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Serina se arrodillo ante la tumba de su madre, reprimiendo las lagrimas de rabia al ver que le habian vuelto a pintar la lapida. Malditos gamberros. No dejaban de pintar su tumba con pintura verde. Esa vez habian escrito "La bruja de Cronwell". Impotente aparto el papel higienico y toco la pintura para ver que al menos aun no se habia secado del todo. Miro a su alrededor levantandose lentamente por si todavia estaban alli. Era sabado por la manana, apenas acababa de amanecer y seguro que habian decidido terminar la fiesta alli. No se debian imaginar que ella iria tan temprano. Se giro al escuchar unas risas y se quedo fria al ver el cabello inconfundible de Jennifer Thomas. Sus rizos rubios con tirabuzones hasta mitad de la espalda y esos vaqueros rotos violetas, eran dificiles de ocultar mientras corria colina abajo. Y no iba sola. Dos muchachos que no podia reconocer iban con ella. Serina camino bajando la colina y pudo ver el coche semiescondido detras de unos arboles. Chasqueo la lengua al ver el deportivo gris. El hijo del alcalde. John Richardson no le haria ni caso si se quejaba a el de lo que hacia su retono. No era la primera vez que se metia en lios y siempre se iba de rositas. Pero ya se encargaria ella de darle una leccion. Entrecerro sus ojos violeta mientras su melena negra era agitada por el viento. Alguien debia hacerlo. Se divertiria un poco. --Querida, ?que haces aqui tan temprano? Se volvio sonriendo para ver a la senora Simmons. La anciana con su pelo blanco, recogido en un pulcro mono debajo de su sombrerito, la miro a traves de sus gruesas gafas. --Venia a poner flores a la tumba de mama. La anciana sonrio dulcemente-- Tu si que eres una buena hija, no como esos jovenes, que en cuanto entierran a sus familiares se olvidan de ellos. -- se paso su bolsito de rafia al otro brazo. --Lleva un vestido precioso, senora Simmons. --dijo mirando su vestido de flores-- ?Va a algun lado? --A confesarme. -- apreto los labios mirando hacia la Iglesia. Su estructura dominaba la colina. --No creo que el padre Truman se haya despertado siquiera. -- intento no reir al ver que la mujer parecia molesta. --Deberia estar disponible las veinticuatro horas. Caminaron hacia la tumba de su madre y la senora Simmons jadeo al ver la pintada-- Mi nina, ?como se atreven? --No se preocupe. Enseguida lo limpio. --!No respetan nada! --la mujer abrio su bolso de rafia-- Voy a llamar al sheriff. --Oh, no. No se preocupe. No va a encontrar a quien ha sido. La anciana entrecerro los ojos y miro hacia la iglesia. --?El cura les habra visto? Ella nego arrodillandose de nuevo y recogiendo el papel higienico antes de pasarlo por la pintada para quitar toda la pintura que pudiera-- Nunca ve nada. --!No puedes dejar que traten asi la memoria de tu madre! !Era muy buena mujer! --Sabe por que lo hacen. --!Esos rumores absurdos! !Mira que decir que era bruja! -- Serina siguio limpiando imaginandose que la mujer la acompanaria hasta que hubiera limpiado la pintada y se dispuso a escuchar todo lo que se habia dicho de su madre-- Y todo porque insinuo que Samuel, el del supermercado, estaba muy enfermo y que los Roger se casarian antes de una semana, despues del desafortunado incidente del ayuntamiento. !Que esos se iban a casar, podia verlo un ciego! -- molesta chasqueo la lengua mientras que Serina intentaba reprimir una sonrisa-- Si no dejaban de toquetearse en las fiestas. Menos mal que se casaron, porque el padre de la chica se habia comprado una escopeta. -- la mujer se acerco-- Nina, vete a por un cepillo y disolvente porque eso no lo vas a poder quitar. Date prisa, que se seca muy rapido y despues es un incordio. --Voy a por ello al coche. --dijo resignada. La anciana la miro a los ojos con pena-- ?Cuantas veces ha ocurrido esto? --Da igual. No se preocupe por esto. -- se volvio para bajar la colina y la mujer la cogio por el brazo deteniendola. --Nina... ?No estas harta de que os pisoteen? Desde que llegaste a este pueblo has intentado pasar desapercibida, pero ahora no te dejan, ?verdad? Tu madre me conto que os habiais mudado aqui porque te trataban mal en el colegio. Algo incomprensible con alguien tan bueno como tu. --Nunca he tenido mucho caracter. --dijo forzando una sonrisa. --Pues ya va siendo hora de que lo saques, querida. -- muy seria la solto-- Si no lo haces por ti, hazlo por la memoria de tu madre. Sintiendo un nudo en la garganta, asintio y se volvio caminando colina abajo para recoger las cosas de su coche. Intentando retener las lagrimas, no pudo evitar que los recuerdos se agolparan uno tras otro. Su madre no le habia mentido a la senora Simmons. Se habian ido de su pueblo porque la trataban mal en el colegio y la razon era que las temian. Todavia recordaba como un dia su madre la llevo a la guarderia y la madre de una chica se acerco a saludarla. Serina, en su inocencia pues no debia tener mas de cinco anos, tiro de su falda. La mujer sonriendo la miro diciendo que era preciosa y ella respondio-- El papa de Ella va a tener pupa. La mujer fruncio el ceno mientras su madre disimulaba cogiendola en brazos-- Ninos, que imaginacion tienen. El padre de Ella tuvo esa tarde un accidente de coche del que se quedo invalido y los rumores corrieron por la ciudad. Serina era muy pequena para darse cuenta de que sus presentimientos o visiones les traerian problemas. Un ano despues, cuando casi se habia olvidado el asunto, su madre preocupada por una amiga a la que pegaba su marido, le dijo que saliera de esa casa o la mataria. Desgraciadamente lo dijo ante otra vecina y la pobre mujer acabo en el deposito de cadaveres. Entonces ya fue imposible apagar el fuego, porque el pueblo se empezo a decir que eran brujas y a Serina la acosaban en el colegio. Su madre intento que no le afectara diciendole que ellas eran especiales como la abuela y que los demas no lo entendian. Pero cuando llego un dia a buscarla al colegio, se la encontro con su precioso cabello cortado a mechones, llorando a lagrima viva y muerta de miedo. Esa noche se fueron del pueblo y llegaron a Cronwell tres dias despues. Recordaba como su madre miraba por la ventanilla y sonreia al ver las bonitas casas de la calle mayor-- Este sera un sitio estupendo para vivir. --Si, mama. -- dijo apretando su muneca. Su madre sonriendo la miro con sus ojos verdes y le bajo la visera de la gorra intentando hacerla reir. --Recuerda que no debes decir nada sobre tus visiones. Por muy grave que sea. --dijo aparcando el coche ante la cafeteria. --Pero me has dicho que somos especiales. --Si, pero los demas no nos entienden. Asi que se arreglen solos. Nunca nos hacen caso. Eso quiere decir que no podemos cambiar el destino, asi que para que intentarlo. -- apago el motor y dijo muy seria-- Hablo en serio, Serina. Prometemelo. --Si, mama. No dire nada de lo que veo. -- su madre le tendio el menique y ella sonrio uniendo el suyo y cerrandolo a su alrededor-- Lo prometo. --Eso merece unas tortitas. Sonrio cogiendo el balde y el disolvente de su maletero. Habian sido unos anos increibles, pero desafortunadamente todo habia empezado de nuevo. Cerro el capo de su coche y se agacho para coger el balde cuando unos ojos azules la estremecieron. Se detuvo en seco al verle bajarse de una camioneta gris. Dios, que guapo estaba. Habia cambiado desde la ultima vez que lo habia visto en persona. Estaba mas hombre y mucho mas atractivo. Parecia que su mandibula estaba mas cuadrada y ahora llevaba su pelo negro mas corto, pero lo que mas llamaba la atencion de su aspecto, es que estaba mas musculoso y se notaba que habia madurado. La imagen cambio y vio sus botas caminar por la tierra roja del camino de piedra que ella conocia tan bien. El corazon dio un vuelco cuando las botas se detuvieron y la vision desaparecio. Serina sonrio de oreja a oreja y susurro-- Jett vuelve a casa. Emocionada subio la colina y diciendo que si a todo a lo que le comentaba la senora Simmons, limpio la lapida en un tiempo record. Cuando termino, acaricio el nombre de su madre y el epitafio en letras doradas. "Lorraine Colton. Las promesas no tienen que ser eternas.
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sophie saint rose