• daniel santos - Daniel Santos

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    Escapar habia sido la unica medida que habia podido tomar para poder sobrevivir. El miedo habia tomado forma, se habia personificado en la presencia de cinco sujetos en su casa a medianoche. Sarah desconocia completamente cuales eran los negocios en los que estaba involucrado su padre, quien de alguna u otra forma, habia vendido el alma al diablo para poder llevar a la casa alimento suficiente y que no faltara absolutamente nada. Eran tiempos caoticos, de hambruna, de necesidad, por lo que, ganarse la vida de una forma honesta resultaba realmente dificil. Aquella noche, Sarah habia presenciado una de las escenas mas terrorificas que un ser humano puede evidenciar, pues ver como a su padre le quitaban la vida, sin hacer absolutamente nada, la habia obligado a salir huyendo de aquel lugar antes de que la proxima en ser degollada fuese ella. Siempre habia sospechado que las cosas no estaban bien, y que, si su padre seguia vinculandose con aquellos hombres peligrosos, terminaria metiendose en problemas. Asi que, las sospechas de aquella joven chica de 22 anos, finalmente habian llegado a cumplirse. Despertar en medio de la noche siendo tomada por el cabello mientras era arrastrada directamente al pasillo de la casa, parecia ser parte de una pesadilla muy realista. Pero al sentir el dolor en el cuero cabelludo, y los gritos de su padre de dolor mientras le quebraban algunos huesos, supo que era completamente real. Registraron completamente la casa en busca de dinero y armas, ya que, el padre de Sarah posiblemente habia ocultado algo de valor, y ante el miedo de quedarse sin nada, habia evitado pagar algunas deudas con unos hombres realmente peligroso. Muchas advertencias se habian llevado a cabo para que solventara sus deudas, pero ante su equivocacion, la vida seria el precio con el que tendria que pagar aquella noche. Aquellos sujetos enmascarados y con gafas oscuras, habian entrado de manera silenciosa, y aunque Frank siempre dormia con un revolver bajo la almohada, su capacidad de reaccion no habia sido lo suficientemente habil para poder reaccionar y poder neutralizar esta sorpresa. Habian colocado una bolsa de tela es su rostro, golpeandolo continuamente para despues llevarlo hasta la sala de la casa, alli comenzaron a patear sus costillas de forma continua. Se turnaban, se alternaban para descargar toda la violencia sobre el, ya que, habia roto el pacto que se habia establecido desde un principio, cuando se le aseguro que, si no pagaba las deudas, su vida y la de su hija estarian en peligro. Sabia que no eran hombres de juegos, que podrian tomar determinaciones realmente drasticas y lo ultimo que queria era hacerle dano a Sarah. Frank, tomo una ultima medida aquella noche, y sabia que su cabeza rodaria muy pronto, pudo darle la posibilidad a Sarah para vivir. -- Es la ultima vez que te lo preguntare Frank. Dime donde esta el dinero y nos iremos. -- Dijo un hombre que llevaba un cuchillo en su mano. -- Por favor, no le hagan dano. Solo es un hombre tratando de ayudar a su familia. -- Dijo Sarah. Una mujer se acerco a ella, ya que, su figura femenina era muy evidente. A pesar de que tenia su rostro cubierto, sus pantalones de cuero ajustado y sus tacones, hacian evidente que era una chica. -- ?Quien te ha dado autorizacion para que le abras la boca? !Callate ya! -- Dijo la mujer antes de propinar una bofetada a Sarah. De manera automatica, su boca comenzo a sangrar, dejando una chica en completo silencio mientras sus lagrimas corrian por sus mejillas. Ella no habia tenido ningun tipo de responsabilidad en toda esta situacion, pero se habia visto afectada por las malas decisiones de su padre. Una ultima medida desesperada por parte de Frank, lo llevo a tomar el arma de uno de los sujetos que se encontraba descuidado justo al lado de el. Disparo directamente al rostro del hombre que sujetaba a Sarah, dandole solo unos segundos para que esta escapara. -- !Corre, sal de aqui y no pares hasta que estes a salvo! -- Exclamo Frank. La chica, quien era muy habil y rapida, logro correr por el pasillo directamente hasta su habitacion, pero en el ultimo segundo puedo ver como su padre fue degollado, un castigo terrible para alguien que habia cometido una grave equivocacion. Con el corazon latiendo de una manera descomunal, la chica corrio directamente hacia su habitacion y cerro la puerta. Aquella mujer y un par de hombres, embestian la puerta con mucha fuerza decididos a abrirla. La chica habia tomado su pantalon de mezclilla favorito, una camiseta y unas botas. Esto le daria la posibilidad de estar un poco cubierta en medio de la noche. Salio corriendo por la ventana mientras aun se encontraba descalza, ya habria tiempo de vestirse, pero sabia que nunca mas podria volver a casa. Tardaron algunos segundos en derribar la puerta, algo que le habia dado la posibilidad de la chica de escapar de alli. Todo habia cambiado de manera drastica de un segundo a otro, era una vida de hambruna y crisis, pero estable gracias a su padre. Pero se habia transformado rapidamente el miedo, terror y sus obras, ya que, habia tenido que salir de alli huyendo para salvar su vida. Sarah sabia perfectamente que, si su padre no hubiese hecho esto, ella tambien habria sido a veces y nada aquella noche, ya que, no podrian quedar testigos de nada de lo que ocurriria aquella noche. Tras asesinar a Frank, aquel grupo de sujetos, simplemente incendiaron la casa, reduciendo todo a cenizas para eliminar todas las pruebas que pudieran vincularlos con el hecho. No recordaba la ultima vez que habia corrido tanto y con tanta velocidad, la chica tenia unas piernas privilegiadas, las cuales podrian llevarla tan lejos como quisiera, ya que, siempre habia sido la mas veloz, la mas agil y la mas inteligente en cualquier circulo donde se encontraba. Quizas Sarah no era muy estudiada, ya que, las condiciones del mundo en esta epoca habian obligado a todos a aprender un oficio especifico, lo que le daba la posibilidad de ganar algunas monedas para subsistir. La economia mundial se habia desplomado, convirtiendo a las grandes ciudades en colonias del crimen, el cual tenia el poder absoluto y podia manejar todas las operaciones, manteniendo a las personas bajo un miedo constante y un dominio total. Todos los gobiernos habian comenzado a desaparecer, grandes politicos eran asesinados, mientras otros eran perseguidos hasta ser atrapados, siendo torturados por grandes organizaciones criminales, las cuales eran casi imposibles ya de erradicar. Aquellos que hablaban sobre el infierno, asumiendo que era un lugar al que iban las almas despues de fallecer, simplemente no conocian el planeta en su totalidad, ya que, parecia que los propios demonios habian aflorado de lo mas profundo de las brasas del infierno y se habia banado de la tierra. Las calles habian vuelto peligrosas, y no habia garantia de absolutamente nada, cualquiera podria ser asesinado con una bala en la cabeza y no habia consecuencias o un juicio de por medio. Lo unico que imperaba en el mundo era las mujeres, las armas, el oro y las drogas, cuatro elementos que eran perseguidos con mucho fervor, ya que eran muy bien pagados por los grandes criminales. Aquella noche, Sarah habia corrido hasta una vieja estacion de servicio abandonada, donde se encontraba un coche reconstruido aun encendido. Se habia movido con mucho sigilo y en secreto para adentrarse en el compartimiento trasero de este coche. Abrio la compuerta y se introdujo alli, guardando silencio para finalmente comenzar la ultima fase de su escape hacia lo desconocido. No tenia la menor idea de con quienes estaba viajando, simplemente se encontraba alli, oculta, en silencio, y con lagrimas corriendo por sus mejillas al recordar el hecho de que su padre habia sido asesinado. La imagen se reproducia una t otra vez en su cabeza, algo que la habia llorar de una manera descontrolada. No podia entender como su vida simplemente habia cambiado de un segundo a otro, ahora estaba completamente sola y ya lo habia perdido todo. Lo material, el amor de su padre, su vida simplemente se habia derrumbado, por lo que, no valia la pena en lo absoluto seguir luchando. Pero tenia que honrar el sacrificio que habia hecho su padre por salvarle la vida, ya que este habia entregado la suya para darle una oportunidad escapar, por lo que, debia seguir esforzandose a pesar de no tener fuerzas para poder darle sentido al hecho de que este hubiese muerto a manos de los criminales. Sentia un fuerte deseo de acumular los recursos necesarios para volver en algun momento y vengarse, pero hasta el momento, simplemente era una chica fragil y sola, la cual debia organizar su vida y establecerse en otra region. Ya en otro momento pensaria en que medidas tomar para castigar a los culpables es una desgracia tan terrible. Viajar en aquel compartimento habia sido una de las experiencias mas terribles que habia tenido que experimentar Sarah, ya que, parecia que el compartimento habia llevado en algun otro momento carne descompuesta. Muchos, suelen encontrar animales muertos en el camino y los desollaban para tratar de extraer la carne aun fresca. La chica no podia contener las nauseas al estar atrapada con este olor en el interior de este vehiculo, pero era su unica forma de sobrevivir, ya que, si era descubierta, posiblemente estos hombres estarian vinculados a alguna otra organizacion criminal. Absolutamente todos habian aprendido a vivir con este estilo de vida, se vinculaban con hombres peligrosos y trataban de escalar posiciones, encontrando un punto de estabilidad ganandose la confianza de estos matones, que tarde o temprano terminaban por quitarlos del medio. Era una forma de comprar tiempo en la tierra, una forma de seguir subsistiendo, ya que, las oportunidades de evolucionar de una forma honesta, simplemente habian sido arrebatadas a la humanidad. Habia pocos lugares en el mundo, los cuales se habian convertido en una especie de mito, de los cuales se decia que alli las personas podian refugiarse y tener una vida normal, pero nadie que hubiese llegado a ese lugar habia salido otra vez para poder decir si era cierto o no. El mito acerca de los refugios se fue expandiendo cada vez mas, por lo que, habian surgido grupos de exploracion, los cuales se dedicaban unica y exclusivamente a la busqueda de estos lugares para poder asesinar a todos sus pobladores y tomar el poder. Ante la imposibilidad de encontrarlos, el misterio y la intriga se fue incrementando cada vez mas en torno a este tema, por lo que, parecia que simplemente eran leyendas que se habian inventado para darle esperanza a los ilusos. Por el momento, lo unico que le preocupa a Sarah es simplemente sobrevivir y abandonar a que el compartimento donde habia viajado algunas horas. La forma en que manejaba el conductor de este viejo vehiculo era completamente demente, atravesando caminos realmente deteriorados, cayendo en otros que hacian que la chica saltara en aquel compartimento golpeando su cabeza contra la superficie metalica. Este tiempo de encierro y le dio la posibilidad de cambiarse de ropa, colocando sus pantalones de mezclilla, una camiseta corta que deja ver su vientre, unas botas que comia gran parte de su pantorrilla y una gran cantidad de valor que debia acumular para poder salir adelante. No tenia adonde ir, habia perdido su casa, por lo que, las calles se convertirian muy pronto en su albergue. El vehiculo se habia movido durante un tiempo continuo sin detenerse, pero cuando Sarah logro percibir que este se habia detenido durante un tiempo importante, decidio arriesgarse, liberando la puerta para salir de alli tan pronto como pudo. Aun era de noche, la luz del dia no revelaria su posicion con facilidad, por lo que, era momento de abandonar a que el vehiculo que le habia dado la posibilidad de sobrevivir y buscar la forma de encontrar ayuda. Esta no seria una tarea facil, ya que, confiar en las personas no era algo que fuese natural en estos tiempos de guerra. No importaba cual es el aspecto, cuan atractivo, cuando sin ofender hable se vienen las personas, siempre habia una gran desconfianza, pues en cualquier momento podrian traicionar a quien los ayudaba. Es por esto, que las personas se habian vuelto frias y esquivas, tratando de mantenerse alejados y encerrados la mayor cantidad del tiempo, evitando la cercania de extranos, ya que, esto ponia en peligro las pocas cosas que habian logrado acumular con el tiempo. Abandonar aquel coche habia sido un gran alivio, ya que habia conseguido alejarse, pero habia entrado a una ciudad cuyo nombre desconocia y jamas habia estado alli. Usar habia llegado a Suburbia, un antiguo pueblo refugio, el cual habia sido tomado por una gran organizacion criminal, la cuna de la violencia, el trafico de armas, organos y drogas, y una localizacion importante para la trata de blancas. Sin saberlo, la pobre chica habia salido de un infierno para entrar directamente a otro peor, ya que, una mujer sola y vulnerable en un pueblo como este, simplemente era carne fresca, y muy pocos la ayudarian de forma sincera, ya que, sus intenciones siempre estarian enfocadas en encontrar algo de dinero a traves de la venta de una hermosa chica. El aspecto de Sarah siempre le habia traido inconvenientes en el pasado, por lo que, en muchas ocasiones solia cubrir su rostro con un sombrero de su padre. Lo utilizaba de manera que este cubriera gran parte de sus facciones, evitando asi llamar la atencion de otros caballeros, los cuales solian obsesionarse con la belleza de la chica. Sus ojos verdes eran tan grandes como dos lumbreras, resaltaban enormemente, y cautivaban a quien era objetivo de la vista de la chica. Sus cejas eran oscuras y muy gruesas, las cuales hacian un contraste perfecto, invitando a romper las reglas a cualquiera que quedaba atrapado en los encantos de Sarah. Fue por esto, que la chica tomo parte de la ropa que llevaba aquella noche y tras romper algunos retazos, habia amarrado parte en su cabeza y en su boca, cubriendo asi gran parte de su rostro para nada mas dejar descubiertos sus ojos. Esto era una practica muy comun ya que, muchos no soportaban la contaminacion en la polucion, por lo que, cubrian su nariz y boca para evitar asi respirar el ambiente toxico que se habia aduenado de la ciudad. El ambiente era caluroso, polvoriento, arido y seco, por lo que, la vida humana en estas condiciones era realmente retadoras. Sentia una sed tremenda, ya que, habian pasado muchas horas de calor desde que habia tomado una gota de agua. A pesar de que era de noche, las temperaturas continuaban voy a elevadas, por lo que, una persona se podria decir atar con mucha facilidad. La chica necesitaba beber algo de liquido, ya que, de lo contrario, muy pronto comenzaria a sentir los efectos de la deshidratacion. Se sentia debil, habia llorado continuamente y necesitaba descansar. Habia caminado un largo tramo, sin saber adonde ir o en donde estaba, pero utilizaba toda su inteligencia para mantenerse ocultas, ya que, los ojos equivocados podrian llevarla a meterse en grandes problemas. Sarah se encontraba en un pueblo que contaba con muy pocas reglas, el cual se habia vuelto mas hostil cada ano, pero, aunque existia una ley que trataba de contenerlo, lo que existia en Suburbia era una constante guerra entre el sheriff y Los clanes violentos que habian surgido en aquel lugar. Solo un hombre era capaz de enfrentar este nivel de violencia, y aunque muchos le habian prometido la muerte, nadie habia sido capaz de ponerle un dedo encima a Vittorio.

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  • Una historia como otra cualquie de Manuela Berdeal

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    Cuando Marina entro en la oficina no se esperaba ver lo que alli se encontro, todo el mundo iba de un lado para otro sin orden ni concierto. Parecia que los alienigenas se habian apoderado de sus cuerpos y no podian hacer otra cosa que correr o andar deprisa sin un lugar fijo adonde ir; se quedo parada, mirando a la gente moviendose sin que hubieran reparado en ella -?que es lo que pasa? -pregunto cogiendo a Oscar de la manga de la chaqueta cuando pasaba a su lado -?no te has enterado?, el senor Ruiza ha muerto, lo han encontrado esta noche de madrugada o quizas esta manana, muerto en su cama, no estoy muy seguro, pero todo el mundo anda muy nervioso -Marina le fue aflojando el agarre, para agarrarse a la mesa de la secretaria que ahora mismo no estaba en su puesto -?pero como ha pasado eso? Ayer estaba perfectamente -aunque tenia muy mala cara penso Marina, ayer por la tarde Ernesto no estaba en su mejor momento, le dolia la cabeza y tenia mucho calor, asi se lo conto a ella cuando fue a su despacho para que le diera el visto buena a la ultima campana que habia hecho, pero no le dio importancia, no era la primera vez que se encontraba mal; ella le habia preguntado en repetidas ocasiones si habia ido al medico y le habia dicho que no, que ya se le pasaria, parecia que habia sido mas grave de lo que el mismo pensaba. Ernesto Ruiza no era un hombre mayor, apenas tendria los sesenta anos, pero se conservaba muy bien y estaba en su peso. Hacia poco mas de un ano que se habia casado por segunda vez. Su primera mujer habia muerto hacia mas de diez anos, de un cancer de pancreas, se la llevo en lo mejor de su vida. Fue entonces cuando Marina entro a trabajar con el, estaba muy triste, y para el, Marina fue como la hija que no habia podido tener, la acogio con gran carino y le enseno todo lo que el sabia del oficio. Marina no habia ido a la universidad, tuvo una adolescencia muy conflictiva, fue una chica rebelde, y su madre, una madre divorciada, como muchas, no supo hacer carrera de ella; el ultimo novio de su madre fue quien le busco ese trabajo a Marina, el conocia a Ernesto desde su infancia, se habian criado juntos, y para Marina fue su tabla de salvacion, por aquel entonces cada vez tenia amistades mas peligrosas, aunque ella no lo veia asi. Tener un trabajo la cambio radicalmente y se tomo muy en serio el trabajo, poder disponer de su dinero fue un gran aliciente. Salio de casa de su madre y se alquilo un piso en el barrio de vallecas, que era lo que podia pagar sin ayuda de ninguna clase. Por eso saber que su mentor habia muerte le causo un dolor, que en un principio, no supo muy bien como gestionar -no debia estar tan bien -dijo Oscar sacandola de sus pensamientos -?cuando ha muerto?-pregunto Marina -parece ser que le ha dado un infarto mientras dormia, su mujer fue quien lo descubrio -?por que? ?acaso no estaba con el en la cama cuando todo paso? -pregunto Marina inquisitivamente -y yo que se Marina, solo se lo que se rumorea, no se nada mas. No ha venido nadie a contarnos nada, lo que sabemos, lo sabemos por el jefe de personal, solo nos ha dicho lo que te acabo de contar, pero todo el mundo esta muy nervioso -Oscar era un chico joven, era del equipo de Marina, llevaban las firmas mas importantes de la oficina, Marina se habia apropiado de los mejores creativos, y habia creado un grupo perfecto y muy capaz -la empresa no va muy bien, eso lo sabemos todos, y con la muerte de Ruiza esto no hace mas que empeorar -, Marina le miro, tenia razon, esto solo podia ir a peor -bueno no adelantemos acontecimientos -, pero sabia que la empresa iba mal, se sostenia con los pocos clientes que llevaban ellos, habia tres equipos mas, cada uno se componia de cuatro personas, pero llevaban firmas de mucho mas bajo nivel, o de esos que solo te daban una campana al ano, y con eso ninguna empresa podia mantenerse a flote. Eran unos veinte empleados, y por ahora se sostenian, pero de un tiempo a esta parte Ernesto cada vez estaba mas alejado de la empresa, parecia que nada le interesaba, quizas era debido a su delicado estado de salud, que a todo el mundo le habia ocultado -, ?no ha dicho nada mas el senor Rodriguez?-era el jefe de personal -nada, solo nos ha dicho que continuaramos trabajando como si nada pasara -pero no ha dicho nada de a que tanatorio lo iban a llevar, -todavia no lo sabia -los dos iban andando a su cubiculo, a su despacho, en el ya estaban Soraya y Luis esperandolos con la cara preocupada y triste, los dos se habian enterado y estaban sentadas alrededor de la mesa, la que empleaban para trabajar. Soraya era licenciada en bellas artes, era muy buena haciendo cualquier dibujo o idea que le explicaras, y Luis era un hacha ideando esloganes -bueno ya sabeis lo que ha pasado -dijo Marina -vamos a seguir trabajando en la firma de embutidos que teniamos pendiente, ya nos enteraremos de algo mas, por ahora no vamos a preocuparnos demasiado, no sabemos nada, me imagino que se pasara por aqui su mujer, no tenia hijos… como todos sabeis, yo no se mucho mas que vosotros, con lo cual vamos a ver como se desarrollan los acontecimientos. Ese dia todo siguio igual, nadie paso por la oficina, a ultima hora de la tarde el jefe de personal, el senor Rodriguez, los reunio a todos en la sala de juntas -os he reunido para que supieras dos cosas: lo primero es que el cuerpo del senor Ruiza esta en el tanatorio de la m-30, esta desde esta manana mas o menos, podeis ir a verlo cuando querais, despues de esta charla todos os podreis ir a casa, o a donde querais, la jornada se habra acabado, tambien parece ser que el senor Ruiza tenia dos sobrinos, tambien metidos en el mundillo de la publicidad, y creemos que ellos heredaran la empresa, lo se porque esta tarde se ha puesto en contacto conmigo su abogado, y me lo ha dicho, manana o quizas pasado a lo mas tardar, se presentaran aqui, y ellos mismos nos informaran a todos, a mi incluido, lo que quieren hacer con la empresa, por ahora no se nada mas, manana cuando vengais seguireis trabajando en los proyectos que todos teneis, como si no hubiera pasado nada y ahora todos a casa o adonde querais -?vas a ir al tanatorio?- le pregunto Oscar a Marina -si, voy ahora, antes de ir a casa, ?vienes conmigo? -si prefiero ir contigo -, la sala se fue vaciando poco a poco el ultimo en salir fue el senor Rodriguez -!senor Rodriguez! -lo llamo Marina,- ?no sabe nada mas de como murio el senor Ruiza? -no Marina, lo que os he dicho es lo unico que se, no le han hecho ni autopsia, debido al infarto masivo que sufrio, -?va usted ahora al Tanatorio? -no, ya me pase este mediodia, cuando me llamo el abogado -habia falseado un poco la hora en que le llamo el abogado, pero Marina lo entendio, no queria encontrarse con toda la empresa alli en el tanatorio -me dio un poco de pena, estaba solo, no habia nadie, se que su primera mujer era hija unica con lo cual no tenia hermanos, ni familia, pero no ver alli a la viuda me causo una gran impresion, pero no me hagais mucho caso, yo estoy acostumbrada a grandes familias, donde siempre hay mucha gente en todos los acontecimiento, por eso me choco -el senor Rodriguez los dejo, y se fue andando despacio, se le veia preocupado, eso preocupo a Marina y a Oscar, que se miraron sin saber muy bien que decir -?que hacemos? ?vamos ya? -pregunto Oscar -yo no he traido coche, pensaba ir esta tarde al centro, me queria comprar unas zapatillas para correr, hay una marca nueva que son la leche -se callo, se dio cuenta de que el comentario habia dado la sensacion de frivolidad -vamos, yo si he traido coche, y no te preocupes, tampoco era tu padre, luego si no tardamos mucho te dejo en el centro para que te puedas comprar las zapatillas - no, ya lo hare manana, mejor me dejas en mi casa si no te importa Fueron a su cubiculo y le preguntaron a Soraya y a Luis si querian ir con ellos y los dos dijeron que si, juntos fueron al tanatorio. Entraron en la sala donde estaba el senor Ruiza, habia gente, todos de la empresa. Estaba el jefe de comercial y algunos comerciales, los saludaron, y ellos cuatro fueron a ver al senor Ruiza, estaba tumbado, como todo los muertos, con la cara serena y un traje azul, parecia que estaba dormido, pero aunque Marina no habia visto muchos muertos, algunos si, todos le habian causado la misma sensacion. En los tanatorios sabian hacer muy bien su trabajo. No vieron a su viuda, ?o si?, ninguno de los cuatro la conocia, por lo tanto, no podian saber si estaba alli. De repente un ruido en la puerta les hizo a todos volver la cabeza, entraron tres desconocidos, Marina los miro y vio entrar a las personas mas guapas que habia visto en su vida; los dos hombres eran espectaculares, morenos, altos y bien formados, con trajes caros que les sentaban estupendamente bien, como si hubieran sido hechos a medida, y a lo mejor asi era, uno era un poco mas alto que otro y tambien uno tenia el rostro mas dulce, como mas aninado y unos ojos verdes, grandes y maravillosos, el otro tenia los ojos algo mas pequenos pero parecian marrones muy claritos, de esos que no sabes si son verdes o marrones o ambar, tenia la cara mas dura, la mandibula cuadrada y los pomulos afilados, era un hombre espectacular, de esos que ves en el cine o en las revistas de moda, pero nunca en la calle. Deben de estar

  • Maestro Daniels (La sumisa elegida 1) de A. C. Labouche

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    Nicole termino el ultimo de sus fideos frios de sesamo. Con los ojos cerrados, saboreaba el sabor helado del mani, el cual inundaba sus sentidos y calmaba sus nervios. En un humedo dia de julio en Manhattan, cuando todo el mundo pareciera estarse derritiendo, languidos cuerpos se empapan en transpiracion, camisas de vestir muestran enormes manchas de sudor, este era justo el tipo de comida vegetariana ligera que ella necesitaba. Seis meses. Eso era lo transcurrido desde que habia ingerido un pedazo de carne. Bueno, eso no era del todo cierto. Una o dos veces se deslizo una pieza de pollo asada en una parrillada en una azotea. Schwarma de carne una noche de borrachera en el centro de la ciudad. Pero despues de esos lapsus volvio al carril. Absteniendose de la carne, yendo hacia el otro lado como su padre, un ranchero, hubiera dicho. No fue tan dificil como ella hubiese creido. Se limpio las manos y saco su telefono. Ningun mensaje. Deseaba encontrar alguno de James. !Hey sexy! Ten un estupendo dia. ?Como van las cosas? !No puedo esperar a verte mas tarde! Algo. Eso es todo lo que ella necesitaba, alguna senal de que el estaba pensando en ella, que no importara cuan desalentador fuese su busqueda de trabajo actual y de cuantos muchos problemas habian tenido juntos durante el transcurso del ano pasado, el estuviese aun pensando en ella, palpitando con amor y deseo por ella. Pero no habia nada. !A la mierda! Se dijo a si misma. Eran las 12:55. Tenia diez minutos para regresar al trabajo. Tenia permitido tomarse una hora para almorzar --una de las pocas ventajas de su desagradable trabajo. Una amplia sonrisa cruzo por su cara. Recordo la resolucion que habia tomado justo antes de salir de su trabajo. Esta era su ultimo dia. No mas trabajo en ese repulsivo lugar, el cual debio ser la fachada para algo. Deberia renunciar inmediatamente, en el minuto en que entro alli. 100 mesas, casi ningun cliente, un solitario chef frances. Era tan extrano. Con los brazos desplegados ampliamente, Nicole sintio que flotaba de regreso al restaurante, una sonrisa triunfante en su cara mientras pasaba sobre la muchedumbre de peatones que caminaban arduamente, nubes borrosas moviendose una tras otra sin echarse un vistazo, sin el menor reconocimiento de la existencia de cada otro. Cuando apenas llego, estuvo desconcertada de cuan frios, distantes y desinteresados parecian ser los moradores de Manhattan. Pero despues de unos meses de retrasos de trenes, cambios extremos de clima, viajes de Uber super caros, terribles resacas en las mananas domingueras, cornetas y sirenas estallando a toda hora en la noche, constantes aumentos de rentas, vecinos ruidosos, techos con goteras, ella comprendio mejor el por que los neoyorquinos se comportaban de la manera en que lo hacian. Fue un viaje trepidante. Tal vez demasiado trepidante para ella. Unas vacaciones en algun lugar tropical, con brisas frescas, arenas inmaculadas, aguas translucidas y cielos claros y azules remontandose hacia el infinito era justo lo que necesitaba. Sonrio al escuchar su telefono sonar. Quizas era James. A lo mejor le tenia algo especialmente planeado para ella. Tal vez podrian ir a por pizza y una garrafa de vino rojo por los alrededores del lugar de St. Mark's Place. Mas tarde podrian fumarse juntos un porro en el parque, besandose, acurrucandose, mimandose, coqueteandose, paseandose tomados de la mano como en los viejos tiempos. Eso es lo que solian hacer antes de que las presiones de vivir en la ciudad los derrumbaran al piso. No habia con quien mas desquitarse. Asi que se desquitaban el uno contra el otro en ese pequeno apartamento, mas parecido a un closet por el cual pagaban 1.500 $ al mes. !1.500 $ al mes, que estafa! Pero eso es lo que hay que pagar por vivir en el corazon de la accion, en el centro de la gran manzana. Saco su telefono de la cartera, miro fijo la pantalla y fruncio el ceno. No reconocio ni el nombre ni el numero. ?Nueva Jersey? ?Quien podria estarla llamando de Nueva Jersey? Iba a dejar que respondiera la grabadora cuando recordo que James tenia unos cuantos primos en Nueva Jersey. El tipo de primos que raramente son invitados a las reuniones familiares. Tambien eran el tipo de primos que te protegerian en caso de encontrarte en la salida equivocada de una deuda de apuestas con un corredor de apuestas con poco simpatia. James se encontro a merced de uno o dos corredores de apuestas en los ultimos anos. Fue amenazado con cuchillos, pistolas, bates de beisbol si no pagaba a tiempo. Un corredor de apuestas lo amenazo que no iba a volver a caminar si no conseguir el dinero rapido. Hasta ahora habia sido capaz de mantener todos sus huesos intactos. Siempre fue capaz de conseguir algun dinero, estafar algunas personas, rogarle a algunas otras. Contesto el telefono. Pero la voz del otro lado no era la de James. --?Hablo con Nicole Chapman? --Dijo la voz. Nicole trago grueso y cerro sus ojos antes de contestar. --Si --dijo finalmente. --!Hola Srta. Chapman! Le llamo en nombre de la compania de prestamos estudiantiles Sallie Mae, con respecto a su saldo pendiente. Cuando la llamada finalmente termino, Nicole sintio como si la hubiesen pateado en la cabeza repetidamente, su cuerpo y alma vapuleado hasta la sumision. ?Como podria estarle sucediendo esto a ella? ?17.000 $? Eso es lo que todavia debia por prestamos estudiantiles. Podria jurar que el balance estaba en cero. Despues de que su padre repentina y sorpresivamente falleciera de un ataque al corazon su madre le habia asegurado que el prestamo seria cancelado con el dinero que su padre le dejaba en su testamento. Por lo cual, entendia que tanto ella como su hermana menor Jessica recibirian alrededor de 50.000 $ cada una. !Que demonios estaba pasando! Nicole sentia la urgencia de gritar, de clamar a los cielos y maldecir su destino. Justo cuando estaba al borde de tomar una decision importante, rehusandose asentarse en ese repulsivo trabajo sin futuro y ahora se entero que estaba hasta el cuello en deudas. Por supuesto que habia mucha gente con mas de 17.000 $ en cuentas, pero eso no la hacia sentirse mejor. Esa perra de la Sallie Mae tuvo que aparecerse y arruinar todo. Necesitaba ponerse en contacto con su madre y hermana. Tenia que haber una completa y logica explicacion acerca de por que aun debia tanto dinero. Iba a llamar pero se dio cuenta de que ya paso cerca de una hora y media desde que se fue. Suspiro y sacudio la cabeza. Que maldita ironia, penso. Ahora me preocupaba que me dispidieran de este trabajo de porqueria. Capitulo 2 --Hey mesera. Mas vodka. !Ahora! --La voz borracha le produjo escalofrios por todo el cuerpo a Nicole. Eso es todo, se dijo a ella misma. Eso era todo lo que iba a ser capaz de soportar. Baja paga, sin beneficios y teniendo que lidiar con clientes borrachos. Esta no fue la razon por la cual se ajusto el cinturon y ahorro por tantos meses para asegurarse que tendria suficiente dinero para cruzar el pais. Por esto no fue que su espiritu independiente del oeste la habia traido a Nueva York. La gran manzana. La gran ciudad de luces brillantes. Boulder, Colorado estaba muy, muy distante. Alli es donde estaba su familia; y alli, es donde habian estado por los ultimos cien anos o mas, construyendo un legado con el paso del tiempo. Pero el matrimonio de sus padres comenzo a caerse a pedazos y todo cambio para siempre. Esta no fue la unica razon por la cual sintio que debia de largarse de ahi, pero en definitiva fue una de las razones mas fuertes. Originalmente su familia habia venido de Filadelfia hace muchisimo tiempo. Como muchos americanos en el siglo 19, habian partido al oeste en busca de oro y riquezas. No encontraron mucho oro, ni muchas riquezas; pero si lo suficiente para establecerse y echar raices. Despues de graduarse en la Universidad de Colorado, sabia que si tenia que pasar otro ano de su vida escuchando lecciones aburridas y estudiando para examenes sin sentido se volveria loca. Ademas pareciera que todas sus amigas se estaban embarazando o empleandose en trabajos sin futuro y arrejuntadas con hombres que no valian la pena. Sencillamente eso no era la vida para ella. Desde que miro repeticiones de episodios de la serie televisiva Sexo y la Ciudad se sintio atraida por Nueva York. Todo aparentaba ser glamoroso, excitante y sofisticado. Parecia tan diferente a todo lo que ella habia experimentado. Apenas llego a la ciudad, todo era novedoso, tan lleno de vida. Estaba atemorizada pero tambien emocionada, nerviosa pero con una curiosidad inmensa. Predecia meses de aventura, felicidad y eventualmente amor. Todo eso seria de ella. Eso fue lo que penso. Eso es lo que esas primeras semanas parecian prometer. Pero ese sueno paradisiaco muy pronto se evaporo. Fue mucho mas dificil de lo que penso conseguir trabajo, mucho mas dificil de lo que penso conseguir una companera de cuarto decente. A la final termino por optar por un cuarto sencillo. Afortunadamente llego a Nueva York con algo de dinero en sus bolsillos. Pero se le estaba acabando rapidamente. Demasiado rapido. En las ultimas semanas temio revisar su cuenta bancaria por internet. Era deprimente ver como habia mermado el dinero en sus cuentas, aun cuando habia tratado de ser lo mas responsable posible. Siempre habia tarifas y cargos ocultos. Y siempre existian emergencias, crisis que enfrentar en la ciudad; y por supuesto, ocuparse de algunas cosas cuesta dinero. Mucho dinero. No sabia que otro trabajo podia conseguir. Pero no queria preocuparse por eso. Se las arreglaria. Siempre fue buena arreglandoselas, saliendose bien de los enredos. Eso era lo que haria. Una vez mas encontraria la manera de manejar la situacion por ella misma. Siempre estuvo orgullosa de su independencia y por su habilidad de resolver problemas enganosos sin tener que depender de un hombre. Esa fue la forma en que fue criada. Una verdadera mujer de la frontera del oeste. Y a pesar de toda su bravuconeria y coraje, podia sentir como la presion, el stress y la tension comenzaba a agotarla. Ahora podia sentirlo en sus jaquecas, articulaciones adoloridas, en el amargo sabor de las resacas, tragos y cigarros mananeros despues de tratar de purgarse los fines de semana. Ella no sabia por cuanto tiempo iba a poder aguantar esos ciclos de altibajos, llevar su cuerpo al limite de lunes a viernes y luego los fines de semana llevarlo a otros limites, despertarse el lunes y volver a repetir todo el maldito ciclo de nuevo. Esa es la forma en que las cosas te resquebrajan en la ciudad. Nada la habia preparado bien para este tipo de intensa y super estresante modo de vida. Ultimamente habia estado cuestionandose si habia hecho o no la decision correcta. Tal vez sus familiares y amigos familiares estaban en lo correcto. Tal vez debio quedarse en el oeste. Tal vez alli es donde se encontraba su corazon. Tomo un profundo respiro y cerro sus ojos. Una nueva y excitante rejuvenecedora energia surgio a traves de su cuerpo. Hacia mucho tiempo desde que ella no se sentia asi de bien. Demasiado tiempo. Se contento por sentirse asi de nuevo. Ella era ambiciosa. Diligente. No tenia tiempo de sentarse a compadecerse de ella misma. Se avergonzaba de pensar lo pasiva que habia sido ultimamente, solo dejando pasar los dias, como un robot. Sin sentimientos ni pasion, con escasa energia en su vida. ?A donde iba? ?Que estaba haciendo? ?Cuanto mas tiempo iba a tolerar esta rutina? Levantate, ve al trabajo, revisa tu telefono a cada rato, sal del trabajo, ve a casa, come, duerme. Pero por supuesto estaba James. El habia estado entrando y saliendo con regularidad de su vida en los ultimos pocos anos. El fue una de las primeras personas que conocio al llegar a la ciudad. El inmediatamente la tomo bajo su ala, y no le tomo mucho seducirla. Y aun con este novio intermitente las cosas se habian vuelto rancias ultimamente. Hasta sus peleas que se tornaron tan ruidosas que en una que otra ocasion llamaron a la policia, se habian vuelto tediosas y predecibles. Anhelaba aventurarse, hacer algo afuera en el mundo que la hiciera sentir que realmente estaba viva.

  • Quimera. Las edades barbaras de Malenka Ramos

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    Precuela de la exitosa trilogia de Malenka Ramos, Venganza.
    Un drama con tintes eroticos de la autora mas polemica del genero.

  • En el paraiso con su enemigo de Annie West

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    NO PUEDO mas, Damen. Tengo ganas de desaparecer. Damen miro preocupado a Clio. No era propio de ella huir de los problemas. -No puede ser tan grave. <>, se dijo. De su madre y de sus hermanas habia aprendido a respetar el temperamento femenino. Era evidente que la situacion era seria. -?Ah, no? -contesto Clio-. Es el unico tema de conversacion de mi padre, y ha convencido a mama. Damen se alarmo al ver a su prima llorar por primera vez en su vida. Eran primos segundos, pero estaban tan unidos como si fueran hermanos. -Pronto es la boda de Cassie, !pero no se si puedo asistir a la boda de mi propia hermana pequena! Damen se sintio culpable, Clio estaba pasandolo mal por su culpa. -Papa no para de decir que yo, siendo la mayor, deberia casarme antes. Que tu y yo somos la pareja perfecta y que soy una egoista por no aceptar a un hombre decente y honesto -Clio se mordio el labio-. Por supuesto, jamas menciona tu fortuna, El recurso al sarcasmo despejo un poco la nube que habia nublado la conciencia de Damen. Pero no era ninguna broma. Manos era un hombre dificil, y podia convertir la vida de Clio en un suplicio. -Lo siento -dijo, tomando la mano de su prima-. No deberia... -No te hagas ahora el macho echandote la culpa, Damen Nicolaides. Ya se que acostumbras a asumir todo tipo de responsabilidades, pero aqui no eres el unico culpable -Clio suspiro-. ?Crees que no he disfrutado de ir https://www.facebook.com/novelasgratis 5 a fiestas contigo y no he aprovechado para hacerme con una lista potencial de clientes para mi negocio? -La idea fue mia. Estaba harto de tener que ahuyentar a las mujeres que buscaban en el un marido. Llevar a Clio como su acompanante regular le habia facilitado las cosas. -No has hecho nada malo -dijo Clio, apretandole la mano. Damen la miro fijamente. Era tipico de ella intentar absolverlo de culpa. Siempre lo habia apoyado, y no era justo que su vida se complicara de aquella manera. -Esta bien, quedemos en que ninguno de los dos tiene la culpa -eran dos adultos con derecho a salir juntos aunque no fueran amantes-. Eso no resuelve el problema de tu padre. Tenemos que conseguir que se olvide de sus pretensiones sin que te culpe. Clio se paso las manos por el vestido. -Ya te he dicho que voy a huir. A Tierra de Fuego. -?Sabes donde esta? -Vale, no. Pues al Circulo Polar. Abrire un negocio de diseno de iglues. Damen no pudo contener una carcajada. Su prima era una disenadora con mucho talento y seria capaz de superar ese reto. Pero no bastaria su palabra para convencer a Manos de que no eran pareja; y mas con el premio de su vasta fortuna formando parte de la ecuacion. Esa era una de las razones por las que habia acudido a su prima: un millonario griego soltero era un trofeo para muchas mujeres; y uno que no estuviera calvo y al que no le faltaran dientes era una rareza. -Olvidate de los iglues y deja esto en mis manos. -?Tienes una idea? -pregunto Clio esperanzada. Damen asintio. -Tengo que perfilarla, pero creo que si. Confia en mi. El semblante de Clio se relajo. -Gracias, Damen, sabia que podia contar contigo. Veinte minutos mas tarde, Damen estaba junto a su mejor amigo, Christo, que estaba a punto de casarse. Christo estaba mirando su telefono, https://www.facebook.com/novelasgratis 6 y Damen, en lugar de contemplar la vista panoramica de la costa de Corfu, aprovecho para estudiar a los invitados reunidos en el jardin de la villa. Necesitaba a una mujer. Y pronto. Una mujer que interpretara el papel de su amante el bastante tiempo como para que Manos aceptara que Clio y el no tenian un futuro. Si acudia a la inminente boda de Cassie, la hermana de Clio, con una novia despampanante, Manos perderia la esperanza; y si la mantenia a su lado al menos una par de meses como su acompanante... Pero ?quien podia ser esa mujer? Tendria que estar soltera y ser muy atractiva si es que queria convencer a Manos. Al mismo tiempo, Damen necesitaba a alguien que no pretendiera aprovechar la situacion para acabar ganandose un lugar en su vida. -Relajate -la voz de Christo interrumpio sus reflexiones-. Soy yo el que se casa, no tu. Damen sonrio. -Y con la misma mujer por segunda vez. Has batido un record. Christo abrio las manos. -La primera vez no tenia ni idea de cuanto la queria. Esta vez, todo es perfecto. Solo espero que alguna vez encuentres una mujer como Emma, que sea el centro de tu vida y a la que ames por encima de todo. La sonrisa de Damen se congelo. El ya no creia en ese cuento de hadas. Habia perdido la inocencia una decada atras. Ahuyento los recuerdos de los acontecimientos que habian cambiado su vida y la de su familia para siempre. Aquel era un dia para celebrar, no para pensar en errores del pasado. Damen tomo dos copas de champan de la bandeja de un camarero y le paso una a su amigo. -Por ti y por tu encantadora Emma -bebieron y anadio-: Y por que yo encuentre a la mujer perfecta para mi. Que fuera atractiva, inteligente, complaciente y, sobre todo, prescindible. -Estas preciosa, Emma -Steph retrocedio un paso para ver a su amiga con el velo. Nunca la habia visto tan feliz ni tan guapa. -Ya conocias el vestido -dijo Emma sonriendo. Era el mismo con el que se habia casado la primera vez con Christo, antes de averiguar que no la amaba y abandonarlo. Desde entonces habian https://www.facebook.com/novelasgratis 7 pasado muchas cosas, pero Emma y el millonario griego habian limado sus diferencias. Estaban tan enamorados que su felicidad casi resultaba irritante. -?Estas bien, Steph? -pregunto Emma. Ya cuando habia recogido a su amiga en el aeropuerto de Corfu le habia inquietado su semblante de preocupacion, pero Steph se resistia a arruinar la felicidad de su amiga. Encontraria una solucion a sus problemas, por mas que hasta el momento ninguna de las que habia buscado hubieran servido de nada. Pero seguiria intentandolo. Sobre todo porque el problema no la afectaba a ella exclusivamente. Contuvo un estremecimiento. -Claro que estoy bien, solo un poco sentimental al verte tan radiante. Pareces una princesa. -!Asi es como me siento! -dijo Emma. Steph la abrazo. -Te lo mereces, Em. -No es cuestion de que me lo merezca... -Emma dio un paso atras como si fuera a anadir algo, pero Steph la detuvo. -Vamos, Em, tenemos que salir. Emma se sobresalto al ver la hora y se volvio precipitadamente hacia la puerta. Steph le recoloco el velo y la siguio al escenario perfecto para una boda: el jardin de la villa con el espectacular azul turquesa del mar al fondo. Pero lo que convertia aquel dia en verdaderamente especial era ver a su amiga casandose con el hombre al que amaba. Sin embargo, mas tarde, mientras saludaba a los demas invitados, no conseguia concentrarse en el presente. Y no por culpa de sus preocupaciones, sino por una incomoda y vibrante energia procedente de el incluso mientras charlaba con cada una de las mujeres presentes de menos de cuarenta anos. Steph habria podido identificar su recorrido porque dejaba a su espalda un rastro de mujeres fascinadas. Ese no seria su caso, porque el hombre que destacaba por encima de los demas por su altura y hombros era Damen Nicolaides, una serpiente. El hombre que le habia hecho actuar como una idiota. Pero lo que mas la irritaba era las facilidades que le habia dado. Era impulsiva, pero no confiaba facilmente en los hombres. Por eso mismo no https://www.facebook.com/novelasgratis 8 podia entender por que habia olvidado toda cautela cuando Damen Nicolaides habia acudido a ella. Quiza porque habia cometido el error de creer que Damen era diferente. Que era leal y carinoso, y lo era, aunque solo con aquellos que pertenecian a su circulo intimo. Fuera de ese circulo, actuaba con una calculadora y retorcida crueldad.

  • Una reina al poder (Los Medici 3) de Matteo Strukul

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    Tercera entrega de la saga historica que recrea la historia de la familia mas poderosa del Renacimiento.

  • Tienteme, su Gracia (Liga de Caballeros Incasables 1) de Tamara Gill

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    Fue desterrada de Inglaterra … y ella lo desterro de su corazon. A su regreso a Inglaterra tras la muerte de su padre, la senorita Ava Knight se convierte en propietaria de una de las propiedades de caballos de carreras mas grandes del pais. Solo hay un problema: el futuro de la finca requiere un programa de cria solido con los servicios de un semental llamado Titan. Es una pena que el caballo sea propiedad de un hombre al que juro no volver a ver nunca mas. El duque de Whitstone, Tate Wells, estaba desconsolado cuando Ava lo abandono la noche de su fuga, y juro no volver a ver a Ava nunca mas. A pesar de la falta de voluntad de Tate para perdonar a Ava, ella acude en su ayuda durante un incendio deliberadamente encendido en su propiedad. Alguien esta decidido a destruirlos. Ahora, los dos se ven obligados a trabajar juntos para garantizar la seguridad de sus caballos y sus hogares. ?Sus sentimientos anteriores del uno por el otro reavivaran su amor, o sus sentimientos se estancaran en el punto de partida? L PROLOGO Knight Stables, Berkshire 1816. a senorita Avelina Knight, Ava para los cercanos, apreto la cincha de su montura y comprobo que la silla no resbalara mientras se subia a un estribo. Con una sola vela encendida en el candelabro de la pared de los establos, trabajo tan rapido y silenciosamente como pudo con la esperanza de que los mozos de establo que dormian en los lofts de arriba no se despertaran. Encantada de que la silla aguantara y de que su montura estuviera bien sujetada antes de su partida, saco a Manny de los establos lo mas silenciosamente posible, encogiendose cuando los pies calzados del caballo hacian un sonido de clip a cada paso. Ava apago la vela al pasar junto a ella y, cogiendo su pequena bolsa, la tiro sobre el cuello de su caballo antes de subirse a la silla. Se sento alli un minuto, escuchando cualquier ruido, o la posibilidad de que alguien estuviera mirando. Feliz que todo quedo tranquilo, dio un codazo a su montura y se dirigio a la puerta oriental. Todavia habia tiempo y no necesitaba apresurarse, ahora que estaba en camino. Tate habia dicho que la encontraria en su arbol favorito a las tres de la manana, y eran solo las dos y media. Empujo a Manny al galope, abriendose camino a traves de varios patios de caballos que rodeaban su casa y mas alla del galope que su padre usaba para entrenar sus caballos de carreras. O lo que una vez fue su hogar. A partir de esta noche, su vida finalmente comenzaria. Con Tate, viajaria por el mundo, haria el amor bajo las estrellas si asi lo desearan, y no tendria que ser esclava de los caprichos de sus familias o de la sociedad y sus restricciones. Tate y ella encontrarian una nueva vida. Un nuevo comienzo. Solo ellos dos hasta que expandieran su familia para agregar ninos en unos pocos anos. El placer calento su corazon ante el pensamiento, y no pudo detener la suave risa de placer que se le escapo. Con el tiempo, Ava esperaba que su padre la perdonara, y tal vez cuando regresaran, felizmente casados y con hijos incluso, su padre estaria complacido. La figura sombria de un hombre estaba debajo del arbol. Sin embargo, por la postura y la circunferencia del caballero, no se parecia a Tate. La frialdad se apodero de su piel y entrecerro los ojos, tratando de distinguir quien la estaba esperando. Con el estomago hecho un nudo, empujo a su caballo hacia adelante sin estar segura de lo que significaba este nuevo desarrollo. Ava miro a su alrededor, pero no vio a nadie mas. Con un par de pasos mas, jadeo cuando finalmente distinguio la forma fantasmal. Su padre. Su corazon latia con fuerza. ?Como era que el estaba aqui y no Tate? Habian sido tan cuidadosos, tan discretos. Pues, ni siquiera habian circulado dentro de la misma esfera social para ser escuchados susurrando o planificando. Con Tate siendo el heredero de su padre, el duque de Whitstone y Ava solo la hija de un criador de caballos de carreras notable, sus vidas no podrian ser mas diferentes. Ava monto su caballo hasta el arbol. Vio poco sentido en volverse atras. Se detuvo ante su padre y lo miro a los ojos, tanto como pudo distinguir bajo la noche iluminada por la luna. "Ava, baja, deseo hablar contigo." Su tono no era enojado, sino cauteloso, y la boca de su estomago se estremecio ante la idea de que algo terrible le habia sucedido a Tate. ?Habia sido herido? ?Por que no estaba el aqui para encontrarla? Ella salto, caminando hacia el, su montura siguiendole los talones. “Papa, ?que estas haciendo aqui?” pregunto, necesitando saber y sabiendo que no tenia mucho sentido ignorar el hecho de que el la habia descubierto. Dejo caer las riendas de su caballo y su montura se agacho para mordisquear la hierba. El rostro de su padre adopto un tono severo. "El marques de Cleremore no se reunira contigo aqui, Ava. Recibi una nota anoche notificandome que, mientras hablamos, su senoria ha sido enviado a Londres para tomar el primer barco con destino a Nueva York. Por lo que afirma su padre, el duque de Whitstone, esta fue la decision del marques. Tate le confio a su padre la situacion en la que se habia encontrado contigo y que no sabia como librarse de tener que casarse con una mujer que no era su igual”. Ava miro fijamente a su padre, incapaz de comprender lo que estaba diciendo. El vacio se abrio en su pecho y se abrocho el chal como para detener su avance. ?Tate la habia dejado? No eso no podria ser cierto. “Pero eso no tiene ningun sentido, papa. Tate me ama. El mismo me lo dijo en este mismo lugar”. Seguramente ella no podria haberse equivocado acerca de su afecto. La gente no declara tales emociones a menos que sean verdaderas. Ella ciertamente no lo habia hecho. Amaba a Tate. Ava penso en todas las veces que se habia tomado libertades con ella, besandola, tocandola, pasando copiosas cantidades de tiempo con ella y todo habia sido sin sentido para el. Ella habia sido una mera distraccion, un juguete para un hombre de su estatura. Su estomago se revolvio ante la idea y tropezo con el arbol, agarrandolo como apoyo. “No. No lo creo. Tate no me haria eso. Me ama como yo lo amo a el y nos vamos a casar”. Ava miro al suelo por un momento, su mente dando vueltas antes de volverse hacia su padre. "Necesito verlo. Necesita decirme esto en mi cara”. "Lord Cleremore ya se ha ido a la ciudad. Y por la manana, estara en un barco a Estados Unidos”. Su padre suspiro, se acerco a ella y le tomo la mano. "Pense que tu apego a el era una locura pasajera. Su senoria nunca fue para ti, querida. Entrenamos y criamos caballos de carreras y, en Inglaterra, la gente como nosotros no se casa con futuros duques”. Ava miro fijamente a su padre, sin creer que esto estuviera pasando. Habia pensado que esta noche seria el comienzo de una eternidad, pero ahora era el comienzo del fin. Le ardian los ojos y era incapaz de mantener la compostura. “Pero lo amo”, susurro, con la voz quebrada. Su padre, un hombre orgulloso pero humilde de origenes aun mas humildes, enderezo la espalda. “Se que piensas que lo haces, pero no es amor. Eres joven, demasiado joven para desperdiciar tu vida con un chico que quiere entretenerse contigo y luego casarse con otra mujer titulada y bien relacionada”. “No estoy arruinada ni tocada, padre. Por favor, no hables de esa manera”. No queria imaginar que Tate pudiera tratarla con tan poco respeto, pero valia la pena pensar en lo que dijo su padre. Las ultimas semanas con Tate habian dejado muy poco espacio aparte de planear. ?Habrian pensado de manera diferente, habria actuado Tate de manera diferente si hubiera sido mayor, mas maduro? Si su partida mostraba algo, era sin duda que lo que decia su padre era cierto. Se habia arrepentido de su eleccion y se habia ido en lugar de enfrentarse a ella. Dejarla caer como deberia hacer un caballero, no habia sido su decision. Mostraba lo poco que pensaba en ella y el amor que ella le habia declarado tan ardientemente. Se golpeo las mejillas, queriendo gritar en la noche ante la injusticia de todo. “Lo siento”, dijo, mirando sus medias botas y sin poder encontrar su mirada. ?Como pudo haberme hecho esto? Ella nunca lo perdonaria. El suspiro. “Hay una cosa mas, querida.” !Mas! !Que mas podria haber que decir! “?Que, papa?” pregunto, el miedo se formo como un nudo en su estomago ante el semblante ceniciento de su padre. Ella habia visto una mirada similar en el cuando habia venido a contarle sobre el fallecimiento de su madre y era un rostro que nunca habia querido volver a ver. Ava se agarro con mas fuerza al arbol. "Te envio a terminar la escuela en Francia. Te inscribi en Madame. Escuela de refinacion para ninas de Dufour. Esta ubicada en el sur de Francia. Viene muy recomendada y te ayudara a prepararte para lo que vendra en tu vida; es decir, dirigir Knight Stables, reemplazandome cuando llegue el momento”. !Terminar la escuela! "!Me vas a enviar a Francia! Pero Papa, no necesito terminar la escuela. Sabes que ya soy mas que capaz de hacerme cargo de la gestion de los establos. Y conozco mis modales, como actuar tanto en la sociedad de clase alta como en la de clase baja. Por favor, no me envies. No sobrevivire sin ti y nuestros caballos. No me quites eso tambien”. No cuando ya he perdido la felicidad de la que estaba tan segura. La hizo callar y la estrecho entre sus brazos. Ava lo empujo lejos, caminando delante de el. Su padre le tendio la mano, tratando de tranquilizarla. “Me lo agradeceras algun dia. Creeme cuando te digo que esto es bueno para ti y no me movere en mi decision. Nos vamos a Dover manana y yo mismo te acompanare para asegurar tu llegada segura”.

  • Desconocidos en un anden, Noa Pascual de Noa Pascual

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  • El amor mas grande de Olga Watkins

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    Este es el fascinante y dramatico testimonio del viaje de Olga, una joven que no dudo en llegar hasta el mismisimo corazon del Tercer Reich para buscar al hombre que amaba.

  • Todo mi otono 1 de Victoria Vilchez

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    Sean Donaldson tiene un gemelo que no podria ser mas diferente a el, una vida en la que no faltan chicas y su puesto como titular en el equipo de futbol de la universidad de California. Mucha diversion y pocas complicaciones. Hasta que una desconocida se cuela en su piso y se atrinchera en su dormitorio huyendo de quien sabe que.
    Desde ese momento, la chica aparece y desaparece a su antojo, metiendole en un lio diferente cada vez que se presenta por sorpresa.
    Poco a poco, sin que apenas se de cuenta de ello, la curiosidad por descubrir quien es y por que se muestra tan esquiva despertara otra clase de sentimientos en el, y Sean tendra que decidir si, ademas de dejar que se cuele en su apartamento, permitira que lo haga en su corazon.

  • Deirdre (Las feas tambien los enamoran 2) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • El mundo (Novelas 2) de Carmen Boullosa

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  • La tercera planta de Patricia Moreno Raya

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    Cuando la autora del libro que te dispones a leer me encargo encabezar su relato, aparte de sentirme muy halagado, note que tendria que enfrentarme a algo desconocido: mi primer prologo. En realidad, casi tan desconocido como lo es para mi la persona que firma esta novela. O incluso tan desconocido como lo soy yo para ella. Y es que, el hecho de que jamas haya visto (creeme, es asi) a la inventora de esta historia y no sepa de ella mas que lo primordial, puede parecerte algo insignificante, irrelevante, pero espera, tiene su enjundia. Empece (y tu lo estas haciendo ahora) a leer un relato con ojos virgenes, sin tener demasiado claro que esperar de el, sin ni tan siquiera saber si me engancharia. Un reto, sin duda. Como lo fue, seguro, para la creadora del universo que te atrapara en las paginas consiguientes. Aunque la historia cuenta con unos escenarios cuidadosamente descritos, unos personajes confeccionados al detalle y un hilo conductor perfectamente tramado, tal vez lo que mas me haya impresionado sean las reflexiones intrinsecas en cada capitulo, ademas de los inesperados y a veces curiosos giros de guion. Espera, amigo lector. No adelantemos acontecimientos. ?No te estare contando demasiado? Seguro que no seria del agrado de alguien que estas a punto de conocer. Dejame que te avance, eso si, que estas a punto de adentrarte en una trama tan especial y elastica que bien podria convertirse en un caso de rabiosa actualidad o servir como argumento para una de esas viejas dramatizaciones radiofonicas. Una novela romantica, con tintes de traicion, con el casi siempre inevitable aderezo de los celos y servida con toques de una inusitada realidad. Lista para ser degustada como si se tratase de un dulce tiramisu banado con un cafe demasiado amargo. Como la vida misma, ?no? Llegados a este punto, ?no te apetece enfrentar un nuevo reto? ?Jugar a ponerte en la piel de los personajes? Pensar: "Yo tengo un amigo que se parece a… O que haria las veces de…". !Adelante! Si lo disfrutas una decima parte de lo que yo lo hice, te aseguro sin miedo a equivocarme que habra valido la pena. A Cesar Requesens Ahora que somos amigos y que hemos llegado a este punto, espero que te logres librar de este vago. Si no hay ninguna manera de hacerlo, matalo. Personalmente me agradaria que lo hicieras; es mas, te admiraria enormemente. Y si llegaras a necesitar ayuda, puedes contar conmigo. herMann hesse, Demian 27 de Mayo de 2016 Eran las dos de la tarde y el sol de Malaga calentaba mis manos sudorosas a la espera de utilizarlas para acabar con su vida. Habia llegado el momento. Los companeros de Victor comenzaron a salir de la Facultad de Medicina tras asistir a la primera sesion del curso de Nutricion en Pediatria. El saldria el ultimo como siempre; su parsimonia y perfeccionamiento en recoger sus apuntes, boligrafos y demas enseres le hacian ir con el tiempo justo. Atraveso la puerta diez minutos mas tarde. Con la garganta aspera y el corazon desbocado, me sentia incapaz de realizar mi trabajo. Le observe sabiendo que seria la ultima vez. Sus ojos almendrados enmarcados por unas cejas perfectas y su barba descuidada, pero estudiada hasta el ultimo milimetro, lo convertian en el hombre mas atractivo que jamas he conocido. El amor que siento por el me paralizo los pies y crei por un segundo que no podria hacerlo. Indecisa, introduje la mano en el bolso y acaricie suavemente la pistola que el mismo me habia regalado semanas atras… 1 Claudia observaba distraida como el camarero del bar de siempre tecleaba a toda prisa algo que probablemente podria esperar. El local, con las mesas llenas a cualquier hora del dia, causaba la sensacion de estar en la ciudad con mas movimiento del pais. Claudia analizaba la expresion de la cara del chico sentado en la mesa contigua: sostenia un libro, pero tenia la mirada perdida, probablemente buceaba entre sus miedos y olvidos, ya que sus ojos reflejaban arrepentimiento y frustracion. Mientras tanto, Helena, su mejor amiga, le hablaba acerca de los despidos que iban a producirse en su trabajo en las proximas semanas. --?Me estas escuchando? --Si, perdona. Estoy un poco distraida. ?Entonces van a echar al auxiliar? --!No! ?Ves como no me estas escuchando? Van a redu- cirle la jornada, pero hay rumores de que uno de los adjun- tos vamos a la calle. --Bueno, no te preocupes, no seras tu --respondio Claudia de mala gana. Estaba cansada de sus historias de siempre, las discusiones con sus companeros, el miedo a sus jefas y su desanimo de cada dia de ir a la farmacia. Habia perdido la ilusion por aquel trabajo por el que un dia sintio vocacion, pero que ahora le asqueaba y la hacia infeliz. Helena siguio hablando durante una hora mas y Claudia, ensimismada en sus pensamientos, dejo que el tiempo pasara. Acabaron el cafe y se despidieron con un beso en la mejilla, prometiendo verse de nuevo la tarde siguiente. Helena observo a su amiga marcharse. Envidiaba como el tiempo no pasaba por ella y las atentas miradas de los hombres a su paso. Envidiaba tambien la seguridad en si misma, su independencia. Una larga melena, de tirabuzones pelirrojos, caia por su espalda de una forma tan natural que tambien atraia la mirada de las mujeres. Cuando perdio de vista a Claudia, se dio media vuelta rumbo a casa con Victor, su marido. Claudia, ajena a las miradas, continuaba su camino. Paso junto a su antigua Facultad de Derecho y sintio nostalgia de aquellos anos en los que lo mas importante eran sus amigos, Helena y Victor, y en los que no era consciente de la velocidad del mundo. A pesar de aquellos dias que paso estudiando leyes y decretos, no se dedicaba a ninguna rama del derecho. Colaboraba en una revista semanal del diario regional de Granada para enmascarar su verdadera ocupacion. Habia heredado de su padre la serenidad, la sangre fria y la falta de empatia. Habia heredado tambien la fuerza y la pasion por lograr los objetivos impuestos. Desde hacia varios anos, especialmente desde que su padre faltaba, vendia la vida de otras personas. Aceptaba encargos en los que ella era la responsable de la ejecucion de una muerte deseada. Claudia vivia en el numero 9 de la calle Salamanca, un pasaje peatonal junto a plaza Bibarambla, estrecho y con poca luz, pero con mucha vida debido al elevado numero de granadinos y turistas que paseaban por sus adoquines, en un edificio que compro su padre y en el que ahora estaba sola. Tres plantas de las que apenas ocupaba la primera, y en la que tenia un pequeno despacho donde en ocasiones trabajaba. Viajaba con frecuencia por Espana, tanto por negocios como por placer. La ultima vez que tuvo un encargo como sicario fue en Madrid. Hacia ya tres meses de aquello y el dinero ahorrado empezaba a escasear. Desde entonces su telefono no sonaba. Cuando llego a casa se descalzo, encendio el ordenador y leyo las ultimas paginas de aquel cuaderno digital en el que relataba con detenimiento sus trabajos.

  • Indestructible de Rosa Alcantara Menendez

    https://gigalibros.com/indestructible.html

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  • Dime la verdad de Tess Gerritsen

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    Dos homicidios sin aparente relacion tienen mas en comun que el simple hecho de que los investiguen la inspectora de Boston Jane Rizzoli y la forense Maura Isles. En ambos casos, los cadaveres presentan heridas espantosas, pero se desconoce la causa real de la muerte. Un doble desafio que se presenta en un momento inoportuno para ambas. Mientras Jane se esfuerza por salvar a su madre de un matrimonio fracasado que amenaza con enterrarla, Maura se enfrenta a la muerte inminente de la suya, la infame asesina en serie Amalthea Lank. Esta, aun siendo victima de un cancer terminal, todavia disfruta manipulando a su hija y le facilita una pista criptica sobre los dos extranos asesinatos que Maura y Jane intentan resolver.

  • El sonido de tu mirada de Inma Cerezo

    https://gigalibros.com/el-sonido-de-tu-mirada.html

    Nathan, una vez superados sus errores del pasado, ha dejado atras lo que es mas importante para el: Los Angeles, su familia, sus amigos y su grupo de rock. Se refugia en la universidad, y lo unico que le llena es seguir componiendo canciones.
    Leah esta a punto de empezar la facultad, y cree que esta nueva etapa, en otra ciudad, con nuevas amigas y junto a sus hermanos, sera emocionante..., pero estos ultimos no tienen pensado perderla de vista, sobre todo si ven algun roquero tatuado revoloteando a su alrededor...
    Ambos se encuentran en un presente plagado de desconfianza y ante un futuro que parece negarse a darles la oportunidad de estar juntos, pero... ?y si el destino tuviera otros planes?

  • La reina del escoces de Penelope Sky

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    No se que me hizo cambiar de parecer, pero algo lo hizo; no quise poner a London en manos de Bones.

  • Conversaciones con mi enano de jardin de Jean-paul Didierlaurent

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  • Jugar con Fuego de Henning Mankell

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    Sofia estaba sentada junto al fuego. Ahora las llamas la amenazaban. No eran calidas y agradables, y ella sabia por que. En la oscuridad, tumbada sobre una manta, se encontraba Rosa, su hermana mayor, que estaba enferma. De todos los hermanos, Rosa era a quien ella queria mas. Rosa tenia diecisiete anos, tres mas que Sofia. con ella podia hablar de todo y reian a menudo. Rosa podia contar cosas que a Sofia todavia no le habian pasado. En especial cuando tenian que ver con aquello que llamaban amor. Y Sofia escuchaba y guardaba en la memoria todo lo que Rosa le decia. Sofia miro las llamas e intento comprender que le ocurria a Rosa. Todo el mundo se ponia enfermo de vez en cuando. Pero esta vez parecia que las llamas trataban de contarle algo. Y Sofia sintio miedo...

  • La nina que miraba los trenes partir de Ruperto Long

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  • Furia, Jonathan Kellerman de Jonathan Kellerman

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  • Pasion de Brane Mozetic

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    Con una prosa afilada como una cuchilla de afeitar, ‘Pasion’ es una obra tierna y desesperanzada que nos descubre a una de las voces mas reputadas de la literatura eslovena actual. La dominacion y el sexo son el eje de un conjunto de relatos que traza una radiografia descarnada de la homosexualidad masculina donde la belleza y la crueldad conviven en equilibrio.

  • Calor helado (Serie Castle 4) de Richard Castle

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  • La Broma (Hanne Wilhelmsen 5) de Anne Holt

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    Hanne Wilhelmsen nacio en 1960. O una fecha cercana. Resulta bastante dificil saber algo con certeza acerca de la discapacitada de mediana edad que vive ahora en la lujosa zona oeste de Oslo, en un exilio interior autoimpuesto. Cuando el lector conocio a Hanne Wilhelmsen, a principios de los anos noventa, era una atractiva mujer de treinta y tantos que, a pesar de sus reticencias, gozaba de cierta popularidad entre sus colegas. Sus notables habilidades deductivas y su intuicion, asi como su elegante capacidad para forzar al maximo las normas y reglas sin infringirlas, hicieron de ella la mujer policia mas respetada y admirada del cuerpo de policia de Oslo. La investigadora huye de la ciudad. Escapa de la pena y el dolor, y se ve obligada a enfrentarse a la persona solitaria que es en realidad. Viaja a Italia, donde se aloja en un monasterio de ambiente espartano y contemplativo donde permanece varios meses. Nadie en Noruega conoce su paradero ni tiene noticias suyas. Esta es la historia crucial de Hanne Wilhelmsen, en la que se despliega una conspiracion espectacular. Todo comienza con un brutal asesinato en la residencia de un importante abogado. Wilhelmsen se involucra en la investigacion, que la llevara a un siniestro circulo pedofilo. Al mismo tiempo, su vida personal se vera salvajemente alterada cuando su companera de toda la vida, Cecilie, afronte la muerte... Esta quinta entrega de <> es la novela mas compleja de la serie, en la que se despliega una de las conspiraciones mas espectaculares.

  • El cuaderno de las flores de Kayte Nunn

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    Dos mujeres aventureras, un viaje y la busqueda de una flor que puede dar y quitar la vida

  • Como llegue a conocer a los peces de Ota Pavel

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    Lo mejor para cualquier pescador es empezar con los peces siendo aun crio. Que lo inicie en los misterios de la pesca su padre, su tio o un balsero. En nuestro caso fue el balsero Karel Prosek, de la aldea de Luh, en la municipalidad de Branov, que con el tiempo se convirtio en nuestro tio. Fue el quien enseno a pescar no solo a mis hermanos Hugo y Jirka y a mi, sino tambien a nuestro astuto padre. El tio Prosek seguramente nacio en el rio Berounka como genio de las aguas y llego a Luh con una crecida. Tenia un hermoso mostacho, como el de un dragon, una voz sonora y una buena planta. Era capaz de cualquier cosa: arar y sembrar, ordenar las vacas, cocinar patatas revueltas, encontrar setas fuera de temporada, barquear durante una crecida, trenzar cestos, cazar corzos, rescatar a gente y a animales transidos de frio, romperle los morros a los idiotas, reir. Durante las crecidas barqueo un par de veces a la comadrona Flybertova con su indispensable maletin. Y tambien sabia de peces. Los ensartaba desde la barca en las noches de luna con un tridente llamado <>, interponia nasas en su camino, echaba el palangre y, en publico, los pescaba con cana, como un senorito. Todo esto sucedia aun en tiempos del Imperio Austrohungaro, cuando en el castillo de Krivoklat todavia senoreaba el principe Max Egon Furstenberg, comiendo gulash al estilo del cazador y sorbiendo cerveza de Rakovnik. A Prosek, puesto que era el mejor pescador de la region, le estaba permitido capturar presas con cualquiera de las artes posibles a lo largo de todo el rio. Tan solo debia llevar a palacio las anguilas, con su carne semejante a las flores de loto. Disponia para ellas de un morral que su esposa Karolina le habia tejido de canamazo. Las transportaba vivas por la orilla del Berounka hasta el castillo. Sus puertas se abrian solas ante el, como ante un paladin. Vertia las anguilas en una tina de madera embreada llena de agua y de cuando en cuando recibia una pieza de oro con la imagen del emperador. La pieza entera se asemejaba al sol. Despues de que el principe se marchara en carruaje tras cuatro colinas lejanas y tras cuatro rios lejanos, prohibieron a Prosek capturar presas con cualquiera de las artes posibles, asegurandole que le bastaba con una sola, a saber: la cana. Prosek tenia una cana de bambu larga, ambarina. Un rebenque sin carrete. Avanzaba a contracorriente para que los peces no lo advirtieran, chasqueando de cuando en cuando el rebenque y sus bigotes de dragon, razon por la que a esa arte se la denominaba <>. [1] Por aquella epoca llegamos nosotros en nuestro vehiculo: nuestro padre Leo, nuestra madre Herma, mis hermanos Hugo y Jiri y yo. Esta era toda nuestra familia. Atisbamos a Prosek desde los chopos de la orilla opuesta del rio. Se movia por las resbaladizas rocas como una nutria pescadora. La veleta de la cana volaba con precision hasta los lugares senalados. ?Y los peces? Era como si saltaran fuera del agua por si mismos. Plateados bagres con el rojo timon de la aleta en el trasero y elegantes comizas con bigote. Panzudos cachuelos de los remansos y leuciscos de los torrentes. Se deslizaban hacia el interior de la red: se acabo la libertad, habia llegado su amo y senor, el rey de los furtivos. Mi padre exclamo entusiasta: --!Herma! !Menudo concierto! !Como Kubelik! [2] Y, de golpe, crecieron como setas en mi cabeza, a lo largo de toda la orilla, filas de butacas en las que se aposentaban caballeros con bombachos ingleses a cuadros y damas vestidas con crinolinas rosas, suspirando y aplaudiendo con cada pez: --Messieurs, mesdames, esto es autentico arte. Prosek apreso en su red al ultimo de los peces, encendio un pitillo e hizo una reverencia. La platea desaparecio y el vadeo el rio, poco profundo, hasta mi padre. Se cayeron en gracia al instante, porque papa era tambien una buena pieza. Sabia partirle los morros a los idiotas igual de bien que Prosek. Y todo lo que no sabia se lo enseno Prosek. A papa le caia bien el patan de Prosek, ya que de toda la vida habia asegurado que los finolis no valian una mierda. Acordo con Prosek que iriamos con el de veraneo a la cabana del balsero, a ninguna otra parte. El lucio negro Tendria yo unos seis anos. Mis hermanos no me admitian demasiado en su compania. No era digno de ellos. Observaba sus diversiones desde la distancia. La mayor parte del tiempo lo unico que hacia era chuparme el dedo a orillas del rio Berounka. Lo que mas les gustaba a Hugo y Jirka era ir hasta un islote a atrapar con las manos peces ocultos entre las algas verdes. Hugo era apuesto y delicado. Jirka era un forzudo y un bribon dispuesto a medirse con quien se le pusiera delante. En el islote crecian unas largas algas verdes, fascinantes, parecidas a los cabellos del genio de las aguas del rio, Oskar. Los cabellos ondeaban en la corriente, como si yaciera ahogado en la arena dorada. De vez en cuando en las algas crecian florecillas, ya no recuerdo de que color, quiza de un blanco rosado, como las de las novias. Habia poca profundidad y en las algas pastaban, como en un prado, los copepodos y las cochinillas. Las comizas y el resto de los peces solian acudir a chapotear en busca de bichos, mascando como gorrinos. Era entonces cuando mis hermanos se metian en calzoncillos para, hundiendo las manos entre las algas, palpar a tientas hasta echar mano al frio cuerpo de un pez. El pez se quedaba pasmado, despues salia pitando, mi hermano reaccionaba y saltaba en su busca, erraba el blanco, salpicaba el agua, mi hermano chillaba. Como un rodeo. En una ocasion se toparon entre las algas con un pez gigantesco; al principio pensaron que era un tronco flotante. Se trataba, en cambio, de un lucio negro: se habia adentrado hasta alli tras los pececillos y no podia salir. Cuando arranco como un torpedo, el agua volo en todas direcciones. Hugo vociferaba: --!No te quedes ahi mirando y ven a ayudarnos! De golpe les parecia bueno. Pero no tenia ni la mas minima gana de meterme alli. Avance despacio entre las algas. El lucio giro, se dirigio hacia mi y se detuvo. Vi como boqueaba mientras me observaba con ojos despiadados, las fauces entreabiertas, llenas de dientes. Queria devorarme. Empece a alargar los brazos. Se puso en marcha. Salto. Salvo sin esfuerzo el tablazo y desaparecio en las profundidades. Jirka me dijo: --!Idiota! !Lo tenias al alcance de la mano! !No tenias mas que estrujarlo por el pescuezo! En realidad todos suspiramos aliviados de que se hubiera largado. Mis hermanos tampoco habrian intentado agarrarlo. Y esta anecdota fue una especie de predestinacion, como si aquel enorme lucio fuera nuestra parca. ?Pescaria alguno de nosotros alguna vez en su vida un pez grande de verdad? Tal vez no nos hubiera sido concedido, al no haber sido valientes entonces. Mi primer pez Prosek regresaba de la taberna Anamo algo achispado y canturreando cancioncillas castrenses. Conocia una infinidad de ellas, ya que durante la guerra habia librado mil batallas en Serbia. En el costado le quedo de recuerdo metralla sin extraer que, sin embargo, dejaba de fastidiarlo tan pronto como se echaba para el coleto un par de copazos. Al llegar a casa en la barca, le dio un beso en el hocico a nuestro pastor alsaciano, Holan, y se sento al pie de una fragante acacia. Yo estaba entonces en la balsadera: mis hermanos, de nuevo, me habian dejado atras; preferian llevar consigo a Dasa, la hija de Beda Peroutka, que pasaba de mi olimpicamente. Tio Prosek me miro con sus ojos verdes: --!Ven aca, mequetrefe! Arrastre de mala gana los pies hasta el; no es que me tuviera en gran estima. Al que mas queria era a Jirka, que era un granuja muy de su gusto. Yo era el menor, el nino de mama. Prosek, escudrinandome inquisitivo, se saco del bolsillo, mugriento, un pepinillo: --Toma. Sustitui el dedo de la boca por el pepinillo. Prosek me seguia observando. Despues saco una botella plana y me ordeno: --Pega un lingotazo. No quedaba ni gota en su interior, pero fingi la mayor de las felicidades. El inexistente alcohol nos amisto. Se puso en pie y me hizo senas para que lo siguiera hasta el granero. Saco una larga vara de avellano y dijo: --Te tallare una cana. La tengo preparada para ti hace ya tiempo. Saco del bolsillo un cuchillo afilado e hizo tris por aqui y tras por alla. Yo contemplaba sus manos callosas, a las que les faltaba un dedo que el mismo se habia sajado al cortar mimbre para los cestos. Contemplaba su rostro, crispado en una mueca por el dolor: de nuevo lo mortificaba la metralla en el costado, pero el alcohol para aliviarlo se le habia acabado. Termino la cana. Entonces yo aun no sabia que aquella seria mi mas preciada cana. Hoy lo se. Era la cana de mi infancia, a la que no se podrian equiparar productos posteriores de fabricacion americana o japonesa. Amarro a ella el sedal, del que prendio un canon de ganso y un anzuelo. Despues anadio: --Junto a la isla suele haber percas solitarias. Ve alli, mequetrefe, y despeinales las grenas. Yo te espero aqui. Se acocho en un ovillo y Holan le puso la cabeza en el regazo. Alcance la isla por la vereda. Era algo antes del mediodia, el sol arreciaba. Enganche una lombriz y eche la cana. No picaba nada, tan solo las azuladas libelulas se posaban en los nenufares y en algun lugar remoto del recodo se daban un banquete, mascando, los bagres. El canon blanquecino flotaba sobre la superficie, inmovil como un barco blanco en calma chicha. Para mis adentros, le ice las velas y ordene al capitan que navegara, que lo remolcara por la superficie un pez multicolor. Pero el canon ni se inmuto, a mi se me cerraban los ojos y, solamente de vez en cuando, entreabria uno de ellos para comprobar si mi barquichuela blanca ya habia zarpado. De repente la veleta se sacudio, generandose a su alrededor un circulo. Una y otra vez, como si fueran senales procedentes de las insondables profundidades de las aguas. Alguien jugueteaba y hacia travesuras con el barquito, como si arrancaran el motor tirando de la correa. De modo que no era un velero, sino una lancha motora blanca. Entonces la veleta comenzo a encabritarse, haciendo el pino, patas arriba, como un ganso medio zambullido en el agua. Para entonces ya me habia aferrado a la cana con las manos crispadas. Seguro que era una de esas percas con melena que habitaban aquellos andurriales en soledad. Entretanto la veleta hizo !chof! y se esfumo. Sin embargo, se podia ver, bajo la superficie, que habia tomado rumbo a los nenufares. Frene. La cana se arqueo y yo senti por primera vez en mi vida el delicioso tironeo del pez. Tras un tira y afloja por ambas partes, emergio una hirsuta bocaza: se trataba de una perca, grande como un gorro rojo a cuadros pero de color aceitunado y con franjas transversales oscuras. Alzaba sus aletas rojizas como estandartes en la batalla y, por su joroba, se parecia a un toro. En vez de ojos tenia monedas doradas y sobre su dorso se erguia una lanza erizada. Aquello no era un pez, era un dragon, un paladin armado hasta los dientes con plumaje rojo en el casco. La arrastre hasta la hierba y me tendi sobre ella para que no huyera. Ambos eramos dos chavales peleones. Luego, victorioso, lo lleve hasta la balsadera. Me habia pinchado con su lanza, por lo que del dedo me manaba un reguerillo de sangre. Se me ocurrio que a partir de aquel dia el tio Prosek me querria tanto como a Jirka. Prosek, sentado en una banqueta, bebia vermut de cabra, leche, para depurar el alcohol. Me elogio: --Eres un hacha. Desollo la perca y clavo la cabeza en el porton del granero. Para que todos vieran que en Luh junto a Branov habia nacido otro pescador. Cogi un taburete para ordenar y me sente bajo el trofeo durante dias. Cuando pasaba alguien por la balsadera, yo carraspeaba y moqueaba para que se fijaran en la perca. Coseche una buena dosis de gloria. Vino hasta Dasa, la hija de Beda Peroutka. Me dio un beso en la mejilla y declaro: --Eres un verdadero machote. Una noche, sin embargo, mi trofeo desaparecio sin saber como. Es posible que se lo zampara la gata Andelka. Pero es mas probable que lo quitara del porton mi amado tio Prosek, quien, hasta el gorro de mi pavoneo, volvia a aborrecerme.

  • Alfileres en el corazon de Erika Gael

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    --Disculpe, senorita, creo que me he equivocado de puerta. Despues de tres meses trabajando en el museo, Danielle necesitaba distracciones con urgencia, de las que habia anhelado cuando decidio cambiar su tedioso pueblo del sur por la alocada Nueva Orleans. Una distraccion como esa, por ejemplo. Clavo sus ordinarios ojos negros en el desconocido que se apoyaba en el quicio con indolencia. Le hizo una radiografia rapida. Pelo rubio, ojos azules, rostro anguloso, musculos por todas partes. Banda de cuero al cuello. Abrigo largo. Todo negro. Y --ooooohhh, siiii, ven con mama, bebe-- NewRocks[1] en los pies. Un autentico pura sangre de los que cabalgan por Decatur Street[2]. Le dedico su mejor sonrisa --su mas caliente sonrisa--. --Depende de que esperabas encontrar del otro lado. El desconocido le devolvio el gesto, ensenando una hilera de dientes perfectos. Habia que ser muy tonta para dejar escapar a un ejemplar del sexo contrario como ese. --Bueno, en realidad venia a hablar con Steph. Oh, claro, Steph. Todos venian a ver a Steph, pero no era algo que reprocharles. Melena rizada y cobriza, grandes ojos verdes, piernas de vertigo enroscadas como hiedras bajo la minifalda. --Steph no esta --aclaro con expresion compungida, casi de verdad--. Ha salido a tomarse un cafe. Y tarda mucho --anadio--. Mucho. Nunca he visto a nadie girar la cucharilla con tanta parsimonia. No te aconsejo que la esperes. El desconocido chasqueo la lengua. Parecia contrariado. --?Quieres que le deje tu recado? --se apresuro a ofrecerle--. Si rellenas este formulario con tu nombre, tus datos personales y tu numero de telefono, sabra quien ha venido y podra llamarte. Un suave aleteo de pestanas --cortas, si, pero tan utiles en casos de emergencia...-- acompano el movimiento de su muneca mientras le tendia un papel cualquiera, tal vez una hoja de reclamaciones, o incluso puede que fuera el ultimo recibo de la luz. Si es que los jefes tenian el valor de pagarle a la compania de electricidad por algo que no se consumia en el siniestro y oscuro Museo del Vudu. Unas cuantas letras y un par de tachones despues, el desconocido se largo por donde habia venido con una mueca suspicaz, y Danielle ondeo su tesoro para que se secara la tinta. Habia que ser redomadamente idiota para dejar escapar a un hombre como ese. Y ella no lo era. Corrio al establecimiento de la senora Laveau en cuanto termino su jornada laboral. Nueva Orleans bullia de excitacion, entre tiendas que aun no habian echado el cierre y bares que ya estaban abiertos. La senora Laveau no era la original senora Laveau --los malos espiritus la tengan con ella--. Era la amiga de la hija de una cunada de la antigua manceba que habia acompanado a la celebre Marie Laveau en sus comienzos como diosa del vudu. En Nueva Orleans todo el mundo lo sabia --en Nueva Orleans todo el mundo se conocia--, pero a pesar de eso le guardaban un gran respeto a la recientemente bautizada como senora Laveau junior. La senora Laveau junior --Dory, para los amigos--, la recibio con una sonrisa y los ojos entrecerrados. Cuando el carrillon sobre la puerta aun no habia dejado de sonar, ella ya se habia precipitado a la lugubre trastienda, desde donde regreso con un monton de cajas cubiertas de polvo. --Sabia que volverias --dijo en cajun[3], con su perfeccionada voz de hechicera popular--. ?Como se llama tu elegido? A Danielle no le hizo falta repasar la informacion escrita en la hoja. Ya se la sabia de memoria. --Kieran Reid. 1525 de Prytania Street. Telefono 504-50... Dory sacudio una mano ante los ojos de la joven, que guardo silencio. --Ya, ya, nina. Te dije que con el nombre seria suficiente. Danielle se encogio de hombros. --Por si las moscas. --?Y por que crees que el es el elegido para ti? --Dory balanceo una rama seca de solo ella sabia que especie vegetal a su alrededor. Romero, identifico cuando su ropa y su pelo quedaron impregnados del fuerte olor. --Es el hombre mas guapo que ha pasado por el museo desde que trabajo alli. Ademas, usted leyo en las cartas que mi hombre llevaria botas militares. La anciana enarco una ceja. --?Y? Mas de la mitad de los hombres de esta ciudad las lucen. --?Como que y? --Danielle se llevo un dedo a la sien--. !Este lleva NewRocks, por el amor de Dios! La senora Laveau se santiguo y corrio a esparcir unas cuantas semillas sobre la mesa tipo altar tras la que despachaba. Hizo varios paquetitos con ellas, que etiqueto con esmero y cerro con varias vueltas de cordel. Despues de sacar pequenas cajas de hierbas y anadirlas al pedido, cogio tres libros de una estanteria, agrego varios folletos, un minusculo bote de agua perfumada, tela de arpillera, varios saquitos de arena, un alfiletero y tres o cuatro amuletos con dientes y colmillos de animales. O eso prefirio pensar Danielle, que tamborileaba los dedos con impaciencia sobre el mantel del mostrador.

  • El silencio bajo el agua (Los Elementos 3) de Brittainy C. Cherry

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    “Siempre estare ahi para escuchar tu silencio.”

  • La fiesta prohibida de Charlotte Byrd

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    Yo no pertenezco aqui
    Camino contra mi voluntad. Pero tengo deudas que pagar.
    Llaman mi nombre. El foco esta encendido. Comienza la subasta.
    El Senor Black es el mejor postor.
    Es oscuro, rico y poderoso. Le gusta jugar juegos.
    La unica regla es que no hay reglas.
    Pero es solo una noche.
    ?Que es lo peor que puede pasar?

  • Mi tirano favorito de Olga Hermon

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    Llega una nueva historia de amor de Olga Hermon.

  • La daga del destino. Canada V de Mariah Evans

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    El mundo esta al borde de la extincion y solo una persona puede hacer frente a la amenaza que se cierne sobre la humanidad.
    Cinco eran los oraculos que permanecian ocultos sobre la faz de la Tierra. Ahora, solo queda con vida una de ellos, Cintya, pues el resto ha muerto a manos de los aliados de Mabus. Ella se esconde a fin de mantenerse con vida, conocedora de que Mabus y los vampiros la quieren muerta, al ser la unica que tiene informacion suficiente como para derrotarlos.
    Asi es como la division inicia una busqueda sin tregua y a contrarreloj para hallarla y ponerla a salvo, conscientes de que Cintya representa la ultima oportunidad para hacer frente a Mabus.
    Desde un principio, Scott se sentira atraido por Cintya, a la que apoda de forma carinosa “pelirroja”. Ella, no obstante, ademas de tener un don impresionante es tambien una mujer con una fortaleza sin igual, que sorprendera a toda la division.
    A partir de ese momento iniciaran un viaje “al lugar en la tierra mas cercano a Dios”, en busca de la unica arma capaz de destruir a la bestia, lugar que pondra a prueba la fortaleza de la division y donde sobrevivir sera la unica esperanza para proteger al mundo de la horrible oscuridad que lo amenaza.

  • Destino Italia de Adrianne Holt

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    Hanna MacCain era muy joven cuando el mundo le abrio un universo de oportunidades. Acababa de cumplir 22 anos y habia terminado la carrera con el promedio mas alto de su generacion. Quienes la conocian sabian que tenia un increible talento creativo y le auguraban un futuro prometedor en el mundo del diseno. Andrew Sabato, su novio, estaba consciente de ello y no titubeo al pedirle que trabajara a su lado en una de las agencias de diseno mas reconocidas del pais; con un excelente salario y una extraordinaria vista del distrito financiero de Manhattan desde su oficina su vida era poco mas que perfecta. Seis meses despues… Hanna entro a la pasteleria corriendo, pasaban de las 9 y tenia que entregar un encargo. Puso su bolsa sobe el perchero y se coloco la filipina, ato su cabello y entro a la cocina. Saco del refrigerador una charola con galletas y encendio el horno de conveccion. Mientras este se calentaba, tomo su celular para ver la hora, su protector de pantalla aun tenia una foto de ella con Andrew. Penso en lo mucho que habian cambiado las cosas cuando el asumio la direccion de la agencia y le propuso matrimonio. Guardo el telefono y metio la charola de galletas dentro del horno para despues recargarse en la pared y cerrar los ojos, necesitaba escapar de todo lo que la agobiaba. Hanna aprendia con facilidad cualquier cosa asi que no se le dificulto en nada incursionar en el mundo de la gastronomia cuando llego el momento de buscar un plan B. Sin embargo, su trabajo en la pasteleria pasaba desapercibido para la duena de Sweet's, quien poco o nada, reconocia el talento de Hanna a pesar de que las ventas se habian incrementado desde que ella entro a trabajar ahi. Se acerco a la mesa de trabajo y extendio el fondant, corto un par de petalos y empezo a armar las flores que irian por encima del pastel. Su trabajo no le desagradaba del todo, tenia la oportunidad de explotar su creatividad cuando decoraba las tartas, cada pieza que armaba tenia una profunda dedicacion y perfeccion. La campana de la puerta principal sono anunciando la llegada de un cliente. Se limpio las manos con un pano y se quito la filipina dirigiendose al mostrador. Esbozo una calida sonrisa dandole la bienvenida a su cliente, quien se mostro grosera y poco cordial al verla. --?El pastel de la senora Monic? Hanna sabia que del trato que diera a las personas dependia su trabajo, necesitaba el dinero, asi que no podia arriesgarse a que la corrieran o a perder un cliente. --Claro, esta listo --respondio sonriendo y se acerco al refrigerador. Saco el pastel y lo coloco cuidadosamente dentro de una caja a la cual le enredo un par de listones de colores y un par de flores secas. Hanna tenia un rostro angelical, emanaba confianza, incluso al borde de perder la cordura parecia amable, quizas en parte se debia a su extravagante forma de vestir, siempre colorida, o a los brillantes adornos que usaba en el cabello, llenos de piedras o listones, mismos que ella disenaba. --?Cuanto pago mi hija por eso? --pregunto la mujer usando un tono despectivo. --?Me permite su recibo? Por favor. --Esta frente a ti --respondio cortante y se aparto del mostrador dando de vueltas por la pasteleria. Hanna tomo el recibo e ingreso el folio en la computadora. --500 dolares --respondio gentil, no podia permitirse perder los estribos con los clientes, su trabajo pendia de un hilo y necesitaba el dinero para cubrir sus gastos en lo que encontraba algo mejor. --Mi hija esta loca. Si me hubiera preguntado le habria dicho que gastara el dinero en otra cosa. Hanna volvio a sonreir y se mantuvo callada mientras enredaba el pastel. --Le agradezco su compra. --!Que locura! Espero valga la pena. --Le aseguro senora que no se llevara una desagradable sorpresa. Todos nuestros ingredientes son de la mas alta calidad y desde luego el sabor es incomparable. --!Como digas! --respondio incredula. La mujer tomo la caja y salio del lugar ante la atonita mirada de la joven quien se disponia a volver a la cocina justo en el momento en que su celular sono. Lo saco rapidamente de una de las bolsas de sus jeans y antes de que pudiera emitir una palabra escucho su nombre. --!Hanna! --Hola Darcy, ?sucede algo? Estoy trabajando --respondio casi murmurando. --Perfecto estoy a media cuadra de la pasteleria, te vere en un minuto -- dijo y colgo. Hanna aprovecho para acomodar unos cupcakes en el mostrador mientras esperaba a su amiga. Cualquier cosa que la ayudara a distraerse era bienvenida, aun no superaba el asunto de Andrew, en especial porque no dejaba de reprocharse todo lo que habia perdido cuando lo dejo. Toda esa vida perfecta que parecia tener de pronto se transformo en caos. Minutos despues, Darcy entro a la pasteleria con su cabello alborotado, se quito la panoleta que enredaba su cuello y corrio al mostrador completamente agitada sin decir una palabra. --?Que sucede? Me estas poniendo nerviosa. --!Nada! Queria saludarte, ver si estabas bien --dijo tomando un cupcake de la charola--. ?Como te has tomado las cosas? --?Que cosas? --pregunto extranada. Le quito el capacillo y le dio una gran mordida, se deleito con el exquisito sabor del red velvet mientras Hanna la observaba intrigada. --!Cada vez te quedan mas ricos! Deberias abrir tu propia pasteleria y dejar de malgastar tu talento en esta tienda. --Ya tengo un negocio, ?lo olvidas? --dijo senalando su diadema--. ?Me diras que te pasa? --Nada, queria saludarte ya te lo dije. --Vamos Darcy, se perfectamente que esa no era tu intencion, no te tomarias la molestia de venir hasta aca solo para ver si estoy bien, pudiste solo llamarme. --Somos amigas, ?por que no? Ademas necesitaba uno de tus pasteles, tuve un dia pesado. !Hey! No vas a creer lo que paso --anadio nerviosa--, ?recuerdas ese tour por Italia que mis padres ganaron en el club? --Si. --Resulta que no podran hacerlo y no pueden venderlo, una clausula extrana del concurso, como sea, me dieron los boletos a mi --sonrio emocionada. --Todo ese asunto del sorteo suena tan extrano. --Lo se, pero a quien le importa, lo verdaderamente interesante es que nos iremos a Italia. --!Que! --exclamo anonadada. --Eres mi mejor amiga, a quien mas se supone que deberia llevar. Ademas son solo 8 dias ya sabes, Venecia, Roma, terminando en Sicilia -- dijo sujetando con una mano el pastelillo mientras buscaba los boletos del avion con la otra dentro de la enorme bolsa de gabardina que llevaba. --Si quieres te detengo el… --hizo una sena hacia la mano donde sostenia el cupcake. --!Lo tengo! --respondio agitada sacando la mano de la bolsa y metiendola a su pantalon--. Olvide que te acaba de llamar, ni siquiera tuve tiempo de guardarlos, estoy tan emocionada. Me los dieron hoy, aunque la noticia la recibi hace una semana. --?Por que no me lo dijiste? --Porque no queria darte tiempo de inventar una excusa para no ir conmigo --reprocho y los coloco sobre el mostrador--. Nos iremos pasado manana, lo tengo todo planeado, sera el viaje perfecto como cuando estabamos en la universidad. Hanna palidecio por una fraccion de segundos, pero se recupero de inmediato y continuo acomodando los cupcakes en el exhibidor. --No puedo ir, tengo trabajo. --!Vamos Hanna! Es el pretexto que te hace falta para salir de aqui. --No puedo ir a Italia, su familia esta alla. --Y nunca la conociste, !que mas da! --?Que hay de Fabrizio? --?Que con el? Fabrizio esta aqui, ademas no puedes vivir escondiendote todo el tiempo --dijo sentandose en un banco--. Hablando de el, lo encontre hace un par de dias en un bar. Me dijo que Andrew --hizo una pausa, queria decirle que se habia enterado de que se casaria pero no se atrevio--, esta bien. --Me da gusto por el --respondio indiferente. --Si, me recomendo algunos lugares a donde podemos ir. --Asi que le dijiste a el antes que a mi. --!Vamos Hanna! Tuvimos nuestro momento y cuando terminamos, el y yo decidimos llevarnos bien por ustedes.

  • El error mas oportuno de Lory Squire

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    A veces es necesario dejarse llevar… y cometer los mas alocados errores.

  • No deberias enamorarte de Robert Krugan

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    Cerrando los ojos, recorde un momento en Vietnam cuando recupere la conciencia en un campo de batalla despues de que las armas se hubieran callado. Los sonidos de pajaros, monos e insectos, que desaparecen cuando comienza el tiroteo, se fusionaron con los aromas de la vegetacion, tanto vivos como muertos. Tambien estaba el calor, siempre el calor, y mi sed.

  • Lo que he aprendido en la vida de Oprah Winfrey

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    Contare una historia que no es nueva pero, al menos para este libro, creo que vale la pena narrarla otra vez. Corria el ano 1998 y estaba dando una entrevista en vivo para la television, promocionando la pelicula Beloved. Todo iba bien, hasta que llego el momento de la conclusion. Alli, el gran critico de cine del Chicago Sun Times, Gene Siskel, me pregunto: --Ahora dime, ?que has aprendido en la vida? Debo decir que esta no era la primera vez que me encontraba en un dilema. A lo largo de los anos he hecho y me han hecho un monton de preguntas. No es frecuente que no encuentre las palabras adecuadas, sin embargo Siskel se las arreglo para pararme en seco. --Hmmm, ?acerca de la pelicula? --tartamudee, sabiendo muy bien que buscaba algo mas, profundo y complejo, pero trate de esquivar el tema, hasta que se me ocurriera una respuesta mas o menos coherente. --No, --me dijo--. Sabes lo que quiero decir, acerca de ti, de tu vida, de cualquier cosa, de todo... --Hmmm, he aprendido... hmmm... he aprendido, necesitare tiempo para pensarlo un poco mas, Gene. Bueno, dieciseis anos mas tarde y tras pensarlo mucho, esta pregunta se ha vuelto el centro de mi vida. Al final del dia, ?que he aprendido en la vida? He sondeado esa pregunta en cada numero de la revista O. De hecho, "Lo que he aprendido en la vida" es el titulo de mi columna mensual y creeme que todavia hay muchas veces en las que no encuentro una respuesta con facilidad. ?Que he aprendido en la vida? Que si otro editor me llama, me envia un correo electronico o siquiera me envia senales de humo preguntandome donde esta la entrega de este mes, !me cambio el nombre y me mudo a Timbuktu! Pero justo cuando estoy lista para izar la bandera blanca y gritar, "!suficiente!, !me rindo!, !no se nada!", me encuentro paseando los perros, preparando una taza te de chai o remojandome en la banera... Y entonces, de la nada, un instante de perfecta claridad me trae de vuelta a algo que mi cabeza, mi corazon y mis entranas saben bien, sin la menor sombra de duda. Debo admitir que me sentia un poco inquieta por volver a leer todas las columnas publicadas en los ultimos catorce anos. ?Seria como ver mis viejas fotografias otra vez? ?Aquellas en las que tengo cortes de cabello y ropa que de verdad deberian quedarse en el archivo de "en-esa-epoca- era-buena-idea"? Es decir, ?que haces si lo que sabias con certeza en aquellos dias ahora se convierte en un que estaba pensando? Entonces, tome una pluma roja, una copa de Sauvignon Blanc, respire hondo, me sente y empece a leer. Y, a medida que leia, volvian los recuerdos de lo que estaba haciendo y donde estaba en mi vida cuando escribi esos articulos. De inmediato, recorde como me devanaba los sesos y buscaba dentro de mi alma. Me sentaba a escribir hasta tarde y me levantaba temprano. Todo para entender que comprendia acerca de las cosas que importan en la vida, cosas como la alegria, la adaptacion, la conexion, la gratitud, la posibilidad, el asombro, la claridad y el poder. Me siento feliz de poder informar que lo que descubri durante aquellos catorce anos de columnas es que cuando sabes algo, cuando en verdad sabes algo, tiende a resistir el paso del tiempo. No me malinterpretes. Vives y, si estas abierto al mundo, aprendes. Asi que, mientras el nucleo de mi pensamiento sigue siendo bastante solido, termine utilizando la pluma roja para tocar, retocar, explorar y ampliar algunas verdades viejas y otras ensenanzas aprendidas por el camino dificil. !Bienvenido a mi propio libro de las revelaciones! Aqui leeras sobre todas las lecciones con las que he lidiado, que me han hecho llorar, de las que he huido, a las que he regresado, con las que he hecho las paces, de las que me he reido y de las que, al final, tengo la certeza de saber algo. Mi esperanza es que te empieces a preguntar lo mismo que Gene Siskel me cuestiono hace tantos anos. Se que descubriras algo fantastico a lo largo del camino... porque te encontraras a ti mismo. Oprah Winfrey Septiembre de 2014 Alegria "Sientate. Celebra tu vida". --Derek Walcott La primera vez que Tina Turner aparecio en mi programa, queria huir con ella, ser una de las coristas y bailar toda la noche en sus conciertos. Bueno, el sueno se hizo realidad una noche en Los Angeles, cuando The Oprah Winfrey Show salio de gira con Tina. Despues de ensayar un dia completo para una sola cancion, tuve mi oportunidad. Fue la experiencia mas estresante y vigorizante de mi vida: me temblaban las rodillas. Durante 5 minutos y 27 segundos tuve la oportunidad de sentir como se hace rock&roll en un escenario. Nunca habia estado mas fuera de mi propio elemento, fuera de mi cuerpo. Recuerdo que contaba los pasos en mi cabeza, intentando mantener el ritmo, esperando el gran inicio. Me sentia muy cohibida. Entonces, de repente, cai en la cuenta: chica, esto va terminar muy pronto. Y si no me relajaba, me perderia de toda la diversion. De modo que eche la cabeza hacia atras, me olvide del paso, paso, giro, patada y solo baile. !SIIIIIIII! Varios meses despues recibi un paquete de mi amiga y mentora, Maya Angelou, decia que enviaba el regalo que desearia que cualquier hija suya tuviera. Tras arrancar la envoltura del paquete, encontre un CD con una cancion de Lee Ann Womack que, hasta la fecha, es dificil que la escuche sin derramar una lagrima. La cancion, un testimonio de la vida de Maya, incluye este verso como estribillo: "Cuando puedes escoger entre sentarte o bailar, espero que elijas bailar". Lo que he aprendido en la vida es que todos los dias traen la oportunidad de respirar, quitarse los zapatos, salirse de la fila y bailar: de vivir sin remordimientos y rebosante de toda la alegria, diversion y risa que puedas soportar. Puedes bailar de manera audaz sobre el escenario de la vida y vivir como tu espiritu te impulse, o puedes sentarte sin hacer ruido junto a la pared, retrocediendo hacia las sombras del miedo y de la falta de confianza en uno mismo. En este preciso instante, la eleccion es tuya y es el unico momento que tienes en realidad. Espero que no estes tan involucrado en cosas secundarias como para olvidar lo que de verdad te divierte, porque este momento esta a punto de terminar. Deseo que mires hacia atras y recuerdes que hoy fue el dia en el que decidiste hacer que cada instante cuente, disfrutar cada hora como si no existiera otra mas. Y cuando tengas que elegir entre sentarte o bailar, espero que bailes.

  • Divinas semillas de Javier Comas Carrasco

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    Divinas semillas, son cinco relatos cortos que funcionan como una novela al estar unidos todos ellos por unas semillas misteriosas. Cinco historias de amor, muerte, aventuras y un toque de erotismo marcaran la vida de los protagonistas desde el siglo III a.c. hasta nuestros dias.
    “Apenas puedo terminar estas lineas. Mi nombre nunca tuvo tanto sentido para mi como en esta noche. Mis progenitores me explicaron que era una palabra proveniente de las montanas mas altas de Iberia, el pueblo de los Jacetanos. Mi nombre lleva conmigo una profecia. He sido el ser marcado por los dioses para traer la oscuridad y la noche en la llama apagada de Chelemare, una tierra amada y que me hizo feliz.
    Nunca la isla habia estado sumida en semejantes tinieblas, y si lo estuvo, no esta escrito ni en tablillas, ni en pieles curtidas, ni papel. La brillante luz del solsticio de verano, fue la detonacion del episodio mas triste jamas escrito. No puedo recordar las caras de mis padres, ni la de mi adorado Theodorus, ni casi la mia…”

  • Una espina en mi costado de Karin Slaughter

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    Senti de nuevo el sabor desagradable en mi boca mientras ABBA llenaba el aire. En las dos ultimas horas, el bajo de Britney Spears que retumba en el pecho y las mezclas de club de Beyonce habian sido poco menos que tolerables; pero la introduccion presuntuosa del supergrupo sueco fue demasiado lejos. Dancing Queen se incrusto en mi oido bueno como algodon azucarado en una feria estatal. Pegajoso. Dulce. Conjurando el deseo animal de defecar en publico solo para interrumpir la demencia. Kirk estaba abstraido, moviendose al ritmo de la musica, estirando ocasionalmente un brazo en el aire en lo que era claramente un ademan de John Travolta. Tengo que reconocer que mi hermano es un bailarin increible. De algun modo se las arregla para ser uno con la musica y comienzas a preguntarte si esta conectado acaso a otro enchufe en el respaldo de la mesa del DJ. La forma en que se apropia de una cancion y la hace suya palidece en comparacion con la expresion de puro gozo en su rostro cuando esta bajo el reflejo de las luces. Te das cuenta de que ama lo que hace. No son muchas las personas que pueden decir lo mismo con sus trabajos, sus familias, sus vidas. Pero a Kirk le encanta bailar. Y a la gente le encanta mirarlo. Y a el le encanta que lo miren. Durante los ultimos quince anos, Kirk ha adornado todos los clubes nocturnos de Atlanta con sus pasos de baile. Sin importar cuantas veces lo vea la gente, siempre sucede lo mismo: se detienen. Observan. Sus labios se separan en senal de sorpresa. El no es solo el centro de atencion; es el ojo de la aguja. Incluso esta noche, segundos antes de entrar al Pink Pony, el se las arreglo para tomar el control de la pista girando sus caderas, moviendo sus pies en tiempo doble. Las mujeres sonreian abiertamente, aplaudiendo de alegria. Los hombres observaban maravillados. Y luego vinieron las miradas inevitables hacia mi: desconcierto, lastima, repugnancia. Era la maldicion de ser gemelo: el hermano menor, el menos dominante, el hermano que empezo a perder el pelo mas temprano y cuyo cuello se asemejaba mucho al que un granjero cortaria en dos partes con su hacha en cualquier manana del dia de accion de gracias; el que siempre fue un hombre extrano. A los treinta y ocho anos, he llegado a aceptar esto como mi destino en la vida. Kirk siempre ha sido el fascinante, el energetico, el divertido. Aquel con quien todas las chicas querian estar. Incluso mientras las ruidosas armonias de Fernando invadian el club nocturno atiborrado de humo y todos salian a bailar, yo solo podia estar alli con la mano en el bolsillo y la cabeza agachada, siendo el tic ocasional de mis hombros la unica senal de que yo no habia caido en un coma irreversible. Unos dedos finos recorrieron la parte posterior de los hombros de Kirk. Senti un estremecimiento, una extrana contraccion en el estomago y en la entrepierna. Cerre los ojos y trate de no oir nada salvo el latido de mi corazon, mientras los suecos, sacarinosamente dulces, me decian que esta noche habia algo en el aire. Yo habia vivido tantas veces esta situacion que podia adivinar la conversacion: Mujer: <>. Kirk: <>. La negociacion tardo poco --Kirk nunca pagaba al menudeo-- y luego senti un tiron, como si se tratara de una pelota de kickball amarrada a una cuerda. Y todo comenzo de nuevo. Kirk se dirigio a la salida trasera, empujando a todo aquel que se interpusiera en su camino. No tuve mas opcion que seguirlo. El aire me golpeo la cara como un manotazo helado. Mire a Kirk. El cambio habia sucedido tan repentinamente como la disminucion de la temperatura. Su sonrisa beatifica de la pista de baile habia desaparecido. Tenia la mandibula desencajada. Sus ojos se habian entrecerrado en su fulgor y pequenez habituales. Este era el Kirk que solo unas cuantas personas habian visto. Era el Kirk que yo conocia demasiado bien. --Deberiamos... --me aventure a decir. --Por aqui --asintio con la cabeza hacia nuestro Chrysler Town and Country. La minivan era de primera linea; color plateado metalico. Revestimientos interiores de cromo. Sillas de cuero. Sistema completo de entretenimiento en la parte posterior. Kirk oprimio el mando inalambrico y la puerta lateral se abrio. De repente, la mujer parecio inquieta. --?Cual es el problema? --le espeto Kirk, quien ya no era el encantador pseudoTravolta del Pink Pony. --?No quieres saber como me llamo? --dijo la mujer despues de tragar saliva. Kirk abrio la boca para decirle que no, que le tenia sin cuidado, pero yo hable primero. --Me llamo Wayne. El es Kirk, mi hermano --vacile con nerviosismo en busca de palabras--. Por supuesto, creo que ya sabes que somos hermanos. Sus ojos se posaban alternativamente entre nosotros. Sus pupilas se hicieron tan grandes que parecian platillos. O estaba completamente volada, o acababa de sufrir un derrame cerebral. Tal vez eran las dos cosas. El brillo de las luces de xenon del estacionamiento me revelo que no era tan joven y atractiva como te llevarian a creer las luces de la discoteca. Su vestido ajustado y negro estaba raido y no le quedaba bien. La desigualdad en el color de su cabello denotaba que desde hacia dos semanas necesitaba tintura capilar. Sus brazos delgados se asemejaban a palos. Palos con costras. Mire a Kirk. Obviamente, ella se habia inyectado. Por supuesto, no siempre encuentras a una senorita libre de drogas dispuesta a subir al auto de un extrano en las afueras de un club derruido. --Vamos. Kirk subio a la van. Por poco me golpeo la cabeza contra el techo al seguirlo. El se movia con rapidez, ansioso por acabar con esto. Halo el cerrojo y giro la silla para mirar a la mujer, quien no se habia movido salvo para frotarse los brazos con nerviosismo. Kirk saco la billetera y conto dos billetes de veinte y uno de cinco. --?Vamos a hacer esto o no? Ella miro el interior de la van como si esperara ver plastico y cinta adhesiva. Finalmente, ella me miro. --Costara mas si el mira. --No lo hara --Kirk me miro de reojo--. A lo tuyo, nino. Saque los audifonos de la consola y conecte el enchufe al sistema de entretenimiento. Kirk agito los billetes en el aire. Ni siquiera se molesto en despegarlos, flacidos como estaban por la humedad de su billetera. Se adhirieron al dorso de su mano como la lengua de un Labrador. --?Quieres el dinero, o no? Ella nos miraba, sopesando los peligros y las probabilidades. El sentido comun termino por sucumbir ante los atractivos del dinero. La chica subio a la van. Permanecio en la puerta abierta y nos miro. --Todo esto es muy raro. --Hagamoslo y ya --Kirk espero a que ella diera otro paso hacia dentro; oprimio el control inalambrico y la puerta se cerro. Las luces interiores se redujeron a un suave resplandor. Habiamos pagado un poco mas para que instalaran luces graduables; yo pense que era para efectos de ambiente pero Kirk las queria porque hacia que las mujeres que levantaba parecieran mucho menos lamentables y grotescas. Por lo menos esta era delgada. Las chicas grandes hacian imposible que los tres pudieramos movernos con comodidad en el interior. Hace tres semanas estuve a un paso de sufrir una concusion luego de golpearme la cabeza contra el techo. Kirk manoseo los botones y dijo: --Reglas basicas: no decir mi nombre... --Oh --ella parpadeo--. No recuerdo tu nombre. --Me llamo Wayne y el es... --le dije. Kirk me dio un punetazo en el hombro. --Callate --volvio a manosear los botones--. Simplemente mantente a mi lado --le ordeno --. Solo besame, mirame. No toques el culo. --Pero el esta aqui. Puede oirte --se quejo ella. --No --dijo Kirk--. Lo digo literalmente: no toques el culo. Es suyo. --?Suyo...? --El culo, la pelota izquierda, la tetilla izquierda. Todo lo que esta en el lado izquierdo. No lo toques. --?Y que de...? --Su garganta se asemejaba a la de una anaconda tragandose a un Chevelle--. Ya sabes. ?Y que de...? Senti el pecho de Kirk subir y bajar con una irritacion evidente. --Solo hay una verga, carino. Creeme, el nunca se acostaria si hubieran dos. Ella tosio, emitiendo un sonido que oscilaba entre la fascinacion y el alivio. --?Desde hace cuanto son...? --?Gemelos siameses? --Mi pecho subio y bajo con el de Kirk mientras llenabamos nuestros pulmones de aire. Esa era de lejos la pregunta mas estupida que nos habian hecho. Me habia acostumbrado desde hacia mucho tiempo a las miradas asustadas y a las expresiones de terror. Teniamos un espejo en casa. Yo sabia que eramos un espectaculo muy extrano cuando caminabamos por las calles. Dos cabezas. Un par de piernas. Un par de brazos. Crecimos de nuestros torsos como las ramas unidas de un manzano. Kirk tenia dos hombros, y yo uno y medio. Compartiamos un estomago, un corazon, un conjunto de intestinos, un bazo, el higado y el pancreas. La mayoria de las veces nuestros brazos se movian de manera independiente. Ambos controlabamos las piernas pero ninguno de los dos podria explicarse como lograbamos caminar al mismo tiempo; tampoco la medicina moderna, a la cual habiamos renunciado varios anos atras. Hasta donde yo podia decir, era un asunto de voluntades y de quien era el mas fuerte, lo cual significaba que Kirk se salia generalmente con la suya. Si el sentia picazon, yo me rascaba. El se echaba un pedo y yo decia perdon. El bebia y yo empezaba a cantar himnos a todo pulmon.

  • Contigo hasta el infinito de Niamh Byrne

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    ?Pueden los polos opuestos enamorarse sin remedio?
    Cuando Frances y Georgia se conocieron en sus anos de instituto nadie hubiera apostado ni un penique por que hicieran buena pareja. Ni siquiera mala. No podian ser mas diferentes ni vivir en mundos mas separados. Frances es la hija menor de un matrimonio que se sostiene a duras penas; con un padre alcoholico y un hermano boxeador y bastante conflictivo, su infancia y adolescencia han sido una constante huida hacia delante. Por el contrario, Georgia MacFarland es la hija unica de una pareja dedicada al mundo de la publicidad, que atesora una herencia noble dentro de la sociedad escocesa.
    Pero lo que Facebook unio anos atras. No parece que nada ni nadie pueda separarlo, ni siquiera Brianna, pese a todo su empeno. O Niall Campbell, que parece haberse encaprichado de Gigi.
    Cuando Frankie deja Amsterdam y vuelve a Glasgow para reencontrase con los viejos fantasmas familiares no imagina que su relacion con Gigi va a llegar a un punto sin retorno: una encrucijada vital donde las decisiones que tome marcaran su destino.
    Esta pareja tan dispar se vera enfrentada, cuestionada y desafiada constantemente a lo largo de su relacion; solo la inquebrantable voluntad de Frankie y el amor a prueba de bombas de Gigi podran superar todos los obstaculos y mantener su amor a flote contra viento y marea.
    Juntas son capaces de llegar al infinito y mas alla.
    ?Las acompanas?

  • No estabas en mi agenda de Dina Reed

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    Despues de una decepcion amorosa y profesional, Jessica Cooper regresa a Manhattan y necesita trabajar como sea. Asi que acepta sin pensarlo el puesto de secretaria en la compania de Chris Swift, mas conocido como el Lobo, a pesar de que todo el mundo le advierte de que hasta el momento ninguna secretaria ha aguantado mucho en el puesto.Y es que el Lobo es insufrible, por su ambicion sin limites, su alto nivel de exigencia y su caracter implacable y duro: siempre va derecho a la yugular y no se conforma con nada que no sea ganar.Nadie quiere tenerlo de enemigo y casi todas suspiran por el, no en vano es un multimillonario irresistible, guapo, sexy y carismatico.

  • Los moteros del MidWay, 2 de Patricia Sutherland

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    !Las historias de la serie Moteros que siempre has querido leer!

  • Trece Fantasias 1 (STEEL) de Rose Gate

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    El libro que pondra a prueba si eres capaz de abrir tu mente hacia el sexo.

  • La Prima Del Vizconde de Vanny Ferrufino

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    Para toda la poblacion londinense: los vizcondes de Portman tienen el matrimonio perfecto que se basa en el respeto y se rige por la cordialidad, lo que cualquier noble espera de una union por conveniencia. Lo que nadie sabe es que dicha union jamas fue consumada por la falta de atraccion fisica del vizconde de Portman hacia su reciente esposa, quien por voluntad propia decide autoexiliarse en el campo para no seguir siendo la burla de toda la bendita e hipocrita sociedad, haciendole la vida mucho mas sencilla. Sin embargo, lo que Lucien Pierce nunca espero: es que su esposa regresaria despues de dos anos a la ciudad con la clara intencion de hacerle la vida imposible al pretender tener un amante en sus propias narices. Guiado por un terrible instinto de posesividad, Lucien tendra que evitar que Seraphina ceda su cuerpo a otro hombre que no sea el.

  • Tiempo muerto de Margarita Garcia Robayo

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    Tiempo muerto es un retrato de la tragedia personal que experimenta una pareja cuyo matrimonio ha llegado al fin del enamoramiento.

  • Wonder. Charlotte tiene la palabra de R.j. Palacio

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  • El reto del multimillonario (Los Sinclair 1) de J. S. Scott

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  • La chica que podria cambiar el destino de Cassidy Ostergren

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    Lacey es una adolescente normal y corriente. Va a clase, intenta sacar un aprobado en Quimica y pasa los viernes por la noche observando loq que hace el chico que le gusta en Facebook. Es tan normal como cualquier otra adolescente, solo que ella puede cambiar el futuro.

  • Las voces de Carol de Clara Penalver

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  • Libres, Iguales, Justos (La Segunda Revolucion 3) de Costa Alcala

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    Tras la aparicion del Aguila Blanca, la situacion en Nylert se ha vuelto insostenible. La sociedad se divide. El odio esta cada vez mas presente.

  • Dime que soy yo de Scarlett Butler

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    Beatriz esta atrapada en una vida asfixiante. Desea liberarse, escapar, pero el como se le resiste.

  • Gus. La otra mitad del corazon (Bright Side 2) de Kim Holden

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    Tras la marcha de Bright Side, Gus es incapaz de ver el lado positivo de las cosas. Bright Side no solo era su mejor amiga, era su media naranja. la otra mitad de su corazon.
    El joven y su banda se van de gira por Europa, pero, incapaz de hacer frente a la perdida, Gus recurre al alcohol y las drogas para olvidar. En medio de este caos, conocera a Scout MacKenzie, una timida asistente que esconde un pasado muy duro. Poco a poco, Gus y Scout forjaran una bonita amistad y descubriran que es posible volver a amar cuando crees que lo has perdido todo.

  • Sobre Ruedas de Mirian G. Blanco

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    Un coche y un taller perdido en la nada.Dos unicos factores que uniran a una pareja.?Y quien le diria a Jennifer Hernandez que una averia en su auto le ayudaria a conocer a Rick Mendez, el mecanico mas sexy que jamas haya visto en toda su vida?Dos polos totalmente opuestos, pero cuyas atracciones seran visibles y palpables. Una historia romantica que confirmara que el amor a primera vista no existe, sino la persona adecuada en el momento adecuado.Pasion, celos, peleas y, sobre todo, amor… !muchisimo amor! <<--?Como esta mi coche? --pregunte con cierta preocupacion.--Sobre ruedas. Bueno, mejor dicho, sobre dos ruedas --respondio el con socarroneria>>.Rick Mendez, el nuevo heroe mecanico.

  • Dulce Prohibido de Ingrid Petrov

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    Intente <> -!Amaaanda! -La voz de mi madre me despierta devolviendome a la cruda realidad. Esa en la que no tendre nunca un hombre asi. -!Amanda no lo repetire! El desayuno debe estar listo y eso es un gran alivio porque, desde que me despierto, tengo un hambre voraz. Me pongo una sudadera de mi talla, es decir una XXL, con noventa kilos de peso, es la unica que me queda bien. Unos leggins para no sentirme apretada dentro de la ropa, y estoy lista. Odio que mi cuarto este en el ultimo piso de la casa. Me hace bajar escalones cada dia. En la encimera de la cocina tengo huevos fritos, bacon y tortitas. Todo a completar con el sirope. Mientras hago las pausas dentro de mi desayuno me deleito con la imagen de un pequeno pajaro que hay en mi ventana. Quiza, como moverme cada vez me resulta mas molesto, me gusta tanto la fotografia. Desde mi quietud me fijo en cosas que para otras personas pasan desapercibidas. Ojala tambien pasaran de esa forma para mi. Significaria que tengo algo mejor que hacer. -?Puedes traerme helado cuando vuelvas? -Mi madre coge las llaves del coche y se gira para mirarme solo una vez cuando oye mi pregunta que mas bien parece una suplica. Niega un poco con la cabeza pero se que lo traera. No se por que le molestaria a ella lo que yo comiera. -!Gracias! - Grito siendo consciente de que aun deberia poder oirme. ?Y ahora cual es el plan del dia? Saldre al jardin de atras con mi camara fotografica para sentarme bien a gusto al sol sin que nadie tenga que observarme y esperar a que algun pequeno animalito se pose de manera curiosa a mi vista para poder fotografiarlo. Hay quien dice que deberia salir mas y que, de ese modo, tambien frenare un poco mi creciente subida de kilos, pero no estoy tan mal, solo habre engordado unos veinte kilos en los ultimos anos, quiza treinta. Todo es circunstancial. Ademas, no me impide hacer nada de lo que me gusta. O eso intento creer. Por suerte para mis dudas tengo una nevera en el jardin y puedo aplacar mis pensamientos con un buen polo de vainilla. Lo saboreo como si fuera lo mas feliz que tendre en el dia y, muy probablemente, asi sea. Un pajaro de colores curiosos por fin ha hecho acto de presencia y destapo el objetivo de mi camara. Me concentro en no respirar demasiado alto como para asustarle. Lo tengo a tiro. Es una fotografia que quedara preciosa. Ya casi esta. Un ruido estrepitoso lo espanta y me pregunto que diablos es eso en la casa abandonada de mi vecino. Muy a disgusto aparto la manta que cubria mis piernas y me acerco al muro que nos separa. ?Un camion de mudanza? ?Se ha vendido por fin la casa abandonada del pueblo? Voy a girarme de nuevo, volver a mi tranquilidad, a mi comida, a mi rutina de vida... ?Ese quien es? Un chico, practicamente con el que habre sonado toda mi vida desciende del camion sin camiseta. Sus musculos perfectamente marcados cual escultura con su cincel. La cintura acabada en uve. El cuello en una perfecta ele. Brazos como para poder imaginarmelo sosteniendome.... Eso debe ser pecado. Su rostro angelical gira en mi direccion y me tiro, literalmente, por mi cesped para no ser vista. Hecho una ojeada entre los palos de madera que nos separan y puedo fijarme en que su sonrisa esta llena de perlas blancas y sus ojos son verdes. ?Habre visto o sonado alguna vez un hombre como ese? Revuelve su pelo negro como el azabache mientras se rocia con una botella de agua intentando aplacar el sudor. Es la imagen mas erotica que habre visto en mi vida y, aunque no debo, dejo caer el dedo sobre el boton de la camara para inmortalizar ese momento. Estoy euforica y algo excitada. Al menos tendre algo mejor que contemplar cada manana aunque sea desde un angulo muerto. ?Me convierte eso en alguna clase de pervertida? No lo creo. Quiza si midiera unos cuantos centimetros mas y pesara algunos kilos menos simplemente iria y diria "Ey, Hola, soy tu vecina. Creo que tenemos mas o menos la misma edad y si no conoces la ciudad podria ensenartela". Pero la realidad es muy distinta. Posiblemente un tio como el se reiria de los suenos bienintencionados de una gordita que aun vive con su madre. No cabria en un vestido de lentejuelas de los que posiblemente desabrocha cada noche y nunca probare sus labios, los cuales, por alguna razon, sospecho que saben a te de limon. Me arrastro por el cesped a cuatro patas hasta llegar a la cristalera que da al salon. Me pongo el pie con algo de dificultad y cierro la puerta corredera tras pasar. Cierro al sol y al chico que podria ser mi mayor y la mas dulce tentacion. -?Amanda? -La voz de mi madre me sobresalta de nuevo en la manana. Me mira de arriba abajo preguntandose por que tengo barro en los pantalones a la altura de las rodillas. -Al final te lo he traido. Pero es el ultimo. -Deja la terrina sobre la mesa aunque ambas sabemos que manana traera mas. La cojo para subir lo mas rapido posible a mi cuarto. Desde mi ventana, se ve parte de la casa de mi vecino.

  • Asesina otra vez (Los casos de Marina Altamirano 3) de Mar P. Zabala

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    Tercera entrega de la trilogia negra <>.