olvidado bajo la mesa de su escritorio, algo que no podia dejar ahi sin mas hasta el lunes. Era el regalo para su sobrina, quien, de casualidad, tambien cumplia los anos el mismo dia que ella, solo que con casi veinte anos de diferencia. Habia caminado durante diez minutos y supuso que ya no habria nadie en el edificio, normalmente todos salian a la misma hora. --Hola Milo --sonrio al guardia de la entrada. --?Trabajo de ultima hora? --Que va. He olvidado algo de vital importancia en mi mesa. Corrio por la recepcion hasta el ascensor y llamo, esperando impaciente a que bajase. Habia quedado con su familia en una hora y ya habia perdido veinte minutos. Cuando las puertas se abrieron en la planta numero veinte, el corazon se le detuvo. Los gemidos de Tessa se mezclaban con los de Chris y llenaban toda la planta. Lo peor no era saber que su jefe estaba teniendo sexo en su oficina creyendo que no habia nadie, sino saber que, quien estaba teniendo sexo con el no era otra mas que su cunada, la prometida de su propio hermano. Se acerco despacio a su mesa para tirar del regalo de su sobrina y sin querer, desvio la mirada hacia el despacho. Chris arremetia contra Tessa, quien estaba completamente desnuda y pegada al cristal mate que separaba su despacho de la recepcion, desde el que se veia todo, algo borroso, pero sin dificultad, incluyendo a Chris, quien tenia los pantalones en los tobillos. Ella tuvo que ser testigo de ello sin querer. Desvio la mirada inmediatamente, tan avergonzada como deberian estar ellos y, sin hacer el menor ruido, regreso al elevador. En el vestibulo ni siquiera se despidio debidamente del guarda, simplemente le hizo un gesto con la mano y salio del edificio con un sentimiento de injusticia indescriptible. Kalos era un tipo bastante seco, y malhumorado. Fisicamente era igual de atractivo que su hermano Chris, o mas. Su pelo era oscuro, lo tenia algo mas largo que Chris y sus ojos no eran verdes, sino de un tono oscuro que parecia negro. Era mas alto que su hermano y con una complexion mas trabajada. Pero era una persona dificil de tratar en la empresa, solia reganar a los empleados que no hacian bien su trabajo, se enfadaba si las cosas no salian como el queria y era hosco y demasiado estricto con los horarios, todo lo contrario que su hermano, a quien todo parecia darle igual. A pesar de ser como era, le supo mal que, tanto su hermano como su prometida, estuvieran haciendole eso, en el mismo edificio en el que los dos trabajaban. Se arrepintio de haber vuelto a por el regalo, tendria que haber comprado otra cosa de camino y haberle dado el de la oficina en otro momento, de esa forma no se sentiria tan incomoda como lo estaba haciendo. --?Y esa cara? --Pregunto Jackson, el cunado de Ellie, quien estaba fuera, fumando, cuando ella llego. Habia estado tan sumida en sus pensamientos que no se habia percatado del trayecto desde la oficina hasta la casa de su hermana. --No es nada --dijo, sonriendo ampliamente. Adoraba a su cunado. Despues de su padre era el hombre al que mas admiraba. Cuando su hermana Chloe tenia dieciseis anos, se cayo al subir a un autobus, con tan mala pata que se dio contra un bordillo de la acera y se rompio la espalda. Fue la caida mas tonta de la historia, pero le costo sus piernas y desde entonces era invalida. Jackson habia estado toda su vida enamorado de ella y, aunque Chloe le rechazo creyendo que ya no era aceptable para ningun hombre, el insistio e insistio. A pesar de no poder salir con ella como lo haria con cualquier chica, no se separo de su lado y anos mas tarde se casaron. La adoraba, la queria con locura y junto a sus hijas, eran la familia mas entranable del mundo. Se acerco a el y, despues de un abrazo y un beso en la mejilla, entro en la coqueta casita en la que vivian. Saludo a sus padres igual que habia hecho con su cunado, con un abrazo y un beso en la mejilla, se inclino para besar tambien a su hermana mayor y levanto en brazos a la pequena cumpleanera. --Muchisisimas felicidades, mi pequena Missy. --Dijo levantandola por las axilas lo mas alto que pudo y empezo a girar con ella, algo que a la nina le encantaba. --Muchisisimas felicidades, tia Lizzy --rio. A pesar de llamarse Elisabeth, no le gustaba que la llamasen asi ya que le parecia un nombre demasiado serio para lo que ella era, siempre prefirio Ellie o Lizzy. Despues de bajarla, la llevo hasta el uno de los sofas del salon y le dio su regalo. --?Que es? --Pregunto la nina al ver la caja con un papel morado brillante envolviendola. --No es un elefante… --La nina rio--. Tampoco es… un panda… --le dijo, riendo esta vez ella --. Anda, abrela. La pequena no lo penso. Abrio el regalo rompiendo el papel y, cuando vio que se trataba de la muneca que mas queria, solto la caja a un lado y salto a los brazos de su tia. Envidiaba la familia tan bonita que hacian, los envidiaba por no haber podido hacer ella tambien una familia, mas aun, cuando tambien su hermana menor estaba felizmente casada y con un par de gemelos en camino. Pero Ellie no habia conocido al hombre indicado, si a chicos con los que salir a divertirse o con los que pasar el rato, pero no hombres con los que formar un hogar. Ese pensamiento le trajo a la mente a su jefe, al hermano de su jefe y a la prometida de este. Se pregunto si las familias ricas eran todas tan disfuncionales como la que iba a formarse el siguiente fin de semana, cuando la bella Tessa y Kalos se casaran. Mientras la nina corria a ensenarle a su hermana pequena su mas preciado regalo de cumpleanos, Chloe agarro la mano de su hermana y la llevo a la cocina mientras con la otra mano arrastraba su silla. --Hoy estas distante. --Le dijo. --No… Es solo que he olvidado el regalo de la nina al salir y cuando he vuelto a por el he tenido que ser testigo de una infidelidad. --Uuuuh… cuenta, cuenta. --Pidio curiosa. --Eran Chris y la prometida de su hermano. Chloe se llevo las manos a la boca con sorpresa. Ella no conocia a ninguno de ellos, pero Ellie le habia contado lo guapo y sexy que era su jefe. --Entiendo que estes asi… --Estaban en su despacho… contra los cristales de la mampara… --?Y como has contenido a la justiciera que llevas dentro? --Queria sacarla a pasear antes de ir a casa. Iba a ir al apartamento de Kalos, que vive a tres calles de aqui, y a decirle lo que he visto. --No te metas. Esa gente se junta con individuos como ellos. Chris es un mujeriego, la prometida de Kalos una indecente… ?Como crees que sera el? --Ellie levanto los hombros en un gesto de duda. --Casi no lo conozco. Solo lo poco que lo he visto en la oficina. Es despota, y altivo, y soberbio. Es malhumorado y grunon. --A lo mejor por eso su prometida le engana con su hermano, porque es todo lo opuesto. --No se… Pero no importa. No quiero pensar mas en ellos. Volvamos a la fiesta --le dijo, girando la silla de su hermana y empujandola de vuelta al salon. La fiesta no duro mucho, Jackson habia comprado billetes para llevar a su familia a Disney World, en Orlando, por lo que saldrian de viaje esa misma noche y estarian toda la semana en la otra punta del pais. A las ocho de la tarde se despidio de ellos en la puerta de su casita y emprendio camino hasta su apartamento. De camino a la parada del autobus miro en direccion al apartamento de Kalos, vivia a solo una manzana de ahi. Podia ir, decirle que su prometida y su hermano le estaban enganando y volver para coger su transporte. Asi lo hizo. Tomo una respiracion profunda, se aferro con fuerza al asa de su bolso y se encamino al lujoso edificio de tres plantas en el que vivia uno de los dos directivos de la empresa para la que trabajaba.

  • Corona de trueno (Bestias de la noche 2) de Tochi Onyebuchi

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    Taj ha logrado escapar de Kos, pero la reina Karima hara hasta lo imposible por cazarlo. Pronto Taj se dara cuenta que debe volver, no solo porque sera imposible huir por siempre, sino porque el pueblo de Kos sucumbira ante el terror de Karima. El necesita un plan, y pronto. Con la ayuda de Arzu, Taj y Aliya llegaran al pueblo de sus ancestros, hogar de los tastahlik, los devoradores de pecado, donde descubrira que todo bien tiene sus trazos de mal, y que no existe un hogar terrenal sino personas que lo hacen posible. Y Bo, su antiguo hermano de armas y mejor amigo pondra a prueba todo lo que conoce sobre la humanidad. Tochi Onyebuchi vive en Connecticut, donde ademas de presumir cuatro titulos universitarios en espectros del conocimiento tan distantes como las artes, la escritura, la economia y la jurisprudencia, trabaja en la industria tecnologica. Sus escritos han aparecido en importantes revistas de ficcion cientifica como Asimov’s e Ideomancer.

  • Secretos en el Silencio de Gayle Wilson

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    La periodista Callie Evers llego a la atrasada ciudad costera de Point Hope, Alabama, con la intencion de escribir sobre el asesinato de un nino que diez anos atras habia quedado sin resolver. Pero cuando la evidente hostilidad de los habitantes del lugar se convirtio en algo mucho mas peligroso, tuvo que convencer al jefe de policia Ben Stanton de que todo lo que el creia saber sobre el asesinato era mentira.

  • Quien bien te quiere te hara reir (Bad Boy’s Girl 4) de Blair Holden

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    Cuarta entrega de la adictiva serie #BadBoysGirl.

  • Antes de caer de Erika Fiorucci

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  • Una decision personal (Edentown 11) de Annabeth Berkley

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    Valerie Campbell, somnolienta, escucho la voz de su hermano en el piso inferior. Se cubrio con una mano sus grandes ojos verdes apenas abiertos. ?Ya era de dia? ?Por que habia amanecido tan pronto? se pregunto ahogando un suspiro. Solto el aire que no sabia que estaba reteniendo mientras se incorporaba en la cama. No podia ser que se despertara tambien con esa sensacion en casa de su madre, se recrimino. Sobre todo, cuando acababa de tomarse unas vacaciones despues de una ajetreada temporada en el hospital donde trabajaba. Respiro profundamente por la nariz y solto el aire suavemente por la boca. Varias veces. Miro a su alrededor para distraerse. La luz de la manana entraba por la ventana. El papel de pequenas flores que habia escogido cuando era adolescente seguia decorando la pared. Sus viejos peluches y unos cuantos libros se apilaban en la estanteria de color blanco. Las cortinas en color crudo, a juego con la colcha que habia a los pies de la cama, le transmitian la calidez que habia ido buscando. Estaba en casa, se repitio. Parecia que se encontraba mejor. Suspiro. Su hermano iba a casarse con la mujer de su vida, literalmente. Nunca hubiera apostado porque ese tipo de suenos se hicieran realidad. Ella habia tenido posters de Leonardo Di Caprio en la pared de su habitacion y jamas se habia planteado en serio encontrarselo cara a cara y casarse con el. Hizo una mueca. Probablemente tambien la hubiera dejado. Igual que Stan. Volvio a suspirar. Nego con la cabeza y se forzo a sonreir. No podia seguir pensando en cosas negativas. Se lo habia dicho su medico y companero en el hospital. Le habia dado a elegir entre unas vacaciones o una baja medica por ansiedad. Habia elegido las vacaciones. Ella no tenia ansiedad... o no mucha. Lo que le ocurria realmente era que estaba en una epoca un poco mala. Solo eso. Stan Barrows, su pareja, la habia dejado alegando susceptibilidad y mal caracter. Ella no tenia mal caracter. Solo se le habia agriado un poco despues de largas y agotadoras jornadas en el hospital del que no queria salir. Habia llegado a sentir, inexplicablemente, que, si se iba del hospital a su casa, no querria volver. Le gustaba su trabajo como enfermera... mas o menos. Aunque ultimamente se habia obsesionado demasiado y habia descuidado su relacion con Stan. Resoplo de nuevo. Debia dejar de pensar, y estaba escuchando hablar a su madre y a su hermano en la cocina. Seguro que Dexter habia llevado algo para desayunar, como su madre le habia contado que se habia acostumbrado a hacer. Habia llegado muy tarde la noche anterior y tras hablar un poco con ella se habia escondido en la cama; porque era lo que realmente habia hecho, esconderse. Su madre no parecia haberse creido que se habia tomado quince dias de vacaciones para celebrar la boda de su hermano, pero no le apetecia darle mas explicaciones, por lo menos, de momento. Bajo en pijama, con su cabello castano despeinado y con una sonrisa en el rostro. La casa olia a cafe. Entro en la cocina y su hermano la recibio con los brazos abiertos. Seguia tan guapo y carinoso como siempre. Sus ojos verdes brillaban alegres. --Me alegro de verte, Valerie --le dijo sincero--. ?Que tal todo por Nueva York? Valerie dio un beso en la mejilla a su madre antes de mirar los vistosos cupcakes que habia sobre la mesa de la cocina. --Que buena pinta tienen --comento distraida evitando la pregunta de su hermano--. Supongo que la tarta de la boda se la habreis encargado a Carolyn. --Si --le respondio Dexter dando un sorbo a su cafe--. Pero yo quiero que sea un brownie gigante y Bronwyn quiere una de tres pisos de nata y fresas. --Tu quieres un brownie para hacerle rabiar --le sonrio Adrianne Campbell a su hijo--. ?Que infusion te preparo, Valerie? --?Que tienes, ademas de te? --le pregunto Valerie cogiendo un cupcake con frosting de color verde. Adrianne rebusco en su caja de infusiones. --Valeriana, tila, lavanda... --Si, pues las tres me vendran bien --respondio Valerie evitando la mirada de su madre y dando un mordisco al cupcake--. Que bueno esta.... ?Que tal los nervios de la novia? Dexter le sonrio. --Creo que yo estoy mas nervioso que ella --le dijo divertido--. Me alegro de que te hayas cogido unos dias de vacaciones. ?Cuando vendra Stan? Valerie miro a su hermano tragando a duras penas lo que llevaba en la boca. --No vendra... lo hemos dejado --le respondio con una mueca. No le habia dolido la ruptura. Mas bien le habia incomodado y sorprendido. --?Estas bien? --le pregunto Dexter sentandose a su lado. --Si, si.... Ya sabes, horarios incompatibles, mucho trabajo en el hospital... Dexter miro a su madre incomodo. --Lo importante es que tu estes bien, hermanita --le dijo carinoso--. Bueno, sera mejor que me vaya al taller. Se levanto y despues de dar un beso a su madre en la mejilla, salio por la puerta, dispuesto a disfrutar del nuevo dia. Adrianne acerco la infusion a su hija y se sento en el sitio que habia dejado libre Dexter. --El creia que habias venido antes por su boda. --Lo superara --le dijo ironica, con carino. --?Me lo vas a contar? --?El que? --Lo que te ocurre. Valerie empezo a notar que le faltaba el aire. Su respiracion se agito, un sudor frio recorrio su cuerpo. Desenfoco la mirada. Adrianne le puso una mano sobre su hombro. --Vamos, Valerie --le dijo transmitiendole seguridad y templanza--. Respira tranquila. No pasa nada. Valerie asintio cogiendo aire profundamente y expulsandolo por la boca, varias veces. Poco despues miro a su madre. Siempre habia sido el pilar de la familia. Tan fuerte, tan sensata, tan carinosa. Observo que se habia puesto algunas mechas de color mas claro sobre su cabello castano y ligeramente ondulado y, aunque tenia algunas arrugas junto a los ojos, le parecia que el tiempo no pasaba por ella. --No se que me ocurre --le confeso. --?Tiene que ver con Stan? --le pregunto Adrianne. --Creo que no --le respondio no muy convencida--. Creo que he estado trabajando demasiado. He hecho muchas horas seguidas en el hospital. No he descansado mucho. --?Y por que lo has hecho? Valerie miro a su madre y se encogio de hombros. --Valerie, ?que te ocurre, carino? --No lo se. --?No lo sabes o no lo quieres pensar? --Las dos cosas --murmuro bajando la mirada. Adrianne suspiro. --Ya hacia tiempo que no veia tus ataques de ansiedad --le comento--. ?Recuerdas como te ponias cada vez que tenias un examen? Valerie asintio apretando los labios. --Ahora no tienes examenes. La joven nego con la cabeza. --?Entonces? --insistio Adrianne. --No lo se, mama... Supongo que se me habra juntado todo. --?Que es todo? --Mucho trabajo, lo de Stan, los treinta anos... Adrianne enarco las cejas, escuchando atenta a su hija. --Parece que nos vamos acercando... ?que ocurre con los treinta anos? --Siempre habia pensado que a los treinta estaria felizmente casada, con hijos y seria feliz en mi trabajo... y mira. Adrianne asintio. --Bueno, una cosa son los suenos que tienes de nina y otra cosa es que esos suenos no hayan cambiado a la vez que tu. ?Tienes los mismos suenos que a los diez anos? Espero que no. Has madurado. ?Que te preocupa? --Todo... --le confeso--. No. Nada. No lo se. No estoy preocupada, mama, es que siento que no tengo nada. No tengo marido, no tengo hijos, me ahogo en el trabajo... mama, no hay nada bien en mi vida... y veo a Dexter que sigue en Edentown, trabajando en un taller mecanico y es feliz. Mama… Es feliz --le repitio--. Y yo no se que hacer con mi vida. Adrianne habia apoyado el codo en la mesa para poder sujetar la cabeza sobre una de sus manos. --Bueno, pues ya lo has sacado. --?El que? --Lo que te pasa. --No le tengo envidia a Dexter. Me alegro por el. --No lo dudo. --?Entonces? --Crei que te gustaba el trabajo. --Y me gusta --le respondio Valerie con voz mas baja. --Acabas de decir que no. --Solo es que ha habido mucho trabajo de repente, he tenido que doblar turnos y supongo que me he sentido sobrepasada. Adrianne asintio mientras la veia levantarse. Valerie evito la mirada de su madre. No sabia como lo hacia, pero siempre le hacia pensar en cosas que no queria. --Voy a ducharme. Creo que salir a dar una vuelta y dejar de pensar, me vendra bien. --Tu sabes que no puedes huir de ti, ?verdad? Valerie le hizo una mueca antes de salir de la cocina. Adrianne elevo los ojos al cielo. ?Cuando dejaba una madre de preocuparse por sus hijos? Grant Correll miro satisfecho las ultimas fotos que habia hecho del lago. El paisaje le transmitia calma, vida y algo mas que no sabia como definir. Sin duda eran muy buenas fotos, no porque el fuera un reconocido y prestigioso fotografo, sino porque el entorno era, sin saber por que, <>. Se fijo en una joven que caminaba distraida y sin prisa. Enfoco la camara. Estatura normal, peso normal, vestido de color oscuro bailando con la brisa, cabello castano con reflejos en caoba... Aposto mentalmente a que tendria los ojos verdes. Hizo varias fotos. Le parecia pensativa, quiza triste, melancolica... Miraba al lago de vez en cuando, como si pudiera escuchar sus pensamientos y responderle. Sin duda, no era una turista, supuso. No admiraba el lago, parecia formar parte de el. --?Te gusta lo que ves? --escucho una voz femenina a su espalda. Grant sonrio antes de girarse para ver a una de las mujeres mas bellas que habia conocido nunca. Seguia tan bonita como recordaba. Alta, con el cabello castano y largo, con sus oscuras pestanas enmarcando unos preciosos ojos azules... a juego con el agua del lago... El dia de la boda le haria unas fotos increibles en ese entorno, penso. --Bronwyn --la abrazo con carino--. Me alegro mucho de verte. --Yo tambien --le sonrio ella--. Gracias por venir. --Te dije que lo haria --le recordo terminando el abrazo--. Edentown te sienta bien. --Si --acepto complacida mirando con el hacia el lago--. ?Que tal estas tu? Grant la miro sonriendo. Muchas horas de confesiones compartidas por las que parecia que no habia pasado el tiempo. --Bien... como siempre... Bronwyn Evans lo miro de reojo. --Bien y como siempre son dos cosas diferentes. Grant le sonrio con carino mientras se encogia de hombros. Muy lejos habia quedado la epoca de excesos en la que habia conocido a Bronwyn y que lo habian llevado a su etapa mas oscura en todos los sentidos. Llevaba bastante tiempo en calma, demasiado tranquilo, demasiado acomodado en una rutina predecible y, a veces, incluso aburrida. Pero no aspiraba a mas, ni queria mas. --Ya queda poco para el gran dia --le comento mirando a su alrededor--. Espero que Dexter sepa lo afortunado que es. --Lo sabe --le confirmo con dulzura--. Y me lo repite todos los dias. ?Has hecho suficientes fotos? Grant se giro buscando con la mirada a la mujer del lago. No la vio. Asintio. --Puedo venir en cualquier momento --asintio--. El lago no va a moverse. Bronwyn le cogio del brazo para empezar a andar. --Por lo menos esta vez has venido con mas tiempo que cuando viniste para tu exposicion -- le dijo con una sonrisa. Grant asintio. --Me he tomado unos dias. --?El ermitano Grant Correll ha decidido salir de su cueva? Grant sonrio divertido. --Nueva York no podria considerarse una cueva. Bronwyn le sonrio con carino. --Tu sala de revelado es una cueva de la que nunca sales, me da igual que este en Nueva York, Los Angeles, o Vancouver. --Exageras un poco. --?Tu crees? --Te recuerdo que a ti la soledad tambien te gustaba. Bronwyn se encogio de hombros. --Supongo que por eso siempre nos llevamos bien. Grant asintio dandole la razon. --Y vas a cambiarla por crear tu propia familia. --Yo tampoco lo hubiera imaginado nunca, pero ya ves --le sonrio con los ojos brillantes--. El destino parece que tiene reservadas sorpresas inesperadas. --Pues espero que no para mi. Bronwyn sonrio a su amigo. --?Sabes algo de tu padre? Grant la miro de reojo. --No... ?por que iba a saber nada?

  • Y tu que harias si. . . 1 de Lena Valenti

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    --?Has sacado al perro? Ya se habia acostumbrado a que Zac no le contestara cuando le decia hola al llegar a casa despues de un largo dia de trabajo. De hecho, ni recordaba cuando dejo que la indiferencia la albergara, ?cuando dejo de importarle que su marido no le respondiera? Suponia que, simplemente, paso una vez, y despues sucedio todos los dias como un ritual monotono y apatico. Olivia llegaba a su casa sobre las cinco y media de la tarde. Era la directora en funciones y de marketing de las grajeas Smiling, una marca de populares caramelos que se vendian en todo el mundo, como los Trident o los Smint, a diferencia de que los suyos tenian triptofano, una sustancia que ayudaba al cerebro a segregar serotonina, algo que segun los cientificos era <>. Heredo el negocio de su padre, un quimico farmaceutico que un dia decidio abandonarlo todo por su sueno, que no era otro que ayudar a que la gente se sintiese un poco mejor. Con los anos, Luis se prejubilo, aunque mucho le costo al buen hombre, porque adoraba su trabajo. Sin embargo, su hija, que habia estudiado marketing y direccion de empresas en la Universidad, estaba ya capacitada para llevar la compania y por fin delego sus labores en ella. Desde hacia cuatro anos, Olivia se hacia cargo del imperio de los caramelitos, a costa de pasar mas de ocho horas en las oficinas, recibiendo llamadas de distribuidores y vendedores de todas partes del mundo. Y esas mismas horas eran las que le pasaban factura al llegar a casa, en forma de un dolor de pies terrible y una migrana ocular muy molesta. Por eso, la cuarta cosa que hacia cuando llegaba a su hogar ademas de saludar a su marido, besuquear a su Gran Danes de dos anos llamado <> (porque era enorme) y descalzarse los zapatos de tacon, era abrir el armario del botiquin farmaceutico y tomarse un par de ibuprofenos de golpe. Despues, se dirigia de nuevo al salon, con Caballo pisandole los talones y lamiendole los tobillos, justo como hacia en ese instante. --Caballo, por el amor de Dios... No chupes --le espeto mientras tiraba de la pinza que le sujetaba el mono alto y perfecto. Ese era su look laboral favorito desde hacia un tiempo. Mono tenso y pelo recogido. No obstante, en su casa se liberaba y dejaba suelta y libre su melena rubia con reflejos cobrizos. Olivia fijo sus ojos verde azulados en Zac y se masajeo la nuca con los dedos. Tenia los hombros tan cargados que apenas se podia mover. Zac se encontraba donde siempre. En el sofa del salon, vestido con un chandal gris, con los pies embutidos en unos calcetines gruesos y negros, su MacBook Pro sobre las piernas, las gafas de ver de pasta negra resbalandole por la nariz, y sus ojazos de onix fijos en la pantalla mientras sus dedos no dejaban de teclear, como si hacerlo, detenerse, fuera pecado. Tenia el pelo despeinado, negro como el ala de un cuervo, con las puntas que le senalaban a todas partes, y la barba naciente moteaba su apuesta mandibula y su barbilla, marcada por un increible hoyuelo que a Olivia le fascinaba. Aun ahora, despues de cuatro anos de matrimonio, reconocia que su marido seguia siendo un hombre guapo y atractivo. --Zac --le repitio ella condescendiente. --Dime, preciosa --contesto ausente, concentrado en su ordenador. --Hola. ?Tierra llamando a Zac? --repitio con tono sarcastico, meneando la mano delante de su cara. --Hola, carino. Pero la saludaba sin verla, enfrascado como estaba en esa novela interminable que se habia comido dos anos y medio de su vida, casi toda la paciencia de Olivia y parte de su matrimonio. --Te he preguntado que si has sacado al perro --sujeto el dedo gordo de su pie y lo zarandeo un poco. --No. No he podido --argumento continuando con su escrito. --?No has podido? --Olivia se saco con brio la camisa blanca de la cinturilla de la falda de ejecutiva que siempre solia llevar. Conjuntos muy parecidos, de sobrios colores. Invariable estilo--. ?En serio? --se coloco con los brazos en jarra sin moverse, golpeando el parque con la punta del pie cubierto por las medias color carne y marcando el ritmo como un diapason. Nunca habia tenido mal caracter, pero ultimamente su paciencia pendia de un hilo muy fino--. ?Llevas aqui todo el dia, escribiendo en el sofa, y has sido incapaz de sacar a Caballo? ?Acaso esperas que yo venga de trabajar despues de mas de ocho horas de dura jornada y tenga que sacar a mi pobre perro que no ha salido en todo el dia? Esta vez, Zac alzo la mirada ante el tono poco amistoso de Olivia. Se subio las gafas hasta colocarlas en su sitio y sonrio como un angel pidiendo disculpas. Sabia que eso siempre le funcionaba con ella. Y lo peor, es que lo hacia sin maldad y sin animos de buscar ningun tipo de redencion. --Se me ha pasado el tiempo --se encogio de hombros. Olivia resoplo y puso lo ojos en blanco. --No me lo puedo creer... Sabes que Caballo jamas se hace caca ni pipi en casa. Que se aguanta aunque le estalle la barriga porque sabe que eso no esta bien y no nos gusta. ?Por que no eres capaz de pensar en el? <>, penso agriamente. --Lo se. Perdona, Olivia --Zac sacudio la cabeza y se reprendio a si mismo--. De verdad. Sabes que me pongo a escribir y se me va el mundo de vista... Estoy a punto de terminarlo. --Si, ya... --Olivia alzo la mano para detenerle--. Me lo llevas diciendo desde hace muchos meses --recalco con acidez. --Esta vez va en serio, carino. Me queda poco, son las paginas mas trascendentales de mi novela. Cuando la acabe, todo cambiara --la mirada de Zac se impregnaba en verdad, el se queria creer lo que decia, pero a ella ya no la convencia. Olivia siempre se mordia la lengua cuando le sacaba el tema de su libro. Zac dejo su trabajo como periodista tres anos atras en un periodico muy importante del pais para escribir una historia de la que todavia no le habia dejado leer un solo fragmento. Demasiado tiempo invertido en el mismo y en su manuscrito para que despues, al ser autor novel, nadie se lo fuera a editar. No sabia que tonterias y que suenos imposibles tenia Zac en la cabeza, pero Olivia habia pasado de decidir apoyarlo en todo, encargandose de la economia familiar, de la manutencion de su preciosa casa en Collserola, de responsabilizarse de todos los seguros, a dejar de creer en el y en su proyecto. Se habia hartado de verle hacer siempre lo mismo, sin conseguir frutos, arando un campo que parecia que no iba a germinar jamas. Sin ayudarla en nada. Olivia se habia hartado de deslomarse y de no recibir ni un masaje ni una palmadita de animo en la espalda. Desde hacia tres anos, para Zac solo existia su novela. Nada ni nadie mas. Olivia habia sido cruelmente relegada al olvido. Zac parpadeo un par de veces, esperando que ella cediera y no se enfadara demasiado con el. Y Olivia prefirio alejarse de las confrontaciones porque temia el dia en el que la discusion se le fuera de las manos, y dijera algo de lo que pudiera arrepentirse. Asi que, se alejo de su marido y se dirigio a su habitacion, zanjando la diatriba. Alli se puso ropa de correr. Sus pantalones cortos, sus Asics de colores, una susdadera de color negro, y sujeto a Caballo con la correa para realizar la quinta labor que sistematicamente hacia siempre al llegar a casa: darle una vuelta a su pobre perro que bien se merecia. Olivia ignoraria de nuevo lo que ella merecia o necesitaba, y pasaria por alto todo los detalles que Zac ya no tenia con ella. Y obviaria el hecho de que ese dia era su veintiocho cumpleanos y de que el lo habia vuelto a olvidar. Ni una cena romantica, ni un regalo hecho a mano, ni un beso ni un te quiero. Cero. Mientras se secaba las lagrimas de impotencia y frustracion de los ojos, su benevolencia la insto a que creyera una vez mas en el. Tal vez, solo tal vez, Zac decia la verdad. Acabaria la maldita novela, se centraria en recuperar su antiguo trabajo y lucharia por recuperarla a ella. Podia esperar un poco mas. Total, llevaba casi tres anos asi

  • Los cadaveres blancos de Gemma Herrero Virto

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    ?Por que el asesino deja los cadaveres de las victimas en canteras abandonadas de Vizcaya y las coloca sobre una piedra con los brazos en cruz como si fueran una ofrenda en un altar? ?Por que cubre sus cuerpos con maquillaje blanco y quema sus caras y sus manos con acido? ?Que significan las mascaras blancas sobre sus rostros y las extranas inscripciones escritas en ellas? ?Tienen algun sentido los relojes con las manecillas paradas que llevan en su mano izquierda? ?Que quiere decirnos el asesino con estos extranos rituales?

  • Clickbait de Sonia Martinez Martin

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    Katherine tiene una vida perfecta: sale con el capitan del equipo de futbol, trabaja en una revista de moda y estudia la carrera que le gusta.
    Pero un dia todo su mundo se pondra patas arriba y perdera todo lo que le importa.
    Acabara trabajando en el peor antro de la ciudad y compartiendo un piso enano con una ninfomana y un ninato insufrible.
    Y lo que va mal, siempre puede ir peor.

  • Cambiar de idea de Aixa De La Cruz

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    Aixa de la Cruz firma una adictiva y brutal cronica en primera persona sobre su paso a la treintena. Cambiar de idea es un giro radical en la escritura de su autora, un punto de inflexion idoneo para reflexionar sobre el paso a la edad adulta.

  • La llamada de la noche (Nocturnos 1) de Antiliados

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    En las salvajes tierras de Alaska, vive una familia que crecio aislada de la civilizacion.
    Billy Lowell, su mujer Ely y sus cinco hijos, cuatro chicos y una chica, han pasado los ultimos anos sin ningun tipo de contacto con el mundo exterior, a excepcion de unas cuantas ocasiones en las que se han tenido que trasladar a los pueblos cercanos para obtener herramientas o enseres que el bosque no les proporciona.
    Los Lowell se veran alterados con la llegada a sus vidas de una chica que precisa de su ayuda, Amanda. Ella aparecera de la nada trastornando su rutina y exponiendo su secreto.
    Ante esta circunstancia, el segundo de los Lowell, James, no comprende el sentimiento que ha despertado en su interior esa muchacha ni los instintos primitivos que han emergido a la superficie por su culpa.
    La cuenta atras ha dado comienzo y James conocera a la mujer que lo cambiara todo; esa persona por la que vale la pena parar, respirar y valorar lo que realmente importa: el amor.
    Pero, ?y si eso no es suficiente para alcanzar la paz y felicidad que tanto ansian? La guerra esta a punto de dar comienzo, y puede que lo que sienten el uno por el otro no sea suficiente para ganarla.

  • El dia que dejo de nevar en Alaska de Alice Kellen

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    Un chico con el corazon de hielo.
    Una chica que huye de si misma.
    Dos destinos que se cruzan.
    Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Asi es como termina en Alaska, en un pequeno pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su unico problema es que uno de los duenos del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frio y distante, pero Heather puede ver a traves de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atras.
    Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
    La nieve empieza a derretirse.
    Y todo encaja.

  • La ventana de la vida de Leonor Sanchez

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    El dia a dia de Gabi transcurre entre su taller de costura y la casa donde vive con sus padres. Su mayor preocupacion es proteger a su madre de un padre alcoholico.
    Sin apenas vida social, un dia se arma de valor y decide salir con sus dos unicas amigas; Alice y Rose. Esa noche su vida cambiara por completo. Descubrira la amistad, sentir que forma parte de algo y el sufrimiento. Descubrira el amor y los celos junto a Dani.
    Paralela a su historia de amor, transcurren las historias de las personas que les rodean.

  • La isla de las mujeres de Laura Perez Caballero

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    Un brujo, un Emperador, cientos de mujeres confinadas en una isla desierta y una muchacha misteriosa que llevara a cabo una ingeniosa y deseada venganza.
    Fantasia mezclada con brujeria, con supersticiones, con ambicion y con venganza.

  • Manana no estas de Lee Child

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    Dos de la manana en el metro de Nueva York, primera decada del siglo XXI. En la ciudad esta vivo el recuerdo del ataque a las Torres Gemelas. Jack Reacher y cinco pasajeros en un vagon. Algo no esta bien con uno de ellos: cumple con todos los requisitos del terrorista suicida. Reacher los sabe de memoria y va a entrar en accion antes de que sea demasiado tarde. El reflejo de una guerra en el territorio menos pensado.

  • Buenas noches querida de Gi Maelys

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    Se aproxima un verano escalofriante.Caden es asechado por un serial fanatico del arte, y sus dilemas respecto a la mujer que ha conocido, no le permiten pensar con claridad.Su secreto esta por ser descubierto, la policia va tras el, hay un caso que debe resolver y el es el centro de todo.Caden es inteligente, precavido, metodico… y es un asesino.

  • Cuatro dias contigo (Amores imprevistos 1) de Emma Colt

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    Despues de ser testigo de un asesinato, Laura acepta regresar al lugar de los hechos con dos policias de incognito para intentar localizar a los asesinos. Mientras no los detengan, su vida no podra volver del todo a la normalidad. Lo que no podia imaginar era que el inspector Hugo Casas removeria algo en su interior de manera explosiva.

  • Encadenada a mi destino (Guardianes Universales 1) de Kelly Dreams

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    Ella, el alma de un dios hecha carne por una mala jugada del Destino, renacida para hospedar al Libre Albedrio en su interior. Dryah veia como el mundo que habia conocido se habia venido abajo con su despertar, todo su pasado habia quedado anulado y el futuro la condenaba como un ser capaz de destruir el Universo tal y como era conocido, pues ella se habia convertido en la portadora del Libre Albedrio. El, habia sido elegido como Juez Universal, el unico hombre con suficiente poder como para poner de rodillas a los dioses y llevar a cabo los deseos del Universo. Cuando a Shayler le dieron la noticia de que su nueva tarea era llevar a cabo el Antiquerum, el Juicio Supremo, para resolver la inocencia o culpabilidad de la portadora del Libre Albedrio, habia pensado en que seria algo rapido. Llegaria, la veria, la condenaria y podria seguir con su tranquila vida. Pero el no contaba con que su custodio resultara ser la unica mujer que convertia sus suenos en realidad, la unica que estaba destinada a el desde el principio de los tiempos, una mujer cuya unica aspiracion era liberarse de su Juicio y su presencia con la mayor brevedad posible. Sumidos en una carrera contra el tiempo y el Universo, deberan enfrentarse a la mas dificil de las pruebas y evitar que sus corazones se rompan en el proceso.

  • La mujer de la escalera de Pedro A. Gonzalez Moreno

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    NOVELA GANADORA DEL PREMIO CAFE GIJON 2017>Un suicidio y un misterioso asesinato sirven de arranque a este relato donde dos universitarios recien licenciados afrontan una mision que cambiara sus vidas para siempre: la de localizar unos antiguos libros de teatro medieval. Asi comienza una trepidante busqueda en la que los personajes acabaran encontrandose consigo mismos y con su propio destino, trazando a la vez el retrato de una generacion fronteriza que lucho por conseguir un espacio propio en la Espana de los ultimos anos setenta y principios de los ochenta.Una apasionante historia de intriga, de ambiciones y rencores, de amor y desamor, de frustraciones y deseos, donde los mas turbios y los mas nobles sentimientos se entremezclan y chocan dramaticamente, siempre con el telon de fondo del mundo teatral, ese espacio metaliterario en el que, como en un juego de espejos, no todo es lo que parece…<>.Fallo del jurado

  • El grito de las mariposas de Rafael Soler

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    Era un caluroso dia de verano, de los que en la costa mediterranea se dice de autentico bochorno, el aire quemaba sus mejillas, el poniente soplaba con fuerza, el sol, una autentica tortura. Martin habia elegido un mal dia para una de sus largas rutas en bicicleta. Consternado por la imagen, que habia vivido minutos atras, solo pensaba en refugiarse en el pueblo mas cercano. La bateria del movil, que apenas tenia un 2% de su capacidad, y la falta de cobertura hizo que optara por apagar su Iphone para una llamada al servicio de emergencias. Tal vez en lo alto de la colina, que asomaba al final de la carretera, llegara la senal de algun repetidor cercano. En su maillot tenia media barrita de cereales y tan solo una cuarta parte de agua en su bidon. La situacion no pintaba bien, pero no podia volver por donde vino. Aprovecho una pequena bajada para acelerar con su fiel amiga, una Orbea de 29 pulgadas que le habia acompanado en cientos de rutas. El corazon se le salia por la boca, incluso notaba el sabor a sangre de la lengua. Ya no sentia el calor, ni tan siquiera le molestaba el resol en los ojos, a pesar de su sensible color azul topacio. La adrenalina estaba disparada, tan solo pensaba en huir, al mismo tiempo que oia como gritaban;--!Martin, Martin, espera! Llego al final del camino asfaltado, el cortafuegos paso a convertirse en un estrecho sendero que ascendia a un pequeno monte, desde lo alto, probaria llamar a emergencias. La estrechez del camino, las piedras y los surcos que habian dejado las lluvias de mayo complicaban el ascenso. A lo lejos se oia el ruido de un motor, parecia acercarse, no habia tiempo que perder, tras un par de resbalones de la rueda trasera, decidio dejar su Mountain Bike para subir a pie. Antes de emprender su camino hacia arriba, reviso una pequena bolsa de herramientas que tenia bajo el sillin, normalmente llevaba una pequena navaja, una herramienta multifuncion, de esas que venden en cualquier centro comercial en la seccion de bicicletas, y un kit repara pinchazos. Ese dia, la navaja no estaba, en cuestion de un segundo, recordo como el dia anterior la habia colocado en la bolsa de la playa !Mierda! penso al tiempo que seguia haciendose reproches, todo el mundo me lo decia "un dia vas a tener un percance por ahi tu solo. ?Por que no te apuntas a algun club? por lo menos irias acompanado", retumbaba la voz de su madre en una cabeza sin hueco para mas clamores. Lo que en un principio parecia la huida mas rapida, resulto ser una autentica odisea, los 41oC, la fatiga y el terreno parecia reirse de el. La rigidez de las botas de ciclismo, no estaban hechas para la montana, pronto, los 75km que llevaba a la espalda y el calor sofocante de aquella tarde empezaron a hacer mella !a que mala hora no me apunte al club de ciclismo! Por la cabeza de Martin se le pasaban preguntas de todo tipo mientras ascendia por la ladera. El cuerpo cada vez parecia mas pesado, las calas patinaban sobre las piedras que sobresalian, pego un pequeno sorbo de agua y continuo el ascenso. Desde la cima pudo ver como llegaba la vieja furgoneta blanca al final del camino, exhausto por el esfuerzo decidio probar suerte con el telefono, pero fue en vano, seguia sin cobertura. Tan solo tenia dos opciones, adentrarse en las montanas o hacer frente a la situacion, sin tener del todo claro a que clase de monstruo se enfrentaba. Mientras barajaba toda clase de posibilidades, decidio reponer al maximo las fuerzas. "Si me como la media barrita que me queda, llenare los musculos de hidratos, necesito energia rapida", se decia para si mismo. Miro lo que le quedaba de agua y de un trago se la bebio "?de que me sirve la energia si por efecto de la deshidratacion empiezo a marearme?" se preguntaba para convencerse de que hacia bien. Calculo que le sacaria unos 15 minutos de ventaja, tiempo que le habia costado subir. !Bien, vamos a seguir, venga Martin! se decia una y otra vez intentando motivarse, "seguro que en la siguiente montana encuentras un camino que enlace hacia abajo, direccion al canal del Jucar". Si llegaba hasta alli, estaria salvado, podria pedir ayuda. CAPITULO 1 El Boeing 714XT llevaba un retraso de 20 minutos. Luis, esperaba en la puerta de llegadas internacionales de Manises. Estaba nervioso, miraba su reloj una y otra vez mientras se preguntaba ?se habra echado para atras? Estaba todo preparado, llevaba meses chateando con Isabella, lo que empezo siendo una breve charla con intencion de mejorar su ingles se convirtio en algo mas que una amistad, tantas confidencias habian despertado un extrano sentimiento entre ambos. Eran las 23,25 cuando, tras la puerta de llegadas, podia verse, al fondo de aquel pasillo iluminado a media luz, la silueta de Isabella. La reconocio enseguida, esos ojos manchados de rimel la delataban. Iba cargada con una mochila a la espalda, el equipaje de mano y un nino al brazo medio dormido. Al lado, sin despegarse de su madre, Daniela, con el mismo color azul intenso que su hermano. Su mirada inocente y tierna, se le quedaria marcada a Luis durante mucho tiempo. Empujaba una maleta de piel marron, casi mas grande que ella, apenas podia verse tras ella. --Hola Isabella --dijo Luis. --Bienvenida a tu nueva casa. Con un fuerte, pero tierno acento aleman, le pidio que le ayudara con el nino. --Estoy agotada, ha sido un dia muy duro. Los 4 se dirigieron hacia el parking, alli les esperaba el Corsa de Luis. Martin apenas hablaba, a sus 4 anos, se le veia un nino introvertido, lleno de miedos. Pregunto a su madre... --?Ya hemos llegado? --Si, carino --respondio con la ternura que solo una madre es capaz de inspirar. --Ahora duerme un poco mas que nos espera un largo trayecto hasta Tortosa. Tras colocar todo el equipaje en el maletero y el hueco que quedaba en la parte trasera del vehiculo, arranco el coche. Se podia respirar cierta tension en el interior, no era lo mismo sentarse frente la pantalla del ordenador y empezar a escribir que estar alli sentados, el uno al lado del otro, tan solo unos centimetros les separaban. Luis no sabia muy bien que decir, sabia que la decision habia sido dura, ademas, no estaban solos, aunque el nino no sabia castellano, la nina llevaba 3 anos de clases de espanol. --Esperare a manana --penso, entretanto se limito a comentar planes para el dia siguiente. --Ya vereis que bonito, os va a encantar el castillo de Peniscola, por la tarde daremos un paseo por el pueblo y veremos el atardecer desde lo alto del castillo templario. Pasando el viejo seminario de Tortosa, se desviaron hacia la derecha, la urbanizacion parecia un laberinto, tras un serpenteo de caminos, cruzaron una rotonda y a tan solo unos 400m llegaron a su destino. Isabella quedo maravillada con la casa, regentando un bar de carretera, en su pais era inconcebible vivir en un chalet asi, definitivamente, venir a Espana habia sido una decision acertada, su sol, su gente, su cultura, sin ninguna duda, aqui sabian disfrutar mejor de la vida. La noche duro poco, los primeros rayos de sol atravesaban las persianas de la habitacion, pronto Martin salto sobre su madre, lleno de energia, su hermana le recrimino hacer tanto ruido, Daniela, no se hubiera levantado de la cama en todo el dia, su cabeza necesitaba asimilar todos los cambios que habia sufrido en tan poco tiempo. Sin entender muy bien que sucedia, sabia que no estaban alli de vacaciones como le habia dicho su madre, con 12 anos, no alcanzaba a comprender la magnitud de los acontecimientos, se sabe si te estan ocultando algo o no, y algo raro estaba sucediendo. Al oir que estaban despiertos, Luis se acerco hacia el dormitorio donde habian pasado la noche, se sento en la cama junto a ellos y pregunto --?Que tal habeis descansado? Isabella respondio --A mi, me costo bastante conciliar el sueno, pero por lo que se ve, los crios han cargado las pilas. Hacia tiempo que Isabella no veia tan contentos a sus hijos. Luis, movido por la magia del momento, se sento al borde de la cama, cogio al pequeno del brazo haciendole cosquillas, en seguida, Daniela quiso participar en el juego y se unio, fueron unos minutos, un efimero instante, pero suficiente para alegrar durante todo el dia a Isabella, por fin parecian una familia. --Tengo que dejaros, en la mesita del recibidor os he dejado una copia de las llaves, la nevera esta llena, disculpad que no os haya preparado nada para desayunar, tengo que irme, llego tarde y seguro que ya hay gente en el bar esperando a que abra hay clientes que no perdonan su carajillo de las 7. Y con un guino de ojos, salio por la puerta. Aquel 19 de junio era el inicio de una nueva vida para Isabella y sus pequenos. En Austria, cuando todavia no habia cumplido los 17 anos se enamoro perdidamente de un finlandes bohemio, que habia obtenido una beca para estudiar en el Joseph Haydn Konservatorium. Andersson tenia el don de tocar practicamente cualquier instrumento. Desde muy nino, habia aprendido solfeo, practicamente al mismo tiempo que aprendia a leer. Sus padres, al ver de sus capacidades empezaron a exigirle cada vez mas, lo llevaron a clases de piano, violin, tal vez, por esa exigencia Andersson fue adquiriendo un punto de rebeldia que fue acentuandose a medida que crecia. Durante la adolescencia, quiso dejar los estudios, tan solo se interesaba en una vieja travesera que habia comprado en una casa de empenos y sacarse unos cuantos marcos tocando por las calles. Sus padres, temiendo que se desviara del camino que le habian designado, decidieron enviarlo interno a estudiar a la capital A los 23 anos no habia acabado sus estudios musicales en la escuela politecnica de Helsinki, no por falta de capacidad, sino por falta de disciplina y constancia. Fueron unos anos de fiestas universitarias, primeras borracheras y primeros contactos con drogas blandas. El cambio de pareja, era algo habitual, practicamente a la semana, el viernes se enamoraba perdidamente de una chica, para el lunes siguiente no recordar ni su nombre. Neida, su tutora y profesora de fundamentos de composicion, lo llamo a su despacho. --Andersson, no puedes repetir otro curso, eres el alumno con mas capacidad que ha pasado por este centro, no malgastes tu vida, todavia estas a tiempo de licenciarte, reacciona por Dios, no nos gustaria tener que expulsar a alguien con tanto talento. Estas palabras, hicieron replantearse que queria hacer con su vida, Neida tenia razon, sus palabras resonaban en su cabeza como si de campanas se tratase, expulsion, talento, expulsion, talento…Durante aquella semana estuvo algo atormentado por aquella conversacion, llevaba 7 anos fuera de casa, el politecnico era su hogar ?que iba a hacer si lo expulsaban? La posibilidad de volver a casa con sus padres le hizo reaccionar. En el segundo semestre saco las mejores notas de la escuela, al final lo habia conseguido, consiguio licenciarse, pero no solo eso, sino que saco 7 matriculas de honor. El rector de la universidad quiso felicitarlo personalmente --Andersson, enhorabuena por el final de tus estudios, lastima que no sacaras todo tu potencial antes, pero queria hacerte una propuesta, sabemos que puedes dar mucho mas de lo que has mostrado en esta universidad, he solicitado una beca para que hagas el postgrado en un conservatorio de Viena, tal vez, con la disciplina que has mostrado estos ultimo meses, podamos verte en el concierto que retransmiten cada ano nuevo, o quien sabe, hasta dirigir la Filarmonica de Viena, eso siempre nos daria un prestigio anadido.

  • Los pasatiempos de la reina que buscaba catarinas de Jean Baptiste Andrea

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    A traves de la voz y el pensamiento de un nino al que todos consideran <>, Jean-Baptiste Andrea celebra la infancia, pero tambien la crueldad que puede nacer de los juegos mas inocentes.

  • En Tu Nombre Mi Inspiracion de Andres Ruiz

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    Habian pasado varios meses desde el fallecimiento de mi esposa y aun sentia, notaba y respiraba el suave olor a perfume que desprendia su cuerpo. Era sabado. Estaba amaneciendo. El despertador sono, como de costumbre, a las siete en punto. Lo unico que lo diferenciaba del resto de los dias era que esa manana no tenia que levantarme de la cama para ir a trabajar. Por estupido que parezca, todos los fines de semana, volvia a retumbar ese desesperante zumbido entre las paredes de mi cuarto. Apague el despertador al instante y me dispuse a echar otra cabezada hasta que diesen, como minimo, las diez. Asi fue como lo hice. Mientras el frio apenas se podia sobrellevar en el interior de la cama, la soledad me hizo ver que desde la muerte de Claud las noches eran pavorosamente mas gelidas. Ella solia dormir con su cuerpo pegado al mio, abrazados, fundidos el uno con el otro, proporcionandonos calor. Siempre descarte la posibilidad de comprar un calefactor por temor a perder, con resignacion, ese dulce y anorado recuerdo. Asi empezo mi historia. Misterioso encuentro el de esa manana, banado en tintes apasionados, que me hizo cambiar la vida. Me encontraba tomando un cafe para desayunar. La taza, pegada a mis labios, me provocaba un pequeno temblor injustificado. Senti a alguien observandome desde el fondo del salon. La cocina no era excesivamente grande. Desde ella se podia ver con claridad el resto del apartamento. El comedor era muy luminoso, por el sol que entraba temprano a traves de la ventana. La orientacion la escogio mi mujer. Ella decia que el este daba la alegria a una casa por la manana y el sur la prolongaba hasta la tarde. !Oh, mi Claud! Siempre alegre. Tu supiste contrarrestar mi tristeza hasta el punto de diluirla en el oceano. Eternamente te estare agradecido por lograr encauzar mi vida por otro camino, por la senda de la hilaridad. Travesia que hendio con tu expiracion. Maldito el trance en el que me encontraba inmerso. Anhelaba que se tratara de un execrable sueno. No habia nadie; sin embargo mi mente era lo que mas deseaba en ese momento. Tal era el convencimiento que crei imaginarme el cuerpo de Claud vagando por el salon. Podia distinguir su pelo resplandeciente y hasta el garzo color de sus ojos. Su actitud emulaba la de alguien que me estaba llamando con gestos reiterados. Su mano izquierda se alzo y con un visaje lento, el dedo indice, en pausado movimiento, subia y bajaba. Parecia tan real que con la confusion, un tanto aturdido, intente pronunciar alguna palabra. No obstante, el desasosiego no satisfizo mi ansia de hablar con ella. Quise levantarme de la silla, pero algo no me lo permitia. Un desproporcionado peso, no correspondido con el mio, hacia que me quedara pegado en ella. Luchaba por acercarme a la espectral silueta. La taza de cafe se me cayo de las manos a las piernas, provocando un acto reflejo simultaneo que origino el que saliera del estado de semiinconsciencia en el que me encontraba. La imagen habia desaparecido. Dudaba sobre si lo que habia visto era real o no. No descartaba la posibilidad de que lo fuera. Al llegar al lugar donde crei ver a mi mujer, sorprendentemente, olia a su perfume. Deduje la imposibilidad de que su olor hubiera quedado impregnado en el sillon desde la ultima vez que estuvo alli sentada. Entre otras razones porque no era de piel. Asustado, comence a vestirme rapidamente. Despues de asearme y afeitarme un poco me marche de casa, bajando por las escaleras apresuradamente. Necesitaba despejar mi mente. Ese era mi unico deseo. La gente, como cualquier manana de sabado, caminaba de forma sosegada, analizando todo aquello que se interpusiera en su trayecto. Senores comprando el periodico con bolsas de pan recien hecho en sus manos auguraban un feliz desayuno junto a la familia. !Que recuerdos de cuando vivias, Claud! !Lo que daria por volver a tenerte junto a mi! La manana parecia haber cambiado. La frescura matutina habia desaparecido por completo. Entre paso y paso me venian a la mente recuerdos. Queria sonar, volver a imaginarme que estaba a mi lado. La evocaba cogida a mi mano, con su fulgurante seguridad, tocando su tersa y suave piel que me embelesaba. Sus caricias se apoderaban de mi alma. Recorrian por medio de impulsos todas las venas de mi cuerpo, ensalzando la alegria y tranquilidad en mi semblante. Pero nada era real en esta dicha. Sin poder aguantarla entre mis manos se me escapo corriendo calle abajo, desvaneciendose poco a poco su imagen por la puerta de la antigua biblioteca. La biblioteca municipal. Hacia tiempo que no iba por alli. Probablemente la ultima vez que estuve fue cuando estudiaba en la universidad. Tras adentrarme en ella percibi que todo se encontraba igual que antano. Fui un asiduo en mi epoca de estudiante. Incluso la senora Mar continuaba en su puesto de bibliotecaria. La edad, que no pasa en vano, habia hecho de ella una agradable anciana. Sus ojos me miraron como si me conociera, pero sus laconicas palabras no. Me noto un tanto asustado. La ocasion lo merecia. Mis ojos no paraban de observar, aunque fuera desde lejos, todos los rincones de la biblioteca. Pretendi no incomodar a las personas que alli se encontraban, trabajando. De ahi que desistiera de mi intento de hallar a Claud. Un tanto mas calmado le pregunte a la senora Mar por la seccion de ciencias. No queria levantar sospechas sobre mi eventual locura; vesania inesperada. La senora Mar me senalo con un frugal gesto el fondo de la biblioteca y me susurro acercandose pausadamente a mi oido. --Yo le conozco. No tengo muy claro si antes leia este tipo de libros. ?Que le ocurre? Parece mas excentrico que antes. ?Las leyes le han perturbado? Indudablemente, la senora Mar recordaba que lo mio era el derecho. Al aproximarme a las baldas era sencillo perder la mirada ante tal cantidad de titulos ajenos a mi entendimiento. Un sinfin de libros que en la vida habria leido coronaban las estanterias. Objetivamente no sabia ni lo que estaba buscando. Escudrine entre los anaqueles por si encontraba algo o incluso a ella. Pero no, !no pudo ser! Claud debia haberse mezclado y esfumado entre los libros. Quizas esa fuera una manera de decirme que el futuro de mi vida se encontraba entre ellos. Una metafora venida de otro mundo para ser analizada entre los mortales. Al albur del momento, entiendo que por culpa del husmeo, una de las obras cayo repentinamente encima de mis pies, provocandome gran congoja. Rezaba El deseo inacabado1. Por razones obvias debia pesar mucho. No solo por el dolor que me habia causado, su aspecto y dimensiones la delataban. Tenia apariencia de ser una obra vetusta. Sus pastas estaban medio sueltas y eran de una especie de papel duro, bastante parecido al carton. Evidenciaba un color rojizo y estriado. Una obra de autor anonimo. Me dirigi al mostrador, donde la senora Mar me comunico que los prestamos se hacian por tres dias. Si sobrepasaba el tiempo establecido me sancionaria con la retirada del carnet. Hui de aquel prodigioso lugar. Decidi sentarme durante un instante en algun cafe. El bar de Nolan. Alli tendria ocasion de echarle un primer vistazo al libro. De por si auguraba una lectura interesante. Por lo menos era de un lenguaje asequible, facil de entender. Una historia de amor y de desengano. Pienso que a veces demasiado doctrinal, como si lo hubiera escrito alguien que deseara impregnar sus conocimientos a una persona querida. Lei y relei ese deseo inacabado. En la vida cada persona es inteligente a su manera, sabe desenvolverse en el dia a dia segun sus preferencias e interacciones. El problema es que, aunque uno conozca la manera de afrontar determinadas situaciones, a veces nos falta la forma de poder ejercitar las ideas y conocimientos. Yo siempre lo comparo con el siguiente ejemplo: seria como tener en casa las recetas de la abuela y no disponer de cocina para elaborarlas, o peor aun, no ser la abuela. Claro que en nuestro caso la cocina es la cabeza de uno. Hasta ahora nadie habia conseguido llegar al grado de madurez cerebral absoluto para poder aplicar todos los conocimientos que alberga la mente. Es facil leer, pero no disponer. Es sencillo querer conseguir algo, pero no es facil poder hacerlo. Cada segundo perdido de mi vida sin ganar intelecto suponia, en este momento, un retraso en mi empeno. No sabia aun ni lo que pretendia. Tal vez poseer muchos conocimientos temporales en el cerebro solo nos sirva para ocupar espacio. Malgastar un lugar que podrian ocupar los fundamentos importantes de nuestra existencia. La sociedad siempre se ha movido por la necesidad de inculcarnos valores, ideas y teorias que en la practica se desvanecen y no perduran en el tiempo. Pero para eso estan los libros, pense. En un conocido y frecuentado cafe-bar del casco antiguo de la ciudad: --Hola, Nolan. Hace tiempo que no le veo. El senor Nolan, de aspecto extravagante y un tanto desgarbado, acercandose a mi espalda, contesto; --Si, es cierto, desde lo de su esposa no hemos vuelto a vernos. ?Como esta? --Bien, --le conteste--, tal vez un poco perdido todavia. --No te preocupes, en poco tiempo todo volvera a ser como antes, ya veras. Aunque hayas sufrido tanto, la vida suele dar un giro importante cuando uno menos se lo espera. Esas palabras del senor Nolan enraizaron dentro de mi cabeza. De forma insolita sirvieron para hacer que me sintiera mejor. La lectura del libro me ayudaba a tranquilizarme. Claras y directas afirmaciones diluidas en un extenso relato. Haria acopio de ellas. Las utilizaria a mi conveniencia. Debia adquirir la facultad de seleccionar todo aquello que quisiera retener. Uno de los planteamientos del libro. Generaria una especie de alzheimer provocado que me ayudaria a crear pequenos archivos de ideas necesarias y borrar todo aquello que fuera prescindible. Engulli un pequeno bocado en el bar de Nolan, originando que a medida que avanzara la manana me entrase excesivo sueno, por lo que decidi volver a casa para descansar. En el camino a casa fui contemplativo, asaz. Adverti una larga hilera de pequenas viviendas mal cuidadas que siempre habian estado ahi. Jamas las habia observado con detenimiento. En estas la gente destacaba por su humildad, siendo un factor mas que suficiente para considerar la modestia de sus moradores. La falta de apoyo institucional, por la necesidad de recursos economicos, se evidenciaba por el vergonzoso descuido del aspecto exterior de las mismas. Por suerte, el destino me hizo encontrarme con Raul Bertel, amigo de la infancia. Habia perdido su pista hacia bastante tiempo. Raul debia ser de mi edad, unos treinta y cinco anos aproximadamente. De complexion fuerte, tenia unos rasgos intensamente marcados. Era oriundo de Granada. Vino a vivir aqui anos atras, porque su padre fue trasladado por motivos laborales. Por desgracia, cuando llego a nuestra localidad, segun tengo entendido, su empresa quebro. Tuvieron que trasladarse a este barrio, uno de los mas modestos de la ciudad. Siempre admire a esta persona, por su sencillez y humildad. Estaba impaciente por saber que habia sido de el. Me revele ansioso por preguntarle cosas, necesitaba que me contara algo bueno; el exito que hubiera podido tener en la vida o los hijos que Dios le hubiera dado. --?Cuanto tiempo? ?Como estas? --!Que alegria encontrarte, si no lo veo no lo creo! ?Eres tu de verdad? --dijo Bertel, mirandome varias veces y tocandome el rostro a la vez que me hablaba. --Si, claro --respondi--. ?Quien iba a ser si no? No he cambiado tanto, ?verdad? --No, no se trata del cambio que hayas podido experimentar. !Te creia muerto! --!Muerto! --dije sobresaltado. --Hace unos meses me llegaron noticias de un colega de profesion. Afirmaba que una persona del mismo nombre que tu y que claramente se ajustaba a tu perfil, desgraciadamente, habia fallecido en su quirofano unos minutos despues de iniciar una intervencion quirurgica por un hematoma subdural. --?Por un que? --respondi sorprendido. --Se trataba del cerebro. Debio ser algo traumatico. No se supo su origen. Pues me alegro enormemente de que no se tratara de ti. Ahora no sabria si estoy hablando con un fantasma o una persona de carne y hueso. --Es curioso que menciones esto --le conteste-- porque a veces creo que... Bueno, da igual, dejemoslo. Mi mujer si fallecio hace unos meses. --Lo siento mucho --exclamo. --?Entonces eres medico? --Si, por supuesto, lo desee desde siempre. El poder salvar vidas era mi mayor afan. Lo que mas me satisface en esta vida es trabajar con personas desamparadas que no tienen recursos. Por eso, tres tardes a la semana, despues de ir a la Mutua Fraternidad-Muprespa asisto a pacientes de este barrio, mi antiguo hogar. De ahi que me encuentres aqui en este momento. Me dirigia hacia aquel hospital --anadio senalando a un edificio cercano--. Tengo pacientes muy singulares, se puede aprender mucho de ellos. ?Sabes? Dan todo por ti, solo por cuidarlos y tratarlos educadamente, en definitiva por ayudarlos. Es facil, ?a que si? Los pacientes necesitan amor, con eso se conforman, y mas en momentos criticos. Les da igual estar moribundos a consecuencia de su enfermedad terminal. Para ellos lo mas importante es sentirse arropados por los que se encuentran cerca. No se si te pongo en un compromiso ?Por que no me acompanas y te enseno todo aquello? No fui capaz de negarme. Por el camino me encontraba totalmente absorto con las palabras que me habia manifestado Raul. Bajo su aspecto, fuerte e iracundo, se escondia una esplendida y enigmatica persona, con grandes valores y marcada personalidad. Egoistamente sabia que rodearme de alguien como el aumentaria toda mi esperanza por conseguir lo que en realidad necesitaba. Mi mujer no se me olvidaba. Yo sabia con certeza que esa manana habia estado en nuestra casa, que se habia dejado sentir y que aspiraba que hiciera algo. Desconocia lo preciso para llegar a ella. Era una imperiosa necesidad el conocerlo, sobre todo para alejar de mi mente el hecho de que pudiera estar volviendome un perturbado. --Raul, ?que tipo de enfermos tratas en tu consulta? --En la mutua ya lo sabes, trabajadores activos. Pero en el centro ahora lo veras. No serviria de nada que te lo contara, hay que verlo. No te preocupes, no hay enfermedades contagiosas. Tu muestrate como si fuesen personas sanas; lo contrario les doleria. Especialmente debes ser mas sensible con los padres. Ellos al fin y al cabo son las personas que peor se sienten al tener que dejar a sus hijos por un tiempo indeterminado, e incluso algunos de ellos para siempre. Perdona, no pretendia avivar tus recuerdos... --No, no te preocupes. Para mi resulto ser la experiencia mas desoladora y a la vez enriquecedora que jamas habia vivido. Por desgracia, todo el ambiente estaba rodeado de muerte. Por lo menos asi lo sentia yo. Era como si no les ocurriese nada a los pacientes. En el fondo, la mayoria de ellos habian perdido la esperanza y conocian de sobra cual era su fatal destino. Se encontraban felices, aparentaban normalidad. Raul tenia especial predileccion por una nina de cinco anos llamada Olga. Olguita, como el la llamaba, tenia la dulce mirada que poseia mi esposa. Con ojos grandes y azules, la imaginaba con un precioso pelo rubio semiondulado. Por desgracia tenia un cancer linfatico, leucemia. Un panuelo rosa fucsia cubria su cabeza. De ella destacaba su gran ternura. Ahora si, ajena a su enfermedad, era la alegria personificada. --Olguita, toma este regalo que te he traido. La chiquilla no fue capaz de esperar a que Raul se lo diera. Se lanzo a su cuello y le propino un fuerte abrazo, arrebatandoselo casi de las manos. --?Que es, que es? --decia con un bonito y correcto acento andaluz. --No te lo puedo decir. Dejaria de ser una sorpresa. Raul le habia regalado una especie de bola en la que al moverse salian muchos copos de nieve que caian encima de los tejados de una pequena ciudad en miniatura. Era preciosa, la nina, por supuesto. La pena era que, por desgracia, la veia a las puertas de la eternidad. Su enfermedad, lejos de perder la esperanza de otros casos similares, no tenia solucion en el estado que se encontraba. La esperanza es lo ultimo que uno debia perder. ?Por que inventarian la detestable ley de Murphy? En la mayoria de las ocasiones, si esperas que algo te salga bien, automaticamente se aplica la repulsiva ley y se estropea. En la vida existen realidades que jamas intuiremos con una simple mirada, aunque las tengamos enfrente de nuestros ojos. Desgraciadamente, solo con un pequeno movimiento, aunque sea provocado de forma instintiva, hacemos que todo cambie. Ese fue el caso, por analogia, de la enfermedad de Olguita. La nina movio su bola de la ciudad de forma energica y reiterada, hasta que se canso. Yo desde el fondo de la habitacion observaba como caian los copos de nieve. Pense en la importancia de un solo movimiento, capaz de cambiar el aspecto exterior de algo. Era la capacidad, a veces no entendida, del que tiene el poder sobre las cosas. Esta experiencia me ayudo personal y espiritualmente. El encontrarme rodeado de esta gente desconocida para mi, con situaciones totalmente heterogeneas, fue mentalmente gratificante. Siempre pienso que hasta que no te ocurre una desgracia similar no se llega a saber con profundidad lo dura que es la vida y hacia donde nos lleva. En realidad, no se nos prepara bien para la muerte. Quizas si en otras culturas. Me encontraba absorto, embelesado, divagando, vanamente sumido en mis pensamientos. Esa paz interior se rompio al entrar una enfermera gritando bruscamente; --!Raul, Dr. Bertel! ?Donde se encuentra usted? --Incorporandose rapidamente --le contesto--, aqui. --Se trata de Gabriel. Tiene convulsiones y sus constantes vitales se encuentran bajo minimos. --Vamos, rapido, prepara una dosis de epinefrina y coja el desfibrilador por si fuese necesario. El Dr. Bertel me explico posteriormente que Rosa era una enfermera que llevaba trabajando toda su vida con personas desahuciadas, sobre todo de medios economicos limitados. Por lo visto se encontraba muy implicada con esta causa. El tiempo se lo permitia, ya que no tenia familia directa, excepto un tio segundo, por parte de madre, que se encontraba en EE. UU. Era un prestigioso directivo de una empresa con mucho renombre y poder. Cuando pensaba lo que podia tener y no poseia, por no haber amasado la misma fortuna que su familiar, se curaba de humildad ayudando a los que eran como ella. Segun decian, algun dia, heredaria su patrimonio. <>. --Aqui tiene, doctor --dijo la enfermera. Raul actuaba como cualquier profesional de la medicina, trabajaba de forma apacible, sin nervios de ningun tipo. La tranquilidad se transformaba en una acuciante desesperacion para el que se encontraba a su lado. Aunque yo no era sanitario para poder opinar, por supuesto. --No se estabiliza --dijeron resignados. El sonido del electroencefalograma pitaba despacio, marcando la lenta actividad cerebral. Los latidos de su corazon eran muy debiles. Daba la impresion de que se estaba yendo. Intentaban recuperarlo y devolverlo a su estado normal. Cuestion esta ilusoria. Su cara parecia la de un angel que acababa de entrar en el cielo. --Senor Gabriel. ?Como se encuentra usted? No respondia. Mientras se debatia entre la vida y la muerte ocurrio uno de los acontecimientos mas usuales y extranos que se suelen dar en estas situaciones. Gabriel que se encontraba totalmente inconsciente, reflejaba una cara de felicidad que llegaba a lo mas profundo del alma. Reverberaba dulzura y calidez a la vez. Como si estuviera siendo rodeado y recibido por muchas personas queridas. Era evidente, su fallecimiento estaba cerca. Ya no habia nada que hacer. La enfermera y Raul salieron desolados, con la cabeza agachada, quitandose los guantes de latex de las manos. Entiendo que para certificar la defuncion del paciente y realizar los ultimos preparativos. Me di cuenta de que me encontraba solo junto al cuerpo yaciente de este desconocido. No se por que razon me sentia como si fuera imprescindible en aquella habitacion. Pense que se trataba del destino y asi lo acepte. Me acerque al moribundo y susurrandole al oido le dije refiriendome a mi Claud: --Demuestrame la forma de llegar a ella. No sabia si realmente me habia escuchado, pero un pequeno gesto cambio la expresion del Sr. Gabriel. Note como sus pupilas se dilataban. Estaba alejando la mirada hacia un punto concreto de la habitacion. Mire atras, mas bien por miedo a lo que pudiera encontrarme alrededor. Se me puso la piel de gallina. Se trataba de la figura de una anciana que llamaba a Gabriel con la cabeza. El hizo ademan de levantarse; sin embargo, sus pocas fuerzas no se lo permitieron. De forma repentina se le oyo un suspiro, diciendo: --Gracias por esperarme, amor. Cayo en la cama y no volvio a respirar mas. --!Raul! !Raul! !Es Gabriel! Parece que definitivamente ha fallecido. Todo esto es desconcertante, antes de su frivolo y esperado final en la tierra fue capaz de articular varias palabras. --Ya habia fallecido cuando nos fuimos de la habitacion --afirmo Bertel--. Se trata del ultimo suspiro. Seguro que, como siempre, escucharias palabras de asombro por ver a alguien querido o conocido, ?verdad? --expreso Raul. --Asi es. Parecia como si hubiera visto algo. Lo increible del caso es que aprecie una anciana que le llamaba. --Que no te resulte extrano. No es la primera vez que ocurre esto. Hace unos meses tuvimos aqui a una mujer que cuando la hospitalizamos ya estaba moribunda, agonizo durante una semana completa. Afirmaba estar viendo a su marido que fallecio anos atras, incluso charlaba con el. Al principio me asombre bastante, pero empezo a ser algo familiar para mi. Despues de esta mistica experiencia ya era hora de continuar mi camino. ?Que podia esperar mas de este largo dia? Al llegar a casa me vino a la mente lo que le susurre al pobre senor Gabriel durante ese trance. Recorde las palabras que levemente pronuncio, palabras que de forma complaciente daban las gracias a alguien. Todo ello hacia sentirme feliz, con una gran esperanza por volver a ver a Claud algun dia. En la vida terrenal o en cualquier otro lugar existente. Dormi sin mayor preocupacion que la soledad. Esta se me hace dificil de sobrellevar. En ocasiones deseaba volver atras el tiempo para poder hacerle sentir a Claud todo lo que la amaba. No obstante hay deseos que uno advierte cuando ya no los puede realizar, por lo que es mejor no pensarlos. La desesperacion se alia con aquel que frustra sus empenos y yo soy de esos, de los que suenan con poder hacer cosas imposibles. A la manana siguiente me desperte temprano, era domingo. No tenia mayor aspiracion que permanecer en casa. Solo saldria para ir a misa. No se por que razon me apetecia reconciliarme con Dios. Deseaba volver a mi epoca de juventud en la que asistir los domingos a la iglesia era lo habitual. Previamente estuve observando unos retratos de entre todos los recuerdos que guardaba de mi mujer. Cada dia la veia mas guapa. No se me olvidara jamas el momento en que le hice aquella foto. Pense que si la llevaba siempre junto a mi la sentiria mas cerca. La guarde en la cartera, junto a las que ya tenia. Deje a un lado el resto despues de verlas. Recuerdo perfectamente que en esta estabamos los dos en el Castillo de Gibralfaro. Nos encontrabamos divisando la hermosura del paisaje de la ciudad. La vista se perdia en la penumbra hasta topar casi con el continente africano. Era un lugar muy querido por mi. A veces Claud no entendia el porque. En ocasiones me recriminaba que era muy pesado por querer ir de nuevo a ver el monumento nazari. Ella nunca supo que en ocasiones subia a pensar en este enclave, sin ella. Uno de los dias mas bonitos de mi relacion, de los que guardo recuerdos entranables, fue ahi, en ese sitio con tanto encanto, lugar en el que supuestas batallas se habian librado por conquistar los dominios de semejantes parajes. Cuanto amor y odio juntos se entremezclaron para luchar por algo tan preciado y valioso. Solo podia afirmar palabras de halago. Mi queridisima ciudad rezumaba alegria desprendida por el brillo del sol reflejado en el mar. Ese dia subiria a ver nuevamente su encanto. Asi podria cantar en la cima del monte Esperando a que caiga la noche, aunque solo fuera en silencio: <

  • Onesimus de Ignasi Serrahima

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    ?Que es Onesimus? Onesimus es el nombre de la conspiracion que una organizacion secreta neocon esta organizando en Estados Unidos bajo la cobertura de la guerra contra Irak. La novela comienza el mes de abril de 2003 en el sector C de la Bagdad ocupada, cuando la sargento Lobo recibe ordenes de asaltar un edificio. Alli encontrara un laboratorio. No, no son las famosas armas quimicas. De hecho ha encontrado algo que la CIA la obliga a olvidar. De Washington a Jalalabad, de Langley a Londres, pasando por Barcelona. Militares, agentes de la CIA, periodistas, asesinos a suelto (el eficaz Jaume Quintero). La Tercera Guerra Mundial y la vuelta al mundo casi ochenta veces en 350 paginas.

  • Antes de que las hojas caigan de Maite Aleu

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    1918, Chicago
    Estados Unidos esta inmerso en la Primera Guerra Mundial. La sociedad esta sufriendo profundos cambios, favorecidos por la masiva salida de hombres rumbo a Europa. Sin embargo, los hospitales siguen siendo reinos masculinos.
    La doctora Elizabeth Scott ha luchado mucho para llegar a ser residente en el prestigioso hospital del condado de Cook, y ambiciona un puesto en su laboratorio. Para conseguirlo se enfrentara a varios obstaculos, incluida la intensa atraccion que siente por uno de sus companeros.
    El doctor William Foster todavia no ha sido llamado a filas. Durante la incierta espera se centra en su trabajo en el laboratorio del Cook, donde no puede evitar fijarse en su companera, Elizabeth, una mujer prohibida para el.
    Ambos sucumbiran a sus sentimientos en un entorno marcado por los prejuicios, las diferencias sociales, la guerra y los avances medicos. La terrible pandemia de gripe espanola pondra a prueba su amor y su vocacion.

  • No soy una princesa de Tamara Marin

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    Olivia es una doctora que no ha tenido una vida facil. Lo ha pasado muy mal en el amor y tiene el corazon blindado.Ella no es ninguna princesa y no necesita que nadie la salve.Puede con todo.

  • Blody de Monika Bennett

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    A Blody la vida parece sonreirle. Ha conseguido plaza en la prestigiosa universidad de California y esta ansiosa por empezar su primer ano de psicologia.Todo parece irle bien a Blody, pero la felicidad de esta joven universitaria se vera truncada por un asesino en serie que ha puesto todas sus miras en ella.Un thriller psicologico banado de sangre que hara las delicias de los amantes del genero.Ten cuidado o te atrapara.

  • Que de lejos parecen moscas de Kike Ferrari

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  • Mi Irresistible Jefa de Wendy Etherington

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    ?Como podia conseguir una chica que un hombre cayera rendido a sus pies?

  • Eternamente mia de Sasha Miles

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    La guerra entre cambiantes puros y mestizos esta en auge. A pesar de la inestable tregua con su manada de origen, Ethan es consciente de que sus mestizos siguen en peligro y en el peor momento posible.
    Desde su visita a Tres Deseos, no ha hecho otra cosa que preparar la llegada de su companera destinada: una humana ajena a su mundo que siente una perversa fascinacion por las causas perdidas, especialmente cuando estas vienen en forma de bestia peluda. ?Quien mejor para un alfa mestizo que su <>?
    Gabriela esta muy ilusionada con la oportunidad que le han ofrecido para estudiar el instinto de apareamiento del oso polar. !Y nada menos que en Alaska! El hecho de convivir, pared con pared, con un hombre tan atractivo como su anfitrion solo es un plus a su contrato. ?Quien en su sano juicio querria negarse?
    Sin embargo, cuando la gente empieza a desaparecer y la alarma del complejo se dispara ante la llegada de intrusos violentos, todo el velo de la realidad cae y lo imposible se convierte en posible, acercandolos en un entorno hostil lleno de violencia.
    ?Sera suficiente el amor para hacer frente a las adversidades o terminaran distanciandose para siempre?

  • Mudar de piel de Marcos Giralt Torrente

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    Imaginemos a nueve narradores reunidos para contar cada uno de ellos, sin callarse nada, una historia relevante de su vida. Historias de infancia compartidas con sus padres y hermanos, o historias de su pasado reciente vividas con sus parejas e hijos. Al igual que los narradores de esa escena imaginada se contagiarian de un tono similar dictado por el tema y las circunstancias, las nueve historias reunidas en este libro se sirven de un lenguaje comun para hilar con tramas diversas un tapiz nada convencional de los subterraneos del afecto. Algunas conforman cuentos canonicos y otras fuerzan las fronteras del genero para erigirse en autenticas novelas bonsai, pero en las nueve late, junto al engarce de ecos sutiles, el mismo afan de desnudar la realidad para dejarla tal como se nos apareceria en un breve instante de revelacion.
    Con la agudeza y precision que caracterizan su obra, Marcos Giralt Torrente se adentra de nuevo en las relaciones familiares demostrando sus grandes dotes para perfilar la psicologia -en ocasiones contradictoria- de unos personajes enfrentados a sus miedos y anhelos. Padres intermitentes, madres esquivas, adolescentes que se asoman desconcertados al mundo adulto, ninos complices, hermanos y hermanas unidos por lazos dificiles de disolver, reencuentros inesperados, enganos, sombras ominosas, ausencias irreparables, amores imperfectos y, en general, ese lento encaje de las complejidades de la vida al que nos expone la convivencia con el espejo de nuestros allegados.
    Sin excesos melodramaticos, pero tambien sin contemplaciones, con una mirada a la vez desapegada y compasiva, acompanada siempre de una escritura virtuosa, atenta a las modulaciones y los matices, el autor explora las entranas de la intimidad y sus grietas y nos brinda nueve narraciones excepcionales.

  • La muerte de Ulises (Detective Kostas Jaritos 1) de Petros Markaris

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    La noticia llego mientras saboreabamos el cafe de la manana, ritual que Guikas habia inaugurado recientemente. Como se ha pasado media vida entrando y saliendo de los despachos ministeriales de todo tipo de partidos y autoridades politicas, en algun momento se entero de que los primeros ministros empiezan siempre su jornada laboral con un cafe y se apresuro a emular la costumbre. Para ser sincero, no tengo la menor idea de lo que hablan los jefes politicos con sus ayudantes mientras toman el famoso cafetito, pero nosotros hablamos de gilipolleces. De cara a la galeria, se supone que aprovechamos la coyuntura para dar un repaso a los asuntos y documentos de la vispera y trazar nuestros planes de accion para el dia en curso, pero la mayor parte de las veces perdemos el tiempo escuchando los recuerdos archivados en la cabeza de Guikas. Asi que, cuando sono el telefono y Guikas descolgo el auricular y me dijo: <>, tuve un presentimiento, que Vlasopulos me confirmo en el acto. --Se ha producido un asesinato, senor comisario. --?Se conoce la identidad de la victima? --Por supuesto. Es el escritor Lambros Spajis. La mujer de la limpieza ha encontrado su cadaver esta manana en su despacho. --?Y tu sabias que ese tal Spajis era un escritor famoso? -- pregunto extranado, porque a mi el nombre no me dice nada. --Yo tampoco lo sabia, pero he buscado en la Wikipedia y he encontrado su biografia. <>, me digo para mis adentros. <> --?Donde vivia la victima? --En la calle Romano el Meloda, que parte de la circunvalacion de Licabetos. --Bajo enseguida. Vlasopulos esta esperandome en el coche patrulla delante de la entrada de Jefatura. --He avisado a los de la Cientifica y al forense. Tambien he enviado un coche patrulla para que vigile la casa. La victima vivia sola. La casa de Spajis, una vivienda de tres plantas, debio de construirse mas o menos en los anos treinta. A la izquierda, segun se entra, hay una sala de estar llena de muebles antiguos y recuerdos de familia, sobre todo viejas fotografias. En un amplio sillon con apoyabrazos de madera torneada esta sentada una cincuentona de cabello negro y nariz aguilena, que permanece inmovil y con la cara hundida en las palmas de las manos. Enseguida veo que es extranjera, aunque no acierto a adivinar su nacionalidad. El agente joven encargado de custodiarla esta de pie junto a la ventana, fumando y admirando el paisaje. La cocina se encuentra justo enfrente de la sala de estar. A su lado, una escalera de madera conduce a las plantas superiores. Primero echo un rapido vistazo a la cocina. Los armarios estan cerrados y en el fregadero hay una pila de platos amontonados de cualquier manera. La nevera esta llena de frutas y verduras. En la segunda planta me esperan dos dormitorios. Entre uno y otro, un pasillo estrecho conduce al cuarto de bano. La victima debia de dormir en la habitacion de la izquierda, ya que alli los armarios estan llenos de trajes y ropa interior masculina. En la mesilla de noche hay un libro junto a un par de gafas. El segundo dormitorio, en cambio, da la impresion de que no lo utilizaban. Seguramente hacia las veces de habitacion de invitados. En el unico balcon de la casa malviven unas plantas canijas que, sin lugar a dudas, provocarian escalofrios a mi mujer. La tercera y ultima planta esta ocupada en su totalidad por un enorme despacho lleno de estanterias que cubren las paredes hasta el techo. Seguro que a Guikas le daria envidia, no por la gran cantidad de libros sino por las vistas, ya que a traves de las dos amplias ventanas se divisan Atenas y la Acropolis como servidas en bandeja. La luz que inunda el despacho presta un aspecto acogedor a todo lo que hay en el, salvo al cadaver, que esta tendido de bruces delante de la ventana izquierda con el craneo destrozado. La sangre ha creado un charco alrededor de la herida y ya aparece seca en las orejas de la victima y en el cuello de su camisa. No hay senales de lucha en la habitacion, cosa que significa que la victima conocia al asesino, que era persona de su confianza: por eso este ultimo pudo pillarlo por sorpresa y golpearle la cabeza mientras miraba por la ventana. No veo que mas puedo hacer en el despacho de Spajis, asi que decido bajar para interrogar a la mujer de la limpieza y dejo las demas tareas en manos de la Cientifica y el forense. En mitad de la escalera me topo con Stavropulos, el medico forense. --?Que tenemos? --me pregunta. --Un muerto con el craneo hecho pedazos. A la victima la golpearon por la espalda mientras miraba por la ventana. No he visto senales de lucha en ninguna parte, asi que el asesino debe de ser alguien conocido, teniendo en cuenta, ademas, que Spajis lo recibio en su despacho y no en la sala de estar. Quien lo mato no entro para robar. Vino para hacerle una visita. Stavropulos se ahorra todo comentario y sigue subiendo la escalera mientras yo me acerco a la mujer de la limpieza, que permanece en una posicion similar a como la deje hace un rato. Ahora apoya la cabeza en una mano mientras en la otra aprieta un panuelo de papel. --?De donde eres? --pregunto. Los funcionarios tienen que acreditar sus bienes, los inmigrantes tienen que acreditar su procedencia. --De Armenia. --?Llevas muchos anos al servicio del senor Spajis? --Nueve anos. Pobre senora Urania aun vivir. --?A que hora has llegado esta manana? --A las nueve, como siempre. --?Vienes todos los dias? --No. Dia si, dia no. Voy primero cocina. No espero encontrar platos sin fregar. Senor Lambros fregarlos siempre, porque el monte Licabeto estar cerca y haber hormigas. Despues me sorprendo mas. --?Por que? --Porque subir habitacion y ver cama hecha. --?El no se hacia la cama? --No, hacerla yo cada dos dias. Empezar a llamar su nombre: <>. Nada. Luego subir despacho y... !verlo! Se echa a llorar de nuevo y se seca las lagrimas con el panuelo de papel. --Muy bien, ahora vete a casa a descansar --le digo--. Manana pasa por Jefatura, en la avenida Alexandras, para prestar declaracion oficial. --Senor Lambros muy buena persona --dice ella mientras se pone de pie con esfuerzo--. Lastima morir asi. Mucha lastima. La dejo y subo a la tercera planta para ver que ha averiguado Stavropulos. Entretanto, los de la Cientifica han puesto manos a la obra. Stavropulos ha terminado el examen del cadaver y ya esta recogiendo sus instrumentos. --No puedo decirte gran cosa --explica--. La muerte debio de ocurrir entre las diez de la noche y la una de la madrugada. El craneo muestra senales de golpes reiterados con un objeto pesado. Probablemente, alguna bandeja o recipiente metalico, ya que encima del escritorio estan desparramados alfileres, sujetapapeles y gomas elasticas que Spajis debia de guardar en su interior. En cualquier caso, el asesino se llevo el arma del crimen. No la hemos encontrado en ninguna parte. --Registrad el escritorio y el ordenador --digo a Sfakianakis, de la Cientifica. El me mira sorprendido, porque acabo de mandarle hacer lo que es evidente. Vlasopulos sube jadeando la escalera. --Tiene una sobrina por parte de su mujer, que vive en Patras. No tenia mas familia. Era un hombre tranquilo. Parece que se mostraba abierto y amigable con todo el mundo. --?Algun testigo ha visto al asesino entrar en casa? --No. Claro que el hecho de tratarse de una vivienda unifamiliar complica las cosas, porque no hay vecinos inmediatos. --Muy bien. Avisad a Patras para que nos manden a la sobrina en un coche patrulla. Vamonos ya. De momento, aqui no podemos hacer nada mas. Y dudo mucho de que se encuentre nada que nos sea util.

  • Espada auxiliar de Ann Leckie

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  • El senor Sapo y la pareja feliz de Anys Felici

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    Alguien podria asegurar que no es amor, sino dependencia, una linea muy fina que nuestros protagonistas traspasan una y otra vez. Wendy piensa que el futuro no traera mas esperanza que el presente y no merece la pena arriesgarse.
    El amor de una madre es incomparable, fuerte y grande, capaz de superar los obstaculos que le ponga la vida, de sacrificios inmensos por la seguridad y felicidad de su hijo. Matteo desaparecio un 12 de octubre de la Romeria, tenia dos anos. El duelo de su madre sera un camino pedregoso, cargado de tristeza y desconsuelo. Una soledad y un vacio que nadie podra llenar. A ella la privaron de un lugar donde ir a llorar, un sitio al que visitar y encontrar consuelo. Sobre ella revolotea la incertidumbre, no acepta que su hijo murio y esta dispuesta a encontrarlo. Ana Brenda nos demostrara que no hay dolor como ese, ni palabra que lo defina.

  • El coloquio de las perras de Luna Miguel

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    Recuperando el titulo de un pequeno cuento con el que la puertorriquena Rosario Ferre analizo la misoginia literaria en los anos 90, este ‘El coloquio de las perras’ pretende ser un homenaje a las escritoras hispanohablantes que sortearon todo tipo de obstaculos para hacer su literatura.

  • La luz que ilumina la oscuridad (Ojos de gata IV) de M. N. Mera

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    Por fin el final de esta fantastica saga romantica

  • Mi amor en vano de Soledad Puertolas

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    Esteban, un joven que sobrevive a un accidente de trafico, debe plantearse la vida de una forma nueva. Tendra que vivir desde el combate contra el dolor y desde la limitacion, por lo que se desvincula de su vida anterior, de su familia y de sus amigos, y se va a vivir solo a un barrio distinto. En el nuevo contexto, el Centro de Rehabilitacion al que acude diariamente sera el principal referente. Entre sus nuevos vecinos, una familia compuesta por Dayana, una mujer madura que ha sido actriz, cantante y modelo de artistas, Eugenio, su marido, alcoholico y periodista deportivo, y su hija Violeta, que se dedica a hacer arreglos de ropa y collares, va acercandose mas y mas a el.

  • Eres mi condena (Trilogia Sin mentiras 1), Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • Siempre seras tu (FBI 3) de Vega Manhattan

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    No podia quitarme esa frase de la cabeza. Llevaba dias martirizandome y haciendome sentir como lo peor del mundo. No se le podia decir eso a nadie, era lo mas cruel del mundo. Sobre todo para alguien como yo. Habia tenido pocas relaciones en mi vida. La verdad es que casi podia asegurar que ninguna. No era problema de mi fisico, no en el lado negativo al menos. Al contrario, por culpa de mi fisico es que eso ocurria. Los hombres me veian como un trofeo en su cama, pero como nada mas. No me habia importado hasta el momento, no es que yo quisiera nada con nadie, asi que vivia y disfrutaba del momento. Pero llega un punto o una edad en la que necesitas o quieres algo mas. Mis hermanos, Liam y Alice eran felices con sus parejas, habian encontrado el amor. Y yo seguia sola, parecia que eso no estaba hecho para mi. Era algo que costaba asimilar, pero que se terminaba aceptando. Otra cosa muy distinta es que el hombre por el que empezaba a sentir algo porque creia que era diferente, me dijera, claramente y sin tapujos, que solo era sexo. Un polvo muy bueno, si, pero solo un polvo. Como si con esa aclaracion estuviera arreglando las cosas... Toda mi familia habia estado en casa de mis padres y no hacia mucho que se habian marchado. Yo estaba alli, en el jardin, mirando a la nada. Aun vivia con ellos y como me iban las cosas, iba a tardar en poder independizarme. Tampoco era algo que me preocupase, con ellos no estaba cohibida en ningun sentido. --?Que haces aqui tan sola? Me sobresalte al escuchar la voz de Alan. Se sento a mi lado, en el cesped y miro al cielo. --Pense que te fuiste con los demas. --Tu madre me puso un chocolate caliente al que no me pude resistir --rio. --A mi madre le encanta cebarnos a todos --resople. --Como a la mia. --Siempre lo hizo. Una sonrisa se dibujo en mi cara cuando recorde algunos de los momentos vividos con la familia de Alan. Momentos que gracias a la union de las dos familias, volvian a repetirse. Eso me encantaba. --?En que piensas? --En todo y en nada --suspire y me deje caer en el cesped. El hizo lo mismo y los dos miramos al cielo. --Estan preocupados por ti. --Lo se --resople. Mi hermana Alice habia estado intentando sonsacarme que era lo que me ocurria, pero sin exito. No era algo de lo que quisiera hablar con nadie. Aunque sabia que necesitaba hacerlo. --Me he acostado con mi jefe --solte de sopeton. Mire a Alan de reojo, para ver como reaccionaba. Creo que ni pestaneo... --Ah... --fue toda su respuesta. --Varias veces. --No necesito detalles, Hannah, creeme. --Esta casado. --Entiendo... --apreto la mandibula. --Creia que sentia algo por mi, ?como pude ser tan ingenua? --Supongo que todos lo somos de vez en cuando. --?No vas a criticarme? --?Quieres que te juzgue? --giro la cabeza y me miro-- No lo hare nunca. Es tu vida, tu decides como la vives. --Meti la pata. Me crei cada una de sus palabras. Eres especial, voy a dejarla... Seis meses he estado asi, Alan. Seis malditos meses y cuando le he reclamado un poco mas de atencion, ?sabes que ha hecho? --Sorprendeme --dijo con ironia. --Me ha dicho que soy un simple polvo para el --lo dije con toda la rabia que sentia dentro. Resople y volvi a mirar al cielo. Estaba precioso y yo podria pasarme horas alli, solo mirandolo. --?Y que vas a hacer? --pregunto. --Olvidarlo. No quiero nada con el. Pero me siento tan idiota... --?Y el trabajo? --Tengo que quedarme. Me amenazo con una demanda si lo rompia. Tendre que aguantar los dos meses que me faltan y marcharme. --Puedes romperle las pelotas e irte. --No es tan facil. --Si pudieras demostrar lo que hubo entre vosotros y el chantaje si. --Ya... Pero no puedo --suspire. El se quedo unos segundos en silencio. --Me ire cuando termine, con el finiquito montare mi empresa. --Espero que asi sea... Nos quedamos callados, solo disfrutando de esa hermosa vista. --A veces los envidio, ?sabes? --?A quienes? --pregunto. --A Liam y a Eva. A Alice y a Noah... Es tan bonito verlos enamorados --suspire cual quinceanera. --Lo viviras. --No creo --sonrei con tristeza. --?Por que no? ?No quieres eso? --Pues hasta hace poco no --rei, negando con la cabeza, el me miro con una sonrisa--. Pero desde hace un tiempo... Es bonito imaginar que tal vez hay alguien en el mundo para mi y con los mismos deseos que yo. --Seguro que si. --?Que deseas tu, Alan? El no tuvo que pensarlo demasiado antes de responder. --Lo quiero todo. --?Que es todo? --Boda. Hijos. Casa grande. Un para siempre... --rio, avergonzado-- Como ves, por algo estoy solo. --Mereces eso y mas, seguro que lo consigues. --No lo se, Hannah --miro al cielo. --Tienes que creer en ello, ?no es asi? Si me dices que yo crea, ?por que no hacerlo tu? --Porque la persona con la que quiero mi "todo" ni siquiera se da cuenta de que existo. Lo mire con el ceno fruncido. --No pasas desapercibido para nadie, Alan. Las mujeres suspiran por ti. Y lo sabes. --Pero no la que quiero --se levanto del cesped y me ofrecio la mano--. ?Un chocolate caliente conmigo y me despido? Agarre su mano y me ayudo a ponerme en pie. --Solo si me cuentas quien es ella. --Va a ser que mejor me despido ya... --comenzo a caminar y yo a seguirlo. --Vamos, Alan --rei--. Yo te cuento mis secretos, es tu turno. --Algun dia, que no sera hoy. --?Por que no? --Ahora preocupate por estar tu bien --puso su mano alrededor de mis hombros--. Ellos se preocupan de verdad. Yo tambien. Solo queremos verte feliz. Sonrei, la verdad es que todos eran de lo mejor. --Lo hare, todo estara bien. --Lo se --sonrio--. Y nosotros estaremos contigo. Al menos los tenia a ellos. La mejor familia y amigos del mundo. Aunque mi autoestima como mujer fuera una mierda. Aunque odiara que me vieran como un simple objeto sexual y que nadie se parase a querer conocer que habia en mi interior. --Si acabamos los dos solos, siempre podemos irnos juntos de viaje cuando seamos viejos -- rei--. Con las dos parejas de tortolitos. --?Con esos cuatro? Ni muerto --exclamo haciendome reir. Igual que no se soportaban, no podian estar unos sin los otros. A la vista estaba de que Alan se pasaba ya media vida en casa de mis padres, no se le podia echar de alli ni con agua caliente. Mi vida sentimental podia ser un desastre, pero la familiar... Esa era, ademas de para no aburrirse, casi perfecta gracias a todos ellos. --?Sabes, Alan? Creo que yo tambien quiero un "todo" de los tuyos --suspire, haciendolo sonreir. Alan Estaba enamorada de su jefe. Maldita fuera mi suerte, ?por que me lo tenia que contar a mi? A veces odiaba ser su amigo porque habia cosas que preferia no saber. Que Hannah estaba rara ultimamente y que su humor estaba mas agriado de lo normal era cierto, pero ahora entendia por que. Estaba enamorada de alguien que la habia usado, de un tipo que solo la habia tratado como a un objeto. Maldito imbecil, no tenia derecho a hacer sentir mal a nadie. Llegue a mi casa y, tras una ducha, me tumbe en la cama. Sentia una pequena opresion en el pecho desde que Hannah se habia sincerado conmigo. Hubiera preferido que se lo hubiese guardado para ella. Hannah era una gran amiga para mi. Sobre todo desde que nuestras familias, con el paso de los anos, volvieron a unirse. Eramos adultos y la amistad entre nosotros se retomo rapidamente, convirtiendose en una mejor. Porque en el pasado eramos dos crios que no entendiamos lo que verdaderamente significaba el ser amigo de alguien. Pero ella me hacia sentir algo mas. No sabia que, solo que necesitaba verla bien. No echa una mierda, como parecia estar, por un gilipollas como debia de ser su jefe. Era lo que habia... Era el precio a pagar por ser amigo de una mujer. Ser invisible para ella mientras escuchaba las penas sobre los demas. Ese era mi papel y no es que yo quisiera otro, que va. Solo... Bueno, que habia cosas que preferia que se las contara a su hermana o a la mia antes que a mi. En fin... Que para que iba a negarmelo a mi mismo. Habia cosas de mi amiga, de la mujer por la que sentia algo mas que una simple amistad, que no queria saber. Porque aunque Hannah a mi no me viese de esa manera, para mi desgracia y con el paso del tiempo, yo estaba enamorandome de esa mujer. Y por eso mismo iba a hacer lo que un hombre maduro haria: iba a salir corriendo hasta que se me pasase la jodida calentura. Porque habia que estar loco para enamorarse de una mujer como Hannah. Una asi, me atraparia cada vez mas y el dolor por no ser correspondido podria llegar a hacerme mucho dano. Yo no estaba dispuesto a sufrir. Claro que tampoco estaba dispuesto a sacarla, por completo, de mi vida porque joder, era mi amiga. Asi que eligiera lo que eligiera, estaba jodido. Esa era la unica cosa que sacaba en claro con todo esto. Eso y que tenia que alejarme un poco y quizas, al volver, me diese cuenta de que estaba equivocado y exagerando las cosas. Era posible, ?no?

  • Un diamante ruso (Secretos de alcoba 2) de Anne Marie Cross

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    Gran Ducado de Hesse y el Rin. Julio de 1843 Maria Aleksandrovna acaricio su prominente barriga y sonrio. Apenas en un par de meses seria madre de nuevo. Cerro los ojos y se recosto contra el respaldo del sofa mientras agradecia el silencio que se respiraba en la salita. La vida en la corte le resultaba en extremo dificil de sobrellevar, sobre todo si tenia detras a cada noble vigilando sus pasos y, en especial, a su suegra, la emperatriz Alexandra Fiodorovna, quien no habia dado su aprobacion al matrimonio con su hijo. Segun su opinion, y la del resto de la aristocracia rusa, Maria era demasiado sencilla, sin encanto y carente de temas de conversacion como para convertirse en la proxima Emperatriz consorte de Todas las Rusias, titulo que le corresponderia en el momento en que su esposo, Alejandro Nikolaievich, asumiese el trono. Lo cierto era que tampoco ella deseaba ese titulo ni las responsabilidades que conllevaba. Tenia diecinueve anos, llevaba casada dos y ya habia dado a luz una hija, Aleksandra, que pronto contaria con un hermano. Habia conocido a su esposo en 1838, cuando Alejandro habia viajado por Europa en busca de consorte. Tras su visita al Gran Ducado de Hesse, le habia confesado que se habia enamorado de ella y deseaba convertirla en su esposa. En ese entonces, Maria solo contaba catorce anos, por lo que habian tenido que esperar a que ella cumpliese los diecisiete para casarse. Era demasiado joven, y nada la habia preparado para las intrigas palaciegas. Suspiro al tiempo que desviaba la vista desde los grandes ventanales de la sala hasta el libro que sostenia en sus manos. Le gustaba mucho leer, especialmente aquellos libros provenientes de autores ingleses, pero en la corte no tenia demasiado tiempo para permitirse ese lujo. Por eso, aprovechaba cada visita que hacia a su tierra natal. No se avergonzaba de cambiar la fria San Petersburgo por Darmstadt, la capital del Gran Ducado, sobre todo cuando sabia que su esposo no la echaba de menos mientras se hallaba en brazos de alguna de sus amantes. Una tristeza amarga reposo en su corazon. Alejandro la amaba, a su manera, pero ella hubiera deseado que tambien le fuese fiel. Supuso que se trataba de un deseo poco realista. Clavo su mirada en las letras del libro, sin verlas, mientras pensaba en su padre, el Gran Duque Luis II, y en su madre, la princesa Guillermina de Baden, que habia fallecido siete anos atras. Segun sabia, ella, al igual que sus hermanos Alexander e Isabel, no eran hijos de Luis, sino de un amante de su madre. La puerta de la sala se abrio, y Maria abandono sus cavilaciones. Se giro para mirar al recien llegado. --Buenos dias, hermana. ?Que tal te encuentras hoy? Maria dirigio una sonrisa agradecida a Alexander y acepto su beso en la mejilla. Su hermano le habia servido de escolta desde San Petersburgo, donde, siguiendo la tradicion marcial de su familia, se hallaba sirviendo al ejercito ruso. --Muy bien, gracias. Esta noche me ha dejado descansar --respondio, mirando hacia su abultado vientre. Alexander percibio la ternura en sus ojos oscuros. --?Eres feliz? --Maria y el se llevaban tan solo un ano de diferencia, por eso se sentia mas cercano a ella y a Isabel que a sus dos hermanos mayores, que tenian catorce y dieciseis anos mas que el--. ?Te trata bien tu esposo? --Por supuesto que si. No debes preocuparte por eso. Soy feliz, aunque os echo mucho de menos. Desde luego, no iba a compartir con su hermano las intimidades de su matrimonio. <> no era una palabra que la definiese, pero tampoco se consideraba desgraciada. Su esposo la trataba bien, tenia una hija maravillosa y otro que venia en camino, y, algun dia, se convertiria en emperatriz. El tomo asiento a su lado y se quedo pensativo. --Yo no se si podria casarme con una mujer que me fuera impuesta --le confeso. La preocupacion nublo el rostro de Maria. Sabia por Alejandro que el zar Nicolas habia considerado a su hermano como un posible esposo para su sobrina, y aunque se trataba de una joven hermosa y educada, tambien conocia las ideas romanticas de Alexander, que deseaba casarse por amor. Y, por lo que habia visto, mucho se temia que su hermano ya habia entregado su corazon. Aunque era menor que el, a veces se comportaba como si fuera su madre, sobre todo cuando creia que necesitaba un consejo. --?Hay alguna joven que te interese de manera especial? Alexander suspiro y se paso la mano por el cabello, alborotandoselo. --Ya sabes que si, la condesa Julia. --?Julia de Hauke? --pregunto, sorprendida. La joven tenia apenas dieciocho anos. Habia quedado huerfana a la edad de cinco, por lo que, junto a su hermano Maurice, fueron puestos bajo la tutela del zar--. ?Mi dama de compania? --Si. Ya se que es joven, ambos lo somos, pero, con el tiempo... Maria salio de su estado de estupefaccion. --No se trata de eso, Sasha --lo interrumpio, usando el diminutivo carinoso con el que siempre lo llamaba. No queria que lo que iba a decirle sonara como un mandato--. Tu eres principe y ella solo una condesa, no puedes pensar en casarte con ella. A pesar de haber usado un tono dulce y suave, su hermano la miro como si lo hubiese abofeteado. --?Como puedes decirme eso, Maria? --repuso, dolido--. Crei que tu me comprenderias. --Pero el Almanaque de Gotha deja claro que una union asi es imposible. --Imposible. --Su tono elevado la sobresalto tanto como la forma intempestiva en que se puso de pie--. ?Acaso pide el corazon permiso para amar a alguien? ?Que importa lo que diga un miserable papel? No es palabra de Dios, solo de hombres. Pero ese documento que se publicaba anualmente en Europa --y que compendiaba con todo detalle datos de las casas reales, la alta nobleza y la aristocracia europeas, asi como datos del mundo diplomatico--, podia destruir la vida y la carrera de su hermano, penso Maria. Si Alexander se empenaba en seguir con aquella locura lo exiliarian, ya que era inconcebible que un miembro cercano de la familia imperial se desposase con una simple condesa. --Piensa en las consecuencias, Sasha. --?Y que importan las consecuencias, Maria, si estas al lado de quien amas? Hablas asi porque nunca has estado enamorada. --Apenas termino de pronunciar las palabras, se arrepintio. Su hermana no habia hecho sino cumplir con su deber al casarse con Alejandro; no habia tenido ninguna otra posibilidad. Se arrodillo ante ella y la tomo de las manos--. Lo siento. No queria decir... Ella acuno su mejilla en un gesto tranquilizador. --Lo se. Sabes que te apoyare decidas lo que decidas. Solo deseo que estes seguro del paso que vas a dar. Su hermano asintio despacio. --No tenemos prisa, como te he dicho, ambos somos demasiado jovenes. --La beso en la mejilla--. Tengo que irme, nuestro hermano, Luis, quiere hablar conmigo. Supongo que tambien querra sermonearme. El intento de bromear no consiguio alejar el punzante dolor que sus anteriores palabras habian provocado en ella. Su relacion con Alejandro habia sido impuesta por las circunstancias, ambos eran nobles y principes, y su matrimonio era bueno para las relaciones entre los dos paises. Le tenia carino, pero no lo amaba. Sin embargo, no era cierto que nunca habia estado enamorada. --Ve con el --lo animo--, o se quejara ante padre, y ya sabes lo que eso significa. Alexander suspiro y se puso de pie. --Mantendre contento a nuestro hermano. Que tengas un buen dia. Lo vio salir de la sala y se recosto contra los suaves cojines mientras su mirada se perdia, a traves de los grandes ventanales, en el lejano cielo azul de Darmstadt. Sonaron unos golpes en la puerta y esta se abrio. Una doncella entro en la sala. --Alteza, tiene visita. El conde de Bellesford. El corazon de Maria experimento un estremecimiento. No, no era cierto que nunca hubiese estado enamorada, el problema era que el amor la habia encontrado demasiado tarde. --Hazlo pasar, por favor, Hanna. Se acomodo en el sofa, extendiendo la ampulosa falda sobre el tapizado, y espero, con el corazon latiendole a una velocidad imposible. El rubor coloreo sus mejillas cuando la puerta se abrio de nuevo y entro el joven conde. Lord Bellesford tenia veintitres anos, cuatro mas que ella. Se habian conocido al inicio del verano, cuando ella habia llegado a la residencia de sus padres para pasar las vacaciones y el asistia a una recepcion en el palacio real. Aunque se encontraba realizando el Grand Tour por Europa, despues de conocerla habia decidido detenerse un tiempo mas alli. Sus ojos se demoraron en su figura. Era apuesto, con un cabello del color del trigo y unos ojos tan azules como el cielo de Darmstadt. Vestia unos ajustados pantalones negros y una chaqueta del mismo color sobre un chaleco azul plateado. --Buenos dias, alteza. --Se acerco a ella y tomo su mano, depositando sobre el dorso un beso calido que se demoro mas de lo que exigian las normas sociales--. Cada dia que pasa la encuentro mas hermosa. Maria sonrio, nerviosa. --Es usted muy galante, milord. --Retiro su mano con un movimiento delicado, aunque le hubiese gustado seguir sintiendo la calidez de su piel. --No digo mas que la verdad. --Se quedo unos instantes en silencio, antes de anadir--: He venido a despedirme. Tengo que regresar a Inglaterra. Ella lo miro y apreto los punos con fuerza. Quiso gritarle que no se fuera, pero se trago las palabras. No tenia derecho a pedirle que se quedara. Entre ellos no podia haber nada fuera de aquellos maravillosos dias que habian pasado juntos, de las miradas llenas de anhelos prohibidos, de los roces casuales, de los paseos a solas, de las conversaciones y las sonrisas intimas. --?A Inglaterra? Creia... creia que despues de Darmstadt ibas a ir a Italia. --Mi padre ha enfermado de gravedad y mi madre me ha pedido que regrese a casa -- explico. Se sento a su lado en el sofa y tomo sus manos--. Sabes que mientras estuvieses aqui no me habria alejado de tu lado, Maria. Entiendo que lo nuestro es imposible, pero no puedo prohibirle a mi corazon amarte --le dijo con un tono de profunda tristeza que provoco que sus ojos se llenasen de lagrimas--, aunque sea en silencio. Y lo seguire haciendo toda mi vida. Ella nego con la cabeza. --Tienes derecho a ser feliz, Paul. --?Aunque tu no lo seas? --Yo tendre a mis hijos. --Apoyo una mano en su mejilla, y el le beso la palma con devocion--. Mereces encontrar el amor. --Ya lo he encontrado. Maria volvio a negar. Habia sido testigo del modo en que la infidelidad de su madre habia destrozado la convivencia entre sus padres. Ella nunca haria nada parecido, no deseaba que sus hijos sufrieran. --Volveras a enamorarte, con el tiempo; y a nosotros nos quedaran los recuerdos hermosos que compartimos. No se dio cuenta de que estaba llorando hasta que el retiro, con el pulgar, las lagrimas de su mejilla. --Ven conmigo a Inglaterra. --Conocia la respuesta antes incluso de que la pronunciaran los labios femeninos, pero habia querido intentarlo una vez mas. --Sabes que no puedo. El silencio se extendio entre ellos, hasta que el solto sus manos y ella sintio el vacio clavandose en su pecho como un afilado cuchillo. --Entonces, esto es una despedida. --Asi debe ser. --Su voz broto en un susurro suave, casi agonico. Deseaba que el la comprendiera. --Odio tu sentido del deber, pero no podria quererte menos por ello. Eres una mujer admirable, Maria; y de lo unico que me arrepiento es de no haberte conocido antes. Siempre te amare. No importa el tiempo que pase. --Antes de levantarse, metio la mano en el bolsillo interior de su chaqueta y extrajo un pequeno estuche de terciopelo y un sobre que deposito en el sofa junto a ella--. Parto en una hora. Si alguna vez decides ir a Inglaterra, te estare esperando. --Ya te has llevado mi corazon. Paul se agacho y bebio de sus labios las amargas lagrimas de la despedida. Fue un beso que les rompio el corazon a ambos. Despues el se alejo, deteniendose solo cuando habia llegado a la puerta. --Adios, Maria. --Adios, Paul. Cuando la puerta se cerro tras el, Maria comprendio que era para siempre. Nuevas lagrimas corrieron por sus mejillas mientras rememoraba en su mente cada uno de los momentos pasados juntos en los que habian sido los dias mas felices de su vida. No supo cuanto tiempo habia transcurrido cuando dejo que la realidad la envolviera de nuevo. Bajo la mirada hacia el estuche de terciopelo y lo tomo. Dentro reposaba un exquisito anillo de oro con un diamante engarzado en forma de corazon. Cogio el sobre y lo abrio para leer la carta que contenia. Mi amor, Si estas leyendo estas letras es porque ya no me queda la esperanza de que envejezcamos juntos. Por eso, te dejo mi corazon. Es tuyo desde el primer instante en que te vi y lo sera siempre. Este anillo ha pertenecido a mi familia durante generaciones. Mi madre me lo dio para que yo se lo entregara a la dama que conquistase mi corazon y a quien desease convertir en mi esposa. Esa eres tu, y nunca habra otra. Hasta el dia en que me muera, te llevare en mi pensamiento, y no perdere la esperanza de que pueda volver a tenerte entre mis brazos otra vez. Tuyo para siempre, Paul Creia que ya no le quedaban lagrimas, pero no fue asi. Acuno el anillo contra su pecho, donde el corazon le latia dolorosamente, convertido en diminutos pedazos, y lloro. Lloro por Paul y por ella. Ningun imperio merecia el sacrificio del amor. Capitulo 1 San Petersburgo. Finales de abril de 1857 Lady Mary Branson corto una rosa mas y la deposito en la cesta que llevaba colgada del brazo, junto al resto de las flores que ya habia recogido. Metio, tambien, en el interior las tijeras y elevo el rostro hacia el cielo para recibir la caricia de los tibios rayos de sol del mes de abril. El silencio que reinaba en la mansion la asfixiaba. Echaba muchisimo de menos a su hermano. Misha --diminutivo de Mikhail-- se habia casado hacia una semana y habia partido con su esposa en un viaje por Europa. La guerra en Crimea por el control de los territorios otomanos habia terminado apenas un ano atras, el 30 de marzo de 1856, con el Tratado de Paris. Las fronteras se habian abierto, aunque con ciertas restricciones. El zar Nicolas I habia muerto casi un ano antes del tratado, y el nuevo zar, Alejandro II, no habia quedado muy contento por la forma en que se habian resuelto las cosas. Rusia habia perdido mucho en aquella guerra. Mary se retiro un mechon de cabello de la frente y avanzo hacia el siguiente rosal. Se alegraba mucho por el matrimonio de Misha, por supuesto; su esposa era una joven maravillosa y lo haria feliz, de eso estaba segura. Pero no podia evitar compadecerse un poco por si misma. Tenia veintidos anos y, tras la boda de su hermano, se quedaba sola en el mundo. Ella viviria en la mansion que siempre habia pertenecido a sus padres, mientras que Misha, como nuevo marques de Mansbourg, pasaria la mitad del tiempo en San Petersburgo y la otra en Londres, cumpliendo sus obligaciones en la Camara de los Lores. --Quiza deberia irme a vivir a Inglaterra --reflexiono en voz alta, al tiempo que cortaba uno de los tallos de la rosaleda. Suspiro. A pesar de todo, sabia por que le costaba tanto tomar esa decision. No solo porque las tumbas de sus padres se hallaban en el cementerio de Novodevichi y seria duro para ella dejarlos atras --aunque ellos ya no estuviesen realmente alli, segun rezaba la fe ortodoxa en la que la habian criado, como a cualquier buen ciudadano ruso--, sino tambien porque en Londres estaba James... y su esposa. El marques de Hallbrook habia sido su primer y gran amor, y aunque con el paso del tiempo habia comprendido que el siempre la habia visto como a una hermana, aun le dolia haberlo perdido. Su mente le trajo recuerdos de aquellos dias en que viajaron a Londres para la presentacion en sociedad de Sophia, la hermana de James y de Alex, y la suya propia. El habia estado demasiado ocupado, ayudando a la que en esos momentos era su esposa, lady Elisabeth, como para dedicarles tiempo a Sophia y a ella. Ni siquiera la acompano de vuelta a Rusia, sino que tuvo que soportar en el viaje al insufrible, arrogante e imposible duque de Ainsworth. --Milady. La llamada de una de las doncellas aparto sus pensamientos de unos ojos azul medianoche que todavia, despues de tres anos, aparecian de vez en cuando en sus suenos. Se volvio hacia el camino de piedrecillas por el que venia la joven. --?Que sucede, Sonya? --La inquieto el nerviosismo que dejaban traslucir el pecoso rostro y los ojos oscuros de la muchacha. --Tiene visita, milady. Fruncio el ceno. Era demasiado temprano para recibir visitas, y aunque a veces atendia a algunas de sus amistades a esas horas, desde luego su presencia no suscitaba ese estado de nervios en Sonya. --?De quien se trata?

  • Dime que no es un sueno de Anabel Botella

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    Cuando el amor verdadero llega a tu vida ni la muerte podra arrebatartelo

  • Tras un invierno, un verano en tu corazon de Monika Hoff , Norah Carter

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    Invierno
    Cuando Dana se reencuentra con un amigo de la infancia, las emociones que le hacen sentir son tan fuertes que teme enamorarse.
    Su sexto sentido no le fallaba, Lucas entro en su vida y ella se enamoro perdidamente. Pero nada era sencillo, sobre todo porque el estaba felizmente casado y solo le podia ofrecer un invierno de “felicidad”.
    Aunque Dana acepto, los malos entendidos y las emociones la sobrepasaron. ?Que ocurrira cuando el la abandone y vuelva junto a su mujer?
    Una historia que solo sera real lo que dure un invierno.

  • Guerrera Oscura de Laura Cruz

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    Las sombras habian comenzado a cobrar fuerza en el mundo, su presencia, abarcaba casi cada uno de todos los rincones de cualquier espacio. Aquellos que habian podido escapar de esta amenaza, aun permanecian temblorosos ante el impacto que habia generado la presencia de todo este mal en algun momento de sus vidas. Aunque el bien habia hecho lo posible por combatir a estas legiones de la oscuridad, parecia que con cada batalla que se llevaba a cabo, estas cobraban mas fuerza. Liderados por el propio demonio, estos habian conseguido un dominio absoluto del planeta, volando en pedazos cada campamento, cada asentamiento, cada pueblo, sembrando el terror y dominando a las personas, logrando la manipulacion absoluta que los llevaria a colaborar con ellos. El reclutamiento era masivo, aquellos que se resistian, eran asesinados, y muchos, simplemente habian tratado de salvar sus vidas al enganar a estos militantes del mal, los cuales, habian generado tantas muertes y asesinatos. Habia quedado absolutamente claro que no estaban en medio de ningun juego. Cada una de las pruebas que habian tenido que afrontar los miembros de esta leccion, eran determinantes, y en muchas, la muerte era caracteristica de ellas. Si no podian cumplir con su objetivo, debia morir, ya que, la conviccion de que el mundo necesitaba una raza mejor, estaba siempre latente presionando a los debiles a ser mucho mejores. Muchos habian nacido en medio de todo este desastre, no habian conocido un mundo normal y libre, lo unico que habian hecho era huir durante toda su vida, y entre ellos se encontraba Rayne, una joven humana que habia entendido que la unica forma de poder sobrevivir era codeandose con los demonios. La historia de Rayne no era demasiado interesante, al menos, no hasta ahora, habia tenido una vida llena de miedos y temores, ya que, habia nacido en un asentamiento que habia sido tomado por los demonios de la legion de la oscuridad. Su madre apenas estaba embarazada cuando habia sido atacada por estos sujetos. Con la intencion de salvar a su bebe y su propia vida, habia intentado escapar, pero habia sido atrapada. Las ordenes de los tenientes de estas hordas oscuras, era asesinara absolutamente todo lo que se resistieran, pero la piedad se habia aduenado de aquellos soldados, los cuales no habian tenido el corazon para asesinar a una mujer embarazada. Habia sido tomada y llevada a un campamento, el cual, se habia convertido en el hogar de esta mujer, la cual habia sido separada definitivamente de su entorno y su familia. Nunca mas habia vuelto a ver a su esposo, sus padres, se habian quedado dentro de una cabana que habia sido incendiada en medio del ataque. Aquel sufrimiento, habia hecho que finalmente aquella mujer colapsara, rompiendo fuente en el momento menos indicado. Su parto fue asistido, y aunque trato de hacer lo posible por mantenerse consciente, Lucila habia fallecido tras dar a luz a su hija. Necesitaba verla a los ojos, y cuando pudo ver a aquella pequena nina llorando con una fuerza increible, supo que finalmente habia llegado al mundo su razon de felicidad mas grande. Todo lo que habia hecho estaba destinado a salvarle la vida a esta pequena bebe, la cual, habia sido tomada en brazos por uno de los soldados de aquel lugar, mientras este, veia con ojos frios y distantes como aquella mujer se despedia de la vida. Lucila ni siquiera habia llegado a tener en brazos a su hija, ya que, cuando le fue acercada, esta simplemente sonrio, cerro sus ojos y se desvanecio. Su corazon dejo de latir unos pocos segundos despues, pero al menos, se habia marchado del mundo Consciente de que su hija habia nacido sana y salva. Esto, habia dejado en manos del mal a una pequena nina que no habia conocido otra forma de ver el mundo. Entre demonios y humanos, Rayne habia crecido en un campamento en el cual, preparaban a los mas aguerridos para ser parte de la legion oscura. Esto, no era una tarea facil, ya que, se requeria de una preparacion muy fuerte y atravesar pruebas que ponian en el fuego la verdadera conviccion y compromiso que tenian con la oscuridad. Se le habia negado el derecho de tener una vida normal, no habia conocido a sus verdaderos padres y mucho menos habia tenido la oportunidad de conocer los buenos sentimientos de los seres humanos. Aunque los demonios simplemente estaban listos para seducir y destruir la vida de los seres humanos, esta especie podia ser neutralizada si se alimentaban los buenos sentimientos de la humanidad. La guerra, estaba basada precisamente en desaparecer por completo la posibilidad de que las personas amaran, se enamoraran, o llevaron a cabo acciones totalmente genuinas y de corazon, algo que dejaba sin ningun tipo de opcion a los demonios. Mientras estos pudiesen tener el control de la parte mas negativa de las personas, estos estarian obligados ante sus ordenes. El principal objetivo de Mephisto, era erradicar por completo esos grupos rebeldes que se habian generado en diferentes partes del planeta, los cuales trataban de sugestionar a las personas para que plantaran una posicion solida en contra del lider del mal. Estos, eran perseguidos y acosados constantemente por los demonios, los cuales, no habian podido radicar la totalidad de los focos de amenaza. Este grupo de personas, constantemente se trasladaban de un punto a otro, yendo de la posibilidad de ser atacados y asesinados, pero cada vez el grupo se hacia mucho mas grande. Rayne habia vivido durante 20 anos en aquel asentamiento, no habia conocido absolutamente nada mas del mundo, no habia podido compartir los lugares hermosos que la naturaleza habia proporcionado al planeta, lo unico que conocia eran las paredes que habian sido levantadas. Grandes muros de contencion que permanecian imponentes ante los ojos de aquellos que no podian salir de alli hasta que estuviesen listos. Rayne simplemente era una aprendiz, una amante de las artes oscuras, peleadora de una manera indescriptible, y bajo la tutela de uno de los tenientes mas temidos de ese asentamiento. Este, habia logrado ver el gran potencial que tenia Rayne en su sangre, y aunque era una humana, una simple y corriente chica de la raza mas debil, esta parecia tener un corazon indomable, dispuesto a enfrentar a cualquiera para demostrar quien era realmente. Mientras estuviese encerrada en este lugar, Rayne experimentaba una desesperacion tremenda ya que imaginaba que habia un mundo mucho mas atractivo esperando por ella, alli, afuera mas alla de los muros. Pero la unica autorizacion que necesitaba para esto era la de Mephisto, un demonio totalmente devastador que pocos habian visto en persona. Mephisto era tan alabado y respetado, que solo unos pocos humanos habian tenido la posibilidad de verlo directamente a los ojos. Los rumores decian que su forma humana era realmente imponente, era fuerte, sofisticado, intenso y muy atractivo, y esto, habia despertado enormemente la curiosidad de Rayne. Durante los ultimos dias, se habia corrido el rumor del surgimiento de una fuerza enemiga muy intensa, la cual, debia ser erradicada por las legiones de la oscuridad. Esta, habia escuchado muy constante mente que se estaba preparando un nuevo ejercito para contraatacar la rebelion, ante lo que, Rayne habia destacado tremendamente en los ultimos entrenamientos, pues consideraba que estaba lista para ser parte de estas nuevas guerras. -- Parece que te estas esforzando mucho mas. Eso me agrada. -- Dijo Adriel, el teniente que lideraba las tropas de entrenamiento donde participaba Rayne. Esta chica, evadia algunos obstaculos, corria con la fuerza del viento, era ligera, agil, y podia evadir los ataques de aquellos que habian sido dispuestos para ser obstaculos para los aprendices. Esta chica parecia proyectar una energia que era totalmente incomparable e indetenible. Tenia un potencial de pelea brutal, y esto, hacia que se dibujara una sonrisa tremenda en los ojos de los demonios que la visualizaban. Lo mas importante para estos seres de oscuridad era poder reclutar a soldados valiosos como Rayne, y aunque era joven y aparentemente fragil, habia comenzado a demostrar que su potencial iba mas alla de una simple chica con aspecto delicado. La belleza de Rayne habia hecho que cautivara enormemente a muchos de estos demonios, los cuales, tenian completamente prohibido involucrarse con humanos. La raza debia evolucionar, asi que, mezclarse con humanos que era completamente absurdo. Necesitaban hacer que las razas fueran mucho mas poderosas e intimidantes, y un demonio que se mezclara con una humana simplemente estaria degradando su potencial de poder. Durante las ultimas sesiones de entrenamiento, Adriel habia visualizado con mucho detalle la manera en que Rayne se habia esforzado. Mientras otros simplemente se detenian a vomitar por el agotamiento, la chica seguia adelante como si tuviese una fuerza de energia inagotable que la movia con todo el impetu. En sus brazos, habia una potencia tremenda, esquivaba los ataques y detenia algunas de las embestidas de los soldados, los cuales, no tenia ninguna piedad con ella, a pesar de que era una simple chica. Rayne no estaba dispuesta a mostrar un poco de fragilidad o debilidad, ella debia ser parte de las tropas de las legiones, asi que, su limite estaba en el cielo. El principal incentivo que habia llevado a la chica a comportarse de una manera tan aguerrida y fuerte era salir de aquel reino, ya que, estaba cansada de vivir encerrada y poder ver el mundo exterior simplemente trepando se a los arboles. Era la unica manera en que podia ver mas alla de los muros. En dos oportunidades habia intentado escapar, y habia recibido fuertes castigos por parte de los tenientes, los cuales, la habian azotado tremendamente, dejando marcas en su espalda que, hasta el dia de hoy, permanecian para recordarle cuales serian las consecuencias de los traidores. Si Rayne no habia muerto en esos intentos de escape era porque de alguna u otra forma contaba con una proteccion energetica su alrededor. Por menos de eso, otros habian sido asesinados de inmediato atravesados con lanzas, decapitados o ahorcados. Los demonios no tenian ningun tipo de piedad, ese sentimiento no corria por sus corazones. De hecho, se dudaba tremendamente de la existencia de un corazon en el interior de estos seres. El obstaculo mas dificil era escalar por un muro donde solo tenia una cuerda a su disposicion la cual estaba cubierta de espinas. Aquellos que fuesen capaces de subir por aquella cuerda destruyendo por completo sus manos, simplemente confiando en su fortaleza y en su equilibrio, serian capaces de entrar directamente a las legiones y abandonar por completo el calificativo de "aprendiz". Rayne habia hablado con Adriel aquella tarde, y habia asegurado que estaba lista para trepar la muralla de los lamentos. -- No creo que seas capaz de hacerlo, Rayne. Pero si quieres intentarlo, debes estar consciente de que puedes morir al caer desde esa altura. -- No caere... Me he preparado mucho en los ultimos anos para enfrentar ese muro. Dame la oportunidad de demostrarte que estoy lista para entrar a las legiones. -- Esta tarde, al terminar los entrenamientos, citare a todos para que contemplen tu intento. Recuerda, deberas enfrentar una posible muerte, la verguenza o el escarnio. La conviccion que se veia en los ojos de Rayne, era impresionante, ella creia en si misma, y era la unica manera de mantenerse en pie, ya que, en un contexto como este, la confianza no era algo que estuviese presente siempre. Si queria salir adelante, debia demostrar por sus propios medios que podia lograr cualquier cosa, asi que, simplemente era cuestion de creer. El sueno de Rayne siempre habia sido empunar una de las espadas negras del reino, ya que, estas solamente podian ser poseidas por aquellos guerreros de alto estandar. Podia ver como muchos de estos demonios eran acompanados de humanos que cabalgaban esas bestias negras que lucian totalmente aterradoras. Estos, eran los vehiculos utilizados para poder desplazar todo el mal por el planeta. Su poder, alcance y devastacion, se habia hecho completamente inevitable, y cuando los ejercitos se movilizaban, ya no habia marcha atras. Era su oportunidad para ser parte de una de estas embestidas en contra de los rebeldes, los cuales, trataban de hacer que el bien surgiera de forma absoluta y el mal cayera para siempre. Era posible que el aspecto de Rayne enganara, ya que, era una mujer delgada, delicada, un poco silenciosa y sublime, pero sabia que podia empunar una de estas espadas oscuras, y luchar por los ideales de Mephisto. Habia escuchado hablar tantas veces sobre este demonio, que habia comenzado a tener suenos y fantasias en las cuales lo veia por primera vez. Pero estos suenos tenian una caracteristica bastante particular, ya que, siempre estaban llenos de lujuria y mucho sexo. Esto resultaba bastante curioso para Rayne, ya que, esta era una chica virgen que nunca habia estado involucrada en actos sexuales. No sabia como eran estas orgias de las cuales habia escuchado hablar. Mucho menos estaba dispuesto a entregarle su cuerpo a alguien de aquel lugar donde la maldad, el dolor y la tortura siempre eran caracteristicas del dia a dia. Pero, aunque estos suenos resultaban bastante curiosos, disfrutaba de ellos, le gustaba tener en su mente durante el despertar en las mananas, esas imagenes vividas que habia experimentado durante la noche, algo que resultaba bastante extrano, pero agradable. Con esta conviccion de poder convertirse en una de estos soldados, Rayne finalmente se encontraba a punto de enfrentarse a que el muro de los lamentos. Cuando Adriel dio la indicacion, esta corrio tan rapido como pudo hacia este, sus manos sujetaron la cuerda llena de espinas, y rapidamente se incrustaban en su carne, haciendo que esta sangrara desde el primer segundo. Rayne desconecta su mente de su cuerpo, trata de canalizar el dolor desde otra perspectiva y lo disfruta, mientras sus pies se posan firmemente sobre la muralla, comenzando a ascender a un ritmo intimidante. Era una de las primeras mujeres que se habia enfrentado a este muro, y aunque Adriel sabe que la chica tiene un poder increible, aun no confia plenamente en sus habilidades. Lagrimas corren por los ojos de Rayne, mientras las gotas de sangre comienzan a caer hacia el vacio, ya que, mientras mas rapido se mueve, mayor es la altura que comienza alcanzar. El panico la invade, pero no puede permitirse que este sentimiento la inmovilice. Bajo sus ojos el vacio la amenaza, mientras sus manos imploran que pare. Solo faltan algunos metros, pero parece que fuesen kilometros. Su necesidad de demostrar que puede hacer cualquier cosa la motivan, y los ojos de Adriel se muestran impresionados ante tal nivel de decision. Cuando sus pies llegaron al final de la muralla, la sensacion fue indescriptible algo que no pidio explicar con palabras, pero sus lagrimas pasaron a ser de dolor a felicidad. Habia conquistado ese muro imponente, y esto solo podia significar su entrada a las legiones, aunque fuese como aprendiz, pero tenia un lugar seguro.

  • Secretos de Jeronimo Tristante

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    Se trata de una magnifica novela de suspense en un entorno mas o menos cerrado: una urbanizacion de lujo donde todo el mundo sabe secretos de sus vecinos pero que, reunidos y habilmente utilizados, pueden convertirse en un metodo de extorsion infalible. Temas de actualidad como la complejidad de las relaciones personales, el ascenso economico facil, la corrupcion politica, etc. Con un estilo muy efectivo y dominio de los recursos narrativos, es un magnifico libro.

  • Un toque ardiente de Bianca De Santis

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    Necesito algo que me haga sentir lo que ningun hombre ha logrado

    Era un dia como cualquier otro en el trabajo hasta que Valeria entra por la puerta del local de tatuajes y perforaciones. Una mujer hermosa, con caderas pronunciadas y tentadoras curvas que capturan la atencion de todos...sin excepciones.

  • El invierno mas oscuro de Alice Lovelace

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    Grace Southwark, conservadora en el British Museum, guarda un inquietante secreto que se ha vuelto peligroso desde que humanos y vampiros conviven con cierta normalidad. Para una historiadora, trabajar en colaboracion con seres tan antiguos constituiria una ventaja si no fuese por la tension de mantener oculto su don sobrenatural. Una noche, de vuelta a casa en el metro, el ataque de un clan disidente descubre el letal secreto de Grace, poniendo en peligro la diplomacia entre humanos y vampiros pero tambien su vida. Acorralada por los acontecimientos, decide confiar en Eric Stenkilsson, Legado de Londres, el unico capaz de ayudarla a comprender que clase de monstruo es el que habita su piel. La respuesta resultara tan extraordinaria y decisiva como el camino que recorreran hasta encontrarla.

  • No lo llames pasion de Noelia Amarillo

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    Yo era una mujer felizmente casada, con dos hijas maravillosas y un marido estupendo. O eso creia. Porque hace seis anos descubri que me estaba poniendo los cuernos. Pero, ojo, no unos cuernos pequenitos y disimulados, no. Unos que envidiarian incluso los miuras de pura raza. Grandes, voluminosos y afilados. De esos que todo el mundo ve menos la interesada, que, en este caso, era yo. Asi que deje de estar felizmente casada. Me divorcie, me compre un piso tan lobrego como mi alma y me mude a el con mis hijas.

  • Acero bajo la piel (Titania amour), Maria Jose Tirado de Maria Jose Tirado

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  • Por ti pagaria las consecuencias de Laura Kaestner

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    Dixie Cabbot y Ahmed Tarik se criaron juntos en la campina francesa, cobijados por un parentesco lejano, rodeados de caballos y tradiciones vitivinicolas, y compartieron su primer despertar en el amor, seguros de que estarian juntos para siempre. Sin embargo, el destino les jugo una mala pasada: reclamos familiares, amores escondidos, reproches maritales y un adulterio fueron causantes de su separacion. Veinte anos despues vuelven a encontrarse en las mismas tierras y esta vez el destino les dara la posibilidad de una revancha, de demostrarse que, a pesar del tiempo, todo sigue intacto en el mismo lugar.