• el camino hacia ti libro - Catherine Bybee

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    Parker se miro al espejo, cerro un ojo y trazo una linea perfecta sobre el borde del parpado para darse un aire felino de ojos rasgados. Se seco el delineador liquido dandose aire con la mano antes de abrir el ojo por completo. Dio un paso hacia atras y movio la cabeza de un lado a otro para comprobar su pericia con el maquillaje. Su companera de piso, Suzzie, estaba a su lado, compitiendo por el espacio en el bano minusculo de su apartamento. --Ojala no tuvieras que trabajar esta noche; Marcus me ha dicho que la fiesta va a ser apoteosica: el momento mas memorable del verano. Era finales de agosto y ya habian completado la primera semana de clases del primer semestre. A sus veinticuatro anos, Parker habia pasado mas tiempo con gente como Marcus haciendo fogatas en la playa que en las clases, y sus padres se habian puesto firmes. Tenia un ano para terminar la carrera y conseguir un titulo universitario, dos objetivos perfectamente asequibles si pasaba de las puestas de sol rodeada de botellas de tequila y se mataba a estudiar. Solo trabajaba los sabados y los domingos, y como los fines de semana era cuando recibia las mejores propinas, eso era lo que iba a hacer. --Ya va siendo hora de que madures un poco, Parker. Tu padre y yo hemos tenido mucha paciencia contigo, pero ya se nos ha agotado. --Su madre y su padre estaban sentados frente a ella, al otro lado de la mesa del comedor, haciendo que se sintiera como el objeto de una intervencion. Sus padres tenian cincuenta y pocos anos y eran personas de mentalidad abierta --. Cuando dijiste que te tomarias un par de anos para decidir que hacer, nos parecio bien. Cuando empezaste la universidad a los veinte, estuvimos encantados de ayudarte y hacerlo posible, pero es que han pasado ya cuatro anos y vemos que no te lo estas tomando en serio. --Eso es porque todavia no se lo que quiero hacer --les habia dicho. Su padre sonrio y le dio una palmadita en la mano desde el otro extremo de la mesa. --Ya nos dimos cuenta de eso cuando cambiaste de especialidad por tercera vez. Tambien sabemos que en la Universidad Estatal de San Diego se hacen muchas fiestas, y nosotros tambien fuimos jovenes... Le dieron ganas de responder que muchos universitarios cambiaban de especialidad, y que ella no salia de fiesta tanto como ellos insinuaban, pero se callo. Su madre solto un prolongado suspiro de sufrimiento y la miro directamente a los ojos. --A Mallory la han aceptado en cuatro universidades, y la verdad es que no podemos permitirnos pagaros mas de un ano de la carrera a las dos al mismo tiempo. Pensabamos que, para cuando ella empezara el primer curso, tu ya habrias acabado, y a Austin solo le quedan tres anos para terminar el instituto e ir a la universidad el tambien. Y ya sabes cuanto dinero tuvimos que gastar el ano pasado, antes de que muriera Nana... Su abuela habia vivido con ellos en la casa de invitados antes de sufrir un derrame cerebral y de que atenderla se convirtiera en una carga demasiado pesada para su madre. La residencia y los cuidados que habia necesitado a partir de entonces no habian sido baratos, precisamente. Parker miro a su alrededor, a la casa familiar, un amplio rancho que se extendia unas dos hectareas en una zona residencial de clase alta en el valle de Santa Clarita. Era lo mas parecido a vivir en el campo que se podia conseguir estando a menos de cuarenta minutos en coche de Los Angeles. Se habia criado rodeada de todo cuanto necesitaba y de muchas de las cosas que queria, pero eso no significaba que sus padres nadasen en la abundancia. Cuando eran pequenos, su padre siempre les decia a gritos a ella y a sus hermanos que apagaran las luces, y no les dejaban desperdiciar la comida cuando habia sobras. Al final, Parker opto por no llevarles la contraria. Sus padres tenian razon: ya iba siendo hora de que se comportara como una mujer adulta, y eso empezaba por terminar la universidad y conseguir un trabajo de verdad. Parker retiro la funda del pintalabios y se lo puso dandose tres toques suaves. --Dile a Marcus que, si salgo pronto, me pasare por alli un rato. Se deslizo por detras de Suzzie y salio del bano. Despues de coger su delantal y una goma para el pelo, se guardo el movil en el bolso y salio a toda prisa del apartamento. En San Diego hacia un calor exagerado, incluso para ser el mes de agosto, y en su fuero interno esperaba que no le asignaran el patio para el turno de noche. Enchufo el cable auxiliar al telefono y se deslizo por su lista de reproduccion para escuchar algo de musica durante el breve trayecto al trabajo. En ese momento, sono el movil y el nombre de su hermana aparecio en la pantalla. Parker lo silencio y continuo rebuscando en su lista de reproduccion. Maniobro con la palanca de cambios y salio marcha atras de su plaza de aparcamiento. Su hermana la llamo de nuevo. En lugar de ignorarla por segunda vez, Parker respondio la llamada y mantuvo el pie en el freno. --Voy conduciendo, camino del trabajo, ?puedo llamarte mas tarde? --!Parker! --Mallory grito su nombre, histerica. A Parker se le paralizo todo el cuerpo. --?Que pasa? --Se trata de mama y papa. Ven a casa ahora mismo. --?Que pasa, Mallory? Su hermana empezo a llorar y el panico se apodero de Parker. --Dios... Dime que pasa... ?Que ha pasado? Se oyo movimiento y una voz desconocida hablo por la linea de telefono. --Hola, ?hablo con Parker? Las lagrimas ya amenazaban con salir. Era como si todo estuviera ocurriendo a camara lenta y Parker no pudiese detener lo que estaba a punto de suceder. --?Que pasa? --Soy una de las enfermeras del hospital Henry Mayo. Ha habido un accidente. DOS ANOS DESPUES Capitulo 1 --Vamos a llegar tarde. --Confia en mi. Es la tercera vez que hago esto. --Parker espero pacientemente a que la puerta del rancho se abriera para dejarlos salir--. Da igual a la hora que llegues, entraremos en una salita enana con un monton de chavales de tu escuela, anotaran tu nombre en una lista y tendras que esperar. Tener cita previa no sirve de nada. Atravesaron la puerta y enfilaron con el coche hacia la carretera privada que compartian con setenta de sus vecinos. Parker puso el aire acondicionado a tope, con la esperanza de combatir el calor infernal que irradiaban las ventanillas. --Es que no soporto llegar tarde. Parker miro a su hermano de diecisiete anos, que tenia la mirada fija al otro lado de la ventanilla. Cada dia se parecia mas a su padre. --Podrias haber ido tu solo --le recordo. El chico se encogio de hombros. El mes siguiente iba a empezar su ultimo ano de instituto, y ese dia iban a hacerles a los alumnos las fotografias de la orla, de ahi las prisas por llegar a la pequena sala abarrotada de chavales con la cara llena de granos y a punto de inaugurar su nuevo futuro. Si, claro, Austin podria haber ido el solo con el coche, pero la verdad es que queria que ella estuviera alli, acompanandolo. No podia ser una sustituta para la madre de ambos, eso no, pero si la mejor alternativa. De los tres, Austin era quien lo habia pasado peor tras el accidente de sus padres. Exteriorizo su dolor en forma de una rebeldia que se prolongo seis meses y que casi acaba obligando a los jueces del tribunal de menores a encerrarlo. Parker ahuyento los malos recuerdos y se concentro en lo que tenia delante. --Cuando mama me llevo a mi, la obligue a llegar casi una hora antes --dijo Parker mientras abandonaban el camino privado y se incorporaban a la calle principal que atravesaba su vecindario--. Al final acabamos teniendo que esperar una hora y media. --Espero que hoy no tardemos tanto. Les dije a mis amigos que quedaria con ellos en el In-NOut a las dos. Pasaron por delante de la hamburgueseria en cuestion y entraron en la autopista. --Pues es muy posible que llegues tarde. --No soporto llegar tarde --murmuro por segunda vez. Parker miro por el retrovisor mientras se incorporaba a la autopista y vio una columna de humo remontando hacia el cielo. --Oh, no... Austin se volvio en el asiento. Para entonces, Parker ya se habia incorporado al carril y estaba examinando el horizonte que acababan de dejar atras.

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  • Un hogar a tu lado (Creek Canyon 2) de Catherine Bybee

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    Erin siguio con suma atencion la trayectoria del blanco de arcilla, desde el momento en que salio disparado del lanzador y se desplazo surcando el aire, hasta que se rompio en pedazos cuando Parker apreto el gatillo de la escopeta. --Le has dado todas las veces. ?Como lo haces? --Erin estaba impresionada. Ella solo habia conseguido acertar un plato de cada diez, mientras que Parker se habia ganado su apodo, el de <>, a pulso. --Es cuestion de practica. Tu acabas de empezar, date tiempo. Estaban en un rincon escondido del bosque del Angeles National Forest, en un campo de tiro, un lugar dominado por la testosterona en el que de vez en cuando se veia a alguna que otra esposa o novia. Erin y Parker eran las unicas mujeres que no iban acompanadas de un hombre. --Seguimos con el tiro al plato unas cuantas veces mas y luego pasamos a la galeria de tiro con pistola, ?de acuerdo? Los blancos moviles son mas dificiles, pero es que quiero que te acostumbres al retroceso de la escopeta para que puedas controlarla. --Parker le estaba dando lecciones sin avasallarla con la bateria de preguntas que le haria cualquier otra persona. A finales del verano anterior, Erin se habia ido a vivir a la propiedad de Parker, quien estaba desesperada por alquilar la casa de invitados del rancho familiar tras haber sobrevivido a un incendio que por poco destruye todas las posesiones de su familia. Erin estaba igual de ansiosa por instalarse alli y empezar una nueva vida lejos de las carreteras principales y los barrios de cualquier gran ciudad, donde todo el mundo se conocia. En una localidad del tamano de Santa Clarita, en cambio, no llamaria la atencion ni estaria rodeada de los turistas y los empresarios que invadian las grandes ciudades del sur de California. Erin esperaba encontrar soledad y, en vez de eso, lo que encontro fue una amiga fabulosa, una amiga que se dio cuenta de que Erin estaba escondiendose de su ex, pero que no la presiono ni una sola vez para que le contara los detalles de la historia. No, Parker no hurgo en su vida, sino que simplemente le dijo que, cuando estuviera lista para hablar, alli estaria ella para escucharla. Incluso ahora, mientras disparaba a los blancos --errando casi siempre el tiro, en el caso de Erin, que tenia una punteria terrible--, habria tenido toda su logica que Parker le hubiese preguntado por que tenia tantas ganas de aprender a disparar. Sin embargo, no lo habia hecho. Ni una sola vez. Parker le dio el arma a Erin con el canon abierto, preparado para que llenara el cargador. Eso ya sabia como hacerlo. Ahora bien, darle al blanco con ella... eso ya no era tan facil. Aunque, a cualquiera que le hubiese preguntado, le habria dicho que el mero hecho de cargar el arma ya le infundia un valor que ni siquiera sabia que tenia en su interior. Con las gafas de seguridad y los oidos tapados con tapones de color naranja --<>, como los llamaba Parker--, Erin apoyo la culata del arma en el hombro. --?No te olvidas de algo? --le pregunto Parker. Erin se detuvo un segundo, con aire confuso. Luego sonrio y amartillo el arma. El sonido le resulto inquietantemente satisfactorio. Era como decir <> con dos solidos chasquidos. Parker sonrio. --Esta vez quiero que te inclines hacia el arma y que mires fijamente por el canon hasta que sientas que es una extension de tu brazo. Sabes que el plato va a salir disparado hacia la izquierda, asi que no apuntes a la derecha en ningun momento. --Se situo detras de la maquina lanzaplatos--. Cuando tu me digas. Erin respiro profundamente y puso el dedo en el gatillo. --Ya. Parker solto el resorte. Un plato de color naranja salio disparado hacia el cielo. Erin lo vio volar y supo que iba a fallar antes de apretar el gatillo. El estruendo del arma le resono en el oido y le sacudio el hombro, empujandolo hacia atras con un solo movimiento. El plato de arcilla volo intacto hasta alcanzar la parte posterior de la colina y reunirse con todos sus companeros. Solo entonces se hizo pedazos. Parker se acerco a ella por detras. --Traslada el peso de tu cuerpo al pie izquierdo. --Puso una mano en el hombro de Erin y la empujo levemente hacia el arma--. Apoyate en ella. De nuevo en posicion, respiro hondo varias veces mas. <>, se dijo. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Le dio... Joder, !le habia dado! Erin se sintio como si acabara de ganar la loteria, y una enorme sonrisa afloro a sus labios. Bajo el arma y choco los cinco con Parker. --?Quieres dejarlo ahora que vas ganando? --pregunto Parker--. ?O quieres seguir disparando un poco mas? Erin bajo la escopeta. --Probemos con algo mas pequeno. Una hora mas tarde iban conduciendo por la larga carretera del canon, orgullosas de su punteria. Parker tenia razon: disparar con pistola era mucho mas facil que hacerlo con la escopeta. Cada tintineo de los blancos metalicos habia sido como un signo de exclamacion. Erin no podia dejar de sonreir. --Ha sido mucho mas divertido de lo que pensaba. Parker mantuvo ambas manos en el volante mientras doblaba las curvas del canon. --Mi padre me llevaba al campo de tiro cada dos por tres. Siempre decia que, como teniamos armas en casa, era imprescindible que aprendiera a disparar. --?Y Mallory y Austin? Mallory y Austin eran, respectivamente, la hermana y el hermano pequeno de Parker, de quienes esta se habia hecho cargo tras el fallecimiento de sus padres, tres anos antes. --Mallory fue un par de veces, pero no le gusto. Aun asi, se defiende bastante bien con las armas. Austin disparaba la pistola del calibre .22 de mi padre cuando era pequeno. Ahora intentamos venir aqui un par de veces al ano para practicar. --?Saliais a cazar alguna vez? Parker nego con la cabeza. --No. Una cosa es pegarle un tiro a una serpiente de cascabel y otra muy distinta dispararle a Bambi. Supongo que si tuviera mucha hambre si podria hacerlo. Mi padre iba de caza con su hermano cuando eran jovenes. Erin lanzo un suspiro. --Yo creo que seria incapaz de dispararle a nada. --Pero informarse sobre el manejo de un arma y saber utilizarla no es algo malo en si: la informacion es poder y todo eso. Para mi, tener algo mas que un bate de beisbol en casa tras la muerte de mis padres fue un consuelo. A veces el mundo es una selva. No hay mas que ver las noticias para darse cuenta de eso. Erin se froto el lado de la mandibula donde todos los dias de su vida utilizaba maquillaje para ocultar una cicatriz. Ella sabia muy bien hasta que punto el mundo estaba lleno de seres salvajes. --?Crees que eso te convierte en una persona paranoica? --?El que me convierte en una persona paranoica? --Tener un arma en casa. --Cargada y lista para dar la bienvenida a cualquiera que se plante en tu casa mientras duermes, armado con su propia arma, para llevarte de vuelta a una vida de malos tratos y sufrimiento... Erin ahuyento la imagen de su cabeza. --Echo siempre el cerrojo de las puertas por si alguien intenta entrar; tengo un extintor por si hay un incendio; tengo un seguro por si se hunde el mundo... ?Significa eso que estoy paranoica? --Eso es un poco distinto. --?De verdad? Estoy hablando de tomar precauciones y tener un seguro. De momento no ha entrado nunca ningun ladron a robar en casa. El extintor no habria servido de nada en un incendio forestal, y el seguro ha sido mi salvacion. Tener un arma de fuego para proteger a mi familia es solo una precaucion. --Parker hizo una pausa--. Y para protegerte a ti tambien, si no me equivoco. Por eso hemos venido hoy aqui. --La observacion de Parker habia dado justo en el clavo. La persona de la que debia protegerse tenia un rostro y un nombre que Erin estaba tratando desesperadamente de enterrar en su pasado. --Y ahora es cuando cambio de tema. Parker se rio. --No esperaba menos. Media hora mas tarde, entraron en la propiedad vallada y pasaron por delante de un equipo de fontaneros que estaba cavando una larga zanja a traves del terreno. Una de las numerosas inundaciones relampago que habian sufrido en el invierno posterior al incendio se habia llevado por delante la tuberia principal de la entrada de agua a la casa. Ahora que el tiempo primaveral por fin estaba dando paso al sol abrasador tipico del sur de California, Parker habia contratado al equipo de operarios para que arreglara las tuberias de forma permanente. Una larga manguera de bomberos que conectaba el suministro de agua de la ciudad con la casa les habia ahorrado tener que trasladarse a vivir a otro sitio mientras esperaban que el tiempo cooperara. Para Erin, los inconvenientes eran minimos; solo habian estado unos pocos dias sin agua corriente. Teniendo en cuenta la magnitud de los danos que habia sufrido la finca, podia darse con un canto en los dientes. Colin, el novio de Parker, las saludo mientras pasaban por delante de los operarios y se dirigian cuesta arriba a la casa principal. Parker sonrio. --?Cuando te va a hacer la gran pregunta? --dijo Erin. --Nos vamos a Cabo San Lucas dentro de dos semanas. Supongo que podria volver de alli con un pedrusco en el dedo... Eso mismo pensaba Erin. Parker y Colin llevaban planeando su viaje a Mexico desde Navidad. Aguas cristalinas, playas de arena blanca... Sonaba paradisiaco. Parker aparco el coche y abrio la puerta. --Voy a guardar mis cosas y luego te ayudo a limpiar las armas, ?vale? --le propuso Erin. --No te preocupes. Pensaba hacerlo esta noche. Quiero estar un rato con los operarios y asegurarme de que no estropean las canerias nuevas. Erin meneo la cabeza con admiracion: Parker era la propietaria mas involucrada personalmente en las reparaciones domesticas que habia conocido en su vida. Colin subio andando la empinada cuesta del camino de entrada y saludo a Parker con un beso. --?Como ha ido? --Le he dado a dos platos con la escopeta. --Erin levanto el puno en el aire. --Pues ya se te da mucho mejor a que a mi --comento Colin. Parker se apoyo en el. --Lo que no te ha dicho Erin es que ha dejado secos a todos los blancos metalicos con la Glock. Erin sonrio al oir los elogios de su amiga. --Yo no diria tanto, pero no me ha ido mal, no. --Es muy modesta --dijo Parker. --Yo no soy la experta, pero tu si. ?Tu la has visto en accion? --le pregunto Erin a Colin. --No con una pistola --bromeo. Las mejillas de Parker se tineron de rojo. Erin nego con la cabeza. --Bueno, y despues de eso, yo creo que me voy corriendo a comprar y a la oficina de correos. ?Necesitais algo del supermercado? --No, gracias. --Parker abrio el maletero del coche y saco la funda de su escopeta. Como Erin no tenia que ayudar a descargar el coche, cruzo el camino de entrada hasta el sendero que llevaba a la casa de invitados. Aunque la propiedad estaba vallada y estaba prohibido el acceso, no cerrar la puerta con llave no era una opcion. Ademas, la semana siguiente iban a instalar el sistema de alarma. Una precaucion mas que Erin iba a anadir a su arsenal de proteccion. La casita de un solo dormitorio era perfecta para ella. El salon y la cocina formaban un solo espacio muy amplio que venia amueblado, algo ideal para Erin, teniendo en cuenta que habia abandonado su vida anterior practicamente con lo puesto: dos maletas de ropa y la tarjeta SD de fotos de un movil. Habia dejado atras todo lo demas. Todo y a todos. Entro en el bano y se lavo la suciedad de la cara y la polvora de las manos. La idea de que sus manos no pasaran el control de seguridad de un aeropuerto la hizo sonreir. Se miro en el espejo y se dio un prolongado repaso en el. --Pasito a pasito --dijo, hablandole al aire. Se quito la goma con que se habia sujetado su espesa melena en una cola y se peino el pelo antes de recogerselo en un mono en lo alto de la cabeza. El rojo se estaba desvaneciendo rapidamente y el rubio natural amenazaba con asomar debajo. Casi no se reconocia a si misma. Pero de eso se trataba, ?no? Un nuevo aspecto, un nombre distinto, un nuevo hogar... Todo nuevo. Se habia cambiado legalmente el nombre, el numero de la seguridad social... Nada era como antes. Oyo sonar el timbre del telefono en la cocina, donde habia dejado su bolso. El sonido la sorprendio. Muy poca gente tenia su numero y hasta el momento los teleoperadores no la habian descubierto todavia. El identificador de llamadas senalaba un numero oculto, asi que, en lugar de contestar, dejo que saltara el buzon de voz. Al cabo de un minuto, pulso el boton de reproduccion para oir el mensaje. Una voz femenina y familiar le puso la piel de gallina. --Soy yo. Tengo noticias. De repente, se le erizo todo el vello del cuerpo y empezo a hiperventilar. Erin se dirigio a la pequena mesa de comedor, retiro una silla y se sento antes de que el mareo la hiciera caer redonda al suelo. Renee contesto al primer timbre. --Hola, Renee. --No sabes cuanto me alegro de oirte. ?Como estas? ?Has probado ya el agua de coco? --Renee, su defensora, su abogada y su salvadora, le formulo su pregunta en clave. --Estoy bien, y si. El agua de coco estaba deliciosa. No habia ninguna agua de coco. Ni zumo de remolacha, ni cualquier otro alimento ecologico que a Renee se le ocurriera mencionar. Daba lo mismo, la respuesta era siempre afirmativa si Erin se sentia lo bastante comoda y segura para hablar sin miedo a que alguien la escuchara. Hasta ahora, no habia necesitado responder con un no. Con un poco de suerte, nunca seria necesario hacerlo. --Por la voz, pareces estar bien. --Estoy un poco mejor cada dia. --?Estas comiendo bien? Erin penso en su dieta y opto por conservar el tono positivo de la conversacion. --Creo que ya me sobran un par de kilos. Renee lanzo un resoplido. --Menuda mentirosa estas hecha... Ambas se echaron a reir. --Estoy bien, de verdad. --Queria decirle que la luz del sol de California estaba obrando maravillas con ella, pero eso no podia decirselo. Renee no sabia donde estaba Erin, ni siquiera sabia el nombre que estaba utilizando en vez del suyo--. Dime cuales son las noticias. Renee suspiro. --No te van a gustar nada. Erin trago saliva. --?Mi hermana y su familia estan bien? --Si, estan bien. Si no lo estuvieran, seria lo primero que te habria dicho. Erin apreto los ojos y sintio la opresion en el pecho, que tan bien conocia, el dolor de los recuerdos de todas las personas a las que habia dejado atras. --Sueltalo. --Todavia no te han concedido el divorcio --le dijo--. Y el cabron ha pedido una nueva vista judicial para impugnar la orden de alejamiento. Erin apoyo la cabeza en la mano. --Esto no va a acabar nunca. Capitulo 2 Matt metio dos lechugas romanas en una bolsa mientras Jessie escogia los tomates. --Tio, metelos en una bolsa y vamonos. --Pero querras que tengan algo de sabor, ?no? --A Jessie le gustaba hacer las cosas bien, mientras que a Matt le gustaba hacer las cosas rapido. --Quiero acabar de hacer la compra antes de que nos llamen y tengamos que salir corriendo --dijo Matt. Los miembros de su unidad se habian separado al entrar en el supermercado. Vestidos con sus uniformes azules, los cuatro llamaban la atencion alla donde iban. En la seccion de alimentacion del super, a ultima hora de la manana, eran el objetivo de un monton de amas de casa sonrientes y de mujeres con ganas de ligar... A veces eran solteras, pero muchas otras veces no. No hay nada que atraiga mas a las mujeres que un hombre vestido de uniforme haciendo la compra. Como los companeros de la brigada de Matt trabajaban en turnos de veinticuatro horas, les tocaba pensar en lo que iban a comer y, por lo tanto, tenian que ir a comprar provisiones. En el parque de bomberos siempre habia algo para preparar el desayuno y el almuerzo, comidas comunitarias a las que contribuian todos y cuyos ingredientes compraban entre todos, pero las cenas dependian de cada unidad de guardia en concreto. Esa noche iban a preparar costillas de cerdo, patatas al horno, ensalada y cualquier otra cosa que se les ocurriera y que pudieran asar a la parrilla. Matt se acerco a las patatas y cogio una bolsa entera, en lugar de seleccionarlas una a una. Miro a Jessie, que era el novato del equipo, y dio unos golpecitos en su reloj. Jessie acelero sus movimientos y deposito los productos en el carro. Al doblar la esquina, vieron que el capitan Arwin --se llamaba Anton, pero nadie se dirigia a el por su nombre de pila-- y Tom, el ingeniero de su unidad, iban cargados de costillas. Iban a hacer muchas y a rezar para que les diera tiempo de comerselas antes de que se enfriasen. El capitan dejo la carne en el carro y Tom anadio un bote grande de salsa barbacoa. --Todavia tenemos sazonador para carne en la estacion, ?verdad? --pregunto. --Si, lo he comprobado antes de salir --le contesto Matt. Cogieron una barra de pan de ajo precocido que podian meter en el horno en el ultimo momento y anadieron leche y galletas antes de dirigirse a la caja registradora. A Matt no se le escapo la sonrisa de una morena de unos veintipocos anos que empujaba un carrito en la fila de al lado. Le devolvio la sonrisa con el piloto automatico antes de apartar la mirada. --No se te puede llevar a ninguna parte, Romeo --se burlo Tom. Matt era el unico soltero de su unidad. Incluso Jessie, que solo tenia veintitres anos, estaba casado y con un hijo en camino. --Creo que Julieta era rubia. Tom se rio y ayudo a colocar la comida en la cinta. --?Como estais hoy, chicos? --La cajera debia de tener mas de sesenta anos, pero incluso ella esbozaba una sonrisa que expresaba algo mas de lo que decia su boca. El capitan sonrio a la dependienta y siguio dandole conversacion mientras apilaban la compra. Cuando Matt le dijo a su familia que queria ser bombero, le dieron mucha cana. Bueno, una cana simpatica, pero cana al fin y al cabo. <>, le habia dicho Grace, la pequena de la familia, para chincharle. <>. <>, habia abundado su padre. Como policia retirado, Emmitt sabia muy bien de lo que hablaba. Y luego estaba Colin, el hermano mayor: <>. Su hermano era mas alto, pero Matt era el que se machacaba en el gimnasio. La verdad es que los dos eran muy atractivos. Sus padres les habian transmitido unos buenos genes, capaces de darles cierta ventaja en la vida. Salieron del supermercado con un suspiro de alivio. Habian conseguido comprar lo que necesitaban sin haber recibido ninguna llamada de emergencia, y el parque de bomberos estaba a solo ocho kilometros de distancia. En la calle, el camion ocupaba el espacio de la zona senalizada de color rojo, un sitio especificamente reservado para ellos alla donde tuvieran que desplazarse. Tom se dirigio al lado del conductor mientras Matt y Jessie metian las bolsas dentro del camion. --?Hola? Matt se volvio y vio a la sonriente morena de la tienda dirigiendose hacia el. --?Si? --Se te ha caido esto ahi atras. --Extendio la mano, deshaciendose en sonrisas, y le entrego un papel del tamano de una tarjeta de visita. --Me parece que no... La chica le aplasto la tarjeta en la mano. --He visto como se te caia del bolsillo trasero de los pantalones cuando te sacabas la cartera. Matt no habia pagado la compra. Miro la tarjeta y vio un nombre y un numero de telefono con el dibujo de una carita sonriente. Jessie dijo algo en voz baja con una risita y se subio al camion de un salto. --Ah, vale... gracias. Ella llego incluso a echarse la melena por encima del hombro con un ademan exagerado. Matt no habia visto a una chica hacer semejante movimiento desde el instituto. --Tened cuidado ahi fuera.

  • Doce Campanadas Y Un Beso – Olivia Ardey de Olivia Ardey

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    QUIEN SABE, QUIZA HAY QUE CREER EN LA MAGIA DE LA ULTIMA NOCHE DEL ANO.
    En la boda de Celia y Alvaro uno de los invitados no parece disfrutar del momento. Diego ha vuelto a Taraban para empezar de nuevo.
    Viudo y con dos ninas, es demasiado joven para vivir de recuerdos pero su trabajo como veterinario rural y su agotador dia a dia de padre en solitario no le dejan ni el tiempo ni las ganas de volver a enamorarse.
    El mismo dia del enlace mas esperado en el pueblo, tropieza con una rubia agente de la guardia civil con muy malas pulgas y muchas ganas de poner multas, que pondra su vida del reves. Vanesa es un soplo de aire fresco, desafio y pasion, suave como una mariposa y dura como el acero. El amor llega como un regalo inesperado pero Vanesa ha escogido una profesion de alto riesgo. Diego ya sabe lo que perder a la mujer que amas, y el miedo a tener que pasar de nuevo por lo mismo pondra las cosas aun mas dificiles.
    Aunque, quien sabe, quiza hay que creer en la magia de la ultima noche del ano.

  • Como cualquier hombre de Gayle Kaye

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    Candy Porter era una periodista dispuesta a demostrar que la imagen sexy de los cowboys era solo un mito sin fundamento. Pero lo primero que descubrio Candy fue a Tanner Carson, un hombre que echaba por tierra su teoria con su metro noventa y sus musculos de cowboy de Texas. Carson era un ranchero capaz de “domar” a cualquier mujer de la gran ciudad. ?Podrian aquellos dos caracteres tan diferentes encontrar el modo de dar rienda suelta a su amor?

  • Hiddensee de Gregory Maguire

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    UNA VERSION MAGICA Y FANTASTICA DEL CUENTO DE EL CASCANUECES <> Kirkus Reviews <> Booklist <> People Magazine Gregory Maguire combina la leyenda del origen del Cascanueces con la vida de Drosselmeier, su creador.Tras transportar a sus seguidores a Oz gracias a Wicked y al Pais de Nunca Jamas con After Alice, Maguire nos lleva en esta ocasion a los reinos de los Hermanos Grimm y E.T.A. Hoffman, a la encantada Selva Negra de Baviera y a los salones de Munich. Hiddensee trata los origenes del Cascanueces: ?como se tallo esta fascinante criatura? ?Como acabo guiando a una nina enferma llamada Klara a un paraiso de ensueno en Nochebuena? Hiddensee no es una mera version de un cuento clasico. En el prospero romanticismo aleman, Maguire descubre un bosque emigrante perteneciente a un misterioso culto helenico y sopesa una cuestion trascendental: a pesar de los pormenores, enganos y retos de la vida, ?como puede una persona acceder a unos secretos que beneficiaran a desamparados y desvalidos? Lo que Hiddensee ofrece es una brizna de esperanza. Si en una oscura noche de invierno, el infeliz del padrino Drosselmeier puede llevar un Cascanueces encantado a una nina en apuros, quizas todo el mundo, por muy solo o marginado que este, posea un objeto preciado que pueda compartir

  • El Sultan y la Plebeya de Maya Blake

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    El recien coronado sultan Zaid Al-Ameen estaba decidido a acabar con la corrupcion en su pais. Desafortunadamente para Esme Scott, eso significaba detener a su padre por estafador, y obligarla a ella a alcanzar un acuerdo con quien lo mantenia prisionero.

  • Un mundo al alcance de la mano de Maylis De Kerangal

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    En su juventud, cuando no sabia muy bien que hacer con su vida, la parisina Paula Krast se marcho a Bruselas a estudiar arte. Alli conocio al timido Jonas, por el que sintio un deseo no siempre correspondido, y a Kate, una escocesa pelirroja y escultural. El trio sello su amistad en esos anos repletos de entusiasta creatividad y de suenos que despues, con el tiempo, no siempre llegaron al puerto previsto.
    Paula, que trabaja con la tecnica del trompe-l'oeil -es decir, con la pintura que imita a la realidad enganando al ojo humano; que, siendo representacion, busca la apariencia de realidad-, seguira un periplo vital que la llevara a los legendarios pero ya decrepitos estudios de Cinecitta en las afueras de Roma -donde trabajara en los decorados de Habemus Papam de Nanni Moretti y vivira una fugaz relacion amorosa con un italiano-; a Moscu, donde se esta rodando una version cinematografica de Anna Karenina, y finalmente a las cuevas de Lascaux, donde nuestros lejanos antepasados pintaron escenas en las paredes para contar su historia, donde la necesidad de narrar para dar sentido a nuestras vidas dejo un testimonio primigenio...
    Esta novela sutil y bellisima, rebosante de matices, nos habla de los suenos juveniles, de la amistad y el amor, de la evolucion personal, de recorridos geograficos y vitales, de la creatividad, de la relacion del artista con los materiales con los que trabaja, de la realidad y la ficcion, del arte como un modo de buscar el sentido de la vida y de entendernos a nosotros mismos, de la necesidad que tenemos los seres humanos de contar historias.

  • Un cadaver muy frio (Las cosas y casos de la senora Starling 1) de Ana Bolox

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    Abrio los ojos como si los parpados soportasen el peso del planeta. Estaba oscuro y el aire viciado le lleno los pulmones con un olor acre. La nausea subio rapida hasta la garganta, sin avisar. Se incorporo sobre un costado y devolvio. Un dolor punzante le recorrio el cerebro, como el rayo que se ramifica con dedos cada vez mas finos hasta alcanzar el ultimo rincon del firmamento, y durante un instante la oscuridad se torno roja y se lleno de chispas que se apagaban tan pronto como se encendian. Sintio el hedor acido del vomito y tosio. Un hilillo de baba le resbalo por la barbilla y se deslizo hasta el cuello cuando se dejo caer sobre la espalda. La oscuridad volvio. ?Donde estaba? Fruncio el ceno en un intento por concentrarse y una nueva punzada de dolor le atraveso el craneo. Se llevo la mano a la frente y apreto con fuerza. Sintio un alivio pasajero, pero el dolor seguia alli, detras de las cuencas de los ojos. El ultimo recuerdo que lograba extraer de la memoria era que habia salido a realizar algunas compras para Navidad. Ya habia oscurecido y avanzaba cargada con algunas bolsas junto al Yankee Stadium. La brisa agitaba las ramas de los arboles que se alzaban ante la puerta numero cuatro. Eso podia recordarlo bien. Habia pasado por delante de ella. Despues solo era capaz de evocar el sonido de sus propios pasos alejandose de la explanada que se abria ante el estadio. A lo lejos, un semaforo parpadeaba en ambar. Luego ya no habia nada hasta aquella oscuridad. CAPITULO 2 Danny’s Coffeeshop No parecia una asesina. La anciana senora Lacey entro en el Danny’s Coffeeshop, el lugar donde se habian citado, envuelta en un abrigo de pano grueso y abrazada a su bolsito de imitacion de piel de cocodrilo, como si temiera que alguien fuera a arrebatarselo en cualquier momento. Anne Starling, parapetada tras las hojas de un ejemplar atrasado del New York Times, la observo desde la mesa. No se movio. Aunque venia bien recomendada, queria estudiarla antes de darse a conocer. Llevaba la cabeza embutida en un ridiculo sombrero de cuyo frontal, sujeto con alfileres, caia un velo oscuro, rigido como la visera del yelmo de un caballero medieval, pero que apenas le cubria la mirada huidiza con la que escrutaba a su alrededor. Parecia una abuela venerable. Cuando la telefoneo la noche anterior, la senora Lacey le conto que habia conseguido su numero a traves de una vecina, amiga de una tal senorita Tarckle que hablaba maravillas de ella. Aquel comentario encendio su vanidad, ?para que negarlo? No era tan frivola como para fingir que el hecho le ruborizo. No lo hizo en absoluto. Dejo que el halago removiera el recuerdo de la pasada primavera, cuando ella y James viajaron a Washington. Alli, junto a la avispada Jane Tarckle, habia tenido la oportunidad de resolver un caso de asesinato del que, desde luego, James no habia sabido nada. Una circunstancia que ella no estaba dispuesta a alterar, como no pensaba contarle ni una palabra de este. Si es que habia caso, naturalmente, porque durante la conversacion que mantuvo con ella, la senora Lacey no le habia parecido una mujer muy en sus cabales. Con voz misteriosa le pregunto si era posible que su vecino, el senor Snow, cuya desaparicion la inquietaba y habia motivado su llamada, hubiera sido raptado por una boa y llevado a lo largo de la enorme tuberia que el ayuntamiento habia obligado a montar en el patio interior. Le habia costado disimular la carcajada que le subio a la garganta y no llego a estar segura de si la tosecilla con la que pretendio camuflarla consiguio su objetivo. Cuando recupero la compostura, le pregunto si por casualidad estaba leyendo a Edgard Allan Poe. La senora Lacey enmudecio durante un segundo y luego exclamo una serie de agudos aaahes y ooohes, mientras farfullaba alabanzas porque habia sido capaz de averiguar la lectura con la que entretenia los largos atardeceres de invierno. Cuando, despues de colgar, James le pregunto quien habia llamado a esas horas, Anne se cuido de ocultarle a su marido la insolita conversacion, que disimulo bajo la absurda excusa de una vendedora telefonica que pretendia seducirla con las bondades de la nueva aspiradora AX7, capaz de succionar al propio Nueva York, segun le habia asegurado, de haberselo propuesto. James enarco las cejas y ella se encogio de hombros y adopto el gesto ingenuo que hasta entonces le habia proporcionado tan buenos resultados. --?Y que pinta Poe en todo esto? --le habia preguntado. Anne habia vuelto a encogerse de hombros antes de acercarse, abrazarlo y recorrerle el cuello con pequenos mordiscos. James no habia preguntado mas. Eran las diez de la noche y su marido, un bendito credulo. La sonrisa de Anne al recordar lo que habia ocurrido despues de los mordisquitos desaparecio tras la taza de cafe, de la que dio un largo sorbo antes de volver a observar a la senora Lacey. La anciana miraba a su alrededor en busca, sin duda, de la figurita de Shiva labrada en jade que Anne le habia indicado como sena para que la identificara. Por supuesto, no habia ninguna talla de aquel tipo en todo el Danny’s Coffeeshop porque Anne, despues de comprarla a precio de oro en una almoneda del Upper West Side, la habia dejado en el maletero del coche. ?Y si la senora Lacey era una espia sovietica con ganas de tomarse la revancha por aquel asunto del elefante lanudo que ella habia ayudado a resolver, pocos meses antes? La mujer se toco la rosa que llevaba prendida en el ojal del abrigo y que debia identificarla ante Anne, que entrecerro los ojos y la midio con la mirada. De ser una agente rusa, exageraba demasiado su nerviosismo, de modo que decidio que debia de tratarse de la autentica senora Lacey, una simple anciana preocupada por la desaparicion de su amigo. Anne doblo el periodico, lo dejo sobre la mesa, junto a la taza de cafe, y la saludo con la mano. La senora Lacey abrio mucho los ojos, pero no se movio. Anne se sintio estupida. Tal vez deberia haber traido consigo la figurita. Se levanto y camino hasta ella. --?La senora Lacey, supongo? --?Como lo sabe? --No es dificil: me habia citado aqui, a esta hora, con usted. Y, ademas -- Anne senalo el ojal en el cuello del abrigo--, lleva la rosa con que dijo que se identificaria. La anciana fruncio el ceno y la observo en silencio durante algunos segundos. --?Donde esta Shiva?

  • Las Ratas de Miguel Delibes

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    Es una novela realista, de denuncia frente a las injusticias sociales. Trata la historia de un nino que lleva una vida miserable junto a su tio, viviendo en una cueva y alimentandose de ratas de agua, en un pueblo de Castilla. Esta vida miserable, moldea y determina el futuro de los personajes, el Nini, el nino, trabajador, agradable y apreciado por el pueblo, y el Ratero, su tio, que no quiere abandonar su vida miserable y rechaza las propuestas de cambiar de vida propuesta por las autoridades, que presionan movidos por propios intereses. Los paisajes son fundamentalmente urbanos, ya que se centra en el pueblo donde el Ratero, vende el producto de su caza, que pronto tendera a extinguirse y debera buscar otros recursos de subsistencia.

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • La promesa de no olvidarte (Skye 2) de Yolanda Revuelta

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    Connor Carson regresa a la isla de Skye tras varios anos trabajando como medico en Africa. Su decision de retomar su vida donde la dejo se debe a que uno de sus mejores amigos ha muerto. No va a ser facil volver a ver a Kate y mas complicado sera aun ocultar lo que siente por ella.

  • No soy un experimento de Melania Virues Morilla

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    Nos encontramos en un futuro no muy lejano en el que la ciencia crece dia a dia a pasos agigantados. Africa acaba de cumplir 19 anos y es un experimento. El doctor Flynn, es un cientifico que consiguio clonar a Alba; y Africa, es el resultado de aquello, de su experimento. Africa esta cansada de estar encerrada, cansada de ser una ‘rata de laboratorio’, por lo que decide escapar.?Que sera de Africa cuando consiga escapar sin una identidad ni sitio a donde ir? ?Y si ella no es el unico clon?

  • Quiero guasavi de Cristina Busto

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    Alicia es un poco descerebrada, tiene un trabajo que ni fu ni fa y es de las que actua y luego piensa.
    Biel es padre, ronda los cuarenta y esta calvo. Vale que es arquitecto y tiene un cuerpazo, pero hasta el momento, su vida no era muy interesante.
    Ella vive con Sebi, y dos companeros mas, en casa de Biel. Pero el no lo sabe, piensa que ha alquilado su preciosa casa a dos prometidos enamorados. ?Te imaginas que puede pasar si se entera?
    Son dos caracteres opuestos que no pegan ni con cola, pero el caprichoso destino y un amigo con ideas de bombero, haran que sus vidas se crucen y cambien.
    ?Quieres saber porque la vida es mas divertida en Converse y subida a una Vespa? ?Por que, a veces, las cosas que pensabas que no encajaban en tu vida de repente lo hacen?
    Y, sobre todo, ?Quieres saber por que quiere “guasavi”?

  • Amor en la Red. Caminos Cruzados 1 de Mercedes Franco

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    Samuel Dunn, es un joven de 19 anos, introvertido que, por una casualidad, conoce a la mujer de su vida via online.

  • La Reina Roja de Jorge Borges

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    Cassidy no era una mujer cualquiera.
    Actriz. Modelo de pasarela.
    Y lider de la mafia al mando.
    A cargo del trafico de drogas y armas.

  • Petra Ramos. Heroina anonima de Guillermo Frontela Carreras

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    Es una historia de amor, sacrificio, intrigas, traiciones, espionaje, pasiones y patriotismo, inspirada en hechos historicos, en epoca de la Guerra de la Independencia entre las ciudades de Segovia, Sevilla y la Isla de Leon (Cadiz).
    Narra la vida de Petra Ramos, mujer noble, inmensamente rica, poseedora de mas de quince casas, huertos, molinos, vinas y rentas de granos, que abandona su ciudad y todas sus propiedades para seguir a su marido, Mariano Gil de Bernabe, profesor del Real Colegio de Artilleria de Segovia, y a su hijo Dionisio de 14 anos, cadete de ese Colegio, cuando este es evacuado, a causa de la ocupacion francesa, en busca de una ciudad segura donde continuar la docencia.

  • Sinceramente de Cristina Fernandez De Kirchner

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  • Agarrame, si puedes (Lola 1) de Alma Fernandez

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    Nunca te avisan de que tu vida se va a ir a la mierda en un segundo con veinticinco anos, ni que perderas todo aquello que habias ganado, ni que aprenderas a seleccionar a los amigos que creias fieles, pero que ahora se averguenzan de ti. No estaba lista para ver que mi mundo se desmoronaba, que ya no podria conocer medio mundo, correr una maraton, vivir de mi sueno, basicamente tener ilusion por vivir. Recapitulemos para que esto pueda entenderse, porque no es que sea melodrama ni que quiera compadecerme de mi misma, sino que todo tiene un porque y la verdad es que el mio no es moco de pavo. Soy campeona de atletismo, en la especialidad de carrera de obstaculos, o al menos lo era hasta que tuve el accidente, cayendo sobre uno de los obstaculos y provocandome una lesion medular irreparable. Me diagnosticaron paraplejia y me encorsetaron a una maldita silla de ruedas. Ahora vivo en otro mundo, en otro mas frio, infernal, solitario, marginado, aburrido. Nunca he sido mucho de salir a bailar samba, pero me encantaria salir ahora mismo a mover las caderas, tras escapar del hospital en el que estoy metida mientras acaban de hacerme unas pruebas y me instruyen para que a partir de ahora sea autonoma en lo que a movilidad con la silla se refiere. Mi madre esta sentada a mi lado mientras me como una especie de pure con color de moco en mal estado, un trozo de pollo a la plancha mas seco y duro que la suela de un zapato, concretamente de la sandalia de Cristo, si, esa que dicen siempre que esta perdida. Yo acabo de encontrarla y esta en este plato. Punto para mi. Mi madre se sienta en la cama ahora mientras yo tomo el yogurt y charlamos. Parece ser que mi padre se ha ido a por unos cafes. Ojala me pudiera tomar un buen cafe, y no esos de las maquinas que pareces meados de rata. La cama empieza a doblarse por momentos como un sandwich y es entonces cuando descubro que mi madre esta apretujando con su culamen a lo Jennifer Lopez el mando para reclinar la cama y nos esta apretujando como si esto fuera la faja de mi abuela, que en paz descanse. Mi madre no puede levantarse para darle al otro boton del mando y deshacer el bocadillo que ha hecho con nosotras. Solo se me ocurre pulsar como puedo, contorsionando mis brazos, el boton rojo de ayuda para que venga una enfermera a sacarnos de esta. Una vez hemos sido liberadas de esa tortura china, mi madre preocupada me pide perdon mientras acaricia mi rostro, pegandome los pelos a la cara, ahora sudorosa, como si fuera una peluca de las malas. --Carino, lo siento, ?te duele algo? -- me acaricia las piernas. --No mama, no siento ni tu caricia, ni aunque me caiga Hulk encima -- me encojo de hombros. Si yo no me lo tomo en serio, ?quien demonios lo va a hacer? La enfermera me mira con una mezcla de compasion y decepcion. Pero tambien hay un brillo en la mirada, de esos que ves cuando una persona esta en una situacion muy mejorable, como es mi caso, y se alegran de no ser ellos los que estan en tu pellejo. La entiendo, yo tambien lo pensaria, supongo. Cuando la gente te juzga por todo, te tiene que chorrear, como el agua entre las piernas, y asi es como he cambiado yo. Me he puesto una coraza porque el mundo es cruel y yo no quiero ser el patito feo del que reirse y despues compadecerse. Mis padres se han marchado a casa a descansar por peticion de una servidora. La verdad es que se los ve cansados y no quiero ser una carga. No quiero esclavizarlos a estar conmigo hasta el fin de los tiempos. Conmigo se ha quedado un celador la mar de mono. De mi entrenador no he vuelto a saber nada. No le he visto el pelo desde que me metieron en la ambulancia rumbo al hospital tras el accidente. El celador de mi habitacion, que ahora se que se llama Bruno, me ha traido un zumo y una revista que le he pedido, previo pago. Es el hombre ideal. Es mono, pero no de animal, sino agradable sin llegar a pibon, es dulce y encima cachas. Podria ser mi tipo, no os voy a mentir. Me imagino sobre su moto recorriendo el mundo entero. ?Que como se que tiene moto? No lo se, pero quiero pensar que si, porque en mi imaginacion es una grande y negra. Pero eso no va a pasar, no porque no tenga posibilidades con el, que si me pongo lo peto, pero no me veo ahora mismo subiendo a una moto, ni ahora ni nunca. Me estoy cagando, asi de claro, pero decirle eso a Bruno para que me lleve en brazos no es muy romantico, y puede que si me lo curre me lleve un meneo hospitalario, asi que mejor no romper la magia, al menos la que mi cabeza ha creado. Me levanto como puedo, sentandome en el colchon y acerco lo mas que puedo la silla de ruedas para sentarme en esta. Bajo con el mando lo mas que puedo la cama, a la altura de la silla y me arrastro como un gusano hasta quedar en el borde de la cama. Me cojo a la silla y tiro de mi cuerpo para con suerte caer en la silla, y si lo hago, pero abierta de patas junto cuando entra Bruno. Mierda. Suerte que llevo bragas, pero tambien una compresa mas grande que Gibraltar. Me coloco lo mas rapido posible las mierdas para que ese tierra tragame pierda algo de tierra y le sonrio para disimular. Me mira compasivo y me toma en brazos. He perdido mucho peso con esa comida, si se puede llamar asi, que me dan, asi que peso poco mas que una pluma de pavo real. --?Donde quieres que te lleve? --Necesitaba ir al bano, pero no te preocupes, necesito practicar. --Todavia estas convaleciente por la operacion. Mas adelante te dare toda la libertad posible para que hagas y deshagas a tu antojo, pero aun no. --No me gusta depender de la gente, ya lo sabes. Soy muy independiente. --Lo se, pero durante unos dias vas a estar pendiendo de mi cuello, ?vale? --Esta bien-- le digo agarrandolo del cuello mas fuerte con mis brazos mientras me sujeta, para no caerme. --Seras mi mona colgona -- y eso suena fatal, no, lo siguiente. Me deja en la taza del vater y sale para darme intimidad, como puedo, me bajo las braguitas y me cambio la compresa mientras suelto por este culito respingon todo menos rosas. Cuando voy a limpiarme, no hay papel, que novedad y encima en el peor momento. Estiro la mano como si fuera el Inspector Gadget hasta mi neceser, donde tengo la colonia y hecho todo lo posible antes de llamar a Bruno. Necesito que me traiga un rollo. Escondo la compresa sucia dentro del canuto pelado para que no la vea y tiro de la cadena, aun no habiendo acabado, pero para que no vea flotando las minas antipersona y me tapo todo lo posible para que no vea nada, aunque segundos antes ha visto mas de lo que debia. --Bruno, ?puedes venir? --Claro -- escucho detras de la puerta y golpea. -- ?Puedo abrir? Si, entra. --Dios santo, esta mezcla de olores es un poco nauseabunda. ?Ha muerto un animal aqui o que? --Lo siento. Necesito pedirte algo. --Claro, lo que necesites. --Necesito un rollo. --Bueno, tengo algunas amiguitas, pero puedo hacer hueco para una mas. --Me refiero al de papel higienico. --Lo se, ahora te lo traigo. Dame ese canuto, que lo tiro. --No, que no es necesario. Me quita el canuto de las manos y la compresa cae de dentro, quedando completamente abierta en el suelo. Joder. La recoge sin decir nada y se marcha para traeme poco despues un par de rollos de papel para que tenga de mas. Se lo agradezco antes de marcharme. Poco despues llega mi madre con una caja de tampones, bendita madre, es la mejor. Adoro a mi madre, siempre me trae lo que necesito. Lo de llevar las compresas xxxxxl del hospital a lo forro de libros como que no mola. Al igual que tampoco mola llevar aqui ya dos meses encerrada entre estas cuatro paredes. Y por fin ha llegado el dia de salir de esta jaula y poder ver la luz del sol sin barrotes de por medio y batas con las que ensenas el trasero. Me despido de Bruno con un abrazo y disimuladamente le meto en el bolsillo de la bata un papel con mi numero, porque si cuela, cuela. Me encamino al ascensor empujada por mi padre mientras mi madre me toma de la mano, modo melodramatica. Lo primero que hacemos es ir a comprar cosas a tiendas especializadas para hacer mas comoda mi vida a partir de ahora; cojin hinchable por eso de las almorranas y de mas, guantes para no palpar las mierdas de perro con la piel cuando giro las ruedas de la silla, cojin para respaldo acolchado, para que el dolor de espalda no me mate, etc. Ahora, mas lista que Fernando Alonso en una de sus carreras, sobre todo con el equipamiento anti --dolor, me encamino a casa, que por suerte es un piso con ascensor, de no ser asi, me veo en brazos de alguien o arrastrandome escalon a escalon como un gusanillo. Me coloco frente al ordenador y escribo mi diario en Facebook, como todos los dias. Me gusta que mis seguidores sepan que estoy bien y cual es mi rutina desde el accidente. El problema es que solo escribo las cosas buenas e intento contarlo desde un punto de vista comico.

  • Un Vaquero Atormentado (Rancho Atkins 3) de Tess Curtis

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    Jack ha pasado la mitad de su vida sirviendo a su pais en el ejercito, hasta que decide dar un nuevo rumbo a su vida. El Rancho Atkins lo acoge como capataz, hallando la paz y la normalidad que su mente necesita, hasta que la decoradora Susan Donovan irrumpe en su vida.

  • Tu eres mi primavera eterna de Alexis Rain

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    ?Alguna vez te has sentido perdido? ?Sientes que alguien mas tira de las riendas de tu vida?
    Una ciudad. Dos culturas.
    Durante un trayecto en tren dos personas de mundos opuestos, Sakura, una japonesa
    dedicada a la veterinaria, de familia adinerada y con un padre arraigado a sus tradiciones, y
    Liam, un australiano perdido en la vida y atrapado en un pais en el que le es dificil encajar y en
    un trabajo que ama pero en el que no le toman en serio, tienen un primer encuentro fugaz que
    los marcara a ambos y les hara cuestionarse el rumbo de sus vidas y lo que quieren hacer con
    ellas.
    ?Conseguira Sakura escapar del futuro que planea su padre? ?Liam encontrara su
    sitio en un pais tan distante como Japon?

  • El dios asesinado en el servicio de caballeros de Sergio S. Moran

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    Veronica, alias Parabellum, es detective paranormal y debe enfrentarse a todo tipo de criaturas en su trabajo. Pero detener una guerra entre dioses griegos y nordicos puede ser demasiado incluso para ella.

  • Valle de fuego de Sandra Becerril

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    Un dia fui a unos ojos y no logre volver jamas. Cuando era menor de edad y comence a escribir en la soledad de mi habitacion historias de terror, siempre imagine que iria a Las Vegas a jugar en los casinos y a perderme en alcohol. No a convertirme en asesina. Vuelvo a casa con la boca llena de sangre y el eco de los fantasmas acechandome desde su oscuridad. Tinieblas, noche, lejania, recuerdos. Nunca se iran, las sombras, las cuencas de los ojos huecos de vida, los lamentos, el sonido de los pasos detras, siempre detras, intentando alcanzar el cabello y murmurar en el oido lento y suave: tu me orillaste a hacer esto. Hay cosas que no debemos olvidar. Porque al hacerlo, quedamos indefensos ante sus gemidos. Y entonces nadie podra salvarnos. 1 La cordillera roja, las hormigas rojas, el cielo rojo de las dunas que se quedaron fosilizadas en la era de los dinosaurios, hace ciento cincuenta millones de anos. Todo era de fuego en aquel valle en Nevada, incluso tu sexo en mis labios. Extranaba a Ian, con desesperacion, pero no evitaba amarte cuando estabas frente a mi, eras el deseo mezclado con un coctel de ojos verdes desparramados con nuestra ropa adentro de la tienda de campana. Eras tu, Noah, y no queria dejarte ir de nuevo. Frenabas mi caida al vacio despues de su partida. Queria que me penetraras hasta los pensamientos porque nunca habia hecho el amor como lo hacia contigo. Jamas me habia sentido tan humeda debajo de un cuerpo, no sabia lo que eran las ganas hasta que una noche deje que me cogieras tanto que la luna fatigada se escondio recurrente en mis fantasias y en los orgasmos ahogados que ahora gritaba en el valle en medio de Clark County. Tus cejas fruncidas terminando y llenandome de ti. Te recargaste en mi hombro y abrace tu espalda con mis muslos temblorosos, respirabas agitado y reias. A traves de un orificio de la tienda puede apreciar las estrellas nacer como parto multiple en el cielo, a lo lejos los coyotes aullaban, y anhele que tu cuerpo perfecto fuera el de Ian. Nunca fuimos normales, mas el saber que no lo eramos era precisamente lo que nos apartaba de los demas. Sali a fumar un churro de mota que escondia en la mochila mientras dormias, esperando que la hierba me ayudara a meditar mejor. Me sente con las piernas cruzadas en flor de loto sobre una roca y mire las montanas cobrizas devoradas por la oscuridad y la nada del sonido del valle. Quiza nada existia en realidad y los dias eran los suenos de las rocas perforadas por la erosion y los millones de anos que llevaban esperando despertar. Tal vez yo no existia. Y entonces tampoco hubiera existido Ian, sus peliculas o sus horrores. A lo lejos, otro turista encendio una fogata que me recordo la primera vez que nos acostamos, la noche en que te infiltraste en medio de mis muslos aprovechando el alcohol de las diez cervezas alemanas que llevaba en mi sangre; me deje ir en ti enfrente de la chimenea falsa de tu departamento, con una luna curiosa parecida a esta, pero asomandose desde la ventana en la Ciudad de Mexico. La pelicula Casablanca se escuchaba en la pantalla de tu habitacion, aunque ya no la veiamos: <>. Mientras Ilsa le confiesa a Rick en el cafe que sigue amandolo desde que lo encontro por primera vez en Paris y el se pregunta por que de todos los cafes del mundo ella tenia que entrar justo a ese, yo me preguntaba por que de todos los cuerpos que habia probado antes, el tuyo me sabia mejor que ninguno. Que bueno que no follamos antes, porque me volvi adicta a ti desde el primer instante. Parecias hecho de nicotina, mota, Valium y alcohol, todo revuelto en el sabor de tu piel, de tu pene, de mi cuerpo cuando terminabas y me quedaba escurriendo de ti. Con la combinacion de tu imaginacion atrayente y maligna, decidi aceptar quedarme contigo a dormir esa madrugada. Y todas las siguientes. No somos libres mas que para elegir entre el placer y la amargura, y entre eso prefiero mil veces el placer. Me enamore en un solo crepusculo de tu forma de hacer el amor. Que jodido. Enamorada de ti hasta el pasado. Cerre los parpados, esperando que el lugar arqueologico donde estabamos se llamara asi porque desde adentro de cada una de esas cuevas, alguien nos vigila, examina y estudia. Y somos nosotros los monstruos ahogados hasta el cuello de la mierda cotidiana. Las criaturas del desierto olian a cobre y cometas. Suspiros encarnados, profundos, las rocas regalandonos su piel, las cordilleras con sus miradas perdidas sobre sus siluetas reflejadas en el cristal de las dunas congeladas por cientos de miles de anos. Mire una vez mas para no extraviar la noche con aquel farol, para observar si, como decia Ian, aqui habia estrellas fugaces. Siempre he creido en los deseos. Alguna vez fui a que me leyeran el tarot en Coyoacan, otras, la mano en la Roma, las runas en la Condesa, la noche en la piel. Tu piel. Cualquier cosa, cualquier pensamiento me remitia a tu piel, Noah. Desde que eramos ninos quise acariciar tu espalda y dormir abrazada a ella, sintiendote con mi pecho desnudo. Tu tambien lo querias, y por eso me tarde tanto en amarte, porque cuando ya sabes que el amor esta ahi, permanentemente esperandote, siempre se puede querer y vivir otras vidas antes de dejarse ir en el. A lo lejos habia rayos, latigos del cielo, y dos minutos despues los escuche cerca, como si el corazon me estallara en medio de tanta montana y tanta soledad. Vine a Las Vegas contigo para vivir lo que no puedo vivir entre recuerdos, entre pasos sin huellas. Ademas de lo de Ian, desde que habia muerto mi madre decidi no volver a la Ciudad de Mexico porque descubri que era ella la que la hacia tan mia, no era la calle donde estaba la secundaria que me derrumbo la adolescencia con su bullying o la casa embrujada --llena de sombras y retratos que movian los ojos cuando no los veiamos-- que habitabamos solas cuando mi papa murio. No eran los bares de Insurgentes a los que entraba con una identificacion falsa o el primer beso escondido en el garaje de una fiesta de Halloween con mi mejor amigo, Roman. Crei que aquello era todo, y resulto ser nada. Presente mi primer libro y despues realizaron mi primer guion, y una madrugada vi a los personajes que imagine andar de ahi para alla, que desfachatez, de un lado a otro, como si nada; me dieron aquel premio de guion que tire a la basura ese mismo crepusculo, en una borrachera que no me acuerdo ni en que termino, porque quise dedicarselo y supe que no estaba entre el publico, sino en el hospital. Vi aquella pelicula sobre clones y desee que ella tambien tuviera uno para que le donara sus organos y el cancer no la matara. Pero igual se la llevo. Y entonces descubri que mi ciudad no era Mexico ni todo lo anterior, sino ella, su olor y su piel. Era su canto en mi oido para quitar pesadillas, era su abrazo en sus delgados y fragiles brazos, eran los hoyuelos en sus mejillas y el labial rojo. Era nuestro camino de regreso, juntas, porque despues no volvi a manejar sin su voz criticandome en el asiento de al lado. Era la ventana sucia que nadie mas limpio desde que se fue, era el cielo nublado que veia desde su hombro. Una infinidad de tristezas se acumularon en su cuarto hasta que se iba la luz de tanta soledad. Cuando quedaba en una oscuridad absoluta, entonces me dormia y a veces te sonaba cerca de mi, a veces a Ian. Nunca he sabido dormir sola, sin un cuerpo apretado a mi. Para acabar de joder mis dias, desde que Ian murio, poco despues de que mi madre fallecio, los demas --amigos, familiares, conocidos, companeros de trabajo-- no hacian otra cosa que pedirme que viviera mi vida, dejarlo ir. Frases como <>, <>, <>, <>, <>, <>, <>, pura mierda tipo Paulo Coelho. ?De verdad me veian tan jodida? Repetian ese tipo de frases hasta el cansancio, sin que les pidiera consejo o consuelo. Finalmente, decidi hacer como que los escuchaba para que dejaran de molestarme. Sin soltarlo, en secreto, invocandolo en cada sueno entre tus besos. La muerte no nos roba a los seres amados, nos los guarda y los inmortaliza en nuestros recuerdos. La vida si los roba de nuestros dias muchas veces y para siempre. La partida de Ian y la de mi madre le dieron sentido a mi existencia mas que quitarsela, porque el dolor solo sana cuando lo sentimos a plenitud. Y yo me revolcaba con el puto dolor todo el tiempo. Por eso, cuando cancelaron la pelicula aquella que Ian y yo estuvimos preparando por dos anos y que por un capricho de un tipo gordo y narco que se llamaba a si mismo <> se fue a la chingada, decidi venir a <> a averiguar que carajo habia pasado con Ian aca. Y de paso, traerte conmigo. Porque un dia me desperte, te vi a mi lado y descubri que estaba aferrada a tu respiracion, que si te levantabas al bano me sentia sola y que me encantaba enmaranar mis dedos en tu cabello de alacran. Porque no te amaba, pero si te deseaba como a nadie. No me gustaban tus ideas, tus historias locas sobre la reencarnacion o que te sintieras poeta barato de Coyoacan, pero si tu ceno fruncido cuando te venias, la forma en que me acariciabas y tus pies frios enredados en los mios cuando estabamos empiernados en la cama. Y era por Ian. Porque ese cabron habia decidido irse, o no detenerme lo suficiente. Al fin y al cabo, era lo mismo para mi. Porque lo habia amado con las entranas, en novelas y guiones, entre peliculas, en medio de horrores y proyecciones de terror. Y porque me harte, muy cobardemente, lo se, de las criticas de la sociedad cuando hasta el vecino mas metiche me recalcaba que parecia mi abuelito. Ni Jose Jose hubiera acertado con su <<40 y 20>> con los sesenta y cinco de Ian y mis veintinueve. Tu, Noah, tenias veintisiete y alma de seis. Me hacias reir hasta que me dolia el estomago, me hacias querer volver a escribir, a crear, a ser nina y a mandar todo a la chingada por un beso. Porque tus besos y tu lengua eran adictivos. Ahi estaba (cerre los ojos comprendiendo todo de pronto), era adicta a ti, como si fueras el ultimo cigarro en el mundo o la ultima plantita de mota del universo. El frio del desierto no se compara con el frio de la ciudad, seco, amarillo y polvoroso. En el desierto, hasta el frio es mas sincero, se te mete a los huesos, en la inhalacion, te apaga el cigarro para que no estes molestando y de paso te manda unos coyotes que confundes con perros. No obstante, les huyes cuando los ves de cerca. Asi era Valle de Fuego, de hielo. Con sus alargadas rocas amarillas y sus sinuosas dunas petrificadas que son, en realidad, arenisca azteca. Alli estabamos cerca de monumentos naturales como la Atlatl Rock, en la que encontramos unos grabados rupestres, petroglifos, o la Elephant Rock, una curiosa roca con forma de elefante. Las vistas al atardecer en aquel paisaje feroz son espectaculares: el rojo resplandece magico y con toda su fuerza en el horizonte. Me ajuste la chamarra, como si eso fuera a protegerme de la eternidad del lugar. Pero nada es una barrera para la naturaleza, que se burlaba de mi y de mis meditaciones budistas mirandome con las montanas como si estas fueran a levantar sus enaguas en cualquier oportunidad para volver a reinar, tomando la revancha contra los soberbios hombres. En rojo. Mire la debil tienda de campana y te supuse dormido en ella. Los primeros dias que dormimos juntos solo pensaba en Ian mientras me hacias el amor con toda tu furia. Pensaba que estaria ahi, viendonos coger y sufriendo porque no era el, porque decidio irse antes de averiguar por que yo habia salido huyendo. Y me hubiese encantado que en dias asi, cuando mas lo odie por amarlo tanto, nos contemplara, sin que lo supieramos, escondido en el closet que me regalo, que viera como me hacias gemir, gritar, morderte hasta el espiritu. Que viera tu cuerpo perfecto y sobre todo tu mirada. Que viera que no era el unico con ojos de mar en el mundo, que yo tambien podia encontrar un lago en los tuyos. Una laguna que era reflejo del desamparo que se me imponia en los suspiros azules que no queria que escucharas. Supongo que un dia te diste cuenta de eso porque, entre dormida y despierta, te escuche llegar y, pensando que estaba en el pasado, dije: <>. Te sentaste cerca de mi, recalcando con voz de ultratumba: <>. Yo no pude hacer lo mismo. No queria enganarte, no lo hice. Es solo que mi pensamiento andaba muy lejos, alla por Docklands Light Railway donde Ian dirigia su nueva pelicula, o en la fotografia que lo mostraba con un Oscar en su perfil de Facebook, o aquella en Cannes, o esa otra con el abrigo que le regale en Sitges. Nadie lo imaginaba, lo de Ian y yo, sin embargo, todos lo sabian. Porque cuando Ian venia a Mexico y nos dabamos nuestros encerrones en hoteles de lujo, la prensa siempre se enteraba de un modo u otro. Y a ambos nos encantaba, aunque dijeramos que no, porque, ?a quien diablos le importa la vida de una guionista y de un director de cine ingles? A nadie. O eso creiamos, porque cuando el <> narco de doscientos kilos de grasa cancelo la pelicula por esa razon, para evitar el escandalo, nos dimos cuenta de que Ian debia dejar su vida de refugiado en Estados Unidos o yo la mia en Mexico. No tuvimos el valor para correr y abrazarnos en una carretera solitaria en medio del desierto que une a los dos paises. Quiza era porque el ya habia huido antes de Londres y no queria volver a escapar, o porque nos abrazamos demasiado en Paris o en Inglaterra, su pais de origen, en el estreno de una de mis peliculas, o porque paso lo mismo en Guatemala, a donde nos escapamos aquel fin de semana solo porque de nina siempre quise ver Antigua con sus cafes con nombres hermosos como Nuestro lugar de siempre o Nunca me dejes. Tal vez nos abrazamos demasiado con la diferencia de idiomas y su encantador acento para decir: <>. O me adentre tanto en su mar, que solo recibi el desamparo de un oceano en calma. Era demasiado para la eternidad que buscaba con cada guion. Ian ya habia vivido, cambiado de pais, viajado, casado, cogido, amado, perdido a sus padres, hermanos, tios y amigos. Estaba solo en el mundo, empero tenia a sus creaciones que lo acompanaban por todo el mundo, y este ya le iba quedando chico. Sus fans lo detenian en la calle para tomarse una fotografia con el y hasta su reina le habia dado un reconocimiento publico y nombrado <>, sir Ian. Se habian muerto su primera, segunda y tercera esposa, y su hijo que vivia en Londres con su padrastro no le hablaba desde los once anos. Habia millones de sitios en Google con su nombre y su biografia era poco mas que una pelicula llena de accion pasando por todos los generos, inclusive el epico. Y ese hombre me habia amado mas que a nada en su mundo y me decia a diario que yo era la cosa mas hermosa que habitaba el planeta.

  • El viaje de don quijote de Julio Llamazares

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    2016, ANO CERVANTES

  • Amar a Jason Thorn de Ella Maise

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    Jason Thorn... El amigo de la infancia de mi hermano...

  • Frente al espejo de Myrna Del Carmen Flores

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    Cuando el espejo es tu unico companero, refleja tu vida.Cada dia Cecilia, se enfrenta a su imagen y a las diferencias que el tiempo ha dejado en su piel, pero mas alla de lo externo, observa su evolucion. El reflejo en su mirada le devuelve los recuerdos de las etapas de su vida, sus errores y las personas que fueron parte de su cambio.Hermosos pueblos magicos del occidente de Mexico son testigos de la transformacion de Cecilia en una creyente de la libertad, aunque el precio por conseguirla, implique quedarse sola. Frente al espejo hay alguien dispuesto aun a redescubrirse para encontrar nuevas esperanzas de continuar siendo libre a pesar de los anos vividos. En su nueva novela, Myrna del Carmen Flores nos entrega un personaje lleno de matices y emociones, con una narrativa sencilla y fluida.

  • Gloria de Eduardo Mendoza

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    Gloria y Ricky, Silvia y Coponius son dos matrimonios amigos y propietarios de una editorial. La ruptura de una de estas parejas implica la necesidad de encontrar un nuevo socio. Un camarero con una doble vida y un caballero rico y sin escrupulos son los demas personajes de esta obra, capaz de arrancar carcajadas y mover, al mismo tiempo, a una honda reflexion.

  • Habitaciones vacias de Benjamin Ruiz

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    Un paciente de un hospital psiquiatrico, ingresado por un episodio de brote psicotico, decide escribir como parte de su terapia de recuperacion, todo cuanto sale de su cabeza. Once relatos cargados de visiones de espectros, viajes al futuro y al pasado, extranas percepciones, vampiras cazando a sus presas, universos paralelos, fantasmas que buscan amores perdidos, venganzas hacia maltratadores, asesinos que no han pagado por sus crimenes y muertos que no quieren morir. Cuentos que desarrollan los tres temas fundamentales del ser humano: ?Que es la muerte? ?Que es la locura? ?Que es el amor?

  • Las tizas del arcoiris de Fabian Tapia

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    Cielo tiene por seguro dos cosas: 1) Que en Croma todas las personas tienen un color definido. 2) Que ella, precisamente, carece de uno. Por la vida ha intentado sosegar las burlas con su pasion por el ballet, pero un accidente le arrebata a su mama dejandola en coma y la orilla a buscar el color de una pasion que la pueda despertar. Sin embargo, en la Ciudad de los Colores ha nevado, las Brisas que cuidan el cielo han desaparecido y las Mariposas Negras estan al acecho para extinguir la luz. ?Podra Cielo recuperarse a ella misma mientras intenta salvar los pocos colores que quedan en su vida? Las tizas del arcoiris es una historia sobre el descubrimiento, la autoestima y la importancia de aferrarse a lo que nos hace unicos.

  • Un regalo para el Boss de Lexy Timms

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    Jamie Connors desempena su labor como Asesora Senior y es la novia del guapisimo y sexy multimillonario Alex Reid.

  • Los dos viajes de Evita de Angeles Blanco

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    La increible existencia de Eva Peron, una mujer inolvidable que desato pasiones alla por donde fue Cuando Eva Peron llego a Espana por primera vez en 1947, en plena gloria y siempre rodeada de enormes multitudes convocadas por el regimen de Franco, no podia ni imaginar que su regreso a Madrid se daria muchos anos despues en unas circunstancias completamente distintas y penosas. Porque Evita volvio a nuestro pais en un segundo viaje, pero esta vez dentro de un ataud. Angeles Blanco novela las extraordinarias aventuras vitales y mortales de esta mujer unica cuyo carisma levanto amores y odios a partes iguales a lo largo de toda su existencia.

  • Detras de un beso de Adriana Rubens

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    Despues de Detras de la mascara y Detras de tu mirada, llega la esperada tercera entrega de la saga ambientada en el Londres de finales del siglo XIX.

  • Lagrimas Nocturnas de Emanuel Castillo

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    Una buen historia, de verdad

  • A tu lado 1 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • Muy lejos de aqui, contigo de Ana Maria Draghia

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    ?Y si el azar tiene sus propios planes?

  • Los avispones de Peter Handke

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    Los avispones, publicada en 1966, es la primera novela de Peter Handke, uno de los escritores europeos mas reconocidos y que en numerosas ocasiones ha sido propuesto como candidato al premio Nobel. Estudio derecho hasta 1965, fecha en la que la editorial alemana Suhrkamp acepto la publicacion de este libro, comenzando asi su exitosa carrera literaria. A traves de textos fragmentarios que nos relatan la muerte del hermano, la ceguera del narrador, las relaciones familiares, Handke nos va contando como se construye una novela, que finalmente se titulara Los avispones. No es tanto un recorrido como un descenso; no describe una realidad, sino <> realidad, que le sirve de pretexto para encontrarse nuevamente con los traumas y terrores de su infancia, a traves del recuerdo de hechos cotidianos vividos con su familia en el mundo rural.

  • La promesa de un beso (Besos 01) de Olivia Kiss

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    Katie vislumbro a lo lejos la vieja propiedad que, tiempo atras, habia sido la casa de invitados y, ahora, era todo lo que le quedaba. Tomo una bocanada de aire al distinguir entre las sombras de la noche el abandono que podia respirarse tras cada tabla de madera. Olia a humedad y los escalones del porche crujieron bajo los unicos zapatos de tacon que habia conseguido salvar. Encajo la llave en la cerradura, entro en la casa y encendio la luz. Por suerte, todavia no habian cortado el suministro electrico, aunque lo harian en cuanto se diesen cuenta de que ella no podia pagar las facturas. El silencio se colo en la estancia y Katie se quedo muy quieta mirando a su alrededor. ?Quien le iba a decir que terminaria volviendo a Sound River? ?Quien se imaginaria que la guapa, radiante y ocurrente Katie acabaria siendo una fracasada? Ella no, desde luego. Ella habia estado convencida de que triunfaria y de que su rostro ocuparia todas las portadas de las revistas del pais; pero la nube en la que se subio a los diecinueve anos se habia convertido en una tormenta catastrofica y ahora estaba alli, sola, con menos de cien dolares en el bolsillo, el orgullo herido y el estomago rugiendo de hambre. Estaba agotada despues del largo viaje, asi que cogio una manta llena de polvo que habia en un armario y se acurruco en el sofa del diminuto salon. Imagino lo que diria la gente de Sound River en cuanto descubriesen que ella habia vuelto a ese pueblo que desprecio en el pasado, ese que no habia vuelto a pisar desde hacia casi ocho anos. Seguro que hablarian por lo bajo y se fijarian en su aspecto cansado, en las ojeras que surcaban sus ojos y en el brillo que habia desaparecido de su mirada azulada. Sollozo, cobijada bajo el calor de la manta, y deseo con todas sus fuerzas que Amber, Hollie y James ya no estuviesen alli, porque le resultaba insoportable la idea de cruzarse con ellos y ver el desprecio en sus ojos. Aquellas que habian sido sus mejores amigas, fieles y leales, y que ella habia dejado atras con tanta facilidad. Y el... James, el chico con el que todas deseaban salir, el chico que conseguia que todo el mundo se girase cuando caminaba por las calles del pueblo con su brillante sonrisa. El chico al que, al final, ella le habia roto el corazon largandose sin mirar atras. A la manana siguiente, Katie inspecciono la casa mas a fondo. Tal como habia previsto, necesitaba muchos arreglos antes de poder considerarse un hogar, pero era todo lo que tenia y, tras meses de dificultad, aquello parecia mejor que nada. Tenia dos habitaciones, un bano de espacio reducido y una cocina que se comunicaba con el salon a traves de una barra de madera. Era la herencia que su padre le habia dejado unos anos atras, cuando murio a causa de un ataque cardiaco, junto a un poco de dinero que Katie se fundio en poco tiempo. Ni siquiera habia acudido al funeral, aunque era cierto que jamas habia tenido una relacion estrecha con su padre, un hombre que se habia pasado la vida mas preocupado por comprar la siguiente botella de alcohol que por cuidar de su unica hija. De su madre, en cambio, apenas guardaba ningun recuerdo. Ella habia fallecido por culpa del cancer cuando Katie apenas tenia tres anos de edad. Asi que se habia criado con un hombre que vivia anclado en el pasado, echando de menos a la mujer que habia perdido y culpando a Katie por tener sus mismos ojos claros, su mismo cabello rubio y su mismo rostro de forma ovalada. Quiza por eso, por su desprecio constante, ella se habia cobijado en sus amigos, en los hermanos Faith, Amber y James, y en la adorable Hollie Stinger, una nina de redondas gafas y baja autoestima que siempre estaba dispuesta a tenderle un brazo a los demas, a pesar de todas las burlas que habia recibido de pequena. Amber y James eran hermanos mellizos y vivian en la propiedad contigua a la casa de Katie. De hecho, ahora, esa propiedad era de ellos, pues el padre de Katie se la habia vendido anos atras, antes de morir, quedandose tan solo con la casa de invitados para vivir, en el extremo de las inmensas hectareas del rancho de los Faith. Desde pequena, Amber y ella habian sido inseparables. Jugaban juntas todos los dias y no habia secretos entre ellas. Con el tiempo, James dejo de meterse con ambas y de intentar hacerlas enfadar rompiendoles sus juguetes y termino pasando a convertirse en ese chico de sonrisa ladeada que estaba dispuesto a protegerlas de todo y de todos. Y conforme los anos fueron quedando atras, el y Katie se enamoraron. Katie nunca supo cuando ocurrio, si fue algo que siempre habia sentido, aunque el sentimiento estuviese dormido en su interior o si paso de la noche a la manana, conforme James comenzo a despertar miradas de adoracion entre las demas chicas y ella notaba un nudo en el estomago cada vez que el les sonreia, pero, al final, no logro esconder lo evidente: que estaba enamorada de James Faith. Sacudio la cabeza cuando el recuerdo de aquellos anos pasados se apodero de sus pensamientos y emitio un suspiro cansado. Tras intentar maquillarse lo mejor posible para esconder la apatia que reflejaba su mirada, Katie se armo de valor, a sabiendas de que pronto los chismes sobre su regreso empezarian a correr por el pueblo, y decidio que habia llegado la hora de acercarse al centro para comprar algo de comida antes de decidir que era lo que iba a hacer, porque, ahora mismo, no tenia ningun plan, vivia sobre la marcha.

  • Oculta en La Sombra de Vanessa Savage

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    Un estremecedor thriller psicologico que cautivara a los fans de ” El resplandor “.

  • Todos deberiamos morir jovenes de Antonio M. Carrasco

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    La vida de una pequena y tranquila ciudad provinciana se ve alterada por dos asesinatos. Un buen dia aparecen los cadaveres del presidente de la Audiencia Provincial y del decano del Colegio de Abogados. La comisaria provincial y el inspector encargado de policia judicial se encuentran ante un caso superior a lo habitual en Ciudad Real. Con oficio y voluntad tratan de resolver las incognitas. Pero una investigacion esta llena de caminos perdidos, pistas falsas, errores, fallos y casualidades. Una pesquisa centrada en una pequena poblacion con su modo de vida, los personajes tradicionales, las nuevas situaciones economicas, la corrupcion, el despilfarro politico, la desfachatez publica que se ha hecho costumbre y la consecuencia tragica convertida en delito.

  • Kwan. En la lista (TZK Systems 2) de Nq Palm

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    California, Estados Unidos. En la actualidad. o utilice el avion de la compania para desplazarme a California, preferia dejarlo para Zev; seguia en su luna de miel particular y estaba seguro de que en algun momento decidiria viajar con su chica y el hijo de ambos. Habian vuelto hacia pocos dias de Tasmania, aun asi, no les queria dejar sin el medio de transporte, al fin y al cabo, toda mi vida habia viajado en aviones comerciales, no necesitaba transporte privado y tampoco habia ningun viaje de negocios programado. Alquile un todoterreno en el aeropuerto internacional de Sacramento, nada mas aterrizar, y me desplace hacia la direccion que me habia dejado escrita la persona anonima, en la carta que recibi en mi oficina de TZK Systems. La idea era aterrizar en Los Angeles y buscar la ubicacion de ese otro laboratorio clandestino que habia descubierto Hache, pero decidi desviar los planes. Tal vez, esa chica sabia algo y yo lo unico que adivine es que era una mujer. Takeshi y Zev no conocian la existencia de ese anonimo y estaba seguro de que se cabrearian si supieran que estaba acudiendo, solo y desarmado, al encuentro de alguien que bien me podria estar tendiendo una trampa. Pero habia algo muy personal en aquellas letras, algo que me hacia dejar a un lado mi desconfianza hacia el projimo y dar un paso al frente. Sobrepase el cartel de carretera, el cual anunciaba mi llegada a Roseville, y continue hacia Newcastle por la I-80E. Decidi detenerme antes en Loomis para tomar un cafe y estirar las piernas, aun me quedaban unos kilometros por recorrer hasta llegar a Auburn: el lugar de encuentro. Entre en la cafeteria que estaba atestada, la mayoria eran hombres y, a juzgar por los camiones que habia en la entrada, debia ser un lugar habitual para detenerse a desayunar. El sitio era estrecho y largo, con una barra a la derecha y mesas a la izquierda, dejando un pasillo bastante ajustado en medio, olia a cafe recien hecho y a comida. Tome asiento cerca del acceso a los banos y una chica joven, demasiado para estar en un lugar asi, se acerco y me sirvio un cafe largo. --?Que va a ser? --pregunto, casi sin levantar la vista de la pequena libreta que saco del bolsillo de su uniforme rojo, con unas grandes letras amarillas con el nombre de la cafeteria y una pequena placa, que colgaba de un imperdible, con el suyo; se llamaba Glenda. --Desayuno continental, gracias. Asintio y saque el sobre con la carta, que llevaba doblado y guardado en la cartera, para leerla de nuevo. A la atencion del senor Kwan North: Querido senor North, me dirijo a usted para pedirle una cita en persona. No puedo desplazarme a Atlanta, aunque me gustaria, pero temo levantar sospechas si lo hago, ya que creo que me vigilan. Soy alguien que trabajaba en el laboratorio de una farmaceutica, soy tecnica clinica con conocimientos de hematologia e inmunologia, que tuvo acceso a informacion confidencial. Investigue por mi cuenta, ya que lo que vi capto mi atencion. Descubri que habia cierta persona involucrada en asuntos gubernamentales de alto secreto y su nombre, senor North, aparecio en una lista. Despues vi en la television la caida de cierto senador y ate cabos. Comprendere que no quiera reunirse conmigo. Aun asi, estare el sabado a las cuatro de la tarde en la direccion que le escribo a continuacion... Ese ya no era mi apellido, asi que era cierto que esa persona habia visto algo sobre mi en algun documento, tambien estaba el hecho de que trabajaba en un laboratorio. Eso era lo que habia despertado mi interes. Deje de darle vueltas cuando Glenda me planto un plato con tres huevos fritos, cuatro tortitas, bacon y un gran bote de sirope de fresa. --?Cafe o zumo? --Cafe, gracias. Guarde de nuevo la carta y empece a masticar sin dejar de observar a los otros comensales, nadie parecia haberme seguido y ninguno de ellos me prestaba atencion. Solo un par de mujeres me observaron y sonrieron desde dos mesas mas alla. Termine de engullir y saque un par de billetes para dejarlos sobre la mesa, Glenda estaria contenta con la propina. Le hice una senal con la cabeza a modo de despedida, ella estaba al otro lado de la barra, y sali del local. Al entrar en el todoterreno mire la hora, solo eran las diez de la manana. Tenia previsto llegar hasta el lugar indicado y recorrer el entorno, quedarme con los rostros y asegurarme de que ninguno de ellos permanecia mas tiempo de lo habitual en aquel espacio. Mi telefono movil estaba apagado, Zev y Tak se cabrearian, pero no estaba dispuesto a dejar ningun rastro sobre el camino que habia tomado. El vehiculo no llevaba GPS, asi lo habia pedido al alquilarlo; aunque estaba seguro de que disponia de algun dispositivo de seguimiento, muchas empresas de alquiler de vehiculos lo hacian; pero eso no me preocupaba, necesitarian una orden judicial para rastrearme y, para entonces, ya habria hablado con mis socios. Casi una hora mas tarde llegue a Auburn. Estacione en la zona comercial en la que habiamos quedado y me dirigi a pie hasta el bistro que la chica me habia nombrado en la carta. No entre, sino que di la vuelta alrededor y camine por la zona. Una tienda de deportes, un centro comercial y mas alla una pista de baloncesto. A parte del restaurante, no habia mucho mas. Volvi al coche a buscar mi cazadora de cuero, estabamos dejando el verano atras y se notaba mas por estas latitudes. Auburn quedaba a una buena altura sobre el nivel del mar. Enclavado cerca de las montanas, los pinares llegaban hasta donde alcanzaba la vista. Finalmente me sente a esperar y puse la calefaccion. En la radio sonaba Is This Love de Whitesnake, me quede mirando la pantalla y cambie de emisora. Los coches iban y venian y, despues de las horas que llevaba alli, ya habia ubicado los que eran de los trabajadores y los que solo estaban de paso. A las cuatro menos cuarto mi atencion se centro en la entrada del restaurante. Habian hecho cambio de turno y solo vi a un par de asiaticos y a un tipo negro con cara de estar hasta los huevos de cargar cajas del camion de reparto a, lo que supuse, era la entrada de la cocina, que estaba a unos diez metros de la principal. Una pareja con un bebe, dos chicos de unos veinte anos y un matrimonio de avanzada edad entraron al cabo de un rato. Tambien paso una patrulla de la policia y sus ocupantes accedieron, aunque se quedaron en la barra. Ya era casi la hora y no creia que ninguno de ellos fuera mi contacto. Pare la calefaccion, tenia gasolina, pero no era cuestion de arriesgar. Baje y entre, ya volvia a tener hambre. Pedi un sandwich en la barra, cerca de los polis que charlaban con el dueno del local, y me sente en una de las mesas en cuanto me sirvieron, al lado de las grandes cristaleras. *** Aparque enfrente de la tienda de deportes, no sabia quien era Kwan North y, aunque me habia planteado que podia ser peligroso, necesitaba saber que habia de cierto en los videos que habia copiado y escondido en un lugar seguro. Llegaba cinco minutos tarde, pero lo preferia asi. Pasee tranquilamente hasta el restaurante y me alivio ver un coche de policia estacionado delante de la entrada. Si no me gustaba la pinta del tal Kwan, saldria de alli deprisa o pediria ayuda en caso de necesitarla. Me recoloque el bolso que llevaba al hombro, por encima del abrigo, y entre. Salude a Maxi, el dueno del restaurante, y me sente en uno de los taburetes escuchando 100 Ways de Jackson Wang. Los polis me echaron un vistazo y me saludaron. Hacia solo tres anos que trabajaba en la farmaceutica a las afueras del pueblo, pero en ese tiempo todos me conocian y tambien al bruto de mi exnovio, Zack. Un neandertal recien salido de las cavernas al que no desenmascare hasta que fue demasiado tarde. Ahora el tenia una orden de alejamiento y yo un problema cada vez que salia de casa o de trabajar, siempre estaba alerta. Su tendencia a presentarse en el momento menos indicado o a invadir mi apartamento, me llevo a poner una denuncia y el cabreo que el llevaba encima era monumental. Pero me daba igual, tenia que mirar por mi integridad fisica. Al fin y al cabo, nunca me habia puesto la mano encima, lo suyo era un problema de celos y un gran afan por apartarme de todo y de todos; por no hablar de lo irascible que se habia vuelto en los ultimos meses. Hasta que un dia me canse y le deje. --Aqui tienes, Joyce, siento lo del cierre de la farmaceutica --me animo Maxi, sirviendome el zumo de tomate de siempre. --Buscare otro trabajo, ya estoy en ello. --Eso es bueno. ?Quieres comer algo? --ofrecio solicito. --No, gracias. He quedado con un amigo de la universidad. Inconscientemente, estaba buscando la manera de que alguien supiera que tenia una cita por si pasaba algo, los polis tambien estaban atentos a mis palabras. Los tenia vistos, pero nunca habia hablado con ellos. Preferia que pensaran que ya conocia al chico a que dedujeran que estaba a punto de encontrarme con un desconocido. Me tomarian por una cabeza hueca. Estaba bebiendo mi zumo cuando un chico negro con unas largas rastas, que habia estado observandonos, se levanto y vino hacia mi. Era alto, corpulento y muy atractivo. Su rostro era anguloso, perfecto, como si lo hubieran cincelado los antiguos griegos. Sus ojos oscuros, clavados en los mios, no me dejaron en ningun momento. Era guapo, muy guapo. Y solo podia ser el. Lo reconoci al acercarse, habia visto su imagen. --?Joy? --pregunto con voz grave, acortando mi nombre y sorprendiendome con un beso en la mejilla--. Supongo que despues de estos anos no me has reconocido, soy Kwan. Mi mente se quedo en blanco durante unos segundos, pero me obligue a reaccionar. --Lo siento, Kwan. Estas muy cambiado --logre articular. --Tu tambien, llevas el pelo mucho mas largo y, sin esas horribles gafas de pasta que llevabas, estas mucho mas guapa. ?Que? La madre que lo pario. ?Que se estaba inventando? --Gracias, supongo --conteste entrecerrando los ojos--. A ti tambien te quedan mejor las rastas que el estilo afro que solias lucir... junto a los brackets. Vi un atisbo de sonrisa, pero el tal Kwan se mantuvo firme y siguio serio. --Vamos, tenemos que ponernos al dia. --Ofrecio su mano para ayudarme a bajar del taburete y la acepte con una sonrisa, que debia parecer mas bien una mueca, aunque se la solte en cuanto toque suelo. Caminamos juntos hasta el fondo del local, dejando atras mi zumo, y un miedo atroz se apodero de mi. A su lado yo era muy poca cosa, mi metro sesenta y cinco se veia muy ridiculo frente a su estatura. Solo con una de sus manos podia romperme el cuello. Debi aminorar la marcha ante tal pensamiento, porque se detuvo y se acerco a mi oido. --Tranquila, soy inofensivo --susurro. <>, pense ironica. Aunque llevaba una cazadora encima de la camisa oscura, se podia apreciar la amplitud de sus hombros y podria asegurar que su brazo era del tamano de mi muslo, tal vez mas ancho. --Te gusta ir al gimnasio, ?eh? --Valiente idiotez para decir, pero queria romper el hielo. --Algo asi. Me mostro el asiento y el se sento enfrente, al otro lado de la mesa. --Bueno, ahora que hemos revivido viejos tiempos, me gustaria que me hablaras de lo que encontraste. No pude evitar sonreir, el hombre pretendia que me sintiera comoda. El problema era que ahora, que lo tenia delante, me estaba costando hablar de lo que habia hallado en aquel pendrive. --No se por donde empezar, vas a pensar que soy una ladrona o algo por el estilo. Junto las manos sobre la mesa y entrelazo los dedos. --No suelo juzgar a la gente. --Es un alivio. Saco el sobre que le habia enviado, desplego la carta sobre la mesa y lo senalo con un dedo. --?Como diste conmigo? --Es una larga historia. Asintio y volvi a reparar en su rostro, en esos ojos oscuros e insondables y en esos labios gruesos que me hacian pensar en cosas que no debia. ?Tan necesitada estaba? L Capitulo dos a vi entrar y ni siquiera la tuve en cuenta como candidata a ser mi informante, solo admire sus largas piernas y su bonito rostro. Su cabellera azabache, en largas ondas, caia sobre su espalda y esos grandes ojos de color azul oscuro, en contraste con su piel clara, me dejaron anclado a ella, estudiando su sonrisa y sus gestos. Pero sus palabras... trabajaba en una farmaceutica, y el vistazo que echo a su alrededor buscando a alguien; me hizo prestar atencion. Reparo en mi un momento, pero continuo buscando, imagine que conocia a aquellas personas del restaurante y por eso dijo que tenia una cita con un companero de universidad. Lo cierto era que, ademas de preciosa, habia sido muy aguda y su mente reacciono deprisa, desconcertandome. Mientras esperaba a que ordenara sus ideas, pedi un par de cafes. --Trabajaba en una farmaceutica, como te dije en el correo que te envie: la Farmaceutica Olof. Me dedicaba al control de calidad en el laboratorio, junto a otras dos personas --comenzo --. Hace tiempo que nos hacian unos enormes encargos y todos eran sedantes, oxicodona... opiaceos en su mayoria. --Entiendo. --Un dia se presento un hombre y pregunto por el jefe tecnico, mi superior. Cuando fui a buscarlo empezaron una discusion, algo sobre un retraso en los pedidos. Mi jefe me pidio que saliera de la oficina, pero debido al alto volumen de sus voces en la airada conversacion, pude escucharlo todo. --?Y que es lo que oiste? --Le pagarian el triple al propietario de la farmaceutica si solamente trabajaba para ellos, pero para eso tenian que modificar algunas formulas. Junte las cejas, no terminaba de entender que tenia que ver eso conmigo. --Solo vi al senor Olof una vez, era ruso... --?Era? --inquiri cortandola. Cerro los ojos un instante y despues enfrento mi mirada. --Murio la semana pasada; tuvo un accidente de coche. Segun los rumores, iba borracho y perdio el control. Tuve claro en ese momento que Joyce no creia que eso hubiera ocurrido asi. --Al dia siguiente del accidente --continuo--, nuestro jefe tecnico nos insto a recoger todo el laboratorio, el hizo copias de los archivos de los ordenadores y despues los destruyo. --?Por que? ?Que escondia? --No lo tengo muy claro, pero ha desaparecido y nos ha dejado sin trabajo. --Lo siento. Saco un pendrive del bolso y lo dejo sobre la mesa cubriendolo con la mano, despues lo deslizo, sin descubrirlo, hasta la mia. --Te advierto que tengo un duplicado a buen recaudo --dijo seria, aunque note cierto temblor en su voz. --?Por que confias en mi? Ni siquiera me conoces. Desvio la mirada hacia el exterior. --Porque vi lo que hay en su interior y tal vez no debi hacerlo. Se le cayo a Alex, asi se llamaba mi superior. Fui la ultima en salir y lo encontre en el suelo, al lado de la puerta. Iba a devolverselo, pero su coche ya no estaba y, como ya te he dicho, ha desaparecido; no esta en su casa ni contesta al telefono. Lo tuve durante dos dias y, al saber que el laboratorio habia cerrado definitivamente en Auburn, lo busque y lo conecte a mi ordenador portatil. Seguia perdido, aunque deduje que lo que habia en el dispositivo, tenia que ver conmigo. --?Era todo legal? Quiero decir, ?tenias contrato? Parecio sorprenderse. --Por supuesto, pero me temo que Olof firmo alguna clausula que despues no cumplio. Vi el miedo en los ojos de Alex aquel dia. Eso no pintaba bien. --?Que hay en estos archivos? --inquiri mirando mi mano, donde tampoco dejaba a la vista el dispositivo. --Unas instalaciones que nunca habia visto y tu. Imagenes y video. --Su mirada no conectaba con la mia, sino que se fijaba en sus manos--. Informacion sobre ti y TZK Systems. Pense que tenias derecho a saber que eso circulaba... --Y decidiste hacer de buena samaritana --la corte. Mierda. Me molestaba que esa chica me hubiera podido ver en mis peores momentos. --Gracias, me ocupare del asunto --anadi aseptico--. ?Como puedo localizarte? Saco una tarjeta del bolso, me la entrego y la guarde en el bolsillo de los vaqueros sin mirarla. --Un consejo: destruye esa copia, puedes tener muchos problemas. Abrio los ojos con sorpresa, pero reacciono rapidamente. --Otro para ti: huye --dijo en voz baja, tal vez pensando que no la oiria. Me levante y la deje alli, pague los cafes en la barra y sali del restaurante sintiendo que aquella chica tan bonita sabia mas de mi que yo de ella. Tak, Zev y yo sabiamos que nos tenian localizados, aunque no podian tocarnos. Pero que imagenes nuestras circularan por ahi, era algo a lo que aun no nos habiamos enfrentado. Todo era alto secreto y confiabamos en que quemarian unas pruebas que los pondrian en tela de juicio, por muy conectados que estuvieran con el gobierno. Arranque el coche, pero no me fui muy lejos, queria saber donde vivia Joyce Temple, ya que en su tarjeta de visita solo ponia su nombre y apellido, numero de telefono y profesion. Diez minutos despues estaba siguiendola hasta que se detuvo en un moderno bloque de apartamentos en el centro de Auburn.

  • Amor de amigos de Sophie Kiss

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    Ronnie es un chico moreno y el mas codiciado de Nueva York. Es un multimillonario, de buen corazon, amable, carinoso, tierno. Podria tener todo lo que quisiera excepto a Clarie; una dulce chica que le robo el corazon desde el primer momento que la vio. Ronnie siempre quiso algo mas con ella desde que son jovenes, pero para Clarie son solo buenos amigos. Un dia se alejaron cuando Clarie se hace novia del tipico chico malo, se van de la ciudad por anos hasta que una inesperada llamada los volvera a juntar otra vez despues de muchos anos.

  • Sangre de barro de Maribel Medina

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    El sorprendente debut de Maribel Medina, una nueva voz femenina del thriller de Espana.

  • Barbaros en Hispania de Daniel Gomez Aragones

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    En el ano de Nuestro Senor de 409 los barbaros cruzaron los Pirineos penetrando en el corazon de Hispania. Asi, se inaugura una nueva etapa para la historia de Espana, la cual ha sido enmarcada dentro de los mal llamados <>. Este libro descubre al lector que la luz es mas fuerte que la sombra: Suevos, vandalos y alanos mancharon con su sangre la piel de toro y dejaron una huella en nuestra historia que el autor rescata y pone en valor. La caida del Imperio romano de Occidente, la cultura guerrera alana, el gran rey vandalo Genserico, el singular reino Suevo y su destruccion por parte del reino Visigodo de Toledo, germen de la actual Espana, son algunos de los fascinantes temas que se podran descubrir con rigor y amenidad en este trabajo. Una epoca cargada de Identidad, Tradicion y Esencia que hoy en dia se hacen tan necesarias para recordar lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

  • Enojar a un marques malvado (Segundas Hijas) de Veronica Mengual

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    La noche fue tormentosa. Los relampagos no habian dejado que Margot, de apellido Kidder, pegase ojo. Habia estado buena parte del tiempo de descanso mirando por la ventana. Era un espectaculo fascinante ver los dibujos inesperados que se formaban en el cielo. Era la naturaleza en su maxima expresion rugiendo furiosa, despues de tenir el horizonte. Le apasionaba estar en su alcoba, con la chimenea prendida, observando una intempestiva tormenta nocturna. Desde pequena supo que no era una persona demasiado comun. Las diferencias con su hermana mayor, Bernice, eran del todo evidentes. A Bernice le gustaba jugar con munecas, a Margot con las plantas. Bernice deseaba salir a pasear, ella preferia leer un libro. Su hermana pintaba de modo fascinante, ella podia cocinar un rico bizcocho de chocolate. Por descontado que todo lo que Bernice hacia, era elogiado y aceptado por sus padres, los condes de Burst. No asi lo que Margot llevaba a cabo. Se sentia extrana en su casa, con su propia familia. No encajaba. Esas diferencias tan manifiestas que ambas hermanas tenian, la colocaban a ella, a Margot, en una posicion delicada. Mas, cuando la belleza que una dama debia tener para conseguir a un buen partido, habia recaido casi por completo en Bernice. Se habia conformado con ser <>. En efecto, todo en Margot era un problema de proporciones biblicas. No sabia como lo hacia, pero siempre conseguia estar en el momento menos oportuno y en el lugar poco adecuado. Su caracter tierno y docil la ayudaba a sobrellevar ciertas cosas que desde un punto de vista exterior eran bastante injustas. Se consideraba a si misma bastante confiada. Con dieciocho anos recien cumplidos, Margot no tenia miedo mas que a una cosa: la ira de su hermana. Bernice era demasiado... demasiado... demasiado... !todo! Ademas de ser perfecta, su hermana mayor siempre buscaba molestarla. No entendia muy bien el motivo. Tal vez la disputa viniese por aquella muneca que le regalo tia Theodora. Bernice considero que la de Margot era mas bonita y a partir de ahi, las cosas cambiaron. Margot sacudio la cabeza para negar. No creia que aquella muneca comenzase la historia compleja que se producia entre las hermanas. Bueno. Si, era cierto que Theodora solia tener una especial inclinacion por Margot, pero en cuanto Bernice supo ganarse a la tia, la cosa cambio por completo. Tanto mudaron los afectos de la tia solterona Theodora, que el viaje por Europa que le habia prometido a Margot, le fue concedido a Bernice. No importaba. Margot estaba mas que satisfecha por la tranquilidad sosegada que reinaba en la finca de campo. Bernice llevaba fuera cerca de ocho meses y, aunque estaba feo decirlo, habian sido los mejores de toda su existencia. Y no solo por este motivo. Su felicidad era plena porque, aunque refunfuno un poco por ese viaje del que finalmente habia gozado su hermana, !ella iba a casarse! Margot estaba entusiasmada. Bernice contaba sobre sus espaldas dos temporadas y pese a ser toda una beldad, no habia conseguido una propuesta aceptable. Tambien era cierto que su perfecta hermana, con sus medidas adecuadas, sus preciosos ojos azules y ese cabello del color del oro mas claro, rechazo a todos y cada uno de los pretendientes que llegaron hasta su puerta porque no los consideraba apropiados. Bien. Por una vez ganaria a Bernice en ese juego de competencia que su hermana mayor instauro entre ellas. Margot se casaba con un hombre sin haber disfrutado de ninguna temporada y sin haber salido del campo para encontrarlo. La joven se miro al espejo. Fuera de la sombra que proyectaba su hermana, parecia que habia florecido timidamente. Compuso una sonrisa triunfal llena de ilusion y esperanza. Coloco un mechon de pelo rebelde que se habia salido de su lugar. Su cabello no era tan ostentoso como el de Bernice, pero era del color adecuado: dorado como los rayos del sol. Sus ojos no tenian tampoco el tono tan claro como el de la hija mayor del conde de Burst, pero eran azulados, mas bien grises, como un dia nublado. El mayor de los problemas era su alzada. Con apenas un metro cincuenta y siete de estatura era bastante baja, pero deseaba pensar que su intelecto, ese que nutria con una buena lectura, compensaba con creces su talla. Bernice le sacaba casi cabeza y media... La fortuna dio gran parte de la belleza de la familia a su hermana, a ella la bendijo con bastantes pecas en buena parte de su cuerpo. No estaba bien visto que las manchas echasen a perder el tono lechoso de piel. Habia probado todo tipo de remedios para aplicarse: como los tonicos con limon, banarse en leche de burra como hacia Cleopatra... Sus pecas no deseaban marcharse y a ella ya no le importaba porque el hombre que le habia preguntado si deseaba casarse con el decia que eran encantadoras. Margot suspiro de plena felicidad. Estaba completamente enamorada de el. Era sencillamente maravilloso, ideal, perfecto, atento, apuesto, con buenos modales, rico, con titulo y su padre lo aprobaba por completo. David Clarke, conde de Luxor, tenia veinticuatro anos y la adoraba al igual que hacia ella. Era el vecino que habia comprado la propiedad adyacente a la de lord Burst y cuando David llego a casa para presentarse... fue un cuento de hadas, se miraron a los ojos y saltaron chispas. Margot nunca fue muy dada a creer en enamoramientos, pero lo que sintio al principio por el, no fue nada en comparacion con lo que siguio tras esos seis meses en los que se habian conocido y hecho grandes amigos. Y entonces llego un contacto que ella consideraba divino. Los labios de el la rozaron un momento con timidez y todo su cuerpo temblo. Habian salido a montar y cuando la ayudo a bajar del caballo a mitad de la cabalgata, el no pudo resistirse, segun le habia dicho. Estaban prometidos en secreto, porque solo faltaba que David hablase con su padre y la cosa quedaria lista para sentencia. Nunca creyo que encontrar el amor resultase tan sumamente facil. !Ni siquiera lo habia buscado! Pero era deliciosamente perturbador imaginarse viviendo la nueva vida que pronto iniciaria. Tendria un esposo, es decir, todo con lo que una joven dama casadera suena desde que deja de hacerse las trenzas. Dirigiria su casa y seria amable con sus sirvientes porque eso iba con el caracter dulce que Margot tenia. Le daria muchos hijos, tantos como Dios quisiera enviarles y seria la mejor esposa de todo Londres. No, de todo el planeta. Colmaria a su esposo con tanto amor que nunca dejaria de sentirse querido. Si. Eso haria. Seria la perfecta esposa para el conde de Luxor. David. Todavia recordaba el instante en el que el la invito a usar su nombre de pila. Le parecio un acercamiento tan intimo que no supo como reaccionar. Se puso tan colorada que sus mofletes hablaron por ella ante esa invitacion. El le acaricio la mejilla y le dijo que la encontraba adorable. Antes de salir de la habitacion, cogio un sencillo sombrero de paja y se marcho en direccion al riachuelo. David deseaba hablar con ella de manera privada y la habia citado alli despues del desayuno. El lugar al que se dirigia estaba a unos veinte minutos de la casa y ese tiempo le sirvio para sentir una expectacion increible. Conforme se acercaba hasta el punto de encuentro, lo veia cada vez de forma mas nitida. El se habia quitado el sombrero y lo portaba entre las manos. El cabello negro se movia por el ligero viento que se habia levantado. En cuanto la diviso, le otorgo una brillante sonrisa que la deslumbro con la blancura de sus perfectos dientes. Sus ojos eran tan verdes, como la hierba mas fresca. !Era tan apuesto! --Margot... --Cada vez que el pronunciaba su nombre su corazon se estremecia. ?Se podia morir de puro amor? La joven comenzaba a pensar que si. --David... --Consiguio decir antes de que el se abalanzase para abrazarla. Las rodillas le temblaron. El se obligo a despegarse de ella. La miro con verdadera adoracion. Los ojos de ambos estaban en sintonia. Se sonrieron como dos jovenes absolutamente embelesados. --Te amo, Margot. Mas de lo que imagine que amaria a cualquier mujer. Eres perfecta para ser mi esposa. ?Lo seras, verdad? --El conde le acaricio la mejilla en un gesto muy tentativo lleno de nerviosismo. Ella sintio mil mariposas revolotear en su estomago. Era la primera vez que el le confesaba sus sentimientos de forma tan efusiva. --Por supuesto que si --respondio la rubia, sin apice de duda. Era el hombre mas apuesto, atento y perfecto que jamas penso que podria tener. --Margot... --La volvio a abrazar con intensidad--, me vuelves loco. Cuando no estoy contigo pienso en ti a todas horas. No se que tienes, pero me haces sentir como un animal... David la solto de improviso como si quemase. El se giro de pronto. --?Que te sucede? --inquirio ella sorprendida por el supuesto rechazo. --Tu me sucedes. Te deseo tanto que me duele --dijo de un modo agonico. --?Como puedo hacer eso? --Margot se acerco para tocar su hombro a fin de que el se diera la vuelta. La mirada de ambos estuvo nuevamente conectada. El le acaricio la mejilla una vez mas.--Debo marcharme. Mi tio esta enfermo y no se cuando regresare. --!Oh! Lo siento mucho. ?Cuando te marchas? --La noticia le habia sentado como un jarro de agua fria, pero comprendia que era necesario que el atendiera sus asuntos familiares. --Esta tarde. Deseaba hablar con tu padre antes de marcharme, pero cuando he ido en su busca, el mayordomo me ha informado que ha partido a Londres. --En verdad esto habia sido un contratiempo a sus planes. --Si, el conde se ha marchado. ?Has estado en casa esta manana? --pregunto con extraneza, pues no le dijo nada de su visita. El cabeceo afirmativamente. --He ido con la unica idea de cerrar nuestro compromiso lo antes posible... --Su tono de voz sono extrano. Con un deje de tristeza. Margot le sonrio. --En mi corazon no hay lugar para otro que no seas tu --trato de tranquilizarlo--. Por lo que a mi respecta, eres mi prometido. David le devolvio la sonrisa y ella percibio que el se tranquilizaba. --?Tu padre me aceptara? --inquirio con nerviosismo contenido. Ella se rio con ligereza. --?Un conde, joven, apuesto, rico y que declara su amor por su hija? Estoy segura de que padre te aceptara por completo. --Al menos asi lo esperaba, porque lord Burst no podia poner ningun impedimento. --Es un hombre muy serio. Parece inaccesible. --A David no le gustaba demasiado la actitud de ese hombre, en especial, con relacion a su hija. --Lo es con todo el mundo. No solo contigo. Le preocupa el condado, su titulo y sus negocios --puntualizo. Margot era su propia sangre y creia que, si la hija de la cocinera se hiciera pasar por ella, ni lord ni lady Burst se darian cuenta del engano. --Yo... deseaba haber hablado con tu padre antes de irme y pedirle sus bendiciones porque... --La frase quedo suspendida en el aire. Margot lo vio excesivamente inquieto, y por norma general, David era un hombre muy civilizado y tranquilo. --Sea lo que sea que ocurra, puedes contar conmigo siempre. --En un gesto de audacia, Margot se puso de puntillas y le dio un ligero y suave beso en los labios. David la sostuvo un instante entre sus brazos. --Te deseo, Margot. Se mia --pidio, mientras acercaba su entrepierna al cuerpo femenino para dejar claro lo que en verdad estaba demandando. Margot sintio el pinchazo de su hombria. Se sofoco, pues sabia que el estaba en un estado que antes nunca habia sido tan patente. Su zona intima se sentia dura y ella diria que incluso palpitante. Trago saliva con fuerza y lo miro con intensidad a los ojos. Vio el deseo de el ahi reflejado. --Yo... yo soy tuya... --dijo sin ser demasiado consciente de las implicaciones de su aseveracion. --No. No lo entiendes. Yo deseaba hablar con tu padre para poder sellar nuestro compromiso y poder... Yo... --Le toco el turno a el de tragar saliva--. Margot, deseo tomarte como mi mujer. Aqui y ahora. Te deseo y no puedo esperar mas. Si no te tengo, me volvere loco. He tratado de contenerme. Ya no lo soporto mas. Saber que estare unas semanas lejos de ti... Deseo llevar conmigo tu recuerdo siendo mia para que nada nos separe jamas. Margot bajo la mirada al suelo. Estaba azorada. Si. En estos instantes comprendia perfectamente lo que el estaba demandando. Una joven solo tenia su reputacion. Era la leyenda que la condesa le recitaba casi a diario, mas cuando David comenzo a dar muestras de interes por ella. Una joven mancillada fuera del matrimonio no sobrevivia al ostracismo. --David... yo no... --comenzo a titubear. --No. No digas nada. Lo se. Estoy siendo demasiado egoista. No tengo derecho a pedirte nada. No contestes. Podre esperar... --Margot lo vio totalmente desesperado en su explicacion. Se sintio miserable por haberlo hecho sufrir con su intento de negativa. --David, comprendo que tu... En fin, eres un hombre y que yo... Yo sere tu esposa. Creo que mi deber... Es decir, yo... Te amo. --Consiguio decir entre los balbuceos. --?Me amas? --Abrio los ojos lleno de jubilo por la declaracion. Esa muchacha era pura luz y el deseaba quedarse ciego por su mirada. --Con todo mi ser. Creo que eres el mejor hombre que conoci, conozco y conocere. Estoy muy agradecida de que te interesases por mi. --?Como no iba a hacerlo? Eres todo candor, inocencia. Ademas, posees una inteligencia excepcional. Todo ello, sin olvidar esos preciosos ojos que tanto me impresionaron cuando te conoci. Creo que eres la mujer perfecta. --El coloco su nariz pegada a la femenina--. Puedo esperar si es lo que deseas. Lo hare, aunque ello me cueste horrores. --Emitio una carcajada carente de humor--. Solo es que necesitaba hacerte el amor de modo desesperado. Lo siento, Margot. No debi haberlo pedido. Me disculpo. Cuando estemos casados... Margot inhalo una bocanada de aire fresco. --Deseo que me hagas el amor, David... Ahora --susurro la ultima palabra por lo bajo mientras su mirada caia al suelo. --Margot... --David sintio que el cielo se habia abierto ante sus ojos. Desde que la habia visto, solo fantaseaba con tumbarla sobre su espalda y... Y eso fue justo lo que hizo en cuanto obtuvo la aprobacion de esa maravillosa mujer. Le acaricio unos breves minutos los incipientes senos, y a continuacion la ayudo a acomodarse sobre la mullida hierba. David se coloco sobre ella mientras se desabrochaba la presilla del pantalon. Le subio la falda y hurgo entre su ropa interior. --Mi amor. Mi amor... me has hecho el hombre mas feliz del mundo --le dijo al tiempo que llevaba su miembro hasta el interior de ella. Le costo atinar el tiro, pero al tercer intento, una vez que su virilidad se apoyo en su abertura, consiguio meterse de una embestida hasta el final de su cueva. Margot no grito. Pudo contener la furia del dolor que nacio en su ser. No asi, consiguio refrenar sus lagrimas. El siguio embistiendo sin saber la laceracion que habia provocado. La rubia cerro los ojos. Sabia que dolia. Su hermana habia hablado de ello en alguna ocasion con sus amigas casadas y la habia escuchado decir que cuando un hombre yacia con una mujer el dolor era insoportable. Ya tenia la confirmacion. Deseaba gritar, pero no podia. No debia hacerlo. El seria su esposo y ella le serviria en todo cuanto precisase. La labor de una mujer era mantener satisfecho, feliz y contento a su marido. Ella habia aceptado la proposicion de el y comenzaria de inmediato a demostrarle su valia. En lo que fueron tres minutos, un rugido profundo acallo el canto de los pajaros. Margot percibio unas palpitaciones en su interior al tiempo que algo calido se vertia dentro. David se quedo laxo sobre el cuerpo de ella. Su cabeza se apoyo sobre su clavicula un momento. Margot no se atrevia a decir nada. Tan solo queria que el se retirase. Y parecio leerle la mente, porque David se movio de inmediato y se incorporo. Vio la sangre de la mujer a la que pretendia desposar en su virilidad y sonrio. --Eres mia, Margot. Mia para siempre. --Se acomodo sus partes y la ayudo a incorporarse. Se fijo en la humedad que todavia tenia en sus mejillas--. No llores, preciosa mia. Has perdido tu virginidad, pero no has de temer nada. Te he prometido que me casare contigo y lo haremos pronto. ?Podras esperar, Margot? Ante las palabras de promesa, ella sintio que su herida intima se acallaba. La esperanza renacio de nuevo. Habia obrado correctamente. --Si. Lo hare. Te amo, David. Entonces el le dio otro beso calido y la abrazo con fuerza. --Esperame, Margot. Pronto seras mi esposa. Con el juramento de un amor que acaba de sellarse, el conde de Luxor se marcho de alli mirando atras a cada rato. Margot era dulce, era sensata, era todo cuanto podia desear un hombre que buscase una buena esposa. Y con el corazon lleno de amor y rebosante de felicidad, la joven Margot llego a su casa sobre un monton de nubes que le indicaban que seguia sonando. Pero no todos los suenos eran dulces. Habia pesadillas que comenzaban de la manera mas natural. Margot en su ingenuidad y falta de lecciones sobre la vida y los hombres, no se ocupo de esconder la prueba de su delito. La doncella encontro sangre en sus enaguas y de inmediato dio parte a la condesa. Y todo comenzo a ir de mal en peor... Asi fue como su hermana Bernice amanecio en casa a la semana siguiente y tia Theodora se llevo con ella a Margot, a la espera de saber si lo que la joven habia hecho, presumiblemente con algun trabajador de la casa, daba sus frutos. Para suerte de Margot, su hermana no llego a enterarse del motivo de su precipitada marcha de la finca familiar. Pese a que la segunda hija de lord y lady Burst imploro un poco de tiempo para explicar la situacion, nadie le hizo caso. Para sus padres, ella habia cometido el peor de los delitos y no merecia mas que una reclusion en un lugar donde no pudiera hacer gala de su caracter licencioso y reprochable. Y los dias se convirtieron en semanas, estas en meses y cuando cumplio los veintidos anos, al fin tuvo las ansiadas noticias que nunca llegaron mientras residia con su tia lejos de sus padres. Cuatro anos de soledad, donde las penas habian sido mas que las alegrias. Pero habia llegado el momento de respirar libertad. Sentia retirarse el yugo que anos atras colocaron sobre su cuello. David al fin la habia encontrado. Libre. Seria libre al fin y con el hombre que tanto habia amado. Su cuento de hadas comenzaba una vez mas y esta vez, nadie podria evitar que Margot Kidder alcanzase la felicidad que le habian robado durante cuatro largos anos. Y con ese pensamiento en la mente, nada mas llego a Londres se dio cuenta de que la pesadilla no habia hecho mas que comenzar.

  • Algo escrito de Emanuele Trevi

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    A principios de los anos noventa, un joven escritor trabaja en el Fondo Pier Paolo Pasolini en Roma reuniendo las entrevistas del mitico director y escritor italiano mientras soporta los constantes insultos de su jefa Laura Betti, la Loca, gran amiga y actriz fetiche de Pasolini. Pero obsesionado con la ultima e inacabada novela de Pasolini, Petroleo, el joven escritor relega las tareas que Betti le ha encomendado y se sumerge de lleno en ese heterogeneo y fascinante conjunto de textos que solo puede ser definido como <>. Ganadora del Premio de Literatura de la Union Europea, Algo escrito nos lleva desde las calles de Roma hasta Grecia, y une su poder de seduccion al aura de Petroleo, Pasolini y Laura Betti para crear uno de esos libros que ya no se hacen.

  • Volver a encontrarnos de Judit Da Silva

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    Lisa Freeman se ve obligada a dejar su hogar en Bishopstoke, Hampshire, y trasladarse con su familia al bullicioso Londres. Alli, junto a su hermana Clea, tendran que aprender a moverse en sociedad. Pero no todo son rostros nuevos, alli se reencontrara con su querido amigo de la infancia Adrien Bells. Lo que ella no espera es que la ciudad le haya cambiado tanto. ?Que se ha hecho del encantador Adrien que ella conocia?
    Adrien Bells, dejo anos atras Bishopstoke para emprender una nueva vida en Londres. Convertido en un hombre de negocios parece haber dejado de lado al joven amable y atento que fue antano. Ahora es un hombre frio y practico, que siente un profundo disgustado por ver a Lisa convertida en una mujer de fuerte caracter. A pesar de ello, no puede dejar de sentirse atraido por ella. ?Sera capaz de dejar de lado sus prejuicios y escuchar a su corazon?
    Dos protagonistas opuestos, condenados a entenderse por el bien de sus familias. Atrevete a descubrir esta maravillosa novela que nos llega de la mano de Judit Da Silva.

  • La boda de lady Emma de Kate Morgan

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    Adam Mayer, es el libertino mas perversamente posesivo y seductor de Londres, y es el heredero del ducado de Herby, pero su poderoso rango viene acompanado de una responsabilidad que el no desea: la de contraer matrimonio con una extranjera, y una, precisamente, que viene de Boston.

  • Huyendo del pasado de Oliver Cruz

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    Tras un tormentoso pasado, Laurence deja atras su pais para establecerse en Los Angeles. Una galeria de arte local se interesa por el ermitano pintor. Accede, sin importarle las condiciones. Pero su vida cambiara por unos sucesos que sacaran a la luz, de nuevo, esos trastornos psicologicos del pasado de los que queria huir.

  • Primavera en Tokio de Andrea Izquierdo

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    AVA huye a Tokio para alejarse de todo y alli conoce a KANNA, una tatuadora con una personalidad arrolladora. Por su parte, LILY no podria estar peor en Londres: OLIVER parece incapaz de dejarla tranquila y TOM necesita tiempo para superar lo ocurrido con XIMENA, con ALICE. y si, tambien con JASMINE. Menos mal que CONNOR se ha convertido en un apoyo inesperado, ahora que se encuentra lejos de la influencia de REX y MARTHA.

  • Si salieras a vivir…: Habitos para disfrutar de una vida plena de Patricia Ramirez

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    <<Si salieras a vivir… ?Que harias para tener un dia pleno?>>

  • Guinea de Fernando Gamboa

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    LO QUE OPINAN LOS LECTORES

  • Todo es relativo Parte 2, Naobi Chan de Naobi Chan

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    Tras un triste desenlace, Elizabeth cree haber rehecho su vida, un nuevo trabajo, una nueva ciudad, pero los fantasmas del pasado todavia le atormentan, Daniel ahora no esta en su vida y con nuevos amigos cree que podra salir adelante y ser un poquito feliz. Nicholas se mantuvo alejado, cumplio lo que elle le habia pedido y parece que con el tiempo ha aceptado no volver a verle, pero todo cambia con un solo vistazo, sentimientos dormidos vuelven a florecer y es muy facil dejarse llevar, aunque el miedo de volver a sufrir esta latente.

  • Yo no vengo a decir un discurso de Gabriel Garcia Marquez

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    ?Que hago yo encaramado en esta percha de honor, yo que siempre he considerado los discursos como el mas terrorifico de los compromisos humanos? G. G. M. Los textos que Gabriel Garcia Marquez ha reunido en este libro fueron escritos con la intencion de ser leidos por el mismo en publico, ante una audiencia, y recorren practicamente toda su vida, desde el primero, que escribe a los diecisiete anos para despedir a sus companeros del curso superior en Zipaquira, hasta el que lee ante las Academias de la Lengua y los reyes de Espana al cumplir ochenta anos. Estos discursos del premio Nobel nos ayudan a comprender mas profundamente su vida y nos desvelan sus obsesiones fundamentales como escritor y ciudadano: su fervorosa vocacion por la literatura, la pasion por el periodismo, su inquietud ante el desastre ecologico que se avecina, su propuesta de simplificar la gramatica, los problemas de su tierra colombiana o el recuerdo emocionado de amigos escritores como Julio Cortazar o Alvaro Mutis, entre otros muchos. El lector tiene entre sus manos el complemento indispensable a una obra narrativa que nos seguira hablando en un largo porvenir.

  • Vecinos cercanos y distantes de Jonathan Haslam

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    La laberintica historia del espionaje sovietico desde la Revolucion de Octubre hasta el final de la guerra fria y su relacion con la actualidad politica rusa.

  • No cambies por mi, amor de Sophie Saint Rose

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    Natalya tiene una vida perfectamente ordenada. Ha conseguido el trabajo que siempre habia sonado y tiene unas amigas estupendas. La unica pega es que no tiene novio y por mucho que lo intentaba no conseguia al hombre de sus suenos. ?Era demasiado exigente? Puede, pero estaba en su derecho. Aunque sus amigas consideraban que la conocian lo suficiente para encontrar al hombre que encajara en su vida, ?debia arriesgarse? Mira que tenian gustos muy distintos y podia llegar a salir con hombres que ella ni miraria dos veces. Pero el premio era demasiado tentador.