desde que te dije adios isabelle cruz
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desde que te dije adios isabelle cruz - Isabelle Cruz
https://gigalibros.com/desde-que-te-dije-adios.htmlLucia Duran parece tenerlo todo: un trabajo apasionante, un novio carinoso y una carrera en ascenso.
Juan Carlos Legarreta es un hombre al que el destino ha probado duramente. Sin embargo, ahora lleva una vida plena y satisfactoria como abogado de prestigio.
Muchos anos atras los dos vivieron un gran amor que termino en desastre, pero un perfume se encargara de reunirlos de nuevo.
Para Juan Carlos, defender Eclipse, la ultima creacion de Lucia, sera la oportunidad de ayudar a una vieja amiga y de estar cerca de la mujer a la que no ha podido olvidar. Para ella, sera la gota que derrame el vaso. ?Como confiar el destino de su fragancia al hombre que considera el peor de los traidores? Peor aun, ?que va a hacer con la atraccion que, a pesar de todo, sigue existiendo entre ambos?
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Desde que te dije adiós Versión Kindle - Cruz, Isabelle
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Desde que te dije adiós | Penguin Libros ES
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Desde que te dije adiós by Isabelle Cruz - Goodreads
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Desde que te dije adiós - Isabelle Cruz - Debeleer.com
https://www.debeleer.com/desde-que-te-dije-adios-isabelle-cruz/Con el sacudidor que traía en la mano, Cecily señaló el estante donde Lucy había acomodado documentos, libretas de notas y libros de texto de sus tiempos de ...
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Requiem por un amor de Isabelle Cruz
https://gigalibros.com/requiem-por-un-amor.htmlY tu, ?que serias capaz de olvidar por amor? ?Serias capaz de perdonar la traicion al amor de tu vida?
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Un nuevo comienzo de Kris O'coneill
https://gigalibros.com/un-nuevo-comienzo.htmlSophie guarda un secreto,
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Los dos han mantenido de anos una relacion que se debate entre el amor y el odio; sin embargo, la calma parece llegar a ellos llenandolos de felicidad, pero nada es lo que parece… -
No mas miedo de Erica Jong
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Un truhan encantador de Sandra Bree
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Caribes (Cienfuegos 2) de Alberto Vazquez-figueroa
https://gigalibros.com/caribes-cienfuegos-2.htmlSegunda entrega de esta celebre saga, Caribes continua las apasionantes aventuras de su protagonista, un joven canario en el Nuevo Mundo, un mundo hostil y desconocido.
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Sonando con Molly de Lori Beasley Bradley
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Susurros de amor (El corazon de un libertino 4) de Kathia Iblis
https://gigalibros.com/susurros-de-amor-el-corazon-de-un-libertino-4.htmlContinua la serie <
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Por fin. el amor (eLit 2) de Jill Shalvis
https://gigalibros.com/por-fin-el-amor-elit-2.htmlUn hombre desnudo lo habria cambiado todo, pero no se veia a ninguno. Por eso, como siempre, Nicole Mann se levanto al oir el despertador y, tambien como siempre, se ducho, se vistio y desayuno en menos de ocho minutos. Por ultimo, tambien como siempre, salio de su apartamento a toda velocidad para llegar pronto al hospital. Si, efectivamente, la vida de Nicole estaba completamente regida por su trabajo. ?Y que? Ser medico era un sueno hecho realidad para ella y, si tenia que trabajar para ese sueno casi todos y cada uno de los momentos del dia, dejando a un lado todo lo demas, incluidos los hombres desnudos, lo haria. Ser medico era lo que habia querido desde que se habia graduado en el instituto, hacia quince anos, a la extraordinaria edad de doce anos. --Psst. Para ser una mujer que se enorgullecia de tener nervios de acero, Nicole estuvo a punto de dar un salto al oir el inesperado susurro que provenia del oscuro vestibulo de su edificio de apartamentos. Sin embargo, no habia nada por lo que preocuparse. Solo era la duena del edificio y tambien amiga, Taylor Wellington, que se estaba asomando por la puerta de su apartamento. Taylor era una mujer agradable y hermosa, razones suficientes para odiarla, pero tambien parecia estar en posesion de una increible habilidad que era capaz de derrumbar las defensas de Nicole. A esta la asombraba que, a pesar de ser polos opuestos, se hubieran hecho tan buenas amigas. --!Psst! --Ya te veo --dijo Nicole--. ?Te he despertado? --anadio, sabiendo que casi no habia amanecido. --Oh, no. A mi no me podrian despertar ni los muertos vivientes --le aseguro Taylor, tan perfecta como siempre--. Habia puesto el despertador para poder hablar contigo --explico, mirando a Nicole de arriba abajo--. Cielo, creia que habiamos hablado ya sobre la ropa de camuflaje. Nicole se miro. Llevaba unos pantalones de camuflaje y una camiseta de tirantes de color verde, que se cenia a su esbelto cuerpo. Su guardarropa se habia formado en los dias en los que asistia a la facultad de Medicina, cuando los cuantiosos gastos de su educacion la habian obligado a comprarse la ropa en tiendas muy economicas. No obstante, le gustaban aquellas prendas tan comodas. Le sorprendia mucho que Taylor se preocupara por lo que llevaba puesto. Nicole solo llevaba unas pocas semanas viviendo en aquel edificio del South Village, tras haberse mudado de otro edificio en el que nadie se preocupaba ni de mirarle la cara a los demas. Solo se habia mudado porque aquel otro edificio habia sido vendido y los duenos tenian nuevos planes para el mismo. Ademas, el nuevo apartamento estaba en un edificio mucho mas pequeno, lo que suponia menos personas con las que tratarse. No le importaba nada que el inmueble estuviera a punto de derrumbarse ni el aspecto que tuviera mientras su cama estuviera en el. --?Por que querias hablar conmigo? --Sabia que, si no lo hacia, te olvidarias. Esta noche vamos a planear la fiesta del compromiso de Suzanne. Suzanne Carter vivia en el apartamento que habia al lado del de Taylor. Las tres eran las unicas habitantes del edificio y habian compartido muchos momentos de diversion y muchos helados, pero a Nicole no le apetecia planear una fiesta para la que tendria que vestirse elegantemente, sonreir y ser agradable. Odiaba ser agradable. --Te habias olvidado --dijo Taylor. --No, yo... Efectivamente se habia olvidado. No podia evitar ser algo olvidadiza porque siempre lo habia sido. Solo aquel ano, se habia olvidado de la fiesta de graduacion de su hermana, de la que su madre solia celebrar todos los anos en abril y hasta de su propio cumpleanos. Sin embargo, su familia comprendia algo que Taylor no parecia entender. Nicole era una solitaria. --Lo siento... tal vez llegue tarde. --No me lo digas. Tienes que... hacerte un nuevo piercing. Nicole hizo un gesto de desesperacion con los ojos. Taylor no hacia mas que gastarle bromas sobre los aros de plata que le alineaban una de las orejas, pero ella no sabia que cada uno de ellos era como un trofeo, un emblema de honor que Nicole llevaba con orgullo. --No, no se trata de otro piercing. Mostrando la paciencia de un santo, Taylor se limito a levantar una ceja mientras que Nicole se devanaba los sesos para encontrar una excusa. --Bueno, es que andamos algo escasos de personal en el hospital y... --Ahorratelo, cerebrito. Dejemonos de excusas, ?te parece? Las bodas, y todo lo que conllevan nos dan alergia, pero esta es por Suzanne. Suzanne habia sido la unica persona, aparte de Taylor, que la habia aceptado genuina e instantaneamente, a pesar de lo seca y distante que era. Las tres se habian conocido poco despues de que Taylor heredara aquel edificio, sin dinero alguno para efectuar las reparaciones que tanto necesitaba. Primero, habia alquilado un apartamento a Suzanne y a continuacion habia llegado Nicole. En realidad, las tres mujeres tenian muy poco en comun. Suzanne era chef y solia alimentar a sus dos amigas con comida, aparte de su postre favorito, el helado. Taylor, con su ingenio, las divertia a todas y, aunque mataria a Nicole si la oia decirlo, les servia de madre. Nicole no tenia ni idea de lo que ella anadia a la mezcla, por lo que le sorprendia mucho que las otras dos se preocuparan tanto por ella. No obstante, todas ellas tenian un rasgo en comun: su voto de solteria. Todas habian hablado al respecto e incluso habian brindado por ello... hasta que Suzanne habia hecho lo impensable y se habia enamorado. --Tratare de asistir --dijo Nicole con un suspiro. --No te preocupes, dicen que no se puede caer presa de la fiebre marital de esta manera. --!Eh, no te preocupes por mi! Mi trabajo es mi vida. Estoy demasiado metida en ello y soy demasiado egoista para unir mi vida a alguien. --Muy bien. Nuestro voto de solteria sigue intacto. --Y firme. Sin embargo, las dos se miraron fijamente, algo nerviosas. El hecho de que Suzanne, que tanto habia presumido de su solteria, fuera a casarse lanzaba sombras sobre su voto de solteria, aunque estaban seguras de que ninguna de las dos cometeria la torpeza de enamorarse. Seria imposible, cuando tenian los ojos bien abiertos y los corazones firmemente cerrados. Asi era. De ese modo, estarian a salvo. Total y completamente a salvo. Veinticuatro agotadoras horas mas tarde, de nuevo justo antes del alba, Nicole arrastraba su dolorido y lamentable cuerpo por los tres tramos de escalera que llevaban a su apartamento. Habia trabajado sin descanso. Una inesperada niebla habia provocado un choque en cadena en una de las autopistas del sur. Como resultado de la colision de cuarenta y dos coches, Nicole habia estado en urgencias casi todo el dia, sin poder tomarse un respiro ni siquiera para estornudar. Se le habia pedido que se quedara otro turno, por lo que, tras una rapida siesta durante la que habia sonado que la perseguian un vestido de novia y un pastel de bodas, habia aceptado con ganas lo que le deparo el resto del dia, que habia sido mucho. En aquellos momentos, mientras subia la escalera, lo unico que queria era comer algo, darse una ducha y meterse en la cama, aunque no necesariamente en aquel orden. Llevaba una bolsa de comida en la mano y la boca se le estaba haciendo agua al pensar en los cuatro tacos medianos y en el refresco que contenia. No era un desayuno muy corriente, pero era comida. Ademas, llevaba sonando con algo picante desde la segunda vez que habia entrado en el quirofano. Despues, en cuanto comiera... la inconsciencia, al menos hasta que tuviera que regresar al hospital, lo que seria aquella misma tarde para una reunion de personal. Despues, tendria que sustituir a un companero en el turno de noche. Ya tenia cuatro operaciones preparadas. Esperaba haberse acordado de la salsa picante. No tenia nada de comida en la cocina, a excepcion de algo que se habia puesto verde hacia una semana y que... --!Maldita seas, trozo de mier...! --exclamo una voz, mientras se escuchaba el ruido de metal que golpeaba otro metal. Aquellas palabras habian sido pronunciadas con un profundo acento irlandes --. Voy a... Maldita seas otra vez... La ultima vez lo hiciste bien, asi que maldita seas si no funcionas ahora... Aquellas palabras sonaron tan tranquilas, tan seguras, que Nicole tardo un momento en descifrar que aquel hombre estaba haciendo algun tipo de amenaza. Bien. A Nicole no le importaba darle una buena patada a alguien mientras que sus tacos no sufrieran dano alguno. Tener un coeficiente intelectual mas alto que su propio peso tenia algunos beneficios. Durante la facultad de Medicina habia decidido empezar a hacer karate, para desahogarse un poco. Como en todo lo que empezaba, habia sobresalido. Dispuesta a todo, tomo una postura de defensa, aunque la dejo momentaneamente para dejar la comida sobre un escalon. No habia necesidad alguna de poner en peligro el desayuno. Fue avanzando poco a poco. En aquel piso no habia nada mas que su apartamento. Nada mas que el estrecho pasillo en el que, en aquellos momentos, habia un hombre tumbado. Tenia los brazos extendidos y, entre las manos, tenia lo que parecia una herramienta de medir, que movia sobre las maderas del suelo mientras lanzaba juramentos por la boca. Nicole se habria echado a reir si hubiera podido apartar la vista de aquel largo, firme y masculino cuerpo, que estaba completamente estirado sobre la tarima de madera. Tenia unas piernas larguisimas, enfundadas en unos vaqueros que acentuaban los musculos de muslos y pantorrillas. Ademas, estaba el trasero, cubierto tambien por la gastada tela vaquera. La camiseta se le habia subido un poco, mostrando una generosa vision de piel bronceada y humeda, tensa sobre los musculos de la espalda. A pesar del susto que aquel hombre le habia dado, Nicole sonrio. --Hmm... Perdone. Con los brazos estirados por encima de la cabeza, el hombre no dejo caer el extrano utensilio que tenia entre las manos y que estaba emitiendo una luz roja. De hecho, no hizo nada mas que suspirar. --?Seria tan amable de entregarme mis notas? --dijo, con voz profunda y sensual, aunque completamente privada del acento irlandes. Nicole, que seguia en su postura de defensa, bajo la mirada y vio un pequeno bloc de notas en el suelo. Aparentemente, dudo mas de lo esperado, porque el se incorporo y giro la cabeza. Tenia el cabello negro muy corto, tanto que quedaba de punta y los ojos azules mas cristalinos que Nicole hubiera visto jamas. Al ver que ella todavia tenia los punos levantados y las piernas ligeramente dobladas, el lanzo un suspiro y se froto la mandibula. --?Es que nos vamos a pelear por un cuaderno? Nicole bajo inmediatamente los punos. Entonces, sin dejar de mirar al hombre mas guapo que habia visto nunca, se inclino para recoger la bolsa de tacos que habia dejado en el suelo. --?Quien es usted y por que esta blasfemando en mi pasillo? --Me ha oido, ?eh? --comento el con una sonrisa--. ?Me haria el favor de no decirselo a la duena? Ella me dijo especificamente que no lanzara maldiciones en su edificio. Hmm. A Nicole le sorprendia que Taylor no se hubiera metido a aquel hombre en su dormitorio bajo siete llaves, dado lo mucho que le gustaba la gimnasia horizontal y el hecho de que aquel desconocido rezumara sexualidad por todos los poros. Con un suave movimiento, se puso de pie. Nicole era bastante menuda, pero aquel hombre debia sobrepasar en varios centimetros el metro ochenta, lo que significaba que, por mucho que ella se estirara, no le llegaria mas alla del hombro. De repente, por la diferencia de altura que habia entre ellos y la inmediata y sorprendente atraccion que sintio por el, se puso a la defensiva. Dio un paso atras y se preparo de nuevo para lo que pudiera surgir. --No habria utilizado ese lenguaje si la hubiera oido venir --dijo el, rascandose suavemente la mandibula, oscurecida por la barba de varios dias--. La he sobresaltado. Nicole entorno los ojos. Una vez mas, el acento habia desaparecido por completo, pero habia algo artificial sobre el modo en que le hablaba en aquellos momentos, como si estuviera ocultando algo. Ella sabia muy bien lo que era guardar secretos, pero no le gustaba que los demas hicieran lo mismo. --Responda a mi pregunta, por favor --replico Nicole mientras levantaba un dedo. --No hace falta disparar --comento el, levantando las manos a modo de rendicion--. Soy solo el arquitecto. Ty Patrick O'Grady a su servicio. --?Que usted es el arquitecto? --Para este edificio. Va a ser renovado --afirmo. Entonces, se apoyo contra la pared con un hombro y le dedico una devastadora sonrisa--. Antes de nada, se necesita un arquitecto, ?sabe? Resulta que este edificio es un monumento historico y que necesita desesperadamente unas importantes reparaciones en su estructura. Nicole decidio que aquello podria ser cierto, especialmente dado que aquel edificio era la verguenza de la manzana. Taylor llevaba semanas consultado a los expertos para realizar la renovacion. --?Esta usted realizando un presupuesto para Suzanne? -- pregunto, observandolo cuidadosamente para ver si caia en la trampa del nombre. El hombre lanzo una nueva sonrisa, lenta y segura. --No, no. No se llama Suzanne sino Taylor, pero ha sido un buen intento. Haria falta mucho mas que eso para ponerme a mi a prueba --replico--. ?Quiere ver mi identificacion o se va a limitar a golpearme con esa bolsa, que huele tan bien? --?Que le ha pasado a su acento? --?Que acento? --Tenia acento irlandes. ?Es usted un emigrante? --Si, acabo de bajarme de un barco procedente de Australia, amiga --comento aquella vez con acento australiano--. O tal vez... !Huy! Creo que me he equivocado de continente --anadio con acento austriaco. Aquel hombre era un listo. --Es muy tarde para estar trabajando en un presupuesto, ?no le parece? --Querra decir muy temprano. --Lo que sea. ?Por que ha venido a estas horas? --Soy lo que se llamaria un hombre muy ocupado. Bueno, cielo, no se con quien estoy hablando.
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Tension Mecanica – Jorge Borges de Jorge Borges
https://gigalibros.com/tension-mecanica-8211-jorge-borges.htmlJorge era el tipico mecanico de las peliculas p*rno.
Alto, fuerte, y sucio. Masculino, duro y agresivo.
Un tipo duro, con musculos imposibles de acero.
Y un malo sin verguenza ni necesidad. -
Denuncia inmediata de Jeffrey Eugenides
https://gigalibros.com/denuncia-inmediata.htmlUn joven viaja por el mundo en busca de iluminacion y se enfrenta a todo tipo de experiencias, no siempre agradables; una estudiante de origen indio seduce a un profesor buscando una salida desesperada a la situacion de su familia; un poeta fracasado que ha encontrado trabajo en la editorial de un antiguo pornografo acaba dejandose arrastrar por la tentacion del dinero y la America del pelotazo; un sexologo tiene un perturbador encuentro sexual en una selva remota; un matrimonio que empezo por conveniencia acaba en desastre; un musico que toca el clavicordio se enfrenta a la dificultad de combinar su arte con su condicion de esposo y padre y termina perseguido por unos cobradores de morosos; una chica decide quedarse embarazada sea como sea; una mujer visita a una vieja amiga a la que le estan haciendo pruebas para saber si padece alzheimer y le regala un libro que ambas adoraban en su juventud… Jeffrey Eugenides, que ha demostrado en tres novelas excepcionales –Las virgenes suicidas, Middlesex y La trama nupcial– su capacidad para ahondar en la complejidad de las relaciones humanas, continua su exploracion en esta envolvente coleccion de cuentos. Nos encontramos aqui una vez mas con hombres y mujeres que se enfrentan a sus miedos, toman decisiones drasticas y se adentran en territorios desconocidos. En dos de los cuentos reaparecen personajes de sus novelas, que, al igual que los nuevos, son seres humanos desamparados que el autor retrata con perspicacia y humanidad, plasmando sus anhelos y contradicciones. Elegante, sutil, a ratos ironico y en otros momentos hondo y conmovedor, Eugenides traza aqui un poderoso mapa de las emociones humanas.
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La transparencia del tiempo (Mario Conde 9) de Leonardo Padura
https://gigalibros.com/la-transparencia-del-tiempo-mario-conde-9.htmlA un Mario Conde a punto de cumplir sesenta anos, y que se siente mas en crisis y mas esceptico que de costumbre con su pais, le llega de manera inesperada un encargo de un antiguo amigo del instituto, Bobby, que le pide ayuda para recuperar la estatua de una virgen negra que le han robado. Conde descubre que esa pieza es mucho mas valiosa de lo que le han dicho, y su amigo tiene que confesarle que proviene de su abuelo espanol, que, huyendo de la Guerra Civil, la trajo de una ermita del Pirineo catalan. En los bajos fondos de La Habana, Conde da con un sospechoso al que acaban matando. Con el asesinato de otro complice, Conde descubre una inesperada trama de galeristas y coleccionistas extranjeros interesados en la talla medieval, y se tropieza inevitablemente con la policia de homicidios de La Habana. Pero, en capitulos intercalados, La transparencia del tiempo tambien cuenta la epopeya a lo largo de los siglos de la estatua, una virgen negra traida de la ultima cruzada a una ermita del Pirineo por un tal Antoni Barral, y sera otro Antoni Barral quien la salve y se vea obligado a embarcar como polizon rumbo a La Habana.
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Lo que nunca te cante, Cara B de Lena Valenti
https://gigalibros.com/lo-que-nunca-te-cante-cara-b.htmlUna siempre cree estar satisfecha con la vida que tiene. Yo, por ejemplo, asi lo siento.
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No pido nada mas. Pero si esto fuera asi, no tendria nada que decirte. -
Poniente de Alber Vazquez
https://gigalibros.com/poniente.htmlEsta novela narra una de las aventuras mas increibles de la historia de la Humanidad: la primera circunvalacion al globo terraqueo. Un viaje unico donde las distancias asombran, la voluntad triunfa sobre las limitaciones y el tiempo deja de ser relevante cuando de alcanzar la gloria se trata.
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Malon de amor y muerte de Graciela Ramos
https://gigalibros.com/malon-de-amor-y-muerte.htmlInvierno de 1829. El pais estaba despiadado, ignorante y salvaje, asi lo definia don Julio Ramirez con sus amigos. Habia logrado liberarse de los colonizadores espanoles hacia trece anos, pero ahora la guerra civil era duena de las calles y los malones de indios dominaban los campos. La polvareda y la sangre embarraban los dias de los inocentes. Jose Maria Paz tomaba la gobernacion de la provincia. Juan Bautista Bustos pedia ayuda a Facundo Quiroga, pero ambos eran derrotados por Paz en la batalla de La Tablada el 23 de junio de 1829. En Villa de Tulumba, provincia de Cordoba, se establecia la hegemonia de la familia Reinafe, cuyos cuatro hijos eran federalistas. El interior del pais claudicaba ante los ataques de los malones que desgraciaban a las familias, los fusilamientos por diferencias politicas y las batallas que estaban a la orden del descuido… CAPITULO 1 LA APARICION Villa de Tulumba, estancia La Esperanza Rosalia suspiro y mientras miraba a sus hermanas se aletargo aburrida en el sillon. --!Tanta jarana por un vestido nuevo! --decia, harta de ver como perdian sus preciadas horas repitiendo la misma situacion, mirando una tela, luego otra, luego la misma. --!Rosalia!, acercate, manana viene Celia por las medidas y los modelos. Ven, amor, elige telas --decia carinosamente dona Ana Alvarez, madre de tres hermosas hijas y esposa de don Julio Ramirez. Una carismatica mujercita espanola, curvilinea, de gestos claros y mirada honda. --Si, claro, las vamos a usar para conquistar a los indios… --agrego Rosalia desafiante. --Hermanita, con estas telas vamos a ser la envidia de todas las muchachas, si Celia llega a tiempo con los vestidos para la tertulia de dona Mercedes y podemos viajar --decia Juana, la menor de la familia. --Si, y somos las primeras en elegir. Imaginate, las Cabrera se deben estar comiendo las unas --agregaba Teresa, la hermana mayor. La vida en el campo no era facil. Don Julio, viendo crecer a sus hijas, se preguntaba muchas veces si no debian mudarse a la ciudad. Alli tendrian mas posibilidades de ir al convento a estudiar, de viajar y hasta de poder conseguir un marido importante. Tal vez tendrian que pasar mas tiempo en la casa de la ciudad. Tal vez, tal vez… Las dudas mandaban en la mente de don Julio que veia como sus pequenas mujercitas se convertian en bellas e interesantes mujeres. Cada una de ellas se definia en su caracter, sus gustos. Eran totalmente diferentes entre si. Las hermanas Ramirez seguian eligiendo telas bajo la mirada de dona Ana, quien se detuvo en Rosalia. Tenia que hablar con su esposo sobre su segunda hija, ya deberia tener un pretendiente, sus inclinaciones por estudiar la habian alejado de la vida social que llevaban sus hermanas. Siempre estaba con un libro en la mano, o ensenando a leer a los criados. Rosalia, mas que un marido, pretendia un viaje a Francia o a Espana. Conocer el viejo mundo era una de sus ambiciones. Odiaba ese tipo de tertulias, un vestido y listo… para ella estaba bien. Teresa, la mayor, miraba minuciosamente las telas, se detenia en las puntillas… seguro estaba pensando en Francisco. El Reinafe la volvia loca, ?tendria un amorio a escondidas? La habia visto varias veces conversando con el; si don Julio se enteraba, la enclaustraba en las Carmelitas, no estaba en sus planes entregar a su hija a un coronel involucrado en la guerra civil que afectaba al pais en ese momento. Don Julio era un hombre de negocios muy respetado en la zona, recto y de pocas palabras, no compartia credo con los Reinafe, "esos caudillos criados por la hermana". Pensaba que no estaban bien asesorados, que eran buena gente con malas companias. No confraternizaba con las ideas del federalismo. Era mas amigo de algunos proyectos del unitario Paz, aunque sostenia que habia que sacar lo mejor de ambos partidos. Don Julio, al igual que habia hecho su padre, comerciaba sus productos sin considerar colores ni partidos. Esa conducta le habia infundido respeto a su imagen. Las horas pasaban y Rosalia se sentia empalagada por la situacion. Las telas empezaban a lucir todas iguales, el te posaba frio junto a la tortilla. Observaba a sus hermanas que simulaban diferentes modelos sobre sus cuerpos con los delicados generos. Las risas mostraban alegria y diversion. Agobiada, se levanto, busco su abrigo y salio a caminar un poco para despejarse. Esquivo la guardia que custodiaba la estancia ante los posibles ataques de indios, y anduvo sin rumbo durante un rato hasta que termino sentada sobre una piedra al costado del arroyo que se habia tragado su propia agua. Habia hecho caso omiso a sus pensamientos de prevencion; hacia apenas unos dias los indios habian atacado una estancia vecina dejando solo penuria y dolor. Don Julio habia prohibido la salida a sus hijas sin previa autorizacion. Rosalia decia que su padre era exagerado, pero el sabia muy bien de lo que hablaba. El frio gelido y seco enrojecia las mejillas de la muchacha. Le gustaba llenar sus pulmones de aire fresco, tomando revancha de los extremos calores del verano. Abrazo su chal de lana y cruzo el arroyo seco y hambriento de lluvias. Se lanzo al camino, las huellas le facilitaban el paseo. Sabia que no debia pasear sola por alli, nunca. Pero una de las caracteristicas de Rosalia era justamente su rebeldia. Caminaba inmersa en sus pensamientos y ese fue el motivo por el cual no sintio el taconeo del caballo que venia soplado por el viento. Cuando lo vio, ya estaba alli. Parecia que iba a atropellarla, sintio que su corazon se detenia. ?En que momento aparecio ese hombre? Se paro, tomo su faldon con ambas manos para salir corriendo, pero no pudo dar un solo paso. Habia quedado paralizada por el gran susto. --!Cuidado! --alcanzo a gritar al ver al caballo casi sobre su cuerpo y temiendo que el extrano quisiera cargarla en ancas y llevarsela. El corcel cayo de rodillas confundido ante las ordenes y tirones de las riendas del jinete asustado. --!?Pero que hace en el medio del camino, mujer?! Casi la aplasto con mi caballo --dijo el joven muy enojado, pero aliviado de no haber lastimado a esa muchacha que habia quedado impavida mirandolo. Salto del potro quedando al lado de Rosalia. En cuanto la vio se sintio conmovido y cambio enseguida su actitud: --Perdon, senorita, si la asuste, en realidad no la habia visto --dijo el muchacho. Rosalia habia perdido la voz, por mas esfuerzo que hacia, las palabras encallaban en su boca; de imaginarse sobre el caballo, tomada por un indio, ahora estaba frente a este caballero desconocido. Su voz salia acompanada de un dejo espanol, le recordaba a su madre. --?Esta usted bien? --insistio. --Si, si, claro, y usted casi me atropella --le contesto levantando su menton y estirando las cejas hacia arriba. --Tiene razon, lo que pasa es que no imagine que una hermosa mujercita sola estuviera en esta espesura. El joven estaba maravillado ante la aparicion en el medio del camino. No tenia ganas de seguir, pero… --Me dirijo a la estancia Santa Clara, ?sabe usted si estoy bien encaminado? --Caballero, no tengo idea, pero le sugiero que siga hacia el camino principal, seguro que alli sabran indicarle --dijo algo aturdida. Ese mocito habia logrado cortarle la respiracion, pero ella jamas perderia la compostura. --Mucho gusto. Me llamo Alfonso Cornejo. Y usted, ?cual es su gracia? --?Que? !Ah! Rosalia… --contesto ruborizada. --?Rosalia…? --Si, Rosalia Ramirez --dijo sin saber como continuar. Habia quedado cautivada por el atractivo del muchacho. Era alto y fortachon. Su cabello suave y rubio brillaba resaltado por su rostro bronceado. Sus rasgos duros contrastaban con su mirada suave; la boca grande y sus labios intensos. Queria irse de alli, pero no podia moverse. --Sigo mi trayecto, seguro nos volveremos a ver --dijo Alfonso mientras comenzaba a caminar al costado de su caballo. Luego de varios pasos regreso la mirada sobre su hombro y la vio, atontada, observandolo. Le guino un ojo y siguio. Con una sonrisa victoriosa, ahora si, salto sobre su potro y se perdio entre los espinillos. Le gustaba esa sensacion, siempre ganaba con las mujeres. Rosalia habia quedado embelesada con ese hombre. ?De donde habia salido? No era de por alli, conocia bien a todos los vecinos. Bueno, tal vez estaba de paso; por ese lugar transitaba mucha gente que venia de lejos. Pero estaba solo y nadie viajaba sin compania en esas epocas tan turbulentas. Automaticamente sus pensamientos cambiaron por el recuerdo del encantador rostro del mocito desconocido. Luego del altercado, y mirando hacia todos lados, regreso a la estancia con paso rapido y una sonrisa sonadora. ?Pero que habia pasado? La dura Rosalia, la intelectual… ?habia quedado prendada de la estampa de un desconocido? En la casa la reunion ya estaba llegando a su fin, se embrollo con disimulo entre sus hermanas, pero a dona Ana no se le escapaba nada y la miraba por el rabillo del ojo. Siempre excluida de todas las reuniones, solo lograba que asistiera bajo presion, y al menor descuido, desaparecia. ?De donde habia salido esta nina?, pensaba, ella era tan sociable, siempre pendiente de todos los detalles, los vestidos, las reuniones, los viajes… igual que sus otras dos hijas que siempre reclamaban vestidos nuevos y querian permanecer mas tiempo en la casa de Cordoba. A Rosalia solo le interesaba contradecir todas las opiniones y reclamar espacios libres para su lectura.
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Que sera de mi de L. Rodriguez
https://gigalibros.com/que-sera-de-mi.htmlDelhy Lugo es una mujer insegura, inexperimentada, sin malicia, un
alma encerrada y vulnerable. -
Besar a un angel de Susan Elizabeth Phillips
https://gigalibros.com/besar-a-un-angel.html?Como se encontro Daisy en esta solucion? Ella puede ir a la carcel o casarse con el hombre misterioso que su padre ha elegido para ella. Alex Markov, sin embargo, no tiene la intencion de interpretar al amoroso novio de una nina mimada con gustos de champan. Sin humor y mortalmente guapo, arrastra a Daisy lejos de su vida en la parte alta de la ciudad. Este hombre sin alma ha conocido a una mujer que no es mas
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El taller de libros prohibidos de Olalla Garcia
https://gigalibros.com/el-taller-de-libros-prohibidos.htmlUn thriller historico ambientado en el fascinante mundo del libro en el siglo XVI.
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Capullo engreido de Alena Garcia
https://gigalibros.com/capullo-engreido.htmlToda mi vida he hecho lo que me ha salido de los huevos y he rendido pocas cuentas, las justas y necesarias. Naci en una aldea del norte ruso, en Katunino, junto al lago Lajta, en el oblast (region) de Arjanguelsk. Este lugar antes no estaba reflejado en los mapas. Era uno de los numerosos pueblos secretos de la desaparecida Union Sovietica. Aqui los militares llevaban a cabo investigaciones que no conocia nadie. Pero cuando yo vi la luz por primera vez, ya habia desaparecido todo indicio de secretismo. Tengo menos de veinticinco anos, no naci en la Union Sovietica, no se si decir por suerte o por desgracia. Algunos abuelos del pueblo echaban, y siguen echando de menos aquellos tiempos. Los entiendo. Nuestros pobres jubilados no pueden llegar a fin de mes con las pensiones que reciben. Antes tenian muy poco, pero siempre lo justo para comer. Los alimentos costaban unas pocas kopeikas. Pase la infancia casi en soledad. Se puede decir que soy de padre desconocido, pero prefiero ser sincero y contar que ese cabron hijo de puta nos abandono a mi madre y a mi en cuanto supo que estaba embarazada. Mi pobre progenitora tuvo que luchar mucho para sacarme adelante. Trabajaba desde el amanecer limpiando algunas casas, cuidando a los ninos de los pocos adinerados de la zona y haciendo otras chapuzas que le surgian. Volvia a casa por la noche, derrengada, la pobrecilla. Yo pasaba el dia solo. A la escuela fui unos pocos anos, hasta los once. Despues, me escapaba a diario e iba con los colegas a pasear, a fumar nuestros primeros trujis y a hacer gamberradas sin fin. Una de nuestras favoritas, habia que ser cabron, era quitar la llave del contacto a los coches que dejaban arrancados por la noche en invierno. El intenso frio no permitia que los coches pudieran apagar el motor. Por la manana no arrancaban si se apagaba. Era una putada gorda para esa pobre gente que madrugaba y tenia que ir a trabajar. Pienso que crecimos asi, con maldad innata. El que nace cabron, toda la vida sera justo eso. La naturaleza no se puede cambiar. A los catorce anos me hice con el poder de todos los ninos y adolescentes de Katunino y alrededores. Formabamos un heterogeneo grupo que lo mismo torturaba animales como acosaba a las mujeres hasta que las veiamos correr desesperadas o robaba en los huertos y en las tiendas. Robe mi primer banco a los quince anos en la capital, en Arjanguelsk. Entre decidido, sin taparme la cara con nada y, tras amenazar a un cajero con un cuchillo enorme de cocina, me lleve todo lo que tenia el banco ese dia: dos millones de rublos. Es cierto que no era mucho, pero para mi era una montana de dinero que no supe ni como iba a gastar. Volvi a Katunino con todo ese dinero metido en varias bolsas de supermercado. La policia me localizo a los tres dias y me detuvo. Me llevaron a una especie de reformatorio, un asqueroso antro donde lo pase muy jodido. Alli habia hijoputas que tenian mucha vida y tuve que tragar quina de la buena. Consegui que no me petaran el culo, aunque tuve que recibir, para ello, muchas palizas. Siempre he luchado bien, desde nino. Con aquellos cabrones tuve que emplearme a fondo. Tumbe a tres, pero el cuarto consiguio tirarme al suelo y patearme la cara y las costillas. Aun asi, no baje mis pantalones en ningun momento. Desde ahi me respetaron. Aprendi mucho de esa gente. A abrir puertas, a arrancar coches de todo tipo, a dar tirones de bolsos, a realizar faciles timos a los imbeciles que no saben ni donde tienen la mano derecha… En fin, que me converti en el clasico criminal juvenil que apunta maneras para entrar en una mafia y acabar sus dias o acribillado a balazos o en la trena por siempre. Lo unico que me daba pena era mi pobre madre. Tengo dos tatuajes de ella. El primero me lo hice en el pecho, con su rostro y una lagrima cayendo, que era la vision que tenia de ella. El otro es de su nombre, en mi biceps derecho. Yekaterina. He reventado a mucho idiota por mentarme a la madre, solo por mentarla, sin insultarla. Es sagrada para mi y no resisto ni un mal chiste contra ella, ni contra ninguna otra madre en general, aunque no la conozca. A los diecisiete estaba libre. Aquel centro fue mi universidad para el delito. Me mude a Piter (San Petersburgo) para tratar de hacer carrera. Intente hacerme un hueco como carterista en las estaciones de metro y de tren. A los pocos dias los jefes del lugar casi me pescan. Corri como una liebre atomica y logre escapar. Entonces, me meti en garitos intentando que algun pequeno capo de grupo se fijara en mis aptitudes. Era asiduo de billares y de cervecerias de baja estofa. Un tipo, un ucraniano que hablaba con la voz cascada, me enseno a jugar bien al billar y asi conseguia algunos rublos para sobrevivir decentemente. El me enseno a jugar bien, pero yo, cuando veia que iba a perder, montaba un pifostio descomunal con el contrincante acusandole de haber movido bolas en su favor y la pelea que se montaba solo podia pararla la bofia, con sus sirenas
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El lado oscuro de internet de Telly Frias Jr
https://gigalibros.com/el-lado-oscuro-de-internet.htmlEste articulo presenta a grandes rasgos el tema de “Internet de las Cosas” o Internet of Things (IoT) y su influencia en nuestras vidas. Como continuacion de nuestro primer ensayo “Cibercrimen: Las Amenazas al Navegar en Internet y en Las Redes Sociales” discutiremos sobre como nuestros simples electrodomesticos se han convertido en herramientas conectadas a la red en los ultimos anos y podemos pronosticar que esta tendencia seguira en aumento. Internet ya cuenta con 3 mil millones de usuarios, es decir, un 43% de la poblacion mundial. Estos usuarios estan constantemente conectados a las redes sociales, haciendo compras en linea y participando en otros medios de comunicacion. En Estados Unidos el 87% de la poblacion usa Internet. Todos los electrodomesticos electronicos enchuflables seran conectados a Internet en un futuro proximo. Por tanto, las ciudades gradualmente seguiran siendo mas eficaces y convirtiendose en ciudades inteligentes o smart cities con competencias en sistemas digitales de automatizacion. En estas nuevas ciudades se podran prevenir accidentes en las carreteras y automatizar el cobro de las multas a coches teniendo evidencia camaras de vigilancia. Esto ya esta sucediendo y continuara avanzando la tecnologia de comunicaciones. Internet de las Cosas A pesar de las regulaciones gubernamentales, laborales y politicas existe un espacio virtual abierto 24 horas al dia que nos permite ganar dinero aunque estemos durmiendo una fabulosa siesta. Este gran mercado nos permite ingresos a toda hora y consiste en un medio de conexion y comunicacion que esta siempre a disposicion cuando lo necesitais. Este nuevo mundo se llama ‘Internet’. Hemos ampliado nuestro conocimiento sobre lo que constituye ser un emprendedor en Internet. Deseo que el lector valore este ciberespacio como una herramienta critica para su vida cotidiana y sea consciente de lo que esta sucediendo en este mundo cibernetico. La hiperactividad en las redes es imposible de manejar por un solo ser humano. Las cuentas de usuarios y sus transacciones son infinitas. Hoy por hoy, los comentarios explicitos sobre la politica causan gran polemica en las relaciones publicas o sociales y algunos usuarios aprovechan estas situaciones inventando nuevos trucos para estafar a otros y se requiere tener mucho cuidado cuando se navega en este campo virtual. No es un mundo totalmente anarquico como se presupone cuando se declara que la red oscura o ‘dark web’ estan fuera de reglamentos legales pero como en el mundo real, en Internet existe solo un lado oscuro o redes arcanas que solo es conocido por pocas personas que podrian hacer mucho dano. No obstante la red tambien funciona entre ellos mismos para poder gestionar sus operaciones clandestinas, y crear un negocio muy lucrativo. Es importante aprender como se hacen las cosas porque cuando enfrentamos a personas sus actos nos podrian decir mas que lo diria sus propias palabras. En la primera parte nos centramos en la idea de que la ciberseguridad de un usuario en Internet se convierte en riesgo desde que se hace el primer clic a un enlace. Por consiguiente, dependiendo de los tipos de comando que ofrece un PC u otro dispositivo a menos que no escribas directamente a la computadora, la unica forma que normalmente existe para comunicarnos es haciendo un clic con el raton o un clic con el dedo en tu movil inteligente. De hecho el iPhone fue el primero en eliminar el teclado en tu movil. Este clic se convirtio con pantallas tactiles donde aparece un enlace que te lleva a tu destino. No importa cual sea vuestro objetivo, en todo momento, podriais aplicar estas mismas tecnicas usando las herramientas pertinentes a la solucion de un problema de ciberseguridad que te asesora sobre el nivel de confianza o amenaza en este espacio virtual. Si eres una persona que se recuerda los origenes del Internet en los anos 90s habras experimentado lo lenta que era una conexion en Internet. El uso de la linea telefonica fue el comienzo. Hace un poco mas atras en los anos 70s y 80s antes de computadoras personales el “hacking” era dirigido hacia los telefonos publicos. En retrospecto, el origen de hacking empezo en las lineas telefonicas. La red telefonica fue un medio de comunicacion desarrollado a medianos del siglo 19 e inventado por el italiano Antonio Meucci. Por otro lado otra innovacion de aquella epoca fue el radio inventado por Gugliemo Marconi. Estos fueron los inicios de la comunicacion masiva. La primera Compania dedicada a proveer servicios telefonicos (al menos en los Estados Unidos) se llamaba Bell Atlantic para luego pasar a ser AT&T y finalmente convertirse en Verizon. En el sector de telecomunicaciones las grandes empresas telefonicas si desean unirse o una corporacion adquirir a otros necesitan el consentimiento del gobierno Federal ya que las leyes como el ‘Sherman Antitrust Act’ de 1890 la primera de las tres leyes “anti-trusts” que en 1914 se hicieron contra los monopolios de las corporaciones y anegarles una abrumadora cuota de mercado. Es mas, con las colaboraciones de empresas telefonicas como Sprint/ Nextel y T-Mobile, Verizon y AT&T estas controlan el mayor porcentaje del mercado. Sin embargo, ellas llegan a acuerdos de cooperacion con derechos a las torres antenas de celulares responsables de la difusion de comunicaciones. Los telefonos publicos se utilizaban hasta que el gran uso del telefono movil los hizo obsoletos desde finales de los 90’s fueron vulnerables al hackeado por un pequeno aparato que transmitia un sonido especial. El hacker alzaba el telefono y con el mismo aparato procedia a pulsar una serie de clics produciendo un sonido de cierta frecuencia auditoria programando la linea telefonica a desviar el pago de la moneda depositada. Asimismo, los hackers de los anos 70s y 80s podrian hacer llamadas gratis a cualquier parte del mundo. La herramienta clave de esta operacion que obviamente fue ilegal se llamaba bluebox. Era por consiguiente ilegal poseer este dispositivo. Los fundadores de Macintosh, Steve Jobs y Steve Wozniak fueron de los pioneros en usar esta herramienta. En el primer ensayo hablamos de como ellos lanzaron el i-Phone que ha sido la gran innovacion en comunicaciones del siglo veintiuno. Probablemente, hoy por hoy, un smart phone o movil inteligente es la herramienta mas utilizada en nuestras vidas. En gran parte producto de la doctrina ‘transhumanista’ se pretende transformar la condicion humana mediante la aplicacion de tecnologias que aumentan nuestras capacidades como seres humanos y hacen que glorifiquemos nuestros moviles inteligentes. Aparentemente nuestra cultura tecnocratica ha avanzado bastante hoy en dia. De hecho, nuestras costumbres y el nivel de confort se han adaptado dependiendo en si se tiene una conexion Internet a traves de WiFi. (IoT) Internet of Things es especialmente un tema polemico ya que asisten en nuestras exigencias con la conserje de Alexa, una cafetera que se programa a preparar un cafe a las siete de la manana, o un coche se se calienta cuando la temperatura esta bajo 0 Grados Cesio. Todos los smart dispositivos contienen con un chip especial que se comunican con la red para hacer actualizaciones de software y hasta funcionar. La desventaja es que estos dispositivos pueden trabajar por el mal cuando no querremos ya que trabajan para seguir sacandonos dinero vendiendonos mas productos. La impresora es un buen ejemplo, en este caso digamos que hay una impresora que cuesta entre 90-100 dolares y los cartuchos de tinta cuestan tambien lo mismo por el paquete completo de blanco/negro y color. Muchas veces las impresoras se venden a una perdida y el coste se recupera en compras de tinta cada trimestre. La impresora esta conectada a la red y ya es un dispositivo producto de ‘Internet of Things’. La impresora recibe actualizaciones de software y se mantiene conectado a la red donde gestiona los niveles de tinta y otros aspectos de la impresora. Sabiendo que los cartuchos de tinta contienen un chip especial que mide el nivel de tinta, una tactica que usan las empresas de impresoras es advertirte cuando necesitas mas tinta para imprimir. El chip que contiene un cartucho de tinta en una impresora esta programado para vivir su vida util, y ademas estan programados para no ser rellenados y dejar de funcionar si tu no usas los cartuchos de la misma marca de la impresora. Este servicio alude a la responsabilidad de imprimir a veces dejando de funcionar aunque todavia quede tinta o no. Por otro lado los dispositivos de conserje como Alexa o Siri a veces pueden tener nuestra informacion bancaria y hacer compras de defecto simplemente porque el dispositivo nos registra en la casa diciendo que nos gustaria tener algun producto o cosa material. Estamos en esta fase de la tecnologia y nuestra capacidad en linea se sigue ampliando con almacenar Big Data. En este momento quiero avisaros que no es necesario usar mas herramientas fisicas de las que vamos a hablar en este articulo- aparte del ordenador para poder hacer una operacion en el ‘lado oscuro’ en la web. A pesar de que se puede hacer mucho con el hardware como servidores, bluebox o keyloggers- que adivinan contrasenas analizando el sonido de botones pulsado en algun teclado y/o telefono) hay ciertos software que invaden nuestra privacidad. Existen herramientas que almacenan los datos en una red privada tambien generadas por empresas que ofrecen servicios de hospedaje en la nube. Tenemos que pensar bien como conducirnos en las redes. De la misma manera debemos saber si queremos prestar nuestros servicios o vender nuestros productos. Si vos sois consumidor y teneis duda sobre como podeis salir perjudicado participando en las redes sociales ejecutando estos inocentes clics que os llevais virtualmente a cualquier lugar debes leer este libro. Aqui aprendereis a conduciros inteligentemente en Internet y conoceras el uso de algunas herramientas utiles que previenen graves errores.
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Amores con fecha de caducidad – Mau Vazquez de Mau Vazquez
https://gigalibros.com/amores-con-fecha-de-caducidad-8211-mau-vazquez.htmlHablar de amores es facil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relacion, tratamos de ser la mejor version de nosotros mismos hasta que la necesidad nos priva de experimentar lo mas grandioso que hay en este mundo: amar sin expectativas y sin condiciones.
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Estado de miedo de Michael Crichton
https://gigalibros.com/estado-de-miedo.htmlblaba en ingles, tenia un acento exotico. A decir verdad, todo en ella era exotico, penso Jonathan. De piel oscura, pomulos prominentes y cabello negro, podria haber sido modelo. Y se contoneaba como una modelo, con su falda corta y sus zapatos de tacon de aguja. Era medio vietnamita y se llamaba Marisa. Mirando alrededor, anadio- : Pero ?no hay nadie aqui? – No, no -respondio el-. Es domingo. Hoy no viene nadie. Jonathan Marshall, de veinticuatro anos, era un londinense licenciado en fisica que, como parte de sus estudios de posgrado, trabajaba durante el verano en el ultramoderno Laboratoire Ondulatoire -Laboratorio de Mecanica Ondulatoria- del Instituto de la Marina frances en Vissy, al norte de Paris. Pero en el barrio residian sobre todo familias jovenes, y para Marshall habia sido un verano solitario. Por eso no podia dar credito a la buena suerte que habia tenido al conocer a aquella chica. Una chica muy guapa y sexy. – Explicame que hace esta maquina -dijo Marisa con una mirada radiante-, y que haces tu. – Con mucho gusto -contesto Marshall. Se acerco al gran panel de control y empezo a conectar las bombas y los sensores. Al otro extremo del deposito, los treinta paneles del generador de olas se activaron uno tras otro. Marshall miro a la chica, y ella le sonrio. – Es complicadisimo -comento Marisa. Se coloco junto a el frente al panel de control-. ?Hay camaras para grabar vuestra investigacion? – Si, en el techo y a los lados del deposito. Crean un registro visual de las olas generadas. En el deposito tambien hay sensores que recogen los parametros de presion de la ola al pasar. – ?Estan conectadas ahora esas camaras? – No, no -dijo el-. No las necesitamos; no estamos haciendo ningun experimento. – Quiza si -respondio ella, y apoyo la mano en el hombro de Marshall. Tenia unos dedos largos y delicados, unos dedos preciosos. Miro alrededor por un momento-. En esta sala todo es carisimo. Debe de haber grandes medidas de seguridad, ?no? – En realidad no. Simplemente hay que usar una tarjeta para entrar. Y solo hay una camara de seguridad. -Senalo por encima del hombro-. En aquel rincon. Marisa se volvio. – ?y esa esta encendida? – Si, claro -contesto el-, esa siempre. Marisa le acaricio suavemente el cuello. – ?Asi que ahora hay alguien vigilandonos? – Eso me temo. – Entonces debemos portarnos bien. – Probablemente. Por cierto, ?y tu novio? – Ese. -Dejo escapar un resoplido de desden-. Ya me he hartado de el. Unas horas antes aquel mismo dia Marshall habia salido de su pequeno apartamento para ir a la cafeteria de la rue Montaigne, que visitaba cada manana, llevandose como de costumbre un articulo especializado para leer. Al rato, aquella chica se sento en la mesa contigua con su novio. En breve la pareja empezo a discutir. A decir verdad, Marshall tuvo la impresion de que Marisa y el novio no estaban hechos el uno para el otro. El era un americano rubicundo y fornido, corpulento como un jugador de futbol, con el cabello largo y gafas de montura metalica poco acordes con sus toscas facciones. Tenia todo el aspecto de un cerdo que pretendia pasar por intelectual. Se llamaba Jim y estaba enfadado con Marisa porque esta, al parecer, no habia pasado la noche con el. – No se por que no me dices donde estuviste -repetia el una y otra vez. – Porque no es asunto tuyo, por eso. – Pero yo pensaba que ibamos a cenar juntos. – Jimmy, ya te dije que no. – No, me dijiste que si. Y yo te espere en el hotel. Toda la noche. – ?Y que? Nadie te obligo. Podias marcharte y pasartelo bien. – Pero te esperaba. – Jimmy, no eres mi dueno. -Exasperada, suspiraba, levantaba las manos o se daba palmadas en las rodillas desnudas. Tenia las piernas cruzadas y se le habia subido mucho la falda-. Yo hago lo que me da la gana. – Eso esta claro. – Si -dijo ella, y en ese momento se volvio hacia Marshall-. ?Que es eso que lees? Parece muy complicado. En un primer momento Marshall se alarmo. Saltaba a la vista que le habia dirigido la palabra para provocar al novio. No queria dejarse arrastrar a la pelea de la pareja. – Es fisica -contesto laconicamente, y se volvio un poco, procurando pasar por alto la belleza de la chica. – ?Que clase de fisica? -insistio ella. – Mecanica ondulatoria. Olas marinas. – ?Eres estudiante, pues? – Estudiante de posgrado. – Ah. E inteligente, por lo que se ve. ?Eres ingles? ?Que haces en Francia? Y casi sin darse cuenta Marshall entablo conversacion con la chica, y ella le presento al novio, que le dirigio a Marshall una sonrisa de suficiencia y le dio un desidioso apreton de manos. La situacion seguia siendo embarazosa, pero ella se comportaba como si no lo fuese. – ?Asi que trabajas por aqui? ?En que? ?Un deposito con una maquina? La verdad, no consigo imaginarmelo. ?Me lo ensenas? y alli estaban, en el Laboratorio de Mecanica Ondu1atoria. Jimmy, el novio, se habia quedado fuera, en el aparcamiento, malhumorado, fumando un pitillo. – ?Que hacemos con Jimmy? -pregunto Marisa, de pie junto a Marshall mientras el trabajaba en el panel de control. – Aqui dentro no puede fumar. – Yo me encargare de que no fume. Pero no quiero que se enfade mas. ?Crees que puedo dejarte entrar? A Marshall lo invadio un sentimiento de decepcion. – Claro. Supongo. Ella le apreto el hombro. – No te preocupes. Despues estara ocupado con otros asuntos suyos. Se alejo y abrio la puerta del fondo del laboratorio. Jimmy entro. Marshall echo un vistazo y vio que se quedaba rezagado, con las manos el1los bolsillos. Marisa regreso junto a el, que seguia frente al panel de control. – Jimmy ya se ha calmado -dijo-. Ahora ensenamelo. Los motores electricos del extremo opuesto del deposito ronronearon y las palas generaron la primera ola. Era pequena, y recorrio suavemente el deposito en toda su longitud hasta chocar, con un ligero chapoteo, en un panel inclinado en el lado donde ellos se hallaban. – ?Y esto es un maremoto? -pregunto Marisa. – Es la simulacion de un tsunami, si -contesto Marshall mientras pulsaba el teclado. En el panel de control, los monitores mostraron la temperatura y la presion, asi como imagenes en color falso de la ola. – Una simulacion -repitio ella-. ?Yeso que quiere decir? – En este deposito podemos crear olas de hasta un metro de altura -explico Marshall-. Pero los verdaderos tsunamis alcanzan cuatro, ocho o diez metros. A veces incluso mas. – ?Una ola de diez metros en el mar? -Marisa abrio los ojos desorbitadamente-. ?En serio? – Miro al techo intentando imaginarla. Marshall movio la cabeza en un gesto de asentimiento. Esa altura equivalia a un edificio de tres plantas. Y alcanzaba una velocidad de ochocientos kilometros por hora, avanzando atronadoramente hacia la costa. – ?y cuando llega a la costa? -pregunto ella- ?Eso representa el panel inclinado de este extremo? Tiene una textura de guijarros, parece. ?Eso es la costa? – Exactamente -contesto Marshall-. La distancia que recorre la ola tierra adentro depende del angulo de la pendiente. Podemos ajustar esa pendiente a cualquier angulo. El novio se acerco al deposito, pero siguio apartado de ellos, sin pronunciar una sola palabra. Marisa estaba entusiasmada. – ?Podeis ajustada? ?Como? – Esta motorizada. – ?A cualquier angulo? -Se rio-. Pon1a a vingt-sept grados. Veintisiete. – Alla va. -Marshall tecleo. Con un ligero chirrido, la pendiente de la costa aumento de angulo. El novio americano, atraido por la actividad, se aproximo mas al deposito para echar un vistazo. Era fascinante, penso Marshall. Cualquiera sentiria interes. Sin embargo aquel tipo continuo en silencio. Alli de pie, se limito a observar como crecia la inclinacion de la superficie enguijarrada. Esta no tardo en detenerse. – ?Esa es la pendiente, pues? -pregunto Marisa. – Si -dijo Marshall-. Aunque de hecho veintisiete grados es una inclinacion excesiva, por encima del promedio de las costas del mundo real. Quiza deberia ponerla... Marisa cerro su mano morena sobre la de el. – No, no -dijo. Tenia la piel suave-o Dejala asi. Ensename una ola. Quiero ver una ola. Cada treinta segundos se generaban pequenas olas que recorrian el deposito con un leve zumbido. _ – Bueno, primero tengo que conocer la forma de la costa. En este momento es una playa llana, pero si hubiese un entrante... – ?Cambiaria si hubiese un entrante? – Claro. – ?De verdad? Ensenamelo. – ?Que clase de entrante quieres? Un puerto, un rio, una bahia... – Ah -dijo ella, y se encogio de hombros-, que sea una bahia. Marshall sonrio. – Bien. ?De que tamano? Con un ronroneo de motores electricos, la costa empezo a curvarse y se formo una hendidura
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La justicia de los invisibles 1 de Joaquin Euler
https://gigalibros.com/la-justicia-de-los-invisibles-1.htmlLa Justicia de los invisibles. Sin Salida (Libro I)
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El camino de Greta de Rosa Boliart
https://gigalibros.com/el-camino-de-greta.htmlGreta, Yolanda y Marta son tres amigas que deciden realizar el Camino de Santiago. El primer dia conocen a un hombre que viaja solo y con el cual comparten vivencias.
Al salir de sus rutinas cotidianas surgen situaciones que ponen al descubierto actitudes y secretos personales. Las diferencias entre ellas aparecen cuando conversan sobre temas que antes no habian tratado y una de ellas se siente atraida por el desconocido.
Al regresar a sus casas ya nada es igual, ni la relacion entre ellas, ni la relacion de la protagonista con su entorno familiar. Greta confecciona un plan para cambiar de vida, pero un reves causado por una circunstancia repentina le hace dar un vuelco a sus planes al tener que tomar la decision mas importante y dura de su vida. -
Las campanas no son solo para las iglesias de Yolanda Quiralte
https://gigalibros.com/las-campanas-no-son-solo-para-las-iglesias.htmlSi estuvieras en el cine viendo el trailer de una comedia romantica, ahora apareceria un comisario guapo, Victor Albalate, tambien llamado Conan, una agente atolondrada, Diana Sierra, y hasta varias escenas con disparos incluidos. Pero, !ah!, estas con un libro entre las manos, y lo unico que te queda es leer para averiguar por que el comisario, un tipo duro y agresivo, consigue hacer temblar a Diana solo con su voz y por que, despues de cada revolcon, ella no consigue evitar que el se esfume de su lado. Y, sobre todo, descubrir de donde salen unas misteriosas campanas de chocolate.
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Bajo las dunas rojas (Los Colores 1) de Mayra Estevez Garcia
https://gigalibros.com/bajo-las-dunas-rojas-los-colores-1.htmlBAJO las DUNAS ROJAS" es un viaje inolvidable a Africa que se vive en propia piel. Junto a Clara, una ginecologa madrilena, con la vida totalmente solventada, llegareis a Namibia. El inicio es un recorrido romantico por el pais, descubriendo parajes exoticos: esa parte de Africa boyante y europea inventada para el disfrute del turismo. Si bien, pronto todo se tuerce, y la protagonista es secuestrada, empezando la accion, la intriga, el misterio y un enganche que os atrapara. Sera imposible dejar de leer los impactantes sucesos que tendra que soportar, y ver como sacara sus instintos mas primitivos y animales para conseguir sobrevivir. Entrareis en la historia y os convertireis en un personaje mas de la misma, viendola, sintiendola, tocandola. Visitareis primero paisajes africanos, y despues, un infierno que os ira enganchando, asombrando y conquistando, creciendo la tension con el paso de cada pagina, experimentando todo tipo de sensaciones.
Ante la dificultad de entrar en el mundo editorial, decidi realizar yo misma todo el proceso de creacion de esta novela, promocionandola por mis propios medios, llegando en la actualidad a la decima edicion. -
Lazos de hielo 2 de Maria C. Garcia
https://gigalibros.com/lazos-de-hielo-2.html?Podras controlar la pasion?
Nadia es una joven estudiante que acaba de terminar su carrera y busca su primera oportunidad laboral, pero todo su mundo cambiara cuando sea contratada en una de las empresas mas exitosas de la ciudad.
Marco es un abogado de exito que esconde algunos secretos, lo que le ha llevado convertirse en un hombre solitario. Sin embargo, en cuanto conoce a Nadia, su vida repleta de misterios empezara a conducirse por el deseo, algo muy peligroso en su mundo, sobre todo cuando una amenaza inesperada surja de entre las sombras sin que el sea consciente de ello… -
Te deseo de Katee Robert
https://gigalibros.com/te-deseo.htmlRoman Bassani haria cualquier cosa por cerrar un trato. Incluso perseguir a Allie Landers al Caribe para hacerle una oferta por su empresa. Se esperaba un reto, no una atraccion inmediata e irresistible. Despues de una aventura de una noche, acordaron dejar al margen los negocios… por el momento. La isla los incitaba a que fuesen unas torridas vacaciones sexuales, pero ?que pasaria con los intereses de cada uno cuando volvieran del paraiso?
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Los funerales de la Mama Grande de Gabriel Garcia Marquez
https://gigalibros.com/los-funerales-de-la-mama-grande.htmlLos funerales de la Mama Grande, el primer libro de cuentos de Gabriel Garcia Marquez, continua la historia de Macondo iniciada en La Hojarasca y que alcanza su culminacion y fin en Cien anos de soledad. En estos relatos el paisaje psiquico de Macondo se confunde con el humor de los habitantes y con la sucesion de malestares, penas y prodigios. Rebeca Buendia, la viuda de Jose Arcadio, vive en una casa inmensa de dos corredores y nueve alcobas, padeciendo de delirios y visiones; el padre Angel duerme desde hace anos en el confesionario; el dentista tortura a los opositores; el telegrafista transmite poemas de amor a una colega desconocida; Trinidad, un adolescente, colecciona ratones muertos en cajas de zapatos. En Macondo solo prosperan las pestes, los adivinos, los saltimbanquis y los encantadores de serpientes.
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Alma de Cristal de Rocio Manana Bouzon
https://gigalibros.com/alma-de-cristal.htmlCuando Alma sabe que necesita un cambio de aires, huye de Madrid y se aventura a probar suerte en A Coruna. Una vez alli, el impulso de un nuevo comienzo hace que conozca a Sebas, un chico que, al igual que Alma, ha sufrido y no esta dispuesto a dejar que le hagan dano una vez mas.
Una nueva ciudad, un nuevo destino y una persona desconocida en la que confiar.
?Pueden dos almas rotas estar destinadas? -
Arte y Venganza (Arte y placer 2) de Kris Buendia
https://gigalibros.com/arte-y-venganza-arte-y-placer-2.htmlEva no sabia que tenia que pagar un precio tan caro cuando se enamoro de Miller. Y Miller no sabia que tenia que ajustar cuentas cuando su peor enemigo regresara a acecharlos. Ahora tendria que trazar el plan perfecto para mantener a Eva a salvo, aunque eso le cueste su relacion con Eva y hasta su propia vida.
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El secreto del orfebre de Elia Barcelo
https://gigalibros.com/el-secreto-del-orfebre.html -
Las hijas del Capitan de Maria Duenas
https://gigalibros.com/las-hijas-del-capitan.htmlNueva York, 1936. La pequena casa de comidas El Capitan arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia espanola que por entonces reside en la ciudad. La muerte accidental de su dueno, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteaneras a tomar las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnizacion. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abriran paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueno en realidad.
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El Misterio De Raquel Hartman de Elle Sanc
https://gigalibros.com/el-misterio-de-raquel-hartman.htmlLa silueta de una mujer, la sombra de su pelo, se mueve bailando sobre un fondo de luz, como las manos que hacen figuras sobre la pared y cuentan historias; el ser humano, tan creador de todo y tan absolutamente aniquilador. Tan facil hacer sombras en la luz como en el alma. Un paso mas, otro... ?cuantos miles de pasos dados pensando en ella? No podia deshacer lo hecho... Era experta en las sombras, tenia tanto tiempo para observarlas... incluso aquellas que aparecian en las noches, sombras sobre oscuro. La negrura nunca es absoluta, siempre aparece algo que se superpone. Tras miles de pasos, estaba convencida de que la oscuridad absoluta y, aun menos, la infinita, no existia; alla donde fuera, en las entranas de la Tierra, en la inmensidad de un agujero negro, ni en uno solo de sus suenos; por mas que no pudiera recordarlos al despertar. Hay imagenes que si recuerda, sonidos, sensaciones... Esta corriendo, escapando de algo o de alguien, y cuanto mas se aleja de donde sea que se encuentra, mas muda la piel, se transforma, incapaz de reconocerse y sin mas remedio que rehacerse; una vida distinta muy lejos de la que un dia fue. Los anos y los huesos duelen, tantos pasos dados se hacen notar; como los finos surcos en su piel o la flacidez en sus musculos; sus dedos, algo mas curvados, siguen la misma rutina adquirida en la ninez: enredar un mechon de su pelo, aunque ahora su melena sea mas corta, y tenida para ocultar el blanco. ?Desandaria lo andado? Vender el alma al diablo para encontrar la paz, demasiada soledad... y todo ?para que? Hay sucesos en la vida que te marcan y van contigo a donde vayas, como una cicatriz mas. No se ven, como las de la piel, pero te conforman, e incluso te transforman; los ojos ya solo parecen ver tal y como sientes... Se acurruca la manta sobre los hombros... Empieza a anochecer. Habia un farillo de luz en la entrada de la antigua casa, con esos jardines multicolores y verdes confundiendose con el horizonte. ?Quien cuidaria los abetos ahora? ?Recogeria alguien las hojas caidas y resecas en forma de corazon de las enredaderas? ?Seguirian resonando aun todas esas notas musicales por doquier, tal y como aun lo hacian en su cabeza una y otra vez? Capitulo 2: Encontrarse Cerraba sus ojos para poder visualizar las distintas notas musicales generando conexiones neuronales en su cerebro; electricidad recorriendo trayectos entre axones y traspasando los centros neuronales y, a una velocidad imperceptible, integrandose e interpretando emociones. No podia imaginar sentimientos mas absolutos que los que tenia cuando lograba concentrarse y hacer que sus pensamientos no fueran mas que notas musicales. Seguia sus distintas formas, las desplazaba y recorria, se dejaba envolver hasta que de ella no quedaba mas que musica. Musica y emociones. El problema era cuando conseguia estos niveles de concentracion sobre un andamio o encima de un tejado... menos mal que existia el arnes y que lo habia convertido en una mas de sus herramientas diarias o ya se habria partido el craneo en alguna de sus muchas caidas. Su cuerpo se relajaba en sentido inverso a la actividad de su mente y solia perder muy facilmente el equilibrio, quedando suspendida en el aire y activando todos sus sentidos para conectar con la realidad de manera inequivoca. La musica desaparecia tras el sentido de alarma y el instinto de supervivencia. No habia sido el caso. Estaba dando una mano de pintura a la parte alta del caseron, una ultima puesta a punto para lo que se venia a partir del dia siguiente... el hotel rural se convertiria en un ir y venir incesante de personas para la asistencia a los cursos que organizaban a principios de primavera y hasta bien entrado el otono. Los grupos eran reducidos, no mas de diez personas, y los cursos no duraban mas de una semana. Aun asi, los mismos alumnos solian repetir, si su economia y su disponibilidad se lo permitia. Termino su trabajo, habia quedado perfecto. La sensacion de lo terminado y bien hecho, tras una jornada agotadora, donde sentia todos y cada uno de sus musculos doloridos y el agotamiento no la dejaba pensar mucho mas. Una cena, un poco de conversacion amiga, algo de lectura y a la cama. Sin preguntarse que seria de ella al dia siguiente, aparte de tratar de esquivar, la mayor parte del tiempo, a los nuevos clientes que invadirian el hotel. Fernando sabia donde podria encontrarla si la necesitaba: merodeando la casona, realizando las tareas precisas para el mantenimiento de los animales, la huerta y los jardines... El resto de los que alli se congregaran le traian sin cuidado. Un grupo semanal mas, hombres y mujeres que buscaban ampliar y derivar sus conocimientos sobre las distintas formas de terapia musical en contacto con la naturaleza; musicos, artistas, psicologos, medicos, terapeutas... Ella no tenia nada que ofrecerles, no directamente, solo estaba unida a ellos a traves de Fernando, y de una forma indirecta, cuando se quedaba a escondidas, escuchando la musica que creaban, la que surgia de sus voces, del roce de sus movimientos al bailar mientras interpretaban a Bach, Mozart... Tiempo de desconectar. Aun sobre el andamio, desencajo el rodillo del mango y comenzo a girarlo, como si se tratara de un palo de lucha libre o una espada, adoptando formas de taichi, buscando el equilibrio y haciendo el saludo final a su reflejo en el cristal de la ventana. Lo que no esperaba era encontrarse a un Fernando indignado, observando tras el cristal de la misma. La impresion la hizo caer, quedando colgada del arnes, como otras muchas veces... Fernando abrio la ventana apresurado y preocupado. --!Terminaras partiendote la crisma! !Haz el favor de bajar de ahi de una vez! --La situacion le parecio tan comica que la hizo reir a carcajadas, contagiando al chico, que no podia mantener su enfado con ella ni unos pocos segundos... Sus risas se podian oir a distancia. --Buenas tardes... --carraspeando para tratar de elevar el tono de su voz--. !Buenas tardes! --Las risas cesaron casi al unisono, y las cabezas se giraron en direccion a aquella voz masculina, el chico parecia arrepentido de haber elevado el tono y algo cohibido por ser el centro de atencion. --?Si? --Eso le hacia falta a ella, que le viniera chillando una senoritingo de ciudad con ese aspecto de intelectual de tres al cuarto. Antes de que el recien llegado pudiera contestar, se balanceo con fuerza para alcanzar el andamio y volver a subirse a el. --!!!Bienvenido!!! --Fernando intervino para salvar la situacion antes de que la vena salvaje de su amiga se mostrara en todo su esplendor frente al que seguramente seria un nuevo huesped y alumno de sus cursos--. Enseguida bajo. --Aun con medio cuerpo asomando por la ventana. --Siento la intromision... --Se dirigio con cautela hacia el andamio, al ver que aquella chica bajaba del mismo algo molesta--. Pero no habia nadie en recepcion y... --Ya, ya imagino... no importa. --Ni siquiera le miraba, mientras se limpiaba las manos con un trapo--. Ahora si que habra alguien en recepcion --dijo, senalando hacia donde habia estado Fernando y tratando de cortar la conversacion, mirandolo desafiante. El recien llegado le mantuvo la mirada. Cuando le desafiaban, tendia a mantener el combate, una fuerza desconocida surgia directa desde su estomago y le hacia permanecer erguido ante el duelo hasta que salia indemne... pero no en esta ocasion. Tuvo que apartar sus ojos de aquellos ojos y darle la espalda. Habia algo en aquella mirada que le doblegaba. Al verse ignorado y desatendido recorrio el camino de vuelta a recepcion, esperando que el chico al que habia visto fuera algo mas amable y educado que aquella salvaje con mono de obrera. OOOOOO --La palabra para hoy... --Abrio el diccionario por una pagina cualquiera y, con los ojos cerrados, marco un punto de la misma con su dedo indice--. <
>. --Bonita palabra. Copio su significado en un post-it de color azul y lo pego en su libreta de tapa blanda y folios blancos, de la que nunca se separaba--. < >. --Si abria su cuaderno, encontraba folios repletos de post-its con las palabras y sus significados, que iba aprendiendo cada dia; dibujos a lapiz y carboncillo de cualquier escena cotidiana, sillas, casas, rostros; alguna fotografia de algun lugar o de personas; sus poemas y muchas anotaciones para su libro. Guardo su libreta en una pequena mochila que acomodo en su espalda y, con crema de maxima proteccion solar y un sombrero de paja, se dispuso a afrontar su primer dia en aquel hotel rural. Alberto salio del cuarto de bano y, al verlo tan dispuesto y con aquellas pintas campestres, no pudo dejar de soltar una carcajada, mientras agarraba sus cosas para salir con el de la habitacion. Lo cogio por los hombros y le abrazo. --Estas para comerte... --le susurro al oido. --Eres un capullo... --Sonreia, mientras alzaba su rodilla directa a la entrepierna de Alberto, frenando en el ultimo instante, haciendo que el chico le soltara, en un acto reflejo, para proteger sus partes mas intimas del impacto. --Ejem... Mejor vamos saliendo, que llegaremos tarde... --Alberto sonreia, entre aliviado y divertido, dejandolo pasar mientras le abria, comico, la puerta de la habitacion--. ?Ya tienes tu palabra para hoy? --Atrezo. --Uhm, interesante... --Al salir de su habitacion, en direccion a las escaleras, un gran ventanal introducia en las maravillosas vistas de verdes, azules, blancos... todo un mundo de colores de flores se extendian como en un enorme lienzo--. Alberto alargo su mano en direccion a toda aquella belleza, en la que el aun ni habia reparado, absorto en sus pensamientos rutinarios--. Bienvenido al atrezo que ha dispuesto para ti la vida... al menos, durante unos dias. --Falta el guion. --Estaba realmente impactado ante esas vistas, asi que se quedo parado mientras Alberto comenzaba a bajar las escaleras. --Lo tendras que escribir tu. ?No eres el escritor? --No, soy historiador y bibliotecario, y me apasiona la historia de la vida cotidiana. --Pero siempre estas escribiendo en tus libretas, debes de tener miles acumuladas en algun lugar de tu casa. --Alberto habia continuado hablandole, mientras el no podia apartar sus ojos de aquella inmensa gama de colores, acostumbrado a los blancos, marrones, grises y negros de la biblioteca. Alzo la voz para llamarle--. ?Vienes? Apresuro el paso para alcanzarlo. La recepcion estaba cerca; no era un hotel muy grande, pero lo exquisito se reflejaba en cada detalle. Por muy rustico que pretendiera ser, combinaba toques actuales en la decoracion, los lienzos, los servicios. --Y tu eres psicologo, tendras un monton de informes de tus clientes... Cada cual a lo suyo. -- Cuando queria, sabia saldar un tema rapidamente. Podia llegar a ser muy cortante. Alberto le paso el brazo por los hombros y le acerco a el. --Tranquilo, querido, se perfectamente a lo que hemos venido. --Le guino un ojo mientras sonreia, picaro, antes de que el rictus se le quedara completamente congelado, a la vez que detenia sus pasos. Miro en la direccion que le indicaban sus ojos y alli estaba, tras el mostrador de recepcion, vestida con una falda ajustada azul a la altura de la rodilla y una camisa blanca remangada, de manera desatendida, bajo los codos; su pelo largo, suelto, y su tez morena hacian resaltar sus hermosos ojos. No pudo articular palabra, ni siquiera cuando la chica dirigio su mirada hacia ellos, antes de dar media vuelta y marcharse tras la puerta del mostrador. Sintio la misma inquietud, el mismo deseo de desafiarla y someter ese azul tan aparentemente indomable. Alberto le devolvio al presente tras un sonoro silbido en direccion a las piernas y el trasero de la morena, antes de que su duena desapareciera tras aquella puerta. OOOOOO < >. Trataba de prestar atencion a su lectura, un libro recien adquirido en su libreria preferida. Solia hacerles encargos especiales y acercarse a la ciudad en cuanto los tenian disponible; despues, tomaba un capuchino en una cafeteria cercana, antes del volver al hotel. En esta ocasion, queria acercarse a la tienda de pinturas y encargar los materiales necesarios para hacer un estuco blanco en una de las paredes de la piscina climatizada que tenian en el hotel; pero Fernando habia insistido en acompanarle, el necesitaba mucho mas el contacto con la civilizacion. < >. --Necesito un instrumento de cuerda... !es condenadamente imprescindible que lo tenga para manana! --le inquiria, nervioso--. ?Sabes que es de muy mala educacion leer cuando tienes compania? < >. --Uhm... --Levantando la vista del libro--. Pues coge mi violonchelo, Fernando. --En ese caso, tambien te necesito a ti. --?Otra vez? --Arqueo una de sus cejas, incredula--. Sabes que no me gusta y, ultimamente, me lo has pedido ya en varias ocasiones. ?Que pasa con tus colaboradores? ?O es que lo haces a posta para que yo tenga que participar en tus cursos? --Ya sabes que me vuelve loco verte con ese instrumento entre tus piernas y completamente poseida por su musica, es... es... sublime, magico. Justamente de lo que pretendo hablar, de como la musica puede transformar a una salvaje en pura sensibilidad. --Idiota... --Fernando solto una escandalosa carcajada. Le encantaba picarla y hacerla reaccionar y adoraba la complicidad que habia entre ellos; a veces, creia conocerla mas que a si mismo. --En serio, la musica nos conecta con nuestra esencia, dejandonos sin mascaras y en un espacio completamente atemporal... y tu eres la viva imagen de todo eso mientras tocas tu violonchelo. Quiero que mis alumnos y alumnas lo palpen. --Vale, vale. Ire manana a tu clase, pero, despues, quiero que me dejes tranquila y que no me lo vuelvas a pedir jamas. Recuerda, no pienso decir nada, igual no doy ni los buenos dias. !Llego, toco y me voy! --Claro, claro... --Ambos rieron por la cantidad de veces que habia incumplido la misma promesa--. ?Vamos a por tus pinturas? Despues quiero ir a la biblioteca a documentarme sobre algo, alli podras continuar con tu lectura. -
Mi ascenso, tu muerte de Miguel Angel Rosique
https://gigalibros.com/mi-ascenso-tu-muerte.htmlJavier trabaja en Tenerife, en la empresa de publicidad Creatif, trabajo sonado que le apasiona y en el que esta apunto de ascender, cumpliendo su meta de convertirse en el maximo responsable de la misma. Alvaro, joven ambicioso que hace poco trabaja en la empresa, en principio, buen amigo de Javier, pronto se convertira en un competidor implacable por el ascenso tan anhelado. Esto crea un oscuro caldo de cultivo en el que germinaran actos inconfesables, traiciones inesperadas, y despiadadas venganzas, llegandose a extremos inimaginables de maldad.
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La penumbra que hemos atravesado de Lalla Romano
https://gigalibros.com/la-penumbra-que-hemos-atravesado.htmlLa habitacion, pequena como una celda, estaba pintada de un fiero amarillo; la cama, enorme, de hierro, con unas rayas que trataban de imitar la madera. En el aire, bochornoso, flotaba un desagradable olor a humo. Revoloteaban dos moscas, como las que tiemblan en unos ojos enfermos. Me habia tumbado y trataba de no pensar. El somier, a cada minimo movimiento, gemia con un sonido de organo. De pequena oi muchas veces criticar los hoteles. Decian que habia pulgas. A mi, aquello me parecia una especie de privilegio que tenian los hoteles. En las casas saltaba la alarma si se encontraba una pulga, que apenas vista desaparecia como un duende, y habia que buscarla con empeno y aplastarla entre las unas. Algo horrible que yo observaba con repugnancia. Los ninos pobres, las companeras de escuela, tenian infinidad de ronchas rojas en el cuello, eran picaduras de pulga. Porque dormian sin sabanas. Tambien Muro tenia pulgas a veces; pero las pulgas de los perros no atacaban a las personas. Una vez, papa encontro chinches en un hotel. (Los chinches, mas temibles aun que las pulgas, eran una rareza, casi un lujo. ) Habia levantado la almohada: los chinches, negros, planos, corrian por la sabana. Papa lo contaba despacio, con una precision fabulosa. Y yo veia los chinches como la imagen lejana, minuscula, de un ejercito de guerreros protegidos con sus escudos, en marcha sobre una llanura nevada. Aunque quiza no fue en un hotel. Quiza fue en el Santuario de Sant'Anna di Vinadio, donde papa era alojado con gran consideracion. Tenia derecho a una habitacion para el solo, la de la administracion; mientras el resto de peregrinos dormian todos juntos. De aquel lugar, papa nos traia a los ninos escapularios. Eran pequenos retales de felpa con imagenes de Santa Ana, atados a un cordon de aspera lana negra. Debian colgarse al cuello, bajo la ropa. Pero nunca llegamos a llevarlos. Papa no regresaba jamas de un viaje sin un regalo. De Turin nos traia ramilletes de miosotis o de muguete en cucuruchos de papel; de la montana nos traia flores raras, como la llamada <
>, una flor azul, rigida y de hojas dentadas como un broche. En Ponte nunca estuve en un hotel; todos los parientes solian alojarse en nuestra casa. Pero es cierto que, en aquel tiempo, los hoteles empezaron a encontrar su lugar en la forma de vida del pueblo. El mas familiar era el Europa, que ocupaba dos pisos del edificio de nuestra casa; eramos amigos de Lino, dueno del Tre Colombe, que se llamaba asi porque el era cazador; luego estaba el Hotel del Giglio, en la Piazza Nuova, que habia disenado papa y era de lujo. Quiza no era de lujo ni siquiera el Giglio. Una vez lei en una guia que todos los alojamientos de Ponte Stura eran de cuarta categoria. Me dio pena. ?Acaso era tan misero el pueblo donde papa habia sido admirado, amado, donde < > habian sido felices, donde < >? Me parecio un desprecio, una humillacion. (La pobreza manifiesta del pueblo no me importaba mas que la de cualquier otro. ) Lo increible fue que Ponte Stura continuara existiendo. Inmediatamente despues de irnos, desde la ciudad a la que nos habiamos mudado, miraba hacia las montanas que cercaban el horizonte y pensaba: alli esta... pero en realidad lo que queria decir es alli estaba... Respecto a nuestra partida, solo recuerdo que era otono y llovia. Tambien que mama repartia toda suerte de objetos: animales disecados que habia encontrado en la casa cuando llego recien casada, algunos muebles, los cuadros que no vinieron a la nueva vivienda. Quiza regalo tambien todos mis preciosos tebeos pensando que, puesto que ya iba a pasar a secundaria, no volverian a interesarme. No recuerdo nada mas. Se que estabamos en guerra, fue el otono de Caporetto, y se respiraba un aire de derrota. Nos dabamos cuenta, de pequenas, de que mama evitaba hablar de Ponte. Apretaba los labios, como con gesto de desden. Aquello me entristecia. Sabiamos que habia estado Madrina, y que habian estado < >. (En la ciudad, mama no recibio mas visitas ni frecuento a mas senoras.) Segun nosotros, eran tonterias. Ella no se explicaba. Le parecia, incluso, que en verano Ponte no era fresco, que no habia paseos a la sombra. Pero en uno de sus ultimos dias, en una tregua de su enfermedad, exclamo subitamente: <>. La antigua felicidad que mama habia perdido junto con Ponte, cuando era pequena, yo la percibia solo por breves instantes, en inesperados relampagos. Era, creo, como una corriente profunda que alimentaba mis raices, mientras yo me sentia azotada por conflictos, incertidumbre y miedo. En esos momentos me esforzaba por aislar o recuperar el hilo de los recuerdos. La singularidad de ese esfuerzo consiste en que pertenece a aquel tiempo. Fue entonces cuando empezo. Apenas fui capaz de reflexionar, consegui distinguir un presente y un pasado; en el mismo pasado distinguia dos tiempos; uno comprendia mi primera infancia y la vida de mis padres, tiempos de los que, a retazos, lograba rescatar la memoria; antes se daba otro tiempo aun mas vago, los antecedentes: episodios de la infancia y juventud de mis padres. (La historia y los cuentos coinciden en algo que no es temporal, porque no iba ligado a mi existencia ni a la de los mios.) Esta cronologia era amplia, compleja y, ademas, esquematica, igual que decimos: alto, medio y bajo Imperio. El sentimiento dominante era el de haber llegado tarde: cuando lo mas importante ya habia sucedido. El tiempo maravilloso era siempre < >. Tambien pertenecian al < > algunas fiestas que yo trataba de imaginar. Su encanto venia sugerido por la forma en que mama nombraba los lugares, las personas. Los nombres eran pronunciados por ella con expresion hieratica mas que nostalgica y, sin embargo, fugazmente, como solia hacer, de forma que aparecian y desaparecian y resultaban mucho mas misteriosos. Papa y mama fueron en trineo a Festiona. Festiona la recuerdo muy bien: era una aldea al lado del Stura, oculta en el bosque, adonde se iba a recoger setas; estaba algo lejos, no muy conocida, sin ninguna particularidad, solo que era muy humeda, como todas las poblaciones que se encuentran cerca de los bosques. Pero pensando que habian ido hasta alli con un trineo, una tarde de invierno -?llevaban tambien cascabeles?- y que regresaron por la noche -?usaron antorchas?- se convertia en un lugar remoto y fabuloso. Habian alcanzado el Ponte di Festiona pasando por la carretera nacional. El trayecto no es muy largo cuando se hace en verano. Pero yo lo imaginaba larguisimo y, ademas, recorrido a velocidad de sueno. -
Mi historia de Michelle Obama
https://gigalibros.com/mi-historia.html -
La casa del lago Patria de Federico Correa Gil De Biedma
https://gigalibros.com/la-casa-del-lago-patria.htmlLa novela narra la vida de las dos familias protagonistas sin ningun nexo en comun. Una partira en 1926 hacia Moscu atraida por la Revolucion Rusa. Otra, saldra de Madrid en los albores de la Guerra Civil espanola para instalarse en casa de unos familiares.
Dos de sus miembros, unos adolescentes, Nora y Bruno, se conocen en Salamanca durante la contienda. Con el paso del tiempo se convertiran en un matrimonio aparentemente normal hasta que una noche sus vidas se romperan en mil pedazos:
Madrid 1952. Bruno Hayward, prestigioso abogado, despierta sobresaltado sobre la alfombra del salon de su casa cubierto de sangre. Fuertes e insistentes golpes en la puerta de su casa. Es la policia. -
Amor en la Frontera (Western 2) de Lee Vincent
https://gigalibros.com/amor-en-la-frontera-western-2.htmlAmor en la Frontera 2
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La torre de la encrucijada de David Pulido
https://gigalibros.com/la-torre-de-la-encrucijada.htmlUna oferta dificil de creer. Una aventura imposible de imaginar.
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Los corazones de Ana de Ivette Chardis
https://gigalibros.com/los-corazones-de-ana.htmlUna historia de amor con Valencia y Barcelona como telon de fondo.
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Un amor a la italiana de Norah Carter, Monika Hoff, Patrick Norton
https://gigalibros.com/un-amor-a-la-italiana.htmlYa estaba montada en el avion. No habia vuelta atras porque la decision ya estaba tomada. Dejaba atras veinticinco anos de mi vida viviendo bajo el techo familiar. Me habian ofrecido un puesto de trabajo en Roma por un ano. Ni siquiera lo pense. Se lo comente a mi familia y, aunque les daba pena que me fuese de Espana por un ano, comprendian que era una oportunidad unica. --Ciao -- dijo una voz masculina. Levante la cabeza para comprobar que era un chico que se iba a sentar al lado de mi, pero, ?por que me decia adios? !Ni que yo me fuese a mover! Mira que era guapo aquel chaval, pero me puso de mal humor. --No, no me voy a mover, este es mi sitio asignado -- dije sonriendo ironicamente. --No le dije que se fuese -- dijo con ese acento italiano tan sensual. --Me has dicho Ciao... --Es un saludo. ?Que tiene de malo? -- dijo sonriendo mientras se sentaba. --Ciao es adios... --Ciao es una palabra italiana y se usa como saludo o despedida indistintamente -- dijo guinando el ojo a la vez que se quitaba el sombrero de paja que llevaba y le quedaba tan bonito. Ahora dejaba al descubierto una media melena preciosa. --Pues siempre entendi que era a modo despedida. --Se nota que no has estado en Italia y que es la primera vez que vas a ir. --Si, pero imagino que me dara tiempo a terminar hablando hasta italiano ya que vengo por un ano. --Wow, eso es genial, imagino que vas a una casa compartida con gente que conoces -- dijo de forma amigable buscando la complicidad de mis respuestas. --!Que va!, alquile un estudio pequeno para mi sola. Lo bueno es que me lo paga la empresa -- apostille poniendo una sonrisa de oreja a oreja. --Interesante todo esto que me dices. Muy interesante -- murmuro como si estuviese dandole vueltas en la cabeza a una idea. --?En que estas pensando? -- pregunte con extraneza. --Bien, te voy a dar la tarjeta de mi restaurante donde esta mi numero, tienes que ir a probar mi mejor pizza, una pizza hecha a lena. Dicen que es la mejor de toda Italia. La primera vez que vayas invita la casa y ya veras como repetiras -- volvio a guinar el ojo mientras me daba la tarjeta con un aire muy seductor. --Perfecto, si estoy invitada, fijo que voy, ?es tuyo el restaurante o eres el encargado? -- me estaba gustando hablar con aquel chico que parecia un buen conversador. --Es mio, herencia de mi padre. Trabajo alli durante muchos anos e hizo de aquel horno un lugar de referencia gastronomica en muchas guias turisticas. Eso no es facil, creeme -- manifesto con orgullo, mirandome a los ojos. --!Que bien! No debe ser facil -- apunte yo con intencion de que se sintiera comodo y siguiera hablando conmigo. --Por cierto, me llamo Alessandro. --Yo soy Amanda -- esboce una sonrisa. Me encanto aquel nombre, pues me recordaba a una de mis canciones favoritas de Lady Gaga. "Alessandro" era un nombre sugerente y sutil, un nombre que enamora y, sobre todo, si aquel joven era lo mas parecido a un actor de cine. Y lo era. Sus facciones armonicas, su menton levemente pronunciado y sus ojos oscuros no dejaban lugar a dudas. Pero yo no podia pensar ahora en ligar con un tipo del que no conocia casi nada y en un momento en el que debia preocuparme de otras cosas mucho mas importantes. Iba a vivir en un pais que no conocia, lejos de casa y de mi familia. Aunque siempre me he adaptado perfectamente a las nuevas situaciones, ahora, por un tiempo, iba a ser una extrana en un lugar que me resultaria hostil durante las primeras semanas. Era logico y eso no debia inquietarme. Pero aquel chico ... Alessandro… me estaba poniendo nerviosa y, cuando digo "nerviosa", no me refiero a un estado de ansiedad preocupante, sino mas bien a un estado de excitacion que iba creciendo segun pasaban los minutos. --?De que trabajaras? -- pregunto con interes, arrugando sus labios carnosos. --Estudie Turismo y me ha contratado una empresa receptora de espanoles para diferentes traslados, sobre todo al puerto de Civitavecchia donde han de coger sus cruceros. Tambien me encargare de recibir a los viajeros que vienen para una estancia en Roma. Creo que voy a estar bastante entretenida -- acabe riendo sin dejar de mirarlo a aquellos ojos negros y rasgados. --Me parece muy interesante. Estoy seguro de que es un trabajo muy divertido y ameno. Preparate para trabajar mucho porque Roma es un rio continuo de gente. Ademas, el turismo es una fuente de ingresos muy importante para la ciudad -- comento Alessandro con seriedad mientras yo presentia que mi vida habia cambiado ya desde el momento en que me embarque. --Bueno, tambien llegara en cada grupo el tipico quisquilloso que se queja de todo. Y eso es lo peor de esta profesion: mantener la paciencia y ser lo mas diplomatica posible cuando la gente se impacienta por cualquier motivo. --Claro, entiendo, pasa lo mismo en el restaurante. Lo bueno es tener clase para resolver ese tipo de conflictos con el mejor talante posible. Y no es facil. Es rara la semana que algun cliente no me saca de quicio con excusas tan tontas como que la pizza esta fria o que la salsa esta demasiado salada. Al final, acabo por no cobrarles para que se tranquilicen y no presenten ninguna reclamacion -- dijo con un tono ironico. --Pero se estan aprovechando de ti, Alessandro. Como se corra la voz, van a ir a tu restaurante a comer gratis a todo el que se le ocurre -- anadi yo con estupefaccion. --No. No es frecuente. No pasa todos los dias. Por suerte, la mayor parte de los clientes estan deseando probar mis platos y tengo siempre una lista de espera. Algunos turistas reservan semanas antes -- dijo con orgullo. --Lo que me cuentas es fantastico, Alessandro. Me alegro mucho por ti. Ahora ya no tengo ningun pretexto para no ir a probar tu comida. Si tienes esas listas de esperas, es que la comida debe ser exquisita -- comente yo haciendome la tonta, como si fuera una estudiante quinceanera --. Si, espero que, cuando vaya, no me pille con uno de esos dias de mal humor. En esos dias no hay Dios que me soporte y exploto enseguida por cualquier cosa -- dije encogiendo los hombros y riendo. --Una mujer con caracter -- rio el tambien. --Tampoco es para tanto. Estaba bromeando, Alessandro. --Me quedo mas tranquilo. Aunque las espanolas teneis fama de ser mujeres muy pasionales. Las italianas tambien, ?sabes? --Estoy muy ilusionada y esta conversacion me esta animando. Dejo atras a mucha gente que quiero -- comente con cierto tono de tristeza, como si buscara en aquel chico un poco de carino
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Diminutos apocalipsis de Jorge Perez Dieguez
https://gigalibros.com/diminutos-apocalipsis.htmlXoel Lopez escribio: <
>; pero los personajes de estos relatos viven en una penumbra de la que ya no son capaces de salir. -
El dolor de los demas de Miguel Angel Hernandez
https://gigalibros.com/el-dolor-de-los-demas.htmlEn la Nochebuena de 1995, el mejor amigo de Miguel Angel Hernandez asesino a su hermana y se quito la vida saltando por un barranco. Ocurrio en un pequeno caserio de la huerta de Murcia. Nadie supo nunca el porque. La investigacion se cerro y el crimen quedo para siempre en el olvido. Veinte anos despues, cuando las heridas parecen haber dejado de sangrar y el duelo se ha consumado, el escritor decide regresar a la huerta y, metiendose en la piel de un detective, intenta reconstruir aquella noche tragica que marco el fin de su adolescencia. Pero viajar en el tiempo es siempre alterar el pasado, y la investigacion despertara unos fantasmas que creia haber dejado atras: la infancia marcada por la Iglesia, el pecado y la culpa; la presencia constante de la enfermedad y la muerte; el universo opresivo y cerrado del que un dia consiguio salir. Y con ellos emergera tambien la experiencia de una nostalgia contradictoria: la memoria de una felicidad velada, el reencuentro con un origen injustamente sepultado.
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El Descenso de los Inmortales de Fabiola Valenzuela
https://gigalibros.com/el-descenso-de-los-inmortales.htmlPorque va buscando a una fugitiva, porque se ha enamorado o porque quiere saber lo que es vivir, cada inmortal tiene motivos diferentes para dejar Maronea, la ciudad donde nadie muere, y permanecer en la tierra.Clara, sin embargo, solo ha encontrado en el plano mortal el rechazo de parte de su familia sanguinea y ha conocido lo que es tener el corazon roto.
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Prohibido Repetir (Sensaciones 2) de Mia Alcaraz
https://gigalibros.com/prohibido-repetir-sensaciones-2.htmlEl amor es un sentimiento complejo que nos acompana desde que nacemos, pero nadie ha dicho que amar sea sencillo y aun menos enamorarse. Es lo que le ocurre a Aitor, que esta enamorado desde la infancia de la misma mujer, la cual precisa algo mas que abrir los ojos para darse cuenta de que dejo escapar en su juventud.
Por su parte, Mabel ha hipotecado parte de su vida por la persona equivocada por el simple hecho de creer que estaba enamorada del padre de su hijo, Lolo, sin saber ver que su verdadero amor siempre ha estado a su lado y nunca se ha rendido.
Prohibido Repetir>/i>, es la historia de un amor tan puro que no se marchita con el paso del tiempo, es la prueba de que cuando se ama de verdad nunca se deja de intentarlo, pues solo existe un objetivo final: ser feliz. -
El olor de las flores secas de Marta Yanci
https://gigalibros.com/el-olor-de-las-flores-secas.html"Lo envolvio en una mantita azul, con cuidado, antes de dejarlo sobre la hierba. Se quedo de pie mirandolo, sonriendo. Entonces abrio la bolsa y comenzo a colocar las flores, despacio, de manera metodica.Cuando hubo terminado, saco el zapatito que quedaba en el fondo de la bolsa y lo coloco sobre la manta.Ya estaba todo listo. Echo un ultimo vistazo y comenzo a caminar".
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La Puerta de atras de A. J. Raven
https://gigalibros.com/la-puerta-de-atras.htmlThomas Fooreman se estaba volviendo loco. Sentado ante el escritorio de una habitacion, en una cabana, en algun lugar perdido; su mente enloquecia a un ritmo desorbitado. Antes de que aquella locura le hiciera perder por completo el juicio, aunque a decir verdad; nunca lo habia tenido, decidio escribir una confesion acerca de una vida en la organizacion mas misteriosa y macabra creada por el hombre. Una organizacion de la que todo el mundo ha oido hablar pero a la que, por otro lado, tal vez pocos conocen en realidad; o puede que todo el mundo haya oido hablar de ella pero nadie se atreve a mencionarla. Quien sabe. Era mas tarde de la media noche en aquel lugar alejado del mundanal ruido. Unas hojas de papel en blanco, la vieja pluma Montblanc de su padre con el cartucho de tinta por la mitad, y esa botella de licor barato de gasolinera en la que no quedaba mas de un cuarto, era lo unico que tenia encima de la mesa; eso y aquellos imborrables recuerdos de una vida pasada. Aquella vida --si se podia llamar asi-- tuvo tanta demencia que la mayoria de las veces, se mezclaron la realidad con la ficcion, la verdad y la mentira. Su conviccion de que aquella mujer vestida de negro a quien el llamaba con carino <> estaba cerca, acechandolo en cada esquina, en cada lugar al que el fuese, se hizo cada vez mas notable. Por la mente indecisa de Thomas volaron las dos unicas opciones que el considero que podrian ocurrir: acabar suicidado victima de la demencia, o asesinado por los miembros de la organizacion. Sin duda esta ultima fue, la que mas aterro a Thomas Fooreman. El reloj colgante de la pared de aquella fria cabana, semejante a las casetas que posee la guardia forestal repartida por el bosque (aunque de dos plantas y con lujo) marcaba la una menos cuarto, momento en el cual, aquellas hojas de papel empezaron a reflejar un par de simples frases . <> El alto grado que ejercio Thomas Fooreman dentro de la orden , lo habia hecho perpetrar las acciones mas brutales, sadicas y despiadadas que nadie pudiera imaginar. Provenia de una familia de descendencia judia. Su arbol genealogico estaba lleno de inmigrantes que se habian instalado en Norteamerica alrededor de 1600 o 1700 --no habia una fecha exacta en los archivos del censo--, siendo los Fooreman, una de las primeras familias en ejercer de prestamistas. Abrieron una tienda de monedas en el gueto judio en Nueva York en donde, timando a la gente, amasaron una poderosa fortuna para mas tarde fundar uno de los primeros bancos que se conocerian. Sus padres, al igual que sus abuelos y tatarabuelos, dedicaron toda su vida a ser la mano derecha de una de las familias mas importantes e influyentes del planeta. La luna se hallaba en esa posicion en la cual, solo dejaba ver una porcion insignificante de su belleza. Lo acompanaba un cielo iluminado por unas estrellas tan relucientes que irradiaban mas luz que la propia luna, permitiendo distinguir las constelaciones. Los aullidos de los lobos se escuchaban con debilidad tras los gruesos cristales de las ventanas. En el horizonte, en las montanas, todavia se podian divisar rayos de una pequena tormenta cayendo sin cesar. Hacia mas de media hora que la lluvia habia caido en el inmundo tejado del lugar en el que se hallaba Thomas. Cerro los ojos y escucho el agua corretear por los canalones del tejado y bajar por la tuberia, hasta desembocar en un riachuelo de agua estancada en la parte trasera. Lo habia dejado todo empantanado, semejante a una cienaga. A causa de aquella lluvia, se formo una gotera en el techo que descendia desde la pared del piso de arriba hasta el comedor, agrietando mas la deformada madera. El viento habia descargado con tanto nervio que llego a partir varias ramas de los arboles. Algunas llegaron a impactar contra la puerta sin causar dano alguno, pero con un golpe estruendoso que lo hizo estremecer. Aquel frio intenso proveniente de las montanas, habia calado en sus huesos. Ni la media botella ingerida (o engullida) en menos de dos minutos, lo hizo entrar en calor. Penso en encender la vieja chimenea de carbon sin embargo, prefirio cubrirse con una sucia manta impregnada con meados y mierda de rata, cuya pestilencia le recordaba los rituales en los subterraneos donde fue participe. Estiro el exhausto brazo derecho y con aquellos ligeros dedos, comparables a los de un concertista de piano, apago la bombilla que caia del techo sujetada por un cable a medio pelar. Encendio una vela y permanecio escribiendo bajo la calida llama. <>. Hizo un paron para levantarse, estirar la espalda, las piernas, descansar una mano temblorosa y una vista que comenzaba a estar fatigada. Sin zapatos, arrastrando los pies desnudos y encallecidos por la gelida madera, se acerco hasta la ventana. A causa del alcohol barato, intentaba mantener el equilibrio; se ladeaba, volvia a mantenerse recto, volvia a ladearse...Unido tambien a sus pocas fuerzas a causa de no haber probado bocado en dias, nadie sabe como aguanto tanto tiempo. Emitiendo unos grunidos, apoyo la mano en el cristal y aprecio la oscuridad del frondoso bosque mientras recordaba la programacion a la cual fue sometido de nino. La frente, el cuello y las manos comenzaron a emanar un sudor nervioso. Deslizo la ma no hacia abajo dejando un surco mientras sollozaba. **** La infancia de Thomas Fooreman, segun lo poco que recordaria el, fue feliz. Su familia fue duena de innumerables empresas repartidas por medio mundo. Amasaron bastante riqueza, tesoros con los que se podria acabar con el hambre en el mundo, pero eso en palabras de Robert Fooreman, no interesaba. Solian alardear entre las altas esferas, entre la creme de la creme de la aristocracia, ser una de las familias mas ricas que haya pisado la Tierra y razon no les faltaba, aun sabiendo que toda esa riqueza, se debia a la muerte de otros. Sus recuerdos, era estar siempre rodeado de toda clase de lujo. Al ser hijo unico, sus padres le dieron todo cuanto quiso; --cualquier capricho que al nino se le antojase, era concedido por su progenitor--. Los Fooreman se codeaban con las familias mas importantes de Norteamerica; siempre vistieron la ropa mas cara y disfrutaron de las mejores casas. Sin embargo, todo fue una mera fachada . Una noche, todo cambio. 1 25 de octubre de 1952. Antes del anochecer y despues de que el senor Harold Murray terminara el noticiario con la frase: <<Recuerden, Harold estara manana en sus hogares>>, en la residencia Fooreman, un pequeno Thomas de diez anos, regordete, grandes mejillas, nariz puntiaguda, pelo rubio y una mirada dulce e inocente de ojos marrones, caminaba agarrado de la delicada y calida mano de su madre, Martha Fooreman. Martha, cuyo apellido de soltera era Quinn, tenia cuarenta anos. La naturaleza la habia obsequiado con una belleza descomunal. Su pelo caia como una hermosa cascada dorada mas alla de sus hombros (en aquel momento recogido en una coleta). La cara reflejaba unos ojos verdes, una nariz chata y unos labios carnosos. Venia de una familia bastante acomodada. Era hija de Lauren Quinn, un exgeneral que lucho en la guerra de secesion y que mas tarde, se convertiria en empresario y socio de uno de los bancos mas importantes de Norteamerica; la J.P Morgan & Co. Martha se fijo en Robert en una conferencia en Portland, Maine, otorgada por un insider conocido como: el senor X, sobrenombre dado porque nadie habia visto nunca su verdadero rostro. Las charlas las daba enmascarado, portando una peluca falsa a menudo morena, un bigote postizo y unas gafas de pasta negras que le agraciaba con un aire a lo Buddy Holly. Al contrario que a su marido, Robert Fooreman, la naturaleza no fue tan generosa con el. Era un senor que sacaba diez anos mas a su mujer. De mediana estatura, su cara evidenciaba unos ojos caidos de color marron, severas marcas de acne brotado en su juventud (antes de entrar a la secundaria, su cara parecia la de un leproso) que le dejo unas marcas como el crater de un volcan. Una nariz picuda y un menton que parecia un caballo. Portaba la llamada <> debido a su grata aficion por grandes jarras de cerveza fria, tibia o caliente; la comida y el sedentarismo. En la cabeza manifestaba unas entradas y el empobrecido pelo que quedaba, era como nieve en una montana. Los conducia por el pasillo del ala este de la mansion de estilo colonial, ubicada a las afueras de Richmond, Virginia. Por un largo corredor iluminado por lamparas de pared antiguas, el pequeno observo cuadros con caras familiares; --algun dia, tu estaras en la pared--espeto su padre. Sus ojos comenzaron a humedecerse, a cristalizarse como un vidrio ardiendo a maxima temperatura. Aquella expresion de felicidad que reposaba en su angelical rostro, se convirtio en profunda tristeza. Aunque no entendio nada de lo que sucedia, ni lo que estaba por suceder, el horror de contemplar a esas personas montando a caballo, portando una capa de reyes y sujetando una lanza afilada en cuya punta atravesaba una cabeza de nino, lo hizo pensar que el, podia llegar a ser uno de aquellos ninos. Continuaron hasta llegar al final del corredor, giraron a la izquierda y bajaron tres peldanos, en donde se hallaba una instancia con un letrero que rezaba en latin: Ne intraveris (no entrar). Robert agarro el pomo con los dedos anular, indice y pulgar, dejando el pequeno levantado para no rozar su anillo de oro y diamantes de gran maestre , --queria mas al anillo que a nada en el mundo--. Segun sus propias palabras: <>. Un anillo que destellaba como los rayos de sol y que mas adelante, acabo en los dedos de otro. Dos bustos de los abuelos de Thomas decoraban la solitaria y algida sala. Desprovista de ninguna ventana y con un olor intenso a lacrado que, para el pequeno, no fue nada agradable. Entre aquellos dos bustos, una puerta que lo llevo a su primer descenso hacia el abismo. Robert presiono el interruptor que se hallaba detras del busto de su padre, Charles Fooreman II. El mecanismo rudimentario hizo girar unos engranajes. Un chirrido igual al producido por rozar un cuchillo contra una botella, resono en la desolada sala. La puerta de madera se deslizo hacia la derecha. Un humo denso, grisaceo, asfixiante; un olor a mierda y algo mas, surgieron del subterraneo. Ese algo mas, era el olor de los cadaveres putrefactos de las personas asesinadas que flotaban por un riachuelo de agua fecal, engendrando en Thomas una sensacion de condenacion eterna con tan solo diez anos. Robert con voz aguda pero vigorosa, dio la orden de bajar las escaleras de piedra. Encendio una antorcha con un viejo zippo que saco del bolsillo derecho del pantalon; la brea que impregnaba la antorcha se hallaba humeda y pegajosa, significado de que los rituales en la mansion de los Fooreman, nunca cesan. Entre ratas y gusanos, descendieron los treinta peldanos que encaminaron a su castigo la noche del 25 de octubre del 52. A mitad del descenso, un asustadizo Thomas escucho unas voces familiares profiriendo un cantico inusual, un cantico que jamas habia escuchado, un cantico que erizo la fina capa de vello que se estaba formando en sus brazos. In nomine dei nostri Baal excelsi … Segun iban descendiendo, aquellas voces se fueron haciendo cada vez mas intensas y escalofriantes, poniendo la piel como la de una gallina con tan solo escuchar la entonacion de la melodia. Thomas no quiso adentrase, ni dar un paso mas en ese odioso lugar. Preferiria estar con alguno de sus amigos jugando a la pelota en el Olaf Palm, un parque situado a medio kilometro al norte de su casa, al lado de la taberna del viejo Biff, o leyendo tumbado en el borde de su cama, con los pies colgando, un comic de su heroe favorito; el senor orejas puntiagudas, como el lo llamaba. Sintio como una de aquellas sucias y peludas ratas de las cientos o tal vez miles que merodeaban por las cloacas, intentaba meterse por debajo de su pantalon, royendo con sus dientes puntiagudos mientras lo miraba con aquellos ojos diminutos de un color rojo fuego. --No te asustes, solo es una rata, tienes que ser un hombre, vendran cosas peores-- pronuncio su madre con una sonrisa. --?Que ocurre? --interrumpio Robert enfadado. --Se asusta de las ratas. --No hay problema, lo soluciono ahora mismo --anadio--. Estupido crio, siempre haces que pierda mi tiempo.
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https://gigalibros.com/peliculas-prohibidas.htmlTodas las personas tienen metas, todas las personas tienen objetivos y el de ella era bastante obvio: queria tener la boda de sus suenos. Si, todo tenia que ser perfecto y como no, para una mujer como ella tan ordenada, abogado, joven y bella, tenia que ser asi. No debia ser de otra forma. Rebeca estaba feliz, no lo podia negar. Habia conocido al hombre de sus suenos: Alberto, un tio que era un exitoso arquitecto quien, por cierto, tenia una firma reconocida en la ciudad. Se conocieron en la universidad y las cosas se dieron como un flechazo instantaneo. La abogado estrella de la corte tuvo una vida tranquila. Era la menor de tres hermanos y, de paso, era conocida por tener los ojos verdes mas brillantes y hermosos que alguien podria admirar. Su cabello era largo, por los hombros, de un rubio brillante. Siempre impecable y siempre bien peinado, por supuesto. De nina desarrollo la necesidad de verse bien, de cuidar su imagen hasta lo mas pequeno. Asi que era muy consciente de que imagen proyectaba a los demas. Esto lo mismo tambien hizo que tomara la decision de ser bien estricta con su alimentacion y establecer una rutina de ejercicios para mantenerse en forma. Asi pues, paso sus anos de secundaria y universidad, no solo como una estudiante destacada, sino tambien por ser una excelente atleta con dotes impresionantes para el deporte. Su figura naturalmente delgada, se convirtio en una mas firme y de musculatura marcada. El lema de "mente sana y cuerpo sano" era muy serio para ella. Sus padres a veces pensaban que para ser una chica tan joven, era un poco estructurada. Pero bien, asi era su hija y la amaba de manera incondicional. Por supuesto, esto represento que ella se convirtiera en una de esas chicas que todos los hombres desean. Sin embargo, gracias a su caracter tan determinante, solo se permitia estar con personas que resultasen verdaderamente interesantes para ella. De resto, ni siquiera se molestaba en interactuar con tios sin cerebro. Alberto no solo era guapo, tambien era brillante y muy educado. Ella sabia que seria la persona perfecta para su familia y bueno, lo demas es historia. Lo cierto es que Rebeca era una persona querida por la gente que se encontraba a su alrededor. Su novio moria por ella, al igual que sus amigos y el resto de su familia. Al igual que alguien que le estaba siguiendo los pasos desde hacia mucho tiempo. --Disculpame que te cite aqui para ver unas flores, pero es que ni mi mama ni mis amigas pudieron venir. Me da mucha pena contigo. --No te preocupes. Yo estoy encantado de estas cosas de bodas y demas. Es... Digamos, entretenido. --Gracias, en serio. No podria hacer esto sola. Francamente pense que seria facil porque tu sabes como soy, pero no. Esto de organizar una boda es abrumador. --Venga, no te quites credito. Eres una tia que esta preparada para lo que sea. De seguro esto no es nada comparado con las cosas que has hecho anteriormente. --Y pues, no lo se. Digamos que es distinto... A veces prefiero olvidarme de este asunto, decirle a Alberto que nos figuemos y nos casemos en Bali. --No es mala idea. Deberias considerarlo seriamente --dijo el picandole un ojo. --Eres terrible. Si sigo contigo seguramente tendre ideas locas. Mark rio a carcajadas, era un tio gracioso, pero le gustaba mas que le hicieran reir. La miro un rato luego de que ella se fijara en unas vitrinas con zapatos que queria para su viaje de luna de miel. Ella no paraba de hablar y el de mirarla fijamente. Mark y Alberto se conocieron de ninos, asi que fue natural la decision del novio de designar a Mark como el padrino de la boda. La notica le puso muy contento, claro, asi que estaba ansioso por conocer a la mujer que habia conquistado el corazon de su amigo. El le comentaba que la chica no solo era hermosa, sino tambien dulce, inteligente, casera y bondadosa. Resaltaba como su lengua afilaba era capaz de desestimar cualquier argumento bobo y le sorprendia la velocidad de su mente. --Ella parece ir mas rapido que los demas. Incluso a veces me cuesta seguirla. Pero la amo, la amo como a nada en la vida. Es perfecta. Mark estaba intrigado, aunque como buen mujeriego pensaba que esas palabras eran eso: palabras vacias que no decian mucho. Las mujeres para el eran diversion de una noche o de varias --en el mejor de los casos--. No la habia conocido como Alberto hubiera querido porque el estaba pasando una temporada en el exterior haciendo cualquier cantidad de cursos, asi que tendria que esperar a que el momento se diera y por fin salir de las dudas. Llego al pais y su amigo insistio tanto en verse esa misma noche que el cedio solo por el. --Venga, tio, esta bien. Solo dejame descansar un poco y despues quedamos para un bonito sitio. --No vayas a traer a ninguna de tus mujeres. Rebeca es una mujer seria y quiero que tenga una imagen buena de ti. --Tio, por Dios, eso sono demasiado medieval. --Es la verdad. --Vale, que no llevo a nadie. Si, estaba de malhumor porque queria salir de alli con cualquier excusa y follar. Pero bien, su amigo era su amigo y no habia nada que hacer. Quedaron en un restaurante que estaba en el centro. En cuanto llego, se encontro a Alberto y se dieron un abrazo de esos sentidos. Mark olvido lo pesado que se puso su amigo al sentirse feliz de verlo. --?Como te fue? --dijo Alberto con una sonrisa. --Bien, no me puedo quejar. Debo decirte que las tias suecas son divinas y no se complican para nada, eh. --No empieces. --Solo te comento... Por cierto, ?en donde esta la senorita en cuestion? Ya a estas alturas estoy que quiero saber quien te tiene asi de enamorado. Pareces un tarro de dulce y promesas. --No juegues con eso, tio. En serio te digo que esta es la mujer. --Pidamos unas pintas mientras llegas. Asi nos ponemos al dia. Estoy que te tengo que contar un monton de cosas. Los dos conversaron como siempre. Entre unas cuantas tapas y cerveza. Mark casi olvido por completo que debian encontrarse con la chica en cuestion. Pero, sucedio y nunca penso que se transformaria de manera abrupta. Ella entro meneando el cabello, las caderas y sonriendo con una sonrisa amable, dulce y tambien de sorpresa porque vio en la mesa a alguien que no conocia. Como fue de esperarse, Alberto estaba contento, pero Mark, el pobre tio, quedo aplastado por ese encanto y la belleza de esa mujer. --!Hola! Debes ser Mark. Lo siento mucho, trate de salir temprano, pero tuve que presentarme para un juicio. Trate de aplazarlo, pero el demandante queria hacerlo hoy. Por eso vengo a esta hora. Alberto la sostenia de la cintura, mientras le daba un beso en la mejilla. Mientras, Mark estaba de pie, tratando de disimular que se habia sentido terriblemente atraido. Ella se sento luciendo ese vestido negro ajustado, el blazer del mismo color, los zapatos de tacon y el cabello pulcramente peinado. Pero lo que realmente lo dejo tonto fueron esos ojos verdes y esos labios gruesos de color rojo. Su rostro, tan blanco y tan lindo, con una expresion que no habia visto en las otras chicas. Se sentaron a comer y a beber. Ella no dejaba de hablar de su trabajo y de que los juicios se estaban volviendo un poco pesados. Pero, lo mas interesante del asunto era que si te ponias a ver la escena desde afuera, los dos estaban como embobados. --Le hable a Mark sobre ti. El no me creia que fueras asi de perfecta. Ahora ya lo sabe y me puede dar la razon. Rebeca se puso un poco roja por la verguenza y le tomo el rostro de su novio con una dulzura que encendio el interior de Mark con el fuego de los celos. --Como sabras, Mark, Alberto tiende a la exageracion, pero supongo que ahi esta parte de su encanto. --?Me excusan un momento? Es que acabo de llegar de viaje y estoy un poco mareado. --?Estas bien? --dijo Alberto con notable preocupacion. --Si, si, no te preocupes. Solo voy a echarme un poco de agua en la cara y regreso. Antes de levantarse, ella le dirigio una sonrisa y fue ahi cuando sintio que algo dentro de el se habia roto para siempre. El ruido del restaurante, la gente hablando, las copas chocando. Todo quedo en el profundo olvido, puesto que el estaba demasiado absorto en la imagen de ella que ya estaba en su memoria. Entro al bano y abrio una de las puertas de los cubiculos que estaban alli. Se sento sobre la tapa del inodoro y se llevo las manos en la cabeza. Cerro los ojos y se le manifesto el fulano mareo que habia mencionado en la mesa y el cual habia inventado porque necesitaba un tiempo para entender lo que le estaba pasando. Ella se le aparecia de manera constante, recurrente. Era tan fuerte que parecia sentir golpes de ella sobre sus retinas. Era doloroso y tambien exasperante. Nunca en su vida habia vivido por una situacion asi. Jamas, asi que no entendia lo que le estaba pasando. Por supuesto, siempre fue un hombre que no tuvo problemas con las mujeres. Era bien sabido que cualquier chica estaba a su disposicion en todo momento. Pero ella se le aparecio en un momento de su vida en el que puso en duda muchas de las cosas que ya un hombre de su edad habia dado por sentado. El corazon le latia con fuerza y la sensacion de malestar se le estaba haciendo cada vez mas real. No podia creer que se sintiera tan descompuesto. Olvido el sabor agradable de la cerveza, las tapas de bacon y aceitunas, el crocante del pan o las anecdotas graciosas de su amigo y las de el. Nada de eso tuvo mas sentido. Salio del lugar y fue al lavabo para echarse agua fresca. Se miro en el espejo y se sorprendio de su expresion de preocupacion. Un poco mas de agua, una rapida secada y saldria como si nada hubiera pasado. Tambien era experto en eso. Volvio a caminar por el pasillo y antes de enfrentarse a la gente, se armo una sonrisa para fingir que todo estaba bajo control. Los encontro riendose y de nuevo el calor en el fondo del estomago, el malestar y las ganas de irse de alli. Ya no queria saber nada mas. --Oye, ?te sientes mejor? ?Que tal si comemos algo? Quizas asi puedas recuperar un poco el color. --Alberto, tambien fue demasiado pedirle que viniera si acababa de llegar de viaje. Rebeca le dirigio una mirada y sus ojos brillantes le dieron a entender que comprendia, de cierto modo, lo que le estaba pasando. Pero, ?como cojones comprenderia esa mezcla tan turbia de sentimientos? --Vale, vale. Que no pasa nada. Debe ser la edad que me tiene con estos achaques tan molestos, hostia. --?Piensas quedarte? ?O prefieres que nos veamos cuando estes descansado? --volvio a preguntar Rebeca. --Creo que mejor me voy. No pense que este tema del jetlag me afectara asi. Que molesto esto. De verdad que no queria arruinar la velada. --No lo haces --dijo ella-- poniendole la mano sobre la suya-- Se que eres una de las personas mas importantes para Alberto, y para mi es mas que suficiente el hecho de que hayas hecho un espacio para conocerme. El contacto de su piel hizo que sintiera como si una corriente de electricidad pasara por todo su cuerpo. Fue calor, frio, hielo, amor, terror, fuerza y debilidad. Todo eso, mucho de todo, que se junto para que se diera cuenta que ya no tendria escapatoria de esa mujer. --Gracias a ti. Bueno, espero que nos podamos reunir con mayor tranquilidad. Lo siento mucho
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Arrastrada por la tormenta de Anna Zaires
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