• almas guerreras netflix orden - Raquel Campos

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    Brekken, frontera de Suecia con Noruega, 872 d.c Los dos ejercitos esperaban la senal para blandir sus armas contra los que cada uno consideraba sus enemigos. !Que equivocados estaban! Pues ambos bandos pertenecian al mismo pueblo. En el de Harald luchaban los mas grandes jarls del reino. Uno de ellos era Sulke, de la aldea de Trondheim. A su derecha se encontraba su hijo Thorkell, que blandia una espada casi tan grande como la suya. Lo observo de reojo, el joven se habia acerado con las continuas luchas y su caracter se habia encurtido tambien. A su izquierda estaba Bjorn. Lo habia adoptado tras la muerte de su padre y ambos ninos se habian criado juntos, ademas de ser inseparables. Hacia anos que la paz se tambaleaba, y esperaba que este fuera uno de los ultimos enfrentamientos, ya que su cuerpo no le respondia como antano. Un gran cuerno sono y su sonido reverbero hasta en las ultimas montanas, donde la vista se perdia. Los dos bandos se lanzaron en un amasijo de hierro y madera. Las estocadas de espada y hacha se lanzaban por doquier y los escudos de madera amortiguaban los poderosos golpes. Ni el gran Loki habia sonado nunca con una lucha de tal magnitud. Los guerreros no miraban, tan solo asestaban golpes con el pensamiento de que alguno fuese certero. Los guerreros de Trondheim se dispersaron, cada cual inmerso en una lucha sin cuartel. Eran fieros luchadores que aprendian desde una temprana edad el arte de la lucha. Thorkell de vez en cuando buscaba a su padre con la mirada, no le gustaba perderlo de vista y, sin darse cuenta, se habian alejado bastante unos de otros. Bjorn luchaba contra dos hombres, con la espada en una mano y el hacha en la otra. Su estatura era propicia para batir a cualquier guerrero en una lucha justa y lo demostraba en la batalla con un valor inusitado. --!El gran Sulke ha caido! El grito resono en la mente de Thorkell, que se negaba a admitir tal cosa; se giro para comprobar que continuaba luchando, pero ahogo un gemido en su pecho. El gran guerrero yacia herido de muerte. Un grito estremecio a todos, un grito que retumbo mas alla del cielo y que llego a Asgard. Una espada se abria paso entre los guerreros hasta el gran Jarl, dando golpes a diestra y siniestra para llegar a capturar el ultimo halito de vida de ese gran hombre. Sulke no sentia nada, salvo una extrana paz que se estaba tejiendo en el interior de su cuerpo. Estaba feliz, pues el Valhala lo esperaba. Tan solo...una cosa empanaba su viaje a la vida eterna. El joven guerrero, preso de la furia, se abria paso a traves de la batalla. Nada conseguia detenerlo, con su espada enarbolada en una mano y el hacha en la otra, parecia un berserker en pleno trance. Sulke sintio la tibieza de un cuerpo y miro al joven guerrero a los ojos. Ese era su ultimo deseo. --!!!Padre... --El joven se agacho junto al cuerpo del hombre al que habia venerado desde que nacio. La mirada vidriosa y la sangre perdida presagiaban que la vida se le escapaba muy deprisa. --Hijo…, pronto vendran las valquirias a por mi. Dirige el clan con honor y cuida de todos. Ademas... --Su cuerpo se negaba a seguir adelante--, te dejo la mision de seguir los pasos de Harald en su lucha por la unificacion. --Lo hare, padre, sere digno de la confianza que deposite en mi y... --El cuerpo de su amado padre sufrio un par de violentos estertores y dejo la vida con una fina sonrisa en los labios. Se levanto preso de la furia y, con la espada en la mano, se dirigio a buscar al asesino de su padre. Su hoja vencio a muchos guerreros, pero ninguno de ellos era el maldito Kjove. Alzo la cabeza al cielo y grito de nuevo. -- !Te vengare, padre! Aunque sea lo ultimo que haga en este mundo, mi espada vencera al hombre que te asesino de manera tan infame. Ese juramento llego hasta el rincon mas oscuro de su corazon y se quedo alli. Desde ese momento, el joven no volvio a ser el mismo. Su ser y su corazon estaban ansiosos de venganza. Capitulo 1 Thorkell tenia el cuerpo cubierto de sangre, las heridas comenzaban a escocerle, mas curarian. Pero la perdida de su padre no cicatrizaria. Nunca habia pensado que ese hombre, fuerte y robusto, podria llegar a morir algun dia; para el siempre habia sido un ejemplo ver las ganas de vivir y de libertad que poseia su amado padre. Ahora, mientras se quitaba la cota de malla, miraba el cuerpo frio y sin vida de su progenitor. No sabia muy bien que hacer, tan solo pensaba en atrapar a Kjove con vida y retorcerle el pescuezo hasta ver como la vida le abandonaba poco a poco. Sin querer, sus punos se cerraron con furia y con un dolor que no podia soportar. Mientras dejaba caer la pesada armadura, una imagen se forjo en su mente. Un rostro bello, de facciones suaves y expresivos ojos azules. Su madre. ?Como iba a contarle lo que habia sucedido? Ni el mismo se perdonaba, ya que podia haberlo impedido si hubiera luchado a su lado. La puerta de la tienda se abrio, no tenia necesidad de girarse para ver quien osaba interrumpir su dolor, solo habia una persona que se atreviera a hacerlo. Su fiel amigo Bjorn. Deposito la espada que tantas veces habia empunado su padre sobre una mesa pequena; al hacerlo, el rostro de su amigo se recorto a la luz de las velas. Pudo notar el dolor que invadia a su companero. Se habian criado juntos como hermanos, cuando el gran Sulke habia decidido que ese jovenzuelo desgarbado y casi abandonado viviria con ellos. --?Piensas volver? --pregunto Bjorn en un hilo de voz casi inaudible. Ahi estaba, la maldita pregunta que le estaba mortificando en esos mismos instantes. Un suspiro salio de su garganta. --No puedo..., necesito tiempo..., es egoista de mi parte, pero... --Nada es mezquino por tu parte. Todos comprenderan el dolor que invade tu alma. Yo hablare con tu madre. --Ruego a los dioses que me perdonen..., solo soy un cobarde. --Su amigo atraveso la estancia hasta llegar junto a el--. No digas nada, tan solo marcharos antes del alba. Cuando este preparado, volvere. Bjorn sabia que nada podia hacer para que cambiara de opinion, asi que salio de la tienda con la cabeza inclinada. Se llevarian el cuerpo de Sulke y lo engalanarian, solo esperaba que Thorkell volviera para enterrarlo con todos los honores. Al dia siguiente los guerreros se despidieron y cada uno tomo un camino diferente. Bjorn y Knut viajaban hacia su hogar. La aldea de Trondheim los esperaba, y esta vez sus gentes no festejarian ninguna victoria. Eran portadores de una triste noticia. Thorkell recogio todo lo que poseia en esos momentos y se dirigio, con su montura, hacia las frias y desiertas tierras del norte. Alli no tendria que lidiar con nadie, no le preguntarian donde habia estado cuando mataron a su padre. Pensar que no habia podido ayudarlo le embargaba de una culpa que atenazaba su corazon tornandolo frio y resentido. * Tras unos dias de marcha forzada, la caravana llego a las lindes de la aldea; era temprano y no se oia nada en las cercanias. Bjorn cabalgaba el primero, tras el iba Knut el jovial, a quien toda la alegria le habia abandonado y lucia un rostro serio y cetrino. Los demas guerreros portaban en un camastro el cuerpo sin vida del gran hersir de su aldea. Conforme se acercaban, iban reduciendo la marcha de los corceles. No querian llegar para contemplar la fatidica escena de dolor y desolacion de esas sencillas gentes. Isgendur estaba cosiendo, hacia horas que no lograba conciliar el sueno. Un oscuro presentimiento latia en su corazon. Las palabras que Fenja le habia dicho la noche anterior mientras le tiraba las runas la habian dejado muy preocupada y apenas habia sido capaz de dormir. "La oscuridad y el dolor vendran a esta aldea. Solo quien empune de nuevo la espada del hersir podra devolver la luz. Su camino sera dificil, el sentimiento de culpa sera superior a cualquier otra cosa que piense y, hasta que no se apacigue su espiritu, nada se podra hacer" Habia amanecido hacia un rato y salio a la puerta para sentir el sol sobre su piel, quizas eso calmara el desasosiego que sentia. A lo lejos, vio que se acercaba un grupo de caballos. !Por fin regresaban su amado esposo y su hijo! Esta vez habian estado ausentes un par de semanas, pero ahora todo volveria a ser como antes. Se equivoco. El grupo marchaba de forma lenta, como si no quisieran llegar nunca. Portaban algo arrastrando de un camastro y cerro los ojos con dolor al pensar que podia ser. El grupo se acerco y reconocio a Bjorn. Este, al darse cuenta de su presencia, se bajo del caballo. --Isgendur, somos portadores de una gran desgracia --dijo casi sin voz Bjorn. La mujer cerro de nuevo los ojos, aguantando el dolor que empezaba a lacerarle el corazon. Una lagrima rodo por su mejilla. --?Que ha pasado, Bjorn? --dijo Isgendur mirando a ese joven a los ojos. No era su hijo, pero lo trataba como a uno mas. --Quizas sea mejor que nos sentemos y...

  • Almas guerreras 2011 | Netflix

    https://www.netflix.com/us-es/title/81351465

    En la versión grabada de este espectáculo teatral, siete almas rebeldes se unen para derrotar a la terrible amenaza que crece en el sombrío castillo de los ...

  • Almas guerreras 2011 | Netflix

    https://www.netflix.com/es/title/81351465

    En esta síntesis cinematográfica de la electrizante obra teatral, siete almas se enfrentan a la oscura amenaza que crece en el sombrío castillo Calavera.

  • Almas guerreras: La estación del viento | Netflix

    https://www.netflix.com/es/title/81351469

    Japón, 1590. Un grupo de samuráis errantes se unen para vengarse del señor del castillo Calavera en esta dinámica versión de 'Viento', realizada en un ...

  • Almas guerreras: La estación de las flores | Netflix

    https://www.netflix.com/gf-es/title/81351467

    Japón, 1590. Un grupo de samuráis errantes se unen para atacar el Castillo de los Cráneos. Esta es la versión «flor» del emblemático espectáculo de Gekidan ...

  • Almas guerreras: La estación de la luna menguante | Netflix

    https://www.netflix.com/es/title/81351471

    Japón, 1590. Un grupo de samuráis errantes se unen para vengarse del señor del castillo Calavera en la versión de 'Luna menguante', realizada en un teatro ...

  • Estrenos Netflix Marzo 2021: Novedades - Xataka

    https://www.xataka.com/streaming/estrenos-netflix-marzo-2021-81-series-peliculas-documentales-originales

    25 feb 2021 — Los estrenos de Netflix en marzo 2021: 81 series, películas y ... 'Almas guerreras 2011' (01/03); 'Los profesionales' (01/03); 'Moxie!'

  • Estrenos de la semana - Netflix, HBO y Amazon Prime - ElOutput

    https://eloutput.com/noticias/cultura-geek/estrenos-semana-netflix-hbo-amazon-1-marzo-2021/

    1 mar 2021 — A nivel cinematográfico tenemos propuestas muy variadas, siendo posiblemente las más destacadas Banyuki y Almas guerreras 2011, ...

  • Almas Guerreras eBook : Campos, Raquel - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Almas-Guerreras-Raquel-Campos-ebook/dp/B01M7XVZA6

    Mirar en el interior de este libro. Almas Guerreras de [Raquel Campos]. Sigue al autor.

  • Las series de Netflix más aplaudidas del pasado 2020 - Finde

    https://finde.latercera.com/series-y-peliculas/mejores-series-netflix-2020-recomendadas-enero-6/

    31 ene 2021 — Varias son las series Netflix 2020 que dieron que hablar. Acá, nuestras recomendadas del año pasado para ver en la plataforma.

  • Con sabor a muerdago de Raquel Campos

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    Eleanor Raven estaba acostumbrada al esplendor de Londres, se habia criado rodeada de lujos. Las fiestas no empezaban sin ella, pues era la mas popular. Todas las damas querian su compania pero para irritacion de todas ellas, su mejor amiga era Gabrielle Carter, una joven sencilla, sin titulo ni abolengo. Se habian conocido en una residencia para senoritas. Los padres de Gabrielle habian hecho el esfuerzo de llevarla a esa residencia para que se convirtiera en una dama. Era su unica hija y quisieron darle lo mejor. Ella lo habia pasado mal al principio rodeada de tanta joven de alcurnia, pues se habia sentido desplazada. Pero habia conocido a Eleanor y su vida habia cambiado. Habian sido inseparables desde ese instante. Gracias a Gabrielle, el caracter caprichoso de la otra se suavizo, y Eleanor enseno a la otra a tener mas confianza en si misma. Eran jovenes y hermosas, y tenian toda la vida por delante. Los padres de Eleanor la llevaron porque era una residencia con mucho nombre, y se decia que de alli salian autenticas senoritas. No se esperaban esa profunda amistad por parte de su hija, pero pronto tuvieron que aceptarla al darse cuenta de que la joven era muy noble y se hacia de querer enseguida. Gabrielle amaba en silencio a Peter, el hermano mayor de Eleanor. A pesar de que decian que era un libertino y un crapula, ella no podia dejar de adorarlo en silencio. En cambio, Eleanor no habia estado enamorada nunca. Algunos hombres habian empezado a cortejarla, pero no habian logrado nada con ella. La Navidad llegaba y las amigas hablaban entusiasmadas de sus planes. Los padres de Gabrielle le habian dicho que podia ir a la casa de sus tios y pasar alli las fiestas, y podia invitar a Eleanor si queria. Pensaron que seria bueno para ella cambiar el clima de la capital por un ambiente calido y hogareno. A Eleanor le entusiasmo la idea, y mas el hecho de pasar las fiestas con su amiga. Ademas de conocer otro sitio, ya que no habia salido nunca de Londres. -Sera maravilloso pasar las Navidades fuera de casa… -Es muy diferente de aqui, Ellie. Mis tios no tienen criados que les hacen las cosas y… -Sera bueno hacer las tareas por una misma y que te dejen vivir un poco sin tantas normas. -Si, alli no hay tantas normas. Mis tios son muy sencillos, y te aseguro que las Navidades con ellos son entranables. No las olvidaras, siempre las guardaras en tu corazon. -Que bien, Gabi. Ademas, mis padres tienen un concepto equivocado de mi. No soy como ellos creen, lo que sucede es que tengo que comportarme como una dama delante de ellos. -Alli podemos ser libres durante unos dias -las dos jovenes rieron, felices por su pronta y merecida libertad. -Le pedire permiso a mis padres esta misma tarde. No creo que pongan problemas si vamos juntas, y ademas a casa de tus tios. -El unico problema es el camino, es largo y tedioso y mas aun en carruaje. -Seguro que mi padre nos ofrece su carruaje, el cochero es de confianza. Lleva anos trabajando con nosotros. -Seria estupendo. Voy a hablar con mis padres en cuanto vengan, estaran encantados de que vayamos a ir. Las muchachas paseaban por Hyde Park, era una soleada manana invernal y la gente habia aprovechado para salir a la calle despues de unos dias nevando. Adoraban pasear y gracias que habia parado, porque Eleanor estaba aburrida en casa. No tenian problemas de dinero, su casa era una de las mas bonitas de la manzana. Pero no era plenamente feliz, habia ido un dia a visitar a Gabrielle, que estaba enferma y quedo horrorizada al ver que la casa donde vivia era pequenisima. Mas no tenia importancia, porque cuando conocio a los padres de su amiga quedo encantada con ellos. Eran una familia unida, un verdadero hogar. El suyo no se podia llamar asi; su padre casi siempre estaba fuera en sus negocios, su madre siempre estaba en casa de alguna amiga o en el club que habian formado. El unico que vivia su vida libre era su hermano, y sus padres no tenian muy buen concepto de el, ya que habia elegido trabajar fuera del negocio familiar, y nada menos que de periodista. Eleanor lo envidiaba, vivia su vida sin dar explicaciones. Se habia comprado una pequena casita en un bonito barrio lejos del lujo de donde vivian ellos porque decia que se acercaba mas a la realidad de la vida. Su padre habia discutido mucho con el y al final lo habia dejado por imposible. Ahora se veian una vez a la semana, asi no tenian problemas. Y Eleanor disfrutaba de esas visitas como si fueran un balsamo para su corazon. Claro, la gente pensaba que eran una familia modelo y en las fiestas eran los primeros en ser invitados y los ultimos en marcharse. A ella le cansaba esa vida, necesitaba un cambio. Por eso, cuando venia su hermano lo escuchaba embelesada mientras hablaba de la clase obrera, de los problemas que tenian y de las huelgas que organizaban para reivindicar sus derechos. Le habia dicho muchas veces que se fuera a su casa a vivir con el, pero en el fondo queria a sus padres aunque sabia que ellos iban a la suya. Sabia que si se iba con Peter, para ellos seria como un escandalo. Tenian en un alto concepto lo que la gente pudiera opinar sobre ellos. Era como si viera su reaccion, asi que aguantaba y se comportaba como una hija perfecta. No queria tener problemas y disgustarlos. -Te has quedado callada de pronto, ?en quien pensabas? -En mi hermano, va a estar solo estas fiestas y se me hace un nudo en el estomago. Gabrielle observo a su amiga, la conocia tan bien como a si misma y sabia que era verdad. Eleanor queria a su hermano… y ella tambien; pero claro, en silencio. Nadie sabia nada de lo que sentia y nunca se creia los comentarios que se decian de el, para ella era un hombre maravilloso y preocupado por las personas que lo rodeaban. -Vente a mi casa a comer, le daremos la noticia a mis padres. Seguro que les encanta verte. – Gabrielle estaba muy feliz. Eleanor sonrio, siempre era un placer visitar la casa de Gabi. Se sentia tan bien en esa casa que las visitas pasaban en un suspiro. Las jovenes se dirigieron a ese hogar, donde olia a dulces y recibian carinosos abrazos. Sus padres no se preocuparian, a veces no estaban ni a la hora de comer y eso lo convertia en un hogar frio. Los padres de su amiga se alegraron mucho al verla. Las muchachas contaron los planes que tenian y ellos pensaron que el viaje era largo y que tendrian que pernoctar a mitad de camino. No podian ir ellas solas. -Es un contratiempo, pero podeis encontrar a alguien que os acompane. Eleanor, ?no tienes un hermano? -La joven asintio-. Pues lo invitas y ya esta. Yo mando una carta para avisar cuando vais a llegar y arreglado. -No se si mi hermano querra acompanarnos, a lo mejor tiene trabajo y… -Se lo podemos preguntar. Es raro que trabaje en unos dias tan senalados y… Eleanor observo a su amiga, cada vez que su hermano salia a relucir en alguna conversacion, ella no podia evitar ponerse roja. Aquello ya empezaba a mosquearla. -Ya nos contaras, Eleanor, el interes de mi hija en tu hermano si casi no se han visto y… -Mama, no tengo interes… -Hija, aunque te gustara… aunque solo fuera un poco, no pasa nada. Tienes edad suficiente para estar casada, yo lo hice con tu edad. Ademas eres una joven muy bonita y… Eleanor a lo mejor se nos queda encandilada con Derek y… -?Quien es Derek, Gabrielle? -Derek es mi primo, vive con mis tios -Eso no me lo habias contado. -Eleanor abrio los ojos como platos. -Amiga, has rechazado a casi todos los solteros de Londres. ?Por que te iba a interesar mi primo? Eleanor no dijo nada mas, pero se quedo pensando en ese misterioso hombre y en como iban a pasar las fiestas. Cuando acabaron de comer, decidieron que irian las dos a hablar con Peter, tenian que saber si las acompanaria en el viaje. Luego, si no queria pasar alli las fiestas, bien podria volverse de nuevo a la capital. Fueron andando hasta el edificio donde trabajaba Peter, pues se encontraba muy cerca de su barrio. El Daily News era uno de los periodicos con mas tirada de la ciudad. Trabajaban muchos periodistas y demas profesionales de las letras y la comunicacion. Su hermano llevaba trabajando desde hacia ya unos anos, habia estudiado derecho para seguir los pasos de sus padres, pero a ultima hora e influenciado por las cosas que habia vivido alli, decidio hacer algo que le gustaba mucho: contar las cosas que sucedian de manera objetiva. A el no le gustaba enmaranar las noticias para sacarlas mas partido; no, lo que mas le gustaba era esclarecer los hechos de algun suceso. Era algo que sus superiores siempre le habian alabado, eso era lo que siempre le contaba a Eleanor.

  • La Flor del Sol de Miranda Bouzo

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    Isabel, a punto de acabar con su vida debe rehacer los pedazos rotos de su pasado. En un viaje de trabajo a Escocia descubrira de nuevo el amor y la magia de la mano de Alec Colden, un guapo escoces dueno de un castillo medieval.
    Un retrato antiguo, una amiga desenfrenada, un pueblo perdido y la sospecha que no todo es lo que parece se ciernen sobre ella.
    Isabel o Aisa, como Alec insiste en llamarla, descubrira un pais llenos de simbolismo y tradicion donde la leyenda de la “Flor del Sol” la conducira a la aventura de volver a reir y amar.
    “?Podra su caballero derribar la barrera de su corazon y ayudarla a vencer su pasado?”
    “Era como si Alec la hubiera ensenado a reir despues de tanto tiempo”

  • Antes de que llegaras de Lisa Wingate

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  • Todoterreno de Norma Fink

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    Oye Juan, el mecanico me hizo la factura por el arreglo del motor con un sobreprecio que era para mi, ademas lo paga anticipadamente en contante y sonante. ?Quien puede saberlo? Nadie -se carcajeo un camionero a su companero. -Pero eso es una estafa al patron del camion, Ramon -protesto Juan, que no le gustaba los derroteros que estaba tomando esa conversacion. -!Y que mas da! El tiene de sobra y nosotros que no podemos quejarnos, nos hacemos con una suculenta suma que agregamos a nuestra buena paga -afirmo Ramon tan campante. Para el era algo natural ese tipo de triquinuelas. -Este tipo de acciones no son de mi agrado. El engano mas temprano que tarde sale a la luz y pones en riesgo muchas cosas como el pan de tus hijos, tu reputacion… Incluso tu libertad -le advirtio Juan a Ramon con seriedad. -Calla hombre, no seas pajaro de mal aguero -le recrimino Ramon. -Te digo lo que pienso, nada mas. Yo no quiero saber nada de tus enredos, tengo una familia a la que mantener, mi mujer esta de nuevo embarazada y no quiero poner en peligro ni mi trabajo ni el sustento de mis hijos -replico Juan con enfado, marchandose del lugar murmurando por lo bajo maldiciones hacia su companero. Gloria era incapaz de cerrar la boca que tenia abierta mas de lo prudente, con sus oidos atentos. <>, penso. Esperaria a tener mas datos y pruebas, para delatar a Ramon. Si no habia entendido bien la conversacion, podia dejar a una persona en la calle y meter a una familia en problemas. Estaria atenta y ya veria como conseguir el informe completo de la oficina de cuentas de la empresa. Por otro lado, por la soltura con la que hablaba no era la primera vez que lo hacia, es mas, trataba de que otro companero entrara en su juego, algo que no consiguio, pero que hacia dudar a Gloria, sobre cuantos estarian metidos en tamana estafa. En los libros de contabilidad deberian estar asentados todos los pagos. Ademas, para que haya un empleado deshonesto, debe haber una empresa de mecanica confabulada. Era un delito a dos puntas. Al final le estaban robando a su patron por ambos bandos, y ella tenia la camiseta puesta de EVT – Estrella Veloz Transportes. Le debia mucho a esa empresa y no queria verse en la calle por culpa de cuatro desalmados que no tenian suficiente con sus salarios, sino que se dedicaban a crear enganos. Nadie la vio en el deposito de mercaderias con las pilas de cajas que hacian de pared y se cuido muy bien que no la vieran salir. Necesitaba pasar desapercibida para no levantar sospechas. Con paso raudo se dirigio a su apartamento que se encontraba cerca del lugar, alli se sentia segura. Al llegar se ducho y se cambio de ropa. Se preparo la cena y despues de un rato decidio que era la hora de irse a la cama. Antes de dormir debia pensar que pasos dar. Razonar siempre le hacia conciliar el sueno, sin embargo, esa noche penso mucho y durmio poco. Morfeo tenia otros planes para ella, que no era acogerla entre sus brazos. El tema le traia por el camino de la amargura, ya que no sabia muy bien en quien podia confiar dentro de la empresa. Era un tema muy sensible, pues el mas minimo desliz haria que todo saltase por los aires y se quedaran sin nada con lo que poder investigar. A Gloria no le gustaban ese tipo de practicas, era una joven con un pasado duro, que se las habia tenido que ingeniar para salir adelante y, estar en EVT era como un sueno alcanzado, que habia logrado a base de esfuerzo, constancia y mucho teson. Nadie sabia como habia llegado hasta alli, solo ella y Jose, pero no le gustaba la gente que se aprovechaba de los demas, porque una cosa era hacerlo sin querer y otra, obrar con premeditacion y alevosia. *** Dos anos antes de esa conversacion. Gloria vivia a las afueras de Badajoz, desde que tenia uso de razon. Crecio en una casa rodeada de gente que en realidad no la veia, o al menos eso pensaba ella. En aquella ciudad extremena tuvo dias peores que con el tiempo veria que tal vez no lo fueron tanto, sino que le sirvieron de aprendizaje para lograr un futuro diferente al que tenia escrito. A veces es posible burlar el destino si pones el empeno suficiente y los astros se alinean. No es una tarea facil, hay que ser perseverante en el esfuerzo y tratar de ponerse metas que sean alcanzables. Cuando el chofer de la empresa EVT la recogio en la carretera que va de Badajoz a Madrid, venia haciendo dedo durante varios kilometros, sin que ningun conductor se hubiera dignado ni tan siquiera a preguntarle. Al fin uno le hizo caso, pues la vio desde lejos caminar con cansancio. Sintio la frenada de un coche negro maravilloso y brillante. El conductor que vio a traves de la ventanilla al bajar este el vidrio polarizado, era un hombre relativamente mayor, cuya presencia y sobre todo su cara le infundieron confianza. Con un movimiento de cabeza le indico subiera al asiento del acompanante. Gloria no podia creer su suerte, porque despues de tantas horas caminando bajo el sol, por fin alguien le daba una oportunidad. Empezaba bien su camino hacia un mundo nuevo con el que tanto habia sonado. Si, valerse por si misma y lejos del ruido de su casa, en realidad la de su madre Lola, que compartia con Teodoro, un senor quien no era su padre, aunque si el de sus tres medio hermanos, todos ellos mucho menores que ella. Nunca supo bien como llegaron a formar una pareja, pero si tenia muy presente que para Teodoro no era su hija, porque jamas la habia tratado como tal. Las tareas mas pesadas siempre le tocaban a ella, daba igual que no pudiera hacerlas o que estuviera mala. Termino la escuela primaria, sin embargo no pudo acceder a la secundaria por falta de tiempo, sumado al desinteres de su madre que no queria que ella siguiera estudiando, pues le interesaba mas que ayudara en casa y trabajara, en vez de gastar dinero en algo que, a su parecer, consideraba superfluo e innecesario. Eso es lo que le demostro a Gloria, aunque jamas se quejo, que podia seguir estudiando por su cuenta, sin que nadie tuviera que enterarsse. Con su padrastro no conto nunca. Para el, Gloria era un mueble de los pocos que tenian en su casa, solo era valida cuando habia que comer o buscar ropa limpia. Asi que, su decision de abandonar ese conjunto, no le costo mucho a la joven. Aunque para la ley aun era menor de edad, ella estaba en condiciones de saber el porque llevaba solo el apellido de su madre: Serrano. Su padre que seguro existio, ella nunca supo quien fue. Siempre que pregunto por el, su madre le respondio que no era importante saberlo o alguna otra evasiva que no terminaba de aplacar la necesidad de respuesta que se habia ido forjando con el paso de los anos. Tenia sentimientos encontrados hacia la figura paterna ausente, porque no sabia si esa ausencia habia sido por voluntad propia, si es que ya no existia o su madre no conocia quien era, algo que por otro lado descartaba dada la educacion que habia recibido. Ese viaje que emprendia montada en ese carro estaba decidiendo su futuro. !Y como no! Jose, asi se llamaba el conductor del vehiculo, le estaba ofreciendo un trabajo con vivienda y sueldo. Todo ello por haberle relatado a grandes rasgos su pobre vida de privaciones e ilusiones. Aun podia creer en las hadas madrinas con las que sono siendo pequena. Sin ellas, hoy no seria quien creia ser: una chica de pueblo, sencilla, con poca educacion y mucha inteligencia. Esta virtud le fue revelada en la primaria ante el asombro de las maestras que repetian: “Gloria es muy inteligente”, aun cuando no estuviera bien alimentada o no pudiera acudir todos los dias a la escuela. Esto era una verdad absoluta que habia seguido desarrollando en el mas absoluto de los secretos. Las tres horas y poco que duro el viaje, a Gloria se le pasaron como un suspiro. Jose era muy entretenido y le explico de que iba la empresa de un solo dueno, el senor Rafael Moreno Ruiz, dedicada al transporte de mercaderias, a traves de una flota de mas de mil quinientos camiones y aproximadamente mil empleados. Todos los vehiculos era camaras frigorificas que estaban esterilizadas, cuando la mercaderia lo ameritaba. Una empresa lider en el mercado de transportes, segun relataba Jose. Que alguien pudiera ser tan poderoso, no era una novedad para Gloria, sabia que en la vida habia gente que tenia a su alcance cualquier cosa, sin embargo, nunca habia conocido a nadie que tuviera esa gran suerte. Ya veria de que se trataba el trabajo. Cuando llegaron a un edificio moderno, en lo que supuso era el centro de la ciudad, entraron a un subsuelo y un porton se abrio, al apretar Jose una pequena cosa negra que tenia en su bolsillo, que segun le informo era un mando a distancia. Ella vestia una solerita fresca de algodon de color celeste. Le decian que le quedaba bonita por hacer juego con sus ojos. Era el final del verano. En su mochila llevaba otro par de sandalias, ropa interior, una remera, un jean y un saquito tejido. Ese era todo su patrimonio. Solo llevaba unos pocos euros, suficientes para comer y beber algo por dos o tres dias. Al despedirse de su madre, la cual lagrimeo mientras trataba de que su hija no se diera cuenta, le entrego un montoncito de dinero arrugado, que Gloria no conto, pero suponia le alcanzaba para pocas cosas. Asi que tener vivienda, impensado hasta lo dicho por Jose, reemplazaba el tener que dormir en alguna estacion o plaza. Jose, su tutor desde el momento en que subio al automovil, la llevo a una oficina en la que habia un cartel ponia “personal”. Lo vio agacharse y hablar con una rubia de pelo lacio, y la llamo para presentarla. La mujer le tomo los datos y le dijo, que su trabajo consistia en atender recados cuando se lo pidiesen. O sea, que era un pinche para el corre ve y dile. Pero si eso incluia tener vivienda y una paga mensual, cuyo monto le sono a millones, todo estaba bien. La vivienda era una habitacion, con una cocina y un bano que denominaron mono ambiente. El nombre le daba lo mismo. Tenia cama, mesa, sillas y placares suficientes con todo lo necesario. Faltaba llenar la heladera, que ya tenia provisiones no perecederas. El resto, le indicaron que deberia tomarlo de un deposito de alimentos que tenia el edificio solo para el personal que no tuviera vivienda en Madrid. No podia estar mas contenta. Le entregaron un uniforme con el logo de la compania EVT. Al dia siguiente debia presentarse ya en su trabajo, que quedaba a dos cuadras de su nueva casa. 2. El cafe Dos anos mas tarde. Rafael Moreno Ruiz tenia un dia complicado. Varios choferes habian dado parte de que se encontraban enfermos, por lo que el personal administrativo debia encontrar reemplazantes, algo ya de por si bastante complicado. El movimiento del incipiente otono que siempre era superior al verano, lo que no hacia las cosas faciles. Eran las ocho de la manana y su cafe aun no estaba en su escritorio. Sin el no se encendian sus motores. Necesitaba cafeina para poder empezar la manana. De pronto, escucho un golpe suave en la puerta y se tranquilizo, su dosis ya estaba ahi. -Si, pase. -Su voz sono grave y autoritaria. Una joven rubia desconocida, a quien no parecio afectarle su tono, portaba una bandeja con un cafe humeante que en cualquier momento desbordaria sobre el platillo. Eso a Rafael le fastidiaba sobremanera. ?De donde salio esa tembleque inexperta? Bonita era sin duda, pero no tenia dotes para servir cafe. -?Como te llamas? -le pregunto Rafael a la desconocida. -Gloria. Gloria Serrano. -La joven sonrio a medias, pues no se animo a mas, y mientras se distrajo, el cafe termino derramado sobre los papeles que se encontraban sobe el descomunal escritorio, adquiriendo estos un tono amarronado. -!Que haces! ?Nunca serviste un cafe? -Rafael la miro fastidiado entrecerrando los ojos. -Perdone senor Moreno, es el primer cafe que sirvo con bandeja. Siempre lo hice tomando la tacita del asa sin platillo y en mi casa, ?sabe? Si ya me esta echando tiene toda la razon. No merezco este trabajo delicado en un lugar tan fino, ni presentarme ante un senor con tanto dinero como el que usted debe tener, viniendo de donde yo vengo -contesto Gloria azorada. Su rostro no demostro temor sino mas bien desafio. El comenzo a reir por el coraje y la sinceridad de la joven, quien en vez de salir corriendo, enfrento la situacion con sus excusas. La muchacha daba a entender que era medio bruta y sin experiencia, ademas de proveniente de un hogar humilde. Personas de esas caracteristicas, merecian un mejor trato y darles la oportunidad de superarse. Su empresa era el lugar ideal, nunca contrataba a su personal solo por el curriculum que presentaba, sino tambien por las ganas que demostraban para afrontar cualquier labor que se les encomendase. -Senorita Gloria Serrano, no se preocupe, traiga algo para limpiar el mueble y luego de hacerlo, haga el favor de servirme otro cafe -comento Rafael, mirandola de frente. -Si, si, senor Moreno. Gracias por darme su confianza -replico la muchacha, ahora si poniendo una sonrisa en su rostro, que a Rafael se le antojo angelical. A los poco minutos, Gloria estaba limpiando con cuidado el escritorio, se veia que de eso sabia mucho. Luego trajo un nuevo cafe y esta vez sin distraccion, lo coloco en su sitio y se marcho. Rafael decidio llamar a la jefa de personal para que le diera explicaciones sobre quien era la extrana joven que le habia servido hoy el cafe, pues no estaba acostumbrado a rostros desconocidos. Ella dijo que la tomo sin experiencia por consejo de Jose, como pedido especial. Llevaba dos anos trabajando en la empresa como chica de los recados. Valia mucho y como habia quedado libre el puesto de servirle el cafe y hacer sus mandados, estaban poniendola a prueba para ver su capacidad de reaccion. No sabia mas. Si habia cometido alguna infraccion, se le rescindiria el contrato o se la cambiaria de ubicacion. -!No, espere! Que alguien le ensene a servir el cafe. De momento que siga donde la habeis asignado ahora, para ir observando como es su actitud frente a los problemas y de que manera los resuelve. Usted, Roxana, debera controlarla de forma directa. Estoy dispuesto a darle una oportunidad pues tiene algo de lo que muchas personas carecen en estos tiempos y aun no puedo definir que es -demando Rafael. -Como no senor -respondio Roxana. -Ahora mas tranquilo hablare con Jose y lo hare responsable de su apano, deberia habermelo dicho tiempo atras -anadio, y dio por terminada la conversacion.

  • Oro (Reyes magos 1) de Judith Romero Baeza

    https://gigalibros.com/oro-reyes-magos-1.html

    Quizas no lo sepas, pero los deseos se cumplen. Y no te lo deberia contar, pero los Reyes Magos se encargan de ello. Puede que te hayan practicado un hechizo para que no te acuerdes de su existencia, nos lo hacen a todos, pero antes los recordabas a ellos, y tambien todo lo demas.

  • No estaras sola de Licena Tuero

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    ?Alguna vez sintieron ganas de dejar todo atras, huir a algun lugar, donde nadie nos conozca, y empezar de nuevo? Fara es una chica de veinticinco anos, cargada de tristezas, errores y decepciones, que ha renunciado al amor. Bautista es el tipico hombre del que te enamorarias a primera vista. Guapo, irresistible, seductor.

  • Madrid, Rio, Los Angeles (Todo es posible 4) de Audrey Carlan

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    <> Parker Ellis es el CEO de International Guy Inc. y su trabajo consiste en asesorar a la gente mas rica del mundo sobre la vida y sobre el amor, aunque a veces no pueda evitar que salte la chispa entre el y sus clientas. Sabe que hay todo un mundo alli fuera esperandole, pero lo que no sabe es que quiza tambien se cruce con alguien que le acabe robando el corazon.

  • Fuego Cruzado de Raul Garbantes

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  • Te amare por siempre (La chica de Indhira Jacobo

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    Arrastrando los pies llego a mi casa. Me duele la cabeza y me siento el cuerpo pesado. Una vez mas agradezco a la virgencita que no hay nadie, mi hermano no ha llegado del trabajo, confirmo la hora y me doy cuenta que tengo tiempo para ducharme y acostarme a dormir. No quiero tener que enfrentarme a un interrogatorio, por lo menos no hoy. Necesito una aspirina con urgencia, !mierda! Ni siquiera se si puedo tomar una maldita aspirina. Al llegar al bano, me miro en el espejo, estoy palida, tengo los ojos rojos e hinchados. No me reconozco y no me gusta mi reflejo. Siempre he sido amante de los banos despues de un dia agotador para relajarme, hoy tengo ganas de tomar una ducha rapida que acabe con todo. <>. Porque no solo me duele el cuerpo sino que tambien me duele el alma. Me desvisto y meto debajo del chorro de agua caliente y nuevamente las lagrimas me asaltan. Quiero parar de llorar pero las lagrimas siguen cayendo, parece como si tuvieran vida propia. <>. --"fue algo de ultimo momento" --dijo. --Ultimo momento, !una mierda! --grito--. Te casaste porque quisiste. Preferiste escogerla a ella y destrozarme la vida a mi. Varios sollozos se escapan de mi boca y las fuerzas me abandonan. Poco a poco me deslizo contra las baldosas y me dejo caer en el piso de la banera. Encojo mis piernas, las rodeo con mis brazos y escondo mi cabeza entre las rodillas. Me quedo bajo el chorro de agua caliente pensando en todo lo que ha pasado en estos ultimos meses. En como ha cambiado mi vida. Yo que siempre fui una persona precavida, inteligente, que intentaba evitar cualquier tipo de problemas. No entiendo como me meti en algo que no iba a poder manejar. Sabia que estaba mal, pero no supe detenerme a tiempo. Mi cabeza siempre supo que el no la dejaria, pero mi corazon escogio creer en el. Puede que sea la romantica que llevo dentro que penso que se quedaria conmigo como en las telenovelas o en los cuentos de hadas. ?Quien en su sano juicio iba a dejar a una rica heredera que le permita entrar en la crema y nata de la sociedad italiana? Nadie, y mucho menos para estar con una simple empleada que apenas esta comenzando en el mundo. Salgo de la ducha cuando ya se ha acabado el agua caliente y tengo las manos arrugadas, me pongo la pijama, me meto en la cama y vuelvo a llorar. Lo ultimo que recuerdo antes de caer rendida es que mi vida es una mierda y que soy la persona mas infeliz en la faz de la tierra. --!Hey! --escucho que alguien me llama mientras me dan palmaditas en el hombro. Abro los ojos y me encuentro con la mirada de preocupacion de Alex, la misma que me ha lazado en los ultimos dias cada vez que nos vemos--. Despierta dormilona. --!Hola! --lo saludo con la voz ronca. Tengo la garganta reseca--. ?Hace cuanto que estas en casa? --Hace una hora mas o menos. Solo he venido a banarme y por un poco de ropa, este fin de semana me quedo con Michelle y no queria marcharme sin hablar contigo --me dice mientras me incorporo. Miro por la ventana de mi cuarto y ya ha oscurecido. --?Que hora es? --Son pasada las ocho. --?Que ocurre? --Nada solo que casi no te veo y queria saber como van tus cosas --se interesa al mismo tiempo que me examina como si fuera un bicho raro bajo un microscopio. --No hay mucho que contar todo esta como siempre. Mi hermano resopla. --Como siempre significa que sigues sin alimentarte como es debido, estoy muy preocupado Adri cada dia estas mas delgada, parece que te estas consumiendo desde adentro. No puedes seguir asi. Tienes que ver un medico. --Fui a ver un doctor --respondo a la defensiva, un poco mas alto de lo que deberia e inmediatamente me pincha la sien. Cierro los ojos, me llevo los dedos al lugar de mi molestia y masajeo en pequenos circulos--. Me ha dicho que tengo problemas de tiroides y que por eso estoy perdiendo peso. <>. --Me alegra escuchar eso. ?Por que no me comentaste que irias a verlo? hubiera sacado un tiempo para acompanarte. Se acomoda a mi lado y apoya la cabeza en la cabecera acolchada de mi cama. Abro los ojos y me asalta la culpa. Alex siempre se ha preocupado y ha cuidado de mi, me duele no poder contarle la verdad. --?Que mas te dijo? --me pregunta y me entra panico, de repente tengo miedo de que haya percibido mi angustia. --?Que te hace pensar que me dijo algo mas? --Por favor Adriana, no hay que ser medico para saber que no te encuentras bien, ?Es que no has visto lo palida que estas? Algo mas has de tener a parte de ese problema de tiroides --dice y el tono es demasiado alto para mi cabeza. Me acaba de llamar por mi nombre muestra de que esta hablando en serio y que no esta para juegos. --Tambien ha dicho que tengo anemia --miento descaradamente--, debo tomar unas vitaminas y por favor baja la voz que me duele la cabeza. --Lo siento no quiero ponerme pesado pero entiendeme, estoy muy preocupado por tu salud --ladea la cabeza y me mira detenidamente--. Le dije a mami que cuidaria de ti y ultimamente siento que no te he dedicado el tiempo necesario. --No seas exagerado Alexander que no soy una nina --me quejo con cierta irritacion--, es solo una anemia y pronto estare bien. Me mira sin estar del todo convencido, asi que me apresuro a decir suavizando la voz: --Te lo prometo. Me estudia con sus ojos grandes durante unos segundos hasta que finalmente asiente con la cabeza. --Tambien te desperte porque tengo que comentarte algo. Ahora es mi turno de observarlo cautelosamente. Conozco esa mirada y por lo general viene acompanada de algo que no me va a gustar. --Michelle no deja de quejarse que casi no nos vemos, como ultimamente estoy saliendo tarde del trabajo, a veces hago doble turno; solo la veo los fines de semana. --Aja. Tomo un hondo respiro y retengo todo el aire de mis pulmones. --Pues que me ha propuesto irnos a vivir juntos --dice y su tono de voz deja entrever que hay algo mas importante aun. Vuelvo a respirar mas tranquila. No es lo que esperaba que dijera pero teniendo en cuenta que llevan saliendo juntos tres anos no es algo que me sorprenda. --Felicidades. Lo miro a los ojos y le digo con toda la sinceridad de la que soy capaz a pesar de mi falta de entusiasmo. Michelle es una excelente muchacha, muy bien criada, estudiante de medicina y lo que es mejor aun, esta loca por los huesitos de mi hermano. --Me alegro mucho por los dos. --Bueno aun no le he dicho que si, le dije que tenia que comentarlo contigo primero. --?Conmigo? --inquiero sorprendida--. Si me estas pidiendo permiso de una vez te digo que no me molesta que se venga a vivir con nosotros; la casa es grande, es mas hasta sobra espacio. Conozco tan bien a mi hermano que por la forma en que arruga la nariz, demostrando asi su nerviosismo y la manera en la que sus ojos se mueven, me da a entender que esta escogiendo cuidadosamente sus proximas palabras. Eso hace que me ponga nuevamente en alerta. Presiento que no me va gustar lo que me dira. --He estado pensando que deberiamos vender la casa... --dice bajito--... y mudarnos a un apartamento mas pequeno y mas cerca de nuestros respectivos trabajos. <>. --!?Mudarnos!? --casi grito. !Que horror! Me siento totalmente erguida, giro un poco el cuerpo y lo miro escandalizada-- ?Quieres mudarte del lugar donde hemos vivido toda la vida? <>. Eso no. !Joder! No ahora. Cuando crees que tu mundo se esta desmoronando viene tu hermano mayor y te lanza una bomba de ese calibre. !Dios! ?Pero que es lo que esta pasando?

  • Dance therapy (Los Irwin 1) de Noa Pascual

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    ?Podrias compartir mesa y mantel con: Un marchante de arte, un cocinero galardonado con una estrella Michelin, un monitor de deportes de alto riesgo, un abogado, un profesor, un cirujano y dos mecanicos?
    !Pues Beca, si!
    Era la envidia de muchas feminas, primer rival a vencer y adversaria fantastica para compartir.
    Se sabia la lider de todos, fiel a ellos y a sus principios; pero honesta y consecuente con sus decisiones.
    Eran un equipo en toda regla “uno para todos y todos para uno”, con Beca cerca los problemas se minimizaban y sin ella se ahogaban.
    ?Dejara Beca a un lado su felicidad y sus suenos, para estar cerca de ellos?

  • Cuentos de brujas de escritoras de Varios Autores

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    En Gran Bretana, en la epoca victoriana, las mujeres de las clases mas acomodadas se reunian en <> en los que se dedicaban a diferentes actividades. El interes por la brujeria aglutino muchas de esas reuniones, donde se contaban noticias, cuentos, tradiciones, y se inspiraban nuevas obras de creacion. En Cuentos de brujas de escritoras victorianas (1839-1920) Peter Haining ha querido reflejar esa variedad: la antologia incluye cronicas historicas y legendarias tanto como ficciones escritas por mujeres que en su dia no gozaron de mucho prestigio y que hoy en su mayoria han sido bastante olvidadas pero que sin duda ha valido la pena recuperar.

  • Lo sigo intentando de Ariadna Tuxell

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    ?Has estado alguna vez enamorada de la persona que no se merecia tu carino? ?Has conocido al chico perfecto durante una noche de diversion y a la manana siguiente has comprobado que de perfecto tiene poco? ?Tu vida esta llena de mucha rana y poco principe? Si tus respuestas son afirmativas, tienes ante ti una novela donde te sentiras identificada y comprendida gracias a las aventuras que vive la protagonista junto a sus dos grandes amigas. Nayara es una chica de 31 anos desafortunada en el amor. Ha perdido la fe de encontrar a su media naranja y formar una familia junto a el. Vive volcada en sus tres trabajos sin disponer casi de tiempo libre. Un domingo por la manana sufre un pequeno accidente colisionando su vehiculo contra un espectacular deportivo que es conducido por un guapisimo pero engreido hombre que resulta ser piloto de la Formula Uno.

  • Luna de sangre (Beatrix Rose 2) de Mark Dawson

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    Hace diez anos, Beatrix Rose formaba parte de un implacable grupo clandestino que se encargaba de realizar el trabajo sucio del gobierno britanico. Cuando descubrio que el jefe del grupo era corrupto, este envio a cinco de sus asesinos para que la eliminaran, pero no lograron su proposito. Craso error.

  • Me quedo contigo, Kris L Jordan de Kris L. Jordan

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  • La mascara sagrada de Klara Delgado

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    Este no es un libro convencional, es un librojuego, y tu eliges el desarrollo de la historia. ?Llegaras con exito al final?
    Por fin se acabaron las clases y comienzas tus vacaciones de navidad. Un mensaje de WhatsApp te despierta y su inquietante contenido da lugar al comienzo de la historia.
    Tu mejor amigo te avisa de que ambos estais en peligro de muerte. En una nota anonima os piden que devolvais una mascara que no teneis. ?Que podeis hacer?
    Ahora tu te conviertes en el protagonista, tomas las riendas de esta historia y eliges lo que quieres hacer. ?Tus elecciones te llevaran a conseguir el exito de la mision o, por el contrario, el final sera un autentico desastre?
    Sumergete en tu propia aventura.

  • IQ de Joe Ide

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    IQ. Asi se conoce a Isaiah Quintabe en los barrios humildes de la zona este de Long Beach. Hombre solitario, de una extraordinaria inteligencia, se ha convertido en una especie de detective sin licencia al que acuden las victimas de la elevada criminalidad de estos barrios, desatendidos por la desbordada policia de Los Angeles. Gente muy humilde, le pagan con lo poco que tienen.

  • Alli donde se construyen los suenos de Eric Marchal

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    La pluma experta y magistral de Eric Marchal rinde tributo a la explosion cientifica, cultural y artistica de finales del s. XIX con una ambiciosa saga familiar marcada por el amor, el idealismo y la amistad.

  • Con R de Rock de Judith Romero Baeza

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  • La sombra de un embrujo de Isabel Martinez De Ubago

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    La lucha contra la brujeria en la Espana del siglo XVII enfrenta a un hombre con su fe, su razon y su corazon. Fray Hernan de Quiroga esta a cargo de la investigacion de una denuncia por brujeria en una pequena aldea alavesa. Tras el caso de Zugarramurdi, la Inquisicion exige el maximo celo y sentido comun, a partes iguales, a los comisarios que realicen las pesquisas. Sin embargo, una inesperada enfermedad y una joven de pelo rojo provocan una tormenta en el alma de Quiroga. La ayuda del inquisidor Alonso de Salazar, al que llamaban el abogado de las brujas, provee de luz y claridad al confuso Quiroga.

  • El Inicio de Dahiana J. Vasquez S

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    Era inmortal, pero a que precio. Su vida era solitaria. Estaba cansado y se sentia infeliz. Sabia que podia saciar su sed en el bosque, con animales, pero luchar a diario contra su naturaleza lo atormentaba. Por eso estaba ahi, frente esa cabana abandonada. La puerta se abrio sin tocar, sabia que lo esperaba. El hechicero lo recibio con una sonrisa y tomo en sus manos una botella de color azul.--?Estas seguro de que quieres hacerlo? --pregunto, mirandolo dudoso. La mirada que le devolvio lo dijo todo. Los dhampir eran criados para cazar vampiros, pero el habia fallado. Luego de ingerir la sustancia que sabia a jarabe para la tos, salio sin rumbo fijo hasta llegar a un edificio. Se sentia alterado y tenso, su cabello oscuro se erizo y su rostro poco a poco se transformo. Al escuchar los gritos los vecinos empezaron a salir de sus apartamentos. Cuando quisieron ocultarse, ya era muy tarde. El aparecido paso sobre ellos, sin dejar rastros hasta llegar a la ultima puerta del pasillo. Escucho el sonido de tres corazones acelerados. Eran jovenes estudiantes. El aparecido escucho sus sollozos detras de la puerta. Se encontraban agachadas, abrazadas unas a otras. No pudieron evitar que la puerta se estrellara contra el piso. Se acerco a paso lento, una de ellas intento salir corriendo, pero el la halo por sus trenzas rubias y la empujo. Las demas no pudieron mas que quedarse estaticas observando como la levanto para luego tirar el cuerpo sin vida. Fue entonces cuando la mas baja, de cabello castano y corto, tomo una lampara y se la lanzo con toda su fuerza. Las dos muchachas aprovecharon su distraccion para correr a la puerta, pero el tobillo de una quedo atrapado entre las manos del dhampir. La que quedo, salio del apartamento saltando por la puerta pero ya era muy tarde. El estaba detras. Se volteo, cerrando los punos y lo miro a los ojos. El la observo. Era una joven de mediana estatura, de cabellos negros que sobresalian de los hombros y piel clara. Pero sus ojos, su mirada lo hizo paralizarse. No fue hasta que escucho su voz que reacciono. --?Por que hace esto? --dijo sin gritar, sin alterarse. El no contesto--. Si me va a matar, !hagalo! --dijo resignada a lo peor--. ?Que espera? La tomo del cuello, dispuesto a hacerla sufrir. Sin embargo, se detuvo al notar que una lagrima salia de aquellos ojos tan profundos. ?Que le pasaba? ?Por que se conmovia ante una lagrima? --!Vamos! !Termina con esto! --dijo desafiante. Pero el no hizo mas que observarla con una expresion contrariada en su rostro. No dijo nada, le solto el cuello y dio un paso hacia atras. Ella cayo al suelo tocandose la garganta. Cuando pudo recobrar el aire, volvio a mirarlo, mientras el seguia paralizado, tratando de entender lo que estaba sucediendo. Ella lloro, pero aun asi no dejo de mirarlo. El se arrodillo y con su mano la tomo de la barbilla, ella reacciono moviendose hacia atras, chocando con la pared. Por un momento estuvo tentado a mostrar su forma humana, pero la mirada de terror que la joven le expresaba lo hizo desistir de esa idea. Le acaricio el rostro y la beso sin malicia en la comisura de los labios. Desde ese momento su vida seria diferente. Con ese beso se alejo de ella y, escuchando las sirenas de las patrullas policiacas, se retiro llevando en su memoria los ojos de aquella joven. Capitulo Dos La historia del Angel 452 dias habia pasado desde los sucesos de San Luis --como lo nombraron los periodicos--, Fey regreso a su rutina. Por un ano se trato con psiquiatras a causa del trauma. Cambio de escuela y de carrera, se mudo con su hermano y empezo a cultivar cierta aficion por las leyendas y los mitos. Muchos dirian que mas que un interes curioso, estaba obsesionada con lo sobrenatural. Al escuchar las sirenas, salio del edificio aturdido. Camino sin rumbo por varias horas, hasta que la luz del dia empezo a asomarse por el horizonte. Despues de tanto caminar, se recosto bajo un arbol, no sintio la presencia del hechicero hasta que estuvo frente a el. Lo ayudo a ponerse de pie y se dirigieron a su cabana. Una vez en su interior, le paso una toalla humeda para que se limpiara el cuerpo, mientras el hojeaba unos libros de las estanterias. --No lo entiendo. Debio haber funcionado --dijo. Estaba confundido. --Si. Bueno, algo hiciste mal porque no funciono. Al menos no del todo --comento. --?Puedes decirme lo que paso otra vez? ?Como fue eso de que ibas a morder a esta chica y entonces...? --Y entonces no pude --dijo, cortandole los ojos con mirada inquisidora. --!Lo tengo! --exclamo el hechicero, saco un libro del estante emocionado. Lo coloco encima de la mesa y lo abrio. El se acerco. Al fin se detuvo en una de las paginas la cual poseia una imagen de un dhampir con el titulo de <>. De inmediato supo que se trataba de su biografia. El hechicero empezo a leer en voz alta: <>. --?Quien escribe estas cosas? --le pregunto al hechicero cuando termino de leer. --?No hay otra pagina? Esto es algo que ya sabia --exclamo sorprendido. --Bien, hemos aprendido que no todo esta en los libros --dijo en tono ironico. --Tiene que haber algo aqui --senalo mientras ubicaba el libro frente a la luz. --Bueno, ahi no dice como el senor Kafka me encontro y me obligo a matar a esas personas -- dijo al tiempo en que volvia a sentarse en la silla. --Cierto... espera, !eso es! !Eres un dhampir! !Estas destinado a ser un cazador, no un asesino! --exclamo una vez mas el hechicero mientras cerraba el libro y sacaba otro del mismo lugar. --Pero no soy un cazador, y eso no explica mis deseos de…ya sabes…--dijo sin entender a donde queria llegar el anciano. --Tienes que entrenarte para serlo, y la pocion esta supuesta a actuar a favor de tu naturaleza, no en contra. Y tu naturaleza no es matar humanos, sino vampiros. --?Y que tiene que ver la joven con eso? --Tengo la ligera sensacion de que no es una humana normal --respondio con una ligera sonrisa en el rostro. --?Y como lo vamos a averiguar? --respondio adivinando sus intenciones. --Facil, acercate a ella y conocela. Quiero ver que otro efecto tiene en ti --respondio acercandose a el. --?Y como esperas que haga eso? --dijo pensando que su amigo estaba loco. --Se me ocurren una o dos ideas... Al siguiente dia, la muchacha, como era su costumbre, estaba sentada en una de las mesas de la biblioteca publica, con la cabeza hundida en libros. Solia acaparar toda una mesa para si sola y dejar encima varios tomos abiertos. Se encontraba tan concentrada que apenas se dio cuenta cuando su telefono celular empezo a vibrar. --?Donde estas? --oyo una voz aguda del otro lado del auricular. --En la biblioteca --contesto como si la pregunta estuviera de mas. --?Otra vez? !Fey! !Ya olvidalo! !Eso sucedio hace mucho tiempo! --452 dias --le corto. --!Mas de un ano! --respondio--. ?Por que no dejas eso y vienes a casa, comemos algo, vemos una pelicula... te distraes --dijo casi rogando. --No, gracias, prefiero terminar esto antes de que sea mas tarde --respondio cansada. --Cinco minutos para cerrar --anuncio la bibliotecaria apagando las luces de los pasillos. --Te hablo luego --dijo mientras recogia sus cosas. --Esperare por ti para cenar, mas te vale que llegues si no quieres que muera de hambre --la amenazo risuena. Capitulo Tres El ataque en el parqueo Roxan no entendia por que su mejor amiga seguia obsesionada con los recuerdos de esa noche. Se conocian de toda la vida, habian crecido juntas y Roxan fue testigo de los cambios de Fey. Fey crecio con su abuela y su hermano mayor, Ted. Ellos eran su unica familia tras la muerte de sus padres. Apenas tenia seis anos cuando fueron asaltados en medio de la carretera y los ladrones les dispararon sin querer. La noticia se publico en los diarios, por lo que la mirada condescendiente de todos a su alrededor era parte de su dia a dia. Su abuela le habia ensenado que todo ocurria por una razon. Incluso, aquellas cosas horribles sin explicacion. A la larga, sus padres estaban en un mejor lugar desde donde podian protegerla y velar por ella. Siempre le decia que era especial, que de sus manos siempre emanaba luz, aunque ella no lo entendia. Esta idea le permitio crecer tranquila y en paz, al lado de sus seres queridos, aunque no podia negar que sentia cierto rencor hacia cualquier delincuente o ladron. A pesar de ese sentir, todos decian que era alguien especial: agradable, servicial, atenta... Pero, tras el incidente se habia encerrado en si misma, casi no hablaba y evitaba que cualquiera le dirigiera la palabra. Envuelta en esos pensamientos, no se habia dado cuenta de la hora hasta que la empleada anuncio el cierre de la biblioteca. Tras cerrar el telefono, camino distraida a la parada de autobuses pensando en el ultimo texto que habia leido sobre los demonios terrestres. De pronto, escucho un grito que la paralizo. Apenas empezaba a respirar de nuevo, cuando volvio a escucharlo. Dejo caer sus libros y miro a su alrededor. Alguien estaba siendo atacado cerca del estacionamiento. Ella debia de hacer algo. Pero, ?que? Una vez mas se escucho el grito desesperado. Salio corriendo en direccion a los gritos que parecian ahogarse poco a poco, cuando llego al lugar de los hechos. Se quedo paralizada al ver como una muchacha no mayor que ella parecia haber sido atacada por algun animal. Y lo vio. Era una especie de perro de gran tamano, de un color negro azabache. De su labio inferior brotaba la sangre de la joven que acababa de atacar, de su hocico salia espuma como si estuviera sufriendo algun ataque de rabia. Fey estaba petrificada, no tenia como defenderse y mucho menos con que hacerlo, respiro hondo y se armo de valor para hablar. --?Es... estas bien? --Duele...duele... --dijo con la voz apagada. --Tran...tranquila. No te muevas --dijo mirando a aquel perro que empezaba a verla --. Dios, ?que hago? Si esta chica no va a un hospital se va a desangrar y si este perro ataca, seremos dos las muertas --penso mientras ideaba alguna manera de salir de ese aprieto. La muchacha volvio a gemir. Ella tenia que hacer algo. Para llamar la atencion uso los sonidos de su celular. Busco en su carpeta de musica y coloco una pieza que al escucharla, el animal se le acerco. De pronto, la bateria del celular empezo a fallarle y el aparato se apago, la bestia empezo a salir de su trance. Movio la cabeza de un lado a otro, tomo impulso y se abalanzo hacia ella,

  • El aprendizaje de la creativida de Jose Antonio Marina

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  • Dias sin ti de Elvira Sastre

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    Dias sin ti es una historia de complicidad a traves del tiempo, la de una abuela y su nieto. Dora, maestra en tiempos de la Republica, comparte con Gael la historia que la ha llevado a ser quien es. Con ternura, pero con crudeza, confiesa sus emociones a su nieto escultor, un joven con una sensibilidad especial, y le brinda, sin que este lo sepa todavia, las claves para reponerse de las heridas causadas por un amor truncado.

  • Solo quedo nuestra historia [LGBT] de Adam Silvera

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    Cuando Theo, el primer amor y exnovio de Griffin, muere ahogado en un accidente, su universo estalla. A pesar de que Theo se habia mudado a California para asistir a la universidad y habia comenzado a salir con Jackson, Griffin nunca dudo de que Theo regresaria con el cuando fuera el momento indicado. Pero ahora, el futuro, todo lo que tenia pensando para su vida, se esta derrumbando.
    Para empeorar las cosas, la unica persona que de verdad comprende el dolor de su perdida es Jackson. Pero sin importar cuanto se sinceren el uno con el otro, Griffin continua hundiendose en su dolor. Comienza a perderse en sus obsesiones y elecciones destructivas, mientras todos esos secretos que tiene tan bien guardados podrian destruir su vida para siempre.
    Si Griffin quiere reconstruir su futuro, primero debera enfrentarse a su pasado, a cada pieza desgarradora del rompecabezas de su vida.

  • Los muertos indociles de Cristina Rivera Garza

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    <> Jorge Carrion

  • Comimos y bebimos de Ignacio Peyro

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  • La Playa de los Cristales de Pedro Ramos

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    La Playa de los Cristales cuenta la historia de Juana, una chica de 16 anos que se escapa de un campamento de verano para buscar a su hermano de 11. Gracias a la ayuda de Marcos, un monitor que se siente culpable de la desaparicion, y de su pequeno grupo, Juana descubrira que la amistad es la mejor ayuda para superar los problemas, por muy graves y secretos que nos parezcan. Amor, amistad, aventuras y la reconciliacion de Juana con su padre hacen de La Playa de los Cristales una novela emocionante, con suspense y un ritmo que crea adiccion. Este viaje acaba de empezar y me gustaria que lo hicieramos juntos. !Feliz lectura!

  • Amor escarchado de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    Alexander Green es un joven cirujano plastico que vive en Los Angeles, entre fiestas y surf, hasta que es testigo de un crimen que lo obliga a entrar en proteccion de testigos. Para su asombro, es enviado a Sutton, un pequeno pueblo de Alaska, todo lo contrario a lo que esta acostumbrado. Un lugar tan lejano como el corazon de la jefa de policia local, Rylee Scott, una treintanera que ha renunciado al amor, y que pronto despertara el interes de Alex. Romance, comedia y nieve, juntos en una sola historia…

  • Un asunto de honor de Arturo Perez Reverte

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    Era la mas linda Cenicienta que vi nunca. Tenia dieciseis anos, un libro de piratas bajo la almohada y, como en los cuentos, una hermanastra mala que habia vendido su virginidad al portugues Almeida, quien a su vez pretendia revendersela a don Maximo Larreta, propietario de Construcciones Larreta y de la funeraria Hasta Luego. --Un dia vere el mar --decia la nina, tambien como en los cuentos, mientras pasaba la fregona por el suelo del puticlub. Y sonaba con un cocinero cojo y una isla, y un loro que gritaba no se que murga sobre piezas de a ocho. --Y te llevara un principe azul en su yate --se le choteaba la Nati, que tenia muy mala leche --. No te jode. El principe azul era yo, pero ninguno de nosotros lo sabia, aun. Y el yate era el Volvo 800 Magnum de cuarenta toneladas que a esas horas conducia el que suscribe por la nacional 435, a la altura de Jerez de los Caballeros. Permitan que me presente: Manolo Jarales Campos, veintisiete anos, la mili en Regulares de Ceuta y ano y medio de talego por dejarme liar bajando al moro y subir con lo que no debia. De servir a la patria me queda un diente desportillado que me partio un sargento de una hostia, y del Puerto de Santa Maria el tabique desviado y dos tatuajes: uno en el brazo derecho, con un corazon y la palabra Trocito, y otro en el izquierdo que pone: Naci para haserte sufrir. La s del haserte se la debo a mi tronco Paco Seisdedos, que cuando el tatuaje estaba con un colocon tremendo, y claro. Por lo demas, el dia de autos yo habia cumplido tres meses de libertad y aquel del Volvo era mi primer curro desde que estaba en bola. Y conducia tan campante, oyendo a los Chunguitos en el radiocassette y pensando en echar un polvo donde el portugues Almeida, o sea, a la Nati, sin saber la que estaba a punto de caerme encima. El caso es que aquella tarde, dia de la Virgen de Fatima --me acuerdo porque el portugues Almeida era muy devoto y tenia un azulejo con farolillo a la entrada del puticlub--, aparque la maquina, meti un paquete de Winston en la manga de la camiseta, y salte de la cabina en busca de un alivio y una cerveza. --Hola, guapo --me dijo la Nati. Siempre le decia hola guapo a todo cristo, asi que no vayan ustedes a creer. La Nati si que estaba tremenda, y los camioneros nos la recomendabamos unos a otros por el VHF, la radio que sirve para sentirnos menos solos en ruta y echarnos una mano unos a otros. Habia otras chicas en el local, tres o cuatro dominicanas y una polaca, pero siempre que la veia libre, yo me iba con ella. Quien la tenia al punto era el portugues Almeida, que la quito de la calle para convertirla en su mujer de confianza. La Nati llevaba la caja y el gobierno del puticlub y todo eso, pero seguia trabajando porque era muy golfa. Y al portugues Almeida los celos se le quitaban contando billetes, el hijo-puta. --Te voy a dar un revolcon, Nati. Si no es molestia. --Contigo nunca es molestia, guapo. Lo que son es cinco mil. Vaya por delante que de putero tengo lo justo. Pero la carretera es dura, y solitaria. Y a los veintisiete tacos es muy dificil olvidar ano y medio de ayuno en el talego. Tampoco es que a uno le sobre la viruta, asi que, bueno, ya me entienden. Una alegria cada dos o tres semanas viene bien para relajar el pulso y olvidarse de los domingueros, de las carreteras en obras y de los picoletos de la Guardia Civil, que en cuanto metes la gamba te putean de mala manera, que si la documentacion y que si el manifiesto de carga y que si la madre que los pario, en vez de estar deteniendo violadores, banqueros y presentadores de television. Que desde mi punto de vista son los que mas dano hacen a la sociedad. Pero a lo que iba. El caso es que pase a los reservados a ocuparme de la Nati, le llene el deposito y sali a tomarme otra cerveza antes de subirme otra vez al camion. Yo iba bien, aliviado y a gusto, metiendome el faldon de la camiseta en los tejanos. Y entonces la vi. Lo malo --o lo bueno-- que tienen los momentos importantes de tu vida es que casi nunca te enteras de que lo son. Asi que no vayan a pensar ustedes que sonaron campanas o musica como en el cine. Vi unos ojos oscuros, enormes, que me miraban desde una puerta medio abierta, y una cara preciosa, de angel jovencito, que desentonaba en el ambiente del puticlub como a un cristo pueden desentonarle un rifle y dos pistolas. Aquella chiquilla ni era puta ni lo seria nunca, me dije mientras seguia andando por el pasillo hacia el bar. Aun me volvi a mirarla otra vez y seguia alli, tras la puerta medio entornada. --Hola --dije, parandome. --Hola. --?Que haces tu aqui? --Soy la hermana de Nati. Cono con la Nati y con la hermana de la Nati. Me la quede mirando un momento de arriba abajo, flipando en colores. Llevaba un vestido corto, ligero, negro, con florecitas amontonadas, y le faltaban dos botones del escote. Pelo oscuro, piel morena. Un sueno tierno y quinceanero de esos que salen en la tele anunciando compresas que ni se mueven ni se notan ni traspasan. O sea. Lo que en El Puerto llamabamos un yogurcito. O mejor, un petisuis. --?Como te llamas? Me miraba los tatuajes. Manolo, respondi. --Yo me llamo Maria. Hostias con Maria. Vete largando, Manolin, colega, pero ya mismo, me dije. --?Que haces? --pregunto. --Guio un camion --dije, por decir algo. --?Adonde? --Al sur. A Faro, en Portugal. Al mar. Mi instinto taleguero, que nunca falla, anunciaba esparrame. Y como para confirmarlo aparecio Porky al otro lado del pasillo. Porky era una especie de armario de dos por dos, una mala bestia que durante el dia oficiaba de conductor en la funeraria Hasta Luego y de noche como vigilante en el negocio del portugues Almeida, donde iba a trabajar con el coche de los muertos por si habia alguna urgencia. Grande, gordo, con granos. Asi era el Porky de los cojones. --?Que haces aqui? --Me pillas yendome, colega. Me pillas yendome. Cuando volvi a mirar la puerta, la nina habia desaparecido. Asi que salude a Porky --me devolvio un grunido--, fui a endinarme una birra Cruzcampo y un cafe, le di una palmadita en el culo a la polaca, eche una meada en los servicios y volvi al camion. Los faros de los coches que pasaban me daban en la cara, trayendome la imagen de la nina. Eran las once de la noche, mas o menos, cuando pude quitarmela de la cabeza. En el radiocassette, los Chunguitos cantaban Punos de acero: De noche no duermo de dia no vivooo… Abri la ventanilla. Hacia un tiempo fresquito, de puta madre. Me estoy volviendo loco, maldito presidiooo… Hice diez kilometros en direccion a Fregenal de la Sierra antes de oir el ruido mientras cambiaba de cassette. Sonaba como si un raton se moviera en el pequeno compartimento con litera que hay para dormir, detras de la cabina. Las dos primeras veces no le di importancia, pero a la tercera empece a mosquearme. Asi que puse las intermitencias y aparque en el arcen. --?Quien anda ahi? La que andaba era ella. Asomo la cabeza como un ratoncito asustado, jovencita y tierna, y yo me senti muy blando por dentro, de golpe, mientras el mundo se me caia encima, cacho a cacho. Aquello era secuestro, estupro, vaya usted a saber. De pronto me acorde de la Nati, del portugues Almeida, del careto de Porky, del coche funebre aparcado en la puerta, y me vinieron sudores frios. Iba a comerme un marron como el sombrero de un picador. --?Pero donde crees que vas, tia? --Contigo --dijo, muy tranquila--. A ver el mar. Llevaba en las manos un libro y a la espalda una pequena mochila. Las rafagas de faros la iluminaban al pasar, y en los intervalos solo relucian sus ojos en la cabina. Yo la miraba desconcertado, alucinando. Con cara de gilipollas. 2. Un fulano cojo y un loro El camion seguia parado en el arcen. Pasaron los picoletos con el pirulo azul soltando destellos, pero no se detuvieron a darme la barrila como de costumbre. Que si los papeles y que si ojos negros tienes. Algun desgraciado acababa de romperse los cuernos un par de kilometros mas arriba, y tenian prisa. --Dejame ir contigo --dijo ella. --Ni lo suenes --respondi. --Quiero ver el mar --repitio. --Pues ve al cine. O coge un autobus. No hizo pucheros, ni puso mala cara. Solo me miraba muy fija y muy tranquila. --Quieren que sea puta. --Hay cosas peores. Si las miradas pudieran ser lentas, diria que me miro muy despacio. Mucho. --Quieren que sea puta como Nati. Paso un coche en direccion contraria con la larga puesta, el muy cabron. Los faros deslumbraron la cabina, iluminando el libro que ella tenia en las manos, la pequena mochila colgada a la espalda. Note algo raro en la garganta; una sensacion extrana, de soledad y tristeza, como cuando era crio y llegaba tarde a la escuela y corria arrastrando la cartera. Asi que trague saliva y movi la cabeza. --Ese no es asunto mio. Tuve tiempo de ver bien su rostro, la expresion de los ojos grandes y oscuros, antes de que el resplandor de los faros se desvaneciera. --Aun soy virgen. --Me alegro. Y ahora bajate del camion. --Nati y el portugues Almeida le han vendido mi virgo a don Maximo Larreta. Por cuarenta mil duros. Y se lo cobra manana. Asi que era eso. Lo digeri despacio, sin agobios, tomandome mi tiempo. Entre otras muchas casualidades, ocurria que don Maximo Larreta, propietario de Construcciones Larreta y de la funeraria Hasta Luego, era dueno de medio Jerez de los Caballeros y tenia amigos en todas partes. En cuanto a Manolo Jarales Campos, el Volvo no era mio, se trataba del primer curro desde que me dieron bola del talego, y bastaba un informe desfavorable para que Instituciones Penitenciarias me fornicase la marrana. --Que te bajes. --No me da la gana. --Pues tu misma. Puse el motor en marcha, di la vuelta al camion y desanduve camino hasta el puticlub del portugues Almeida. Durante los quince minutos que duro el trayecto, ella permanecio inmovil a mi lado, en la cabina, con su mochila a la espalda y el libro abrazado contra el pecho, la mirada fija en la raya discontinua de la carretera. Yo me volvia de vez en cuando a observarla de reojo, a hurtadillas. Me sentia inquieto y avergonzado. Pero ya diran ustedes que otra maldita cosa podia hacer.--Lo siento --dije por fin, en voz baja. Ella no respondio, y eso me hizo sentir peor aun. Pensaba en aquel don Maximo Larreta, canalla y vulgar, enriquecido con la especulacion de terrenos, el negocio de la construccion y los chanchullos. Desparramando billetes convencido, como tantos de sus compadres, de que todo en el mundo --una mujer, un ex presidiario, una nina virgen de dieciseis anos-- podia comprarse con dinero. Deje de pensar. Las luces del puticlub se veian ya tras la proxima curva, y pronto todo volveria a ser como antes, como siempre: la carretera, los Chunguitos y yo. Le eche un ultimo vistazo a la nina, aprovechando las luces de una gasolinera. Mantenia el libro apretado contra el pecho, resignada e inmovil. Tenia un perfil precioso, de yogurcito dulce. Cuarenta mil cochinos duros, me dije. Perra vida. Detuve el camion en la explanada frente al club de alterne y la observe. Seguia mirando obstinada, al frente, y le caia por la cara una lagrima gruesa, brillante. Un reguero denso que se le quedo suspendido a un lado de la barbilla. --Hijoputa --dijo. Abajo debian de haberse olido el asunto, porque vi salir a Porky, y despues a la Nati, que se quedo en la puerta con los brazos en jarras. Al poco salio el portugues Almeida, moreno, bajito, con sus patillas rizadas y sus andares de chulo lisboeta, el diente de oro y la sonrisa peligrosa, y se vino despacio hasta el pie del camion, con Porky guardandole las espaldas. --Quiso dar un paseo --les explique. Porky miraba a su jefe y el portugues Almeida me miraba a mi. Desde lejos, la Nati nos miraba a todos. La unica que no miraba a nadie era la nina. --Me joden los listos --dijo el portugues Almeida, y su sonrisa era una amenaza.

  • Las intrigas de la fama 3 de Mercedes Franco

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    Carolina decide irse de viaje ayudada por Gustavo Cortez y una persona inesperada, ella logra ganar un importante papel en una pelicula internacional.

  • Volver a empezar (Desde las cenizas 1) de Lorena R. Jeffers

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    A lo mejor no nos reconoceremos, pero nos volveremos a ver. Por ahora, mi amor, vive…

  • Esperando a Alba de Manuel Jesus Palma

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    Daniel tiene treinta anos, un trabajo que le encanta, un elegante piso en Barcelona y una preciosa novia embarazada de su primera hija. Y tambien un cancer de pancreas terminal, que hace que le queden tan solo unos meses de vida.
    Consciente de las pocas posibilidades que tiene de llegar a conocer a su hija, Daniel comienza a escribir un diario en el que le habla de todo aquello que no podra contarle en persona. Del amor y la amistad. Del dinero y la familia. De como sacar fuerzas de donde no las hay para seguir peleando contra el tiempo, aunque sea una batalla perdida.
    Daniel suena con poder besar a Alba al menos una vez antes de marcharse, pero el destino parece estar poniendole a prueba continuamente. El miedo, la nostalgia y a veces tambien el humor, se deslizan entre las palabras que Daniel escribe en sus ultimas semanas, para que unos anos despues, en un espacio-tiempo donde el tan solo sea un recuerdo, Alba las pueda leer y conocerle mucho mejor.
    Una historia sobre la vida a traves de los ojos de alguien que esta a punto de perderla.

  • Cinco asesinos de Claudio Hernandez

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    Boad Hill es un pueblo tranquilo cuando nunca sucede nada. Una bestia de perro enfurece contagiado por la rabia y mata a varias personas, incluido un crio, en el pueblo mas cercano. Una chica atormentada prende fuego a todos sus companeros de la universidad en otro pueblo. Un gato regresa de la muerte de un extrano cementerio en otro lugar tambien cercano. Y los crios desaparecen en una densa y espesa niebla, tras lo cual puedes ver sus ojos amarillentos; sobre todo cuando flotan delante de una ventana. Y Peter Bray puede ver el pasado y ver desde los ojos de los muertos cuando les roza la piel. El chico feo de Boad Hill ha nacido con un don al que su madre bautizo como <>. Todo es normal hasta que un frio invierno, el mas duro de los ultimos veinte anos, azota con furia a Boad Hill y con las heladas, llega <>. Crimenes atroces de chicas de la escuela secundaria sacuden todo el pueblo, pero no sucede solo en ese frio invierno; tambien en verano, primavera y otono. El sheriff, un incompetente en la autoridad, se apoya en el alcohol y la destreza de Peter, quien solo el, logra descubrir a todos los asesinos durante todos los anos desde que descubrio que podia empujar en las mentes de los muertos: gracias a que siendo un crio vio como murio su mejor amigo; Sean. Son los cinco asesinos.

  • El ingenuo salvaje de David Storey

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    Arthur Machin es hijo de un simple minero y no espera salir de la ciudad industrial del norte de Inglaterra en la que nacio, un agujero de frustracion y aburrimiento, pero su vida cambia cuando el equipo local de rugby lo ficha para la Liga Nacional inglesa.

  • La tentacion de tu piel de Dina Reed

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    Aunque Kelly habia escuchado perfectamente las palabras del senor Sullivan, replico pestaneando muy deprisa: --?Ha dicho las Bermudas? El senor Sullivan asintio, se ajusto las gafas de pasta de carey y respondio con su seriedad y rigor habitual: --Llevas cuatro anos trabajando muy duro en esta compania y te mereces con creces el ascenso. Kelly agradecio el halago de su jefe con una sonrisa, mientras solo podia pensar en que no queria dejar Nueva York. Porque ?que iba a hacer ella sin los atascos de las mananas, los paseos por Central Park o las cenitas de los sabados con sus amigos en el Soho? Ella era una chica de ciudad, que vivia feliz en su pequeno apartamento, y que estaba muy a gusto trabajando como adjunta de direccion en una multinacional de los seguros. No le pedia nada mas a la vida... Preferia quedarse como estaba. Tranquila. Segura. Comoda. Ademas, ?que pintaba ella en las Bermudas? Ella no era de playa, ni de sol, ni de diversion, ni de nada de nada. Por no hablar de lo mas importante: el reto que suponia asumir la direccion de unas oficinas. Y no era que no creyera en ella misma, ni que pensara que no estaba preparada para el puesto, pero es que la alta direccion implicaba tanta responsabilidad y tanta exigencia que le estaba entrando un agobio tremendo. Porque ella solo queria estar en paz... Por eso, trago saliva y, con un nudo en el estomago, le confeso a su jefe: --Le agradezco la confianza, senor Sullivan, pero... El senor Sullivan la noto tan preocupada que en seguida le aclaro: --Vamos a cuidar hasta el ultimo detalle para que te sientas como en casa. El presidente de la compania posee una mansion en Tucker's Town, una de las zonas mas exclusivas de Bermudas, y la pone a tu disposicion para que te alojes en ella. Por el alquiler de tu apartamento no te preocupes, la compania correra con los gastos. --?Pero cuanto tiempo estaria fuera? --El tiempo que aguantes... --?Que? --Tu prueba, de momento la compania te ira pagando el alquiler, hasta que des el si definitivo. Y en cuanto a tus honorarios, los triplicaremos. Asi que, echa un vistazo al contrato, y ya solo queda que firmes y que manana mismo vueles para ese paraiso, en el que estamos convencidos de que cosecharas grandes exitos. El senor Sullivan le paso el contrato, que Kelly ojeo abrumada por la rapidez con la que estaba transcurriendo todo. Por eso, tras leerlo no le quedo mas remedio que decir: --Senor Sullivan, es un honor que la compania haya pensado en mi para el puesto, la propuesta no puede ser mas generosa; pero necesito tiempo... Kelly le devolvio el contrato, que el senor Sullivan guardo en la carpeta de firmas, luego le clavo la mirada y le pregunto con el ceno fruncido: --?Tiempo para que? Las buenas oportunidades hay que cazarlas al vuelo y esta lo es, senorita Taylor. Confia en mi. --Por supuesto que confio en usted. Y le estare eternamente agradecida por creer en mi cuando no tenia mas credenciales que unos anos de trabajo a tiempo parcial en una hamburgueseria. El senor Sullivan, un hombre de sesenta anos, pelo canoso, mirada franca, porte distinguido, semblante recio y maneras decididas, nego con la cabeza y preciso: --Cuando vi que ademas de tener un expediente excelente en Yale, sabias lo que era el trabajo duro: supe que estaba ante la candidata ideal. Y no me equivoque. Como ahora tampoco me equivoco al aconsejarte que aceptes el puesto. Tu etapa en las oficinas de Nueva York ha llegado a su fin... Y tu lo sabes. Tu talento esta pidiendo a gritos nuevos retos y esta es una gran oportunidad para crecer y potenciar tu curriculum. Kelly sabia que el senor Sullivan tenia razon, su punto de vista era el mas sensato y racional, pero su orden de prioridades era otro y asi se lo hizo saber: --Ya se que las cosas mas emocionantes suceden fuera de la zona de confort, pero es que yo me siento muy a gusto aqui. Y puedo asegurarle que en este momento de mi vida antepongo mi tranquilidad a todo. El dinero no es algo que me mueva, soy una chica de gustos sencillos. No me atraen los lujos ni las sofisticaciones, nunca he tenido el sueno de vivir en una mansion, ni tampoco aspiro a puestos de alta direccion. Yo aspiro a una vida como la que tengo, con mi trabajo que me gusta, con mi coqueto apartamento, mi familia, mis amigos, mi ciudad, mis aficiones... No quiero irme de Nueva York, senor Sullivan, ni dejar estas oficinas donde he encontrado a buenos amigos, ni renunciar a los almuerzos con mi familia cada domingo. Usted no sabe como es la tarta de queso con arandanos de mi madre... El senor Sullivan, a pesar de que era un hombre muy serio, se echo a reir, porque con Kelly era dificil no hacerlo. Era un encanto de chica, a la que apreciaba tanto que queria lo mejor para ella, por eso insistio: --Nueva York y todas sus maravillas siempre van a estar, senorita Taylor. Ademas, no te estamos ofreciendo un puesto en la otra punta del mundo. Las Bermudas estan a hora y pico de avion... --Ya, pero... --Y te recuerdo que yo no me jubilo hasta dentro de cinco anos --dijo el senor Sullivan con ironia. Pero Kelly, que estaba muy nerviosa, se lo tomo al pie de la letra: --!Por Dios, senor Sullivan, yo no quiero su puesto! El senor Sullivan se revolvio en el asiento y exclamo batiendo las manos: --!Pues muy mal hecho! !Deberias aspirar a el, porque tienes talento y formacion de sobra para hacerlo! !Y hacerlo mejor que yo, ademas! Pero de momento, yo tengo que seguir dando guerra... Y tu curtirte bien en ese maldito paraiso para prepararte a conciencia para dar el gran salto. El senor Pinkerton, tu predecesor, ha estado tres anos en el puesto y solo habla maravillas. Ahora se nos casa y ha pedido el traslado a Londres, de donde es su prometida. Asi que deja de rezongar y firma de una vez. !Cree y confia! !No hay otra! --No creo que se trate de una cuestion de confianza, sino que para mi es muy importante la familia, los amigos, trabajar en algo que me gusta... Y asi me siento segura. Ahora tengo una paz y un equilibrio que no quiero perder, senor Sullivan. Las aventuras y los retos estan muy bien, pero no se si tanto como la seguridad de tenerlo todo bajo control. Y yo ahora mismo tengo el control de mi vida... El senor Sullivan nego con la cabeza, se llevo la mano a la barbilla y le hablo como si lo hiciera con su propia hija: --Nunca se tienen las cosas bajo control, es una falsa percepcion, es un engano de la mente. Porque la vida es impredecible, lo unico que tenemos seguro es el cambio y es que, aunque nos resistamos, no van a dejar de pasarnos cosas. Y unas seran buenas, otras no tanto... Pero que mas da. Lo importante es la actitud con la que afrontamos las cosas. Y ese es el reto y eso es lo apasionante: enfrentarse al caos, a la incertidumbre, a los miedos y descubrir que puedes con eso y con mucho mas. Asi que no te conformes, senorita Taylor, nunca te conformes... Entiendo que tienes apegos, afectos, rutinas y... los exquisitos postres de tu madre, pero el mundo no se acaba ahi. Hay tantas cosas bonitas esperandote ahi fuera que seria una autentica pena que te las perdieras. Aparte de que te recuerdo que estudiaste bien duro, que te endeudaste hasta las cejas para estudiar en la mejor universidad, para tener el mejor de los futuros, para aprender, para crecer, para dar lo maximo de ti. ?Me equivoco? A Kelly las palabras del senor Sullivan, un hombre al que admiraba y respetaba como nadie, le estaban calando tan hondo que reconocio: --Mi familia es humilde, usted lo sabe. Mi padre es conserje y mi madre es limpiadora en un colegio. Por circunstancias de la vida no pudieron estudiar, pero se han matado para que mi hermana Elsa y yo podamos hacerlo. Y les estamos muy agradecidas por habernos permitido la oportunidad de tener una vida mejor... Y si, estudie muy duro, para tener un buen futuro... Quiero desarrollarme, crecer, dar lo mejor de mi... Pero... Kelly se callo porque no iba a contarle que desde hacia tres anos, cuando John la dejo, su orden de prioridades habia cambiado y ya solo queria estar tranquila y vivir sin sobresaltos. Y le dio mucha rabia y mucha pena, tanta que sus ojos se humedecieron, su gesto se tenso y el senor Sullivan tuvo que decirle para que se serenara: --Mi abuela solia decirme: "no hay pero que valga". Y no conozco mayor verdad. Olvidate de ese pero, y centrate en lo que quieres... ?Quieres desarrollarte, crecer y darlo todo? Kelly asintio, mordiendose los labios para no romper a llorar como una boba... --Por supuesto que quiero, senor Sullivan... Pero.... Kelly se mordio los labios otra vez, al tiempo que sentia una frustracion tremenda por tener siempre esa jodida palabra en los labios. No obstante, el senor Sullivan no dijo nada, tan solo se limito a tenderle su estilografica y asegurarle convencido: --Yo tambien tuve una epoca en que no podia parar de decir: "pero". Menos mal que una mujer muy sabia hizo que abriera los ojos... --Su abuela. --Exacto. Mi abuela Alana... Yo tenia el corazon roto, un mal de amores, que me dejo tan destrozado que llegue a creer que nada tenia sentido... Kelly alucino porque en la vida habria pensado que un hombre tan racional, tan logico y tan sensato como el senor Sullivan, hubiera sufrido hasta ese punto por amor... --Lo siento mucho, porque se lo que duele... --Duele tanto que parece que te arrancan la vida. Y yo perdi todo, la esperanza, la ilusion, las ganas, todo... Y eso que apenas acababa de terminar la carrera y se suponia que tenia un brillante porvenir. Trabajaba en un prestigioso bufete de abogados en Chicago, lo tenia todo para ser feliz. Pero perdi la ilusion de tal modo que cuando me salio una oferta de trabajo formidable en Nueva York, estuve a punto de rechazarla si no llega a ser por mi abuela, una irlandesa corajuda y luchadora que me obligo a que dejara Chicago... Y gracias a ella, no solo creci profesionalmente, sino que a los tres meses conoci, a Jane, mi esposa, el verdadero amor de mi vida, y la madre de mis tres maravillosos hijos... Kelly al escuchar el relato sincero y sentido de su jefe, no pudo evitar que dos lagrimones enormes recorrieran su rostro y sin pensarlo mas, agarro la estilografica y musito: --Yo tambien tuve una abuela irlandesa que, seguro que desde el cielo ahora mismo, me esta gritando que no sea tonta, y que firme de una maldita vez. El senor Sullivan asintio, sonrio emocionado y replico con absoluta seguridad: --Asi es. Kelly respiro hondo, se retiro las lagrimas del rostro con el dorso de la mano, estampo su firma en el contrato y luego susurro: --A las abuelas siempre hay que hacerlas caso... --Siempre. Y no me cabe duda de que la tuya tiene que estar orgullosisima de ti... Kelly sonrio agradecida y solo pudo susurrar muy emocionada: --Ojala, senor Sullivan, ojala...

  • Algo aun mas grande (Algo muy grande 2) de Kattie Black

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    Han pasado cinco anos y Amber ha encarrilado su vida. Ahora estudia robotica en la universidad, se ha independizado y ha decidido casarse con su novio, Mike, el hombre ideal con el que tendra hijos pelirrojos como siempre ha sonado. Todo parece ir sobre ruedas, pero la sombra de Donovan, su padre mafioso, vuelve a alcanzarla cuando sus enemigos secuestran a su prometido. Furiosa y dispuesta a todo, Amber contacta con la unica persona en el mundo que puede ayudarla a recuperar a su novio: Eric, el mercenario con el que vivio la mayor aventura de su vida.

  • Memorial Device de David Keenan

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    Keenan ha escrito un retrato vivo y conmovedor de un movimiento legendario, cuyos ecos todavia resuenan en nuestros tiempos. A traves de un fascinante conjunto de personajes que componen la escena pospunk en una desolada y pequena ciudad llamada Airdrie, Keenan ha capturado las distintas facetas de uno de los movimientos musicales y sociales mas importantes de las ultimas decadas. Con esta ficticia indagacion documental sobre un grupo igualmente ficticio, Keenan ha construido un retrato intenso, poetico y conmovedor del movimiento postpunk. Un homenaje a la pasion y los suenos de juventud, a la eterna lucha de cada generacion por encontrar su lugar en el mundo.

  • La luz invisible de Jesus Valero

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    Una gran traicion, una aventura a traves de los siglos y un misterio que lucha por salir a la luz.

  • Un dia casi perfecto de Mareike Krugel

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  • La historia sonada – Silvia Ibanez Cambra de Silvia Ibanez Cambra

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    Paris, 1940. Esteban lleva un ano viviendo con su tio Eduardo, la persona que lo rescato de una Espana desolada tras la guerra. Alli, sin poder olvidar su pasado, le relata a Eric, amigo de su tio y escritor, sus vivencias, la muerte de sus acaudalados padres y las miserias que paso posteriormente, pidiendo limosna por las calles y siendo acogido en su casa por un inspector. Una acogida que no fue desinteresada ya que lo que el inspector queria de el era informacion sobre los Campillo, amigos de sus padres. La muerte de la mujer del inspector, Rosa, habia ocurrido en presencia de uno de los Campillo y se habia culpado del asesinato al hijo de uno de los empleados de la casa. Esteban era muy pequeno cuando todo ocurrio y apenas habia conocido a los Campillo, asi que, no pudo contarle nada.

  • La princesa del East End (Secretos de alcoba 3) de Christine Cross

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    El carruaje que traqueteaba por las calles londinenses a esas horas de la noche olia a dinero por los cuatro costados, lo mismo que el hombre que se sentaba a su lado. Rose se reclino contra el lujoso asiento acolchado, tapizado en seda adamascada, y permitio que sus labios se estiraran en una sonrisa satisfecha. Habia hecho bien en no hablar sobre el caballero con ninguna de las chicas del burdel o alguna de ellas se lo habria arrebatado. Solo Bertha, la pequena criada que limpiaba las habitaciones, conocia su existencia, aunque se habia encargado de dejarle claro lo que sucederia si se iba de la lengua. No tenia nada en contra de la pobre chica, ademas, era demasiado asustadiza y timida como para ir a contarle sobre sus asuntos a la madame; a la muchacha le convenia estar en buenos terminos con todas las chicas, pues su sueldo dependia de ellas. Habia sido mala suerte que la nina saliera a tirar la basura al callejon trasero del edificio justo cuando ella le ofrecia sus servicios al caballero, aunque le habia bastado una mirada de advertencia para que la criadita desapareciese a la carrera por la puerta de la cocina. Para una vez que tenia fortuna en la vida, no iba a desperdiciarla. El prostibulo que regentaba madame Beth en Haymarket era uno de los mas cotizados entre los nobles de la aristocracia, pero tambien uno de los mas estrictos en cuanto a sus reglas de gobierno. No se permitian las relaciones fuera del local, quiza por miedo a que alguna de las chicas emulara el ejemplo de Laura Bell, la joven cortesana irlandesa que habia conseguido casarse con el capitan August Frederick Thistlethwayte, de Grosvenor Square. La que habia sido conocida como <> era en esos momentos la orgullosa senora de una finca en Ross-shire, Escocia. Rose echo un vistazo al semblante de su acompanante. Su perfil, elegante y masculino, oscilaba entre las luces y sombras que atravesaban la ventanilla del coche. Si jugaba bien sus cartas, ella, Rose O'Flaggerty, tambien obtendria lo mismo que su compatriota. El hombre era atractivo, de constitucion fuerte y movimientos mesurados. Sus ojos tenian un perpetuo halo de tristeza que le provocaba la acuciante necesidad de envolverlo en sus brazos, como si fuese un nino necesitado de consuelo, aunque lo cierto era que el le doblaba la edad. --?Se arrepiente, senorita O'Flaggerty? La voz calida y suave le produjo un estremecimiento. Le encantaba que la tratase con el respeto debido a una dama, hacia que se sintiese valorada como mujer. --En absoluto, milord. ?Como podria arrepentirme? --Su tono reflejo cierta incredulidad. No comprendia que el pudiera pensar que le costara dejar atras la vida que llevaba. Habia llegado a Londres desde Irlanda con dieciseis anos y habia comenzado trabajando como sirvienta por unos pocos chelines. A los diecisiete, el hambre y las circunstancias --una madre viuda y tres hermanos menores-- la habian obligado a prostituirse en las calles. Odiaba aquel negocio, se sentia como una mercancia usada, pero habia aprovechado bien su belleza juvenil para evitar que sus hermanas menores tuviesen tambien que prostituirse. Entrar en el negocio de madame Beth habia sido lo mejor que habia podido sucederle, tenia su habitacion propia y ganaba casi tres veces mas de lo que conseguia en la calle; poseia vestidos elegantes y podia comer un plato caliente cada dia. No, desde luego, no se arrepentia. En esos momentos tenia veinticinco anos y, aunque seguia siendo una mujer hermosa, los caballeros preferian a las muchachas mas jovenes, con lo que cada vez mermaban mas sus posibilidades de conseguir un buen sustento para el futuro. --Conocerlo ha sido lo mejor que me ha pasado --agrego Rose al ver que el no decia nada. --Me alegro mucho. --Tomo su mano con suavidad y se la apreto con delicadeza. Sintio la reconfortante calidez que emanaba del cuerpo masculino cuando se inclino hacia ella, y las notas especiadas de su aroma--. Es mi deseo hacerla feliz y que pueda vivir en paz. Rose parpadeo, un tanto sorprendida, ante aquella forma de expresarse. Con toda certeza, <> no era una palabra que habria incluido en su vocabulario y en su vida. Se removio inquieta sobre el asiento, con una sensacion extrana atenazandole las entranas; sin embargo, se esfumo apenas vio el estuche de terciopelo que el caballero puso ante sus ojos. --!Oh, es precioso! Paso los dedos con delicadeza sobre las piedras de rubi, talladas con una gran perfeccion, que descansaban sobre engarces de oro. Tenia un aire antiguo que atraia la atencion de un modo casi hipnotico. --Pertenecio a una reina. --La voz profunda no logro arrancar su mirada del brillo de los rubies--. Toda mujer deberia poder lucir una joya asi al menos una vez en la vida. Saco el collar del estuche y le hizo darse la vuelta para colocarselo. Rose se estremecio, aunque no supo si fue por el roce de las manos masculinas sobre la piel de su nuca o por el peso de la gargantilla. Noto un calorcillo en el pecho y la recorrio una pequena agitacion. --Milord, no se que decir. --Se giro de nuevo hacia el y esbozo una sonrisa seductora--. Muchas gracias por este precioso regalo. Yo… Se quedo en silencio cuando el coloco un dedo sobre sus labios para acallarla. Noto como lo deslizaba despacio por el carnoso labio inferior y deseo que la besara. No lo habia hecho despues del dia en que se conocieron en aquel oscuro callejon, al que ella salio para refrescarse del opresivo ambiente del burdel. En esa ocasion, la habia besado con fuerza, casi con desesperacion; pero, tras aquel dia, se habia comportado como un perfecto caballero, como si de verdad la cortejara. Y aunque le encantaba sentir aquella especie de veneracion con que el la trataba, en algunos momentos le hubiera gustado que pareciese un poco mas terrenal. --?Por que no brindamos por la nueva vida que le espera? --le dijo, sacando del bolsillo interior de su chaqueta una petaca de plata y ofreciendosela--. Sera una mucho mas feliz, sin carencias, sin dolor. ?Me cree, senorita O'Flaggerty? Rose asintio. --Le creo, milord. --Entonces, brindemos a nuestra salud. Acepto la petaca y dio un largo sorbo. El liquido le quemo la garganta y le calento las entranas. Aunque era algo mas fuerte de aquello a lo que estaba habituada, no se quejo. No pensaba morder la mano que le iba a dar de comer. A ella y a su familia. Aun no le habia hablado de sus hermanos ni le habia contado que les habia entregado a ellos el dinero que el le habia ofrecido con tanta generosidad. Maud habia crecido en los ultimos meses y necesitaba vestidos nuevos; a Sheila se le habia acabado el material para fabricar los bonitos sombreros que luego vendia a un elegante negocio de la calle Bond; y Michael habia requerido zapatos nuevos. Si el caballero cumplia su palabra, no les faltaria de nada a partir de aquel momento. --?Falta mucho para llegar? --pregunto. Sentia la lengua rasposa y dio otro pequeno trago, o tal vez lo hacia solo para animarse a hablar. Sabia que tenia que ser sincera con el y contarle de su familia, y aquel era un buen momento para hacerlo. --No demasiado --respondio, al tiempo que le quitaba la petaca de la mano temblorosa y volvia a guardarsela en el bolsillo--. En un par de minutos habremos llegado a nuestro destino. --Aun no me ha dicho adonde nos dirigimos. --?Eso importa? Mientras encuentre el camino, todo estara bien. Rose sacudio la cabeza en un intento por despejarse. Aquellas palabras le habian resultado incomprensibles, quiza porque habian llegado a ella distorsionadas. De hecho, la figura del hombre parecio desvanecerse por momentos, y extendio las manos hacia delante para aferrarse a ella mientras una sensacion extrana se apoderaba de su mente y de su cuerpo, una liviandad que la asusto. --?Que… camino? Yo… me siento… Cerro los ojos casi al mismo tiempo que notaba las manos de el acercandola a su cuerpo. Su calor y su esencia la envolvieron, y se dejo llevar por la niebla que inundaba sus sentidos. --Duerma, senorita O'Flaggerty. Pronto terminara todo y usted podra descansar en paz, como deseaba. El dolor le martilleaba en las sienes y detras de los parpados. Ademas, tenia frio; la superficie sobre la que se hallaba tumbada desprendia un helor que le calaba los huesos a traves de las capas de su vestido. Voces indistintas alcanzaron sus oidos, pero se encontraba demasiado aturdida para comprender los ricos tonos masculinos. Se pregunto si se habria quedado dormida en algun salon del burdel. Intento abrir los ojos y una luz brillante, como del sol, la deslumbro. ?Ya era de dia? Pero ella recordaba haber viajado de noche con el caballero. Parpadeo varias veces y trato de enfocar la mirada. No era el sol. La luz que la cegaba era el fuego ardiente de unas antorchas que iluminaban el recinto en el que se encontraba. Sombras oscuras danzaban sobre las paredes. Componian extranas figuras que provocaron que su corazon comenzase a latir apresurado. Una se cernio sobre ella y quiso gritar, pero tenia la garganta seca y cerrada. La respiracion acelerada provoco que le dolieran los pulmones y se acrecentase el mareo. --No tendria que haber despertado. --Reconocio la voz y casi sollozo por el alivio. Aunque no podia ver bien su rostro, sabia que se trataba del caballero--. Ahora todo sera peor. Rose no comprendio sus palabras por completo. Todavia sentia el cuerpo descompuesto y temblaba de frio. --Agua --le pidio, arrancando un quejido a su garganta. --Es mejor que no tome nada. Todo se acabara pronto, se lo prometo --le aseguro el. Su voz sonaba cargada de melancolia y tristeza, y la caricia suave que retrato su mejilla sabia a dolorosa despedida. Un estremecimiento involuntario la recorrio por entero. Intento incorporarse, a pesar del mareo, pero un fuerte tiron en las munecas se lo impidio. El panico comenzo a atenazarla, un terror irracional que se acrecento cuando el caballero se alejo y la luz de las antorchas le permitio ver las cadenas que sujetaban sus manos. Rose comenzo a gritar mientras tiraba con fuerza de sus ataduras en un vano intento por deshacerse del tintineante metal. --!Dejeme ir, milord, yo no he hecho nada! --La garganta le ardia, pero los ecos de su voz se perdian en la resonante boveda de piedra. Las lagrimas que arrasaban sus ojos le quemaban la piel--. !Soy una buena chica! Cerro los parpados, angustiada. ?Que iba a ser de su familia: de su madre, del pequeno Michael, de Maud y Sheila? ?Como podrian vivir sin su sustento? Una sombra la cubrio y abrio los ojos, sobresaltada. En ese momento, la luz se habia tornado mas intensa y pudo ver con claridad los de el. El caballero la miraba con una tristeza mas profunda de lo que nunca le habia visto. Pero, en esta ocasion, no sintio compasion, solo terror cuando un coro de voces masculinas entono un cantico en una lengua desconocida y extrana. Unos hombres vestidos con tunicas negras rodearon la piedra sobre la que se encontraba tumbada. --?Podra perdonarme, senorita O'Flaggerty? --La voz del caballero era un susurro dulce--. Ella es todo lo que amo y la necesito de vuelta conmigo. Usted tiene que morir para que ella viva, ?lo comprende? --!No! !No, no, por favor! --suplico entre sollozos--. No quiero… Enmudecio y sus ojos se dilataron por el terror cuando vio ondear sobre su cuerpo una daga de plata, empunada por el hombre que le habia prometido que la haria feliz. El grito agudo y horrorizado golpeo las paredes de piedra, pero sus oidos permanecieron sordos al eco de su propia voz y al borboteo de su sangre caliente al derramarse en el interior del caliz de plata. El caballero contemplo el bello rostro de la mujer, exangue y palido, y durante unos instantes experimento lastima por ella. <>. El pensamiento vago por su mente y lo ayudo a tranquilizarse. --Lo has hecho muy bien. --La felicitacion del Gran Maestro de la Orden lo saco de sus cavilaciones--. El primero es siempre el mas dificil, pero tu no has dudado. Estoy seguro de que conseguiras lo que te propones. El asintio. Volver a ver a su preciosa Alice, a su unico amor. Nunca habria nadie como ella; nunca podria amar a nadie mas. Si, lo conseguiria. El numero siete era el numero de la perfeccion, el que unia el numero tres del espiritu con el numero cuatro de la materia y devolvia la vida. Solo necesitaba seis victimas mas para realizar el ritual completo y poder traer a su esposa desde el abismo de la muerte

  • El encanto, Susana Lopez de Susana Lopez

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    En el puerto de La Habana desembarca una manana de principios de los anos 50 un joven asturiano, Patricio, sin otro patrimonio que sus ganas de comerse el mundo y sin otro afan que dejar atras una aldea aun envuelta en las sombras de una posguerra interminable.
    A su encuentro sale una ciudad luminosa y hospitalaria en la que pronto hace amigos y donde enseguida encuentra trabajo en El Encanto, los grandes almacenes que son un simbolo y el orgullo la ciudad. Patricio empieza a ascender y a ocupar puestos de mas responsabilidad que le abren un mundo nuevo, pero que tambien atraen hacia el muchas envidias.
    El Encanto sera tambien el lugar que propicie su encuentro con Gloria, una de las mujeres mas hermosas y, sin duda, la mas prohibida de toda la isla, ya que su marido es un ganster implacable de los bajos fondos habaneros.

  • Un mes de besos, abrazos y caricias de Monica Benitez

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    Cuatro amigas.
    Un corazon roto.
    Un amor no correspondido.
    Un mes de vacaciones.
    Y un pacto que lo cambiara todo.

  • No puedes ser mi jefe de Dina Reed

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    Audrey entro en el despacho del senor Stone, en uno de los rascacielos mas elegantes de Midtown, a las ocho de la manana en punto, de un lunes de primeros de febrero, y saludo al joven que estaba mirando por el ventanal como no paraba de nevar. --!Buenos dias! --saludo Audrey, convencida de que ese joven no podia ser el senor Stone. Y es que, a pesar de que era un misterio todo lo que rodeaba a la figura de Duncan Stone, porque no concedia entrevistas, no habia publicada ni una sola foto suya y ni siquiera tenia perfil profesional en LinkedIn, Audrey suponia que ese hombre tendria unos sesenta anos y, en cualquier caso, jamas tendria la planta del tio que tenia delante. Porque era un joven de unos treinta anos, alto, moreno, con un cuerpazo espectacular, buen corte de pelo, abundante y liso, y una voz profunda que era como para derretirse ahi mismo. Pero Audrey no se derritio, porque no estaba ahi para eso... --!Buenos dias! !Menudo dia! ?Le ha costado mucho llegar? --pregunto el senor Stone sin despegar la vista del ventanal y con cierto desden. No en vano, esta era la octava asistente que iba a contratar en seis meses y estaba mas que harto. Desde que la senora Carter se habia jubilado no habia vuelto a encontrar a nadie que estuviera a su altura. De hecho, todas las asistentes que habian venido despues de ella, por desgracia, habian salido despavoridas a las pocas semanas de trabajo duro y muy intenso. El no sabia hacerlo de otra manera... Y suponia que con la chica que acababa de enviarle la agencia iba a pasarle lo mismo. Tanto era asi, que ni se habia molestado en ojear su curriculum, para que, si ya sabia lo que iba a suceder con ella. --He venido en metro --respondio Audrey a ese tio que no tenia ni idea de quien era. ?Tal vez el hijo del senor Stone? Porque el traje azul oscuro que llevaba, y que le quedaba perfecto, tenia pinta de ser carisimo. El caso fue que ese joven replico, sin demasiado entusiasmo, justo antes de darse la vuelta: --Es lo mas inteligente que se puede hacer estos dias. Nueva York cuando nieva es... Duncan no pudo acabar la frase, ya que en cuanto se giro y comprobo quien era la chica que tenia en frente se quedo atonito. --!No! --exclamo Audrey que estaba tan perpleja como el. Y es que no podia creerlo. Aquello no podia ser. Era imposible. Y Duncan estaba pensando otro tanto de lo mismo, porque la chica que tenia enfrente no podia ser ella. La mujer con la que habia pasado el mejor verano de su vida... --?Audrey? ?Tu eres la Audrey que me envia la agencia como asistente de direccion? Audrey se encogio de hombros, resoplo y luego asintio sin salir de su asombro: --Yo soy Audrey Lacer. Pero tu no puedes ser el senor Stone. O al menos, el senor que Stone que es dueno de la compania. Tu debes ser Duncan Stone, hijo; o el sobrino del senor Stone, o... Duncan sonrio divertido, pues se alegraba muchisimo de que Audrey estuviera de nuevo en su vida, y replico: --Soy el unico Duncan Stone, soy el dueno de la compania Dunfly. Audrey se quedo boquiabierta, puesto que no podia ser que el chico con el que habia pasado la mejor semana de su vida fuera a ser su maldito jefe: --No, o sea, no. Es que no me lo puedo creer. Duncan se cruzo de brazos y pregunto sin dejar de sonreir: --?Por que te cuesta tanto creer que la compania sea mia? Audrey sabia que era un chico listo, pero habia tantos chicos en Nueva York que estaban sirviendo mesas que replico: --Estaba convencida de que el senor Duncan tendria la edad de mi padre o mas. ?Como demonios puedes tener una compania de aviones privados con treinta anos? Duncan se quedo mirandola, con esa coleta tirante, un traje sastre marron, botines de tacon cuadrado y un bolso de lo mas anodino, y no pudo evitar preguntar: --?Y tu? ?Como has podido vestirte asi? Audrey le miro con el ceno fruncido y replico mosqueada: --?Asi como? --Como si fueras una chica aburrida, formal y gris. --Es un traje de corte recto, elegante y serio. Visto como se supone que tiene que hacerlo una asistente de direccion. Te recuerdo que esto no es Malibu. A Duncan se le encendio la mirada y se le fue la sangre a la entrepierna de solo escuchar la palabra Malibu. --Si esto fuera Malibu, ahora mismo estariamos follando contra esa pared --mascullo Duncan, sin dejar de mirarla. Audrey sintio que un calor subito se le subia hasta el rostro y repuso: --?Que? --Lo que paso entre nosotros fue muy intenso. Una atraccion salvaje. La mas bestia que he tenido en mi vida. Asi que si esto fuera Malibu... --Ya, pero no lo es --se apresuro a decir Audrey. --No. No lo es. Y ademas estoy prometido --dijo Duncan, clavando la mirada en la de ella. Audrey sintio un escalofrio extrano al notar la mirada de Duncan, trago saliva y replico forzando la sonrisa: --Eso es genial. Pero ?tu no eras el que no creias en el amor? Duncan, que no podia dejar de mirarla, sintio tambien algo extrano y unas ganas absurdas de volver a besarla. Pero no le dio la menor importancia y replico sonriendo tambien: --No me caso por amor. Me caso por placer y por negocios. Audrey levanto una ceja de pura perplejidad y repuso: --Lo del matrimonio por interes ?no es algo que esta pasadisimo de moda? --Yo no sigo las modas. Y ahora sientate, por favor, y echemos un vistazo a tu curriculum. Duncan le senalo la silla que estaba frente a el, Audrey se sento y el hizo lo mismo en su sillon giratorio de piel negra, moderno, funcional y elegante. --?Todavia no te ha dado tiempo a echarle un vistazo? Duncan abrio la carpeta donde estaba el curriculum de Audrey y respondio con la misma sinceridad que ella estaba gastando con el: --Las asistentes no me duran demasiado y pense que tu serias una mas. --?Que pasa que en la agencia te mandan a todas las incompetentes o es que tu eres un jefe tocapelotas que no hay Dios que te aguante? Duncan levanto la cabeza de la carpeta y se echo a reir, porque le encantaba como era esa chica. --?Ves? Tu ropa no tiene nada que ver con como eres. Una chica que no tiene pelos en la lengua jamas se pondria ese traje marron tan feo. ?De donde diablos lo has sacado? Audrey bufo, dio un manotazo al aire y replico tras fijarse en que Duncan seguia llevando en su muneca las pulseras de cuentas de madera que le habia comprado en un puesto callejero en Malibu: --!Que pesadito estas con mi traje! Y ahora responde: ?por que no aguantan las asistentes ni dos tardes? --No te pases, tampoco salen por piernas en cuanto me ven, pero si al cabo de unas semanas porque soy un jefe cabron, exigente, duro y si, muy tocapelotas. Audrey que no daba credito, porque la verdad era que le costaba creer que el surfero jodidamente divertido y sexy que habia conocido en Malibu fuera todo un senor don importante, replico: --Supongo que por ser como eres has logrado el exitazo que tienes con tu compania. --Trabajo muy duro, pero tambien he tenido suerte. --Me temo que en tu caso la suerte tiene que ver mucho con el talento tambien --observo Audrey. Y es que le habia conocido lo suficiente como para saber que era un tio muy talentoso, y no solo en la cama... --?Me estas haciendo la pelota, senorita Lacer? Por cierto, si supieras la de veces que me pregunte como te apellidarias... --Jajajaja. A mi tambien me despertaba mucha curiosidad saber cual seria tu nombre completo. Pero como decidimos que era mejor que lo nuestro fuera sin preguntas... Duncan sonrio de solo recordar otra vez aquellos dias tan felices y afirmo: --Y fue genial. Pero ahora que vas a ser mi asistente voy a tener que hacerte unas cuantas preguntas. Audrey sonrio de oreja a oreja y repuso: --Y yo a ti, senor Stone...

  • Amores y Desamores en Tiempos de Twitter de Aria Peralta

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    Victoria es una chica profesional, bella e inteligente, atraida por la metafisica y el estudio de lo oculto y no convencional. Jaime es un tipo brillante, trabajador ejemplar, con una personalidad encantadora. Jaime y Victoria se conocen laborando para la misma empresa y notan afinidad en su aficion por la astrologia, interes a partir del cual desarrollan un gran amor. Tras meses de noviazgo deciden casarse y dejar su pais para construir su hogar en el extranjero donde tienen mejores oportunidades de enriquecer su vida y fortalecer su relacion.

  • Pideme mas (Algo mas que magia 1) de Heather Lee Land

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  • Un coronel para lady Briana (Soldados valerosos 1) de Veronica Mengual

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    Lady Briana, a pesar de su juventud, sabe que jamas podra amar a nadie, tanto como ama al coronel Frederick Burns. Por eso le es imposible guardar sus sentimientos y decide declararse antes de que el parta a la guerra contra Napoleon.
    Cuando el coronel Frederick Burns regresa, pocos saben que no ha podido dejar de pensar en la joven lady Briana, la hermana de su mejor amigo. Por eso, cuando este le hace llegar una invitacion para celebrar una fiesta campestre, esta decidido a aceptar. Y mas aun si dicha fiesta es para buscarle un marido a lady Briana.
    Los enredos y malentendidos se sucederan. ?Seran demasiados los obstaculos para que uno sepa los sentimientos del otro?
    Dejate atrapar por una novela historica cargada de romanticismo de la mano de Veronica Mengual.

  • Estado de miedo de Michael Crichton

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    blaba en ingles, tenia un acento exotico. A decir verdad, todo en ella era exotico, penso Jonathan. De piel oscura, pomulos prominentes y cabello negro, podria haber sido modelo. Y se contoneaba como una modelo, con su falda corta y sus zapatos de tacon de aguja. Era medio vietnamita y se llamaba Marisa. Mirando alrededor, anadio- : Pero ?no hay nadie aqui? – No, no -respondio el-. Es domingo. Hoy no viene nadie. Jonathan Marshall, de veinticuatro anos, era un londinense licenciado en fisica que, como parte de sus estudios de posgrado, trabajaba durante el verano en el ultramoderno Laboratoire Ondulatoire -Laboratorio de Mecanica Ondulatoria- del Instituto de la Marina frances en Vissy, al norte de Paris. Pero en el barrio residian sobre todo familias jovenes, y para Marshall habia sido un verano solitario. Por eso no podia dar credito a la buena suerte que habia tenido al conocer a aquella chica. Una chica muy guapa y sexy. – Explicame que hace esta maquina -dijo Marisa con una mirada radiante-, y que haces tu. – Con mucho gusto -contesto Marshall. Se acerco al gran panel de control y empezo a conectar las bombas y los sensores. Al otro extremo del deposito, los treinta paneles del generador de olas se activaron uno tras otro. Marshall miro a la chica, y ella le sonrio. – Es complicadisimo -comento Marisa. Se coloco junto a el frente al panel de control-. ?Hay camaras para grabar vuestra investigacion? – Si, en el techo y a los lados del deposito. Crean un registro visual de las olas generadas. En el deposito tambien hay sensores que recogen los parametros de presion de la ola al pasar. – ?Estan conectadas ahora esas camaras? – No, no -dijo el-. No las necesitamos; no estamos haciendo ningun experimento. – Quiza si -respondio ella, y apoyo la mano en el hombro de Marshall. Tenia unos dedos largos y delicados, unos dedos preciosos. Miro alrededor por un momento-. En esta sala todo es carisimo. Debe de haber grandes medidas de seguridad, ?no? – En realidad no. Simplemente hay que usar una tarjeta para entrar. Y solo hay una camara de seguridad. -Senalo por encima del hombro-. En aquel rincon. Marisa se volvio. – ?y esa esta encendida? – Si, claro -contesto el-, esa siempre. Marisa le acaricio suavemente el cuello. – ?Asi que ahora hay alguien vigilandonos? – Eso me temo. – Entonces debemos portarnos bien. – Probablemente. Por cierto, ?y tu novio? – Ese. -Dejo escapar un resoplido de desden-. Ya me he hartado de el. Unas horas antes aquel mismo dia Marshall habia salido de su pequeno apartamento para ir a la cafeteria de la rue Montaigne, que visitaba cada manana, llevandose como de costumbre un articulo especializado para leer. Al rato, aquella chica se sento en la mesa contigua con su novio. En breve la pareja empezo a discutir. A decir verdad, Marshall tuvo la impresion de que Marisa y el novio no estaban hechos el uno para el otro. El era un americano rubicundo y fornido, corpulento como un jugador de futbol, con el cabello largo y gafas de montura metalica poco acordes con sus toscas facciones. Tenia todo el aspecto de un cerdo que pretendia pasar por intelectual. Se llamaba Jim y estaba enfadado con Marisa porque esta, al parecer, no habia pasado la noche con el. – No se por que no me dices donde estuviste -repetia el una y otra vez. – Porque no es asunto tuyo, por eso. – Pero yo pensaba que ibamos a cenar juntos. – Jimmy, ya te dije que no. – No, me dijiste que si. Y yo te espere en el hotel. Toda la noche. – ?Y que? Nadie te obligo. Podias marcharte y pasartelo bien. – Pero te esperaba. – Jimmy, no eres mi dueno. -Exasperada, suspiraba, levantaba las manos o se daba palmadas en las rodillas desnudas. Tenia las piernas cruzadas y se le habia subido mucho la falda-. Yo hago lo que me da la gana. – Eso esta claro. – Si -dijo ella, y en ese momento se volvio hacia Marshall-. ?Que es eso que lees? Parece muy complicado. En un primer momento Marshall se alarmo. Saltaba a la vista que le habia dirigido la palabra para provocar al novio. No queria dejarse arrastrar a la pelea de la pareja. – Es fisica -contesto laconicamente, y se volvio un poco, procurando pasar por alto la belleza de la chica. – ?Que clase de fisica? -insistio ella. – Mecanica ondulatoria. Olas marinas. – ?Eres estudiante, pues? – Estudiante de posgrado. – Ah. E inteligente, por lo que se ve. ?Eres ingles? ?Que haces en Francia? Y casi sin darse cuenta Marshall entablo conversacion con la chica, y ella le presento al novio, que le dirigio a Marshall una sonrisa de suficiencia y le dio un desidioso apreton de manos. La situacion seguia siendo embarazosa, pero ella se comportaba como si no lo fuese. – ?Asi que trabajas por aqui? ?En que? ?Un deposito con una maquina? La verdad, no consigo imaginarmelo. ?Me lo ensenas? y alli estaban, en el Laboratorio de Mecanica Ondu1atoria. Jimmy, el novio, se habia quedado fuera, en el aparcamiento, malhumorado, fumando un pitillo. – ?Que hacemos con Jimmy? -pregunto Marisa, de pie junto a Marshall mientras el trabajaba en el panel de control. – Aqui dentro no puede fumar. – Yo me encargare de que no fume. Pero no quiero que se enfade mas. ?Crees que puedo dejarte entrar? A Marshall lo invadio un sentimiento de decepcion. – Claro. Supongo. Ella le apreto el hombro. – No te preocupes. Despues estara ocupado con otros asuntos suyos. Se alejo y abrio la puerta del fondo del laboratorio. Jimmy entro. Marshall echo un vistazo y vio que se quedaba rezagado, con las manos el1los bolsillos. Marisa regreso junto a el, que seguia frente al panel de control. – Jimmy ya se ha calmado -dijo-. Ahora ensenamelo. Los motores electricos del extremo opuesto del deposito ronronearon y las palas generaron la primera ola. Era pequena, y recorrio suavemente el deposito en toda su longitud hasta chocar, con un ligero chapoteo, en un panel inclinado en el lado donde ellos se hallaban. – ?Y esto es un maremoto? -pregunto Marisa. – Es la simulacion de un tsunami, si -contesto Marshall mientras pulsaba el teclado. En el panel de control, los monitores mostraron la temperatura y la presion, asi como imagenes en color falso de la ola. – Una simulacion -repitio ella-. ?Yeso que quiere decir? – En este deposito podemos crear olas de hasta un metro de altura -explico Marshall-. Pero los verdaderos tsunamis alcanzan cuatro, ocho o diez metros. A veces incluso mas. – ?Una ola de diez metros en el mar? -Marisa abrio los ojos desorbitadamente-. ?En serio? – Miro al techo intentando imaginarla. Marshall movio la cabeza en un gesto de asentimiento. Esa altura equivalia a un edificio de tres plantas. Y alcanzaba una velocidad de ochocientos kilometros por hora, avanzando atronadoramente hacia la costa. – ?y cuando llega a la costa? -pregunto ella- ?Eso representa el panel inclinado de este extremo? Tiene una textura de guijarros, parece. ?Eso es la costa? – Exactamente -contesto Marshall-. La distancia que recorre la ola tierra adentro depende del angulo de la pendiente. Podemos ajustar esa pendiente a cualquier angulo. El novio se acerco al deposito, pero siguio apartado de ellos, sin pronunciar una sola palabra. Marisa estaba entusiasmada. – ?Podeis ajustada? ?Como? – Esta motorizada. – ?A cualquier angulo? -Se rio-. Pon1a a vingt-sept grados. Veintisiete. – Alla va. -Marshall tecleo. Con un ligero chirrido, la pendiente de la costa aumento de angulo. El novio americano, atraido por la actividad, se aproximo mas al deposito para echar un vistazo. Era fascinante, penso Marshall. Cualquiera sentiria interes. Sin embargo aquel tipo continuo en silencio. Alli de pie, se limito a observar como crecia la inclinacion de la superficie enguijarrada. Esta no tardo en detenerse. – ?Esa es la pendiente, pues? -pregunto Marisa. – Si -dijo Marshall-. Aunque de hecho veintisiete grados es una inclinacion excesiva, por encima del promedio de las costas del mundo real. Quiza deberia ponerla... Marisa cerro su mano morena sobre la de el. – No, no -dijo. Tenia la piel suave-o Dejala asi. Ensename una ola. Quiero ver una ola. Cada treinta segundos se generaban pequenas olas que recorrian el deposito con un leve zumbido. _ – Bueno, primero tengo que conocer la forma de la costa. En este momento es una playa llana, pero si hubiese un entrante... – ?Cambiaria si hubiese un entrante? – Claro. – ?De verdad? Ensenamelo. – ?Que clase de entrante quieres? Un puerto, un rio, una bahia... – Ah -dijo ella, y se encogio de hombros-, que sea una bahia. Marshall sonrio. – Bien. ?De que tamano? Con un ronroneo de motores electricos, la costa empezo a curvarse y se formo una hendidura

  • Cuando los hechos cambian de Tony Judt

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    Por el autor de Postguerra, Algo va mal y Pensar el siglo XX.

  • Brenda se lo piensa de Erina Alcala

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    Brenda Stan, era una chica alta, media 1,75, era guapa, extrovertida y liberal. Estaba un poco alocada. De nina ya lo fue. Nacio en Austin. Vino demasiado tarde, casi cuando su madre cumplia 40 anos, despues de intentar muchos anos tener hijos sin poder, vino Brenda al mundo, pelirroja y preciosa con unos ojos verdes que encantaban a todo el mundo. Asi fue la nina bonita y consentida de sus padres. De nina, le regalaron por Navidad un juego de enfermera y dijo que ella seria enfermera y nunca jamas cambio de opinion. Tenia siempre unas ideas firmes y era algo mandona. Hubiese querido tener hermanos, claro que sus padres tambien, pero no pudo ser. Y cuando casi acabo la carrera de enfermeria, estos se jubilaron, unos anos antes de lo que les correspondian. Habian tenido un restaurante pequeno, toda su vida y lo traspasaron, querian viajar y cuando su hija Brenda, se mudo a Randolph, a una hora de Austin a trabajar de enfermera al hospital, y volo libre, ellos ya fueron libres tambien y viajaban a menudo. Su madre era una reina en encontrar chollos para viajar. La primera vez que Brenda se enamoro, ya que era muy enamoradiza, tenia 16 anos, pero hasta el dia de su graduacion, no dejo de ser virgen con su novio del instituto Robin. Aun no habia cumplido los 18. Y se quedaba en Austin en la universidad para hacer enfermeria. Sin embargo, Robin, se iba a Nevada con sus padres. Su padre trabajaba para una empresa petrolifera como comercial y se mudaban de estado con asiduidad, hasta que acababa el trabajo en las ciudades importantes. Robin, queria ser programador informatico. Brenda, estuvo enamorada de el desde siempre. Era un chico tan guapo, de 18 anos, del equipo de futbol, alto, moreno y de ojos azules preciosos. Sin embargo, tuvieron que separarse. Se acostaron todo ese verano y ella jamas olvido su primer amor. Con el tiempo, y la universidad, fue desapareciendo Robin de su vida, que no de su corazon, porque no tenia sentido, se habia ido para siempre. Se recorreria todo el pais y ella debia buscar su vida. Y la busco. Conocio a chicos, era bastante liberal y se acostaba con ellos, era una chica pelirroja y sexual, con el pelo rizado y los ojos verdes, y no pasaba desapercibida. No habia chico que no se fijara en su cuerpo de infarto. Y asi fue feliz, bromista, extrovertida y tambien tenia su corazoncito que a veces escondia y sufria en silencio, nunca de cara al exterior. En ese sentido, era introvertida y reservada y no queria que nadie sufriera por ella o conociera sus problemas amorosos, preferia sufrirlo ella sola. Pero tenia mucha suerte con los hombres. Conocio a unos cuantos, que sabia que esa relacion era de paso, que no iba a ningun lado. Cuando acabo enfermeria, tuvo suerte de ser contratada en Randolph, una ciudad a una hora de Austin, en el hospital, donde habia una base aerea. Le asignaron a una chica de Dallas, de su misma edad como medica, cirujana, Natalie, y se hicieron inseparables, se alquilo un apartamento cerca del hospital, donde Natalie tenia uno, de un dormitorio, suficiente para ella y salian a veces juntas. Se hicieron amigas y Natalie le hablaba mucho de su amiga espanola Bea, con la que habia estudiado en Nueva York. Tanto le hablaba de ella, que ya Brenda la conocia como amiga suya. Brenda sabia de su historia con Daniel y Natalie, sabia de la suya con Robin. Al cabo de los dos anos, hubo una plaza para un medico de medicina general y ella enseguida recomendo a Bea con el director, y este le dijo que si se incorporaba en diez dias las contrataba. Asi fue como pasaron de ser dos a ser tres amigas. Ya que Bea se vino de Espana en menos de una semana, alquilo otro apartamento donde ellas vivian, que ya se lo habian reservado y era como si Brenda la conociese. A Bea le cayo muy bien, eran las tres mosqueteras, Brenda paso a ser tambien enfermera de Bea. A los dos meses de Bea llegar de Espana, y ya estaba acomodada al trabajo e instalada en su apartamento, dijeron de celebrarlo un fin de semana en que no tuviesen guardias. Decidieron irse a Austin, un fin de semana, un sabado temprano y volver el domingo. Hacia calor y reservaron un hotel con una habitacion triple y piscina. Iban a pasarlo bien. Brenda queria conocer a algun chico. -A ver si tenemos suerte. Tengo ganas de tener sexo. — Decia, y Natalie y Bea se reian. En cuanto llegaron al hotel y con el calor apremiante, decidieron bajar primero a la piscina antes de almorzar y pasar alli parte de la manana. Y alli estaban, se banaron un par de veces y posteriormente se sentaron en las tumbonas, cuando un chico, moreno y alto, de cuerpo perfecto, se acerco a Natalie -mala suerte, penso Brenda, estaba muy bien ese chico. Pero si se acercaba a otra de sus amigas, era prohibido. Estaba vetado para ella. -?Natalie? -le dijo el chico sorprendido. Bea y ella estaban al lado y calladas, oyeron la conversacion y resulto por una de las casualidades de la vida, que era Daniel, del que ella les habia hablado tanto, su Daniel de los vinedos. Bueno, bueno, se lo presento a ellas y le dijo a Natalie que estaba con dos amigos celebrando su ascenso a capitanes, que vivian en la base de Randolph y fue una sorpresa que ellas tambien vivieran y trabajaran alli. En un momento Daniel llamo a sus amigos y en cuanto vinieron tanto Brenda como Lucas, uno de los amigos de Daniel, se miraron y Lucas, babeo por la pelirroja extrovertida. Ya no miro a nadie mas. Era un cuerpazo de mujer con ese cabello largo pelirrojo, algunas pecas en la nariz pequena y esos pechos preciosos, y sus ojos verdes. Y Brenda solo vio a un tio alto, de pelo castano y ojos verdes y grandes y con un cuerpo rallando la perfeccion. Pareciera que habian hecho parejas, menos Bea, que no tuvo mas remedio que hablar con Nick, el otro capitan, que al parecer no le gusto mucho lo que le toco, ya que iban a divertirse. Lucas Harper, se sento al lado de Brenda, ya que Bea se fue a la piscina con Nick. -?De donde eres Brenda? -De aqui, de Austin, pero hoy no llego a casa, si no, no me dejan el fin de semana, y tu ?de donde? -De Randolph. -!Hala, de alli mismo! -Si, pero vivo en la base ?y vosotras? -En unos apartamentos que hay cerca del hospital y la base. -!Ah no los he visto! -Son bastante baratos. -?Vivis todas juntas? -y Brenda se rio, con una risa que, a el, le parecio preciosa. -No, cada una en su apartamento, son baratos y de un dormitorio nada mas. Nos hemos comprado las tres un despacho y lo hemos puesto en la ventana del salon, bueno un despacho…, mesa, estanteria doble y sillon, pero cabe bien. -Pues nosotros estamos pensando buscarnos algo, la verdad es que si llevas a una chica es mejor tu apartamento y por las noches tambien, te evitas ese jaleo de companeros. Ya quiero estar solo, el otro dia lo estuvimos comentando. -Pues alli hay dos bloques, no se ya si quedara en el nuestro, pero en el que hay al lado seguro, viven bastantes militares de la base y del hospital. -?Eres medica? -No. Soy la enfermera de estas dos doctoras, Natalie es cirujana y Bea de medicina general. -!Vaya! Una enfermera muy guapa. -Un capitan muy guapo. -?Estas saliendo con alguien Brenda? -Ahora mismo no ?y tu? -Tampoco. -Muy bien. -?Quedamos el fin de semana y me ayudas a buscar a apartamento? -Si quieres, no tengo guardia hasta el domingo por la noche creo, si no la cambian. -Estupendo, me dejas tu telefono y te doy el mio. -Vale -e intercambiaron los telefonos. -Bueno cuentame que ha sido de tu vida, -y ella le conto que habia llegado al mundo tarde para sus padres que lo intentaron anos y que estos habian tenido un restaurante hasta hace un par de anos y ahora viajaban y estaban jubilados. -Yo no tengo tiempo de hacer ejercicio y ellos se han apuntado a un gym, a bailes latinos, tienen una agenda que ni la mia. Y Lucas se reia. -?Y tu? -Pues tengo otro hermano, esta en Nueva york, en el sector inmobiliario. -?No quieres vivir con tus padres? -Mujer con 29 anos, no, la verdad, ya sali del nido cuando el instituto, desde los 14, asi que no voy a volver ahora, si que voy a verlos, eso si. Lucas, mientras hablaba con ella no dejaba de mirar a toda chica viviente que pasaba en bikini y eso a ella no le gusto nada, fue lo unico que no le gusto de el, y era mas que suficiente. -?Te gustan mucho las chicas? -Si, es una debilidad que tengo, ?y a ti los chicos? -No todos, los que me gustan, soy una chica liberal, pero no me gustan todos. -?Y te gusto yo? -No estas mal, a pesar de tu vanidad en preguntarme tal cosa. -Y Lucas rio con ganas. -Tu a mi tambien me gustas, no hace falta que me lo preguntes. -Te gustan todas las que has mirado, Lucas. -Bueno, es mi unico defecto. -Pues ten cuidado porque no a todas las mujeres les gusta ese defecto tuyo. -Por eso no tengo pareja. -Lo mejor que haces, asi nadie se enfadara. -?Nos damos un bano? Hace un calor -Le dijo Lucas mirando sus pechos. -Anda vamos, si. Y estuvieron un rato en la piscina, hasta que Daniel y Natalie los llamaron para almorzar. Tomaron algo en el hotel, tomaron cafe y se fueron a descansar, quedaron con ellos para la cena, en el hall. Cuando estaban las chicas en la habitacion… -No me puedo creer haberme encontrado a Daniel -dijo Natalie entusiasmada y feliz. -Tu Daniel, ahi lo tienes, el amor de tu vida, el capitan ya coladito por tus huesos. No creo que te deje ya. -Hemos quedado para buscar un apartamento el fin de semana que viene. -Yo tambien con Lucas -dijo Brenda. -Y yo -dijo Bea. -Vaya, esos quieren vivir solos ya, me lo ha dicho Lucas -dijo Brenda. -?Que tal con el? -le pregunto Natalie. -Es muy guapo, es guapisimo y esta muy bueno, pero tiene un defecto. -Todos tenemos defectos. -Pero este puede ser un problema gordo para mi. -?Que defecto? -dijo Bea. -Le gustan demasiado las mujeres. -Vaya, eso no es un defecto, a casi todos los hombres les gustan mucho las mujeres. -Este es distinto, te lo digo yo -y ya no dijo nada mas. -Y tu Bea, ?que tal Nick? -Si no hay mas remedio…, otro no hay, pero vamos, mas bien, por descarte y para charlar. -?Pero te gusta? -Claro que me gusta, tiene unos ojos grises preciosos y esta bueno. Pero es raro. No se. -Vamos a pasarlo bien sin problemas ni lios, -dijo Brenda. -Es lo mejor, para eso hemos venido, -dijo Natalie. -Estoy en las nubes, como ha cambiado Daniel. Es un ligon de campeonato este tambien. -Pero si esta por ti… -Si, sabe que no me he acostado con otro y eso le ha gustado, lo he notado. -No se lo tenias que haber dicho -le dijo Brenda. -?Y eso por que? – Porque son vanidosos, todos. No se salva ni uno. Yo conozco mejor que vosotras a los hombres. He estado con algunos. -Te pediremos consejo.

  • Lucky de Gloria Vilarino

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    Esta es la historia de una joven llamada Lucky: preciosa, exactriz de cine, ganadora de un Oscar de la academia y que ahora dirige con mano firme la empresa de publicidad de sus abuelos, el SYS. Sin embargo, lo unico que quiere es ser una mujer normal, con sus rutinas, con sus amistades... Pero alguien se lo impide.

  • El Viaje del Elefante de Jose Saramago

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    A mediados del siglo XVI el rey Juan III ofrece a su primo, el archiduque Maximiliano de Austria, un elefante asiatico. Esta novela cuenta el viaje epico de ese elefante llamado Salomon que tuvo que recorrer Europa por caprichos reales y absurdas estrategias. El viaje del elefante no es un libro historico, es una combinacion de hechos reales e inventados que nos hace sentir la realidad y la ficcion como una unidad indisoluble, como algo propio de la gran literatura. Una reflexion sobre la humanidad en la que el humor y la ironia, marcas de la implacable lucidez del autor, se unen a la compasion con la que Jose Saramago observa las flaquezas humanas. Escrita diez anos despues de la concesion del Premio Nobel, El viaje del elefante nos muestra a un Saramago en todo su esplendor literario.

  • Secretos Familiares. Secretamente en el apartamento de Rainer Segen

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    Pasa por su apartamento…

  • El hombre que miraba al cielo de Hernan Rivera Letelier

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    Fue un lunes de aluminio --los lunes son de aluminio-- cuando la figura del hombre aparecio entre la gente. Se paro en una esquina del paseo Prat, alzo la cabeza y se puso a mirar al cielo. Eso fue todo. Era mediodia. El paseo, como siempre a esa hora, desbordaba de gente y, entre la gente, personajes de todas layas y pelajes hacian su agosto: comerciantes, musicos, malabaristas, pordioseros --cojos, mancos, ciegos--, y mas de algun predicador de Biblia en ristre anunciando el fin de los tiempos tal como se anuncia un espectaculo circense. Ademas, ahora ultimo habian aparecido grupos de personas que se paraban en las esquinas mostrando un letrero: se regalan abrazos. Pocos eran los que se acercaban, la gente parecia temer al abrazo de un desconocido o desconocida, asi tuvieran cara de pan de dios. Sin embargo, nadie podia decir que anunciaba el hombre que aparecio aquel lunes en la esquina mas concurrida del paseo. O que vendia. O que regalaba. Ni siquiera si anunciaba o vendia o regalaba algo. Lo unico que hacia era mirar al cielo. Nada mas. 2 Parado en la esquina, ajeno por completo al trafago de mediodia, el hombre mira hacia lo alto. Al pasar junto a el, los transeuntes alzan la vista de reojo y al no ver nada extrano apuran el tranco y siguen su camino. Algunos se detienen, hacen visera con las manos e inquieren hacia arriba en busca del consabido objeto volante no identificado, pero como el cielo se ve limpio --ni una nubecita exposita dibujando alguna alegoria--, fruncen el ceno y se van haciendo claros gestos de contrariedad. Y estan los que, entre serios y divertidos, terminan por acercarsele con aire condescendiente y le hacen preguntas que el hombre, ensimismado en su afan, no oye o no le interesa responder. Pasado el tiempo que demoraria una predica, cuando ya hay varios con la cabeza levantada al cielo, el hombre baja la suya, se pone las manos en los bolsillos y, tan sosegado como su mirada, echa a andar hasta la otra esquina. 3 La primera vez que vi al hombre parado en mi esquina --la esquina mas preciada por pediguenos y artistas de la calle--, yo me hallaba de rodillas en el pavimento pintando con mis tizas de colores. Pintaba el barco pirata. Pintaba y silbaba. Los ovolos esa manana habian sido escasos y yo, sin alzar la cabeza del dibujo, me demoraba en la calavera y los huesos cruzados, detalle que siempre dejaba para el final. Penelope tejiendo y destejiendo, me tardaba todo lo que podia en espera de oir el sonido de las monedas al caer en el tarro. Ese primer dia no hice mucho caso del hombre que miraba al cielo. En verdad no le hice nada de caso. Apenas levante un tanto la vista para verificar que no venia ningun avion en llamas cayendo sobre mi cabeza y segui coloreando. El segundo dia, un martes de plomo --los martes son de plomo--, deje de lado un momento mi dibujo despues de guardar las pocas monedas depositadas en el tarro, y me acerque a fisgonear que carajo era lo que miraba el hombre. Junto a varias personas que habia en torno a el escudrinando las alturas, levante la vista y escrute un buen rato la lonja azul sobre mi cabeza. No se veia nada. Ni un miserable jote rayando la pizarra del cielo. Otro cristiano tan loco como yo, me dije. Y segui coloreando mi papagayo. 4 El hombre, alto y flaco, pelo blanco ceniza peinado hacia atras, lucia una hirsuta barba de quince o mas dias, tambien blanca ceniza. Su cara era alargada, como la de los caballos. Si se tuviera que adivinar su edad, se tendria que decir que estaba entre los sesenta y la eternidad. Vestia un terno a rayas, roido y anacronico, y una despercudida camisa blanca abrochada hasta el ultimo boton. En vez de corbata, llevaba un panuelo negro anudado al cuello, de esos que se usaban antes para guardar luto. El cuero de sus zapatos gastados aun guardaba un unto del color bayo con el que alguna vez brillaron. Parecia enfermo. Tenia la piel reseca y pegada al hueso. Sin embargo, lo que llamaba la atencion no era su aspecto fisico sino su actitud de suave mansedumbre. Y sus ojos color de agua limpia, que parecian lo unico vivo de su rostro. 5 Era diciembre del 2015. El mundo aun se conmovia por el ataque terrorista en Paris. En Chile se habia descubierto otro foco de corrupcion a nivel gubernamental (la metastasis de este cancer alcanzaba a la politica, al comercio, al empresariado, al gobierno, al ejercito, a la iglesia y ahora al futbol). No hay para donde arrancar, decia la gente, y aqui en Antofagasta seguian muriendo personas a causa del arsenico en el agua y del concentrado de cobre en el aire. Al tercer dia de ver al hombre mirando al cielo, un miercoles de bronce --los miercoles son de bronce--, una idea chispeo en mi mente, una idea que quiso ser metafisica y apenas quedo en perogrullada: si el hombre y yo estabamos locos, nuestras locuras eran directamente opuestas; el, con su actitud, hacia a la gente mirar para arriba; yo, con mis tizas, los hacia mirar hacia abajo. Lo mio era terrenal, lo suyo celestial. Lo mio costaba algunas monedas, lo suyo era gratis. Eso era lo otro extrano en el hombre, no mendigaba. No estiraba la mano ni tenia receptaculo alguno --sombrero, tarro, caja-- para recibir ninguna clase de ovolo. A veces algun paseante de buen corazon le ponia un billete en el bolsillo de su paleto oscuro; luego venia otro, le metia la mano y se lo birlaba. El parecia no darse cuenta de nada. O de verdad el dinero le importaba un carajo. Tampoco le preocupaba la aparicion de inspectores municipales o de carabineros. No anunciaba ni vendia ni regalaba nada. Por lo mismo, no tenia que andar arrancando como ocurria con artistas y comerciantes ambulantes. Incluidos yo y mi amiga, la Saltimbanqui. 6 A mediodia del jueves --los jueves tienen el brillo metalico del acero--, cuando el hombre llego a la esquina, yo coloreaba el cuadro que mas monedas me daba, La Virgen y el nino. Como siempre, esperando mas contribuciones, me regodeaba en delinear, borrar y volver a delinear los pliegues de la panoleta de la Virgen cayendo virtuosamente sobre sus hombros. El ruido intermitente de las monedas en mi tarro eran como palmaditas en el hombro: Te esta quedando bien, muchacho. Tres dibujos agotaban mi repertorio: el barco pirata. el papagayo. la Virgen y el nino. Yo no era Kurt Wenner, el padre de la pintura con tiza en el pavimento. Mis pinturas --mas bien mis dibujos-- no eran tridimensionales ni contenian critica social alguna; en verdad no le llegaban ni a los talones a las del artista norteamericano. Lo mio era la escritura, pero nadie lo sabia. Los dibujos solo me daban de comer. Mientras rayaba el pavimento sin levantar la cabeza, silbando bajito como los pajaros, mi concentracion estaba en el argumento de mi futura novela, obra que --sueno de todo escritor-- cambiaria la historia de la literatura universal. En menos de diez minutos, el Mirador, como habia comenzado a llamarlo la gente, logro juntar alrededor suyo a una decena de personas que miraban hacia lo alto con uncion de acolitos. Como esperando la segunda venida de Cristo, me dije pensativo. Ese dia, casi sin notarlo, presa de una curiosidad urgente, di por terminada mi obra, recogi las monedas, guarde mis tizas y me puse a esperar. A esperar que bajara la vista. Cuando lo hizo y echo a andar sin decir nada a nadie, sin responder ninguna pregunta, lo segui. El anciano, con pasos despaciosos, camino hasta la esquina siguiente y, alli, igual que en la anterior, sin decir esta boca es mia, alzo la vista y se quedo mirando hacia arriba.