• algun dia te dire que si nadia petru - Nadia Petru

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  • Algún día te diré que sí - Libro de Nadia Petru - Lecturalia

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  • Algun dia te dire que si (Los Dybron 1) - Nadia Petru

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    Repantigado en el sillón de su casa de verano, Jacob Samuel Dybron trató una vez más de concentrarse en la pantalla de su Mac. Estaba revisando el contrato ...

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  • Despues de Gretna (Los Dybron 3) de Nadia Petru

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    Conoce a Matt, tercer miembro de la familia Dybron.

  • Hasta el fin de tus dias de Mark Edwards

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    Iba a ser el viaje de sus vidas, una aventura en tren por el corazon de Europa antes de sentar la cabeza y formar una familia. Sin embargo, el viaje de Daniel y Laura termina precipitadamente cuando los echan de un tren nocturno y acaban en mitad de un tenebroso bosque, el preludio de una noche de terror interminable.

  • Autopsia de una Gioconda de Ulises Novo

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    Que mi padre se suicidara no fue un accidente. Quisiera que lo hubiese sido. Pero que atentara contra si mismo de la forma en que lo hizo obedece a varias razones. Una y quiza la mas importante soy yo, mi nacimiento, que yo usurpara un espacio de su vida, que me incluyese en su biografia junto a mi madre y a mi hermana Lith. Que mi padre se suicidara no fue un accidente. Desde entonces, ya no he vuelto a visitar El Louvre. Tampoco me he visto en el compromiso de volver a hacerlo. Se que La Mona Lisa inspiraba a mi padre. Lo nutria, pues era la excusa perfecta para que yo lo cogiese de la mano durante horas, esas tardes libres que seleccionaba para hablar conmigo a solas, para deshacerse de su mundo, de la realidad que parecia haberle dejado de interesar. Y lo entiendo. Despues de su muerte, logro entender aquello de lo que huia, como si el mismo supiese que aquella decision de tenerme tan proxima no se pudiese sostener mucho mas en el tiempo. Aqui estoy, cerca de Des Gaulles, en el interior de una cafeteria, esperando a un hombre. No lo conozco de nada. Una amiga nos ha puesto en contacto. Fanny no quiere verme triste, asi de triste. "Una depresion no es estar triste", le he repetido en muchas ocasiones, pero no ha cejado hasta lograr que yo accediera y me sentase aqui, delante de un cafe, pendiente de esa puerta de doble hoja, un vestigio modernista por el que entran y salen estudiantes, madres con carritos y, de vez en cuando, alguna pareja que acaba de hacer footing. Que mi padre se suicidara con una escopeta de caza no deberia formar parte de la conversacion de esta primera cita, suponiendo que luego haya una segunda. Lo dudo. No puedo confiar en una amiga como Fanny. Tiene un gusto horroroso para los hombres. Pero, bueno, intentare ser amable con mi cita. Hablare. Simplemente hablare. No, mejor no. No quiero parecer excesivamente locuaz y extrovertida. Me limitare a escuchar y, si hablo algo, lo hare sobre literatura, por ejemplo. Segun Fanny, el tipo sabe mucho acerca de poetas ingleses. No soy una experta en Byron ni en Percy B. Shelley, pero intentare dejar que se exprese, que su orgullo se alimente de mi incompetencia, aunque yo tambien apuntare algo para no parecer maleducada, para no ofender a Fanny, para no dejarla en evidencia ante su amigo, que puede pensar que ha perdido la tarde con una estatua. No me queda otra opcion. Cuando me pida mi numero de telefono, le dire que no estoy preparada todavia para una relacion. Que, ahora mismo, no estoy interesada en conocer a nadie porque estoy involucrada en los negocios de papa; unas inversiones en hosteleria a las afueras de Paris parecen interesarme. Anadire que debo estar concentrada en esta oportunidad, especialmente, si, dentro de unos anos, el pais vuelve a entrar en recesion. Si insiste con vehemencia, con esa vehemencia enfermiza que caracteriza a algunos sujetos babosos y enamoradizos, no me quedara otro remedio que confesarle que mi padre se volo la cabeza y que yo, de alguna manera, permanezco todavia junto a su cadaver en la alfombra de aquel despacho, espacioso y antiguo. Todavia, si, todavia permanezco alli. Le confesare, ademas, que atravieso una depresion de la que dificilmente podre salir, porque no estoy haciendo caso a mis medicos. Podre apostillar, si aun no se ha marchado o intenta aconsejarme, que mama tampoco se ha recuperado de la ausencia de mi padre, que vive por vivir, que es adicta a diversos opiaceos que la sumergen en un sueno de fatigas y balbuceos cuando llegan las cinco y se toma su te con leche. En efecto, a las cinco, la medicacion le hace efecto y deja de ser un animal doliente para ser un animal que hiberna. A veces, se levanta de madrugada, enciende el televisor y se pone a ver algunos episodios de Juego de Tronos, pero se que no los ve en realidad. Cuando hablo con ella dos veces por semana, soy testigo de sus mentiras, de la farsa en la que quiere involucrarme. "Lo se, mama, necesitas hacerlo. Necesitas simular que perteneces al mundo de los vivos. Que eres mortal, tristemente mortal. Necesitas simular que estas interesada por una trama que se bifurca continuamente". Mama no ha comprendido nada de esas serie, porque su cabeza esta en otro sitio, porque no se ha deshecho del cadaver de mi padre, como tampoco lo he hecho yo. Ni pienso hacerlo, aunque los medicos traten de explicarme que es contraproducente que persista en la misma idea, en las mismas imagenes; zafias imagenes que recreo una y otra vez en mi cabeza con intencion de martirizarme. Es lo mas parecido a pasear continuamente por el corredor de la muerte, un hundimiento inedito y exclusivo que solo me atane a mi y del que Lith y mama estan al margen o quieren estarlo. Si el tipo, con el que me ha citado Fanny me deja su tarjeta para quedar algun dia, podre ensenarle las marcas de mis antebrazos, lineas que se bifurcan como las tramas de Juego de Tronos, heridas que escarban su propia carne en busca de la oscuridad mas alla de los huesos y de los tendones. 2 Que mi hermana no me hable apenas desde la muerte de papa, tiene tambien una causa. Siempre fue una hermana celosa. Siempre quiso el mayor de los protagonismos. Pero que equivocadas estabamos. Papa me queria a mi. Solamente a mi. Y eso no lo soporta. No puede admitir que ella no fuese la preferida, pero a la que papa iba a echar de menos, si Lith tomaba la decision de estudiar fuera de casa, en una escuela de cocina, a pocos kilometros de Paris. Mi hermana lucha contra el tiempo, contra un matrimonio que va a destrozar desde el silencio que roe la carne, que inocula el veneno invisible del inconformismo, el veneno invisible de los incendios salvajes que arrasan los bosques y jardines de la periferia, arbustos y arces que crecen sin control hacia zonas lacustres. Mi hermana sera una disidente de si misma porque no ha sido capaz de comprender el amor paterno, ni mi amor hacia ella, pues fui yo quien se sacrifico para que estuviese protegida, para que no se pareciese a mi, ni imitara mi vida, la que he prostituido en la terrible orfandad de no poder interpretar aquella violencia que mi padre exhibio al volarse la cabeza en su despacho. Piso la tierra fria cada vez que retomo la calle Les Heures y escucho el ruido emponzonado del trafico, el oleaje de los turistas que no dejan de hacerse fotos delante de las estatuas y las fuentes. Papa odiaba las fotos. Papa amaba la intimidad, mi intimidad, la oscuridad de la que Lith y yo alguna vez tratamos de huir para que sus manos buscasen otras victimas. Pero nunca fue suficiente. Nunca lo fue. Nunca encontramos la liberacion. Tal vez, no la quisimos. Tal vez, mama no fue un buen asidero, el apoyo que Lith y yo (sobre todo yo) necesitabamos para reencontrarnos con la serenidad y la inocencia de nuestras companeras de clase. A papa lo queriamos, pese a todo. Porque a papa lo estaba acechando su propio monstruo. Por esa razon, quiza lo acompanaba al Louvre para detenernos delante de La Mona Lisa, como si, en aquel enigmatico rostro, mi padre pudiese encontrar una explicacion a su propia naturaleza; ?que atrae, en realidad, a lo que esta oculto, pero que es hermoso ante los ojos de los demas? El arte. La muerte y el arte pueden ser una respuesta muy proxima a la verdad que yo, por entonces, desconocia. Porque era rabiosamente feliz. Porque mi hermana, a la que ya le habian crecido los pechos, miraba de soslayo, esperando un gesto amable de papa. Pero papa habia tomado la determinacion de escucharme solo a mi. Mi cita no debe saber nada de esto, porque, en realidad, no es nadie, ni nada. Mi cita no es otra cosa que una nueva estrategia para matar el tiempo.

  • Animales domesticos de Teresa Viejo

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    Todas las historias de amor son peligrosas…

  • Que sea para siempre de Bryan Valarezo

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    La vida puede sorprendernos con sus giros inesperados,con las casualidades que sacuden nuestra forma de ver el mundo.Caleb es un joven que ya ha perdido mucho. Primero debio despedirse de sus padres de forma repentina y hace poco tambien tuvo que decirle adios a su abuela. Y es justo en ese momento, cuando la tristeza se carga sobre sus hombros, que por su camino se cruza alguien que podria dibujar nuevas sonrisas en su rostro.Kensei es una chica de mirada melancolica y de emociones profundas. Transita sus dias acompanada por una guitarra con la que expresa las verdades de su corazon. Con personalidad altanera y hambrienta de aventuras, se preparara para realizar un viaje muy importante para ella.El primer encuentro sucede en una heladeria, el segundo en un cafe. Y cuando el tercero se concreta en la estacion de tren, ya no hay vuelta atras.A medida que ambos personajes se abren el uno al otro, descubren que la felicidad no esta tan lejos como habian pensado, que las casualidades existen y que a veces las sonrisas pueden dibujarse tan solo con pequenas muestras de carino.

  • Mi propio demonio de Iris Montes Meseguer

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    MI PROPIO DEMONIO.
    Adam es un demonio superior cansado de tantos anos de existencia. Pasa casi todas las tardes componiendo y tocando musica que desea que suene el dia de su muerte.
    Lorena es un intento de escritora que pasa los dias en su nuevo vecindario intentando concentrarse, y lo haria, de no ser porque su vecino resulta ser un musico loco.
    Ella ira a plantarle cara y pedirle el cese inmediato de su actividad.
    El conocera a una chica, ajena a su mundo, que no sabe que es y que le amenazara con cosas tan humanas que le producira mas de una carcajada.
    ?Que pasara cuando ella se convierta en un estorbo? ?Y si la nueva vecina fuera demasiado escandalosa y pusiera en peligro un mundo que era silencioso desde tiempos inmemorables?

  • El amor te encuentra (Hermanas McVee 2) de Annabeth Berkley

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    Tess McVee resoplo cuando llego frente al hotel rural que su hermana le habia recomendado, en un pueblo perdido de la region vinicola de Georgia. Creia que no iba a llegar nunca. Se habia perdido dos veces intentando encontrar la carretera que le llevaria a Dahlonega y sentia un enfado tan grande que no se aguantaba ni ella. Quito la llave del coche y su cuerpo se estremecio por la baja temperatura. Hacia frio y solo queria meterse bajo la ducha para entrar en calor y librarse del cansancio de tantos kilometros en el cuerpo y mas de seis horas al volante. Intento calmar su frustracion como le habian aconsejado en la terapia para aprender a gestionar sus emociones de la que acababa de salir. Esperaba ver los resultados en breve. Respiro profundamente un par de veces y trato de comprender <>. ?Que querian decirle? Tess no encontraba otra explicacion: Que eso le pasaba por confiar en su hermana, resoplo de nuevo. Penso en Sharon. Siempre estaba sonriendo, siempre parecia feliz... y, por lo visto, para ella, tomarse un tiempo para replantearse la vida se reducia a aislarse de la civilizacion. ?Por que habia hecho caso a su sugerencia? Salio del coche dando un portazo. Se tenia que haber recluido en un resort de cinco estrellas en Hawai, penso. Alli no sabia si hubiera podido reflexionar mucho, pero hubiera contado con mas comodidades y el clima seguro que seria mas calido. Ya era tarde para eso. Murmuro entre dientes unos cuantos improperios malsonantes, maldiciendo la idea que habia tenido su hermana. Ahi estaba y ahi se iba a quedar hasta que supiera que hacer con su vida. No iba a volver a casa hasta que no tuviera una idea clara sobre hacia donde dirigir sus pasos. Bastante humillada se habia sentido ante su familia como para regresar igual de avergonzada que se habia ido. Saco su equipaje del maletero antes de dirigirse a la puerta. Era un pintoresco hotel de tres plantas pintado en color claro, rodeado por un pequeno jardin, vacio de flores, por la epoca en la que estaban. Supuso que no tardaria en llenarse de calabazas de Halloween, que se celebraria en un par de semanas. ?A quien le gustaba Halloween?, murmuro molesta. Volvio a resoplar. Asi, quejandose por todo, no podia seguir, se recrimino. Se obligo a dejar ir la frustracion y el enfado que sentia. Cogio aire con intencion de encontrar el lado positivo y disfrutar de su estancia, como sabia que tenia que hacer para empezar a sentirse mejor. La teoria del curso al que habia asistido se la sabia de memoria y parecia ser momento de aplicarla. Seguro que todo iria bien y una ducha caliente la estaba esperando para acabar de llevarse toda la decepcion y la apatia que sentia, se animo. El calor del acogedor hotel la abrazo nada mas entrar la puerta y Tess lo agradecio. Parecia que las cosas se arreglaban. Un pequeno recibidor le daba la bienvenida, aunque habia delante de ella media docena de personas de diferentes edades. Todos parecian estar esperando la llave y ninguno parecia tener prisa. Tess resoplo de nuevo, molesta. Miro hacia la sencilla recepcion. Un hombre con camisa vaquera parecia que estaba intentando organizarse revisando varios papeles de diferentes tamanos a la vez, mientras cogia las llaves de las habitaciones. Miro a su alrededor. Una pequena salita en color crema, con estampados florales en los sillones y una pequena mesa de madera de caoba, se abria a uno de los lados. Habia que reconocer que daba la sensacion de que el hotel era agradable, aunque la espera no lo resultara tanto. Cuando despues de un rato esperando, fue su turno, la poca paciencia que le quedaba y que, de por si, tenia, se habia agotado. --?Su nombre? --le pregunto sin mirarla el hombre que tenia sentado tras el desordenado mostrador. --Tess McVee --le respondio seria. Nathan Murray asintio buscando entre los papeles que habia sobre la mesa. La recepcionista se habia puesto de parto hacia dos dias, dos meses antes de lo esperado, sorprendiendoles a todos. No habian tenido tiempo de contratar a nadie ni formarlo para el puesto, asi que el habia asumido el cargo, suponiendo que no seria tan dificil. Y, probablemente no lo era, si no hubiera sido porque no le gustaban en absoluto las gestiones administrativas, y mucho menos las informaticas. Despues de dos frustrados intentos de trabajar con el ordenador y entender el programa instalado para las reservas, habia optado por la solucion mas tradicional y la mas sencilla para el. El papel y el boligrafo. Cuando Lucy volviera ya se encargaria de pasar al ordenador lo que hiciera falta. Lo malo era que no terminaba de aclararse con sus propias notas ni con un intento de cuadrante que habia improvisado para asegurarse de no colocar a nadie en una habitacion equivocada. --Aqui esta --exclamo aliviado cogiendo la llave asignada --. Es la habitacion 211. Levanto la vista para darsela y se sorprendio de ver ante el a una mujer preciosa y parecia que muy enfadada. Su cabello largo y castano enmarcaba un rostro alargado de nariz pequena y expresivos ojos de color avellana. Tess no se esperaba que el hombre que le tendia la llave y que se habia levantado al mirarla fuera tan alto y atractivo. Ojos claros, cabello corto castano, mandibula cuadrada y nariz recta. Le sorprendio gratamente. Era mas alto que ella, ancho de hombros, parecia delgado, aunque la camisa vaquera no le daba demasiada informacion. Por lo menos, era agradable de mirar, algo que agradecer despues de un largo viaje. Le cogio la llave, ridiculamente grande, que no parecia tener intencion de soltar. --Nathan Murray --se le presento soltando finalmente la llave--. Aviseme si necesita cualquier cosa. --Lo tendre en cuenta --le respondio firme. No estaba alli para hacer amigos, se recordo. --Bienvenida a Dahlonega --le dijo con una sonrisa que casi le quito el aire. Tess asintio obligandose a dejar de mirarlo. No queria saber nada de ningun hombre por muy guapo que fuera. La ultima relacion que habia tenido habia supuesto una experiencia muy desagradable y casi habia terminado con sus relaciones familiares. El muy cretino la habia utilizado para conseguir informacion de su propia empresa y robarle clientes. Se habia sentido tan estupida... A eso habia que anadir que su padre solo contaba con su hermana para la direccion del negocio familiar. Esos dos golpes simultaneos habian sido demasiado para ella y su escasa paciencia y confianza. Se habia despedido por orgullo y ahora estaba alli, en mitad de Georgia, sin trabajo, sin pareja y sus expectativas se reducian a una ducha con agua caliente. Nathan la vio dirigirse al unico ascensor que tenia el hotel. Era alta y estilizada, y tenia bastante caracter a juzgar por la rabia que escondian sus ojos y que, esperaba no se la hubiera producido el tiempo de espera frente a la recepcion. Una mujer asi podria hacer lo que quisiera con un hombre, penso. La vio llamar impaciente al ascensor. Nathan se le acerco para apretar el boton por ella. --Quiza alguien se haya dejado la puerta abierta --le comento despreocupado. Tess le miro. De cerca era mas alto de lo que le habia parecido y tambien mas atractivo. Por su estatura, Tess pocas veces encontraba a hombres con los que necesitara levantar la mirada para hablar. Ademas, percibio que olia a algun perfume caro. --Vamos --le dijo el cogiendole la maleta grande sin esfuerzo--. La acompanare a su habitacion. Empezo a subir por las escaleras que habia junto al ascensor. Tess resoplo mas alto de lo que esperaba sin soltar su maleta de mano, y Nathan se giro para mirarla divertido. --?Ha sido un largo viaje? Aqui descansara bien --le aseguro antes de seguir subiendo. Tess le siguio bastante molesta. No le apetecia nada subir escaleras. Si hubiera querido hacer ejercicio se habria quedado en su casa, con el gimnasio, al que iba a diario, a cinco minutos. Menos mal que las vistas no estaban mal, penso fijandose en los pantalones vaqueros del hombre que subia delante de ella. Cuando llegaron a la segunda y ultima planta del hotel, Nathan cerro la puerta del ascensor que se habia quedado medio abierta inutilizandolo. --Problema resuelto --le dijo antes de mirarla y darle opcion de caminar delante de el por el acogedor pasillo que terminaba en la puerta de su habitacion. Nathan sonrio cuando ella paso por delante de el. Ahora era su turno de apreciar sin disimulo su bonito cuerpo enfundado en un abrigo oscuro. No le habia visto alianza en el dedo ni senal de ella, y aunque hacia mucho tiempo que no tenia ninguna relacion, desde su desagradable divorcio, no le importaria cenar con ella algun dia... aunque para eso, tendria que encontrar a alguien que se encargara de la recepcion. Tess abrio la puerta de su bonita y calida habitacion y cuando fue a girarse para cogerle el equipaje a Nathan, el la esquivo para entrar y llevar la maleta junto a la cama de matrimonio. --Espero que disfrute de su estancia aqui, senora McVee. --Senorita --le corrigio ella dandose cuenta inmediatamente despues, a juzgar por la sonrisa de el, que habia sido un gesto intencionado para enterarse de su estado civil. Nathan le sonrio abiertamente y de una manera muy atractiva.

  • La casa del lago Patria de Federico Correa Gil De Biedma

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    La novela narra la vida de las dos familias protagonistas sin ningun nexo en comun. Una partira en 1926 hacia Moscu atraida por la Revolucion Rusa. Otra, saldra de Madrid en los albores de la Guerra Civil espanola para instalarse en casa de unos familiares.
    Dos de sus miembros, unos adolescentes, Nora y Bruno, se conocen en Salamanca durante la contienda. Con el paso del tiempo se convertiran en un matrimonio aparentemente normal hasta que una noche sus vidas se romperan en mil pedazos:
    Madrid 1952. Bruno Hayward, prestigioso abogado, despierta sobresaltado sobre la alfombra del salon de su casa cubierto de sangre. Fuertes e insistentes golpes en la puerta de su casa. Es la policia.

  • Los poderes de la oscuridad de Bram Stoker

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  • Auschwitz, ultima parada de Eddy De Wind

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    Eddy de Wind llega a Auschwitz en 1943 junto a su esposa Friedel. El es medico y ella enfermera. Alli son separados. Ella queda entre los presos destinados a los crueles experimentos medicos del Dr. Mengele; el al cuidado de los prisioneros politicos polacos. Cuando la guerra esta perdida y los nazis huyen del campo con los presos que sobreviven (entre ellos su mujer), Eddy decide esconderse y esperar la llegada de los rusos. Permanece por un tiempo con ellos en el campo y alli empieza a escribir Auschwitz, ultima parada, donde describe la rutina diaria, las atrocidades de las que ha sido testigo y victima y la liberacion por los rusos. Pero en su texto muestra tambien su amor y deseo hacia Friedel.

  • La nina que miraba los trenes partir de Ruperto Long

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  • El jefe perfecto (Los hermanos Smith 1) de Brenda Ford

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    Ella esta completamente fuera de mis limites.
    Habia sido un playboy toda la vida, hasta que aparecio. Con sus curvas y sus profundos ojos verdes, consiguio que dejara atras mi pasado, al convertirse en lo unico que me importaba.
    Pero ella es inocente.
    Es mi secretaria y mucho mas joven, por lo que soy el ultimo hombre con el que no deberia estar. Sin embargo, soy el unico que lo daria todo por ella.
    Es mia.
    Estoy demasiado obsesionado para dejarla ir. Especialmente ahora que esta embarazada. Por lo que hare lo que sea necesario para reclamar a mi familia.

  • El valor de una promesa de Susana Oro

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    Ya estaba por nacer. Habian pasado cinco anos desde el dia que sonaron con engendrar un hijo sin que la semilla de Eduardo echara raices en el vientre de Amanda, quien ya no tenia deseos de pensar en biberones y panales. Pero la nina llego sin pedir permiso. Asi, sin mas, se presento un dia llenando a su madre de nauseas y antojos de, frutillas con crema, helado de arandanos, melon con jamon, mayonesa de aves y pollo al curri. El vientre materno era un bombo que retumbaba en el cuerpo delgado de Amanda. ?Por que no la dejaban salir? Pum, pum, pum... Ya estaba harta de estar flotando alli adentro cuando afuera habia vida y un mundo hermoso por conocer. Empujo con la cabeza intentando abrir la puerta. La madre sintio que se partia en dos de dolor, grito y se acuclillo en el suelo esperando que la contraccion pasara. Treinta y siete anos y encima primeriza. No estaba para estos trotes, menos con una nina que no habia dejado de moverse en su vientre. Solo rogaba que no se le arruinara el cuerpo. Eduardo Parker corrio como alma que lleva el diablo para ayudar a su mujer a levantarse. Era un hombre de cabello del color del trigo. Siete anos menor que su esposa, que se hacian evidentes al verlos juntos. El aun tenia el rostro juvenil y un cuerpo de musculos firmes ganado con el rudo trabajo del campo. Esos Ojos, de color gris claro, reflejaban su mirada carinosa y su caracter jovial. Era como si sonriera con los ojos, sobre todo en ese momento, cuando el sueno de tener a su hija en brazos ya casi era una realidad. -Maldito bastardo -dijo Amanda como si odiara a Eduardo. No lo odiaba, pero le molestaban los siete anos menos y el enorme trabajo de seduccion que tuvo que desplegar para lograr que se casara con ella. En ese momento de dolor los resentimientos daban vuelta por su mente y queria cargarlo de culpas, por ser mas joven, por no necesitar tantos arreglos para estar siempre apuesto, por haber luchado tanto para que la aceptara... y encima, por no estar sufriendo lo que ella estaba padeciendo. Despues de todo, por culpa de su semilla sentia que se moria. Tampoco recordaba la felicidad de Eduardo y los preparativos que habian compartido durante los nueve meses de gestacion. En realidad habian sido ocho meses y medio, porque la nina inquieta que llevaba en el vientre decidio salir antes de la fecha prevista. -Si, querida, tienes razon -dijo Eduardo intentando apaciguarla mientras la tomaba en brazos-. Mejor vamos a la clinica, que ya hable con Alfredo para decirle que empezaron las contracciones -aclaro, se cargo el bolso que habia dejado sobre el sillon y salio con Amanda en brazos. El capataz abrio con prontitud la puerta de la camioneta mientras le quitaba el bolso a Eduardo para dejarlo en la cabina. La nina eligio ese momento para dar otro empujon. ?Que pasaba que no le abrian la puerta? Ella queria salir, mirar el mundo y sonreirle a la vida. Empujo nuevamente con la cabeza, y Amanda se retorcio. -Ya viene, ya viene, maldicion. Ya viene. Hijo de puta. Te odio por lo que me has hecho - grito Amanda a Eduardo, que corrio a sentarse frente al volante y sin responderle a su esposa salio levantando polvo con los neumaticos. Tomo el movil y llamo a Alfredo, el medico y amigo de la familia. -Estamos en camino, Alfredo. Las contracciones son una tras otra -explico Eduardo. -Bien -dijo Alfredo, tapo el aparato y lanzo un grito que debio escucharse en toda la pequena clinica-. !Ya vienen! !Avisen a todo el pueblo que la nina Parker ya llega! Pueblo chico, penso Eduardo, nego con la cabeza y no pudo evitar la sonrisa. En cinco minutos ellos estarian alli, y tambien todos los vecinos. Nubes oscuras corrian carrera en el cielo. El sol habia desaparecido cuando Eduardo estaciono en la puerta de la clinica. Se bajo y alzo a Amanda, que grito y se retorcio cuando otra contraccion le hizo ver las estrellas. En ese momento un rayo rasgo el cielo y el trueno silencio el alarido de la mujer. La lluvia no espero que ingresaran, sino que decidio caer sobre ellos. Amanda quedo empapada y con el cabello peinado de peluqueria pegado al rostro. Apreto los dientes, y Eduardo no supo si era por las contracciones o por haber perdido el peinado, ya que su esposa era una mujer que solo se preocupaba cuando perdia su impecable apariencia. -Solo unos minutos mas y tendremos a nuestra pequena -dijo Eduardo para tranquilizarla. -Deberia ser solo mia, ya que tu no has pasado por esto. Malditos hombres que se atribuyen nuestro mismo derecho y no hacen nada -dijo Amanda furiosa mientras otro empuje le quitaba las ganas de seguir insultando a Eduardo. Eduardo prefirio no decirle que llevaba ocho meses consintiendo cada uno de sus caprichos y aguantando cada una de sus estupideces cuando hablaba de lo bella que seria la nina. Pero en momentos como ese, en el que recibia todo su veneno, todo el pasado volvia a su mente. Se habia casado con Amanda sin estar enamorado. El habia dejado de creer en el amor, era un sentimiento danino, y despues de que ella insistiera hasta el hartazgo, decidio que lo mejor era tener una esposa que no amara para evitar las decepciones. Ella tampoco lo amaba, solo se habia encaprichado porque era atractivo y lo consideraba una especie de trofeo. Era una cabeza hueca, siempre lo habia sido, y desde que habia quedado embarazada no hablaba de otra cosa que de la belleza que tendria su hija teniendo dos padres tan hermosos. Dejo de recordar las banalidades de Amanda. En unos minutos la nina de sus suenos los llenaria de alegrias y Amanda, cuando la tuviera en brazos, tal vez, se decidiera a dejar de lado las frivolidades. -Que mal dia para nacer -dijo una anciana asomada al ventanal de la sala de espera que daba a la calle. -Cuantas lagrimas va a derramar esa nina -dijo otra senalando el diluvio que se habia desatado cuando Eduardo saco a Amanda de la camioneta. -?Se fijaron que a Eduardo se le cruzo un gato negro? -pregunto otra dejando ver su cara de asombro. -Si, si, y para colmo Eduardo paso bajo una escalera -aclaro otra, y las cuatro se santiguaron para que las desgracias no las alcanzara a ellas. Eduardo avanzo por el pasillo cargando a su bella esposa, que se retorcia de dolor en sus brazos. -Ya pasa querida, ya veras que en un suspiro nuestra adorada nina habra llegado -Trato de calmarla mientras empujaba la puerta batiente de la sala de guardia. -!Suspiro!, ya te quisiera ver a ti dando ese suspiro. Maldito hombre, todo esto es por tu lujuria. Te odio, te odio..., nunca mas me vas a tocar. Me oyes. !Ay Dios...! !Ay mi madre querida, porque no me dijiste que era tan dificil esto! Si lo hubiera sabido no me habria casado. Eduardo arqueo las cejas, lo habia perseguido hasta volverlo loco para que se casara con ella, y ahora lo culpaba, penso pero no emitio palabra. Unos cuantos pasos mas y pudo recostar a su mujer sobre una camilla para dejarla en las habiles manos de una enfermera. Por la frente de Amanda se derramaban gotas de sudor y de sus ojos brotaban gruesas lagrimas, tan gruesas como las gotas de lluvia que salpicaban el cristal de la ventana. Ese cabello color zanahoria con bucles siempre ordenados estaba pegado a su rostro, y sus impactantes ojos almendrados de un hermoso color tostado se veian desencajados de furia y dolor. Eduardo nunca habia visto a Amanda en ese estado desalinado y enfurecido, ni siquiera cuando se levantaba con sus cabellos revueltos y los ojos hinchados despues de una mala noche. Ella, la mujer mas arreglada del pueblo parecia una arpia en ese momento. -!Te desprecio, te odio me oyes! !Te quiero fuera de mi cama! !Nunca te ame! ?Has entendido? -grito Amanda. Y el lo sabia de sobra, pero hacia lo imposible para que el matrimonio funcionara. -Todas dicen lo mismo Eduardo, es mejor hacer oido sordo a sus palabras -comento la enfermera mientras preparaba a Amanda para la llegada del medico, que habia salido a tomar un refrigerio antes de atender el parto de la mujer de su amigo. Ella estaba en pleno trabajo previo y siendo primeriza Alfredo estaba seguro de que tendrian una buena cantidad de horas de espera hasta que naciera la nina. Por recomendacion de la enfermera, Eduardo se dirigio a la sala de espera. Amanda estaba atendida por la gente de la clinica y dos amigas, que le secaban el sudor de la frente y la ayudaban a respirar cuando la atacaba otra nueva contraccion. Eduardo hubiera querido correr a todos para ser el quien la atendiera y calmara, pero su mujer habia preferido echarlo, y no pensaba contradecirla. La mitad de los pueblerinos estaban congregados en la sala de espera. Muchas mujeres y pocos hombres. Las mujeres tenian esa curiosidad innata que las hacia estar presente en cada acontecimiento importante como nacimientos, casamientos y velorios. En un rincon, Eduardo diviso a ese hombre que queria como a un padre. Eran vecinos y habia sido el mejor amigo de su padre. Sonrio, pero al instante se le borro el gesto y fruncio el entrecejo al ver que Quino estaba acompanado de su terrible nieto Alan, el hijo de Marian, penso con una mezcla de dolor y resentimiento. El demonio habia seguido a su abuelo, se dijo Eduardo y apreto los punos. Ese chico era lo mas salvaje que habia visto en su vida, y solo tenia siete anos. Tenia sus motivos. Todos sabian que sus padres se habian peleado tres anos por pasarle la tenencia al otro y el pobre habia quedado lleno de resentimientos, que descargaba en sus abuelos y en los vecinos del pueblo. A Eduardo recordar a la madre del nino le producia nostalgia. Pero la aparto, Marian no merecia su nostalgia, ademas el era un hombre casado y en pocos minutos seria un padre entregado a su hija. Amanda empezo a gritar como si la estuvieran matando. Eduardo camino nervioso por la sala de espera, ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta... Deberia ser el quien estuviera con su mujer, se repitio y apreto los punos al recordar que lo habian echado como si fuera un extrano. !Era el padre de la nina, maldicion!, se dijo y respiro profundo varias veces para calmarse. Pocos minutos despues Alfredo ingreso corriendo a la sala de parto, y luego de unos cuantos gritos e insultos mas de su esposa el silencio se apodero del lugar, que fue roto por un alarido desgarrador seguido del llanto lastimero de Amanda. Eduardo temblo. Su hija, su querida hija no habia llorado, penso y sintio que le faltaba el aire. Miro a sus vecinos tratando de encontrar una respuesta, pero todos estaban mudos y observaban la puerta batiente por donde Alfredo deberia salir a dar la mala noticia, pero nadie aparecia, ni Alfredo ni las enfermeras. En un rincon, junto a una maceta de plantas de hojas verdes, Alan sonreia burlon al observar las caras de susto de la gente que habia venido a conocer la nina. El habia seguido a su abuelo escabullendose entre los matorrales y los troncos de los arboles, desoyendo los consejos de la abuela para que se quedara con ella. Alan sabia que una vez que su abuelo lo viera en la clinica no lo echaria. Si todos iban a estar en el nacimiento de la nina de Eduardo, ?por que el no?, despues de todo tenia el mismo derecho que los otros de estar alli. Inclusive, podria darle un pequeno pellizco a la nina para que fuera aprendiendo de chiquita a no meterse con el, penso sin dejar de lado esa sonrisa burlona. Su abuelo lo zarandeo para que guardara la compostura. Alan fruncio el ceno, lo insulto y le dio una patada en la pierna para dejarle en claro que nadie podia retarlo. Quino perdio el equilibrio por unos instantes y contuvo las ganas de reprender a su nieto. Solo siete anos de edad y nadie se atrevia a contradecirlo, retarlo y mucho menos enderezarlo, ni hablar de educarlo. Su nieto era un salvaje y asi seguiria porque tanto Quino como su mujer Rosario habian desistido en sus intentos por civilizarlo. Que se las arreglara como pudiera, esa habia sido la ultima decision que habian tomado despues de sus miles de intentos por encausarlo. Un murmullo indescifrable se apodero de la sala, y Eduardo escuchaba desesperado los comentarios. "Debe estar muerta", "No, no, quiza tiene algun problema genetico", "Es primeriza y esta mas cerca de los cuarenta que de los treinta, a lo mejor la nina ha nacido con algun problema mental", "Callate, Lola, que algunas mujeres han tenido hijos sanos inclusive a los cincuenta". Quino Martin, que aun estaba dolorido por la patada que le acababa de dar su terrible nieto, se acerco rengueando a su amigo Eduardo y le palmeo el hombro. Tantos anos de amistad le permitian saber la angustia que estaba sufriendo en ese momento de incertidumbre, ya que nadie salia a informarles lo que estaba pasando en la sala de partos. Pero no dijo nada. ?Que le podia decir? Solo se quedo a su lado haciendole compania mientras aguardaban que alguna enfermera o Alfredo salieran a dar la noticia, que no debia ser muy alentadora. Las gotas de lluvia seguian golpeando contra el vidrio y los comentarios de la gente se desviaron por otros derroteros. Algunos decian que la lluvia presagiaba malos augurios para la nina Parker. Otros, que la naturaleza estaba dando cuenta de las lagrimas que derramaria en el futuro, o que cuanto mas diluviara mas lloraria la nina en su adultez; si es que estaba con vida. Alan escuchaba asombrado la cantidad de cosas que le iban a pasar a la hija de Eduardo, y decidio aprovechar el alboroto para meterse en esa habitacion donde estaba viva o muerta la nina de los Parker. Paradito con sus piernas desnudas chorreadas de barro y la remera blanca estirada de tanto acampanarla con las manos, Alan se ajusto el lazo que le sujetaba el pantalon corto para que no se le cayera, y camino como un adulto hasta el borde de la camilla. Vio a Amanda tumbada con la cara enterrada en la almohada llorando a mares, y al medico de bata celeste acunar a un bebe tapado por una mantilla suave como el algodon. -Dejame verla -exigio Alan al medico. Hablo fuerte y con la cabeza bien levantada para que se enterara de que el estaba alli-. ?Esta muerta o es tonta? -?Y tu que haces aca si nadie te invito a entrar? -dijo ofuscado Alfredo al ver al travieso nieto de Quino metido en la sala de parto. -Y a mi que me importa si me invitan o no. Yo entro -dijo con arrogancia mientras le daba una patada en las espinillas para que se torciera y le dejara ver a la nina muerta. El medico, que hacia de obstetra si era necesario, se inclino de dolor y Alan pudo echarle una buena mirada al bebe, que le sonreia con una enorme boca y lo miraba con unos ojos mas grandes que toda la cara. Tenia unos pelos tan parados que se parecia al espantapajaros que el habia fabricado para que los pajaros no se comieran el maiz que sembraba su abuelo. -!Puaj!, si que eres fea y no estas nada muerta como dicen afuera. Nunca, nunca vi a alguien tan feo. ?De que te ries, nina tonta?, acaso no te han puesto frente al espejo. Al ver que la nina hacia un puchero por sus palabras, Alan Martin, por primera vez en su corta vida sintio que lo invadia una extrana sensacion de tristeza, y un feo nudo de angustia le cerro la garganta. Nunca se emocionaba por nada y tampoco lloraba, penso cuando descubrio que unas lagrimas amenazaban con escapar de sus ojos. Parpadeo varias veces para contenerlas, y se indigno por su debilidad. El era el nino mas atrevido y travieso del pueblo, el que hacia lo que queria, el que nadie contradecia. ?Por que tenia que sentir ardor en los ojos por una nina horrible que estaba a punto de llorar?, si el solo estaba diciendo la verdad. Ella era tan fea que su madre lloraba desconsolada al ver la cara horrible de la hija que habia tenido. Pero, a pesar de su indignacion, intento consolarla. -No llores nina tonta, que supongo que vas a llorar muchisimo cuando seas grande y nadie quiera casarse contigo por ser tan fea. La impertinencia del nino al meterse en la sala de partos sin que nadie lo invitara, rompio la incertidumbre y elucubraciones de los vecinos. Eduardo habia ingresado despues del nino, seguido de las mujeres y hombres que estaban aguardando el feliz acontecimiento. Tras el nino, Eduardo Parker dejaba salir el aire que se le habia estancado en la garganta al no escuchar el llanto de su hija, y una sonrisa le curvo los labios. El nieto de Quino no estaba halagando a su nina, por el contrario, pero que importaba si lo primordial era que su hija estaba viva. Quino Martin, por su parte, observaba desconcertado a su nieto, que por primera vez mostraba una pequena debilidad frente a alguien. Su nieto era frio como un tempano de hielo desde que su madre lo habia abandonado, y esa actitud del nino lo emociono. Para sorpresa de Alan, la nina risuena dejo escapar una lagrima por su mejilla arrugada y el ya no pudo aguantar mas la angustia al verla llorar. Nunca le habia pasado algo asi y, a pesar de la furia que sentia por ese nudo que tenia en la garganta y no lo dejaban respirar, se sento en el piso y pidio al medico que le dejara sostenerla. Ante el gesto afirmativo de Eduardo, el medico le entrego a la pequena. Alli la acuno contra su pecho sin darse cuenta que su abuelo, el padre de la nina y la mitad del pueblo que habia ido a conocerla lo miraban desconcertados. Nadie se atrevio a hablar, solo observaban sin comprender la relacion entre el nino y la recien nacida. -Ya basta de ser llorica. Eso te hace mas fea todavia de lo que ya eres. Deja de llorar que nadie te va a querer... -Asombrosamente la nina no lloraba a gritos como cualquier bebe, sino que dejaba escapar unas gruesas lagrimas de los ojos, como si no se pudiera contener. Alan vio que la pobre y fea nina intento sonreir a pesar de su silencioso llanto, y eso lo golpeo como si sus siete anos de travesuras, de hacer llorar a las maestras y de golpear a los mas debiles de la escuela, hubieran desaparecido de su vida. Ese bebe que le sonreia para congraciarse con el lo habia transformado en un nino debil. A pesar de su enojo, por lo que ella conseguia de el, no pudo evitar consolarla como le parecio mejor-. Mira, para que no llores mas, te digo, que si cuando te hagas grande no hay nadie que se quiera casar contigo, que seguro no va a haber nadie ya que eres tan fea que no se te puede ni mirar, yo voy a casarme contigo. ?Esta claro?, ?asi vas a dejar de llorar? -La nina lo miro, le sonrio de oreja a oreja y con su manito pequena se apodero del dedo pulgar de Alan sellando la promesa que el le acababa de hacer. Eduardo estaba tan emocionado al saber que su pequena hija estaba viva y aparentemente sana, que no presto demasiada atencion a lo que habia pasado entre Alan y la nina. Se agacho junto al nino y sonrio al ver a su pobre hija con los pelos parados como un puercoespin, sonriendole como si lo reconociera. Tenia los ojos y la boca demasiado grandes para ser una recien nacida, y estaba tan arrugada que parecia una anciana en sus ultimos momentos de vida, no un bebe recien venido al mundo. Pero a Eduardo esa sonrisa cautivadora lo hizo sentir el padre mas orgulloso del mundo, y sin sacarsela a Alan le pregunto. -Puedo cargar a mi hija. -Y bueno, pero no la vayas a tirar al piso y la vayas a dejar peor de lo que ya es. Si hasta parece un espantapajaros. Ella si que mantendria el maiz de mi abuelo sano hasta la cosecha - dijo Alan levantandose del piso cuando Eduardo le saco la nina de los brazos. Todo sucedio demasiado rapido. Amanda se precipito de la camilla para intentar arrebatarle la nina a Eduardo, mientras le explicaba que esa no era su hija. Insulto, pataleo y grito delante de los pueblerinos que le habian cambiado la nina, que alguien tan poco agraciada no podia ser su hija, y que la alejaran de su vista porque no podia mirarla. Las exclamaciones de los vecinos evitaron que los presentes vieran el gesto de dolor e indignacion de Eduardo ante las palabras de su mujer. Tampoco escucharon sus palabras: "Como puedes ser tan despreciable. Te prefiero lejos de nuestras vidas antes de que mi hija sufra las consecuencias de la frivolidad de su madre. No mereces ser madre de esta nina". Amanda cayo al suelo, la bata cubierta de sangre, pero lo que mas asusto a todos era el odio con que miraba a la nina.

  • ?Cual es tu historia? – Ana Paula Benitez de Ana Paula Benitez

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    Con el corazon roto, Cara, una escritora promedio, se dirige a la cafeteria en busca una dulce taza de te para aliviar su tristeza. Alli se encontrara con Albert, un anciano con quien forjara una gran amistad y de quien aprendera sobre la vida, el amor y la muerte.

  • Pifias matematicas de Matt Parker

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    ?Que hace que un puente se tambalee cuando no estaba previsto que fuera asi? ?Como es posible que miles de millones de euros se esfumen en un instante? ?O que un edificio tiemble cuando una clase de gimnasia que salta al ritmo de una determinada cancion iguala su frecuencia de resonancia? La respuesta a todas estas preguntas son las matematicas. O, para ser mas exactos, lo que sucede cuando las matematicas fallan en el mundo real.

  • La posada del viajero, Armando Rodera de Armando Rodera

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    Cantabria, finales del siglo XIX. Tras la inesperada muerte del cabeza de familia de los Abascal, su viuda e hijos deberan sacar adelante una pequena posada de viajeros, en el corazon de la villa marinera de Suances.

  • Nunca juegues con fuego(Insaciable 1) de Isabella Marin

    https://gigalibros.com/nunca-juegues-con-fuego-insaciable-1.html

    Una chica rota. Una sencilla norma: prohibido amar. Un hermoso desconocido empenado en cambiarlo todo.

    Robert Black : Abogado. Playboy. Acostumbrado a ganar siempre, por la sencilla razon de que se le da muy mal perder. Un hombre intimidante, aunque no lo bastante como para cohibirla a ella.

  • Libelulas Azules (Ethan Bush 3) de Enrique Laso

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    LA NOVELA DE LOS RECORDS. MILES DE LECTORES EN TODO EL MUNDO

  • Sangre De Reyes de Alvaro Minero Calvo

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    principio del pasado a nieve descendia del cielo lentamente sobre los cansados pinos y abetos. Los osos se aletargaban Ljunt o a sus crias bajo pequenas madrigueras para pasar la etapa invernal. Las hormigas se habian preparado para este momento recogiendo grano durante todo el ano; el invierno habia caido sobre la region y el reino de Fosfor se preparaba para tan duro periodo... El mundo de Argentor estaba en calma. Los magos servian en las cortes de poderosos reyes. Miles de aventureros buscaban tesoros en lugares llenos de temibles bestias. Los gremios de elfos artesanos, sabedores de la forja magica, creaban las armas con las que se harian grandes hazanas o se cometerian los mas terribles crimenes. Parecia que el mundo avanzaba hacia una era de paz y armonia que en verdad inquietaba a todos y cada dia se hacia menos creible, pero dejemonos de detalles sin importancia. Esta historia comienza conmigo y mi maestro Granis, mago de la corte del rey Argeos, con quien fui a entrenar a los Montes de Pontos, al norte de Fosfor. La luz del ocaso se reflejaba en la llanura desplegando vivos colores de un otono que ya estaba agonizando, los conejos se escondian ya en sus madrigueras ante la inminente salida de las bestias nocturnas, y una tenue brisa acariciaba 8 los montes como la mano de una madre sobre su recien nacido. Construimos una pila llena de ramas y hojas secas e hizo un gesto con su baston mientras decia: !SEGLORUM FATUA PIRA!, y de pronto unas llamas salieron de sus manos creando un vivo fuego, el cual devoraba las hojas y ramas secas por segundos. --Joven alumno, este hechizo lleva generaciones en mi familia, hace milenios se lo entrego un descendiente del mismo rey al que sirvo yo ahora a mi antecesor en una epoca oscura para el mundo --dijo con un tono que invitaba a mil preguntas. --?Una epoca oscura para el mundo? --dije con los ojos iluminados por el reflejo de las llamas y sus palabras. --Veo curiosidad en tus ojos. Esta historia que te contare implico a todo el mundo conocido, a multiples reinos, luz y oscuridad. Solo quedan algunos libros que la contengan, y pocos son los monumentos de aquella epoca los que han llegado a nuestros dias. --!Maestro! Acorta los preambulos, por favor, que no quiero dormirme antes de que cuentes una historia asi --dije entre risas y viendo su evidente enfado en el rostro. --!Seras insolente! --exclamo propinandome un golpe en el cogote--. Las grandes historias van seguidas de grandes preambulos, si no , no merecen ser contadas, pero de todas formas comenzare a relatarla: Hace milenios, hombres y seres magicos convivian en paz en un mundo lleno de las mas nobles razas que nunca se llegaran a imaginar. 9 Estaba dividido en multiples reinos y territorios sin conquistar; los reinos humanos Crecia y Fosfor, los unicos bastiones donde la raza humana habia logrado sobrevivir y prosperar; los reinos subterraneos de Arcram y Livlinzor, coaligados entre los enanos y las aguilas por una antigua guerra, y el reino elfico de Astratia, conocido por su forja y sus habiles arqueros. En oposicion existian los reinos oscuros, como el de los orcos, Altroth, conocido por ser un reino formado por bandidos y mercenarios; el reino de los elfos oscuros, llamado Lilith, que segun la leyenda su fundadora y primera reina se llamaba asi; y el reino alado de las manti coras, Hordone, formado por esas temibles criaturas astutas que se aliaron con los orcos para tener mutua proteccion. Por aquella epoca estaban en paz y armonia pero... un archimago elfo echado de la corte del rey de Astratia por experimentar con elfos para sus fines invoco al Dios de la muerte Zagmahor, senor de los no muertos, para vengarse del reino elfico. Para su mala suerte necesitaba para venir a este mundo el horrendo dios necesitaba el cuerpo y la conciencia del archimago para poder vivir. Tomo su cuerpo, y de las entranas de la tierra salia un olor putrefacto; la tierra rezumaba sangre que tomaba formas. Miles de ojos rojos con cuerpos negruzcos nacieron de esta, y una nueva raza fue creada. Serian conocidos con miedo posteriormente por el nombre de <>, por no contener ningun tipo de organo en su interior. Formado ya el ejercito de Zagmahor fue a atacar Astratia. El reino elfico, sorprendido por tan terribles criaturas, perdio la batalla rapidamente, pero logro repeler 10 a Zagmahor y a los huecos al recibir la ayuda militar de los reinos humanos y subterraneos. Zagmahor entonces, junto a su ejercito, comenzo a conquistar a los reinos oscuros uno a uno para asegurarse su apoyo y atacar de nuevo; los orcos, los elfos oscuros y las manticoras estaban ahora bajo su mando, y la guerra entre los reinos oscuros y los reinos llamados <> tomo proporciones magnificadas por la cantidad de sus contendientes. Los cinco reyes, mediante la magia arcana e lfica, crearon con su sangre magica un ser de increible poder de apariencia femenina a la que llamaron <>. Esta lucho contra Zagmahor y fue el unico ser que logro penetrar su piel, pero no consiguio matarlo del todo, sino que lo sello en cinco reliquias. Acabado Zagmahor, los reinos oscuros no tenian razones para luchar, y se retiraron rapidamente, mientras que los huecos vagaban por el mundo sin proposito, como espectros silenciosos. Las cinco reliquias se escondieron en los cinco reinos; cada una custodiada por un rey. Pero anos despues, el rey de Crecia, Arthos, por sus ansias de conquista, ataco al reino de Fosfor, siendo este conquistado; pero la reliquia que alli se custodiaba desaparecio en el asalto, y el su rey junto a varios ciudadanos supervivientes lograron huir a las montanas, formando en un lugar apartado del mundo que nadie conoce un nuevo Fosfor. --Por esta noche es suficiente, mi insolente alumno. El resto deberas investigarlo en la biblioteca del castillo por 11 haberme interrumpido --dijo mi maestro en tono burlon mientras apagaba el fuego. --Pero maestro, no me deje con las ganas, que fue un error inocente y sin importancia... --le pedi mirandole insistentemente. --No se hable mas. Si tanto quieres saberla, leela en la biblioteca del castillo; el libro se llama como la chica de la leyenda, <>. --Como usted diga, maestro... --Ya podria ser usted mas razonable --dije entre murmullos por lo bajo. El maestro se metio en la tienda mientras yo me quede mirando al cielo, maravillado; una infinidad de luces, la oscuridad sin fin, la luna llena brillando en el firmamento incesante desde el principio de los tiempos; miraba esto con tanto asombro como miedo, y me fui a la tienda pensando en la historia que me acababa de contar. Ilusionado, dormi esa noche pensando en que descubriria la continuacion al dia siguiente. 12 Capitulo 2 Investigando el pasado or la manana pusimos rumbo al castillo, y fui corriendo a la biblioteca de este sin demorarme mas, pues ya habia esperado demasiado. P Ya que mi maestro dijo que era una historia bastante olvidada y que solo quedaban unos pocos libros, fui a la parte mas antigua de tal reserva de libros. Se respiraba el polvo en el aire acumulado durante decadas, centenarios o quizas mas tiempo. Las pilas de libros se erguian imponentes; pilares no solo de libros, sino de recuerdos acumulados durante tanto tiempo que no se sabe como llegaron a aquel lugar. Alli me encontraba yo, buscando uno entre miles. Fui hasta la zona de libros de historia general del mundo, y mientras buscaba, me choque contra un hombre. Era bastante alto y corpulento, de raza elfica y cabello totalmente blanco. Al chocarme, cayo un libro desde lo alto de la estanteria, y el elfo lo cogio evitando que me cayera encima. --Lo siento, senor, disculpeme --dije avergonzado por el ruido que habia formado y el tropezon. --No pasa nada muchacho, pero ten mas cuidado. Ha podido caerte esto en la cabeza... Mmm… <>..., la primera vez que veo este titulo. Bueno, voy a ponerlo en su sitio. --!No, senor! !Es el libro que estoy buscando! --grite sin darme cuenta del alboroto que estaba formando. --Chico, ?no te enseno tu maestro que no se debe hablar alto en una biblioteca?, esta juventud de hoy en dia es demasiado energica... Bueno, aqui tienes el libro --dijo con 14 un tono replicante parecido al que habia escuchado apenas el dia anterior. --Perdoneme... Gracias por ayudarme --dije despidiendome del amable elfo y yendo a una de las mesas donde leian los magos. Abri el libro, y mas o menos por la mitad estaba donde me dejo en ascuas mi maestro el dia anterior. Comence a leer. Capitulo 3 Robando el secreto del mal an pasado mil anos desde esa fatidica epoca, y la reliquia de Fosfor sigue perdida. Un saqueador ha He ntrado en el templo de la diosa de la guerra, Armette a la cual la gente daba tributos para mantenerla dormida y asi evitar las guerras como la de hace mil anos. Aquel hombre, sabiendo esto, fue a robar esos tributos, y se adentro en el templo. Era una construccion labrada en la roca, al fresco. Ingentes columnas de varios metros de alto adornaban la entrada, y dos enormes estatuas de la diosa custodiaban la puerta. El interior del templo se construyo aprovechando una cueva que no se sabe cuando se formo. Los tributos estaban en la parte mas profunda de esta, en el altar de la diosa. El saqueador era un humano de una altura moderada, ni muy alto ni muy bajo, con ojos de un azul misterioso, casi hipnotico, y el pelo largo con un tono color castano que recordaba al color de las hojas secas que caen en otono. Una pequena hada le seguia a todas partes, con ojos ambarinos, largas alas y pelo de un cian brillante que nada tenia que envidiar al azul de las profundidades del mar; su nombre era Barsine. 15 Los dos recorrieron el camino durante varios minutos y el piso algo blando en el suelo, eran excrementos. --Mmm... Excrementos... Son tan grandes que tengo miedo a lo que me tenga que enfrentar... --Tranquilizate amo... Se que lo haras bien, con la suerte que tienes... --rio la burlona hada entre carcajadas. Despues de caminar unos minutos mas, vieron varias luces; habia antorchas, y al final del camino se vislumbraba una gran placa de piedra adherida a la pared de la cueva. Era el final del camino. Corrieron hasta quedarse delante de la placa y el leyo lo siguiente: Si a ofrecer un tributo a la diosa Armette venis, bien recibidos sereis; pero si lo que buscais es robar los presentes que le han sido encomendados a la diosa, lo lamentareis, pues un terrible custodio hasta la muerte la protege. Avanzad, sea cual sea vuestro proposito, golpeando la zona en donde este mensaje ha de acabar. Vieron al final del mensaje una extrana marca en forma de media luna, y empujandola hacia adentro, esta se hundio, y la placa de piedra fue retirada lentamente abriendo el camino hacia una gran sala. La sala era ovalada, la pared estaba ornamentada con frescos de criaturas mitologicas, grifos, driades, elfos, ents... Y al fondo se veia una gran arca de piedra levantada por dos estatuas de la diosa como la de la entrada. Las estatuas recreaban a la perfeccion la imagen de una mujer de cabellos largos llegandole estos hasta la cintura, con una cimitarra en una mano, y la otra sosteniendo tan valiosa carga. El rostro estaba tan perfectamente esculpido, que 16 pareciera que se fuera a mover en cualquier momento, y detras de estas, al fondo, los frescos esculpidos en la pared acababan en la escultura de un horrendo monstruo. Media unos tres metros de alto. Tenia la cabeza de un gallo, una lengua viperina sobresalia de entre su intimidante pico, y un monstruoso cuerpo escamado como el de un reptil, con dos garras acabadas en alas similares a las de un murcielago. Por debajo de esta escultura, en el pedestal sobre el que se encontraba ponia: <>. Esta tenia dos enormes ojos rojos, y al acercarse al arca se escucho una voz prominente de las estatuas. --?A que has venido, mortal?, ?a rendir un tributo a Armette?, ?o quizas a... robar...? !Responde, humano! -- dijo una de las estatuas con tono de superioridad. --Yo... he venido a… !saquear todo cuanto contiene esa arca! --confeso el saqueador, llevado por la avaricia al ver los tesoros que contenia el recipiente. --!Que asi sea, estupido humano! !Acepta tu muerte con desesperacion como lo unico que sacaras de aqui! --dijo la otra estatua con una voz violenta y alterada, llena de odio. La estatua del monstruo empezaba a desmoronarse, y esos rojos ojos comenzaron a emitir un brillo cegador. El saqueador pestaneo solo un instante, y al abrir los ojos, se encontraba su cara a escasos centimetros de la de un verdadero basilisco. --!Amo, el Basilisco! --grito Barsine sobresaltada al ver a la temible bestia tan cerca. 17 El saqueador podia notar la respiracion de la bestia encolerizada. Esta fue a darle un zarpazo, y este, sabiendo que todo lo que tocara el basilisco se convierte automaticamente en piedra, instintivamente saco un gran panuelo de su mochila y cubrio su garra en el momento en que este iba a desgarrarle. Instantaneamente el panuelo se convirtio en piedra, y el hombre corrio rapidamente a por una antorcha para poder ver a la bestia mejor. Esta estaba golpeando su garra contra el suelo para romper aquel colgajo de piedra, se le ocurrio una idea al verlo; si todo cuanto toca se convierte en piedra, llegando incluso el efecto a quien la empuna... Debia atacarle con un arma hecha desde un principio con ese material. --Entra, Barsine, aqui estaras mas segura. --!Pero amo...! --dijo sin darle tiempo a acabar de hablar, ya que la metio en la mochila. Saco de ella dos mantas larguisimas y un pequeno baculo con la punta verde; lo alzo, y comenzo a recitar un extrano hechizo. --!Sigillum quinque portas! Este brillo con intensidad, y salieron de el dos esferas verdes que entraron en las mantas. El basilisco se abalanzo sobre el saqueador, y este dio una voltereta por el suelo, pasando por un hueco sin cubrir por la bestia. Entonces lanzo las dos mantas sobre el inmenso cuerpo, terminado en la cola del basilisco. Automaticamente estas se convirtieron en piedra, y el hechizo surtio efecto, haciendo que fueran selladas al suelo, aprisionandolo a la fuerza. 18 Entonces, el saqueador le lanzo la antorcha y este ardio entre las llamas mientras trataba de zafarse y sacudirselas de encima. El audaz hombre blandio el baston y golpeo la mano de una de las estatuas de Armette, dejando caer una pesada cimitarra petrea. A duras penas lograba empunarla e hizo acopio de todas sus fuerzas para correr hacia el basilisco en llamas, y rajandole en canal del pecho hasta la misma cola, tino el ovalado recinto de una pequena capa sanguinolenta al tiempo que este soltaba su ultimo aliento en un agonizante grito desgarrador. --Maldito monstruo... Me has dado mas problemas de los que pense, pero nunca te atrevas a menospreciar la inteligencia humana, porque eso ha sido tu fin --dijo en tono triunfante el ladron. --Ahora sal Barsine, ha pasado el peligro. ?Has estado comoda? --pregunto sarcasticamente mientras la sacaba. --?Tu que crees? Amo, no sabes tratar a las damas con delicadeza... --replico mirandole a los ojos algo aturdida. Fueron directamente hasta el arca. Golpeo las dos manos de las estatuas que la sostenian, y esta cayo al suelo, rompiendose el recipiente y esparciendo por la sala su valiosa carga. --Por fin... Mi ansiado tesoro... !Ja, ja, ja! --rio avaramente entre carcajadas. Vio joyas de reyes que esperaban no guerrear con sus vecinos, adornos de mujeres que temian perder a sus maridos en la batalla, y toda clase de objetos valiosos dejados alli por distintas razones, pero sus ojos se posaron especialmente en 19 un anillo color azabache con tonos rojizos que despedia un brillo hipnotico, y se lo puso. Al salir del templo abrio su bolsa antes llena de trapos viejos y alguna que otra arma, y ahora repleta de joyas. Se le ocurrio una idea, iria a la corte del rey y venderia cada joya por el doble de su valor a los nobles del castillo. --Barsine, vayamos a Crecia a estafar a los nobles, nos haremos ricos... con nuestra propia fuerza... --dijo con tono melancolico recordando un desagradable recuerdo, y con esta ambiciosa idea en la cabeza pusieron rumbo hacia el unico territorio humano que quedaba. Debian pasar por el camino de las ondinas1 para llegar hasta Crecia, un peligroso paso que corta en dos el gran lago Ondeon. Prosiguieron el camino, y detras de las montanas de Bordemir, que es donde se encontraba el templo, se extendia un amplio valle que daba al lago. La verde hierba adornaba todo el valle dando sustento a las cabras de los pastores que pasaban. El alegre piar de los pajaros parecia alejar el horror de la batalla pasada, y unos metros mas adelante del camino, junto a un frondoso roble, habia un gran carro con dos caballos; uno blanco, 1 . Las ondinas son moradoras de lagos y mares, terror de pescadores y viajeros. Son una variedad de ninfas, con un cuerpo femenino azulado o verdoso, con los dedos de las manos y pies palmeados, las orejas puntiagudas como los elfos, y los cabellos rubios o verdes. Cuenta una vieja leyenda que las ondinas no poseen alma, y la unica forma de encontrarla es casarse con un humano y tener con este un bebe; pero en consecuencia, son mas sensibles al dolor y los celos, por lo que suelen asesinar a sus maridos ahogandolos, al ser capaces de crear corrientes de agua.

  • Por cada pecado hay un pecador (Pecado 2) de Katy Evans

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    Jugue con su fuego... y me quemo para siempre Para mi, Malcolm era un encargo mas. Debia desvelar su verdadera identidad, sus secretos mas oscuros, pero el corazon se impuso a la razon y, pronto, cai en el pecado. Malcolm es como una droga para mi, y yo soy adicta a el. Ahora que la verdad ha salido a la luz, ?volvera el hombre mas codiciado de Chicago a confiar en mi? Descubre el desenlace de la apasionada historia de amor de Malcolm y Rachel

  • Habitos atomicos de James Clear

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    HABITOS ATOMICOS parte de una simple pero poderosa pregunta: ?Como podemos vivir mejor? Sabemos que unos buenos habitos nos permiten mejorar significativamente nuestra vida, pero con frecuencia nos desviamos del camino: dejamos de hacer ejercicio, comemos mal, dormimos poco, despilfarramos. ?Por que es tan facil caer en los malos habitos y tan complicado seguir los buenos?
    James Clear nos brinda fantasticas ideas basadas en investigaciones cientificas, que le permiten revelarnos como podemos transformar pequenos habitos cotidianos para cambiar nuestra vida y mejorarla. Esta guia pone al descubierto las fuerzas ocultas que moldean nuestro comportamiento
    -desde nuestra mentalidad, pasando por el ambiente y hasta la genetica- y nos demuestra como aplicar cada cambio a nuestra vida y a nuestro trabajo. Despues de leer este libro, tendras un metodo sencillo
    para desarrollar un sistema eficaz que te conducira al exito.

  • El papa multimillonario y la ninera de Mia Ford

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    Aparque en el garaje, me di cuenta de que mi marido Sean estaba en casa y sonrei. Ultimamente trabajaba tanto en su empresa de arquitectura que parecia que no nos veiamos nunca, pero me decia a mi misma que eso nos ayudaba a vivir en esta preciosa casa en la mejor zona de Boston y lo dejaba pasar. Me mire en el espejo y me humedeci el brillo de labios tras retirar mis rizos negros con una mano. De un salto, entre en la espaciosa cocina y grite su nombre. --?Sean? --No hubo respuesta, y mire un momento a mi alrededor, preguntandome si estaria en su despacho. Yo trabajaba en la guarderia de un hospital, atendiendo a los ninos que estaban ingresados, y ese dia me habian dejado irme antes de tiempo como agradecimiento por haber trabajado horas extra. Todavia no tenia hijos, asi que intentaba ayudar a los que si los tenian, ya que disfrutaba cada momento de mi trabajo. Me moria de ganas por empezar a intentar tener un bebe a los veintitres anos, pero Sean parecia querer esperar. Deje caer mi bolso sobre la encimera y me dirigi hacia las escaleras que llevaban a mi habitacion. Iba a ver si estaba Sean, y si estaba ocupado, siempre me quedaba la enorme banera del bano del dormitorio principal para relajarme un rato. Estaba subiendo las escaleras y me dirigia a mi habitacion cuando escuche algo procedente del despacho situado en el extremo opuesto del pasillo. Me lami el brillo de mis labios carnosos con nerviosismo mientras giraba a la izquierda para caminar hacia la intimidante puerta cerrada. Gire el pomo lentamente, abri la puerta de un empujon y vi a Sean mientras se follaba a una mujer rubia que parecia al menos cinco anos mas joven que yo en el futon que el habia querido tener alli. Se suponia que era para descansar de estar tanto tiempo sentado en su escritorio mientras trabajaba, aunque ahora sabia la verdad. --Supongo que deberia alegrarme porque no esteis en nuestra cama. --Mi voz era extranamente calmada, aunque sentia que mi vida se desmoronaba ante mis ojos. Sean dio un salto, apartandose de la chica mientras me miraba con ojos sorprendidos, revelando que esa chica era efectivamente joven. No adolescente, pero quizas en los primeros anos de la universidad. Sean tenia treinta y cinco anos, una edad en la que uno pensaria que ya habia superado esta etapa de su vida. Llevabamos dos anos casados y yo creia que eramos felices. Estaba muy equivocada, y senti la rabia dentro de mis venas mientras me di la vuelta para salir de la habitacion. Sabia que Sean y yo habiamos terminado, ya que no habia manera de que pudiera perdonarle por esto, y mucho menos de que actuara como una esposa para el. Mi mente divagaba mientras me preguntaba que iba a hacer. Sean me mantenia bien, y la guarderia era simplemente un trabajo voluntario para mi, ya que me dijo que no queria que trabajara cuando nos casaramos. No termine el colegio porque era joven y tonta, y en cambio elegi empezar una relacion tumultuosa con un chico malo porque era atractivo y excitante. Era una pena que lo interesante a menudo significara criminal y abusivo, por lo que me tranquilizo el hecho de haber salido viva de la relacion y sin ser arrestada por nada de lo que hizo Brad. Entonces tenia diecisiete anos y me contuve hasta que conoci a Sean, que estaba asentado y estable. Lo consideraba aburrido en algunos aspectos, pero, sin embargo, Sean me trataba bien y me prometio un buen futuro. Nos casamos cuando yo acababa de cumplir veintiun anos. Estaba feliz y muy ilusionada con mi futuro, que seria diferente al que habria vivido con Brad. Mis padres estaban encantados y vinieron desde Mendocino para asistir a la boda, seguros de que habia encontrado al hombre perfecto para mi. Que equivocados estabamos todos. Entre en la cocina y saque el vino de la nevera, mirando el vicio que utilizaba para relajarme por la noche antes de acostarme. Justo entonces, lo abri y di un gran trago para intentar calmar mi mente y ordenar mis aceleradas emociones. Imbecil. Sean estaba con esa perra estas noches cuando yo creia que estaba trabajando. Estos pensamientos me hicieron beber otro gran trago. --Celia, no crei que estuvieras en casa --dijo Sean mientras yo respiraba lenta y controladamente. --Obviamente. ?Cuanto tiempo lleva esto? --pregunte mientras me giraba para mirarlo, observando su pelo castano oscuro y sus preciosos ojos azules. Ahora parecian arrepentidos, y entrecerre los mios marrones. --Seis meses. La conoci en un hotel cuando tenia una reunion con un cliente para un nuevo proyecto, y las cosas simplemente sucedieron --dijo Sean mientras miraba al suelo--. Se mudo aqui hace unos tres meses. --?Se mudo aqui? Vaya… ?cuando pensabas contarme esta nueva parte de tu vida? --pregunte mientras me miraba fijamente durante un momento. --Pronto. Celia, estoy enamorado de ella. Queremos estar juntos. --Habia bebido mas vino antes de dejar la botella sobre la encimera de granito--. Quiero la casa. --Puedes vivir en cualquier parte, Sean. Tienes un trabajo. ?Recuerdas cuando me dijiste que no querias que trabajara? -- pregunte mientras las lagrimas de rabia resbalaban por mis mejillas. --A Brittany le encanta la casa --me dijo mientras yo cogia el vino y lo lanzaba hacia el, encontrando gracioso el hecho de que se estrellara contra la pared color mostaza que habia a su lado--. Jesus, Celia. --Me vas a pagar un hotel hasta que se me ocurra algo --le dije mientras pasaba junto a el para ir al dormitorio a recoger algunas cosas.

  • La Torre de Daniel O'malley

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    <>. Asi comienza la carta que Myfanwy Thomas tiene en las manos cuando despierta en un parque de Londres sin ningun recuerdo de su identidad y rodeada de cadaveres. Las instrucciones que le ha dejado su antiguo yo la conducen hasta una agencia secreta al servicio de Su Majestad para la que supuestamente trabaja con el alias de <> investigando casos <>; por ejemplo, gente que se cuela en suenos ajenos, ninos letales o personas que poseen varios cuerpos y que pueden suponer una amenaza sobrenatural para el Reino Unido. Para colmo, pronto descubre otra amenaza inesperada: hay un topo en la organizacion que la quiere muerta. Pero ?como detectar al traidor entre un monton de nuevos companeros a los que podria decirse que ha olvidado? Rebosante de suspense y humor, La torre constituye un debut literario desvergonzadamente imaginativo que encandilara a los seguidores de las novelas de espias con una buena racion de misterio y elementos sobrenaturales. Proximamente Lionsgate producira su adaptacion televisiva para Starz.

  • Que dia mas bueno de Ayelet Waldman

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    Un mes en la vida de una mujer, escritora, esposa y madre de cuatro hijos que busca la estabilidad depositando sobre su lengua dos gotas de LSD.

  • Su ultimo suspiro (Tracy Crosswhite 2) de Robert Dugoni

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    Tras resolver el misterio del asesino de su hermana, la inspectora Tracy Crosswhite retoma su labor policiaca.

  • El misterio de las cuatro cartas de Sophie Hannah

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    Hercules Poirot se encuentra con una mujer muy enfadada esperando a la puerta de su casa: le exige saber por que motivo le ha enviado una carta acusandola del asesinato de Barnabas Pandy, un hombre a quien no conoce y que aparentemente fallecio por causas naturales. El problema es que Poirot no le ha enviado ninguna carta y, ademas, tampoco conoce al Sr. Pandy. El desconcierto es total cuando el investigador belga descubre que en su salon le espera un desconocido que tambien afirma haber recibido una carta firmada por su puno y letra esa misma manana y, sorprendentemente, tambien lo acusa del asesinato de Barnabas Pandy. ?Cuantas cartas mas de este tipo se han enviado en su nombre? ?Quien las ha enviado y, sobre todo, por que? Y mas importante aun, ?alguien asesino a Barnabas Pandy?

  • Las balas perdidas de Alicia San Miguel

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    Ni siquiera sabia la posicion en la que debia ponerse ese folio para seguir las instrucciones de montaje. En esos momentos, no le importaba; era mas importante estar inmerso en la adrenalina del momento que en pensar que pasaria si montaba mal esa bomba. <>, se dijo para si. Ekain, estaba serio, entornaba los ojos y apretaba los labios. Ojos rasgados color caramelo, labios finos, boca pequena y nariz aguilena. No era guapo, tampoco feo, menos aun corpulento. Un tipo del monton. En una mesa, el folio con varios dibujos. Cada dibujo iba acompanado de un numero. En otra mesa, cada pieza necesaria para ensamblar ese puzzle de mierda con el que se estrenaba. Tiros si, bombas no. Hoy era el dia. Unio cada pieza con precision, paso a paso, sin prisa; ni siquiera le importo la curiosidad de sus dos companeros, que, expectantes, le observaban como envidiando el momento. --!Hostia, Ekain! !La vas a liar muy gorda, tio! --le dijo el tipo que, nervioso, fumaba sin parar. Ella, la que estaba a su lado tambien mirando, le golpeo en el hombro, acompanando el gesto con una picara sonrisa de satisfaccion--. !Me caguen la hostia! --Si no nos explota esta mierda en las manos, seguro que si --le contesto Ekain sin levantar la mirada de las piezas que seguia ensamblando--. !A ver como cojones lo bajamos al coche sin que nos vean y sospechen! --exclamo. --Eso es facil --dijo ella--. Esta noche, de madrugada, acercamos el coche a la campa de ahi detras, y como si nos estuviesemos tomando unas birras y fumando unos cigarros la vamos acabando de montar. --!Esta Olga es la rehostia! --volvio a exclamar el tipo con excitacion y simpleza. Ella sonrio satisfecha--. Y el coche, ?que? ?Cuando lo plantamos alli? --!Relajate, Zuri, joder! --le llamo la atencion Ekain--. Estas de los nervios y eso no nos conviene a ninguno, ?vale, tio? Zuri se mantuvo callado ante las palabras de su amigo. Ekain dejo lo que estaba haciendo y se acerco a sus companeros. Olga se habia levantado y volvia con unas cervezas; Zuri, aun sin decir nada, le ofrecio un cigarro; el lo cogio, tranquilo, sin dejar de mirar el folio de la mesa. --Esta noche la dejamos montada y manana por la manana, cuando el barrio este lleno de gente, dejaremos el coche aparcado donde hemos pensado --les indico Ekain tras dar un buen sorbo a la cerveza. Callo unos segundos y, tras mirarlos varias veces y apretar los labios, prosiguio--: Zuri, tu iras en la moto por si algo se complica. Aun asi, solo para controlar que nadie me para, porque yo volvere en bus --Trago saliva y espero a que Zuri asintiese--. No es buena idea que nos vean juntos. Olga, tu encargate de los billetes de autobus. En tres dias maximo salimos de aqui. Manana, a las veintiuna y treinta, nos vemos en el bar de siempre, como si nada hubiese pasado, como cada dia de los que estamos aqui. Ekain Alzaga, de diecinueve anos, Zuri Garmendia, de dieciocho, y Olga Larralde, de veintiuno, brindaban con sus botellines de cerveza, esperando que cayese la noche para acabar de fabricar un caballo metalico mas danino que el mismisimo caballo de Troya. --Yo tengo hambre --comento Zuri mas tranquilo. --Vamos a comer algo entonces --contesto Ekain dandole un golpe en la espalda y apagando el cigarro en el cenicero lleno de colillas. Olga seguia sonriendoles satisfecha. I 19 de febrero de 1992 Estaba agobiado de tanto autobus. Por la manana, habia dejado el coche en el lugar previsto, con la complicacion de que el pensaba que su peso hacia que fuese muy dificil de conducir, pero no era cierto, el coche aguantaba ese peso sin dificultad. Cada semaforo era una pesadilla, pensando que, si el coche se paraba, al arrancarlo podia volar por los aires, algo imposible con ese tipo de explosivo. <>, se repetia. <>. Tras dejar el coche en una isleta sin urbanizar y utilizada como parking temporal, esquivo a la gente, ignorantes de lo que estaba ocurriendo y de lo que estaba por ocurrir, y volvio al piso. Tenia hambre, se hizo un bocadillo de chorizo y se bebio una cerveza. Lo comio tranquilo, esperando que sus companeros volviesen y ver que todo estaba organizado. Olga fue la primera en llegar. Era una mujer atractiva. Su pelo negro, tez canela, ojos marrones y facciones marcadas le otorgaban una imagen de mujer dura y distante que no se alejaba de la realidad. Tras echar un buen polvo, Ekain y Olga se ducharon tranquilos y sin mucha conversacion. Zuri no tardo; estaba nervioso, excitado y sus pocas neuronas no le ayudaban en disimular con naturalidad. Ekain lo sabia e intentaba calmarle dandole tareas faciles y que le mantuviesen ocupado. Zuri no habia tenido una vida facil. Su padre habia estado entrando y saliendo de prision desde que el era un nino. Era un chico enclenque sin ningun tipo de atractivo y totalmente manipulable. Se pasaba el dia mordiendose las unas y era imposible mantenerle sentado durante mucho rato. Su mirada parecia siempre estar perdida y su rostro paliducho, asustado. Era carne de canon para la banda. Habia llegado la hora y Ekain estaba de nuevo en ese autobus. Se bajo en la parada cercana al cruce. Frente a el, la calle por donde pasaria el furgon policial para dirigirse a la sede de la Jefatura Superior de Policia. Tenia buena visibilidad y no habia mucho margen de error. La calle paralela no le importaba demasiado y la que se situaba a su derecha tampoco, ya que la manera de huir de alli seria exactamente por donde habia venido. Respiro profundo y se encendio un cigarrillo. Eran las diecinueve horas y cincuenta minutos... Decidio entrar rapido a por un botellin de agua en el bar de al lado. Estaba casi lleno, pero todos estaban pendientes del partido que se jugaba y que el bar tenia sintonizado en su televisor. El volumen estaba alto, solo dos o tres hombres se voltearon para mirarle. En un barrio pequeno todos se conocen, y Ekain, estaba claro, no era de por alli. Nunca se molestaria en saber si gano el partido Espana o la Comunidad de Estados Independientes, por todos conocida como Rusia. Pago el botellin y volvio a su posicion. Veia el coche a la perfeccion; el furgon policial se veria obligado a hacer el stop que estaba unos metros antes. Esos segundos le darian el suficiente tiempo para presionar el boton del mando, en la posicion correcta y en el momento perfecto. Todo apuntaba a ser un exito. Eran las veinte horas y cinco minutos... Se sentia tranquilo y sabia que era cuestion de minutos que apareciese la puta furgoneta. !A ver como sacaba el el mando sin que nadie le viese! El furgon policial bajaba despacio, en direccion al stop del cruce. Los dos policias charlaban tranquilos, deseando hacer el cambio y acabar el turno. En la radio, de fondo, se escuchaba el numero uno de esa semana, Un pedazo de cielo, de Luz Casal. A ellos no les gustaba mucho el futbol y no tenian el canal deportivo sintonizado. Dos hombres normales, con una vida normal e ilusiones. Uno recien llegado al cuerpo de policia, otro acercandose a la puerta de la jubilacion. Ekain giro la cabeza a su derecha, el furgon hizo el stop y dejo pasar a un par de coches. Retomo lentamente la marcha. Ekain, metio la mano en la parte interna de la cazadora. Hacia frio, pero el no lo sentia. Estiro la antena sin pensar que alguien pudiese verle. Los segundos se hacian largos. El furgon seguia avanzando. El furgon llego a la altura del coche aparcado y Ekain pulso el detonador. <> II El estruendo fue brutal. Veinticinco kilos de amonal, treinta y cinco kilos de metralla y una onda expansiva que arraso con todo lo que habia a su paso. Ekain no espero para ver los resultados de su obra. Entre la gente, los gritos, la confusion y la oscuridad, se alejo en direccion contraria. En casa averiguaria si esos dos policias habian muerto por una causa que, en ocasiones, ni siquiera el entendia. Su causa, sus ideas, sus convicciones... Tiros si, bombas no. Hoy habia sido el dia. Los noticieros no tardaron en hacerse eco de lo sucedido: <> Muchos edificios se habian visto afectados, las casas de al lado, de enfrente, del otro lado; pequenas casas de trabajadores que no habian aguantado una onda expansiva inesperada. A menos de cincuenta metros, un colegio y un instituto, vibraron y respiraron tranquilos al encontrarse vacios cuando recibieron el impacto cercano. A la hora del suceso, se encontraban fuera del horario escolar. Calles anegadas de miedo y sumidas en la oscuridad de la incertidumbre. El barrio de la Albericia tenia su historia. En su dia, el barrio albergo el primer aeropuerto de la region cantabra, inaugurado en mil novecientos diez y que tuvo su mayor auge durante la guerra civil espanola !Incluso tuvo una fabrica de aviones! Sus hangares, su torre de control, sus festivales aereos, el recuerdo mohino de albergar a la legion condor alemana o la recuperacion del trafico aereo civil, habian sido olvidados y sustituidos por el espanto y la destruccion. Pero tenia su historia... !mucha historia! El primer partido de futbol de Cantabria se jugo alli; su hipodromo, dio luz y diversion a la aristocracia nacional del siglo XIX; la pista de aterrizaje, anos mas tarde, se convertiria en una avenida, la del Deporte, ya que los terrenos se habian sustituido por un gran complejo deportivo. Tambien se ubicaba a escasos metros, la jefatura superior de policia de Cantabria... punto clave para borrar en unos minutos la historia de un barrio, y sustituirla por un recuerdo lacerante. !Tenia mucha historia! En la zona del suceso, asimismo se encontraba la sede de uno de los periodicos locales. Parte de sus instalaciones tambien se habian danado. Uno de los periodistas acudio raudo al lugar de la explosion. Alli, entre el amasijo de hierros, el polvo en el aire y el olor a muerte informo como pudo de lo sucedido.

  • Vencedora de Lesley Livingston

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  • Atenazada de Jorge Borges

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    Bridget era una chica dura.
    De las que pueden darte una paliza.
    Con cazadora de cuero y botas de pinchos.
    Pero su mundo era muy oscuro. y peligroso.

  • El sol como disfraz de Pedro Sorela

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    <>

  • Mi cenicienta XL. Diez anos mas tarde de Myrian Gonzalez Britos

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    ?Quien no se acuerda de "Mi cenicienta XL?"Diez anos pasaron desde entonces y Patricia sigue tan loca como de costumbre, pero esta vez tiene otras aliadas: sus hijas. La vida de casada no podia ser mas divertida y a la vez llena de aventuras.?Te perderas esta deliciosa historia de amor y locura?

  • Los senores del humo de Claudio Cerdan

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    Esta novela negra llega a las librerias avalada por el aplauso de los mayores expertos, criticos y escritores.

  • Necromania de Claudio R. Negrete

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    La historia argentina y las noticias diarias demuestran que existe una
    cultura muy arraigada con relacion a la muerte y en particular a los
    muertos. Este libro reune los casos, las pruebas y las historias mas
    asombrosas; desmonta rumores y releva testimonios para armar este
    rompecabezas tan apasionante como tenebroso.

  • Corazones encadenados de Maria Ramon Box

    https://gigalibros.com/corazones-encadenados.html

    Kirian Mitman, agente de la policia de Baltimore, siempre fue alguien impredecible. Su vida ha sido un eterno embrollo de problemas y salidas bastante peligrosas, y no se iba a quedar atras esta vez. Sintiendo como unas cadenas de acero le unen al pasado sin dejarle avanzar, Mitman se ve envuelto en un remolino de dificiles aventuras, pero no por ello menos excitantes, cuando emprende la mision de su vida. Alli se ve las caras con su peor enemigo y el narcotraficante mas buscado del estado, Asher Rudd. Pero no solo se encuentra con el, sino que se topa con una pequena chica de ojos palidos que hace que su vida de un giro de 180o. ?Podra superar Kirian todos los obstaculos o quedara encadenado al pasado como siempre lo ha estado?

  • Abril en Curazao de Betina Shabliko

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    Ambientada en la paradisiaca isla de Curazao, Abril tendra que rehacer su vida y superar equivocos y prejuicios. Y es que, a veces, los caminos mas accidentados son los que nos llevan al mejor puerto.

  • Vuela conmigo de Katariina Tammert

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    Laura, azafata de vuelo, comienza una prometedora carrera en la aerolinea mas importante del pais a la vez que empieza a formar parte de un complicado triangulo amoroso. Este la llevara a hacerse las preguntas mas profundas sobre su identidad y sobre lo que busca en la vida. Mientras aparecen las respuestas conocera a hombres que le descubriran patrones transgeneracionales ocultos, pero muy presentes en su familia. Entre tanto el camino se le ira revelando cargado de viajes, fiestas, glamour, aventuras y alegria.

  • Phoebe, una mujer indomita de Pilar Lepe

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    Phoebe, vive con sus tres hijos y un padre invalido en Portreath, un pueblo minero ubicado al norte de Cornualles. Ella es viuda, y sola se ha hecho cargo de su familia, por lo cual tiene un caracter fuerte y desconfiado.
    Colby, es un conde, un hombre fino acostumbrado a la buena vida y a las malas costumbres.
    Huyendo de su ultimo desliz, se ve envuelto en un naufragio, y es asi como llega literalmente a los pies de esta mujer, cuando ella y sus hijos esperaban la llegada de los arenques.
    Las chispas saltaran entre ellos, porque desde el principio el desprecio sera mutuo. Y a pesar de que a su alrededor todos quieren que estos dos se entiendan, ellos no haran nada por facilitar las cosas: Phoebe es una mujer dificil, y por el contrario, Colby quiere que todo sea facil.
    Sin embargo, gracias a una solida promesa hecha por Colby, tendran que comenzar a limar asperzas, porque de lo contrario el futuro que les espera, sera todo, menos feliz.

  • Protegiendo su secreto de L.a. Pepper

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    Protegiendo su secreto - La segunda oportunidad de un multimillonario

  • Cambia tu vida en quince minutos: Meditacion, Samantha Sanchez Miralles de Samantha Sanchez Miralles

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    Este libro surge a raiz de unas meditaciones colectivas que se realizaban en mi casa y donde por unos minutos, cada semana, un grupo de amigos nos dedicabamos a respirar y a pensar en positivo, siguiendo las ensenanzas de la Universidad de la Unidad.
    Mi mama, que es mi gran maestra espiritual, se unio a la idea de plasmar en este humilde libro lo que haciamos cada semana, y hemos trabajado juntas en este proyecto desde el comienzo.
    Asi, inspiradas y alentadas por mi mentora Maria Elena Barrios, a quien desde estas paginas, enviamos tambien todo nuestro agradecimiento, pretendemos recoger aqui, de manera sistematica, nuestra rutina de meditacion, dedicando cada semana a un chakra, tal y como se detalla mas adelante.

  • Un lugar al que escapar de Sophie Saint Rose

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    Charlene suspiro mirandose al espejo con el cepillo de dientes en la boca. Dios, no se podia ser mas patetica. Cogio el cepillo de dientes y se froto con fuerza arriba y abajo pasandose la mano por sus rizos rubios. Ya no tenia corte, ni nada. Estaba hecho un desastre. Se paso la mano por la cara y puso los ojos en blanco al ver un grano al lado de la nariz. Escupio en el lavabo y abrio el grifo enjuagandose la boca. Cogio la toalla del colgador y se la paso por la boca incorporandose. Al menos seguia teniendo los ojos verdes. Eso era lo unico que no habia cambiado en su vida en el ultimo ano. Tirando la toalla al suelo, salio del bano y se rasco la barriga por encima del pijama de cuadros que llevaba puesto desde hacia una semana. Estaba claro que habia entrado en zona roja. Atraveso el apartamento que estaba hecho un desastre y se sintio aun mas culpable si eso era posible, pero decidio ignorarlo como todo en su vida para ir hasta la cocina y abrir la nevera. Gimio tapandose la cara al ver que estaba vacia. Cerro de un portazo y susurro --Para eso inventaron el servicio a domicilio. El telefono, que debia estar debajo de los cien periodicos que tenia sobre la mesa del estudio, empezo a sonar, pero Charlene hizo como si no lo hubiera escuchado, escogiendo uno de los menus de los restaurantes de la zona que tenia colgados de la puerta de la nevera. --Chino... japones...--Paso el dedo por los menus y entrecerro los ojos al ver una nota escrita por ella misma que decia "!Espabila de una puta vez!" Cogio el post it y lo arrugo tirandolo por encima de su hombro. --Italiano. No es lo mejor para desayunar, pero de todas maneras ya tienes el estomago hecho una mierda... Busco su movil y cuando lo encontro se dio cuenta que no lo habia cargado en varios dias. Quizas tenia que haber contestado al telefono. Encogiendose de hombros se dejo caer en el sofa y marco el numero del restaurante. Veinte minutos despues estaba comiendo espaguetis a la carbonara sentada en el sofa viendo la tele. El programa de la manana era de lo mas aburrido, pero a falta de otra cosa... Llamaron a la puerta y gruno sin moverse. Seria el casero para decirle que su patetica vida acababa de empezar y que lo que habia vivido hasta ahora era un juego de ninos. Despues le pegaria una patada en el culo, echandola del apartamento por deberle dos meses. --!Charlene! !Abre la puerta! No era el casero. Era aun peor. Su prima. Se arrastro fuera del sofa y dejo el envase sobre la mesa de centro antes de ir hacia la puerta y abrir. Su perfecta prima Rubi, con su perfecto bebe en brazos, la miro de arriba abajo horrorizada. Se volvio y camino por el pasillo para volver a sentarse en el sofa, mientras Rubi miraba el apartamento sin poder pronunciar palabra, a la vez que entraba el carrito del nino y cerraba la puerta.

  • En sus ojos de Ambar Mansilla

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    ?Puede una persona que solo quiere morir salvar a otra que solo quiere vivir?

  • Quemada de Carmen Gracia

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    Quiza el sistema electrico de la zona habia fallado o el aire acondicionado se dano por fin (recordo que tenia dias planeando para llevarlo al servicio tecnico), lo cierto es que esta noche hacia mas calor que de costumbre. Pero, mas alla de eso algo mas se asomaba en el ambiente. ?Acaso es humo lo que huelo? Veronica termino de despertar cuando su cerebro lanzo una alarma de emergencia. No estaba del todo lucida y ademas la falta de aire la tenia un poco mareada. El corazon le latia sin parar y estaba segura de que su tension arterial danzaba por las nubes. Su cama se habia convertido en un horno o una paila del infierno, las cosas pintaban muy mal y la desesperacion no la dejaba pensar claramente. Tenia que hacer algo enseguida. Cuando abrio los ojos por completo se vio rodeada de humo. Trato de salir, pero, una explosion de llamas entro cuando abrio la puerta de su habitacion, Ella dio dos pasos hacia atras y cayo sentada en el piso ahora mas desorientada que antes. Se toco la cara, creia que se la habia quemado, pero, gracias al cielo, solo fue el calor lo que la alcanzo y no las llamas directamente. Ella nunca habia sentido este tipo de miedo, hoy quiza podria morir. Realmente estaba muy cerca de eso y el solo pensarlo hizo que Veronica se quedara paralizada del miedo. En su mente buscaba la manera de salir de este problema, pero, las soluciones no eran las correctas. Debia clamarse primero para poder pensar claramente, pero, justo ahi estaba el problema. No podia clamarse sabiendo que no tenia tiempo para ello. Escuchaba las llamas abriendose camino entre la casa. El fuego parecia susurrar algo macabro, algo que la llamaba a ella, era como si estuviera arrinconandola, como un torero a su bestia, la iba desangrando poco a poco hasta dar el golpe final, ese que acaba con las luces y las sombras, ese que deja los sabores y las visiones. La muerte estaba detras de su puerta y no lo podria evitar. Quiza es mejor quedarse quieta. No puedes luchar contra algo tan grande. Moriras, de eso debes estar segura. Veronica se acurruco mientras se alejaba de las paredes, con su espalda empujo la cama y quedo casi en el medio de la habitacion. Sola y con las lagrimas bordeandole la cara. Por su mente pasaba una pelicula de su vida, recordaba muchos momentos que vivio y otros que deseaba vivir, estaba en una encrucijada de sentimientos. Penso en todas las metas que tenia por delante y ademas estaba muy joven para morir y mucho menos de esa manera. Metio la cabeza entre sus rodillas y se tapo la cabeza con las manos. Era la unica forma que tenia de protegerse en aquel instante, aunque por un momento penso que se habia rendido y estaba esperando o peor en cualquier momento. Mas alla del ruido propio del incendio se empezaron a escuchar unas voces y quiza algo similar a unas sirenas. ?Sirenas? ?Bomberos? Una leve esperanza surco la mente de Veronica y ella levanto la cabeza, pero, justo cuando lo hizo todo comenzo a darle vueltas y penso que si no era las llamas lo que la mataban, seria toda la cantidad de humo que estaba ingiriendo en ese momento. Pero, a pesar de todo el mareo y lo confundida que estaba, podria jurar que escuchaba voces y cada vez mas cerca. Si, definitivamente eran voces. Estaba mareada, pero no loca. Alguien gritaba algo... Eran como instrucciones... No. Estaban llamando. Si, eso era. La puerta se abrio de un golpe y la luz de la habitacion se torno naranja y rojiza, eran las llamas que entraba a devorarla. Pero, habia algo mas. Una figura grande aparecio con un casco y un traje amarillo que se podria ver a kilometros de distancia. Ella no estaba segura si era verdad lo que estaba viendo, quiza ya el humo surtia un efecto alucinogeno en ella. Ana mano fuerte la asio por un brazo y la levanto sin ningun tipo de problemas. Veronica era una mujer delgada y de baja estatura, por lo cual se hizo tan facil manejarla en aquel momento. Aun no estaba segura si lo que estaba viviendo era realidad o un sueno, lo cierto es que la mujer se aferro de la espalda de ese hombre lo mas fuerte que pudo y luego todo se puso negro. Veronica se habia desmayado.

  • Mama de Jorge Fernandez Diaz

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    Mama es un clasico de la cronica narrativa argentina, que hoy tambien se lee como el empeno de la mujer moderna contra las dolorosas acechanzas del mundo.

  • Once escandalos para enamorar a un Duque de Sarah Maclean

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    En retrospectiva, la senorita Juliana Fiori deberia haber recapacitado sobre cuatro acciones de aquella noche. Para empezar, tendria que haber ignorado el impulso que la llevo a desatender el baile de otono de su cunada para aventurarse en los jardines de Ralston House, un lugar menos empalagoso, mas fragante y mucho peor iluminado. En segundo lugar, deberia haberselo pensado dos veces cuando el mismo impulso la llevo a adentrarse en los lobregos senderos que bordean la mansion de su hermano. Y en tercero, deberia haber regresdo al interior de la casa en cuanto tropezo con lord Grabeham, completamente ebrio, que se mantenia en pie a duras penas y expelia comentarios poco caballerosos. Pero no deberia haberle golpeado. No importaba que la hubiera atraido hacia el y la hubiera obligado a oler su aliento calido y apestoso, a whisky nada menos, ni que sus labios frios y humedos hubieran buscado torpemente el arco de su mejilla; ni siquiera que sugiriera que iba a disfrutarlo tanto como lo habia hecho su madre. Las damas no golpean a la gente. Al menos las damas inglesas. La senorita Juliana Fiori observo como el supuesto caballero gritaba de dolor y sacaba un panuelo del bolsillo para cubrirse la nariz y manchar de escarlata el inmaculado lino blanco. Paralizada, sacudio la mano distraidamente para deshacerse del escozor mientras el miedo la consumia. Aquello saldria a la luz publica. Se convertiria en un <>. Y no importaba que el susodicho caballero lo mereciera. ?Que otra cosa podria haber hecho ella? ?Permitir que la maltratara mientras esperaba que un salvador apareciera entre los arboles? Era mas probable que cualquier hombre que estuviera en el jardin a aquella hora de la noche fuera otro acosador y no un salvador. Pero acababa de confirmar todas las habladurias. Jamas podria ser uno de ellos. Juliana levanto la vista hacia el dosel que formaban los arboles. Hacia tan solo un momento el susurro de las hojas por encima de su cabeza le habia prometido un respiro de las destemplanzas del baile. Ahora el sonido se mofaba de ella, como el eco de los suspiros que brotaban de los salones de todo Londres cuando pasaba por delante de ellos. --!Me ha golpeado! --El grito del hombre gordo fue demasiado alto, nasal e indignado. Juliana se llevo su palpitante mano a la cara para apartarse un mechon suelto de la mejilla. --Si vuelve a acercarse, recibira mas de lo mismo. El hombre siguio mirandola fijamente mientras se limpiaba la sangre de la nariz. El enfado que reflejaban sus ojos era evidente. Conocia ese sentimiento. Sabia que significaba. Juliana se preparo para lo que venia a continuacion. Pero el sufrimiento fue el mismo. --Se arrepentira de esto. --El hombre dio un paso amenazador hacia ella--. Le hare creer a todo el mundo que me lo rogo. Aqui, en el jardin de su hermano, como la fulana que es. Un dolor penetrante se instalo en su sien. Sacudiendo la cabeza, Juliana dio un paso atras. --No --dijo, e hizo una mueca ante el espesor de su acento italiano, el mismo que llevaba tanto tiempo intentando dominar--. No le creeran. Sus palabras sonaron vacias incluso para ella. Por supuesto que le creerian. Lord Grabeham leyo el pensamiento en sus ojos y derramo en la noche una risotada furiosa. --No puede imaginar que la creeran. Apenas legitima. Tolerada solo porque su hermano es un marques. Es imposible que crea que el va a confiar en su palabra. Al fin y al cabo, no es mas que la hija de su madre. La hija de su madre. Por mucho que lo intentara, aquellas palabras eran un bofeton imposible de esquivar. Juliana alzo el menton y se cuadro de hombros. --No le creeran --repitio, deseando que su voz se mantuviera estable-- porque nadie puede imaginar que me sienta atraida por usted, porco. Lord Grabeham tardo unos segundos en traducir la palabra del italiano al ingles, en procesar el insulto. Pero cuando lo hizo, la palabra cerdo quedo suspendida entre ambos en las dos lenguas. Grabeham alargo hacia ella una mano rolliza de dedos como salchichas. Aunque era mas corto de estatura que ella, compensaba la diferencia con la fuerza bruta. Sus dedos se clavaron en su muneca con una fuerza que prometia dejarle moretones. Al intentar zafarse de el retorciendo el brazo, Juliana noto una quemazon en la piel. Contuvo el dolor y actuo por instinto, agradeciendo a su creador haber aprendido a pelear con los chicos en los arenales de Verona. Su rodilla salio propulsada hacia arriba, contactando con precision y crueldad con su objetivo. Grabeham emitio un alarido y aflojo la mano lo suficiente para que ella pudiera liberarse. Y entonces Juliana hizo lo unico que se le ocurrio. Echar a correr. Levantandose los faldones de su brillante vestido verde, atraveso los jardines evitando en todo momento la luz que se filtraba por los ventanales del enorme salon, sabedora de que ser descubierta corriendo en la oscuridad resultaria tan nocivo como acabar en las zarpas del odioso Grabeham... quien se habia recuperado con alarmante presteza. Podia oirle avanzar pesadamente detras de ella a traves de un seto particularmente espinoso, resollando a grandes bocanadas. El sonido la espoleo e hizo que traspasara velozmente la puerta lateral del jardin que daba acceso a las caballerizas que colindaban con Ralston House, donde una serie de carruajes esperaban en una larga fila a que sus propietarios los reclamaran para regresar a sus domicilios. Juliana tropezo con algo afilado y dio un traspie. Detuvo la caida con las manos sobre el empedrado, se las arano al tratar de recuperar el equilibrio. Se maldijo a si misma por la decision de quitarse los guantes al salir del salon; por engorrosos que fueran, la cabritilla le hubiera evitado unas cuantas gotas de sangre aquella noche. La puerta de hierro se cerro detras de ella, y Juliana vacilo durante una fraccion de segundo; el sonido podia atraer la atencion de alguien. Una rapida mirada en derredor le hizo descubrir la presencia de un grupo de cocheros absortos en una partida de dados en el otro extremo del callejon; ninguno de ellos mostro el menor interes por ella. Al mirar hacia atras, vio como la mole de Grabeham avanzaba hacia la puerta. Era como un toro embistiendo el capote; tenia pocos segundos antes de ser corneada. Los carruajes eran su unica esperanza.

  • Antagonia de Luis Goytisolo

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    Con su colosal envergadura, Antagonia constituye sin duda una de las mas altas cumbres de la narrativa espanola. Saludada desde muy pronto como una obra maestra, los extraordinarios alcances de esta novela permanecen desconocidos aun para muchos lectores por los malentendidos a que dio lugar su publicacion original en cuatro entregas. De ahi el valor de esta nueva edicion, que ofrece por fin la novela tal y como debio ser percibida desde un principio: como un todo indisociable. Empieza Antagonia haciendo el <> de la vida de Raul Ferrer Gaminde hasta el momento en que apuesta por vivir como escritor. Se sumerge luego en su vida como tal, en sus notas y borradores, en sus suenos y fantasias. En contrapunto con ello, se vuelca una mirada distanciada sobre Raul y su mundo, para desembocar en Teoria del conocimiento, la novela escrita por el propio Raul. Novela de una novela, Antagonia propone una de las mas profundas indagaciones que jamas se hayan emprendido sobre la creacion literaria. <> (Guillermo Cabrera Infante). <> (Pere Gimferrer). <> (Rafael Conte).

  • Almas Salvajes de Elizabeth Hay

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    GUERRERO, SIRVIENTE, ENEMIGO Y AMANTE.
    En medio de la lectura del testamento de su esposo la extrana aparicion entre los nuevos bienes heredados de un cilindro antiguo con pistones y un sobre que resguarda una postal llena de simbolos druidicos y transcripciones en una lengua extrana datado de hace un ano atras, a su nombre con la figura de un leprechaun y en su reverso un autentico acertijo en clave, hacen que la racional Brianna O'Connor, psiquiatra y agnostica se embarque en una aventura peligrosa que condicionara el resurgimiento de entre las sombras de una antigua orden secreta. El periplo de Brianna en la busqueda de respuestas la llevara sin remedio a Glasgow donde confluira su pasado y su presente cuando conozca al enigmatico y hermetico Niall Jonsson, un criptologo historiador islandes especialista en la cultura celta.

  • Sin titulo y otros cuentos de Theo Pollak

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    Sin Titulo y otros cuentos, es un conjunto de relatos interconectados con un cierre final que te pone los pelos de punta. Se destacan el conocido cuento : “Explicacion cientifica de como Gregorio Samsa se convirtio en un terrible insecto” como la hilarante “Monografia de Leonardo”, ganador de varios concursos de cuentos. Ademas, podemos ver el relato “Alibaba”, Construccion linguistica intraducible , que podriamos bien hermanar a las iniciativas del grupo Oulipo, del cual sus epigonos Georges Perec y Raymond Queneau, son muy queridos por el autor. Pero tambien se podra revisar el espeluznante relato : “El asesinato de la chica Telcel” que refleja hechos del Mexico del ultimo tiempo. Una realidad amenazadora que marca una reflexion sobre la violencia y los terribles hechos de la vida cotidiana en este pais . Por otro lado, veran un protagonista inmaterial que trasunta cada historia : la ciudad de Berkeley, California. Y si parafraseamos a un personaje del autor : “Y Berkeley que tiene que ver ?”. Todo.

  • Las ninas muertas de Cancun de Javier Chavez Ataxca

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    Los cadaveres de dos ninas gemelas son descubiertos en Cancun; es septiembre de 1988 y este paraiso juvenil del Caribe mexicano se prepara para el ataque destructor del huracan Gilberto. En esas horas de panico la abuela de las pequenas hace un hallazgo doloroso que detona otro crimen, mientras el asesino tiene en la mira otra nina indiscreta, amiga de las gemelas.
    A la investigacion en el pantano se suma Toribio Marquez, un soldado en retiro que tiro a matar en la masacre estudiantil del dos de octubre de 1968. Montserrat Valdivia es la directora de la Policia Judicial en un polo turistico inocente en esos anos por su imperceptible carga de crimenes, hasta la aparicion de los primeros cadaveres infantiles con la senal de la cruz.
    Inspirada en episodios reales, Las ninas muertas de Cancun se desarrolla en las etapas juveniles de este polo turistico del Caribe mexicano, cuando los crimenes ocurrian en otros rumbos parasitados por la maldad que hoy nos inunda.

  • Alianzas (Shadowboy 3) de Adrian Henriquez

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    Daniela Ivanir es miembro de uno de los comandos mas temidos del mundo, el famoso Sayeret Matkal. Reclutada por el Mossad para convertirse en la nueva Medusa, la joven es sometida a mas de veinte cirugias plasticas para transformarla en una hermosa pero letal modelo.
    Como agente del Mossad, entrenada en el arte de seducir a hombres y mujeres, la Medusa descubre la conexion entre Lucia Mendoza (nieta del Shadowboy, uno de los espias mas buscados desde la Guerra Fria) y Nikita Sokolov.
    Sokolov encabeza la lista de los diez principales enemigos de Israel.
    Desde Tel Aviv se monta una de las operaciones mas ambiciosas del servicio secreto israeli. Tratar de acercarse al Shadowboy para usarlo como carnada con la intencion de atrapar a Nikita Sokolov.

  • Nenita de Tania Sexton

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    Corre la decada de los cincuenta, y para una muchacha como Barbara no va a ser facil salir adelante. Solo tiene quince anos, es inocente, buena y con una belleza deslumbrante, y lo unico que desea es trabajar y ganarse su sustento para poder abandonar la casa de su tia y evitar que su tio la seduzca o, mucho peor, la viole.
    Manuel Oliveira es un viudo de casi cuarenta anos, comprometido con una bella mujer y dueno de esa casa donde Barbara va a pernoctar, gracias a su amiga Natalia. Y cuando la conoce, a pesar de quedar prendado por la belleza de esa preciosa cria, ni se le pasa por la mente que el vaya a perder la cabeza por una muchacha que es mas joven que su propia hija.
    Ese mundo que el controla con mano ferrea dara un giro total, haciendo que se comporte como nunca lo habia hecho, sin importarle el dano que pueda causar y sin calibrar las consecuencias que tendra en un futuro.

  • Terra Alta de Javier Cercas

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    Un crimen terrible sacude la apacible comarca de la Terra Alta: los propietarios de su mayor empresa, Graficas Adell, aparecen asesinados tras haber sido sometidos a atroces torturas. Se encarga del caso Melchor Marin, un joven policia y lector voraz llegado desde Barcelona cuatro anos atras, con un oscuro pasado a cuestas que le ha convertido en una leyenda del cuerpo y que cree haber enterrado bajo su vida feliz como marido de la bibliotecaria del pueblo y padre de una nina llamada Cosette, igual que la hija de Jean Valjean, el protagonista de su novela favorita: Los miserables.

  • No me mires asi de Chris M. Navarro

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    Andrea Palacios es una joven musico, hija de famosos, que esta acostumbrada a tenerlo todo en la vida. Aburrida y sola, vive la vida sin limites, hasta el punto que a veces ni se da cuenta ni sabe donde poner el freno. Guapa y perfecta, tambien acostumbra a tener a cualquier hombre que desee.
    Una noche de fiesta extrema se acuesta con un companero de la banda de musica y, colocada y borracha, a la manana siguiente apenas puede recordar. El problema es que su amigo ha sido asesinado de forma cruel y sanguinolenta y el cadaver esta en su cama.
    El inspector Sandoval se da cuenta enseguida de como es Andrea, y si a eso le sumas que odia a todo aquel que consume drogas, crea una animadversion hacia la chica que la transtorna desde el primer momento, acostumbrada a que ningun hombre se le resista.
    Cuando las huellas de Andrea aparezcan en el arma homicida sus encantos no podran hacer nada para salvarse de una posible condena. ?Quien ha podido hacer algo asi? ?Quien quiere incriminarla?
    Una lucha por declarar su inocencia a la vez que una terrible atraccion hacia un policia que apenas la mira seran el detonante de esta novela romantica, erotica y con un entramado policial que te hara mantenerte en tension desde la primera pagina.
    ?Lograra Andrea demostrar su inocencia? ?Conseguira que su policia favorito sucumbe a sus encantos? Desde el momento en el que el inspector Ruben Sandoval pronuncie las palabras “No hay hombre que no te considere hermosa”, ella sabra que tarde o temprano caera en sus redes pero, ?cuando?

  • Una gran boda para Sofia de Carolina Paz

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    Alex y Sofia fueron los mejores amigos desde su infancia, hasta que, en su juventud, un acontecimiento rompio con aquella linda amistad.
    Cada uno tomo rumbo por separado para nunca mas saber uno del otro. Pero, anos despues, el destino los ha vuelto a poner uno en frente del otro.
    Ambos han cambiado, ahora son profesionales exitosos en sus vidas, pero aun asi guardan suenos y deseos ocultos. sobre todo Sofia.
    Ella, desde ya hace un tiempo, suena con el dia en que llegue su boda.
    Tiene todo friamente calculado. Una gran iglesia, un enorme vestido de disenador y muchos invitados a la recepcion, pero solo le falta un gran detalle.El novio.
    Sofia no tiene a aquel hombre que la espere en el altar mirandola con ojos enamorados y que, como en un final de cuentos de hadas, la haga su esposa.
    ?Sera que el sueno de tener una gran boda se hara realidad para Sofia?
    ?Que pasara cuando Alex entre nuevamente en su vida?
    Acompana a Alex y Sofia en esta aventura que es la vida, donde a veces, los deseos se vuelven realidad, pero tal vez en la manera que menos nos imaginamos.