• dana velvet - Dana Velvet

    https://gigalibros.com/deliah-el-corazon-de-una-rebelde.html

    Londres, 1815.
    Una noche, una pareja poco comun…
    Con su capacidad de meterse en problemas y su tendencia a escandalizar a los demas, Lady Lilah Bellamy es ese tipo de mujeres a las que los hombres rehuyen y las matronas critican. Pero a ella no le importa que su comportamiento sea poco femenino porque disfruta de su forma de ver la vida y con esa actitud consigue atraer a los demas.
    En la vida de Julian, duque de Kent, solo tienen cabida el trabajo y el cuidado de su familia. Se pasa las horas encerrado en su despacho y en ningun momento siente verdadero interes por algo hasta esa noche. Ella irrumpe en su mundo, volviendolo del reves y robandole el corazon.
    ?Seran capaces de dejarse llevar por sus sentimientos?

  • Libros y Ebooks de Dana Velvet - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Dana-Velvet/e/B081DSBX4D%3Fref=dbs_a_mng_rwt_scns_share

    Para obtener más información sobre cómo y para qué fines Amazon utiliza la información personal (como el historial de pedidos de Amazon Store), visita nuestro ...

  • Deliah, el corazón de una rebelde Tapa blanda - Amazon

    https://www.amazon.es/Deliah-el-coraz%C3%B3n-una-rebelde/dp/B0882LS8FP

    Deliah, el corazón de una rebelde : Velvet, Dana: Amazon.es: Libros.

  • Deliah, el corazón de una rebelde - Dana Velvet - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Velvet-Deliah-el-corazon-de-una-rebelde/99280

    Críticas (2), citas extractos de Deliah, el corazón de una rebelde de Dana Velvet. Me gustan las historias de ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Deliah, el corazon de una rebelde - Dana Velvet - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/deliah-el-corazon-de-una-rebelde-dana-velvet/

    También tenían más de dos estanterías llenas de cuentos infantiles, pero a Lilah le interesaban más otro tipo de libros, como los de Shakespeare o los de Lord ...

  • Dana Velvet archivos - PDF • Descargar Libros Gratis

    https://www.debeleer.com/escritor/dana-velvet/

    Deliah, el corazon de una rebelde – Dana Velvet · General. Lilah siempre había sabido que amar a alguien solo le produciría dolor.

  • DELIAH, EL CORAZON DE UNA REBELDE (EBOOK) - Agapea

    https://www.agapea.com/libros/Deliah-el-corazon-de-una-rebelde-Ebook--EB9788417500306-i.htm

    20 abr 2020 — Comprar el libro Deliah, el corazón de una rebelde (Ebook) de Dana Velvet, (EB9788417500306) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería ...

  • Lee Deliah, el corazón de una rebelde de Dana Velvet - Scribd

    https://es.scribd.com/book/457882336/Deliah-el-corazon-de-una-rebelde

    20 abr 2020 — Lee Deliah, el corazón de una rebelde de Dana Velvet con una prueba gratuita. Lee millones de libros electrónicos y audiolibros en la web, ...

  • DELIAH, EL CORAZÓN DE UNA REBELDE EBOOK

    https://latam.casadellibro.com/ebook-deliah-el-corazon-de-una-rebelde-ebook/9788417500306/11516886

    Descargar libro DELIAH, EL CORAZÓN DE UNA REBELDE EBOOK del autor DANA VELVET en PDF al MEJOR PRECIO en Casa del Libro México.

  • Deliah, el corazón de una rebelde by Dana Velvet ...

    https://www.goodreads.com/book/show/48634772-deliah-el-coraz-n-de-una-rebelde

    Deliah, el corazón de una rebelde book. Read 4 reviews from the world's largest community for readers. Londres, 1815. Una noche, una pareja poco común......

  • Un trienio en la sombra de Antonio Jesus Pinto Tortosa

    https://gigalibros.com/un-trienio-en-la-sombra.html

    No escribo estas paginas esperanzado en que alguien las lea… Asi comienza el relato del protagonista de esta historia, que al final de su vida decide rendir cuentas consigo mismo y hacer examen de conciencia, examinando un acontecimiento que marco su vida. Transcurria la primera decada del reinado de Isabel II, dias despues de la Navidad de 1840, tras el ascenso del general Espartero a la presidencia del Gobierno, Antonio Robledo, perteneciente a una importante familia de Antequera, fue asesinado a las puertas de la Iglesia de San Pedro.

  • Incendio de Tess Gerritsen

    https://gigalibros.com/incendio.html

    En una sombria tienda de antiguedades de Roma, la violinista Julia Ansdell tropieza con una curiosa pieza musical, un vals, ” Incendio ” , que la hechiza de inmediato. La composicion, apasionada, atormentada y estremecedoramente bella, de notas sombrias y febriles arpegios, parece dotada de vida propia. Julia esta decidida a dominar su compleja ejecucion y mostrarsela al mundo entero. De nuevo en Boston, en cuanto el arco y las cuerdas de su violin reproducen por primera vez las notas encendidas del vals, comienzan a suceder cosas extranas que trastocan su tranquila existencia. La musica tiene un efecto inexplicable y aterrador en Lily, su pequena de tres anos, que parece sufrir una brusca transformacion. Convencida de que los hipnoticos compases de ” Incendio ” estan urdiendo un hechizo maligno, Julia se propone encontrar al creador de la pieza y averiguar el origen de esta. Su busqueda la lleva a la ancestral ciudad de Venecia, donde descubre el oscuro secreto de una familia peligrosamente poderosa que no se detendra ante nada para impedir que la violinista desvele la verdad.

  • Corazones que se rompen (Corazones 1) de Claire Contreras

    https://gigalibros.com/corazones-que-se-rompen-corazones-1.html

    Estelle siempre ha estado enamorada de Oliver: por ser el mejor amigo de su hermano, por estar siempre alrededor. y por la evidente quimica que siempre ha habido entre los dos. Pero el destino se interpone para que sus caminos se separen: Oliver se marcha para estudiar medicina. y Estelle se queda con el corazon roto.

  • El caso Fitzgerald de John Grisham

    https://gigalibros.com/el-caso-fitzgerald.html

    John Grisham, <thriller>> segun Ken Follett, siembra cizana en el paraiso con su nueva y entretenida novela. Una historia que arranca con un robo de manuscritos y evoluciona hacia una persecucion entre un seductor criminal y la mujer que se ha propuesto desenmascararlo.

  • Amar a un extrano de Cassie Miles

    https://gigalibros.com/amar-a-un-extrano.html

    Eden Miller habia amado y perdido al hombre de sus suenos. Doce anos despues ese mismo hombre volvio convertido en un agente del FBI, con la mision de investigar a su familia.

  • El gemelo solitario de Peter Bourquin

    https://gigalibros.com/el-gemelo-solitario.html

    ?Sabias que muchas de las personas que nacen solas empezaron su vida acompanadas de un hermano o hermana que murio durante el embarazo y desaparecio sin dejar rastro? ?Y sabias que la frecuencia con que esto sucede es asombrosamente alta? Es un hecho conocido y comprobado por la ciencia desde hace ya varias decadas que, segun las estimaciones mas conservadoras, un 10% de los bebes que nacen solos empezaron su vida en un embarazo gemelar y perdieron a su hermano durante la gestacion. Hasta fechas muy recientes este fenomeno era pura estadistica. Solo desde hace unos pocos anos la psicologia se esta interesando por las huellas que esta experiencia deja en el gemelo superviviente.?Que consecuencias puede tener para una persona el hecho de pasar las primeras semanas o meses junto a un gemelo en el utero y despues sufrir la perdida y nacer sola? ?De que manera puede elaborarlo e integrarlo cuando, ademas, a menudo este hecho es ignorado y esta relegado a las capas inconscientes de nuestro ser?

  • Doble seduccion de Sarah M. Anderson

    https://gigalibros.com/doble-seduccion.html

    Sofia Bingham, viuda y madre de dos hijos pequenos, necesitaba un trabajo y lo necesitaba de inmediato para dar de comer a sus hijos.

  • Me voy porque quiero, no porque me echen de Sara Trigo

    https://gigalibros.com/me-voy-porque-quiero-no-porque-me-echen.html

    Cuando nuestra protagonista se traslada a Inglaterra para perseguir el trabajo de sus suenos, nadie la advirtio de que mudarse a otro pais podia convertirse en un mar de aventuras o en un inevitable charco de mie..

  • Antes de desposarte (Solteronas 6) de Amaya Evans

    https://gigalibros.com/antes-de-desposarte-solteronas-6.html

    Brighton, Marzo 1828 Lady Strathull hablaba animadamente con su amiga lady Anne, la esposa del recien nombrado conde de Emerett. --Todavia me parece increible que ese hombre tan joven haya muerto tan sorpresivamente. --Para nosotros tambien ha sido algo terrible e inesperado. Oliver jamas quiso aquel titulo, y de hecho tenia muy poca comunicacion con su hermano. Pero el principe fue tajante en que no admitiria una negativa ante el hecho de que Oliver debia heredar el titulo como segundo hijo legitimo del difunto conde de Emerett. --Asi debia ser, querida--la mujer tomo su mano--se que no es facil esta transicion, ni para usted, ni para el. Despues de todo era su hermano el que murio, para que ahora el herede el titulo. --Lo se, y a mi esposo le esta costando asimilarlo. El no me lo dice pero se que en el fondo tenia la esperanza de que algun dia el cambiara, se casara con una buena mujer y sentara cabeza. Pero lastimosamente esa vida disoluta, le gano y lo llevo a la muerte. Lady Strathull no dijo nada por prudencia, y porque le tenia carino a lady Anne y a su esposo, pero el rumor era que el habia sido amante de la esposa de un duque. No se sabia exactamente de quien, puesto que lo habian mantenido oculto muy bien, pero al final el marido se habia enterado y al parecer no era el tipo de hombre al que le gustaba que le adornaran la cabeza. Lo reto a un duelo y como era ilegal, hacerlos desde hacia un tiempo, solo los padrinos y los involucrados sabian del lugar. Lo unico que se supo despues fue que encontraron el cuerpo del conde, flotando en el muelle, y nadie tenia idea de lo que habia sucedido. A ella particularmente le parecia un hombre insoportable, pero tampoco le deseaba la muerte. --Lady Strathull ?se encuentra bien?--escucho que le preguntaban. --Oh…si, querida. Solo pensaba en como cambiaron las cosas tan rapidamente. Pero no se puede hacer nada mas que sobreponerse al dolor y seguir viviendo. --Ya hace un ano, que sucedio todo y Oliver todavia, no se acostumbra. Tal vez ahora que empieza la temporada en un par de meses, quiera ir para dejarse ver por primera vez en los diferentes actos, como el nuevo conde. Sin embargo tengo que pensar bien la forma en la que le planteo el asunto, pues no quiero que se sienta presionado. --No creo que se sienta de esa manera. Su esposo es un hombre sensato y estoy segura de que es muy consciente de las obligaciones que trae su titulo. No me cabe duda de que los vere en la temporada. -- ?Usted va a asistir? --Bueno...no lo se todavia. Mi hija como sabras, no es muy dada a esos eventos, pero su hermano practicamente la esta obligando a asistir. --La miro insegura--y...la verdad es que no habia tocado el tema por prudencia, despues de todo estan apenas saliendo del luto. Pero la verdad es que necesito su ayuda. -- ?Mi ayuda? --pregunto sorprendida. --Si, mi querida amiga. Mi hija, a la que ya conoce usted muy bien, es una joven educada con las mejores institutrices, es inteligente, amable, elegante, y con una excelente dote en caso de que algun caballero se fijara en ella. Pero ambas sabemos que no tiene la belleza--comento apesadumbrada, la mujer. --Lady Strathull, su hija es una joven agradable, que tiene muchos talentos y si es una mujer bella, que lastimosamente tuvo un horrible accidente. --Es muy amable de su parte decirlo. Pero ambas sabemos que la sociedad no perdona esas cosas y mi hija ha sufrido por los comentarios de mucha gente. Tiene toda la razon en no querer ir a una temporada, donde muy posiblemente este como un florero todas las noches, en cada baile. Sin hablar de lo que dira la gente al verla. No quiero que pase humillaciones y estoy segura de que si usted va a la temporada y la acoge bajo su ala, ella se sentira mas segura. --Entiendo...--se quedo pensativa, sin embargo lady Strathull lo malinterpreto. --No tiene que hacerlo, lady Emerett. Se que no debe ser nada facil actuar como chaperona y al tiempo encargarse de sus propios asuntos en plena temporada. A veces...soy algo imprudente-- sonrio con tristeza--creo que mis ganas de ver a mi hija feliz, al menos por un momento, me ganan. Desde siempre mi nina, ha sido una joven solitaria, que se mete en sus libros o en sus pinturas para alejarse del mundo y yo lo unico que deseo, es que tenga la suerte de encontrar un buen hombre. Uno que vea mas alla de sus cicatrices--la miro desolada-- ?cree que eso pueda ser posible? Anne sintio pena por ella--por supuesto que es posible. Todos en este mundo tenemos una persona, hecha para nosotros y Charlotte no es la excepcion. --Usted lady Emerett, tiene muy buenas conexiones, aun mejores que las mias, porque tanto sus hermanas como primas, estan muy bien casadas, son condesas baronesas y marquesas. Si mi hija no consigue un buen enlace con su ayuda, no lo hara jamas. --Anne le dio unas palmaditas en la mano--no se preocupe, lady Gardiner, prometo que hare todo lo posible por ayudarla. Vera como en muy poco tiempo, ella conocera a un buen partido. Eso se lo aseguro. ***** Charlotte se preparaba con la ayuda de su doncella para ir al baile que organizaba lady Gardiner, una vecina, que disfrutaba de hacer constantes eventos en su casa, en parte para dar a conocer a sus hijas y en parte, para alardear de la enorme fortuna de su marido. Ella detestaba ese tipo de eventos pero su hermano habia insistido tanto que no tuvo mas remedio que aceptar. Sabia lo que venia y se preparaba mentalmente para los gestos de horror, el rechazo, y los comentarios hirientes. Thomas no tenia idea de lo que a ella le costaba todo eso, porque el se dedicaba a saludar a todos, a bailar con las mujeres mas hermosas que todo el tiempo le coqueteaban y a tomar licor. --Milady--este es el vestido que me dijo que planchara. --Si, es ese, pero me pregunto si no sera mejor llevar el color crema. --Oh no, milady. El verde se le vera mucho mejor y hara juego con sus hermosos ojos. El vestido crema es muy apagado para la noche. --Pero me hara pasar mas desapercibida. --No creo que eso sea lo indicado. ?Como conseguira marido, entonces? Charlotte miro a su doncella como si estuviera loca--a veces realmente creo que necesitas lentes, Penny. La muchacha se echo a reir--no es eso, milady--la ayudo con el camison, luego el corse, y finalizo con el vestido. --Lo que pasa es que yo si estoy segura de que alguien especial vendra a su vida. ?Que tal si es hoy, el dia que lo conoce?--dijo emocionada haciendo reir a Charlotte. --Oh Penny, ?que haria yo sin ti? La muchacha la ayudo a sentarse en el tocador y comenzo a peinarla--vera la hermosa pluma que le pondre en el cabello y los cristales tan lindos que tengo para decorar el mono. Cuando termine con usted no se va a reconocer. --No servira de nada. No soy siquiera medianamente elegible. --Se ve hermosa, y creame que algun dia alguien la vera por lo que es; una joven bella, con un corazon hermoso, educada, amable, sincera... --Ya basta--sonrio--voy a creermelo. --Es hora de que lo haga--comento la doncella entre chiste y al mismo tiempo de manera seria. --Espero que no vayan lady Croft y la odiosa de lady Hurst, pero seria mucho pedir tener tan buena suerte. --Todo lo que debe hacer, es actuar como si no estuvieran alli. Una hora despues ella y su hermano estaban en la fiesta de lady Gardiner. Charlotte caminaba por detras de las columnas tratando de no dejarse ver, mientras observaba a su hermano divertirse. Luego de un rato se fue al tocador que estaba solo afortunadamente, pero cuando iba a salir, escucho que alguien entraba. --Te juro que no se como tiene el descaro de venir hasta aqui. --lady Hurst comento a las otras jovenes que estaban con ella.

  • Predestinada para el duque de Christina Mcknight

    https://gigalibros.com/predestinada-para-el-duque.html

    Cuando el amor se mezcla con magia, todo puede ocurrir.

  • Los confines del silencio de C. L. Taylor

    https://gigalibros.com/los-confines-del-silencio.html

    Susan Jackson es una mujer satisfecha: tiene una familia que la hace feliz, un marido con una solida carrera politica, una casa hermosa. Pero cuando su hija Charlotte, que acaba de cumplir quince anos, entra en coma tras un extrano accidente, toda su felicidad se rompe en pedazos, especialmente cuando descubre que el accidente no fue tal. Susan, desesperada, hara lo posible para comprender el acto de Charlotte. Para ello, revisa sus diarios en busca de algun indicio, un rastro que la ayude a entender lo que su hija estaba viviendo. Pero lo que se encuentra, en lugar de tranquilizarla, la inquieta. <>.

  • Miguel Superacion de Nanda Gaef

    https://gigalibros.com/miguel-superacion.html

    Miguel, un abogado de renombre que lo tenia todo. Una espiral de autodestruccion le hizo tocar fondo, perder su dignidad, trabajo, amigos y a si mismo. Nadie lo queria cerca. Estaba a punto de perder a la unica persona que seguia teniendo fe en el.
    Divisando un futuro negro, con el apoyo de Rafa, busco ayuda. Con lo que nadie contaba es que las mismas personas que lo curaron le traicionarian y volverian a enfermarlo.

  • Al plato vendras, almeja de Erika Fiorucci

    https://gigalibros.com/al-plato-vendras-almeja.html

    ?Cual es la receta perfecta para el amor?

  • Por Unos Dias (Todo Saldra Bien 4) de Merche Diolch

    https://gigalibros.com/por-unos-dias-todo-saldra-bien-4.html

    --Si, Estef... Ya estoy entrando en casa. --Me coloco el movil en el hombro y abro la puerta como puedo con las llaves, sin dejar de hablar, mientras intento que la compra que llevo en la otra mano no se me caiga. He conseguido todo lo que necesitaba, excepto un par de productos que parece que se han evaporado de las tiendas--. Si... Estef... No saldre de casa hasta que avisen... --Suspiro con fuerza sin darme cuenta. Llevo escuchando el mismo discurso desde que se ha decretado el estado de alarma, y ya estoy cansada. Solo quiero un bano caliente--. O hasta que se acabe el papel higienico --la pico, cerrando la puerta tras de mi y achico los ojos ante la explosiva parrafada de mi amiga que se vuelve a repetir. Si me lo tengo merecido. No deberia haberle dicho nada mas. La quiero mucho y se que se preocupa por mi, pero su angustia me agota--. Vale, si... Te llamare --le digo en una de las pocas pausas que hace para respirar y cuelgo sin darle oportunidad a hablar mas. El silencio y la seguridad de mi pequeno apartamento me recibe; una bendicion teniendo en cuenta la que hay montada en la calle. Enciendo la luz de la entradita, dejo en el suelo las bolsas sin preocuparme de si se rompe o no algo, y me quito los zapatos mientras suspiro de nuevo. --Esto se va a hacer largo... Me adentro por el piso, abandonando las llaves y el movil en la mesa del comedor, y me deshago de la ropa segun avanzo por la casa en direccion a mi dormitorio. De pronto percibo un aroma desconocido y una pizca de nerviosismo se asienta en mi estomago. Arrugo el ceno confusa y tanteo a ciegas la pared que tengo mas cerca, ya que, salvo por la luz de la entradita, no he encendido ninguna mas, pero no encuentro la clavija. Me quedo quieta, escuchando el silencio del apartamento y, excepto por los sonidos de la calle que se cuelan por las ventanas cerradas, no oigo nada extrano. Suelto el aire que retengo sin darme cuenta y me aparto el rubio cabello de la cara, dejando que asome una sonrisa en mi rostro. --Tu y tus neuras, Blanca... --Niego con la cabeza y avanzo hasta la habitacion, encendiendo la lampara en cuanto traspaso la puerta. --!!Me cago en todo lo que se menea!! --grito del susto, saltando sobre mis pies--. !?Quien cojones eres tu?! --le pregunto al extrano que tengo delante y atrapo el bate de beisbol que me regalaron en un cumpleanos y al que nunca le habia encontrado utilidad hasta ahora--. Y lo mas importante, ?que haces en mi casa? El hombre se pasa la mano por su largo pelo negro y me regala una timida sonrisa que no cuadra con su aspecto. Ancho de espaldas, fornido, grandes manos --siempre han sido mi perdicion las manos grandes--; es atractivo con un toque de misterio y un color de ojos hipnotizante. No puedo asegurar la tonalidad de los mismos; si son grises, verdes o azules, porque segun le da la luz de la habitacion, cambian ofreciendole un halo enigmatico. Lo miro de arriba abajo, calibrando bien sus medidas... todas sus medidas, y lo que si puedo confirmar es que esta canon. <>. El me sonrie como si acabara de leer mi mente y da dos pasos hacia mi. Agarro con mas fuerza el bate por encima de mi cabeza y tenso la mandibula, o por lo menos lo intento porque mi garganta esta seca y siento el corazon en la garganta. --Hola, Blanca... Vale, el si me conoce, pero yo a el... . --?Eres un acosador? --le suelto y su sonrisa se hace mas amplia. --Exactamente no... --Me guina un ojo y mis rodillas tiemblan por el impacto. <>. --Mira, bonito. --Levanto mas el bate--. O me dices ahora mismo quien eres o llamo a la policia. Este levanta las manos en son de paz y se acerca a la ventana para mirar la calle. --Creo que estan muy ocupados. --La sirena de un coche de emergencia retumba por la casa como si confirmara sus palabras. --Vale, si, por el estado dichoso de alarma pero seguro que si grito, mis vecinos vendran corriendo para ayudarme... El eleva una de sus oscuras cejas y me mira como si estuviera riendose por dentro de mi. --?Los mismos que han salido escopetados de su casa en cuanto ha comenzado esta locura? Bufo con fuerza y dejo caer el bate, para apoyarme en la pared sin fuerzas. Sea quien sea, sabe muy bien que ahora mismo en mi edificio solo quedamos la anciana del segundo y yo. Lo mejor es tratar de averiguar que busca y deshacerme de el lo antes posible. --Esta bien. Me rindo. ?Quien eres? ?Y que quieres? --Me observa sorprendido por mi rapida rendicion--. No me mires asi. No tengo tiempo para tonterias ahora mismo... Habla. --Blanca, creo que en unos dias el tiempo es lo que mas te va a sobrar --dice con ironia y no puedo evitar sonreir ante la verdad. --Contesta --le indico con tono mas amigable--. ?Eres amigo de Rick? Si es asi, lo de mandarte hoy para recoger lo poco que le queda en esta casa, es la peor de sus ideas. Una de tantas. Si, debia de ser amigo de mi ex. No habia otra explicacion. --?Rick? --me pregunta confuso. --Venga, si, Ricardo... Mi ex. Ahora no te hagas el tonto. Solo puede haberte dado las llaves el para que recogieras sus cosas... Por cierto, estan ahi. --Le senalo la caja que asoma por la puerta del armario que hay abierta--. Y ahora, ya puedes irte. Ha sido un dia horrible y necesito estar sola. Me regala una vez mas esa sonrisa enigmatica. --No, no me manda... ?Rick? --Eleva su ceja. Lo miro sorprendida por su anuncio e instintivamente agarro el bate de beisbol de nuevo. --?Entonces? Amplia su sonrisa y vuelve a mostrarme sus manos en son de paz. --Tranquila que no muerdo... todavia. Reconozco que ese todavia me ha puesto la piel de gallina y un escalofrio me ha recorrido de arriba abajo, pero no de miedo, sino de excitacion por lo que mi mente calenturienta ha imaginado. --Entonces... ?quien eres? --Coloco mi arma improvisada delante de mi; que el tio este tan bueno para conseguir que mis bragas se humedezcan solo con una mirada, no quiere decir que no necesite defenderme porque sea un acosador...--. ?Y como has entrado en mi casa? --Por la puerta --me indica como si fuera lo mas evidente. No puedo evitar grunir ante su tono de voz. --Mira. --Me aparto el cabello de la cara--. Ya esta bien tanta tonteria. Ahora, por favor, vete de mi apartamento si no quieres que llame a la policia. --Muevo la mano senalando el camino de salida. --No puedo --dice sin mas. --Perdona... ?como que no puedes? <>. --No estoy loco --afirma dejandome con la boca abierta. --?Perdona? --Te digo que no me he escapado de ningun sitio --me indica ya descolocandome del todo. --Yo no he dicho nada... --Tu no, pero tu cabecita no para de hablar. --Me senala y sonrie. Miro a ambos lados de la habitacion y, ante la mirada pasmada de el, comienzo a rebuscar entre los cajones, debajo de la cama y hasta en las esquinas de las paredes por si hay alguna camara oculta. --Esto es una broma, ?no? --le pregunto--. No puede ser otra cosa. Algun programa de esos que ya nadie ve, y que han debido organizar alguno de mis amigos. --Miro tras las cortinas, obligandolo a moverse--. Lo teniais todo preparado pero lo que esta sucediendo en el pais, os ha pillado de improviso y habeis pensado que el espectaculo debia continuar. --Blanca, esto no es una broma --me dice divertido. Detengo mi busqueda y lo miro. Hemos cambiado las posiciones y ahora se encuentra cerca de la puerta, donde he dejado mi unica arma, y yo estoy al lado del cabecero de la cama. --Pues sea lo que sea, no tiene gracia --le suelto cruzandome de brazos y le exijo...--. Quiero que te vayas de mi casa. --Y yo, pero no puedo. Emito un sonido poco femenino e intento mirarlo con cara de odio, pero esos ojos que tiene consiguen derrumbar todas mis defensas. --?Y por que no puedes? --le pregunto ya agotada de mantener esta disparatada conversacion. --Porque no nos dejan salir de casa --comenta como si fuera la cosa mas evidente. Abro los ojos de par en par al mismo tiempo que mi boca, como si fuera un pez fuera del agua, sin dar credito a lo que escucho. --?En serio? --Mueve la cabeza de manera afirmativa--. !Pero esta es mi casa! --Lo se... --!Pues largate de una vez! --Muevo la mano para subrayar mi orden. --Ojala pudiera... Suspiro con fuerza y me dejo caer en la cama. --Esto es surrealista. Necesito un bano, una copa de vino y cenar algo. --Si quieres te hago yo la cena... Lo miro de lado y arrugo el ceno. --?Me harias la cena? --El asiente y yo, por una milesima de segundo, estoy tentada de aceptar su propuesta--. Agh... !No! Claro que no... --digo con demasiado enfasis como si necesitara autoconvencerme de la decision tomada, y me incorporo--. ?Que haces aqui? --La pregunta esta mal formulada... Una de mis cejas doradas se eleva sin dar credito. --?En serio? --Repites mucho eso... --Mira --le corto--, no tengo mas ganas de tonterias. ?Que haces aqui? --Esperarte --responde por primera vez a la primera, sorprendiendome. --?Para?

  • Nunca me olvide de ti de Brenda Novak

    https://gigalibros.com/nunca-me-olvide-de-ti.html

    Jada Brooks nunca podria haberse imaginado hasta que punto iba a cambiar su vida cuando se enamoro de Maddox Richardson en el instituto. Jamas podria haber sabido que el perturbado hermano de Maddox acabaria por dejar tullido al suyo. Ni tampoco podria haber imaginado que iba a verse obligada a rechazar por completo a Maddox, y descubrir poco despues que estaba embarazada de su bebe.

  • Rock Island de Esteban Navarro

    https://gigalibros.com/rock-island.html

    Recuerdo que una voz femenina me pregunto la hora. Me gire para responderle y fue la primera vez que la vi. En ese instante eran las diez de la noche del tercer viernes de noviembre, justo seis semanas despues desde que me decidiera viajar a Ho Chi Minh. --Si, claro --balbucee con cierto nerviosismo--. Faltan cuatro minutos para las diez --le dije, emitiendo una inapreciable sonrisa. --?Tambien vas a Vietnam? --me pregunto a continuacion. La chica expelia una mirada entre curiosa y cinica. Como si le sorprendiera verme en la estacion y, al mismo tiempo, se burlara de mi. Yo recorde que esa misma pregunta, tal cual, me la habia hecho mi madre cuando le comente lo del viaje, unas semanas antes: --Mama, me voy de viaje. --?De viaje? ?A donde, hijo? --A Vietnam. --?Tambien vas a Vietnam? Mi madre siempre iniciaba una pregunta anteponiendo un 'tambien' delante, como si ya conociera a alguien antes que hiciera lo mismo que tu hacias. Creo que mi madre no soportaba que yo fuese el primero en algo y por eso siempre tenia que haber alguien antes que yo. --Si. --respondi a esa chica--. Voy a Vietnam. Desde esa estacion partian trenes hacia dos direcciones opuestas: o a la frontera francesa o al aeropuerto. En la segunda opcion, la del aeropuerto, habia viajes a muchisimas ciudades. Yo iba a Madrid, porque desde alli esa noche habia un vuelo directo a Ho Chi Minh. Un vuelo de veintisiete horas. Pero aquella chica me pregunto si viajaba a Vietnam. ?Como cono podia saberlo ella?--Que coincidencia --chasco la lengua con garbo--. Yo tambien viajo alli. Y emitio una sonrisa que le ilumino la cara. Entonces pude contemplar lo hermosa que era. Me llamo la atencion que vistiera pantalones cortos cuando el frio en la estacion era insoportable. Pero no me importo porque la chica tenia unas piernas realmente preciosas. Lo mismo que esa chaquetilla vaquera de entretiempo que no pegaba nada en el mes de noviembre. O esas botas Martens que le adelgazaban las piernas. O esa camiseta fina que transparentaba los dos botones de sus pechos. --?Como lo sabes? --le pregunte. --?El que? --Que tambien viajo a Vietnam. --El billete --me dijo senalando mi mano--. Lo se por el billete. --Y elevo el suyo por encima de su cabeza y se lo pego en la frente, como si fuese una visera. Entonces mire mis manos tiznadas con el color azul del billete que sostenia entre los dedos. Lo aprisionaba entre el pulgar y el indice, en un intento inutil de controlar mis nervios. Incluso el sudor de mis manos empapo las cifras negras y las desplazo emborronandolas. Que estupido, me dije. Ella supo que mi destino era Vietnam, porque los billetes azules como el mio eran para los destinos internacionales. --?El de las cero horas y cuarenta y cinco minutos? --le pregunte. --El mismo --asintio. La megafonia advirtio que faltaba poco para que partiera el tren que nos llevaria hasta el aeropuerto de Barcelona. Unos cuantos viajeros se dieron prisa en asir sus maletas y formaron cola delante de una linea amarilla que marcaba la puerta del convoy. Me fije que, al igual que yo, los dos solo portabamos una bolsa de mano. Pocas alforjas para tan largo viaje, me dije. --En poco mas de dos horas estaremos a bordo del avion --me voceo para que yo la oyera entre el barullo de pasajeros subiendo al tren. --Si todo va bien, si. --No me has dicho tu nombre --me grito antes de subir. --Javier. ?Y el tuyo? --Sonia. Y su figura se perdio en el interior del vagon, como si fuese un fantasma desvaneciendose al alba. Capitulo 2 Ya en el aeropuerto, observe como un taxi de color negro, con las puertas y el maletero amarillo, se detuvo ante la entrada principal. El pasajero era un hombre mayor, de unos setenta y cinco anos. Estaba delgado y vestia elegante, con traje a medida, y era el orgulloso poseedor de una barba canosa muy arreglada. Solamente portaba una maleta de mano de color muy oscuro, con hebillas plateadas. Cuando llego al mostrador de la agencia de viajes, le dijo a una chica joven y de tez sonrosada: --Tengo una reserva para el vuelo de las cero horas y cuarenta y cinco minutos. Al escucharlo supe que ese hombre viajaria hacia Madrid en el mismo avion que Sonia y yo. La chica tecleo en el ordenador y disipo el protector de pantalla. --?Su nombre? --le pregunto sonriendo de forma efusiva. --Blas. Hice la reserva hace dos dias desde una agencia. La chica asintio con la cabeza. --Tiene que hacer escala en Madrid, primero, y desde alli sale un vuelo hasta Ho Chi Minh. El fin de semana no hay aviones directos --le explico con dulzura. --Lo se. Ya me lo dijo su companera que me atendio, cuando compre el billete. --?Va a facturar equipaje? --No. La recepcionista siguio tecleando en el ordenador y en unos segundos la impresora escupio un folio que doblego y le entrego de inmediato. --Que tenga buen viaje, senor. El hombre se sento en un banco que habia casi enfrente de la agencia de viajes y muy cerca de donde yo me habia sentado. A esa hora no habia mucha gente en la terminal y escogio uno que tan solo estaba ocupado por una anciana de al menos ochenta anos, que aprisionaba entre sus piernas una maleta de aspecto anticuado. La mujer tenia el pelo completamente blanco y vestia de oscuro. Lo mas llamativo era una enorme cruz nacarada que le colgaba del pecho con una gruesa cadena de plata. --?Tambien va usted a Vietnam? --le pregunto la anciana. --Si. A esta hora solamente hay este vuelo --respondio el hombre de la barba, sin mucho animo. Luego se ladeo ligeramente, dando a entender que no le interesaba seguir con la conversacion. Mire hacia un panel de publicidad que teniamos enfrente y vi nuestro reflejo. Una anciana que parecia que fuese vestida de luto. Un abuelo, a juzgar por las arrugas de su cara, aunque al tio se le veia agil y en buena forma fisica. Y un joven, yo, que todavia dudaba de si viajar a Ho Chi Minh era una buena idea o no. Pero despues de un ano horrible, decidi invertir el dinero del finiquito de la empresa de paqueteria en un viaje aventurero. Lo necesitaba, necesitaba evadirme. Necesitaba olvidarme de todo, incluso de mi. Sonia se entretenia en el quiosco de prensa hojeando revistas que cogia y dejaba en su sitio de nuevo. La tia estaba un monton de buena. Y lo sabia. Y si no, ?por que vestia con esos mini pantalones en pleno invierno? Me pregunte. --El avion me lleva hasta Madrid y alli hago transbordo en otro vuelo --siguio hablando la anciana, ajena al gesto de desaire del hombre que se habia sentado a su lado. --No hay vuelos directos desde aqui el fin de semana --se molesto. --Estoy un poco nerviosa, es la primera vez que subo a un avion y tengo miedo. --Es comprensible. --A usted lo veo muy tranquilo. --Porque no es la primera vez que subo a un avion. --?Y la primera vez estaba tan nervioso como yo? El no respondio. Comprendi que queria que aquella mujer se diese cuenta de que no le interesaba para nada su conversacion. Ademas intui que ella buscaba hablar con cualquier pretexto. Supongo que ni el ni yo nos creimos que una abuela de ochenta anos jamas hubiera subido a un avion. --Voy a ver a mi hijo que vive en Ho Chi Minh --continuo hablando la anciana. El hombre saco un libro de su maleta--. Asi seguro que se le pasa el tiempo antes --le dijo mirando el libro. --Aun falta un rato para que salga nuestro vuelo. --?Que esta leyendo? --Una novela policiaca --respondio. --A mi siempre me han gustado las novelas policiacas --alabo la mujer, mientras se pasaba un dedo por debajo del ojo--. Pero lamentablemente he perdido mucha vista en estos ultimos anos y ya no puedo leer como antes. --?No usa gafas? --Deberia, pero no me he terminado de acostumbrar a ellas. La anciana se quedo mirando con descaro a su interlocutor.

  • La danza de la muerte (Inspector Pendergast 6) de Douglas Preston , Lincoln Child

    https://gigalibros.com/la-danza-de-la-muerte-inspector-pendergast-6.html

    Un nuevo y trepidante thriller del agente Pendergast.

  • La perla rusa. Trilogia Tu+Yo completa de Phavy Prieto

    https://gigalibros.com/la-perla-rusa-trilogia-tu-yo-completa.html

    Irina Luciana Komarova es una brillante joven con un futuro prometedor, puesto que algun dia heredara el imperio de negocios que creo su padre. Deseosa de demostrar su valia, abandona su Rusia natal para realizar unas practicas en la sede Espanola que empresas Komarov tiene en la capital, aunque comete el error de enviar una imagen poco adecuada a la persona menos indicada.

  • El barquero de almas de Claire Mcfall

    https://gigalibros.com/el-barquero-de-almas.html

    Dylan ha escapado ilesa de un horrible accidente ferroviario. Pero, en realidad, no es asi. El paisaje sombrio que la rodea no es Escocia. Es un paramo donde merodean espectros en busca de almas humanas. Y el extrano que esta esperandola no es un chico comun y corriente. Tristan es un barquero, cuya tarea consiste en transportar su alma al mas alla, un viaje que ya ha hecho miles de veces. Pero esta vez hay algo diferente. Indecisa entre el amor y el destino, Dylan comprende que no puede separarse de Tristan, pero tampoco puede quedarse con el. Tarde o temprano, inevitablemente, los espectros capturarian su alma y ella se perderia para siempre. ?Podra el verdadero amor vencer los limites de la muerte? El barquero de almas es una historia que nos hace pensar, un relato verdaderamente original de un amor que se niega a dejarse limitar por la muerte.

  • Los pequenos incendios de Ben Pastor

    https://gigalibros.com/los-pequenos-incendios.html

    Otono de 1940, Francia sufre la ocupacion del Ejercito aleman. Al capitan Martin Bora, de contrainteligencia militar, se le ordena trasladarse primero a Paris, donde debe contactar con un polaco que tiene importante informacion oculta de los sovieticos, y luego a Bretana para seguirle la pista a un oficial aleman que aparentemente esta alli estudiando insectos: Ernst Junger, heroe de la Primera Guerra Mundial y conocido escritor. Bora lo admira, pero el regimen de Hitler desconfia de el. Su mision se va a complicar cuando es brutalmente asesinada la esposa de un ambicioso contraalmirante aleman, bien relacionado con la cupula de los servicios de informacion militar: una mujer bretona, muy religiosa y de familia adinerada, madre de un complejo oficial de la Marina. Bora tendra que asumir la investigacion de un caso que plantea muchas dudas, en un ambiente ambiguo, agitado de pasiones e intereses ocultos de todo tipo. Una investigacion salpicada de ” pequenos incendios ” en la que contara con la ayuda del enigmatico Ernst Junger desde una esquiva y desconfiada amistad. Un cura expulsado del sacerdocio, nacionalistas bretones, una cantante de cabaret desencantada con la vida, una poblacion bretona menos resistente al invasor de lo que se esperaba, la hostilidad de los SS…, todo envuelto por la misteriosa magia celta, las tradiciones arcanas y las brumas de Bretana, marcaran las pesquisas de un Martin Bora que de nuevo, buscando algo de humanidad y justicia en medio de los horrores de la guerra, tendra que enfrentarse a la disyuntiva de cumplir con su deber o no traicionar sus profundas convicciones morales.

  • Crimenes a la francesa de

    https://gigalibros.com/crimenes-a-la-francesa.html

    Una completa y apasionante panoramica de la rica tradicion negro-criminal de la literatura francesa a traves de sus mas destacados representantes. Los relatos de esta excepcional antologia, cuidadosamente elegidos y prologados por Mauro Armino, proponen un recorrido de aproximadamente cien anos ;desde principios del siglo XIX hasta la decada de 1920; por las mas oscuras variantes de la literatura francesa: la detectivesca, la criminal, la policiaca, la judicial, el suspense, el enigma o el misterio. Junto a algunos de los grandes nombres de las letras galas ;Merimee, Balzac, Dumas o Gaston Leroux; aparecen tambien los de Richepin, Lermina o Allais, menos traducidos entre nosotros pero que sin duda aportan al genero una fresca vision del mundo del hampa y la vida cotidiana durante el fin de siecle y la Belle Epoque. Paul-Louis Courier, Prosper Merimee, Honore de Balzac, Alexandre Dumas, Emile Gaboriau, Jean Richepin, Guy de Maupassant, Leon Bloy, Jules Lermina, Alphonse Allais, Octave Mirbeau, Guillaume Apollinaire, Gaston Leroux, Charles-Louis Philippe y Maurice Leblanc

  • Mujeres de Camborne de Pilar Lepe

    https://gigalibros.com/mujeres-de-camborne.html

    Dos bellas historias unidas por lazos de sangre:

  • Examen de mi padre de Jorge Volpi

    https://gigalibros.com/examen-de-mi-padre.html

    Examen de mi padre es el libro mas intimo de Jorge Volpi, autor de En busca de Klingsor, Memorial del engano y Las elegidas. Una memoria de su padre y, al mismo tiempo, una autopsia de Mexico.

  • Otra vez tu, Julie Fisher de Isabella Marin

    https://gigalibros.com/otra-vez-tu-julie-fisher.html

    Para James, Julie Fisher es un incordio. Aparece cuando menos se lo espera, le roba el corazon y. !ni siquiera tiene la decencia de disculparse por ello!
    Para Julie, James es la promesa de la mayor aventura de toda su vida.
    De acuerdo, ese rufian la besuquea en un bosque, la saca de quicio constantemente y la arrastra a una granja llena de cerdos (que, !Cielo Santo!, !pretende que Julie alimente con sus delicadas y aristocraticas manitas!), pero. ?que seria de ella sin el?
    !Se aburriria terriblemente!
    Una divertida comedia sobre bandidos, piratas, la importancia de pescar un buen marido y el rifirrafe de una pareja que se quiere (!matar!) durante casi toda la novela.

  • El deseo de Jose Antonio Arjonilla

    https://gigalibros.com/el-deseo.html

    ?Acaso las fantasias pueden tener cabida en este mundo brutal de realidades aplastantes, lleno de rutinas y deberes? Una joven rompe las reglas y se aventura a seguir sus deseos...

  • Tu y yo somos una cancion de amor de Olivia Kiss

    https://gigalibros.com/tu-y-yo-somos-una-cancion-de-amor.html

    Su vida estaba completamente arruinada. En los estudios de grabacion nadie lo dijo abiertamente, pero, pese a todas las locuras que habia cometido en los ultimos anos, Daisy no era idiota. Sabia muy bien que habia tocado fondo. Lo habia visto antes a su alrededor: chicas que empezaban a triunfar cuando aun eran demasiado jovenes como para gestionar bien la fama; al principio parecia que todo les iba de maravilla y que tenian el control, pero pronto lo perdian y acababan olvidadas para siempre. --Las cosas estan mal, Daisy, no voy a mentirte --comenzo a decir Ted, el productor con el que habia trabajado desde el comienzo--. Pero podemos arreglarlo entre todos. --Necesitamos que pongas de tu parte --intervino Helena. Ella mantuvo la boca cerrada porque no sabia bien que decir. La historia, en resumidas cuentas, era la siguiente: siempre habia amado la musica, desde bien pequena. Su padre le regalo una guitarra meses antes de morir en un accidente de trafico. Habia empezado a componer canciones con tan solo catorce o quince anos y a los diecisiete ya actuo por primera vez en un local de Boston a cambio de una Coca-Cola. Despues, todo fue cuesta arriba y no volvio a mirar atras. Empezo a tocar en distintos sitios, aunque apenas le pagaban nada. Pero en una ocasion, cuando tenia diecinueve anos, un cazatalentos se fijo en ella y, dos meses mas tarde, estaba dentro de los estudios de grabacion finalizando su primer disco. Llego el exito. No fue abrumador como el de las estrellas que salian todos los dias en la television, pero dentro del country se labro un nombre y se hizo bastante conocida. Lo tenia todo: amigos que fue haciendo con el paso del tiempo, bastante dinero y un futuro brillante por delante. Sin embargo, Paul entro en escena y le jodio la vida. --Hemos pensado en un retiro espiritual --dijo Don, su agente. --Perdona, ?un retiro-que? Yo no necesito nada de eso... --Piensalo. Te vendra bien para componer, ahora mismo estas bloqueada, ?no es cierto? Y al mismo tiempo, te alejas de la prensa, de los escenarios y de todo lo demas. --Tenemos el lugar perfecto para ti. --Helena saco un folleto y lo dejo encima de la mesa del escritorio del despacho. Unos arboles gigantescos rodeaban pequenas casitas de madera que parecian sacadas de un cuento infantil--. Te aseguro que aqui nadie te reconocera. De hecho, he llamado a la duena para preguntarle si tenia algo libre para los proximos meses y al decirle tu nombre para la reserva ni se ha inmutado. --No hay television ni internet --anadio Don. --El pueblo mas cercano esta a cinco kilometros y tan solo tiene doscientos habitantes. Sospecho que alli tampoco habran oido hablar de ti. Es perfecto, Daisy. La informacion llegaba a sus oidos, pero no parecia estar asimilandola. Era como si cada uno le disparase desde lejos: se sentia como un ciervo intentando escapar. En realidad, sabia que tenian razon. Y la idea de dejar atras su vida momentaneamente le resultaba casi como un soplo de aire fresco, pero tambien la aterraba. ?Y si no conseguia volver a componer? ?Y si empezaba a enloquecer perdida en medio de ese bosque? ?Y si todo el mundo se olvidaba de ella cuando hubiese regresado? Era arriesgado. --No se si es una buena idea... --Daisy, confia en nosotros. --Pero es que... --Iba a echarse a llorar delante de todos como alguien no interviniese pronto, no podia contener las lagrimas que se agolpaban en sus ojos--. Es que... --Volveras a renacer como una mariposa --dijo Don--. Creemos en ti y en tu talento, pero todo este asunto de Paul te ha superado. Te vendra bien pasar un tiempo contigo misma, reflexionar y ver que quieres hacer a partir de ahora. Nosotros estaremos esperandote. --?De verdad? --gimoteo. --Ya lo creo que si. Abrio el folleto que Helena habia dejado antes delante de ella. El lugar se llamaba Forrestday y parecia realmente idilico, el tipico sitio donde los animales cantaban, los ninos asaban nubes frente a una hoguera y el arcoiris salia cada dia. Vale, probablemente estaba exagerando. Pero ?que otra opcion le quedaba? Podia quedarse en Los Angeles y seguir aguantando los abucheos del publico, las criticas punzantes de la prensa y las mentiras que estaban diciendo sobre ella. O bien podia regresar a Boston y cobijarse en casa de su madre, pero no queria darle problemas ni que tuviese que enterarse de todo lo que estaba ocurriendo. Por fortuna para ella, su madre era una antigua hippy que se negaba a tener movil y tan solo usaba el telefono de casa, Daisy no era tan conocida como para salir en las revistas del pais, pero si lo suficiente como para que las redes sociales hablasen de ella, y de eso su progenitora no tenia ni idea. Preferia mantenerla en la ignorancia, por su bien. Ninguna madre deberia soportar que acosasen a sus hijos. --Esta bien, supongo que es una buena opcion. --Supones bien, Daisy. --Helena le sonrio. --?Y cuanto tiempo sera? --pregunto. --La duena tiene la casa libre durante dos meses, pero nos ha comentado que podria alargar el contrato un mes mas si fuese necesario. Es bastante razonable. --De acuerdo. ?Cuando me marcho? --Manana mismo, si quieres. --Bien. Estare lista. Aun estaba a punto de echarse a llorar cuando se despidio de todos ellos en la recepcion de los estudios. Paro un taxi y pidio que la llevase directamente a casa. Una vez llego a su apartamento, ese que ahora tanto le recordaba a Paul, quiso ponerse a gritar, golpear algo o patalear como una nina, pero no hizo nada de todo eso, porque Daisy siempre se controlaba. En lugar de desahogarse, se subio a la escalera para bajar una maleta pesada y luego comenzo a llenarla con ropa y otros enseres que iba a necesitar. La vida estaba siendo muy ironica. Cualquiera podria haber dado por hecho que Daisy estaba arruinada por la misma razon que la mayoria de las chicas que empezaban a triunfar siendo jovenes, pero no era asi. Se habia cuidado bien de no caer en excesos ni de dejarse llevar por malas influencias. Intentaba hacer lo correcto, ser simpatica y dulce con los fans, cumplir con sus obligaciones y sus contratos sin rechistar y todo demas. Pero ni por esas. Paul habia tenido que llegar para arrasar con los esfuerzos de los ultimos anos. Lo odiaba profundamente. Cuando termino de preparar su equipaje, se sento en su salon y cogio el telefono movil. Aviso a algunos amigos de que estaria fuera un tiempo y finalmente llamo a su madre. --?Daisy? ?Eres tu? --pregunto la mujer. --Si, mama. --Le calmaba oir su voz. --Espera un momento, que estaba plantando unos geranios y tengo las manos llenas de barro. No cuelgues, vuelvo enseguida. Escucho como dejaba apoyado el telefono en la mesilla y el ruido del grifo de la cocina abriendose. Cuando regreso, parecia algo mas calmada. --?Como estas, carino? --Muy bien. Bien jodida, quiso decirle. --Me alegra oirlo. --Te llamaba porque he decidido irme de viaje una temporada, asi que no podre acercarme a verte a casa el proximo mes. Ire en cuanto vuelva, te lo prometo. --?Y eso? No me habias dicho nada. --Es que ha surgido de improviso. Es un lugar muy relajante, una especie de balneario. Quiero reponer fuerzas antes de meterme de lleno en el proximo disco. Ni siquiera se si hay cobertura, asi que... bueno, ya encontrare la manera de llamarte, ?de acuerdo? --Claro, pero ?seguro que todo va bien, Daisy? --Si, segurisimo. Te quiero, mama. --Yo tambien te quiero, carino. Se sintio terriblemente mal cuando colgo. No le gustaba mentirle a su madre, pero contarle todo lo que estaba ocurriendo lo haria mas real y no queria darle problemas a la mujer, que vivia feliz regentando una pequena floristeria en el pueblo y cuidando de la parcela de jardin que habia en la parte delantera de la casa donde habia crecido. Echo un vistazo a las redes sociales, pero el corazon se le fue encogiendo conforme pasaba de una noticia a otra. ?Como podia la gente soltar tantos comentarios hirientes sin pensar? ?Acaso el anonimato les daba carta blanca para ser asi de crueles? Las cerro cuando no pudo soportarlo mas. Cogio el folleto y leyo con atencion. "Forrestday es el lugar perfecto para desconectar del estres, la rutina y las exigencias diarias. Si buscas intimidad, relajacion y encontrarte contigo mismo, estas en el sitio indicado. La naturaleza sera tu guia". Daisy esperaba que fuese una guia muy buena, porque la iba a necesitar. 2 Un coche oficial de los estudios la dejo en la entrada, justo donde habia un cartel de madera recubierto de hiedra espesa donde se leia: Bienvenido a Forrestday. Daisy bajo y le agradecio al chofer que le sacase la maleta. Despues, cuando se despidio de el, camino como pudo arrastrandola por el caminito de tierra rojiza que conducia hacia la primera casa y levantando una nube de polvo a su paso. Era con diferencia la propiedad mas grande de todas y tenia un porche alargado que rodeaba el tejado a dos aguas. Las plantas trepaban por la parte frontal y, ademas, parecia ser la recepcion, puesto que en la entrada habia carteles del lugar y las actividades de los alrededores de las que podian disfrutar los clientes. --!Maldito trasto! --se quejo al no conseguir subir los escalones con la maleta a cuestas, asi que, finalmente, decidio dejarla alli mismo y entrar en el establecimiento. A fin de cuentas, ?quien iba a robarsela? ?Los pajaros? ?Las ardillas? ?Algun oso? No habia nadie alrededor. Unas campanillas sonaron cuando entro. El mostrador estaba vacio, aunque lleno de folletos iguales que el que le habian ensenado a ella. En una estanteria habia souvenirs como tazas con el nombre del lugar, camisetas, gorras y unos animales tallados en madera que eran preciosos y estaban claramente hechos de forma artesanal. --?Hola? ?Hay alguien? --pregunto Daisy. --!Ya salgo! --La voz cantarina de una mujer llego de lejos y al final la senora aparecio con una sonrisa. Vestia un delantal rosa, tenia el cabello rizado y rondaria los sesenta anos. A Daisy le sorprendio su jovialidad. Se miraron con atencion antes de presentarse. --Daisy Kepler. Tengo una reserva. --Encantada. Soy Violet, la duena de este sitio. Tengo por aqui la llave de tu cabana, espera un segundo... --Se agacho tras el mostrador--. Perdona, es que me has pillado haciendo la lista de la compra y tengo un poco de lio, veamos... Al final encontro la llave y se la tendio.

  • La ultima historia que contar de Buho

    https://gigalibros.com/la-ultima-historia-que-contar.html

    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • No deberias enamorarte de Robert Krugan

    https://gigalibros.com/no-deberias-enamorarte.html

    Cerrando los ojos, recorde un momento en Vietnam cuando recupere la conciencia en un campo de batalla despues de que las armas se hubieran callado. Los sonidos de pajaros, monos e insectos, que desaparecen cuando comienza el tiroteo, se fusionaron con los aromas de la vegetacion, tanto vivos como muertos. Tambien estaba el calor, siempre el calor, y mi sed.

  • France (Alaska 3) de N. Q. Palm

    https://gigalibros.com/france-alaska-3.html

    France es una lider algo controvertida, libre y enigmatica, llama la atencion alla por donde va. Solo ama a un hombre y ese es su hijo. Odia a los humanos y no deja pasar la oportunidad de expresarlo siempre que tiene la ocasion.

  • El precio de la llama eterna de Gibraan Hanna

    https://gigalibros.com/el-precio-de-la-llama-eterna.html

    Despues de que la ONU descubre evidencias de desarrollo de armas nucleares en Iran, se desata una intensa crisis y la real posibilidad de una guerra de alcances mundiales. Acusados de estar envueltos en este terrible hecho, la diplomatica brasilena Helena Gouveia y el ingeniero nuclear Arash Zarak son considerados fugitivos internacionales y reciben la dificil mision de viajar a Iran y seguir las pistas que dejo el inventor Cesar Montenegro, mentor de Helena. Estas pistas indican el camino del artefacto cientifico mas revolucionario de la historia: un prototipo de Energia Libre que proporcionara no solo energia limpia, libre y gratuita para toda la humanidad sino tambien un salto cientifico nunca antes visto en las areas de la fisica y la medicina ademas de una drastica ruptura del sistema geopolitico vigente. Sin embargo hay un gran obstaculo en el camino que ambos emprenden: una fuerza paralela que, por intermedio de un asesino mortal, intenta impedir a toda costa que esa tecnologia sea dada a conocer no sin antes robarla para si.

  • Sizigia ( Los Lagos 3) – Juani Hernandez de Juani Hernandez

    https://gigalibros.com/sizigia-los-lagos-3-8211-juani-hernandez.html

    La Sizigia es el momento magico en el que la Luna, en su fase de Plenilunio, esta directamente en linea con la Tierra y el Sol, entrando en perfecta conjuncion, oposicion y armonia todos los orbes. el eclipse perfecto. Fue senalado desde tiempos inmemoriales en la Profecia del Fin de los Dias, anunciando un apocalipsis cuyo inicio vendra marcado por el nacimiento de un nino justo en el momento de la Sizigia: Ilsik de Los Lagos y Asbath. Desde entonces, los Reyes de Hae, con ayuda de Hrodgar y Moira, acechan tras los muros de Adamon, a la espera del momento idoneo para evitar que se cumpla esta profecia. Y, para ello, no dudaran en arrasar Los Lagos, en un intento de que su dios, el Astro Sol, reine para siempre. Sin embargo, nadie en Los Lagos es consciente de la letal amenaza que pende sobre ellos. ?Como defenderse entonces? ?Como evitar que el Reino de Hae lleve a cabo sus planes de destruccion si ignoran que el peor de los enemigos ha traspasado sus murallas hasta lo mas profundo del reino? Amor, pasion, traicion y un desafio mortal… Se acerca la Sizigia. la lucha entre las Fuerzas del Bien y del Mal.

  • Conjuro de luz de V.e. Schwab

    https://gigalibros.com/conjuro-de-luz.html

    Vivi lo que el destino les depara a tus amados heroes. y enemigos.
    El equilibrio de poder finalmente se ha roto. La precaria estabilidad entre los Londres finalmente ha llegado a su punto de quiebre. La oscuridad ha proyectado sus sombras sobre el Imperio Maresh, alguna vez vibrante con la vivacidad roja de la magia. ?Aprovechara otro Londres para resurgir?
    ?Quien caera? Kell, que creyo ser el ultimo Antari vivo, comienza a flaquear bajo la presion de lealtades rivales. Frente a la tragedia, ?podra sobrevivir Arnes?
    ?Quien se alzara? Lila Bard, alguna vez una ladrona comun -pero jamas corriente-, ha sobrevivido y se ha vuelto cada vez mas fuerte al atravesar una serie de combates magicos. Pero ahora debera aprender a controlar la magia, antes de que esta pueda consumirla. Mientras tanto, el desprestigiado capitan del Aguja Nocturna, Alucard Emery, reune a su tripulacion y juntos emprenden una carrera contra el tiempo para conseguir lo imposible.
    ?Quien tomara el control? Ademas, un viejo enemigo regresa a reclamar la corona, mientras un heroe caido intenta salvar a un mundo de la descomposicion.

  • La casa de hojas de Mark Z. Danielewski

    https://gigalibros.com/la-casa-de-hojas.html

    Will Navidson, un famoso fotoperiodista premiado con el Pulitzer, se traslada con su familia a una casa en el entorno rural de Virginia en un intento de salvar su matrimonio, seriamente perjudicado por sus viajes continuos y su adiccion al trabajo. Ademas de Navidson, la familia esta compuesta por la hermosa ex-modelo Karen Green y los dos hijos pequenos de ambos. Muy pronto, Will descubre que la casa presenta una anomalia arquitectonica singular: su espacio interior es ligeramente mas grande que el que deberia ocupar segun sus dimensiones exteriores. Este es el arranque de El expediente Navidson, un fascinante documento que narra los sucesos acaecidos en la casa de Ash Tree Lane, es decir La casa de hojas. Will Navidson tratara de averiguar que secreto esconde La casa de hojas, al mismo tiempo que procurara poner a salvo a su familia. Un viaje para el que recabara la ayuda de todos los medios a su alcance, incluida la de su hermano gemelo Tom, un profesor universitario y hasta toda una expedicion de espeleologos. Mientras Will y sus seres queridos se enfrentan a los peligros de esa casa encantada, un joven tatuador de Los Angeles, el carismatico y tierno Johnny Truant, malvive y quema las noches a una velocidad vertiginosa de la mano de su inseparable escudero, Lude. Las historias de Truant y Navidson se entrelazaran gracias a un hallazgo que cambiara la vida de todos los personajes inolvidables que atraviesan esta monumental novela.

  • Camila de Marie Battaglia

    https://gigalibros.com/camila.html

    CAMILA
    Novela por Marie Battaglia
    Una saga de suspenso que empieza en los anos 1890.

  • El regreso liberal de Mark Lilla

    https://gigalibros.com/el-regreso-liberal.html

  • La cocina de las legumbres de Fundacion Alicia

    https://gigalibros.com/la-cocina-de-las-legumbres.html

    ?Sabias que las alubias negras contienen un 50% mas de hierro que un filete, que los garbanzos aportan tanto acido folico como las espinacas o que la primera espuma que hizo Ferran Adria fue de legumbres?

  • Con olor a tinta corriente de Magdalena Zapata

    https://gigalibros.com/con-olor-a-tinta-corriente.html

    Con olor a tinta corriente, retrata los abandonos mas profundos, los amores desviados, la forma mas cotidiana en que los seres humanos se dejan llevar por lo primitivo de sus sentimientos. Por los deseos irrefrenables, el olor de la tinta corriente y lo mejor, por una maravillosa piel sin estrenar.

  • No quiero! Una melodia para mi corazon de Celia Del Rio

    https://gigalibros.com/no-quiero-una-melodia-para-mi-corazon.html

    !No quiero!

  • El lamentable descenso de Henry Norton de Angel Delgado Rodriguez

    https://gigalibros.com/el-lamentable-descenso-de-henry-norton.html

    Marzo de 1981. Henry Norton se ha recluido en su apartamento de Manhattan y escribe el final de su tercera novela cuando recibe una llamada telefonica de un desconocido que le da una direccion y le informa de que su mujer, desaparecida hace unos anos, esta viva.

  • El hombre que miraba al cielo de Hernan Rivera Letelier

    https://gigalibros.com/el-hombre-que-miraba-al-cielo.html

    Fue un lunes de aluminio --los lunes son de aluminio-- cuando la figura del hombre aparecio entre la gente. Se paro en una esquina del paseo Prat, alzo la cabeza y se puso a mirar al cielo. Eso fue todo. Era mediodia. El paseo, como siempre a esa hora, desbordaba de gente y, entre la gente, personajes de todas layas y pelajes hacian su agosto: comerciantes, musicos, malabaristas, pordioseros --cojos, mancos, ciegos--, y mas de algun predicador de Biblia en ristre anunciando el fin de los tiempos tal como se anuncia un espectaculo circense. Ademas, ahora ultimo habian aparecido grupos de personas que se paraban en las esquinas mostrando un letrero: se regalan abrazos. Pocos eran los que se acercaban, la gente parecia temer al abrazo de un desconocido o desconocida, asi tuvieran cara de pan de dios. Sin embargo, nadie podia decir que anunciaba el hombre que aparecio aquel lunes en la esquina mas concurrida del paseo. O que vendia. O que regalaba. Ni siquiera si anunciaba o vendia o regalaba algo. Lo unico que hacia era mirar al cielo. Nada mas. 2 Parado en la esquina, ajeno por completo al trafago de mediodia, el hombre mira hacia lo alto. Al pasar junto a el, los transeuntes alzan la vista de reojo y al no ver nada extrano apuran el tranco y siguen su camino. Algunos se detienen, hacen visera con las manos e inquieren hacia arriba en busca del consabido objeto volante no identificado, pero como el cielo se ve limpio --ni una nubecita exposita dibujando alguna alegoria--, fruncen el ceno y se van haciendo claros gestos de contrariedad. Y estan los que, entre serios y divertidos, terminan por acercarsele con aire condescendiente y le hacen preguntas que el hombre, ensimismado en su afan, no oye o no le interesa responder. Pasado el tiempo que demoraria una predica, cuando ya hay varios con la cabeza levantada al cielo, el hombre baja la suya, se pone las manos en los bolsillos y, tan sosegado como su mirada, echa a andar hasta la otra esquina. 3 La primera vez que vi al hombre parado en mi esquina --la esquina mas preciada por pediguenos y artistas de la calle--, yo me hallaba de rodillas en el pavimento pintando con mis tizas de colores. Pintaba el barco pirata. Pintaba y silbaba. Los ovolos esa manana habian sido escasos y yo, sin alzar la cabeza del dibujo, me demoraba en la calavera y los huesos cruzados, detalle que siempre dejaba para el final. Penelope tejiendo y destejiendo, me tardaba todo lo que podia en espera de oir el sonido de las monedas al caer en el tarro. Ese primer dia no hice mucho caso del hombre que miraba al cielo. En verdad no le hice nada de caso. Apenas levante un tanto la vista para verificar que no venia ningun avion en llamas cayendo sobre mi cabeza y segui coloreando. El segundo dia, un martes de plomo --los martes son de plomo--, deje de lado un momento mi dibujo despues de guardar las pocas monedas depositadas en el tarro, y me acerque a fisgonear que carajo era lo que miraba el hombre. Junto a varias personas que habia en torno a el escudrinando las alturas, levante la vista y escrute un buen rato la lonja azul sobre mi cabeza. No se veia nada. Ni un miserable jote rayando la pizarra del cielo. Otro cristiano tan loco como yo, me dije. Y segui coloreando mi papagayo. 4 El hombre, alto y flaco, pelo blanco ceniza peinado hacia atras, lucia una hirsuta barba de quince o mas dias, tambien blanca ceniza. Su cara era alargada, como la de los caballos. Si se tuviera que adivinar su edad, se tendria que decir que estaba entre los sesenta y la eternidad. Vestia un terno a rayas, roido y anacronico, y una despercudida camisa blanca abrochada hasta el ultimo boton. En vez de corbata, llevaba un panuelo negro anudado al cuello, de esos que se usaban antes para guardar luto. El cuero de sus zapatos gastados aun guardaba un unto del color bayo con el que alguna vez brillaron. Parecia enfermo. Tenia la piel reseca y pegada al hueso. Sin embargo, lo que llamaba la atencion no era su aspecto fisico sino su actitud de suave mansedumbre. Y sus ojos color de agua limpia, que parecian lo unico vivo de su rostro. 5 Era diciembre del 2015. El mundo aun se conmovia por el ataque terrorista en Paris. En Chile se habia descubierto otro foco de corrupcion a nivel gubernamental (la metastasis de este cancer alcanzaba a la politica, al comercio, al empresariado, al gobierno, al ejercito, a la iglesia y ahora al futbol). No hay para donde arrancar, decia la gente, y aqui en Antofagasta seguian muriendo personas a causa del arsenico en el agua y del concentrado de cobre en el aire. Al tercer dia de ver al hombre mirando al cielo, un miercoles de bronce --los miercoles son de bronce--, una idea chispeo en mi mente, una idea que quiso ser metafisica y apenas quedo en perogrullada: si el hombre y yo estabamos locos, nuestras locuras eran directamente opuestas; el, con su actitud, hacia a la gente mirar para arriba; yo, con mis tizas, los hacia mirar hacia abajo. Lo mio era terrenal, lo suyo celestial. Lo mio costaba algunas monedas, lo suyo era gratis. Eso era lo otro extrano en el hombre, no mendigaba. No estiraba la mano ni tenia receptaculo alguno --sombrero, tarro, caja-- para recibir ninguna clase de ovolo. A veces algun paseante de buen corazon le ponia un billete en el bolsillo de su paleto oscuro; luego venia otro, le metia la mano y se lo birlaba. El parecia no darse cuenta de nada. O de verdad el dinero le importaba un carajo. Tampoco le preocupaba la aparicion de inspectores municipales o de carabineros. No anunciaba ni vendia ni regalaba nada. Por lo mismo, no tenia que andar arrancando como ocurria con artistas y comerciantes ambulantes. Incluidos yo y mi amiga, la Saltimbanqui. 6 A mediodia del jueves --los jueves tienen el brillo metalico del acero--, cuando el hombre llego a la esquina, yo coloreaba el cuadro que mas monedas me daba, La Virgen y el nino. Como siempre, esperando mas contribuciones, me regodeaba en delinear, borrar y volver a delinear los pliegues de la panoleta de la Virgen cayendo virtuosamente sobre sus hombros. El ruido intermitente de las monedas en mi tarro eran como palmaditas en el hombro: Te esta quedando bien, muchacho. Tres dibujos agotaban mi repertorio: el barco pirata. el papagayo. la Virgen y el nino. Yo no era Kurt Wenner, el padre de la pintura con tiza en el pavimento. Mis pinturas --mas bien mis dibujos-- no eran tridimensionales ni contenian critica social alguna; en verdad no le llegaban ni a los talones a las del artista norteamericano. Lo mio era la escritura, pero nadie lo sabia. Los dibujos solo me daban de comer. Mientras rayaba el pavimento sin levantar la cabeza, silbando bajito como los pajaros, mi concentracion estaba en el argumento de mi futura novela, obra que --sueno de todo escritor-- cambiaria la historia de la literatura universal. En menos de diez minutos, el Mirador, como habia comenzado a llamarlo la gente, logro juntar alrededor suyo a una decena de personas que miraban hacia lo alto con uncion de acolitos. Como esperando la segunda venida de Cristo, me dije pensativo. Ese dia, casi sin notarlo, presa de una curiosidad urgente, di por terminada mi obra, recogi las monedas, guarde mis tizas y me puse a esperar. A esperar que bajara la vista. Cuando lo hizo y echo a andar sin decir nada a nadie, sin responder ninguna pregunta, lo segui. El anciano, con pasos despaciosos, camino hasta la esquina siguiente y, alli, igual que en la anterior, sin decir esta boca es mia, alzo la vista y se quedo mirando hacia arriba.

  • Boy Erased de Garrard Conley

    https://gigalibros.com/boy-erased.html

    Boy Erased (Identidad borrada) narra la historia real de Garrard Conley, hijo de un pastor bautista fundamentalista de una pequena localidad del sur de Estados Unidos.

  • A finales de enero de Javier Padilla

    https://gigalibros.com/a-finales-de-enero.html

    A mediados de los anos sesenta, algunas universidades espanolas vieron nacer una movilizacion, cada vez mas organizada y resuelta, contra la dictadura franquista. El regimen respondio primero con desconcierto y enseguida con represalias sistematicas y una durisima represion policial que dejo muchas victimas por el camino. Esta obra reconstruye los pormenores de una revuelta estudiantil -no menos intensa que el Mayo frances del 68-, y narra el compromiso con la libertad de tantos jovenes que hicieron historia y la padecieron, afrontaron palizas y penas de carcel al tiempo que se enamoraban y discutian entre cervezas y tabaco sobre marxismo, psicoanalisis y el amor libre.

  • La ladrona robo su conde de Christina Mcknight

    https://gigalibros.com/la-ladrona-robo-su-conde.html

    PARA SALVAR A SU FAMILIA, DEBERA SER MALA… MUY MALA…

  • Tiernos cuidados de Stella Bagwell

    https://gigalibros.com/tiernos-cuidados.html

    Linc Ketchum no habia sido un hombre facil antes de quemarse las manos en un incendio, pero ahora era sencillamente imposible. Sabia que ninguna mujer podria aguantarlo, y mucho menos Nevada Ortiz, la enfermera que habia enviado su prima para que lo cuidara. Lo que no esperaba era que fuera tan guapa e inteligente. Su cabello negro como la noche y su tersa piel morena suponian una enorme distraccion, por no hablar de los sentimientos que habia despertado en el. Como cualquier vaquero, Linc detestaba admitir que podia estar equivocado, pero lo cierto era que los tiernos cuidados de Nevada estaban haciendo que cambiara de opinion sobre las mujeres. O, al menos, sobre una en particular.

  • Arde, memoria de Rafael Perez Gay

    https://gigalibros.com/arde-memoria.html

    <>, dice Rafael Perez Gay en esta recopilacion hecha por el mismo de sus mejores cuentos. Aqui conviven los habitantes comunes del corazon de la Ciudad de Mexico entre la histeria de los tramites en dias calurosos y el rastro que deja la vida sexual capitalina, el supermercado como escenario de un drama pasional que hace contener la respiracion o las fusiones dimensionales para unir pasado y presente. La cotidianidad no resulta impasible, sino asombrosa: un mapa trazado por recuerdos de lecturas, viajes interiores y exteriores, la mirada en la vida de los otros y un bosquejo de nostalgia en la propia. Arde, memoria, con una prosa inteligente, lucida y emotiva, hace factible lo que todo escritor pretende: poner en palabras de la ficcion los olores y las miradas intangibles que se van convirtiendo en recuerdo, aquellos de la primera casa, los padres jovenes, las visitas de algunos fantasmas y cada cosa que el paso del tiempo comienza a nublar.

  • Auschwitz, ultima parada de Eddy De Wind

    https://gigalibros.com/auschwitz-ultima-parada.html

    Eddy de Wind llega a Auschwitz en 1943 junto a su esposa Friedel. El es medico y ella enfermera. Alli son separados. Ella queda entre los presos destinados a los crueles experimentos medicos del Dr. Mengele; el al cuidado de los prisioneros politicos polacos. Cuando la guerra esta perdida y los nazis huyen del campo con los presos que sobreviven (entre ellos su mujer), Eddy decide esconderse y esperar la llegada de los rusos. Permanece por un tiempo con ellos en el campo y alli empieza a escribir Auschwitz, ultima parada, donde describe la rutina diaria, las atrocidades de las que ha sido testigo y victima y la liberacion por los rusos. Pero en su texto muestra tambien su amor y deseo hacia Friedel.

  • Una noche en el Tamesis (Un dia en el Tamesis 3) de Diaz De Tuesta

    https://gigalibros.com/una-noche-en-el-tamesis-un-dia-en-el-tamesis-3.html

    !Vuelve Diaz de Tuesta con el esperado final de la trilogia <>, para deleite de todos sus lectores!

  • Muerte en los Hamptons (Las cosas y casos de la senora Starling 2) de Ana Bolox

    https://gigalibros.com/muerte-en-los-hamptons-las-cosas-y-casos-de-la-senora-starling-2.html

    ?Aun estas enfadada? --James redujo la marcha y detuvo el coche ante la verja de entrada a la mansion Carnegie. La musica de Night Fever que sonaba en la radio era lo unico que rompia el silencio desde que salieran de Nueva York. --No estoy enfadada. --Vale, defraudada. Anne estiro el brazo y bajo el volumen. Desde el asiento del copiloto, miro a su marido con los parpados entrecerrados. --?De verdad era necesario venir? ?No podias haber aplazado la reunion para despues de Navidad? La verja comenzo a abrirse lentamente. James bajo un dedo la ventanilla para evitar que se formara vaho en los cristales y el ronroneo del motor al ralenti llego con suavidad hasta ellos. Fuera, el viento comenzaba a soplar fuerte y los arboles que recorrian el alto muro de piedra que rodeaba la finca balancearon sus ramas como si estuvieran saludando a alguien desde lejos. Algunas gotas de agua cayeron sobre el parabrisas y James acciono las escobillas. --Sabes que si no hubiera sido imprescindible la habria aplazado --dijo. La voz de falsete con la que Robin Gibb, el solista de los Bee Gees, acaparaba las emisoras de radio desde que se estrenara “Fiebre del sabado noche” fue extinguiendose en los altavoces del coche sustituida por la de Casey Kasem, el famoso locutor del American Top 40. Anne fruncio los labios. Si, lo sabia. Su marido no habria anulado el viaje a Inglaterra para pasar la Navidad si no hubiera sido estrictamente necesario. Aun asi, no podia evitar sentirse, como el mismo habia dicho, defraudada. 1978 agonizaba y hacia meses que no veia a sus padres. En lugar de disfrutar de aquellos ultimos dias del ano con la familia, tendria que desempenar el papel de digna esposa de diplomatico en una reunion navidena en la mansion de Alexander y Rebeca Carnegie, junto a un nutrido grupo de personas con las que no le apetecia estar. --El Foreign Of ice esta muy interesado en que el bufete de abogados de Julian Snyder se establezca en los Estados Unidos y esta reunion con Martin Wolch es una oportunidad unica para ponerlos en contacto de manera confidencial. La puerta de hierro se estremecio al alcanzar el tope y James se adentro en el camino asfaltado que discurria a traves de una pradera. El cesped era espeso y parecia atendido con la misma meticulosidad que la del green de un campo de golf que aspirara a albergar el Abierto de Estados Unidos. --?Que es lo que pretende sir William, montar un nido de espias en Nueva York a traves de Julian? --No hables asi del ministro. No es… --?Diplomatico? --Lo has definido con perfecta exactitud, querida, tal y como suele hacer tu deslenguada habilidad para la oratoria. --Y sincera. --Anne tiro de la pernera del pantalon y la ahueco, antes de cruzar las piernas--. Deslenguada y sincera habilidad para la oratoria. --?Llamas sinceridad a la insolencia? --En efecto, llamo espontanea naturalidad a la franqueza. Lo has definido con perfecta exactitud, querido, tal y como suele hacer tu sutil capacidad para la farsa. --Me encanta cuando asimilas mi profesion a la representacion de un sainete. --Lo se. Por eso lo hago. Ella lo vio sonreir de reojo. --Ese fino humor fue lo que me enamoro de ti, pero sir William no debe saberlo. Cree que me case contigo por tu belleza y elegancia que, strictu sensu, es la unica exigencia que se requiere a la esposa de un miembro del cuerpo diplomatico de Su Majestad. --Adoro tu sinceridad diplomatica. --Lo se. Por eso la utilizo. James freno. Una cierva habia saltado de entre la arboleda enmaranada que recorria el camino por su lado derecho y lo cruzo con refinada distincion, alejandose con su peculiar trote gracioso hasta un bosquecillo cercano. --Esbelto y gracil ejemplar --dijo Anne cuando el animal se perdio de nuevo entre las ramas--. Podrias haberte casado con ella. --Y habria sido una acertada decision si tu no hubieras aparecido antes. --!Lo estas arreglando! --Tu empezaste. --Porque estoy enfadada. James levanto una ceja y dejo caer la mano sobre la palanca de cambios, sin llegar a meter la primera marcha. --Crei que estabas defraudada --dijo. --Y yo crei que dominabas el idioma de tu propia profesion. --Vale --Echo el freno de mano y se giro hacia ella--, hagamos las paces antes de entrar ahi --dijo senalando la mansion de estilo colonial que aparecia ante ellos. La puerta de entrada se abria a unas escalinatas de marmol ante las que se extendia una extensa pradera, recorrida por el camino asfaltado en el que se encontraban y que unia la casa con la verja de entrada, ahora ya oculta por el bosquecillo que acababan de atravesar--. ?Te portaras bien? Anne cerro los ojos un instante y encogio los hombros. --Sabes que lo hare. Tienes una mujer exquisita y educada que se conduce como la leal esposa de un perfecto diplomatico. --Una mujer que tambien es entrometida, rebelde y obstinada. --?Me quieres, James? --Me enamoraron tus virtudes, querida. No podria no amarte. --Eres extrano. --?Porque me gustan tus excentricidades? --Si pretendes componer una ecuacion en la que la suma de entrometimiento, rebeldia y obstinacion equivalga a excentricidad vas mal encaminado matematicamente. --Pero no diplomaticamente. --Yo tambien te quiero --Anne extendio el brazo y poso la mano sobre el muslo de su marido. --Lo se --dijo el. --Aunque cualquiera que te oyera hablar de mi pensaria que estas a punto de pedir el divorcio. --Cualquiera que se tome la molestia de observar como te miro sabra lo que es el amor.

  • Bailando con el demonio de Alina Covalschi

    https://gigalibros.com/bailando-con-el-demonio.html

    --Quiero ver sensualidad, Evelyn --exigio Madame Janice--. Esas manos tienen que flotar en el aire. Llevaba mas de tres horas de entrenamiento y, por mas que intentaba estar concentrada, mi cuerpo se resistia. Me dolian los huesos, y estaba cansada. Me gustaba bailar porque mi alma lo necesitaba. Sonaba con mis pies en pleno movimiento y me sentia libre. La mente y mi corazon acompanaban el ritmo, lo que hacia conmovedora la danza. Sentir la musica era el secreto para mi felicidad. --Es suficiente por hoy --dijo ella al ver que mis piernas empezaban a fallarme--. Seguiremos manana, Evelyn. Descansa, quiero verte con fuerzas. Estaran aqui muchos directores y es posible que alguno ponga sus ojos en ti. --Eso espero. --Desenrede mi pelo sudado--. Llevo toda una vida luchando para conseguir esto. --Lo conseguiras, seguro, eres perfecta. --Me dio una botella de agua--. Hay muchos musicales que necesitan buenos bailarines. --Si, pero algunos son mejores que yo. --Confio en ti. --Me dio un apreton de manos--. Necesitas descansar. Ella abandono el salon de baile y, al verme sola, me sente en el suelo y apoye la espalda contra el espejo. Recorde la primera vez que mis pies habian tocado el suelo de un estudio y la primera vez que el baile me habia llamado la atencion. --Aqui estan los bailarines, ninos --dijo nuestra cuidadora Janine--. Este Conservatorio es uno de los mejores y, si estudian bien, podeis obtener una plaza aqui. --Nos miro a todos. --?Y podemos bailar como ellos? --Senale una pareja que se movia de una manera indescriptible. --Claro que si, Evelyn. El orfanato paga vuestros estudios, pero teneis que poner mucho empeno. --Lo hare --dije para mi misma. Y eso hice… empece a estudiar y a estudiar hasta conseguir una beca. Con esa beca me habian dado una plaza para el conservatorio y luego me habia esforzado mucho para aprender todos los tipos de baile de salon. Mi vida no habia sido facil: no tener padres ni familia me habia mantenido en un amargo silencio durante anos. Tuve suerte de que mis abuelos pagaran el orfanato antes de quedarme sin nada. Estuve viviendo dos anos alli hasta que una familia se intereso por mi. Todo paso muy rapido y, en menos de unas horas, ya estaba viviendo con ellos. Mi padre adoptivo tenia mas de cinco empresas de construccion y habiamos tenido mucho dinero. Perdimos todo en tan solo un mes, y eso lo volvio loco: los encontre a los dos muertos en la cama. Habia sido el dia mas horrible de mi vida, y ver tanta sangre junto a los cuerpos de esas personas sin vida me habia marcado para siempre. Los policias habian dicho que mi padre adoptivo habia matado a su mujer y luego se habia disparado en la cabeza. No llegue a encarinarme con ellos y estaba acostumbrada a verlos siempre lejos de donde yo me encontraba, fisica y psicologicamente. Mucho no recordaba porque era muy pequena, pero nunca los habia visto besarse o abrazarse y, por supuesto, tampoco lo hacian conmigo. De cria habia tenido pesadillas al respeto y en todas ellas los rodeaba un aura extrana, tanto como eran ellos. Cuando me vi sola de nuevo un lugar extrano y lleno de personas desconocidas, quise desaparecer para siempre. El orfanato era un edificio cuadrado, rodeado por una verja alta. Estaba muy descuidado, pero limpio y las cuidadoras me hablaban con indiferencia. Tuve la suerte de que ese dia habia visto a una pareja bailando en el parque del orfanato y habia recordado lo que me habia prometido: seguir estudiando y llegar a cumplir mi mayor deseo. Conseguir bailar en un escenario habia sido lo unico que me habia mantenido con vida. --Vamos a cerrar --aviso el portero. --Ahora salgo. --Me levante del suelo y estire mis brazos. Tome la mochila y sali del conservatorio bastante confiada. Estaba segura de que tantos anos de clases intensivas no habian sido inutiles y de que pronto iba recibir los merecidos resultados. LUCES EN LA OSCURIDAD --Mucha suerte Evelyn --dijo mi companera de piso, Carmen. --Gracias. --La abrace y sali por la puerta. Habia pasado una noche horrible; no habia conseguido pegar ojo por los nervios que habian estado recorriendo mi cuerpo entero. No queria perder la oportunidad de conseguir un puesto libre en la nueva obra teatral "Olvida que me amas". Habia aprendido una corregrafia y tenia que bailar con mucha precision para conseguir mi tan ansiado sueno. Llegue al conservatorio un poco antes, pero tuve tiempo de echar un vistazo a las aulas llenas. Mientras paseaba por los pasillos, recordaba con nostalgia mis primeros dias de entrenamiento. Habian sido dificiles, pero me habian ayudado a olvidar el duro pasado que habia enterrado muy adentro de mi corazon. Habia muchos bailarines esperando, y eso empezaba a preocuparme. Estire mi cuerpo para liberar la tension y me sente en una silla. Con los nervios revoloteando en mi estomago, espere a que me llamaran. Despues de una larga hora de espera, llego mi turno. Me puse de pie enseguida cuando escuche mi nombre. Estaba nerviosa: mi corazon martilleaba en mi pecho con fuerza mientras enviaba un escalofrio por todo mi cuerpo, y mis mejillas empezaron a arder. Me llevaron por un pasillo oscuro y luego abrieron una puerta de metal. Lo que habia tras ella era una cortina roja de terciopelo y un silencio inquietante. La aparte con mis manos temblorosas y pise despacio el suelo de madera. Me encaminaba hacia un escenario y sabia que esa era una oportunidad unica. Habia solo una luz encendida, y el resto estaba a oscuras, de forma que era imposible saber cuantas personas habia mirandome. --Puedes empezar --dijo alguien, y gire la cabeza. Su voz sono fuerte, y el poder de sus palabras se apodero de mi. Mi corazon se deslizo hacia mi estomago. No podia pensar y me estremeci. Frote mis brazos para entrar en calor y asenti con detenimiento. Estaba acostumbrada a bailar con musica, pero no me atrevi a decir nada. Cuando hice una reverencia, vi en la oscuridad de la sala dos luces rojas pequenas. Parecian dos puntos pero, al ver que se movian y se apagaban al ritmo de mi parpadeo, empece a retroceder. Un panico asfixiante se instalo en mi y, cuando senti la cortina tocando mi espalda, la voz hablo de nuevo: --No tengo todo el dia. Hay mas personas esperando

  • El sacrificio del Verdugo de Noelia Amarillo

    https://gigalibros.com/el-sacrificio-del-verdugo.html

    Un mundo de fantasia donde nada es lo que parece, las princesas son salvajes driades; los plebeyos, principes encantadores, y el rey, el mas insaciable de los verdugos.

  • Enamorate de ti de Walter Riso

    https://gigalibros.com/enamorate-de-ti.html

    EL amor a uno mismo es un dique de contencion contra el sufrimiento mental. Amarse a uno mismo no solamente es el punto de referencia para saber cuanto se debe amar a los demas (“Ama a tu projimo como a ti mismo”), sino que parece actuar como un factor de proteccion para las enfermedades psicologicas y un elemento que genera bienestar y calidad de vida. Activar toda la autoestima disponible o amar lo esencial de uno mismo es el primer paso hacia cualquier tipo de crecimiento psicologico y mejoramiento personal. Y no me refiero al lado oscuro de la autoestima, al narcisismo y a la fascinacion del ego, a sentirse unico, especial y por encima de los demas; no hablo de “enamoramiento” ciego y desenfrenado por el “yo” (egolatria), sino de la capacidad genuina de reconocer, sin verguenza ni temor, las fortalezas y virtudes que poseemos, integrarlas al desarrollo de nuestra vida y volcarlas hacia los demas de manera efectiva y compasiva. Quererse a uno mismo, despreciando o ignorando a los demas, es presuncion y exclusion; querer a los demas, despreciandose uno mismo, es carencia de amor propio. “Enamorate de ti” significa: “Quierete y amate a ti mismo honestamente”. Perseverar en el ser (conatus), como decia Baruch Spinoza, para defender la existencia individual y sacar a relucir lo mejor de cada quien. Quererse a uno mismo tambien es propiciar la autoconservacion sana, tal como promovian los estoicos, y procurarse el mayor placer y salud posible, como lo estipulaba Epicuro. Quererse a uno mismo es considerarse digno de lo mejor, fortalecer el autorrespeto y darse la oportunidad de ser feliz por el solo hecho, y sin mas razon, de estar vivo. El amor empieza por casa. Tu primer amor es el que se dirige a ti mismo, y en ese primer idilio aprenderas a amar la existencia o a odiarla. ?Como abrirle las puertas al amor de los que te rodean si desprecias o no aceptas tu ser, o si te averguenzas de existir? Un paciente destruido por la depresion me decia: “Lo siento, pero… Me averguenza estar vivo”. ?Habra mayor decadencia del ser? Asi como no atacas ni te desentiendes de quienes amas, no hagas lo mismo con tu persona. Ser amigo de uno mismo es el primer paso hacia una buena autoestima. Amar es buscar el bien del otro y disfrutarlo, que su dolor nos duela y su alegria nos alegre, y con el amor propio ocurre algo similar: si no te perdonas, si te fastidia estar contigo mismo, si no te soportas y te menosprecias, !pues no te amas! A veces me preguntan si es posible odiarse a uno mismo, y mi respuesta es categorica: “Por supuesto, !y con que intensidad!”. Incluso hasta el extremo de querer desaparecer de la faz de la tierra y obrar en consecuencia. Muchas veces nos regodeamos en el dolor autoinfligido. Cuentan que una senora iba en un tren y, a las tres de la manana, mientras la mayoria dormia, comenzo a quejarse en voz alta: “!Que sed tengo, Dios mio! !Que sed tengo, Dios mio!”. Una y otra vez. Su insistencia desperto a varios de los pasajeros, y el que estaba a su lado fue a buscar dos vasos de agua y se los trajo: “Tome, senora, calme su sed y asi dormimos todos”. La senora se los bebio rapidamente y la gente se acomodo para retomar su descanso. Todo parecia que habia vuelto a la normalidad, hasta que a los pocos minutos se escucho nuevamente a la senora decir: “!Que sed tenia, Dios mio! !Que sed tenia, Dios mio!”. Incorporamos el castigo psicologico a nuestras vidas desde pequenos sin darnos cuenta y como si fuera una faceta normal y hasta deseable; en suma, nos acoplamos a el. Nos regodeamos en el sufrimiento o le ponemos velas. A veces nos comportamos como si el autocastigo fuera una virtud porque “templa el alma”, y aunque sea cierto que es importante el esfuerzo por alcanzar las metas personales, una cosa es la autocritica constructiva y otra la autocritica despiadada que nos golpea y nos hunde. Una cosa es aceptar el sufrimiento util y necesario, y otra muy distinta acostumbrarnos al dolor que masoquistamente nos propiciamos a nosotros mismos en aras de “limpiar culpas” o “tratar de ser dignos” para que alguien nos ame. Los hallazgos realizados en el campo de la psicologia cognitiva en los ultimos veinte anos muestran claramente que la vision negativa que se tiene de uno mismo es un factor determinante para que aparezcan trastornos psicologicos como fobias, depresion, estres, ansiedad, inseguridad interpersonal, alteraciones psicosomaticas, problemas de pareja, bajo rendimiento academico y laboral, abuso de sustancias, problemas de imagen corporal, incapacidad de regular las emociones y muchos mas. La conclusion de los especialistas es clara: si la autoestima no posee suficiente fuerza, viviremos mal, seremos infelices y ansiosos. El presente libro va dirigido a aquellas personas que no se aman lo suficiente a si mismas, que viven encapsuladas, amarradas a normas irracionales y desconsideradas con ellas mismas. Tambien va dirigido a quienes sabian amarse a si mismos en alguna epoca y se han olvidado de hacerlo por los rigores de la vida o las carreras desenfrenadas por la supervivencia, donde uno se pone en segundo plano, como si fuera material desechable. La propuesta de estas paginas es simple y compleja a la vez: “Enamorate de ti; se valiente; comienza el romance contigo mismo, en un ‘yo sostenido’, que te haga cada dia mas feliz y mas resistente a los embates de la vida cotidiana”. ENAMORARSE DE UNO MISMO QUERERSE a uno mismo es quizas el hecho mas importante que garantiza nuestra supervivencia en un mundo complejo y cada vez mas dificil de sobrellevar. Aun asi, y curiosamente, gran parte del aprendizaje social se orienta a sancionar o subestimar el valor del amor propio, posiblemente para evitar caer en las garras del engreimiento. Si decides felicitarte dandote un beso, es probable que las personas que te rodean (incluso el psicologo en turno) evaluen tu conducta como ridicula, narcisista o pedante. Esta mal visto que nos demos demasiado gusto o que nos mostremos muy alegres de ser como somos (una persona muy feliz consigo misma y con el mundo puede facilmente ser diagnosticada como hipomaniaca por algunas reconocidas clasificaciones psiquiatricas). Cuando nos ocupamos de nosotros mismos por demasiado tiempo, nos mimamos o nos autoelogiamos, llegan las advertencias: “!Cuidado con el exceso de autoestima!” u “!Ojo con el orgullo!”. Y en parte resulta entendible, si vemos los estragos que puede realizar un ego inflado y sobredimensionado. Sin embargo, una cosa es ser egolatra (endiosado de si mismo), egoista (avaricioso e incapaz de amar al projimo) o egocentrico (incompetente para reconocer puntos de vista distintos), y otra muy distinta ser capaz de aceptarse a si mismo de manera honesta y genuina sin hacer alharaca ni despliegues publicitarios. La humildad es ser consciente de la propia insuficiencia, pero de ninguna manera implica ser ignorante de la valia personal. La consigna: “Quierete, pero no en exceso”, es decir, desproporcionada o irracionalmente (para no quedar embelesado y atrapado por la propia imagen reflejada), es un buen consejo, ya que nos pone en alerta contra el lado oscuro de la autoestima. No obstante, es mejor no exagerar y tener presente que en determinadas situaciones, cuando nuestro amor propio es vapuleado o atacado, querernos a nosotros mismos sin tanto recato ni miedos irracionales puede sacarnos a flote y ayudarnos a andar con la cabeza en alto. La politica de ocultar y/o minimizar el autorreconocimiento, y de disimular las fortalezas que poseemos, produce mas dano que beneficios. La sugerencia de no quererse a uno mismo “mas de lo necesario” puede transformarse en un autoamor resfriado y enclenque. Es verdad que no hace falta gritar a todo pulmon lo maravillosos que somos ni publicarlo en primera pagina, pero reprimirlo, negarlo o contradecirlo termina por herirnos emocionalmente. Al intentar dejar fuera el egoismo salvaje, a veces no dejamos entrar el amor propio; por evitar la pedanteria insufrible del sabelotodo, algunos caen en la verguenza de ser lo que son; por no despilfarrar, somos mezquinos. Si me siento mal por ejercer mis derechos personales o simplemente los ignoro o pienso que no los merezco, quiza me falte autorrespeto. A medida que vamos creciendo, una curiosa forma de insensibilidad hacia nosotros mismos va adquiriendo forma y nos lleva a dejar atras aquellas gloriosas epocas de la ninez cuando el mundo parecia girar a nuestro alrededor y saltabamos felices de juego en juego. En aquellos momentos, todo era gratificante y fantasioso. El “yo”, por momentos, parecia bastarse a si mismo autogratificandose y construyendo universos infinitos a su antojo (esta claro que la tendencia natural de un nino no es el autocastigo, sino pasarla lo mejor posible y de paso sobrevivir). Pero las cosas buenas no duran tanto, y al crecer hacemos a un lado ese delicioso mundo “yoico” (ya que ninguna sociedad sobreviviria a tal egocentrismo) y nos orientamos mas “hacia fuera” que hacia dentro: nos “descentramos”, por decirlo asi, y aceptamos a reganadientes que amar al projimo es mas importante, valioso y encomiable que amarse a uno mismo. Las conclusiones psicologicas actuales sobre el tema de la autoestima son un llamado de alerta que vale la pena tener en cuenta: no educamos a nuestros hijos para que se quieran a si mismos, al menos de manera sistematica y organizada como en otros aprendizajes. Desde pequenos nos ensenan conductas de autocuidado personal respecto a nuestro fisico: lavarnos los dientes, banarnos, arreglarnos las unas, comer, controlar esfinteres, vestirnos y cosas por el estilo. Pero ?que hay del autocuidado psicologico y la higiene mental? ?Les prestamos la suficiente atencion? ?Los ponemos en practica? ?Resaltamos la importancia del autoamor?

  • La mirada de una bruja 2 de Antonia J. Corrales

    https://gigalibros.com/la-mirada-de-una-bruja-2.html

    La mirada de una bruja, segunda parte de la trilogia Historia de una bruja contemporanea.