• aeryn anders - Aeryn Anders

    https://gigalibros.com/conquistando-el-mundo-8211-aeryn-anders.html

    ?Puede un juego de guerras traspasar la pantalla e invadir la realidad?
    ?Que harias tu si la persona que mas detestas es en realidad la que mas te comprende y de la que estas enamorado sin saberlo?
    En Tenerife, durante un juego de clanes, surge una amistad que ira mas alla de la propia pantalla. Dos jugadores aliados en la conquista de un nuevo mundo sin saber que en realidad es su corazon y su propia historia de amor la que estan librando.
    Conquistando el Mundo no es simplemente una historia de amor imaginaria, es una historia de amor inspirada en hechos reales.

  • Libros y Ebooks de Aeryn Anders - Amazon

    https://www.amazon.es/Aeryn-Anders/e/B01NCKEU2O

    por Aeryn Anders, Ediciones LibroAzul · ( 63 ). 2,95 € 12,48 €. Un thriller que tardarás mucho en olvidar ¿Puede pesar tanto una decisión hasta el punto de ...

  • Aeryn Anders: Libros - Amazon.es

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    13 resultados · Tras tu rastro (SAGA BIANCHESSI nº 1) · VINDICTA: TRAS TU RASTRO II (SAGA BIANCHESSI nº 2) · Piero Cassavacchi: Fantasmas del pasado (SAGA ...

  • Página de la escritora Aeryn Anders en Escaparate Literario

    https://escaparateliterario.com/aerynanders/

    La bilogía de novela negra Tras tu rastro que se compone de: Tras tu rastro (2015) y Vindicta(2016). Novela corta de género romántico Conquistando el mundo ( ...

  • Sedienta | Aeryn Anders: Sinopsis del libro, opiniones ...

    https://www.tuquelees.com/libro/63868/sedienta

    Edna —una mujer para la que no existen límites— lucha por descubrir qué la llevó al estado en el que se encuentra tras aparecer desnuda y...

  • Sedienta de Aeryn Anders libro gratis pdf y epub - Hola ...

    https://www.holaebook.com/book/aeryn-anders-sedienta.html

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  • Libros gratis de Aeryn Anders - Hola Ebook

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  • Tumbas de Fuego, Aeryn Anders. myLIBRETO

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    La investigación policial y los acontecimientos relatados te enganchan de tal forma que resulta difícil soltar el libro. Una trama muy bien entretejida, sin ...

  • Sedienta by Aeryn Anders - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/43208325-sedienta

    Sedienta book. Read 7 reviews from the world's largest community for readers. LA NOVELA MÁS NEGRA Y DURA DEL AÑO NO APTA PARA TODOS LOS PÚBLICOS SIN...

  • Tú, mi salvación - Libros De Mario

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    Leer Libro Completo: Tú, mi salvación de Aeryn Anders | NOVELA ONLINE GRATIS.

  • TRAS TU RASTRO (Libro en papel)

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    TRAS TU RASTRO. BIANCHESSI I, AERYN ANDERS, 12,00€. ¿Puede pesar tanto una decisión hasta el punto de cambiar el rumbo de tu vida?

  • Legion de Brandon Sanderson

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    Tres novelas cortas y cohesionadas que tienen la psicologia como superpoder.

  • La ultima palabra de Juan Elias de Pau Freixas

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  • Encaje de dos orillas de Mirta Perez Rey

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    En esta novela, Mirta Perez Rey va bordando exquisitamente la distancia entre Espana y Argentina y despliega ante nuestros ojos las voces de estas mujeres inolvidables cuyas vidas, tan semejantes a las de nuestras tias, madres o abuelas, estan hechas con la misma madeja fragil y preciosa con la que se bordan los suenos.

  • Adios a Cinecitta de Julian Comas

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  • El verano de tu vida de Lucy Morton

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    Esto no puede estar pasando. !No puede estar pasando! Quiero gritar, quiero bailar, quiero irme a un karaoke, ponerme hasta arriba de mojitos y cantar toda la noche. En 24 horas, voy a casarme con el hombre mas maravilloso sobre la faz de la tierra y no puedo creer que una chica como yo, del monton, haya tenido esta suerte. Conoci a Martin en un pub de Nueva York al que solia ir con mis amigas cada viernes. Habia acabado de romper mi relacion de un ano y medio con un idiota llamado Joshua y lo unico que me apetecia esa noche era tener sexo sin compromiso con un completo desconocido. Queria arriesgar, necesitaba aventura y pasion. Me puse el vestido rojo. Si, ese vestido rojo, llamativo, ajustado, escotado y exuberante que todas las mujeres tenemos en nuestro armario, pero que no nos atrevemos a ponernos nunca. Llame a Charlotte, Pam, Lucy y Betty, que como siempre, vinieron corriendo a consolarme. Era una suerte poder contar con ella, no todo el mundo puede decir que tiene las mejores amigas del mundo. --!Menudo idiota! -dijo Charlotte, la mas pizpireta y alocada de todas--. !Por la solteria! --!Por la solteria! --gritamos todas al unisono. Excepto Betty. Betty, la mas modosita del grupo, el raton de biblioteca siempre con sus inseparables gafas de pasta y sus monos mal hechos, se limito a sonreir en silencio. --?Que pasa, Betty? --pregunto Lucy, una cascarrabias malhumorada, que a pesar de todo, soportabamos por sus siempre graciosos chistes. --Bueno, yo… --balbuceo Betty--. He conocido a un chico. Nos reimos y a continuacion, la bombardeamos a preguntas. Lo cierto, es que aunque me alegraba por la dulce Betty, no me apetecia escuchar lo bonito que habia sido su encuentro en el metro con un atractivo hombre con el que acababa de iniciar una relacion; tras otro fracaso personal que anotaria en mi agenda de relaciones amorosas. Gracias a mi distraccion, vi al hombre mas perfecto que Dios (si es que existe), creo. Oh, si… En ese momento crei en Dios y en los angeles que habian traido hasta la tierra a un Adonis de cabello castano, ojos rasgados de color azul y unos labios carnosos que desee desde el primer momento. No pude evitar mirarlo fijamente con descaro, mientras mis amigas seguian hablando con Betty sobre el tio del metro. El dejo de mirar al tipo barbudo que tenia enfrente para devolverme la sonrisa. !Que sonrisa! --Kate. Kate. Kate. !Kate! --chillo Pam--. ?Que te pasa? ?Donde estas? La voz chillona y aguda de Pam hizo que todos los presentes en el pub nos miraran. Me sonroje y en un ataque de valentia, me levante y fui hacia el Adonis que me habia robado el corazon desde el minuto uno en el que repare en su presencia. Claro que en vez de saludarle, me coloque estrategicamente entre el y su amigo y me apoye en la barra dirigiendome al atolondrado camarero, utilizando dos tacticas infalibles: Pechos y trasero. Trasero en pompa, pechos apoyados en la barra pareciendo mas tersos, redondos y deseables. El amigo barbudo del Adonis puso los ojos en blanco y se fue al bano. --Martin Logan. !Mi Adonis tenia nombre! --Kate Spencer. Sonrei picaramente ofreciendole mi mano. El la beso, como los galanes de Hollywood de la epoca dorada. --?Quieres algo? Yo invito --se ofrecio, caballeroso y amistoso. --Un Bloody Mary --respondi coqueta. Fue el inicio de la mejor noche de mi vida. Tal vez estuviera mal que dejara colgadas a mis amigas. Al fin y al cabo, habian quedado conmigo esa noche para consolarme y yo se lo pagaba, sustituyendolas por un hombre al que acababa de conocer. Y aunque en principio, lo unico que queria esa noche de noviembre era olvidar mis penas, ahogarlas en alcohol y tirarme a cualquier tio en el mugriento bano de un pub; acabe descubriendo que era verdad lo que mi abuela decia siempre: <>. Cinco anos mas tarde, las mariposas siguen revoloteando por mi estomago cada vez que estoy con el. Y hoy ademas, una mezcla explosiva de temblor en las piernas y un nudo de emocion en la garganta, han venido a visitarme para hacerme saber que al fin, unire mi vida con la del hombre al que amo. !Para siempre! En la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe. Reviso mi agenda. Quiero que todo este perfecto manana. Vestido y complementos listos, el restaurante, las flores, la iglesia, el menu, la tarta nupcial, los invitados… Martin se ha portado muy bien. Ha dejado que me quede sola en el apartamento que compartimos desde hace tres anos, y se ha ido a la habitacion de un hotel. Imagino que habra salido a celebrar la ultima noche de soltero con sus amigos, aunque prometimos que nada de "alocadas" fiestas en las que el hombre prometido acaba tirandose a la del streptease. No pasa nada, confio en el y se que no le van ese tipo de mujeres. Martin es elegante y refinado, cuidadoso hasta con el mas infimo detalle. A veces me pone un poco nerviosa que quiera tenerlo todo siempre tan organizado, pero hasta eso me gusta de el. Suena mi telefono, es Betty. Betty se caso el ano pasado con el tio del metro. Lo llamo asi porque soy muy mala para los nombres y no recuerdo como se llama. Y si, se que tal vez soy la peor amiga del mundo por no recordar el nombre del marido de una de mis mejores amigas. --?Todo listo, Kate? --pregunta entusiasmada. --!Si! He estado revisando las listas y todo esta preparado. --?Y Martin? --Supongo que en el hotel. No nos veremos hasta manana en el altar. !En el altar, Betty! !Oh, Dios…! Estoy tan nerviosa… ?Tu tambien estabas tan nerviosa? No lo recuerdo. Betty no se desprendio de sus gafas de pasta, ni siquiera enfundada en el bonito vestido de novia palabra de honor que llevo el dia de su boda. El tio del metro la miro embelesada como si fuera la mujer mas hermosa del mundo. Recuerdo haber envidiado esa mirada y haber deseado con todas mis fuerzas, que Martin me mirara asi el dia de nuestra boda. --Claro que si, Kate --dice riendo--. ?No lo recuerdas? Me temblaban las manos, Karl ni siquiera acerto a la primera al colocarme el anillo de casados. Eso es, Karl. Recordaria el nombre del tio del metro hasta despues de la boda. --?Quieres que quedemos? ?Se lo comento a las chicas? --propone. --!Claro

  • La venganza escocesa de Sabrina Jeffries

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    Lady Venetia Campbell regresa a su Escocia natal, tras muchos anos de ausencia, para asistir a un elegante baile de mascaras en el que un atletico enmascarado le dara un arrebatador beso que no podra olvidar. Pero su viaje a Escocia adquiere un giro dramatico cuando, al dia siguiente, el misterioso galan la rapta a punta de pistola. Se trata del peor enemigo de su padre, Sir Lachlan Ross, el propietario de la finca contigua a la suya y a quien Venetia recuerda como el apuesto joven por el que bebia los vientos de nina.Aunque con el tiempo, Ross se ha convertido en un hombre perversamente sexy y mucho mas peligroso.

  • Fin de la cordura de Claudio Hernandez

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    Si habia algo en que reflexionar y divagar bajo la luz del sol, era en su don. Aquello que le hacia ver cosas que cualquier otra persona no podia hacer. Su madre siempre le habia llamado <> y aquellas dos palabras resonaban una y otra vez en su cabeza como un gran mazo de roque. Hastiado algunas veces o preocupado otras, e incluso impresionado la mayoria de las veces, Peter habia encontrado un punto de inflexion que se parecia a un moco laxo sobre la superficie de la mesa. Entonces sonreia al pensarlo. Pero despues, mucho mas tarde, reflexionaba de nuevo y habia descubierto una cosa que era real: que tenia que soportar todo aquel peso sobre su cabeza. Una masa oscura, amorfa y que pesaba hasta que las sienes se abultasen como dos ojos queriendose escapar de sus orbitas. Entonces lo veia todo. Su mano era su cruz. El hormigueo en las piernas eran sus pisadas entre el barro horadado por las punteras de sus botas. El entumecimiento de la cara era como si millones de hormigas se arrastrasen con una migaja encima, por la piel aspera de Peter, y el miedo, eso que no tiene definicion o que posee muchas palabras; se escondia en el palpitar de su corazon que a veces se veia en la punta de la lengua como un alien resollando antes de escapar de alli. Era cuestion de tiempo que Peter Bray conociera su gran tragedia de sucumbir a su don. Enamorarse de quien quiza no debia y de no tener amigos que senalar con su dedo indice destartalado. Su campo visual se reducia a la nada ante tanta frustracion. El se sentia pequeno, a veces, pero la otra sensacion no la conocia. Simplemente habia oscuridad en un silencio absurdo, ominoso y a veces tetrico o perturbador. Lo que venia despues, era lo que mas derroche de materia gris le deparaba. Apretaba su puno o sencillamente deslizaba sus dedos sobre aquellas desgraciadas. Si, porque en Boad Hill, que se encontraba a menos de cuarenta millas de Portland, siempre iba a suceder. Y sucedio. Peter alzo la mirada hacia el astro rey y de pronto se cego como cuando salia del tunel negro, pero en esta ocasion ni el dolor ni las punzadas fluian por sus venas o sus sienes. En este momento solo sentia calor en sus retinas. Y siguio mirando hasta clavar sus ojos en aquella absurda bola broncinea que salia cada nuevo dia de un extremo de las montanas rocosas. Siempre de izquierda a derecha. Siempre salia. Y ellos o ellas, tambien lo hacian. 2 No muy lejos de alli, mas hacia el norte de Portland existia un pequeno pueblo llamado Road Mill. Unos 6.000 habitantes y todos aterrorizados por un coche que conducia solo, o eso era al menos lo que le decian al sheriff Banerman. --Si, estoy seguro --titilaba el anciano con su dedo artritico mientras senalaba a un vehiculo aparcado en la cuesta de Road Street--. Estaba oscuro, pero podia ver el siniestro brillo del volante. Al parecer era de cobre, bueno no, mentiria si dijera eso, creo que era de metal. Pero el maldito volante giraba solo o al menos yo no vi ni una jodida mano rodeandolo. Ni unos putos dedos oscilando sobre el. No habia nada. Se lo juro. El sheriff miraba hacia el suelo y preparaba algo de saliva en su garganta con un gorgoteo de un desague. Su corazon impasible, hacia juego con su templanza y cuando levanto la mirada le clavo los ojos en los acuosos cuencos del viejo. --?Que tal la ultima borrachera? --Jefe. Mireme. --El anciano habia abierto los brazos como si fueran a clavarle en una cruz--. ?Acaso usted, cree que este cuerpo puede soportar alguna misera cerveza? Sus ojos brillaban ahora. --He visto cosas peores --dijo Banerman agachando de nuevo la mirada. El suelo estaba alborotado. En realidad la tierra habria sido removida por las ultimas lluvias. Si, porque hacia dos dias habia caido la de dios, tal como lo dijo en su momento con toda la apatia del mundo. --Estoy seguro de ello. Como tambien estoy seguro de que odio hasta el agua. Solo bebo leche, ?sabe? Ese jodido coche de color anaranjado o quiza, rojo, se pasea por las calles a sus anchas, y ya van dos. --Si. Dos muertes sospechosas --afirmo el sheriff llevandose los dedos de sus manos detras del cinturon. Esa postura vaga y con los hombros echados para adelante le insuflaban una compostura demasiado, quiza, demasiado despectiva y desinteresada. Sencillamente, no creia nada. Pero esa noche el motor ronroneo de nuevo al final de una calle oscura, como si un gran gatazo estuviera durmiendo enroscado como una rosquilla amorfa. Hasta el suelo vibraba, y Joe, el joven de la escuela secundaria habia abierto los ojos como platos. Y despues volaron en un arco imaginario disparados como dos proyectiles brillantes. ?Pero que tenia que ver en esto Peter? Fue algo que sucedio entre el frio invierno y el otono, pero no del 2017, sino de cinco anos mas tarde. Ya era conocido en una region muy amplia en terreno, pero poco poblada, y su don habia dado que hablar, y mucho. Lo mas empatico de todo, o mejor dicho, asqueroso, era tocar aquellos fiambres reducidos a pingajos de carne y piel pegada en la arena o el asfalto. Y ver a traves de aquellos ojos despachurrados. 3 --Peter, mi colega de Road me esta pidiendo ayuda. El cree que soy yo quien resuelve todas las cosas en esta jodida ciudad, pero como ya sabes no es asi. El don solo lo tienes tu, eres capaz de… --carraspeo--… de… joder, eso es alucinante, pero el tipo quiere algo mas. --La voz de Burt Duchamp se habia elevado por encima del traqueteo de un camion destartalado que estaba cruzando en ese mismo momento el cruce del tren. Una llovizna cubria de barro el parabrisas como si docenas de pajaros se hubieran cagado sobre el liso cristal. Burt enarco una ceja en el silencio absurdo del momento y le dio tiempo a pensar que no siempre llovia a gusto de todos, y que de vez en cuando caia barro. Eran como las mierdas de un perro y en su fuero le dieron ganas de reir aunque sintio algo de rabia aun a pesar de que no era el quien limpiaria el punetero cristal. De eso se encargaba Jack. El mas tonto de todos. El cielo se ilumino como si una camara de fotos disparara un gigantesco flash cargado con millones de voltios, alla, en lo alto de las nubes que le miraban con aspecto desagradable, como si tuvieran los mofletes purpureos y estuvieran muertas. --No te entiendo Burt. ?Que es lo que pretendes decir? ?Crees que soy la bola de cristal de este estado? Oh, si, ya lo se: necesitas que le toque la mano a un fiambre, bueno --se quedo mudo un corto espacio de tiempo que parecio alargarse hasta el infinito mas absurdo e incomprensible durante el cual un ruido se colo en la distancia que les separaba a los dos y anadio--, tendre que tocar una hamburguesa que en el mejor de los casos, estara debajo de la lengua de un perro sarnoso y entonces… --Peter, ?como sabes esto? --le interrumpio la voz grave del sheriff. Peter se despego el telefono movil de la oreja con un caracteristico ruido que se asemejaba a un tapon de una botella. Lo miro como si en la pantalla hubiera un moco y se lo estampo de nuevo al oido. --Joder Burt. ?Estas borracho todavia? Reino otro corto espacio de silencio. --Oh, vaya --exclamo Burt creyendo que Peter le estaria viendo con su ojo dilatado a traves del altavoz del telefono. Y sintio incluso su aliento cerca de sus labios. Cerca del microfono del telefono. Su corazon palpito un par de veces y despues quiso detenerse, pero no lo hizo. Claro que no--. Son las pastillas de dormir --mintio. --Claro, y mi madre esta ahora a mi lado tejiendo un jersey de lana para mi. Burt deja la bebida o acabaras mal, pero que muy mal. Y para saber eso no hace falta mi don. Ya he estado dos veces en Road Mill, y encima me jodiste una cita con Ann. Ahora en el otro extremo de las ondas y con el paso a nivel alzado como un brazo senalando el oscuro cielo, Burt empezo a ver la primera llovizna que lo que hacia era empeorar las cosas sobre el cristal. Activo el limpia parabrisas y su vision se nublo como si horadara un banco de niebla, pero lleno de mierda. --No se trata de eso Peter. He tenido un descuido. Es que ya han pasado casi tres meses ya… --Si. Desde que tocara aquella sangre revuelta con el picadillo --acucio Peter que estaba observando la calle desde su ventana. Fuera, la luz estaba tenida de un marron claro, como si aquello fuera un lienzo viejo. --Bueno, el caso es que ha sucedido otra vez. --El coche sin conductor. Que bien --rezongo Peter observando en ese mismo tiempo como un cuervo se posaba sobre el cable de fibra optica que cruzaba la calle no tan laxa como quisiera, pues hacia viento y casi se mecia--. Ahora me voy a comer y despues lo vomitare todo alli. Claro, como soy el tonto de esta ciudad y el unico que puede ver ciertas cosas, siempre estoy dispuesto para lo que quiera el senor sheriff con sombrero de fieltro. Por cierto, el mas descuidado que he visto jamas, pero bueno, alli estare si lo prefieres. Total, vendras a casa a convencerme. Despues de esa perorata un trueno rajo el cielo en dos y el cristal de la ventana parecio blandirse ante una onda expansiva de un super heroe con la mano apuntando hacia el. El cuervo salio despedido del cable como si hubiera pisado un resorte. --Esta vez lo conseguiras Peter. Despues de que el cielo se partiera en dos y un resquicio de luz del astro rey lograra filtrase por la raja como si fuera un espectro o la iluminacion del mismo dios; Peter permanecio en silencio largo rato. Un minuto despues dijo que si. Y Burt colgo. El tono era largo y agudo.

  • In love con la tribu de Varios Autores

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    !!Ey, tribu!! Hoy tengo la magnifica ocasion de redactar el prologo de un libro que va a colarse directamente en vuestros corazones, chicas de la tribu. Si os digo que me siento feliz, me quedo, muy, muy corto... Porque formar parte de esta maravillosa aventura es todo un placer y un privilegio para mi. No me voy a repetir, ya que contamos con un magnifico prologo en "Tres jefes y una tribu", en el que la increible loquita de Janis Sandgrouse narro al detalle de donde partia la iniciativa de esta tribu, que se esta convirtiendo en todo un emblema. Ahora es ella quien junto con Jenny Del, Ariadna Baker y los proclamados por todas vosotras como jefes, esto es, Dylan Martins, Hugo Sanz y Manu Ponce se han puesto al frente de... ?Exactamente de que? Pues de un nuevo compendio de relatos agrupados bajo el atractivo titulo de "In love con la tribu", que nace del deseo de homenajear a las seguidoras unicas en las que todas y cada una de vosotras os habeis convertido. ?Y como? Pues de un modo ciertamente ocurrente; haciendoos protagonistas de unos emotivos y desternillantes relatos con los que sentireis que las horas no pasan, sino vuelan. Lo que os estoy comentando no es mas que parte del tributo que los tres jefes, en compania de sus tres inestimables companeras, han querido rendir a unas seguidoras que, libro tras libro, les brindan un carino y un apoyo incondicionales... Y eso, estareis conmigo en que, en los tiempos que corren, no tiene precio. Y hablando de no tener precio, tampoco lo tiene para mi el regalo que supone que, en los aludidos tiempos dificiles que estamos viviendo, los jefes hayan tenido la gentileza y la generosidad de abrirme las puertas de su mundo. Lo mejor de todo es que no creais que lo han hecho por aquello de tener un gesto altruista con el que ganar puntos ante el publico, ni mucho menos... En mi caso, os puedo asegurar que otra cosa no tendre, pero mi memoria es de elefante (suerte que es la memoria y no las orejas), y no os miento si os digo que me han tratado como uno mas desde que he puesto los pies en este grupo. Y eso, queridas, es muy de agradecer... Reflexionando, creo que es facil resumirlo en una idea; porque cuando estas acostumbrado a que la mediocridad y la competitividad imperen, que te echen una cuerda, por el mero hecho de que te subas a un barco en el que ellos ya surcan los mares de la literatura... yo no se a vosotras, pero a mi me pone los pelos como escarpias. Para mi esta andadura comenzo con un post que un dia me comentaron los jefes y a partir de ahi, !se lio parda! Bendito dia y benditos comentarios que hicieron que las chicas de la tribu tambien se fijaran en los libros de servidor y, !bingo! No solo los leyeron, sino que su apoyo tampoco se hizo de rogar. ?Lo que senti? !Un subidon de campeonato! Para que lo voy a negar si me llena de orgullo y satisfaccion... y eso que no soy el rey emerito. En resumidas cuentas, que unas entendidas de ese calibre en novela y comedia romantica me animaran de aquella forma, logro que me viniera arriba de una manera asombrosa (!!Por Dios, no me he vuelto un creido, me refiero a que ahora trabajo con animos renovados, jaja!!). Es por eso y, dado que los jefes me han dado voz (y no se si voto) en este embolado, que me quito el sombrero a la hora de entonar un GRACIAS A TODAS en nombre de ellos (que me han hecho el encarguito) y en nombre propio (que hasta nerviosito estoy de poder verbalizar un agradecimiento que, por mucho que intente extender, continua quedandose corto, repito). Por mi parte, agradecer tambien a Dylan, Manu y Hugo, la posibilidad de seguir creciendo al lado de tres colegas a los que admiro profundamente y de los que procuro aprender, atesorando la esencia de la escritura de cada uno de ellos, !ahi es nada! No es mi intencion ponerme demasiado empalagoso, ni esparcir azucar por encima de este prologo, pero es que yo, aqui donde me veis, soy muy sentido. Y lo que siento por los jefes y por las chicas de la tribu es algo muy profundo... Ea, pues ya lo he dicho, o no soy yo... "Admiracion" es otro termino que no quiero que se me quede en el tintero, porque es el que se me viene a la cabeza cuando pienso en la forma en la que estos tres fenomenos, a los que ya considero amigos, lidian en el terreno pantanoso de las redes sociales. A ver si me explico sin enrollarme como las persianas, que soy un poco tendente a eso. Vereis, chicas, yo tengo la suerte (o la desgracia) de ver los toros desde la barrera en ese aspecto. La razon es que cuento con otro trabajo que no me permite simultanear la escritura con ser activo en las redes, no me da la vida para tanto. !No me juzgueis, please! Soy hombre y creo que con dos actividades ya voy en coche... Vale que vosotras podeis hacer muchas cosas a la vez, pero no le pidais peras al olmo... Yo no puedo. ?Entonces? Pues si lo confieso, para lo que me queda algo de tiempo es para echar un vistazo en las redes y ahi... Ahi veo que nadan peces de todo tipo en sus aguas revueltas. Ahora mas que nunca, cobra especial importancia eso de que "a rio revuelto, ganancia de pescadores"; pero lo que no puede ser es que unos quieran beneficiarse del trabajo de otros, ensombreciendo la labor de un esfuerzo que a veces llega a ser titanico. Pues bien, voy al meollo de la cuestion; que los jefes ademas son maestros en sortear los obstaculos virtuales y en salir airosos de los ataques gratuitos, que para eso siempre hubo clases... Mas puntos para ellos y otros tantos para las chicas, que con tanta gracia y arte les echais tambien un capote, defendiendolos por cielo y tierra, demostrando que sois una pina... Una pina de la que, gracias a todos vosotros, ya me considero un pinon mas. Porque yo no soy uno de los jefes, vaya eso por delante, pero si un componente mas de un grupo en el que se me trata con un carino y un respeto valiosisimos. GRACIAS DE CORAZON a las chicas y a los jefes por demostrar la pasta de la que estais hechos. No cambieis nunca porque sois grandes y eso esta a la vista... Y lo que esta a la vista, senores y senoras, no necesita un candil. !!Besos y mas besos, chicas!! Y a vosotros tres... un abrazo tremendo, que sois pero que muy grandes. P.D. Que lo que la tribu ha unido, no lo separe el hombre. Aitor Ferrer Tribu, verano y Conil !Vaya coctel! Hugo Sanz A ellas, por formar parte de esta historia... Maria Macias, Paqui Galera, Emi trigo, Ericka Hernandez, Yury Salcedo, Andrea Grillo, Montserrat palomares y Tati Tati. Capitulo 1 Abri la ventana y constate lo que ya sabia; vivia en el mismisimo paraiso. Cadiz y verano, ?puede existir una combinacion mejor? El sol entraba a raudales en mi salon dandome la bienvenida a la vida. Y es que, sinceramente, acababa de resucitar. La noche anterior habia salido y mi cabeza era una amalgama de recuerdos y flases entre los que no sabria muy bien distinguir la realidad de la ficcion. ?Gajes del oficio? Pues igual si, que como escritor vivia entre esos dos mundos paralelos; el real y aquel al que mi mente me llevaba varias horas al dia. Y por lo que podia ver... tambien de la noche. Vale, vale, lo confieso, el alcohol tambien tuvo algo que ver en eso, pero tampoco estoy en el confesionario de Gran Hermano para tener que abrirme en canal de buenas a primeras, dejad que me caliente... en el buen sentido de la palabra. Rei pensando que menos mal que eso de "que me caliente" lo habia dicho para mis adentros, y no en nuestro grupo de Facebook "Amor, erotismo y libros", en el que tantos y tan buenos momentos pasabamos. No en vano, en el estaban las chicas de la tribu, que asi llamabamos a ese grupo de increibles seguidoras con el que contabamos Dylan, Manu y yo. Y es que si, no lo vamos a negar, a veces en el grupo lo que se nos calentaba un poco era el pico y aquello parecia un reto a ver quien decia el disparate mas grande. "Un reto", precisamente de retos iba ultimamente la cosa y nosotros (los tres jefes como ellas nos apodaban), teniamos la enorme fortuna de que las chicas respondieran a los que les lanzabamos participando como si no hubiese un manana. Total, que me levante euforico y no porque hubiera triunfado la noche anterior, no seais mal pensadas. ?Sabeis cuando uno pone un pie en el suelo con la absoluta certeza de que tiene mas suerte que un quebrado? Pues eso era lo que sentia yo... Seria que la vida me sonreia, que el viento de levante acaba de cesar despues de una semana soplando a toda mecha, que el sol lucia radiante o que, simple y llanamente, decidi sacar del cajon mi mejor sonrisa para lucirla. Mientras me desperezaba con total parsimonia, que para eso era domingo y estaba decidido a no hacer ni el huevo, me dispuse a prepararme un cafe, que yo no renuncio a mi buena dosis de cafeina ni por todo el oro del mundo... !Hasta ahi podia llegar la broma! No puedo ni quiero evitarlo, para mi la cafeina es una de esas fuerzas que mueven el mundo. Total, que a mi no teneis que darme una palanca sino una buena taza de cafe humeante si quereis verme en accion (y de nuevo pido que no seais mal pensadas, que os estoy viendo la risilla libidinosa...) Una vez le di el primer sorbo, corroborando que se trataba de uno de los grandes placeres de la vida, me entregue a otra de mis aficiones favoritas; abrir el Facebook y reencontrarme con mis chicas. A veces me sorprendia su impresionante dinamismo y lo activas que eran... en las redes, en las redes...

  • Ese pais al que te pareces de Tobie Nathan

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    El Egipto multicultural y las decadas mas convulsas del siglo xx se convierten en el escenario de un amor imposible.

  • Mas dulce que el cafe 1 de Miki Russo

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    Kari es una chica que esta por cumplir treinta anos. Tiene un trabajo un tanto particular, gusta de usar Converse, beber lattes de vainilla y salir con sus amigos.
    Lleva una vida comun y corriente, hasta que tras un curioso incidente conoce a Roberto, un hombre mayor, demasiado elegante y correcto para ella.
    Kari y Roberto no tienen nada en comun pero ?Y que importa eso? ?Que podria salir mal? Probablemente todo...
    El cafe por definicion es amargo, pero si le pones suficiente azucar puede quedar muy dulce ?Existira algo mas dulce que el cafe? Kari descubrira que el amor, al igual que el cafe, puede ser dulce y amargo a la vez.

  • Rodo & Mel (mon 8) de Cristo Alcala

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    Siempre la gente normal, se pregunta si hay vida despues de la muerte.
    Pero, yo no soy normal.
    No.
    Y por eso, yo me preguntaba.
    ?Si hay vida, despues de la vida?
    ?Dificil, de entender?
    Las entiendo y siento sus miradas raras.
    Pero, facil de explicar, en mi mundo paralelo.
    Si.
    Porque asi, soy yo y aunque ya me conocen, permitan que me presente para las que no.
    Soy el guapo.
    Simpatico.
    El de la sonrisa super encantadora.
    Rodrigo Montero.
    Rodo, para ustedes.
    Y sin olvidar, mejor amigo de mi jefe.
    Si, ese mismo y el que estan pensando.
    El rarito.
    Caprichoso.
    El de las anginas y que se desmaya de la emocion, porque es un blandito.
    Y se porta como crio de cinco casi siempre, si no se hace lo que el dice.
    Mi gran amigo Heronimo Mon.
    Pero, me estoy adelantando a esos hechos.
    Y rebobino a nuestros principios.
    Nuestra Amistad y a donde reitero, esa pregunta con la respuesta.
    ?Si hay vida, despues de la vida?
    Y yo les digo, que si.
    Porque, puede ocurrir en ustedes que hay un despues de su vida, cuando alguien que llega a ella.
    Una que, creian perfecta en su monotonia o no en su dia a dia.
    O tras recibir duros golpes en esta y a lo largo de ella como creer de esta, su enemiga.
    Aparece esa claridad, despejando tu camino.
    Mi caso.
    Comenzando como un dolor de trasero esa claridad.
    Pero, dandome cuenta que dicho dolor.
    Poco manejable, pelo revuelto tipo Bob Esponja y caracter de lo mil demonios.
    Te ensena.
    Que hay mas vida, despues de mi vida.
    Mi Mel.
    Nuestra historia..

  • Antes de que llegaras de Lisa Wingate

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  • Donde Quieras de Zoe Hanley

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    ?Ana? ?Que pasa? ?Va todo bien? --respondi al movil automaticamente, apenas habia abierto un ojo para mirar la pantalla. --!!Feliz ano nuevo, hermanita!! --su grito termino de despertarme. --?Tienes resaca? --No, no. !Feliz ano, Anita! Estaba demasiado desorientada. Mire el despertador: las ocho. Apenas llevaba cuatro horas en la cama… y Sergio no estaba. Como siempre. Pero… ?cuando dormia? --?Que haces despierta tan pronto, Ana? --Todavia no me he acostado. Bueno, acostarme… me he acostado, pero sabes que me gusta despertarme en mi cama… --sutil como solo mi hermanita pequena sabia ser. --Bueno, me alegro de que hayas tenido una buena salida y entrada de ano… --no pude evitar hacer el chiste facil y la oi reirse al otro lado del auricular. --Ya, ya… seguro que la tuya tampoco ha estado nada mal. Con un novio con el tuyo, hasta yo me plantearia seriamente la monogamia. --No es mi novio. Solo es… ?Mi chico? ?Mi amante? ?Mi amigo… que se enfada cuando le llamo amigo? Era demasiado confuso. Mi Amo, lo unico que sabia y lo unico que no podia decir. --Eso, Clari, ?que es? --odiaba cuando mi hermana actuaba como la voz de mi conciencia. --No lo se. Y no me llames asi que sabes que no lo soporto. Solo no es mi novio y punto. --Veo que ni siquiera el ha conseguido quitarte el mal humor de por las mananas. Pero Clara, si estais viviendo juntos… --Solo me estoy quedando en su casa unos dias. --Ya, en una casa que ha buscado solo para estar cerca de ti. --Ana, eso no es asi exactamente. --Entonces ?como es? ?Como llamas a un chico con el que vives, que cambia de ciudad para estar contigo, que corre a presentarse a tu familia? Pero si solo le falto arrodillarse y pedirle tu mano a papa. --Ana, Sergio no… --?Por que estas tan cerrada? Hay algo que no me estas contando. ?Esta casado? --No, no esta casado --o al menos eso creia. Tampoco se lo habia preguntado directamente… --Es solo que no… no se lo que quiere. --?Que quieres decir? --Me confunde, mucho. --Por favor Clara, pareces nueva. Vale que has tenido novio desde hace ?cuantos? ?cien anos? y no estas acostumbrada a jugar. Pero tienes que echarle ovarios y dejarle las cosas claras. Tu pones las reglas. Lo importante aqui es lo que tu quieras. ?Que quieres tu? --Ana, no es tan facil… --Clara, ese chico esta loco por ti. ?Que mas tiene que hacer para que te des cuenta? No se lo que esta pasando pero si sigues su juego solo conseguiras que te haga dano. ?Quieres que te diga lo que va a pasar? Voy a leerte el futuro. Te vas a enamorar de el y despues, cuando tenga que volver a Alemania, ?que vas a hacer? Mi hermanita pequena dandome consejos amorosos, y lo peor era que, para no tener ni idea de lo que estaba hablando, estaba acertando de pleno… para un chico normal. Sin embargo, la simple idea de "echarle ovarios y dejarle las cosas claras" a Sergio, no podia menos que hacerme temblar. --Llamarte, al menos siempre podras contarme tu ultimo rollo. Ahora, cuentamelo todo sobre el chico de anoche – o – --Clara, ven aqui --me acerque a el y, en un solo movimiento, me sento encima de sus piernas y su mano derecha se perdio por debajo de mi camison de hilo blanco. --Quiero oirlo ahora --ni siquiera sabia a que se referia. Cerro el portatil y lo aparto descuidadamente a un lado. Despues de la desesperante aunque divertida conversacion con mi hermana, habia bajado a su despacho. No sabia el tiempo que podia llevar enfrascado en lo que estuviera trabajando pero, fuera lo que fuera, no habia terminado. Me habia prometido todo el dia para mi en cuanto acabara, y decidi que era el momento perfecto para dedicarme un poco de tiempo a mi misma. Me habia preparado un cappuccino y, mientras me deleitaba observando las gotas de lluvia caer en la terraza, me sente en la cama para devolver todas las llamadas perdidas y mensajes de familia y amigos felicitando el ano. La conversacion con mi madre habia sido la mas agotadora con diferencia. Cuando se ponia en modo interrogatorio era imposible, daba igual los anos de entrenamiento que llevara, ella siempre tendria mas horas de vuelo que yo. Y aun asi sus esfuerzos por sonsacarme cualquier detalle sobre como avanzaban las cosas con Sergio eran en vano, ni siquiera yo tenia respuestas. Tampoco era el momento para pensarlo. Del que no habia vuelto a tener noticias era de Killian. Me sentia muy mal por la forma en que habiamos terminado, pero me extranaba que no se hubiera puesto en contacto conmigo, al menos para pedirme perdon. Se me paso por la cabeza llamar a alguno de sus amigos para saber como estaba, pero descarte la idea inmediatamente. Estaba echada en la cama leyendo un libro en la tablet mientras escuchaba la playlist de Marlango, cuando me interrumpio una llamada perdida. Sergio. Y aunque no sabia lo que significaba, habia conseguido despertar mi curiosidad. No llegue a entrar en su despacho, solo me asome por la puerta. Estaba imponente en su sillon detras del escritorio, y mas, ataviado como estaba, solo con unos pantalones de pijama. --?Que deseas oir, mi Amo? Empezo a acariciarme y fue instantaneo, mi cuerpo se relajo sobre su pecho desnudo. Sentia su piel caliente en mi espalda, incluso en la mitad inferior cubierta por la fina tela del camison. Sus dedos se movian dulces alrededor de mi sexo, despertando el deseo muy lentamente. Respondi al segundo, humedeciendome para el. Mi cuerpo habia aprendido a reaccionar a su contacto exactamente como el queria en cada momento. --El otro dia, cuando salimos a comer, no contestaste mi pregunta. Quiero que lo hagas ahora. No voy a poder concentrarme hasta que lo oiga. Me quede blanca. Sabia perfectamente a que pregunta se referia. Me la habia hecho dos dias antes y albergaba la esperanza de que se le hubiera olvidado. Pero no lo habia hecho, y si no le habia importado esperar hasta ahora para repetirla, era porque sabia la respuesta. --Parece que necesitas que te refresque la memoria, preciosa. Silencio. --?Por que sigues aqui si sabes lo cruel que puedo llegar a ser? --un escalofrio me recorrio como la primera vez que me la hizo. Seguia muda. --Dejame que lo ponga con otras palabras, -- su nariz retiro el pelo de mi oreja, para que sus susurros no encontraran ningun obstaculo --?por que sigues a mi lado aun sabiendo que lo que te he hecho hasta ahora no es nada comparado con lo que puedo llegar a hacerte? Era como un depredador acechando a su presa. Sabia perfectamente lo que queria y no me iba a soltar hasta que lo obtuviera. Mi sexo se mojo aun mas de lo que estaba, y esta vez sabia que la culpa no era solo de sus dedos. --Contesta. Quiero oirlo ahora --repitio. --No lo se, mi Amo. --No. Lo sabes perfectamente. Sus labios se movian en mi hombro mientras su mano izquierda recorria la curva de mi escote, adentrandose timidamente solo para volver a salir. La piel de todo mi cuerpo se erizo. Se sonrio al comprobarlo. --Mi Amo… si lo sabes, ?por que quieres que lo diga? --Ya te lo dije, me encanta oirtelo y hoy te lo voy a sacar, aunque tenga que arrancarlo de tus labios. Me da igual lo que me cueste. Su mano izquierda avanzo por el escote del camison y abarco mi pecho derecho cubriendolo con su palma. Aparto la tela de su alrededor hasta dejar que asomara por encima. Despues repitio la operacion con el izquierdo. Temi por la fragil tela, adoraba ese camison, y sobre todo, como reaccionaba cada vez que me veia con el. Ignoro mis pezones, que se habian puesto duros como respuesta, y siguio recorriendome despacio. Su mano derecha, abajo, seguia rodeandome, evitandome. Sus dedos se desviaban por la parte inferior de mi vientre, mis ingles, o el perineo, causando que toda mi vagina se empapara por la anticipacion. Podia imaginarme su estrategia, dejarme con tantas ganas de el que estuviera dispuesta a cualquier cosa con tal de que me tocara. --?Piensas torturarme, mi Amo? --No, todo lo contrario, preciosa. Pienso darte tanto placer que no podras evitar gritarmelo. !Dios! Eso si era crear expectativas. Me inunde con sus palabras, porque tenia el convencimiento de que iba a pasar exactamente como el auguraba. Acabaria haciendo lo que el quisiera, no me cabia la menor duda. Solo podia retrasarlo, pero iba a disfrutar el proceso… De un manotazo, despejo el escritorio de papeles, que cayeron al suelo desordenados. Me levanto y me tendio sobre la mesa. Sus manos se colaron por debajo del camison, subiendo por mis caderas. Me agarro y me acerco deslizandome sobre la madera hasta chocar con su pelvis. Levante mi cabeza para reclamarle un beso, pero su mano en mi pecho me retuvo. Mi atencion se poso despues en el bulto que tiraba de la tela de sus pantalones, que se alzaba como un tronco robusto, largo y grueso. Solo adivinarla me hacia temblar. La necesitaba. Intente alcanzarla con mi pie, aunque sabia de antemano que no me lo iba a consentir.

  • Las Bronte fueron a Woolworths de Rachel Ferguson

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    Aunque el mundo adulto se cierne sobre ellas, las tres hermanas Carne se resisten a marcar las fronteras entre la fantasia y la realidad. Deirdre, la mayor, trabaja como periodista; Katrine es una actriz principiante, y la joven Sheil aun tiene institutriz. Juntas llevan una vida al margen en su bohemio hogar londinense e, irreprimiblemente imaginativas, siguen inventando historias, tal y como han hecho desde ninas. Asi ocurria con sus juguetes parlantes, y asi sucede con su ficticia amistad con el juez Toddington del Tribunal Supremo. Sin embargo, al conocer Deirdre a la esposa del magistrado, se producira un autentico colapso. Y cuando la fantasia y la realidad choquen, ?se desprenderan para siempre las hermanas Carne de sus invenciones infantiles?, ?aceptaran Toddington y su mujer a esas chicas tan excentricas como encantadoras?, ?quien podra asegurar si los juguetes hablan de verdad, si el juez usa pijamas de seda color lavanda o si, en efecto, las Bronte fueron de compras a Woolworths?
    Las Bronte fueron a Woolworths (1931) tuvo una extraordinaria acogida en el momento de su aparicion y ha llegado a convertirse entre los lectores en uno de los mas queridos clasicos de la narrativa inglesa de entreguerras.

  • La jaula invisible de Alina Covalschi

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    Un secreto inconfesable, vidas en juego, un oscuro chantaje.

  • Destino Italia de Adrianne Holt

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    Hanna MacCain era muy joven cuando el mundo le abrio un universo de oportunidades. Acababa de cumplir 22 anos y habia terminado la carrera con el promedio mas alto de su generacion. Quienes la conocian sabian que tenia un increible talento creativo y le auguraban un futuro prometedor en el mundo del diseno. Andrew Sabato, su novio, estaba consciente de ello y no titubeo al pedirle que trabajara a su lado en una de las agencias de diseno mas reconocidas del pais; con un excelente salario y una extraordinaria vista del distrito financiero de Manhattan desde su oficina su vida era poco mas que perfecta. Seis meses despues… Hanna entro a la pasteleria corriendo, pasaban de las 9 y tenia que entregar un encargo. Puso su bolsa sobe el perchero y se coloco la filipina, ato su cabello y entro a la cocina. Saco del refrigerador una charola con galletas y encendio el horno de conveccion. Mientras este se calentaba, tomo su celular para ver la hora, su protector de pantalla aun tenia una foto de ella con Andrew. Penso en lo mucho que habian cambiado las cosas cuando el asumio la direccion de la agencia y le propuso matrimonio. Guardo el telefono y metio la charola de galletas dentro del horno para despues recargarse en la pared y cerrar los ojos, necesitaba escapar de todo lo que la agobiaba. Hanna aprendia con facilidad cualquier cosa asi que no se le dificulto en nada incursionar en el mundo de la gastronomia cuando llego el momento de buscar un plan B. Sin embargo, su trabajo en la pasteleria pasaba desapercibido para la duena de Sweet's, quien poco o nada, reconocia el talento de Hanna a pesar de que las ventas se habian incrementado desde que ella entro a trabajar ahi. Se acerco a la mesa de trabajo y extendio el fondant, corto un par de petalos y empezo a armar las flores que irian por encima del pastel. Su trabajo no le desagradaba del todo, tenia la oportunidad de explotar su creatividad cuando decoraba las tartas, cada pieza que armaba tenia una profunda dedicacion y perfeccion. La campana de la puerta principal sono anunciando la llegada de un cliente. Se limpio las manos con un pano y se quito la filipina dirigiendose al mostrador. Esbozo una calida sonrisa dandole la bienvenida a su cliente, quien se mostro grosera y poco cordial al verla. --?El pastel de la senora Monic? Hanna sabia que del trato que diera a las personas dependia su trabajo, necesitaba el dinero, asi que no podia arriesgarse a que la corrieran o a perder un cliente. --Claro, esta listo --respondio sonriendo y se acerco al refrigerador. Saco el pastel y lo coloco cuidadosamente dentro de una caja a la cual le enredo un par de listones de colores y un par de flores secas. Hanna tenia un rostro angelical, emanaba confianza, incluso al borde de perder la cordura parecia amable, quizas en parte se debia a su extravagante forma de vestir, siempre colorida, o a los brillantes adornos que usaba en el cabello, llenos de piedras o listones, mismos que ella disenaba. --?Cuanto pago mi hija por eso? --pregunto la mujer usando un tono despectivo. --?Me permite su recibo? Por favor. --Esta frente a ti --respondio cortante y se aparto del mostrador dando de vueltas por la pasteleria. Hanna tomo el recibo e ingreso el folio en la computadora. --500 dolares --respondio gentil, no podia permitirse perder los estribos con los clientes, su trabajo pendia de un hilo y necesitaba el dinero para cubrir sus gastos en lo que encontraba algo mejor. --Mi hija esta loca. Si me hubiera preguntado le habria dicho que gastara el dinero en otra cosa. Hanna volvio a sonreir y se mantuvo callada mientras enredaba el pastel. --Le agradezco su compra. --!Que locura! Espero valga la pena. --Le aseguro senora que no se llevara una desagradable sorpresa. Todos nuestros ingredientes son de la mas alta calidad y desde luego el sabor es incomparable. --!Como digas! --respondio incredula. La mujer tomo la caja y salio del lugar ante la atonita mirada de la joven quien se disponia a volver a la cocina justo en el momento en que su celular sono. Lo saco rapidamente de una de las bolsas de sus jeans y antes de que pudiera emitir una palabra escucho su nombre. --!Hanna! --Hola Darcy, ?sucede algo? Estoy trabajando --respondio casi murmurando. --Perfecto estoy a media cuadra de la pasteleria, te vere en un minuto -- dijo y colgo. Hanna aprovecho para acomodar unos cupcakes en el mostrador mientras esperaba a su amiga. Cualquier cosa que la ayudara a distraerse era bienvenida, aun no superaba el asunto de Andrew, en especial porque no dejaba de reprocharse todo lo que habia perdido cuando lo dejo. Toda esa vida perfecta que parecia tener de pronto se transformo en caos. Minutos despues, Darcy entro a la pasteleria con su cabello alborotado, se quito la panoleta que enredaba su cuello y corrio al mostrador completamente agitada sin decir una palabra. --?Que sucede? Me estas poniendo nerviosa. --!Nada! Queria saludarte, ver si estabas bien --dijo tomando un cupcake de la charola--. ?Como te has tomado las cosas? --?Que cosas? --pregunto extranada. Le quito el capacillo y le dio una gran mordida, se deleito con el exquisito sabor del red velvet mientras Hanna la observaba intrigada. --!Cada vez te quedan mas ricos! Deberias abrir tu propia pasteleria y dejar de malgastar tu talento en esta tienda. --Ya tengo un negocio, ?lo olvidas? --dijo senalando su diadema--. ?Me diras que te pasa? --Nada, queria saludarte ya te lo dije. --Vamos Darcy, se perfectamente que esa no era tu intencion, no te tomarias la molestia de venir hasta aca solo para ver si estoy bien, pudiste solo llamarme. --Somos amigas, ?por que no? Ademas necesitaba uno de tus pasteles, tuve un dia pesado. !Hey! No vas a creer lo que paso --anadio nerviosa--, ?recuerdas ese tour por Italia que mis padres ganaron en el club? --Si. --Resulta que no podran hacerlo y no pueden venderlo, una clausula extrana del concurso, como sea, me dieron los boletos a mi --sonrio emocionada. --Todo ese asunto del sorteo suena tan extrano. --Lo se, pero a quien le importa, lo verdaderamente interesante es que nos iremos a Italia. --!Que! --exclamo anonadada. --Eres mi mejor amiga, a quien mas se supone que deberia llevar. Ademas son solo 8 dias ya sabes, Venecia, Roma, terminando en Sicilia -- dijo sujetando con una mano el pastelillo mientras buscaba los boletos del avion con la otra dentro de la enorme bolsa de gabardina que llevaba. --Si quieres te detengo el… --hizo una sena hacia la mano donde sostenia el cupcake. --!Lo tengo! --respondio agitada sacando la mano de la bolsa y metiendola a su pantalon--. Olvide que te acaba de llamar, ni siquiera tuve tiempo de guardarlos, estoy tan emocionada. Me los dieron hoy, aunque la noticia la recibi hace una semana. --?Por que no me lo dijiste? --Porque no queria darte tiempo de inventar una excusa para no ir conmigo --reprocho y los coloco sobre el mostrador--. Nos iremos pasado manana, lo tengo todo planeado, sera el viaje perfecto como cuando estabamos en la universidad. Hanna palidecio por una fraccion de segundos, pero se recupero de inmediato y continuo acomodando los cupcakes en el exhibidor. --No puedo ir, tengo trabajo. --!Vamos Hanna! Es el pretexto que te hace falta para salir de aqui. --No puedo ir a Italia, su familia esta alla. --Y nunca la conociste, !que mas da! --?Que hay de Fabrizio? --?Que con el? Fabrizio esta aqui, ademas no puedes vivir escondiendote todo el tiempo --dijo sentandose en un banco--. Hablando de el, lo encontre hace un par de dias en un bar. Me dijo que Andrew --hizo una pausa, queria decirle que se habia enterado de que se casaria pero no se atrevio--, esta bien. --Me da gusto por el --respondio indiferente. --Si, me recomendo algunos lugares a donde podemos ir. --Asi que le dijiste a el antes que a mi. --!Vamos Hanna! Tuvimos nuestro momento y cuando terminamos, el y yo decidimos llevarnos bien por ustedes.

  • Un principe a mis 30 de Myrian Gonzalez Britos

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    Erase una vez… Valentina Gonzalez no creia en los finales felices y mucho menos ahora que estaba a punto de cumplir sus treinta anos. La muerte de su madre habia dejado un enorme vacio en su corazon. La pena y la desesperanza tendian a crecer cada dia mas y mas en su interior. ?El destino se apiadara de ella? Jonas Muller habia huido de su pais tras pillar a su hermano y su prometida en la cama. Nada tenia sentido para el triste vikingo, hasta que llego a Somo, y conocio a Valentina, la princesa que vivia encerrada en una libreria. ?Podrian dos almas rotas escribir una linda historia de amor?

  • Los crimenes del abecedario (Diana Davila 2) de Esteban Navarro

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    Esteban Navarro se consagra como uno de los grandes nombres de la novela negra espanola.

  • Me llamo Lucy Barton de Elizabeth Strout

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    Hubo una epoca, hace ya muchos anos, en la que tuve que estar en el hospital durante casi nueve semanas. Era en Nueva York, y por la noche tenia desde mi cama una vista clara, justo enfrente, del edificio Chrysler, con su esplendor geometrico de luces. Durante el dia la belleza del edificio se atenuaba, poco a poco se convertia simplemente en una gran estructura mas recortada contra un cielo azul, y todos los edificios de la ciudad parecian distantes, silenciosos, remotos. Era mayo, paso junio, y recuerdo que miraba la acera desde la ventana y observaba a las mujeres jovenes - de mi edad- que habian salido a comer, con su ropa primaveral: veia sus cabezas moverse mientras hablaban, sus blusas ondeantes con la brisa. Pense que cuando saliera del hospital no volveria a andar por la calle sin dar las gracias por ser una de aquellas personas, y lo hice durante muchos anos, recordar la vista desde la ventana del hospital y alegrarme por la acera por la que andaba. Al principio fue una cosa sencilla: ingrese en el hospital para que me extirparan el apendice. Despues de dos dias empezaron a darme de comer, pero no podia retener nada. Y de repente se presento la fiebre. No fueron capaces de aislar ninguna bacteria ni de explicarse que habia salido mal. Ni entonces ni nunca. Tomaba liquidos por una via intravenosa y antibioticos por otra. Iban sujetas a un palo metalico con las ruedas flojas que podia arrastrar de un lado a otro, pero me cansaba en seguida. Fuera cual fuese el problema que se habia aduenado de mi, desaparecio a principios de julio, pero hasta entonces me encontraba en un estado muy raro -literalmente una espera febril-, y angustiada de verdad. Tenia marido y dos hijas pequenas en casa, echaba terriblemente de menos a las ninas y llegue a temer que la preocupacion por ellas me pusiera mas enferma. Cuando mi medico, por el que sentia un profundo afecto -era un judio de mofletes caidos que llevaba una delicada tristeza a sus espaldas, cuyos abuelos y tres de sus tias habian muerto en los campos de concentracion, segun le oi contarle a una enfermera, tenia una esposa y cuatro hijos mayores aqui, en Nueva York-, ese hombre tan encantador creo que sintio lastima por mi y se encargo de que mis ninas -tenian cinco y seis anos- pudieran ir a verme si no tenian ninguna enfermedad. Las llevo a mi habitacion una amiga de la familia, y vi que tenian la carita sucia, y tambien el pelo. Entre con ellas en la ducha, empujando el aparato de las vias, pero gritaron: <>. Estaban realmente asustadas. Se sentaron conmigo en la cama mientras les secaba el pelo con una toalla y despues se pusieron a dibujar, pero con miedo, quiero decir, que no se interrumpian cada dos por tres para decir: <>. Hablaron muy poco. Sobre todo la pequena parecia incapaz de decir palabra, y cuando la rodee con mis brazos vi que sacaba el labio inferior y le temblaba la barbilla: era una criaturita que intentaba con todas sus fuerzas ser valiente. Cuando se marcharon no me asome a la ventana para verlas andar por la calle con la amiga que las habia traido y que no tenia hijos.

  • Ensename a amarte de Jana Westwood

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    Henrietta Tomlin se miraba en el espejo con aquella expresion entre acida y deprimida con que se enfrentaba siempre a ese momento tan dramatico: el visto bueno de su madre. --Henrietta ya te dije que el color verde no te favorece nada --dijo ladylady Margaret mirando a su hija con reprobadora expresion--. El de encaje blanco hubiese sido mucho mas adecuado para... tu fisico. Henrietta sabia perfectamente lo que su madre estaba diciendo, en su cabeza habia escuchado, una a una, todas las palabras que lady Margaret no se habia atrevido a pronunciar. <<--Henrietta ese vestido fue hecho para una joven hermosa y no para alguien con un fisico tan vulgar y corriente como el tuyo.>> --Querida mia --dijo su madre acercandose a ella y haciendole un gesto, que queria ser una caricia, en una de sus palidas mejillas--. No debes angustiarte, ya sabes lo que siempre digo, lo mas importante es reconocer nuestros defectos y carencias. No es aconsejable esperar a que sean los demas los que los descubran por nosotros --Si, mama. Me lo has dicho muchas veces y gracias a ti tengo todas mis carencias muy asumidas. Mi nariz es demasiado pequena, mis ojos demasiado grandes, mi boca excesiva... --recito la joven. --!Eso es! Eres igualita que tu padre --sonrio lady Margaret caminando hacia la puerta--. Tienes tiempo de cambiarte, pero apurate, salimos en cuanto tu hermana este lista. !Lidia! ?A donde vas? --A ver a mi hermanita. !Oh, Henrietta, estas preciosa! El color verde hace juego con tus ojos. Lidia era la hija menor de los Tomlin. Era una joven elegante y muy hermosa que en nada se parecia a su hermana mayor. Lady Margaret siempre decia que era como ella cuando era joven. --Estaba a punto de quitarmelo -- dijo la primogenita de la familia--. Mama piensa que no me favorece nada. --?Por que dices eso, mama? -- dijo Lidia mirando a su madre--. Esta guapisima. --Para eso tendria que serlo -- murmuro lady Margaret. --?Que has dicho mama? -- pregunto Lidia ahuecando la falda del vestido de su hermana--. No hables tan flojito que no se te entiende. --Debes terminar de arreglarte, Lidia, la fiesta es en tu honor y no puedes descuidar ningun detalle. Lidia miro a su hermana con cara de fastidio aprovechando que su madre estaba a su espaldas y no podia verla. --Ya estoy casi lista, mama, solo tengo que ponerme las joyas y bajare. Por cierto, papa te estaba buscando -- mintio. --!Este hombre no sabe hacer nada sin mi! !No se que va a ser de el el dia que yo no este! Lady Margaret salio de la habitacion y las dos hermanas se quedaron solas. Lidia puso a Henrietta frente al espejo y asomo la cabeza por encima de su hombro. --Estas guapisima, no hagas caso de lo que diga mama, nunca quiso a la abuela Nancy y tu le recuerdas a ella. --Querida Lidia, sabes que nunca me importo no ser guapa. --La joven se encogio de hombros--. Lo prefiero, me resultaria agotador ser como tu y tener que bailar con todos los jovenes que asistan a la fiesta, y ser agradable y tener que sonreir todo el tiempo. Lidia se echo a reir. --Aun recuerdo lo que le hiciste al pobre senor Bradley en el ultimo baile del ano pasado. !Jajajajaja! --Lidia no podia parar de reir al recordar. --Estoy segura de que escuche a lady Natalie decir que le habia reservado un baile --dijo Henrietta poniendo cara de inocente. --!Eres mala! !Jajajajajaja! -- Lidia abrazo a su hermana y la beso en la mejilla--. Te adoro, ?lo sabes verdad? --No mas que yo a ti --dijo Henrietta devolviendole los carinos. --Hoy va a ser un baile maravilloso --dijo Lidia apartandose y dando vueltas para lucir su precioso vestido azul turquesa--. No quiero que olvides nunca lo feliz que me siento, Henrietta. --No lo olvidare --dijo la joven sonriendo--, pero tu siempre te sientes feliz, Lidia. --No es cierto --dijo acercandose y cogiendo las manos de su hermana--. Recuerda que hace un tiempo estuve muy triste, casi desesperada. Henrietta fruncio el ceno. --Fue cuando Robert estuvo fuera tanto tiempo. Es normal, es tu prometido y le echabas de menos. Lidia miro hacia la puerta y luego sonrio. --Si, si, fue entonces. Henrietta percibio algo extrano en su hermana. --Lidia, ?tu quieres a lord Worthington, verdad? Lidia estaba dando vueltas y se detuvo dandole la espalda. --Claro, hermanita. Henrietta seguia con el ceno fruncido cuando se acerco a su hermana y se puso delante de ella obligandole a mirarla. --Lidia, dime la verdad. Hoy es vuestra fiesta de compromiso, papa necesita el dinero que le ha prometido lord Worthington, pero lo importante es que tu seas feliz. No debes sentirte obligada a sacrificarte, si no amas a... --Tranquila, Henrietta, te doy mi palabra de que solo me casare por amor --dijo con intensidad. Lidia respiro hondo y luego le brindo la sonrisa mas dulce a su hermana pequena. --Tu no deberias preocuparte de esas cosas de hombres --dijo--. Lord Worthington es inmensamente rico y que procede de una de las familias con mayor abolengo de toda Inglaterra. Ademas es muy atractivo y culto. Es solo que preferiria que fuese un poco mas divertido, menos serio

  • Sin consuelo: ?Como vivir con una culpa que te invita a morir? de Max Almiron

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    Todo comienza cuando otra muerte azota la vida de Kurt. Las pruebas le apuntan, el pasado y el presente se combinan formando una mezcla explosiva, que acaba con todo su mundo tal como lo conocia.
    Una historia de terror y misterio que te introducira a un mundo al que no te gustara pertenecer, pero que hasta cierto punto existe.

  • Capricho del destino de Mairi Duan

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    El murmullo continuo de un rio cercano comenzo a devolverla a la consciencia. Intento abrir los ojos, pero los parpados se negaron a obedecer las ordenes de su cerebro mientras sentia en las sienes el desbocado palpitar de su corazon. La cabeza no paraba de darle vueltas, su cuerpo estaba dolorido y tenia la garganta completamente seca. Se esforzo de nuevo por abrir los ojos y, lentamente, una tenue claridad parecio vislumbrarse a traves de las pestanas de Elena, que permanecia inerte, boca arriba. Su cerebro poco a poco fue interpretando las imagenes que entraban por su retina, formando figuras que hacia unos momentos eran indefinidas: un poderoso roble de casi treinta metros de altura, con su grueso y rigido tronco grisaceo, se erguia imponente delante de ella. Busco en su memoria los ultimos minutos queriendo recordar en que momento se habia tumbado bajo aquel solitario arbol, sin embargo, su mente parecia vacia. Con dificultad, consiguio incorporarse hasta sentarse sobre una mullida alfombra verde mientras sus ojos registraban el entorno que la envolvia: agrestes montanas ascendian desde un inmenso valle abierto por el que discurria un rio que se perdia en el interior de un bosque de pinos, donde el silencio solo era interrumpido por el sonido del agua en su recorrido chocando con piedras y arrastrando todo lo que encontraba a su paso. No tenia ni idea de donde estaba ni como habia llegado a parar alli, ni siquiera recordaba haber estado en ese lugar anteriormente. Estrujo su cerebro buscando alguna pista que le ayudara a recordar lo sucedido, pero sus recuerdos permanecian aletargados, solamente inconexas rafagas de imagenes sin sentido acudian a su cabeza sin que Elena supiera que significaban o pudiera relacionarlas con nada: un autobus en medio de la noche, el silencio, un fuerte resplandor, oscuridad, la presion de las manos de Alicia mientras caia... --sus ojos se abrieron desmesuradamente girando la cabeza en todas direcciones. --!Alicia! ?Donde estas? --Como si tuviera un resorte, se levanto rapidamente para buscar a su amiga, pero tuvo que volver a sentarse cuando la cabeza comenzo a darle vueltas amenazando con hacerle perder de nuevo la conciencia. Cerro los ojos para recuperar el control y, despues de unos minutos que se le antojaron eternos, los abrio, moviendo muy lentamente la cabeza, escrutando a su alrededor en busca de alguna senal del paradero de Alicia. Unas deportivas negras sobresalian por detras de un arbusto a pocos metros de ella. Controlando la urgencia de salir corriendo por riesgo a desvanecerse, se levanto muy despacio y se acerco a ella. --Alicia, ?estas bien? --Tomo su pulso, suspirando de alivio al verificar que seguia viva. Su respiracion era regular y el color de su piel sonrosado, un poco palido, pero con vida. Examino con cuidado su cuerpo en busca de alguna herida o contusion que pudiera significar algun traumatismo, pero estaba intacta, ningun rasguno, simplemente desmayada. Se sento junto a ella sujetando sus manos, como si temiera que al soltarla pudiera desaparecer y se relajo esperando a que se despertara; quizas ella supiera donde estaban. Cerro los ojos y dejo su mente en blanco. Cuando su respiracion y el ritmo de su corazon se normalizaron nuevas imagenes comenzaron a agolparse en su memoria y poco a poco los ultimos momentos vividos fueron pasando por su cabeza como si fuera una pelicula, haciendose cada vez mas nitido. <> --!Las Highlands! !Claro! --Abrio los ojos --!Seguimos en Escocia! --Sonrio satisfecha. -- Pero, ?donde? --Fruncio el ceno--. ?En que parte de Escocia? Y, ?como demonios hemos llegado aqui? Obligo a su mente a indagar mas profundamente en sus recuerdos. <> --!Mi cabeza! --Alicia se habia soltado de la mano de su amiga mientras intentaba incorporarse --?Que... que ha pasado? --Espera --Aconsejo Elena poniendo las manos sobre sus hombros para impedir que se levantara--. No te levantes de golpe o te marearas. --?Donde estamos? --Volvio a preguntar mientras movia la cabeza de un lado a otro intentando abarcar el mayor espacio posible que su posicion en el suelo la permitia. Elena tardo unos segundos en contestar. --No tengo la mas repajolera idea. Esperaba que tu pudieras decirmelo. No recuerdo casi nada. --?Hemos sufrido algun accidente? --Que yo sepa no. --?Y los demas? --La impaciencia pudo mas que la prudencia y, desoyendo lo que Elena la habia aconsejado, intento levantarse para, unos segundos despues, volver a tumbarse. --Te dije que no te incorporases tan rapido. Respira despacio e intenta calmarte. No se lo que ha pasado, ni donde estamos ni donde estan los demas. Alicia permanecio quieta hasta que volvio a ser duena de su cuerpo. Sentia que la cabeza le iba a estallar y no conseguia recordar por que estaba alli tumbada, todo parecia borroso. --Hemos debido de sufrir algun traumatismo, por eso esta todo tan confuso. Necesito levantarme. --Hazlo despacio. --Vale. A medida que se incorporaba, su expresion iba cambiando mientras contemplaba el valle que las envolvia. Miro desconcertada a Elena. --No recuerdo este lugar. --Yo tampoco --comento encogiendose de hombros--. No tengo ni idea de donde estamos. Supongo que seguimos en Escocia pero no se en que lugar de Escocia ni tampoco como hemos llegado hasta aqui. ?Que es lo ultimo que recuerdas? Alicia busco en su memoria intentando retroceder todo lo posible y lentamente el autobus volvio a su mente, el castillo, la cena, la tormenta... Arrugo la nariz cuando la imagen de una luz resplandeciente y posteriormente una oscuridad total se atascaron en su memoria, sin comprender muy bien que significaban. De pronto sintio un escalofrio al experimentar un extrano vertigo recordando aquella oscuridad surgida de la nada y luego... --No... no... tiene sentido --objeto--. No se... --Las palabras se quedaron atrapadas en su garganta, buscando una forma de darles coherencia. --Aunque te parezca que no tiene sentido, Alicia, ?que es lo que recuerdas?--. Volvio a inquirir mirandola fijamente. Alicia, con los ojos muy abiertos y la boca desencajada, queria explicar lo que recordaba pero no sabia por donde empezar. Aquello no tenia ni pies ni cabeza. --No se, Elena. Recuerdo que... despues de cenar en el castillo de Eilean Donan cogimos el autobus y luego me quede dormida. --Y... cuando despertaste... ?que recuerdas? Alicia cambio de posicion y titubeo antes de continuar. --Cuando regresabamos a Fort William me desperto el frenazo del autobus y al abrir los ojos... --Se detuvo, no sabia como seguir. No tenia muy claro que es lo que vio. --?Que viste? --Insistio Elena. --No lo se --Nego con la cabeza--. Recuerdo una brillante luz, quizas otro autobus o un camion. No se lo que era, solo que era una luz muy potente. Luego se apago de repente y todo quedo a oscuras. ?Tu recuerdas lo mismo? --inquirio preguntandose si habian sido imaginaciones suyas. --Si, y tampoco tengo claro que era esa luz. Es como si mi cerebro hubiera borrado esa parte. No se que ocurrio cuando se apago, me vienen imagenes sin sentido. --?Que imagenes? Elena buscaba las palabras correctas para describir aquellas extranas imagenes. --Una especie de... tunel o pozo, muy oscuro. --Y caimos en el, ?verdad? Elena se quedo callada mirando a los ojos de Alicia sin saber que contestar. No era consciente de haber caido en aquel pozo, tunel o lo que fuera, sin embargo recordaba la sensacion de vertigo y angustia cuando todo lo que estaba a su alrededor desaparecio y ella se vio inmersa en una oscuridad total. --No lo se, Alicia. No recuerdo que nos cayeramos. --Yo creo que si, que caimos en ese pozo, no se como, pero caimos. Al principio estaba muy oscuro pero cuando estabamos llegando al final... la luminosidad era tan brillante que tuve que cerrar los ojos. Despues... todo se desvanecio. --Si hubieramos caido en un pozo, estariamos heridas y ni tu ni yo tenemos un solo rasguno. --Entonces ?por que no sabemos donde estamos? La unica respuesta logica es que hayamos sufrido un accidente y tengamos algun tipo de amnesia anterograda, por eso no recordamos nada posterior al accidente. Y todo apunta a que ese accidente se debe a la caida en ese agujero. ?No crees que tiene logica? --Si, es posible --contesto sin estar muy convencida. --Lo unico que tenemos que hacer --afirmo satisfecha de haber solucionado el enigma --es llegar al pueblo mas cercano y regresar a Fort William. Si no recuerdo mal nos hospedamos alli, ?no?--Si, en Fort William. --Seguramente alli alguien podra aclararnos que nos ha pasado. --Supongo. --Pues pongamonos en camino, cuanto antes, mejor. --De acuerdo --comento a falta de una propuesta mejor. Iniciaron la marcha hacia el rio para poco a poco adentrarse en el bosque donde los enormes pinos de corteza roja fueron envolviendolas a medida que se zambullian entre sus poderosos troncos, que se elevaban hacia el cielo formando una barrera vegetal que impedia penetrar los rayos de sol. Las dos amigas caminaban en silencio, enfrascadas en sus pensamientos, oteando a su alrededor. Elena se preguntaba como era posible que estuvieran tan alejadas, llevaban varios kilometros recorridos adentrandose cada vez mas en el profundo bosque y no habian encontrado ninguna senal humana, ningun camino, ni letrero, ni siquiera basura que indicara que por alli habia pasado algun ser humano. De pronto se paro en seco haciendo que Alicia, que seguia de cerca sus pasos, chocara contra ella y, cuando fue a quejarse por lo precipitado de la parada, Elena puso un dedo en los labios gesticulando suavemente con la otra mano para comunicar a su amiga que permaneciera callada. --Shhh. Creo que he oido algo --susurro oteando cuidadosamente a su alrededor. --?Que has oido? --inquirio Alicia que, imitando a su amiga, se habia colocado a la defensiva buscando encorvada sin saber muy bien el que. --Creo que era un grito. --?Un grito? !Entonces hay alguien cerca! --Solto esperanzada girando la cabeza en todas direcciones mientras se movia ruidosamente entre las hojas secas esparcidas por el suelo. --Si no dejas de hacer tanto ruido no sabremos donde estan. Ralentizaron su respiracion para poder escuchar con mayor claridad mientras sus ojos escrutaban a su alrededor en busca de cualquier movimiento que delatara una presencia humana. Un chillido se escucho desde algun lugar en el interior del bosque haciendo que sus miradas se desviaran en aquella direccion. --Ha sido por alli. --Senalo Alicia dirigiendo sus pasos hacia aquel punto cuando la mano de Elena la agarro por el brazo impidiendo que continuara. --Espera. --?Que pasa? --Me ha parecido que... pedia ayuda. --?Ayuda? --Se alarmo Alicia. El aullido de una voz infantil mezclado con otras voces mas graves, evidentemente adultas, unidas a un sonido de forcejeo y lucha paralizo a ambas que se miraron con expresion preocupada. --Esto no me gusta --Nego Alicia con la cabeza-. Deberiamos ir en busca de ayuda. --?Donde, Alicia? No sabemos donde estamos ni donde esta el nucleo urbano mas cercano. --Pues continuamos en la direccion que ibamos y seguro que encontramos a alguien. !Joder! Cuando mas necesitas un movil no lo tienes a mano. --Alicia, parece un nino que esta en apuros, no podemos irnos y dejarle sin mas, no nos perdonariamos haberle dejado a su suerte. Alicia sabia que Elena tenia razon. --?Y que podemos hacer nosotras?

  • El club de los mejores de Arthur Gunn

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  • Alas de mariposa de Begona Hernandez

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    Lili es una gimnasta de diecisiete anos que suena con competir en las Olimpiadas. Jota tiene veinte anos, y juega de alero en el equipo base de la Fundacion Lucentum. El destino les hace coincidir... ?el amor por el deporte les unira?

  • Regalame un sueno de Maria Beatobe

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  • El arte de ser normal de Lisa Williamson

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    Los invitados a mi fiesta estan cantando el Cumpleanos feliz. No suena muy bien. Mi hermana pequena, Livvy, apenas canta. Con solo once anos ya ha decidido que las fiestas de cumpleanos familiares son tragicamente vergonzosas, y deja que mama y papa continuen con el resto de la cancion. La aguda voz soprano de mama choca con el desafinado bajo de papa. Suena tan mal que Phil, nuestro perro, sale de su cesta y se escabulle a mitad de la actuacion algo asqueado. No lo culpo; todo es algo deprimente. Hasta los globos azules que mi padre ha estado hinchando toda la manana se ven palidos y tristes, especialmente los que tienen escrito con rotulador negro: <>. Ni siquiera estoy seguro de que todo este espectaculo que se esta desarrollando delante de mi pueda clasificarse como una fiesta. --!Pide un deseo! --me dice mi madre. Tiene la tarta inclinada para que no me de cuenta de que esta algo torcida. Pone <> en letras de glaseado rojo como la sangre. El <> de <> esta muy apretujado; seguramente se quedo sin espacio. Catorce velitas azules forman un circulo alrededor del borde de la tarta y gotean cera encima de la cobertura de crema. --!Date prisa! --me dice Livvy. Pero no dejare que me den prisa. Quiero hacer esta parte como toca. Me inclino hacia delante, me coloco el pelo detras de las orejas y cierro los ojos. Intento bloquear los chillidos de Livvy y las lisonjas de mi madre e ignorar a papa, que no deja de trastear con los ajustes de la camara, y de repente todos los sonidos parecen amortiguados y lejanos, como cuando sumerges la cabeza debajo del agua en la banera. Espero unos segundos antes de abrir los ojos y soplar todas las velas de un tiron. Todos aplauden. Mi padre abre un lanzador de confeti manual, pero ni siquiera se dispara, y cuando saca otro del paquete, mama ha abierto las cortinas y ha comenzado a quitar las velas de la tarta, y el momento ya ha pasado. --?Cual ha sido tu deseo? !Me apuesto lo que quieras a que ha sido algo estupido! --exclama Livvy de manera acusadora, enroscandose uno de sus rizos castanos con el dedo corazon. --No te lo puede decir, tontita, o no se cumplira --dice mama, llevandose la tarta a la cocina para cortarla. --Si --corroboro yo, sacandole la lengua a Livvy. Ella enseguida me saca la lengua a mi. --?Donde estan tus dos amigos? --me pregunta, poniendo enfasis en la palabra <>. --Ya te lo he dicho: Felix esta en Florida y Essie en el balneario Leamington. --Que lastima --dice Livvy con cero simpatia--. Papa, ?cuanta gente vino cuando celebre mis once anos? --Cuarenta y cinco. Todos con patines. Una absoluta carniceria --balbucea papa con tono serio, a la vez que saca la tarjeta de memoria de la camara y la introduce en la ranura de su portatil. En la primera foto que aparece en la pantalla salgo yo, sentado a la cabecera de la mesa con una chapa enorme que dice <> y un gorro puntiagudo de cartulina. Tengo los ojos semicerrados y la frente me brilla. --Papa --gimo--. ?Tienes que hacer eso ahora? --Solo corrijo los ojos rojos antes de enviarselas por correo electronico a tu abuela --dice, haciendo clic con el raton--. Esta destrozada por no haber podido venir. Eso no es verdad. La abuela juega al bridge todos los miercoles por la tarde y no se lo pierde por nadie, y menos por el nieto que menos le gusta. Livvy es su favorita. Pero bien pensado, Livvy es la favorita de todos. Mi madre tambien habia invitado a la tia Jane y al tio Trevor, y a mis primos Keira y Alfie. Pero esta manana Alfie desperto con unas manchas raras por todo el pecho que podrian ser de varicela, asi que tuvieron que disculparse, dejandonos a los cuatro solos para la <>. Mama regresa alsalon con la tarta cortada en porciones, y la pone sobre la mesa. --Mirad todas estas sobras --dice, frunciendo el ceno mientras inspecciona los montones de comida que hemos picoteado--. Vamos a tener suficientes hojaldres de salchicha y pasteles hasta Navidad. Solo espero tener suficiente film transparente para envolverlo todo. Genial. Una nevera llena de comida para recordarme lo increiblemente impopular que soy. Tras la tarta y la accion intensiva de envolver todo en papel film, vienen los regalos. De mama y papa recibo una nueva mochila para el instituto, el set de DVD de la serie completa de <> y un cheque regalo de 130 euros. Livvy me regala una caja de bombones Cadbury y una funda de color rojo brillante para mi iPhone. Luego todos nos sentamos en el sofa a ver una pelicula llamada Ponte en mi lugar. Trata de una madre y una hija que comen una galleta de la fortuna encantada y, entonces, intercambian sus cuerpos durante un dia. Por supuesto que todo el mundo aprende una valiosa leccion antes del inevitable final feliz, y por centesima vez este verano lamento mi incapacidad vital para seguir el argumento de una simpatica pelicula para adolescentes. Papa se queda dormido hacia la mitad de la pelicula y se pone a roncar con ganas. Esa noche no puedo dormir. Estoy despierto tanto tiempo que mis ojos se acostumbran a la oscuridad y puedo distinguir los bordes de los posteres en las paredes y la pequena sombra de un mosquito volando de aqui para alla por el techo. Tengo catorce anos y se me esta acabando el tiempo. 3 Es el ultimo viernes de las vacaciones de verano. El lunes vuelvo al colegio. He tenido catorce anos durante exactamente nueve dias. Estoy acostado en elsofa con las cortinas cerradas. Mama y papa estan en el trabajo. Livvy esta en casa de su mejor amiga, Cressy. Estoy viendo un episodio repetido de <> mientras un paquete de galletas de chocolate hace equilibrios sobre mi barriga. Tyra Banks acaba de decirle a Ashley que no sera la proxima top model de America. Ashley llora a lagrima viva y todas las demas chicas la abrazan, aunque han pasado todo el capitulo hablando de lo mucho que odiaban a Ashley y que querian que abandonara el programa. La casa de <> es de lo mas cruel. Las lagrimas de Ashley son interrumpidas por el sonido de una llave en la puerta de entrada. Me siento y con mucho cuidado pongo el paquete de galletas en la mesita de centro que hay a mi lado. --David, ya he llegado --grita mama. Ha regresado temprano de su reunion. Frunzo el ceno mientras oigo como se quita los zapatos y tira las llaves con gran estruendo en el platillo que hay cerca de la puerta. Rapidamente cojo la manta de ganchillo que tengo a los pies, la subo para taparme el cuerpo y me la meto debajo de la barbilla, poniendome en posicion justo antes de que mama entre en elsalon. Ella pone mala cara de inmediato. --?Que? --pregunto, mientras me limpio las migas de galletas de la boca. --A lo mejor te gustaria abrir las cortinas, David --me sugiere con las manos en las caderas. --Pero entonces no podre ver bien la pantalla. Ella me ignora y se dirige directamente hacia la ventana y abre las cortinas. La luz del sol de ultima hora de la tarde inunda la habitacion y hace que el aire se vea polvoriento. Yo me retuerzo en elsofa y me protejo los ojos. --Por Dios, David --dice mama--. No eres un vampiro. --Puede que lo sea --murmuro entre dientes.

  • Matrimonio por Contrato de Anna Sanz

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    Eve es una chica normal, todo lo normal que puede ser una persona, claro, tal vez por eso, cuando Daniel, el hombre con quien pasa una noche de borrachera, aparece en su trabajo y le pide que se case con ella no puede creerselo. Al menos no puede creerselo hasta que el insufrible millonario le explica el por que quiere casarse con ella.

  • Al final del camino de Poppy Garcia

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    TANTO SEXO EN UN SOLO BESO

  • Romance en la oficina de Nina Klein

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    No tener pareja el dia de San Valentin no era gran cosa, o al menos eso pensaba Maya.
    Peor que estar sola era tener que ir a una fiesta de San Valentin en la oficina. la idea mas horrible que se le habia ocurrido nunca a nadie.
    Pero todavia peor que eso era emborracharse con vino barato, tropezarse con el dueno de la empresa y dar la peor primera impresion que una podia dar.
    ?O no?
    Todo lo que pasa en una fiesta de la oficina, se queda en la oficina.
    O eso esperaba.

  • Y yo a mi de Elsa Garcia

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    La familia de Jota no es muy tradicional.

  • La Torre de Daniel O'malley

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    <>. Asi comienza la carta que Myfanwy Thomas tiene en las manos cuando despierta en un parque de Londres sin ningun recuerdo de su identidad y rodeada de cadaveres. Las instrucciones que le ha dejado su antiguo yo la conducen hasta una agencia secreta al servicio de Su Majestad para la que supuestamente trabaja con el alias de <> investigando casos <>; por ejemplo, gente que se cuela en suenos ajenos, ninos letales o personas que poseen varios cuerpos y que pueden suponer una amenaza sobrenatural para el Reino Unido. Para colmo, pronto descubre otra amenaza inesperada: hay un topo en la organizacion que la quiere muerta. Pero ?como detectar al traidor entre un monton de nuevos companeros a los que podria decirse que ha olvidado? Rebosante de suspense y humor, La torre constituye un debut literario desvergonzadamente imaginativo que encandilara a los seguidores de las novelas de espias con una buena racion de misterio y elementos sobrenaturales. Proximamente Lionsgate producira su adaptacion televisiva para Starz.

  • Los condes no se casan con doncellas (Chadwick 3) de Mariam Orazal

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    Tercera y esperada entrega de la serie <> de Mariam Orazal, iniciada con La noble ladrona.

  • La voluntad del rey de Eleanor Rigby

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    La exitosa novelista erotica Kathleen Priest lleva tres anos perdida en el
    mapa… y nadie sabe por que. Lo que antes era un derroche de inspiracion,
    se ha convertido en las cenizas de una fama ahora desconocida; todo a raiz
    de un incidente que le impidio volver a teclear una sola palabra, asi como
    renegar de las relaciones y el amor. Su objetivo de pasar desapercibida
    trabajando como camarera en un club exclusivo habria sido cosa hecha si
    el prepotente, ambicioso y rico King Sawyer no hubiera puesto sus ojos en
    ella.
    El es ese desagradable toque de atencion que necesitaba para despertar
    del letargo, y lo peor es que lo sabe y pretende convertirse en el
    protagonista de sus fantasias. Pero Kathleen no va a ceder tan facilmente a
    los caprichos de la clase de hombre del que huye. Asi comienza un
    delirante tira y afloja en el que todo juego sucio estara permitido… Incluido
    el prohibido, el mas peligroso de todos: aquel que podria convertir hasta a
    un rey en el esclavo de sus deseos.

  • Los bisontes de Altamira de Alberto Vazquez-figueroa

    https://gigalibros.com/los-bisontes-de-altamira.html

    La historia novelada de un antepasado muy remoto, aqui bautizado como Ansoc, el gran pintor que hace alrededor de 15.000 anos convirtio una cueva en el mas asombroso escenario de la vocacion artistica y el excepcional talento creativo del ser humano. Miles de anos despues, artistas de todos los estilos y procedencias siguen volviendo sus ojos con admiracion a esa cueva y a ese creador, que inspiro las reveladoras palabras atribuidas a Pablo Picasso: "desde Altamira todo es decadencia".

  • El desfile salvaje de Hugo Burel

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    Una historia del mejor cuno de la novela negra, una inquietante thriller psicologico que atrapa sin respiro y en el que se impone con fuerza el deseo, intenso y tan humano, de no resignarse a vivir una unica existencia.

  • Por Todos los Medios Necesarios de Jack Mars

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    Cuando los yihadistas se roban residuos nucleares de un hospital sin vigilancia de la ciudad de Nueva York en el medio de la noche, la policia, en una carrera frenetica contra el tiempo, llama al FBI. Luke Stone, jefe de un departamento de elite y reservado dentro del FBI, es el unico hombre al que se puede recurrir. Luke se da cuenta de inmediato que el proposito de los terroristas es crear una bomba sucia, que buscan un objetivo de alto valor, y que van a atacar en el plazo de 48 horas.

  • Tras los pasos de Livingstone de Xavier Moret

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    Xavier Moret recorre en este libro el Africa oriental, recordando a su paso a los exploradores que lo hicieron antes que el, cuando el centro de Africa era, en los mapas occidentales, un gran espacio en blanco. Su ruta parte de Zanzibar, de donde salieron la mayoria de expediciones al interior del continente, sigue por Tanzania, el lugar donde se produjo el mitico encuentro entre Stanley y Livingstone, llega hasta Uganda, origen del Nilo, sigue hasta Kenia y se adentra luego en la despiadada colonizacion del Congo.

  • Gorbachov. Vida y epoca de William Taubman

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  • Teoria de la gravedad de Leila Guerriero

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    En esta seccion de columnas, publicadas a lo largo de mas de cinco anos en la contraportada de El Pais, Leila Guerriero, una de las grandes firmas del periodismo narrativo latinoamericano, se coloca a si misma en su afilado punto de mira. Con una prosa feroz y precisa, la autora bucea en lo sutil para, desde el asombro con el que es capaz de iluminar la realidad cotidiana, alumbrar lo que permanece oculto en nosotros.

  • No hay vuelta atras (del infierno) de Eduardo Arias

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    --ENTENDIDO. AHORA mismo me pongo con ello. --Y procura no cagarla esta vez. --Descuida. Jodido mamon. Colgue el telefono acordandome de la madre de aquel gilipollas y conduje todo lo rapido que pude. Estaba acostumbrado a aquel tipo de encargos y sabia que cuanto antes llegase, antes terminaba y antes cobraba. La direccion no me era desconocida. Un bareto de mala muerte en la periferia de la ciudad. La descripcion era somera pero suficiente: un tio alto, con la cabeza rapada y una cicatriz que le atravesaba toda la mejilla izquierda. No tenia perdida. Era viernes y el local estaba bastante lleno, lo cual era bueno y malo. Malo porque podia costarme localizar al tipo; bueno porque luego seria facil esfumarme sin que nadie reparase en mi. Me acerque a la barra y pedi un whisky. Tome un sorbo y mire discretamente a ambos lados. Me gire y me quede sentado de medio lado mirando al infinito. Deje que pasasen unos minutos mientras observaba de refilon a la gente que entraba y salia. Estaba valorando pedir una segunda copa cuando le vi. El tio era mas grande de lo que yo pensaba. Me acerque mirandole directamente a los ojos, de forma desafiante. Capto el mensaje y me espeto el clasico: --?Tu que miras? --?Es a mi? --No, a tu padre si te parece. --No quiero problemas. --Pues parece lo contrario. Me empujo, echandome ligeramente hacia atras. Yo no queria montar la tipica escena de pelicula del oeste, asi que me marche del bar sin responder a los insultos que me dedicaba. A la puerta del local me puse a contar mentalmente hasta diez mientras cogia la gran mojadura porque estaba lloviendo a cantaros. No habia llegado al siete cuando el calvo de la cicatriz aparecio por la puerta. Mi plan habia funcionado. --Te decia --dijo levantando la voz innecesariamente, pues eramos las dos unicas personas alli fuera-- que si buscas problemas. Estuve tentado de responderle que si, que eso era justo lo que andaba buscando y que resolviesemos aquello como hombres. Sin embargo, permaneci mudo. Me cogio por las solapas sin saber la que se le venia encima. Le pegue una patada en los genitales. Lo se, estaran pensando que esa no es manera de comportarse, que es un acto artero y ruin, que los hombres de verdad se pelean a punetazos y todo eso. Cuestion de opiniones. El caso es que le di otro par de patadas, en la boca del estomago y en la otra boca, la de los dientes. Despues lo meti en el maletero de mi coche con algo de dificultad, todo hay que decirlo, porque el tio debia andar por los cien kilos. Conduje hasta un descampado y le di la mayor paliza que le hubiesen dado nunca. Para terminar le meti tres tiros entre pecho y espalda. Una vez muerto, me afane en desmembrarlo, tal cual me habian pedido. Le separe los brazos y las piernas con la ayuda de unos afiladisimos cuchillos muy parecidos a los que usa el carnicero de su supermercado. Menudo psicopata estas hecho, estaran pensando. Podria decirles que me limito a cumplir con los encargos... pero mentiria. Mato por encargo, las palizas las doy por placer. Lo primero me reporta unos cuantiosos ingresos, digamos que es una forma de ganarse la vida como otra cualquiera. Lo segundo... en fin, ya les ire contando. El telefono comenzo a vibrar. Que oportuno. --?Si? --?Puedes hablar? --Si, dime. --Creo que sospechan algo. Tienes que andar con cuidado. --?Crees o sabes? --John me ha dicho que creen que hay alguien infiltrado, no ha salido explicitamente tu nombre, pero eres el que mas papeletas tiene. --Conforme. Procurare estar alerta. --Ya hablamos. Colgue sin despedirme. De todas maneras, mi companero estaba acostumbrado a mi brusquedad. Formaba parte de mi papel. Los polis infiltrados nunca descansamos. II La opcion numero 2 <> Dulce condena (Los Rodriguez) LA NOCHE HABIA sido larga y dura y me habia ganado unas horas de tranquilidad. O eso pensaba. Tengo telefono fijo pero como si no. Solo lo uso en contadas ocasiones y la gente que lo conoce se cuenta con los dedos de una mano. Si alguien tiene que ponerse en contacto conmigo, una de tres: o bien me llama al movil, o me deja un mensaje por Internet, o sabe donde encontrarme. La tercera opcion es la menos deseable, sin duda, pues de lo contrario mi tapadera se resentiria. Estaba cansado y me acoste sin poner el movil en modo avion. Craso error. A las tres y cuarto de la manana una llamada me saco de un sueno muy refrescante en el que salia Scarlett Johansson y... bueno, supongo que se imaginan el resto. Numero desconocido. --?Diga? --Vamos a por ti. Estas jodido. Una voz de hombre, muy grave, posiblemente de mediana edad. --?Quien es? --Procura mirar por encima de tu hombro. El dia menos pensado... !zas! Antes de que tuviese opcion a la replica colgaron. Es curioso como el cerebro humano asocia ideas, el caso es que apenas pegue ojo el resto de la noche y encima no podia de dejar de tararear internamente el Over my shoulder de Paul Carrack. Me levante con la boca seca, un regustillo amargo en el paladar y de un humor de perros. Por lo general, no solia inmutarme por las amenazas gratuitas que recibia en mi trabajo... pero mi companero me habia puesto sobre aviso y, solo unas horas despues, un desconocido me llamaba a deshora para tratar de meterme el miedo en el cuerpo. Lo paradojico es que realmente no estaba asustado, solo cabreado. No me habian dejado dormir y eso era algo que no solia sentarme muy bien. Me tome mi tiempo bajo la ducha mientras trataba de ordenar mis ideas. Pense en llamar a mi jefe para ver si ya estaba al tanto del exito de mi trabajito de anoche. Lo pense mejor y decidi esperar a vernos, era el protocolo habitual. Tras vestirme, desayunar y meter la pistola bajo la cintura, cogi el coche y conduje hasta La Fabrica. En realidad, hacia bastantes anos que no era una fabrica, pero todo el mundo se referia a ella asi y ?quien era yo para cambiarle el nombre? Entre por la puerta de atras y salude a Tony y Manny. Consulte mi Rolex de imitacion. --?No ha venido aun Tyler? --No, pero te ha dejado un sobre --dijo Tony, un mexicano mal encarado, de melena oscura y con la cara picada de viruela, y que siempre me habia recordado bastante a Danny Trejo--. En la oficina. Fui a la oficina y salude a Forrest, que estaba con la vista fija en una pantalla de ordenador donde unas chicas semidesnudas bailaban al ritmo de una musica latina que me desagradaba en grado extremo. Forrest no era hispano, aunque tambien tenia cara de malas pulgas. Bueno, en realidad alli todos la tenian y, de no ser asi, disimulabas para poder formar parte de la banda sin desentonar. --Me ha dicho Tony que Tyler ha dejado algo para mi. Levanto la vista de la pantalla, cogio un sobre de encima de la mesa y me lo paso. Despues volvio a concentrarse en las chicas despelotadas. --Gracias --dije mas por costumbre que a proposito. La buena educacion alli solia estar de mas. Abri el sobre: aparte del dinero acordado, habia una carta. La lei. Joder, se avecinaban problemas. La carta me daba dos alternativas. La primera era aceptar la sugerencia de mi jefe y hacer como --mas adelante volvere a este punto-- aparentemente habia hecho el: mandarlo todo al carajo, desaparecer, huir y comenzar de cero en cualquier otra ciudad de cualquier otro pais y evitar meterme en jaleos. Evidentemente, como se pueden imaginar, escogi la opcion dos. Sali de La Fabrica sin despedirme de nadie. Tampoco me hacia falta: yo era, a todos los efectos, el numero dos de la organizacion. Tres largos anos como agente encubierto me habian permitido ir subiendo en el escalafon y alli, en ausencia de Tyler, se hacia basicamente lo que yo queria. Tampoco es que fuese el mas popular del lugar, pero lo de jugar a dos bandas, o incluso a tres (pero eso ahora mismo no viene al caso), suele traer aparejadas estas cosas. Puede que no me respetasen en el sentido estricto de la palabra, pero me tenian un miedo atroz porque sabian de lo que era capaz. Lo que me planteaba una inquietante duda: si mi jefe se habia marchado por piernas, ?por que narices alli estaban todos tan tranquilos? Algo olia muy mal pero aun no sabia a que me enfrentaba. Me dirigi a la direccion que me habia pasado hacia meses mi companero, ?o habia sido mi otro jefe? Bueno, es igual, el caso es que aparque a unos cien metros de la casa. Realmente no era una casa, sino un pedazo de mansion. Alli vivia el Ruso, un tipo muy poco recomendable. Deje la pistola en la guantera del coche y me apee. Me plante ante la verja y toque el timbre. Llegaron un par de dobermans y un par de matones. Se distinguian porque los primeros tenian las orejas mas puntiagudas. --?Que cono quieres? --me dijo uno. De los matones, no de los dobermans.

  • La luz de Jose Luis Victoria Lozano

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    Pasan los siglos y las personas no son tan diferentes, al final buscamos lo mismo que antano.

  • AKA de Jose Ramon Perez

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    En un futuro no muy lejano, Kant es un oficinista que anos atras alcanzo la fama como escritor, pero que ahora lleva una gris existencia de burocrata. Un dia se presenta en su oficina un extrano e inesperado cliente y, tras el, comienzan a aparecer tambien una serie de personajes que desean localizarlo a toda costa. Kant se ve de repente arrastrado a una persecucion frenetica donde nada es lo que parece. O todavia peor: porque algunas cosas si son lo que parecen.

  • Recuperar a Ari – Marta Frances de Marta Frances

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    Diego va al instituto pero pasa de todo, de las clases, de la gente… se ha portado como un capullo durante demasiado tiempo. Perdio a un ser querido y eso lo cambio, y al cambiar, perdio lo que mas queria: a Ariadna. Una tarde de invierno, un accidente inesperado origina un cambio en su interior. Ya no quiere seguir comportandose asi, ahora solamente quiere una cosa: recuperar a Ari.

  • Mi error fue amarte. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Dulce y Angel se evitan. Hacen lo posible por no estar mucho tiempo cerca el uno del otro. No se soportan, no pueden evitar insultarse, molestarse y odiarse… Pero, si se odian, es porque en realidad el tiempo no ha logrado hacer que se olviden y que dejen de recordar cuanto se amaron.

  • Sophie (Simplemente Amor 1) de Azminda Cancino

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    Northman-Carter Jones. Tres apellidos, una fortaleza.

  • El sindrome de Wendy de Lucy Morton

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    Muchas son, sin saberlo, las personas que sufren el llamado "Sindrome de Wendy". Consiste en la necesidad de satisfacer a otra persona debido al miedo al rechazo, a no ser aceptada o a caer mal. Asi como el famoso "Sindrome de Peter Pan" cuenta con el problema de adultos que se comportan como ninos y no quieren crecer, quienes sufren el "Sindrome de Wendy" son aquellas personas que se encargan de cuidarlas y protegerlas. Wendy y Peter Pan, por asi decirlo, se necesitan el uno al otro. "Wendy" tiene la necesidad de satisfacer a quien tiene al lado, especialmente si es su pareja o sus hijos. Claro ejemplo es el padre o la madre que no ayuda en los deberes a su hijo, sino que los hace para facilitarle la vida en ese o en otros muchos sentidos; la ama de casa que asume todas y cada una de las obligaciones y responsabilidades del hogar sin contar con ayuda externa; o aquella persona que toma todas las decisiones para no causar problemas o quebraderos de cabeza a los demas y, ademas, justifica el mal comportamiento o la informalidad de la persona con la que convive. Las caracteristicas principales de quien padece el "Sindrome de Wendy" son: Cree que es alguien imprescindible en la vida de los demas. Nadie mas que ella puede ocupar su lugar y el resto, suele aprovecharse de la disponibilidad que tiene siempre Wendy. Todo se lo piden a ella y ella es feliz complaciendo al projimo. El amor para ella es un sacrificio, una resignacion. Dar sin esperar nada a cambio. Siente la necesidad imperiosa de cuidar y proteger a los demas como si fuera su madre y tambien termina asumiendo ese rol con su pareja, especialmente si esta, padece el "Sindrome de Peter Pan". Suelen encontrarse; es como aquel dicho de: siempre hay un roto para un descosido. Wendy evita que las personas de su alrededor se molesten, se enfaden o se disgusten. Necesitan caer bien cueste lo que cueste. Intenta hacer feliz a los demas de manera constante. Siempre quiere agradar, caer bien, que todo el mundo este a gusto y feliz, sobre todo en su presencia. Asume las responsabilidades en lugar de otra persona, aun cuando no es su trabajo. Pide continuamente perdon aunque no haga falta, aunque no haya cometido ningun error y o no sea la responsable del problema a resolver. Es propensa a deprimirse por la falta de atencion; la aceptacion social es sumamente importante para ella. Esta es la historia de una Wendy que, harta de ser siempre quien daba sin recibir nada a cambio aunque no lo esperara, se revelo contra su sindrome sin la ayuda de nadie. Combatio el "sindrome de Wendy" y decidio cambiar su vida radicalmente y su comportamiento hacia los demas cuando descubrio algo que sus ojos no deberian haber visto jamas. ?Tu tambien conoces a una Wendy? ?Quiza a un Peter Pan? Son frecuentes, existen en todas las partes del mundo y, seguramente hoy, caminando por la calle, has visto a uno. Pasan bastante desapercibidos como aquellos que proceden de otro planeta; como los angeles y los demonios que habitan la tierra; pero combaten una lucha interna feroz como quien es adicto al alcohol, a las drogas o es dependiente de la nicotina. Como quien tiene insomnio, es adicto al trabajo o lucha contra sus numerosos miedos. Como quien trata de superar una perdida, una ruptura o una crisis emocional de otro indole. Todos luchamos cada dia contra algo. Wendy lucha contra Wendy y Peter Pan; Peter Pan, por su parte, parece no darse cuenta de nada y trata de buscar desesperadamente a una Wendy que actue por el y este ahi siempre, amable, generosa y sonriente, para cuando la necesite. Espero que disfrutes de esta historia, breve pero intensa, en la que te espera un cumulo de sorpresas, momentos tiernos y otros mas rebeldes por parte de nuestra querida y confusa "Wendy"; tambien fantasia y un giro imprevisible de los que prometen dejarte KO. Lucy Morton CAPITULO 1 -- Todos quieren -y necesitan- a Wendy Mil veces he intentado decir que no. Y mil veces he dicho si. Otras tantas he tratado de pensar solo en mi y he terminado pensando en la persona que tenia al lado. ?Y para que? Se supone que todo lo hago porque me sale del corazon sin esperar nada a cambio, pero hoy me he caido en la calle por una maldita cascara de platano que algun incivico ha tirado al asfalto de la ciudad de Nueva York, y nadie ha venido a socorrerme. Nadie. Se que no soy Cindy Crawford, pero soy persona. Soy persona, me llamo Kate Middleton como la duquesa de Cambridge y estoy harta de que, cada vez que conozco a alguien, me suelte lo de: --?Como esta William? ?Donde has dejado al principe? Al principio sonreia con cara de boba y me excusaba diciendo que mi padre es ingles, de Watford, para ser exactos. <> --Jovencita. Jovencita, ?puedes ayudarme con la compra? Me pesan mucho las bolsas. --Oh, senora. Por supuesto. Deme, yo le llevo la compra. ?Donde vive? --A diez manzanas. Me entraron los sudores frios y a pesar del calor de julio, un escalofrio recorrio mi espina dorsal mientras cogia las cinco pesadas bolsas de la senora y me dispuse a recorrer a paso de tortuga junto a ella las eternas diez manzanas que quedaban hasta llegar a su hogar. No la conocia de nada; podia tratarse de una psicopata, una de esas ancianas peligrosas y asesinas; unas locas de remate. Pero me puse en su lugar. A los ochenta anos tambien me gustaria que una joven de treinta me ayudara con las bolsas, aunque tuviera que cruzar media ciudad. <> Yo iria caminando feliz, a mi paso y sin prisas, sin problemas ni dificultades, mientras observo a la boba que ha aceptado la "oferta". ?Cuantos le habrian dicho que no antes de que apareciera yo? ?Existe alguien en el mundo capaz de decirle que no a una anciana? <> --A lo mejor tienes cosas que hacer y te estoy entreteniendo --dijo la senora, a tan solo una manzana de llegar a su apartamento, situado en Queens. No dije nada y me limite a pensar en que era algo que podria haberme dicho antes. Seguro que lo habia pensado, pero prefirio callar y yo, por mi parte, odiaba tener ese pequeno momento de debilidad al pensar mal de ella y sus intenciones. Al llegar al portal me dio las gracias mirando mi cara de idiota cuando cogio las cinco bolsas como si de un culturista se tratara soportando unas mancuernas de tan solo cinco kilos. Yo, sin embargo, tuve que sufrir un desagradable hormigueo en mis cansados brazos mientras recorri de vuelta las diez manzanas hasta llegar al apartamento que compartia con mi chico, un aspirante a actor que solo habia conseguido protagonizar dos anuncios en la tele, por los que ya se creia George Clooney. Su nombre: Jerry, alias "mi George Clooney". Trato siempre de no reirme cuando se pone las gafas de sol y la gorra de los Mets diciendome: --Espero que no me reconozcan por la calle. Lo peor de todo, es que siempre lo dice en serio. Que realmente se lo cree. No sere yo quien le quite la ilusion. Mientras habla de sus suenos, con total confianza en si mismo, yo lo escucho pacientemente asintiendo y diciendole que todo le ira fenomenal. Al mismo tiempo estoy recogiendo la ropa que deja tirada en el dormitorio o en el mismo sofa del minusculo salon-comedor-cocina, para llevarla a la lavanderia; barriendo o fregando platos. Porque claro, a el nunca se le ocurriria fregar un solo plato. --!Soy una estrella, Kate! --suele decir, alzando los brazos. Es el tipico que esta constantemente haciendose selfies para las "fans" de sus redes sociales, incluidas esas fotos con el torso desnudo frente al espejo del lavabo. Pero es tan vago, que no va al gimnasio, y tiene que hacer poses raras y conseguir una iluminacion precisa, para que se le marque algo en el abdomen. La tableta de chocolate, dicen. No, "mi George Clooney" no tiene tableta de chocolate. Dudo, incluso, que tenga algo de cerebro. Eso es lo peor de todo. Que alguien como yo, se fijase, hace ya la friolera de cinco anos, en alguien sin cerebro. Normalmente me armo de paciencia con "mi George Clooney". Respiro una, dos, tres, cuatro... hasta cinco veces, para calmar a la fiera que tengo oculta en mi interior. Nunca saldra, por supuesto. No porque me domina el "Sindrome de Wendy" y no quisiera herir los sentimientos de nadie. "Mi George Clooney" y yo nunca nos hemos enfadado. Nunca hemos gritado. Somos dos companeros de piso, amantes y amigos muy silenciosos, que llevamos tres anos viviendo bajo el mismo techo. "Mi George Clooney" particular suele pasar las horas muertas en el sofa jugando a la Play o viendo la tele. Cuando a mi se me ocurre sentarme, tengo que hacerlo en un rinconcito y el pone los pies sobre mis rodillas para que le de un masaje. --!Estoy tan cansado! Y yo, que lo quiero con locura, le doy un masajito que lo relaja y le hace caer en un sueno profundo. Luego lo miro. Podria estar mirandolo durante horas mientras duerme. Y parezco una madre al verme pensar: --Miralo, si es como un angelito... Cuando duerme parece que no ha roto un plato en su vida. Pero yo se que ha roto cientos de platos. Hace dos anos, cuando llevabamos uno viviendo juntos, me puso los cuernos. Lloro, se puso de rodillas, me pidio perdon y por primera vez me invito a cenar. Al Mc Donald's, pero da igual. Invito el. Por primera vez. Eso era lo que contaba. Le perdone. No pense en mi o en mi orgullo de mujer, sino en el y su felicidad. Si su felicidad consistia en estar conmigo en vez de con la mujer con la que me habia sido infiel, ?quien era yo para negarselo? El me quiere y me necesita. Yo siempre estoy ahi como una imbecil. Siempre estoy ahi para el y para todo el mundo. --Kate. --Me llama mama un dia cualquiera--. ?Podrias ir a buscar a tu hermano al aeropuerto? A papa y a mi nos es imposible. --?A que hora? --A las doce. --Alli estare. Y la buena de Kate, como no tiene otra cosa que hacer, conduce hasta el aeropuerto para ir a buscar a su hermano de veinticuatro anos, que esta de "ano sabatico" viviendo la vida y viajando con el dinero de papa y mama. --Kate. --Es mi abuela, que me llama un dia cualquiera--. Me duele mucho la espalda, ?podrias hacerme la compra? Y la buena de Kate hace tres transbordos en metro para ir a hacer la compra a un super mercado cercano a la casa de mi abuela, llevarsela y llenarle la nevera. No me da el dinero. Me dice que a ver si le puedo limpiar un poco la casa, mientras ella ve un programa de cotilleo en television. Cinco horas en casa de la abuela y de vuelta a tres transbordos en el metro para llegar a mi casa, donde me espera "mi George Clooney" preguntandome que hay para cenar, que no sabe como se enciende el fuego. Y mientras preparo la cena, me llama una de las pocas amigas que tengo, Sarah, y me dice: --Ay Kate, no sabes lo que me ha pasado. --?Que te ha pasado? --pregunto alarmada. --Tengo un vestido en la tintoreria que necesito para manana por la noche, pero me sera imposible ir. ?Puedes ir tu?

  • El cerebro femenino de Louann Brizendine

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    ?Como piensan las mujeres? ?Que es lo que valoran? ?Como se comunican? ?A quienes aman? Todas las respuestas estan en el cerebro. La investigadora y doctora en medicina Louann Brizendine ha recopilado numerosos datos cientificos para explicar de manera clara como la estructura cerebral es fundamental para entender la forma de pensar de las mujeres.

  • Shokunin de David B. Gil

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    Shokunin es un spin-off de El guerrero a la sombra del cerezo, la novela de ficcion historica mejor valorada en las librerias on-line.

  • Busca la felicidad de Sophie Saint Rose

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    La vida de Beverly era un autentico desastre. No tenia ilusion por nada y solo se le alteraba el corazon cuando veia a su jefe. Asi que Julia, su angel de la guarda, le da un empujoncito para que se espabile. ?Pero no habra cambiado su vida demasiado rapidamente?

  • Multimillonario Desenmascarado de J. S. Scott

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    Jason Sutherland es un inversor multimillonario que lo tiene todo: buen fisico, miles de millones de dolares y todo juguete caro que un hombre pudiera desear. Lo que no tiene es lo que mas quiere: a Hope Sinclair. Por desgracia, Hope, la hermana pequena de su mejor amigo, estaba vetada. Pero cuando descubre que va a casarse, decide que va a reclamarla antes de que sea demasiado tarde, y haran falta bastantes enganos y riesgos para conseguir su objetivo. Hope podria terminar odiandolo, pero despues de pasar con ella una noche prohibida que no puede olvidar, sabe que tiene que intentar hacerla suya para siempre.

  • La trampa de Ele Serfstone

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    Hugo esta solo, o asi es como se siente. Su mama murio cuando el aun era muy pequeno. No la recuerda, por eso no la extrana. En cuanto a su papa, digamos que las cosas no van muy bien con el. No hablan, y el contacto fisico es practicamente nulo. Es, como si no existiera. Pero las cosas cambian el dia en que su papa decide pasar pagina y empezar a salir de nuevo. Con el tiempo se enamora de una mujer con la que decide casarse. Asi la familia crece, ahora tiene una nueva mama y un nuevo hermano. Todo normal, ?o no?

  • Librame de todo mal de S. A. Kirchen

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    La primera vez que el morbo se tradujo en humedad, la adolescencia afeaba un poco mi rostro con granos y espinillas, y me sorprendio paseando distraida hacia mi casa desde el instituto. Por expreso deseo materno, nunca cruzaba el atajo del cementerio viejo con tal de acortar el trayecto. Ella aseguraba, a propios y ajenos, que el sendero lo plagaban las animas atormentadas vagando sin reposo. Explicaba apasionada, un sinnumero de historias fantasticas sobre aparecidos y entes andrajosos visionarios de infortunios, que sugestionaban a los parroquianos hasta el punto de abandonar a sus muertos el Dia de Todos los Santos. Yo creci en ese ambiente religioso opresor, siempre temerosa al castigo divino, donde no era admisible pecar ni de pensamiento. ?Que me empujo a quebrantar la norma? Yo era carne de beata, siempre recatada y pudorosa. Mi uniforme escolar daba fe de ello; los calcetines bien altos y el dobladillo de la falda por debajo de la rodilla no dejaban un centimetro de piel al aire. Entonces, ?como sucedio? Hoy tras anos de mantener relegado aquel recuerdo al cajon desastre de mi memoria, comienzo a darle credito a las fabulas de mi madre; algo hubo de arrastrarme inconscientemente por aquella trocha estrecha y poco transitada, colmada de piedras caidas de los muros resecos y de la tierra, que, convertida en polvo, se fijaba a los mocasines lustrados en la manana. Cada rama que pisaba, mi mente la convertia en el crujido de un hueso al quebrarse. Cada hoja que me rozaba, eran jirones del atavio para amortajar de alguna novia suicida. Temblaba con cada soplo de viento que movia mi cabello, y me aferraba a la carpeta escolar como si fueran misales con la propiedad de ahuyentar a los espiritus molestos por mi intrusion. Sufri alucinaciones de todo tipo, hasta el punto de sudar en frio y respirar atropelladamente aquejada por el panico a lo desconocido o a lo imaginario. Me apresure a salir de la hijuela --se me antojo una peregrinacion-- con pasos acuciosos. Sin embargo, en mi fuga, el pie se enmarano en un raigon y al abrir los brazos para no perder los dientes en el batacazo, solte la carpeta y el contenido se desperdigo fuera de la senda. Ni sacudi la suciedad de la ropa, de un brinco me alce. Con miedo atroz, trizaba zarzales a manotazos sin acusar el escozor por los rasgunos de sus espinas. Asi, fui penetrando en el margen de la vereda y los vi. En el pueblo todos nos conociamos, y todos tambien teniamos un apelativo, por lo general otorgado en honor a alguna aptitud, labor, defecto o tara heredada de un antepasado. En mi casa eramos los Coratos, en recuerdo al caracter montaraz de una abuela. Los que estaban desnudos en el claro, rodeados de espesura silvestre y yerma, tampoco se libraban. Ella era Palmira, La Dona, nunca supe a que venia el apodo, era la esposa del alcalde, un hombre regordete y bigotudo, con los brazos desproporcionados en comparacion a su corta estatura, siempre apestando a puro, vino barato y refrito de bar. Yo les llamaba La extrana pareja. Las carencias fisicas del marido, eran superadas con nota por la belleza delicada de la mujer y, sobre todo, por su elegancia. Su acompanante no era el alcalde, si no el capellan, un hombre bien parecido y admirado por todas las devotas que proclamaban bondades de su persona. Alarmada, podria narrar como el pavor a ser sorprendida atenazaba mis musculos, podria, pero no; la imagen me subyugaba a seguir camuflada tras los matojos. Desde mi posicion podia sentir el sonido de sus besos arrebatados. El, le sujetaba con ambas manos la cara, sosteniendola con la maravilla que se admira un milagro; ella desabotonaba su camisa de abajo a arriba, dejando a la intemperie un torso definido y masculino, bien formado. Que extravagante es la vida, nunca habia contemplado a un hombre desnudo y el padre Samuel iba a mostrarme todas sus inocencias. Centimetro a centimetro, La Dona, fue retirando las prendas que entorpecian el acceso a la zona mas casta a mantener por un ministro del Senor, y cuando aparecio ante mis pupilas perplejas aquel pecado erguido, ahogue un grito de estupor. La mujer no tuvo remilgos en abandonar la boca hipocrita que, en la manana, habia impuesto penitencias a las confesiones de sus feligresas, para trazar con sus labios un rastro ardoroso derecho a calmar los latidos del miembro que acariciaba. Mi cuerpo tambien se agito expectante y acalorado, ardian mis mejillas y mis pulmones demandaban henchirse mas veces y mas profundamente. La mujer se postro ante el, aun vestida, mostrando los hombros, lo unico que le habia dado tiempo a descubrirle. Alzo la mirada desde su posicion, implorando ante aquel altar, relamiendose ansiosa de mimar sus exvotos expiatorios, y seguido, repaso con su lengua la envergadura exhibida sin reparos. Ahi, mis pulmones se vaciaron. A la par, en mis entranas principiaba un cosquilleo viciosamente agradable. Cuando ella le proporcionaba una caricia falica intensa, un millar de sensaciones se originaban alrededor, equivalentes a una sinfonia tosca de jadeos, paladeos, chasquidos y palabras sensuales, que me llegaban amortiguadas, pero con la energia estimulante precisa para avivar mis hormonas donceles. De repente, el, con voz ronca y excitada, rogo que se detuviera apartandole la cabeza de su intimidad, obligandola a levantarse. La observaba fervido, igual a un imaginero su obra sagrada, y fue desarropandola sin prisas, boton a boton, sosteniendole la mirada. Ambos desnudos se tumbaron en la yerba poco mullida. Los besos eran furiosos, suculentos, delirantes... Mordia el cuello de La Dona, que se contorsionaba bajo la figura del pecado. Tomo sus senos cual lactante hambriento y, cuando creyo haber catado suficiente, siguio buscando otro oasis en donde saciar su sed. No tardo demasiado en emplazarlo. Situando su boca en los labios intimos de la mujer, conseguia que gimiera retorciendose sin control implorandole un receso. No cedia a sus suplicas, al contrario, su lengua repasaba los pliegues del deseo, hurgaba en su cavidad intima y se centraba en saborear los jugos de la excitacion femenina, inmovilizando sus piernas, exponiendola de par en par ante el, absorbiendo sin reten la ambrosia ofrecida. Mi inquietud se habia convertido en agitacion y el calor, en llamas. La ropa interior empezaba a impregnarse de fluidos desconocidos hasta aquel entonces, mi libido intentaba orientarme torpemente sobre los pasos a seguir, hasta que la pareja cambio los juegos orales por los carnales. Ella, aun entre espasmos y convulsiones, recibia el primer envite. Se arqueo, el se mantuvo alli unos segundos y salio lentamente, para entrar de nuevo y repetir la operacion, una y otra vez, torturandola por como imploraba y se aferraba a la escasa hierba. Mi mano tomo la iniciativa al reptar por debajo de la falda. Estaba mojada, mi intimidad habia cambiado al tacto, era mas suave y mas esponjosa. Las censuras me asustaban y palpaba con aprension. Subitamente todos mis escrupulos se evaporaron junto con mis bragas, permitiendo a los dedos acariciar mi sexo, experimentando a darme placer sin mas prudencias. Con la falda por encima de las rodillas y con las bragas a la altura de los tobillos, escudrinaba la manera idonea de avezarme en enfasis a aquella fogosidad, ya no observaba a la pareja, verme a mi era asaz. Inesperadamente, una contraccion mas grata a las anteriores se manifesto imparable. Manipule mi vertice de goce, ignoto hasta el momento, y aprendi a presionarlo con el vigor adecuado para obtener una sacudida en respuesta. Algo restallaba dentro licuando mi candidez puber, tornando mi inocencia en un flujo viscoso y tibio que resbalaba entre mis nalgas. Lleve los dedos empapados a la boca, curiosa en conocer mi sabor y aroma, sin dejar de dedicarle fricciones intensas al punto erogeno profanado, succionando mi indice instruida por la vision de La Dona hacia unos minutos, y sin darme tregua a mi misma alcance el extasis. Contuve los gemidos mordiendome los labios por respeto a los adulteros de fe y promesas, que, tras consumar, se regalaban arrumacos de amantes fieles. Fui recomponiendome sin causarles molestia alguna y, tan silenciosa como apareci, me marche. Mi cuerpo aun sensible acusaba los roces de la ropa, tambien el corazon bombeaba la sangre con prisa y note mis pechos pesados y turgentes, entendi la necesidad apremiante de los imberbes companeros de clase, siempre animando a alguna de las chicas populares a complacer sus instintos basicos. Sin embargo, no solo disfrutaba de ese hallazgo, la angustia tambien ocupaba su parcela en mi, conjugando ambas emociones en diferente proporcion, y, con cada paso que me aproximaba a casa, la aprension ganaba al gozo. Mi madre estaria alli, entre sus miles de quehaceres, esperando mi regreso, pendiente del reloj. Con el tiempo habia conseguido diez minutos de cortesia y vadear el viejo osario me regalaba alguno mas, pero el rato de lubricidad superaba al computo total. Desee con ahinco que ella estuviera aquejada por alguna jaqueca, hecho probable, era una mujer victima de sus propias decisiones irreflexivas, producto de su lengua perennemente dispuesta a senalar los defectos ajenos e incapaz de distinguir los propios. Para mi descanso, nadie me esperaba, respire con alivio, habia temido delatarme al mal fingir no conocer sucesos resenables, cuando mis ropas sucias y mis zapatos polvorientos arguian lo contrario. La casa estaba vacia, podia mudarme ajena a miradas recelosas o preguntas incomodas a las que contestaria mintiendo. Evitando que una inspeccion ocular hiciera saltar todas las alarmas, saque brillo al calzado y lo guarde bajo la cama. Con sigilo, cruce de puntillas de mi habitacion al aseo y pase el cerrojo. Al desabotonar la blusa del uniforme y contemplar la imagen del espejo, me vi distinta, concretamente no se que habria cambiado, pero mi cuerpo me gustaba mas que en la manana o en la noche anterior. Repase con suavidad la rosada aureola que al contacto recuperaba tersura y mis senos tomaron forma sugerente, apetecible. Acariciaba las protuberancias semejantes a fresas y las pellizque, primero con tiento, luego con mas crudeza. Un jubilo chocante, entre gusto y desagrado, conecto mi sexo. Desabroche la falda y hasta el sonido al caer fue provocador. Mis braguitas de algodon con blonda infantil, estaban sucias, con briznas de paja y restos de arena; aun humedas, las baje, lanzandolas de un puntapie a un rincon del bano y de nuevo examine mi reflejo escandaloso, recobrando la exploracion en donde la habia dejado antes de descubrirme a mi misma. Entre mas maltrataba mis indefensos pezones, mas necesitaba escarbar en mi libidine e introduje el dedo corazon para notar el pulso en mi intimidad. Nuestro Senor fue habil al dotarnos de tantos dedos en cada mano, logre jugar con mis claves del hedonismo a la vez, aprendi a satisfacerme en menos tiempo del que emplee en la invocacion al Espiritu Santo. Cuando mi familia regreso de sus quehaceres, yo habia preparado la cena, puesto la mesa y esperaba acabando mis tareas escolares. Presentia que, si me observaban con detenimiento adivinarian mi intrusion en esos horizontes intemperantes. Asi que opte por intentar pasar inadvertida. En principio no deberia de ser una empresa dificil, en casa solo notaban mi presencia en caso de retrasarme. La noche estuvo llena de suenos variopintos, situaciones inconcebibles y tentaciones insolitas, en donde un fraile, poseia mi cuerpo haciendolo retorcer bajo sus habitos de saco, desgarrando su pureza con mi total entrega.