• annett furst - Annett Furst

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    Nadine habia llamado a su asistente cuando recordo repentinamente que le habia dado el dia libre a la mujer regordeta y sin sentido de la moda. Involuntariamente levanto las comisuras de la boca. Susanne habia trabajado como su mano derecha imprescindible, desde que se habia hecho cargo del bufete de su difunto padre. Ella no se arrepentia de esta decision, aunque cada vez que entraba en la oficina por la manana, un dolor punzante le recorria el cuerpo al ver a su asistente. La aficion de Susanne por las blusas con disenos florales y los colores mas vivos, no encajaba en la antesala de una abogada comercial. Fuera de eso, la madre de tres hijos era increiblemente inteligente y parecia anticiparse a los deseos de Nadine. Sin duda, esta capacidad la cualificaba para contribuir a la exitosa carrera de Nadine, por lo que le perdonaba cada uno de sus errores en materia de moda. Lo que la molestaba un poco eran las detalladas descripciones de Susanne sobre su vida familiar y los progresos de sus hijos. A ella no le interesaba en lo mas minimo, lo que su marido habia arreglado en su casa o como su hijo de siete anos habia brillado en su primera obra teatral escolar. Hoy, Susanne le habia pedido el dia libre porque queria celebrar con su marido el decimo aniversario de boda. Su asistente estaba tan emocionada que no habia podido negarle esta peticion. Nadine puso los ojos en blanco. Ciertamente no se comprometeria con un hombre. Para ello, tendria que comprometerse e involucrarse sentimentalmente con el. Eso, a su vez, la distraeria de su trabajo y desequilibraria su ordenada vida. !Un pensamiento inimaginable! Tecleo unas cuantas instrucciones en su ordenador portatil que, a su vez, Susanne encontraria en su pantalla al dia siguiente, en cuanto encendiera el ordenador. -- Presentar los papeles del caso Schober & Co. en el juzgado, renovar el contrato de alquiler de la oficina, concertar una cita con la peluqueria, pedir una mesa en el restaurante italiano, informar a Simon. Susanne lo arreglaria todo a su gusto en el transcurso de la manana siguiente. Ella se reuniria con la asistente de Simon, que tambien trabajaba como abogado, y juntas fijarian una hora adecuada para la cena. Programaria la cita en la peluqueria para que Nadine pudiera conducir desde alli, bien peinada, hasta su cita. Alli, Nadine tendria una linda conversacion con Simon durante una deliciosa comida acompanada de una musica discreta, y luego se iria un rato con el a su apartamento para un encuentro amoroso. Ella dejaba que la satisficiera, el hacia lo mismo y luego regresaba a su ordenado apartamento. Su asistente ya se habia burlado varias veces de este acuerdo comercial. Ella pensaba que Simon era sofisticado pero, de alguna manera, no era un verdadero hombre. Si realmente estuviese interesado en Nadine, deberia tomarla y besarla apasionadamente en medio de la calle. Nadine sonrio para si misma. Susanne seguia suspirando por su marido con total devocion, incluso, despues de tanto tiempo, una idea que ella misma habia calificado de bastante extrana. Ningun hombre conseguiria provocar una reaccion semejante en ella. Decidio irse a casa a pasar el dia. Sin su asistente, se habia sentido extranamente frustrada. Un bano caliente y un buen vaso de vino, en este momento, le vendrian bien. Nadine tomo su cartera y se habia dirigido al estacionamiento subterraneo, donde la esperaba su BMW gris plateado. Capitulo 1 -- El Clan necesita mujeres -- murmuro Jaryk. -- Voy a escoger a cualquiera, y luego salgamos de aqui. El hecho de que hubiera sido el, entre todos, el elegido a traves de un sorteo para ir a una incursion, lo habia molestado. Al fin y al cabo, el no queria una pareja, pero era esencial que se trajeran nuevas mujeres. ?De que otra forma, podrian los miembros del Clan producir su descendencia, si su pueblo no era capaz de producir ninguna descendencia femenina? Una vez habia participado en una inusual competencia por una pareja, y eso, solamente porque su padre se lo habia aconsejado. Tras un breve periodo de combate, habia fingido agotamiento y se habia rendido, tras reconocer en los ojos de su oponente el ardor con el que deseaba a la mujer en cuestion. Sin embargo, se habria librado completamente si el jefe de su Clan, no hubiera roto el tratado que el gobernante habia negociado con los habitantes del continente vecino. Entonces, cada guerrero de su asentamiento podria buscar una pareja por si mismo. Pero no, en su lugar, el gobernante habia decidido como castigo, que solamente uno podia ir de caza y eso, solo si el lo permitia. Asi que su Clan estaba en un aprieto, porque las mujeres que habian robado a sus vecinos tenian que devolverlas. Debido a eso, muchos guerreros se quedaron, sin una futura pareja y el estado de animo en casa, se hundia mas cada dia que pasaba. En un determinado momento, habia llegado la noticia que se les permitia tomar otra mujer. Para evitar una gran refriega, sobre quien podria viajar a la Tierra, lo habian dejado a la suerte. Jaryk tuvo que participar, lo quiera o no y, por supuesto, habia tenido la gran desgracia de resultar ganador. Ahora, caminaba penosamente por este sotano abovedado, que estaba atestada de los extranos medios de transporte de los terricolas. Estaban hechos de un metal ridiculamente fino y habia observado que echaban humo, ademas hacian ruidos feos cuando se ponian en marcha. Jaryk se habia ido ahi tras su llegada para planificar sus proximos pasos. Ya habia oscurecido cuando aterrizo cautelosamente en la azotea del rascacielos, pero comprobo que las calles seguian bastante animadas. Por lo tanto, las circunstancias no eran favorables. No podia, despues de todo, tomar a una mujer en medio de la multitud, envolverla con sus alas y largarse. La primera regla de caza era no dejarse atrapar. Asi que, se habia arrastrado por las escaleras para esperar hasta que pudiera proceder sin ser visto. De vez en cuando venia gente, se subia a sus vehiculos y se alejaba a toda velocidad. El habia podido esconderse facilmente detras de los enormes pilares y cuando todo ya estaba silencioso. Aburrido, se habia sentado en la parte delantera de un coche gris plateado ya que, era casi del mismo color que su larga trenza. Se habia balanceado un poco hacia arriba y hacia abajo. No le habia importado que el metal cayera al suelo con un chirrido y que algunas partes crujieran. El sonrio, ya que la gente no parecia ser especialmente fuerte, si sus medios de transporte estaban tan mal construidos. -- Dime ?has perdido la cabeza o que? A su lado habia una mujer que parecia estar a punto de sacarle los ojos. -- !Que le has hecho a mi coche, demonio! -- Se paseo a su alrededor, sacudiendo la cabeza mientras examinaba los fragmentos que habia a su alrededor. Levantando el dedo indice, se acerco a el amenazadoramente. -- Me compensaras por los danos. No te muevas !Llamare a seguridad inmediatamente! Mientras ella rebuscaba en su cartera, el habia aprovechado para mirarla mas de cerca. La mujer era alta, tanto que el la superaba por apenas dos cabezas. El era mas alto que la mayoria de sus companeros de Clan y, debido a eso, las mujeres solo le llegaban como mucho por debajo del pecho. Esta era una de las razones por lo que no queria una pareja. Todas parecian tan fragiles y la idea de aplastarlas, tal vez, en una union sexual amortiguaba su deseo. Sus ojos brillaban con el mismo gris que se posaba sobre las montanas de su tierra natal cuando se anunciaba una tormenta de nieve. Bajo la blusa sobresalian unos pechos perfectos, que el podria rodear con una de sus enormes manos. Su cintura, en cambio, era estrecha formando una clara transicion hacia sus caderas bien redondeadas. La ajustada falda se cenia a sus largas y torneadas piernas, en cuyas pantorrillas pudo ver como se contraian los musculos. !Que buen especimen! Los guerreros se pelearian por ella, ya que esta mujer garantizaba una descendencia fuerte que desafiaria los rigores de las montanas con facilidad. Por alguna razon, su virilidad se agito ante este pensamiento. Se apreto con fuerza contra su pantalon y habia sentido una necesidad urgente de montar en ese mismo momento a la mujer. Energicamente, aparto el impulso de agarrarla. Ella no estaba destinada a el, y si la tomaba ahora, estaria traicionando a su futuro companero. O bien, despues de todo, cederia a su lujuria, pero entonces tendria que quedarse con ella, cosa que no se sentia atraido a hacer en absoluto. Mientras tanto, la mujer parloteaba en una caja negra que sostenia junto a su oido. Mientras lo hacia, golpeaba impacientemente el suelo con su asombrosamente pequeno pie que, al igual que el otro, estaba metido en unos zapatos negros y planos que se estrechaban en punta en la parte delantera. -- Si, en el estacionamiento subterraneo, seccion C justo al lado del ascensor. -- Luego lo miro con detenimiento de la cabeza a los pies. -- Traigan cuatro o mejor aun, cinco hombres fuertes. -- Volvio a deslizar el dispositivo en su bolsillo con sus largos dedos, con las unas pintadas de un llamativo rojo. -- Bueno, ahora tu, amigo. -- Ella se encabrito frente a el, pero Jaryk sonrio y siguio apoyandose despreocupadamente en el coche. -- ?Identificacion? -- Exigente, le habia tendido la mano. No sabia que se suponia que era eso, asi que ladeo la cabeza en senal de interrogacion. -- Tu identificacion, la pequena tarjeta cuadrada con tu nombre. -- No le gusto nada su tono cinico. La mujer aun no habia aprendido su lugar. El se puso de pie y, aunque ahora tuvo que estirar el cuello para mirarlo a los ojos, no retrocedio ni un centimetro. -- Me llamo Jaryk -- le espeto bruscamente, a proposito. Sin embargo, no consiguio el efecto deseado, ya que ella seguia sin apartarse de el. -- ? Jaryk que? -- Ante eso, ella enarco una ceja y lo miro como si estuviera hablando con un tonto. Alargo un dedo, lo coloco bajo su barbilla y lo elevo un poco mas. -- Primero dime como te llamas. Ella le aparto la mano de un manotazo y le abronco. -- Bueno, si quieres saberlo, me llamo Nadine Stiehmann. Luego anadio. -- Soy abogada. Echo la cabeza hacia atras triunfalmente, haciendo que su cabello rubio hasta los hombros, que antes habia recogido cuidadosamente detras de las orejas una y otra vez, rebotara alrededor de su cabeza. -- Tus palabras no tienen sentido para mi, mujer. -- Estaba claro que ella habia querido provocar una reaccion en el, como lo demostraba ahora su expresion confusa. Sin embargo, inmediatamente despues, se sonrojo y empujo la barbilla hacia delante con beligerancia. -- !Mujer! No soy una mujer... ?De que pueblo de mala muerte te has escapado? -- Ante esto, dejo que sus ojos se deslizaran con desden por su camisa de cuero hasta sus piernas, que llegaban hasta las rodillas con suaves pieles y envueltas fuertemente con correas de cuero. Levantando la cabeza, su mirada se detuvo en el bulto claramente visible entre sus piernas. De repente, Jaryk se dio cuenta, de que estaba disfrutando de esta rina y de que su cuerpo le estaba jugando una mala pasada, ya que su ereccion no cedia. -- !Increible! -- la oyo quejarse. -- !No solo eres un gamberro, sino un libertino! -- De hecho, en ese momento, estaba caminando hacia atras unos cuantos pasos. -- Ts, ts, ts. -- El la amenazo con su dedo indice. -- !Bastante atrevida!

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  • Mi rubia debilidad de Carolina Paz

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    Rachel y George tienen una historia antigua. Una historia que no termino del todo bien. De hecho, esta es una historia inconclusa.
    Ella se entrego por completo en lo que pensaba era una relacion, mientras que el no se dio cuenta de lo que tenia hasta que lo perdio.
    Luego de un tiempo alejados, vuelven a encontrarse y esto provoca que los sentimientos guardados afloren por una de las partes y la confusion se apodere de la otra.
    El la quiere de vuelta en su vida, pero sabe que tiene que volver a ganarsela. Tiene que hacer el gran gesto que a Rachel le haga volver sin pensar en nada a sus brazos.
    Pero nada les sera facil. Encontraran obstaculos en el camino los cuales deberan sortear si es que desean estar juntos.
    ?Sera capaz George de enfrentar a quien sea con tal de recuperar la confianza de Rachel?
    ?Podra ella perdonar al hombre que ama y volver a construir una historia juntos?

  • Touchdown de Ludmila Ramis

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    Un amor abstracto se delimito con cada mirada, palabra y accion, hasta definirse como una relacion fascinante en su sencillez, y, a veces, en su complejidad.
    Kansas Shepard es una espontanea y comica universitaria que siempre termina enredada en lios que no ocasiona. Malcom Beasley, por otro lado, es del tipo de personas que evitan todos los problemas. El sigue una rutina estructurada y permanece lejos de los rebeldes ciclones de los sentimientos humanos y de los imprevistos.
    Cuando estas dos personalidades deben vivir bajo el mismo techo, la coexistencia, que parecia imposible en un principio, resulta ser el detonante de una aventura que terminara por arrasar tanto con el corazon de Kansas como con el del jugador de los Jaguars, el numero 27.
    ?El resultado?
    Un touchdown.

  • Sindone: Las guerras de la Sabana Santa de Juan Carlos Boiza Lopez

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    Hace 2000 anos un hombre murio crucificado dejando tras de si un testimonio vivo de su pasion; la Sabana Santa. Ahora,Gabriel King, un joven periodista especializado en historia antigua, se vera incriminado en el asesinato de un famoso criminologo forense, Friederich Ramalla, que acababa de presentar un libro sobre la famosa reliquia. Acompanado de Nichole, la hija del hombre asesinado,Gabriel tendra que iniciar una investigacion en busca de los verdaderos asesinos.
    Poco a poco, iran descubriendo una complicada trama de enfrentamientos y traiciones que se remonta a dos mil anos en el pasado, y cuya conclusion puede cambiar el mundo para siempre..

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 1 de Moruena Estringana

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  • La vida intima del asesino del pozo de Patricia Sanchez-cutillas

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    “La vida intima del asesino del pozo” es una novela, una historia de ficcion inspirada en los hechos de un asesino en serie que perpetro sus crimenes en los anos noventa en Valdepenas (Ciudad Real).
    Desde el principio de la novela, se sabe quien es el asesino, lo que me ha interesado narrar como escritora es por que lo hizo y como construye un psicopata su doble vida.
    Las fechas, los viajes, el modo en el que se perpetraron los crimenes y la ocultacion de pruebas son hechos que ocurrieron.
    Respecto a los personajes son todos inventados, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, ya que son pura ficcion. La ciudad de Valdepenas ha sido reinventada.
    El argumento esta relacionado con la mitologia, en concreto con el mito de Demeter y Persefone, la leyenda de la hija secuestrada y violada y la madre que la busca inutilmente por la Tierra porque esta en el inframundo. El dios Dionisio tambien esta presente por ser Valdepenas la tierra del vino y por el periodo de la Semana Santa.

  • 12 cartas de amor para un desco de Jonaira Campagnuolo

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    Espero esta carta no te ofenda. Esa no es mi intencion. ?Quien soy? Hace una semana nos conocimos en La Guaira, en el ferrocarril. Soy la jovencita que tuvieron que incluir en tu compartimiento de primera clase porque no encontraban un lugar para ella en el resto del tren. ?Me recuerdas? Llevaba un gorrito negro sobre una melena rebelde de rizos castanos. Sonreiste con amplitud al recibirme, como si tuvieras mucho tiempo esperando por mi y respiraras aliviado al verme aparecer. Esa idea romantica me la fabrique para justificar la sonrisa calida y transparente que me dedicaste. !Fue tan dulce! Y se quedo grabada en mi memoria. Quiero agradecer tu hospitalidad. Estaba sola, cansada por el largo viaje desde Europa y me encontraba algo paranoica por culpa de mis nervios. El area economica, repleta de soldados ruidosos y de rostros insatisfechos, no hubiera ayudado a serenarme. Los empleados del ferrocarril se hallaban tan angustiados como yo. No esperaban la presencia de un grupo militar tan amplio, tuvieron que afanarse en buscarles ubicacion a varios pasajeros para evitar incomodidades. Yo fui bendecida al ser llevada ante ti. Mientras el encargado de la linea conversaba con tu asistente para que me cedieran un puesto en tu vagon, no pude evitar asomarme al interior y terminar embrujada por tu imagen varonil ubicada tras una mesita de trabajo. Tus cabellos, de mechones negros algo largos y desordenados me encantaron, te daban un aire jugueton que me inspiro confianza; aunque fue tu rostro anguloso de piel morena, nariz aguilena y labios delgados lo que conmovio a mi entumecido corazon, preparandolo para el mayor impacto, que lo recibio cuando alzaste la vista y posaste sobre mi a tus ojos oscuros como el onix, asentados entre gruesas pestanas. Me sobresalte. En mi organismo se esparcio una sensacion tan extrana que me desconcerto. Cada hueso y cada organo fueron transformados por esa nueva emocion dejandolos por un instante fuera de servicio. Senti verguenza, al darme cuenta que habia quedado por un tiempo indefinido mirandote embobada. Mi boca, completamente erosionada, no podia cerrarse. Todo rastro de temor, incertidumbre y soledad que venia experimentando desde que llegue al pais se extinguio de mi mente para ser suplantado por el anhelo. Porque en eso me converti despues de conocerte: en una mujer ansiosa por ti. Por tus ojos, capaces de invadirme el alma, por tus labios, que dibujaron una sonrisa tan enigmatica que le dieron vida a las miles de mariposas que habian nacido muertas en mi estomago, y por tu presencia, tan abrasadora, que a pesar de ser calmada desprendia un halo de autoridad que me hacia sentir protegida. Demostraste tu capacidad de dominio ante tu empleado, quien con irritacion quiso negarse a permitirme la estadia en el vagon y desaprobaba cada una de las propuestas brindadas por el funcionario del ferrocarril. Tu, con tu voz firme, lo impediste. Alcanzaste a ver en mis ojos llorosos mis miedos y preocupaciones. !Es que me sentia tan sola...! Como todo un caballero te pusiste de pie, te acercaste y te presentante formalmente con una sonrisa apacible marcada en tu semblante. Me tomaste de la mano y me ubicaste en el asiento frente a tu mesa antes de girarte y tranquilizar al funcionario del tren, asegurandole que te encargarias de todas mis necesidades. !Eres tan excepcional! Recuerdo que durante las horas del viaje intentaste ser amable procurando entablar una conversacion conmigo. Me hiciste un par de preguntas, pero al notar mis evasivas y el temblor en mi voz causado por el nerviosismo preferiste callar y continuar con tu lectura. !Oh, es que me sentia perturbada!

  • Vientos de guerra de Elena Garquin

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    Estados Unidos, 1861.
    La apacible existencia de Brianna Fallon en Boston cambia cuando se ve obligada a aceptar un empleo en el hogar de Wyatt Miller, el dueno de una de las plantaciones de algodon mas importantes de Atlanta. Un hombre oscuro, atractivo y enigmatico que despierta en ella emociones que no creia poseer, hasta el punto de poner a prueba su juramento mas sagrado.
    Para Wyatt, la presencia de Brianna supone encarar un pasado que intenta olvidar para enfrentarse a sus propias emociones y a una mujer llena de secretos que no puede manejar, pero que debe desentranar para salvar su vida, su corazon y su alma.
    Mientras ambos luchan por superar la atraccion que sienten, el inicio de una guerra que sacudira los cimientos del pais pondra a prueba la fortaleza de unos sentimientos que apenas han empezado a surgir.
    Cuando dos almas danadas se encuentran, estan destinadas a sanarse.
    Cuando dos corazones laten al unisono, deben luchar por mantenerse a flote.
    Cuando el viento habla el lenguaje de las armas, el amor puede ser la unica salvacion.

  • La posada Jamaica de Daphne Du Maurier

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    Daphne du Maurier explicaba en una nota preliminar a La posada Jamaica (1936) que la posada a la que alude el titulo aun seguia en pie y que la novela era el producto de sus fantasias sobre como habria sido ciento veinte anos antes. Un carruaje que atraviesa los paramos de Cornualles es zarandeado por la tormenta y en el una joven huerfana, Mary Yellan, se dirige al encuentro del unico familiar que le queda, su tia Patience, que junto con su marido regenta una lobrega posada de mala fama… a la cual el cochero apenas se atreve a acercarse. Las tormentas, los paramos desolados, los bandidos y dos mujeres atrapadas en un universo sin ley, saturado de violencia, componen la atmosfera de esta excelente novela, un autentico clasico moderno que mezcla la fascinacion por la oscuridad con una critica vehemente de la brutalidad domestica. Fue llevada al cine por Alfred Hitchcock en 1939.

  • Alfa y Omega (Brestanverse 1) de Aris Meyer

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    Reese Constantinescu es la gobernante de Brestan. En sus manos yace la nacion entera, y su figura de alfa es tan eminente que intimida a todas las castas por igual. A pesar de su apariencia casi divina, guarda un oscuro lado de si, que sale a relucir cada vez que compra un “juguete nuevo” para saciar sus mas bajos deseos carnales.

  • No puedo fiarme de ti de Sophie Saint Rose

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    La necesidad y la desesperacion llevaron a Jeanine Patterson a Dobbs Hill, pero sabia que no hacia lo correcto al buscar a esa parte de la familia para pedir ayuda. Su madre se lo habia advertido claramente.
    Todo lo que veia a su alrededor era tan idilico... Pero Greyson no la queria alli y no dudaba en dejarselo claro cada vez que tenia oportunidad.

  • Y que le gusten los perros..., ?no era una pelicula? de May Bonner

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  • La bailarina y el ingles de Emilio Calderon

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    Esta es la insolita aventura de un britanico, nacido en la India, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial.

  • Fabada mortal de Ignacio M. Cunat

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    Oye, lo tipico que pasa. Que coges el tren para ir a Madrid a dar una charla y firmar unos libros y acabas medio desnudo, cubierto de sangre y encerrado en un minusculo cuarto de bano con un senor muerto. Bueno, igual no es tan tipico y no pasa mucho, pero cuando pasa es molesto. Mira que al ver que el bano estaba ocupado podia haber ido al siguiente, que para eso iba en tren y habia mas, pero no. Como tenia el dia New Age, en plan <> y cosas de esas, me quede esperando mi turno pacientemente, sin poder imaginar que el universo, el loto y la brisa lo que son es unos cabrones. Y no es por insultar en vano. Es que mientras estaba mecido por el susurro de las esferas galacticas oigo unas toses convulsas muy terrestres, como de alguien asfixiandose. Preocupado, golpeo la puerta con los nudillos y descubro que no esta cerrada. Me asomo y veo que dentro del pequeno evacuatorio hay un senor con la cara azul. Que conste que no tengo nada en contra de la gente de cara azul, pero me resulta inquietante si no son un pitufo. Si es un pitufo no pasa nada, cantamos una cancion, ponemos verde al malvado Gargamel y luego el medico me da unas pildoritas y dejo de verlo una temporada. Pero aquel no lo era. Lo deduje enseguida porque no llevaba gorrito blanco en plan barretina y ademas era muy grande. Nada de un simpatico enanito. No. Aquel tipo ya debia venir grande y corpulento de fabrica, pero es que ademas se notaba enseguida que era de esos que se comen los corderos enteros, entre pan y pan, lana y cencerro incluidos. Un giganton. La cosa es que entro en el bano, me acerco a el para intentar ayudarle y me agarra la mano apretandola con fuerza, mientras dice con una cierta preocupacion: --Me muero… --y yo tengo que coincidir con el en que aquello muy buena pinta no tiene. En plan prudente no se lo digo, por no hurgar en la herida, pero el vuelve a estrujarme la mano y continua: --Comer la lata, la lata…-- y yo pienso que, hombre por Dios, eso ya es vicio: agonizando y pensando en comer. Pero tampoco se lo digo porque a partir de ahi todo es un desproposito. Que si se escurre de la taza del vater en la que estaba sentado, se desploma entre convulsiones y su generoso corpachon de senor talla XXL, ocupa todo el espacio del pequeno recinto, bloqueando la puerta; que si quiero ayudarle, pero estoy arrinconado sobre el lavabo y me clavo en la rabadilla el pequeno grifo, que ademas suelta chorros de agua cada vez que me apoyo; que si intentando no perder el equilibrio, me sujeto con la mano sin mirar y noto algo humedo y caliente, y compruebo que me he cortado. Con una lata vacia. Y pienso que menos mal que el agonizante caballero hambriento ya no se entera de nada, porque igual le digo que la lata esta vacia y le doy un disgusto. Pero no tengo mucho tiempo para pensar porque en eso una voz energica resuena al otro lado de la puerta --!Abra inmediatamente! !Soy el revisor! ?Que pasa ahi? Y antes de que se me ocurra nada original que contestar descubro que, aunque el corte de la mano es pequeno, sangra un monton, y si de por si la escena era dantesca ahora, salpicada con los borbotones de sangre que brotan de mi mano, parece directamente ya una escena del crimen de las de manual. Que intento contar la verdad y tengo tanta credibilidad como un menu del dia de ocho pavos con chuleton de buey kobe de segundo. Y el revisor venga a golpear la puerta, que con tanto meter prisa se estaba poniendo ya, todo hay que decirlo, un poco tocapelotas. Entonces el moribundo tiene un ultimo espasmo feroz, mientras le da un tiron a mi cinturon, que hace que los pantalones se me queden por las rodillas, antes de quedarse definitivamente quieto, tras exhalar un ultimo aliento que le deja la boca abierta con un rictus mortal y extrano, como cuando despues de comer pides cafe en un restaurante y te dicen que no tienen. Y se que esta muerto porque he visto en mi vida demasiadas merluzas difuntas como para no saber cuando algo es un cadaver. Y de repente caigo en que estoy encerrado en el infimo retrete de un tren con un cadaver enorme, chapoteando en agua, con los pantalones por las rodillas, en calzoncillos, rodeado de paredes salpicadas de sangre, y que el hecho de que vista de cocinero, lleve una nariz postiza y unas gafas de plastico y diga llamarme Falsarius Chef, no va a contribuir a hacer las cosas mas faciles. Mi abogado siempre dice que no vaya asi a los juicios, que tengo pinta de culpable. Luego los pierde porque es un manta y le echa la culpa a mi nariz. Asi que cuando por fin el revisor consiguio abrir la puerta, creo que desmontando las bisagras, y pude ver su rostro horrorizado por la escena que tenia ante el, iba a decirle aquello de <>, pero si eso no cuela cuando tu pareja te pilla en pelotas en la cama con una rubia (o un rubio, que en gustos va) no te cuento ya si lo que tienes al lado es un tio muerto. Asi que me lo ahorre. Aunque lo peor, lo peor de todo, es que disgustos aparte, con tanto cadaver y tanta tonteria no me habia dado tiempo a hacer pis. 2 Hay rubias que solo son rubias. Esto es, empiezan en rubia, terminan en rubia y son rubia por el medio. Poco mas. Esta no. Esta era una rubia de las otras. De esas que arruinan vidas, te implican en un asesinato, provocan guerras de Troya o hacen que acabes en la silla electrica y encima te parezca buena idea. Ese tipo de cosas. Una de esas rubias que sabes que van a complicarte la vida pero de las que no te puedes apartar, como si fueras un conejo en mitad de la carretera deslumbrado por los faros de un coche. Del coche que conduce la rubia. Pero no adelantemos acontecimientos porque en aquel momento lo que tenia era un problema, y no pequeno, con la Policia. Las fuerzas del orden son asi. Descubren encerrados en un minusculo cuarto de bano un cadaver y a un fulano ensangrentado a su lado, y enseguida se ponen en lo peor. Claro, que facil. ?Estos es que no ven la tele? En las series de television, ves una escena como esa al empezar y lo primero que tienes claro es que ese, el que esta ensangrentado junto al muerto, aunque tenga los higadillos del difunto a modo de chal por encima del cuello y en la mano un cuchillo jamonero, no es el malo. Pero claro, aqui la policia ve poco la tele y luego pasa lo que pasa. Claro que tu vas a interrogar a un tipo que ha aparecido en estas circunstancias, le pides que se identifique y te dice que se llama Falsarius Chef y que es cocinero impostor, e igual te mosqueas. Sobre todo porque le estas tomando declaracion a un tipo que viaja en tren vestido con un delantal negro, gorro de cocinero y unas gafas de plastico con nariz postiza y bigotillo de pelusilla. Y si encima el tal Falsarius, esto es, un servidor, insiste ademas en que viste asi para evitar ser reconocido por los sicarios de las peligrosisimas mafias internacionales de chefs, que hace anos que quieren liquidarle por poner al alcance de todo el mundo sus secretos de cocina, comprendes que se miren con la cara que se miraban los dos policias que tenia enfrente. Y digo que lo entiendo, no que lo comparta. Porque esa es otra. La policia ve a alguien con la cara cubierta y siempre piensa mal. Y digo yo ?y los superheroes? Ah, claro, de los superheroes enmascarados no nos acordamos nunca hasta que no hay un super villano cargandose el mundo. Luego si, luego cuando al planeta se lo esta engullendo un agujero negro de los malos, malos, o hay que salvarlo de un asteroide perdido que va a impactar sobre la Tierra, todo son llantos. Luego mucho <>, hechos unas nenazas, pero antes, el de la mascara, a la carcel, que, entre rejas, con esas mallas cenidas se va a echar novio enseguida. Pero vamos, que como estoy acostumbrado a que mi aspecto llame un poco la atencion, decidi tomarmelo con paciencia y darles mas explicaciones. Y les conte que yo lo que tenia era un blog de cocina en Internet. Una pagina a la que accedias tranquilamente desde tu ordenador y en la que podias encontrar un monton de recetas. Eso no tenia nada de raro, ni me hacia acreedor de las iras de los chefs. El problema consistia en que las recetas que yo preparaba estaban hechas con la ayuda de latas, botes, congelados y demas productos que podias encontrar en el super de la esquina. Eso lo mezclaba con algunos productos naturales y un par de trucos y conseguia unas recetas con las que cualquiera, por inexperto o torpe que fuera en los fogones, podia hacerse pasar por un chef mas que aceptable. Eso ya les dolio mas, pero mientras solo fue el blog, no hubo mayores problemas. Amenacillas, cabezas cortadas de caballo que me aparecian en la cama, un conejo blanco ahogado en el agua que hervias para preparar espaguetis. Lo tipico. Pero luego la cosa se complico. Me llamaron para la radio y comence a hacer una seccion con mis recetas de cocina impostora todas las semanas. Luego vino la tele, donde estuve tambien una temporada, y las publicaciones en prensa, y luego los libros. Y la cocina impostora comenzo a hacerse bastante popular. Y eso ya no pudieron resistirlo. Si todo el mundo podia cocinar como un chef y comer estupendamente en su casa ?que iba a ser de ellos? Pero los policias no parecian apreciar mi voluntad de cooperacion. Me miraban en silencio, con gesto inexpresivo. En realidad creo que pensaban que les estaba vacilando. Ellos seguramente hubieran preferido que, abrumado por su silencio, me derrumbara y confesara mis crimenes entre sollozos. Pero tenian dos problemas. Uno que era inocente. El otro, que no era la primera vez que jugaba a aquel juego. Asi que me dispuse a seguir contandoles cosas apasionantes y muy relacionadas con el caso que nos ocupaba. Por ejemplo, mi justificado odio por los microondas. Pero no me dio tiempo. De repente, uno de ellos, el mas mayor, el que tenia cuatro pelos mal puestos y se los peinaba hacia atras con gomina, en plan pijito de los noventa, me dijo: --Yo le conozco. Mi mujer no se pierde ni una sola de sus recetas los sabados en la radio. Y tiene todos sus libros. Y le veia en television y seguia sus colaboraciones en prensa. Eso estaba bien. En estos casos, cuando te han encontrado encerrado con un cadaver y chorreando sangre, siempre ayuda que uno de los policias que te interrogan sea fan. --Antes se pasaba el dia encerrada en la cocina, preparando guisitos. Hecha una esclava. Pero desde que le oye, los hace en diez minutos. Algo en su voz me dijo que aquello no estaba resultando tan bueno como yo pensaba. --Y no es que me de mal de comer --continuo--. El problema es que tiene mucho tiempo libre y se pasa el dia en el bingo. Y desabrochandose la chaqueta dejo ver como al descuido la pistola que llevaba en la cintura, antes de anadir: --Yo creo que tiene un lio con el que vende los cartones. El policia mas joven, el que lucia unos prominentes musculos bajo una cenida camiseta, llevaba una cazadora de cuero y parecia sacado de un concurso de horterillas de Telecinco, le miro con reverencia y luego giro la vista hacia mi y se abrio tambien como al descuido la cazadora, dejando ver otra pistola, aun mas grande que la de su companero. Pues oye, a chulo, chulo y medio. Si querian guerra psicologica la iban a tener. Me abri el delantal, como al descuido, y les deje entrever mi michelin derecho. El feo. No podria decir que efecto les causo tan pavorosa vision, porque en ese momento llamaron a la puerta un par de veces y entro un agente, que venia a buscarles. Cruzaron algunas palabras y se marcharon sin despedirse, dejandome recluido con mi equipaje en el pequeno cuarto que el revisor tenia en el tren. Solo y, chulerias aparte, un poco preocupado. Por suerte, siempre que viajo llevo una tartera con provisiones para imprevistos, que nunca sabes cuando vas a volver a tener un supermercado decente cerca. Y la tartera llevaba dentro unas empanalletas, un postrecito muy rico con pure de manzana, pasas y azucar un poco caramelizada que hago yo, y que tiene lo mejor de una empanadilla y lo mejor de una galleta, de ahi su astuto nombre, y despues de zamparme un par de ellas, el disgusto se me paso un poco.

  • Nos pertenecemos de Lorena Fuentes

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    Nos Pertenecemos tardo porque no queria despegarme de estos personajes, que me acompanaron desde que inicie mi carrera como autora de romance. Tampoco deseaba idearme problemas en donde ellos terminaran separados, porque de verdad solo deseaba demostrarles a mis lectoras, que el amor todo lo puede. Esto es un regalo para ellas, esas chicas que me conocieron y amaron a mi Demonio y a mi Capullo. Esta sera una historia contada desde los puntos de vista de las dos parejas: Caleb y Emma que conocieron en Soy Tuya; Miles e Irene los protagonistas de Todo de ti. Si leyeron la historia de Adam y Jessica, encontraran parte de su historia que en diferentes momentos estuvo entrelazada con la de ellos y es lo que hace especial a la serie. Ellos en mi mente construyeron una familia, porque la vida me ha ensenado que los amigos son la familia que nosotros escogemos. Digamos que esto es un tipo despedida entre ellos y yo, lo se, decir adios a algo que amamos es muy dificil y los chicos son parte de mi vida, de mi mente y corazon. Gracias por acompanarme durante tanto tiempo chicos y los voy a extranar; claro que los voy extranar cuando no pueda escucharlos y saber que tan felices son. Gracias por darme los mejores ratos de mi vida, son seis anos juntos, escribirle este adios me da mucho dolor. Lo amare por siempre. Ahora si mis chicas, creo que es momento de ser sensiblera y les dejo disfrutar una vez mas de mis dioses griegos. Con todo mi amor para ustedes, Lorena Fuentes. Prologo Tuve el inmenso privilegio de ser la primera persona en leer Soy tuya, primer libro de la serie Nos pertenecemos, tan solo me bastaron pocas paginas para que Emma y Caleb me cautivaran, lo que me llevo a darme cuenta del talento que Lorena Fuentes posee; desde entonces, la alente a seguir para que se animara a compartir sus hermosas historias con todos. Lorena tiene la habilidad para llevarte por un mar embravecido de emociones; en las paginas de sus libros consigues, drama, amor, suspenso, intriga, erotismo, pasion; sin duda, un gran abanico de opciones que te dejan queriendo mas. Especialmente, la serie Nos pertenecemos, es como un calidoscopio que nos muestra el amor en todas sus facetas, nos regala personajes puros, sensibles, tan humanos que los sentimos reales. Nos habla de ese amor que te saca sonrisas y hace que olvides tus problemas, por un momento, en las horas en que puedes sentirte mal. Amores genuinos que no sienten dudas, amores que solo se viven con certeza y comodidad, amor verdadero que no se rinde. Amor filial, en el que la complicidad y el apoyo siempre estan presentes. La serie Nos pertenecemos, nos cuenta en cada una de sus historias que cuando dos almas se enamoran no entienden de calendario ni relojes, tampoco sabe lo que significa la nocion del tiempo o la distancia, solo muestra lo bien que se siente estar con la persona correcta. Sumergete en esta serie y descubre que hay amores que no son perfectos, pero son reales, amores que te inyectaran miel en el alma. Lily Perozo. Autora best seller. Amor infinito Emma Mraz 4 Anos despues... Me despierto por el movimiento del hombre con el que llevo compartiendo mis noches y dias por cinco anos. Caleb me abraza desde atras presionando su cuerpo contra el mio. Sonrio, ya que siento su ereccion contra mi trasero mientras acerca su rostro a la curvatura de mi cuello para dejarme un casto beso. Mi piel se eriza y estremece por el contacto de sus labios. Cuando vuelve a besarme, logra su cometido pues suelto un gemidito, percibo como sus labios esbozan una sonrisa contra mi espalda y el contacto de una caricia sutil hace que pierda la cabeza. Lleva su mano a mi seno para aprisionarlo, sin embargo, lo suelta y yo me siento defraudada, se lo que hace y por que lo hace. Provocarme. Dios, lo deseo como el primer el dia, susurro en mi mente. Arranca la sabana que cubre nuestros cuerpos y yo jadeo sorprendida, siempre logra hacerlo. Bueno, pero sere sincera, estoy excitada. Gira mi cuerpo para posicionarse encima de mi con esa sonrisa de portada que me quema las bragas. La braga que no tienes, susurra una voz maliciosa en mi mente. --Buenos dias --me saluda y me da un beso casto en los labios, para luego agregar--: !Feliz aniversario, Nena! --!Feliz aniversario, Amor mio! Llevo mis brazos a su cuello entrelazando los dedos de mis manos para atraerlo hacia a mi boca, rozo mis labios con los de el en busca de contacto, pero el me besa abriendose paso dentro con su lengua. Saco la mia para corresponderle con la misma pasion, escucho con satisfaccion cuando se le escapa un sonido ronco de su garganta, percibo como se me humedece poco a poco mas mi sexo. Acaricia cada rincon de mi cuerpo haciendo que cada celula se encienda con su tacto. El roce de su sexo contra el mio me enloquece como si fuera la primera vez y abro un poco las piernas para dejarlo entrar. Rompe el beso al mismo tiempo que protesto bajo su cuerpo. Me regala una carcajada que es el segundo sonido que mas amo escuchar en este mundo. Nuestras miradas se encuentran y me pierdo en esos ojos de color castano como en nuestro primer encuentro, pero en este momento se ha oscurecido por el deseo. El me observa con la misma pasion durante estos cinco anos que compartimos juntos. En un movimiento casi imperceptible se aleja, para luego penetrarme con fuerza provocando que muerda mi labio, para ahogar un gemido. --Ahora si. !Feliz aniversario, amor mio! --murmura con voz ronca. No puedo contestarle puesto que estoy perdida en el placer de sentir su miembro dentro de mi sexo. Nada ha cambiado, lo deseo como la primera vez que estuvimos juntos. Lleva sus manos a mis senos para acariciarlos de manera ritmica. Presiona uno de mis pezones y luego juega con el de manera sensual. Baja su rostro hasta ellos y alcanza uno con sus labios. Primero lo chupa, rapidamente muerde y sopla, provocando que se me erice toda la piel nuevamente y que este quede como un pico. Seguro sospecha que estoy embarazada, sopeso al ver como se entretiene con mis senos. Caleb se burla de mi por mis reacciones. Repite lo mismo varias veces hasta que cree que estoy lo suficientemente sensible. Muerde uno de ellos y yo arqueo mi espalda ebria del placer. --!Dios, si! --exclamo con voz ronca. --!Se que soy tu dios! --apostilla divertido. El muy canalla aumenta la velocidad de sus penetraciones, volviendome loca por el extasis de sentir su piel, sus caricias y sus besos, haciendo que esta dulce tortura sea, lo que deseo vivir a su lado por el resto de mi vida. --Emma, estoy a punto --me avisa y abro mis ojos, su rostro se contrae--. !Correte conmigo! --exige escondiendo su rostro en la curvatura de mi cuello. Cierro los ojos cuando percibo en mi cuello lo caliente de su respiracion acelerada. Entrelazo mis piernas en sus caderas para obtener mayor profundidad. Ese cosquilleo que me acelera el corazon me avisa que estoy cerca, al mismo tiempo que el orgasmo crece con cada roce de su miembro. --!Dios mio, Caleb! Clavo mis unas en su espalda cuando estoy cerca. Involuntariamente, comienzo a apretar cada vez mas su miembro con mi vagina. Los jadeos son cada vez mayores, hasta que por fin juntos explotamos en un orgasmo demoledor. Mi demonio se derrama dentro de mi luego de tres penetraciones mas, cae sobre mi pecho y deja un beso casto en mi cuello. Nuestras respiraciones siguen aceleradas, como si hubieramos corrido el Maraton de Nueva York. Sale de mi para acostarse a mi lado, me atrae hacia su cuerpo con sus brazos, me abraza y deja un beso en mi coronilla. --Te amo --susurro mientras acaricio su abdomen tan bien definido. --Y yo te amo a ti --responde, dandome un beso casto en los labios. Las caricias de mi esposo son un somnifero para mi, me entretengo mientras observo el recorrido de mis manos en sus abdominales y llevo con mi dedo hacia su uve. Amo sentir como se estremece ante mi toque, ya que se que no es inmune a mi como yo tampoco a el. Poco a poco mis ojos se cierran, pero pienso --como todas las mananas-- que soy afortunada por tener un hombre como el a mi lado. ***** Despierto de nuevo luego de una pequena siesta reparadora, desde que estoy embarazada solo deseo dormir. Busco a Caleb con mi mano, pero encuentro su lado vacio, alcanzo mi movil y me sorprendo al darme cuenta de que son casi las ocho de la manana. Me levanto para ir al bano y tomar una ducha rapida. Al terminar, me visto con ropa deportiva y dejo que mi cabello se seque al natural, ya quedaron atras aquellas mananas que me esmeraba por mi atuendo, ahora me preocupo solo por estar conforme conmigo misma. Salgo en busca de los dos hombres que mas amo. A los dos meses de nacer Matthew, tomamos la decision de mudarnos a Nueva York, fue un cambio abrupto y me costo mucho adaptarme a todo lo que se avecinaba. Caleb y Miles habian decidido abrir su propia empresa y en el proyecto incluyeron a Adam. La verdad es que ellos deseaban hacerlo a lo grande y por eso escogieron la Gran Manzana para esa nueva aventura. Asi que dejamos nuestra hermosa casa frente a la playa y nos mudamos a en un hermoso atico en el barrio exclusivo Beekman Place, ubicado en Midtown East. Todo un reto para mi que amaba amanecer con el sonido de las olas del mar y ahora escucho solo los claxones de los autos. Escucho las risas de nuestro hijo de tres anos y el ruido de utensilios cuando me acerco a la cocina. Mi demonio ahora es capaz de hacer las tortitas mas deliciosas de toda la Costa Este y eso me llena de orgullo. Entro a la cocina y me quedo enamorada un poco mas. ?Acaso es posible amar un poco mas? Caleb y Matt estan cubiertos de harina de la cabeza a los pies. Nuestro hijo esta sentado encima del meson de la cocina con la espatula para dar vuelta las tortitas, mi esposo esta de espaldas a la puerta mientras su hijo lo golpea sutilmente con el utensilio. La risa de los dos hace que se hinche mi corazon de felicidad y nada en el mundo puede ser mas perfecto. Matthew se percata de mi presencia, sonrie y luego me senala.

  • Lo Mejor de mi Amor de Susan Mallery

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  • El secreto del galeon de Ana Alcolea

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    Principios del siglo XIX: Marina viaja junto a su familia a Espana desde las colonias americanas. Ella no se parece en nada a sus hermanas: no piensa en casarse ni en bordar su ajuar, solo desea vivir en el mar, convertirse en marinero; algo del todo imposible. De sus pensamientos y anhelos sabe mucho su esclava Ramira, una mujer a la que le han arrebatado todo lo que alguna vez ha amado y que oculta un gran poder heredado de sus antepasados africanos.

  • Antologia Solidaria. RoJa, Paraiso Literario de

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    Los relatos incluidos en “RoJa, Paraiso Literario” son finalistas del I Certamen “Jaen RoJa” convocado con motivo del I Encuentro literario “Romantica en Jaen, RoJa 2.017”. Todos ellos con un nexo comun, Jaen. Tierra de historia, raices y cultura. Entre el cielo y el horizonte, Jaen se viste de RoJo pasion.

  • Patrulla Vecinal de Leila Mila Castell

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    Una atraccion irresistible.Una oscura obsesion.Una comunidad de locos y las mas inverosimiles situaciones.Bienvenidos al 30 de Fools Place.Atrevete a entrar y descubre sus secretos.Intensa, inquietante y divertida.

  • Beauty Too (2a parte) de Susana Rubio Girona

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    Eran las siete menos diez de la manana y estaba en el portal, preparadisima para nuestra escapada a Sort. Mire mi maleta rosa fucsia y automaticamente pense en Javi. El me la habia regalado al principio de nuestra relacion y con ella hice varios viajes; Berlin, Roma, Praga y ?alguno mas? Si, claro, salidas varias por nuestra hermosa tierra. Habiamos ido a la Rioja, Pais Vasco, Madrid... Me faltaba Paris, era mi viaje pendiente. Desde que lo habia dejado con el, no habia ido a ninguna parte y pense que era hora de cambiar aquello. Quizas despues de Navidades podria irme unos dias por ahi... ?pero sola? Jamas lo habia hecho... y no sabia si me sentiria comoda. Podia proponerselo a alguien... -- Buenos dias -- Sebas me devolvio a la realidad con su voz grave. Le di un repaso rapido: vaqueros y sudadera gris. El pelo medio largo alborotado y sus ojos increibles puestos en mi. Que guapo era el maldito. -- Buenos dias -- respondi apartando mi vista y mirando hacia la carretera para ver si venia Marco y no alargaba demasiado aquella incomoda situacion. Estuvimos en silencio, como dos autenticos desconocidos. Pense en que era una lastima estar asi con el justo ese fin de semana pero o era eso o acabaria en su cama. Sebas tenia razon en decir que debia aclarar mis pensamientos y queria ser justa y madura. No podia ir dejandome llevar por ellos y justificarme a mi misma con ideas vagas sin sentido. -- ?Que tal tu semana? -- rompio el hielo y me sorprendio. -- Bien, trabajando... -- ?Alguna novedad? -- le mire a los ojos y vi que lo decia intencionadamente. ?Hasta donde debia ser clara con el? El lo era mucho, no se cortaba cuando me explicaba segun que cosas. ?Por que yo no podia hacer lo mismo? -- Lucas quiere dejar a su mujer, aunque va a esperar para decirselo. Asi que no digas nada. Apreto sus dientes y alzo una ceja asintiendo con la cabeza varias veces. -- Asi pues, la cosa va en serio. -- No es por mi -- nada mas decirlo me sono idiota el argumento. -- Sera por mi, entonces -- dijo con una notable ironia y me entraron ganas de reir pero me aguante las ganas. -- Sebas te lo he dicho porque no quiero malos entendidos. Lo sabes, igual que yo, y punto. -- ?no pedia siempre sinceridad? Dos tazas. -- Muy bien. ?Y ese punto que significa? -- Que todo sigue igual -- le dije, tranquilamente. Me miro pensativo. -- ?Vamos a tener que retarnos en duelo? Lo mire sin poder no sonreir. Menuda tonteria... -- Lo digo para ir preparando las pistolas. Al final no sabia si reir o mandarlo a paseo y opte por lo primero. Sebas tambien medio sonrio y me gusto que lo hiciera, estar tan serio no le pegaba nada. Su preciosa sonrisa era un rasgo muy caracteristico en el y algo que me dejaba a menudo embobada... -- ?Bea? -- Su voz me saco de ese estado catatonico. Afortunadamente llegaron en ese momento Marco y los demas en un BMW enorme y nuevecito. Me sente al lado de Ari y empezo la chachara nerviosa por el viaje a Sort. Paramos a medio camino para hacer un cafe y cambiar de conductor. Sebas se ofrecio y de ese modo pude ir observando su pose y sus gestos al conducir. Aproveche para analizar sus rasgos y recrearme recordando las veces que me habia besado y las cuatro ocasiones que habiamos estado piel con piel. La primera en mi cocina fue puro sexo, sin mas adornos. Aunque sexo del bueno, tenia que reconocer que era un figura en el arte amatorio. No hubo tiempo ni de ir a la cama, fue un pillo aqui te mato pero de diez. Uno de aquellos polvos que recordaria toda mi vida por sexual y morboso. La segunda en el parking... me provocaba verguenza todavia; me veia apoyada en su coche, con el vestido subido y el empujando. Me gusto claro, pero fue algo que no repetiria, creo... De la tercera habian transcurrido pocos dias... Buf, en su cama, y me habia hecho el amor, el mismo lo habia verbalizado de ese modo. Cada vez lo tenia mas claro: yo sentia algo por el. Me mordi el labio al recordarlo. Mi ropa cayendo despacio a mis pies, el olor a sexo en su habitacion, piel con piel... todavia oia sus gemidos. Y la cuarta fue en su cocina, en la silla, y fue solo sexo, si, pero un sexo complice y lleno de confianza. Como cuando tienes pareja y lo haces en plan salvaje, sabiendo que hay un trasfondo en todo aquello. -- Bea, hemos llegado -- me dijo Ari dandome un codazo -- Deja de babear -- murmuro sonriente. -- Muy graciosa -- le dije saliendo del coche. El paisaje habia ido cambiando continuamente y ahora estabamos en medio de la naturaleza, repleta de arboles, de nieve y frente a una casa de madera bastante grande y con un tejado de pizarra. La casa estaba rodeada de montanas junto al pueblecito de casas de piedras. Eran casi las diez y media de la manana, y un senor nos esperaba para entregarnos las llaves. Le saludamos amablemente, nos dio algunas indicaciones y nos despedimos con ganas de entrar. Su interior no nos decepciono; el suelo, las vigas, todo era rustico y acogedor. Fuimos recorriendo las estancias y Martina y yo dejamos nuestras cosas en nuestro correspondiente armario. Lo hicimos con rapidez porque la idea era subir a pistas cuanto antes. Nos cambiamos de ropa y Marco y Sebas prepararon su material. Eran los unicos que esquiaban asiduamente y que tenian su propio equipo. Seguidamente subimos a Port-Aine, nos sacamos los forfait y alquilamos el material necesario. Alejandro y yo, que eramos los que no sabiamos esquiar, decidimos compartir un monitor. Sebas se habia ofrecido dias atras pero no me habia dicho nada mas ni yo hubiera querido tenerlo de profesor. Con todo, tocamos nieve ya bien tarde, eran poco mas de las doce y quedamos que a las dos bajariamos a la cafeteria para picar algo. El monitor que nos toco era como todos; muy moreno, con la marca de las gafas en su cara, de ojos azules y muy joven. ?Tendria los veinte? Era guapillo si, pero un crio, claro. -- ?Tendra la ESO? -- le pregunte a Alejandro chismorreando mientras le seguiamos hacia la zona de los aprendices. -- Se ve joven, ?no? -- ?Nos fiamos? -- nos reimos y el muchacho no dijo nada. Se llamaba Francisco y juro que a los dos minutos empece a llamarle "Franco", la madre que lo pario al enano. Menuda mala leche gastaba y de bromas ni una. Serio como un garrote. Eso si, despues de dos horas duras de batallon con el, Alejandro y yo empezamos a deslizarnos y a defendernos entre la gente en las pistas verdes y azules, lo que era ya un gran logro para nosotros. Al despedirnos de el, le dimos las gracias. -- Por cierto Bea -- le sonrei -- Tengo la ESO. Nos reimos los tres a carcajada limpia aunque yo me puse roja como un tomate, era algo tan comun en mi que incluso a veces ya no le daba importancia. -- Perdona Franc -- le dije aun riendo. -- Te perdono si me invitas a un cafe mas tarde. -- Sus ojos de nino se clavaron en los mios y le sonrei amablemente. Ostras, con la juventud, como subia... -- Gracias pero es que voy con amigos, ya sabes. -- Anda, vamos -- me echo una mano Alejandro -- Ahi vienen los profesionales. En aquel par de horas, no nos habiamos visto porque ellos habian ido por pistas mas complicadas, las rojas y las negras. Los cuatro sabian esquiar de sobras y venian muy sonrientes. -- Mira que ligarte al monitor Bea -- me dijo Alejandro bromeando -- Infanticida. Nos reimos los dos abiertamente. Sebas y yo nos miramos unos segundos largos. Estaba para comerselo; con aquello ropa, con la chaqueta medio abierta, las gafas en ese pelo revuelto, y con las mejillas rojas por el frio. Uf, era como un poster de esos tios buenos que habia en las revistas y lo tenia delante, era real y no podia tocarlo. ?O si? Fuimos a la cafeteria, andando con los pies molidos. Aquello era peor que llevar unas Manolo Blahnik de medio metro, lo juro. Que dolor en mis deditos. Nos cambiamos aquellas endiabladas botas por unas de nieve y nos sentamos en la mesa, satisfechos y cansados. La comida fue igual de amena que el viaje, hablando de todo y de nada, y con alguna que otra mirada entre Sebas y yo. Era imposible no hacerlo, me gustaba jolines, me gustaba mucho y lo tenia frente a mi.

  • Por un minuto de vida breve unica de Esther Llull

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    !UNA NOVELA TIERNA Y ENCANTADORA EN LA INOLVIDABLE, BULLICIOSA Y ESTRAFALARIA CIUDAD DE SAN FRANCISCO! SASHA TENIA SUS PEQUENOS RITUALES DE JUEGO PARA SALIR FUERA DE SU REALIDAD. Y ENTRA EN SU VIDA UN AIRE NUEVO, UN NUEVO RITUAL O JUEGO QUE PUEDE SER TRANSFORMADOR PORQUE LE PERMITE CONVERTIRSE DURANTE UN MOMENTO EN UNA PERSONA DIFERENTE.Sasha vive en la privilegiada ciudad de San Francisco pero no puede soportar el ritmo de la sociedad. Casi siempre ha tenido trabajos temporales, arreglados y esporadicos, aunque su sueno siempre ha sido poder viajar y escribir como copywriter en una agencia publicitaria. Sin embargo, ella tenia sus pequenos rituales de juego para salir fuera de su realidad, para sacarla de lo de siempre. Habia tenido una pareja estable pero su mundo emocional se habia tambaleado al llegar a la madurez. Ella logra no desperdiciar el poder del tiempo en sus pequenos rituales que la ayudan a salir de su realidad. Pero sigue buscando trabajos insolitos, con dementes y personas discapacitadas, y refleja tambien su mundo a traves de la lectura de libros. Su vida debe dar un giro pero no sabe a que agarrarse hasta que un dia recibe un mensaje especial en un sobre de papel. Nuevamente entra en su vida un aire nuevo, un nuevo ritual o juego que puede ser transformador porque le permite convertirse durante un momento en una persona diferente. Crea una realidad alternativa que le permite regresar a su mundo habitual habiendo cambiado un poco lo que ella era y sin tener que fingir

  • Rosas para Emilia de Virginia Camacho

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    ?Como podrias amar al hombre que una vez destruyo tu vida? ?Como enamorarse de alguien que una vez llamaste monstruo? Emilia tiene mil razones para odiar a Ruben, y Ruben todas las razones para amarla. Uno de los dos tendra que ceder. Pero el camino es largo y lleno de curvas, lo que una vez fue el motivo de tus lagrimas, hoy podria ser la plenitud de tu felicidad. ?Quien sabe?

  • Xavier de C.g. De La Cruz

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    Esta es la historia de Xavier, o al menos, parte de ella.
    Es la historia de un hombre que conoce el amor y que lucha por el.
    Un hombre sincero, apasionado y que tiene que lidiar con un trabajo complicado donde solo el puede hacer que parezca sencillo.
    La vida de Xavier es sacudida por terribles acontecimientos que le haran decidir sobre el destino de sus sentimientos.
    Su vida correra peligro., pero el no puede dejar de arriesgarlo todo por la persona que ama.
    En Xavier vas a encontrar el apasionante inicio de la historia de la bilogia de Mientras mirabamos al cielo y Mientras sonabamos mirando al cielo y., mucho mas.
    ?Te atreves a sumergirte en ella?

  • Menuda tropa de Joaquin Luna

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    Joaquin Luna ha estado en la guerra de Irak y Kuwait, pero tambien en el cortejo funebre de Paquirri en Sevilla. Ha cubierto cuatro Juegos Olimpicos y tres Mundiales de futbol, asi como el debut copero de Messi en el Barca en el campo de la Gramenet. Informo de la matanza de Tiananmen en 1989 y de los atentados del 11-S en Nueva York, de tres elecciones presidenciales estadounidenses y de dos francesas, y fue protagonista de noches memorables en Paris, Hong Kong y Washington, cuando lo de ser corresponsal era otra cosa.

  • Mujer fantasma de Victoria Villarino

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    Jamas me habria imaginado lo que esa manana me encontre tras la cochambrosa pared de mi futura casa. Ya hacia varios meses que compre lo que viene siendo el terreno en general. Una antigua mansion. Probablemente de algun viejo rico que habia heredado la casa de generacion en generacion hasta que tuvo la mala suerte de no poder dejar descendencia ni herederos a los que poder ceder la enorme y antigua casa. La primera vez que la vi fue un dia que estaba por el barrio por pura casualidad. Justo estaba haciendo una investigacion por la zona. Hacia tiempo que me queria mudar y estaba barajando diferentes opciones. Cuando la vi me quede impresionada con su fachada. Una casa mas larga que ancha. Con unos amplios escalones que llegaban a un porche bastante ornamentado. Las paredes de un gris gastado que deja claro que hace tiempo que esta abandonada. Dos columnas en la entrada, una a cada lado de la escalera. De un estilo dorico sencillo, rematadas en un blanco hueso y con algun reflejo dorado, senal de que habia algun tipo de decoracion que hoy en dia es inexistente. Con esas enormes torres que deduzco que en su interior estarian las diferentes habitaciones. Y esos grandes ventanales. Me parecio estar viviendo en otra epoca y estar viendo un castillo. Realmente me dejo tan hipnotizada que no dude ni un segundo en elegirla. Queria que esa que tenia ante mis ojos fuera mi casa. Y cuando una cosa se me pone entre ceja y ceja suelo ser muy insistente. No tarde en llamar al numero que anunciaban para comprarla y me atendio una inmobiliaria. Al parecer no estaba nada equivocada. La casa llevaba diez anos en venta porque su antiguo propietario ya no se podia hacer cargo de ella. Y dado que hacia tantos anos que nadie preguntaba por ella me la dejaron tirada de precio. Sinceramente no se cuanto costaria en su tiempo, pero creo que por lo menos me costo la mitad de lo que se mereceria. Lo mas dificil vino despues. Obviamente la casa necesitaba mas de una reforma. Como por ejemplo poner una caldera y cambiar el sistema de electricidad a uno mas moderno. Ademas de una mano de pintura tanto por dentro como por fuera. Arreglar el suelo. Puede que la moqueta que lo cubria disimulara ese horrible suelo en su epoca, pero como comprendereis en pleno siglo XXI no iba a dejar la moqueta. Asi que mi idea era poner suelo de madera en toda la casa menos en la cocina y el bano. Hablando del bano, creo que es la habitacion con mas decoracion de la casa. Un suelo de marmol a cuadros y unas paredes con un papel bastante feo, con unas flores en tonos azules. Lo que mas me llamo la atencion fue esa maravillosa banera con patas doradas que decidi conservar en mi futuro cuarto de bano. Casi toda la decoracion la tuve que cambiar. Yo queria un estilo mas minimalista, pero manteniendo la fachada y ese aire antiguo. La cocina es la unica reforma seria que hice. Teniamos que tirar la pared que separaba la cocina del salon-comedor porque no me gustaba como quedaba todo tan cerrado. ?Quien no querria una cocina con una pequena isla en medio y poder ver a quien este en el salon mientras preparas la cena? Y entonces aqui vinieron los problemas. Contrate a la gente mas especializada en el tema de este tipo de reformas. Tuvieron que hacer mil llamadas a arquitectos y de mas para saber si no habia ningun problema por tirar esa pared abajo sin que se nos cayera la casa encima. Tras un mes de mucha, mucha paciencia, me dieron el visto bueno y comenzaron a sacar ese estorbo de hormigon entre mi cocina y mi salon. Pero lo que encontramos dentro de ese muro nos dejo de piedra a todos. CAPITULO 1 Todo comenzo rondando los anos setenta. Nunca me habia llevado bien con mis padres. Concretamente con mi padre. Siempre estaba quejandose del poco partido que me daba y de lo desaprovechada que estaba mi vida. Estaba empenado en que buscara un hombre con dinero y que no lo dejase escapar jamas. En resumidas cuentas, el pretendia que me quedara de esclava de un hombre engreido y creido, que creia que el dinero era la puerta a todos los lugares y personas del mundo. Y no se equivocaba en eso, porque hasta el dia de hoy he podido comprobar que asi es. Parece que el dinero es la llave magica que todo lo abre. Asi que su idea era que me quedase en la casa de este senoritingo con dinero, haciendo los quehaceres de un ama de casa, que ademas me aburriria como ninguna porque por supuesto tendria servicio, asi que no podria limpiar, ni cocinar, ni ir al pueblo a comprar nada... Simplemente entretenerme con cualquier cosa que tuviera en su mansion de ricachon. Aprender a tocar el piano o a pintar sobre un lienzo. Si, creo que esas son las cosas que suelen hacer la gente adinerada. El habia crecido en otra epoca en la que esto era bastante mas tipico, pero estando casi a finales de siglo me parecia una costumbre bastante neandertal. Mi madre por otro lado callaba cuando mi padre empezaba a despotricar barbaridades por su boca. Se le veia en la mirada que, en muchisimas ocasiones, por no decir en todas, no estaba de acuerdo con el. Pero como buena esposa que era no tenia ni voz ni voto frente a la opinion del patriarca de la familia. Asi que un buen dia en el que el sol radiaba en todo lo alto, tome la decision de empezar a vivir mi vida por libre. Sin estar reprimida ni encarcelada en una prision con prejuicios como barrotes. No era un dia cualquiera. Yo lo sabia y el aire que chocaba contra mi ventana suavemente para darme los buenos dias, tambien. Hoy era el esperado dia en el que cumplia la mayoria de edad. Al fin libre. Durante todo ese dia pasee por el pueblo capturando cada escena. Las senoras comprando fruta y pescado en los pequenos puestecitos del mercado. Todo fresco, por supuesto. Te lo dejaban bien claro con sus gritos a pleno pulmon. Para la cena mi madre me habia preparado mi plato favorito, pollo al horno con un salteado de verduras del huerto que teniamos detras de la casa. Me alegro mucho que se acordara del dia que era a pesar de no hacerme ningun regalo. El ano anterior me habian regalado un cofre que habia sido de mi abuela, y lo habian decorado con algunos toques de bronce pintado que simulaba ser oro. Para entonces aun ibamos medio bien de dinero. Pero este ano era bastante peor que el anterior pues el que llevaba el huerto de casa siempre habia sido mi abuelo, que al morir unos meses despues que mi abuela, se habia quedado casi desierto. La unica que intentaba que no decayera era mi madre que era la que pasaba mas tiempo en casa. Pero aun asi nunca le habia llamado mucho la atencion por lo que no sabia muy bien el tiempo de cultivo de cada cosa y las temporadas para cada una. Al no contar con la ayuda de los alimentos del huerto para poder venderlos en el pueblo, nuestros ahorros bajaron considerablemente. Yo conseguia ganarme algo de dinero ayudando a una vecina que estaba casi senil, limpiando algunos muebles de su casa. Su marido habia sido un depravado y se habia largado con la primera fulana que se le cruzo por el camino. Asi que la pobre mujer se vio sola e incapacitada para llevar una casa tan grande. Mi padre, por supuesto, no sabia nada de mis momentos de trabajo. Solo se lo conte a mi madre que no pudo mas que alegrarse. Aunque me advirtio que si se enteraba mi padre podria ser terrible. Despues de cenar les di las buenas noches a mis padres y subi las largas escaleras hasta mi habitacion. Me asee y me meti bajo las sabanas. Espere el tiempo prudente para asegurarme de que mis padres ya estaban en el quinto sueno de Morfeo. Me baje de la cama con el mayor sigilo posible y con sumo cuidado abri la maleta que habia debajo de mi cama. Solo meti las prendas esenciales para la convivencia en cualquier otro lugar que no fuese este. Alguna muda de ropa interior y un par de manoletinas. La cerre silenciosamente y descendi hasta que sali de esa casa. Mi casa. Me dio mucha pena abandonar a mi familia. A mi madre. La que siempre me apoyaba, aunque la sociedad no nos lo permitiera. Ella siempre creia en mi. Todos los planes de futuro que le contaba los escuchaba con ojos de emocion. Me dio mucha pena abandonarla dejandola con el mandon de mi padre. Sabia que estaria bien, aunque yo me fuera. Pero yo no podia quedarme ni un segundo mas alli.

  • Siempre a tu lado (Proyectos de amor y deseo 2) – Mel Caran de Mel Caran

    https://gigalibros.com/siempre-a-tu-lado-proyectos-de-amor-y-deseo-2-8211-mel-caran.html

    Tras unos meses de separacion, Rebeca recapacita y decide regresar con Alan. Su relacion vuelve a ser perfecta y todo parece que va sobre ruedas, hasta que la sombra del pasado de Alan asesta un duro golpe sobre la pareja. La vida de ambos se complica con acontecimientos inesperados, celos, problemas de salud, temores y dudas.

  • Lunas de Estambul, Sophie Goldberg de Sophie Goldberg

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    Ventura, una hermosa joven turca, tiene que viajar a Mexico para casarse con Lazaro porque su familia lo ha dispuesto asi. Con un baul con apenas pertenencias y la ilusion de enfrentarse a lo desconocido, se embarcara en un viaje sorprendente para comenzar una nueva vida lejos de su tierra natal. La llegada, su primer matrimonio, el segundo, sus hijos, su viudez, sus nietos, el regreso a Turquia: Ventura vivira cada acontecimiento con una profunda intensidad e ira aderezando sus dias con la riqueza de aromas, sabores, ritmos, colores y proverbios que trajo consigo del lejano Oriente. Entre recetas turcas y sefardies y las costumbres heredadas de una cultura milenaria, encontrara el mejor antidoto contra la anoranza, aunque su memoria no pueda borrar el recuerdo de las lunas de Estambul.

  • Los herejes de Humphrey Slater

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    Aquella tarde del 17 de julio de 1936 en un cafe de Malaga, el coronel Cordova no pudo evitar echar un vistazo a los tres jovenes antropologos ingleses que, sentados en un rincon del local, charlaban animadamente sobre una novela acerca de la tragica suerte de tres ninos -Elizabeth, Paul y Simon, como se llaman tambien los tres jovenes- cuyos padres habian sido condenados a morir en la hoguera victimas de la cruzada que la Iglesia habia emprendido contra la herejia catara. (r)No te sientas tan segura de que los dias de la persecucion de la heterodoxia hayan quedado atras-, le previene Simon a Elizabeth bajo la atenta mirada del militar. Al dia siguiente, Espana entera revienta en una guerra fratricida y sin cuartel, convirtiendose en un lugar inhospito para la libertad de pensamiento y en un terreno abonado al odio y la intolerancia donde nada ni nadie estara a salvo de cruzadas, purgas, ejecuciones y traiciones, llamense brigadistas, anarquistas, republicanos, comunistas o militares.

  • Despojos de Rachel Cusk

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    Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los bordes recortados. A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar precauciones para protegerse-- la necesidad humana de entrar en guerra. <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en absoluto. Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se Mi marido y yo nos separamos recientemente y, en cuestion de unas semanas, la vida que habiamos construido juntos se desarmo, como un puzle convertido en un monton de piezas con los A veces, la matriz de un puzle no se detecta una vez montado --hay creadores de puzles magistrales que presumen de estas cosas--, pero, en general, se nota. La luz incide en las hendiduras de la superficie y unicamente vista de lejos la imagen parece completa. A mi hija pequena le gusta hacer puzles. A la mayor no: construye casas de carton, recintos en los que todo el mundo tiene que estar callado y quieto. En ambas actividades veo un intento de ejercer el control por distintas vias, pero tambien intuyo que demuestran que hay mas de un modo de ser paciente y que la intolerancia puede adoptar formas muy diversas. Mis hijas se toman quiza demasiado en serio estas diferencias de temperamento. A las dos les fastidia la tendencia contraria de la otra: de hecho, casi diria que dedicarse a actividades diferentes es para ellas una forma de discutir. Al fin y al cabo, discutir no es mas que la necesidad imperiosa de definirse a uno mismo. Y alguna vez me he preguntado si una de las dificultades de la vida familiar moderna, con su alegria continua, su optimismo totalmente infundado, su dependencia no de Dios o de la economia, sino del principio del amor, no reside quiza en la incapacidad de reconocer --y tomar <> era una expresion que oia a todas horas esas primeras semanas: la gente la empleaba para describir mi situacion, como si en cierto modo representara un avance. Pero la verdad es que era una regresion: la vida habia metido la marcha atras. De repente no avanzabamos, sino que retrocediamos, volviamos al caos, a la historia y la prehistoria, a los comienzos de las cosas y al tiempo anterior a que esas cosas comenzaran. Un plato se cae al suelo: la nueva realidad es que esta roto. Tenia que acostumbrarme a la nueva realidad. Mis dos hijas tenian que acostumbrarse a la nueva realidad. Sin embargo, la nueva realidad, hasta donde yo era capaz de ver, sencillamente estaba rota. El plato habia existido y cumplido su funcion durante anos, pero hecho anicos --a menos que fuera posible pegarlo-- no servia de nada en Mi marido creia que yo lo habia tratado monstruosamente. No habia quien le quitara esa idea de la cabeza: su mundo entero dependia de ella. Ese era su relato, y de un tiempo a esta parte he llegado a odiar los relatos. Si alguien me preguntara que desgracia me habia ocurrido, es posible que yo preguntara a mi vez si queria conocer el relato o la verdad. Diria, a modo de explicacion, que un importante voto de obediencia se habia roto. Explicaria que, cuando escribo mal una novela, termina colapsando, se viene abajo, se detiene y no se deja seguir escribiendo, y tengo que retroceder y buscar los defectos de su estructura. El problema reside normalmente en la relacion entre el relato y la verdad. El relato tiene que obedecer a la verdad para representarla, lo mismo que la ropa representa el cuerpo. Cuanto mejor sea al corte, mas agradable sera el resultado. Desnuda, la verdad puede ser vulnerable, desgarbada, horrorosa. Demasiado arreglada se convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me altera, no me molesta darle la mano. Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como masculina. Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le convierte en una mentira. Para mi, la dificultad de la vida ha consistido generalmente en el intento de reconciliar estas dos cosas, como los hijos de una pareja divorciada intentan reconciliar a sus padres. Mis hijas hacen eso: obligan a mi marido a que me coja de la mano cuando estamos juntos. Intentan que el relato vuelva a ser verdad, o que la verdad sea mentira. Yo no tengo ningun inconveniente en darle la mano, pero a el no le gusta. No son formas, y la forma es importante en los relatos. Todo lo que en nuestra vida comun era amorfo ahora me pertenece. Por eso no me Al cabo de un tiempo la vida dejo de ir hacia atras. Aun asi, habiamos retrocedido un buen trecho. En esas pocas semanas deshicimos todo lo que habia conducido al momento de la separacion; deshicimos el propio relato. Ya no quedaba nada por desmantelar, aparte de las ninas, y eso requeriria la intervencion de la ciencia. Pero estabamos en un tiempo anterior a la ciencia: habiamos vuelto mas o menos a la Gran Bretana del siglo vii, antes de que se hubiera constituido la nacion. Inglaterra era en aquella epoca un pais de compartimentos: recuerdo que, en el colegio, cuando miraba un mapa de la Heptarquia en la Alta Edad Media, me desconcertaba su falta de claridad y de poder centralizado, de un rey, una capital y una institucion. En vez de eso, solamente habia regiones --Mercia, Wessex--con nombres de resonancias femeninas, sumidas en incesantes batallas que se saldaban con pequenas y arduas perdidas y ganancias desprovistas de una fuerza motriz unificadora que, si me hubiera parado a pensarlo, podria haber identificado como Nuestra profesora de historia, la senora Lewis, era una mujer de envergadura y gracia, una especie de elefante-bailarina en quien los principios del volumen y la feminidad libraban una guerra sin cuartel. La Alta Edad Media era su especialidad: habia estudiado en Oxford y ahora daba clases en un mediocre colegio catolico para ninas, embutida en trajes de color beige hechos a medida --con zapatos de tacon a juego-- de los que daba la sensacion de que su imponente forma rosa podia surgir cualquier dia por sorpresa, como emerge una estatua de una sabana polvorienta. La otra cosa que sabiamos de ella, por su apellido, es que estaba casada. Pero no teniamos la menor idea de como relacionar estos dos aspectos diferentes de la senora Lewis. Daba mucha importancia a Offa de Mercia, en cuya vision de una Inglaterra unificada se detectaba la primera ofensiva de ambicion masculina, y cuya obra de ingenieria monumental, la muralla de Offa, nos sigue recordando que la division tambien es un aspecto de la unificacion, que un modo de definir lo que somos consiste en definir lo que no somos. Y lo cierto es que los historiadores nunca se han puesto de acuerdo en si la muralla se construyo para defenderse de los galeses o solo para delimitar la frontera. La senora Lewis tenia una actitud ambivalente sobre el poder de Offa: ese era el camino de la civilizacion, sin duda, pero a costa de una perdida de diversidad, del florecimiento sosegado que sigue su curso cuando las cosas no se construyen artificialmente y los objetivos no se fuerzan. A la senora Lewis le entusiasmaba el mundo primitivo de los sajones, donde los conceptos del poder aun no se habian reformulado; y, en cierto modo, la Edad Oscura era una version de <>, eran los trozos rotos del plato mas grande de todos los tiempos: el Imperio Romano. Unos lo llamaban oscuridad, los despojos de esa unidad megalomana dispuesta a conquistarlo todo, pero la senora Lewis, no. A ella le gustaba, le gustaban las ruinas abandonadas, le gustaban los monasterios donde se cultiva en silencio la creatividad, le gustaban los misticos y los visionarios, los primeros textos religiosos, le gustaban las mujeres que iban ganando importancia a lo largo de esos siglos amorfos y embrionarios, le gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de justicia y de creencias, a falta de esa gran civilizacion administradora. La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad civilizada y atormentada por el impulso de destruccion. Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Las vivo una a una. Me las trago como la comida de los hospitales. Asi es como subsisto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi misma. Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la gustaban los cimientos --lo personal-- sobre los que ahora teniamos que dirimir las cuestiones de La cuestion era que esa oscuridad --llamenla como quieran--, esa oscuridad y esa desorganizacion no eran simple negacion o ausencia. Eran al mismo tiempo rastrojo y preludio. Los rastrojos son los tallos de la mies que quedan en la tierra despues de la siega, despojos sobre los que se siembra la nueva cosecha despues de la recoleccion. La civilizacion, el orden, el significado, las creencias no eran cumbres soleadas que pudieran conquistarse con una escalada constante. Se construian y caian, se reconstruian y volvian a caer, o se destruian. La oscuridad y la desorganizacion posteriores tenian su propia existencia, su propia integridad; estaban indisolublemente ligadas a la civilizacion, como lo esta el sueno a la actividad. En la vida compartimentada reside la posibilidad de unidad, lo mismo que la unidad lleva implicita la posibilidad de atomizacion. En opinion de la senora Lewis, mejor vivir una vida compartimentada y desorganizada, mejor sentir la oscura agitacion de la creatividad, que instalarse en una unidad Por la manana llevo a mis hijas al colegio y por la tarde vuelvo a recogerlas. Ordeno sus habitaciones, lavo la ropa y cocino. Pasamos la tarde casi siempre solas: las ayudo a hacer los deberes, les doy la cena y las acuesto. Cada pocos dias se van con su padre, y entonces la casa se queda vacia. Al principio me costaba sobrellevar esos intervalos. Ahora me parece ver en ellos cierta neutralidad, algo firme aunque vacio, algo ligeramente acusador a pesar de la vacuidad. Es como si estas horas solitarias, en las que por primera vez en muchos anos no se espera ni se necesita nada de mi, fueran mi botin de guerra, lo que he recibido a cambio de todo este conflicto. Y tu te llamas feminista, me decia mi marido, con rabia, en las semanas de amargura brutal que siguieron a nuestra separacion. Creia que era el quien habia desempenado el papel de la mujer en nuestro matrimonio, y al parecer esperaba que yo lo defendiera de mi misma, del macho opresor. Creia que hacer la compra, cocinar y recoger a las ninas en el colegio eran tareas femeninas. Yo, en cambio, cuando mas asexuada me sentia era cuando hacia esas cosas. A mi mi madre no me parecia un modelo por su forma de cumplir con sus obligaciones maternales: al contrario, me parecia que esas tareas amenazaban su feminidad en lugar de subrayarla. Por aquel entonces viviamos en un pueblo de las llanuras de Suffolk; mi madre pasaba mucho tiempo hablando por telefono. Me hipnotizaba su tono de voz, como si hablara consigo misma. Sus frases me sonaban preparadas, su risa, ligeramente artificial. Sospechaba que impostaba la voz, como una actriz. ?Quien era la mujer que hablaba por telefono? Mi madre era alguien a quien yo solo conocia de puertas adentro; compartia su punto de vista, me parecia vivir envuelta en su aburrimiento, su placer o su irritacion. Vivia dentro de su personaje, perdida. ?Como podia saber quien era mi madre? ?Como podia verla? Su atencion era como la mirada de un ojo interior que nunca se fijaba en mi directamente, que extraia su conocimiento de mi intimo conocimiento de mi Solo cuando la veia relacionandose con otras personas era capaz de mirarla objetivamente. A veces, mi madre invitaba a una amiga a comer y entonces, de pronto, ahi estaba la cara mi madre. De repente podia verla, podia compararla con su amiga y encontrarla mejor o peor, podia ver si la aceptaban, la envidiaban o la provocaban, saber cuales eran sus costumbres personales y su humor, distintos de los de su amiga. En esos momentos, su personaje, mi morada, me resultaba inaccesible; estaba oscuro, como una casa vacia. Si llamaba a esa puerta, me despachaban secamente, a veces de malos modos. Parecia como si alguien hubiera empaquetado y se hubiera llevado ese cuerpo, normalmente tan amplio, tan naturalmente ubicuo. Y, entonces, mi madre tambien se quedaba fuera, aislada, liberada temporalmente de la obligacion de ser quien era. En vez de eso, actuaba; era pura ficcion, bien o mal contada. Sus amigas, en general, tambien eran madres, mujeres con una geografia reconocible para mi: la sensacion de enigma oculto debajo de las mascaras del maquillaje y la conversacion, como el campo abierto que se extiende alrededor de una ciudad. Era imposible entrar en esos campos, aunque sabias que estaban ahi. Mi madre tenia una amiga, Sally, que no era como las demas. Entonces yo no entendia por que, pero ahora lo entiendo: Sally no tenia hijos. Era una mujer grande e ingeniosa, aunque tenia una cara triste. Se podia pasear por la tristeza de esa boca y esos ojos: estaba abierta a todo el mundo. Sally vino un dia que mi madre habia hecho un bizcocho de chocolate y quiso darle la receta. Sally dijo: <>. Yo no sabia que una mujer pudiera comerse un bizcocho entero. Me parecia una proeza, como el levantamiento de peso. Pero vi que a mi madre no le habia gustado la respuesta. Por alguna razon incomprensible, Sally habia estropeado el juego. Sin darse cuenta, habia abierto una grieta en la muralla de la feminidad y me habia dejado ver lo que habia al otro lado. De determinados acontecimientos de la vida no es posible tener un conocimiento previo: de la guerra, por ejemplo. El soldado que va a la guerra por primera vez no sabe como va a responder al enfrentarse con un enemigo armado. No conoce esa parte de si mismo. ?Es un asesino o un cobarde? Cuando llegue la hora respondera, pero no sabe de antemano cual sera su respuesta. Mi marido dijo que queria la mitad de todo, incluidas las ninas. Dije que no. ?Que quieres decir con eso?, pregunto. Esto fue por telefono. Yo estaba mirando el jardin por la ventana, un rectangulo entre otros rectangulos urbanos, con gatos merodeando por los limites. Nuestro jardin estaba abandonado ultimamente. Las malas hierbas ahogaban los arriates. El cesped habia crecido mucho, como el pelo. Pero, por mas que creciera el desorden, la cuadricula nunca se alteraria: los demas rectangulos conservarian su forma de todos modos. No puedes dividir a las personas por la mitad, dije. Tienen que pasar la mitad del tiempo conmigo, contesto. Son mis hijas, insisti. Son mias.

  • Pepita de Pablo Carbonell

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    A la sombra de un castillo templario, a traves de los tuneles de una excavacion minera, de una cueva maravillosa y recorriendo las amplias dehesas donde se cria el cerdo iberico, un hombre con el agua al
    cuello, junto a su hijo, intentaran crear una fiebre del oro para atraer huespedes a su pension.
    Pepita, la primera novela en solitario de Pablo Carbonell, propone un viaje entre el humor surrealista y la dignidad humana.

  • El viaje de Irina de Fernando Dominguez Lopez

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    Ano 1974. Irina Kuznetsova es la secretaria del embajador sovietico en Copenhague. Detras de su aparente vida gris esconde la firme intencion de cambiar el rumbo de la decadente Union Sovietica. Los planes para conseguirlo le exigiran recorrer miles de kilometros hasta el lejano Vladivostok. Quedan pocos dias para que alli se celebre la cumbre de reduccion de armamento nuclear entre los presidentes de las dos potencias mundiales.

  • Asesinato Cronologico de Ainhoa Aragones Vazquez

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    !Tok, tok! --Pase. --Senor, quisiera que viera estos informes. En ellos revelan con seguridad, de que se trata de un asesino en serie. --Pero bueno, ?es posible que siga con esa tonteria? Ya le he dicho, que son casos aislados y no tienen relacion unos con otros. Ocupese de casos reales y no pierda el tiempo con esto. --No lo hago, ya que lo investigo en mi tiempo libre. --Pues que vida mas insulsa tiene si la dedica a tonterias. --Podria dedicarle a mi vida privada mas tiempo, si aqui hariamos las cosas como se tienen que hacer. --A usted lo que le molesta, es que no le dieran mi puesto. --Esta muy equivocado, ya que me lo ofrecieron hace dos anos antes que a usted y lo rechace. --Pues ahora a apechugar con lo que hay. Las ordenes, las doy yo. --Se esta cargando la comisaria. No se da cuenta de nada. Es un majadero. --Queda suspendido, hasta que me de la gana. --De eso nada. Dimito. Y dando un portazo, se dirigio a su mesa y comenzo a recoger sus cosas. Los companeros al verle le preguntaron que sucedia. --Estoy harto de que nos de ordenes un incompetente. Nosotros resolvemos los casos siguiendo nuestro instinto, ya que el carece de ello. !Encima, se lleva el merito! --Pero, ?a donde vas? No puedes irte. El ano pasado se fue Anderson. ?Y ahora que? ?Te vas tu? No vamos a quedar nadie. --Pues a ver si de este modo, los de altos cargos se dan cuenta de la equivocacion que cometieron al nombrarle jefe. --!Eh, Amanda! ?Has colocado las camisas en la estanteria y has hecho el inventario de los fulares? --Si y si. Mandona. ?Algo mas desea su Majestad? --Nada mas subordinada, puedes seguir con tus quehaceres. --Muchas gracias. Ja, ja, ja !Oye! ?Que tal van los estudios de tu hija? ?Aprobo con la nota que necesitaba para entrar? --Si. Con un nueve y medio. Se exige demasiado a si misma. --Bueno, en su justa medida esta bien. --Tu lo has dicho, en su justa medida, pero ella quiere ser la mejor para llegar a conseguir sus objetivos. --!Madre mia! ?Ha querido ser siempre criminologa? Va a tener que estudiar mucho. --Siempre lo ha tenido muy claro, desde pequena. --Pues nada, a ver que tal resulta. Dale recuerdos de mi parte. Hara como un ano que no la he visto. --Se lo dire. --En fin, voy a atender a ese cliente, a ver que necesita !Disculpe caballero! ?Puedo ayudarle en algo? El hombre se dio media vuelta, se miraron fijamente unos segundos y dijo: --Te necesito. Y se fue sin mediar ninguna palabra mas. --?Que queria? --Nada. Se habia equivocado de seccion. Oye, me voy a merendar. --Vale ve, que te lo has merecido. --Eres muy graciosilla. Hasta luego. Amanda se dirigio a la oficina de la Jefa de Personal. Llamo y entro. --Disculpe, pero tengo que coger una excedencia por motivos personales. --?Es muy grave? --No se hasta que grado lo es. Pero, no tiene buena pinta. En cuanto salio de la oficina, se cambio de ropa, se recogio el pelo con una coleta e hizo una llamada telefonica. --Hola, buenos dias. ?Podria ponerme con el Capitan Peterson, por favor? --Lo siento, pero ya no trabaja aqui. Se jubilo hace dos anos. Puede hablar con el que le sustituye... el Capitan Carter. --No gracias. No es importante. Adios. --<>. Y dando un volantazo se dirigio hacia su casa. Recogio algo de ropa y se fue al aeropuerto. Varias horas despues, cuando llego, se monto en un taxi. Al llegar a su destino, toco a la puerta y salio un senor con aspecto cansado, aparentaba ser mas mayor de lo que ya era. --!Amanda! ?Que haces aqui? --Bill, ?que demonios esta pasando? ?No dijiste que nunca dejarias el trabajo? --Las cosas han cambiado y mucho. Practicamente me obligaron a jubilarme. Ahora, todo se rige por politica. Pero, pasa por favor. ?Quieres tomar algo? --No gracias. Algo esta pasando, Florian vino a verme al trabajo. --Pues si ha ido a verte despues de dos anos sin veros, algo muy gordo tiene que haber pasado. ?Sigues con tus anos sabaticos? ?Que es de tu vida? --Pues trabajo en una boutique. !No pongas esa cara! Queria cambiar radicalmente de trabajo y de ciudad. Y asi lo hice. --Lo puedes jurar. ?Cual va a ser tu siguiente paso? --Pues investigar. Ire a la comisaria y me incorporare. --Tenme al corriente. --Como siempre, Capitan. Dicho y hecho. Lo primero que hizo fue ir a un hotel para registrarse y despues, se dirigio hacia la comisaria. Mientras iba de camino, le venia a la memoria los anos atras cuando estuvo alli. Fueron buenos tiempos. Al llegar, echo un vistazo a la estancia y estaba todo igual como lo recordaba, incluso el olor a cafe recien hecho pero, percibio que las cosas habian cambiado. Le dejaron entrar para poder hablar con el Capitan Carter, que la esperaba despues de que ella pasara por la oficina de contratacion y darse de alta. --?Mandi? ?Eres tu? --Si Alfred, tampoco he cambiado mucho. Un par de kilos me acompanan pero no es para tanto. --?Que par de kilos ni que nada? Estas estupenda. Ven y dame un par de besos. --?Que tal estais? --Lo llevamos. !Que alegria me das! ?Que miras? No busques que no encontraras a tu companero. Dimitio. --?Que hizo que? Me lo cargo. ?Tim y Teresa? --Tim pidio el traslado hace un ano, y Teresa, seis meses despues de irte tu. Ademas, tenemos un Capitan... --Si, ya he oido hablar de el. ?Por que dimitio? --Incompatibilidades. En unos dias me entenderas perfectamente. De repente, alguien le dio una palmadita en el trasero. Se volvio sin dar credito a lo sucedido. --Mira tio, conservas la mano porque no se me ha ocurrido pensar que hubiera alguien tan estupido para hacer lo que tu has hecho. Espero que hayas disfrutado, ya que no habra una segunda vez. --?Me desafias? --Es una advertencia. En ese momento el Capitan la llamo. Entro y a los diez minutos, salio. --?Que tal Mandi? --Pues ya ves. Me ha dado la bienvenida y todos estos informes pendientes. Pero no me importa, me gusta hacerlo, ya lo sabes. Tengo mucha paciencia. --Te va a hacer falta. Pasados unos dias... --Siento que este con tanto papeleo, mientras sus companeros entran en accion dia tras dia. --!Uy! No se preocupe Capitan. Tengo el titulo de administrativa y estoy como pez en el agua. Ademas, asi puedo observar como funciona esta nueva comisaria que desconozco. --Pues si hubiera sabido que le gusta el papeleo, desde el primer dia le habria puesto entonces a investigar. --?Disculpe? --Para empezar, esta noche voy a enviarle a una mision. --?De que se trata? --Se van a reunir con unos tipos a los que tienen que convencer de que los contrate a usted y a su acompanante, para hacer un trabajo. Tienen que venderse bien, decirles por ejemplo, que son los mejores para hacerlo. Ellos les diran que hacer. --?Con quien voy? ?Cual es mi papel? --Ira con el agente Rodolfo. Es bueno. Dejelo hablar a el. No tiene que hacer nada, solo aparentar ser su pareja. !Ah!, y vaya sexy. En dos horas aqui. --?Sexy? ?Rodolfo el pulpo? Vamos hombre, no me fastidie. ?Sabe usted que estamos en el S. XXI? Creo que es algo misogino. --?Misog... que? --Busquelo en el diccionario. !Ah perdon!, que no sabra hacerlo... busquelo en el Google. A las dos horas... --?En serio? ?No podrias haberte puesto algo mas sexy? --?No crees que esta sexy? A ver, que lleva unos vaqueros cenidos, una cazadora negra, camiseta blanca, botas negras, el pelo suelto y ondulado... !Uauuu! --Gracias Alfred, eres un cielo. Lo que sucede, es que a Rodolfo le hubiera gustado una mini falda con medias de rejilla, ?verdad? Aprovecho para decirte que no te pases. Las manos quietecitas, el culo esta prohibido, mano a la cintura solamente... --Hare lo que me plazca. --Pues atente a las consecuencias. --Ala venga, que nos esperan. Se fueron a un poligono a las afueras de la ciudad. Salieron del coche y se dirigieron hacia una farola que desprendia una luz tenue. --Chsss esa manita tuya que no se vaya mas hacia abajo. Se pararon y Rodolfo se puso detras de ella. La cogio de la cintura y comenzo a lamerle el cuello mientras ella intentaba que hubiera algo de espacio entre los dos. --?Interrumpimos? Aparecieron dos sombras de la nada. --No, no, es que mi chica y yo queremos... pero bueno... ?Que tenemos que hacer? Los negocios antes que el placer. --?Quieres estarte quieto? --Creo que ya estaremos en otra ocasion, no sois como esperabamos. Queremos especialistas y no un sobon con su...querida. --!Esperen! No soy su querida. Yo soy la que buscan. --?Que dices carino? --le dijo mientras intentaba retorcerle el brazo hacia atras. Le dio un pisoton, el se inclino hacia delante, le solto el brazo y con el otro le propino un golpe en la nariz que le empezo a salir sangre a borbotones. --?Que significa esto? --dijeron los desconocidos. --Esto significa, que este tio es un "supuesto actor" muy malo. No me sirves. Lo contrate para que se hiciera pasar por mi pareja y socio, pero como han visto, es solo un sobon. --?Y por que hizo eso? --Porque mi pareja tiene un negocio y esto lo hacemos por hobby. Se suponia que era venir aqui, aceptar por si nos interesaba e irnos y asi, no hacia falta que viniera. Contrate a... este para que se hiciera pasar por el pero no ha sido capaz de hacerlo. Dejenlo que se vaya. --!No! Vamos a ir los cuatro a ver a su amigo. Entraron en el coche. Ella de copiloto y su "companero" atras con el otro individuo. Les dirigio a una discoteca muy concurrida llamada "Infierno". --No nos van a dejar pasar. Solo dejan a personas selectivas. Se dice del dueno que es un tipo extrano. ?Esta dentro su pareja? --Eso espero. Es el dueno de la discoteca. El de seguridad les dejo entrar al verla a ella. El recinto era muy amplio. En cuanto entrabas, hallabas una pista grande para bailar, varias barras para consumir bebidas y los banos. Subiendo las escaleras de caracol, habia otra pista algo mas pequena, otras dos barras y varias mesas para poder conversar. Todo estaba oscuro, solo se iluminaba por varias luces de colores intermitentes. El unico sitio en el que las luces eran estaticas, era al fondo de las pistas. Alli habia un sillon en forma de media luna en el que se podria sentar al menos diez personas y solo se hallaba un hombre, que a cada lado de el habia una chica. Amanda se dirigio con paso firme y decidido hacia donde el estaba. Se le planto delante y este la miro fijamente. Chasqueo los dedos y las chicas se fueron yendo. El se levanto sin dejar de mirarla. Ella le susurro: --Besame, por favor. Estoy infiltrada. El le cogio del cuello con las dos manos y la beso. Fue profundo y tierno. --No tienes porque pedirmelo. Ella se sento con el a su lado. --?Quienes son ustedes? --Pues estos hombres querian contratarnos. No quise molestarte y pacte con este individuo para que se hiciera pasar por ti, pero ha suspendido.

  • Toda la verdad de mis mentiras de Elisabet Benavent

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    ?Puede mantenerse una amistad a pesar de las mentiras?

  • Los hombres de Texas no hablan de amor de Olivia Ardey

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    Jasper Blanchard acepto de mala gana el encargo de pasear a un estudiante por los alrededores del rancho. Boquiabierto, vio como llegaba a la terminal del aeropuerto una rubia de largas piernas. Sam,
    el joven empollon que esperaba, resulto ser Samantha. La prioridad de Samantha Larson era recabar datos para su investigacion academica, pero lejos de casa no iba a desaprovechar la ocasion de disfrutar al limite de aquellas vacaciones. Sin embargo, las apariencias enganan. Ni Jasper es inmune al amor, ni Sam es tan ingenua como para arriesgar su futuro por el vaquero con la mirada mas sexy de Texas.

  • El Casanova (Los hermanos Walker 3) de Amanda Adams

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    Erase una vez cuando Mitchell Walker se enamoro… y confio en la mujer equivocada. Ese error casi le cuesta su futuro y juro nunca confiar en otra mujer. Ahora es un cirujano joven y exitoso. Las mujeres se lanzan a sus pies y el les da lo que quieren, siempre y cuando no le pidan su corazon. La estrategia le funciona bien hasta que conoce a la reportera independiente Jessica Finley. Ella es inteligente, lo hace reir y ve a traves de su personalidad de casanova.

  • Seis anos que cambiaron el mundo de Helene Carrere D Encausse

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    La primera gran obra de corte historico sobre la caida de la Union Sovietica, una cronica tejida de guerras, catastrofes nucleares, luchas de poder e intereses economicos.

  • Lead (Stage Dive 3) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

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    Como el cantante principal de Stage Dive, Jimmy esta acostumbrado a tener lo que sea que quiere, cuando quiere, ya sea bebida, drogas o mujeres. Sin embargo, cuando un desastre de Relaciones Publicas sirve como una llamada de atencion sobre su vida y lo manda a rehabilitacion, se encuentra con Lena, su nueva asistente para mantenerlo fuera de problemas.

Lena no esta dispuesta a tomar ni una mierda del sexy roquero y esta determinada a mantener su relacion completamente profesional, a pesar de la sofocante quimica. Pero cuando Jimmy la empuja demasiado lejos y Lena se va, se da cuenta que puede que haya perdido la mejor cosa que le ha pasado en su vida

  • Las manos de los maestros de J. M. Coetzee

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    Primer volumen de una magistral recopilacion de los ensayos mas brillantes del Premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee, algunos de ellos ineditos, en torno a los escritores esenciales de la literatura universal.

  • Rendirse no es una opcion de Ramon Arroyo Prieto

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    Cuando me diagnosticaron esclerosis multiple, un medico me aseguro que en poco tiempo no podria caminar ni 200 metros. Unos anos despues, participaba en mi primera Ironman, la prueba mas exigente del triatlon

  • El Sacrificio Imposible (Los Aramitianos 1) de Kerr-ann Dempster

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    Siglos atras, la rivalidad entre hermanos destruyo Aramith. Como castigo, los perdedores fueron despojados de su Inmortalidad y condenados a vivir en la Tierra, consumidos en la vejez y enfermedades. Pero aun hay esperanza.

  • Angel en una libreria de Rj Scott

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    D C AP I T U L O U NO Michael: No recuerdo a menudo en detalle cada vez que soy parte de una familia. Recuerdo los grandes eventos: las guerras, los nacimientos, las bodas y las muertes. Por eso estoy aqui, despues de todo, y escribo todo lo mas fielmente que puedo. Aun asi, el tiempo avanza muy rapido y estoy feliz de dejarlo pasar. Hasta que encuentre al hombre que me hara decidir que el tiempo debe pasar mas lento, para poder quedarme. Un dia conocere a la persona que me hara sentir. El sera fuerte, seguro y perfecto para mi, y querre ascender para ser humano solo para estar con el. Y, si, se que es un el. Siempre lo he sabido urante mucho tiempo, Joshua Blakeman permanecio inmovil en la calle fuera de la tienda. La gente caminaba a su alrededor, algunos chasqueaban sus lenguas, otros pasaban rozandole como si pudiera ser empujado y quitado de en medio. Nadie se detuvo y le pregunto si estaba bien. El nunca espero que lo hicieran. Era un hombre extrano envuelto en un abrigo de invierno con un gorro que le cubria la cabeza y una bufanda que le ocultaba la boca, y estaba bloqueando su camino al trabajo. Detras de el, el autobus numero quince se detuvo con dificultad, y algunas de las personas que lo habian empujado ahora luchaban por conseguir un sitio en el. Josh no escucho ninguna maldicion o discusion; todos encontraron un lugar en silencio. El sabia como era eso. Durante los ultimos siete anos, habia usado su bolsa de mensajero e inflado su metro setenta y ocho para intimidar y conseguir a su manera un espacio de pie en los trenes del metro. Se habia vuelto tan bueno en eso que con el uso juicioso de su voluminosa bolsa, podia ir de Baker Street a St. Paul en menos de quince minutos. Pero eso fue ayer. Eso fue un monton de ayeres antes. Mucho antes de su crisis. Mucho antes de que todo se fuera a la mierda y terminara aqui de pie y mirando. Esta era su vida ahora, esta pequena rata que corre entre el metro y el autobus en St. Paul. Nadie sabia que estaba alli, o al menos nadie se detuvo. No habia Starbucks, ni Costa, ni vendedores de periodicos, ni historia de ningun famoso que viviera en la plaza. No habia absolutamente ninguna razon para que un viajero se tomara un momento para ver que habia en los jardines de Horus. Los turistas a veces vagabundeaban por este lugar, esta pequena plaza silenciosa, y a veces, muy raramente, se quedaban. Habia cesped en alguna zona para sentarse en paz antes de la siguiente etapa del dia. Podrian ir al Palacio de Buckingham o a la Torre de Londres, podrian tener entradas para el London Eye o un crucero por el Tamesis. Todos tenian un proposito, y todo lo que dejaban aqui en la plaza era basura. --Joder, --alguien maldijo en la cara de Josh mientras se lanzaba sobre el. No agrego nada, simplemente se alejo, dejando a Josh con el aroma del ajo de la noche anterior y el desodorante y la locion para despues del afeitado de esta manana. Josh se pregunto lo cerca que esa persona estaria de una crisis nerviosa. ?Estaba a semanas de distancia, o solo habia vendido su alma al comercio y todavia estaba fresco como un recien nacido? --Lo siento, --dijo, a pesar de que la persona se habia ido hace mucho tiempo. Pero no se movio. Se limito a mirar fijamente el letrero que tenia delante, las grandes letras CERRADO pintadas en escarlata sobre un tablero que cubria la puerta, y los remolinos blancos que empanaban las ventanas. Alli estaba todo lo que Josh no queria, y todo lo que necesitaba. --Jesucristo, --espeto una mujer mientras se desviaba para evitarle--. Malditos inmigrantes. --Dejo el aroma de Chanel y el insulto era nuevo. Se echo una ojeada a si mismo. Vestia un abrigo de Marks and Spencer, vaqueros Levis y botas de cuero, y el panuelo envuelto alrededor de su cabeza era de cachemir, el mejor diseno de John Lewis. Aun asi, el estaba parado aqui como un idiota, y eso significaba que era etiquetado instantaneamente como cualquier tipo de molestia que la gente pudiera imaginar. --Lo siento, --dijo otro hombre mientras atrapaba la rodilla de Josh con su maletin. El hombre claramente no estaba arrepentido. Josh conocia bien ese tono de voz desdenoso e irritable. El mismo lo habia usado lo suficiente. Finalmente se acerco, solo un pequeno movimiento, las llaves un gran peso en su bolsillo. Luego otro paso. Por algun milagro, nadie mas choco con el, hasta que finalmente llego a la entrada de Capitulo Uno y la puerta empotrada. Al menos en este area protegida, el hielo no se colaba a traves de la lana de su abrigo. Aqui habia silencio y no estaba en medio del camino de todos. Saco las llaves de su bolsillo y las barajo para encontrar la que estaba marcada con FRONTAL. Los pulcros capiteles en la letra de su padre le causaron un escalofrio en el corazon que no fue del todo debido a los vientos de finales de octubre. Torpe al principio le dio vueltas y consiguio meter la llave en la cerradura y abrir la puerta. El tintineo de una campana de plata anuncio su llegada, y tuvo que empujar con fuerza para mover una acumulacion de correo basura y cartas a un lado. Algunas de ellas parecian oficiales, pero ya habia ordenado las facturas online y por telefono. Todos los que trataban con la libreria tenian una direccion de contacto de la casa de Josh y su madre. El podria preocuparse por el correo mas tarde. La oleada de olores lo golpeo, la ranciedad de un interior que no habia visto la luz del dia en casi un ano y el olor de los libros que se encontraban justo como en el dia que su padre los habia dejado. El gran espacio estaba lleno de estanterias, pero carecia de lo que le habia dado proposito y vida: su padre, Andrew Blakeman. El dolor apunalo a Josh con fuerza, y se quedo quieto cuando el peso lo empujo hacia abajo. Al menos esta vez no era un obstaculo en el camino mientras se quedo absolutamente inmovil. La ultima vez que habia estado alli, su padre estaba detras del mostrador con sus gafas de montura oscura y sus guantes blancos, trabajando en una nueva adquisicion, reparando una encuadernacion para que el libro pudiera ser vendido. Los dedos de Josh se crisparon ante la idea. Habia sido aprendiz de su padre durante algunos anos, hasta que el atractivo de los ordenadores lo arrastro lejos. Conocia el cuero, los paneles y las planchas, y podia moverse con sutileza a traves de una discusion sobre recubrimientos en oro si no lo presionaban demasiado con preguntas. Habia una caja frente al mostrador, con lo que parecian libros de segunda mano, una copia de Marley & Yo asomando por la parte superior. Su padre siempre tenia personas que le dejaban cajas de libros, y Josh nunca habia entendido por que su padre no les habia dicho que llevaran las cajas a una tienda de caridad. Porque cualquier libro es precioso y nunca sabes que gema o herencia familiar puedes encontrar con los Grishams y los Kings. Diez meses desde que su padre habia muerto y aun las palabras estaban grabadas en su memoria como si fuera ayer. Su telefono sono en su bolsillo, y se quito los guantes y lo saco. Se habia prometido a si mismo que no seguiria revisando ese maldito telefono, pero incluso despues de este periodo de tiempo, aun no habia perdido el condicionamiento de responder. La sola palabra, Mama, en la pantalla, le tenia casi guardando el maldito telefono de nuevo, pero no podia hacer eso. Ella querria saber. --Hola mama. --Joshua, carino, ?has llegado ahi bien? A Josh no le gustaba recordarle a su madre que habia logrado llegar a la ciudad de forma segura durante siete agotadores anos y que ella no se habia preocupado entonces. Eso le habria valido uno de esos suspiros patentados de paciencia de mama y un comentario sobre como las cosas habian cambiado ahora. Esa era una lata de gusanos que no queria volver a destapar hoy. --Acabo de entrar. --?Como se ve todo? ?Esta bien? Josh se miro a si mismo. Nada se habia movido desde el dia en que su padre murio. Solo el y su madre tenian llaves, y nadie mas habia estado dentro. Incluso los cuadernos estaban abiertos en el escritorio para los pedidos, y una pequena pila de periodicos locales hablaba sobre el diciembre mas lluvioso desde que comenzaron los registros. Diez meses, casi once, y el lugar seguia siendo el mismo. --Esta bien, --resumio--. Polvoriento. --Gracias por hacer esto, --dijo mama--. Se que he estado alli para ocuparme de la calefaccion, pero no podia tocar los libros, sus libros, simplemente… todavia no. --Esta bien, mama. Revisare las tuberias, ordenare la publicacion y me abrire paso por la lista. --Y Josh, no olvides que Phil pidio una segunda llave. Si se vende Capitulo Uno, tendra que dejar entrar a los agentes y posibles compradores. Josh se trago su respuesta instintiva. De ninguna manera en el infierno iba a hablar con Phil o darle la llave de este lugar. El tio Phil, el hermano de su padre, habia mostrado un interes desmedido en esta pequena propiedad recientemente, bajo el pretexto de apoyar a su cunada. Dijo que solo queria ayudar, pero Josh tuvo un mal presentimiento cuando Phil estuvo rondando. El padre de Josh habia dejado este lugar a su esposa, y Josh seria el que vendiera la libreria y el inventario, haciendo una nueva vida para su madre. No el tio Avaricioso Phil. Pero en el momento en que su madre dijo que queria vender, Phil le habia exigido que recibiera la ayuda adecuada. Josh hara esto por mi. Sera bueno para todos nosotros. Ahora no era el momento de discutir con su madre. --Esta bien, --dijo en cambio. --Espero que esto no sea demasiado para ti, --dijo. Las palabras fueron suaves, y Josh se pregunto si ella incluso habia tenido la intencion de decirlas en voz alta. --Mama, estoy bien. Te llamare, ?de acuerdo? --Termino la llamada rapidamente y coloco su telefono sobre el mostrador. La tienda estaba oscura debido a la madera clavada en los marcos de las ventanas, y mantener la puerta abierta para tener luz no iba a funcionar con este frio. Pulso un interruptor y las luces del techo se encendieron. Las facturas aun se pagaban con la electricidad minima, las tarifas comerciales y el agua. La lista era interminable, especialmente para un negocio que estaba inactivo y no tenia un ingreso equilibrado. El frio del exterior se precipito sobre el en una rafaga de viento de octubre y cerro la puerta. Finalmente, cuando hubo encendido la calefaccion, pudo quitarse el abrigo y el sombrero, y luego ir en busca de una tetera. La calefaccion se habia mantenido baja durante todo el ano, con su madre apareciendo de vez en cuando para comprobar que todo estaba bien. Incluso ahora se preguntaba por que ella no estaba alli organizando el inventario. Pero ella parecia pensar que deberia ser el, dijo que podia usar el tiempo para considerar lo que haria a continuacion. ?Y que diablos iba a ser lo siguiente que iba a hacer de todos modos? Nunca mas volveria a trabajar para una institucion financiera, y la idea de ser uno de esos tipos de IT por cuenta propia le lleno de pavor. Enfocate. No tenia leche, pero el cafe negro era una posibilidad si habia algo aqui. Su padre habia mantenido una pequena cocina y habia ofrecido a los buscadores en la libreria una seleccion de cafe, aunque fuese instantaneo, o te. La pequena nevera estaba vacia, afortunadamente. Josh tenia pesadillas al pensar en lo que en todo este tiempo le habria pasado a cualquier comida o bebida que quedara alli. Habia bolsitas de cafe, y permitio que el viejo grifo vertiera agua en el fregadero hasta que la corriente se asento antes de llenar la tetera. Con un cafe negro que lo calentaba desde adentro, fue mas capaz de catalogar coherentemente su entorno. El lugar no estaba humedo, lo cual era bueno. Habia existencias alli que podrian ser rescatadas y vendidas. No obtendrian mucho por eso, y muchos de los libros irian a obras de caridad, pero tal vez podrian recuperar lo suficiente como para cubrir la calefaccion que se necesitaria para ver este lugar durante otro invierno. El letrero de fuera de la libreria de segunda mano yacia en el suelo, apoyado entre las pequenas muestras de publicaciones periodicas de su padre y narrativa romantica, y Josh se agacho para inspeccionarlo. ‘Capitulo Uno’ se leia en escritura cursiva antigua. Era un nombre genial para una libreria, incluso Josh tuvo que admitirlo. El letrero estaba oxidado y era mas que probable que solo fuera apto para la basura. El rastreo la metalica C y movio el cartel un poco para que no presionara demasiado en ningun inventario que pudiera salvarse. Tal vez podrian obtener algo por el letrero. ?Un lugar de reciclaje o algo asi? Habia visto cosas extranas en el televisor. Alguien podria quererlo para su granero convertido o alguna otra mierda de arte que el no conocia. El cartel era tan viejo como el negocio, y eso era mas de cien anos de antiguedad. Los suelos de madera estaban sin brillo, pero puliendolos con un tinte o algo asi se verian bien de nuevo. Josh agrego eso a la lista de cosas que hacer cuando se quitaran todas las estanterias. Hablando de eso… Examino la base del sistema de estanterias mas cercano, preguntandose si el suelo habia sido colocado antes o despues de que se construyeran los estantes. Todo llegaba casi al techo, pero parecia estar encima del suelo de madera, gracias a Dios. De hecho, habia un pequeno espacio debajo de cada estante de libros y un fuerte recuerdo le golpeo.

  • Jueves de Esther Mor

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    Cada manana, el coge el tren.

  • Maravillosa redencion (Los hermanos Maddox 2), Jamie McGuire de Jamie Mcguire

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    La emocionante segunda entrega de la serie <>, que continua el exito de la trilogia <>.

  • La doble vida de Becca de Aida Cogollor

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    Rebecca Collins es una chica normal, con una vida normal y un trabajo normal.
    Pero los viernes Rebecca conduce hasta Nueva Orleans dejando la normalidad en Lafayette. Becca tiene un trabajo muy distinto en la ciudad del jazz.
    Y dentro de su compleja doble vida, ni Rebecca, ni Becca quieren enamorarse, pero es que conocer a alguien como Charlie tampoco entraba en sus planes.
    ?Bailamos?

  • Postales del joven Moss de Alexander Benalal

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    ?Como contemplar nuestro mundo si no vivieramos en el? Asi se desarrolla la atribulada vuelta al mundo de una joven y extranjera pareja en viaje de reconocimiento. A traves de su protagonista constatamos que no es serio todo lo que reluce y que nuestras culturas no resisten una mirada critica llegada del Mundo Exterior. Divertidos y mordaces devaneos en la mejor prosa de un Eduardo Mendoza, un Tom Sharpe o las mejores ocurrencias viajeras de un Bill Bryson.

  • FRANKCO HONOR de Claudia A. Perez R

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    Frankco Harper es un hombre que se ha ganado el respeto y admiracion de las personas que lo rodean en base a su firme conviccion y entrega a su trabajo, proteger al Conde Terry Grandchester como su jefe de seguridad y mano derecha.

  • No me comas el coco de Manu Ponce

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    Un buen dia te levantas y te encuentras que en el trabajo que tienes desde hace seis anos ya no te necesitan, entonces te entran los peores temores, te cuesta hasta respirar y dejan de sonar todas esas melodias que cada dia te acompanaban. Mire a mi jefe que rara vez estaba ahi, ese dia se habia encargado de aparecer para ponerme el despido sobre la mesa, el finiquito y una excusa de lo mas absurda, todo por no reconocer que mi puesto de encargada se lo iba a dar a su amante, esa chica que llevaba en la tienda un ano, que era su ojito derecho y encima no me tragaba, blanco y en botella, para mi casa de vuelta... --Seguro que pronto encontraras un lugar para trabajar... --Senor Lucas. ?Ve el pasillo de alli, al fondo? --Claro... --Pues por ahi se puede ir a la mierda usted y ella --senale a la chica con la que enganaba a su mujer. Agarre mis papeles, el cheque y sali de alli maldiciendolos. --Eres una desagradecida --murmuro mientras me alejaba. Ni me gire, simplemente le saque el dedo por encima de mi hombro y sali de alli, era lo unico que deseaba, coger aire. Un apartamento de alquiler, un coche viejo y unos pequenos ahorros de mucho tiempo que iba guardando como una hormiguita, mas el finiquito ?Que se supone que debia hacer ahora? No tenia a nadie aqui, mi familia me abandono cuando naci y fui criada por unas monjas hasta mi mayoria de edad que ellas fueron las que me buscaron este trabajo para comenzar a volar por mi misma. Luego estaba mi mejor amiga Esther, nos criamos juntas ya que ella tambien fue abandonada... Trabajo cinco anos en un restaurante, cogio todos sus ahorros y se fue a Australia de empleada en un chiringuito en una de esas playas paradisiacas. El dueno era el hermano de un amigo suyo, un catalan que termino en aquel pais con el bar y una escuela de surf. Esther tenia una de las cabanas de madera de la playa, rosa, era su rincon favorito para tirarse mil fotos y subirlas a las redes. La llame y le comente lo que me habia pasado, lo primero que me dijo: !Vente ya, es la tuya! Me daba terror irme, pero tambien quedarme, la cosa estaba mal para encontrar trabajo y el alquiler lo debia de seguir pagando sola, asi que le dije que me lo pensaria y que le diria algo en breve. Lo bueno es que alli me aseguraba que tendria trabajo. Esa noche me costo conciliar el sueno, pero me dormi convencida de que lo mejor era vender el coche, entregar la casa e irme. Por la manana me levante con otra actitud, incluso con una sonrisa de oreja a oreja, asi que cogi el toro por los cuernos, hable con el propietario que me dijo que no habia problema y que me devolveria los dos meses en fondo que deje, me fui a una compraventa de coches y negocie un precio justo. Me puse a buscar vuelos y encontre uno que salia en unos dias con escala en Bangkok, donde estaria veinticuatro horas y otro vuelo me llevaria a mi destino. Me deshice de muchas cosas personales que done a una familia, solo me iba a llevar mis objetos mas preciados, mi ropa y los complementos. Nada, no le dije nada a Esther, tenia los billetes, las maletas preparadas y unas ganas inmensas de comenzar ese viaje. La verdad es que me iba a lucir, de no haberme subido en un avion en mi vida, ahora me iba a comer trece horas hasta Tailandia y diez hasta Sidney... Estuve los nervios hasta que llego el dia, por fin estaba sentada en ese avion que me llevaria directa al continente asiatico. A mi lado iba un hombre con el que entable rapidamente conversacion y me conto que iba de viaje de negocios. Se llamaba Ricardo, me recordaba a los hermanos Matamoros, frecuentes de los programas de television, asi todo rapado, con un buen fisico y con talante de tipo duro, pero resultaba que era un encanto, ademas necesitaba mantener la mente distraida mientras... --Me cago toda --murmure en alto cuando el avion comenzo a ascender y mi barriga noto un revuelo de esos que te dejan sin saber que decir o hacer. --Tranquila, es uno de lo medios mas seguros del mundo --sonrio y le dio dos toques a mi mano con afectividad, esa que tenia agarrada al reposabrazos como si lo fuera a partir. --Yo quiero que esto pare, me quiero bajar --volvi a murmurar en alto notando como hasta la tension se me venia abajo. --Bueno, creo que eso ahora mismo va a ser un tanto imposible --reia flojito intentando calmarme--. Ya mismo esto se estabiliza y veras que no notas nada. --?Cuanto queda para llegar? --pregunte intentando olvidar esas trece horas que se me harian eternas. --Un poquito, ya quedan diez minutos menos --reia. --No tendras una tableta entera de pastillas de esas para dormir, ?no? Se le escapo una carcajada y nego con la cabeza, ya sabia yo que ni aunque las tuviera me las iba a dar, en todo caso una dosis, pero no me iba a mandar directamente al suicidio. --?Te cuento un truco? --Trato, trato --bromee un tanto nerviosa. --Tomate dos copas de vino y seguramente te mandara a dormir placidamente. --?Y una botella? Puede que me haga dormir las trece horas --lo mire apretando los dientes. --No mujer, puede ser peor el remedio que la enfermedad. --No se, pero yo quiero bajarme de aqui !Si lo se no vengo! --exclame ansiosa perdida. --Ya se estabilizo, no seas exagerada --sonreia. --Yo me quedo en Bangkok, paso de coger al dia siguiente un avion para Sidney, ni de broma. Ni una vez mas !Santo Tomas! --?Y que vas a hacer en Bangkok el dia que tienes libre? --Pues no lo se, la verdad, pasarlo en la habitacion del hotel o irme a conocer un poco de la ciudad. --Si quieres te puedo hacer un recorrido rapido por lo mas importante y que te lleves la esencia del pais. --!Adjudicado! Te contrato de guia, pero te recuerdo que soy pobre, por si no lo sabias, me han despedido del trabajo y nada de ir a sitios caros --adverti riendo. --Tranquila, no tendras que pagar por nada. --No soy prostituta, por si acaso... --Le senale bromeando. --Ni se me ocurriria, podrias ser mi hija... --Mejor no, si me entero de que eres mi padre, sales por la ventanilla del avion, por abandonarme, por dejarme huerfana... --Entonces prefiero no ser tu padre --apreto los dientes. --Ya te digo... --rei un poco mas calmada al comprobar que ya el avion estaba firme, sin seguir subiendo, ya era otra cosa, pero seguia con el mojon apretado en el culo. El vuelo paso de aquella manera, entre intentos de dormir, largas charlas con ese senor que tenia una vida de lo mas interesante, pero resoplo de ver que a veces parecia que las horas no pasaban. Y por fin, a las seis de la manana, hora local de Bangkok... !Aterrizamos! Ricardo salio conmigo y me ayudo en todo, hasta cogimos un taxi que me llevo a mi hotel para descansar y luego quedo en pasar a recogerme antes de la hora del almuerzo, lo ibamos a hacer juntos, al igual que de esa manera pasariamos el dia. Me choco mucho la primera visual de aquel pais donde habia personas por todos lados. Me quede un buen rato en la ventana de la habitacion mientras tomaba un cafe que pedi que me trajeran. Me encantaba la idea de irme con Ricardo a explorar la ciudad, me habia caido genial y, sobre todo, era una persona que transmitia paz. Era como esa figura paternal que tanto habia faltado en mi vida, una persona que se notaba que le gustaba proteger, que da lo mejor de el con esa sonrisa constante que no se le borro en ningun momento de la cara. Me eche a dormir y fue el despertador quien me levanto a la una de la tarde, asi que me duche, me vesti y baje al encuentro de Ricardo. --Estas muy guapa, Carmina --dijo cogiendo mis manos y mirandome, pero sin maldad, desde el carino, se le veia de lo mas respetuoso. --Gracias, Ricardo. Tu tambien estas muy guapo. --Bueno, bueno, gracias por el cumplido --abrio la puerta de un taxi que nos esperaba para que entrara. El se sento delante y fuimos directos a las afueras de la ciudad, un poco lejos, pero decia que ibamos al corazon de lo que mas anoran conocer los millones de turistas que vienen a este pais. Y fue todo un acierto, al corazon del mercado flotante mas impresionante de Tailandia "Damnoen Saduak". Nos montamos en una barca a solas, nosotros y el chico que la iba a llevar. Comenzo a navegar por ese lugar lleno de puestos flotantes y barcas que se nos acercaban ofreciendo frutas, refrescos y cervezas. Ricardo me iba contando la historia de aquel lugar mientras no paraba de agasajarme con lo que iba pillando. Para empezar, una cerveza bien fria, luego frutas y frutos secos tipicos de alli. Me hice mil fotos para ensenarselas a Esther, iba emocionada contemplando toda la belleza de aquel lugar y lo bien que Ricardo me lo relataba todo, se notaba que tenia mucha cultura y, sobre todo, de aquel pais que comenzaba a llamar mi atencion de manera estrepitosa. De ahi nos fuimos a comer a un restaurante a pie de carretera, luego volvimos a Bangkok, directos a ver sus palacios, el Gran Buda, impresionante aquello, me tuve que tapar hasta debajo de los codos con una especie de tul de gasa que me compre antes de entrar, era una de las condiciones para visitar un lugar tan sagrado como ese. Cuando comenzo a atardecer me llevo a la joya de todos los mochileros y visitantes del mundo: Khaosan Road. El ambiente era de lo mas pintoresco, lleno de comidas callejeras, insectos fritos que vendian como si fueran caramelos y demas, hasta me atrevi a probarlos incitada por Ricardo, que los comio conmigo. Aunque me conto que lo habia hecho en numerosas ocasiones y oye, no tenia mal sabor, me daba la sensacion de estar comiendo frutos secos o pipas, estaban muy bien fritos. Me estuvo contando su vida. Se habia quedado viudo hacia un par de anos y nunca tuvo hijos, su mujer lo fue todo para el, habian estado veinte anos juntos y su perdida lo habia hecho sentir que ya no queria mas amores en la vida, solo esperaba un dia a reunirse con ella y tener una vida eterna. Hasta me hizo llorar contando su historia llena de amor, gratitud y mucho respeto por ambas partes, un matrimonio que habia sido plenamente feliz. Nos despedimos esa noche intercambiando telefonos y demas, ademas prometio que, si me quedaba a vivir en Australia, iria un dia a visitarme, cosa que le dije que ojala asi fuera. Ricardo se habia convertido en un amigo en muy poco tiempo, pero se lo habia ganado a pulso. Ese dia me habia pagado todo, no permitio que sacara ni un centimo y no escatimo en gastos, se le notaba que era generoso ademas de una increible persona.

  • Contracorriente de Patricia Alcantud Obregon

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    Que la vida no es facil... eso bien lo sabe Yurani. Ella es solo una nina. Una nina mas, una nina de tantas, una nina que, como tal, esta llena de suenos y necesidades afectivas. A sus doce anos, se vera arrastrada por un mundo demasiado injusto para ella; un mundo al que no pidio venir, pero vino. Una nina a la que la vida no le pregunta si quiere ser fuerte, sino que le obliga a serlo.

  • Todas las cosas de nuestra vida de Hwang Sok-yong

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    Jeongho tiene catorce anos y mirada felina. Lo llaman Ojos Saltones. La escasez de ingresos de su madre les obliga a ambos a trasladarse a Nanjido, la Isla de las Flores, un inmenso vertedero al oeste de Seul donde las orquideas cedieron lugar a la basura y millares de personas malviven en chabolas engarzadas a las montanas de desperdicios. Una sociedad muy jerarquizada y codificada en la que todo, desde el trabajo a la ropa y la manutencion, proviene del vertedero, y gana mas quien consigue posicionarse mejor en la recuperacion de la basura.

  • Besos con sabor a lluvia (Town Hope 1) de Mar Fernandez

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    Los ultimos meses no han sido faciles para Cloe Campbell. La muerte de su madre ha sido un duro golpe, y tras un largo curso universitario esta deseando regresar a Austin, junto a su hermano, la unica familia que le queda. Pero cuando llega a su hogar nada es como esperaba y se ve obligada a pasar el verano en Town Hope.

  • Bandidos de Eric Hobsbawm

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    Un buen dia Eric J. Hobsbawm se sintio intrigado por el hecho de que las mismas historias sobre bandidos justicieros y redistribuidores de riqueza se repetian en el mundo entero. De ahi nacio esta fascinante exploracion por la vida y el mito de unos personajes que abarcan desde Robin Hood hasta Salvatore Giuliano, pasando por Pancho Villa, por los haiduks balcanicos, los dacoits de la India, los cangaceiros brasilenos o los guerrilleros urbanos del anarquismo espanol. Su libro se habia convertido ya en un clasico de la historia social, pero en esta nueva edicion Hobsbawm no se ha limitado a actualizarlo, sino que le ha anadido nuevos materiales, ha situado el fenomeno del bandidaje en el contexto politico en que actua y ha adecuado la obra a un tiempo como el nuestro, en que los estados son cada vez menos capaces de mantener la ley y el orden. Su libro ha ganado con ello vigencia y sigue siendo, como ha dicho el Times Literary Supplement: <>.

  • Corre de Celinda Labrousse

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    El juego

  • Con las Manos en la Masa de Lexy Timms

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    !La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!