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    Bilogia Mas Mia – May Mars · General. Comentarios. Lya es una ingeniera de 29 años a la que la vida nunca se lo ha puesto fácil.

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  • Bilogia Mas Mia de May Mars [Bajar ePub] [Completo]

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    7 feb 2020 — «Descargar Epubs» es un sitio donde se irán publicando periódicamente los libros más aclamados y buscados del momento para ponerlos bajo su ...

  • El libro con el que más he aprendido en mi vida - Xataka

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    19 oct 2020 — Pocos libros de divulgación me parecen más curiosos que esta ... como una aproximación sólida y asequible a la física y la biología.

  • Grant Librería. Los libros que quieres leer..

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  • 4 Lección: Métodos de separación de mezclas. - Pinterest

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    12-jul-2019 - BIOLOGÍA TERCER CICLO: 4 Lección: Métodos de separación de mezclas. ... Bartolomé Santiago el menor flagelación CATEQUESIS de la MISA (cartel).

  • CIENCIA-Y-EL-COSMOS-DEL-SIGLO-XXI.pdf

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    Desde la más sincera humildad este libro pretende ser un homenaje a ... Lord Robert May, que llevó el caos a la biología: “Las matemáticas no son en.

  • Mi causa perdida de May Mars

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    Syah no ha logrado superar la ruptura con su exnovio Carlos, se siente sola y atrapada en un piso que solo le trae viejos recuerdos y en una ciudad donde, mire donde mire, ve momentos pasados en los que era feliz.
    Cansada de todo decide dar un vuelco a su vida y tomar la oportunidad que una empresa le brinda para trabajar en Alemania. Para ello debe dejar todo atras, aunque sus amigos intentan advertir a Syah que el trabajo que le ofrecen no es trigo limpio, sus ansias de huir haran que no escuche a nadie y partira de cero con tan solo sus dos maletas de equipaje.
    Tal como sus amigos predijeron el trabajo no era en absoluto lo que parecia y seis meses despues Syah se ve en la calle, sola, sin trabajo ni dinero en un pais extrano, es oficial: ha fracasado.
    Es entonces cuando Vali, un hombre con problemas de conducta y traumas sin resolver, se cruza en su camino y le ofrece un trato. Syah debera cuidar de el a cambio de un lugar a donde ir. Asi es como Syah se convierte en la Asistente Personal del artista conocido como Liosberi, un chico tan roto como atractivo que despertara en la espanola, no solo el deseo de arreglarlo, sino otras emociones que no querria volver a sentir y menos con alguien como el. Porque, ?que ocurre cuando te enamoras de alguien que no es capaz de amar?

  • Ipsa de Natali Pignanelli

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    Lucia Dante y Bruno Harper nacieron en distintos paises y hablan distintas lenguas, sin embargo, tienen un pasado en comun: a ambos los atraviesa la perdida, son sobrevivientes.
    El destino caprichoso decidio un dia cruzarlos, para curarse, para completar esa parte que no sabian que les faltaba. Chocaron sus mundos y los pusieron patas para arriba, para nunca mas volver a ser los mismos.
    Desde ese fatidico dia, el amor fue su historia. Por y para siempre.

  • Quien invento el dulce de leche de Leonardo Castagnino

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    Distintas comunidades se adjudican ser los inventores del dulce de leche. La cuestion no esta dilucidada, y al respecto presentan los mas variados argumentos, pruebas y razonamientos. Muchos argentinos adjudican la paternidad del invento a su propio pais, incluyendo distintas epocas y circunstancias. Tambien lo hacen otros, como uruguayos, chilenos, peruanos etc. aunque con distinta denominacion que "dulce de leche" pero con la misma composicion basica: leche y azucar cocinada, con algun ingrediente adicional. Otros en cambio dicen que el famoso dulce fue traido por los espanoles, que a su vez heredaron de los moros que ocuparon la peninsula durante siglos. Algunos incluso remontan su origen a la cocina persa, rica y variada en dulces y golosinas. Pero el origen no esta aun determinado fehacientemente. En el "Foro" trascripto, se dan opiniones de distintos participantes o "foristas", que a modo de "debate historico", mezclando la historia verdadera con la ficcion picarezca, tratan de dilucidar el misterio, tal vez sin conseguirlo. Cualquier parecido con la verdadera historia es pura coincidencia, o no. ?QUIEN INVENTO EL DULCE DE LECHE? (Debate historico) ————————- Autor Mensaje: HT Ingresado: Enero 09, 2012, 0:57 Titulo del ingreso: ?Quien invento del "dulceleche"? Hay pruebas fehacientes de que los argentinos han inventado, entre otras cosas, la birome, el colectivo, las huellas dactiloscopicas, el truco, "la mano de Dios", el tango, el lampazo, etc. Pero ?quien invento el "dulceleche"? Muchos atribuyen el invento del "dulceleche" a los argentinos. Sin embargo esta teoria es cuestionada por nuestros hermanos orientales, tal vez basandose en teorias y escritos de ciertos historiadores que indicarian que el "dulceleche" se invento en la Banda Oriental, mas precisamente durante el sitio de Montevideo por parte de la Confederacion. Segun parece, los montevideanos acosados por el hambre del sitio, habrian recurrido a la leche que a duras penas le mandaba Fructuoso Rivera, procedente de las vacas que les birlaba a los "macacos brasileros" (como el los apodaba) de Rio Grande do Sul. Esta leche, que era introducida subrepticiamente a Montevideo por la flota francesa, era mezclada con azucar que les contrabandeaba Urquiza desde el litoral, y cocida con algunos restos de empalizadas y hasta con bosta de la caballeria sitiada. Algunos afirman haber descubierto, en excavaciones realizadas en fechas recientes, restos de las vasijas, ollas y cucharas de madera que se usaron para dichos menesteres. Inclusive algunos atribuyen el invento a la frondosa imaginacion de ciertos unitarios emigrados en Montevideo, como Florencio Varela, Valentin Alsina o Rivera Indarte, en cuyo caso la autoria del invento deberia ser compartida por las dos nacionalidades. Esta hipotesis oriental se contradice con la tesis que atribuye el invento del "dulceleche" en forma exclusiva a los argentinos. Afirman algunos que, aunque sin patentar, el invento fue realizado en la Confederacion durante la epoca de Rosas, porque al parecer, en excavaciones realizadas en cercanias de la estancia Del Pino, partido de La Matanza, y que perteneciera al Restaurador, se encontraron algunos envases de ceramica, vidrio, buche de avestruz o panza de burro, que al parecer trajo de regreso Rosas despues de la campana del desierto. La teoria tiene cierta logica si pensamos que los gauchos de la Campana a los Desiertos del Sud de 1833, galoparon hasta la isla de Choele Choel, ida y vuelta, y seguramente debieron llevar, ademas de vacas para el consumo de la tropa, algun postre para endulzar las tardes o las noches junto a los fogones, siendo que en aquella epoca, mas alla del Salado no habia ninguna pulperia donde abastecerse. Ciertos estudiosos de la historia afirman que el "dulceleche" se invento en ocasion del encuentro de Rosas y Lavalle en Canuelas, cuando el unitario llego al campamento de Rosas. Como se sabe, Juan Manuel lo encontro durmiendo la siesta en su propia cama y gentilmente espero a que Lavalle despertara para cebarle unos mates. Algunos historiadores sostienen que Rosas tomaba mate de leche, y en esa ocasion una china encargada de prepararle mates al Restaurador, alborotada con los personajes presentes, dejo la leche en el fuego y alli se cocino el primer "dulceleche". Sin embargo esto no resiste un analisis serio; hay un cumulo de detalles que niegan o al menos ponen en duda el episodio, a saber: * Por las memorias de Mansilla se sabe que a Rosas le gustaba el mate amargo y el arroz con leche. Sin embargo Mansilla no hace referencia a que su tio tomara mate de leche o mate dulce. Segun el relato que Mansilla hace en sus memorias sobre la visita a su tio el Restaurador en la residencia de San Benito de Palermo, en esa ocasion, por compromiso de no despreciar a su tio Juan Manuel, se comio siete platos de arroz con leche que lo dejaron pipon. Pero Mansilla en sus memorias no hace ninguna referencia a que el arroz fuera con dulceleche. * Tampoco se puede soslayar el relato que hace el profesor de piano de Manuelita cuando en Palermo, por no despreciar los mates que le ofrecia el Restaurador, se vio obligado a tomar veinticinco mates seguidos, recibiendo luego un peso por cada mate que pudo tomar, en pago por las clases de piano a su hija Manuelita. Pero a pesar de estos y otros testimonios, en ningun documento publico o privado se encuentra referencia a que Rosas tomara mate de leche, y menos con azucar. * Aun suponiendo que el Restaurador tomase mate de leche y prefiriese que le cebasen el mate ya con el azucar puesto, es poco probable que el senor de la pampa lo prefiriese tan dulce. * Cualquiera que alguna vez en su vida haya hecho "dulceleche" sabra que si no se revuelve continuamente, este se pega al fondo de la olla y queda como "pa'tirarlo". No parece razonable que la china olvidadiza y alborotada por semejante ocasion se haya puesto a revolver la olla constantemente. * Como se sabe, para hacer "dulceleche" se requieren al menos dos o tres litros de leche y un kilo de azucar, y no es razonable que se ponga en el fuego tanta leche por unos mates. En esa epoca la leche no era muy abundante en estos pagos, ya que las vacas pampas eran bastante ariscas y pudorosas, y no se dejaban tocar ciertas partes con la facilidad que lo hacen las vacas holandesas, moralmente mas liberales. Queda abierto entonces este debate historico, y esperamos que los senores foristas hagan los aportes serios necesarios para dilucidar el origen de este trascendental invento: el "dulceleche". Saludos. HT. ————————- Yemo Ingresado: Enero 09, 2012, 1:22 Me parecen razonables las dudas planteadas por HT respecto a que el "dulceleche" se haya desarrollado a partir de una china olvidadiza en ocasion de la entrevista de Rosas con Lavalle. Aun considerando cierto el improbable hecho de que Rosas fuera aficionado al mate de leche dulce, este no lleva ciertos ingredientes que si lleva un buen dulceleche que se precie de tal. Como sabemos, para hacer un buen dulce de leche, ademas de litro y medio de leche y medio kilogramo de azucar, se necesita vainilla y una pizca de bicarbonato de sodio, lo que no seria probable que la china usara para prepararle los mates al Restaurador. Por otra parte, la preparacion y coccion del dulce de leche requiere cierta tecnica, mucha dedicacion y atencion, que no puede ser fruto de la casualidad ni de la distraccion de una china. Vemos los pasos a seguir para preparar un buen dulce de leche son: * Se pone la leche, con la vainilla abierta, sobre fuego medio. Lo ideal o tradicional seria en una paila de cobre. Se mezcla ocasionalmente con cuchara de madera. * Cuando hierve se echa el azucar con el bicarbonato. Se revuelve mas seguido. * La mezcla se reduce notablemente y toma un lindo color casi canela. Despues de alrededor de una hora y media se comienza a espesar. El movimiento de la superficie es distinto y se siente el perfume de la leche como caramelizada. En este punto hay que estar mas atentos y girar continuamente. * Cuando comenzamos a ver el fondo de la olla, esta casi listo. El punto dependera de la consistencia deseada. Se puede ver retirando un poco en un platito frio.

  • Nota de Voz de German Bandera

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    Carolina ve a Rodrigo sentado en una banca y se acerca para pedirle su numero. Ahi comienza una amistad que quiere ser algo mas. Pero parece que no es posible, pues los secretos se interponen entre ellos. Al final, el misterio se resuelve, pero quizas ya sea tarde para los amantes.

  • El universo en expansion de Mario Hamuy

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    El destacado astronomo chileno construye en este libro

  • Las maldiciones de Claudia Pineiro

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    Una novela certera, conmovedora y actual, que pone el foco en las perversiones de los gobernantes, pero que tambien les hace lugar a las historias de lealtad y amor mas verdaderas.

  • Relatos de amor de Perla Mucino

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    En el 2015, estaba sentada a la orilla de una banqueta conversando con un amigo… Le platicaba de algunas historias que conocia; historias que habia escuchado a lo largo de mi vida y que, si bien distaban mucho de ser un cuento de hadas, eran autenticos relatos de amor. El, por su parte, me contaba de lo afortunado que habia sido en el amor comparado con el resto de sus amigos, decia que nunca estaria lo suficientemente agradecido con Dios por ello. Cuando me conto su historia, me encanto y me conmovio bastante; era una de esas historias en que no puedes dejar de pensar en su magia. Resultaba evidente que mi amigo era muy, pero muy afortunado. Emocionados por la historia, hicimos planes a futuro; estos incluian: una boda, ropa especial para los novios, banquete, flores y muchas cosas mas. Todos estos planes se cristalizarian en el 2020, pero en el 2019, mi amigo... !murio! Su perdida significo para mi, un duro golpe emocional. Ese fue el motivo que me llevo a escribir Relatos de amor. [?][?][?] Estaras en el ultimo relato de este libro, amigo. Ahi, viviras por siempre. Escribir es inmortalizar... Marissa se va Cuando el <> solo cambia de forma Mi nina hermosa, !no llores!, !aqui esta papa! !Marissa!, !si sigues corriendo te puedes caer! !No vas a salir con esa falda a ningun lado, jovencita! Que descanses princesa... te amo. Enseguida vuelvo, voy a ajustar cuentas con aquel patan. [?][?][?] --Papi... ?te gusta como se ve? Su tierna voz me saco de mis recuerdos. Vi a mi Marissa de cuatro anos preguntandome si se veia bien con su traje de hadas, se veia tan bella y tan alegre. --!Papa!, ?estas bien? --pregunto Marissa un poco angustiada--, te noto distraido. ?Vas a estar bien, verdad papi? --Si, mi nina, estoy bien, solo estoy pensando --le conteste con tristeza--, hace apenas unos anos usabas vestidos verdes con brillos y mallas amarillas y... !mirate ahora! --Papa, eso fue hace demasiados anos --exclamo--, yo tenia entonces cuatro anos y era un festival de primavera. --Si, lo se --anadi--, pero no pudimos quitarte esas mallas en varios dias porque creias que si te las quitabamos se acabaria la primavera, tu madre tuvo que banarte con ellas... !Sonia! -- murmure con tristeza al recordarla--. Tal vez tu madre estaria llorando ahora mismo si te viera vestida asi. --Papa... --dijo cabizbaja--, mama nos mira desde el cielo y si te pones triste, ella tambien lo estara. !Ven papi!, vamos por agua, tengo algo de sed. Nos levantamos, se colgo de mi brazo y caminamos en busca de agua. Yo solo queria alargar el camino, deseaba estar con mi hija el mayor tiempo posible. --Debo aceptar --confese--, que no se como reaccionar. Tu madre ya me habria dado algunos consejos para actuar con cordura y superar estos sentimientos tristes, me habria abrazado y me habria contado algun chiste tonto sobre la ocasion, pero no esta y no se como sobrellevar esto yo solo. --Papa --susurro con ternura--, deberias reirte porque tengo dos horas pensando en que mi mama diria que mi cabello parece un nido de golondrinas o algo parecido. Rei su observacion, sabia que su madre habria dicho algo similar y seria un comentario muy acertado, ese peinado parecia un nido de pajaro. Mi princesa habia heredado el sentido del humor de su madre, asi como su calidez y amabilidad. En cambio yo, un viejo de cincuenta y cinco anos, estoy amargado por la perdida de mi amada esposa y, ahora, por la partida de mi hija: mi mas hermoso tesoro sobre la tierra, la flor mas hermosa de mi jardin. ?Que sera de mi sin mis dos pilares? Lo habia pensado con tal intensidad, que no me di cuenta que mis pensamientos salieron por mi boca. --!Papa! --expreso con carino mientras me abrazaba--. Yo estare contigo siempre, y siempre necesitare de ti. No me ire nunca, solo estoy creciendo. Sus palabras sonaban tan calidas y certeras, que no pude oponerme mas. !Era verdad lo que ella decia! Mi hija solo estaba creciendo y seguiria su camino como yo lo segui en su momento... como lo siguio su madre conmigo. Entonces, por que habria de entristecerme el ver a mi retono florecer y enraizar en una mejor tierra, por que deberia dolerme su maduracion y crecimiento. Eso no tenia ningun sentido. --Tienes razon mi nina --comente convencido--, no es una despedida ni nada parecido. !Hagamos lo propio! Tome su mano, la mire a los ojos, le sonrei y nos dirigimos de vuelta al dormitorio. --!Vamos, mi nidito de golondrina! --dije en tono de broma--, !tenemos algo pendiente! Quince minutos despues caminabamos hacia <>. !Al fin!, ahi estaba yo llevando a mi hija del brazo, caminando en medio de un pasillo flanqueado por personas y, mientras caminabamos hacia el altar, los recuerdos de mi princesa me rondaban por la mente mientras escuchaba la marcha nupcial que, a decir verdad, me sabia mas a una marcha funebre. Vi a lo lejos a aquel nono, bobo, pazguato, papanatas que me habia arrebatado a mi mas hermosa flor. Ahi estaba el, esperando como buitre a que la presa muriera, mirando a mi Marissa con la misma sonrisa de idiota que lo caracterizaba. Y mi hermosa princesa, tan feliz y nerviosa como nunca. Tan bella ella, con ese vestido blanco y ese velo que le cubria la cara evitando que vieran su angelical sonrisa. ?Que puedo hacer?, me he prometido no llorar y no maldecir. Solo debo dejar a mi hija seguir su camino con quien ella ha escogido para compartir su vida. Sonrei, respire profundamente y entregue su mano a el: al maldito nuevo heroe de mi princesa. !La fiesta fue un exito!, mi hija estaba tan feliz como nunca y... si mi hija era feliz... !yo tambien deberia serlo! [?][?][?] Han pasado seis anos desde la boda y, como lo prometio en su momento, mi nina nunca me olvido. Ahora, Fernando, mi yerno, me ha hecho comprender la frase de la que siempre me burle: <>. El ha sido un excelente companero de mi amada Marissa, la ha tratado muy bien y que decir de... --!Esperen!, !que esperen, les digo!, !los atrapare!, !ya veran! Bueno, ustedes me disculparan, pero a estos pilluelos tengo que alcanzarlos... --!Manuelin, Yesenia!... ahora que les ponga la mano encima... !me los comere a besos!, !ya veran!

  • !O no hay trato! de Carolina Gattini

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    El destino y la mala suerte llevan a Miriam a la desesperacion. No es capaz de pagar sola el alquiler al que se habia comprometido con su reciente ex, las deudas la ahogan y finalmente decide vivir en un lugar con todas las comodidades, "comodos" sofas, bano y ducha, salas de reuniones…, es decir, la oficina donde trabaja.
    Miguel Garmendia esta a punto de perder lo unico que tiene, la empresa que levanto desde joven porque precisamente dedico su vida a trabajar, en lugar de disfrutar de ella como hicieron sus amigos y hermanos. Confiar en la persona equivocada, su contable, le ha llevado practicamente a la quiebra. Sin embargo hay una esperanza, conseguir la herencia de su madre, bajo la condicion de casarse. Claro que, no es tan facil encontrar a una mujer que quiera casarse con un hombre como el y renunciar a una vida normal, aunque sea por unos meses. O tal vez si… El unico problema es que esa mujer es adicta al sexo y la abstinencia de ese matrimonio no es compatible con ella… Asi las cosas… Miriam tendra que establecer sus propias condiciones… !O no habra trato!

  • Entregarse a lo Prohibido (Entregarse 1) de Priscilla West

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    --?Ya te vas? Hice todo el esfuerzo que pude para no despertar a mi companera de apartamento mientras juntaba la pila de documentos del cliente que descansaba sobre la mesa de la habitacion del hotel. Riley Hewitt tenia sueno pesado, especialmente si habia salido y bebido la noche anterior, su pasatiempo de vacaciones preferido. Por eso me sorprendio cuando levanto la cabeza rubia rojiza de debajo de las sabanas. Aparentemente, no habia hecho el silencio suficiente. --Perdoname por despertarte. Me tengo que encontrar con Richard abajo en unos minutos, asi que solo estoy recogiendo las cosas. --La noche anterior habia estado leyendo cuidadosamente la estrategia de cliente con mi supervisor, Richard Hamm, en su habitacion del hotel, como si ya no la hubiesemos examinado decenas de veces la ultima semana. Cuando volvi a mi habitacion, examine nuevamente los materiales, memorizando cada detalle, reproduciendo mentalmente la secuencia de eventos que llevarian a conseguir este cliente para nuestra compania. Cerrar este trato significaria mucho para mi carrera: las empresas de gestion de patrimonios prestigiosas no tenian la costumbre de dejar que analistas con apenas tres anos de experiencia volaran a Ciudad del Cabo, Sudafrica, para captar clientes de mil millones de dolares. Habia sido solo gracias a una serie de acontecimientos afortunados --un grupo de empleados de alto rango que renuncio para comenzar su propia empresa, mi reciente ascenso y un encuentro casual con uno de los directores en la cafeteria-- que me encontraba en esta situacion. Decir que esto era algo grande seria subestimarlo. --No te preocupes. --Bostezo y se restrego un ojo sonoliento mientras hacia un ruido que sono como algo entre un gemido y un gorjeo--. De todos modos, me queria levantar. Desayunar algo, ir a ver algo de television extranjera. No todos los dias puedes ver a Abelardo hablando en afrikaans. ?Estas lista para la reunion? Dios, eso espero. Deberia estarlo despues de tanta practica y preparacion. Por suerte, las mariposas que revoloteaban en mi vientre me daban mas energia que la que una taza de cafe podria darme jamas. --Creo que estoy lista. Ademas, Richard es quien se encargara de la mayor parte de la conversacion. Tiene anos de experiencia en esto. Yo solo estoy como apoyo. Su sonrisa de victoria destello--: Y para ser el rostro bonito. Lo haras excelente, Srta. Egresada de Harvard. Le saque la lengua juguetonamente. Riley era de Staten Island y realizo los estudios superiores en NYU. Aunque ambas terminamos trabajando en el mundo de las finanzas, Riley era una contadora especializada en asuntos impositivos para corporaciones gracias a la orientacion de sus padres y, con frecuencia, me recordaba que su trabajo era mucho menos emocionante que el mio. Sin embargo, ella generaba muchas de sus emociones durante sus descansos. La puerta de su dormitorio que giraba permanentemente garantizaba que siempre tuviera una historia jugosa para contar en nuestras "noches de cita" de mojitos y comida mexicana semanales. Al observarla examinar un menu de servicio de habitacion reflexione por millonesima vez que tenia una suerte increible al tenerla en mi vida. Nos habiamos conocido en un seminario insensibilizador, al que nos enviaron del trabajo, sobre la Expansion de la Productividad Corporativa en la Facultad de Negocios Stern de la NYU, donde no aprendimos absolutamente nada acerca de como expandir la productividad corporativa y casi todo acerca de cada una durante un periodo de tres horas. Desde entonces, ella ha sido el yin de mi yang, la guerrera de fin de semana de mi bibliotecaria. Con frecuencia, bromeabamos acerca de enviarle a NYU una linda canasta con frutas en agradecimiento, aunque Riley siempre respondia: "los doscientos mil que deje alli para un titulo en Filosofia es suficiente agradecimiento". Aun asi, no podia suprimir la ola de alegria que me inundaba cada vez que pasaba frente a la imponente facultad de negocios de acero y vidrio mientras caminaba hacia el gimnasio; sabia que, sin Riley, mi estadia en Manhattan hubiese sido tan fria y solitaria como los anos en Harvard. Cuando le conte que iba a hacer un viaje de negocios a Ciudad del Cabo por una semana, insistio en usar sus vacaciones para acompanarme, para mi satisfaccion. Pasar el rato con ella en la playa seria mucho mas divertido que tomar sol sola o --que Dios no lo permita-- con Richard. Guarde el ultimo de los expedientes, cerre la mochila y me alise la blusa celeste y la falda de tubo negra. El atuendo habia sido meticulosamente combinado para mezclar profesionalismo y estilo. Formaba parte de la estrategia. --?Como me veo? --Te confiaria mis millones de dolares (si los tuviera). --Esperemos que el chico malo multimillonario Vincent Sorenson piense lo mismo. --Te he visto trabajar sin parar para esta reunion durante un mes. Estas mas que preparada, nena. De cualquier manera, esta noche nos vamos a divertir. No te olvides de eso. Por supuesto, una tarde y una noche completas de aventura con Riley: la dulce recompensa por despertarme condenadamente temprano para captar un cliente que, segun mis investigaciones, era muy dificil. Saludando con la mano, sali de la habitacion del hotel y baje por el ascensor hasta el vestibulo para encontrarme con Richard. Mientras daba un paso hacia las baldosas de marmol y los tacos golpeteaban, verifique la hora. Las 7:30 a. m. en punto. Habiamos acordado encontrarnos una hora antes de la reunion, para darnos tiempo suficiente para caminar las pocas cuadras que separaban el hotel del edificio de la oficina del cliente y repasar cualquier detalle de ultimo momento que hubiera surgido durante el sueno. Dios sabe lo que sone con este momento. Bueno, mas bien parecian pesadillas. Y por alguna extrana razon, todas terminaban conmigo en ropa interior. Localice a Richard sentado sobre el borde de un comodo sillon, con los ojos pegados a su Blackberry. El traje de color gris pizarra y la corbata cerulea lo hacian parecer mas joven. Solo unos pocos mechones de canas revelaban que se acercaba a los cuarenta. --Buenos dias --lo salude. --?Ya desayunaste, Kristen? --me pregunto sin levantar la vista de su Blackberry. Aunque sus malos modales me habian irritado al principio, los ultimos seis meses que trabaje con el me habian ensenado a tener conversaciones enteras sin hacer contacto visual ni siquiera una vez. A menos, por supuesto, que el tema fuera el dinero. En ese caso, Richard era todo oidos. --Tome un jugo de naranja y comi una barra de granola, pero tomaria un cafe. --Pongamonos en marcha entonces. Podemos detenernos a tomar uno. --Tomo su maletin y lo segui al salir del hotel. Cuando nos marchamos del alero del area de valet, la vista del oceano a lo lejos me ayudo a calmar los nervios. Una brisa de manana temprano me despeinaba y el sol de mediados de junio resplandecia. Al tiempo que caminabamos tranquilamente por las calles transitadas de Ciudad del Cabo, disfrutaba de la vista, de los aromas y de los sonidos que no habia observado ayer por haber estado tan ocupada con la preparacion. Altos edificios corporativos que penetraban el cielo, bocinas de autos que sonaban, una mezcla eclectica de personas que viajaban al trabajo, un McDonald's aparentemente en cada esquina... de muchas maneras, me recordaba a Manhattan. Aun asi, la mezcla de colores brillantes, lenguas desconocidas y oleadas de surfistas con rastas que se dirigian hacia la playa para atrapar alguna ola matutina le daba a este lugar su encanto propio. En el camino, nos detuvimos a tomar un cafe y Richard aprovecho la oportunidad para repasar nuestra estrategia. --Cuando entremos al edificio, quiero que seas puras sonrisas, Kristen. Quiero verte los dientes en todo momento. Yo me encargare de la mayor parte de la conversacion, pero tu tambien juegas un papel importante. Puede que los clientes tengan mas dinero que algunos paises pero, primero y principalmente, son personas. Las personas tienen emociones. Los hombres, en particular, son debiles ante el encanto femenino. Tu los ablandas y yo los moldeo. --Solia decir este tipo de pendejadas diariamente, sin absolutamente nada de ironia. Es como si mi papel pudiera reemplazarse por un carton recortado con tetas. Genial. El cumplido con doble sentido de Richard me irrito, pero no me encontraba en una posicion como para estorbar. Aunque hubiera muchas mujeres en el mundo de las finanzas, las esferas mas altas consistian en clubes de hombres con sus propias reglas. No decia nada cuando Richard hacia esos comentarios sexistas, pero eso no significaba que fuera a comprometer mi integridad personal si alguna vez me sugeria que avanzara un poco mas que una sonrisa. Despues de haber estado tres anos en este negocio despiadado, muy pocas cosas podian conmocionarme. --Bien. Un enfoque impulsado por las emociones. --Use sus propias palabras para demostrarle que lo comprendia. Sonrio. --Yo lo llamo el Sistema Hermano. Segun mi experiencia, Vincent es Tipo B. Un aficionado, apasionado por las actividades recreativas, que en realidad no sabe bien como dirigir una compania pero que tuvo mucha suerte. Un CEO desenfrenado y que no se preocupa por los detalles pero que es bueno para delegar responsabilidades a sus vicepresidentes. Al tipo le encanta surfear y machacarsela. Tenia mis dudas acerca de su valoracion, pero me las reserve. Vincent habia comenzado como un surfista avido y fabrico una camara economica a prueba de agua que sujeto a su tabla de surf, lo que le permitia filmar sus logros. Pronto, la generacion de deportistas extremos de YouTube clamaba por una camara similar para sujetar a sus tablas de surf/cuerdas de puentismo/patinetas/paracaidas, y la compania que Vincent construyo de cero generaba miles de millones de ingresos. Mi investigacion habia pintado a Vincent Sorenson como una persona adicta al trabajo --su imperio se habia expandido e incluia un programa de television de deportes extremos, una linea de ropa y tablas de surf hechas a medida--, pero si Google Images pudiera opinar, diria que era un fanatico de la playa todo tatuado, con un bronceado oscuro y ojos con parpados pesados. Un vago con tatuajes y abdominales marcados. Richard continuo mientras cruzabamos la calle. --Estos tipos son bastante predecibles. Todas las demas empresas de gestion de patrimonios que se disputan su dinero se ven exactamente igual sobre el papel. Le hablaran acerca de coeficientes alfa, dividendos, fondos de cobertura, y el no lo va a entender. Queremos que nuestro enfoque destaque. Al demostrar tu interes en lo que a el le apasiona ganaras la mitad de la batalla. Observa, te apuesto a que vestira una camiseta, shorts y sandalias cuando nos reunamos con el. Mi sensibilidad a las suposiciones iniciales incorrectas se activo, pero no iba a discutir con Richard. Nuestra estrategia estaba establecida. Afortunadamente, la confianza de Richard ayudo a mitigar la constante sensacion de que todavia no estabamos preparados. Parecia la ansiedad por los examenes que senti durante toda la etapa de facultad, excepto que ahora fracasar significaba perder millones de dolares en lugar de perder algunos puntos en el promedio general. Cuando llegamos a destino, apenas reconoci la estructura de la torre de nuestra investigacion. --?Vincent es el propietario de este edificio? --No. La compania solamente alquila algunas oficinas en el vigesimo tercer piso para pequenas operaciones en el area. El viene aqui principalmente a surfear. Me asegure de fijarme la sonrisa antes de pasar por la puerta giratoria de la entrada. Luego de registrarnos, subimos por el ascensor hasta el piso de Vincent donde una recepcionista nos acompano hasta su oficina. --Solo golpeen --dijo antes de regresar a su puesto. --?Estas lista? --me pregunto Richard al acercar los nudillos a la puerta. Alli estabamos. Inspire profundamente y lo mire a los ojos: --Hagamoslo. Golpeo la puerta y escuche una voz claramente masculina que nos decia que entraramos. Elevando las comisuras de los labios para darle a mi sonrisa esa ventaja extra, segui a Richard que me guiaba hacia dentro. Mi sonrisa se desvanecio al ver al hombre que estaba sentado detras del escritorio. Se encontraba sereno y poseia un refinamiento masculino que era mas digno de un modelo de Calvin Klein que de un CEO de Fortune 500. Mientras miraba fijamente esos ojos marrones intensos, la nariz pronunciadamente grabada y la boca seductivamente tallada, ubicada en una estructura osea sin duda alguna disenada por un artesano experto, pense por un segundo que habiamos ingresado al estudio de una sesion fotografica. Pero no habia dudas de que este era Vincent Sorenson, en carne y hueso. Las horas que habia pasado analizando sus imagenes con la excusa de la investigacion no me habian preparado --no habrian podido prepararme-- para el real. En la foto mas actual que habia podido conseguir, se encontraba en el mar con el agua hasta la cintura y se acercaba a la orilla con una sonrisa radiante que hacia que se te detuviera el corazon, como si fuese algun tipo de dios sexual mistico ansioso por reclamar sus ofrendas. No resultaba dificil imaginarse a virgenes que se sacrificaban voluntariamente por el. Pero la foto se habia sacado hacia meses y en aquel entonces tenia el cabello rubio oscuro corto. Ahora caia enmarcandole los rasgos como un retrato listo para la exposicion en un museo. Por un instante, lo unico en lo que podia pensar era como se sentiria deslizar las manos por esos mechones sedosos. Mis pasos aminoraron la marcha para igualar el ritmo de la respiracion mientras lo observaba ponerse de pie con elegancia y rodear su gran escritorio de roble, para disminuir la distancia que nos separaba con una destreza sobria. Luego de estrechar la mano de Richard, se quedo de pie frente a mi. Frunciendo el entrecejo con mucha curiosidad, sus hermosos ojos se mantuvieron fijos en los mios, evaluando y analizando con astucia. Me senti extranamente vulnerable y expuesta bajo el peso de aquella mirada, como si estuviese sin ropa, desnuda ante el.

  • Flores para Julia de Andrea Longarela , Neira

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    Oliver cree que su vida es perfecta. Se ha esforzado demasiado por conseguirlo.
    Sin embargo, recien cumplidos los treinta y cuatro, siente que su mundo se tambalea y no sabe como recobrar el equilibrio.
    Las cosas en el trabajo no van bien, su matrimonio hace aguas y, por mucho que busque cuando abre los ojos por las mananas, no encuentra ningun motivo de peso para levantarse de la cama.
    Por eso sus amigos piensan que se merece unas vacaciones. Y su familia. Y, lo que es peor, su jefe. Sin saber como, acaba bajo el techo de un lugar muy especial escondido entre montanas, rodeado por un jardin de cuento y compartiendo espacio y silencios con Julia.
    Julia, que es tan distinta a el que no entiende por que no puede dejar de mirarla.
    Pero lo hace, la observa, y todo cobra un sentido diferente.
    Porque Oliver aun no lo sabe pero, en ocasiones, todo lo que necesitamos es perdernos para encontrarnos.

  • Una melodia para Clarisse de Silvia Garcia Ruiz

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    Claude Dubois pertenece a una familia de melomanos. Para su desgracia, el no siente el mismo interes, pero su mundo cambia radicalmente cuando asiste a la prodigiosa actuacion de una nina al piano que despierta su pasion por la musica. Sin poder evitarlo, sigue la carrera de esa chica durante anos, hasta que un dia, ella se despide de todos con una ultima y dramatica interpretacion. Claude nunca podra olvidar a la mujer que lo inspiro, y cuando el destino cruza sus caminos, hara todo lo posible por volver a escuchar la apasionada melodia que se cobija en el interior de su musa.

  • Margaritas para Lucia, Lorena Doncel de Lorena Doncel

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  • Mi mal de amores eres tu (Seleccion RNR de Emma J. Care

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  • El viaje de Muriel de Natalia Lopez

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    Muriel estaba encerrada en una torre, pero ellos siempre le habian dicho que no era una prisionera. Ellos eran los hombres que pertenecian a la Guardia de Lychnus. La Guardia de Lychnus formaba parte de la Guardia Real, y Lychnus era el nombre de la torre donde vivian Muriel y su madre. Los guardias del rey solo custodiaban los lugares importantes de Alea: la Corte, establecida en Enim, la capital del reino; el Templo de las Adivinas, en la isla Semper; las plazas de las distintas ciudades; la Escuela Militar de Argenta... Cada grupo tenia un nombre especifico segun la zona donde actuara. Por ejemplo, los guardias de la Corte se llamaban la Guardia de Enim; los del Templo de las Adivinas, la Guardia de Semper, y los de la Escuela Militar, la Guardia de Argenta. A Muriel le permitian salir de la torre, pero nunca podia alejarse mas de dos kilometros y siempre debia ir acompanada por al menos cuatro guardias. Muriel llevaba en Lychnus desde los seis meses, asi que no recordaba otra vida que no fuera esa. Hasta que cumplio los tres anos, sus unicas companeras de juegos eran su aya Alda y su madre Florence. Esta ultima, temiendo que su hija se convirtiera en una persona demasiado introvertida, suplico a los guardias que la dejaran relacionarse con otros ninos. <>, le contestaron. Florence fruncio el ceno y asintio a duras penas. El rey, coronado como Roderick III, habia sido su esposo durante seis anos, pero tras el nacimiento de Muriel, el habia solicitado al Primus Sacerdos la anulacion de su matrimonio por el bien del reino. Florence no habia podido darle ningun hijo varon, y eso, en un futuro, dejaria al reino en manos de un gobernante extranjero. Unos meses despues de la anulacion, el monarca se habia casado con Nessa Maynard y habia tenido dos hijos varones: Colin, el mayor, y Alan, el pequeno. Muriel no conocia a su padre; ni siquiera lo habia visto de lejos. Sabia como era fisicamente por el enorme retrato que habia colgado en el vestibulo de la torre. La figura del cuadro imponia un poco, aunque suponia que ese era el efecto que habia buscado el pintor. El rey tenia el pelo y los ojos negros, como ella, pero su constitucion era mucho mas robusta. En la pintura, su pose era altiva: tenia la barbilla alzada, los labios esbozaban una media sonrisa de superioridad, y la mirada invitaba al espectador a alejarse. Aparecia sentado en el trono. El brazo izquierdo del asiento estaba cubierto por una capa de color vino que caia hasta el suelo formando pliegues. La corona y el cetro reales eran de oro y tenian incrustaciones de diamantes, rubies, zafiros y esmeraldas. Algunos de los colores usados eran especialmente dificiles de conseguir y, por consiguiente, resultaban muy costosos. Era el caso del azul, obtenido a partir del lapislazuli, un mineral escaso en Alea. Solo los reyes, los nobles y los comerciantes ricos podian pagar por unos gramos. A Muriel no le deslumbraban las riquezas. Lo que le causaba impresion era saber que el control de todo un reino recaia en manos de una sola persona. A diferencia de su madre, la joven no sentia ningun resentimiento hacia el monarca, su padre. Su vida en la torre era bastante comoda, y los guardias la trataban con respeto. Ademas, el rey no habia puesto objeciones a que Muriel se relacionara con una persona de su edad. La elegida habia sido Trudy, una chica que vivia en la aldea mas proxima a la torre. De pequenas, les gustaba saltar a la comba, proponer adivinanzas e imaginar que eran dos princesas que vivian aventuras. Ahora que tenian diecinueve anos, preferian sentarse a la sombra de un arbol y hablar sobre lo que cada una esperaba de la vida.

  • Pasion a traves del hilo rojo del destino de Kayla Leiz

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    Kendrick Mackay es un poderoso guerrero al servicio del rey Macbeth. Sobre el se cierne una profecia segun la cual una mujer acabara con el clan Mackay…

  • El juego de la memoria de Felicia Yap

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    En la realidad de El juego de la memoria existen dos tipos de personas: los Uno, que pueden recordar solo un dia, el de ayer euros y los Duo, que tambien recuerdan el dia de antes de ayer y que, por lo tanto, pertenecen a la clase privilegiada. Claire y Mark Evans forman un matrimonio mixto, algo poco comun. Claire, Uno, es ama de casa, y Mark, Duo, es un exitoso novelista que se prepara para lanzar su carrera politica. Aparentemente son el ejemplo perfecto de la politica de tolerancia e igualdad, hasta que en la orilla de un rio aparece el cuerpo de una mujer. A partir de entonces, el enigmatico detective Hans Richardson entra en sus vidas y empieza la investigacion en un mundo en el que la memoria es muy fragil.

  • Romance inolvidable – Stefania Gil de Stefania Gil

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    Alexandra Eldridge y Blake Olson se conocen en Yellowstone mientras asisten a un campamento de verano. Durante treinta dias -y sus noches- Blake y Alex se hacen inseparables, creando un lazo entre ellos que seguira uniendoles a pesar de la distancia que los separa y del destino que se empena en demostrarles que puede jugar con ellos a su antojo. Asi regresan a sus vidas perdiendo contacto absoluto; dejando atras la experiencia de haber tenido unas vacaciones unicas, un romance inolvidable e ignorando que volveran a encontrarse en el futuro.
    Baltashar Eldridge es un hombre al que no se le escapa nada y es un as en los negocios, por ello detecta a los oportunistas aun estando a largas distancias de estos. No soporta la idea de que su pequena este involucrada con un hombre como Gary Lockwood y Alex se niega a escucharle por el error que cometio en el pasado. Piensa que no le queda mas que rezar por un milagro y es entonces cuando descubre el pasado -aun latente- entre su nina y el nuevo empleado que le envio su socio desde San Francisco. Baltashar se da cuenta que tiene ante si una oportunidad perfecta para evitar la boda de su hija que terminara en una catastrofe segura. Blake Olson es la unica carta que tiene en juego y debe usarla bien para lograr su cometido, aunque su hija acabara odiandolo para siempre. ?Se prestara Blake a seguir el juego del Sr. Eldridge para conquistar a Alex? ?Alex estara dispuesta a revivir su pasado con Blake?

  • Valiente de Jennifer Armentrout

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    Tercer y ultimo libro de Cazadora de hadas, la serie de romance paranormal que ha conquistado a miles de lectoras de todo el mundo. La quimica entre Ivy y Ren llega a su punto mas algido en esta novela, llena de giros y tramas que se cierran. Jennifer Armentrout, la reina del New Adult, nos conquista con un mundo lleno de magia, ambientado en Nueva Orleans. Hace tiempo que Ivy Morgan no es la misma de siempre. Y es comprensible. Que te secuestre el principe de los faes, un psicopata empenado en abrir las puertas del Otro Mundo, es logico que te quede algunas secuelas psicologicas. Pero no se trata solo de eso. Algo oscuro y danino se esta propagando por su interior, algo mas poderoso de lo que la propia Ivy podria imaginar y que se interpone entre ella y Ren Owens, el miembro de la Orden del que esta locamente enamorada. Ren haria cualquier cosa por mantener a Ivy a salvo. Lo que fuera. Sin embargo, cuando toma una decision trascendental por ella, las consecuencias son de tal magnitud que amenazan con destrozar las vidas de ambos. Aunque se siente dolida y traicionada, si Ivy quiere salir con vida, debe dejar de lado sus sentimientos y colaborar no solo con aquellos a los que ama, sino tambien con un enemigo al que preferiria matar antes que depositar su confianza en el. Se avecina una guerra, y pronto se hace evidente que todo lo que Ivy y Ren creian saber de la Orden no era mas que un punado de letales y peligrosas mentiras. Para salvar a aquellos a quienes ama, y tambien a si misma, Ivy sabe que no le bastara con ser valiente. Porque, detras de todo malvado principe, hay una reina

  • Una joya (Stage Dive 2,5) de Kylie Scott

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    Relato corto con Mal y Anne (Solo fue un juego), de la serie Stage Dive.
    A la atractiva encargada de una libreria hipster le choca ver la enorme lista de libros que ha seleccionado un cliente, todos sobre sexo. El, arrogante, experimentado y muy seguro de sus encantos, inicia un divertido <> verbal con ella para intentar seducirla. La chica se mantiene indiferente hasta que es ella quien lo reta a el a que le muestre los atributos de los que tanto presume. En la trastienda de la libreria la pareja nos regala un final excitante e inesperado.

  • El alma que me habita de Antonia Romero

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    Pallars. Ano del Senor 1017. Bertrand de Riell, abate del monasterio de Suverte, se dispone a escribir una cronica de la historia de su familia y los motivos por los que desaparecio el Senorio de Riell sin dejar rastro...

  • Autorretrato de familia con perro de Alvaro Uribe

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    Hay otra fotografia, en blanco y negro, en la que tu y yo, muy ninos aun, nos dejamos abrazar por un Santaclos de alquiler: el menor de nosotros, asustado sobre las rodillas del hombre; el mayor, de pie e intentando sonreir; ambos, con la mirada fija en un punto de escorzo en donde verosimilmente se encuentran nuestros padres. En esta, de colores desleidos, tomada unos quince anos despues, ya somos un par de adolescentes grenudos, los dos enfundados en el saco obligatorio en las cenas navidenas, aunque el mayor trae un sueter con cuello de tortuga, por no ser o para no parecer convencional, y el menor, ajeno a esos dilemas, usa corbata. A la izquierda de nosotros, derecha de la fotografia, se ve a nuestra abuela materna, que viene a colacion porque en esa foto de hace cuarenta y tantos anos debe de tener poco mas o menos los sesenta y pico que ahora nos desfiguraban a ti y a mi. Con sus habiles manos de modista, como ella queria que llamaramos a las costureras, abre el envoltorio de una serpentina que lanzara hacia su lado de la mesa, en donde se sientan los adultos. Tambien nosotros, sentados en el voluntario limbo donde la adolescencia se aisla tanto de la infancia como de la madurez, nos distraemos con una serpentina. El menor de los dos habla mientras libera la espiral de papel de su envoltorio de celofan. El mayor sonrie mientras observa lo que el otro se trae entre manos. Hoy que la rememoro sin nostalgia, o nostalgico solo a causa de mi extinta juventud, me doy cuenta de que en esa escena baladi ya estamos enteros tu y yo. Los hermanos. Quien sabe cual de nosotros finge mas, finge mejor. Si el mayor de los dos, que simula interesarse en el plan de ataque desplegado ante sus ojos por el otro, o el menor, que se afana aparatosamente en granjearse ese simulado interes. Que dificil, para el primero de los hermanos, no ser el unico. Que dificil, para el segundo, ser siempre el segundo. Y, pese a todo, ninguno de los dos cambiaria su suerte por la del otro hermano. Atras de nosotros, un mesero titubea con un plato de sopa en su diestra. Tiene instrucciones de empezar ya a servir la cena, pero no se atreve a entorpecer nuestra hermanable conversacion. Si se percatara de ese titubeo, el mayor de los dos no dudaria en interrumpir al hermano en mitad de una frase, con tal de ejercer u ostentar su atencion a los predicamentos de un empleado. El menor, en cambio, seguiria hablando, quien sabe si por indiferencia hacia el mesero o por la inercia de su propia simulacion. Llegado el momento se hara, por supuesto, lo que decida el mayor de nosotros. Se hara una y otra vez, a pesar de los deseos del menor. Como se ha hecho desde siempre. Por las buenas o por las malas. Porque el mayor suele tener o pensar que tiene la razon. Porque el menor, que en el fondo piensa igual, sabe o alega saber que con su hermano es inutil y fastidioso discutir. Hasta el dia, muy distante de la Nochebuena coagulada en la foto, en que a la fuerza se oponga mas fuerza. Mas violencia amedrente a la violencia. Mas terquedad derrote a la terquedad. Y entonces los papeles se inviertan. Y ya no sea el menor de nosotros quien tema enfrentarse a su hermano. Y el mayor, sin admitir lo mucho que ha cambiado entre ambos, se repliegue en un silencio obstinado o en un cortes laconismo con los que, de ahi en adelante, disimulara a medias su temor. ?O me equivoco? ?Y eres tu, contra la costumbre, quien tiene razon, por lo menos su razon? Que lastima conocernos tanto. Mejor dicho: que lastima creer que nos conocemos tanto. Porque desde tiempo antes o despues de esa Nochebuena, confiados en lo mucho que creemos conocernos, ninguno de los dos hace grandes esfuerzos por conocer al otro mas. Al mayor de nosotros le dio por la literatura y creo con su esposa un mundo deliberadamente inexpugnable adonde, hay que reconocerlo, no ha dejado asomarse a su hermano. El menor se dedica sin gloria a la historiografia y tiene una familia a la que supedita todo lo demas. ?A cual de los dos hermanos le toco la mejor parte? ?Quien, despues de cuarenta y tantas Navidades, se puede proclamar mas feliz? El mayor no se plantea a menudo tales preguntas, aunque en no pocos momentos de su vida, sin excluir el presente, ha creido conocer la felicidad. El menor, salvo en lo que concierne a sus hijas, la busca no del todo inconscientemente, y en ocasiones la encuentra, en el infortunio del projimo. ?Cual de nosotros sale ganando? Ya no recuerdo si te dije alguna vez, cuando aun tenia algo que decirte, que la ventaja de ser narrador, en caso de que este oficio resulte ventajoso, esta en que al final te quedas siempre con la ultima palabra. Supongo que no. Te habrias reido tirandome a loco. O quiza preguntado con sorna que a quien le importan las palabras no sustentadas en hechos. ?Que piensas de eso ahora que tu, al reves de la foto, eres el que calla? ?Que sientes ahora que, al reves de la foto, el que habla en esta pagina soy yo, el mayor de los dos? Primera parte La Dona De veras que da pena ajena. Ya ni se donde meterme a la hora del paseo. Y si dicen por ahi que una no gana pa'sustos, 'ton's yo digo que menos pa'verguenzas. Pero vamos por partes. El paseo en realidad son dos. El de la manana y el de la tarde. Y la paseada, o mas bien el paseado, no soy yo. El que pasea es el Canuto. Y tampoco es que se pasee solo, nomas faltaba, sino que lo sacan a pasear. Pu's quien iba a ser. La mera mera. La Dona. Claro que se como se llama, pero yo le digo asi. La Dona. Y cosas peores cuando me hace enojar. Como a l'hora del paseo. Sobre todo el de la tarde. Porque el de la manana es mas ?como se dice? Descarado. Y es que la Dona ni siquiera se toma la molestia de disimular. La muy manosa nomas se va un poco lejos, hasta donde la gente no la conoce. Camina dos cuadras por Michoacan y una mas por avenida Mazatlan y ahi, en pleno camellon y como si nada, deja que el Canuto haga de las suyas. Y cuanto hace el condenado, viera uste. Ni quien se lo imagine en una criaturita asi de chica. O mas bien de chaparra. Sera que los salchichas tienen la panza tan larga como el cuerpo y por eso les cabe tanta caca. Y dos veces al dia, p'acabarla de amolar. Porque en la tarde el tragon de Canuto esta de vuelta lleno hasta'l tope y vuelve a vaciarse que da gusto. Es un decir. A nadie le gusta la caca ajena. Y menos que nadie a la Dona, que se lleva al paseo de la tarde una d'esas como pinzas. Como manos. Como garras al final de un brazo de plastico que con sus palancas y sus resortes sirve pa'recoger la caca sin agacharse. Pero ella nunca l'usa. Se lo juro. Nunca. Y de tanto no usarlo, el aparato esta descompuesto. Roto. Y asi, todo amolado, la Dona lo bambolea de aca p'alla. Como si fuera un machete. Y ademas se lleva al paseo una bolsa d'esas que le dan a una en el super. Dizque pa'guardar ahi la caca que dizque recoge con la garra de plastico. Y tambien ondea la bolsa de un lado pa'l otro. Haga uste de cuenta un panuelo al viento, como dice la cancion. Pa'que todos los vecinos la vean. Pa'que todos piensen que la Dona es muy acomedida. Que s'encarga de las inmundicias de su perro. Que se desvive con tal de no fregar a nadie. Mendiga vieja. Ni que la gente fuera tan bruta. O tan dejada. Lo que pasa es que la ven ya muy mayor. O media loca, que pa'l caso es lo mismo. Y todos los vecinos de la manzana se hacen de la vista gorda. Todos, salvo la senora Leticia. La de la casota esa en la esquina de Francisco Marquez y Pachuca. Andele. La que tiene enfrente una jacaranda preciosa. Mucho mas alta que los postes de la luz. Porque alli, mero al pie de la jacaranda, es donde al Canuto le gusta hacer sus necesidades. Y no hay poder humano que lo convenza d'irse a otra parte. El perrito resulto mas terco que una mula. Es un decir. Y su duena, o sea: la Dona, es peor todavia. Necia como ella sola. Taimada. Mustia. Y nada le hace que la senora Leticia proteste. Que mande a su muchacha a decirme que yo le diga a mi patrona. Que la espere ella misma alla frente a su casa y se l'encare a la Dona y l'amenace con envenenar al Canuto, qu'el pobre que culpa tiene. Porque la Dona no admite ni de relajo qu'esas cacas que un dia si y otro tambien aparecen al pie de la jacaranda son de su perro. Si la viera uste. La muy cinica zarandea la garra de plastico y la bolsa del super y alega qu'ella recoge todas las cochinadas de su perro. Y cuando la senora Leticia ya muerta de rabia l'acusa de ser mentirosa, la Dona s'hincha dizque d'indignacion y me pone a mi de testiga. Pu's que quiere que haga. Claro que le doy la razon a mi patrona. Pongase uste nomas en mi lugar. Y claro que luego me siento de la patada. Como tlaconete rociado de sal. Pero lo que mas me apena no es mentirle a otras personas. Creame uste. Y tampoco me molesta regresar a escondidas yo sola a recoger las cacas del Canuto, pa'que la senora Leticia nos deje en paz. Lo que de veras m'encabrona, perdon por la palabra, es ?como decirle?, l'obligacion, y pobre de mi si no la cumplo, de ser hipocrita conmigo. De enganar no a los demas sino a mi misma. De seguirle la corriente a la Dona, que nunca es culpable de nada. Haga uste de cuenta qu'ella fuera l'ofendida. L'insultada. La victima. Y que la senora Leticia, o cualquier otra vecina que se atreva a quejarse de las cacas del Canuto, fuera una vieja malcriada. Una tergiversadora. Y que todo el tiempo l'estuvieran levantando falsos a la Dona nomas porque si. Por pura envidia. Porque fue la primera en llegar a esta parte de la Condesa. O eso dice. Y su familia es la mas decente de todas. O eso dice. Y de chica la criaron unas monjas en Estados Unidos. O eso dice. Y no se cuantas otras cosas que l'hacen sentirse mejor. Por encima de quien sea. Valgame Dios. Ni que fuera la reina de la calle de Tula. Y aunque se me antoja decirle que no es pa'tanto, como ella dice, que a poco no es cierto qu'el Canuto va y hace caca donde no debiera, no se que me pasa cuando estoy sola con la Dona. O igual si se. Como si la mentira fuera contagiosa. Como si contar un cuento muchas veces y muy convencida lo fuera volviendo verda. Y yo siempre acabo, o pa'serle franca: empiezo, por darle a mi patrona por su lado. Y tambien m'indigno cuando ella s'indigna por las acusaciones dizque falsas de la senora Leticia o de cualquier otra vecina. Y tambien me creo qu'el Canuto es el perro mejor portado del mundo. Y que la Dona es la mejor patrona. Y hasta que yo soy la mejor sirvienta. Se lo juro. Pero cuando ya me siento bien unida a la Dona, como si fueramos compinches, casi como si fueramos amigas, ella lo echa todo a perder. Pu's nomas ve que le agarro confianza y le da por sonreirse con una sonrisa muy suya. Una sonrisa media coqueta y juguetona. Una sonrisa como de nina traviesa, que no le queda a una mujer de su edad. Una sonrisa que odio y que me da miedo. Que m'espanta y me acongoja porque se qu'en ese momento la Dona va a hacer como si no me conociera. Como si no'stuvieramos platicando de lo mas a gusto. Y de repente me dice con su voz engreida de patrona que soy una metiche. Una floja. Y qu'en vez de perder el tiempo en chismes de vecindario deberia ponerme a trabajar.

  • Donde mis pies me lleven de Erika Ramos

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    Si te gusto Bridget Jones, disfrutaras leyendo las aventuras de esta enfermera al borde de un ataque de nervios, una chica en busca de alguien que suture su corazon y la inste a decir alguna cursilada como <>.

  • Una Navidad en Escocia de Anne Aband

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    Susan Edwards bajo del tren que la habia traido a Edimburgo desde su ciudad natal, Londres. Habia sido una decision repentina, incluso irracional. Dejar su puesto como profesora adjunta de la facultad de arqueologia para ir a excavar en un posible yacimiento cerca de la ciudad escocesa... !toda una locura! Pero si se lo pedia su profesor favorito, no tenia ninguna duda. Se supone que ella la hermana mayor, la sensata y que Caroline era la menor, la que deberia hacer toda clase de locuras. Pero en su caso, no era asi. Su hermana pequena salia con Frank, un abogado de lo mas aburrido y trabajaba en una compania de marketing, en el mismo edificio que su novio. Aburrido. Pero si ella estaba contenta, le parecia bien. Susan llevaba ya tres anos, desde que termino la carrera con excelentes notas, trabajando en la misma universidad donde saco su titulacion. Habia terminado el doctorado, y tambien habia terminado la relacion con Thomas, colega suyo y companero de la universidad. Y termino porque el se fue a las excavaciones de Atapuerca, en Espana. Le pidio que le acompanara, pero en ese momento ella tuvo miedo. Y ahora el habia encontrado una novia espanola. Se alegraba por el. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si no arriesgas, no ganas, y cuando su antiguo profesor, Henry McDall, le solicito ayudarle en un pequeno yacimiento en unos terrenos familiares, a las afueras de Edimburgo, no se lo penso. Penso que la aventura la llamaba, que la vida le estaba diciendo que volviera a sacar de dentro de ella ese espiritu arriesgado, capaz de hacer cualquier cosa. Sus padres aceptaron a reganadientes su marcha, y en la facultad le dieron una excedencia de un ano. Todavia se sorprendia de lo facil que habia sido todo. Bajo del tren buscando al profesor McDall, pero no lo vio. Era un hombre de edad avanzada, pero le prometio que la iria a recoger para llevarla a la casa donde vivia y donde ella se instalaria, un edificio familiar de cuatro pisos con un precioso jardin, segun le habia contado. Se abrigo un poco mas; en octubre y en Edimburgo no hacia precisamente calor. Llevaba un gracioso gorro con un gracioso pompon de color rosa que le habia regalado Caroline. Saco la maleta con ruedas y camino hacia la parte cubierta del anden, pues comenzaba a caer una fina llovizna. --!Lo que faltaba! --se dijo mirando por encima de la gente que se habia bajado. ?Donde estaria el profesor? Se iba a quedar helada, y, ademas, no sabia donde estaba su casa. --Eh, senorita, ?es usted Susan Edwards? --una voz ronca la interpelo por detras. Ella se volvio con una sonrisa aliviada y se quedo con la boca abierta. Un tipo pelirrojo, con el cabello mojado chorreando por la cara y con dos inmensos ojos azules, le sonreia como si ella fuera un tesoro encontrado. --Si, si --acerto a decir. Era el hombre mas guapo que nunca habia visto. Con facciones regulares, alto y de anchas espaldas. --Entonces, vamos, que mi tio le espera en la casa con un buen ponche caliente. El escoces le cogio la maleta rozandole con la mano. Ella la retiro, como si le hubiese dado un calambre. Caminaron hacia fuera de la estacion, ella detras de el, mojandose, pero ya no le importaba. Su vida se habia iluminado de repente. Comenzo a elucubrar. ?Estaria soltero? ?Se habia fijado en ella? Seguro que alguien tan atractivo estaba casado y si no, era porque tenia algo malo, penso con ironia. Llegaron al aparcamiento y abrio una furgoneta bastante vieja para meter la maleta. --Entre, senorita --dijo el abriendole la puerta del copiloto. --Gracias, esto... --Sean, me llamo Sean McDall y el profesor es mi tio. He tenido que coger su furgoneta porque mi coche esta en el taller, espero que no le importe. --Oh, por favor, Sean, tuteame. Debemos de ser de edad parecida. --Esta bien, Susan. El viaje, ?bien? --dijo mientras arrancaba la furgoneta que gimio ante el esfuerzo. --Si, los paisajes de Londres aqui son maravillosos, y esto --dijo ella senalando en general --, es tan bonito… Nunca habia estado en Edimburgo. --Entonces me encantara ensenarte el lugar, cuando no estes trabajando con mi tio. Aunque no se si tendras tiempo, esta tan emocionado que pasa casi todas las horas excavando. --Seguro que encontramos un momento --dijo ella pensando que querria pasar mas de un rato con el escoces. Enseguida llegaron a su calle y de nuevo Sean recogio su equipaje y lo llevo dentro. La lluvia estaba cayendo con mas persistencia y el gorro de Susan se empapo, al igual que su cabello negro. Entraron en la casa y se quitaron los abrigos. Un gracioso perrito de raza indeterminada salio a saludarles moviendo el rabo. --Se llama Wee, que significa pequeno. Nunca crecio como nos prometieron. Ella acaricio al perrito que se fue trotando hacia el salon, como pidiendole que lo acompanaran. Susan se quedo mirando al escoces que llevaba unos pantalones de franela y un jersey oscuros. Si la habia impresionado en la estacion, ahora simplemente no podia ni hablar. --Pasa, Susan, mi tio te espera. ?Prefieres un ponche, un cafe, o te? --Te estara bien, gracias, Sean. Susan paso hacia el saloncito y Sean se la quedo mirando. ?De donde habia sacado su tio una ayudante tan preciosa? Tenia el cabello oscuro, le recordaba a la obsidiana y sus ojos verde oscuro eran un sueno. Ademas, era una preciosa mujer con curvas, como le gustaba a el. Si iba a estar alli mucho tiempo, deberia tener cuidado. Se fue a preparar los tes moviendo la cabeza, no, otra vez no. No se volveria a colgar de ninguna chica, de momento.

  • Sagrada familia de Luis Frontera

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    El padre es el capitan Jose Maria Frontera, un oficial del Ejercito Argentino que deja a su mujer y a sus ocho hijos para ir a combatir en la Guerra Civil Espanola. Al volver a la Argentina de Peron, los militares lo encarcelan por comunista y sufre psicosis de guerra. La madre pide una entrevista con Evita: los chicos tienen talentos pero sufren penurias economicas. Lalita es vidente, Susy es cantante lirica, Juan quiere ser boxeador profesional.
    Al menor, Luis, le gusta escribir y se hace periodista; trabaja en Panorama, junto con Martinez, Bustos, Briante, Lamborghini, Rabanal, Schoo; denuncia a la Triple A y es internado en un hospital psiquiatrico.
    A traves de la historia de una familia plena de excepcionalidades, esta novela arrasadora narra la historia argentina del siglo XX, sus victorias y sus tragedias. Los combatientes, los muertos y los que sobreviven en la Argentina de los ultimos setenta anos aparecen en sus multiples reverberaciones.

  • La quimica del odio de Carme Chaparro

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    ?QUE HARIAS SI, TRAS HABER SOBREVIVIDO A LA QUE CREISTE QUE ERA LA PRUEBA MAS DURA QUE PODIAS SOPORTAR, EL DESTINO TE LLEVARA OTRA VEZ AL LIMITE?

  • AIDAN (Genesis 4) de Maricela Gutierrez

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    Cuando apenas era un nino, Aidan fue entregado para convertirse en esclavo del mal. Durante mucho tiempo lucho ferozmente para no permitirle a su peor enemigo doblegarlo, pero este encontro la unica forma para hacer que el guerrero se rindiera. Desde entonces, el solo espera a que sea el momento correcto para escapar de las garras de su opresor y, recuperar lo que le fue arrebatado. Su busqueda lo llevara mas alla, a los brazos de una pequena chica que se encuentra esclavizada, aunque esta vez por la maldad de los hombres.

  • Mas dulce que el cafe 1 de Miki Russo

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    Kari es una chica que esta por cumplir treinta anos. Tiene un trabajo un tanto particular, gusta de usar Converse, beber lattes de vainilla y salir con sus amigos.
    Lleva una vida comun y corriente, hasta que tras un curioso incidente conoce a Roberto, un hombre mayor, demasiado elegante y correcto para ella.
    Kari y Roberto no tienen nada en comun pero ?Y que importa eso? ?Que podria salir mal? Probablemente todo...
    El cafe por definicion es amargo, pero si le pones suficiente azucar puede quedar muy dulce ?Existira algo mas dulce que el cafe? Kari descubrira que el amor, al igual que el cafe, puede ser dulce y amargo a la vez.

  • Corazon Fragil (Corazon Herido 2) de Diana Nixon

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    Ella estaba fuera de limites por muchas razones: era muy joven, muy ingenua, y su belleza era dificil de resistir. Pero ser la hermana menor de mi mejor amigo, era la principal razon. Ella era como un tabu que nunca debio romperse. Pero los dos cruzamos la linea… Cedimos a la tentacion y cometidos un error que nos cambio para siempre. Los anos pasaron, pero por alguna razon que nunca entendere, sus recuerdos nunca dejaron de atormentar mis suenos, mi mente. Mi obsesion por ella era mas fuerte ahora, que anos atras, pero ella me odiaba con todas sus fuerzas. Y tenia una muy buena razon para hacerlo. - Te debo una vida de nosotros, y no te defraudare, no de nuevo… -

  • Cafe con leche y extra de azucar de Tatjana Frigar

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    Voy a salir de la oficina y hace un dia de playa irresistible. ?Te recojo? -Claro, princess, te espero en el portal. Maria bajaba las escaleras de la oficina en direccion a su coche. Tenia un cabriolet rosa chicle al mas puro estilo Barbie en Beverly Hills. Le encantaba poder disfrutar de los dias de buen tiempo llevandolo descapotado por las calles que rodeaban la playa. Sentir el viento en su piel blanca mientras ondeaba su melena rubia (de bote, pero rubia). Tuvo dudas el dia que se tino, pero su peluquera encontro un tono que, de verdad, parecia natural. Y Maria quedo encantada con ello, tanto que ya hacia mas de cinco anos que lo llevaba, y sin ninguna intencion de cambiarlo. Arranco su coche y, mientras lo descapotaba, salio su jefe por la misma puerta que segundos antes habia pasado ella. ?Como conseguia coincidir siempre con ella? ?Tenia una camara que apuntaba su mesa? ?Olia su perfume avanzar por el pasillo? ?O es que, simplemente, la estaba vigilando durante toda la jornada? -!Maria! No sabia que ya habias salido -se apresuro a decir Carlos con un semblante que no mostraba ningun tipo de expresion. -Vaya, si, que casualidad. Ya me iba, tengo prisa. Adios, Carlos. -Adios, Maria. Disfruta del sol. No tardo en encender la musica a todo volumen y salir de alli sin que nadie mas le hiciera perder el tiempo. Piso el acelerador mientras pensaba que Alicia ya debia estar esperandola en el portal, pasando un calor de mil demonios y preparando un sermon de los suyos para reprocharle que siempre llegara tarde. Habia recibido la llamada de un cliente que habia esperado toda la manana y que no recibio hasta el ultimo momento; asi que no le quedo mas remedio que atenderlo. -Ya era hora de que llegaras. Hace 30 minutos que me has dicho que ya salias de la oficina y trabajas a diez. Siempre me haces lo mismo. Tienes que aprender a llegar a los sitios a la hora, Maria, no puedes andar siempre con el cohete en el culo, haciendo esperar a la gente. !Que mi paciencia no es ilimitable! Mientras tanto, Maria sonreia escuchando <>. Ya conocia cada una de sus palabras, no era la primera vez que le echaba ese mismo sermon. Si, eran completamente distintas. Alicia era correcta, premeditada, calculadora… Maria, en cambio, era transparente, impulsiva y se dejaba llevar. -Vaaale, vale, ya me callo -contesto al fin resignada-. Hija, es que hace un calor insoportable y ya no sabia donde meterme. No hay ni un trozo de sombra en toda la calle y ya sabes como huele mi portal; no me quedo ahi dentro ni cinco minutos, vaya a ser que me desmaye y acabe en el hospital con un brazo o una pierna rotos. El conserje es un guarro. Deberiamos ponernos de acuerdo todos los vecinos y echarlo. -Relajate, va -la animo sonriendo-. Vamos a disfrutar de nuestro primer dia de playa este verano y alli se te pasaran todos los males. Y, por cierto, ?no te dije yo que no te pusieras esas pintas para ir a la playa conmigo? -la reprendio Maria mientras se reia a carcajadas repasandola de arriba abajo. Alicia era una morena despampanante, extremadamente proporcionada (debia ser hija del diablo, no habia otra explicacion). Ya nacio con la piel bronceada y no tenia ni un resquicio de celulitis. Su melena larga, oscura y ondeada caia sobre sus hombros. Se habia puesto un bikini verde esmeralda que aun resaltaba mas el tono chocolate de su piel. Cubierto con una camiseta blanca de tirantes adornada con una pluma plateada dibujada por encima de la cintura. Ella decia que era un vestido; pero, no nos enganemos, un vestido que apenas tapaba el culo no se podia llamar vestido. Se habia puesto unas chancletas de playa Adidas que a Maria no le gustaban nada. Ella era fiel a su estilo, y ni caso de la moda. Pero la guinda del atuendo era esa maldita pamela que se ponia para refugiarse del sol. Color canela y con una cinta que la rodeaba terminando en un lazo. De color verde esmeralda tambien, claro, conjuntada con su bikini. A ver, ?quien os pensais que es ella? Siempre tan puesta y perfecta. Llegaron a la playa en tan solo diez minutos mas y tras encontrar donde aparcar, que eso ya fueron otros quince minutos, cerraron la capota y se bajaron con una sonrisa a disfrutar de su tarde de playa. Todavia estaban a finales de mayo, pero el sol era abrasador. A esas horas del mediodia podia parecer mediados de agosto. Daba gusto esa epoca del ano, las temperaturas eran ideales, calurosas de dia y fresquitas de noche. Y lo mejor de todo es que todavia no habia muchos turistas, practicamente solo habia gente del pueblo disfrutando de los placeres de su entorno. Buscaron el sitio ideal donde dejar las toallas, bien cerca del agua, mientras Maria se sentia observada y sabia perfectamente por que. -?Alicia, ves como nos mira la gente? Esa maldita gorra tuya le quita el sol a media playa -dijo mirando a su amiga con reproche. -Lo que mira la gente es su propia envidia, princess. Somos las diosas de la playa y por ello nos miran. Mi pamela -dijo remarcando cada una de las silabas-, que asi es como se llama, no tiene nada que ver. -Por supuesto que tiene que ver, y mucho. Y esta claro que miran a la diosa morena, pero no solo por su cuerpo de infarto, ricura. ?Ves a la senora del bikini negro que tenemos a unos quince metros? No le da el sol, y es por culpa de tu sombrerito. -Las dos se unieron en unas sonoras carcajadas que si que hicieron que las mirara todo el mundo, pero eso ya no les importo. Estaba claro que no le gustaba ser el centro de atencion, pero sabia de sobra que salir a la calle con su amiga significaba eso. Era consciente de que lo unico que tenia ella que no pasaba desapercibido era su coche, pues no habia otro igual a kilometros. Pero lo que no tenia claro era en que pensaba el dia que decidio comprarselo, aunque hay que decir que cada vez que lo miraba se convencia de que eso tenia que ser amor. Cuando ya llevaban un rato al sol, sintiendo como los rayos entraban por cada uno de los poros de su piel, Maria decidio ir a pegarse un bano, estaba empapada en sudor y ya no aguantaba mas. Le gustaba pensar que asi era como se activaba la melanina de su piel, pero sabia que su tono no le permitia abusar, o acabaria roja como un tomate. Su amiga ya la habia embadurnado con proteccion solar alta, pero ya estaba escarmentada de veranos anteriores y no iba a tentar a la suerte. No quedaba nada sexy ponerse una camiseta palabra de honor con toda la piel roja y las marcas del bikini en blanco; ni tampoco era plato de buen gusto no pegar ojo en toda la noche porque te duele y no sabes como ponerte, o pasarte el dia concentrada en no rascarte porque te vas a hacer una carniceria. Alicia no tenia ese problema, ni siquiera se ponia crema; un poco de aceite de proteccion quince, para que no se dijera que no se ponia nada. Ademas, le daba un tono brillante que a ella le encanta. Con un ratito de sol conseguia un tono tostado que era la envidia de todas aquellas que en abril empiezan a hacer sesiones de solarium para estar estupendas en junio. Para que ella se cansara de hacer la lagartija y decidiera banarse, el calendario tenia que chillar que era quince de agosto, con repiqueteo de tambores y campanillas, aliarse con el sol y que este sacara su furia mas intensa en rayos de fuego. Y la mala suerte es que ese dia ni siquiera iban a la playa porque la piel de Maria no podia aguantarlo. Tomaduras de pelo de la vida. Cuando sintio el agua del mar rozar los dedos de sus pies un escalofrio recorrio todo su cuerpo. El cambio de temperatura era algo agradable en esas fechas. Sentir el sol ardiente sobre su cabeza y el frescor del agua bajo sus pies era algo revitalizante. Cerro los ojos, suspiro y relajo todos los musculos que durante la semana iban acumulando tension. Y, sin dejar de mirarse los pies, empezo a caminar adentrandose en la playa, sintiendo las olas chocar contra sus piernas y colarse resbalando como si no fueran impedimento suficiente. Cuando ya se habia mojado por encima de las rodillas, levanto los brazos, los junto y de un salto que le permitio arquear su cuerpo en media luna se sumergio tan al fondo como podian aguantar sus pulmones. Estuvo nadando un rato, haciendo grandes brazadas para llegar hasta las boyas, volver y repetir. Disfrutando de las vibraciones que su nado provocaba alrededor de su cuerpo. Se habia puesto las gafas y se sumergio para admirar los peces que buscaban algo de comer por debajo de la arena. Cuando se canso, volvio a la toalla y salpico con un poco de agua de su pelo a la morena que tomaba el sol casi sin respirar. Le provoco un chillido agudo que arranco sonrisas a mas de un individuo de los alrededores. Se rio y se tumbo de nuevo a su lado. -Como me gustaria poderme pasar el dia aqui. -Y a mi; ?por que no hemos nacido ricas? -pregunto Alicia casi para ella misma. -Pues, la verdad, ricas tampoco haria falta. Yo me conformo con poco. Podriamos trabajar en invierno y tener todo el verano de vacaciones para disfrutar de la playita, ?no? -?Y eso es pedir poco? -rio-. A ver, princess, por pedir…, !yo no quiero trabajar! -exclamo su amiga haciendo reir a ambas-. Cuentame como te va en el trabajo, tienes que ponerme al dia. -Pues nada de nuevo, solo llevo un par de meses. Me siento muy bien con el equipo, que ya sabes que eso es importante para mi. Por ahora, poco mas puedo decir. -?Y que tal con el jefe? -Pues igual que lo ultimo que te conte, siento que me observa mas de la cuenta, pero supongo que, como soy la ultima que se ha incorporado, le toca echarme el ojo y hacer de jefe. No se, he escuchado comentarios por la oficina y la verdad es que no hablan muy bien de el. Dicen que es un tipo muy desagradable. -Andate con ojo, ese tipo tiene pinta de creerse que el personal de su oficina tambien es suyo -le advirtio. Cuando el sol empezo a dejar de calentar con fuerza, recogieron sus toallas y se fueron a casa de Maria. Se pegaron una ducha refrescante y se pusieron ropa comoda. Esa noche era noche de chicas. Llamaron al restaurante chino que habia a tan solo dos manzanas y le pidieron sus platos favoritos para cenar: rollitos de primavera, fideos Singapur, arroz tres delicias, pollo picante y ternera con salsa de ostras. Se acomodaron en el sofa y empezaron a hablar de sus historias mientras esperaban el capricho de la noche. Este no tardo en llegar. Sono el timbre del portal y Maria abrio sin preguntar, solo miro por la camara y ya vio quien era. -Buenas noches, senorita -dijo el joven. -Buenas noches, Yin -contesto Maria con total confianza. -Su pedido. Espero que lo disfruten. -Seguro que si, siempre nos haces disfrutar -le solto picara, haciendo que el pobre muchacho se sonrojara. Cerro la puerta, lo dispuso todo sobre la mesa que su amiga ya habia preparado en milesimas de segundo y se sentaron a disfrutar de su cena como dos osas hambrientas que acaban de despertar de la hibernacion. -Pobre Yin, seguro que se muere por tus huesos. -Alicia, no empieces a decir tonterias o no te dejo nada de cena -rio. Pusieron un nuevo capitulo de la serie que estaban viendo juntas, una de chicas, amores y esas cursiladas que Alicia no podia ver con su novio y solo veian cuando estaban juntas. Las noches de chicas eran para hacer todas esas cosas que no se podian hacer cuando estaban con los chicos, como criticar. Terminaron de cenar y disfrutando de la temperatura agradable de la noche se prepararon unos cocteles de frutas mientras terminaban, emocionadas, el ultimo capitulo, donde la protagonista, al fin, conseguia casarse con su amado. Lloraron lo que no esta escrito. ?Entendeis por que no podian ver esas series con los chicos? Perderian la fama de chicas fuertes. CAPITULO 2 Carlos llevaba dirigiendo la asesoria seis anos, el tiempo que hacia que se habia puesto en marcha la empresa. Era el director principal, aunque el que habia dado el pistoletazo de salida habia sido uno de sus mejores amigos. Este solo habia planteado la idea y puesto la parte economica necesaria, del resto siempre se habia encargado Carlos. El llevaba unos meses en paro, lo que habia hecho tambalear su matrimonio. Los problemas economicos habian sido motivo de muchas discusiones y no tenia claro hasta donde aguantarian esa situacion. Por suerte, cuando su amigo le dio esa opcion, no se lo penso dos veces, estaba suficientemente capacitado para dirigir una asesoria y a todo el equipo necesario. Era una buena oportunidad y la emprendio con mucha ilusion. En ese tiempo, la empresa habia funcionado con mucho exito y no habia parado de crecer, lo que le proporcionaba un buen sueldo y, asi, el fin de las discusiones con su mujer. No formaban un matrimonio sumamente unido, pero fuera de las discusiones economicas, que ya habian terminado, tenian una buena relacion. Carlos siempre la definia como <>. Su amigo ya habia recuperado la inversion inicial y, aunque colaboraba en las decisiones importantes de la empresa, le dejaba a Carlos todo lo demas. Practicamente ni aparecia por alli. El tenia su empresa de seguridad desde joven y seguia en ello (que bastante trabajo le daba ya). La asesoria para el nunca fue ni una gran ilusion ni un gran problema. Tenia un beneficio extra del que no se tenia que preocupar y encima le habia podido acomodar la vida a su amigo despues de pasar por un tiempo complicado. De las contrataciones de personal se encargaba Carlos, unica y exclusivamente. Acertando y fallando. Porque no siempre las contrataciones salian bien. En ocasiones empezaba a trabajar alguien nuevo en la oficina y ni superaba el periodo de prueba. Habia gente que no entregaba lo suficiente como para que pudiera formar parte de su equipo. Queria personas entregadas e ilusionadas con su trabajo, que fueran felices a ejercer su jornada y que dieran el cien por cien. Ir a trabajar no tenia que ser un suplicio. El departamento laboral siempre habia sido uno de sus mayores dolores de cabeza. No habia parado de crecer y solo Marta seguia desde que empezaron. El resto de departamentos tenia practicamente la misma plantilla desde los inicios. Marta empezo sola, pero al poco contrataron a una ayudante en practicas, que cuando las hubo terminado se fue a otra asesoria donde le pagaban mas. Cogieron a otro ayudante y volvio a suceder lo mismo. Carlos estaba un poco desesperado con la situacion y Marta no dejaba de presionarlo con que ella sola no podia con todo el trabajo y los estudiantes en practicas no eran la mejor opcion para darle el suficiente apoyo. No pretendia hacerle caso, seguramente los ayudantes plegaban por su culpa, y asi se lo hizo saber. Marta se estaba planteando hacer ella lo mismo e irse de alli. No se sentia valorada. Pero, cuando iba a presentar su carta de dimision, este cedio a sus peticiones y contrato a una chica joven que ya habia terminado su carrera. Resulto ser una buena profesional y una gran decision. Cuando comunico que estaba embarazada fue una alegria para todo el personal de la oficina, menos para Carlos, al que le cayo una nueva preocupacion sobre los hombros: otra vez tenia que contratar a alguien; porque despues de la baja de maternidad, seguramente le tocaria despedirla. No iba a aceptar peticiones horarias ni historias maternales. A su oficina se venia a trabajar y, como ya he dicho antes, a dar el cien por cien. Tocaba volver a empezar con las entrevistas. Y asi llego Angel. El pelirrojo empezo con muchas dudas por parte de su jefe, no tenia claro que este chico tuviera las aptitudes que el deseaba, pero aun asi decidio darle una oportunidad. No habia sido su primera opcion, pero esta en el ultimo momento le fallo, asi que tuvo que escoger al segundo candidato. A Marta le habia gustado mucho cuando lo vio caminar por los pasillos hacia el despacho el dia de la entrevista. Le mando una sonrisa que le parecio sincera y su mirada le dijo algo; algo como que este chico podria ser un buen candidato. Pero ella no tenia opcion de escoger, ella solo estaba alli para sacar faena y no dar problemas. Tuvo suerte y acabo siendo el elegido. Habia resultado ser un muchacho agradable y trabajador que se llevaba bien con todo el personal de la asesoria. Nunca habia escuchado la minima disputa a su alrededor. Desprendia simpatia por donde pasaba. Asi que, pasados un par de meses y visto que el trabajo no paraba de aumentar, Carlos decidio que se lo quedaria, independientemente de que estaba pendiente la vuelta de Monica. Finalizada la maternidad, Monica comunico que no iba a volver por el momento. Sus mellizos la demandaban veinticuatro horas al dia y ella no queria prescindir de la compania de sus pequenos. Era una madre sumamente feliz. Carlos intento que presentara una baja voluntaria en la empresa, y se lo maquillo como que se preocupaba de que pudiera ejercer de madre con total libertad, aunque lo que queria era quitarsela de encima. Monica no queria dejar del todo su vida laboral y, aunque todavia no era momento de volver, encontro otras opciones. Asi que pidio una excedencia de un ano, con la puerta abierta a alargarla otro ano mas. A pesar de no haber conseguido lo que queria, eso le dio un suspiro. Mientras durara la excedencia no le suponia ningun gasto y asi, cuando volviera, quizas lo hacia al cien por cien y no tenia que echarla. Pero, por otro lado, tenia que contratar a una tercera persona para el departamento. Empezo con las entrevistas y, para variar, el mercado no estaba boyante. Hasta que entrevisto a una chica de veintipocos, con una melena rubia lisa que le llegaba hasta el pecho. Llevaba un vestido de algodon fino, gris perla, con manga tres cuartos que acababa en sus rodillas. Las medias del tono de su piel casi no se apreciaban. Llevaba una americana negra arremangada a la altura del vestido, dejando ver sus delicadas munecas; en una de ellas llevaba una pulsera muy sutil, plateada, que tenia unas letras escritas, pero Carlos no las alcanzo a leer. Bordaba el look con unos stilettos negros, que tenian los laterales de encaje; la hicieron entrar triunfal a la entrevista. -Buenos dias. Adelante. Soy Carlos. Director de la asesoria. -Le indico sentarse en la silla del despacho que quedaba libre para todo aquel que lo visitara. Rodeo la mesa respirando profundamente para concentrarse y ocupo su lugar. -Encantada, Carlos. Mi nombre es Maria y es un placer que conteis conmigo como candidata – sonrio de la forma mas tierna y agradable. Esas sonrisas que solo ella era capaz de transmitir sin darse cuenta.

  • El Libro de Julieta de Rossana Colome Zumarraga

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    Dos historias, dos tiempos, dos almas que las unen. La vida es como la flama de una vela. Cuando esta se apague, una flama nueva volvera a encender la vela.

  • Cross [LGBTI] de Maria Jose Marquez

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    Cuando la vida es dificil, tienes que buscar la manera de sobrevivir. Esta es la historia de una comunidad en la que los robos, atracos y asaltos es la forma de vida.Su unica salida.
    Cross, la mano derecha del jefe. El mas respetado.Tom, un chico que apenas sabe donde acaba metido. En sus manos quedaran el destino de muchas familias y el de sus propias vidas. Sexo, drogas y alcohol es la unica manera de pasar el tiempo. ?Y el amor? Tom se encargara de hacerle ver a Cross que es mas fuerte que nada.

  • El peloton rojo de Clinton Romesha

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    En 2009, Clinton Romesha, de la seccion Red Platoon, y el resto de la tropa Black Knight se preparaban para cerrar el Comando Outpost (COP) Keating, el mas remoto e inaccesible de una serie de bases militares construidas por el ejercito estadounidense en Nuristan y Kunar, con la esperanza de impedir que los insurgentes talibanes se moviesen libremente entre Afganistan y Pakistan.

  • Te doy mis suenos. Saga Completa de Silvia Cruz

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    “Te doy mis suenos” es una saga de una preciosa historia de amor, superacion personal y lucha por los derechos individuales de las personas.La vida es un sueno aunque tambien puede convertirse en una pesadilla. Luna y Tristan son claros ejemplos de ello y marcaran la vida el uno del otro para siempre.Luna es una chica sencilla, asustadiza y fragil que un dia decide dejar atras sus miedos y enfrentarse a los demonios de su vida. Tristan, por otro lado, es un actor exitoso y atractivo, pero con un pasado turbio a sus espaldas que volvera una y otra vez para tratar de hundirle.

  • El camino para llegar hasta mi de Jenny Colgan

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    Flora esta absolutamente segura de que escapar de la tranquila isla escocesa donde crecio al ruido y el ajetreo de Londres fue la eleccion correcta. ?Que habria sido de su vida si se hubiera quedado en Mure? Alli todos la conocian y nadie le hubiera permitido olvidar el pasado. En la ciudad puede vivir en el anonimato, trabajar incansablemente en un importante despacho de abogados y disimular el amor por su jefe, Joel. El atractivo, distante e inexpugnable, Joel.

  • La comunidad de Helene Flood

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    Me preguntas que cuando conoci a Jorgen. ?Te puedes creer que no me acuerdo? Debio de ser en el jardin o en la escalera o en el portal de casa, pero no lo recuerdo. Mi hijo habia nacido justo despues de la mudanza y habia sido prematuro. Eran tantas las consultas en el hospital, tantas las cosas que nos preocupaban… No lo digo por eludir el tema. Es la pura verdad. Sencillamente no me acuerdo. Pero si que me viene a la memoria la primera vez que lo vi. Tuvo que ser a principios de julio del ano en que nos mudamos. Lo puedo situar con precision porque fue pocos dias despues de adquirir el apartamento, una calurosa tarde de verano, cuando Asmund y yo aun viviamos en el viejo y ya no pude aguantarme mas: tenia que ir a ver la casa donde estaba a punto de empezar nuestra nueva vida. Ellos estaban sentados en la terraza del jardin cuando llegue. Ya sabes que el camino de la entrada pasa justo al lado. Los mire al cruzar, preparada para saludarlos, pero estaban comiendo en la mesa y ni siquiera me vieron. Eran cinco, y por lo visto buenos amigos. Yo estaba sola. Me encontraba en las ultimas semanas del embarazo, con una tripa enorme, y habia caminado a paso rapido, asi que estaba sudando muchisimo. Ademas, no los conocia. Me encerre en mi nuevo hogar. El apartamento estaba vacio. Los anteriores duenos se habian llevado sus cosas, pero habian quedado sus olores. No olia a nosotros, ?sabes a lo que me refiero? Cuando nos hicimos con el apartamento era como si hubiesemos comprado tambien un cierto estilo de vida, un espacio social, algo asi. Como si, por alguna razon, fueramos mas distinguidos que antes solo porque eramos los propietarios de esa casa, en esa direccion. Pero ahora que el apartamento se ha vaciado de su elegante mobiliario, ahora que mis pasos resuenan entre las paredes, desnudas y con agujeros de clavos, me asaltan las dudas. No encuentro otra manera de explicarlo: tengo la impresion de haberme disfrazado con unos zapatos demasiado grandes para mi. En la cocina, me acerque a la ventana y observe la terraza y a quienes estaban sentados alli. No abri la ventana aunque hacia calor. No se. Tal vez no queria importunarlos. Por lo visto habian terminado de cenar. Habia algunas botellas de vino en la mesa. Charlaban y yo oia sus voces pese a que las ventanas estaban cerradas; no lo que decian exactamente, pero si el tono. Fuera el tema que fuese, el debate parecia intenso, si bien el ambiente era bueno. De tanto en tanto rompian a reir, los cinco a coro. Eran tres hombres y dos mujeres. Reconoci a uno de los hombres: era un cineasta que habia realizado un polemico documental un par de anos atras. No recuerdo sobre que…, los refugiados, su integracion o algo asi. La prensa habia escrito mucho sobre ello. Tambien una de las mujeres me sonaba; tenia la impresion de haberla visto en la television. Sentados a uno de los lados largos de la mesa habia un hombre y una mujer que claramente eran pareja. El tenia el brazo apoyado en el respaldo de la silla de la mujer, y, en una de esas, cuando algo los hizo reir a todos, ella se volvio hacia el sonriendole y le retiro algo de la mejilla. Luego el movio el brazo y se lo puso en la parte baja de la espalda. La mujer se acerco hacia la mesa para decir algo. Llevaba el pelo largo, de un rojo intenso, recogido en una trenza espesa y bien atada, y al inclinarse hacia delante para hablar la trenza se le deslizo a un lado. Su marido, sentado junto a ella, la tomo con cuidado para recolocarla en su lugar. La mujer se volvio hacia el, consciente de que la tocaba, y siguio hablando sin dejar de sonreirle. Tal vez estaba contando algo que habian vivido juntos. El hombre me daba la espalda, de modo que no me resultaba facil verle el rostro, pero cuando miro hacia un lado pude apreciarlo. Era guapo, con el cabello ondulado tirando a gris. Pomulos prominentes y una sonrisa amplia y seductora que parecia usar a menudo. Le eche cuarenta y pico, quien sabe si ya rozaba los cincuenta. Era Jorgen. Aquella fue la primera vez que lo vi. Como no parecian advertir mi presencia, me quede alli y segui mirandolos: cinco amigos que hablaban de cosas importantes en torno a una mesa durante una noche de verano en un jardin de Kastanjesvingen. La mujer de la trenza se levanto. Cogio una bandeja vacia de la mesa y se dirigio hacia el camino que lleva al portal de la casa. A mitad de trayecto me vio. Era evidente que yo estaba ahi, de pie, en medio de la ventana. No es que estuviera fingiendo que no los observaba. Me habia quedado como fascinada, y no se me ocurrio que tendria que haberme apartado de alli. La mujer se detuvo para mirarme. Alce la mano en un gesto de saludo. La mujer no se movio. No me devolvio el saludo. No me sonrio, pero tampoco parecia molesta. Su expresion era casi neutra. Se quedo un instante ahi mirandome, solo un momento, luego siguio su camino. Desde donde estaba la oi abrir la puerta del portal. Me aleje apresuradamente de la ventana, avergonzada por haberlos estado observando con tanto descaro. Lo note en el estomago: me habia comportado de manera inapropiada. Me senti abochornada. El primer sabado Los arboles que me rodean son de hoja caduca, con copas enormes y ramas robustas, muy distintos a los abetos del bosque cercano a la casa donde creci. Y, sin embargo, se, a la manera en que saben los que suenan, que me encuentro en el bosque de mi ninez. Lo conozco bien: se lo facil que es desaparecer en su interior. Recorres senderos que conoces. De repente te sales del camino siguiendo el ruido de un ciervo o porque atisbas unos arandanos exuberantes un poco mas alla, y, al volver, todo ha cambiado. Mires donde mires, hay arboles oscuros y silenciosos, hileras y mas hileras, y ninguno se parece a los que ya conoces. En el sueno estoy buscando a alguien que ha desaparecido. Al principio no se de quien se trata. Luego caigo en la cuenta de que son mis hijos. !Lukas!, grito, y echo a correr. !Emma! Ante mi, el bosque se abre a un calvero. No es grande, como mucho cinco metros hasta que el bosque espeso empieza de nuevo, pero aqui el sol se cuela entre las copas; es un sitio luminoso y calido, en las laderas crece hierba joven. Me detengo. El lugar es hermoso, pero algo no encaja. Siento un nudo en la garganta y me cuesta respirar. Algo espantoso ha sucedido. En el salon hace frio por las mananas. Cierro a mis espaldas la puerta del dormitorio con sigilo: no quiero despertar a los demas. En la luz sin relieves de la manana, el salon me resulta desconocido. Tal vez mi cuerpo aun este sumido en la pesadilla, porque los muebles parecen enormes y severos. Los estantes parecen cerrados y la mesita del cafe, desacostumbradamente pulcra. Mis pies absorben el frio del suelo. Junto a la entrada encuentro mis zapatillas. Me las calzo y voy a la cocina. Tambien aqui me sorprende la pulcritud. Anoche Asmund y yo compartimos una botella de vino mientras veiamos una pelicula bastante mala, aunque quien sabe si luego mejoro algo. Me entro sueno y me fui a la cama a media pelicula. Asmund debio de limpiar cuando acabo. La luz roja del lavavajillas me dice que el programa ha terminado, de modo que, por una vez, se acordaria de ponerlo en marcha antes de acostarse. Me apoyo en la encimera de la cocina. Este espacio es el principal argumento en la venta de nuestro apartamento. Fue aqui donde se tomo la fotografia que ocupaba por entero la primera pagina del folleto que nos mostraron en nuestra primera visita. La cocina es grande y luminosa, y mientras que el resto de las ventanas dan o bien a un muro lleno de vegetacion que se levanta detras de la casa, o bien al edificio de al lado, las de la cocina se asoman al jardin. Para aprovechar mas la luz, el arquitecto que diseno el edificio alla por los anos cincuenta hizo de esta pared una larga sucesion de ventanas. Hemos colocado la mesa de la cocina justo delante, de modo que, cuando nos sentamos ahi, podemos ver el pequeno jardin entero: la terraza con sus muebles de exterior, el anoso manzano, la hilera de buzones y la valla de listones blancos. Mas alla se extiende Kastanjesvingen, la calle sin salida que termina en una rotonda a unos cuarenta metros de nuestra puerta. Al otro lado de la calle hay casas unifamiliares; algunas de ellas datan de la decada de los cincuenta, como nuestro edificio de cuatro apartamentos, pero otras son mas recientes. Y mas alla de esas casas se alza Bakkehaugen, la colina que nos separa del centro de la ciudad. Y, aunque no pueda verla desde las ventanas de la cocina, saber que la ciudad esta justo ahi detras me produce una calida sensacion de hogar. Pensar que vivimos asi, en una apacible calle cerrada, pero con la ciudad tan a mano que casi se puede tocar. Me siento. Estoy en silencio, a la escucha. ?Hay alguien despierto ahi arriba? ?Se mueve? ?Los ruidos que oigo provienen de el? Es demasiado pronto, eso si que lo se. Puede que sea yo la unica que no duerme en toda la casa. Con todo, el silencio no es total. Las paredes no estan bien aisladas; se oyen incluso vientos moderados, las ramas del castano cuando chocan contra la ventana del salon, el crujido de los tablones cuando algun vecino camina. Todavia tengo sueno y me desperezo. Anoche me dormi profundamente. No he oido a Lukas subirse a nuestra cama. Me he despertado a oscuras y asustada por la pesadilla; al abrir los ojos, he visto su cabello revuelto, su manita cerca de la mia, los deditos con mugre bajo las unas y una tirita verde que le cubria una herida invisible en el dedo indice. He sentido un alivio enorme despues del sueno. Alli estaba el. Todo estaba bien. Le he revuelto el pelo. ?A que hora habra entrado en la habitacion? Al otro lado de la calle veo a Rikard Hoffmo salir de su casa marron. Se detiene en los escalones de la entrada y mira a su alrededor como un terrateniente que vigila sus dominios. Tiene los brazos en jarras, las manos a cada lado de su voluminosa barriga. Se estira, lleva las caderas a un lado y luego al otro; la barriga le cuelga y se balancea por encima de la cintura. Se prepara para salir a correr, pues el es asi: ya ha cumplido los setenta y va a correr dos veces por semana, haga el tiempo que haga. Su conjunto deportivo azul, con una tira blanca en cada pierna, es un superviviente de los anos setenta, lo que le confiere un aspecto si cabe aun mas comico. Pero Hoffmo tiene algo, una especie de autoridad natural, que te quita las ganas de encontrarlo risible. Nos llevamos bien, el y yo. <> Nos llamamos por el apellido a modo de broma. Ahora se dobla hacia delante. Toca el suelo. Es agil para un hombre de su edad y corpulencia. Vuelve a erguirse, hace un estiramiento y ya esta listo para correr. Levanto la mano para saludarlo desde la ventana, pero no me ve. Oigo pisadas de nino antes de que Lukas entre en la cocina, con esos piececitos veloces que golpean en el suelo. Se agarra a mi y se me sube al regazo. Me apoya la cabeza en el hombro y cierra los ojos. Seria perfectamente capaz de quedarse alli dormido; es capaz de dormirse donde sea. Una parte de mi quisiera que lo hiciera y pasar el tiempo asi, sentada en paz con el nino adormilado encima. --Lukas --le digo--, ?esta noche has entrado tu solito a nuestro cuarto? Abre los ojos y me mira. --Si. Pero no es una afirmacion, sino mas bien una pregunta. ?Si? ?Yo hice eso? --Es que no te he oido entrar --le comento. No considera que esto merezca respuesta. Apoya de nuevo la cabeza en mi hombro y cierra los ojos. Respiro hondo, atenta a senales de vida en el apartamento de arriba. Lukas abre de nuevo los ojos. --Mami, ?podemos buscar mi tiranosaurio grande? Me levanto y veo a Hoffmo correr con pasos cortos y ligeros por el camino de acceso a su garaje. Se apoya en el porton y me ve. Alza la mano para saludarme y le devuelvo el saludo con un gesto militar en honor a su hazana deportiva, lo que le produce una risa que sacude en oleadas su voluminosa humanidad. Despues de desayunar, hacemos las camas y nos preparamos para un dia que se presenta de lo mas ajetreado. Ya hace tiempo que lo hemos planificado todo. Ahora solo falta poner los planes en marcha. Asi seran nuestros fines de semana hasta diciembre. A veces pienso que somos hamsteres en una rueda, de camino a una cita para luego acudir a la siguiente, en una cuesta arriba que no termina jamas. Hace algunos anos fantaseaba con la idea de poner la casa en alquiler, retirar nuestros ahorros del banco y comprar cuatro billetes para volar a Vietnam. Vivir alli de un hotelito que tendriamos junto a la playa. Vivir en el ahora. Disponer de tiempo para nosotros, para los ninos. Ver los dias pasar. No vivir contra reloj, cumpliendo tareas y terminandolo todo antes de desplomarnos en la cama para recuperar fuerzas y empezar de nuevo al dia siguiente. No. Yo quiero vivir. De verdad. Una vida autentica, en contacto con la naturaleza. Hoy ya no pienso asi. En la playa de Vietnam habrian pasado otras cosas: nos habria preocupado la rentabilidad del hotel; a los huespedes les habria molestado esto o aquello; habriamos sufrido inundaciones y temporadas de sequia; las tuberias estarian deterioradas por los anos y resultaria demasiado caro reemplazarlas. Y asi sucesivamente. Asmund rescata una camiseta de entre la ropa que se amontona en un rincon. Mientras hago la cama le hablo de mi sueno, aunque ya no logro recordar los detalles: estaba buscando algo y tenia miedo. --Debo de haber dormido profundamente --le digo--, porque Lukas entro en el cuarto y se acosto entre los dos sin que me despertara. --Tenemos que quitarle esa costumbre --comenta Asmund mientras se ajusta el reloj a la muneca--. Ya es lo bastante mayor como para dormir solo. --Solo tiene cuatro anos --replico. --A los cuatro anos Emma dormia toda la noche en su cama --senala Asmund--. Y eso de dormir de dia…, de verdad que eso tiene que acabar, Rikke. Ya es muy mayor para necesitar una siesta por las mananas. --Claro --contesto sin ganas de seguir discutiendo. Lukas es mi nino de la suerte. Nacio dos meses antes de tiempo. Estabamos mudandonos al apartamento cuando llego. Yo estaba sacando tazas y abriendo cajas cuando un dolor muy agudo se me extendio por el estomago y la espalda. No se donde estaba Asmund, probablemente trayendo muebles nuevos. Emma se hallaba en casa de la abuela. Yo me encontraba delante de los armarios vacios de la cocina y pense: ?Me habre pasado? ?Habre hecho demasiados esfuerzos? ?Deberia sentarme un rato? Llegue al hospital ya casi de parto. Llame a Asmund mientras esperaba al taxi. Se precipito al coche y llego al hospital justo a tiempo. Se llevaron al nino en cuanto nacio: tenian que hacerle pruebas, medirlo, pesarlo. El tiempo era oro y algo de informacion debio de perderse en medio de aquel frenesi, o puede que me extraviara en las brumas del parto, porque no entendia la situacion, porque no sabia como estaba el nino. ?Estaba vivo o no? Solo sabia que se lo habian llevado. Me volvi hacia Asmund: --?Hemos vuelto a ser padres? Asmund estaba llorando, pues el es asi, no lo puede evitar, se le saltan las lagrimas en bodas y bautizos. Entro una doctora, ceno fruncido y labios apretados, y yo al verla asi pense: El nino ha muerto. Senti el miedo primero como un golpe en el estomago, pero luego se extendio por los brazos y las piernas, se apodero de todo mi cuerpo. Ni la doctora ni Asmund se dieron cuenta, pero en los segundos que pasaron antes de que nos dijera que todo estaba bien, que el nino era pequeno pero fuerte, que habria que hacer un monton de pruebas, que tal vez resultase necesario realizar un seguimiento en el hospital, pero que todo saldria bien…, durante esos segundos estuve segura de que lo habia perdido. Era mi realidad. Y luego, al caer en la cuenta de que no lo habia perdido, probablemente, mi alivio fue tan grande que todo lo demas, el riesgo de asma y de TDAH, o los posibles problemas pulmonares, no me preocupo lo mas minimo. He vuelto a ese momento una y otra vez. Aun lo hago. Mi nino de la suerte. De una forma u otra es un premio. Lo habia perdido. Lo recupere. --Ya estoy --dice Asmund. Va vestido de ciclista, conjunto negro con rayas amarillas. Mientras yo llevo a Emma al teatro del colegio, y desde ahi ire a un cafe donde he quedado con mi hermana, el se llevara a Lukas de paseo a Baerum para que vea a amigos. Claro, va con la bici electrica, pero vestido como si fuese a correr un maraton. Ha engordado algo en estos ultimos anos. No tiene nada de extrano, estas cosas pasan. Sus amigos tambien han cogido peso. Algo les ha ocurrido mediada la treintena. Algo que ha dejado huellas fisicas. --?Que pasa? --me pregunta. --?Que pasa de que? --?Que me miras? Sonrio. --Tu atuendo --le contesto. --Ya. Eso. ?Me aprieta? ?Me queda muy justo? --No, para nada. Se ve muy profesional. Me hace un guino. --El Tour de Tasen, carino --dice mientras va al salon. Lo oigo alzar a Lukas en alto y soltar un rugido. Lukas se rie. La culpa me raja el estomago, rapida y dolorosa. Alla va. El padre de mis hijos, el hombre al que prometi amar y honrar. Termino de hacer la cama y recojo la ropa sucia del suelo. Arriba el silencio sigue siendo total.

  • El odio que das de Angie Thomas

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    Starr es una chica de dieciseis anos que vive entre dos mundos: el barrio pobre de gente negra donde nacio, y su escuela situada en un elegante barrio residencial blanco. El dificil equilibrio entre ambos se hace anicos cuando ella es testigo de la muerte a tiros de su mejor amigo, Khalil, a manos de un policia. A partir de ese momento, todo lo que Starr diga acerca de la aterradora noche que cambio su vida podra ser usado de excusa por unos y como arma por otros. Y lo peor de todo es que, tanto los de un lado como los de otro, la tienen en el punto de mira y amenazan con poner en riesgo su vida.

  • Amor y tequila de Maria Jose Vela

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    Es curioso como, en los peores momentos, aquello que odias puede convertirse en tu unica salvacion. A Sara no le gustaba conducir y, sin embargo, hacia meses que no perdia la oportunidad de hacerlo. Y es que asi, con las manos en el volante y la mirada fija en la carretera, nadie podia pedirle que preparara un biberon, que realizara una craneotomia de urgencia o que hiciera el amor. Cuando conducia, solo cuando conducia, el mundo parecia detenerse y darle una tregua. Por eso, aquella manana no dudo en hacerse con las llaves del monovolumen para ir al aeropuerto. No le importo la cara de sorpresa que puso Juan ni tampoco el hecho de que fueran mal de tiempo. Porque iban mal. Muy mal. Para evitar mirar el reloj otra vez y estresarse mas que un camaleon en un parque de bolas, Sara echo un vistazo por el retrovisor. Mala idea. Juan intentaba dormir apoyado en la silla de la pequena Loreto, su bebe de veinte meses. Estaban cogidos de la mano y, por como fruncian el ceno, hundiendo algo mas la ceja derecha que la izquierda, seguian disgustados. Sara emitio un largo suspiro, directo desde su pecho. Estaba cansada. Preparar un viaje como aquel en tiempo record no habia sido nada facil. Y eso que su destino era Cancun, un paraiso del Caribe mexicano donde puedes vivir experiencias trepidantes, como ponerte hasta arriba de micheladas y tacos al pastor, [1] bailar en el Coco Bongo hasta morir o, si eres idiota, perder la virginidad. Pero el de Sara no era un viaje de placer, no. Se trataba mas bien de una aventura improvisada, una desgracia en toda regla, una pesadilla dantesca que se desato cuando Cayetana, su hermana pequena, la llamo en plena noche para anunciar: <>. Ante semejante drama, Sara no dudo en prometerle que irian a verla lo antes posible. De nada sirvio la insistencia de Juan en recordarle aquella tonteria sin importancia de que llevaban trece anos sin dirigirse la palabra ni enviarse una postal por Navidad. No, no habia sido facil organizar un viaje asi. Ni siquiera le habian hecho a la nina el pa... sa... por... te... --Juan, ?puedes mirar en mi bolso si llevo el pasaporte, por favor? --pregunto Sara. Juan busco la mirada de Sara en el retrovisor y, aunque no la encontro, pudo sentir su nerviosismo. --?Donde lo tienes? --Mira en el bolsillo interior. --Aqui solo esta el de Loreto. --?Puedes buscarlo donde sea, por favor? --lo insto Sara, el corazon a mil por hora. Tras adentrarse en las profundidades del inmenso bolso de su mujer, donde encontro un tanga medio mojado que olia a suavizante, un estetoscopio y hasta un tubo pegajoso de pomada para hemorroides, Juan sentencio: --No esta. Sara se revolvio nerviosa. Quiso tragar saliva, pero tenia la boca seca. Miro el reloj. Iban con el tiempo tan justo que dar la vuelta y volver a casa para buscar el pasaporte ya no era una opcion. Si hubieran salido a la hora prevista... Pero fue imposible. Juan se empeno en despertar a Loreto, una decision absurda tratandose de un bebe que no dormia nunca mas de cuatro horas seguidas. Y a ella no le gusto, claro. El desconcierto inicial de verse obligada a dejar de dormir, dio paso a un tremendo llanto del que tuvo que hacerse cargo Sara mientras le preparaba un biberon y recogia algunas prendas del tendedero que termino metiendo arrugadas en su bolso. Nada parecia consolar a la pequena, ni siquiera Po, el perrito de peluche marron que siempre la acompanaba. Solo cuando tuvo que concentrar toda su energia en hacer algo de suma importancia (una caca bien grande), el llanto ceso. Sara la llevo a la habitacion, le quito el panal y se dio cuenta del desastre. Cuantos panales y toallitas tenian en casa estaban repartidos entre las maletas y la mochila de la nina, y todo, absolutamente todo, se lo habia llevado Juan al monovolumen sin preguntar. Sara lo llamo al movil, pero como todo el mundo sabe, los garajes subterraneos se disenan a proposito para que no haya cobertura. Lo intento una vez mas y otra y otra... No pudo localizarlo hasta que aparecio por la puerta, nervioso porque su mujer no bajaba con la nina. Juan tuvo que correr de vuelta al coche a por toallitas y un maldito panal y asi, con media hora de retraso, consiguieron salir de casa. --Sara, no puedo creerlo, ?se te ha olvidado el pasaporte? --balbuceo Juan desde el asiento de atras. --Creo que si. --Hay que ir a la comisaria y no tenemos tiempo. --Calla, dejame pensar... --?En que, Sara? Sin pasaporte no puedes volar a Mexico. Tenemos que ir a la comisaria del aeropuerto a para ver si te hacen uno provisional --insistio Juan. Como si de las trompetas del Apocalipsis se tratara, los altavoces del monovolumen comenzaron a sonar con desesperacion. Era una llamada de Loreto, la amiga de Sara responsable de que su hija se llamara asi. --Dime, Lore --contesto Sara, casi sin voz. --?Se puede saber donde estais? Os estamos esperando. --Estamos llegando, pero tenemos un problema. Me he dejado el pasaporte en casa --dijo Sara. Un tenso silencio se formo a ambos lados de la linea. --?Me estais vacilando? --!No! --gritaron Sara y Juan a la vez. --Vale. A ver, no os pongais nerviosos. --Hay que ir a la comisaria --dijo Juan. --Si, eso me suena. A Abi le paso algo parecido hace poco. Ella sabe que hay que hacer, os la paso. Abi y Loreto, las amigas de Sara, habian quedado con ellos en el aeropuerto para hacerse cargo del monovolumen. Asi no tendrian que pagar un dineral de parking si su estancia en Cancun se alargaba mas de lo previsto. --Sara, tranquila, en la comisaria de policia de la T4 pueden hacerte un pasaporte provisional. Creo recordar que esta en un extremo de la terminal --dijo Abi, cuya torpeza habitual la habia convertido en una experta en solucionar situaciones tan extraordinarias, que podria sobrevivir hasta en Gilead, la republica de El cuento de la criada. --Abi, ?podeis buscarlo en internet y confirmarmelo, por favor? --suplico Sara. --Si, espera, Loreto lo esta mirando. Pongo el altavoz. Aunque solo tardaron unos segundos en consultarlo, dentro del monovolumen parecieron horas. --La comisaria esta al final de la zona de salidas y esta abierta --confirmo Loreto--. ?A que hora teneis que embarcar? --A las nueve, tenemos menos de dos horas. ?Crees que nos dara tiempo? --De sobra. Id hasta el fondo de la terminal, nosotras vamos para alla. Con los nervios de punta, llegaron al aeropuerto. Sara siguio con suma atencion las senales para no equivocarse de camino, solo le faltaba aparecer en la terminal equivocada. En cuanto enfilo el carril habilitado para dejar pasajeros, no le costo mucho identificar a sus amigas. Abi trataba de compensar sus problemas de estatura saltando para llamar su atencion. Loreto, sin embargo, no necesitaba moverse. Le bastaba su estilo gotico, sus piercings y sus tatuajes para que la reconocieran. Sara detuvo el coche frente a ellas y, antes de que pudiera tirar del freno de mano, Loreto salto al asiento del copiloto y empezo a dar instrucciones precisas: --Sara, ve con Abi. Ya tenemos localizada la comisaria. Juan, tu y yo vamos a dejar el coche en el aparcamiento por si todo sale mal y no podeis viajar. --!Leto! --grito el bebe, que se alegraba de ver a su siniestra tocaya. --!Hola, Mini Yo! !Te vas a Mexico! --exclamo Loreto. Con el alma llena de esperanza y el corazon a punto de explotar, Sara salio del coche y corrio junto a Abi hacia la comisaria. Una vez alli, fueron directas hacia un hombre uniformado que guardaba la puerta y que bien podria haberse llamado Goliat. --Buenos dias, ?que desean? --las saludo con una enorme sonrisa. --Hola --jadeo Sara--. Tengo que coger un vuelo a Cancun, en Mexico, y no tengo mi pasaporte. Ademas, voy con una nina pequena. ?Puede ayudarme? --?A que hora tiene que embarcar? --A las nueve. El agente Goliat miro su reloj y torcio el gesto. --Los companeros que realizan estos tramites no llegan hasta las ocho. --?Hasta las ocho? Eso es casi una hora y no tengo una hora, !voy con un bebe! --protesto Sara. --Senora, es lo que hay. Sientese ahi y espere --ordeno Goliat, con una templanza envidiable hasta para un monje budista. --Sara, tranquila, yo me quedo esperando. Tu ve a ese fotomaton de ahi y hazte unas fotos. Te las van a pedir --dijo Abi. --Buena idea --confirmo el agente Goliat, que miraba a Abi con inusitada atencion--. Me suena mucho su cara, ?la conozco de algo? Abi sonrio emocionada y le dedico una coqueta caida de ojos. --Si, puede ser, presento las noticias de madrugada del Canal 12 --dijo apartandose el pelo de la cara como si fuera una celebrity. Goliat entorno los ojos y ladeo la cabeza. --?Canal 12? Ni siquiera sabia que existia. --Vaya por Dios... --suspiro Abi, de vuelta al anonimato. --Pero estoy seguro de que la conozco... !Ya se! Usted estuvo aqui hace poco. !Es la periodista que se desmayo! Una repentina y sospechosa tension se apodero de todos los musculos de Abi. --?Cuando te desmayaste? --pregunto Sara, extranada por no conocer esa historia. --?No te acuerdas? Te lo conte, tonta. Iba a Paris con un companero para hacer un reportaje y me deje el DNI en la oficina. Me enviaron aqui y, con los nervios, me desmaye --mintio Abi. Mintio, si, porque en realidad no se desmayo. Tan solo simulo un desvanecimiento para que la atendieran antes que a nadie y, aunque se salio con la suya, ahora ese policia podria descubrir el engano si Sara no dejaba de mirarla con cara de sospecha. --Sara... !Las fotos! --dijo Abi. Con los nervios de nuevo en el estomago, Sara fue hacia el fotomaton que habia a unos pocos metros. Abrio las cortinas y se sento en la banqueta. La cabina era agobiante, demasiado pequena para su metro ochenta de estatura. Al ver su aspecto en el reflejo de la pantalla, saco de su bolso el tubo de pomada para hemorroides y se aplico a pequenos toques una buena cantidad bajo el parpado inferior. Era un ritual mas que otra cosa, porque hacia meses que ese truco ya no funcionaba. Enderezo la espalda y se dio cuenta de que su cabeza se salia de los limites de la foto. Se levanto y bajo la altura del asiento dandole vueltas hasta que llego al tope. Volvio a sentarse y compuso un poco sus rebeldes rizos dorados. Siguio las instrucciones que vio en la pantalla y... Tres. Dos. Uno. !Flash! Listo. Las fotos estarian en un minuto.

  • Cascabeles de Cristina Brocos

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    Un hombre llegado de muy lejos, de mirada perdida, serio y taciturno, un hombre muerto en vida llego a la Costa de la Muerte buscandole sentido a su vida, y alli se encontro con ella, con la muerte, habitando el cuerpo de una mujer que se despedia de la vida. El ya estaba muerto. Ella aun estaba viva. Pero las tornas se cambiaron porque. !asi es la vida!… Un gran laberinto que sabes donde y como empieza, pero no donde y como termina.

  • Mecida por el viento de Laura Toves

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    En Madrid, una tarde de primeros de diciembre Olivia y Sean se conocen en un concierto de musica clasica, de forma absolutamente inesperada. En ese momento el siente un flechazo. Sin embargo, Olivia, que esta atravesando una etapa personal de mucho dolor y oscuridad, no mirara a Sean de la misma forma. Pese a ello, ambos recorreran un camino nada facil, lleno de incertidumbres y de terceras personas que se entremezclaran por el camino; un laberinto de emociones y de situaciones inesperadas que les pondran a prueba.

  • HHhH de Laurent Binet

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    HHhH. Tras este misterioso titulo se esconde la frase en aleman Himmlers Hirn heisst Heydrich, <>. Esto es lo que se decia en las SS de Reinhard Heydrich, jefe de la Gestapo, considerado el hombre mas peligroso del Tercer Reich y una de las figuras mas enigmaticas del nazismo. En 1942, dos miembros de la Resistencia aterrizan en paracaidas en Praga con la mision de asesinarlo. Despues del atentado, se refugian en una iglesia, donde, delatados por un traidor y acorralados por setecientos hombres de las SS, se suicidan.

  • Una vez mas (Rain 2), Brenda Simmons de Brenda Simmons

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    Ha pasado el tiempo y Jacqueline Ellis se ha visto obligada a dar un giro a su carrera profesional. La concertista de fama internacional se ha convertido en una brillante profesora del conservatorio de musica mas renombrado de todo Nueva York. Su vida transcurre de forma lineal hasta que descubre que la nueva adquisicion del Centro es, nada mas y nada menos, que un atractivo cantante de rock al que ha logrado sobrevivir a fuerza de odiarlo con toda su alma.
    Colton ha intentado olvidar a Jackie pero no lo ha conseguido. Algunas revelaciones le han abierto los ojos y ahora esta dispuesto a luchar por lo que considera suyo. Sin embargo, nada resulta como el esperaba y Jackie no lo recibe con los brazos abiertos; su doloroso pasado se interpone entre ellos con mas fuerza que nunca.
    Una vez dejaron que el destino jugara con ellos, ?habran aprendido la leccion o, por el contrario, volveran a repetir los mismos errores?

  • El ultimo regalo de Paulina Hoffmann de Carmen Romero Dorr

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    Paulina Hoffmann crece en el infierno del Berlin nazi, pero el horror invade del todo su vida cuando el ejercito ruso ocupa la ciudad al final de la guerra. En esos dias, su madre toma una decision que marcara para siempre la historia de Paulina: su huida desesperada al Madrid de la posguerra, su apasionada juventud en Espana, su inesperado matrimonio y, sobre todo, el gran amor hacia sus hijos y su unica nieta, Alicia.
    Sera Alicia la que, muchos anos mas tarde y tras la muerte de Paulina, decida viajar sola a Berlin para sumergirse en el pasado de la mujer de la que tanto aprendio y comprender el ultimo secreto de su abuela, una autentica superviviente que logro decidir su propio destino a pesar de los recuerdos y el silencio.

  • Mas alla del arbol de E. Pasport

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    ?Que habia mas alla de aquel arbol milenario? ?Quien era aquel desconocido que acababa de desaparecer ante sus ojos como por arte de magia? Danae no estaba preparada para todo lo que iba a descubrir aquella noche. Sin embargo, llevaba demasiado tiempo rodeada de secretos. Necesitaba respuestas. ?Cuales eran sus verdaderos origenes? ?Por que sus padres se habian divorciado diez anos atras? ?Que ocultaba su hermana?
    Pronto descubrira que a veces es mejor dejar enterrado el pasado y que existen peligros de los que es imposible escapar.
    Dos dimensiones paralelas. Viajes en el tiempo. Un oscuro secreto. Dos hombres completamente opuestos. Una historia de amor y aventura a caballo entre dos mundos.

  • Un nuevo corazon de Alison Roberts

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    David James estaba contento de volver a trabajar en su antiguo hospital como cirujano, hasta que la reaccion de la doctora Lisa Kennedy le hizo perguntarse si lograria superar su reputacion de playboy. Nunca le habia costado encandilar a las mujeres, pero Lisa parecia inmune a su encanto, y cuanto mas intentaba impresionarla como colega, y como amante en potencia, mas lo rechazaba ella.

  • Aguilas en guerra (Aguilas de Roma 1) de Ben Kane

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    Primera entrega de la trilogia <>, la saga historica que narra uno de los acontecimientos mas relevantes de la historia del Imperio Romano.

  • Carnaval brutal de Ales Steger

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    Adam Bely, exdramaturgo y exjefe de cienciologos, vuelve a su natal Maribor despues de anos de ausencia acompanado de Rosa Portero, periodista de radio. Ambos son aliados para desmantelar al Gran Orco y absolver a las almas que lo conforman, mientras intentan permanecer fuera del escrutinio policiaco.
    Diversos personajes -algunos de la esfera politica y empresarial- se despliegan estramboticamente en una brutalidad animal una vez son liberadas sus almas. Diseminadas en una conspiracion misteriosa y disparatada, desfilan ante nosotros las debilidades de nuestra propia civilizacion en una parodia pesada e incomoda. Steger juega con una realidad oscura que colorea con la excentricidad y nos recuerda que el carnaval se vive todo el ano como una repeticion absurda.

  • Maldad de Tammy Cohen

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    <thriller adictivo que penetra de forma apasionante en el mundo de las politicas de empresa.>> (Closer)

  • Aunque Lo Olvide, Siempre Ira Conmigo de Felipe Cano

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    el <>, tres parejas con ninos pequenos que por estas fechas <> a nuestros hijos en campamentos de verano y nos tomamos la <> de un <> cuan veinteaneros de los anos noventa. Todos los anos practicamos el mismo ritual, preparamos una pequena maleta con poca ropa y mucha, mucha ilusion, perdiendonos con la Grand Voyager de Manuel, por puntos reconditos de la geografia nacional, casi siempre por los parajes asturianos de los que hay tanto que ver, tanto como... a Penelope. Era la manana del veinte de julio y nuestros rostros reflejaban el cansancio del viaje de la tarde anterior, asi como los excesos de las tres copas que cayeron tras la opipara cena de bienvenida con la que nos premiamos esa noche. Al no estar acostumbrados al al-cohol, la seudo resaca matutina nos hizo recordar que ya no eran tiempos de juventud. Nos encontrabamos desayunando en el restaurante del hotel, degustando un esplendido <> elaborado con productos de la tierra, cuando de repente aparecio ella, me dio la impresion que el mundo se habia ralentizado, casi casi parado, se 7 habia creado un silencio tal que unicamente escuchaba los latidos del que parecia mi corazon, latidos cada vez mas rapidos, mas fuertes, mas intensos. Mi cabeza me decia que no, que no podia ser, estaba esperando el momento en el que despertarme en la coqueta habitacion del hotel Costa de Trebora; pero si realmente era un sueno, su realidad parecia demoledora. Una vez fui consciente que no estaba sonando, me asalto la pregunta: << ?A lo mejor no es ella?>>. Todo parecia indicar que si, pero mi memoria podia estar pasando factura despues de mas de quince anos sin verla. De golpe habia retro-cedido casi cuatro lustros, y por mi cabeza comenzaron a proyectarse imagenes que crei olvidadas, pude ver su rostro casi igual de joven, con lagrimas en los ojos, plantada sin consuelo en la estacion de Atocha mientras yo avanzaba hacia mi tren. Esas eran las ultimas imagenes y sensaciones que tuve de el a y que, por causas ajenas a mi voluntad, volvi a revivirlas en decimas de segundo y con <>. Mas recuerdos comenzaron a agolparse en mi mente al percibir el aroma de ese perfume inconfundible, Ethernity Moment de Calvin Klein, que rodeaba su mesa. Durante el tiempo que duro esta descarga de informacion en el disco duro de mi cabeza, se habian encendido todas las alarmas de autocontrol intentando que mis ojos presenciaran la realidad y no los recuerdos. Ella parecia no haberse dado cuenta de nada, su actitud era de lo mas natural, pero no podia ser, yo no habia cambiado tanto en 8 estos anos o al menos eso creia, y ademas, si es verdad que la mirada no envejece, mis ojos eran los mismos, eran los ojos de la que fue su alma gemela. Al no mostrar, con sus gestos y movimientos, sorpresa alguna me hizo pensar que mi cerebro me estaba jugando una mala pasada, seguro que no era ella. Pero al cruzarse nuestras miradas supe definitivamente que era ella, esa mirada inconfundible que me hizo enormemente feliz anos atras. Utilizando toda la energia vital disponible del momento, volvi la mirada al desayuno continental e intente entrar en la conversacion que mantenian mis amigos y esposa. Tenia la sensacion que habian transcurrido varias horas desde la entrada de aquella mujer en el comedor cuando en verdad habian pasado apenas unos instantes. Aun a decir verdad, una parte de mi seguia en la disyuntiva <>. Entre flash y flash de recuerdos que se alineaban en mi mente, ella desaparecio del comedor junto con el hombre que le acompanaba y del que apenas me fije en nada excepto que era calvo, totalmente calvo y muy grande. Nada mas terminar de desayunar abandonamos el hotel en la Grand Voyager dispuestos a perdernos en la verde, frondosa, hume-da y siempre bella Asturias. La jornada transcurrio como la teniamos planeada, pese a que yo me encontraba como ausente durante unos momentos y aparen-tando que no ocurria nada extrano en otros. Unicamente Nacho se 9 percato que algo importante estaba ocurriendo, pero con su discre-cion habitual no pregunto, sabia que tarde o temprano se lo contaria, no por algo es mi mejor amigo y me conoce bien. Una pregunta permanecia atrapada en mi interior: <> y en el caso de serlo: <>. Lo unico cierto es que ella me habia visto al coincidir en un lugar tan pequeno y con tan poca gente. Fue una pena que ese dia no disfrutara como a mi me gusta de los sitios que visitamos, pueblos con encanto como Lastre, Tazo-nes... pero realmente no era yo. De regreso en el hotel, ya de noche, convenci al grupo que terminaramos la jornada con una copa en sus salones y aunque mi esposa no estaba muy convencida al encontrarse demasiado cansada, accedio. Mi colocacion en el salon fue calculada con precision, situandome de tal forma que desde mi sillon divisaba la entrada y salida de los huespedes e incluso gran parte del mostrador de recepcion. La copa se alargo, eran las dos de la madrugada y alli no aparecia Penelope, porque ya tenia muy claro que si era ella. Tarde decidimos irnos acostar y, pese a que iba con tres copas tras la dilatada reunion nocturna, no pude conciliar el sueno, mi mente estaba saturada de todo tipo de recuerdos, se convirtio en un gran cine donde no dejaban de pasar escenas e imagenes de momentos buenos y de no tan buenos, un autentico regreso al pasado. Es incalculable la cantidad de datos que puede albergar una memoria, la facilidad con la que los presenta en el tiempo presente 10 y como puedes llegar a revivirlos, habiendo creido hasta entonces que todo estaba pasado y olvidado. Penelope, la que fue mi novia en los anos de facultad en la Escuela de Ingenieria y Diseno Industrial, habia reaparecido en mi vida con lo que esto podria suponer. Se agolpaban ante mi frases, proyectos, viajes, besos... y desamor. Pasadas las cinco de la madrugada tome la firme decision de que el pasado pasado esta, ya no eramos veinteaneros y que con la madurez que dan los anos solo debia decir: <>. Realmente concedi un recreo a mi subconsciente para luego volver a clase, al presente. La manana siguiente, con el cuerpo destrozado por la falta de sueno y las copas que a mi edad ya hacen un efecto doble, volvi a coincidir con ella en el saloncito destinado a los desayunos pero nada, de nuevo como si fueramos dos autenticos desconocidos, sin el mas minimo gesto que confirmara que era ella. Pero otra vez la fragancia de su perfume la delataba, ese perfume que tantas veces la regale. En el tiempo que permanecimos en el hotel ya no volvi a coincidir con la <> ni con el serio y fornido calvo que le acompanaba en todo momento como si de su sombra se tratara. El resto del fin de semana transcurrio como teniamos calculado a excepcion de la perdida de mi tarjeta de acceso a la habitacion, y es que cuando uno esta en Babia no pone atencion en donde deja su tarjeta; hecho que retraso nuestra salida del hotel. 11 Capitulo II Ya de regreso a Madrid, en esos momentos de silencio previos a la cabezada ganada por el sueno que damos en todo viaje, mi cerebro intento evocar restos de <> pasado con Penelope pero no quise castigarme mas y tome la decision de cerrar mis recuerdos por otros veinte anos como minimo y dejar tranquilo el pasado en el pasado. En la capital todo volvio a la normalidad diaria hasta que, transcurrido mes y medio de la escapada del <>, recibo un correo electronico con el que tuve que hacer lo primero que me vino a la cabeza, BORRARLO, pero no lo hice y ahi comenzo mi calvario. La direccion de envio era: [email protected] y el titulo: <>. El correo decia: << Ya se que no fue normal lo que tuve que hacer en el hotel de Asturias, pero no tenia mas remedio que representar que no nos conociamos. Necesito verte. Reservame un par de horas la tarde el proximo miercoles. Ese dia te mandare un sms con la hora y el lugar. Te ruego vengas. 13 Ya comprenderas todo. P>>. No lograba salir de mi asombro, no era posible que a una persona como yo, madura, responsable y medianamente inteligente, le estuviese ocurriendo esto. Si no lo hubiese recibido estando en el pequeno despacho que tengo en mi casa, me hubiera puesto a buscar la camara oculta donde grabaran algun programa de humor. ?Como me podia encontrar en esa situacion que recordaba el comienzo de una mala novela de intriga y suspense? Solo habia una respuesta cierta: <>, y varias preguntas sin resolucion: << ?Como averiguo mi correo? ?Y mi movil?>>. Otra vez la imaginacion comenzo a funcionar de manera alo-cada, intercalaba historias del pasado con vivencias del presente y suposiciones del futuro, todo ello de forma frenetica. Un sin fin de ideas comenzaron a desfilar por mi cabeza hasta que me convenci que debia resetear y de esta forma no pensar en nada, en nada... hasta el siguiente miercoles. El miercoles once de septiembre recibo tres sms seguidos; El primero decia: <<17h>>. El segundo: <>. Y el tercero: <>. Y media hora despues vuelvo a recibir un cuarto: << Por favor no falles>>. 14 Parecia estarme sumergiendo en un juego de rol. Era la hora de la comida y aun no sabia que hacer, ninguna cabeza medianamente sana albergaria la idea de asistir a tan extrana convocatoria A las cuatro de la tarde recibo un quinto sms, del mismo remitente que decia: <>. Y no habiendo terminado de leerlo, aparece otro sms con el texto: <>. Mi hemisferio racional, el izquierdo, tenia bien claro que era una encerrona, pero el morbo, la curiosidad, la nostalgia... y el pasado se iba imponiendo "piano, piano". A las 16:55h me encontraba en la puerta del Hotel Puerta Toledo sin tener claro si iba a cruzar su puerta giratoria o bien por el contrario olvidarme de este juego cada vez mas embarullado y turbio. Sabiendo que estaba cometiendo uno de los mayores errores de mi vida, un error de incalculables dimensiones, cruce las grandiosas puertas dirigiendome a la recepcion. Parecia no tener fin la distancia que me separaba del mostrador, y a cada paso que daba escuchaba en mi interior: <>. 15 Una vez en recepcion, vino a atenderme una amable senorita la cual, al identificarme, se agacho a recoger de su mesa un sobre que me entrego, informandome que la habitacion habia sido cancelada minutos antes. Recogi el sobre en un estado de excitacion, frustracion y cansancio despues de la tension vivida, y la recepcionista me pregunto: --?Le ocurre algo Sr. Garcia? ?Quiere un vaso de agua? A lo que me disculpe argumentando que era una pequena bajada de tension producida por el calor. Sali del hotel con un sobre tipo A4 arrugado en una mano y con la decepcion, impensable hacia tan solo unos minutos, en la otra. Me habia imaginado todo tipo de escenarios de la reunion, que se rindiera a mis pies e intentara recuperar los anos perdidos, que me abofeteara por mi comportamiento cuando rompi nuestra relacion, que charlaramos como dos viejos amigos de verdad... pero no que me dejara un sobre, un blanco y arrugado sobre. Una vez en el coche revise el remitente de los sms (siempre el mismo) y llame con el miedo que produce enterarnos de una posible verdad que no queremos saber, y escuchando en cambio la misma lo-cucion una y otra vez: << Este numero tiene restringidas las llamadas entrantes>>, lo que contribuyo en el desanimo por averiguar lo que decia el sobre, guardandolo en mi portafolios para verlo mas tarde. Regrese a la oficina y aparque, ademas del coche, todos los pensamientos tontos y nocivos, dando paso al absorbente trabajo diario, algo atrasado por la <> manana. 16 Del famoso sobre no volvi a acordarme hasta que me encontre en casa y ya en la cama, cuando comenzaba a hacer el balance diario, como de costumbre. En ese momento volvio a mi la zozobra y como un drogodependiente que necesita de su dosis diaria, comence a necesitar informacion, informacion que como era de esperar, en buena logica me daria Penelope. Sobre, maletero, coche, garaje... a ver que me inventaba para abandonar la cama, bajar al garaje e irme a un sitio donde pudiera leer lo que guardaba el misterioso sobre. Que historia podia contar a Esperanza que fuera convincente y solo se limita-ra a criticar mi falta de memoria. La curiosidad ayudo a que con toda naturalidad dijera: --Bajo un momento al coche a por el portatil, manana a primera hora tenemos una presentacion y no quiero que falle nada. Esperanza, con cara de circunstancia, dio su aprobacion, no sin antes exclamar: --?Donde tendras la cabeza muchas veces? Ya en el pequeno despacho que tengo en la buhardilla, frente al ordenador portatil y al sobre arrugado, comence a analizar si debia o no abrir aquello, en el desasosiego que me habia producido durante todo el dia, en que mi vida podia cambiar, en que... eran las 00:45h de la noche y parecia un adolescente. Aun sabiendo que cometia un nuevo error abri, con una parsi-monia inhabitual en mi, el sobre blanco extrayendo de su interior medio folio escrito a mano. Su texto, escueto: 17 <>. La letra era suya y escrita de forma rapida, no tenia la menor duda, aun recordaba los apuntes que nos intercambiabamos en la facultad. Mal dormi aquella noche envuelto en una marana de pensamientos y pesadillas. Nada parecia tener sentido y cuanto mas analizaba la historia mas sinrazon encontraba en ella. Como no podia hacer nada y como las conclusiones que sacaba cada vez eran distintas a las anteriores, sin significado logico, decidi, en un ataque de cordura, olvidarme de todo, aparcar esta historia hasta nuevo aviso. No era lo mejor que podia hacer, era lo unico. Pasaron varias semanas, tantas como que ya no recordaba el tema, hasta que de repente, volvi a recibir un correo en el que de nuevo me citaban en el mismo hotel. <>. Otra vez los fantasmas del pasado regresaron a mis pensamientos. Parecia que todos los esfuerzos que realice para romper con ella y luego olvidarla, hubiesen sido en balde. 18 En cuanto los primeros rayos de cordura volvieron a mi mente cai en que el miercoles me era imposible asistir, tenia la reunion anual del consejo de administracion de mi empresa y se debatia la posible fusion con un grupo inversor extranjero muy importante. La decision era clara, en esta ocasion queria ir pero me era imposible, tan imposible como informar del hecho a Penelope, la direccion del correo de ella no admitia la recepcion y el movil informaba una y otra vez de restriccion de las llamadas entrantes. Puntual como la vez anterior, el miercoles a las 10:30h recibo el sms con el mismo texto que la otra vez, a la misma hora me citaba, recogia la llave bajo el nombre de Jose Garcia del Moral y lo unico que variaba era la habitacion, que en este caso era la 440. En ese preciso momento llame al hotel presentandome y dejando un mensaje en recepcion: --No puedo ir, solicito nueva reunion. Fdo. Jose Garcia del Moral. Otra intentona fallida, parecia una historia mala de suspense que tardaria mas de un mes en que se escribiera el siguiente capitulo. 19 Capitulo III Eran las 23:15h del veinte de diciembre, nos encontrabamos celebrando la cena anual de Navidad todos los componentes de la empresa, y en el turno de las copas, despues de las palabras de solidaridad y buen rollo que se suelen decir en estos casos, aparecio por la puerta del restaurante una mujer alta, con amplias gafas de sol que no extranaban, pese a la hora de la noche en la que nos encontrabamos, porque parecia formar parte de su estilismo, con botas de grandes y finos tacones, abrigo negro ajustado y gorro de piel tambien negro que hacia resaltar aun mas una larga cabellera rubia.

  • Beautiful Bastard. Un tipo odioso (Beautiful 1) de Christina Lauren

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    Primera entrega de la saga <>.

  • La leyenda de Greg de Chris Rylander

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    Un joven descubre que su destino podria estar totalmente corrompido en esta divertidisima aventura de fantasia middle grade.
    Una serie ideal para los fans de Rick Riordan.

  • Electric Dreams de Philip K. Dick

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    Electric Dreams de Philip K. Dick es la nueva serie de television basada en los relatos incluidos en esta antologia. La serie de diez capitulos independientes esta escrita y producida por el nominado a los Emmy Ronald D. Moore (Battlestar Galactica, Outlander) y Michael Dinner (Justified, Masters of Sex), con el nominado al Oscar de la Academia Bryan Cranston (Trumbo, Breaking Bad) como productor ejecutivo e interprete de la serie.

  • Nos llamaron locas (y putas, y brujas) de Emma Crespo

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    He aqui una recopilacion de relatos de genero capaz de ilustrar una premisa sencilla, aunque devastadora: la facilidad con la que una etiqueta se convierte en instrumento de opresion y violencia.Casi una treintena de historias sobre mujeres que aman, odian, lloran, rien, juegan, viven y mueren. Con ellas quiza comprendas lo sencillo que es juzgar y sentenciar a aquellas cuyo unico crimen es una busqueda constante de su derecho mas fundamental: la libertad.Un breve paseo por la historia de tres palabras que se han usado como arma para silenciar, someter y ejecutar a miles de mujeres. Una invitacion para erradicar de nuestro vocabulario y nuestras mentes tan sexista y retrogrado repertorio.

  • Ya no creo en el amor de Jenny Del

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    Un dia completo sin levantarme de la cama, veinticuatro horas exactas segun el reloj, pero es que, ?por que me iba a levantar si no contaba con ningun aliciente para hacerlo? A decir verdad, lo unico que me apetecia era un cafe, asi que me levante como si fuera un zombi y meti la capsula en la cafetera. En ese instante, mi mirada se fue a una cajetilla de tabaco que olvido Manolo sobre la encimera de la cocina; yo habia dejado de fumar cinco anos atras, pero con el agobio que sentia no dude en coger un cigarrillo y encenderlo. Manolo se habia marchado la tarde anterior, llego de trabajar a las tres y le tenia la comida en la mesa cuando me dijo que se iba, que se habia enamorado de una companera del trabajo y que estaban esperando un bebe. Asi sin anestesia, mi marido, con el que llevaba casada dos anos y con el que los ultimos dos meses me aventure a buscar un bebe. Tan cruel como sonaba, menos mal que en ese momento tenia el periodo, de lo contrario me hubiera terminado de dar un chungo. El que vivi el dia anterior fue un episodio de esos que siempre piensas que vas a ver en las peliculas, pero que ni por asomo imaginas que tendras que soportar en primera persona. Logico, lo que una suena desde nina es que venga un principe azul que la convierta en una princesa, y no un sapo ponecuernos que la haga una desgraciada. Pero claro, es el destino quien tiene la sarten por el mango y debia estar aburridillo, porque le habia dado por ensanarse conmigo, pero bien. No obstante, al menos estaba orgullosa de mi reaccion pues, aunque si me llegan a pinchar en el momento de la confesion de aquel patan no me sacan ni una gota de sangre, yo habia guardado la compostura. Recorde esas palabras que siempre me decia mi madre, "Martina, que una mujer vale todo lo que se de a valer..." Mi madre, esa mujer que ejercia conmigo y con mi hermano labores de angel de la guarda y a quien por nada en el mundo queria yo hacer dano. Por ella tendria que sacar fuerzas de flaqueza, pero por el amor de Dios, ?como se hacia eso? Ni idea, sencillamente no tenia ni idea... Me encontraba mas perdida que el barco del arroz y dudaba mucho que hubiera tutoriales sobre como recomponer un corazon partido en tiempo record. Ya me imaginaba al YouTuber en cuestion: "se cogen los pedazos y, con el pegamento en la otra mano..." Iba a ser que no era el caso, hasta esboce una leve sonrisilla ironica pensando en el video imaginario... Por mucho que me hubiera propuesto no hacerlo, rememore cada uno de los movimientos de Manolo del dia anterior. Como dolia recordar el rato que estuvo introduciendo todas sus pertenencias en cajas de carton que traia ya listas para llenar; no dejo ni el cepillo de dientes, pero bueno, suyo era y yo no queria nada. Mierda, mierda y mierda, que me iba a meter en una espiral dolorosa de la que me costaria Dios y ayuda salir. Si es que me daba la impresion de que aquella sabandija todavia seguia delante de mi, achicharrando mi corazon con sus palabras como si de un hierro candente se tratara. ?Como era posible acumular tanto dolor en un solo organo? Ahora, mas que nunca, mi corazon iba a tener que demostrarme la pasta de la que estaba hecho... La cosa estaba bastante clara, y es que, como buena seguidora de Marta Quintero, yo a mi marido solia cantarle eso de "Tu eres mi mundo, mi principio y mi fin", y ahora mi mundo se habia desmoronado cual, si de un castillo de naipes se tratase, abruptamente. Dolor y mas dolor, eso era lo que se reflejaba en los rincones del que hasta el dia anterior habia sido nuestro hogar, y que ahora se me antojaba como un recinto frio y vacio, en el que faltaba el alma de la casa... Un alma al que no queria volver a ver ni en pintura, porque yo seria sevillana, pero a Dios ponia por testigo que ese no volvia a ser "miarma". La nuestra habia sido la tipica historia de amor, no voy a decir que de cine, pero para mi maravillosa, porque yo de Manolo habia estado enamorada hasta el tuetano... Nos conocimos en bachillerato y, desde el primer dia que nuestras miradas se cruzaron, supe que deseaba vivir una historia de amor con el. ?Que mas da si eso se llama amor a primera vista o un flechazo certero de Cupido? Yo lo unico que se es que pense que estabamos hechos el uno para el otro... Y no fui la unica que debio pensarlo, porque pronto la vida nos puso en bandeja un noviazgo que disfrute hasta la saciedad. En cuestion de pocos meses nos hicimos totalmente inseparables, tanto que a menudo nuestros companeros se hacian los graciosos entonando cancioncitas de enamorados a nuestro paso... ?Y que? A mi me sobraba el mundo mientras fuera de su mano... Mas tarde yo pase a ocupar un puesto en el despacho de abogados que regentaba mi padre y Manolo se preparo para la guardia civil, no tardando en aprobar las oposiciones. Asi las cosas y, en menos de lo que canta un gallo, ya teniamos la vida resuelta; toda una suerte habida cuenta de lo dificil que lo tienen muchos jovenes de hoy en dia para poder abandonar el nido paterno. El siguiente paso estaba cantado, porque si algo deseabamos ambos era unir nuestras vidas y pasar todo el tiempo posible juntos, gozando de las mieles de la intimidad sin intromisiones. Por esa razon, con veinticuatro anos estabamos dandonos el "si quiero" y comenzando una vida en comun que me habia reportado interminables satisfacciones y que yo hubiera puesto la mano en el fuego porque duraria hasta el fin de nuestros dias... Pero se me hubiera puesto al rojo vivo, esa era la realidad, porque solo habia durado hasta ayer y lo mas terrible es que seguramente mi marido llevara una doble vida desde mucho antes. Cuantas veces habia escuchado eso de que el cornudo es el ultimo en enterarse y que poco podia imaginar que yo no tardaria en engrosar tan lamentable listado. ?Y ahora que? Esa era la pregunta que se repetia una y otra vez en mi cabeza y a la que yo no sabia como dar respuesta. Por suerte, que algo de eso si debia tener, la casa en la que viviamos me la regalaron mis padres, de modo que no tendria que hacer ningun reparto; me la quedaria yo y punto redondo. Y para mejorar aun mas la cuestion, en lo economico tambien lo teniamos todo solucionado, pues el tenia su cuenta y yo la mia. A partir de ahi, todos los meses poniamos un fondo comun para gastos, pero el resto quedaba en nuestras cuentas personales. Por ultimo, del divorcio se encargaria mi padre, asi que por ese lado podia estar mas que tranquila. Intentando ver la parte positiva del asunto, pense que menos mal que me dejo un viernes por la tarde, asi aquel dia no tuve que ir a trabajar, ya que yo lo hacia de lunes a viernes por la manana... Tenia un fin de semana por delante para intentar reponerme una mijilla y no llegar al despacho con esa cara de muerta de tres dias que se reflejaba en el espejo. No obstante, y por muchas vueltas que quisiera darle, que triste era comenzar de cero sin estar preparada para ello; viendo como el hombre con el que tenia la certeza de que iba a compartir el resto de mi vida, se esfumaba con otra formando una familia en un santiamen. Que si, que ya me imaginaba leyendome una pila de libros de autoayuda de esos que tanto se llevan ahora, y compartiendo en el Face cantidad de frases motivadoras, como todos los separados... Pero que aquello dolia un huevo era un hecho y si no que me lo dijeran a mi, que de la opresion que estaba sintiendo en el pecho me costaba hasta respirar. Tenia que poner al dia a mis padres y a mi hermano Leo, se iban a llevar el palo del siglo... De hecho, ellos veian a Manolo como un gran hombre y lo querian como a un hijo y hermano; pero claro, es que todos pensabamos que era una persona integra, con sentimientos bonitos y puros, y ya veis por donde me habia salido el chaval, por la via de Tarifa... Ni que decir tiene que me tome el cafe y me fume un cigarrillo tras otro. Ea, ahora Martina a fumar como un carretero, ?seria posible? Pues lo era, porque la sensacion de echarme un piti parecia calmarme. Y calma era lo que yo necesitaba a punados. Antes de que quisiera darme cuenta, pues de lo impactada que estaba apenas tenia nocion del tiempo, comenzo a anochecer y claro, vuelta a la cama, ?que pintaba deambulando por aquella casa que de repente se habia vuelto tan fria y vacia? Una oveja, tres cabras, unos cuernos, un bebe... todo menos coger el sueno, asi que me volvi a levantar, me prepare un te de esos que ayudan a dormir y me lo tome triple... Necesitaba desconectar, necesitaba despertar sin tanta tristeza. No se a que hora logre conciliar el sueno, pero si que cuando lo hice cai rendida, despues de llorar y llorar... Me iba a levantar bonita al siguiente dia, con los ojos como dos huevos duros. Mire el reloj cuando vi que unos golpes iban a tirar la puerta abajo, las diez de la manana y diez llamadas perdidas de mi hermano Leo. Abri y era el. --Hermana te llame mil veces --entro directo a la cocina. --Estaba durmiendo, ahora vi las llamadas --lo segui y me fui enflechada a la cafetera, como una yonqui de la cafeina. --Ayer sali a cenar y vi a tu marido con otra, sin esconderse, ?me puedes decir que esta pasando? Te juro que me quede loco, no he pegado un ojo en toda la punetera noche. --Pues te informo de que me dejo por ella, vino despues del trabajo, me conto que se habia enamorado, que estaban esperando un bebe y recogio sus cosas y se fue. Asi de rapido, de frio y de cruel, ?puedes creerlo? --?Cuando fue eso? --su rostro reflejaba mucha preocupacion. --Ayer, ayer... --me eche a llorar, estaba intentando hacerme la fuerte, pero como que no podia. --Que hijo de la gran... --resoplo y me abrazo. --?Me lo dices o me lo cuentas? No he visto menos verguenza junta en toda mi vida, ya le vale al muy... --Lo vi al pasar con el coche por aquella terraza, no me lo podia creer, el no me vio, pero me quede en shock. No te quise decir nada en ese momento pues eran las once y pico, mire tu estado y hacia una hora que no estabas conectada, no te quise despertar; aunque por tus ojos veo que tardaste en poder dormir. --Si, anda que me he levantado bonita, parece que los tengo inyectados en sangre --suspire. --Martina, tu estas bonita hasta vestida de buzo y debajo del agua, con la escafandra y todo. Otra cosa es que hayas tenido dias mejores, hermanita... --Si, esto es una pesadilla, Leo, ?quien me lo iba a decir? Por el amor de Dios, pero si el fin de semana pasado estabamos todos en casa de nuestros padres... Y el alabando la comida de mama y el trabajo de papa, como siempre, en total normalidad, esto es de locos, te lo juro, para que se me vaya la pinza es... --Veo que estas mal --acariciaba mi pelo mientras dejaba que me desahogara. --Para irme de feria no estoy, no... --suspire, dejando salir todo el aire del interior de mis pulmones; un aire que sentia viciado, como todo a mi alrededor, pues mi entorno parecia haberse vuelto toxico. --Pues tengo una idea mejor, vamos a ir a ver a los abuelos unos dias. No voy a permitir que en tu estado estes aqui encerrada y menos que vayas a trabajar hasta que no estes mas repuesta, asi que prepara la maleta mientras yo hablo con papa y mama, porque tu y yo nos vamos a Portugal. --No, por favor, yo quiero dormir, quedarme sola, no quiero ir a ningun lado --la sola idea de tener que preparar el equipaje y salir de mi casa me horrorizaba, por Dios que sentia que no tenia fuerzas ni para echar viento.