• bea magana - Bea Magana

    https://gigalibros.com/el-chico-perfecto-no-sabe-bailar-el-twist.html

    Segovia, ano 96. Tres anos despues de haber terminado el instituto, Carla y Caterina se niegan a dejar morir su amistad, a pesar de que parece que ya no tienen nada en comun.
    Carla se ha convertido en toda una mujer, estudia Derecho en el colegio universitario, sale con un chico maravilloso y se siente feliz por haber recuperado a su mejor amiga. Caterina trabaja en el taller mecanico de su tio, sale los fines de semana con un grupo de chicos entre los que se cuenta como uno mas y afirma no necesitar un novio para sentirse feliz.

  • LAUDANER | BEA MAGAÑA | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-laudaner/9788494909993/9152348

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  • Todos los libros del autor Bea Magana

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  • El chico perfecto no sabe bailar el twist - Libros - Amazon.es

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    Cuando avancé con la lectura pude constatar que la prosa de Bea Magaña te lleva de la mano y rápidamente te sumerges en la historia de los personajes.

  • Laudaner Tapa blanda – 12 enero 2019 - Amazon

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  • LAUDANER - BEA MAGAÑA - 9788494909993 - Agapea

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  • Libro Laudaner, Bea Magaña (Seudónimo), ISBN ...

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  • BEA MAGAÑA - El Corte Inglés

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  • EL CHICO PERFECTO NO SABE BAILAR EL TWIST (Libro en ...

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    EL CHICO PERFECTO NO SABE BAILAR EL TWIST (Libro en papel). de BEA MAGAÑA. EL CHICO PERFECTO NO SABE BAILAR EL TWIST. -5%. 16,20 €. 15,39 €. IVA incluido.

  • Laudaner by Bea Magaña - Goodreads

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    Voy a intentarlo. Laudaner no es sólo un libro de relatos, entre sus páginas encuentras un camino, uno que la autora ha recorrido y que muchos autores, y no ...

  • Laudaner - Bea Magaña (Seudónimo) - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Magana-Seudonimo-Laudaner/122805

    Críticas, citas extractos de Laudaner de Bea Magaña (Seudónimo). ... Laudaner par Magaña (Seudónimo) ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Candela de Juan Del Val

    https://gigalibros.com/candela.html

    <>.

  • Esclava de un Nazi de Myrian Gonzalez Britos

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    El 30 de enero de 1933, Hitler es nombrado el jefe del gobierno aleman y muchos alemanes creen que han encontrado al salvador de la nacion. Mientras tanto, en el bucolico pueblo de Blankenstein, el humilde jardinero, Sebastian Ackermann, llega a la vida de la caprichosa judia, Lya Rubinstein, para doblegar su corazon y su propio orgullo.Entre peleas, disputas, bromas y muchos besos, viven una intensa historia de amor prohibida, hasta que, un mal entendido cambia el destino de sus almas.Sebastian y Lya toman caminos distintos sin lograr olvidar el pasado.

  • Romance inolvidable – Stefania Gil de Stefania Gil

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    Alexandra Eldridge y Blake Olson se conocen en Yellowstone mientras asisten a un campamento de verano. Durante treinta dias -y sus noches- Blake y Alex se hacen inseparables, creando un lazo entre ellos que seguira uniendoles a pesar de la distancia que los separa y del destino que se empena en demostrarles que puede jugar con ellos a su antojo. Asi regresan a sus vidas perdiendo contacto absoluto; dejando atras la experiencia de haber tenido unas vacaciones unicas, un romance inolvidable e ignorando que volveran a encontrarse en el futuro.
    Baltashar Eldridge es un hombre al que no se le escapa nada y es un as en los negocios, por ello detecta a los oportunistas aun estando a largas distancias de estos. No soporta la idea de que su pequena este involucrada con un hombre como Gary Lockwood y Alex se niega a escucharle por el error que cometio en el pasado. Piensa que no le queda mas que rezar por un milagro y es entonces cuando descubre el pasado -aun latente- entre su nina y el nuevo empleado que le envio su socio desde San Francisco. Baltashar se da cuenta que tiene ante si una oportunidad perfecta para evitar la boda de su hija que terminara en una catastrofe segura. Blake Olson es la unica carta que tiene en juego y debe usarla bien para lograr su cometido, aunque su hija acabara odiandolo para siempre. ?Se prestara Blake a seguir el juego del Sr. Eldridge para conquistar a Alex? ?Alex estara dispuesta a revivir su pasado con Blake?

  • La musica del viento de Jordi Sierra I Fabra

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    Un periodista encuentra en una alfombra traida de la India un mensaje del nino que la ha tejido. Es una peticion de socorro, un grito desesperado, y no puede permanecer ajeno a el. Aunque millones de ninos son explotados en el mundo, el mensaje tiene un nombre, Iqbal, y una procedencia: la ciudad de Madurai.

  • Y tu ?Que quieres?, T. Camacho de T. Camacho

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  • Educando a un granuja de Valeriam Emar

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    Elizabeth Cowthland ha pasado el ultimo ano de su vida cuidando de sus hermanas menores luego del fallecimiento de su padre, y esperando que su primo, el nuevo conde de Cowthland regresara de las indias occidentales para reclamar Green Hills. Y si su padre no las hubiera dejado desprotegidas y perdido sus dotes, ellas no se hubieran tenido que separar cuando la familia del nuevo conde las echo de Green Hills.
    En circunstancias dificiles, se tomaban decisiones dificiles, como hacerse pasar por un lacayo para enganar al futuro duque de Bourklam y cobrar una recompensa por haberle salvado la vida cuando unos salteadores lo atacaron para robarle, y asi poder reunirse con sus hermanas. Y todo hubiera sido mas sencillo si no se hubiera visto atrapada por los encantos seductores del lord.
    ?Y si Connor Kinghyork habia aparecido en su vida para solucionar sus problemas?

  • La chica que podria cambiar el destino de Cassidy Ostergren

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    Lacey es una adolescente normal y corriente. Va a clase, intenta sacar un aprobado en Quimica y pasa los viernes por la noche observando loq que hace el chico que le gusta en Facebook. Es tan normal como cualquier otra adolescente, solo que ella puede cambiar el futuro.

  • Juliette de Dinah Carter

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    Un hombre describe los dias que debe pasar pensando en su amada despues de que Juliette lo deja, el describe dia con dia su proceso de duelo despues de haber perdido al amor de su vida con esperanza de que ella vuelva a su vida.

  • Los confines del silencio de C. L. Taylor

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    Susan Jackson es una mujer satisfecha: tiene una familia que la hace feliz, un marido con una solida carrera politica, una casa hermosa. Pero cuando su hija Charlotte, que acaba de cumplir quince anos, entra en coma tras un extrano accidente, toda su felicidad se rompe en pedazos, especialmente cuando descubre que el accidente no fue tal. Susan, desesperada, hara lo posible para comprender el acto de Charlotte. Para ello, revisa sus diarios en busca de algun indicio, un rastro que la ayude a entender lo que su hija estaba viviendo. Pero lo que se encuentra, en lugar de tranquilizarla, la inquieta. <>.

  • Noches de Manhattan, Sarah Morgan de Sarah Morgan

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    A la competente organizadora de eventos Paige Walker le encantaban los retos. Tras pasar su infancia entrando y saliendo del hospital, ahora estaba decidida a triunfar. ?Y que mejor lugar para hacerlo que Nueva York? Pero cuando perdio el empleo que amaba, tuvo que enfrentarse al mayor reto de todos: trabajar por su cuenta.

  • Un encantamiento de cuervos de Margaret Rogerson

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    Todo el mundo sabe que los elfos son tan arrogantes como inmortales y por eso les gusta que se los retrate. Ademas, ansian el arte de los humanos porque ellos son incapaces de crear algo que transmita vida. Isobel los conoce bien, pues se gana la vida pintando sus rostros.

  • Perfectamente imperfecta (Unidos por el amor 1) de Fernanda Suarez

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    Primera entrega de la serie <>.

  • El otro Manuel de Manuel Bartual

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    Una noche cualquiera, rodeado por las cajas de su reciente mudanza, Manuel hace un pedido de comida a domicilio, pero no recibe lo que ha solicitado. En su lugar le entregan la cena de Alicia, una vecina del barrio que a su vez ha recibido la cena de Manuel y a la que conocera gracias a esta confusion. Lo que parece un hecho sin demasiada importancia sera el detonante de los dias mas extranos en la vida de ambos, hasta el punto de convertirse en los protagonistas de un misterio en el que descubrir la identidad de quien esta detras de todo lo que les esta pasando sera la menor de sus preocupaciones.

  • Matrimonio en guerra (Los Knightley 1) de Ruth M. Lerga

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  • Mi sabor preferido eres tu de Andrea Adrich

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    Eva esta lejos de ajustarse a los canones de belleza que dicta la sociedad. Sus complejos e inseguridades impiden que fantasee con la idea de que un hombre como Adrian Montenegro pueda desearla.
    El es guapo, sexy, elegante. y puede tener a la mujer que quiera. Pero el dijo que la queria a ella.
    Sin embargo, el secreto y los miedos con los que convive Eva pueden mandarlo todo al traste y acabar con cualquier oportunidad para ellos. Sobre todo cuando se da cuenta de que el pasado y sus fantasmas tienen una y mil formas de pasar factura en el presente.

  • Multimillonario & Rebelde de Ella Valentine

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    Jake Lawler es el heredero de una de las cadenas hoteleras mas importantes del pais. Su ambicion en la vida es la de acostarse con una mujer distinta cada noche y seguir el camino que otros han trazado para el, dejando de lado sus propios suenos y aspiraciones. Su vida es tranquila y rutinaria, pero todo cambia la noche en la que una pelirroja bajita con mucho caracter aparece en su puerta dispuesta a poner su mundo del reves.

  • La casa de las voces de Donato Carrisi

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    Una caricia en suenos. En el nebuloso confin con la vigilia, un instante antes de caer en el abismo del olvido, el suave toque de unos dedos frios y finos en la frente, acompanado de un triste y dulce susurro. Su nombre. Al oir la llamada, la nina abrio los ojos de par en par. Y en ese mismo instante, sintio miedo. Alguien habia venido a visitarla mientras se iba quedando dormida. Podia ser alguno de los antiguos habitantes de la casa; a veces charlaba con ellos o los oia moverse como ratones, rozando las paredes. Pero los fantasmas hablaban en su interior, no fuera de ella. Tambien Ado --<>-- iba a visitarla. Sin embargo, a diferencia de todos los demas espiritus, Ado no hablaba nunca. Por eso ahora un pensamiento mas concreto la turbaba. Aparte de mama y papa, nadie sabia su nombre en el mundo de los vivos. Era la <>. La idea de haber violado una de las cinco recomendaciones de sus padres la aterraba. Siempre habian confiado en ella; no queria decepcionarlos. Y menos ahora que papa le habia prometido ensenarle a cazar con el arco y que mama habia estado de acuerdo. Pero entonces reflexiono: ?como iba a ser culpa suya? <>. No habia dicho su nuevo nombre a extranos, y tampoco era posible que alguno de ellos se hubiese enterado accidentalmente. Ademas, hacia al menos un par de meses que no veian a nadie merodeando por los alrededores de la casa de campo. Estaban aislados en medio de la nada; la ciudad mas cercana se encontraba a dos dias de camino. Estaban a salvo. Solo ellos tres. <>. Entonces, ?como era posible? Quien la habia llamado era la casa; no encontraba otra explicacion. A veces, las vigas producian siniestros crujidos o gemidos musicales. Papa decia que la casa se asentaba en sus cimientos como una senora entrada en anos sentada en un sillon y que, de tanto en tanto, necesita acomodarse mejor. En el duermevela, uno de esos ruidos le habia parecido el sonido de su nombre. Eso era todo. La inquietud en su alma se aplaco. Volvio a cerrar los ojos. El sueno, con su silencioso reclamo, la invitaba a seguirlo a ese lugar acogedor y calido donde todo se disuelve. Cuando ya iba a abandonarse, alguien volvio a llamarla. Esta vez la nina levanto la cabeza de la almohada, se incorporo y, sin bajar de la cama, sondeo la oscuridad de la habitacion. En el pasillo, la estufa hacia horas que se habia apagado. Al otro lado de las mantas, el frio sitiaba su lecho. Ahora estaba completamente despierta. Quienquiera que la habia invocado no estaba en casa; se hallaba fuera, en la oscura noche de invierno. Habia hablado con la voz de las corrientes de aire que se insinuan por debajo de las puertas o entre las persianas cerradas. Pero el silencio era demasiado profundo, y ella, con el corazon latiendo con impetu en los oidos como un pez dentro de un vaso, no lograba distinguir ningun otro sonido. <>, le habria gustado preguntar a las tinieblas. Pero temia la respuesta. O tal vez ya la conocia. <>. Se levanto de la cama. Pero, antes de moverse, busco a tientas la muneca de trapo con un solo ojo que dormia a su lado y la agarro para llevarla consigo. Sin encender la luz de la mesilla, se aventuro a ciegas por la habitacion. Sus pequenos pasos descalzos resonaban en el suelo de madera. Debia avisar a mama y a papa. Salio al pasillo. El olor del fuego que se consumia lentamente en la chimenea subia por la escalera que conducia a la planta de abajo. Se imagino la mesa de olivo de la cocina, todavia con los restos de la pequena fiesta de la noche anterior. La tarta de pan y azucar que habia preparado mama en el horno de lena y a la que le faltaban tres raciones exactas. Las diez velas que habia apagado de un solo soplido, sentada sobre las rodillas de papa. Mientras se acercaba al dormitorio de sus padres, los pensamientos felices se evaporaron y dejaron paso a oscuros presagios. <>. Lo habia visto con sus propios ojos: los extranos cogian a la gente, se la llevaban lejos de sus seres queridos. Nadie sabia donde iban a parar ni que era de ellos. O tal vez todavia era demasiado pequena, todavia no estaba preparada, de modo que nadie se lo habia querido contar nunca. Lo unico de lo que estaba segura era de que esas personas ya no regresaban jamas. Nunca mas. --Papa, mama... Hay alguien fuera de la casa --susurro, pero con la determinacion de quien no quiere que sigan tratandola solo como a una nina. Papa se desperto el primero y, un instante despues, lo hizo mama. La nina obtuvo inmediatamente toda su atencion. --?Que has oido? --pregunto la madre, mientras el padre cogia la linterna que siempre tenia a mano junto a la cama. --Mi nombre --contesto la nina, titubeando, temiendo una reganina por haber violado una de las cinco reglas. Pero ninguno de los dos le dijo nada. Papa encendio la linterna y cubrio el foco con la mano para iluminar apenas la oscuridad de la habitacion y que los intrusos no supieran que estaban despiertos. Sus padres no le preguntaron nada mas. No sabian si creerla o no. Pero no porque sospecharan que hubiera mentido, sabian que nunca mentiria sobre algo asi. Solo debian determinar si lo que habia contado era real o no. A la nina le habria gustado que simplemente se tratase de su imaginacion. Mama y papa estaban alerta. Pero no se movieron. Permanecieron en silencio, con la cabeza ligeramente erguida, escrutando la oscuridad, como los radiotelescopios de su libro de astronomia, que escrutan lo ignoto que se esconde en el cielo, esperando y a la vez temiendo captar una senal. Porque, como le habia explicado su padre, descubrir que no estamos solos en el universo no seria necesariamente una buena noticia: <>. Discurrian interminables segundos de silencio absoluto. Los unicos ruidos eran el viento que agitaba las copas de los arboles secos, el llanto quejumbroso de la veleta de hierro oxidado en lo alto de la chimenea y los grunidos del viejo granero, como una ballena durmiendo en el fondo del oceano. Un sonido metalico. Un cubo cayo al suelo. El cubo del pozo, mas concretamente. Papa lo habia atado entre dos cipreses. Era una de las trampas sonoras que colocaba cada noche alrededor de la casa. El cubo estaba situado cerca del gallinero. Ella estaba a punto de decir algo, pero antes de que pudiera hacerlo, su madre le puso una mano en la boca. Queria sugerir que tal vez se tratara de un animal nocturno --una comadreja o un zorro--, no necesariamente de un extrano. --Los perros --susurro el padre. No se le habia ocurrido hasta entonces. Papa tenia razon. Si hubiese sido un zorro o una comadreja, despues del ruido del cubo al caer, sus perros guardianes sin duda habrian empezado a ladrar para senalar su presencia. Como no lo habian hecho, solo habia una explicacion. Alguien los habia hecho callar. Ante la idea de que les pudiera haber ocurrido algo malo a sus amigos peludos, unas calidas lagrimas le hirvieron en los ojos. Hizo un esfuerzo por no echarse a llorar; su disgusto se mezclo con un repentino ataque de terror. Sus padres intercambiaron una mirada. Fue suficiente para saber exactamente lo que debian hacer. Papa fue el primero en bajar de la cama. Se vistio rapidamente, pero sin ponerse los zapatos. Mama lo imito, pero ademas hizo algo que dejo a la nina atonita durante un instante: le parecio que su madre esperaba el momento en que el padre no se diera cuenta, y a continuacion vio como metia una mano debajo del colchon, cogia un pequeno objeto y se lo introducia rapidamente en el bolsillo. La nina no tuvo tiempo de ver que era. Le extrano. Mama y papa no tenian secretos. Antes de que ella pudiera preguntarle nada, la madre le dio una segunda linterna y se arrodillo delante poniendole una manta sobre los hombros. --?Recuerdas lo que debemos hacer ahora? --pregunto, mirandola fijamente a los ojos. La nina asintio. La mirada decidida de la madre le infundio valor. Desde que empezaron a vivir en la casa abandonada, hacia alrededor de un ano, habian ensayado decenas de veces el procedimiento: asi lo llamaba papa. Hasta entonces nunca hubo la necesidad de llevarlo a la practica. --Agarra fuerte a tu muneca --le recomendo su madre. A continuacion, cogio su pequena mano con la suya, calida y fuerte, y se la llevo. Mientras bajaban la escalera, la nina se volvio un instante y vio que el padre habia cogido uno de los bidones del trastero y ahora esparcia el contenido por las paredes de la planta de arriba. El liquido se filtraba a traves de las vigas del suelo y tenia un olor penetrante. Cuando llegaron a la planta inferior, mama la arrastro consigo hacia las habitaciones traseras

  • INCORRUPTA de Ralph Barby

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    Maragda se habia empenado en visitar a su amiga Brigitte Marais que sabia que se hallaba gravemente enferma. Por la familia de Brigitte sabia que la joven se encontraba recluida en una casa de campo a unos treinta kilometros al norte de Sarrebourg. Y para no hacer el viaje sola, logro convencer a su amiga Simone para que la acompanara. Simone no se mostraba muy convencida ante el viaje. Ella hubiera preferido salir con hombres por companeros y emprender la ruta del sur en direccion a Espana, la tierra del sol, a la Costa Brava o a la Costa Dorada, lugares adonde se podia ir en automovil y regresar con comodidad a la red de autopistas que unia Francia con Espana

  • Encontrarte de Mar Vaquerizo

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  • Atados a las estrellas, Amie Kaufman de Amie Kaufman

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    Es una noche como cualquier otra a bordo de la Icaro, la nave mas impresionante del universo. Hasta que una averia provoca que la nave se estrelle en un planeta desierto.

  • Goya: Tres casos de suspenso e intriga de Raul Garbantes

    https://gigalibros.com/goya-tres-casos-de-suspenso-e-intriga.html

  • Todos nuestros presentes equivocados de Elan Mastai

    https://gigalibros.com/todos-nuestros-presentes-equivocados.html

    Una irreverente novela de ciencia ficcion romantica.

  • Las Caricias que no me Diste de Elizabeth Lopez Caballero

    https://gigalibros.com/las-caricias-que-no-me-diste.html

    Cuando pierdes la fe, las ganas de vivir, de luchar, de sentir. Cuando crees que tu salvacion esta en la desgracia ajena y la vida parece desmoronarse. Una puta centrada. Una periodista perdida. Un cuento de amor y otro de desamor. La grieta en el alma por la que intenta entrar la luz. Las caricias que no me diste es la historia de Carolina, la periodista; y de Zene, la puta. Pero tambien es un poco la historia de todas aquellas personas a las que les han roto el corazon. De todas aquellas personas que han tenido que levantarse y lamerse las heridas. Las caricias que no me diste, es tu historia y la mia.

  • La novia del lobo de Aino Kallas

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    Esta legendaria historia nace de los viejos mitos de los hombres lobo en Estonia, pero cuenta, en realidad, mucho mas que eso: es tambien una metafora de la ausencia de libertad de las mujeres en el siglo XVII. El relato se situa en Hiiumaa, una isla en el lado oeste de Estonia, y comienza con un guardabosques llamado Priidik que observa a un grupo de mujeres del pueblo que lavan a sus ovejas y se enamora de la joven doncella Aalo. Escrita con un hermosisimo lenguaje, consigue trasladarnos a los bosques de Estonia y a aquellos pueblos amenazados por los lobos en los que se castigaba duramente todo lo que se consideraba brujeria. Sara Morante ha logrado meterse en la piel de la rebelde Aalo y llevarnos con sus ilustraciones a su mundo mas alla de la aldea

  • Suite Italiana de Javier Reverte

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    Un libro sobre libros, viaje y paisaje, a medio camino entre el diario y el ensayo literario, banado por la maravillosa luz del Mediterraneo italiano

  • No seras un extrano de Laura Merce

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    Una novela de corte senorial y drama romantico, donde las intrigas se conjugan con el amor y los inventos tecnologicos para pintar un cuadro vivido de Inglaterra y Francia a principios del siglo XX.

  • Zorra por accidente de Andrea Valenzuela Araya

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    Magdalena era una mujer sencilla, poseia un trabajo estable junto a una vida tranquila hasta que la palabra “Despedida” irrumpio en su existencia haciendole comprender, de buenas a primeras, que el vil dinero es lo que, lamentablemente, mueve los hilos de este mundo.
    Debido a ello, y frente a mas de alguna situacion desesperada, terminara tomando medidas desesperadas recordandose siempre a si misma que una buena chica conoce cuales son sus limites mientras que una mujer inteligente sabe de sobra que no tiene ninguno.
    Por lo tanto… ?que sucedera cuando accidentalmente, y de la noche a la manana, su vida cambie en ciento ochenta grados poniendo a prueba su naturaleza, su modo de ver y enfrentarse a los demas y, por sobretodo, a su corazon que tendra que elegir que es lo que necesita para seguir latiendo? ?Podra esquivar con facilidad cada obstaculo que el destino colocara en su camino? Y lo mas importante de todo… ?Dejara de lado su antigua vida para despertar y abrir los ojos ante una nueva realidad?
    Porque la necesidad de sobrevivir a los cambios junto a la oferta y demanda laboral poseen cola de zorra, te invito a formar parte de la “Corporacion Z”, una comunidad un tanto particular que te abrira… algo mas que sus puertas.

  • Matar cabrones de Fernando Mansilla

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    Matar cabrones es la novela postuma de Fernando Mansilla, artista por excelencia de la escena independiente sevillana. A su legado en musica, teatro y literatura, anade esta brutal novela en la que estaba trabajando en el momento de su fallecimiento.

  • Los ojos cerrados de Edurne Portela

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    Me miran y me sonrien. Me hablan a gritos y muy despacio, como si fuera el tonto del pueblo. Me miran y me sonrien, ella me ha saludado con la mano, de lejos, el nunca lo hace. Yo he levantado una de mis muletas como si fuera mi mano y me he acercado, pasito a pasito, hasta ellos. Cuando llegaron al pueblo eran ellos los que se acercaban a mi, pero ahora se han quedado ahi, moviendo los pies impacientes, aunque sonrian. Creo que hace tiempo que no me los encuentro. Pasan los dias y a veces no me entero de cuantos han pasado. Vuelvo no se de donde, de que pensamiento o de que sueno y me da la impresion de que he pasado mucho tiempo con los ojos cerrados, como si hubiera estado muerto un tiempo porque no se donde he estado ni con quien, si he pensado o me he movido, si he comido o he cagado. De repente me doy cuenta de que estoy asi, con los ojos cerrados, y solo se que sigo vivo porque me huelo. Huelo mi cuerpo. Aunque bien pudiera estar muerto y pudriendome. Bien pudiera estar bajo tierra. Pero respiro, aunque sea un aire sucio, y muevo las manos en el espacio y me doy cuenta de que no estoy en un ataud. En ese momento abro los ojos y veo cosas, a veces cosas que se lo que son, como la taza y el libro y la mesa y la puerta y el balde. Eso me gusta mucho, reconocer mi taza, mi libro y la puerta de mi casa y mi balde. Entonces me levanto y toco mis cosas, las acaricio, y cada cosa me habla y me recuerda y yo les contesto contandoles mis cuitas. En dias asi me siento bien. Como hoy. Hoy tengo uno de esos dias. Le he contado al balde del agua el dia que mi madre lo dejo abandonado en medio de la calle y no volvio mas y lo recogi yo al dia siguiente porque ahi se habia quedado, abandonado en el medio de la calle y nadie se habia atrevido a llevarlo de vuelta a mi casa porque igual pensaban, como pensaba yo, que ella iba a volver y reclamarlo. Pero lo tuve que recoger yo, un dia despues de que ella lo dejara abandonado, y meterlo en casa. Y ahi se quedo, en medio de la cocina hasta que se evaporo el agua. Y cuando se evaporo todo el agua, yo te deje en esa esquina, balde, y nunca te he vuelto a usar. Otros dias el libro me cuenta cosas porque, claro, es un libro y esta para eso. Un dia me dijo que lo he leido mas de cien veces pero que no tiene merito porque solo lo tengo a el. Eso a mi me molesta un poco porque no tiene en cuenta mi fidelidad y el esfuerzo que siempre he hecho en entender hasta las palabras que no conozco. Podria haberlo dejado abandonado, como mi madre al balde, o haberme aburrido de el y sin embargo, hasta que tuve vista suficiente, leia por lo menos diez paginas todas las noches, a veces mas. Y ahora que no puedo leer, lo sigo acariciando siempre que lo reconozco. Y dejo que me cuente sus historias. Ya no se acercan a mi, me tengo que acercar yo y a veces para cuando llego a su lado de la plaza ellos ya se han ido, dando pasitos pequenos hacia atras y luego ella, el no, el nunca, luego ella me dice adios con su manita y se dan la media vuelta y aceleran los pasos y desaparecen por detras de la casa de socorro. Como habra dias que no llego a abrir los ojos, a veces pienso que tambien habra dias que yo hablo con mis cosas pero no me entero y eso me angustia porque no se que les puedo contar, que secretos se me escaparan. O incluso habra dias que salga a la calle y en vez de hablar con mis cosas hable con la pareja que ahora me mira y me sonrie. Y como en esos momentos no me entero, igual les cuento mis secretos a ellos tambien, a ella. Eso me angustia todavia mas. Pero mientras me sigan mirando y sonriendo, como ahora, y ella me salude, supongo que todo va bien, que no he contado nada. A veces veo la cara de un viejo que no se si es la mia o la de mi padre. Pero la de mi padre no puede ser porque nunca fue viejo. Entonces pienso que igual es mi cara y alargo la mano y si, me estoy mirando en un espejo. Ahora no, ahora me estoy mirando en la cara de ellos. En cuanto me acerco y la miro a los ojos, a ella, como ahora, veo lo que hay detras y no es una sonrisa. Siempre he podido hacer eso, ver lo que hay detras de los ojos. Desde nino, cuando empece a sufrir esto de cerrar los ojos mucho tiempo, he visto mas que los demas. Veo incluso lo que hay detras de los ojos de los muertos. 2 Lola sabe que el retumbar de las botas contra las piedras no corresponde a los pies de Miguel y sus hombres. Lo sabe porque, salvo Miguel, ninguno pudo nunca tener unas botas. Miguel las tuvo porque don Ernesto le regalo su par mas viejo y el las restauro. Los hombres de Miguel llevan tres anos en el monte con albarcas y alpargatas que el mismo hace. Por eso Lola sabe que esas botas no traen nada bueno. Tampoco el grito, cada vez mas cercano, que ordena <>. Lola siempre penso que vendrian de noche, una noche poco clara, y que se meterian en las casas como hicieron hace anos para sacar a los hombres que no tuvieron tiempo de huir, pero hoy han aparecido al alba. No importa, ya no quedan hombres en el pueblo, tan solo ancianos, mujeres y ninos. El suyo, Pedro, duerme todavia. A Lola le cuesta despertarlo, le pasa un pano de agua fria por la carita tibia para que espabile. Salen, el nino frotandose los ojos, ella tiritando bajo el chal. En la pequena plaza hay una veintena de hombres uniformados. Lola les encuentra ufanos, relajados, tranquilos. Se nota que no quedan hombres jovenes en el pueblo. Poco a poco van llegado sus vecinos y vecinas, con los ninos en brazos o de la mano. Un militar con medallas da un discurso que Lola no acaba de entender, habla del final de la guerra y de la necesidad de encontrar a los que no quieren la paz. Porque hay que redimirlos, dice. Pide a los vecinos que se pongan en fila ante una mesa improvisada en el centro de la plaza para prestar declaracion sobre el lugar donde se encuentran los familiares que no estan presentes en el pueblo, particularmente los hombres. Sentado a la mesa, Lola reconoce a Federico, el hijo de Teresa, uno de los muchachos a los que se llevaron al frente cuando vinieron de noche y los sacaron de las casas. Lola se pone a la cola de familiares y ve que, tras hablar con Federico, el apunta algo en un gran cuaderno. Cuando le toca el turno a Lola, le alaba que haya aprendido a escribir tan bien, que algo bueno ha dejado la guerra. El asiente sin mirarla a los ojos y, sin mirarla a los ojos, le pregunta por Miguel. Lola dice que se fue cuando empezo todo y que no ha dado senales de vida, que es un sinverguenza y que se habra ido con otra aprovechando los tiempos revueltos. Federico, concentrado en su lenta caligrafia, senala la mala suerte que han tenido con sus hombres algunas mujeres del pueblo. Todas las mujeres y los ancianos han declarado ante Federico. El ha apuntado minuciosamente sus declaraciones en el cuaderno, se lo ha entregado al militar condecorado, este ha dado la orden de subir a los dos camiones y se han marchado del pueblo. Antes, Federico ha podido abrazar a su madre, Teresa, y a su hermano pequeno, Jose, quien ha interrumpido el juego con Pedro para recibir la carantona de ese hombre a quien apenas recuerda. Lola no espera a que salgan los dos camiones de la plaza para encaminarse de vuelta a casa. No cruza ni una mirada con las otras cuatro mujeres cuyos maridos, hijos, hermanos, estan en la sierra con Miguel. O creen que estan. Hace meses que no saben nada de ellos. Tira de Pedro y le ordena aligerar el paso. No se da cuenta de que el nino esta llorando. Pasan los dias y nada sucede. No hay noticias de nadie. Nadie visita el pueblo. Nadie se va de el. Todos los dias son iguales: cortos, soleados, frios. Desde que estuvieron los militares, cada manana Jose, el hermano de Federico, el hijo de Teresa, pasa a buscar a Pedro para que le acompane con las cabras. Lola le deja marchar, a pesar de que el nino todavia no tiene edad para pastorear. Jose tampoco, pero Teresa, su madre, no aguanta el monte, apenas aguanta ponerse delante del entremijo para hacer el queso. Teresa agradece a Lola que deje a Pedro acompanar al nino y de vez en cuando le regala un queso. Teresa sabe que Lola sera viuda pronto. Lola, sin el nino Pedro trasteando en casa, se desespera. La calma no es buena para Lola. Recuerda la mano de Federico escribiendo en el cuaderno y se enrabieta por no saber leer. ?Habra escrito lo de que Miguel es un sinverguenza? Le parece a Lola que Federico escribio poco, tres palabras habia ahi y no muy largas. Le preguntaria a Teresa, pero que va a saber ella. Si los militares no han vuelto, tal vez, quizas, los dejan en paz. Que importaran cinco hombres por ahi perdidos en la montana, que dano van a hacer. Lola no se cree los rumores, esos que dicen que en realidad con Miguel hay muchos hombres, todo un ejercito. ?De donde va a salir tanto hombre? Seran fantasmas, los fantasmas de todos los muertos de estos anos, que no se acaban de ir. Hasta que pasa una semana, tal vez diez dias. Lola esta llenando un balde de agua de la fuente de la plaza. No se acostumbra a usar el agua del grifo y sigue pensando que la de la fuente es mejor. Quiere preparar una perola de sopa de judiones para cuando vuelva el nino del monte. Escucha las detonaciones. Es dificil saber de donde vienen porque la sierra tiene sus ecos, pero Lola cree que no estan lejos, no mas alla del rio porque entonces el sonido se perderia tras la montana, se oiria con menos nitidez. Y Lola oye perfectamente los disparos, demasiado rapidos como para salir de una escopeta. Acaba de recoger el agua y se dirige hacia su casa. De camino, pasa por delante de la de Teresa. Deja el balde en el suelo y toma aliento. Teresa se asoma, pregunta si ha oido algo, Lola afirma con la cabeza. Y los ninos por ahi con las cabras. Teresa y Lola toman el camino hacia los prados adonde los ninos van a pastorear. El balde se queda en mitad de la calle.

  • Extasis de Blanca Moral

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    Adictivo. Peligroso. Danino. Fuerte. Pura droga. Ese soy yo. El extasis hecho carne. Soy el novio que ninguna madre desea para su hija. Pero tambien el polvo de una noche con el que fantasean. Soy Erik Robinson. Ex militar condecorado. Abandonado por mi pais. Motero profesional. Armas, sexo y alcohol. Pero entonces ella se estampo en mi vida. Literalmente. El mejor polvo que he tenido nunca. Pero no era solo eso. Jane era perfecta. Ella tambien buscaba solo un polvo. Ella era capaz de aguantar mis fantasias mas salvajes. Y ella no tenia miedo cuando veia una pistola. Ella no venia detras mio. Pero, ?como no iba a querer mas de su cuerpo? ?Como no iba a caer en la trampa? Nunca habia visto una mujer asi. Nunca habia ido detras de una mujer. Pero no podia evitarlo. Creo que, por primera en la vida, me enamore. Me enamore de su cuerpo. Sus labios. Su lengua. Sus ojos. Su sonrisa. Su pelo. Sus curvas. Pero no solo de su cuerpo. Por primera vez. Me enamore de su valentia. De su fuerza. De su salvajismo. De su amor propio. Ahora solo tenia que salvarle la vida, y todo acabaria bien.

  • Jaque al rey (House of Cards) de Michael Dobbs

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    <> Daily Mail

  • La tumba de Sarah (Tracy Crosswhite 1) de Robert Dugoni

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    Hace veinte anos que Sarah desaparecio. Desde entonces su hermana Tracy duda de que el violador que cumple condena por su asesinato, Edmund House, sea realmente el responsable de aquel crimen.

  • Un conde para Katia (Katia y Patrick 2) de Olympia Russell

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    Es duro llegar a los treinta y nueve anos y darte cuenta de que toda tu vida amorosa ha sido un autentico desastre. Eso es lo que me habia ocurrido un mes atras, cuando habia roto con Roberto, mi ultimo amante casado. Pero despues del hundimiento inicial, habia intentado resurgir de mis cenizas y reinventarme. Habia decidido dejar atras de una vez por todas mi adiccion a los hombres casados y hacerlo en un lugar nuevo y diferente. Al principio todo habia ido peor de lo previsto: mi alojamiento en E. --el pueblo al que habia escapado y donde mi difunta tia abuela Juani habia vivido-- se caia a pedazos y, aparte de eso, al dia siguiente de mi llegada me despidieron, por email y sin derecho a paro. Sin embargo, hubo algo que me sujeto e impidio que cayera en un pozo negro sin fondo: ese algo era alguien en realidad. Era Patrick, un conde ingles que tenia un palacio en E. Patrick me contrato para que gestionara su palacio como alojamiento rural, porque el no vivia en E. y tenia que volver a Inglaterra. Fue mi bote salvavidas, ya que me soluciono el problema del alojamiento y el trabajo. Pero tambien fue mi alegria y mi tentacion. Alegria, porque nada mas conocerlo senti la atraccion mas grande que habia sentido hacia un hombre en toda mi vida. Y tambien porque el tiempo que pase junto a el, durante el mes que permanecio en E. hasta su vuelta a Inglaterra, fue el mas feliz de mis ultimos anos, por no decir de mi vida entera. Pero fue tambien mi tentacion, porque Patrick estaba casado y yo habia huido a E. con una unica mision: no volver a tener una relacion estable con un hombre casado. A pesar de eso, disfrutamos de nuestro mes juntos y tuvimos incluso una ultima noche de amor --la mas maravillosa de mi vida-- como colofon a una historia que, aunque imposible, siempre guardariamos en nuestro recuerdo y nuestros corazones. Este bonito cuento es el que me contaba a mi misma todos los dias desde la partida de Patrick, y cuando los pensamientos me llevaban al ultimo punto, juro que oia violines y flautas en mi mente, como si fuera la protagonista de todas esas peliculas romanticas a las que era adicta. Peliculas que acababan mal, pero que, a la vez, te llenaban el alma de inmensos sentimientos desbordantes. Si, lo cierto es que los primeros dias despues de la partida definitiva de Patrick, en vez de hundida, me senti especial. Fuerte y privilegiada, por haber vivido lo que habia vivido junto a Patrick y tambien por haber resistido y haberme demostrado a mi misma que una nueva Katia habia nacido. Pero luego vino el whatsapp de Patrick, a pesar de que nos lo habiamos prohibido, (el habia sido mas debil que yo), y junto con los mensajes que intercambiamos, desaparecieron los violines y las flautas. Porque es duro llegar a los treinta y nueve anos y darte cuenta de que toda tu vida amorosa ha sido un autentico desastre, pero mas duro aun es darte cuenta de que la vida te ha ofrecido una nueva oportunidad y tu la has echado por la borda por imbecil. Capitulo 2 La frase de whatsapp demoledora llego dos semanas despues de su partida. Me quede paralizada mirando la pantalla del movil. Y juro que tarde mas de cinco minutos en entender que queria decir aquello que acababa de enviarme Patrick. Y eso que si no la lei cien veces, no la lei ninguna: " Katia, acababa de llegar de hacer 10 km corriendo… Cansado, dije CANSADO". La lei incluso en alto, para ver si escuchandome a mi misma terminaba de asimilarla . Pero, ?como iba a asimilar que habia sido una imbecil integral y habia mandado mi vida a la mierda por un malentendido? Cuando al final mi cerebro quiso aceptar lo que estaba leyendo, al cabo de aquellos cinco minutos interminables en los que ninguno de los dos escribio nada mas, a pesar de que sabiamos que el otro estaba esperando al otro lado, eso mismo es lo que empece a decirme a mi misma machaconamente: "Imbecil, imbecil, imbecil, imbecil, IMBECIL". Al principio solo en mi cabeza, pero enseguida en alto, cada vez mas fuerte, cada vez mas enfadada, mientras daba vueltas alrededor de la mesita sobre la que habia colocado el movil, que era el hilo que me unia a Patrick Despues de otro par de minutos flagelandome e insultandome a mi misma con palabras mas gruesas que aquella primera que me habia venido a la mente, me di cuenta de que con aquello no iba a arreglar nada y, ademas, estaba claro que tenia que responder al ultimo mensaje, porque Patrick, aparte de alucinando, estaria esperando una explicacion. Pero, ?que le podia decir? !!!???Que habia entendido mal una palabra que habia dicho el y en base a eso me habia montado una pelicula segun la cual nuestro amor era imposible???!!! Al final cogi el aparato y escribi lo unico que podia decir: "Patrick, lo siento, entendi que estabas casado y por eso me aleje de ti". Patrick tardo otros cinco minutos en responder, supongo que pasando por su propio proceso de asimilacion. Cinco minutos que se me hicieron eternos y en los que llegue a rezarle a mi padre, a mi tia Juani y a todos los santos que se me pasaron por la cabeza. Les pedi, por favor, que nos dieran una segunda oportunidad, que nuestro amor no podia acabar asi, que no era justo. Al final, la respuesta de Patrick llego, pero no en la direccion en la que habian ido mis ruegos. "Katia, no lo entiendo, bueno, si entiendo que me malinterpretaste el primer dia que nos conocimos, pero no entiendo que durante todo el mes que hemos pasado juntos no te hayas dado cuenta de que se habia tratado de un malentendido. En ningun momento volvi a mencionar que estaba casado ni el nombre de mi mujer (porque no la hay, claro)". Y ahi empezamos una nueva conversacion por whatsapp que nos quedo asi: "Es verdad que no volviste a utilizar la palabra casado, pero crei entender que utilizabas eufemismos para no nombrar el tema". "?Eufemismos?, sigo sin entender, explicate". "Decias: "mi vida en Inglaterra", y yo pensaba que te referias a tu mujer". " Me referia a mi trabajo, mi palacio, mi madre... y todos esos ambitos de mi "vida en Inglaterra" de los que te hable cantidad de veces, ?por que no iba a hablar de mi mujer si la hubiera tenido?" "Si Patrick, que tienes razon, que visto asi no tiene sentido, pero para mi la palabra casado es tan fuerte y tiene tantas implicaciones, que pense que a ti te ocurria lo mismo y por eso no la queria volver a decir en alto". Al llegar a ese punto, Patrick se tiro otro buen rato sin contestar, hasta que por fin llego su siguiente mensaje: "?Por que es tan fuerte para ti la palabra casado?" Y entonces fui yo la que espere un tiempo, porque aquello me iba a resultar mas dificil de lo previsto. Durante nuestro mes juntos yo habia creido entender que el estaba en la misma situacion que yo y que, por tanto, todas las medias palabras y eufemismos que utilizabamos eran compartidos. Al igual que cuando el decia "Mi vida en Inglaterra" yo entendia "mi esposa", yo daba por hecho que cuando yo le decia "ya he pasado antes por esto, no quiero repetirlo", el entendia que yo habia tenido relaciones estables con hombres casados. Pero, evidentemente, no habia sido asi y ahora su pregunta directa me obligaba a contarle el tipo de vida que habia llevado yo antes de conocerlo. El tipo de mujer que era. Pero, si ni siquiera mi madre y mis amigas lo sabian, ?como se lo iba a contar al que consideraba el amor de mi vida? Si mi metedura de pata habia sido antologica y habia mandado nuestra incipiente relacion a la mierda, aquello podia acabar sepultandola . En cualquier caso, si habia un resquicio de recomponer lo nuestro, tenia que ser con las cartas boca arriba y con la verdad por delante, asi que trague saliva y me dispuse a contarle la verdad. Aunque muy poco a poco. "?Recuerdas que te dije que no podia repetir errores del pasado?" "Si." "Pues eso es lo que me recordaba la palabra "casado": mis errores del pasado". "?Quieres decir que el desengano amoroso que te trajo a E. era un hombre casado?" "Si"

  • Un bosque confuso de Lorena A. Falcon

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    El despertar del reino entre las nieblas se acerca.

    Ines sabia que debia tomar una decision… si tan solo no tuviera tanto miedo de herir a los demas.

  • La Duquesa (Hermanas MacBride 2) de Kira Freitas

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    Libro 02 de la Trilogia de las Hermanas MacBride

  • Asesina otra vez (Los casos de Marina Altamirano 3) de Mar P. Zabala

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    Tercera entrega de la trilogia negra <>.

  • El Amor Rescatado Del Jeque de Jessica Brooke

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    Sarah Johnson esperaba paciente en las oficinas de Dubai de Al-Khalid International, sorbiendo un cafe turco mientras aguardaba a que el rey del Emirato de Varapur la recibiera en una improvisada reunion. Cuarenta y ocho horas antes, habia estado en Praga visitando varios castillos buscando inspiracion para un proyecto renacentista en el que su hermana la habia involucrado. Sin embargo, la asistente personal del rey Tariq Al-Amad se habia puesto en contacto con ella con la promesa de un anticipo muy lucrativo simplemente por reunirse con el y discutir su propuesta. Su creciente fama en los ultimos dos anos le habia proporcionado una gran cantidad de proyectos, pero, aun asi, la oferta del rey Tariq Al-Amad habia sido toda una sorpresa. Lo ultimo que esperaba es que un rey del petroleo se interesara por su trabajo con energias alternativas y edificios autosustentables. Tras una exhaustiva investigacion, Lori descubrio que el rey era un astuto hombre de negocios que gobernaba un pequeno pais, Varapur, en los Emiratos Arabes. Su familia llevaba reinando mas de un siglo y se le conocia por ser un lider muy tradicional y querido. Sarah no sabia si podria trabajar con las restricciones que impondria un rey tan tradicional, pero la oferta era lo bastante tentadora como para hacer juegos malabares con su agenda y aceptar la reunion. La oportunidad de edificar en Dubai era un sueno hecho realidad para cualquier arquitecto. Solo con ver las brillantes torres de la ciudad desde su asiento en primera clase habia quedado impresionada, aunque aun no estaba convencida de la idea al cien por cien. Pese a haber nacido y haberse criado en Texas, no le atraia demasiado la idea de estar en una ciudad con altisimas temperaturas en octubre y donde se suponia que habia que ir tapada de los pies a la cabeza. "Senorita Johnson, el rey Al-Amad la esta esperando," dijo su asistente. En su placa ponia "Tufa Kabir." Era una mujer impresionante, vestida con un sobrio traje de chaqueta azul marino. Debia estar en la treintena y llevaba el pelo recogido con un hermoso panuelo verde. Su maquillaje era ligero, pero el khol oscuro que delineaba sus suaves ojos marrones les daba un brillo especial. La senorita Kabir le mostro el camino, atravesando las grandes puertas que conducian al despacho del rey. La mujer le hizo un gesto para que entrara y Sarah encontro al rey Tariq conversando aun con su anterior interlocutor. "Eso es todo, Ahmed. Pero que sea la ultima vez que me decepcionas o tendras que buscarte otro empleo. ?Queda claro?" ordeno con su voz de baritono en tono autoritario. "Si, mi rey," afirmo el hombre agachando la cabeza. "Pues marchate, y no hagas que me arrepienta de mi decision." El hombre se dio la vuelta y salio a toda prisa, pasando junto a Sarah y Tufa. El rey Tariq AlAmad se puso entonces de pie, quedando patente su imponente figura. Mediria perfectamente 1,95 metros, por lo que la enorme mesa de caoba ante el parecia de juguete. Sus amplios hombros se adivinaban bajo su Armani de seda a medida, que resaltaba su tez bronceada. Su cabello era oscuro como la noche y enmarcaba su rostro, cubierto por una barba frondosa pero bien mantenida. "Senorita Johnson, gracias por aceptar reunirse conmigo. ?Puedo ofrecerle algo antes de que empecemos?" "Otro cafe si es tan amable y ?podria tomar un brioche? Aun estoy bajo los efectos del jet lag." "Tufa." El rey Tariq le hizo un gesto y la mujer hizo una reverencia antes de ir a por el refrigerio. "Sientese," dijo senalando el gran sillon acolchado frente a el. El despacho era enorme, con suelo de vetas de madera en tonos medios, paredes grises que potenciaban la luz solar que se filtraba a traves de una hilera de ventanas a lo largo de la pared de la oficina y muebles tapizados en torno a una enorme mesa de reuniones. "Gracias, rey Al-Amad. Debo decir que su invitacion ha sido toda una sorpresa," dijo Sarah, tomando asiento. "Si, sospecho que debe resultarle contradictorio que un imperio construido sobre... ?Como lo llaman ustedes los americanos? ?Oro negro?… se interese por la construccion de un palacio autosustentable." "Resulta, cuanto menos, curioso," anadio Sarah con una sonrisa, mientras Tufa colocaba los refrigerios en una mesita junto a su asiento. Inclino la cabeza en senal de agradecimiento al marcharse la mujer y dio un sorbo disfrutando del distintivo sabor de la cafeina. El rey dio un largo trago de su propia taza humeante. Sabia que la estaba evaluando mientras contemplaba su largo cabello rojo oscuro, su rostro palido cubierto de pecas y su atuendo informal de negocios consistente en una blusa beige y falda negra a la altura de la rodilla. La observaba con sus ojos color cafe y aunque su intencion era mantener una actitud puramente profesional, la intensidad de su mirada le provocaba algo mas que piel de gallina. "?Me permite?" pregunto Sarah educada, senalando el brioche. Al asentir el rey, dio un pequeno bocado al dulce, que acompano con otro sorbo de cafe. La habian tratado bien en primera clase, pero tener un aperitivo a mano la ayudaba a controlar los nervios. "Para serle sincera, alteza, tambien me intriga el hecho de que piense en una mujer para dirigir el proyecto, y mas, uno tan inusual." Tariq alzo una ceja en direccion a la joven pelirroja sentada frente a el. "Es comprensible. No, al principio no tenia en mente que una mujer estuviera a cargo del proyecto, pero no crea que soy tan necio como para ignorar a aquellas personas cualificadas para la tarea. Procuro alcanzar el exito en todo lo que emprendo y, tras mucho indagar, usted es la mejor eleccion." Hacia mucho tiempo que la voz de un hombre no la afectaba tanto. "Digame. ?Que ha descubierto al investigar sobre mi?" "Licenciada en el Texas A&M College of Architecture donde obtuvo su master a la edad de veintiuno. Despues se inscribio en el programa de maestria en sostenibilidad de Harvard y, con veinticuatro anos, ya habia ganado el Gates International Challenge con sus disenos Johnson Quick Deploy Habitat de viviendas autosustentables y a prueba de desastres naturales." El rey Tariq unio los dedos frente a su rostro y se inclino hacia delante de forma casi imperceptible. "Desde entonces, su talento ha sido muy demandado, no solo por sus conocimientos sobre edificios 'verdes', sino por sus impresionantes disenos." "Vaya," exclamo Sarah y sus ojos color jade brillaron traviesos, "?Lo ha leido en una entrevista de Vanity Fair?" "No se burle de mi," le advirtio y Sarah se pregunto si sus ojos siempre tendrian ese fuego en su interior. "No lo hago, pero lo que acaba de decir no es mucho mas de lo que obtendria al hacer una busqueda en Internet. Dice que soy la mejor, pero ?que le hace pensar asi? Un hombre de su calibre no se queda en la superficie y va mucho mas alla." "Me informaron sobre usted, y tengo muchos colegas que han podido admirar su trabajo de primera mano. He colaborado personalmente con el senor Gates en varias empresas y su nombre aparecia en la breve lista de personas que recomendaria para este proyecto en particular. Nadie mas posee la mezcla adecuada de conocimientos de ingenieria y arquitectura para lograr la perfeccion estetica y funcional que exijo. Busco lo mejor, senorita Johnson, y creame cuando le digo que, si no pensara que es usted la persona mas idonea para el trabajo, no malgastaria un segundo de mi tiempo en esta conversacion" dijo en tono severo. "Quien exige perfeccion en todo, se decepciona en gran medida," dijo Sarah con cierto sarcasmo. "?Es su intencion decepcionarme?" pregunto el rey mirandola con ojos fieros. "No, pero creo que la impresionante muestra de autoridad que presencie al entrar al despacho era una advertencia para que supiera quien esta al mando," dijo, dando otro bocado al brioche. Tariq tenso lo mandibula. "Hace falta mano dura para un liderazgo solido. Espero que todo el que trabaja por o conmigo lo tenga claro." "Deber ser ya la quinta vez que me encuentro en una situacion asi. Indepedientemente de la cultura, las demostraciones de poder no son para nada originales." No habia sido su intencion inclinarse hacia el como si le estuviera contando un gran secreto ni dirigirle aquella amplia sonrisa. "Pero es obvio que tiene mi atencion, asi que, cuenteme mas sobre ese palacio de ensueno." "Antes de entrar en materia, le recuerdo que ha de firmar el acuerdo de confidencialidad." "Cierto, disculpeme. " Sarah busco en el interior de su bolso, saco los contratos y los deposito en la enorme mesa. "Mis abogados los han revisado y han anadido una clausula estandar que siempre solicito. Lo que viene a decir es que si acepto el proyecto y me mienten en cuanto a la clasificacion verde para la tecnologia empleada o se lleva a cabo alguna ilegalidad, me reservo el derecho a denunciar a las autoridades o medios de comunicacion oportunos. Es la unica condicion que pongo en los acuerdos de confidencialidad. Lo toma o lo deja." Noto como volvia a apretar los dientes por un movimiento casi imperceptible de su barba, pero paso las hojas hasta llegar a la pestana coloreada que marcaba la rectificacion de su abogada sin mediar palabra. Sarah lo observo mientras inspeccionaba el documento, tomaba una pluma que probablemente costaria mas que muchos coches, y dejaba su rubrica. "Soy un hombre de palabra, senorita Johnson, y espero que, en caso de encontrar algun problema, se dirija tambien a mi personalmente." "Es un placer oir eso. Por favor, llameme Lori," dijo sonriendo. "Como desee." El le devolvio la sonrisa y extrajo del cajon a su izquierda un par de gafas con lentes oscuras. Sarah las conocia. Las habia empleado en varios proyectos para visualizar prototipos de diseno y no le sorprendio. Si podia permitirse oficinas en Dubai, un par de gafas de realidad virtual no eran nada. Sarah saco un coletero del bolso y se recogio los largos rizos color rubi. Habria jurado que el rey miraba el rastro de pecas de su escote, pero le molesto mas el hecho de que a ella no parecio importarle. La pelirroja no sabia a ciencia cierta que le estaba ocurriendo, pero habia algo en la presencia dominante del hombre frente a ella que la hacia estremecerse de placer. "Tome," dijo tendiendole un par de gafas de realidad virtual, "Creo que le ayudara a entender mejor mi idea." Ella se coloco las gafas y, en el centro de la mesa del despacho, aparecio un artefacto flotante. Parecia un aparato de aire acondicionado exterior cubierto de una chapa hexagonal. "Esta," continuo el rey, "es mi empresa personal, financiada con mi propia fortuna, disenada por las mentes mas brillantes que he podido contratar. El modelo a escala completa puede, en teoria, dar energia a una casa media de los Estados Unidos durante cinco anos con un mantenimiento minimo. Lo llamo Modulo de Energia Verde, G.E.M, por sus siglas en ingles, la joya de Varapur." Lori abrio los ojos como platos. "?Cinco anos? ?Que demonios lo impulsa?" Se tapo la boca con la mano nada mas hablar. "No se preocupe. Lo cierto es que esperaba exabruptos mucho mas...pintorescos," dijo Tariq con una sonrisa amplia y luminosa por una vez. "En su forma mas rudimentaria, es un tipo de celda de combustible de hidrogeno. Sin embargo, su eficacia no radica en el combustible, sino en un microorganismo unico descubierto en Varapur hace muchos anos." "?Funciona con la unica aportacion de un tanque de agua salada durante cinco anos?" pregunto Sarah una vez mas. El G.E.M explosiono, mostrando su funcionamiento interno con dos enormes tanques en el centro. "Agua con sal y tambien dioxido de carbono. Los organismos usan ambos en un proceso unico que proporciona no solo altos niveles de energia, sino tambien, en teoria, la capacidad de interactuar facilmente con los aparatos que se encuentran en la mayoria de hogares. Y con un peso aproximado de 450kg, puede convertirse en nucleo de carga para vehiculos electricos." Sarah se quito las gafas y miro atonita a Tariq. "?Y no es un suicidio para usted? Si lo que afirma es cierto, supondria una enorme revolucion en el campo de las energias alternativas y dudo que nadie espere una noticia asi de un imperio petrolero." "Tiene razon. Por eso he financiado esta operacion de forma privada. Si se supiera, podria causar estragos en los mercados. No, tenia que asegurarme de que la tecnologia estaba lista y hallar una prueba de concepto que valiera la inversion personal. Quiero disenar un palacio que sea accionado en su totalidad por tecnologia G.E.M," concluyo, juntando los dedos de ambas manos sobre sus labios. "Es un proyecto muy ambicioso," afirmo Sarah. "Tendria que aparcar o delegar los proyectos en los que estoy trabajando actualmente para sacar tiempo..." "Le pagare cincuenta millones de dolares," la interrumpio Tariq. "Y veinte millones adicionales para que los done entre las organizaciones beneficas que crea convenientes." "?Lo dice en serio?" "No tengo tiempo para juegos, senorita Johnson. Por esos honorarios, su tiempo es mio y solo mio hasta que finalice nuestro negocio." No habia sonrisa ni brillo en sus ojos, solo hechos. "?Es que quiere comprarme, rey Al-Amad?" "No intente provocarme." Pero noto una leve contraccion en su labio. "Sabe a lo que me refiero. Su sueldo sera acorde al nivel de mis exigencias. El petroleo es un recurso limitado. No me malinterprete, si Ala quiere, habra crudo de sobra para proveer a Varapur durante generaciones, pero el hombre cuya casa esta hecha sobre arena, terminara hundiendose, y quiero asegurarme de que mi imperio permanezca. " La miro intensamente con sus ojos oscuros, sin suplicarle, pero implorandole que se uniera a el. "Hay unas reglas basicas que quiero que se cumplan," respondio ella. Tariq fruncio el ceno, pero respondio, "Continue." "Uno, comprendo que esta acostumbrado a ciertas tradiciones. Hare lo posible por cumplirlas, pero mi vida privada es solo mia, y espero que la respete." "Estoy de acuerdo." "Dos, cuando se trate de mi parte del proyecto, la jefa soy yo y respondo solo ante usted. Mis subordinados deben ser capaces de trabajar para una mujer, en caso contrario, se iran. Me crie entrenando ponis en San Antonio y si no entraban en vereda, los mandaba a pastar. No me importa lo que digan a mis espaldas mientras hagan su trabajo. " "Estoy seguro de que es usted un torbellino, senorita Johnson. Me encargare de que no tenga problemas con el personal, pero no olvide que tiene que responder ante mi." Volvio a tensar la mandibula, pero no aparto la mirada de la suya. "Y, por ultimo, los terminos anadidos al acuerdo de confidencialidad que tan amablemente ha aceptado. Por lo que, rey Tariq Al-Amad, creo que este es el comienzo de una relacion bastante fortuita." Sarah se puso en pie y le ofrecio una amplia sonrisa y su mano derecha. El la acepto y le beso el dorso, dejando un rastro de cosquillas al rozar la piel con su barba. "Eso espero. Senorita Kabir, me he tomado la libertad de enviar sus cosas a su habitacion de hotel en el Burj Al Arab." "Gracias, mi rey," dijo Sarah guinando un ojo antes de darse la vuelta para marcharse. "Una cosa mas, senorita Johnson," dijo deteniendola. "Tengo un hueco inesperado esta noche. Espero que pueda venir a cenar conmigo." Sarah hizo una pausa y el la aprovecho para continuar, con una sonrisa. "Dijo que conoce las costumbres que tenemos en Dubai. Si es asi, deberia saber que es de mala educacion rechazar una invitacion asi." "Que diablos. Una tambien tiene que comer," dijo, sonriendo nerviosa.

  • La Mujer Carmesi de Jaime Heras

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    California, anos 90. Los Crawford han recuperado una vieja foto familiar. Para su sorpresa descubren que en la foto aparecen posando con un hijo que no recuerdan. Tras entrar en contacto con una mujer que ha sufrido un caso parecido, los tres comenzaran una investigacion para averiguar que ha sido de sus hijos y por que nadie los recuerda. Contaran con la ayuda de un hippie con lagunas de memoria y un investigador de fenonemos paranormales. En su aventura desentranaran una historia que comenzo sesenta anos antes, pero cuyas raices se hunden en la noche de los tiempos.

  • Que vas a hacer con el resto de tu vida de Laura Ferrero

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  • Navidad. y algo mas de Priscila Serrano

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    Erase una vez una noche estrellada, una noche repleta de luces de colores... En cada esquina, la gente cantaba la misma cancion: Navidad, Navidad, dulce Navidad. ?En serio? O sea, ?no hay mas repertorio? A veces pienso que se quedaron anclados en esa cancion. Menos mal que en mi casa se saben mas. Me encuentro en un atasco con el coche, esperando pasar el maldito semaforo que se ha puesto en verde cuatro veces y todavia sigo aqui, sin poder avanzar por la cantidad de vehiculos que hay a esta hora. A este paso, me comere las uvas aqui y eso que aun estamos a veintitres de diciembre. Mi mania de dejarlo todo para ultima hora... Todavia me faltan por comprar algunos regalos de Papa Noel para mis sobrinos, unos sobrinos que piden demasiadas cosas y encima muy caras. Creo que al final comprare lo que me salga de las narices y santas pascuas. Cuando por fin cruzo el semaforo, estoy a solo cinco minutos del centro comercial. Aunque claro, ahora la cola para entrar sera incluso mas larga. Dios mio, el ano que viene empiezo a comprar los regalos en verano. Casi una hora despues, consigo aparcar el coche y me bajo con la clara intencion de correr como si se me fuera la vida en ello. Voy tan rapido que parece que estoy en una maraton. Miro el reloj de mi muneca justo cuando entro en el centro comercial y compruebo que son casi las nueve de la noche. Pronto cerraran asi que tengo muy poco tiempo. Encima aqui hay mucha gente. Me estoy agobiando. Camino sorteando a las personas y me dirijo hacia la tienda de juguetes. Espero tener suerte y encontrar algo que les guste a Paula y Julia. Mis sobrinas han sido muy claras en su carta a Papa Noel, quieren la misma muneca. Exactamente la misma y su madre, es decir, mi hermana, no la ha encontrado. Suerte que mi amiga Susana me ha dicho que esta manana habia visto cinco munecas aqui. Comienzo con la busqueda loca y tras sortear a muchas personas en el camino, veo a lo lejos la estanteria donde se suponia que debian estar las cinco munecas, pero solo quedan tres. Entonces veo a camara lenta como una senora coge una. Me quedo expectante, rezando para que no coja ninguna mas y la veo marcharse con la munequita de los... <>, me digo a mi misma justo cuando emprendo camino hasta esas perfectas munecas que parecen sonreirme desde sus cajas rosadas y llenas de brillos. No pueden ser mas feas pero claro, si mis ninas las quieren, la tita Julia se las consigue. Cojo la primera y me la llevo al pecho como si hubiese conseguido el premio a la mejor tia del ano y justo cuando toco la segunda, alguien agarra el otro lado de la caja y mis manos comienzan a temblar. Miro a la persona que esta quitandome lo que llevo buscando mas de diez minutos y nos quedamos congelados. <>, pienso. --?Julia? --Su voz me pone la piel de gallina. Es esa misma voz que tantas veces me susurraron palabras bonitas hace mas de un ano. --David... Hola --titubeo, nerviosa--. Cuanto tiempo. ?Que tal? Sonrie al percatarse de mi nerviosismo y no le culpo, se me nota tanto que hasta siento como arden mis mejillas. --Bien, muy bien. No sabia que estuvieras en Madrid --dice sin soltar la muneca, cosa que yo tampoco hago. Me quedo pensativa unos segundos, los mismos en los que el no me quita la vista de encima. Es mas, incluso me ha repasado de arriba abajo, aunque no haya mucho que ver con tanta ropa. El polar que llevo me llega hasta las rodillas y ni que decir de lo gordo que es; hasta podria pasar por una embarazada. Dios me libre, ya tengo suficiente con mis sobrinas. --Eh, si. Llevo viviendo aqui cinco meses, pense que era buena idea volver a casa. --Agacho la cabeza un poco avergonzada. Nuestra historia de amor fue la mas bonita que he vivido en toda mi vida. No hay dia que no recuerde todos los momentos que pasamos juntos en Canarias. Nos fuimos a vivir alli tras dos anos de novios porque me habia salido un trabajo. El trabajo de mi vida, en realidad. Eramos felices, el tambien habia conseguido un buen empleo, pero no fue suficiente. Al menos no para el. Entonces, una noche decidio por los dos y se marcho dejandome alli sola, sin familia ni amigos. No llevabamos tanto tiempo en Canarias como para tener un vinculo con otras personas y me dolio que me dejase tirada cuando teniamos tantos planes. --Me alegro de que hayas vuelto --responde sincero. --Gracias, yo tambien. Nos quedamos un momento en silencio y tiro de la muneca, pensando que la va a soltar pero no lo hace. Es mas, el tira tambien. Alzo una ceja incredula, pues de verdad pensaba que iba a dejar que me la llevara. No, por lo visto no sera asi. --Eh... Necesito esa muneca --le digo con calma. --Yo tambien y mucho --replica aferrandose a ella. --No lo entiendes, necesito las dos munecas. Ya sabes que tengo dos sobrinas y las dos quieren la misma muneca. Y no hay mas en ninguna parte. --Yo tambien tengo una sobrina a la que no veo desde hace mas de cinco meses y es la unica que queda. Vamos, no seas egoista, ya tienes una. Comienzo a negar, poniendome mas roja aunque no por verguenza sino por el cabreo que esta creciendo en mi interior, lenta y dolorosamente. Creo que David no recuerda como me pongo cuando me enfado y hoy va a ver la peor parte de mi como no suelte la dichosa muneca. --Espera, pensemos con claridad, por favor --refiere pasandose la mano que tiene libre por su precioso y sedoso cabello negro. No puedo dejar de observarle--. Echemoslo a cara o cruz. ?Te parece? --Alzo una ceja con altaneria y a la misma vez enseno mi preciosa mueca de desconcierto que tanta gracia suele hacer pero que a el, por increible que parezca, le resulta tierno. --Sigues siendo la misma --murmura de pronto. Abro los ojos desorbitadamente y me muerdo el labio inferior justo cuando se acerca unos milimetros. Ha sido un leve movimiento que he notado al oler mas de cerca su colonia. <>, pienso mirandole a los ojos. David sonrie dulcemente y yo creo que pronto caere al suelo hecha gelatina. Es tan guapo, siempre lo ha sido. Niego desechando cualquier pensamiento sobre el hombre que me dejo tirada solo por no ser capaz de vivir con su novia en otro lugar y crear su propio hogar. No fue capaz de luchar. --?Sabes? Dejare la muneca con una condicion --propone. --?Que condicion? --Que cenes conmigo esta noche. --Trago saliva nerviosa, muy nerviosa y me quedo sopesando su propuesta. Como si fuera posible aceptarla como si nada... --Lo siento pero no puedo --respondo sin titubear. --Entonces, dame la muneca que tengo que irme. --No te la vas a llevar, yo la he visto antes. No es justo que vengas ahora y me la quites, asi como... --?Asi como que? ?Que ibas a decir, Julia? --Me interrumpe, sabiendo que si no llega a hacerlo, podria haber dicho algo de lo que despues me arrepentiria. Y la verdad es que necesito gritarle algunas cosas que tengo atascadas en la garganta desde que lo vi marcharse, desde que salio por la puerta aquella noche en la que creia que me esperaba con una cena romantica. Era nuestro aniversario y al final fue nuestro ultimo dia juntos. Es todo tan surrealista. --Nada, sera mejor que me vaya. --Me giro, dejandole la muneca. Ya buscare otra. Camino con la unica muneca que he conseguido entre los brazos, como si quisiera llenarlos de algo que no sea soledad. Luego la pego a mi pecho, ahi donde aun sigue doliendo. Donde, a pesar del tiempo, sigue latiendo por la unica persona que he amado en mi vida. Pero fue tan cobarde, tan egoista. Llego hasta la caja y pongo la muneca sobre la cinta para pagarla y asi irme de una maldita vez para volver a mi casa, de donde no saldre hasta manana a las nueve de la noche. Tengo el dia libre asi que me hundire en mi miseria con el fin de que algun dia pueda volver a salir del pozo con una sonrisa y gritando que lo he superado. Lo mas gracioso de todo es que pensaba que asi era, que habia superado la ruptura, el abandono, pero ahora que he vuelto a verle, me siento incluso peor que antes. Sobre las once de la noche, llego a mi apartamento y tras dejar la muneca y mi bolso en la entrada, me quito el polar para dejarlo sobre la silla de comedor. En seguida enciendo la calefaccion y las luces del arbol de navidad. No es que me guste, en realidad creo que es mas por costumbre que otra cosa; mis padres siempre me han ensenado lo valioso de esta epoca, lo bonito que es pasarlo con la familia y amigos, con el amor... No tengo de eso, no hay amor por ninguna parte. Voy hasta la cocina y me preparo un chocolate caliente para despues sentarme en el sofa con la manta que me regalo mi hermana el ano pasado, es de borrego y muy calentita. Aqui en Madrid hace demasiado frio, tanto que no soy capaz de desnudarme para ponerme el pijama hasta que la casa este caldeada. Enciendo la tele y busco una pelicula en Netflix, justo cuando escucho unos toques en la puerta. Me pongo nerviosa, no suelo recibir visitas a esta hora. En realidad, no suelo recibir visitas, soy algo solitaria. Me levanto y arrastro los pies hasta la puerta. --?Quien es? --Pregunto asustada. --Soy David. ?Me abres la puerta? Apino los labios y frunzo el ceno. ?Que hace aqui? Me pongo de espaldas a la puerta y echo la cabeza sobre ella. Me quedo asi unos segundos, pensando si abrir o no. Suspiro un par de veces cuando vuelvo a escuchar su voz. --Julia, por favor. Necesito hablar contigo --suplica y escuchar asi su voz, no hace mas que hacerme mas dano. Se lo que quiere decirme, como tambien se lo que puedo llegar a sentir cuando lo escuche. Tambien se que sigo enamorada y que mi vuelta ha sido por el y nada mas que el. Eso no lo sabe, no he llegado a decirselo porque cuando llegue, David no estaba. Estuvo fuera un tiempo, segun su madre necesitaba pensar y este no era el lugar. La verdad es que no sabia que tambien habia regresado a Madrid. --Yo, sigo queriendo... --Lo escucho suspirar--. Te he traido una cosa. --Dejalo en la puerta y vete, David. No es el momento de hablar algo que podrias haberme dicho en otra ocasion, en otro lugar --esto ultimo lo digo mas para mi que para el, aunque estoy segura de que me ha escuchado. --No pienso irme hasta que me abras y me dejes hablar contigo. Solo cinco minutos y si despues de eso sigues sin querer verme, me ire y no te molestare mas. Sin mas, abro la puerta y me mira. --Solo cinco minutos, es lo maximo que te doy. Tu a mi no me diste ni un minuto para poder hacer que... No termino la frase cuando sus labios chocan con los mios. Siento la calidez de sus manos cogiendo mis mejillas para apresarme mas a su boca, para no dejarme ir. Por un momento intento escapar de el, de este beso que hara estragos en mi, que hara que vuelva a caer en sus brazos como si no me hubiesen soltado nunca. Nos separamos unos milimetros con la respiracion agitada. David pega nuestras frentes para despues clavar sus ojos verdes en los mios y suspira. --No sabes lo que he necesitado este beso, lo que he sonado con este momento --declara con la voz cargada de agonia. --Si no me hubieras dejado alli, no habria sido un sueno --respondo, demostrandole cuan dolida estoy. --Perdoname, no tenia que haberte dejado. No sabes lo que me arrepiento. --Se separa de mi --. Pense que yo seria una piedra en tu camino, en esa vida que tanto te habia costado conseguir. Ser la jefa de recursos humanos en esa empresa fue siempre tu sueno y yo no queria que lo dejaras por mi, porque yo no era feliz alli. Crei que hacia lo mejor para ti... --Pero no fue asi, rompiste mi corazon en mil pedazos y me convertiste en lo que ves ahora; una mujer dolida que no es capaz de ser feliz y mucho menos confiar en nadie --le interrumpo dandome la vuelta para ir hasta el sofa y volver a sentarme. Hundo la cara entre mis manos a la vez que siento las suyas cogerlas para hacer que lo mire. Esta de rodillas frente a mi y creo que esta noche sera mi fin, lo estoy viendo venir. --?Que era lo que me traias? --Intento relajar el ambiente con una pregunta que no viene al caso. Sonrie de lado y coge la bolsa que traia en las manos y que no habia visto hasta ahora. Saca la muneca y yo alzo ambas cejas, sorprendida. Me la tiende para que la coja. --Es tuya. --?Por que? --Porque no tengo nada. Todo lo que soy, lo que tengo... lo que ves, es tuyo Julia y quiero que siempre sea asi. --Vuelve a agacharse frente a mi--. Te quiero mucho mas que aquella noche en la que me equivoque, la noche que no logro olvidar porque no soy capaz de sacarte de mi mente. Te quiero mucho mas que cuando te vi la primera vez en esa gasolinera. --Me regala una sonrisa sincera y tierna--. Te quiero incluso mas que cuando me tiraste aquel vaso de agua en la cara cuando intente pedirte una cita. Pero es que estaba tan loco por ti que no era capaz... No puedo seguir escuchando sus palabras porque ya han calado hondo en mi pecho, mucho mas hondo que cuando comenzamos con este amor que no morira jamas. Lo beso con todo el amor que soy capaz de sentir por el, con el mismo amor que he intentado esconder y no he podido. David me abraza, me encierra entre sus brazos a la vez que me levanto para poder abrazarle. Subo mis manos hasta su cuello y entrelazo mis dedos en su nuca, buscando mas profundidad en este beso que marcara un antes y un despues en nuestra historia. Estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos cuenta de que un movil comienza a sonar hasta pasados unos segundos. No es el mio, como va a serlo si yo odio ese villancico: Navidad, Navidad, dulce Navidad. Que alegria en este dia hay que celebrar. Me separo de el y alzo una ceja para despues mirarle a los ojos. Reprimo la carcajada porque se que no es el momento. --?En serio? --Pregunto. Mas el no responde--. Odio esa cancion. --Lo se, por eso mismo la he puesto de tono de llamada. --Arrugo la frente--. Me recordaba a ti. Estallo en una estruendosa carcajada que hace que el se una a mi. Ambos nos reimos sin motivo aparente y sin embargo, no podemos parar. --Feliz Navidad, dulce Navidad, Julia --murmura cerca de mi boca. --Feliz Navidad, dulce Navidad, David. Nos besamos para sellar nuestro amor, para demostrar que ni el tiempo y mucho menos la distancia es capaz de acabar con algo tan poderoso como es el amor verdadero. Despues de esto, amare el villancico y lo cantare todas las Navidades que pase junto a el porque se que esta vez, sera para siempre.

  • La bruja de Ravensworth de George Brewer

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    bra su boda con lady Bertha, viuda y madre de un nino. Durante el banquete, la terrible bruja de Ravensworth irrumpe en el castillo y vaticina a la novia infinitas desdichas. Sin embargo, su esposo ve en la anciana un medio para alcanzar titulos y fortuna y no dudara en acudir a su choza en el bosque para ganarse su favor y el del demoniaco senor al que esta sirve. Enganos, secuestros, pasadizos, puertas secretas… de todo se valdra el baron para lograr lo que tanto ansia, perdiendo progresivamente su alma en un camino sin retorno. Por su parte, tras sus sanguinarios actos, tambien la bruja oculta un oscuro secreto.

  • La mascara sagrada de Klara Delgado

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    Este no es un libro convencional, es un librojuego, y tu eliges el desarrollo de la historia. ?Llegaras con exito al final?
    Por fin se acabaron las clases y comienzas tus vacaciones de navidad. Un mensaje de WhatsApp te despierta y su inquietante contenido da lugar al comienzo de la historia.
    Tu mejor amigo te avisa de que ambos estais en peligro de muerte. En una nota anonima os piden que devolvais una mascara que no teneis. ?Que podeis hacer?
    Ahora tu te conviertes en el protagonista, tomas las riendas de esta historia y eliges lo que quieres hacer. ?Tus elecciones te llevaran a conseguir el exito de la mision o, por el contrario, el final sera un autentico desastre?
    Sumergete en tu propia aventura.

  • La colina gris de Raquel Moreno

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    La Colina Gris es el sitio perfecto para vivir. Es como un oasis en mitad del mundo corrupto y materialista de fuera donde sus habitantes son felices y reina la prosperidad.
    Judith lleva anos viviendo alli y es completamente feliz. Juanjo vive en la calle con su hermano y a ambos se les presenta la oprtunidad de entrar a este lugar.
    Pero, ?que ocurrira cuando los dos se encuentren? ?Seguira siendo todo tan perfecto? ?O saldra a la luz la realidad de este lugar?

  • Causas naturales de Barbara Ehrenreich

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    ?Para que sirve cuidarse si nuestros cuerpos no son de fiar?

  • Esto que aqui ves de Monica Carrillo

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    Si alguien me hubiera preguntado, le habria dicho que naci cerca de La Sepultura, donde los dias y las noches eran tristes, igual que hoy, donde la neblina lo cubria todo hasta llegar al pensamiento. Meciendose en las entranas como un canto lugubre y lastimero. Impregnando a cada paso los recuerdos de por si ya confusos. Esa neblina dolorosa que con solo respirar iba humedeciendo cada poro por donde pasaba con una melancolia infinita. Si alguien me hubiera preguntado, le habria dicho que ese constante frio se me fue clavando desde que tengo memoria y ahora regresa todo, de golpe, como un punetazo en la cara que el destino hubiera deseado asentarme desde hace muchos anos. Tu estas ahi, a un paso de la sepultura, pero decidiste consumir tu cuerpo para que nadie te detenga, para volverte parte del aire. Yo me quedo pensando con detenimiento en las esperas, en todo lo que vendra despues, cuando ya nada tenga la huella de tu mano y cada resquicio de ti se encuentre suspendido entre las cenizas. Este que soy, espera ansioso a saber cuando podra decirte de nuevo que eres el otro Uno que le complementa, que le da sentido. Este que soy ahora, resquebrajado y taciturno por el paso de los anos que no se portaron igual con ninguno de los dos. Porque cada golpe de ausencia me recordara que tu te fuiste antes, y yo no se que hacer con tanto tiempo por venir y que no percibo. Porque el cosmos, las palabras, el espacio, se han quedado suspendidos sin una boca perfecta y virtuosa que les pronuncie. Porque recuerdo bien, a cada gota de silaba, que por tu voz fue que yo vi nacer el mundo. Si alguien me hubiera preguntado, si alguien me preguntara ahora, le diria que con gusto volveria a La Sepultura con tal de irme contigo. Estoy cansado. Agrietado y solo. Vuelvo a ser un Uno sin proposito. UNO Hubiera sido mas facil zafarse de este asunto. Digo, pero el siempre estuvo ahi, claro. No habia necesidad de que esto se prolongara tanto. Ya vas a empezar a quejarte, Lilith... me diria ella. Su palido semblante dentro del feretro rosado luce tranquilo ahora, al menos eso alcanzo. Mama lleva en las manos el collar de cuentas del Tibet, que el le trajo, en alguna de sus multiples desapariciones, su cadena con dijes al cuello y los aretes que yo le regale. No puedo comprender lo absurdo que es el amor, la costumbre o lo que sea. Porque ni siquiera se si eso fue amor alguna vez. No, no lo entiendo. Tampoco se si valio la pena su esfuerzo. Acabar asi en esta vida sin sentido le quita a uno las ganas de seguir viviendo. Tuvo muchas oportunidades y las dejo ir. Todos estamos atados a algo. Paseo la vista por este sitio. Paredes frias y grises, muebles burdos. Candelabros, iconografias religiosas, sobrios floreros llenos de plastico. Y la gente. !Ay, la gente! Es algo que no soporto. El olor a velas me produce jaqueca. Los otros floreros, los que estan junto al feretro, unicos con flores naturales, despiden su olor dulzon y agrio a la vez, tan desagradable. Y lo peor es que seguiran llegando las malditas flores. Manana olera peor. No, esta de mas, no lo soporto. Me se de memoria todos y cada uno de los detalles de la vida de Katy porque lo que no vivi me lo platico. El resto lo lei en sus diarios. No se si haya algo que deba aprender o solo terminar de saludar a tanta gente y esperar a que se marchen para cerrar este capitulo y regresar a mi vida. Sigo dandole la mano a cuanto anciano se acerca: Si senora Equis, gracias senora Ye, no senora Zeta, mama se fue tranquila senor Eme, muy amable senor Pe. Esto esta llenisimo, me falta el aire. Salgo. Me veo afuera mirando a lo lejos y encendiendo un cigarro. Maldicion, se me hacen bolas los nombres y ya me dolio la cabeza. !Si al menos se hubiera alejado! No me gustan los sepelios, madre, pero hay que estar aqui y seguir saludando gente, recibiendo el pesame, atendiendo personas o como se diga. Si por lo menos me hubieras dado hermanos, con alguien compartiria esto. ?Que se supone que haga? ?Llorar? Claro, es lo que todos esperan. Pero yo aguardare hasta estar sola, de lo contrario no podria seguir con esto, de pie, con tantas almas en torno mio. Ellos ya lloran bastante, algunos como si de siempre te hubieran conocido. Para mi no son mas que extranos. Tal vez no se me da llorar porque estoy demasiado incomoda, muy molesta. Fumo. Miro tu ataud desde aca. !Cielos, cuanta gente en verdad! Donde estuvieron todos esos cuando la pasaste tan mal. Cuando estuviste sola y con problemas. Donde estuvieron tu madre y tu hermana cuando todo paso, como aquello de que te cambiaste de ciudad y de trabajo, no se por que. No, Katy, no, no y no. Esa no fue forma de vivir ni de morir. Y ese hombre, por Dios, que avejentado esta. Y haciendo guardia en la puerta como si no supiera que no tolero ni verlo. !Ese tipo insoportable ya esta aqui! --Necesitas ayuda... Le dijo el joven a Katy que, con sus veintitantos anos, bajaba un mueble del pequeno coche compacto que le prestaron para la mudanza. En la radio del auto se escuchaba Billy Jean, lo mas sonado del ano, pero lo tuvo que apagar sin ganas para atender al recien llegado. Se sacudio los pantalones relavados y rotos que ahora estaban llenos de tierra al igual que sus choclos converse, los ultimos que compro en El Paso. Se le dificultaba oirlo porque de pronto hablaba muy bajo. El clasico ?perdon ? lo hizo repetir la frase. Ya lo conocia, lo habia visto en la oficina, ella llevaba tres meses ahi. Era habil para hablar y diestro en convencer a las personas por telefono, como si todo lo supiera de memoria, pero retraido y serio en el trato cuando alguien le abordaba de frente. Es trabajo, a fin de cuentas, penso. Tenia ese extrano movimiento, ella ya lo habia notado, una mania rara de inclinar la cabeza hacia su hombro derecho con frecuencia y entornar los ojos como si alguien lo estuviera observando. Un tic, una actitud, una extrana manera de ser que le distinguia de los aguerridos vendedores que eran sus companeros, aquellos con una soltura desparpajada a la hora de hacer su funcion, y capaces de decir cualquier clase de ocurrencia con tal de concretar una venta telefonica. Le dijo que no, pero eso no impidio que el delgado --y algo desarrapado-- individuo tomara un extremo del mueble. No habia sido un ofrecimiento, no habia sido una pregunta. El dijo necesitas ayuda, fue una afirmacion. Un juicio concreto que ejecuto mentalmente y procedio en seguida a ayudarle. No se percato del asombro de la muchacha ni de su mohin de descontento, enfrascado en la tarea de transportar de la manera mas eficiente el voluminoso objeto. Ni siquiera espero a que ella respondiera cuando dijo: ?Puedo?, antes de meterse a la casa con todo y carga. A la chica no le quedo mas que sostener la puerta de malla porque el ya estaba casi dentro. Lo llevo, lo acomodo, lo situo donde le parecio que la joven le indicara con la vista y evaluo, con una precision milimetrica, la ubicacion con el resto del mobiliario. Ella permanecio de pie a una distancia prudente intentando negarse al favor con frases cordiales que, al margen de serle chocantes, para el no parecian tener significado. A la media tarde de ese sabado le sentaba bien el brillo armonioso del sol de primavera. Un cielo celeste definido y limpio se extendia alimentandose del amarillo refulgente de la luz. Esa sensacion de infinitud esparcida en el horizonte era lo que mas le habia gustado a la hora de tomar la decision. En la casa usada que Katy recien habia comprado, a las afueras de la gran ciudad, aun faltandole todo, se respiraba un aire de frescura. Pisos y paredes lavados, cocina pasada por lejia, banos al cloro y aceite de pino para meter sus escasas cosas. La hierba descuidada del jardin emitia su olor humedo emanado del verde tierno. Plantas ajadas a falta de una mano prolija, pintura descolorida cubriendo las paredes.

  • La corona maldita de Mari Pau Dominguez

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    Mari Pau Dominguez vuelve a desvelarnos los secretos mas intimos de los protagonistas de nuestra Historia en esta novela sobre Felipe V, el primer Borbon que reino en Espana, y la mujer que estuvo a su lado en el lecho y en el trono.

  • Un amor tropical de Sweet Melibea

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    Megan y Ava son dos amigas que tienen practicamente todo en comun, sobretodo la ilusion cuando ganan un viaje al Caribe en un concurso de Radio California.
    No obstante, hay algo que las diferencia: el amor.
    Ava no quiere enamorarse y Megan ansia conocer a su principe azul.
    ?Que pasara cuando Byron, Erick y Osmar se crucen en las vidas de las dos californianas?
    Playas caribenas de aguas cristalinas, manjares exquisitos del lugar, risas, celos y, sobretodo, sentimientos, te esperan en esta bonita aventura.
    !Enamorate con Un amor tropical!

  • La camara de obsidiana de Douglas Preston

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  • Susurrale mi nombre al viento (Hermanos McGregor 3) de Josephine Lys

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    Escocia 1180 Nerys MacLeod miro a su marido y jefe del clan, Thane MacLeod. Sabia por experiencia que cuando estaba en silencio durante tanto tiempo, con la mirada perdida, la respiracion cada vez mas agitada y los labios duramente apretados, era que algo le preocupaba tanto como lo enfurecia. Y en este momento no podia negar que Thane parecia a punto de estallar. Intento esperar pacientemente a que le contase que era lo que ocurria, pero llegado a ese punto, la espera la estaba matando y no estaba precisamente en su mejor momento. --Thane, carino, ?puedes decirme que es lo que ocurre? Me estas asustando. Nerys sabia que con esas palabras sacaria a su marido del letargo que lo consumia. Sabia que por nada del mundo queria alterarla, asi que, aunque no estaba orgullosa de sus palabras, una ayudita no vendria mal. Y la verdad es que la espera ya estaba empezando a afectarla. Thane miro a su esposa. Estaba tan hermosa como cuando la conocio y se caso con ella, hacia ya dieciocho anos. Su pelo rubio hasta la cintura, como el oro reluciente, recogido a su espalda, le hizo desear enredar sus dedos en ellos y acariciar la suavidad de los mismos igual que cuando hacian el amor y su calor los envolvia a ambos. Sus expresivos ojos azules lo miraban de forma inquisitiva y tambien preocupada. Por nada del mundo queria que se alterase. Despues de que naciera su hija Isobel, pensaron que ya no podrian tener mas hijos tras varios abortos espontaneos que llevaron a su esposa a perder toda esperanza. Sin embargo, ahora estaba embarazada y de cinco meses. Habian pasado la temida barrera de los primeros meses, cuando los anteriores embarazos se habian interrumpido abruptamente. Sin embargo, el miedo a que esa nueva vida se perdiera los hacia ser demasiado cautos y temerosos. Thane no podia evitar sentirse feliz por la posibilidad de tener otro hijo, y si fuese un nino no podia ocultar que lo haria inmensamente feliz, pero lo que hacia que deseara que aquel embarazo llegase a termino con mayor intensidad, era la felicidad de Nerys, a la que amaba mas que a su propia vida. Temia por la salud de su mujer y aquella noticia, aquel pergamino con el sello del rey Guillermo, seguro que la alteraria como lo habia hecho con el. --No es nada Nerys, solo que me ha sorprendido el mensaje del Rey Guillermo. Nerys no se dejo enganar. Conocia demasiado bien a su marido como para saber que aquella furia que sujetaba con mano ferrea, no era ninguna nimiedad. Asi que se acerco a Thane hasta estar a su lado y le toco la mejilla con suavidad. Su marido, y jefe del clan MacLeod, la miro con una media sonrisa de pesar. --?No puedo enganarte verdad? Nerys sonrio ampliamente viendo como aquel guerrero, fuerte y maravilloso, intentaba protegerla, intentaba en vano ocultarle sus preocupaciones. --No --contesto Nerys con voz suave y casi susurrada. Se acerco a los labios de su marido y le dio un beso suave y tentador que Thane no dejo vacio de respuesta. Acomodo a su esposa encima de sus piernas, sentada sobre su regazo, la envolvio con sus brazos y la beso a conciencia, como deseaba desde que el suave roce de sus labios alimento y avivo su hambre, como siempre hacia que su mujer le tocaba. Con un leve gemido Nerys, interrumpio el beso cuando este estaba tomando un cariz demasiado intimo. --?Y ahora vas a decirme de una vez que es lo que pasa? Se que estas furioso y que es algo que te preocupa profundamente. Lo puedo ver en tus ojos --dijo Nerys tocando con la yema de sus dedos el entrecejo de Thane. Este estaba ligeramente fruncido debido a la tension de sus musculos que se adueno de ellos desde el preciso instante en que el pergamino de Guillermo volvio a ser el centro de sus pensamientos. --Si, pero debes prometerme que no te alteraras y que no te preocuparas. No soportaria que nada te pasase. Juramelo. La fuerza que imprimio a sus ultimas palabras hizo que el corazon de Nerys latiese mas deprisa. El calor que inundo su pecho por la preocupacion y la intensidad de los sentimientos de Thane, solo comparables a los suyos, la hizo temblar. Aunque habian pasado casi dos decadas juntos, Thane seguia amandola como el primer dia. --No puedo prometerte eso, mi amor, pero hare todo lo posible. Y ahora dime que dice el dichoso pergamino antes de que lo destroces con la fuerza de tu mano --dijo Nerys alzando una ceja. Thane miro la mano en la que todavia tenia el trozo de pergamino. De el apenas quedaba algun borde intacto. Era un amasijo arrugado y roto en determinadas partes. --No importa, puedo hacerte un resumen, y creeme que sera lo mejor. Al rey parece que le ha dado por crear lazos entre los clanes. Despues de lo que ha pasado en los ultimos meses sobre el robo de ganado con violencia, con muerte de miembros involucrados, teme que, aunque todo se ha resuelto y la paz parece haber vuelto a los clanes, ciertos odios alimentados durante este tiempo no se extingan y vuelva a haber revueltas y descontentos. Asi que ha pensado que la mejor manera de asentar una paz duradera es que se creen alianzas entre los distintos clanes, y mas despues de que la union entre los McAlister y los McGregor le saliera bien. Por todos era conocido el odio encarnizado que habia enfrentado a esos dos clanes durante mas de un siglo. El rey, harto de los continuos ataques entre ambos, habia decretado el matrimonio del jefe del clan McAlister con una de las hijas del clan McGregor y ahora parecia que ambos clanes, fruto de esa union, habian salvado gran parte de sus disputas, mas despues de que solo un mes atras se hubiesen unido en matrimonio el hermano de McAlister con otras de las hermanas McGregor. --?Y eso que tiene que ver con nosotros? Este clan no ha tenido problemas en cuanto a robos ni han atacado a ningun miembro. Estamos demasiado al norte. --Eso lo sabemos los dos y el rey tambien, pero le ha dado la fiebre por las uniones entre clanes. Nerys comprendio de golpe a lo que se estaba refiriendo. --?Isobel? --pregunto con un nudo en el pecho. Su preciosa hija tenia diecisiete anos y estaba en edad casadera. Thane miro a los ojos a su esposa antes de contestar, aunque Nerys vio la respuesta en la mirada de su marido. --Si, aunque no es un decreto real, no es una orden para que se case con nadie determinado, pero si una cortes invitacion para que Isobel pase unas semanas en territorio del clan MacLaren. El jefe de dicho clan, Grant MacLaren, va a ser el anfitrion de varios miembros de otros clanes por unos dias, con el fin de que determinadas mujeres conozcan a miembros de otros clanes y puedan pensar en la viabilidad de realizar enlaces matrimoniales entre ellos. Una de ellas es Isobel. Nerys sabia que ese dia llegaria pero el temor la inundo de repente. Queria lo mejor para su hija. Era una mujer con un genio vivaz y un tierno corazon. Ella se habia jurado que no obligarian a Isobel a contraer matrimonio en contra de su voluntad, y por lo mas sagrado que no romperia esa promesa. Ella sabia lo que era que la obligaran a casarse con alguien a quien no conocia y en contra de sus deseos. Y, aunque en su caso habia sido lo mejor que le habia pasado en la vida, sabia que normalmente esos enlaces conducian a una vida llena de amargura y pesar. --Sabes que no voy permitir que nadie obligue a Isobel a hacer algo que no quiera --dijo Nerys con un tono de voz duro. Thane esbozo una sonrisa. Ahi estaba su rebelde esposa. Todavia recordaba cuando la conocio. Se habia quedado sin habla cuando la vio aparecer en el salon de aquella misma casa. Tan hermosa, tan desafiante. Con la barbilla levantada, la mirada fuerte y segura y una fuerza interior que haria temblar hasta al hombre mas bragado. --Lo se, y yo tampoco lo permitiria, pero no podemos dejar de acatar esta invitacion. Es como si fuese una orden real. Dejaremos que vaya, y si no encuentra a alguien de su agrado, nada ni nadie la obligara a tratar a un pretendiente para un posible enlace. Volvera de vuelta a su hogar. Y conociendo a tu hija, eso sera seguramente lo que pasara. Nerys por primera vez se permitio una pequena sonrisa. Isobel era muy exigente consigo misma pero tambien con los demas, y habia jurado mas de una vez que nunca se casaria con ningun ignorante cabeza dura de los que abundaban entre los Highlander. Nerys sabia que eso no era cierto, pero a la edad de Isobel poco se podia hacer hasta que ella no tuviera sus propias experiencias. Thane volvio a ponerse serio de nuevo. Nerys lo miro con atencion antes de preguntar. --?Hay mas verdad? Thane asintio con la cabeza antes de responder. Su pelo largo hasta los hombros de color castano rojizo se movio por el impetu de su gesto. --En el pergamino se menciona a alguien mas. Sutilmente dice que, tras lo que ha sido un periodo de luto mas que adecuado, tu sobrina deberia tambien asistir a dicha reunion. Es un miembro importante de nuestra familia y ademas una McEwen de nacimiento y que seria interesante un posible futuro enlace tambien para ella. --?No ha sufrido ya lo suficiente? ?Por que no la dejan tranquila? --pregunto con enojo Nerys apretando los punos por lo injusta que era a veces la vida. --?Como crees que se lo tomara? --pregunto Thane mirando a su esposa, que parecia demasiado alterada. Eso no le gustaba en absoluto. --Ella va a todos lados con Isobel, y tambien ira con ella a esta reunion, aunque sepa lo que conlleva. Nadie podria impedirselo. La quiere y la protege como si fuese su hermana mayor. Pero ten por descontado que no lo aceptara de buen grado. Nerys penso en su sobrina. Hacia cuatro anos que habia llegado alli apenas con un aliento de vida entre sus labios. No queria pensar en todo por lo que habia pasado porque las ganas de matar a su hermano por lo que le habia hecho a su sobrina volvian con fuerzas. Edine habia pasado un autentico calvario. Al principio habian temido por su vida, pero la fuerza interior de Edine era titanica. La habia visto levantarse poco a poco, y convertirse en la mujer extraordinaria que ahora era. Su amistad, su paciencia, su empatia y su amor incondicional hacia Isobel, como si fuese su propia hermana, siempre la habian emocionado. Nadie mejor para acompanar a Isobel, porque aunque Edine era solo cinco anos mayor que su hija, su experiencia vital la habia marcado y la habia hecho madurar demasiado para ser tan joven. --De todas formas ira con Isobel. En tu estado tu no puedes hacer un viaje tan largo --dijo Thane. --Lo se, pero no me gustaria ser tu y tener que decirle que esta vez no solo hara de acompanante de Isobel, sino que tambien sera una posible candidata a casarse. --?Yo? --dijo Thane alzando una ceja en senal de sorpresa --Francamente, esperaba que se lo dijeras tu. Creo sinceramente que asumira mejor la noticia si la escucha de tus labios. Nerys esbozo esa sonrisa triunfal que tanto le gustaba como odiaba, porque significaba que le iba a dar el golpe de gracia y a ganarle con todas las de la ley. --Sin duda es una broma, porque ambos sabemos que una noticia de ese calibre debe comunicarla el jefe del clan y, por cierto, cunado de mi sobrina. No olvides que estuvo casada con tu hermano Brian. Un halo de tristeza cruzo la mirada de Thane. Nerys sabia que a pesar de haber transcurrido tres anos desde su muerte, su marido seguia llorando la perdida de su hermano como el primer dia. Brian habia sido un hombre excepcional. Ella lo habia querido como a un hermano, y un hombre como aquel, culto, sabio y generoso, no se habia merecido aquella larga enfermedad ni tampoco su final. Se habia casado con Edine ya muy enfermo. Cuando Edine llego alli, Brian ya llevaba meses sin poder levantarse de la cama, con sus libros como unica compania. Habia quedado fascinado y prendado de su sobrina y, aunque no podia ser un marido en toda la extension de la palabra, al saber de su historia y de su situacion, le pidio que se casara con el. Queria darle la proteccion de su apellido para que su familia no se atreviera a reclamarla jamas. Estaba segura de que aquello le dio a Brian un motivo para vivir un poco mas, y un fin despues de la muerte. --Entonces nos olvidamos de que se lo digas tu, ?verdad? --pregunto Thane dubitativo. --Si no fuera porque eres el guerrero mas temible que haya conocido jamas, podria pensar que le tienes miedo. Thane endurecio su mirada como si aquellas palabras hubiesen sido el peor de los insultos. --?Como puedes insinuar algo parecido? Yo solo intento velar por sus tiernos sentimientos y siempre es mejor recibir una noticia desagradable de alguien mas cercano y tu eres su tia. ?Que yo le tengo miedo? Pero !que ...! Ni siquiera voy a decir en alto lo que estoy pensando. Creo que no piensas con claridad, mujer, para decir algo asi. Nerys lo miro todo el tiempo y Thane sintio el peso de esa mirada inquisitiva e intuitiva, conocedora de su interior mas que el mismo. --!Maldita sea! De acuerdo, no quiero decirselo yo, pero no porque le tenga miedo, simplemente es que tu sobrina tiene un genio de mil demonios cuando se enfada. Todas las McEwen sois de armas tomar. El otro dia Lane le hizo un comentario de mal gusto y el muchacho todavia no se ha recuperado del susto. Tu sobrina lo acorralo y, sin subir ni si quiera la voz, le dijo algo que le hizo salir como alma que lleva el diablo. Creo que el pobre infeliz todavia esta corriendo. Estoy pensando seriamente pedirle a Edine que tome parte en el entrenamiento de los mas jovenes, para ensenarles tacticas de intimidacion. Nerys solto una pequena carcajada. --?Que te parece si lo hacemos juntos? --dijo Nerys todavia con la sonrisa en la boca. Thane sabia que esa era la mejor oferta que iba a recibir. --Esta bien, preciosa. Asi se hara. ?Sabes? Tu estas preocupada por nuestra hija y por Edine, y yo solo puedo sentir lastima por los posibles pretendientes. Juntas seran como una plaga. Nerys volvio a soltar una carcajada al escuchar las palabras de su marido. Ahora sentia que estaba mas relajada y que en cierta forma el peso que se habia instalado en su pecho desde que Thane le habia dado la noticia se habia desvanecido. Sabia que su esposo era un exagerado, pero habia cierta verdad en sus palabras. Tanto Isobel como Edine, cada una de forma distinta, eran dos mujeres de armas tomar y mas les valia a los futuros pretendientes elegir bien sus palabras y sus acciones, si no acabarian mal parados. Eso definitivamente la dejo mas tranquila. Sin duda serian unas semanas interesantes y ella lamentaba no poder estar junto a su hija durante ese tiempo, aunque tambien, por que no decirlo, lamentaba no ser testigo de la tenacidad y la fuerza de las MacLeod. CAPITULO II Edine levanto la vista al escuchar pasos apresurados. No le hacia falta mirar para saber quien era. Una sonrisa se instalo en sus labios antes de que apareciera. --Buenos dias. ?Pensabas salir a montar hoy sin mi? --pregunto Isobel con una ficticia cara de enfado. Edine la conocia lo suficiente como para saber que esa expresion era pura fachada. El brillo travieso en sus ojos y la tenue sonrisa que trataba de ocultar lo indicaban. --!Vaya! --exclamo con expresion seria--. Sinceramente pensaba que hoy lo lograria. Siempre que voy contigo me retrasas y esta manana tenia ganas de dejar atras al viento. Su prima prorrumpio en una carcajada, y Edine rio con ella. <>, eso era motivo de broma entre ellas. Cuatro anos atras, cuando llego alli, Isobel tenia trece anos y la primera vez que fueron a montar juntas, cuando vio lo buena amazona que era su prima Edine y lo veloz que era capaz de cabalgar, le dijo con expresion asustada que era capaz de dejar atras al viento. A Edine le hizo mucha gracia y desde entonces, cuando le apetecia volar a lomos de Travieso, recordaba las palabras de Isobel. --Pero no te preocupes, yo seguire tu estela y masticare el polvo que vayas levantando --dijo Isobel con una mueca. Edine volvio a reir. En ese instante, Radge, travieso en celta, le dio un suave empujon con su hocico en el hombro. Sabia que estaban hablando de el y queria que le prestaran atencion. -- ?Que, precioso? ?Volamos un poco hoy y hacemos que Isobel y Manchas solo vean tu trasero? --pregunto Edine tocando suavemente a Radge, que buscaba constantemente el contacto de la mano de Edine. --!Ehhh...! Que tampoco hay que exagerar. Manchas no es tan lento y yo me estoy convirtiendo en una gran amazona. --Y modesta tambien --le dijo Edine guinandole un ojo. --Eres terrible --dijo Isobel sacandole la lengua. Edine rio con ganas antes de hablar. --Muy madura. --Asi soy yo. Un dechado de virtudes a cual mas noble. Y Edine tuvo que admitir que su prima se acercaba a esa definicion. La queria como a una hermana, como a esa hermana que, aunque tuvo, perdio por la envidia y los celos. Isobel habia sido para ella lo que Lesi nunca fue. Recordarlo fue hundir un poco mas el punal que tenia clavado en el pecho desde hacia anos, desde que la traicion de su hermana fue casi igual de dolorosa que la de su padre y la de su clan. Iain entro en las caballerizas sacandola de sus pensamientos. --Hola Iain, ?estos pequenos te dan muchos quebraderos de cabeza? --pregunto Edine senalando a Radge y Manchas. --Buenos dias. --Saludo Isobel con su alegria habitual. Iain era el encargado de cuidar los caballos y las caballerizas. Un hombre ya entrado en anos, pero con una vitalidad envidiable. La cicatriz que partia su labio superior hasta la mejilla y la falta de dos dedos en su mano izquierda hablaban por si solas de su pasado como guerrero. --Lamento interrumpirlas --contesto con una sonrisa--. No tengo queja alguna de mis huespedes. Edine sonrio mientras le prestaba mas atencion a Travieso acariciandolo. --He venido a avisarlas de que quieren verlas a las dos en el salon lo antes posible. --?Mi padre? Esta vez no he hecho nada que recuerde --dijo Isobel intentando hacer memoria. --Su padre con seguridad, aunque cuando me lo dijeron estaba tambien presente su madre. --Entonces es grave --dijo Isobel haciendo un verdadero esfuerzo por recordar algo que pudiese haber provocado aquello. Una idea ilumino su cara--. !Espera! A lo mejor no he sido yo, a lo mejor es por ti --dijo con cara de pilla mirando a su prima. Edine no pudo mas que volver a sonreir. --Buena defensa, pero floja, muy floja. Sabes que si yo hiciese algo, jamas me pillarian. En cambio, tu todavia eres joven, inexperta, descuidada... --Vale, vale, lo entiendo. He sido yo, sin remedio. Pero me gustaria saber por lo menos que es lo que he hecho, mas que nada para ir preparando algun tipo de argumento. Edine enlazo uno de sus brazos en el de su prima. --No te preocupes. Yo te ayudare. --?Harias eso por mi? --pregunto Isobel con una ceja alzada y el tono de voz reticente. --La verdad... no. Pero la intencion es lo que cuenta. Isobel rio con ganas cuando vio la cara de su prima. Sabia que la ayudaria en lo que fuera. Desde que llego alli, siempre habia estado a su lado, incluso cuando Edine habia estado tan debil como para no poder abandonar la cama. *** Thane MacLeod miro a las dos mujeres que tenia frente a si. Tan distintas y a la vez tan iguales. Isobel tenia el pelo largo y lacio de su madre. Una extensa melena rubia que llegaba hasta sus caderas. Sus ojos azules y su mirada limpia y cristalina le hacian parecer una delicada flor. Su estatura, un poco por debajo de la media y su constitucion delgada creaban una imagen de ella fria y angelical. Nada mas lejos de la realidad. Edine, sin embargo, tenia el pelo del color del fuego, rojo y ondulado hasta la cintura. Sus ojos verdes, con motas de color pardo, eran grandes y expresivos y su mirada era desafiante e inteligente. Alta y esbelta, pero con curvas, tenia un genio vivo y una personalidad de mil demonios que habia aprendido a sujetar con mano ferrea, lo que le daba una apariencia tranquila y de caracter afable. Pero Thane sabia que dentro de aquella mujer habia una guerrera que podia hacer temblar la tierra que pisaba cuando la llevaban al limite. -- Padre, ?por que nos has mandado llamar? Thane estaba intentando encontrar las palabras adecuadas para iniciar una conversacion que sabia a ciencia cierta que no iba a ser nada facil y que iba a traer tempestades. --Estaria bien saberlo antes de que finalice el dia. Thane miro a Edine con cara de pocos amigos. La sonrisa que curvo los labios de su cunada al decir esas palabras resto cualquier tono mordaz o cinico con el que se podia haber interpretado las mismas. --Eso no ayuda --dijo Thane alzando una ceja. Edine le guino un ojo, lo que hizo que Thane sonriera tambien a su pesar, al igual que Nerys, que miro a su sobrina con carino.

  • Un acuerdo inconveniente (Match Point 2) de Kristel Ralston

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    Detras de la personalidad extrovertida y aguda de Kate Blansky se esconde una mujer desconfiada y cinica en el amor. Para ella su unica prioridad es conseguir el empleo de sus suenos en una importante revista fotografica. No necesita complicaciones, pero eso es exactamente lo que implica la presencia de un atractivo y obcecado italiano que pondra su mundo de cabeza. Ella esta decidida a no volver a confiar en los hombres. Sin embargo, ignorar las chispas que surgen cada vez que su mirada se cruza con la de Cesare Ferlazzo sera complicado, en especial cuando descubre que el es un hombre muy recursivo.

  • No quiero odiarte de Valeria Rose

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    La lealtad, la pasion, la ternura y la valentia son la clave para poder seguir adelante en una Escocia de ensueno. Moderna y romantica.
    Pero el camino siempre es escabroso. El odio, el dolor y la venganza formaran parte de este viaje.
    ?Sera el amor mas fuerte que el odio que se han jurado mantener?

  • Regreso a Eterna de Mila Martinez

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    La botella de vino que Norma Barnett habia descorchado era de una calidad magnifica. No obstante, la etiqueta traia recuerdos a su mente que necesitaba mantener lejos. Lleno una copa y la llevo hasta la mesa auxiliar donde habia dejado el ordenador portatil abierto. Paseo la vista por el salon, demorandose en los detalles. El apartamento que habia alquilado no era grande, pero resultaba acogedor. Aunque de decoracion sencilla, las luminosas vistas al mar eran impagables. Le procuraban el entorno de paz que venia buscando. Su vida habia entrado en una fase de estancamiento y tenia que tomar decisiones, variar el rumbo. Tras llamar a un restaurante italiano para que le trajeran comida, se acomodo en el sofa. Tenia hambre, asi que esperaba que no tardaran demasiado. Paso la mano por su corto cabello casi blanco, de tan rubio. El cambio de look fue una de las primeras medidas que tuvo que adoptar antes de regresar a Espana. Habia dejado atras muchas cosas, pero una de ellas le costo sobremanera: su espesa melena pelirroja. Con todo, el nuevo corte de pelo le daba un aire desenfadado y juvenil, al tiempo que femenino. Tambien se habia operado de la vista, con lo cual ahora solo usaba gafas para leer y sus ojos grises mostraban una expresividad mucho mas manifiesta. La transformacion fisica radical constituia toda una declaracion de intenciones sobre lo que pretendia hacer con su vida. Despues de que la Guardia Civil desmantelara La Esencia, la organizacion que habia fundado en Espana junto a su padre, no le quedo mas remedio que alejarse un tiempo del pais y continuar dirigiendo sus actividades en las sedes que seguian funcionando en el extranjero. Si no hubiera sido por algunas personas entrometidas de las que preferia no acordarse, el ahora no estaria en la carcel, sino disfrutando de una merecida jubilacion en Estados Unidos, su pais de origen. Le echaba muchisimo de menos. No podia ir a visitarlo, ni siquiera podian hablar. No obstante, sabia que, debido a su edad avanzada y a la ausencia de antecedentes penales, no tardaria en quedar libre. Por suerte, la que entonces era su amante, Lola, estaba fuera de toda sospecha. Fue quien llamo para avisarle de lo ocurrido y la que se encargo de comprar los billetes de avion que las conducirian a miles de kilometros de alli. Un pasaporte falso que la identificaba como Norma Barnett, el nombre que ahora utilizaba tanto para sus negocios internacionales como en su vida privada, le permitio salir del pais sin ser detenida. A Lola tambien le procuro documentacion falsa. No podia arriesgarse a que descubrieran que habia desaparecido y ataran cabos. Esas identidades ocultas las tenia guardadas celosamente por si algun dia las necesitaba. Y el dia, desgraciadamente, llego. Habian transcurrido algunos meses desde aquello y era hora de regresar. Todavia tenia que arreglar algunos asuntos. Noelia Blanchard estaba en busca y captura. Norma Barnett tenia las manos libres. El timbre del videoportero interrumpio sus pensamientos. Se levanto con rapidez. La comida debia de estar alli. Por la pantalla vislumbro a una joven con el logo del restaurante estampado en el frontal de la gorra y de inmediato apreto el boton para que entrara en el edificio. Al cabo de unos segundos, oyo el sonido del ascensor deteniendose en su planta y abrio la puerta. La mujer de la gorra era altisima --rondaria el metro noventa-- y todavia le parecio mas alta cuando se aproximo a ella portando la caja de comida. Estaba a punto de entregarle el dinero, que llevaba preparado en la mano, cuando la chica levanto la vista y la miro a los ojos. Norma se quedo repentinamente sin habla. Aquellos iris grises jaspeados de verde y ambar eran dificiles de olvidar, al igual que su llameante melena ondulada de color caoba. Y muchisimo mas el perfume que desprendia, que llenaba la mente de imagenes ancestrales, que hacia recordar el olor de la tierra humeda tras la lluvia. De aquella mujer emanaba algo visceral, estimulante y peligroso a un tiempo. --Te traigo tu comida --anuncio con una voz grave y particular que hacia tiempo que no oia. Recuperada de la impresion, Norma sonrio levemente y se hizo a un lado para dejarla pasar. --Gracias --dijo la recien llegada--. No esperaba menos, despues de haber sobornado con una bonita suma al chico del restaurante. Hasta me ha regalado su gorra. --No te voy a preguntar como me has encontrado esta vez. Nunca dejas de sorprenderme, Iduna. --Te dije que lo haria, aunque en esta ocasion me ha costado un poco mas, debo reconocerlo. Has abandonado tu melena pelirroja y las gafas. El nuevo aspecto te sienta bien, <>. La mujer le agradecio el cumplido con una sonrisa. --Imaginaras que con mi verdadero nombre no podia regresar a Espana. --Obviamente. Te hubieran detenido de inmediato --senalo, caminando hacia el interior de la casa. Localizo la cocina y dejo la comida sobre la bancada--. A pesar de lo ocurrido, las dos sabemos que tus investigadores siguen jugueteando en los laboratorios, convencidos de que algun dia encontraran la formula magica de la eterna juventud. Y tampoco es un misterio que hasta ahora no han obtenido ningun exito. Creo que es el momento de que aceptes mi ayuda. Y yo, en cierto modo, necesito la tuya. Norma la contemplo entrecerrando los ojos. --Compruebo que sigues bien informada --dijo con cautela. --Muchas cosas dependen de ello, ya lo sabes. Se quedo callada unos segundos observando a su visitante con interes. Despues cogio otra copa del armario y le sirvio un poco del vino que habia abierto hacia unos minutos. --Gracias --dijo, aceptando la bebida. Iduna siguio a Norma hasta el salon. La mujer rubia se acomodo en el sofa y ella se sento enfrente. -- Mi propuesta sigue en pie --insistio. Norma dio un pequeno sorbo y dejo transcurrir unos segundos antes de volver a hablar. --Has elegido bien el momento. Ahora estoy sola y, como bien sabes, mis investigadores han entrado en un punto muerto. --Lo se. Por eso estoy aqui, doctora Blanchard. Por cierto, he visto a tu expareja muy atareada en su nuevo centro de belleza en Los Angeles. Le va todavia mejor que en Valencia, tengo entendido. --Llamame Norma, por favor. Ahora soy Norma Barnett. A Noelia Blanchard la he dejado atras. En cuanto a Lola, tiene ADN de triunfadora, siempre sale adelante. Es una de las cosas que me atrajo de ella desde el principio. Pero todo tiene un final. Las dos llegamos a un acuerdo de separacion muy convincente, sin estridencias ni llantos. Nunca nos ha gustado el melodrama. --Os felicito. Entonces, ?has tomado una decision? ?Vendras a continuar tus investigaciones en mi ciudad? --Todavia no me has dicho para que me necesitas. Me intriga mucho, sobre todo porque has afirmado que tienes la formula de la inmortalidad. --Es cierto, pero necesito tus conocimientos para algo que ahora mismo no puedo contarte. Lo hare en el momento adecuado. Lo prometo. Norma la miro con fijeza a los ojos y finalmente hablo. --Estare encantada de entrar en Eterna. Iduna alargo el brazo y ambas se estrecharon la mano. --Perfecto. Ahora tengo que irme --anuncio, dejando su copa sobre la mesa auxiliar para ponerse en pie--. Manana te recojo a las nueve. Elige ropa comoda, conozco una zona perfecta no lejos de aqui para hacer escalada. Norma puso cara de sorpresa ante la propuesta, pero Iduna ni siquiera le dio opcion a preguntar. En cuanto la mujer pelirroja desparecio dentro del ascensor, entro en la casa y se arrellano de nuevo en su comodo sofa, apurando lentamente la copa de vino. Haria lo que fuera necesario para alcanzar sus objetivos. La excitacion le habia quitado el hambre. Acababa de embarcarse en una peligrosa mision que podia costarle la vida si aquella mujer descubria sus maquinaciones. Por el contrario, si todo transcurriera como se habia propuesto se convertiria en la persona mas influyente del momento. Si todo saliera bien, pasaria a formar parte de la Historia. Confiaba en que, una vez dentro de Eterna y obtenida la finalidad perseguida, podria contactar con Margot, su mas fiel empleada y amiga. Si Margot no podia por si misma sacarla de alli, estaba segura de que recurriria a Athila Broc. Norma habia aconsejado a este que la contratara para su empresa. Broc, magnate de la industria farmaceutica y socio de La Esencia, tenia medios de sobra para ayudarla en el caso de que las cosas se complicaran. Iduna lo dejo claro: la decision de entrar en Eterna era irreversible. Tendria que quedarse a vivir alli, aislada del resto del mundo, para siempre. Y, segun ella, esto era literal, ya que le habia prometido que no iba a morir nunca. Para siempre era para siempre. La mujer pelirroja insistio en que no echaria de menos nada del exterior. No obstante, Norma queria asegurarse de que, conseguido su objetivo, podria irse de alli. Siempre habia querido volar libre. Para eso quizas necesitara a Margot y, como ultimo recurso, a Athila Broc. Aquel hombre le venia muy bien a La Esencia, era un contacto muy valioso. Tenia dinero, poder y escasos escrupulos. Norma sabia que habia logrado levantar su imperio mediante negocios no demasiado limpios, pero no le importaba. De hecho, se rumoreaba que disponia de un pequeno ejercito de hombres excelentemente entrenados. Lo unico que interesaba a Norma eran los contactos, medios e instalaciones que habia puesto a su servicio. No podia exigir a sus socios que fueran un dechado de virtudes despues de los atajos que utilizaba La Esencia para conseguir sus fines. Era hora de llamar a Margot y explicarle los planes. Por fin iba a conocer Eterna, esa ciudad utopica que tantos secretos escondia.