• el loco de la plaza libertad - Hassan Blasim

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    El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por muchos como el mejor escritor arabe contemporaneo de ficcion. Mezclando lo fantasmagorico con lo mas descarnadamente real, en un estilo que se ha comparado con el de Roberto Bolano por su propension a la comedia macabra, Blasim sumerge al lector en los destinos individuales de quienes vivieron la paranoia institucionalizada del regimen de Sadam Hussein, la guerra de Irak, y la posterior ocupacion americana, y de los que tuvieron que emigrar sufriendo el trafico de seres humanos en los bosques de los Balcanes o las pesadillas al tratar de construir una nueva vida en Europa. Pocas veces se ha narrado la perturbadora verdad de la experiencia de la guerra y de los refugiados como en estos cuentos, escritos por alguien que vivio ese infierno donde ideas como la dignidad humana y la libertad de decision suelen convertirse y la libertad de decision suelen convertirse en un chiste cruel.

  • EL LOCO DE LA PLAZA LIBERTAD | HASSAN BLASIM

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  • EL LOCO DE LA PLAZA LIBERTAD - LAIE

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    El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por muchos como el mejor escritor árabe contemporáneo de ficción.

  • El Loco De La Plaza Libertad - HASSAN BLASIM - Agapea

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    EL LOCO DE LA PLAZA LIBERTAD, BLASIM, HASSAM (1973), 16,90€. El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por ...

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    EL LOCO DE LA PLAZA LIBERTAD., BLASIM, HASSAN, ISBN: 9788416495429 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librería especializada de ...

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    EL LOCO DE LA PLAZA LIBERTAD, BLASIM, HASSAN, 16,90€. Desde la paranoia institucionalizada en los años de Saddam o las pesadillas de un exilio mientras ...

  • EL LOCO DE LA PLAZA LIBERTAD de Hassan Blasim

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  • 366 historias del futbol mundial que deberias saber de Alfredo Relano

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    ?Sabias que Brasil no estreno su clasica camiseta amarilla, la <>, hasta 1954?, ?que el Manchester United y el Liverpool, rivales encarnizados, amanaron un partido para que el Manchester no descendiera?, ?que la primera gran bronca entre Madrid y Barca se remonta a 1916, cuando empataron a 6 goles en un mitico partido?, ?que 33 anos despues de matar con una moto al legendario Gigi Meroni el homicida involuntario se convirtio en presidente del Torino?, ?que la pelicula Evasion o victoria seinspiro en un partido verdadero disputado entre prisioneros de guerra ucranianos y nazis?,

  • Asesinato para principiantes de Holly Jackson

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    Hace cinco anos, la estudiante Andie Bell fue asesinada por Sal Singh. La policia sabe que fue el. Sus com- paneros tambien. Todo el mundo lo sabe.

  • Odiame de Olivia Saint

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    No estamos listos, hasta que sucede

  • El aprendizaje de la creativida de Jose Antonio Marina

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  • Desde la eternidad de Susana Martin Gijon

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    Una ciudad tranquila como Merida salta al primer plano de la actualidad informativa por dos crimenes casi simultaneos. El propietario de un spa ambientado al estilo romano aparece apunalado en sus termas. Un alto cargo del gobierno regional resulta gravemente herido durante un acto publico. Parecen casos sin ninguna conexion, pero la agente Annika Kaunda no lo cree asi, sobre todo cuando descubre un dato desconcertante: las armas empleadas en ambos crimenes pueden tener casi dos mil anos de antiguedad.

  • Promesas y secretos de Julia James

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    Eloise Dean se habia dejado conquistar por el carismatico magnate italiano Vito Viscari desde el primer dia. Y, desde ese dia, en su cama, habia disfrutado de un placer inimaginable. Ella creia haber encontrado al hombre de su vida, pero no sabia que Vito nunca podria ser suyo.

  • Si caigo en la tentacion, que parezca un accidente de Rose Gate

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    Cuando eres de un pueblecito de Lugo y el futuro que te espera es ser mamporrera en la granja de tu tia, has de tomar una decision: o te marchas en busca de tu destino o el destino acaba contigo.
    Yo me decante por la primera opcion. Me largue a la gran ciudad y me independice agarrandome con fuerza a mi nueva realidad.
    No tenia estudios, pero si dos manos y unas veinte horas diarias para tratar de sobrevivir. Asi fue como termine con tres empleos.
    Todo habria ido medianamente bien si no fuera porque cada madrugada el pichabrava de mi vecino se encargaba de desatar la tercera guerra sexual.
    Me jure que iba a erradicar su lujuriosa existencia por una cuestion de supervivencia, pero eso fue antes de ver la tentacion que vivia arriba.

  • Te juro que no lo he hecho a proposito de Erina Alcala

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    Karen vivia en un pequeno pueblo de Montana, llamado Bell. Habia cuidado a sus abuelos, los unicos familiares vivos que tenia y que habian cuidado de ella desde el accidente en que murieron sus padres cuando apenas era nina. Perdio por el camino su adolescencia, su juventud y a ellos, junto con el dinero que tenian. Y ahora necesitaba un trabajo desesperadamente, irse a Helena, la capital y trabajar y estudiar en la universidad a distancia. Realizar su sueno de ser Profesora de Literatura.
    A Belle llego, Mat, un hombre rico con una cadena de restaurantes repartidos por todo el pais. Sus padres tenian una cabana en Bell y alli se quedo Mat, curandose las heridas de un accidente de trafico que sufrio al ir a ver a sus padres que vivian en Helena.
    karen lo cuido mas de tres meses, y antes de irse Mat a Nuerva York y Karen a Helena, tuvieron un encuentro sexual a modo de despedida.
    Anos despues el destino habia cambiado para Karen y alli estaba ahora en Nueva York, dandole las gracias a Mat.
    Pero Mat, ahora la queria en su vida y en su cama. Y ella nunca lo olvido. Estaba enamorada de ese hombre sexy y guapo desde la primera vez que lo vio.
    Un obstaculo se cruzaba en sus caminos, ?Podrian superarlo?

  • El nectar de Erika (Flor 2) de Phavy Prieto

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    Segunda novela de la Saga Flor (auto conclusiva)

  • La posada Jamaica de Daphne Du Maurier

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    Daphne du Maurier explicaba en una nota preliminar a La posada Jamaica (1936) que la posada a la que alude el titulo aun seguia en pie y que la novela era el producto de sus fantasias sobre como habria sido ciento veinte anos antes. Un carruaje que atraviesa los paramos de Cornualles es zarandeado por la tormenta y en el una joven huerfana, Mary Yellan, se dirige al encuentro del unico familiar que le queda, su tia Patience, que junto con su marido regenta una lobrega posada de mala fama… a la cual el cochero apenas se atreve a acercarse. Las tormentas, los paramos desolados, los bandidos y dos mujeres atrapadas en un universo sin ley, saturado de violencia, componen la atmosfera de esta excelente novela, un autentico clasico moderno que mezcla la fascinacion por la oscuridad con una critica vehemente de la brutalidad domestica. Fue llevada al cine por Alfred Hitchcock en 1939.

  • La violeta de Garden House (Seleccion RNR), Nunila de Mendoza de Nunila De Mendoza

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  • Fuego y espadas de T. J. Rymer

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    --Mi comandante, en las puertas de la ciudad un hombre demanda hablar con usted. Parece un demente. Podemos echarle si lo desea. --?Os ha comunicado que solicita? --pregunte al soldado que permanecia firme como una roca. --Dice haber avistado un Nabzang en los bosques cercanos. Una leve sonrisa se dibujo en su faz. --?Un Nabzang? --pregunte retorico a la vez que sorprendido. El soldado asintio. Parecia claro, que quien aguardaba en las murallas pervivia bajo una clara enajenacion. Los Nabzang no daban senales de vida desde hacia milenios. De no ser por los relatos que ancianos y mercaderes narraban junto al calor del fuego, ni siquiera habria oido hablar de ellos. Yo mismo escuche de boca de mi abuelo una de esas historias cuando era un nino; pero al igual que hacia todo el mundo, filtre solo una leyenda. Lo que aquel loco decia haber visto resultaba del todo imposible. Aun asi, la curiosidad se habia presentado ya en mis adentros. --Mandale subir. Apenas cinco minutos tras la orden, el soldado se cuadro de nuevo acompanado por un anciano. Portaba una tunica marron hecha anicos, sucia. Sus ojos, ensartados en una cara marchita, relucian blancos como nevisca: un hombre ciego. Aquello empezaba a parecerme una broma de mal gusto. --Anciano... --masculle mientras me acercaba--. ?Como va usted a ver nada? --No solo los ojos ven. --Su voz quebrada penetro en mis oidos, profunda y siniestra--. Tambien el alma atisba entes que no requieren vision. El corazon detiene su latir, el aliento se congela mostrando blanco su camino, el alma se inquieta y el temor cruza fronteras que estimaba infranqueables. Se puede sentir cuando un Nabzang esta cerca, si; el terror no requiere percepcion. --Escoltalo a la salida --ordene molesto--. No voy a seguir escuchando tan magna sarta de mentiras. Contemple como lo retiraban a empujones mientras mi cabeza no dejaba de darle vueltas a las inviables palabras que acababa de escuchar. No eran posibles, mas ya habian sembrado el fruto del desasosiego. Observe al anciano liberarse del brazo que le guiaba y dirigirse hacia mi. Con un gesto detuve al soldado que se abalanzaba sobre el --aunque demente, no aprecie maldad en sus inservibles ojos--, permitiendo asi su acercamiento. Y aun sin poder ver, me agarro las hombreras de la armadura, pegando su rostro al mio. --No ignores mis palabras, Astheron, o la culpa te hostigara hasta el fin de los dias. La oscuridad se acerca lentamente, mas aun hay tiempo de detenerla. !Detenla, Astheron, detenla, o no habra un manana para Theralia! Se lo llevaron arrastras mientras lanzaba al viento maldiciones y malos augurios. Yo permaneci desconcertado en lo alto de las murallas que protegian la ciudad de Atreka. Y sobre aquel espigado baluarte aviste a lo lejos el horizonte: el ocaso que indicaba el fin de mi jornada. Baje angostas escaleras de caracol en direccion al hogar, al calor de la familia. Recorriendo sus calles, pense en lo rapido que el tiempo fluye. Inquebrantable lo cambiaba todo a su paso, dirigiendo a nuestra amada Theralia a su destino, al igual que a cada uno de sus habitantes; consumiendo el presente en pos de la leve sombra que es para el hombre el pasado. Atreka, capital del sur de Theralia, anidaba en una fastuosa belleza dificil de igualar. Sus avenidas empedradas y sus casas de roca, siempre de un color casto, emanaban de la gran ciudad una pureza y pulcritud incomparables. Al termino de esas concurridas y elegantes travesias se alzaba imponente el palacio real. Braolin reinaba el sur desde antes que yo naciera. El mismo me nombro comandante del ejercito diez anos atras; decada de una tranquilidad indolente. La guerra contra los Erziofres llevaba anos en punto muerto. Ellos permanecian en el norte, nosotros haciamos del sur nuestro fortin; ellos tenian su capital Erziofre, nosotros Atreka; ellos al rey Ubklar, nosotros nos inclinabamos ante Braolin... Un mundo fragmentado en dos desde el inicio de los tiempos. Batallas y contiendas perduraban en la memoria de los mas viejos. No se recuerda una Theralia de un solo rey. Nadie recuerda una unica Theralia. El resto del mundo residia en la mas profunda neutralidad, exentos de bando alguno, campando a sus anchas por nuestras tierras fragmentadas. Elfos, nerzs, enanos..., anidaban bosques y montanas alejados del mundanal ruido. Los nerzs: pequenos seres de alma pura felices en sus pequenas y comodas <> en las copas de los arboles; los elfos: letales guerreros capaces de acabar con la vida de un hombre sin darle tiempo a consumir un pestaneo, ocultos en sus radiantes ciudades blancas; los enanos: feos, siempre refunfunando, aguardando en sus ciudades bajo la tierra un pretexto para abandonar la roca y blandir sus hachas. Milenios atras, nuestras tierras poseian nombres extranos. El mundo cambio tras eras y eras de erosion, y aquel que fue un mundo de matices, dio paso al norte y el sur. Todo pendia de un fino hilo de orden. Mas el orden tiende a la desobediencia, y en cualquier momento, en el instante menos esperado, ese equilibrio se esfumaria dejando tras el una estela de destruccion. Al cobijarme en las paredes que eran mi hogar, la turbacion que parecia perseguirme desaparecio al instante. Junto al fuego, mi mujer Aurea y mi hijo Tywren esperaban la llegada del comandante del Ejercito Atreko. Mientras mi pequeno se abrazaba a mis pies, su madre me besaba. La amaba tanto que pensar en perderla me vejaba el alma hasta convertirla en nada; y como todo ser viviente sabe, nada es demasiado poco. Pensamientos que tiempo llevaban rondando mi cabeza. <> Lo que si resultaba evidente era que las palabras del ciego no habian ayudado a aplacar mis aciagos augurios. --Hola, amor --saludo sin dejar de apretarme entre sus brazos. No me cansaba de escuchar su dulce voz--. ?Cansado? --Un dia mas. --No me complacia hablar del trabajo en casa--. !Pero ya estoy aqui con mi familia! --exclame mientras alzaba en brazos a mi hijo de tan solo dos anos--. !Y ahora solo tengo ojos para mis dos soles! Rei mientras balanceaba arriba y abajo a Tywren como a un pelele. Aurea se dispuso a servir la mesa. --Me olvidaba --declaro de pronto--. Han echado esta carta por debajo de la puerta. Es para ti. Vulgar: blanca por delante y blanca por detras, a excepcion de mi nombre, escrito en una de sus caras. La abri. Se leia: <>. --?Que dice? --La curiosidad parecia haber hecho mella en mi esposa. --Nada. Unos documentos que por algun motivo han enviado aqui. Y no lo entiendo, la verdad. Pero bueno... !Comamos! --exclame intentando cambiar de tema--. !Tengo un hambre voraz! Cene hasta saciar el apetito y me acoste junto a la mujer de pelo negro y ojos azules que robo mi corazon una decada atras en el tiempo. Le hice el amor como tantas otras noches, aunque en esa ocasion, mi mente se evadio hacia el mensaje de la enigmatica carta. Espere hasta verla dormir y me dirigi por las oscuras calles de la ciudad hacia la posada La Senda de Tul. Entre. Una cantina como cualquier otra, sumergida en una falta de luz alarmante. Al acceder, solo pude percatar una mesa ocupada. En ella permanecia un hombre enano. No bajo ni menudo…, enano de los pies a la cabeza. Resultaba extrano verles tan al sur. Pero alli estaba, sentado, inmerso en una oscuridad cerrada, fumando una larga pipa de la que emanaba un intenso humo blanco. Observe su diminuta silueta y la nube densa que se desperdigaba por los alrededores de su fea cara. Me acerque y sente. Entonces le vi: !un nerz! Quieto a su lado, con la cabeza gacha, en silencio. --Mas te vale no haberme hecho levantar a estas horas para nada, enano. --Hola, Astheron --saludo agachando la cabeza en reverencia--. Gusto en conocerte. Adverti su gesto como uno sarcastico. Un hombre rechoncho y a la vez rocoso, de faz desagradable como pocas. Pelo sucio y enmaranado, a juego con su barba azabache. De facciones duras y contritas, denostando un ser arisco; su aroma no le iba a la zaga. --Habla y dejate de absurdeces. Y ve al grano, tengo sueno. No me gustaban los de su raza. En contadas ocasiones tuve el <> de compartir mesa con alguno de sus congeneres, y no disfrute en absoluto de su compania. --Ten cuidado, sureno, no sabes con quien hablas. --Sus manos se independizaron de la mesa donde se apoyaban y me senalaron amenazantes--. Hablare..., pero no vuelvas a usar ese tono conmigo. Estoy aqui para advertirte de lo que acontece en el norte. --Su voz sonaba gruesa, robusta--. El hechicero real ha indagado mas alla de lo congenito, y un mal que dormitaba ha despertado. --?Nabzangs? La palabra broto de mi boca sin permiso, como si el temor que almacenaba mi cuerpo hubiera huido de mis tripas como una exhalacion. --Si. --Los ojos del enano despuntaron blancos entre lo oscuro--. Pero no es todo: pretende crear un ejercito y abalanzarlo sobre el sur sin clemencia, haciendo al rey Ubklar el unico en Theralia. Temo que haya dos posibilidades en todo este tenebroso asunto: el sur cae ante el norte y su ejercito Nabzang; o norte y sur lo hacen acompanados del resto de razas. Terminos que no podian ser ciertos. Aunque el hechicero real retornara a los Nabzangs, nadie seria capaz de controlarlos. Pero el ciego ya noto su presencia en los bosques cercanos a la ciudad... --Digamos que te creo. ?Que propondrias hacer? --Partir de inmediato hacia el norte y acabar con las malas artes del hechicero real. --?Pretendes que yo, el comandante del Ejercito Atreko parta hacia el norte con la unica compania de un enano loco? --Y la de un nerz --matizo--. No puedo demostrar lo que digo --prosiguio negando con la cabeza--. ?Pero no crees, Astheron, que la vida de tu mujer e hijo merecen al menos el beneplacito de la duda? --Dame un dia para meditar. Manana visitare a mi buen amigo Asdrabal, hechicero real aqui en el sur, y le contare lo que me acabas de explicar. Me aleje del enano y el timido nerz, y me dirigi raudo a mi lecho. Me abrace a Aurea, que ni siquiera habia advertido mi ausencia, e intente conciliar un sueno que sabia no iba a alcanzar. ?Y si las palabras del enano eran ciertas? ?Y si los augurios del anciano resultaban veraces? Queria creer que no, pero la simple posibilidad de que lo fueran obsequiaban a mi alma con esa pesadumbre que no parecia tener intencion de abandonarme. Desperte sin haber reposado. Desayune junto a los mios entre risas y arrumacos y me dirigi a las dependencias de Asdrabal el hechicero. Bajo el palacio real, en un pequeno torreon situado en el centro de los jardines que adornaban la base del monumental castillo, se encontraba su hogar. No era un hechicero al uso. Mas que un hombre dedicado al noble arte de lo magico, en ocasiones parecia un bufon. Pero su erudicion no conocia fin. Mientras me aproximaba a la alta torre de piedra gris, de los pequenos orificios que le hacian de ventanas percibi un fuerte estruendo y un denso humo negro. Corri hacia la puerta, que no estaba cerrada, y al abrirla vi lo que moraba dentro. Las estanterias, sillas, frascos, ollas..., todo se amontonaba asemejando la madera de una hoguera lista para arder. Bajo tan mayusculo desastre se alojaba Asdrabal, que emergio apartando los trozos de lo que fue mobiliario segundos atras. Su largo pelo negro, cubierto de polvo parecia casi blanco, al igual que su oscura tunica portadora del sol de seis puntas, emblema inequivoco del clan de los hechiceros ulgidos. --Esta vez si que he estado cerca de viajar al otro mundo --aseguro entretanto se sacudia las vestiduras. --?Que ha sido esta vez? ?La vida eterna? ?El retorno a la juventud, quiza? ?La cura al mal aliento...? --La sonrisa afloro en mi sin remedio. --No. Algo mucho mas materialista --contesto entre carraspeos--: intentaba convertir el hierro en oro. --Pues es una pena, porque vas a necesitar mucho para arreglar este desastre. Observe desde la distancia al hombre mugriento que reflejaba en su rostro el fracaso reciente. Y sin poder evitarlo, una carcajada surgio de mi boca; de igual manera, Asdrabal no pudo evitar hacer lo mismo. Reimos un largo instante. --Subamos a la buhardilla --dijo entre carcajeos--. Alli podremos conversar tranquilos. Creo saber por que estas aqui, Astheron. Ascendimos por una estrecha escalera de caracol. Al alcanzar su cima me encontre en una habitacion minuscula de bajo techo que no permitia andar erguido. En el centro de la pequena estancia atisbe una mesa de madera redonda con dos sillas. Asdrabal se sento en una de ellas y me insto a que yo hiciera lo mismo

  • El expreso de la Luz Negra de Philip Reeve

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    No es la primera vez que Zen y Nova viajan de un planeta a otro en tren. Provienen del Imperio de la Red, cuyas vias ferreas recorren media galaxia. Pero esta vez es distinto. Han pasado por un portal interplanetario que ni siquiera deberia existir. Han hecho cosas terribles para poder abrirlo, no saben a donde les conduce, y no esta nada claro que puedan regresar.

  • Dulce amor de Elizabeth Bowman

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    Una historia de amor y segundas oportunidades en la Norteamerica del siglo XIX.

  • Historia del veneno de Adela Munoz Paez

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    Cicuta, arsenico, cianuro, talio, polonio… Adela Munoz realiza un insolito recorrido por los momentos mas relevantes de la historia a partir de envenenamientos celebres

  • El precio del orgullo de Ana B. Lopez

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    Cuando Juan Jorge Graubner llego a Espana desde Viena para trabajar, jamas penso que encontraria a la mujer mas bella y atractiva que habia visto en su vida. El flechazo que sintio en ese momento hara que olvide el verdadero motivo de su viaje. Sin embargo, la clase social a la que pertenece cada uno separa su amor. ?Lograran vencer las adversidades que se les presentan por la diferencia de clases o, por el contrario, seran vencidos ellos?
    No te pierdas esta romantica novela en la que los nervios estaran a flor de piel hasta el final.

  • Fabada mortal de Ignacio M. Cunat

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    Oye, lo tipico que pasa. Que coges el tren para ir a Madrid a dar una charla y firmar unos libros y acabas medio desnudo, cubierto de sangre y encerrado en un minusculo cuarto de bano con un senor muerto. Bueno, igual no es tan tipico y no pasa mucho, pero cuando pasa es molesto. Mira que al ver que el bano estaba ocupado podia haber ido al siguiente, que para eso iba en tren y habia mas, pero no. Como tenia el dia New Age, en plan <> y cosas de esas, me quede esperando mi turno pacientemente, sin poder imaginar que el universo, el loto y la brisa lo que son es unos cabrones. Y no es por insultar en vano. Es que mientras estaba mecido por el susurro de las esferas galacticas oigo unas toses convulsas muy terrestres, como de alguien asfixiandose. Preocupado, golpeo la puerta con los nudillos y descubro que no esta cerrada. Me asomo y veo que dentro del pequeno evacuatorio hay un senor con la cara azul. Que conste que no tengo nada en contra de la gente de cara azul, pero me resulta inquietante si no son un pitufo. Si es un pitufo no pasa nada, cantamos una cancion, ponemos verde al malvado Gargamel y luego el medico me da unas pildoritas y dejo de verlo una temporada. Pero aquel no lo era. Lo deduje enseguida porque no llevaba gorrito blanco en plan barretina y ademas era muy grande. Nada de un simpatico enanito. No. Aquel tipo ya debia venir grande y corpulento de fabrica, pero es que ademas se notaba enseguida que era de esos que se comen los corderos enteros, entre pan y pan, lana y cencerro incluidos. Un giganton. La cosa es que entro en el bano, me acerco a el para intentar ayudarle y me agarra la mano apretandola con fuerza, mientras dice con una cierta preocupacion: --Me muero… --y yo tengo que coincidir con el en que aquello muy buena pinta no tiene. En plan prudente no se lo digo, por no hurgar en la herida, pero el vuelve a estrujarme la mano y continua: --Comer la lata, la lata…-- y yo pienso que, hombre por Dios, eso ya es vicio: agonizando y pensando en comer. Pero tampoco se lo digo porque a partir de ahi todo es un desproposito. Que si se escurre de la taza del vater en la que estaba sentado, se desploma entre convulsiones y su generoso corpachon de senor talla XXL, ocupa todo el espacio del pequeno recinto, bloqueando la puerta; que si quiero ayudarle, pero estoy arrinconado sobre el lavabo y me clavo en la rabadilla el pequeno grifo, que ademas suelta chorros de agua cada vez que me apoyo; que si intentando no perder el equilibrio, me sujeto con la mano sin mirar y noto algo humedo y caliente, y compruebo que me he cortado. Con una lata vacia. Y pienso que menos mal que el agonizante caballero hambriento ya no se entera de nada, porque igual le digo que la lata esta vacia y le doy un disgusto. Pero no tengo mucho tiempo para pensar porque en eso una voz energica resuena al otro lado de la puerta --!Abra inmediatamente! !Soy el revisor! ?Que pasa ahi? Y antes de que se me ocurra nada original que contestar descubro que, aunque el corte de la mano es pequeno, sangra un monton, y si de por si la escena era dantesca ahora, salpicada con los borbotones de sangre que brotan de mi mano, parece directamente ya una escena del crimen de las de manual. Que intento contar la verdad y tengo tanta credibilidad como un menu del dia de ocho pavos con chuleton de buey kobe de segundo. Y el revisor venga a golpear la puerta, que con tanto meter prisa se estaba poniendo ya, todo hay que decirlo, un poco tocapelotas. Entonces el moribundo tiene un ultimo espasmo feroz, mientras le da un tiron a mi cinturon, que hace que los pantalones se me queden por las rodillas, antes de quedarse definitivamente quieto, tras exhalar un ultimo aliento que le deja la boca abierta con un rictus mortal y extrano, como cuando despues de comer pides cafe en un restaurante y te dicen que no tienen. Y se que esta muerto porque he visto en mi vida demasiadas merluzas difuntas como para no saber cuando algo es un cadaver. Y de repente caigo en que estoy encerrado en el infimo retrete de un tren con un cadaver enorme, chapoteando en agua, con los pantalones por las rodillas, en calzoncillos, rodeado de paredes salpicadas de sangre, y que el hecho de que vista de cocinero, lleve una nariz postiza y unas gafas de plastico y diga llamarme Falsarius Chef, no va a contribuir a hacer las cosas mas faciles. Mi abogado siempre dice que no vaya asi a los juicios, que tengo pinta de culpable. Luego los pierde porque es un manta y le echa la culpa a mi nariz. Asi que cuando por fin el revisor consiguio abrir la puerta, creo que desmontando las bisagras, y pude ver su rostro horrorizado por la escena que tenia ante el, iba a decirle aquello de <>, pero si eso no cuela cuando tu pareja te pilla en pelotas en la cama con una rubia (o un rubio, que en gustos va) no te cuento ya si lo que tienes al lado es un tio muerto. Asi que me lo ahorre. Aunque lo peor, lo peor de todo, es que disgustos aparte, con tanto cadaver y tanta tonteria no me habia dado tiempo a hacer pis. 2 Hay rubias que solo son rubias. Esto es, empiezan en rubia, terminan en rubia y son rubia por el medio. Poco mas. Esta no. Esta era una rubia de las otras. De esas que arruinan vidas, te implican en un asesinato, provocan guerras de Troya o hacen que acabes en la silla electrica y encima te parezca buena idea. Ese tipo de cosas. Una de esas rubias que sabes que van a complicarte la vida pero de las que no te puedes apartar, como si fueras un conejo en mitad de la carretera deslumbrado por los faros de un coche. Del coche que conduce la rubia. Pero no adelantemos acontecimientos porque en aquel momento lo que tenia era un problema, y no pequeno, con la Policia. Las fuerzas del orden son asi. Descubren encerrados en un minusculo cuarto de bano un cadaver y a un fulano ensangrentado a su lado, y enseguida se ponen en lo peor. Claro, que facil. ?Estos es que no ven la tele? En las series de television, ves una escena como esa al empezar y lo primero que tienes claro es que ese, el que esta ensangrentado junto al muerto, aunque tenga los higadillos del difunto a modo de chal por encima del cuello y en la mano un cuchillo jamonero, no es el malo. Pero claro, aqui la policia ve poco la tele y luego pasa lo que pasa. Claro que tu vas a interrogar a un tipo que ha aparecido en estas circunstancias, le pides que se identifique y te dice que se llama Falsarius Chef y que es cocinero impostor, e igual te mosqueas. Sobre todo porque le estas tomando declaracion a un tipo que viaja en tren vestido con un delantal negro, gorro de cocinero y unas gafas de plastico con nariz postiza y bigotillo de pelusilla. Y si encima el tal Falsarius, esto es, un servidor, insiste ademas en que viste asi para evitar ser reconocido por los sicarios de las peligrosisimas mafias internacionales de chefs, que hace anos que quieren liquidarle por poner al alcance de todo el mundo sus secretos de cocina, comprendes que se miren con la cara que se miraban los dos policias que tenia enfrente. Y digo que lo entiendo, no que lo comparta. Porque esa es otra. La policia ve a alguien con la cara cubierta y siempre piensa mal. Y digo yo ?y los superheroes? Ah, claro, de los superheroes enmascarados no nos acordamos nunca hasta que no hay un super villano cargandose el mundo. Luego si, luego cuando al planeta se lo esta engullendo un agujero negro de los malos, malos, o hay que salvarlo de un asteroide perdido que va a impactar sobre la Tierra, todo son llantos. Luego mucho <>, hechos unas nenazas, pero antes, el de la mascara, a la carcel, que, entre rejas, con esas mallas cenidas se va a echar novio enseguida. Pero vamos, que como estoy acostumbrado a que mi aspecto llame un poco la atencion, decidi tomarmelo con paciencia y darles mas explicaciones. Y les conte que yo lo que tenia era un blog de cocina en Internet. Una pagina a la que accedias tranquilamente desde tu ordenador y en la que podias encontrar un monton de recetas. Eso no tenia nada de raro, ni me hacia acreedor de las iras de los chefs. El problema consistia en que las recetas que yo preparaba estaban hechas con la ayuda de latas, botes, congelados y demas productos que podias encontrar en el super de la esquina. Eso lo mezclaba con algunos productos naturales y un par de trucos y conseguia unas recetas con las que cualquiera, por inexperto o torpe que fuera en los fogones, podia hacerse pasar por un chef mas que aceptable. Eso ya les dolio mas, pero mientras solo fue el blog, no hubo mayores problemas. Amenacillas, cabezas cortadas de caballo que me aparecian en la cama, un conejo blanco ahogado en el agua que hervias para preparar espaguetis. Lo tipico. Pero luego la cosa se complico. Me llamaron para la radio y comence a hacer una seccion con mis recetas de cocina impostora todas las semanas. Luego vino la tele, donde estuve tambien una temporada, y las publicaciones en prensa, y luego los libros. Y la cocina impostora comenzo a hacerse bastante popular. Y eso ya no pudieron resistirlo. Si todo el mundo podia cocinar como un chef y comer estupendamente en su casa ?que iba a ser de ellos? Pero los policias no parecian apreciar mi voluntad de cooperacion. Me miraban en silencio, con gesto inexpresivo. En realidad creo que pensaban que les estaba vacilando. Ellos seguramente hubieran preferido que, abrumado por su silencio, me derrumbara y confesara mis crimenes entre sollozos. Pero tenian dos problemas. Uno que era inocente. El otro, que no era la primera vez que jugaba a aquel juego. Asi que me dispuse a seguir contandoles cosas apasionantes y muy relacionadas con el caso que nos ocupaba. Por ejemplo, mi justificado odio por los microondas. Pero no me dio tiempo. De repente, uno de ellos, el mas mayor, el que tenia cuatro pelos mal puestos y se los peinaba hacia atras con gomina, en plan pijito de los noventa, me dijo: --Yo le conozco. Mi mujer no se pierde ni una sola de sus recetas los sabados en la radio. Y tiene todos sus libros. Y le veia en television y seguia sus colaboraciones en prensa. Eso estaba bien. En estos casos, cuando te han encontrado encerrado con un cadaver y chorreando sangre, siempre ayuda que uno de los policias que te interrogan sea fan. --Antes se pasaba el dia encerrada en la cocina, preparando guisitos. Hecha una esclava. Pero desde que le oye, los hace en diez minutos. Algo en su voz me dijo que aquello no estaba resultando tan bueno como yo pensaba. --Y no es que me de mal de comer --continuo--. El problema es que tiene mucho tiempo libre y se pasa el dia en el bingo. Y desabrochandose la chaqueta dejo ver como al descuido la pistola que llevaba en la cintura, antes de anadir: --Yo creo que tiene un lio con el que vende los cartones. El policia mas joven, el que lucia unos prominentes musculos bajo una cenida camiseta, llevaba una cazadora de cuero y parecia sacado de un concurso de horterillas de Telecinco, le miro con reverencia y luego giro la vista hacia mi y se abrio tambien como al descuido la cazadora, dejando ver otra pistola, aun mas grande que la de su companero. Pues oye, a chulo, chulo y medio. Si querian guerra psicologica la iban a tener. Me abri el delantal, como al descuido, y les deje entrever mi michelin derecho. El feo. No podria decir que efecto les causo tan pavorosa vision, porque en ese momento llamaron a la puerta un par de veces y entro un agente, que venia a buscarles. Cruzaron algunas palabras y se marcharon sin despedirse, dejandome recluido con mi equipaje en el pequeno cuarto que el revisor tenia en el tren. Solo y, chulerias aparte, un poco preocupado. Por suerte, siempre que viajo llevo una tartera con provisiones para imprevistos, que nunca sabes cuando vas a volver a tener un supermercado decente cerca. Y la tartera llevaba dentro unas empanalletas, un postrecito muy rico con pure de manzana, pasas y azucar un poco caramelizada que hago yo, y que tiene lo mejor de una empanadilla y lo mejor de una galleta, de ahi su astuto nombre, y despues de zamparme un par de ellas, el disgusto se me paso un poco.

  • Siempre fuiste mi Julieta, Mencia Yano de Mencia Yano

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  • Dulce locura de Rocio Pena

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    – Ariana – Miro a mi alrededor y una gran pena me embarga, cinco anos de mi vida me rodean, mire donde mire un recuerdo viene a mi, voy a echar muchisimo de menos el que ha sido mi hogar, mi refugio, mi santuario... Respiro profundamente intentando centrarme, no se por donde empezar, mas de una decena de cajas vacias y mis maletas esperan que las llene, asi que dejo la nostalgia y la tristeza a un lado y me pongo a recoger mis cosas de inmediato. En menos de dos horas lo tengo todo listo y recogido y estoy esperando a los de la mudanza, me llevo solo lo justo y necesario, ya comprare lo que me haga falta cuando llegue a mi destino. A las doce de la manana tengo un coche esperandome en la calle, me pongo unas gafas de sol y un sombrero para intentar pasar desapercibida. No me gusta que me reconozcan por la calle y mas siendo noticia que en esta semana vuelvo a Los Angeles. Me recuesto en el asiento de la limusina que han mandado a recogerme, me siento insignificante mientras observo por el cristal la ciudad que tanto me ha dado... Paris, la ciudad que me ha hecho crecer tanto a nivel personal como profesional, en la que dejo atras muchos amigos y un gran amor. Un suspiro sale de mis labios mientras recuerdo a Alain, hace mas de un ano que terminamos con nuestra relacion, fue una relacion maravillosa, pero una relacion con la que yo acabe, todavia me siento mal al recordar el dia en que lo deje... Dejando esos malos recuerdos a un lado, pienso en como al terminar nuestra relacion pudimos conservar una bonita amistad, asi que con eso me quedo, me llevo a Alain como un amigo, mi mejor amigo. De camino al aeropuerto me recreo admirando la ciudad, intentando recordar cada detalle, se que volvere a menudo, pero me da pena dejar de vivir en ella y sobre todo dejar a los amigos que he hecho aqui. Ayer me sorprendieron con una fiesta de despedida, sonrio con anoranza mientras cojo mi movil y busco las fotos que nos hicimos, me quedo mirandolas un largo rato, sin darme cuenta de que llegamos al aeropuerto. – Senorita Vega - me dice el chofer abriendome la puerta - hemos llegado. – Gracias, ya voy - cojo mi bolso y salgo del coche. Las luces de los flashes caen sobre mi y de repente se desencadena el caos. – Ariana ?es verdad que tiene una relacion con un gran actor y que por eso vuelve a Los Angeles? Agacho la cabeza e intento abrirme paso. – ?Esta usted embarazada? No se habla de otra cosa ultimamente - me pregunta otro periodista. – ?Ha perdido su trabajo con las grandes firmas parisinas? Y asi mil preguntas mas... ?Pero donde cono estan los guardaespaldas y mi manager? – !Ariana! !Ariana! – Se habla de que puede dejar de ser un angel de Victoria's Secret ?Es verdad? Me paro y armandome de valor contesto a sus preguntas lo mejor que puedo, hasta que por fin llega Carlos, mi manager, que viene acompanado de un mini ejercito de guardaespaldas. – ?Como se te ha podido ir esto de las manos? - le pregunto a mi manager mientras entramos en el aeropuerto – !Joder Carlos! Estas perdiendo facultades. Mi manager es como un padre para mi, desde que me descubrio en la playa cuando tenia dieciseis anos y empece en el mundo de la moda ha estado a mi lado y se ha ocupado de mi, es como uno mas de la familia. El pobre me mira con mala cara, sabe que odio todo este circo. – Lo siento... me he liado un poco. – ?Pasa algo? – No, tranquila es solo que he discutido con Melanie, no nos ponemos de acuerdo con el tema del divorcio. – Perdoname - lo abrazo y le doy un beso en la mejilla - tampoco ha sido para tanto. Ver al hombre que me quiere como una hija, tan preocupado me rompe el corazon, se que sigue enamorado de su esposa y que lo esta pasando muy mal. Cuando por fin llegamos a Los Angeles voy directamente al apartamento que tengo alli, esta frente a la playa, vivi aqui desde que me vine de Espana cuando Carlos me consiguio mi primer contrato y nunca he querido mudarme, al entrar veo que esta todo limpio y arreglado. – He mandado a alguien para que lo tuvieras todo listo, y tienes la nevera llena. – Gracias Carlos, no se que haria sin ti. El me sonrie y me da un beso en la mejilla. – Me encanta que por fin hayas vuelto, asi te puedo tener mas cerca. – Eso es lo que mas me alegra de haber vuelto, te echaba mucho de menos. – Y yo a ti - me da un beso en la mejilla y se separa de mi intentando ocultar su emocion - bueno, yo ya me voy - dice mientras suben las ultimas maletas - ten cuidado y no te olvides de llamar a tus padres. – Tranquilo que me portare bien. Me da un beso y se despide. – El lunes nos vemos, que pases un buen fin de semana. – Ten cuidado tu tambien y alegra esa cara no me gusta verte asi. El asiente, me sonrie y se marcha. Lo primero que hago al quedarme sola es llamar a mis padres y hablar con toda la familia; con mi madre, con mi padre, con mi hermana y con mi abuela, de repente me entra la pena por tenerlos tan lejos y contengo las lagrimas como puedo, parece mentira que lleve diez anos viajando por todo el mundo y casi sin verlos y que cada vez los necesite mas, creia que con el tiempo los extranaria menos, pero es completamente, al contrario. Cuando me despido de ellos mi madre me da la gran noticia de que en diciembre vendran todos a pasar las navidades conmigo y eso me hace ponerme como loca, ya estoy contando los dias para tenerlos aqui. Despues de la charla me preparo un sandwich y me lo como en un suspiro, !estaba hambrienta!, luego me meto en la ducha para darme un buen bano, al salir de la ducha el cansancio por el viaje puede conmigo, me seco, me pongo el pijama y me acuesto dispuesta a dormir doce horas como minimo. El timbre de la puerta me despierta, me levanto sobresaltada, miro el reloj del movil, son las diez de la manana, voy rapidamente hacia la puerta mientras que el sonido estridente no deja de parar, siguen llamando una y otra vez. ?Pero quien sera? Al abrir me encuentro con las locas de mis amigas, se tiran encima mia, dandome besos y gritando sin parar. – !Me habeis tirado al suelo! - grito riendome. Las chicas se rien y tiran de mi para levantarme. – Teniamos tantas ganas de verte - me dice Kim dandome un fuerte abrazo. – !Oye, no os olvideis de nosotras! - grita Amanda uniendose al abrazo junto a Lais. – Yo tambien os he echado de menos, chicas. Mis amigas son las mejores del mundo, nos conocimos cuando llegue a la ciudad, estabamos en la misma agencia de modelos y rapidamente nos hicimos amigas, hoy en dia seguimos siendo companeras de trabajo y grandes amigas. Kim, es la mayor de todas, tiene veintinueve anos, es de Nueva York, mide 1,90 cm, es rubia, de tez clara y ojos azules. Amanda es italiana, tiene veinticinco anos, mide 1,80 cm, es castana, de tez morena y ojos azules. Lais es inglesa, es la mas pequena del grupo, tiene veinticuatro anos, mide 1,90 cm y es una belleza mulata con unos grandes ojos negros. Y yo, la cuarta del grupo, soy espanola, justamente de Mallorca, tengo veintiseis anos, mido 1,85 cm, tengo el pelo negro, la tez clara y unos grandes ojos verdes, de ahi que muchos me llamen la pantera. Las cuatro somos modelos profesionales y tenemos la gran suerte de trabajar con las mejores firmas, con los mejores disenadores y de ser cuatro de los famosisimos Angeles de Victoria's Secret.

  • Perdona. te conozco de Olga Salar

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    Su mundo se acababa de desmoronar frente a ella y la seguridad de la que siempre habia disfrutado se esfumaba ante sus ojos sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Desde ese momento ya nada podria volver a ser igual a como lo habia sido antes del cataclismo en el que se habia visto envuelta. La peor parte era que Sienna era consciente de que lo mejor que podia hacer, por su propio bien, implicaba alejarse de todo y de todos. Marcharse sin mirar atras y buscar su propio camino, ya que el que el futuro que imaginaba para si misma se habia desmoronado unas horas atras. Quedarse donde estaba era demasiado doloroso, demasiado sofocante, demasiado todo. Por una vez tenia que dejar de pensar en los demas y centrarse en lo mejor para ella. En cualquier caso, todos iban a estar bien sin su presencia. Su madre estaba conociendo a un hombre y a Melinda le estaba yendo genial en el bar de sus padres, del que habia comenzado a hacerse cargo. Lo habia transformado en un bar cafeteria, por lo que abria durante practicamente todo el dia. Por otro lado, estaba segura de que su amiga la visitaria donde quiera que fuera. Estaba tan segura de ello como sabia que su madre no lo haria. Los demas, ni le preocupaban ni les preocupaba, ese habia sido su mayor error, uno que deberia de haber asumido mucho antes. El problema era que jamas imagino que algo asi fuera a sucederle nunca. Y, aun asi, una parte de ella no podia evitar sentirse culpable por haberse dejado enganar, por no haberse dado cuenta antes de lo que estaba pasando justo frente a sus propias narices. ?Cuantas personas a su alrededor estaban enteradas de todo y se lo habian ocultado? ?Cuanta gente se encontraria en esos instantes sintiendo lastima por ella o simplemente hablando de lo que habia ocurrido...? La respuesta a sus preguntas era uno de los motivos por los que debia alejarse de Rockport. Para empezar, debia poner distancia cuanto antes, por ello lo mejor era mudarse de casa de su madre y buscar un trabajo a media jornada que pudiera cubrir los gastos de alquiler y alimentacion. Quizas Melinda podia hacerle un hueco entre su plantilla mientras terminaba el semestre en la universidad. Gracias a dios, el precio de la facultad quedaba cubierto por la beca. Despues buscaria trabajo apartada de todos ellos. Desapareceria de Rockport y, para ello Boston, era la mejor opcion. Quedaba lejos, pero lo bastante cerca como para tener un ojo sobre su madre. Que volviera a la ciudad en algun momento o no ya era otra cosa, en la que no iba a pensar en esos momentos. Las personas mas importantes de su vida la habian traicionado y eso era algo que no sabia si podria superar alguna vez. Y era mas que evidente que nunca lo olvidaria si se quedaba alli, donde en solo unos dias todo aquel que todavia no se habia enterado del chisme, estaria ya al tanto de lo sucedido. Capitulo 1 Seis anos despues... El dia comenzo como cualquier otro desde que habia empezado a trabajar en el bufete cinco anos atras. Llego diez minutos antes de las nueve y saludo a los companeros, madrugadores como ella, que se encontro de camino a su despacho, y agradecio a Faith el cafe con leche de soja y caramelo que la esperaba sobre su mesa. Una vez sentada frente a su escritorio se dedico a organizar sus tareas pendientes para ese dia. Tenia documentacion que revisar y, por suerte, no le tocaba ir al juzgado. De hecho, hasta las doce no tenia prevista ninguna reunion con clientes, lo que le otorgaba tiempo para preparar los tres casos de divorcio que tenia sobre la mesa y revisar un par de contratos para uno de sus clientes. El sonido de su movil personal la sobresalto, tan concentrada como estaba con el trabajo; lo saco del cajon donde lo guardaba normalmente para concentrarse en las largas jornadas que le esperaban habitualmente. Contesto sin dudas al ver que la llamada era desde el telefono de su madre, por lo que no esperaba que al otro lado de la linea estuviera otra persona. Una con la que no deseaba hablar bajo ningun concepto: --Te llamo por dos razones --anuncio Savannah a toda prisa, consciente de que si no se apresuraba le iban a colgar sin tener tiempo de exponer los motivos de su llamada. --No quiero escuchar ninguna de ellas. No me vuelvas a molestar o me vere obligada a cambiar de numero y no darselo a mama --pidio a punto de colgar. --Es precisamente de ella de quien quiero hablar. --?Ahora vas a usarla de excusa? --Mama tiene cancer --Savannah solto la bomba antes de que su hermana finalizara la llamada. Durante unos segundos Sienna Hale se quedo quieta y en silencio, tratando de asimilar lo que acababa de escuchar. --?Como dices? Si esto es tu idea de una broma es de muy mal gusto --la rabia que destilaba su voz no paso desapercibida para su hermana. Era consciente de que esa ira era mas por el golpe de la noticia que porque realmente creyera que mentiria con algo asi. --No es una broma, mama tiene cancer. Se lo diagnosticaron la semana pasada. Creia que te lo habia contado hasta que la escuche hablando con Ryan y supe que no lo habia hecho. --?Por que me lo ha ocultado? Hable con ella hace un par de dias y ni siquiera me dijo que se encontraba mal. --Es evidente que te lo ha ocultado porque vives lejos y no quiere preocuparte. La rubia suspiro sonoramente antes de anunciar sus intenciones de ir a verla. --?De veras vas a regresar, por fin? --Lo dices como si te importara --ironizo Sienna. --Eres mi hermana menor, por supuesto que me importa. No te he visto desde la boda de mama y entonces ni siquiera me permitiste acercarme a ti. --Eso no va a cambiar. No te quiero cerca. --!Somos hermanas! --insistio Savannah. --Permite que me ria. Al parecer soy tu hermana cuando te conviene y cuando no, lo olvidas. El silencio se alargo unos segundos antes de que Savannah volviera a hablar. --?No quieres saber cual es la otra razon por la que te llamo? --?Sinceramente? No. Si es igual que la primera no creo que pueda soportarlo. --No es tan mala y, en cualquier caso, te la voy a decir igualmente. --Tipico de ti, hacer lo que te venga en gana sin preocuparte por los sentimientos de los demas. Savannah no replico. Sabia que era cierto y en esos momentos lo importante era que su hermana le estaba hablando, aunque la conversacion estuviera cargada de desden y de sarcasmo, el caso era que le hablaba. Se habia pasado casi seis anos sin verla, sin poder descolgar el telefono y mantener una agradable conversacion con Sienna, y lo peor era que no podia enganarse a si misma condenandola, porque la unica que debia de cargar con la culpa por el distanciamiento era ella misma. --Necesito que seas mi abogada. Voy a divorciarme. --?Me estas tomando el pelo? ?No has tenido bastante con darme la noticia sobre el estado de salud de mama? ?Tambien quieres burlarte de mi? --No, no lo es. Es la verdad. Voy a divorciarme de Dave. Sienna suspiro. --En primer lugar, vete a la mierda, y en segundo lugar no creo que puedas pagar mis honorarios. --No te preocupes. Puedo hacerlo. --No sabia que el trabajo de constructor de Dave daba para tanto. --No voy a pagarte con su dinero, te pagare con el mio. --No me digas que no eres una ama de casa al uso. Me sorprendes, jamas crei que fueras capaz de trabajar en algo mas que en ti misma --dijo con una risa llena de burla. --No tienes ni idea, ?verdad? --?Sobre que? --inquirio un poco a la defensiva--. ?No me digas que despues de casarte incluso fuiste a la universidad? --!Lo hice! Pero eso tampoco importa. Supongo que, si regresas, lo sabras, despues de todo hay tiempo. --Sea como fuese no voy a llevar tu divorcio. Si en algun momento creiste que lo haria es que eres mas tonta de lo que creia. --Soy tu hermana. --Puedes seguir repitiendolo las veces que quieras, las cosas no van a cambiar solo porque de repente te acuerdes de nuestro parentesco. --Nunca lo he olvidado. --?De veras? ?Me estas diciendo que lo recordabas mientras te metias en la cama con mi novio? --espeto antes de colgar en telefono. A la mierda los casos pendientes de los que tenia que ocuparse, penso Sienna mientras buscaba en favoritos el numero de su mejor amiga. Melinda contesto antes del tercer tono: --?Por que eres tan madrugadora? --se quejo con la voz completamente despejada, lo que implicaba que ella tambien se habia levantado temprano. --Buenos dias para ti tambien. ?Tienes algo que quieras decirme o empiezo yo? La voz de su amiga sono completamente seria. --?Que sabes? --La pregunta seria que sabes tu y por que no me has dicho nada. --No me correspondia a mi contarte nada. --?Ni siquiera que mi madre tiene cancer? ?De veras no...? --?Que has dicho? --la corto Melinda--. !Oh, dios mio! El enfado de Sienna bajo unos puntos al comprender que no lo sabia, lo que significaba que si debia de estar la tanto del divorcio de su hermana. Durante los siguientes minutos ambas se olvidaron de todo excepto de la noticia sobre la salud de Susan. --Seguramente no te lo ha dicho porque sabia que me lo ibas a contar. --?Crees que mi madre lo sabe y se lo ha callado? --inquirio Melinda. La madre de Sienna y la suya se habian hecho amigas estando en el instituto y ambas seguian con la misma relacion cercana desde entonces. De hecho, era gracias a ellas que sus hijas se habian hecho inseparables. --Estoy segura. Mi madre jamas se lo ocultaria. --Suspiro agotada antes de volver a hablar --. Voy a regresar a Rockport y necesito tu ayuda. --Lo que sea. --Necesitare un lugar para vivir. No voy a quedarme en casa de mi madre. --Puedes quedarte conmigo. --Te lo agradezco, pero no. ?Grace Miles todavia tiene la inmobiliaria? --Si, ?quieres que hable con ella? --Si, por favor. Voy a estar liada aqui tratando de organizar mis casos y convenciendo a mi jefe de que necesito una excedencia. ?Podrias conseguirme un apartamento lo bastante grande como para que Hermione pueda pasearse por alli sin querer fugarse cada vez que alguien abra la puerta? --Carino, siento decirte esto, pero tu gata es una chica mala. Le gusta escaparse de casa, no tiene nada que ver con el tamano de esta. --A pesar de la situacion, Sienna pudo reir por el comentario de su amiga--. Yo me ocupare de todo. No te preocupes --y anadio con una sonrisa en la voz--: estoy segura de que Grace te va a encontrar la casa perfecta. --No le digas a nadie que voy a regresar. --No se lo dire a nadie mas que a Grace. --!Gracias! Por favor, pidele que guarde el secreto. --Nada de gracias y no te preocupes, Grace es discreta. ?Cuanto tiempo vas a quedarte? --El que sea necesario. --Vamos a aprovechar el tiempo perdido y vamos a cuidar mucho de tu madre. --Gracias, Mel --dijo, consciente de como su amiga trataba de subirle el animo. --Lo que necesites.

  • En Cuerpo y Alma 5 de April Russel

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    Mikhail tras sufrir ese horrible accidente, ha quedado en coma. los medicos no pueden decir un diagnostico concreto, cosa que hace que Megan se desespere cada vez mas, pero no deja de luchar por estimular el que su esposo recobre la conciencia. Despierta del coma y su lucha realmente comienza, cuando de topa con un esposo deprimido, decaido que piensa que es un estorbo para todos, en especial para su esposa ya que no puede cumplirle como el desearia. A ambos se les pone el amor a prueba. Limitaciones fisicas retaran el amor que Megan siente por Mikhail. Pues ahora su esposo no puede sostenerse en pie. Estara en ella entregarse en cuerpo y alma a Mikhail, el hombre que ama y por el que es capaz de luchar demostrandole que no todo es sexo, y que lo que mas importa es demostrarle que de pie o en una cama sigue siendo muy importante en su vida.

  • Roja Navidad de Aeryn Anders

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    Se desperto al apreciar el vacio que habia dejado el cuerpo de Andrea. Cerro los ojos y se paso la mano por la frente para eliminar el malestar que sentia. Llego a pensar que la muerte de Alejandro y Mariola le iba a ofrecer un estado de paz, que a partir de ese momento podia relajarse y disfrutar de su mujer e hijo, que equivocado que estaba, en su entorno nada era predecible y las circunstancias asi se lo recordaban. Presto atencion al escucharla, estaba en el bano y podia asegurar, sin llegar a verla, que de nuevo vomitaba, llevaba asi quince dias y estaba preocupado por ella, desde el ultimo suceso su mujer siempre se levantaba en mitad de la noche y expulsaba lo poco con lo que se alimentaba. Si seguia asi enfermaria. Le dio un vuelco el corazon al verla abrazarse a la porcelana mientras su cuerpo se convulsionaba. No tardo en arrodillarse junto a ella. --Carino, ?estas bien? No levanto el rostro al sentir como la abrazaba. --Si, carino, no te preocupes. --Si que lo hago, desde lo sucedido… --enmudecio al ver como el rostro de su esposa cambiaba de color--, desde entonces te pasa lo mismo cada noche. Andrea alargo la mano y le acaricio el entrecejo para eliminar la arruga de preocupacion, su relacion desde el inicio estuvo abocada al fracaso, pero el amor que se procesaban fue mas fuerte que los contratiempos que los separaban y sortearon cada uno de ellos hasta que lograron estar juntos. --Con el tiempo se pasara --aseguro levantandose del suelo ayudada por el. No le convencio la respuesta, pero el mejor que nadie sabia la fuerza y afan de superacion que poseia su mujer, no todo el mundo era capaz de burlar la muerte y mucho menos lograrlo dos veces. La ayudo a tumbarse de nuevo en la cama, no tardo en acoplarse a su espalda y acariciarla, se mantuvo inmovil hasta que se cercioro de que su respiracion era pausada. Antes de incorporarse le dio un beso en la frente. Exhalo y el vaho se concentro a su alrededor provocando una fina capa de niebla frente a el. Le encantaba aquella epoca del ano, todo el mundo desprendia felicidad, como si en Navidad los problemas no existiesen, pero la suya estaba empanada. No quiso pensar en la decision que ambos se vieron obligados a tomar semanas atras, debia mantener la mente despejada para no precipitarse, de hacerlo no lo volverian a ver y solo de pensarlo su estomago se revolvio. Evito mirar a la zona de la piscina, si no lo hacia no veria el muneco y no lo anoraria mas de lo que ya lo hacia. Sacudio la cabeza, aquella manana del veinticuatro de diciembre, por fin cerraria una las heridas que sangraban con fuerza. Jamas se perdonaria no haberle hecho caso a su mujer cuando se nego hasta la saciedad salir de Roma, le dijo en mas de una ocasion que era demasiado arriesgado dejar desprotegida a la familia y que razon tenia. Anduvo con pasos cortos hasta el coche, condujo de forma sosegada, era un ritual que acostumbraba a hacer desde sus inicios, relajarse antes de llegar a su destino y eso solo lo lograba haciendole el amor a Andrea o conduciendo, no tuvo mas remedio que conformarse con lo segundo ya que su mujer no estaba para que la avasallara con sus ansias por amarla. Miro la fachada de la nave y los recuerdos lo invadieron, nunca imagino que tras deshacerse de DeLuca su vida daria un cambio radical, la culpable de aquello no era otra que el amor de su vida; Andrea. Traspaso el plastico que lo separaba de la nave y con pasos cortos recorrio los metros que lo separaban del centro. Saludo con un gesto de cabeza a los alli presentes y antes de colocarse frente a los dos hombres que se encontraban maniatados, su hermano lo intercepto. --No era necesario que vinieras, puedo encargarme de esto yo -- comento Marco colocandose a su lado. No podia evitar descargar toda su rabia en su hermano, si no se hubiese empenado en hacer las cosas a su manera, con suerte no se verian metidos de lleno en una guerra que no abocaba nada bueno. --Ya hiciste suficiente. --Incluso el noto la acidez de sus palabras--. De esto me encargo yo. --Suavizo el tono. --Enrico, yo… --Dejalo estar, Marco. Estas cosas pasan. No podia culparlo de lo sucedido con su suegra, pero en su fuero interno si que lo hacia, ver sufrir de aquella manera a su mujer lo destrozo, necesito buscar un culpable y no fue otro que su hermano. Se quito la chaqueta colocandola sobre la polvorienta mesa, arrastro una silla hasta ponerla frente a los dos sicarios de los Carduccio, la rabia al saber que ellos fueron los incursores de la desgracia ocurrida en su familia se adueno de el. Sin previo aviso se incorporo y golpeo con fuerza el rostro de uno de ellos, le dolian los nudillos de los golpes emitidos, pero no era capaz de controlarse. Eduardo lo sujeto para que parase, se lo agradecio con una mirada, aquellos desgraciados se merecian una muerte mas lenta de la que el era capaz de ofrecerles. Imito a su mujer, tomo asiento y cruzo una pierna sobre la otra. --Eduardo. --Solo lo nombro, al igual que Andrea hacia cuando necesitaba de sus cualidades. Algo impaciente observo cada uno de sus calculados movimientos, esa lentitud que tenia de caminar hasta la mesa y tomarse su tiempo antes de elegir la herramienta deseada, causaba pavor en sus victimas. Evito sonreir al ver como los hombres Carduccio tragaban saliva, la fama de sanguinario de Eduardo se habia propagado por la ciudad y nadie en su sano juicio deseaba ser su presa, ellos intuian que su muerte seria dolorosa. No se inmuto cuando Eduardo nego con la cabeza al desechar cada herramienta que sus dedos tocaban. --Creo que voy a probar algo nuevo --lo dijo en un susurro siniestro sin dejar de mostrar una sonrisa que no vaticinaba nada bueno--. Tony, ?me ayudas? Su cunado no tardo en asentir y seguirlo. No era de su agrado que Tony estuviese presente en aquello, pero no fue capaz de disuadirlo y entendia cada uno de los motivos que le expuso para que lo dejase ser parte. Entre los dos arrastraron una estructura de madera de dos metros de alto hasta fijarla a la pared mas cercana de donde se encontraban los hombres Carduccio. Con cierta parsimonia, Eduardo se acerco a uno de ellos, lo desato y sujeto por las munecas para que no opusiese resistencia. Con la ayuda de Tony lo esposaron, primero de las manos extendidas por encima de la cabeza y despues de las piernas. Eduardo saco una navaja del bolsillo y rasgo la ropa del hombre hasta dejarlo desnudo. Trago al verlo coger una especie de rastrillo de palo largo, los garfios parecian unas largas unas afiladas que simulaban la zarpa de un gato. Dio dos pasos atras, separo un poco las piernas, alzo el rastrillo y comenzo a pasarlo por la espalda del hombre. Enrico desvio la mirada al ver como las zarpas arrancaban tiras de carne impregnando todo de sangre. El rostro del otro hombre torno a un ceniciento tono al ser obligado a presenciarlo todo, Tony era el encargado de sujetarle el rostro para que no perdiese detalle de lo que le deparaba en breve. --No pierdas ni el mas minimo detalle, tu eres el siguiente --escupio Tony cerca del odio del hombre. Enrico comprendia a la perfeccion la ira que destilaban sus palabras, llevaba mucho dolor guardado por lo ocurrido a su madre. La jordana se alargo hasta bien entrada la tarde, entre Eduardo y Tony se turnaron para torturar a los dos hombres hasta que sus cuerpos no soportaron mas dolor y se desmayaron. Aun asi, tardaron en concederles la muerte. Enrico hizo la llamada de rigor a Valdati, aunque en aquella ocasion no deseaba que se presentara como policia, debia trasladar los cadaveres a territorio Carduccio, aquel seria el mensaje, si osaban a volver a atacar a un Bianchessi, aquella seria la muerte que recibirian. --Gracias --dijo Tony una vez en el exterior de la nave. --?Mejor? Su cunado no respondio al instante, se entretuvo en dejar que el humo del cigarro le inundara los pulmones, no era la primera vez que lo veia fumar, aquel feo vicio ya lo acompanaba dos largos anos. --No, pero saber que esos cabrones han pagado por lo que han hecho, me alivia un poco la carga de culpa que llevo. Le puso una mano en el hombro, su hermana estaba igual que el, se culpaba de todo. --Ni tu hermana ni tu teneis la culpa de lo ocurrido. Asintio no convencido. --Vayamos a la mansion. --Se que a mi hermana le habria gustado estar presente --comento Tony nada mas cerrar la puerta del acompanante. --No esta para ello, se pasa las noches en el bano, por eso no le he dicho nada, piensa que lo de hoy es una reunion cualquiera. --Se va a cabrear cuando descubra la verdad. Enrico encogio los hombros. --Podre soportarlo. Su idea nada mas traspasar la puerta de casa era ir en busca de su mujer, necesitaba comprobar que se encontraba bien, ademas que ansiaba sentir su calor, pero su tio Vittorio lo avasallo a preguntas nada mas verlo. --Avisare a mi hermana de nuestra llegada. Se lo agradecio con una pequena sonrisa.

  • Por un beso de tu boca de Maria Cuadrado Villadiego

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    Despues de la gran revelacion, Elizabeth no cree en las segundas oportunidades, para ella no valen la pena. Motivada por sus desaciertos, hara grandes cambios en su vida; la soledad sera su mejor consejera.
    En esta nueva etapa, su vida es mas solitaria y oscura. A pesar de ello, aparecen personas indeseables que lo complican todo, volviendo mas tormentosa su vida; en medio de tanta odisea y en el momento menos esperado, llegara alguien a demostrarle lo feliz que puede llegar a ser.

  • Dejate seducir (Citas de Amor 4) de Anna Dominich

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    Sofia no ha tenido una vida facil. Victima de un padre maltratador, intenta superar una infancia traumatica que la ha dejado marcada tanto fisica como emocionalmente. Tras varios anos alejada de todo, regresa para recuperar a su familia y el tiempo perdido. Lo que no imagina es que conocera a un hombre misterioso que hara que su mundo se tambalee.
    Alexei no cree en el amor. La vida no ha sido justa con el y lo unico que desea es olvidar su oscuro pasado. Lo ultimo que necesita es a una mujer revoloteando a su alrededor y hara lo posible por mantenerse alejado de Sofia desde el principio. Sin embargo, sentimientos desconcertantes empiezan a despertar en su frio corazon. Por si fuera poco, Sofia le hace una sorprendente propuesta que no podra rechazar.
    Dos almas heridas que se cruzan gracias a los hilos del destino y que no tardaran en descubrir que, aunque las peores cicatrices son las que nos marcan por dentro, solo hay una manera de olvidarlas para siempre. ?Sera el amor mas fuerte que sus miedos?

  • Las brujas del hielo de Landon Henker

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    Reporte de guerra. Algun punto en el hemisferio sur cercano a las costas argentinas. Las horas eran diferentes a como todos lo habiamos vivido al otro lado norte del mundo, alla lejanos de todo frio o intemperie, la familia nos despidio con demasiada tristeza puesto que nunca tuvieron la certeza de vernos nuevamente y es que la guerra era mas que solo un tramite, ahora era real. Los antecedentes existieron justamente desde antes, aquella gran guerra librada en Europa les costo la vida a millares de buenos jovenes, personas que pudieron aportar mas al pais que lo que dieron con la llegada de su muerte. Pasaron los dias y las misiones estuvieron a la orden de cualquiera que quisiese tener un poco de accion mas no era nuestro caso. Todavia puedo recordar cuando los militares de rangos superiores hablaban sobre el buen estado en el que se desarrollaba la guerra, sin embargo, no existia demasiada certeza de ello con los diarios circulantes hablando en cada una de sus paginas sobre la madeja de conflictos multinacionales. Al principio solo fue Alemania, despues le siguieron otros como los nipones o los italianos quienes reprochaban a la liga de naciones acerca de lo poco que se les habia apoyado en la postguerra. Fuera la realidad que fuese estaba el planeta al borde del colapso con cada bomba destrozando piedra sobre piedra y no dejando futuro para muchos. Los ingleses lloraron por la ayuda que requerian, el primer ministro sostuvo varias platicas con el presidente, muchas de ellas nunca salieron a la luz por no ser de caracter importante para nuestra nacion, aunque sin duda estabamos todos inmiscuidos en esta terrible calamidad. Realmente nunca supimos la verdadera intencion de nuestro viaje hasta aquel desertico paraje blanco, habiamos hecho una parada antes en argentina y muchos estuvieron contentos por admirar lo hermoso de estas tierras que muchos comparaban con lo virgen de Alaska. El viaje fue cansado, numerosas veces tuvimos que esperar en puertos aliados hasta que se nos diera permiso de seguir avanzando y llegar a la Argentina en su porcion mas cercana a la Antartida, la zona mas al sur de lo que el hombre puede imaginarse. Como si fuera de lo mas primordial, las bitacoras eran llevadas por escribas modernos cuya unica funcion no era mas que dar fe de lo que haciamos, aunque tambien se encontraban las libretas oficiales las cuales quizas diferian mucho de nuestros apuntes baratos y dotados de poca capacidad para expresar nuestras ideas propiamente. Podria ser algo tonto, pero el registro de todas las actividades del ejercito es algo importante y todos asi lo saben pues estan conscientes de que nuestras acciones pudieran ayudar a las misiones venideras y para el analisis de la guerra. Mas de uno llevo, sin mencionarlas, camaras fotograficas y recolectaron una cantidad importante de imagenes que iban desde los pristinos mares, los enormes glaciares a lo lejos e incluso a las jovencitas que conocian en el camino. Era de esperarse que estos caballeros estuviesen contentos pues eran casi tomados por heroes, eso es lo que querian entender de las palabras en espanol que llegaban a sus oidos, era demasiado probable que asi fuera puesto que no importaba quien estuviera observando la guerra, si tenia un palmo de frente seguramente entendia quien era el enemigo y aquellos que no lo eramos. Para mala fortuna de estos companeros, cada uno de esos artefactos fue confiscado y destruido, no estaba permitido tener ninguna evidencia de las actividades o por donde nos desplazabamos; mencionaban los superiores que esto era por el bien de la seguridad de la mision. De entre todos los superiores, uno llamaba mucho mas la atencion que los demas, se trataba de un joven capitan que fungia como la referencia de todos para casi cualquier tema; Cooper. Este soldado, aparentaba estar mas versado en muchos temas que muchos nosotros, aunque no nos llevase mas de algunos anos pues su talante no era diferente al de muchos de los rasos. La comida nunca fue buena, ni siquiera los pasteles de manzana tenian ya un buen sabor, marchitos por el frio; se convirtieron en una comida mas para dejar de ser considerados como un manjar que trajimos desde los Estados Unidos. En el barco en el que nos transportaban, se intentaban mantener la moral y reflejar que alli tambien era suelo norteamericano mas su intento se quedaba en eso; tan solo un intento. Estos tiempos, son los peores que hemos atravesado, todos hemos sido arrancados de nuestros hogares y hemos sido obligados a pasar tiempo fuera de ellas prestando servicio a nuestro pais, no se hasta donde ha abarcado esta guerra con exactitud, pero sin ninguna duda, tengo miedo de que sea mayor de lo que nos han mencionado o incluso de que nos veamos envueltos en el ojo de la tormenta al llegar a nuestro destino. Creer que morir con una bala en el pecho o en la cabeza fuese lo peor, seria aceptable cuando no se conocian algunas de las atrocidades que los alemanes llevaban acabo sobre los indefensos civiles. Esos desgraciados, estan matando a la gente por todos lados, primero Polonia, despues los paises bajos y ahora Francia, se encontraban sumidos en la guerra de las fuerzas alemanas. Paris fue la menos afectada, se habian rendido para salvaguardar la belleza de su ciudad, pero no se podia decir lo mismo de cada uno de los nucleos civiles que fue arrasado de la mano de los tanques enemigos. --A veces es mejor no pensar en todas esas malditas balas. -- Dijo uno de mis companeros, no le conocia del todo, de hecho, muchos de ellos y sus nombres eran desconocidos para mi. --De eso no existen dudas, si se piensa en la muerte tan solo se puede estar atrayendola. --Respondi sin devolverle la mirada. Ambos nos encontrabamos montando guardia en el caso de aquel buque de medias corazas y de carga valiosa. --Sargento, ?Usted ha dejado algo atras? -- Me senti incomodo con la pregunta. --No tiene que responder, casi todos nosotros hemos dejado todo, pero personas como usted, con un grado mas alto, seguramente estuvo esperando este momento durante toda su formacion ?No es asi? -- --Deje la granja de mis padres. -- Le dirigi la mirada. --Y no, nunca quise estar aqui pues tan solo se me dio el puesto por haber llegado a la escuela por un poco mas de tiempo que los demas. -- --Oh ya veo, es un academico... -- --Solo intentaba entrar a la universidad, pero supongo que eso ya no importa. -- --Nada importa ya, sargento. -- Fumo su cigarrillo que luchaba por no apagarse y sorteaba las arrugas en su fino papel. --No me lo ha preguntado, pero yo no deje nada atras, de hecho, doy gracias de estar aqui pues me ha dado una razon mas para vivir... aunque eso signifique la muerte para otros. El soldado tenia razon en sus palabras, no tenia nada mas que perder y aqui a tan solo algunos pasos de estar de lleno dentro del mar de Wedell, daba la impresion de que el era uno de los que afrontaria de mejor manera nuestro viaje. --?Ha escuchado algo acerca del sitio a donde vamos? Los demas estan empezando a decir que daremos la vuelta al mundo para tomar a los alemanes por sorpresa. Guyton ha calculado que podemos llegar hasta el sur de Africa con tan solo circunnavegar la Antartida, seria un verdadero dolor de cabeza para los nazis. -- Se escuchaba ansioso de iniciar la batalla. -- Por cierto, es una descortesia continuar una conversacion sin conocer su nombre, el mio es James Curtis ?Y el suyo? --

  • Mujeres de invierno de Luis Carranza Torres

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    Una madre y una hija se admiran con distancia, sin decirselo. Una madre y una hija compiten, discuten, pelean, se recelan una a la otra. Estan, en apariencia, en veredas opuestas, en la Alemania nazi, con la guerra en ciernes. Ambas son rebeldes, adaptadas, contradictorias, hermosas, amantes. Ambas estan presas de la soledad, alejadas del calor, como mujeres de invierno.

  • Matrimonio en guerra (Los Knightley 1) de Ruth M. Lerga

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  • Las voladoras de Monica Ojeda

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    Bajar la voz? ?Por que tendria que hacerlo? Si uno murmura es porque teme o porque se averguenza, pero yo no temo. Yo no me averguenzo. Son otros los que sienten que tengo que bajar la voz, achicarla, convertirla en un topo que desciende, que avanza hacia abajo cuando lo que quiero es ir hacia arriba, ?sabe?, como una nube. O un globo. O las voladoras. ?A usted le gustan los globos? A mi me encantan, sobre todo los que mama ata a los arboles para espantar a los animales del bosque. A las voladoras no les gustan los globos y siempre los revientan. Hacen !bam!, y con eso yo ya se que son ellas. Mama les grita mucho: les lanza zapatos, les lanza tenedores. Pero las voladoras son rapidas y lo esquivan todo. Esquivan los cascos de los caballos de papa. Esquivan los balidos de las cabras. Yo he llorado mucho por esto, y si ya no lo hago es porque me dan miedo las abejas que se prenden de mis pestanas. Si quiere que se lo explique bien, mireme. En mi cara esta toda la verdad, la que no tiene palabras sino gestos. La que es materia, la que se escucha y se toca. Vera, es cierto que las voladoras no son mujeres normales. Para empezar tienen un solo ojo. No es que les falte uno, sino que solo tienen un ojo, como los ciclopes. Yo sone con una de ellas antes de que entrara a nuestra casa por la ventana de mi habitacion. La vi sentada, rigida, dandole de beber sus lagrimas a las abejas. Pocos saben que las voladoras pueden llorar, y los que saben dicen que las brujas no lloran de emocion, sino de enfermedad. La voladora entro llorando con su unico ojo y trajo los zumbidos a la familia. Trajo la montana donde jadean las que aprendieron a elevarse de una forma horrible, con los brazos abiertos y las axilas chorreando miel. A papa le disgusta su olor a vulva y a sandalo, pero cuando mama no esta le acaricia el lomo y le pregunta cosas muy dificiles de entender y de repetir. En cambio, si mama esta presente, el intenta patearla para que salga de la casa, le escupe, se saca el cinturon y golpea las puertas y las paredes como si fueran a gemir. En secreto, yo dejo las ventanas abiertas por la noche para escuchar el rezo de los arboles. Los oigo y me arrullo con ellos aunque a veces tambien me da escalofrios el negro fondo de sus oraciones. La voladora tiene el pelo negro, ?sabe?, como el mio y como el canto de los pajaros del monte. La siento acurrucarse entre mis piernas en las madrugadas y me abrazo a ella porque, como dice papa cuando mama no lo ve, un cuerpo necesita a otro cuerpo, sobre todo en la oscuridad. He aprendido a amar sus lagrimas. Usted no sabe lo que es amar un pelaje como si fuera un cabello, pero vera: en mis suenos, la voladora tiene un paisaje y una tumba. Tiene montanas y un muerto al que llorar. Yo nunca he sabido por que llora ni por que sus lagrimas sirven de alimento para el zumbido divino. ?Sabe usted que el sonido que hacen las abejas es la vibracion de Dios? Mama le teme a los panales por eso. Y odia a la voladora porque es una mujer que inquieta a los caballos y le da de beber su tristeza a las abejas. <>, dice sudando y tocandose el cuello. <>. Y es que ella mira a mama con su unico ojo sin hablar. Es esa falta de palabra lo que mas molesta a los caballos. Las cabras, en cambio, se tranquilizan si la voladora llega seguida por un enjambre y moja la tierra con su llanto. Yo no entiendo por que mama la odia y a la vez la observa con las mejillas rojas y calientes. No entiendo por que a papa se le tensa el pantalon. La montana es el verdadero hogar de las voladoras, una casa que siempre nos ha dicho cosas importantes, pero en la mia esta prohibido acercarse. Segun mis padres es un templo de sonidos terribles, de ruidos de pieles, unas, picos, colas, cuernos, lenguas, aguijones... Alli se van volando las abuelas, madres e hijas que se extravian, pero lo que mas me da miedo es el sonido de las plantas. Esos crujidos verdes que llaman a la voladora y la alejan de mis caderas. Fue mi padre el primero en ensenarme que Dios es tan peligroso y profundo como un bosque. Por eso nuestros animales estan domesticados y jamas traspasan las vallas, salvo uno que otro caballo enloquecido por la divinidad. Cuando un caballo enloquece, papa dice que es porque el-Diosque-esta-en-todo despierta en el corazon del animal. <>, me dijo. Pero la voladora es el bosque entrando a nuestra casa y eso no habia pasado nunca. Nunca habiamos sentido el delirio divino tan cerca, ni tampoco su deseo. Porque en el fondo, creame, yo le estoy hablando del deseo de Dios: el misterio mas absoluto de la naturaleza. Imagine ese misterio entrando a su casa y ensanchandole las caderas. Imagine a las plantas sudando. Imagine las venas brotadas de los caballos. La voladora hace que papa se manche los pantalones y que mama cierre muy fuerte las piernas. Hace que yo me unte las axilas con miel y suba al tejado a probar el aire. A pesar de eso la amamos y el amor tiene su propia forma de conocer, ?entiende? Yo amo su pelaje como si fuera un cabello. Amo su naturaleza. El dia en que sangre por primera vez ella desaparecio durante una semana. Mama fingio ponerse contenta, pero en las madrugadas regaba leche en el suelo de la cocina que luego lamia con toda su sed. Se subia al tejado con las axilas como un panal. Volaba unos metros. Caia desnuda sobre la hierba. Papa y yo la veiamos sufrir a escondidas y, a la manana siguiente, la escuchabamos decir: <>. Pero la voladora regreso y lloro sobre mis pezones con su unico ojo y mis pezones, grandes y oscuros como los rezos de los arboles, despertaron. Espero que lo entienda: un ser asi trae el futuro. Y despues de unos meses yo empece a hincharme y todos los caballos enloquecieron. Todas las cabras durmieron. Usted tiene que explicarle a la congregacion que esto fue lo que sucedio: que a papa le turbaba que yo durmiera con el zumbido de las abejas. Sudaba. Se tocaba debajo de los pantalones. Mama, en cambio, se corto el pelo y lo enterro al pie del manzano mas viejo del bosque. Tiene que contarles que la voladora llora y revienta los globos y vacia los panales, pero que yo amo su pelaje como a un cabello. ?Que se hace cuando una familia siente cosas tan distintas y tan similares a la vez? Yo rezo hacia arriba y el ojo de la bruja se tuerce. Suben las abejas. ?Sabe usted lo que hace en la sangre el zumbido de los panales? Las lagrimas mojan mi cuerpo por las noches. Todavia duermo con la voladora y, a veces, papa mira igual que un caballo en delirio la linea irregular de la valla que separa nuestra casa del promontorio. Yo no me averguenzo del tamano de mis caderas. No bajo la voz. No le tengo miedo al pelaje. Subo al tejado con las axilas humedas y abro los brazos al viento. El misterio es un rezo que se impone. SANGRE COAGULADA Me gusta la sangre. Alguna vez me preguntaron: <>. Y yo respondi: <>. No recuerdo un solo dia que no haya abierto mi cuerpo para ver la sangre brotar como agua fresca. Agua pura de jardin. Agua tibia de amapola. Recuerdo que de nina me caia a proposito. Me quitaba las costras y las dejaba sobre las sabanas, la banera, el plato frio de Firulais. Tocaba mi sangre. Olia mi sangre. Recuerdo la piel de gallina. Hay tantos colores que si los juntas parecen un arcoiris malo y bruto, pero yo soy como los inuit: veo cientos de rojos cuando abro una herida y la arano para que se manchen mis unas de verdad. Me gusta que las unas se ensucien por debajo, que parezca que se van a salir. Que se noten mis huellas digitales. Que atardezca y se oxiden las nubes. A veces cuento los tonos y me pierdo con tanto numero largo, tanto numero feo. Tambien he intentado nombrarlos en mi cabeza: rojo caracha rojo terreno rojo aguja rojo raspon. Pero luego olvido los nombres y tengo que inventarme otros: rojo canoa rojo higado rojo pulga. Yo recuerdo todo. Por ejemplo, mi piel de gallina y la cabeza de gallina rodando en circulos junto a los pies de la abuela. Son dos cosas distintas pero iguales: mi piel levantada, la cabeza caida dibujando la forma de un vientre hinchado. Una redondez perfecta, como Dios. <>, decia la abuela. Ella era gorda y besaba a los animales antes de decapitarlos o degollarlos. Los besaba en el cogote. Los besaba en las pezunas. Sus cabezas caian rodando sobre un mismo eje igual que un trompo o en espiral, como la concha de un caracol. Geometria divina. A veces yo beso la sangre de los animales y los labios se me ponen pesados, urgentes. Me quedo asi hasta que la sangre se seca y se pone rojo oscuro. Rojo pelo de arbol. Rojo cabeza de montana. Tambien beso mi sangre, pero menos, porque me da verguenza. Es un gesto privado como cuando cierro la puerta, me miro al espejo y me pego. Son bonitos los chichones: los hematomas los cardenales

  • La buena hija de Karin Slaughter

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    La nueva y deslumbrante novela de una de las autoras mas vendidas del panorama literario internacional: un thriller absorbente que mezcla el suspense psicologico con la investigacion de un misterio sin resolver.

  • Tres son multitud de Tricia Ross

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  • Una mujer inalcanzable de Candace Camp

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    Kyria Moreland era lo bastante hermosa como para ganarse el sobrenombre de “La Diosa” y lo bastante rica para atraer a todos los caballeros de Londres, pero se negaba a casarse hasta que no hubiera encontrado el amor verdadero. Entonces recibio un extrano paquete en misteriosas circunstancias, y se vio enfrentada al peligro, al asesinato y a un atractivo americano cuyo destino parecia estar unido al suyo.

  • Autorretrato de familia con perro de Alvaro Uribe

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    Hay otra fotografia, en blanco y negro, en la que tu y yo, muy ninos aun, nos dejamos abrazar por un Santaclos de alquiler: el menor de nosotros, asustado sobre las rodillas del hombre; el mayor, de pie e intentando sonreir; ambos, con la mirada fija en un punto de escorzo en donde verosimilmente se encuentran nuestros padres. En esta, de colores desleidos, tomada unos quince anos despues, ya somos un par de adolescentes grenudos, los dos enfundados en el saco obligatorio en las cenas navidenas, aunque el mayor trae un sueter con cuello de tortuga, por no ser o para no parecer convencional, y el menor, ajeno a esos dilemas, usa corbata. A la izquierda de nosotros, derecha de la fotografia, se ve a nuestra abuela materna, que viene a colacion porque en esa foto de hace cuarenta y tantos anos debe de tener poco mas o menos los sesenta y pico que ahora nos desfiguraban a ti y a mi. Con sus habiles manos de modista, como ella queria que llamaramos a las costureras, abre el envoltorio de una serpentina que lanzara hacia su lado de la mesa, en donde se sientan los adultos. Tambien nosotros, sentados en el voluntario limbo donde la adolescencia se aisla tanto de la infancia como de la madurez, nos distraemos con una serpentina. El menor de los dos habla mientras libera la espiral de papel de su envoltorio de celofan. El mayor sonrie mientras observa lo que el otro se trae entre manos. Hoy que la rememoro sin nostalgia, o nostalgico solo a causa de mi extinta juventud, me doy cuenta de que en esa escena baladi ya estamos enteros tu y yo. Los hermanos. Quien sabe cual de nosotros finge mas, finge mejor. Si el mayor de los dos, que simula interesarse en el plan de ataque desplegado ante sus ojos por el otro, o el menor, que se afana aparatosamente en granjearse ese simulado interes. Que dificil, para el primero de los hermanos, no ser el unico. Que dificil, para el segundo, ser siempre el segundo. Y, pese a todo, ninguno de los dos cambiaria su suerte por la del otro hermano. Atras de nosotros, un mesero titubea con un plato de sopa en su diestra. Tiene instrucciones de empezar ya a servir la cena, pero no se atreve a entorpecer nuestra hermanable conversacion. Si se percatara de ese titubeo, el mayor de los dos no dudaria en interrumpir al hermano en mitad de una frase, con tal de ejercer u ostentar su atencion a los predicamentos de un empleado. El menor, en cambio, seguiria hablando, quien sabe si por indiferencia hacia el mesero o por la inercia de su propia simulacion. Llegado el momento se hara, por supuesto, lo que decida el mayor de nosotros. Se hara una y otra vez, a pesar de los deseos del menor. Como se ha hecho desde siempre. Por las buenas o por las malas. Porque el mayor suele tener o pensar que tiene la razon. Porque el menor, que en el fondo piensa igual, sabe o alega saber que con su hermano es inutil y fastidioso discutir. Hasta el dia, muy distante de la Nochebuena coagulada en la foto, en que a la fuerza se oponga mas fuerza. Mas violencia amedrente a la violencia. Mas terquedad derrote a la terquedad. Y entonces los papeles se inviertan. Y ya no sea el menor de nosotros quien tema enfrentarse a su hermano. Y el mayor, sin admitir lo mucho que ha cambiado entre ambos, se repliegue en un silencio obstinado o en un cortes laconismo con los que, de ahi en adelante, disimulara a medias su temor. ?O me equivoco? ?Y eres tu, contra la costumbre, quien tiene razon, por lo menos su razon? Que lastima conocernos tanto. Mejor dicho: que lastima creer que nos conocemos tanto. Porque desde tiempo antes o despues de esa Nochebuena, confiados en lo mucho que creemos conocernos, ninguno de los dos hace grandes esfuerzos por conocer al otro mas. Al mayor de nosotros le dio por la literatura y creo con su esposa un mundo deliberadamente inexpugnable adonde, hay que reconocerlo, no ha dejado asomarse a su hermano. El menor se dedica sin gloria a la historiografia y tiene una familia a la que supedita todo lo demas. ?A cual de los dos hermanos le toco la mejor parte? ?Quien, despues de cuarenta y tantas Navidades, se puede proclamar mas feliz? El mayor no se plantea a menudo tales preguntas, aunque en no pocos momentos de su vida, sin excluir el presente, ha creido conocer la felicidad. El menor, salvo en lo que concierne a sus hijas, la busca no del todo inconscientemente, y en ocasiones la encuentra, en el infortunio del projimo. ?Cual de nosotros sale ganando? Ya no recuerdo si te dije alguna vez, cuando aun tenia algo que decirte, que la ventaja de ser narrador, en caso de que este oficio resulte ventajoso, esta en que al final te quedas siempre con la ultima palabra. Supongo que no. Te habrias reido tirandome a loco. O quiza preguntado con sorna que a quien le importan las palabras no sustentadas en hechos. ?Que piensas de eso ahora que tu, al reves de la foto, eres el que calla? ?Que sientes ahora que, al reves de la foto, el que habla en esta pagina soy yo, el mayor de los dos? Primera parte La Dona De veras que da pena ajena. Ya ni se donde meterme a la hora del paseo. Y si dicen por ahi que una no gana pa'sustos, 'ton's yo digo que menos pa'verguenzas. Pero vamos por partes. El paseo en realidad son dos. El de la manana y el de la tarde. Y la paseada, o mas bien el paseado, no soy yo. El que pasea es el Canuto. Y tampoco es que se pasee solo, nomas faltaba, sino que lo sacan a pasear. Pu's quien iba a ser. La mera mera. La Dona. Claro que se como se llama, pero yo le digo asi. La Dona. Y cosas peores cuando me hace enojar. Como a l'hora del paseo. Sobre todo el de la tarde. Porque el de la manana es mas ?como se dice? Descarado. Y es que la Dona ni siquiera se toma la molestia de disimular. La muy manosa nomas se va un poco lejos, hasta donde la gente no la conoce. Camina dos cuadras por Michoacan y una mas por avenida Mazatlan y ahi, en pleno camellon y como si nada, deja que el Canuto haga de las suyas. Y cuanto hace el condenado, viera uste. Ni quien se lo imagine en una criaturita asi de chica. O mas bien de chaparra. Sera que los salchichas tienen la panza tan larga como el cuerpo y por eso les cabe tanta caca. Y dos veces al dia, p'acabarla de amolar. Porque en la tarde el tragon de Canuto esta de vuelta lleno hasta'l tope y vuelve a vaciarse que da gusto. Es un decir. A nadie le gusta la caca ajena. Y menos que nadie a la Dona, que se lleva al paseo de la tarde una d'esas como pinzas. Como manos. Como garras al final de un brazo de plastico que con sus palancas y sus resortes sirve pa'recoger la caca sin agacharse. Pero ella nunca l'usa. Se lo juro. Nunca. Y de tanto no usarlo, el aparato esta descompuesto. Roto. Y asi, todo amolado, la Dona lo bambolea de aca p'alla. Como si fuera un machete. Y ademas se lleva al paseo una bolsa d'esas que le dan a una en el super. Dizque pa'guardar ahi la caca que dizque recoge con la garra de plastico. Y tambien ondea la bolsa de un lado pa'l otro. Haga uste de cuenta un panuelo al viento, como dice la cancion. Pa'que todos los vecinos la vean. Pa'que todos piensen que la Dona es muy acomedida. Que s'encarga de las inmundicias de su perro. Que se desvive con tal de no fregar a nadie. Mendiga vieja. Ni que la gente fuera tan bruta. O tan dejada. Lo que pasa es que la ven ya muy mayor. O media loca, que pa'l caso es lo mismo. Y todos los vecinos de la manzana se hacen de la vista gorda. Todos, salvo la senora Leticia. La de la casota esa en la esquina de Francisco Marquez y Pachuca. Andele. La que tiene enfrente una jacaranda preciosa. Mucho mas alta que los postes de la luz. Porque alli, mero al pie de la jacaranda, es donde al Canuto le gusta hacer sus necesidades. Y no hay poder humano que lo convenza d'irse a otra parte. El perrito resulto mas terco que una mula. Es un decir. Y su duena, o sea: la Dona, es peor todavia. Necia como ella sola. Taimada. Mustia. Y nada le hace que la senora Leticia proteste. Que mande a su muchacha a decirme que yo le diga a mi patrona. Que la espere ella misma alla frente a su casa y se l'encare a la Dona y l'amenace con envenenar al Canuto, qu'el pobre que culpa tiene. Porque la Dona no admite ni de relajo qu'esas cacas que un dia si y otro tambien aparecen al pie de la jacaranda son de su perro. Si la viera uste. La muy cinica zarandea la garra de plastico y la bolsa del super y alega qu'ella recoge todas las cochinadas de su perro. Y cuando la senora Leticia ya muerta de rabia l'acusa de ser mentirosa, la Dona s'hincha dizque d'indignacion y me pone a mi de testiga. Pu's que quiere que haga. Claro que le doy la razon a mi patrona. Pongase uste nomas en mi lugar. Y claro que luego me siento de la patada. Como tlaconete rociado de sal. Pero lo que mas me apena no es mentirle a otras personas. Creame uste. Y tampoco me molesta regresar a escondidas yo sola a recoger las cacas del Canuto, pa'que la senora Leticia nos deje en paz. Lo que de veras m'encabrona, perdon por la palabra, es ?como decirle?, l'obligacion, y pobre de mi si no la cumplo, de ser hipocrita conmigo. De enganar no a los demas sino a mi misma. De seguirle la corriente a la Dona, que nunca es culpable de nada. Haga uste de cuenta qu'ella fuera l'ofendida. L'insultada. La victima. Y que la senora Leticia, o cualquier otra vecina que se atreva a quejarse de las cacas del Canuto, fuera una vieja malcriada. Una tergiversadora. Y que todo el tiempo l'estuvieran levantando falsos a la Dona nomas porque si. Por pura envidia. Porque fue la primera en llegar a esta parte de la Condesa. O eso dice. Y su familia es la mas decente de todas. O eso dice. Y de chica la criaron unas monjas en Estados Unidos. O eso dice. Y no se cuantas otras cosas que l'hacen sentirse mejor. Por encima de quien sea. Valgame Dios. Ni que fuera la reina de la calle de Tula. Y aunque se me antoja decirle que no es pa'tanto, como ella dice, que a poco no es cierto qu'el Canuto va y hace caca donde no debiera, no se que me pasa cuando estoy sola con la Dona. O igual si se. Como si la mentira fuera contagiosa. Como si contar un cuento muchas veces y muy convencida lo fuera volviendo verda. Y yo siempre acabo, o pa'serle franca: empiezo, por darle a mi patrona por su lado. Y tambien m'indigno cuando ella s'indigna por las acusaciones dizque falsas de la senora Leticia o de cualquier otra vecina. Y tambien me creo qu'el Canuto es el perro mejor portado del mundo. Y que la Dona es la mejor patrona. Y hasta que yo soy la mejor sirvienta. Se lo juro. Pero cuando ya me siento bien unida a la Dona, como si fueramos compinches, casi como si fueramos amigas, ella lo echa todo a perder. Pu's nomas ve que le agarro confianza y le da por sonreirse con una sonrisa muy suya. Una sonrisa media coqueta y juguetona. Una sonrisa como de nina traviesa, que no le queda a una mujer de su edad. Una sonrisa que odio y que me da miedo. Que m'espanta y me acongoja porque se qu'en ese momento la Dona va a hacer como si no me conociera. Como si no'stuvieramos platicando de lo mas a gusto. Y de repente me dice con su voz engreida de patrona que soy una metiche. Una floja. Y qu'en vez de perder el tiempo en chismes de vecindario deberia ponerme a trabajar.

  • La llave del faraon (Gideon Crew 5) de Douglas Preston , Lincoln Child

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  • Historia de una rebotada de M.a Angeles Salas Moneo

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    A los dieciocho anos, Nata, que se siente a veces como una extrana en su propio planeta, sabe lo que significa ser hija de padres separados, no llegar a fin de mes, comerse <> por culpa de los demas, sufrir por amor e incluso sentirse como un <>.
    Pero lo que nunca imagino es que ademas tuviese que soportar a una madre, autentica <>, que se ha enamorado de un atractivo guaneras que toca la bateria en un grupo heavy, y al que ha metido en casa porque si, porque le ha dado la gana.
    A causa de esta situacion, Nata decide marcharse lejos creyendo que, de esa manera, pondra orden en su caotica vida, pero lo que ignora es que su destino ya esta escrito en las estrellas.

  • Un buitre al Acecho de Bea Wyc

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    Nicolas Brooksbank, alias el buitre ha sido un hombre que todo lo ha conseguido por medio de la fuerza. A sus treinta y siete anos, es poseedor de una cuantiosa fortuna, sin embargo, su vida transcurre en las sombras del East End de Londres, donde es conocido como el ejecutor, el hombre que se encarga de que todos sigan las reglas impuestas por los hermanos Brooksbank. Cuando de manera sordida, lady Kate de Kent, le es ofrecida como moneda de pago, buitre se encuentra ante el reto mas grande de su vida.Por primera vez el peligroso hombre, es tentado a sucumbir ante emociones totalmente desconocidas. ?Podra lady Kate romper las murallas erigidas por el ejecutor para defenderse? Te invito una vez mas, adentrarte en otra de mis historias.

  • Y si tu me olvidas (Alana 1) de Iris Romero Bermejo

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    Primera entrega de la trilogia <> que hara las delicias de los lectores.

  • El azaroso arte del engano de Gerardo Herrera Corral

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    El azar, el error y el engano estan presentes en todos los ambitos de nuestras vidas: el trabajo, las relaciones personales, la politica, la economia.

  • Luz perfecta de Marcello Fois

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  • Entre tacones y biberones de Monica Guzman Zubieta

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    Monica Guzman Zubieta (#LaMismita) es una mujer real, autentica y divertida, que vive y siente a plenitud.

  • Destino. compromiso de Katy Colins

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    !A Georgia acababan de ofrecerle la oportunidad de su vida! Ser la protagonista de un programa televisivo de viajes que pondria definitivamente en el mapa a su empresa y la de Ben.

  • Dos ruedas y un destino de Manu Ponce

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    Mire a traves del amplio ventanal y lo unico que me vino a la mente es que no podia haber llegado a un lugar mejor. Cierto que yo venia del mismisimo infierno y eso ayudaba, pero no le restaba meritos a aquel paisaje tan maravilloso, el mas bonito que mis ojos habian visto. Ray hubiera pensado que yo era "un monas" por pensar asi, pero atras habia quedado el tiempo en el que me importaba lo que el dijera. De hecho, atras habia quedado toda mi vida anterior, a la que ya veia muy lejana. El hombre que me alquilo aquella cabana de madera acababa de irse y me habia dejado todas las instrucciones claras. Vino con su esposa, la cual me parecio adorable, con ese aire bohemio que me recordo a mi abuela, tan distinto por cierto al de mi madre. Yo me habia criado en un ambiente bastante estricto, ya que mi madre, Laura, no queria tener nada que ver con la suya, mi abuela Doris, una mujer a la que yo venere hasta la saciedad y que ya no estaba entre nosotros. En cuanto a mi padre, Fernando, el estaba de acuerdo con todo lo que dijera mi madre. Mi hermana Noelia siempre lo llevo mejor que yo, que fui un rebelde sin causa, mucho mas parecido a mi abuela Doris y, por tanto, el favorito de esta. Fue esa misma rebeldia de la que hablo la que me llevo a meterme en la banda de moteros de Ray, una mala decision de esas que te cambia la vida. El resto de moteros con los que yo paraba me lo advirtieron. Y en concreto mi amigo Adri, ese que llevaba conmigo desde la infancia y que sabia que yo era una bala perdida. --?Con la gente de Ray? Tu estas loco, Ruben, no sabes como se las gasta ese tio. Ademas, eso es como una jodida secta, menuda jerarquia, dicen que reparte leches a diestro y siniestro en cuanto se le contradice. --Dicen, dicen, se dicen tantas cosas, Adri, no me seas nenaza. --Eso, encima arremete contra mi, ?que te juegas a que si te vas con esa gente saldras escaldado? Joder, Ruben, ?por que siempre tienes que meterte en lios? --Porque yo no sirvo para llevar una vida como la tuya y lo sabes. --Algun dia espero que no tengas que tragarte esas palabras, que se te da sensacional meterte en problemas, tio. --No seas pajaro de mal aguero--le conteste con prepotencia. Me queria comer el mundo y si era transgrediendo todas las normas que encontrase en mi camino, mejor que mejor, esa era la realidad. Mi vida era un tanto caotica, sin horarios y con una chica cada noche en mi cama, ?como se conseguia eso? Con un trabajo online y pasando olimpicamente de todo lo que sonara a compromiso de cualquier estilo. Desde los veinte me habia dedicado a mi pagina web de complementos moteros, en los que vendia desde monos de miles de euros hasta la mas minima pijotada que tuviera que ver con la que era mi verdadera pasion; aquellas fieras de dos ruedas cuyos rugidos me sonaban al menos tan excitantes como el de las leonas con las que pasaba las noches. Y pasados los treinta y cinco, la pagina me generaba unos dividendos para vivir como Dios, solo que, a ese Dios, como al resto del mundo, a mi me encantaba retarlo. No tarde en comprobar que en esa banda motera no se perdonaba una, con una jerarquia muy marcada, como decia Adri. En ella ocurrieron dos cosas; que me gane enseguida la simpatia del mal bicho de Ray y la enemistad del resto, que me vio subir como la espuma y convertirme en su mano derecha en menos de seis meses. Mas de un disgusto le costo a alguno de ellos, porque el dia que Ray pillo a Loren soltando por la boca que "igual Ray se ha cambiado de acera y ahora le va el culito respingon de Ruben" tuvo que ir volando a por pinos nuevos, porque le dio la del pulpo. Cualquiera diria que que necesidad tenia yo de estar en un sitio asi, en el que la mas minima se saldaba a punetazos y con una Mire a traves del amplio ventanal y lo unico que me vino a la mente es que no podia haber llegado a un lugar mejor. Cierto que yo venia del mismisimo infierno y eso ayudaba, pero no le restaba meritos a aquel paisaje tan maravilloso, el mas bonito que " por pensar asi, pero atras habia quedado el tiempo en el que me importaba lo que El hombre que me alquilo aquella cabana de madera acababa de irse y me habia dejado todas las instrucciones claras. Vino con su esposa, la cual me parecio adorable, con ese aire bohemio que me recordo a mi abuela, tan distinto por cierto al de mi Yo me habia criado en un ambiente bastante estricto, ya que mi madre, Laura, no queria tener nada que ver con la suya, mi abuela Doris, una mujer a la que yo venere hasta la saciedad y que ya no estaba entre nosotros. En cuanto a mi padre, Fernando, Mi hermana Noelia siempre lo llevo mejor que yo, que fui un rebelde sin causa, mucho mas parecido a mi abuela Doris y, por Fue esa misma rebeldia de la que hablo la que me llevo a meterme en la banda de moteros de Ray, una mala decision de esas El resto de moteros con los que yo paraba me lo advirtieron. Y en concreto mi amigo Adri, ese que llevaba conmigo desde la --?Con la gente de Ray? Tu estas loco, Ruben, no sabes como se las gasta ese tio. Ademas, eso es como una jodida secta, --Eso, encima arremete contra mi, ?que te juegas a que si te vas con esa gente saldras escaldado? Joder, Ruben, ?por que Me queria comer el mundo y si era transgrediendo todas las normas que encontrase en mi camino, mejor que mejor, esa era la Mi vida era un tanto caotica, sin horarios y con una chica cada noche en mi cama, ?como se conseguia eso? Con un trabajo Desde los veinte me habia dedicado a mi pagina web de complementos moteros, en los que vendia desde monos de miles de euros hasta la mas minima pijotada que tuviera que ver con la que era mi verdadera pasion; aquellas fieras de dos ruedas cuyos Y pasados los treinta y cinco, la pagina me generaba unos dividendos para vivir como Dios, solo que, a ese Dios, como al En ella ocurrieron dos cosas; que me gane enseguida la simpatia del mal bicho de Ray y la enemistad del resto, que me vio Mas de un disgusto le costo a alguno de ellos, porque el dia que Ray pillo a Loren soltando por la boca que "igual Ray se ha cambiado de acera y ahora le va el culito respingon de Ruben" tuvo que ir volando a por pinos nuevos, porque le dio la del pulpo. Cualquiera diria que que necesidad tenia yo de estar en un sitio asi, en el que la mas minima se saldaba a punetazos y con una gente que tenia cuentas que saldar con la justicia por doquier. Pues ninguna, pero yo es que era especialista en complicarme la existencia. Una cosa si hice bien; dejarle claro a Ray que a mi no me metiera en sus movidas hasta el punto de tener problemas con la ley. Y el agradecio "los cojones que has tenido para decirme eso", palabras literales, dandome aun mayor protagonismo en la banda, porque a su parecer era un tio de fiar. Noche si y noche tambien salia con ellos y acababa con una belleza distinta entre mis sabanas. Todo eso cambio el dia que llego Serena. Ray nos presento y su advertencia no fue precisamente sutil. --Ruben, tio, esta es mi hermana Serena, que viene de estudiar en Londres. Echale un vistazo y no dejes que ningun imbecil se pase un pelo con ella. Y, por cierto, tampoco a ti se te ocurra ponerle un dedo encima, ?estamos? Yo no era un perrito faldero de Ray, por mucho que el se creyera el amo del mundo. Y, es mas, su advertencia solo provoco en mi unas enormes ganas de saltarmela, por lo que un rato mas tarde, Serena y yo estabamos morreandonos a saco en el exterior de aquel garito. Aquella rubia, alta y espigada, nada tenia que ver con su hermano, que era un autentico palurdo en muchas cuestiones. Serena era una mujer de mundo, culta, bella y con un entusiasmo que me cautivo desde el minuto cero. --?Me llevas a tu casa? --me pregunto juguetona. --Afirmativo, solo que te pediria... --?Un poco de discrecion? Tranquilo, Ray siempre me vera como una nina, no hay manera de hacerle comprender que ya soy una mujer... --Pues no sera porque no salte a la vista. Vamonos... Estabamos llegando a mi moto cuando nos pillo. --Ruben, ?eres sordo o es que de repente no tienes el menor aprecio por tu vida? --me pregunto en un tono que le habia escuchado mil veces con otros, pero no conmigo. --Perdona, hermanito, es que le he insistido en que no me encontraba bien y queria que me llevase a casa--disimulo ella. --Pues la proxima vez que quieras que alguien te lleve en moto me lo dices a mi, ?me has entendido? --Venga, Ray, no te cabrees, que estamos celebrando mi llegada de Londres, ?no? --Serena le echo el brazo por encima y se lo llevo al interior del local. --Si la subes en tu moto, eres hombre muerto, Ruben--me advirtio antes de perderse con ella. Media hora mas tarde, Serena y yo nos bebiamos los kilometros en direccion a mi casa. Con una vil excusa, ella habia logrado despistarlo y contabamos los minutos para devorarnos vivos. El que no contaba minutos, pero si iba mirando el maldito WhatsApp, fue el conductor del coche que se nos cruzo en la carretera. --!Cuidadoooooooooo! --le chille a Serena. Solo recuerdo que de repente se apago la luz. Y que, cuando por fin se encendio, yo estaba solo, con un metalizado sabor a sangre en la boca... gente que tenia cuentas que saldar con la justicia por doquier. Pues ninguna, pero yo es que era especialista en complicarme la existencia. Una cosa si hice bien; dejarle claro a Ray que a mi no me metiera en sus movidas hasta el punto de tener problemas con la ley. Y el agradecio "los cojones que has tenido para decirme eso", palabras literales, dandome aun mayor protagonismo en la banda, porque a su parecer era un tio de fiar. Noche si y noche tambien salia con ellos y acababa con una belleza distinta entre mis sabanas. Todo eso cambio el dia que llego Serena. Ray nos presento y su advertencia no fue precisamente sutil. --Ruben, tio, esta es mi hermana Serena, que viene de estudiar en Londres. Echale un vistazo y no dejes que ningun imbecil se pase un pelo con ella. Y, por cierto, tampoco a ti se te ocurra ponerle un dedo encima, ?estamos? Yo no era un perrito faldero de Ray, por mucho que el se creyera el amo del mundo. Y, es mas, su advertencia solo provoco en mi unas enormes ganas de saltarmela, por lo que un rato mas tarde, Serena y yo estabamos morreandonos a saco en el exterior de aquel garito. Aquella rubia, alta y espigada, nada tenia que ver con su hermano, que era un autentico palurdo en muchas cuestiones. Serena era una mujer de mundo, culta, bella y con un entusiasmo que me cautivo desde el minuto cero. --?Me llevas a tu casa? --me pregunto juguetona. --Afirmativo, solo que te pediria... --?Un poco de discrecion? Tranquilo, Ray siempre me vera como una nina, no hay manera de hacerle comprender que ya soy una mujer... --Pues no sera porque no salte a la vista. Vamonos... Estabamos llegando a mi moto cuando nos pillo. --Ruben, ?eres sordo o es que de repente no tienes el menor aprecio por tu vida? --me pregunto en un tono que le habia escuchado mil veces con otros, pero no conmigo. --Perdona, hermanito, es que le he insistido en que no me encontraba bien y queria que me llevase a casa--disimulo ella. --Pues la proxima vez que quieras que alguien te lleve en moto me lo dices a mi, ?me has entendido? --Venga, Ray, no te cabrees, que estamos celebrando mi llegada de Londres, ?no? --Serena le echo el brazo por encima y se lo llevo al interior del local. --Si la subes en tu moto, eres hombre muerto, Ruben--me advirtio antes de perderse con ella. Media hora mas tarde, Serena y yo nos bebiamos los kilometros en direccion a mi casa. Con una vil excusa, ella habia logrado despistarlo y contabamos los minutos para devorarnos vivos. El que no contaba minutos, pero si iba mirando el maldito WhatsApp, fue el conductor del coche que se nos cruzo en la carretera. --!Cuidadoooooooooo! --le chille a Serena. Solo recuerdo que de repente se apago la luz. Y que, cuando por fin se encendio, yo estaba solo, con un metalizado sabor a sangre en la boca...

  • Y, de pronto, llegaste tu de Kris L. Jordan

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    ?Como un jugador profesional de football americano termina viviendo en un pueblecito de la sierra de Madrid?
    Dean Woods, es de los mejores Quaterbacks del mundo. Conoce la fama y el lujo, muchas mujeres han pasado por su cama y la mayoria de sus compatriotas le adoran
    como si fuese un Dios. Pero eso no le hace feliz y, tras la muerte de su padre, cae en una depresion. Su vida cambia radicalmente cuando, gracias a su unico amigo Pedro, acaba en un avion camino de Espana huyendo de la prensa. Alli conocera a Marta, una mujer unica y muy especial, con una pintoresca y atipica familia.

  • Si salieras a vivir…: Habitos para disfrutar de una vida plena de Patricia Ramirez

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    <<Si salieras a vivir… ?Que harias para tener un dia pleno?>>

  • Veronica de John Wolf

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    El atardecer esta cayendo sobre los montes cercanos, y sus anaranjados rayos de luz se cuelan entre la espesa vegetacion de encinas y pinares. Por la escarpada ladera se ve el ascenso decidido de una persona atletica, vestida con pantalon y camisa negra, que oculta su rostro tras un pasamontana. En su hombro derecho carga a una nina de apenas trece anos, vestida con un vestido blanco. La nina golpea la espalda del desconocido intentando zafarse de su captura, mientras lanza gritos de auxilio que no llegan a ninguna parte. La ciudad mas proxima esta a casi cinco kilometros de distancia y no se atisban viviendas en la cercania. --!Socorro, ayuda! -- Gritaba la nina con histeria. Cansado de sufrir los embates de la nina, el encapuchado la deja caer al suelo y, sin el mas minimo remordimiento, la golpea varias veces en la cabeza con su puno haciendo que esta quede inconsciente en escasos segundos. La observa unos instantes y prosigue su marcha cargandola de nuevo a sus espaldas. El pelo negro, largo y sucio de la nina cuelga sobre el rostro de ella en el ascenso. Tras unos minutos de andanza, llega a una cueva en la piedra y se introduce en ella. Observa el lugar y se decide por un escondido recoveco que hay a su izquierda, alejado de la mirada de cualquiera que pudiera entrar a la gruta en ese momento. La deposita en el suelo, tumbada sobre la fria piedra, y la observa. La nina empieza a recobrar el sentido y el desconocido le tapa la boca con la mano izquierda para impedir que esta grite. La nina se revuelve como puede, intentando zafarse de su agresor, pero no puede. El desconocido busca a su alrededor por el suelo algo que le ayude a terminar tan angustiosa situacion. De pronto, ve unas tijeras, viejas y oxidadas en el suelo. Sin pensarlo dos veces, las agarra y directamente se las clava a la nina en el vientre. La nina, debido al dolor, se lleva las manos a la zona apunalada abriendo los ojos casi a punto de salir de las orbitas. En ese instante, el desconocido aprovecha y clava de nuevo las tijeras, pero esta vez en los ojos de la nina, introduciendo cada hoja en cada uno de los globos oculares. La nina empieza a retorcerse, pero no emite chillido alguno, solo algun gemido sin sentido. El encapuchado se retira y observa a la nina en el suelo, con las tijeras aun clavadas, y disminuyendo sus movimientos poco a poco. En unos instantes, la nina fallece. El desconocido aglutina algunas rocas alrededor de la nina, y se marcha del lugar. En ese momento, una lechuza blanca se posa sobre las rocas que entierran a la menor. II DOS ANOS DESPUES Carlos camina por el cementerio arropado por la lugubre oscuridad que impregna la noche en el lugar, y que en ocasiones hace que la imaginacion vuele. Su trabajo de guardia nocturno lo lleva desempenando desde que su padre se jubilo y el accedio al puesto vacante. No era este su trabajo sonado, y menos para un joven de apenas treinta anos, pero al menos le permitia pagar sus facturas. Acompanado de su inseparable linterna, caminaba entre las lapidas cumpliendo con su ronda, cuando se pronto algo llamo su atencion en una de las zonas ajardinadas del camposanto. A una distancia de unos diez metros, tres jovenes, de entre quince y dieciocho anos, se encontraban sentados, casi formando un triangulo, iluminados por unas velas. --!Eh, ?que haceis ahi?! -- Les grito. Los jovenes salieron a la huida, y Carlos corrio tras ellos tan rapido como le permitian sus piernas. Uno de los chicos salto el muro con la agilidad de un gato, mientras Carlos casi alcanzaba a uno de sus companeros. Pero en ese momento tropezo con algo y el guardia cayo al suelo con fuerza, mientras los dos perseguidos huian del cementerio. Carlos se dolia de la rodilla tumbado en el suelo, y con algunas magulladuras en las manos y brazos. --Joder-- se quejaba mientras veia como se habian escapado. Lentamente se puso en pie y recogio su linterna del suelo. Se acerco hasta el lugar donde instantes antes habia visto a los chicos y observo una tabla de madera con grabados de letras y simbolos. Era una tabla ouija. --La madre que los pario-- dijo enfadado con la tabla en la mano--. Lo que no me pase a mi. Carlos apago las velas y, llevandose la tabla, se dirigio hasta la zona de descanso de guardia. Agarro su telefono movil e hizo una llamada mientras observaba de nuevo la tabla. La llamada fue respondida y se escuchaba una fuerte musica por el auricular. --?Seba? -- Pregunto Carlos. --?Como esta el senor de los muertos? -- Pregunto ironico al otro lado. --Dejate de bromas-- le repuso muy serio--. ?Puedes venir al cementerio, por favor? --Si bebo dos copas mas... Me tienes alli sin falta -- le contesto ironico, mostrando su estado de embriaguez. --Joder, Seba, escuchame-- le recrimina molesto --. He tenido un problema con unos crios y me he hecho dano en la rodilla, necesito ir a un medico y no tengo aqui el coche. --Pero, ?estas bien? -- Le pregunta, ahora si, preocupado.

  • Deseo de ser punk de Belen Gopegui

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    Belen Gopegui, autora de La escala de los mapas, nos adentra en el mundo de Martina, una adolescente indeleblemente marcada por las estelas rebeldes del rock.

  • El loco de la plaza libertad de Hassan Blasim

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    El loco de la plaza Libertad es el primer volumen de cuentos de Hassan Blasim, considerado por muchos como el mejor escritor arabe contemporaneo de ficcion. Mezclando lo fantasmagorico con lo mas descarnadamente real, en un estilo que se ha comparado con el de Roberto Bolano por su propension a la comedia macabra, Blasim sumerge al lector en los destinos individuales de quienes vivieron la paranoia institucionalizada del regimen de Sadam Hussein, la guerra de Irak, y la posterior ocupacion americana, y de los que tuvieron que emigrar sufriendo el trafico de seres humanos en los bosques de los Balcanes o las pesadillas al tratar de construir una nueva vida en Europa. Pocas veces se ha narrado la perturbadora verdad de la experiencia de la guerra y de los refugiados como en estos cuentos, escritos por alguien que vivio ese infierno donde ideas como la dignidad humana y la libertad de decision suelen convertirse y la libertad de decision suelen convertirse en un chiste cruel.

  • Quedate conmigo, por favor (Clamores de juventud 3) de Estrella Correa

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    Alejandro y Alvaro han desaparecido de la vida
    de Dani y no sabe como llenar el vacio que han dejado
    en su interior, pero no espera todas las sorpresas que le
    depara el destino, algunas de ellas le sobrepasaran,
    otras llegaran a formar parte de su pequeno universo.

  • Maltrato animal, sufrimiento humano de Mauricio Garcia Pereira

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    Acuciado por la necesidad de conseguir un empleo tras tres anos en el paro, Mauricio Garcia Pereira, un gallego emigrado a Francia, acepta un trabajo en el matadero de Limoges, el mas grande del pais. Durante casi siete anos, aspira la medula espinal de centenares de vacas e hincha cabezas de ternero con una pistola de aire comprimido, entre otras tareas. El trabajo es duro, muy fisico, los accidentes son continuos y la normativa no siempre se respeta. Las condiciones, precarias, y los jefes abusivos llevan al limite de sus fuerzas a los empleados, muchos de los cuales recurren al alcohol y a las drogas para soportar el ritmo.

  • El Secreto del Multimillonario de Sophie Kiss

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    Ella camina por las calles de la gran ciudad sin saber que no sera un dia mas, el es un chico muy guapo y atractivo que al tocarla le transmite algo muy especial. El intentara ocultar un secreto que lleva guardado pero al final todo se sabe

  • Una deuda pendiente de Vicki Lewis Thompson

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    Habian pasado diez aOos desde que Dustin Ramsey y Erica Mann compartieron su primera experiencia sexual en el asiento trasero de aquel Mustang rojo, y habia sido un verdadero desastre. Ahora Dustin tenia que enfrentarse al enorme reto de dirigir el negocio familiar, pero antes queria resolver el .nico fracaso de su vida. Tenia que encontrar y seducir a Erica, y esta vez lo haria bien. Erica se quedo de piedra cuando se encontro a Dustin a la puerta de su casa. Quiza hubiera ido a hablarle de negocios, pero desde luego sus ojos le decIan que ese no era el unico tema que iban a tratar… Erica habia llegado muy lejos en esos diez anos, asi que si Dustin creia que podia llegar alli y seducirla tan facilmente, estaba muy equivocado… porque era ella la que lo iba a seducir a el.

  • La Bailarina y el Millonario de Katherine York

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    Malika y yo teniamos todo para ser la pareja ideal, pero no fue lo que sucedio. La conoci cuando ella aun tenia 15 anos y me enamore completamente de esa nina sonriente y traviesa. Hija del socio de mi padre, James, eramos casi obligados a pasar mucho tiempo juntos. La amistad se convirtio en citas, y entonces en matrimonio. Ella fue mi primer beso, mi primer amante y mi primer amor. Vivimos ese sueno dulce de las familias con dinero: dos herederos que se enamoraron temprano y se casaron a los 18 anos, con toda vida por delante. Eso de preocuparse por los negocios y el fin de la dinastia parecia olvidado porque ya habiamos resuelto el “problema” sin ninguna presion de nuestras familias. Asi que, entre sus estudios y los mios, seguiamos juntos, hasta que Malika se fue. Simple y naturalmente. Un dia era la mujer que conoci y de la que me enamore, otro, era como vivir con una desconocida. Desde su llegada a la escuela de medicina, Malika cambio, tratando de probar su valor a los companeros y profesores. Queria siempre ser la mejor, mientras tanto, cuanto mas lo intentaba, menos eso pasaba. Yo vivia en el trabajo con mi padre, iba a la universidad y apenas veia a mi esposa, que vivia bajo el efecto de estimulantes. Ella siempre trataba de aclararme, que yo, “como un hombre”, jamas entenderia lo que sucedia a ella por ser una mujer negra, intentando ser doctora, haciendo frente a una universidad llena de privilegios y gente odiosa. Podia sentir el asco en mi garganta por sus historias, a todo que fue obligada vivir, aunque su familia fuera rica. No puedo perdonarme por no haberme dado cuenta antes. Malika estaba rendida a farmacos que aumentaran su rendimiento y por la noche tomaba calmantes para dormir. Siempre me decia que era por lo cansancio y la creia. Jamas me queje porque tenia miedo de que me malinterpretaran y, para ser honesto, ya estabamos en dificultad, y analizar los problemas de Malika en profundo podria abrir otra puerta en nuestro matrimonio, en la que traeria a la luz el poquisimo tiempo que pasabamos juntos o cuanto de atencion dedicabamos uno al otro. Un dia, la encontre desplomada en el sofa, y me confeso haber tomado demasiados tranquilizantes, pero que fue apenas una vez. Esa vez. No voy a mentir. Fui un adolescente con mucho dinero, tuve facil acceso a todo tipo de cosas, probe drogas y bebi hasta desmayarme antes mismo de los dieciocho. No pense que fuera gran cosa Malika tratar de resolver sus problemas con las pildoras, era normal. Asi fue, tres veces mas hasta que la interrogue y descubri que no habia forma de relajarse, Malika Green era una adicta. Fui un marido de mierda que dejo que su esposa se convirtiera en drogadicta porque no se dio cuenta a tiempo. A cada dia, ella se convertia en un pedazo a menos de la mujer que conoci, y aun si, no hice nada. Malika empezo con los estimulantes, tranquilizantes y lo mezclaba todo con bebidas y cocaina. Ya no iba a las clases y esperaba que yo fuera al trabajo para comenzar su “rutina”. Esto aseguraba que por el momento en que regresara, ella no iba estar tan mal para darme cuenta. El personal de la casa no dijo nada, solo observo como se autodestruia. <> Hasta que un dia pase en casa para cambiarme la ropa. Fue por algo estupido como derramarme salsa en la camisa y necesitaba cambiarme para una junta por la tarde. Malika estaba aturdida, arrojada en una posicion antinatural en el piso de la habitacion y me dio una sonrisa ironica cuando entre en la habitacion. A partir de ese dia, me di cuenta de que no era normal. Cancele mis juntas y decidi quedarme en casa los proximos dias. Cuando se dio cuenta de que estaria en casa todo el tiempo y no podia seguir su rutina, se asusto, grito, sus ojos tenian algo brutal. – !Necesitas ayuda! – perdiendo la paciencia gradualmente — puedes ir a una clinica y… – !Se lo que es mejor para mi! – grito ella, interrumpiendome. – Malika, eres un problema… !mirate! Fueron palabras equivocadas, pero, a los 23 anos, sabia que tenia que ayudarla y me enojaba lo que se estaba haciendo a si misma. Estaba flaca, enferma, sus ojos inyectados en sangre de rabia y despecho. Tuvimos dias con ella enojada y gritando hasta que la atrape tratando de salir. Llame a James, su padre, de pronto. Malika se puso enojada por haberme contactado su padre y le informe todo lo que pasaba, pero fue apenas despues quedarse encerrada con el por mas de dos horas, que acepto la ayuda. Paso los tres meses siguientes en la rehabilitacion. En los primeros dias, la dulce y timida Malika habia regresado y me senti lleno de esperanzas. Pero hubo momentos en que no miraba a nada y no se movia por minutos. Algo en ella parecia roto y yo me senti condenado, especialmente despues de estar fuera tanto tiempo. Me senti culpable por no quererla otra vez, por disfrutar de mi vida cuando estabamos lejos. Amaba a esa mujer con locura, pero ya no queria estar con ella, no era la persona que conoci y me sentia fatal por pensar asi. Era como si su memoria fuera suficiente, y la realidad me dolia en los huesos. Despues de dos semanas de regreso, se quedaba por la casa como un fantasma, sin hablar mas que tres palabras, hasta que desaparecio. Tuve que volver al trabajo, estaba terminando mi especializacion y, aunque me sentia culpable por no estar alli las 24 horas del dia, no pude detener todo otra vez. Estuve todo tiempo posible en casa, pero Malika conocia mi rutina, y una tarde cuando fui a la oficina, no pude impedirla y simplemente se fue. Llame la policia, los detectives y cualquier otra persona que pudiera ayudarme a encontrarla antes que hiciera dano a si misma. James y yo sabiamos lo que estabamos buscando, pero no sabiamos exactamente donde. No sabiamos como siempre lograba las drogas o quien las vendia, necesitabamos contar con la eficiencia de quien estaba siguiendo los pasos de mi esposa. Dos dias despues, el detective nos informo que la habian visto en el centro de Los Angeles. Contra todo consejo, use la direccion que me dio y conduje hasta Skid Row para recogerla. Estaba solo. En ese lado de California, hay muchos antros, pero nunca hubiera imaginado que encontrar a mi nina traviesa dentro de uno de ellos. Habia ido a buscar cocaina y nunca volvio, lo cual, sospecho, era la forma de pagar el producto porque no tenia dinero. Estaba aterrorizado de lo que podrian haberle hecho. Abri la puerta de par en par despues de haber pasado por una calle llena de personas sin hogar, basura y personas que se llenaban de drogas a la luz del dia. Un pasillo largo y oscuro me saludo cuando un tipo grande parado en una extremidad vino hacia mi. Las paredes eran de un amarillo en donde se podia ver, mesclado a un color marron engrasado. – !No puedes entrar ahi! – Hablo con una mirada amenazante. – Solo vine a buscar a una persona. Voy a recogerla y me voy. – Maldita sea, ricon. Largate o te parto la cara ?oyes? – me apunto con un arma y no tuve reaccion. Era la primera vez que veia una tan de cerca. Pero yo era un hombre en una mision y no queria rendirme tan facilmente. – Ayudame con eso. Tomo a la chica y me voy…- dije, levantando los brazos en senal de rendicion. Estaba desarmado, lo cual era muy estupido, y podia ser asesinado en cualquier momento sin una forma de defenderme. Mi plan B era llamar a la policia, pero no seria agradable y no sabia que tan rapido llegarian a ese lugar a punto de derrumbarse. – Te lo dije, cabron. Sigue tu camino. Si la chica esta aqui, es porque ella quiere- senalo otra vez a la pistola – Tendre que hablar de nuev… – !Cannon! ayudame, !la puta chica esta arruinando todo! El hombre grande, Cannon asi se llamaba, rompio hasta el final del pasillo. Me fui a su espalda porque tenia un sexto sentido sobre quien era “la puta chica”. Cuando me detuve en la habitacion, habia un tipo con la verga hinchada, afuera de su pantalon y Malika estaba caida frente a el, convulsionandose en el suelo e intentando respirar. Tenia espuma en la boca y su vomito estaba en todas partes, incluyendo en el hombre que intentaba limpiarse, ignorando por completo a la mujer a sus pies. – ?Que carajo…? – dijo el guardia, mirando la confusion frente a el. – Esa mierda que le sirve Riley es demasiado fuerte, avise a la perra pero quiso de cualquier manera…- El hombre dijo a Cannon. Estaba contra el reloj y a esos hombres no les importaba Malika. Mientras trataban de averiguar que hacer, aproveche y fui hasta Malika, poniendola sobre mi regazo mientras corria por el pasillo. Los hombres gritaron, escuche que armaban la pistola y algunos susurros de “dejala, ya esta muerta”. Cuando llegue a la entrada, abri los hombros y corri hacia mi auto. Le grite a un grupo alrededor de mi coche, claramente tratando de robarlo, que se dieron un paso atras cuando vieron la condicion de mi esposa. No sabia mucho que hacer, pero era mejor conducir a un hospital que esperar ayuda en un lugar como aquello. Los espasmos se habian detenido cuando la puse en el asiento trasero y rogue en silencio que eso no significase que se asfixio. Me detuve en el primer hospital que vi y me volvi loco en la emergencia. La llevaron adentro y espere. A la media hora siguiente me converti en viudo a los 23, y todo lo que tenia para aplacar mi furia por nuestra historia interrumpida era un nombre: “Riley”. 2 Sophie Nadie esta preparado para recibir la noticia de que tiene un tumor cerebral. Si, esta soy yo. Dos desmayos en los ensayos de la Compania de Ballet de California y me fui al hospital. Me pincharon, me examinaron y me agotaron hasta sentir dolor, ahogada en una emergencia que no podia pagar. – Necesito asegurarme de que no tengas ninguna enfermedad alimentar, Sophie, la prensa esta siempre con los ojos encima- dice Rubens, coreografo, antes de enviarme al hospital. Sabia que si no tenia una buena respuesta en el proximo ensayo, estaria fuera del grupo. A los 25 anos, pense que mi vida seria diferente, pero lo que tengo me hace feliz. Fui a una universidad que hoy ya no me sirve, muy tarde, me junte a la Compania de Ballet de California. Por eso, siempre estare en el cuerpo de baile y nunca sere la Prima ballerina, la principal del espectaculo. Nunca me desanime, incluso cuando tuve que tomar un segundo trabajo para poder pagar las deudas. Como fui un supuesto “milagro” de una pareja de mediana edad, perdi a mi padre en la infancia y a mi madre poco despues de graduarme de la escuela. A los dieciocho anos, tenia mi propia casa como herencia y un futuro lleno de dudas. Estaba confundida y sola, y, en ese momento, decidi hacer cargo del legado de mi madre. Estudie finanzas como ella, trabaje con ahorros tarifarios y fui inmensamente infeliz. Me estaba enterrando en algo que no queria y necesitaba parar. Vivi en Pennsylvania, cuando fui a Wharton con una beca completa, y obtuve un trabajo en Philadelphia. Tarde un ano antes de rendirme y volver a California. Siempre baile, entrene el ballet en todos los lugares donde vivi. A mama y a papa les encantaba verme bailar y muchos de mis maestros dijeron que podian hacer carrera. Me respondieron que necesitaba una forma segura de mantenerme, y fue con ese pensamiento que me rendi a las finanzas. La seguridad se fue por la ventana cuando me puse en llanto en el trabajo. Queria ir a casa, queria bailar. Entonces, a los veinticuatro anos, y a pesar de ser demasiado mayor para las otras candidatas, hice una audicion para el Ballet de California y fui aprobada. Yo vivia agotada. Ensayaba muchas horas y trabajaba en mi otro empleo en los intervalos. He trabajado duro, mi comida era escasa, y el dolor y el cansancio hacian parte en mi rutina. Baje de peso, sentia como si cualquier viento fuera derrumbarme. Cuando me desmaye, pense que el problema era el cansancio, pero Rubens no queria dejarlo pasar. No que fuera buena onda o un amigo, no estaba preocupado por mi salud. Pero yo era parte del cuerpo de baile, y una persona menos era un problema para la compania. Cuando los examenes de emergencia fueron preocupantes, me enviaron a un especialista. No entendia bien las palabras o por que estaba con un neurologo, pero fui advertida de que necesitaba uno, urgente. Asi es como termine sentada frente al Dr. Roberts. – ?Un tumor? – Si… Es lo que muestran los examenes. Por eso hiciste tantos en un mismo dia. Querian estar seguros de eso. – Pero… Si no siento nada… – Desmayaste. Ademas, estas cansada, bajaste de peso… – Bueno… – La buena noticia es que el tumor no se parece a uno agresivo, y esta en una fase muy primaria, porque no tuviste ningun cancer que causara metastasis- Dijo, interrumpiendome y mostrandome una imagen- El tamano es constante y no tuviste ningun otro sintoma de los que he enumerado, por lo que la llevaron a la emergencia. En la resonancia, es posible ver que el tumor es un astrocitoma, el afecta lo que llamamos glia. Es lo que apoya a las neuronas. – ?Lo que estas diciendo es que mi sistema nervioso esta mal? ?Que estoy muriendo? Estaba visiblemente nerviosa, no podia dejar de mover las piernas, intentando prestar atencion. No entendia la mitad de lo que el doctor me decia, pero sabia que aquello era una sentencia de muerte. Debe ser horrible tener un empleo como ese, decir a la gente que se estan muriendo. Crei que me iba decir que necesitaba unas gafas, o unas tantas vitaminas, pero jamas que tenia un tumor. <>

  • Una segunda oportunidad de Jane Green

    https://gigalibros.com/una-segunda-oportunidad.html

    La muerte de Tom supone un duro golpe para sus viejos amigos, pero tambien les brinda la oportunidad de reunirse de nuevo y redescubrir el poder de la amistad y recuperar la fuerza para perseguir aquellos suenos que tanta importancia tuvieron en el pasado.