• desde que te dije adios isabelle cruz - Isabelle Cruz

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    Lucia Duran parece tenerlo todo: un trabajo apasionante, un novio carinoso y una carrera en ascenso.
    Juan Carlos Legarreta es un hombre al que el destino ha probado duramente. Sin embargo, ahora lleva una vida plena y satisfactoria como abogado de prestigio.
    Muchos anos atras los dos vivieron un gran amor que termino en desastre, pero un perfume se encargara de reunirlos de nuevo.
    Para Juan Carlos, defender Eclipse, la ultima creacion de Lucia, sera la oportunidad de ayudar a una vieja amiga y de estar cerca de la mujer a la que no ha podido olvidar. Para ella, sera la gota que derrame el vaso. ?Como confiar el destino de su fragancia al hombre que considera el peor de los traidores? Peor aun, ?que va a hacer con la atraccion que, a pesar de todo, sigue existiendo entre ambos?

  • Desde que te dije adiós Versión Kindle - Cruz, Isabelle

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  • isabelle cruz - desde que te dije adiós (ebook) - Casa del Libro

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  • Desde que te dije adiós - Isabelle Cruz - Debeleer.com

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    Con el sacudidor que traía en la mano, Cecily señaló el estante donde Lucy había acomodado documentos, libretas de notas y libros de texto de sus tiempos de ...

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  • Requiem por un amor de Isabelle Cruz

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    Y tu, ?que serias capaz de olvidar por amor? ?Serias capaz de perdonar la traicion al amor de tu vida?

  • Llegaste cuando te habia olvidado de Dalia Ferry

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    Victoria, es una joven escritora que tendra que hacer frente a su propio pasado y rescribir la historia de su abuela. Una historia que la llevara a Paris y al famoso puente de los enamorados. Alli debera buscar un candado, que solo abre la llave que su abuela le dejo en herencia.
    Pablo es un misterioso chico que aparece de repente en la vida de Victoria, nada mas subir al avion con destino a la ciudad de la luz. Lo que ellos no saben es que el destino es muy caprichoso y en ocasiones uno no sabe de donde puede llegar el amor.

  • Quedate en Mi Vida de Maria Ferrer Payeras

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    Los pasos que damos nos llevan a veces a una vida que no habiamos imaginado…

  • Disparo al corazon (Mafia 3) de Barbara Padron Santana

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    Tras la muerte de Leo, Clairee se dejo llevar por el dolor llevandola a perder su puesto de trabajo temporalmente por lo que decide vengar la muerte del unico hombre que ha amado metiendose en un mundo totalmente oscuro del que es dificil salir con vida.

  • El maestro de las sombras de Donato Carrisi

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    Ano 1521.
    Nueve dias antes de morir,
    el papa Leon X emite una bula
    que contiene un mandato solemne:
    < nunca quedarse a oscuras.>>

  • Angela desvalida de Rocio Verdejo

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    Habia sido un largo periodo de calma aparente, inclusive, las aves que habian emigrado, habian comenzado a regresar al reino de Falcaria. Pero, sobre todo, habia sido un periodo de calma y reflexion para el rey Milo Gatrell, quien habia estado en soledad y una profunda tristeza. Este, se habia dedicado a guiar a su pueblo nuevamente hacia la tranquilidad, despues de que hubiesen atravesado uno de los periodos mas dificiles y llenos de incertidumbre, donde las amenazas parecian llegar desde cualquier parte. Falcaria era un reino envidiable, un lugar magnifico donde cualquiera quisiera habitar, donde las tecnologias de guerra llamaban enormemente la atencion de los reinos vecinos, y constantemente, debian mantener el equilibrio para evitar un declive y verse sumergidos nuevamente en una traicion como la que habian tenido que afrontar en el pasado. El reino de Falcaria habia tocado fondo, definitivamente, la colaboracion, y el trabajo en conjunto de los intereses positivos, habian logrado restablecer el control de este lugar, pero si no hubiese sido asi, posiblemente el mundo se habria transformado notablemente, ya que, habia caido en manos del poder de seres codiciosos, malvados, y con un espiritu retorcido y cruel. Milo se habia ganado el lugar de rey de Falcaria simplemente por el apoyo de su pueblo, no tenia sangre real, no tenia linaje monarca, asi que, simplemente habia sido un lugar que se habia ganado a pulso, yendo detras de la cabeza de aquellos que, en algun momento, habian tratado de robarle la paz a los habitantes de este lugar. Dirigir a Falcaria hacia la gloria, era una labor realmente dificil para un hombre que tenia el corazon destrozado, Milo, sentia que habia perdido una parte de su alma cuando su esposa se habia marchado. La habia tenido que dejar en medio de la guerra, ya que, esta no era cualquier mujer, no era la tipica reina comun y corriente. Milo habia sabido elegir con muy buen ojo a la companera que lo respaldaria durante el resto de su vida. Angela Derrick se habia separado de el, despues de que la guerra entre los angeles y demonios, iniciara en Gradonia. Aquel lugar, habia sido el escenario en el cual, muchos habian abierto los ojos ante una realidad que parecia casi imposible. Las personas vivian asumiendo que la realidad y la logica, era lo que conocian, pero los angeles y los demonios, existian, tal y como muchos los habian retratado en el pasado, con grandes alas, cuerpos espectaculares y rostros perfectos. Cualquiera que hubiese sido practicante del escepticismo hasta ese momento, solo tenia que levantar la mirada hacia los cielos de Gradonia, y ver como cientos de angeles, descendian como estrellas fugaces directamente desde los cielos. Estos angeles habian llegado a la tierra en un ejercito de salvacion, que tenia como objetivo principal, volver a encerrar a Crackall, la furiosa bestia demoniaca que seguramente acabaria con todos si no hubiesen hecho lo posible para encerrarla de nuevo. No era la primera vez que Crackall escapaba desde las fauces del inframundo, esta bestia, tenia la habilidad constante de escurrirse de manera habilidosa para regresar a la tierra y mantener el control, o al menos esto era lo que se presumia, ya que, nunca habia logrado cumplir totalmente con los objetivos. Aquella bestia abominable de grandes cuernos y de fauces de las que salian grandes cantidades de fuego, estaba alimentada de energia y sangre divina, ya que, a pesar de que los humanos habian distorsionado realmente sus creencias, en el interior de cada una de las personas vivia un nucleo de energia que era el alimento perfecto para los demonios. Era facil aduenarse de las personas con una voluntad debil, aquellos cuya autoestima estaba devastada, y que facilmente podrian ser manipulados y controlados, siendo sumados a las tropas de la oscuridad. La tierra de Gradonia estaba poblada por teutones, los cuales, practicamente habian sido erradicados despues de aquella batalla. Aquellos que se habian arrepentido y habian pedido perdon, habian sido asilados en Falcaria, mientras que, aquellos orgullosos que simplemente aseguraban que estaban haciendo lo correcto, habian sido asesinados, ya que, su interior estaba ya contaminado por la oscuridad de los demonios, algo que no podia erradicarse. El mundo habia cambiado drasticamente, pues la tierra conocida por la mayoria que solo era habitada por humanos, habia quedado en el pasado. Ahora, una realidad completamente expuesta, habia sido dilucidada, y ahora, era un lugar que contaba con la presencia de angeles, criaturas malvadas y seres sobrenaturales, que de un momento a otro se volvieron nuevamente imperceptibles, pero ya era imposible negar su existencia. Habian sido periodos muy especificos en la historia, pero los angeles habian salido del anonimato simplemente para proveer salvacion. Era una ultima medida, un recurso de emergencia que tendria que emplearse para poder evitar la catastrofe. Los angeles conocian el potencial de los seres humanos, ellos, tambien confiaban plenamente en la mayoria de las personas, aunque sabian que habia seres debiles que eran capaces de tomar el camino facil, dejandose seducir por las tentaciones y manipulacion de criaturas aberrantes, las cuales, habitaban en el inframundo. Los seres humanos descubrieron que tenian a su favor la defensa y proteccion de los Angeles, y esto, en lugar de hacerlos sentir mas alerta acerca de las amenazas, habia generado un efecto totalmente contrario, ya que, estaban confiados, bajaron la guardia, y de alguna u otra manera, se volvieron mas vulnerables ante la posibilidad del surgimiento de una nueva amenaza. Tener un ser protector como los angeles constantemente vigilando la posibilidad de riesgo, era un claro motivo para descuidar las defensas, abandonar la espiritualidad, y quiza asumir que cualquier situacion de peligro, seria resuelta por los angeles. Aquello genero una decepcion tremenda en estos seres, y muchos de ellos, habian abandonado progresivamente a la tierra una vez mas, otros, habian quedado convencidos de que debian permanecer protegiendo a las personas, y se distribuyeron por todo el planeta. Algunos retornaron a sus vidas previas antes de la guerra, tal y como lo habia hecho Angela, mientras que otros, comenzaron a buscar un significado, necesitaban una razon para continuar, y esto, era basicamente lo que buscaban. En Gradonia las artes oscuras habian estado en auge debido al poder que las energias que emanaban del inframundo les proporcionaban a aquellos que aseguraban poder controlarlas. Muchos anos atras, habian descubierto el potencial de estas energias, y habian jugado peligrosamente con estos recuerdos, prometiendo a los ingenuos, que la manipulacion de esta energia, podria llevar al exito descomunal a cualquier civilizacion. Estas energias tan poderosas, eran tan inestables para un simple humano, que era mas peligroso jugar con ellas que abandonarlas. Fue por esto, que despues de la guerra, todos los que habian tratado de manipular esta energia, habian terminado siendo consumidos por el fuego de sus pecados y la codicia. En la salida de Crackall desde las fauces de aquel pasaje hirviente, muchos no notaron la liberacion de una gran cantidad de entidades demoniacas que habian logrado evadir aquella guerra descomunal, en la que Angela habia tenido un protagonismo tremendo. Ella siempre habia estado preparandose para el momento de la batalla decisiva, habia profecias que aseguraban que llegaria el dia del juicio final, y todos los angeles se precipitarian a la tierra, para tratar de contener la maldad de la oscuridad. Aunque muchos aseguraban que este dia no podria contenerse, y que la oscuridad reinaria durante un periodo, los Angeles no podian permitir que esto ocurriera eventualmente. Cada batalla, se presumia que seria la ultima, pero tenian que tener la seguridad en si mismos, y la conviccion absoluta de que contaban con el apoyo de dios para salir victoriosos. Pero la creacion de dios, su principal logro; el hombre, habia demostrado en multiples etapas, ser fragil, debil e inseguro. La inestabilidad de sus decisiones, y la conveniencia en algunos de sus actos, dejaba mucho que desear, ya que, el bienestar que siempre habia sido deseado para la humanidad, se ponia en riesgo ante el surgimiento de propuestas que garantizaban un facil acceso a las riquezas y al exito. Los lideres de las diferentes civilizaciones, que habian sido practicamente erradicadas, habian sido victimas de todas estas falsas ilusiones. Eran promesas imposibles de cumplir, eventos que nunca se desarrollarian, y los cuales, simplemente permanecian en la imaginacion de aquellos que movilizaban a sus pueblos hacia la guerra y la miseria, simplemente a cambio de un poco de riquezas. El portal que habia sido abierto por los teutones, habia servido como un pasadizo para que muchas energias cursaran, y aunque los angeles estaban enfocados en Crackall, no habian notado el ingreso de algunas criaturas que, aunque parecian mas inofensivas, podrian ser mucho mas peligrosas y letales. El tamano, la dimensiones o el aspecto amenazante que tenga una criatura, no necesariamente era proporcional a su peligro, bien un rinoceronte podia ser devastador y demoledor, pero nunca seria tan letal como la mordida de una pequena arana viuda negra. En aquella guerra, Crackall parecia haber actuado como el factor distractor, ya que, lo que se requeria, era la entrada de algunos entes demoniacos, los cuales, bien podrian hacer vida en la tierra, ya que, estos eran mas pacientes, y planificaban absolutamente todo. Para un demonio, podian transcurrir siglos de espera para que llegara el momento adecuado para ellos poder dar su estocada letal. Angela, como uno de los guerreros angeles mas habiles, y con destrezas mas destacadas, habia tenido que tomar el control de la batalla para poder reducir a Crackall. Aquella bestia enorme, casi le habia asesinado, ya que, la habia tomado entre sus grandes garras, y casi estuvo a punto de calcinarla. Por suerte, su amiga Issa Gulland, habia realizado un corte en la gruesa cola de Crackall, haciendo que la criatura se girara, enfocandose en cobrar venganza por este ataque a traicion. Aquello seria un festin magnifico para Crackall, ya que, en medio de aquella guerra, muchos habian caido. La bestia se alimentaba una y otra vez, de cada uno de los angeles que se acercaban para asesinarla, pero finalmente, alguien iba a dar la estocada mortal para la bestia. Crackall solia devorar los cuerpos, y se alimentaba con la sangre pura de los angeles, y Angela estaba decidida a detener aquella locura, ya que, no seguirian afrontando mas bajas en el ejercito divino. Angela habia sido la encargada de meterle una de las espadas de oro directamente en el corazon a este ser malevolo, el cual, habia sido derrotado ante la vista de muchos. Pero Crackall solo habia servido como distraccion para que grandes miembros de la elite oscura entraron a la tierra sin ser identificados o detectados. Tobias Verger era uno de estos seres imperceptibles que tenian habilidades completamente desconocidas para los hombres. Ni aquellos que tuviesen la mayor imaginacion posible, podrian recrear lo que era capaz de hacer Tobias, el cual, tenia la habilidad de convertirse en cualquier bestia viva. Sin importar el tamano, este podia adoptar la forma de cualquier animal e infiltrarse en cualquier lugar, lo que le daba la posibilidad de atacar inesperadamente a sus victimas, y sorprender a sus adversarios de maneras inimaginables.

  • Secreto Oscuro de Aina Castillo

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    Su Secreto: Sumisa Rota y Amo Millonario Alfa
    Mar era una chica normal.
    Un poco solitaria y triste.
    Vivia con sus padres.
    Iba a la universidad.

  • Distintas formas de mirar el agua de Julio Llamazares

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  • Fascinacion (La Profesional 2) de Kris Buendia

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  • El ultimo secreto de Frida K de Gregorio Leon

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    En Ciudad de Mexico roban un cuadro atribuido a Frida Kahlo. Cuando la detective Daniela Ackerman viaja desde Espana para encontrarlo se tropieza con algo sorprendente: el lienzo oculta el ultimo mensaje cifrado de la pintora mexicana referente a su intenso romance con Leon Trotsky, el hombre que hizo triunfar una revolucion. Mientras Daniela Ackerman sigue el rastro del cuadro, en una antigua refineria de las afueras aparecen los cuerpos mutilados de varias bailarinas con la imagen de la Santa Muerte tatuada en el pecho izquierdo. Al mismo tiempo son atacados los altares de esa secta religiosa rival del Vaticano. El autor de los ataques simplemente deja una nota: ” en nombre de Dios ”

  • Los ciegos del 13 de marzo de Francisco J. Sanchez

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    Emitio un desesperado quejido al sentir un intenso dolor agudo, entreabrio los ojos y vislumbro a alguien vestido de blanco. Sus parpados volvieron a cerrarse y otra dolorida punzada le obligo a despertar. El frenesi de personal con batas y pijamas blancos por toda la sala era incesante. Aquella marea de actividad que pululaba de un lado para otro le sobrepasaba, no sabia donde se encontraba ni que sucedia, intento incorporase, pero le fallaron las fuerzas, opto por desistir y volver al mundo de Morfeo. --?Como te llamas?, ?que como te llamas? --oia con insistencia. --Ra... fa... --balbuceo con los dos ojos cerrados. --?Cuantas pastillas te has tomado? ?Que cuantas pastillas te has tomado? --volvio a interrogar la joven con voz firme y decidida. Le costaba mantener los ojos abiertos, solo le apetecia dormir y aquella gente le estaban incordiando. --Dejadme... tengo... sueno... --De eso nada. !Espabila! --ordeno la voz. El dolor provocado por la fuerte presion en el lobulo de su oreja le abrio los ojos, busco enfadado la causa de aquel ataque, pero sus munecas estaban maniatadas a la camilla. --Tranquilo, colabora, es por tu bien. Comprendio que se encontraba en el hospital, en urgencias, estaba muy somnoliento, pero vivo. Lo ultimo que recordaba fue el titanico esfuerzo que realizo para pulsar la roja tecla de emergencias de su telefono movil de ultima generacion. De subito se encontro mas lucido y espabilado, la inyeccion por via intravenosa que le aplico el enfermero por orden de la joven doctora le habia hecho un efecto inmediato. La facultativa, ya en un tono mas suave, comenzo a interrogarle para realizarle su historia clinica. Que si tenia alergias, si padecia alguna enfermedad, si tomaba algun tratamiento, antecedentes familiares. Rafa contestaba docilmente mientras quedaba embobado por la belleza de la doctora; <>, pudo leer de soslayo en la tarjeta identificativa que colgaba de su bata desabrochada. Por primera vez en su vida, se sintio relajado, tranquilo y a gusto con una mujer, a excepcion de su madre por supuesto. Se entretuvo contemplando a Alicia, su vaiven por la sala, escribir en el ordenador, susurrar ordenes a las enfermeras con un aterciopelado acento del norte: --Lavado de estomago con carbon activado y despues consulta con psiquiatria. Rafa permanecia fascinado, Alicia era alta y esbelta, morena con pelo largo atado en una coleta de caballo, ojos azules, labios carnosos. Sus pechos turgentes intentaban escapar del generoso escote, cintura de avispa, tras la bata se le adivinaba un culo prieto. --Si, mi turno de hoy es de veinticuatro horas, salgo a las ocho de la manana --escucho decirle a un companero. Tras el tipico sermon sobre las bondades de la vida y la estupidez del suicidio, le inculco animos para buscar solucion a sus problemas. Alicia se despidio muy amable y contoneandose por la sala de pacientes criticos se dirigio al pasillo, hacia su consulta. Debia continuar atendiendo a la larga cola de pacientes que seguian esperando atencion medica en la sala de espera. Rafa la observo obnubilado mientras se alejaba. Tras terminar de vomitar fue trasladado al area de psiquiatria. A primera hora de la manana no tuvo mas remedio que mantener una larga y sincera charla con el especialista. Rafa fue un nino gordito, de estilo rechoncho, un negado para el deporte y todos los juegos que requerian un esfuerzo fisico. Dado su peculiar aspecto, tuvo problemas con frecuencia en el colegio y en su pequeno pueblo natal, famoso por su puente de hierro, aledano a la sierra de la Alpujarra de Granada. Siempre fue el centro de las burlas y desprecio de sus companeros, se mofaban bastante de el. Esto le provoco un gran aislamiento social, convirtiendose en un solitario. En su infancia solo encontro refugio en las novelas, tebeos y enciclopedias de historia, convirtiendose en un avido devorador de literatura de todos los generos. Alcanzo su adolescencia padeciendo una timidez extrema. La unica ventaja es que disponia de mucho tiempo libre para dedicar al estudio y a una de sus aficiones favoritas, la informatica. Geneticamente se parecia mas a su padre que a su madre, por lo que heredo su pelo escaso y grasiento, asi como su baja estatura. Su traslado a la ciudad y la entrada en el ambiente universitario no le cambio demasiado la vida. Ya lucia ademas una prematura alopecia y una gran miopia adornadas con unas gruesas y poco estilosas gafas de alta graduacion que resaltaban aun mas su morfologia. Se licencio con excelentes notas, lo que le permitio buscar con facilidad su futuro profesional como programador. Lo encontro en Almeria, ciudad del sureste, en la costa mediterranea. Pero a demasiada distancia de la unica relacion estable y carinosa de toda su vida, su pequena familia. Adecuo su trabajo a su estilo de vida, se convirtio en su propio jefe. Su profesion la realizaba en casa, sin horario. Le presentaban el desarrollo de una aplicacion o el diseno de una pagina web, solo debia concentrarse, sumergirse en la tarea y dedicarle todo su tiempo. Descubrio que por la noche trabajaba mejor, las conexiones de Internet fluian mas despejadas, su ordenador iba mucho mas rapido y las paginas web subian con mayor velocidad. Asi que cambio sus habitos de vida, dormia mas por la manana y trabajaba en sus proyectos durante las tardes y las noches. Un dia se descubrio con cuarenta anos, sin amigos, sin pareja, sin familia, sin relaciones, solo y amargado. Dada las circunstancias de su vida, siempre tuvo una personalidad depresiva que solventaba con medicacion y muchas horas de trabajo. Le gustaba mucho el sexo, como a casi todo el mundo, aunque nunca habia mantenido relaciones, era virgen e incapaz siquiera de charlar de cosas banales con ninguna mujer. Se ponia tan nervioso que apenas conseguia articular palabra, provocandole una ridicula tartamudez. En una ocasion, recien llegado a la ciudad, intento contratar los servicios profesionales de una prostituta. Al subir a la habitacion de la pension, mientras la chica se desnudaba, se sintio tan nervioso que un amargo sabor de boca le provoco unas arcadas que no pudo reprimir, sin previo aviso y sin poder evitarlo vomito sobre la prostituta. La chica, que ya habia cobrado por adelantado, entro en colera y encontro la excusa perfecta para finalizar su trabajo y largarle a base de gritos: --!Pero sera asqueroso el gordo seboso este! !Como que me llamo Susana, que no me vuelvas a buscar en tu vida! !Cerdo! !A la puta calle! Tras la colosal bronca, Rafa, muy avergonzado, salio apresuradamente huyendo de alli en un lamentable estado de ansiedad. Despues de esta nefasta experiencia, su sexualidad continuo reduciendose a su coleccion de peliculas porno y a su muy querida y fiel amiga <>. Sus circunstancias vitales le provocaron un fuerte rechazo a la sociedad, un resentido y profundo odio general. Aquella fatidica madrugada las cosas iban rematadamente mal. Estaba atascado, como espeso, no le salia nada bien. Decidio tomarse un descanso, ver un poco la tele. No habia nada interesante, multitud de programas de concursos de llamadas, esos de respuesta muy facil, ganchos para sacarle dinero a la gente via telefonica. Encontro en un canal de television local una estupenda y guapisima chica, con unas curvas impresionantes. Realizaba un strip tease al ritmo de una suave musica, a los cinco minutos ya tenia una ereccion y tras otros cinco minutos se limpiaba el semen con un panuelo. Siguio sintiendose mal, fue al botiquin a tomarse su acostumbrada pildora antidepresiva pero en un arrebato, entre lagrimas, se tomo el frasco entero. Se tumbo a esperar en el sillon, mientras seguia viendo en la television lo que mas anoraba, el suave y aterciopelado contacto humano de una mujer. Cada vez le costaba mas sujetar los parpados, insistian en cerrarse, no podia con ellos. No supo por que, movido por un resorte inconsciente, quizas el instinto de supervivencia, alargo el brazo intentando coger el movil de la mesa, el cable que lo mantenia enchufado para cargar la bateria lo impidio y este cayo al suelo hacia el otro lado. Rafa se levanto para recogerlo, sus piernas ya no le sostenian y tambien cayo al suelo. Tras arrastrarse, consiguio alcanzarlo, estaba apagado, lo encendio con dificultad. No podia fijar la vista para marcar el pin, pulso el boton rojo de emergencias y al escuchar la voz de la operadora, solo alcanzo a suspirar <> antes de perder el conocimiento... Rafa salio del hospital convencido de la idiotez que habia cometido, el lavado de estomago habia sido una experiencia que no queria volver a repetir jamas. Le habia costado convencer al psiquiatra de que la crisis autolitica habia cesado y que se tomaria las cosas de otro modo, encarando los problemas de su vida. Llego a su casa, pero le aguardaba una desagradable sorpresa, la puerta estaba destrozada, solo se mantenia cerrada por unas pegatinas de la policia local con la leyenda de <>. El interior estaba algo revuelto, estaba muy cansado para ordenar, le apetecia dormir, asi que dejo el desorden para despues y bloqueo la puerta con una simple silla. Se acosto dejando su dormitorio a oscuras, con las persianas completamente bajadas y la opaca cortina extendida, como era su costumbre. Mientras entraba en el sueno no pudo reprimir pensar en Alicia que le habia causado una honda impresion, sabia que era inalcanzable, ella nunca se fijaria en un tipo como el. Se durmio mientras fantaseaba como podria conseguir atraer su atencion. Descanso durante varias horas, aunque, a pesar de tener un sueno profundo, unas voces lejanas le despertaron. Estaba empapado en sudor, volvio a oir voces, pero esta vez mas cerca. Abrio la puerta del dormitorio y la voz se oyo con mas fuerza, no entendia lo que decia, pero si, era aqui en su piso, dedujo que alguien se habia colado en casa aprovechando la rotura de la puerta. --!Un ladron! --penso preocupado. Tenia unos equipos informaticos por valor de mas de quince mil euros, se iba a enterar el <>, cogio una pesada lampara de la mesita de noche y se dirigio con sigilo hacia la cocina de donde provenia el ruido. Entro y se encontro al individuo de espaldas, como no era del genero valiente quiso evitar un enfrentamiento, no lo dudo y le asesto un fuerte golpe en la cabeza. El delincuente cayo al suelo inconsciente y un hilillo de sangre que manaba de la cabeza, invadio con rapidez el suelo de la cocina. La vision de tanta sangre le asusto. --<> --penso. Se arrodillo y volteo el cuerpo dejandolo boca arriba.

  • Lynnae de Margotte Channing

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    Groenlandia, ano1113
    Gunnar, hijo menor de Erik e Yvette, y BERSERKER, decide abandonar el hogar familiar para luchar como mercenario del rey Filip Halstensson. Ante los demas, se va porque quiere labrarse un futuro, pero en realidad, siente que la bestia que hay en su interior cada vez es mas fuerte, y teme hacer dano a su familia, por eso decide abandonarles, lo que provoca una fuerte discusion con su padre.

  • Auge y caida de los dinosaurios de Steve Brusatte

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  • Orfancia de Athos Zontini

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    Un nino demasiado delgado dentro de un mundo demasiado insipido. Un padre y una madre obsesionados con la comida: una lucha en familia que solo puede acabar en tragedia. O en comedia, en una comedia muy negra.
    <>
    El protagonista de Orfancia se siente perseguido por sus padres, una pareja de Napoles que quiere verlo rollizo y feliz. El esta convencido de que, llegado el momento, todos los adultos devoran a los ninos y no tiene claro que quiera acabar asi. Pero la vida tiene un sabor imposible de resistir…

  • Sed de otras cenizas de Richard Sabogal

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    La calle me consume en cada salida. Abro la boca y trago excremento de carro. Quiero morderle la nalga a la morena que va mas adelante agarrada de la mano del tonto que seguramente la insatisface. Un nino con ojos tristes me pide una colaboracion para comprar un pan de la panaderia de vitrinas desnudas. Camino por el tubo digestivo de esta ciudad que me da cobijo y me drena cada semana que la visito. Le arranco la ropa a las mujeres bellas con las que me cruzo, a la del escote que asoma senos turgentes, a la de senos con cicatrices de maternidad, a la de pantalones cortos con una autopista como piernas. Pongo mi mano en el bolsillo, atrapo el celular que el tipo de la moto miro con lascivia. Arriba, como un dios silencioso, el pedazo de Avila nos mira, en dias como este quisiera que sus paredes verdes crujieran como un trozo de galleta y se desmoronaran sobre las casas; sobre la soberbia catedral en lo alto del pueblo, con sus rezos, sus culpas y sus munecos de yeso; sobre la pendiente solitaria donde siempre roban; sobre la morena de nalgas hermosas; sobre los tipos de las motos que buscan victimas; sobre las mujeres escotadas y de piernas desnudas; sobre el hospital, la maternidad, el supermercado. Sobre todos. Que al final solo queden bolas de humo y escombros. Que salgan las lombrices de la tierra removida y queden gallinas que las traguen como un fideo. Que muera todo, que no quede nada, que renazca este pueblo, esta ciudad, este pais. El mundo entero. Para asi dejar de oir las letanias de los moralistas desde su color preferido, con sus figuras de carton y sus lideres en forma de munecos inflables. Quiero atravesar la autopista sin mirar a los lados para que los histericos recuerden a mi madre. La ciudad es soleada, siempre hace calor, pero empieza a llover. Caen gotas gordas, que encharcan el piso. Son gotas escarlata. Pronto la ausencia de canerias forma pequenos rios de agua que se acarician con los restos de acera. Huele a bujia, a papas podridas, a bolsas de basura abiertas. Un perro callejero, con el hambre tatuada en sus costillas, va en un trote suave huyendo de la escena llevando en el hocico un panal lleno de crema amarilla. Me dejo banar, mi cabello se tine de rojo, las gotas descienden por mi frente, siento el sabor metalico en mi boca. Levanto la vista al cielo, camino en direccion a la autopista, los cauchos rechinan y siento como la montana cruje. Abro los ojos para ver el destino descender colina abajo. La bicicleta La bicicleta de mi infancia era amarilla con verde, rin 20, con una silla amarilla de plastico duro. Brillaba al sol y por un tiempo fue mi amiga. La silla se me metia por el fundillo y me lastimaba. Mi papa no quiso dejarme las ruedas de seguridad y sin anestesia tuve que aprender a manejarla conociendo el sabor del suelo. Mi tio homosexual se entallaba sus pantalones cortos de jean y su sonrisa eterna, y me llevaba a la cancha de mi barrio. El se sentaba en la pequena silla y yo de lado, en el marco de la bicicleta. Mi barrio era una pendiente pronunciada y la descendiamos a toda velocidad. Era un placer efimero esos pocos segundos que tardabamos en llegar a la cancha. La bicicleta estaba llena de calcomanias de autobus y hasta le puse un aviso de mototaxi. Aprender a manejar bicicleta es de los pocos recuerdos dolorosos y felices de mi infancia. La cancha la recorria en circulos, mi tio me sostenia de la silla y corria a mi lado, a veces volteaba a verlo para que aplaudiera mi hazana, pero estaba treinta metros atras, siempre sonriendo, yo me veia abandonado, perdia el equilibrio y estampaba mi suerte contra el concreto de la cancha, a pocos metros de la porteria. Mi tio se carcajeaba, me ayudaba a levantar, me soplaba la arena de la raspadura y seguiamos. La crudeza de la infancia que marca. Pero aprendi a dominarla en poco tiempo y pronto mi tio desaparecio de mis recuerdos y luego me vi recorrer el barrio de arriba abajo, pedalear con fuerza la pendiente y bajar a toda velocidad, mirando para los lados, asustando a los ninos pequenos pasandoles a gran velocidad casi rozandolos. Aprendi a manejar con una sola mano, luego sin las dos manos en el volante y finalmente pedaleando con las manos en los bolsillos. Haciendo estas hazanas cerca de la casa de Carolina, la nina buena de la esquina, la blanquita con un lunar en lo alto de su nariz y sus dientes de perla, la que me sonreia y me rechazaba. El corazon me dolia, pero tambien las manos que de tanto agarrar los mangos de goma barata se me ampollaron. Pero yo queria jugar mas. Y pedalear mas. Demostrarle a Carolina que era un gran ciclista. El bodeguero Elias, se burlaba de mis intentos de ciclismo, aunque una vez me grito cuando, intentando salvar mi cuerpo de estrellarse contra el pavimento, salte con todo y bicicleta sobre la acera y cai sobre sus flores, y aplaste un pedazo de sabila y me arune la pantorrilla. Carolina me miraba desde su ventana, rio, se despidio y cerro.

  • No lo revelare (Rebeca Olsen 3) de Raul Garbantes

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    ESPELUZNANTE TRIPLE HOMICIDIO cometido por el <>. La familia Donovan ha sido hallada asesinada en su propia casa. Michael (55), Mary Ann (54) y Clare (30) fueron asesinados en el comedor de la residencia ubicada en Georgetown, en una tranquila calle llamada Oliva, frente al sendero boscoso que conduce al rio Potomac. El hecho ha dejado desconcertado al Departamento de Homicidios de Washington, y todo apunta a que el FBI se encargara de la investigacion. Melany Hunt, vecina y amiga de los Donovan desde hacia diez anos, noto que la puerta de la casa estaba abierta y se extrano porque <>. Esto hizo que sospechara algo malo y llamo de inmediato a la policia. En pocos minutos llego una patrulla. Los uniformados, al no obtener respuesta, ingresaron a la vivienda, y al entrar al comedor se encontraron la dantesca escena. Los cuerpos de Michael, Mary Ann y Clare se hallaban atados de pies y manos, y dispuestos sobre las sillas del comedor en torno a la mesa. Habian sido degollados. Estaban volcados hacia delante de forma tal que las cabezas descansaban sobre los platos ensangrentados. El mantel blanco estaba empapado de la sangre de las victimas, asi como las servilletas, la tapiceria de las sillas y la alfombra. Lo mas aterrador es que sobre los platos tambien habia un trozo de pastel <> puesto sobre la sangre. Melany Hunt ha declarado que los Donovan no tenian enemigos, que eran unas maravillosas personas, amigables y alegres, y que nunca se entrometian en las vidas de los demas. Que llevaban mas de veinticinco anos viviendo alli y eran apreciados por todos los vecinos. El inspector encargado del caso no quiso dar declaraciones a la prensa, pero informo que esperan la colaboracion del FBI. Es la primera vez que en el barrio de Georgetown sucede algo como esto. Hace veinticinco anos, y tambien para epoca navidena, esa misma calle vivio un hecho tragico; una mujer llamada Elizabeth Sullivan, en un descuido, dejo la puerta de la terraza abierta y su hijo, un nino de tres anos, cayo en la piscina y se ahogo. La mujer y las dos hijas --quienes eran mayores que el chico-- se fueron a Canada, y la casa numero 1225, ubicada en el cruce de las calles 27 y Oliva, nunca volvio a ocuparse. Para los vecinos, la vivienda de Elizabeth Sullivan era el recordatorio constante de la tragedia y algunos de ellos se mudaron, pero los Donovan no. Ahora, este nuevo suceso ha venido a ensombrecer la apacible vida de la calle Oliva. <>, dijo, entre lagrimas, Melany Hunt. Helen Stone, otra vecina, recien llegada a la ciudad, cree que la calle esta maldita y habla de rescindir el contrato de alquiler del inmueble ubicado justo del otro lado de la casa de los Donovan. <>, afirmo con vehemencia. La ciudadania espera que las autoridades atrapen al asesino, que ha sembrado el panico en uno de los barrios mas emblematicos y visitados de Washington. 2 DESPUES DE LOS sucesos en la isla Royale me aceptaron en la organizacion, asi que debia ser paciente y esperar a que me involucraran en los casos que ellos considerasen. Mientras tanto, continue investigando en las redes sociales y haciendome pasar por personas ficticias para contribuir a identificar los niveles medios y altos de la Black Key. Logre que se pusieran tras la pista de varios delincuentes gracias a mis investigaciones. Volvi a Washington para celebrar la Navidad. Necesitaba descansar y vivir unos dias de tranquilidad en casa, con mis padres. Habia prometido a Rose no contarles nada hasta que ella lo decidiese. Ahora me comunicaba con mi hermana una vez a la semana y, aunque no me aclaraba donde estaba y nuestras conversaciones duraban solo cinco minutos, me sentia feliz porque la habia recuperado. En resumen, estaba satisfecha de mi misma, y muy animada llegue en la manana a la casa de mis padres en Arlington, el 21 de diciembre. Ellos volverian de su viaje a Europa al dia siguiente, asi que tenia unas horas para comprarles los regalos y acomodarlos bajo el arbol antes de que estuviesen en casa. Unos dias despues se juntaria con nosotros Gary. Mis padres aun no lo conocian, aunque ya les habia hablado de el y sabia que mama se moria de la curiosidad por verlo. Pero la noticia que lei aquella manana al llegar a la casa me dejo inquieta. Tanto que la sensacion de desasosiego me acompano durante todo el dia y no me dejaba dormir aquella noche. No solo por lo espantoso que era imaginarse a esas tres personas asesinadas y acomodadas de esa manera, como si estuviesen cenando, sino porque yo los conoci de chica. Ellos vivian en la calle Oliva de Georgetown y alli tambien vivimos mi familia y yo hace veinticinco anos, cuando tenia cinco. Mis padres rentaron a un precio muy bajo la casa que habitamos por poco tiempo. Esa calle, que era como la muestra de esas cosas que estan en medio de un lugar totalmente diferente, estaba en Georgetown, pero, a pesar de eso, parecia que se encontraba en medio del bosque. Como si estuviese en una montana, y lo ironico era que apenas a pocos metros estaba la calle M, tan llena de tiendas, cines y de turistas. Se trataba de una callecita perpendicular interrumpida por el sendero boscoso llamado Rock Creek, que daba al rio Potomac. Todos deciamos que viviamos cerca de la calle M en lugar de en la <>. Es que casi nadie la conocia. Las unicas casas cuyo frente daban al sendero eran la nuestra, la de Susy Graham, la de Jenny Sullivan, la de los Donovan y la del senor Piketty. Este ultimo me daba miedo. Era un personaje siniestro, al menos para mi. Se la pasaba caminando por el sendero cubierto de nieve, entre los arboles, con un palo en la mano y mirando a todos lados, como si quisiera atacar a alguien, pero a la vez sonreia. Creo que fue mi primera idea de la locura. Hasta se me parecia al Guason, porque tenia los labios muy grandes y las cejas finas y arqueadas como un payaso. Una vez discutio con mi padre y recuerdo que, aunque el es un hombre tranquilo, me di cuenta de que en esa oportunidad estuvo a punto de perder los estribos. Recuerdo unas palabras sueltas que pronuncio Piketty: <>, <>, decia el, y mi padre lo contradecia, molesto. Susy, Jenny y yo eramos inseparables y ademas teniamos un juramento, aunque nuestra amistad solo durara unos pocos meses porque muy pronto nos fuimos de Georgetown. Era la Navidad del ano 1994. <>, me dijo Susy un dia en secreto. Despues de eso no volvi a ver a Jenny Sullivan y nadie me explico por que. Recuerdo a Susy con un abrigo azul claro y una gorrita blanca, dandome la noticia. Es muy extrano, porque aunque no puedo recordar el rostro de Susy, me acuerdo de como vestia aquel dia. Y tambien de una cicatriz que tenia en la mano por una mordida del perro de los Donovan. Lo unico que recuerdo de Jenny era que no podia estarse quieta y que le encantaba tocar los objetos que mama tenia en casa. Casualmente, en la cena de Accion de Gracias de este ano, antes de que mis padres se fueran de viaje, me contaron algo inesperado en relacion con esos tiempos: el hermano de Jenny se ahogo alli en su casa y su mama, Jenny, y su hermana Natalie --a la que pocas veces vi y no recuerdo casi nada-- se fueron desoladas a Canada. Despues se fue Susy de la calle y al poco tiempo nosotros. Esa era la misma Elizabeth Sullivan que el periodico mencionaba. Las veces que trate de recordar como eran mis dos amigas, las imagenes que me venian a la mente eran efimeras y pobres. Pero ahora, con esta noticia, todo adquiria un tono agrio y espeluznante. Porque Clare Donovan nunca quiso juntarse con Susy, con Jenny y conmigo, y ahora alguien la habia degollado. Era solo un ano mayor, pero no le gustabamos, ni ella a nosotras. Creo recordar que una vez --al principio-- la invite a jugar en el patio de casa y ella sonrio, dio la vuelta y se alejo sin decir una palabra. Una de ellas, o Susy o Jenny, me dijo que no le prestaramos atencion nunca mas porque era una <>. El asesino del <> la habia matado en su casa, en la misma calle Oliva, que era el lugar de mis recuerdos mas confusos

  • El poquer del mentiroso de Michael Lewis

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    Yo fui un vendedor de bonos en Wall Street y en Londres. Trabajar con los operadores financieros de Salomon Brothers me situo, creo yo, en el epicentro de uno de esos acontecimientos que contribuyen a definir una epoca. Esos operadores son los maestros de las muertes subitas, y muchas de las muertes acaecidas en los ultimos diez anos han sido fulminantes. Y Salomon Brothers era indiscutiblemente el rey del mercado de bonos. Lo que he tratado de hacer aqui, como si no hubiera dejado mi puesto en la sala de negociaciones de Salomon, lo que en realidad ha sido el caso, es descubrir y explicar los sucesos y las actitudes que caracterizaron la epoca; la historia se aleja de mi de vez en cuando, aunque, sin lugar a dudas, es mi propia historia de principio a fin. Soy muy consciente del dinero que no llegue a ganar y de las mentiras que no llegue a decir debido a mi posicion en ese mundo. Y esa posicion era muy proxima al meollo mismo de la actual fiebre del oro. Hasta entonces, jamas tantos jovenes ejecutivos inexpertos habian ganado tanto dinero y en tan poco tiempo como nosotros en aquella decada en Nueva York y Londres. Anteriormente jamas habia existido tan fantastica excepcion a la regla del mercado que dice que no se puede ganar mas de lo que se ha invertido. No es que yo ponga reparos al dinero. En general, prefiero tener mas que menos. Pero no vivo conteniendo la respiracion a la espera de otro golpe de suerte llovido del cielo. Lo que entonces sucedio fue un hecho extrano y asombroso en la moderadamente predecible historia del ganar y el perder. De acuerdo con los criterios con los que solemos valorarnos a nosotros mismos, se puede decir que yo triunfe. Gane un monton de dinero. Los maximos responsables de la compania me decian que un dia me reuniria con ellos en la cumbre. Pero prefiero no alardear antes de tiempo. El lector debe saber que no he tenido razon alguna para albergar amargura o rencor hacia mi antiguo patron. Me propuse escribir este libro tan solo porque pense que seria mejor explicar la historia que continuar viviendola. Capitulo 1 El poquer del mentiroso <>. Esto es muy acertado, aunque incompleto. No menciona que tambien hay un parvulario en medio. FREDERICK SCHWED, JR., Where Are the Customers'Yatchs? Era un dia cualquiera a principios de 1986, el primer ano del declive de mi empresa, Salomon Brothers. Nuestro presidente, John Gutfreund, abandono su mesa en la parte principal de la sala de negociaciones y salio a dar una vuelta por el lugar. Alli los vendedores de bonos arriesgaban miles de millones de dolares en cualquier momento. Gutfreund comprobaba el ritmo de las operaciones simplemente dando una vuelta y haciendo algunas preguntas a los operadores. Un misterioso sexto sentido le guiaba hacia cualquier punto donde pudiera revelarse una crisis. Gutfreund parecia capaz de oler las perdidas de dinero. El era la ultima persona que deseaba ver un operador con los nervios destrozados. A Gutfreund (pronunciese: Good friend) le encantaba asomarse furtivamente por encima de la espalda de la gente y sorprenderla, lo cual resultaba divertido para el, pero no para los demas. Mientras uno hablaba por dos telefonos a la vez, tratando de evitar algun desastre, no tenia tiempo de darse la vuelta para mirar. Tampoco habia ninguna necesidad. Se lo podia presentir. El espacio que te rodeaba empezaba a convulsionarse como un epileptico. Todo el mundo fingia trabajar con frenesi y al mismo tiempo observaba con fijeza y atencion un punto justo encima de tu cabeza. Se sentia un escalofrio que recorria el cuerpo, lo cual supongo pertenece a la misma clase de inteligencia que la contraccion nerviosa de una pequena alimana ante la proximidad silenciosa de un oso pardo. Una alarma se te disparaba en el interior de la cabeza: !Gutfreund! !Gutfreund! !Gutfreund! Con menor frecuencia, el presidente se limitaba a rondar en silencio durante un rato y luego se retiraba. Incluso se podia llegar a no verle. El unico rastro de su paso que halle en dos de estas ocasiones fue un montoncito de ceniza en el suelo junto a mi silla, que supongo dejo como tarjeta de visita. Las huellas del cigarro de Gutfreund eran mas grandes y estaban mejor formadas que las del directivo medio de Salomon. Yo siempre pense que fumaba una marca mas cara que los demas, adquirida con una pequena parte de los 40 millones de dolares que le habian correspondido en la venta de Salomon Brothers en 1981 (o con unos pocos de los 3,1 millones de dolares que se pago a si mismo en 1986, una cantidad superior a la percibida por cualquier otro presidente de Wall Street). De cualquier forma, aquel dia de 1986, Gutfreund hizo algo extrano. En lugar de aterrorizarnos a todos, se dirigio directamente a la mesa de John Meriwether, miembro del consejo de Salomon Inc., y tambien uno de los mejores colocadores de obligaciones de la firma, y le susurro unas palabras. Los operadores que se hallaban proximos trataron de escuchar con la mayor indiscrecion. Lo que dijo Gutfreund se convirtio en una leyenda en Salomon Brothers y en una parte visceral de su identidad colectiva. Dijo: <>. Una partida, un millon de dolares, sin lagrimas. Meriwether capto su significado al instante. El Rey de Wall Street, como el Business Week habia apodado a Gutfreund, deseaba jugar una sola partida de un juego llamado poquer del mentiroso por un millon de dolares. Jugaba a ese juego casi todas las tardes con Meriwether y seis jovenes arbitrajistas de bonos que trabajaban para Meriwether, quienes normalmente le desplumaban vivo. Algunos operadores decian que se le ganaba con gran facilidad. Otros, que no podian imaginar sino a un John Gutfreund omnipotente -- y estos eran muchos--, decian que perdia porque se dejaba ganar, aunque constituia un misterio cual podia ser exactamente su proposito. Lo mas curioso del reto de Gutfreund en esta ocasion era la magnitud de la apuesta. Normalmente, las cantidades en lidia no excedian unos pocos cientos de dolares. Un millon era algo de lo que jamas se habia oido hablar. Las dos ultimas palabras de su desafio, <>, significaban que era obvio que el perdedor sufriria un dano grave, pero que no tenia derecho a lloriquear, protestar o lamentarse. Solo podia agachar la cabeza y aguantar el sufrimiento. Pero ?por que? Uno podria haberselo preguntado a alguien que no fuera el Rey de Wall Street. En primer lugar, ?por que hacerlo? ?Por que desafiar concretamente a Meriwether en lugar de a cualquier otro directivo de menor importancia? Parecia un acto de locura extrema. Meriwether era el Rey del Juego, el campeon del poquer del mentiroso de la sala de negociaciones de Salomon Brothers. Por otra parte, una de las cosas que se aprenden en una sala de negociaciones es que los triunfadores como Gutfreund siempre tienen alguna razon para hacer lo que hacen; puede que no sea la mejor de las razones, pero al menos se puede estar seguro de que tienen una idea en la cabeza. Yo no estaba al corriente de los pensamientos mas intimos de Gutfreund, pero sabia que todos en la sala de negociaciones jugaban y que el deseaba ardientemente participar. Creo que la idea de Gutfreund en aquella ocasion fue un deseo de demostrar su valor, como el nino que salta del trampolin mas alto. Y ?quien mejor que Meriwether para su proposito? Ademas, con toda probabilidad, Meriwether era el unico operador que contaba con el dinero y los nervios necesarios para la partida. Esta absurda situacion necesita enmarcarse en un contexto. En el curso de su carrera, John Meriwether habia ganado cientos de millones de dolares para Salomon Brothers. Poseia un talento raro en el comun de las gentes y altamente apreciado por los operadores: sabia ocultar su estado de animo. La mayoria de los operadores revelan con su modo de hablar o de moverse si estan ganando o perdiendo dinero. Se muestran demasiado relajados, o demasiado crispados. Con Meriwether uno jamas sabia a que atenerse. Ganara o perdiese, su rostro siempre parecia entre tenso e inexpresivo. Creo que poseia una fantastica capacidad para controlar las dos emociones que normalmente pierden a los operadores --el temor y la codicia-- y eso le convertia en un ser tan noble como lo puede ser quien persigue denodadamente su propio interes. En Salomon muchos le consideraban el mejor vendedor de obligaciones de Wall Street. Cuando se hablaba de el en la compania no se empleaba otro tono que el admirativo. La gente decia: <>, <>, o <>.

  • Destruccion 2 de Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton

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    No era mi cuerpo. No, tampoco era la sombra de un pajaro. Ojala lo fuese. Ojala hubiera tenido esa libertad que tanto anoraba en esos animales para volar alto y desaparecer de este jodido mundo. No podia decir que estaba confusa. No. Yosabia con claridad lo que habia sucedido en mi vida, loque me habia llevado a ser esa mujer engreida y vanidosa durante tantos anos. Llevaba varias semanas en Irlanda. No tenia contacto con nadie. Ni siquiera habia tenido la valentia de coger algunas llamadas de Jess. Ahora yo habia elegido esa vida de soledad y de retiro. Nunca imagine que eldineropudiera hacer tanto dano en una persona. No era la primera vez que pensaba en el mal uso que le estaba dando a la fortuna de mi padre. Podia haber ayudado a mucha gente que lo estaba pasando francamente mal con un poco de esos ingresos que semanalmente llenaban mi cuenta corriente. Pero hay algo que hace que las personas vanidosas lo sean, que sean codiciosas y que solamente piensen en si mismas. Y se trata de la falta de generosidad. Lo vi en James, en mi hermano, que malgastaba con voluntad el dinero de mis padres, y lo vi en mi, que solo pensaba en modelitos y en tratamientos de belleza. Para ser una persona vanidosa, lo que tienes que hacer es no pensar en el resto de la humanidad, sino solo en ti. Ahora me daba cuenta, lejos, muy lejos de Brad y quienes podian haber sido unos amigos excepcionales, de que mi vida habia sido un puto desastre. Me martirizaba pensandolo una y otra vez. Aquella manana de lunes no sali de casa. Llovia. Aproveche para quedarme en la cama. Pensaba en montar algun negocio o en buscar trabajo para deshacerme de esa vida de excesos y pereza continuada que siempre habia llevado. Queria ser otra mujer. Mi separacion de Brad habia sido un punto de inflexion en mi vida. Que el hermano del que podia haber sido el hombre de mi vida hubiese sido atropellado, asesinado, por James, me ponia enferma. Estaba a punto de enloquecer. Quiza, lo unico positivo que habia detras de aquella tragedia es que yo podia renegar de mi pasado turbio y comenzar desde cero. Debia poner tierra de por medio. No desayune. Me levante a mediodia y me duche. No tenia ganas de meterme nada en el estomago aquel lunes. Ademas, no sabia cocinar nada. Solo habia comprado latas y platos precocinados desde que me instalara alli. Y aquello todavia me hacia menos apetecible acercarme a la nevera o a la encimera. Me prepare un te y estuve mirando por la ventana. Una pequena plaza con una diminuta arboleda era el paisaje que contemplaba desde mi salon, todo un lujo en aquella ciudad donde la neblina y una llovizna intermitente desdibujaban las fachadas de las casas que me rodeaban. ?Tenia miedo? Si, lo llamare miedo. Tenia miedo, no a comenzar, sino a recordar. Cada vez que recordara, sentiria el temblor, la nostalgia, la ausencia de Brad y de lo que podia haber sido el inicio de una vida feliz. Tenia miedo a tantas cosas. Ni siquiera tenia a Marlene ayudando en casa. No tenia a nadie con quien hablar, con quien desahogarme. Me ahogaba, pero era un castigo que merecia, maldita sea. Pese a la fina lluvia, decidi salir a dar una vuelta por la ciudad. Cuando una viaja por tantos lugares del mundo y duerme en los hoteles mas caros, termina por no darle importancia a las ciudades que visita. Lo que cambia un lugar es tu punto de vista, tu estado de animo, la compania. Yo siempre habia viajado sola o con James. Ahora me daba cuenta de que, si Brad estuviese a mi lado, Dublin me pareceria una ciudad maravillosa, pero ahora era otra de esas ciudades europeas que habia visitado sin que me emocionara significativamente. Me puse ropa deportiva. Queria pasar desapercibida. No queria que nadie se fijara en mi cuerpo, en mi rostro. Alli no era conocida. De hecho, no era conocida en ningun lugar delmundo, salvo por mi apellido McRay. Yo llevaba la sombra de mi padre alla donde fuese y eso era un estigma con el que James y yo debiamos cargar. Camine durante un largo rato por Grafton Street y curiosamente algo hizo que me detuviera delante de un escaparate. No tenia ganas de llenar mi nuevo armario con ropa cara. No me apetecia nada ir de compras. ?Donde me detuve? Fue delante de una libreria. No habia reparado en ella pese a haber pasado por aquel lugar decenas de veces las ultimas semanas. De nuevo fue un libro sobre pajaros la que me atrajo la atencion. Sin pensarmelo dos veces, entre. Compraria aquel libro donde una preciosa gaviota suspendida en el aire aparecia en la portada. Se trataba de un ensayo del prestigioso biologo Trevor Jones. Entre sin pensarmelo dos veces. Una anciana amable regentaba aquella pequena libreria. Me sonrio. Estuve hojeando diversos libros y algunos albumes infantiles que tenian unas ilustraciones preciosas. Aunque nunca habia sido proclive a leer, salvo esos libros sobre aves, decidi que no me vendria nada mal hacerme con una pequena biblioteca en casa. Seguramente contribuiria a darle un caracter mas acogedor y romperia con esa fria atmosfera que ahora tenia en su interior. Mientras me hacia con unos cuantos libros, entre ellos, ese ensayo sobre aves, alguien cruzo el umbral de la puerta de entrada, alguien que desperto mi curiosidad. Era un hombre que, seguramente, rondaba los cuarenta anos. No era un jovenzuelo, pero se notaba que se cuidaba muy bien. Su porte atletico y una mirada seductora enseguida hicieron que bajara la mirada. Me estaba poniendo muy nerviosa. ?Como podia sucederme eso? No sabia como reaccionar o comportarme. El magnetismo que despedia aquel hombre, cuya madurez y seguridad se notaban en su voz al hablar con la dependienta y en la eleccion de un traje gris, estaba en sintonia con esa actitud varonil que destilaba con cada gesto. Como lalibreria no era muy grande, enseguida se percato de mi presencia. Que idiota era. Estaba ante un tipo muy interesante y yo llevaba un chandal y unas zapatillas de deporte. Sin embargo,mi rostro estaba ahi, frente al suyo, en esa distancia justa y prudente en que dos personas pueden mirarse detenidamente sin que ninguno de ellos se sienta intimidada. Y eso hizo el. Fijarse en mi. Y yo me sonroje. Tenia claroque, a estas alturas, yo no creia en los flechazos y en nada parecido a enamorarse a primera vista. Si alguna vez experimente algo parecido a eso, fue con Brad. Pero creo que, a estas alturas, no me sentia capacitada para volver a experimentar algo asi. Pero he de confesar que la aparicion de aquel hombre en la libreria hizo que, por unos momentos, me olvidara de todo lo que habia sucedido en Manhattan, de todo lo que habia dejado alli. Imaginaba continuamente a Brad, aniquilado al saber que yo, a la que habia amado salvajemente, era la hermana de su mayor enemigo. Con atrevimiento y, sin saber por que, me dirigi al mostrador para pagar mis libros. El hombre habia comprado una antologia de cuentos orientales que la dependienta estaba envolviendo pacientemente. Estaba claro que era un libro para regalar. Al acercarme, senti su fragancia oscura y penetrante. Tenia gusto al elegir el perfume como habia tenido al elegir su indumentaria. Un corte de pelo refinado y algunas canas le daban un aire misterioso. Si me preguntais si me acordaba de Brad en aquel momento, os dire que no lo habia olvidado. Que aquel chico al que James habia destrozado su vida seguia en mi corazon y el hecho de que yo me hubiese trasladado a Dublin a vivir era la prueba fehaciente de lo que estaba diciendo. Pero la presencia de aquel hombre me tenia cautivada. En otro tiempo, ni siquiera lo hubiera mirado. Pero ahora que habia descendido al reino de los mortales, me encantaba recrearme en la belleza de la gente corriente. Habia escarmentado. Estaba harta de aquellas falsas amistades en los circulos de mi hermano y en esos ligues de una noche donde no habia ninguna diferencia entre un consolador y aquellos chicos de portada de revista. Fingi que no estaba interesada por la curiosa eleccion de aquella antologia de cuentos, pero el, sin embargo, no pudo evitar comentar algo sobre el libro que habia elegido. --No sabia que a alguien le pudiese interesar ese trabajo sobre aves -- manifesto con una voz suave y tersa. --Si. Me encanta leer sobre pajaros. --?Quien me iba a decir que una joven tan hermosa tendria esos gustos tan peculiares? --?A que se refiere con "peculiares"? -- pregunte seria, tratando de seguirle el juego. --No me malinterprete, senorita. Conozco al autor. --?De verdad? -- volvi a preguntar. --Si, ademas, es un tipo extraordinario. --No he leido ningun libro de el, solamente algunos articulos que ha ido publicando en Internet --dije con tono apagado. --No le va a defraudar si le gusta el apasionante mundo de los pajaros -- dijo el esbozando una leve sonrisa. --No se si se esta burlando de mi. --No me estoy burlando. Simplemente me encanta saber que hay personas que sienten pasion por estos temas. ?Es usted biologa? --Bueno, algo parecido -- menti con un tono enigmatico. El hombre volvio a sonreir y sus ojos parecian que querian leer algo en los mios. No sabia comointerpretar aquellas palabras y aquel tono que, aunque natural y espontaneo, no dejaba de tener un halo de seduccion.

  • !A por mi sueno!, Dido Job de Dido Job

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  • Oasis Diner de M.a. Vegara

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    En algun lugar entre Albuquerque y la pequena localidad de Grants, en pleno desierto de Nuevo Mexico, existe un extrano bar de carretera llamado “Oasis Diner”, donde habita una oscura presencia que atrae a los viajeros que se desplazan a lo largo de la interestatal 40. Sin embargo, no todos podran sentir la misteriosa atraccion de este lugar; solo aquellos a los que el Oasis Diner elija seran capaces de percibir su siniestra y tenebrosa llamada.
    Un lugar perdido en mitad de ninguna parte, donde el tiempo se detiene y en el que el terror no tiene rostro. Un terrible lugar del que no podras escapar si los extranos seres que lo habitan deciden pronunciar tu nombre, el cual dejara de pertenecerte para permanecer eternamente escrito entre las fantasmagoricas sombras del mas alla.

  • Tatuada en mi alma (Cuidarte el alma 2), Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    “-?Sabias que. uno de los siete pecados capitales. es la lujuria? -pregunta Paulina jadeando sobre mi boca.
    -?Y vos sabias que. otro pecado. es la gula? -replico mientras la recuesto en la cama y mi lengua se pierde entre sus piernas.
    Ella las abre mas y me ofrece sin reservas ese manjar.
    -Eso esta muy mal…
    -Hay algo peor, cosa hermosa.
    -?Que puede ser peor?
    -Incesto -respondo con una sonrisa, mientras pienso que el cielo que tengo en mi boca, bien vale arder en el infierno…”

  • Suave como la lluvia de Miguel Rubio

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    Alli seguia, sentado en el borde de la silla, sin creerme del todo lo que acababan de anunciarme. Aquello no podia ir conmigo, tenia que ser un error o simplemente no estaba pasando. El medico se habia puesto de pie y me mostraba las radiografias senalando con un boli las manchas blancas. Parecia el tipo que anuncia el tiempo en la television despues de las noticias. Solo que las tormentas se extendian desde el centro de mi craneo. --Como le digo, desgraciadamente no esta encapsulado, lo que facilitaria las cosas. Se encuentra disperso y su propagacion parece rapida --me miro un instante y volvio a apuntar con el boli--. Lo previsible es que se extienda desplazando el cerebro, comprimiendolo poco a poco, y me temo que ya no hay forma de frenarlo. En este sentido, la resonancia es clara. Aunque, desde luego, me gustaria realizarle una biopsia. La realidad es que hay una gran variedad de tumores de esta clase y generalmente son muy agresivos. Lo siento mucho, pero como le he dicho no es operable. No hay gran cosa ya que podamos hacer. Quiza, si hubiera venido antes... En estos casos, la deteccion precoz es fundamental, desafortunadamente no siempre es factible. <>. Nunca me habian gustado los medicos y jamas solia ir a consulta, pero supongo que la larga enfermedad de mi madre me metio el miedo en el cuerpo. Mal asunto. Cuando uno teme a los medicos, no puede esperar que estos traigan buenas noticias. Este era el caso. Yo siempre habia sufrido jaquecas de manera esporadica y, un dia, al final del verano, me maree en casa y me cai al suelo. Pense que seria agotamiento, que estaba bajo de defensas, algun virus. Mi madre siempre se empeno en que conservaramos aquel seguro medico que yo nunca usaba y que a ella no sirvio para salvarle. El caso es que esta vez decidi hacerme un chequeo completo. Al parecer, demasiado tarde. Finalmente, a mi tampoco me iba a servir. --Lo que me resulta extrano --continuo casi para si-- es que no tuviese ningun sintoma hasta el mareo de aquel dia. Salvo las jaquecas, claro. Bueno, tambien es cierto que no en todas las personas se manifiesta del mismo modo. La ciencia aun tiene mucho camino que recorrer en este sentido. --Justo el que yo no tengo --murmure. --?Perdon? --se guardo el boligrafo en el bolsillo superior de la bata y me miro como si no me hubiera visto antes. Respire hondo. --?Cuanto me queda, doctor? --pregunte intentando que no se me quebrase la voz. El medico, que tenia una cabeza enorme pero sana, apreto los labios y su boca se curvo hacia abajo. Igual que un preso que se niega a confesar algo. Se dejo caer en la silla como si fuese el el derrotado. Volvio a coger el boli y lo sostuvo agarrandolo por los extremos con dos dedos de cada mano. Me fije, otra vez, en su cabeza y luego mire la radiografia de mi craneo. --Bueno --balbuceo--, de todos modos, vamos a ir controlando la presion sobre el cerebro, de manera que podamos... --?Cuanto me queda? --repeti. Todos hemos oido historias de gente a la que le cae de pronto una enfermedad y se acabo. Pero siempre son los demas: ese al que una maceta le revienta la cabeza camino del trabajo, otro al que un camion le pasa por encima cuando corre por la calle escuchando musica por los auriculares del movil, o aquel al que lo fulmina un rayo mientras pasea ensimismado en sus cosas, quiza haciendo planes para el fin de semana. Eso nunca nos pasa a nosotros. --Bueno, es dificil precisar con exactitud, tenga en cuenta que... --?Cuanto? --insisti--. Si no es mucho, no quisiera desperdiciarlo aqui repitiendole la misma pregunta una y otra vez. El doctor se volvio a guardar el boligrafo en el bolsillo de la bata, como si le hubiera dolido mi falta de interes en sus explicaciones. O puede que lo que le molestase era no poder seguir haciendo de hombre del tiempo con la radiografia de mi craneo. --Yo diria que dos, tres, cuatro meses a lo sumo --arqueo las cejas para anadir--. Lo siento, lo siento de veras. Un par de frases que derrumban una vida entera. Asi estaban las cosas. Un sujeto con una bata blanca, una cabeza enorme y un boli en la mano, te senala unas manchas en una radiografia y empieza la cuenta atras. Tu vida se ha acabado. Tarde un momento en reaccionar, hasta pense que no sentia nada, que todo era muy extrano, que quiza no me importaba. Pasados unos segundos note un frio humedo deslizarse por la columna vertebral. Me estremeci. --?Se encuentra bien? <>. Me agarre las manos con fuerza, como si eso pudiera sostenerme. --?Que me va a pasar a partir de ahora? --quise saber. El medico miro un momento hacia algun punto por encima de mi y recupero su tono monocorde. A veces las palabras son cuchillos afilados con ganas de cortar, de hacer sangre. --Es muy probable que la motricidad se vea afectada. Mas adelante podria tener dificultades para expresarse verbalmente, ademas de esto, la gestualidad puede verse comprometida, y, evidentemente, es mas que previsible que termine afectando tambien a las funciones cerebrales. Me mire las manos, tenia los dedos y los nudillos blancos. Afloje la presion. Baje la vista hasta la punta de los zapatos, me apoye sobre las rodillas, cogi aire como si fuera a echar a correr y me levante con cierta dificultad. Es curioso, pero de repente parecia que me habian caido treinta anos encima. Ese era el resultado que las palabras de aquel hombre habian tenido sobre mi. Como una maldicion de efectos inmediatos. Me sentia sin fuerzas, y me pregunte si no seria que mis musculos habian captado el mensaje y decidian rendirse sin presentar batalla. Si el horizonte era ya inalcanzable, ?para que seguir persiguiendolo? --De todos modos, le propongo iniciar un tratamiento cuanto antes --continuo--. Podemos probar con radio y quimio... --?Tratamiento? --pregunte cargado de agresividad--. ?Ese que no va a servir para salvarme? --solte un bufido y anadi--: Olvidelo. --Escuche, es normal su reaccion, pero creo que deberiamos empezar por... Cogi mi chaqueta, le di la espalda y sali de alli arrastrando los pies. Sin escucharle, sin despedirme y sin molestarme en cerrar la puerta. Me encamine por el pasillo esforzandome en respirar. Notaba plomo en los zapatos y arena en los pulmones. Me parecio que la chica de recepcion me miraba sabiendo que tenia delante a un condenado. Un hombre al que se le acababa el tiempo. Como el pobre diablo que espera su turno en el corredor de la muerte. Al entrar en el ascensor choque contra un individuo de unos treinta y pocos anos, e hice que se le cayera el movil. Ni siquiera me disculpe, le mire a los ojos y me parecio extranamente familiar; bajo la mirada y le vi agacharse para recuperar su telefono mientras se cerraban las puertas. El ascensor empezo a descender y yo notaba que en mi interior crecia algo que era mucho mas que un enfado. Tambien habia tristeza. Pero, sobre todo, me atrapo una rabia desconocida, irracional, salvaje. Una especie de odio incontrolado que no supe si iba dirigido hacia aquel medico, hacia el hombre contra el que habia chocado, hacia el mundo entero o, sencillamente, hacia mi mismo. No recuerdo el camino de vuelta a casa. Mis zapatos debieron decidir por mi. La rabia habia dejado paso a un profundo vacio en mi pecho, como si me hubiera atravesado una bala y por el agujero penetrase un viento helado. Cerre la puerta, deje las llaves sobre la repisa, me quite la chaqueta y encendi la radio, desde hacia tiempo mi habitual y unica compania. Marc Cohn cantaba para mi. Saints preserve us, We're all going down, Saints preserve us, Wherever we might fall [1] . Abri el mueble y cogi una botella de conac que estaba casi entera, y ni siquiera recordaba como ni cuando habia llegado alli. Supongo que era de alguna cesta navidena, de los viejos tiempos, cuando en la empresa nos hacian estos regalos para justificar los sueldos de mierda. Luego ya no les preocupo, todo el mundo pagaba una mierda similar. Se acabaron las cestas. Despues tambien se acabaria el empleo. El caso es que me tumbe en el sofa escuchando aquella cancion y, envuelto en una asfixiante tristeza, me bebi el maldito conac hasta perder el conocimiento. A la manana siguiente tenia una horrible resaca. Me dolia tanto la cabeza que pense que el tumor se habia acelerado y acabaria conmigo ese mismo dia. Tome las pastillas que utilizaba para las jaquecas, aunque sabia que no eran muy efectivas, y me invadio el panico. Me plantee ir al hospital y suplicar que me dieran algo que me hiciera dormir para siempre. Sentia terror ante la perspectiva de una larga agonia y sabia que seria mejor quitarme cuanto antes de en medio. Me arrastre hasta el bano, vomite y, entonces si, entonces la rabia, la pena y la autocompasion se apoderaron de mi en forma de un torbellino confuso, y me derrumbe por completo. Llore como no recordaba haberlo hecho nunca. Llore por saber que me estaba muriendo. Por mi madre, que habia fallecido hacia seis meses y a la que aun le debia esas lagrimas. Pero tambien por la vida vulgar que habia llevado, por ser un hombre pusilanime que no habia sido capaz de hacer realidad ninguno de sus suenos, ni tampoco encontrar nunca la felicidad. Llore por no haberme casado con Carmen, que tanto me quiso y a la que no supe corresponder y preferi dejar atras. Por los anos que perdi trabajando en un sucio almacen, creyendome seguro, hasta que me echaron para contratar a otro tipo mas joven cuyo sueldo era aun mas bajo que el mio. Por no haber conseguido materializar mi secreta ambicion: escribir una novela. Llore por no haber viajado mas, no haber leido mas, no haber reido mas, no haber follado mas. Y entonces, toque fondo y llore por Eva, claro, por no haberla mantenido a mi lado, por no haber podido olvidarla, por haberla buscado en todas las mujeres que conoci despues y, sobre todo, por lo patetico que resultaba que siguiese pensando en una chica con la que habia salido cuando tenia 17 anos. Asi era yo: cobarde y patetico. Y sobre todo, llore por eso

  • El fatal paso entre los arboles de Jose Valero

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    Hector Valdes, un juerguista y tarambana empedernido, decide sentar la cabeza cuando su vida disoluta empieza a pasar factura a su salud. El cambio se consolida inexorablemente al conocer a una brillante estudiante de ingenieria que se convierte en su novia.
    Sin embargo, todo se tuerce cuando, al pasear con su novia por el bosque, de repente, esta desaparece. El tiempo ha cambiado, el ciclo de la luna ha cambiado, nada es lo que parece.
    A partir de ese momento comienza para el una inquietante pesadilla en la que lo ha perdido todo: su novia, la familia, el trabajo, el dinero, la autoestima, incluso la libertad. ?Que ha ocurrido? ?Ha perdido Hector la cabeza? ?Es un asesino? ?O es todo un engano?
    Hector vive una asfixiante pesadilla policiaca que le conduce a una cruel verdad de ciencia ficcion.

  • Caballo en el monte de Eugenius Malaczewski

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    ?Cuanto dolor puede soportar un hombre?

  • La Dama se decide de Veronica Lowry

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    Una decision traza una linea que divide un antes y un despues. A una decision se enfrenta nuestra heroina: con que hombre quedarse -el fortachon, el melancolico, el tierno, el astuto, el galante-, pero tambien debe decidir quien es y que hacer con su pasado.
    Emily Randolph trabaja en la Agencia de Detectives Essex: en poco tiempo se ha transformado en alguien indispensable para la organizacion. No solo lleva adelante la agenda y coordina las reuniones, sino que colabora activamente para la resolucion de los casos. Tambien se vincula con los agentes. Ademas, practica las mas diversas artes junto a sus companeros de trabajo: con uno aprende a tirar con un arma de fuego; con otro a abrir cerraduras; con otro mas, boxeo. A todos les tiene carino. Todos ellos, ademas, estan un poco enamorados de Emily que se decide y cree corresponder a uno.
    Sin embargo, cuando todo parece encaminado, cuando tiene trabajo, un departamento, nuevos amigos, se siente querida, quiere a alguien: entonces es cuando el pasado la llama. Un pasado que ha dejado atras, una vida aristocratica de la que ha renegado por la simplicidad de levantarse un domingo, cocinarse, pasear al sol por un parque publico. Es en ese momento, en que otra decision se le volvera inevitable.

  • El sonido de tu mirada de Inma Cerezo

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    Nathan, una vez superados sus errores del pasado, ha dejado atras lo que es mas importante para el: Los Angeles, su familia, sus amigos y su grupo de rock. Se refugia en la universidad, y lo unico que le llena es seguir componiendo canciones.
    Leah esta a punto de empezar la facultad, y cree que esta nueva etapa, en otra ciudad, con nuevas amigas y junto a sus hermanos, sera emocionante..., pero estos ultimos no tienen pensado perderla de vista, sobre todo si ven algun roquero tatuado revoloteando a su alrededor...
    Ambos se encuentran en un presente plagado de desconfianza y ante un futuro que parece negarse a darles la oportunidad de estar juntos, pero... ?y si el destino tuviera otros planes?

  • Sweet Symphony de Ginny Bennet

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    Hacia un tiempo que Monica Coleman habia perdido el Norte, pero el unico que se habia dado cuenta de ello era Miguel, su amigo de la infancia y medico de cabecera. --Monica estas agotada fisica- y mentalmente, necesitas romper con todo por algun tiempo. --Pues yo no noto nada de nada. Es mas, estoy super relajada --comentaba mientras quitaba malas hierbas de su jardin vertical. Ambos estaban tomandose un vino en la terraza del atico que poseia Monica en pleno barrio de Salamanca, en Madrid. --Hay dos cosas que me indican que eres muy optimista respecto a tu valoracion. Una, que estas como loca quitando malas hierbas en vez de estar aqui sentada conmigo. Y otra, que no hayas tenido ni un minuto para pasarte por mi consulta y haya tenido que venir yo a tu casa para poder explicarte un simple analisis de sangre. --Pero, ?que dices? !Si vives en el mismo edificio! No te cuesta nada --dijo Monica volviendo a la mesa y cogiendo su copa de vino. --Ya, pero esa no es la cuestion, ademas yo tambien tengo otras cosas que hacer, ?sabes? --No te quejes, que te encanta venir a mi casa. --Eso es porque tu terraza es mas grande que mi piso entero --dijo Miguel mirando a su alrededor. Y ambos se echaron a reir. Monica Coleman era espanola de padre americano. De esas que tiene la suerte de poder tener doble nacionalidad y estudiar donde le plazca. Su familia generaba dinero y mas dinero a medida que pasaban de generacion en generacion. Monica quiso estudiar ingenieria informatica y lo hizo viajando. Unos anos estudiaba en una universidad de Inglaterra, otros, estudiaba en otra de Estados Unidos… Hacia tres anos que habia montado su propia empresa. Como ocurria con el resto de su familia, ella tambien tenia suerte y capacidad innata para los negocios, asi que su empresa en poco tiempo ya le reportaba grandes dividendos a cambio de muchos dias sin dormir, por supuesto. Pero eso a Monica, de momento, no le importaba, ya que era su vida profesional la que mas le reconfortaba. Del resto era mejor no hablar. Siempre habia vivido rodeada de lujo y dinero y esta epoca tampoco era una excepcion. No tenia mayordomo en casa ya que le gustaba mucho su independencia, pero si tenia un jardinero, Julio, y una cocinera, Nora, que le hacia la comida y se la dejaba en el congelador para que luego Monica solo tuviese que calentarla. !Ah! Y de paso, limpiaba la casa. Miguel Ramirez era su vecino de la infancia y con el que empezo a jugar y a tontear hasta que se dio cuenta de que eso de las chicas no iba con el. Pero eso no impidio que su amistad se hiciese cada vez mayor. Miguel estudio medicina y en la actualidad es el jefe de medicina general de un hospital privado en Madrid. Ambos se perdieron la pista en la universidad y posteriores masters, pero cuando Monica se compro el atico en la calle Velazquez se encontraron en el ascensor. Fue como si esos anos vividos separadamente no hubiesen existido. En pocas semanas, volvian a ser intimos amigos. Desde que se encontraron, la vida privada de Monica se enriquecio, pues dos solteros en la noche madrilena daban para mucho. En esos momentos, como era lo mas habitual, ninguno de los dos tenia pareja, asi que se veian mas a menudo. En realidad, Monica hacia varios anos que no tenia pareja, la ultima ruptura le habia hecho concentrarse en su empresa y no tenia tiempo para pensar en nada mas. --En serio, Moni, necesitas un descanso mental y ya, de paso, fisico. Creo que deberias irte unos dias de vacaciones --seguia diciendo Miguel. --!Tu estas loco! ?Como quieres que me vaya ahora de vacaciones? !Si tengo todo a medias! Por ejemplo, el lunes viene el horticultor para empezar a crear mi huerto vertical --dijo toda ufana mientras daba un sorbo a su copa. --?Huerto vertical? No lo habia oido en la vida. --Jajajaja ?A que es original? Se me ha ocurrido que si puedo tener un jardin vertical seguro que puedo encontrar productos de huerta que crezcan en vertical, tambien. ?No seria magnifico? --Me suena a que la gravedad va a hacer de la suyas, pero siempre has ido por delante, asi que estoy seguro de que lo intentaras hasta el final. De todas formas, lo que te estoy proponiendo no es para irnos hoy o este fin de semana. Lo que quiero es que lo vayas pensando y te organices unos dias libres para hacer que tu mente descanse un poco. Porque me imagino que puedes dejar a alguien a cargo de tu empresa, ?no? --Por supuesto que puedo hacer eso, pero justamente estos dias estoy con un desarrollo muy importante. Si yo no estoy encima, la calidad del trabajo varia y no me lo puedo permitir con este cliente. Hubo otro silencio provocado por Miguel. Sabia perfectamente que si Monica no decia un no a la primera, siempre habia mas posibilidades de que hubiese un si. Solo necesitaba que la idea germinase en su mente. Continuaron tomando el vinito en la terraza. Esa noche era muy agradable, de vez en cuando se notaba un vientecito suave, sintoma de que el verano andaba cerca. En Madrid pocas veces puedes ver las estrellas, pero si miras detenidamente hacia el cielo en un entorno oscuro, consigues vislumbrar alguna de las mas potentes. Esa noche la luna era llena y preciosa, iluminaba algunos de los tejados cercanos que componian el skyline de Madrid. Habria sido una gran velada romantica si no fuera porque no estaban interesados el uno en el otro de esa forma. Ellos eran familia. Aceptacion Un dia cualquiera en la vida de Monica comenzaba con un despertador a las 6:30 de la manana. Antes de saltar de la cama repasaba las cuentas de e-mail y contestaba los mensajes. Creaba o alteraba la agenda del dia para que su asistente ya tuviese las modificaciones a su llegada a la oficina y acto seguido se subia a la eliptica. Mientras hacia 45 minutos de ejercicio, veia las noticias desde su Smart TV, que estaba colocada estrategicamente delante de la maquina eliptica. Al terminar, hacia unos cuantos estiramientos de pilates para relajar los musculos tensos. Si, fue un mes a Pilates, se aprendio las tablas y ahora las practica en casa para hacerlas cuando a ella le va bien, no cuando otros programen las clases. Asi es Monica Coleman. Al terminar se da una buena ducha y se bebe un batido cuyos ingredientes dependen de la ultima moda en batidos. En esos dias, era un batido de un color verde bastante repugnante porque tenia col rizada y menta entre otras cosas. Monica se lo tomaba como si fuera una medicina, sin pararse a saborearlo, de lo contrario no seria capaz de tragarselo. Siempre vestia en tonos grises combinados con blanco para ir a la oficina. Para el resto de actividades, le gustaba ir a la moda y meter algo mas de color a su vestuario. A las 8:30 ya estaba camino de la oficina. No tenia que andar mucho pues la empresa de Monica estaba ubicada en la planta baja del edificio donde vivia. Muy conveniente para ella, por supuesto, por eso estaba alli. Los dias de Monica eran casi todos iguales. Sentada y pegada a un ordenador. Reuniones online, algo de programacion para arreglar algun estropicio hecho por alguno de sus empleados y muchas llamadas por telefono y mensajes por WhatsApp. Al acabar el dia no sabia ni como habia llegado a las 6 de la tarde. Habia dias que ni recordaba si habia comido o no. Al finalizar la jornada laboral subia de nuevo a su casa. Normalmente abria una botella de vino, mientras su comida se calentaba en el microondas, salia a la terraza a sentarse si hacia buen tiempo, saboreando su copita de vino y sin dejar de mirar el movil para ver los mensajes de ultima hora. Entre esos mensajes, Monica siempre se encontraba uno de su padre que le instaba, por no decir le obligaba, a hacerle un resumen de que tal iba su empresa. Esos eran los mensajes que mas le costaba contestar, pues tratar con su padre la hacia sentirse como una nina pequena y sin experiencia. Monica odiaba ese sentimiento, pero tampoco hacia nada para que su padre no se metiese en sus asuntos. El padre de Monica era una persona de exito, por lo que era muy controlador. Si no lo hacia el, no estaba bien hecho. Y aunque ella ya llevaba muchos anos viviendo de sus propios beneficios, su padre tenia que comprobar que su ninita era una triunfadora, para continuar asegurando el exito de la estirpe Coleman. Ese lunes por la manana su rutina cambio ligeramente, pues venia el horticultor a ver el terreno. Cuando ambos salieron a la terraza y Monica le dijo donde queria la huerta urbana, Antonio, que era como se llama el horticultor, puso los ojos en blanco y se llevo las manos a la cabeza. --?Esta segura de lo que me esta pidiendo? --?No cree que sea posible? He pensado que para que la tierra aguante podemos poner algunas jaulas o a lo mejor usted sabe de algo.

  • La otra; Historia de la amante de Magela Gracia

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    Un libro se gesta con una idea, sin duda alguna. Puede llegar de un recuerdo, un sentimiento, una vision o un sueno. Pero nunca llega a ser lo que es sin la gente que te rodea. Ellos ayudan a darle forma, a que se convierta en lo que luego rellenara paginas que, con suerte, amarillearan en un estante de tu salon... ... porque no habras querido deshacerte del libro. A mi, por fortuna, me han rodeado una gran cantidad y calidad de personas dando forma al libro, moldeando mis recuerdos, mis fantasias, mis anhelos. Marcos. Editor, corrector, critico. Ese hombre que acompana mis noches de fantasias y mis mananas de realidades. Que me levanta cuando me salen mal las cosas, y me baja a la tierra cuando me salen demasiado bien. El unico que conoce mis secretos... y los convierte en realidades. El unico que mis realidades... las convierte en secretos. Si Oziel tiene voz propia es gracias al morbo de sus palabras. Se le ha acumulado mucho trabajo estos meses, porque es el que suele corregir todo lo que escribo, incluso hojas de reclamaciones. Elena. Critica, cerebro de la portada del libro. No me leeria ni muerta, pero al final accedio a punta de pistola. Ahi la tengo, encanonada, compaginando sus cosas con leer a la pesada que se empena en mandarle los capitulos por mail y le insiste en que lo haga en vez de jugar al Candy Crash. Me acepta como soy, imperfecta a mas no poder. Y, aun asi, me invita todas las semanas a almorzar, porque sabe que no me gusta comer sola. Y yo vuelvo, aunque me de de comer cosas raras... y no tenga cafe. Raquel. Coartifice de la portada. Hay mujeres que tienen una sensibilidad especial para tratar una portada, y ella elige con mimo cada detalle para que todo quede perfecto. Podria morirme si tuviera que abrir el Photoshop, no digamos nada de usarlo correctamente. Tiene una paciencia infinita conmigo, y a pesar de la distancia, salva el problema con energia y entusiasmo. !A por la tercera! Pavel. Publicista, critico, coartifice de la portada. El hombre que me sirve un cafe todas la mananas para que me desperece y que luego tiene que tirar porque no llego a tiempo a tomarmelo. Un ser malvado recubierto de bondad, historias de zombis y eternos paseos en moto. Haces facil lo que a mi me resulta imposible. Se parte de risa con mis escasos conocimientos de ingles. Por eso, friki, hacemos un magnifico equipo. Javier. Fotografo. No le hace falta hacer nada mas, porque con retocarme la piel para que no se notara que tenia frio ya hizo suficiente. Creo que fue el quien se empeno en que se hicieran las fotos en invierno para castigarme por tenerlo cuatro horas al dia trabajando, y el que se alegro de que no hubiera calefaccion mientras me desnudaba. Me las cobre haciendo que se arrastrara por el suelo. Hay una foto que lo demuestra por algun lado... Alexis. Coaching. Me abrio su casa para que con sus paredes jugara a desnudarme y diera vida a La Otra. Pero, antes de eso, me ha dicho mil veces que valgo, que las mujeres emprendedoras son un tesoro, que el esfuerzo siempre merece la pena. Es el amigo que toda mujer quiere tener a su lado, aunque me dejara una noche tirada y tengamos mas relacion por mensajes que cara a cara. Espero que se haya revalorizado el valor de la casa...

  • Seas Bienvenido de Sarah Sanchez Castro

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    Historias vividas, historias por vivir, historias que tu mente inventa, universos oscuros, temibles y terrores ancestrales. Historias que quisieras contar, historias que quisieras olvidar.El temor a lo desconocido. Las piernas tiemblan, los brazos dejan de ser tuyos, el aliento se pierde entre bocanadas forzadas para continuar un camino sin luz, que te dejara helado. De la creadora de En la Oscuridad de su Mente, aqui tienes siete relatos que no te dejaran indiferente. Cada uno de ellos te hara reflexionar. Algunos no te abandonaran, en las noches oscuras. Te dejaran con los ojos abiertos sin poder conciliar el sueno. Adentrate y Seas Bienvenido.

  • Aventuras en Londres (La diversion de Martina 1) de Martina D'antiochia

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    !No te pierdas esta nueva aventura de #LaDiversionDeMartina!

  • Las rutas del misterio. Madrid oscuro de Alberto Granados

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    Madrid es una ciudad sorprendente para los turistas que la visitan cada ano. Son mas de ocho millones los forasteros que, armados con camaras de foto y video, se dejan seducir anualmente por nuestra capital. Los que vivimos aqui y paseamos a diario por sus calles, sufrimos los desesperantes atascos y esquivamos el bullicio de la marea humana que a veces recorre las grandes avenidas, apenas prestamos atencion y en muy pocas ocasiones nos paramos a contemplar la majestuosidad de algunos de sus edificios y monumentos, cargados de historia, ni tampoco le damos importancia al privilegio de tomar una cerveza fria en una terraza en una noche de verano, cuando se observa el mismo trafico a las dos de la madrugada que a las doce del mediodia. Pocos madrilenos conocen con detalle su ciudad y menos aun sus monumentos o la historia de sus calles y avenidas mas importantes. Un gran numero de ellos reconoce incluso sin ningun pudor no haber visitado jamas el Palacio Real o no haber paseado por el interior del Museo del Prado, los mismos que se jactan de haber recorrido cada sala del Louvre en Paris o de haber pasado horas agarrados a las verjas de Buckingham Palace en Londres intentando, si la suerte acompanaba ese dia, ver un cambio de guardia e ignorantes de que en Madrid, por ejemplo, el primer miercoles de cada mes, a las doce de la manana, tiene lugar en el Palacio Real el relevo solemne de la guardia. Impresiona observar como desfilan lanceros y alabarderos, companias de fusiles o piezas de artilleria que serian las joyas de cualquier museo americano. Un viaje de cientos de anos en el que intervienen mas de cuatrocientos soldados y cien caballos que desfilan al compas de la banda de musica de la Guardia Real, a los cuales la mayoria de madrilenos aun no han descubierto. Porque no hay que olvidar que Madrid es una ciudad con una gran historia a sus espaldas. Puede que sus inicios se remonten a la epoca de Mohamed I, alla por el ano 870, cuando se construyo la primera fortaleza defensiva, aunque lo cierto es que se han encontrado en la zona vestigios de habitantes mucho mas primitivos. Pocas capitales pueden presumir de una historia tan cargada de acontecimientos, sobre todo a partir de que Felipe II dictaminara que la corte, hasta entonces sin sede fija, se estableciera en Madrid. Solamente pasear por el barrio de los Austria da detalle del esplendor de una ciudad repleta de palacios, iglesias, templos, fuentes, museos… Pero Madrid no se ha quedado anclado en el pasado. Sus empedradas calles fueron transformandose en anchas avenidas asfaltadas y se desarrollo una ampliacion industrial y cultural que ha colocado a nuestra capital entre las mas importantes del mundo, con una oferta cultural y gastronomica equiparable a la que puedan tener ciudades tan importantes como Londres, Paris o Nueva York. Madrid hay que vivirlo, hay que recorrerlo a pie, disfrutando de sus bares y tiendas, de sus librerias, de sus terrazas, de sus calles peatonales, como Preciados o Fuencarral, abarrotadas de comercios, aprovechandose del buen caracter y amabilidad de su gente. Pero tambien nuestra ciudad esconde historias que se han contado de generacion en generacion y que muestran una cara menos amable de una ciudad que, al caer la noche, se transforma. Aquellos edificios que reflejaban el sol, al anochecer se ven atrapados en las sombras, y en calles donde a la luz del dia solamente se observan bares y tiendas se pueden descubrir las marcas de terribles acontecimientos vividos en epocas no muy lejanas. Historias de asesinatos, como el sucedido en el meson del Lobo Feroz, cerca del actual mercado de la Cebada; de descuartizamientos, como el que cometio con sus propias manos el capitan Sanchez a principios del siglo XX en el actual emplazamiento de la plaza del Conde de Miranda; de presencias extranas, que algunos aseguran haber observado recorriendo los pasillos del famoso Palacio de Linares, o de sonidos angustiosos y violentos movimientos de objetos como los que se vivieron en la inquietante <> y de los que la policia fue testigo de excepcion. Historias que a veces es mejor recordar para comprender que lo que hace verdaderamente importante a una ciudad es la union de sus luces y sus sombras. Es necesario sumergirse en las profundidades de la parte oscura y truculenta para valorar con mas intensidad todo lo demas. Este libro trata precisamente de volver a sacar a la luz aquellas historias que hemos intentado olvidar o que quedaron atrapadas en el tiempo, con la seguridad de que, al terminar su lectura, la vision de la ciudad va a ser muy diferente, mas completa. Calles por las que habia pasado con anterioridad paseando o de compras, ahora le traeran el recuerdo de los oscuros acontecimientos alli vividos. Y es posible que alguna de las historias que aqui se cuentan consiga que no vuelva a pasear de noche por ciertas calles de Madrid o, al menos, le anadan a ese paseo un punto de inquietud y de aventura. Porque Madrid ofrece muchas caras, pero la nuestra es esta: !el Madrid oscuro!

  • No te quiero mas de Ines Fernandez Moreno

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    Con el estilo excepcional que ya tiene acostumbrados a sus lectores y una lucidez tan descarnada como profunda, Ines Fernandez Moreno ofrece en esta nueva novela una historia potente sobre la relacion entre una hija y su padre, que conjuga amor absoluto y un grito de rebeldia.

  • La ofrenda de Gustavo Martin Garzo

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    Patricia Ayala llega a una pequena isla de origen volcanico situada al sur de Madagascar atraida por un trabajo muy bien pagado: atender a una anciana de fragil salud. Su intencion es permanecer alli algun tiempo, el suficiente para ahorrar todo lo que pueda y olvidar una de esas relaciones que hacen de la vida de pareja lo mas parecido al infierno en esta tierra. La anciana Rose Hansson vive retirada en una residencia que la gente del lugar conoce como La Construccion, situada junto a una laguna cuyas aguas penetran las habitaciones centrales a traves de canales y piscinas. Patricia intenta adaptarse a las peculiares costumbres de la anciana y del personal de servicio que la rodea. A Rose le gusta que Patricia se bane en la laguna enfundada en un banador blanco. Que nade hasta la torre medio derruida que se alza en el centro de las aguas. Que arroje al agua las naranjas que llenan los cestos alineados en la orilla. Hasta que un dia, mientras se aleja del agua despues del bano, Patricia ve que alguien devuelve las naranjas a sus pies. Todos los animales han enmudecido. Solo se oye un gemido, el canto dulce de alguien que conociera la infinita soledad de las criaturas. Y Patricia sucumbe al extrano mundo de Rose Hansson y al gran secreto que esconde La Construccion.

  • El diario de Sandy de Martin Cirio

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    Sandra renuncio al call center para ir en busca de su sueno: viajar a los Estados Unidos y convertirse en actriz, y asi regresar triunfante algun dia a la Argentina.
    Emprendio una odisea en micro junto al hombre del que se enamoro por chat y, por fortuna, registro en este libro, El diario de Sandy, todas las desventuras que tuvo que sortear en el camino, como lo hizo antes su idola Geri Halliwell.
    Sandy se opero y ahora es una chica trans y quiere vivir una bella historia de amor. Sandy siempre tiene una bolsita de papa a mano para nunca pasar hambre. Sandy podra ser violentada o verse impedida, pero jamas sera vencida.
    En esta novela, Martin Cirio nos sumerge en una historia tan cinica como probable, y hace un recorte de realidades a la vuelta de la esquina, fiel a su estilo. No nos ahorra una y sabe que eso nos gusta.

  • El infinito empieza aqui de Monica Esgueva

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    Ruth es una enfermera que trabaja en la seccion de oncologia de un hospital infantil, y su trabajo le produce una presion y un estres emocional que le cuesta manejar. Antes de tirar la toalla, decide ir a visitar unos amigos en Tailandia. Alli conocera a una persona que marcara un antes y un despues en su vida. Una anciana con poderes chamanicos que se comunica con los espiritus y sabe cosas que ni siquiera Ruth conoce de si misma. Le revelara que tiene una mision espiritual que puede cambiar el rumbo de la humanidad, pero para ello tendra que superar diversas pruebas que la acercan a si misma y a un secreto que contiene el destino del mundo.

  • Por el camino de las grullas de Cristina Cerezales

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    Cristina Cerezales ha escrito una novela coral en la que varios personajes se unen en el trayecto vital y catartico del camino de Santiago. Por el camino de las grullas es una novela sobre las complejas relaciones familiares, sobre la amistad, sobre el nexo que une a personas que buscan, sobre la carga del pasado individual y, en definitiva, sobre el sentido del transito en si mismo. Cristina Cerezales crea un fresco de varios personajes complejos -que a la postre somos todos nosotros- en una narracion conmovedora.

  • Una comida en invierno de Hubert Mingarelli

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    Al amanecer, en uno de los desolados inviernos de la Segunda Guerra Mundial, tres soldados alemanes se arrastran por los helados campos de Polonia. Tienen ordenes de rastrear la zona y volver con <>. Tras atrapar a un joven judio escondido en el bosque, el grupo hace un alto en una cabana abandonada antes de regresar al campamento con su presa. Mientras con sus escasos recursos intentan encender fuego y preparan la cena, se suma al cuarteto un cazador polaco cuyo virulento antisemitismo eleva la tension de una atmosfera ya de por si a punto de estallar. A medida que avanza la velada y las implicaciones ultimas de su mision van perfilandose con mayor claridad, las lealtades y vinculos de unos hombres hambrientos, agotados e inmersos en un conflicto cuyas dimensiones y consecuencias estan muy lejos de poder calibrar, se veran puestas en entredicho.

  • El caso Paternostro de Carlo F. De Filippis

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    DESPUES DEL COMISARIO MONTALBANO, LLEGA EL COMISARIO VIVACQUA.
    Carlo F. De Filippis suma su nombre a la gran novela negra europea con Camilleri, Lemaitre y Dazieri a la cabeza.

  • El clamor de los bosques de Richard Powers

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    Un jefe de carga de las Fuerzas Aereas en Vietnam sale disparado por el cielo y se salva al caer sobre un baniano. Un artista hereda cien anos de retratos fotograficos, todos del mismo castano americano maldito. Una universitaria juerguista se electrocuta a finales de los ochenta, muere y regresa a la vida gracias a unas criaturas de aire y luz. Una cientifica con problemas de oido y de habla descubre que los arboles se comunican entre si. Estos cuatro personajes y otros cinco desconocidos mas, todos ellos convocados por los arboles de diferentes modos, se reunen en una ultima y violenta batalla para salvar los pocos acres de bosque virgen que quedan en el continente americano. Un relato arrollador y exaltado sobre el activismo y la resistencia, que es tambien una deslumbrante evocacion, y una alabanza, del mundo natural.

  • Sigrid de Margotte Channing

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    Ragnar, un rudo berserker que acaba de tomar posesion de un castillo por
    orden del rey, descubre a una muchacha extremadamente bella encerrada
    en las mazmorras, acusada de brujeria. Y desde ese momento se da
    cuenta de que ha encontrado a su andsfrende, su otra mitad, pero ella
    esta muy debil y debe esperar a que se recupere antes de unirse a ella.
    Sigrid no es una joven cualquiera, es una sanadora que ha tenido
    secuestrada durante ocho anos una malvada bruja para aprovecharse de
    sus poderes. Y por eso se niega a la union con Ragnar, porque solo aspira a
    ser libre.
    O eso es lo que cree.

  • Atormentado deseo de Ana Coello

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  • Detonacion Inminente de Raul Garbantes

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    Una llamada a la Policia Metropolitana de Londres advierte sobre una pronta detonacion de una bomba. La alerta es remitida al MI5, porque solo ellos seran capaces de resolver el misterio para hallar a los culpables y desactivar la bomba antes de que se cumpla la promesa de su explosion.

  • Esclava de tus besos de Maria Cuadrado Villadiego

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    La caja de pandora poco a poco comienza abrirse, el pasado reaparece y los secretos estallan, haciendo que las personas menos indicadas sufran por ello.
    Elizabeth, despues de abandonarlo todo por amor y que saliera mal, comienza sola una nueva vida en Londres. En este tiempo, conoce nuevas personas, se rencuentra con viejos amigos, y refuerza ese amor que siente por Emma, aquella nina que le ha robado el corazon y le da ganas de seguir adelante; pero no deben confiar en todos, ya que muchos solo quieren destruirla.
    El imperio que formo Damian con tanto esfuerzo, se viene abajo lentamente y sin quererlo se queda solo, mientras en las tinieblas esa persona que quiere destruirlo, sigue planeando su gran final.

  • Un lord acomodado (Familia Marston 2) de Christine Cross

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    Las historias de la familia Marston continuan, de mano de Christine Cross, en esta segunda entrega de la serie.

  • La Legion. (Todos mis demonios 5), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Con un proyecto de futuro entre sus manos, Eliza y Vicente se enfrentan a la realidad que parece no querer darles respiro.
    Milenios de enfrentamientos convergen en una situacion imposible de esquivar.
    La Tierra se ha convertido en el campo de guerra de demonios y angeles, y determinar quien es amigo y quien enemigo siquiera es tan simple como descubrir la verdad.
    Acompana a tus demonios y angeles favoritos es este ultimo tramo de su camino hacia el fin de la historia que dejo tu alma marcada.
    Amor, coraje, amistad, sacrificio. Nuestros personajes daran todo de si en “La Legion” el quinto y ultimo libro de la saga “Todos mis demonios”.

  • El silencio de los goteros de Enfermera Saturada

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    Un libro mas vendido que el ibuprofeno.

  • Saludos nada cordiales de Christophe Carlier

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    En este cozy mystery ambientado en una pequena isla frente a la costa de la Bretana francesa, un remitente anonimo envia cartas malintencionadas que hacen que salgan chispas de los buzones.

  • Si no hubiera manana de Alexis Ravelo

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    Hay amores que pueden joder cualquier negocio y hay negocios que podrian joder el amor mas grande. A Eladio Monroy se le ocurrio pensar esto mientras encendia un cigarrillo para ahumar el hambre. Los cruasanes y el cafe con leche los habia metabolizado hacia rato y la cosa no tenia pinta de que pudiese almorzar temprano. Por supuesto, podria haberse metido en el Bodegon Suso, el bar que tenia casi delante del coche, o ir al Europan para comprarse algo con lo que entretener la muela. Pero no queria arriesgarse a perderle la pista al del chandal. Habria sido dificil: la plaza donde habia aparcado estaba solo a una decena de metros del portal en el que habia entrado el tipo y, aunque no hubiera sido asi, no habria podido marcharse sin que el lo viera, porque el coche permanecia enmarcado en su retrovisor izquierdo. Sin embargo, mas valia un por si acaso. Asi que ahi estaba el, al filo del mediodia, fumando y echando la ceniza por la ventanilla de Naranjito, preguntandose por que carajo seguia dejandose arrastrar por la corriente, metiendose en lios como este mismo, que lo habia conducido hasta ese aparcamiento en los bloques de viviendas de La Pantera Rosa. En medio de la manana grisacea del barrio obrero por cuya unica acera realeaba el paisanaje, miro el reloj y se pregunto cuanto tiempo tardaria el tipo en bajar para que el pudiese regresar a casa con la satisfaccion del deber cumplido. Baja ya de una puta vez, plasta de los cojones, acabo diciendole mentalmente al del chandal. Y entonces, como si lo hubiera estado escuchando, el tipo bajo. Bajo rapidamente. A toda velocidad. Tanta que a Monroy casi no le dio tiempo de verlo antes de oir el taponazo contra el pavimento a unos metros del coche. Cayo a plomo desde vaya usted a saber que piso del edificio y acabo despatarrado sobre la acera. UNA COSA DE AMORES Por supuesto, todo habia empezado antes. Todo, siempre, ha empezado antes y seguro que, en la cadena causal que conducia hasta aquel instante, uno podria haberse remontado al momento en el que el papa de Jorge Mesa deposito su semillita en los fertiles ovarios de su mama, pero para Eladio Monroy aquel lio habia comenzado como solian empezar todos sus lios, con un cortado en el bar Casablanca, con un encargo que llegaba en uno de esos momentos en los que Eladio andaba sin perras o con el suficiente aburrimiento encima como para dejarse enredar en un trifostio de ese tamano. Era viernes, se avecinaba octubre, los incendios forestales le habian dado a Gran Canaria un verano de mierda y las camaras acababan de disolverse, con lo cual se estaba quedando un otono estupendo para volver a votar por no se sabia que vez en un par de anos. En el Casablanca, Casimiro trasteaba tras la barra, Juan el del Pescao casi sesteaba sobre ella con el arrullo de la television donde una presentadora de magazin matinal y unos tertulianos de lo mismo intentaban que la inminente separacion de un matrimonio de cachanchanes resultase un asunto de interes, y Monroy se aburria. Si, se aburria. Y puede ser que eso haya sido la causa de todo o, al menos, un aspecto importante de la cuestion. Porque ese dia (igual que los inmediatamente precedentes) Monroy se aburria como un sordo en un concierto de arpa solista mientras hojeaba (o, mas bien, ojeaba) los periodicos manchados de grasa y cafe que Casimiro ponia a disposicion de su cada vez menos distinguida clientela. Monroy ya no compraba El Pais. Uno de los motivos era que Forges habia muerto. El segundo, que entre Manolo y Las Tres Desgracias lo habian ido acostumbrando a picotear la prensa en digital y hasta se habia suscrito a un par de periodicos online. Por eso, a la hora del cortadito, solo echaba un vistazo a los ejemplares de La Provincia y el Canarias 7 comprados por Casimiro en el estanco de enfrente y que, cuando el llegaba, ya se habian convertido varias veces en un monton de hojas impresas, como contaba Cortazar que ocurre con los diarios una vez leidos. Amen de la ventaja economica (los periodicos no son caros, pero leerlos gratis es todavia mas barato), eso le permitia disfrutar tanto de las vinetas de Morgan como de las de Padylla y Montecruz. Entre los tres acumulaban suficiente ingenio y mala baba como para que la ausencia del maestro Antonio Fraguas doliese un poco menos. Aunque doliese. Asi, echandose el cortadito, fue como Eladio Monroy se entero de que Garcia Medina parecia haber encontrado al fin su sitio en la politica. Tras quince anos intentandolo, primero entre la derecha insular y luego entre el neoliberalismo nacional, el muy malnacido se habia hecho un hueco a la derecha de la derecha de la derecha e iria en las nuevas elecciones de numero dos en las listas de Democracia Espanola Nacional, que no arrasaria en Canarias (donde hay poco Opus y casi ninguna aficion a los toros), aunque contara con el suficiente numero de desinformados como para aranar algun escano. Leyendo aquello, se le comenzo a calentar la sangre, como siempre que se acordaba del millonetis. Si no llego a alcanzar el punto de ebullicion fue porque una mujer entro en el Casablanca, se planto frente a el y pronuncio su nombre. Eladio Monroy alzo la vista y se quedo mirandola, preguntandose de que la conocia. --No te acuerdas de mi, ?verdad? Monroy busco en su base de datos los ojos marrones y achinados, el rostro alargado de bronceado a punto de caducar, la mandibula algo ancha para hacer sitio a unos dientes quiza demasiado grandes pero bien ordenaditos en una sonrisa amplia. Le sonaban aquellos ojos y aquella sonrisa, pero no la melena tenida de caoba ni el vestido rosa palo demasiado fresco para la epoca. Enseguida descubrio la chamarrita de falso cuero azul puesta de traves sobre el bolso que pendia de uno de sus hombros. Volvio al rostro, intentando dar con un nombre. Ella, divertida, se dejo observar y el le calculo la edad entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos y registro el colgante con una pequena pintadera de plata, los pendientes discretos, la cicatriz casi imperceptible en el extremo de la quijada, muy cerca de la oreja izquierda. Unicamente entonces, al percatarse de la cicatriz, vino a su memoria una casa en Escaleritas, un nino triste, el olor de un caldo de pescado, la amable hospitalidad de unos ancianos. --?Sonsoles? Sonsoles, la hija de Paco Nieves, el ferretero, asintio. --Muchacha, ni te conoci --dijo Eladio, sonriente. --Normal. Hace tiempo. --?Cuando fue la ultima vez? --En el funeral de mi padre. Ambos asintieron y mantuvieron una sonrisa de cortesia. Sonsoles podria haber disimulado. Habria sido facil para ella decir que lo habia visto al pasar o, incluso, que habia entrado a tomar algo y se lo habia encontrado. En lugar de eso, le pregunto si podia sentarse y eso dejo claro que venia expresamente para verlo a el. En el Casablanca nunca sabes si el tuerto Casimiro te atendera en la mesa o te hara ir a la barra. Dependera de lo atareado que este, de lo mal o bien que le caigas, de si ha dormido mejor o peor, de si le sale de los huevos. Puede que le apetezca, que levante una mano para indicarte que permanezcas en el sitio y venga a preguntarte que se te ofrece, condescendiendo incluso a mirarte con su ojo operativo. O puede que, despues de sentarte en una de las tres mesitas miserientas, lo descubras apoyado en el bastidor de la cafetera, fingiendo que has caido en el angulo muerto de su visual y aguardando a que te levantes a pedir porque el no es un esclavo y que cono te habras creido tu, que ya es bastante con que soporte tu presencia en su puto bar. Ese dia Casimiro no tenia una manana especialmente buena: a primera hora habia intentado reclamar una factura de Endesa y luego habia discutido con un proveedor. Pero su oido y su memoria funcionaban mejor que su percepcion de la profundidad espacial y, al entender que se trataba de la hija de Paco Nieves, acudio no solo a tomarle el pedido, sino hasta a preguntarle por su madre. Y, para variar, con buena intencion. Sonsoles conto, para el y para Eladio, que Sarito estaba estupenda. Se pasaba fuera todas las tardes, entre cursos de ganchillo, excursiones y clases de tango. Ahora hasta se habia apuntado a un club de lectura. --Ahi, en la Biblioteca Insular --explico, ante el asombro divertido de ambos hombres--. Yo, despues de lo de mi padre, pense que iba a tener que estar mas pendiente de ella y, mira tu, para verla tengo que coger numero. Los tres se sonrieron al pensar en Sarito yendo del tingo al tango con las amigas. Pero Monroy tambien la imagino sola entre figuritas de porcelana siempre expuestas para unas visitas inexistentes, viendo la telenovela en la soledad de la casa que habia compartido con Paco Nieves durante casi cinco decadas, y se alegro por ella. --A tu hermano si lo veo a veces, en la ferreteria --dijo Casimiro, inesperadamente locuaz. --Si, ahi sigue. El negocio aguanta, aunque con tanto Leroy Merlin y tanto centro comercial, ya sabes… --Quita pa'lla, muchacha --convino el tuerto--. A los chicos, si nos dejamos, nos quitan hasta la cerilla de los oidos. --Eso es verdad. --Bueno, ?que se te apetece, mi hija? Sonsoles pidio un cafe con leche y un vasito de agua de Firgas, si podia ser, y Casimiro, por una vez, se dio prisa en prepararlo y traerlo. Luego, para dejarlos tranquilos, regreso a sus labores y a su mala leche habitual. No obstante, si alguien se hubiese tomado la molestia de fijarse, habria podido observar que su expresion se habia ablandado hasta casi resultar amable. Quiza por la visita de la mujer a quien habia dado caramelos cuando era nina, o por lo que le habia contado acerca de su madre, a quien apreciaba, o por el recuerdo del difunto Paco Nieves, el ferretero que los habia surtido a el y a media ciudad de herramientas y materiales durante anos sin enganar nunca, aconsejando siempre y hasta fiando cuando hacia falta. Vaya usted a saber exactamente, pero lo cierto es que su gesto casi parecia simpatico. A Paco Nieves, Monroy le debia mas que un buen consejo o un fiado. Sin embargo, siempre habian sido Paco Nieves y su familia quienes se habian considerado en deuda con el. Especialmente Sonsoles. No hablaron de eso. Mientras ella endulzaba el cafe con leche, Eladio prefirio interesarse por su hijo, aquel nino triste que tenia sus motivos para serlo. --?Y el pibe? --pregunto. A Sonsoles volvio a iluminarsele el rostro, como al hablar de su madre: --?Aitor? En Granada esta. Ya en la universidad. ?Te puedes creer? Le dio por la filologia: Lenguas Modernas. --Un garbanzo negro le sale a cualquiera --se sonrio Monroy. --Dicen que no tiene mucha salida. Pero ?que carrera te da hoy en dia una seguridad, muchacho? Mira yo, que estudie veterinaria y me pase un monton de anos sin trabajar. Para como esta la cosa, por lo menos que estudie algo que lo haga feliz. --Dices bien. Por supuesto, Monroy no le pregunto por el padre del chico. Despues de su ultimo encuentro con Eladio, a Carmelo Jimenez Vega no le habrian quedado ganas de volver a molestar a Sonsoles. O, quiza, simplemente, el tiempo lo habia ido amansando. El no recordaba la fecha con exactitud, pero si el nino que habia visto como golpeaban a su madre estaba ya en la universidad, tenia que haber pasado un buen punado de anos. --?Y tu, a que te has dedicado? Sonsoles sonrio y sus ojos buscaron la respuesta mas alla de el. No volvio a mirarlo a la cara hasta que la hubo encontrado. --A madurar, supongo. --Hizo una pausa. Sin perder la sonrisa, acaricio con dos dedos el filo de la mesa, como si pensara en arreglos florales o en una cesta de mimbre con cachorritos. Luego explico--: Me centre mucho en Aitor. Al final, he conseguido que no se parezca al padre. O eso creo. Pero tambien me dedique tiempo a mi misma. Volvi a trabajar. Monte una clinica pequenita, con un par de companeros de la facultad. --?Ah, si? ?Donde? --Monroy no tenia animales, pero le parecio cortes preguntarle. Ella saco como de la nada una tarjeta y se la entrego. La clinica estaba en el extrarradio, en uno de los barrios que se distribuian en diseminados a lo largo del Guiniguada. --En realidad, no me hacia falta; mi padre siempre nos dio buen echadero. Pero ya sabes: la independencia. O, mejor dicho, la autosuficiencia. No es lo mismo vivir de las rentas que ganarte el jornal. Monroy asintio. No necesitaba mas explicaciones, pero si un cigarrillo y empezo a temerse que la cosa fuera para largo. Pero Sonsoles debia de tener el terreno casi preparado para contarle lo que hacia alli, porque tomo un sorbo de su taza, se quedo mirando la mancha de carmin que habia dejado en el borde como si pudiese borrarla con la vista y dijo: --Mi padre te apreciaba mucho. --Y yo a el. --Siempre decia que eras de fiar. Y se que te debo un favor. --?Un favor? ?Que dices, muchacha? Yo no… --A ver, Eladio --lo corto Sonsoles--, mis padres nunca entraron en detalles, pero yo se sumar dos y dos. Con lo poquito que me contaron ellos, lo que le paso a Carmelo y el cambio de actitud que tuvo luego, tuve suficiente para solucionar la ecuacion. Las ganas de fumar socavaron la cortesia de Eladio lo suficiente como para que le dijese a Sonsoles: --?A que viniste? ?A hablar de matematicas? Sonsoles se rio. Tenia una risa amable, de las que convidan. --Me estoy yendo por las ramas, ?no? --Un poquito. --De acuerdo, vamos a centrarnos. Necesito que me ayudes con una cosa. --Monroy comenzo a hacer un gesto de rechazo. No obstante, ella se apresuro a anadir--: No, no es nada violento, ni ilegal. Pero es algo que no puedo hacer yo y se me ocurre que tu, que tienes mucho mundo y eres un hombre discreto, me podrias echar una mano. --?Con que? Sonsoles volvio a reirse, pero esta vez con cierto pudor, mirando a los lados como si estuviese prohibido. --Te vas a descojonar, pero es una cosa de amores. Eladio Monroy no se descojono. Ni tan siquiera le parecio cursi la expresion elegida por Sonsoles. A estas alturas de su vida, las cosas de amores eran ya casi las unicas que le inspiraban respeto. Esa reaccion animo a Sonsoles a sacar del bolso un telefono movil, buscar una imagen en la pantalla y ponerla ante el. Era una de esas fotos que uno se saca a si mismo junto a personas a las que quiere o de cuya relacion desea presumir o ambas cosas. Mostraba a la propia Sonsoles con un hombre que era quien debia de manejar el telefono con el que habia sido hecha la retratadura. Ambos vestian de verano, sonreian, bebian vino en un restaurante con terraza, eran felices y, por el fondo y el entorno, debian de estar en las inmediaciones de una playa de alguna de las islas orientales. El tipo era mas bien apuesto, de cabellos castanos y rizados y hermosos ojos que tiraban al gris. El afeitado perfecto, la nariz y la boca hechas de encargo, la ausencia de marcas visibles y hasta el polo color violeta hicieron a Eladio sospecharle una vida mas o menos confortable, sin demasiados contratiempos fisicos o economicos, unos padres orgullosos de haber criado a aquel muchacho tan guapo y agradable. Monroy dejo de mirar la fotografia un momento antes de que el movil entrara en hibernacion. --Se llama Diego --dijo Sonsoles. --?Y que le pasa? -- E s o e s l o q u e q u i e r o s a b e r.

  • Regreso a Irlanda de Jojo Moyes

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    Tres mujeres, tres voces de distintas generaciones. Una oportunidad para reencontrarse.

  • Sangrando bajo la piel (En compania de vampiros 4) – A.R. Morena de A.r. Morena

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    Carmen, una bella vampira aplastada por un terrible pasado.
    ?Como quitar de su espalda ese horrible peso?
    ?Como borrar la negra mancha que le nubla la mente?
    Michael, un vampiro neofito que se desvive por una hembra.
    ?Sera capaz de conquistar su corazon?
    Y, lo mas importante, ?podra asumir que sea de otra manera?
    La vida sigue en Nueva York, girando, entrelazando y atando las cuerdas del destino, mientras todos los integrantes de la comunidad encuentran su camino.

  • El final del hombre de Antonio Mercero

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    Antonio Mercero irrumpe con fuerza en la novela negra espanola con una trama brillante que no da tregua al lector y con unos personajes que se graban a fuego en la memoria.

  • Las ocho montanas de Paolo Cognetti

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    Con un lenguaje puro y poetico, Paolo Cognetti traza un viaje vital, intimo y universal, en una novela magnetica y poderosa que explora lo robusto y lo granitico de las relaciones entre amigos, padres e hijos.

  • La estrella ardiente de Iris Vermeil

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    Descubre un insolito romance relatado de la mano de Iris Goldstein, una mujer poco usual para la Alemania de los anos treinta. De familia judia y humilde, detallara como es vivir en esa epoca de tanta represion e injusticia cuando el racismo y la intolerancia estan a la orden del dia. Por si fuera poco, tiene la suerte o la desgracia de conocer a Kurt Auttemberg, un joven ario de excelente posicion social. El hombre que le cambiara la vida por completo.
    ?Podra su amor soportar todas las adversidades que estan por venir?
    No te puedes perder esta fascinante novela llena de emociones, traiciones, amistad y perdon.