• el libro de la felicidad - Nina Berberova

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    Paris, 1923. Sam, un joven violinista miembro de la alta burguesia judia de San Petersburgo, se suicida de un disparo en la cabeza. Esta noticia produce en Vera, su amiga de la infancia, una fuerte conmocion que agita los cimientos de su adormecida memoria. A partir de este suceso, tragico y doloroso, y alternando imagenes del pasado que confluyen en las circunstancias del presente, Nina Berberova narra la vida, las adversidades y los sobresaltos de la joven Vera, desde su infancia hasta el dia en que, finalmente, logra encontrar la felicidad que estaba dispuesta a conseguir a cualquier precio.

  • El libro de la felicidad (Prácticos siglo XXI) : Calle, Ramiro A.

    https://www.amazon.es/libro-felicidad-Pr%C3%A1cticos-Ramiro-Calle/dp/8427032730

    Encuentra todos los libros, lee sobre el autor y más. ... Ciento veinticinco historias para las personas que quieran profundizar en su ser interno. Una guía de ...

  • El libro de la felicidad Versión Kindle - Calle, Ramiro A.

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  • EL LIBRO DE LA FELICIDAD | RAMIRO CALLE

    https://www.casadellibro.com/libro-el-libro-de-la-felicidad/9788427032736/1115821

    Sinopsis de EL LIBRO DE LA FELICIDAD. Un viaje espiritual en busca de la dicha. Ciento veinticinco historias para las personas que quieran profundizar en su ...

  • EL LIBRO DE LA FELICIDAD | RAMIRO CALLE

    https://www.casadellibro.com/libro-el-libro-de-la-felicidad/9788427033771/1154691

    El libro de la felicidad es un viaje espiritual que contiene ciento veinticinco historias para aquellas personas que quieran profundizar en su ser interno; una ...

  • El pequeño libro de la felicidad - Ángel Rielo Fernández

    https://www.planetadelibros.com/libro-el-pequeno-libro-de-la-felicidad/211830

    7 jun 2016 — Sinopsis de El pequeño libro de la felicidad: Un libro que combina teoría y práctica, datos y anécdotas ¡para que te conviertas en todo un ...

  • El libro de la felicidad - Ramiro A. Calle | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-el-libro-de-la-felicidad/263237

    13 feb 2018 — El libro de la felicidad es un viaje espiritual que contiene ciento veinticinco historias para aquellas personas que quieran profundizar en ...

  • El libro de la Felicidad - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/El_libro_de_la_Felicidad

    La obra[editar] ... El Libro de la felicidad contiene detalladas descripciones de las características personales de los nacidos bajo cada uno de los doce signos ...

  • Libro Físico de El Camino a la Felicidad

    http://elcaminoalafelicidad.org/product/libro-fisico-de-el-camino-a-la-felicidad/

    Léelo por ti mismo y dale copias a aquellos cuya felicidad te importa. Los folletos de bolsillo vienen en paquetes de 12 para que pueda compartirlos con amigos, ...

  • La dictadura de la felicidad - El Gabinete de David Salinas

    https://www.elgabinetededavidsalinas.es/mi-libro

    7 jul 2021 — Wonderfull y “si quieres, puedes” y “pídeselo al Universo que te lo da”? Sí, yo también. ¡Hasta la po…! Por eso escribí este libro sobre la ...

  • Pequeño libro de la felicidad - Meganova

    https://www.meganova.es/es/libro/pequeno-libro-de-la-felicidad_O710210004

    Ofrecemos dos experiencias de compra: - Papelería Meganova en Vilagarcía desde 1994 con una selección de libros, juegos didácticos, regalos personalizados y ...

  • La patria de Enriqueta de Graciela Ramos

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    Enriqueta, hija de inmigrantes, lucha con todas sus fuerzas para salir adelante en una Argentina convulsionada: la decada infame, la de los anos treinta.

  • Detras de una mascara de Kelly Dreams

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    Victoria Queen estaba acostumbrada a los tropiezos, a caer y volver a levantarse. La vida la habia ensenado desde una edad temprana que solo podria alcanzar lo que queria peleando y se habia tomado ese mantra al pie de la letra. Carismatica mujer de negocios y exitosa empresaria, mostraba al mundo la cara que querian ver, una mascara bajo la que se encontraba otra mujer, una que solo emergia en los momentos mas oscuros de la noche.

  • De sirvienta a tu duena (Las hilanderas 2) de A. R. Cid

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    En aquel baile Susanne era alguien, era el reflejo de una dama por un dia, lo ultimo que necesitaba era cruzarse con el. Derian era ese fruto prohibido y peligroso, un hombre que conocia el poder de su nombre y al cual no le temblaba el pulso al arrebatar una vida. Susanne se sintio condenada desde el mismo instante en que los ojos azules de Derian se posaron en ella.

  • Cubridle el rostro de P. D. James

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    La enorme y respetable casa de los Maxie, en la campina inglesa, parecia el lugar ideal para que la joven Sally Jupp pudiera trabajar como criada y criar a su hijo, pero un horrible crimen acabaria pronto con sus ilusiones. Afortunadamente, el superintendente Adam Dalgliesh, detective y poeta, se encargaria del caso...

  • No todo es casualidad, Sandra Estevez Calvar de Sandra Estevez Calvar

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    Elisabeth Garcia es una joven madrilena muy salerosa y con mucho talento.
    ?Su profesion? Ella presume de ser “Wedding Planeer”, lo que todos conocemos como “Organizadora De Bodas”, pese a haber hecho la carrera de psicologia. Disfruta planeando la boda de los demas y sabe que es la mejor realizando esa labor.
    Despues de trabajar varios anos de forma ininterrumpida, su jefa la convence para coger vacaciones. A reganadientes acepta y aprovecha para conocer la Ribeira Sacra gallega. Tras alojarse en el mejor hotel de la zona aunque un poco apartado de aquellos hermosos parajes, alquila un vehiculo y se dirige al muelle desde el cual saldra el catamaran esa tarde. Al llegar comprueba que su telefono movil no tiene cobertura; algo que ya le habia advertido Francesco, el fornido y macizo capitan de la nave. Tras acomodarse, se adentraron en los canones del Sil. La gente no dejaba de hacer fotografias de aquel paisaje peculiar, y Eli se levanto para hacer lo mismo, pero, en un momento en que la embarcacion hizo un giro un poco brusco, su movil cayo al agua…

  • Las tizas del arcoiris de Fabian Tapia

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    Cielo tiene por seguro dos cosas: 1) Que en Croma todas las personas tienen un color definido. 2) Que ella, precisamente, carece de uno. Por la vida ha intentado sosegar las burlas con su pasion por el ballet, pero un accidente le arrebata a su mama dejandola en coma y la orilla a buscar el color de una pasion que la pueda despertar. Sin embargo, en la Ciudad de los Colores ha nevado, las Brisas que cuidan el cielo han desaparecido y las Mariposas Negras estan al acecho para extinguir la luz. ?Podra Cielo recuperarse a ella misma mientras intenta salvar los pocos colores que quedan en su vida? Las tizas del arcoiris es una historia sobre el descubrimiento, la autoestima y la importancia de aferrarse a lo que nos hace unicos.

  • Llegaste para quedarte, Carol S. Brown de Carol S. Brown

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    Elliot Wise, segundo hijo del duque de Lennox, ya no ha vuelto a ser el mismo desde hace un ano. Una horrible tragedia se cernio sobre el, destruyendo su vida, por eso, ante la noticia de ser el heredero de el ducado de Weston, no muestra demasiado entusiasmo. Dicha herencia conlleva un titulo y responsabilidades con nombre de mujer. ?Quien es esa joven, que no se comporta como una dama, pero que le despierta sentimientos que creia olvidados hace ya mucho tiempo?
    Cassie Price, vive de cerca la perdida del viejo duque de Weston, siendo este su padrino, ahora vera como un desconocido hereda su titulo y se instala en la casa. Algo le dice que el nuevo duque no sera tan permisivo con ella. Ese hombre querra tener voz y voto en su futuro, y eso es algo que ella no piensa permitir.

  • Tatuada en mi alma (Cuidarte el alma 2), Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    “-?Sabias que. uno de los siete pecados capitales. es la lujuria? -pregunta Paulina jadeando sobre mi boca.
    -?Y vos sabias que. otro pecado. es la gula? -replico mientras la recuesto en la cama y mi lengua se pierde entre sus piernas.
    Ella las abre mas y me ofrece sin reservas ese manjar.
    -Eso esta muy mal…
    -Hay algo peor, cosa hermosa.
    -?Que puede ser peor?
    -Incesto -respondo con una sonrisa, mientras pienso que el cielo que tengo en mi boca, bien vale arder en el infierno…”

  • El secreto de Amanda de Sarah Rusell

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    El dia amanecio gris y lluvioso pero, con independencia del tiempo que hiciera, mis mananas se habian tenido de color, desde hacia unas semanas. --Cristina, carino, un dia te dejas la cabeza se ve venir, !toma la mochila! --le dije, mientras corria tras ella. --Mama, yo lo llevo todo, no te preocupes --dijo el pequeno Pablo. --No tengo ninguna duda de eso, amor. Un beso y suerte con el examen --dije. --Hoy no vengo a comer, Amanda, recuerda que tengo reunion con los de la nueva campana. La cercania de las Navidades es la misma locura de todos los anos --me dijo Javier, mi marido, dandome un beso y saliendo por la puerta de modo precipitado. Por fin estaba sola y en 30 minutos llegaria el momento mas esperado del dia. Esa era el tiempo prudencial que Mario y yo habiamos establecido despues de que saliera Javier de casa, por si acaso algun olvido le hacia volver alguna de las mananas. Media hora despues de salir, ya estaria en el trabajo y era improbable que pudiese volver. Asi que, todas las mananas, justo a las 9:00, iniciaba mi sesion de Skype y Mario estaba esperandome al otro lado de la pantalla. Eso si, solo chat escrito... --Buenos dias, preciosa. ?Como has dormido hoy? --Mucho mejor pero te vuelvo a preguntar lo de todos los dias, ?por que crees que soy preciosa? --Lo intuyo, preciosa, lo intuyo. ?Sabes? Me gusta cerrar los ojos y ponerte cara. --Pero esa es la cara que tu me pones, no la real... --Pues algo me dice que debes ser todavia mas guapa... --Creo que me subestimas, yo no me veo... --Tu tienes la moral baja carino, no estas pasando por tu mejor momento, pero pronto vas a sacar la mejor version de ti misma...Una renovada que supere a la anterior, si es que eso es posible... --Vuelves a subestimarme, yo no creo merecer... --Tu eres una mujer de bandera y yo me voy a dejar la piel en que tomes conciencia de ello... --Eres muy bueno pero Mario...No te he contestado antes. Ya descanso mucho mejor y, desde que has aparecido en mi vida, los suenos se han normalizado, no he vuelto a tener pesadillas... Aquellas pesadillas a las que me referia eran el motivo de que, por primera vez en la vida, viera salir a mi familia por la manana, rumbo a cumplir con sus obligaciones, mientras yo me quedaba en casa. Soy policia nacional y, un incidente fortuito hizo que mi companero perdiera la vida justo a mi lado, hacia unos meses. Medite y llegue a la conclusion de que necesitaba un tiempo para mi por lo que, despues de consultarlo con la almohada y con Javier, decidi pedir una baja medica. Las primeras semanas no fueron faciles porque pronto me di cuenta de no estaba acostumbrada a la rutina del hogar, pero en el fondo sabia que debia darme un respiro y que era mejor asi. Y ahora, Mario habia aparecido en mi vida, via pantalla de Skype. Una invitacion inesperada, que resulto ser para alguien que se llamaba igual que yo y, una conversacion que se inicio de esa improvisada manera y que ninguno de los dos queriamos dar por finalizada. Desde entonces no habiamos dejado de hablar de lunes a viernes. Los fines de semana no nos era posible y esa era la razon de que hubiera comenzado a odiarlos. --Todavia alucino y lo sabes. No se como he podido contarte tantas cosas en tan poco tiempo y sin conocerte de absolutamente nada... --Porque estamos hechos el uno para el otro y tu tambien lo sabes... --Pero me siento culpable Mario... Javier no lo merece. Siempre ha sido muy bueno conmigo y todo se le hace poco para nosotros... Trabaja mucho, es solo... --Es solo que te ha descuidado, Amanda. Si no lo hubiera hecho, yo no tendria cabida en tu vida. Si me estas haciendo hueco en tu corazon es porque ya lo tenias medio vacio... --Lo hemos hablado antes, la rutina no es buena companera Mario... Y yo tampoco le puse las cosas faciles. Trabajaba mucho y me costaba desconectar. Y el lo mismo. Cuando llegaron los ninos pillabamos turnos contrarios para poder cuidarlos. Nos veiamos muy poco y siempre estabamos cansados... --?Y el sexo? --El sexo fue decayendo. Se fue esfumando por las grietas de la monotonia y, cuando quisimos darnos cuenta... --Entiendo, amor. No tienes que darme mas explicaciones. Y dime, ?en que momento sexual te encuentras ahora mismo? --Activando el modo "on" … Esta noche he sonado que lo haciamos y reconozco que me he despertado muy humeda y alterada... Es la primera vez en mucho tiempo que tengo unas ganas tremendas de... --?De que, Amanda? --de tener un asalto sexual de lo mas intenso, Mario. --?Y tengo yo algo que ver con eso? --Algo no, tienes todo bandido... Nunca hubiera imaginado un giro tan inesperado y emocionante para mi vida en tan pocos dias... Es mas, por fin vuelvo a sentirme fuerte y creo que no tardare mucho en volver a incorporarme al trabajo. --Eso me alegra y me pone a partes iguales, carino. --?Te pone? La parte de que te alegre la entiendo pero que te ponga... --?Tu que crees? Solo de imaginarte vestida de poli, con las esposas a la cintura dispara mis instintos mas salvajes... --Si no fueras tan estricto con las normas del juego, podrias verme ahora mismo. --Es una oferta muy tentadora pero hemos hecho un pacto y lo vamos a cumplir hasta el final. Si soy capaz de enamorarte hasta decidir comenzar una nueva vida juntos, tendremos un encuentro cara a cara. Si por alguna razon esto queda en agua de borrajas, preferire no haberte visto nunca en persona, mi nina. --Pero Mario, yo soy partidaria de que una no se puede enamorar sin haber visto a la otra persona. Creo que solo puedes enamorarte del conjunto, del interior, del exterior, de como huele y de como se mueve, asi como de todas y cada una de sus imperfecciones... --?Tu confias en mi, Amanda? --Sabes que si, Mario. --Pues entonces, date por enamorada... --?Y tu, piensas en mi por las noches? --?Tu que crees? Cuento las horas para hablar contigo... --Este rato de por la manana se nos va a hacer muy corto, se nos hace ya muy corto, mejor dicho... --Es complicado. Sabes que es lo unico que puedo sacar durante mi jornada laboral. Es el que paso solo en mi despacho antes de empezar la primera clase y luego, por la tarde, coincido con Elsa en casa, no es facil... --?Tu no te sientes culpable por ella, Mario? --Yo prefiero no pensar... --Cuentame alguna anecdota divertida como esa de ayer, por favor... --?De esas de cuando era un pieza de joven? Me quedan ya muy lejos, ?eh? Con el tiempo me reforme, cuando ya tuve novia y tal... Espero que no te asuste por nada de aquello, que tu eres la autoridad y pareces muy formalita... --Oye, que yo tampoco he sido la madre Teresa de Calcuta, !Tambien he hecho alguna que otra! ?Que te crees? --Una tuya por otra mia, venga... --?Cual es la trastada mas grande que has hecho en tu vida? --Me da corte contarlo, yo tambien tengo mis limitaciones... --Venga porfi, que sabes que me parto de risa con tus cosas... --Pues yo creo que la mas gorda que hice fue liarme con la madre de un amigo cuando tenia dieciocho anos. --?En serio? --Y tan en serio...A ver, que no fue premeditado pero que estaba de muy buen ver... no vayas a creer que me lie con un carcamal... --Cuenta mas, venga, !quiero detalles! --Seras morbosilla, !solo si luego me respondes a lo que te pregunte! --Trato hecho... --Pues nada, fue una tarde que mi amigo no estaba en su casa, !claro, faltaria mas! Llegue por equivocacion, teniamos que hacer un trabajo y el habia salido. Por lo visto tenia partido de futbol. Total que una cosa llevo a la otra y, en vez de hacer un trabajo, !pues nada que hice otro! --Tu eres un caso... --Era, era, !que ya estoy reformado! --?Cuanto de reformado? --Pues lo suficiente para solo tenerte en mi mente a ti. Me ha dado muy fuerte y no puedo ni quiero evitarlo. Deseo que todo fluya... --Yo no puedo prometerte nada Mario, esto me excita y me asusta a partes iguales. Reconozco que me esta viniendo fenomenal porque, en el peor de los casos, me estas ayudando mucho y, en el mejor, puedo ganar al hombre de mi vida pero, ?y tu? --?Cuantas veces tengo que decirte que no te preocupes por mi, Amanda? Conozco el riesgo. Esto es un juego fascinante, pero que no deja de ser peligroso. En cualquier caso, si me quemo, es cosa mia... --No digas eso, Mario. Me afecta. --?Te afecta? Me gusta escucharlo... --Si y es mas... --?Es mas...? --Te diria que me duele, pensar que pueda hacerte dano es una idea que no soporto... --Supongo que he de tomarlo como un cumplido y no imaginas lo que me ilusiona pero no sufras, amor... --?Te he dicho ya lo que me gusta escuchar ese "amor"? --No, no me lo has dicho, pero estas a tiempo, soy todo oidos. Y, por cierto, aprovecho para decirte que tambien me encantan los mimos. --Lo se. Me cuesta mas. Lo siento. No quiero que me tomes por una mujer fria. Es solo que la situacion me descoloca. Eso si, ?me crees si te digo que no hay hora en el dia en la que no piense en ti?--?Me crees si te digo que no hay palabras que puedan entusiasmarme mas que esas? Y por cierto, bonita sonrisa. --?Como? --Un escalofrio me recorrio el cuerpo. Mario, ?me has visto? --Ya quisiera yo, Amanda. No te he visto, pero me lo acabas de confirmar. Es lo que buscaba. Creo firmemente en eso de que "quien bien te quiere, te hara reir" ... --Entonces debes quererme mucho porque contigo me parto... --Por cierto, todavia no me has contado lo que llevas puesto hoy... --?Y quien te dice que llevo puesto algo? --guauuuuu...solo de pensarlo, !ardo! ?En serio? Haz los honores, please... --Digamos que llevo puesto uno de esos minusculos tangas negros de los que me dijiste que te pierden y, !un complemento mas! !A ver si lo aciertas! --?Un balconette a juego? --No... --?Un corse? --Va a ser que tampoco... --?Un liguero?… --Frio, frio... --Unas medias de esas de red que... --Mas frio, todavia... --Ok, ok... --Vuelvo a subir, pues... --!Cielos! Uno de esas gargantillas tan seductoras... --Caliente, caliente... --No sabes cuanto...Sueltalo ya, anda...Me estoy poniendo a tope... --Llevo una pequena corbata finita, de esas negras femeninas… Con el nudo ligeramente desabrochado y el resto cayendo sobre mis senos desnudos... --Ponte en el filo de la silla, por favor... --Ummm, chico travieso... --Acercate a la pantalla...Puedo sentirte Amanda, es como si percibiera tu olor, notara tu presencia... ?Que sonaste? Cuentame al detalle... --Pues sone que estaba tendida boca arriba en una cama con sabanas de saten blanco, totalmente desnuda, con un antifaz negro en los ojos. Tu llegabas y comenzabas a desvestirte lentamente. Cuando le toco el turno a tu cinturon, escuche la forma en la que se deslizaba por tus presillas y... --Creo que tengo un caballo al galope en el pecho, cielo. ?Sabes eso de que hace mucho tiempo que tienes dormidas ciertas sensaciones y de repente...? --Se, se... --Sigue, por favor, no nos queda mucho tiempo... --Pues que note que pasabas la correa entre mis munecas y, me atabas a los barrotes del cabecero... --?Te gusto? --Me erizo de arriba abajo, Mario... --?Y? --Tan pronto te acercaste y comenzaste a besarme, senti que me derretia... Mientras lo hacias bajaste tu mano y notaste mi extrema humedad...Tus dedos se deslizaban hacia el interior y ahogaste mis gemidos con mas besos. Llevaste mis manos hacia tu miembro y, lo erecto que estaba me encendio todavia mas... --Sigue por favor... --Al contacto con el y mientras seguias tocandome, note un intensisimo orgasmo y....me desperte con la certeza de que, pese a ser un sueno, el orgasmo habia sido real...Ademas, creeme que tuve que disimular. Tengo la sospecha de que mis gemidos nocturnos han sido tan reales como el orgasmo, !y se han escuchado! --Jaja, no puedo creerlo. No hago mas que meterte en lios... --No digas eso y, de ser asi, !vivan los lios! No soy la misma desde que has aparecido... --Amor, mucho me temo que tengo que comenzar a trabajar. --Ok, Mario. Manana mas y mejor. Te deseo un buen dia. --Y yo a ti otro, tan precioso como tu... Mi sensacion al dar por finalizada la llamada era la misma todas las mananas. Me sentia vacia. Aun no llegaba a entender como, alguien que habia aparecido hacia tan poco tiempo, podia llenarme tanto. !Menos mal que tenia trabajo para dar y regalar en casa y eso me mantendria distraida! Habia proyectado que ese dia terminaria de sacar toda la ropa de invierno de los armarios de los ninos, seleccionaria, veria a que prendas tenia que "darle el pasaporte" y haria un listado con lo que necesitaba cada uno de ellos para ir de compras. Cristina era la mayor, tenia diez anos y era un autentico torbellino, con una personalidad arrolladora. El pequenin Pablo, de siete, era mucho mas formal y tranquilo y en aquellos momentos exhibia una divertidisima mella. En cuanto a mi, habia cumplido los treinta y cinco y sentia que tenia todavia mucho camino por recorrer. Otra cosa es, de la mano de quien lo hiciera... La labor de los armarios empezo a agotarme. Eran las doce de la manana. Faltaban veintiuna horas para volver a hablar con Mario. Sonrei pensando en las casualidades de la vida. Aquel nombre me habia gustado de siempre, tanto que llegue a dudar en si llamar asi a mi hijo, aunque finalmente peso el gusto de Javier por Pablo, en honor a su escritor favorito, Pablo Coelho. Alli, con la ropa de los ninos en la mano, volvi a tomar conciencia de que el tiempo pasaba demasiado deprisa. ?Seria capaz de abandonar todo lo que hasta ahora habia sido mi mundo y salir de eso que llaman "la zona de confort"? Evidentemente tal decision no implicaba dejar a los ninos pero sabia que Javier lucharia por una custodia compartida. Los adoraba. El temor empezo a apoderarse de mi. Necesitaba un cafe. Y una llamada de telefono. --!Hola, Paty! ?Puedes hablar? Paty era mi mejor amiga desde que nos conocimos, con seis anos y estudiamos juntas hasta que yo ingrese en la Academia de Policia y ella en la Escuela de Enfermeria. Me conocia a la perfeccion, igual que yo a ella y, si de algo podiamos presumir, es de que entre nosotras no habia secretos. --Puedo, puedo. Te dije que estaria saliente de guardia pero ya sabes que soy incapaz de descansar cuando llego a casa. Ya me echare despues del almuerzo. Contesta, ?ha aparecido ya Don Juan? Aunque a juzgar por lo animado de tu voz no tengo ninguna duda... --Si, si, claro. Estuvimos hablando a la hora acordada, como cada dia... --?Y?… --Y cada vez mas enganchada. No tiene nada que ver con los primeros dias, que mas que una cita virtual, parecia una terapia. Ahora es... !saltan chispas! --No hace falta que lo jures. Puedo percibirlo en tu voz Mandy (asi es como me llamaba carinosamente), ?sabes que te estas metiendo en la boca del lobo, verdad? Que yo soy quien para decir nada, !menudo referente! Pero tu estas hecha de otra pasta... --?De que pasta, Paty? --Bueno, digamos (y sin ofender) que en tu vida personal lo mas emocionante que has hecho ha sido ganar una partida de parchis... --!Yo tambien te quiero, jodida! Me vas a deprimir... --No es eso, pero piensa que tu vida es muy convencional. En el fondo siempre te he admirado por eso. La has ido disenando, como si se tratara de encajar las piezas de un puzle y, ahora que... --Sigue por favor. Me conoces mejor que yo misma, jaja... --Pues que ahora que las tienes todas encajadas, estas cogiendo carrerilla para darle una patada. Y me asombra, eso seria mas propio de mi... --?Y si te dijera que en ese perfecto puzle la pieza que me falto por incluir fue el oxigeno? Me estoy ahogando Paty, necesito aire fresco y Mario...Bueno el no es como una bocanada de aire frio, es mas bien como todo un vendaval y, de hecho, si termino apostando por el, arrasara con todo lo que ha sido mi vida hasta ahora... --?Y estas preparada para eso? --?En serio me lo preguntas? Sabes que no tengo ni idea. Solo se que... --?Que sabes, Mandy? --Que me hace sentir viva y hacia mucho, mucho tiempo que no me sentia asi. --?Y entonces? Bueno, entonces esta Javier, al que quiero mucho, pero a quien miro ya con otros ojos y luego estan los ninos que... --Y luego esta que tienes miedo y te estas escondiendo detras de todos los que te rodean, Mandy. Por el amor de Dios, mirate, eres una policia condecorada, te has visto en jaranas en las que los demas nos hubieramos ido por la patilla y ahora... --Pero esto es distinto, Paty. Sabes que la cuestion de los sentimientos no es mi fuerte y con Javier lo tuve siempre todo muy facil. Lo estudio para que, cuando quisiera darme cuenta ya estuvieramos saliendo, me pidio casarnos como quien no quiere la cosa... Eramos un equipo... Realmente no se lo que paso. El caso es que ya lo veo como historia... --Pues te digo yo lo que paso, Mandy. Es muy sencillo: que cuando la rutina entro por la puerta, el amor salto por la ventana. Te lo adverti, a los treinta pareciais una pareja de cincuenta, !Solo os falto un viajecito del INSERSO! Y ahora Mario ha venido a recordarte que estas viva y tu, quieres recuperar el tiempo perdido... Nos despedimos con la promesa de pasarle "el parte del dia" a la manana siguiente. Volvi a mis cosas mientras puse a Dani Martin de fondo con su "Que bonita la vida" y, a la par que canturreaba, solo pensaba en una cosa: cada minuto que pasaba quedaba menos para volver a hablar con mi misterioso Mario.

  • Mitologia Griega de Neil Matt Hamilton

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    Los mitos y leyendas griegos han inspirado a hombres y mujeres de todo el mundo durante cientos de anos. Las historias de Apolo, Perseo, Aquiles y otros han mantenido la imaginacion de viejos y jovenes por igual, incluso en el presente. De hecho, los personajes del mito y la leyenda griegos han llegado a la cultura dominante en forma de personajes populares de television y cine. La mitologia griega fue tan influyente que incluso formo la base del mito romano. En la mitologia griega: mitos y leyendas fascinantes de dioses, heroes y monstruos griegos, estaras expuesto a las emocionantes historias de dioses y heroes que formaron el canon de la religion griega antigua.

  • Contra La Pared de Ruth M. Lerga

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    Era una vista a puerta cerrada, solo la jueza, un par de abogados y el responsable de Jefatura de la operacion a tratar se hallaban en la Sala del Juzgado de Instruccion de lo Penal numero Dos. Tras la exposicion y la presentacion de las pruebas la magistrada hizo muchas preguntas, despues pidio aclaraciones e inquirio documentacion. Y siguieron mas preguntas. El inspector Llagaria, de la Udyco, no era tonto y sabia que se iban a cepillar su orden de registro --una cagada del nuevo se habia cargado la prueba--, asi que trataba de mantener el aspecto sereno, a pesar de que por dentro estuviera hirviendo de rabia, mientras anticipaba en su cabeza lo que iba a escuchar; aunque no imagino tanta educacion, le concedio el punto a la magistrada: el unico punto que pensaba darle dado que iba a joderle a base de bien. --Me temo, letrado, que voy a tener que resolver la desestimacion de la solicitud de... --telita con el nombrecito, se dijo Laura, como cada vez que le caia en la mesa una de sus peticiones-- del Grupo IV de Estupefacientes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Brigada de la Policia Judicial de Valencia. Previendo ella cuanto iba a importunar su fallo, toco la campanilla para cerrar el juicio y comenzo a quitarse la toga a toda prisa, deseosa como nunca de largarse de la estancia. A veces, vigilar el estricto cumplimiento la ley era una mierda, y si ademas a quien cabreabas era a Martin Llagaria, entonces era una putada. Pensaba esconderse en el bano --si, huiria cual rata por tirante-- hasta estar segura de que se habia marchado del juzgado. Una lastima; solia buscar algun motivo de indole legal para tener una charla a solas con el en cuanto se presentaba la ocasion. Siempre se cenian a lo profesional, aquel hombre parecia tener menos sentido del humor que Risto Mejide, pero a ella le gustaba mirarle. A ella y, al parecer, a la mitad de las mujeres de la Ciudad de la Justicia de Valencia, porque cada vez que corria el rumor de que habia una causa de su unidad aparecian por el pasillo desde chicas del equipo de limpieza hasta companeras de magistratura, haciendose las encontradizas, muy cucas ellas. Un tio bueno era un tio bueno y eso no entendia de edad, condicion o estado civil, que a fin de cuentas a nadie le amarga un buen dulce. Sobre sus tacones de aguja de diez centimetros y medio enfilo el pasillo sintiendo como los abogados le taladraban la nuca y salio directa a los banos de caballeros, que estaban casi al lado, metiendose en el aseo de minusvalidos. Ya dentro se sento sobre la taza, cerrada, se quito los stiletto dejandolos caer con placer y estirando los dedos de los pies para relajarlos, y saco del bolso el Kindle. <>. No contaba con que su huida solo aumentaria la mala leche del policia, que la siguio dispuesto a decirle un par de cositas sobre su sentencia. Se sorprendio al verla entrar en los lavabos equivocados. Aunque pensandolo bien, tanto mejor para el: la intrusa seria ella. Abrio la puerta menos de medio minuto despues, se aseguro mirando por debajo de las puertas de que no hubiera nadie mas -- reconocio sus zapatos en el ultimo cubiculo, el mas grande, y no encontro mas pies en los otros banos--, y coloco el cono con el aviso de <> fuera de los aseos, en el pasillo, cerrando tras el. Laura oyo que alguien entraba pero le dio igual, estaba acostumbrada a que otros usaran el vater mientras ella estaba alli, en uno de los poquisimos lugares sin cobertura telefonica en todos los juzgados. Asi que los escuchaba orinar y se entretenia contando cuantos se lavaban las manos despues. Estaba molesta con toda la situacion de aquel proceso: que un error de novato la obligara a rechazar un registro de sota, caballo y rey y tener que denegarselo, para colmo, precisamente a Llagaria. De todas las veces que habian coincidido en los tribunales, aquella era la primera oportunidad que habria tenido de verlo en la calle. Se corrigio al punto: de que la mirara fuera de su trabajo. De haber aceptado, habria podido ir con su unidad hasta el domicilio del presunto delincuente y asi la habria visto por primera vez sin la horripilante bata negra, bajo la que podia esconderse un cuerpo espigado como el suyo o uno enorme como el del juez Rosales, tan ancha era la maldita toga. --?Senoria? !?Pero que mierdas...?!, interrumpio sus pensamientos aquella voz que creyo reconocer como la del inspector. <>, se mofo. --Senoria --repitio la voz de nuevo, y si, para su histeria y sus ganas si que era el--, no se esconda, se que esta en el aseo de minusvalidos, veo la suela roja de sus zapatos, ?puede salir? O como diria usted: me temo que tengo que resolver pedirle que salga --acabo con retintin. Vaya, al parecer podia ser gracioso cuando queria, el colega. --Haz lo que tengas que hacer y dejame --le respondio con voz autoritaria. Era la primera vez que la descubrian alli y se sintio algo avergonzada, pero tambien invadida, aquel era, despues de todo, su refugio. Martin sintio que le estaba vacilando: le tuteaba cuando el la habia tratado segun la formalidad establecida, le hablaba como si la enfadada fuera ella y, para colmo, le echaba del bano de hombres. Iba lista si pensaba que se marcharia. --Lo que voy a hacer es empezar a cagarme en todo. Laura torcio el gesto, divertida por su expresion, y le respondio desde la proteccion que la puerta le ofrecia. --Si lo que desea es defecar ha venido al lugar adecuado, enhorabuena. Por favor, tenga la bondad de hacer uso de mi envio cuando acabe. Y dio una patadita al bote de ambientador que tenia escondido detras del inodoro, que la habia salvado de morir por gases toxicos en mas de una ocasion. El frasco rodo por el suelo hasta el. No le hizo ninguna gracia la bromita. --Lo que quiero es hablar contigo --!a la mierda los formalismos! --, asi que sal de ahi. --Largate --insistio, rebelde. No tenia ganas de enfrentamientos estando enfadada. --No me ire hasta que no salgas --le insistio, con el tono de quien habla con una cria cabezota. Martin incluso se cruzo de brazos, como si ella pudiera verlo, y apoyo un hombro contra la pared. ?Hablaria en serio?, se pregunto Laura. ?Seria capaz de esperarla? Habia huido cual rata y la habia atrapado en su propia ratonera. Claro, como estaba como un queso, el tio... --Puedo denunciarte por acoso --probo de ahuyentarlo. --Y yo hacer saber a todo el edificio que te acosaba en el vater de tios. ?Sales? Una tenia que saber cuando habia perdido y aquello era una derrota en toda regla. --Voy --le confirmo, asegurandose de que su voz se oyera de lo mas digna. Se calzo de nuevo con calma, se aliso la falda, estiro los punos de su camisa y tiro de la manija. Nada. Repitio la maniobra un par de veces, extranada. Nada de nada. Martin escuchaba desde fuera los ruidos de la cerradura bloqueada. --Quita el pestillo --le pidio, exasperado. --El pestillo salta solo cuando abres, listillo. Oyeron los dos como le daba otra vez al manubrio, sin exito. --?Es un truco para no encararme? --Porque era lo que le faltaba para acabar de calentarse del todo. --No digas chorradas e intentalo tu. --A pesar de no estar asustada, su voz salio algo mas aguda. Aquello no le estaba haciendo ni pizca de gracia. El policia se separo de la pared y trato de abrir la puerta, pero no pudo. --Creo, senoria, que te has quedado encerrada. --!Pues haz algo, joder! Levanto las cejas al escuchar la palabrota: la magistrada era siempre muy correcta, jamas la habia escuchado jurar en arameo. --?Tienes algun problema con los espacios cerrados? --se preocupo por ella. --?Tienes tu algun problema en abrirme? --lo reto a cambio, con voz seca. Solto una carcajada sin poder evitarlo: asi que aquella mujer tenia genio e ingenio, despues de todo. Las veces que habian hablado le habia parecido muy seria, distante incluso. Le resultaba imposible mantener una conversacion personal con ella y saber algo de su vida, !y eso que su trabajo consistia en averiguar cosas sin que se notara que interrogaba! Desde el otro lado de la puerta a Laura le sorprendio el sonido: nunca le habia escuchado reir. Asi que despues de todo el inspector no era tan formalito, se animo. Lo veia siempre tan serio y correcto, con su uniforme y su semblante grave. --Pues dadas las circunstancias, creo que podriamos aprovechar para tener una pequena conversacion. Justo de lo que ella habia tratado de escaquearse, metiendose alli. --Esto es un vater, no un confesorio. Abre la puerta y no me agobies. --?Estas segura de que no tienes claustrofobia? --!Que abras la puta puerta, te digo! --perdio las formas, nerviosa. Ya no sabia si era el encierro lo que la estaba poniendo medio histerica o era que el pareciera estar divirtiendose a su costa. Y no es que fuera orgullosa, el humor era su via de escape y se mofaba de todo, de ella misma la primera, pero Martin Llagaria la ponia tensa, estaba demasiado bueno. Sus hombros anchisimos, la enorme espalda, los ojos negros, el pelo ondulado del mismo color --no lo llevaba tan corto como otros companeros suyos-- y su voz. Era grave, sexi. Fijo que podria haber trabajado en una linea caliente. La ponia muy tensa y le ponia un poco, dicho fuera de paso. Ante la exigencia, gritada de malos modos, se puso en accion. Saco del bolsillo unos ganchos y se arrodillo delante de la puerta. --Dame un minuto, llevo un juego de ganzuas, voy a ver que puedo hacer... --Que bien preparado vas, ?no? --se burlo ella, volviendo a descalzarse, sentandose otra vez--. Ni MacGyver. --?Conoces a MacGyer? --lo escucho casi interrogarla con diversion--. Te hacia mas joven, ?cuantos anos tienes? --!Vete a la mierda! Tengo un hermano mayor, eso es todo. -- Pasaba de su interrogatorio. De nuevo Laura lo escucho reir. Deberia sentirse halagada porque la viera tan joven como para no conocer la serie del agente que con un chicle y un petardo te hacia una bomba atomica; y total, tenia solo treinta y tres anos. --Confiesa tu edad o dejare de hurgar en la cerradura. Y como para hacerle saber que iba en serio, dejaron de escucharse los ruiditos del gancho removiendose. La amenaza funciono. --La dichosa edad de Cristo. --Eso explica que seas un martirio. --!Oye! --se quejo, mas seria esta vez. --Olvidalo. Nada --se rindio--, que el maldito pomo no salta. --Sigue intentandolo. --No tiene caso. Por cierto, ya podrias usar el <> alguna vez --le reprocho al tiempo que seguia probando a ver si podia hacer saltar el pestillo, poco esperanzado. --Por favor, puerta, abrete --dijo burlona, evitando pedirselo a el. --?Quien te crees que eres, Ali Baba? Deberias probar entonces con <>, ?o no te contaron bien el cuento? --!Tu si que tienes cuento! A ti esto te divierte, ?no? La idea de llamar a los bomberos y que todo el mundo se entere de que suelo encerrarme aqui. Que perra tenian las mujeres con los bomberos, de verdad. Si la gente respetara la mitad al Cuerpo Nacional de Policia otro gallo les cantaria. Pero no, todo para el equipo rojo, nada para el equipo azul. --Entiendo por tus palabras que el hecho de que hoy estes aqui no es algo excepcional, por tanto. --Abre. La. Puerta. --No. Puedo. --!Pues dale una patada y adentro, joder! --acabo por exasperarse. Martin estaba cachas, debia hacer ejercicio muy a menudo, pesas si tenia que apostar. Podia tumbar la puerta si queria, como en las peliculas. --La puerta se abre hacia afuera y la ley Corcuera --que permitia abrir una puerta sin permiso del juez si se sabia que se estaba delinquiendo detras de esta-- fue declarada inconstitucional en 1993, deberias saberlo. --Si siguiera vigente no habrias venido esta manana al juzgado a pedirme un imposible, como si yo fuera el genio de la lampara. Se maldijo por sacar el tema de su sentencia. --Hablando de eso... --?De mi genio? --se esperanzo. --Sabes que no. --?De mi fallo, entonces? --se resigno. --Me alegro de que reconozcas que ha sido un fallo garrafal, me has ahorrado medio discurso. --Dejate de gilipolleces y sigue con la ganzua... --le espeto. No queria hablar del juicio, de verdad que no queria.

  • Jerusalen, la ciudad imposible de Meir Margalit

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    Frente a la proclamacion unilateral de una Jerusalen “unica e indivisible” por parte del Estado de Israel o de “capital eterna del pueblo judio”, como reconocio Donald Trump en sus polemicas declaraciones, tres realidades incompatibles separan Jerusalen, donde lo “eterno” religioso y lo “temporal” laico se contradicen: la devota “ciudad santa” a la que aspiran los judios religiosos, la “ciudad mundana” impulsada por los judios laicos y la “medina islamica” en la que reza la poblacion arabe. Dividida por barreras etnicas, religiosas, nacionales, socioeconomicas, culturales y linguisticas, sin un minimo denominador comun entre sus partes, Jerusalen es, mas que una “ciudad”, una “no-ciudad”, y, lejos de ser un ejemplo de multiculturalidad, se ha convertido en “un laboratorio de segregacion urbana”. Este libro se centra en la incompatibilidad entre la parte israeli y palestina de la ciudad, y trata de esclarecer las condiciones en que hoy, mas de medio siglo despues, se perpetua la ocupacion de Israel en Jerusalen Oriental. Es facil reconocer su cara visible en los episodios de violencia mas cruda: en los muertos y heridos, las demoliciones de casas o los brutales controles policiales. Sin embargo, la ocupacion tambien ha ido adquiriendo un caracter oculto y subliminal, en la medida en que las formas de coercion, discriminacion y exclusion se han ido normalizando e integrando en la vida cotidiana tanto de los ocupados “los palestinos son el 40 por ciento de la poblacion jerosolimitana” como de los ocupantes, y se ha ido instalando en las formas de gobierno y de gestion urbana, a traves de procedimientos supuestamente legales y democraticos. Desde su amplia experiencia como politico, funcionario y activista israeli en Jerusalen, Meir Margalit ofrece en este ensayo un minucioso analisis de este fenomeno al que denomina “jerupacion”, tratando tambien de plantear las vias para desmantelarla.

  • Sombras en el faro de Carlos Dosel

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    El numero 1 en ventas de KINDLE AMAZON ESPANA, Carlos Dosel, con EL LEGADO DEL MAL, regresa con una nueva novela negra tenebrosa y espeluznante: SOMBRAS EN EL FARO.
    Regresa el gran autor Carlos Dosel con una historia ambientada en la Galicia costera de los anos 50, los dificiles anos de la posguerra espanola… La critica la senala como la mejor novela negra de 2019.
    Un terrible suceso ocurrido en el faro del pueblo costero de Castelourino, en La Coruna, deja consternado a todos los habitantes del lugar. El encargado del faro, Alejandro, asesina a su esposa en un crimen pasional, arrojandose a continuacion a los acantilados de A Costa da Morte.

  • Amor en Venecia (Amor 2) de Esther Llull

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    " 1 Querida Cosima: Nadie se enamora de las mujeres contradictorias y absurdas como yo. Frente a mi tengo un ventanal abierto que enmarca un fragmento de jardin iluminado por infinidad de estrellas y una farola cuya luz deslumbra demasiado e impide ver la extension de todo el campo de estrellas. Y, por primera vez, comprendo que entre nosotras se esta interponiendo un fluido nuevo y excitante que no repara en igualarnos en una pretendida camaraderia. Pero no comprendo, solo percibo ese halo inesperado que trastoca el matiz de nuestra intimidad y nos obliga a disparar hacia arriba la gota de mercurio de nuestros respectivos termometros". Era una manana ya firme y muy diafana. Aquella manana habia decidido tomar un barco que me llevaria a las islas del Dodecaneso y luego deberia volver. El barco iba a navegar, en consecuencia, por el canal de San Marco y el de la Giudecca, para mostrarnos la imagen mas teatral de Venecia, desde sus islas. El barco entraba ya por el puerto del Lido. Los islotes, la vegetacion, las torres, todo era hermoso. Mas que nada, la luz… Pero yo supe que todo tambien era una trampa. No, no es absolutamente necesario seguir enganandome. En esta ciudad siempre me desoriento y me pierdo. Hay que esperar a la luz, para que pase del mediodia a la sombra, de la silenciosa penumbra a los clamores del color, casi sin transiciones, y para que cambien tanto las fachadas, las tapias, los reflejos, que parezca que se pasa ante ella por primera vez. Canaletto es un pintor que pinta siempre lo mismo a horas distintas. Y es que hay muchas Venecias inmersas en su laberinto. Por eso, he descubierto que lo mejor es abandonarse a ella. Los palacios del Gran Canal son, en su mayor parte, medievales, fuertes y delicados: ventanales ojivales coronados por treboles o cuadrifolios, logias adornadas con flores y mas flores; la fantasia gotica con su encaje de marmol, nunca tetrico ni grotesco, siempre alado; y el Renacimiento, con sus plantas superpuestas entre columnas delicadas… El porfido y la serpentina, incrustado en sus vetas, que sobre las suntuosas puertas se abren sobre tres escalones. Fachadas rosas o de colores multiples, segun la hora, e intimos. Arabescos que semejan los dibujos que abandonan las olas sobre la arena fina. Esta arquitectura es inconfundiblemente veneciana y todo se impregna de ella. D 2 e regreso, muy tarde ya, los palacios del Canal, silenciosos, eran mas esbeltos, pero estaban descoloridos y turbados, mudos bajo la tenue luna. Una escultura parecia haber conservado algo de vida, y note como se estremecia, como me contagiaba su vida y me aprete contra mi pecho. Carpaccio pinta una Venecia verde aun y apretada; Tiziano y los suyos ya se escapan al dulzor de los zumos, al fasto retumbante. Sin embargo, Canaletto y Guardi miran desde fuera: ven lo que hay y tambien a veces surgen las tinieblas… Y Tintoretto pinta gigantes retorcidos, entre la sabiduria y la condescendencia hacia los hombres comunes. Ningun ser resiste el empujon de esta belleza. No hay prima donna que resista la competencia de este don, minucioso y tan candida y habilmente ofrecido en esta bandeja de cristal. Me he echado a la calle. Me he vuelto una compradora. Venecia entera es una exposicion en que todo esta en venta. Aqui todo esta para ser visto: sombras, luces, disenos, pinturas, mascaras de un carnaval. Para ser visto por el ojo, que compartimos con los peces, o sea, el organo mas primario… Si, todo es muy primario y, a la vez, es muy vistoso y engreido de si mismo. Descubri una Venecia distinta, de fuera para adentro. Era como alguien que penetra en el secreto de lo que ya conocia, sin haber averiguado ni adivinado su verdadera intimidad. O sea, como la "renovatio amoris" de Ovidio. Me produjo una impresion extrana. Apenas embarque en una gondola, le rogue al gondolero que se detuviera ante el lugar de la Giudecca: el que tiene a los lados y de frente el esplendor del mundo. Donde yo me senti acunada, lo mismo que una nina en una gondola. Y el gondolero me introdujo en la autentica ciudad, en la otra cara de Venecia. Me vi habitante suya de un modo diferente al que hasta entonces lo habia sido. El gondolero me paseo por lugares que no reconocia: los habia contemplado desde un punto de vista mas alto, como formando parte de ellos. Ahora navego entre pequenos puentes, adelantando gondolas o acompasandolas. Ahora no me sorprendia tanto que este pueblo, juntos todos, quisiera resucitar a La Fenice. Era su permanente simbolo: el Fenix resucitando de forma interminable. Mucho mas que el Leon alado de San Marcos, reproducido infinidad de veces por toda la ciudad. El fenix significaba la ciudad renovada renovandose siempre. Siempre la misma y nunca repetida. T 3 ropece con la ciudad del siglo XVIII, cuando fue la mas libre de Europa, su valvula de escape, el refugio de los perseguidos por razones morales o politicas, el prostibulo mayor de su epoca… Con lentitud veia alzarse, ante mi y a mis lados, todas las condescendientes tolerancias que por razones economicas o de acuerdo, recibian la indefinida variedad de lujurias, de desenfrenos y de extravagancias de la Serenisima. En estos dias convalecientes me encontre envuelta por una ciudad que era la permisiva quebrantadura de sus propias normas, la legisladora flexible de cualquier infraccion. Desde el juego, que prohibia para cerrar luego los ojos ante los jugadores que la inundaban desde cualquier sitio, hasta la compasion por las livianas monjitas que se marchitaban sin amor en sus conventos de los que, indulgente, las libraban por horas. Que dos grandes pasiones, la del azar y la de la carne, confluyeron siempre entre los canales de entonces. Esta ciudad estuvo llena de proxenetas. Las mujeres que habitaban los palacios, vendian, para jugar, su cuerpo y hasta la ropa interior. Hubo que controlar, por medio de licencias, la proliferacion de chulos… Claro esta que para sacar beneficios de sus beneficios: recoger para dar. Las grandes damas jugadoras se entregaban a los ricos de entonces, que no eran ya los aristocratas, sino incluso los lujuriosos desbocados. Venecia podia haber sido una fiesta, como lo fue para Hemingway Paris. Una fiesta desenfrenada y profesional, como la que se armaria en cualquier sitio que tuviese sus dias contados. Jacobo Casanova no fue el unico. Pero si muy representativo. En esta ciudad se hacia el amor, pero siempre primero se apostaba y luego se escuchaba musica. El comienzo del Barroco se llama Venecia. Capitulo 2 COSIMA HABLA T 1 odo favorecia los encuentros simulados, los fingidos raptos de las mujeres en las gondolas, tan favorecedoras del amor. El bullicio y la alegria, mas o menos visibles, hacian cerrar los ojos de quienes no deseaban darse cuenta de que eran todos, cuando no les tocaba a unos actuar: hoy por ti, manana por mi era la ley mayor. Esta ciudad, en apariencia inmovil, que yo veia desde la motora con mas rapidez que antes, habia sido una de las mas disolutas de la Historia. Con la agravante de que fue, y continua siendo, la que mejor supo venderse, la que se entrega, pero dejando intacto lo que le conviene que sobreviva siempre. Como una pelandusca que deja que le metan mano, o lo que sea, por donde sea, pero exige que no le toquen el sombrero. Y de la cartera mejor no hablar. Me rei en un instante conmigo misma. Si, pero eso era Venecia. "Corramos un tupido velo y disfrutemos lo que sea posible". Ayer todo parecia que el mundo era una granada y que se abria, porque todo estaba en sazon y mostraba sus granos rojos y apetecibles, besables, comestibles. No importa que lo que se sea, cuando lo seas, lo seas a toda costa, con fruicion y con desprendimiento. Si no es asi, ?que mas da un papel u otro? El de esclava o el de senor, el de maestro o el de alumna. Un papel mal interpretado sera una bagatela siempre, por muy bien que este escrito… La vida en esto es igual que un teatro. La naturaleza humana es como una grieta, sin luz, sin horizontes, sin posibilidad de comprension. Yo misma me sentia fallecer o flaquear con tantos imprevistos. Y mi deseo, que buscaba seguridad, habia encontrado lo contrario. Pero el hecho de que yo haya estado equivocada mucho tiempo, quizas porque me convenia, no me autoriza a meter a todo el mundo en la misma maleta. Habia sido, hasta ahora, sumisa y docil. " 2 Querida Cosima: El tiempo de calidad es simplemente un tiempo de atencion sostenida. En esta sociedad apresurada el tiempo de calidad que compartimos es un regalo generoso porque supone el sacrificio de tiempo para uno mismo. Es mas sencillo ofrecer contacto fisico y palabras de afirmacion a nuestros seres queridos porque no requieren tanto tiempo. El factor decisivo no es tanto la actividad que se lleva a cabo, sino el hecho de compartir algo juntos, sin presiones ni obligaciones, por puro placer. En esta sociedad las personas son cada vez mas espectadoras que participantes, la atencion personalizada casi no existe. Pero para percibir y demostrar amor, para emprender este camino compartido con los demas es fundamental encontrar el tiempo necesario para conversar y esto es clave para aprender a comunicarse de una forma intima y sosegada. Un gesto de carino --un abrazo, una palmada en la espalda, una caricia, una mirada-- ayuda a reconfortar al otro y a transmitirle nuestro afecto de forma casi instantanea. Pero algunas personas evitan el contacto fisico o lo convierten en algo puramente utilitario. Despojan asi de contacto fisico cualquier carga emotiva. Es cierto que tratamos nuestro cuerpo como una barrera, algo que nos protege de los demas en vez de ayudarnos a comunicarnos. Pero es muy importante cuando una persona esta enferma o triste que le demos un abrazo, porque es un contacto directo y calido, y no tiene otra doblez. Ahora se que es preferible disculparse cuando no se han podido evitar las palabras negativas. Aunque las palabras hirientes no se puedan borrar del todo, el nino sabe que con ese intento de disculpas sinceras se paliara en parte el efecto negativo, y sabe que se esta intentando mejorar la forma de comunicar ese amor".

  • Solidaridades misteriosas de Pascal Quignard

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    Mireille Methuen se caso en Dinard el sabado 3 de febrero de 2007. Claire fue alli el viernes. Paul no quiso acompanarla. No conservaba ningun vinculo con lo que quedaba de la familia. Hacia las once, Claire sintio apetito. Estaba siguiendo el rio Avre. Prefirio dejar atras Breux, Tillieres, Verneuil. A la salida de Verneuil, se detuvo a comer en un area arenosa y vacia. Era el bosque de L'Aigle. Atraviesa el parking en direccion a una mesita de hierro posada ante un chalet alpino. En la mesita habian colocado una maceta con forsythias amarillas. Ante la maceta de forsythias esta el menu del dia, escrito con tiza en una pizarra. Examina el menu. Un hombre de unos cincuenta anos sale timidamente del albergue. Lleva un delantal a grandes cuadros rojos y blancos. --Senor, ?puedo comer ahi, al sol? Claire senala la mesita de hierro en el exterior. --?Pero se da cuenta de que aun no es mediodia? --?Le causa un problema cocinar ahora mismo? --No. --Entonces me gustaria instalarme ahi, en ese rayo de sol, aunque aun no sea mediodia. El hombre parece algo remiso. No responde. Se comporta de forma extrana. Examina a Claire atentamente. Esta se le acerca, le toma del brazo, casi le dobla en altura. --Estoy hablando con usted, le estoy preguntando si puedo sentarme ahi, al sol. --?Ahi? --Si, ahi, donde da el sol. El posadero alza sus ojos azules hacia ella. --Senor, quisiera comer algo, aunque solo sea una ensalada, ahi, a pleno sol, a las once, en pleno mes de febrero --repite ella. Silencio. --Senor, me parece que deberia usted responderme. Entonces el posadero se adelanta, retira el letrero, la pizarra donde figura el menu del dia, y el tiesto de las forsythias. Lo lleva todo al chalet. Regresa con una esponja. Limpia lentamente la mesa. Al limpiarla, se nota que la mesa esta coja. El posadero se arrodilla. Las raices han levantado la tierra. Desliza un guijarro bajo una de las patas de la mesa. Aun con la rodilla en tierra, enarcando las cejas, alza la vista hacia Claire y dice, en tono tranquilo: --Estaba indeciso, senorita, porque hay un autillo. Senala con el dedo hacia la copa del arbol. Los dos al mismo tiempo alzan la mirada. El aire es ligero y azul. El roble parece desnudo, pese a que los rayos de sol acarician sus hojitas tiernas. --Supongo que a estas horas el autillo estara dormido --dice Claire. --?Usted cree? Claire asiente. --?De verdad lo cree? El posadero, aun con una rodilla en tierra y los brazos cruzados sobre la otra, la observa en silencio. --Estoy segura --dice Claire. Coge la silla, se sienta ante la mesita, y se echa, suavemente, a llorar. La cita en la alcaldia es a las diez y media. Claire ha tomado el desayuno lo mas temprano posible (en cuanto la patrona del hotel ha ido a buscar el pan a la panaderia), a las siete y cuarto. A las nueve, va al mercado. Deambula. Contempla una cestita de fresas perfectamente fuera de temporada. No resiste las ganas de tomar una fresa, metersela en la boca, sentir su perfume. Cierra los ojos. La paladea. Estaba saboreando una fresa bastante insipida, cuando oyo una voz que le afecto de forma indescriptible. Sintio que el interior de su cuerpo se dilataba, sin entender muy bien que le pasaba. Abrio los ojos. Se dio la vuelta. Un poco mas lejos, a la izquierda, una vendedora de verdura ecologica sostenia una animada conversacion con una senora de edad avanzada. Se acerco lentamente. Las verduras expuestas a la venta en aquel puesto no tenian un aspecto magnifico: su apariencia era penosa; el volumen, informe; la piel estaba llena de tierra. La voz procedia de una dama pequenita que estaba ante ellos. Llevaba un delantal blanco y --por encima-- un panuelo con un motivo rosa de florecillas sobre fondo negro, demasiado pequeno para la masa de su cabello. La senora vieja estaba preguntando como estaban los puerros. A Claire le gustaba su voz, que oia a diez pasos de distancia. Adoraba aquella voz. Buscaba el nombre que darle a aquel timbre tan claro, a aquella especie de oleaje de frases ritmicas que la atraian. La voz ascendia de las lechugas romanas y de las remolachas negras. La voz pidio, bruscamente, con autoridad, un manojo de rabanos. Luego la voz pidio unas acelgas, y entonces los ojos de Claire Methuen ya se llenaron de lagrimas. No llego a llorar, pero con la vista empanada vio, sin extranarse, la mano y el anillo, que surgian por encima de las grandes hojas oscuras de los ramos de espinacas, para alcanzar la bolsa deslucida, de papel reciclado, que le tendia la vendedora. Claire empujaba a la gente que hacia cola. Los que formaban la cola se pusieron a murmurar y a refunfunar. --Senora Ladon --murmuro Claire, muy bajito. Nada. La anciana no se volvio. Repitio mas fuerte: --!Senora Ladon! Vio que la espalda de la anciana se contraia y su rostro se volvia lentamente hacia ella. La anciana tenia ojos castanos y gafas doradas. Alzo la mirada hacia el rostro de Claire y parecio muy intimidada al encontrarse ante aquella joven tan grande, tan alta, el doble de alta que ella, que la llamaba por su nombre. La senora Ladon no reconocio de inmediato a Claire. Estaba observandola cuando un senor, cubierto con un sombrero suizo, exigio a Claire que se pusiera al final de la cola. --Senora Ladon --repitio Claire. Claire tomo la bolsa de la compra de manos de la vieja. La dejo en el suelo. Le tomo la mano, le acaricio los dedos, tan bellos, tan transparentes, tan articulados, tan apergaminados. Los acaricio de uno en uno, como solia hacer tiempo atras. La mirada de la anciana se habia endulzado. Tenia el cabello muy fino y blanco, un poco azul. Algunos mechones blancos flotaban sueltos alrededor de la cara. --No me lo puedo creer. ?Eres la nina de los Methuen? Entonces se apartaron en silencio de la cola y del mostrador. --?Has vuelto? --Usted tambien, senora, ha vuelto a Bretana. ?Ha vuelto a Saint-Enogat?1 --pregunto Claire. --Exactamente. La tendera estaba tan emocionada como parecian estarlo las dos mujeres --era una tendera muy comprensiva. Deposito junto a la balanza la segunda bolsa de papel reciclado de la que asomaban los puerros. Los rabanos eran tan pequenos como grosellas y eran mucho mas palidos. --Eres la hermana mayor de Marie-Helene --dijo la senora Ladon con dulzura. Claire asintio. No era capaz de decir nada. Se le cerraba la garganta. --?Y el pequenin? --Paul esta en Paris. --Tengo que acabar las compras, pero prometeme que antes de irte vendras a verme a casa sin falta.--?Cuando? --Ven a verme, a Saint-Enogat, esta tarde despues de comer. --Esta tarde no puedo, es la boda de Mireille. --?La hija de Philippe Methuen se casa? --Si, hoy se casa Mireille, pero manana aun estare aqui. --Entonces manana domingo. Despues de misa, cuando quieras. --?En la misma casa de siempre? --En la misma. Ya era de noche. Claire habia bebido demasiado vino durante el banquete de boda. En la habitacion de hotel, con el mapa de la ciudad desplegado sobre la cama, verificaba como ir en coche, a partir del hotel de Dinard, a casa de la senora Ladon, en Saint-Enogat. Luego se durmio. A las nueve, tomo el desayuno en el cuarto. Desplazo el sillon hasta la ventana. Encendio un cigarrillo. Busco en el listin telefonico del hotel abierto sobre las rodillas los nombres de su infancia. Encontro el nombre de Evelyne. Los timbrazos resonaron en el vacio. Ella no estaba en casa. No habia contestador. No encontro el nombre de Simon Quelen. Encontro el nombre de Fabienne Les Beaussais. Fabienne respondio a la primera. --Soy Claire. Claire Methuen. ?Te acuerdas de mi? --Estas loca. Es domingo. --?Te acuerdas de mi, de Claire Methuen? --Si, claro, claro que me acuerdo. --?Te he despertado? --Si. --?Estas sola? --Si. --Entonces ven a desayunar conmigo. Quedaron en el cafe del puerto, La Barque de Festivus, frente al transbordador a las islas. Fabienne dejo la bici de Correos en la acera, cerca de la mesa donde Claire estaba ya sentada con una taza de cafe. Claire se incorporo pero no llegaron a besarse. Se rozaron las mejillas con los labios. A continuacion Fabienne llevo una silla a la acera y se sento a su lado. --?A que te rompe los esquemas? Tu mejor amiga es cartera.

  • No huyas del Alpha de Lighling Tucker

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    Olivia siente que ha cambiado un cautiverio por otro. Ya no esta siendo golpeada, pero no puede salir de esas cuatro paredes que dicen ser su proteccion. El recuerdo de la muerte del amor de su vida la esta desgastando.
    Ademas, el cambio a loba esta siendo dificil y mas tratando directamente con su protector. El tiene un caracter muy especial, se cree divertido cuando lo que ella siente es que es un bufon de la corte. Pero, ?a quien puede enganar?
    Sin proponerselo, el se acaba convirtiendo en alguien indispensable en su vida y eso cambia las reglas del juego. Olivia siempre ha dicho que, una vez finalizase el ano, se marcharia con su hermana y viviria una nueva vida.
    ?Es eso posible con la presencia de Lachlan en su vida?
    Lachlan no supo lo que hacia cuando acogio a Olivia en su casa. La ha protegido durante meses y ha establecido un vinculo tan fuerte que le duele pensar el dia en el que la vea marcharse.
    Ha descubierto en ella miles de facetas que no creia que existieran. Olivia tiene picardia, fuerza y siente que debe ayudarla; que no debe dejarla caer en el pozo oscuro de la pena.
    No obstante, se ha marcado una meta: no tocarla durante el ano que ha prometido cuidarla.
    ?Podra resistirse? ?Luchar contra si mismo? ?Entre honor y placer?
    Amor, pasion y accion en un libro plagado de seres que te robaran el aliento. Sin olvidarnos de la presencia de los Devoradores.
    ?Te atreves a entrar en su mundo?

  • El corazon del monstruo de Evelyn Romero

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    Anos atras... Ingrese a mi casa de nuevo, limpie mis lagrimas para que mis padres no me vieran. --?Donde estabas?--escuche la voz de mi padre detras de mi, tuve que detenerme. --Estaba jugando papa--respondi dandome la vuelta, pero sin verlo a los ojos. El como adivinando que me habia pasado, me tomo de la barbilla, hizo que lo viera. --?Otra vez estabas llorando? Te he dicho que un hombre no llora, mucho menos si es por una tonteria--me regano fuertemente cambiando su expresion que me indicaba que estaba enojado. El era un hombre cruel y frio. Me daba miedo cada vez que me hablaba, mas cuando me castigaba sin tener algun motivo. --Es que, los otros ninos no quisieron jugar conmigo otra vez--le explique quizas para que me comprendiera, aunque sabia que no lo haria. --Debes acostumbrarte a esos rechazos y aceptar lo que eres: un monstruo--me recordo--. Sino fueras mi hijo ni siquiera yo me acercaria a una cosa como tu--dijo cruelmente--. Ahora vete a tu habitacion y no salgas de la casa de nuevo, tu lugar es estar encerrado--pronuncio esto ultimo con un tono malvado. No dije nada, solo me di vuelta y me aleje de el con un dolor en mi pecho. Llegue a mi habitacion y cerre la puerta, voltee hacia el espejo que estaba en una esquina me acerque a el para contemplarme una vez mas, mi cuerpo era como un nino normal de ocho anos, pero mi cara no era como de los otros, la mia estaba deforme de la parte derecha: habia nacido con una malformacion congenita, que provocaba que mi ojo se hundiera, y que la piel de mi mejilla pareciera que tuviera cicatrices gruesas y pronunciadas. Mi aspecto era asqueroso y es por esa razon que ningun nino queria jugar conmigo. Mi mama me saco de la escuela y desde entonces he tenido educacion en casa. Viviamos en la cuidad donde las personas caminaban de prisa como si no tuvieran tiempo para vivir. Mi padre estaba involucrado en los negocios de inversiones comerciales. Tome una manta y tape el espejo para no verme mas. Por el rechazo de los demas me he creido todas las horribles cosas que me han gritado, en ocasiones deseaba no vivir, pero pensaba en mi madre que ha sido el unico ser humano que me ha amado por lo que soy, ella se sintiera muy mal si tomara ese tipo de decision ?Como un nino de mi edad puede pensar en quitarse la vida te preguntaras? Pues deben estar en mis zapatos para comprenderme. Mi madre era todo lo contrario a mi padre: era dulce, comprensiva y siempre trataba de animarme cuando me sentia mal. En ese momento necesitaba de sus palabras y de su compania. Sali de mi habitacion, pero antes verifique que mi padre no se encontrara cerca, al parecer habia salido porque su auto no estaba. Eso me permitio caminar libremente por el pasillo hasta llegar a su habitacion. Toque la puerta suavemente. --?Pasa carino se que eres tu?--dijo mi madre dulcemente. Ingrese y cerre la puerta detras de mi. Me acerque a ella quien se encontraba recostada en la cama(apoyada en la cabecera de la misma) me sente en su cama y la mire a los ojos, los cuales estaban mas cansados y tristes que el dia anterior, su aspecto fisico cada dia iba empeorando al igual que su salud, tenia un panuelo en la cabeza de colores llamativos que tapaba su ya existente cabello: ella tenia cancer terminal y en cualquier momento iba a dejar este mundo. --Mi pequeno ?Estas bien?--me pregunto acariciando mi mejilla, ella era la unica que no le daba asco tocarme, le conte lo que me habia pasado y lo que mi padre me habia dicho. --No te pongas triste, carino. No importa lo que te digan siempre recuerda que tu vales mucho, y que eres hermoso por dentro y por fuera--me dijo para consolarme. Sonrei antes sus palabras. Ella era madre y su deber era ese precisamente, me veia con ojos de amor, tenia miedo de perderla y de quedarme solo con mi padre--. Quiero darte algo muy especial--pronuncio tomando una pequena caja de terciopelo negro que estaba sobre su mesa de noche--. Esto ha permanecido en mi familia durante generaciones, quiero que tu mi unico hijo lo conserves -- agrego dandome la caja, la tome y la abri: se trataba de un anillo con un hermoso diamante en el centro. --?Que es esto mama?--le pregunte para saber para que me serviria un anillo. --Es un anillo de compromiso, quiero que se lo des a la mujer que llegue amarte por lo que eres sin importar nada mas--me explico--. Se que eres muy joven para comprender esto, pero quise hacerlo ahora que todavia estoy a tu lado--me dijo recordandome su pronta partida. Sus palabras me entristecieron aun mas. No solo por perderla, sino tambien porque no creia que algun dia alguien mas podria amarme. --No quiero que te mueras mama--le dije sin poder evitar llorar. Ella al verme asi me abrazo y me acerco a su pecho donde pude escuchar su corazon. --Nunca me ire de tu lado siempre estare contigo. Sere como tu angel guardian y aunque no me puedas ver sabras de alguna u otra manera que estoy junto a ti--me dijo dulcemente. No dije nada, solo me quede ahi entre sus brazos, memorizando ese momento. Unos dias despues, mi madre murio. Eso me destruyo. Ahora me encontraba en su entierro, este seria el ultimo dia que podia verla y despedirme de ella, deje sus flores favoritas: las margaritas, sobre su tumba y me quede ahi de pie observando el lugar donde ahora descansaria. Minutos despues subi al auto con mi padre de regreso a la casa, el aparentaba estar tranquilo y sereno como siempre. No estaba seguro si algun dia amo a mi madre, siempre ha sido un hombre poco expresivo. --Tu maestro me ha dicho que eres muy bueno para las matematicas--dijo mi padre en un tono que me indicaba que algo traia en manos--. Ahora que tu madre no esta, podre desarrollar los planes que tengo y tu me ayudaras administrar mis nuevos negocios--dijo--. Si eres un monstruo por fuera, te convertiras en uno por dentro--anadio con una sonrisa de maldad. Sus palabras me dieron miedo, no sabia que clases de negocios se trataban o que planes tenia para mi, pero no quise saberlo en ese momento. No cuando habia perdido a mi madre, ahora si en ella a mi lado estaba a la merced del verdadero monstruo. Capitulo 2 Narra Vanessa. Escuchaba atenta las palabras de mi madre. No podia creer que me hubiese comprometido con Daniel Betson: un tipo sin escrupulos, mujeriego y cruel. Tenia mucho dinero y ademas era el hermano del presidente de la republica y por esas razones era un “gran partido” segun ella, quien se divertia con controlar mi vida a su antojo, pero esto ya no lo soportaba mas, y menos ahora por lo que acababa de decirme. ?Quien era mi madre? La alcaldesa de la cuidad, y una mujer corrupta como todos en este maldito pais. --Como mi unica hija mujer debes velar por el futuro de nuestra familia asi como lo ha hecho tu hermano--menciono recordandomelo, ambos eran ambiciosos, mi hermano se habia casado con una mujer de alto prestigio politico--.Mi cargo terminara en dos anos, mientras tanto tu matrimonio con Daniel nos abriria muchas puertas economicamente y politicamente hablando-- agrego tomando de su cafe. --!?No has pensado en mis sentimientos??Por que siempre me ves como una maldita venta ?! --le grite ya harta de sus injusticias y de su maltrato. --Dejate de dramas, todos en esta familia hemos hecho cosas que no nos orgullecen, pero que nos han servido para tener dinero y poder--contesto serenamente, como si nada--. Aunque tu no quieras te casaras con Daniel y punto--sentencio mirandome seriamente. --!No me voy a casar con el, primero muerta que ser la tercera esposa de ese hombre!--le volvi a gritar recordandole su otros matrimonio fallidos con otras mujeres de dudosa reputacion. En ese momento, con mi respuesta la expresion de mi madre cambio: se miraba furiosa, se puso de pie y me tomo fuertemente del cabello.

  • El silencio de los libros de Fausto Luciano Panicacci

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    En una epoca en que los libros estan prohibidos, el misterioso Santiago Pena acaba de llegar a Portugal, donde conocera a Alice, una nina despreciada por sus padres. El encuentro de un antiguo cuaderno traera preguntas intrigantes. ?Que relacion habria entre un joven acusado de crimen que alega no haber cometido, suntuosos proyectos arquitectonicos y el descubrimiento de una biblioteca abandonada? ?Por que alguien usaria el lema “festina lente” (“Apresurate despacio”)? ?Y por que el extranjero Santiago parece despertar en los peligrosos anhelos de la familia de Alice? Suspenso y aventura se mezclan con profundas reflexiones sobre las paradojas de la condicion humana en esta encantadora historia de amistad, locura, amor y perdida de la inocencia. A medida que se alterna entre la perspectiva de un hombre reservado y la de una nina curiosa, la narracion sorprende por la multiplicidad de significados. Dialogando con los clasicos de la Literatura universal, El silencio de los libros indaga cual seria el destino de una sociedad que, fascinada por los avances tecnologicos, abole los libros. Y lanza un desafio para aquellos que insisten en proclamar oscuramente la muerte de uno de los mas grandes simbolos de la civilizacion.

  • La venganza de las palabras bonitas de Victor Mengual

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    A veces los corazones
    se incendian
    y las palabras no encuentran
    una salida de emergencia.

  • El caso Telak (Un caso del fiscal Szacki 1) de Zygmunt Miloszewski

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    <> (Paris Match). Una novela adictiva, ganadora del Premio Nagroda Wielkiego Kalibru (Mejor Novela Negra del Ano).

  • Somos Tentacion (Suenos y Pecados 3) de C. H. Dugmor

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    Ella renuncio a su realidad para ir tras sus suenos. El fue victima de una pasion clandestina que lo arrastro al borde de la locura. Cuando creian que todo era felicidad, aun les quedaba una prueba por enfrentar. Fantasmas del pasado regresaran para enturbiarlo todo y hacerlos caer en la tentacion.
    Mas romance… Mas pasion… Mas suenos… Mas pecados… y muchas tentaciones que los pondran a prueba. ?Caeran en la tentacion?

  • SIETE ROSAS Y UN CLAVEL, R. Ogalla de R. Ogalla

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  • La peor pesadilla de Mark Edwards

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    Le cayo como una bomba nuclear: unos segundos de inocente calma, quiza un leve silbido al precipitarse sobre el y, despues, la nada cuando, al abrir la puerta de casa, vio que todo estaba demasiado tranquilo y supo de inmediato que algo iba mal, pero no hasta que punto, no pudo siquiera sospechar lo absoluto e irrevocable de ese mal. Habia sido un dia especialmente largo. El inspector Patrick Lennon habia estado encerrado siete horas en una sala de interrogatorios sin ventanas con un drogadicto poco dispuesto a colaborar llamado Dean Kervin, que tenia la cara como una patata hervida hacia varios dias. Pese a que varios testigos y dos camaras de seguridad lo habian visto reventar el escaparate del outlet de prendas deportivas y matar a palos al guardia de seguridad, el se empenaba en negarlo. No paraba de repetir: <>. Patrick llevaba todo el dia ansiando un poco de aire fresco y un cafe sin recalentar, pero lo que de verdad lo mantenia en pie era la idea de volver a su casa, calentita y perfumada, y abrazar a su tierna pequena de cinco meses, Bonnie. Una copa de vino en una mano, Bonnie acurrucada en la curva de su otro brazo y, en cuanto Bonnie se quedara dormida, comida china a domicilio mientras veia una pelicula con Gill. Casi le hacia reir el que un cuadro asi lo reconfortara tanto. Su yo adolescente se habria burlado despiadadamente de el. ?Vino y bebes? ?Chino y peli? Patetico. No. Patetico, no. La felicidad, la seguridad, la pureza de la familia eran la esencia de la vida. El unico inconveniente, en el frente domestico, era que Gill llevaba algun tiempo bastante deprimida. Todos sabian lo duro que era quedarse en casa el dia entero con la chiquitina, sobre todo para una atareada profesional con un cargo de responsabilidad. Gill era abogada y nada la hacia mas feliz que destrozar, destripar con palabras a desgraciados como aquel Dean, el tipo de la cara de patata. Lo hacia con tanto aplomo... Patrick confiaba en que pronto recuperase esa chispa. Aunque fuera de los tribunales era una mujer sociable y cordial por naturaleza, toda aquella camarilla de la NCT, esa oenege de apoyo a las madres primerizas, con sus cuadrillas de madres amamantadoras que invadian las cafeterias y asistian a clases de musica infantil, no acababa de llenarla. Lo habia intentado, pero siempre habia vuelto a casa amenazando con ponerse a gritar en cuanto volviera a oir hablar de panales y caquitas. La idea hizo sonreir a Patrick mientras estacionaba, marcha atras, el Prius bronce (otra de esas cosas que su yo adolescente le habria censurado) en la pequena entrada de la casita adosada que ocupaban en West Molesey. Cuando queria impresionar a alguien, les decia que vivia <>, aunque, en realidad, West Molesey estaba a dos kilometros y medio y era la hermana pobre de la grandiosa East Molesey, que disponia, en cambio, de una zona declarada patrimonio historico-artistico y multitud de fincas de dos millones de libras. Nunca se habia alegrado tanto de volver a casa. Hasta habia parado en el super para comprar una botella de vino y un ramo de gerberas, las favoritas de Gill. Mas tarde se pregunto si lo habia sabido desde el mismo instante en que habia hecho girar la llave en la cerradura o si solo habia imaginado que lo sabia. Lo que si percibio de inmediato fue el silencio. No creia que hubieran salido porque el cochecito estaba en el pasillo y todas las luces encendidas. ?Habrian ido un momento a casa de algun vecino? Improbable. Los vecinos mas proximos habian resultado bastante desagradables y Gill no habia hecho amistades en las inmediaciones. Normalmente se oia Radio 2 a todo volumen y en la tele se veia, sin sonido, la programacion infantil de la BBC. Ni el ruido de la secadora dando vueltas, ni el de la tetera hirviendo el agua, ni el repiquetear habitual de Gill por la cocina mientras preparaba la cena para ellos dos... No se oia nada de eso. --?Hola? --grito Patrick al tiempo que entraba y cerraba la puerta--. ?Gill? Nada. Fruncio el ceno. Se quito la chaqueta de cuero, colgo las llaves del automovil en el cuelgallaves dispuesto junto a la puerta y dejo las flores y el vino en el suelo de la entrada. Debian de haber salido, se dijo, luego titubeo; tuvo el presentimiento de que no era asi. Se le erizo el vello de todo el cuerpo, pese a que, en aquellos momentos, no tenia motivo para temer nada. --Gill, ?donde estas? --insistio nervioso antes de enfilar el pasillo que conducia a la cocina, al fondo de la casa. Cuando pasaba junto a la escalera, un movimiento lo sobresalto. Su mujer estaba sentada en el tercer escalon, con una cara que el no le habia visto a nadie en toda su vida. Su rostro, por lo general sonrosado, estaba ceroso y demacrado, y sus ojos, inmoviles, eran dos mares de espanto. Aferrada al juguete favorito de Bonnie, una Peppa Pig de punto, se mecia en silencio adelante y atras. Patrick hizo un aspaviento y la agarro por los hombros, medio abrazandola medio zarandeandola. --!Gill, carino!, ?que ocurre? --pregunto, hincandose de rodillas en las escaleras, abrazandola fuerte y meciendose con ella--. ?Que ha pasado? ?Ha muerto alguien? Aquel fue su primer pensamiento, porque, de haberle pasado algo a Bonnie, Gill no estaria sentada en las escaleras, sino junto a su cuna. Ella no respondio. Lo ignoro, como si no hubiera detectado su presencia. --Hablame, carino, ?que ha pasado? !Gill, por favor! La encontro menuda, la mitad de su tamano normal, como encogida por la conmocion y por aquel terrible dolor no manifiesto. --?Donde esta Bonnie? Gill dejo de mecerse. Dejo de respirar y apreto los labios, aquellos labios sensuales de los que Patrick se habia enamorado antes incluso de conocerla bien. Cerro los ojos y clavo los dedos en el rosado cuerpecito blando de Peppa Pig. Luego empezo a gemir. El gemido se torno ganido, despues bramido y, por ultimo, cuando volvio a abrir la boca, se transformo en un aullido de dolor casi animal que retumbo en las paredes y privo la casa de cualquier resquicio de paz para siempre. Patrick se levanto como un resorte mientras escapaba de su boca un sollozo. --Ay, Dios mio, Gill, ?donde esta la nina? ?Que ha pasado? ?DONDE ESTA? Aparto a su mujer y, aunque lo hizo solo con un empujoncito, Gill volco y rodo por los dos peldanos restantes hasta el suelo, donde quedo inmovil, sin dejar de proferir aquel aullido sobrenatural. El subio la estrecha escalera como un maratonista en su tramo final y, con la respiracion atrapada en el pecho, rodeo bruscamente la barandilla y entro en el diminuto dormitorio de Bonnie. Al principio, penso que habia una muneca tendida en su camita, una extrana muneca hinchada, de color purpura. Se adentro en la estancia y comprendio que la muneca era Bonnie. Sus extremidades estaban retorcidas de forma poco natural y tenia marcas visibles alrededor del cuello. Marcas de dedos. Tras proferir un aullido aun mayor que el de su mujer, solto la barra protectora de la cuna e inclinandose sobre su hija sin vida trato de insuflar aire en sus pulmoncitos inertes. Con dos dedos delicados y temblorosos le masajeo el esternon, rezando para hacerlo bien, procurando recordar correctamente los pasos del curso de reanimacion cardiopulmonar infantil al que Gill habia insistido en que asistieran ambos durante su embarazo. <> Bonnie seguia amoratada. Aun estaba caliente. Eso era bueno. <> Las lagrimas de Patrick cayeron en los parpados cerrados de la criatura. <>

  • Vidas baratas de Alberto Olmos

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    Hace tres anos afirme en un articulo que echaba de menos en las librerias un ensayo sobre lo cutre; ensayo que, recalque entonces, yo no tenia ninguna intencion de escribir. Resulta que es este que tienes en las manos. ?Que ha pasado para que finalmente me haya tocado escribirlo? Primero, que nadie me tomo la palabra, y lo cutre siguio sin decirse, huerfano de desarrollo en paginas suficientes como para hacer bulto en las bibliotecas del saber. Se han publicado muchos ensayos sobre el feminismo, las pandemias y diversos hitos historicos, pero nadie le ha dedicado el tiempo que merece a algo mucho mas importante: el cutrerio. En Espana, el cutrerio es tan importante como la gastronomia o Bunuel. Lo segundo que ha sucedido es que lo cutre se encuentra cada vez mas presente en nuestras vidas, esta casi de moda y sus adeptos no paran de crecer, muy orgullosos, ademas. Lo cutre asoma en las peliculas, en las canciones y en los anuncios; se hace politica cutre y gusta, se hace comida cutre y tambien gusta. La tele cutre es la unica que se ve. Hay cada vez mas gente que encuentra en lo cutre una tabla de salvacion para no ser simplemente pobre, o simplemente rico. Ser cutre esta por encima del capitalismo y sus extremos. Es una opcion de vida y, como tal, parece una buena idea. Toda mi vida he sido testigo de lo cutre, lo he visto y lo he experimentado, me ha enternecido. Pero tuve que hacer un pequeno viaje para tomar conciencia de mi destino, que no era otro que acabar abordando sin complejos el asunto. La ciudad a la que viaje para caerme del caballo fue Barcelona, que sera muchas cosas, pero no precisamente cutre. Alli vivia un amigo de siempre. Era un companero de colegio, pues ambos crecimos en el mismo pueblo de Segovia, un pueblo que nos alimento y nos lo enseno todo, especialmente -- pensandolo despues-- a ser cutres. No lo nombro porque las pequenas localidades espanolas tienen mas orgullo que el imperio de Japon, y a nada se cabrean y le ponen precio a tu cabeza y a la de tus hijos. !Con el carino que pongo yo en este libro a todo lo cutre! La visita era rutinaria, y no sabia yo que supondria para mi el primer aviso de que ser cutre no era tan sencillo como ser pobre o mezquino, segun reza el diccionario. Mi amigo habia vivido algun tiempo en Madrid, haciendo encuestas por la calle, y paso tambien sus anos en Inglaterra, fregando platos en hoteles. Como veis, su curriculum cutre era realmente prometedor. Sin embargo, ahora estaba en Barcelona con un buen trabajo, en una empresa multinacional, e iba a la oficina cada dia con traje y corbata, tenia reuniones con grandes firmas de lacteos o telefonia y la palabra <> tintineaba en su cabeza como el dinero. Habia encontrado su lugar mejor en el mundo, sin duda. Sin embargo, vivia en El Clot, en un primero con una unica ventana a la calle, justo encima de la terraza de un bar donde una decena larga de sillas y mesas metalicas orquestaban cada dia un sinfin de sinfonias atonas y reiterativas, al compas de las demandas del pueblo sediento, llano. El piso ni siquiera era para el solo, pues lo compartia con un aleman, un tipo curioso en la medida en la que nunca estaba en la casa, le reclamaban negocios en Africa, pasaba semanas sin pisar suelo europeo, no digamos las baldosas de su propio cuarto. De modo que fue alli, en esa habitacion que pagaba un aleman, donde me aloje un par de noches. La casa la recuerdo oscura, desordenada, llena de cosas torcidas y a punto de caerse, y de botes a la mitad, siempre de marcas baratas, y varias televisiones panzonas apagadas. Veo aun las mantas y toallas sobre el sofa, serpenteantes desde el respaldo a los reposabrazos. Veo incluso libros de poco fuste literario, best sellers como de gente que paso por alli, se quito peso de encima y genero por sedimentacion una pequena biblioteca aleatoria. Veo todavia los DVD, cuando ya era decimononico ver peliculas en DVD, todos de peliculas espanolas que ni siquiera ganaron el Goya un ano cualquiera del que nadie recordaba quien habia ganado el Goya. A lo mejor no habia lamparas, o eran las que dejaron colgadas los padres del dueno de la casa desde que compraron la vivienda en 1978, muy retorcidas y goticas, con bombillas de vela, faltando dos de las cinco, fundida otra. Seguramente un casquillo raquitico iluminaba alguna de las habitaciones, la mia, la del aleman. Todo daba un poco igual en aquel piso mientras las paredes no cedieran, el techo no claudicara, el suelo siguiera funcionando. Pase, como digo, dos dias y medio en aquella casa, poniendome al dia de la vida de mi amigo, dandole noticia de mis trajines, hablando de Barcelona y, en fin, de lo que sea que estuviera de actualidad. Debio de ser a principios del presente siglo. En algun momento, debi comentarle algo sobre un objeto que estaba alli presente, en el salon de su casa, o sobre el dinero que ganaba o las vacaciones que podria o no permitirse. Mi amigo odiaba viajar, le parecia un gasto demencial. De este modo, criticando yo algo que, en realidad, me era muy propio --el ahorro, la desidia consumista, la indiferencia por el prestigio de los bienes materiales-- le llame cutre o considere cutre algo --la lampara, la tele, unas zapatillas; o todo en general--. Entonces el pronuncio la frase que me puso en camino, las palabras que convertian la miseria en filosofia y la precariedad en conocimiento: --Me gusta lo cutre. Eso dijo. Me gusta lo cutre. Un club exclusivo parecio descorrer entonces sus cortinas ajadas y polvorientas ante mis ojos: el Club de los Cutres. Bienvenido. Hay bastante diferencia entre ser cutre y que te guste lo cutre. Es la diferencia entre la fatalidad y un proyecto de vida. Como dar un paso adelante hacia un abismo de plastico. Que haya gente cuyo proyecto de vida sea la cutrez resulta muy impresionante. Pudimos verlo en la segunda temporada de Lost, en el capitulo titulado <>. Hugo Hurley Reyes era ese personaje, interpretado por Jorge Garcia, que representaba al americano fondon y desaseado que se deja llevar por la corriente oceanica de la cultura popular. Buena gente, en suma. Vivia con su madre en Los Angeles y se pasaba el dia viendo television y dando cuenta de bolsas de patatas fritas. En este capitulo, suena que le toca la loteria, y del sofoco se cae al suelo. Su madre acude atraida por el golpetazo. Le pregunta que le ha pasado y empieza a abroncarle por llevar ese tipo de vida, perezosa y miserable. <>, le dice. Y Hugo contesta: <>. De nuevo, la profesion de fe, la voluntariedad de lo cutre. Sin embargo, pongamonos estupendos e irrebatibles y afirmemos que lo cutre encuentra en Espana un grado de pureza mayor que en otros paises, respaldado tal vez por siglos de picaresca e hidalguia, de honra y de esperpento, respaldado incluso por los quinquis y, despues, las chonis y los poligoneros. Lo cutre puede verse como una tradicion en Espana, bien que desconocida y mal nombrada, y que con la Transicion y el progreso recibio su barniz ultimo, esa extrana condicion de paraiso perdido, de vuelta a la infancia y al abrazo de tu abuela. Para escribir este libro he tenido que seguir estas intuiciones, y un punado de ideas desmadejadas que creia mucho mas completas de lo que eran, pues documentarse sobre lo cutre ha significado descubrir su ubicuidad, sus diversas facetas, algunas en efecto ridiculas y mezquinas y otras luminosas, la extension increible de esta filosofia o estetica, de este ver la vida como una cosa buena y barata. Ya dijo Josep Pla que cuando queria aprender sobre algo escribia un libro. Lo cutre bien puede ser tambien eso: hacer las cosas para saber por que quieres hacerlas, divulgar un saber que en realidad no deseas tanto ofrecer a los otros como a ti mismo, preparar las clases el dia antes. De hecho, yo siempre he pensado que un prologo en un libro es una cosa cutre. Es por eso que este libro debia llevar uno. A. O. Primera parte Filologia cutre Capitulo 1 Filologia cutre Algo fascinante en relacion con lo cutre es que todo aquello que rodea este concepto se inclina por reforzar su significado, no esta, no se sabe, se tambalea, cojea, fue un error o nadie se ha preocupado demasiado por ello. Si una cosa es cutre, sera cutre hasta las raices y en todas direcciones. Yo mismo estoy escribiendo estas paginas en la cocina de mi casa, sobre un carrito metalico con dos bandejas oxidadas llenas de pinzas, filtros de cigarrillos, cajas vacias de secadores de pelo y esterillas. Tengo a un lado la lavadora y al otro el cubo de la fregona. Un gotele de grano grueso es mi horizonte. Los conductos de gas natural, mi inspiracion. Si escribiera sobre el teatro isabelino, me hubiera ido a un hotel del centro. Por eso no escribo sobre teatro isabelino. Por identicas inercias, al consultar el Diccionario de la Real Academia Espanola de la Lengua no podia suceder que la voz <> nos la encontraramos perfectamente aseada y admitida, con su etimologia indudable y su origen cierto. 1. adj. coloq. Tacano, miserable. U. t. c. s. 2. adj. coloq. Pobre, descuidado, sucio o de mala calidad. Un bar, una calle, una ropa cutre. Esto dice el DRAE sobre nuestro entranable bisilabo. No hay, como vemos, ni un gramo de amor, respeto o complicidad en su descripcion, que parece glosar la palabra mas detestable de nuestro idioma. <> sirve como adjetivo y como sustantivo, su uso es eminentemente coloquial y, si en lo animico hace referencia a espiritus rastreros y avarientos, en lo material designa todo aquello de lo que uno preferiria estar alejado: lo feo y lo barato. La Academia no parece haberse enterado de que hay gente a la que le gusta lo cutre, de que nos espera toda una filosofia detras de esta palabra. Pero ?de donde viene entonces este vocablo que suena tan cercano a cuchitril, catre, costra, crudo, curro, crujir o curtir, la familia monster del diccionario? Una primera pesquisa a traves de Google nos lleva a un lugar insospechado: Aragon. En concreto, a los arados de esta region. El buscador que nos sirve para honrar lo cutre con una investigacion a su altura muestra varias referencias que ven el origen de la palabra en un peculiar arado, el cuitre o cuytre. Aparece en Las palabras de moda, simpatico glosario de Antonio Hernandez Guerrero; en Nuevo diccionario chistabino-castellano, no menos peculiar tesauro firmado por Brian Mott; y tambien en Los nombres del arado en el Pirineo, del reputado filologo Manuel Alvar. Para Hernandez Guerrero, <> guarda relacion con el simil <>; Mott aclara que esta herramienta se empleaba con la tierra mas dura; y Alvar nos lleva al Foro general de Navarra, del siglo XIII, donde ya se habla del cuytre tirado por los bueyes. El viaje a los origenes nos precipita finalmente en una posible etimologia latina. Julio Caro Baroja incluye este arado en su libro Tecnologia popular espanola, donde afirma que la voz latina que se esconde tras <> es culter, <> o <>, es decir, la parte incisiva del arado, que pasa a denominar por sinecdoque toda la herramienta. Intuitivamente, mas arriba relacionabamos <> con <> o <>, pero nunca con <>. Ciertamente este utensilio, tambien arma blanca, no parece guardar mucha cercania con nuestro desalinado concepto, pues hay que hacer un gran esfuerzo para convertir un simple cuchillo de cocina en algo cutre, y no esta claro que haya siquiera formas cutres de acuchillar a alguien, para que nos vamos a enganar. Asi las cosas, el breve viaje por los arados aragoneses nos ha llevado a una via muerta. La otra pista que da Google para localizar el origen de la palabra <> parece mas convincente, por mucho que su etimologia no se de por resuelta. Se trataria, segun esta especulacion linguistica, de un galicismo. La palabra francesa croute estaria detras de todo nuestro cutrerio. Es lo que defiende la web Etimologias de Chile, un diccionario etimologico amateur fundado por el ingeniero computacional Valentin Anders. Croute o croute (pues perdio el acento circunflejo obligatorio en la reforma linguistica de 1990) denomina en frances el cubrimiento exterior de un alimento o incluso de todo un planeta, pudiendo referirse a la corteza del pan, al borde duro del queso, a la cascara de algo o tambien -- ojo-- a la costra. Es un filamento, una pelicula o una cobertura natural normalmente desechable a la hora de ingerir un producto alimentario. Su origen es el latin crusta, <>, <>, de donde proceden palabras espanolas como <> o <>. En este ultimo caso, se ha producido en nuestro idioma lo que se denomina metatesis, un cambio de lugar de un sonido dentro de una misma palabra, pasando la -r de la primera silaba en el vocablo de origen, crusta, a la segunda silaba en la palabra derivada, <>. Seria, de hecho, tambien metatesis lo que encontrariamos en el galicismo <>, cuya -r tambien ha saltado de la primera a la ultima silaba respecto al original croute. Asi, la palabra latina crusta dio lugar en frances a la palabra croute y en espanol a la palabra <> y, en el siglo XVIII, la palabra francesa croute dio lugar a su vez a la palabra espanola <>, que venturosamente tiene mucho mas que ver con <> que con cualquier tipo de arado aragones. Al principio de este capitulo especulabamos a voleo sobre otras palabras que podian guardar relacion con <>, como <> o <>, y citabamos por pura casualidad <>. No en vano, durante algunos anos estuvo de moda en Espana hablar de lo <>, motejar a alguien como <> o considerar que un ambiente era tan decadente y desastrado que habia en el <>. El diccionario de la RAE admite desde 1992 como segunda acepcion de <>, despues del evidente <>, el significado de <>. Todas estas coincidencias, un tanto purulentas, deben llevarnos a pensar que en la voz francesa croute se halla con mucha probabilidad el origen de nuestra querida palabra <>. Fue la edicion de 1870 de nuestro diccionario la que incorporo <> por primera vez, con la descripcion telegrafica: <>, pero sin acertar a senalar su origen. Esta escueta descripcion siguio inalterada hasta 1992, donde se anadio <> a miserable en la primera acepcion y se sumo una segunda que sigue vigente hoy dia, como hemos visto: <<2. Pobre, descuidado, sucio o de mala calidad>>. Asi, <> y <> resulta que cayeron en desgracia semantica en el mismo ano, y con Juegos Olimpicos y todo. Sin embargo, ya en el siglo XIX croute les daba bastante mas juego a los franceses, pues la palabra tambien servia para definir a una persona a l'esprit borne et imbecile (<>) y, en el arte pictorico, para nombrar un cuadro chapucero o ridiculo. A quien pintaba mamarrachadas o bodrios se le consideraba un croutier. Hoy en dia, croute puede referirse asimismo a un cuadro viejo resquebrajado por el paso del tiempo y que carece de valor. La metafora es eficaz, pero extraordinariamente cruel: como decir que alguien tiene las paredes de su casa llenas, no de cuadros de cetreria heredados de la abuela, sino de costras. Permitidme que os presente ahora al jesuita Angel Sanchez (1727-1803), hasta nueva orden, el primero que colo la palabra <> en un libro impreso. Vallisoletano de nacimiento, ciudad donde tomo los habitos, su larga vida de piedad y hambre estuvo dedicada a la traduccion al castellano de los textos biblicos, traduccion que solo fue permitida por la Iglesia a finales del siglo XVIII. Antes habia que saber latin para hablar con Dios. Su primera obra fue Filosofia del espiritu y del corazon, ensenada en el Libro sagrado de los Proverbios traducido en rima castellana y aclarado con notas, que explica todo el sentido literal, publicada en Madrid en 1785 en edicion bilingue, latin-castellano. Se trata de una traduccion en versos muy inspirados, no solo del libro de los Proverbios, sino tambien del Eclesiastes, Sabiduria y Eclesiastico, los llamados <>. El padre Angel era un poeta, y quiza para ocultarlo solo hizo versos con la excusa de difundir y popularizar lo sagrado. El libro aun puede conseguirse hoy dia en Amazon, en version facsimilar, por 21,47 euros; y en Carrefour, algo mas caro, por 34,62 euros. En este volumen, leemos en el capitulo XXIX, titulado Sobre el emprestar, y fiar. Y sobre las incomodidades de los que viajan y traducido del capitulo analogo del Eclesiastico, lo siguiente: De tu dinero sacrifica sumas (que no las pierdes, aunque asi presumas) a favor de tu amigo y de tu hermano, antes que, como cutre e inhumano, ponerlo entre ladrillos escondido: que entonces de verdad lo habras perdido. La levadura poetica le ha permitido a Angel Sanchez completar una impecable quintilla a partir del original latino, mucho menos extenso y florido: <>. Es decir: <>. El creativo jesuita ha puesto mucho de su cosecha en la traduccion, incluido ese <> que, en 1785, si debia ser palabra de moda, y no precisamente en los periodicos y gacetas, ni en los libros o en los salones, sino en la calle y la taberna. El uso ademas resulta admirable por su exactitud, plenamente moderna, pues nos remite al sentido de <> que el diccionario solo reconocio, como hemos visto, mas de un siglo y medio despues. Sin embargo, pocas huellas de la palabra encontraremos entre este piadoso manual de autoayuda divina de finales del siglo XVIII y algunas obras literarias menores de finales del siglo XIX. La Real Academia Espanola de la Lengua dispone de un corpus digitalizado al que se accede a traves de dos herramientas, CORDE y CREA, que suelen llevarte a sitios insospechados y pocas veces convenientes. Su interfaz parece hecha a proposito para buscar en ella <>. Trasteando en la web de la RAE aterrizamos al menos en el epistolario de uno de los principales literatos espanoles de comienzos del siglo XVIII, Leandro Fernandez de Moratin, autor, entre otras piezas dramaticas, de El si de las ninas (1806). El documento mas antiguo que nos localiza esta herramienta, que incluya la palabra <> es una carta de 1825.

  • Racer (Real 5) de Katy Evans

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    Racer Tate, el hijo de Remington Tate y Brooke Dumas, es adicto a la adrenalina que corre por sus venas cuando conduce. Es sexy y misterioso, y cuando Lanie se cruza en su camino, una cazatalentos profesional e hija del jefe de la escuderia, saltan las chispas. Pero la relacion entre ellos no es facil: porque cuando el deseo lo supera todo, los secretos y los miedos corren el riesgo de interponerse entre los dos.

  • Atentado en Manhattan de Raul Garbantes

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  • Felices para siempre (Cinder y Ella 2) de Kelly Oram

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    ?Que sucede despues de que Cenicienta consiga a su principe azul?
    El final de una historia es a menudo el comienzo de otra. La estrella de Hollywood Brian Oliver y su princesa, Ellamara Rodriguez, han encontrado por fin el amor fuera del mundo virtual. Pero, tras dejar atras el anonimato, la joven pareja se enfrenta a una nueva serie de problemas.
    El estres, los seguidores enloquecidos y la presion de la fama de Brian haran mella en la relacion, y los dos jovenes dudaran si son capaces de disfrutar de su flamante historia de amor. ?Podran Brian y Ella hacer frente a los obstaculos que encuentren en su camino y vivir el “felices para siempre” con el que suenan?

  • Los Tatuajes No Se Borran Con Laser, Carlos Montero de Carlos Montero

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  • En el vagon de Jesica Sabrina Canto

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    El subte es un lugar de paso, donde se cruzan miles de historias. Estos noventa y nueve microrrelatos son tan solo un ejemplo de ellas.

  • La formula de un beso de Dina Reed

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    A pesar de que David Sinclair se ha hecho millonario con una web de citas en la que miles y miles de personas han encontrado pareja, el a sus 32 anos sigue siendo un soltero de oro.
    Es demasiado exigente y, como buen matematico, sabe que las posibilidades de encontrar a su pareja ideal son tan remotas como toparse con un karaoke en una galaxia lejana.
    O eso cree hasta que aparece en su vida Amanda Klein, su nueva secretaria y todo su mundo se vuelve del reves.
    Amanda no es su tipo, Amanda no entraba en sus planes, Amanda esta como una cabra, Amanda le desquicia como nadie, pero tiene un no se que que le esta volviendo loco.
    Y lo que es peor, no encuentra un punetero patron matematico que explique lo que le esta pasando con ella.
    Amanda es una chica independiente, caotica, fuerte y romantica, que esta convencida de que el amor no tiene nada que ver con los patrones, las formulas y los algoritmos que tanto le gustan al estirado de su jefe.
    Para ella el amor es pura magia y misterio, miradas que lo dicen todo, y besos perfectos que cambian vidas enteras.
    Hasta que un dia le da por probar la web de citas y se lleva una sorpresa monumental, pues el candidato perfecto segun el maldito algoritmo no es otro que el insoportable de su jefe.
    ?Pero y si funciona? ?Y si verdaderamente existe una formula que nos lleve hasta el beso perfecto?

  • Desencuentros de Lorena Fuentes

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    Cuando te rompen el corazon, solo quedan las cenizas y los recuerdos que guardas en un cajon para siempre.
    Miranda Evans decide dejar atras toda su vida en Seattle, despues de que Daniel Wimmer hiciera anicos su corazon. Viaja para unirse a Medicos sin Fronteras a Kenia, un lugar que se convertira en su segundo hogar, donde vivira experiencias unicas y en el que conocera a Aiden, el principe azul que siempre que siempre sono, con todo aquello que no le brindo su gran amor.
    Tras vivir bajo la sombra de un legado, debera regresar a La Ciudad Esmeralda para intentar cumplir su sueno: ser la mejor cirujana pediatrica. Sin embargo, el destino pone de nuevo en su camino a Daniel, y eso unido a una serie de circunstancias supondra que su vida se convierta en un huracan.
    Mientras su vida se tambalea, Miranda tendra que decidir entre el pasado y el presente para poder abordar su futuro. Sus decisiones marcaran el rumbo definitivo de su vida.

  • La Alfa es mia de Iris Montes Meseguer

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    CUANDO LA PASION LLEGA…NADIE PUEDE ESCAPAR DE ELLA
    (De la autora de Indomable pero mia con mas de 1 millon de lecturas en Wattpad):

  • Esclavos de un motivo de Consolacion Gonzalez Rico

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    Muchas veces he intentado enfrentarme al papel y plasmar por escrito la historia de mi vida. Hace anos me empujaba el deseo de volver a vivir mis recuerdos, pero estaban tan recientes que evocarlos tan solo dolia tanto como desprender un vendaje de una herida infectada, y las primeras cuartillas acababan en el cesto de los papeles debido a un mero problema de supervivencia. Hoy, aunque todavia quedan cicatrices que duelen cuando se desatan las tormentas del alma, quiero intentarlo de nuevo, sin demasiada conviccion de que esta vez pueda llevar a termino mi proposito. Todo sucedio como estaba escrito, diria si creyera en la fuerza que para muchos explica el ir y venir de la existencia humana. Todo sucedio siguiendo un inexorable principio de causalidad, quiero mas bien admitir de acuerdo con las teorias deterministas que discutia en aquellas clases del Curso Preuniversitario en el Ramiro de Maeztu, tan diferentes a las que el Colegio de las Teresianas me tenia acostumbrada. Aun recuerdo la voz clara y rotunda de mi profesor de Filosofia. El largo tiempo transcurrido no ha borrado de mi mente el brillo de sus ojos redondos y penetrantes, que concedian a su rostro, junto con su nariz aguilena, el aspecto de un aguila majestuosa. Y con la misma pericia y elegancia que si de un aguila se tratara, nos hacia volar por los cielos del pensamiento en busca de respuestas a la trascendencia, al bien y al mal, a la libertad. Aquella tarde de primavera la discusion se centraba en la libertad de los actos humanos. --?No creen ustedes --preguntaba muy seguro de la respuesta-- que el principio de causalidad formulado por Kant es aplicable tambien a nuestros actos volitivos? ?O acaso piensan que somos libres cuando, despues de vencer las eternas dudas que agitan nuestro espiritu, creemos que hemos elegido entre esto o aquello? Su dedo indice largo y huesudo volaba en diagonal una y otra vez, hundiendose hasta enrojecer en los extremos opuestos de la pizarra donde habia escrito dos palabras: CAUSA – EFECTO. Yo, con la vehemencia y pasion de mis pocos anos, y la influencia todavia reciente de los principios religiosos que me habian inculcado las Teresianas, intentaba rebatirlo. --Si mis actos no son libres, ?donde queda mi responsabilidad? ?Donde mi libre albedrio? Si Dios nos ha abandonado en este mundo caotico, despojados de una voluntad libre para hacer esto o dejar de hacer aquello, ?como puede pedirnos cuentas al final del camino? ?Cual es la razon del premio y el castigo? Si existe un Dios justo, y este debe ser uno de sus atributos, ?como podra juzgarme por aquellos actos carentes de una absoluta y total libertad a los que me han conducido unas causas que se me escapan, que son ajenas a mi? Me habia levantado de mi asiento sin ser consciente de ello. Las mejillas me ardian, y mi voz habia ido cobrando un tono enfatico que chocaba con el silencio que se hizo en el aula. --No sea ingenua, senorita Morales; la libertad no existe. Siempre actuamos guiados por el motivo mas fuerte --asevero de forma irrefutable. Mis dudas y su seguridad quedaron suspendidas en la estancia hasta que fueron borradas por el sonido del timbre. Su respuesta sin embargo quedaria para siempre en los registros de mi cerebro, y durante unos minutos, en los golpes de mi sangre, que sentia en las sienes con furia. Quiza con miedo. Mire al cielo a traves de los cristales y su aspecto me parecio premonitorio. En lugar de un azul diafano, propio de la ya avanzada primavera, se presentaba como una boveda negrisima en la que pude contemplar, como unica respuesta a mis dudas, un sobrecogedor dibujo de luz zigzagueante que me produjo un escalofrio. --El motivo mas fuerte --susurre ocupando mi silla. Era una premonicion. Aun faltaban algunos anos para que yo descubriera, con la claridad de un relampago, cual iba a ser mi motivo mas fuerte; el que desencadenaria las tormentas de mi vida. Los hilos de la causalidad Pero los anos de universidad pasarian pronto, y alli estaba, no exenta de cierta angustia, recogiendo mi especialidad de anestesista y a punto de lograr mi primer trabajo. Todo habia resultado demasiado facil para alguien que como yo, en boca del Catedratico de Ginecologia, tenia <>. La frase no me disgusto, sobre todo venida del temido y admirado Profesor Antunez. Del vicio estaba segura; lo habia adquirido con los anos. En lo concerniente a su opinion sobre las virtudes de mi cabeza, tengo que admitir tambien que me ayudo a conquistar parcelas de seguridad y autonomia, imprescindibles para abrirme camino en el terreno profesional, casi vedado entonces a una mujer de veinticuatro anos. Desde luego, no creo que mi pelo caoba oscuro, ni mis ojos verdes, ni mis largas extremidades, que remataban una figura un tanto delgada para los gustos de la epoca, tuvieran nada que ver con el afecto sincero que siempre mostro por mi el Catedratico de Obstetricia y Ginecologia. Aquella manana, me habia citado en la Secretaria de la Facultad para entregarme personalmente la credencial que me habilitaria para el ejercicio de mi especialidad como anestesista. Su gesto fue todo un detalle y un honor para mi. --Andrea Morales Aguilar. Habia pronunciado mi nombre y mis dos apellidos despacio, otorgando la solemnidad precisa a cada uno, como siempre tenia por costumbre hacerlo. Yo me sentia nerviosa y aturdida frente a el. A pesar de los anos transcurridos, puedo sentir todavia su mano derecha aplastandome los nudillos, a la vez que con la izquierda retenia aun mi anhelado trofeo. --Aqui tiene, doctora Morales, su flamante licencia para dormir el dolor --dijo con voz solemne y cercana--. Espero que sepa ejercer su profesion con la misma dignidad y brillantez que siempre ha mostrado en todo cuanto hace. La emocion que me producia aquel ansiado momento, y sus palabras, que conjugaban deseo y reto, hicieron que la respuesta que traia ensayada se me quedara en la garganta. Senti que el rubor me quemaba la cara, y solo pude responder con una sentida sonrisa en la que se mezclaron satisfaccion y agradecimiento. Cuando me disponia a desasirme de su mano, retuvo con fuerza la mia unos instantes y anadio en tono confidencial: --Si quiere trabajar conmigo, manana la espero en mi despacho a las diez en punto. Alli estaba yo, naturalmente, desde las nueve y media de la manana ante la puerta del despacho del profesor mas duro, temido y respetado habido nunca en la Facultad de Medicina, segun relataban las cronicas orales que se transmitian de una generacion a otra de estudiantes. Apenas habia dormido la noche anterior. Durante las largas horas de vigilia, habia imaginado, corregido, inventado y hasta sonado la escena, que con la noche adquiria tintes desmesurados. Sin duda, era la oscuridad quien agrandaba la situacion y encogia mi entereza. La lentitud perezosa del reloj me parecia una crueldad. Cuando sus agujas se aproximaban a las seis de la madrugada, decidi prepararme para el que habria de ser el dia mas decisivo de mi existencia; entonces yo no podia imaginar hasta que punto. Me levante con presteza. La sequedad de mi garganta contrastaba con la humedad viscosa de mi cuerpo provocada por el calor. Muy despacio, sin hacer ruido, introduje mis pies en las zapatillas y me dirigi al cuarto de bano, casi palpando paredes y muebles para no despertar a mi companera y amiga Charo, que entonces compartia conmigo la habitacion. Abri el grifo, puse debajo mi boca y bebi con avidez, hasta que el chorro de agua fresca restauro los estragos producidos por el insomnio. Deje caer el camison, que el suelo recogio indiferente, y concedi la libertad a mi larga y rizada cabellera roja. La agite a derecha e izquierda energicamente y busque el efecto en el espejo. El volumen que habia adquirido, y la espesa marana de mis rizos ya libres, otorgaban a mi rostro un aire felino. Alli quedaba mi cara, perdida entre la maleza. Destacaban en ella unos enormes ojos verdes, rasgados, que el espejo me devolvia esa manana con destellos de curiosidad y expectacion, ante un horizonte prometedor que nunca hubiera presentido tan cerca. Me complacia seguir observando mi cara. Mi nariz, mas bien pequena, no era uno de sus rasgos mas relevantes, mientras que mis labios se hacian notar por su detallado dibujo y amplitud y su facil sonrisa, que dejaba al descubierto unos dientes correctos y regulares. Era excesivamente palida, pero las huellas de la noche anterior acentuaban aun mas mi palidez. Deslice la mirada por la imagen que el espejo me mostraba, y mi cuerpo me recordo la albura marmorea de las estatuas griegas, mas por su color que por sus proporciones, demasiado alargadas como ya he dicho. La unica nota de color marron rojizo, se habia cuidado la naturaleza de colocarla con profusion debajo de mis brazos y entre el nacimiento de mis piernas. Estaba claro que no era una belleza en el sentido clasico de la palabra, pero me habia ido convenciendo de que tenia un atractivo especial. Quiza fuese ese aire tan peculiar, rayando en el descuido, que no me importaba mantener. Me quite las zapatillas y me coloque debajo de la ducha. Con un movimiento mecanico y habitual, mis dedos giraron con rapidez y el impacto estimulante de aquel aguacero atrevido acaricio con frescura cada poro de mi cuerpo. Cuando la toalla termino su tarea me dirigi al cuarto de estar, donde habia dejado mi indumentaria colocada sobre una silla. No habia mucho donde elegir, ni me importaba el hecho de no contar con un ropero variado. Sin maquillar, con el pelo recogido en una trenza y enfundada en unos vaqueros casi siempre gastados, que solia conjuntar con un polo o camisa a cuadros, era la viva imagen de la sencillez y la naturalidad. Ese dia no queria ofrecer un aspecto diferente: los mismos vaqueros, un Lacoste verde manzana, la misma trenza, unos zapatos castellanos y un bolso de marroquineria colgado en bandolera. Mi corazon, al igual que dijera Adamo en su cancion, entonces tambien lo llevaba en bandolera. Un portazo leve, y el paso firme hacia la boca del metro. Madrid empezaba a despertar. El minutero de mi reloj sobrepasaba en dos minutos las diez de la manana cuando golpee tres veces la puerta cuya placa no dejaba lugar a dudas: D. Fernando Antunez Catedratico de Obstetricia y Ginecologia Su voz, inconfundible, atraveso la barrera sin dificultad. --Pase, doctora Morales --ordeno como si adivinara mi presencia. Hice girar el pomo de la puerta y avance con una resolucion un tanto forzada

  • Cuando mis besos acaricien tus alas (Libelula 2) de Genne L. Paris

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    ?Es posible existir cuando todo se destruye a tu alrededor? ?Como sentirse vivo si la fe desaparece y la esperanza se vuelve un ideal efimero?
    Gael Alcazar dejo de creer, de sentir y de esperar. Solo le habia pedido al futuro cumplir sus suenos de juventud al lado de su amada libelula, pero todo se volvio en su contra y. !Jamas perdonaria a la vida por ello!

  • Asesinato Cronologico de Ainhoa Aragones Vazquez

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    !Tok, tok! --Pase. --Senor, quisiera que viera estos informes. En ellos revelan con seguridad, de que se trata de un asesino en serie. --Pero bueno, ?es posible que siga con esa tonteria? Ya le he dicho, que son casos aislados y no tienen relacion unos con otros. Ocupese de casos reales y no pierda el tiempo con esto. --No lo hago, ya que lo investigo en mi tiempo libre. --Pues que vida mas insulsa tiene si la dedica a tonterias. --Podria dedicarle a mi vida privada mas tiempo, si aqui hariamos las cosas como se tienen que hacer. --A usted lo que le molesta, es que no le dieran mi puesto. --Esta muy equivocado, ya que me lo ofrecieron hace dos anos antes que a usted y lo rechace. --Pues ahora a apechugar con lo que hay. Las ordenes, las doy yo. --Se esta cargando la comisaria. No se da cuenta de nada. Es un majadero. --Queda suspendido, hasta que me de la gana. --De eso nada. Dimito. Y dando un portazo, se dirigio a su mesa y comenzo a recoger sus cosas. Los companeros al verle le preguntaron que sucedia. --Estoy harto de que nos de ordenes un incompetente. Nosotros resolvemos los casos siguiendo nuestro instinto, ya que el carece de ello. !Encima, se lleva el merito! --Pero, ?a donde vas? No puedes irte. El ano pasado se fue Anderson. ?Y ahora que? ?Te vas tu? No vamos a quedar nadie. --Pues a ver si de este modo, los de altos cargos se dan cuenta de la equivocacion que cometieron al nombrarle jefe. --!Eh, Amanda! ?Has colocado las camisas en la estanteria y has hecho el inventario de los fulares? --Si y si. Mandona. ?Algo mas desea su Majestad? --Nada mas subordinada, puedes seguir con tus quehaceres. --Muchas gracias. Ja, ja, ja !Oye! ?Que tal van los estudios de tu hija? ?Aprobo con la nota que necesitaba para entrar? --Si. Con un nueve y medio. Se exige demasiado a si misma. --Bueno, en su justa medida esta bien. --Tu lo has dicho, en su justa medida, pero ella quiere ser la mejor para llegar a conseguir sus objetivos. --!Madre mia! ?Ha querido ser siempre criminologa? Va a tener que estudiar mucho. --Siempre lo ha tenido muy claro, desde pequena. --Pues nada, a ver que tal resulta. Dale recuerdos de mi parte. Hara como un ano que no la he visto. --Se lo dire. --En fin, voy a atender a ese cliente, a ver que necesita !Disculpe caballero! ?Puedo ayudarle en algo? El hombre se dio media vuelta, se miraron fijamente unos segundos y dijo: --Te necesito. Y se fue sin mediar ninguna palabra mas. --?Que queria? --Nada. Se habia equivocado de seccion. Oye, me voy a merendar. --Vale ve, que te lo has merecido. --Eres muy graciosilla. Hasta luego. Amanda se dirigio a la oficina de la Jefa de Personal. Llamo y entro. --Disculpe, pero tengo que coger una excedencia por motivos personales. --?Es muy grave? --No se hasta que grado lo es. Pero, no tiene buena pinta. En cuanto salio de la oficina, se cambio de ropa, se recogio el pelo con una coleta e hizo una llamada telefonica. --Hola, buenos dias. ?Podria ponerme con el Capitan Peterson, por favor? --Lo siento, pero ya no trabaja aqui. Se jubilo hace dos anos. Puede hablar con el que le sustituye... el Capitan Carter. --No gracias. No es importante. Adios. --<>. Y dando un volantazo se dirigio hacia su casa. Recogio algo de ropa y se fue al aeropuerto. Varias horas despues, cuando llego, se monto en un taxi. Al llegar a su destino, toco a la puerta y salio un senor con aspecto cansado, aparentaba ser mas mayor de lo que ya era. --!Amanda! ?Que haces aqui? --Bill, ?que demonios esta pasando? ?No dijiste que nunca dejarias el trabajo? --Las cosas han cambiado y mucho. Practicamente me obligaron a jubilarme. Ahora, todo se rige por politica. Pero, pasa por favor. ?Quieres tomar algo? --No gracias. Algo esta pasando, Florian vino a verme al trabajo. --Pues si ha ido a verte despues de dos anos sin veros, algo muy gordo tiene que haber pasado. ?Sigues con tus anos sabaticos? ?Que es de tu vida? --Pues trabajo en una boutique. !No pongas esa cara! Queria cambiar radicalmente de trabajo y de ciudad. Y asi lo hice. --Lo puedes jurar. ?Cual va a ser tu siguiente paso? --Pues investigar. Ire a la comisaria y me incorporare. --Tenme al corriente. --Como siempre, Capitan. Dicho y hecho. Lo primero que hizo fue ir a un hotel para registrarse y despues, se dirigio hacia la comisaria. Mientras iba de camino, le venia a la memoria los anos atras cuando estuvo alli. Fueron buenos tiempos. Al llegar, echo un vistazo a la estancia y estaba todo igual como lo recordaba, incluso el olor a cafe recien hecho pero, percibio que las cosas habian cambiado. Le dejaron entrar para poder hablar con el Capitan Carter, que la esperaba despues de que ella pasara por la oficina de contratacion y darse de alta. --?Mandi? ?Eres tu? --Si Alfred, tampoco he cambiado mucho. Un par de kilos me acompanan pero no es para tanto. --?Que par de kilos ni que nada? Estas estupenda. Ven y dame un par de besos. --?Que tal estais? --Lo llevamos. !Que alegria me das! ?Que miras? No busques que no encontraras a tu companero. Dimitio. --?Que hizo que? Me lo cargo. ?Tim y Teresa? --Tim pidio el traslado hace un ano, y Teresa, seis meses despues de irte tu. Ademas, tenemos un Capitan... --Si, ya he oido hablar de el. ?Por que dimitio? --Incompatibilidades. En unos dias me entenderas perfectamente. De repente, alguien le dio una palmadita en el trasero. Se volvio sin dar credito a lo sucedido. --Mira tio, conservas la mano porque no se me ha ocurrido pensar que hubiera alguien tan estupido para hacer lo que tu has hecho. Espero que hayas disfrutado, ya que no habra una segunda vez. --?Me desafias? --Es una advertencia. En ese momento el Capitan la llamo. Entro y a los diez minutos, salio. --?Que tal Mandi? --Pues ya ves. Me ha dado la bienvenida y todos estos informes pendientes. Pero no me importa, me gusta hacerlo, ya lo sabes. Tengo mucha paciencia. --Te va a hacer falta. Pasados unos dias... --Siento que este con tanto papeleo, mientras sus companeros entran en accion dia tras dia. --!Uy! No se preocupe Capitan. Tengo el titulo de administrativa y estoy como pez en el agua. Ademas, asi puedo observar como funciona esta nueva comisaria que desconozco. --Pues si hubiera sabido que le gusta el papeleo, desde el primer dia le habria puesto entonces a investigar. --?Disculpe? --Para empezar, esta noche voy a enviarle a una mision. --?De que se trata? --Se van a reunir con unos tipos a los que tienen que convencer de que los contrate a usted y a su acompanante, para hacer un trabajo. Tienen que venderse bien, decirles por ejemplo, que son los mejores para hacerlo. Ellos les diran que hacer. --?Con quien voy? ?Cual es mi papel? --Ira con el agente Rodolfo. Es bueno. Dejelo hablar a el. No tiene que hacer nada, solo aparentar ser su pareja. !Ah!, y vaya sexy. En dos horas aqui. --?Sexy? ?Rodolfo el pulpo? Vamos hombre, no me fastidie. ?Sabe usted que estamos en el S. XXI? Creo que es algo misogino. --?Misog... que? --Busquelo en el diccionario. !Ah perdon!, que no sabra hacerlo... busquelo en el Google. A las dos horas... --?En serio? ?No podrias haberte puesto algo mas sexy? --?No crees que esta sexy? A ver, que lleva unos vaqueros cenidos, una cazadora negra, camiseta blanca, botas negras, el pelo suelto y ondulado... !Uauuu! --Gracias Alfred, eres un cielo. Lo que sucede, es que a Rodolfo le hubiera gustado una mini falda con medias de rejilla, ?verdad? Aprovecho para decirte que no te pases. Las manos quietecitas, el culo esta prohibido, mano a la cintura solamente... --Hare lo que me plazca. --Pues atente a las consecuencias. --Ala venga, que nos esperan. Se fueron a un poligono a las afueras de la ciudad. Salieron del coche y se dirigieron hacia una farola que desprendia una luz tenue. --Chsss esa manita tuya que no se vaya mas hacia abajo. Se pararon y Rodolfo se puso detras de ella. La cogio de la cintura y comenzo a lamerle el cuello mientras ella intentaba que hubiera algo de espacio entre los dos. --?Interrumpimos? Aparecieron dos sombras de la nada. --No, no, es que mi chica y yo queremos... pero bueno... ?Que tenemos que hacer? Los negocios antes que el placer. --?Quieres estarte quieto? --Creo que ya estaremos en otra ocasion, no sois como esperabamos. Queremos especialistas y no un sobon con su...querida. --!Esperen! No soy su querida. Yo soy la que buscan. --?Que dices carino? --le dijo mientras intentaba retorcerle el brazo hacia atras. Le dio un pisoton, el se inclino hacia delante, le solto el brazo y con el otro le propino un golpe en la nariz que le empezo a salir sangre a borbotones. --?Que significa esto? --dijeron los desconocidos. --Esto significa, que este tio es un "supuesto actor" muy malo. No me sirves. Lo contrate para que se hiciera pasar por mi pareja y socio, pero como han visto, es solo un sobon. --?Y por que hizo eso? --Porque mi pareja tiene un negocio y esto lo hacemos por hobby. Se suponia que era venir aqui, aceptar por si nos interesaba e irnos y asi, no hacia falta que viniera. Contrate a... este para que se hiciera pasar por el pero no ha sido capaz de hacerlo. Dejenlo que se vaya. --!No! Vamos a ir los cuatro a ver a su amigo. Entraron en el coche. Ella de copiloto y su "companero" atras con el otro individuo. Les dirigio a una discoteca muy concurrida llamada "Infierno". --No nos van a dejar pasar. Solo dejan a personas selectivas. Se dice del dueno que es un tipo extrano. ?Esta dentro su pareja? --Eso espero. Es el dueno de la discoteca. El de seguridad les dejo entrar al verla a ella. El recinto era muy amplio. En cuanto entrabas, hallabas una pista grande para bailar, varias barras para consumir bebidas y los banos. Subiendo las escaleras de caracol, habia otra pista algo mas pequena, otras dos barras y varias mesas para poder conversar. Todo estaba oscuro, solo se iluminaba por varias luces de colores intermitentes. El unico sitio en el que las luces eran estaticas, era al fondo de las pistas. Alli habia un sillon en forma de media luna en el que se podria sentar al menos diez personas y solo se hallaba un hombre, que a cada lado de el habia una chica. Amanda se dirigio con paso firme y decidido hacia donde el estaba. Se le planto delante y este la miro fijamente. Chasqueo los dedos y las chicas se fueron yendo. El se levanto sin dejar de mirarla. Ella le susurro: --Besame, por favor. Estoy infiltrada. El le cogio del cuello con las dos manos y la beso. Fue profundo y tierno. --No tienes porque pedirmelo. Ella se sento con el a su lado. --?Quienes son ustedes? --Pues estos hombres querian contratarnos. No quise molestarte y pacte con este individuo para que se hiciera pasar por ti, pero ha suspendido.

  • Etienne (Paris 1) de Emma Madden

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    --Natasha... La llamo en un susurro, sintiendo como le esparcia el chocolate caliente sobre el abdomen e iba deslizandolo con maestria por las ingles y el vello pubico, y ella suspiro y empezo a lamerselo con la misma maestria, provocandole espasmos de placer, hasta que lo llevo al borde del abismo y entonces se detuvo en seco, se aparto de el y lo dejo ahi, a medias e indefenso, con las manos atadas al cabecero de la cama y a ciegas, porque le habia tapado los ojos con un antifaz de terciopelo negro. --Natasha, ?que haces? --Me encanta verte sufrir, Etienne... --No, vamos, venga, vuelve aqui, preciosa. --Net! --Cielo. --Eres un chico muy malo, Etienne Clermont-Tonnerre, alguien tiene que hacertelo pagar. --Dame un beso, ven aqui... --Net! Nego otra vez en ruso y el percibio perfectamente como recogia su ropa, decidida a abandonarlo de verdad. Movio los brazos empezando a desesperarse, pero fue inutil, porque las puneteras esposas eran de las buenas, y volvio a suplicar, pero ella no respondio y se largo de la suite cerrando la puerta con un sonoro portazo. Vale, calma, Etienne, se dijo a si mismo, pensando en que en algun momento alguien del hotel podria pasar a rescatarlo, aunque esa opcion era de lo peor, porque no queria que lo pillaran desnudo, atado con esposas, con un antifaz y cubierto de chocolate en una cama carisima que ya le tocaria pagar por el estropicio con el chocolate, y con todo lo demas. Le encantaba Natasha, esa rusa espectacularmente guapa, una escort de lujo, que se estaba haciendo rica en Paris, pero que salia con el gratis y por placer. Era preciosa, sexy, divertida y una fiera en la cama, pero a veces sin venir a cuento se volvia incontrolable y podia ponerte en situaciones muy incomodas, como en ese caso, en el que no solo habia medio destrozado la suite del Hotel Jorge V bailando y rompiendo cosas, sino que tambien habia acabado dejandolo tirado y a merced de cualquiera, completamente indefenso. Calculo las consecuencias publicas, no solo privadas, que podria acarrear aquello, es decir, que si alguien del servicio de habitaciones lo pillaba en esa tesitura podia ser desastroso para su reputacion, y sin querer penso en Chantal y en Jean-Jacques, sus mejores amigos, que siempre lo habian llamado irresponsable y kamikaze por andar enredando con mujeres "peligrosas" (decian ellos), y tenian mucha razon, pero es que no podia evitarlo. Era marca de la casa, y de casta le venia al galgo, porque su padre le habian ensenado desde bien joven que las mejores amantes eran las que no conocian limites, las rebeldes, y si estaban un poco locas, mucho mejor. Sonrio, pensando en su padre, un dandi parisino celebre por sus conquistas, y luego volvio a pensar en las opciones que tenia. Una: empezar a gritar para que alguien del hotel lo rescatara. Dos: que Natasha volviera y lo desatara. Tres: que alguien del restaurante se percatara de su ausencia y empezara a buscarlo hasta llegar al Hotel Jorge V, su hotel favorito para las citas de mediodia. Se concentro, llamando mentalmente a Iris, su ayudante y mano derecha, que ya lo habia pillado varias veces en situaciones comprometidas, y su cabeza volo sin querer hasta el nuevo menu de otono que iban a estrenar con bombo y platillo en el Saint-Malo, su restaurante con dos estrellas Michelin que llevaba cuatro anos buscando la tercera. El Saint-Malo era realmente lo unico que le importaba en la vida. Por supuesto, estaba su familia y sus amigos, pero su restaurante era su bebe, su obra maestra, lo unico que habia construido con sus propias manos, y se sentia tan orgulloso de el que no lograba entender que aun no le dieran su merecida tercera estrella Michelin, cuando ya se la habian dado a otros chefs de su edad, entre ellos a Jean-Jacques, su colega, su querido examigo, que llevaba tres anos sin dirigirle la palabra. Menudo don perfecto, mascullo cabreandose con el, y se pregunto que horas serian, porque tenia hambre y muchas ganas de ir al bano. Merde! Exclamo furioso intentando zafarse de la cama y de repente, como un milagro, las esposas hicieron un clic y se abrieron tan ricamente. El se incorporo en la cama, se saco el antifaz y comprobo que eran programables, un invento que no tenia ni idea de que existiera, pero que a partir de ese momento se convertiria en uno de sus favoritos. Salto de la cama y se fue corriendo al cuarto de bano, se metio debajo de la ducha para intentar quitarse el chocolate (ya solido) que tenia por todo el cuerpo, y casi quince minutos despues consiguio hacerlo y salir limpio y perfumado a la suite, que parecia el escenario de una pelicula de terror. Copas, botellas, comida, su ropa... todo disperso por la habitacion donde habia estado practicado sexo salvaje con Natasha desde las once de la manana. Recogio sus valiosos pantalones, y su valiosa camisa, hechos a medida en su sastreria de Londres, sintiendo un pelin de verguenza por lo que habian sido capaces de organizar alli entre la fondue de chocolate y las frutas, se vistio y salio al pasillo llamando a Iris. Llego al ascensor y ella le contesto en su tono habitual. --?Donde te metes?, son las cinco de la tarde, chef. --Buenas tardes, Iris. Estoy bien, gracias, he tenido un pequeno percance, pero ya voy camino del restaurante. --Tu madre acaba de llamar reservando para ocho personas, Claire esta que se sube por las paredes, no puede reservar con tan poco tiempo de antelacion. Habla con ella, por favor. --?Le ha conseguido mesa? --Claro, anulando a dos clientes nuevos. --Buena chica. Ya hablaremos, ahora necesito que llames al Hotel Jorge V, hables con Pierre y te ofrezcas a pagar la factura que te pida, ?ok? He estado en el Penthouse con Natasha y todo se ha desmadrado un poco. --?Sera posible? --Farfullo, pero el no hizo caso. --Vale, llego en diez minutos. 1 --Bon apres-midi a tous. Saludo a todo el mundo entrando en la cocina de su restaurante y se detuvo cerca de la bodega para mirar a Pierre, el encargado de las compras, que estaba discutiendo acaloradamente con el distribuidor del aceite de oliva, se les acerco para intentar poner orden, pero Pierre le pidio por favor que no interviniera, asi que se alejo camino de su despacho para cambiarse y ponerse manos a la obra. Entro en su cuarto de bano para vestirse y cuando salio poniendose el mandil y se detuvo para mirar el telefono movil donde tenia un monton de mensajes calientes de Natasha, Iris irrumpio de repente en la oficina sin llamar. --Chef... --?Que pasa, Iris? --Primero, la broma del Penthouse del Hotel Jorge V supera los ocho mil euros. --Vale, ?que mas? --?Me puedes contar que estabais haciendo para dejar el colchon inutilizable?. Vale cuatro mil euros, ?sabes?, mas las cortinas y la ropa de cama, te lo han dejado en ocho mil cuatrocientos euros por ser tu, pero sigue siendo una barbaridad. --La culpa la tuvo una fondue y el chocolate caliente. ?Quieres mas detalles? --No, que asco --Arrugo la nariz y Etienne sonrio. --Tu paga lo que te pidan y fin de la historia. --Esa tia te va a arruinar, pero no es asunto mio. En fin, hoy se ha incorporado Sonsoles Monzon Aramburu. --?Quien? --La chef repostera recomendada por Chantal. --?Por Chantal? --?Espanola?, ?graduada con honores por Le Cordon Bleu?, ?amiga de tu mejor amiga?, ?diplomada en pasteleria y chocolate por la Academia de Artes Culinarias Suiza?. La entrevistamos por videollamada, le firmaste el contrato hace un mes. Ha dejado Nueva York para venir aqui. --Ah, vale, ya me acuerdo. Disculpa, pero he tenido un dia duro. ?Donde esta? --Trabajando, por supuesto. --Ok... Salio del despacho para seguir a Iris y entro en la zona de postres del Saint-Malo saludando con una venia al equipo. Todos lo miraron de reojo saludandolo de la misma forma, y de repente localizo en la mesa del rincon a una chica joven, que estaba sentada mirando un ordenador portatil mientras tomaba notas. --Sonsoles, al fin ha llegado el chef Clermont-Tonnerre. Le dijo Iris y la chica, morena y guapisima, asintio sacandose las gafas, se puso de pie y le extendio la mano. --Buenas tardes, chef. --Encantado y bienvenida. --Muchas gracias, pero ya nos conociamos. --Si, de la videoconferencia, pero... --No, nos conocimos en la boda de Chantal hace cuatro anos, pero es igual. --?En la boda de Chantal? Entorno los ojos intentando situarla, pero fue imposible, porque se habia pasado media boda pedo total, y ante la evidencia, le regalo una de sus sonrisas encantadoras como disculpa. --Lo siento, no lo recuerdo y Chantal no me habia dicho nada, yo... --No pasa nada, supongo que conoce a mucha gente, chef. Iris, por favor, ?podria hablar con los responsables de compras? He estado revisando los menus y tengo bastantes dudas y solicitudes. --Claro, Sonsoles. Vamos, el jefe de compras esta ahora mismo en su despacho. --Genial, pero llamame Sol, por favor, todo el mundo me llama Sol. Le susurro con un frances casi perfecto, pero cargado de un evidente acento espanol, y salio detras de Iris sin despedirse de el, y sin dedicarle ni una sola mirada. Se quedo un poco perplejo por esa actitud tan indiferente, porque estaba acostumbrado al respeto reverencial por parte de todo el mundo, especialmente si se trataba de una nueva empleada, y se cabreo un poco, respiro hondo y saco el movil para llamar a Chantal. --Hola, Chanty. --?Que quieres, Etienne?, estoy trabajando. --Tan dulce como siempre, carino. --Ya sabes que estoy muy liada, ?estas bien? --Acabo de conocer a tu chef de reposteria... Son son sol o algo asi. --Sonsoles, aunque la puedes llamar Sol. --No lo se, no es muy cercana. ?De que la conoces? --Joder, tio, te lo he contado mil veces. --?En serio? --La conoci en Lucerna, cuando hice el master de pasteleria y chocolate en la Academia de Artes Culinarias Suiza. --Claro, esa chica... --Tambien la viste en mi boda, aunque no se si te acuerdas de mi boda, porque teniais un cachondeo que no era normal. --Ya, que tiempos aquellos --Sonrio recordando la bacanal que habia montado con Jean-Jacques y las damas de honor, y Chantal bufo. --Es buenisima, es la puta ama con el chocolate. Le Pre Catelan tambien intento llevarsela, pero al final tu pagabas mejor. ?Recuerdas? --Vale, si, lo siento, es que me he confundido un poco. Estoy agotado. --?Por que dices que no es muy cercana?, ?ha pasado algo? --No, no se, no hemos cruzado mas de dos frases, pero no me parecio muy simpatica, eso es todo. --?No se ha desmayado a tus pies? --!No!, no es eso, es una cuestion de quimica profesional. --No necesitas tener quimica con todos tus empleados, Etienne, solo necesitas que trabajen bien. --Por supuesto, pero tambien necesito un ambiente de trabajo feliz y relajado. --Pues seras el unico chef de Paris que trabaja feliz y relajado. En serio, ?hay algun problema real?, porque si no es asi tengo que dejarte. --Nada, dejalo, solo queria refrescar la memoria y comprobar si era tan amiga tuya o... --Es muy buena amiga mia, me encanta que ahora este viviendo en Paris, pero recuerda que tambien es una chef cojonuda. Confia en mi, contratarla ha sido un puntazo. --Vale... esta bien. ?Tu que tal estas? --Yo bien, pero con un pedido estratosferico por delante. --Si necesitas ayuda te mando a alguien. --Gracias, cielo, pero no, de momento nos arreglamos. --Perfecto, un beso. --Un beso, guapo. Adios.

  • El Refugio De Los Invisibles de Alberto Cerezuela

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    Ya no esta. Se ha ido. No hay vuelta atras. ?Como hemos llegado a esto? ?Por que lo permitimos? Sinceramente, no me creia capaz de hacerlo. Yalgunos piensan que soy debil. No me conocen. No saben de mi dolor. La necesitaba tanto... Pero ya no puedo seguirla. Ytodo por mi culpa. Solo han pasado unas horas y sigo teniendo dudas. ?Podre vivir sin ella? No lo se. Lo seguro es que no habia eleccion. Despues de hacerlo pense en mi abuelo. El, que habia luchado en una guerra civil y estuvo varios meses recluido en un campo de concentracion frances, decia que un hombre, con el tiempo, se acostumbra a todo. Puede vivir en la India a mas de cuarenta y cinco grados, y tambien en Siberia a treinta bajo cero. Tambien se acostumbra a andar con muletas, incluso a ir en silla de ruedas. !Y a perder un brazo! Acostumbrarnos, segun mi abuelo, era la absurda manera que tenemos las personas para seguir siendo felices a pesar de las desgracias. Pero yo no se si sabre estar sin ella. ?Me acostumbrare a no ver su sonrisa? ?Aque no eleve mis celos al maximo exponente? ?Ano volver a percibir su olor? Yo creo que no, aunque no hay que subestimar la fuerza de un hombre. Su ausencia me definira a partir de ahora. ?Y que podre hacer cuando la eche tanto de menos que el pecho me reviente? Quiero aguantarlo, debo aguantarlo. Debemos ser consecuentes con nuestras decisiones. Nuestro amor es inmortal. Contigo al fin del mundo, nos deciamos. Yya nada de eso vale. Ni siquiera voy a ser capaz de volver a nuestro refugio. Sin un nosotros ha dejado de ser ese lugar donde nos haciamos invisibles. Donde escapabamos de todo y de todos: el castillo del rey. El hombre que tiene miedo busca refugio en los montes, en los bosques sagrados o en los templos. Sin embargo, tales refugios no sirven, pues alli donde vaya, sus pasiones y sus sufrimientos lo acompanaran. (BUDA GAUTAMA) 1. EL TELEFONO DE LA INSPECTORA Reyes Martinez sono esa manana demasiado pronto. Ella solia levantarse cuando los rayos del sol de Cabo de Gata entraban por las rendijas de su persiana y se estrellaban directamente en su cara. No tenia despertador. Ni siquiera alarma en el movil. En los ultimos dias apenas habia conseguido dormir tres horas seguidas sin ayuda del Alprazolam que su medico, el doctor Pedro Mezquita, le recetaba a pesar de que sabia que estaba enganchada. Ademas, estaba de suerte: no habia tenido ninguna pesadilla, o al menos no la recordaba. --!Dios! Es el comisario Malvido. ?Que querra tan temprano? Era muy raro que su jefe la llamase. Algo grave tenia que haber pasado, y de pronto sintio un mal augurio por el cuerpo. Por eso decidio hacerse un rico cafe de pota que le habia descubierto su amiga Nieves, criminologa de La Coruna, antes de devolverle la llamada al cascarrabias de su superior. No hizo falta, Ramon Malvido volvio a llamar. --Dime, Ramon --contesto con un tono a medio camino entre la incertidumbre y la curiosidad. --!Martinez! --Asi solia llamarla cuando se ponia serio, sacando de quicio a Reyes--. !Siento haber profanado tu ritual de cada manana, pero necesito que vengas cagando leches! Malvido conocia perfectamente la rutina de Reyes. De hecho, era la persona mas cercana que tenia. La trataba como una hija aunque a ella no le gustaba que el resto de companeros pensasen que era el ojito derecho del jefe. El ritual al que se referia consistia en unas cuantas carreras por la playa hasta llegar a la iglesia de Las Salinas, trayecto que aprovechaba su perro Gordon para chapotear en el agua; llegar a casa y degustar un cafe tras la ducha, mientras leia unas veinte paginas del ultimo titulo que habia comprado en una libreria que recientemente habian abierto en el barrio. --!Eres un malhablado, te lo he dicho mil veces! ?Que ha pasado? --contesto ella mientras notaba como el acelere de su corazon iba in crescendo. --!Ha aparecido un cadaver en la Alcazaba, y todo apunta a una muerte en extranas circunstancias! Una muerte en la Alcazaba. Aquello paralizo a Reyes durante unos segundos. No podia ser en otro lugar. Y precisamente tenia que ir ella. --!Martinez, joder! ?Estas ahi? ?O es que te ha comido la lengua el gato? --De nuevo aparecio el malhumor del comisario. --!Si, es que me ha pillado de sopeton! Como en Almeria nunca pasa nada... --respondio la inspectora, aunque su interlocutor sabia perfectamente lo que ocurria. --!Vente para aca y por el camino avisa al subinspector Campillo! --fueron las ultimas palabras del comisario antes de colgar. Era paradojico que Reyes esa noche, despues de mucho tiempo, no tuviese ninguna pesadilla, justo la manana en que tenia que volver, por primera vez en anos, al barrio donde tuvo las peores de su vida. 2. EL TIMBRE DEL TELEFONO asusto a Lucas Campillo. No esperaba la llamada. Se encontraba dejando a sus ninas en la puerta del colegio. --!Dadle un beso a papa! --comento a sus dos amores, como asi las llamaba. Y es que Laura y Alejandra habian cambiado la vida del joven policia. Reyes era su superior, y el lo acataba con la mayor profesionalidad posible, pero a veces el caracter autoritario de su companera le impedia disfrutar al cien por cien de su trabajo. --Buenos dias, inspectora. ?Ha pasado algo? --Campillo, tenemos que ir rapidamente a la Alcazaba. El director del conjunto monumental aviso a emergencias esta manana, y los zetas que se personaron alli han confirmado el hallazgo del cadaver de una chica. --Y a nosotros, como cabezas del Grupo de Homicidios, nos toca investigar --interrumpio el subinspector mientras se le abria la boca de un bostezo. --?Es que te han dado guerra las ninas esta noche, Luquitas? Por eso yo no quiero saber nada de traer familia al mundo --sentencio Reyes. --Para traer familia al mundo, como tu dices, primero necesitas alguien que te ayude. Y no me refiero a alguno de esos tios que conoces en el Bar de Jo y que no pasan del primer asalto --termino de decir Lucas al tiempo que comprendia que se habia pasado. Era consciente de que no son formas de dirigirse a un superior, pero la verdad es que le tocaba las narices que le llamasen Luquitas. El consideraba que su trabajo era impecable y que merecia una oportunidad como inspector, pero todo el mundo sabia de que pie cojeaba el comisario. Aun asi, se contuvo porque el motivo de su bostezo no eran las ninas. Los angelitos habian dormido a pierna suelta. Lucas no habia pegado ojo escuchando ese podcast de misterio que tanto le gustaba. La noche anterior habian estado hablando del edificio n.o 1 de la calle Tres Forques, en Valencia, una finca en la que habian muerto once personas desde 1957, todos de distinta forma. Era el bloque de pisos maldito mas famoso de Espana. --!Subinspector, no hay tiempo que perder! Nos vemos al principio de la calle Descanso, justo en el cruce con la Almedina --ordeno Reyes. 3. ELLA FUE LA PRIMERA EN LLEGAR. Le temblaban las piernas y eso que no era una mujer impresionable. De hecho, era la inspectora jefe del Grupo de Homicidios, pero aquel barrio la habia marcado demasiado. Habia vivido hasta los dieciocho anos en la calle Cisne, muy cerquita de La Guajira, esa asociacion cultural que, desde su casita azul, habia lavado la cara del barrio con sus conciertos, exposiciones y actividades varias. Las vistas a la Alcazaba que brindaba a los clientes, desde su terraza, no tenian precio. Era el mejor exponente del toque multicolor que tenia La Almedina, junto a las almenas y los rosales, y a las pintorescas casas pintadas de la calle Descanso. A medida que Reyes subia hacia la Alcazaba, cada paso era un golpe en la espalda. Los mismos que recibia su madre a manos de su padre cada vez que este se emborrachaba. La inspectora no habia hablado a nadie sobre sus origenes. <>, le decian en la comisaria. Pero no queria revivir aquellas heridas. --?Cuando fue la ultima vez que visitaste la Alcazaba? --pregunto Lucas Campillo, con la clara intencion de arrancar una palabra a su companera, que permanecia callada desde hacia varios minutos. --Nunca he puesto un pie dentro. --!Es imposible! --espeto Campillo--. Asi nos va a los almerienses, que preferimos gastarnos un dineral en hacer turismo en el extranjero, cuando aqui tenemos un patrimonio espectacular. !Hasta los de fuera nos valoran mas! Acuerdate de Juego de Tronos, que se rodo aqui hace unos anos. --?Juego de que? --!Vaya! No recordaba que dona intelectual no veia la tele --murmuro en tono jocoso Lucas--. Ella solo lee libros sofisticadisimos. En realidad, los libros que Reyes Martinez leia, lejos de lo que pueda parecer, eran de todo menos sofisticados. Le encantaban las novelas romanticas. Quiza para evadirse de lo que dia a dia veia en la calle, o por un deseo reprimido de enamorarse y casarse, algo a lo que ya practicamente habia renunciado. --No duermes para descansar, duermes para sonar... !Bonita frase, inspectora! Aunque no se que demonios pinta en esta calle. --Vete tu a saber, Campillo, vete tu a saber --respondio Reyes para acabar con la conversacion. Claro que sabia la historia de esa frase. Era de Walt Disney y homenajeaba a los ninos. A todos los ninos que, como ella, habian crecido jugando en aquel pequeno parquecito, hoy bastante deteriorado por la falta de cuidado y el paso del tiempo. Aquello le volvio a recordar a sus padres. Las palizas que el le propinaba a ella y como, una vez completado su desahogo, sentaba a la pequena en su regazo mientras terminaba de emborracharse empinando la botella de vodka. Eran los unicos momentos que podia compartir con su padre, al que por alguna absurda razon idolatraba en aquel momento hasta el punto de aceptar los chupitos de alcohol que el le ofrecia antes de caer desplomado de sueno en su vieja mecedora. Al dia siguiente, para paliar los remordimientos y lavar su conciencia, su padre le traia algun juguete: una muneca, una caja con cromos de Barbie y hasta una Nintendo NES. Pero, aun siendo una nina, sabia que lo importante no era tener muchos juguetes, sino tener con quien jugar, y de eso carecia. Para que no llorase, Lucia, su madre, le contaba la historia de un nino que no se asustaba ante nada. Se llamaba Juan sin Miedo. !Que valiente era! El solo habia derrotado a varias criaturas, fantasmas, brujas y ogros. Aquello tambien era mentira. Jamas ha existido alguien que no tenga miedo. Porque hay muchos tipos: miedo a perder a tus seres queridos, miedo al monstruo que vive dentro de tu armario o debajo de la cama, miedo a no poder pedir ayuda cuando mas lo necesitas, miedo a que mueran todas esas mariposas que revolotean en tu tripa cuando te gusta un chico... o miedo a no saber que sera de ti cuando un buen dia tienes que llamar a la policia porque encuentras a tu madre llena de moratones sobre un charco de sangre, y a tu padre colgado del techo del dormitorio. Por suerte, el primer policia que llego prometio ser su heroe. Se hizo cargo de ella, la obligo a apuntarse a la Academia de policia y estuvo velando siempre por su carrera y por su vida. Su heroe no volaba ni tenia superpoderes, se llamaba Ramon y estaba a punto de jubilarse como comisario de Almeria. --?Donde vais tan solicos, maderos? --Una voz ronca y seca hizo volver a Reyes de sus pensamientos. Era un patriarca gitano que habia taponado, con su silla, la parte final de la calle Descanso, justo antes de llegar a la estatua del rey Jayran, gran oficial del ejercito califal y primer rey de la taifa de Almeria. Su mirada intimidaba. Apenas se le distinguia nada mas en un rostro poblado por una gigantesca barba blanca y su larga cabellera. --Dejenos pasar, solo queremos hacer nuestro trabajo. Con suavidad, la inspectora Martinez intento que aquel senor no les diera problemas. Ella sabia quien era. Y el quien era ella. --Mariquilla, te voy a dejar pasar, pero ten mucho cuidado. Espero que encontreis al malnacido que le ha hecho eso a la pobre paya. --?Y usted como sabe que ha pasado algo con una mujer? --interrumpio Lucas con gesto malhumorado. --Yo se todo lo que ocurre en mi barrio, criatura: el diablo sabe mas por viejo que por diablo. El ya os ha elegido, camina junto a vosotros... y cuando coge a alguien, no lo suelta jamas.

  • El Celibe de Inaki Bernaola

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    Dicen que de todos los pueblos europeos en los cuales la Iglesia Catolica tiene una influencia notoria, los irlandeses son los mas apasionados.
    Es por ello normal que a un joven cura irlandes, henchido de deseo de amar al projimo y mantener el casto celibato sacerdotal, le resulte poco menos que imposible. O que cuando quienes arden en deseo de amar al projimo sean mujeres, hayan tenido que enfrentarse tanto con la propia Iglesia como con una sociedad tradicional y patriarcal hasta la medula, y que a raiz de ello hayan sufrido multitud de penalidades como embarazos no deseados, bebes entregados forzosamente en adopcion a instituciones religiosas o internamientos forzosos de "jovenes descarriadas" en centros donde sufrian todo tipo de injusticias y opresion.
    Esta novela es la historia de un grupo de irlandeses, hombres y mujeres, religiosos y seglares, y de su lucha por lograr, por encima de condicionamientos de todo tipo, al fin ser duenos de su propio cuerpo, de su propia sexualidad y de su propia vida.
    Pero los irlandeses, a la par de apasionados, son tambien enormemente divertidos. Asi pues, es logico que una historia de irlandeses apasionados, si se les quiere hacer justicia, tenga que ser tambien por fuerza divertida.

  • Chantaje Emocional de Susan Forward

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    Esta obra parte del principio de que todos manipulamos hasta cierto nivel, pero el chantaje emocional es un nivel aun mayor. Quien chantajea se aprovecha de los miedos de la otra persona para hacerla sentir culpable u obligada a cumplir con sus exigencias. El libro se divide en dos partes principales: en la primera, se explica con claridad y multiples ejemplos que es el chantaje emocional y por que las personas lo usan, y la segunda se enfoca en ofrecer soluciones a los lectores para enfrentar el chantaje y mejorar sus relaciones o abandonarlas, en caso de que sea lo mas conveniente.

  • Por una mentira de Sophie Saint Rose

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    Tabitha colocaba el expositor y cuando vio llegar a la senora Morley gimio dejando el pollo que tenia en la mano, para incorporarse y mirarla por encima con una sonrisa en los labios que no llegaba a sus ojos violeta. -- Buenos dias, senora Morley. --Buenos dias, nina. -- respondio mirando la mercancia con su ceno fruncido. La senora Morley era una de sus clientas habituales, pero para venderle una pechuga de pollo se pasaba en la carniceria una hora y queria que le mostrara todo el genero. A sus casi noventa anos decia que no podia meterse cualquier cosa en el cuerpo, asi que la torturaba todo el tiempo que le daba la gana. Tabitha suponia que no tenia mucho mas que hacer que darle el conazo. -- ?Que le pongo hoy? -- dijo mirando su vestido de flores de cuello blanco, acompanado por su collar de perlas. Tambien se fijo que esa manana se habia decidido por sus zapatos planos de cordones marrones -- Tengo la ternera de oferta. -- ?La ternera? No creo. Mi pension no llega para tanto. --la miro con sus ojitos azules detras de sus gafas de pasta y entrecerro los ojos-- ?Llevas la redecilla? No la veo. ?La llevas? No voy a consentir encontrarme un pelo pelirrojo en mi comida. --Si, senora Morley. --se acerco a ella por encima del expositor senalando su horrible redecilla blanca -- ?La ve? Es obligatorio llevarla. --Por eso te lo digo, nina. --dijo con los ojos entrecerrados intentando centrar la vista. Molesta porque no veia tres en un burro, miro el expositor de nuevo-- Vamos a ver, ?eso que es? ?Pavo? --No, senora Morley. Es la ternera que le decia. --Va, no tiene buen color. Tabitha se mordio la lengua forzando una sonrisa y miro a traves del escaparate de la tienda al exterior esperando que llegara su jefa y se pudiera librar de atender a la mujer-- ?Que le parece pollo? -- respondio importandole un pito lo que se llevara la buena mujer. -- ?Pollo? !Me lleve pollo ayer! --No, senora Morley. Se lo llevo el lunes y estamos a viernes. -- al fin era viernes y descansaria todo el fin de semana. Las ganas que tenia de perder de vista a las clientas solo las sabia ella-- ?Y conejo? -- !Conejo! !La cantidad de conejo que me comi en los cuarenta! Madre mia, ya la habia liado. La mujer se puso a relatarle toda su infancia y la adolescencia. A describir lo dura que era la vida entonces y no como ahora, que los jovenes solo se quejaban de vicio -- !Y mi marido! !Oh, lo que trabajaba el pobre! -- entrecerro sus ojitos-- ?Y tu? -- ahi venia-- ?Ya te has casado? -- la pregunta de todas las semanas. --No, senora Morley. Desde hace siete dias, que me lo pregunto la ultima vez, no me he casado. -- respondio cogiendo el cuchillo clavandolo en la tabla de madera pensado por que cono tenia que explicarle su vida a todo el mundo. -- !Pero nina! ?Cuantos anos tienes? !Joder! ?Por que no se compraba la pechuga de pollo de una vez y la dejaba en paz? -- Veintisiete, senora. La senora Morley la miro con horror como todas las semanas. Un dia iba a sacarle una foto y a colgarla en Internet -- Pues casate nina o… -- ?Y que le parece cerdo? Unas buenas chuletitas de cerdo. La mujer chasqueo la lengua y en ese momento entro su jefa que llegaba de ir al banco a realizar los ingresos-- Buenos dias, senora Morley. -- dijo pasando ante ellas a toda prisa y metiendose en la trastienda a la velocidad de la luz despues de mirarla con cara de panico. Tabitha dejo caer los hombros y agarro el mango del cuchillo-- Cobarde. -- susurro desclavando el cuchillo. Miro el reloj que tenia colgado y vio que la mujer llevaba en la tienda exactamente cuarenta y siete minutos. La mujer seguia hablando sobre que no le apetecian chuletas de cerdo y cuando tomo aire, Tabitha metio baza-- ?Y de cordero? -- !Oh, el cordero me sienta mal, nina! ?Que te pasa? Estas muy distraida. --Tiene toda mi atencion, senora Morley. --cuando vio entrar en la carniceria a su amiga Kat sonrio de oreja a oreja-- ?Las tienes? -- !Ja! -- saco dos invitaciones a la inauguracion de la nueva discoteca en Manhattan para esa noche-- Creias que no podia, ?verdad? -- dijo apartando con chuleria su pelo moreno. -- ?Que eso, nina? ?Os vais al cine? Kat miro a la mujer con una sonrisa en la boca y Tabitha nego con la cabeza indicandole que no contestara-- No, son las entradas a una discoteca. La senora Morley las miro con horror como si fueran dos perdidas y jadeo-- ?Una discoteca? --Si. -- respondio Kat confundida. Miro a Tabitha como si la hubiera decepcionado-- ?Vas a esos antros de perdicion, drogas y alcohol? -- dijo levantando la voz-- !Deberias ir a la Iglesia, nina! !Ahora entiendo que no te hayas casado! --la senalo con el dedo-- !Los hombres decentes van a la Iglesia! !Ahi conocia a mi Martin y estuve casada sesenta y tres anos! Tabitha miro hacia la puerta de la trastienda que se abrio en ese momento saliendo su jefa vestida para ponerse a trabajar. La miro como si hubiera metido la pata y ella miro a Kat como si quisiera matarla. Su amiga susurro-- Bueno, yo me voy. La anciana seguia soltando por la boca que los jovenes en la actualidad habian dejado de ir a la Iglesia, porque estaban tan cansados despues de drogarse toda la noche, que no querian oir la palabra de Dios para no tener remordimientos. Su jefa asintio --Que razon tiene, senora Morley. ?Le pongo unos filetitos de pollo? Kat hizo una mueca yendo hacia la puerta, haciendole un gesto como que la llamaba luego--Gracias por tu visita, Kat. --dijo ironica con ganas de pegarle cuatro tiros. --Lo siento. -- vocalizo antes de salir practicamente corriendo. Como una buena chica tuvo que escuchar como debia reformarse de su disipada vida. ?Disipada vida? !No echaba un polvo desde que su novio la habia dejado por la pastelera del final de la calle! Y eso habia sido hacia dos anos. En ese tiempo a ellos les habia dado tiempo a casarse y tener gemelos. Con una mueca en la boca que se suponia que era una sonrisa, vio como llegaba otra vecina y opinaba sobre su vida como si tuviera todo el derecho del mundo, aliandose contra ella. Miro a su jefa que la observaba cruzada de brazos-- Ya le he dicho que mi hijo estaria encantado de salir con ella. -- dijo su jefa dando la puntilla --Gabriel esta medio enamorado de Tabitha y lleva esperandola desde que la conoce. Cuatro anos hace que lo tiene esperando al pobre chico. ?Pobre chico? !Era un cromanon que solo hablaba de futbol, soltaba eructos, que pesaba cien kilos y estaba calvo! No estaba tan desesperada. Pero eso no se lo podia decir a su jefa, por supuesto. Asi que sonrio dulcemente diciendo-- Nuestros caracteres son muy distintos. -- !Dejate de tonterias, nina! -- dijo la senora Morley levantando la barbilla-- !Que caracteres, ni caracteres! !En casa mandas tu! !Punto! !Todo lo demas son tonterias! -- !Eso le digo yo! Si cuando le sonrie, el pobre se pone a babear. Pero ella nada. !Ni siquiera quiere salir con el una vez! --Tabitha, debes ser mas flexible. -- dijo la senora Rubin acercandose al expositor--Ponme carne para picar. Voy a hacer hamburguesas. Tabitha se puso a servir a la mujer pensando que deseaba que dieran las dos, que era la hora en la que salia ese dia. Metio la carne en la picadora despues de pesarla, rumiando que necesitaba una noche loca. Si, se cogeria un buen pedo. De los que hacen epoca. No sabia como despues de trabajar alli cuatro anos, no se habia dado al alcohol. Escuchandolas ponerla verde por ser muy exquisita, termino de picar la carne y le tendio el paquete a la mujer cobrandole-- Aqui tiene, senora Rubin. La vuelta. -- ?Que te parece si sales con mi Steve? Acaba de dejar a su mujer y siempre le has gustado. !Ja! !Ni loca! Pero sonrio radiante porque ahora el tema se desviaria. -- ?Tu hijo ha dejado a su esposa? -- pregunto escandalizada la senora Morley sonrojando a la vecina. Cuando llego a su casa arrastrando los pies, vio a su madre en el pequeno jardin tirando de los hierbajos-- Uy, uy, hoy ha sido un dia malo. --Pesimo. Estoy mas harta... -- ?Por que no buscas algo en Manhattan? --dijo quitandose los guantes para acercarse y quitarle la redecilla de su pelo pelirrojo-- Hija, no puedes seguir asi. Miro con horror a su madre-- ?Me he paseado por todo Brooklyn con eso puesto? La risa de su madre la altero todavia mas-- No tiene gracia. --Claro que la tiene. Tenias tanta prisa por salir que ni siquiera te has dado cuenta. Gruno subiendo las escaleras-- !Que harta estoy! --Si hubieras terminado... Se volvio fulminandola con la mirada-- ?Me lo vas a recordar otra vez? Si hubieras terminado la carrera, ahora serias un medico de prestigio y vivirias en Manhattan. -- !Es que es la verdad! -- !Mama! !Me echaron! Su madre miro a su alrededor jadeando-- !Que no te oigan las vecinas! --Soy una negada para estudiar medicina. ?Sabes todos los nombres que hay que aprender? !El instituto estaba tirado! -- !Pero sacabas muy buenas notas! Por eso te dieron la beca. !Lo que pasa es que te desviaste! Eso era cierto. La vida en el campus era tan distinta a la que habia llevado, que se despisto un poco. No un poco, muchisimo. No se encontro en todo el semestre y cuando lo suspendio todo, ya era tarde. La echaron a patadas. --Mira, no quiero hablar de lo que ya no puedo arreglar. -- entro en casa de sus padres frustrada. -- !Podrias volver a estudiar! -- !Todos los dias tenemos que tener esta conversacion! Mama, aceptalo. No voy a ser medico. -- ?Y enfermeria? Puso los ojos en blanco dejando el bolso en el perchero y yendo hacia la cocina -- Puedes estudiar por las tardes. Tomo aire sacando una cola de la nevera. Su madre estaba preocupada por ella. Lo sabia. Tenia veintisiete anos y se habia dejado llevar. Cuando la echaron de la universidad para disgusto de todos, volvio a casa y trabajo en un supermercado. Alli habia acabado de carnicera y de alli a la carniceria del barrio. Siempre habia ganado dinero, pero no era la vida que siempre habia sonado. --Tienes dinero ahorrado. Lo bastante como para ponerte a estudiar de nuevo si no quieres trabajar. --su madre se acerco y le acaricio la mejilla --Yo quiero que seas feliz y no lo eres. En Manhattan tendrias mas oportunidades y… --Pensare en algo, ?vale? Te lo prometo. Su madre tenia razon. Lo sabia. Lo que no sabia era lo que le pasaba. Era como si desde que habia ido a la universidad le diera miedo lanzarse a la vida para no pegarse otra leche. Asi que alli estaba, viviendo en casa de sus padres, aunque ellos estaban encantados. Trabajando en el barrio y sin pareja. Todo un panorama. Su madre sonrio y Tabitha alargo la mano para quitarle una hierba de su pelo negro-- No te preocupes por mi. --Estoy encantada de tenerte aqui y lo sabes. -- Tabitha asintio-- Pero quiero que empieces a vivir tu vida. Siempre estas pendiente de nosotros, sobre todo de tu padre. Desde que tenias dieciseis anos echabas una mano en el taller y cuando sales de trabajar te pasas muchas veces para ayudar. No puedes seguir asi. !No eres feliz! -- se alejo y abrio un cajon de la cocina-- Mira, he hablado con tu tutora del instituto. -- Tabitha abrio los ojos como platos. -- !Mama! --Escuchame, ?vale? Puedes ir a clases nocturnas y en dos anos tendras tu titulo de auxiliar de enfermeria. --le enseno un folleto y Tabitha suspiro. Cogio el folleto de sus manos y la miro asombrada. !El folleto tenia tres anos! -- ?Por que me lo das ahora? --Porque estas al borde de un ataque de nervios y es el momento apropiado. Antes pensabas que estabas bien. Ganabas dinero y tenias novio. Incluso pensasteis en casaros y te entro el panico. Ahora estas preparada para cambiar tu vida. -- ?Por que he tocado fondo? -- dijo divertida. --Exacto. --la beso en la mejilla-- Piensatelo, ?vale? --Si, mama. -- la agarro por la cintura antes de que se apartara-- ?Sabes cuanto te quiero? Su madre se echo a reir mirandola con sus mismos ojos color violeta-- Seras zalamera. --Si, lo soy. -- la beso en la mejilla y se aparto dispuesta a comer algo. Volvio a abrir la nevera sacando algo de jamon para hacerse un sandwich. --Carino, ?no esperas a la cena?

  • Latido del corazon de Marian Herrera

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    Sebastian Videla poseia los ojos de un demonio melancolico, tan fragil y danado que Angela nunca recupero lo que llego a amar. Las almas gemelas simbolizan una misma luz distribuida en dos cuerpos mortales; algo que ni el mundo, ni ellos mismos, comprenden. Al ser separados, el vacio residira en sus espiritus hasta que logren volver a fusionarse.

  • La Serie completa Nosotros de Patricia Bonet

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    <>. ?Un vuelo agradable? Si tuviera que definirlo, se me ocurren muchas formas de hacerlo, pero desde luego ninguna de ellas seria <>; me ha tocado pasillo, por lo que me he pasado la mitad del tiempo levantandome para que la senora que tengo al lado pudiera ir al aseo. No sabia que alguien podia mear tantas veces seguidas. Pero no contenta solo con eso, no se ha callado. Ni un momento. Me ha hablado de su hija Lana, de su perro Scooby y de su nieto Carl, que es la alegria de su vida, aunque el a ella no la quiera nada y le escupa cuando la ve. Asi, tal cual. Y ella tan contenta diciendo que son solo cosas de ninos. De un nino que, por cierto, ya tiene diez anos, y no es que yo sea un lumbreras, pero a esa edad ya saben lo que hacen, ?no? En fin. Ni conozco a esta senora ni voy a volver a verla en mi vida, asi que yo solo he sonreido y he fingido escucharla todo el trayecto. En realidad, lo que he estado haciendo ha sido cerrar los ojos y pensar. ?En que? En lo que llevo pensando desde que mi trabajo en Nueva York termino y supe que era hora de volver a casa. Podria haberme quedado alli. La gente me queria, era bueno en mi trabajo y el sitio no estaba nada mal. Hice algunos amigos, como Scott, mi jefe. Aunque era unos cuantos anos mayor que yo, congeniamos enseguida. Supongo que porque yo necesitaba una figura paterna, alguien que me diera un poco de seguridad y familiaridad en un sitio en el que me encontraba a miles de kilometros de los mios, y el buscaba un sustituto para el capullo de su hijo, porque, si algo definia a ese especimen de hombre, era <>. Tambien echaria un poco de menos mis salidas matutinas a correr por Central Park o el desayuno de los domingos por las mananas en la teteria de la esquina del trabajo. Me costaba mas de cuarenta y cinco minutos ir andando, pero valia la pena solo por esos bollitos de canela rellenos de limon. Pero bueno, no quiero mentir, todo eso estaba bien, pero no terminaba de ser lo mio. Aunque estaba rodeado de personas por todas partes, pues en la oficina eramos mas de cuatrocientos trabajadores y tenia buena relacion con todos, y ademas tenia a Scott, pero, como ya he dicho, me sentia muy solo. Me faltaba mi gente. Mis amigos, sobre todo Pedro, los tocapelotas de mis hermanos, mis padres y, para que mentir, ELLA. Mierda. Es que no me la quito de la cabeza ni medio segundo. Y si, antes ya era una tortura, pero mas o menos podia llevarlo; total, la tenia a miles de kilometros de distancia. Pero ?y ahora? Ahora la tengo demasiado cerca como para poder ignorarlo. El avion acaba de dar una sacudida, lo que significa que hemos tomado tierra. He estado tan metido en mi mundo que ni me he dado cuenta. Suspiro, cojo aire y lo suelto tres veces seguidas, me seco las palmas de las manos en los vaqueros y cuento hasta diez. Me levanto incluso antes de que las luces que indican que ya puedo desabrocharme el cinturon se apaguen, pero necesito coger mi ordenador y salir de este agujero que me esta asfixiando por momentos. Me giro para sonreir a mi nueva <> y decirle adios con un ligero movimiento de cabeza, y salgo por la puerta como alma que lleva el diablo directo al autobus que me llevara hasta la sala de recogidas de maletas, para poder coger la mia e irme a mi casa. Hogar, dulce hogar. Se me hace tan raro estar aqui de vuelta que, por un momento, una milesima de segundo, me han dado ganas de dar media vuelta, volver al avion con el comandante como se llame y pedirle que me lleve de vuelta a las Americas. Pero no, estoy aqui, he vuelto y lo hago para quedarme. Cuando ya estamos todos en el autobus como sardinas en latas -y esta claro que algunos sin ducharse-, ponemos rumbo al edificio que alberga nuestras pertenencias mas valiosas, que en mi caso es una pequena maleta. No es que haya sobrevivido todo este tiempo con tres pantalones y dos polos, es que mis padres vinieron hace un par de meses y se trajeron casi todas mis cosas. De valor no tenia nada, porque los muebles y demas pertenecian a la casa de alquiler en la que me alojaba, pero si se trajeron la ropa de invierno, zapatos y chaquetones, asi que me deje lo esencial: algunas prendas basicas y mi ordenador portatil. Por fin llega la mia, esa que regalaba el banco hace mil anos, marron, fea de cojones, que toda la poblacion espanola tiene, y me dirijo hacia la salida para coger un taxi. No ha venido ninguno de los mios a buscarme. No porque ellos no quisieran, sino porque yo no los he dejado. Me gusta muchisimo estar con ellos, pero pueden llegar a ser tremendamente agobiantes, y yo necesito un poco de espacio para habituarme a mi nueva situacion y pensar en como me voy a enfrentar a todo lo que se me viene encima. Y porque les he mentido. No me siento orgulloso de ello, pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. O como se diga. Les he dicho que llegaba mucho mas tarde. Casi por la noche, vamos. No a las ocho de la manana. Al unico al que le he dicho la verdad es a mi hermano Javier, al que, por cierto, le mando un mensaje para avisarlo de que ya estoy aqui. Y es que con el no tengo ningun problema. Si yo le digo que no quiero que venga a recogerme, no hace preguntas, me dice que vale y se queda en su casa; o en el bar, depende de la hora. No he querido que venga nadie porque solo tengo ganas de llegar a casa, darme una ducha, quedarme en calzoncillos y dormir todo lo que no lo he hecho estas ultimas semanas. ?Que por que no he dormido? Porque estoy cagado de miedo. He sonado con volver desde antes de marcharme, he sonado con verla desde antes de despedirme y he sonado con volver a hablar con ella desde antes de mandarlo todo a la mierda. Pero una cosa es sonar y otra muy distinta, la realidad. Y la mia es que estoy aqui, que he vuelto y no tengo ni idea de por donde empezar. Me aterra tenerla enfrente de mi otra vez porque no sabria que decirle ni como actuar. No se si me odia -aunque estoy convencido de que si- ni si tiene ganas de verme -estoy convencido de que no-. Llevo mas de tres anos sabiendo cosas de ella a traves de los demas. Jamas acompano a ninguno en sus viajes, ni se sumaba a las felicitaciones y llamadas a traves del Skype, ni participaba en los regalos conjuntos que me llegaban. Si, ponia su nombre, estaba su dedicatoria, pero no era su letra. Mejor dicho, no eran sus palabras. El taxi llega por fin a la puerta de mi casa; le pago y bajo, sacando yo mismo la maleta del maletero porque ahora me han entrado las prisas. Necesito sentirme seguro, protegido, y mi casa se convierte en mi refugio. Subo los peldanos hasta llegar a la puerta principal poco a poco, disfrutando del momento y maravillandome de lo que encuentro a mi alrededor, porque, para que negarlo, mi casa me encanta. Al subir arriba del todo, dejo las maletas en el suelo y meto la mano en el bolsillo derecho del pantalon para sacar la llave, la cual aprieto tan fuerte que hasta me hace un poco de dano en la palma de la mano. La meto en la cerradura y la giro dos veces, lo que me confirma que mi hermana no esta en casa. Cuando me marche, me pregunto si podia mudarse aqui. Adora a mis padres, pero, palabras textuales, <>. Siempre han sido un poco controladores con los tres, para que negarlo, pero debo reconocer que con mi hermana han llegado al acoso. Asi que no tuvo que suplicarmelo mucho, aunque me habria encantado verla de rodillas pidiendo clemencia. Cogio la copia que guardaba para las emergencias y se instalo aqui. Para mi tambien supuso un alivio, asi tenia a alguien que cuidaba un poco de ella en mi ausencia. Hablo de mi casa, claro; mi hermana se vale ella sola. Y, ademas, asi cuidaba de las pequenas plantas que tengo en el jardin. Aunque miedo me da cuando salga a ver como estan. Cojo la maleta, entro y cierro la puerta detras de mi. A simple vista esta tal y como la deje, a excepcion del sofa, que tuvimos que reemplazar por culpa de un pequeno percance, del cual prefiero no hablar. La cocina esta impoluta y, por lo que puedo divisar a traves de la cristalera, el jardin y mis plantas estan perfectas. Debo empezar a confiar mas en Paula. Cierro la casa con llave, una pequena mania -o una de muchas-, dejo la maleta en el suelo y recorro mi hogar poco a poco, tocando los muebles y admirando el olor a jazmin que lo impregna. Me acerco hasta la libreria, pero no para ver los pocos libros que hay, sino las fotos, en concreto una en la que salimos los cinco el dia del cumpleanos de Javi hace ya siete anos por lo menos, todos disfrazados de mejicanos, con las mejillas sonrosadas y los ojos vidriosos de tanto reir. Paula esta a caballito de Pedro, Javi a su derecha haciendo el mono, y yo a su izquierda, con Eva subida a mi espalda. Tiene la sonrisa mas bonita que he visto en mi vida, y la echo mucho de menos. Estoy cansado de verla a traves de las fotos, ahora necesito hacerlo en directo. Dejo la foto en su sitio, voy hasta la cocina y abro la nevera con la esperanza de encontrar algo de comida en ella. Me doy por satisfecho. Tengo queso, jamon e incluso cerveza, asi que me preparo un sandwich, me lo como rapido y subo a mi habitacion para poder darme una ducha bien fria y acostarme un rato, que bien lo necesito. [?] <>. Parece musica, pero no se de donde viene. Por poco se me sale el corazon por la boca del susto que me he dado. Me incorporo en la cama e intento calmarme, con los cinco sentidos alerta e intentando acostumbrarme a lo que tengo alrededor. Me doy cuenta de que estoy en mi casa de Valencia y de que esa musica viene del piso de abajo. Debe de ser mi hermana, que ha llegado y no se ha enterado de que hay alguien arriba.

  • Los gozos y las sombras de Gonzalo Torrente Ballester

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    20 anos sin Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999).

  • El vicio espanol del magnicidio de Francisco Perez Abellan

    https://gigalibros.com/el-vicio-espanol-del-magnicidio.html

    Un denominador comun une los magnicidios y los grandes atentados que cambiaron al menos cinco veces la historia de la Espana contemporanea. Prim, Canalejas, Canovas, Dato y Carrero Blanco, todos ellos presidentes del Gobierno, fueron asesinados en circunstancias escandalosamente extranas. Francisco Perez Abellan, el hombre que revelo la verdad sobre la muerte de Prim, desmonta todas las versiones
    oficiales.

  • Regreso al salon de la serpiente de Robert Lenz

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    Una amenaza profetizada por siglos. Un sistema de templos y cavernas de las que nadie ha vuelto con vida. Inocentes desaparecidos y rumores de un culto siniestro surgiendo en las catacumbas.

  • Tigre. La historia de Alix Crane de Angela Cruces

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    "Te hare pedazos…" Y el siempre cumple sus promesas.
    Alix Crane irrumpe en la vida de Valery para poner su mundo boca arriba, sin importar a quien tenga que "pisar" en el camino, porque el TIGRE de California te hara trizas si te interpones en su destino...

  • Gafas De Sol Para Dias De Lluvia de Mamen Sanchez

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    Lina es capaz de ver lo negro blanco y llevar gafas de sol en los dias de lluvia. Perseguida por un asunto turbio, huye de su pais natal y encuentra trabajo en el servicio de limpieza del hotel Ritz de Madrid.
    Carol es la unica heredera de una de las familias mas poderosas de Manhattan. Aunque vive rodeada de lujos y diversiones, no logra ser feliz.

  • Confina-Dos de Anna Garcia

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    "Estiramos... Mantenemos durante diez segundos... No os olvideis de la respiracion... Utkatasana..." --?Que haces? --Yoga. --?Eso es yoga? Parece que le estes gritando a la vecina mientras tienes retortijones. --Shhhh. Por favor. Que me desconcentras. --?Desde cuando practicas yoga? --Desde hoy mismo, y pienso hacerlo todos los dias. --Ya. Claro. --Vete. No me hagas hablar, que me tengo que concentrar en respirar. --?Desde cuando te tienes que concentrar en...? --Alex, ya. ?No tienes nada que hacer en vez de molestarme? --Uy, si. Un monton --contesta con sarcasmo--. Quedaria con mis amigas, pero resulta que me obligas a quedarme en casa... --Claro. Porque el virus este lo he creado yo en la Thermomix, !no te fastidia! Que no lo digo yo, Alex, que lo dice el gobierno. Que no podemos salir. Ni tu, ni yo, ni nadie. --La vecina de enfrente sale. --Muy seria, dejo de mirar la pantalla de mi Tablet para centrarme en mi hija--. La vi anoche. --Estaria sacando la basura... Alex me mira enarcando una ceja mientras niega con la cabeza. --Y no tiene perro --insiste--. Y no eran horas para ir a la farmacia o al medico. No me extranaria que esa loca estuviera pasandose por el arco del triunfo la prohibicion de salir. Es la misma que pone la musica de Raphael y el Puma a todo trapo todos los domingos por la manana. La misma que vive asomada a la mirilla y no duda en abrir la puerta en cuanto ve algo que no le agrada. La misma que se queja constantemente de que sus vecinas de arriba, un grupo de estudiantes, pisan muy fuerte en el suelo y hacen un ruido infernal. La que tiene frita a la cartera, que en breve se negara a repartirnos mas cartas. E incluso tengo grandes sospechas de que es ella la que roba ropa de los tendederos del terrado. --El friky ese ha cambiado de postura hace rato... --dice Alex, senalando la pantalla de mi Tablet con un dedo y devolviendome al presente de golpe. Chasco la lengua y me doy por vencida. --?Y deberes? ?No tienes? --Ya los he hecho todos. --Ni de cona. --?Por que nunca me crees? --Porque tu fama te precede. --Te lo juro, mama. --De acuerdo. Te creo. Sigueme. Por el rabillo del ojo la veo caminar detras de mi con expresion satisfecha por haberse salido con la suya. O eso le hago creer el tiempo que tardo en ponerle en la mano un trapo y un bote de limpia muebles. --?Que es esto? --Esto es un trapo y esto... --Giro el envase para que pueda leer la etiqueta, pero ella me corta antes. --!Ya se lo que es! !Me referia a por que tengo que hacerlo yo! --Porque yo tengo que bajar a comprar y asi te mantienes ocupada. --Prefiero bajar yo a comprar. --No puedes. --!?Por que?! --Porque los ninos sois los que mas lo... --Mama, no soy una nina --me corta--. Tengo catorce anos. --Lo que tu digas. Mi respuesta sigue siendo no. --!Esto es muy injusto! !Me haces parecer una apestada! !Encerrada en esta mierda de piso! !A ver si viene ya papa a buscarme! --Pues siento comunicarte que han recomendado que los hijos de padres separados pasen el confinamiento con el progenitor con el que lo hayan empezado. --!?Que?! --Yo tampoco estoy entusiasmada con la idea, asi que menos dramas. --Fantastico... --resopla, dandome la espalda con el telefono ya en la mano--. Esto no se va a quedar asi. Voy a hablar con papa y seguro que vendra a por mi, aunque tenga que infringir la ley. --Si, seguro que si. Dejara a su amiguita en casa y vendra corriendo a buscarte --susurro, justo antes de salir de casa. Apoyo la espalda en la puerta, cierro los ojos y respiro profundamente. Esta manana ha salido un psicologo en la television explicando los posibles efectos negativos que esta situacion podria provocar. Decia que el confinamiento podria llevar al enfado, a la frustracion, al miedo o a la locura, y que todo eso podria ir a mas con el paso de los dias. Yo llevo solo tres dias confinada en casa con mi hija y puedo asegurar que he pasado ya por todos los estadios. El psicologo daba algunos consejos para poder sobrellevarlo mas o menos bien, tales como marcarse una rutina, hacer algo de deporte y hablar con amigos y familiares, ya sea en persona o por telefono. Nosotras, hablar, hablamos. Y nos gritamos tambien. A veces incluso nos insultamos un poco. Tambien hablo por telefono con mi familia, aunque a mi padre aun le cueste un poco hacerse con las nuevas tecnologias, con amigos e incluso realizo videoconferencias con mis alumnos del instituto. Asi que esa parte la cumplo. ?Deporte? Si soy sincera, nunca he sido amante del deporte. Tampoco es que mi horario en el instituto y la preparacion en casa de las clases me dejaran mucho tiempo para practicarlo, pero me he propuesto que el confinamiento no me lleve al sobrepeso, asi que pongo todo de mi parte para lograrlo. Si no me interrumpen como hoy, claro esta. Ya se que mi estilo no es el mas depurado, y quiza mis mallas tienen mas anos que Alex, pero el merito esta en intentarlo, ?no? --!?Que estas haciendo tanto rato en el rellano?! La voz de la vieja loca me sobresalta, y clavo la mirada en la puerta de delante. --Senora, metase en sus asuntos. --!Voy a llamar a la policia! --?Y por que motivo, si se puede saber? --!Porque solo se puede salir de casa para comprar bienes de primera necesidad e ir al medico! --!Y a eso voy, senora! --!Sin entretenerse por el camino! Resoplando y fulminando su puerta con la mirada, empiezo a alejarme hacia las escaleras. Al llegar a la calle, aun maldiciendo a la vieja, me tapo la boca y la nariz con el panuelo que llevo anudado al cuello y me dirijo al supermercado situado al final de la calle. Con el paso acelerado y la cabeza agachada, miro por el rabillo del ojo a un lado y a otro. Me siento como si estuviera haciendo algo ilegal, como si me estuviera escondiendo. Me consuela que el comportamiento de la poca gente con la que me cruzo sea igual que el mio. Un senor mayor incluso ha cruzado de acera para no tener que pasar cerca de mi. Lo entiendo, aunque no puedo evitar sentirme algo mal por ello. Una vez dentro del supermercado, me sorprende ver que reina el caos absoluto. Hay pasillos enteros con estanterias totalmente vacias. Algunos clientes corren empujando un carrito, mirando a un lado y a otro, sucumbiendo al panico por no encontrar lo que buscan. Un par de agentes de seguridad intentan que mantengan la calma, sin exito alguno. --La gente esta fatal... --susurro mientras camino hasta el pasillo de los lacteos. Cuando llego, me quedo totalmente en shock--. ?Donde...? Giro sobre mi misma, algo desubicada. Un carrito me golpea por la espalda. Dolorida, me doy la vuelta en busca de una explicacion o disculpa, pero a la senora parece importarle bien poco mi estado, y enseguida se pierde por otro pasillo. --Perdone... ?donde esta la leche? --le pregunto a una empleada del super, que me mira con expresion de agobio antes de contestar. --Estaba ahi. --?Estaba? Vuelvo a mirar hacia las estanterias vacias, atando cabos, de repente consciente de que las imagenes de supermercados desabastecidos, con interminables colas de clientes, son la cruda realidad. Empiezo a sentir agobio al imaginarme abriendo la nevera y encontrandola vacia, teniendome que conformar con una rama de apio mojada en hummus. Presa del panico, acelero el paso y recorro los pasillos a la carrera, llenando el cesto sin ningun criterio especifico. --Mantengan la distancia --me pide la cajera una vez me pongo en la cola y yo la miro recelosa, agarrando mi cesta de la compra como si temiera que alguien me la fuera a robar. En el fondo, no respiro tranquila hasta que salgo de nuevo a la calle, con una extrana sensacion de victoria, como si hubiera conseguido pasar una prueba. Con mi bolsa colgada al hombro, de nuevo con la boca y la nariz tapadas, corro hacia casa. Una vez en el ascensor, resoplo agotada y miro mi reflejo en el espejo. Empiezo a tener un color cetrino nada favorecedor. Quiza podria subir al terrado la hamaca de playa y aprovechar para tomar el sol. Asi tambien podria vigilar que nadie hurte ropa ajena. Con esa idea aun en la cabeza, meto la mano dentro de la bolsa. Saco una botella de horchata y la miro detenidamente. No es que me guste especialmente y creo que es la primera vez que la compro. En realidad, empiezo a preguntarme por que lo he hecho. Y sigo con la misma sensacion cuando echo un vistazo dentro de la bolsa y veo la coliflor, la lata de melocoton en almibar, la caja de conos de fresa y las toallitas de bebe. --Ni siquiera me gusta demasiado la fresa --susurro con la caja en la mano mientras se abre la puerta del ascensor y salgo al rellano. --!?Eso es un bien de primera necesidad?! --Escucho a la vieja gritar, consiguiendo asustarme de nuevo. No me lo puedo creer... --!Senora, por favor! !Haganos un favor a todos y centrese en Que bello es vivir! --!Voy a llamar a la policia! --!Y yo al asilo! !A ver si le hacen un hueco! En cuanto cierro la puerta de casa a mi espalda, descubro a Alex al final del pasillo, de brazos cruzados y con gesto de reproche. --?Haciendo amigas? --me pregunta. --Esa mujer es insufrible --digo, camino a la cocina. --!Hostias, helado! !Genial! --grita ella al ver la caja en mi mano, siguiendome con la clara intencion de abrirla y llevarse uno. --Ni hablar. Hay que racionar la comida, que no puedo estar saliendo cada dia a comprar. --?Coliflor? !Joder, que asco! ?Esto que es? ?Alcachofas en vinagre? Mama, ?que mierda has comprado? --Pues... --Rapido, que no te vea dudar. Con conviccion. No puede saber que entraste en panico y compraste lo primero que viste en las estanterias del supermercado--. Tienes que comer mas verdura, Alex. ?Has limpiado? Intento mantenerme firme y aguanto su mirada de brazos cruzados, imperterrita. Ella me mira durante unos segundos mas con una mueca extrana dibujada en la boca, hasta que se da por vencida. --Si. --?Seguro? --Enarca una ceja dandome a entender que no piensa contestarme--. ?Y has hablado con tu padre? Se la respuesta nada mas verle la cara, y tambien puedo adivinar como ha ido la conversacion a tenor de su comportamiento esquivo. --Si... --?Y va a venir a rescatarte? --insisto, cada vez mas convencida de la respuesta de su padre, mascando esta pequena victoria con deleite. --No. Me ha dicho que tengo que quedarme aqui por mi bien --contesta de forma esquiva, sin mirarme a los ojos--. Y ademas tiene mucho trabajo... --Ya. Bueno. Lo siento por ti, entonces --digo mientras me doy la vuelta para intentar que no vea la sonrisa de satisfaccion que se ha dibujado en mi cara. Cuando acabo de guardar todos los deliciosos manjares que he comprado, abro la caja de los helados y le tiendo uno a Alex. Ella lo coge y me sonrie de medio lado. Al ir a guardar el resto en el congelador, veo una luz de esperanza en el horizonte materializada en una pizza sabor barbacoa. La saco con orgullo, consciente de que sera el golpe definitivo para meterme a mi hija en el bolsillo. Parte 2: Hector. 4o 1o Me quito el casco de la moto y me peino el pelo con los dedos de la mano, de forma perezosa. Luego me froto la cara y bostezo de forma prolongada. Al principio fui reacio a marcharme el hospital, desoyendo a todos los companeros que insistian para convencerme. Me negaba a irme porque sentia como si, al hacerlo, les estuviera abandonando en la estacada. --Hector, por favor... Vete a casa a descansar. ?Cuantas horas llevas currando? --Estoy bien. --Imposible. Llevas mas de cuarenta y ocho horas sin parar. Vete a casa. --Desoyendo sus palabras, cojo el historial de otro de los pacientes postrados en una camilla en mitad del pasillo del hospital. Las Urgencias estan tan colapsadas que colocamos a los pacientes donde podemos, a la espera de ser atendidos. Dani pone una mano encima del historial para impedirme leerlo y me lo quita al rato--. Vete. A. Casa. Ahora. Es cierto que te necesitamos, pero descansado y en plenitud de facultades. Ahora mismo, eres mas peligroso que util. Asi que, despues de hacerme de rogar, le hice caso y aqui estoy, sentado sobre mi moto, con los brazos apoyados en el casco, intentando poner en orden mis pensamientos. Aun me cuesta creer que todo esto este pasando en realidad. Las calles desiertas, los hospitales colapsados y los supermercados vacios son mas propios de una pelicula apocaliptica. Antes de subir a casa, entro en el colmado de Hamza para comprar algo de pan. --Hola, Hector. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Bien tambien. --?Y tu mujer y los ninos? --Bien. Asustados, pero bien. --Cualquier cosa, ya sabes donde vivo. --Gracias --me responde con una sonrisa agradecida. --?Te queda algo de pan? --le pregunto. --Creo que al fondo hay pan para hamburguesas... --Bueno. Menos es nada --contesto, encogiendome de hombros. --Tienes aspecto de cansado --comenta cuando estoy de nuevo frente a el--. ?Mucho trabajo en el hospital? --Si. --Es mas grave de lo que nos hacen creer, ?verdad? Le miro durante unos segundos, valorando si decirle la verdad o enganarle. --Saldremos de esta --opto por contestar, guinandole un ojo para infundirle confianza y afianzar mis palabras. Parece funcionar, porque el sonrie abiertamente, asintiendo a la vez con la cabeza. Levanto la palma de la mano para despedirme al tiempo que salgo de la tienda y camino hacia mi portal. Normalmente subo por las escaleras, corriendo y retandome a mi mismo para hacerlo cada vez en menos tiempo. Hoy no. Hoy subo en el ascensor. Apoyado en una de las paredes, observo mi reflejo en el espejo. Realmente no tengo buen aspecto. Si un paciente me viera acercarme con estas pintas, no creo que creyera que esta en buenas manos. Lo primero que hago al entrar en casa es quitarme la ropa y meterla dentro de la lavadora. Luego, dejo las zapatillas de deporte en el lavadero y me dirijo hacia el bano para pegarme una ducha. Toda precaucion es poca cuando vengo de un sitio tan contagioso como un hospital. Pierdo la nocion del tiempo. Plantado bajo el chorro de agua, dejo que esta golpee suavemente mi cabeza y mis hombros mientras apoyo las palmas de las manos en las baldosas. Cuando salgo, me visto con un pantalon corto y una camiseta vieja, cojo una cerveza y un par de los panecillos que he comprado antes, que pienso zamparme sin molestarme siquiera en rellenarlos con alguna loncha de embutido, y me dejo caer en el sofa. Cojo el movil y busco el telefono de mi padre. --Hola, hijo --me responde al primer tono. --Vaya. Que rapido --comento. --Es que estaba haciendo un Sudoku. --Ah, muy bien. ?Como estais? --Bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias. ?Y tu? --Ya sabes... cansado, pero bien. --?Estas en casa? --Si. Me han... obligado a tomarme un descanso. --Me alegro. ?Como estan las cosas por el hospital? --Bien. --No hace falta que me mientas. Soy viejo, pero tengo television y tu madre me obliga a ver todos los programas especiales acerca del Coronavirus. Es lo unico que se ve en casa, aparte de los gemelos esos que tiran paredes. --Se me escapa la risa--. Yo no me rio. Ahora no para de imaginar como quedaria el comedor si tiraramos la pared que lo separa de la cocina. Concepto abierto, lo llama ella. Si no me mata el colesterol, lo haran tu madre y sus ideas de bombero. -- Resopla de forma prolongada antes de continuar--: ?Y bien? --No es facil, papa, pero vamos haciendo progresos. Decidi parecer algo mas optimista de lo que ahora mismo me siento. --Eso es bueno, ?no? --Si. --Vale. --Le escucho hablar con mi madre de fondo--. No se lo voy a preguntar. No. Porque no hace falta. Me vas a volver loco... Esta bien. Espera. Hijo. --?Si? --?A que no esta permitido ir a la peluqueria? --?A la...? ?Mama tiene intencion de ir a la peluqueria? --Dice que tapar sus canas es cuestion de primera necesidad. --!No puede hacerlo! --Gracias. Dice que no puedes hacerlo. --Los escucho discutir durante unos minutos en los que yo intento meter baza, sin exito. La voz de mi madre se vuelve cada vez mas debil, y entonces mi padre vuelve a hablarme--: Cualquier dia la tienes que ir a buscar al cuartelillo. O eso, o acaba conmigo. --No la dejes salir. Dile que haga una lista de lo que necesitais del supermercado y manana os lo voy a buscar yo. --Ya la ha hecho. ?Le hago una foto y te la envio al movil?

  • Dragonwick de Anya Seton

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    La historia de una mujer notable y el misterio y el suspense que la esperan en los magnificos pasillos de Dragonwyck.

  • Tenias que ser tu el elegido de Olivia Saint

    https://gigalibros.com/tenias-que-ser-tu-el-elegido.html

    Amar. Enamorarse. ?Como se encuentra el amor verdadero? ?Que parte del cuerpo siente mas el amor?, ?Donde hay mas amor en el cerebro o en el corazon? ?Se ama hasta la traicion o ciertamente hasta morir?
    Las caricias siempre conmueven. El escalofrio del amor recorre la piel para llenarla de emocion. La sensacion de nunca apartarse de la persona que se ama es una condena. Nada mas atractivo que ser confidente de secretos apasionados. La locura de amar, es una ciencia y a la vez, un eterno misterio que el destino determina o es algo que cada uno de nosotros tiene que develar en el tiempo de la existencia. Esa es la pregunta del millon de dolares, la del premio mayor.
    Nadie se va de este mundo sin amar por lo menos una vez, quien ha amado en la vida, esta se le convierte en un antes y un despues. El riesgo de entregar lo mejor de lo que somos hace vulnerable a los amantes, pero la unica manera de volverse un solo ser para juntos recorrer un tiempo, un instante que para algunos puede ser toda una vida y para otros, es un fulguroso recuerdo que se aviva en la soledad o en el sufrimiento, es la entrega total.
    La respuesta ante la duda de amar, aunque eso implique que el mundo se deba acabar, seria, claro que si, siempre volveriamos a cabalgar en las ondulantes noches para sonar con un encuentro perfecto, con esa persona que esta predestinada para compartir una vida. Amar es una obstinada realidad que a todos nos toca confrontar. Es el pecado original. Es la busqueda primigenia que nos lleva a saber finalmente quienes somos. El ser humano viene al mundo para amar y ser amado.
    Olivia Saint es una escritora Inglesa-Espanola, autora y duena de numerosas novelas romanticas en donde la libertad femenina es lo primordial, la aventura, la sensacion de ser una mujer completa y libre esta presente en todas sus novelas.

  • Muerte en el paraiso de M.j. Fernandez

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  • El septimo nino de Erik Valeur

    https://gigalibros.com/el-septimo-nino.html

    En el orfanato de Kongslund, al norte de Copenhague, no todo es lo que parece. Lo sabe bien Magna, que dirige el centro con mano dura desde hace mas de cuarenta anos. Hay cosas que no deben salir a la luz, y muchos haran lo posible para intentar ocultarlas. Poco antes del sesenta cumpleanos de Magna, seis personas que pasaron sus primeros anos de vida alli durante los sesenta reciben una carta anonima identica que hace referencia a un gran secreto relacionado con las mas altas esferas de poder del pais.