• adrienne rich - Adrienne Rich

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    To have seen you exactly, once: red hair over cold cheeks fresh from the freeway your lingo, your daunting and dauntless eyes. But then to lift toward home, mile upon mile back where they'd barely heard your name --neither as terrorist nor as genius would they detain you-- to wing it back to my country bearing your war-flecked protocols-- that was a mission, surely: my art's pouch crammed with your bristling juices sweet dark drops of your spirit that streaked the pouch, the shirt I wore and the bench on which I leaned. 2 It's only a branch like any other green with the flare of life in it and if I hold this end, you the other that means it's broken broken between us, broken despite us broken and therefore dying broken by force, broken by lying green, with the flare of life in it 3 But say we're crouching on the ground like children over a mess of marbles, soda caps, foil, old foreign coins --the first truly precious objects. Rusty hooks, glass. Say I saw the earring first but you wanted it. Then you wanted the words I'd found. I'd give you the earring, crushed lapis if it were, I would look long at the beach glass and the sharded self of the lightbulb. Long I'd look into your hand at the obsolete copper profile, the cat's-eye, the lapis. Like a thief I would deny the words, deny they ever existed, were spoken, or could be spoken, like a thief I'd bury them and remember where. 4 The trade names follow trade the translators stopped at passport control: Occupation: no such designation-- Journalist, maybe spy? That the books are for personal use only--could I swear it? That not a word of them is contraband--how could I prove it? 1995 El arte de traducir 1 Haberte visto del todo, una vez: pelo rojo en mejillas frescas por el aire de la autovia tu jerga, tus ojos que intimidaban sin dejarse intimidar. Y despues poner rumbo a casa, milla tras milla hacia donde apenas sabian de tu nombre -ni por terrorista ni por genio te detendrian- volar a mi pais portando tus protocolos salpicados de conflicto; esa era, sin duda, toda una mision: mi cartera de artista llena de tus jugos rebosantes las dulces gotas oscuras de tu espiritu manchando de rayas la cartera, la camisa y en el banco sobre el que me apoyaba. 2 No es mas que una rama como cualquier otra verde con el fulgor de la vida y si la sostengo por un extremo y tu por otro quiere decir que esta rota rota entre nosotras, rota a pesar de nosotras rota y por tanto agonizante rota a la fuerza, rota al yacer verde, con el fulgor de la vida 3 Pero imagina que estamos en cuclillas como ninas sobre un revoltijo de canicas, chapas, papel plata, viejas monedas extranjeras -los primeros tesoros de verdad. Ganchos oxidados, cristales-. Imagina que yo viera primero el pendiente pero tu lo quisieras. Luego querrias las palabras que yo habia encontrado. Te daria el pendiente, el lapislazuli aplastado si hubiera, me quedaria mirando los cristales de la playa y el interior astillado de la bombilla. Observando en tu mano el perfil obsoleto del cobre, el ojo de gato, el lapislazuli. Cual ladron negaria las palabras, negaria su existencia, que fueran pronunciadas o pudieran pronunciarse, cual ladron las enterraria y recordaria donde. 4 Los nombres de oficios responden al oficio los traductores retenidos ante el control de pasaportes: Profesion: sin especificar. ?Periodista, espia quiza? ?Podria yo jurar que los libros son para uso personal -tan solo-? ?Que ni una sola palabra es contrabando -y como lo demostraria-? 1995 For an Anniversary The wing of the osprey lifted over the nest on Tomales Bay into fog and difficult gust raking treetops from Inverness Ridge on over The left wing shouldered into protective gesture the left wing we thought broken and the young beneath in the windy nest creaking there in their hunger and the tides beseeching, besieging the bay in its ruined languor

  • Todos los libros del autor Rich Adrienne

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    46 títulos para "Rich Adrienne" · Sumergirse en el naufragio · Nacemos de mujer · El sueño de una lengua común · Antología Poética (1951-1985) · Ensayos esenciales.

  • ADRIENNE RICH | Casa del Libro

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    Nuevos libros de ADRIENNE RICH · GALAXIAS DE MUJERES / GALAXIES OF WOMENhttps://www.casadellibro.com/libro-galaxias-de-mujeres--galaxies-of-women/9788494996788/ ...

  • Adrienne Rich: Libros - Amazon.es

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  • Adrienne Rich: Libros - Amazon.es

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  • Libros de Adrienne Rich. Biografía y bibliografía ...

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  • Ensayos esenciales - Adrienne Rich - Capitán Swing

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    Adrienne Rich fue una poeta galardonada, una ensayista influyente, una feminista radical y la voz intelectual más ... 27 € (libro) / 12,99 € (eBook).

  • Antología poética (1951-1981) | Adrienne Rich - Visor Libros

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    Libro Antología poética (1951-1981) de Adrienne Rich. ... -la primera en lengua española- presenta una selección de poemas de doce libros de Adrienne Rich, ...

  • Adrienne Rich - Visor Libros

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    Búsqueda avanzada en el catálogo. 2 libro(s) fueron encontrados según el siguiente criterio de búsqueda. Autor: Rich, Adrienne.

  • Libros de ADRIENNE RICH - U-Tópicas

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    12 resultados · GALAXIAS DE MUJERES / GALAXIES OF WOMEN · SUMERGIRSE EN EL NAUFRAGIO · ANTOLOGÍA POÉTICA (1951-1985) ...

  • Libros de Adrienne Rich en Librería Cervantes

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    Rich recibió numerosas distinciones a lo largo de su carrera: el National Book Award de poesía, ... Hemos encontrado 8 libros de Rich, Adrienne.

  • Busca la felicidad de Sophie Saint Rose

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    La vida de Beverly era un autentico desastre. No tenia ilusion por nada y solo se le alteraba el corazon cuando veia a su jefe. Asi que Julia, su angel de la guarda, le da un empujoncito para que se espabile. ?Pero no habra cambiado su vida demasiado rapidamente?

  • Los vigilantes del faro (Los crimenes de Fjallbacka 7), Camilla Lackberg de Camilla Lackberg

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    Una historia de antiguas leyendas y tragedias familiares entre la decada de 1870 y la epoca actual. La novela mas espectral de la serie Los crimenes de Fjallbacka (Novela negra)

  • Cuando la sociedad es el tirano de Javier Marias

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    Cuando la sociedad es el tirano reune los noventa y seis articulos publicados por Javier Marias en el suplemento dominical El Pais Semanal entre el 5 de febrero de 2017 y el 27 de enero de 2019.

  • Contigo aprendi de Aryam Shields

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    Valentina Harfush creyo tenerlo todo: un matrimonio maravilloso, una carrera de exito y la vida casi resuelta. Pero al descubrir que su esposo la engana, su mundo tiembla y todo lo que ella consideraba perfecto empieza a derrumbarse. Intentando huir del dolor causado por la traicion, encuentra un lugar donde reparar las heridas y encontrarse a si misma. Un lugar donde tambien lo encuentra a el. El padre D Rodriguez vive para servir. Servir a Dios y a su comunidad. No obstante, al encontrarse con ella su vida dara un giro de 180 grados. Valentina es la tentacion y sabe perfectamente que ella hace parte de una vida a la que ha renunciado por completo. Coincidir trae consigo una incipiente atraccion que los tomara por sorpresa y en medio de esos encuentros nace esta historia que transita por los senderos del alma, enfrentando los principios y la vocacion con un sentimiento mas fuerte que cualquier otro. ?Al final podra el hombre imponerse sobre el sacerdote? ?Se consigue volver a amar, cuando se tiene el corazon roto? El amor tendra la ultima palabra y sera el que ponga cada detalle en su lugar.

  • Venganos Tu Reino de Juan Gabriel Vazquez

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    Rodney R. Campbell es un policia que hace su recorrido por Manhattan . Ese dia pasa algo que cambiara su vida , Mandandolo mas tarde a algunos paises latinoamericanos, hasta llegar a Mexico.Sonora, Mexico. Francisco Villavicencio, el candidato a la presidencia por parte del PRI (Partido Revolucionario Institucional), da un discurso para convencer a todos, que es la solucion de los problemas de ese pais. Lo que no sabe que un magnicidio se esta preparando hacia su persona.Luca, un asesino letal, esta a punto de hacer su trabajo mas importante de su carrera. El jefe de un cartel, con ayuda de un poderoso politico, se escapa de una carcel de alta seguridad, pero al poco tiempo se da cuenta que lo han traicionado y lo que realmente quieren, es verlo muerto.Don German De La Rivera, es el padrino de Mexico y mantiene un poderoso imperio. Sin embargo, Armando Logrono, dueno de la televisora mas importante de ese pais, suena con obtener ese imperio y empieza a mover sus piezas para lograrlo, aunque sabe que un paso en falso, le costara la vida.Abigail Najera, la actriz del momento, suena con llegar a Hollywood y su inspiracion es Salma Hayek. Pero antes tiene que recorrer un largo y obscuro camino en ese medio.

  • En busca de la redencion (Conquista 2) de

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    Manuel es un hombre atormentado por sus fantasmas. En el pasado, viajo al Nuevo Mundo y alli cometio un terrible crimen movido por los celos y por su caracter misogino y carente de honor. Con sus fechorias les ha fallado a su mejor amigo, a la que fue su prometida y, sobre todo, al mejor hombre que ha conocido nunca, su padre.

  • Muerte en Tentudia – Rafael Salcedo Ramirez de Rafael Salcedo Ramirez

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    Primavera de 1975. Paco Prendes y Manolo Gabardino son dos inspectores de policia pertenecientes a la Brigada Criminal de Sevilla quienes, tras desenmaranar un intrincado caso en el entorno de la alta sociedad de la ciudad, y como consecuencia de un cruce de casualidades, se veran inmersos en la investigacion del asesinato de una joven vecina de la localidad pacense de Monesterio, cuyo cuerpo sin vida es encontrado en la cima del Cerro de Tentudia. En equipo, trabajando codo con codo tanto con el juez de Instruccion de Zafra, el medico forense, asi como con el comandante de puesto de la Guardia Civil, tendran que enfrentarse a un escurridizo culpable mimetizado a conciencia, burlandoles a cada paso que dan en pos de la verdad sobre tan vil crimen.

  • Amy (Senoritas Britanicas 3) de Scarlett O'connor

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    Una historia que derriba los prejuicios y escribe con sus escombros el mas bello amor.
    -Melanie Rogers.

  • La noche de los regalos (Fuego y hielo 2.8) [LGBT] de Mike Lightwood

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    En la Noche de Reyes, Oscar tiene todo lo que podria desear en la vida. Pero Sergio va a pasar la noche con el, y eso significa que le tiene preparado algo especial… aunque antes tendran que entrar en calor para refugiarse del frio invernal, claro.

  • La nina de sus ojos de Vicente Muleiro

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    Es aca, sobrina, donde se levanta ese elefante de hormigon. Ahi vivieron. Desde ya, no en este cuadrupedo cargado de signos, la Biblioteca Nacional, construida con una forzada modernidad destinada a envejecer al dia siguiente de su inauguracion. No. En el Palacio Unzue, emplazado entonces en esta gran manzana: Aguero, Libertador --que en este tramo se llamaba Alvear--, Austria y Las Heras. Ahi vivieron, y ahi trabajo mi tio y tu tio abuelo Blas, un personaje al que llegue a conocer. ?Que se puede ver que ellos tambien hayan visto? Un ejercicio posible: contemplar las copas de los arboles que persisten y se trenzan en lo alto, tener la suerte de que la brisa del rio solape la cara y el pecho mientras se mira hacia arriba, dejandose encandilar por las fugaces estrellas solares que se filtran en la espesura. Puede que Peron y Nelly hayan compartido esas suaves epifanias; puede que Peron, contaminado por la adolescencia de ella, haya sentido otra vez la libertad intemporal de una promesa. Aca es. En la barranca que cae hacia la avenida quedan restos del jardin que disenara Ruben Dario. Pero las plantas de ambar que el poeta hizo sembrar ya no estan; las veinte palmeras arracimadas sobre el estanque esfumado, tampoco; al pino inclinado con claveles del aire que besaban el tronco, no se lo ve. Es sobre esa pared de enfrente que alguien escribio <> cuando Eva agonizaba a unos pocos metros. Nelly no se propuso reemplazarla. Tenia apenas catorce anos cuando se instalo en el Palacio, a principios del 54, pero suficiente lucidez para darse cuenta de que por ese camino no lo iba a encontrar a Peron. Ella le ofreceria otras pulsaciones de la devocion. Del Palacio Unzue, estrictamente de la planta del Palacio Unzue, no queda nada. Sobre la calle Austria, el Instituto Nacional Juan Domingo Peron, y el cafe donde el, muneco de marmol, sonrie desde una mesa, no son restos de aquella construccion porque todo fue condenado al derribo. Rugientes excavadoras y rencorosas piquetas ascendieron a los trompicones por la barranca con el objetivo fundamental de aniquilar a sus fantasmas por orden del general Pedro Eugenio Aramburu, que detentaba la presidencia. Durante su enfermedad, Eva habia desatado tambien aqui las desmesuras de su entrega fundacional. Cuando agonizaba en su cuarto del primer piso, los umbrales de la residencia se convirtieron en un centro de peregrinacion y de vigilia; tras su muerte, fue uno de los santuarios donde muchos trataron de enjuagar una pena huerfana. Si buscas en Internet, podras encontrar la filmacion, de poco mas de un minuto, de la demolicion aquella. Con voz deportiva y celebrante, el relator del noticiero cinematografico presenta la destruccion como un inevitable capitulo del progreso urbano. Las paredes caen como bombardeadas desde las costas de Normandia, en el ambito estallan los bloques de cemento contra el piso y un polvo de muerte ocupa el espacio. No es facil suponer que habra encontrado aquella brigada salvaje. ?Manuales de historia militar en la biblioteca? ?Un triste zapato de tacon? ?Los lapices siempre afilados y en fila de Peron, como otro peloton a sus ordenes? Es posible que no, que nada. Hay que recordar que, tras el golpe del 55, grupos de saqueadores ingresaron como un tropel de furia a robar y a burlarse de la intimidad de los derrotados y los muertos. El vestuario de Eva fue conservado para su exhibicion insultante, para que la plebe supiera de los lujos y exorbitancias en las que pueden caer los resentidos y las putas cuando el poder y los amasijos de la historia les dan un lugar. Pero no saben, no tienen ni idea de hasta donde pueden llegar dos guachos --como Peron y Eva-- si les es dado disfrutar de sus conquistas en un palacio afrancesado, como el Unzue, comprado por el Estado nacional para salvar a unos ricatolicos en desgracia y destinarlo a residencia presidencial, con sus insomnes leones de piedra blanca, su galeria flanqueada por columnas de gloria, su majestuosa escalera en Y. No saben: Peron y Eva se trepaban a las barandas de esa escalera y reconstruian alli los juegos de toboganes placeros que no habian disfrutado a su debido tiempo. La ausencia de infancia la prolonga para siempre, dijo un poeta diestro en paradojas. Desde el primer piso se montaban en las barandas, el a la derecha y ella a la izquierda. La voz de partida la daba ella, porque decia que siempre era justa y que, en cambio, el era ducho en triquinuelas. Se lanzaban a caballo desde la baranda y llegaban al unisono, o sea que la diferencia sobre quien de los dos apoyaba primero el pie era de decimas de segundos. Peron cantaba !gane! y Eva protestaba. En esas competencias los encontro una vez el padre Leonardo, que llegaba a intercambiar opiniones sobre conflictos terrenales. Eva le exigio: Padre, usted se me queda en la punta de la escalera y dictamina, como si fuera la voz del Senor, quien de los dos pone primero el pie en el suelo, porque este es un vivo. Y el cura los vio: dos saetas sonrientes, zigzagueando sobre los pasamanos redondeados de marmol, sin concederse nada, concentrados, sin mirarse siquiera de reojo para hacerse de la contienda. !Peron!, canto el cura. El se dejo ganar la siguiente carrera, pero Eva se dio cuenta y le dio un ataque de furia. La misma sensacion de frescura y clandestinidad sentian acaso cuando se preparaban para salir a una funcion de gala. Peron, con frac; Eva, con el calce de un vestido disenado en Europa. Van a decir de todo, menos que esta ropa no nos queda bien. Y partian del brazo y abrazados por el mismo burbujeo pecador, por la certeza de compartir una agradable sobrecarga jocosa al saludar al personal de Cancilleria, a los dignatarios del cuerpo diplomatico. Esos juegos, y otros mas graves, se derrumbaban junto con los esplendidos balcones que se habian dejado acariciar por el jardin; se hacian humo como las alfombras persas y los cortinados que alguna vez habian enmarcado la pose radiante de Eva. En esas semanas de demolicion alguien creyo escuchar su gemido por las noches, pero se trataba de roces del viento entre las paredes despenadas, soplos de brisa sobre los pedazos de una puerta que, en lo alto, daba al vacio sobre la calle Austria, extranas figuras de derrota aptas para la circulacion de espectros, hasta que al dia siguiente esos restos de vida habitada tambien caian bajo el dictamen de una masa vengadora. Pero el encuentro de Nelly con Peron no se produjo alli. Se produjo en la Quinta de Olivos, entonces residencia de descanso para los fines de semana e, impensadamente, una de las sedes de la Union de Estudiantes Secundarios (UES), en este caso para el recreo de las senoritas, segun la iniciativa del ministro de Educacion, Armando Mendez San Martin, quien habia cargado sobre si la responsabilidad de distraer a su jefe tras la concentrada soledad que respiraba luego de la muerte de su mujer. Nelly, Nelida Haydee Rivas, Nelita, vivia en San Telmo; era la hija de la portera de una casa de departamentos en Chacabuco al 1200. Habia crecido en las penumbras sepias de un hogar pobre y concurria al segundo ano del colegio profesional, que entonces preparaba a las mujeres en el arte de dejar caer una milanesa en la sarten y en las murallas defensivas de su monte de Venus. Sin proponerselo, Nelly gozaba de un raro ascendiente entre sus companeras que estaba dado por su circunspeccion, la firmeza de sus palabras, su seguridad motriz y la capacidad resolutiva para las nimiedades de la vida escolar. No le habia dicho ni a sus padres, ni a sus mas cercanas companeras de curso, que acariciaba el deseo de entregarse al Senor, que la indefinible intensidad con que cargaba su persona requeria una resolucion fuerte, con alguna variante del absoluto. Ese absoluto no podria ser otro que Dios mismo. Los espacios de consagracion deberian ser amplios, silenciosos y secretos como un templo, lejos del rumor humano; su habitat cotidiano, una celda donde no entrara una mota de polvo; su cuerpo, una piedra blanca, lisa e ignorada. El rumor mental de su solipsismo se complacia con esas imagenes pero, al contrario de su impulso inmaculado, las visceras le respondian a su imaginacion con un cosquilleo indefinible que subia y bajaba de su vientre a su garganta, de su garganta a su vientre. Cuando el curso tuvo que elegir a la delegada de la UES, su triunfo no deseado fue comodo: era la chica mas carismatica, aunque ese carisma no se apoyara en despliegues jocosos o liderazgos sonoros. Se nego a aceptarlo, mira vos. No estaba en el mundo para los esparcimientos deportivos y los cielos abiertos. Pero los maestros y los padres coincidieron en que una apertura a la expansion corporal podia combatir cierta palidez que a ellos les preocupaba. Decidio probar para complacerlos, con la salvedad de que, si la actividad le disgustaba, renunciaria de inmediato. Peron eran dos silabas vibrantes en la casa de Nelly, en ese cuarto de prestado al que el padre llegaba de la fabrica de chocolates Noel y donde la madre descansaba de sacar brillo a los corredores. Era, Peron, alguien a quien borrosamente se le debia la digna subsistencia, pero mas aun la promesa de salir alguna vez de ese cuartucho donde los tres se escuchaban la respiracion por las noches, acostumbrados ya al aroma de sopas o fritangas que seguia flotando a la hora de conciliar el sueno. En algun lugar, a Nelly le importaba mas conocer al Presidente, ese mito casero, que hacer deportes, subirse a una motoneta o respirar hondo, entre la arboleda, el aire rioplatense.

  • Rivales y amantes de Cara Summers

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    Desde que la seductora Lily McNeil habia aparecido en su hotel, la vida de Tony Romano ya habia corrido peligro en dos ocasiones.

  • Perder al hombre que amas de Mano Book

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    La vida de Autumn estaba sumergida en el caos, despues de que su hermana se escapo de la boda, se vio obligada a casarse con Charles en su lugar. “Necesito desesperadamente dinero para pagar los gastos medicos de la abuela. Me casare con el en lugar de Yvonne en cuanto reciba el dinero”. Por lo que habia oido, su futuro marido era un hombre rico y poderoso, pero cada dia del ano se liaba con una mujer diferente. Lo unico que Autumn deseaba era divorciarse de el y recuperar su libertad despues de un ano.

  • Calor Estival de Miriam Amor

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    Laura, de 18 anos, esta en una gran crisis.
    Se siente fuertemente atraida por su enjambre de Jason, pero tambien por su mejor amigo Alessandro.
    Solo hay un problema: Alessandro es su hermanastro.
    Una buena tarde la madre de Laura la convence de ir a la playa con ellos porque siempre se entierra en libros.
    Como su madre no se rinde, finalmente esta de acuerdo.
    Pero cuando Laura se da cuenta de que la han arrastrado a una playa desnuda, su mandibula casi se cae de miedo.

  • The End, El Nuevo Mundo de G. Michael Hopf

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    Para Gordon Van Zandt, la lealtad y el deber para con su patria eran tan evidentes que, tras el 11 de septiembre, dejo la universidad y se alisto al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos; sin embargo, no tardo en abandonar este idealismo juvenil en una ciudad iraqui devastada por la guerra. Diez anos mas tarde, Gordon Van Zandt continua luchando contra los fantasmas de su pasado cuando, de repente, el y su familia deben enfrentarse a una nueva realidad. America del Norte, Europa y el Lejano Oriente sufren un superataque de pulso electromagnetico con consecuencias devastadoras que afectan las redes de electricidad y todos los dispositivos electricos. Tras el colapso total de toda la infraestructura economica --sin automovil y sin telefono--, Gordon sabe que debera luchar por unos recursos cada vez mas limitados y escasos. Junto con otros vecinos amigos, Gordon decide tomar todas las medidas que sean necesarias, y entre las cuales no se incluye el respeto por los demas.
    Gordon debe tomar todos los dias decisiones que en el “viejo mundo” hubieran parecido extremas y sumamente brutales, pero que ahora son vitales para la supervivencia.

  • La simpatica pero dramatica historia de Laura Maria Garcia Rodriguez de G. Z. Escribano

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    La historia de Laura Maria Garcia Rodriguez podria calificarse como simpatica, como dramatica, como agridulce, como tragicomica…o como se quiera. De lo que no cabe duda, es de que se trata de una historia que merece la pena contarse por lo variopinto de sus vivencias: tiene episodios tan peculiares como una inoportuna primera menstruacion; un comico incidente con un quinceanero en calzoncillos; o volar por los aires en un ring de boxeo. La muchacha nacio una fria manana de finales de verano --que hasta para eso fue peculiar-- y desde el dia de su nacimiento estuvo marcada por infinidad de avatares. Mejor dicho, desde el segundo dia, que fue cuando su progenitor, el senor Garcia, fue a inscribirla en el Registro Civil de su pequena ciudad de provincias. El deseo de su madre era que se llamara Laura; un nombre nuevo en una familia donde hasta ese momento predominaban denominativos mas clasicos como Maria, Carmen, Antonia o incluso Isidra. Laura, como nombre, no es que fuera toda una revolucion, pero a su madre le parecio candido y novedoso. En cambio, a su santo padre se le metio en la sesera que seria un nombre muy soso y demasiado moderno. Por ello decidio anadirle como segundo apelativo el de su bendita madre, el de la abuela paterna de la criatura, vaya. --Laura Maria Garcia Rodriguez. Fue lo que el padre dijo al funcionario del registro, y asi se quedo la muchacha. Nombre que solo sirvio para que la llamaran de decenas de maneras a lo largo de toda su vida: Laura, Maria, Marila, Lauma, LauraMari, etc. Y eso que ella siempre insistia en un simple Laura. Por lo que respecta a su infancia, puede decirse que fue relativamente feliz. No obstante estuvo salpicada por los agravios que su padre cometia contra su madre. No es que el senor Garcia maltratara a la senora Rodriguez, al menos fisicamente. Sin embargo, su escaso sentido del amor dinamito el ideal de familia que la madre esperaba. El trabajaba en la fabrica de embutidos mas grande de toda la provincia, y una de las mas grandes del pais. Todo un orgullo para su pequena ciudad. Y cuando terminaba de trabajar las diez horas reglamentarias, preferia irse al bar antes que pasar tiempo con ellas dos. A la senora Rodriguez le hubiera gustado darle un hermano o hermana a Laura, pero el senor Garcia no estuvo muy por la labor. <<--A no ser que quieras que coman siempre morcilla, no podremos alimentarlos bien>>. El interes por compartir sabanas con su mujer se diluyo con el tiempo, y Laura se quedo como hija unica. Esto y que el senor Garcia estaba mas tiempo fuera de casa que dentro, hicieron que Laura y la senora Rodriguez tuvieran una relacion muy proxima. Al menos hasta que la nina llego a la preadolescencia. Era una muchacha bastante solitaria. Aunque tenia amigas/companeras en el colegio, apenas quedaba con ellas fuera de las horas lectivas. A su casa acudieron como mucho dos companeras, Amalia y Anabel, a realizar alguna que otra tarea colectiva. Y todo esto ya con diez anos. Precisamente estos diez anos supusieron un punto de inflexion en su vida. Un chiquillo del colegio, Agustin, empezo a interesarse por ella. Todo lo que un nino de diez anos puede interesarse por otra nina. Se sentaban juntos en pupitres contiguos en el aula, y el se las ingeniaba para pasarle notitas de ?amor? En una excursion a un bosque a las afueras de la ciudad, Agustin se las arreglo para quedarse rezagado y poco a poco fue tirando de las manos de Laura que, curiosa, se dejo llevar. Acabaron bajo un enorme alcornoque con Laura recostada sobre el muchacho. El intento besarla y ella al principio rehuso. <<--No por favor, ?que haces?>> Agustin no se dio por vencido y a reganadientes Laura se dejo besar. Si es que a eso se le podia llamar besos, porque mas que nada eran como cabezazos con los morros. El silbato y los gritos de los profesores los sacaron de su <>. Agustin insistio en quedar con Laura fuera del colegio. <<--Los viernes por la tarde, por favor. >> Pero Laura no se mostro dispuesta. No es que le asqueara el contacto humano, pero el minimo intercambio de saliva con el chico no fue de su agrado. Y ademas estaba la catequesis, donde se hablaba del matrimonio como unico elemento valido para el amor, y por ende, para el amor carnal entre hombres y mujeres. Pasadas dos semanas de esos besuqueos/cabezazos tocaba confesarse para tomar la primera comunion. Ese sacramento en el que tanta vehemencia habia puesto su padre que recibiera. Bajo la madera del confesionario, tenia una cita con don Angel, el parroco de su barrio. Un senor que se pasaba muy de vez en cuando por las clases de catequesis y que era casi un desconocido para los futuros comulgantes. Cuando le conto al cura el incidente con Agustin, este puso un interes inusitado en los detalles. --?Te toco los pechos hija mia? --No padre, no. --?Te toco el trasero? --No por favor, no me pregunte eso. Al sacerdote parece ser que se le olvido el voto de castidad: deslizo sus asperas manos sobre el muslo de la muchacha, bastante mas arriba de la rodilla, hasta casi llegar a su entrepierna. --?Te toco aqui? Laura pego tal brinco que se golpeo en la cabeza con el techo de madera del confesionario. ?Resultado? Un buen chichon y un manantial de lagrimas con el que llego a casa. Su padre --como no podia ser de otra manera-- no la creyo, pero su madre intercedio por ella. --?Pero como se va a inventar la nina esto, hombre de Dios? --Yo que se, no querra hacer la comunion. ?No ves que esta siempre en su mundo? --Haz el favor de apoyar a la unica hija que tienes y ve a pedirle explicaciones al cura ese. --?Yo? No quiero problemas con la Iglesia que luego nos ponen una cruz en todos lados. !Pues que no haga la comunion, eso que nos ahorramos! Asi que no hubo comunion que valiese, pero tampoco hubo convite ni viaje a la capital a conocer el Parque de Atracciones. Ni la propia comunion ni la fiesta es que le hicieran especial ilusion a Laura, pero si queria viajar en tren a la capital y montarse en las atracciones que habia visto por television. El berrinche fue apocaliptico. Ademas el <> de Agustin fue contando mentiras por todo el colegio, que se sumaron a los rumores procedentes de la parroquia. No la crucificaron, pero como habia anticipado su padre, si que le pusieron la cruz. Sus ?amigas? empezaron a cuchichear y a darle la espalda. Con esa edad ella no es que fuera del todo consciente de lo que la rodeaba, pero si lo suficiente para volverse aun mas introvertida. Paso el verano enfrascada en lecturas de poemas. Acababa de descubrir a Becquer y Espronceda, y eso mitigo su soledad, ya que su madre se distancio de ella, o ella de su madre. Nunca lo supo. Lo que le ocurrio al siguiente curso, al poco de cumplir los once anos, fue algo que jamas se le borraria de la memoria. Su paso de nina a mujer. La no deseada le llego quiza en uno de los peores momentos posibles. Corrian las once de la manana de un frio dia de invierno y Laura recitaba entusiasmada un poema de Lorca. Una tarea encomendada por Arturo, su amado profesor de Lengua, que ella realizaba con devocion, vestida con su falda reglamentaria. !Que no quiero verla! Dile a la luna que venga, que no quiero ver la sangre De Ignacio sobre la arena !Que no quiero verla! La luna de par en par… No fue la sangre del tal Ignacio la que vio, sino la de su primera menstruacion entre sus zapatos, sobre el suelo del altillo de la clase. La carcajada y burla por parte de sus companeros fue excesiva. El hecho de coincidir con la declamacion sobre la sangre que Lorca escribio en la poesia, contribuyo a ello. Agustin fue uno de los que mas se cebo. Aunque incluso las que habian sido sus amigas hasta hacia poco tiempo, se rieron de ella. Laura no pudo articular palabra. Ni siquiera derramo una lagrima. Tan solo apoyo su espalda sobre la pizarra y trato de cruzar las piernas --ilusa-- para intentar disimular la catastrofe. Su amado profesor fue el unico que mostro algo de empatia. Y solo algo porque en lugar de pedir a los demas que detuvieran la burla, se limito a decir que se podia marchar a casa. Laura ni siquiera paro a recoger su mochila y su abrigo. Ni tampoco cayo en pasarse por el bano del colegio a intentar disimular el estropicio. Recorrio las gelidas calles de la ciudad humillada ante las atonitas miradas de los transeuntes, que parecian ver a un extraterrestre en lugar de a una nina indefensa. Porque al fin y al cabo seguia siendo una nina. Cuando llego a casa estuvo mas de una hora en la banera sin parar de enjabonarse con una aspera esponja. El rozar del rugoso tejido sobre su epidermis hacia el intento de limpiar la verguenza y la humillacion que sentia. Su madre trato de consolarla sin exito. --Asi tienes una anecdota que contar a tus nietas, mujer. No es que fuera algo agradable para contar a tu descendencia, pero la senora Rodriguez tampoco era una experta terapeuta, ni una buena amiga tampoco. No acudio a clase el resto de la semana. Una de sus companeras, Amalia --la que menos se rio--, le llevo la mochila y las tareas a casa los dos dias siguientes; dias en los que a Laura le costo levantar un pie de la cama. Cuando Amalia le dio los libros a Laura, esta se lo agradecio con la cabeza gacha y Amalia tampoco hizo mucho por empatizar con ella. El incidente hizo que se convirtiera en mas introvertida si cabe. Aunque quiza marco lo que fue su futuro, ya que se refugio, aun mas, en los libros.

  • La tierra esconde tu secreto de Lina Bengtsdotter

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    Hace treinta anos, el cuerpo de Paul Bergman, un adolescente alumno de un prestigioso internado, fue hallado sin vida en un lago. A los pocos dias, su mejor amiga, Francesca Mild, desaparecio de su casa. La muerte del chico fue declarada un suicidio; Francesca nunca fue encontrada.
    Charlie Lager, la mejor investigadora de la policia de Estocolmo, regresa a Gullspang, su pueblo natal, para hacerse cargo del caso Francesca. Un viaje en el tiempo hacia sus propios y oscuros pasados que siguen acechandola en el presente.

  • La chica que sonaba con un anillo (Chicas Magazine 1) de Olivia Kiss

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    Jane acababa de poner el punto final al ultimo articulo del dia cuando Zoe abrio la puerta de su despacho; entro con una sonrisa en la cara, cerro y despues dejo escapar un grito ensordecedor, como si no fuese a escucharse a traves de las paredes finas del edificio en el que trabajaban. Jane puso los ojos en blanco, la ignoro y repaso lo que habia escrito. Su amiga Zoe solia entrar en su despacho una media de entre quince o veinte veces al dia, normalmente por cosas que, desde luego, no eran importantes, como el hecho de que hubiese descubierto la referencia de ese pintaunas tan bonito que no encontraba o para relatarle con pelos y senales alguna de sus noches locas mientras Jane intentaba concentrarse en narrar todo lo contrario; un enlace clasico y duradero. --Tengo que mandar esto, Zoe --protesto. --!Pero es que es una noticia increible! !No podia esperar! --Abrio las rendijas de la persiana y miro a traves del hueco a algunos companeros que trabajaban en la sala central dividida en cubiculos--. Es totalmente confidencial. Al menos, hasta dentro de unas horas... Eso logro captar la atencion de Jane. Suspiro y dejo lo que estaba haciendo. --Esta bien. Sueltalo ya, vamos --le pidio. --!Voy a hacer una sustitucion! ?No es genial? --?Una sustitucion? Pero eso... es imposible. Y era imposible porque Zoe trabajaba con ella. Eran una y carne, ventilador y calor, drama y chocolate. Es decir, que siempre estaban juntas; no solo en un ambiente laboral, tambien cuando terminaban la jornada, dado que vivian juntas. A pesar de que no se parecian absolutamente en nada, Jane la necesitaba en su vida mas que a cualquier otra persona. De alguna manera, Zoe era su contrapunto. --Al parecer, Gabe Jenkins la cago. Otra vez, si. Asi que lo van a castigar apartandolo de su puesto durante un par de meses. ?Y adivina quien lo ocupara mientras tanto...? --Tu, claro. Pero eso significa que... oh, !Dios mio, no puede ser! !Dime que es imposible! Jane se llevo las manos a la cabeza. Si Zoe era su companera e iba a ocupar el puesto de Gabe, todo indicaba que el... pasaria a trabajar con ella. Respiro hondo para intentar calmarse, pero fue en vano, porque la mera posibilidad de poder estar en lo cierto era escalofriante. Gabe Jenkins era conocido en la redaccion por tres cosas. Uno, por haberse acostado con mas del cincuenta por ciento de las mujeres que trabajaban en plantilla. Dos, por ser un cretino arrogante e idiota. Tres, porque era uno de los mejores redactores de deportes. A Jane eso le importaba bien poco. Hasta la fecha, Zoe y ella se habian apanado perfectamente. Acudian las dos juntas a los enlaces de bodas que debian cubrir, resumian el acontecimiento sacando fotos o realizando una entrevista si era el caso y, despues, lo pulian todo en la redaccion antes de mandar el reportaje completo, con los textos acompanados por las imagenes del encuentro. Llevaban haciendo eso mismo durante los ultimos tres anos y, aunque Jane sabia que el sueno de su amiga siempre habia sido poder trabajar en el mundo deportivo al que ahora iban a destinarla, no podia evitar sentir una opresion en el pecho, porque a Jane no le gustaban los cambios ni las cosas que escapaban de su control. --?Estas bien? --Zoe la miro preocupada. --Dime que todo esto es una broma... --Jane, cielo, no es para tanto, tan solo seran un par de meses y, por desgracia, despues le devolveran su puesto de trabajo a ese idiota arrogante y a mi me daran la patada. --Zoe, !?no ves cual es el problema?! !Esto es una locura! --Jane se levanto de la mesa, apoyo las manos en el escritorio e intento mantener la calma respirando hondo, pero conforme la idea de lo que iba a ocurrir calaba mas en su interior, la presion se volvia mas y mas fuerte--. ?Como voy a trabajar con Gabe Jenkins? Es el demonio. Lo contrario al amor. ?Y recuerdas a que me dedico? !A narrar enlaces DE AMOR! --reitero alterada. --Calmate, seguro que encontraras la manera de... Zoe se interrumpio cuando llamaron a la puerta del despacho. Era Ava Bell, la nueva secretaria del jefe de la revista Golden Miller, Dominic Miller. Cuando les pidio amablemente si podian acompanarla hasta el despacho del director, las dos enmudecieron y la siguieron por los pasillos llenos de escritorios y del sonido de los ordenadores y de murmullos. La revista en la que trabajaban era una de las mas prestigiosas del pais. Los Miller la habian fundado decadas atras y, actualmente, tras retirarse, la habian dejado en mano de sus tres hijos, aunque, en realidad, el unico que parecia estar sentado en el trono era Dominic, el hijo mayor de la familia. Su hermano Blake era conocido por ser un mujeriego incorregible y aparecia por las oficinas cuando le venia en gana, algo parecido a lo que tambien hacia la pequena de los Miller, Olivia. Asi que, aunque los trabajadores de la revista respetaban a los tres socios, al que verdaderamente todos temian era a Dominic. De hecho, entre los pasillos se lo conocia como la Bestia, tal como lo habian apodado. Y es que Dominic era un poco asi. Una bestia. De mirada afilada y gris, rostro anguloso y atractivo y una seguridad en si mismo que conseguia empequenecer a cualquiera que se le pasase por delante. O eso fue lo que penso Jane en cuanto entro en su despacho acompanada por Zoe, antes de que la secretaria cerrarse la puerta dandoles privacidad. --Sientense, senoritas --ordeno Dominic. Jane y Zoe se acomodaron en las sillas y, antes de que pudiesen decir nada, la puerta del despacho volvio a abrirse y Gabe Jenkins entro. Llevaba el pelo rubio un poco despeinado, los ojos negros encendidos y su expresion no era nada amistosa. --Llegar tarde no te hara sumar puntos --le dijo Dominic. --Habia trafico --mintio Gabe, sentandose. --Bien, supongo que ya te habras enterado de cual va a ser tu castigo. --La Bestia se recosto en su carisimo sillon y suspiro como si estuviese cansado de tener que tratar con ninos y no con adultos, o como si aquella reunion le pareciese de lo mas aburrida--. A partir de ahora trabajaras con la senorita Jane Davis. Como sabes, se encarga de la seccion de bodas, una de las mas leidas, asi que espero que te lo tomes muy en serio, porque, si no, este apano dejara de ser temporal y se volvera definitivo. --!No, por favor! --grito Jane llevandose una mano al pecho. Cuando se dio cuenta de que todos la miraban algo asombrados, carraspeo--. Quiero decir, que no... que no sera necesario, seguro que el senor Jenkins trabaja asombrosamente bien. --Eso espero. --Dominic alzo una ceja. --?Algo mas? --pregunto Gabe de mal humor. --Si. Jane, hazle un hueco en tu despacho e informale de cuales seran sus tareas y todo lo que debe saber. Yo me encargare de poner al dia a Zoe -- anadio mirando a su amiga y, como tardaron mas de unos segundos en levantarse, les dirigio una mirada iracunda que a Jane le acelero el corazon--. ?Se puede saber por que seguis aun aqui? --Pe-perdone. --Se puso en pie. Despues salio de alli a toda prisa y solo respiro hondo cuando se alejo unos metros de la puerta cerrada del despacho. Sin embargo, su ceno se fruncio al oir una risita tras ella. Se giro. Gabe se reia burlon mientras la seguia. Jane freno en seco. --?Que demonios te hace tanta gracia? --Tu. Y el palo que tienes metido por... --!?Perdona?! No me conoces de nada. --No, pero parecia que te iba a dar un infarto ahi mismo. --Sera porque le tengo algun respeto a mi jefe. --Yo no lo llamaria respeto, era mas bien miedo.

  • El escudo de David de Lilyam Martino

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    El Escudo de David es una novela que combina hechos reales con ficcion, para destacar la lucha por la libertad y la defensa de los valores democraticos en un pais llamado Venedicta, gobernado por un regimen despotico que abuso de su autoridad para atropellar los derechos de los ciudadanos a vivir en libertad y con dignidad en pleno siglo XXI. Es una historia que puede ocurrir en cualquier pais si no se advierten y frenan a tiempo las apetencias del poder por el poder mismo por parte de sus gobernantes.Lilyam Martino se aparta de los numeros y el derecho para escribir una novela que destaca y rinde homenaje a la lucha de valientes jovenes guerreros que se cansaron de vivir en la oscuridad, y sin importarles las consecuencias, tomaron las calles para gritar su verdad, conquistar el derecho de un pueblo a ser libre y alcanzar con todas sus fuerzas la gloria de vivir en su pais y sonar con un manana de esperanzas.

  • Princesa de los Hielos de Tea Stilton

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    Una figura encapuchada avanzaba sigilosamente por los pasillos desiertos del castillo de Arcandida. De vez en cuando, se pegaba a las paredes de hielo y aguzaba el oido: no habia ni una alma. Era temprano. Aun no habia salido el sol, y la figura tenia tiempo de sobra para hacer lo que se habia propuesto. Con paso fatigado, subio el amplio tramo de escaleras, que estaba cubierto de una suntuosa alfombra verde, y llego hasta una gran puerta doble de madera oscura. La empujo con la mano, pero solo logro abrir una rendija, apenas suficiente para colarse hasta el interior. La sala era enorme, circular y tapizada de libros por los cuatro costados. La grisura de las ultimas horas nocturnas lo envolvia todo, aunque una tremula y debil luz recorria una de las estanterias. --Senor Haldorr --llamo en voz baja la figura encapuchada. La luz se detuvo y empezo a descender hacia el suelo de marmol, que, una vez iluminado, revelo unos esplendidos motivos florales. A la luz de la vieja lampara de aceite, aparecio el rostro de Haldorr, el bibliotecario de Arcandida. Sus rasgos afilados subrayaban una expresion absorta en lejanos pensamientos. Tenia los ojos oscuros y asimetricos, y una nariz aguilena que casi le rozaba el labio superior. No obstante, su sonrisa alegre y jovial lo serenaba todo, como el sol que estaba a punto de salir. --Buenos dias, condesa Berglind --dijo Haldorr, colocando a la altura de la luz el frasco que sostenia con la otra mano--. Disculpad que os haya hecho esperar. La condesa Berglind se bajo la capucha y se acerco para ver mejor. Era una mujer anciana, con el cabello plateado recogido en un mono apretado que le adornaba la nuca como un pequeno acerico. Hacia ya tiempo que habia cumplido los setenta, pero las dificultades de la vida no habian marcado su piel, que aun era lisa y sonrosada. Solo le traicionaba la vista, que no le permitio leer la etiqueta del frasco: <>. --?Estas seguro de que esta tinta nos servira? --pregunto la anciana condesa, achicando los ojos con la esperanza de distinguir alguna letra. --Completamente, no os preocupeis --la tranquilizo el bibliotecario--. Es una tinta especial, unica, diluida con escarcha que recogi personalmente en las laderas del volcan Hekta. Es una formula muy antigua. La condesa parecia impresionada con la explicacion de Haldorr, quien abria mucho los ojos para dar mayor enfasis a sus afirmaciones. --Y lo que escribamos ?solo podra verlo el destinatario de la invitacion? -- pregunto la condesa. --Exacto. De este modo, evitaremos que las personas equivocadas lean el contenido del mensaje. --!Perfecto! Creo que ya esta todo listo. --Solo tenemos que avisar a la princesa Nives. Por un instante, la condesa parecio contrariada. Luego, agito una mano ante su rostro, como si quisiera ahuyentar algun pensamiento. --Gracias, Haldorr --dijo, sonriendo--, yo me ocupare de Nives. Ya veras, todo va a salir bien. Ademas, no podiamos hacer otra cosa: ya es hora de que mi sobrina se case. --Desde luego, condesa. Os ayudare a preparar las invitaciones. Manana, los lobos se las entregaran a las focas mensajeras, y estas cruzaran el Mar de las Travesias para llevarlas a su destino. --Muy bien. Me has sido de gran ayuda, Haldorr. La anciana se subio la capucha y salio de la biblioteca. Haldorr se quedo solo, esperando el amanecer. El primer rayo de sol entro por el ventanal de la sala, y rodeo su delgada silueta de un halo de luz rosada. Observo unos instantes la sombra proyectada a su espalda, y recordo que, cuando era nino, le encantaba crear figuras de sombra. Despues, alzo los ojos hacia la gran cupula de la biblioteca, en la que habia pintados cientos de libros, y su mirada y pensamiento se perdieron en las alturas. El dia siguiente amanecio con un sol radiante. Tras un invierno polar, el buen tiempo y la temperatura moderada infundian alegria y buen humor en los corazones de los habitantes del castillo. Con el sol bien alto en el cielo, era mas facil despertar felices y activos. En la gran cocina del segundo piso, Arla y Erla, las dos cocineras, ya ocupaban sus puestos ante los fogones, enzarzadas en una discusion acalorada. --Arla, !no insistas! Hicimos tarta de pera hace dos dias. Ahora toca de manzana --argumento Erla, con una manzana roja en la mano izquierda. --!Ni hablar, Erla! --replico su hermana, con una pera en la mano--. La haremos de pera. Arla y Erla eran hermanas, pero no se parecian en nada. Erla, la mayor, era alta y muy delgada, tanto que habia que mirarla de frente para verla. En cambio, la mas joven era todo lo contrario: bajita y regordeta, tenia la misma forma vista desde cualquier angulo. En lo que si se parecian era en el caracter: las dos eran testarudas y resueltas, nunca estaban de acuerdo y discutian por todo, hasta el ultimo detalle. --!Te digo que sera de manzana! --!Ah, no! Sera de pera, o… --?Y si haceis una tarta de pera y manzana? --sugirio una voz, por detras de ambas cocineras. --!Buenos dias, princesa Nives! -- saludaron a coro, cogidas por sorpresa. La princesa de Arcandida estaba especialmente guapa aquella manana. Su rostro dulce y palido resplandecia, y su mirada, a veces glacial, era serena y distendida. Parecia haber dormido mucho y bien. Nives correspondio al saludo de las cocineras y entro en la cocina con una hermosa sonrisa. Lucia un vestido sencillo, confeccionado en una seda especial hecha con lana. Un vestido azul noche, que llevaba con elegancia y gracia innatas, al igual que una flor luce sus petalos. Arla y Erla intercambiaron una mirada de complicidad. --?Hoy os tomais el dia libre? -- pregunto Arla, la mas chismosa de las dos, aludiendo al vestido, que no seguia las normas de etiqueta de la corte. --Voy al Gran Arbol con Gunnar --respondio la princesa. Al pensar en ello, una sonrisa veloz atraveso sus ojos claros. Le encantaba correr al galope, con Gunnar, por el hielo de su amado reino. En esa estacion, la mas benigna del ano, Nives sentia como si floreciera, y cabalgar hasta el Gran Arbol era su forma de renacer. Luego, a escondidas, apoyo sus esbeltos dedos en la mesa de la cocina, y los paso por encima del azucar glas. --!Princesa! --exclamo Erla, intentando detenerla--. !No se meten los dedos en el azucar! Pero Nives, con una mirada divertida, ya se habia llevado los dedos a los labios y se habia ensuciado hasta la punta de la nariz. --!Oh, princesa! --suspiro Arla--. !Nunca aprendereis! !Vuestra tia, la condesa, os va a reganar! --?Y quien se lo va a decir? --la reto Nives, riendo--. ?Vosotras? ?Sereis capaces de hacer que me castiguen por un poco de azucar? Las dos cocineras sonrieron, resignadas: no habia nada que hacer. La condesa Berglind y todos los demas se esforzaban por ensenarle a Nives las etiquetas y usos de corte necesarios para hacer de ella una digna reina, pero la chica eludia las normas y seguia comportandose como una nina traviesa. Sin embargo, ya no era ninguna nina, sino una joven llena de energia. --Otra cosa… --anadio con tono de desden, moviendose como una flecha entre las cocineras, con su traje de campanilla. --?Quereis decirnos algo en especial, princesa? --dijo Arla, mirando a su hermana. --?Aparte de que vais a ir con Gunnar al Gran A

  • El asesinato de Harriet Krohn (Inspector Sejer 7) de Karin Fossum

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    La septima entrega de la serie del inspector Konrad Sejer.

  • El ritual de Alejandro Crespo Anton

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    Una manana mas, amanecia en la casa de los Robinson. El sol ya deslumbraba en la habitacion de Miles, y le daba asi unos especiales buenos dias. Miles Robinson cumplia 15 anos. Asi que, al abrir los ojos, se le dibujo una sonrisa. Sabia que iba a ser un dia de llamadas de felicitacion por su cumpleanos, y tambien de muchos regalos. Seria un dia muy especial para el. Miles era un chico con el pelo pelirrojo oscuro, delgado, alegre y de estatura media. Era muy buen estudiante, pero con el tipico caracter estudiantil y rebelde de esas edades. --No es dia de Santa Claus --pensaba Miles--, pero da igual, tendre regalos. El dia en el que llegaba Papa Noel, Miles siempre recibia muchos regalos, aunque no tuviera mucha familia. Pero eso no era un aspecto que le impidiese recibir una gran cantidad de juguetes y regalos con los que disfrutar. La ciudad estaba rodeada de barrios con rascacielos y lugares en los que vivia la gente adinerada. Y luego, existian otros barrios mas humildes y un poco separados de la civilizacion en si. Entre ellos, estaba Conroad, lugar en el que vivian los Robinson. El verano ya se notaba en Chicago. Era pleno mes de julio, y hacia bastante calor. Sobre todo, en este tipo de barrios pequenos. Se encontraban rodeados de zonas montanosas y boscosas que estaban a pocos kilometros y que se observaban a simple vista Bajo las escaleras rapidamente, con muchas ganas encontrar esos regalos que tanto esperaba. Sin embargo, lo primero que encontro al bajar fueron unas maletas de viaje. Ademas, la casa tenia bastantes menos cosas de lo habitual. Antes de poder preguntar o reaccionar, se vio atrapado por los brazos de su madre. Lo abrazo como nunca lo habia hecho y le dio tantos besos que hasta Miles se sorprendio por tanta efusividad. Tina Robinson era una mujer alta, delgada, de pelo castano y con unos ojos que bien podrian ser una mezcla de color miel y gris. Era una mujer llamativa. Asi mismo, trabajaba de camarera en un bar del barrio desde hacia 10 anos. Su padre, James, trabajaba en una inmobiliaria. Miraba a Miles con una sonrisa de oreja a oreja, y lo felicito por su decimoquinto cumpleanos. Lo agarro con sus delgados brazos, y le dio un gran abrazo y un beso fuerte en la mejilla. Era una persona que parecia mas joven lo que era en realidad. Bien podria ser un hermano mayor. --Muchas felicidades, hijo mio -- le dijo, y le volvio a dar un beso en la mejilla. Miles observo que tenia tres paquetes en la mesa del salon. Pero, antes de abalanzarse sobre ellos, su madre volvio a cogerlo para darle un achuchon y un beso que casi lo hizo caerse hacia atras. <>, penso Miles despues de darles las gracias otra vez y dirigirse a por los regalos. Como es normal en estos casos, siempre se suele ir primero a por el regalo mas grande de todos, y luego ya a coger el mas pequeno. El tamano grande solia causar siempre una mayor impresion a la gente, como si fuera algo mas significativo solo por el simple hecho de ser mas grande. Y, en este caso, volveria a ser asi. O eso era lo que creia el. Miles se dispuso a abrir el primer regalo, y se encontro con un balon de la NBA y la indumentaria del equipo que tanto le gustaba (y del que era mayor fan), los Chicago Bulls. La indumentaria traia una camiseta, un pantalon, unos calcetines, unas zapatillas, una gorra del equipo y el balon con los colores del equipo, rojo y blanco. Era el regalo ideal para ese momento, ya que estaban viviendo una de sus mejores epocas en terminos deportivos. La ciudad acababa de ver triunfar a los miticos Chicago Bulls de Michael Jordan al ganar el sexto campeonato ante los Jazz de Utah. Al abrir el regalo, su padre le conto que a su abuelo le gustaba el baloncesto, y que el hermano de su abuelo seguia a los Bulls. Pero Miles ya habia ido a por otro regalo, y no le interesaba mucho lo que le estaba diciendo su padre. Es mas, al pensarlo unos segundos despues, le era indiferente. Solo queria abrir mas regalos. El segundo paquete era una coleccion de camisetas y pantalones. Algunas camisetas eran de manga corta, otras de manga larga y de varios colores. Unas tenian unos dibujos un poco raros, con una especie de animales tipo cabras, toros, y con palos unidos entre si con formas que parecian arboles en llamas (parecian un poco diabolicos). Otras venian sin dibujos. Vamos, que tendria una renovacion en cuanto a vestimenta se refiere. Y, el ultimo regalo, era un libro: El viaje. --Pues muchas gracias --le dijo Miles a sus padres --, me voy a mi cuarto a comprobar si me cabe la poca ropa que me habeis comprado-- concluyo en tono sarcastico, con una sonrisa en los labios. No obstante, antes de subir a su habitacion, su madre Tina lo agarro del brazo y le dijo que esperara un momento. --Espera Miles, tenemos otro regalo para ti --. Miles se sorprendio y les pregunto: --?Ah si? ?Que es? ?Mas ropa? Su madre no hizo ningun gesto al comentario sarcastico de Miles, y saco algo de su bolsillo. --?Anda y esto? --. Miles cogio una especie de paquete pequeno, tanto, que le cabia en la palma de la mano. Estaba envuelto con un papel de regalo de cumpleanos, y con un lazo azul claro. Abrio ansioso el paquete. Dentro, habia una especie de bolsita parecida a las tipicas en las que se guardaban objetos relacionados con joyeria o similares. Es decir, pulseras, anillos, pendientes, etc. Miles abrio la bolsita. Era un colgante. --!Que chulo! --. A Miles no le iban mucho los colgantes, pulseras, ni mucho menos pendientes o piercings. Es mas, era la primera vez que tendria algo asi, pero tuvo que fingir que le encantaba, ya que vio que a sus padres les hacia especial ilusion darle este regalo. --Miles --su padre tomo la palabra--, es un regalo que tu madre y yo queremos que guardes y lleves contigo siempre. Es algo que te ayudara y te dara fuerzas para conseguir lo que esta por venir en tu vida. Miles miro el colgante, y penso que era ese tipo de objeto que la gente lleva consigo porque les da fuerzas y los ayuda a afrontar diversas situaciones cotidianas de la vida de la mejor manera. Por ejemplo, tener salud, buena suerte en el amor, en el trabajo, etc. Es decir, todo lo relacionado con tener una mejor <>. El colgante, cuyo material parecia plata de primera ley, era un circulo con tonos negros alrededor. Ademas, tenia una especie de estrella invertida entrelazada entre si. Quiza, era demasiado grande para su gusto, pero sin lugar a dudas, era llamativo. Miles lo miraba, ?lo habia visto antes? Era como si ya conociera ese tipo de colgante, o como si lo hubiera visto en otro sitio. Le sonaba, pero tampoco le dio mucha importancia. Miles, ahora si, decidio subir a su habitacion a guardar todos sus regalos. Eso si, no sin antes preguntar con sorna si tenian otro regalo mas para darle. Sus padres, sonrientes, le dijeron que ya podia subir a su habitacion. 2. Mudanza Miles estaba feliz. Tener su habitacion llena de cosas nuevas le encantaba. Lo primero que hizo al subir fue ponerse toda la indumentaria de baloncesto, como si fuera a disputar un partido ese mismo dia. Se sentia poderoso. Despues de ver lo bien que le quedaba, y no sin antes mandarle una foto a su amigo Lucas para darle un poco de envidia, decidio guardarlo en su armario. Se probo las camisetas y los pantalones... --Este bien, este no esta mal, este me queda bien, este me queda un poco justo... El estilo vaquero en los anos 90 era tendencia y no podian faltar en cualquier compra de regalo de cumpleanos o Navidad. De cuatro pantalones, Miles tenia dos de estilo vaquero. Penso que su madre le podria haber comprado unos un poco rasgados, que tambien estaba de moda, pero se tuvo que conformar con dos practicamente iguales. Dio gracias de que no le regalara los famosos petos con tirantes de estilo, como no, vaquero. Los odiaba. Mientras seguia en plena faena, sonaba Disturbed, una de las mejores bandas de heavy metal de la ciudad y del momento. Para Miles, el heavy metal solo era para <>. Sin embargo, en ese momento, hasta a el le gustaba escucharlo. Estaba terminando de colocar las cosas en su armario, cuando escucho que alguien llamaba a su puerta. Era su madre, seguida por su padre, que venia justo detras. --Miles tenemos que contarte una cosa... Sabemos que es tu cumple, pero es algo que tienes que saber lo antes posible --hablo su padre en un tono serio. Miles se quedo sin saber que decir mientras esperaba una respuesta--. Nos mudamos, estamos teniendo problemas economicos y no podemos pagar la casa. Asi que decidimos ponerla en venta en una inmobiliaria que hay cerca de aqui, y han aceptado la oferta. Mientras su padre hablaba, Miles recordo lo que habia visto nada mas bajar al salon. Aquello a lo que no le dio tiempo a reaccionar con tantos abrazos y besos y que, al ver tantos regalos, se le fue el santo al cielo. Recordo que la casa estaba mucho mas vacia de lo normal, y que habia unas maletas al lado de la puerta de salida. Al ver que su padre habia terminado, Miles lo miro atonito y luego miro a su madre... --?Por que?, ?asi de repente?, ?por que no me habias dicho nada antes? ?Y tenia que ser hoy? --Miles se estaba poniendo nervioso--. Yo no voy a ningun sitio, ?y mis amigos?, ?a donde vamos? James lo corto. --Miles, no te dijimos nada porque sabiamos que ibas a reaccionar mal y queriamos contartelo en el momento adecuado. Queriamos tenerlo todo claro y listo antes de decirte algo. Miles estaba intentando controlar sus emociones... --A tu madre no le va bien en el restaurante. Desde hace mucho tiempo, tiene muchos problemas con su jefe y le debe mucho dinero. Y tampoco encuentra trabajo en otro sitio. Ya sabes lo pequeno que es este pueblo, hijo, y yo no cobro lo suficiente, tenemos muchas deudas... Su madre, con gesto preocupado y pensativo anadio: --En tres dias, vendran a ver la casa, y tenemos que irnos manana. O, como muy tarde pasado manana. En situaciones que no podia controlar Miles, era una persona inquieta e intranquila. Se refugiaba en si mismo y entraba en un estado de estres que lo hacia sentirse invalido ante cualquier cosa que ocurriese a su alrededor. Le gustaba mucho vivir alli. Tenia unos amigos a los que conocia desde que era pequeno. Y le gustaba jugar, todos los dias, sus partidos de baloncesto en las canchas antiguas que estaban al lado de la casa de Lucas. Le encantaba cuando iban, en verano, al rio a banarse, cuando el colegio salia de excursion varias veces al ano por la montana, etc. Recibir de repente esa noticia lo hizo llorar. Se llevo las manos a la cabeza y salio de su habitacion para bajar al salon a prepararse un zumo de naranja. No habia desayunado todavia, aunque por suerte para el, ya lo tenia preparado en la mesa. Se sento, y mientras se bebia el zumo recien hecho y se comia los donuts que tanto le gustaban, como si los hubiera visto desde un principio, apenas se percataba del sabor. Por mucho que le encantaran esos bizcochos redondos con su famoso agujero en el medio, no podia dejar de pensar en la mudanza. Por momentos, se le olvidaba que era su cumpleanos. Dejo el desayuno sobre la mesa, ya que queria seguir mostrando su desacuerdo y su enfado. Miles era muy responsable, sabia que tenia que recoger la mesa en cualquiera de las comidas principales, pero esta vez, ni lo hizo. --?Desde cuando teneis la idea de que nos mudemos? --Miles se vio obligado a seguir preguntando. --Hace tiempo, queriamos esperar al momento adecuado... --?Y ese momento era en mi cumpleanos? Muy inteligentes. --Ya lo entenderas, tu vida va a cambiar a mejor. Ya lo entenderas. --Ya lo entendere, claro... --Miles se disponia a subir las escaleras y cortar la conversacion --. Aqui siempre haceis lo que os da la gana, y luego me llevo la sorpresa. Sois asi, ?que sera lo siguiente?, ?que me va a adoptar otra gente? --Miles, cuidado con ese tono...

  • De Enfermeras Y Pacientes de Magela Gracia

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    ?Te han dicho alguna vez que reir es bueno para la salud?
    ?Te han dicho alguna vez que llorar cura?
    ?Te ha intentado llevar a la cama alguien alegando que el sexo le sienta fantasticamente bien a tu organismo?
    ?Y te lo has creido?
    !Pues es verdad! Porque sentir y explotar nos descarga, que a veces llevamos demasiado a nuestras espaldas. Si reir quita las arrugas, llorar aleja las penas y el sexo alarga la vida. ?por que no llorar, reir y follar?
    Este libro te lo pone facil, porque sentir es lo mas importante. Tres curas para todos los males que se te puedan presentar en la vida.
    Y te lo receta una enfermera.
    No siempre son los medicos los que tienen cura para todo.

  • El lenguaje oculto de las olas de Johan Varo

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    UNA NOVELA DESCRITA CON EXQUISITEZ, UTILIZADA COMO VINCULO
    DE LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO, DE REPRESENTACION DE LAS COSAS
    MAS BELLAS Y MUESTRARIO DE LA COMPLEJIDAD CULTURAL Y
    COSTUMBRISTA DEL SIGLO XXI.
    Al borde de la muerte, asi comienza esta inocente y atrevida historia que rompera con todos los estereotipos.
    La vida de Jack Tylor no ha sido facil, desde su adolescencia tuvo que asumir demasiadas responsabilidades. Tras la tragica muerte de su padre, Jack decide dejar su pequeno pueblo y comenzar una nueva aventura en la capital, embarcandose asi en un escalofriante viaje por su mundo interior que le llevara a descubrirse a si mismo. Nuestro protagonista se adentrara en una voragine pasional aun desconocida para el, donde la intensidad del deseo le obligara a sopesar el valor de la ambigua amistad existente con el atractivo, interesante y enigmatico Alberto Di Vaio, en la que los sentimientos se hallan separados por una efimera linea. Y cuando por fin las aguas parecian haberse calmado, un inesperado suceso volvera a sorprender a Jack como nunca imagino.
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  • Segundas oportunidades (VICTORIA 3) de Mia Ferrer

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    SEGUNDAS OPORTUNIDADES es un libro en que los sentimientos, la pasion y la lujuria, le daran mas de una oportunidad a sus personajes para sentir todas aquellas intensas emociones necesarias para volver a creer en el amor.
    ?Se puede volver a amar despues de fuertes decepciones?

  • Conquistada (Hermanos Falcon 4) de Kelly Dreams

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    Jeremy Falcon tenia una cosa clara en la vida, no queria comprometerse. La solteria le gustaba demasiado, disfrutaba de su trabajo, de sus esporadicas companeras de cama y estaba dispuesto a que siguiese siendo asi. Pero entonces, la dulce y timida Lizzie se cruzo en su camino y, lo que prometia ser solo una conquista mas, se convirtio en algo mas peligroso.

  • Destiny y Lion (Outsiders 1) de Moruena Estringana

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    Destiny llevaba sonando con ese momento toda la vida. La habian admitido en la universidad a la que deseaba ir, tras esforzarse mucho estudiando. Estaba tan feliz que fue corriendo a su casa para decirselo a sus padres y su hermana de catorce anos. No podia ser mas feliz. Todo el esfuerzo habia dado sus frutos. Entro en su casa y escucho el llanto de su madre. Se le helo la sangre. No dudo en correr hacia donde los escuchaba hablar y, al ver que los tres se encontraban bien, se sintio aliviada en gran medida. —?Que esta pasando? —pregunto con la carta de su admision de la universidad en la mano. —Lo han perdido todo —respondio Alicia, su hermana pequena, al ver que sus padres no decian nada. —?Que es todo? —Todo, Des —solto su hermana—. No tenemos nada salvo el hotel viejo del abuelo… —?Papa? —Lo siento, hija —se disculpo el hombre—. Lo siento. Destiny no comprendia muy bien que sucedia, pero pronto lo descubriria. Le habian embargado a su padre todos sus bienes para que su empresa no se fuera a pique. La empresa se habia endeudado y con ello todo lo que tenia; salvo el hotel de su abuelo, que era tan viejo y estaba en un pueblo tan perdido, que el banco no le dio importancia, y por eso no fue embargado. No tenian nada y eso implicaba que no habia dinero para pagar su carrera, ni el alojamiento… Nada. Su sueno hecho pedazos antes de empezar. Todo su esfuerzo tirado a la basura por la mala cabeza de su padre. Capitulo 1 Destiny Me cuesta mirar el paisaje mientras mi hermana y mi padre cantan como si no acabaramos de vender hasta la ultima de nuestras cosas para sacar un poco de liquidez y asi ir tirando. Estamos en junio y el verano acaba de llegar. Me imaginaba este momento de otra forma. De fiestas con mis amigas, buscando piso para la universidad…, sonando despierta. Pero en realidad, me encuentro viajando a un pueblo que conozco por las historias de mi padre y mi abuelo, pero nada mas. Esta va a ser mi vida ahora, porque no tengo nada de dinero para independizarme e irme a vivir sola. Mi padre tenia una cuenta para mi y mi hermana, pero hace ya un tiempo saco el dinero para pagar sus deudas. Hasta la ropa que llevo no es de mi estilo. Tuvimos que vender nuestros vestidos de marca para poder tener dinero para comer… Tambien mis joyas y mis libros. Todo. Solo dejaron que me quedara con las fotos y las cosas mas personales, ademas de la cadena que me regalo mi abuela con la inicial de mi nombre. Todavia me acuerdo de lo que me dijo mientras me la ponia: <>. La echo mucho de menos y a mi abuelo tambien. Hace anos que la vida me los arrebato y no consigo dejar de llorar cada vez que los recuerdo. Siempre me senti mas cerca de ellos que de mis padres. —!Ya hemos llegado! —indica ilusionada mi hermana. Ella lo esta viendo todo como una aventura; odiaba su vida, su colegio, la clase social…, para ella todo esto es como si le hubiera tocado la loteria. Somos muy diferentes. Miro hacia fuera del coche de tercera mano que huele a viejo y observo un hotel muy antiguo con varias cabanas a su alrededor. Esta la casa principal y luego las cabanas donde se quedaban los huespedes. En el centro hay una piscina, pero dudo que tenga agua, ya que se nota el paso del tiempo. Todo lo que conozco de este hotel es por las fotos de mi padre. Era donde vivio hasta que mi abuelo tuvo exito y quiso mas. Abrieron otro hotel y otro… y dejaron este de lado; cerrado y olvidado. —Me muero de calor —dice Alicia nada mas salir del coche—. He visto que hay una piscina en el pueblo. ?Vamos, papa? —Tenemos que esperar a que nos traigan las llaves —senala mi padre, pero por su cara se que esta deseando ir a la piscina tras el largo viaje. —Podeis iros los dos a refrescaros. Yo esperare leyendo. —Eres la mejor —me dice mi padre. Buscan su ropa de piscina y la meten en una bolsa antes de irse hacia alli como ninos; en mi hermana lo entiendo, pero en mi padre es raro. Siempre ha sido asi, por eso nos hemos visto en esta situacion. Es muy bueno, pero no se toma nada en serio. No es previsor, y por eso le han ido tan mal las cosas con los negocios tras la muerte de mi abuelo. El era el que tenia sabios consejos y, a su muerte, todo fue a peor. A el y a mi tio… Mi tio se encuentra en la misma situacion que nosotros, y tiene la otra mitad de este hotel, por lo que no creo que tarde mucho en aparecer por aqui con sus dos hijos. Observo el edificio cuando me quedo sola y pienso que en su epoca tuvo que ser un lugar precioso; ahora se nota el paso del tiempo y hay miles de cosas por hacer para adecentarlo antes de abrirlo. Me cuesta asimilar donde hemos acabado. Cojo mi lector de libros, ya que por suerte mi padre me permitio quedarme con el, ademas de con unos pocos libros infantiles, recuerdos de mi ninez, y nada mas… No queria que nuestra maleta fuera muy pesada. Me siento a la sombra en los escalones que llevan a la entrada de la casa. Busco un libro para leer y elijo uno de los que ya compre porque en este lugar no hay cobertura o, si la hay, mi movil de segunda mano no la soporta y no le llega. En cuanto empiezo a leer, me veo absorbida por la lectura, por lo que no me doy cuenta de que hay alguien observandome hasta que lo tengo encima y me tapa la luz. Alzo la cabeza y me encuentro con los ojos mas verdes que he visto nunca. Su dueno me mira sonriente. El pelo castano le cae por la frente y su fornido cuerpo solo esta cubierto por una camiseta verde de manga corta y unos vaqueros. —Me llamo Lion y tu debes de ser una de las hijas del senor Wilson. —Destiny. Esa soy yo —le digo levantandome. Es muy alto y aun subida a los escalones, me sigue sacando un poco. Tiene que ser un par de anos mayor que yo; sobre los veinte o tal vez rozar ya los veintiuno. —Encantado. —Me tiende una mano amable y se la estrecho. Su mano es aspera; se nota que lleva trabajando muchos anos. —Callos… —comento tocando uno de ellos, y se rie, por lo que pronto me doy cuenta de que he hablado en voz alta. —Si, de trabajar en la panaderia de mis padres desde que era un crio. —Yo… no quise decir que fuera algo malo. Si mi padre hubiera trabajado hasta tener callos, no estaria en este pueblo. —?Que tiene de mano este pueblo? Es precioso. —Seguro que si. No lo entiendas mal… Es solo que yo amaba mi ciudad. Me encantaba. No es porque tenga nada en contra de todo esto, pero no se apreciarlo. —Entiendo. —Saca las llaves y me las tiende—. ?Y tu familia? —Mi padre y mi hermana en la piscina del pueblo, y mi madre en casa de su amiga tratando de asimilar que lo ha perdido todo. —Bien, pues si aceptas un consejo, sube y elige la habitacion del segundo piso que da a los campos de dientes de leon. Es la mas grande y luminosa. Ya que te han dejado sola, tienes ese poder. —Lo hare. Gracias. —?Quieres que te ayude con las cosas? —me pregunta mirando el coche abierto y el equipaje que asoma por el maletero. —Voy a sacar solo las mias y ellos que se apanen. —?Y para comer teneis algo? —No, a menos que mi padre recuerde que debemos comer y deje la piscina para luego. —Por si acaso, luego te traere algo de mi casa y de la panaderia. —Asiento—. Nos vemos, Destiny. —Nos vemos, Lion. Lo veo alejarse andando con ese paso tan seguro de si mismo. Voy hacia la puerta y trato de abrirla, y digo trato porque me veo incapaz de hacerlo. —Ya te ayudo yo —indica Lion apareciendo por detras de mi y pasando los brazos a mi alrededor para abrir la puerta. Mi cuerpo reacciona a su cercania de una forma estupida e incomprensible. Su perfume no es de marca, pero me encanta, y junto a el, advierto olor a pan recien hecho. —Gracias —digo cuando abre la puerta

  • Eres mi armonia (Ironias del destino 2) de Minerva Mcarn

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    Susana Suarez ha peleado con unas y dientes para conseguir labrarse una carrera en el mundo de la opera. Cuando, por culpa de un bochornoso incidente, se ve obligada a dejar aparcado su sueno, decide volver a casa para reponerse y decidir que hacer con el resto de su vida.
    Tomas ha sido su vecino, amigo y confidente durante gran parte de su ninez. Sus destinos se han separado en los ultimos anos y cada uno ha seguido con su vida. Ahora Susana ha vuelto e, ironias del destino, sus caminos se cruzaran y les llevaran a transitar por senderos paralelos.

  • Te encontre en el olvido de Hilda Rojas Correa

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    David es un hombre de veintinueve anos, tiene dos trabajos, estudia de noche e intenta llevar su relacion amorosa con Ingrid al siguiente nivel.
    Ainelen es tecnico en enfermeria cuya vida amorosa esta llena de malas elecciones y parece que nunca rompe su patron al momento de elegir pareja. Su unico y mas fiel amigo, Marcelo, le dice que es demasiado ingenua e inocente cuando se trata de hombres. Tanto, asi, que acaba de descubrir que su prometido ya lleva un ano de casado con otra.
    Sus vidas estan a punto de cruzarse inesperadamente. El destino le da la peor jugada a David y a la vez le ofrece a Ainelen una oportunidad para cambiar su rumbo.
    ?Sabran como utilizar las cartas que les ha entregado la rueda de la fortuna, o se rendiran sin siquiera jugar?

  • Leccion Z de Angela Coello

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    "!CORRED!
    Esto fue lo que grito un chico del aula A.4 justo antes de que comenzase el caos".

  • La lengua de los secretos de Martin Abrisketa

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    <> Bernardo Atxaga

  • Alberto de Diego Schurman

    https://gigalibros.com/alberto.html

    <>
    Del prologo de Diego Schurman

  • Mario, despierta de

    https://gigalibros.com/mario-despierta.html

  • La plaza y la torre de Niall Ferguson

    https://gigalibros.com/la-plaza-y-la-torre.html

    Una historia de las redes organizacionales que han cambiado el mundo y una invitacion a la reflexion esceptica sobre el papel que tienen en nuestra sociedad.

  • !Tu te lo buscaste! 3, Emma Green de Emma M. Green

    https://gigalibros.com/tu-te-lo-buscaste-3-emma-green.html

  • Comunicacion no violenta de Marshall B. Rosenberg

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    Segun el autor la Comunicacion NoViolenta es un medio para establecer una conexion empatica con nosotros mismos y con el otro. La empatia es una cualidad muy valiosa y profundamente humana que todos podemos desarrollar. La Comunicacion NoViolenta nos ayuda a recuperar de nuevo nuestra capacidad natural de escuchar con el corazon. Marshall B. Rosenberg, conocido mediador internacional, ha ensenado durante cuatro decadas su modelo de Comunicacion NoViolenta en todo el mundo.

  • Siete Cero Dos de Paloma Ainsa

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    Emma es contable. Su vida transcurre sin sobresaltos, y su circulo social se limita a cuatro amigos y a su excentrica madre.

  • Lo que descubriras a continuacion te sorprendera de La Mandanga

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    Quiza hayas jugado alguna vez a ?Que prefieres? Si no, tampoco importa, porque este libro lleva el juego un poco mas alla. Atras quedan opciones como mar o montana, carne o pescado, activo o pasivo. Aqui lo que encontraras es conflicto del bueno.

  • Un lugar para escondernos de Mile Palma

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    Natalia ha vivido toda su vida enamorada del hombre con el que quiere casarse, sin saber que el solo la utiliza para complacer sus caprichos. Cuando descubre que George se ha comprometido en matrimonio con otra mujer, decide acabar con su vida. Ahi aparece Eduardo, salvandola y enamorandose de ella. Pero las cosas con el no son como parecen y todo se va al traste. Y es una casualidad la que pone a Jose Luis en su camino, haciendola conocer el verdadero amor.

  • Que sera de mi de L. Rodriguez

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    Delhy Lugo es una mujer insegura, inexperimentada, sin malicia, un
    alma encerrada y vulnerable.

  • Enganchada a ti de Rose B. Loren

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    Susana lleva toda su vida enamorada de Hector, desde que tenia doce anos y sus padres se mudaron a Santona, aunque el solo la ve como una amiga.

  • Navidad. y algo mas de Priscila Serrano

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    Erase una vez una noche estrellada, una noche repleta de luces de colores... En cada esquina, la gente cantaba la misma cancion: Navidad, Navidad, dulce Navidad. ?En serio? O sea, ?no hay mas repertorio? A veces pienso que se quedaron anclados en esa cancion. Menos mal que en mi casa se saben mas. Me encuentro en un atasco con el coche, esperando pasar el maldito semaforo que se ha puesto en verde cuatro veces y todavia sigo aqui, sin poder avanzar por la cantidad de vehiculos que hay a esta hora. A este paso, me comere las uvas aqui y eso que aun estamos a veintitres de diciembre. Mi mania de dejarlo todo para ultima hora... Todavia me faltan por comprar algunos regalos de Papa Noel para mis sobrinos, unos sobrinos que piden demasiadas cosas y encima muy caras. Creo que al final comprare lo que me salga de las narices y santas pascuas. Cuando por fin cruzo el semaforo, estoy a solo cinco minutos del centro comercial. Aunque claro, ahora la cola para entrar sera incluso mas larga. Dios mio, el ano que viene empiezo a comprar los regalos en verano. Casi una hora despues, consigo aparcar el coche y me bajo con la clara intencion de correr como si se me fuera la vida en ello. Voy tan rapido que parece que estoy en una maraton. Miro el reloj de mi muneca justo cuando entro en el centro comercial y compruebo que son casi las nueve de la noche. Pronto cerraran asi que tengo muy poco tiempo. Encima aqui hay mucha gente. Me estoy agobiando. Camino sorteando a las personas y me dirijo hacia la tienda de juguetes. Espero tener suerte y encontrar algo que les guste a Paula y Julia. Mis sobrinas han sido muy claras en su carta a Papa Noel, quieren la misma muneca. Exactamente la misma y su madre, es decir, mi hermana, no la ha encontrado. Suerte que mi amiga Susana me ha dicho que esta manana habia visto cinco munecas aqui. Comienzo con la busqueda loca y tras sortear a muchas personas en el camino, veo a lo lejos la estanteria donde se suponia que debian estar las cinco munecas, pero solo quedan tres. Entonces veo a camara lenta como una senora coge una. Me quedo expectante, rezando para que no coja ninguna mas y la veo marcharse con la munequita de los... <>, me digo a mi misma justo cuando emprendo camino hasta esas perfectas munecas que parecen sonreirme desde sus cajas rosadas y llenas de brillos. No pueden ser mas feas pero claro, si mis ninas las quieren, la tita Julia se las consigue. Cojo la primera y me la llevo al pecho como si hubiese conseguido el premio a la mejor tia del ano y justo cuando toco la segunda, alguien agarra el otro lado de la caja y mis manos comienzan a temblar. Miro a la persona que esta quitandome lo que llevo buscando mas de diez minutos y nos quedamos congelados. <>, pienso. --?Julia? --Su voz me pone la piel de gallina. Es esa misma voz que tantas veces me susurraron palabras bonitas hace mas de un ano. --David... Hola --titubeo, nerviosa--. Cuanto tiempo. ?Que tal? Sonrie al percatarse de mi nerviosismo y no le culpo, se me nota tanto que hasta siento como arden mis mejillas. --Bien, muy bien. No sabia que estuvieras en Madrid --dice sin soltar la muneca, cosa que yo tampoco hago. Me quedo pensativa unos segundos, los mismos en los que el no me quita la vista de encima. Es mas, incluso me ha repasado de arriba abajo, aunque no haya mucho que ver con tanta ropa. El polar que llevo me llega hasta las rodillas y ni que decir de lo gordo que es; hasta podria pasar por una embarazada. Dios me libre, ya tengo suficiente con mis sobrinas. --Eh, si. Llevo viviendo aqui cinco meses, pense que era buena idea volver a casa. --Agacho la cabeza un poco avergonzada. Nuestra historia de amor fue la mas bonita que he vivido en toda mi vida. No hay dia que no recuerde todos los momentos que pasamos juntos en Canarias. Nos fuimos a vivir alli tras dos anos de novios porque me habia salido un trabajo. El trabajo de mi vida, en realidad. Eramos felices, el tambien habia conseguido un buen empleo, pero no fue suficiente. Al menos no para el. Entonces, una noche decidio por los dos y se marcho dejandome alli sola, sin familia ni amigos. No llevabamos tanto tiempo en Canarias como para tener un vinculo con otras personas y me dolio que me dejase tirada cuando teniamos tantos planes. --Me alegro de que hayas vuelto --responde sincero. --Gracias, yo tambien. Nos quedamos un momento en silencio y tiro de la muneca, pensando que la va a soltar pero no lo hace. Es mas, el tira tambien. Alzo una ceja incredula, pues de verdad pensaba que iba a dejar que me la llevara. No, por lo visto no sera asi. --Eh... Necesito esa muneca --le digo con calma. --Yo tambien y mucho --replica aferrandose a ella. --No lo entiendes, necesito las dos munecas. Ya sabes que tengo dos sobrinas y las dos quieren la misma muneca. Y no hay mas en ninguna parte. --Yo tambien tengo una sobrina a la que no veo desde hace mas de cinco meses y es la unica que queda. Vamos, no seas egoista, ya tienes una. Comienzo a negar, poniendome mas roja aunque no por verguenza sino por el cabreo que esta creciendo en mi interior, lenta y dolorosamente. Creo que David no recuerda como me pongo cuando me enfado y hoy va a ver la peor parte de mi como no suelte la dichosa muneca. --Espera, pensemos con claridad, por favor --refiere pasandose la mano que tiene libre por su precioso y sedoso cabello negro. No puedo dejar de observarle--. Echemoslo a cara o cruz. ?Te parece? --Alzo una ceja con altaneria y a la misma vez enseno mi preciosa mueca de desconcierto que tanta gracia suele hacer pero que a el, por increible que parezca, le resulta tierno. --Sigues siendo la misma --murmura de pronto. Abro los ojos desorbitadamente y me muerdo el labio inferior justo cuando se acerca unos milimetros. Ha sido un leve movimiento que he notado al oler mas de cerca su colonia. <>, pienso mirandole a los ojos. David sonrie dulcemente y yo creo que pronto caere al suelo hecha gelatina. Es tan guapo, siempre lo ha sido. Niego desechando cualquier pensamiento sobre el hombre que me dejo tirada solo por no ser capaz de vivir con su novia en otro lugar y crear su propio hogar. No fue capaz de luchar. --?Sabes? Dejare la muneca con una condicion --propone. --?Que condicion? --Que cenes conmigo esta noche. --Trago saliva nerviosa, muy nerviosa y me quedo sopesando su propuesta. Como si fuera posible aceptarla como si nada... --Lo siento pero no puedo --respondo sin titubear. --Entonces, dame la muneca que tengo que irme. --No te la vas a llevar, yo la he visto antes. No es justo que vengas ahora y me la quites, asi como... --?Asi como que? ?Que ibas a decir, Julia? --Me interrumpe, sabiendo que si no llega a hacerlo, podria haber dicho algo de lo que despues me arrepentiria. Y la verdad es que necesito gritarle algunas cosas que tengo atascadas en la garganta desde que lo vi marcharse, desde que salio por la puerta aquella noche en la que creia que me esperaba con una cena romantica. Era nuestro aniversario y al final fue nuestro ultimo dia juntos. Es todo tan surrealista. --Nada, sera mejor que me vaya. --Me giro, dejandole la muneca. Ya buscare otra. Camino con la unica muneca que he conseguido entre los brazos, como si quisiera llenarlos de algo que no sea soledad. Luego la pego a mi pecho, ahi donde aun sigue doliendo. Donde, a pesar del tiempo, sigue latiendo por la unica persona que he amado en mi vida. Pero fue tan cobarde, tan egoista. Llego hasta la caja y pongo la muneca sobre la cinta para pagarla y asi irme de una maldita vez para volver a mi casa, de donde no saldre hasta manana a las nueve de la noche. Tengo el dia libre asi que me hundire en mi miseria con el fin de que algun dia pueda volver a salir del pozo con una sonrisa y gritando que lo he superado. Lo mas gracioso de todo es que pensaba que asi era, que habia superado la ruptura, el abandono, pero ahora que he vuelto a verle, me siento incluso peor que antes. Sobre las once de la noche, llego a mi apartamento y tras dejar la muneca y mi bolso en la entrada, me quito el polar para dejarlo sobre la silla de comedor. En seguida enciendo la calefaccion y las luces del arbol de navidad. No es que me guste, en realidad creo que es mas por costumbre que otra cosa; mis padres siempre me han ensenado lo valioso de esta epoca, lo bonito que es pasarlo con la familia y amigos, con el amor... No tengo de eso, no hay amor por ninguna parte. Voy hasta la cocina y me preparo un chocolate caliente para despues sentarme en el sofa con la manta que me regalo mi hermana el ano pasado, es de borrego y muy calentita. Aqui en Madrid hace demasiado frio, tanto que no soy capaz de desnudarme para ponerme el pijama hasta que la casa este caldeada. Enciendo la tele y busco una pelicula en Netflix, justo cuando escucho unos toques en la puerta. Me pongo nerviosa, no suelo recibir visitas a esta hora. En realidad, no suelo recibir visitas, soy algo solitaria. Me levanto y arrastro los pies hasta la puerta. --?Quien es? --Pregunto asustada. --Soy David. ?Me abres la puerta? Apino los labios y frunzo el ceno. ?Que hace aqui? Me pongo de espaldas a la puerta y echo la cabeza sobre ella. Me quedo asi unos segundos, pensando si abrir o no. Suspiro un par de veces cuando vuelvo a escuchar su voz. --Julia, por favor. Necesito hablar contigo --suplica y escuchar asi su voz, no hace mas que hacerme mas dano. Se lo que quiere decirme, como tambien se lo que puedo llegar a sentir cuando lo escuche. Tambien se que sigo enamorada y que mi vuelta ha sido por el y nada mas que el. Eso no lo sabe, no he llegado a decirselo porque cuando llegue, David no estaba. Estuvo fuera un tiempo, segun su madre necesitaba pensar y este no era el lugar. La verdad es que no sabia que tambien habia regresado a Madrid. --Yo, sigo queriendo... --Lo escucho suspirar--. Te he traido una cosa. --Dejalo en la puerta y vete, David. No es el momento de hablar algo que podrias haberme dicho en otra ocasion, en otro lugar --esto ultimo lo digo mas para mi que para el, aunque estoy segura de que me ha escuchado. --No pienso irme hasta que me abras y me dejes hablar contigo. Solo cinco minutos y si despues de eso sigues sin querer verme, me ire y no te molestare mas. Sin mas, abro la puerta y me mira. --Solo cinco minutos, es lo maximo que te doy. Tu a mi no me diste ni un minuto para poder hacer que... No termino la frase cuando sus labios chocan con los mios. Siento la calidez de sus manos cogiendo mis mejillas para apresarme mas a su boca, para no dejarme ir. Por un momento intento escapar de el, de este beso que hara estragos en mi, que hara que vuelva a caer en sus brazos como si no me hubiesen soltado nunca. Nos separamos unos milimetros con la respiracion agitada. David pega nuestras frentes para despues clavar sus ojos verdes en los mios y suspira. --No sabes lo que he necesitado este beso, lo que he sonado con este momento --declara con la voz cargada de agonia. --Si no me hubieras dejado alli, no habria sido un sueno --respondo, demostrandole cuan dolida estoy. --Perdoname, no tenia que haberte dejado. No sabes lo que me arrepiento. --Se separa de mi --. Pense que yo seria una piedra en tu camino, en esa vida que tanto te habia costado conseguir. Ser la jefa de recursos humanos en esa empresa fue siempre tu sueno y yo no queria que lo dejaras por mi, porque yo no era feliz alli. Crei que hacia lo mejor para ti... --Pero no fue asi, rompiste mi corazon en mil pedazos y me convertiste en lo que ves ahora; una mujer dolida que no es capaz de ser feliz y mucho menos confiar en nadie --le interrumpo dandome la vuelta para ir hasta el sofa y volver a sentarme. Hundo la cara entre mis manos a la vez que siento las suyas cogerlas para hacer que lo mire. Esta de rodillas frente a mi y creo que esta noche sera mi fin, lo estoy viendo venir. --?Que era lo que me traias? --Intento relajar el ambiente con una pregunta que no viene al caso. Sonrie de lado y coge la bolsa que traia en las manos y que no habia visto hasta ahora. Saca la muneca y yo alzo ambas cejas, sorprendida. Me la tiende para que la coja. --Es tuya. --?Por que? --Porque no tengo nada. Todo lo que soy, lo que tengo... lo que ves, es tuyo Julia y quiero que siempre sea asi. --Vuelve a agacharse frente a mi--. Te quiero mucho mas que aquella noche en la que me equivoque, la noche que no logro olvidar porque no soy capaz de sacarte de mi mente. Te quiero mucho mas que cuando te vi la primera vez en esa gasolinera. --Me regala una sonrisa sincera y tierna--. Te quiero incluso mas que cuando me tiraste aquel vaso de agua en la cara cuando intente pedirte una cita. Pero es que estaba tan loco por ti que no era capaz... No puedo seguir escuchando sus palabras porque ya han calado hondo en mi pecho, mucho mas hondo que cuando comenzamos con este amor que no morira jamas. Lo beso con todo el amor que soy capaz de sentir por el, con el mismo amor que he intentado esconder y no he podido. David me abraza, me encierra entre sus brazos a la vez que me levanto para poder abrazarle. Subo mis manos hasta su cuello y entrelazo mis dedos en su nuca, buscando mas profundidad en este beso que marcara un antes y un despues en nuestra historia. Estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos cuenta de que un movil comienza a sonar hasta pasados unos segundos. No es el mio, como va a serlo si yo odio ese villancico: Navidad, Navidad, dulce Navidad. Que alegria en este dia hay que celebrar. Me separo de el y alzo una ceja para despues mirarle a los ojos. Reprimo la carcajada porque se que no es el momento. --?En serio? --Pregunto. Mas el no responde--. Odio esa cancion. --Lo se, por eso mismo la he puesto de tono de llamada. --Arrugo la frente--. Me recordaba a ti. Estallo en una estruendosa carcajada que hace que el se una a mi. Ambos nos reimos sin motivo aparente y sin embargo, no podemos parar. --Feliz Navidad, dulce Navidad, Julia --murmura cerca de mi boca. --Feliz Navidad, dulce Navidad, David. Nos besamos para sellar nuestro amor, para demostrar que ni el tiempo y mucho menos la distancia es capaz de acabar con algo tan poderoso como es el amor verdadero. Despues de esto, amare el villancico y lo cantare todas las Navidades que pase junto a el porque se que esta vez, sera para siempre.

  • Antes de que llegaras de Lisa Wingate

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  • La ciudad de las sombras de Victoria Alvarez

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    En 1923, Helena Lennox tiene diecisiete anos y un unico deseo: sustituir las calles de Londres por una vida de aventuras y excavaciones en tierras lejanas. En consecuencia, cuando sus padres se marchan a la India para investigar la desaparicion de unos arqueologos, ella decide acompanarlos. unos dias despues y a escondidas. Son muchas las leyendas que circulan en torno a la ciudad fantasma de Bhangarh, pero Helena nunca ha creido en las supersticiones. No obstante, el principe Arshad de Jaipur (si, ese que odia a los ingleses) le insiste en que se equivoca: Bhangarh esta maldita y al anochecer, cuando el palacio real se tine de oscuridad, todo el que se adentra en sus muros desaparece sin dejar ni rastro. En su recorrido por la exotica India de los anos veinte, Helena se ve envuelta en una investigacion en la que solo una verdad parece salir constantemente a la luz: nadie regresa de la ciudad de las sombras.

  • A Sexy Berling Valentine (Sexy Berling 4), Maya Blair de Maya Blair

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  • El ingenuo salvaje de David Storey

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    Arthur Machin es hijo de un simple minero y no espera salir de la ciudad industrial del norte de Inglaterra en la que nacio, un agujero de frustracion y aburrimiento, pero su vida cambia cuando el equipo local de rugby lo ficha para la Liga Nacional inglesa.

  • La ultima carta de amor de Jojo Moyes

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    Una cautivadora novela para romanticos que evoca una decada llena de encanto y elegancia, por la autora de Yo antes de ti.

  • La debilidad de Jacobo (Las flores 2) de Edurne Cadelo

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    No puedo levantarme. El sonido incesante de mi movil me llega desde algun lugar cercano, intuyo, pero soy incapaz de despegar ningun miembro de mi cuerpo de este colchon para ir a buscarlo. El entumecimiento de todos mis musculos es la consecuencia directa de haberme bebido hasta el agua de los floreros durante las dos ultimas noches. Si a eso le sumo el peso muerto, en forma de pierna, que pertenece al chico que yace a mi lado, la tarea se convierte en imposible. El martilleo constante en mi sien derecha y el maldito revoltijo en la boca del estomago voy a obviarlos. Abro un ojo con miedo, con pavor mas bien, tengo una ligera idea de quien esta acostado en mi cama, pero me asusta comprobarlo. En un arranque de valentia, no muy propio de mi, abro el otro y me froto los dos con vehemencia. Ay, Martina. --!Marti! --me llama Carola--. Tu movil esta sonando. --Voy --susurro para no despertarlo. Intento apartar la pierna de mi invitado, a ver si puedo levantarme, pero, justo cuando estoy en ello, la puerta se abre y entra mi amiga. --!Joder, que fuerte! --exclama al ver a Oriol, nuestro otro companero de piso, en calzoncillos sobre mi cama--. Flipo mucho contigo. --Caro, espera. Esto... no... no es lo que parece. --Es Sira. --Tira el movil encima de mi escritorio y desaparece de mi vista. --!Mierda! --bufo. La he cagado, aunque no tengo ni idea de cuanto. Me pongo una camiseta que uso para dormir, menos anoche por lo visto, y voy hacia el salon mientras devuelvo la llamada a mi hermana. Luego me ocupare de mi amiga. --Marti, te he llamado mil veces --dice Sira nada mas descolgar. --Perdona, tata, es que estaba dormida. --?Mucha fiesta anoche? --Pues, no podria precisarlo con exactitud. --Dejo caer para que no huela el miedo en mi voz. Mi hermana es unica para detectar mis emociones. --Enana, siento tener que darte una mala noticia. --?Que te ha pasado? ?Estas bien? ?No me digas que David se ha presentado ahi? --Marti... --Me corta para que deje de divagar. Mi hermana suele cuidar de todos, pero no es muy dada a que nadie cuide de ella. Lo que pasa es que, en esta ocasion, se ha metido en un jardin --enrollandose con el hermano de su ex mientras los tres compartian piso y se lo ocultaban-- tan grande que casi no asoma la cabeza y entonces si que me preocupa. --Vale, vale, ya me callo, ?que pasa? --Es Soledad. Esta en el hospital y dicen que sera cuestion de horas. No hay duda de que tengo los reflejos mermados por culpa de esta resaca del quince, porque, a pesar de que escucho lo que me acaba de decir, me quedo muda. --Martina, ?sigues ahi? Mi abuela lleva un tiempo pachucha, la operaron del corazon hace unos meses y ha tenido una recaida, pero no pense que fuera tan grave. --Si, tata. Entonces, ?ya esta? --No, pero Alejandra me ha dicho que ya esta sedada. Te voy a mandar un billete para el primer avion que salga manana. Yo te ire a buscar al aeropuerto, ?de acuerdo? --Esta bien. --Martina, no te preocupes, no te voy a dejar sola, ?entendido? --Si, tata. Estare bien. Cuando me llegue el billete te lo confirmo. No me puedo creer que Soledad vaya a morirse. No se, supongo que, aunque cada vez estaba mas debil, no pense que pudiera irse tan rapido. Me acurruco en la butaca que esta al lado de la ventana y me tapo la cara con las manos, ?en que momento mi vida se ha vuelto asi de loca? A ver, yo estaba tranquila y feliz. Hace tiempo que asumi haber tenido una infancia distinta y siempre me he sentido querida, la verdad, asi que no tenia la imperiosa necesidad de buscar respuestas, pero, de repente, mi madre, que nos abandono hace catorce anos en casa de mi abuela, a la que apenas conociamos, regresa sin avisar de no se sabe donde. Verla alli, como si no hubiera pasado nada, fue demasiado fuerte. Menos mal que estaba con mi hermana cuando ocurrio, porque no la habria reconocido fuera de esas cuatro paredes. Solo necesite observar a Sira, agarrotada por la tension, para deducir que era ella. Mi abuela y mi hermana nunca se han llevado bien, pero ambas han cuidado de mi, cada una a su manera. En cambio, de Alejandra poco puedo decir, apenas la recuerdo, por lo que no se explicar como me siento con su vuelta. No sabria decir si me duele, me irrita o me da absolutamente igual. Cuando era mas pequena fantaseaba con su regreso; sonaba que nos llevaria a vivir con ella a una casa preciosa y seriamos una familia feliz. Imaginaba que volvia y nos contaba una pelicula increible, explicandonos las razones de su marcha. Supongo que a medida que cumpli anos deje de sonarlo. Por suerte, Soledad y Sira me han dado todo el amor que ella no me dio. Algo se desperto en mi cuando la vi y empece a necesitar esas respuestas. Antes de volverme a Barcelona, fui a casa de mi abuela y se las pedi. Sus argumentos fueron variados: una depresion muy fuerte, tener que hacerse cargo ella sola de dos ninas --padres desconocidos, al menos nosotras no sabemos quienes son, espero que ella si-- y la necesidad de alejarse del mundo para no caer en un pozo sin salida. En fin, que es muy dificil meterse en su piel en aquel instante, pero, ahora que esta aqui, no puedo fingir que no existe. Mi hermana, en cambio, no quiere saber nada de ella y tampoco quiere que se acerque a mi. Me levanto y voy a beber un vaso de agua, aunque creo que necesitare mil. Quiero volver a mi cama, taparme con mi edredon hasta las orejas e intentar dormir, pero soy consciente de que todavia esta ocupada. En otras circunstancias, me meteria en la cama de mi mejor amiga, la abrazaria por detras y me quedaria grogui hasta que nos sonaran las tripas, pero ahora no quiere ni verme. Carola y yo regresamos a Barcelona en septiembre, justo antes de empezar el master. Alquilamos este piso y buscamos un nuevo inquilino para compartir gastos. Vinieron un monton de candidatos, pero, en cuanto Oriol se marcho por la puerta despues de haber charlado un rato con nosotras, nos miramos y sonreimos como imbeciles, porque supimos que el era el elegido. Nuestro companero es de un pueblo de Girona y esta estudiando el ultimo curso de una ingenieria. Alto, moreno, guapo y con cuerpazo. Tiene pinta de turista en verano, pero todos los dias del ano, y un caracter bastante gamberro. Vamos, una combinacion explosiva para nuestros sentidos. A Carola y a mi nunca nos gustan los mismos chicos, pero con el ha llegado la excepcion. Por ese motivo, tuvimos que poner una unica regla: ninguna de las dos se enrollaria con el por muy apetecible que nos resultase. Joder, solo espero no haberla roto. --Caro. --Llamo a la puerta, esperando que me deje entrar--. Porfi... --Vete a tu cama, Martina --responde seria. --Carola caracola. --?En serio? Joder, no me puedo creer que encima vengas a hacerme la pelota. Abro sin que me de permiso y ella mete la cabeza debajo de la almohada, para esconderse de mi. --Carola. --Me acerco, me siento en el borde de la cama y le quito la almohada para que me mire--. No me lo he podido tirar. --!Venga ya! No me puedo creer que este en tu cama en pelotas y solo hayais dormido. --Te juro que no me acuerdo, pero he echado un vistazo a mi habitacion antes de salir y no hay ni rastro del condon. Sabes que, por muy borracha que este, nunca lo hago a pelo. Eso lo tengo grabado aqui. --Me senalo la sien y ella cabecea. --Una regla, Martina. Solo una maldita regla y tu te la pasas por la entrepierna. --!Que no, cono! Que no me he pasado nada por ahi. Ni a el, de verdad. Volvimos pedo y puede que haciendo el tonto terminara en mi cama, mi habitacion esta antes que la suya. --Suelto restandole importancia--. ?Me dejas dormir un rato contigo? --No, estas en cuarentena hasta que me lo confirme el. --?Estas tonta? ?Como se lo vas a preguntar? --Porque quiero saberlo. Llevas dias bebiendo vodka como si fueras rusa. Entiendo el marron de tener una madre de repente y la movida de tu hermana y su ex, pero, como sigas asi, te van a cambiar el apellido, Absolut en vez de Flores. --Al escuchar el apellido de mi abuela empiezo a llorar y mi amiga se apoya en el cabecero, mirandome asustada. --Sira me ha llamado porque mi abuela se muere, Caro. --?Pero ya? --Si, es cuestion de horas. Manana vuelo a Madrid. --Vaya, lo siento. !Anda!, tumbate conmigo un rato, que te achucho. --?Ya no estas enfadada? --pregunto mientras me pego a ella como una lapa y me sorbo los mocos. --Suave, que esto es solo una tregua. Te dare el beneficio de la duda hasta que corrobore la version de los hechos.

  • Malandar de Eduardo Mendicutti

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    Toni, Miguel y Elena se conocen y se hacen amigos desde que los tres tienen ocho anos. Miguel empieza a ir con Antonio y Elena a la playa, al parque, al cine. Poco a poco, Toni y Miguel van descubriendo una especial relacion entre ambos, pero tambien se confiesan que les gusta Elena, aunque les gusta <>. Cuando los tres han cumplido doce anos, con pocas semanas de diferencia, Toni y Miguel hacen un primer viaje en barca y caminan hasta la punta de Malandar, un lugar practicamente virgen en el que fantasean con la idea de construirse una casa. Estos viajes se van a repetir a lo largo de sesenta anos, a pesar de que las vidas de Toni y Miguel sigan caminos muy dispares.

  • Elastico de sombra de Juan Cardenas

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    Los dos maestros sudaban aguapanela hirviendo, apenas protegidos por las latas agujereadas del paradero de buses. Llevaban mas de una hora esperando y don Sando, el anciano maestro, maestro de maestros, empezo a pensar que el sol ya estaba con ganas de hornearlos, de quemarles hasta el ultimo concho de manteca humana y dejarlos convertidos en dos carboncitos secos. Miguel, su veterano alumno, el contramaestro, como se les suele llamar en buena jerga machetera, se abanicaba con una cachucha blanca. Era casi mediodia y el viento estaba guardado en su cueva: don Sando sabia por experiencia que el viento tiene la casa en una cueva de los Farallones y hay gente osada -gente atembada tambien- que hasta se ha ido a buscar la casa del viento y no se ha vuelto a saber de ella, porque el viento agarra a esa gente, le dice cosas al oido y la enloquece. Luego se la lleva para su cueva y alla adentro se la come y no deja ni los huesos. El viento debia de estar comiendo mucha gente en su cueva porque esa manana no habia bajado al valle ni un solo ratico y los canaduzales se miraban tiesos, mudos, como soldados al acecho, a punto de invadir un pais. Esa fue la ocurrencia de don Sando, acosado por un calor que no era normal. Un calor del fin de los tiempos. Una seguidilla de volquetas cargadas de materiales de construccion dejo a su paso una nube de polvo gris y espeso que envolvio a los dos maestros durante largos segundos. Hubo toses, protestas, Miguel se permitio un hijueputazo y don Sando..., don Sando seguia pensando en el viento, en como al viento le cambia el caracter segun baja de la montana, porque aca en el valle se vuelve manso, dulce, buen conversador y hasta con dotes de sabio. Se lo extrana cuando no baja, senor Viento, dijo don Sando entre dientes para que Miguel no alcanzara a escucharlo. Igual Miguel no estaba prestando atencion porque seguia sacudiendose el polvo. Este don Viento si es cosa seria, penso don Sando. A veces de puro travieso baja muy rapido, sobre todo por las noches, y si lo agarra a uno mal parado se le mete en el puro nervo tendonoso y provoca agarrotamientos que duran hasta una semana. A don Apolino vino un dia y le pego tal juetazo que le paralizo la cara de por vida, vaya a saber por que se ensano asi con el. Yo a veces creo que fue por envidia, ?no ve que don Apolino era buen mozo? Como no, y el Viento, dicen los que lo han visto, tiene una cara muy fea, como de trompetista, siempre con los cachetes inflados de huesos triturados y la frente arrugada por el esfuerzo perpetuo de ser quien es. Don Sando se habia enfrentado a don Apolino en cuatro ocasiones y, aunque habia logrado vencerlo en todas, no tenia un buen recuerdo de esos combates. Don Apolino era manoso, ademas de gran machetero y por ahi decian que tenia su secreto, aunque no se sabia muy bien en que consistia ese secreto, pues al fin y al cabo secreto es secreto. Algunos hablaban de pactos con entidades maleficas, de brujas, pero don Sando sabia que la mitad de todo secreto son rumores que el propio machetero pone a circular como plata falsa. De cualquier forma, en esos cuatro combates, don Sando se impuso con pujanza, tirando de todo su repertorio, apelando a toda su astucia. No es facil porfiar con un machetero que tiene la cara paralizada, porque los gestos que se pintan en un rostro son como un pizarron donde se van escribiendo los movimientos futuros del rival. Ojo y mas ojo, repetia don Sando a sus alumnos. Visual y mas visual. El que juega es el ojo y es el ojo el que lee. Don Sando penso entonces que quiza el Viento le habia propinado su juetazo paralizante a don Apolino para ponerlo a prueba, para ensenarle algo y hacerle ganar nuevas destrezas. Oiga, don Viento, ?no sera que usted es mi aliado, mi profesor?, volvio a muscurrullar don Sando. El viejo machetero alcanzo a morder sus palabras por la cola cuando trataban de salir volando de su boca. Esta vez Miguel si oyo un bisbis pero supuso que su maestro estaria rezando o maldiciendo. Don Sando saco la cabeza de todo ese ventarron de pensamientos y miro a Miguel para preguntarle si se sabia algo del pisco. No, maestro, yo le mande un guasap hace ratico, pero me dejo en visto, informo Miguel. El pisco al que se referian era un tal Cero, escribidor blanquito, asi medio cafeconleche, que vivia con el hocico metido en cosas de negros, lo que molestaba a algunos estudiosos que lo acusaban de ladron y apropiadorcista de lo ajeno. Los maestros lo estaban esperando alli, en ese paradero ardiente, perdido en medio de una carretera secundaria, por disposicion de don Sando. De hecho, las palabras del viejo a la hora de dar las instrucciones habian sido claras y precisas, asi y asa, hasta el codigo de vestimenta, todos de blanco de la cabeza a los pies, rematando con una frase que ya se habia vuelto sonsonete: Hay que seguir la voluntad de don Luis. Lo que no habia contemplado don Sando era la posibilidad de que Cero, encargado de recogerlos en una camioneta prestada para hacer el viaje, se hubiera perdido en alguno de los muchos cruces de caminos arrojados como maldiciones por todo ese valle endemoniado. Ay, los cruces de caminos, penso don Sando... No se cuales son peores, si los que cortan en X o los que cortan en Y... En todos he tenido mis aventuras y desventuras. A punto estaba el maestro de recordar algo importante sobre los cruces de caminos, cuando sintio que una brisa suave y fresca le acariciaba la cumbamba como hacen las mamas con sus quicatos. Ironias del viento, se sonrio para adentro don Sando, dandole la bienvenida a su compa- nero, que empezo a sacudir alegremente los canaduzales y a montar su bulloseria de todas las tardes. Al ratico llego tambien Cero en su camioneta de color negro. Porque don Sando habia sido especificante hasta en eso: No me vaya a venir ni en carro blanco ni en carro cafe, mucho menos amarillo, si no, no podemos viajar. Asi se lo habia dicho a Cero, que se arrimo al paradero pidiendo disculpas por la demora y luego se bajo para ayudarles a los dos maestros a subir un equipaje mas bien escaso: dos mochilas medianas, otros dos morralitos de lana y un estuche de cuero donde cargaban los machetes y los bordones de madera de guasimo. Cero noto que el maestro cargaba tambien una chuspa plastica de la que no quiso desprenderse cuando Miguel y el le ofrecieron ayuda para subirse al carro. Una vez estuvo sentado en el asiento trasero de la camioneta, don Sando abrio un poquito la chuspa y miro satisfecho el contenido antes de volver a cerrarla con un nudo no muy apretado. Cero tuvo la impresion de que el maestro llevaba algo vivo ahi metido, pero prefirio no hurgar mucho en sus imaginaciones porque no queria ser impertinente ni con el pensamiento. Durante mas de una hora atravesaron los canaduzales por vias secundarias, siguiendo el mapa que don Sando habia dibujado a mano en un cuaderno escolar. En Guachene, antigua rochela de negros sembrada junto al rio del mismo nombre, se detuvieron a refrescarse con refajo de Poker y Popular en una tienda. En la pared del negocio habia fotos de todos los jugadores de futbol oriundos de este valle, casi todos defensas centrales de gran estatura y poderio fisico. Don Sando senalo la pared con el vaso todavia medio lleno y dijo que para ser machetero no habia necesariamente que tener machete. Uno es machetero si tiene espiritu de machetero. Como don Luis, que en paz descanse, machetero de la cabeza a los pies. Don Sando se referia a Luis Vidal, vecino de Puerto Tejada, cultor de varios estilos canonicos y ultimo gran maestro de los juegos de Remonte y Granadino, fallecido recientemente despues de una larga enfermedad. A la final, ese viaje que acababan de iniciar era producto de un compromiso que don Sando habia hecho con don Luis en el lecho de muerte del de mas acasito, aunque los detalles de esa conversacion permanecian en la oscuridad, incluso para Miguel, que a duras penas sabia que el difunto don Luis debia pagar una promesa con ayuda de don Sando. Pero ?promesa de que? ?A quien? ?Pagar como? Todo era un misterio: los recorridos, los mapas, el color de la ropa, el color de la camioneta, en suma, el proposito del viaje al que tanto Miguel como Cero se habian prestado ciegamente por fidelidad y respeto a don Sando. Y, desde luego, para honrar la memoria de don Luis. Cuando hubieron calmado la sed, caminaron hasta la orilla del rio Guachene y alli don Sando se aparto de los demas y, dandoles la espalda, se puso a hurgar en su chuspa de plastico y a sacar cosas que luego depositaba en la corriente. ?O mas bien era que pescaba cosas en el rio para luego meterlas a su chuspa? Miguel y Cero se hacian los desentendidos pero cada tanto intentaban ver que era lo que hacia don Sando y que tanto es que hurgaba alli, pero a esa distancia, por mas que ambos michicateaban los ojos, ninguno via nada. ?Son pescaditos?, pregunto Cero y Miguel se encogio de hombros, arqueando la boca hacia abajo, pelando mucho lo blanco de los ojos. De todos modos, Cero, que tenia por oficio escribir mamotretos, no dejaba de tomar nota en una libretica roja. !Oiga, y uste que tanto es lo que escribe alli, vea!, le recrimino festivamente Miguel. Cero le mostro una hoja llena de garabatos, flechas y frases sueltas escritas en una letra que mas parecia hormiguero emberracao. Miguel no le dio importancia y siguio pendiente de los movimientos de su maestro. En esas vieron llegar una chiva que de lo sucia y embarrada no se le distinguian ni los colores. El chofer parquio con el morro y las llantas delanteras del camion metidas en la orillita panda y piedrosa del rio, y despues de bajarse de un brinco de su chiva, se puso a lavarla con un balde y unos trapos llenos de jabon. La mugre estaba tan pegoteada que no acababa de escurrir y al chofer le tocaba refregar mucho y baldear sin descanso. Cero, que no sabia muy bien que hacer o como dejar pasar ese tiempo que ya se le estaba volviendo tedioso, se acerco al hombre y le ofrecio ayuda. Se estrecharon la mano medio blancucha con la mano negra y el chofer le dijo: Muchas gracias, caballero, no se ve gente como uste ultimamente. De nada, amigo, de nada, contesto Cero, que sin perder un segundo se puso manos a la obra y a punta de balde y estropajo y jabon comenzo a despellejar el barro de las latas de la chiva. Y en siendo asi, sobando sin tregua, fue que la coloriza de las pinturas salio a la luz nuevamente: Cero se quedo admirado porque alli se miraba un jurgo de bestias salvajes, peludas y no tanto, caribajitos y carisecas, vivos y cocinados, canastos con frutas, pajaritos, paisajes de las montanas, paisajes del valle, paisajes del mar, cielos de todos los tonos y hasta ciudades futuristicas con platillos voladores. !Ve, muy calidoso el que pinto esto!, dijo Cero. Y el chofer se sonrio henchido de orgullo: !Gracias, gracias!, dijo, !ahi le hacemos a la pintura tambien, en los pocos ratos que me deja el oficio de chofer! Pues lo felicito, amigo, dijo Cero, sin dejar de restregar la latoneria ornamentada. Despues de que un ratote hubiera parido sus muchos raticos, despues de que esos raticos crecieran y se fueran flotando rio abajo, la labor conjunta de los dos hombres habia dejado la chiva, como se dice, rechinante de limpieza. Nos quedo como monedita nueva, dijo el chofer, con las manos en la cintura. Y Cero, tambien satisfecho, dio su aprobacion a la tarea, solto un resuello y se quejo del intenso calor. Venga, caballero, que lo invito a refrescarse, dijo el chofer. Y ambos subieron a la chiva, donde, en propiedad, comprobo Cero, habia de todo para revirarle la calentura al sol dentro de una neverita de icopor: alli el chofer tenia encaletadas entre yelos unas cervezas, dos ponimaltas, varios helados de palito y una botella de viche bien escondida debajo de todo lo demas. Cero agarro un helado de mango verde y el chofer le alcanzo un salero que saco de un compartimento junto a la caja de cambios. Mientras se refrescaban en medio de un silencio picadulzon, los dos hombres vieron llegar a Miguel y a don Sando, que, al parecer, ya habia acabado de hacer sus ritos y sus cosas raras en el rio. Vengan, vengan, dijo el chofer, bienvenidos, suban a tomar algo que este calor esta muy violento.

  • El Vientre de Alquiler del Multimillonario Irlandes de Ciara Cole

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    Era el mayor paso que habia dado Logan en sus treinta y pocos anos de vida. Por lo que no era de extranar que, a pesar de toda la investigacion que requeria, adoptara un enfoque bastante practico. No queria dejar ningun cabo suelto en todo lo relacionado con su decision de convertirse en padre. Cientos de mujeres habian contestado al anuncio y, despues de varias semanas de criba, su equipo habia elaborado una lista de las 10 mejores candidatas. Todas las mujeres tenian sus encantos y sus virtudes. Sin embargo, para Logan, la mayoria de ellas parecian hermosas munecas de plastico a tamano real - rubias o morenas, de largas piernas y, algunas, atributos quirurgicamente realzados. Pero una destacaba de una forma que Logan no sabia definir. ?Tendria que ver con lo sana que parecia su aura? Se acaricio el labio superior mientras observaba las fotos y los videos de la candidata llamada Cara. Era una de mujeres que habian llegado al top ten. Y la unica de aspecto natural, sin maquillaje, aires refinados ni ostentosos ropajes. No parecia que le preocupara mucho ser sofisticada. Tenia la piel bronceada, ojos castanos y hoyuelos. Era perfecta. *** Dos semanas antes de aquello, Cara estaba en un cafe mirando el tablon de anuncios. La noche anterior habia dormido en el autobus, preocupada por cuanto le iba a durar el dinero. Necesitaba trabajo y un sitio para dormir – poco se imaginaba lo facil que se lo iba a poner el destino. Uno de los anuncios capto su interes: Se busca aspirante a actriz. Edad 25-28 anos, sana, que no consuma drogas ni alcohol. Dispuesta a hacer escenas peligrosas. Que pueda comprometerse a una produccion de un ano de duracion. Discrecion absoluta. Enviar email para recibir instrucciones. Cara no sabia nada sobre actuar. Su principal talento era la pintura, y llevaba consigo unos cuantos cuadros que esperaba vender, pero sin un lugar en el que trabajar, no podria producir mas. Por eso necesitaba saber mas sobre aquel enigmatico anuncio; era su unica esperanza. Aquel mismo dia respondio y fue invitada a una mansion que parecia sacada de una pelicula. Era alucinante. Cara perdio la cuenta de las mujeres que entraron mientras esperaba en un enorme vestibulo. Habia camaras por todas partes, y la gente que parecia estar a cargo iba vestida con un maximo de elegancia corporativa. Cara observo a las otras candidatas, pero ninguna parecia interesada en hablar con ella – tal vez porque tenia pinta de vagabunda y ellas parecian recien salidas de una sesion fotografica. Habia estado huyendo durante el ultimo mes, por lo que apenas se habia preocupado de su apariencia. Pero deseaba poder contar al menos con el beneficio de un brillo de labios o incluso un poco de talco. Cara suspiro y se encogio de hombros. No tenia expectativa alguna, pero se sintio animada observando toda aquella actividad a su alrededor. ?Seria algun tipo de reality show? La impresionante casa, las camaras y los ocupados asistentes pululando por todas partes – y, por supuesto, las hermosas mujeres que esperaban su turno. Cara habia visto bastante television como para poder alimentar su imaginacion, y se pregunto si seria uno de esos programas cursis en los que un famoso buscaba novia. Sofoco una risa ante aquella idea. Si, claro. En ese caso ya se podia ir marchando porque nadie la iba a elegir para algo asi. Pero quizas estaba de suerte. Cuando llego, le habian pedido que rellenara un formulario, y pronto escucho su nombre. Cuando, cinco minutos mas tarde, salio, lucia una enorme sonrisa en el rostro. !La habian elegido! Bueno, habia sido preseleccionada. Y en aquellos momentos, una sonriente azafata la acompanaba a lo que iba a ser su habitacion. -La prueba de seleccion es continua, por lo que necesitamos que este aqui durante los proximos dias, para hacer ensayos y otras comprobaciones – explico la simpatica ayudante, que se presento como Jessie. Jessie acompano a Cara al ascensor y subieron al tercer piso. -Se alojara en este piso con las otras veinticuatro candidatas. Va a compartir la habitacion con otras dos mujeres, ?tiene algun inconveniente? Cara parpadeo. -Oh, no, ninguno. ?Ha dicho que me alojare aqui durante los proximos dias? -Puede que hasta una semana, con todos los gastos pagados, por supuesto- anadio Jessie, sonriendo. Cara tuvo que sofocar un grito. Aquello tenia que ser un sueno; se pellizco para asegurarse. Ay. No, no estaba sonando. Solo tenia que averiguar de que iba todo aquello y hasta donde estaba dispuesta a llegar. Trato de preguntar tentativamente a Jessie por todo aquel misterio. -No se preocupe, si llega al final, se le proporcionaran todos los detalles. Hasta entonces, la mayor parte de la informacion se mantendra en secreto para garantizar una mayor privacidad. Espero que lo entienda. Sonaba un poco raro, pero no estaba en condiciones de ser quisquillosa. Y, sin embargo, ni en sus suenos mas salvajes se habria imaginado en lo que se acababa de meter. En dos semanas, no solo formaria parte del top ten, sino que llegaria a ser la elegida de entre todas aquellas preciosas y atractivas mujeres. ?Quien lo hubiera pensado? Aun no podia creer que no se tratara de una broma, ni siquiera cuando volo en primera clase para conocer a su jefe. Una limusina le esperaba en el aeropuerto y, cuando llegaron a una inmaculada finca bordeada de arboles y cesped con una preciosa mansion en medio, estaba completamente alucinada. Vaya, otra mansion. Que bonito. Necesitaba un lugar seguro para que no la encontrara el chiflado de su ex novio, y no podia haber escogido un sitio mejor, penso. Pero, ?como podia saberse segura si aun no sabia lo que le esperaba? No sabia por que habia sido elegida. Habia visto el tipo de mujeres que se presentaron para el mismo puesto, y ella no podia competir con ninguna. Entonces, ?por que estaba alli? ?Por que ella? Pronto tendria la oportunidad de formular esa misma pregunta al hombre responsable de todo aquello, cuando lo viera cara a cara unos minutos despues de su llegada. La condujeron a una oficina tipo biblioteca senorial. Detras de un enorme escritorio se encontraba una figura que se puso en pie cuando ella entro acompanada de un silencioso secretario. Para entonces, Cara se sentia muy lejos de estar tranquila, pero al mirar al hombre que tenia enfrente, olvido sus nervios. Parpadeo varias veces para asegurarse de lo que estaba viendo. Guau. ?Quien demonios era aquel hombre? Era guapisimo. De aproximadamente un metro ochenta, hombros anchos y un cuerpo compacto que quedaba muy bien enfundado en su impecable traje a medida. Ojos verdes, cabello castano claro, y una atractiva barba que decoraba su admirable menton. Parecia una estrella de cine, con un toque rustico en los pomulos y barbilla. Sus labios, sin embargo, solo podian calificarse de exuberantes. Cara se quedo mirando y sintio los primeros indicios de atraccion fisica desde hacia un par de anos. Ni siquiera la reciente historia con su ex le habia provocado tantas mariposas en el estomago. El se presento y le pregunto si estaba lista para escuchar su proposicion. Cara penso que no le importaba escuchar cualquier cosa que saliese de aquella sensual boca, y menos con aquel seductor acento irlandes. Le pillo por sorpresa, pero solo se sumo al misterio que constituia aquel hombre. Quien era y que hacia alli en aquella apartada mansion. Y que demonios queria con alguien como ella. -Bueno, veamos de que se trata- dijo despreocupadamente, acomodandose en la silla mas cercana. -Me puedes llamar Logan. Ella asintio. -De acuerdo, Logan. -?Que truco hay? Se que no tiene nada que ver con el cine. No he hecho ninguna prueba de actuacion, pero me han sometido a todo tipo de examenes medicos y me han preguntado por mis antecedentes. ?De que se trata? Teniendo en cuenta que aun no he firmado nada... El dejo que continuara con su chachara y, cuando estuvo seguro de que se habia quedado sin cuerda y le dejaria hablar, hizo una pausa para crear efecto. Y a continuacion dijo: -Necesito un vientre de alquiler para que tenga a mi hijo. *** Era lo ultimo que esperaba Cara. -Sabes lo que es un vientre de alquiler, ?verdad?- pregunto Logan cuando ella lo miro con la boca abierta. -Claro que si- respondio, intentando recuperarse del shock. Volvia a estar nerviosa y comenzo a agitarse en su asiento. No podia creer que hubiese viajado tan lejos para aquella broma. -Si se trata de eso, creo que ambos hemos malgastando el tiempo- dijo Cara con tanta tranquilidad como pudo, deseando salir corriendo de aquella estancia y de la casa. !Tenia que estar loco! Poseia un aire tosco, como una especie de Jason Statham pero mas joven y sexy, aunque si debia ser sincera, no parecia que estuviera loco. -?Por que no me dejas explicartelo todo y luego decides?- pregunto Logan, sentandose en un elegante sillon a la izquierda de Cara. Ella se estremecio, apreto los punos y relajo las rodillas, obligandose a actuar de forma razonable. Forzando una risa, dijo: -Estoy tratando de decidir si realmente tengo curiosidad para oirlo. -Entonces, permiteme que despierte tu interes: un ano, dos millones de dolares, tres reglas. Cara se quedo prendada de su acento y de la forma en que sus palabras consiguieron despertar su curiosidad. -Te escucho- anadio, con un nudo en la garganta. -Durante un ano, viviras en mi casa, con todos los gastos pagados mas una prestacion hasta que nazca el bebe. Al final de ese ano, recibiras dos millones de dolares. A cambio de todo eso, deberas acatar tres estipulaciones: abstenerte de alcohol y drogas, someterte a una adecuada atencion medica y personal durante todo el embarazo, y mantener el acuerdo en absoluta confidencialidad, sin excepciones. Cara lo miraba fijamente y sin pestanear, pero el no parecia sentirse molesto por aquel escrutinio, ni por su siguiente pregunta. -?Hay alguna razon especial por la que deseas hacer esto? y ?por que me has elegido a mi? -?Por que lo hago?- Una pequena sonrisa aparecio en sus labios – por primera vez. -Porque me gusta tener el control. Cara se lo habia imaginado. Aquel hombre transmitia un aire de seguridad y daba la sensacion de estar acostumbrado a salirse con la suya. Pero se abstuvo de hacer ningun comentario. -Estoy en una etapa de mi vida en la que quiero planear mi futuro, y eso incluye un heredero. Nunca he mantenido una relacion romantica a largo plazo y, en cuanto al matrimonio, digamos que no soy fan de esa institucion. Me resulta dificil relacionarme con mujeres en general, y he decidido que un vientre de alquiler se ajusta perfectamente a mis necesidades. Se levanto de forma subita y sus ropajes parecieron moverse con el, como si estuviesen fusionados a su fortaleza. Se paseo por el elegante suelo de madera sin apartar ni un momento los ojos de Cara

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