• cuatro poetas en guerra - Ian Gibson

    https://gigalibros.com/cuatro-poetas-en-guerra.html

    Antonio Machado, Juan Ramon Jimenez, Federico Garcia Lorca y Miguel Hernandez son cuatro de las mejores voces poeticas de la Espana del siglo XX. Unidos no solo por su absoluta dedicacion a las letras, sino por su lealtad a la Segunda Republica, enarbolaron una defensa acendrada de la libertad y la democracia.

  • CUATRO POETAS EN GUERRA | IAN GIBSON | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-cuatro-poetas-en-guerra/9788490708262/9083507

    Antonio Machado, Juan Ram#n Jim#nez, Federico Garc#a Lorca y Miguel Hern#ndez son cuatro de las mejores voces po#ticas de la Espa#a del siglo XX.

  • Cuatro poetas en guerra (Divulgación) : Gibson, Ian - Libros

    https://www.amazon.es/Cuatro-poetas-en-guerra-Divulgaci%C3%B3n/dp/8408077929

    Federico García Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández y Juan Ramón Jiménez son cuatro de las voces más importantes de la poesía española del siglo XX.

  • Cuatro poetas en guerra Versión Kindle - Gibson, Ian

    https://www.amazon.es/Cuatro-poetas-guerra-Ian-Gibson-ebook/dp/B07PJN81NH

    Ian Gibson es un hispanista internacionalmente reconocido y, desde 1984, ciudadano español. Entre sus libros más destacados figuran Federico García Lorca; La ...

  • Cuatro poetas en guerra - Libro de Ian Gibson - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/11609/cuatro-poetas-en-guerra

    Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Miguel Hernández. La obra definitiva sobre los insignes poetas, de la mano del hispanista de ...

  • Cuatro poetas en guerra - Ian Gibson | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-cuatro-poetas-en-guerra/10109

    27 feb 2007 — Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Miguel Hernández. La obra definitiva sobre los insignes poetas, de la mano del ...

  • Cuatro poetas en guerra - Ian Gibson -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a6560460/Ian-Gibson-Cuatro-poetas-en-guerra

    11 abr 2019 — Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Miguel Hernández son cuatro de las mejores voces poéticas de la España del ...

  • ian gibson - cuatro poetas guerra - Iberlibro

    https://www.iberlibro.com/buscar-libro/titulo/cuatro-poetas-guerra/autor/ian-gibson/

    Cuatro poetas en guerra ... Condición: Nuevo. Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Miguel Hernández son cuatro de las mejores voces ...

  • CUATRO POETAS EN GUERRA · GIBSON, IAN - Tipos Infames

    https://www.tiposinfames.com/libros/cuatro-poetas-en-guerra/46960/

    Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca y Miguel Hernández son cuatro de las mejores voces poéticas de la España del siglo XX.

  • CUATRO POETAS EN GUERRA - IAN GIBSON | Alibrate

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  • CUATRO POETAS EN GUERRA. IAN GIBSON. Comprar libro

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    CUATRO POETAS EN GUERRA 9,45€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. Los poetas republicanos. Federico García Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández y Juan ...

  • Volver a Assam (Aromas de te 3) de Janet Macleod Trotter

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    La India, 1933. Adela Robson es una adolescente que escapa de la escuela, decidida a perseguir su pasion por la interpretacion. En Shimla, la sede veraniega del Gobierno imperial, se entrega a cuantas diversiones ofrece la sociedad india de la epoca a una hermosa debutante. Pero cuando parece a un paso de alcanzar sus ambiciones, la joven llama la atencion de un apuesto principe, un juerguista encantador que dara al traste con sus suenos…

  • Las chicas robadas (Lottie Parker 2) de Patricia Gibney

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    Cuatro chicas desaparecidas. Un secreto enterrado en el pasado.

  • Nenita de Tania Sexton

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    Corre la decada de los cincuenta, y para una muchacha como Barbara no va a ser facil salir adelante. Solo tiene quince anos, es inocente, buena y con una belleza deslumbrante, y lo unico que desea es trabajar y ganarse su sustento para poder abandonar la casa de su tia y evitar que su tio la seduzca o, mucho peor, la viole.
    Manuel Oliveira es un viudo de casi cuarenta anos, comprometido con una bella mujer y dueno de esa casa donde Barbara va a pernoctar, gracias a su amiga Natalia. Y cuando la conoce, a pesar de quedar prendado por la belleza de esa preciosa cria, ni se le pasa por la mente que el vaya a perder la cabeza por una muchacha que es mas joven que su propia hija.
    Ese mundo que el controla con mano ferrea dara un giro total, haciendo que se comporte como nunca lo habia hecho, sin importarle el dano que pueda causar y sin calibrar las consecuencias que tendra en un futuro.

  • Seremos Libres de Alexa Bleu

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    --Necesito salir de aqui, ya no aguanto mas encerrada --manifiesto, dando vueltas por el salon de este diminuto piso. --Pero si acabamos de empezar la cuarentena, Lucre --responde Bea, mi companera de piso y mejor amiga, mientras se atiborra a Doritos, enganchada a alguna serie de Netflix. La envidio. No le esta afectando casi nada el encierro porque ella siempre ha sido una persona casera. Yo soy todo lo contrario; necesito salir a que me de el aire, estar con gente o incluso asistir a clase, por muy extrano que parezca esto ultimo. Desde que el presidente del Gobierno declaro el Estado de Alarma hace casi una semana por culpa del virus, la gente no puede salir de sus casas, excepto para comprar comida, ir a la farmacia o pasear al perro, y en este instante me arrepiento de no haber adoptado uno, aunque la casera nos haya prohibido tener mascotas. De pronto, una grandiosa idea se me viene a la mente. Voy directa a mi habitacion, cojo papel y boli, y regreso al salon. Sobre la mesa que usamos para comer y que se halla llena de todo tipo de trastos, escribo lo que se me acaba de ocurrir. Soy Lucrecia, la vecina del 3degC. Me ofrezco como voluntaria para hacer la compra, ir a la farmacia a por medicinas o pasear a vuestro perro si sois personas de riesgo o con movilidad reducida. No pido nada a cambio. Podeis llamarme o mandarme un mensaje al movil. Le enseno la nota a mi amiga, que se burla de mi desesperacion, y abandono un momento la casa para pegar el papel en el espejo del ascensor. Ahora solo me queda esperar a que alguien contacte conmigo. Cuando vuelvo al piso, la lavadora ha finalizado y voy a la terraza, que se ha convertido en mi templo desde que ha comenzado el confinamiento, para tender la ropa. Basicamente mis dias son bastante rutinarios. Por la manana me levanto, desayuno, hago ejercicio y salgo a comprar el pan. Por la tarde estudio, aunque no sepa como va a acabar mi ano academico, y veo alguna serie con Bea. En fin... Un aburrimiento. --!Bea, ven, corre! --exclamo, asomada a la calle al terminar de tender. Mi amiga viene en mi busqueda con rapidez y las dos contemplamos como el vecino nuevo tira la basura en el contenedor con su elegancia. --?Tanta basura acumula todos los dias el solo? --pregunto. --Depende... --Bea frunce los labios, con la expresion de estar inventandose algo macabro --. Igual ha descuartizado a su exnovia y se esta deshaciendo del cadaver poco a poco. --Ladea su cabeza en mi direccion y me dedica una sonrisa traviesa--. Ya sabes... Para no generar sospechas. Por ejemplo, ayer le toco tirar un brazo; hoy, un pie; manana, la cabeza... --No creo. No tiene pinta de asesino. Seguimos con la mirada al vecino hasta que se mete en nuestro edificio. Compartimos rellano y su terraza esta justo al lado de la nuestra, asi que todos los dias lo veo un par de veces salir a fumarse un cigarro sin camiseta o leer un libro, dando un toque misterioso. Hace dos semanas se mudo aqui, pero no hemos entablado ninguna conversacion; solo nos hemos saludado con cordialidad. --?Y de que tienen pinta los asesinos? --inquiere Bea--. Los que parecen buenos, al final son los peores. Tenlo en cuenta, futura criminologa. --Voy a intentar conocerlo cuando lo pille en la terraza. Tengo curiosidad por saber cosas de el. A Bea se le escapa una carcajada. --Tu lo que quieres es que se meta en tus bragas. --Tambien --le doy la razon, riendome--. Estoy necesitada por culpa del confinamiento. No voy a mentir; ese tio esta muy bueno y supongo que tendra un par de anos mas que yo. Una alegria para el cuerpo no me vendra mal. --Me temo que no puedes acercarte a un desconocido a menos de un metro --me recuerda, mirandome fijamente--. Y mucho menos mantener relaciones sexuales con el. Suspiro, poniendo los ojos en blanco. --Gracias por romperme la ilusion. *** Tras los aplausos de las ocho, me quedo esperando un rato mas en la terraza por si el misterioso vecino da senales de vida, porque no ha salido ni un dia a aplaudir. Nuestro barrio es bastante tranquilo. Se encuentra en una zona apartada de Valencia, y la mayoria de vecinos son personas mayores o familias con hijos, asi que no dan mucho la lata. Algunos, tras aplaudir, se ponen a cantar y a bailar desde sus terrazas o balcones, y yo me uno a ellos porque tengo que aprovechar el unico momento del dia que puedo socializar con gente que no sean Bea o mis padres (por videollamada). Esta noche le toca a mi amiga preparar la cena con los pocos alimentos que nos quedan en la nevera. Manana me encargare de hacer la compra, y espero, de todo corazon, que haya papel higienico, porque nos queda solo un rollo. El olor del tabaco inunda el ambiente, lo que significa que el vecino sadico ha salido a su terraza a fumar. Observo que se asoma a la calle, apoyando los codos en su muro, mientras que con una mano sujeta el cigarrillo con expresion melancolica. Me doy el privilegio de estirar mi cuello desde donde me encuentro para estudiar al chico de cuerpo entero. Lleva una sudadera, un pantalon corto de chandal y va descalzo. De pronto, ladea su cabeza hacia mi, como si se hubiese dado cuenta de que me lo estoy comiendo con los ojos; enseguida aparto mi vista y me centro en observar el edificio de enfrente, fingiendo que no soy ninguna mirona de vecinos desconocidos y posibles asesinos en serie. --Buenas noches, vecina --oigo una voz masculina grave, que me parece muy sexy. Lo miro y le dedico una sonrisa. El tambien sonrie y despues exhala el humo del cigarro por la boca. --Buenas noches, vecino --le respondo. ?Le pregunto como lleva la encerrona? ?O por lo que hace todo el dia en su casa? ?O por que saca cada dia la basura? Siempre se me ha dado fenomenal mantener una conversacion con las personas, aunque no las conozca. De camino a mi facultad en el metro, nunca me he quedado callada y le hablaba al que tenia sentado a mi lado; no paraba de parlotear hasta que llegaba a mi destino, e incluso muchas veces me he despistado y he tenido que bajarme dos paradas despues. --?Que tal el confinamiento? --se atreve a preguntar, como si me acabase de leer el pensamiento. --Regular. --Me rio con tanto nerviosismo que parezco una tonta--. Estar enjaulada todo el tiempo no es lo mio. ?Y tu? --No veo la diferencia entre la cuarentena y mi vida normal. Estoy acostumbrado a estar en casa sin que me afecte. --Ah, que bien. Te envidio un poco. Yo estoy deseando que se acabe esta distopia para irme de fiesta. Lo hago reir con mi comparacion. Despues le da otra calada al cigarro y vuelve a echar el humo. --Em... Esto... Manana me toca hacer la compra. Si quieres que te traiga algo, no tienes mas que pedirmelo --le propongo--. Un paquete de papel higienico, harina, tabaco... Un paquete de preservativos para que uses con tu novia descuartizada, por si se te han gastado... --No tengo novia. Rompi con ella porque me puso los cuernos con mi companero de piso. Me quedo sorprendida. ?Como alguien puede serle infiel a este monumento? O a cualquier persona, en general. Yo no podria ni mirar a la cara a mi pareja. --Lo siento mucho --le contesto con lastima--. Si te sirve de consuelo, ella no te merecia. --Ya. --?Entonces no necesitas que te traiga nada del supermercado? --decido cambiar de tema. --No, gracias. Tengo de todo. --Vale, pues... --Enredo un mechon de pelo en mi dedo--. Voy a cenar. Ya nos veremos manana en la terraza. Se echa a reir. Dios mio, su risa desprende tanta sensualidad que hasta creo que me estoy enamorando. Asi, sin conocerlo ni nada. Muy bien. Puede que sea un psicopata que asesino a su ex por ponerle los cuernos, y yo estoy aqui, charlando tan ricamente con el y creyendo en el amor a primera vista y en tiempos de confinamiento. Sigo pensando que el encierro me esta afectando de mala manera. Tras despedirme del chico, que todavia no se ni como se llama, ceno con Bea y le cuento la pequena conversacion tan bobalicona que he tenido con el. Mi amiga me dice que de esta situacion puede surgir una bonita historia de amor entre vecinos, pero sin dejar de burlarse de mi. *** A la manana siguiente, me paseo por el supermercado del barrio, buscando todo lo que ha apuntado Bea en la lista de la compra y lo que me han pedido algunos vecinos tras leer mi anuncio pegado en el ascensor. La mayor parte de la gente va con guantes, mascarillas y respetando la distancia de seguridad. Gracias a mi amiga y a su alergia, me he podido poner una mascarilla de las que tiene por casa, porque en la farmacia ya no quedan existencias por culpa de los borregos que fueron a comprarlas a montones. Se creian que se avecinaba el apocalipsis o algo asi. Ahora mismo solo me queda coger el papel higienico para marcharme. Me dirijo hacia el pasillo por donde se encuentra y descubro, a escasos metros desde donde estoy, que nada mas hay un paquete y que el vecino sadico se esta acercando a toda pastilla para hacerse con el. Yo corro una maraton, con la esperanza de ganarle la carrera, pero cuando llego a su lado, el me sonrie con socarroneria y lo mete en su carrito. --Has llegado tarde --me dice, en tono burlon. Tambien lleva una mascarilla cubriendole la boca, pero lo que mas me llama la atencion de su rostro son sus ojos azules. --?No decias que no te hacia falta nada? --Anoche no necesitaba nada, pero hoy si. --Se separa un metro de mi, porque estabamos muy cerca el uno del otro--. Hay que respetar la distancia de seguridad. Podrias pegarme el bicho, Lucrecia. En este momento me queda claro que este tio es un psicopata. ?Como sabe mi nombre si no se lo he dicho? --O podrias pegarmelo tu --contraataco--. Yo estoy sana. --No lo sabes. A lo mejor eres portadora asintomatica. --O tu tambien. Se que esta sonriendo por debajo de la mascarilla; sus ojos lo delatan. Sin embargo, no me hace ni pizca de gracia que me haya robado el papel higienico. --Nos vemos, vecina Lucrecia. --Se despide de mi con la cabeza y no tarda en desaparecer de mi vista. Pues nada. Hoy me toca limpiarme el trasero con servilletas. Una vez que llego a casa, la exagerada de Bea me abre la puerta, sujetando un trapo, lejia y gel desinfectante, y vestida con un disfraz de astronauta, como si pensara que le traigo la lepra en la compra. Me obliga a desnudarme en mitad del rellano (solo permite que me quede con las bragas y el sujetador), y la dejo desinfectarlo todo mientras me doy una buena ducha de agua caliente. --!?Por que no has traido papel higienico, tia?! --me pregunta de sopeton, al colarse en el bano y descorrer la cortina de la ducha; yo casi me resbalo por el susto que me ha dado. --Porque solo quedaba un paquete --le explico, enjabonandome el cuerpo--. Adivina quien se lo ha llevado. --?La vecina loca del quinto? ?La que tiene veinte gatos? --No. El vecino descuartizador. Mi amiga permanece atonita durante unos segundos, y yo aprovecho para seguir duchandome. --?Como has permitido que te lo robara? --Llego antes que yo. Es idiota. --!Pues esto no se va a quedar asi! --exclama, senalandome con su dedo--. Pienso lanzarle basura a su terraza. --Y se esfuma del bano, dando un portazo. Salgo de la banera, me envuelvo el cuerpo con una toalla y mi cabello negro con otra, y me meto en mi habitacion con la intencion de ponerme el pijama, pero un mensaje en mi movil me interrumpe, asi que lo cojo de mi escritorio y entro en WhatsApp. Descubro que el numero no lo tengo guardado. Hola, Lucrecia, soy tu vecino. Como te has puesto tan triste cuando me he llevado el papel higienico, he decidido dejarte seis rollos sobre tu felpudo (yo me he quedado con otros seis). No te preocupes, que no los he tocado y continuan metidos en el paquete de plastico. De nada. Posdata 1: Tu numero lo he cogido de la nota que he visto pegada en el ascensor. Posdata 2: Limpiate bien. Mira que considerado el descuartizador... Tiro el movil sobre la cama y corro hacia la puerta de la entrada, sosteniendo la toalla con una mano para evitar que se me caiga y que los vecinos me vean como mi madre me trajo al mundo. Y ahi esta el paquete con los seis rollos de papel higienico, descansando en el felpudo. Echo un vistazo a la puerta de al lado, que se encuentra cerrada, y sonrio negando con la cabeza. Despues entro en mi piso y le cuento a Bea lo que acaba de suceder, pero ella, como es tan miedosa, se ocupa de desinfectar el plastico y le pasa a cada rollo un trapo por encima, por si da la casualidad de que el virus haya llegado hasta ahi.

  • Un viernes cualquiera de Luis A. Santamaria

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    --!Vaya dia de mierda! En un pequeno estudio de alquiler situado en el centro de Madrid, una muchacha se acababa de quemar las manos en su intento fallido de sacar un bizcocho del horno. Si el bizcocho quedo como para que se lo comiera Rafiki --un simpatico conejo domestico--, las manos de la joven no salieron mejor paradas. Corrio hacia el cuarto de bano y coloco las palmas enrojecidas bajo el chorro de agua fria. No era una solucion, seguian en carne viva. <>, procuro adivinar mientras se retorcia de dolor. Desecho la idea de la crema dental por parecerle estupida, y termino untandose crema para la piel. Las manos aun le temblaban del dolor, pero el alivio fue el suficiente como para que dejase de llorar. De pronto, algo sucedio en el estudio. La muchacha detecto con el rabillo del ojo como algo se deslizaba a traves del parque del pasillo. ?Una carta? Con el ceno arrugado, salto a ver que era. Fue al agacharse cuando descubrio que no se trataba de una carta, sino de una sencilla hoja de libreta. Sin comprender, dirigio su mirada hacia la puerta principal. Permanecia cerrada. <> Subitamente le vinieron algunas historias de atracadores nocturnos que en los ultimos meses habian estado sembrando el panico en la capital. Con una cautela algo impropia en ella, desplego el papel con dificultad (las manos le temblaban ahora incluso mas que antes). Venia escrito a lapiz, con una caligrafia torcida y alocada. Acuclillada contra la pared del pasillo, comenzo a leer: <> ?Asi que se trataba de una broma? Sus ojos enfurecieron. Lo que menos necesitaba ahora era a un adolescente enamorado que se plantara frente a su casa como un personaje salido del cerebro de Shakespeare. Restandole importancia al asunto, se incorporo y se dirigio a la cocina, donde el Rafiki habia empezado su particular banquete a base de bizcocho chamuscado. La muchacha casi estrujo el papel con sus manos hasta convertirlo en una bola, pero cambio de opinion en el ultimo momento. En su lugar, abrio el cajon destinado a la propaganda de comida basura y lo guardo en su interior. <>, penso. <> Segundo viernes Lo normal hubiera sido que se sintiera relajada, que era el estado que adoptaba cada vez que se tumbaba en el sofa con uno de sus libros de aventuras. Sin embargo, ese viernes, algo le estaba obligando a ladear su cabeza cada pocos segundos para comprobar que todo seguia en orden en la zona del pasillo. Habia transcurrido justo una semana desde que recibiera aquella extrana declaracion por la rendija de la puerta. No es que en verdad pensara que el acosador anonimo regresaria como habia prometido en su escrito, pero esa noche no saldria de casa, por si acaso. Se le helo la sangre cuando, en uno de sus fugaces vistazos, descubrio un nuevo trozo de papel, de igual aspecto que el anterior, resbalando por el suelo. Trago saliva y examino su propia puerta con recelo, como si alguien estuviera forzando la cerradura y pudiera entrar en ese preciso momento con un machete. Conto hasta cinco y se calmo un poco. Dudo. ?Deberia leer el contenido del papel? Estaba segura de que, dijera lo que dijera la dichosa nota, rondaria su cabeza durante el resto de la semana. Y eso no era sano. Finalmente, se aproximo a la hoja y la leyo con el miedo de quien saca una bandeja de bizcochos sobrequemados del horno. <> Completamente fuera de si, la muchacha corrio hacia el salon, donde cogio un papel y un lapiz y escribio algo entre jadeos. Despues regreso hacia el pasillo y deslizo su papel hacia el descansillo. <> Detras de su apariencia enclenque, se escondia una mujer de armas tomar que no estaba dispuesta a que un chiflado le amargara con sus jueguecitos cada tarde de viernes. Justamente su dia preferido de la semana. !No lo iba a tolerar! Contra todo pronostico, su amenaza recibio respuesta, como no, en forma de papel. <> ?A que demonios estaria jugando aquel hombre? Tercer viernes Viernes otra vez. Dichoso viernes. Lo unico que se escuchaba por encima del opresivo silencio era el segundero del reloj de la cocina martilleandole el cerebro. El tiempo parecia transcurrir increiblemente despacio mientras Angie esperaba la nueva nota de su admirador. ?Que podia hacer, dadas las circunstancias? Una opcion era salir a dar un paseo y no volver hasta la noche. De esa forma, no se enteraria de nada. El admirador vendria, ella no estaria en casa, y el mundo seguiria girando como si nada. Sin embargo, al regresar, veria el papel en el suelo, de modo que su plan no habria servido de nada. No hubo dia en la semana en que no pensara en llamar a la policia. Pero, ?que iba a decirles? ?Que un chico habia venido, se habia parado en el descansillo y habia dejado una carta? ?Quien habria sido la loca entonces? Ademas, a decir verdad, aquel chico --hombre, o lo que fuera-- no parecia peligroso. Y en el caso que lo fuera, como medida desesperada, siempre podria utilizar a Rafiki como perro guardian... Angie se encontraba en medio de este dilema emocional cuando, !voila!, aparecio la nueva carta: <> La muchacha se quedo petrificada con el papel en las manos. <> ?Que se suponia que debia hacer? Se disgusto consigo misma por pensar siquiera en seguir el juego del misterioso individuo, y se alejo de la puerta. Luego, en un ataque de insensatez, y guiada por un impulso surgido de un punto recondito de su cerebro, se giro y corrio para abrir la puerta de golpe. El descansillo estaba desierto. Seguramente habia transcurrido mas de un minuto desde que leyera la carta, por lo que el tiempo establecido por el se habia agotado. Angie suspiro. --Esto es ridiculo --farfullo. Despues cerro la puerta con rabia. Una cosa era clara: aquel hombre seguia las reglas del juego, sus propias reglas, al pie de la letra. Un juego en cuya partida ella acababa de entrar. Cuarto viernes Angie estaba de pie, frente a la puerta, ansiosa como una nina el dia de reyes. Tenia un plan. Despues de sopesar diferentes opciones, habia decidido que lo mas sensato era obtener cierta informacion antes de actuar precipitadamente. El plan era sencillo. Habia escrito, en letras grandes, una pregunta en un folio. ?DE QUE ME CONOCES? Cuando el visitante misterioso apareciera, la filtraria por debajo de la puerta. La primera parte del plan, que consistia obviamente en que el desconocido hiciera acto de presencia, no se hizo esperar. La carta del especimen anonimo enseguida surgio por la rendija. Puntual como un reloj, a las ocho en punto de la tarde, como siempre. Angie se agacho para leerla haciendo el menor ruido posible, y supo por primera vez que el sabia que ella estaba alli y, mas aun, el sabia que ella sabia que el estaba alli. Un embrollo de narices que le hizo sentirse especial por un momento. Leyo la nueva carta: <> Angie se mordio el labio inferior y rapidamente envio su nota hacia el otro lado. Espero en silencio. Decidio pegar la oreja a la madera de la puerta con la intencion de escuchar algo, como si el sonido que pudiera hacer una persona con un lapiz y un papel sirviera para determinar si es buena persona o, quiza, un psicopata. No se apreciaba el mas minimo sonido. Casi se le escapo un gemido al comprobar que su nota habia recibido contestacion. Aun mas excitada, la desplego: <>

  • El regalo fue encontrarte de Sergi Navarro

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    A dos dias del esperado reencuentro con su amiga y ex companera de pantalla, Lydia Bosch, la ex azafata del famoso concurso televisivo Un Dos Tres, Nuria Carreras, recibe una de las peores noticias de su vida.
    La vuelta de la mano de Risto Mejide a los Estudios Roma, actual sede de Mediaset y donde grabaran el concurso que la lanzo a la fama, nos abrira la puerta a la Espana de los ochenta, a los anos de juventud de la primera chica negra que pisara los platos de Television Espanola, y quien de la mano de Chicho Ibanez Serrador, y en contra de su voluntad, se convertiria en una de las mas prometedoras y rutilantes estrellas televisivas de la epoca.

  • Enganar a la muerte de Maryse Riviere

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    No hay suficiente agua para ahogar a un hombre, ni madera para una horca, ni tierra para enterrarlo. Oculto en la dura Irlanda, un librero de Montmartre intenta escapar a su destino. En realidad, se trata de un asesino en serie perseguido por las policias francesa --que le habia dado por muerto-- e irlandesa, que se escabulle como los espectros en el fondo de los pantanos, se fusiona con la niebla, languidece en los bares. Sombras y luces de leyendas celtas, misterios del alma irlandesa, el corazon de la accion policial…

  • Niebla en Tanger de Cristina Lopez Barrio

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    El 24 de diciembre de 1951 Paul Dingle desaparecio en el puerto de Tanger sin que se llegara a saber que fue de el. Sesenta y cuatro anos despues, Flora Gascon sospecha que es el mismo hombre con el que ha tenido una aventura en Madrid y del que se ha enamorado. El nexo entre ellos: Niebla en Tanger, la novela que Paul tenia sobre su mesilla de noche.

  • Desgarro de Andy Ben

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    Un hombre y una mujer empenados en la busqueda de la verdad, uno por sed de venganza, la otra por deseo de justicia y un poco de ambicion.

  • La ladrona de Rebeca Corrales

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    Cuando los dos caballeros conocen a Angela, una ladronzuela con cara de angel, no pueden creer su suerte. Bella y con una habilidad pasmosa en sus agiles dedos, parece perfecta para el trabajo. El unico inconveniente, es que tiene los modales de una verdulera, aparte de que no parece muy ansiosa por aceptar. Si consiguen pulir aquel diamante en bruto, puede que tengan una posibilidad, eso si Alonso consigue sacarsela de la cabeza, y concentrarse en la mision.

  • La Dama del Amazonas de Teresa Ortiz-tagle

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    Aventuras, accion, misterio y una mujer que lucho hasta mas alla de cualquier limite.

  • El secreto del olmo de Tana French

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    Toby es un tipo con gancho y pocas preocupaciones en la vida. Acaba de librarse de una buena en el trabajo y esta celebrandolo con los amigos cuando la noche toma un derrotero que le cambiara la vida: sorprende en su casa a dos ladrones que le pegan una paliza y lo dan por muerto. Mientras lucha por recuperarse de secuelas y empieza a comprender que tal vez nunca vuelva a ser el mismo, busca refugio en la vieja casa familiar, donde ira a cuidar de un tio suyo moribundo. Hasta que descubren un craneo en el tronco hueco del olmo que hay en el jardin. Conforme la policia va estrechando el cerco, se vera obligado a encarar la posibilidad de que su pasado no sea el que siempre habia creido.

  • Besos que dejan cicatrices de Alissa Bronte

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  • El alano (Las cenizas de Hispania 1) de Jose Zoilo Hernandez

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    La historia de Attax, un barbaro en el ocaso de la Hispania romana.

  • El sueno de Tanato de Jose Antonio Ortega

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    La aparicion de un cadaver que podria ser Michael Jackson en el hotel Ritz de Madrid en enero de 2015 es el punto de arranque de una trama que tiene como protagonistas a un periodista y un funcionario del Cuerpo Nacional de Policia.

  • Candela y acero de Adrian Arangon , Miguel Aragon

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    --NADIE ME OBSERVA, podre cazar tranquilo --se dice el Predicador y sonrie de manera perversa. Con la mano derecha sostiene un carton de vino barato, parte de su imagen de vagabundo. Y con la izquierda acaricia las empunaduras de sus dos <>, los cuchillos de caza que lleva en el bolsillo. Desde la penumbra que le proporciona el acceso a una vieja ferreteria vigila con disimulo la acera de enfrente. Parece un indigente mas que puebla las aceras nocturnas de la ciudad y en el que nadie se fija. --Ahi esta --dice clavando los ojos en el hombre alto que sale cargando dos bolsas fucsias del restaurante japones--. Puntual como todos los miercoles. Menu para dos. El Predicador es meticuloso, observa a sus presas durante meses, aprende sus costumbres, memoriza itinerarios; y todo ello sin que sus victimas se percaten de que estan siendo vigiladas. Hay muy poca gente por la calle porque se juega un importante partido de semifinales de la Liga de Campeones. De vez en cuando se escuchan los aplausos y gritos de gol que escapan desde bares y ventanas abiertas. El hombre de la comida japonesa camina despreocupadamente, hablando por el movil con alguien de su oficina. El cazador le sigue unos metros por detras, parapetandose tras los coches aparcados. Estan llegando al edificio de la victima, que se detiene un par de minutos ante el portal mientras hace malabares con las bolsas y el movil, y busca las llaves en su mochila. El cazador tiene tiempo de sobra para ocultarse tras la marquesina de la parada de autobus, a menos de dos metros de la puerta. El hombre sigue inmerso en su conversacion y no se percata de la sombra felina que se cuela tras el antes de que se cierre el porton de entrada. El Predicador se deleita imaginando la cara de horror de su victima cuando descubra lo que le esta esperando en casa. --Eres especial, Manuel, llevo tanto tiempo deseando hacerte sufrir --piensa el cazador--, y por ello te espera una sorpresa en tu salon. No es un asesino primerizo, ha tenido ocasion de <> varias veces antes de esa noche. La prensa le ha bautizado como el Predicador, y no le disgusta el nombre porque en verdad esta predicando, igual que Moises cuando bajo de la montana con la palabra de Dios grabada en piedra. El tambien transmite la palabra, pero grabada en carne. Desde que La Orden entro en su vida, su existencia ha cobrado sentido: ser un instrumento adiestrado para conseguir que su causa triunfe. Un instrumento muy eficaz y sanguinario. Manuel sale del ascensor al rellano del tercer piso canturreando la cancioncilla de un anuncio. Se quedo sin cobertura y tuvo que colgar la llamada. El cazador se ha deslizado con rapidez escaleras arriba. Sigiloso, aguarda entre las sombras tras la puerta del ascensor. --!Carino! --El hombre abre la puerta y le da un empujoncito suave con el pie para que se cierre sola tras el--. !Traigo la cena! No hay respuesta. --?Hola? No hay respuesta. Suelta las llaves en un cuenco de la entrada y frunce el ceno, Ingrid siempre esta en casa cuando el llega con la cena. Extranado, y con las bolsas aun en la mano, enfila el pasillo. El cazador le sigue un par de pasos por detras con los cuchillos ya desenfundados. Manuel asoma la cabeza por la puerta de la cocina. Nadie. Sigue caminando por ese largo pasillo tipico de los pisos antiguos del centro de Madrid. Un bano, el despacho, un dormitorio, otro. Nadie. Al Predicador ni siquiera le sudan las manos, no le tiembla el pulso, conoce el guion de lo que va a suceder esa noche. Esta sereno, como las veces anteriores, con la mirada fija en la espalda de su victima. --!Ah!, hola, cielo. --Manuel ve la cabeza de Ingrid asomando tras el sofa. Esta sentada y, como el sillon mira hacia las ventanas, solamente le ve la coronilla--. ?No me oyes? Seguro que ya estas con los cascos enchufada a tu serie en la tableta. El hombre rodea el enorme chester y se queda paralizado al ver que Ingrid esta sentada, amordazada, atada de pies y manos con unas sogas. Un reguero de sangre le cae desde la frente tinendo la blusa con una extensa mancha roja. Esta palida y tiene los ojos cerrados. Manuel aun no recupera la respiracion, pero el ruido de las bolsas de comida al chocar contra el suelo lo saca de su ensimismamiento. Se acerca a toda velocidad a su mujer. --Pero ?que…? --No entiende que esta pasando, le tiembla todo el cuerpo y le cuesta respirar. Coge la cara de Ingrid entre ambas manos. La acaricia. Esta inconsciente--. !Ingrid, despierta! ?Que ha pasado? Ella abre los ojos despacio, aturdida, oye la voz de su marido, pero esta debil y le cuesta enfocar la vista. Le deslumbra la luz y vuelve a cerrar los ojos. Manuel observa las sogas de las manos, estan tan apretadas que le han desgarrado la piel de las munecas, las tiene en carne viva. Esta mareada, pero consigue concentrar las pocas energias que tiene en parpadear con fuerza. Lo primero que logran ver sus ojos es una difusa figura que sonrie maliciosa detras de su marido. Le entra el panico. Una chispa de lucidez la despeja de golpe, reconoce esa cara, el miedo le hace revivir el ataque que ha sufrido. Intenta gritar para avisarle a Manuel del intruso, pero algo le cubre la boca y no consigue soltar mas que un gemido ahogado. Demasiado tarde, el cazador se abalanza sobre Manuel agarrandolo por el cuello con fuerza y apretando un cuchillo contra su yugular. La presa no puede zafarse, el Predicador es muy fuerte. Cae de rodillas. Ingrid esta tan debil y paralizada por el terror que no puede forcejear ni golpear al atacante, solo le queda observar los acontecimientos. --Por fin ha llegado este momento, Alcazar. --La voz del asesino sisea en su oreja como una serpiente. Esta saboreando el terror de su victima. El olor de la sangre, del sudor salado, del miedo llena la habitacion. Manuel apenas puede respirar bajo ese tenaz abrazo. Todo se oscurece a su alrededor. --Preparate para convertirte en el mensaje. --Con un movimiento rapido y calculado le propina a su victima un fuerte golpe en la cabeza con la empunadura de su cuchillo de caza. Manuel cae al suelo, inconsciente, y la sombra del atacante se abalanza de nuevo sobre Ingrid. Lo ultimo que ve, antes de perder el conocimiento, es el destello de los dos cuchillos que se acercan lentamente hacia ella. Esta hecho. UNAS HORAS MAS TARDE, en plena noche, un hombre bien vestido, con una mochila y satisfecho consigo mismo sale de la casa del matrimonio Alcazar, dejando la puerta abierta. Un haz de luz sale del piso e impacta en el rellano. Se concentra en un tramo de la escalera, en el que deposita un pequeno obsequio. La puesta en escena es fundamental y el lo sabe. Todo esta preparado para que el mundo entero descubra su nuevo regalo. El Predicador acaba de dejar un mensaje, pero su obra esta inacabada… Todavia quedan muchos invertidos, desviadas y simpatizantes que deben ser erradicados. 2 U NA P E S A D I L LA --!YA va, ya va! Candela aun no ha abierto los ojos, no sabe que hora es, pero lo que si sabe es que va a asesinar al que esta fundiendo el timbre de su puerta. Se levanta de mala gana, embotada como si tuviera resaca, y se tropieza con la pata de la cama. --!Me cago en…! Un dolor intenso, como si un martillo le hubiera machacado los dedos del pie, le sube por toda la pierna. Medio cojeando y maldiciendo alcanza la puerta y gira la pestana de laton de la antigua mirilla. --Martin, ?que narices haces aqui tan temprano? --Candela se alegra de ver a su padrino y socio capitalista de su agencia de investigacion Benites Consulting. Esta deseando contarle lo bien que ha ido la vigilancia de anoche--. Espero que por lo menos hayas traido algo que compense el madrugon. El hombreton alza un poco los brazos. Un gran vaso de carton blanco y una cajita con el logotipo del Horno San Onofre llenan las pupilas de Candela, que abre la puerta a toda velocidad, salivando con el aroma que desprenden el cafe y la bolleria recien hechos. --Ahora si que son buenos dias. --Candela sonrie, le hace un gesto a Martin para que vaya al salon, coge el vaso de carton con una mano y levanta la tapa de la caja con la otra--. Mmmm... !Rosquillas de Alcala! --Los ojos le brillan como si hubiera descubierto la moneda del Ratoncito Perez bajo la almohada--. No sabes cuanto necesitan mis venas este desayuno. Anoche, al final, estuve hasta las tres de la madrugada plantada en la puerta del hotel Axor del aeropuerto, pero ha merecido la pena, las fotos que he sacado de ella dandose el lote con el amante han salido perfec... Candela se da cuenta de que el gesto de Martin es extremadamente serio, desencajado. Ni siquiera la mira a los ojos. Se frota las manos sobre los muslos del pantalon de arriba abajo. Mal signo. Ella sabe que algo no va bien. Cierra la boca y se sienta en el sofa, a su lado. La ultima vez que su amigo se comporto asi fue cuando le confeso el agresivo cancer de pancreas de su mujer, Nerea, poco antes de que ella muriera. En una fraccion de segundo Candela baraja mentalmente algunas opciones, deseando que no sea ninguna de ellas, pero sobre todo piensa en el avanzado embarazo de su hija mayor. Se le acelera el pulso. --?Es Estibaliz, o el bebe? Martin niega rapido con la cabeza, pero el silencio se hace muy denso y lo mejor es quitar la tirita de golpe porque en realidad no sabe ni por donde empezar. --Esta manana me ha llamado el inspector Amoros para que fuera a verle a comisaria. -- Martin coge las manos de Candela y mira directo a sus penetrantes ojos negros--. Nela, han asesinado a los padres de Vanessa Alcazar. Se queda con la boca abierta, casi sin respiracion. --Pero que... --Unas lagrimas involuntarias asoman en los ojos de Candela--. ?Como...? No pueden ser ciertas esas palabras. Tiene que ser un error. De repente el mundo gira sin control a su alrededor. De fondo, le llega la voz de Martin mientras sigue hablando, pero no consigue escuchar nada, solo su respiracion y un fuerte pitido que le retumba en la cabeza. Las paredes de su salon desaparecen y en su lugar ve dos enormes pantallas de cine en las que se reproducen en bucle las imagenes del asesinato televisado de su amiga Vanessa. El caos posterior. Los ojos en blanco de su amiga en un cuerpo que convulsiona en el suelo empapado en la sangre que brota a chorro del agujero de su pecho. La sonrisa lunatica del asesino blandiendo el cuchillo justo antes de ser abatido a tiros por un policia. La rabia y el dolor infinito de los padres, Ingrid y Manuel, que se funden en un abrazo desgarrador. Han pasado cinco anos, pero en las retinas de Candela el recuerdo permanece fresco, como si la pesadilla hubiera sucedido ayer mismo. --... el Predicador. --Solo esas dos ultimas palabras que acaba de pronunciar su amigo la devuelven a la realidad. A Candela le parece que su ensimismamiento solo ha durado dos segundos, pero, por lo visto, Martin lleva un buen rato hablando solo mientras ella asentia como un automata. --?Como dices? --pregunta Candela luego de salir de su trance. El hombre suspira con paciencia y comprende que ella ha estado ausente. --Te decia que ha sido ese asesino quien los ha matado. Amoros forma parte del equipo que lleva los crimenes del Predicador. Extraoficialmente, me ha llamado en cuanto se entero de quienes eran las victimas porque sabe de tu relacion con la familia Alcazar; y si podemos aportar algo a la investigacion, tambien extraoficialmente, no les vendria mal. --?El Predicador? Candela recupera poco a poco los sentidos, pero necesita despejar la mente y concentrarse o caera en un pozo de tristeza y no podra parar de llorar. El asesino en serie que sale en todas las noticias y que tiene en jaque a la Policia de Madrid ha matado a sus amigos, y ella debe hacer algo. Recurre al truco que le enseno su padre: <>. Este extrano truco siempre le ha funcionado cuando la vida la ha puesto a prueba... con el asesinato de su propia madre, el de Vanessa, la muerte de su padre y al abandonar el Cuerpo Nacional de Policia.

  • La vida verdadera de Adeline Dieudonne

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    Una novela acida e intensa. El fenomeno literario de 2018 en Francia.

  • La psiquiatra de Wulf Dorn

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    El caso de una paciente maltratada y aterrorizada se convierte en la pesadilla de la psiquiatra Ellen Roth. La mujer teme ser raptadas por el hombre del saco. Se lo susurra a Ellen y luego desaparece sin dejar rastro. Nadie la ha visto ni sabe nada de ella. Ellen quiere encontrarla. Pero cuando lo intenta, se ve involucrada en un macabro juego del que no sabe como salir para salvar a la paciente y a si misma. Solo puede intentar encajar las piezas de un rompecabezas diabolico. Mientras se precipita a un abismo de violencia, paranoia y terror, descubre que los problemas nunca no se arreglan solos…

  • Nunca salgas de mi vida (1 de 2) de Coral Fernweh

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    Nunca imagine que pudiera llegar a encontrarme en esta situacion, ni siquiera se si a dia de hoy estoy haciendo lo correcto… Una carta…, muchos recuerdos…, sentimientos encontrados. ?Y tu, que harias en mi lugar?

  • La biblioteca de los libros olvidados de Adella Brac

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    Keera se ha criado con su estricto abuelo en una vida acomodada de orden y rutina.

  • Un highlander para Adela de Azahara Vega

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    La vida de Adela es un desastre. No tiene trabajo. Ni pareja. Vive en casa de su abuela junto al resto de su familia con la que no se lleva bien.

  • La boda de lady Emma de Kate Morgan

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    Adam Mayer, es el libertino mas perversamente posesivo y seductor de Londres, y es el heredero del ducado de Herby, pero su poderoso rango viene acompanado de una responsabilidad que el no desea: la de contraer matrimonio con una extranjera, y una, precisamente, que viene de Boston.

  • La Implacable de Mary Bastidas

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    Desperto de madrugada, asustada, pero alerta, al ser sorprendida por una llamada. Tomo su arma al instante como un reflejo, siempre la colocaba sobre la mesa de noche. Era su mejor compania en aquel apartamento donde vivia sola. Al contestar solo escucho la respiracion de una persona... – !?quien es?!… !?que es lo que quiere?! Pero no hubo respuesta... – !Es la tercera vez que me llama esta semana! !Ya deje de molestarme! Al no recibir una respuesta, colgo con rabia para luego dejarse caer en la almohada rendida del sueno. 2 Al dia siguiente debia presentarse temprano ante su jefe, el Teniente Fabian Ortiz. Su hermana y companera de trabajo, la Detective Jenny Santiago, habia sido violada por un hombre que entro a su apartamento en horas de la noche. Jenny desperto asustada, gritando, pero nadie la oyo pues este la habia amordazado con cinta adhesiva mientras aun dormia. Intento golpearlo, pero el asaltante retuvo sus munecas con fuerza inmovilizandolas. Lamentablemente, estaba muy oscuro y Jenny solo pudo ver su sombra sobre ella. Su hermana, la Detective Lina Santiago, quien vivia en el apartamento de al lado, desperto al recibir su llamada minutos despues de los hechos. Tomo su arma inmediatamente y fue a su apartamento donde la encontro semidesnuda, presentando varios hematomas en distintas partes de su cuerpo. Lina juro encontrar al culpable, darle una paliza y encarcelarlo. Su hermana Jenny fue internada en cuidados intensivos. Esa manana, Lina presentia el motivo de la reunion con el jefe. Le asignarian un companero sustituto. Esa noche no pudo dormir bien, por eso al llegar a la oficina fue primero por su habitual taza de cafe sin azucar y sin leche para despertarse. Luego fue a la oficina del Teniente Ortiz para recibir, lo que ella consideraba, una mala noticia. – buenos dias – saludo sin entusiasmo – Lina, ?que son horas estas de llegar? – lo siento jefe, anoche no dormi bien, ?ya vio mis ojeras? – contesto para luego beber de su taza – Esta bien Lina, quiero presentarte al Detective Josue Velazquez, hoy es su primer dia, el sustituira a la Detective Jenny Santiago para que ambos investiguen su caso; Detective Velazquez, le presento a la Detective Lina Santiago El Detective Josue Velazquez se levanto de la silla y volteo a verla. Era un hombre alto, delgado y atletico. Su aspecto era muy profesional a diferencia de la Detective Lina Santiago quien, como de costumbre, vestia de negro como una especie de luto perpetuo. Vestia formal, chaqueta y pantalon de tela, usaba lentes que resaltaban sus ojos color almendra. Cabello negro brillante. Apuesto en realidad, pero Lina no lo noto. Velazquez, por su parte, admiro de arriba abajo su cuerpo esbelto y su cabello negro, el cual contrastaba con su piel blanca y sus ojos verdes enmarcados en aquellas cejas perfectas los cuales lo embrujaron al instante. Se miraron fijamente a los ojos, serios, manteniendo el profesionalismo. Velazquez le ofrecio su mano para saludarla. – !es un placer conocerla, Detective Santiago! – lamento no poder decir lo mismo Detective Velazquez, pero preferiria trabajar sola en este caso, no necesito su ayuda ni la de nadie para resolverlo – !Lina! – le reprendio su jefe – !que manera tan grosera de recibir al Detective Velazquez! !entiendo que este molesta por lo sucedido a su hermana, pero no justifica que se comporte de esta manera! Lina se mantuvo seria y callada. El Detective Velazquez aun la contemplaba en silencio. No parecia ofendido del todo... – pierda cuidado Teniente Ortiz, ya me habian advertido sobre el temperamento de la Detective Santiago, pero a pesar de su actitud irreverente, me da gusto conocerla – Su comportamiento es muy profesional, eso me brinda tranquilidad, acaba usted de demostrar que es muy paciente y tolerante, cualidades que, lamentablemente, no posee la Detective Santiago. Se que juntos haran un buen equipo para encontrar a ese delincuente. Yo tambien estoy molesto por lo ocurrido, pero por fortuna, se controlar mis impulsos mejor que usted Santiago. – disculpe Teniente, no se volvera a repetir – !eso espero! si asigne al Detective Velazquez al caso es por su vasta experiencia en Criminologia ademas de poseer una Maestria en Psicologia – !?Psicologo?! !Excelente, nos vamos a llevar muy bien! – exclamo Lina con sarcasmo para luego beber de su taza Al Teniente Ortiz no le agrado su actitud, pero al mismo tiempo la comprendia ya que sabia muy bien que Lina sentia repudio hacia los psicologos... – ya puede retirarse Santiago, aun hay cosas que debo hablar con el Detective Velazquez – con su permiso Teniente – adelante Lina se acerco a la puerta, pero se detuvo antes de salir, espero a que Velazquez se sentara de nuevo para decir con una sonrisa falsa y sarcastica... – !Detective Velazquez... el placer es todo mio! Luego salio tirando la puerta mientras Velazquez bajo la cabeza sonriendo... – !creo que le agrado!… !luce demasiado joven para tener 23 anos! – ?esta preparado para lo que viene? nadie quiere trabajar con ella, le dicen 'la implacable', supongo que ya entendio el por que, necesitara mucha tolerancia – no se preocupe, ya se acostumbrara – !es usted muy valiente! Lina es como una hija para mi, es como una nina malcriada, pero a pesar de eso la adoro, es muy dedicada a su trabajo, a veces violenta, pero eso tiene una explicacion que no quise incluir en los expedientes que le proporcione para decirselo personalmente Velazquez se mostro intrigado. El Teniente Ortiz se puso en pie, le dio la espalda e introduciendo las manos en los bolsillos continuo diciendo... – Detective Velasquez, la informacion que esta a punto de escuchar no debe salir de esta oficina, ?me comprende? es confidencial – tiene mi palabra – es necesario que usted lo sepa dado el hecho de que trabajara a su lado por un tiempo considerable, ademas usted es Psicologo, creo que no le costara trabajo entenderlo – soy todo oidos Ortiz suspira. – Como ya le he dicho anteriormente, Lina es como una hija para mi, pero no lleva mi sangre. Le ofreci empleo a ella y a su hermana como un favor a su madre en su lecho de muerte. Murio de cancer anos despues de que Lina huyera de la casa. Unos dias antes de morir, me rogo que cuidara de sus hijas, me pidio que no las abandonara a su suerte. Conoci a Lilly en un tiempo en que me habia separado de mi actual esposa. Nos hicimos muy buenos amigos, y con el tiempo me enamore de ella, pero mi amor no fue correspondido, asi que volvi con mi esposa y deje de verla por un tiempo. Luego me entere de que se habia casado con un tipo que la golpeaba y a Lina... Ortiz hizo una pausa, sus ojos se le humedecieron. Velazquez esperaba en silencio a que continuara... – le falto el respeto en varias ocasiones, ?si entiende lo que le quiero decir? – si senor, lo comprendo perfectamente – por fortuna no se fijo tambien en Jenny, supongo que era demasiado joven para el, apenas una adolescente – ?cuantos anos de diferencia hay entre ambas? – tres anos – ?y donde esta su padre? – no lo se, Lilly solo me dijo que se divorcio de el porque le fue infiel con otra mujer, Jenny estaba recien nacida cuando ocurrio Ortiz hizo una pausa de silencio. – Creo que Lina aun esta resentida con su madre, con su padrastro y con la vida, supongo que por eso es tan grosera y agresiva… a veces la reprendo, pero continua desafiante y rebelde – voltea – Es por esta razon que he requerido su presencia en este caso. Creo que usted puede ayudarla mejor que yo. – hare todo lo que este a mi alcance – se lo agradezco, solo le pido que sea cauteloso para que ella no lo descubra – sere discreto – solo espero que sepa manejarla, Lina detesta a los psicologos Josue solto una carcajada. – eso no es muy alentador Ortiz sonrio. – pero se nota que es usted muy paciente, se que hara un gran trabajo – gracias por su confianza, espero no defraudarlo Se dieron la mano y luego Velazquez abandono la oficina. 3 Tras salir de la oficina del Teniente Ortiz, Lina se dirigio al gimnasio donde otros policias se ejercitaban. Tan furiosa estaba que sabia que necesitaba golpear algo para calmarse. Se coloco sus guantes y su ropa de entrenamiento y comenzo a golpear y patear el saco con mucha destreza mientras balbuceaba... – 'pierda cuidado Teniente, ya me habian hablado de su comportamiento'… !psicologos! Lina grito de rabia y golpeo el saco con toda su fuerza. Continuo golpeando y pateando hasta quedar sin aliento y empapada en sudor. Terminado el entrenamiento, fue a las duchas y se metio a banar. Se quedo inmovil bajo el agua como un ritual de relajacion. Mas tarde, ya en su oficina y con el cabello aun mojado, trabajaba en la investigacion cuando tocaron a la puerta. – Adelante Se trataba del Detective Velazquez... – !Detective Velazquez! ?a que debo el honor de su visita? – exclamo Lina con sarcasmo – necesito que me pase el expediente y toda la informacion relacionada al caso de la Detective Jenny Santiago – por supuesto, deme 10 minutos y se lo hago llegar, ?algo mas que esta humilde servidora pueda hacer por usted? Su sarcasmo evidente le incomodo... – ?que tal si me invita a pasar y sentarme? – adelante, como si estuviera en su casa… ?desea tambien un masaje en los pies? Velazquez se acerco al escritorio algo disgustado y le dijo... – Detective Santiago, apenas van unas horas desde que fuimos presentados y usted no ha hecho sino mostrarse arrogante hacia mi, la razon la ignoro, pero de igual manera me pregunto ?por cuanto tiempo continuara en esa actitud? Lina continuo escribiendo en su computador ignorando su pregunta. Velazquez noto su cabello mojado y como su intencion era llamar su atencion se aventuro a comentar... – ?Estuvo nadando? Su cabello aun esta mojado A Lina le molesto el comentario, pero continuo escribiendo... – ademas de psicologo, indiscreto !interesante! – comento con una sonrisa sarcastica – !se ve muy bien asi! siempre he dicho que no hay nada mejor que introducir mis dedos en el cabello rebelde de una mujer – ?y a su esposa le gusta que le haga eso? – pregunto con sarcasmo Velazquez apoyo sus manos en el escritorio, se inclino y le dijo en secreto… – soy soltero - contesto guinandole un ojo Lina fingio que no lo habia escuchado al tomar un boligrafo para hacer una anotacion en una libreta. – la vere mas tarde, Detective Santiago Lo observo con expresion de desagrado mientras se marchaba de su oficina. Tan pronto cerro la puerta, Lina tiro el boligrafo con rabia. 4 Al dia siguiente, ambos se dieron a la tarea de investigar a fondo la violacion de Jenny. Lina la visito en el hospital para mostrarle varios sospechosos en base a antecedentes penales e historial de violacion. Jenny vio todas las fotos y escogio solamente a dos. Jenny no pudo ver el rostro del asaltante, pues estaba muy oscuro, sin embargo, indico que, a juzgar por su sombra, debia tratarse de un hombre alto, delgado y que posiblemente tendria barba pues le fue posible palpar su rostro en el forcejeo inicial y su textura era velluda. Afirmo ademas que su olor era muy peculiar como si estuviera drogado o alcoholizado. Fue lo unico que pudo percibir en la penumbra. El asaltante inmovilizo sus manos con cinta adhesiva y tapo su boca con la misma para evitar que gritara. Uso guantes asi que tampoco encontraron huellas digitales. Velasquez entrevisto al primer sospechoso, pero este tenia una coartada convincente asi que lo descartaron. Llevaron al segundo sospechoso a la sala de interrogatorios, esta vez el Teniente Ortiz presencio la entrevista del otro lado del espejo. Una vez mas, Velazquez se encargo de interrogarle y no hallo culpabilidad en el. Pero Lina no estaba satisfecha, queria interrogarlo ella misma y mirarlo a los ojos de cerca. – Teniente Ortiz, permitame que lo interrogue – !Lina, por favor, no empieces de nuevo! – disculpe, pero creo que Velazquez no hizo todas las preguntas necesarias – mis preguntas fueron mas que suficientes Detective Santiago, !ese hombre no violo a su hermana! – !?como puede estar tan seguro?! – !basta!… estoy satisfecho con el trabajo realizado por el Detective Velazquez, asi que no le permitire objeciones adicionales Detective Santiago! ?Quedo claro? – si mi Teniente, muy claro, con permiso Lina salio rabiosa tirando la puerta. – tal vez debio permitirle que lo interrogara – sugirio Velazquez – confie en mi, lo habria torturado, ya lo esta tomando personal por tratarse de su hermana – Solo esta reviviendo el pasado, todo esto le hace recordar los abusos cometidos por su padrastro, es logico que asuma esa actitud... hablare con ella Lina sintio ira al verse colocada en un segundo plano, como si su sexto sentido femenino no tuviera validez alguna. Se sentia inservible e impotente al no poder hacer nada al respecto. Salio de alli directo al bano el cual estaba desocupado en ese momento. Se paro frente al espejo y se contemplo a si misma. Su respiracion era algo agitada. Se echo agua en la cara para intentar calmarse, tomo un papel de un dispensador y se seco, luego volvio a mirarse en el espejo cuando, en un arranque de rabia, golpeo el espejo con toda su fuerza convirtiendolo en pedazos que cayeron al suelo manchados de sangre. Lagrimas de rabia comenzaron a brotar de sus ojos. Recosto su espalda a la pared al sentirse mareada y se dejo caer al piso lentamente sosteniendo su mano derecha herida. Encogio sus piernas y oculto su cabeza entre sus brazos mientras su llanto fue aumentando gradualmente a medida que la sangre continuaba brotando de las heridas en su mano. Luego escucho pasos firmes entrando al bano, los cuales se detuvieron justo frente a ella. Al levantar la cabeza, descubrio a Velazquez observandola con algo de lastima y compasion lo cual la enardecio aun mas. – este es el bano de damas, ?como se atreve? – le grito Velazquez se percato de su mano ensangrentada, luego vio los pedazos de vidrio en el suelo, al igual que el espejo roto... – !siete anos de mala suerte! – !pudrase! Velasquez se agacho y la miro a los ojos...

  • La tia Cosima de Florencia Bonelli

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    En mis tiempos no tenia nombre. Ahora lo llaman bullying. Treinta y tres anos atras, con solo trece y una familia deshecha, comence a padecer las burlas y las agresiones de mis companeros del secundario, aunque, si debo ser justa, el que llevaba la voz cantante en la aplicacion del tormento era uno; los demas seguian su batuta como los obedientes musicos de una orquesta. Tomarme de punto no se presentaba como un desafio a la inteligencia ni un comportamiento original. Nada en mi inspiraba la palabra hermoso, ni siquiera lindo o agradable. Gorda, estrabica, palida, lo que realzaba la ligera pelusa negra sobre el labio superior, dientes chuecos y cejuda, encarnaba el epitome del objeto de burla. Los lentes con el parche en el ojo bueno se convirtieron en la frutilla del postre. Como solia ocurrir en mi vida, nada podia ser normal ni simple, por lo que a ese cumulo de desventajas fisicas se le asociaba un nombre con el cual llegue a reconciliarme, pero que en aquella instancia lo juzgue un castigo: Cosima. Lo habia elegido mi padre, y mi madre, como de costumbre, no habia dicho ni mu. El, empecinado en que me bautizasen en honor a su adorada madre italiana, me habia echado una maldicion. Para colmo, me llamaba solo Cosima. Cosima Facchinetti. Nada de Maria Cosima o Cosima Alejandra, que me habria permitido escapar por la variante. Simplemente Cosima, lo cual a el, mi atormentador, le inspiro la ocurrencia de apodarme la tia Cosima, en referencia al tio Cosa, el personaje de Los locos Adams. Confieso que habria deseado poseer un cabello tan tupido y largo que me cubriese de pies a cabeza. La agresividad de el me tomo inadvertida; no me la esperaba porque habiamos pasado juntos el verano del 82 y nos habiamos hecho amigos. Su familia, los Lanz Reuter, muy adinerados, poseia una quinta en el mismo country de mi madrina; es mas, los terrenos colindaban. Yo estaba alli porque mi madre habia caido en una depresion luego del abandono de mi padre y se olvidaba de mi. No cocinaba, no lavaba la ropa, no limpiaba, no hacia las compras, no pagaba las cuentas. Transcurria el tiempo echada en la cama, llorando un rato, insultando a mi padre en el proximo. Un dia, muerta de hambre, hurgue en su cartera en busca de dinero, decidida a embarcarme en una hazana digna de Indiana Jones, mi heroe favorito: caminar varias cuadras hasta el supermercado para comprar algo que llevarme a la boca. Yo, que jamas iba sola a ninguna parte, encontraba aterradora al tiempo que fascinante la oportunidad de salir en busca de comida. La aventura quedo en la nada cuando me di cuenta de que no habia ni un centavo en la billetera. En ese momento llamo mi madrina y la cuestion se zanjo rapidamente: me iria con ella a la quinta a pasar el verano mientras mi madre se recuperaba de la defeccion de mi padre. Lo conoci una tarde de enero, en la que, aburrida, sali a caminar. En realidad ya lo conocia; lo habia espiado varias veces mientras el se divertia en la piscina de su casa con una nena, la hermana menor, deduje. No le distinguia los rasgos desde esa distancia; sin embargo, al cruzarmelo en la calle supe que era el. Paso velozmente en la bici en direccion contraria. Segui caminando como si se hubiese tratado del viento, pese a que el corazon me bailo en el pecho. Unos segundos despues me alcanzaron el estruendo de un golpe y un grito. Me gire y lo vi caido en la calle; le salia sangre por la nariz. Corri a auxiliarlo. En silencio, sin intercambiar palabra, lo ayude a sentarse en el cordon. --Pone la cabeza hacia atras --le indique, familiarizada como estaba con los sangrados nasales. Me obedecio sin chistar. A continuacion le acerque mi panuelo --era previsora, jamas salia sin panuelo-- y se lo presione contra la nariz. Abrio los ojos, asombrado, y me quede mirandolo, cautivada pataleo que escapaba a mi mente de nina de doce anos, pero que percibia de ninera instintiva. Con el tiempo comprendi que se habia tratado de la tristeza de hallarme frente a una de las maravillas del mundo moderno, sus ojos, los mas bellos que he visto. Aun hoy desafio a quien sea a encontrar otros mas perfectos. De un azul cobalto, eran tan grandes que resultaban desproporcionados en su rostro de nene. Y, si su cabello era rubio, muy rubio, las pestanas, en cambio, eran negrisimas. Con los anos fui descubriendole otras perfecciones, como una nariz pequena y delgada , labios bien delineados, dientes parejos y mandibulas fuertes, hallazgos que solo servian para confirmar la belleza de el y acentuar mi fealdad. Cuestion que lo ayude a restanar la hemorragia nasal y lo acompane a su casa, caminando, porque la rueda de la bicicleta se habia torcido. No le pregunte que le habia sucedido; percibia que lo mortificaba que lo hubiese visto caido. El, en cambio, me ataco para aliviar el dolor causado por el orgullo herido. --Vos sos la que me espias cuando estoy en la pileta, ?no? --Si. --?Por que me espias? --No te espio solo a vos --me defendi--. Tambien miro a la nena. --Mi hermana --ratifico--. ?Por que nos espias? --Porque me divierte verlos. --?Queres venir a jugar a mi casa manana? --?A la pileta? --Si --contesto sin darse cuenta que la invitacion me gustaba poco y nada. Despues de haber padecido durante anos los comentarios acidos de mi padre acerca de mis habitos alimentarios y de las formas rellenas de mi cuerpo, vestir traje de bano me acomplejaba. Igualmente ese verano del 82 fuimos inseparables, el, su hermana Nora y yo. Desde la manana hasta la noche, haciamos todo juntos. Jamas habia sido tan feliz y, pese a que mi padre habia desaparecido de la faz de la Tierra despues de haber vaciado su empresa, por la noche ya no lloraba sino que imaginaba las aventuras que emprenderia con Ignacio al dia siguiente. Asi se llamaba, Ignacio; hasta nombre perfecto tenia. Aun recuerdo con claridad el instante en que me pregunto el mio. --Cosima --susurre. --?Que? --Co-si-ma. --Alzo las cejas en abierto asombro y yo me apresure a aclarar-: Es italiano -- como si la excusa valiese para justificar su rareza. Ignacio era vanidoso, manipulador y egoista, y Nora y yo acababamos haciendo lo que el queria. Si jugabamos a un juego de mesa y el iba perdiendo, lo que ocurria con frecuencia, abandonaba; simplemente decia: "Me harte"; se levantaba y se iba. Si jugabamos al viejito, teniamos que permitirle que nos atrapase, en caso contrario se ponia de mal humor. Atrapar a Nora resultaba facil; a mi no tanto, porque, pese a mis kilos de mas, era rapida y corria en zig zag, algo que lo irritaba sobremanera. El, que practicaba rugby y se consideraba uno de los mejores del equipo, no podia permitirse que una gordita bizca lo venciese. Si jugabamos a las escondidas y yo era la que contaba, lo dejaba llegar a la piedra antes de atraparlo; si contaba el, me escondia en un lugar visible para que me descubriese con facilidad. Pequenas concesiones que valian la pena si ayudaban a mantenerlo de buen humor, porque cuando estaba contento y sonreia era la vision mas esplendorosa que yo habia contemplado. De noche, antes de quedarme dormida, fantaseaba con que "se me largaba", como deciamos para significar que me pedia que fuese su novia. Nunca se me largo y, aunque no deberia haberme desilusionado, consciente de que el era demasiado hermoso para mi, lo hice, me desilusione. Que el marcase mis defectos me lastimaba profundamente. Una tarde me pregunto: --?Con que ojo me miras? --Con los dos. --?Ves doble como Clarence? --Hablaba del leon de la serie Daktari. --No --me apresure a contestar, aunque la respuesta debio haber sido si. --?Vas a tener el ojo torcido toda la vida? --Uso lentes y un parche en el ojo bueno para curarme. --?Un parche? ?Como un pirata? --Asenti--. Nunca te vi con el parche; tampoco con los lentes. --Estoy de vacaciones --me excuse. --?Y los lentes y el parche te van a enderezar el ojo? --Tal vez. --Porque no es muy lindo tener un ojo chueco. A mi me pone incomodo porque no se a cual de tus ojos tengo que mirar. Tambien me hirio profundamente cuando uno de sus amigos de rugby paso dos dias en la quinta y el me ignoro; ni siquiera me contesto cuando lo salude. Aferro a su amigo por el brazo y camino deprisa con la clara intencion de alejarse de mi. Jugue con Nora, pero no era lo mismo. Ignacio poseia un entusiasmo ausente en su hermana menor. El amigo se fue y el me busco, y yo lo recibi como si nada hubiese sucedido. Solo me limite a preguntarle: --?Por que no me saludaste el otro dia? --lo que merecio una encogida de hombros como respuesta--. ?Estabas enojado conmigo? --insisti. --No --fue todo lo que dijo. Una noche, casi al final de las vacaciones, mientras pensaba en mi principe azul, me sobresaltaron unos golpecitos en la ventana. Levante la persiana y ahi estaba el. Lloviznaba, por lo que tenia el rostro y el pelo cubiertos por una fina capa de agua. Abri. El se trepo con destreza y salto dentro. Observe sus zapatillas mojadas y embarradas y el piso de madera, y no me atrevi a pedirle que se las quitase. El no se percato de que lo ensuciaba. ?Que pasa? ?Que haces aqui a esta hora? Se quedo mirandome con una expresion en la que sus ojos azules y enormes me contemplaban con un gesto desolado. Me di cuenta de que las gotas de lluvia se le mezclaban con lagrimas y de que le temblaba la barbilla. --Mi papa y mi mama se van a separar --susurro, corto de aliento--. Nos lo dijeron esta noche, a Nora y a mi, despues de cenar. El quebranto en su voz y su semblante desvalido me causaron una impresion indeleble. El heroe vencido. La impresion enseguida se volvio compasion. Lo tome de la mano y lo conduje hasta la cama, donde lo obligue a sentarse en el borde. Le saque las zapatillas embarradas antes de indicarle que subiese. Nos sentamos como los indios, uno frente al otro. Habia resultado emocionante y extrano tocarlo y sentirlo confiado, mas bien entregado, mientras yo lo guiaba. El corazon me latia rapidamente. --?Tu papa se va de tu casa y ustedes se quedan con tu mama? --pregunte al fin. --No se --balbuceo y se limpio la nariz con la manga del pijama--. Creo que si. --Seguro que ustedes van a vivir con ella y a tu papa lo van a ver los fines de semana. Vos y Nora tienen suerte. Alzo la vista y me destino un ceno cargado de fastidio. --?Suerte, Cosima? Yo no veo la suerte por ningun lado. --Tienen suerte porque al menos tu papa no va a desaparecer como el mio. --Se le relajo el entrecejo y separo los labios para hablar, pero no emitio sonido--. Al menos tu papa y tu mama les avisaron que se iban a separar. Yo me entere antes de Navidad, un dia en que volvimos a casa con mama y ella empezo a gritar como loca cuando se dio cuenta de que papa habia hecho las valijas y se habia ido. --?Y ahora donde esta? Tu papa --aclaro, y yo me encogi de hombros--. ?No sabes donde esta tu papa? --se escandalizo. --No. Mama tampoco sabe. Y se lo pasa en la cama llorando. No se que vamos a hacer --me atrevi a murmurar, pues era mi gran preocupacion. Esos dias con Ignacio y Nora constituian un sueno, un recreo. Yo sabia que, tarde o temprano, el despertador sonaria y tendria que regresar a la nefasta realidad. ?Que queres decir con que no sabes que van a hacer? Resultaba evidente que mi situacion, a la cual juzgaba mas tragica que la suya, le interesaba al tiempo que despojaba de dramatismo a su coyuntura. --Nadie me lo dice, pero yo oi a mama cuando hablaba con mi madrina y le contaba que estamos en la quiebra. Mi papa se llevo toda la plata. No tenemos un peso. Abrio grandes los ojos y dibujo una "o" muda con sus labios suculentos y perfectos. Nada de lo explicado antes lo habia asombrado tanto como la noticia de la pesima situacion economica en la que nos encontrabamos mi madre y yo. --Papa se llevo todo --recalque-- y nos dejo a mama y a mi solas y sin nada. --Hijo de puta --murmuro, y yo me sobresalte pues nunca deciamos palabrotas--. Cuando yo me case --prosiguio, ajeno a mi estupor-- le voy a dar mucho dinero a mi esposa y jamas la voy a abandonar. Nada dije; me limite a envidiar a la chica que se convertiria en su esposa con un sentimiento fuerte, nuevo e incomodo. --?Queres leche con Nesquik y Merengadas? --le ofreci. Sabia Dios que yo las necesitaba --Si, que rico. Regrese con el botin, al cual habia agregado unas Sonrisas de frambuesa, las favoritas de Ignacio. Comimos en silencio. Yo bebia la leche y me esforzaba por no hacer ruido al tragar. Aunque apenas picoteaba una Merengada para que no pensase que era una gorda, me moria por retorcer el merengue y paparme una detras de la otra. A el le importaba todo muy poco excepto satisfacer su deseo, por lo que tragaba y masticaba con la educacion de un chimpance. En mi opinion, las confesiones reveladas y la comida compartida acababan de sellar una amistad perfecta en esa noche lluviosa de verano. Nunca me habia sentido tan cerca ni unida a otro ser humano como a Ignacio Lanz Reuter. Nos quedamos dormidos despues de acabar la leche y de charlar acerca de los pros y los contras de tener los padres juntos o separados. Nos reimos hasta que nos dolio la panza llena de Nesquik. A veces se quedaba callado y me miraba fijamente el ojo bueno, y yo deseaba convertirme en la Cenicienta, que era la chica mas hermosa que yo conocia, para inspirarle lo mismo que experimentaba yo al observarlo a el. Hubo un instante en el que fantasee con que se me largaria, no lo hizo. Igualmente, esa me parecio la mejor noche de mi vida. Por eso, cuando dos semanas mas tarde nos encontramos en el Saint Peter's English School senti alivio y felicidad. Era mi primer dia en esa escuela nueva y amenazadora; el, en cambio, la conocia desde jardin de infantes. Me acerque medio corriendo y lo salude. Lanz me destino una mirada como la que se le destinaria a un marciano. Dio media vuelta y se alejo. Me quede de una pieza. El desprecio que me habia hecho durante la visita de su companero de rugby se repetia, solo que en esta oportunidad no duraria dos dias sino que se prolongaria durante cinco anos, los peores cinco anos de mi vida. Esos recuerdos evoque la manana del 20 de mayo de 2015 cuando Marita, mi asistente, me entrego el tazon con cafe con leche y el listado de pacientes y distingui entre los nombres el de Ignacio Lanz Reuter. Despues de tantos anos su nombre aun me afectaba. Ese no era su nombre pues mis pacientes eran exclusivamente ninos. Debia de tratarse de su hijo; resultaba improbable que hubiese muchos Ignacio Lanz Reuter en Buenos Aires. --?Quien llamo para fijar la cita con este nene? Ignacio Lanz Reuter --aclare y lo senale. --?Asi se pronuncia? ?Roiter? --pregunto Marita y yo asenti--. Llamo la secretaria del padre, una mujer muy eficiente, muy profesional, diria casi maquinal, y se mostro insistente en que le dieramos el primer turno disponible, que pagarian lo que fuese para que vos atendieras a Ignacio lo antes posible. --?Asi dijo, que pagarian lo que fuese? --Que pagarian lo que fuese --repitio mi asistente--. Palabras exactas. Sonrei con ironia y sacudi la cabeza. Acababa de confirmar que se trataba de el. Por lo visto, las manas del senor Lanz Reuter no formaban parte del pasado. En su listado de valores el dinero y la belleza fisica constituian los pilares sobre los que se apoyaba el sentido de la vida, por lo que yo, fea y pobre, no tenia derecho a existir. Se trataba de un concepto en el que se habia empenado para que lo aprendiese. Sus metodos pedagogicos se refinaban de ano en ano. Un dia, en tercero, me encaro con su cohorte de idiotas, que le festejaban las bromas con risas similares a las de las hienas. --Tia Cosima, ?como haces para venir a este colegio si tu mama no puede pagarlo? Lo mire a los ojos y no le conteste. El sabia mejor que nadie que asistia a esa escuela carisima porque mi madrina, que era la directora, pagaba la cuota con un buen descuento. En caso de depender del sueldo de administrativa de mi madre habria concurrido a una escuela publica. En ocasiones, cuando las bromas y los comentarios de Lanz Reuter se volvian insoportables, le pedia a mi madre que me sacase del Saint Peter's. Me observaba con la mirada nublada de quien consume pastillas para regular la mayor parte de las funciones vitales y respondia simplemente "no". Intentar explicarle que el mio no era un capricho habria sido lo mismo que proponerme atrapar el viento con las manos, por lo que, como de costumbre, escondia mis sentimientos y seguia yendo a esa escuela a la que detestaba. El dia en que Lanz Reuter me pregunto por que iba al Saint Peter's si mi madre no podia pagarlo le sostuve la mirada hasta que se presento Carlitos Naum para defenderme como un caballero de brillante armadura, solo que mi caballero media un metro cincuenta y siete, pesaba cuarenta kilos y tenia pies equinovaros. Lanz Reuter lo apodaba Cuasimodo, aunque sabia bien que los defectos fisicos de mi querido amigo se compensaban con un coeficiente intelectual altisimo. Yo amaba y admiraba a Carlitos tanto como a mi golden retriever Indiana. Con ellos dos en el mundo, me convencia, no necesitaba de nadie, solo de una cuota de valor diaria para soportar las horas en esa maldita escuela. --Vamos, Cosi --intervino Carlitos y me tendio la mano--. No le hagas caso a este idiota. --?A quien le decis idiota, vos, Cuasimodo? --Haces bien en preguntar, Lanz Reuter. --Pronunciaba el apellido con la fonetica castellana porque sabia cuanto detestaba Ignacio que no se respetase la alemana--. Con tanto imbecil aqui --aclaro y barrio con el dedo a sus amigotes-- no podes saber a quien me refiero. Pero resulta ser que me refiero a vos, que sos el rey de los idiotas. Lanz, que con los anos y la practica del rugby se habia vuelto un mastodonte, lo empujo apenas. Carlitos, debil y poco equilibrado a causa de sus pies zambos, cayo sentado. Salte a socorrerlo. Lanz me retuvo por el brazo y me sonrio con malicia al decirme: --Que se levante solo, si puede, tu amigo el rengo.

  • Hotel Hillover de Claudio Hernandez

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    El Hotel Hillover era uno de los hoteles mas lujosos de toda la ciudad, o para ser mas exactos, de todo el estado de Maine, y podria ser uno de los habituales de Colorado: alli tambien existen hoteles especiales. Construido por primera vez en el siglo XIX--ya que fue reconstruido tres veces--, el hotel era ahora uno de los mas populares entre los turistas que la habitaban con sus estupidas sonrisas en contraste con el comienzo frio que tuvo hace mas de cien anos. Myer trato de no parecer aburrido mientras repetia esto a los nuevos invitados que acababan de llegar. El acababa de ordenar a viva voz, que se enviaran sus equipajes al piso de arriba y ahora los acompano a las habitaciones que habian reservado de antemano. Esas pequenas joyas que empezaban por el primer piso hasta acabar en el cuarto. Myer tenia poco mas de treinta anos. Era alto, de piel bronceada y clara, barba incipiente, ojos verdes y cabello castano claro que se peinaba cuidadosamente con cera antes de salir a cualquier parte. Llevaba una camisa blanca debajo de su traje negro y se enfundaba en esa chaqueta susodicha, con una pajarita a juego alrededor de su cuello que no era precisamente una estola. Los huespedes que se quedaron en el hotel, en adelante sencillamente hotel a secas; no eran personas comunes o se deberia decir: normales. El hotel era muy exclusivo y solo tenian acceso a su cache aquellas personas adineradas de todo el pais o de los diferentes estados que bordeaban Maine. Estos personajes residian durante largas temporadas, excepto en invierno, en este hotel, mientras estaban en Arkansas, Nueva York o Washington a traves de la magia de los telefonos moviles con su cobertura 5G. Todo el mundo sabia que punetas era. Si, todo el mundo. Las personas con una cartera en el bolsillo, de las que se consideraban normales, no podrian pagar las facturas de un hotel como este, aunque tambien conocian ese jodido 5G. Myer habia estado trabajando en el hotel durante los ultimos seis anos y su vida habia cambiado drasticamente desde el dia uno: todo empezo con una entrevista de lo mas enrevesada y extrana que uno podia imaginar. A veces la recordaba y otras, sufria de amnesia. Eso era bueno. Todos los invitados que ahora se arremolinaban cerca de el eran de familias adineradas y siempre le dejaban generosas propinas que al final acababa en su estomago en forma de alcohol. Ademas de eso, el dueno del hotel, un tipo que siempre hablaba en la penumbra de su despacho, le pagaba un buen salario--unos treinta mil al ano-- porque trabajar como conserje era un trabajo importante. Claro que lo era. Responsabilidad pensaba. Demasiado tiempo de dedicacion al completo para que el corazon del monstruo que pugnaba de la montana siguiera latiendo con naturalidad. Despues de subir las escaleras que no resonaban a su taconeo cruzo los pasillos y mostro el largo camino a los nuevos huespedes que derivaban hacia sus respectivas habitaciones. Su mano extendida bajo una incipiente sonrisa que lo hacia parecer un payaso de feria, los guiaba. --Debes estar cansado despues de este y jodido largo viaje --dijo Myer al aire, porque nadie giro la cabeza sobre sus rodillos de carne--. Puedo recomendarte los mejores espaguetis de la ciudad, una vez que hayas descansado. ?Supongo que querras cenar mas tarde? --Y esa persona no era nadie porque todavia no le escuchaban. Despues del chasco inevitable, acompano a los invitados a sus habitaciones, que estaban bien iluminadas, eran acogedoras y muy exuberantes con un papel tapiz dorado clasico que emitia vibraciones muy vintage: que fino ha quedado eso. Todas las habitaciones tenian muebles de roble oscuro, elegantes camas con dosel y chimeneas decorativas en un extremo como un ojo avizor. Estaban estrategicamente colocadas y discretas para evitar el riesgo de un posible incendio. <> Los pisos de las habitaciones estaban alfombrados. Los pasillos exteriores estaban tambien, bien iluminados, con una serie de luces alineadas en las paredes que parecian las del metro de Nueva York. Mientras se ocupaba de los clientes y terminaba con ellos casi atragantandose al comer una docena de hamburguesas, ahora, bajo las escaleras como solia hacer cuando terminaba el trabajo durante un dia si, y otro tambien. Y asi hasta la saciedad y el aburrimiento. Y es que algunas veces pensaba que, un hombre normal se habria ido a casa con su esposa e hijos despues de un largo dia de trabajo, porque ese es el unico lugar del mundo donde encontraria consuelo, pero no, Myer tenia que joderse. Para el, su salvacion estaba, bueno, oh, si, lo encontraria en el buen vino... Y en esas tupidas noches se reencontraba con un par de amigos siempre sonrientes con unas dentaduras que destellaban como focos. Simples asistentes del punetero hotel, que eran a su vez, sus companeros de bebida. Bebian todo cuanto sus estomagos aguantaban. Y la cabeza empezaba a sentirse sedosa y a escuchar como un zumbido. El y sus amigos, bebian mucho, juntos, todas las malditas noches para ahogar sus penas despues de todo. Aunque era un perfecto borracho, Myer tuvo el cuidado de no beber cuando estaba de servicio. Toda una odisea. Si lo hubiera hecho, no se habria tolerado y lo habrian despedido del trabajo al dia siguiente. Bueno, que pedante sonaba todo esto y que tan sencillo era. Sin preambulos ni metaforas de por medio. --Hola, Paul --dijo Myer moviendo la cabeza y los ojos cuando anadio--. Y Will, ?que tal? --Asintio con la cabeza con premura mientras sacaban botellas en un atroz tintineo. Estaban en el sotano, donde Myer mantenia la caldera. Tenia la experiencia necesaria para que el maldito dragon--como lo llamaba el --funcionase a la perfeccion y bajase de presion cuando se hinchaba como un globo. Tantos fueros las ocasiones que esto sucedio, que nadie mas se atrevia a acercarse a la caldera. --Bien jodido, jefe. Como siempre --sonrio Will. En los cinco minutos siguientes, llenaron sus vasos y bebieron haciendo estragos como unas alcantarillas en medio de una tormenta de otono. Despues de acabarse la primera ronda, Myer lleno los vasos de nuevo y bebieron hasta que se sintieron ligeramente mareados y por otra parte; complacientes. Esto les arrancaba sonrisas de idiotas y gastaba bromas aburridas.

  • La travesia de las anguilas de Albert Llado

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    Cada ciudad tiene barrios olvidados. Tambien la Barcelona olimpica, a la hora de transformarse con el impulso de los Juegos, ignoro algunos de los suyos. La travesia de las anguilas retrata el despertar a la vida de un grupo de adolescentes a principios de los noventa, en uno de esos no lugares nacidos en el tardofranquismo, fruto de la falta de escrupulos de los especuladores inmobiliarios y la indiferencia de las autoridades. Eran barrios sin servicios y sin ley, donde para un adolescente la comprension del mundo se moldeaba a base de desahucios, redadas policiales, delincuentes de bajo vuelo, mujeres maltratadas y hombres que se autodestruian en los bares. Pero tambien ahi los adolescentes eran capaces de construir un universo con sentido, con sus propias reglas y su propio lenguaje, alzar amistades indestructibles, iniciarse en la lectura en la unica papeleria y elaborar una epica de la resistencia que no les abandonaria jamas. Albert Llado se plantea en este libro como podemos narrar e interpretar los margenes sin resignarnos a la marginalidad. Y logra hacer visible la humanidad que malvive en la realidad desconocida, aspera y nada fotogenica de esos barrios que mas que periferia son cuneta.

  • Offline (Hanne Wilhelmsen 9) de Anne Holt

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    Tras ocho anos de silencio, Anne Holt vuelve a su serie mas famosa, protagonizada por la tenaz detective Hanne Wilhelmsen.

  • El Principe Coreano de Mia Antiere

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    Mel nacio y vivio como una princesa hasta la muerte de su padre.
    Perseguida por una madrastra ambiciosa huye al escenario de sus programas favoritos: Corea del Sur, pero no encuentra la paz que tanto busca. Lo que la espera son muchos desafios y un hombre dividido entre la arrogancia y el amor.

  • Un dia en la vida de una mujer sonriente de Margaret Drabble

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    Esposas sin maridos, madres y hermanas, mujeres que se debaten entre el arte y la familia. Amor, vanidad y soledad. Una madre trabajadora que puede con todo y acaba sus enloquecidos dias con una sempiterna sonrisa, un prestigioso cientifico que acaba de recibir el Nobel por el descubrimiento de <> o una mujer que suspira aliviada cuando se entera de la muerte de su esposo son parte de un exquisito elenco de personajes que protagonizan unas historias que son un trasunto de la vida cotidiana de nuestra epoca. Sumamente atractivos, los relatos destilan los temas que han marcado la narrativa de Drabble: mujeres y relaciones, Inglaterra y el extranjero, melancolia y exaltacion, trabajo y familia, clase y modales, feminismo, sensualidad y claustrofobia.

  • Nada es lo que parece de Alejandro Khan

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    311 d.C Pergamo. El joven escriba Lisandro, tiene una habilidad especial, con la que su amo Blasius esta encantado: puede transcribir exactamente cualquier discurso por largo que sea. Tras pertenecer a varios amos, Lisandro llega a ser escriba en la corte de Constantino el Grande, donde transcribira en un codice, todos los detalles de como el emperador consiguio demostrar la falsedad de los origenes de la secta de los cristianos. Si el codice de Lisandro, llegara a hacerse publico.la Iglesia podria desaparecer para siempre. Un abogado, Mark y dos arqueologos, Hector y Emy, empiezan a investigar la extranisima muerte de Fidel, sacerdote y tio de Mark y de Hector Deveris, tambien arqueologo y padre de Hector y Emy. A medida que avanzan en su investigacion, los jovenes se sienten vigilados y amenazados por los que se autoproclaman como los Milites Dei, o soldados de Dios y por los Aureos, escepticos ateos que rinden culto a phi o el numero aureo (F) En una espiral de accion, que les lleva de Malaga a Estambul, Roma e Israel, el Vaticano, la mafia, los Milites Dei y los Aureos, parecen estar buscando algo desesperadamente, pero al final. nada es lo que parece

  • La demolicion de Rosa Diez

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    Este libro es una llamada de alarma dirigida a todos los ciudadanos. Mientras los espanoles debatimos sobre el numero real de muertos, el numero de parados, el numero de nuevos contagiados por el virus Covid-19, el puesto que ocupa Espana en el ranking de los paises que peor han gestionado la pandemia de la Covid-19, Pedro Sanchez esta demoliendo la democracia y nos esta robando nuestros derechos de ciudadania. Y por eso de que <>, ojala este libro pueda convertirse tambien en un alegato contra la indiferencia y en una apelacion a favor de la resistencia y de la accion en defensa de lo comun. Los lectores encontraran en estas paginas una relacion fidedigna y verificable de los hechos acaecidos en Espana desde que Sanchez decidio traicionar a la democracia y sobre las consecuencias que tienen sus actos para la vida y el futuro de los espanoles. Dado que el objetivo principal del trabajo que tienen en sus manos va mas alla de desenmascarar al impostor, se impone que analicemos como hemos llegado hasta aqui y que repasemos la historia de una saga de socialistas que, borrachos de ambicion y cargados de un resentimiento alimentado por su mediocridad, han traicionado los valores democraticos y han tirado por la borda la historia mas decente de su propio partido. Pero hasta aqui no hemos llegado por casualidad ni como consecuencia de una catastrofe de la naturaleza. Antes de que Jose Luis Rodriguez Zapatero se hiciera con las riendas del PSOE ya resultaba patente que Espana necesitaba abordar de forma urgente reformas estructurales, imprescindibles para adaptarse con exito a un mundo abierto y en constante transformacion. Pero los gobiernos que le precedieron --ayunos de sentido de Estado y de ambicion de pais y acomodados en el turnismo PSOE/PP, en el que la comoda alternancia sustituia a la democratica alternativa--, desperdiciaron un clima politico proclive y unos anos claves para anticiparse a las necesidades y demandas de la nueva sociedad; y asi se fue creando el caldo de cultivo para que Zapatero pusiera en marcha su estrategia de desmantelamiento del Estado y Sanchez la rematara. Y mientras los dos grandes partidos esperaban su turno para dirigir el Gobierno de la Nacion se fueron organizando los reinos de taifas a nivel autonomico. Y en ese proceso comenzaron a dejar de ser efectivos algunos de los articulos mas sagrados de nuestra Constitucion, aquellos que proclaman los derechos de ciudadania en igualdad de condiciones en todo el territorio nacional. Y mientras los ciudadanos nos descuidabamos... empezaron a robarnos la democracia. 1 El inicio de la traicion. Ano 2000: Jose Luis Rodriguez Zapatero es elegido secretario general del PSOE La democracia tiene al menos un merito, y es que un miembro del Parlamento no puede ser mas incompetente que aquellos que le han votado. ELBERT HUBBARD La Espana que importa, la que proclama derechos iguales para todos los espanoles, se puso en riesgo desde el mismo momento en el que Zapatero llego a la Secretaria General del PSOE y decidio impugnar el sistema del 78 e impulsar una <>. Jose Luis Rodriguez Zapatero fue un secretario general accidental que gano el congreso del PSOE como consecuencia del pacto contra Bono y que se sello in extremis entre los emisarios/delegados de Felipe Gonzalez y Alfonso Guerra, pues ellos dos ya llevaban anos sin hablarse. Desde ese mismo momento, y a pesar de que Jose Maria Aznar gobernaba en Espana, la obsesion de Zapatero fue establecer diferencias con sus predecesores socialistas Felipe Gonzalez y Joaquin Almunia. Lo primero que hizo desde la sede federal del PSOE fue elaborar y difundir la teoria de que los principios y valores que nos permitieron hacer la Transicion y construir la democracia se habian quedado obsoletos. Por lo tanto, era preciso impulsar una segunda Transicion en la que los protagonistas habrian de ser quienes no habian querido participar en la primera, esto es, los nacionalistas. Desde el primer dia que estuvo al frente del PSOE Zapatero mostro su profundo desprecio por todo aquello que el --<>, solia decir-- no habia protagonizado. Su adanismo le llevo a cuestionar el proceso de reconciliacion nacional, lo mejor que habiamos hecho en la historia reciente de Espana; su frivolidad le llevo a disenar una estrategia para fomentar el nacimiento de un partido de ultraderecha que llegara a tener representacion institucional --al modo de Mitterrand, anos atras en Francia, que impulso bajo cuerda a Jean Marie Le Pen-- para fragmentar el centro derecha (aglutinado en torno al PP) y posibilitar que el PSOE tuviera comodas mayorias durante largo tiempo. Como ven la estrategia de utilizar las instituciones y los poderes del Estado para romper la union entre espanoles y liquidar a la oposicion no es una idea original de Sanchez, aunque no se le puede negar empeno en reforzarla y llevarla a cabo. Mientras Zapatero estuvo en la oposicion, se dedico a trabajar a las bases del partido y a los prescriptores de opinion cercanos al Partido Socialista para convencerles de que era necesario <> la Transicion. En esa etapa Espana vio como renacia al perversion del lenguaje, un fenomeno que no ha dejado de prosperar desde entonces. A la tarea de romper los pactos de Estado en todas las cuestiones de interes general se le empezo a llamar <>; a reconocer a ETA como interlocutor e iniciar con ella una negociacion sobre cuestiones politicas fue calificado como <>; a poner a la Fiscalia al servicio de los delincuentes se le denomino <>; a cambiar la Constitucion por la puerta de atras lo llamaron <>... Cuando Zapatero se convirtio en presidente accidental --ganando tras la matanza del 11 de marzo de 2004 unas elecciones a las que llegaba como claro perdedor-- se traslado a La Moncloa la sede de la politica para deslegitimar la Transicion e implementar la ruptura con los principios y valores del sistema del 78. Y mientras la clase economica, mediatica y sindical le reia las gracias al presidente del cambio tranquilo, este fue rompiendo todos los acuerdos de Estado que habian hecho progresar a Espana. Y mientras los barones del Partido Socialista se las prometian muy felices tras un resultado electoral inesperado y calculaban los reditos que obtendrian a nivel local o autonomico, Zapatero cavaba una zanja entre espanoles y resucitaba la idea de las dos Espanas. Fue durante su primera legislatura cuando Zapatero comenzo a traicionar el espiritu de la Constitucion y a burlar la soberania nacional al impulsar nuevos estatutos de autonomia que tenian cuerpo de estatuto, pero alma de Constitucion, y que fueron, de facto, reformas de la carta magna que se llevaron a cabo sustrayendo la decision al conjunto de los espanoles. Recuerden la promesa de Zapatero de <>, un compromiso expreso de robar la soberania al Parlamento nacional. El PSOE de aquellos anos fue el que alimento el victimismo de los nacionalistas frente a la exigencia de respetar y aplicar la ley en todos los rincones de Espana; y fue un miembro del PSOE --nada menos que Jose Montilla, el socialista que entonces presidia la Generalidad de Cataluna -- quien encabezo una manifestacion en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el estatuto. Fue Zapatero quien prometio elaborar leyes organicas para <> los articulos del estatuto que habian sido declarados inconstitucionales. Zapatero planto la semilla del golpe contra la democracia que anos despues se dio desde Cataluna, si bien Sanchez se ha revelado desde el primer momento como un alumno aventajado en el arte de cultivar la cizana. En el debate de investidura de 2005 Zapatero anuncio su decision de iniciar un proceso de negociacion con ETA, al que llamo <> (otro ejemplo de perversion del lenguaje), para que <> se produjera como consecuencia de un <> entre la democracia y el terror. Esa proclamacion en sede parlamentaria constituyo una afrenta a la democracia y rompio el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo suscrito entre el PSOE y el Partido Popular en diciembre del ano 2000. A partir de ese momento (si bien, y como despues se ha confirmado, los socialistas ya llevaban tiempo negociando con la banda terrorista) ETA dejo de ser para el PSOE una organizacion terrorista a la que el Estado de Derecho tiene la obligacion de derrotar y adquirio oficialmente la consideracion de interlocutor politico con el que el gobierno debia negociar en terminos de igualdad. Asi empezaron los socialistas a robarnos la democracia.

  • Cada corazon, un umbral de Seanan Mcguire

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    Deslizandose entre las sombras bajo la cama, o a traves de un armario, o por madrigueras de conejos… los ninos siempre han sabido acceder a mundos magicos. Pero ?que ocurre cuando regresan y no consiguen adaptarse y no son aceptados por sus familias? Eleanor West tiene un internado que acoge a estos ninos que quieren volver a su mundo de fantasia. Pero con la llegada de Nancy algo cambia en el internado y pronto tendran que enfrentarse a una tragedia por si mismos.

  • Agujas de papel, Marta Gracia Pons de Marta Gracia Pons

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    Una novela que consigue trasladarnos a la Barcelona y al Paris del siglo XIX , llena de personajes ficticios y reales que cobran vida gracias a la habil pluma de su joven autora.Barcelona, finales del siglo xix . Amelia Rovira, hija de una de las familias mas prosperas de la burguesia catalana tradicional, quiere cumplir uno de sus suenos: convertirse en modelo de alta costura y trabajar para los modistos parisinos mas en boga del momento, que por aquel entonces comenzaban a hacer uso de las pasarelas. En su lucha por conseguir lo que desea, Amelia debera enfrentarse a la oposicion de su familia y empezar una nueva vida. En una epoca de grandes transformaciones sociales, su lucha por convertirse en una mujer independiente y duena de si misma pondra en evidencia la existencia de dos mundos antagonicos y enfrentados: los prejuicios y etiquetas de la sociedad mas conservadora y el deseo de libertad para elegir su propio destino.

  • La caricia del verdugo de Alejandro Feito

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    Radu Dumukrat no es un sicario cualquiera, es tal vez el ultimo de los mulobeng, una antigua casta de guerreros y asesinos de etnia romani. Santiago Matesanz, alias el Segador, es un criminal convicto, antiguo miembro de la organizacion corsa conocida como la cofradia de Partinello. Diferentes, aunque igualmente letales, ambos se ven forzados a aceptar sendos trabajos que les llevaran a sumergirse en una cruel lucha de poder entre los mas poderosos carteles de la droga de la costa azul; una guerra que tenira de sangre las calles de la vieja ciudad de Marsella. Antagonistas mortales a pesar de no haberse conocido siquiera, cada uno debera enfrentar los mas oscuros secretos de su pasado al verse inmersos en un intrincado dedalo de enganos, mascaradas y traiciones.

  • Y. si me amas de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse

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    Cerre la puerta de casa de mi hermano de un golpe, me habia vuelto a tocar la moral, la estupida de Alicia, su mujer. Estaba muy cansada de que siempre anduviera metiendose donde no la llamaban, y es que me tenia unos celos que no podia con ellos. Llevaba casada con mi hermano Chus, tres anos y, anteriormente, estuvieron por lo menos seis de noviazgo. La verdad es que al principio era una moneria de chica, pero comenzo a cambiar y cuando se caso, ya se creia la mismisima Isabel Preysler, en fin... Arranque el coche con un cabreo increible. Llegue a mi casa con una rabia que no podia, mi madre me lo noto nada mas llegar. --?Que te pasa, hija? --dijo cogiendo mi cara con sus manos y besando mi frente. --Alicia, no puedo con ella. --?Otra vez? --Si, para no variar. Fui a verlos y les comente que manana por la noche tenia un evento muy importante. Y, ?sabes que me solto? --No, carino --su cara era de completa preocupacion. --Que deberia ir dedicandome a trabajar para lo que estudie, que esto no es muy decente... -- solte el aire y negue mientras cogia una lata de refresco del frigo. --No fue acertado ese comentario, pero hija, no le hagas caso, sabes que tu hermano esta en medio y no nos podemos permitir una guerra. --Mama, no es que no fuera acertado, es que fue de muy mal gusto y siempre esta con lo mismo. ?Acaso me meto yo en su vida? --No, hija, pero ya sabes como es ella. --Ya, pero el dia que me coja con una mala hostia de esas que me salen solas, se va a liar una muy gorda. --No digas eso, carino. --Mama, mi hermano esta ciego y es tonto, pero yo no lo soy y no voy a seguir permitiendo que me trate como si fuese una mierda. --Tranquilizate hija. ?Me ayudas a preparar la mesa? Ya tengo la cena lista y papa esta terminandose de duchar. --Claro, ademas me quiero acostar temprano, prefiero poner mi cabeza en modo desconexion, me dejo muy mal rollo en el cuerpo. --Me duele mucho que pasen estas cosas, hija, ya sabes como somos papa y yo, intentamos mantener la calma y a la familia unida. --Mama, que si, que te entiendo, pero esa mujer no es normal, es enfermera y se cree la directora del hospital. Me parece muy bien como ella vea la vida, pero a mi no me va a faltar el respeto. Yo estudie, me saque la carrera de veterinaria y gracias a mi trabajo de modelo de eventos, puedo reunir para tener pronto mi propia clinica, pero imaginando que no tuviera carrera, no cualquiera podria estar en la agencia a la que pertenezco y menos cubrir ese tipo de eventos. No es ninguna deshonra, todo lo contrario, muy orgullosa que estoy de ello, pero no puede estar siempre tirando por tierra lo que con tanto esfuerzo logre. --Por supuesto, hija, ya sabes que confiamos en ti y sabemos que estas disfrutando por un tiempo con tu trabajo, ya tendras tiempo para montar la clinica. --Si me fuera a trabajar para una clinica veterinaria, tardaria anos luz en reunir lo que necesito para montar la mia propia. --Lo se, carino. --Tiene unos celos horribles, eso es lo que le pasa, pero vamos, que cada vez paso mas de ella. Al final terminare ignorandola por completo, no se merece menos y es que, a pesar de todos los desplantes que siempre me hace, demasiado bien la sigo tratando. --Espero que no tengais que llegar a eso, por cierto, hija, ?que le dijiste cuando te hizo ese comentario? --Me levante, cogi mi bolso, la mire y le dije que era una lastima, porque jamas iba a ser feliz e iba a hacer un desgraciado a mi hermano, ese que por cierto estaba presente, pero no dijo ni mu, me fui dando un portazo. --Ay, hija. --No voy a ir mas a verlos, si quieren verme que muevan el culo, paso ya de ellos dos, alla con sus vidas, no voy a aguantar mas que cambien mi estado de animo. Encima que siempre ando preguntandoles como estan y mandandoles mensajes. --Bueno, vamos a cenar --dijo cuando entro mi padre. --?Que te pasa, princesa? --me beso la mejilla. --Nada, tranquilo. --Esa cara la conozco y fuiste a casa de Chus. ?Otra vez Alicia te dijo una de las suyas? --Si, pero vamos, paso de ella, se caso con mi hermano, no conmigo, asi que, que la aguante el. --No permitas que nada ni nadie, robe tu paz interior. --Ya... --Estamos muy orgullosos de ti, no se te olvide nunca --me dio un toque en la nariz. --Lo se, papa. --Por cierto, en unos dias es tu cumpleanos. ?Que quieres que te regalemos? --Lo que querais, siempre acertais --sonrei. --Veintiseis anos y parece que fue ayer cuando te llevaba en mi vientre --murmuro mi madre, mirandome con una bonita sonrisa de lo mas nostalgica. Me fui a la habitacion cuando terminamos de cenar, despues de estar un rato charlando. Me encantaba la relacion que tenia y siempre habia tenido con mis padres, eran unas personas en las que podia confiar y hablarles sin problemas. Mi padre, Fernando, a sus sesenta anos, seguia activo como inspector de la Policia Nacional de mi ciudad. Mi madre, Susana, era tres anos menor que el y trabajaba de funcionaria de correos. Por cierto, mi hermano Jesus, Chus como le deciamos desde pequeno, tenia treinta y un anos, era tasador inmobiliario para un banco. Y luego yo, estudie la carrera de veterinaria y sonaba con montar en un tiempo mi clinica, pero como me salio la oportunidad de trabajar de modelo publicitario mientras estudiaba, lo aproveche y fui alternando. Con el tiempo y al hacer muchos spots, me llamo la mejor agencia nacional y desde entonces, cada fin de semana, trabajaba en mi ciudad o en las de alrededor, a veces incluso mas lejos y me pagaban todo, traslado, hotel y hasta un plus por la distancia, con ello me daba lo suficiente para reunir y antes de los treinta cumplir mi sueno, montar mi propia clinica. Mis padres querian darme el dinero para montarla, pero no lo permiti nunca, queria ganarmelo por mi misma, era mi objetivo y lo iba a cumplir, demasiado ya que me pagaron la carrera y cuando la termine hace tres anos, me regalaron mi coche, un precioso mini de color vainilla. Y esa era mi historia, ademas de tener a las mejores amigas del mundo, Olivia y Andrea, mis loquitas, esas que vivian juntas y con las que yo me quedaba de vez en cuando. Las queria con locura. Olivia era maquilladora para un salon de belleza de alto standing, como ella decia, tenia veinticuatro anos y vivia con Andrea, que tenia mi misma edad y era influencer, era increible lo que generaba con su contenido y la de seguidores que obtenia. Vivian en un piso alquilado al otro lado de la ciudad, yo iba mucho a pasar la tarde con ellas o el fin de semana cuando trabajaba solo los viernes, entonces me iba del sabado al domingo y hasta aprovechabamos para tirarnos alguna que otra marcha. Siempre me propusieron el irme a vivir con ellas, pero yo estaba muy bien en mi casa y asi tampoco gastaba de mas, para tener cuanto antes ahorrado lo que necesitaba para mi proposito. Por otro lado, estaba mi ex, Alonso, ese que me dejo por otra unos meses atras despues de dos preciosos anos de relacion. Tambien veterinario, tenia su propia clinica, era cinco anos mayor que yo. Y esa era mi vida, como la de cualquier otra chica llena de suenos e inquietudes, con una cunada tocapelotas con la que esperaba no acabar tirandonos de los pelos... Llevaba un rato en mi habitacion cuando me llego un mensaje de Olivia, bien sabia ella que el viernes podria tener un evento y solia dejarme un hueco en su trabajo para que fuera a prepararme, en vez de contestar, la llame. --Buenas noches, norueguita mia --rei, y es que mi amiga tenia la mania de llamarme asi de vez en cuando. Y no, no es porque yo fuera nordica, ni tampoco alemana ni de ningun otro lugar en el que los rasgos mas prominentes fueran cabello rubio y ojos claros, sino porque ese era mi aspecto fisico, menos tipical spanish no podia ser, la verdad. Media metro sesenta y cinco, tenia una bonita y cuidada melena rubia y los ojos azules. ?A quien me parecia? A nadie de los tres miembros mas directos de mi familia, mas que nada, porque mi padre tenia el cabello negro, ahora contaba con algunas canitas que le favorecian, la verdad, ojos marrones y media mas de metro ochenta. Identico a el, habia salido mi hermano. Mi madre era castana y de ojos color miel, asi que, ?yo era adoptada? Ni mucho menos, algun rasgo si que tenia de mi madre, solo que, al parecer y segun palabras de mi difunta abuela materna, yo era igualita que mi bisabuela. Ahi es nada. Y era cierto, habia visto fotos de ella cuando era joven y, si no fuera por la ropa de aquella epoca y del tono sepia o en blanco y negro, podria decirse que era yo. Sin duda, la bisabuela y yo, podriamos haber sido gemelas. ?Lo mas curioso? Que la pobre murio solo dos dias antes de que yo naciera, a los noventa y seis anos. --Olivia, mira que eres, ?eh? --Mujer, no te enfades, si sabes que lo hago con carino. Bueno que, manana te esperamos en el salon ?verdad? --Si, como siempre, sesion de peluqueria y maquillaje. --Perfecto, pues pasate cuando quieras, total, la jefa esta mas que acostumbrada a que altere sus agendas esos dias. --Hasta que se canse y te despida --rei. --?Que dices? Despedirme a mi, vamos hombre, si solo contigo le dejamos unos buenos eurillos. A ver, que el salon es de alto standing, pero tener a una modelo como tu entre la clientela, le da un glamour y un cache que ya quisieran otros. --Ya imagino. Bueno, voy a ver si descanso un poco que manana sera una noche larga. --Venga, te veo manana, amore mio. !Ah! Y no olvides mi smoothie de chocolate. --La madre que te pario... --En casa estara la mujer, dejala tranquila. Te I love youuu. Y colgo antes de que pudiera decirle nada. Si es que tenia un morro algunas veces... Eso si, yo a ella tambien la queria, y mucho. Eche un vistazo a mis redes, y acabe viendo la de mi ex. Menuda sonrisa de oreja a oreja tenia el senorito, con la nueva novia del brazo.

  • Ahi abajo, entre raices y hueso de Seanan Mcguire

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    Las gemelas Jack y Jill tenian diecisiete anos cuando las conocimos en
    “Cada corazon, un umbral”. Esta es la historia de lo que ocurrio primero. De como las hijas perfectas, modeladas segun los deseos de los padres, a los doce anos bajaron por una escalera que las llevo a los Paramos, y descubrieron que el simulacro de amor en el que habian vivido no las habia preparado para un mundo de decisiones y muerte.

  • Una Propuesta Escandalosa (La Liga de los Picaros 3) de Lauren Smith

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    LA MEJOR PAREJA DE UN HOMBRE ES UNA DAMA VIVAZ, PERO HAY QUE TRATAR A LAS DAMAS vivaces como a un caballo salvaje, con un agarre firme y una voz suave. EXTRACTO DE LA GACETA DEL MONOCULO DE CRISTAL, 21 DE ABRIL DE 1821, COLUMNA DE Lady Society: LADY SOCIETY ESTA DE LUTO. EL PELIGROSO LIBERTINO, VIZCONDE SHERIDAN, SE HA QUEDADO ciego. No puede evitar echar de menos esos ojos marrones oscuros que encendieron el corazon de mas de una joven inocente cuando el las observaba desde las sombras de un salon de baile. Oh, mi querido Vizconde Sheridan, ?no volvera a presentarse en sociedad? Lady Society lo desafia. No se esconda de ella, o desenterrara los secretos que mas atesora. Tal vez haya una dama que aun pueda provocar una tentacion en sus ojos apagados y convencerlo de que vuelva a vivir. ?No le gustaria que una mujer volviera a calentar su cama? ?Una mujer que domine su perverso corazon? LONDRES, ABRIL DE 1821 Utilizando su baston de plata con forma de cabeza de leon, Cedric, Vizconde Sheridan, lo golpeo con fuerza contra los adoquines del serpenteante camino del jardin de su casa de ciudad en Londres mientras intentaba llegar a la fuente. A su alrededor, el mundo era de un gris invernal. Sin embargo, sus otros sentidos le aseguraban que era primavera. La luz del sol le calentaba la cara y los brazos despues de haberse arremangado la camisa. Una brisa con aroma floral le cosquilleaba la nariz y le agitaba el pelo. Cedric dio siete pasos calculados, contandolos en su cabeza. Siete pasos hasta el centro del jardin, luego cinco pasos hasta... Golpeo la punta de su bota con una piedra elevada, tropezo y se estrello contra el suelo. Ahogo un grito cuando las piedras se clavaron en sus palmas y los huesos de sus rodillas crujieron. Jadeando y con todos los musculos tensos, se quedo tumbado en el suelo durante unos momentos, luchando contra las rafagas de verguenza y el impulso infantil de gemir por el dolor. No solo habia perdido la vista. Parecia que el buen juicio y el equilibrio tambien lo habian abandonado. Finalmente se incorporo, palmeo el suelo para encontrar su baston y se puso en pie con dificultad. Era un hombre adulto de treinta y dos anos; podia y debia soportar este dolor como se esperaba de cualquier caballero bien educado. Por suerte, ninguno de sus sirvientes fue testigo de este momento de debilidad. Una vez mas. Cinco pasos hasta la fuente, se recordo a si mismo y, asegurandose de levantar mas los pies, evito mas piedras elevadas. Ya deberia conocer este camino, pues lo habia recorrido cientos de veces. Sin embargo, todavia no lo veia tan claramente en su cabeza como sabia que debia hacerlo. Cuando la punta de su baston golpeo ligeramente la base de piedra de la fuente, se inclino y busco el borde. Con un gran suspiro de alivio, se sento. Cada hora de cada dia, desde que se levantaba hasta que se retiraba a la cama, vivia con el temor constante de derribar preciosas reliquias familiares, de pasar verguenza delante de sus amigos o de su familia o, lo que era peor, de infligir mas danos a su cuerpo. Era un giro cruel del destino haber sido una vez un hombre viril sin miedo a nada para luego verse reducido a despertar cada manana solo para recordar que estaba atrapado para siempre en la oscuridad. En las ultimas semanas y con demasiada frecuencia, se sentaba en su escritorio con la cabeza enterrada entre las manos mientras los bordes de sus palmas se hundian en sus ojos. Intentaba recuperar la vision que necesitaba desesperadamente. Su desesperanza era demasiado fuerte y el no podia reunir la fuerza de voluntad para ocuparse de ella. Gracias a Dios por este jardin. Paz, tranquilidad, nadie que lo viera en este estado. Momentos como este eran una bendicion. No habia visitas sociales, ni visitantes incomodos que no entendian las dificultades de ser ciego. Afuera, en su jardin, el podia existir sin preocupaciones, sin ansiedad. El aire fresco, el sol calido y los murmullos de los pajaros y los insectos le hacian sentirse vivo de nuevo, en la medida en que un hombre destrozado podia hacerlo. La tentacion de quedarse una eternidad en el exterior era muy fuerte, pero le ardian las manos de tanto rasparse y, ademas, tendria que entrar para dormir y comer. Una abeja zumbaba en algun lugar a su derecha, probablemente sobrevolando las flores en ciernes. El piar de los pajaros en un arbol cercano acariciaba sus oidos, llenando el silencio con un delicado gorjeo que era inconfundible y nitido. Podia distinguir cada nota, cada melodia singular y los cambios de tempo y tono cuando los pajaros se comunicaban entre si. Ya no podia concentrarse en los pequenos detalles visuales, como los rostros de sus hermanas y amigos mientras reian y hablaban, o como el viento agitaba los arboles en ondas de color esmeralda en verano, o la forma en que la boca de una mujer se volvia de ese tono rojo perfecto cuando la besaba. Los sonidos, los olores y el tacto ahora eran sus unicos companeros. Se aferraba al sonido de las delicadas risas de Audrey y a la suavidad de la mano de Horatia mientras lo guiaba. Las ligeras pisadas de un lacayo sobre la grava lo sacaron de sus pensamientos. Los pasos firmes eran de Benjamin Abbot, uno de los lacayos mas antiguos. Habia aprendido mucho sobre sus sirvientes en los ultimos meses. Las criadas por sus voces y el sonido de sus faldas, los lacayos por sus pisadas mas pesadas. Cada sirviente era unico. Era una de las cosas que mas habia aprendido a valorar despues de perder la vista. Siempre habia tenido una buena relacion con sus sirvientes, pero ahora dependia de ellos mas que nunca. --Hay una joven que quiere verlo, milord. --?Oh? --Cedric no se molesto en mirar en direccion a Benjamin. No parecia tener mucho sentido mirar a una persona si no podia verla--. ?Esta joven le dio un nombre? --Senorita Chessley. La hija del baron Chessley. Cedric respiro con fuerza. ?Anne esta aqui? ?Por que? Habia estado con muchas mujeres a lo largo de los anos, seduciendo de una cama a otra. Pero no con Anne Chessley. Ella era diferente. Ella lo habia intrigado, resistido y desafiado. Una verdadera doncella de hielo en su torre de marfil, pero cada vez que la miraba, por un breve segundo, surgia un calor tan brillante y abrasador que despertaba su apetito por ella. la mujer era un reto, y a el siempre le habian gustado los grandes desafios. El ano pasado la habia cortejado, pero ella no le permitio acercarse lo suficiente como para darle un solo beso. Habia gastado una fortuna enviando lujosos ramos de flores, ademas de comprar asientos en el palco de la opera frente al de su padre para verla disfrutar de la musica desde el otro lado del teatro. Y, sin embargo, ella habia permanecido inalcanzable. Siempre amable, pero nunca verdaderamente abierta. Despues de meses de intentos, Cedric se habia visto obligado a admitir su derrota. Ella nunca se rendiria a el ni a sus intentos de seduccion. Y luego habia perdido la vista. Cualquier idea de matrimonio ahora era inconcebible. Aunque su fortuna seguia siendo un atractivo para algunas damas disponibles, ya no podia soportar la macabra danza del cortejo. No cuando todo lo que oia eran los groseros susurros de las damas detras de sus abanicos sobre su condicion. No queria esa repulsion o compasion de su futura esposa. Sin duda, Anne se compadeceria de el, o se incomodaria por su nueva torpeza. Era demasiado fria de corazon como para preocuparse sobre si el podia recorrer un metro y medio sin lastimarse o arruinar algo a su alrededor. No podia entender que estaba haciendo ella aqui, y menos cuando habia pasado demasiado tiempo evitandolo. Ademas, ella no solia hacer visitas sociales y no se atreveria a hacerle una a el. Por otra parte, las noticias que habia oido recientemente sobre ella no le permitian imaginar por que estaba aqui. La semana pasada, cuando su amigo Lucien y su hermana Horatia acudieron a su visita semanal, Cedric se entero de que el baron Chessley, padre de Anne, habia muerto mientras dormia. Anne era ahora una rica heredera y no necesitaba a nadie, y mucho menos a Cedric. Lo que lo obligo a replantearse dicha cuestion infernal: ?por que habia venido? ?Estaba muy destrozada por el dolor de haber perdido a su unico pariente con vida y acudia a el en busca de consuelo? Lo dudaba. ?Que podia ofrecerle a una mujer como ella? Era un hombre a medias, destrozado, arruinado. Un maldito idiota. Se obligo a adoptar un rostro serio. La trataria como a todas las jovenes con las que se cruzaba desde su perdida de vision, con una educada distancia. Su orgullo le exigia mantener el control, especialmente con Anne. Nunca debia saber que aun la deseaba, que aun la buscaba como un loco sin remedio. Las imagenes de sus ojos grises traicionaron a su mente. Recordarla tan vividamente; los labios rosa palido que mostraban una sonrisa solo cuando ella bajaba la guardia, y la forma en que su nariz se arrugaba cuando discrepaba con el. Su pecho se contrajo al recordar sus discusiones, a menudo apasionadas, sobre los caballos, su interes compartido. Era la unica forma en que habia conseguido que ella le respondiera, sonsacandole sus energicas opiniones. A la fria diablilla le encantaba discutir, y el se deleitaba provocando su ira. Maldita sea. Me he convertido en un tonto sentimental. El lacayo tosio cortesmente, recordandole a Cedric que lo estaba esperando. --Por favor, traela --le indico. Ahora, resultaba una gran perdida de tiempo encontrar el camino de regreso al interior. Era mucho mas facil hacer que se la llevaran a los jardines. El clima era bueno, y el conocia a Anne lo suficiente como para saber que le gustaba el aire libre. Los pasos del lacayo se alejaron y, un minuto despues, Cedric percibio unas pisadas femeninas en el sendero del jardin. La oyo jadear cuando se acerco lo suficiente para verlo. --!Milord! !Esta sangrando! --Anne corrio a su lado. El percibio su olor, un seductor aroma a orquideas que era exclusivamente suyo. Sintio el calor de sus manos cerca de las suyas cuando se le unio en la fuente. Ella le cogio las palmas y toco suavemente su piel irritada. Estaba tan acostumbrado a los cortes y rasgunos que apenas los notaba. Cedric reprimio un escalofrio. Sin la vista, solo le quedaban el tacto, el gusto y el olfato para percibir el mundo. El tacto de Anne encendio una chispa debajo de su piel. --?Sangrando? --pregunto tontamente, demasiado absorto en la sensacion de las faldas de seda rozando sus espinillas. Sus manos heridas quedaron en el olvido. La excitacion ardia en sus venas, y el viejo deseo de seducir emergio a la superficie. No recordaba ningun momento en el que ella hubiera estado tan cerca de el por voluntad propia. --Si, milord. Hay gravilla en sus palmas. ?Se ha...? --dudo en continuar. Su deseo por ella se esfumo ante la compasion en su tono. --?Me he caido? Si --respondio el bruscamente. Nunca habia necesitado compasion, y no la queria ahora, y menos de ella. Saco el pecho y fruncio el ceno en su direccion. Un silencio inquietante lleno el aire entre ellos. Anne siempre tuvo el poder de ponerlo nervioso, de hacer que todos sus musculos se tensaran. ?Que expresion tenia en su rostro? ?Esas delicadas cejas que el recordaba arqueadas sobre sus encantadores ojos sorprendidos, o ahora estaban fruncidas? Maldita sea, desearia poder verla. --?Me deja ayudarlo? --pregunto Anne en voz baja. --?Como? --el escepticismo invadio el tono de Cedric. En lugar de responder, ella se quito los guantes y cogio sus manos, metiendolas en el agua fria y vigorizante de la fuente, y sus dedos limpiaron suavemente las irritadas palmas de sus manos. Luego volvio a levantarle las manos. --?Tiene un panuelo? --En el bolsillo del pecho --dijo el. Sintio que la mano de Anne hurgaba en el bolsillo de su chaleco y lo sacaba. La simple accion le resulto extranamente erotica y acelero su pulso. Siempre era el quien deslizaba una mano bajo el corpino o la falda de una dama. Era una experiencia muy diferente tener la mano de una dama moviendose bajo su ropa. Podia sentir el calor de su piel cerca de su pecho. Con una sonrisa interior, disfruto de la sensacion de sus suaves manos introduciendose en su ropa. Cuando encontro su panuelo, ella le seco las manos con delicadeza y luego coloco sus palmas en alto. Su calido aliento se deslizo sobre su piel en un suave patron mientras soplaba suavemente sobre sus cortes para secarlos. --Creo que no van a sangrar mas. Debe tener cuidado de no hacer nada brusco con ellas durante unos dias para no estimular nuevamente los cortes. Su tono a reprimenda lo pillo desprevenido y destruyo la calida burbuja de deseo que lo rodeaba. --Gracias, senorita --respondio con rigidez, mas por la sorpresa que por otra cosa--. Perdone mi atrevimiento, pero ?por que ha venido? --la pregunta urgente ?por que? seguia atormentandolo. Anne guardo silencio durante unos momentos antes de hablar. Cuando lo hizo, sus manos se apartaron de las suyas, deshaciendo su vinculo. --Estoy segura de que ha oido hablar de mi padre. --Si --dijo Cedric en voz baja--. Era un buen hombre, y no puedo decir eso de la mayoria de los hombres que conozco. Le doy mi mas sentido pesame y mis condolencias. El dolor lo atraveso, agudo y repentino, detras de las costillas. Los ataudes de sus propios padres siendo depositados en tumbas gemelas. Sus dos hermanas pequenas aferradas a sus brazos a ambos lados, con sus rostros angelicales manchados de lagrimas. Eran recuerdos que no queria, recuerdos que cada dia intentaba mantener enterrados. --Gracias --su voz era firme, pero el conocia la fortaleza de Anne y eso lo hacia sentirse orgulloso de ella. Al mismo tiempo, quiso acercarla y susurrarle cosas suaves y dulces al oido para reconfortarla. Eso lo sorprendio. ?Desde cuando era la clase de hombre que consolaba? Era un libertino, un seductor y un picaro de la peor calana. No acurrucaba a una mujer en su cuerpo. --En realidad, su muerte es la que me ha traido hasta ti. --?Oh? No puedo imaginar como... --Si me perdona por mi franqueza, milord, la verdad del asunto es que necesito casarme. La muerte de mi padre me ha dejado con riquezas y, desgraciadamente, siendo mas un objetivo para los cazafortunas de la alta. Mas de lo que me hubiera gustado. Cedric no paso por alto el tinte desesperado en su voz. Desde que la conocia, ella siempre habia huido de la mirada publica, y la carga de ser una heredera debia ser muy grande. --?Y que tiene que ver esto conmigo? --pregunto Cedric. Seguramente ella no pensaba... Era demasiado esperar que le pidiera que la cortejara de nuevo. --Necesito un marido y la mayoria de los hombres disponibles que buscan una mujer, bueno, no son lo que yo consideraria candidatos adecuados. He venido aqui... con la esperanza de que quizas... --las manos de Anne cogieron las suyas y Cedric se sobresalto, pero mantuvo la calma y se aferro a ella con suavidad. ?Que esperaba ella? El pecho de Cedric se contrajo. --Diga lo que piensa, senorita Chessley --exigio, quiza con demasiada fuerza. Ella libero sus manos y terminaron por caer en su regazo. --Tal vez esto fue un error. No debi molestarlo --musito Anne, disculpandose. La oyo levantarse para marcharse. Cedric se puso de pie junto a ella y extendio la mano a ciegas en su direccion, con la esperanza de capturar su muneca para detenerla. En lugar de ello, su mano aparecio alrededor de una cadera femenina y prominente. No la solto, sino que le clavo los dedos con la fuerza suficiente para frenar su huida. El repentino contacto provoco un grito de sorpresa. --Digame lo que ha venido a decir, por favor --suplico un poco, no queriendo que se fuera. Ultimamente habia pasado mucho tiempo solo, algo que habia creido preferir dado su estado. Pero la compania de Anne era bienvenida. Le recordaba a tiempos mejores, pero no le hacia sentir el dolor de su perdida de vision. Mas bien le encendia la sangre, recordandole la forma en que solia provocarla y como ella se resistia a el con su delicioso combate verbal. Reprimio una sonrisa cuando ella no intento escapar de su agarre. --He venido a preguntarle si consideraria la posibilidad de casarse... conmigo --la ultima palabra fue un susurro tan suave que Cedric se pregunto si la habia imaginado. --?Quiere casarse conmigo? !Por fin podria tener a Anne! Sin embargo, se habia jurado a si mismo que el matrimonio no era posible, que cualquier mujer que se atara a el nunca seria feliz con el cuerpo vacio de un hombre danado. ?Como podia pensar Anne que el seria una buena eleccion? Si pensaba que podia ser su esposa solo de nombre, se equivocaba. Si el y Anne se casaban, la meteria en una cama y Cedric encontraria el cielo que sabia que lo estaba esperando alli. Si el matrimonio era la unica via para encontrar el paraiso, entonces el haria publicar las amonestaciones inmediatamente. Sin embargo, si conocia a Anne --que lo hacia--, tenia que haber una trampa. --Si. Bueno... ‘querer’ es quizas una palabra fuerte. Pero me casaria con usted si me lo pidieras. --?Por que yo? --si podia elegir entre cazafortunas y otros jovenes, ?por que conformarse con un ciego patetico y tonto? No tenia mucho sentido. --De todos los hombres que he conocido, usted ha permanecido interesado en mi y no tiene ningun deseo de perseguirme por mi fortuna, ya que es bien sabido que la suya es mucho mayor que la mia. Estoy segura de la verdadera razon de su interes. Los sementales de mi padre pasarian a ser suyos, por supuesto, si nos casamos. Seria libre de cruzar sus propias yeguas con ellos. Pense que tal vez eso podria atraerlo. Estaria dispuesta a trabajar con usted en la crianza, ya que es un interes compartido. Tambien creo que podriamos llegar a agradarnos lo suficiente como para llevarnos bien. Usted tiene la aprobacion de mi padre, asi como la de Emily, y eso me hace confiar en su naturaleza. Cedric se rio para si mismo. A pesar de su reputacion descarada entre la alta y los rumores de los diarios, ?su padre lo habia aprobado? Ellos se habian reunido a menudo en Tattersalls para hablar de los mejores caballos. El y el difunto baron habian coincidido en casi todo, excepto en la politica, pero aquellos debates habian sido animados y bien argumentados por ambas partes con copas de oporto en clubes como White’s. Entonces, fue azotado por una fuerte sacudida ante la abrupta percepcion de la perdida del baron. Habia dejado que su ceguera se convirtiera en un motivo para sumirse en su propia oscuridad y ni siquiera habia pensado en como debia sentirse Anne. Su padre, un hombre al que estaba muy unida desde la muerte de su madre en su infancia. Y ella acudio a mi para que la protegiera de los cazafortunas... El pensamiento provoco una sensacion de calidez en un lugar profundo de su interior que habia quedado muy frio durante estos largos meses desde su perdida de vision. --?Te casarias conmigo, sinceramente? Debo advertirle, senorita Chessley, que ya no soy el hombre encantador que alguna vez fui. Mi vida se ha vuelto... complicada --la confesion le dolio como un punetazo, pero era inevitable. Ella tenia derecho a saber con que se enfrentaria si se casaba con el. --Lo se, milord. Tuve un spaniel muy querido que se quedo ciego cuando era nina. Conozco las dificultades a las que usted se enfrenta --su voz estaba todavia un poco agitada.

  • Un lazo color lavanda de Heather Burch

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    Una mujer con el corazon roto encuentra una pila de cartas de amor de un heroe de la Segunda Guerra Mundial, ocultas durante decadas. ?Le permitiran recuperar la fe en el amor?

  • La vida al fin y al cabo, Fernando Garcia Lobo de Fernando Garcia Lobo

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  • Retorno a Roma de Alicia Padron

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    Un viaje fascinante a la Roma clasica. Una manera diferente, amena y veraz, de cnocer la historia de la Roma mas fascinante. Julia es una joven profesora universitaria cuya vida atraviesa una fase autodestructiva. En un momento decisivo, decide aceptar un trabajo extremadamente peligroso que le llevara hasta destinos sorprendentes y determinara que su vida se cruce con la de quien, desde el pasado, marca su existencia. El encuentro entre dos personajes tan opuestos, con un magnicidio como trasfondo, tendra consecuencias imprevisibles y, tal vez, en el de toda la humanidad.
    Un viaje formidable, a ritmo trepidante, hasta la Roma clasica, donde viviremos los acontecimientos que marcaron el curso de la historia hasta ser sus verdaderos protagonistas.

  • El hijo perdido de Marghanita Laski

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    Hilary Wainwright, un soldado ingles, regresa a una Francia devastada y empobrecida durante la Segunda Guerra Mundial para localizar a un nino perdido cinco anos antes. Pero ?este pequeno y tranquilo nino, ahora un sombrio huerfano, es realmente su hijo? ?Y si no lo es? En esta novela exquisitamente elaborada, seguimos la lucha de Hilary por amar en medio de una guerra devastadora. El hijo perdido es tambien una novela atemporal sobre la emocion, sobre el amor, que describe la busqueda de un hombre para encontrarse a si mismo, para asumir su propio sentido de la perdida y hallar el valor para volver a amar con el pleno conocimiento de que el amor lo expondra a nuevas formas de dolor.

  • Bajo las cenizas de la Navarreria de Begona Pro Uriarte

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    Desde su exilio en Calahorra, los caballeros navarros vencidos en la guerra de la Navarreria de 1276 ni olvidan ni perdonan. Los ocho anos que han transcurrido desde entonces, no han contribuido a restanar las heridas. Lo han perdido todo: sus bienes y sus tierras han sido confiscados y sus apellidos han quedado marcados con el infamante calificativo de banido. Mientras luchan por preservar su estatus en Castilla, el reino que les prometio ayuda frente a los franceses y que les abandono en el ultimo momento, los desterrados no dejan de mirar a Navarra, a la espera de una senal que les permita regresar y recuperar todo aquello que les fue arrebatado.

  • Encuentro de almas 1. Por Clara de Sonia R. Salvante

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    El Pilar, un pueblo en el que todos se conocen, es el lugar que vera crecer un amor.
    O dos.
    Clara habria sido feliz si hubiese nacido uno o dos siglos atras. Romantica, dulce y timida, su familia lo es todo para ella. Quiza por eso su mayor sueno sea crear una propia.
    Y con el.
    Chema es una persona sencilla que solo aspira a una vida normal. Seguro de si mismo, sabe lo que quiere y va a por ello. Claro que siempre ha tenido una vida relativamente facil, en la que nunca ha conocido el amor ni la desesperacion.
    Hasta que se fijo en ella.
    Y luego esta Laura. Divertida, directa e impulsiva... Su caracter explosivo esconde un enorme corazon y unas ideas inamovibles. Ser independiente, vivir en una gran ciudad y dedicarse a su gran pasion: la decoracion.
    Tres jovenes con suenos, tres almas entrelazadas y un destino que los atropellara.
    Amor, risas, respeto, fidelidad, deseo, pasion y dolor. Y, entre todo ello, la busqueda del perdon. A uno mismo, tal vez el mas dificil.
    Porque la lealtad y el corazon no siempre siguen las mismas normas. Porque uno no elige a quien amar, a quien desear, a quien perder. Porque, a veces, simplemente, algo superior decide por nosotros.

  • Su mayor fantasia de Blanca Moral

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    El Gran Hombre: Sexo con el Vecino Prohibido
    Cree que es demasiado grande para mi.
    Siempre me han gustado los desafios.
    John Murray no es el joven que solia conocer.
    Era un adolescente timido, inteligente y retraido.
    Ahora mide casi dos metros y parece un toro.
    Es atrevido, divertido, y luce una barba muy viril.
    Y luce un inevitable bulto entre las piernas.
    Se ha convertido en mi hombre perfecto.
    Sexy, alfa, intimidarte y aun asi, humano.
    Me fui a la ciudad hace anos, para estudiar.
    Pero he vuelto al pueblo, para quedarme.
    El vuelve a ser mi vecino. Pero ya no es el mismo.
    Y no se como ha llegado a ser asi.
    Vive en el piso de sus padres. Murieron, al parecer.
    Por las mananas sale de casa en traje y corbata.
    Coge el coche y se larga. Vuelve por las tardes.
    Y se tira hasta el anochecer cuidando un huerto privado.
    Sin camiseta. Sudando. Al lado de mi casa.
    Su pequeno hobbie.
    Tampoco tiene verguenza.
    Le he visto mirarme el culo, abiertamente.
    Ambos sabemos en lo que estaba pensando.
    Pero es el hombre mas grande que he visto nunca.
    Y yo tampoco puedo evitar mirarle.
    Se dio cuenta. Ahora no para de provocarme.
    Segun el, nunca podria ser algo mas que eso.
    Me romperia en dos.
    No tengo porque demostrarle que se equivoca.
    Pero quiero hacerlo.

  • La ciudad roja de Olga Ries

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    Los ultimos anos del siglo XVI. El Nuevo Mundo. La joven Anna Blome de Lubeck, Alemania, viaja, sola y vestida de hombre, por los paises recien descubiertos. Cuando llega a La Imperial, una de las ciudades mas australes del mundo conocido, encuentra el cadaver de la abadesa del monasterio local. Anna intentara resolver el asesinato y asi recomendarse al gobernador del Reino de Chile. Pero, ?puede su plan funcionar? ?O quedara atrapada en el conflicto entre los espanoles y los indigenas? ? En que se metio?

  • AZUL TORMENTA, LLUVIA ANIL, A. V. San Martin de A. V. San Martin

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  • Necesito que me odies de Josh Alfredo

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    Me detengo en la casa y respiro hondo. Se ve exactamente igual que en las imagenes, un edificio cuadrado gris. Nada de eso es atractivo, pero esto es lo mejor que pude encontrar. Tampoco queria juzgar un libro por su portada, o en este escenario el edificio por su exterior. No fui aceptado en mi primera preferencia universitaria, ni en la segunda, ni siquiera en la tercera. Se que tiene todo que ver con mis bajas calificaciones y la falta de asistencia. La unica universidad que me dio una oferta fue Westshore, mi cuarta y ultima preferencia. Son dos horas de mi ciudad natal. No es que sea estupido o no pueda lograr mejores resultados. Fui el mejor estudiante de mi clase antes de que el universo decidiera arruinarme. Despues de eso, no me importo. Fue mi padre quien me convencio de salir de la ciudad y comenzar de nuevo. Es mas facil decirlo que hacerlo. Los dos sabiamos que, si me quedaba en esa ciudad, nunca dejaria de culparme por la muerte de mi madre. Es como si los ultimos dos anos de mi vida fueran borrosos. Hago todo lo posible para bloquear los recuerdos dolorosos, pero todavia me encuentro llorando en silencio en mi almohada de vez en cuando. La extrano mucho. La universidad comienza el lunes y solo decidi que iba a asistir hace una semana. No pude conseguir un dormitorio en tan poco tiempo; Estaban todos llenos. Tampoco me puedo permitir alquilar un departamento por mi cuenta, asi que me encontre mirando anuncios en la pagina de Facebook de la universidad. Me acerco a la puerta principal, todavia no llevo mis maletas por si esta es la casa equivocada, pero estoy seguro de que no lo es. Una pequena nina de cabello castano abre la puerta y recuerdo que se llama Olivia. Hemos estado hablando sobre mensajes de texto durante unos dias y es bueno ponerle una cara a un nombre. Rezo para que esto no fuera una especie de casa de fraternidad. “Eres Carlotta, ?verdad?” ella pregunta con una sonrisa y me estremezco al escuchar mi nombre. No es que no me guste mi nombre completo, sino la unica persona que solia llamarme que ahora esta muerta. Entonces, supongo que se podria decir que preferiria no escucharlo. “Calla”, la corrijo y me obligo a sonreir para no parecer grosera. “Genial, llamame Liv”, dice ella. Sus rizos rebotan sobre sus hombros con cada movimiento. “?Necesitas ayuda con tus maletas?” Ella continua. Ella se ve bien. “Si, claro”, estoy de acuerdo. Por lo que me dijo por mensaje de texto, mi habitacion estaria arriba, al otro lado del pasillo. Afortunadamente, la habitacion ya esta amueblada con lo basico, como una cama y un escritorio, pero tuve que traer ropa y libros de casa que me durarian todo un ano universitario. “!Zach!” Ella llama y un chico alto y rubio aparece detras de ella. El planta un beso en su mejilla y Olivia se rie. “Este es mi novio Zach”, dice ella, y el me sonrie. “Zach, este es nuestro nuevo companero de casa, Calla. Se amable”, advierte, y lo veo poner los ojos en blanco. “Siempre soy amable, ?por quien me tomas?” Zach pregunta en broma y vuelve su atencion hacia mi. “Es un placer conocerte, Calla”, extiende una mano como un caballero. Lo tomo y el me da un ligero apreton antes de soltarlo y envolver sus brazos alrededor de Olivia. Olivia y Zach parecen una linda pareja y, por alguna razon, mis pensamientos parecen correr hacia Asher. Mi ex novio, que tambien asiste a la misma universidad que yo este ano. Rompimos hace unos meses. Queria ser despreocupado y soltero para la universidad. No lo culpo, pero todavia hay una parte de mi que desea que las cosas fueran diferentes. El es una de las pocas personas que estuvieron alli para mi a traves de la muerte de mi madre. Tal vez eso fue una gran parte de por que nos separamos. Empuje a todos lejos. Queria estar solo, todo el tiempo. Como que de alguna manera eso arreglaria todo. Sabia que me estaba castigando, pero eso de alguna manera me hizo sentir mejor. Entro con una caja en los brazos y miro a mi alrededor. Los suelos son de madera y frio. Al instante me encuentro esperando que este lugar tenga calefaccion. El unico compromiso con la comodidad es la vieja alfombra peluda en la sala de estar y eso tambien ha visto dias mejores. Sin embargo, para mi sorpresa, de alguna manera parece hogareno. “?Son solo ustedes dos? ?El anuncio decia tres companeros de casa?” Pregunto, por pura curiosidad. “Tambien esta Ace. El no estara aqui hasta el lunes”, dice ella. “Por lo general se mantiene solo, su habitacion esta aqui abajo”, senala a la puerta en la esquina lejos de todo. “Estoy tan contento de que estes aqui, no me podria imaginar vivir solo con ninos”. Liv arrugo la nariz con disgusto y solte una pequena carcajada. Despues de que me ayudan a llevar mis cosas a mi habitacion, me dan una llave de la casa y me explican algunas cosas. Compartire un bano con ellos, esta frente a mi habitacion. Puedo traer a cualquiera mientras no sean chicos del Ashworth Collage, aparentemente, son el enemigo. No entiendo, pero estoy de acuerdo de todos modos, porque de todos modos no voy a traer a ningun tipo aqui. Eso definitivamente no esta en mi lista de tareas pendientes. Liv se va para dejarme acomodarme y dice si necesito algo para hacerle saber. Puedo decir que nos llevaremos bien y espero que todos por aqui sean tan amables como ella. Mi habitacion es mucho mas grande de lo que esperaba y me alegro de haber encontrado este lugar. Mis companeros de casa parecen normales e incluso podria hacer buenos amigos aqui. Desempaco mi ropa colocando lo que necesita colgar en el armario y el resto en la comoda pequena. Coloco mis libros en el suelo cerca del pequeno escritorio y suspiro. No se como seria la universidad y eso me pone un poco nervioso. Echo un vistazo por la ventana y me pregunto de quien era esta casa y por que querrian alquilarla a estudiantes universitarios. La vista desde mi habitacion es algo magica, siempre me encanto el otono y esa fue una de las pocas cosas que aun no ha cambiado. El aire es fresco, justo como me gusta, pero los arboles estan en llamas. Sonrio ante el infierno cerca de mi ventana y recuerdo como mi madre siempre me reganaba por traer hojas a la casa. Haria cualquier cosa por volver a escuchar su voz y verla. Ella no merecia lo que le sucedio y todo fue mi culpa.

  • Mi mundo a los 20, Cristina Bermudez de Cristina Bermudez

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    Adriana busca a su principe azul, con tan mala suerte que siempre cambian de color. Tras varios intentos frustrados, conoce a un singular candidato. ?Sera su verdadero principe azul o con el paso del tiempo empezara a destenir?
    Cristian le ofrece diversion, locas noches de amor y nada mas.
    ?Se conformara Adriana con un sucedaneo de novio? O ?buscara un nuevo aspirante a principe?
    Una divertida historia contada con mucho humor y sobretodo, ironia.

  • Vivir sin permiso y otras historias de Oeste de Manuel Rivas

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  • Inteligencia emocional en la empresa de Daniel Goleman

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    Inteligencia emocional en la empresa de Daniel Goleman es un volumen de la coleccion <> de Conecta, que reune las ideas esenciales para el profesional y la empresa de hoy por los autores de referencia.

  • Hasta que llegaste tu (Stonebridge 3) de Diana Scott

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    Reed siempre supo que su pasado lo atrapaba en un infierno del que jamas quiso escapar pero tuvo que llegar ella para estropearlo todo…

  • En algun lugar del mar de V. M. Cameron

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    ?Conservar su reputada vida llena de lujos y una buena posicion social o arriesgarlo todo y entregarse a la pasion de un pirata para experimentar por primera vez la libertad?