• aparta que no me veo - Ana Belen Canete Jimenez

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    Pasiones, celos, infidelidades, divina juventud, oportunidades de trabajo, enamoramientos… Todo ello se da cita en !APARTA, QUE NO ME VEO!, la novela romantica a la cordobesa que nos hace viajar hasta las Islas Baleares y vivir la transformacion de Ines tras su ruptura sentimental.
    La autora de Cordoba nos hace sentir, vivir y amar como lo hace la protagonista de esta novela romantica: INES.
    Ines es una joven cordobesa que lleva una vida tranquila y estable hasta que un dia de Navidad recibe un regalo en forma de foto que hace que Inesastra, su alter ego, despierte de su letargo y presa de la rabia, el dolor y la gripe acompanada de fiebre toma una decision un tanto precipitada.

  • ¡Aparta, que no me veo!: una comedia romántica a la ...

    https://www.amazon.es/%C2%A1Aparta-que-veo-rom%C3%A1ntica-cordobesa-ebook/dp/B07C8698PX

    Mirar en el interior de este libro. ¡Aparta, que no me veo!: una comedia romántica a la cordobesa ( ...

  • ¡APARTA QUE NO ME VEO! | ANA BELEN CAÑETE JIMENEZ

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  • Reseña #137: ¡Aparta, que no me veo! de Ana Belén Cañete

    http://viajandoaotrosmundos.blogspot.com/2018/08/resena-137-aparta-que-no-me-veo-de-ana.html

    9 ago 2018 — Otro punto que me ha gustado mucho del libro es el pique entre los protagonistas. Ya sabéis lo mucho que me encanta cuando esto sucede así que ...

  • ¡Aparta que no me veo! - Ana Belén Cañete

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    ¡Aparta que no me veo! es la primera novela de Ana Belén Cañete, también conocida como Ana Bolboreta, que nos cuenta la historia de inés, una joven en un ...

  • ¡Aparta que no me veo! - Ana Belén Cañete Jiménez - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Ana-Belen-Canete-Jimenez-Aparta-que-no-me-veo/48458

    Esta novela es una pequeña joya de la comedia romántica. Me he reído a carcajadas con ella y me ha encantado además el mensaje que transmite. Con este libro ...

  • ¡aparta que no me veo! - Librería Luces

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    ¡APARTA QUE NO ME VEO! ANA BELÉN CAÑETE JIMÉNEZ. 18,00 €. IVA incluido. Disponible en 2 semanas. Editorial: ***VARIAS***; Año de edición: 2018 ...

  • ¡Aparta, que no me veo! Ana Belén Cañete Jiménez. Malbec ...

    https://anikaentrelibros.com/-aparta-que-no-me-veo-

    Título Original: (¡Aparta, que no me veo!, 2018) ... O sea, que hacía falta una buena revisión del libro, que no se hizo cuando tocaba y si ahora resulta ...

  • ¡APARTA QUE NO ME VEO! - ANA BELEN CAÑETE JIMENEZ

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  • Reseña del libro "APARTA QUE NO ME VEO" || Ana Belén Cañete ...

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    Hola y bienvenid@s a mi pecera, hoy os traigo la reseña o review del libro de Ana Belén Cañete "Aparta que no me veo"Twitter de Ana Belén:https://twitter.co ...

  • ¡APARTA QUE NO ME VEO!, ANA BELEN CAÑETE JIMENEZ ...

    https://www.libreriaproteo.com/libro/ver/id/2127241/titulo/aparta-que-no-me-veo.html

    APARTA QUE NO ME VEO!, ANA BELEN CAÑETE JIMENEZ, ISBN: 9788494792595 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librería especializada ...

  • Vuelves loco mi corazon, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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    Shandra Tanner no se podia creer que tuviera tan mala suerte como para que su padre le encontrara trabajo con su antiguo monitor del campamento. Aquel psicopata le habia amargado la vida cuando era una adolescente y dudaba que ahora tuviera mejor caracter. Pero no tenia mas remedio que trabajar con el, asi que se intento mentalizar para ello. Lo que no se esperaba era seguir sintiendo por Robert Callaghan la misma atraccion que experimento con quince anos.

  • Decir no no basta de Naomi Klein

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  • Polos opuestos (Baile 1) de Monica Garcia

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    --Nos vemos manana, chicas --dije. Una a una mis alumnas fueron saliendo del aula en donde impartia clases de baile a ninas de entre seis y diez anos. Suspire mientras avanzaba hacia la parte trasera de la sala. Alli habia dejado mi bolsa y una fina chaqueta por si el dia se torcia. Abri la mochila y saque la botella de agua que siempre llevaba al estudio. La destape y di un gran trago. --Maddie --oi a mis espaldas. Me gire para encontrarme con Hayley, mi alumna mas joven --, tengo una duda. --Muestrame. --No se si he pillado bien el ultimo ejercicio de la coreografia. Le pedi que repitiera el rol rueda y asi lo hizo. Se tumbo en el suelo boca abajo y alzo las piernas a la vez que tenia la barbilla apoyada en el suelo. Poco a poco fue bajando las piernas hasta apoyarlas en el suelo delante de su barbilla, arqueando el cuerpo. La observe con detenimiento mientras ejecutaba el ejercicio. --Lo haces bien, pero debes tener cuidado a la hora de arquear la espalda. Ademas, debes alzar mas las piernas. No se si me he explicado bien --la fui corrigiendo. Ella asintio y repitio el ejercicio tal y como le habia dicho. --Bien hecho. Te veo manana, ?vale? La pequena afirmo con la cabeza con entusiasmo y salio disparada por la puerta hacia los vestuarios. Recogi mis cosas y sali de la sala que Hannah Brown, la directora de todo el estudio, me habia asignado para dar mis clases. Tenia que recorrer medio edificio para llegar al aula veintiseis, en donde ella nos daba clase a mis companeras de grupo y a mi. Diez minutos despues entre en los vestuarios. En ellos solo se encontraba Sarah, una de mis mejores amigas. Cada aula tenia el suyo adherido a ella. Se podia entrar a la clase por alli o por la puerta de entrada, aunque nosotras lo haciamos a traves del vestuario. --Buenas tardes, Maddie --me saludo. --Hola. --?Que tal la clase? Empece a cambiarme de ropa. Cambie mis gastados vaqueros por unas mallas ajustadas y mi camiseta de manga francesa por una camiseta verde sin mangas. --Bien. Creo que ya estan preparadas para competir. --?Se lo has dicho a Hannah? --pregunto. --Todavia no he tenido tiempo de hablar con ella. Me puse las punteras y despues me recogi el cabello en una trenza que me llegaba por debajo de los hombros. A mi lado, Sarah se hizo una coleta. Poco despues de terminar de prepararnos, Samantha, Emma, Tamara y Susana entraron en los vestuarios, todas ellas charlando entre si. --Muy buenas, chicas --nos saludaron, alegres. --Hola. Esperamos a que ellas terminaran de vestirse para ir juntas al aula. Esta era muy espaciosa, con los suelos revestidos en madera. El lado contrario a la puerta principal estaba ocupado por un gran espejo que terminaba un poco antes de donde se situaba la puerta de los vestuarios. Las paredes eran de un blanco impoluto y algunas zonas estaban tapadas por gigantescos posters de bailarines famosos que habian estudiado en ese mismo estudio. Practicabamos baile de lunes a viernes y algunos fines de semana. Empezabamos a las cinco de la tarde y terminabamos a las nueve, aunque habia algunos dias que las sesiones se alargaban o que, debido a algun concurso importante, nos veiamos obligadas a faltar al instituto. Concursabamos todos los fines de semana, los sabados para ser mas exactos. Como era de esperar, llegamos antes que Hannah, quien seguramente estaria entretenida dando clase o analizando concienzudamente algunos papeles. Ella se tomaba muy enserio su trabajo y, por ende, era muy dura con nosotras. Queria sacarnos el maximo partido a todas. Sarah y yo fuimos hacia una esquina y nos pusimos a estirar los musculos mientras charlabamos sobre asuntos triviales. Minutos mas adelante, mientras me tocaba la punta de los dedos de los pies teniendo las piernas completamente estiradas, Hannah Brown irrumpio en la estancia. El cabello lo llevaba recogido en un apretado mono del que se le escapaban un par de mechones castanos. Observo con seriedad el espacio, comprobando que todas estuvieramos alli. --Siento el retraso, chicas. La clase que he tenido a las cuatro se ha alargado considerablemente. --No pasa nada, Hannah --la tranquilizo Tamara, sonriendole. Todas nos acercamos a ella, formando un circulo a su alrededor. Como ya estabamos a mediados de semana sabiamos cual era nuestro papel en la competencia de este fin de semana; en mi caso, solo actuaria en el baile grupal. Estabamos esperando instrucciones. --Bien, chicas. Como sabeis, la competicion de este fin de semana es bastante importante. En ella bailaran los mejores estudios de la zona, asi que debeis ir a por todas. <<Empezaremos por el baile grupal. Despues, Tamara ensayara su solo. Cuando termine con ella, Samantha hara el suyo. Por ultimo, volvereis a practicar lo primero que he dicho --nos explico mirandonos a cada una--, ?entendido? Asentimos con la cabeza, sin decir ni una sola palabra. --Bien, en ese caso podemos comenzar. *** Volvi al Moonlight completamente reventada. El ensayo habia sido agotador, tanto que apenas podia mantenerme en pie. Hannah se habia esmerado con la clase de hoy. Segun ella, todo debia salir a la perfeccion. Sonrei al ver la enorme verja de hierro forjado y los setos que rodeaban los terrenos del orfanato. Saque las llaves de la bolsa y meti la mas pequena en la abertura de la cerradura. La gire hasta que se abrio con un clic. Entre cerrando la verja a mis espaldas y avance por el jardin delantero, plagado de flores y arbustos, hasta llegar a la entrada principal del Moonlight. Repeti el mismo gesto y entre. --Maddie --dijeron Maya y Owen, levantandose del sofa y viniendo corriendo hacia mi. Abri mis brazos y los abrace con fuerza, besando sus coloradas mejillas. --?Que tal estais, preciosos? --pregunte sin soltarles, poniendo la voz mas grave, tal y como se les habla a los ninos pequenos. Despues, avance por el salon hasta sentarme en uno de los numerosos sofas con ellos encima de mi regazo. Maya y Owen eran los mas pequenos que vivian en el Moonlight. Ambos tenian seis anos y eran adorables. Siempre estaban juntos, a todas horas, y nunca se peleaban; es mas, Owen siempre defendia a Maya en el colegio cuando alguien se metia con ella. --Muy bien. Hemos empezado a aprender a escribir palabras largas --dijo con orgullo Owen. --Tambien nos han ensenado a escribir varios numeros --agrego Maya sonriendo. Ambos me miraban con la emocion reflejada en sus rostros infantiles. --!Que mayores os estais haciendo! Que rapido pasaba el tiempo. Todavia recuerdo el dia en que empezaron a ir a preescolar, lo asustados que estaban ambos. Sonrei al recordarlo. Los dos rieron por mi comentario. --Todavia somos ninos, por si eso te consuela --hablo Owen en cuanto paro de reirse. Sonrei con dulzura y, acto seguido, les hice cosquillas. Unos pasos resonaron por toda la estancia, provocando que parara de torturarles. En el salon entro Kara, la directora del Moonlight, seguida de Alvaro, su marido, con quien compartia el cargo. Los dos discutian sobre algo. --...Te digo que no podemos permitirnoslo --decia ella frunciendo el ceno. --Y yo te digo que si. Podriamos... --Alvaro callo al vernos. A pesar de haber pocos internos en el hogar, los gastos eran excesivos. Entre el colegio, el instituto, las extraescolares y los gastos que generaba el Moonlight andaban justos de dinero. Es por eso que yo habia decido dar clases de baile, para ayudarles con los gastos, ya que la academia de baile a la que asistia era muy cara. Como las clases privadas eran las mas costosas, habia decidido pagarmelas. --La cena esta lista, chicos --comento Kara intentando que olvidaramos lo que habiamos oido. En cuanto esas palabras salieron de su boca, los ninos salieron disparados hacia el comedor, dandoles un beso en la mejilla a ambos antes de marcharse por la puerta. --?Tan mal esta la cosa? --pregunte cuando estuve segura de que nadie mas nos oia. Kara se toco el puente de la nariz con frustracion y Alvaro suspiro con pesadez. Las ojeras eran notables en ellos. Parecian agotados y estresados a la vez. --Hablaremos de ello luego. Ve a cenar --me ordeno Alvaro. Asenti con la cabeza. Subi las escaleras de caracol y camine por el largo pasillo hasta llegar a la habitacion que compartia con Lea. En total habia siete dormitorios: tres para las chicas y cuatro para los chicos. Si a eso se le sumaban la habitacion de los directores mas las de las cuidadoras y la de la cocinera... Ademas, por cada habitacion habia dos personas, salvo en el caso de las ninas mas pequenas, quienes dormian juntas. El caso es que entre y fui hasta el fondo de la estancia. Deje mi mochila de baile en mi cama, bajo una de las ventanas del gran dormitorio. Habia tres camas, aunque la habitacion solo estaba ocupada por Lea y por mi. Habia espejos aqui y alla y tres grandes armarios. Las paredes eran de un tono rosa pastel y el suelo estaba cubierto con una gran alfombra morada. Cuando baje al comedor, todos estaban alli, esperandome. Me sente entre Lea y Maya y, despues, me servi un buen plato de ensalada de pasta. --?Que tal las clases? --pregunto Lea mientras pinchaba una espiral con el tenedor. --Muy bien, la verdad. Cada vez ejecutamos mejor el baile grupal. Hoy, sin ir mas lejos, Hannah nos ha felicitado y nos ha dicho que si lo hacemos con la pasion con la que ensayamos, seguramente ganaremos el concurso del sabado. --?Sabes donde va a celebrarse o todavia no os ha revelado el lugar? Sonrei. --Va a ser aqui, en Portland. Mi amiga, quien habia estado bebiendo un sorbo de agua, casi se atraganto. Empezo a toser, dandose suaves palmadas en el pecho. --?En Portland? --pregunto en cuanto se hubo calmado. Asenti con la cabeza. --!Eso es estupendo! !Podre verte sin tener que salir de la ciudad! Rei al notar el entusiasmo que destilaba su voz. Normalmente los concursos solian ser en ciudades cercanas; por eso estaba tan emocionada Lea, porque se ahorraria el viaje. --?Que pasa en Portland? --pregunto Kara, mirandonos a ambas con el ceno fruncido. Seguro que estaria preguntandose en que andariamos metidas. --El concurso de Maddie --contesto Maya antes de que pudiesemos hacerlo nosotras. Nos la quedamos mirando sorprendidas--. ?Que? --pregunto la pequena--. Hablabais muy alto. --Asi que es en la ciudad... --dijo Alvaro pensativo--. ?Sabes ya la hora? --Empezara a eso de las cinco, mas o menos. Pero yo debo estar dos horas antes para prepararme --explique. --Estaremos ahi para animarte --me dijo Owen. --En primera fila --agrego Amber. Despues de eso, el comedor se quedo en silencio. Solo se oia el ruido que producian los cubiertos al chocar con los platos. Pocos minutos mas tarde, Lea me pregunto por las clases que daba y yo le conte lo orgullosa que estaba de mis ninas. Estaba completamente segura de que estaban preparadas para competir y asi se lo habia dicho Hannah, quien habia quedado conmigo en ver la clase de manana para determinar si estaban preparadas o no para asistir a concursos de baile. --Ojala estes en lo cierto y puedan participar --dijo Lea sonriendo--. Estoy segura de que eres una gran profesora. Me sonroje ante su comentario. Ni siquiera habia pensado en eso. Si mis alumnas tenian el nivel suficiente como para competir, eso significaria que mis clases habian dado sus frutos. --Yo tambien lo espero. Capitulo 2 Eric El maldito despertador casi me provoco un infarto. Maldiciendo, le di un manotazo, tirandolo al suelo. Di media vuelta en la cama, tapandome de nuevo con la sabana. --!Eric, es hora de levantarse! --grito mama desde la puerta de la habitacion pasados unos minutos, tocandola con fuerza. --Cinco minutos mas... --murmure adormilado. Oi como la puerta se abria con fuerza y enseguida empece a escuchar las pisadas de mama. Maldicion, habia entrado en mi dormitorio. --!Vamos o llegaras tarde! --Me zarandeo con fuerza. Me levante a reganadientes. Odiaba madrugar. Maldito instituto que nos obligaba a levantarnos temprano. Mi madre salio de mi territorio y pocos minutos despues fui al bano para darme una ducha de agua fria, a ver si asi lograba despejarme del todo. Cinco minutos despues, sali con una toalla enrollada en mi cintura. Seque mi cuerpo con rapidez y me puse una muda. Acto seguido, cogi del armario unos pantalones vaqueros y una camiseta gris, y me vesti. Cuando baje a desayunar, todos se encontraban en la mesa de la cocina. Papa leia el periodico mientras fruncia el ceno debido a alguna noticia que le desagradaba; mama preparaba el desayuno entonando en voz baja una cancion; Dylan y Andrew discutian tal y como lo hacian todas y cada una de las mananas; y Hayley tomaba en silencio su desayuno. --Buenos dias, familia. --Buenos dias, hijo --dijeron mama y papa a la vez, como si estuvieran sincronizados. Me acerque a mi madre, que seguia preparando el desayuno, y deposite un beso en su mejilla. Repeti el gesto con papa y con Hayley. Dylan y Andrew se creian demasiado mayores como para recibir besos. Me sente al lado de mi hermanita menor y cuando mama deposito mi desayuno en la mesa, lo devore. --Papi, recuerda que debes llevarme a clase de baile --le recordo Hayley. Todas las tardes ella daba clases de baile en la mejor academia de Portland, el Hannah Brown Studio. La que normalmente la llevaba era mama, aunque ese dia no podia porque le habian adelantado una operacion. Mama era cirujana y papa, periodista. --Tranquila, pequena, no lo olvidare. --Dejo el periodico sobre la mesa y sonrio con ternura. Termine mi desayuno y una vez deje mis cosas en el fregadero, subi a mi habitacion. Alli cogi la mochila con los libros. A continuacion, sali de mi habitacion y baje corriendo las escaleras. --!Me voy! --grite para que todos me oyeran. --!Ten un buen dia! --oi que decia mama desde la cocina. Sali de casa cerrando la puerta con un ruido seco. Camine hasta la acera, en donde estaba aparcado mi deportivo negro, regalo de cumpleanos de mis padres. Subi en el dejando la mochila en el asiento del copiloto, meti las llaves de contacto y las gire, provocando que el motor rugiera con fuerza. Sonrei, me encantaba ese coche. Conduje por varias manzanas hasta llegar a la casa en donde vivia mi mejor amigo, John. Ambos habiamos ido a la misma escuela primaria y desde el primer momento estuvimos juntos. Le vi sentado sobre el pavimento, mirando su telefono movil con interes. Toque el claxon antes de parar a unos metros de el. John alzo la cabeza, sobresaltado por el estridente sonido, pero cuando vio que era yo, sonrio burlonamente. --Ya te ha costado llegar --dijo a modo de saludo, rodeando el coche y ocupando el asiento del copiloto, aunque primero tuvo que quitar mis cosas de ahi. --Yo tambien me alegro de verte. Una vez mi amigo estuvo asegurado, arranque de nuevo el coche. --Odio las clases de hoy --comento John mientras miraba por la ventana. --Yo tambien las detesto. Ademas, hoy tenemos dos horas seguidas de matematicas. --Buf, ni me lo recuerdes. Solo de pensarlo me da dolor de cabeza. --Se llevo las manos a la cabeza exageradamente provocando que se me escapara una sonora carcajada. --!Que dramatico eres! ?Por que no te apuntas al club de teatro en vez de a baloncesto? --me burle. John me miro con total seriedad. --Ni de cona. Todos sabemos que ese club esta plagado de inadaptados sociales. Los siguientes cinco minutos transcurrieron en silencio, sin contar el hecho de que mi amigo se puso a buscar una emisora de radio que al final no encontro, ya que cuando llegamos al aparcamiento del instituto todavia seguia canaleando. Aparque el coche en donde solia dejarlo, cerca de la salida. --?Que tal te fue ayer con Tessa? --me pregunto a la vez que avanzabamos por el mar de gente. Hice una mueca. Ayer habia ido a su casa con la excusa de que me explicara un ejercicio. Habia intentado por todos los medios acostarme con ella, en vano. Esa chica no se enteraba de mis indirectas. --Ha sido horrible. Pese a que lo he intentado con todo, no captaba nada. Estaba empenada en explicarme las malditas derivadas. --Y eso ha sido un duro golpe para tu ego, ?verdad? --se burlo el haciendo una mueca. --No hablemos de mi ego --resople mientras entrabamos. Cuando estabamos lo suficientemente cerca de nuestras taquillas, divise a Jack, a Ethan y a Caden. Los tres estaban rodeados de chicas que iban ligeras de ropa y que coqueteaban con ellos sin parar. --?Que pasa, chicos? --nos saludaron mientras se apartaban de las chicas. Chocamos los punos a modo de saludo y fuimos directamente a nuestras taquillas. Puse la combinacion y la abri. Deje la mochila y saque los libros de las materias que tenia a la manana, en este caso tendria dos horas seguidas de matematicas. Tuve que esperar a que los lentos de mis amigos cogieran sus cosas, ya que de vez en cuando se paraban a hablar como marujas en un mercado. Sonrei ante esa idea. No me los imaginaba en un mercado chismorreando con senoras mayores. El timbre me devolvio a la realidad, y parece ser que les dio el empujon que necesitaban para terminar de coger lo necesario de las taquillas, ya que pocos segundos despues los tenia a mi lado. Los cinco nos pusimos en marcha. Andabamos con tranquilidad, total la clase no se moveria de sitio. De vez en cuando, la gente se giraba para lanzarnos miradas; muchas de ellas eran de admiracion o deseo, y otras, de pura envidia. Nosotros eramos los chicos mas deseados de la escuela. Todas las chicas suspiraban por nuestros pies. Yo nunca habia tenido una relacion duradera; lo mio era rollo de una sola noche. No me gustaba comprometerme y eso las chicas lo tenian claro. Cuando llegamos al aula, esta estaba ya repleta de companeros. En la primera fila ya se encontraban sentadas las empollonas de clase, dos chicas inadaptadas que siempre sacaban buenas notas. Charlaban animadamente sobre un tema que desconocia y que me importaba mas bien poco. A su lado tambien estaban sentados los que querian sacar buenas notas, aunque no lo eran tanto como las de ellas. En las filas centrales se sentaban los alumnos que no sacaban ni buenas notas ni malas notas. Y en las ultimas filas nos sentabamos nosotros, a los que menos nos importaba la asignatura. Nos acomodamos en nuestros sitios y nos pusimos a hablar hasta que el profesor nos mando callar. Las dos horas se me hicieron eternas. No entendia nada de lo que el profesor explicaba, por lo que los ejercicios los hacia de pena. Mis amigos intentaron ayudarme, sin exito. Era un zoquete. Al final de la clase el profesor me pidio que me quedara unos minutos porque queria hablar conmigo. Asi que me despedi de mis amigos y espere a que todos hubieran salido. --Senor Woods --me saludo--, ?sabe por que esta aqui? --No, senor. ?Por que razon querria hablar conmigo ese senor bajito, calvo, gordo y sudoroso? El profesor de matematicas era un tipo peculiar. Sudaba a mares todos los dias del ano y normalmente vestia con unos trajes que realzaban su descomunal barriga, ademas de ser totalmente espantosos. Pero lo peor de todo era su rostro arrugado, cuya guinda del pastel era su horrible uniceja. --Esta a punto de suspender mi asignatura. Palideci. !No podia ser posible! Pese a que se me daban muy mal las matematicas, siempre aprobaba esa maldita asignatura. Ademas, necesitaba aprobar todas para poder jugar en los partidos de baloncesto. --Es imposible --me negue a creerlo. --Mirelo usted mismo. Todos y cada uno de los ejercicios que ha hecho han estado mal. No solo eso, no se esfuerza en mi asignatura. Asi que como suspenda el examen, no aprobara--. Se paso un panuelo por el cuello y por la cara para secarse el notorio sudor. Reprimi una mueca de repulsion. --!No puedo suspender! --La rabia me consumia. No queria creerlo. Necesitaba con urgencia aprobar esa asignatura. --Creame, yo tampoco. Es por eso que se me ha ocurrido ponerle un tutor particular que pueda darle clases por la tarde. ?Que le parece? Lo sopese. Su oferta era muy tentadora. Pero no sabia si serviria de algo o no, teniendo en cuenta que no se me daban bien las mates. Ademas, ?quien sabia quien seria la persona encargada de ayudarme? Lo que menos queria era un friki a mi alrededor, dandome ordenes. Pero, por otro lado, lo necesitaba. Si no, suspenderia. --Esta bien. ?Cuando podria empezar con esas clases y con quien las haria? --pregunte. Sonrio. --Manana mismo puede empezar cuando le presente a su tutor. *** --?Profesor particular? --John no se lo creia. Abria mucho los ojos, tanto que parecia que se le iban a salir de sus orbitas. Hice un movimiento afirmativo con la cabeza. --?Como es eso de que vas a suspender? --Jack estaba estupefacto--. No puedes suspender. --?Crees que no lo se? --exclame pinchando un trozo de carne con el tenedor. Nos encontrabamos en el comedor del instituto, rodeados de gente que hablaba. La intensidad de las voces era tal que teniamos que alzar mucho la voz para oirnos entre nosotros. --?Y quien va a ser el afortunado de aguantarte? --pregunto Ethan. --?Aguantarme? Yo voy a ser el que tenga que aguantarle --dije molesto. La idea de que alguien tuviese que ayudarme no me gustaba ni un pelo--. Ademas --anadi--, el muy canalla del profesor no me ha dicho quien es. --Seguro que es uno de los empollones de clase --comento Caden mirando la mesa en la que estaban sentados un grupo de ellos, charlando animadamente, ajenos a nuestra conversacion. Suspire pesadamente. Lo que menos queria era que fuera uno de los sabelotodos de la clase, pero, bueno, no estaba en mis manos decidirlo. Terminamos el almuerzo y depositamos nuestras bandejas en su sitio. Estabamos avanzando por el pasillo, camino hacia las taquillas para coger las mochilas, ya que por la tarde no teniamos clase, cuando, de pronto, choque contra alguien, quien cayo redondo al suelo. Mis amigos y yo reimos por su torpeza. --Mira por donde vas, friki --dije.

  • El dia que me quieras (Los Collinwood 1) de Victoria Magno

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  • El camino de Greta de Rosa Boliart

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    Greta, Yolanda y Marta son tres amigas que deciden realizar el Camino de Santiago. El primer dia conocen a un hombre que viaja solo y con el cual comparten vivencias.
    Al salir de sus rutinas cotidianas surgen situaciones que ponen al descubierto actitudes y secretos personales. Las diferencias entre ellas aparecen cuando conversan sobre temas que antes no habian tratado y una de ellas se siente atraida por el desconocido.
    Al regresar a sus casas ya nada es igual, ni la relacion entre ellas, ni la relacion de la protagonista con su entorno familiar. Greta confecciona un plan para cambiar de vida, pero un reves causado por una circunstancia repentina le hace dar un vuelco a sus planes al tener que tomar la decision mas importante y dura de su vida.

  • Los besos que quiero darte de Priscila S

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    Lara, Belen y Luisa. Tres amigas inseparables, de esas que se apoyan en los peores momentos de la vida.
    Diferentes y a cual mas loca, pero ?que pasa cuando en sus caminos se cruzan tres hombres igual o mas locos que ellas?
    Tres uniformados que las sacaran de sus casillas.
    Secretos, mentiras, deseo, pasion y amor son los ingredientes para esta trilogia.
    No te pierdas la historia de cada una de ellas.

  • Dark Man (Halcon 1) de Anisa Gjikdhima

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    Se dice que el diablo tambien le teme a la ira de una mujer, pero no Carlos. Valentine Harper hara un pacto con el diablo para conseguir su objetivo. Tendra que lidiar con la personalidad retorcida del hombre y contentarlo hasta que el lo desee.
    Asi empieza un juego peligroso, donde no hay ni vencedores ni vencidos.
    Dos mundos dementes que se destruyen poco a poco hasta no quedar nada. Solo un loco puede quedarse sabiendo que sera su fin, y los dos estan locos.
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  • Quien crea la noche de Pedro Sorela

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    El testamento literario de Pedro Sorela: una <> sobre la vida contemporanea en la ciudad.

  • El beso de Tosca de Nieves Abarca , Vicente Garrido

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    Lo sublime y lo perverso se unen en cada una de las paginas del esperado nuevo thriller de Nieves Abarca y Vicente Garrido, el tandem literario mas aplaudido y leido de la actual novela negra.

  • Un paseo por Alaska de S. Giner

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    Paige vivia con su novio Ralph, en el apartamento de ella en Nueva York, hasta que un dia lo encontro con una mujer en su cama. Despues de que lo echara de su casa penso en abandonar la ciudad por un tiempo y decidio trasladarse a un pequeno pueblo de Alaska. Alli conocio a Jay, un divorciado con una hija adolescente. Comenzaron con mal pie, pero sin esperarlo ni planearlo empezaron a intercambiar mensajes y mas tarde correos electronicos. Y poco despues estaban manteniendo una relacion, aunque estrictamente sexual. Hasta que Julie, una amiga de Jay, que estaba enamorada de el, expandio un rumor por el pueblo mostrando a Paige como si fuera basura, para librarse de ella. Y lo consiguio, pues a raiz de las murmuraciones Jay corto con Paige e hizo que abandonara Alaska y volviera a su casa de Nueva York.

  • Liberada (Trilogia Criminal 2), Kris Buendia de Kris Buendia

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    Emily Thompson esta libre y busca vengar la muerte de su esposo. Las cartas que dejo Harry revelan algo mas que secretos y tendra que recuperar el imperio que perdio, aunque su nuevo socio, Blake Storm haga que se olvide por un momento de su venganza.

  • Flor de sal de Susana Lopez Rubio

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    Ano 1914. Acaba de estallar la Gran Guerra y Julieta Carrion de la Vega llega con 16 anos a Bolivia procedente de Espana, para reencontrarse con su padre, don Gonzalo Carrion, que dirige una mina de estano en la ciudad de Potosi. Huerfana de madre, Julieta adora a su padre, o al menos la imagen idilica que tiene de el, pero muy pronto choca con la dura realidad. Don Gonzalo emplea ninos para trabajar en la mina, y padre e hija tienen un primer y tremendo enfrentamiento. No solo eso, Julieta descubre que, desde hace anos, su padre tiene una amante, Adela, una atractiva y peligrosa mestiza.

  • Cuervos blancos palomas negras de Antonio Guisado

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  • El rastreador de muertos de Jose Perea Del Pino

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    <>. – Luck McReady –

  • Locamente atraido a ti de Dani Eliott

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  • El clan de los cazadores (Dhampyr 1) – Karen Delorbe de Karen Delorbe

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    Libro 1o de la trilogia Dhampyr

  • Te habia sonado de Christian Martins

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    Lucia no quiere enamorarse. Ni una relacion seria. Ni complicaciones innecesarias.
    Pero la noche de Halloween conocera a un sexy policia con una propuesta un tanto peculiar. Una noche de intenso placer y de emociones desconocidas haran que se replantee las cosas y lo que realmente quiere para su futuro.
    Pero todo se complica cuando, al final, descubre que su sexy policia tiene tantas promesas en los labios como secretos detras de la puerta.

  • Cantos de una sirena (Ariel 2) de Rachel Bels

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    Erase una vez, una princesa valiente…

    ?Que hago despues de que mi mejor amigo me de un ultimatum y Eric desaparezca tras descubrir la peor parte de mi? Huir. Marcharme a Fuerteventura y comenzar una nueva vida. Nuevo hogar, nuevo trabajo, nuevos amigos. El proposito inicial de este viaje es tomar una decision al respecto de todo lo ocurrido, aunque sin prisa, logrando en estos casi tres meses hacer incluso callar a Ursula. Pero irme a vivir a casa de mama tiene un handicap, que te obliga a ver todo eso que no quieres, empujandote si o si de vuelta a casa (a la de verdad), porque al parecer no hago mas que dar palos de ciego y mi lugar no esta en esta isla.

  • Tu y yo y la increible locura de estar juntos de Ana Forner

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  • La maldicion de los reinos de Erya

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    Una rosa. Un cetro.
    Un palacio. Un oceano.
    Una maldicion. Un castigo.
    Un solo destino.
    ?Y si la sirena hubiera nadado al castillo de la bestia?

  • Quarabel 1 de Gabriel Nieto

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    Primera parte de la trilogia Quarabel
    La vida de Pablo, ejecutivo de una importante multinacional de smartphones, sufre un vuelco inesperado cuando recibe un extrano regalo unos dias antes de su cumpleanos.
    A partir de ese instante su apacible vida se transforma en una aventura continua, que le situara en el centro de una profecia milenaria, que esta a punto de cumplirse, que compromete la existencia de toda la humanidad y que esta directamente relacionada con el nuevo y sofisticado telefono que pretende lanzar su empresa.
    Poco a poco, pero a un ritmo frenetico, se cruzaran en su vida nuevos personajes, amigos y enemigos, desconocidos hasta entonces, mientras va descubriendo quien es en realidad y se introduce cada vez mas en un mundo increible y misterioso, donde nada es lo que parece.
    Mundos paralelos, accion, amor, emocion y misterio, al compas de una historia, mas propia de una pelicula que de una novela, sin un momento de respiro, que se lee facil, de un tiron y que no deja a nadie indiferente.

  • Atrevete a ser tu maestro de Suzanne Powell

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    Este libro recuerda al lector que la mente es solo una parte de nosotros, le invita a dejarla atras y a que abandone la ilusion de lo inalcanzable. Todo siempre se resuelve si dejamos que las leyes universales fluyan con naturalidad. Volver a ser un nino, tomarse la vida con humor, y confiar en la sabiduria interna son las claves para alcanzar el estado de paz y calma donde solo hay que vivir y despreocuparse de todo.

  • Tierras Negras de Gonzalo Grande Moreno

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    Desde que salieron del frondoso bosque a campo abierto no pararon de escuchar todos aquellos ruidos infernales salidos de las entranas de sus peores pesadillas, de los olvidados tiempos oscuros y las epopeyas de las cruentas guerras de los reinos olvidados. La caceria estaba siendo hasta ese fatidico momento bastante buena y de los lomos de sus caballos colgaban unos magnificos jabalies y un par de venados que daban buena fe de su destreza de avezados cazadores. Pero aquellos inesperados e imprevisibles sonidos, tan inevitables en ese momento y desagradables por su falta de melodia hicieron que el siempre disfrutado juego de la caza concluyera mucho antes de lo previsto. Poco sospechaban que aquella iba a ser una de sus ultimas cacerias e irrepetible en los anos venideros. Muchos habian sido los rumores que confirmaban ahora aquel mal presagio de sombras, guerra, muerte y destruccion. Y testigos eran de tan nefasto signo aquellos curtidos cazadores que experimentaban por primera vez en sus propias carnes su temor por lo desconocido. Velcari a lomos de su majestuoso corcel blanco subio rapidamente hasta la cumbre de una pequena colina denominada de los lamentos sinceros donde segun la leyenda una pareja de enamorados encontro la muerte escapando de la incomprension de sus familias. Una vez alli, desde su privilegiada posicion pudo comprobar con sumo espanto que sus peores temores eran del todo ciertos. Inevitablemente ellos estaban alli. Los rumores ya no eran una historia quimerica de frias noches de fogatas eternas. Eran ahora una realidad parte de la nueva historia de sus vidas. Los cuentos de las noches oscuras sin luna e incluso de las noches brillantes de miles de estrellas dejaban de ser simples leyendas. Aquellos relatos que los ancianos contaban a ninos asustados, junto al fuego de inagotables chimeneas en sus chozas de adobe se manifestaban y cobraban vida con aquellos sonidos cual preciada pesadilla. Reclamaba aquella aparicion su existencia mas alla de la imaginacion de los numerosos juglares y titiriteros que recorrian por aquellos dias la gran comarca de los doce reinos. La leyenda cobraba vida desde el filo de una frontera en paz hasta el corazon del reino. Algunos de sus fieles guerreros, todos ellos valientes desde el mismo dia que sus madres los alumbraron a la luz de la vida, se fueron acercando al sorprendido Velcari. No intercambiaron mirada alguna, no pronunciaron con palabras lo que sus ojos contemplaban. Porque las palabras sobraban ante la evidencia de aquella presencia militar que se desplegaba ante sus ojos en aquel melancolico valle fronterizo. Los guerreros de la partida de caza, se limitaron unicamente a observar. A pesar de su fama de valientes, estaban casi aterrados por la temible amenaza que llegaba hasta sus entonces pacificos dominios. Era en ese preciso momento de su historia cuando entraban en el valle, en su apacible y prospero reino, los terribles y temidos hombres del norte. Habian llegado como la sigilosa bruma del mar, como el azote de la tormenta mas inesperada que en ese dramatico momento comenzaba a azotar con su tempestuosa lluvia sus curtidos rostros. Primero llego una lluvia pegajosa, luego los luminosos rayos bajo las imaginarias trompetas celestiales en forma de escalonados truenos. Ante ellos, por ultimo, llegaban amparados por las sombras de la manana los terribles vikingos del rey Erik el Temerario. Los enemigos avanzaron con suma cautela en aquel valle unos quinientos metros, con movimientos muy lentos pero seguros. Los Fredegarios contuvieron su respiracion a la espera de una posible formacion de combate. Lejos de desplegarse en su desordenada y temida formacion de combate, de repente, detuvieron su avance y ajenos a los ojos que los observaban, en la parte oriental del valle, entre el rio Balak y el bosque tenebroso levantaron su campamento de campana, aquel que habitualmente los acompanaba en sus correrias por el para ellos desconocido continente de los reinos del sur. El asentamiento fue creciendo en aquella tierra invadida con unas fuertes empalizadas de madera. La construccion quedo perfectamente establecida en apenas tres horas para proteger tras sus muros a los siete mil guerreros de aquella horda salvaje, todos ellos hijos amados del mismo Odin. Los vikingos estaban lejos de sus tierras, a cientos de millas de las marismas negras, su refugio en el corazon del Ikrustian, su hogar maldito en las gelidas tierras del norte, pero para ellos la lejania de su patria carecia de importancia. Albergaban sus desleales espiritus belicosos sus claras intenciones de guerra y su preocupacion mas inmediata era aquella nueva invasion y someter a los moradores de aquel reino. Cuanto antes sucediera mucho mejor. No temian a la muerte, porque morir en combate, siempre habia sido para aquel orgulloso pueblo un acto heroico y un digno final a la vida terrenal antes del Valhalla, la antecamara de los caidos en combate. Su frenetica marcha por tierras desconocidas habia comenzado varias semanas antes y miles de personas habian sido masacradas de forma brutal por aquellos creyentes de Asgard en los ensangrentados campos de batalla que se fueron sucediendo a su paso por los valles de los numerosos reinos del sur. Los vikingos de Erik rara vez solian hacer prisioneros. Ni siquiera respetaban a las mujeres y a los inocentes ninos. La escasez de alimento siempre presente en sus campanas no permitia tales consideraciones. Jamas pedian perdon por ello, solamente la justicia de su Dios Odin, se encargaria de juzgarles en el mas alla si morian en el arduo combate. Y con su espada en mano, siempre estaban listos para recibir el justo premio por su valor y entrega a la causa. Un premio que les hacia merecedores de compartir su segunda vida junto a las hermosas Valkirias del Valhalla en el mismisimo reino de los muertos en Asgard. Velcari no necesitaba observar por mas tiempo a los vikingos, sus intenciones no podian ser otras que la rapina y la muerte de los suyos. Inmediatamente dio media vuelta a su caballo y seguido por los suyos descendio la colina por su lado oculto a la mirada de los hombres del norte, adentrandose de nuevo en la seguridad del frondoso bosque. El rey Santrax de los Fredegarios, vio a su fiel guerrero llegar al galope y no tuvo la menor duda, algo terrible estaba sucediendo en sus dominios. Velcari desmonto de un salto de su caballo y se postro de rodillas ante su soberano. Sus ojos hablaban por si solos y el monarca no necesitaba palabras para comprender el desastre que se cernia sobre su pueblo y la corona que cenia en sus sienes. Durante muchos anos, habia rezado con toda la fuerza de sus plegarias paganas para que los vikingos nunca se acercaran a Freda. Y ahora temia la ira de los hombres del norte, tanto como la posible cobardia y desercion en masa de sus guerreros, acobardados e impresionados por la fama del invencible pueblo vikingo. – Majestad, mi muy noble senor - dijo Velcari sin elevar su vista del arido suelo - Los vikingos se han adentrado en vuestro reino y son tan numerosos como los arboles del bosque que nos rodea. Debemos cesar en nuestra caceria, volver a nuestro campamento, recoger nuestras tiendas con premura y escapar hacia la seguridad de los infranqueables muros de nuestra capital. El monarca asintio con la cabeza a la vez que sus dedos de la mano izquierda acariciaban su barbilla. La recomendacion de su jefe de armas, senor de clanes y general de sus ejercitos era de lo mas sensato dadas las circunstancias. Ya llegarian tiempos mejores en los que los Fredegarios no saldrian corriendo como ratas asustadas ante las huestes del reino vikingo. Aun asi, en la seguridad de saber y conocer que el consejo de su general era lo que se debia hacer en esos momentos de confusion, una duda invadio sus reales pensamientos. Quizas, escapar sin luchar podria volverse contra ellos y esto podria dar muestras de excesiva debilidad ante su pueblo y los doce reinos. Otro de sus generales, su segundo jefe de armas, se dirigio en esos momentos con sus palabras inquisitivas a la pensativa figura real. – ?Cual es nuestro plan de ataque para esos mal nacidos? - pregunto Osenberg a su soberano con muestras de desear escuchar de su boca la orden de una inminente ofensiva. – No seas impaciente mi buen y leal amigo. Esperaremos hasta un nuevo amanecer, es todavia posible que se retiren y no sea necesario luchar. A veces, esas alimanas del norte solo realizan incursiones en busca de agua y provisiones y una vez han colmado sus mermados suministros con actos de rapina y pillaje vuelven a sus tierras salvajes en las islas del destino - el rey titubeo, dudaba de sus propias palabras. No queria justificar la presencia invasora, pero anhelaba creer en una salida pacifica al peligro en ciernes. Todos asintieron ante la decision del rey Santrax. Nadie queria dar un paso en falso pecando de excesiva imprudencia. Por otra parte, la idea de su rey era buena y no les disgustaba en esos momentos. Aquel campamento temporal del enemigo se encontraba asentado en los limites de su frontera con los Bargos y los vikingos bien podian dar por concluida su campana de invierno en aquel punto. Los Bargos no habian sido dignos rivales para aquellos barbaros, pero ellos eran guerreros Fredegarios y los vikingos no ignoraban la fama de sus soldados y su lealtad a los clanes. No era igual cruzar su acero y fiereza contra Bargos, en su mayoria campesinos, que cruzarlo ante los entrenados, aguerridos y muy disciplinados clanes Fredegarios. No obstante, esta euforia la experimentaban aquellos dominados por cierto estado de embriaguez de la noche anterior donde el hidromiel corrio por sus venas en exceso. Y estos pensamientos, unidos tambien al panico y como no al respeto hacia la destreza de las espadas y hachas enemigas, les hacia desear ver aquel campamento vikingo lo mas lejos posible de sus fronteras. Osenberg, segundo del rey, murmuro una extrana oracion, una plegaria llena de tristeza y esperanza. Santrax, rey de Freda, miro fijamente a su general. ?Por que pedir ayuda al Dios de los clanes? Su general nunca habia dado muestras de creer en ningun juez supremo o en los dioses de sus antepasados. – !Todos vamos a escondernos lo mejor posible y nada de fuegos esta noche! - grito el monarca - Debemos estar preparados para una eventual batalla. Sus exploradores pueden encontrarnos con suma facilidad bajo este cielo lleno de estrellas. El sequito de cazadores se protegio de las posibles miradas indiscretas desde lo alto del cerro cercano al valle y para ello no dudaron en cabalgar hasta reunirse con el primer ejercito real en una vaguada cercana. Este nutrido contingente de armas se habia personado inmediatamente desde la cercana Freda nada mas recibir el aviso de los cuernos del destino y conocerse la noticia de la posible invasion vikinga. El rey desplego a sus mejores guerreros, todos miembros de su guardia personal, en lo alto de un pequeno teso coronado por una cima muy lisa. Estas medidas de vigilancia evitarian posibles sorpresas con forma de emboscada o ataque sorpresa durante la noche. El promontorio estaba muy bien situado, haciendo del todo imposible un ataque al asentamiento real sin pasar por aquel punto avanzado. Aquel grupo, fue confiado a las ordenes de un joven guerrero llamado Amiraquis. A la manana siguiente, el alba brindo al grupo del promontorio con una agradable e inesperada sorpresa. – Los muy bastardos han desaparecido Amiraquis. Sencillamente se han evaporado mas alla de las brumas de Vernaila - sus hombres se mostraron exultantes ante la huida del invasor y golpearon sus escudos con las lanzas celebrando el peligro que se habia desvanecido de la noche a la manana. El jefe Fredegario asintio con un gesto complaciente y pudo verificar por si mismo que la noticia avanzada por uno de sus exploradores era correcta y una realidad reflejo de la verdad. Era del todo asombroso e increible para Amiraquis que todos los invasores hubieran levantado su campamento en pocas horas para marcharse de nuevo presumiblemente de vuelta en la direccion de su lejano reino, atravesando de nuevo todos los territorios masacrados por su codicia y barbarie. El peligro de una larga guerra habia desaparecido en cuestion de unas pocas horas, la amenaza se habia desvanecido como la niebla en la noche mas larga de sus vidas. – Avisad a su majestad de inmediato - dijo el sorprendido joven, frotandose los ojos con ambas manos sin poder dar credito a lo que estaban viendo sus cansados ojos. – Si, jefe Amiraquis, su majestad sera informada con la mayor celeridad posible. Ya uno de los nuestros corre a su encuentro en el campamento real. – Vosotros dos - Amiraquis senalo a dos de sus exploradores - Seguir al enemigo durante unas cuantas horas. Debemos asegurarnos de que esta retirada no se trate de una sucia trampa, un ardid para sorprender a nuestra retaguardia. - los dos hombres asintieron a la vez y montando en sus caballos a todo galope obedecieron al instante la orden recibida. Veinte escasos minutos mas tarde, el rey era informado de la posible retirada del agresor vikingo. Santrax aplaudio la noticia con suma alegria, pero a su vez se mostro cauteloso. Conocia la fama de los valientes vikingos y de su maestria en el arte de la guerra. No era normal que aquella mala hierba, aquella que no tiene miedo a morir en largas luchas sin cuartel se estuviera retirando a las primeras de cambio sin presentar una misera batalla. De todas formas, era de agradecer no tener que cruzar su acero con aquellos temibles y numerosos enemigos. Miro a su alrededor y pudo comprobar que sus jefes de armas se encontraban bastante nerviosos porque sospechaban y pensaban sin reservas que aquella retirada era fingida y la antesala de una posible trampa. En efecto, esta era una posibilidad, pero solo les quedaba una cosa por hacer, esperar y esperar. Las noticias de los dos exploradores de Amiraquis eran ahora del todo vitales y necesarias para tranquilizar el desasosiego de todos. El soberano los esperaba con tal impaciencia que su llegada fue motivo de cierta paz en su mente y alegria desmedida. – ?Y bien? ?Que nuevas me traeis? - pregunto el soberano a la vez que sus dedos de la mano derecha acariciaban su nariz victima de un repentino y molesto picor. – Majestad, sabemos donde estan esos hombres sin honor. No se han retirado de nuestro reino como vaticinabamos. Nuestras fronteras del norte estan siendo atacadas por todas sus fuerzas. Vikingos del trono vasallo de Osk y otros provenientes de los desfiladeros del este se han unido a ellos. Estan aniquilando a toda nuestra poblacion a su paso por nuestro condado norteno de Kilnner, no respetan siquiera a las pequenas granjas, sus moradores estan siendo descuartizados o quemados vivos y se dirigen en estos momentos a marchas forzadas contra nuestra ciudad nortena de Wenda. Vuestro fiel general Perses, gran baron de vuestro dominio del norte, esta siendo incapaz de retener este ataque incontrolado de los vikingos. – ?Como consiguieron saber todo eso? - pregunto un intrigado Santrax. – Tenemos un prisionero - hablaba ahora Amiraquis tomando la palabra de sus exploradores - Nos puso al corriente de todos estos acontecimientos e intenciones. El prisionero, esta aqui mismo, en la otra tienda. En mi opinion deberia hablar con ese tipo - replico el joven jefe con una sonrisa, adoptando con orgullo una pose de importancia y satisfaccion - Es el mismisimo rey de los vikingos e insiste en hablar con su majestad de inmediato. El jefe Amiraquis hizo una reverencia mientras abandonaba la tienda real. El rey se encontraba muy sorprendido. De acuerdo con las leyes de su pueblo, estaba obligado a recibir al miembro de la casa real enemiga para ofrecerle su hospitalidad. Para colmo, no podia retenerlo como a un vulgar prisionero. Al revelar su identidad, se habia convertido automaticamente en su invitado y desde ese momento no era ya su prisionero, era un igual. Era esta una especie de tradicion pactada entre reyes, aunque nadie sabia por que o el origen de tal privilegio, pero las reglas de la cortesia obligaban a ello y la prudencia aconsejaba escuchar inmediatamente al soberano extranjero. Aunque Santrax hubiera deseado poder despedazar a aquel vil rey bajo los colmillos de su jauria de mastines blancos. Recordo no obstante que un rey nunca mata a otro rey, salvo en combate durante la batalla. Erik el Temerario, era un monarca barbaro muy fuerte, de un metro ochenta y nueve, poseedor de un pelo rubio casi albino, su altiva y esbelta figura delataba su noble origen y sus ojos azules lanzaban miradas tranquilas, muy contrarias a lo que marcaba su conocido caracter sanguinario y del todo belicoso. Mostraba el rey de los vikingos unos treinta anos de edad y llamaba la atencion su formidable aspecto fisico. Esto ultimo no era de extranar. Todos conocian la preparacion guerrera de los jovenes vikingos. Durante la ninez de un guerrero del norte solamente existia un objetivo para sus varones y hembras: la preparacion para la guerra. Santrax observo con sumo interes a su forzado invitado. Penso que debia hablar, despues de todo, le agradaba la idea de que aquel joven reyezuelo dependiera ahora de su indulgencia. Extendio la mano hacia la cabeza de Erik y la puso en su frente, empujando al joven rey hacia una de las sillas del improvisado trono de la tienda real. El joven estaba sorprendido por este gesto y bajo la cabeza en senal de sumision y respeto pues conocia y reconocia el vikingo con ello encontrarse ante un poderoso rey de occidente, aquel que se sentaba en el trono de los doce reinos del sur por derecho de sangre. Santrax se irguio. Trago saliva y resoplo con fuerza. Desde el otro lado de la estancia, todos sus jefes guerreros lo estaban mirando muy fijamente, sin perder detalle de aquella improvisada audiencia, todos muy pendientes de las resoluciones de su magnanimo rey. – Naturalmente he de hacerte algunas preguntas. Pero no debes preocuparte. Me parece, simplemente, que es del todo necesario. Para empezar… ?Que motivos han traido a vuestros ejercitos hasta nuestras fronteras? ?Por que nos habeis atacado? Necesito respuestas. Mi pueblo necesita saberlo para comprender lo que impulsa vuestro ataque suicida. Queremos escucharte para hacerte merecedor de nuestra clemencia - el rey se volvio sobre sus pasos a la espera de respuestas a sus numerosas preguntas. Todos lanzaron un murmullo de aprobacion ante las palabras de su monarca. El soberano llamo al orden con un ademan de su mano derecha. El rey vikingo siguio sin contestar las preguntas sumido en un silencio preocupante e innecesario. – Vamos, vamos, me estoy impacientando, salvaje. !Maldito animal sarnoso, debes hablar! - grito furiosamente el rey muy crispado ante el prolongado silencio de su oponente. Fue una sensacion terrible para el joven barbaro aquel cambio de humor en el caracter del rey de los Fredegarios. Seria mejor ganarse su favor antes de que fuera demasiado tarde. Erik penso que, si no hacia esto ultimo, se iba a estrellar contra la ira real, algo no aconsejable para sus propositos. El murmullo en la sala se hizo mas intenso, reclamaban tambien una explicacion del vikingo. De pronto, unas debiles palabras salieron de la garganta del joven. – Mi nombre es Erik, hijo de Andrex. Soy el rey de las tierras negras vikingas. Reconozco que nuestra intencion es invadir vuestro reino. No veo motivo alguno para negar lo evidente. Es cierto, que mi pueblo es belicoso y salvaje… pero no somos unos estupidos temerarios. Conocemos el inmenso poder militar de los Fredegarios y nunca osariamos invadir vuestro pais, sin una obligada razon de peso. – Eso es muy inteligente por vuestra parte - respondio Santrax, asintiendo con un ademan de su mano izquierda y senalando con su dedo indice al joven - Pero, aun asi, estais atacando nuestras fronteras del norte. – El motivo - explico el joven - De nuestra presencia en vuestras tierras es que estamos escapando de un terrible enemigo. Un enemigo, que nos ha obligado para escapar de sus garras, a luchar contra los pacificos Bargos y ahora nos obliga irremisiblemente a luchar contra vuestro poderoso reino en un avance por la supervivencia que no podemos evitar. – Sigo sin entender nada - sonrio el rey de los Fredegarios - La cuestion es sencilla y tu respuesta un poco complicada de asimilar. Pienso que estas tratando de enganarme. No seria mas facil luchar contra ese terrible enemigo del que hablais y dejar tranquilos a vuestros pacificos vecinos del sur y a la postre a nuestros poderosos reinos. En la estancia se escucho un gran murmullo de aprobacion. El rey de los vikingos se estaba burlando de ellos. Para algunos jefes militares la actitud del vikingo resultaba inaceptable. Como podia ser mas sencillo luchar contra su potente ejercito que contra… Con mucha habilidad y cierta gracia, Erik se estaba burlando de ellos y de su orgulloso pueblo. El rey vikingo, se irguio en su asiento y mirando hacia todos los jefes, que se encontraban a unos diez metros de distancia, prosiguio con su relato: – Hay una gran confusion entre vosotros nobles senores. No habeis entendido el alcance real de mis palabras, el significado de lo que expongo y la verdad que hay tras mis acciones. Nuestros enemigos, aquellos que nos obligan a luchar contra vosotros, no son para nada normales. Se trata de terribles monstruos de apariencia humana contra los que nuestras espadas, lanzas y flechas no pueden hacer mella. Dia a dia, nos obligan a abandonar nuestras tierras y nuestra unica salida es avanzar hacia las tierras de otros reinos. Nuestra ley nos obliga a no pactar con nadie y luchar solos en ambos frentes. Escapamos de quienes no podemos matar y presentamos batalla a quienes podemos doblegar bajo nuestro acero.

  • Pasiones de Lola Bach

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    Lo odio.

  • Mi Irresistible Jefa de Wendy Etherington

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    ?Como podia conseguir una chica que un hombre cayera rendido a sus pies?

  • La terquedad de las estrellas de Lara Beli

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    Anne es timida, sonadora y un poco torpe. Trabaja de barista en un casino (o de barwoman, como le gusta decir a ella porque suena a superheroina) y espera pacientemente un amor que no llega.

  • Quererte a ti de Arwen Mclane

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    Dicen que el primer amor nunca se olvida.
    Dicen que pasen los anos que pasen, siempre permanecera en tu corazon.
    ?Es cierto o es solo un mito?
    Lannie Colton sabe la respuesta.
    Porque ella, que ha estado enamorada desde la pre adolescencia del mejor amigo de su primo, sabe de lo que habla.
    Ha tenido que ver como los anos pasaban y ese amor se iba de su lado para vivir su vida.
    Ha tenido que seguir adelante, pero su corazon no ha podido olvidar al que fue su primer amor.
    Y ahora, casi una decada despues, ha tenido nuevamente que cruzarse en su camino.

  • Regresa Amor de Luan Doe

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    El cielo esta completamente despejado, la brisa es fresca, pero viene bien para calmar mis nervios, el cesped del campus esta humedo y me arrepiento al instante de llevar sandalias. --No estes nerviosa Mia, lo haras muy bien --me dice mi mejor amiga Lisbeth. --Voy a sacar sangre por primera vez ?Como quieres que este? --mi nerviosismo esta hasta los topes. --Pense que las cuatro tilas que te tomaste anoche y las dos de esta manana harian efecto --dice riendo. Entramos en el primer edificio y el aire caliente me estorba al momento. --No entiendo como ya tienen puesta la calefaccion si aun estamos a principios de octubre, menos mal que me puse este vestido en el ultimo momento --le digo mirandome en el cristal de una puerta. Lisbeth se mira tambien y nos sonreimos. --?Como no te has maquillado hoy? es raro verte sin tu raya negra ?Tiene algo que ver Jack? -- pregunto levantando la ceja. Ella pone los ojos en blanco y niega con la cabeza. --Me ofendes Mia --dice con una sonrisa --. No cambiare por un chico en la vida, enserio, solo sirven para el sexo, los usas y los tiras, como a los condones. No hay manera con ella. --Bueno, te dejo con tu odio al genero masculino porque no quiero llegar tarde y antes tengo que ir a ver a Mike. Nos damos un beso sonoro en la mejilla y quedamos para la hora de comer. Camino rapido hasta el ala oeste del primer Edificio donde estan los estudiantes de Derecho, y veo a Mike sentado en un banco con sus amigos repasando para la clase que tienen esta manana. El levanta la vista y me sonrie. --Crei que no vendrias “Bella” --lleva 2 anos llamandome asi simplemente porque soy italiana. Me estrecha entre sus brazos y me da un beso rapido. --No iba a dejarte entrar ahi sin desearte suerte--le sonrio con picardia. --Mia, siempre es un placer ver tus piernas, me das inspiracion para estas clases --dice John, el mejor amigo de Mike. --Cuidadito colega, esas piernas son mias --sus amigos entran en clase riendo y el me da un beso. --Suerte. --La suerte la tuve hace dos anos cuando te bese por primera vez --dice guinandome un ojo y entra en clase cerrando la puerta. Miro el reloj y me quedan 10 minutos para entrar en clase, mierda. Corro hacia el ala este del edificio y llego justo cuando el profesor Stuart dobla la esquina. Me siento en la segunda fila al lado de Ben, siempre esta sentado en el medio entre Maria y yo. --!Buenos dias clase! --dice el profesor alegre --por fin empiezan vuestras practicas, pero antes de eso, tengo que presentar a un alumno. Miramos los unos a los otros y veo que somos los mismos de siempre, pero la puerta se abre y un chico entra con paso decidido y un andar un tanto chulesco. --Madre mia que bueno esta --dice Ben en un susurro mientras nos agarra de la rodilla a Maria y a mi --Dios, se que no te hablo mucho, pero haz que ese hombre sea de mi acera. --Enserio Ben, eres un acaparador, siempre quieres que todos sean gais, deja a los demas sonar tambien --le dice ella. El chico le entrega unos papeles al profesor Stuart y mira hacia la clase, hasta que sus ojos marrones se fijan en mi, un brillo aparece en ellos, como si me conociera, pero sigue mirando al resto de la clase como si nada. Imaginaciones mias. La verdad es que es muy guapo, debe medir casi 1,90. Tiene la piel morena, seguro que vivia en la playa, lleva el pelo corto y revuelto. Va hacia un asiento de la fila de la derecha y se quita la cazadora con un movimiento increiblemente sexy, aunque no creo que se de cuenta de cuanto impone. Lleva una camiseta negra que marca cada uno de sus musculos. --Mia, vas a intimidarle como le sigas mirando --me susurra Ben. Miro hacia el frente y me concentro en lo que dice el profesor. --Se que ya es hora de que practiqueis todo lo que habeis aprendido al largo de todos estos anos asi que empezaremos con lo tipico, sacar sangre. Como ya hablamos la semana pasada iremos al Hospital donde alli nos dejaran usar un aula para nuestras clases practicas que daremos tres dias a la semana, la otra clase la daremos aqui, tampoco vais a salvaros de la teoria este ano --dice con una sonrisa de triunfo. Ben hace un pequeno abucheo porque todos pensabamos que hoy hariamos la primera practica y el profesor le lanza una tiza que me da a mi en la pierna. --Perdona Mia, el senorito Ben se ha movido, es un tramposo. Nos reimos porque asi son las clases con este hombre, es muy cercano a nosotros, siempre y cuando estudiemos y seamos los mejores en clase. --El tio buenorro te esta mirando Mia --cuchichea Maria mientras la clase esta distraida. --Aunque creo que Mandy ya le ha echado el lazo --replica Ben con su tono borde. Miramos hacia el nuevo y Mandy que habla con el mientras cruza sus piernas a lo Sharon Stone en Instinto basico. El parece estar interesado ya que la mira con intensidad, hasta que nuestras miradas se vuelven a cruzar unos segundos y siento mariposas en el estomago. << ?Mariposas? Mia, las tilas por la manana te sientan fatal >> , me digo a mi misma. El timbre suena y recojo mis cosas mientras miro un mensaje en el movil. Alexia: Senorita americana, tus amigos italianos acabamos de aterrizar en el suelo que pisas. !Y exigimos verte! Un beso enorme. Suelto un grito estupido. Genial, el nuevo se me queda mirando y Maria y Ben miran mi mensaje. --?Tus amigos vienen? Por fin vamos a conocer a mas italianos --dice Ben mientras choca los cinco con Maria. --Si, estoy deseando verlos. Vayamos a comer, quede con Lisbeth y Mike en vernos en el comedor. El nuevo, pasa por mi lado mientras Mandy le sigue moviendo el culo exageradamente . Caminamos hacia la cafeteria y olvido que no he cambiado los libros para la siguiente clase . --Vengo ahora , voy a mi taquilla y vuelvo rapido . Corro hacia las taquillas y al doblar la esquina choco contra un cuerpo duro que me agarra para que no me caiga hacia atras . Capitulo 2 ALEX Mandy escribio su numero de telefono en un pos-it y lo dejo en el bolsillo derecho de mi pantalon. Se despidio dandome un beso en la comisura de mis labios y moviendo el culo y las caderas para exhibirse mientras se marchaba, tenia las piernas un poco cortas pero bronceadas, en un movimiento exagerado se le vio un tanga de encaje que estaba deseando quitar. La llamaria a la tarde o a la noche si no tenia nada mas que hacer. Aunque su voz es demasiado estridente, pero tiene un buen par de tetas que necesito saber si son operadas o no. No pude escuchar lo que Mia dijo al leer el mensaje, pero ese gritito que pego y el choque de manos de sus amigos suena a que algo interesante sucedera, tengo que enterarme que es. Es increible que todavia no pudiese verla bien, cuando llegue a clase simplemente esperaba que estuviese alli, al revisar las caras de la gente que estaba dentro del aula solo pare en una que me miraba con ojos extranos, y supe que era ella al momento, imposible olvidar esos ojos, pero tuve que dejar de mirarla para que no sospechara nada. Cuando el profesor dijo su nombre no hizo mas que afirmar lo que ya sabia. Dejo los malditos libros en la taquilla para buscar la cafeteria. Quiero salir de este maldito sitio para recibir a mis amigos, saben que venia a Estados Unidos y se tomaron unas vacaciones sin el control de nuestros padres ni de las familias. Al doblar la esquina una chica choca conmigo y la agarro para que no se caiga. El pelo rubio tapa su cara, pero se que es ella. --Lo siento, perdona, iba corriendo y no me fije --dice con una voz dulce pero decidida que ya apenas conseguia recordar. Recorre mi cuerpo lentamente y yo aprovecho para mirarla con detenimiento. Lleva un vestido verde agua que hace que su color de piel sea mas palido, aunque parece que el moreno que tenia se le ha ido, siempre se quejaba porque no conseguia estar tan morena como yo, pero aun asi estaba guapa. Al final si que dio el estiron porque debe de rondar el metro setenta y poco, y por lo que senti al chocar con ella tambien le crecieron pechos bastante interesantes. Se muerde el labio y odio que haga eso, de joven siempre lo hacia cuando discutiamos y me desconcentraba al momento, pero lo que mas me duele ver son sus ojos, azules como el mar en un dia de tormenta que me observan como si fuera la primera vez. Tenian razon, no me reconoce. Siento un pequeno punto en el pecho que ignoro porque no puedo pensar en esas tonterias, asi que decido hablar primero. --Perdona, tampoco mire por donde iba --respondo intentando no sonar borde, es raro para mi no estar discutiendo con ella por cualquier tonteria. Sonrie y eso me perturba, cada vez que sonreia lograba calmarme en los dias que mi padre me exigia mas que al resto. Siempre me escapaba a su casa para meterme con ella, aunque simplemente la veia mientras leia en el alfeizar de su ventana. --Eres el nuevo --vuelve a sonreir --me llamo Mia Ferragni --y me da dos besos, nada que ver con el de Mandy. --Encantado, soy Alex Garibaldi. --?Garibaldi? --pregunta frunciendo el ceno --italiano, como yo entonces ?buscas la cafeteria? --pregunta mientras va hacia una taquilla dejando unos libros y cogiendo otros distintos. Le doy un repaso por detras y alucino con sus piernas, son largas y tonificadas pero esos muslos quieren que sean tocados con mucha urgencia. Se gira rapidamente y miro hacia otro lado. --Si, no recuerdo muy bien donde queda, pero iba hacia alli. --Pues vente conmigo que te presento a mis amigos y asi no te sientas solo responde alegre --?de donde eres? Ya empezamos con el interrogatorio. --De Milan, vengo a terminar el ultimo ano de Medicina con una beca. Ella me mira de reojo y asiente. Entramos en la cafeteria y se coge un sandwich, unas patatas fritas y una Coca-Cola. --?No engordaras con eso? --mierda, la puta costumbre de decirle algo grosero. Ella frunce los labios y mira su comida, joder, tengo que acercarme a ella y la estoy cagando. --Voy a correr todos los dias, puedo permitirmelo--responde con una sonrisa fingida. Genial, soy estupido.

  • Y no a un metro de distancia de Marta Frances

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    Hoy esta nublado. Ha llovido casi toda la noche y mi balcon esta mojado. Genial. Ni siquiera voy a poder salir, aunque... pensandolo mejor... !Que narices! Que estamos en cuarentena, que vivo solo y que me importa un pepino mojarme los zapatos. Mejor dicho, las zapatillas de estar por casa. Asi que abro y salgo al exterior con la taza de cafe entre las manos. Mi primera reaccion, como en dias anteriores, es cerrar los ojos y aspirar fuerte, dejar que el frio de esta manana impacte en mi rostro y me reconforte. Esto es duro, mas de lo que crei al principio, cuando no me tomaba la situacion del todo en serio. Hoy, quinto dia de confinamiento, agradezco cualquier brisa, rayo de sol o gota de lluvia en mi piel. Como echo de menos salir a la calle, pasear, a mi madre, a mis amigos... mi libertad. Suspiro tan fuerte que creo que alguien me ha oido porque escucho una risita sofocada que viene de algun lugar cercano. Me asomo al balcon, mojandome la sudadera con el agua de la barandilla, y entonces la veo. Esta en el edificio de enfrente, dos pisos mas abajo. Vivo en un cuarto, ella en el segundo, segun confirmo contando las ventanas. No la habia visto nunca, aunque eso no es relevante porque, hasta estos dias, no conocia ni a la mitad de mi vecindario. Esto esta cambiado ahora que nos asomamos a los balcones cada dos por tres a tomar el aire, a aplaudir o a escuchar a algun atrevido cantar o tocar un instrumento. Ya se que a mi lado vive una pareja mayor muy simpatica, que debajo hay una familia con dos ninos pequenos y encima un senor de unos cincuenta anos que es profesor. Los del edificio de enfrente no los tengo tan controlados, me suenan las caras, pero nada mas. En cambio, ella... Si la hubiera visto antes lo recordaria. Tiene el pelo rubio, recogido en un mono despreocupado del que se desprenden algunos mechones. No se de que color son sus ojos, tampoco el tamano de su nariz, pero veo su sonrisa y es tan bonita que ilumina esta languida manana. Va vestida con unas mallas negras y una sudadera holgada de color rojo. Madre mia, ?donde has estado toda mi cuarentena? --Hola. Su voz me despierta del trance en el que me he sumido para darme cuenta de que llevo un rato mirandola sin decir nada, tiempo en el que ella no ha dejado de sonreir y de observarme. Joder, esto del encierro esta afectandome a la cabeza, ya todo lo que tengo delante me parece estar viendolo en Netflix, y no, ahora mismo no estoy viendo la tele, estoy mirandola a ella. Y haciendo el ridiculo. --Hola --respondo lo mas serio que puedo, tratando que no note mi especie de cuelgue de hace unos segundos. --?Como lo llevas? --Tirandillo. ?Y tu? --Ahi vamos. Esto es chungo, ?verdad? --Y que lo digas. ?Vives sola? De repente me doy cuenta de que esa pregunta puede no ser muy apropiada y corro a enmendar mi error. --A ver, que no es por interrogarte ni quiero que te sientas incomoda, no tienes que responder si no te apetece. Solo es que me aburro, estamos encerrados, vivo solo, no se que hacer la mitad del dia, me he visto todas las series que me interesaban en Netflix y... --Su expresion divertida hace que guarde silencio un instante. Me rasco la nuca y sonrio--. Hablo demasiado. Perdona. --No pasa nada, agradezco la charla. --Suelta una risita--. Aunque tengo que dejarte. Mi madre quiere que juguemos una partida de Trivial. --?Tan temprano? --Son las diez. No es temprano. Nota mental: chica madrugadora, tenerlo en cuenta. --Vale, que disfrutes la partida. --Gracias. Que disfrutes... --La cuarentena. Hace una mueca y se encoge de hombros. --Hagamos lo que podamos. Se despide con la mano y desaparece de mi campo de vision. Yo permanezco un rato mas en la misma posicion, mirando su balcon, observando las macetas de flores que lo adornan y, no se, esperando que vuelva a aparecer o algo asi. No lo hace, por supuesto, pero tardo un par de minutos en ser consciente de ello y entrar en casa. El dia pasa lento, para variar. Despues de terminar mi trabajo de hoy (teletrabajo) intento llenar las horas libres con series, una pelicula, haciendo algo de ejercicio, comiendo mas de la cuenta y conversando por WhatsApp con amigos y familiares a los que echo de menos mas de lo que pensaba. Pero cada cierto tiempo (varias veces a lo largo del dia, para ser sincero), salgo al balcon y miro abajo, buscandola, esperando encontrarla ahi, asomada, con esa sonrisa que se ha colado en mis pensamientos sin pedir permiso. Son casi las ocho, uno de los momentos mas esperados del dia. ?Que que hago? Salir al balcon. Innovador, ?verdad? Dada la situacion hay poco mas que poder hacer, y desde que a alguien en Italia se le ocurrio que salir a aplaudir a los sanitarios que estan haciendolo todo por nosotros en esta crisis todos hemos adoptado esa actividad como una mas en nuestro dia a dia. Y ha sido asi como he conocido a mis vecinos, coincidiendo con ellos a esta hora. Saludo a Tomas y Mari, que ya estan en sus puestos, justo a mi derecha. --?Que tal el dia, Marcos? --Uno mas casi pasado, Tomas. ?Que tal vosotros? --Mari ha hecho croquetas, te ha guardado unas pocas. --?En serio? Ella entra al piso y me quedo unos segundos mirando al cielo, sorprendido. --Nuestro hijo vive en Madrid --susurra Tomas--. Mi mujer esta muy preocupada por el. Sara, mi nuera, es enfermera en el Ramon y Cajal. No dice nada mas. No hace falta. Comprendo lo que deben sentir, y eso que yo no tengo a nadie en esa misma situacion. La persona que mas me preocupa es mi abuela, que vive en una residencia de ancianos, aunque esta en el pueblo, y eso, no se por que, me da mayor seguridad. Aqui, en la ciudad, parece que la cosa esta mas complicada que en lugares pequenos. Mari regresa en este momento y se asoma para darme un tuper. Lleva guantes de plastico. Ve que los miro y se encoge de hombros. --Por si acaso. Sonrio y asiento con la cabeza, cojo el tuper y lo dejo sobre la pequena mesa blanca de plastico que ocupa casi todo mi balcon. --Muchas gracias, Mari. No era necesario, pero te lo agradezco. --Tenemos que cuidarnos los unos a los otros. Vuelvo a sonreirle porque tiene razon. Nos asomamos al escuchar la voz que viene de arriba. La cabeza de Leo nos sonrie e intercambiamos varias frases contando que hemos hecho hoy. Llega un momento en que mi mirada vaga por el edificio de enfrente. Hace un buen rato que queria hacerlo, buscarla, volver a verla. Y ahi esta, conversando con la que deduzco es su madre. Lleva la misma ropa que esta manana y esta igual de bonita. Desconecto de la conversacion con mis vecinos y me centro en ella, en como mueve las manos, en como sonrie, en el leve movimiento de los mechones sueltos de su cabello... Me quedo embobado. De repente los aplausos interrumpen mi tonteria. Ya son las ocho en punto y, como cada dia, nos sumamos a esta iniciativa, nos asomamos un poco al exterior y aplaudimos para agradecer a todos los que nos cuidan la labor que desempenan. Yo no solo aplaudo a los sanitarios, dentro de mi agradecimiento tambien hay un hueco enorme para cajeras y dependientes de cualquiera de las tiendas y establecimientos que nos abastecen estos dias. Desvio la mirada hacia abajo para descubrir que me esta mirando. Sus labios se curvan en una sonrisa y deja de aplaudir para saludarme con la mano. Le respondo igual. Ahora mismo me gustaria tenerla delante, frente a mi. Y no a un metro de distancia. Me gustaria estar sentado a su lado en una terraza, sonriendo mientras nos contamos anecdotas, riendo por tonterias y disfrutando de una cerveza fresquita. Me gustaria llevarla a cenar a algun sitio, a bailar despues y, quien sabe, puede que me atreviera a susurrarle algo al oido que la hiciera reir, que acariciara su brazo con delicadeza y despues fuera tan osado como para tocar su boca... Dios mio. El confinamiento esta siendo demasiado para mi. Todo esto por una chica que no conozco. !Ni siquiera se su nombre! --Ey. Me sobresalto y miro hacia abajo. Esta alli, mirandome, sonriendo de nuevo. --Sigues ahi --susurra. Vale, llevo un buen rato plantado en el balcon. Los vecinos ya se han metido en sus casas pero yo no. La verdad es que no se por que, pero siento cierta frustracion que me ha obligado a quedarme tomando el aire un poco mas. ?Que que frustracion? La de querer y no poder. --Necesitaba aire --miento a medias mientras apoyo los brazos en la barandilla--. ?Y tu? ?Cual es tu excusa? Me muestra un cigarrillo. --Joder, me muero por fumarme uno --admito. --?No tienes? --La cosa es que no fumo. Se echa a reir y mi corazon vibra de forma inesperada. Sonrio antes de explicarme. --Lo deje hace anos, pero ahora, con toda esta situacion, me fumaria un cigarro super a gusto. Suspiro y ella desaparece del balcon. ?Que ha pasado? ?Que he dicho? Pasan un par de minutos, me dan ganas de meterme en casa aunque no lo hago. Permanezco aqui, mirando su balcon y deseando muy fuerte que regrese. Vuelve de repente. Parece acalorada, con una determinacion que no comprendo que la hace moverse con seguridad por su balcon. No se que lleva en la mano. La veo dar dos pasos atras y coger carrerilla, lanza algo que choca contra la pared del piso de abajo y cae al vacio. Los dos nos asomamos para verlo en medio de la acera. --?Que haces? --pregunto confuso. --Era una prueba. Ahora va el de verdad. Atento, por si tienes que cogerlo al vuelo.

  • Descubriendote de Brenda Novak

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    India Sommers tenia una familia perfecta, hasta que un exnovio disparo a su marido. Aquello no solo le arrebato al hombre que amaba, sino que la hizo sentirse responsable de lo ocurrido.

  • Despues de tantos anos (En el ultimo rincon del mundo 2) de Sandra Heys

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    Segunda entrega de la serie de romance contemporaneo <>.

  • Si te miento de Clare Mackintosh

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    Vuelve la magistral Clare Mackintosh con un nuevo thriller psicologico.

  • Amenaza Bajo el Mar de Clive Cussler

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    En 1859 se produce el naufragio de un barco britanico que transporta condenados a Australia. Dos de los supervivientes consiguen llegar a una isla desierta donde descubren una mina de diamantes. Este hecho dara lugar a la fundacion de un imperio familiar dirigido por Arthur Dorsett y sus tres hijas. Una de estas, Maeve, se ha apartado de su familia y alterna su profesion de biologa con trabajos como guia cientifica de cruceros por la Antartida. Durante uno de estos viajes, un grupo de turistas muere repentinamente por causas misteriosas y la propia Maeve, junto a unos pocos, es rescatada por Dirk Pitt. A partir de entonces las investigaciones de Pitt pondran al descubierto una monstruosa trama de ambicion y codicia cuyo epicentro se halla precisamente en las minas de diamante de la familia Dorsett.

  • Su secreto de Aina Castillo

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    Mar era una chica normal.
    Un poco solitaria y triste.
    Vivia con sus padres.
    Iba a la universidad.

  • 28 dias de David Safier

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    Varsovia 1943: Mira, una chica de 16 anos, sobrevive como puede en el gueto de Varsovia dedicandose al contrabando de alimentos. Su unico objetivo es proteger a su hermana pequena, Hanna. Cuando empiezan a deportar a los habitantes del gueto a los campos de concentracion, Mira se une a la Resistencia. Juntos consiguen hacer frente a las SS mucho mas tiempo de lo imaginado. 28 dias. 28 dias en los que Mira experimentara la traicion, el sufrimiento y la felicidad.
    28 dias para vivir toda una vida.
    28 dias para descubrir el amor verdadero.
    28 dias para convertirse en una leyenda.
    28 dias para contestar la mayor de las preguntas: ?que clase de persona quieres ser?

  • Mi vida, mis reglas de Julianne May

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    Siempre existen esos momentos en los que crees que tu vida no puede empeorar mas, hasta que un dia -o una noche- descubres que no hay imposibles y mucho menos en la ciudad en la que los suenos se vuelven realidad. Claro que esto puede ser tan maravilloso como peligroso, pues no solo depende ti, creeme, sino tambien del hada madrina que este disponible para ayudar… Mi nombre es Adam Style, y esta es mi historia… o, al menos, esa pequena parte de mi vida que jamas podre olvidar. Capitulo 1 <>. Si. Esas fueron las primeras palabras que habia oido en el dia. Bueno, en realidad, las segundas despues del matutino <> de mis dos hijos mellizos y preadolescentes. Digamos que solia ser el saludo afectuoso que me daban cada manana antes de que partieran a la escuela. Y Vicky, mi escultural esposa, pues… no tenia tiempo ni para eso. Pero era algo que yo entendia. Vivia trabajando, pues ser una de las mejores relacionistas publicas de Hollywood implicaba varios sacrificios, o por lo menos eso era lo que ella decia. Y a mi de verdad que solo me importaba verla feliz, asi que… si, luego de esas mananas, debia esperar durante todo el dia hasta la noche a que alguien me dirigiera la palabra. Suena extrano, pero asi era… Bueno, tal vez no siempre. Monica y Bea, del sector de contabilidad, a veces me hablaban. No era que fueran largas conversaciones -porque, siendo honestos, no lo eran-, pero escuchar que alguien se dirigiera a mi aunque fuera con un <> era para mi suficiente. Al menos para saber que para alguien de mi trabajo yo existia. Y se lo que estaran pensando: <>. Lo mismo que mi unico y mejor amigo, Robert, me decia cada vez que nos juntabamos en la playa para terminar hablando de mi vida. Claro que lo ultimo de lo que yo queria conversar era de mi, pero, luego de que lo observara montar y domar esas tremendas olas del mar californiano, pues se relajaba en la arena junto a mi a reflexionar al estilo Robert. En fin… Sabia a lo que se referia cuando me decia que renunciara, pero ese habia sido mi primer y unico trabajo por casi veinte anos. En serio. Y se que comprar papel higienico o ser el eterno asistente personal de Hugh Lawrence, director de la compania, nada tenia que ver con mi sueno de ser un gran columnista o escritor, pero lo tomaba como el trampolin ideal para lograrlo, pues no habia persona que en todo el estado no deseara trabajar para el California News, el periodico mas leido del oeste del pais. Y el ver mi empleo de esa manera no era una mera fantasia mia. Hugh mismo me lo habia asegurado el dia que empece a trabajar con el, cuando aun vivia mi madre. Me conocia desde mi infancia y, si bien aun no habia cumplido del todo su promesa de nombrarme columnista de alguna de sus secciones, no dejaba de ser un gran hombre…, al menos hasta esa tarde de viernes. -Lo siento mucho, Adam -dijo luego de que yo elevara la vista desde mi pequeno escritorio al haber oido el <>. No suelo ser una persona de esas que viven quejandose, pero, a decir verdad, aquella diminuta mesa nada se parecia a las del resto de la oficina. Eso sacando que la silla que solia usar tenia una de sus rueditas averiada desde tiempos inmemoriales… y esto sin tener en cuenta que estaba ubicado en un rincon, lo que me mantenia alejado de todo el departamento de inquietos y triunfadores periodistas. Sin embargo, segun Hugh, el que yo me mantuviera al margen, alejado de todo el mundo, no era mas que una ubicacion estrategica para darme una mejor vista de lo que seria mi futuro. No estaba tan seguro de su metodo, pero el insistia en que la visualizacion directa era la mejor tecnica para inspirarme. Solte la agenda en la que organizaba su dia a dia -ya que carecer de un ordenador o tablet era parte de la tecnica, pues se suponia que, al no poseer nada de todo eso, creceria en mi el deseo por adquirirlo- y parpadee mas de la cuenta antes de que pudiera abrir la boca, algo a lo que me animaba solo porque ya no habia nadie en la oficina a excepcion de nosotros dos. -?Es… es una broma, Hugh? -Mi titubeo se entremezclo con mi agitada respiracion. Bajo la mirada y, al tiempo que inspiro profundo, coloco las manos en jarra sobre su cintura. Aquello hizo que pasara lo que todo el dia murmuraban Monica y Bea, pues su pecho, claramente trabajado en el gimnasio, se elevo mas y se fundio con la camisa slim fit[3] turquesa que amaba lucir cada viernes. Y claro, sus jeans de tiro bajo me confirmaron que era cierto que usaba ropa interior fluorescente… Como fuera, largo todo el aire, calculo que con pena, y volvio a mirarme a los ojos. -En serio, me agradas y no tengo nada para decir en contra de ti, pero… -Suspiro inseguro. Se tomo unos segundos y, tras sacudir la cabeza, continuo determinante-. Pero ya es hora de que tomes un nuevo rumbo. Lo siento, Adam. -Y resoplo como si se hubiera sacado un enorme peso de encima. ?Era cierto? Veinte anos trabajando para el y otros tantos mas de relacion cercana que habia tenido -pero que no va al caso mencionar-, !?y no tenia nada mas para decirme?! Frunci las cejas y el sudor frio que senti en mis sienes me impulso a levantarme. Claro que la vieja silla de escritorio hizo que casi me cayera gracias a su jamas reparada ruedita. Pero, por fortuna, Hugh me tomo por el brazo, lo que evito que terminara en el suelo junto al clasico asiento de los noventa. -?Despedido? -Volvi a parpadear varias veces y, tras un incomodo silencio, necesite seguir-. Hugh, ?me estas diciendo lo ultimo que hubiera esperado escuchar de ti y no puedes darme un motivo mas que debo tomar un nuevo rumbo? -exprese sin quitarle la mirada de encima, pero el no se atrevia a elevar la vista, y crei saber por que. Pero mi silencio y mi espera lo obligaron a hacerlo. -!Oh, por Dios! !No hagas esto mas dificil de lo que ya es, Adam! -exclamo alterado y al tiempo que se paso una mano por su gris pero moderna cabellera. Nos quedamos mirando fijamente por varios segundos. Y pude haber continuado presionando para saber por que, pero, ademas de que no era mi estilo ni por lejos, sus cejas fruncidas, su respiracion nerviosa y su mirada, suplicante y llena de culpa, me decian que el motivo era tan impronunciable que no sabria si seria mas doloroso para el, al tener que decirlo, o catastrofico para mi al tener que escucharlo. No hacia falta hacer grandes deducciones… Tenia bien en claro que el <> que mis hijos usaban como saludo por la manana era la palabra con la que toda la oficina me identificaba. En pocas palabras, Hugh nunca habia creido en mi como futuro periodista. O peor aun: en todo ese tiempo, yo no habia conseguido que el creyera en mi. Baje la mirada, asenti con la cabeza y simplemente hice lo que Adam Style haria: -Esta bien, Hugh. No lo sientas. Te entiendo. -Y lo abrace. Sin dudas que aquello lo sorprendio y dejo sin aliento, pues apenas se animo a apoyarme una mano en la espalda, y yo, despues de eso, simplemente me marche. *** -!?Eres idiota?! -grito Rob. Por poco, destruye mi oido y el sistema de sonido de mi automovil, por lo que agradeci no haber tenido el movil pegado a mi oreja. -Hey, calmate, ?si? -Suspire mientras mantenia la vista fija en el camino para volver a mi casa. Necesitaba relajarme-. Deberias haber estado alli. Pude sentir su culpa. Su mirada lo decia todo, Rob. Si tu hubieras… -!Si yo hubiera estado alli, le hubiese apretado las bolas contra aquel estupido escritorio que jamas te cambio desde que trabajas con el! !Y no lo hubiese soltado hasta que rogara perdon y te diera el maldito puesto que te prometio desde siempre, Adam! -Y largo todo el resto de aire que tenia contenido. Revolee los ojos y frene ante la luz roja del semaforo. -Rob, se lo que dices y por que, pero entiendo la posicion dificil de Hugh. -Suspire enojado conmigo mismo y avance tras ver el cambio a verde-. El problema soy yo. Y si hay algo que debo admitir es que tampoco he hecho nada por merecerme un mejor lugar alli, asi que… -!Cierra el maldito pico de la version drogada del Buda que te hayas aspirado! !El que ahora tiene una posicion dificil eres tu! !Acabas de perder el trabajo y todavia te queda lo peor! !Ni yo quisiera lidiar con la zorra esa! -Calma, Rob… -le adverti, como siempre. -OK, perdon. No debi llamar <> a la zorra de Vicky… -Suspiro al tiempo que yo negue con la cabeza-. En fin… Calculo que aun no le has dicho nada, ?cierto? De lo contrario, no estarias vivo… -Rob… -suspire. La verdad era que, de algun modo, tenia razon. Vicky tenia un temperamento digamos que… fuerte, y sus aspiraciones eran, cada ano, mas altas. Y siendo honestos, no sabia como tomaria mi despido. O tal vez si…

  • Construir un alma de Andres Ibanez

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    Nuestra verdadera vida todavia no ha comenzado. Estamos siempre esperando, preguntandonos llenos de angustia cuando sucedera algo por fin. No conocemos todo nuestro potencial. Somos extranos para nosotros mismos, y ni siquiera imaginamos todo lo que somos y podriamos llegar a ser. La mayor parte de nuestra conciencia se halla en estado latente. Vivimos una existencia de miedo y desesperanza, desconectados de nosotros mismos, llenos de envidia e insatisfaccion. Y sin embargo, tenemos la capacidad de despertar esa parte dormida de nuestra conciencia y de vivir en paz y plenitud. Construir un alma es un libro extraordinario porque se situa fuera de las categorias. Aunque escrito en un lenguaje tan poetico y elocuente como exacto, no es una obra literaria. Tampoco es un ensayo ni un libro de ideas. Es un manual que pretende transmitir un conocimiento practico. Es una invitacion a cambiar de vida, a abrir los horizontes, a investigar y a experimentar. Fruto de una vida entera de practica y ensenanza de la meditacion y del yoga en todas sus formas, destilacion de largos anos en busca del conocimiento, Construir un alma quiere proponer un camino posible por el que podemos seguir avanzando. Es el camino de los que piensan que nuestra cultura, sin duda la mas justa y compasiva que haya existido, debe seguir evolucionando. Nuestros verdaderos ojos todavia estan cerrados. Debemos descubrir como abrirlos.

  • Voy a volverte loco de Pilar Pinero

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    Enamorarse de su jefe no estaba en los planes de Eva.

  • Erase una vez la taberna Swan de Diane Setterfield

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  • Apegos feroces de Vivian Gornick

    https://gigalibros.com/apegos-feroces.html

    … Contenido ….

  • La presa del tigre de Wilbur Smith

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    Oceano Indico, 1710. La costa malabar esta infestada de comerciantes codiciosos, piratas temerarios y hombres con sed de venganza. Pero para un Courtney, el mayor peligro siempre proviene de su propia familia...

  • Ni contigo ni sin ti de Lorraine Coco

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    La primera vez que Lauren Weaver poso su incendiaria mirada verde en Kenneth O'Brien, este estaba bajo su ventana, con la misma cara que ponia Neo, su Golden Retriever, cuando atacaba el plato del beicon del desayuno a traicion y lo pillaban infraganti. No le importo que pareciera realmente afligido, ni que el flequillo le cayese sobre la frente de lado, como a Zac Efron en los carteles a doble pagina que tenia colgados en las paredes de su cuarto. Tampoco que sus preciosos ojos castanos implorasen piedad. Ella estaba furiosa y el iba a recibir toda su ira.Sin duda no fue la ultima vez que esto pasaria, porque cuando conoces a tu gran amor a los once anos, y este es tu vecino y el mejor amigo de tu hermano, tu vida se convierte en una montana rusa de la que no sabes si quieres o puedes bajarte. Pero cada subida es tan divertida, cada bajada tan emocionante, y cada giro tan inesperado y excitante, que... ?quien podria resistirse?

  • Los peces solo flotan muertos de Jose Luis Caballero

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    Barcelona, 1972. Un misterioso asesinato en el Club Nautico que pondra en jaque a la policia, a las mas altas esferas de la burguesia de la ciudad y a los Servicios Secretos de la Casa del Principe Juan Carlos de Borbon.

  • La catedral del mar, Ildefonso Falcones de Ildefonso Falcones

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    Una catedral construida por el pueblo y para el pueblo en la Barcelona medieval es el escenario de una apasionante historia de intriga, violencia y pasion.

  • YA NO SOY ESA NINA de Cristal Tower

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    Se preguntareis ?quien es CRISTAL TOWER?
    Pues… os dire que naci un 15 de Marzo de 1978 y soy de Sevilla, pero no voy a contar muchas mas cosas sobre mi.
    Me gusta ir cada manana en el metro a trabajar y que nadie sepa quien soy , a mi lo que de verdad me importa es saber que mis lectores que sois ya mas de 100000 disfrutais con mis novelas.
    Gracias por leerme.
    Si os gusta este pequeno fragmento, leed la historia completa.

  • Con tal de verte volar, Miguel Gane de Miguel Gane

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    Con tal de verte volar es un homenaje a las alas que dirigen tu vuelo hasta donde solo se escucha el grito de la libertad, de la mujer libre.

  • El sol en la cabeza de Geovani Martins

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    Un nuevo fenomeno llega de Brasil para conquistar Europa.

  • Mas alla de la frontera de Luis Bauset Martorell

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    Mario perdio su empleo, hizo las maletas y emigro. Dejo atras todo aquello que amaba, incluida Sara, quien se uniria a el tiempo despues. En el nuevo pais conocera a Carmela, una emigrante gallega ya establecida, y a Braulio y Sebastian, dos jovenes recien llegados al nuevo pais. Juntos, viviran una experiencia que pondra de manifiesto la capacidad de superacion del ser humano y descubriran que emigrar, en contra de sus prejuicios, no era como ellos habian pensado.

  • La judia de Toledo de Lion Feuchtwanger

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    Esta novela de Lion Feuchtwanger, autor ya consagrado entre los lectores de habla espanola, es una apasionada historia de amor y violencia, ocurrida en el siglo XII, y que, a traves de siglos, ha ocupado la imaginacion de los espanoles. Narra la pasion que el rey Alfonso VIII de Castilla sintio por la judia Raquel, hecho que registran las cronicas de su biznieto, el rey Alfonso X el Sabio. La accion transcurre en una epoca todavia en parte sumida en la barbarie, en la que el arrojo de aquellos nobles castellanos, fruto de una fe sin fisuras, y el ansia de matar, junto con su ilimitado orgullo, destruyeron sin remordimiento las maravillosas ciudades y reinos que otros habias creado. Solo aquel que perciba la irresistible atraccion de ese mundo de aventuras podra entender la historia de Raquel y el rey.

  • Yo no te prometo amor de Connie Acevedo B

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    Melrose es una mujer que tiene lo que todas podrian desear. Belleza, solvencia economica, pero sobre todo la total atencion de su novio. Sin embargo, su vida da un drastico giro cuando se entera de su embarazo.
    Jeff Thompson, un reconocido productor de television que ya ha experimentado un matrimonio fallido, y una aun peor experiencia como padre, decide que no pasara nuevamente por todo eso, y le pide que se deshaga del bebe. Desilusionada, e incapaz de hacer lo que Jeff le pide, Melrose decide seguir adelante sola con su maternidad.
    Sin embargo, su sombrio panorama cambia de forma radical tras una nefasta cita a ciegas. El reencuentro con quien fuera su primer y gran amor: Alex Hawthorne, un exitoso arqueologo al que tuvo que dejar ir hace diez anos para que cumpliera con sus suenos puede cambiar su vida para siempre.
    Alex esta de vuelta y le basta ese reencuentro para darse cuenta de que desea recuperar todo lo que perdio al marcharse, y para esto esta dispuesto a hacer lo que sea. Incluso ser el padre del bebe que Melrose lleva en el vientre.
    ?Podra Melrose aceptar la oferta del amor de su vida? ?O lo dejara ir para no atarlo con un bebe que ni siquiera es suyo?

  • Desde mi ventana, Maleja Arenas de Maleja Arenas

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  • El metodo Lean Startup de Eric Ries

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    El metodo Lean Startup supone un nuevo enfoque que se esta adoptando en todo el mundo para cambiar la forma en que las empresas crean y lanzan sus productos.