• andrea p munoz san - Andrea P. Munoz

    https://gigalibros.com/el-mal-que-nos-devora.html

    Diana Thorne es una joven policia atormentada por el recuerdo de su hermana, victima en su infancia del asesino en serie Black Demon. Quince anos despues el pueblo de Nollsbury vuelve a estar en boca de todos cuando la pequena Monique Brown desaparece de su cama en mitad de la noche. Max Chandler es enviado en calidad de reportero y asesor policial por su despota jefa una manana fria donde la niebla parece envolver cada parte de la excentrica estacion ferroviaria. Ambos se uniran en una investigacion que los guiara a las entranas de un circo anclado en el tiempo debido a un pacto con el mismisimo Diablo.

  • Andrea P. Mu�oz: Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Libros-Andrea-P-Mu%C3%B1oz/s?rh=n%3A599364031%2Cp_27%3AAndrea+P.+Mu%C3%B1oz

    1-16 de 18 resultados � Mariposa suicida � HIJA DE REYES (Edici�n 2021) � Antolog�a de relatos rom�nticos. Navidad 2018: Para que estas fiestas sean m�gicas... � El ...

  • p munoz andrea - Iberlibro

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    El beso de Udriel. I. Maldici�n de luna de Andrea P. Mu�oz y una gran selecci�n de libros, arte y art�culos de colecci�n disponible en Iberlibro.com.

  • Andrea P. Mu�oz (Author of El cuadro de la sirena) - Goodreads

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    Enamorada de las bambalinas del teatro, el sabor de las palomitas en un cine y del aroma que dejan entre los dedos las p�ginas arrugadas de los libros.

  • andrea p. mu�oz - Instagram

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  • Todos los libros del autor P Munoz Andrea

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    La poeta estadounidense publica su primer libro tras recibir en 2020 el galard�n ... El cineasta regresa al Valle de San Fernando, el �rea de la periferia ...

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    Francesca Mu�oz Gonz�lez (Concepci�n, 7 de marzo de 1980). ... Generala y Recaredo Vigueras de Santa Juana y la Escuela Enrique Soro de San Pedro de la Paz.

  • Firmas - Feria del Libro de Madrid

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    Listado de firmas de la Feria del Libro de Madrid 2021 del 10 al 26 de ... 11/09/2021, 18:00, 19:00, CASETA: 105 - ALMUZARA LIBROS, Pedro Fern�ndez ...

  • Desconecta de Marc Masip

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    Marc Masip nos invita a ponernos a prueba y descubrir en que nivel de adicion nos encontramos. A partir de ahi, y basandose en casos reales de sus pacientes y sus informes, presenta una gran variedad de situaciones de personas que estan haciendo un uso no adecuado de los moviles, y que han decidido dar el paso y pedir ayuda. El autor acaba cada uno de los capitulos con un consejo que, al final del libro, se convierte en su propuesta de dieta digital.

  • Como en una pesadilla de Ursula Llanos

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    Tras una fiesta de despedida de solteros, se despierta Valeria en la habitacion de una nave agricola abandonada, en mitad del campo.Sospechando que ha sido drogada por alguno de los asistentes a la fiesta con la intencion de abusar sexualmente de ella, denuncia lo ocurrido a la policia, que no la cree, por lo que se ve obligada a defenderse con la unica ayuda de su abogada, Noelia Villarroel, de la persecucion de que es objeto por parte de su acosador, viendose posteriormente implicada en la muerte de ese hombre.

  • Anda, Lucia de Sarah Wall

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    Cuando Sarah Wall me pidio hacer el prologo para su nueva novela, me senti verdaderamente orgullosa de poder participar en uno de los proyectos de la que, para mi, ademas de amiga, es una grandisima escritora. Debo admitir, que no pude evitar ponerme nerviosa, pero en el momento en el que comence a leer la historia que habia escrito, los nervios de disiparon, pasando a un estado de emocion desde la primera hasta la ultima pagina. No es facil trasmitir las emociones dentro de una historia, y no todos los escritores tienen esa varita magica que consigue atar y cerrar una novela, haciendo que seas parte de esa magia sin poder dejar de leer. Llevo mucho tiempo leyendo a Sarah Wall, incluso antes de conocernos, y por ello se que todos sus libros, sin excepcion, te hacen pasear entre sus letras, linea a linea, pagina a pagina, porque Sarah no solo escribe, Sarah te regala los sentimientos de cada personaje y es inevitable no sentirte parte de cada historia. !Anda, Lucia! es una historia actual y fresca donde la autora mezcla la vida, preocupaciones y problemas cotidianos de la protagonista, que la obligaran a tomar una serie de decisiones que cambiaran su destino. Una historia divertida, romantica y emotiva donde la escritora se desenvuelve con facilidad y nos trasmite naturalidad. Me encantaria poder ver a Lucia en la gran pantalla. !Seria maravilloso!, y asi tambien poder disfrutar de sus dos enclaves, Barcelona y ese pueblecito en la sierra cordobesa que te roba el corazon. Me he reido, me he emocionado, me he sorprendido y me he visto identificada en muchas de sus situaciones, como estoy segura lo hareis muchos de vosotros, lectores. Leer es una sensacion que no se puede suplir con ninguna otra actividad. Solo leyendo podras llegar a conocer lugares y experimentar sensaciones que quiza nunca puedas vivir en la vida real. Leer, es pura magia. Cada libro que tenemos en nuestras manos es un portal magico en el que adentrarte y que sin darte cuenta te robara un <> de tu corazon o de tu alma; un portal magico donde poder vivir vidas infinitas y elegir en todo momento quien quieres ser en cada historia. Gracias a escritoras como Sarah Wall, tenemos la oportunidad de disfrutar de esa magia. Jamas un libro de esta autora te dejara indiferente. !Anda, Lucia! os va a gustar mucho, mucho. Y yo no puedo dejar de decir: !Anda, Sarah! !Vaya libro nos has regalado! Os propongo un plan: Escoger el lugar que mas os guste para leer, servios una buena copa de vino, o lo que os apetezca en ese momento, poned una musica relajante de fondo y dejaos llevar a traves de este viaje. Lucia esta deseando que la acompaneis en su aventura. !Lo vais a disfrutar! Alicia San Miguel Capitulo 1. Es por ti (Complices) Lucia llego a la clinica veterinaria a las dos en punto. Le tocaba turno de tarde, eso significaba que estaria hasta las diez de la noche trabajando; aun asi, lo preferia al horario matinal, ya que las mananas las dedicaba a leer novelas romanticas, su gran pasion y tambien, esos ultimos meses, a ultimar los preparativos de su boda con Borja, su novio, con el que mantenia una relacion bastante seria desde hacia tiempo. --Lo siento, llego con retraso --dijo con evidente nerviosismo, pues odiaba la impuntualidad. --No te preocupes, Lucia, solo han sido cinco minutos de nada --respondio Ana, la recepcionista de la clinica, intentando que se calmara. --?Ha llegado ya Zenit? Tengo que hacerle el seguimiento de la operacion de la pata. --Si, estan esperandote dentro, pero tranquila, acaban de llegar. Lucia rapidamente se puso la bata y cogio una golosina. Solia hacerlo para mantener la atencion de sus pacientes, en este caso, un precioso labrador dorado de tres anos que habia sido atacado por otro can y como resultado hubo de ser operado para fijar la fractura. --Zenit, bonito. --Se acerco a el y el perrito, lejos de asustarse, movio la cola en clara senal de felicidad. --Esta noche ha vomitado, esta un poco flojillo --dijo Mercedes, su mami adoptiva. --Podria ser por la medicacion. Dejame examinarlo a ver como esta el chiquitin. La cicatriz de la pata estaba sanando bastante bien, y al palparle el estomago, no noto nada extrano. En ese momento, Zenit estaba jugueton y contento. --Mercedes, todo va perfectamente. Te dare un protector de estomago y si vuelve a vomitar, me llamas. Pero todo parece normal. --Menos mal --respiro aliviada--, ya hemos tenido bastante. --Lo se. En serio, estate tranquila, se esta recuperando muy bien y dentro de cinco semanas podra correr sin problemas. --Pobrecito mio, con lo que le gusta jugar y ahora no poder hacerlo... --Es por su bien, pero ya veras que pasara pronto. Puede dar paseos con correa corta, pero, sobre todo, que no corra ni salte ?vale? Se puede mover la placa que le pusimos para fijar la fractura, y eso significaria que le tendriamos que operar de nuevo y volver a empezar con la recuperacion. Es cuestion de paciencia estas proximas semanas. Lucia amaba su trabajo por encima de todo, aunque no siempre era agradable, pues habia momentos muy duros, como dar un diagnostico nefasto, y odiaba profundamente cuando llegaba ese momento tan tragico. Esa tarde estuvo plagada de luces y tambien de sombras. Adoraba a sus pacientes, mayoritariamente perros y gatos, y si algo se le hacia cuesta arriba era hacer dormir a alguno para siempre; sobre todo cuando habian pasado por su consulta durante mucho tiempo: el vinculo era fuerte. Y en una misma tarde dos eutanasias, era para ella dificil de sobrellevar. No se acostumbraria nunca, dado que Lucia lo habia vivido en primera persona y sabia el dolor que producia. Se convencia de que en ese momento lo que hacia era aliviar su mal y su pena; sin embargo, era muy complicado. Sin duda, la peor parte de ser veterinaria. La cercana relacion no solo era con el animal, tambien con los <>, como los llamaba ella. Para muchos, la marcha de su perfecto companero era tan dificil de asimilar como la de un familiar cercano, pasando una fase dura, tanto en la decision a tomar para que se duerman y no despertar jamas, como para asimilar esa perdida de forma permanente. Es un duelo en toda regla. Por esta razon, su muerte puede suponer uno de los momentos mas dificiles en la vida de una persona, a pesar de que a nivel social no este reconocido como el mismo impacto emocional y animico que se vive con el fallecimiento de un ser humano. Estaba deseando llegar a casa y achuchar a su gato, Kaos. Un felino callejero que llego a la clinica despues de ser atropellado, y al que salvaron la vida tras muchas jornadas jugandosela, debido a las terribles heridas que le causo el accidente. Sobrevivio y Lucia se hizo cargo de el. Calculo que su pequeno companero ya contaba catorce anos de vida gatuna y era consciente de que no les quedaba demasiado tiempo para disfrutar juntos. Decidio que cada dia que pasaran acompanandose iba a ser un regalo que debian degustar. **** Borja era un buen hombre, lo que se dice un buen chico y, posiblemente, el hombre de los suenos para muchas; se ganaba la vida como medico en un centro privado, propiedad de su familia. De un tiempo a esta parte, demasiado distraido con sus cosas como para dedicarle mas de ese tiempo tan valioso a Lucia, y eso era algo que no estaba dispuesta a consentir. A ella le encantaba salir a bailar, tomarse unas copas y viajar, otra de sus pasiones; sin embargo, Borja, entre las consultas, las operaciones, los seminarios por todo el mundo y, como no, el golf, cada vez tenia menos tiempo para ella. Como a Valentina, la protagonista del libro que estaba leyendo en esos momentos, a Lucia le aterraba ser tan solo una ama de casa y madre: tenia sus ambiciones y estar entre cuatro paredes encerrada, como pretendia su casi suegra, Barbara, no entraba en sus planes. El problema, pese a que ya tenia treinta y tres anos, era que ella era poco de verbalizar, y eso era un obstaculo ya que, si se hubiera quejado en cuanto noto que todo cambiaba, quiza la pelota no se hubiera hecho tan grande. Ahora que lo veia todo casi imparable, empezaba a sentir miedo ante lo que se avecinaba. Cada dia que pasaba era uno menos para la ceremonia, y notaba la congoja en forma de nudo en la garganta que no bajaba ni a tiros.

  • Un asunto del diablo de Paolo Maurensig

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    La literatura es un asunto muy serio en el pueblo suizo en el que transcurre esta novela: todos sus habitantes, desde el cura anciano que lleva anos redactando sus memorias hasta la muchacha ingenua que fabula cuentos infantiles infantiles, escriben y ambicionan, sin exito, ser publicados. Pero todo cambia cuando el diablo entra en escena disfrazado de editor. ?Quien no estara dispuesto a hacer un pacto con el con tal de ver publicado su libro? Solo el rubio padre Cornelius, enviado por la diocesis en ayuda del parroco local, advertira del peligro de la situacion.

  • Un caballero para Lola de Becca Devereux

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    A ver, para ser sincera, no tengo tan mala suerte. Puede que me haya dejado llevar por el desconsuelo y en realidad sea una pringada del monton con una vida mediocre. Te juro que lo quiero creer con todas mis fuerzas. Lo repito en mi cabeza como un mantra mientras guardo silencio y miro al juez del juzgado de lo civil con ojos de cordero degollado. El, por el contrario, mantiene una expresion impasible. ?Les habran ensenado a mostrarse asi de frios en la Escuela Judicial? Ni idea. Pero es lo que se me viene a la mente cuando Lina, mi abogada y una de mis mejores amigas, explica con voz firme y segura de si misma: --Senoria, con la venia y para que sirva como atenuante: tengo una declaracion firmada del propietario de la tienda en la que perdona a mi cliente y le ruega que no se tomen medidas contra ella. Ademas hay que tener en cuenta que robo viveres de primera necesidad y que el hurto apenas supero los cuarenta euros. Mi clienta se muestra muy arrepentida y avergonzada de lo sucedido y considera los hechos como una oportunidad para convertirse en una mejor persona y trabajar para ser un ejemplo para la sociedad. Guau. La observo impresionada como si se tratara de la mismisima Ally McBeal. Lina es una abogada maravillosa. A ver, no es que yo entienda mucho del tema. De hecho es la primera y la ultima vez que espero estar de acusada en un juicio. Ojala fuera como mi amiga: profesional, carismatica y arrolladora. Vale, retiro lo dicho. Supongo que no tengo tan mala suerte como pensaba. En realidad soy muy afortunada de tener una abogada como Lina que es mi amiga y no me cobra los honorarios. De lo contrario me habria tenido que conformar con el desagradable tipo del turno de oficio que me ofrecieron en comisaria. Ya lo dice mi madre --a la que por cierto apenas hago caso--: Lola, tienes que buscarle la parte positiva a la vida. --Me gustaria oir a la senorita Ramirez antes de dictar sentencia --dice el juez. La expresion de Lina pasa de la serenidad a la angustia. No se por que, la verdad. Soy una mujer la mar de pragmatica y jamas diria algo que me dejara en evidencia. Me levanto de un salto y me llevo la mano al pecho. No lo puedo evitar. Soy asi de dramatica y la situacion lo requiere. Lina me da un tiron de la blusa y murmura en voz baja algo que no llego a entender. Parece estar relacionado con no irme de la lengua y cenirme a sus instrucciones. ?De que habla? ?Yo, irme de la lengua? !Lo que hay que oir! Pero si soy la persona mas diplomatica sobre la faz de la tierra... --Senorita Ramirez, ?es cierto que esta usted muy arrepentida? Lina me mira de reojo y me hace un gesto para que asienta. Lo se, habria sido muy sencillo responder un timido si y volver a sentarme. Pero ?conoces a esas personas que meten la pata cuatro de cada cinco veces y a las que se les da fenomenal complicarse la vida? Exacto, esa soy yo. --Por supuesto, senor juez. Estoy absolutamente arrepentida de lo sucedido --respondo colorada por la verguenza que todavia me persigue. Podria haberlo dejado ahi. Lina me habria mirado orgullosa y luego nos habriamos reido de todo este lio al salir del juzgado. Pero... estoy nerviosa. Y cuando estoy nerviosa se me va la fuerza por la boca y me da por decir sandeces como la siguiente--: Le juro que soy una persona formal y que jamas hago dano a los demas a proposito. Mi madre me ha educado para que sea una buena hija, una buena hermana y una mujer decente. !Yo no queria robar en aquella tienda! Pero, a veces, las circunstancias requieren esto... !Medidas desesperadas! Si, senoria. Por eso le digo que ademas de ser buena persona tambien soy una superviviente. ?Que habria hecho usted de estar en mi lugar? ?Le parece justo que alguien se vea en una situacion tan vulnerable que este obligada a delinquir para sobrevivir en este mundo tan duro y cruel? Buah, me he quedado ancha. Ha sido un discurso epico y me va el corazon a mil por hora. Soy como... Que se yo, Gandhi abogando por los mas necesitados, ?no? No. Parece que no. Lo se en cuanto Lina se tapa la cara con las manos y masculla una maldicion en voz baja. Lo confirmo en cuanto el juez se rasca la barbilla con aire pensativo y clava una mirada censuradora en mi. --A ver si la he entendido, senorita Ramirez, me esta usted diciendo que no se arrepiente de los hechos porque en realidad considera que tiene motivos de sobra para delinquir. Lina esta a punto de responder por mi, pero soy mas rapida y hablo de manera atropellada. Otra cosa que se me da fatal: mantener la boca cerrada cuando la situacion lo requiere. --!Si! No, es decir... --ay, madre, la acabo de liar parda. Me muerdo el labio y me sube un calor sofocante por las piernas--. Yo... Esto... ?Me puede repetir la pregunta? El juez deja escapar un suspiro pesaroso ates de emitir su veredicto. --Senora Ramirez, no dudo de que tiene usted buen corazon, pero teniendo en cuenta su falta de madurez para responsabilizarse de sus actos, considero que necesita cierta dosis de justicia. Iba a dejarlo a estar con una carta de disculpas a los propietarios del negocio, pero en vista de que ha sentido la necesidad de tener la ultima palabra... --Vaya por Dios, me iba a ir de rositas --se me escapa. El juez me mira por encima de las gafas. Esta perplejo. Debe pensar que soy la tia mas idiota que se ha echado a la cara. No lo culpo. El dia que Dios repartio la suerte y las neuronas se lucio conmigo. Lina sacude la cabeza. Esta irritada porque ha hecho bien su trabajo y yo la he fastidiado. Como siempre. --La condeno a treinta dias de servicios para la comunidad en una residencia de la tercera edad. Con ello pretendo que el buen juicio de nuestros mayores la inspire a ser una persona de provecho. --?Me manda a una residencia llena de abuelitos? --pregunto alucinada a la par que entusiasmada--. Gracias, Senor juez. Me encantan las personas mayores. !En realidad no es un castigo! Perdi a mis abuelos cuando era una nina y siempre quise... El juez se quita las gafas y me mira como si fuera un autentico suplicio. --Senorita Ramirez, por favor, callase. Cinco minutos despues, Lina me agarra del brazo para que me levante y me arrastra hacia la salida. Esta despotricando sobre el juez cuando salimos del juzgado. Esta que se sube por las paredes. Lina es de las que detesta perder incluso jugando al parchis. Si llega a ser mas competitiva no nace. --!Tenias que abrir esa boquita de oro que tienes! --Peeeeerdon --musito sin sentirlo del todo--. Tampoco ha ido tan mal. Pense que iba a ir a la carcel. --Nadie va a la carcel por robar en un supermercado. Pero te podrias haber escaqueado sin necesidad de hacer servicios a la comunidad. --?Y por robar en una tienda de ropa? --intento bromear--. O sea, que deberia haber robado jamon en vez de choped para darme el gustazo, je, je. Lina me mira sin dar credito y al final hace el amago de sonreir. --Dios, en el fondo te quiero tanto... Lina me abraza con afecto como si fuera su hermana pequena. Me saca mas de diez anos y es muy sobreprotectora conmigo. Siempre me salva de los lios en los que me meto y es mi saco de lagrimas cuando algun hombre me decepciona. Los que dicen que no tiene corazon no la conocen en absoluto. *** Lina y yo somos las primeras en llegar al bar de Raul, el hermano de nuestra amiga Cris. Solemos reunirnos aqui todos los domingos, pero hoy hemos hecho una excepcion porque Maria viene de visita. Nos apodamos El club de las solteras desde que hara cosa de dos anos y algo Lina y Cris se conocieron por casualidad en una clase de zumba. Despues llegamos Lara, Maria y yo. Todas me sacan varios anos y me tratan como si fuera una especie de hija a la que tienen que aconsejar porque esta muy perdida en la vida. No van desencaminadas. --Hola, guapisimas. ?Que os falta? ?Puedo hacer algo por vosotras? --Raul se acerca con su caracteristica sonrisa. Lina pone los ojos en blanco. Por alguna extrana razon que ninguna de nosotras conoce, Lina no soporta a Raul. Su enemistad es epica desde que fundamos El club de las solteras. --Si que puedes hacer algo por nosotras: pirate y traenos dos cervezas. --Eres un encanto. El dia que dejes de obsequiarme con tu amabilidad me caere de espaldas --bromea el, y acto seguido se marcha. --Tia, te pasas tres pueblos con el. Con lo majo que es. --No lo soporto. Todo el santo dia revoloteando a nuestro alrededor e intentando poner la oreja. Para que luego digan que las cotillas somos las mujeres. --Raul es buena gente. --Lo que tu digas --responde con tono categorico para dar la conversacion por zanjada--. Seguro que Lara se presenta con David. En vez de El club de las solteras, podriamos rebautizarlo como: El club de las amigas que no pueden salir sin sus novios. Es patetico que ya no pueda tomarse una cerveza con sus amigas sin despegarse de su churri.

  • Las 4 fuerzas que rigen el universo de Jordi Pereyra

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    Hoy sabemos que cualquier incognita que se nos ocurra, desde por que los planetas tienen la forma que tienen o como los distintos elementos interaccionan entre si, tiene su respuesta en una --o alguna-- combinacion de cuatro fuerzas fundamentales. En este libro echaremos un vistazo al descubrimiento de estas fuerzas para acercarnos a los avances que se estan realizando y plantear la posibilidad de si algun dia se podran unificar en una gran Teoria del Todo.

  • Amenaza de Tormenta – Nora Roberts de Nora Roberts

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    Lucas McLean ya habia destruido todo el mundo de Autumn en una ocasion, pero, cuando volvio a entrar de nuevo en su vida, no pudo negar que el amor continuaba ardiendo dentro de ella. Tampoco podia negar la prueba que senalaba a Lucas como culpable de asesinato.

  • Tentacion y venganza (Tentaciones 1) de Olivia Kiss

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    Cuando era joven, alocada e impulsiva, Helen Cooper se enamoro de Luke Bramson, el mozo de cuadras que trabajaba para su familia; por eso planeo fugarse con el a Escocia para casarse. Sin embargo, algo salio mal esa noche y sus caminos se separaron.
    Ahora, casi diez anos despues, Luke ha regresado a Londres convertido en un adinerado hombre de negocios que recibe invitaciones para acudir a esas mismas fiestas a las que antes solo Helen era bienvenida. Cuando se reencuentran, descubren que la atraccion que siempre existio entre ellos sigue intacta. Pero donde Helen ve una nueva oportunidad para recuperar al amor de su vida, Luke ve servida en bandeja la ansiada venganza que tanto tiempo llevaba esperando, incluso aunque para ello deba destrozar la reputacion de la mujer que sigue siendo para el una peligrosa tentacion.

  • Hasta que entres en razon 2 de Sophie Saint Rose

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    Menuda mierda de puesto habia conseguido. Despues de dejarse las pestanas estudiando acababa en Rainshaw, un pueblo alejado de la mano de Dios en Texas. Es que habia que tener mala suerte. Tenia casi el puesto asegurado en el Monte Sinai para despues de sus practicas y tenia que cagarla al administrarle a un paciente una dosis mas alta de lo recomendado. Bueno, tenia noventa y seis anos, tampoco es que le quedara mucho de vida. Cerro la puerta de la ambulancia de golpe y se puso la correa de su bolsa al hombro grunendo al ver todo el gentio que entraba en el rodeo. Llevaba dos dias alli y todavia se sorprendia a ver a tios con sombreros vaqueros y botas de cowboy. Eso por no hablar de las mujeres. Las jovenes no le llamaban demasiado la atencion, pero las mayores iban vestidas como en los anos veinte. Vestidos de flores por debajo de las rodillas con cuellos de encaje blanco, acompanados de zapatos de cordones. Era como estar en otra dimension. Su enfermera se acerco dandole un chaleco refractario que indicaba que era sanitario. -- ?Cuanto dura esto? --pregunto exasperada. --Depende de cuantos quieran romperse los huesos --contesto Maira antes de darle un codazo mirandola divertida con sus chispeantes ojos castanos--. Animate Carrie, te divertiras. --?Me lo juras? Se echo a reir recogiendose sus rizos rubios en una cola. --Vamos, tampoco es para tanto. Tienes que aclimatarte. --No puedo creer que me hayas convencido para vivir aqui. --Prima... --Somos primas segundas. --Somos parientes, lejanas vale, pero cuando la tia Lisbet hablo con mi madre por telefono despues de la muerte del tio Harry... --No era tio de mi madre. --Cogio la goma del pelo que tenia en la muneca y se lo recogio en un rodete dejando algunos de sus rizos pelirrojos colgando de manera descuidada. --Encima que la avisamos para el funeral. Por cierto, nunca viene a ninguno. --!Sera porque esto queda en el quinto pino! Y no ha vuelto por aqui desde que tenia cinco anos y su padre se mudo a Nueva York. --!Has vuelto a tus raices! Deberias estar orgullosa. Bienvenida a tu hogar. La mataria. De hecho si tuviera un bisturi en la mano se la cargaria sin dudarlo y a la mierda el juramento hipocratico. --Bueno, a lo que ibamos, cuando mi madre interrogo a la tuya sobre como iba todo, como hace siempre, y le dijo la desgracia que te habia ocurrido, no podias pensar que la familia no te ayudaria, ?verdad? Para eso estoy yo aqui. Puso sus preciosos ojos verdes en blanco antes de coger la bolsa y caminar hacia donde se celebraba el rodeo. Su prima corrio colocandose a su lado orgullosa. --Ya veras, aqui vas a ser muy feliz. Somos una gran familia. --De repente vieron las gradas que estaban a rebosar y la cogio de la mano tirando de ella rodeando la arena hasta llegar hasta donde estaban los vaqueros. Maira iba saludando a unos y a otros y le dio otro codazo. La iba a llenar de morados. --Mira, ahi estan los Brenner. Son los favoritos. --Pues que bien. --Saco su movil revisando si habia recibido una llamada milagrosa que la devolviera a la civilizacion, pero solo tenia un mensaje de su madre preguntandole si se habia instalado. Si, mama. Me he instalado, ya estoy trabajando y esto es el paraiso, contesto no queriendo preocuparla. --Tu te lo pierdes. Son de lo mejorcito que hay por aqui --dijo como una salida. Levanto la vista del telefono al ver que miraba algo tras ella con una sonrisa seductora en la cara y se volvio para ver a dos tios morenos hablando tranquilamente. Hizo una mueca porque no estaban nada mal, de hecho estaban para comerselos tan morenos y llenos de musculos, pero no es que la impresionaran demasiado. Se volvio para seguir escribiendo al telefono y su prima la miro asombrada. --?No te gustan? --Psss. --Siguio tecleando. --Bueno, Dallas ya esta pillado, pero Walt esta soltero, ?sabes? Una vez sali con el. --?No me digas? --pregunto distraida. --Si, tenia dieciocho y el veinticuatro. --Estupendo, un pervertido. Se echo a reir. --Que va. Solo me dio un beso de buenas noches y sin lengua ni nada. No le guste y lo entiendo. En aquel momento no teniamos mucho en comun. --?Buscando una segunda oportunidad, prima? --Si --respondio ansiosa. Se dio por vencida porque hasta que no se lo contara todo no la dejaria en paz y se giro hacia ella. --Bien, soy toda oidos. Ilusionada dijo --Es tan guapo... --?Eso es todo lo que tienes que decir? ?No que es inteligente o divertido, que tiene una sonrisa que te paraliza el corazon? --Hizo una mueca. --?Solo que es guapo? --!Si! --Suspiro de manera exagerada y no pudo evitar sonreir al ver su ilusion. --Y lo del corazon lo hace. Y es divertido. --Pues mucha suerte. Eso le hizo perder la sonrisa. --No me hace mucho caso. Ninguno, mas bien. Solo es educado. El no ha sentido la chispa de los Brenner. --?Y eso que quiere decir? --pregunto antes de escuchar la voz que salia del altavoz que tenia al lado casi dejandola sorda. Su prima empezo a parlotear por los codos, pero solo escucho sienten y mujeres. Asintio sonriendo porque sino le contaria todo el rollo de nuevo. --Asi que ya ves --dijo cuando el tipo termino de hablar--. Yo no tendre esa suerte. --Hay muchos peces en el mar. Oye, ?por que no nos ponemos alli? --pregunto senalando un lugar mucho mas despejado. --Si, asi lo veremos mejor. Cogio su bolsa y paso ante los vaqueros. Varios les silbaron y Maira rio como una tonta. Al pasar ante los Brenner sus ojos se encontraron con unos ojos azules que sobresaltaron su corazon. El tipo la miro muy serio bajo su sombrero vaquero como si le interesara muchisimo. Como si en ese momento estuvieran solos. Sintio como su sangre se aceleraba, pero avergonzada aparto la vista aparentando que no le habia visto. Como si nada paso ante el y susurro a su prima --?Quien es el otro? --Oh, es Curt... --Cuando la miro sin comprender anadio --Brenner. Son tres hermanos. Te lo he dicho antes. --?Si? --Madre mia, tenia que empezar a hacerle mas caso a su prima. --?Cuando? Maira saludo a alguien y se acerco al tipo pasando de ella. Cuando queria que le contara cosas pasaba de ella. De repente la cogio por el brazo para presentarla y ella forzo una sonrisa dandole la mano a uno de los vaqueros que se llamaba Joss Williams. El chaval debia tener veinte anos y estaba cagado de miedo porque estaba rojo como un tomate y sudaba a mares. --?Vas a probar? --Si, por supuesto. ?Has visto algun rodeo alguna vez? --pregunto el intentando hacerse el machito. --Si, de pequena porque mi madre los veia por la tele. Os admiro mucho, por eso estoy aqui, para curar vuestros huesos rotos. Tiro de la cinturilla de sus pantalones. --Yo no voy a romperme nada. Aunque igual vas a tener que ayudar al jefe. --?El jefe? --Miro hacia donde senalaba y vio como Dallas Brenner se subia a uno de los toros. --?Es tu jefe? --Dallas es el dueno del rancho y es el jefe. Sus hermanos trabajan con el --explico Maira. Al mirar hacia el resto de los hermanos Brenner sus ojos coincidieron con los de Curt. Algo acalorada aparto la vista. ?Que rayos le pasaba? En ese momento salio Dallas y no pudo menos que admirar lo bien que se le daba. Pero que muy bien. Se mantuvo sobre el toro levantando el brazo los ocho segundos necesarios y cuando sono la sirena se dejo caer rodando como todo un profesional. Era evidente que aquello habia acabado antes de empezar. Joss juro por lo bajo alejandose cabreado. Parecia que estaba deseando vencer a su jefe y por lo que veia en la cara de los que estaban alrededor, los demas tambien. Fue el momento de Joss que no duro ni un segundo sobre el toro. Cojeando fue hasta la puerta y ella le cogio por el brazo. --?Necesitas ayuda? --No, que va. Le vio irse cojeando e intentando salvar su orgullo. Carrie chasqueo la lengua porque estaba segura de que tenia un esguince de primera, pero merecia una leccion, asi que fuera a verla a la consulta cuando se le hubiera hinchado. Habia que ser idiota. En ese momento vio que Curt se subia al toro y se le corto el aliento por como cogia el agarre de cuero levantando el brazo. Bajo su sombrero mostraba parte de su cabello moreno y su duro perfil. Estaba totalmente concentrado y como si se detuviera el tiempo le devoro con la mirada. Su nariz recta, sus finos labios y su menton… Sus ojos bajaron por su cuello y fascinada vio como una gota de sudor descendia sobre su piel morena desapareciendo en el cuello de su camisa. Al mirar su antebrazo vio como sus musculos se tensaban haciendo que algo subiera desde su vientre hasta su pecho alterandole la respiracion y no perdio detalle de como se acomodaba sobre el bicho y asentia. La puerta se abrio de repente y como a camara lenta el toro empezo a saltar sobre sus patas traseras. Fascinada ni sintio que pasaba el tiempo ni como los de las gradas gritaban animandole. Dio un paso hacia la puerta de salida viendo como se ladeaba hacia la derecha y cuando sono la sirena el se solto dejandose caer. Su sonrisa al levantarse y saludar como todo un campeon la dejaron sin aliento. El se acerco a la puerta sin perder la sonrisa y sus ojos se encontraron. Dio un paso atras para dejarle pasar cuando la cogio por la nuca y la beso de una manera que le provoco un vuelco al corazon. De la sorpresa abrio la boca y Curt la saboreo haciendo que sus piernas temblaran justo antes de que el se apartara para sonreirle como si estuviera muy satisfecho de si mismo. Aun sorprendida por su descaro le pego un punetazo que le hizo trastrabillar hacia atras y Carrie retuvo el aire viendo que al principio parecia sorprendido, pero despues sonrio de una manera en que todo su cuerpo ardio. Aquello no podia ser sano. Escucho las risas rodeandola y miro a su alrededor poniendose como un tomate. Maira intentaba contenerse y la cogio del brazo alejandola de los vaqueros. --Bien hecho.

  • Lady Morgan de Emma G. Fraser

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    Lady Morgan es una joven inglesa rebelde que, tras presenciar el asesinato de su madre, jura encontrar al responsable y hacerle pagar por sus actos. Despues de dos anos de intensa busqueda por toda Escocia, Morgan se cruza con Ray Logan, un atractivo escoces a quien acusa de ser el asesino.
    Tras esto, Ray huye y secuestra a Morgan hasta aclarar el malentendido que los llevara por una intensa busqueda en la que no solo encontraran al verdadero asesino, sino tambien el amor.

  • A lomos del destino de Constanza Chesnott

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  • La guarida del raposo, Antonio Orozco Guerrero de Antonio Orozco Guerrero

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    Mi nombre es Jose Raposo. Siendo un crio me fui a guardar cabras con Perico el Cojo. Luego, trabaje como jornalero en el cortijo de los Galvez. Hasta que los dos hijos pequenos del patron violaron a mi hermana Juana.
    Ellos pagaron su culpa y yo la mia: Los mate y a mi me condenaron a cadena perpetua. Fueron anos terribles. Ahora que lo pienso, no bebia para olvidarme de todo, sino para acabar con aquella pesadilla.
    Un dia, aparecio por el penal una persona excepcional que me hizo ver que yo podia ser un buen hombre. Comprendi que para ser alguien como los demas tenia que huir de alli. Cuando lo hice, supe que mi hermana habia tenido un hijo y que la familia de los violadores se lo quito a la fuerza. Me encontre con la nina que habia jugado conmigo de pequeno, y me asombre al comprobar que ya era una mujer.
    Y me escondi en una guarida, como hacen los animales que llevan por nombre mi apellido. Los carabineros siguen mi rastro; los Galvez han mandado a Publio Cano, un cazador de recompensas, para que me mate. Pero tambien tengo amigos que me ayudan,
    No me voy a dejar coger. Si salgo de mi escondrijo, sera con los pies por delante o como un hombre libre.
    Pero eso es imposible… ?O no?

  • El ultimo aullido del lobo, Cecilia Barale de Cecilia Barale

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    Treinta anos despues de la misteriosa muerte de Pedro en una protesta en Estambul, su hija Julia recibe un sobre con fotografias en las que reconoce a su padre, envejecido y caminando junto a una joven. El mundo de Julia se desmorona. ?Esta vivo, oculto en algun lugar del mundo?

  • !A los Leones! de Lindsey Davis

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    Parece que por fin la vida del investigador Marco Didio Falco va a entrar en una epoca de desahogo economico e incluso de prosperidad, pues se ha puesto al servicio del emperador Vespasiano como agente tributario con amplios poderes y un sueldo nada desdenable. Sin embargo, la muerte de una gran estrella del mundo del espectaculo da un vuelco a todos sus planes y pone al descubierto el sordido mundo de las envidias y las rivalidades entre los entrenadores y los agentes de gladiadores. Cuando tambien un aclamado gladiador aparezca muerto, Falco no tendra mas remedio que iniciar una investigacion que le obligara a emprender un viaje a Africa acompanado de su esposa Helena y de su pequena hija Julia.

  • Encierrate Conmigo (Todo Saldra Bien 12) de Laura Lopez Alfranca

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    Tras un buen rato de espera en soledad, Thelma habia llegado a la conclusion de que la muerte era mucho mejor que su vida. Incluso en aquella extrana sala con una mesa enorme, con silla negra a juego y ese extrano cuadro saliendo de esta; sin ser el cielo prometido por las Sagradas Escrituras, le parecia mucho mejor que la vida terrenal. Preferia aburrirse y sentir un terrible sueno mientras esperaba, que tener... No, no iba a pensar en su vida anterior. Es mas, si iba a tener una nueva vida en el Paraiso tras demostrar su modestia y temor de Dios, ya no necesitaba preocuparse por su curiosidad. Ya nadie la azotaria por ella y eso le hizo sentirse como nunca. Nadie la castigaria por... por existir, mucho menos tras ascender. Decidido: iba a ser quien siempre habia deseado. Eso le hizo resplandecer de felicidad, literalmente. Le gusto tener un arcoiris en el corazon y verlo brillar. Al final, a pesar del sufrimiento, tenia la sensacion de que podria ser feliz de verdad. Se estremecio y no pudo evitar un gritito de alegria. Se levanto, se sento en la gran silla de enfrente y toco el cuadro, que era completamente negro. Al hacerlo, de pronto le mostro algo... No creia que fuera arte, porque eran formas geometricas con nombres abajo. --Oh, brujeria --se dijo sin miedo. Eso era extrano, hasta no hacia mucho, la palabra le hacia temblar. Siguio tocando hasta que aparecio un rectangulo gris, que contenia varios chiquititos. Habia cuatro ceros rojos separados y una cara amarilla; no debia de tener muy buena salud. Pulso y de pronto aparecieron numeros de diferentes colores. Volvio a presionar y aparecio un cuadrado rojo con un punto negro, el rostro tenia mala cara. Pobre criatura. Iba a llorar por el, pero aguanto. --Lo siento, amigo. Lo acaricio para consolarlo y, de pronto, todo volvio a estar como al principio, incluso la cara amarilla sonrio otra vez. --La verdadera brujeria es muy extrana, pero no parece especialmente diabolica --se dijo no muy convencida, y volvio a apretar con el dedo. Tras unas cuantas pruebas, entendio que aquello debia de ser una especie de juego pernicioso a la par que divertido. No supo cuanto estuvo asi hasta que sintio una barbilla en su hombro, ni se sobresalto. Debia reconocer que le gustaba esa nueva faceta. --?Sabes? Tambien me aficione al buscaminas cuando llegue aqui --aseguro la mujer con una sonrisa--. Incluso tras tener tantas consolas, sigue siendo mi videojuego favorito. La miro; era una mujer hermosa de piel tostada, cabellos negros, ojos verdes y rasgos afilados. Sus ropas eran extranas, un tanto impudicas y comodas. Empezaba a temer que todos hubieran tenido razon con ella y hubiera acabado en el infierno. Incluso asi, la perspectiva no la asustaba. --?Consola? ?Es otro invento malvado? --pregunto Thelma con curiosidad. --Espera... --pidio la mujer y reviso dentro de lo que parecia papel amarillo, largo y doblado para contener papeles mas pequenos. Debia ser rica si podia permitirse semejante lujo--. Segun las notas, te hemos rescatado en plena epoca de colonizacion estadounidense y durante la caza de brujas. --He entendido la caza de brujas, pero todo lo demas me confunde. Thelma torcio el gesto, lo habia dicho con mucha ligereza. --La muerte nos quita el miedo. Se llama cerebro reptiliano, ?sabes? --aseguro la otra mujer y con un movimiento, la invito a sentarse--. Por lo que no debes temer, has llegado al lugar adecuado para ti. Entonces eso explicaba todo: no habia reptiles del miedo en su cabeza. ?Los reptiles se podian considerar demonios tambien? Nego con la cabeza. Debia ir poco a poco para descubrir lo que realmente ocurria. Por suerte, su interlocutora parecia dispuesta a hablarle. --Esto no parece el paraiso de las Sagradas Escrituras. --La reto con una sonrisa. Era una amiga, no una jueza y la trataria en consonancia. --No, es la antesala y podras ir alli una vez que acabemos, si quieres. ?Te parece bien escucharme? ?Deseas descansar un poco y cuando despiertes te explico? --inquirio la mujer. Thelma nego con la cabeza--. Entonces, lo primero que debo hacer es presentarme: mi nombre es Safo. --Encantada, lady Safo. --Solo Safo, por favor. Lady es para la intimidad --pidio la mujer con un guino. No la comprendio, pero le gustaba--. Lo segundo, es que no eres una bruja. --Al fin alguien me escucha. Era como quitarse un peso de encima. --Sin embargo, tampoco podemos catalogarte como una persona mundana. La miro sin comprender. ?Eso era bueno? Madre siempre decia que habia que tener cuidado con la soberbia, sobre todo las mujeres. --Eres una persona que jamas llego a desarrollar un talento maravilloso destinado a inspirar a las generaciones venideras. En tu caso, deberias haber sido una virtuosa de la musica --explico la mujer--. Aunque se les dieron diferentes senales a tus padres, estos no solo las ignoraron, sino que actuaron con miedo. ?Lo recuerdas? Thelma nego, no recordaba ningun caso en concreto y su familia siempre habia temido al mundo. El pastor y su mujer veian al maligno en cada esquina, incluso en su simiente. Casi podia escuchar a su madre llamandola perezosa porque estaba a punto de quedarse dormida, para luego citar algunos pasajes de la Biblia y golpearla para asegurarse de que escuchaba. --Asi que tenemos dos opciones: puedes ir a descansar en el paraiso de la religion de la que provienes --comento-- o convertirte en un espiritu y musa. --?Espiritu? ?Me convertire en un ser malvado? --pregunto y eso le disgusto porque no deseaba causar dano a nadie. --No, no, no. Volveras al mundo terrenal con tus recuerdos y moralidad, no vas a volverte malvada tras la muerte, solo faltaba. -- La calmo y ayudo Safo --. Se te mandara a un edificio sensible por concentrar a musicos y deberas inspirarlos para que sigan sus caminos, tanto para desarrollar su potencial, como su bondad y felicidad. Ya sea presentandote ante ellos o en sus pensamientos con las tecnicas que consideres oportunas. --?Que considere oportunas? --Exacto, eres tu quien escoge la forma y a quien dar tus dones y tu ayuda. Eso sonaba mucho mejor, sin duda alguna. Bostezo. No sabia si deseaba volver a la vida tras la suya; pero tener un proposito tras la muerte, y tan noble, poco apropiado para alguien como ella... era tentador. --Cuanto mas poder vayas obteniendo, mas amplio sera tu rango de influencia y podras trabajar con otras como tu. Le explico datos sobre movilidad, poderes como espiritu y otros como musa, conocimientos y habilidades que se le concederian cuando aceptase; ademas de que despertaria sin el dolor pasado y cualquier trauma que cargase. Sonaba muy bien, pero no podia pensar. Lo que mas deseaba era descansar durante una eternidad. Le vino a la cabeza algo que decia la comadrona del pueblo: <>. Debia ser igual de cansado salir de la misma. --?Debo decidir ahora? Desearia poder descansar un poco y orar para encontrar la mejor solucion. --Con dormir sera suficiente. La oracion aqui se hace redundante --aseguro Safo--. En cuanto sientas que recuperas las fuerzas tras tu vida y te decidas a un nivel emocional, apareceras alli donde corresponde. Habria deseado preguntarle mucho mas, pero volvio a abrir la boca y la mujer la tapo con una manta pesada, mullida y tan agradable como el fuego del hogar. Cerro los ojos y se dejo descansar. Cuando los volvio a abrir, oyo un ruido muy alto y a alguien gritando. Se preocupo, ?era el infierno? Miro alrededor y se golpeo la cabeza con una lampara; siseo, ya podria haber aterrizado en otro lugar que no fuera el techo. Por suerte, eso hizo que los conocimientos vinieran a su cabeza con suavidad, como cuando la niebla se despliega por encima de la hierba y la cubre. Escucho con mas atencion e identifico que eso no era un grito infernal, sino un tipo de musica llamada heavy metal. Siguio atendiendo y en su cabeza pudo ver la partitura especialmente compleja de esa cancion. Sonrio con orgullo sobre sus nuevos conocimientos; le gustaban mucho. Aunque no estaba satisfecha con solo eso, sentia hambre de mas. Ojala pudiera encontrar la forma de anadir mas sabiduria a su cabeza. Estaba permitido y aplaudido, como su cabeza le dijo en sus recuerdos. Estaba bien que tuviera forma de consultar sus dudas mentalmente. Miro hacia abajo y reconocio que se encontraba en un cuarto de estar. Se concentro: Espana, Madrid, un edificio antiguo --por las paredes y el ladrillo que vislumbro por sus nuevos poderes--. La decoracion del cuarto de estar era mas bien clasica, pero la television era de ese ano. De pronto, sintio en su corazon la musica del mundo y lloro conmovida por su indescriptible belleza. Era otro idioma que comprendia a la perfeccion, uno que hablaba directamente al corazon y ella debia traducirlo para llevar felicidad a otras personas. Suspiro y dejo de mirar con su vista, su alma podia ver las melodias y las historias que las acompanaban: podia percibir personas ancianas con talento sin explotar, gente mas joven perdida en sus caminos y pequenos que no habian florecido. No solo humanos, sino criaturas que en vida habia considerado perversas y las habria temido. Suspiro, aliviada de poder aprender de nuevo y mejor de aquel mundo que, de pronto, se le antojo inmenso aunque estuviera limitado a varias casas. Podria descubrir de primera mano la evolucion de las sociedades, los nuevos inventos... Conocer. Conocer sin que nadie decidiera que debia ser quemada. Iba a dar las gracias a Dios, cuando de pronto alguien empezo a golpearla con fuerza con una escoba por el costado. La musica habia cesado, la del mundo y la de la casa. --!Lo que me faltaba, un fantasma malvado para encantar el piso! --exclamo una anciana de voz rasposa sin dejar de atizarla. --!No soy malvada! --Nina, no mientas, seguro que te ha mandado la del tercero. Voy a quejarme de ella en la junta de vecinos del viernes, !su, su, su... fantasma! --insistio--. !Vete antes de que te exorcice y te duela mas!

  • El fin del fin de la tierra de Jonathan Franzen

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    Autor de relevantes novelas como Las correcciones, Libertad y Pureza, Jonathan Franzen esta considerado uno de los mas destacados narradores de habla inglesa de hoy. Espiritu independiente, sin ataduras con las corrientes de pensamiento en boga, Franzen rara vez se ha inhibido a la hora de divulgar sus ideas sobre los problemas y conflictos del mundo actual, exponiendo periodicamente sus reflexiones y su vision del futuro que nos aguarda.

  • El Cielo De Bitinia de Miguel Angel Manrique

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    Nicomedia, provincia de Bitinia. Ano 284 d.C. El cuerpo del emperador Numeriano es descubierto sin vida. El caos se apodera del Imperio romano en su etapa mas critica ya que se encuentra envuelto en una profunda crisis politica e ideologica. La depresion y la decadencia amenazan con destruirlo todo. Los continuos conflictos religiosos entre cristianos y paganos son cada vez mas frecuentes y virulentos, tratando de disputar la supremacia oficial del Imperio. El incremento politico del ejercito tiene al Senado entre las cuerdas y pone en riesgo la soberania de Roma. Pero la muerte del emperador no ha pasado desapercibida: alguien sabe quien y como ha perpetrado el asesinato. Alguien tiene el poder de cambiar el rumbo del Imperio romano.

  • ?Un futuro sin sindicatos? – Unai Sordo de Unai Sordo

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    ?Son la digitalizacion y la globalizacion las causas de la perdida de puestos de trabajo? Aunque algunos gurus apuntan en esta direccion, las verdaderas razones no son tecnologicas ni meramente comerciales, sino politicas, derivadas de las medidas adoptadas desde los anos ochenta para debilitar a los sindicatos. Unai Sordo da respuesta en este libro a muchos de los retos del sindicalismo en el siglo XXI: la afiliacion y la negociacion colectiva; la implicacion de los jovenes en la defensa de sus derechos; los vinculos del sindicato con el feminismo; su relacion con los partidos politicos; sus fuentes de financiacion; la amenaza, real o ficticia, que suponen la robotizacion y la digitalizacion; la influencia de los mercados globales en el futuro del trabajo… Pero el desafio de los sindicatos no se limita a recuperar la capacidad de negociacion perdida, sino a afrontar una profunda modernizacion de las relaciones laborales que democratice las empresas y establezca marcos de negociacion colectiva internacionales. Porque, como muestra el epilogo de este libro, imaginar un futuro sin sindicatos es una de las mayores distopias con las que podria encontrarse la humanidad.

  • La noche estrellada de Caroline de Andrea Teijeiro Armental

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    Una decada despues del escandalo que sufrio Burlington, Caroline Smith vuelve a una sala de interrogatorio para hablar de lo que paso. Serena como siempre, cuenta con lujo de detalles como vivio aquel momento, pero.

  • Ojos azules de Arturo Perez-reverte

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    Tendemos acaso a imaginar la <> (30 de junio al 1 de julio de 1520) bajo las especies de un vasto mural epico, en el que los soldados de Cortes luchan, matan y mueren en una lluviosa penumbra azteca; pero acerquemonos mas, no al friso monumental, sino al individuo concreto, como el que late en el codice de Guatemala en el que Bernal Diaz del Castillo refirio su alucinada y luminosa peripecia mexicana: nos encontraremos en el territorio en el que habita el narrador de Ojos azules. Miniatura magistral de la escritura de Perez-Reverte, Ojos azules me trae a la memoria cierta frase de Emerson que solia recordar Borges: comprendiendo un momento de la vida de un hombre, podremos comprender toda su vida. Del mismo modo, quien lee Ojos azules no solo percibe la vida entera del soldado que la protagoniza, sino el alcance y significacion del extenso episodio epico en el que se inserta, y, en otro sentido, la dimension de toda la numerosa, variada y rica trayectoria narrativa de Arturo Perez-Reverte, cuyas virtudes compendia especularmente y espectacularmente en un admirable microcosmos. Atras quedo, desde el principio, y no precisamente por falta de conocimientos y herramientas, la tentacion del mimetismo arcaizante en el lenguaje, la tentacion de la arqueologia expresiva; atras quedo igualmente la tentacion o posibilidad optativa de dar al habla una patina que ilusoriamente sugiriera la apariencia de lo antiguo; todo eso esta ya en lo narrado y no es preciso que redundantemente aluda a ello el registro verbal empleado, salvo en aquello que no permita otra resolucion. Mas lo que importa es, por el contrario, subrayar, no la lejania temporal, sino la proximidad vivencial del relato. Este soldado es casi el soldado de cualquier guerra, a condicion de no ser un recluta: podria ser un romano como los que aparecen en las paginas de Amiano Marcelino, o ciertos combatientes contemporaneos. El coloquialismo de su diccion no se encamina a atenuar el tono epico de lo relatado, sino, por el contrario, a realzarlo; precisamente porque esta voz nos resulta tan cercana quedamos mas sobrecogidos por lo que nos cuenta. ?Que nos cuenta, por cierto? No meramente una historia de coraje, ganancia o perdida; no meramente (y todo ello seria ya mucho) la confrontacion o careo entre dos mundos: son, por el contrario, las ultimas palabras que acierta a pensar el soldado las que nos dan la clave de boveda de este excepcional edificio narrativo. El tema final de Ojos azules, implicito ya en su titulo (que es a la vez el sintagma que cierra la narracion), no es otro que el mestizaje. A su luz, la a un tiempo sombria y fulgurante <> revela, tras el aspero chasquido de herrajes, su condicion de encrucijada: nada sera en adelante lo que fue, ni para los mexicanos ni para los que aportaron a la costa azteca desde el reino de Castilla. Nada sera para ningun lector lo mismo: con el soldado en plena lucha --propiamente, en agonia en el sentido etimologico del termino-- hemos asistido al transito y fusion entre dos colectividades y dos momentos de la Historia. Unas dotes de narrador verdaderamente extraordinarias y una infrecuentisima capacidad de sintesis eran precisas para ello: la pieza que el lector tiene en sus manos las acredita, una vez mas, con creces. PERE GIMFERRER Barcelona, 6-XI-2008 Ojos azules Llovia a cantaros. Llovia, penso el soldado, como si el dios Tlaloc o la puta que lo pario hubieran roto las compuertas del cielo. Llovia mientras resonaban afuera los tambores, y los capitanes iban llegando cubiertos de hierro, sombrios, con las gotas de agua corriendoles por los morriones y la cara y las cicatrices y las barbas. Llovia sobre Tenochtitlan, cubriendo la capital azteca de una noche humeda; lagrimas siniestras que repiqueteaban en los charcos del patio del templo mayor, y disolvian en regueros pardos las manchas de sangre de la ultima matanza, la de centenares de indios mexicanos, cuando en plena fiesta el capitan Alvarado mando cerrar las puertas y los hizo degollar, ris, ras, visto y no visto, hombres, mujeres y ninos, por aquello de que al que madruga Dios lo ayuda, y mas vale adelantarse que llegar tarde. Los he cogido en el introito, dijo luego Alvarado, cuando Cortes fue a echarle la bronca. Se me fue la mano, jefe, se disculpaba, hurano. Pero por lo bajini se reia, el animal. Los he cogido en el introito. Bum, bum, bum, bum. Apoyado en el porton, bajo la lluvia, el soldado de ojos azules reprimio un escalofrio mientras se ajustaba el peto y cenia la espada. A su alrededor los companeros se miraban unos a otros, inquietos. Al otro lado de los muros del palacio, afuera, los tambores llevaban sonando una eternidad. Bum, bum, bum, bum. Habia toneladas de oro, pero ahora Moctezuma estaba muerto y se acababan las provisiones y todo se habia ido al carajo. Bum, bum, bum, bum. Tambien habia miles y miles de mexicanos en la ciudad, alrededor, cubriendo las terrazas, llenando las piraguas de guerra en los canales y la calzada entre los puentes cortados. Mexicanos sedientos de venganza. Bum, bum, bum. Asi todo el dia y toda la noche, mientras en lo alto de los templos los sacerdotes alzaban los brazos al cielo y preparaban los sacrificios. Bum, bum, bum, bum. Aquello sonaba adentro, precisamente en el corazon, que los mas cenizos ya imaginaban fuera del cuerpo, ensangrentado, abierto el pecho por el cuchillo de obsidiana. Bum, bum, bum. Menudo plan, penso el soldado mirando las caras mortalmente palidas de los otros. Venir desde Caceres y Tordesillas y Luarca y Sangonera, que estan lejos de cojones, para terminar abierto como un gorrino, con las asaduras hechas brochetas en lo alto de un templo, aqui donde Cristo dio las tres voces. Bum, bum, bum. Y ademas, de tanto oirlos, aquellos tambores habian adquirido un lenguaje propio. Si uno prestaba atencion podia oir que decian: teules malditos, perros, vais a morir todos hasta el ultimo, y pagareis el deshonor de nuestros idolos, y vuestra sangre correra por las aras y los escalones de los templos. Bum, bum, bum. Eso decian aquella noche, penso estremeciendose, los jodidos tambores de Tenochtitlan.

  • El viento en la cara de Saphia Azzedine

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  • El Roce del Amante de Sophie Kiss

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    Harta de su marido, ahora era su turno. Esta historia me la conto una amiga muy personal que tengo, lo ha mantenido en secreto todos estos anos. No sabia como habia conocido a su esposo que tambien es mi amigo. En una conversacion me conto como llegaron a estar juntos, eso me impacto. Mi amiga tuvo que pasar por muchos por muchos problemas antes de que el destino la juntara con su esposo. Era demasiado lo que le hizo su ex esposo, eligio dejar de ser una espectadora y de recibir humillaciones y tomar cartas en el asunto. A mi amiga no le gusta hablar sobre este tema pero creo que esta historia merece ser conocida.

  • Historias y mitos de la oficina de Alejandro Melamed

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    A partir de relatos de vida, leyendas urbanas y avanzados conceptos, Alejandro Melamed invita a los lectores a reflexionar sobre la realidad laboral del presente y sugiere los planes de accion para mejorarla. El amor en el trabajo, las conversaciones dificiles de abordar, el acoso laboral, el salario emocional, el contrato psicologico, la etica en un contexto indecente, los modos de cultivar el talento, el manejo del estres y la busqueda de equilibrio, el capitalismo etico, la presencia y desarrollo del genero femenino, el nuevo liderazgo en tiempos de cambio y los traslados al exterior son algunos de los temas que se abordan de un modo agil y accesible. Historias y mitos de la oficina es un libro que atrapa desde el primer momento por su pragmatismo y su narrativa realista, simple, agil y profunda. El lector encontrara en estas paginas referencias a la bibliografia mas reciente, enfocada desde un punto de vista personal y una mirada muy humana. Con mas de veinticinco anos de experiencia en gestion y puestos de maxima responsabilidad en empresas multinacionales de diferentes paises de Latinoamerica y Europa, Alejandro Melamed -coach ejecutivo, consultor, conferencista reconocido, docente universitario y de maestrias- comparte sus experiencias e ideas innovadoras con todas las personas que esten trabajando en cualquier tipo de organizacion -o se encuentren en proceso de busqueda o cambio- y aspiren a una vida mas significativa.

  • Ni la muerte nos puede separar de Mano Book

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    Edward Mu es el soltero mas codiciado de la ciudad, nacido en una familia rica, nunca supo lo que era el amor, algo que jamas obtuvo de sus padres. Rocio era una mujer especial. Como una coronel del ejercito, estaba acostumbrada a llevar una vida dura y sacrificada, sin embargo, su principal objetivo era luchar como madre soltera por criar al hijo que tuvo con Edward seis anos atras y del quien el ni siquiera conocia la existencia. Un dia, finalmente, ella decidio reaparecer en su vida con el pequeno… Pero lo que no esperaba era que esa decision transformaria por completo la vida de los tres. Cautivado por esta mujer tan especial, esta vez Edward la amaria con locura. ?El destino les daria una nueva oportunidad?

  • Instantaneas de Claudio Magris

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    El lector encontrara aqui textos breves capaces de capturar lo que tiende a escurrirse entre los dedos, de retratar con perspicacia y acidez comportamientos humanos, de observar el mundo con una sofisticada mezcla de humor, melancolia, bondad y sabiduria. El resultado es un ramillete de deliciosas miniaturas en las que asoman temas, personajes y situaciones variopintos: la ciudad de Trieste; un episodio comico vivido en la Galeria Leo Castelli de Nueva York que ilustra las imposturas del arte de vanguardia; el modo ridiculo en que Thomas Mann se entera del inicio de la Segunda Guerra Mundial; los editores que imponen finales felices a los autores a los que publican; el secreto motivo por el que una conferencia muy erudita y potencialmente soporifera se llena a rebosar; los congresos culturales y el sexo; la soledad de las parejas...

  • De 0 a 100 de Jorge Borges

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    Nunca fui una chica demasiado ambiciosa.
    Un novio normal, un trabajo normal.
    Pensaba que eso era todo en la vida…
    Pero entonces conoci a Marcus.

  • Sin senal de Daniela Bascope

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    Los ojos de Cheito se asomaron por las rendijas de la ventana para asegurarse que sus papas se habian ido. Con la mano derecha, le hizo senas a Tomas, su hermano mayor, quien se fue corriendo al armario principal. Jurungaron como pudieron y donde pudieron, tratando inutilmente, de no dejar evidencias de la buscadera y el afan. Cayeron rendidos en la alfombra; derrotados porque no encontraron nada. En eso, una idea se asomo en los ojos saltones de Tomas quien otra vez y a las carreras, salto hasta la puerta de la casa. Tomo unas llaves guindadas y se fue veloz al garage. Abrieron el cajon de la camioneta. Tomas brinco como mono y reviso el perolero. Debajo de unas toallas consiguio unas bolsas y en las bolsas (brillaron los ojos de Tomas), los juguetes. Los hermanitos se taparon la boca para que sus gritos de emocion no se escucharan. Empezaron a curucutear todo y encontraron: una patineta blanca y brillante; una pista de trenes; una caja de construccion para ninos; 4 potes de plastilina azul y dos Walkies Talkies fluorescentes que funcionaban como los de la gente grande. Escucharon un ruido y aunque no eran los papas, decidieron guardar todo como estaba y cerrar el cajon de la camioneta. Esa noche, Cheito y Tomas se desvelaron pensando en todo lo que harian con esos juguetes. Imaginaban pasear por la cuadra y ser el centro de atencion de sus amigos. Fantaseaban con comunicarse por los Walkies Talkies fluorescentes y montar a Pancho, el gato tuerto pero tierno de la casa, encima del tren de la pista. Eran las dos de la madrugada y los dos hermanos sonaban despiertos; sonrientes, viendo su futuro en el techo. Llego el 25 de Diciembre. Tomas bajo a las carreras por las escaleras. Eran las seis de la manana y el sol apenas alumbraba. Cheito, en un pijamas que le quedaba grande, bajo aun dormido pero emocionado; siempre mas lento y tropezandose. Euforicos, abrieron los regalos y no encontraron nada. Si habian juguetes y eran para ellos, pero no los mismos del cajon de la camioneta ni los de tantas madrugadas de desvelo y fantasia. Con un vaiven agridulce, los hermanos Ramirez jugaron en las calles de su vecindario; sin armar mucho alboroto y sin ser centro de atencion de nadie. Algunas tardes, antes del ano nuevo, Tomas se quedaba fantaseando con la patineta blanca y brillante que jamas habia llegado y se preguntaba que habria pasado con ella. Con frecuencia, las fantasias lo encontraban a la hora de la comida, y no faltaba un "!Tomas! !se te enfria!" que lo sacudia y lo devolvia a la realidad de sus buenos pero no tan queridos juguetes. Dos dias antes de noche vieja, los hermanos Ramirez salieron con su papa al parque. Tomas y Cheito ya se acostumbraban a sus nuevos juguetes y hasta se la pasaban bien con ellos. Cheito brincaba torpemente sobre el avioncito dibujado con tiza en el piso mientras sostenia uno de sus munecos de guerra. Cantarruteaba una cancioncita de un comercial de television mientras Tomas corria y corria por el parque. De pronto, sus ojos y su cuerpo se detuvieron en seco: a lo lejos estaban dos ninos jugando con una patineta blanca, una pista de tren y dos Walkies Talkies. Tomas no creia lo que veia; eran exactamente como los juguetes que habian descubierto en la camioneta de su padre a quien volteo a ver con sus ojos saltones; intrigados y atonitos. El padre le devolvio una sonrisa leve pero Tomas le quito la mirada y no le hablo en todo la tarde. Anos despues, Tomas y Cheito conocieron a sus hermanos. Sin senal Quedaron solos en una habitacion. No habia senal asi que hablaron como se hablaba antes; sin selfies, sin historias de 24 h, sin mensajes ni llamadas. Eran ellos a solas con sus conversaciones. Se dieron cuenta que tenian el mismo lunar en el mismo sitio del cuerpo; los mismos gustos musicales y los mismos intereses pseudo espirituales. Las miradas ya no pudieron sostenerse y se acercaron; a penas se rosaron los labios pero no se besaron. Se tocaron como los ciegos para reconocer las caras pero no se besaron. Se sintieron iguales, pares, pareja, cercanos. Se amarraron las manos, las ganas. Contuvieron; aguantaron. Quedaron abrazados en un espacio que habia dejado de ser el de esa habitacion, imaginando como seria hacer el amor. Dias despues se vieron en el cumpleanos de su padre quien durante anos habia querido reencontrar a su hija con su hermano. Actuaron cordiales en la fiesta y despues de eso, nunca mas se hablaron. El silencio Mary era el estorbo ruidoso del que su mama tanto se quejaba; tenia prohibido gritar, aplaudir o escuchar musica. Habian dias en los que tenia que cuidar el pasar de las paginas de su libro o el rechinar de las puertas cuando entraba o salia. Forraba la suelas de sus zapatos para cuando llegaba del colegio y cuidaba que los platos no chocasen demasiado con los cubiertos durante la comida. Un dia llego del colegio. Sigilosa, comio sola en la cocina, hizo sus deberes y se bano. Ya eran las 8:45 de la noche y aun no habia visto a su madre que por lo general, siempre estaba en la casa escribiendo en miles de hojas de papel reciclado y un par de botellas de vino. A las 9:30 pm, Mary sintio una extrana curiosidad y camino en puntillas hasta la habitacion de su madre. La puerta estaba cerrada asi que prefirio regresar a su cuarto para evitar el ruido de las bisagras. A la manana siguiente, cuando estuvo lista para salir al colegio, decidio abrir la puerta con sumo cuidado. Habian 6 tomos de la Enciclopedia Britanica; La Iliada y 8 revistas despedazadas que formaban una torre sobre el suelo. Unos centimetros mas arriba, los pies de su madre suspendidos en el aire. El cuerpo inerte colgado de una soga y los ojos, afortunadamente, cerrados. Fue la primera vez que Mary grito; grito sin parar; grito agudo; grito largo. El Perro Fue a las siete de la manana cuando Casimir salia del garage. El perro habia esperado toda la madrugada para fugarse. Se escondio entre los otros autos de la casa para que no lo amarraran. Con el frio de la madrugada recordaba aquel dia en que habia llegado a esa casa. Apenas tenia dos meses de nacido. Queria tener familia, lamer, querer y ser querido. Con el tiempo, la ilusion del hogar calido desaparecio y el nombre que alguna vez tuvo se fue desvaneciendo: ahora solo era El perro. En esa casa era estorbo; fastidio; el desastre indeseable. Por eso, aquella manana, El Perro espero la salida del sol para irse cuanto antes. Casimir encendio el auto, tomo el control de la reja automatica y presiono el boton de salida. El Perro se acerco al porton. Ni siquiera corrio. Nadie lo vigilaba, nadie lo detenia. Salio por la reja sin mayores estrategias, sin mayores prisas. Casimir retrocedio el auto y cerro la reja automatica. Acelero mientras cambiaba la estacion de radio. Choque. Ruido. Quejido de perro. Llanto. Agonia. Casimir se bajo del auto y vio a su perro en al pavimento. Temblaba. Lo cargo como pudo: camisa llena de sangre; asientos llenos de sangre. El Perro murio. Casimir lo enterro en el jardin de su casa y lloro como cuando era nino. Lo quiere mas que nunca. Lo quiere como nunca lo quiso. Lo quiere porque ya no esta. Pian Orestes Pian Orestes era su amor platonico. Lo veia con admiracion tras bambalinas mientras el hacia escenografias, actuaba o esculpia esculturas. -!Es un renacentista!- decia con suprema admiracion. Laura Mariela visitaba brujas y adivinadoras esperando que le dijeran que el tambien la amaba, que no se lo decia porque tenia ese misterio timido y atormentado del artista que no lo deja. Aunque pasaron algunos anos, hombres y viajes para Laura Mariela, Pian Orestes seguia en sus fantasias; la esculpia, la besaba en una escena; le escribia una carta prohibida y la encontraba en una fiesta. Siempre hermosa en sus idilios y con las palabras perfectas. Fue hasta un 4 de Marzo de 1977 cuando, en un bar de Praga en el que sonaba Louis Amstrong, lo reconocio a lo lejos. Estaba solo, leyendo y tomando cafe. Laura Mariela quedo paralizada ante la imagen de su Dios. Tomo una respiracion profunda como quien esta a punto de sumergirse en el agua y camino en camara lenta hasta su mesa. Se detuvo el planeta tierra y las estrellas fugaces alumbraron la escena. Al verla, Pian Orestes se sonrio y la invito a sentarse. Hablaron durante casi dos horas y el se volvio accesible, vulnerable y cotidiano; cada vez mas humano. Se despidieron en la puerta del bar y caminaron, cada quien, en sentido contrario. Laura Mariela llego a su hotel y se puso el pijamas. Una lagrima se asomo sin muchos animos y con un solo reclamo: Pian Orestes habia matado al hombre de sus fantasias. A la manana siguiente, se levanto llena de energia y con ligereza de haberse liberado de un hombre que nunca existio.

  • Treinta Postales De Distancia de Sara Ventas

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    <>. Le habia gustado la idea de elegir la planta numero trece de un edificio situado en La Malagueta, un barrio centrico de Malaga junto a la playa. Las vistas eran espectaculares y la orientacion no podia ser mejor. Cuando recibio las fotografias que Manu le habia enviado del apartamento y las vistas desde la terraza, comenzo a concienciarse del paso que estaba dando y, sobre todo, empezo a ver una luz que no era precisamente la de aquel sol que iluminaba aquellas imagenes, sino la de la sensacion que le producia la velocidad con que todo estaba saliendo: rodado. Sofia tenia el convencimiento de que si algo que nace entre dudas sale sin esfuerzo, es porque se ha elegido el camino correcto. Y que mejor muestra que aquella de encontrar, casi a la primera, la casa que se ajustaba, de sobra, a las caracteristicas que ella buscaba. A todos les encanto. A todos menos a su padre, claro, un poco supersticioso por naturaleza y que se aventuro a pronosticarle algun pequeno infortunio originado por la maldita cifra en cuestion. Eso a ella no le afectaba, no creia en esas bobadas de la supersticion, y era capaz de pasar bajo una escalera, tranquilamente. Incluso si veia que alguien evitaba una y se cambiaba de acera, ella pasaba por debajo mirando al supersticioso con picardia y presumiendo de su osadia. Una vez, cuando era pequena, llevo a casa un gato negro que se encontro por la calle; su padre monto tal espectaculo que no tuvo mas remedio que dejarlo abandonado donde lo habia encontrado, y no dio su brazo a torcer con sus llantos ni cuando le dijo que era el peor padre del mundo. Claro que luego se lo compenso regalandole una tortuga que a ella no le hizo mucha gracia. Alego que era la unica mascota que aceptaria que tuviese en casa: <>. A ella al principio le daba repelus el tacto de aquellas patitas arrugadas y ver aquel cuello diminuto estirarse fuera del caparazon. La tortuga tenia el tamano de una galleta y le puso de nombre Tomasa. Mas tarde descubririan, viendo un documental, que Tomasa era macho por la forma que tenia en la parte baja del caparazon: concava en vez de plana. Pero aunque intentaban rectificar y llamarla Tomas, ya no les salia. Despues de una semana de frenetico ajetreo de mudanza, aun tenia el salon empantanado con cajas de libros sin abrir, utensilios de cocina, y la ropa de invierno que habia dejado amontonada sobre la cama del cuarto de invitados, amenazaba con venirse abajo, de un momento a otro, si una mosca se posaba en la superficie de la montana mal apilada. Se tiro en el sofa acordandose de su madre mientras observaba el desbarajuste que decoraba su salon. Aquel desorden con apariencia de haberse mudado aquel mismo dia, tenia todo el pronostico de mantenerse por unas cuantas semanas mas, si no eran meses. Pero eso a ella no le preocupaba lo mas minimo, lo importante ahora era adaptarse a la nueva vida que acababa de comenzar. Aun no habia cumplido treinta y tres anos. Siempre imagino que a esa edad ya estaria de sobra casada y con una ristra de hijos revoloteando a su alrededor. Ahora que la disfrutaba, a ratos se sentia demasiado joven para tener hijos y otros, preocupada porque iba camino de los cuarenta y lo mismo se quedaba asi como la hermana de su padre, su tia Conchita. Tanto espero al hombre que se ajustase a sus exigencias que, cuando desistio bajando considerablemente sus requisitos hasta un punto en que ya le servia casi cualquiera, a quien empezaron a exigirle fue a ella. En su casa de vez en cuando se comentaba que se veia con un viudo del piso de abajo, pero que no se aguantaban del todo y no acababan de decidirse. <>, explicaba el padre de Sofia. <>, solia comentar la madre de Sofia espantada, porque no le hacia ni pizca de gracia que su cunada se le metiera en casa a entretener sus quehaceres. No se llevaban mal, pero porque se veian lo justito. A Sofia le caia muy bien la tia Conchita y fue la primera en animarla a que se fuera a Malaga: --Sofi, comete el mundo y no le hagas demasiado caso a tu cabeza, las hormonas son muy sabias. --?Las hormonas? --comentaba Sofia-- Que cosas se te ocurren, tia. --Hazme caso, Sofi, alli me deje yo algo imperdonable, y precisamente por darle la espalda a las hormonas. --?Alguna vez me contaras que fue aquello que te paso en Malaga y que solo dejas caer? --Hay cosas que deben quedarse enterradas para no hacer dano a terceros. Y Sofia no conseguia sacarle mas informacion. Sofia acababa de salir de una relacion que habia pasado por todos los estados que puede pasar una relacion, con inesperado final incluido. Decidio cambiar de aires para evitar caer de nuevo en aquel ciclo interminable de idas y venidas: --Te perdono, pero te prometo que esta sera la ultima vez. --Vale, yo tambien te prometo que voy a cambiar. --Si yo no quiero que cambies, lo que quiero es que te centres y proyectes tu futuro en una direccion. --Que si, no seas boba, si yo estoy centrado. --No estas centrado, tienes treinta y cinco anos y eres relaciones publicas de una discoteca ?No te das cuenta que el resto de tus companeros son veinteaneros? --Todos no. --Deberias concentrarte en el trabajo que tienes por las mananas, que esta muy bien, y olvidarte de la noche. --Que si, no seas pesada, es solo un tiempo hasta que encuentren a alguien. --Llevan buscando a alguien anos, Alex, anos, y tu cada vez estas mas metido en ese mundo. A penas nos queda tiempo para vernos. ?Crees que en esas condiciones a mi me apetece una vida en comun, para estar todo el dia sola? Pero era un bucle que no terminaba de abrirse para ir a alguna parte. Aquella relacion daba vueltas sobre el mismo sitio y ella ya conocia de sobra aquel itinerario absurdo. Necesitaba caminar en linea recta, aunque fuera para estamparse contra una pared de hormigon. No le importaba demasiado el sitio, lo importante era salir de la isla que por primera vez se le habia quedado pequena, y que el lugar tuviera mar. Era mallorquina. Eligio la ciudad de Malaga porque su padre era de alli, era donde veraneaban desde siempre para no perder aquella parte de sus raices, y le hacia sentirse un poquito como en su casa. Un buen amigo de su padre, dentista como el de profesion y al que habia conocido en la facultad, le ayudo a mover su curriculo y le encontro un puesto en una cadena de clinicas dentales. Los veranos que habian disfrutado en Malaga, los habian pasado con este amigo y su familia. Sofia sabia al dedillo las batallitas de su padre con Miguel y, ademas, habia hecho muy buena amistad con uno de sus hijos que tenia su misma edad: Manolito, bueno Manu, como se habia rebautizado cuando paso la adolescencia. Estuvieron mucho tiempo fuera de contacto. Lo retomaron hacia mas de un ano a traves de facebook y, a partir de ahi, surgio de nuevo la amistad que habian reforzado cada verano que su familia viajaba a Malaga o ellos a Mallorca. El habia sido su visitador de aquella casa con magnificas vistas al mar, y quien le envio las fotos junto con un informe detallado sobre cada rincon de la casa, incluido un examen exhaustivo a sus caseros los que, a simple vista, le parecieron algo presuntuosos y bastante cotillas. Pero si Manu lo decia, algo de verdad habria en ello --pensaba Sofia-- porque a diferencia de ella, el no solia equivocarse en los juicios rapidos. Y al conocerlos ella tuvo la misma impresion. No le apetecia devolver las llamadas que tenia acumuladas en el contestador. Lo que mas le apetecia aquella tarde de viernes, era quedarse tumbada a la bartola en el sofa y que alli se las diesen todas. Pero habia quedado con Manu que apareceria en cualquier momento y penso que, al menos, deberia apilar las cajas que tenia por medio, aunque pensandolo mejor, casi que preferia llamar a su madre y quitarse una llamada de encima. Deseaba hablar con Paula, pero no queria saber nada de Alex y en su mensaje del contestador ya se intuian noticias frescas. Era mas comodo mantenerse aislada en aquella burbuja que le proporcionaba su nueva vida, donde el apenas existia. --!Hola mama! --Hija, no hay quien te localice ?que ha pasado con el calentador? --Tenia razon papa, me lo ha confirmado el casero. Hay que abrir un poco la ventana del lado opuesto al calentador, para que circule el aire sin que el viento apague la llama, porque no se que rejilla esta tapada por la lavadora… no me he enterado bien, pero me he duchado y no se me ha apagado esta vez. --?Ya tienes todo ordenado? --Sofia dudo entre decir la verdad o adornarla. <>, penso. --Ordenadisimo, todo en su sitio. --Mira que eres mentirosa. --?Por que nunca me crees? --Si me hubieses dicho que te faltaba alguna caja, te habria creido, pero diciendome que tienes todo ordenadisimo, como si lo viera, seguro que esta todo manga por hombro. --Esta bien, tu ganas, quedan dos cajas --intento rectificar inutilmente. --Ya no cuela, hija, mira que eres desastrosa. ?Y que tal el trabajo? --la madre de Sofia prefirio no seguir aquel tema para no terminar discutiendo con su hija. Era la primera vez que se separaban y le estaba costando muchisimo adaptarse a aquel vacio que habia dejado en casa. Sofia era hija unica, aparecio cuando ya habian perdido las esperanzas intentandolo. No lograron conseguirlo otra vez. Esto hizo que sobreprotegieran a Sofia y que, aun siendo una mujer que sabia valerse por si misma, la siguieran tratando como a una nina. --Bien, lo de siempre, de un lado a otro… Me gustaria trabajar como papa, en su consulta, sin moverse. --Ay hija, no te quejes, y ?para que quieres estar todo el dia en un mismo sitio? Asi te mueves, vas de un sitio a otro, estiras las piernas… --?Las piernas? Si voy en coche mama. Cada clinica esta en una punta de Malaga. --Bueno, hija, Malaga tampoco es tan grande. ?Y que tal son los vecinos?

  • 17 mujeres Premios Nobel de ciencia de Helene Merle-beral

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    Hasta el momento, solo los trabajos cientificos de 17 mujeres han sido galardonados con el Premio Nobel. Marie Curie fue la primera, en 1903 y 1911, seguida de su hija Irene Joliot-Curie en 1935, pero otras permanecen en la sombra. Son conocidas las biologas Francoise Barre-Sinoussi, premiada en 2008, Barbara McClintock (1983) y Rita Levi-Montalcini (1986), pero ?quien ha oido hablar de Linda Buck, Ada Yonath, Elizabeth Blackburn o Tu Youyou?
    Este libro presenta las trayectorias, a menudo sorprendentes, de estas mujeres que alcanzaron la excelencia en un medio que fue y sigue siendo en gran medida masculino. ?De donde surge su curiosidad? ?Como conciliaron la investigacion con la vida familiar? ?Como las acogio el mundo cientifico?
    Esta brillante serie de biografias muestra la diversidad de sus origenes sociales y sus caracteristicas particulares, con una feroz independencia de espiritu y una perseverancia a toda prueba como puntos comunes. El cuadro cientifico no es menos variado, desde el nucleo atomico hasta los ribosomas y los genes saltarines, aunque solo existen tres mujeres Premios Nobel en el ambito de la fisica. Este libro es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia cultural y social del genero en la investigacion cientifica. La vieja maxima de “La mente no tiene sexo” no deja de verificarse.

  • Donde los hombres se atreven de Ariel A. Berretta

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    Una guerra sin cuartel sumerge a Mexico en un bano de sangre.
    Un coronel comprometido con su tierra y un narco sin escrupulos cruzan sus vidas en un final para un solo superviviente.
    Opuestos en sus valores, no tanto en sus ideales, se enfrentan a muerte en lo que termina siendo una guerra personal.
    Esta novela muestra la descomposicion social y politica de un pais asolado por la corrupcion y el narcotrafico, donde la impunidad se construye desde las mas altas esferas del poder.
    Agil, dura y violenta, esta novela mantendra al lector sin aliento desde la primera pagina.

  • El heredero caido (Los Royal 4) de Erin Watt

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    Rivales. Reglas. Remordimientos. Los Royal acabaran contigo.
    Easton Royal es un triunfador: es guapo, rico e inteligente. Su meta en la vida es divertirse tanto como pueda y nunca piensa en las consecuencias de sus actos. No necesita hacerlo.
    Pero un dia aparece en su vida Hartley Wright, una joven que pondra su mundo patas arriba. A pesar de sentirse atraida por el, Hartley lo rechaza. Easton no entiende por que, y eso la hace aun mas irresistible. Hartley le dice que tiene que madurar. Y puede que tenga razon.
    Por primera vez en su vida, la riqueza y la popularidad de los Royal no sera suficiente para Easton.

  • El juego de la horca de Gina Peral

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    Me llamo Di; soy era una chica de lo mas normal, una friki del cine con una vida monotona y aburrida. Mi curiosidad por saber si una antigua leyenda sobre una princesa persa era cierta me llevo a aceptar la aventura que mi hermana Bianca me regalo por mi cumpleanos, pero nunca imagine que la expedicion arqueologica pudiera salir tan mal.Acusada de asesinato, mi unica compania es una libreta en la que he volcado todo lo sucedido durante los ultimos dias, en los que encontrar a Bianca fue todo mi mundo. Mientras la buscaba tuve que huir, esconderme, robar, defenderme y disparar. Encontre el amor, pero acabe encerrada, esperando ir a la horca mientras relato mi historia con la esperanza de que, entre sus paginas, tu puedas descubrir que paso. <El juego de la horca. ?Te animas a jugar?>>. .

  • Las dos muertes de Mozart de Joseph Gelinek

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    Joseph Gelinek regresa con su thriller historico mas ambicioso hasta el momento en torno a una de las figuras mas importantes e influyentes de la historia de la musica: Wolfgang Amadeus Mozart.

  • El mundo de Sir de Remedios Moreno

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    Despues de mas de quinientos anos, la leyenda de Barsali se reanuda. Llego el momento en que Drako y su jinete se encuentren para poder cumplir juntos su destino.
    Las vidas de un joven matrimonio y la de sus tres hijos cambiaran radicalmente durante una simple excursion familiar al descubrir, repentinamente, un mundo de seres fantasticos tan real como el que conocian.
    David, un chico de solo trece anos, descubrira que sobre el recae el destino de ambos mundos, tendra que luchar con criaturas temibles, crecera junto a su dragon y descubrira que todo lo que haga tendra sus consecuencias.
    Un destino para el que nadie lo ha preparado, una lucha inevitable, Barsali es solo el principio y la leyenda acaba de comenzar.
    ?Sera capaz el jinete de estar a la altura?

  • Los siete maridos de Evelyn Hugo de Taylor Jenkins Reid

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    Evelyn Hugo, el icono de Hollywood que se ha recluido en su edad madura, decide al fin contar la verdad sobre su vida llena de glamour y de escandalos. Pero cuando elige para ello a Monique Grant, una periodista desconocida, nadie se sorprende mas que la misma Monique. ?Por que ella? ?Por que ahora?

  • Un pasado secreto de Sophia Gray

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    Clara ha pasado veintitres anos observando la vida pasar desde la finca de su familia mientras ellos disfrutaban de los placeres y la compania disponibles para las personas adineradas de America en la decada de 1920.

  • Kolia de Leandro Perez

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    Si esta historia fuera una pelicula, tendria que comenzar cuando mas de nueve mil gargantas cantan el himno a Burgos en el Coliseum, unos segundos antes de que un Madrid liderado por Luka Doncic juegue contra el San Pablo. Como esta historia es una novela, empieza cuando Kolia tiene que encestar tres tiros libres para ganar el campeonato de Espana cadete.

  • Brillo de luna de Kristel Ralston

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    A Caine Valliard le basto ver solo una vez a Ashley Sagget para saber que tenia que conquistarla. Nunca habia sentido las ganas de sentar cabeza ni de dejar de ser un mujeriego, hasta que la conocio. Y podria decir que la vida de casado iba viento popa. Sin embargo, a pesar de que la quimica entre el y su esposa era fantastica, sentia que ella le ocultaba algo. Y ese secreto empezaba a resquebrajar poco a poco su solido matrimonio.

  • Sumisa obligada (sumisas 6), Saray Gil Diaz de Saray Gil Diaz

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    Elena es una mujer normal y muy trabajadora llamada por una empresa de empleo temporal accede a trabajar de camarera una noche en el hotel mas lujoso de Madrid, lo que no espera de esa noche es que seis ?hombres? se obsesionen por ella hasta el punto de querer matarse, secuestrarla o darle unas citas increibles, pero ella no cree en el amor para siempre y menos entre unos hombres que se obsesionan con ella como unos animales o seres de otro mundo, ?O si?

  • Intimo sendero de magia (Serie Rohard 2), Rita Morrigan de Rita Morrigan

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  • El ferrocarril subterraneo de Colson Whitehead

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    Galardonada con el Premio Pulitzer 2017 y con el National Book Award, El ferrocarril subterraneoha sido el acontecimiento literario del ano en Estados Unidos.

  • La llegada del Tercer Reich de Richard J. Evans

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  • Rule de Ellen Goodlett

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    El rey se esta muriendo; su heredero acaba de ser asesinado y la rebelion se prepara en el Este. Pero el reino tiene una ultima opcion antes de sumergirse en un caos sin alguien que los lidere. O, mejor dicho, tiene tres opciones.

  • La montana magica, Thomas Mann de Thomas Mann

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    El protagonista de la novela, Hans Castorp, un joven de 22 anos, estudiante de ingenieria y de familia adinerada, va a visitar a su primo al hospital de tuberculosos de Davos, en donde su estancia, originariamente planeada para tres semanas, se convierte en una estadia de siete anos. Pronto comprende que la logica que rige en el hospital, situado a 1530 m de altitud, es distinta a la que gobierna el mundo “de los de abajo” -el mundo de los sanos-. El hospital de Davos, reino de la enfermedad y la muerte, pero tambien de la ociosidad y la seduccion, transforman profundamente al protagonista. La montana magica es tambien una descripcion de la situacion social e intelectual europea, que registra los acontecimientos filosoficos, sociales y politicos de Europa que provocaron la Primera Guerra Mundial.

  • Entre los 35 y los 45. La ruptura de Beatriz Curi Chercoles

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    Es una novela romantica dirigida a un publico adulto, de facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida.

  • Leccion de amor de Ebony Clark

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    Muchas personas en Juanita Fun creian que Lane McCrane era una mujer sin sentido del humor. Su palido rostro enmarcado por aquella espesa mata de cabello castano oscuro, sus ojos azules y los generosos labios que sonreian escasamente, podrian haber hecho de ella mujer hermosa si lo hubiese permitido. De hecho, lo era aun cuando ella pretendiera todo lo contrario, esforzandose lo minimo en destacar sus encantos. La forma en que rehuia la coqueteria confirmaba que no estaba interesada en destacar entre una multitud. Lane solia vestir de manera informal, con ropa comoda que le permitiera moverse con agilidad entre sus pequenos alumnos y con la que no tenia que preocuparse del peligro de las manchas de chocolate y otras sustancias que hacian gritar de pavor a las demas maestras. Mejor unos tejanos que una falda corta. Mejor una camiseta de algodon que unos inutiles volantitos. Mejor zapatillas planas que arriesgados zapatos de tacon. Mejor convenientemente vestida que sugerentemente medio desnuda. Ninguno de sus companeros de trabajo habia podido averiguar si aquel empeno de la joven en esconder cada centimetro de su cuerpo respondia a un alarde de puritanismo o por el contrario, ella deseaba ocultar alguna espantosa cicatriz. O sencillamente, y aquella era la opinion mas extendida, a Lane McCrane no le importaba si los demas la consideraban o no atractiva. De cualquier modo, nadie se habia interesado lo bastante como para tratar de descubrirlo. Nadie sabia nada de ella mas que lo que ponia en las excelentes referencias que habia aportado en su curriculo. Por supuesto, aquellas referencias habian sido comprobadas con meticulosidad como era costumbre en la escuela. Veintiocho anos, de madre norteamericana, se habia criado en un orfanato despues de que su padre las dejara y su madre fuera internada en un sanatorio. Por desgracia, la madre de Lane se habia abandonado al alcohol y los medicos la habian desahuciado cuando Lane solo contaba con cinco anos. Y asi, del orfanato a unos cuantos hogares de acogida, era un milagro que hubiera sobrevivido y sacado su titulo de maestra con excelentes notas. Sus antiguos profesores se sentian orgullosos de poder hablar bien de la senorita McCrane, aunque no ocultaron su sorpresa cuando la senora Andrew les habia llamado desde aquel pequeno pueblo perdido en la geografia del arido paisaje de Nuevo Mexico, la Tierra de Encanto. Habian creido que Lane estaria ya casada y seria madre de uno o dos crios. Pero no. Por alguna razon, ella estaba alli. En Juanita Fun, el lugar donde la gente se levantaba a las dos de la madrugada con el unico objetivo de ver cruzar una estrella fugaz. Fuera como fuera, Lane McCrane habia elegido aquel sitio para echar raices. Era cuanto sabian de ella. Nada de novios ni amigos ni familia. Por lo mismo, no era extrano que fuera algo hurana en sus relaciones personales. Los demas profesores la saludaban cada manana mientras servian el cafe en sus tazas, pero evitaban cualquier contacto. <>, la llamaban a sus espaldas, aludiendo a su agrio caracter y en mas de una ocasion, la misma Lane habia escuchado aquel comentario por los pasillos, aunque fingia que no le dolia. Incluso por el pueblo la llamaban ya asi y la senora Andrew creia que no era justo para ella. Una mujer tan joven y bonita... Merecia algo mas que la compania de Patty Sims, otra profesora y quiza su mejor y unica amiga, y de unos cuantos mocosos, por mas que ella siempre dijera que su trabajo era lo mas importante en su vida. Lane era una joven agradable con sus pequenos alumnos, no cabia duda. Les escuchaba, se preocupaba por ellos y les dedicaba toda su atencion. Siempre tenia una palabra amable a pesar de que eran unos diablillos incansables. Y durante las clases, Lane se transformaba y dejaba de ser la mujer seria e inaccesible a cuyos pensamientos nadie podia llegar. Los chicos de su clase la adoraban en realidad. Pero con los adultos era otra historia. Es lo que pensaba todavia la directora de la Escuela Clarence cuando Lane se sento y la miro con expresion preocupada. La senora Andrew sonrio para tranquilizarla. En los dos meses que Lane McCrane llevaba trabajando alli, nunca habian recibido una sola queja sobre su comportamiento con los ninos. De hecho, muchos padres habian elogiado el trabajo que realizaba con ellos. Decian que sus hijos se mostraban mas receptivos, creativos y educados y lo achacaban al buen hacer de su maestra. Sin embargo... Echo una breve ojeada a la nota enviada por Clyde Bransow. La habia dejado sobre la mesa intencionadamente. Queria ver la reaccion de Lane cuando la descubriera porque, a pesar del aprecio que sentia por la nueva maestra, necesitaba estar segura de que no se equivocaba con ella. Hasta el momento, solo disponia de la version de Clyde, no muy fiable por cierto, dado su mal caracter y escasa paciencia. AmeliaAndrew conocia a Clyde desde que era un mocoso y sabia distinguir por el contenido de su nota cuando estaba realmente enfadado. Mientras la leia le venia a la mente una clara imagen del hombre: la mandibula apretada, escupiendole las palabras al papel, contrariado por el atrevimiento de la maestra, quien, por otro lado y como el mismo seguramente habria deseado anadir, <>. Era el estilo de Clyde. Ruidoso como un toro en una cristaleria, preparado para ponerse sus pinturas de guerra siempre que la batalla mereciera la pena. Por otro lado, y aqui es donde empezaba a preocuparse, estaba complemente segura de que el temperamental Clyde estaba a punto de conocer a un adversario de su talla. Lo peor de todo es que sospechaba que ninguno de los dos cederia un milimetro, por lo que su papel de mediadora se presentaba bastante dificil. --Senorita McCrane, ?sabe por que la he hecho venir a mi despacho? --pregunto con tono amable; era importante romper la tension en el ambiente. Lane le devolvio la mirada, sin poder evitar que sus ojos volaran con cierto disimulo hasta la nota firmada con el apellido Bransow. --Creo que si, senora Andrew --contesto y su voz era firme--. Es por el chico Bransow, ?no es asi? --En efecto. Parece que el pequeno Ben ha tenido problemas ultimamente --observo, aguardando la reaccion de la joven. Lane no dijo nada--. ?No va a contarmelo, Lane? --No es importante --mintio, pensando que era lo mejor para el chico. Lane se mordio los labios con una mezcla de rabia y remordimientos. ?Por que habia tenido que dirigirse a la senora Andrew precisamente? Clyde Bransow podia haber contestado a alguna de las diez notas que le habia enviado para citarle en la escuela. Sinceramente, habria querido solucionar aquello sin que las cosas fueran a mayores, pero aquel incidente el dia anterior... El terrible comportamiento de Ben lo habia acelerado todo. Y ahora, debia justificar ante la senora Andrew su silencio y se sentia fatal por haberselo ocultado. --?En serio? Entonces, ?puede decirme por que su padre me envia esta acalorada nota en la que me pide que le explique por que no somos capaces de controlar a su hijo? --El senor Bransow debio preguntarme primero, antes de enviar esa nota. Quiza debio preguntar tambien a su hijo y asi por lo menos conoceria el sonido de su voz --replico, tratando de mantener la calma. En realidad, le apetecia, y mucho, expresar abiertamente la opinion que le merecia el tal Clyde Bransow. Se contenia como podia. La sangre le hervia en las venas al imaginarse al insociable senor Bransow, dueno del mayor rancho del pueblo y tambien de la mayor cabeza dura por lo que sabia, desoyendo sus peticiones y derivando su responsabilidad como padre, una vez mas. Lane tenia la teoria, y si, aceptaba que estaba siendo prejuiciosa, de que Clyde Bransow habia perdido todo interes por la educacion de su hijo desde la muerte de su esposa, cinco anos antes. Pero sus prejuicios no eran del todo gratuitos. Aunque no solia prestar atencion a los chismes, no podia evitar escuchar algunos. Parecia que el senor Bransow habia sabido rodearse de gente amable y eficiente que le hiciera aquel trabajo. Personas que, como ella, suplian con su carino las atenciones que Clyde seguramente negaba a su hijo. Y aunque solo le habia visto en una ocasion, durante el baile de inauguracion del nuevo aserradero, habia bastado para que la mala imagen que tenia de el se confirmara.

  • La fuente de los siete valles de Felix G. Modrono

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    Pablo Santos regresa a su Logrono natal tras casi dos decadas al servicio del Archivo Secreto del Vaticano, con la mision de recuperar los libros desaparecidos del monasterio de San Millan de la Cogolla. Pronto descubrira que uno de los ejemplares perdidos de la vieja botica benedictina guarda un importante secreto alquimico. Su busqueda le llevara a enfrentarse no solo a su pasado, encarnado en Lucia Garay -su amor de juventud-, sino tambien a un inquietante futuro.

  • Memorias de hielo (Malaz. El Libro de los Caidos 3) de Steven Erikson

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    Memorias del hielo es la tercera entrega de la saga <>, la decalogia originalmente publicada entre 1999 y 2011 que ha convertido al escritor canadiense Steven Erikson en una de las mayores voces de la fantasia epica contemporanea. Desde entonces, esta obra maestra de la imaginacion esta considerada una de las series mas ambiciosas del genero de los ultimos anos.

  • Dr. Bully y el bebe secreto (Ritmo cardiaco 3) de Larissa De Silva

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    Estaba viendo doble. Y me gustaba lo que estaba viendo. Era tan alto, con una mata de pelo castano oscuro, y grandes ojos marrones. El tambien me sonreia, y mientras la musica golpeaba a nuestro alrededor, nos acercabamos cada vez mas. No importaba que estuvieramos afuera y la noche estuviera extranamente humeda, o que un monton de otros estudiantes universitarios nos rodearan y pudiera oler el champu, la colonia y el aliento contaminado por el alcohol de todos. Wes se inclino y me hablo al oido. --?Quieres otro trago? --pregunto, y su discurso se torcio. Yo asenti. --Bien --dije. Wes me cogio la mano. La suya estaba caliente y pegajosa, pero la mia probablemente tambien. Estaba sudando, y la agradable sensacion de alcohol habia sido reemplazada por un mareo apremiante. Vi como Wes miraba por encima del hombro, acercandome a el. --Quedate conmigo, chica -- dijo, mostrandome una sonrisa tonta cuando lo hizo. Me rei, pero hice lo que me dijo, acercandome cada vez mas a el. Nuestros cuerpos practicamente se tocaban mientras navegabamos por el mar de la danza, estudiantes borrachos, hacia su suite estudiantil. Habiamos hecho este viaje muchas veces, pero normalmente estabamos solos. No estabamos rodeados por un millon de otros estudiantes. El patio estaba normalmente desierto, pero siempre nos encontrabamos en medio de la noche. No fue intencional, habia sucedido asi, cuando el semestre habia comenzado. Pense en ello cuando finalmente llegamos a la escalera de hormigon que lleva a la suite de Wes. Me acerco a el, me tropece y practicamente me cai, y me agarro envolviendome el brazo alrededor de la cintura. Se rio. --?Estas bien? Asenti con la cabeza, mirandolo. --Si --dije, mi corazon saltando en mi pecho cuando puse mi mirada en su cara. Estaba tan impresionada con el, y lo odiaba. No ibamos en serio, nunca ibamos a estar en serio, y yo tenia que estar de acuerdo con eso. Me gustaba, pero era realista. Estaba fuera de mi alcance, y lo sabia con certeza. Si hubieramos crecido en la misma ciudad, el nunca me habria echado una segunda mirada. Pero esto era la universidad, un universo en si mismo, y eso era suficiente. Me miro fijamente. --Ace, ?seguro que estas bien? Asenti con la cabeza, cerrando los ojos. --Creo que he bebido demasiado. Me miro de arriba a abajo, con sus ojos brillantes. --?Te acompano a tu dormitorio? --No --respondi--. No, no. No quiero ver a mis companeras de cuarto. Sonrio. Solo tuvimos que subir unas cuantas escaleras mas antes de llegar a su puerta roja, el numero ‘tres’ grabado sobre la mirilla en letras doradas. Me solto, hurgo en su bolsillo y recupero su llave. Me sonrio, triunfante, y abrio la puerta, aunque le costo mucho esfuerzo. Una vez abierta la puerta, extendio su mano y yo la agarre. Entro en la habitacion, y yo entre detras de el. Me rei un poco mientras miraba su suite, que siempre me parecio extranamente limpia. Tal vez esa era una de las ventajas de no tener que vivir con companeros de cuarto. Me las arregle para abrirme paso de forma inestable hacia su cocinita improvisada. La bebida, de alguna manera, se las habia arreglado para emborracharme aun mas que antes, acercandose sigilosamente a mi como un repentino golpe de suerte. --Agua --dijo Wes. Practicamente podia oir lo seca que tenia la boca. --Para los dos Le sonrei mientras tomaba dos vasos de la tabla de drenaje y me daba uno. Me apoye en el mostrador e hice lo posible para llevarme el vaso a la boca. Lo tenia en la barbilla, lo que me hizo reir, y tambien hizo reir a Wes. --Escucha --dice. --Los dos estamos demasiado… Intentemos esto de nuevo manana, ?vale? Sacudi la cabeza. --No --dije, senalandolo sin ninguna razon. --No, no. Vine aqui para hacer una cosa y solo una cosa. Wes se rio, echando la cabeza hacia atras. --?Asi que no estas aqui solo porque te gusta pasar el rato conmigo? Me queje en negacion. --No eres malo. Pero no eres un gran conversador --dije. O trate de decir. Estaba borracha, y la palabra “conversador” sonaba como una absoluta tonteria. --Grosera --dijo, riendose. --Termina tu agua, y luego te llevaremos a la cama. --?Nos meteremos los dos en la cama? --No --dijo, sonriendome. --Esta noche no, Ace. --Boo --le respondi, mirandolo fijamente, pero termine mi agua. Me cogio la mano y me llevo a su cama. Le rodee el cuello con los brazos y me rei mientras intentabamos besarnos torpemente, sin poder hacerlo. --Manana --dijo--. Duerme ahora. --No estoy cansada. --Lo estas --respondio--. Simplemente no lo sabes todavia. Estamos demasiado jodidos para esto.--Nosotros… no. Estamos bien. --Vale --dijo, riendose mientras me esponjaba una almohada. --?Que tal si hacemos un trato? Si sigues despierta en cinco minutos, nos besaremos. Me rei, dandome la vuelta. --Si --dije--. Me gusta como suena eso. Y luego no recordaba nada en absoluto. *** Me desperte con un dolor de cabeza punzante, mis labios secos y mi estomago en nudos. El sol estaba justo en mi cara y no estaba en un lugar particularmente familiar. Las mantas eran muy pesadas y me daban calor. Intente quitarmelas, pero me dolia todo el cuerpo. Grunendo, finalmente me las arregle para mover el edredon de la parte superior de mi cuerpo. --Cafe --dijo Wes, entregandome una taza de poliestireno con el logo del campus. --Parece que lo necesitas. Me gire. --No hay necesidad de gritar --dije en voz baja. --?Quieres decir, ‘gracias, Wes’? Cerre mis ojos, agarre el cafe y tome un sorbo. Todavia estaba muy caliente, pero lo aprecie. --Gracias, Wes --dije. --Tambien te traje un McMuffin --dijo--. Son particularmente buenos cuando los dejas enfriar por un rato. Sonrei. --?Cuanto tiempo estuve dormida? --Demasiado tiempo --dijo, mostrandome una bolsa de papel marron con la comida dentro. -- Tuve tiempo de ir a tomar un cafe, luego a McDonald’s, e incluso tuve tiempo de contemplar la posibilidad de estudiar. Me volvi hacia el. --Claramente me he quedado demasiado tiempo --le dije--. Me comere esto y desaparecere de tu vista. ?Cuanto te debo? --? Por el McMuffin de huevo? Creo que estare bien --respondio. Puse los ojos en blanco. No parecia una amabilidad cuando estaba siendo sarcastico. Parecia notar el cambio en mi expresion, porque se acerco a mi y me aparto el pelo de la frente. --Oye --dijo--. Lo siento. No quise hacerte sentir mal. Todavia podia oler el alcohol en su aliento, y no creia que me estuviera yendo mejor. Lo mire, con esos enormes ojos marrones, y sonrei. --No --dije--. No me debes nada. Gracias. Asintio, sonriendome, y luego se acerco a mi hasta que sus labios estuvieron sobre los mios. Su toque fue calido y suave, y el beso solo duro unos segundos antes de que se alejara. --Tengo una sorpresa para ti --dijo. --?Ah, si? --Si --respondio--. Te traje… un pastel de manzana. Esta mas caliente que el sol, y probablemente asqueroso, pero pense, ?que es el desayuno sin postre? --Puede que seas uno de los buenos --respondi. --Tal vez --dijo--. Lo intento. Una vez que comi y bebi mi cafe, me senti mucho mejor. --No eres malo en esto --dije, limpiandome la boca con una servilleta de la marca. --?Como te sientes? --Bastante bien, considerandolo todo --dijo, sentado a mi lado en la cama, hundiendo su cuerpo en el colchon a mi lado. --Anoche estaba mas que borracho, y no se si ese futon es bueno para mis articulaciones. --Tienes como veinte anos --dije, un poco indignado. --?Como puedes estar preocupado por tus articulaciones? --Atletismo --respondio--. Necesito asegurarme de que mis rodillas estan en forma si quiero ser capaz de competir. --Podrias intentar engrasarlas. --Idea sensata --respondio--. Tal vez deberias ser medico, Ace. Incline mi cabeza mientras lo miraba. --Escucha --dije--. Lamento haberme puesto muy mal anoche. No te envie ese mensaje de texto para que tuvieras que cuidarme toda la noche. --Lo se --dijo, luego me miro y sonrio. --Tampoco es por eso que te recogi, pero no me importo. Pense que era algo agradable, de verdad. --?Lo hiciste? --No eres una persona dificil de cuidar --dijo--. No vomitaste nada, asi que eso te da una ventaja en mi libro. Me lami los labios. --?Haces esto a menudo? Ladeo la cabeza, levantando una ceja perfectamente enmarcada. --Teniamos un acuerdo. Me mordi el labio inferior. --Tienes razon --dije--. Lo siento. Suspiro, y luego Levanto mi cara con un dedo torcido bajo mi barbilla. Presiono sus labios contra los mios otra vez, y supo salado y dulce. Estaba exhausta y me dolia el cuerpo, pero de repente me quede sin aliento por el, y supe lo que tenia que hacer. Lo que mi cuerpo me exigia hacer. Cuando se alejo de mi, estaba sonriendo. --Sabes a tarta de manzana --dijo. --Sabes a cafe --le respondi. Ladeo la cabeza, con los ojos entrecerrados. --?Estas totalmente sobria ahora? --Como monja --dije. Se mordio el labio inferior. --Sigue hablando asi --dijo--. Y no podre quitarte las manos de encima. --No sabia que te gustaba la mujer religiosa --le respondi, riendo mientras se arrastraba sobre mi, presionando sus labios contra los mios y bajando su cuerpo sobre mi. Llevaba un pijama muy caro, y me di cuenta de que aun llevaba el vestido de la noche anterior. La tela de su camisa era mucho mas bonita y suave que el edredon, que mi propio vestido. Pero solo me concentre en la suave tela de su camisa por un segundo, porque en el momento en que mis manos tocaron su pecho, pude sentir que mi corazon comenzaba a latir rapido, y todo mi cuerpo comenzaba a calentarse debajo de el. Sus besos fueron suaves al principio, luego mas insistentes. Respiro profundamente, presionando su cuerpo contra el mio, y yo agarre la parte inferior de su camisa y meti la punta de mis dedos en su piel sorprendentemente suave. Gimio, con su voz baja y tranquila, lo que siempre fue suficiente para volverme loca. Mi pierna subio sola, y pronto me di cuenta de que habia abierto mi cuerpo de tal manera que el suyo estaba justo encima de mi, y pude sentir lo duro que estaba, y habia empezado a mover sus caderas hacia adelante y hacia atras, solo un poco, lo suficiente para hacerme saber cuanto me deseaba. Incluso a traves de la tela de panties y sus pantalones para correr, ya sentia que iba a explotar. Hizo una pausa, por un segundo, y luego se mordio el labio inferior. --?Quieres que te coja? Lo mire. Sus ojos marrones brillaban, y habia dejado de moverse en absoluto. Sus mejillas estaban rojas, y pude ver las gotas de sudor en su frente. Cerre los ojos y asenti con la cabeza. --Dime --dijo. Volvi a abrir los ojos y lo mire directamente. Siempre habia sido dolorosamente timida. Solo que no lo era cuando estaba cerca de el. Algo me paso cuando estaba cerca de el, y fue como si quisiera ser alguien que no era. Como si quererlo, como si deseara a este hombre, porque era el primer hombre de verdad que habia encontrado, fuera suficiente para quitarme todas mis inhibiciones, y solo… pedir lo que queria. Pedir lo que necesitaba de el. Y cada vez que me hacia pedirselo, me volvia loca. --Follame, Wes --dije, mi voz temblaba. Se mordio el labio inferior, una sonrisa en su cara. --?Que dices? --Follame, por favor--, dije. Sonaba como si estuviera suplicando. Lo estaba haciendo. No habia que decirselo dos veces. Movio su mano suavemente desde mi brazo, a traves de mis pechos, a traves de mi estomago, y hasta entre mis piernas. Senti las puntas de sus dedos rozando mi cuerpo, y mi cuerpo se tenso, mi espalda se arqueo para buscar su toque. --Realmente quieres esto, ?no? --Si --dije, apenas reconociendo mi propia voz. --De verdad que si. Enhebro su dedo entre el elastico de mi tanga y mi piel, y luego la deslizo por mis piernas muy habil y rapidamente, y de repente quede completamente expuesta ante el. Se tomo un segundo, solo un segundo, para mirarme. --Mierda --dijo, mas para si mismo que a mi. Lo mire, buscando en su cara para averiguar si era algo bueno o malo, pero no tuve que esperar mucho tiempo. Antes de que pudiera averiguar lo que estaba pasando, pude sentir su aliento en el interior de mis muslos. Uso sus dedos para abrirme y luego lamio alrededor de mi clitoris, lenta y deliberadamente, esperando que reaccionara antes de insertar un dedo libre en mi, enroscandolo ligeramente y dejando que me acostumbrara a el primero. Me estaba prestando atencion, y lo senti en la forma en que su lengua se movia por mi clitoris, aplicando un poco de presion extra de vez en cuando, su respiracion se aceleraba cada pocos segundos. El me queria, tenia hambre de mi, y yo podia sentirlo con cada movimiento, con cada gemido, con cada toque. Presiono su dedo dentro mio, uno al principio, luego dos, luego otro, todo mientras me lamia el clitoris, mientras me veia practicamente morir de placer debajo de el y luego se alejaba de mi cada vez, siempre negandome la dulce liberacion de un orgasmo desesperadamente necesario. --Bien --dijo, su aliento me hacia cosquillas en la piel. --Esta bien. Lo vi arrodillarse. Deslizo sus pantalones de correr por sus piernas, y luego se los quito por completo. Mire su polla, que fue estrangulada por sus calzoncillos Calvin Klein negros, y tardo un segundo demasiado largo antes de quitarselos tambien. Le gustaba que me gustara mirarlo, pero sabia cuanto lo queria. Cuanto lo necesitaba.

  • Tus Secretos (Tu Silencio 2) de Virginia Camacho

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    Ana ha llegado a la ciudad junto con su mejor amiga y sus hermanos para cambiar, para ser libre, para mejorar. Pero hay alguien que no aprecia los esfuerzos que ella hace, y solo la ve como la campesina que alguna vez fue, haciendo caer sobre ella la sentencia de que aunque se vista de oro, seguira siendo la misma. O eso es lo que ella cree.
    Carlos es un hombre de negocios ante todo. Tiene su vida organizada, su destino y futuro trazados, pero guarda un secreto que lo ha venido carcomiendo desde hace mucho tiempo, y ya no podra aguantarlo. Pronto aprendera que el amor, entre mas intentes contenerlo, mas desbordante se hara

  • De las cenizas renaceras de Laura Marquez Garcia

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    Lo que parece haber sido una noche demasiado larga de la que Marta no recuerda nada, se convierte en el inicio de la busqueda de su pasado, un pasado que parece haber sido borrado de su memoria como por arte de magia. Las situaciones que va viviendo durante esa busqueda le van recordando fragmentos de un pasado que poco a poco debe ir uniendo, como las piezas de un puzle, para llegar a descubrir el origen de todo. Por el camino, Joaquin, un autentico desconocido que se ofrece a ayudarla, jugara un papel muy importante.Narrada en flashback, la historia te sumerge en la mente de Marta para conocer en primera persona como fue su juventud, su primer amor, su amor verdadero, el peor acontecimiento y la peor perdida de su vida y como lo supero para renacer de las cenizas.

  • Se que sera para siempre de Sophie Saint Rose

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    Payton bebio de su cafe sin quitar la vista de la puerta de la empresa. En la Farmaceutica Lackman era la hora de largarse a casa, aunque sabia que su presidente aun tardaria algo mas en salir. Solia hacerlo sobre las cinco y media. Sobre el sillin de su bicicleta volvio a beber de su cafe y se detuvo en seco al ver abandonar la empresa a Keane Lackman, que con el telefono al oido miraba de un lado a otro como si estuviera nervioso. Dijo algo al telefono de muy mala manera antes de meterselo en el bolsillo interior de la chaqueta del carisimo traje gris que llevaba. Ella como si nada bebio lo que le quedaba de cafe antes de tirar el envase a la papelera que tenia al lado sin dejar de mirarle de reojo. El hijo del presidente de la empresa tenia treinta y dos anos. Rubio y enormemente atractivo media uno ochenta y seis, su cumpleanos era el seis de julio y le habian operado de apendicitis con catorce anos. Tenia una hermana pequena que era una nina mimada que solo se dedicaba a ir de tiendas. Entrecerro sus ojos azules de la rabia haciendo que se oscurecieran hasta tomar un tono violaceo recordando la ultima factura de la nina. Veinte mil dolares se habia gastado en un bolso de firma que seguramente usaria dos veces en su vida. Cuando el miro hacia alli se ajusto la gorra sobre su cabello rubio platino. Vio que llegaba su Porche gris y que el mozo se bajaba a toda prisa. Keane cogio sus llaves furioso y rodeo el coche metiendose en el como una exhalacion. Payton decidio seguirle a el ese dia. Parecia que tenia prisa. Demasiada para su gusto. Acelero saliendo al trafico y ella le siguio bajando al asfalto. Nueva York estaba llena de repartidores y era facil pasar desapercibida. Cuando se detuvo en el semaforo ella se subio a la acera y detras de una farola se cambio la gorra por una roja. El semaforo se puso en verde y al ver que aceleraba a toda pastilla tuvo que salir al trafico haciendo que un coche tuviera que frenar. Hizo una mueca pedaleando a toda prisa para no perderle. Estaba claro que le importaban un pito los limites de seguridad. Giro hacia la derecha y ella se coloco detras de una furgoneta preguntandose a donde iba porque era evidente que ni iba a los laboratorios ni a su casa. Al ver que se desviaba hacia el Soho chasqueo la lengua porque iba a casa de su hermanita. Tenia que haber seguido a su padre. Pero cuando paso de largo su calle se quedo en blanco. ?A donde cono iba? Keane freno en seco ante un edificio sin importarle que no pudiera aparcar y se bajo del coche a toda prisa para correr hacia el portal y pulsar el boton del tercero. Payton con la respiracion agitada observo como entraba. Lo mas rapido que pudo dejo la bicicleta apoyada en una senal antes de bloquear el seguro que tenia en el manillar y cogio la caja de pizza que llevaba en la mochila a la espalda para correr hacia el portal. Solo habia cuatro pisos por planta. Pulso casi todos los botones menos los del tercero y alguien abrio. Empujo la puerta y al ver que el ascensor llegaba en ese momento se dio cuenta de que no lo habia esperado y habia subido por las escaleras. Ya que estaba alli se subio en el ascensor y pulso el tercero. Se mordio el labio inferior y cuando llego a la tercera planta salio con precaucion mirando alrededor. Vio dos de las puertas. --?Es que estas loca? --Se escucho un portazo y ella miro hacia el pasillo que tenia a su derecha. Camino hacia alli sin hacer ruido con sus zapatillas de deporte y en la esquina saco la cabeza. Solo habia una puerta al final del pasillo y se escuchaban gritos. De puntillas se acerco y pego la oreja. --Voy a llamar a una ambulancia --escucho que decia Keane. Se le corto el aliento porque era la primera vez que oia su voz y decidio ignorar el brinco que pego su corazon. Al escuchar un sollozo entrecerro los ojos--. Debes haber perdido la cabeza. --!No! !Va a venir! --!No digas tonterias, Poppy! --Parpadeo al escuchar el nombre de su hermana. --!No te quiere! ?Por que crees que me ha llamado para que solucione esto? Escucho su llanto desgarrado y como gritaba --!Si que me quiere! --?Cuantas pastillas te has tomado? --No se. Medio bote. --?De esto? --Ella debio asentir. --!Joder! ?Sabes lo fuertes que son? --Dejame. No... Escucho una arcada y despues de esa otras, asi que supuso que le habia metido los dedos en la boca. --!Si, necesito una ambulancia! !Mi hermana se ha tomado un bote de pastillas! Payton sonrio maliciosa enderezandose y se volvio saliendo de alli a toda prisa. Minutos despues sentada en su bicicleta en la esquina de la calle vio como llegaba una ambulancia y como a los diez minutos sacaban a la princesita en una camilla con su hermano detras. Saco fotos con su movil. El se volvio como si quisiera asegurarse de que nadie les veia y ella saco una foto a su preocupado rostro. Busco un telefono en la agenda y se lo puso al oido sonriendo. --Jerry, cuanto tiempo. ?Adivina que tengo para ti? --pregunto viendo como Keane se subia a su coche --. Si, algo muy jugoso. Por casualidad ahora mismo estoy viendo como se lleva una ambulancia a la hija de un pez gordo. Poppy Lackman. Sobredosis. Tengo fotos. --Se echo a reir. --Si, ya se que me quieres. Te las envio de inmediato. ?Donde? Ahora estoy en el Soho. No fastidies, ?tengo que seguirles? --pregunto sabiendo de sobra que se lo pediria--. ?Para saber a que hospital van? Bueno, pero me deberas una muy gorda. Vale... Te llamo cuando sepa el hospital. Uy, te dejo que tengo que coger un taxi si no quiero perderles. --Colgo para seguir a la ambulancia. Estaba segura de que con la prisa que tenian desde alli la llevarian al Presbyterian y no se equivoco. Le envio un mensaje a Jerry con las fotos y la localizacion. El le envio una cara sonriente dandole un beso. Paso de largo el hospital porque a partir de ahi se encargaria Jerry enviando a sus reporteros para sacar toda la basura de esa historia. Sonriendo encantada pedaleo en direccion a su casa. Ese habia sido un buen dia. Ante su ordenador mordio el donut riendo por lo bajo porque la historia estaba en todos los tabloides. Ya fuera en television o en internet. Jerry debia haber ganado una pasta con eso. Puso de nuevo el video donde Keane saliendo del hospital le gritaba a un reportero que le dejara en paz antes de darle un empujon. --Chico tienes que llevarte mejor con la prensa. Son tus amigos --dijo a la pantalla antes de morder el donut de nuevo. La puerta de su casa se abrio y apago la pantalla sonriendo a su madre que entraba con una bolsa de la compra. --Deja que te ayude. --Se acerco cogiendo su bolsa y dandole un beso en la mejilla. --?Que tal el dia? Su madre la miro divertida. --Te veo muy contenta. --Hoy ha sido un dia genial. Me han subido el sueldo. Nora se llevo una mano al pecho. --?Y eso por que? --Porque he encontrado algo que salvara muchas vidas. Una enzima que es muy beneficiosa para el fortalecimiento del corazon. --Hija, que bien te explicas. A tu hermano no le entendia ni palabra de lo que decia. --A ambas se les oscurecio la mirada, pero su madre forzo una sonrisa intentando no estropear el momento. --Eso es genial, ?y que te ha dicho tu jefe? --Que esta muy contento con mi trabajo y que puede que en un ano me de su puesto en el laboratorio cuando se jubile. --?No me digas? --Nora chillo de la alegria y la abrazo muy contenta. --Felicidades. --Mama, para eso queda un ano. --Pero si te lo ha dicho la decision esta tomada. --En cuanto cene tengo que irme. Su madre fruncio el ceno. --?Otra vez tienes que trabajar? --Tengo unas placas que hay que revisar con urgencia --dijo sacando las cosas de la bolsa disimulando--. Me quedare hasta tarde. --Hija ultimamente tienes unos horarios de lo mas raros. Asi no vas a encontrar novio en la vida. --Bah, soy joven. ?Quien quiere novio? --Es que ni sales a divertirte. --Claro que me divierto. --Abrio la nevera para meter la fruta y la verdura. Cuando se volvio vio que su madre la miraba incredula. --Me encanta mi trabajo. !Alli me divierto mucho! --?Y ese cientifico que te tiraba los tejos? ?Era guapo? --?Jack? Mama... --Si no dejas de mirar tanto el microscopio un dia te daras cuenta de que los anos han pasado y te tiraras de los pelos por haber perdido parte de tu vida. --No voy a perder parte de mi vida. Tengo veintiseis anos. Ahora es momento de trabajar y labrarme un futuro. En un par de anos me planteare lo de cazar a un hombre, ?vale? --!Yo quiero un nieto ya! !Me aburro mucho! Puso los ojos en blanco cogiendo las latas y su madre le rogo con la mirada. --Vamos, eres tan bonita que debes tener a todo el laboratorio deseando que les hagas caso. --Casi todo somos mujeres. Somos mas listas, aunque los puestos buenos se los lleven los hombres. --Ya empezamos con el feminismo. --!Es cierto! Y tener hijos tiene mucho que ver en eso, ?sabes? --Dejate de rollos. --Exasperada su madre se paso un mechon castano tras la oreja para fulminarla con sus mismos ojos azules. --Eres capaz de enamorarte e ignorarlo con lo cabezota que eres. --Tranquila, que si llega mi principe azul en su caballo blanco le guinare un ojo. -- Coloco la ultima lata y se volvio poniendo los brazos en jarras. --?Pedimos una pizza? --?Y para que he comprado tanta comida? --Ni idea. ?Piensas cocinar ahora? Su madre gruno. --No, estoy molida. En la peluqueria hoy estaban muy pesadas. --Es el calor. Ya empieza el verano y los neoyorkinos nos volvemos algo locos. Mama, te he dicho que ya no tienes que trabajar tantas horas. Gano mas que suficiente para que no te pases tanto tiempo de pie con esas pesadas. --Dejare de trabajar cuando tengas un nino. --Y dale. ?Que tal un gatito? Ni hay que sacarlos. Gruno cogiendo el telefono. --?Comida china? --Vale. --Se quito la camiseta mostrando su sujetador deportivo. --Voy a ducharme mientras tanto. Salio con ella al salon y su madre volvio a grunir al ver el envase de donuts. --Hija, ?por que compras estas cosas? --pregunto cogiendo uno y dandole un mordisco antes de decir al telefono con la boca llena--. Si, quiero hacer un pedido. Divertida entro en el pasillo y fue hasta la puerta del fondo donde estaba el bano. Cerro la puerta y se quito los leggins dejandolos caer al suelo antes de abrir el grifo de la ducha. Se quito la ropa interior y la goma del pelo dejando caer su larga melena sobre su espalda. Ya le rozaba el trasero. Un dia de esos tenia que decirle a su madre que se lo cortara un poco. Al levantar los brazos para apartarse el cabello jadeo al ver que tenia un par de pelitos en el sobaco. --Menudo timo la depilacion laser. Se agacho para buscar una maquinilla en el armarito de debajo del lavabo y al revolver al fondo vio un bote de espuma de afeitar. Se le puso un nudo en la garganta cogiendo el envase. Hacia nueve meses que le habian perdido y seguia encontrando cosas suyas por la casa. Una lagrima corrio por su mejilla recordando su risa. Ya no le veria mas. No volveria a escuchar su voz y nunca mas la abrazaria. Habia perdido a su hermano para siempre. Su otra mitad. Reprimio un sollozo apretando el bote en su mano queriendo gritar de dolor y ese dolor hizo que su odio por los Lackman se multiplicara por mil si eso era posible. --Hija, ?quieres rollitos? --grito su madre al otro lado. Asustada escondio el bote en la ropa sucia y carraspeo por lo bajo antes de gritar--!Si! --Y rollitos de primavera --dijo su madre alejandose de la puerta. Suspiro del alivio escondiendo bien el bote entre la ropa antes de coger la cuchilla y cerrar la puerta del armarito. Menos mal que su madre no lo habia visto porque era encontrar algo de Kenneth y ponerse a llorar una semana. Ya lo tiraria cuando ella no la viera. Se ducho a toda prisa y cuando salio del bano envuelta en su albornoz con el cabello mojado cayendo por su espalda fue rapidamente a su habitacion. Saco el bote de la espuma de afeitar y lo escondio en el armario tras las camisetas. Alli su madre no lo encontraria, ella se encargaba de colocar su ropa. Viendo los montones de ropa colocados por colores sonrio con tristeza recordando como Kenneth le decia que tenia un trastorno compulsivo y como ella le decia a el que viendo su habitacion alguien debia ser la ordenada de la familia. Cerro la puerta y su mirada fue a parar a la fotografia de los tres que estaba sobre su tocador. Los tres felices miraban a la camara mientras Kenneth extendiendo su brazo sacaba el selfi en un dia de playa un ano antes. Puede que su padre les hubiera dejado tirados cuando los mellizos tenian dos anos, pero no habia familia mas unida que la suya. Los tres se habian apoyado los unos en los otros y en cuanto habian sido capaces de trabajar habian ayudado a su madre en lo que habian podido. De hecho se llevaban tan bien que seguian viviendo juntos y jamas habia habido un conflicto. Pero le habian perdido. Mirando a su hermano dio un paso hacia el y siseo --Yo no olvido, Kenneth. No te olvido. Pagaran lo que te hicieron, hermano. Te lo juro por mi vida. Apunto el resultado y miro el microscopio de nuevo para analizar la reaccion en la celula. --Eso es, pequena... Reaccionas muy bien. --?Payton? --Levanto la vista hacia su jefe que sonrio. --Chica, ?que haces aqui a las dos de la manana?