• el corazon de cristal roto - Arturo Roberto Aguirre Gomez

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    Muchas personas se hacen preguntas con respecto a por que no han encontrado a esa persona adecuada para formar una pareja. ?Que tan dificil puede resultar para algunos encontrar el amor? Conocen a alguien, se entusiasman e ilusionan y de pronto todo se termina. El dolor por la separacion que se experimenta es sumamente intenso que a veces puede llevar a una perdida del sentido de vida, porque las expectativas que pusieron en la persona fueron demasiadas.

  • El Corazón de Cristal Roto Versión Kindle - Amazon.es

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  • El Corazón de Cristal Roto Tapa blanda – 10 mayo 2019

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  • El corazon de cristal roto | Arturo Roberto Aguirre Gomez [En ...

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    15 abr 2020 — «Descargar Epubs» es un sitio donde se irán publicando periódicamente los libros más aclamados y buscados del momento para ponerlos bajo su ...

  • Corazón De Cristal Roto Fotos e Imágenes de stock - Página 7

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  • Resultados de la búsqueda : delirios de un corazón roto - Bubok

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  • Vector — corazón de cristal roto con velo negro - 123RF

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  • El Corazón De Cristal. Cuentos Infantiles De Princesas

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    Para ello, el joven Carlo tendría que encontrar las cuatro partes de un corazón de cristal roto. Este corazón perteneció a la princesa Clara, ...

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  • Corazón roto - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    Un corazón roto o corazón destrozado es una metáfora común que hace referencia al intenso dolor emocional o sufrimiento que se manifiesta después de haber ...

  • Más de 200 imágenes gratis de Corazón Roto y Amor - Pixabay

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  • Una eternidad sin ti de Emma J. Care

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    Una novela llena de misterios, secretos guardados durante muchos anos y maldiciones.

  • GoldHeiven de Nati Izera

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    Es un dia de primavera cualquiera. Los pajaros entonan una alegre cancion, corre una brisa refrescante y un aroma a flores me envuelve. Sentada en el parque, miro como los patitos siguen a su madre en el estanque. Los domingos siempre hay mucha gente, pero he podido encontrar mi rinconcito bajo el sauce. Me descalzo, como siempre, y siento la hierba fresca en mis pies. Suelo venir mucho aqui. No se por que, pero me ayuda a relajarme. Me siento bien cuando estoy rodeada de la naturaleza. Acabo de cumplir dieciocho anos. Mis padres me hicieron una fiesta con toda mi familia. No habia nadie de mi edad. No tengo amigos, ni fuera ni dentro del instituto. Pero no me importa. Yo prefiero una buena lectura que una charla trivial con gente que te sonrie a la cara y te critica a tus espaldas. En mi casa siempre hay gente. Somos una gran familia. Mi madre tiene cinco hermanas y mi padre seis hermanos. Todos estan casados y tienen hijos. Tengo veinte primos y primas. Mis padres son los unicos que tuvieron una sola hija, yo. Siempre me decian que todo el amor que sienten lo pusieron en mi concepcion y que nada mas verme supieron que no podrian amar a nadie mas. Espero conocer algun dia un amor tan grande como el que ellos se tienen. Tras terminar un breve libro titulado Un amor de instituto, regreso a casa y pienso en todos los lugares que he visitado en mis libros. Calidos, helados, deserticos, humedos, urbanos, rurales… Ese es mi sueno, viajar algun dia a todos esos sitios. Vivir experiencias unicas, aprendiendo y disfrutando de las distintas culturas que pueblan el mundo. Mi familia es estupenda, pero siempre me he sentido atrapada aqui. Ya en casa, tumbada en mi cama, termino de leer un libro interesante sobre las profundidades del mar. Al cerrar la tapa, me viene una imagen a la cabeza, como un flash. Es un lago con un tono azul que es muy dificil de describir. El cielo parece difuminarse con el agua. Sus colores son casi identicos. Como si uno fuera el reflejo del otro. ?De donde habra salido esa ilustracion? Son tantos los libros que he leido con imagenes de la naturaleza, que no sabria decir en cual he visto ese paisaje tan peculiar. Me quedo dormida pensando en esa imagen. En mi sueno, el paisaje se empieza a formar de manera muy clara y real. Tanto, que estoy empezando a sentir la brisa que me trae un olor a bosque y mueve mi melena cobriza. Escucho los sonidos de la naturaleza, el crujir de las ramas, el trino de las aves, el agua salpicando y la hierba mojada bajo mis pies. Es increible como percibo todo eso, es como si estuviera aqui en realidad. Escucho como un grunido que se acerca a mi. Abro los ojos y veo un bosque. Aparece un jabali entre los arbustos. Pero es distinto. Es mas grande de como suelen ser y su piel tiene un color verde oscuro. No lo habria visto si no se estuviera moviendo. Su piel esta cambiando de color a medida que avanza hacia mi. Su trayectoria no cambia. Aunque se que solo es un sueno, hecho a correr hacia un arbol. Es dificil hacerlo descalza. Me estoy haciendo dano en los pies con las piedras y ramas que estoy pisando, pero aun asi continuo corriendo. Logro subirme a unas ramas, cuando el animal me alcanza y da un salto. Pero ya he trepado a otra rama mas. Se oye un silbido y despues un grunido del jabali, que se tambalea y cae. Tiene una flecha clavada en la parte de atras de la cabeza. Mientras bajo del arbol, veo a alguien aproximarse. Es un hombre joven, atletico y con unas facciones duras pero atractivas. Camina a paso ligero, recto y sin vacilacion. --?Estas bien? --me pregunta mientras se agacha para arrancarle la flecha al animal. La limpia y se la guarda en su carcaj. --?Que animal es? --le pregunto, ignorando la suya--. Parece un jabali, pero me ha parecido que cambiaba de color. --Es un jableni --se me queda mirando, con curiosidad. Sus ojos son intensos y claros como el cielo--. ?Nunca habias visto uno? --me da un escalofrio en todo el cuerpo. Su voz es grave pero agradable. --Pues no --empieza a atar el animal con una cuerda que ha sacado de su bolsa. Cuando termina, me mira, lo que hace que me ruborice. Desvio la mirada, esperando que no lo haya notado--. ?Donde estamos? --En el Lago Sur. ?De donde vienes? ?Y por que vas descalza? Me miro los pies. Me doy cuenta de que tengo sangre en uno de ellos. Me agacho y veo que tengo una herida poco profunda. Tambien tengo aranazos en los brazos. Me toco las heridas y me extrana sentir dolor. Cuando una persona suena, no siente dolor, ni percibe ningun olor. Es imposible. ?Estoy sonado o me encuentro aqui en realidad? El joven se acerca a mi con una caja abierta, donde hay gasas, tijeras y varios frascos. Tiene el pelo muy rubio y un poco largo. Su rostro tiene rasgos finos pero varoniles. Me echa en las heridas un liquido con un fuerte olor agrio. Lo curioso es que no escuece, pero me esta empezando a marear. Ahora me echa una crema y me venda la herida del pie. La cabeza empieza a darme vueltas, veo borroso, y luego, oscuridad. Huelo a fuego, a madera quemada, a flores y a comida. Me pesan los parpados. Intento abrir los ojos y al hacerlo, veo un techo de madera. Estoy en una cama. Me incorporo poco a poco y miro alrededor. Parece una cabana. Hay una mesa y sillas de madera, una chimenea encendida y un caldero con vapor saliendo de el. Me miro los brazos. Apenas se notan los aranazos. Me quito la manta y veo mi pie aun vendado, pero no me duele. Sigo en pijama y descalza. Me levanto y empiezo a caminar hasta la puerta. La abro y me asombra lo que estoy viendo. Un paisaje que jamas habia visto. He ojeado miles de paginas con imagenes de lugares de todo el mundo, pero nunca habia contemplado algo asi. Los colores son deslumbrantes, pero calidos. Me inunda una paz interior solo con vislumbrar este paisaje. Es un prado. Hay un lago y al fondo, montanas. Doy unos pasos hacia fuera y me fijo en una ciudad a lo lejos, antes de las montanas. Es brillante como el sol, pero aun asi no te ciega. --Ya estas despierta --me giro. Una anciana me sonrie mientras se acerca a mi--. Llevas una hora durmiendo. --Hola --no se bien que decir. --Hola. Me llamo Fiona. ?Y tu? --parece mayor, pero camina con agilidad. Lleva un vestido sencillo de color arena y manga larga. Pero es distinto a cualquiera que haya visto antes. --Ariadna, pero me llaman Ari. --Un nombre peculiar --me inspecciona con la mirada como si intentara ver mas alla. Tiene el pelo blanco recogido en un mono bajo y sus ojos son de color canela-- y eso que aqui hay nombres poco comunes. --?Donde estamos? --le pregunto, saliendo de la ensonacion que me ha provocado este paisaje. --Esa es una muy buena pregunta --me coge del brazo y me lleva adentro. --Es curioso --como ella no habla, empiezo yo la conversacion. Hace que me siente. En la mesa hay dos cuencos y dos cucharas. Son de madera. Ella coge la olla que hay en el fuego--. Sigo sin saber si esto es real o estoy sonando --le confieso. Ella echa sopa en los cuencos. --Otra buena pregunta --me responde, sonriendo. --Y sigo sin tener respuesta --se me queda mirando. Continua con esa sonrisa enigmatica. --Come. Antes de que se enfrie --tiene la mirada firme, lo que hace que me incomode un poco. Hago lo que me dice. Tiene un sabor especial. Nunca habia comido algo asi. Mi paladar distingue diferentes sensaciones con cada cucharada que doy. Ella solo esta removiendo su sopa con la cuchara. Del cuenco sale un sonido melodioso. No es el tipico que sale del contacto de madera contra madera. Es relajante. Estoy terminando mi sopa. Solo queda un poco. Me quedo mirando ese resto. Al principio creia que era una ilusion optica, pero las imagenes que aparecen en ese caldo son cada vez mas claras. Parece como una pelicula. En mi mente se genera una narracion. Al principio parecen unas voces lejanas, pero se van aclarando poco a poco: <>. Dice la voz en mi cabeza. Yo estoy totalmente quieta, como si estuviera paralizada. Sigue la narracion. <>. Me despierto de golpe. Estoy en mi cama. Unos rayos de sol atraviesan la cortina. Me incorporo para levantarme e ir al bano. Pero al poner los pies en el suelo, noto algo en el pie derecho. Lo tengo vendado. Me levanto de golpe y abro la cortina rapidamente para que entre luz. Me quito la venda y veo una pequena herida casi curada. Reviso mis brazos. Tengo unas ligeras lineas blancas. Esto me lo hice cuando subi a aquel arbol. Me doy cuenta de lo que significa. No era solo un sueno. Ha pasado de verdad. He estado en aquel lago, un joven curo mis heridas y una agradable anciana me dio una sopa. Y realmente vi en ella esas imagenes. Intento recordar el nombre del final: GOLDHEIVEN.

  • Te mereces ser feliz (Matrimonios forzados 3) de Elizabeth Betancourt

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    Yvaine estaba de lo mas emocionada por ver a su futuro marido. Sus amigas, Abigail y Paige la habian ayudado para elegir el vestido de novia y comprarlo. Al principio se sentia avergonzada y les habia dicho que les devolveria el dinero, pero ellas se negaron en rotundo. Encontrarlas habia sido una de las cosas mas bonitas que le habian ocurrido en mucho tiempo y ahora se casaba con el hombre al que amaba. !La vida le sonreia! Por fin todo empezaba a ir sobre ruedas. Yvaine lo habia pasado mal, pero despues de la tormenta siempre salia el sol. Ese pensamiento era lo que la habia mantenido en pie durante los cinco anos que habia pasado con los Becker. Nunca iba a olvidar el dia en el que les conocio. Mientras escuchaba el traqueteo del tren y contemplaba tras la ventanilla la oscuridad, los recuerdos golpearon su mente y como si se encontrara en una maquina del tiempo volvio al diecinueve de Julio del ano dos mil catorce. Hace cinco anos: Odiaba Foreign Private School. Bufo mientras la profesora de espanol Maria del Mar la miraba entornando sus ojos negros. -Senorita Hoang no voy a tolerar sus ataques de colera en mi clase. -La dijo la mujer e Yvaine puso los ojos en blanco. !Si solo habia suspirado pesadamente unas cien veces! !Ni que fuera el anticristo! -Se dijo. -No es justo que ellos se lo esten pasando pipa en Madrid y que yo este aqui mortificada, aguantandola a usted y a su cara de vinagre, senora Maria. -Pues no hubiera suspendido y ahora podria estar en Madrid con sus padres, disfrutando del sol de Espana. -Le respondio la mujer, enfurrunada. -Es que no me gusta el espanol. -Replico Yvaine para molestarla. Le gustaba la forma en la que la mujer adquiria varias tonalidades de piel al enfurecerse. En realidad, le gustaba la asignatura, pero en los ultimos examenes no sabia lo que habia ocurrido, pero sencillamente no la apetecia estudiar. Las demas asignaturas las habia aprobado por milagro. – !Como que no te gusta el espanol! Es el idioma mas apasionado y rico. Los mas grandes poetas de la historia escribian en ese idioma que es musica para los oidos. ?Que sabreis los ingleses? -Dijo la mujer con cara de asco e Yvaine estallo en una carcajada. La profesora la taladro con la mirada y la dijo. -Es usted una bromista y rebelde Yvaine. Espero algun dia alguien sepa domarla. -Yo no soy inglesa senora loca, digo Maria. Soy orgullosamente escocesa. -Y asiatica. -La corrigio la profesora que en el fondo se divertia con las replicas de su alumna mas rebelde. -Ya… Pero en el corazon me siento escocesa y por Escocia muero y mato. -Dijo levantandose como si fuera una guerrera y como si su lapiz fuera una especie de sable o espada. La profesora casi se cae de la silla de la risa. Esa nina estaba como un cencerro. -Pobre del que va a ser tu marido, Yvaine. -Le dijo la mujer entre risas. -Ya se como hara todo lo que yo deseo. -Le contesto con la barbilla levantada y mirando como si hubiera descubierto un nuevo planeta. – ?Como? -Pregunto Maria, saliendole ya lagrimas por los ojos. -He oido a la directora hablando con la madre de Meghan. Dijo que su marido comia de la palma de su mano tan solo ella abriendo las piernas. Dijo que el senor Norton se la pasaba abajo horas. No se que queria decir, pero… – !Yvaine Hoang! !No deberias escuchar conversaciones de adultos! -Grito Maria, enrojeciendo hasta la raiz del pelo. Yvaine sonrio de oreja a oreja. – ?Sabe que cuando grita sus ojos parecen salirsele de las orbitas? – Pregunto curiosa y Maria parecia a punto de estallar. -Maria, parece que usted va a explotar como las bombas de Hiroshima y Nagasaki. -Le hablo Yvaine como si estuviera preocupada. – !Se acabo, pequena bruja! -Le dijo la profesora y se levanto de su silla que estaba detras de su escritorio, mientras Yvaine, riendo se levantaba para escapar. El juego tan absurdo fue interrumpido por el psicologo del instituto. Su expresion era tan seria que ponia los pelos de punta. – ?Sucede algo, Ronald? -Le pregunto Maria y el hombre respondio. -La nina debe venir conmigo. Sus padres acaban de ser victimas de un atentado en Madrid. -Le respondio en bajito, aunque Yvaine pudo oirlo. En ese momento su corazon se detuvo y una oscuridad la abrazo, perdiendo la conciencia. Cuando abrio los ojos estaba en una habitacion que desconocia, penso que todo habia sido una pesadilla, pero cuando una mujer de asuntos sociales se presento ante ella. Yvaine empezo a gritar que donde estaban sus padres, las lagrimas que derramaba quemaban sus ojos enrojecidos y sus gritos de angustia y miedo rompian el corazon de todos los presentes que eran sus profesores, el medico y aquella mujer que cambiaria su vida para siempre. La dieron unos tranquilizantes y al cabo de un rato ya sentia sus ojos cada vez mas pesados hasta que cayo en los brazos de Morfeo. La siguiente vez que desperto se acordaba bien de todo y mas calmada, aunque su corazon golpeaba tan fuerte en su pecho que creyo que se saldria, escucho lo que la mujer de asuntos sociales le tenia que decir. -Sus padres lamentablemente han fallecido en un atentado organizado en Madrid por un grupo de islamistas radicales. Al principio nos costo poder identificarlos, pero no hay duda. Son ellos ya que pudimos hacerles una autopsia y la policia espanola los reconocio como Scott Campbell y Akane Hoang. Yvaine se tapo con la mano la boca, sollozando y empezando a temblar. La mujer la abrazo e intento reconfortarla. Cuando sus sollozos disminuyeron, la senora le dio un clinex para limpiarse la nariz y los ojos. -Se que son tus padres, pero no comprendo por que no tienes el apellido de tu padre. -Le pregunto con voz suave. Yvaine, congestionada la respondio. -Mama queria que yo recordara siempre mi origen asiatico. A papa le parecio estupendo, de esa forma se podia apreciar que adoro a las dos culturas. -Aunque, un poco mas la escocesa. -Aclaro, haciendo sonreir a la mujer. -Yvaine, se que esto es muy dificil para ti. Perder a tus padres es algo espantoso y no quisiera que acabaras en una institucion porque pueden ser horribles. He buscado cuidadosamente un hogar para ti y he encontrado al perfecto. – ?Cual? -Pregunto ella, sin ganas. -Un pariente de tu padre. El unico que tiene. Iras a vivir con el y sus dos hijos, no estaras sola y el senor custodiara tu herencia. Son personas muy buenas, ya veras que todo mejorara. -Le dijo la mujer con una sonrisa e Yvaine asintio. Nada importaba, lo unico que deseaba era abrazar a sus padres. Al dia siguiente conoceria a los Becker y su vida cambiaria para siempre. Ella se transformaria, convirtiendose en alguien muy diferente al que imaginaba que seria de nina. El tren paro abruptamente e Yvaine abrio los ojos. Los tenia empanados, siempre que los recuerdos la asechaban ocurria eso. Borro la huella que habian dejado sus lagrimas con el dorso de la mano y bajo del tren. Hoy iba a casarse con Alistair Anderson, su alma gemela, estaba segura. Con una sonrisa que podia iluminar la torre Eiffel se encamino hacia el pequeno hotel donde habia alquilado una habitacion para maquillarse y ponerse el vestido de novia. Por desgracia sus amigas no la podian acompanar, pero Yvaine notaria su presencia y al de sus padres, que sabia que la contemplaban desde algun lado sonriendo, orgullosos.

  • El honor de Preston de Mia Sheridan

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    <>. Annalia se ha criado en la granja de los Sawyer, y ha crecido junto a los hijos gemelos de los duenos: a Cole le dio su primer beso, pero con Preston le une algo mas, algo mucho mas intenso, y ella sabe que es amor puro. Preston ama profundamente a Annalia desde siempre, pero su sentido del honor, por su familia, por su gemelo, le impide conquistarla. Hasta que no puede resistirse mas, y durante una calurosa noche de verano en la que sus mundos --y sus cuerpos-- impactan, se desencadena una serie de acontecimientos que alteraran sus vidas para siempre y que provocan que Annalia desaparezca. Pero Annalia regresa a la granja pasado un tiempo para reclamar lo que tanto ansia su corazon, y se encontrara a un Preston que no sabe si puede perdonarla y que no quiere arriesgarse a volver a sufrir. ?Impediran el orgullo y la amargura que Preston se abra a lo unico que ha anhelado siempre? ?Podra Annalia arreglar algo que esta irremediablemente roto? ?Se puede perdonar lo imperdonable?

  • El maestro de la perversion de Liah Jones

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    Cristina planea conseguir una cita a ciegas, para su amiga Fabi, con Andres, un hombre atractivo e interesante, pero con una forma de entender el sexo y la relacion de pareja muy peculiares. Fabi decide conocer a Andres y sus particulares normas. Este le propondra acatar cada una de ellas, como senal de que es la mujer perfecta. ?Sucumbira la amiga de Cristina ante el maestro de la perversion?

  • desde el dia en que te vi de Scarlett Butler

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    "No se por donde empezar. Mi vida no ha sido un camino de rosas pero tampoco esta lleno de espinas..." Bueno... tampoco es cierto del todo. Vamos que es una mentira como una casa. Siempre me ha hecho ilusion empezar un libro asi. Ademas he sido la dramatica de la familia. Ya me lo decia mi madre: "Hija, ni Lola Flores con la Zarzamora es tan dramatica como tu". Y aunque a mi me daban unos arranques de rabia y pataletas peores que cuando eres una cria, pues reconozco que la mujer tiene razon (aunque jamas en la vida lo reconocere ante ella). A ver que me estoy desviando del tema. Al principio he arrancado con una frase impactante y es que siempre he tenido aspiraciones a escritora, he escrito cositas: poesia cuando eres adolescente y estas enamorada hasta de tu perro, historias de miedo y alguna cosita mas pero ya era hora de lanzarse a algo mas y en ello estoy. Fue lo primero que escribi en mi cuaderno super precioso de nueva temporada de Jordi Labanda. Y es que cada ano alli me tienen en el Corte Ingles, esperando a que salga la coleccion y me compro de todo: cuaderno, agenda, boligrafos (que logicamente relevan a los del ano pasado), bloc de notas (que utilizo un par de veces y despues dejo en el cajon de la mesita quedando monisimo), archivador que me llevo al trabajo y asi voy fardando un poco y aporto el toque de glamour. Pero vamos al lio que vuelvo a irme por los cerros de Ubeda. Lo unico que hay en el cuaderno es esa frase. Millones de paginas de cuadros le siguen totalmente en blanco. Nada mas. Lo mejor es que siempre he tenido bastante inventiva, vamos que Antonita la fantastica a mi lado no es nadie. Pero no hay forma de pasar de esa frase... Y aqui estoy delante de mi cuaderno de Jordi Labanda con una muneca super estilizada en su portada con una copa de vino en la mano y esas gafas enormes que tanto se llevan ahora. Vacio. No hay nada. Asi llevo ya cinco meses y de ahi no salgo. No es que sea una escritora amateur muy entrenada porque tampoco he escrito grandes cosas pero algunos relatos tengo en casa guardados. De vez en cuando (pienso yo que para inspirarme) los releo pero ni con esas. Esto no me lleva nada asi que por fin decido mover el culo del sofa y me levanto a guardar de nuevo mi querido cuaderno. De pronto suena la musiquita del whatssup y alla que voy a por mi movil de ultima generacion que me costo una pasta y que todavia no he terminado de pagar pero mola muchisimo. Es mi amiga Olivia. Oli para los amigos. Otra loca como yo de mandar fotos chorra, de esas graciosas aunque tambien nos van mucho las emotivas de esas que bonita tu amistad y cuanto te quiero. "?Quedamos a tomarnos un cafe? Tengo cosas que contarte..." Ya estamos. A saber ahora con que tio se ha liado porque ya me la conozco yo cuando me dice eso de tengo cosas que contar... No es mala chica para nada, es mas yo la adoro pero no sabe elegir bien y acaba con cada uno que son de echar a comer aparte. En fin, le contesto y voy a la ducha que hace un calor insoportable en Madrid."Vale. Dime hora y donde que voy a la ducha". Despues de unos veinte minutos de ensueno con el agua fresquita haciendote olvidar un rato el calor tan horrendo de esta ciudad, me pongo unos shorts, una camiseta de tirantes, mis deportivas de lona y me hago una coleta estilo mono de andar por casa y a la calle a sufrir de nuevo. La verdad es que decir que es insoportable salir a la calle en el mes de septiembre es quedarse corta porque virgen de la Macarena la que esta cayendo aqui fuera. Es el infierno en la tierra. A duras penas llego a la cafeteria donde he quedado con Oli. Logicamente ni rastro de ella porque lo de la puntualidad es un concepto que la pobre no entiende, a diferencia de mi que detesto ser impuntual. Pero ya son muchos anos asi que entro y me siento a esperarla. Hemos quedado en pleno centro de Madrid pero es que esta cafeteria nos encanta. !Que importa que tenga que atravesar medio ciudad esquivando a media poblacion para llegar hasta aqui! Enseguida viene el camarero. Este es nuevo porque no me suena de nada. Y mira que nosotras estamos aqui dia si y dia tambien. Jovencito, con decir que el angelico tiene aun acne en la cara... Me pregunta que voy a tomar y no lo dudo un zumito de naranja bien fresquito. A los quince minutos llega Oli volando. Sabe que detesto la impuntualidad asi que llega que le falta el aire a la pobre. Menos mal que son muchos anos y la conozco porque si no le iba a decir de todo menos bonita. Oli es una de mis mejores amigas junto a Elena. A las dos las conoci cuando apenas tenia un ano. Mis padres se trasladaron desde Alicante a Madrid a un barrio de nivel medio- alto. Ambas vivian en el mismo bloque y nos hicimos inseparables enseguida. De ahi que nuestros padres nos apodaran las tres marias. Olivia es algo mas bajita que yo, con curvas bien definidas que vuelve locos a la mitad de la poblacion mundial porque si ella ha probado de todo: americanos, ingleses, rusos, portugueses, italianos... Y no es de extranar porque la tia esta buenisima. Todo lo tiene perfecto, hasta esa melena larga y morena que parece que siempre va peinada de peluqueria. Elena ya es otro cantar. Se parece mas a mi la verdad. Misma estatura, mismo color de ojos y cuerpos similares. Que si que no nos podemos quejar de tener curvas pero no llegamos a tener esa perfeccion de Oli. – Hola Oli. A ver respira y cuentame que ha pasado. – !Ay amiga como me conoces! Pues si, he conocido a un chico y es monisimo. !Me vuelve loca! Si lo vieras.... Lo querrias para ti.! Es un bombonazo! – A ver Oli, frena un poco y desde el principio que me pierdo. – ?Te acuerdas que estoy registrada en esa pagina de contactos desde mayo? Ay la de Internet. Me trae loca con lo de encontrar al hombre de su vida y como en la vida "real" no aparece no hace otra cosa mas que apuntarse a paginas de esas donde se conoce gente. Pero que ya esta apuntada a cinco o seis. Yo me pierdo ya. – ?Cual de todas? Porque chica estas en todas... – A la ultima. Bueno el nombre es lo de menos. El caso es que me apunte en mayo y ?te acuerdas que te dije que era una mierda porque nada mas que me escribian tios supermegasalidos o viejos verdes? Bueno pues por fin despues de tres meses lo he conocido Alba, a el, al hombre de mi vida, al padre de mis hijos, al amante perfecto, al... Y asi continua mi querida Oli durante cinco interminables minutos relatando un millon de aptitudes del chico en cuestion, hasta que la paro porque veo que asi nos dan las uvas hoy. – A ver, a ver, a ver Oli. Vamos a centrarnos. Lo primero lo conoces desde hace asi como cinco puneteros minutos !!?y ya es el?!! Se que quiza podais pensar que vaya borde que estoy hecha pero es que me saca de quicio con lo que ella vale para agarrarse a cualquier imbecil que lo que busca en estas paginas es llevarte a la cama despues del "Hola". – Alba no empieces... – ?Que no empiece? Pero Oli es que cada vez que quedas con uno de esos acaba yendose de tu casa a los dos o tres dias como minimo, dejandote la nevera vacia, la casa revuelta y el corazon hecho trizas porque no vuelves a verlos nunca. – Bueno, al menos yo lo disfruto y soy feliz en su momento. No como tu que te vas a quedar seca de tanta abstinencia. Y en ese momento se me debio quedar una cara de gilipollas integral porque enseguida se le puso la cara blanca. No es que le falte razon pero joder que tus amigas te sean tan sinceras... Sobre todo cuando la sincera siempre he sido yo. – Perdona Alba, no se por que he dicho eso. – Yo si que lo se. Porque es tu verdadera opinion sobre mi y no has podido evitarlo. De pronto viene el camarero y se corta un poco la tension que se acaba de crear. Oli pide un te de esos que le encantan y parece que se vuelve a encauzar un poco la conversacion. – Bueno Alba, ?quieres ver una foto? – Claro que si. A ver... Entonces me ensena una foto del movil donde se ve a un chico rubio, de ojos claros, hoyuelos de ensueno y una sonrisa picara. No me extrana que se haya vuelto loca porque el chico esta de toma pan y moja. Vuelvo a mirarla sonriendo y parece que ella se alegra, como si le hubiera dado el visto nuevo por medio de esa risa silenciosa. – Entonces... ?que te parece? ?Te gusta? – Bueno Oli, solo le he visto en foto y no se nada de el mas que es el hombre perfecto.... Si me contaras algo mas podria darte una opinion mas clara pero viendo el envoltorio no te has equivocado mucho hija. Este comentario destensa aun mas el ambiente y ambos reimos a carcajadas olvidando el momento tan chungo de hace dos minutos. Oli me cuenta que se conocieron hace dos fines de semana y desde entonces han estado hablando por el whatssup (bendito servicio de mensajeria instantanea que nos tiene tan enganchados). Quedaron hace dos dias para cenar y ya se sabe que mi Oli cumple las tres C cuando queda con gente que le gusta: Cena, Copa y Cama. Aparentemente el chaval parece una persona normal (ya se sabe que en estos sitios no sabes bien que te vas a encontrar). Se llama Jesus. Trabaja como fotografo en una revista de animales aunque segun dice Oli su sueno es llegar al National Geographic. Vive con sus padres porque el sueldo aun no le llega a independizarse. Parece que tienen hobbies en comun, sobre todo el de la ultima C pues segun describe Oli es una maravilla en ese terreno. – Asi que creo que lo he encontrado Alba. – Bueno pues eso es maravilloso Oli. Me alegro un monton por ti. Espero que sea todo lo que tu deseas y que se porte como debe porque sino ya sabes, le empiezo a poner cruces en un periquete y le damos puerta. Oli sonrie, se levanta y viene a abrazarme un tanto aliviada por tener mi beneplacito. Y es que para mucha gente puede sonar raro pero entre nosotras nos lo contamos todo y necesitamos el apoyo incondicional de las otras para movernos hacia delante en todo lo que hacemos. Tras unas risas y confidencias es hora de marcharse pues manana hay que currar. Oli se marcha igual que ha llegado, o sea volando. Ha quedado con su hombre perfecto y tiene que adecentarse un poco antes de verse. Yo vuelvo al infierno en la calle. Asfixiada es poco. No se como voy a aguantar este tremendo bochorno porque en casa solo tengo un ventilador y lo que hace es remover el aire caliente asi que ya puedo ir pensando en darme otra duchita. Voy pensando en todo lo que tengo que hacer manana en el trabajo, la compra, limpiar la casa... cuando me asalta de pronto la conversacion tan tensa que hemos tenido en el bar. Me sorprende que eso vuelva a mi mente pero es que se ha quedado escondido en un rinconcito y no se ha evaporado. No dejo de pensar que Oli tiene razon, que ya tengo 34 anos y que me voy a quedar para vestir santos. De pronto oigo la melodia de la cancion de Pablo Alboran "Quien" que sale de un coche que esta parado delante de un semaforo y mi mente viaja tres anos atras a mi primer encuentro con Juan. FLASHBACK Es una tarde calurosa. He salido del apartamento a pasear despues de unos dias lluviosos y frios. Me encanta ir paseando por esas calles llenos de turistas con su camara fotografica en mano intentando captar cada sentimiento que en ese momento se instala en sus corazones. Mis preferidos son las parejas. Esas que van de la mano y que ni siquiera se sueltan cuando se cruzan con los viandantes, no vaya a ser que por romper esa conexion manual su amor se vaya a resquebrajar. Despues de caminar por la ciudad varios minutos me enfilo hacia mi lugar favorito. Me encanta oir el murmullo del agua corriendo mientras voy avanzando por la calle. Y de pronto doblar la esquina y encontrarla a ella. La Fontana Di Trevi. Tan majestuosa, clasica, imponente.

  • Extraccion de Douglas Preston

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    Un relato escalofriante que descubre muchos secretos de la relacion entre los hermanos Pendergast.

  • Un trocito de cielo para Nathan Littman 2 de Andrea Adrich

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    Nathan abandona Madrid dejando a Daniela con el corazon roto y creyendo que la ha enganado, que ha sido simplemente una de tantas en su vida.
    A su vuelta al Eurostars, se encuentra con una Daniela esquiva y dolida, que ha perdido peso y la sonrisa, y que no esta dispuesta a convertirse en su amante, pese a la irresistible atraccion que sigue sintiendo por el.
    ?Conseguira Nathan estar a salvo de su pasado y sus oscuros fantasmas? ?Se atrevera finalmente a confesarle a Daniela cual es su verdadero secreto y salvar la distancia que los separa? ?Sera capaz de construir una nueva felicidad cimentada sobre las ruinas de la que un dia tuvo? ?Podra Daniela conocer realmente al hombre que se esconde tras la fachada altiva, intimidante y misteriosa de Nathan?

  • Amor y dolor (Rosa blanca 3) de Laura A. Lopez

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    Tercera entrega de la serie de romance historico <>.

  • Eres una madre maravillosa de Lucia Galan Bertrand

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    Cuando el cerro la puerta, ella deseo con todas sus fuerzas que con el y con su maleta se llevara las noches que pasaria sin dormir pensando en lo que pudo haber sido y no fue, en lo que fue y no tenia que haber sido, y en lo que estaba a punto de ser. Antes de que pudiera derramar una sola lagrima, antes siquiera de volver a coger aire porque se le habia olvidado respirar, el llanto de su hija la devolvio a la realidad. Se acababa de despertar de la siesta y reclamaba, como cada tarde, el abrazo calido de su abnegada madre. Su hermano mayor jugaba en su habitacion con sus cochecitos, ajeno a la nueva vida que su madre estaba a punto de emprender. <>, penso su madre mientras caminaba hacia la habitacion de su hermana. Una vez tuvo a su hija en brazos, se miro al espejo y vio a una joven madre llena de heridas que nadie mas supo advertir, que nadie mas que ella podia curar. Y entonces lo tuvo claro. Miro de nuevo y fijamente esos ojos arrasados por los destrozos que dejan los suenos rotos y se dijo: --Nadie nos conto esto, ?verdad? Crecer duele. Pero tu puedes, nosotras podemos. Es momento de recoger todos tus trocitos, rehacerte, sanar todas y cada una de tus heridas, olvidar lo malo, mantener vivo e intacto lo bueno y salir ahi fuera. ?Me oyes? ?Quieres conciliar? Pues lucha, pelea, emprende. ?Necesitas llorar? Pues llora, pero hazlo de verdad, al desnudo, toda tu. --?Y si mis hijos me ven? --pregunto la madre real. --Pues que te vean. En esta casa tambien se llora. La tristeza y la melancolia son emociones tan validas como la felicidad o el entusiasmo. Son las que nos hacen explorar las profundidades de nuestro ser mas intimo, las que consiguen que nos movamos, que cambiemos, que mejoremos. --?Y si no tengo todas las respuestas a las preguntas de mis hijos? --No pasa nada. Nadie las tiene. Tu tampoco. Sabras encontrar las respuestas con una caricia, con un abrazo, con el amor que derrochas por cada poro de tu piel. !Eres amor! --?Sere capaz de enamorarme de nuevo? --?Que si seras capaz? --pregunto entre risas la madre del espejo--. Te recuerdo que antes de ser madre eras mujer. Y sigues siendolo, ?o no? No solo te enamoraras, sino que enamoraras alla por donde pises en cuanto te liberes. En cuanto te despojes de todos los lastres que te impiden ser una mujer real y libre. Te enamoraras como hasta ahora no te habias enamorado y te entregaras total y absolutamente al amor, sin fisuras y sin miedos; desde la madurez y la libertad que te da el haber pisado por esas tierras antes. ?Y sabes que? Que si decides compartir tu vida con otro hombre lo haras porque le quieres, no porque le necesites. Esto ya te lo contare mas adelante, querida…, cuando llegue el momento. --?Y la culpa? ?Como la gestiono? --pregunto la madre real algo mas tranquila ya. --?La culpa, carino? La culpa para el que roba, para el que mata, no para el que ama. Se acabo la culpa. ?Me oyes bien? Se acabo la culpa. ?Que te creias? ?Que la maternidad era un camino de rosas? ?Un cuento de hadas con principes azules, bellas damas, hijas con largas trenzas y castillos en las montanas? No, querida, ahora ya ves que no. La maternidad y lapaternidad no son un reinado; son un viaje, un intenso, maravilloso e irrepetible viaje en el que, tras las caidas, las lagrimas, los miedos y las sombras, descubriras que todo ha merecido lapena. Que no habraexperiencia mas fascinante en todatu vidaque laque estas viviendoahora. --?Y el padre de mis hijos? --El padre de tus hijos esta hablando ahora mismo con su yo en el espejo, que le esta diciendo exactamente las mismas palabras que te digo yo a ti. La maternidad --la paternidad-- es un sentimiento universal. Desde el mismo instante en que ambos deseais lo mejor para vuestros hijos, desde el mismo momento en que ambos estariais dispuestos a dar vuestra propia vida por ellos, estais unidos para siempre. Hombres y mujeres somos diferentes, sentimos diferente, tenemos distintas velocidades, distintos tiempos, pero en lo esencial, en lo verdaderamente importante, compartimos la misma esencia: el amor hacia nuestros hijos, lo mejor de nuestras vidas. Guarda y conserva este sentimiento. Llevalo contigo alla donde vayas. Siempre. --Lo hare --contesto la madre real embargada por la emocion mientras seguia mirando su imagen en el espejo y a su hija acurrucada en su regazo. --Y te voy a decir una ultima cosa: se acabo ser la mujer perfecta, la profesional perfecta, la companera perfecta, la amante perfecta, la amiga perfecta, la hija perfecta, la hermana perfecta y, por supuesto, la madre perfecta. !Basta ya! Porque para ser una buena madre no hace falta ser una madre perfecta. !Tu eres una madre maravillosamente imperfecta! --?Estas lista para comerte el mundo? --Si, lo estoy --contesto firmemente. --?Estas preparada para salir ahi fuera? --!Claro que lo estoy! --!Pues vamos a por ello! !Salgamos ahi fuera! Pero escuchame, con la cabeza alta, tan alta como tus suenos, porque tu, querida, siempre has sonado a lo grande y, ahora, lo haras mas que nunca. ?Estas lista? 1 LA CARRERA DE MEDICINA PARA LA QUE NADIE ME PREPARO Cuando, muy de vez en cuando, tu profesion te regala uno de esos momentos con los que tanto habias sonado y salvas una vida y, curiosamente, al llegar a casa y tras abrazar a los tuyos, rompes en llanto, comprendes que la vida pende de un hilo muy fino… Y nadie te habia preparado para esto. Desde mi mas tierna e inocente infancia he querido ser madre y pediatra. Desde que tengo uso de razon jugaba a curar a mis munecas, que ademas eran mis hijas. Todas ellas: las Barriguitas, las Nancys y los Nenucos. Los arropaba cada noche en sus cunitas, les daba los besos que minutos antes me habia dado mi madre a mi, les contaba los cuentos que cada noche mi padre me contaba entre susurros y besos de mariposa. ?Como? ?Que no sabes que son los besos de mariposa? Los besos que se dan con el aleteo de las pestanas y el cosquilleo del bigote. Deliciosos… Tras salir del hospital, a mis cinco anos, una vez recuperada de la meningitis meningococica que casi arrasa con mi vida y con el alma de mis padres, lo tuve claro: --Yo de mayor quiero ser medico de ninos para que ninguno pase por lo que yo he pasado -- sentencie mientras bajaba las escaleras del Hospital Central de Asturias. Y lo consegui. Fueron unos anos de mucho esfuerzo, de mucho estudio y sacrificio, de muchas horas enterrada entre apuntes y libros. De muchas noches de pesadillas en las que sonaba que al llegar a la facultad habia un examen que yo no habia preparado porque sencillamente no me habia enterado y el panico se apoderaba de mi cuerpo. Fueron anos tambien de partidas de mus en la cafeteria de la facultad, de conversaciones inspiradoras con amigas tiradas en el cesped mirando las nubes, de fiestas de fin de curso donde no perdiamos los apuntes, pero si los papeles… <> Cuando por fin termine la carrera de Medicina me dije: --!Guau! !Ya soy medico! Si, soy medico. Voy a salvar vidas. Y me creia alguien importante. Mis companeros y yo pensabamos que el mundo se habia detenido y que, ahora que eramos nosotros los medicos, el mundo arrancaria de nuevo. !Que ilusos! Nos sentiamos dioses. Los salvadores del universo acababan de aterrizar en el planeta Tierra. La infancia goza de una inocencia maravillosa, pero ?y la juventud? Durante la juventud saltas de nube en nube, de espejismo en espejismo, de sueno en sueno… hasta que de pronto, una manana cualquiera, cuando vas a saltar a otra de tus nubes de fantasia, te encuentras saltando al vacio y segundos despues aterrizas en la realidad, a veces, dura realidad. Y asi fue. Cuando pise por primera vez el hospital con mi titulo de medico en mano y mi plaza de medico residente en pediatria bajo el brazo, me di cuenta de que si, de que habia pasado por la facultad, si, de hecho con un expediente brillante, pero que de medicina sabia poco o muy poco. Cuando empece a asistir a un parto detras de otro, a presenciar el milagro de la vida en directo, sin filtros, rodeada de madres exhaustas, pero embargadas por un llanto de alegria renovador, con padres a tu lado temblorosos y llorando como ninos y con diminutas criaturas que sujetas tu en tus manos, antes incluso que sus propias madres; ahi, en ese instante, te das cuenta de lo pequenos, fragiles e insignificantes que somos. Y nadie te lo habia contado. Cuando la vida te regala momentos tan maravillosos como el primer agarre de un bebe recien nacido al pecho turgente de su madre mientras el padre mira la escena con una ternura que te conmueve, comprendes que, por muy medico que seas, en ese momento sobras… Y esto nadie te lo habia contado. Cuando tienes exactamente dos minutos para pensar de que manera les vas a explicar a unos padres angustiados que su angustia tenia toda la justificacion del mundo porque su hijo tiene una enfermedad grave, cuando te tiembla la voz y no encuentras las palabras. Cuando no sabes si cogerles de la mano, abrazarlos o directamente no hacer nada. Cuando el miedo a equivocarte en un diagnostico o en un tratamiento te paraliza, entonces comprendes que no solo no sabes lo suficiente, sino que te pasaras la vida estudiando y aun habra cosas que no sabras y que no llegaras a saber nunca. Y esto nadie te lo habia contado. Cuando la muerte te mira de frente, fijamente, te reta y te amenaza con llevarse la vida de un nino que aun no ha dado sus primeros pasos, ni los va a dar…, cuando ella gana la batalla y has de recomponerte, beberte todas y cada una de tus lagrimas y tragar todos y cada uno de tus suspiros ahogados en la pena para informar a los padres y convertirte en la persona que les va a comunicar la peor noticia de sus vidas, entonces, en ese preciso instante, descubres que nadie te habia preparado para esto. Cuando, muy de vez en cuando, tu profesion te regala uno de esos momentos con los que tanto habias sonado y salvas una vida y curiosamente al llegar a casa y tras abrazar a los tuyos rompes en llanto, comprendes que la vida pende de un hilo muy fino… Y nadie te habia preparado para esto. Cuando una manana cualquiera llegas a la consulta y tu primer paciente que aun no levanta un metro del suelo, ni suma siquiera tres anos de edad te dice: --Lusssia, vengo a que me cures. Estoy malito. Solo tu puedes curarme. Y te abraza con todo su diminuto cuerpo, apoyando su cabeza en tu pecho y escuchando un suspiro incluso, un suspiro que revela un <>. Y te sorprendes a ti misma tragando saliva, abrazando a ese nino que huele como olian tus hijos a su edad, y le acaricias tan dulcemente como acaricias a los tuyos. Ahi, en ese momento, y aunque nadie te lo habia dicho, piensas: <>. Cuando durante los largos anos de estudio tus profesores te repiten hasta la saciedad que hay que construirse una coraza para no sufrir con las historias que pasaran por nuestras manos, cuando la construccion de ese muro se convierte en una prioridad durante las practicas como estudiante y de pronto una manana cualquiera harta de recibir consejos que no has pedido te pones la bata y te quitas la mascara, descubres que, viviendo y sintiendo junto a tus pacientes, todo cobra sentido. Que todos aquellos <> de la medicina estaban equivocados, que lo bonito de esta profesion es precisamente eso: acompanar a los enfermos y a sus familias en todo el proceso. Y de repente, como si de una revelacion se tratara, lo ves claro:

  • Luchando por ella de Amy Brent

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    iona Cassidy Aunque parezca de locos, creo que Kyle queria que lo pillara follando con Wendy Lowenstein en nuestra propia cama aquella noche. Sabia que yo llegaria despues de las diez. Era como si todo estuviera planeado solo para ver mi mirada de sorpresa y mi cara de asco. Wendy era la jefa de Relaciones Publicas de la empresa de Kyle, Cassidy Event Management. Una pelirroja bajita, de tetas grandes y expectativas pequenas, que habria saltado de un puente si Kyle le hubiera dicho que lo hiciera. Era guapa, aunque iba siempre demasiado maquillada; de ojos azules y labios gruesos, que mojaba con la lengua todo el tiempo, especialmente cuando Kyle estaba en la misma habitacion. Resultaba muy triste lo pateticamente colada que estaba por mi marido. Por supuesto, Kyle era apuesto; alto, se mantenia en forma, tenia un bonito cabello rubio arena, tez bronceada, brillantes ojos verdes y una preciosa sonrisa que, en los viejos tiempos, hacia que me derritiese. Parecia mas un surfista vestido de Armani que el director general de una multimillonaria empresa dedicada a la organizacion de eventos. Y la mayoria de las veces, actuaba de esa manera. Tambien era un verdadero seductor, demasiado cuando se trataba de mujeres con las que queria acostarse. Kyle se autoproclamo como un experto dando abrazos. Si eras mujer, encontraba una razon para tocarte el brazo o ponerte la mano en la espalda. Te abrazaba cuando entrabas en la habitacion y te abrazaba cuando te ibas. A veces, el gesto duraba demasiado como para ser simple cordialidad. A mi solia abrazarme asi. Y yo solia disfrutarlo. Ahora, en cambio, no. Encuentro sus abrazos repulsivos. Lo mas chocante de pillarle con Wendy fue que ella no encajaba en su tipo. Wendy era bajita, no estaba delgada y era la tipica persona ansiosa por complacer. Todas las mujeres con las que me habia enganado, al menos las que yo conocia, eran altas y delgadas, de pelo rubio y ojos azules, como yo. Tal vez mi magullado ego asumia que yo establecia el estereotipo de las chicas con las que Kyle se acostaba. Tal vez el hecho de que se parecieran a su esposa era solo una coincidencia. O, tal vez, nunca tuvo un tipo de mujer en concreto. Quiza se habia abierto camino entre las rubias altas y, ahora, estaba pasando a las pelirrojas gorditas. No me sorprendio lo mas minimo que Wendy se acostara con mi marido. Se lo habria follado en la plaza del pueblo al mediodia si el quisiera. Ella, literalmente, babeaba cuando Kyle la miraba. Practicamente tenia tatuada en la frente la palabra <>, al menos en lo que respectaba a Kyle. Siempre senti un poco de lastima por ella, hasta que la encontre tirandose a mi marido en mi casa, en mi cama. No me habria molestado tanto si se lo hubiera montado con Wendy en su despacho, apoyando su gordo trasero sobre su escritorio, pero la trajo a mi casa, le quito la ropa y se la follo en mi cama. Hace mucho tiempo que dejo de importarme que Kyle follase con otras, era un hecho que habia asimilado ya, pero tenia que respetar ciertos limites si esperaba que siguiese casada con el. Y mi casa estaba fuera de ellos. Kyle sabia que iba a asistir a esa cena benefica con sus padres --su propia empresa la patrocinaba--, que terminaria sobre las diez y que me iria directamente a casa, por lo que llegaria a las diez y media como muy tarde. Debi suponer que algo pasaba cuando vi a ese babuino de Danny O’Shea frente a nuestro edificio, fumando con el portero. Kyle no era capaz ni de ir a cagar, a menos que supiera que Danny vigilaba. Desde luego, su vida no estaba en peligro. No era ningun mafioso, por el amor de Dios, aunque a veces creo que se imaginaba a si mismo como tal. Su serie favorita era Los Sopranos. Adoraba a Tony Soprano; el mafioso asesino, tramposo, despiadado y fornido que hacia lo que queria a quien queria, sin importarle las consecuencias. La idea de hacer lo que quisiera, sin tener que rendir cuentas, fascinaba a Kyle. --Imaginate el vivir sin preocuparse por las repercusiones de tus actos --me dijo una vez mientras veiamos la serie en la cama, despues de una ronda de sexo a medias--. ?No seria genial? Esa fue su manera de decirme que yo era una repercusion. Yo era la unica ante la que respondia, aunque ya no lo hacia mucho. No le importaba lo que yo pensara, siempre y cuando mantuviera las apariencias y no malgastara su fortuna familiar. La diferencia entre Tony Soprano y Kyle Cassidy era que Tony Soprano era un ganster y Kyle no. Aunque ambos coincidian en algo: no tenian corazon. Danny O, como Kyle llamaba a su gorila, no me dijo nada cuando sali de la limusina y espere a que el portero me abriera la puerta para entrar. Danny habia sido luchador profesional y su cara lucia las marcas y cicatrices de la docena de anos que habia pasado peleando contra otros hombres tan grandes como el. Su frente colgaba sobre sus ojos, como la ceja de un cavernicola. La nariz se la habian roto numerosas veces, por lo que en el puente tenia un chichon y la punta se inclinaba extranamente hacia la derecha. Su oreja derecha habia sido tan golpeada que, ahora, semejaba una coliflor y su rapada cabeza estaba llena de cicatrices, que el mostraba como insignias de honor. Su complexion era fuerte, por supuesto; hombros anchos y brazos gruesos que parecia que, en cualquier momento, romperian las costuras de los caros trajes que llevaba; trajes comprados por mi marido. Lo mas amenazante de Danny O’Shea, al menos para mi, eran sus ojos. Nuestras miradas se encontraron un instante cuando sali de la limusina y camine hacia la puerta. Fue como mirar fijamente los ojos muertos de un tiburon justo antes de que hundiera sus dientes en tu carne. No soportaba estar cerca de Danny O’Shea y sabia que el no me apreciaba mucho. Me miraba como si fuera a comerme de un solo bocado, pero Kyle adoraba a ese pitbull. Danny haria lo que Kyle le dijera, cosas que mi marido nunca se atreveria a hacer por si mismo. Una vez dentro del ascensor, puse mi tarjeta en la ranura y marque los numeros del teclado para que me llevara a nuestro atico, en el piso 30. Me recoste contra la pared del fondo y suspire. Entonces, contemple mi reflejo en las puertas de espejo. Parecia cansada, a pesar de que el maquillaje y el pelo siguieran aun perfectos. El corto vestido negro que llevaba y los tacones hacian que mis tonificadas y bronceadas piernas se vieran increibles, pero los zapatos me estaban matando y el tanga se me habia metido incomodamente por el culo. Lo unico que deseaba en ese momento era llegar a casa, desnudarme y meterme en la banera. Di por hecho que Danny habia avisado a mi marido de que estaba subiendo. Kyle probablemente ya estaria borracho, repantingado frente a la television, viendo una pelea de lucha libre. No me sorprendio que no se presentara aquella noche a la velada, aunque me habia jurado que lo haria. Las promesas de Kyle tenian muy poco peso para mi. ?Por que se molestaba en mentirme, si ambos sabiamos que no las cumpliria? Supongo que era un habito. A veces me preguntaba cuanto tiempo tratariamos de seguir manteniendo lo nuestro. Kyle odiaba todo lo que no implicara a hombres sudorosos dandose palizas sobre un ring o a mujeres bailar desnudas alrededor de una barra. Los actos de caridad eran proyectos de su madre, Ramona, y como el padre de Kyle --Edward-- era el dueno de la compania y controlaba los hilos, querian que su unico hijo estuviera con ellos. Kyle tenia que asistir, sin embargo, solia inventarse cualquier excusa de ultimo momento para no ir y a mi no me quedaba otra que acudir sola. Eso no me importaba. En realidad, me caia bien su padre y podia tolerar a su madre. Ademas, resultaba agradable alejarse de el, aunque fuera solo por una noche. --Nos vemos alli, Fee --me habia dicho mi marido por telefono a las ocho. Supongo que me llamo <> porque Fiona debia ser demasiado esfuerzo para el. Cuando trate de localizarlo, media hora despues, saltaba directamente el buzon de voz. Su madre estaba decepcionada. Su padre, furioso. A Kyle le esperaba una buena bronca el lunes, aunque no serviria de mucho. Las puertas del ascensor se abrieron en nuestro vestibulo. El atico era enorme --tenia mas de quinientos metros cuadrados-- y era todo un homenaje al despilfarro. Mi suegra habia insistido en decorarlo como regalo de aniversario y Kyle se nego a que yo lo redecorara porque eso heriria los sentimientos de su madre. Dios, odiaba aquellos adornos tan recargados, los muebles antiguos, el pesado papel tapiz y las persianas. Parecia sacado de una vieja pelicula. El dia en que la madre de Kyle muriera, seria el dia en que comenzaria la redecoracion. El atico tambien tenia mucho mas espacio del que necesitaban dos personas. Incluso aunque, como nosotros, se evitaran y vivieran en extremos opuestos de la casa. Mi dormitorio era mi santuario personal, mientras que Kyle pasaba la mayor parte del tiempo en la sala, donde una gigantesca pantalla de television cubria una pared entera. Cuando Kyle compro el piso, sin siquiera consultarme, dijo que era porque seria el lugar perfecto para formar una familia ya que habria espacio de sobra para que los ninos jugaran. Eso fue hace cinco anos y todavia no tenemos hijos. Lo intentamos durante un tiempo, sin embargo, luego parecio convertirse en una carga para el; tener relaciones con el fin de tener hijos, en vez de como simple diversion, no es lo suyo. Asi que, el sexo disminuyo de manera constante y la idea de formar una familia se perdio por el camino. Me alegro de que no hubieramos tenido hijos. No desearia que un nino tuviera que soportar un matrimonio como el nuestro. Aunque, lo cierto, es que tampoco recuerdo cuando fue la ultima vez que nos acostamos juntos. Apostaria a que no fue muy bueno. Al salir del ascensor, el atico estaba en silencio. Deje el bolso y las llaves en la mesita del vestibulo y me saque los tacones porque los pies me estaban matando. Cogi los zapatos y me dirigi a nuestra habitacion. El dormitorio principal se hallaba al final de un largo pasillo. Iba por la mitad del corredor cuando, de pronto, oi unos gemidos que procedian de nuestro cuarto, cuya puerta estaba entreabierta. Enseguida supe lo que pasaba alli dentro. Reconoci vagamente los silbidos y grunidos de Kyle. Eran unos sonidos que hacia mucho que no oia. Como pude encontrarlos sexis antes. Me acerque hasta la puerta y me asome. Entonces, vi a Wendy acostada en mi cama, con el culo en el borde del colchon. Sus piernas se encontraban abiertas de par en par, sus pies en el aire y apretaba los punos con fuerza en mis sabanas. Kyle estaba de pie entre sus muslos, sosteniendola por los tobillos, mientras entraba y salia de ella con un movimiento tan brusco que parecia que montaba un toro mecanico. Me concentre en Wendy por alguna razon. Probablemente porque ya habia visto a Kyle follar y nunca fue tan impresionante. Sus grandes tetas saltaban como globos de agua en su pecho. Tenia los ojos cerrados y se mordia el labio inferior, al tiempo que emitia pequenos chirridos cada vez que Kyle se metia en ella. Kyle iba a toda velocidad. Salia casi fuera de su sucia vagina y, luego, empujaba tan fuerte que sus pelotas golpeaban su culo carnoso y causaron que todo su cuerpo saltara. La polla de Kyle no era larga, pero era extranamente gruesa, semejaba mas un pepino gordo que un pene. Tuve que reconocerle el merito. Estaba dandole un gran uso a lo que tenia. Aparentemente, no habia perdido su toque porque Wendy lloraba como una verdadera banshee al ser liberada de la caja de Pandora.

  • Ni un paso atras de Pilar Pinero

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    La autora de la novela Voy a volverte loco vuelve con esta nueva y atrevida historia.

  • La luz de mis dias de Alejandro Melero

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    Una novela conmovedora, escrita con exquisita sensibilidad, y que engancha desde la primera pagina.

  • El ritual de Alejandro Crespo Anton

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    Una manana mas, amanecia en la casa de los Robinson. El sol ya deslumbraba en la habitacion de Miles, y le daba asi unos especiales buenos dias. Miles Robinson cumplia 15 anos. Asi que, al abrir los ojos, se le dibujo una sonrisa. Sabia que iba a ser un dia de llamadas de felicitacion por su cumpleanos, y tambien de muchos regalos. Seria un dia muy especial para el. Miles era un chico con el pelo pelirrojo oscuro, delgado, alegre y de estatura media. Era muy buen estudiante, pero con el tipico caracter estudiantil y rebelde de esas edades. --No es dia de Santa Claus --pensaba Miles--, pero da igual, tendre regalos. El dia en el que llegaba Papa Noel, Miles siempre recibia muchos regalos, aunque no tuviera mucha familia. Pero eso no era un aspecto que le impidiese recibir una gran cantidad de juguetes y regalos con los que disfrutar. La ciudad estaba rodeada de barrios con rascacielos y lugares en los que vivia la gente adinerada. Y luego, existian otros barrios mas humildes y un poco separados de la civilizacion en si. Entre ellos, estaba Conroad, lugar en el que vivian los Robinson. El verano ya se notaba en Chicago. Era pleno mes de julio, y hacia bastante calor. Sobre todo, en este tipo de barrios pequenos. Se encontraban rodeados de zonas montanosas y boscosas que estaban a pocos kilometros y que se observaban a simple vista Bajo las escaleras rapidamente, con muchas ganas encontrar esos regalos que tanto esperaba. Sin embargo, lo primero que encontro al bajar fueron unas maletas de viaje. Ademas, la casa tenia bastantes menos cosas de lo habitual. Antes de poder preguntar o reaccionar, se vio atrapado por los brazos de su madre. Lo abrazo como nunca lo habia hecho y le dio tantos besos que hasta Miles se sorprendio por tanta efusividad. Tina Robinson era una mujer alta, delgada, de pelo castano y con unos ojos que bien podrian ser una mezcla de color miel y gris. Era una mujer llamativa. Asi mismo, trabajaba de camarera en un bar del barrio desde hacia 10 anos. Su padre, James, trabajaba en una inmobiliaria. Miraba a Miles con una sonrisa de oreja a oreja, y lo felicito por su decimoquinto cumpleanos. Lo agarro con sus delgados brazos, y le dio un gran abrazo y un beso fuerte en la mejilla. Era una persona que parecia mas joven lo que era en realidad. Bien podria ser un hermano mayor. --Muchas felicidades, hijo mio -- le dijo, y le volvio a dar un beso en la mejilla. Miles observo que tenia tres paquetes en la mesa del salon. Pero, antes de abalanzarse sobre ellos, su madre volvio a cogerlo para darle un achuchon y un beso que casi lo hizo caerse hacia atras. <>, penso Miles despues de darles las gracias otra vez y dirigirse a por los regalos. Como es normal en estos casos, siempre se suele ir primero a por el regalo mas grande de todos, y luego ya a coger el mas pequeno. El tamano grande solia causar siempre una mayor impresion a la gente, como si fuera algo mas significativo solo por el simple hecho de ser mas grande. Y, en este caso, volveria a ser asi. O eso era lo que creia el. Miles se dispuso a abrir el primer regalo, y se encontro con un balon de la NBA y la indumentaria del equipo que tanto le gustaba (y del que era mayor fan), los Chicago Bulls. La indumentaria traia una camiseta, un pantalon, unos calcetines, unas zapatillas, una gorra del equipo y el balon con los colores del equipo, rojo y blanco. Era el regalo ideal para ese momento, ya que estaban viviendo una de sus mejores epocas en terminos deportivos. La ciudad acababa de ver triunfar a los miticos Chicago Bulls de Michael Jordan al ganar el sexto campeonato ante los Jazz de Utah. Al abrir el regalo, su padre le conto que a su abuelo le gustaba el baloncesto, y que el hermano de su abuelo seguia a los Bulls. Pero Miles ya habia ido a por otro regalo, y no le interesaba mucho lo que le estaba diciendo su padre. Es mas, al pensarlo unos segundos despues, le era indiferente. Solo queria abrir mas regalos. El segundo paquete era una coleccion de camisetas y pantalones. Algunas camisetas eran de manga corta, otras de manga larga y de varios colores. Unas tenian unos dibujos un poco raros, con una especie de animales tipo cabras, toros, y con palos unidos entre si con formas que parecian arboles en llamas (parecian un poco diabolicos). Otras venian sin dibujos. Vamos, que tendria una renovacion en cuanto a vestimenta se refiere. Y, el ultimo regalo, era un libro: El viaje. --Pues muchas gracias --le dijo Miles a sus padres --, me voy a mi cuarto a comprobar si me cabe la poca ropa que me habeis comprado-- concluyo en tono sarcastico, con una sonrisa en los labios. No obstante, antes de subir a su habitacion, su madre Tina lo agarro del brazo y le dijo que esperara un momento. --Espera Miles, tenemos otro regalo para ti --. Miles se sorprendio y les pregunto: --?Ah si? ?Que es? ?Mas ropa? Su madre no hizo ningun gesto al comentario sarcastico de Miles, y saco algo de su bolsillo. --?Anda y esto? --. Miles cogio una especie de paquete pequeno, tanto, que le cabia en la palma de la mano. Estaba envuelto con un papel de regalo de cumpleanos, y con un lazo azul claro. Abrio ansioso el paquete. Dentro, habia una especie de bolsita parecida a las tipicas en las que se guardaban objetos relacionados con joyeria o similares. Es decir, pulseras, anillos, pendientes, etc. Miles abrio la bolsita. Era un colgante. --!Que chulo! --. A Miles no le iban mucho los colgantes, pulseras, ni mucho menos pendientes o piercings. Es mas, era la primera vez que tendria algo asi, pero tuvo que fingir que le encantaba, ya que vio que a sus padres les hacia especial ilusion darle este regalo. --Miles --su padre tomo la palabra--, es un regalo que tu madre y yo queremos que guardes y lleves contigo siempre. Es algo que te ayudara y te dara fuerzas para conseguir lo que esta por venir en tu vida. Miles miro el colgante, y penso que era ese tipo de objeto que la gente lleva consigo porque les da fuerzas y los ayuda a afrontar diversas situaciones cotidianas de la vida de la mejor manera. Por ejemplo, tener salud, buena suerte en el amor, en el trabajo, etc. Es decir, todo lo relacionado con tener una mejor <>. El colgante, cuyo material parecia plata de primera ley, era un circulo con tonos negros alrededor. Ademas, tenia una especie de estrella invertida entrelazada entre si. Quiza, era demasiado grande para su gusto, pero sin lugar a dudas, era llamativo. Miles lo miraba, ?lo habia visto antes? Era como si ya conociera ese tipo de colgante, o como si lo hubiera visto en otro sitio. Le sonaba, pero tampoco le dio mucha importancia. Miles, ahora si, decidio subir a su habitacion a guardar todos sus regalos. Eso si, no sin antes preguntar con sorna si tenian otro regalo mas para darle. Sus padres, sonrientes, le dijeron que ya podia subir a su habitacion. 2. Mudanza Miles estaba feliz. Tener su habitacion llena de cosas nuevas le encantaba. Lo primero que hizo al subir fue ponerse toda la indumentaria de baloncesto, como si fuera a disputar un partido ese mismo dia. Se sentia poderoso. Despues de ver lo bien que le quedaba, y no sin antes mandarle una foto a su amigo Lucas para darle un poco de envidia, decidio guardarlo en su armario. Se probo las camisetas y los pantalones... --Este bien, este no esta mal, este me queda bien, este me queda un poco justo... El estilo vaquero en los anos 90 era tendencia y no podian faltar en cualquier compra de regalo de cumpleanos o Navidad. De cuatro pantalones, Miles tenia dos de estilo vaquero. Penso que su madre le podria haber comprado unos un poco rasgados, que tambien estaba de moda, pero se tuvo que conformar con dos practicamente iguales. Dio gracias de que no le regalara los famosos petos con tirantes de estilo, como no, vaquero. Los odiaba. Mientras seguia en plena faena, sonaba Disturbed, una de las mejores bandas de heavy metal de la ciudad y del momento. Para Miles, el heavy metal solo era para <>. Sin embargo, en ese momento, hasta a el le gustaba escucharlo. Estaba terminando de colocar las cosas en su armario, cuando escucho que alguien llamaba a su puerta. Era su madre, seguida por su padre, que venia justo detras. --Miles tenemos que contarte una cosa... Sabemos que es tu cumple, pero es algo que tienes que saber lo antes posible --hablo su padre en un tono serio. Miles se quedo sin saber que decir mientras esperaba una respuesta--. Nos mudamos, estamos teniendo problemas economicos y no podemos pagar la casa. Asi que decidimos ponerla en venta en una inmobiliaria que hay cerca de aqui, y han aceptado la oferta. Mientras su padre hablaba, Miles recordo lo que habia visto nada mas bajar al salon. Aquello a lo que no le dio tiempo a reaccionar con tantos abrazos y besos y que, al ver tantos regalos, se le fue el santo al cielo. Recordo que la casa estaba mucho mas vacia de lo normal, y que habia unas maletas al lado de la puerta de salida. Al ver que su padre habia terminado, Miles lo miro atonito y luego miro a su madre... --?Por que?, ?asi de repente?, ?por que no me habias dicho nada antes? ?Y tenia que ser hoy? --Miles se estaba poniendo nervioso--. Yo no voy a ningun sitio, ?y mis amigos?, ?a donde vamos? James lo corto. --Miles, no te dijimos nada porque sabiamos que ibas a reaccionar mal y queriamos contartelo en el momento adecuado. Queriamos tenerlo todo claro y listo antes de decirte algo. Miles estaba intentando controlar sus emociones... --A tu madre no le va bien en el restaurante. Desde hace mucho tiempo, tiene muchos problemas con su jefe y le debe mucho dinero. Y tampoco encuentra trabajo en otro sitio. Ya sabes lo pequeno que es este pueblo, hijo, y yo no cobro lo suficiente, tenemos muchas deudas... Su madre, con gesto preocupado y pensativo anadio: --En tres dias, vendran a ver la casa, y tenemos que irnos manana. O, como muy tarde pasado manana. En situaciones que no podia controlar Miles, era una persona inquieta e intranquila. Se refugiaba en si mismo y entraba en un estado de estres que lo hacia sentirse invalido ante cualquier cosa que ocurriese a su alrededor. Le gustaba mucho vivir alli. Tenia unos amigos a los que conocia desde que era pequeno. Y le gustaba jugar, todos los dias, sus partidos de baloncesto en las canchas antiguas que estaban al lado de la casa de Lucas. Le encantaba cuando iban, en verano, al rio a banarse, cuando el colegio salia de excursion varias veces al ano por la montana, etc. Recibir de repente esa noticia lo hizo llorar. Se llevo las manos a la cabeza y salio de su habitacion para bajar al salon a prepararse un zumo de naranja. No habia desayunado todavia, aunque por suerte para el, ya lo tenia preparado en la mesa. Se sento, y mientras se bebia el zumo recien hecho y se comia los donuts que tanto le gustaban, como si los hubiera visto desde un principio, apenas se percataba del sabor. Por mucho que le encantaran esos bizcochos redondos con su famoso agujero en el medio, no podia dejar de pensar en la mudanza. Por momentos, se le olvidaba que era su cumpleanos. Dejo el desayuno sobre la mesa, ya que queria seguir mostrando su desacuerdo y su enfado. Miles era muy responsable, sabia que tenia que recoger la mesa en cualquiera de las comidas principales, pero esta vez, ni lo hizo. --?Desde cuando teneis la idea de que nos mudemos? --Miles se vio obligado a seguir preguntando. --Hace tiempo, queriamos esperar al momento adecuado... --?Y ese momento era en mi cumpleanos? Muy inteligentes. --Ya lo entenderas, tu vida va a cambiar a mejor. Ya lo entenderas. --Ya lo entendere, claro... --Miles se disponia a subir las escaleras y cortar la conversacion --. Aqui siempre haceis lo que os da la gana, y luego me llevo la sorpresa. Sois asi, ?que sera lo siguiente?, ?que me va a adoptar otra gente? --Miles, cuidado con ese tono...

  • Antologia de relatos romanticos. San Valentin 2019 – Varios Autores de Varios Autores

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  • Vicio Puro de Rosalia Reyes

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    Vicioso: Amor, Sexo y Dudas con el Malote Vividor
    Marcus era un tipo simple.
    Egoista. Creido. Vividor.
    Atractivo. Irreverente.
    Sexy. Cabr*n.

  • Cuando comiences a brillar de Keren Verna

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    ?Que existe arriba si solo hay abajo? ?Que vive mas alla de la ultima puerta si solo hay un adentro? ?Puedo comprender lo que nunca he visto? ?Como sabre su nombre?
    Anos despues de la Ultima Guerra, las dudas empujan a un joven nacido en una de las colonias especializadas, Colonia Neon, convertidas en refugio de la humanidad, a los territorios prohibidos luego de hallar un objeto extrano. Con la ayuda de un hombre, que nunca se muestra en publico, marcado como un afectado por el encierro, intentara descubrir de que se trata para comprender.
    ?Puede algo tan pequeno como una semilla destruir un mundo?

  • Has cambiado mi vida de Sophie Saint Rose

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    Hanna es una de las editoras mas importantes de Nueva York y necesita con urgencia un Best Sellers infantil antes de la junta de accionistas. Estaba harta de tener que demostrar continuamente su valia, pero lo iba a conseguir. Lo que no sabia, era que el autor se le iba a resistir tanto y que su vida iba a cambiar para siempre.

  • Un Marques y muchos fantasmas de Olympia Russell

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    El canto del gallo le desperto, como todas las mananas. Apenas unos minutos antes, el sol habia empezado a limpiar las tinieblas de la noche y una luz, muy tenue aun, se colaba a traves de las ventanas del palacio. Ese dia Viola cumplia veintitres anos y sus hermanas habian organizado una comida en su honor. Nada exagerado, a ninguna de ellas le gustaban los grandes eventos (bueno, excepto a Katerina), asi que se iba tratar tan solo de una comida juntas. La novedad frente al resto de los dias era que iban a estar todas, las siete, algo que no ocurria desde las pasadas navidades, y ya habian pasado cuatro meses desde entonces. Al mediodia llegarian Cassandra y su marido Michael, y un poco mas tarde lo harian Silvania, Aidan y su hijito Darren, que acababa de cumplir nueve meses. Desde que dos de sus hermanas se habian casado, eran pocas las veces que coincidian todas juntas, asi que ese solo hecho era ya una fiesta y excepcional. Lo cierto es que Viola estaba deseando volver a ver a Silvania y Cassandra, pero, al mismo tiempo, lo que habian organizado le abrumaba un poco. Ella era especialmente sensible, la mas sensible de todas de hecho (muy seguida de la pequena, India), y los grandes grupos le alteraban un poco. Por eso, cuando todas se juntaban, con el bullicio que creaban, charlando sin parar, discutiendo, riendose y, sobre todo, quitandose la palabra unas a otras, ella acababa agotada. Aunque el problema, en realidad, no eran sus hermanas, sino el resto del bullicio que habia siempre a su alrededor. Un bullicio que solo ella podia escuchar. Porque Viola vivia en un mundo diferente al resto. Diferente y mucho mas poblado que el del resto de los mortales. Y esa ultima palabra, mortales, estaba muy bien escogida para explicar lo que le ocurria, porque Viola no veia y escuchaba solo a sus hermanas y cunados, a los criados y criadas y a los escasos visitantes que acudian al palacio, sino que estaba siempre rodeada de multitud de fantasmas. Si, fantasmas. O seres sobrenaturales. Fallecidos. Angeles... A ella le daba igual el nombre que les pusieran, lo que tenia claro era que no eran de este mundo. Todo habia comenzado al dia siguiente de morir su madre, cuando ella tenia seis anos apenas. Hasta entonces habia sido una nina sonadora, mas metida en su mundo que en el exterior, con "una gran imaginacion", decia su padre siempre. Viola sospechaba que su vision de seres del otro mundo ya existia desde siempre y que esa "gran imaginacion" eran ya sus visiones desde que habia tenido uso de razon, pero era cierto que se habian intensificado y cambiado a partir de la muerte de su madre. Cuando su madre estaba al final del embarazo de India, la que iba a ser su septima hermana, las cuatro mayores, que ya eran conscientes de lo que ocurria, habian estado expectantes y deseosas de conocer al nuevo hermanito (es lo que esperaban sus padres y ellas: un varon por fin). Una noche de noviembre su madre se habia despedido de ella dandole un beso de buenas noches, como hacia todos los dias con cada una de sus hijas, y Viola se habia dormido feliz y despreocupada. Pero a las seis de la manana se habia despertado de golpe y se habia sentado sobre la cama, alarmada, pero sin saber muy bien por que. Le habia costado un minuto darse cuenta de lo que habia ocurrido: en la entrada de su habitacion estaba su madre, con el precioso camison de noche aun puesto y su pelo, rubio, rizado y sedoso, suelto. Viola se calmo inmediatamente porque su madre le transmitia siempre paz y sensacion de proteccion. Ademas, le sonreia abiertamente, como hacia casi siempre, ya que era una mujer dulce y bondadosa y rara vez se enfadaba con ella. Pero era extrano que estuviera alli esas horas, asi que Viola, sin alarmarse, pero intrigada, le pregunto: --Mami, ?que haces aqui tan temprano? Su madre sonrio ampliamente y le dijo: --He venido a decirte que todo ira bien, cielito mio. Y ahora duermete de nuevo --y le mando un beso con la mano desde la distancia y cerro la puerta con cuidado. Viola sonrio y envuelta en el ambiente protector que habia dejado su madre, volvio a dormirse. Pero cuando un par de horas mas tarde la doncella que se ocupaba de ella vino a despertarla, descubrio la terrible realidad: su madre habia muerto durante el parto de su septima hija, India, unos minutos antes de las doce de la noche. Vinieron unos meses oscuros de tristeza y lagrimas diarias. Las ninas se tuvieron que hacer a la idea de la perdida de la madre, cada una reacciono como pudo, pero fueron saliendo hacia adelante. Pero quien mas cambio con la experiencia, al menos a ojos de los demas, fue Viola. --Yo vi a mama a las seis de la manana. --No puede ser hija, te equivocas de hora o fue un sueno. --No papa, ya estaba amaneciendo, y no fue un sueno, vino a decirme que todo iria bien. Esta conversacion se repitio durante muchos meses entre padre e hija, con sus hermanas como testigo, pero Viola no consiguio convencer, ni al padre ni a sus hermanas, de lo que ella no tenia ni una duda: que su madre se le habia aparecido en espiritu para darle un consuelo por su perdida. La explicacion familiar a aquel fenomeno que Viola se empenaba en afirmar era la que daba el padre: equivocacion con la hora o sueno. Su hermana Livia, que tomo el papel de la madre (no por voluntad propia, sino por insistencia del padre, ya que era la hermana mayor), era la mas insistente con la version paterna. Anadia, ademas, que Viola siempre habia sido muy sensible -- cierto-- y fantasiosa --no tan cierto segun la propia Viola. Y tambien que la muerte de la madre no habia hecho mas que exacerbar aquella sensibilidad y fantasia. Al cabo de un tiempo, Viola dejo de hablarles del espiritu de la madre, porque no se le volvio a aparecer, pero si les hablo de todos los espiritus que empezaron a rodearle a diario, y que, a diferencia del de la madre, no se dirigian a ella, sino que hablaban entre ellos, pero ninguna de sus hermanas le creyo. En cualquier caso, sus hermanas continuaron siendo carinosas con ella y no le dieron mucha importancia a aquella "rareza" suya, asi que con el paso de los anos Viola se acostumbro a vivir rodeada de fantasmas, pero a no hablar demasiado de ellos. Y tambien a buscar la soledad, porque, aunque nadie la creyera, los fantasmas existian, ella los veia y, lo mas llamativo de todo, los escuchaba constantemente. Normalmente no se dirigian a ella, como habia ocurrido con su madre. Era como si ella hubiera logrado introducirse en su mundo como espectadora, pero no tuviera la posibilidad de relacionarse con ellos. Andaban a su alrededor y no paraban de hablar entre ellos, pero a ella no le decian nada. En cualquier caso, los veia y los escuchaba y aquel murmullo permanente se mezclaba con el de la vida real y la algarabia en la que andaba envuelta era excesiva. Esa era una de las razones por la que se levantaba siempre tan temprano: le gustaba aprovechar las primeras horas de soledad y de silencio de su vida real. Al amanecer sus hermanas aun dormian y la mayoria de los criados tambien. Siempre habia algun fantasma a su alrededor, pero su murmullo era mucho mas soportable al ser el unico que tenia que escuchar. Y habia otra razon tambien para levantarse tan temprano: que podia acudir al lugar que mas amaba en este mundo: la capilla del palacio. La capilla estaba situada en el lateral mas alejado de la parte principal del palacio y se accedia a ella tras un paseo por un caminito encantador, al aire libre y rodeado de macizos de flores que iban cambiando de color a medida que cambiaban las estaciones. Para Viola, el mejor momento del dia era cuando daba ese pequeno paseo, de ida y vuelta, y el rato que pasaba en la capilla: era lo mas cercano que tenia a estar en soledad. No sabia muy bien por que, los fantasmas no entraban en la capilla, y durante el paseo de ida y vuelta aparecian muchos menos de lo habitual, uno o dos a lo sumo, asi que ese paseo y la estancia en la capilla se habian convertido en sus unicos momentos de casi soledad. Y eso, para una persona que jamas estaba sola, era casi vital. En cualquier caso, sola del todo no estaba jamas, ya que la capilla estaba todo el dia cerrada excepto media hora, la que duraban los oficios religiosos que celebraba todos los dias el pastor Adams, la unica persona que tenia llaves para abrirla. Se trataba de un anciano encantador (y un poco sordo) pastor de la iglesia del pueblo mas cercano, pero que se ocupaba tambien de los oficios del palacio del Duque de Rochester, padre de Viola y dueno de la propiedad. Llevaba haciendolo desde la epoca en la que vivia la Duquesa, pero en aquella epoca habia oficio solo los domingos, que era cuando acudia toda la familia. Habia sido Viola la que habia provocado que el anciano hiciera un oficio todos los dias, a las siete de la manana, solo para ella, ya que sus hermanas continuaban acudiendo solo los domingos. Lo cierto es que el hombre sabia lo que le ocurria a la joven Viola, pero no porque ella se lo hubiera contado. Habia sido el padre de Viola, el Duque de Rochester, quien habia informado al pastor de la peculiaridad de su hija (aunque el Duque estaba practicamente todo el ano ausente, se preocupaba por sus hija y trataba de que estuvieran protegidas siempre) y el pastor, que era anciano y sordo, pero muy bondadoso, habia decidido abrir la capilla para ella todos los dias. Aquello habia empezado diez anos atras, cuando Viola tenia trece anos, y desde entonces el hombre solo habia fallado dos veces: un dia que cayo una nevada como nunca antes y otro dia que se habia levantado indispuesto. No solian hablar mucho. Cuando Viola llegaba, el ya estaba dentro de la capilla, ella entraba, le sonreia, se sentaba y escuchaba el oficio. Luego, al terminar, se acercaba donde el anciano, y le saludaba y ahi es donde el hombre le preguntaba que tal estaba. Ella siempre contestaba que bien, el sonreia, le decia "me alegro, jovencita" y eso era todo. Pero para Viola era como un oasis de paz. Media hora en la que solo escuchaba una unica voz y durante algunos ratos, cuando el pastor callaba, nada. Los unicos momentos de silencio durante toda su vida. Aquel dia, mientras se acercaba a la capilla, hizo una recopilacion de aquellos diez anos: su cumpleanos le ponia siempre un poco nostalgica. Penso tambien que el pastor, si la vida seguia su curso natural, moriria antes que ella y entonces acabarian aquello momentos de tranquilidad. Y se empezo a angustiar un poco. Pero enseguida paro esos pensamientos y se dijo que el hombre gozaba de muy buena salud y aun faltaba tiempo para que aquello ocurriera. Asi que abrio la puerta con un poco mas energia de lo habitual: despues de lo que acababa de pensar, estaba deseando ver al pastor. Asi que la sorpresa fue mayuscula. Porque el pastor no estaba y, en su lugar, se encontro de frente con el hombre mas apuesto que habia visto en su vida. Capitulo 2 Tenia los ojos negros, al igual que el pelo, que llevaba muy corto. La piel, bronceada, como si pasara mucho tiempo al aire libre, o como si tuviera ancestros meridionales. Era muy alto y tenia los hombros anchos y unos brazos fuertes, hechos para proteger. Para protegerla. Este ultimo pensamiento hizo que Viola se asombrara aun mas. Jamas habia pensado nada parecido acerca de ningun hombre, y habia varios en su vida que podian encajar en una idea asi: su propio padre o Lord Atkinson, el hombre al que su padre le habia encargado vigilarlas. Pero lo mas asombroso de todo era que aquel hombre en concreto, ademas de producirle ese tipo de pensamientos, llevaba puesta una casulla de pastor. Era, evidentemente, un nuevo pastor. Y para que no quedara ninguna duda, en ese momento, el nuevo pastor dio comienzo al oficio. Como si fuera lo normal, como si no fuera todo extrano y nuevo. Viola se sento y se dispuso a escucharlo. No podia hacer otra cosa, pero en cuanto vio que el pastor nuevo hacia lo mismo que el otro, se volvio de nuevo a su interior y a sus pensamientos. ?No sera un fantasma?, se le ocurrio, aunque enseguida desecho la idea. Sabia distinguir perfectamente a los seres de otro mundo de los de este, y aquel pastor nuevo estaba bien vivo y era bien carnal. Viola se concentro de nuevo en observarlo. Estaba haciendo exactamente lo mismo que hacia el pastor Adams, actuaban como dos gotas identicas respecto a los oficios, pero solo eran iguales en eso. De hecho, mientras el nuevo pastor realizaba la lectura de las escrituras, Viola cerro un poco los ojos para escuchar su voz. Y era tan impactante y maravillosa como su fisico. Era una voz grave y varonil, con un ligero tono ronco que, a pesar de que estaba leyendo un pasaje de las escrituras, a Viola le hizo pensar de nuevo en sus brazos varoniles y fuertes protegiendola. ?Que le estaba ocurriendo?, ?quiza lo mismo que a sus hermanas Silvania y Cassandra quienes, contra todo pronostico, se habian enamorado a pesar de haber mantenido siempre que no querian saber nada de hombres? No aquello no le podia estar pasando a ella, tenia que haber otra explicacion a lo que le estaba ocurriendo, porque ella era diferente a sus hermanas: tampoco habia pensado nunca en tener un hombre cerca ni en casarse, pero en su caso no se trataba de una eleccion consciente y largamente reivindicada, era, simplemente, que en su vida no entraba nadie mas porque estaba demasiado llena de gente. Pero precisamente en el unico lugar en el que se sentia casi sola, aparecia aquel pastor nuevo y empezaba a pensar y sentir cosas que jamas hubiera imaginado. Justo en ese momento, el pastor termino el oficio. Y se la quedo mirando. Fijamente. Y tras un momento que a ella se le hizo eterno, empezo a moverse hacia ella. Viola se quedo paralizada, hasta que comprendio lo que debia hacer. El nuevo pastor estaba repitiendo el ultimo paso que daba todos los dias el pastor Adams: acercarse a la salida de la capilla para tener unas breves, pero siempre afectuosas, palabras con ella y luego despedirse los dos hasta el dia siguiente, yendose el hacia el pueblo y ella al palacio. En cuanto se dio cuenta de que, dentro de lo extrano y absurdo que estaba siendo todo, habia una logica y una cotidianidad, repitio los pasos que daba todos los dias y se dirigio a la salida de la capilla por delante de el. De todas formas, cuando le dio la espalda, siguio notandolo. Estaba segura de que el la seguia mirando con la misma intensidad que hacia un momento, que estaba fijandose en su forma de andar, en la forma que le quedaba el vestido…y Viola noto como se estaba poniendo roja por culpa de aquellos pensamientos que no podian ser menos apropiados en un lugar como aquel. Quiza por eso, nada mas salir al exterior y colocarse junto al arco de la puerta de salida, como hacia siempre, no espero a que el tomara la palabra y lo hizo ella. De una manera brusca y cortante como no habia hecho jamas con nadie: --?Quien es usted? ?Donde esta el pastor Adams?. Justo antes de que ella le espetara la pregunta de aquella manera, rayando la mala educacion, el nuevo pastor la habia sonreido sin mostrar sus dientes pero si dandole una luz increible a sus ojos negros. Aquello habia provocado que el corazon de Viola se pusiera a batir aun mas aceleradamente y seguramente habia provocado tambien su brusquedad. Pero el nuevo pastor no bajo un apice la intensidad de su sonrisa ni parecio ofenderse por su brusquedad. El unico gesto que denoto que le habia sorprendido la forma en que ella se habia dirigido a el fue el gesto de levantar su ceja izquierda. Un gesto que no hizo mas que acrecentar su atractivo, para terminar de alterar a Viola. Ademas, espero mirandola asi, entre divertido y asombrado, mas tiempo de lo correcto. Finalmente, lo que le contesto despues tampoco sirvio para aclararle nada: --Viola, ?verdad?. Y Viola volvio a perder la paciencia: --Eso ya lo se, no ha contestado usted a mi pregunta. En ese momento el pastor, ajeno al enfado que iba apoderandose de ella, amplio su sonrisa y esta vez, si, le enseno la dentadura, que era perfecta y blanca: --Disculpe ,senorita Arlington, debe usted perdonarme, pero pensaba que ya sabia usted quien era yo, ?el pastor Adams no le ha avisado? Con aquella respuesta Viola se tranquilizo un poco: al parecer todo tenia explicacion, aunque no se la habian comunicado. --Estuve ayer con el y no me dijo nada. --Seguramente no le quiso importunar --continuo el, formal, pero sin dejar de mirarla con aquella sonrisa que hacia que sus piernas flojearan. --Seguramente saber la verdad me habria importunado menos que encontrarle a usted hoy aqui. Viola siempre habia sido docil y tranquila, nada que ver con la mayoria de sus hermanas, que eran guerreras y luchadoras, pero, por alguna razon que se le escapaba, aquel pastor estaba sacando de ella comportamientos totalmente inusuales.

  • En las fauces del leon (Hanne Wilhelmsen 4) de Anne Holt

    https://gigalibros.com/en-las-fauces-del-leon-hanne-wilhelmsen-4.html

    La primera ministra noruega ha sido asesinada. Tras apenas seis meses de mandato, su cadaver aparece en el despacho oficial con un tiro en la cabeza. ?Se trata de un asesinato politico o de una venganza personal?

  • La bella Helena de Mills Bellenden

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    ?Que se esconde detras de un nombre?
    Puede ser un barco que asole los mares, puede ser una mujer por la que ir a la guerra.
    ?Que se esconde detras del nombre La bella Helena?Una historia, un barco, una mujer. Pero, mas que nada, se esconde un destino, un puerto que se ofrece despues de haber pasado todas las tormentas.

  • Materia oscura de Blake Crouch

    https://gigalibros.com/materia-oscura.html

    CUALQUIER DECISION SE RAMIFICA EN UN NUEVO MUNDO. Jason Dessen vive en Chicago, donde ha renunciado a sus grandes aspiraciones cientificas para dar clases y centrarse en su familia. Una noche, tras asistir a la celebracion en honor de un antiguo companero galardonado con un importante premio de astrofisica, Jason se dirige a casa y nunca llega. Un hombre oculto tras una mascara de geisha lo conduce a punta de pistola a una central electrica abandonada, donde le inyecta algo. Cuando recobra la conciencia, unos desconocidos con trajes especiales lo reciben con las palabras <>. Pero esta realidad no es la que conoce: su mujer no es la misma, su hijo no ha nacido y el ni siquiera es profesor. ?Es este mundo un sueno? ?O acaso lo era su vida anterior?

  • El guardian de la verdad y la tercera puerta del tiempo de Mario Alonso Puig

    https://gigalibros.com/el-guardian-de-la-verdad-y-la-tercera-puerta-del-tiempo.html

    Una novela para el Ulises que todos llevamos dentro.
    Se trata de una novela coral con cuatro protagonistas: Jose, el abuelo, un medico retirado que vive con su hija, Ana, una viuda de cuarenta y tres anos que esta pasando un momento pesimo en el trabajo, su nieto adolescente, Pablo, inseguro y con una inexistente autoestima. Jose tiene una buena amiga, Isabel, a la que acaban de detectar un cancer. De forma casual, surge la oportunidad de emprender unas vacaciones en Grecia que resultaran un autentico revulsivo para todos: en contacto con las ensenanzas de la mitologia, la fi losofia y la historia clasicas, a traves de las virtudes que hicieron de Grecia la cuna de Occidente, de sus grandes personajes tanto legendarios como reales, los cuatro viajeros llegaran a una serie de conclusiones sobre los problemas que les acucian que les permitiran enfrentarse a ellos con energia y esperanza.

  • Asi comienza de Rachel Abbott

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    ?Quien creera tu historia si el unico testigo ha muerto?
    El thriller que no querras que nadie te cuente.

  • Amor y vino de Erina Alcala

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    Papa -le dijo Gino a su padre en su casona de la Toscana. -?Que pasa hijo? -He conseguido una importante venta a Estados Unidos, una red de restaurantes nuevos, en todo el pais, sobre todo en Nueva York. -Eso es estupendo, hijo, este ano nos viene mejor que nunca Gino. Tenemos excedente de cosecha que no vamos a poder vender. -Tu lo has dicho, pero hay un problema. -?Que problema si has encontrado donde introducir nuestros excedentes? -Lo seria si no nos faltara produccion. -Ahora te introduces en el mercado americano y vas a vender, no solo lo que nos sobra, sino lo que nos falta, que no tenemos y a ver de donde lo sacamos. Pero ?Por que has hecho eso? Eres demasiado impulsivo y competitivo, tenias que vender lo que nos sobra. Nada mas. -Me han pedido mas y no he querido decir no, porque perderiamos todo. ?Y si se echan para atras? -Pero hijo, si este ano ha sido muy buena la cosecha, -decia el padre sentado en la puerta, debajo de una gran parra que daba frescor al porche de piedra de la gran casona. Te has metido en un buen lio, a ver como salimos de el y donde encontramos unos vinos como los nuestros. El padre de Gino, Gaspare Santoro, habia sufrido una ciatica en la pierna y no podia moverse. Los dolores eran insoportables y ademas habia tenido una caida y el medico le recomendo reposo absoluto, pero Gaspare Santoro, no queria estar acostado, y lo tenian en su mecedora con la pierna en alto en el porche de la gran casona de piedra. Alli estaba bien. Y al frescor de la tarde. Cuando su hijo salio a hablar con el desde el despacho, se lo dijo. Y ambos estaban preocupados. El despacho lo tenia en pleno ventanal, desde donde veia todo el vinedo que tenian en la Toscana, un lugar maravilloso a las afueras de Grosseto, una ciudad antigua de mas de 81.000 habitantes, con un rio precioso, el Ombrone, a pocos kilometros de la costa del mar Tirreno. Gino se habia comprado una casa fabulosa cerca del rio, un barco pequeno y un jet no demasiado grande, pero iba todos los dias a los vinedos de su padre, donde trabajaba. A veces, se quedaba a dormir con sus padres y la abuela que aun vivia, en la gran casona que dominaba los vinedos interminables. Las bodegas, estaban situadas a la derecha de la casona, a un kilometro de ella. Desde que Gino salio de la universidad y antes, le habia encantado el campo, la bodega, los vinedos... Comprarse la casa, fue un lujo para llevar a chicas y tener algo propio en la ciudad. Era joven y queria algo suyo, y tenia mas que cualquier chico de su edad, claro que eran ricos. Eran uno de los bodegueros mas famosos de la Toscana, tambien los mas ricos. Y de la mitad de Italia. Tenian coches, para el campo, para salir... Gino tenia un BMV y hasta un pequeno avion privado que usaba cuando tenia que ir a ver clientes fuera del pais, donde exportaban mayoritariamente o dentro del pais, pero lejos. Y ahora acababa de introducirse en el mercado americano, con un problemilla por resolver. -?Y que piensas hacer Gino? Hijo eres impulsivo. No puedes ofrecer lo que no tienes, aunque te lo pidan. Le repetia el padre machaconamente. -Buscar un vino parecido al nuestro, este ano ha sido un ano de produccion para todo el mundo. -Pero ninguno es como el nuestro, lo sabes y no pues mandarle un vino diferente al que les has ofrecido, a ver donde vas a buscarlo hijo. ?Te has comprometido? -Si, lo he hecho porque si no, no sacamos nuestro excedente y el mercado americano es el que mas paga. -Pero Gino, yo jamas he hecho eso en mi vida. -Voy a solucionarlo, no te preocupes, tengo un mes para eso, mes y medio para enviarles los vinos aparte de a nuestros clientes habituales. Eso ya lo estan embotellando y metiendo en cajas en la bodega y enviandose. Mateo esta en ello con los trabajadores. Y yo tengo que ir a Espana. -A Espana, si, me voy esta noche en el jet. -Pero a Espana ?Por que? -Hay una ciudad en el sur, bueno, un pueblo grande, Jerez de la Frontera y espero no equivocarme. Un pueblo bodeguero por excelencia. Alli hay un vinedo, sus vinos son iguales a los nuestros. Y se que tienen excedentes suficientes, los que nos faltan y no tienen donde venderlos. -?Estas seguro? -Lo estoy, nuestro sumiller los ha probado, toma... -Y le puso dos copas delante.-El padre los probo. -No bebas demasiado con las medicinas. Solo probarlos. -Son iguales Gino. Bueno, un poco... -Son practicamente iguales. -Si, iguales del todo. Eso no es normal. ?Y conoces la bodega? -He estado estudiandola. Se llama Casa de la Marquesa. La lleva un tal Juan Luis Perez con sus hijas Soledad y Elvira. Perez, es viudo, Elvira se encarga de los vinedos y Soledad de la bodega, y las ventas y supongo que todo lo relacionado con el despacho. Con ella es con la que tengo que tratar. Estos son-y le enseno las fotos de padre y de sus hijas en la bodega. -!Que guapas son! Son chiquitas como me gustan. ?No te gusta alguna Gino? -!Papa!... Estamos en otra cosa. -Eres un soso. No te gustan sino esas con las que sales. Guapas, si pero no son mujeres para el campo. Y Gino no queria iniciar una y otra vez a misma conversacion con su padre. Vivia bien, mejor que queria, tenia todo en la vida y el trabajo que le encantaba. Le gustaba vestir bien cuando volvia de los vinedos e ir a sitios exclusivos. Para ellos trabajaba como un mono durante la semana y habia hecho de los vinedos lo que eran y su padre estaba muy orgulloso de el, pero en ese aspecto... -Ademas -continuaba Gino-puedo dejar el jet en el pueblo, tiene un pequeno aeropuerto. Ya hemos hablado con el aeropuerto. -Pero Gino, ?Sabes si tiene produccion para venderte? ?Has hablado con ellos? -No, ire directamente. -?Y si lo tiene vendido a otras personas? -De momento no, por eso nos vamos esta noche. -Bueno tu veras, pero ir sin llamar ni avisar me parece el factor sorpresa. -A ver si te vas a llevar tu la sorpresa y tienen vendidos los vinos... -Lo se de buena tinta. Les va a sobrar, y sera nuestra, se la compraremos. Han tenido demasiada produccion para los vinos jovenes como los nuestros. No tienen suficientes clientes. No es una gran bodega como la nuestra a gran escala. Asi que le haremos una oferta que no podran rechazar. -A ver si no vamos a ganar nada. -Vamos a ganar, ?Cuando has visto que tu hijo pierda algo? -Nunca, la verdad. Deberia retirarme en cuanto tenga bien la pierna. Tu madre me lo dice. -No digas tonterias papa, tienes 60 anos, y las bodegas te necesitan si no quieres ir al campo, solo echas un vistazo y a la bodega. -Bueno, ?Llevas dinero? -Claro. -?Cuanto piensas comprarles? -Todo lo que les sobre. Lo necesitamos. -Bueno, espero que tengas suerte. ?Cuando sales? -A las seis, tardaremos unas tres horas. Nos quedaremos en un hotel y manana por la manana les hago una visita, alquilo un coche. -Me llamas. -Claro que si papa. Dame un abrazo, me despido de mama, me tengo que ir, me llevo a Marco, viene conmigo, y Mauro el piloto. Y Virginia. -Tened cuidado. -Lo tendremos. El tiempo es bueno. -Suerte. Ya me cuentas. Y Gaspare Santoro, penso que le hubiese gustado tener el arranque de su hijo, pero su hijo habia comprado tierras aqui y alla y habia conformado uno de los vinedos mas grandes de lo que el jamas habia sonado. Era un buen hijo y estaba orgulloso de lo que habia conseguido en esos siete anos. En la bodega La Marquesa De Jerez, Soledad hablaba con su padre en el cortijo que tenian en el vinedo, la decima parte o mucho menos que el vinedo de Gino. Solo exportaban vino dentro de Espana, tenian sus clientes principalmente en Andalucia, el sur, pero ese ano la produccion era excesiva y Soledad, su hermana Elvira y su padre, estaban preocupados por ver a quienes vendian su excedente. Soledad buscaba a diario, pero nada, no habia manera. -Papa, ha habido demasiada produccion y no puedo sacarla toda. Vamos a tener un excedente sin poder sacarlo-le decia Soledad. -No te preocupes, -le dijo el padre -sigue llamando a clientes y les ofreces mas, busca clientes, restaurantes en el norte. -?Crees que no lo he hecho? llevo una semana y me temo que vamos a perder un buen dinero si no encuentro quien nos compre la cosecha. -Bueno, deja ya eso, es de noche, -su hermana Elvira-vamos a cenar y manana ya veremos con mas claridad, Soledad. Soledad, era la menor de las hermanas. Se llevaba 3 anos con su hermana, se preocupaba mucho por la Hacienda, llevaba todo, excepto los vinedos que esos eran de Elvira y habia trabajado bien ese ano, tanto que tenian vino de sobra. Soledad, echaba una ojeada a la bodega y llevaba las cuentas y ventas. Su padre era mas del campo. Pero ella habia estudiado en la universidad y habia hecho un curso de sumiller que le sirvio de mucho para su bodega. Tenian un vino tinto y otro dulce, pero su fuerte, era el vino blanco. La super produccion le preocupaba porque no tenia donde ubicarlo. Era una pena que tuviera una buena cosecha y se desperdiciara. Soledad era pequena, le pelo largo, unos ojos verdes grandes, de largas pestanas y un cuerpo bien proporcionado, con una trenza o una cola alta siempre para el trabajo, unas botas, vaqueros y camisetas, era lo que mas utilizaba. Su hermana Elvira era un poco mas alta que ella, pero eran guapas ambas, los ojos marrones como su madre, que les falto cuando Elvira tenia 10 anos y Soledad de 7, de un cancer. Si salian, se vestian como jovenes que eran con 24 anos Soledad y 27 Elvira. Trabajaban tanto que no salian apenas. Desde que su madre murio hacia unos anos, estuvieron cuidando de su padre y Soledad, terminaba la carrera y el curso, e iba todos los fines de semana a casa desde Sevilla donde estudiaba Administracion de Empresas. Y en ese tiempo fue Elvira la que con su padre se encargaba de todo, hasta que Soledad volvio y le descargo trabajo a su hermana. No tenian tiempo de nada, entre la enfermedad de su madre, su muerte, cuidar a su padre, no tenian tiempo para chicos ni para salir, ademas sus amigas estaban en Sevilla, las de las dos que habian estudiado alli. Sin embargo, ya estaba empezando a salir porque Elvira decia que eran jovenes y debian salir los fines de semana, que tenian hombres que se encargaban del campo y de la bodega y Maria que cuidaba la casa, le podia echar un ojo a su padre, porque ultimamente se desorientaba mucho. Estaba como en su mundo. Fue progresivo desde que murio su madre, pero le habian aumentado las ausencias. Lo bueno es que vivian en el cortijo que estaba a cinco kilometros de Jerez. A la manana siguiente, llego al cortijo y coche negro impresionante, como de ejecutivos. Pero ella sabia que era un coche alquilado del aeropuerto, los conocia, por otros clientes que iban al cortijo. Estaba saliendo de la bodega y se acerco a la casa donde paro el coche. Su padre estaba en el campo con Elvira y Maria, que se encargaba de la casa, salio a recibir a esos dos hombres impresionantes y elegantes. Y Soledad vio como Maria la senalaba. Cuando se acerco, los saludo. -!Hola! Soy Soledad Perez, duena de esta bodega, bueno mi padre es el dueno y ustedes son... dandoles la mano, primero al que parecia llevar la batuta en la conversacion y que era un modelo de tio bueno y moreno con unos ojos verdes de muerte. -!Hola! Senorita Perez. -Y le apreto la mano como hacen los ejecutivos, ni lacia ni demasiado fuerte, con entusiasmo. -Soledad por favor. -Entonces me llama Gino, Gino Santoro y el es mi secretario Marco. -?Son italianos? -Somos italianos, si senorita. De la Toscana. -?Y que hacen en mi bodega y en mi casa desde tan lejos? -Negocios.- Contesto Gino con firmeza y esa voz preciosa y susurrante que tenia como si te hiciera el amor, mirandola de arriba abajo. -?Nos sentamos, por favor? ?Quieren cafe, limonada, cerveza... Si no han desayunado Maria puede prepararles algo. -Gracias, cafe solo. Hemos desayunado. Se lo agradecemos. Y Soledad, le dijo a Maria que trajera cafe y leche y unas pastas. Les senalo el sitio en la gran mesa que a Gino le recordo a la que tenian en sus vinedos. Y se sentaron uno a cada lado de Soledad. -Habla bien espanol. -Si, gracias. -Hablo unos cuantos idiomas, ?y usted? -Ingles, italiano y Castellano simplemente. No me exigian mas en la carrera y no he tenido tiempo. Llevo esto casi sola. Pero, llamame, Soledad y te llamare Gino, eres joven -dijo ella alegremente. Era alegre y simpatica, una buena anfitriona. -Gracias, mejor asi, Soledad. Al menos nos entendemos, si no en castellano, en italiano. -Bueno, mi padre esta dando una vuelta al campo, aunque yo tomo las decisiones, pero puedes decirme mientras viene, que te trae desde tan lejos. Asi que usted dira, Gino Santoro. -Y Gino le sonrio.

  • Amenazada de Raul Garbantes

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  • Entusiasmo de Pablo D'ors

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    ‘El momento en que un joven toma una decision y se pone en camino para hacerla realidad es sin duda el mas hermoso que una vida pueda brindar.’ Y ese precisamente es el momento que se relata en estas paginas vibrantes y conmovedoras. Una novela que se lee practicamente de un tiron y que suscita comprension hacia el ser humano, esperanza en su destino y, algo aun mas insolito en la narrativa contemporanea, piedad. Un relato lleno de imagenes indelebles, lucidos pensamientos y episodios trepidantes. El que aun ame la vida con todas sus polaridades y contradicciones podra identificarse con el protagonista, siempre a caballo entre la escritura y la espiritualidad. Con notable maestria narrativa, Pablo d’Ors despliega aqui una historia sospechosamente parecida a la suya: la de un hombre que, para responder a una inapelable llamada interior, se abre al amor y a la amistad, por supuesto, pero tambien a la incoherencia y al dolor y, en definitiva, al sentido de la vida entendida como servicio a los demas. Un delicioso juego auto-ficticio de consecuencias incalculables. Una botella que se tira al mar para que la recoja quien aun cree que es posible una literatura del alma. Con exquisito sentido del humor y admirable claridad narrativa, este novelista nos brinda aqui, seguramente, la obra que sus muchos lectores estaban esperando. Con un estilo limpido y eficaz, d’Ors -sin duda uno de los narradores espanoles vivos mas singulares- contagia mediante la intensidad de su prosa una actitud entusiasta y vital. Un relato sobre las experiencias iniciaticas propias de la juventud. Un homenaje, tan humilde como rotundo, a la luz.

  • Casas y tumbas de Bernardo Atxaga

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    La nueva novela de Bernardo Atxaga, Premio Nacional de las Letras Espanolas.

  • Un bonsai en la Toscana, Isabel Keats de Isabel Keats

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    El cientifico Robert Gaddi esta a punto de hacer un descubrimiento que supondra un inmenso avance para la medicina; sin embargo, hay demasiados intereses en juego y mucha gente decidida a que sus investigaciones no vean la luz. La noche que destrozan su laboratorio en Washington D. C., tanto su jefe como su amigo Charles Cassidy, del FBI, insisten en contratar los servicios de un guardaespaldas.

  • Propuesta de acuerdo sobre el lenguaje inclusivo de Alex Grijelmo

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    ?El idioma invisibiliza a la mujer? ?Es compatible la lucha feminista con el respeto al sistema de la lengua? ?Tiene sentido que el masculino generico se presente como simbolo de la dominacion del varon? ?Es eficaz actuar sobre el lenguaje para combatir el machismo?

  • En un rincon de Inverness de Aitor Ferrer

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    Mi relacion con mi padre nunca habia sido buena, se pasaba la vida bebiendo y oliendo a alcohol, apenas se duchaba, se gastaba su pension en ello y yo trabajaba para subsistir, ni siquiera pude seguir estudiando por no tener su apoyo, que me reprochaba constantemente que viviera en su casa. Todo aquello me habia ido marcando a lo largo de los anos, y es que el haberme criado sin madre supuso un varapalo muy grande para mi y para la casa, desde que ella murio cuando yo tenia diecisiete anos, fue lo que llevo al descontrol y es que yo me dejaba la vida en que aquello fuera un hogar normal pero mi padre no ponia de su parte. A mis veinticinco anos me veia de camino a un trabajo lejos de mi casa, pero siendo mi unica via de escape y es que me habian dado la posibilidad de irme interna a Escocia, concretamente a Inverness, una ciudad de las Tierras Altas. El trabajo me lo ofrecieron en la escuela de ingles a la que asistia con el poco dinero que me sobraba de limpiar alguna que otra escalera. Alli se dedicaban a conseguir intercambios para perfeccionar el idioma, pero en este caso les hablaron de Alastair, un senor de cuarenta y dos anos que vivia solo en sus tierras y no queria contratar a nadie de su pais, la razon no la sabia, pero acepte de cabeza, tendria un salario y nada de gastos, el alojamiento y la comida entraba dentro de las clausulas. ?Que mas se podia pedir? Por mi parte, no mucho, la verdad, puesto que con aquel trabajo no solo iba a tener un buen sueldo que me permitiera ahorrar un poco y poder alquilarme algo cuando volviera a mi pais, sino que ademas practicaria con el ingles en un entorno donde podria desenvolverme en las cosas cotidianas, como la compra, por ejemplo. Mi padre prometio llevarme al aeropuerto, pero estaba tan borracho que ni se despidio de mi, me fui con lagrimas en los ojos y el corazon en mil pedazos, pero ya no podia soportar mas aquella situacion, yo habia hecho todo lo habido y por haber porque saliera de ese pozo, pero todo era una negativa y reproches en los que queria hacerme ver que yo no era nadie para dirigir su vida. Consegui un vuelo al aeropuerto de Inverness donde aterrice y un taxi me llevo a la direccion que le mostre. Iba con los nervios a flor de piel y es que no sabia a quien me iba a encontrar, eran muy pocos datos y temia que me tocara un jefe que, como mi padre, me tratara con la punta del pie. Estaba muerta de frio, era principios de diciembre y las temperaturas en aquel lugar eran terribles, yo estaba acostumbrada al sur de Espana y por mucho frio que llegara a hacer no era como este que te calaba en lo mas hondo. Llame al timbre y se abrio la cancela de la calle, pronto pude ver una preciosa casa de piedra, unos jardines de lo mas cuidados y llenos de arboles, me gusto esa primera sensacion. Iba entrando cuando salio el senor de la casa, para nada aparentaba tener cuarenta y dos anos, estaba muy bien conservado, como diria mi amiga Miriam, es mas, parecia un actor de Hollywood. Era guapisimo, su pelo rubio, largo y recogido en una coleta, unos preciosos ojos verdes, y la mandibula perfectamente marcada. --Hola, debes de ser Brenda --sonrio dandome la mano. --Hola, si, y usted es el senor Alastair --le devolvi la sonrisa. --El mismo --cogio mi equipaje. --No, yo puedo... Nada, me hizo un gesto para que caminara y le segui hasta la que seria mi habitacion. --Espero que estes comoda en ella, cualquier cosa que necesites no dudes en decirmelo, te espero en la cocina para comer en una hora --me hizo un guino y cerro la puerta. En shock, estaba en shock, entre la buena sensacion que me habia dado Alastair y esa habitacion que me parecia la mas bonita del mundo, estaba que no daba credito. La cama era una pasada, con un nordico blanco sobre aquel colchon que era alto, tenia una comoda, dos mesitas de noche y un amplio armario, ademas de un espejo a lo largo en una de las paredes, todos los muebles en blanco, pero como de madera desgastada, todo precioso, se veia que era nuevo, ademas de un bano solo para mi, que tambien lucia de lo mas bonito. Aquella estancia me parecia un palacio comparada con la vieja habitacion que tenia en casa de mi padre. Coloque en el bano todos mis productos, luego en el armario y cajones mi ropa y puse unos joyeros que tenia sobre la comoda, me encantaba esa habitacion. Mire por la ventana y vi a Alastair en la puerta de fuera recogiendo algo que le habian llevado de compra, era monisimo y de lo mas simpatico, me recordaba a Brad Pitt en la pelicula "Leyendas de Pasion", pero con el pelo mas corto. Habia sentido todo un flechazo, asi de claro, sabia que se iba a convertir en mi amor platonico, esos que llegan a tu vida y guardas en secreto y es que yo para los hombres era muy rara, pero el, me habia sacado esa sonrisilla que hacia mucho no me salia por si sola. Sonar era gratis y la realidad es que yo iba a ser su chacha, dicho vulgarmente, pero al menos la vista la tendria alegre y estaria entretenida fantaseando con ese hombre que me habia puesto las mejillas como dos tomates bien rojos. Fui hacia la cocina donde estaba terminando de servir una sopa, sobre la mesa habia unas croquetas con muy buena pinta. --Ya estoy aqui --dije con una sonrisa. --Perfecto, la comida ya esta lista --me senalo la silla para que me sentara. --Senor... --Por favor, llamame Alastair. --Vale, pero... --...Pero nada, simplemente Alastair --se sento sonriente. --Lo intentare --sonrei. --?Y que tal el viaje? --Bien, un poco nerviosa. --?Y eso? --Bueno, vengo a ciegas, solo sabia que tenia que trabajar para usted en la casa como interna y poco mas, pero necesitaba el empleo y aqui estoy. --?Un poco mas relajada? --La verdad es que lo esperaba menos simpatico --volvi a reir nerviosa. --?Tan mala fama tenemos los escoceses? --No --se me escapo una risa fuerte--, pero claro, veo peliculas y cuando hay internas en casas todo es muy serio. No se como explicarlo. --Bueno, pero esto no es una pelicula --arqueo la ceja senalando mi plato para que comiese. --Imagino --voltee los ojos--. Y, ?que es lo que debo hacer exactamente aparte de limpiar y cocinar? ?A que horas quiere que este la comida lista? --?En que parte del contrato ponia que queria que fueras mi sirvienta? --No le entiendo... --Por supuesto necesito que me ayudes con la casa, con la comida, pero que sea algo de dos, no solo tu y no estas para servirme, estas para acompanarme. --Espera, yo no soy... --No --se rio--. No vayas por donde no es, dejame explicarte. --Vale --aprete los dientes. --Necesito hacerte una propuesta. --Mientras no sea indecente... --Aunque observandolo detenidamente hasta seria capaz de aceptar, pense mientras reia. --No, tranquila. El caso es que tengo una lucha familiar... --No entiendo... --Por eso fui muy meticuloso en elegir a alguien de otro pais, se encargaron de buscar a traves de la academia de intercambio a la persona correcta y me dijeron que lo eras, no te obligare a nada, pero te quiero comentar y que seas tu quien decidas. --Me estas asuntando --aprete los dientes. --Tranquila. Sabes que tienes un ano de contrato. --Si, pero vamos, si veo algo raro salgo por patas --dije riendo. --Cuando quieras --sonrio--. Necesito que finjas durante este ano ser mi prometida. --?Ante quien? --Ante todos los ojos del pueblo y de mi familia que vive en Fort William. --?Y eso para que? --Eso te lo explico mas adelante, pero tengo que presentar una prometida en sociedad en Fort, en la casa de mis padres, y hacer creer a todos que encontre al amor de mi vida. --?Y voy a cobrar durante un ano por aparentar ser tu novia? --Asi es --arqueo la ceja y puso cara de terror. --Y el resto del tiempo que no este delante de los demas, ?que tendre que hacer? --Nada, como ya te dije me ayudaras con la casa y tendras todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieras, leer, ver la tele en tu cuarto, en el salon, pasear por los jardines, hacer deporte o salir a pasear conmigo. --?Y se van a creer que con la diferencia de edad que hay, somos pareja? --?Me estas llamando viejo? --se echo a reir. --!No! --negue riendo--, pero, no se, es que es todo tan raro... Bueno, si tengo que fingir ser tu novia para conservar el trabajo, no dudes que te amo con toda mi alma --saque mi humor andaluz. --Entonces, perfecto. --Y a todo esto... ?A que se dedica mi novio? --Tengo dos edificios de apartamentos aqui en Inverness, todos arrendados y vivo de sus rentas. --Vamos, que tienes la vida mas que solucionada y encima tienes que alquilar a una novia --me eche a reir. --Asi es, no podia hacerlo con alguien de aqui, por eso recurri a una empresa de confianza que lo gestiono con tu academia. --Y me toco a mi... --Eso parece --sonrio senalando el plato de croquetas para que las probara. Y eso hice, llevarme una de esas croquetas a la boca que... --!Dios, que buena! --dije, justo despues de soltar un gemidito. Madre mia, !que verguenza! Mire a Alastair y vi que sonreia, vamos, que mi expresividad en ese momento le habia parecido a el de lo mas graciosa, simpatica o divertida, yo estaba notando mis mejillas arder por la verguenza, y eso que en Escocia hacia un frio de mil demonios.

  • Esa sencilla palabra de Cath Crowley

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    Rachel y Henry son amigos desde siempre. Juntos han compartido lecturas y confidencias durante horas en la libreria de la familia de el, la maravillosa Howling Books, en cuyas estanterias habitan las mas hermosas historias. Pero Rachel quiere ser algo mas, y no sabe como decirlo… Para colmo, Henry esta enamorado hasta los huesos de alguien que no le conviene.

  • Detras de las Ruedas de Adrian Ponce

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    ?Como vivirias sin poder utilizar una mano? ?Sin las dos? ?Que tal depender de otras personas hasta para los aspectos mas basicos e intimos? Esta novela llena de romance, amistad y humor, te dara un buen vistazo a lo que es vivir dentro de un cuerpo que no responde como quisieras.
    Comenzando desde la noche anterior a su boda, el protagonista, un chico que nacio con una discapacidad, nos cuenta de manera regresiva algunos de los momentos mas importantes de la relacion con la chica que esta a punto de ser su esposa, llevandonos a conocer la vida a traves de sus ojos.

  • La tinta de mis ojos de Aitana Ocana

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    Da igual como te vean. Tu, ?te ves?

  • Nuestro secreto mas oscuro de Joan Llensa

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    Viernes, 7 de junio de 2019. Anochecer. En las afueras de Aurora. Ella esta de pie frente al chico. Tiene una leve sonrisa en el rostro, palido y bonito, que le acentua la mirada cristalina. Posee el cabello deslumbrante. Unos reflejos del crepusculo le dan un vivido latido, mas parecido a una forma de vida de otro mundo o a una cascada de fantasia violeta intenso. El chico le habla con dulzura, casi como si quisiera camelarsela. Ligando quiza. Su nariz puntiaguda destaca en un rostro huesudo y estrecho. Y su cabello desgarbado le da un aspecto de dejadez. Como su ropa; desgajada y sucia. Son dos polos opuestos. Ella agarra la mochila, que habia dejado a los pies, se la cuelga en el hombro y ladea la cabeza. Es entonces cuando la sonrisa se le tuerce y se le ensombrece el rostro. Ha percibido un movimiento detras del chico, que esta por girarse. La chica le aferra los brazos con fuerza y su atencion regresa a ella. Da un paso al frente y el la agarra de la cintura, malinterpretando las senales. La sombra a su espalda esta cada vez mas cerca. La muchacha susurra unas palabras que hacen reir al chico. Carcajea con la cabeza inclinada hacia atras y los ojos cerrados. A ella, sin embargo, se le transforma el rostro en puro terror. El miedo agranda sus ojos y los anega. Sus labios son ahora una mueca, igual que un mal trazo hecho por un nino pequeno; desgajado y deforme. No puede gritar. No puede moverse. La sombra se ha convertido en una enorme barra metalica que desciende a toda velocidad sobre el craneo del chico. El sonido le desgarra un trozo de alma. Como el trozo de algo que le ha salpicado el rostro. Quiere llorar. Quiere chillar. No lo hace. El peso del chico de rostro huesudo se deja caer inerte encima de ella en un instante que se alarga en el tiempo. No podra aguantarlo. Se abatira encima, y ella, a su vez, caera en el barro imposibilitandole asi la huida. La sombra agarra al chico en un abrazo que le envuelve el pecho. La chica ha caido y se ha golpeado la cabeza con una piedra. Su vision se torna borrosa y tambaleante. Sabe que se desmayara, perdera el conocimiento. Quiza sea lo mejor. El chico huesudo vuelve en si. Debe tratarse de un intento inconsciente del cuerpo por afanarse a la vida. Lucha en el aire, con brazos y piernas, golpeando a un enemigo que no puede ver. Un enemigo que lo abraza tan fuerte que le roba el aliento. Luego, cuando la lucha se vuelve mas una derrota que una defensa, el agresor afloja la tension y el cuerpo del chico cae al suelo embarrado junto a la chica. Ella se siente mareada. Todo le da vueltas. Lucecitas de colores. Borrones difusos que la envuelven. Es incapaz de moverse. ?Sera la siguiente? La sombra gigante no se da por vencida ni satisfecha. La puede distinguir como si se tratara de un titere que alguien dirige. Intuye como se arrodilla encima del chico y levanta los brazos en alto y las manos hechas punos. Pero, en un parpadeo ella ya no ve lo que ocurre a continuacion. Su mundo se ha vuelto negro. Y, con toda probabilidad, es lo mejor que podia sucederle. 2 OLIVIA Viernes, 7 de junio. Noche. Barrio residencial Los Alamos, Aurora. Estoy sentada en el viejo sillon del salon, frente a la ventana, cuando me sobresalta el timbre. Mis manos envuelven la humeante taza de cafe descafeinado con leche. Veo como las gotas de lluvia salpican el cesped del jardin. Se crea una burbuja que explota un segundo despues. Es tarde y la luz anaranjada de las luces del jardin ilumina con un aura fantasmal. El timbre suena de nuevo. Me intranquilizo. Miro el reloj. Las 22:13. ?Quien sera a estas horas? No es que sea muy tarde, pero una no espera visitas. Y menos un viernes. Se supone que es dia de sofa y tele. Al menos para nosotros. Me levanto sin ganas. Una presion en el pecho se apodera del aire de mis pulmones. Es algo irracional. Lo se. No tiene por que ser nada malo. Quiza Justin se ha olvidado de las llaves y solo sea eso. Despues de cenar acostumbramos a dar un paseo por el barrio. Nada mas lejos que poner en marcha la circulacion y mantener el cuerpo activo. Hoy se ha marchado solo. No me apetecia salir bajo el paraguas. Y me arrepiento enseguida. Siento una punzada de alerta que me dice que no es normal. Dejo la taza en la mesilla y me dirijo a la puerta sin dejar de darle vueltas a las posibilidades que se puedan presentar. Son apenas unos metros de distancia. Se me antojan eternos. Cuando llego me detengo un instante con la mano en el pomo y tomo aire, aspiro un breve sorbo de valentia. Abro justo en el momento que el timbre suena por tercera vez y entonces tengo la confirmacion de que ha ocurrido algo. Algo malo. La silueta ensombrecida de un hombre me esta mirando fijamente. Esta sorprendido como un nino al que descubres comiendose un caramelo a escondidas. Aparta el dedo del boton y el DONG retumba fuera de lugar. --Mama --susurra con la voz arrastrada y pesada. Es Justin, mi hijo. Esta llorando. A mi se me hunde el suelo bajo mis pies y me traga las piernas. Un temblor helado me recorre la piel. <>, me pregunto. Estoy a punto de echarle un sermon por presentarse de este modo. Pero se que no servira de nada. Esta aterrado. Mas incluso que yo misma. Se lo puedo ver en los ojos. Chispeantes. Llorosos. Temblorosos. En lugar de reprocharle nada, hago lo que haria cualquier madre. --?Que ocurre, carino? --Doy un paso hacia el con los brazos abiertos--. ?Por que estas llorando? ?Te has hecho dano? Justin me resquebraja el corazon con esos ojos miel y cae de rodillas al suelo. Rodea mi cintura con sus enormes brazos y me aprieta contra el. Esta empapado. ?Donde tiene el chubasquero? Su pelo negro le cae sobre el rostro. Parecen serpientes. O sanguijuelas. Hace unos meses que no quiere que se lo corte. Dice que quiere llevarlo como aquel cantante que le gusta tanto. ?Como se llama? No lo recuerdo. --Yo no queria hacerle dano, mama --murmulla. ?Hacerle dano? ?A quien ha hecho dano? No. Justin es un buen chico. Es incapaz de hacerle mal a nadie. <>, pienso. --Te lo prometo, mama. Lo prometo. Lo prometo. Me lo creo. Se lo digo. Me agacho en el suelo y le cojo la cara con mis manos. Le doy besos. Su rostro esta ardiendo. Quiza tenga fiebre. No se que ha hecho --o que cree que ha hecho--, pero el necesita que lo calmen, que lo cuiden. Y eso hago. Soy su madre. Su protectora. --No te preocupes por nada, carino --lo consuelo. Aprieto mis brazos en su robusto y ancho cuerpo. Abro los ojos. Una sensacion de vulnerabilidad se aduena de mi. <>, me pregunto. Y rapidamente mis ojos recorren la calle, los matorrales, las ventanas iluminadas de los vecinos. Por suerte para nosotros es dia de lluvia y estamos a salvo. No estoy segura, pero me anima pensarlo. Lo empujo hacia arriba para que se levante del suelo y el se deja llevar. <>, pienso. Si tuviera que levantarlo me seria imposible. Justin mide casi metro noventa, es ancho de hombros y pesa demasiado. No, no esta gordo. Es macizo. Una masa de musculos. Ya de bebe tenia un tamano poco habitual. El parto fue dificil, largo y muy doloroso. Senti cada contraccion como una muerte anunciada. Y la eternidad de cada empujon que acompanaba un desgarro mas a mi fragil cuerpo. Fue algo tan horroroso que me prometi a mi misma no volver a tener ningun otro hijo. Y lo cumpli. Tras el dolor, en cuanto esos ojitos color miel, casi ambarinos, se posaron en mi todo lo demas desaparecio. Dos lucecitas que pense que me reconocian y una ligera mueca parecida a una sonrisa. La mujer que le habia hablado y acariciado a traves de la piel durante nueve largos meses, le habia cantado canciones y, claro que si, me miraba por primera vez pensando en lo afortunado que era de tenerme como madre. --He hecho una cosa mala, mama. Mala de verdad. <>. En lugar de eso le digo: --Nada que no se pueda arreglar con un tazon de chocolate, carino. La frase estrella. Si. El chocolate calentito lo arreglaba practicamente todo cuando tenia ocho anos; las caidas en bicicleta, las rodillas ensangrentadas, los juguetes rotos o un simple dia triste. Una solucion que siempre traia la luz a los momentos oscuros. Me siento tan pequena mientras lo acompano a la cocina sin dejar de mantenerlo apretado a mi.--Sientate --le digo. El obedece. Me apresuro en abrir el armario y rebuscar la lata de chocolate instantaneo. Pongo el agua a calentar y se que debo comprender lo que ha sucedido para ayudarle. Le digo: --Justin, cielo. ?Que es lo que te hace estar tan nervioso? Aguanto la respiracion. El hace chocar sus unas con un ruido que me martillea los oidos. Le cuesta articular las palabras. Las tiene atascadas en la garganta. Decido animarlo, darle un poco de seguridad. Le doy un beso en la frente, tomo una bocanada de aire y digo: --Nada que no podamos solucionar. Vuelvo al agua, que ya hierve, y la vierto en la taza grande. La que tiene un dibujo de aquella serie que le gusta tanto. Le echo tres cucharadas de cacao y remuevo esperando oir su voz. --Es muy extrano, mama. --Ha funcionado. <>, pienso--. Yo no queria, pero... le iban a hacer dano. Un trueno lejano retumba en el cielo. Dejo de respirar. Quiero girarme y preguntarle mirando a sus ojos, pero no puedo hacerlo. Me da miedo lo que pueda contarme. Ahora lo se. De verdad hay algo de lo que preocuparme. Mi corazon lo sabia. Pero todavia no se nada en realidad. Ademas, soy su madre. Dios, ?que debo hacer? ?A quien le iban a hacer dano? ?Que ha hecho? --Cuentame, hijo --le digo y me giro ocultando el temblor que me invade. El tintineo de la cuchara contra la taza me delata. El no se da cuenta. La dejo encima de la mesa. Le abrazo otra vez y, por primera vez, me doy cuenta de que lleva la camisa manchada de barro. No. No es barro. Parece... Es sangre--. ?Estas herido, carino? Dejame ver. Miro su cuello, sus manos. Le levanto la camiseta y reviso su espalda, su torso. --No, mama. --Detiene la revision cogiendome de las manos--. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. El eco esta en mi cabeza reverberando. Entonces, ?sabe que es sangre? Yo no he dicho nada en voz alta. No puedo. Solo lo he pensado. Aun a sabiendas que estoy obligada a pronunciarme. Para eso soy la madre. Para eso soy la adulta. Sus ojos me suplican anegados. Finjo que mi corazon se cubre con un manto de hielo. Lo justo para que no se rompa en mil pedazos. --?Sangre? --pregunto haciendo como que no tiene importancia--. ?Algun amigo tuyo se ha hecho dano? Por favor, que sea eso. Te lo suplico, Dios. --Ya te he dicho que yo no queria, pero le iba a hacer dano. No entiendo nada. Hago acopio de toda la fuerza de la que poseo y me dispongo a preguntar. Debo saberlo todo y a la vez no quiero. --No podia dejar que le hicieran dano. Porque ella es mia. Cada vez estoy mas preocupada y desconcertada por lo que pueda haber hecho. --Justin, carino. ?De quien estas hablando, hijo? --De Judith, mama. ?Judith? ?La vecina? No entiendo que tiene que ver ella en todo esto. Ha dicho que era suya. Y la sangre de su camiseta, ?tambien sera de ella? --?Le ha ocurrido algo malo a Judith? Justin me mira muy serio. Sus ojos chisporrotean y sus labios se curvan hacia arriba. --La he salvado, mama. La he salvado. --Carino, debes contarme todo lo que ha ocurrido desde el principio. Justin asiente con la cabeza. Se lleva la taza de chocolate a los labios y da un buche. Entonces, se relame los restos que tiene alrededor de la boca. Y empieza a hablar. 3 SANTIAGO Sabado, 8 de junio. Manana. Los Desamparados, Aurora. El dia se ha levantado con aquella sensacion sofocante que te impide respirar bien. O por lo menos a mi. Odio el verano. Su pegajosa humedad, que no te quitas de encima en todo el dia y que, por las noches, incluso es peor. Y vamos de camino a eso. Primeros de junio y ya me siento fatal. --?Que tenemos esta vez? --me pregunta Alicia Bravo, mi companera. --Por lo que se, se trata de un yonqui de la ciudad al que le deben haber salido mal las cosas. El sargento Mendoza solo ha dicho que lo habian encontrado literalmente aplastado. Es el unico punto interesante del caso. Se lo digo a Alicia y le cuento mis pensamientos y suposiciones sobre los hechos. Que no tengo el menor interes y que solo se trata de uno mas en la larga lista de delincuentes de poca monta que salpican la comarca. Ella va asintiendo en silencio. Es una chica aplicada. A pesar de que acaba de salir de la academia de policia, tiene ese impetu por querer aprenderlo todo, por querer arreglarlo todo. Una energia y optimismo que me sobrepasa y que yo ya perdi hace anos. --?Crees que daremos con su asesino? Me rio. --?Y a quien le importa? Un drogadicto victima de un ajuste de cuentas. Con un poco de suerte se mataran entre ellos y no causaran problemas. A nadie le importa esta gentuza. A menos, claro, que se vean envueltos personajes publicos o atracos a establecimientos o viviendas. Entonces, se aprovecha para una buena campana en contra de nuestro trabajo. Las botas de Alicia ya tienen una capa de barro que se le pega al suelo. Es guapa. Lleva el pelo castano recogido en una cola alta, justo por debajo de la gorra. Tiene el cuerpo delgado y debo reconocer que esta muy sexi de uniforme. Nos acercamos al descampado donde ya estan los de la cientifica recogiendo pruebas. La escena es como un paraje extraterrestre y ellos como astronautas a quienes cuesta moverse por la falta de gravedad. Estan tan graciosos. Blanco y marron. Limpieza y suciedad. --?Tenemos algo? --pregunto. --Lo que imaginabamos. Todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas rivales. Es bien conocido que Olot, la capital de la comarca, esta en guerra por el control de sus calles. Es un enclave primordial entre la Costa Brava y Francia que los narcos quieren usar a su antojo. Que ya usan, mejor dicho. Algunos comercios de la zona ya estan siendo extorsionados desde hace meses y sueltan una buena cantidad de euros para obtener cierta proteccion. --Entonces, nada --lo corto. Quiero acabar cuanto antes. Estos altercados me aburren sobremanera--. Comencemos con el papeleo y cerramos el caso. --De eso nada, Tiago. Juan me sonrie. Que hijo de la gran puta. Sabe que me esta jodiendo y lo disfruta. --A mi no me retienes, aunque lo haya matado el ministro de Cultura. Lo pienso por un segundo y hasta me parece gracioso. Me produciria cierto placer ver al ministro envuelto en un caso, con el como sospechoso, aunque de asesinato... no lo veo. --Me temo que esta vez no te libras tan facil. Me da unos guantes de latex y unos patucos de plastico. Repite el proceso con Alicia. Me los pongo, observando a la inspectora Bravo. Me pregunto si mi entusiasmo al salir de la academia era la mitad del de ella. Ya ni me acuerdo. Han pasado siglos. Cuando terminamos de ponernos el equipo, seguimos a Juan --yo de mala gana-- por el descampado. El plastico se adhiere al suelo, que parece succionarme hacia abajo. Como si supiera que no debo avanzar, que no debo ver lo que hay alli. Y que mi final esta tan cerca que la tierra me reclama. Han cubierto la zona con una carpa de color amarillo chillon. ?A quien se le ocurre? No quieren que nadie lo vea, que no llame la atencion de curiosos y lo senalan asi. Una gran diana amarilla en medio del fango oscuro. Cuantas incongruencias. De momento no hay mirones salvo un viejo con un perro y una pareja de jovenes con los moviles en alto. --?Quien lo hallo? --pregunto fijandome en el viejo de pelo canoso. Me suena de algo, pero no logro situarlo. --Sandra Barcino --responde Juan. Saca la libreta de espiral de un bolsillo imposible en el traje cientifico y hojea. Luego sigue--: Vive en el barrio residencial de alli al lado. --Senala con el brazo--. Salio a correr por el bosquejo como todos los dias y casi se tropieza y cae encima del cadaver. Uno de los agentes, con un bigote tan ridiculo que me recuerda a Hitler, nos levanta la cinta del cordon policial. Nos agachamos y, tras un crujir en mi espalda, entramos en el cerco y me sorprendo enseguida. Mi cabeza se habia hecho una fotografia mental. Nada que ver con lo que mis ojos me muestran. Incluso veo a Alicia Bravo que reprime un grito. ?O una arcada? --Pero ?esto que...? --no logro terminar. Juan me ayuda. --Te dije que no podrias dejarlo. Tiene razon. Jamas habia visto algo asi. Siento un repentino interes morboso. Creo que he dejado de parpadear y mis ojos absorben los detalles que tengo delante. --Le golpearon la cabeza con aquella barra metalica. Mas tarde se la aplastaron con multitud de golpes --relata Juan--. Creemos que con esa gran roca de alli. --Senala con el boligrafo--. Tiene muestras de sangre y masa cerebral incrustadas. Asi como otros fluidos. Jamas he visto nada igual. El ensanamiento con el cuerpo parece apuntar a algo muy personal, muy pasional. Demasiado para un yonqui. <>, pienso. --Lo mas extrano es la zona pectoral. Hundida casi en su totalidad. Las costillas estan tan destrozadas que tengo la certeza de que en el laboratorio podre certificar que estan hechas pedazos. --?Con la piedra? Niega con la cabeza. --No lo creo. Es pronto y no te puedo dar una respuesta hasta que lo examine a fondo. Pero estoy convencido casi al cien por cien de que se lo han hecho con los punos. ?Con los punos? Juan debe ver mi sorpresa en los ojos porque responde sin que yo pronuncie palabra. --Los moratones que presenta en la dermis y la manera en que se han formado me hace pensar que lo han golpeado hasta aplastarlo. No se si habras visto algun documental de gorilas de los que hacen en National Geographic, pero asi es como creo que ha muerto. La inspectora Bravo se disculpa y se aleja de la carpa. Sin duda esta afectada por lo que ve. Ninguna academia te prepara para esto. Una cosa es hablar de un cadaver, y la otra es verlo y olerlo. La realidad es dura de cojones. --?Lo ha matado a golpes un gorila? --Sin ninguna duda ha sido alguien con una fuerza extraordinaria. Y si, se que te lo preguntas, estaba vivo en el momento en que lo han golpeado. Animal o persona aun no lo se, pero no podre darte mas detalles hasta que le realice un examen mas a fondo. --Ya estas tardando --le digo y dejo que siga con su trabajo. En cuanto salgo, me quito los guantes de latex y saco el telefono movil de mi bolsillo. Llamo a la jueza Pelayo, y le pido que se apresure con el levantamiento del cadaver. Necesito algo mas para poder investigar. Tengo esa extrana sensacion que acompana al peligro. Algo en mis entranas que me dice que hay algo mas que se nos escapa. Nunca hay tanto ensanamiento en los ajustes de cuentas entre traficantes. Se pegan cuatro tiros o siete cuchilladas y listo. No esto. Me seco el sudor de la frente y me acerco a Alicia Bravo. --?Estas bien? --He estado mejor, pero se me pasara, senor. --No es como en las peliculas, ?verdad? --digo para calmarla un poco. No funciona. Me falta tacto--. Y deja de llamarme <>. O Tiago o te buscas un nuevo companero. No soy tan viejo. Me regala una sonrisa. Se que mas por quedar bien conmigo que por la ayuda que le presto. --!Tiago! --La voz de Juan me hace girar de nuevo hacia el montaje de otro mundo--. Me olvidaba de otra cosa importante. --Sigue --le digo, viendo que le cuesta trabajo mantener el aliento y el equilibrio. --En la linde del bosque hemos encontrado una mochila. --Me senala el lugar donde veo a otros dos policias de la cientifica atareados recogiendo muestras.

  • La suerte de haberte conocido de Ciara Giannetti

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    Mia es una chica de veinticuatro anos con muchisimos objetivos por alcanzar. Desde hace ano y medio sufre un trastorno generalizado de ansiedad que le ha hecho perder su esencia e incluso las ganas de seguir viviendo. Sin embargo, en una de sus visitas al psiquiatra conoce a un medico un tanto peculiar que le hara ver la vida desde otra perspectiva… Si quieres saber mas sobre esta historia, !solo tienes que leerla!

  • Mi protector de Christian Martins

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    Harry Hunter siempre ha sido el mejor en lo que hace por varias razones: no tiene familia, ni amigos, ni pareja. Vive, exclusivamente, para cumplir con sus misiones y sobrevivir al dia a dia. Pero su rutina se ira al traste cuando le ofrezcan una nueva mision; una que no podra rechazar y en la descubrira a la joven Bailey Kim. La teoria se la sabe muy bien: no debe establecer lazos sentimentales si quiere continuar con vida. Pero en la practica es otra cosa. Bailey tiene algo especial que le atrae, algo que le impide desentenderse de todo y renunciar, algo que no le permite traicionarla. Protegerla, liberarla y cuidar de ella no sera sencillo, pero ya no tiene nada que perder.

  • No te apiades del Devorador de Lighling Tucker

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    Pixie Kendall Rey no esperaba que al llegar al hospital con su amiga Grace, que acababa de romper aguas, no la atendieran. Eso la obligo a recurrir al unico lugar al que su madre siempre le habia prohibido acudir: la base militar.

  • Un bosque confuso de Lorena A. Falcon

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    El despertar del reino entre las nieblas se acerca.

    Ines sabia que debia tomar una decision… si tan solo no tuviera tanto miedo de herir a los demas.

  • Agua roja de Fernando Trujillo Sanz

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    Me llamo Dani y no me resulta facil contar mi historia. Dicen que lo mejor es comenzar por el principio, de modo que eso hare, literalmente. Empezare con el primer recuerdo que tengo, que ademas es la sensacion mas bonita de mi vida.

  • El roman de Flamenca de Antoni Rossell

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    ado y celoso que la recluye en una torre, solo le permite salir a los oficios religiosos y a tomar banos medicinales. En tanto, el virtuoso Guillermo se enamora de oidas de ella, la espia y apenas logra atisbar su rostro; aunque, con la ayuda de Amor, ambos se conocen en los suenos. Luego de largas dubitaciones, llegan los encuentros y el abandono a los placeres.

  • Inmersos en el deseo de Linda Turner

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  • La dependienta de Sayaka Murata

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    Keiko Furukura tiene 36 anos y esta soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandono a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japones abierto las 24 horas del dia. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores como actuar y que decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.
    Con esta vision hilarante de las expectativas de la sociedad hacia las mujeres solteras, Sayaka Murata se ha consagrado como la nueva voz de la literatura japonesa.

  • Las cadenas del deseo de Suzanne Forster

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    En los juegos del sexo, no hay perdedor.

  • El ultimo Leonardo de Ben Lewis

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    El ultimo Leonardo cuenta la historia de un fascinante icono con el poder de destruir la reputacion de eruditos, multimillonarios, reyes y jeques. Ben Lewis nos lleva al estudio de Leonardo da Vinci en la Italia del Renacimiento; a la corte de Carlos I y la Guerra Civil inglesa; a Amsterdam, Moscu y Nueva Orleans; a las galerias, a las casas de subastas y al taller de restauracion mientras la pintura emerge lentamente, con esmero, de la oscuridad. En este apasionante recorrido por la historia se trazan las vicisitudes del mercado secreto del arte a lo largo de seis siglos. Un relato imprevisible de genios y oligarcas, de cruces y desapariciones, en la que nunca estamos seguros de que creer.

  • Un vaso de colera de Raduan Nassar

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    LA LLEGADA Y cuando llegue por la tarde a mi casa, alla en el 27, ella ya me esperaba dando vueltas en el jardin, vino a abrirme el porton para que yo entrase con el coche y, en cuanto sali de la cochera, subimos juntos la escalera hacia la terraza, y nada mas entrar abri las cortinas del centro y nos sentamos en las sillas de mimbre mirando hacia el lado opuesto y hacia arriba, por donde el sol se iba poniendo, y estabamos los dos en silencio cuando ella me pregunto: <>, pero yo, muy distraido, continue distante y tranquilo, el pensamiento abandonado en el enrojecimiento aquel del poniente, y fue unicamente por la insistencia en la pregunta que respondi: <>, y como ella respondio: <>, yo entonces me levante y fui sin prisas a la cocina (ella vino detras), saque un tomate del refrigerador, fui al fregadero y lo lave, y despues tome el salero de la alacena y me sente enseguida alli a la mesa (ella desde el otro lado acompanaba cada uno de mis movimientos aunque yo displicente fingia que no me daba cuenta), y sin dejar de estar en su punto de mira empece a comer el tomate, echando sal poco a poco a medida que lo iba comiendo, fingiendo un empeno exagerado en la mordida para mostrar mis dientes fuertes como los dientes de un caballo, sabiendo que sus ojos no se despegaban de mi boca, que por debajo de su silencio se retorcia de impaciencia, que tenia mas ganas de mi cuanto mas indiferente yo me mostrase, solo se que cuando acabe de comer el tomate la deje alli en la cocina y fui a buscar la radio que estaba en el estante de la sala y sin volver a la cocina nos encontramos de nuevo en el pasillo, y sin decir una palabra entramos casi juntos a la penumbra del cuarto. EN LA CAMA Al principio, ya en el cuarto, pareciamos dos extranos siendo observados por alguien, y ese alguien eramos siempre ella y yo, y era nuestra responsabilidad vigilar lo que yo hacia, no lo que hacia ella, por eso me sente en el borde de la cama y fui quitandome lentamente los zapatos y los calcetines, tomando mis pies descalzos con las manos y sintiendolos deliciosamente humedos como si hubieran sido arrancados de la tierra en aquel instante, y enseguida me puse, sabiendo muy bien lo que hacia, a andar por el parque, fingiendo que mi caminata por el cuarto seguia pequenos patrones, dejando que la bastilla del pantalon rozara el suelo al mismo tiempo que cubria parcialmente mis pies con cierto misterio, sabiendo que ellos, descalzos y muy blancos, incorporaban poderosamente mi desnudez anticipada, y enseguida yo escuchaba sus inspiraciones profundas alli al lado de la silla, donde tal vez ella ya se abandonaba a la desesperacion, enredandose al quitarse la ropa, enmaranando hasta los dedos en los tirantes que se escurrian por el brazo, y yo, siempre fingiendo, sabia que todo aquello era verdadero, conociendo como conocia su maniaca obsesion por los pies, sobre todo por los mios, de porte firme y bien esculpidos, un tanto nudosos en los dedos y marcados nerviosamente en el empeine por venas y tendones sin que por ello perdieran su aspecto timido de raiz tierna, y yo iba y venia con mis pasos calculados, dilatando siempre la espera con minimos pretextos, pero en cuanto ella abandono el cuarto y fue un instante al bano me quite rapidamente el pantalon y la camisa, y tendiendome en la cama me dispuse a esperarla ya tieso y listo, disfrutando en silencio el algodon de la sabana que me cubria, y enseguida cerraba los ojos pensando en las artimanas que emplearia (de las muchas que sabia), y de esta manera fui repasando en la cabeza cada cosa que haciamos, como ella vibraba con los jeribeques iniciales de mi boca y con el brillo que forjaba en mis ojos, haciendo aflorar lo que en mi habia de mas obsceno y sordido, a sabiendas de que ella, arrebatada por mi lado oculto, gritaria de nuevo: <>, y repase mentalmente ese otro lance trivial de nuestro juego, preambulo con todo de insospechadas tramas posteriores, y tan necesario como comenzar la partida con un movimiento de peon sobre el tablero, y en el que yo, cerrando mi mano en la suya, le acomodaba los dedos, imprimiendoles coraje, conduciendolos bajo mi mando hacia el vello de mi pecho, hasta que ellos, a imitacion de mis propios dedos debajo de la sabana, desarrollaran por si solos una primorosa actividad clandestina, o si no, en una etapa posterior, despues de explorar de manera juiciosa nuestro vello, nuestros huesos, cada uno de nuestros olores, cuando los dos, de rodillas, calculabamos el camino mas largo de un unico beso, las palmas de nuestras manos pegadas, los brazos abriendose en un ejercicio casi cristiano, nuestros dientes mordiendole al otro la boca como si mordieran la carne blanda del corazon, y con los ojos cerrados, abandonando la imaginacion en las curvas de esos rodeos, me vi tambien enredado en ciertas practicas, como cuando en trance despues de levantarme soberbiamente de la montura de su vientre atendia de manera precoz a uno de sus (de mis) caprichos mas insolitos, lanzando en chorros subitos y violentos el fluido lechoso que se le adheria a la piel del rostro y a la piel de los pechos, o tambien aquella otra, menos impulsiva y de lenta maduracion, el fruto que se desarrolla en un crescendo mudo y paciente de energicas contracciones, cuando yo dentro de ella sin movernos llegabamos con gritos exasperados a los estertores de la mas alta exaltacion y pense sin embargo en el salto peligroso del reves, cuando ella de bruces me ofrecia otra hierba y mis brazos y mis manos, simetricos y casi mecanicos, agarraban por abajo sus hombros, comprimiendo y ajustando, area por area, la masa untada de nuestros cuerpos, e iba pensando todo el tiempo en mis manos de dorso largo, muy utilizadas durante toda esa geometria pasional, tan bien elaborada por mi y que la llevaba invariablemente a decir en franca perdicion: <>, y luego me puse a pensar en los momentos de renovacion, en los cigarros que fumabamos despues de cada burbuja envenenada de silencio, o en el transcurso de las charlas con cafe (escapabamos de la cama desnudos e ibamos a profanar la mesa de la cocina), cuando ella intentaba describirme su confusa experiencia del orgasmo, hablando siempre de mi seguridad y osadia en la conduccion del ritual, disimulando mal su asombro por que yo citara insistentemente el nombre de Dios entre mis obscenidades, hablandome sobre todo de cuanto yo le habia ensenado, especialmente la conciencia en el acto a traves de nuestros ojos, que muchas veces vigilaban, piedra por piedra, cada uno de los trechos de una carretera convulsa, y entonces yo le hablaba de su inteligencia, que siempre exalte como su mejor cualidad en la cama, una inteligencia agil y activa (aunque solo bajo mis estimulos), excepcionalmente abierta a todas las incursiones, y yo de pasada acababa hablando tambien de mi, fascinado por las contradicciones intencionadas (algunas no tanto) de mi caracter, pregonando entre otras patranas que yo, canalla, era puro y casto, y yo alli, con los ojos siempre cerrados, pensaba en muchas otras cosas mientras ella no acababa de venir, ya que la imaginacion es muy rapida o su tiempo diferente, pues trabaja y mezcla simultaneamente cosas dispares e insospechadas, cuando presenti sus pasos de vuelta en el pasillo, y solo entonces llego el momento de abrir los ojos para inspeccionar la postura correcta de mis pies asomandose fuera de la sabana, percatandome como siempre de que el vello castano que brotaba del empeine y en los dedos mas largos les daba gracia y gravedad al mismo tiempo, pero de inmediato trate de cerrar los ojos de nuevo al sentir que ella entraria en el cuarto, y ya adivinando cerca su silueta ardiente y sabiendo como comenzarian las cosas, o sea: que ella man- samente, muy mansamente, se aproximaria primero a mis pies que un dia habia comparado con dos lirios blancos

  • Quiza de Luisa Geisler

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    Luisa Geisler, seleccionada por la revista Granta como una de las mejores narradoras brasilenas jovenes, aborda en Quiza el desgaste de las relaciones familiares, los conflictos generacionales y las contradicciones de la adolescencia.

  • Ecos de amor de Mimi Romanz

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    Cuando Carla menos lo espera, su hermana le anunciara la sorpresa de su pronto matrimonio, y toda la estabilidad emocional que habia conseguido tras dejar atras el instituto en Cartes, se derrumbara al llegar a Madrid. El pasado volvera a su presente, y el perdon que guardaron sus labios por tantos anos por fin podra ser expresado. Sin embargo, conseguirlo sera mas dificil de lo que cree.
    La medicina era la pasion de Julio, pero jamas creyo que la cardiologia iba a ser la especialidad que elegiria, aunque estaba convencido de que la decision de haber optado por esta se debia a la mujer que le habia destrozado el corazon en la adolescencia. Y el destino, como fiel seguidor en su vida, la volvera a poner en su camino.
    Nada sera facil cuando Carla y Julio vuelvan a encontrarse. El rencor y los celos haran mella en el, mientras que el dolor anidara en el corazon de ella, haciendo que el perdon sea aun mas dificil de conseguir.

  • La virtud de la noche de Diana Jimenez

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    Jade pensaba que se encontraba a salvo del acecho del pecado y lo que implicaba pecar, creyo que admirandolo de lejos seria inofensivo. Un giro inesperado convierte su vida aburrida y ordinaria en un suspenso creciente, conoce un mundo inexistente para el resto del mundo, y conoce de cerca al pecado. Sabia que tocar el fuego la quemaria, y ella decidio dejarse consumir, al borde de perderse para siempre. La primera mirada en el espejo en la manana puede reflejar un recuerdo de pecado de la noche anterior.

  • Lady Tessa de Hugo Sanz

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    Presa de un matrimonio de conveniencia que la arrojaba al abismo de la desdicha, la vida de la joven Lady Tessa parecia haber entrado en una espiral sin salida. Sola en la “jaula de oro” en la que su cruel marido la habia encerrado, buscaba desesperadamente una luz que le sirviera de faro en aquella situacion que la colocaba al borde la locura.
    El destino quiso que Henry se cruzara en su camino y entre ambos surgio una fuerte atraccion que daria paso a un elaborado plan disenado para devolver a Tessa su bien mas preciado: la libertad.
    ?Seria suficiente la union del esfuerzo de varios de sus allegados y la valentia de la aristocrata para poner fin a tan tortuoso precipicio? ?Podrian ambos vivir su amor lejos de las cadenas de su anterior vida?
    Una historia vibrante con un final cautivador.

  • Julieta de Anabella Franco

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    Con Nada mas que una noche y Camino al placer, entre otros titulos, Anabella Franco logro posicionarse entre las autoras de novela romantica argentinas preferidas por las lectoras. En Julieta, su septima novela del genero, aborda una historia atrapante y realista, con una de las protagonistas femeninas mas audaces de la novela romantica.

  • Infantil de Lourdes Benitez

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    Quitandome los auriculares mire la hora. <<10:30>>. Me habia tomado 20 horas arreglar la nueva habitacion, a pesar de no ser fanatica de la limpieza, era reconfortante ver como las cosas estaban en su lugar. Solo pasaron dos dias desde que llegamos, dejamos un pequeno pueblo tranquilo, por una ciudad abarrotada, siempre enloquecida y ruidosa. Tenia algo de esperanza por quedarnos en el mismo lugar, lo mio no eran los cambios, pero no podia hacer nada al respecto, y no era la rebelde de la familia. Hay algunos que prefieren revelarse cuando algo no ocurre como quieren, otros se adaptan, y luego estan las personas como yo: que nos vamos a un rincon a sufrir, mientras arrojas palitos que provocan silencios incomodos. Si, de esa manera me vengaba en los momentos en que me encontraba inconforme, ?maduro, no? Doblando la ultima prenda, una vieja camiseta de mi papa, la guarde junto a las demas, y finalmente, mire alrededor. Como nunca tuve una habitacion sola, casi podia sentir las lagrimas salir de la emocion. Era magnifico, y aunque tenia pocas cosas, rapidamente llenaria mis repisas de libros y tebeos. Y como realmente la paciencia no era lo mio, significaba que debia buscar algun trabajo durante el verano. Suspirando algo exhausta, baje las escaleras. Mis pies descalzos resonaron contra el suelo de madera, mientras hacia una simple cola de caballo, para alejar esa cabellera revoltosa que tenia. Por suerte se habian ido todos, mis padres de compras y mis hermanos a pasear. Lo que significaba que, al menos, me quedaban unas dos horas de soledad. Ademas era sabado, los cuerpos lo sabian, y obviamente el mio lo sabia. Exacto. Fui directamente hacia la sala de estar, sente mi trasero en el sillon, mi mano sobre el mando y llene mi boca de frituras. Debia admitir que comia como una puerca, mi hermana Kate siempre se reia por lo poco femenina que era. No era que fuese una rata de alcantarilla, pero preferia quedarme tranquila leyendo. --Cielos, olvide la bebida --murmure frustrada, mientras subia el volumen del videomusical para escucharlo desde la cocina que estaba a unos metros. Luego de zigzaguear entre las cajas aun llenas, me puse a buscar los vasos. Mi habitacion era la unica que estaba ordenada, mientras que el resto de la casa estaba hecha un desastre, ya que todos preferian salir antes que poner las cosas en su sitio. Unos exagerados diez minutos despues encontre una taza para servirme, y cuando estaba por volver a la sala, lo escuche. Fue tan rapido, pero estaba ahi, como un pequeno golpe, algo que chocaba contra una superficie dura. Mi mirada se desvio hacia todas direcciones, pero no veia nada raro, y se seguia oyendo. Confundida, corri rapidamente para apagar la television y volvi. El silencio me abordaba una vez mas, y cada poco segundos se escuchaba un “toc”. Me quede mirando la puerta que daba al patio cuando entendi que el ruido provenia de alli. Y sin cuidado avance. Se que tendria que ir adentro, y no me confundan con aquellas personas que les gustan las aventuras, porque no, no lo era. Era algo peor, algo que siempre me habia metido en problemas. Curiosa, demasiado curiosa, y aprendi que era un gran defecto de la peor forma posible. Hace unos anos, Kate habia hecho que la acompanara a casa de una amiga y yo me habia negado. Pero como habria chicos, y yo era muy pequena y no sabia mentir, fui obligada a ir. Despues de varias horas mirando a la gente moviendo la cabeza por la musica, subi a una habitacion, dispuesta a encontrar algo mejor que hacer. Lo que no esperaba era escuchar gritos, y como los tontos se meten donde no los llaman, fui a ver que ocurria y vi a la mejor amiga de mi hermana besandose con su novio… en la cama… desnudos. En el momento en que entendi lo que pasaba, ya habia visto demasiado y mi pobre inocencia de nina de 10 anos quedo manchada. --Ouch... --murmure cegada por el resplandor del sol. Dejando que mis ojos se acostumbrasen a la luz, escanee la zona lentamente para saber que era el sonido. Sin embargo, solo me encontre con el cesped. Lo extrano era que estaba segura de que el sonido habia parado en el instante en que mi pie toco el suelo verdoso. Mi ceno se fruncio al no encontrar nada fuera de lo normal. Agudice mis oidos, y estuve asi, unos minutos, como una idiota mirando a la nada, y pensando en demasiado. Y de repente, la escuche. Una voz. --?Pero que…? --mi rostro se giro en direccion de la valla que separaba la casa de al lado. Me acerque hacia ella hasta colocarme a unos centimetros, y desde alli, un rostro de un muchacho aparecio. Lo que llamaba mas la atencion era su cabello que era cubierto por un azul electrizante. Ademas, llevaba el medio mas largo que los costados y algunos mechones caian sobre su frente, como si hubiera pasado su mano varias veces. En cuanto observe su rostro, mi aliento quedo atorado en la garganta. Habia una suavidad en el, junto a la piel palida y mejillas rosadas, que decia que era joven, tal vez de mi edad. En sus finos labios se dibujaba una hermosa sonrisa, y aquellos ojos azules, casi turquesas, no mostraban ningun signo de maldad. Aun con aquellos piercings en sus labios, ceja, y nariz, no irradiaba nada que no fuese confianza. ?Quien era este chico? Mis pateticos pensamientos no se detuvieron en que queria, sino en lo bello que era. --?Tienes azucar? --su voz me trajo de vuelta a la realidad, y comprendi en lo tonta que estaria al observarlo fijamente, aunque no parecia molestarle. <>. --?Que?--mi voz temblo al hablar, me sentia avergonzada. Su rostro se movio a un costado, haciendo que su sonrisa brillara aun mas, y me observo. --Cierto, cierto, presentaciones --mascullo, retandose a si mismo. Su mano, aparecio decidida ante mi esperando ser estrechada--. Soy Matthew, el vecino, ?y tu? --dijo. Con una lentitud e inseguridad inexplicable, eleve mi mano hacia la suya y cuando estuve a punto de bajarla, el la sostuvo. No la estrecho como lo haria una persona normal, sino que las entrelazo. La calidez que esta emitia, provoco un cosquilleo en mi estomago. --Me llamo Clarie --conteste. --Encantado --sonrio, ahora si--. ?Tienes azucar? --?Azucar? --repeti extranada ante su peticion. --Si, azucar, mi mama la escondio porque la semana pasada me comi los cinco paquetes que habia comprado. --Sus extranas palabras parecian ser sinceras, mientras miraba de un lado a otro como si alguien estuviera a punto de aparecer. --?Comiste cinco paquetes de azucar? --pregunte, sorprendiendome por tercera vez. <>. Matthew asintio con la cabeza. --Si, ella dice que tengo un problema, pero no lo creo, mi cuerpo lo necesita para desarrollarse -- aclaro, solemnemente--. Asi que… ?Me das azucar? Por favor, tengo muchisima hambre. Aunque nada de lo que estaba diciendo tenia sentido, no pude evitar reir, parecia salir simplemente de un sueno. --Esta bien… --!Genial! --Levanto los brazos al aire, en forma de victoria--. Traeme una taza o mejor un paquete por favor y yo despues te lo devuelvo. <>. Le di una ultima mirada a Matthew y, sin decir nada mas, entre a casa en busca del azucar. --!Gracias! !Gracias! --festejo el, contento de verme regresar con el paquete entre las manos. --De nada, sera mejor que vuelva a...--balbucee. --!Oh, y una cosa mas! --me detuvo cuando comprendio que iba a marcharme--. No le cuentes a nadie esto. Mi madre quiere que vayamos a darles la bienvenida y si se da cuenta me quitara mis ocho comidas diarias !Gracias! --Se esfumo. Y asi, en un instante, dio vueltas mi mundo. Capitulo 2 Ese mismo dia, horas mas tarde, ellos llegaron. Matthew y su madre Debby. A diferencia de su hijo, era una mujer pequena, morena y con el cabello negro largo hasta los hombros. Pero sus ojos eran del mismo tono azul turquesa, identicos a los de Matthew. Queria evitarlo, los habia visto a traves de la ventana, escondida tras las cortinas gruesas. Corri como una loca y fui dispuesta a esconderme en el bano, donde me encontre con mama, duchandose. No pude escapar de la situacion. Minutos mas tardes aparecio y se sento a mi lado, mientras yo temblaba como una gelatina. --Lamento no haber traido mas galletas, es que mi hijo se comio gran parte de ellas --explico la senora Grayson, fulminando con la mirada a su hijo, cuando descaradamente tomo una de las bandejas que acaba de traer. Pero el no le prestaba atencion porque tenia la mirada clavada en mi. Trague saliva ante los nervios, era raro sentir eso, cuando simplemente era un chico de dieciseis anos (mi edad). <>. --No es nada --aclaro mama con una dulce sonrisa, mientras apartaba un mechon de su largo cabello castano de sus ojos. Siempre habia admirado su belleza y la elegancia que desprendia. Con unos jeans oscuros y una camisa rosada con flores, lucia digna para salir a una fiesta. Y yo, con un pantalon de yoga y la camisa gigante de papa (manchada de chocolate) parecia un leon salvaje. Trague el nudo de mi garganta y mire a Matthew por un segundo sabiendo que el lo estaba haciendo. Mi mirada choco con la suya, y sonrio. Todavia con la galleta a medio camino, dejo de realizar esa accion, para sonreirme.