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  • Tres Funerales para Eladio Monroy de Alexis Ravelo

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    Justo en los limites de la legalidad, Eladio Monroy, jefe de maquinas retirado, sobrevive en la ciudad de Las Palmas, moviendose con soltura entre el lumpen, mirando con sonrisa cinica a los poderosos y metiendose inevitablemente en asuntos que le vienen grandes. Como en esta ocasion, en que un encargo acabara complicandole en una oscura y peligrosa trama que hara peligrar su seguridad y la de quienes le rodean.

  • Punta Cana 7 Noches de Jordi Diez

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    Un matrimonio de turistas descubre el cuerpo sin vida de un extranjero completamente desnudo enterrado en una playa virgen en pleno corazon de Punta Cana.
    El caso es asignado al inspector de la policia Guarionex Torres quien, junto a las autoridades del pais y a la poderosa industria turistica, espera que la muerte no afecte negativamente a la reputacion de la zona hotelera.
    Sin embargo, el descubrimiento de la identidad del cadaver y las extranezas de la autopsia obligan al inspector a colaborar con un antiguo pater para seguir la pista de un secreto que ni siquiera esa muerte en el paraiso ha podido ocultar.
    Mientras Guarionex recorre los pasos del difunto en su semana de vacaciones, la ambicion, la lealtad, la ira y la verguenza de la familia lo llevan a adentrarse en un pasado que creia enterrado en lo mas hondo de su memoria.

  • El huido que leyo su esquela, Fernando Delgado de Fernando Delgado

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    Tras haber sido acusado de asesinar al cacique que habia violado a su mujer, a Carlos lo dieron por ahogado en una playa de la isla de Tenerife. En realidad, una vez muerto el cacique, Carlos habia huidoa Paris, donde adquirio una nueva identidad con el nombre de Angel y donde conocio a Erica, con quien formo una nueva familia y se instalaron en Berna. A pesar de ello siguio viviendo el peso o el orgullo de la culpa y su obsesivo deseo de escapada hacia donde fuera. El dia que recibio una carta dirigida a su verdadero nombre,todo el pasado que hubiera querido olvidar regreso a su vida y le llevo a tomar una tragica decision.

  • La madre de Frankenstein de Almudena Grandes

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    En 1954, el joven psiquiatra German Velazquez vuelve a Espana para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, al sur de Madrid. Tras salir al exilio en 1939, ha vivido quince anos en Suiza, acogido por la familia del doctor Goldstein. En Ciempozuelos, German se reencuentra con Aurora Rodriguez Carballeira, una parricida paranoica, inteligentisima, que le fascino a los trece anos, y conoce a una auxiliar de enfermeria, Maria Castejon, a la que dona Aurora enseno a leer y a escribir cuando era una nina. German, atraido por Maria, no entiende el rechazo de esta, y sospecha que su vida esconde muchos secretos. El lector descubrira su origen modesto como nieta del jardinero del manicomio, sus anos de criada en Madrid, su desdichada historia de amor, a la par que los motivos por los que German ha regresado a Espana. Almas gemelas que quieren huir de sus respectivos pasados, German y Maria quieren darse una oportunidad, pero viven en un pais humillado, donde los pecados se convierten en delitos, y el puritanismo, la moral oficial, encubre todo tipo de abusos y atropellos.

  • Habitos atomicos de James Clear

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    HABITOS ATOMICOS parte de una simple pero poderosa pregunta: ?Como podemos vivir mejor? Sabemos que unos buenos habitos nos permiten mejorar significativamente nuestra vida, pero con frecuencia nos desviamos del camino: dejamos de hacer ejercicio, comemos mal, dormimos poco, despilfarramos. ?Por que es tan facil caer en los malos habitos y tan complicado seguir los buenos?
    James Clear nos brinda fantasticas ideas basadas en investigaciones cientificas, que le permiten revelarnos como podemos transformar pequenos habitos cotidianos para cambiar nuestra vida y mejorarla. Esta guia pone al descubierto las fuerzas ocultas que moldean nuestro comportamiento
    -desde nuestra mentalidad, pasando por el ambiente y hasta la genetica- y nos demuestra como aplicar cada cambio a nuestra vida y a nuestro trabajo. Despues de leer este libro, tendras un metodo sencillo
    para desarrollar un sistema eficaz que te conducira al exito.

  • Una Propuesta Escandalosa (La Liga de los Picaros 3) de Lauren Smith

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    LA MEJOR PAREJA DE UN HOMBRE ES UNA DAMA VIVAZ, PERO HAY QUE TRATAR A LAS DAMAS vivaces como a un caballo salvaje, con un agarre firme y una voz suave. EXTRACTO DE LA GACETA DEL MONOCULO DE CRISTAL, 21 DE ABRIL DE 1821, COLUMNA DE Lady Society: LADY SOCIETY ESTA DE LUTO. EL PELIGROSO LIBERTINO, VIZCONDE SHERIDAN, SE HA QUEDADO ciego. No puede evitar echar de menos esos ojos marrones oscuros que encendieron el corazon de mas de una joven inocente cuando el las observaba desde las sombras de un salon de baile. Oh, mi querido Vizconde Sheridan, ?no volvera a presentarse en sociedad? Lady Society lo desafia. No se esconda de ella, o desenterrara los secretos que mas atesora. Tal vez haya una dama que aun pueda provocar una tentacion en sus ojos apagados y convencerlo de que vuelva a vivir. ?No le gustaria que una mujer volviera a calentar su cama? ?Una mujer que domine su perverso corazon? LONDRES, ABRIL DE 1821 Utilizando su baston de plata con forma de cabeza de leon, Cedric, Vizconde Sheridan, lo golpeo con fuerza contra los adoquines del serpenteante camino del jardin de su casa de ciudad en Londres mientras intentaba llegar a la fuente. A su alrededor, el mundo era de un gris invernal. Sin embargo, sus otros sentidos le aseguraban que era primavera. La luz del sol le calentaba la cara y los brazos despues de haberse arremangado la camisa. Una brisa con aroma floral le cosquilleaba la nariz y le agitaba el pelo. Cedric dio siete pasos calculados, contandolos en su cabeza. Siete pasos hasta el centro del jardin, luego cinco pasos hasta... Golpeo la punta de su bota con una piedra elevada, tropezo y se estrello contra el suelo. Ahogo un grito cuando las piedras se clavaron en sus palmas y los huesos de sus rodillas crujieron. Jadeando y con todos los musculos tensos, se quedo tumbado en el suelo durante unos momentos, luchando contra las rafagas de verguenza y el impulso infantil de gemir por el dolor. No solo habia perdido la vista. Parecia que el buen juicio y el equilibrio tambien lo habian abandonado. Finalmente se incorporo, palmeo el suelo para encontrar su baston y se puso en pie con dificultad. Era un hombre adulto de treinta y dos anos; podia y debia soportar este dolor como se esperaba de cualquier caballero bien educado. Por suerte, ninguno de sus sirvientes fue testigo de este momento de debilidad. Una vez mas. Cinco pasos hasta la fuente, se recordo a si mismo y, asegurandose de levantar mas los pies, evito mas piedras elevadas. Ya deberia conocer este camino, pues lo habia recorrido cientos de veces. Sin embargo, todavia no lo veia tan claramente en su cabeza como sabia que debia hacerlo. Cuando la punta de su baston golpeo ligeramente la base de piedra de la fuente, se inclino y busco el borde. Con un gran suspiro de alivio, se sento. Cada hora de cada dia, desde que se levantaba hasta que se retiraba a la cama, vivia con el temor constante de derribar preciosas reliquias familiares, de pasar verguenza delante de sus amigos o de su familia o, lo que era peor, de infligir mas danos a su cuerpo. Era un giro cruel del destino haber sido una vez un hombre viril sin miedo a nada para luego verse reducido a despertar cada manana solo para recordar que estaba atrapado para siempre en la oscuridad. En las ultimas semanas y con demasiada frecuencia, se sentaba en su escritorio con la cabeza enterrada entre las manos mientras los bordes de sus palmas se hundian en sus ojos. Intentaba recuperar la vision que necesitaba desesperadamente. Su desesperanza era demasiado fuerte y el no podia reunir la fuerza de voluntad para ocuparse de ella. Gracias a Dios por este jardin. Paz, tranquilidad, nadie que lo viera en este estado. Momentos como este eran una bendicion. No habia visitas sociales, ni visitantes incomodos que no entendian las dificultades de ser ciego. Afuera, en su jardin, el podia existir sin preocupaciones, sin ansiedad. El aire fresco, el sol calido y los murmullos de los pajaros y los insectos le hacian sentirse vivo de nuevo, en la medida en que un hombre destrozado podia hacerlo. La tentacion de quedarse una eternidad en el exterior era muy fuerte, pero le ardian las manos de tanto rasparse y, ademas, tendria que entrar para dormir y comer. Una abeja zumbaba en algun lugar a su derecha, probablemente sobrevolando las flores en ciernes. El piar de los pajaros en un arbol cercano acariciaba sus oidos, llenando el silencio con un delicado gorjeo que era inconfundible y nitido. Podia distinguir cada nota, cada melodia singular y los cambios de tempo y tono cuando los pajaros se comunicaban entre si. Ya no podia concentrarse en los pequenos detalles visuales, como los rostros de sus hermanas y amigos mientras reian y hablaban, o como el viento agitaba los arboles en ondas de color esmeralda en verano, o la forma en que la boca de una mujer se volvia de ese tono rojo perfecto cuando la besaba. Los sonidos, los olores y el tacto ahora eran sus unicos companeros. Se aferraba al sonido de las delicadas risas de Audrey y a la suavidad de la mano de Horatia mientras lo guiaba. Las ligeras pisadas de un lacayo sobre la grava lo sacaron de sus pensamientos. Los pasos firmes eran de Benjamin Abbot, uno de los lacayos mas antiguos. Habia aprendido mucho sobre sus sirvientes en los ultimos meses. Las criadas por sus voces y el sonido de sus faldas, los lacayos por sus pisadas mas pesadas. Cada sirviente era unico. Era una de las cosas que mas habia aprendido a valorar despues de perder la vista. Siempre habia tenido una buena relacion con sus sirvientes, pero ahora dependia de ellos mas que nunca. --Hay una joven que quiere verlo, milord. --?Oh? --Cedric no se molesto en mirar en direccion a Benjamin. No parecia tener mucho sentido mirar a una persona si no podia verla--. ?Esta joven le dio un nombre? --Senorita Chessley. La hija del baron Chessley. Cedric respiro con fuerza. ?Anne esta aqui? ?Por que? Habia estado con muchas mujeres a lo largo de los anos, seduciendo de una cama a otra. Pero no con Anne Chessley. Ella era diferente. Ella lo habia intrigado, resistido y desafiado. Una verdadera doncella de hielo en su torre de marfil, pero cada vez que la miraba, por un breve segundo, surgia un calor tan brillante y abrasador que despertaba su apetito por ella. la mujer era un reto, y a el siempre le habian gustado los grandes desafios. El ano pasado la habia cortejado, pero ella no le permitio acercarse lo suficiente como para darle un solo beso. Habia gastado una fortuna enviando lujosos ramos de flores, ademas de comprar asientos en el palco de la opera frente al de su padre para verla disfrutar de la musica desde el otro lado del teatro. Y, sin embargo, ella habia permanecido inalcanzable. Siempre amable, pero nunca verdaderamente abierta. Despues de meses de intentos, Cedric se habia visto obligado a admitir su derrota. Ella nunca se rendiria a el ni a sus intentos de seduccion. Y luego habia perdido la vista. Cualquier idea de matrimonio ahora era inconcebible. Aunque su fortuna seguia siendo un atractivo para algunas damas disponibles, ya no podia soportar la macabra danza del cortejo. No cuando todo lo que oia eran los groseros susurros de las damas detras de sus abanicos sobre su condicion. No queria esa repulsion o compasion de su futura esposa. Sin duda, Anne se compadeceria de el, o se incomodaria por su nueva torpeza. Era demasiado fria de corazon como para preocuparse sobre si el podia recorrer un metro y medio sin lastimarse o arruinar algo a su alrededor. No podia entender que estaba haciendo ella aqui, y menos cuando habia pasado demasiado tiempo evitandolo. Ademas, ella no solia hacer visitas sociales y no se atreveria a hacerle una a el. Por otra parte, las noticias que habia oido recientemente sobre ella no le permitian imaginar por que estaba aqui. La semana pasada, cuando su amigo Lucien y su hermana Horatia acudieron a su visita semanal, Cedric se entero de que el baron Chessley, padre de Anne, habia muerto mientras dormia. Anne era ahora una rica heredera y no necesitaba a nadie, y mucho menos a Cedric. Lo que lo obligo a replantearse dicha cuestion infernal: ?por que habia venido? ?Estaba muy destrozada por el dolor de haber perdido a su unico pariente con vida y acudia a el en busca de consuelo? Lo dudaba. ?Que podia ofrecerle a una mujer como ella? Era un hombre a medias, destrozado, arruinado. Un maldito idiota. Se obligo a adoptar un rostro serio. La trataria como a todas las jovenes con las que se cruzaba desde su perdida de vision, con una educada distancia. Su orgullo le exigia mantener el control, especialmente con Anne. Nunca debia saber que aun la deseaba, que aun la buscaba como un loco sin remedio. Las imagenes de sus ojos grises traicionaron a su mente. Recordarla tan vividamente; los labios rosa palido que mostraban una sonrisa solo cuando ella bajaba la guardia, y la forma en que su nariz se arrugaba cuando discrepaba con el. Su pecho se contrajo al recordar sus discusiones, a menudo apasionadas, sobre los caballos, su interes compartido. Era la unica forma en que habia conseguido que ella le respondiera, sonsacandole sus energicas opiniones. A la fria diablilla le encantaba discutir, y el se deleitaba provocando su ira. Maldita sea. Me he convertido en un tonto sentimental. El lacayo tosio cortesmente, recordandole a Cedric que lo estaba esperando. --Por favor, traela --le indico. Ahora, resultaba una gran perdida de tiempo encontrar el camino de regreso al interior. Era mucho mas facil hacer que se la llevaran a los jardines. El clima era bueno, y el conocia a Anne lo suficiente como para saber que le gustaba el aire libre. Los pasos del lacayo se alejaron y, un minuto despues, Cedric percibio unas pisadas femeninas en el sendero del jardin. La oyo jadear cuando se acerco lo suficiente para verlo. --!Milord! !Esta sangrando! --Anne corrio a su lado. El percibio su olor, un seductor aroma a orquideas que era exclusivamente suyo. Sintio el calor de sus manos cerca de las suyas cuando se le unio en la fuente. Ella le cogio las palmas y toco suavemente su piel irritada. Estaba tan acostumbrado a los cortes y rasgunos que apenas los notaba. Cedric reprimio un escalofrio. Sin la vista, solo le quedaban el tacto, el gusto y el olfato para percibir el mundo. El tacto de Anne encendio una chispa debajo de su piel. --?Sangrando? --pregunto tontamente, demasiado absorto en la sensacion de las faldas de seda rozando sus espinillas. Sus manos heridas quedaron en el olvido. La excitacion ardia en sus venas, y el viejo deseo de seducir emergio a la superficie. No recordaba ningun momento en el que ella hubiera estado tan cerca de el por voluntad propia. --Si, milord. Hay gravilla en sus palmas. ?Se ha...? --dudo en continuar. Su deseo por ella se esfumo ante la compasion en su tono. --?Me he caido? Si --respondio el bruscamente. Nunca habia necesitado compasion, y no la queria ahora, y menos de ella. Saco el pecho y fruncio el ceno en su direccion. Un silencio inquietante lleno el aire entre ellos. Anne siempre tuvo el poder de ponerlo nervioso, de hacer que todos sus musculos se tensaran. ?Que expresion tenia en su rostro? ?Esas delicadas cejas que el recordaba arqueadas sobre sus encantadores ojos sorprendidos, o ahora estaban fruncidas? Maldita sea, desearia poder verla. --?Me deja ayudarlo? --pregunto Anne en voz baja. --?Como? --el escepticismo invadio el tono de Cedric. En lugar de responder, ella se quito los guantes y cogio sus manos, metiendolas en el agua fria y vigorizante de la fuente, y sus dedos limpiaron suavemente las irritadas palmas de sus manos. Luego volvio a levantarle las manos. --?Tiene un panuelo? --En el bolsillo del pecho --dijo el. Sintio que la mano de Anne hurgaba en el bolsillo de su chaleco y lo sacaba. La simple accion le resulto extranamente erotica y acelero su pulso. Siempre era el quien deslizaba una mano bajo el corpino o la falda de una dama. Era una experiencia muy diferente tener la mano de una dama moviendose bajo su ropa. Podia sentir el calor de su piel cerca de su pecho. Con una sonrisa interior, disfruto de la sensacion de sus suaves manos introduciendose en su ropa. Cuando encontro su panuelo, ella le seco las manos con delicadeza y luego coloco sus palmas en alto. Su calido aliento se deslizo sobre su piel en un suave patron mientras soplaba suavemente sobre sus cortes para secarlos. --Creo que no van a sangrar mas. Debe tener cuidado de no hacer nada brusco con ellas durante unos dias para no estimular nuevamente los cortes. Su tono a reprimenda lo pillo desprevenido y destruyo la calida burbuja de deseo que lo rodeaba. --Gracias, senorita --respondio con rigidez, mas por la sorpresa que por otra cosa--. Perdone mi atrevimiento, pero ?por que ha venido? --la pregunta urgente ?por que? seguia atormentandolo. Anne guardo silencio durante unos momentos antes de hablar. Cuando lo hizo, sus manos se apartaron de las suyas, deshaciendo su vinculo. --Estoy segura de que ha oido hablar de mi padre. --Si --dijo Cedric en voz baja--. Era un buen hombre, y no puedo decir eso de la mayoria de los hombres que conozco. Le doy mi mas sentido pesame y mis condolencias. El dolor lo atraveso, agudo y repentino, detras de las costillas. Los ataudes de sus propios padres siendo depositados en tumbas gemelas. Sus dos hermanas pequenas aferradas a sus brazos a ambos lados, con sus rostros angelicales manchados de lagrimas. Eran recuerdos que no queria, recuerdos que cada dia intentaba mantener enterrados. --Gracias --su voz era firme, pero el conocia la fortaleza de Anne y eso lo hacia sentirse orgulloso de ella. Al mismo tiempo, quiso acercarla y susurrarle cosas suaves y dulces al oido para reconfortarla. Eso lo sorprendio. ?Desde cuando era la clase de hombre que consolaba? Era un libertino, un seductor y un picaro de la peor calana. No acurrucaba a una mujer en su cuerpo. --En realidad, su muerte es la que me ha traido hasta ti. --?Oh? No puedo imaginar como... --Si me perdona por mi franqueza, milord, la verdad del asunto es que necesito casarme. La muerte de mi padre me ha dejado con riquezas y, desgraciadamente, siendo mas un objetivo para los cazafortunas de la alta. Mas de lo que me hubiera gustado. Cedric no paso por alto el tinte desesperado en su voz. Desde que la conocia, ella siempre habia huido de la mirada publica, y la carga de ser una heredera debia ser muy grande. --?Y que tiene que ver esto conmigo? --pregunto Cedric. Seguramente ella no pensaba... Era demasiado esperar que le pidiera que la cortejara de nuevo. --Necesito un marido y la mayoria de los hombres disponibles que buscan una mujer, bueno, no son lo que yo consideraria candidatos adecuados. He venido aqui... con la esperanza de que quizas... --las manos de Anne cogieron las suyas y Cedric se sobresalto, pero mantuvo la calma y se aferro a ella con suavidad. ?Que esperaba ella? El pecho de Cedric se contrajo. --Diga lo que piensa, senorita Chessley --exigio, quiza con demasiada fuerza. Ella libero sus manos y terminaron por caer en su regazo. --Tal vez esto fue un error. No debi molestarlo --musito Anne, disculpandose. La oyo levantarse para marcharse. Cedric se puso de pie junto a ella y extendio la mano a ciegas en su direccion, con la esperanza de capturar su muneca para detenerla. En lugar de ello, su mano aparecio alrededor de una cadera femenina y prominente. No la solto, sino que le clavo los dedos con la fuerza suficiente para frenar su huida. El repentino contacto provoco un grito de sorpresa. --Digame lo que ha venido a decir, por favor --suplico un poco, no queriendo que se fuera. Ultimamente habia pasado mucho tiempo solo, algo que habia creido preferir dado su estado. Pero la compania de Anne era bienvenida. Le recordaba a tiempos mejores, pero no le hacia sentir el dolor de su perdida de vision. Mas bien le encendia la sangre, recordandole la forma en que solia provocarla y como ella se resistia a el con su delicioso combate verbal. Reprimio una sonrisa cuando ella no intento escapar de su agarre. --He venido a preguntarle si consideraria la posibilidad de casarse... conmigo --la ultima palabra fue un susurro tan suave que Cedric se pregunto si la habia imaginado. --?Quiere casarse conmigo? !Por fin podria tener a Anne! Sin embargo, se habia jurado a si mismo que el matrimonio no era posible, que cualquier mujer que se atara a el nunca seria feliz con el cuerpo vacio de un hombre danado. ?Como podia pensar Anne que el seria una buena eleccion? Si pensaba que podia ser su esposa solo de nombre, se equivocaba. Si el y Anne se casaban, la meteria en una cama y Cedric encontraria el cielo que sabia que lo estaba esperando alli. Si el matrimonio era la unica via para encontrar el paraiso, entonces el haria publicar las amonestaciones inmediatamente. Sin embargo, si conocia a Anne --que lo hacia--, tenia que haber una trampa. --Si. Bueno... ‘querer’ es quizas una palabra fuerte. Pero me casaria con usted si me lo pidieras. --?Por que yo? --si podia elegir entre cazafortunas y otros jovenes, ?por que conformarse con un ciego patetico y tonto? No tenia mucho sentido. --De todos los hombres que he conocido, usted ha permanecido interesado en mi y no tiene ningun deseo de perseguirme por mi fortuna, ya que es bien sabido que la suya es mucho mayor que la mia. Estoy segura de la verdadera razon de su interes. Los sementales de mi padre pasarian a ser suyos, por supuesto, si nos casamos. Seria libre de cruzar sus propias yeguas con ellos. Pense que tal vez eso podria atraerlo. Estaria dispuesta a trabajar con usted en la crianza, ya que es un interes compartido. Tambien creo que podriamos llegar a agradarnos lo suficiente como para llevarnos bien. Usted tiene la aprobacion de mi padre, asi como la de Emily, y eso me hace confiar en su naturaleza. Cedric se rio para si mismo. A pesar de su reputacion descarada entre la alta y los rumores de los diarios, ?su padre lo habia aprobado? Ellos se habian reunido a menudo en Tattersalls para hablar de los mejores caballos. El y el difunto baron habian coincidido en casi todo, excepto en la politica, pero aquellos debates habian sido animados y bien argumentados por ambas partes con copas de oporto en clubes como White’s. Entonces, fue azotado por una fuerte sacudida ante la abrupta percepcion de la perdida del baron. Habia dejado que su ceguera se convirtiera en un motivo para sumirse en su propia oscuridad y ni siquiera habia pensado en como debia sentirse Anne. Su padre, un hombre al que estaba muy unida desde la muerte de su madre en su infancia. Y ella acudio a mi para que la protegiera de los cazafortunas... El pensamiento provoco una sensacion de calidez en un lugar profundo de su interior que habia quedado muy frio durante estos largos meses desde su perdida de vision. --?Te casarias conmigo, sinceramente? Debo advertirle, senorita Chessley, que ya no soy el hombre encantador que alguna vez fui. Mi vida se ha vuelto... complicada --la confesion le dolio como un punetazo, pero era inevitable. Ella tenia derecho a saber con que se enfrentaria si se casaba con el. --Lo se, milord. Tuve un spaniel muy querido que se quedo ciego cuando era nina. Conozco las dificultades a las que usted se enfrenta --su voz estaba todavia un poco agitada.

  • Otra vida por vivir de Theodor Kallifatides

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    Nadie deberia escribir despues de los setenta y cinco anos, habia dicho un amigo. A los setenta y siete, bloqueado como escritor, Theodor Kallifatides toma la dificil decision de vender el estudio de Estocolmo, donde trabajo diligentemente durante decadas, y retirarse. Incapaz de escribir y, sin embargo, incapaz de no escribir, viaja a su Grecia natal con la esperanza de redescubrir la fluidez perdida del lenguaje. En este bellisimo texto, Kallifatides explora la relacion entre una vida con sentido y un trabajo con sentido, y como reconciliarse con el envejecimiento. Pero tambien se ocupa de las tendencias preocupantes en la Europa contemporanea, desde la intolerancia religiosa y los prejuicios contra los inmigrantes hasta la crisis de la vivienda y su tristeza por el maltratado estado de su amada Grecia. Kallifatides ofrece una meditacion profunda, sensible y cautivadora sobre la escritura y el lugar de cada uno de nosotros en un mundo cambiante.

  • Esperanza de Candis Benitez

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    En ocasiones, las personas tomamos las peores decisiones en nuestras vidas, las cuales muchas veces pueden ser irremediables, en caso de no enmendarnos a tiempo.
    William Carrington lo sabe bien, pues en su juventud -buscando escapar de las presiones familiares y ser libre-, eligio la puerta equivocada. Vivio una epoca de desenfreno total, y estuvo al borde de perderlo todo, incluso lo mas preciado que posee cada ser humano, dandose cuenta con ello de su manera errada de proceder, antes de caer en un abismo sin retorno.

  • Mona de Pola Oloixarac

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    Novela de ideas y suspenso, un thriller literario donde la clave del crimen esta escondida en el cuerpo de una escritora que compite por un premio.

  • Las pioneras de Rita Levi-montalcini

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    “Este libro -escribe la mitica biologa Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina- esta destinado a las nuevas generaciones. Su objetivo es hacerlas conscientes de las fundamentales aportaciones cientificas que hicieron sus antepasadas desde dos siglos antes de la era cristiana hasta el siglo XX. Durante siglos las mujeres estuvieron excluidas. En el pasado las que destacaban por su sabiduria se consideraban brujas y eran enviadas a la hoguera, e incluso cuando se abolio esta persecucion, tan feroz como absurda, los filosofos y los cientificos, incluidos los conocidos como ‘ilustrados’, siguieron alimentando el mito de la absoluta superioridad intelectual del hombre”. Para demostrar que las mujeres tambien tienen un pasado, y un presente, cientifico, mostrando al mismo tiempo las injusticias y dependencias que tuvieron que sufrir a lo largo de siglos, el procedimiento que Rita Levi-Montalcini y Giuseppina Tripodi han seguido en este apasionado y apasionante libro es presentar la incuestionable evidencia que proporcionan sucintas biografias de mujeres cientificas como las matematicas Hipatia, Sophie Germain, Sofia Kovalevskaia y Emily Noether, las astronomas Caroline Herschel, Williamina Fleming, Henrietta Leavitt, Cecilia Payne Gaposchkin, Margaret Burbidge y Vera Rubin, Mary Wortley Montagu, a la que tanto debe la vacunacion moderna, las fisicas Emile du Chatelet, Marie Curie, Lise Meitner, Irene Joliot-Curie, Maria Goepper Mayer y Chien-Shiung Wu, quimicas como Rosalind Franklin y biologas como Gerty Cori, Barbara McClintock, Dorothy Crowfoot Hodkin y Christiane Nusslein-Volhard .

  • Contactos obsesivos (Las Cronicas de Krinar 2) de Anna Zaires

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    En Lenkarda, la principal colonia krinar de la Tierra, Mia se encuentra totalmente a merced de Korum. Sin forma de salir de alli ni idea alguna de como manejar ni la mas simple de las tecnologias de los krinar, no tiene mas eleccion que confiar en el K que la ha llevado hasta alli, el amante a quien ella ha traicionado.

  • Jovenes promesas de Juanjo Diaz Polo

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    Corre el ano 1920 y el comite olimpico espanol va a enviar por primera vez en su historia una seleccion de futbol a un campeonato internacional. Pero la tarea no sera nada facil: las diferentes federaciones regionales recelan unas de otras y cada una quiere que sus jugadores tengan protagonismo.
    Con tal escenario, los responsables de la expedicion no guardan grandes esperanzas, pero no cuentan que, sobre el terreno de juego, estaran los Zamora, Pichichi,
    Pagaza, Belauste o Samitier, componentes de un equipo de leyenda. Inspirada en hechos reales, Jovenes promesas se desarrolla en los inicios del futbol y el olimpismo y narra, a traves de la voz de Elena Diaz, la idealista hija de un veterano cronista deportivo, la gesta historica de un equipo inolvidable, en el que nadie creia y que alcanzo la gloria.

  • Un invierno para creer de Irene Axelia

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    Borja aterriza en Amsterdam para empezar de cero. Un nuevo hogar, un viejo amigo como compania y su guitarra como unico equipaje. Aunque el viaje mas importante de su existencia comienza cuando aparece una joven bailarina de sonrisa eterna y unas ganas inmensas de comerse el mundo.
    El ya no cree en nada, la vida le ha dado un fuerte golpe, pero cuando Tessa lo descubre se empena en cambiar su forma de pensar y le propone un juego con mucho espiritu navideno. Solo necesita veinticuatro dias y que Borja este receptivo a todo lo que ocurra entonces.
    El, al limite de la desesperacion. Ella, llena de vida, dispuesta a ser la mecha que encienda sus ganas.
    Un invierno para creer es un laberinto de emociones iluminado por luces de Navidad que te mostraran el camino que emprenden juntos. ?Lograra Tessa que Borja recupere la ilusion perdida?

  • Hunter de Akara Wind

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    El mundo se ha convertido en un campo de batalla entre las diferentes facciones de vampiros. Ya no hay lugar para los humanos, solo son simple alimento. La noche pertenece a los inmortales.
    Hunter es un Alas Negras, una raza superior de vampiros, creado y entrenado para ser un asesino implacable, siempre leal, sin preguntas, sin remordimientos. Un arma infalible hasta que el ser mas insignificante se cruza en su camino.

  • El verano de las flores silvestres de Kathryn Taylor

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  • Asi se domina el mundo de Pedro Banos Bajo

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    Alianzas, manipulacion, rivalidad, guerra psicologica. Mejor que Juego de tronos: las claves de la geoestrategia mundial.

  • Como ver nevar al sol de Alexandra Roma

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    <> GABRIELLE Damien sabe que era un barco a la deriva hasta que el rap le acogio entre sus manos. Damien no tiene idea de como afrontar lo que ocurrira manana ni donde se ha escondido su capacidad de componer. Damien solo necesita una cosa. Que ella vuelva: Gabrielle. Que sus caminos se cruzaran parecia poco probable, pero sucedio en un autobus que llevaba a la carcel y con una grulla de papel volando. El universo del Bronx, las pistas de baloncesto y la violencia choco con el del Upper East Side, la fotografia y una familia que se hacia pedazos. Y llegaron las rimas en un karaoke, un grupo de amigos a los que llamaban juguetes rotos y su refugio en un viejo vagon de tren olvidado. Y ellos dos conociendose de fuera a dentro y quedandose mas alla de los huesos. Puede que alli este su inspiracion. En lo que un dia llamaron amor. Tal vez repasar los grandes exitos de su pasado sea la solucion… Aunque eso suponga regresar a su mayor pecado, cuando Damien era Damien y no el famoso Tiger Ocean.

  • La ciudad de los espejos de Justin Cronin

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    El mundo tal como lo conociamos ha desaparecido.
    ?Que clase de mundo surgira en su lugar?

  • Citronela de Gema Samaro

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    Despues de su ultima decepcion amorosa, Pili decidio cambiarse el nombre y ponerse Citronela, como la planta que ahuyenta a los insectos.
    El ultimo bicho al que mantiene a raya es Guillermo, el trompetista de Los Flipados del Swing, la banda con la que canta desde hace unos meses y con la que hace bolos por todas partes.
    Guillermo tiene el perfil en el que Pili se prometio que jamas volveria a caer: guapo, culo inquieto, mujeriego y trompetista.
    Y por supuesto que va a ir con su promesa hasta el final.
    A pesar de que Guillermo asegure que se ha enamorado de ella.
    Y Pili puede que tambien de el.

  • Blaze – Stephen King de Stephen King

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    Clay Blaisdell, llamado Blaze por todos, mide dos metros y pesa ciento treinta y seis kilos. Es un verdadero gigante. Sin embargo, hasta conocer a George Rackley nunca habia hecho nada grande.

  • Desde las sombras de M.c. Sark

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    Romantica, victoriana y llena de sombras.

  • A Sexy Berling (Epilogue), Maya Blair de Maya Blair

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  • La Dama y el Maraja de Maria Isabel Salsench Olle

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    Un paseo por el destino
    Helen, Condesa de York, vive un autentico infierno al lado de su esposo. El Conde es un alcoholico, infiel y canalla. Incluso mal trata a sus hijos. En una noche de arrebatadora locura se queda viuda, viendose implicada en el asesinato. Para huir de la justicia, se marcha a la India colonial inglesa junto a sus tios paternos.
    En India, un pais lleno de tradiciones y rico en cultura, ella sera obligada a ejercer como institutriz de los hijos del raja. En el palacio hindu, conocera al verdadero amor de su vida. El hombre que le ensenara a querer y a vivir: un principe oriental, el heredero del trono.
    Khaled es una belleza oriental, agasajado por todas las mujeres que desea y acostumbrado a tener cuanto pide. Desde pequeno ha sido entrenado en todo tipo de artes, incluso las amatorias. Haciendo de el un futuro rey, un hombre poderoso. Como futuro monarca tiene obligaciones, costumbres arraigadas… pero cuando ve a Helen… Su mundo se desestabilizara.
    Viviran una pasion sin limites, escondida, prohibida… Se amaran… ?Pero podran estar juntos? ?Es posible que una viuda contraiga matrimonio con un futuro rey? ?Escapara de la justicia Helen? ?O sera encontrada y castigada por haber asesinado a su esposo? Un paseo por el destino. Una historia original, diferente y con deseos de llegar a los corazones.
    !Acompana a Helen hasta la India!
    Vivamos una pasion prohibida
    Oriente y Occidente

  • Rendicion (Premio Alfaguara de novela 2017), Ray Loriga de Ray Loriga

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  • Promesas de arena de Laura Garzon

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    Solo el amor y la tolerancia pueden trazar rutas entre la violencia, la desolacion y el odio.
    Lucia acaba de terminar su carrera y viaja a Palestina como cooperante de una ONG. Esta llena de ilusiones, de buenos propositos, pero lo que encuentran en los Campos de refugiados rompe todas sus ideas preconcebidas. Las carencias rozan el limite de la supervivencia y nadie les espera, ni espera nada de ellos. En los campos de refugiados no solo hay intereses altruistas, las facciones politico-religiosas mantienen una lucha de poder constante entre si y contra su enemigo Israel y por extension Occidente.
    Lucia se encontrara con los dos polos humanos que imperan en los Campos: quienes lo dan todo, como Fathia y Hamid; y con el Halcon, un palestino de padre ingles, educado en diferentes paises, y con un magnetismo y atractivo que subyuga perdidamente a la joven cooperante. Descubrir quien es este hombre en realidad le va a costar muy caro a Lucia. Su pasion le alcanzara la gloria y la arrastrara al abismo.

  • Los numeros nos hicieron como somos de Caleb Everett

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    Los numeros han formado la mayoria de las culturas. Transformaron los patrones humanos de subsistencia, dieron una posibilidad de expansion y de dominio sobre nuestro entorno a la vez que permitieron el impulso de otras tecnicas como la agricultura, la astronomia y posteriormente la arquitectura (babilonios, sumerios, egipcios…), esenciales del saber humano e inconcebibles sin la especulacion numerica. Por todo ello, Everett defiende que los numeros han cambiado directa o indirectamente las culturas y el saber humano, tanto en su vertiente social como espiritual.

  • Bailando en la oscuridad de Karl Ove Knausgard

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    <>: las palabras no son de Karl Ove Knausgard, pero, a la luz de Mi lucha, podrian muy bien aplicarsele. Y es que su serie de <> autobiograficas es tan catartica para el que la lee como lo fue para quien la escribio: es la inmitigada franqueza sin filtros del que pone su vida entera en juego la que, al vibrar en la pagina, reverbera mas alla de ella. Corre el tiempo, cambian las edades, los escenarios; y cuando se abre Bailando en la oscuridad, el cuarto volumen de la saga, Karl Ove Knausgard tiene dieciocho anos y acaba de bajar del avion que lo ha colocado un poco mas cerca de su destino. Que se llama Hafjord; Hafjord, un minusculo pueblecito del norte de Noruega donde le espera un puesto como maestro, y la promesa de una paz que le permita entregarse a su recien descubierta vocacion: la de escribir. Pero, tras un comienzo que promete, el desengano: la ambicion excede con mucho al talento. Y ser profesor no es tan facil como parecia, y las tentaciones que ante el se despliegan tienen muchos rostros: el de las chicas, el del alcohol, el del aislamiento y la soledad; el del silencio. Cuando el narrador parece abocado a la crisis, cuando su relato se oscurece, el autor nos lleva consigo hacia atras, hacia las raices del ahora: y encuentra musica y amor, escritura y vida; encuentra un testimonio de los deseos y sus frustraciones, de la dificultad de lidiar con lo heredado. Karl Ove Knausgard escribe con luminosidad y energia, sin condescendencia, de un tiempo cargado de posibilidades e incertidumbres, de ambiciones y de tropiezos; un tiempo fundacional y definitorio, en el que el impetu colisiona a menudo con la torpeza. De esa oposicion, de ese desajuste, emergen acordes inesperados, de una ligereza que no sacrifica la hondura por el camino: Bailando en la oscuridad es el episodio mas gracil, raudo, bullicioso y electrico de la serie, cargado de una vitalidad tan intensa y abierta como la que describe.

  • La hija del sepulturero de Joyce Carol Oates

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    La epopeya de una mujer que debe reinventarse a si misma. Una odisea erotica y turbulenta, intensamente provocadora y emotiva.

  • Chantaje 1_Mi peor opcion de Mia Del Valle

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    Muchos anos atras... Eran poco mas de las dos de la madrugada cuando la primera contraccion desperto a Maria. El dolor fue desgarrador y el miedo a la nueva aventura que estaba a punto de comenzar... aun mayor. La mulata de ojos color mar, busco en la mesa que habia a un lado de su catre, hasta dar con una caja de cerillas. Con ellas encendio una pequena vela, y le dedico un pequeno rezo a la virgencita que la protegia desde la cabecera de su cama. El hogar aun se mantenia encendido con una tenue llama y la pequena vivienda permanecia templada. Su hermana Guadalupe dormia placidamente, ajena a todo lo que estaba aconteciendo a escasos pasos de ella. Una segunda contraccion la hizo cerrar los ojos y aferrarse con tanta fuerza a la colcha, que sintio como se doblaban sus largas unas. <> --Guadalupe --llamo Maria con la poca energia que le quedaba en medio de los dolores --Lupe, por favor... te necesito. Lupe abrio los ojos y mientras se sentaba en el catre intentando despabilarse, observaba con horror lo que estaba viviendo su joven hermana. Maria se retorcia de dolor en medio de un gran charco de sangre. Si bien la mayor de las hermanas nunca habia tenido la dicha de ser madre, ni la tendria para su pesar, tampoco habia atendido uno, pero estaba segura que eso no era normal. Rapidamente se puso de pie, y asi como se encontraba <> corrio fuera del rancho en busca de su hermano Gerald. El mayor de los tres hermanos dormia en la cabana contigua a la de ellas, en la casa de los hombres. --!Gerald! --grito Guadalupe entre lagrimas --Gero, !salga mijo que lo necesito! Dese prisa por favor, algo esta mal con la Maria y el bebe. !Vaya y busque a la doctora por favor! Su hermano salio rapidamente del rancho a medio vestir, junto a dos de sus amigos, y terminando de calzar una de sus botas de cuero, corrio hasta su caballo y salio como un demente en busca de la doctora Saavedra. Los dos muchachos marcharon junto a Lupe a la casa, para acompanar a Maria, mientras Gero traia ayuda. La doctora vivia en la estancia vecina, a unos cuatro kilometros de distancia, y dormia junto a su esposo y su pequena bebe de un mes de vida, cuando escucho los gritos. --!Doctora!, !doctora! Por favor, mi manita la necesita --gritaba el pobre hombre desesperado fuera de la portera principal. Fue el esposo de la medica quien salio al encuentro del joven mulato antes que su mujer. Y solicitando que guardara silencio, insto al muchacho a marcharse y que volviera a su rancho, de lo contrario llamaria a su patron, para que el le diera su merecido por tan soez comportamiento. --Pero mi hermana necesita a la doctora patron --suplico el muchacho -algo no esta bien con el bebe. --Mi mujer no estudio para atender a negras putas que se revuelcan con los hijos de los senores. -- Lanzo sus palabras con desden... como flechas envenenadas directo al corazon. Al muchacho se le llenaron los ojos de lagrimas. El enojo, la ira y la tristeza lo hicieron apretar tan fuerte los dientes que sintio como estos crujieron a causa de la presion. --No me diga eso patron... mire que el mundo y la vida es redonda. Todo puede volver --susurro el muchacho volteando para marcharse del lugar. --Atrevido de mierda... ?me estas amenazando? --gruno el alto y fornido estanciero. Gerald no volteo a responder. Sus hermanas lo necesitaban y no podia perder el tiempo discutiendo con el vecino de su patron. Seguramente manana, tendria una reprimenda cuando Don Horacio se enterase. --Ya estoy lista Gerald... !vamos! --dicto Ruth sobre su caballo, terminando de colgar el morral de cuero negro, que usaba para guardar sus instrumentos medicos. Los dos hombres voltearon de golpe, la boca de su esposo se abrio y sus ojos lanzaron chispas al ver la rebelde actitud de su mujer. --Pero... pero querida --intento decir mientras tartamudeaba por la ira. --Pero nada "querido" --y puso enfasis cuando lo llamo querido --?puedes abrir la portera? regresare cuando todo este en orden. Por favor, cuida de Clarita. Don Saavedra de mala gana obedecio, y tal como lo habia pedido Ruth, abrio la portera, permitiendo que su mujer cabalgara fuera, detras del peon que habia llegado pidiendo por ella. Tal como lo temio la joven mujer, al llegar, el bebe se encontraba enredado en el cordon umbilical. Por la sangre que habia perdido Maria, tambien sabia con exactitud que la placenta se habia desprendido, por lo que el tiempo corria en contra. Debia sacar al nino antes que se asfixiara. Lo ideal seria una cesarea de urgencia, pero en medio del campo y con la gravedad del asunto, eso era impensable. --Maria --llamo a la joven, quien lloraba asustada tomandola de los hombros --cuando sientas ganas de pujar hazlo, pero cuando yo te lo pida debes detenerte, si no me haces caso el bebe se ahorcara... ?me entiendes? No tenia intenciones de asustar a la joven madre, pero necesitaba de toda su colaboracion para lograr desatar el cordon del cuello de la criatura y que todo esto no terminara en una tragedia. Maria asintio entre sollozos, y una fuerte contraccion llego en ese instante. --Puja Maria... !puja! --insto Ruth y tras pujar con fuerza, Maria pudo sentir cuando la cabecita de su hijo salio --. Ahora espera Maria --grito Ruth mientras desatoraba el cordon del pescuezo del pequeno --respira como perrito... por la boca --continuo hablando para captar la atencion de la muchacha. Sus manos se movian rapido y con destreza, pero el corazon le iba a mil. En la penumbra de aquel humilde lugar, en el que solo se encontraban un par de velas encendidas, y la llamarada del hogar, el color azulado en los labios de la criatura ya se hacia evidente. Ahora si. Ya se encontraba sin ataduras, por lo que tendria que separarlo cuanto antes de la trencilla que lo mantenia unido a su madre, y rezar a todos los santos, para que llorara con fuerza y cargase sus pequenos pulmones con oxigeno. --Ahora si Maria, a la cuenta de tres, puja con fuerza nina. !Vamos! Uno, dos... y... --!Aaaaaahhhhh! El grito de Maria se escucho en el silencio de la noche, como el aullido de un lobo a la luna. Finalmente, su hijo habia nacido. Si Ruth no hubiera estado en aquel momento, dudaria de la veracidad de que ese bebe fuera hijo de Maria. Pese a que se encontraba palido y levemente morado, el nino <> un pequeno y regordete varoncito, tenia la piel del color de la nieve y su cabello como rayos de sol. <> penso Ruth, un rasgo singular que poseia aquella pequena familia de tez oscura. Velozmente la joven doctora corto y ligo el cordon y con un nudo en el estomago, comenzo a masajear el pequeno e inmovil cuerpito, aparentemente sin vida. --Vamos, vamos bebe. Por favor, respira... por favor respira --murmuraba mientras frotaba una y otra vez a la criatura. Lupe y Gerald abrazados a su hermana sollozaban en silencio, hasta que el alarido del llanto se escucho. --Mi hijo --dijo sin fuerzas Maria con una sonrisa en los labios y lagrimas banando su rostro. Ruth no pudo evitar la emocion y ella tambien se puso a llorar. Maria tomo en brazos a su hijo y beso su coronilla. El pequeno lentamente comenzo a abrir sus ojos y su mirada se encontro con la de su madre. --Bienvenido al mundo Aaron. --?Aaron manita? ?Ese sera el nombre de mi sobrino? --pregunto el mulato. Maria asintio en silencio. --Asi es mi querido hermano, este nino sera mi luz... tal cual significa su nombre. De ahora en adelante solo vere por el. La puerta se abrio en ese momento, asustando a todos los presentes. Los patrones habian llegado. Horacio y Diego Jamasen, padre e hijo respectivamente, entraron con cara de pocos amigos. El joven veterinario al ver la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, rapidamente camino hasta Maria, y para el asombro de todos, se puso de rodillas a un lado de la cama, y apoyando su frente en la de la chica se puso a llorar. Nadie entendia nada, pero todos entendian todo. Porque no era necesario ser un ilustre, para darse cuenta que tanto Don Diego, como el pequeno Aaron presentaban muchas similitudes fisicas. Muchisimas. --Diego... !basta ya! --increpo Don Horacio --termina esta boberia de una buena vez. No quiero ver a este pequeno bastardo dentro de mi campo. Ya mismo quiero que saques a toda esta gente o me llevo el nino y lo dejo en medio de la nada. Los dos amigos de Gerard y el mismo se acercaron hasta donde estaba el patron. Lo bueno, es que no fue necesario que dijeran nada. Porque fue don Diego Jamasen <> quien hablo. --!No te atrevas a amenazar a mi hijo papa!… ?Me has escuchado? --grito el joven hombre. --?Tu hijo? --Sonrio con desden --no te das cuenta, que lo unico que quiere esta gente --realizo un despectivo movimiento con su mano, en el cual senalaba a los presentes --es dinero... La negrita se abrio de piernas y te hizo un retono. !Y tu como si nada! ?Por que mejor no aprendes de tu padre?... la pequena Lupe --limpio con su dedo la comisura de sus labios y acomodo su barba mientras miraba a la mujer --Lupita ha calentado muchas veces mi lecho, pero jamas traera un paquete en el bombo... me he garantizado en persona de eso. Gerald apreto los punos, intentando controlar su ira por lo que acababa de escuchar. El viejo habia violado a su hermana mayor y era el responsable del atroz dano que sufrio su hermana en el utero anos atras. <> Eso no quedaria asi. Aquello jamas podia quedar como si nada. <> penso.

  • Camino de espinas de Alberto Gomez

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    Si te dijeran que te esta prohibido amar, ?lo creerias?

  • Alas de confianza (Edentown 10) de Annabeth Berkley

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    Nora Reaves miraba orgullosa la fachada de la casa que habia comprado en Edentown. Tenia toda la confianza y la ilusion puesta en su nuevo hogar y en la reciente oportunidad que se habia dado a si misma para empezar de nuevo. Sus ojos azules brillaban iluminando aun mas su sonrisa Miro a su amiga que estaba junto a ella, como siempre que daba un paso adelante en la vida. Shelby Payne le cogio la mano en senal de apoyo. Su alegria y sonrisa eran sinceras. --Todo ira genial a partir de ahora, ya lo veras --le susurro Shelby--. Me alegro muchisimo de que estes aqui. Nora asintio con un suspiro de esperanza. Tomar la decision de salir de Nueva York no habia sido facil. Estaba acostumbrada a la seguridad que le daba su apartamento, a lo cerca que estaba la editorial que publicaba sus libros y a la proximidad del instituto de su hijo, pero nada de eso le habia proporcionado esa tranquilidad que tanto buscaba y que habia perdido desde que Doug comenzara las clases. Su complicada edad adolescente y los pesimos companeros que habia elegido como amigos le habian obligado a dar el paso de irse de la ciudad por miedo a que las cosas fueran peor de lo que ya estaban yendo. --Si --le respondio, reafirmando su decision--. Estoy segura de que todo ira bien aqui. --Esto es una mierda --exclamo un malhumorado adolescente rubio, de ojos tan azules como los de su madre, situandose a su lado. Las dos amigas miraron al chico que habia terminado de dar la vuelta a la casa seguido de Scott, el hijo de Shelby, de ocho anos y fiel escudero del que consideraba su primo. --?Como pudiste comprar esta casa? Es una casa de viejos --siguio refunfunando. Megan Saint James, la duena de la inmobiliaria a traves de la que habia hecho todas las gestiones, llegaba justo en ese momento con las llaves en la mano y uno de sus habituales vestidos largos y vaporosos que no disimulaba su avanzado estado de gestacion. --Tienes toda la razon --comento despreocupada por la queja del joven--, pero asi podras dejar la habitacion a tu gusto tras la reforma. Hola, chicas --le tendio las llaves a Nora--. Ahora si que es oficial, bienvenida a Edentown. Nora sonrio a Megan. La habia conocido en alguna de sus anteriores visitas a Shelby, y habia visto la casa con ella poco despues del fallecimiento de su anterior propietaria, madre de la administrativa del alcalde. Cogio las llaves y todos juntos fueron hacia la puerta. Ya sabia que a Doug no le habia gustado la idea de la mudanza. Se lo habia dejado claro muchas veces. Tambien suponia que no se lo iba a poner facil, aunque estuviera muy unido a Scott, pero queria pensar que solo duraria un tiempo y luego volveria a ser el nino carinoso y respetuoso que siempre habia sido. Doug tenia razon. El interior de la casa, aunque se veia limpio y cuidado, estaba muy pasado de moda y bastante abarrotado de muebles oscuros y voluminosos. --Todo esta sin tocar desde que Gertrud fallecio, ya te conte --les explico Megan abriendo las ventanas del salon para airearlo--. En menos de media hora vendra la empresa que Erin contrato para desocuparla totalmente. A primera hora de la tarde podras hacerte mejor una idea de como puede quedar. El agua y la luz no se dieron de baja, asi que no tendras problemas para instalarte cuando quieras. Nora asintio con una sonrisa. Habia seguido un impulso comprandola en cuanto Shelby le habia hablado de la posibilidad, sin dar opcion siquiera a que saliera a la venta y habia aprovechado para verla muy fugazmente en una anterior visita a su amiga. Pocas veces solia dejarse llevar por impulsos en las decisiones importantes, pero en ese momento lo habia visto como un regalo del cielo. El salon le parecia un poco pequeno, aunque junto a el habia una pequena habitacion que servia de trastero o de almacen y supuso que podria unirlos. Lo mismo haria con la cocina que pese a estar recogida y despejada, se veia tremendamente antigua. --?Quieres que avise a Cameron para que te haga la reforma? Supongo que querras hacer obras y Cameron trabaja muy bien. --Perfecto --acepto Nora, confiada y agradecida apoyando la mano en una de las paredes--. Si tiro esta pared podre comunicar la cocina y el salon --comento, ilusionada con la obra. --Cameron te resolvera cualquier duda --le aseguro Megan llevandose la mano a su abultado vientre. --?Te encuentras bien? --le pregunto Shelby. --Si, si --le respondio Megan--. Ha debido despertarse y se esta estirando. Las dos amigas sonrieron. Para ellas quedaban muy lejanos sus embarazos. Shelby se llevo la mano a su vientre y Nora la miro sorprendida, pero sin decirle nada. Subieron al piso superior donde habia solo un cuarto de bano y cinco dormitorios no muy grandes. Uno de ellos estaba lleno de posters antiguos, banderines de un equipo de beisbol y pompones de animadora. --Ya tengo ganas de empezar con las obras --les confeso Nora--. Quiza se pueda tirar alguna de estas paredes. Siempre he querido un vestidor con acceso desde mi dormitorio. --Pero si no tienes tanta ropa --le comento Shelby. Nora hizo una mueca. Llevaba tanto tiempo trabajando desde casa que su guardarropa dejaba mucho que desear. Mallas, leggins, camisetas, sudaderas y solo un par de vestidos que se habia comprado para salir con Stuart, el hermano de su editor, que habia sido su ultima y fracasada relacion. --Eso va a cambiar. Ahora los jueves acudire a las exposiciones esas que se hacen frente a la pizzeria o ire al Shamrock alguna vez. --?Cual sera mi habitacion? --le pregunto Doug entrando y saliendo de todas ellas con una mueca despectiva. --La que tu quieras, Doug, cuando el senor Cameron venga le puedes pedir que te haga lo que quieras en ella. --Con que me ponga conexion wifi me vale --le respondio--. Esto es una mierda. No se por que hemos venido aqui. Nora lo miro enarcando una ceja, amenazadora. --?Quieres que te repita las razones? Doug miro desafiante a su madre y luego bajo la mirada. No queria que Shelby las conociera, aunque sospechaba que las sabia pese a que no le habia dicho nada al respecto. --Vamonos abajo --le dijo a Scott. --Adolescentes --sonrio Megan justificando sus comentarios negativos. --Ya te tocara --suspiro Nora--. Sera mejor que nos vayamos y volvamos cuando este la casa vacia despues de comer. ?Puedes decirle al senor Cameron que venga a las cuatro? Megan sonrio. --Es solo Cameron, Cameron Lawrence --la corrigio mientras bajaban las escaleras--. Se lo dire y no creo que tenga ningun problema. Le dare tu telefono por si acaso. Nora se lo agradecio y siguio a las dos jovenes, satisfecha ante las nuevas perspectivas que la decision que habia tomado le ofrecia. Cuando Nora llego por la tarde a su nueva casa la encontro totalmente vacia y su aspecto le gusto todavia mas. Habia manchas en el papel de las paredes donde se habian apoyado los muebles, pero todo parecia mas amplio y limpio. Lamento que Doug se hubiera quedado en casa de Shelby, porque seguro que le hubiera gustado mas que antes verla asi. Volvio a recorrerla emocionada. Tenia muy buen presentimiento con respecto a esa mudanza. Confiaba en que todo cambiara para ellos. O por lo menos eso esperaba que sucediera. Queria volver a tener esa relacion de cordialidad que tenia con su hijo y que habia perdido desde que el empezo el instituto. Todo entre ellos se habia enfriado y tensado cada vez mas. Doug nunca habia sido muy influenciable, pero juntarse con los mas gamberros del instituto habia sido devastador, por lo menos para la relacion entre ambos. Ella lo achacaba a la falta de una figura paterna a la que imitar, y, por esa razon, se habia animado a salir con Stuart, despues de muchisimos anos sola, pero no habia funcionado. Ni siquiera habian pasado de la tercera cita. Nunca habia tenido suerte en el amor. Su novio en la universidad y padre de Doug se desentendio de ambos en cuanto supo del embarazo, y desde entonces ella no habia vuelto a abrir su corazon a nadie mas. Habia salido alguna vez con algun otro hombre, pero para ella lo unico que le importaba era su hijo, y que el estuviera bien atendido. Sus padres tambien le volvieron la espalda tras la noticia de su embarazo y habia tenido que dejar los estudios y ponerse a trabajar desde ese momento para que ni a su hijo ni a ella les faltara nada. Durante ese ultimo trimestre habia cursado la asignatura de literatura, algo que siempre le habia gustado, y en sus pocas horas libres habia empezado a escribir pequenos relatos. Con el apoyo incondicional de Shelby, companera de clase por entonces, se habia decidido a contactar con algunas editoriales y despues de un tiempo, mucho trabajo duro y bastantes noches en vela, habia conseguido vivir de sus novelas muy bien. Ahora solo rezaba para que su hijo se adaptara sin mayores problemas al instituto, aunque probablemente perdiera ese ano por sus bajas calificaciones. Sonrio al abrir uno de los dormitorios pequenos del piso superior. Quiza pudiera conseguir ese vestidor del que estaba decidida a disfrutar. Bajo al salon. Tenia muchas ganas de empezar con la obra. Vio junto a la puerta una esquina despegada del papel de la pared y no pudo evitar la tentacion de cogerla y tirar con fuerza para comenzar a quitarlo. La satisfaccion que sintio mientras lo hacia era indescriptible. Ilusion, satisfaccion, esperanza... dio un fuerte tiron. --Joder --exclamo malhumorado Cameron Lawrence, que entraba por la puerta en ese momento.

  • El juego del Hater de Auronplay

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    Joel Graham, youtuber de gran fama, se dispone a hacer una de las clasicas bromas telefonicas de su canal. Esta vez llamara a alguien que fabrica munecos de replica de famosos por encargo, que a Joel le parecen ridiculos. Pero la cosa no quedara ahi. Donald, blanco de la broma, se convertira en su peor pesadilla y lograra estar presente en su vida diaria sin que Joel consiga saber como lo hace, dando un paso mas cada vez que este intenta desenmascararle.

  • Una peligrosa tentacion de Manu Ponce

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    --?Lorenzo podrias acercarte a mi despacho, por favor? --Seguir la cadencia de su voz y caminar tras ella, que parecia mecerse con el contoneo de sus caderas, era el mejor placer que la manana podia ofrecerme. --!A la orden, Nicolette! --No era su perrito faldero, ni nada que se le pareciera, pero me falto solo mover el rabo... Es una expresion hecha, no me entendais mal. --Que cosas tienes, eres el director de la empresa, pocas ordenes debo darte, te basta y te sobras solito--me recordo segun entramos en su increible despacho, ese desde cuya cristalera quedaba Barcelona entera a sus pies. Normal, a sus pies quedaria yo tambien con un solo chasquido de sus dedos. Y eso me traia de cabeza, ?era una atraccion fatal la que sentia hacia la duena de la empresa? Pues preferia pensar que no, que se trataba mas bien de que mi jefa ejercia sobre mi un efecto que me provocaba una cierta fijacion... Paparruchas, lo mirara por donde lo mirase, en los escasos tres meses que llevaba dirigiendo aquel monstruo dedicado a los suministros navales, me habia enamorado de ella de un modo que creia que unicamente estaba reservado para la gran pantalla. --Bueno, pero ya sabes eso que dicen, que cuatro ojos ven mas que dos... A todas luces, Nicolette era mi jefa, pero ella preferia dejarlo en tablas y siempre me comentaba que los dos formabamos un tandem perfecto, al ser los dos pilares sobre los que se sustentaba la empresa. Y en cuanto a lo de los cuatro ojos... Eso seria lo que me hubiese gustado, tener cuatro ojos para verla doble, porque todo lo que tuviera que ver con ella constituia para mi todo un espectaculo. --?Puedo interrumpirte un momento, Nicolette? Tienes a James por la linea uno. Paulina, la secretaria, se habia acercado a la puerta, toda vez que Nicolette hacia caso omiso a la llamada. ?Tendria algo que ver mi presencia en ello? Mis ganas, como suele decirse. Pero, sin embargo, de un tiempo a esa parte, juraria que la notaba mas proclive a hablar conmigo a solas, y mas distraida cuando estabamos juntos. --?A James? Muchas gracias, Paulina. --Atiende la llamada, por favor--le indique pensando que su prometido no tenia otra hora a la que llamar, !ni que tuviese un radar! Joder, siempre nos pillaba hablando y nos interrumpia. Resople para mis adentros, en el fondo no era tan extrano que eso ocurriera, porque al tal James le faltaban horas en el dia para llamarla. Tampoco podia reprocharle nada; si ella fuera mi pareja no querria ni que le diese el viento y tambien me gustaria recordarle que estaba por ella. --?No te importa? --Me sonrio y ahi fue cuando senti que salio el sol, porque nada en el planeta me resultaba mas caluroso que su sonrisa. --Para nada. --La gran mentira del dia, me daba tres patadas en la barriga que nos interrumpiera. Nicolette se dio la vuelta y tuve que apartar la vista de aquel cuerpo escultural que debian haber esculpido directamente los angeles; en cualquier momento podia volver a girar sobre sus talones y encontrarme mirandola embobado. Chungo... Desde su despacho se obtenian las mejores vistas de una ciudad a la que yo habia llegado dos anos antes desde Madrid. Una suculenta oferta de trabajo redactada por el departamento de Recursos Humanos de la empresa que pase a dirigir fue la que me llevo hasta alli. Y un tiempo despues, Nicolette me recluto para la suya, mucho mas grande que la anterior. --Hi, my darling. --La aludida cadencia de su voz, unida al modo en el que se dirigia a el, hicieron que por enesima vez maldijera mi suerte por no estar en su lugar. El resto de la breve conversacion me termino de revolver un estomago que ya de por si estaba trastocado cuando la tenia ante mi. --Perdona, son los preparativos de la boda, ya sabes... Bueno, no, no debes saberlo, ?Doris y tu habeis hablado alguna vez de casaros? Me cogio de sopeton que me hiciera una pregunta tan personal. Y mas cuando ignoraba que conociera el nombre de mi novia. --Ah, pues, a ver, ella lo ha insinuado alguna vez, pero nada en firme, tu sabes... Nicolette tenia fama de ser una jefa a la que no se le iba ni una. Clara, mi companera de trabajo, me habia "aclarado" en alguna ocasion que esa mujer tenia ojos y oidos en todas partes, que parecia que no estaba y que estaba en todo, que era una superdotada no solo para los negocios, sino tambien para el arte de crear equipo y saber sintonizar con el. En cambio, de ella sabiamos bastante menos, salvando el hecho de que su prometido era tambien un influyente hombre de negocios norteamericano que se movia mas que los precios, puesto que se pasaba media vida de viaje. --Ya, pues cuando os llegue la hora, ya os enterareis, no te imaginas la que hay que organizar, es mucho mas dificil que manejar los hilos de esta empresa, te lo garantizo. --Se echo a reir. --Lo imagino, sobre todo para un enlace tan multitudinario, debe ser una locura--repuse. --Si, si que lo es. --Se sento en ese instante, algo que no habia hecho todavia, y tuve la sensacion de que, en cierto modo, el de la boda le suponia un peso considerable. --Me hago el cargo--resople para mis adentros porque de su boda era de lo que menos me interesaba hablar en el mundo. --?Por donde ibamos? Ah, creo que ni habiamos empezado todavia. No, no habiamos empezado, el ceporro de su novio nos interrumpio. --Creo que tendrias intencion de hablarme del encargo del astillero y... Le solte el rollo, pues andabamos con un encargo un tanto complicado que nos traia de cabeza. Media hora despues, con el alma rebosante de felicidad, sali de su despacho, y mas cuando me despidio con un "las cosas marchan mucho mejor desde que estas por aqui" que me llego al alma. Entre en el mio, que sin tener exactamente la misma orientacion del de Nicolette, tambien era magnifico, !como para quejarme! Las vistas desde el eran igualmente de postal. A mis treinta y nueve anos, a punto de entrar en la cuarta decada de mi vida, sentia que lo habia conseguido todo. ?A quien queria enganar? Todo no... Meses antes si que estaba pletorico. Profesionalmente todo marchaba sobre ruedas. Y Doris y yo nos habiamos alquilado aquel atico de 300 metros cuadrados que vimos en la web de una prestigiosa inmobiliaria. Firmamos un contrato con opcion a compra. --Loren, primero vemos como nos adaptamos a la zona y demas. Y si todo marcha bien, entonces nos planteamos la compra--me dijo mi novia. Ella siempre tan previsora. Eramos la noche y el dia, porque yo me caracterizaba por ser muy impulsivo. Siempre me parecio que en nuestras diferencias radicaba el exito como pareja, pero desde que Nicolette entro en escena ese exito se vio empanado. Lo mismo era asi como queria verlo yo y tal exito no existia ya desde bastante antes. Lo cierto era que llevaba diez anos con Doris y los ultimos no habian sido lo mismo. Su negativa a tener ninos supuso un punto de inflexion en la pareja, tras lo cual igual seguimos juntos mas por costumbre que por otra cosa. O al menos yo, que dentro de su cabeza no estaba para saber que pasaba por ella. Llamada de recordatorio de mi hermana Lidia desde Houston, a esa si que no se le escapaba una. --Hola, hermanito, ?como va todo por Barna? --Ella era una enamorada de la ciudad condal. --Houston, Houston, tenemos un problema... una petarda al habla, ?como te va, hermanita? --Hasta la bandera de trabajo y con unas ganas increibles de verte, pero antes te recuerdo que el sabado es tu aniversario con Doris, no se te ocurra olvidarte. Habia sucedido el ano anterior, ella sabia lo que se decia. Aunque con Doris no habia mayores sobresaltos y no soliamos discutir, aquel si fue un motivo de enfado por su parte, y mi hermana me prometio tomar cartas en el asunto. --Eres una joya, carino, ?que haria yo sin ti?

  • Quererte. sofia de Erica Canovas

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    La vida de sofia, a menudo monotona y aburrida, cambia por completo cuando conoce a Jose, un hombre guapo, atractivo y muy insistente.
    Besos robados, citas romanticas y la labia de Jose provocara que Sofia se deje seducir a pesar de haber tomado la decision de no volver a estar con un hombre en mucho tiempo tras su ruptura con Victor. Las continuas infidelidades de su ex pareja han convertido a Sofia en una mujer desconfiada que se lo pondra dificil a Jose, que no esta dispuesto a perder a la que cree la mujer de su vida. Para conseguir su proposito, Jose no dudara en mentirla una y otra vez provocando un distanciamiento aun mayor entre ellos.
    La distancia los separara para unirlos dos anos despues… ?Conseguira Jose su objetivo de enamorar a Sofia? Y ella ?Aprendera a confiar en el?

  • Desde donde se domine la llanur de Megan Maxwell

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    Gillian es conocida entre los miembros de su clan como la Retadora por su caracter indomable, que siendo su mayor atractivo es tambien su gran maldicion. Enamorada de Niall desde la infancia, juntos vivieron una bonita historia de amor que se rompio cuando este partio a luchar junto al rey de Escocia sin despedirse de ella. Gillian se juro entonces que jamas lo perdonaria. Niall, por su parte, es tan testarudo y orgulloso como su amada. Ahora que ha regresado y vuelven a encontrarse, ninguno de los dos esta dispuesto a dar su brazo a torcer. Cada uno ha sufrido a su manera la ausencia del otro. Pero la vida es caprichosa, y la pasion que sintieron en el pasado comienza a apoderarse de ellos de nuevo. ?Seran capaces de resistirse? Castillo de Dunstaffnage, 1348 Las risas y los aplausos sonaban mientras la luz de los hachones iluminaba el salon del castillo de Dunstaffnage. Los juglares amenizaban el ala derecha del salon, la gente hablaba y bebia, y unos malabaristas entretenian a los mas pequenos en el patio de armas. Una vez acabada la actuacion para los ninos, el sonido de las gaitas tomo el patio de armas, y donde hasta hacia poco tiempo caritas embobadas habian observado a los malabaristas, ahora reian, danzaban y cantaban los guerreros con sus mujeres y las mozas del pueblo. Aquella celebracion se debia a que el laird Axel McDougall y su encantadora esposa, Alana, habian tenido su segundo y esperado hijo. Cinco anos atras habia nacido una nina, a la que habian llamado Jane Augusta McDougall, y a pesar de que Axel enloquecia de amor por la pequena, que era una preciosidad, como guerrero y laird de sus tierras anhelaba un varon. Su sucesor. Asi, cuando Darren Alexandre McDougall, nombre que le impusieron al pequeno, llego al mundo, su felicidad fue completa

  • Una justa de caballeros de Morgan Rice

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    En UNA JUSTA DE CABALLEROS, Thorgrin y sus hermanos siguen la pista de Guwayne en el mar, siguiendolo hasta la Isla de la Luz. Pero cuando llegan a la devastada isla y al moribundo Ragon, puede que sea demasiado tarde.

  • Bajo la luna de Siena de Laimie Scott

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    ?No ha llegado el representante de McTavish? --Alessio se quedo de pie con las manos apoyadas en las caderas y el ceno fruncido mientras permanecia atento a la respuesta de Monica, la asesora juridica de Modas Rimbalzi. Alessio esperaba que, si no habia llegado todavia, al menos le informara de que estaba de camino a las oficinas en ese momento. --No --fue la escueta respuesta de ella al tiempo que contemplaba a Alessio y percibia como la sorpresa inicial reflejada en su rostro dejaba paso al enojo. Monica dedujo que su sorpresa se debia a que pasaban algunos minutos de la hora acordada, lo cual lo habia irritado. A ella no le gustaria estar en la piel del representante de McTavish en esos momentos. Alessio permanecio indeciso por unos segundos. Se limito a lanzar una mirada a su reloj e inspiro de manera profunda en un claro sintoma de que se estaba controlando, de que si aquella situacion se prolongaba por mas tiempo, seria capaz de ser el quien rompiera el acuerdo con la casa de modas britanica. Le fastidiaba aquel retraso. Se suponia que ya debia estar en las oficinas de su compania para la reunion programada. ?Que sucedia? ?Se habria echado atras ese viejo zorro de McTavish y ahora decidia darle planton? Que el supiera, no habian recibido ningun comunicado por parte de el o de algun representante de la firma diciendo lo contrario. -- ?Ha habido algun comunicado o llamada en referencia a esta cita? --Que sepamos, no ha habido nada. Nadie ha llamado o enviado un correo electronico para cancelarla --le respondio, con total seguridad, ella mientras cruzaba los brazos bajo su pecho y entornaba su mirada hacia Alessio--. ?Temes que nos den planton? Alessio sacudio la cabeza desechando cualquier conjetura sobre lo que podria haber sucedido para que se produjera ese retraso. Seria mejor no dejarse llevar por banas especulaciones. Esperaba que existiera una explicacion logica para tal situacion. --No. Pero espero que se presenten cuanto antes para acabar con esta incertidumbre --le aseguro con una sonrisa, consciente de que Monica tenia la misma impresion que el. --Yo tambien. La colaboracion con McTavish es necesaria para el futuro de Modas Rimbalzi -- murmuro ella con una mirada de temor por la reaccion que pudiera tener Alessio ante aquella inesperada situacion. Y mientras, Alessio, con las manos en los bolsillos, miraba a Monica con gesto turbado. *** La chica daba vueltas sin sentido por la habitacion del hotel mientras miraba por todas partes, incluso debajo de la cama, como si estuviera buscando algo. --Llegamos tarde, Claire --exclamo alterada por este hecho mientras recogia sus zapatos negros de tacon de casi diez centimetros y dejaba escapar un grito de triunfo. A continuacion, se sento en la cama para ponerselos, con una pierna cruzada sobre la otra. -- ?No me digas? ?Y a quien se debe este retraso? --Habia un toque mordaz en la pregunta de Claire, la representante de McTavish--. Tal vez, si no te hubieras empenado en salir anoche a conocer Siena... --le recordo con sus labios fruncidos en un mohin de desagrado y cogio la chaqueta de su traje para ponersela en el pasillo del hotel en el que se hospedaban. --No fue para tanto. Ademas, debes reconocer que nos lo estabamos pasando bien con aquel par de italianos --le recordo mientras hacia que sus cejas formaran un arco perfecto sobre su frente en clara alusion a ellos y a su atractivo. Claire se limito a poner los ojos en blanco ante este comentario y trato de dejarlo pasar e incluso de olvidarse de ello. --Oh, si, claro, por supuesto. Si tenemos en cuenta que fuiste tu la que les dio cuerda para que no se despegaran de nosotras en toda la noche --comento con una mirada acusadora dirigida hacia su amiga, como si ella fuera la unica responsable de aquello--. Por favor, Shae, no hemos volado hasta Italia en busca de un romance con un par de apuestos italianos. Ni a hacer turismo por la Toscana, sino, mas bien, a cerrar el trato que mi padre dejo a medias y regresar a Londres de inmediato --le recordo, furiosa consigo misma por haber dado pie a aquella situacion. Por haberse permitido aquel pequeno capricho. Lo cierto es que lo estaban pasando bien y que la compania era agradable, pero no era lo que habian ido a hacer a Siena. Claire hubo de mostrarse fria y algo borde entrada la madrugada para quitarselos de encima, ya que las atenciones e intenciones de ellos no iban por el mismo camino que el de ellas. --Venga, subamos a ese taxi. ?Tienes la direccion? --pregunto mientras abria la puerta del coche y se metia dentro, con Shae poco menos que a la carrera. --Si, no te preocupes --le aseguro acomodandose en el taxi a empujones y chapurreando italiano para indicarle la direccion al taxista. *** Alessio y Monica regresaron al interior del despacho donde los aguardaba Fabio, amigo y socio del primero. Fabio permanecia sentado detras de la impresionante e impoluta mesa de madera maciza mientras tecleaba en el portatil. Lanzo una mirada por encima de la pantalla a los recien llegados. Al comprobar el semblante de Alessio, dedujo que no estaba contento con la manera en la que se estaban desarrollando los acontecimientos. --Sospecho por la expresion de tu rostro que el representante de McTavish se retrasa. Y desde que nos conocemos, soy consciente de que odias la impuntualidad en las personas. Sobre todo cuando se trata de reuniones de negocios. ?Me equivoco? --pregunto, arqueando sus cejas en clara senal de escepticismo y expectacion. Alessio emitio una especie de grunido mientras daba vueltas cual fiera enjaulada por el amplio despacho con vistas a la hermosisima Torre del Mangia, en la Piazza del Campo. Con el ceno fruncido, la americana de su traje abierta y las manos en el interior de los bolsillos, su semblante reflejaba una mezcla de preocupacion, crispacion e incluso temor. -- ?Donde cono ha quedado ese dicho que habla de la puntualidad britanica? --estallo con una pregunta cargada de ironia, mirando a Fabio por primera vez desde que regresara al despacho. --Bueno... Ya sabes que las reuniones de negocios siempre cuestan al principio --le comento su colega. Se levanto de la mesa, abrocho su chaqueta y miro a su amigo con escepticismo antes de centrarse en su ayudante Monica. --Esta cabreado por la impuntualidad de McTavish, y en parte no se lo niego. Teme que al final no se presente. --Aquella aclaracion por parte de Monica disparo las alarmas en la mente de Alessio. Este se habia planteado la remota posibilidad de que eso llegara a suceder. Pero no se lo confesaria a su socio y amigo. No cuando necesitaban ese contrato de asociacion para sacar adelante Modas Rimbalzi, su empresa de modas en la Toscana. --No me gusta que me hagan esperar, como bien sabes. Es uno de mis principios en los negocios --le respondio con firmeza--. Aunque se trate del gran magnate de la moda britanica --puntualizo alzando su mano para recalcarlo y empleando un tono jocoso y rimbombante para referirse a el. --Ya, pero debes comprender que en esta operacion McTavish es quien manda --le recordo un Fabio lleno de sarcasmo mientras sonreia divertido e intercambiaba una mirada de complicidad con la ayudante de Alessio. --Dejadme que os te refresque la memoria. Es el quien quiere abrirse camino en Italia, no os confundais --matizo Alessio agitando su mano delante de los dos para dejar clara cual era la situacion real--. Roger McTavish pretende empezar a expandir su firma de moda en Italia. Y para ser mas exactos, aqui, en Siena. Luego es el quien tiene mas interes que nosotros en esta transaccion. ?No creeis? --les pregunto alzando una ceja en clara senal de suspicacia. --Si te soy sincero, Alessio, creo que a ambas firmas nos conviene. No olvides que un acuerdo con McTavish significara un buen impulso a nuestra propia marca de ropa, algo tocada ultimamente en lo referente a las ventas. Formar parte de su gran imperio textil es una oportunidad que muchos cogerian a ojos cerrados --le recordo Monica, frunciendo sus labios en un mohin que no gusto nada a Alessio, quien le lanzo una mirada nada amistosa mientras el emitia una especie de grunido de desaprobacion, aunque en el fondo era consciente de que llevaba toda la razon. Cuando recibieron la propuesta de MacTavish, hacia ya algunos meses, para abrirse camino en Italia, Alessio lo concibio como una gran oportunidad para afianzar su propia firma de trajes para el hombre y la mujer del siglo actual. Una colaboracion que sin duda beneficiaria a ambos. --Pero ello no quita que se este retrasando en su primera reunion despues de haber concretado el acuerdo --matizo Alessio esgrimiendo un dedo frente a su amigo para recalcar aquella informacion. --Dime, ?crees que el viejo oso saldra de su caverna y vendra en persona a supervisar la operacion? --No. No creo que sea el quien venga --respondio Alessio sacudiendo la cabeza muy convencido de ello y restando importancia a este hecho--. Mandara a alguno de sus principales socios. Alguien de plena confianza para cerrar el acuerdo. --Pues no se a quien enviara porque Adrian, su primogenito, renuncio a dirigir la compania, como sabras --le recordo Monica desde la ventana por la que observaba el paso de la gente --Lo se. Vive en Verona con la duena de una trattoria. --Hay que tenerlos cuadrados para enfrentarte al viejo McTavish y renunciar a dirigir su gran imperio de la moda, que tiene distribuido por todo el Reino Unido y una gran parte de Europa. Eso y acabar en un trattoria en Verona sirviendo mesas --senalo Fabio emitiendo un silbido--. Apuesto a que al gran McTavish no le hizo nada de gracia. --Esas son cuestiones familiares que a nosotros no nos atanen. Cada uno es libre de elegir su destino --le comento de pasada, sin demasiado interes en este asunto. Lanzo una nueva mirada a su reloj y sacudio la cabeza.

  • Malote enganchado de Rosalia Reyes

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    Viktor Montana era un tio solitario.
    Huerfano de nino, acogido en la mafia.
    Un traficante, un asesino.
    “Montana” lo llamaban.

  • Pablo Escobar, mi padre, Juan Pablo Escobar de

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  • La tierra de Alvar Fanez – Antonio Perez Henarez de Antonio Perez Henarez

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    Siglo XI, frontera del Reino de Castilla, es tiempo de heroes. La mejor novela historica de una epoca convulsa que marcaria nuestra historia.

  • Secretos inconfesables de Emma Colt

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    Un policia de moral intachable. Una sospechosa tan tentadora como misteriosa.

  • Expiacion (Aristocratas y pecadores 2) de Isabel Keats

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    Surrey, 1807 Al oir abrirse la puerta del salon, John William Cavendish, octavo conde de Sherrington, se giro y vio que uno de los lacayos daba paso a la senorita Lovegrace. <>, apreto los labios, <>. Despues de una casi imperceptible inclinacion de cabeza, volvio su atencion al decantador y a las copas de cristal labrado que su amigo Gurney tenia siempre a mano para los invitados. --?Desea una copa de clarete, senorita Lovegrace? O quiza, un vasito de ratafia. --Nada, milord, muchas gracias. De nuevo se hizo el silencio. Otra de las cosas que a Sherry --como le llamaban sus amigos -- le molestaba de la senorita Lovegrace era que nunca hacia el menor esfuerzo por mantener una conversacion yendo y viniendo, como si despreciara la necesidad de rellenar el silencio con trivialidades. En fin, se dijo resignado al tiempo que daba un trago de vino, el que esa mujer no tuviera ni idea de conducirse en sociedad no queria decir que el tuviera que ponerse a su altura. Con la copa en la mano, se acerco a la chimenea, apoyo uno de los brazos en la repisa y miro a la senorita Lovegrace que se habia sentado en uno de los sillones frente al fuego. --?Tiene frio? --Eran los ultimos dias de septiembre y, pese a que ese verano el tiempo habia sido extraordinariamente calido para los estandares de Inglaterra, empezaba a refrescar por las noches. --En absoluto. No le sorprendia. El vestido que llevaba, aunque elegante y a la moda, era de lineas muy sencillas y, al contrario que el resto de las jovenes damas del grupo, la senorita Lovegrace no parecia muy amiga de los escotes pronunciados. Sherry fruncio el ceno, molesto por lo laconico de la respuesta; estaba tentado de no decir una sola palabra mas hasta que alguno de los otros invitados se reuniera con ellos, pero de nuevo, su buena educacion vino al rescate y eligio otro topico irreprochable para conservar, al menos, una semblanza de urbanidad entre ambos. --Me ha dicho nuestra anfitriona que el abuelo de usted, el general Lovegrace, y su marido son amigos desde hace muchos anos. --El conde de Burlington tambien estuvo en el ejercito antes de heredar el titulo. Mi abuelo y el lucharon en la batalla de Vila Velha --respondio en ese tono sensato y poco inclinado a las tonterias que, invariablemente, lo ponia a la defensiva. Los extraordinarios ojos oscuros, uno de sus rasgos mas atractivos --si no el unico en su opinion--, que hasta ese momento habian estado contemplando las llamas, se clavaron en el--. Tengo entendido que usted tambien estuvo en el ejercito. Lady Burlington comento que resulto herido en Austerlitz. Sherry se encogio de hombros y dijo en tono ligero: --Un par de rasgunos sin importancia. Se que es terrible no poder presumir de hazanas gloriosas, pero confieso que mi paso por el ejercito transcurrio en su mayor parte sin pena ni gloria. --Vacio la copa de un trago y fue a servirse otra--. ?Seguro que no quiere tomar nada? --Seguro. Y creo que usted tampoco deberia beber mas. Semejante impertinencia lo hizo volverse a mirarla con incredulidad, pero se libro de tener que contestarle como se merecia porque, justo en ese momento, la puerta del salon se abrio de nuevo y dio paso a las senoritas Sandford. En esta ocasion, el recibimiento fue muy distinto. Sherry dejo la copa vacia en el mueble con un golpe seco y se apresuro a reunirse con ellas. Con gesto galante, las cogio a ambas de la mano y se inclino a besarles el dorso, primero a una y luego a la otra, al tiempo que les hacia un extravagante cumplido que las hizo soltar una risita y lanzarle una mirada coqueta por debajo de las pestanas. Poco despues, ya estaban todos los invitados reunidos en el salon y, a instancias del mayordomo, pasaron al comedor. Como de costumbre, su anfitriona se habia mostrado benevolente y lo habia sentado entre dos de las mujeres mas hermosas de la reunion: a un lado tenia a la senorita Lavinia Sandford, una belleza rubia --algo insulsa en opinion de Sherry, pero suficiente para distraerse coqueteando con ella unos cuantos dias-- y al otro a Isabella, con un aspecto mas sensual y felino que nunca. Gurney, que estaba sentado enfrente, devoraba a esta ultima con la mirada, sin apartar los ojos del pronunciado escote que dejaba a la vista buena parte del pecho generoso. Sherry esbozo una sonrisa de diversion; saltaba a la vista que a la madre de su amigo no le habia sentado nada bien que su hijo invitara a la notoria duquesa de Whitworth y hacia todo lo que estaba en su mano para poner la mayor distancia posible entre los dos. Lo cierto era que la reputacion de Isabella dejaba bastante que desear; en los ultimos tiempos el anciano duque, su marido, casi nunca la acompanaba a ningun sitio, lo que ella aprovechaba para campar a sus anchas. Un poco mas alla, diviso a la senorita Lovegrace. Como solia ocurrir, le habia tocado sentarse entre dos de los miembros menos atractivos de la reunion. A un lado, la senora Perris, cuyo marido habia sido un alto cargo en la Compania Britanica de las Indias Orientales y quien, ademas de ser sorda como una tapia, consideraba que la considerable fortuna que habia acumulado su difunto esposo le daba carta blanca para decir lo primero que se le pasara por la cabeza; al otro, el reverendo Lewis, un hombre soltero de mediana edad quien, cada vez que abria la boca, hacia que la de Sherry se abriese tambien en un enorme bostezo. A pesar de todo, la senorita Lovegrace parecia manejar la situacion con soltura. En ese momento, las miradas de ambos se cruzaron. Sherry cogio la copa de clarete y la vacio de un trago, desafiante. La senorita Lovegrace se limito a clavar en el esos extraordinarios ojos oscuros y, como de costumbre, fue Sherry el primero en apartar la vista. Molesto consigo mismo, se volvio hacia Isabella y empezo a coquetear con ella. En realidad, pese a su innegable belleza y el atractivo sensual del que hacia alarde sin pudor, la duquesa de Whitworth --el amor de juventud de uno de sus mejores amigos, el marques de Ravensworth-- no le atraia lo mas minimo. Debajo de sus innumerables encantos, Sherry siempre habia sido consciente de una desagradable avidez, mas propia de la prostituta consumada que era en el fondo. --?Sabes algo de Benedict? Me ha dicho un pajarito que esta pasando el verano en Ravensworth Park. Asi que por ahi iban los tiros, se dijo con desagrado. Le habia extranado mucho que Isabella aceptara la invitacion de Gurney, pero claro, al fin y al cabo Grafton House quedaba a poco mas de doce millas de Ravensworth Park. Desde que habia sabido que ella formaria parte del grupo de conocidos que Gurney habia invitado pasar unos dias en su casa, la pequena campana que en el campo de batalla le avisaba de que las cosas se estaban poniendo feas no habia dejado de tocar a rebato en su cabeza. La sofisticada duquesa de Whitworth no pegaba en absoluto en esa humilde reunion campestre; segun Sherry tenia entendido, ella detestaba el campo y no solia salir de Londres si podia evitarlo. Isabella debia de haber averiguado que Grafton House no quedaba lejos de Ravensworth Park y, conociendo de sobra como funcionaba la vida social en las zonas rurales, seguramente habria pensado que los caminos del marques Ravensworth y el suyo estaban destinados a encontrarse antes o despues. Por fortuna, eso aun no habia ocurrido. --Si, esta con su esposa y su hijo. Los labios de Isabella se fruncieron en una mueca que, en opinion de su interlocutor, le restaba mucha de esa belleza por la que era tan admirada. --!Su esposa! --chasqueo la lengua con desprecio--. Seguro que ya esta aburrido hasta las lagrimas. --Lo dudo mucho. --Sherry dio un sorbo de vino y, con parsimonia, se seco los labios con la servilleta--. Ademas de bellisima, Lillian es una mujer encantadora. Conozco bien a mi amigo, jamas se quedaria tanto tiempo en un sitio en el que no estuviera muy, pero que muy, a gusto. Isabella recibio el dardo envenenado con un resoplido furioso y se volvio a hablar con el joven Besford, que estaba sentado a su izquierda. Sherry sintio un pinchazo de lastima por la senorita Lucy Sandford, quien les dirigio a ambos una mirada de disgusto; su prometido no podia disimular la atraccion que sentia por la diosa pelirroja. Sherry se termino la copa de clarete y, de inmediato, uno de los lacayos se apresuro a rellenarsela. En ese momento noto de nuevo la mirada desaprobadora de los ojos oscuros y con un gesto imperceptible para el resto de los presentes, levanto la copa en un brindis desafiante y dio un buen trago. <>, se pregunto con resentimiento, antes de volverse a hablar con la rubia Lavinia del vestido que la madre de esta habia encargado a una renombrada modista para su presentacion ante la reina con fingido entusiasmo. Sherry, que tenia cuatro hermanas mayores, hizo todos los comentarios pertinentes y solto las exclamaciones oportunas cuando venian al caso, pese a que tenia la cabeza ocupada en otros asuntos. Habia aceptado la invitacion de Gurney para escapar de sus dos hermanas mayores y de su madre, que se habian instalado en Rutlands ese verano y llevaban semanas recordandole que, con veintiocho anos mas que cumplidos, ya iba siendo hora de que buscara una esposa adecuada. Sin embargo, el no tenia la menor intencion de casarse; al menos en un futuro cercano. No entendia la urgencia. Todas sus hermanas estaban casadas y era el orgulloso tio de un monton de sobrinos --cada ano alguna de ellas presentaba al orgulloso esposo de turno una nueva criatura, cuando no un par-- que podrian heredar el titulo; pero cuando lo decia en voz alta su madre y sus hermanas ponian el grito en el cielo. Sherry no era partidario del enfrentamiento directo, al menos con las mujeres de la familia, asi que habia hecho lo que solia cuando las cosas se ponian dificiles: salir huyendo. Penso que le vendria bien cambiar de aires unos dias para relajarse, pero desde que su anfitriona le habia presentado a la senorita Lovegrace el mismo dia que llego a Grafton House, su paz interior se habia esfumado y no tenia ni idea de cual era el motivo.

  • La Eternidad y un Dia de Lauren Kate

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  • El rio que nos separa de Ngugi Wa Thiong'o

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  • Grushenka de Anonimo

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    Grushenka, tres veces mujer esta considerado, entre los aficionados a la literatura erotica, como uno de los libros mas misteriosos de la historia del erotismo. Su origen constituye aun ahora un gran enigma para los estudiosos en la materia. No obstante, Grushenka se ha situado entre los clasicos del genero. Su supuesto autor, un anonimo ruso, habria escrito, en la segunda mitad del siglo XVIII, esta biografia de una sierva rusa a partir de unos documentos hallados por el en los archivos del Departamento de Policia de Moscu. En la presentacion de esta edicion se describen los debates suscitados en Occidente en el momento de su publicacion en Europa. Las aventuras eroticas de Grushenka estan estrechamente vinculadas a su condicion de sierva en la Rusia del siglo XVIII, asi como a la trayectoria de su esfuerzo, primero por sobrevivir, luego por liberarse y, mas tarde, por independizarse de la esclavitud. Su historia empieza en el momento en que un aristocrata sin escrupulos la compra para el servicio de su esposa. Tras suplantar a esta en la satisfaccion de las necesidades sexuales de su amo, Grushenka, repudiada, emprende una serie de aventuras a cual mas peculiar: desde su paso por una tienda de modas, que no es mas que la tapadera para un negocio mucho mas lucrativo, hasta su empleo en un establecimiento de banos de vapor, donde debe satisfacer las caprichosas aficiones de clientes de ambos sexos, su vida es un continuo aprendizaje de las extranezas sexuales y de la psicologia de sus distintos amos. Esta experiencia la coloca finalmente en situacion de emplear toda la astucia de que es capaz para alcanzar por fin su autonomia: se convierte en duena de uno de los mas celebres prostibulos de Moscu.

  • Aquel Viejo Sentimiento de Lorena Valois

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    Los tres hermanos Hunter parecian tenerlo todo gracias a su talento, atractivo y carisma.
    Forjando una carrera de musicos, cosechaban exitos y suspiros de sus fans.
    Pero fuera del escenario, no todo era color de rosa.
    Dylan habia encontrado al amor de su vida muy pronto y lo habia perdido por causa de un gran malentendido ocasionado por los celos y la desconfianza.
    Benjamin, tambien habia hallado el amor,aunque su discolo caracter escondia un duro secreto por debajo.
    Frederick, el mayor de los tres, amaba a la misma mujer desde hace anos, pero nunca se permitio acercarse a ella, desperdiciando valiosos anos en la espera.
    En medio de esa voragine en sus vidas, se veran envueltos en unos sucesos de venganza y oscuridad, que podria destruir todo cuanto le es querido.
    ?Que decision tomaran al verse enfrentados entre viejos sentimientos y unas nuevas emociones?
    Con mucha musica de por medio, unos personajes entranables y finales inesperados, Lorena Valois nos trae su primera novela romantica contemporanea.

  • El Hombre Invisible de H. G. Wells

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    Escrita en 1897, poco despues de La maquina del tiempo, El hombre invisible cuyo personaje central ha alcanzado, como Dracula o Frankenstein, un lugar en el imaginario del mundo moderno da forma definitiva a uno de los motivos que habrian de cobrar mas relieve,

  • Amos y Mazmorras III de Lena Valenti

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    Desde que el agente de la SVR Markus Lebedev y la agente del FBI Leslie Connelly se encontraron en las Islas Virgenes en la mision de Amos y Mazmorras, una cosa quedo patente: la tension sexual y el deseo les iba a matar. Ahora deberan trabajar juntos para llegar hasta la raiz de las bandas rusas de trata de blancas. Su nue va mision en los Reinos Olvidados pondra en riesgo su profesionalidad, su conciencia y los valores de cada uno, en un caso, dividido en dos partes, en el que arriesgar el corazon puede suponer perderlo para siempre.

  • Pasado perdido de Anna Crenwood

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    Las olas la golpeaban violentamente. La gente a su alrededor gritaba y manoteaba en un intento desesperado por agarrarse de algo que pudiera salvarles la vida. Un poco mas lejos, el barco desaparecia en las profundidades oscuras, dejando a la deriva a cientos de almas que probablemente no lograrian sobrepasar aquella noche.
    Juliana luchaba con todas sus fuerzas para conservar la vida que aun le quedaba por delante. No era justo, pensaba para si misma; tener tan solo diecinueve anos y tener que terminar de aquella forma. No era para nada justo. Ella, que una semana atras estaba disfrutando de los lujos, de la diversion, que tenia tanto por recorrer, tanto por vivir; no podia tan solo desaparecer en el fondo del mar sin que nadie pudiera hacer nada para ayudarla.

  • Diez suecos han de morir (Max Anger Series 2) de Martin Osterdahl

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    ?Quien sera el siguiente en caer en este thriller apasionante y adictivo?

  • Al diablo! con el amor de Vanessa Lorrenz

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    A la cuenta de tres, !fondo chicas!-- Sophie sonrio al escuchar a sus amigas, que reian a carcajadas y levantaban sus copas al aire, esa noche terminarian mas borrachas que nada, pero valia la pena. Era su despedida de soltera, por fin todos sus suenos se harian realidad. --Por Sophie y Frank, porque tengan una vida con mucho sexo salvaje. Todas se soltaron a reir como locas, y ella las observo lentamente a todas, sus tres amigas, Emily con sus cabellos rubios platino y esos ojos color azul con los que a tantos hombres habia cautivado, claro el cuerpazo tenia mucho que ver, parecia modelo de television y se dedicaba a atender su pequena pasteleria en el centro de la ciudad, Marian una linda y simpatica morena, con espectaculares curvas que iban mas alla de lo que dictaba la moda, pero ella era feliz y muy guapa, era la clienta numero uno de Emily y se dedicaba a la publicidad colaborando en una revista muy importante y Zoe una hermosa triguena, con su cabello castano y unos espectaculares ojos color miel, era la mas menudita de todos, a primera vista los hombres pensaban que era una damisela en apuros pero nada mas lejos de la realidad, su amiga era una autentica furia si se lo proponia no por nada era la mejor abogada de la ciudad. Eran unas autenticas brujas cuando querian, pero tambien eran las mejores amigas que cualquier chica pudiera tener. Esa noche estaba celebrando que por fin despues de seis anos de relacion, Frank su novio desde el instituto estaba dispuesto a comprometerse con ella y formar una familia juntos. En verdad no podia pedirle mas a la vida, estaba tan contenta. -- ?Sabes que hora es Sophie?-- alzo la mano para observar su reloj haciendose la tonta, solo esperaba que sus amigas no contrataran a uno de esos desnudistas para que le hiciera un bailecito -- No seas tonta Sophie llego la hora de los regalos. Bueno la situacion comenzaba a ser fabulosa, claro, con lo que ella no contaba es que las alocadas de sus amigas le regalaran todo un set de articulos sacados directamente de un libro erotico, de esos que estaban tan de moda, no, si esas mujeres no podian ser normales ?verdad?, tenian que regalarle, unas esposas, cuerdas, lenceria,<< aunque esta si que era mona>>, penso mientras seguia sacando los articulos de una enorme canasta, encontrandose con un libro del Kama Sutra, correas, !por dios! Que clase de amigas tenia, estaban todas como para mandarlas al psiquiatrico. --Chicas en serio, parece que no me conocen. --Porque te conocemos, estamos seguras de que Frank estara encantado con los regalos, mira amiga cuando llegue, lo atas a la cama y no lo dejes que se levante de ahi hasta que quede todo seco, por tanta accion --. Dijo Zoe provocando que todas estallaran en carcajadas. Dejo la enorme canasta a un lado y se dispuso a disfrutar lo mas que pudiera de esa escapada nocturna. Las bebidas parecian que nunca se terminaban, y ella ya se sentia un poco achispada. Bailaron toda la noche, rieron hasta que les dolio el estomago, charlaron contando antiguas anecdotas de cuando se conocieron, y despues sucedio lo que ella tanto temia, sus amigas contrataron a uno de esos hombres que bailan con muy poca ropa. Ella tenia puesto un velo en su cabello sujetado por una corona lo que claramente la identificaba como la novia. De pronto de la barra central del antro salieron cinco hombres vestidos de sexys oficiales de policias, vaya estaban para comerselos, pero se recordo interiormente que ella estaba comprometida con un magnifico hombre, el cual estaba celebrando su despedida de soltero en las vegas. Penso seriamente en cuantos anos le darian de carcel por matar a sus examigas, por lo menos ellas se la estaban pasando en grande riendo a carcajadas, cuando los hombres la rodearon bailando sensualmente, provocando que ella se sonrojara. !Pero es que esos hombres no sabian lo que era el pudor!, bailaban casi restregandose encima de ella, !Santo dios!, el hombre que se habia sentado a horcadas encima de ella y la miraba como si fuera un suculento pastel, estaba que daba miedo de lo guapo que era, vale que ella tambien era mujer y el hecho de que estuviera comprometida no afectaba nada, estar a dieta no impide que se le eche un buen vistazo al menu de postres, eso decia su abuela ,y este postre era en verdad muy, muy apetecible. Este hombre la miraba sonriendo con un brillo especial en los ojos, como cuando alguien esta frente a un gran reto, y era obvio que el reto era ella, pero se tenia que concentrar en su novio, ella era una novia amorosa y fiel, que jamas osaria en faltarle a su amado Frank, no caeria bajo el embrujo de esos ojos del color de la miel fundida, ni tampoco se dejaria tentar por eso firme musculatura que se apreciaba a ver bajo la camisa de policia, no, ella era una psicologa, recien graduada pero al fin y al cabo era una profesional centrada. Por eso no caeria en la tentacion de esos gruesos labios, !no, no y no! Definitivamente se habia vuelto loca, no sabia porque parecia como si todo el mundo hubiera desaparecido, como si cuando sus miradas se encontraron el mundo simplemente se hubiera detenido. Y fue en ese preciso momento que la mujer profesional y centrada desaparecio, y obviamente tambien fue el momento de su perdicion. Capitulo 2 Una luz resplandeciente la estaba matando, sentia que la cabeza le explotaria en cualquier momento, abrio un ojo para darse cuenta de que no estaba en su habitacion. Trato de recordar en que lugar extrano se habia metido, pero a su mente no le llegaba nada, se trato de levantar pero el dolor de cabeza no dejaba de martillarla. Estaba a penas acostumbrandose a la luz cuando un golpe la sobresalto, un brazo se poso encima de su cintura, por instinto y constandole la vida misma, giro la cabeza para ver como su mundo se caia a sus pies. Ahora como demonios iba explicarle a Frank que le fue infiel el dia de su despedida de soltero. Sin saber de donde saco las fuerzas suficientes, se levanto de la cama para buscar su ropa que estaba tendida en lo que parecia la sala del departamento, se puso el vestido color rojo entallado y se recogio su cabello pelirrojo en una coleta alta, las zapatillas eran un problema, no se veia con las suficientes fuerzas para salir caminando con un tacon del numero 12. Tomo su cartera, verifico que estuviera todo dentro y se marcho del lugar. Tuvo suerte porque en cuanto salio al exterior del bloque de departamentos, un taxi paso y le pidio que la llevara con direccion a la casa de Frank, tenia que hablar con el, no queria ocultarle nada y la pena la estaba matando. Esperaba que su prometido se tomara con calma el asunto, pero tampoco era como si se lo fuera a tomar de manera tranquila, rogaba para que fuera mas fuerte su amor ante las adversidades. En cuanto llego a su destino, abrio la puerta con su propia llave y subio a buscar a su prometido, en las escaleras fue encontrando una camisa y corbata tiradas, sonrio pensando que seguramente el tambien habia disfrutado de la noche con sus amigos. Claro que su sonrisa se esfumo cuando llegando a la habitacion encontro un vestido de encaje negro, y una tanga del mismo color. Pero eso no podia ser, su respiracion se comenzo a acelerar, pero se obligo a tranquilizarse, despues de todo ella tambien le habia fallado. Unos gemidos del otro lado de la puerta le hicieron apretar los punos furiosa, estaba bien, ella tambien se habia acostado con otro, pero no por eso habia repito en la manana, es mas, estaba tan borracha que dudaba que hubieran tenido sexo. Los gritos de la mujer mientras nombrada a su prometido la hicieron entrar hecha una furia para confirmar sus peores sospechas, la secretaria de su marido estaba subida a horcadas en el, mientras este se movia desenfrenado embistiendola. !Eso no le estaba pasando a ella!, seguramente era una pesadilla de la que pronto se despertaria y se daria cuenta que solo era un sueno, o eso pensaba hasta que Frank la vio y salio disparado de la cama cubriendose con una sabana, mientras su amante caia al suelo totalmente desnuda. --Cielo, no es lo que piensas--Vaya con los tios, si que son idiotas, en verdad piensan que alguna vez nos tragaremos esa historia--Todo esto tiene una explicacion. -- !Si!, y !?cual se supone que es?!-- grito frustrada porque aquel hombre al que habia amado, la trataba como a una tonta--Estabas practicando para el concurso del toro mecanico con tu secretaria. --Sophie necesito que me dejes explicarte-- Frank extendio una mano queriendo alcanzarla y entonces ella se dio cuenta de que aquello era un callejon sin salida. -- !Te casaste Frank!, ?con tu secretaria? ?En serio?--dijo senalando el anillo de bodas de esos que venden en las Vegas, cuando te escapas para casarte en uno de sus casinos. --Cielo, dame tiempo, anulare la boda, todo sera como antes, pondre a mis mejores abogados para que la anulacion de esta boda sea mas rapida y poder casarnos en la fecha que ya teniamos. -- !?Que?!-- Natalia la secretaria de Frank les miraba desde la cama, donde habia tenido la decencia de taparse. Ella la miro con lastima, aunque en realidad la tendria que estar fulminando y queriendo matarla, pero por extrano que pareciera, por mas que se esforzara solo sentia lastima, otra tonta que cayo en las garras de Frank. --Sabes algo Natalia, tu ganas !quedatelo!, pero te voy a decir algo, si empezo esta relacion enganandome a mi, que esperas tu de todo esto, !suerte querida! Espero que el karma pronto de encuentre. Sin mas salio de la habitacion ignorando los gritos de Frank, ahora tenia que pensar en como seguir con su vida, esa vida que ella tanto habia planeado, lo peor de todo es que seguramente, solo ella tendria que dar la cara delante de todos para cancelar la boda.

  • Inocencia de Andrea C. Pereira

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    Verano de 1925 Habia pasado todo el mes de enero, y febrero se iba acercando a su inevitable final, se agotaban aquellas emocionantes vacaciones escolares que, a pesar de haberse iniciado a mediados de diciembre, para mi comenzaron cuando llegue a la estancia pampa grande, situada en el pueblo de los toldos, y durarian hasta la primera semana de marzo. Los dos meses mas libres de mi vida. La ciudad de Junin, donde yo vivia, y el pueblo de los toldos no eran paisajes diferentes, ambos al norte de la provincia de buenos aires comparten, como en toda la gran region pampeana, su interminable llanura y sus fertiles tierras. El pueblo era el mas importante de la region y debia su nombre a los asentamientos de los nativos mapuches del lugar, que vivian en construcciones de ramas y cueros de animales llamadas toldos. Tampoco se encontraban tan alejados pueblo y ciudad, pero a mi juicio eran dos mundos opuestos. La ciudad con sus casas pegadas unas a otras, la luz electrica, las calles empedradas, el encierro y la soledad. La estancia con su interminable llano, sin calles delimitadas, la luz en lamparas de aceite, la libertad y Eve. La estancia me habia ensenado lo que era respirar hasta llenarme los pulmones sin preocuparme de recibir una reprimenda por ello. podia quedarme tumbada en el verde pasto mirando las interminables hectareas de campo sembrado o correr por sus pequenos bosques verdes protegidos por gigantes y anosos arboles, que cooperaban entre si para aplacar el ardiente sol que golpeaba despiadadamente en los tres meses de verano. Al amparo de sus sombras, Eve y yo nutriamos nuestra naciente amistad. Alli estabamos esperando aquella tarde. Eve con impaciencia y yo despreocupada, mas pendiente de evitar los intrepidos rayos de sol que se filtraban en el denso follaje, que de aquel bello ejemplar que se acercaba a nosotras. Nunca habia hecho algo asi en la vida. Ocultas tras un tronco caido lo veiamos acercarse lentamente, Eve lo queria para ella. --!Lo atrapare! !Ya veras! --Puedes salir lastimada si lo intentas. --Es grande y fuerte pero puedo dominarlo sin problemas, lo he hecho muchas veces antes. --Es muy esquivo. --Una vez que los tienes en tus manos, son mansos como unos gatitos, puedes sentir su piel suave y caliente contra tu pecho. Me arrojare encima de el y le murmurare al oido, veras que en un par de horas estara durmiendo pacificamente a mi lado. --Yo creo que tomara lo que tu le des, luego saldra corriendo y quedaras toda magullada. Pero sera solo culpa tuya. --Juliana, no sabes nada de machos grandes, si tienen un nido caliente y comida a disposicion se quedan donde los colocas. --Tu madre lo matara y lo pondra en una olla, antes de que tu le armes un nido. --!Silencio! Lo espantaras. !Quedate quieta! !Agachate, se esta acercando! Unos minutos despues la sonriente chiquilla, envuelta en una capa de polvo, levantaba de las orejas una liebre mediana, exhibiendola orgullosamente ante mis ojos asombrados al comprobar lo rapido que podia moverse. --!Te dije que podria hacerlo! Miralo. ?No es precioso? Mire sorprendida y entusiasmada a la suave criatura gris, de largas orejas, que despues de dar varias patadas al aire con sus poderosos cuartos traseros, se resigno al cautiverio y me miraba suplicando por su libertad. --!Le duelen las orejas! Prestamelo, Eve. --Tu no querias que lo atrapara y… ?Ahora lo quieres cargar? --No dije que no queria que lo atraparas, dije que no podrias hacerlo, que te lastimarias en el intento, y mirate las rodillas. -- Espere paciente que la nina bajara la mirada hasta sus rodillas y continue haciendole notar mi acertado predicamento--. Tienes ambas rodillas ensangrentadas y untadas con tierra. --No importa. Me las lavare despues de encerrar a mi liebre, y quedaran como nuevas --dijo de forma engreida, y paso frente a mi para poner manos a la obra. --!Yo te ayudare! --declare, sin darle importancia a los aires arrogantes de mi pequena amiga. En aquella epoca yo era una nina que no tenia muchas oportunidades de compartir momentos de total libertad en el campo. Mis padres o, mejor dicho, mi padre me mantenia encerrada dentro de la casa de la cuidad. Asistia a la escuela por las mananas, a la escuela dominical y a misa los domingos. En mis primeros ocho anos de vida, solo dos veces me habian llevado a la estancia Pampa Grande, propiedad de la familia Solari Crespo que habia heredado mi padre, y la primera vez no cuenta en mi memoria porque solo tenia dos anos. La gran estancia, que debia su nombre a la extensa porcion de campo que ocupaba en la region pampeana, en la que en aquel maravilloso verano de 1925 me encontraba descubriendo una vida sin restricciones y en la que habia conocido a Eve, la pequena Eve. El verano estaba llegando a su fin, pronto tendria que volver a mi lugubre y solitaria vida en la casa de la ciudad, pero al menos me consolaba pensando que volveria a ver a mi madre enferma. El autoritario de mi padre me habia enviado al campo para no tener que cargar conmigo todos los dias en la casa, a todas horas husmeando cual mosca molesta que vaga por la casa, fastidiando a los demas ocupantes. Pero a diferencia de la mosca, yo no era ignorante de ese sentimiento. Mi padre aborrecia la idea de tenerme alli, ademas de aborrecer el hacerse cargo de su esposa convaleciente, que no podia manejarse sin ayuda tras sufrir un ataque durante las ultimas celebraciones de fin de ano. Segun habia oido al medico decirle a mi padre, la tarde que mi madre enfermo, la sangre habia desbordado una parte de su cerebro y los danos eran irreversibles. Desde ese momento, ella se quedo con la cara y la mitad derecha del cuerpo paralizados. Mis dos hermanos adolescentes, Guillermo, de catorce anos, y Martin, de trece, habian sido despachados a Francia el mismo dia que yo fui enviada a la estancia. Ellos iban a disfrutar unos meses en casa de mi tio Eduardo, hermano de mi madre, que residia en aquel lejano pais desde que tengo uso de razon, antes de internarse en un prestigioso colegio frances que los hospedaria a ambos los proximos seis anos. Sin importar el motivo por el que me encontraba en ese lugar, estaba viviendo el mejor verano de mi corta vida, sin tener que esconderme en cuanto mi padre ponia un pie en la casa y sin escuchar los gritos constantes hacia mi madre. Lamentaba la enfermedad, pero agradecia esos meses de calma. Tenia estrictamente prohibido salir de la casa de campo, pero los criados alli no seguian al pie de la letra las rigurosas ordenes de su patron, como lo hacia la servidumbre de la cuidad. El habia aparecido por alli dos veces en esos tres meses y la ultima vez me habia ordenado tener todo listo para el 6 de marzo, fecha en la que iria a buscarme para que iniciara las clases en la escuela de la ciudad de Junin. Faltaba, a mi juicio de nina, mucho tiempo para la fecha senalada como el fin de un verano maravilloso, siete dias era mucho tiempo para dejar que un momentaneo desacuerdo me privara de una semana de juegos y compania. Disfrutaria de los ultimos dias de libertad y no me dejaria amedrentar por una nina altanera y mandona, que para colmo era dos anos mas pequena que yo. --!Mejor me quedare y atrapare a mi propio conejo! --anuncie con determinacion. Eve se detuvo al oirme, se volvio hacia mi y comenzo a reir. Su enmaranado pelo oscuro se sacudia, despidiendo una nube de polvo con el movimiento. --?Tu? Nina de ciudad, no puedes siquiera atrapar una mariposa. ?Alguna vez has atrapado alguna? --Vivas no, pero podria hacerlo si quisiera. Y veras que podre atrapar a un conejo mas grande que el tuyo. --No es conejo es liebre, y no sabes donde buscarlas. --Me quedare aqui esperando a que aparezca otra. Esa ha venido aqui, ?no? --Te ensuciaras tu lindo vestidito rosa y tu criada te dara una tunda. Toma, cargala hasta mi casa. --La pequena nina delgaducha me ofrecio su trofeo como signo de renovada amistad y yo acepte sin esperar que volviera a insistir. --Solo te acompanare hasta el cerco, despues volvere a casa. --Nadie te vera si lo cruzas, ademas tu padre no esta en tu casa --decia la pequena, intentado convencerme para que atravesara el cerco que marcaba el limite de mi propiedad y el comienzo de la estancia La Union, propiedad del padre de Eve.