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E 1 ra la mejor fiesta de Halloween en la que habia estado nunca. No, corrijo: era la mejor fiesta de Halloween que habia visto nunca, incluidas las que salian en las peliculas, en las series y en post varios de Instagram. Alguien se habia gastado una pasta gansisima en preparar todo aquello. Aparte de que estabamos en el hotel mas caro de la ciudad, la decoracion era espectacular: Candelabros con velas (falsas, eso si) colgando del techo y de las paredes, telaranas por todas partes, globos naranjas y negros, guirnaldas negras con murcielagos cubriendo el techo, de lampara a lampara... Habia tambien calabazas talladas con caras e iluminadas por dentro, y millones de lucecitas naranjas adornando todas las esquinas. Un ejercito de camareros circulaba constantemente con bebida y comida de formas y colores terrorificos. Tambien habia comida normal, lo cual se agradecia, porque no me apetecia hincarle el diente a nada con forma de arana negra, la verdad. Ahora mismo tenia en la mano una copa con una bebida roja, que no tenia ni idea de lo que era, pero estaba buenisimo. Algo con zumo de arandanos. Tenia una pajita negra con un murcielago en la punta. Era una pasada. Y siendo la fiesta una maravilla --una pijada, pero una maravilla-- la comida y la bebida abundante, ?que hacia yo en una esquina como una paria? Rebobinemos hasta esa tarde, unas cuantas horas antes. Concretamente tres. Tres horas antes, esa tarde... --NOOOOOOOOO, no y no, no insistas, no seas pesada, he dicho que no y es que no. Mi mejor amiga, Dana, se habia presentado en mi piso de improviso. No me habia avisado de que venia ni nada: me habia llamado al telefonillo abajo y no habia tenido mas remedio que abrirle la puerta. Ahora estaba en mi salon --bueno, en mi salon/dormitorio/cocina, porque vivo en un estudio y lo tengo todo junto, pero bueno: la cama es plegable--, los brazos en jarras, mirandome fijamente para hacerme sentir culpable. Llevaba un disfraz de Malefica, con vestido hasta los pies, capa, baston, gorro con cuernos y toda la parafernalia. Incluyendo los labios color rojo sangre. Era precioso y le quedaba genial contrastando con su pelo rubio, estaba guapisima. --Dijiste que ibas a venir a la fiesta, Emily. Estaba en pijama, tirada en el sofa. Habia tenido un dia agotador en el curro y despues de llegar a casa, lo primero que habia hecho era darme una ducha calentita y ponerme el pijama. Tenia encima de la mesa un carton de palomitas que acababa de hacerme en el microondas, una copa de vino tinto y un capitulo de Buffy Cazavampiros en pausa en la tele. Ademas, en la calle estaba lloviendo y hacia un frio que pelaba. ?Como iba a decir que si a una fiesta? ?Estaba loca? --?Cuando dije eso? --pregunte. --!Hace un mes, cuando te pase la invitacion por WhatsApp! --?Hace un mes? Entonces empece a dudar. Dana cogio mi movil de encima de la mesita y me lo tendio. --!Miralo, ya veras! --Vale, pero deja de gritar. Cogi mi movil a reganadientes, abri el WhatsApp, pinche en el nombre de Dana y busque la palabra "Halloween". Efectivamente, la conversacion era de un mes antes, me lo resalto la app en amarillo: Dana me decia que la habian invitado a una fiesta de Halloween y me paso la invitacion en forma de imagen. Me pregunto si me apuntaba, y le dije que si. Maldita sea, se me habia olvidado completamente. --!Hace un mes! --dije, gritando yo tambien--. ?Y no me lo podias haber recordado? Dana volvio a cruzar los brazos. --Emily, no puedo ir sola, no conozco a nadie... y es una fiesta espectacular, es la mejor de la ciudad, es en el Hotel Continental, tuve que confirmar la invitacion y te puse de acompanante... por favor no me dejes tirada. Me quite la manta de cuadros y senale mi pijama de felpa con estampado de cerditos. --!Mira como estoy, Dana! !Y no tengo disfraz! Eso sin contar que habia hecho un turno de ocho horas de pie en la tienda de ropa donde trabajaba, en pleno centro comercial, que estaba a tope porque era sabado... estaba molida. Mi idea para la noche de Halloween era quedarme vegetando un par de horas en el sofa, pedir una pizza y luego dormirme delante de la tele. --Ya se nos ocurrira algo. Al final me levante del sofa porque por mucha rabia que me diera Dana tenia razon, le habia dicho que iba a ir, era culpa mia. Asi que ahora me tocaba pringar, no me quedaba otra. Empezamos a urgar en mi mini-armario para ver si podiamos improvisar algun disfraz. Dana desenterro una falda de cuadros con tablas de no se cuando, le di permiso para cortarla con una tijera y la convirtio en una minifalda. Luego cogio una camisa blanca. --!Ya esta! !Puedes ir de colegiala sangrienta! ?Tienes pintura roja? --Evidentemente, no. Empezo a mirar a su alrededor y de repente grito otra vez, !ya esta! Dana tenia demasiada energia para mi. Cogio la copa de vino tinto que habia estado bebiendo de la mesita frente al sofa y salio corriendo en direccion al bano, la copa en una mano, la camisa en otra. Tuve un horrible presentimiento. --!Nooooooo! --grite, mientras yo tambien salia disparada hacia el bano. Alli estaba Dana, echandome vino tinto en la camisa blanca, en el lavabo. Me eche las manos a la cabeza. --?Estas colgada? !Que eso no se quita! --Tranqui, ya te comprare otra... es para simular la sangre. Estaba a punto de asesinarla, asi ya no teniamos que simular la sangre... con lo tranquila y a gusto que estaba yo hace un rato, tirada en el sofa. Luego me sento en una banqueta y empezo a cardarme el pelo, y a maquillarme. Cuando termino, me puse la camisa manchada de vino --Dana la habia secado un rato con el secador para que no tuviese que ponermela mojada-- y la falda. --Ya puedes mirarte en el espejo --me dijo. Tenia un espejo de cuerpo entero detras de la puerta del bano, y alli me mire. No me habia dejado que me mirase antes, y ahora sabia por que. Aparte de la falda cortada con unas tijeras y deshilachada en los bajos, y la camisa manchada de vino --que olia a vino que tiraba para atras--, me habia puesto unos calcetines de deporte blancos con dos rayas, una roja y una negra, y unas zapatillas tambien de deporte blancas. Todo eso sumando al pelo cardado y el maquillaje a lo Joker que Dana me habia puesto hacia que diese miedo, si, pero por las razones equivocadas. Aquello no parecia un disfraz. Parecia que me habia caido por unas escaleras, borracha. O que me habia dormido con el maquillaje puesto, borracha. O que me habia puesto el uniforme de la escuela de mi hermana pequena. Borracha. El vino no parecia sangre, parecia vino. Y olia a vino, ademas. --Yo no voy a salir asi a la calle. --Que si, que estas muy bien --dijo Dana, sin hacerme caso, mirando la hora en el movil, nerviosa. --Me voy a congelar, llevo las piernas al aire. Suspiro y fue hasta mi armario. Me lanzo mi abrigo de plumas negro que me llegaba hasta los pies. --Ponte esto para el camino, alli dentro no vas a pasar frio, tienen calefaccion. Se me acabaron las excusas y me di por vencida. --Pagas tu el Uber --dije, enfurrunada, mientras me metia dentro de mi plumifero gigante. --Que si, pesada. Vamonos, que no quiero llegar tarde. ASI QUE ALLI ESTABA: en una fiesta de postin, en el hotel mas lujoso de la ciudad, intentando pasar desapercibida y que nadie se fijase en mi y en mi "disfraz". Me quede en una esquina, apoyada en la pared al lado de unas cuantas calabazas, con una copa en la mano. Si se me acercaba otro vampiro senalandose el cuello y diciendo "muerde aqui" me iba a tirar por la ventana. Ademas, ?no deberia ser al reves? ?No eran ellos los vampiros? Daba igual, no iba a encontrarle la logica. Me estaba aburriendo como una ostra. No quiero ir sola, habia dicho Dana, que no conozco a nadie en la fiesta. Tia, pues a alguien conoceras, porque no la habia visto en toda la noche. Durante la primera media hora habia venido cada cinco minutos a intentar rescatarme, luego se canso y no vino mas. No la culpaba. Estaba de un humor de perros. Y tampoco queria pasarme la fiesta pegada a ella, porque si mi no-disfraz era horrible, al lado del suyo --que era comprado y se habia gastado una pasta, me habia confesado por el camino-- era todavia peor. Al lado de Dana hacia todavia mas el ridiculo. Si eso era posible. SE ME ACERCO OTRO TIPO. Llevaba un traje negro con camisa blanca abierta en el cuello un par de botones, sin corbata... era alto, por lo menos uno noventa, o uno ochenta y pico, y el traje le quedaba perfecto, como a un modelo de catalogo. Tenia un antifaz negro atado en la parte de atras de la cabeza. Miro hacia la multitud por encima de su hombro mientras avanzaba: tenia pinta de que el tambien venia huyendo a ocultarse en la misma esquina que yo. Teniendo en cuenta que me sacaba una cabeza, era normal que no me viese hasta que estuvo tan cerca de mi que casi se tropezo conmigo. Me vio de repente y dio un respingo. Genial. Lo que me quedaba para rematar la noche. Asustar al tipo mas atractivo que habia visto en la fiesta, y en mi vida en general. --Hola. Perdona, no te habia visto --dijo, con una voz grave, como de terciopelo... o de dormitorio. Olia bien, con uno de esos perfumes masculinos que solo pude apreciar porque estaba a dos centimetros de mi. Se separo un poco y me miro de arriba a abajo. --?De que vas disfrazada? Suspire. No tenia ganas de darle conversacion a nadie, pero tampoco queria ser antipatica. Y estaba un poco aburrida de estar sola, tambien. --Voy de "me han traido a la fiesta a ultima hora y no tenia disfraz".
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