• el honor de la familia mea culpa - Hannah Howe

    https://gigalibros.com/el-honor-de-la-familia.html

    Cuando el mayor mafioso del pais te hace una oferta que no puedes rechazar, ?que deberias hacer? En mi caso, decidi aceptar la oferta que me hizo el Sr. Vincent Vanzetti. Vanzetti me contrato para encontrar a su hija desaparecida, Vittoria, enfrentandome a la amenaza de represalias si fracasaba en mi tarea. Mientras buscaba a Vittoria, tuve que tratar con otros miembros del clan Vanzetti: Sherri, la segunda mujer de Vanzetti, de la misma edad que Vittoria, Sherri era una <>, una estrella del porno cuya ambicion era aparecer en un reality de television; Catrin, la exmujer de Vanzetti, dura como el granito, el poder detras de su imperio criminal; y V. J. Parks, el novio de Vittoria, boxeador, un joven en plenitud entrenandose para intentar conseguir un titulo mundial.

  • Mea culpa (programa de televisión) - Wikipedia

    https://es.wikipedia.org/wiki/Mea_culpa_(programa_de_televisi%C3%B3n)

    Mea culpa es un programa de televisión chileno emitido por Televisión Nacional de Chile ... 53, 6, «El honor de la familia», Familia Olivares Trigo ...

  • "Mea Culpa" El honor de la familia (TV Episode 1997) - IMDb

    https://www.imdb.com/title/tt12355930/

    El honor de la familia: With Carlos Pinto, Evelyn Wilke, María Angélica Díaz, Bárbara Martini. A horrible crime occurs when a country family lets the ...

  • "Mea Culpa" El honor de la familia (TV Episode 1997)

    https://www.imdb.com/title/tt12355930/characters/nm5336703

    "Mea Culpa" El honor de la familia (TV Episode 1997) Tomás Leighton as Fernando.

  • Michael Finkel: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Michael-Finkel/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AMichael+Finkel&page=2

    Renaissance Studies; A Festschrift in Honor of Professor Edward J. Olszewski ... True Story: Murder, Memoir, Mea Culpa by Michael Finkel (2015-04-07).

  • Mea culpa (programa de televisión) - NiNa.Az

    https://www.wiki.es-es.nina.az/Mea_culpa_(programa_de_televisi%C3%B3n).html

    8 ago 2021 — Mea culpa programa de televisión serie de televisión chilena Idioma Vigilar Editar Este artículo o sección ... El Honor De La Familia; 7.

  • El honor de la familia - El bebé de Lucy | Mea culpa - T5E6

    https://www.dideo.ir/v/yt/0lqBFaZ1l50/el-honor-de-la-familia-el-beb%C3%A9-de-lucy-%7C-mea

    Programa de televisión dirigido por Carlos Pinto, que a través de una investigación periodística de Carlos Necochea y Alejandra Quijada, recrea casos de ...

  • Amor & Balas de Hannah Howe

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    “Si te gustan las historias de detectives con un toque de humor y romance, te encantara Sam Smith.”

  • Mi nombre es Lago y estoy hablando de Noelia de Abril Lainez

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    A punto de llegar al fin de una prolongada convalecencia, Noelia recibe un libro de un remitente desconocido, cuyo titulo provoca en su alma un seismo, transportandola de golpe a su pasado. La dedicatoria, misteriosa, asi como el contenido, que relata los cuatro mejores anos de su vida, contados por una persona que lleva nueve anos intentando olvidar, la sumergen sin poder evitarlo de pleno en sus paginas. Desde ese momento, tendra que enfrentarse a una complicada aventura emocional que la traslada al sur de Espana. Una aventura en la que rememora una batalla acontecida en 1808 y unos versos escritos en latin diez siglos antes. Una aventura para la que no esta preparada, pero que debe afrontar si desea conocer todos los misterios que quedaron sin resolver.

  • Era mas grande el muerto de Luis Miguel Rivas

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    En el momento mas algido de la guerra en Villalinda por el control del narcotrafico, dos adolescentes sin dinero descubren que en la morgue consiguen ropa de marca que los cadaveres nunca van a reclamar; el mafioso mas temido del pueblo toma clases de cultura para enamorar a una mujer que lo desprecia, y una pareja de sicarios intenta matar el fantasma de un hombre que asesinaron meses atras. Entre tangos, rancheras, vallenatos y salsa Era mas grande el muerto nos introduce en la vida intima y cotidiana de personajes que habitan un fallido universo criminal.

  • No necesito verte de Noni Garcia

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    La vida de Fernando se limita a dos reglas basicas: ayudar a todo el que lo necesite ejerciendo su profesion y tener sexo sin compromiso.
    Helena, tras un accidente que le quito su mayor pasion y un mal trago en el amor, ha decidido que los hombres solo pasan una vez por su cama.
    Una noche juntos, un encuentro inesperado, el empeno de Fernando por volver a ver a Helena y los sentimientos que ninguno de los dos se atreve a reconocer haran que entre ellos surja algo mas que sexo.
    ?Podran dos almas libres ceder al amor?
    Descubrelo en No necesito verte, una novela erotica con altas dosis de pasion, locura y humor.

  • Vencer o aprender de John Kavanagh

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  • Eramos mentirosos de E. Lockhart

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    Una isla privada. Una ilustre y conocida familia de Nueva Inglaterra. Un grupo de cuatro amigos los Mentirosos cuya amistad se vuelve destructiva. Una rebelion. Un accidente. Un secreto. Mentiras y mas mentiras. Amor verdadero. Y, por fin, la verdad. Esta es la bellisima y terrible historia de una familia perfecta que se sostiene sobre pilares de peligrosa fragilidad. A lo largo del relato se van desvelando las piezas de un rompecabezas que formaran un mosaico de personajes fascinante, donde los prejuicios y el egoismo son los peores enemigos de la armonia y la felicidad.

  • Lo que encontre cuando te perdi de Fabian Tapia

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    Era asi como siempre despertaba... Mi frente empapada de sudor y mi corazon al compas del ultimo acorde mi melodia maldita. Todavia lo recuerdo tirado en el suelo del escenario y con todo lo que lo constituia--su gallardia, la manera en que flotaba con cada movimiento y su altivez, haciendolo de marmol irrompible. Su maldita barba descuidada, sus ojos largos, como de emperador egipcio, su cabello representando una danza en si y su estupida barbilla, tan afilada que parecia cortarte con solo mirarla...Todo desaparecido para siempre por el toque de una tecla de un piano de un musico con un corazon roto, que buscaba curar todo con mas quiebres. Oh, su caida. Una caida que merecia millones de terremotos y no estariamos haciendole justicia. Era como si se hubiera venido abajo el rascacielos mas admirado del mundo. Ahi es donde entra el efecto domino: su caida desprenderia poco a poco las peores tragedias que en mi vida hubiera imaginado...Tanto para el como para mi, ese suceso nos separo en un abismo en el que jamas existiria un mapa para volver a encontrarnos. No nos hemos dirigido la palabra desde que todo sucedio. Eramos el uno para el otro; nadie existia sin la gracia del contrario. El no danzaba con una musica extranjera; era la mia o era la mia. ?Que otra fidelidad podria exigir un artista? Ycon lo que mejor me pagaba era eso: su sonrisa al final de cada ejecucion, como si hubiera llegado al orgasmo y estuviera mostrandome lo satisfactorio que habia sido todo. Ahora me pregunto cada maldito segundo que es lo que pasa por su cabeza, sus manos y su cabello...Si cada pajaro que le alegra la manana es bien recibido por sus oidos, si cada canto lo recibe con la misma amargura con la que recibe las mias, si al mover los dedos extrana aquella vez en la que le di mi primera leccion de piano... Me pregunto tantas cosas que a veces olvido que existo. Me pregunto si tantas veces en que intente ser mejor para ti lo logre. Si mi tristeza no se te hacia estridente para tus oidos acostumbrados al arte bien labrado, si mis dramas eran dignos de un Juilliard y todos mis abrazos dignos de un titan como tu. [?Acaso te pude abarcar?]. Oh, nota aparte: no solo tu te quebraste. [Escucho un resoplido de hastio de fondo]. Siempre he pensado que eras como un cielo roto, si, pero como un cielo roto por cuyos resquicios se veian miles de estrellas. Yyo estaba ahi, tan insignificante como siempre. [Siempre ven al piano, no al pianista]. Yo, como un parche flotando a cubrir la herida de alguien... [Yo siempre estoy donde esta la herida. Pssssssst: encuentrame]. Me pregunto si mover esos dedos a esas malditas teclas fue un impulso de todo mi ser para sentir tanto dolor, que si siempre he estado predestinado a el, encadenado pero libre para siempre terminar siendo herido y herir a los demas que me salvan sin saberlo. Maldicion. Desearia pedirte perdon en cada estrella de este cielo que siempre esta encapotado. [?Tu si las ves?]. Y es que en Dinamarca nunca puedes contar con las estrellas. Con el frio si, por eso siempre estoy desnudo. Llevo la nieve en los huesos, por eso tambien pido perdon, aunque haya sido el acople mas perfecto a tu infierno; siempre descongelandome para que el invierno volviera a mi, como un viejo companero. Asi cambiabas mi nombre a Rob--Hilsen --Escarcha. Por cierto, los tulipanes que me trajiste de Holanda no se han secado; permanecen con el mismo color de hace cinco anos, diciendo, gloriosos: "MIRA, SOMOS MAS DURADEROS QUE LOS QUE JURARON AMOR ETERNO". Si te preguntas --porque ya no me preguntas a mi-- si sigo yendo a la costa, te digo que si. Es que siempre se siente desgarrador, como un grito desesperado al final del muelle, el hecho de gritarte te amo. Si, cada atardecer lo hago. No importa como se sienta mi garganta. [CULPABLE DE MI FUTURO CANCER: ZILE THORN] Mentira, tu seras el culpable de todos mis canceres, no solo de ese. Oh, demonios, casi lo olvidaba. No he olvidado que morire de cancer. Todos en mi familia han muerto poco a poco de eso. Se que es muy precipitado decirlo tan temprano [Ja, la primavera esta en cada poro de mi ser ?que te pasa?], pero cada biopsia y examen revelan que estoy perfectamente bien, pero se que estan rotundamente equivocados. Algun dia confundiran un resfriado con un cancer de pulmon o una urticaria con un cancer de piel que me ira devorando centimetro a centimetro hasta hacerme parecer un volcan en erupcion, todo sanguinolento. [?Por que no dejo de decir sandeces?]. Oh, si. La costa. Hace algunas noches tuve un sueno que se sintio como una premonicion: que encontraba una historia dentro de una botella y tenia que ver con un amor perdido de la reina. Se que suena descabellado, pero lo senti tan real, que a veces pienso tener esa botella verde bajo mi cama. Ycon que dice que me perdonas. Asi es como sucede: desenrollo el papel cafe arena con una prisa desmesurada y dice solo tres palabras... TE PERDONO, REGRESA. Y ahi es cuando despierto, con el maldito sonido vibrante del ultimo acorde que nos separo para la eternidad, como esos rayos que siempre has odiado. Pero no te apures, carino, si quieres que regrese no hace falta que me mandes mensajes dentro de una botella; imagino que sentire ese dia en el centro de mi alma, vibrando con la urgencia de una tormenta que acaba con la sequia de una razon perdida. No te apures, carino, me se el camino a casa mas que de memoria. Me se el calor de esos brazos tan cincelados, ese aroma de tu cuerpo tan de naturaleza verde y la musica de esos dientes que al chocar me provocan el deseo mas intenso de entrar...Y creeme que profanaria esa casa que tienes cerrada a cal y canto, pero como el musico que soy, se respetar el silencio ajeno. No, no quiero interrumpir todo el duelo que has de estar pasando. Al reves, quiero que lo sintamos el tiempo que tenga que llevar, porque forzar el tiempo es lo que mas retuerce las cosas. [Aunque tu siempre lo torcias con tu sonrisa de mar inquieto]. Quisiera decirte tantas cosas sin ahogarme en toda esta telarana que son mis palabras. Decirte, por ejemplo, que ya no he vuelto a tocar el piano desde aquella vez. Que ya no he vuelto a bailar como estupido por las calles cada que una cancion se apodera de mi. [Ah, como deseo que un taxi se enrede conmigo y me mate para siempre]. Que ya nada llena ese vacio que se siente todo el transcurso de las horas. Que le has quitado todo el dulce a las mananas para hacerlas azules. Que adios ya no significa lo mismo, ni perdon. Que cada que intento perdonarme me odio mas. Se que no soy tan fuerte como para tocar tu puerta, ni para encontrar esa llave que abre todos los candados, pero dejame intentar por lo menos buscar y perderme hasta darme cuenta que es lo que encontre cuando te perdi. Porque esto debe tener un motivo en concreto. No es una casualidad tanto romper y llorar. Quiero que ya no me veas nadar y naufragar en este oceano de lagrimas. Lanzame un halago, una frase que me motive a seguir, una balsa que resista a las olas que embravecidas me arrojan al vacio sin piedad.

  • Juego de mentiras de Ruth Ware

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    Cuando Isa recibe un mensaje en plena madrugada que dice <>, comprende enseguida que el pasado ha vuelto para ajustar cuentas. Pese a que ha hecho lo indecible por olvidar aquel episodio oscuro que marco su adolescencia, su fidelidad a Kate se antepone a todos sus temores. Asi que no duda un instante en tomar el primer tren desde Londres hasta el pueblo costero de Salten, donde la marea baja acaba de dejar al descubierto los restos de un cadaver.

  • La muerte juega a los dados de Clara Obligado

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    La muerte juega a los dados es un libro capaz de situarse en la frontera de los generos y de la ficcion misma. En una casa de la clase alta de Buenos Aires aparece un hombre con un disparo en la sien. Estamos en 1936. A partir de este relato, se teje una compleja red de historias que, en general, ha sido exclusiva de la novela. Clara Obligado desarrolla, al mismo tiempo, una narracion policiaca y una saga familiar que llega hasta nuestros dias, una coleccion de cuentos de brillante arquitectura cuyos afluentes arrastran al genero hacia caminos nuevos.

  • America (Amores Peligrosos 2) de Natalia Divan

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    Sentia un cosquilleo en el estomago. Su corazon comenzaba a acelerarse. Cierta sensacion de mareo se aduenaba de ella. Marina abrio los ojos, abandonando el sueno en el que llevaba inmersa cuatro horas. Tenia ganas de vomitar. Miro a su lado y ahi estaba Tony, en su asiento, dormido, con rostro angelical. Estaba mas guapo que nunca. Mas incluso que cuando lo conocio en su discoteca. Aparto la mirada de el y la dirigio a la azafata que estaba al fondo del pasillo. Le hizo un gesto con la mano y esta se acerco. --?La puedo ayudar en algo? --murmuro para no despertar a Tony. --Estoy mareada --se limito a decir, como una nina indefensa que no sabe que hacer y pide auxilio. --?Quiere que la acompane al bano? --Si, por favor. La azafata la ayudo a desabrocharse el cinturon, que ni de eso se sentia capaz por si sola; le ofrecio su brazo para levantarse del asiento y la acompano hasta el servicio, donde la dejo sola. Se arrodillo ante el vater, levanto la tapa y se preparo para vomitar. No entendia por que se sentia tan mal. El vuelo estaba siendo muy tranquilo y no habia habido turbulencias de ningun tipo. Quizas, su estado se debiera a que no estaba acostumbrada a volar y a que llevaba muchas horas encerrada en el mismo lugar. Eso la agobiaba. Tras un rato intentando expulsar por su boca algo de contenido, se dio por vencida. Parecia que ya no tenia ganas de vomitar, que aquel paseo hasta el bano le habia sentado bien. Se refresco el rostro y regreso a su asiento. Tony ya estaba despierto. --?Estas bien? --Me sentia mareada, pero ya estoy algo mejor --dijo sonriendo, al tiempo que se dejaba hundir en su butaca. --Mira --le indico Tony, que miraba por la ventana--. Ya vemos tierra. En efecto, estaban sobrevolando Brasil y ya habian dejado atras el oceano Atlantico. Marina quedo impresionada con el frondoso paisaje que divisaba desde las alturas. Todo era verde y muy llano, nada que ver con la montanosa Espana. --Es increible --dijo con la cabeza apoyada en el hombro de Tony. --?Verdad que si? --le acaricio el cabello--. Marina, soy feliz. --?Por que? --sabia bien la respuesta. --Por estar junto a ti. En muy poco tiempo te has convertido en el pilar fundamental de mi vida. Una mirada complice se dibujo en Marina y lo abrazo con fuerza. Le encantaba lo que escuchaba. Resultaba delicioso sentirse querida por el hombre del que estaba enamorada. --No tenia ni idea de que los criminales tienen corazon... --dijo en tono jocoso, y ambos rieron sonoramente--. Ya sabes, querido, que yo tambien te amo. Has sido como un terremoto en mi vida. La agitaste y la pusiste patas arriba, y estoy encantada de que lo hicieras. --Gracias por tus palabras, pero... ay --suspiro mirando al techo. --?Que te ocurre? --Que estoy preocupado. Nervioso. Intranquilo. No se explicarte. --Te entiendo, te entiendo. Yo me siento igual, Tony. Tenemos miedo ante lo desconocido. --Asi es. No se como sera nuestra vida aqui, en Brasil. Desde luego, no tan comoda como en Marbella, de eso estoy seguro. Siento no poder cambiar las cosas para que estes mejor. --!No digas tonterias! No necesito vivir en una mansion para ser feliz. Tenerte a mi lado y que tengamos una relacion sana es lo que mas me importa. Lo demas es accesorio, ya lo sabes. --Me alegro de lo que dices, de verdad. Me lo pones muy facil asi. De todas formas espero que todo esto sea algo pasajero. --?De que hablas? ?De lo de vivir en Brasil? Vamos, no te preocupes --lo tranquilizo Marina --. Tienes muchos prejuicios. Quizas, al final, nos encante este pais tan diverso. --Carino, para sobrevivir posiblemente tendremos que hacer trabajos nada agradables --le advirtio Tony--. Ya te avise de ello. Esta no es la vida que te mereces ni la que te quiero dar. Estoy seguro de que soy capaz de conseguir otra cosa para ti, amor. Marina le agarro las manos y lo miro fijamente a los ojos. Se sentia fatal por todas las preocupaciones que atormentaban a Tony. Solo deseaba tranquilizarlo, explicarle que todo estaba bien y que todo lo estaria, que no habia ninguna queja por su parte. Pero, por mas que le decia, el parecia angustiado por el mundo en el que estaban a punto de adentrarse, por todos los peligros que se avecinaban. Parecia poder predecirlos. --Todo esto del viaje a Brasil ha sido muy repentino --dijo Marina--, pero hay unas cuantas cosas de las que me gustaria hablar antes. --!Espero que no te estes arrepintiendo ya! --No, por Dios --rio junto a el--. ?A donde vamos exactamente? --A Santa Francisqua. Se trata de una ciudad no demasiado grande, de unos trescientos mil habitantes, situada en el estado de Mato Grosso, que hace frontera con Bolivia. --!Oh, joder! Eso es el interior del pais, ?no? --Si. Lo siento, se lo mucho que amas el mar... aunque hay grandes pantanos y caudalosos rios, por si te sirve --Marina resoplo visiblemente asqueada. --Senores --la azafata interrumpio amablemente a la pareja desde el fondo del pasillo--. Justo ahora estamos pasando por Macapa. Ambos miraron por la ventanilla y descubrieron una urbe de gran tamano pegada al Amazonas pero que, desde las alturas, parecia casi una ciudad de juguete. --Increible... Brasil en estado puro --dijo Tony embobado con el paisaje. --Retomando el tema de antes, carino... --Marina lo arranco de su ensimismamiento. --Dime. --Comprendo que hemos huido de Espana porque nos persigue la justicia y en un pais no europeo estaremos mas seguros. Vale, de acuerdo. Hasta aqui, todo genial. Pero lo que no logro comprender es, con todo el dinero que tienes, por que no empezamos de nuevo. Es decir, alejados del crimen. Podemos montar un pequeno negocio, humilde. No haria falta contratar a nadie. Entre los dos despachariamos a la clientela... Tony acababa de comprender, por primera vez, la desesperacion de Marina. Hasta entonces, su novia se habia mostrado positiva al afrontar este viaje en el que se acababan de embarcar, pero era ahora cuando comenzaba a dar los primeros signos de arrepentimiento o, como minimo, de querer hacer las cosas de otra manera a como el las tenia planeadas. --Querida mia, soy consciente de que odias todo lo que rezuma a delincuencia, pero... --El crimen es lo que nos ha obligado a huir --lo interrumpio--. ?De verdad vamos a salir de un problema para meternos en otro? Vamos, Tony, no quiero acabar en una carcel brasilena. He visto reportajes, joder. --A mi tambien me encantaria tener una vida normal contigo, pero... --?!Y que nos lo impide!? --volvio a cortarlo. --!Escuchame! --le elevo el tono, ya comenzando a cansarse--. Para hacer lo que dices nos hace falta dinero, y nosotros no tenemos. --?Como que no tenemos...? --Solo disponemos de cinco mil euros en reales brasilenos --le susurro al oido para que la azafata no escuchara nada y apreto con su mano un abultado bolsillo de su chaqueta, indicandole donde estaba el dinero--. Cogi lo poco que habia en casa y saque lo maximo que el banco me permitio. --Pero podemos ir sacando dinero poco a poco, ?verdad? --?Crees que para dentro de un par de horas no nos habran bloqueado todas las cuentas? Ingenua... --Oh, Dios... El mundo parecia venirsele abajo a Marina. El unico as del que creia que disponian, el dinero, le habia fallado. Se sentia como los inmigrantes vulnerables que viajan con una mano delante y otra detras, aunque sabia que no era exactamente su caso: seguian teniendo el apoyo de Ahmed, aunque el estuviese a miles de kilometros de distancia. Ahora se arrepentia de no haberle agradecido con mas ahinco el hecho de que les permitiese volar en su avion privado la ultima vez que se vieron, hacia no demasiadas horas. --Bueno, con cinco mil euros podemos alquilar un buen apartamento durante unos cuantos meses y buscarnos un trabajo normal, ?no, Tony? --?Y vivir en la precariedad absoluta, como millones de brasilenos? No, querida, no es esa la vida que deseo. Rindete ya. Delinquir es lo unico que se hacer, amor mio. Y cinco mil euros, aunque estemos en Brasil, no da para tanto como crees. Ademas, nos hace falta la ayuda de nuestro contacto; ?o acaso tu sabes hablar portugues? Ah, si, el contacto, penso Marina. Espero que no nos deje tirados. --Por cierto, ?quien es el contacto? --pregunto curiosa. --No tengo la mas minima idea --contesto Tony con total sinceridad--. Solo se que responde al nombre de Oliveira. --?Eso es un nombre o un apellido? --Un apellido. Creo. --Por cierto... --?Que? --Me gustaria hablar con Lucia --Tony quedo en silencio. Marina sabia que su novio era consciente de que no le gustaba ni un poco su amiga. --Pues hazlo --dijo con sequedad. --?No te parece bien? --no queria molestarlo, pero tampoco cortar su relacion con Lucia. --A poder ser, me gustaria que no le dijeras en que ciudad viviremos. Es mas: cuanta menos informacion le des, mejor. --No nos va a traicionar, Tony... --dijo algo cansada, como si estuviera harta de repetir lo mismo una y otra vez. --No es que no me fie de ella, es por si a la policia le da por seguirnos el rastro e investiga su telefono. Nunca se sabe. Por cierto, ?le vas a contar...? --?El que? --pregunto sin saber a que se referia

  • Amante Despierto de J. R. Ward

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    Antiguo esclavo de sangre, el vampiro Zsadist todavia lleva las cicatrices de un pasado lleno de sufrimiento y humillacion. Conocido por su innegable furia y su siniestro caracter, es un salvaje temido tanto por humanos como por vampiros. La rabia es su unica compania, y el terror su unica pasion, hasta que rescata a la hermosa aristocrata de la diabolica sociedad de restrictotes. Bella se siente irremediablemente atraida por el increible poder que Zsadist posee. Pero incluso mientras su mutuo deseo empieza a apoderarse de ambos, la sed de venganza de Zsadist contra los secuestradores de Bella le lleva a la locura. Ahora Bella debe ayudarle a superar las heridas de su tortuoso pasado, y encontrar un futuro con ella...

  • El diario de una bastarda (Diarios nobles 1) de Maria Isabel Salsench Olle

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    Alice Smith es una bastarda y no soporta que se lo digan. Ha vivido siempre a la sombra de sus perfectas hermanas reconocidas por la sociedad y lo unico que desea es llevar una vida tranquila lejos de las habladurias. Por fin encuentra la paz en Francia o eso piensa hasta que… un hombre muy apuesto y de ojos plateados le hace pedir perdon de rodillas, humillandola en publico.
    Ese sera el inicio de una rivalidad en la que Alice buscara recobrar su dignidad. Sin embargo, lo que no espera es enamorarse en el camino…
    Hugo Silvery es un acaudalado noble de origen ingles que se ha instalado en Francia para dejar correr sus vicisitudes lejos de la reprobacion de su padre. No soporta a la gente de clases inferiores y asi se lo demuestra a Alice, a la que considera poco mas que una campesina, pero no contaba con que ella fuera la mujer mas hermosa que habia visto nunca. Y sera la belleza femenina lo que le hara dificil despreciarla por ser una bastarda.

  • Sere Fragil de Beatriz Esteban

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  • Una buena decision de Lorraine Murray

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    Un amor de adolescentes y una libreria especializada en novela romantica.

  • Leal al Corazon de Noa Xireau

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    Reino de Lanlow Lissy y yo intercambiamos una mirada divertida cuando el carruaje cogio un bache y los ronquidos de mi tia resonaron en el pequeno espacio como los grunidos de un cerdo al atragantarse. Ambas nos tapamos la boca para acallar nuestras risitas, aunque no sirvio de mucho. Mi tia abrio un ojo y se incorporo. Frente a mi, mi tutor, nos echo una de esas miradas recriminatorias con las que pretendia aleccionarnos, pero le traiciono el leve temblor en la comisura de sus labios y que escondiera sus manos bajo su habito de fraile. --?Cuanto falta? --Mi tia se limpio apresurada el fino hilillo humedo que le caia por la barbilla. Solte un profundo suspiro. ?Cuantas veces le habia respondido a la misma pregunta desde que habiamos salido de la posada al amanecer? Con su acostumbrada cortesia, Fray Roland se asomo por la ventana. --El paisaje se esta volviendo cada vez mas empinado y los bosques mas frondosos, Crowshead ya no debe estar demasiado lejos. Mi tia asintio con expresion agria, apreto los labios y se limito a estudiar enfurrunada una protuberancia en la madera algo desgastada de la puerta. --?Desea algo de comer, tia? --Senale la cesta que tenia a mis pies. Si a mi me dolia la espalda y estaba desesperada por estirar un rato las piernas, ella, con su corpulencia y mas del doble de edad, debia de encontrarse agonizando. Nego abstraida hasta que de repente se puso rigida y le lanzo una mirada a fray Roland. --?Podemos hacer una parada? Mi tutor puso cara de <>, pero acabo por asentir con un disimulado suspiro. --Por supuesto, lady Grey. Sacando su baston por la ventana, dio varios golpes en el techo del vehiculo indicandole al cochero que frenase. Enseguida se acerco el oficial de la escolta que nos acompanaba. --?Ocurre algo, padre? --Lady Grey desea hacer un alto. El hombre estudio con rostro grave el trayecto por delante y detras de nosotros. --No es el mejor sitio. El camino es estrecho y, en caso de una emboscada, el carruaje tendria problemas para girar si nos cerrasen la huida hacia el frente. Tampoco es un buen lugar en el que dividir a los hombres. Fray Roland hizo un gesto de confirmacion como si se hubiese esperado aquella respuesta, pero mi tia resoplo y se bajo del carruaje. --Si nos atacan, lo mismo da que sea aqui que dentro de cien metros y prefiero tener la vejiga vacia de darse el caso --gruno con una mueca mientras arqueaba la espalda con un gimoteo y las manos en la cintura. --La acompanare --me ofreci cuando quedo claro que la decision ya estaba tomada--. Lissy, ?vienes? La chica asintio reajustandose inquieta su tunica. No es que me hubiera esperado otra cosa, podiamos ser amigas, pero Lissy jamas olvidaba cual era su posicion como mi sirvienta. --No tienes que venir si no quieres --le recalque con tranquilidad, a sabiendas de lo miedosa que era. Lissy nego. --Como dice milady, hay cosas que es mejor enfrentarlas con la vejiga vacia. Apenas habiamos entrado en la linea de la arboleda cuando mi tia se giro hacia nuestra escolta. --?A donde creen que van? --pregunto con los brazos en jarras a fray Roland y al oficial, que iba seguido por uno de sus soldados. Los hombres se miraron entre ellos y no me paso desapercibido como el joven soldado aparto incomodo la vista en tanto que Fray Roland se masajeo el puente de la nariz. Me mordi el interior de la mejilla para no reir. Dudaba mucho que ninguno de ellos quisiera espiar a mi tia mientras se levantaba la saya. El oficial era lo suficientemente atractivo como para no echar en falta la atencion femenina en su vida y el joven soldado tenia ese tipo de facciones lindas que le hacian a una desear robarle un beso en la parte trasera del establo. --No vamos a permitir que se adentren a solas en el bosque, nos quedaremos a una distancia prudencial --el tono del oficial era de pura resignacion. --Esta bien asi, tia --intercedi--. Tras unos arbustos o un buen tronco no la veran, y nos avisaran si viene alguien --murmure solo para ella cuando por su semblante quedo patente que estaba a punto de aclararle al pobre hombre donde se podia meter su <>. --Al menos guarda tu capa, Maria. ?Como pretendes hacer una entrada grandiosa en Crowshead si llegas como si fueras la hija de un herrero? --me reprocho, con la mirada sobre el borde de la lujosa piel de armino blanco que remataba mi larga capa azul, en la que ya se habian enganchado algunas ramas y hojas secas. Con un suspiro, la deslice por los hombros y se la entregue a Lissy. --?Te importa dejarla en el asiento? --Me frote los brazos en un intento por contrarrestar el frio.--Tome la mia. Hace fresco y tampoco queremos que enferme. Cogere la manta para envolverme --se anticipo Lissy a mi protesta. Colocandome su capa, mi tia y yo retomamos el camino. Si habia esperado que mi tia siguiese teniendo prisa, por desgracia me equivoque. Su vejiga paso a un segundo plano y no ceso en su busqueda del mejor sitio para aliviarse hasta que encontro un viejo abedul con un enorme tronco, flanqueado por varios arbustos. --?Necesita ayuda, tia? --le pregunte apenas acabo su gemido de placer desde detras de los arbustos. De repente, alguien me tapo la boca y tiro de mi hacia el suelo. --!Shhh! --El oficial senalo una mancha oscura a unos treinta metros por delante de nosotros. Me llevo unos instantes discernir que se trataba de un hombre agazapado de espaldas a nosotros y, aun mas, detectar a otras siete figuras que tambien se ocultaban. Con un vistazo asustado sobre mi hombro, comprobe que el joven soldado se habia hecho cargo de mi tia. Fray Roland, por su parte, se encontraba encorvado tras un roble y rodeaba su cruz con ambas manos. --!Lissy! Tenemos que avisarla a ella y a los demas --susurre lo mas bajo que pude. El oficial vacilo como si le costara tomar aquella decision. --Ire yo, pero necesito que se quede aqui escondida. Sera menos peligroso para mis hombres si no tienen que estar protegiendolas a vuestra merced y a su tia. Tiendase y cubrase de hojas secas, mientras menos visible sea, mas segura estara y, sobre todo, no haga ruido. Asenti aterrada. ?Que otra cosa podia hacer? Como si fueran una maquina bien engrasada, bastaron algunas cortas senales del oficial para que fray Roland se aproximase a nosotros, refugiandose conmigo entre los matorrales. Apenas habian pasado unos minutos de la marcha del oficial, antes de que comenzaran a oirse gritos de batalla y el estruendo de las armas al chocar. Sin la necesidad de presenciarlo era facil adivinar que alaridos eran de rabia y cuales de dolor. Aun asi, no mirar era lo mas dificil que habia hecho en mi vida. Fray Roland permanecio con los labios apretados, pero, lejos del nerviosismo que habria esperado de un religioso de cierta edad como el, conservaba una ferrea calma. --!Corra! --El rugido urgente del oficial, que se oyo desde la contienda, me llego hasta los huesos. Asustada mire a mi tutor. No hubo ocasion de formular preguntas. Un agonico chillido femenino atraveso el bosque. --!Lissy! --Intente incorporarme llena de panico, pero el peso de fray Roland me aplasto sobre el terreno y su mano acallo mis sollozos con eficiente frialdad. --Demasiado tarde --murmuro con pesar--. Nos mataran a todos si nos descubren. El mundo, el tiempo, todo parecio detenerse a mi alrededor mientras seguian sonando algunos los gritos, los lamentos de los heridos, las voces camufladas de los desconocidos, los relinchos de los caballos y lo que suponia que era el estruendo de nuestras baules al estamparse contra el suelo. Cuando las voces se alejaron y se hizo el silencio, fray Roland me mantuvo atrapada durante un buen rato mas. Por entre las copas de los arboles iban entrando algunos rayos de sol que parecian irreales, casi magicos. Desee perderme en ellos para que me trasladasen a otra dimension, cualquier cosa por no tener que enfrentarme a lo que me esperaba cuando me levantara. Pero los deseos eran solo eso, la ilusion de alguien que se aferra a la mas exigua esperanza con tal de no enfrentar la realidad. El soldado que habia estado junto a mi tia aparecio a nuestro lado con una expresion hermetica, como si se hubiera obligado a no sentir. --Parecen haberse ido. Ire a comprobar si queda alguno de los atacantes en la retaguardia -- le informo a fray Roland en murmullos--. Se han marchado en la misma direccion a la que nos dirigiamos. Si me ocurre algo, sera mas seguro que regresen hasta el ultimo poblado por el que hemos pasado. Fray Roland asintio y aligero el peso con el que me mantenia aprisionada, pero no me libero hasta que el soldado regreso. Mi tia se acerco enseguida a mi y se lanzo a mi cuello con un sollozo. --Se han ido --anuncio el soldado--. No eran ladrones, excepto sus heridos, no se han llevado nada mas. Mi tutor escruto el paisaje con una mirada distante, como si considerase la informacion. --Era de prever. El populacho no posee espadas como esas. Habia al menos dos caballeros nobles entre ellos y el resto eran sin duda sus hombres o mercenarios. --?Y Lissy? --Mi voz salio tan apagada y temblorosa que apenas se escucho. --Cielo... --Mi tia me abrazo cuando el soldado aparto la mirada. No espere a que me revelasen lo evidente, me alce las faldas y corri dando tumbos en busca de la que habia sido mi amiga y companera desde el dia que mi tia me acogio en su hogar. La encontre al principio de la arboleda, tendida bocabajo, la cabeza ladeada, los ojos abiertos de par en par y el horror aun reflejado en su semblante. Fray Roland se arrodillo a mi lado y le cerro los parpados mientras murmuraba una oracion. --Era una buena chica --comento despues de hacer la senal de la cruz. --Llevaba puesta mi capa. --Mi voz se quebro. --Si, te era fiel. --Fray Roland me apreto la mano. --?Por que iba a llevar mi capa si dijo que cogeria la manta? Ella nunca se ponia mi ropa -- balbucee. --Era una chica lista. Sabia que venian a por ti y que si no te encontraban saldrian a buscarte. --La compasion en los ojos del fraile fue inconfundible mientras dejaba que sus palabras penetraran en mi mente. --?Ha dado la vida por mi? --musite. --A ella ya no le quedaban esperanzas, la habrian matado de una u otra forma. Seguro que lo intuia y tomo la decision mas noble. --!Oh, Dios! --Me tape el rostro y rompi a llorar. --Hemos de marcharnos, cuanto mas tiempo permanezcamos aqui, mayor sera el peligro. Ademas, algunos de los heridos aun siguen vivos. Debemos atenderlos y llevarlos al pueblo mas cercano. ?Puedes ayudar? Asenti agradecida de que me diera una tarea que no me permitiese pensar demasiado. Despues de atender a los heridos y subirlos como pudimos al carruaje junto a los muertos, me volvi hacia fray Roland y el soldado, quienes discutian en voz baja. Ambos se callaron cuando me acerque a ellos. --?Que ocurre? --exigi. --Tenemos dos opciones --me explico mi tutor con su usual paciencia--. Regresar por donde hemos venido, dejar a los heridos en un lugar seguro en el que puedan ser atendidos y procurar llevaros a ti y a tu tia a la proteccion de su ducado, o seguir adelante para que puedas reclamar tu trono. Aunque ahora carecemos de la mas minima defensa si vuelven a venir a por nosotros. --En apariencia la primera opcion seria la mas factible y segura. ?Cuales son los inconvenientes? --Lo conocia lo suficiente como para sospechar que no me habria presentado una alternativa si tuviera una solucion indiscutible. --Fueran quienes fuesen esos atacantes, es muy posible que acaben por enterarse de la existencia de dos mujeres viajando junto a un grupo de soldados malheridos. En cuanto lo hagan, vendran a por nosotros con el proposito de terminar su trabajo. Tambien te mostrara como una persona debil y dependiente que huye ante el mas minimo obstaculo, lo que no favorecera en absoluto tu ya de por si inestable posicion como la sucesora de tu tio. Si ser una mujer joven en el trono iba a resultar dificil, mas aun lo seria si daba muestras claras de debilidad. No necesite que me explicase mas y elabore mi propia lista de posibilidades. --En ese caso, solo nos queda la tercera opcion --decidi al fin. --?Si? --Mi tutor no parecia sorprendido de que le propusiese una via diferente a las que el me habia ofrecido. --Llevara de regreso a mi tia junto a los escoltas heridos --le indique al soldado. --No puedo abandonarla sin proteccion, vuestra merced --objeto el hombre--. Mi deber es protegerla por encima de cualquier otra persona. --Y eso es justo lo que hara. Tambien se llevara a Lissy. De esa forma recibira el funeral que se merece a su llegada a Goodshire. Entretanto, la gente la confundira conmigo y creera que he muerto. De ese modo, yo y fray Roland podremos seguir nuestro viaje con tranquilidad. Nadie espera que la futura reina llegue a caballo, acompanada solo por un religioso. Una vez en Crowshead, no podran atacarme en publico y habremos superado el primer escollo. En cuanto llegue a casa de mi tia, ocupese de elegir a hombres de confianza que puedan venir a apoyar a mi Guardia Real. Eso ayudara a reforzar mi seguridad. --?Y luego? --indago Roland complacido. --Tendremos la oportunidad de plantearnos ese luego mientras viajemos. ?No has dicho que debiamos partir cuanto antes? Intente aparentar fortaleza y calma mientras me despedia de mi tia. Vi como el soldado se llevaba el cuerpo ensangrentado de Lissy al carruaje y la depositaba en lo alto del techo, junto a uno de los heridos. Al observarlo, no deje de preguntarme que seria lo que me esperaba cuando llegase a mi destino, un sitio en el que, a todas luces, me deseaban muerta. A CAPITULO 2 KADEN ntes de que pudiese dar un paso para salir de detras de la esquina en la que me habia estado ocultando, un conocido rostro femenino aparecio frente a mi con una radiante sonrisa. --?Que tal un ratito a solas, capitan? --Las cejas rubias se arquearon en una provocacion casi tan abierta, como la mano femenina que fue deslizandose por mi estomago acompanado por un lento ronroneo--. Contigo seria capaz de pasarlo gratis. Sonrei divertido ante el descaro de Sira, una de las camareras mas codiciadas de la taberna del Pato Cojo, y le sujete la muneca antes de que alcanzase terreno peligroso. --?Eso no seria desperdiciar un tiempo valioso para una mujer como tu? --Me lleve su mano a los labios y le bese la parte interna de la muneca con estudiada delicadeza. --Una tambien tiene que consentirse un capricho de vez en cuando --murmuro Sira, recorriendome con la mirada sin enmascarar el apetito en sus ojos verdes. --Lo tendre en cuenta, pero me temo que ahora mismo estoy de servicio. --?Que tal a media tarde? --Poniendose de puntillas, se inclino hacia mi regalandome un tentador vistazo a su escote--. Procurare estar libre para ti --me murmuro al oido, acariciandome con su aliento mientras sus generosos pechos se aplastaban contra mi brazo. Sira no era exactamente mi tipo, pero podria llegar a ser una bienvenida distraccion de la tensa situacion en el castillo. --Vere que puedo hacer --respondi sin comprometerme. No era del todo mentira. Puede que realmente me plantease su oferta. ?Por que no? Le eche una ojeada a la elegante figura encapuchada a la que llevaba siguiendo las ultimas dos calles. Con ella probablemente no hubiera dudado en aceptar una propuesta como aquella, aunque, para ser sincero, tampoco parecia el perfil de mujer que las hiciera. Cuando la forastera se acerco a otro puesto y olisqueo un ramo de especias, cerrando los ojos de placer, avance unos pasos mas. Sira me sujeto del brazo. --Acuerdate, a media tarde. Asenti y me olvide de ella tan pronto como quedo a mi espalda. Aprete la mandibula al reparar en el calzado de terciopelo azul bordado de mi sospechosa. Puede que vistiera una capa de lo mas corriente, una digna del personal de servicio de alguna casa de bien o de un familiar de algun mercader, pero su calzado era harina de otro costal, lo mismo que la tunica que ocultaba bajo la capa. Poseia la gracia de una dama en sus ademanes, pero una verdadera senora jamas se aventuraria a solas al mercado, ni se entretendria en inspeccionar las mercancias mas simples con aquel interes desbordado. ?Se habria hecho con los ropajes de su ama? ?O se habia buscado un amante que pudiese mantenerla bien? Lo ultimo habria sido una explicacion plausible. Por lo poco que habia conseguido ver de ella, tenia un corte de cara agraciado y una nariz quiza demasiado recta y puntiaguda, aunque su estrecha cintura y caderas anchas lo compensaban, al igual que lo hacian sus senos. Habria apostado mi proxima paga a que cabrian en mis manos. La simple idea de constatarlo ya hacia que las palmas me cosquillearan. Cruce los brazos sobre el pecho cuando una de las ratas callejeras, que solian dedicarse a birlar a los incautos compradores, la convirtio en su blanco y le saco de la limosnera, sin ella percatarse, lo que probablemente era un saquito de monedas. En el ultimo segundo ella se giro con un jadeo ahogado, sin embargo, al contrario de lo que hubiera hecho cualquier otra victima, no hubo gritos de auxilio ni acusaciones, ni un solo: <>. Lo que en si mismo atizo aun mas mi curiosidad por descubrir quien era aquella desconocida y lo que hacia alli.

  • El libro de los quizas de Fran Russo

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    ?A que no eres capaz de leer solamente el primer capitulo?

  • Un conflicto sin fin de Lorena A. Falcon

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  • En tus brazos de Estefany Isabela Castro

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    Tras encontrar un misterioso diario en su nuevo trabajo, Carolyn se siente inevitablemente atraida hacia el. La curiosidad es tanta que no mide sus consecuencias. Antes de darse cuenta, se ve atrapada por una fuerza que supera la realidad y se ve transportada a un nuevo lugar, un nuevo tiempo.

  • Tejido de favores. Asuntos pendientes de Alex A. Moresti

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    Han transcurrido dos anos. Gema Romero comienza a rehacer su vida, tras el duro golpe que le asestaron la empresaria Stela Miro y su exmarido Javier Marquez, arruinando su vida personal y profesional.

  • Piedras negras de Eugenio Fuentes

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    Marta Medina fallece de alzheimer en Toulouse. En el testamento encarga a su nieta Marthe que busque a un hijo que tuvo que dar en adopcion en tiempos de la guerra civil. La nieta viaja a Espana y encarga la investigacion a Ricardo Cupido. El detective descubre que el hijo de Marta se llama Alejandro Garcilaso y es un hombre muy rico y padre de una hija ilegitima. Cuando Cupido y Marthe le revelan quien es el en realidad, este se niega a aceptarlo y Marthe regresa desenganada a Toulouse. Dias despues, la hija de Garcilaso aparece asesinada. El crimen resulta un tanto gotico y truculento, y Garcilaso, que quiere investigarlo al margen de la policia, le pide a Cupido que descubra que o quienes se esconden tras ese homicidio.

  • La balada de Tom el Negro de Victor Lavalle

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    Los que se mudan a Nueva York siempre cometen el mismo error: no son capaces de verla. Es lo que sucede con Manhattan, aunque tambien con los barrios de la periferia, ya sean Flushing Meadows en Queens o Red Hook en Brooklyn. Llegan buscando magia, del tipo que sea, y no hay nada que los convenza de que no existe. No obstante, no es algo necesariamente malo. Algunos neoyorquinos habian aprendido a ganarse la vida gracias a este error de juicio. Charles Thomas Tester era uno de ellos. La manana que nos incumbe dio comienzo con la salida de Charles de su piso en Harlem. Lo habian contratado para realizar una entrega en una casa de Queens. Charles compartia vivienda con su padre enfermo, Otis, un hombre que llevaba en proceso de abandonar este mundo desde el fallecimiento de su esposa tras veintiun anos de matrimonio. Habian tenido un unico hijo, Charles Thomas, y aunque ya tenia veinte anos, la edad indicada para independizarse, representaba el papel de hijo responsable. Charles trabajaba para cuidar de su padre moribundo. Trapicheaba para proporcionarle comida, techo y un dinerito extra para apostar de vez en cuando a un numero. Sabe Dios que no ganaba para mucho mas. Salio de casa algo despues de las ocho de la manana, vestido con su traje de franela gris; los pantalones estaban impolutos pero gastados, y las mangas eran visiblemente cortas. Buena tela, aunque deshilachada. El conjunto otorgaba a Charles un aspecto concreto: el de un caballero sin la cuenta corriente de un caballero. Escogio los zapatos de cuero calado marrones con las puntas rozadas y el gorro con orejeras marron chocolate, en vez del sombrero de fieltro. La visera del gorro evidenciaba tanto su edad como su uso, cosa que tambien era buena para sus trapicheos. Por ultimo, se llevo la funda de la guitarra, esencial para completar el disfraz. La guitarra la dejo en casa con su padre postrado en cama. Lo que transportaba dentro de la funda era un libro amarillo, no mucho mayor que una baraja. Cuando Charles Thomas Tester salio del piso sito en la calle 144 Oeste, oyo a su padre rasguear las cuerdas en el dormitorio de atras. El anciano podia pasarse la mitad del dia tocando el instrumento mientras cantaba al ritmo de la radio que tenia al lado de la cama. Charles esperaba llegar a casa antes del mediodia con la funda de la guitarra vacia y la cartera llena. Pagina 7 --Who's that writing? --canto su padre con voz ronca pero, precisamente por ello, encantadora--. I said who's that writing? Antes de marcharse, Charles le respondio con la ultima linea del estribillo: --John the Revelator. Se avergonzaba de su voz, nada melodiosa, al menos si se comparaba con la de su padre. En el piso, a Charles Thomas Tester lo llamaban Charles, pero en la calle todos lo conocian como Tommy. Tommy Tester, siempre con su funda de guitarra. No era porque aspirara a ser musico; de hecho, apenas era capaz de recordar un punado de canciones, y su voz bien podria describirse, siendo amable, como temblorosa. Su padre, que se habia ganado la vida como paleta, y su madre, que se dedicaba al servicio domestico, adoraban la musica. El tocaba la guitarra y ella tenia un don para el piano. Aunque lo mas natural habria sido que Tommy Tester acabara dedicandose al espectaculo, la pega era que le faltaba talento. Se consideraba un actor. Otros dirian que era un timador, un estafador, un defraudador, por mucho que el no lo viera de ese modo. Ningun embaucador que se precie se veria asi. Lo cierto es que, con la ropa que habia elegido, tenia todo el aspecto de un deslumbrante musico vagabundo. Era de esos hombres que llamaban la atencion, y eso le gustaba. Se dirigio a la estacion de ferrocarril como si fuera de camino a tocar en una fiesta privada con Willie <> Smith. Y, efectivamente, Tommy una vez toco con la banda de Willie, salvo que, tras una unica cancion, Willie lo habia echado. Aun asi, el llevaba aquella funda de guitarra como si fuera un orgulloso hombre de negocios que cargara con su maletin al trabajo. Las calles de Harlem se habian sumido en el caos en 1924, cuando los negros empezaron a llegar de las Indias Occidentales y meridionales. Una parte de la ciudad ya abarrotada de por si se encontro con que tenia que alojar a mas gente aun. A Tommy Tester le parecia muy bien. Pasear por Harlem a primera hora de la manana era como convertirse en una gota de sangre dentro de un cuerpo enorme que se desperezaba. Ladrillos y argamasa, las vias elevadas del tren y kilometros de tuberias subterraneas; la ciudad estaba viva. Dia y noche, medraba. Tommy ocupaba mas espacio que la mayoria por culpa de su funda. En la entrada de la calle 143 tuvo que levantarla por encima de la cabeza para subir las escaleras que daban a las vias elevadas. El librito amarillo del interior daba tumbos, aunque no pesaba demasiado. Fue en tren hasta la calle 57 y alli hizo transbordo para coger la linea Corona de la BMT hasta la avenida Pagina 8 Roosevelt. Era la segunda vez que se desplazaba a Queens; la primera habia sido cuando acepto el trabajo especial que estaba a punto de cerrar. Cuanto mas se adentraba Tommy Tester en Queens, mas destacaba. En Flushing vivian muchos menos negros que en Harlem. Tommy se calo un poco mas el gorro. El conductor entro dos veces en su vagon y ambas se detuvo para hablar con el. Una vez le pregunto si era musico y acompano la pregunta con un golpecito en la funda de la guitarra, como si fuera suya, y en la segunda ocasion le pregunto si se habia saltado su parada. Los demas pasajeros fingieron desinteres, aunque Tommy los veia pendientes de sus respuestas, que el procuro no complicar: <> y <>. Hacerse invisible, camuflarse, obedecer: eran trucos utiles para un hombre de piel negra en un barrio blanco. Tecnicas de supervivencia. En la ultima parada, Main Street, Tommy Tester salio con todos los demas --en su mayoria inmigrantes irlandeses y alemanes -- y bajo al nivel de la calle. Desde alli le quedaba un largo paseo. Durante todo el camino, se maravillo de la amplitud de las calles y de las casitas adosadas. Aunque el barrio habia crecido y se habia modernizado mucho desde sus primeros tiempos, en los que no habia mas que granjas holandesas y britanicas, para un chaval como Tommy, criado en Harlem, todo aquello era rustico, un desconcertante campo al aire libre. Los brazos abiertos del mundo natural le preocupaban tanto como los blancos, puesto que ambas cosas eran un misterio para el. Cuando se cruzaba con algun blanco por la calle mantenia la vista clavada en el suelo y los hombros caidos. Los hombres de Harlem eran famosos por sus andares, por sus zancadas de leon, pero alli los oculto. Asi no lo detenian, por mucho que no dejaran de observarlo. Su disfraz y el arrastrar de pies funcionaban. Por fin, tras muchas manzanas de casas adosadas recien construidas, Tommy Tester llego a su destino. Se trataba de una vivienda privada, pequena y casi perdida en una arboleda, ya que el resto de la manzana la ocupaba una funeraria. Aquel lugar crecia como un tumor en la casa de los muertos. Tommy Tester se metio en el camino de entrada y ni siquiera tuvo que llamar: antes de subir los escalones, la puerta principal se entreabrio. Una mujer alta y delgada ocupaba el umbral, medio oculta entre las sombras. Ma Att. Ese era el nombre que le habia dado, el unico al que ella respondia. Lo habia contratado de aquel mismo modo: en el umbral, a traves de una puerta entreabierta. Hasta Harlem habia llegado el rumor de que la mujer necesitaba ayuda, y el era el tipo de hombre que le podia proporcionar lo que buscaba. Citado en su puerta para recibir un encargo sin que lo invitaran a entrar. Lo mismo sucederia en aquel momento. Pagina 9 El lo entendia o, al menos, intuia la razon: ?que iban a pensar los vecinos si la mujer dejaba que los negros entraran tranquilamente en su casa?

  • El error del Duque de Hugo Sanz

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    --Corwin, tienes una llamada. --La voz de Elina, mi secretaria, ponia la nota calida a aquella gelida manana de enero. Acababa de llegar a mi despacho y todavia estaba aterido de frio. Por el amor del cielo, ?cuanto se habian propuesto bajar las temperaturas? Me frotaba las manos para tratar de entrar en calor. --Ahora no puedo, Elina, me llaman los del comite de zona. Esa panda de carcamales ha decidido volverme loco de atar--me queje. --Trabajas demasiado, Corwin, y te tomas las cosas muy a pecho. Se que te lo he dicho en multitud de ocasiones, me duele la lengua de hacerlo, pero es que me preocupas. --Pues que no te preocupe tanto, que bicho malo nunca muere. Anda, dile a quien quiera que sea que estoy ocupado. --Esta bien, esta bien, que se pare el mundo, que ademas es viernes y solo tengo ganas de que el reloj haga un esfuercito y se plante en el mediodia. La que volvio a plantarse, pero literalmente y en pocos segundos en mi despacho, fue ella. --Creo que es serio, Corwin, te paso la llamada, hazme caso. Aparte de mi secretaria, Elina era amiga desde hacia varios anos y yo la conocia a la perfeccion. Si decia que tenia que ponerme, ya debia darme patadas en el culo para hacerlo. --De acuerdo, pasamela, por favor. Resople pensando que ojala que no fuese nada extremadamente importante. Como bien habia dicho ella, era viernes, el dia en el que uno deseaba que se parase el mundo. No habia sido mi mejor semana, para que iba a enganarme. De hecho, llevaba ya tres dias sin hablarme con Lara, mi prometida. Tres largos dias en los que tuve ocasion de darme cuenta de que lo nuestro no es que fuera precisamente sobre ruedas. Y en el caso de que lo fuera, seria para despenarme por un abismo... --Si, digame. --Algo me decia que aquella llamada me complicaria la vida, aunque jamas hubiera imaginado que me la cambiaria para siempre. --?Senor Albertson?--Aunque llevara cuatro anos sin escuchar su voz, reconoci al instante la de Ronan, el mayordomo de mi padre. --?Ronan? Cuanto tiempo, ?ha pasado algo? --La mia temblo, indiscutiblemente debia ser grave. --Mucho me temo que si, su padre ha fallecido esta noche, lo siento de corazon. Ronan no solo era un mayordomo, sino que estaba considerado como toda una institucion en el castillo... El castillo en el que yo habia crecido y que era propiedad de mi padre, el duque. --?Fallecido? --Mis ojos se llenaron de lagrimas. El destino no podia hacerme eso, no era justo --. !No! --chille. --Le esperamos en casa, senor. --Su voz me transmitia el momento tan tenso que debian estar viviendo. Aquella lagrima cayendo sobre mi mesa de cristal me recordo a las muchas que verti veinte anos antes, el dia que mi padre entro en mi dormitorio para comunicarme que mi madre habia fallecido en tragicas circunstancias, jamas aclaradas; aquella caida por las escaleras del castillo provoco que pasara a mejor vida sin ni siquiera tener la posibilidad de despedirse de mi, su unico y amado hijo. Y ahora me esperaban en casa, la misma casa que yo no habia vuelto a pisar desde que mi padre me comunico que se casaba con Chanel, una chica que podia ser su hija. Claro que podia serlo, si era cinco anos mas joven que yo, que acababa de cumplir los cuarenta. Seria injusto afirmar que fue su relacion con Chanel la que termino con la nuestra, cuando lo cierto es que, desde la muerte de mi madre, mi padre y yo nos llevabamos como el perro y el gato. La razon no era otra que en la ultima etapa de su vida les vi discutir en innumerables ocasiones. --Carino, es posible que tu padre y yo terminemos por separarnos--me comento unos dias antes de su fallecimiento. --Sinceramente, creo que sera lo mejor, el ya no te hace feliz, mama. --No me cogio por sorpresa su decision. Diria mas, lo deseaba; lo que yo sentia por mi madre era adoracion y no creia que una vida al lado de mi padre fuera lo que ella mereciera. Soy consciente de que lo estoy poniendo como un ogro, pero es que con mi madre perdia pie y no podia soportar verla llorar discusion tras discusion. Desde que cinco anos antes el tuvo un desliz con una doncella, ella no se lo habia perdonado y las discusiones en casa eran el pan nuestro de cada dia. Entonces, de la noche a la manana, sufrio aquel accidente que le dejo a el via libre para hacer su nueva vida. No quiero senalarle con el dedo acusador, pero reconozco que en el fondo de mi corazon siempre existio la duda de que tuviese algo que ver con su mortal encontronazo. Y si no directamente, quizas si de manera indirecta, pues les habia escuchado discutir minutos antes y quizas ella salio corriendo con la vista nublada por tanta tension como se vivia en aquel maldito lugar. Su funeral y posterior entierro es algo de lo que solo tengo flashes en mi memoria; lo vivi como en una nube... Igual era la misma nube que descargo un increible chaparron justo en el momento en el que a ella la metian en el insigne panteon familiar... Insigne, ese es el adjetivo que mejor definia al duque y a todo lo que le rodeaba. A partir del momento del fallecimiento de mi madre, el hizo bueno el dicho de que "el muerto al hoyo y el vivo al bollo", porque mi progenitor se hizo asiduo a toda fiesta que se preciara de serlo y fueron multiples sus conquistas. En honor a la verdad, he de decir que al menos no tuve que presenciar sus correrias porque siempre fue muy discreto al respecto. Vivi con el unos cinco anos mas hasta que me independice y me fui a Londres, entrando a trabajar en la sucursal bancaria de la que anos despues me converti en director. Alli, en Londres, habia logrado ser lo que tanto ansiaba; Corwin Albertson a secas, sin la mas minima aspiracion de que se me relacionara con la nobleza. Dicho en otras palabras, a mi lo de ser duque me la traia al pairo, y nada mas lejos de mi deseo que volver a pertenecer a aquel mundo del que hacia ya mucho tiempo sali huyendo. La noticia del enlace de mi padre con Chanel me cayo como un jarro de agua fria. Hasta ese instante, yo cumplia con los estandares minimos como hijo, haciendole al duque una llamada de vez en cuando y volviendo a casa por Navidad. Hasta ahi. Sin embargo, que fuera a casarse y con la que yo consideraba una trepa total me rompio todos los esquemas. Chanel era amiga de mi prima Freya, quien se la presento en una fiesta. Mi padre y ella se llevaban nada mas y nada menos que la friolera de treinta anos, y la muy fresca queria hacer ver que lo suyo fue amor a primera vista. Por esa regla de tres simple yo era el cardenal Richelieu, no te fastidia. Con el animo de excusarse, mi padre con el poco tacto que caracteriza a lo que viene siendo todo un enconamiento, me lo vendio poco mas o menos como que Chanel era el amor de su vida. Y hasta ahi llegamos, me toco las narices soberanamente.

  • Sabotaje de Arturo Perez Reverte

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    ?Es el Guernica que conocemos el verdadero cuadro que pinto Picasso?

  • Mil besos y cien mas de Laura Sciolla

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    Placer, erotismo e intriga se dan cita en una novela que recoge uno de los romances historicos mas sensuales de todos los tiempos, el de la bella Claudia, esposa de un rudo oficial destinado a las Galias, y el joven poeta Catulo.

  • Mi mundo imperfecto de Nuria Pariente Nogueras

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    BIENVENIDA A MI MUNDO IMPERFECTOUna comedia-romantica desternillante

  • El destino de Elisabeth de Laura Frantz

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    Lady Elisabeth Lawson lleva haciendo encajes desde que tenia cinco anos. Su tranquilo mundo se pone patas arriba cuando en el Williamsburg colonial la paz salta por los aires en visperas de la Revolucion Americana. Su prometido la abandona y por si fuera poco, la acusan de ser una espia britanica. Todos odian a los britanicos, asi que ella se queda sola, sin nadie que la apoye salvo Patriot Noble Rynallt, un hombre que ya tiene suficientes enemigos de por si. ?Y que hacer ahora? ?Podra confiar en el? ?Se quedara con los revolucionarios o se mantendra fiel a sus raices britanicas?

  • El karma de vivir al norte de Carlos Velazquez

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    Con la ironia y la potencia narrativa caracteristicas de la escritura de Velazquez, el lector se adentrara en un delirante viaje por el corazon de este agreste territorio, que va desde una iniciatica odisea nortena a bordo de un tren repleto de criminales, pasando por un angustiante recorrido en taxi con su hija dormida en el regazo mientras el conductor lo extorsiona, hasta encontrar a un diler fornicando en la oficina donde despacha a sus clientes, historias todas atravesadas por una especie de sino milenario, karmatico, que ha transformado por completo la vida de los habitantes de esta caotica y fascinante region del norte de Mexico.

  • No soy la Bella Durmiente de Teresa Camaselle

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    Esta historia empieza con un gato llamado Tesoro.
    Aunque, como empieza de verdad, es con la chica que le gusta al chico que cuida de Tesoro.
    Y no es una historia de "chico conoce chica...", porque Sergio y Sofia ya se conocen, mucho; de hecho fueron novios en el instituto. Pero han pasado diez anos sin verse. Y ahora viven de nuevo en la misma ciudad, y a el se le ha ocurrido mudarse al mismo edificio, y visitarla en el trabajo cada dos por tres… Y su vecino tiene un gato, y viaja mucho, y precisamente durante uno de esos viajes empieza esta historia.
    Fin de semana del 25 de julio de 2010. Ano Santo Compostelano. La ciudad de Santiago llena de peregrinos, turistas y paisanos dispuestos a festejar dia y noche.. Y unos intrusos intentan entrar en casa del vecino del gato. Y todo termina por liarse…
    Sorpresas, robos, persecuciones, diamantes en bruto, amigas bienintencionadas, novios olvidadizos, policias mosqueados, extranjeros sospechosos, gatos desquiciados, familiares extravagantes, sol, playa, pimientos de Padron, tarta de Santiago...
    Y Sergio y Sofia... que ya no pueden resistirse mas a su destino.

  • El arte del fuego de Daniel Hume

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  • Secretos Inconfesables. Una pasion tan peligrosa que pocos se atreverian 2 de Mercedes Franco

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    Lucinda Washl se ve atrapada entre la importante mision que debe completar y el amor que siente por Andre Ackermann, ambos se entregan a una pasion desmedida, cuyas consecuencias podrian ser mortales.

  • Un sueno, un rodaje, tu y yo de Jess Dharma

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    Asia es una escritora novel que ve como su sueno se hace realidad cuando una productora decide llevar su novela a Hollywood. Ella tendra que ir como asesora para que la pelicula sea lo mas fiel posible al libro. Con lo que no contaba es con tener que lidiar con Noah. Un chico tremendamente sexy, que es diez anos mas joven que ella y ademas es el protagonista de la pelicula. Asia intenta no sentirse atraida por el ya que es todo lo que no quiere en un hombre, mas joven, un mujeriego, chulo, posesivo, pero sobre todo porque sabe que le rompera el corazon.
    ?Conseguira resistirse a el o el guion de su historia ya esta escrito?

  • Sin Memoria En La Piel de Ricardo Hansen

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    Creyo escuchar que alguien, a sus espaldas, habia pronunciado su nombre, detuvo la marcha y se volteo. Lo ultimo que vio fue el fogonazo que salio del canon de la Beretta calibre 22, pero nunca escucho el sonido del disparo. Murio antes. Antes de oir el siseo, antes de estallar su rostro contra el empedrado, antes de todo. Y quedo alli, arrumbado, con sus piernas confusamente encimadas una por sobre la otra, los brazos extendidos y sus ojos abiertos con expresion de horroroso desconcierto. La lluvia ha comenzado a caer repicando notas funebres sobre su cuerpo inerte. Para el no habra mas amaneceres ni fiestas de guardar, solo un largo viaje con destino incierto. Los periodicos de manana tendran aquella imagen en sus portadas y en todos los noticieros no se hablara de otra cosa que de su muerte. Curiosamente, el senador Francisco J. Barleti tendra, por fin, la atencion de la prensa por la que tanto bogo en vida, solo que esta vez, no servira a sus propositos. Para algunos, fue un hombre probo, ejemplar; para otros un inescrupuloso que utilizo a la politica para engrandecer sus arcas personales. Para Soledad Starova, la bestia que la sometio a espantosos vejamenes por mas de dos anos. Pero ella ya no podra leer esta gacetilla. Hace tres dias entro en coma agudo luego de que el senador Barleti, junto a un grupo de serviles amigos, sobrepasaron la dosis de cocaina que le inyectaron a sus venas para dominar sus instintos y asi gratificarse con la juventud de su cuerpo. De nada sirvieron sus ojos suplicantes e inundados de llanto. Ninguno de ellos sintio ni el minimo remordimiento por lo que iban a hacer. Su afan por poseerla les produjo reconcomio y les nublo la razon. Apenas quince anos tenia cuando, bajo reptiles enganos, la indujeron a inhalar por primera vez. Promesas de mejor vivir y placeres desmesurados la convirtieron de la noche a la manana en un despojo humano. Ya con su piel sin memoria, perdio su aspecto rozagante. Hoy, Soledad Starova, aparenta muchos mas de los diecisiete anos que acusa su documento de identidad. Solo un milagro le devolvera la vida. Y si ello ocurriera, esta no sera grata. Un solo disparo y efectuado con municion pequena, fue suficiente para abatir los adiposos ciento veinte kilogramos del senador, que se derrumbo sin la gracia ni la elegancia de su traje con diseno de Armani. Nadie acudio en su auxilio, porque tampoco nadie escucho la detonacion. El supresor adosado al cano de la pistola lo habia impedido. A lo lejos se escucha el carrillon de un reloj de pared que anuncia que es la hora veintitres. Todo esta quieto y hasta los sonidos se habian ocultado con el advenimiento de la noche. El cuerpo de Barleti se enfria rapidamente y pronto estara yerto. Es invierno y, a estas horas, la temperatura del aire es muy baja. Las calles estan desiertas y quizas transcurra mucho tiempo antes de que alguien descubra su cadaver. Murio solo, sin la compania de ninguno de sus festejadores y nadie que lo eche de menos. Ni su esposa, ni sus hijos. Todos, en su familia, estaban habituados a su ausencia porque rara vez dormia en su cama. Ellos jamas imaginaron que, a estas horas, su cuerpo se endurecia retorcido a tan solo unos pasos de alli. Mientras tanto y desde otro lugar... --Hola mi amor, Mama ?ya llego? --pregunto el inspector Marques por telefono. --!Hola Papa! No, aun no, pero recien llamo y me dijo que estaba en camino. --Esta bien, pequenita, si la ves, decile que llegare mas tarde, que hare la ultima ronda de la noche y voy a casa… --Si, Papa... les dejare la cena en el microondas. Ahora me voy a dormir porque manana tengo escuela. --No te preocupes por mi... seguramente comere un sandwich en el bar del polaco. !Anda a descansar, hija, que es tarde! El Inspector de policia Eugenio Marques nunca penso que aquella noche comenzaria una de las investigaciones mas intricadas de su carrera. El Sargento Torres, al volante de la patrulla, condujo en reverente silencio. El hombre que esta sentado a su diestra es uno de los policias mas valerosos y admirados de la fuerza. Apenas habian transcurrido dos minutos de iniciada la ronda nocturna cuando ambos escuchan una alerta por radio. Alguien habia hallado el cadaver de Barleti. Torres hunde el pedal del acelerador y conduce a toda velocidad. El incesante ulular de la sirena y el chirrido de los neumaticos al doblar las esquinas inunda con sus sonidos a las calles ya desiertas. Toda la paz de la noche se quebro de pronto por la prisa estridente de los policias. A lo lejos se divisan las luces LED intermitentes de los patrulleros que arribaron primero. Marques desciende de la patrulla y con algo de fastidio se acerca al cuerpo ya tieso del senador mientras se coloca los guantes de latex. En cuclillas y frente a el, observa el pequeno y casi imperceptible orificio en medio de la frente, tan solo a un centimetro por encima de sus ojos, aun abiertos, pero sin brillo. Una sola gota de sangre, ya seca, habia manado del hueco que abrio la bala. --?Alguien sabe quien es? -- pregunto --Si, senor... es el senador Francisco Jesus Barleti, segun rezan sus documentos -- respondio un agente que permanecia de pie y por detras del inspector --!Mierda! !Ahora si que estamos hechos! Un senador... !carajo, un maldito senador! Pronto esto sera un hervidero de periodistas... !rapido, quiero un cordon de seguridad a dos cuadras a la redonda! Que nadie pase sin mi autorizacion... ?Llamaron a la Fiscalia?… --nadie le responde y entonces-- ?Alguien me escucha, carajo? ?Llamaron a la Fiscalia? -- grito ofuscado. Estaba molesto porque este hecho seguramente lo tendra en vilo lo que resta de la noche. Marques no se equivoco, diez minutos mas tarde, los agentes no daban abasto para contener a periodistas y curiosos que se agolparon sobre las cintas policiales, con preguntas insistentes, histrionicas y repetitivas. Entre tanto, su telefono celular no paraba de sonar...la prensa nacional y tambien la internacional, politicos de toda indole, algunos, colegas del occiso. Antes lo llamaron desde la jefatura de policia y hasta del Ministerio de Seguridad. Todos querian confirmar la noticia; todos conocian al senador Barleti... todos, menos el. Eugenio Marques jamas habia escuchado su nombre. No le interesa la politica; de hecho, la detesta, esta convencido que los funcionarios solo se sirven de ella para satisfacer las necesidades acomodaticias de holgazanes y parasitos y dictan leyes para sus propios beneficios. Sostiene que la unica finalidad que persiguen es la de enganar a sus votantes, sea como sea, y para probar sus acepciones repite para si aquella frase que dice que los politicos solo tienen una regla:" Si no puedes deslumbrar a las masas con tu inteligencia, desconciertala con estupideces". Pero, el es un servidor publico y no puede exteriorizar sus preferencias. Solo Victoria, su esposa, sabe lo que opina al respecto. --?Inspector? Soy el Fiscal Julian Ramirez, usted y yo vamos a trabajar juntos en este caso. El Jefe Valdes lo recomendo enfaticamente. Lo quiero en mi oficina manana a primera hora. --!Esta bien, doctor!… pero no me aclaro que es, para usted, "a primera hora" ... --Las siete AM... ?esta bien o es muy temprano? --Marques asiente con la cabeza --Ok, manana, entonces...y, por favor, no llegue tarde, "inspector" --concluye el fiscal enfatizando la ultima palabra. Aquella relacion habia comenzado mal. La actitud del Fiscal fue demasiado arrogante para el inspector y pocas son las cosas que el repudie mas. Eugenio Marques es un hombre recto, educado y generalmente cortes, pero tambien es un hombre de pocas palabras y cuando alguien, imprudentemente, se refiere a el de manera altanera, suele responder con rispidez. Pero, esta vez debera contenerse, al menos, si quiere evitar un sumario administrativo con la consiguiente suspension sin goce de sueldo. Demasiado bajo es su salario y demasiado altos sus gastos. Observa la hora y maldice nuevamente... --?Pero, miren la hora que es? ?Es que ya nadie asesina de dia... donde quedaron los codigos del delito? --dijo ante la mirada atonita de sus subalternos. Nadie le respondio, algunos disimulan una sonrisa complice desviando la vista hacia otro lado. Marques, se encogio de hombros y se encamino hacia la patrulla. Concluye que ya es momento de retirarse. --!Torres, acerqueme hasta mi casa! -- le ordeno a su chofer. Durante el viaje, procura no pensar en el caso del senador. Intuye que esto es el comienzo de algo complejo. Ya habra tiempo manana, para eso. Solo quiere llegar a su cama y dormir profundamente las pocas horas que le quedan. La patrulla se detiene enfrente de su domicilio. Marques desciende y saluda a su chofer con un gesto de mano, pero nada dice y tampoco lo mira, solo lo saluda. Busca sus llaves en el bolsillo trasero de su pantalon de gabardina, pero antes de introducirla en la cerradura de la puerta, mira hacia la cochera y ve que el porton levadizo esta a medio cerrar. Se extrano porque Victoria no suele ser tan descuidada. Decide ingresar a la casa por alli. No bien entro, busco el comando de cierre, oprime el boton de color rojo y el porton finaliza el recorrido. Al pasar al lado del automovil de su esposa, apoyo sobre el una de sus manos y noto que el capo esta aun caliente. Sobre el techo, el mastil de la antena esta fuera de lugar, arrancada de cuajo y solo retenida por el cable interno de la radio. Le resto importancia y subio las escaleras que conducen a la planta alta donde estan dos de los cuatro dormitorios que tiene la vivienda. Su plan es besar a Victoria y luego regresar a la cocina para servirse un bocado. Siente apetito, pero el amor es mas fuerte y jamas osaria sentarse a comer sin antes haberla saludado. Creyendo que ya duerme, abre sigiloso la puerta del dormitorio, pero para su sorpresa ella no esta alli... desde el bano se escucha el sonido del agua caer y entonces se asoma despacio, sin hacer ruido. Y entonces, la vio. Aquella imagen borrosa de Victoria desnuda bajo la lluvia caliente es para Eugenio una pasional llamada de amor desenfrenado. Todas sus hormonas se movilizan y bloquean su raciocinio. Y cavila: "una de la manana, Micaela durmiendo en su cuarto, mi hermosa esposa desnuda e indefensa al alcance de mis manos y yo con una ereccion como hace tiempo no ocurre... eso no sucede muy a menudo" y sin dudarlo se quito la ropa y sorprendio a su mujer. --!Ay, que susto me has dado... sos un tonto! -- exclamo ella, creyendo que se trataba solamente de una travesura inocente de su esposo. Pero, como al descuido, una de sus manos rozo la rigida evidencia de que sus planes de descanso deberian esperar un poco mas. Eugenio y Victoria se excitan con facilidad; los anos que llevan juntos solo han potenciado la mutua atraccion sexual. Pocos son los secretos que aun conservan en la intimidad de sus pensamientos y muchos de ellos son fantasias que afloran en el momento justo para fomentar la gravitacion carnal. Son creyentes practicantes. Las oraciones son parte importante en sus vidas y los domingos de misa, citas irrenunciables. Pero, en sus encuentros amatorios, todo esto queda de lado. El sexo es fundamental en su relacion y, como en la guerra, todo vale. Y entonces, el aire se vuelve concupiscente, todo es placer, todo es lujuria, todo es desenfreno y, aunque atente contra sus preceptos rectilineos, si hay goce, es licito. Pronto, Victoria nada puede hacer para mitigar sus libidines quejas y gemidos sordos. Su pudor y su recato han quedado sepultados bajo los influjos excitantes de la lubricidad y la lascivia propuestos por los embates broncos y voluptuosos de Eugenio. Mas tarde... sobreviene la calma. La sudoracion comienza a desaparecer y las respiraciones se vuelven cansinas. No hay palabras entre ellos, solo sutiles sonrisas de satisfaccion y sus miradas clavadas en puntos imaginarios del techo. En eso, el sonido estridente del timbre del telefono de Eugenio, rompe con el hechizo sexual... --Marques habla...si doctor, digame... !nooo, no me desperto, descuide!… Oh, !por Dios!… enseguida salgo para alla... --?Que ocurre, mi amor? -- pregunto Victoria --Otro muerto...otro senador --?Como que otro senador? --Si, hace unas horas alguien mato al primero y ahora aparecio muerto otro. --!Por Dios! ?Que esta pasando aqui? --No lo se... un loco, seguramente --?Un loco? Mi amor, !es un asesino...! --!Mmmmh! --?Que queres decir con... mmmmh? --Es un misterio... aqui nunca pasa nada y de pronto pasa de todo. Esto no es un simple asesino... aqui hay otra cosa por detras. Dos senadores y del mismo partido politico... !Mmmmh! --Quizas los asesinos sean mas de uno... --acota Victoria --Es probable... ambos fueron muertos con metodos diferentes CAPITULO II El cuarto, abigarrado con objetos pensados para el placer sexual, estaba en penumbras. Espejos por aqui y por alla, un sillon Kama Sutra de color cinabrio y una enorme cama oval en el centro de la habitacion. El aire enrarecido con perfumes baratos no logra evitar que el olor a muerte inunde con su pestilencia aquel lugar. El senador Rogelio Hasko yace desnudo en el jacuzzi del albergue transitorio con evidentes signos de haber perecido por asfixia por sumersion. A excepcion de una de sus piernas, todo su cuerpo permanece bajo el agua. El Inspector Marques, observo detenidamente el cadaver, pero sin moverlo. Fue entonces cuando algo capto su atencion y se procuro ayuda con una cuerda de nylon para levantar la mano izquierda del occiso. Noto que las yemas de los dedos indice y pulgar tienen una marca extrana. Es una linea bien definida, morada y recta, como si se hubiera aferrado de algo filoso antes de morir. Pero es solo eso, una marca en la piel, no una herida. A la derecha y muy cerca de alli, una puerta mal cerrada. Por el resquicio se filtra algo de luz. Marques la abre y descubre vestigios de vapor en el sector de la ducha, un albornoz mojado en el piso y un grifo mal cerrado. Alguien habia estado recientemente alli. Sentado en una pequena poltrona y aun conmocionado, el conserje es atendido por una enfermera que le ha aplicado un sedante. Marques se acerca a el y... --?Fue usted quien descubrio el cadaver? --Si, senor... --?Alguien mas vio al muerto? --No lo creo...estaba solo cuando entre... --?Por que entro? --Llame por telefono interno a esta habitacion para avisar que el tiempo habia acabado y como nadie me respondia, me acerque hasta aqui y toque a la puerta. Lo hice, al menos, tres veces y nada... nadie respondio. Fue entonces cuando mi jefe me ordeno que abriera con nuestra llave maestra. --?El estaba aqui con usted? --No, me lo dijo por telefono... --Y despues de hacerlo, ?que fue lo que hizo? --Volvi a hablar con mi jefe y el me dijo que llamara al 911 --?Toco algo, despues de eso? Digo... alguna copa, al cuerpo del occiso, su ropa o ?algo? --No, senor...cerre la puerta y sali corriendo --Y despues, ?Que hizo? --Mi jefe me dijo que llamara a los demas huespedes para avisarles lo que habia ocurrido... --Y, ?por que hicieron eso? ?No pensaron que la policia querria interrogarlos? --No lo se, senor... supongo que nadie sabria nada y ademas querrian salvaguardar sus identidades. --Ok, necesito ver los registros de las camaras de seguridad del complejo --Si, senor, pero le advierto que solo se captan imagenes de autos cuando ingresan y cuando salen, no vera rostros en ellas. Marques regresa hasta la banera y observa los controles del hidromasaje. Jamas habia disfrutado de un bano relajante en una tina como esta e intrigado le pidio al conserje que se acercara hasta alli. --?Sabe? Nunca pude comprar un aparato asi y siempre desee tener uno... ?me puede explicar para que son estos controles? El hombre lo miro extranado. Se pregunto como era posible que se preocupara por semejante nimiedad teniendo enfrente de si a un espantoso cadaver. Estuvo tentado a responderle que el tambien desconocia como encenderlo, pero algo vio en aquellos ojos frios que lo detuvo y supo de inmediato que esa seria una pesima idea. Entonces le explico como funciona el sistema... --Lo primero que debe asegurarse es que la banera tenga suficiente agua antes de encender la bomba del hidromasaje. Lo demas es sencillo, con esta perilla lo enciende y con esta otra regula la intensidad de los chorros de agua y, ademas, este modelo posee un regulador de temperatura. El inspector lo escucho con atencion y no pudo resistir el impulso y movio con torpeza a una de las perillas. Y esta cayo al piso... estaba suelta. Marques, en sus ratos libres, estudio electricidad domestica en cursos dictados por internet y adquirio suficientes conocimientos que le sirvieron para reparar algunos cortocircuitos en la instalacion electrica de su propia casa. Sabia lo que hacia cuando, con la cara posterior de su dedo indice y un rapido movimiento, rozo el metal que quedo al descubierto. Recibio una pequena descarga electrica. Fue entonces cuando comprendio lo que habia sucedido en ese cuarto y ordeno... --!Que nadie se acerque aqui... hay peligro de electrocucion! Y, dirigiendose nuevamente al conserje, le pregunto... --?Noto algo raro con la electricidad esta noche? --No, Inspector. --Cuando ingreso a la habitacion, ?habia alguna luz encendida? --Si, ahora que lo menciona si. Lo extrano es que habia demasiadas bombitas encendidas, cuando en estos sitios suele ocurrir todo lo contrario... --!Esta bien! Por favor, interrumpa la electricidad en este cuarto. Voy a necesitar esta perilla como prueba. Luego de verificarla, se la devolvere, ?esta bien? --Si, claro, Inspector, lo que usted diga... --respondio sorprendido el conserje. Afuera de la habitacion se ha generado un gran tumulto. Gritos y protestas alteran la paz del lugar. Unos pugnan por ingresar aduciendo ser familiares y otros se justifican por llevar en sus solapas un identificador de prensa. Entre todos, se abre paso el fiscal Ramirez, que recien llegado, se acerca a Marques mientras observa al occiso con suficiencia. Nada dice aun. Es evidente que no quiere arriesgar una hipotesis por temor a equivocarse. Pero Marques es un zorro viejo en esto de las disputas de poder entre la policia y los juristas federales y tambien quedo en silencio. Fue entonces cuando el fiscal pregunto... --Segun su parecer ?que fue lo que ocurrio aqui? --Para mi, murio ahogado, Doctor...--respondio Marques, sin mirarlo y sin explicitar demasiado. --?Puede ser mas claro, inspector? Ya veo que murio ahogado, !no soy estupido! --No puedo asegurarlo, pero creo que se electrocuto con la perilla del control de temperatura del agua, se sumergio y no logro sobrevivir... --Ah, ok. Entonces vamos a caratularlo como un accidente --afirmo satisfecho de su conclusion porque asi, esta no seria una investigacion prolongada. El fiscal observo la hora en su reloj pulsera y sin despedirse se dirigio hacia la puerta de entrada. Marques no soporta los aires de superioridad de algunas personas, especialmente cuando no tiene mas alternativas que trabajar con ellas. Decidio escarmentarlo, aunque esto significara mas trabajo para el y, como siempre, los laureles de la victoria para el fiscal. --!Lamento contradecirlo, Doctor Ramirez! El hombre, al escucharlo, se detuvo y permanecio estatico por unos instantes, con la mirada fija hacia adelante. Luego volvio sobre sus pasos. Ahora sus gestos denotaban un claro fastidio. Ramirez es un hombre orgulloso de su profesion, pero odia el contacto permanente con los hombres de la policia. De hecho, los considera de una casta muy inferior a la suya y si, ademas, demuestran inteligencia, mucho peor. Y asi es el trato que les dispensa. Se acerca a Marques y cuando sus rostros estuvieron enfrentados a escasos centimetros, en tono altanero le pregunto... --Marques...Marques... ?Que es lo nuevo que tiene para decirme? --Que no murio por accidente... el Senador fue asesinado --Y, ?como esta tan seguro de eso? --La perilla del control de temperatura del agua fue quitada adrede. Cuando llegue estaba colocada en su lugar. --Y ?como sabe que se electrocuto con esa perilla? --No dije eso... dije que la perilla habia sido quitada a proposito y al tocar el metal, recibio una descarga electrica. Las marcas que tiene el muerto en sus dedos, asi lo sugieren, Doctor. --Ok, no entiendo mucho de electricidad, pero se supone que, aunque falte el aislante plastico de la perilla, esta no deberia producir una descarga, ?verdad? --Asi es... pero aqui, la conexion fue alterada. La revise y descubri un cable agregado de manera tal que, cuando alguien tocara el control, se electrocutaria de inmediato. El asesino estuvo aqui antes, altero los controles y cuando se aseguro que el senador habia fallecido, coloco la perilla en su lugar y disimulo pruebas para que deriven la investigacion hacia una muerte accidental. Mas tarde, abandono el lugar. --Bien... es creible su tesis. Pero ?como sabia el asesino que el senador vendria exactamente a esta habitacion? --No lo se aun, Sera materia de investigacion. --?Ya vieron las imagenes de las camaras de seguridad? --No, pero hasta donde se solo se pueden observar vehiculos que ingresan y egresan, pero no se distinguen rostros. --!Tonterias! Quiero ver esos videos... nuestros tecnicos pueden mejorarlos de manera tal que sepamos quien ingreso al hotel con el senador. --De acuerdo, Doctor. Manana a primera hora las tendra en su despacho... --Creo que no me entendio... los quiero ahora mismo Marques miro al conserje y este asintio con la cabeza. --Ok, traigalos ahora, entonces -- le dijo Rato despues, en la oficina del Fiscal... --Senor, revisamos las imagenes, pero no hallamos nada que nos de un indicio de quien pudo ser el atacante. Muestran cuando ingresa el automovil del senador, a quien se lo ve claramente, y a su lado, una mujer. Pero ella lleva lentes oscuros y sombrero. Ademas, se tapa la cara con una de sus manos. Lo lamento, pero no pudimos identificarla. --?Como saben que es una mujer? --pregunto Marques --Porque hay otra filmacion que muestra a una mujer, o al menos asi lo parece, que un rato despues sale corriendo despavorida de la habitacion. --?Se puede saber la hora en que ingresaron y en la que esta supuesta mujer huye? -- inquirio el Fiscal --Si, 00:22 ingresan y 00:48 se ve a la mujer saliendo. --Y, despues de ello... ?hay mas movimientos? --No lo se... no continuamos viendo... --Haga correr la cinta de nuevo, por favor... --ordeno Marques. El ayudante del fiscal proyecto la cinta desde el momento en que sale la mujer y Marques le pidio que lo haga desde el principio, cuando ingresan al albergue transitorio. Es entonces que se observa el automovil llegando a la cochera de la habitacion y tambien cuando descienden el senador y su acompanante. Minutos mas tarde, se observa a la mujer huyendo, pero en ningun momento mira hacia las camaras de seguridad. La cinta continua avanzando y de pronto, alguien mas aparece en escena... es a todas luces un hombre, de contextura pequena, con un abrigo largo de color negro, sombrero y anteojos oscuros. --Que venga alguien de tecnica --ordeno el Fiscal Ramirez --quiero que identifiquen a esta mujer, sea como sea. Y que sea rapido, ?me entendieron? Ella nos dira quien era el sujeto que sale mas tarde. --Si, senor, enseguida

  • Cierra los ojos y entregate de Pilar Parralejo

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    TAN pronto como termino la reunion, Miranda Warhol, editora jefe de Stardust Miracle, cerro la libreta sobre sus rodillas, estirandose sobre el puf en el que habia estado sentada durante mas de dos horas. Se puso en pie elegantemente y se coloco bien la chaqueta del traje. --Bien, chicas. Nos vemos aqui el proximo martes con los articulos de los zapatos mas extravagantes del mundo, --senalo a un par de chicas-- el articulo sobre vestidos de epoca, -- miro a otro par de ellas-- y el de los peinados sencillos pero elegantes para citas de ensueno. -- ?Y el de los consejos para conquistar al hombre de tus suenos, del mes proximo? --respondio una de las redactoras a medida que se acercaban a la puerta. --Bueno, de ese articulo me encargo yo --sonrio--. De vez en cuando tambien me gusta colaborar, ya lo sabeis. Cuando todas salieron de la enorme sala de colores en la que se reunian siempre, Miranda indico a su asistente que las siguiera, y este no tardo en unirse a ellas. Las chicas se acercaron a la puerta del ascensor de cristal exterior, desde donde se veia gran parte de la ciudad en una imponente panoramica. --Parece que hara buen tiempo el resto de la semana. Las chicas y yo iremos el viernes a un sitio nuevo ?Querras venir? --pregunto Pauline, una de las redactoras y alguien con quien Miranda se llevaba especialmente bien desde hacia algo mas de tres anos. --Pues no lo se, ese viernes por la tarde vienen los de la mudanza y no se si tardaran mucho --explico--. De todas formas enviame la direccion en un mensaje, si terminan rapido me pasare por alli, no me gustaria perdermelo. --!Hecho! --exclamo--. ?Sabes? A ese sitio nuevo suele ir tu amado Sebastian Jefferson --canturreo con intencion de avergonzar a su jefa. --Por dios Pauli, !callate! --Miranda la regano con los dientes apretados mientras le daba un golpe con el codo en las costillas. -- Vamos Warhol, ya todo el mundo sabe que te gusta el jefazo --rio, entrando en el elevador y corriendo para esconderse detras de sus companeras, haciendo que la editora se sonrojase por ver su secreto al descubierto. --Es cierto… --confirmaron las otras chicas asintiendo efusivamente. Miranda se abrazo a su asistente y fingio que se ponia a llorar, haciendo reir a las muchachas y al secretario. No podian negar que lo pasaban genial en aquel trabajo. Casi como si de una broma se tratase, Bastian, el guapo y sexy director general de New York Paper Ind., la editorial a la que pertenecia la revista de las chicas, esperaba en la puerta del ascensor. Cuando este se detuvo, la mandamas del grupo salio caminando de espaldas y, sin haber visto al hombre, choco aparatosamente con el. Las chicas empezaron a reir y a pasar sobre los papeles para ir a sus puestos y dejarlos solos. --!Oh, madre mia! Lo siento tanto… Disculpa. Lo lamento muchisimo --murmuraba completamente avergonzada, mientras recogia el monton de papeles que el choque entre ellos habia dejado desperdigados por el suelo. --No importa. ?Estas bien? --Si, estoy bien. Tu… ?te he hecho dano? Lo lamento de verdad. --Si, tambien estoy bien --sonrio el, poniendose en pie y presionando el boton para que las puertas del ascensor volvieran a abrirse-- Ten un buen dia. --Gracias, tu… tu tambien --dijo la editora, sonriendo como una tonta antes de darse la vuelta y correr a su despacho hecha un manojo de nervios. A Miranda nunca le habia gustado un hombre como Sebastian. El no era mucho mas alto que ella, tenia el cabello semi-largo, de un castano casi rubio, y ojos azul grisaceo. Era un hombre que siempre llevaba barba sin afeitar de varios dias y mayor que ella por varios anos. Miranda siempre se habia enamorado de tipos como Maximilien, su asistente, chico atractivos, jovenes y seductores. Hombres jovenes con los que podia acostarse una noche y olvidarlos la noche siguiente. Tampoco es que lo hiciera asi, se habia acostado con al menos una decena de chicos desde su adolescencia, pero salio con todos ellos como minimo por un mes. Pauline la habia visto correr a su despacho y, abrio una ventana de chat con el resto de las chicas para burlarse de ella. --Realmente te quita el aliento, ?no? --No --la miro a traves del cristal de su despacho con la cara aun colorada--. ?Por que siempre exagerais tanto? Solamente lo encuentro atractivo. Una de las redactoras habia encontrado una foto del ejecutivo en internet y la compartio en el chat. Miranda se puso en pie para reganarlas por su falta de decoro, pero su expresion risuena cambio inmediatamente, palideciendo mas por momentos. Bastian se acercaba directo a su despacho, con su siempre recta y elegante postura. NYPaper tenia reuniones todas las semanas en la sala de juntas contigua a la que usaban las chicas. Esta, por el contrario, no era en tonos blancos, rosas, naranjas y violetas, ni tenia como asientos cojines, pufs y sillones acolchados. Era una sala fria, gris, con una gran mesa de cristal ahumado en el centro y rodeada de sillas de simil piel color negro. Bastian solto la pila de papeles sobre la mesa conteniendo una sonrisa por el choque con esa chica. --?Pasa algo? --pregunto uno de los editores de la revista masculina que su editorial llevaba. --No, no en realidad. Desvio la mirada al monton de documentos y se dio cuenta de que los suyos estaban mezclados con los de la editora. Por un momento penso en mandar a Sean, su secretario, pero le apetecia verla de nuevo asi que, despues de rebuscar y seleccionar los informes y recortes de Miranda, bajo a su despacho. Al salir del ascensor la vio reir dentro de su acristalada oficina. Su cara aun lucia llena de color y parecia interesada mirando algo en el monitor de su ordenador. Camino despacio, observandola mientras se acercaba, hasta que ella alzo la vista y le miro. Su expresion perdio todo color que pudiera tener. --Buenos dias de nuevo, Senorita Warhol. --Saludo, apoyandose en el marco de cristal de la puerta. --Buenos… dias --respondio ella, colocandose frente a la pantalla en la que aun estaba la imagen. Las chicas reian, mirandolos. Ellas tambien estaban sorprendidas por la visita del jefazo, pero la cara de su editora era un poema y era inevitable no reirse. --Supongo que te sorprende mi visita. --!No! Bueno si. Pero por favor, pasa, sientate. --No. En realidad vengo a por los papeles de mi reunion --ella lo miro sin saber a que se referia, pero Bastian senalo con la mirada el monton que habia en una mesita al lado de su escritorio. --Oh, !lo siento! De verdad que lo siento… --No te disculpes tanto, yo tambien me he llevado los tuyos --anadio, sacudiendo los que llevaba en la mano. Maximilien miraba desde fuera. Habia ido a por los cafes que la mandamas le habia pedido y dudaba si entrar o no. Las chicas le llamaron con gestos, como si le dijeran que se apartase de alli. Su jefa se veia tan emocionada que, obedeciendo a las redactoras se acerco al escritorio de Pauline para no interrumpirles. --?Que ha pasado? ?Por que esta el jefazo en su despacho? --pregunto soltando las bebidas calientes en la mesa de la pelirroja, pero ella no respondio, solo se encogio de hombros sin apartar la mirada de su amiga. Mientras ella rebuscaba entre los papeles para devolverle los que se habia llevado por error, el ojeo el despacho y con el, el reflejo en el espejo que habia detras de ella. Desde ahi pudo ver el monitor, donde habia una foto suya en primera plana. Sin intencion alguna de disimular dio la vuelta al escritorio para verla mejor. --?Y esto? --pregunto risueno. Miranda se giro horrorizada, sin poder articular palabra-- Esa no es de mis mejores fotos, la verdad… ?Son esos? --pregunto, cambiando de tema, restandole importancia a lo que habia estado mirando. --Si… estos son. --Vale. Gracias. Espero chocar mas veces contigo, me gusta sonreir antes de una reunion importante, ayuda a aliviar tensiones --Bastian tendio una mano como saludo y ella la estrecho timidamente. Nunca antes habia pasado esa verguenza. Habia chocado con el, tirando todo lo que llevaba en las manos, le habia hecho ir a por los documentos que se habia llevado y, ademas, le habia pillado con un retrato suyo en la pantalla. Cuando el ejecutivo se marcho Miranda se llevo las manos a la cara, percibiendo sin querer, el aroma que la mano de ese hombre habia dejado impregnado en la suya.

  • TAREK (Genesis 2) de Maricela Gutierrez

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    Cada libro perteneciente a esta serie es autoconclusivo y se podra leer de manera independiente.

  • Un solo dia, Alexandra Danell de Alexandra Danell

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    Crystal nunca penso que cumplir la mayoria de edad pudiera marcar toda su vida. No solo por conocer algunos de los secretos que su despegada familia guardaba, si no porque el amor le toco demasiado profundo.
    Harold, el novio de su desconocida y odiosa prima, se convertira en su primer amante, ahora solo queda saber si eso sera amor por parte de los dos.
    Una familia peculiar, una heredera rebelde y un joven britanico que llego para poner su mundo patas arriba.

  • Cuentamelo todo 1 de Carla Marx

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    Me la habia pasado todo ese tiempo lanzandole furtivas miradas al rotundo trasero de aquel camarero, a su arete de pirata en su oreja izquierda, a su cintura de surfista y los tatuajes descoloridos de sus brazos. Tenia la piel curtida, los ojos verdes y el cabello destenido por el salitre y el sol. El uniforme se le adheria a la piel insinuando un cuerpo tan fibroso como el de un delfin.

  • Laurent von Brandenburg de Corinna Taylor

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    La mayor preocupacion de Matrika siempre fue el regreso de Laurent, y siempre deseo su desaparicion, eso conllevaria heredar la inmensa fortuna de Klaus von Brandenburg. Ademas, que Dalila fuese su pareja le irritaba. Elimino a todo aquel que no estaba en consonancia con sus intereses. excepto a Dalila.

  • La bestia de Lily Perozo

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    Benjamin Sutherland, es un joven atractivo que anhela alcanzar la fama y ser uno de los actores mas reconocidos de Hollywood, con sus suenos en una maleta llega a Los Angeles, donde tambien se reencontrara con su pasado, en muy poco tiempo alcanzara la cima del exito anhelado, convirtiendose en la sensacion del momento. No obstante, una mala decision y extranas circunstancias lo posicionan en el ojo de un huracan mediatico.
    Candice Adams lleva una vida perfecta al lado Jeremy el chico al que ama, pero un inesperado suceso que conmociono al mundo la golpeara con todas sus fuerzas, cuando creia que todo estaba perdido y habia tomado nuevas decisiones para su vida, el destino la llevara a un lugar donde conocera cuan delgados son los limites entre el bien y el mal. Las pesadillas que la persiguen desde nina empezaran a hacerse realidad; sin darse cuenta formara parte de un plan para el que ha sido predestinada y terminara entregando mas que el corazon a la persona menos indicada.
    LA BESTIA es una historia cargada de suspenso e intriga que nos llevara a cuestionarnos algunas de nuestras creencias, siempre teniendo como ingrediente principal ese poderoso sentimiento que mueve al mundo: El amor.

  • La nostalgia del limonero de Mari Pau Dominguez

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    En las paginas de esta novela al lector le parecera que se reencuentra con viejos conocidos, casi parientes muy cercanos cuya historia no solo merece sino que conviene recordar: sus protagonistas son Concha, andaluza emigrada a Cataluna en los anos 60, y su hija Paz.

  • No cambies nunca, preciosa de Sophie Saint Rose

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    A Lara le llamo la atencion el camion en el aparcamiento y al ver el numero cuatro en la puerta trasera entrecerro los ojos. --Sera hijo de su madre. --Cabreada giro el volante metiendo su trailer de trece metros en el aparcamiento. Los neumaticos derraparon sobre la gravilla y freno tras el camion mientras varios gritaban si estaba loca. Cogio el bate que tenia en el asiento de al lado y abrio la puerta saltando del camion con agilidad. Varios al reconocerla levantaron las manos en son de paz antes de salir casi corriendo. Con un mal gesto aparto a un lado su larga trenza negra dejandola caer sobre su espalda y camino hacia el bar. Sus botas resonaron sobre la madera del porche y tiro de la puerta entrecerrando sus preciosos ojos verdes para acostumbrarse a la falta de luz. Dio un paso a su interior y pudo ver a Billy con una cerveza en una mano sentado en la barra. Pero no perdia el tiempo del todo porque con la otra mano le tocaba el culo descaradamente a una rubia que estaba como una cuba. La verdad es que no tenia mal gusto. Se acerco a el y tan distraido estaba que ni vio como levantaba el bate de beisbol. El golpe en sus piernas le tiro del taburete y la chica grito saliendo despavorida. Billy gimio en el suelo cogiendose una de sus piernas por debajo de la rodilla. --Joder, Lara. --?Donde debias estar, Billy? --Paso el bate a la otra mano y se agacho para pegarle un punetazo que le hizo rebotar la cabeza en el suelo. --?Donde debias estar, Billy? --!En Houston! --grito cubriendose con los brazos--. Vamos, somos amigos de la infancia. --?Amigos? --Le golpeo con el bate en la espalda y el gimio de dolor. --!Los amigos no se traicionan! !Los amigos cumplen! !Como cumpli yo al darte el trabajo, vago quejica! --Le golpeo de nuevo en la espalda y varios gimieron de dolor. --!Te lo adverti la ultima vez! -- Furiosa le dio una patada en el trasero. --!A Lara Princeton no se la torea! --Se agacho para gritarle a la cara --!Por cierto, estas despedido! --Hizo el amago de pegarle un punetazo de nuevo y este se cubrio como una nina. Mirandole con desprecio se incorporo antes de echar un vistazo a su alrededor. Senalo a uno que era musculoso y con los brazos llenos de tatuajes. --Tu, ?sabes conducir un camion? --Trabajo para los Carrigan. --Dos mil pavos si entregas ese cargamento en Houston antes de dos horas. Los ojos del tipo brillaron y dio un paso al frente. --Hecho, jefa. --Vamos. --Se agacho y tiro del llavero de la empresa que colgaba del bolsillo trasero del vaquero de Billy y le senalo con el dedo. --Por cierto, hablare con mi hermana de lo que haces cuando te tomas descansos, cabrito. --Le dio una patada en el estomago que le doblo de dolor y varios gimieron igual que el. Se volvio saliendo del local de muy mala uva y le explico a su nuevo hombreton a donde tenia que llevar la mercancia. Jack asintio. --Conozco el sitio. --Bien, cuando llegues a nuestra central con el camion, mi hermano te pagara. Buen viaje. Se subio a su camion y con agilidad lo volvio saliendo del aparcamiento. Cogio su movil del salpicadero y llamo a su hermano. --?No me digas que ya lo has entregado? --No he tenido esa suerte. Por su tono Tim se tenso. --?Que ocurre? --He pillado a Billy en el bar de la interestatal. El que tiene una tia casi en bolas en el anuncio. --?El Risck? --Ese. --Me cago en su... --Tranquilo, he conseguido otro conductor. Pagale cuando llegue. Dos mil. --?Estas loca? !Es el doble de la tarifa habitual! --Ya, pero es que hay que entregar la mercancia y tenia que robarselo a Carrigan. Su hermano se echo a reir. --El viejo se va a poner de muy mal humor. --Sobre todo porque sus congelados se han quedado en el aparcamiento. Se partia de la risa y no pudo menos que sonreir. --?A que hora vuelves? --Si tengo suerte y todo va bien, sobre las tres. Dile a Mindy que como vuelva a posar sus ojos en Billy, la encierro en casa de por vida. --Supongo que sera el quien no se acercara a ella. Tranquila. ?Crees que recuperaras su amistad? --?Con Billy? --Sonrio divertida. --Claro que si, no puede vivir sin mi. Agotada giro el volante metiendo el camion en la nave que tenia al lado de su casa. Estaba cargado de televisores y lo que menos queria era perder la carga antes de entregarla al dia siguiente. Estaba apagando el contacto cuando vio por el espejo retrovisor como su hermano se acercaba cojeando y abria su puerta mientras ella recogia su mochila. --Son las cuatro. --Te dije si todo iba bien. --Se bajo de un salto y le dio un beso en la mejilla. --Deja de preocuparte. --Tenemos un problema. Se volvio para mirar la silueta de su hermano. Solo entraba la luz de la luna por la puerta, pero cuando se acostumbro pudo ver que estaba tenso. --?Que pasa? --?Aparte de que Billy ha llamado a Mindy con sus quejas por tu delicado trato? --Si, aparte de eso. No estarias asi si no fuera por algo mas grave. --Nos han robado un camion. Me acaban de avisar hace diez minutos. Palidecio. --?Que? --El de papa. --?No lo llevaba Scott? --Si, bajo a mear y cuando salio el camion no estaba. Esfumado. --?Antes o despues de dejar la carga? --Antes. --Ella fue hasta la cabina y abrio la puerta. --Lara estas agotada. Llevas casi veinticuatro horas trabajando. --Si no encuentro esa carga tendremos que pagar cincuenta mil dolares por ella. Eso es un lujo que no podemos permitirnos. Y eso sin contar el camion. --Se subio a la cabina y arranco el motor encendiendo las luces. Miro a su hermano a traves de la ventanilla y le guino un ojo. -- Cuida del fuerte. Tim asintio preocupado y ella dio marcha atras. Fue directamente a su central y dejo el camion. Entro en la oficina a toda prisa y cogio las llaves de su camioneta. Todos sus camiones llevaban un GPS que ella se habia preocupado en instalar. Solo lo sabian su hermano y ella para que los chicos no se confiaran. Cuando se subio a su ranchera, saco el portatil de su mochila. Abrio el ordenador y pincho en la aplicacion. No le costo encontrarlo. El numero uno estaba como a cien millas de alli direccion sur. Arranco mirando la pantalla y un minuto despues estaba en la carretera. Estiro la mano y abrio la guantera para coger la pistola y ponerla en el asiento a su lado. Iba tan deprisa que poco mas de una hora despues vio la parte trasera de su camion. Cogio la radio. --?Tim? --Estoy aqui. --Lo tengo. --Dame las indicaciones. --Va por la diez direccion Sonora. Acabamos de pasar Kerrville. --No les pierdas de vista, pero no te acerques demasiado. --Tranquilo, me mantengo a distancia. No estoy tan loca. Su hermano rio al otro lado de la linea cuando empezaron a subir una pequena colina. Ya empezaba a amanecer y de repente vio humo ante el camion. Entrecerro los ojos estirando el cuello. --Os juro que como me jodais el camion os despedazo vivos. --Pero entonces lo vio. Colina arriba un coche gris habia tenido un accidente y salia de el un humo negro que no presagiaba nada bueno. Vio como su camion aceleraba pasando de largo. --Mierda. --Cogio la radio pisando a fondo y grito --!Tim, heridos en la carretera! Voy a detenerme. !Tim! Su hermano no contestaba y tiro la radio frenando la ranchera a un lado. Sin parar el motor corrio hacia el coche que era un BMW ultimo modelo y se acerco al conductor. La ventanilla estaba rota. El tipo tenia sangre en la cara y estaba desmayado. Toda la parte delantera estaba como un acordeon y los airbags habian estallado, asi que solo veia la mitad de su rostro. Sin perder el tiempo intento abrir la puerta. Miro el capo del que salia un denso humo negro que la hizo toser. --!Eh, amigo! !Despierte! --La puerta no se abria y era porque el lado izquierdo del vehiculo habia recibido la peor parte. Metio la mano dentro del coche por la ventanilla y noto como se cortaba, pero consiguio llegar al boton de los seguros. Intento abrir de nuevo, aunque sabia que no podria y corrio rodeando el coche por delante. Olia a gasolina y mucho. --!Amigo, despierte! --Abrio la puerta del copiloto y saco la navaja que siempre llevaba en su bota. Pincho los airbags y corto la tira del cinturon. Le escucho gemir. --Estupendo, esto es estupendo. --Le cogio por el brazo y tiro de el, pero pesaba muchisimo. Al ver la llama en el capo el corazon se le puso en la boca y tiro de el con todas sus fuerzas tumbandolo sobre el asiento del copiloto. Agarro sus manos y tiro de su cuerpo sintiendo que se le arrancaban los brazos por el esfuerzo, pero en cuanto saco su torso el resto de el cayo sobre la cuneta. Con la respiracion agitada siguio tirando del tipo y en ese momento llego un hombre con pinta de granjero. --Dejeme ayudarla. Entre los dos tiraron del hombre alejandole lo suficiente. Lara sonrio sudando a mares. --Lo conseguimos. La explosion la lanzo sobre la hierba y se quedo sin aliento al caer de espaldas. Intentando recuperar el resuello tomo aire y gimio de dolor sentandose. Al girarse y mirar hacia atras vio sangre sobre una piedra. Entonces escucho los gritos y al volverse de golpe se mareo. Pudo centrar la vista y vio a varias personas en la carretera. Una persona de uniforme se acerco a alguien que estaba en el suelo y grito pidiendo una ambulancia. ?Seria el granjero? Medio mareada se intento levantar, pero una pierna le fallo tirandola de nuevo. El ayudante del sheriff corrio hacia ella. --No se mueva. Ya viene la ayuda. --El hombre... --Se sujeto a su brazo queriendo levantarse. --Esta vivo, los dos estan vivos. Sintio un alivio enorme y se dejo caer de rodillas. --Bien. --Se sintio agotada y miro esos ojos castanos. --Me han robado el camion, ?sabe? Tengo que recuperarlo. Los seguros son unos buitres en estos casos. El tipo sonrio. --?Lara Princeton? --La misma --dijo antes de poner los ojos en blanco y caer desmayada hacia atras. --!Eres famosa! --exclamo su hermana emocionada haciendo que pusiera los ojos en blanco antes de mirar la television que tenia delante, mientras intentaba ponerse comoda en el sofa porque la espalda la estaba matando. --Lara Princeton --dijo el presentador de los informativos locales que sonreia de oreja a oreja--. Una heroina local que no solo es capaz de perseguir a los que intentaban robarle uno de sus camiones, sino que en medio de esa persecucion ha sido capaz de detenerse para ayudar a un accidentado justo antes de que su coche explotara en pedazos. Si, senor. Asi son las mujeres en Texas --dijo orgulloso como si fuera su padre. Se echo a reir sin poder evitarlo y su hermana pequena la miro indignada con sus preciosos ojos azules. --Tampoco fue para tanto. --Si que lo fue. --Ambas miraron las imagenes del coche ardiendo y como los bomberos intentaban apagarlo mientras a ella la metian en una ambulancia. Mindy la miro asustada. --Te digo que no fue para tanto. Apaga eso. En ese momento entro su hermano en el salon con el movil en la mano. --?El camion esta intacto? --?Quieres dejar de pensar en el trabajo? !Por poco la cascas! --Sois unos exagerados... ?El camion esta bien o no? --Esta bien. Han ido a buscarlo y esta todo. Pero esos cabrones se han escapado. Suspiro del alivio. Al menos lo habian recuperado. --Espero que ese cliente no nos abandone por no entregar a tiempo. El telefono de Mindy sono en ese momento y se levanto de un salto. --Es Billy. --?Como que es Billy? --grito mientras su hermana salia corriendo. Asombrada miro a su hermano que se encogio de hombros. --?Que quieres que te diga? No soy capaz de dominaros. Y me pasa desde siempre. --Muy gracioso. Su hermano suspiro sentandose a su lado. --?Estas bien? --preguntaron a la vez. Tim sonrio. --Hoy me duele mucho menos. --Sus ojos azules le echaron un vistazo de arriba abajo desde su tobillo vendado hasta su brazo que se habia llevado sus buenos puntos. --En este momento me preocupas mucho mas tu. --Estoy bien. Algo dolorida pero bien. Manana como nueva. --Reprimio un gemido levantandose y camino cojeando hacia la puerta. --Creo que voy a acostarme un rato. --Lara... Se volvio para mirarle y Tim sonrio. --No tienes por que encargarte de todo, ?sabes? Puedes relajarte de vez en cuando. --Claro que si, para eso te tengo a ti. --Le guino un ojo girandose con cuidado y en cuanto salio del salon grito --!Mindy, que es eso de que todavia hablas con ese inutil! !Ven aqui ahora mismo! --Su hermana no contesto. --Muy bien, ire yo. !Preparate para cuando llegue! Tim sonrio antes de mirar la imagen en el televisor. La foto de uno de los hombres mas ricos de America saludando al presidente de los Estados Unidos salia en ese momento. Frunciendo el ceno subio el volumen. --Efectivamente se acaba de confirmar. Rob Folder era el hombre accidentado y su pronostico es reservado. Su jefe de prensa hara unas declaraciones en unos minutos y por supuesto las seguiremos con interes. Su hermano chasqueo la lengua y cogio el mando apagando la tele. ?Debia contarselo a su hermana? --!Mindy ni hablar! !Ya estas dejando a ese inutil! --grito su hermana desde el piso de arriba. --!Solo me llevas tres anos! !No puedes darme ordenes!

  • Julia Vidal de Lydia Kentil

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    Julia Vidal es una chica que vive con su madre y sus cuatro hermanas en la ciudad de Girona, en el siglo XIX. Son pobres y solteras, la madre esta desesperada porque no encuentran marido. Julia esta enamorada de Ignacio Campeny, pero este ama a Catalina, la hermana mayor de Julia. ?Conseguira Julia que Ignacio se enamore de ella? Catalina tiene un admirador misterioso, un capitan muy orgulloso, Alejo Estruch, que cuando conoce a Julia queda locamente enamorado de ella. Estalla la guerra de la Independencia, los hombres de Napoleon quieren invadir la ciudad, Julia hace de enfermera y lucha por su tierra bayoneta en mano, como una brava. Pierde a su familia, sufre con la crueldad del enemigo, mientras Alejo Estruch e Ignacio Campeny se disputan su amor.

  • Julia desaparece de Catherine Egan

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    Julia espia. Julia roba. Julia… desaparece.

  • Unida a los Viken de Grace Goodwin

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    Como comerciante de arte en Nueva York, Sophia Antonelli trabajo duro para armar su negocio, pero las fuerzas del destino la llevaron a hacer un trato con el crimen organizado. Cuando todo se va al diablo, cae y se le presentan dos opciones: veinticinco anos en prision o participar del Programa de Novias Interestelares. La eleccion es facil, pero Sophia se asombrara al descubrir que no solo sera emparejada con uno, sino con tres guerreros Viken.

  • Algun dia te dire que si (Los Dybron 1) de Nadia Petru

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  • Amor sin instrucciones de uso de Olga Salar

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    Erik abrio la puerta de la casa de su amigo y vecino, y entro sin siquiera encender las luces. Las casas de la urbanizacion en que vivian estaban distribuidas del mismo modo, por lo que conocia al dedillo donde se encontraba cada pared o pasillo. Se habia pasado todo el dia escribiendo, por lo que apenas habia tenido tiempo para nada mas. No obstante, su promesa de regarle las plantas a Pablo se habia impuesto a su cansancio y al hambre que sentia, y se habia obligado a cumplirla antes de quedarse dormido frente al teclado. Siguio por el pasillo y se detuvo abruptamente al ver que habia una luz encendida en el salon. Desconcertado, ya que Pablo le habia dicho que no llegaria hasta el domingo, entro y se quedo petrificado en la puerta de la entrada. Tendida en el sofa, durmiendo, habia una mujer. Erik habia visto desfilar por casa de su amigo a infinidad de mujeres. La mayoria, famosas y despampanantes, pero la chica del sofa parecia estar hecha de otra pasta. No porque no fuera bella, que lo era. Sus piernas eran increibles. Erik daba las gracias a la suerte que habia hecho que su falda se subiera lo justo para mostrarselas. No obstante, emanaba de ella un halo de serenidad que lo perturbaba mas de lo esperado, tanto, que tardo unos segundos en reaccionar, aunque finalmente saco el movil del bolsillo trasero de sus vaqueros y busco entre sus contactos el numero de Pablo Duarte. Su amigo descolgo al tercer tono: --Erik, me pillas en un mal momento, ?es urgente? --pregunto este. De fondo se escuchaba el sonido de musica y de gente hablando, por lo que dedujo que debia de estar en alguna fiesta de promocion. --Lo cierto es que si --susurro preocupado por despertar a la bella durmiente. --Dame un segundo. Erik escucho como Pablo se disculpaba con alguien y tras varios segundos de silencio en la linea el sonido de fondo se disipo. --?Que sucede? --pregunto cuando estuvo lo suficientemente lejos como para hablar con tranquilidad. --He ido a tu casa a regar las plantas, tal y como me pediste, y me he topado con que hay una mujer durmiendo en tu sofa. --Ya veo --comento con tanta calma que Erik dudo que le hubiera entendido--, ?Como es? Erik observo a la mujer. --Guapa, esbelta... --Eso ayuda poco. La mayoria de mis amigas son tal y como la describes. --Tiene los ojos mas bonitos que he visto en mi vida. Pablo guardo silencio al otro lado de la linea, ?como podia saberlo si estaba durmiendo? --?Como lo sabes? --Porque los estoy viendo ahora mismo. --?Se ha despertado? Erik bajo el tono de su voz. --Solo un segundo. --?Que mas me puedes decir de ella? --insistio. Despues de todo habia una mujer en su casa y Pablo estaba seguro de no haberle dado la llave a ninguna. --Es pelirroja. --?Pelirroja? --Si. Te lo acabo de decir, no me digas que todas tus amigas tienen el cabello de ese color o te cuelgo. --No. !Dejala dormir! --?Porque es guapa? ?O por que es pelirroja? Escucho a Pablo reir al otro lado de la linea. --No soy tan facilon --dijo riendo--, es porque si es guapa, pelirroja y tiene los ojos bonitos no hay duda de que es mi hermana. Alex estaba teniendo un sueno maravilloso del que se negaba a despertar. Estaba tan cansada del viaje que se habia quedado dormida en el sofa de su hermano, a pesar de que su propia casa estaba a solo cien metros mas alla. El problema era que su hogar llevaba tres anos deshabitado, el mismo tiempo que habia estado viviendo en Paris, y Alex no tenia intencion de cruzar el umbral de su casa hasta que esta hubiera sido fumigada y debidamente limpiada. Alex era una mujer valiente y decidida, capaz de enfrentar cualquier problema con determinacion y valentia, no obstante, su arrojo desaparecia cuando se trataba de insectos, a grosso modo, fueran cuales fueran. Nunca hacia distinciones en ese campo. Por ese motivo, el de los posibles invitados no deseados en su hogar, habia invadido el domicilio fraternal, y alli estaba teniendo un maravilloso sueno con un guapisimo desconocido como protagonista. El desconocido era tan atractivo que, si todavia lo recordaba cuando se despertase, iba a convertirlo en el protagonista de su nueva novela, un asesino en serie tan guapo seria capaz de sorprender a cualquier lector, por muy listo que este fuera. Pero ya lo pensaria cuando se despertara. T Capitulo 1 ras una semana de okupa en casa de su hermano, Alex por fin podia entrar en la suya sin temor a ser devorada por los supuestos insectos que la habian invadido mientras ella habia estado viviendo en Paris. Aun asi, a pesar de la fumigacion previa, paso con cierto temor. Estar de regreso implicaba demasiados cambios que iba a tener que comenzar a asumir. El primero de ellos acababa de superarlo: estaba de regreso en Londres, de nuevo cerca de sus padres y de su hermano y, como no, de todo lo que habia tratado de evitar mudandose a Paris. No obstante, el cambio de editorial la habia empujado a regresar y, aunque era una persona que no solia amilanarse por nada, una parte de ella no podia evitar sentirse nerviosa. El segundo cambio era el que la habia ilusionado lo suficiente como para plantearse regresar. Tras convertirse en una escritora valorada y exitosa de novela negra, la mayor editorial del genero acababa de contratarla para que escribiera una serie con ellos. La unica peticion era que estuviera ambientada en Londres. Tras darle muchas vueltas a sus opciones, Alex habia decidido regresar con la intencion de ambientar su trabajo en el Londres victoriano. Era la primera vez que se planteaba escribir una novela con trasfondo historico, pero la idea la habia emocionado tanto que casi sin darse cuenta ya tenia el guion para las dos primeras novelas. Esa iba a ser la primera vez que Scarlett Payne, la escritora misteriosa de la que todo el mundo hablaba, iba a salir de su zona de confort y a aventurarse en un proyecto tan fascinante que la habia empujado a regresar a la ciudad de la que habia huido tres anos antes, cuando la persona en quien mas confiaba la habia traicionado. --?Alexa? ?Se puede pasar? --pregunto Pablo en la puerta de entrada. Alex dejo de lado sus pensamientos y salio al encuentro de su hermano. El era la unica persona que la llamaba Alexa, ni siquiera su madre la llamaba de ese modo, para ella era Alejandra, nada de anglicismos ni de diminutivos. Borro los pensamientos sobre su madre, a la que habia estado evitando desde que regreso y fijo su atencion en su hermano. Pablo estaba de pie con su sonrisa traviesa, la misma que lo habia encumbrado a la fama; el cabello negro y rizado, que solo el habia heredado de su madre espanola, y sus ojos del mismo verde azulados que los de su hermana melliza, brillando divertidos. --Pasa. --?Estas segura? ?No hay restos de la masacre a la vista? Ya sabes que tengo el estomago delicado --siguio burlandose de su hermana. Despues de todo el haber nacido siete minutos antes que ella le otorgaba cierto poder como el hermano mayor que era. --Muy gracioso. Pero al mismo tiempo que contrate a un fumigador hice lo propio con un servicio de limpieza. No hay cadaveres a la vista. --!Maravilloso! --anuncio entrando en la casa y, tras cruzar los diez metros que separaban la entrada del salon, se dejo caer con cierto encanto en el sofa. --?No tienes trabajo? --pregunto Alex sentandose con el. --Tengo mucho trabajo, pero como soy un buen hermano he decidido aparcarlo para ayudarte con la mudanza. Ella arqueo con desconfianza una ceja y lo observo en silencio. --?Tantas ganas tienes de que me marche de tu casa? Pablo se sintio pillado, pero como el buen actor que era recupero su expresion neutra y trato de encandilar a su hermana con palabras bonitas. --Por supuesto que no. Lo unico que me interesa es tu bienestar. --!Ja! --Te lo digo completamente en serio. --?No tiene nada que ver el que mi presencia en tu casa haya acabado con tu vida... romantica? --aventuro Alex. Pablo le lanzo una mirada furibunda. --De acuerdo, supongo que esa parte tambien ha tomado peso en mi decision de ayudarte. --Acepto tu ayuda --dijo ella saltando del sofa y poniendose de pie--, pero no la necesito para mudarme. En tu casa apenas hay dos maletas; la mayoria de mis cosas de Paris llegaran esta tarde. Lo que necesito es tu ayuda para encontrar un asistente. Esta vez fue Pablo quien salto del sofa. --?Como dices? Ella se encogio de hombros. --Necesito un asistente. --?Estas segura de eso? Asintio con la cabeza. --Solo tengo una peticion: debe ser una mujer. Fue la ocasion de Pablo para asentir. --Creo que es lo mas inteligente. ?Y como pretendes que te la consiga? No tengo ni la mas remota idea de como hacerlo. --Tu no, idiota. Habla con tu representante, estoy segura de que ella sabra donde puedo conseguir un asistente. --Michelle no es muy de fiar para esa tarea. Lo unico que tiene en cuenta para contratar a alguien es su aspecto. Cuanto mas feos, mejor. --?Por que? --No tengo ni idea, una vez le pregunte, pero se nego a responderme. Aunque tengo la teoria de que lo hace para evitarme tentaciones. Alex no dijo nada. Principalmente porque no sabia que decir ante semejante confesion. Fuera como fuera no podia criticar a su hermano ya que ella estaba haciendo lo mismo. Pretendia que su asistente fuera una mujer para evitarse problemas como enamorarse de el. Algo que ya habia hecho previamente y habia sido un desastre. Ahora lo unico que ella necesitaba era una asistente que fuera competente y, sobre todo, de fiar. --!Lo tengo! Erik me conto el otro dia que su prima habia llegado a Londres y que buscaba trabajo, quizas puedas entrevistarla. Habia considerado contratarla como secretaria, pero si lo haces tu mejor que mejor. Su hermana suspiro sonoramente para demostrarle su irritacion. --Eres increible. ?Cuantas secretarias tienes? ?Y quien demonios es Erik? --Actualmente tengo tres secretarias. Y Erik, ya que lo preguntas... es tu vecino. --Tu eres mi vecino y ?para que necesitas tantas secretarias? --Yo soy tu vecino de la izquierda, Erik es tu vecino de la derecha. Y no necesito secretarias, solo las contrato para hacerles un favor a mis amigos. --No creo que esos amigos merezcan la pena si te utilizan para que contrates a sus novias. Pablo fulmino a su hermana con la mirada. --No todas son novias. Una de ellas es la hija de mi chofer --anuncio con mucha dignidad, un segundo antes de darse la vuelta y dar por terminada su conversacion T Capitulo 2 res dias despues de su conversacion con Pablo, Alex estaba sentada en su despacho con Harper, la prima de su vecino de la derecha, quien, a pesar de su edad, ni siquiera llegaba a los treinta, tenia un brillante curriculo. --?Desde cuando conoces a mi hermano? --No lo conozco de nada --respondio con una sonrisa avergonzada--, en realidad el que este aqui ha sido cosa de mi primo. --Entiendo. --Acepto y siguio leyendo sus aptitudes--. ?Puedo preguntarte por que abandonaste un trabajo como profesora de informatica para venir a Londres? Harper enrojecio de repente y Alex se sintio culpable por haber hecho una pregunta tan directa sin una pizca de tacto. --No tienes por que responder si no lo deseas. --No, no... Es solo que me averguenza un poco confesarlo y tampoco creo que me deje en buen lugar hacerlo. --Se encogio de hombros, como si no hubiera solucion mas que decirlo--. Sufri un desengano amoroso. Mi prometido me abandono por otra mujer unas semanas antes de nuestra boda. Quedarme alli me asfixiaba. --Hizo una pausa--. Bueno, en realidad lo que me asfixiaba era ver la lastima en los rostros de las personas. No me gusta que me compadezcan. Mi primera opcion fue Sidney, pero al final me entro el panico y decidi quedarme aqui. Por primera vez, desde que le habia abierto la puerta esa manana, Alex sintio una conexion con aquella rubia de apariencia delicada que tenia delante. Todo, desde su mirada dorada sin maquillajes, hasta su vestido insulso indicaban que era una persona que preferia pasar desapercibida y, aun asi, su belleza era demasiado llamativa para lograrlo al cien por cien. --?Por que Sidney? --Mi mejor amigo vive alli. La observo en silencio y le ofrecio una sonrisa. Si, en la superficie parecia alguien fragil, una persona capaz de romperse con facilidad, y para algunas personas que escucharan su historia seguro que lo verian de ese modo, pero Alex era distinta. Ella conocia en carne propia lo dificil que era abandonar la comodidad del hogar para tratar de recomponerse en otra parte, alejada tanto de lo bueno como de lo malo. --?Cuando puedes empezar? Como si no se hubiera esperado esa respuesta, Harper agrando los ojos por la sorpresa y se llevo la mano a los labios para ahogar un gritito de alegria. No obstante, su expresion cambio de repente tan velozmente que Alex se planteo si habia imaginado su sonrisa. --?Me das el trabajo por lastima? Te acabo de decir que me molesta que me consideren alguien tan lamentable. --No, ?por que? ?Hay algun motivo por el que deberia tenertela? Los ojos color caramelo de Harper brillaron afilados. --?Crees eso realmente o solo tratas de complacerme? A Alex le gusto ese punto de rebeldia que le estaba mostrando. Necesitaba un asistente, alguien que ordenara su correspondencia, que hiciera las labores de investigacion cuando fuera necesario, pero tambien necesitaba alguien que fuera capaz de criticar su trabajo sin amilanarse, alguien con cierta capacidad de critica que la ayudara a mejorar. --No tengo ningun interes en complacerte. No tengo por que contarte esto, aunque lo voy a hacer. Parece que te has montado tu propia pelicula acerca de lo que crees que te dire, pero que no te compadezco, igual que tampoco me compadeci de mi misma cuando mi anterior asistente, y novio, robo mi trabajo y lo hizo pasar como suyo. En aquel entonces yo tambien me marche de Londres y me refugie en Paris. --Pero eres bellisima. --Tambien lo eres tu. --Pero... --Al contrario de ti --la corto Alex--, yo jamas senti que fuera culpa mia. Asi que, bien pensado, si... un poco si que te compadezco. No obstante, si estas dispuesta a tirar por la borda este trabajo por eso es que te he sobrevalorado. Durante unos segundos que se sintieron eternos las dos mujeres se miraron en silencio, cada una debatiendose en sus propias dudas. Harper estaba decidida a quedarse en Londres. No tenia previsto regresar a Birmingham en mucho tiempo. No solo porque deseaba evitar a Justin y a su futura esposa todo lo que fuera posible, sino porque una parte de ella le decia que debia despertar del largo letargo en el que se habia sumido. Desde que conocio a Justin y hasta su ruptura habia ido dejando de lado sus suenos y aspiraciones en favor de las de el. Y esa falta de ambicion habia terminado por pasarle factura. Si tan solo hubiese escuchado a David cuando le advertia las cosas habrian sido distintas. --Puedo empezar ahora mismo, si lo deseas. --Perfecto. Pues vamonos de compras. --?De compras? --Miro a su nueva jefa con curiosidad. Alex Blackesley Duarte era una mujer estilosa de la cabeza a los pies mientras que ella misma se ponia cualquier cosa que apareciera en su armario sin preocuparse por si las piezas combinaban o no. ?Como, pues, iba a saber ella aconsejarle sobre ese tipo de cosas? --Si, necesitamos ordenadores, impresoras, papel... Ya sabes. Este despacho lleva tres anos vacio. La tinta se ha secado y nada funciona como deberia. !Por supuesto! Se dijo Harper, en ese tipo de compras si que podia serle de utilidad a su nueva jefa. --!Eso suena muy bien!

  • La mano del diablo (Inspector Pendergast 5) de Douglas Preston , Lincoln Child

    https://gigalibros.com/la-mano-del-diablo-inspector-pendergast-5.html

    La huella de una garra quemada en la pared… El hedor inaguantable de azufre.

  • No solo socios (Hermanos St. James 2) de Jamie Beck

    https://gigalibros.com/no-solo-socios-hermanos-st-james-2.html

    La vida perfecta de Cat St. James, modelo de portada, es pura apariencia. Por suerte, es una autentica maestra escondiendo la verdad a la camara y a los demas. Su actual problema se llama Hank Mitchell, el carpintero de voz suave al que dejo plantado hace unos meses. Verlo en la boda de su hermano no hace mas que empeorar su tristeza y despertar un inoportuno deseo que decide ahogar en champan.

  • A tu lado 2 de Helena Sivianes

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  • Afortunado en el amor de K.m. Bishop

    https://gigalibros.com/afortunado-en-el-amor.html

    ?Quieres saber un secreto?
    Todavia estoy enamorada de mi novio del instituto.
    Se que suena tonto, pero sus profundos ojos marrones y sus adorables hoyuelos siguen produciendome noches de insomnio.
    Me abandono hace tantos anos que no pense que alguna vez volveria, pero ahora que ha regresado convertido en un rico, sexy y notorio playboy, no se si podre contenerme.
    Aunque despues de lo que me hizo, no creo que pueda volver a confiar en el. No cuando me rompio el corazon, pero...
    ?Que hay de malo en tener una aventura de una noche?
    Al fin y al cabo no creo que vuelva a enamorarme.
    … ?O si?

  • La tentacion de ser felices de Harper Collins de

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    El tictac del despertador es el unico sonido que me acompana. A esta hora la gente duerme. Dicen que las primeras horas de la manana son las mejores para dormir: el cerebro esta en fase REM -que es en la que se suena-, la respiracion se vuelve irregular y los ojos se mueven rapidamente de un lado a otro. Un espectaculo para nada divertido, algo parecido a encontrarse delante de un endemoniado. Yo nunca sueno. Por lo menos, no me acuerdo. Puede que sea porque duermo poco y me despierto temprano. O quiza porque soy viejo y cuando uno se hace viejo los suenos se agotan. El cerebro se ha pasado toda la vida elaborando las fantasias mas estramboticas, es normal que con el tiempo empiece a perder facultades. Nuestra vena creativa tiene su punto algido en un momento determinado de nuestra existencia. Despues inicia el descenso y, al final de nuestros dias, ya no somos capaces ni de imaginar una escena de sexo. Sin embargo, cuando se es joven se empieza precisamente por ahi, por imaginarse increibles noches de pasion con la showgirl de turno; con la companera de pupitre; o incluso con la profesora, que, no se sabe muy bien por que, parece deseosa de buscar refugio en los brazos de un mocoso con bigotillo y lleno de granos. Es verdad que la inventiva empieza antes, desde pequenos, pero creo que la masturbacion juvenil tiene mucho que ver con la formacion de la creatividad. Yo era muy creativo. Decido abrir los ojos. Total, en este estado es imposible dormir. En la cama el cerebro hace viajes alucinantes. Por ejemplo: Me viene a la mente la casa de mis abuelos. Todavia puedo verla, visitarla, pasar de una habitacion a otra, olfatear los aromas provenientes de la cocina, escuchar el chirriar de la puerta de la alacena del comedor o de los pajarillos que pian en el balcon. Ahora me detengo en la decoracion, recuerdo el mas minimo de los detalles, hasta las figuritas de ceramica que decoraban los muebles. Si aprieto fuerte los parpados, consigo incluso verme a mi mismo reflejado en el espejo de la abuela, verme de nino. Lo se, habia dicho que ya no sueno, pero me referia a sonar dormido. Sin embargo, cuando estoy en vela, todavia soy capaz de defenderme. Miro con el rabillo del ojo el despertador y suelto una maldicion bajo las sabanas. Pensaba que serian las cinco, pero son todavia las cuatro y cuarto de la manana. Fuera es de noche, una alarma antirrobo suena intermitentemente, la humedad difumina los contornos y los gatos se acurrucan debajo de un coche. El barrio duerme y yo doy vueltas en la cama. Cambio de posicion y me obligo a cerrar de nuevo los ojos. La verdad es que no consigo estar tumbado y quieto ni un minuto. Libero toda la energia acumulada durante el dia, un poco como hace el mar en verano, que acumula el calor de la manana para soltarlo por la noche. Mi abuela decia que cuando el cuerpo no esta por la labor de descansar, lo mejor es estarse quieto. Despues de un rato el cuerpo entiende que no es momento de juerga y se tranquiliza. Lo que pasa es que para llevar a cabo semejante empeno hay que tener paciencia y autocontrol, y desde hace algun tiempo a mi se me han agotado los dos. Me doy cuenta de que estoy mirando fijamente un libro que hay encima de la mesilla de noche que tengo al lado. Ya he mirado en otras ocasiones su portada, pero aun asi compruebo que se me han escapado algunos detalles. Me invade una sensacion de estupor que, mas tarde, consigo averiguar a que se debe: puedo leer de cerca. Nadie a mi edad en el mundo entero puede hacerlo. La tecnologia ha dado pasos de gigante en el ultimo siglo, pero la presbicia continua siendo uno de los grandes misterios para la ciencia. Me toco la cara con las manos y comprendo el porque de tan imprevista y milagrosa curacion: me he puesto las gafas, un gesto instintivo que hago ya sin pensar. Llega el momento de levantarse. Voy al bano. No deberia decirlo, pero como soy viejo hago lo que me da la gana. Pues eso, que hago pis sentado, como las mujeres. Y no porque las piernas no me sostengan, sino porque con mi manguera seria capaz de regar hasta los azulejos de la pared de enfrente. Hay poco que hacer al respecto, este chisme a partir de determinada edad cobra vida propia. Le sucede como a mi -y un poco como a todos los ancianos-, que pasa olimpicamente de los que quieren darle lecciones de vida y hace lo que le da la gana. El que se queja de la vejez esta loco o, siendo mas precisos, ciego. Uno que no ve mas alla de su nariz. Porque ante la vejez solo hay una alternativa, y esta no me parece la mas deseable. De hecho, haber llegado hasta aqui ya me parece todo un logro. Aunque, como decia, lo mas interesante es que puedes hacer lo que te da la gana. A nosotros, los ancianos, se nos permite hacer lo que queramos. Si un viejecito roba en un supermercado, se le mira con candor y compasion. Sin embargo, si es un chico joven el que roba, se le llama cuanto menos bribon. En resumen, a partir de determinada edad a uno se le abren las puertas a un mundo hasta ese momento inaccesible; un mundo poblado por gente amable, atenta y afectuosa. Pero lo mas preciado que se consigue con la vejez es el respeto. La integridad moral, la solidaridad, la cultura y el talento no son nada al lado de la piel apergaminada, las manchas en la cabeza y las manos temblorosas. En cualquier caso, hoy dia soy un hombre respetado, que, tenedlo por seguro, no es poca cosa. El respeto es un arma que permite al hombre alcanzar una meta para otros inaccesible, hacer con su vida lo que quiere. Me llamo Cesare Annunziata, tengo setenta y siete anos, y durante setenta y dos anos y ciento once dias he tirado mi vida a la basura. Despues he entendido que habia llegado el momento de sacar provecho de mi condicion de anciano para conseguir algo mejor.

  • Increiblemente tu de Aida Ramos

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    Nayra vive una vida aparentemente ideal, una familia feliz, una gran amiga, un novio que parece perfecto, un trabajo en una importante entidad bancaria. Pero el destino tiene algo muy distinto preparado para ella y, como si de un castillo de naipes se tratara, su vida empieza a desmoronarse.

  • Max (Juegos Salvajes 2) de Lena Wolf

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    Que Lena se alejara de su vida sin mirar atras, fue un golpe muy duro para Max, ademas de suponer la estocada final para los muchos anos de amistad con John y Heit. Consciente de que no puede permanecer en ese apartamento por mas tiempo, Max se ve forzado a tomar una dificil decision.

  • Tocando el cielo de Manhattan de Andrea Golden

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    … CUANDO PERDISTE LA ESPERANZA DE VOLVER A ENAMORARTE…
    La escritora nos sumerge candidamente en una bonita historia de amor que transcurre en dos escenarios totalmente opuestos, uno lleno de opulencia, y otro, devastado por la pobreza y en un entorno similar al de Memorias de Africa. Contada en primera persona por ambos personajes desde dos perspectivas distintas.